R:.L:. Pitágoras n° 49 del Valle de San Antonio
El simbolismo de la Marcha del Maestro Milton Egaña Darricarrere 3° grado R:.L:. Pitágoras n°49 Valle de San Antonio
San Antonio, abril 12 de 2011
El Simbolismo de la Marcha del M:. M:. Milton Egaña Darricarrére 3° grado
I
Introducción
El rito masónico, como un elemento trascendente en la metódica docente utilizada por la orden, pretende a través de la reiteración y la repetición de determinadas ideas incorporadas en el lenguaje esotérico; que invocan valores y modelos arquetípicos; invitar al individuo a desarrollar axiológicam axiológicamente ente en su mente el aprendizaje aprendizaje y aprehensión aprehensión de una escala valórica importante para el paradigma masónico. Así, Así, el símb símbol olo o repre represe senta nta ideas ideas fuerz fuerza, a, ideas ideas energé energétic ticas as expresadas en la formalidad del rito. En ese contexto, la marcha de cualquier grado y la del M:.M:. M:.M:. en particular, particular, debe expresar y contener en el simbólico simbólico rito la evolución espiritual que ha logrado el masón a ese instante de su vida y la riqueza simbólica, que exprese el compromiso valórico y los deberes que obligan moralmente al individuo. Este trabajo pretende dar respuesta en estos términos, términos, a la conf confia ianz nza a depo deposi sita tada da por por la cáma cámara ra del del medi medio o en este este maestro, que ha realizado el esfuerzo de revisar el desbaste de su propia piedra, que aún se motiva con la utópica imagen de la piedra cúbica perfecta. He revisado las pisadas infinitas plasmadas en el piso mosaico del templo de la vida, y revisado aquellos momentos en que a veces he debido volver sobre los pasos, pero solo para afinar el pulido que quedara imperfecto y reanudar con fuerza y vigor la marcha del Maestro.
II
La marcha
“P.- ¿A qué prueba fuisteis sometido ante la tumba de Hiram?. R.- Tuve que justificarme de la sospecha de haber participado en el complot de los asesinos del Maestro. P.- ¿Cómo habéis probado vuestra inocencia?. R.- Aproximándome al cadáver, sobre el que he pasado sin temor, seguro de mi conciencia. P.- ¿A qué se refiere la marcha que habéis ejecutado?. R.- A la revolución anual del Sol a través de los signos del zodíaco. P.- ¿Por qué no soporta ésta ninguna detención?. R.- Porque ella es también la imagen de la vida terrestre, que se precipita con un solo impulso del nacimiento a la muerte.” (3). La Gran Logia de Chile, mediante el Decreto 4/2002 del 3l de Ener Enero o de 2002 2002 (e.v (e.v.) .) dete determ rmin ina a que que “APR “APRUE UEBA BANS NSE E RITU RITUAL ALES ES MASON MASONICO ICOS S DE APER APERTU TURA RA Y CLAU CLAUSU SURA RA DE LOS LOS TRES TRES GRADOS GRADOS SIMBOLIC SIMBOLICOS” OS” vistos vistos,, entre otros otros considerandos: a) “La relevan relevancia cia de los los Rituales Rituales masó masónic nicos os para la la aplica aplicació ción n del método método docente docente masóni masónico co como como sistem sistema a de enseñanza activa, dinámica, meliorista y progresista”. b) “La importa importanci ncia a de la adecuada adecuada práctic práctica a de los Ritual Rituales es en cali calida dad d de elem elemen ento to bási básico co del del Rito Rito,, ente entend ndid ido o como como conjunto de ceremonias emblemáticas a través de las cuales la Francmasonería imparte sus enseñanzas sobre la base de símbolos y alegorías”. c) “La necesid necesidad ad del del ejerci ejercicio cio simila similarr en toda toda la la Obedi Obedienci encia a de la Gran Logia de Chile de los Rituales oficialmente aprobados”. d) “La “La conv conven enie ienc ncia ia de puri purifi fica carr los los Ritu Ritual ales es respe respect cto o de algunas prácticas y parlamentos que no forman parte de los mismos y que le restan la necesaria unidad con la cual se han de realizar en todas las Logias”.(5) Logias”.(5)
