TEMA 45: LÍRICA CULTA CULTA Y LÍRICA POPULAR EN EL SIGLO XV 0. INTROD INTRODUCC UCCIÓN IÓN.. CONTEX CONTEXTO TO HISTÓ HISTÓRIC RICO O La lírica española del siglo XV abarca tres reinados de características muy diferentes: El de Juan II, rey culto y poeta, favorecedor de las artes y durante el cual la burguesía manifiesta una clara clara ascen ascensió sión. n. El de En!"u# IV , que que favo favore reci cióó en lo que que pudo pudo al arte arte.. El de los los R#$#% Ca&'(!)*%, en el que se a dado por situar el comien!o de una nueva "poca. El siglo XV tiene lugar la descomposición del mundo feudal, es considerado un siglo de transición entre la cultura medieval y la concepción renacentista del arte y de la propia vida. #e caracteri!a tambi"n por el surgimiento de una nueva clase: la burguesía: burguesía: el espe$o en el que se mira el burgu"s es el de la aristocracia, en la que pretende introducirse, logr%ndolo mucas veces mediante su c&mulo de dinero, eco facilitado porque la aristocracia se encuentra arruinada. El pueblo llano se encuentra en constante crisis económica, ve su población die!mada por el ambre, la miseria y las guerras. 'odo 'odo ellos produce un sentimiento de inseguridad, de caducidad de todo lo establecido, incluida la religión( una sensación fuga! de la vida que determina la importancia del goce del oy. ) los artistas, los pensadores, los eclesi%sticos, los aristócratas, la crisis y la duda les conduce a intentar conseguir la fama en este mundo por si no e*istiera la gloria en el otro.
+. ,UNC ,UNCIÓ IÓN N DEL DEL ARTE RTE +na de las formas m%s eficaces de que la fama y la memoria perduren es perduren es el arte: los reyes, los nobles y aristócratas intentan pasar a la posteridad mediante retratos o esculturas de gran realismo, imitando al clasicismo grecolatino, y el propio artista, que de$a de ser anónimo, se inmortali!a gracias a sus obras. e este modo el arte pierde su car%cter colectivo propio de la Edad -edia para pasar a ser m%s individual individual y y umanista, a pesar de que todavía aparecer%n obras de autoría anónima. La burgu burguesí esía, a, las transf transform ormaci acione oness social sociales es deriv derivada adass de su ascens ascensión ión y este este nue nuevo vo umanismo determinaron, no solamente la revitali!ación del arte, sino tambi"n de la ciencia. )l principio, esta evolución evolución cultural se produ$o al margen margen de la glesia pero no en contradicción con ella( sin embargo el auge de la ciencia no tardó en provocar conflictos como los generados por la vuelta de las ideas platónicas o por la consideración del ombre como centro del universo. ) pesar de que mucos umanistas desprecian la cultura y el arte vulgar del pueblo, escriben sus obras fundamentalmente en lengua romance. /o obstante, gracias al gusto por las obras de la antig0edad cl%sica, el lengua$e se latini!a para alcan!ar un nivel similar al de las lenguas cl%s cl%sic icas as.. La lite litera ratu tura ra oral oral trad tradic icio iona nal, l, de gran gran fort fortal ale! e!aa y cali calida dad, d, se intr introd oduc ucir ir%% en el 1enacimiento sin traumas ni rupturas. En el siglo XV coe*isten obras literarias en tres lenguas diferentes 2castellana, catalana y galaicoportuguesa3 que a&n manifiestan influencias recíprocas y se caracteri!an por la sobriedad de la forma, un arraigo por lo popular y un todo directo y sencillo. #in embargo, la castellana es la que e*ibe mayor tendencia al realismo estili!ado y a la concisión, aunque con notables e*cepciones, e*cepciones, como la de Juan -# M#na o J*# Man!"u# ) princi principio pioss de siglo siglo persis persiste te una litera literatur turaa cortes cortesan ana, a, de refina refinada da elabo elaborac ración ión y muy perfeccionista, pero sin demasiado demasiado contenido, que, en la "poca de los 1eyes 4atólicos, terminar% confluyendo con las raíces populares, paralelamente a su decremento en las influencias francesas y su incremento en las influencias italianas.
