CURSO
CIENTIFICO
DE
El discutido sentido científico del ajedrez aparece con naturaleza afirmativa en estas clases dictadas por el genial didada checoslovaco.La visión de Richard Reti del fenómeno del pensamientosobre el tablero se ordena en una normativa que sólo puede ser clasificada como ciencia en cuanto puede ser objeto de sistemas metodológicos generales, con normas y características que sean comunes a las distintas concepciones de cada maestro. R. Reti muestra con palabra fácil esta ruta científica para comprender el ajedrez, a través de lecciones sencillas e inspiradas.
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er discutido sentido c:.ientlfico del ojedres apgrece con nolurolua afirmativa en estas dases didadas por el genial didado checoslovaco. Lo visión de Richard Reti del fenómeno del pensamiento 1obre el tablero" ordena en una normativo que sólo puede ser clo;uificodo como cie~e:ia en cuanto puede ser ob-
jeto de sistemas metodológicos generales, con normas y caracteristicos q11e sean comunes o los ditlintas concepciones de codo maestro. R. Reti muestra con palabro fácil esta rula científica poro comprender el gje-
dre:z, o trové• de lecciones sen-
cilloseinspir~os.
EL JUEGO DE POSICION
Sea cual fuere su categoría, cada ajedrecista posee algunos principios fundamentales en los que basa su forma de jugar, ya de una manera consciente. ya lle vado por el subconsciente. Son muy escasas las posiciones en que existe la posibilidad de plasmar una combinación, o mejor dicho, :rara vez se deduce de nuestros cálculos la ju gada que debe efectuarse. Si no fuera por los princi� pios generales que nos orientan, a menudo nos en contraríamos indecisos ante la elección de una ju gada entre las varias que pueden realizarse. Nos su cedería lo que al asno del célebre filósofo francés, Buridan, que estando entre dos haces de heno com pletamente iguales no se decide por ninguno y mue re de hambre.
A esta forma de jugar, basada en principios gene rales, llamamos «juego de posición» para diferen ciarlo. del «juego de combinación». Este juego de posición, como queda dicho, no es un privilegio de los maestros, como muchos errónea mente creen, sino que cualquier ajedrecista, por débil que sea, está ·obligado a jugar posicionalmente. Como es lógico, el juego de posición del principiante re sulta primitivo porque no dispone de funda,mento científico, sino que se deriva de su subconsciente y
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Richard Reti
de su temperamento. Por ejemplo, su objetivo será capturar el mayor número de piezas posibles al ad versario, y si el jugador está algo más adelantado, entonces se dejará influir por la nornra de hacer siempre jugadas de ataque. Si es de temperamento miedoso, la norma por la que se regirá será la de adoptar aquellos planes cuyas jugadas sean defensi vas. El maestro ruso Alapin recomendaba al prin cipiante cambiar las piezas cuanto· antes. Pero todos estos principios carecen de una base científica. Veamos ahora la totalidad de las leyes estableci das por los maestros del ajedrei, para trazar los lí mit�s del juego de posición. · Desde un punto � vista científico, existe una cla sificación fácil de establecer: posiciones cerradas y posiciones abiertas. Las primeras son aquellas en donde los peones no pueden ya avanzar restringiendo de este modo la movilidad y radio de acción de las demás piezas. Las segundas se presentan cuando en gran número de peones se ha cambiado permitiendo el libre des arrollo de las piezas y su máxima eficacia. Más adelante trataremos de las reglas generales aplicables a cada uno de estos tipos de posiciones. No obstante se hace preciso subrayar que nunca una posición tiene un carácter exclusivamente abier to o cerrado, sino que participa de ambos simul táneamente. Existe cierta analogía en la mecánica para las leyes del choque, donde los cuerpos se clasifican en elás ticos y no elásticos, siendo ficticia en rigor esta cla sificación, ya que no existen cuerpos totalmente pro vistos de estas propiedades, pero se aceptan así para
Teoría científica del Ajedrez
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facilitar el estudio. Eso mismo es lo que hacemos nosotros.
Para evitar tergiversaciones, me refiero solamente a posicion'es. En los libros de aperturas se encuen tra la expresión de «aperturas cerradas» y «apertu ras abiertas». Esto ocurre por la creencia de que una apertura cerrada conduce indefectiblemente a una posición cerrada y que de una apertura abierta se llega inexorablemente a una posición abierta. Pero este concepto no es exacto porque de aperturas abier tas se obtienen fácilmente posiciones cerradas y vice versa. De esto se deduce que si formulamos reglas gene rales para posiciones cerradas y abiertas, no serán de aplicación a las aperturas, sino exclusivamente a las posiciones.
EL TIEMPO
Como queda dicho, las piezas tienen una mayor movilidad en las posiciones abiertas que en las ce rradas, y por esta razón en aquellas posiciones lo esencial es el desarrollo de las piezas en la forma más rápida po�ible; de ahí que sea necesario no per der tiempo en calcular la casilla, de destino, sino de acuerdo con la idea fundamental, sacarlas cuanto antes de sus desventajosas posiciones iniciales. Por ejemplo, no debe perderse tiempo en una posición abierta, estableciendo un fianchetto. Por tanto, puede formarse un rápido concepto posicional respecto al desarrollo, contando simple mente las piezas que se hayan puesto en juego por cada bando. Si uno de los jugadores logró ganar un tiempo en posición abierta, puede asegurársele una pequeña ventaja. Ahora bien: ¿cómo es posible ganar o perder un tiempo? Para efectuar esta demostración, vamos a establecer las siguientes normas generales: Primera.-Si se efectúa una jugada de ataque que no implica desarrollo y el adversario responde con una jugada de desarrollo, éste ha ganado un tiempo.
Ejemplo: Muy conocido es el ataque al PAR ene migo, llevando el caballo a 5CR, jugada que hace perder un tiempo, ya que no es de desarrollo, mien tras que el contrario puede defenderse y desarrollar una pieza a la vez.
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Richard Reti
l. P4R,
l. CJAR,
3. P4D,
P4R CJAD PXP
1
4. A4AD, S. CSCR
A4AD
Esta jugada no es correcta porque interrumpe el desarrollo por una jugada de ataque. Diagrama
núm. 1
Las negras tienen mejor defensa que 5 , C4R; que si bien defiende el peón atacado y amenaza al mismo tiempo el alfil blanco, incurre en el mismo error que el adversario al preferir una jugada de ataque a una jugada de desarrollo. Veamos las con secuencias: .
5. . . . ,
C4R
. . .
1
Ahora las blancas tienen mejores chances. 6. CXPA,
7. AXC+,
CXC RXA
1 8.
DST+,
9. DXA,
P3CR
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Teoría científica del Ajedrez
Diagrama núm. 2
El blanco gana un peón, logrando además supe rioridad posicional, ya que si se intenta defender el PD con 9 . ... , D3A se pierde el PAD. Volviendo a la posición del diagrama número 1 , si en lugar d e 5 . ..., C4R. se defiende con la jugada de desarrollo 5 . ... , C3TR, como se trata de una posición abierta, significa una ventaja. Para verlo cla ramente bastará ensayar la misma continuación con objeto de ganar el peón: '
C3TR
7. AXC+,
RXA
S. 6.
CXPA,
cxc
(Véase
diagrama
8. DST+, 9. DXA,
P3CR
siguiente)
La diferencia entre esta posición y la obtenida an teriormente es bien notable. Las negras tienen un caballo desarrollado y el PD defendido, por lo que
Richard Reti
16 Diagrama núm. 3
jugando 9 ventaja.
.
. . .
, P3D o también 9 . , P4D, obtienen .
. .
Otro ejemplo, también muy conocido, del ataque contra el P7 AR, tiene lugar en la defensa de los dos caballos:
l. P4R, 2. C3AR,
P4R CJAD
1
1
3. A4A, 4. ese,
CJA
Según la norma que he establecido, este lance no debe considerarse como bueno. 4. ... ,
P4D
1
A la jugada de ataque se opone en defensa una jugada de desarrollo. S. PXP,
C4ID
1
Ya se sabe que no es factible 5
.
. . .
, C x P a causa
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Teoría científica del Ajedrez
del sacrificio 6. C XPA; pero puede en el texto o bien 5 C5D. .
6. P3D,
jugarse
como
. . .•
P3TR
1
7. C3AR,
PSR
Diagrama núm. 4
Ya las negras han rechazado victoriosamente el ataque enemigo obligando a las blancas a retirar sus piezas con las consiguientes pérdidas de tiempo y desventaja posicional .
Segunda.-Si a una jugada de a t aque y desarrollo simultáneos se responde con una jugada de defensa sin desarrollo, se pierde un tiempo. Ejemplo:
l. P4R, 2. P4D, 3. C3AD, 2
P3R P4D C3AR
4. PXP,
S. ASC,
PXP
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Richard Reti
Diagrama núm. 5
Se amenaza 6. A X C, D X A ; 7. CX P. Incorrecto seria 7 . .... P3AD porque no hay desarrollo. En cam bio son buenas defensas las jugadas de desarrollo 7 . .... A2R o bien 7 . .... C3A D. Tercera.-Se pierde un tiempo al tomar una pie za que el contrario recaptura con jugada de des arrollo:
Ejemplo: l. P4R, 2. CJAR,
P4R C3AD
1
J
J. P4D1
(Véase diagrama siguiente)
Desp ués de 3 . .... P X P; 4. CXP no exi st e pérdida de tiempo para el negro puesto que se ha r eca pt u rado el peón con una pieza que estaba ya desarrolla da. Contando los tiempo s de cada bando se observa
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Teoría científica del Ajedrez
Diagrama núm. 6
que el blanco tiene desarrollado un caballo y un peón, y el negro un caballo, pero le corresponde jugar, con lo que nivela el desarrollo. . La cuestión cambia si las negras continuaran el juego con 4 , CX C, ya que entran de lleno en la tercera norma que tratamos: las negras capturan una pieza y las blancas recuperan el material con jugada de desarrollo, 5. DXC. Si ahora contamos los tiempos se observa que el blanco tiene puestos en juego la dama y un peón, mientras que las negras nada han desarrollado, por cuyo motivo tienen un tiempo perdido, ya que les corresponde jugar. Un ejemplo similar lo hallamos en la célebre par tida de Morphy, cuyo comienzo es: .
l. P4R, f'..3AR,
l.
. . .
P4R P3D
3. P4D,
ASC
Esta jugada constituye un error que Morphy apro vecha inmediatamente .
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Richard Reti
4. PXP,
AXC
1
Este cambio es forzad0 para evitar la pérdida de un peón, pero hace ganar un tiempo al blanco que captu!"a con desarrollo simultáneo. 5. DXA,
PXP
1
Si en este momento se hace un recuento de tiem po, se ve claramente que las blancas han ganado uno. Un último ejemplo: l. P4D, 2. C3AR, 3. P4AD,
P4D C3AR P3R
1
4. C3A, 5. P3R, 6. PXPA,
P4AD CJA
Diagrama núm. 7
Este es el error que quiero evidenciar. Las negras recuperan el peón mediante Ja jugada de desarrollo 6 , AXP, con lo que ganan un tiempo y, como consecuencia, a partir de este momento han logrado Ja ventaja de la salida. .
. . .
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Teoría científica del Ajedrez
Cuarta.-Se pierde un tiempo cuando se sitúa una pieza en casillas susceptibles de ser atacadas con una jugada de desarrollo. Un ejemplo de esta norma lo encontramos en la partida Anderssen-Horwitz, cuyo comienzo sería con siderado como malo en la actualidad por un jugador de mediana fuerza, lo cual demuestra los progresos realizados en ajedrez.
l. P4R, 2. P4AR,
P4R PXP
3. A4A,
A4A
Esta última jugada, aunque de desarrollo, implica pérdida de tiempo porque puede ser atacada con pieza que se halla aún en su lugar inicial. 4. P4D, Con lo que el alfil negro está obligado a realizar un segundo movimiento con la consiguiente pérdida de tiempo. Por esta razón hay que estar precavido antes de realizar la jugada aparentemente natural de situar el alfil en 4AD. Esto mismo puede ocurrir en casos no tan evi dentes: l. P4R, 2. C3AR,
P4R C3AD
3. C3A,
A4A
Y ahora las blancas ganan un tiempo con 4. CXP según la continuación: cxc
4. CXP,
S. P4D,.
Un nuevo ejemplo, en el gambito Evans: l. P4R 2. C3AR 3. A4A, ,
,
P4R C3AD A4A
4. P4CD, S. P3A,
AXP
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Richard Reti
Antes se jugaba indistintamente 5 . , A4T o 5 . . , A4A; pero ahora se ha comprobado que la jugada justa es la primera para no perder un tiempo, como ocurre en la continuación: .
5. . . . ,
A4A
1
.
.
.
.
6. P4D,
Ahora plantearemos un caso más general. l. P4R, 2. C3AR,
P4R C3AD
1
3. A4A,
1
Diagrama núm. 8
Ahora hay que considerar dos posibilidades para el negro: jugar la defensa de los dos caballos con 3 , C3A, o entrar en el Giuoco piano con 3 . . . . , A4A. .
. . .
El jugador experimentado sabe que el Giuoco piano proporciona al blanco chances de ataque, mien tras que con la defensa de los dos caballos neutra-
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Teoría científica del Ajedrez
liza las posibilidades. En efecto, en el Giuco piano las blancas disponen del ataque Max Lange o del ataque Moller, basados en la jugada P4D que ataca el alfil negro de 4AD, ganando así un tiempo valioso en el desarrollo. Por tanto, un jugador hábil preferirá la defensa de los dos caballos y solamente situará su alfil en 4AD cuando las blancas hayan jugado P3D. He aquí un acontecimiento que se registra desde los comienzos del ajedrez. Los sistemas de desarro llo, van perfeccionándose antes para las negras que para las blancas y la razón es que resulta más difícil jugar con negras, dado que si se desarrolla mal el juego se pierde rápidamente, en cambio con blancas, debido a la ventaja de la salida, puede permitirse al gunas jugadas débiles sin otra consecuencia que la pérdida de la iniciativa. Esto explica la necesidad de que los maestros buscaran la forma de desarrollo satisfactoria para las negras con preferencia, que más tarde se aplicó a las blancas, como más adelante ve remos algunos ejemplos en la teoría de las aperturas. La jugada A4AD ha ido perdiendo confianza en la opinión de los ajedrecistas . Así, al principio, des pués de l. P4R, P4R; 2. A4A la jugada favorita era 2. . . , A4A, y más tarde se adoptó como más exacta 2 , C3AR . Ejemplos análogos los encontramos en otras aper turas, como en la escocesa: .
.
. . .
l. P4R, 2. CJAR,
P4R C3AD
3. P4D, 4. CXP,
PXP
Aquí la defensa antigua 4 .. .. , A4AD fue sustitui da por 4. . .. , C3AR. Y poco a poco la teoría fue condenando la jugada A4AD para las negras. En con secuencia, acabó aplicándose también el mismo cri-
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Richard Reti
terio para las blancas. El resultado de ello se paten tiza en los modernos torneos de ajedrez, donde los maestros no suelen plantear aquellas aperturas o variantes en que el AR se ubica en 4AD, como ocu rre con el Giuoco piano, apertura del alfil de rey y otras. Un ejemplo más: l. P4R,
P4R
2. P4D,
PXP
Estamos en la tercera norma, en donde se pierde un tiempo porque el adversario captura desarro llando. 3. DXP,
C3AD
Pero con esta jugada, cuarta norma, se obliga a la dama enemiga a efectuar un nuevo movimiento, con lo cual se compensa la pérdida de tiempo de 1a segunda jugada. Partida Modelo
Gambito Escocés New York, 1857 Blancas: Lichtenhein
Negras: Morphy
En esta partida se registran varios casos de pér didas de tiempo. l. P4R, 2. C3AR, 3. P4D,_
P4R,
C3AD
PXP
4. A4A, S. PSR,
C3A
Ejemplo de la primera norma de pérdida de tiem po. Las blancas atacan sin desarrollo y Jas negras se defienden desarrollándose.
Teoría
científica
5 • ... , 6. A 5CD,
del Ajedrez
P4D CSR
1 1
25
7. CXP,
A2D
Aquí ambos contendientes han jugado los dos peo nes centrales, pero las negras tienen desarrollada una pieza más que su adversario, y amenazan 8 , CXP. .
8.
cxc,
...
. . .
1
lJna nueva pérdida de tiempo porque el negro recaptura la pieza atacando el alfil blanco. 8•
. . .
