SISTEMAS REGIONALES Y CONVERSION AGROECOLOGICA AGROECOLOGICA En la contribución de Cláudia Job Schmitt (Alimentos de „ningún lugar‟ o „alimentos del lugar‟, p. 6) con que se abre esta edición, cuyo tema es “Sistemas regionales de alimentos y agricultura”, se plantea una pregunta central: ¿qué es lo que está en juego? Pregunta a la que añadiríamos: ¿a qué nos referimos cuando abordamos esta temática y por qué? No es posible dar una respuesta sencilla a estas interrogantes. Pero, como se desprende del conjunto de artículos que hemos seleccionado para esta edición, la utilización de „alimentos del lugar‟ para satisfacer las necesidades de nuestras poblaciones puede tener, en primer lugar, un impacto determinante en la creación de mercados para la agricultura familiar; es decir, en el desarrollo económico local, haciendo un aprovechamiento sostenible de los recursos con que se cuenta y vinculando, por ejemplo, a los productores con canales de comercialización mediante ferias, mercados de abastos o compras de alimentos por entidades estatales, entre otras oportunidades. oportunidades. A esta muy importante razón económica habría que añadir que el abastecimiento basado en la producción del lugar genera un espacio para el desarrollo de instrumentos de acreditación de la procedencia agroecológica de los alimentos, como los denominados sistemas participativos de garantías, que hacen posible la construcción de acuerdos entre productores, consumidores y autoridades locales. Con ello se logra que los consumidores tengan la capacidad de participar, vigilantes, en el desarrollo de una oferta de alimentos de calidad producidos producidos de manera sostenible. Así, recuperar los sistemas regionales de alimentos es un paso importante en la consecución de la soberanía alimentaria, tomando en cuenta y aprovechando los mercados, sin depender del sistema alimentario mundial en la forma en que dependemos actualmente. actualmente. Pero hay otros aspectos a considerar al referirnos a los sistemas regionales de alimentos. El sistema alimentario actual, globalizado y por tanto „deslocalizado‟, está dominado por grandes corporaciones transnacionales, el desarrollo de cuyas operaciones se basa en la agricultura convencional y, cada vez más, en el uso de organismos genéticamente modificados. Por el contrario, los sistemas regionales de alimentos se sustentan en la agricultura familiar, cuyas prácticas productivas –por –por lo general – hacen – hacen un uso sostenible de la agrobiodiversidad agrobiodiversidad y se ha demostrado que son más adecuadas en términos de mitigación y adaptación al cambio climático. Finalmente, la recuperación y el fortalecimiento de los sistemas regionales de alimentos están relacionados con la recuperación de la cultura, especialmente en lo concerniente a la gastronomía y las festividades locales, y se articulan con los movimientos actuales a favor de alimentos sanos de variedades locales (tubérculos, granos, frutas, lácteos, carnes). Esta dimensión amplía las posibilidades posibilidades de generación de impactos económicos favorables también para los productores de otros bienes y servicios, como son todos aquellos relacionados con la gastronomía (insumos, equipos y utensilios, construcción, servicios diversos de capacitación, de atención personal y de preparación de alimentos, turismo gastronómico, etc.). El denominado boom de la gastronomía peruana, peruana, con su ya conocida feria anual „Mistura‟, que acoge agricultores campesinos – campesinos –cultivadores cultivadores de la biodiversidad – y – y cocineros seleccionados de todas las regiones del país, es un buen ejemplo de la potencialidad de la culinaria y los
productos regionales para generar bienestar económico y fortalecer la identidad cultural, a la vez que se revalora y se usa sosteniblemente la biodiversidad.
¿Qué significa la Conversión Ecológica?
Pasar de un sistema de manejo agrícola convencional-basado en el empleo sostenido de agroquímicos-para un sistema agroecológico no es una tarea de un día. La transición de un sistema a otro es un proceso paulatino que requiere conocimiento y asesoría para llevar adelante una serie pre-establecida de pasos y condiciones de manejo ecológico de los suelos, las plantas y de la vida animal que se conjugan en una plantación. Así pues, la conversión ecológica es la transformación gradual de una unidad de producción agrícola para restaurar el sistema de fertilidad natural hasta cumplir con todas las normas de agricultura orgánica. Se entiende como período de conversión el programa de producción orgánica que se implementa a una unidad productiva determinada y que tiende a restablecer la fertilidad natural de los suelos de manera sustentable, considerando que es necesario un plazo determinado a partir de la fecha de implementación del plan de manejo ecológico para completar la conversión. En caso de suelos que han sido sometidos al uso intensivo de agrotóxicos, anualmente deberá hacerse un análisis de residuales de suelos y tejidos en productos vegetales, para precisar si se otorga o no la certificación de productos orgánicos.
Objetivos de la Agricultura Orgánica
El camino agroecológico nos obliga a una reflexión y revaloración del manejo agrícola tradicional. Los beneficios que se derivan de las prácticas agroecológicas se concretan a través de la puesta en acción de una serie de tecnologías sencillas, de bajo costo y mínimo impacto ambiental. Estas premisas generales se expresan en objetivos concretos de carácter cultural, social y económico que guían la acción agroecológica hacia una dimensión ecopolítica. Algunos de estos objetivos son los siguientes:
1- Producir alimentos y productos botánicos de alta calidad en suficiente cantidad. 2- Fomentar e intensificar los ciclos bióticos dentro del sistema agrícola que comprenden los microorganismos la flora y la fauna del suelo, las plantas y los animales. 3- Aprovechar racionalmente los recursos locales reduciendo al mínimo la dependencia de factores externos.
4- Operar -en lo posible- a la manera de un “sistema cerrado”, en lo que se refiere a la utilización de materia orgánica y nutrientes minerales para garantizar la sustentabilidad. 5- Evitar todas las formas de contaminación que puedan resultar de las técnicas agrícolas. 6- Mantener la diversidad genética del sistema agrícola y de su entorno incluyendo la protección de los hábitats de plantas y animales silvestres. 7- Garantizar- a nivel local- la seguridad alimentaria y la salud de las familias agroproductoras. 8- Garantizar una gestión económica rentable e independiente de la unidad agro productiva. 9- Generar fuentes de trabajo que incrementen la calidad de vida del medio rural. 10- Fomentar modelos alternos de organización entre productores y consumidores. 11- Incrementar los niveles de autosuficiencia alimentaria a escala regional. 12- Revalorar el conocimiento de la agricultura campesina e indígena a través del rescate de la agro-tecnología tradicional. 13- Conservar la biodiversidad del germoplasma autóctono, así como las variedades tradicionales de cultivos.