/. LA LÍRICA LÍRICA CULT CULTA Y LA LÍRICA POPULAR: UNA HISTORIA HISTORIA COMN El t"rmino poesía popular puede puede resultar un tanto ambiguo: M#n1n-#2 P!-a( considera que presenta dos rasgos distintos: uno es meramente popular, recibido por el público como moda 5
reciente... Otro es el de tradicional: el canto es considerado como patrimonio común .
#eg&n D3a2 V!ana la poesía culta y la de tipo tradicional se diferencian, no tanto en el origen, como en el medio y modo de transmisión y tambi"n en el entorno en que esta transmisión se efect&a. La lírica culta y la popular son en realidad una sola, que se desarrolla de modo diverso: 6 La literatura transmitida por tradición oral se caracteri!a precisamente por esta manera de perpetuarse: no se sabe quien a sido el autor, vive en versiones, se transmite oralmente a trav"s de las generaciones y sufre transformaciones a lo largo del tiempo y del espacio. 6 esde este punto de vista, no parece diferenciarse demasiado de la lírica cortesana de los 4ancioneros, y adem%s en mucas ocasiones se encuentran interrelacionadas, ya que las une una misma función, las de ser destinadas al canto. 7or otra parte, esta intercone*ión en la literatura española se basa tambi"n en que los poetas 2desde los autores %rabes, con las $arcas, asta los trovadores galaicoportugueses en sus Cantigas de amigo 3 an bebido siempre en un profundo popularismo. ) pesar que desde un punto de vista estrictamente teórico, mucos escritore despreciaban, socapa del umanismo, las obras populares, no acían lo mismo a la ora de imitar sus logros estilísticos. +n e$emplo de ello lo suministra ñigo Lópe! de -endo!a, quien se define aristócrata del arte, y alcan!a, sin embargo, sus mayores logros dentro de la poesía de corte tradicional. 7odemos citar abundantes casos de trasvases de un tipo de poesía al otro: Los m&sicos y poetas palaciegos del siglo XV recrearían canciones y romances de larga andadura tradicional( sobre un mismo fondo se an ido generando versiones distintas por escritores cultos. En mucas ocasiones, la poesía culta utili!a toda una serie de artificios para que sea difícil encontrar en ella tra!as de lo tradicional. Los mismos romances son un e$emplo de transversalidad, ya que eran por todos sabidos. Lo que sucedía era que el poeta de palacio dominaba el oficio, lo mismo que el m&sico y aría distintas variaciones sobre el acervo cultural com&n en un intento de dignificarlo. )sí las m%*imas diferencias entre ambos tipos de obras las constituirían la mayor perfección m"trica de la manipulación culta sobre la fluctuación sil%bica general de la fuente tradicional y la ingenuidad de las pie!as populares frente a la artificiosidad de las versiones cortesanas. En el 4ancionero musical de la Colombina se allan entreme!clados poemas estrictamente cortesanos, con otros basados en estribillos tradicionales y glosas cultas, y con unos terceros de tipo tradicional, lo que ilustra la me!cla de tendencias propia de este periodo.
. LOS CANCIONEROS #e trata de colecciones que recogen la poesía del siglo XV en forma de canciones que, algunas veces pierden su car%cter musical y su sencille! para complicarse en gran medida. Entre los m%s conocidos se allan el Cancionero de Baena , que recopila el queacer po"tico de la corte de 8uan ( El Cancionero de Stúñiga , que ace lo propio respecto a la corte de )lfonso V El -agn%nimo de )ragón y el Cancionero de la Colombina , que muestra el ambiente prerrenacentista del reinado de los 1eyes 4atólicos. En estos cancioneros se encuentran composiciones de arte menor que se van intercalando con otras de arte mayor a la italiana. 9radualmente la glosa se va ale$ando de la canción tradicional y, a&n conservando el ritmo musical, se transforma en un puro artificio en el que la sinta*is y el concepto se retuercen en un $uego retórico.