,
PXC
1
9. AJD,
A4AD
Las blancas tienen desarrollada una pieza, mien tras las negras tienen tres piezas puestas en juego. Claramente se ve, pues, los dos tiempos perdidos por el blanco. 10. AXC,
D5T
1
Diagrama núm. 9
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Richard Reti
Es sabido que la dama no debe ponerse en juego prematuramente; pero hay que considerar que en ajedrez las reglas no son absolutas. ¿Cómo, pues, deben aplicarse las reglas en la práctica de una partida? En primer lugar hay que analizar la razón por la cual se estableció la regla y luego comprobar si debe aplicarse en una posición dada. Por ejemplo, una torre vale más qqe un alfil, pero hay posiciones en que la torre no tiene posibilidad de entrar en juego, porque las columnas están obs truidas y, en cambio, por las diagonales abiertas el alfil puede actuar co . n éxito; en este caso el alfil tiene más valor que la torre. ·
Otro ejemplo de mayor agudeza: dos alfiles valen más que alfil y caballo o que dos caballos. Para apro vechar la ventaja de los alfiles hay que apelar a cier t o sistema estratégico que expondré en una nueva conferencia. Ahora bien: para saber si debe jugarse con miras a la conservación de los dos alfiles, hay que darse cuenta si dicho sistema estratégico es apli cable a la posición sometida a estudio. Volvamos a la partida Lichtenheim-Morphy. La razón por la que la dama no debe ponerse en juego prematuramente es porque puede ser atacada por piezas menores, obligándola a cambio de posiciones con pérdida de tiempo. Este· es un ejemplo de nues tra cuarta norma. Pero en esta posición, la dama, pese a que entra en acción prematuramente, no puede ser a,tacada, por cuyo motivo la regla no tiene aquí vigor. 11. D2R,
Teoría científica del Ajedrez
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Era mejor enrocar; en la jugada siguiente las blan cas cometen el grave error de tratar de combinar estando en inferioridad de desarrollo.
Si Philidor fue el primero que valorizó los peones, Morphy fue el primero en valorar los tiempos, y así en las posiciones abiertas no perdió jamás un tiem po, empleando en cada jugada el principio del des arrollo. De esta forma, a la hora de combinar tenía más fuerza en el combate que su adversario y por ende mayores chances para la combinacción óptima. Quienes conozcan las maravillosas combinaciones de Anderssen puede comprender que no era Morphy el primer jugador de su época por su talento combi nativo, sino por el desarrollo de su juego que le brindaba más oportunidad de combinar que a sus adversarios. 11
•
. . .
,
PXA
12. AJR,
Diagrama núm. 10
ASCR
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Richard Reti
Las blancas tratan de aprovechar esta jugada bus cando la combinación que no puede tener éxito por el escaso desarrollo de su juego. 13. D4A,
Si 13. 020, TlD y la victoria negra es inme diata.
}!: 15.
Ph,
PXA, 16. RlA,
AXA
D1D D8D+ D6A+
17. R1C,
18. DXP+, 19. DXT+,
20. Rinden
A6T R1A RlR
EL DESARROLLO
Ya hemos visto que en las posiciones abiertas lo más importante es desarrollar las piezas lo antes posible y hemos comprobado la mejor forma de ponerlas en juego para no perder tiempos. Si se de sea que el desarrollo se efectúe con óptimo resulta do, se precisa ahora saber el orden de preferencia en salir a la palestra y la casilla de su mejor ubicación. Es necesario advertir que entre los ejemplos que hay muchas posicion es que tienen ca rácter cerrado, si bien en la práctica no existen, como ya se ha dicho, posiciones absolutamente abiertas, ni posiciones absolutamente cerradas se expondrán
.
Para desarrollar el juego en posiciones cerradas pueden emplearse las normas del juego abierto, pues to que resulta difícil encontrar normas generales para cada clase de posici ones.
1 Posiciones cerradas
En estas posiciones la situación de los peones es un elemento fijo y, por tanto, el esquema es poco mudable, por lo que resulta más fácil hallar leyes generales.
Richard Reti
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Para empezar mostraremos algunos ensayos que se han realizado con objeto de establecer normas generales en las posiciones abiertas. Algunas de ellas se hallan en la obra del ex cam peón mundial, doctor Lasker, titulada «El sentido común en ajedrez». Una de las normas del doctor Lasker es que los caballos deben ser desarrollados antes que los alfiles, en especial el CR. Dos razones pueden avalar este principio:
l. o El alfil desde su casilla de origen domina una importante diagonal cuando se han jugado los peo nes centrales, por cuyo motivo ya es activo sin poner se en juego. En cambio, los puntos controlados por el caballo desde su casilla de origen están ya do minados por otras piezas. El CR, por ejemplo, con trola 3TR y 3AR, que ya están en poder del ju gador, por lo que hay que desarrollar el caballo para que realice una labor activa. Además, el caballo desde 3AR domina aquellas casillas que el adversario puede utilizar para un ataque precoz. Tanto es así, que todas las miniatu ras y celadas posibles se impiden con el simple lan ce C3AR. Basta. pasar revista a algunas celadas para comprobar que fueron posibles por la ausencia del caballo en 3AR. El mate del Pastor, que se efectúa con la dama en 3AR o en 51R, resulta imposible si el negro ha ubicado su caballo en 3A R. Veamos la combinación conocida por «mate de Legal»: l. P4R, 2. C3AR,
P4R
P3D
3. A4A, 4. C3A,
ASCR P3TR
Teoría científica del Ajedrez
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Aquí las blancas ganan con el sacrificio de dama 5. CXPR, y se ve claramente que el mate sería im· posible si las negras hubieran jugado su CR a 3AR. r-.1uy conocido también es el siguiente ejemplo: 1. P4D, P4AD, 3. C3AD, 4. ASC, 2.
P4D P3R C3AR CD2D
5. PXP, 6. CXP, 7. AXD,
PXP cxc ASCD+
y las negras ganan; pero solamente porque el CR bhinco permanece todavía en su casilla de origen. Otra combinación usual: 1. P4R, 2. C3AR,
P4R C3AD
3. A4A, 4. CXP,
CSD
D4C'
y las negras ganan. Esto ha sido posible porque el CR blanco abandona su puesto de 3AR, permitiendo la entrada en juego de la dama enemiga.
2. o El caballo tiene solamente un desarrollo na· tural que es 3A, lo cual rige sobre todo para el CR; no así para el CD, porque a veces resulta más con· veniente situar un peón en 3AD con objeto de de fender el centro, mientras que el PAR no puede ser avanzado sin el correspondiente debilitamiento del flanco de rey. Si resulta, pues, fácil saber a qué casilla debe ir al comenzar el juego el CR, no es lo mismo para el alfil, que dispone de mayor número de casillas para elegir. Parece lógico, por tanto, esperar algu nas jugadas del adversario antes de decidir el des tino del alfil. Esta es la segunda razón por la que el caballo debe ser desarrolJado antes que el alfil.
32
Richard Reti
Por supuesto que todo esto entra de lleno en la teoría vieja y ahora veremos hasta qué punto estos razonamientos son exactos. La primera razón se fundaba en que el alfil, sin ser jugado, domina ya casi1las importantes, mientras el caballo, no. Observamos también que el desarrollo del caballo en 3AR impide los ataques prematuros del adversario. Los razonamientos expuestos no acaban de con vencer plenamente. Aunque es prudente desarrollar el caballo para liberarse de sorpresas, sabemos que los ataques prematuros, en general, no son correc tos y sólo tienen éxito contra jugadores de inferior categoría. Así, pues, COJ:1.1.0 un consejo para los aje drecistas modestos en previsión de un desastre, se puede aceptar. Tampoco convence lo de que el caballo no tiene más que una casilla lógica de desarrollo, puesto que a veces el jugador avezado encuentra, tras algunas jugadas, que dispone de una posición más cómoda con el caballo en 2R o en 3TR que en 3AR, ya que después de enrocado en algunas ocasiones se hace necesario el avance P4AR, cosa que impide el caba llo ubicado en 3AR. Por todo ello, conviene dar una mayor amplitud a la regla antes anunciada, redac tándola así: Cuando existe duda entre desarrollar el caballo o el alfil. debe jugarse la pieza que sola mente tenga una buena ubicación. Ejemplo: 1. P4R,
P4R
Ahora está claro que el alfil tiene muchas casillas donde situarse, por lo que res11lta preferible desarro llar el caballo.
33
Teoría científica del Ajedrez
2. CJAR,
CJAD
Ahora ya se evidencia cuál es la mejor casilla para el desarrollo del AR blanco. En 3D o 4AD sólo do minaría una casilla central, 4R o 50, respectivamente; pero en 5C tiene la posibilidad de cambiarse por el caballo enemigo, con lo cual influye indirectamente sobre las casillas 40 y 5R, defendidas por el caba llo negro. Se ve, pues, que 5C es el mejor sitio para el alfil. y por esta razón debe jugarse antes que el CD.
II Posiciones abiertas
La gran dificultad para establecer leyes generales en posiciones abiertas sobre desarrollo de piezas se evidencia en el ejemplo siguiente. (Existe una vieja regla, clara a primera vista, que dice: Cuando puede elegirse entre varias jugadas, debe efectuarse aquella que además del desarrollo de una pieza encierre alguna amenaza, porque así se restringe el número de respuestas adversarias. Aunque la regla parece correcta, hay casos donde no puede ser aplicada, porque se obliga con ello al enemigo a realizar la mejor jugada.) l. 2. 3. 4.
P4R, CJAR, A4A, 0-0,
P4R CJAD A4A CJAR
5. P4D, 6. PSR, 7. PXC,
PXP P4D PXA
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Richard Reti
Diagrama núm. 11
Esta es una posición muy conocida del Ataque Max Lange. Bajo la influencia, consciente o sub consciente, de la regla anterior, se venía jugando casi siempre en forma inexacta. 8.
TIR+,
He aquí una jugada que parece natural porque sitúa a la torre en la columna que lógicamente debe controlar y se efectúa dando jaque, es decir, restrin giendo la respuesta enemiga. Y, sin embargo, esta jugada no es la mejor de bido a la réplica del negro. 8•
...,
AJR
No es solamente una jugada de desarrollo, sino
que se trata del lance óptimo, porque desocupa la
35
Teoría científica del Ajedrez
primera fila de las negras, facilitando el desarrollo de las torres mediante el enroque largo. Por tanto, mejor que 8. TlR + es la variante siguiente: 8.
PXP,
TlCR
1
9. ASC,
Y ahora contra 9 . , D4D el blanco puede con tinuar como si la torre estuviese en IR, por ejemplo: .
9•
,10.
. . .,
CJA,
. .
D4D D4A
1 1
11. C4R,
y las blancas ganan fácilmente. La diferencia en favor de las blancas, eliminando las jugadas 8. TlR +, A3R, es muy importante, y se ve claramente en esta continuación: 8.
PXP, 9. ASCR,
T1CR AlR
1 1
10. A X A, . . •
Diagrama núm. 12
DXA
36
Richard Reti
Es mejor 10. RXA, aunque de todas formas in
suficiente.
En la posición del diagrama, j ugan do 1 1 . CX P, la ventaja de las blancas resulta evidente. En cambio, si las blancas hubieran jugado antes a la réplica óptima 8 . . .. , A3R, adoptando la misma continuación anterior, llegaría mos a la siguiente posición:
8. TIR + obligando
Diagrama núm. 13
Esto resulta favorable al negro, demostrando que la jugada 8 . ..., A3R tiene más importancia que el jaque 8. TIR +. La continuación sería: 12. CXP,
TlD
1
En esta posibilidad -desarrollo de la torre- es triba toda la dife renc i a .
Teoría científica del Ajedrez 13. PJAD, 14. D4T,
TXP RlA
37
15. CXC, 16. RXT,
TXP+ D4C+
Y las negras ganan.
111 Concepto moderno
.El haber desistido de efectuar la jugada 8. TI R + en la época activa de Capablanca no es un hecho casual, sino una consecuencia lógica de que el ci tado campeón mundial diera a la teoría del desarro llo una nueva base tan precisa como necesaria. Lasker, en su libro El sentido común en ajedrez (Commun sense in Chess), que es el que contiene la vieja teoría del desarrollo en la forma más perfec cionada, expone la regla general de que en las seis primeras jugadas deben jugarse solamente los dos peones centrales, los dos caballos y los dos alfiles. La razón resulta sencilla, porque cada jugada debe ser de desarrollo, y como la dama no debe ser pues ta en juego prematuramente y las torres no tienen acción hasta que no han salido las piezas menores, la regla de Lasker se deduce en seguida. Y, sin embargo, esta regla, que compendia los viejos principios del desarrollo, es falsa. No conozco ni una sola partida de Lasker, con blancas, en donde haya aplicado sus principios; es más, creo que si hupiese aplicado estos principios a sus partidas no habría sido campeón mundial nunca. Esta divergencia entre la vieja teoría y la prác tica demuestra la necesidad de que la teoría experi mentara un cambio para mejorar.
38
Richard Reti
Por mi parte, voy a intentar una teoría moderna para regir el desarrollo de las piezas. El error capital de las antiguas normas se halla en el concepto erróneo que se tiene del desarrollo, porque este término debe siempre implicar un fin determinado. En ajedrez se habló siempre de desarrollo, tratán dose de establecer normas generales, pero se olvidó que las finalidades pueden ser distintas, por lo que se evidencia que las leyes del desarrollo para la ocu pación del centro no pueden ser las mismas que las que se apliquen para iniciar un ataque o para pre parar una defensa. De todo esto se deduce que la idea principal de la teoría científica no es el simple desarrollo de las piezas, sino saber en cada momento, y desde el prin cipio de la partida, el objetivo que se persigue de acuerdo con la posición.
IV Jugada de desarrollo y jugada de iniciativa
Voy a explicar ahora la diferencia fundamental entre la antigua palabra «desarrollo» y el moderno término «iniciativa», introducido en la teoría por Capablanca. Hay que distinguir, ante todo, dos acepciones: jugada de desarrollo y jugada de iniciativa. La pri mera se halla de acuerdo con la vieja teoría, de la que ya hemos hablado. La segunda, generalmente, es también de desarrollo, pero inspirada siempre en las exigencias de la posición.
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Teoría científica del Ajedrez
Para explicar la diferencia nos valdremos de un ejemplo muy sencillo en el que cualquier ajedrecista sin ningún conocimiento teórico puede encontrar el camino a seguir. Más adelante expondremos ejem plos más complicados en los que se pone de mani fiesto la utilidad práctica de la nueva teoría. Diagrama núm. 14
Aquí cada bando puede desarrollar dos piezas, el rey y la torre. Es evidente que después de l. R2C,
T1T
1
2. R3A,
las blancas han ganado un tiempo. Pero si en lugar de esto se juega: l. R2C,
TlCD
1
2. R3C,
TSC
las negras, a pesar del tiempo ganado por las blan cas, habrían obtenido la iniciativa y, por tanto, ten drían mejor posición.
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Richard Reti
Para comprender mejor esto, analicemos la posi ción: sin los peones del flanco de dama, la lucha sería claramente tablas, sin posibilidades. Por tan to, los objetivos del combate son los dos peones ais lados de TD. Para encontrar la jugada de iniciativa es necesario, como dije antes, tener presente el obje tivo de la contienda con objeto de desarrollar las piezas de acuerdo con la posición. De esto se deduce que la jugada de iniciativa es l. TlCD, puesto que tiene por objeto atacar el único objetivo de la posi ción. En cambio, l. R2C es solamente una jugada de desarrollo, pero no de iniciativa. Por tanto, podemos decir que «iniciativa» en la teoría moderna es lo que «tiempo» en la vieja teo ría. Y. de acuerdo con estos conceptos, se pierde un tiempo cuando se desarrolla una pieza menos, en la terminología antigua, y en la moderna, se pierde un tiempo de iniciativa cuando se efectúa una jugada que no coopera al objetivo propuesto, aunque dicha jugada sea de desarrollo. En el ejemplo citado hemos visto que Ja pérdida de la iniciativa se traduce en desventaja permanente e irreparable. No obstante, la nueva teoría no destruye total mente 1a anterior, porque generalmente 1a ganancia de un tiempo es un procedimiento para asumir la iniciativa. El jugador que siga el dictamen de la vie ja teoría y el que milite en la escuela moderna, aun que piensen de forma diferente, en la mayoría de Jos casos efectuarán la misma jugada en determina da posición y muy raramente aparecerá la diferencia en el lance realizado. Sometamos ahora las aperturas a la influencia de la escuela moderna. Después de l. P4R, P4R el pun-
Teoría científica del Ajedrez
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to de ataque para las blancas es precisamente el PR negro porque se halla fijo. Si las blancas quieren mantener la iniciativa deben atacarlo y abrir línea con P4AR o con P4D. Si se deciden por este se gundo procedimiento, habrá que dominar las casillas 5R y 4D, lo cual se consigue con 2. C3AR, por lo que ésta es la jugada de iniciativa. Contra la defensa 2. . . . , C3AD la continuación de la iniciativa se obtiene mediante 3 . A5C, con lo qu� aplicando la nueva teoría se reconoce que la Apertura Española es la más efectiva contra l. . . . , P4R, con lo cual se llega al mismo resultado que apJicando la vieja teoría. Esto demuestra la frecuente �oincidencia en los lances de ambas escuelas. Si después de l. P4R, P4R se juega 2 . A4A, la jugada sería de desarrollo, pero no de iniciativa, por Jo que tras 2. .. , C3AR se ganaría la iniciativa, aunque las blancas tengan el tiempo de la salida. .