III III El simbolis lismo esotérico del gesto ritu itual de la Marcha. Cada oportunidad que el M:.M:. recrea la marcha debe vita vitalm lmen ente te impr impreg egna narr su espí espíri ritu tu en la reno renova vaci ción ón de su contenido simbólico, esotérico, iniciático y valórico. El deslizamiento sobre el piso mosaico bajo el cosmos luminoso en la dirección de la luz, revive en cada ocasión un cosmodrama retrotrayendo al M:.M:. a la profundidad iniciática, que nos devel devela a la leye leyenda nda del maes maestro tro ases asesin inado ado,, cuand cuando o sus sus labios negaron la palabra a aquellos indignos de conocerla. La triada de golpes asesinos que lo hizo traspasar los límites de la vida y la muerte, se reviven en los tres pasos misteriosos del maestro que escudriña esos límites de trascendencia. Es una cosmog cosmogoní onía a en movimien movimiento to que sitúa sitúa al masón masón en ese punto-instante del universo: único, en que cada uno de sus pasos remecerá los confines del infinito, teniendo como testigo a todas las estrellas, todos los astros, cada una de las miradas agudas agudas que adornan la cámara del medio y por sobre todo la de su propia conciencia. Cada uno de esos pasos recorre el espacio de poniente a oriente, de sur a norte, de nadir a zenit y de zenit nuevamente a nadir. Cada paso que se eleva pareciera que quisiera alcanzar la grandeza de los cielos, para luego irremediablemente retornar a la tierra sagrada que ha cobijado la carne que se desprende desde las entrañas del maestro Hiram Abif. Es el humano que se eleva en búsqueda del fuego sagrado guardado por los dioses para entregarlo en beneficio de la humanidad. Es el M:.M:. que como Prometeo, conciente conciente del riesgo existente existente en el afán fraternal, enfrenta el designio en que puede perder la vida. El ritual vivido así será el vehículo que nos conducirá a la realización del arte real y al cumplimiento de la gran obra.
Se hace en tres etapas distintas, distintas, las que repiten otra vez los tres viajes del Aprendiz y las tres simbólicas pruebas del Aire, del Agua y del Fuego. En la primera etapa tiene uno que vencer la Ignorancia, partiendo del Occidente, la región de la apariencia, dominada por el dualismo que representan las dos columnas, simbólicas de los dos principios opuestos y complementarios, y pará paránd ndos ose e al Sur, Sur, es deci decir, r, en un esta estado do de conc concie ienc nciia aclarado por la Luz de la Verdad. En la segunda dominará el Fanatismo, pasión que hace del hombre un esclavo más o menos inconsciente de su propia emotividad. Es, pues, necesario partir aquí de la cálida región del Sur, dominada todavía todavía por las pasion pasiones, es, pararse pararse ante el juicio juicio severo severo de la ment mente, e, que que se encu encuen entr tra a al Orie Orient nte, e, del del lado lado Nort Norte, e, que que caracteriza este dominio que uno adquiere y realiza sobre sí mismo. Finalmente, la tercera etapa, partiendo del Norte y parándose al Oriente, al término del cuadrilátero de cuadros blancos y negros, muestra la purificación completa de todo egoísmo o ambición, y de la misma frialdad implícita en el domin dominio io reali realiza zado do sobr sobre e las las pasio pasiones nes,, llega llegand ndo o a la plena plena Conciencia de la Unidad del Ser, que reside en el Oriente, orige rigen n de la Vida y mananti ntial prim rimero y eter terno de sus diferentes manifestaciones. El espíritu del aprendiz, del compañero y del maestro queda cubriendo el cuerpo inerme, como hojas de acacia dejadas en luto respeto. La marcha se efectúa, con un sentido análogo. Desde la cabeza del cadáver simbólico, expresando la victoria sobre la Igno Ignora ranc ncia ia,, con con el cono conoci cimi mien ento to de la Real Realid idad ad,, que que nos nos recuerda la posición al orden del aprendiz; al pecho y brazo derecho, dominio del Fanatismo y de los impulsos que provi proviene enen n del cora corazó zón, n, simb simból ólic icam ament ente e conte contenid nidos os por por la mano en garra del compañero y emergiendo en prudente y asertiva mitigación de la pasión desenfrenada desde la sien izquierda; y de allí, pasando por el vientre, para pasarse del lado de la pierna izquierda en expresión de dominio de los instintos y de la Ambición que busca su satisfacción, como la enseña la mano tranquila del maestro descansando sobre el abdomen.