+. EL CANCIONERO DE AENA En este cancionero 2del segundo cuarto del XV y cuyo compilador fue 8uan )lfonso de aena3, no se encuentran grandes poetas de raigambre castellana, sino que transcribe obras de índole proven!al y galaica 6 aunque ya escritos en castellano ; y que esbo!an un cuadro de tendencias de la literatura de la "poca. Las composiciones son de dos tipos: <
4antigas: poemas cortos destinados a ser cantados. #e dedican a la tem%tica del amor cort"s y abundan en loas dedicadas a la Virgen, sobre todo por la influencia de las Cantigas de Santa María de )lfonso X. Las estrofas utili!adas son las canciones y los villancicos, con reglas bien precisas: un estribillo inicial y estrofas divisibles en dos partes, una independiente y otra muy relacionada con el estribillo, reproduciendo sus rimas y su esquema. ecires: son obras m%s largas, lírico6narrativas, destinadas principalmente a la lectura. #on muco m%s libres y tratan de cualquier tema. espu"s del auge de los decires se llegó paulatinamente al equilibrio entre la lírica recitada y la cantada. ) medida que va disminuyendo el elemento musical, el tema principal del amor va tambi"n desapareciendo. Los criterios de selección de aena se basan en el virtuosismo po"tico y en la dificultad de metros y rimas y por ello prefiere la artificialidad galaico6proven!al al tenebrismo metafórico de los italiani!antes. En la primera de estas líneas destacan el legendario Ma)3a% $unto con A(6*n%* 7(8a#2 -# V!((a%an-!n* . En la segunda línea de influencia italiana se alla ,an)!%)* I9#!a( En el cancionero se pueden encontrar autores que cultivan la poesía concisa, profunda y trascendente y los que cultivan la s%tira amarga como G*n2a(* Ma&3n#2 -# M#-!na . •
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/. EL CANCIONERO DE ST;IGA 4ompilado acia 5=>?, contiene una colección de poetas catalanes, aragoneses y castellanos de la corte aragonesa de )lfonso V. ) pesar de que podría esperarse un sesgo de tipo italiani!ante, por los contactos directos que los umanistas italianos mantenían con la corte )lfonsí, esta influencia se de$a notar muy poco y, en su lugar, se alla un favoritismo por las composiciones tradicionales que, no entra en contradicción con el umanismo. #on frecuentes las referencias al rey, a sus alardes guerreros y su abilidad política, a la corte y las damas preferidas del soberano. 7odemos observar en "l algunas transformaciones como una cierta recuperación de la poesía amorosa, aunque con un marcado acento a los temas m%s desolados: el desd"n de la dama, la separación, la ausencia... 7roliferan tambi"n la lírica narrativa y la did%ctica, con decires, coronaciones y elogios. En el fondo e*isten muy pocos temas nuevos, pero atrae la atención el tono que$umbroso y el retorcimiento de la poesía sub$etiva, $unto al car%cter m%s erudito y qui!%s umanista de la poesía grave. La evolución afecta tambi"n a la t"cnica: los procedimientos y artificios se van abandonando y ya no aparecen en la segunda mitad de siglo( se trata de eliminar todo aquello que sea incompatible con el recitado, aunque en los poemas cortos los poetas siguen aciendo gala de su virtuosismo y buscan estrofas de estructura comple$a y nuevas variaciones de rimas. 7odemos destacar a L*# -# S&<=!a con poemas de gran perfección formal. La literatura misógina fue seguida por el cl"rigo P## T*#((a% , en la línea de los que ablan mal de las mu$eres por aber sido desdeñados por ellas.
. CANCIONERO DE LA COLOMINA 1e&ne un gran c&mulo de vertientes resultantes de la evolución que se abía seguido a trav"s del Cancionero de Baena y del Cancionero de Stúñiga . @a no se miran en palacio con menosprecio las formas sencillas de la canción de dan!a y se recopilan esas manifestaciones líricas, se utili!an, se imitan y los m&sicos aprovecan tambi"n venerables melodías conservadas en la memoria popular.