Esta es una explicación de por qué en los últimos afias no se plantea la Apertura de los Cuatro Caba Ilos, favorita de los viejos maestros Schlechter, Ta rrasch, Maroczy, Janowsky y otros, ya que en ella se prescinde del plan inicial de atacar el PR negro, por lo que se halla en desacuerdo con las ideas mo dernas acerca de la jugada de iniciativa. En cambio, en los últimos años, .maestros como Rubinstein, Spielmann, Tartakower, Alekhine, Bre yer y el que suscribe, hemos jugado algunas veces el viejo gambito de rey, apertura abandonada que, co rrecta o no, es la segunda posibilidad que apunta mos antes de mantener la iniciativa, de acuerdo con el plan de atacar el punto 5R, y por tanto, se trata de un ensayo consecuente con nuestras ideas mo dernas.
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Richard Reti
Después de todo esto vemos con más claridad por qué la jugada 8. TlR + del Ataque Max Lange no es la mejor. Volviendo al diagrama númen' 1 3 podemos apre ciar que las debilidades del negro son: el rey en me� dio de la lucha sin enroque inmediato y la casiaa 3AR. Por tanto, 8. TlR + no es una jugada de iniciativa porque no ataca esas debilidades; en cam bio, 8. P X P seguido de 9. A5C acrecienta las cita das debilidades y en consecuencia es la continuación exacta. Siguen ahora algunos ejemplos en donde la apli cación de las dos teorías conduce a divergencia de jugadas. También podremos observar cómo las ju gadas de torres en las columnas abiertas. q ue a me nudo efectuaban los viejos maestros como jugadas naturales sin mayor reflexión, no suelen ser jugadas de iniciativa, como en el caso ya citado en el Ataque Max Lange. El primer ejemplo está tomado del libro de Capa blanca «Chess Fundamentals». (Véase diagrama siguiente)
Partida Capablanca-Kreymborg, Nueva York, 1 9 1 0. En esta posición las negras jugaron l. . , TD 1 R, de acuerdo con los viejos principios del desarrollo, porque lleva la torre no desarrollada a una columna central abierta. Pero no es, sin embargo, la jugada correcta, ya que las negras cometen el error de des arrollar una pieza sin tener en cuenta el objetivo principal. La jugada es de desarrollo, pero no de Iniciativa. . .
Al colocar una torre en una columna abierta no se pretende dejarla en el vacío o inactiva, sino que su
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Diagrama núm. 15
objetivo es ponerla en juego para atacar o para obte ner la séptima fila y presionar los peones enemigos. En este caso. la torre jugada no puede alcanzar nin guno de ambos objetivos. En esta posición las operaciones deben realizarse en el flanco de dama porque es donde puede conse guirse una transformación favorable para .el jugador más hábil. Si las negras consiguen fijar el PCD adversario Jo convertirán en un punto débil. Mientras que si las blancas consiguen movilizar este peón a 3CD, des pués del cambio forzoso que se produce, serán las negras quienes tengan un punto débil en 2TD. Por tanto, la jugada de iniciativa para el negro es l. , . . .
P4TD.
Solamente l. , TDIR sería lógica si la lucha se librara por la posesión del centro. Un jugador de . . .
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Richard Reti
mediana talla en una partida rápida hubiera efec tuado esta jugada, porque parece más natural con el hábito adquirido. He aquí una resultante de la influencia que sobre nosotros ha ejercido la vieja escuela. Por eso me permito este consejo práctico : no hacer jugadas naturales sin pensar. He aquí otro ejemplo de mi libro «Modem Ideas in Chess». Diagrama núm. 16
En esta posición juegan las negras, conducidas por Capablanca y Reti (las blancas son jugadas por Falm drich y Kaufmann). El PD aislado es una debilidad negra que, sin e m bargo, puede llegar a ser un punto de apoyo para una pieza, especialmente un caballo. Pero la pareja de alfiles y el dominio del territorio central compen san esa debilidad.
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científica del Ajedrez
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Tal vez un jugador que no se haya compenetrado con la nueva escuela, en esta posición sin duda ju garía l . . .. , T I R , que desarrolla la torre centrali zándo]a en la columna abierta y atacando a la v ez a la da ma enemiga , que debe retirarse. Pero esta jugada no es de iniciativa, porque ofrece al blanco la oportunidad de continua r 2. D3D, co n lo que no só lo presiona el PD aislado, sino que descJava el CR. Las negra s deben aprovechar la mejor situación de sus p iezas menores y del dominio centra] en fo r mfl inmediata, porque en un final el blanco tiene mejor esquema de peones. La jugada que explota esta circunsta ncias se halla en esta continuación:
ASD AXCD
l. ... , 2. D3D,
3. DXA,
CSR
y las negras tienen la posibilidad de dob la r y aislar un peón enemigo, ya sea en la col um n a AD o en la columna AR. Esta combinación, co mo se ve, no �s profunda ni difícil, pero en 1914, cuando se jugó 1a partida, lla mó la atención de los buenos jugadores esta nueva idea, porque casi sin excepción la mayoría habría
jugado l . . , TIR, ganando un tiempo y apoderán dose de la columna abierta. . .
Otro ejemplo de Ja partida Spielmann-Grunfeld, jugada en el Torneo de Viena de 1922. (Véase diagrama siguiente)
En esta posición, correspondiendo jugar a las blan cas, la mayoría de los jugadores, sin analizar mucho, hubieran jugado l. TD I R , que no es una jugada de iniciativa porque fuerza a la dama enemiga a reali-
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Diagrama núm. 17
zar su mejor movtmtento l . , D2D, de acuerdo con el plan de desarrollo del juego negro. . . .
La cqlumna de ataque para las blancas es la de TR, por eso Spielmann continuó: l. P3TR,
P4TR
1
Esto dio lugar a un cambio de peones que dejó abierta la columna TR y tras situar el rey en 2A y doblar las torres en la columna de ataque obtuvieron una fuerte ofensiva. Esto demuestra que la jugada l . TDIR, que res ponde al viejo sistema del desarrollo, no solamente no gana un tiempo, sino que en realidad lo pierde. Tengo una verdadera satisfacción en mostrar este ejemplo porque el maestro Sp_ielmann, después de la partida, me dijo que estuvo a punto de jugar l . TDIR
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científica del Ajedrez
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sin haber analizado bien la posición, pero q ue feliz mente se acordó a tiempo de Jo que había leído en mi libro y esto le permitió encon trar la continuación exacta.
Partida-Ejemplo
Defensa Holandesa Match: Amsterdam, 1920 Blancas: Reti
Negras: Euwe
Esta es una partida en donde se presenta una ju gada de desarro11o que no es de iniciativa. l. P4D, 2. P4R,
P4AR PXP
3. C3.4.D, 4. ASC,
C3AR P3CR
Esto no parece bueno. Con 5. AXC y 6. CXP se recupera el peón , pero si el blanco no quiede dar a su adversario la ventaja de los dos alfiles está obli gado a jugar en forma de gambito con 5. P3AR. En consecuencia, la línea de juego indicada para defen derse es preparar el enroque largo, en donde e! rey se hallará alejado de las columnas de R y AR, que quedarán abiertas después del gambito. Por tan to, es necesario una rápida movilización en el flan co de dama. La idea de la jugada del texto es preparar un ata que central con A2C y P4AD, pero la táctica que debe seguirse en un juego de gambito, cuando se tiene un peón más a costa de un juego poco desarro llado, es defensiva y no de tipo ofensivo.
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Richard Reti
S. P3AR,
PXP
De acuerdo con el comentario anterior era prefe rible 5 P4D. .
. . .•
6. CXP,
AlC
Las debilidades de la posición negra son : La columna AR, por falta de defensa en 2AR , y las casillas negras del flanco de rey. por cuyo motivo la situación del rey negro es peligrosa. 7. A3D,
Esta jugada la hubieran hecho la mayor parte de los jugadores. pero según el comentario anterior con ella se renuncia a la iniciativa contra ms debilidades enemigas y se favorece el contraataque negro contra el PD. que si en principio fue falso. ahora resulta bueno porque el alfil blanco se ha interpuesto entre él y la dama. Lo correcto hubiera sido 7. D2D se guido de 8. 0-0-0. 7
•
. . .
,
P4A
8. PSD,
DJC
Pese a su difícil posición las últimas jugadas ne gras son de iniciativa y A2C-P4A-D3C constituyen solamente una unidad. En cambio. las blancas, tras las jugadas débiles del enemigo (4.a. y S.a.). jugaron confiadas y ahora deben hacer frente a ciertas dificultades. Como no pueden enrocar a causa de P5A +. la defensa del PCD resulta difícil. . . .•
No obstante, tras mucha reflexión. el blanco halló una combinación brillante, ganando la partida en
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forma espectacular, tal vez mejor que si hubiera ju gado correctamente 7. D2D. Aunque la combinación no es el tema de esta con ferencia, continúo con la partida para hacer algunas observaciones. 9. D2D,
D XP
1
10. TlCD,
C XP
La iniciativa negra se ha traducido en ganancia de material, pero sus debilidades posicionales ya ap'tmtadas le hacen perder la partida. Diagrama núm. 18
11. C X C!,
Clave de la combinación: 1 1• ... , 1 2. R2A, 4
DXT+ D XT
1 1
13. AXPR, 14. A X PD,
P3D
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Se está amenazando mate en pocas jugadas. 14• . .. , 15. ASC,
C3A AlD
16. AXC, 17. D2R+,
PXA
y las blancas dan mate en pocas jugadas. Como se ha podido ver, gané con muchos sacri ficios y tuve los honores de que la partida fuera publicada en todas partes; pero no siento orgullo alguno por ella. En las primeras jugadas cometí una falta, en una posición, según creo, ganadora. Y la consecuencia fue que para ganar, enmendando la falta, tuve que desistir del juego de posición y buscar complicaciones en la combinación. Si no hubiese cometido tal error estratégico en el planteo, el ata que negro no hubiera sido peligroso y, por tanto, no me habría puesto en el trance de hacer sacrifi cios para recuperar mi ofensiva. Así, pues, la com binación fue la consecuencia del error. No cito esta partida por ella misma, sino porque ocurre lo mis mo con todas las combinaciones brillantes. En aquellas partidas en donde hay unidad de ac ción, la combinación se presenta en forma natural, sin que constituya una obligación. Permítaseme utilizar una imagen poética, no por la poesía que encierra, sino por su mayor claridad. para la idea que quiero expresar. Compararé la evolución de una partida de ajedrez al nacimiento y vida de una planta. Lo que al pro-. fano le entusiasma más de una planta es su flor, e igualmente en una partida de ajedrez al neófito le gustan las combinaciones brillantes. Pero a quien ame ]a naturaleza, tendrá más alegría viendo nacer y cre cer la planta, para él la flor será solamente el resul-
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tado natural de esa evolución. De la misma forma, un experto ajedrecista preferirá seguir el curso de la partida --desarrollo, estructura, armonía- que con templar una combinación que brota de ella como consecuencia natural. Las flores que nos parecen, a primera vista, más hermosas no son las normales, sino un producto de cultivo artificial, como las rosas de invernadero. Sin embargo, al auténtico amigo de la naturaleza esas flores le parecerán demasiado llamativas, hallará en ellas una violación de la especie que le resultará más dolorosa que atrayente. Igual le sucederá a! enten dido en ajedrez con las combinaciones demasiado brillantes que constituyen la admiración de los pro fanos; estas combinaciones rara vez constituyen el resultado de una partida normal, y suelen producirse cuando la partida no ha seguido por su cauce a con · secuencia de cualquier error. El auténtico ajedrecista encontrará esta clase de combinaciones demasiado artificiosas para ser objeto de su admiración.
COM BINACIONES CONTRA EL ENROQUE CORTO
Al tratar del desarrollo hemos dicho que en las posiciones abiertas Jo esencial es disponer todas las piezas en acción, dejando en segundo plano la ne cesidad de pensar en su ubiq.ción. Y respecto a la iniciativa hemos comprobado cómo las simples jugadas de desarrollo con frecuencia no son las exactas. Esta es una consecuencia de que en ajedrez no existan posiciones totalmente abiertas o cerradas. En los ejemplos estudiados para la jugada de ini ciativa puede observarse que aunque son posiciones de aspecto muy abierto, las jugadas exactas de ini ciativa se justifican por Jos elementos de posición cerrada que contienen, como son, por ejemplo, los peones fijos o débiles. Si nos imaginamos una posición absolutamente abierta, que en la práctica difícilmente se presenta, entonces es suficiente desarrollar simplemente las pie zas, sin considerar demasiado en qué casillas se ins talan. La razón de esto es que solamente tenemos dos objetivos para el ataque que pueden determinar la dirección del desarrollo en una posición parecida, y estos objetivos están constituidos por elementos que no se hallan fijados en una sola casilla, sino den-
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tro de un campo más amplio. Uno de ellos es el centro del tablero, porque desde este territorio se fJ'lcuentra cerca cualquier punto donde se requiera la presencia de una pieza. El otro objetivo es la po sición del rey adversario� pero al no poderse realizar el ataque más que contra un punto más o menos fijo, sólo es factible disponer las piezas para la ofen siva cuando el rey haya sido fijado, bien mediante el enroque o bien por no poderlo efectuar. En un gran número de casos se opta por el en ro que corto y cuando esto sucede el ataque contra el rey va dirigido naturalmente contra el enroque corto. Como resultaría demasiado extensa una teoría com pleta sobre los ataques cpntra el rey, nos limitaremos a exponer algunas combinaciones típicas de ataques contra el enroque corto. Con algunos ejemplos que dará demostrado cómo los ataques contra el rey no dependen solamente de la combinación, sir:to que existe la posibilidad de establecer una teoría general de la conducta a seguir. El ataque directo al rey es el tema que más pre ocupa al aficionado, por lo que las combinaciones que voy a mostrar supongo que serán conocidas, pero las expongo no por ellas mismas, sino para que se compruebe la posibi lidad de dar reglas generales que rijan estas combinaciones. Cuando en el enroque corto J os peones TR , CR y AR se hallan en su casilla inkial, el rey se encuen tra protegido contra un asalte ir1mediato de las pie zas enemigas. En consecuencia, el atacante debe pro curar en el curso de su ofensiva que su adversario se vea forzado a vanzar estos peones, o bien a su primi rlos por medio de algún sacrificio. Como no es fácil dispon er siempre de un sacrificio correcto, el
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mejor camino preparatori o de un ataque contra el enroq ue corto es el previo asa lto de los peones de este flanco, para eliminar los peones adversarios pro tectores. Pero nuestro propósito no es tratar de estas largas preparaciones, sino de la posibilidad de com binaciones victoriosas. Para establecer una teoría del ataque contra el enroque corto se hace preciso una clasificación de las combinaciones posibles, y como medio natural para ello puede tomarse la debilidad existente en los peones del enroq ue, o las debi lidades q ue puedan produdrse en el cu rso de la combinación.
1 A taques contra el PTR Si la única debilidad del enroque la constituye el PTR avanzado un paso, se observa q u e dicho avance afecta a la casilla 3C, q ue todavía está defendida por el PA, por tanto, la debilidad no es m uy seria y no permite una combinación inmediata y decisiva sin un n uevo debilitamiento. Por esta razón la ju gada P3 TR se efectúa en el curso de muchas parti das, pero hay q ue hacer n otar q ue presenta la posi bilidad, en aigunos casos, de que el adversario rompa el frente mediante el avance P4CR seguido de P5C, o también con el sacrificio directo de una pieza, es pecialmente cuando el atacant e no ha enrocado en el mismo flanco. C omo se trata de com binaciones directa s, y no de preparaciones, n o seguimos con este tema, y pasamos al caso de que el PTR falta y la forma de irrumpir con las piezas en 7T y en 8T.
