HISTORIA DE LAS MANCHAS DE TINTA
Dentro del ámbito psicológico, el primer antecedente de la utilización de manchas de tinta aparece en 1857 en la idea del popular juego “Kleksographien” de Justinus Kerner , más conocido por su sobrenombre de Kleck. La idea del juego era coleccionar cartas con manchas de tinta que podían ser adquiridas en tiendas y elaborar asociaciones e historias a partir de ellas. Hermann Rorschach cuando niño era un seguidor de este popular juego y durante sus estudios en Psiquiatría alrededor de 1918, descubrió que los pacientes diagnosticados con esquizofrenia hacían asociaciones absolutamente diferentes a las manchas del Klecksographie que las personas sin este diagnóstico. Entonces desarrolló el test de Rorschach como una herramienta para detectar la esquizofrenia. Fue Binet(estudio de las diferencias individuales el primero en concebir la idea de utilizar las manchas de tinta como modo de experimentación psicológica, dándoles sentido como método diagnostico, al proponer el uso de manchas de tinta como una forma de estudiar rasgos de la personalidad y estudio de las diferencias individuales. Hasta este momento, si bien se aceptaba la idea de que las respuestas dadas por distintos sujetos a los estímulos, permitían dar cuenta de las diferencias individuales o rasgos de la personalidad, todos los investigadores se habían centrado, para tal objetivo, en el contenido de las respuestas del sujeto a las manchas de tinta, sin considerar sus otras características. La particularidad de la propuesta de Rorschach radica en que la atención ya no está puesta solo en el contenido de las respuestas dadas a las manchas, sino en las características más formales de ellas, el interés no descansa solo en lo que sujeto ve sino que en la manera de manejar el material de estimulación. En el año 1921 Rorschach publica su monografía “Psqychodiagnostik” como resultado de sus 10 años de investigación; en esta publicación se incluye la serie estandarizada de 10 laminas de manchas, que constituyes el material de estimulación de su método. Esto motivo a otros estudios y publicaciones de varios métodos basados en la interpretación de manchas entre los que sobresalen Hans Zulliger. HISTORIA DE HANS ZULLIGER Hans Zulliger(1893), fue un psicólogo suizo, fue inicialmente maestro de escuela y uno de los primeros discípulos de Freud. Amigo y alumno personal de Freud, Zulliger fue también el primero en introducir el psicoanálisis en la actividad pedagógica transformándose en uno de los precursores del análisis infantil y el primero en introducir esta teoría en la actividad pedagógica. Alrededor de 1921 en la sociedad psicoanalítica suiza donde Zulliger conoció al docto Hermann Rorchach y pronto se convirtió en su discípulo y amigo. De esta manera Zulliger sigue elaborando y perfeccionando el Test de Rorschach hasta su muerte integrando de manera fecunda los
reconocimientos psicoanalíticos en la teoría y práctica del test. En toda la literatura internacional sobre Rorchach difícilmente habrá otro autor que haya contribuido más que Zulliger al perfeccionamiento y profundización de este test proyectivo. En el año 1932 Hans Zulliger publica su primer trabajo en el test de Rorchach llamado “Experimento con el test de Rorchach en conserjería educacional”. En 1941 publico su “introducción al test de Behn-Rorchach” se trata de una serie paralela creada por el psiquiatra suizo Behn-Eschenburg con la colaboración directa de Rorchach la cual entrega mejores resultados con niños que en la serie original de Rorchach.