Es la evolución de los signos de los tres grados, que inseparablemente acompañan a la marcha masónica. Final Finaliz iza a con con sus sus pies pies junto juntos, s, form formand ando o una una escua escuadra dra oblicua, están ahora delante de los pies del muerto, indicando que, que, ident identif ific icán ándos dose e con con éste, éste, está está desti destinad nado o a tomar tomar su lugar, para poder en él renacer a una nueva vida, alcanzando, alcanzando, por medio de su resurrección espiritual, aquel grado de mayor perfec perfecci ción ón que result resulta a de este este proc proceso eso de renaci renacimi mient ento o o regeneración. En el signo ritual en general y en la marcha en particular particular debemos identificar siempre las formas de la escuadra, del nivel nivel y la perpen perpendi dicul cular, ar, inst instru rume mento ntos s todos todos vita vitales les en la construcción del templo inmaterial. Conserva la esencia del paso en escuadra del aprendiz que en cada acto debe tener presente la rectitud, virtud que pretende representar el buen actu actuar ar,, un proc proces eso o que que está está pres presen ente te desd desde e el inic inicio io del del camino Masónico. Si bien es cierto, que el profano que es invitado a participar ya ha mostrado indicios de haber desarrollado desarrollado pasos extramuros extramuros que destacan destacan esta cualidad; la Orde Orden, n, desd desde e que que el inici iniciad ado o emer emerge ge de la tier tierra ra y se le ador adorna na con con el mand mandil il y sus sus prim primer eras as herr herram amie ient ntas as;; se le destaca como una virtud, una actitud, que debe ser potenciada, priorizada y desarrollada. Este Este buen buen hace hacerr o buen buen actu actuar ar,, la Orde Orden n lo prop propic icia ia,, exhortando a sus adeptos hacerlo parte de sus vidas, que guíe sus sus actua actuaci cione ones s y le permi permita ta toma tomarr decis decisio iones nes corre correct ctas as,, “creando conciencia conciencia colectiva de la importancia de incorporar incorporar este valor, en todas y cada una de sus actuaciones dentro y fuera de la Orden, así logrando logrando una gestión transparente, que nos posibilitará la construcción de una convivencia gratificante en el marco de la dignidad humana”. El transitar al sur y luego al norte la marcha del maestro incorpora el simbolismo del nivel “que corrige las desigualdades arbitrarias” Esto es promueve un allanamiento susceptible de resolver las dificultades y desigualdades, que provengan de de un punto de partida partida desigual, desigual, de una una iniquidad iniquidad en las relaciones sociales, o en el plano espiritual, de una opacidad mental que oculta al hombre las alturas luminosas que que pued puede e alca alcanz nzar ar.. Alla Allana nar, r, es unir unir.. Pero Pero sin sin caer caer en la
simplificación y facilidad, que fácilmente puede traspasar los límites de la demagogia. Y por último la elevación del paso hacia las alturas, nos invoca la perpendicular, que recorre el eje invisible que debe cond conduc ucir irno nos s a los los nive nivele les s supe superi rior ores es de conc concie ienc ncia ia y de conoc conocim imien iento to.. Es la vía vía recta recta y lumin luminos osa a que que comuni comunica ca la tierra con el cielo, el micro con el macrocosmos.
IV
La marcha como expresión expresión cumplir con los deberes.
de exhortación
a
En las líneas precedentes hice mención al concepto de Cosmogonía Cosmogonía contenida y expresada en la marcha. Con ello he querido hacer mención a una mirada integradora, sistémica y globalizadora de un instante del rito, que encierra en su forma y contenido el todo que debe conformar el M:.M:.. Disponerse entre columnas dispuestos a enfrentar obstáculos tan inciertos e impredecibles como son aquellos que transitan por la delgada frontera que separa la vida de la muerte, expresa una disposición de actitud permanente en el umbral del conocimiento: un eterno aprendiz. Dispuesto en actitud meliorista a ser maestro de si mismo. Es reconocerse como un sujeto perfectible, el cual liberado de todo determi determinis nismo, mo, incluy incluyendo endo los de herenci herencia, a, se reconst reconstruye ruye,, regenerándose como el simbólico Hiram Abif, redefiniendo su plan de vida las veces que la prudencia y sabiduría aconsejen. A diferencias de las marchas del aprendiz y del compañero, que transitan por dimensiones a ras de la tierra,