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La colaboración del alfil que actúa sobre 7T no es factible porque el atacado puede impedir su acción mediante el avance P3 CR ; por tanto, no hay otro caso que el de dos torres dobladas en la columna TR, o dama y torre, o dama protegida por un ca ballo y excepcionalmente por un peón en 6C. Estas combinaciones se inician, generalmente, me diante el sacrificio de una pieza por el PTR, prefi riéndose el sacrificio de un alfil que, como se ha di cho, no resulta tan necesario para el curso ulterior del ataque. Empezamos por Jos ataques con piezas mayores en Ja columna de TR , donde falta el peón. Si disponemos de dos piezas mayores para ocupar la columna abierta de TR, la amenaza grave es que haya mate en 8T, ya que el jaque de la dama en 7T no es tan peligroso porque el rey puede huir a l A previo movimiento de l a torre correspondiente. La defensa contra este ataque de las dos piezas mayores rara vez se obtiene mediante P3C, porque la irrupción en 7T · y 8T resulta peligrosa. La única defénsa es preparar la huida al rey por 2A mediante el avance del PAR. De todo esto se deduce que la corrección del sacrificio está condicionada a la posi bilidad de controlar en el momento oportuno la ca silla de escape del rey. Por regla general las combinaciones ajedrecísticas no tienen un cálculo exacto en todas sus variantes como creen muchos aficionados. Así que cada vez que se presenta una posición similar en donde existe la seguridad de dominar la casilla de escape del rey, podemos embarcarnos en la combinación con la con fianza de lograr el éxito, a pesar de la gran dificultad en prever las complicaciones que pueden surgir.
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He aquí una forma sencilla y frecuente: Diagrama nilm.
19
l. P4TR,
Aquí el sacrificio es correcto, ya que después de l. . . .
,
PXC
1
l. PXP,
PJAR
las blancas tienen la posibilidad de batir la casilla de escape al rey negro, con 3. P6C,
después de lo cual el mate resulta inevitable. El ejemplo es tan sencillo que cualquier jugador, sin tener conocimientos de la teoría sobre la casilla de escape, puede realizar esta combinación P.orque
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se alcanza fácilmente� pero en donde se verá de una manera real la utilidad de esta teoría es en los casos complicados, porque la imaginación no puede llegar a las infinitas variantes que se presentan, como ocu rre en este otro ejemplo de la partida Dubois-Steinitz, jugada en Londres en 1 862. Diagrama núm. 20
l.
.
. .,
o--o--o
i
Sacrifica el alfil para doblar las torres en la co lumna TR y atacar el enroque enemigo. 2. P4AD�
Como se verá después, esta jugada prolonga la defensa. La idea es desviar la dama de la gran diago nal para jugar en caso necesario P3CR, o de la casi lla 5AR por las razones q ue se expondrán más tarde.
Teoría científica del Ajedrez
2. . . . , 3. PXA,
DJA TXP
59
4. PJA,
Prepara la casilla de escape para defender el mate cuando el adversario doble las torres. aprovechando la circunstancia que el negro no puede jugar inme diatamente P6C para dominar la casilla estratégica a causa de 5. A5A + seguido de 6. A3TR, cerrando la columna del ataque enemigo. Esta es la razón por la que el blanco desvió la dama negra de su acción sobre la casilla 5AR. 4•
. . .,
TDlT
Obsérvese que ahora el negro ya amenaza 5 . . , P6C debido a la siguiente escaramuza : 6. A5A + , D3 R ! , espléndida jugada, porque si 7. A X D + . P X D y el mate n o puede evitarse, y s i 7. A3 T, T X A, ga nando in mediatamente. .
.
S. P XP,
No se puede replicar con 5. C X P a causa de 6. ASA + seguido - de 7. A X C. El plan de las ne gras es, si desean coronar con éxito el sacrificio, con trolar a todo trance la casilla de escape del rey blan co 2AR. Las jugadas que realiza Steinitz para con seguir este objetivo sorprenderán a quien ignore las leyes q u e rigen estos ataques, pero no a quien las conozca. plles sabe de antemano que existe una tác tica establecida a este fin. . . . •
S. . . . ,
DlR
6. DlR,
No es posible ahora 6. T l R a causa de 6. . . . , TST + ; 7. R2A, T X T; 8. D X T, C X P + .
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Richard Reti
6. . . . ,
D6R+
Tras el cambio de damas el PR negro domina la casilla clave. Es evidente que el jugador que no co nozca estas normas no propondría jamás el cambio de damas teniendo una pieza menos, porque dismi nuyen los elementos ofensivos. Pero Steinitz ha con seguido ya su objetivo de dominar la casilla 2AR. única forma de rematar con éxito el sacrificio. 7. DXD,
PXD
8.
PlC,
No hay otra defensa para evitar el mate, pues la entrada de las dos torres define la lucha. 8•
. . .,
9. RlC,
T8T+ Tl-7'1'+
10. RJA, 11. AXT,
TXT+ T7A+
y las negras ganan. Cuando el ataque sobre la columna TR abierta se lleva a cabo con dama y torre resulta más eficaz colocar la torre delante de la dama, pues ésta desde 5T defiende a la torre que jaquea en 8T y controla la casilla 2AR simultáneamente. Así, pues, conocien do este sistema puede uno decidirse por este ataque si no existe otro medio de controlar la casilla de escape. Un ejemplo, sencillo para el jugador experto y sorprendente para quien desconozca estas reglas, lo hallamos en una partida Zukertort-Anderssen.
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Teoría científica del Ajedrez
Diagrama núm. 21
l. AXP+, l. DST +,
RXA RIC
1 1
3. T3T,
P3A
Ahora hay que ingeniárselas para aplicar ]a norma citada y dominar la casilla de . escape con la dama, mientras ]a torre ejecuta el mate en 8T. 4. D6C,
A3T
1
EJ negro no dispone de ninguna jugada buena. S. liT,
DlD
1
6. D51',
Rinden
Otro ejemplo, con dama y caballo. Es un ataque frecuente, después del sacrificio del alfil, para elimi nar el PTR. Es un caso conocido y sencillo. l. P4R, 2. P4D, 3. C3AD,
P3R P4D C3AR
4. PSR, S. AJD, 6. CJA,
CRlD ASC
�8
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Richard Reti Diagrama
En esta posición nera : 7.
AXP+,
se
RXA
núm. 22
gana fácilmente de esta ma
1
a.
CSC+,
R1C
Un poco mejor sería 8 . , R3C o 3T, pero de todas formas el ataque blanco sería irresistible. .
9. DST, 10. DXP +, 11. DST+,
TlR R1T R1C
1 1 1
. .
1 2. D7T+, 1 3. DST+, 14. DXP++,
R1A R2R
Tras este ejemplo podemos establecer las reglas generales que p�nnitan saber si este sacrificio, en posiciones similares, sería o no correcto. Examinemos la posición final, donde se produce el mate :
Teoria
científica del Ajedrez
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Diagrama núm. 23
Si la TR negra no quitara al rey la casilla 1 R, las negras estarían igualmente perdidas ; la casilla 1 D t4tmpoco salva la situación porque el blanco conti nuaría su ataque con C7A + . La presencia del P3R tampoco es necesaria para la corrección del sacrifi cio, puesto que es una casilla dominada por el caba llo blanco. Pero, en cambio, es imprescmdible para que la combinación sea correcta ejercer un control sobre la casilla 6D que puede servir de huida al rey atacado. Por tanto, la casilla 6D en este género de ataque es equivalente a la 7 AR en el ataque an terior. Este detalle es más difícil de apreciar porque la casilla 6D está más alejada del campo de opera ciones que la casilla 7 AR. Otra condición que resulta indispensable a la co rrección del sacrificio es el buen desarrollo del ata cante, porque de otra forma el rey enemigo podría ensayar la salida por 3C o 3T al recibir el jaque del caballo en se.
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Richard Retz Miniaturas ejemplares
Gambito de Dama San Luis, 1 899 Negras: Judd
Blancas: Pillsbury
l. 2. 3. 4.
Era mejor 7 a las blancas. 8. 9.
P4R, TIA, 10. AJD,
S. A4A, 6. AXA, 7. PXP,
P4D P3R P3CD A2C
P4D, P4AD, CJAD, C3A, .
. . .
A3D DXA AXP
, P X P para no entregar el centro
A2C
P3TD cm
1 1 1
1 1. ��' 1 2. PSR, ...
Diagrama núm. 24
o�
DlD
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Teoría científica del Ajedr�z
13. AXP+,
La misma combinación t ratada anteriormente. 13 . . . . ,
RXA
14. ese +,
R3T
Después k 14 , R l C las blancas ganarían de igual forma que vimos en pequeña partida modelo de estos ataques. Cuando el rey sale fuera, la correc ción del sacrificio depende siempre del buen estado de desarrollo del bando atacante, de forma que no &�be precipitarse el sacrificio sin el desarrollo previo de sus elementos, los cuales deben ser trasladados al campo de acción para lograr el éxito en el ataque. .
15. D2D,
. . .
R3e
16. e2R,
e4D
Ahora Pillsbury pone en práctica un procedimien to para que la TR entre en juego sin pérdidas de tiempo, mediante el sacrificio de un caballo. 17. D3D+, 18. P4A + , 19. D3T+, 20. PSA +,
RXe R3T R3e PXP
21. TXP, 22. D4C +, 23. TXP,
T1T RlT Rinden
En una partida Reti -Duras se produjo un ataque con las mismas características que el anterior, en la. siguiente posición : (Véase diagrama sigui ente)
En esta posición las negras trataron de impedir el enroque y jugaron 1. . . ., 5
ese
Richard Reti
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Diagrama núm. 25
Para una persona que ignore esta teoría resulta dificultoso darse cuenta que el PAD situado lejos del campo de batalla es necesario para la corrección del sacrificio. El dominio sobre la casilla 6D me dio la idea de ensayar un ataque similar al mostrado anteriormente y comencé mi combinación. 2. o--o, 3. PXA,
AXC C6R
4. A XP + ,
Esto no fu e una sorpresa para Duras, e l cual pensó que no capturando el alfil ganaría la calidad, pero no consideró el fuerte ataque blanco como conse cuencia de la falta del PTR. 4. . . . ,
RlT
5. DlD,
La jugada imprevista; las negras habían caJculado solamente la posibilidad 5. D3 D.
Teoria científica del Ajedrez
S. , 6. D6T, . . .
eXT P3AR
67
ASe
7. DST,
Si las negras hubieran tomado el alfil, podrfa ver se la uti lidad del control sobre 60, ya que las blan cas darían mate así : 7 , P X A ; 8. A6C + , R 1 C ; 9. D7T + , R I A ; 1 0. D8T + . R2R ; 1 1 . D X T + y mate a la siguiente. .
8. DXA, ,9. D5T+,
. . .
RXA R1e
No se puede captu rar el alfil y el blanco gana. 11 . ese,
ClD
10. TXe,
a
causa de
1 1.
ese
e1A
Otra vez sale a rel uci r la necesidad de controlar la casi1la 6D pa ra el éxito del ataque. Si 1 1. , exA: 1 2. D7T + , R l A ; 1 3 . D8T + , R2R ; 1 4 . D X P + y mate a la otra. . . .
12. D7A +,
R1T
13. T4A,
ato deo
Defensa Francesa Vi ena , Blancas: Sch/echter
1 894
Negras: A ficionado
Algunas \l'í!ces, com o en esta hermosa partida, pue den ser combinadas las dos formas de ataque, es de cir, ataque con dos piezas mayores y ataque con dama y caballo.
68
Richard Reti
1. 2. 3. 4. S.
P4R, P4D, CJAD, ASCR, A X C,
PJR P4D CJAR AlR A XA
6. C3A, 7. PSR, 8. A3D, 9. P4TR,
0-0 A1R AlD
Con esta jugada se amenaza el sacrificio en 7TR. Si las negras, para evitar el ataque de dama y caballo, capturan esta pieza, entonces las blancas, al tomar con peón, llegan al ataque de dama y torre. 9•
. ..
,
PJAR
1
Esta jugada no constituye una defensa satisfacto ria porque no impide el ataque que las blancas esta ban amenazando. Diagrama núm. 2 6
19. AXP+, 11. CSC + ,
RXA PXC
1
12. PXP + ,
69
Teoría científica del Ajedrez
No era suficiente 1 2. DST + , R 1 C; 1 3 . P X P por que el negro se hubiera defendido con 13 . . . . , A X P contra l a amenaza 1 4 . P6C. Esto fue sin duda lo que pensó el negro al efectuar su novena jugada. Ahora las blancas ganan el tiempo necesario para el a vanee del PCR, llegando así al caso poco freeu en te de la dama apoyada por un peón, a q ue hemos hecho referencia con anterioridad. u.
. . .,
RlC
13. TST+,
No 13. P6C a causa de 13 . . . . , A4C, cerrando la línea de ataq ue con . . . , A3TR. 13. . . . , 14. DST +,
RXT RlC
15. P6C,
Rladeo
Las negras no pueden evi tar el mate.
Defensa Francesa La Habana, 1 888 Blancas: Steinitz
Negras: Golmayo
El mismo a laq ue q ue hemos visto se efectúa en esta partida de una manera más profunda.
l. l. 3. 4.
P4R, P4D, CJAD, PSR,
PJR P4D CJAR CRlD
5. 6. 7. 8.
P4AR, PXP, CJAR, AJD,
P4AD AXP
CJAD o--o
He aquí una posiciOn en la q ue el sacrificio del alfil no sería correcto debido al buen desarrollo del juego negro. Por ejemplo : 9. A X P + , R X A; 1 0. C5C + , R3C; 1 1 . D3D + , P4A; 1 2. P X Pap + , R X P
Richard Reti
70
y el blanco no tiene otra cosa que ganar la calidad con 1 3 . C7 A, después de lo cual el negro tendría ventaja con dos piezas menores a cambio de la torre. 9. P4TR,
Ahora se amenaza ya el sacrificio en 7TR, porque después de 10 . . , R3C se puede continuar el ataque con 1 1 . P5T + , R3T; 1 2. P5A, etc. . .
9.
. . .
,
P3AR
1
Evita el peligro menciona do, pero entra en el ata que de dama y torre sobre la columna TR, ayudado con el PC en sexta casilla. 10. CSCR!,
PXC
1
Y tras la entrega del caballo se produce el sacrifi cio que elimina el PTR. Diagrama núm. 27
71
Teoría científica del Ajedrez
11. AXP+, 11. PTXP+,
RXA R1C
13. DST,
La posición merece ser estudiada : la amenaza blanca es 14. P6C con mate inevitable. Las negras pueden retirar la torre para huir con el rey. pero no es suficiente porque la casilla 6D está controlada por el bando atacante. Ejemplo : 1 3 T1R; 14. P6C, R 1 A ; 1 5. D8T + , R2R ; 1 6. D X P mate. Tam· poco se puede evitar el avance del PC con 1 3 T4A a causa de 1 4. P4CR. Como el negro dispone d e dos piezas de ventaja, deciden devolver una como medio más eficaz. .
. . . •
.
13. . . . ,
C2XP
14. PXC,
. . . •
T4A
Ahora se ve la idea del sacrificio del caballo ne gro. Si 1 5. P4CR, T X PR + , con lo que impiden el avance del PCR blanco y liberan la casilla 3D, punto estratégico de la combinación. A pesar de todo esto, la lucha continuó así : 15. P4CR!,
Con miras a que la torre no puede sostenerse en la cuarta línea y avanzar el PCR. Para el control de 6D, las blancas tienen en cartera otro procedimiento. 15 . . . . ,
TXPR +
16.
R1D,
A6R
Con esto se permite el avance del PCR después de los cambios. De todas formas no hay otra cosa contra la amenaza 17. A4A, que obliga a desplazar la torre de la cuarta línea controlando de nuevo 6D. 17. AXA,
TXA
Richard Reti
72
Diagrama núm. 28
18. CSC!!,
Esta es la jugada clave de .todo el ataque blanco, ya que vuelve a cont rolar la casilla de escape 60 amenazando 1 9 . D7 T + . R2A ; 20. T l AR + . R2R; 2 1 . D X P + , etc. Vuelvo a repetir que para un jugador poco d ucho en la teoría de estos ataques, esta jugada. tan alejada de la lucha, parecerá casi un milagro; en cambio. conociendo ya esta teoría, la jugada se explica como una consecuencia natural. 18 . . . . ,
Ya
no
T6A
1
19. P6C,
Rinden
se puede evitar el mate inmediato.
Teoría científica del Ajedrez
73
11 A taques contra el PCR
Hasta aquí se han tratado con cierto detenimiento los ataques contra el rey cuando falta el PTR y he mos visto que pueden establecerse con bastante exac titud reglas generales para conducirlos. Por tanto, nd existe dificultad para establecer una teoría aná loga para los ataques directos contra el rey, en ge neral, dado el caso de eventuales debilidades en los otros peones de enroque. Aquí nos limitamos a mos trar la posibilidad de dicha teoría con algunos casos importantes y típicos. Son conocidos los ataques que tienen lugar por la debilidad que se origina con el avance P3CR porque permite al contrario ubicar piezas en 3T o 3AR, si no existe un alfil en 2C que impida esta contingen cia. Claro que el avance P3CR no lo efectuará ja más un buen jugador a no ser que se vea forzado a ello. Otra debilidad importante se presenta cuando el PC tiene que capturar una pieza enemiga en 3AR. quedando doblados los peones en la columna AR. A veces esta jugada resulta buena porque refuerza el centro, por cuyo motivo suele hacerse cuando no da ocasión a un ataque peligroso. El ataque contra esta posición resulta decisivo si la dama atacante logra situarse y mantenerse en 6TR, porque domina las casillas importantes 7T, 7C y 6A, precisando únicamente la ayuda de una pieza menor para lograr el mate.