HISTORIA DEL TEST DE ZULLIGER (TEST Z) En 1948 Hans Zulliger trabajando para el ejército suizo, publica en lengua alemana su test de interpretación de manchas para exámenes de grupos, bajo el título de “El test Z de Diapositivas”. Más tarde en 1954 publica la versión para exámenes individuales “El test Z de laminas”. Durante la Segunda guerra mundial, el Servicio Psicologico del ejercito suizo fue encargado de seleccionar entre un elevado numero de candidatos, aquellos aptos para el puesto de oficiales. Zulliger, uno de los jefes de este Servicio, y desde muchos años notable especialista en el test de Rorschach, fue encargado de las pruebas de personalidad destinadas a completar un examen psicológico efectuado con tests de inteligencia. Comenzó a examinar a los candidatos por medio de las laminas de Rorschach, pero muy pronto comprendió que la tarea era prácticamente imposible, dado el tiempo que requerían tales pruebas. Es por esto que Zulliger desarrolla su propio test. La idea original fue desarrollar un test proyectivo de interpretación de manchas, apropiado para examinar grupos de treinta a sesenta sujetos. Para ese fin se eligieron tres, de un total de seiscientas manchas hechas por Zulliger, las cuales fueron probadas en poblaciones civiles y militares con una muestra de ocho mil sujetos de ambos sexos, de distintas edades, profesiones y oficios. La muestra incluye sujetos normales, neuróticos y psicóticos,los resultados fueron comparados con el test de Rorschach y aplicados a la misma muestra. Para validar del test, este se aplicó a una muestra de cinco mil franceses y mil norteamericanos, como resultado se obtuvo que las respuestas y símbolos no difieren de las encontradas en la población de suizos. La muestra en la población suiza, fue de dos mil personas, de las cuales mil seiscientas eran militares y cuatrocientas civiles, entre los 18 y 40 años de edad. Fue Robert Heiss (1903-1974) , quien propuso que el test podía publicarse en forma de láminas. El test colectivo fue presentado antes que el test individual, y tenía como finalidad la selección y eliminación en grupos de sujetos categorizados en la época- como «aptos y no aptos». Por otra parte, Zulliger no estaba muy de acuerdo en realizar una evaluación colectiva, ya que el examinado no se evalúa en profundidad en su personalidad, por lo tanto en el examen colectivo
decía que el examen colectivo se utilizaba solo para evitar el examen individual a aquellos que en la primera prueba colectiva se manifestaban como realmente ineptos. Y posteriormente, aquellos en los cuales quedaba un numero de casos dudosos o casos limites era preciso recurrir a un examen individual. El «Test Z» es, entonces, una prueba proyectiva que requiere menos tiempo para su aplicación y posterior corrección, y que ofrece resultados satisfactorios, puesto que su aplicación –al menos respecto del test individual de Zulliger- ha mostrado que la amplitud de sus resultados es, a menudo, idéntica a la de las pruebas de Rorschach. Las tres láminas contienen todos los elementos de esta prueba.
El test de Zulliger es un instrumento proyectivo de personalidad, destinado a detectar sujetos con características patológicas o desequilibradas. Aun cuando es análogo al Psicodiagnostico de Rorschach se diferencia por el número de sus láminas y su aplicación colectiva o individual
No fue hasta 1939 que esta técnica se utilizó como un test proyectivo de personalidad. El mismo Rorschach siempre había sido escéptico acerca de este uso. La controversia sobre la validez y la fiabilidad de esta prueba ha estado presente desde su concepción. Hoy, muchos -posiblemente la mayoría- de los psicólogos de Reino Unido piensan que este test carece de todo sentido. Las críticas se han centrado en tres aspectos del test: Primero, algunos psicólogos han argumentado que el profesional que lleva a cabo la prueba también proyecta su subconsciente en las manchas cuando interpreta las respuestas. Por ejemplo, si la persona analizada ve un sostén, un psicólogo varón puede clasificar esto como una respuesta sexual, mientras que una psicóloga mujer puede hacerlo como una respuesta que se refiere a ropa. Segundo, el Rorschach ha sido también criticado por su validez. En otras palabras: ¿mide lo que dice que mide? Rorschach fue claro en advertir que su test medía pensamientos alterados (como ocurre en la esquizofrenia) y esto nunca ha sido discutido. Pero está en debate si es preciso para medir elementos de la personalidad. Por último, los críticos han sugerido que carece de fiabilidad. Dos diferentes encargados del test pueden producir dos perfiles personales muy distintos de la misma persona