A
4. AUTORES CANCIONERILES A. EL M7R>U?S DE SANTILLANA @ +B +45B Bñigo Lópe! de -endo!a, -arqu"s de #antillana, nació en 4arrión de los 4ondes. 1ecibió una esmerada educación, fue asiduo lector y via$ero impenitente. En una de sus estancias en )ragón entra en contacto con los poetas catalanes de la corte de )lfonso V, comien!a su afición por el clasicismo y el umanismo y empie!a a acrecentar su biblioteca( se ace con todo libro que le interese, sobre todo de %mbito grecolatino, cultura que le fascina. #e relaciona con otros escritores y se de$a influir por las figuras m%s señeras como Juan -# M#na o En!"u# -# V!((#na. #u afición por toda manifestación cultural no le aparta de sus deberes como caballero, dando lugar a un nuevo tipo de noble, el típico cortesano renacentista. 7articipó en la pr%ctica totalidad de las vertientes literarias de su "poca. Es f%cil rastrear en sus formas y recursos una nítida influencia de la poesía cortesana, tambi"n se observan elementos procedentes de la lírica galaico6portuguesa y otros procedentes del contacto del -arqu"s con la escuela de poetas catalanes, de estilo proven!al. Le atrae todo lo que llega de talia y el redescubrimiento de los cl%sicos pero cultiva tambi"n formas po"ticas de la lírica tradicional: En sus Refranes de las ie!as... recoge un folClore de gran frescura.
En "l infierno de los enamorados trata de un con$unto dantesco de c"lebres amadores atormentados por el amor, concebido como culpa causante de las desgracias y locuras. #us #$ sonetos fec%os al it&lico modo abren nuevas perspectivas a la poesía española ya que, si bien se trasluce el petrarquismo de la dama deificada, la pulcritud del l"*ico y la serenidad ante la contemplación femenina acen presentir a 9arcilaso, el barroquismo formal, la proliferación de sensaciones est"ticas y la sonoridad presagian los sonetos de Derrera. En el 'i&logo de Bias contra (ortuna , sin de$ar la tendencia italiani!ante, se amortiguan los cultismos y se simplifica la estructura. #e plantea la indefensión del ombre contra la ortuna, ante la que no cabe otra respuesta que la estoica resistencia al puro estilo de #"neca. Fste <imo permite enla!ar la obra con los )roerbios, compilación de m%*imas versificadas dedicadas al infante on Enrique. #antillana debe la mayor parte de su fama a su poesía de tipo tradicional y cortesana. En distintas etapas cultivar% la serranilla, me!cla de canción tradicional y de pastourelle francesa, que amalgama lo e*tran$ero con lo genuinamente español( es el -arqu"s quien fi$a el g"nero y lo provee de erotismo y atrevimiento galante. #us serranillas sufren una evolución en la que se van suprimiendo los rasgos m%s desgarrados y sus eroínas se van elevando en el plano est"tico. 4omo postula C!*&, los die! poemas constituyen una geografía po"tica de 4astilla, vista en la variedad de sus topónimos, paisa$es, ambientes e indumentaria femenina. inalmente, en las canciones destinadas al canto, el -arqu"s glosa estribillos tradicionales con los que apoya el ritmo de las palabras, como sucede en el *illancico +ue %io el mar+u-s a tres %i!as suyas( en los decires, m%s comple$os y menos musicales, trata temas típicos de la poesía cortesana, con frecuentes alusiones mitológicas y abundancia de $uegos conceptuales.
. JUAN DE MENA @+4++ +45 8uan de -ena nace en 4órdoba y por el traba$oso artificio de su etilo se le a relacionado con otros dos poetas cordobeses: Lucano y 9óngora. 4omo su origen permanece oscuro, ay autores que indican un probable ascendiente $udío. )dem%s de en su ciudad natal estudió en #alamanca, vivió despu"s en Venecia ba$o la protección del cardenal 8uan de 'orquemada. ) partir de 5=== =
entra en la corte de 8uan como secretario de cartas latinas y cronista mayor, seguramente al amparo del proyecto de "l laberinto de (ortuna, dedicado al rey. Es un poeta de "lite y prestigio, cuya obra es avan!ada y personal. #u talento creativo es el origen de su poesía difícil y elevada perfección est"tica, acrecentada por el contacto con la aristocracia intelectual de la corte castellana de la "poca. En su obra se puede apreciar una doble vertiente: la dantesca y latini!ante y la construida sobre una lírica cortesana. 6 En esta <ima línea las aportaciones de -ena consisten en la intensificación del uso de figuras retóricas, en la ampliación de la gama estrófica y el alargamiento de este tipo de obras, antes muy breves. La tem%tica sigue las pautas del amor cort"s, sacrali!ando lo amoroso y lo erótico. En ocasiones parece adelantarse al desengaño del barroco, por el tono l&gubre y sentencioso. 6 )unque sus poemas de vertiente cortesana son suficientes para considerarle un buen poeta, ser% dentro de la vertiente italiani!ante donde se anclar% la calidad de su estilo. En esta línea destacan: a Coronaci/n del Mar+u-s de Santillana: es un ensayo estilístico, un prete*to para e*perimentar con referencias mitológicas, con una gran profusión de latinismos, con motivo de glorificar al -arqu"s en G5 estrofas de die! octosílabos. El Laberinto de Fortuna: con esta obra -ena pretende elevar la lengua castellana a lengua literaria parangonable con las cl%sicas, rompiendo al mismo tiempo los rígidos límites de la poesía cortesana. "l laberinto es una contemplación intelectual, dotada de gran sensibilidad creativa, con connotaciones medievales y umanistas, llena de citas, conocimientos, invenciones y mitos que nos apro*ima al universo entre fantasmal y científico de Enrique de Villena. Est% compuesto en octavas de arte mayor y en "l se despliega una amplia lista de recursos e*presivos puestos de manifiesto por J. M. (#)ua : empleo de cultismos, %ip-rbaton latino,
perífrasis en sustituci/n de un nombre, oces tomadas directamente del latín, complicaci/n sint&ctica, gusto por las palabras esdrú!ulas en busca de una mayor sonoridad.