74
Richard Reti
Por tanto, en postcwnes similares, se gana si es posible sacrificar una pieza para irrumpir inmedia tamente con otra.
Partidas ejemplares
Apertura Española Blancas: Meitner
P4R, CJAR, A!C, A4T,
l. l. 3. 4.
P4R CJAD P3TD CJA
Negras: Schlechter
A4AD P4CD P3D A!CR
5. CJA, 6. O-O, 7. AJC, 8. PJD,
Las negms amenazan ahora 9
.
. . .
, C5D.
9. ClR,
Parece buena defensa porque si 9 . . , A X C ; 1 0. P X A, D2D; 1 1 . R2C y el centro queda reforzado impidiendo además el ataque de la dama negra en 3TR. Por eso Schlechter antes de cambiar prepara la entrada de su dama en 6TR. .
9•
...
DlD
,
.
10. PJA,
En caso de 10. C3C, CSD y el debilitamiento del cnroq u e blanco se p rod uce igual. 10
•
. . .
,
AXC
11. PXA,
Y ahora las negras pueden ubicar su dama en GTR para realizar el ataq ue típico ya mencionado. 11 . . . . ,
D6T
75
Teoría científica del Ajedrez
Diagrama núm. 29
U.
C3C,
Las negras pueden llevar directamente una pieza al ataque, pero, eso sí, mediante un sacrificio. U.
. . .
P4TR
,
1
Se amenaza 1 3 , C5CR y si 14. P X C entonces 14 , P X P; 1 5. T 1 R, D X P + ; 1 6. R 1 A, D X P mate. .
.
. . .
. . .
PST
1 3. A3R,
1
14. ClT,
No hay otra cosa mejor. 14.
. . .,
TJT
!
El blanco está obligado a capturar esta t o rre para impedi r el d esa stre pero al hacerlo abren la columna ,
76
Richard Reti
CR y dejan un hole en 4AR para el caballo enemigo. 15. AXT,
PXA
16. Rinden
No existen recursos para el blanco.
Giuoco Piano Blancas: Charusek
Negras: Lehner
En esta partida el ataque es más fuerte porque además falta el PTR, pero es un ejemplo m uy apro piado que demuestra la forma de sacrificar una pie za para dar acción a otra, motivo de este ataque. 1. P4R, 2. C3AR, 3. A4A,
P4R C3AD A4A
4. 0-0, S. C3A, 6. CSD,
DlR C3A D1D
No se puede tomar el caballo porque se pierde el PR. Esto es una consecuencia de la prematura jugada de la dama. 7. 8. 9. 10.
P3D, ASCR, CXA+, C4T,
O-O AlR DXC P3D
11. P4AR, U. PXP, 13. AXC, 14. DST,
PJTR CDXP PXA CXA
(Véase diagrama siguiente)
15. DXP,
Para obtener e l control de l a casilla clave las blan cas tienen que abandonar la pieza. 15 . . . . ,
C4R
77
Teoría científica del Ajedrez
Diagrama núm. 30
Aunque impide 16. T3 A aparentemente, esta ju gada es factible porque abre una columna de ataque. 16. T3A,
CXT+
1
17. P XC,
1 8. R 1 T seguido de 1 8.
Ahora la amenaza es T I CR + .
17. . , . .
D4R
1
Unica defensa posible.
18. P4AR,
DXPC
1
19. TlAR,
Vuelve la amenaza 20. R I T, etc.
19
.
. , . .
A6T
1
Esto no impide la realización de la amenaza.
78
Richard Reti
DSD
lO. RlT!,
Claro que si 20 . 21. TlCR + ,
. . .
, A X T, se gana con 2 1 . CSAR .
DXT+
Parece que la j ugada 1 8. P4AR no ha im pedido que al fin el negro entregue la dama a cambio de la torre, pero el avance del PAR era imprescindible para la victoria como se verá en seguida. ll. RXD, 13. PSA, 24. C3A,
TDlR P4D ASC
25. CSC!, 26. P6A,
PXC Rinden
El mate de la dama . a poyada por el pe ón no tiene solución.
DEBILIDADES EN LA COLUMNA AR
Vamos a considerar la debilidad q ue se produce en el enroque a consecuencia del movimiento del PAR. Si este peón avanza un solo paso, la diagonal 2T-8C queda debilitada, pero si el adversario carece del alfil correspondiente a esta diagonal, las conse cuencias no son graves. El avance del PAR a la cua rta casilla es más peli groso porque abre a los alfiles enemigos dos diago nales : 2T-8C y 1 T-7C. Estas dos debilidades se acen túan más si pa ra defender el P4AR es n ecesario efec tuar el movimiento P3CR, como ocu rre con fre cuencia. Esto no quiere d eci r que el avance P4AR sea siem pre malo, sino q ue esta jugada, q ue sin temor y por falta de experiencia la hacen a menudo los aficiona dos, con objeto de dar juego a la TR, después de enrocado, resulta peligrosa. Por lo tanto. antes de efectuar este lance debe reflexionarse, si el adversa rio está en posesión de los dos alfiles, sobre la posi bilidad de que obtenga el dominio de las dos diago nales citadas.
80
Richard Reti
Diagrama núm. 3 1
Observemos esta pos1c1on y se verá en ella que todas las casillas del enroque en donde pudiera si tuarse el rey están dominadas por los alfiles enemi gos. En realidad, el rey se hallaría en una posición de mate. Por tanto, si la partida ha de continuarse será con la suposición de que existan piezas inter puestas en las diagonales que restrinjan la acción de los alfiles, y como es natural estas piezas no pueden tener libertad de movimiento, sino que estarían cla vadas y limitadas en su poder de acción. Por esta circunstancia, aunque parezca q ue el rey se halla bien protegido por las piezas interpuestas, en realidad es tas piezas son material muerto. Existe una notable diferencia en la defensa, entre su fuerza aparente y su poder real, y esta diferen cia entre apariencia y realidad ocasiona muchas veces desenlaces asombrosos.
81
Teoría científica del Ajedrez
Como y a hemos visto, si _las piezas interpuestas quedaran eliminadas el rey se hallaría en posición de mate. Es fácil comprender, por eso, que el ata cante en estas circunstancias no debe tener escrúpu los en sacrificar piezas mayores para valorizar la acción de sus alfiles. Tales posiciones han dado lugar a combinaciones espléndidas en la historia del ajedrez. La única de fensa eficaz está en manos de los propios alfiles, pero, aún así. pueden ser eliminados mediante sacrificios. En consecuencia, para que esta clase de ataques sean coronados por el éxito, es condición indispen sable que las columnas 1 TD-8TR y 2TD-8CR estén dom inadas constantemente por los alfiles, impidiendo que Jos alfiles enemigos puedan interponerse, o en este caso dispon er de recursos para eliminarlos me diante sacrificios.
Apertura Peón de Dama La Habana, 1 9 1 3 Blancas: Capablanca
l. P4D, l. P3R, 3. A3D,
P4D P3R P3AD
Negras: A mateur
4. C3AR, 5. CDlD, 6. P4A,
A3D P4AR D3A
La Defensa Stone-Wall tiene como base el domi nio de la casilla 4R a fin de p oder efectuar el avan ce P4R y así poner en juego el AD, cuyo desarrollo es el principal problema negro en los planteas de dama. Capablanca no impide este avance, sino que desarrolla su juego adecuadamente para que, tras el 6
82
Richard Reti
proyectado avance del PR negro, la posición resul tante le sea favorable. Como veremos luego, al hacer un estudio de las posiciones cerradas, el desarrollo efectuado por Capablanca es el típico en esta clase de posiciones en las que se prevé una próxima rup tura. En efecto, una vez que las negras jueguen P4R y el blanco cambie este peón, nos hallamos ante una posición-tipo de que acabamos de tratar, y en donde el enroque se encuentra debilitado por el avance del PAR . Capablanca pretende explotar esta debilidad de acuerdo con la norma que hemos establecido, ubi cando sus alfiles en las dos diagonales estratégica s. 7. PJCD, 8. AlC,
CJTR
o--o
ClD
9. DlA,
1 1
Diagrama núm. 32
10. P3TR!,
. . .
1
La jugada más fina de la pa rtida Simula el ata.
Teoría científica del Ajedrez
83
que 1 1 . P4CR, incitando al enemigo a que avance su PCR, para completar el esquema de debilidades ya mencionadas. 10. . . . ,
P3CR
1
11. o-o-o,
Hace creer al negro que ha llegado el momento de su liberación mediante el avance del PR . , Ahora se verá la habilidad de Capablanca para distribuir sus piezas y montar el ataque típico y ganador con tra las debilidades del enroque negro. 1
11 . . . . , 11. PXPR,
P4R 1
CXP
13. P XP, ...
PXP
Diagrama núm. 33
14. C4A!!,
..
.
1
Espléndido sacrificio, que no puede rehusarse, para posesionarse de las dos diagonales claves, en la for ma que anteriormente he tratado.
84
Richard Reti 14. ., PXC 15. A XPAD+, CRlA . .
1 1
16. TXA!, ...
Eliminación del primer obstáculo serio con tra el ataque. . , 17. CXC,
llt.
. .
DXT A3R
1 1
18. T1D, ...
DlR
Diagrama núm. 34
En esta posición, el alfil negro constituye el más fuerte baluarte defensivo del negro. Capablanca de cide la lucha, eliminando este último obstáculo me diante el sacrificio de su otra torre. 19. T7D!,
AXT
1
Si 1 9 . . , D I R, el blanco gana con 20. D3A. .
.
20. CXA,
TRIAD
1
...
85
Teoría científica del Ajedrez
Unica defensa contra las dos amenazas blancas : 2 1 . D3A, en caso de 20 . . . . , D X C, con efectos deci sivos. Y 2 1 . C6A + seguido de un jaque descubierto. 21. D3A,
TXA
22. PXT,
Rinden
Si 22 . . . . , C3D; 23 . D8T+ . R2A; 24. C5R + , R3D; 25. D X T. Y si 22. . . . , C I D; 23. D8T + , R2A; 24. D7C + , R3D; 25. C8A + , ganando en ambos casos.
Apertura Peón de Dama Buenos Aires, 1 924 Negras: Grau
Blancas: lila
La misma apertura, con colores cambiados e idén ticas características, se encuentra en esta partida. l. 2. 3. 4. S. 6.
,P4D, P3R, A3D, P4AR, P3A, CD2D,
C3AR P4D P3R P4AD C3A A2R
7. 8. 9. 10. 11.
D3A, C3T, o-o, C2A, P4CR,
P3TD P4CD AlC Dl•.::
Sin que las negras hayan efectuado el enroque corto esta jugada no es recomendable porque dan al enemigo la oportunidad de iniciar el ataque típico de este capítulo. 1 1. . . .,
P4TR
1
12. PSC,
CSCR!
Con el cambio de caballos no sólo se abre la co lumna TR, sino la proporción de abrir la diagonal estratégica para el ataque.
86
Richard Reti
13. CXC, 14. DXPC,
P XC P XP
1 1
15. PRXP, 16. RlT,
CXP C3A
Diagrama núm. 35
P3C CXC
17. C3A, 18. CSR,
te
1 1
19. P XC,
20. D4D,
TlTR
Pérdida d e tiempo, pero no hay defensa suficien contra el ataque negro. lO , ll. D4AR, ll. AlR, •
. . .
A4A D3A
o-e-o
1
1
23. A3A, 14. AlC,
TD1T T6T!
• • •
Com o oc u rrió en la a n t erior partida, se intenta eli lll i n a r el a l fi l defen sivo m ed ian t e sacrificio. También h u biera. ganado, de acuerdo con las características del ataq ue, 2-t , P5D! .
2 5 . T3A, 26. T2A,
. . .
PSD D3C
27. P4C, 28. P X A,
Tl-ST
87
Teoría cientí{íca del Ajedrez
Esto es forzado. ya que el blanco no puede mover su dama. 28 •
. . .,
29. T XT,
TXD DXP
JO. Rinden
Defensa Tarrasch Lodz, 1 908 Blancas: Rotlevi
Negras: Rubinstein
Esta partida por sus extraordinarias combinacio nes se ha hecho sumamente famosa. La posibilidad de idear estos sorprendentes sacrificios no está al alcance de los aficionados, por lo que se ha llegado a decir que esta partida no fue jugada, sino com puesta. Después de conocer la teoría que estoy �x poniendo podrá verse que, a pesar de todo, no es tan inverosímil como parece a primera vista conce bir esta clase de combinaciones, sino que, contraria mente, todo buen jugador podrá encontrar la base estratégica del plan de Rubinstein, aunque claro está que la forma de llevarlo a efecto fue realmente ma ravillosa por su precisión. l. 2. 3. 4.
P4D, C3AR, P4AD, C3AD,
P4D C3AR P3R P4A
5. P3R, 6. P3TD, 7. PXPA,
CJA PJm
Como se vio en el correspondiente capítulo, esta jugada es una pérdida de tiempo porque el negro recupera el peón desarrollando una pieza. No obs tante, es la idea que llevaba el blanco al jugar su sexto movimiento.
88
Richard Reti
7• . . . , 8. P4CD,
AXP A3D
1
1
9. A2C,
o-o
El negro no sigue la simetría con 9 . . , P X P, con lo que el blanco ent ra en dificultades. Caso de jugar el AR a 3D tras Ja réplica P X P se llegaría a la posi ción simétrica con un tiempo de ventaja para el ne gro, no porque A3D signifique una pérdida de tiem po, sino porque el blanco perdió este tiempo en su jugada séptima. Por consiguiente, lo mejor para el blanco sería reconocer este error y jugar su AR par a enrocar. . .
10. D2D,
Con la idea de presionar sobre el PD mediante la ubicación de la TD en 1 D y obligar al negro a que capture el PAD, con lo que se recuperaría el tiempo perdido y justificaría el plan realizado. 10. . . . ,
D2R
Rotlevi no calculó, sin duda, este sacrificio de peón. Ahora no sería bueno 1 1 . J' l D porque el ne gro dispone de la defensa 1 1 . , T 1 D. Y si 1 1 . P X P. P X P; 1 2. C X P, C X C; 1 3 . D X C seguiría 1 3 . . . . , A3R ; 1 4. D2D, TR 1 D; 1 5. D2A, TO l A con ataque i rresi stible. En definitiva, hay que desarrollar el AR, reconociendo su error. . . .
11. A3D,
T1D
Se gana ot ro tiempo porque el blanco debe retirar su dama. 12. D2R, 13. AXPA,
PXP P4CD
14. A3D, 1s. o-o,
AlC
89
Teoría científica del Ajedrez
Diagrama núm. 36
Como se ve, la posición es casi simétrica, con dos tiempos de ventaja para el negro : han realizado la jugada de desarrollo TR 1 D y además le corresponde jugar. 15. . . . ,
C4R
1
Rubinstein comienza su ataque basado en la ven taja de desarrollo. 16. cxc,
AXC
1
17. P4A,
Este avance y las siguientes jugadas de peones son malos, aunque se explican por un factor psicológico. El blanco no quedó satisfecho con los tiempos per didos en la apertura y trata de compensarlos con una demostración lateral de sus peones que, caso de dar buen resultado, justificaría que la TR está mejor en l AR que en I D.
90
Richard Reti
17• . . . , 18. P4R,
AlA TD1A
19. PSR,
De esta forma las dos diagonales peligrosas para el enroque blanco han quedado abiertas y los alfiles negros en disposición de emprender el conocido ata que. R ubinstein encuentra una forma brillantísima de llevar a término este plan. 19. ., lO. R1T, . .
A3C+ CSC!
l1. A4R,
Unica defensa contra las amenazas 22. C7A + y 22. D5.T. En cambio, no es bueno 22. D XC, T X A, amenazando 23 . . . . , T X C y -23 . . . . , TID. l1
•
. . .,
D51'
Obl iga al blanco a debilitar más su enroque con el avance del PCR. En caso de 22. P3T sigue 22. . . . , TXC; 23 . A X T, A X A; 24. D X C (24. D X A, D6C; 25. P X C, D5T + + ), D X D; 25. P X D, T6D y ganan por la doble amenaza 26 . . . . , T X A y 26 . . . . , T6T mate. ll. P3C,
Hemos llegado a la posición típica tratada en la a este capitulo, en donde se de da que el rey se halla en situación de mate si no existieran piezas clavadas en las diagonales domina das. Ahora el atacante no debe vacilar en sacrificar piezas con el objeto de eliminar obstáculos, de los c uales los más importantes son los alfiles enemigos inl roducción t eó rica
91
Teoría científica del Ajedrez
(en este caso el de 4R), como se expresó en nuestra regla general. Diagrama núm. 37
22 . . . . ,
TXC!!
