SEÑORÍO KAQCHIKEL A pocos kilómetros de Tecpán se encuentra ubicada la vieja capital del señorío kaqchikel, Iximché, que a pesar de estar reconstruida parcialmente nos adentra en un mundo de misterios por la ciudad que dio origen al nombre de Guatemala. El acceso a Tecpán es por la carretera Interamericana, donde el viajero puede llegar con facilidad. La vía asfaltada le lleva al corazón de una hermosa población que tiene muchos siglos de tradición aunque sus edificios sean veinteañeros. El terremoto de 1976 destruyó prácticamente todo el lugar, pero su gente ha logrado superar las dificultades y reconstruir sus hogares. Tras recorrer sus adoquinadas calles es fácil alcanzar la vía asfaltada que conduce directamente a Iximché. Si preguntáramos a los lugareños que pasan por ahí escucharíamos ³siga la carretera, es al final². SEÑORÍO LOS MAM Los mames son una etnia maya que habita principalmente en el noreste de Guatemala (617,171)[1] y en el sureste de México (23.632).[2] El vocablo mame se deriva del quiché mam que significa padre, abuelo o ancestro. En Guatemala al igual que en Belice les llaman así a las deidades de la montaña que riegan los cultivos. Es muy poco lo que se sabe acerca de la organización política y extensión territorial de los señoríos mames, durante el posclásico tardío, no obstante el protagonismo que tuvieron en algunos acontecimientos de la conquista española, la importancia actual de este grupo y la restauración de que fue objeto uno de sus centros más notables, conocido con el nombre quiché (k'iche') de Zaculeu. Antiguamente, los mames ocupaban una gran parte del Altiplano guatemalteco y frontera serrana mexicana, y antes de que, en el siglo XIV, se produjera la expansión territorial de la triple alianza quiché, llegaron a controlar un extenso territorio que comprendía, además de los actuales Departamentos guatemaltecos de Huehuetenango y San Marcos, casi la totalidad de los de Totonicapán y Quetzaltenango; así como los municipios mexicanos de Motozintla, Mazapa de Madero, Cacahotán, Unión Juárez y Tapachula.
SEÑORÍO TZOTZILES El pueblo tzotzil habita en el centro y centro norte del estado de Chiapas, en el sureste mexicano. Forma parte de la familia mayense junto con otras etnias en los estados de Tabasco, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, San Luis Potosí (etnia tenek) y en los países centroamericanos de Guatemala, Belice y Honduras. Se puede ubicar con cierta precisión en los municipios de Amatán, Huitiupán, Simojovel, Chalchihuitán, Pantelhó, Soyalhó, Bochil, Ch'enalho', San Andrés Larráinzar, Chamula, Zinacantán, Iztapa, Acala, Huixtán, San Lucas y San Cristóbal de las Casas.La etnia tzotzil no es homogénea, ya que puede percibirse una primera gran división dada su extensión geográfica: la región tzotzil de los Altos de Chiapas, con clima frío y geografía montañosa; y la región tzotzil de la zona baja, con clima tropical y geografía menos accidentada.Hay una fuerte correlación entre la capacidad para hablar idioma tzotzil y la pertenencia a esta etnia. Sin embargo, esta lengua se ve en muchas zonas amenazada ante la influencia de la lengua nacional que es el español, en tanto que la cultura propia de la etnia puede estar o no en la misma situación. SEÑORÍOS QUICHES Los antiguos quichés (k’iche’s) dominaron las mismas zonas que en la actualidad ocupan sus descendientes: una región que incluye la mayor parte de los Departamentos de Quiché, Baja Verapaz, Totonicapán, Sololá y Quetzaltenango. Sin embargo, el vocablo ’quiché’ se refiere a una división lingüística y talvez cultural. Los pueblos de idioma quiché nunca formaron una s ola entidad política; en el momento de la conquista española existió la confederación encabezada por los grupos de Gumarcaaj-Utatlán, Ismachí e Ilocab, que controlaba la mayor parte del territorio ocupado por los hablantes de esa lengua. Según sus propias crónicas, los antiguos quichés no pretendían ser originarios de los territorios que les pertenecían inmediatamente antes de la conquista española, ya que declaraban haber inmigrado desde lejos, y que conquistaron sus dominios en Los Altos de Guatemala, donde desalojaron o incorporaron a los grupos indígenas que allí encontraron. Sin embargo, la migración y el conflicto con grupos nativos forma parte de un complejo mítico de muchos grupos mesoamericanos. Este hecho hace necesario examinar las crónicas indígenas, las cuales constituyen la fuente más importante de nuestros datos sobre los quichés.