En el libro se pueden distinguir tres partes: 6 +na introducción: con la dedicatoria al rey, una invocación a la ortuna, una s&plica a 4alíope, a )polo y a las musas para que le ayuden en su cometido y que$as contra la diosa ortuna. 6 El corpus narrativo: -ena llega la casa de la ortuna tras ser arrebatado por la diosa elona y guiado por la 7rovidencia. )llí le es dado contemplar las ruedas de fortuna que rigen el universo, que es descrito a continuación. El poema recorre H círculos m%gicos cada uno regido por un dios: iana, -ercurio, -arte, ebo, Venus, 8&piter y #aturno. 6 En la parte final se entreme!clan el pasado y el futuro y el autor percibe vagamente el tiempo por venir. #i bien -ena no esconde las influencias de ante, Lucano y Virgilio, puesto que ello sirve para sus fines, oscurece por completo los elementos procedentes de literaturas escritas en romance, en un esfuer!o consciente de no admitir m%s cultura que la procedente del mundo cl%sico. 7ara N#F!a -ena es un autor de gran inventiva, muy %bil en el mane$o del lengua$e, poeta e$emplo de poetas, opinión compartida por los intelectuales de la "poca ya que en vida go!ó de $usta fama que se acrecentó despu"s de su muerte. 7osteriormente fue relegado por la crítica, e*istiendo aora críticos e istoriadores que lo reputan como el me$or poeta del siglo XV.
C. JORGE MANRI>UE @+440 +4
G
Los -anrique constituían una familia de la noble!a castellana. ue on 1odrigo el que con sus abilidades guerreras y políticas logró colocar a la familia en un lugar encumbrado de la aristocracia, en la que 8orge -anrique se vio obligado a asumir un determinado papel en la sociedad y a sufrir una serie de e*igencias por su situación y su origen. En la niñe! go!ó de los placeres de la vida palaciega pero luego sufrió la inestabilidad de la gloria y del poder en una "poca tumultuosa. )sí, sus versos e*presan la fragilidad de las cosas de este mundo y la añoran!a del pasado desde un conocimiento directo, transcribiendo acontecimientos concretos revestidos de un ropa$e alegórico. El retrato psicológico que nos a llegado de 8orge -anrique es el de una persona refle*iva, introspectiva, silenciosa, insegura, de car%cter difícil pero tena!. )unque suele considerarse a 8orge -anrique autor de una sola obra, la verdad es que se le atribuyen casi medio centenar, algunas de ellas de muy dudosa filiación, que cubren los tópicos de la poesía amorosa, burlesca y moral, aunque solamente desde una perspectiva muy superficial ya que los temas se encuentran bastante entreme!clados. ) pesar de los distintos motivos de inspiración, -anrique ensaya repetidamente un mismo modelo con el cual consigue resultados muy diversos( con desigual fortuna el poeta combina los moldes tradicionales y la nueva sensibilidad de la "poca y de su propio espíritu. 7or consiguiente, los temas pasan a ser secundarios y sirven solamente un prete*to, un tópico literario que no alcan!a a trascender como visión o creación por el propio autor. ico lo cual, tambi"n es de $usticia añadir que, en algunas ocasiones, el poeta sí logra armoni!ar el contenido con la forma, por lo que las 4oplas pueden ser consideradas como la culminación de una serie de ensayos de desigual fortuna y que algunas de las líneas de las mismas ya se encuentran en otras obras menores, como los sentimientos de desengaño ante las fluctuaciones y falta de estabilidad de las cosas y de decepción por su caducidad. Esta idea motri!, impulsora de toda su vida y de toda su obra no es e*cepcional en la literatura sino que, antes bien, se enmarca en la larga tradición de los tópicos literarios universales, la dualidad entre el amor y la muerte. @a se a mencionado que, en la primera de las vertientes, -anrique no de$a de ser uno m%s de los poetas que en su "poca e*istieron, qui!% por su incapacidad o porque los esquemas del )mor cort"s de los trovadores estuvieran ya e*cesivamente desgastados o fueran demasiado retóricos y rígidos. El poeta alude al amor imperfectivo, es decir, al amor que no requiere ni de correspondencia ni de consumación. Es evidente que el tema amoroso no cristali!a en -anrique en una gran obra, entre otras cosas, porque en una tem%tica tan transitada y manida, para obtener grandes logros es necesaria un dominio del vocabulario y una rique!a imaginativa de los que nuestro autor carecía. Es muco m%s profundo que imaginativo.