Si 23 . A X T sigue 23 . D X PT rnatc. 23 •
...,
23. P XD, . . .
, A X A + ; 24. D X A.
T7D! !
C o n la doble amenaza 24. AXA+ . 24 . D X T' 2 s . n2c,
AXA+ T6T! !
26.
.
. . , T X D y 24 .
lt inden
.
.
.
,
92
Richard Reti Diagrama núm. 38
Las blancas no pueden evitar ya el mate. Todo cuanto se ha dicho está encaminado a mos trar que es posible establecer una teoría de los ata ques contra el rey, teniendo en cuenta las diferentes debilidades que presenta cada posición, para clasifi carlas, con la sola excepción de la debilidad caracte rística de la falta del PTR. No he pretendido reseñar la teoría completa porque todos estos ataques son demasiado conocidos por los aficionados y ellos mis mos pueden completarla, ya que la tarea es fácil teniendo la idea esencial. No me he ocupado del caso en donde se han avan zado los peones · de T y A, dejando débil la casilla 3C, en donde el enemigo puede ubicar una pieza. Además de los ataques por las columnas, existen también, aunque más raros, los ataques por las filas, siendo necesario para ello irrumpir en la séptima o en la octava horizontal.
Teoría científica del Ajedrez
93
Uno de los ataques más frecuentes tiene lugar cuan do las piezas mayores han ent rado en la octava fila para ataca r al rey, que por lo general se halla en 2TR . Sólo para esta ci rcunstancia voy a dar antes de finalizar una regla q ue, aunque fácilmente compren s i ble, es de un gran valor práctico. Sabemos ya que es m ejor situar la dama detrás de la torre para dominar la casilla de escape 2AR . Vea mos la analogía en la siguiente posición : Diagrama núm. 39
�- • �kJ • • • • • •• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Tenemos la dama en la posición correcta, detrás de la torre, y por consiguiente hay que in tentar el control de la casilla de escape (ahora 3CR) con l . D8R, amenazando el mate con la torre en 8T. Si, por el cont rario, la dama estuviese delante de la torre, después de l . D8T + , R3C la dama queda fuera de juego y sólo se dispone de la torre para pro seguir el ataque.
94
Richard Reti
He aquí un ejemplo : Diagrama núm. 40
En la partida Dr. Tartakower-Reti del Torneo de Viena, 1 9 1 4, se llegó a esta posi c ión en don de las negras tienen una pieza más a cambio de un peón pasado en sexta que es muy fuerte. La situación es difícil y las negras, a quienes c o r res ponden jugar, solamente pueden ganar mediante un ataq ue . l. . . . ,
T4D!
1
2. P7 A,
A nada conduce una man iobra de tipo defensivo. 2. . . ., 3. P8A=D,
TXT T8D
1
4. 1>3AR, ...
Si l a dama va a c ualq u ier otro J ugar el negro gana mediante 4 . . . . , D8T + seguido de 5 . . . . , C4T+ . variante q ue impide la jugada del texto.
Teoría científica del Ajedrez
4. . . . ,
D8T+
1
95 5.
R3C,
D8R+
No es posi bl e 5 . . . . , C4T + a causa de 6. D X C + . R.X D ; 7. D8R m ate. Po r tanto, para ganar hay q u e realizar una maniobra pa ra poner la dama de t rás de la torre.
6. RlT,
Claro que si (), D2A se fuerza D4R + . 6. . . . ,
D4R +
1
e l m a te con 6 .
7. DJC,
...,
D8T!
Diagrama núm. 4 1
Con 7 . . . . , T8T+ e l negro ganaría una d e las da mas enemigas, pero la jugada del texto es mucho más fuerte porque no puede evitarse el mate.
96
Richard Retz
Si en la jugada séptima en vez de 7. D3C se juega 7. P3C el negro gana mediante 7 . . . . , A4D ! ; 8. D.X T, D7C + , etc. 8. D6D,
La máxima resistencia se obtiene con el siguiente plan : 8. D3R, TST + ; 9. R3C, C4T + ; 10. R4C, DBD + ; 1 1 . D3A, C3A + ; 1 2. R3C, DSR + ; etc. 8• . . . , 9. RJC,
T8T+ D6A +
10. Rinden
CADENA DE PEONES
Se denomina cadena de peones al conjunto de peones avanzados cuyo objeto es restar terreno al adversario y someterlo a una posición restringida. Sin embargo, no nos proponemos estudiar la posi ción restringida en general, sino solamen te aquel caso en donde b posición restringida no está definitiva mente apuntalada y existe la posibilidad de romper la cadena de peones opresora. Con e] fin de expresarnos con una mayor soltura, en todo caso las blancas serán las que formen la cadena de peones, correspondiendo a las negras de fenderse con tra dicha cadena. Una cadena de peones es un arma de doble filo. Si se consigue su consolidación entonces se tiene la ventaja apreciable de disponer de más espacio vital, de más campo de acción. Pero si e] negro logra rom perla y liberarse de su presión abrumadora, entonces aparecen debilidades fatales en la posición blanca como consecuencia de los peones avanzados. y en la mayoría de los casos las consecuencias son irrepara bles. De aq uí se deduce la siguiente regla : Las negras deben tratar de romper la cadena de peones enemiga ; pero sólo es recomendable esta rup tura cuando se puedan destruir Jos principales esla7
98
Richard Reti
bones, es decir, eliminar aquellos peones blancos que en realidad ejercen presión sobre la poSición negra. En cambio, si las negras sólo consiguen abrir una línea sin destruir totalmente la cadena, sucederá que la opresión persiste y la línea abierta, más tarde o más temprano, favorecerá el juego blanco, porque teniendo mayor libertad de acción podrán tomar po sesión de ella rápidamente. En general las negras pueden romper ventajosa mente una cadena de peones cuando ésta haya sido formada prematuramente, ya que el avance de los peones supone pérdidas de tiempo de desarrollo en el banqo blanco, teniendo entonces las negras un jue go más y mejor desarrollado. En esta idea se basan los planteos modernos con las negras, que permiten y aun provocan la forma ción prematura de cadenas de peones, para después atacarlas con éxito. Como ejemplo vamos a analizar la defensa .introducida por Alekhine en la moderna práctica m agistral. l. P4R, 2. PSR,
C3AR C4D
3. P4AD, 4. P4D,
C3C
Se ha establecido ya una cadena de peones que aprieta el juego negro, pero las negras pueden inten tar su vulneración. 4. . . . ,
PJD
5. P4AR,
Para sostener la formación de la cadena de peones. 5. . . . ,
PXP
6. PAXP,
CJ.AD
99
Teoría científica del Ajedrez
De spués de esto las blancas deben optar por po nerse a la defensiva. Lo natural sería 7. C3AR, pero ante la réplica 7 . . . . , ASCR , que mantiene la energía en el ataq ue, el blanco se ve en la necesidad de hacer una jugada menos n atu ra l .
7. A3R,
A4A
8. eJAD,
Tampoco ahora es oportuno 8. C3AR. Se ve cla ramente la falta que están haciendo los peones avan za os pa ra defender los puntos débiles.
�
8. . . . ,
PJR
Con el objeto de fijar el PO bl a nco y a v a n za r al ser a ta cad o , consecuente de romper la cadena de peones.
da
que no pue con el pla n
9. AlR, La d i f i c ult a d en q u e se h a llan las blancas pa ra desarro11ar su C'R es prueba suficiente d e que la fo r mación de la c a d en a de peones fue prem at u ra . Con t ra 9. C3 AR , a pesar de la pérdida de tiempo, la contesta ción hubiera sido 9. . . . , ASCR ; 1 0. A2R, A X C y las blancas para no perder el PAD deben segu i r 1 1 . P X A , DST + ; 1 2. A2A, DSA, con posi ción s u pe r i o r de las negras. En tod a s estas variantes r e s u lta ev idente la debi l idad de los peon e s blancos. 9.
. . .,
ese
1 0.
TIA,
P4AD
Con Jo c ua l la cad e n a de peon e s q ued a rota. De solamente eslabones aislados permanecen, que constituyen una dehilidad permanente para el juego
el la
blanco.
100
Richard Reti
Existen otras formas de aprovechar el avance pre maturo de los peones para la formación de la ca dena, pero se comprende que la estrategia de las negras debe tender siempre a la ruptura de dicha cadena a base de jugadas de iniciativa. Pero no a base de jugadas de desarrollo, porque quedarían oprimidas, ya que el blanco tendría tiempo necesario para solidificar el sostenimiento de su cadena de peones . Veremos algunas partidas cuyo tema es p recis a mente la cadena de peones y las tentativas, .felices o desafortunadas, de romperla. Para mayor claridad se han escogido partidas en donde se producen una misma forma de cadenas, caracterizadas por recono c�r como vértices los peones 4R y 4CR, lo que im pide que puedan romperse por medio del avance P4AR, no teniendo, por tanto, chances de contra juego y manteniendo el juego negro expuesto al ata que, que puede prepararse con toda tranquilidad por el mayor campo de acción disponible para los efec t ivos atacantes. En una partida Capablanca-Marshall se llegó a la posición siguiente : (Véase diagrama li&ulente)
l.
P4CR,
Se establece la mencionada cadena de peones y el negro, que ha cometido algunas faltas en la apertura, no podrá romperla, quedando en desventaja. l. . . .,
A3C
2. CSA,
Esta es la posición natural pa ra un ca ballo cuan do existe semejante cadena de peones. En caso de
Teoría científica del Ajedrez
101
Diagrama núm. 4 2
captura, se abriría peligrosamente contra e l enroque negro la columna CR. 2•
. . .,
P4TR
Esta y las siguientes jugadas constituyen la mala tentativa de romper la cadena de peones. El negro no se libera de los vértices molestos de la cadena (4R y 4CR) y abre además en su perjuicio la co lumna TR, beneficiándose la acción ofensiva del ene migo. 3. P3TR, 4. PXP,
PXP A4C
5. CXA, 6. R2C,
cxc
Para ocupar la columna TR, de acuerdo con el principio que hemos establecido. 6•
. . .,
P4D
102
Richard Reti
Una buena jugada ; las negras debieron preparar mejor este avance en lugar de 2 . . . , P4TR. .
7. DlR,
TlR
1
8. TlT,
Ahora se ve claramente la ventaja de la posición blanca, y el ataque sobre la columna TR, abierta erróneamente por el enemigo. Este ejemplo ilustra el principio que hemos establecido y que repetimos : No debe intentarse vulnerar una cadena de peones cuando no existe la posibilidad de destruir l os esla bones principales, es decir, eliminar aquellos peones blancos que en realidad ejercen la presión esencial sobre el juego negro. (En este caso concreto, los peones 4R y 4CR.) Veamos un nuevo ejemplo, con una forma hábil de romper la cadena de peones. Diagrama núm. 4 3
Teoría científica del Ajedrez
A esta posición Reti, y, lo mismo negras permitieron peones con objeto per ventajosamente blanco.
103
se llegó en la partida Grunfeld que en la Defensa Alekhine, las la formación de una cadena de de mejorar su desarrollo y rom en el momento oportuno el juego
Parece que lás negras se hallan oprimidas por la estranguladora cadena de peones blanca, y además el A2TR se halla fuera de juego; pero cuando el negro pueda avanzar su PAR, la posición quedará completamente liberada y el blanco, en cambio, pre sentará algunas debilidades. Por tanto, el blanco debe tratar de impedir que el enemigo realice su jugada liberadora P4AR. l. ClA,
Con objeto de situarse después en 5AR. Abre la columna AD, que ahora no será una des ventaja, porque, como se verá, el negro puede des truir los puntos esenciales de la cadena. l. PAXP,
C4A
Las blancas no pueden responder 3. C3R porque perderían el PR. 3. P4CR,
La lucha entablada, de un lado para romper la cadena de peones y de otro para sostenerla, sólo depende de un tiempo, ya q ue si el blanco pudiera jugar ahora 3. C3C podrían situarlo en 5A e impedir definitivamente la tentativa negra. De aquí se de duce que el negro no puede preparar su ataque, sino realizarlo con la máxima prontitud.
1 04
Richard Reti
3
•
. . .
,
P4CD
La captura de este peón, con el C o con la D. se ría a cambio de uno de los peones fi.mdamentales de la cadena, con ventaja para el negro. La amenaza consiste en 4. . . . , P5C, ganando el PR. 4. C3C,
Sigue su plan y defiende simultáneamente el peón atacado. PSC
4. . . . ,
S. ClD,
C XPD
Rompen el juego en el momento preciso, mediante una combinación. Caso de retrasar la ruptura un tiempo más, las blancas con 6. C5A cerrarían defi nitivamente la posición. 6. PXC, 7. RlD,
C6D + CSA
8. D3A, 9. RlR,
D7A + C6D
Rec upera la pieza, q uedando con ventaja material.
Partida ilustrativa
Giuoco Piano Blancas: Salwe
Negras: R ubinstein
Hemos escogido la presente partida para ilustrar este delicado punto de la estrategia porque Rubinstein fue un gran maestro para encontrar procedimientos largos y profundos contra la cadena de peones.
105
Teoría científica del Ajedrez
l. l. 3. 4. S.
P4R, C3AR, A4A, C3A, P3D, 6. A3R,
El blanco establecer la 11 . . . . ,
P4R C3AD A4A C3A P3D A3C
7. o-o, 8. CSD, 9. AXC, 10. P3TR, 11. P4CR,
ASC
cxc
0--0 A4TR
cree llegado el momento oportuno para cadena de peones. A3C
11. RlC,
RlT
1
Preparación de la ruptura sin que el enemigo se aperciba. 13. DlR,
DlR
r
on objeto de facilitar al caballo la maniobra que . sigue. 14. P4TD,
Falso concepto de la posición. La idea es, mediante el avance del PTD, forzar el cambio de alfiles para abrir la columna AR. El blanco cree que con la aper tura de esta columna, dominando una vez más la casilla SAR , la posición mejora, y sin embargo es un error, pues más tarde se comprobará lo necesario del PAR para defender en 3AR los vértices 4R y 4CR de la cadena. 14•
. . .,
ClD
Maniobra profunda cuya idea es llevar el caballo a 4AD para atacar el PR blanco con el avance del PD. De esta forma las blanc.as se verán obligadas a cambiar s;_, PR por el PD, perdiendo uno de sus
106
Richard Reti
vértices, y más tarde con el avance P4AR quedará destruida la posición blanca. 15. 16. 17. 18. 19.
PST, P X A, AJC, PJA, AlA,
AXA PJAD CJR C4A P4D
20.
PXP, 21. ClT, 22. P4D, 23. AJC, 24. DlD,
PXP PSR C6D TD1D P4AR
Diagrama núm. 44
Las blancas presentan ahora muchas debilidades. Es una de la s posiciones típicas que resultan cuando se consigue romper con éxito la cadena de peones q uc concedía a su bando un g ran dominio de espacio vital. 25. P4A, 26. P X PD , 27. RlT, 28. A4A,
PSA P6A + DST DXPT
29. AXC, 30. T2A, 31. TlAD,
PXA ASR
107
Teoría · científica del Ajedrez
Las p os i b i li d ades de contrachances en el fJanco de d ama son anuladas por un a combinación de las ne gras que fuerza la partida. 31 . . . . ,
T3A
La amenaza es 32. . . . , T3T seguido de 33. . . . , D X C + y 34. P7A + + .
32. D4C,
Se opone 33. D7R.
a
32. . . . ,
la citada amenaza, pues si 32 . P7D
...
, T3T;
33. TlD,
Si 33. D X P, T3T; 34. R l C (para evitar el sacri ficio 34 . . . . , D X C + ). D6C + ; 35. R l A, T X C; 36. T X T, A6D + ; 37. D X A, D X T, etc. 33. . . . ,
D6C
34. D7R,
Si 34. D X P (o TD X P), T3T seguido de 35. TXC+ .
34. . . . , 35. TR XP,
TlAD DSR +
36. TXD, 37. DXA,
P7A +
las blan ca s tienen dama v ca de ventaja ; pero con la j ugada que sigÍ.te el nc�ro ga n a la pa r t i d a . En este momento
ba l l o
37. . . . ,
P X T =D +
38. Rinden
En la pa r t i d a Ta rrasch-R ubinstei n d el Torneo de Ostra u, 1 923 , se llegó a l a po s i ci ón que sigue :
Richard Reti
10& Diagrama núm. 45
1. P3TR,
. . .
