Secretos para el éxito de una canción El Taller de Composición de la Sociedad de Autores y Compositores ofrece conferencias magistrales sobre técnicas para escribir canciones; el autor nos ofrece aquí un recuento.
2011-07-03 | Milenio semanal
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En los últimos meses he tenido la oportunidad de escuchar los secretos y fórmulas que utilizan algunos compositores muy exitosos para crear sus canciones. Ha sido en el marco de las conferencias magistrales que organiza la Sociedad de Autores y Compositores de México, donde me ha tocado ser conductor de pláticas en las que Armando Manzanero, Mario Domm, Teodoro Bello y otros talentosos orfebres
musicales han compartido su experiencia con los jóvenes que asisten al Taller de Composición de la institución. Durante esas sesiones, los expositores han comentado técnicas y tips para el desarrollo de la capacidad creativa de quienes quieren producir canciones con potencial para gustarle al público. Muchos de estos consejos son el resultado de la experiencia acumulada por los compositores y vale la pena conocerlos. Aquí le voy a pasar algunos. No importa si usted tiene el gusanito de escribir canciones o no, estas sugerencias siempre son útiles para apreciar más la música y disfrutar de sus piezas favoritas y, por ello, estoy seguro de que le van a interesar. Un primer aspecto importante tiene que ver con la cantidad de canciones que produce un compositor. Todos los expertos afirman que la cantidad no es garantía de calidad. Hay autores que dicen haber escrito 500 canciones, pero si no son buenas, lo que tienen son 500 canciones que nadie quiere escuchar. Sin embargo, la habilidad para escribir con facilidad y con frecuencia es muy deseable, pero hay que hacerlo correctamente. No tiene caso generar docenas de malas canciones nada más para decir que se es prolífico. Lo verdaderamente importante es tener la idea de una canción, hacer un plan para escribirla y luego desarrollarla de principio a fin. Nada es más frustrante que tener varias buenas ideas y dejarlas a medias. Para llegar a incrementar la capacidad de producción y llevarla hasta un final exitoso, los compositores experimentados sugieren estos cuatro tips: 1. No es bueno apegarse a una fórmula única de composición. Cuando el autor ha utilizado con éxito un método en una canción, es el momento indicado para explorar un nuevo camino. Si usted detonó su última canción a partir de una serie de acordes, comience la siguiente en base a una melodía, a una idea rítmica o a otro aspecto que sea diferente al usado previamente. Si sólo se tiene una fórmula de creatividad los resultados serán acartonados y repetitivos. 2. Conviene escuchar géneros y estilos musicales distintos a los que uno acostumbra escuchar. Tal vez los interesados en crear temas de música techno crean que la música ranchera tiene poco que ofrecerles, pero se equivocan. En un género distinto se pueden descubrir formas melódicas en las que normalmente no se piensa, o tratamientos armónicos e ideas de instrumentación que pueden agregar frescura a las nuevas ideas. La exploración de otros géneros siempre funciona para abrir en la mente horizontes creativos. Los compositores que nunca se asoman a otros cajones corren el peligro de permanecer encajonados sin remedio en un solo estilo. 3. Hay que conservar todo lo que se escribe. Es muy común que los escritores tiren al cesto de la basura todo lo que no les está funcionando dentro de la canción que se está haciendo. Es importante guardar todo lo que sale al papel, pues una idea que no sirve en un determinado momento, en otro puede ser pieza clave. Tal vez algunas ideas sean débiles, pero el hecho de escribirlas y estarlas repasando puede llegar a darles una fuerza y vigor que las transforme después en algo valioso. Los compositores expertos siempre recurren a las ideas que están en el cajón para detonar su creatividad. 4. Es necesario dedicar todos los días un tiempo específico al trabajo de composición. La disciplina es parte vital de la capacidad creativa. Y la disciplina que
viene con el establecimiento de un horario para escribir produce beneficios que se incrementan con el tiempo. Si usted interrumpe su calendario de trabajo cada vez que se le presenta un obstáculo o cuando no se le ocurre nada, nunca logrará llegar al éxito. Defina su horario y cúmplalo sin importar lo difícil que pueda parecer.
Armando Manzanero. Foto: Carlos Pereda/ Notimex EL SECRETO MELÓDICO
Todo lo anterior está referido a la actividad creativa en la parte de la escritura de letras. En cuanto a la parte musical me llamó la atención lo expresado por uno de los expositores del Taller. El asunto tiene que ver con la construcción de melodías y la conectividad que debe existir entre las distintas partes melódicas de una canción, pues es difícil crear una canción que el escucha promedio pueda recordar con facilidad. Considere usted lo siguiente: la gran mayoría de las personas a las que quiere llegar un compositor no son músicos. Casi ninguna ha recibido un entrenamiento musical, ni tiene antecedentes formales en los cuales apoyarse. Así, el compositor se la pasa intentando lograr que el escucha se enfoque sobre sus melodías, y las recuerde con facilidad, cuando esa persona no tiene todos los elementos musicales que podrían ayudarle. Sin embargo, la construcción melódica ha sido objeto de estudio a lo largo de muchos años, y ya se tiene una idea precisa de por qué algunas melodías son recordadas con facilidad y por qué otras no lo son.
En primer lugar, las melodías son más fáciles de recordar si exhiben un sentido de forma. Por ello, en años recientes, las melodías del pop contienen notas que se repiten constantemente para integrar un motivo sonoro que parte de notas graves que luego van evolucionando a otras notas que están más arriba en la escala. Este procedimiento, que se percibe en casi todos los éxitos del pop, le confiere a las piezas una forma clara y fácil de captar. También una melodía es más fácil de recordar si uno puede identificar el momento del clímax. Por lo general ese momento llega cuando se escucha la nota más alta. El punto climático es el lugar donde la melodía, la letra y el acorde coinciden para darle a la canción el epicentro emocional. En la mayoría de las canciones ese punto focal se encuentra hacia la segunda parte del estribillo. Por lo general las canciones no tienen una sola melodía sino que se componen de varias tonadas: verso, estribillo, puente y demás. Un factor importante que facilita el recuerdo de las melodías es la conectividad que se da entre una y otra melodía. Es bueno lograr que las distintas melodías de la canción queden unidas por patrones rítmicos o melódicos. El beneficio de esta característica es que, con ello, cualquier persona podrá recordar toda la canción con el simple hecho de comenzar a cantar el tema desde el principio y luego todo se irá conectando con facilidad. Es importante señalar que la dirección general de las melodías debe ser siempre en ascenso a lo largo de la canción, en el sentido de que las melodías de los estribillos deben estar un poco más altas que las de los versos, y las de los puentes conviene que estén aún más arriba en la escala. Este movimiento ascendente aumenta la energía, lo cual es una parte vital en el propósito de hacer más memorables las canciones. Jaime Almeida