la elevación de la vertical, que incorpora el rito del maestro nos evid evidenc encia ia la profu profundi ndiza zaci ción ón del del cami camino no a lo eterno eterno,, lo permanente, lo espiritual. Tal como el Mago de las cartas del Tarot Tarot,, con con su cetro cetro en la mano mano simb simbol oliz iza a la comu comuni nica caci ción ón flui fluida da y cont contin inua ua,, que que debe debe exis existi tirr entr entre e lo terr terren enal al y lo infini infinito; to; lo transi transitori torio o y lo eterno. eterno. Todo Todo el simboli simbolismo smo polar, Cenit y Nadir, luz y tinieblas, que con su oposición señalan el simbolismo de los contrarios. Situado sin tiempo y sin espacio, en el cosmos infinito la introspección es profunda, el silencio eterno. El ojo que brilla en el centro de la estrella flamígera como emblema de la vigi vigila lanc ncia ia supr suprem ema, a, como como el faro faro que que guía guía a los los mari marino nos s siem siempre pre en la direc direcci ción ón corre correct cta, a, emerg emerge e desde desde el orie oriente nte pene penetr tran ando do en los los repl replie iegu gues es de nues nuestr tro o cora corazó zón. n. Es la conc concie ienci ncia, a, el recto rectorr de nuest nuestros ros acto actos s y pensa pensami mient entos os,, la raz razón o motor otor que que nos llev lleva a sin sin tem temor a nues nuestr tro o propi ropio o perfecc perfecciona ionamie miento nto,, objetiv objetivo o último, último, por demás, demás, de nuestro nuestro trabaj trabajo o en el templ templo. o. "El ojo que todo todo lo ve" es positi positiva va y absolutamente un símbolo de Espiritualidad en el ser humano, del del Alma Alma,, o si se quie quiere re,, el ser divin divino o eter eterno no dent dentro ro de él. él. Escu Escuch charl arla a perm permit itirá irá que el paso paso sea sea segur seguro o aunqu aunque e transite por senderos tan desconocidos como la muerte que se recubre de polvo. A cada paso sentiremos los golpes traicioneros, de los malos compañeros compañeros escondidos escondidos en algún recodo del taller, que en vano quisieron quisieron destruir destruir al maestro maestro:: “La ambici ambición, ón, la igno ignora ranc nciia y el fana fanati tism smo o han han marc arcado ado la hist histo oria ria de la humanidad, dejando una estela de dolores y cicatrices, impon imponie iendo ndo dogma dogmas s a costa costa del verti vertimi mient ento o de la sangr sangre e inocent inocente e y las lágrim lágrimas as del dolor dolor impotente impotente.. El M.:M.: M.:M.: está llamado a destruir los sofismas que se oponen al libre desenvolvimiento de la inteligencia, como la contraparte que busque la armonía cósmica frente a la avasalladora entropía de las fuerzas regresivas. Los derechos mancillados, mancillados, las libertades pisoteadas, la diversidad ignorada, como también los dogmas y las verdades reveladas impuestas a fuego de cañón, reivindican el discurso de los obreros de paz, de los librepensadores, los free masón, que están formando parte de la conciencia del M.:M.: En este compromiso debemos
entender un llamado fervoroso a la acción real en el mundo profano”.
V
Conclusión
La purez reza del rito ha perm ermitid tido que que la orden den hay haya permanecido en el tiempo, a pesar de los vaivenes que han tenido los pueblos y la humanidad. Su esencia, en la forma como como en el conte conteni nido, do, perm permit ite e que que valo valores res trasc trascen enden dentes tes sean eternos y hayan llegado a nuestros oídos desde época inmemo inmemorial riales. es. La palabra palabra perdida perdida recupera recuperada da es entrega entregada da revitalizada desde el oriente, una y otra vez sin que sufra la más más míni mínima ma modif modific icaci ación. ón. Solo Solo bocas bocas y oídos oídos inic inicia iado dos s la reconocen. El rito se ha perpetuado en celosa integridad, de lo contrario la orden se habría desvanecido en el polvo cósmico. Sin Sin perjuic perjuicio io,, que la marcha marcha del M:.M: M:.M:.; .; con con todo su conteni contenido do esotéric esotérico, o, simbóli simbólico, co, iniciá iniciátic tico o y valórico valórico sólo sólo es
requ requer erid ida a cuan cuando do se rete reteja ja al M:.M M:.M:. :. al inte integr grar arse se a los los trabaj trabajos os de la C:. C:. M:.; M:.; en nuest nuestras ras conci concien enci cias as debe debe esta estarr siempre siempre presente presente,, invocá invocándol ndolo o a la intros introspec pecció ción n espirit espiritual, ual, preparándolo para la acción y por sobre todo exhortándolo a ”buscar el M:.M:.que está en nosotros en estado de cadáver inan inanim imad ado, o, hace hacerr revi revivi virr la muer muerte te a fin fin de que que obre obre en nosotros”(3). nosotros”(3). ¡Marchemos! repitiendo los acompasados pasos con regularidad regularidad respetuosa ya que recorre espacios espacios en que el luto y la consternación los hacen sagrados y eternos.
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Bibliografía
1.- El nivel masónico ¿Una misión de nivelación o de unión? John Deyme de Villedieu. http://tallermasonico.com/nivel2.htm 2.- Manual del Maestro. Aldo Lavagnini. http://es.scribd.com/doc/85888/AldoLavagnini-Manual-delMaestro1 3.- El libro del Maestro. Oswald Wirth. Las 7 principales obligaciones del M:. M:. Plancha 3° Grado. Milton Egaña Darricarrére. 4.-
5.- Rituales de apertura y cierre. José Ramón Ramírez Herrera Grado 3°.