1
Esta apertura ha seguido las mismas jugadas que otras muchas partidas y en este momento se decía que el negro debe continuar l. . , A X C porque en caso de l . , A4T las blancas con 2. P4CR esta blecerían la cadena de peones, que parecía muy fuer te. Rubinstein demuestra que esto no es cierto, reti rando su alfil en lugar de capturar el caballo. . .
. . .
l. . . ., 2. P4CR,
A4TR A3C
1
3. PSD, ...
Con e l objeto d e evitar una maniobra similar a la vista en la partida Salwe-Rubinstein, sin embargo, el negro rompe la cadena por un procedimiento pa recido, aunque un poco más largo. 3. . . . ,
P3AD
1
109
Teoría científica del Ajedrez
Obsérvese que aquí también todo depende de un tiempo, pues si las blancas pudiesen jugar ahora 4. P4AD las negras no podrían ya liberar su posición. 4. A4AD,
TlAD
Obliga al cam bio de peones, facilitando con ello la posibilidad del avance del PD negro. S. P XP,
PXP
6 . AJD,
CJR
La misma maniobra del caballo que en la partida anterior. 7. AJ AD,
En la creencia que �dejando este alfil se evita el avance del PO negro. 7•
. . .,
C4A
8. C2D,
No hay otra defensa ctel PR . 8.
. . .
,
P4TR
Una jugada muy profunda que pa rece estar en contra de los principios establecidos, ya que trata de rom per la cadena en el punto de menor importan cia, y además abre una columna que, según dijimos, será favorable al blanco. No obstante la idea de esta jugada no es abrir la columna TR , sino que forma parte de un amplio plan para romper los vértices principales de la cadena. Se trata de situar el caba Jlo de 3A en 4C, vía 2T, sin que el blanco pueda desalojarlo con P4TR. El caballo desde 4C ataca el PR blanco, controla 6AR desde donde hay que defender el PR, y desalquila la casilla 3AR para la
l lO
Richard Reti
dama. preparando el avance P4AR punto culminan te del plan. CJR
9. AJT,
10. C4AD,
P4AD
Forzando el avance de este peón las blancas no han i m pedido el objetivo negro de romper la cade na con P4D. aunque dificultan el Plan. 11. AtAD,
Para impedir que el caballo negro entre en 4AR. 11
•
U.
, P XP, . . .
.
P XP C2TR
13. R2C, 14. PJA,
C2T-4C TD1D
Por fin el avance P4 D ha q uedadó en capilla. Sólo puede impedirse con 1 5. C3R ced iendo al enemigo la entrada en 5AR. 15. C2C,
Con todas sus consecuencias era mejor 1 5. C3R. El blanco creyó que con la jugada del texto se im pedía 15 . , P4D, pues en tal caso ganaría un peón. De esta forma se dispone del tiempo necesario para el avance P4AD impidiendo definitivamente la libe ración del negro. Pero esta idea es falsa, como se verá. .
. .
15• . . . , 16. PXP, Con
P4D TXP
17. P4AD,
este lance las blancas creyeron ga nar el PR.
17. . . . ,
TSD
Teoría científica del Ajedrez
111
Ahora se comprueba el error. Si
18. TXP. D3AR:
19. TIR. C5A+; 20. AXC. TXA atacando el C y a 1 PAR con posición ganadora.
18. A3R,
T3D
19. D2R,
PSR
Es notable la forma en que Rubinstein destruye la posición blanca con las mismas jugadas que en la partida anterior. 20. PXP, •11. D3A, 22. D3C,
CXP CSR--4C D2C+
23. R1A, 24. C4T, 25. PXA,
TJC AXA+ P4A!
El plan llega a su fin con éxito. 26. AXC, 27. R1C, 28. CXT,
PXP+ CXA C6A+
19. R2A, 30. Rinden
CXT+
EL GAMBITO DE DAMA
.En un princ1p10 sólo se llamaba así a la apertura que comenzaba con l. P4D, P4D; 2. P4AD. En los textos más antiguos, al planteo que. se inicia J. P4D, P4D; 2. C3AR, C3AR; 3. P4A se le denomina aper tura del peón de dama, y sin embargo es un Gambito de dama, por transposición de jugadas. En los últi mos años se ha acostumbrado a designar como Gam bito de dama a la apertura de PD en donde se rea liza el avance P4AD, ya sea en segunda o en ter cera jugada. Por esta razón, siguiendo la terminolo gía usual, optamos por el título Gambito de dama, para los plantt?os que se tratan en este capítulo. El Gambito de rey, como se sabe, tiende a de jar una posición latente en el centro, pero con algunas debilidades vulnerables, cosa que no ocurre en el Gambito de dama, cuya finalidad estratégica es pa recida, por cuanto el PD se halla convenientemente protegido. A esta circunstancia se debe el extraordi nario favor que goza en la actualidad entre los maestros. Vea m os l.
P4D,
su
dcsa rrollo :
P4D
2. P4AD,
Harto conocido es que las negras, caso de optar
Richard Reti
114
por 2 . , PXP, no pueden defender el peón del gambito, por lo que en realidad no sería más que un cambio que resulta perjudicial, ya que represen ta una pérdida de tiempo, puesto que el blanco, al recuperar el peón eventualmente con AXP, ponen económicamente en juego al alfil. . . .
Ahora bien, en la presente posición las blancas amenazan adquirir una superioridad central median te 3. PXP, DXP; 4. C3AD. En consecuencia, las negras están obHgadas a defender su PD, bien con 2 . , P3R, encerrando al AD, bien con 2. , P3AD que no es jugada de desarrollo y además priva al CD de su casilla natural 3AD. .
.
.
. . .
Aquí se ve la analogía que existe entre las aper turas del PR y las del PD. En las primeras, tras 1. P4R, P4R, el peón fijado en 4R de las negras es el punto de ataque para el blanco (Ruy López). Y en las que ahora nos ocupa después de 1. P4D, P4D, el PD negro brinda un objetivo favorable para el ataque. Consideremos primero la defensa con el PR.
2. .. .,
P3R
Ya se ha construido la posición latente en el cen tro favorable a las blancas, toda vez que el bando contrario no puede alterarle sin caer en desventaja. En caso de un eventual . , P XP, las blancas obtie nen la consabida ventaja que proporciona la cons telación de peones que yo llamo «Base Tarrasch», que es, en las aperturas de PD, un peón blanco en 4D contra pn n egro en 3R, y en las aperturas de PR, un peón blanco en 4R contra uno negro en 3D; estas posiciones, aun con nombres diferentes, res ponden a idénticas corrientes estratégicas. . .
Teoría científica del Ajedrez
115
Las negras, por tanto, deben hacer alguna ju gada de desarrollo que más tarde les permita efec tuar la jugada liberadora P4AD o P4R. Si el negro. antes de cambiar los peones centra les, efectúa el contraataque P4AD, las blancas, res pondiendo PXPD, pueden siempre aislar el PO ne gro. De aquí que en este estado latente el negro debe procurar un a aclaración en el centro por parte de las blancas amenazando la captura PDXPA en las, condiciones óptimas para forzar que el blanco efectúe antes la captura PAXPD o el avance P5AD. Pero las jugadas preparatorias para forzar al ban do blanco a una decisión central son suficientes para que, una vez eliminada :a tensión en el centro, las blancas obtengan un a pequeña ventaja posicional al definir la situación indecisa que ofrecen Jos peones. No quiero omitir un a pequeña regla para el ata cante en el gambito de dama. que. ·aunque tal vez parezca
superflua, su observación y correcta apli
cación considero más valiosa que el estudio de las variantes
completas
Es la siguiente: error
estratégico,
del
«Handbuch»,
de
Bilguer.
Si el n egro no comete un grave no
existe
razón
para
conseguir
gran superioridad. Por tanto, no debe tratarse de conseguir una gran ventaja, sino contentarse con una pequeña ventaja que se presenta jugando co rrectamente al gambito de dama con blancas. Si se desprecia esta pequeña superioridad y se trata de violentar el juego, el blanco se hallará, cuando me nos se lo espere, en franca inferioridad si el negro juega hábilmente. Volviendo a la partida, el blanco debe continuar en forma consecuente, aumentando la presión iniciada sobre el PO negro.
Richard Reti
11 6
3. C3AD, 4. A5C,
C3AR A2R
5. P3R,
La defensa del PAD se hace ya necesaria.
5. . .. ,
o-o
Antes de llevar a la práctica el plan negro, que, como dijimos, es forzar una definición central, es conveniente solidificar la defensa de la posición, siendo indistinto alterar las jugadas s.a y 6.6
6. C3AR, Esta jugada y la siguiente persiguen una presión sobre las casillas 5R y 5AD para entorpecer las ju gadas negras liberadoras P4AD o P4R.
6. .. . ,
CD2D
El control sobre ambas casillas vitales.
7. TIA, También se juega 7. D2A. Peor es 7. A3D a cau sa de 7 . . . . , PXP: 8. AXPA, P4AD, realizando la jugada liberadora.
7. ... ,
P3A
Hay que hacer jugadas de preparac10n, aun debi litándose, pam forzar al blanco a una decisión cen tral.
8. D2A,
P3TD
Jugada preparatoria con pérdida de tiempo. La idea es, caso de 9. A3D, seguir con 9 . . . . , PXP;
Teuría
czenlí{ica del Ajedrez
117
10. AXPA, P4CD, seguida de 11. , A2C, dando al alfil encerrado una magnífica diagonal. En este nomento las blancas pueden obtener una pequeña ventaja, gracias a los tiempos perdidos con la pre· paración negra. . . .
9.
PXP,
Es evidente que el desarrollo blanco es mejor. Además, el flanco de dama negra está debilitado. 'Con excepción de la primera, hemos realizado todas las jugadas negras que en nuestro concepto corresponden a la posición, es decir, en primer lu gar la defensa precisa del centro y después la ten tativa de forzar una aclaración central mediante la amenaza de liberación. En lugar de esto, las negras pueden perseguir otros objetivos, peto creo que cualquier forma de jugar cuyo objetivo no sea in fluir en el centro resulta errónea en esta apertura.
La Defensa A tkins
Este planteo, en nuestra opinión, es falso. Veamos: l. P4D, 2. P4AD, 3. C3AD,
P3R P4D C3AR
4. ASC, 5. PJR,
A2R C5R
Las negras no intentan realizar la jugada libera dora . .. , P4AD o . .. , P4R, sino que tratan de con seguir una libertad aparente por medio del cambio de piezas. El error esencial de esta jugada estriba en que voluntariamente se abandona la lucha en rededor de
118
Richard Reti
4D (objetivo del ataque blanco), por los que las blancas consiguen superioridad central. 6. AXA, 7. PXP,
DXA cxc
8. PXC, DJC,
PXP
9.
Y después de P4AD el blanco obtiene una clara ventaja en el territorio central .
La Defensa Cambridge�Springs
Pillsbury empleó este procedimiento, que ha sido ensayado muchas veces por el negro en los últimos años, consistente en aprovechar la ausencia del AD blanco para atacar el flanco de dama. l. P4D, l. P4AD, 3. C3AD,
P4D PJR CJAR
4. ASC, 5. PJR, 6. CJA,
CDlD PJA D4T
Jugada de combinación. Además de la acc10n so bre el CD. la dama puede influir sobre el AD, Sin embargo parece que las combinaciones no son com pletas y que las blancas con la jugada más usual 7. C2D ob tienen ventaja posicional como consecuen cia del intento negro de trasladar la lucha del cen tro al flanco de dama. .
Pero ias blancas no tienen necesidad de entrar en el juego de combinación. ya que en este terreno pueden originarse fácilmente sorpresas, y en varias ucasim�es se han encontrado recursos para las ne gras en variant�s de este planteo consideradas favo rar' �s al blanco con anterioridad, y aunque estos ·'Js no sean infalibles resulta difícil refutarlos rf' s; 0 la marcha. ·
119
Teoría científica del Ajedrez
Lo más prudente para el blanco es, pues, de acuerdo con nuestro principio, asegurar una peque ña ventaja mediante 7. PXP,
Si el negro toma este peón con el caballo impo sibilita la amenaza CSR, y si captura con peón, obstaculiza la acción de la dama contra el alfil. En ambos casos el ataque negro contra el CD es fácil de parar, por lo que 6. , D4T resulta solamente una pérdida de tiempo favorable al blanco. . . .
U na Variante de Capa blanca Solamente una vez ha sido jugada la variante que sigue: t. P4D, l. P4AD, 3. CJAD,
P4D P3R C3AR
4. ASC, 5. P3R,
CDlD ASC
Capablanca planteó una vez, pero sólo una vez, esta variante, cuya idea consiste en continuar el ataque contra el flanco de dama con· 6. . . , P4AD. Como la jugada del texto no contribuye al objetivo central de la lucha, las blancas obtienen pronto una pequeña pero clara ventaja posicional, evitando complicaciones ofuscantes con .
6. PXP,
PXP
7.
C3AR,
Si las negras insisten en su avance P4AD, sola mente lograrán aislar su PD. Y si renuncian a di cha continuación agresiva, entonces el alfil de 5CD
120
Richard Rett
está mal ubicado y tendrá que perder un tiempo en retirarse.
La Defensa Eslava Consideramos ahora la segunda defensa básica contra el gambito de dama, o sea 2. . .., P3AD. Sus dos únicos objetivos son: desarrollar el AD antes de jugar P3R, o preparar la captura del PAD para defenderlo eventualmente con P4CD. Examinaremos solamente estas dos intenciones.
I l. P4D, 2. P4AD,
P4D P3AD
3. C3AD,
C3AR
Completamente erróneo sería 3 , A4A a causa de 4. PXP, PXP; 5. D3C ganando un peón. .
4. C3AR,
A4A
. . .
S. PXP,
Y ahora si 5 . , CXP se cede el centro al blan co, y si 5. .., PXP; 6. D3C con desagradable pre· sión. . . .
.
Il Hace algunos años se ha puesto en boga, siguien do el ejemplo del Dr. Alekhine, la aceptación del gambito para defenderlo con P4CD. Especialmente
121
Teoría científica del Ajedrez
el doctor Lasker se ha mostrado partidario de este sistema, que �ede ofrecer serias dificultades al blanco si no juega con exactitud. l. P4D, 2. P4AD, 3. C3AD,
P4D P3AD C3AR
4. C3AR, S. P3R, 6. P4TD,
PXP P4CD PSC
La jugada de Alekhine. Continuar la defensa del PAD es un error que no interesa demostrar aquí, porque puede verse en cualquier tratado de aper turas.
7. ClT, La precaria situación de este caballo es la verda dera idea de la variante. Cierto que el esquema de peones negros en el flanco de dama es malo, pero, en cambio, las blancas tendrán dificultades para des embrollar su juego. En caso de 7. CICD para po ner en juego el caballo, vía 2D, entonces se defien . , A3T; 8. CDde el peón con juego ventajoso, 7 . 20, D4D; 9. D2A, P6C; 10. D3A, CSR, etc. Para recuperar el peón las blancas pueden jugar 8. CR2D, pero entonces la jugada 7. CICD no tiene objetivo y el negro logrará una buena partida, como ocurrió en el encuentro Grunfeld- Tarrasch, del torneo de Marisch-Ostrau. . .
7
•
. . .
,
P3R
8. AXP,
CD2D
Según la experiencia, parece que en esta posición dificultad blanca para organizar la mala ubica ción de sus piezas compensa el pobre esqueleto de los peones negros en el flanco de dama.
Ll
Podría entonces decirse que esta defensa es sa tisfactoria para el negro, pero existe un punto vul-
122
Richard Reti
nerable en la postcton de las negras, que es la ca silla 5AD. Varias veces se ha dicho y demostrado la ventaja de explotar estos puntos débiles median te la colocación de un caballo, por lo que en vez de 8. AXP, el primer jugador puede obtener ven taja en mi opinión, jugando 8. C5R. ,
III A pesar de la variante anterior, las blancas pue den obtener una pequeña pero segura ventaja, de acuerdo con nuestro principio del capítulo anterior. Los riesgos que el blanco corre en este planteo na cen del afán de entrar en el juego de combinación sin necesidad, en busca de una rápida definición. Más seguro y sencillo es cambiar los peones en eJ momento preciso en que las negras amenacen algo serio. Por ejemplo: 1. P4D,
P4D P3AD C3A
l. P4AD,
3. C3AD,
4. PXP!, C3AR,
5.