Coplas a la muerte de su padre
#e trata de un poema elegíaco dedicado a enaltecer la vida y la muerte de su padre. as Coplas no son poesía de un solo tema por su gran densidad umana y aparecen varios nudos de pensamiento. Es una composición que estremece por la fría brillante! del an%lisis, por la constatación del desengaño y de la corrupción de todo lo viviente, sin concesiones a la e*ageración ni a los aspavientos. La vo! de -anrique suena grave y profunda, potente y e*presiva, las propias met%foras se materiali!an, tocan lo corpóreo, lo cotidiano, lo tangible. 4onsiste, seg&n Sa(!na% en la vivencia de esta eterna oposición entre temporalidad y eternidad, proyectada en la vida del ombre en el antagonismo de los bienes materiales y espirituales, el vacilar entre los dos y su desenlace, la fervorosa convicción en la primacía de lo eterno. En las Coplas se alla la gran $usticiera, la verdadera protagonista de la 'ana de la Muerte, que iguala a los pobres, a los ricos, a los que se procuran el sustento... La muerte termina con la vida umana, con la belle!a y los ideales, aplasta potestades y poderes. e don 1odrigo destaca la grande!a de su trato y la magnitud de su personalidad y, aunque lo parangona con "roes de la antig0edad mítica, presenta rasgos muy realistas, fruto del contacto >
con su persona, aunque en ocasiones la figura de su padre aparece tambi"n muy ideali!ada. )l final de la composición la -uerte, de forma inapelable y escueta, se dirige caballerosamente al -aestre, en un di%logo digno de un libro de caballerías. Las Coplas se dividen en tres partes, cada una dedicada fundamentalmente a la vida terrenal, a la vida eterna y a la vida de la fama. 7rimero ace un llamamiento al ombre para que recuerde su condición mortal, despu"s el retrato de la vida sensorial, la residencia en la tierra con su grande!a transitoria. inalmente, la vida de la fama basada en las a!añas. El triunfo definitivo de don 1odrigo consiste en la difícil salvación a la que se llega con la aceptación de la muerte. En cuanto a los rasgos que caracteri!an a la obra destacan: 6 El constante tono de e*ortación: Recuerde el alma dormida 0 aie el seso y despierte.... Fste se consigue a trav"s de los imperativos y los abundantes vocativos, pero donde tiene m%s intensidad es cuando la -uerte dialoga con on 1odrigo: 'e!ad el mundo engañoso... 6 1espetando la estructura del sermón, "ste tiene tres finalidades: docere, delectare, moere,. 6 Itro rasgo distintivo es la sentenciosidad que invita a la constante meditación. 6 El tema del 1bi sunt impregna gran parte de los versos, pero con la particularidad de preguntarse por lo pró*imo en el espacio y en tiempo y no por lo remoto: el rey don 8uan, su eredero don Enrique, el condestable don Jlvaro de Luna... 6 -anrique utili!a tres recursos para sacar sus Coplas de la tradición: la capacidad integradora que escoge el enfoque m%s amplio del tema: lo mortal y lo inmortal. La selección de la tradición cristiana y no de la macabra versión de la muerte descarnada. @ por <imo, la vivificación de las formas tradicionales que se e$emplifica en el +bi sunt. 6 ) pesar del tiempo que nos separa, las Coplas mantienen la virtud de e*ibir un lengua$e comprensible en su totalidad por el lector actual, con muy pocos arcaísmos y donde la lectura moderna de otras palabras modifica la pronunciación pero no la estructura del verso.
