con derechos inalienables, en relación al poder po der como un objeto externo, en cuya cu ya distribución cada individuo tiene o debería deb ería tener el derecho de participación, etc, y (b) el énfasis én fasis de Foucault sobre la historicidad discontinua de este proceso de subjetivación y de la y socioeconómicos prácticas discursivas implicadas en la construcción de esos objetos, sus derechos, las relaciones de poder en el que qu e / todos estamos atrapados, las instituciones que reproducen reprodu cen y regulan estas alimentación las relaciones, y el corolario y múltiples resistencias que se producen en todas y cada una de estas instituciones y los momentos de la dominación. Si existe la posibilidad de d e la libertad es lo mismo que la posibilidad p osibilidad de resistencia social, entonces, como he tratado de mostrar la crítica de Berman de d e Foucault está fuera de la marca. Si, por el contrario, la posibilidad de d e la libertad es lo mismo que qu e los derechos de este sujeto social ahistórica y abstracta (es gratis individuales individual es esencialista de la), a continuación, Berman tiene razón cuando dice que "... no hay libertad en Foucault ...," mundo, pero no n o "... porque el lenguaje forma un tejido sin costuras, una jaula para más hermético que nada Weber soñado, en la que no puede p uede romper la vida ..." Berman es correcto porque se trata de la libertad que fue proclamada en la "Declaración de los Derechos D erechos del Hombre y del Ciudadano". Es decir, la libertad que excluía a las mujeres, los esclavos, los desposeídos, et al. Esta es la libertad de la burguesía constituciones liberales, de prácticamente todos los gobiernos gobi ernos existentes, que sólo los Estados-Nación, es reconocen que puede ser políticamente garantizado y legitimado legiti mado por los decir, la libertad que en última instancia, excluye la vida cotidiana lucha de la plural y subjetividad descentrada que a medida que las resistencias no tienen posibilidad de crecer sin control en virtud de dicho di cho marco jurídico (por ejemplo, las personas sin hogar, la, los gays y las lesbianas pobres, diversos grupos étnicos "minorías", las mujeres, etc) y el mejor de los casos están a merced de la protección paternalista / la caridad de los gobiernos de tales. Se trata de la libertad cuya abstracción comenzó a ser materialmente desmantelada por las fuerzas sociales que han sido sustituidos y la sustitución de la modernidad que Berman quiere recordar a la vida.
Capitulo V El Modernismo en New Yor k - Ciudad de la ambición La modernidad, una era de transformaciones radicales, rápidas, donde la vida diaria adquirió un ritmo desastrosamente acelerado y donde el ser humano confrontaba un cambio en el el pensamiento, en en las actitudes, en las costumbres y en los valores, una era en donde el destino de "todo lo sólido" es "desvanecerse en el aire", donde lo sagrado e inmutable es profanado y destruido, y donde entran en crisis la forma de entender entender el mundo y de comportarse comportarse frente a situacion situaciones es humanas bási cas como el amor, la amistad y la felicidad, todo esto debido al dinamismo de la nueva economía y a la cultura que consigo trae ésta, en donde encontramos que los valores morales, las instituciones instituciones sociales, las ideas artísticas artísticas y metafísicas y los ambient ambient es físicos en general son aniquilados con el fin absoluto de crear cosas nuevas y reconstruir un mundo nuevo infinitamente. Este dinamismo innato de la modernidad nos hacen reflexionar y cuestionar sobre lo esencial, significativo y real de la vida.
Encontramos que la obra urbanística de Moses se puede dividir en dos partes representativas, en la que en su mejor momento era considerado como creador de posibilidades sociales y materiales, la de los años 30, donde el espíritu de su obra era el del sentido social ciudadano; y la que en su peor momento fue considerado como ejecutor de imperativos y directrices preestablecidas, la de los años 50, en la
posguerra, donde sus obras simplemente eran para abrumar e imponer respeto, donde las personas ya no eran quer idas en su individualidad del ser, sino que eran amadas como público espectador, y donde Moses era burlonamente indiferente a la calidad de vida humana y era movido por el dinero gastado y recibido por sus obras, y se había convertido convertido en Hombre de la Organ Organ ización. Entonces ¿podemos identificar en Moses algo del Fausto de Goethe? Los años sesenta: un grito en la calle - La calle es un microcosmos de la diversidad y plenitud del mundo moderno. El mundo de la autopista, surgido en la época de la posguerra, alcanzó la cima del poder y el reconocimiento en los años 60, pero es a finales de esta década que una serie de pensadores de la modernidad se oponen al mundo de la autopista, al mundo generado generado por Moses, ya que ellos ellos creen que este no es el único mundo mo derno derno posible, puesto que existen otras visiones de vida moderna alternativas. La vida cotidiana en las calles, pensada por Jane Jacobs, se opone totalmente al mundo de la autopista, ya que está llena de vitalidad, diversidad y plenitud, con la que no cuenta la visión de vida moderna engendrada por Moses, cuya única finalidad era acabar con la calle, y que logro que durante muchos años fueran abandonadas y empezaran a simbolizar algo sucio, desordenado y obsoleto. Jacobs se esfuerza por mantener vivo el ambiente de la calle, diciendo que esta nos nutre de experiencias y valores y que es allí donde se pueden encontrar todas las fuerzas modernas. "La ciudad es un paisaje que vale la pena disfrutar, la suciedad tiene hondura y belleza. Me gusta el olor del ho llín y el tizne. La mugre de la cuidad, la perversidad de la publicidad, la enfermedad t del éxito, la cultura popular". Este modernismo dio una riqueza y una vibración especial a la vida pública, que en el transcurso de la década de los 60, se hacía cada vez más abrasiva y peligrosa. Los años setenta: De regreso a casa con todo Durante los años setenta, los modernistas ya no podían permitirse el lujo de aniquilar el pasado y el presente con el fin de crear un mundo nuevo, aquí es donde se recobran las formas de vida , pasadas, que estaban enterradas pero no muertas, donde se aprende a atenderse con el mundo ,; que se tiene y se comienza a actuar desde él, sin aniquilar ni borrar nada, simplemente se < descubren nuevas fuentes de vida mediante imaginativos encuentros con el pasado. Encontramos que en esta etapa de la modernidad, lo primario y más importante de la filosofía moderna es el recuerdo, voltear la mirada al pasado, al hogar, donde encontraremos encontraremos espacios personales personales y privados, donde los significados significados y posibilidades posibilidades de vida se basan en las viejas formas , de vivir el mundo. En esta última fase, se cuestiona toda la filosofía de la modernidad de los años 30, ya que solo :¡ manteniendo vivos los lazos que nos atan al pasado, nosotros los nuevos hombres y mujeres de la modernidad podemos ser libres. Entonces si nos centramos en la idea primaria de Marshall Berman, podemos cuestionarnos si es necesario que todo lo sólido, todo lo que tenemos como bases de nuestro pasado y presente debe ser destruido y debe desvanecerse en el aire, ya que una vez nos desprendamos de los lazos que nos atan ai pasado, nuestra vida perdería sentido y profundidad y seriamos consumidos inevitablemente por la vorágine de la vida moderna