5. EL ROMANCERO 4omo indica J. M Va(8#-# , el 1omancero es la columna vertebral de la istoria de la poesía española. Los romances se transmiten oralmente a&n en la actualidad, probando su impregnación en la sociedad y su plena generación popular. 4omo ya se a indicado, an servido de fuente de inspiración para la poesía culta y tambi"n se an nutrido de ella, en una perfecta interacción mutuamente regeneradora. El 1omancero presenta claras influencias de la canción lírica y "pica, tanto en lo referente a las formas como a los temas. esde el punto de vista e*terno, se manifiesta en la transformación desde una m"trica estrófica a la asonancia, como en la conversión de muy diferentes metros en octosílabos. esde el punto de vista interno, los cambios de estructura que el romance iba sufriendo 2como el paso del relato ob$etivo y detallado asta una narración sint"tica y dramati!ada3 permitieron incorporar los elementos de lirismo con una gran libertad.
a Ta$#)&*!a: /o es asta el siglo XV cuando empie!an a recibir el inter"s de los poetas intelectuales de la corte. 'ras integrar toda una serie de motivos y argumentos de transmisión oral por $uglares durante el -edievo, a finales del XV el 1omancero recibe el apoyo cortesano, al tiempo que se perfecciona y se enriquece: el metro irregular se fi$a en versos octosílabos y se ciñe a c%nones m%s estrictos. En el siglo posterior e*ibe sus cotas m%s altas de popularidad, asta el punto de que aparece el Romancero 2ueo. En el siglo XV se inicia una decadencia y los romances vuelven a su tradición oral, torn%ndose anónimos y siendo cantados por ciegos copleros con pliegos de dudosa filiación. 7osteriormente el 1omancero se engruesa con istorias de bandidos, temas religiosos, argumentos novelescos y composiciones rurales. 9racias a la afición por lo popular de los rom%nticos, en el XX se publican antologías que favorecen de H
nuevo su populari!ación. ) principios del XX el 1omancero vuelve a introducirse en los círculos cultos, dando lugar a los romances artísticos compuestos por la generación del K y la del
F C(a%!6!)a)!'n -# (*% *9an)#%: podemos distinguir tres grandes categorías: 6 los istóricos: originados para cantar un suceso determinado 6 los "pico literarios: elaborados a partir de fuentes literarias o istóricas 6 y los novelescos o de aventuras: vinculados generalmente a leyendas y relatos de ficción ) partir del siglo XV aparecen romances fronteri!os, basados en las cruentas guerras civiles de la "poca. 7ero seg&n D3an V!ana , no se puede aceptar la clasificación en parte tem%tica y en parte cronológica: al ablar de romances noticieros, istóricos, caballerescos, novelescos, religiosos, $uglarescos, vulgares, etc, se produce una confusión que establece paralelismos entre los tipos de conservación y difusión con la tem%tica y los períodos en que aparecen con mayor frecuencia una y otras formas de romances. ) O!#n -# (*% *9an)#%: tambi"n e*iste un considerable grado de controversia: 6 M!( $ ,*n&ana(% defiende la teoría de que los romances derivan de los antiguos cantares de gesta y en esta misma línea se sit&a M#n1n-#2 P!-a( : es +ue ese gusto romancístico por los temas %eroicos es el mismo +ue sostuo la ida de las gestas desde el siglo 3 al 3*4 es +ue todas las gestas se %icieron romances4 es +ue la epopeya se %io Romancero.
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Itros investigadores postulan la tesis de una tradición romancística anterior a la "pica castellana. @ es que este aspecto se alla muy ligado al problema de la datación de los romances, tema tambi"n muy controvertido y que no se puede precisar con certe!a. E*isten romances que son parte de obras m%s largas que se an perdido y tambi"n sucede lo contrario, a base de ampliar el tema primitivo aparecen versiones m%s largas, como es el caso del romance "l prisionero, o de añadir farragosas continuaciones, como sucede con el de 'on Bueso o de 5erineldo. 7or su peculiaridad narrativa el romance puede relacionarse con el cuento, por su di%logo, con el teatro( por sus motivos, con la novela o los cantares de gesta y asta incluso con las crónicas.
- R#)u%*% $ &1)n!)a%: #i bien una de las características del 1omancero es su realismo, ay que entender que "ste no llega nunca al detalle para no perder su conciencia arquetípica( se trata de un verismo sugerente de una realidad estili!ada, ideali!ada o con claras concomitancias con el mundo m%gico. Los inicios de los romances tienden a actuali!ar el suceso de distintas formas: •
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mediante recursos ya utili!ados por la "pica, como el apóstrofe, que se consigue mediante diversas t"cnicas: 6 encabe!ado por el verbo er: i-rades moros y moras... 6 con la reiteración del adverbio demostrativo %e: %elo, %elo por do iene... 6 la presentación con el adverbio ya: 6a cabalga 'iego Ord/ñe... pero tambi"n con otros nuevos, como los que e*presan la sensación del propio narrador que pretende estar en el eco, para ello emplea la primera persona del singular y la reiteración de los verbos oír y er . ) veces la narración se convierte en apóstrofe impersonal, cuando es el propio romance el que se dirige al protagonista: Cu&n traidor eres Mar+uillos... En ocasiones el apóstrofe inicial sirve para señalar el sitio de la acción, o incluso aparece el di%logo entre uno de los protagonistas y una ciudad, como ocurre en el romance de 7ben&mar , en el que el rey dialoga con 9ranada.
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Los romances se caracteri!an tambi"n por la utili!ación lírica de frecuentes motivos difundidos en la Edad -edia. +n claro e$emplo puede suministrarlo el romance de (onte (rida que emplea la tórtola, oriunda de la cultura clerical, el ruiseñor de las canciones amorosas de car%cter don$uanesco y la (onte frida que se funde con la fuente del amor y de la lealtad en el matrimonio.
. CONCLUSIÓN El siglo XV puede considerarse como el de la descomposición del mundo feudal, un siglo de transición entre la cultura plenamente medieval y la concepción renacentista del arte y de la propia vida. En este momento, el arte pierde el car%cter colectivo característico de la Edad -edia, para pasar a ser m%s individual, m%s umanista, a pesar de que todavía aparecer%n obras de autoría anónima. La distinción entre literatura oral y literatura escrita y la atribución respectiva de un car%cter popular o culto no parece concluyente porque se basa en una disparidad e*cesivamente física y concreta y porque sugiere erróneamente la e*istencia de dos literaturas, cuando es una sola que se desarrolla de modo diverso. )sí, las m%*imas diferencias entre ambos tipos de obras las constituir%n la mayor perfección m"trica de la manipulación culta sobre la fluctuación sil%bica general de la fuente tradicional y la ingenuidad de las pie!as populares frente a la artificiosidad de las versiones cortesanas. La poesía culta se agrupa en cancioneros, se trata de colecciones que recogen la poesía del siglo XV en forma de canciones que, algunas veces, pierden su car%cter musical y su sencille! para complicarse en gran medida. Entre los m%s conocidos se allan el 4ancionero de aena, que recopila el queacer po"tico de la corte de 8uan , el 4ancionero de #t&ñiga, que ace lo propio respecto a la corte de )lfonso V, y el 4ancionero de la 4olombina, que muestra el ambiente prerrenacentista del reinado de los 1eyes 4atólicos. 'ambi"n e*perimenta en este siglo un auge importante la poesía popular, el romancero amplía temas y llega a su perfección t"cnica. 7or todo ello, podemos concluir que la importancia del siglo XV para la literatura es capital, ya que vaticina la revolución est"tica que traer% de su mano 9arcilaso de la Vega. #in los alla!gos de la lírica del XV, la revolución petrarquista no ubiera podido fraguarse con tanta facilidad y naturalidad.
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