PXP C3AD
Se ha llegado a una posición simétrica. Podría creer que la ventaja de salida no fuera mayor que en. la variante del cambio de la defensa francesa. Lo mismo en dicha var ia nt e que aquí, solamente hay una columna abierta y nin gu no de los conten dientes puede abrir el juego con P4R sin caer en desventaja. No obstante, existe una gran diferencia si se c o mpara con la mencionada variante de la de fensa f ran cesa ya que después de 1. P4R, P3 R ; 2. P4D, P4D; 3. PXP, PXP, los dos alfiles de am bos bandos están libres. En cambio, en la posición del texto cada jugador tiene la desagradable posi,
123
Teoría científica del Ajedrez
bilidad de em.:errarse el AD si se ve forzado a rea lizar la jugada P3R antes de ponerlo en juego. Por eso aquí la posición es más compleja y el tiempo de salida tendrá gran importancia. Por esta razón la variante simplificadora del texto ha sido favorita de Marshall y de Capablanca en sus úlíimos tiempos. 6. A4A,
Si las negras q msteran seguir la simetría con la réplica 6. , A4A, las blancas se valdrían de la ventaja de salida mediante 7. D3C. Por eso deberán seguir con . . .
6. ... ,
P3R
Después de lo cual, al quedar encerrado el AD negro, las blancas consiguen una pequeüa pero evi dente ventaja.
Los Gambitos -de Rey y Dama Es interesante comparar el gambito. de rey con el gambito de dama con el fin de establecer la rela ción estratégica que pueda existir entre ambos y determinar, siquiera sea brevemente. la eficacia cie ambas líneas de juego.
La idea del gambito de dama es i dé nt ica a la del gambito de rey; en los dos se persigue la misma intención, aunque en el primero las jugadas se rea lizan en circunstancias más favorables. Hay dos métodos el gambito de rey:
defensivos
principales contra
Richard Reti
124
El primero consiste en aceptar el peón y luego realizar la jugada liberadora, que es el mismo que hemos tratado con referencia al gambito de dama. El segundo tiene lugar cuando se juega 2. , P4D, conocido con el nombre de contragambito Falkbeer. Esta variante conduce a un juego abierto comple tamente, en el cual la ventaja de salida tiene poca importancia, ya que el blanco ha jugado P4R, que no es de desarrollo. y además debilita la posición del rey, cosa que no ocurre con este método en el gambito de dama, en donde la posición del rey blanco no se ha debilitado. . . .
El Contragambito Albin A menudo se ha ensayado esta variante, análoga en su idea estratégica al contragambito Falkbeer. l. P4D, 2. P4AD,
P4D P4R
3. PXPR,
PSD
Esta variante es mucha más débil que el contra gambito Falkbeer, principalmente porque el PD pre sionante no ejerce su acción sobre el flanco de rey. sino sobre el de dama, y las blancas, en consecuen cia, no tienen obstáculos ni para desarrollar su ala de rey ni para enrocarse, como sucede en el Falk beer.
4. C3AR,
C3AD
5. CD2D,
El blanco podría enrocarse sin dificultad median te 5. P3CR y 6. A 2C. Si el negro quiere obtener algún ataque compensador del peón entregado, ten-
125
Teoría científica del Ajedrez
drán que realizar el enroque largo, dando lugar a un contrajuego por lo menos de la misma intensi dad que el negro. Dejamos de ocuparnos de esta variante, que durante los últimos años, y tal vez con razón, ha sido completamente abandonada.
PARTIDAS EJEMPLARES
Gambito de Dama Teplitz-Schunau, 1922 Negras: Wolf
Blancas: Reti l.
P4D, P4AD, 3. CJAD, 4. ASC, S. PJR,
2.
P4D PJR CJAR A2R o-o
6. TIA, 7. CJA, 8. D2A, 9. PSA,
CD2D
PJA P3TD
Esto sería bueno si se pudiese mantener el juego negro restringido. Las negras demuestran que esto no es posible. 9•
... ,
P4R!
10. PXP,
Como las blancas no pueden sostener este peón, con la jugada de] texto admite la equivocación de su planteo. Es mejor 10. A2R, P5R, C5R con una lucha tenaz, en la que el blanco atacaría el flanco de dama y el negro el ala de rey, que en condicio nes iguales resulta más efectivo, pero en la posición del juego, el desarrollo blanco del flanco de dama es superior a la de] negro en el otro flanco, y ade más el PTD negro constituye un punto de inicia tiva para e] ataque del blanco.
Richard Reti
126 10•
... ,
ese
11. AXA,
El ensayo 11. A4AR para sostener el PR es in ferior a causa de la réplica 1 1 . . , P3AR! .
11.
... ,
DXA
12.
.
C4TD,
Incurren en el error de atacar el flanco sin ase gurar antes el centro. Mejor hubiera sido mantener centralizado ei caballo y jugar 12. P4CD. 12. ..., 13. A3D,
T lR PJTR
14. C4D,
Aquí o,. a más tardar, en la jugada siguiente, las blancas debieron enrocar. Al omitir este lance de seguridad las negras deciden la lucha mediante un bonito sacrificio. 14. ...,
CDXPR
15. C6C,
En esta posición se produce la bri1lante combi nación que fuerza la victoria. (Véase diagrama siguiente) 15.
...,
CXPA!!
16. A7T+,
Los análisis que se insertan a continuación de muestran los riesgos inminentes a la captura del caballo: 16. RXC, C5+; 17. R3C, D4R+; 18. R4T, D4C; 19. R3T, CXPR+ y mate a la siguien te. Si en vez de 17. R3C se juega 17. R IR, entonces la continuación es 1 7. ... , DXPR+; 18. C2R (18. A2R, D7A+ y 19. ... , DXC+), A4A; 19. AXA (19. TlD, D7A-t-; 20. R2D, TXC+ gana), D7A+; 20. R2D (20. R1D, C6R+), TXC+; 21. R3A, DXP+, y el negro gana.
127
Teoría científica del Ajedrez Diagrama núm. 46
16.
... ,
R1T
1
17.
8--0,
Dadas las circunstancias, lo mejor. 17.
18.
. .., CXT,
C7-5C! CXPR
1 1
19.
DlR,
Con esto ]as negras tienen una partida fácil. Era mejor sostener e] C4D con 19. D3A. 19 .
...,
Con la D en
CXT
3AD
1
20. A1C,
se podría haber jugado ahora
20. ASA, aprovechando que el caballo negro no
tiene retirada. En cambio ahora, gracias a la des protección del caballo blanco de 4D, el caballo ne gro dispone de una retirada ventajosa. lO. ...,
CXP
1
...
128
Richard Reti
La superioridad material negra es suficiente para justificar la rendición blanca. No obstante, dada la energía con que Wolf conduce el final, la lucha re sulta grata aún. 21. C6C,
Está c1aro que
y 22.
. . .
s1
21. RXC sigue 21.
. . . .
D5T+
, DXC.
21. . . . , 22. PXC, 23. RXC, 24. CXT, 25. C3C, 26. T2A, 27. T2R,
C4-6A+ D4C+ TXD+ D4R+ DXP+ DXA A3R
28. P4A, 29. 30. 31. 32. 33.
C 8T , C7A, ClT, T2AR, Rinden
. P3C P4TR P5T D6D A4A
Gambito de Dama Karlsbad, 1923
Negras: A lekine
Blancas: Grunfeld l. P4D, 2. C3AR,
C3AR P3R
3.
P4AD,
P4D
En el Gambito de dama, como en las restantes apertuws cerradas, las tempranas sorpresas tácticas sólo se presentan en contadas ocasiones, por lo que el orden de jugadas pueden alterarse sin consecuen cias. 4. CJA, 5. A5C, 6. P3R,
A2R CD2D
o-o
7.
8.
T1A, D2A,
PJA P3TD
Teoría científica del Ajedrez
129
Preparándose a cambiar los peones tan pronto el blanco juegue su AR con el fin de ganar un tiempo y poder continuar con ..., P4CD y ... , P4AD, con lo que se libera al AD -el parto laborioso- de su encierro. El abandono del centro que se produce con el cambio de peones es un mal pasajero, ya que el blanco no puede impedir luego la jugada liheradora ... , P4AD. ·
9. P3TD,
La lucha por el famoso tiempo. La s blancas no quieren desarro11ar su AR, y recurre a otras juga das en espera de que el negro cambie y le regale un tiempo. No obstante, ]a tentativa blanca es inútil, ya que el negro está enrocado y dispone de buenas jugadas de espera. Por eso es mejor para el blanco aban donar esa lucha y jugar simplemente 9. A3D, ya que el negro, con la intención de liberarse de la presión central, ha tenido que realizar algunas ju gadas que en realidad son pérdidas de tiempo. La idea de 9. P3TD, inventada por Grunfeld, es nevar el AR a 1C por 4AD y 2T, y comenzar así el ataque contra el rey enemigo. Pero este plan está en contra de nuestro principio: no iniciar ataques de flanco mientras se mantenga indecisa la acción en el centro. Esta partida es una refutación de la idea grun feldiana, puesto que las negras llegan a tener mejor juego por su ventaja en el centro y la falta de peli gro en el ataque blanco. 9. 10.
. ., .
A4T,
P3TR TtR
11. A3D,
Richard Reti
130
Al fin las blancas ceden en la lucha por el tiempo.
11 , 12. AXP, •
. . .
P4A
13. A2T, 14. TlD,
PXP P4CD
Algo mejor es 14. 0-0. Sin embargo. se eviden cia pronto la ventaja del negro.
14. , 15. CXPD, . . .
A2C
t6. Ate,
PXP D3C
Esta es la jugada que el blanco había pensado impedir con 14. TlD. Su cálculo era 17. C4XPC,_ P XC; 18. T XC, etc. Sin embargo, Grunfeld ve aho ra que si 17. C4XPC seguiría 17. . . , D3A! Esta misma observación vale para la jugada siguiente. .
11. o-o, 18. D2D, 19. AXC,
TOlA C4R AXA
1
20. D2A, 21. D2R, 22. A4R,
Para impedir la amenaza negra 22.
22. ... , 23. AXA,
A2C DXA
P3C CSA
C XPT
.
24. T1A,
Nuevamente hay que impedir la amenaza 22.
CXPT. 24 .
.
., .
P4R!
Fortificando la püSlClOn al fuerte para el caba11o en 6D.
25. C3C, 26. C4D, 27. TRlD,
P5R TRIO C4R
procurar un punto
28. C2T, 29. TXT, 30. PJA,
C6D DXT
131
Teoría científica del Ajedrez
Esta jugada brinda al negro la oportunidad de una combinación brillante. De todas formas la si tuación negra es muy superior. Diagrama núm. 47
30.
Si 33 .
o o
o'
TXC!
1
31. PXP,
31. PXT, AXP+� 32. RlA, C5A,
. 0 .,
31 .
seguido de
D5A+. etc. .. 0,
CSA!
1
32. PXC,
DSA!!
La clave de la asombrosa combinación. El blanco pierde, al menos, una pieza. 33. DXD, 34. D1A,
TXT+ ASD+
1 1
35. ...
Rinden
EL PD AISLADO
A fin de darle una mayor extensión, he omitido
en e] capítulo anterior la Defensa Tarrasch para tratarla aquí por separado. Tiene lugar después de las jugadas iniciales.
l. P4D, l. P4AD,
P4D P3R
3. C3AD,
P4AD
En este momento el blanco puede dejar aislado el PD adversario, siguiendo de la siguiente manera:
4. PXPD,
PRXP
Igualmente puede lograrse este resultado en otros phnteos, que citaremos de pasada, ya que la estra tegia a seguir es similar en todos los casos. En la Defensa Siciliana, siguiendo la variante en donde el negro juega prematuramente P4D, se ob tiene el aislamiento del peón:
l. P4R, l. C3AR,
P4AD P3R
3. P4D, 4. PXPD,
P4D PRXP
134
Richard Reti
Igualmente en la D efensa Francesa existe l a po sibilidad después de:
P4R, l. P4D,
l.
P3R P4D
3. C3AD, 4. PXPD,
P4AD PRXP
La desv ent aja del peón aislado c onsiste en que
la c asilla que tiene delante llega a ser un punto fuerte para el enemigo dado que la pieza que sitúe ,
en ella no puede ser atacada con ningún peón.
Pero aquí el peón aislado no es uno cualquier a, sino precisamente el PD, y por s er un peón central goza de una complejidad más. Es débil por estar aislado, pero es fuerte por ser central. En todos los casos observamos que una de las ventajas d el PD aislado es tener la «base Tarrasch», que proporciona mayor espacio y además puede ser un punto eficaz de apoyo para un caballo ubicado en 5R o 5AD, aunque se traduce en una preocupa ción porque tiene que ser defendido por piezas ma yores.
Ahora bien, puestas en una balanza las ventajas y desventajas, resulta que estas últimas pesan más. Aunque el doctor Tarrasch, fanático de sus ideas, sostenga que el PD ai s lado es una ventaja para su poseedor, trataré de d emos t ra r su inc onsistenc ia con el siguiente ejemplo de valor notable, por tr atarse de una partida disputada entre grandes maestros de la escuela clásica.
135
Teoría científica del Ajedrez
Defensa Tarrasch Blancas: Rubinstein l. l. 3. 4.
P4D, C3AR, P4A, PXPD,
P4D P4AD PJR PRXP
Negras: Marshall C3AD C3A
5. C3A, 6. P3CR, 7. AlC,
Esta es la posición normal de la famosa variante Rubinstein en el gambito de dama, contra e] PD aislado de la Defensa Tarrasch, tan analizada en los últimos años. El propio Rubinstein, a quien se d eb e esta línea de juego, censura la escuela hipermoderna porque a menudo utiliza el fianchetto, él cual debilita algo la posición. Pero este concepto sólo es correcto para las aperturas de rey, ya que la casilla 3AR queda débil. Pero en Jos planteos de dama la debilidad de 3TR es de menor consideración, por estar lejos del centro, y porque una jugada de peón que con trole nuevas casillas sin producir la menor debilidad no puede encontrarse en el tablero de ajedrez. Cuando el PR se encuentra en su casilla de ori gen puede jugarse P3CR, ya que no origina debi lidades que puedan ser consideradas como tales, ya que 3AR se halla debidamente prolcgida. Solamen
te el avance conjunto del
PR y
del
PCR
deja un
holeen 3AR.
En la variante Rubinstcin, en donde el blanco no Lien e la m e no r intención de movilizar el PR, el fian chetto en este flanco está perfectamente encuadra do dentro de las mús exigentes normas estratégicas.
136
Richard Reti
7. ... ,
PXP
Para jugar el AR s i n perder t i empo . Durante a l g ún tiempo se jugó 7 . ..., A2R� 8. 0-0, A3R; 9. PXP, AXP; lO. C4T (para posesi onarse de la ca silla fuerte 40), A2R� 11. A3R, con objeto de con tinuar 12, A5A, debili tando las casillas negras cen trales del enemigo. 8. CRXP, 9. CJC, 10. o-o, 11. PXA,
A4AD ASCD AXC o-o
12. ASC, 13. CSA, 14. CXA,
A3R D2R PXC
Aunque aparentemente el cambio efectuado re fuerza el centro de las negras, en realidad re spo nde plenamente a la idea de la variante Rubinstein. 15.
P4AD,
No sólo elimina su peón aislado, sino que debi li ta y aisla todos los contrarios. Ahora se ve la im portancia del alfil desarrol lad o en fianchetto, prin ..
dpalmcnte por su acción sobre el centro. 15.
16
•
17.
'
.:\.'xcn,
D4D,
PXP PXA D1D
18. AXC, 19. DXP,
TXA
(Véase diagrama siguiente)
Las blancas no sólo han recuperado el peón, s ino que han dejad o dos peones débiles al ad ve rsa rio, cuya ex p lota ción realiza en forma impecable.
19 . ... ,
20. TD 1 A,
D4D TDJAR
21. P4R, 22. P4A,
D4TR
137
Teoría científica del Ajedrez Diagrama núm. 48
Malo sería 22. DXPA, T3T; 23. P4TR. P4CR, etcétera.
22. ... ,
D4T
23. PSR,
T3T
La posición de esta torre es extraordinariamente desgraciada por hallarse fuera de juego. El resto de la partida se comprende fácilmente y no precisa comentario. 24. T2AD, 25. R2C, 26. TR2A, 27. TR2D, 28. T6D, 29. TXPA, 30. TSA, 31. RlC,
D3C+ TlD TlAD RlT D8C TtCR D2C+ D3C+
32. 33. 34. 35.
DSA, T2XD, TXT+, PXP, 36. P4TR, 37. PXP, 38. T8A+,
DXD P4C RXT T4T P3TR TXP Rinden
138
Richard Reti
Defensa Siciliana Blancas: Reti l. P4R, 2. C3AR,
Negras: Kostic
P4AD P3R
3. P4D,
P4D
Una variante original de Marshall, que crea un PD aislado similar al que se origina en la Defensa Tarrasch. 4. PRXP,
PRXP
1
5.
A2R,
Contra el PD aislado el AR debe ser desarro llado por fianchetto, o a 2R cuando se ha avanzado el PR, como en este caso, pero no a 30, porque obstruye la acción de la dama. El fianchetto de rey sería ahora malo por las ra zones ya expuestas y porque el PO aislado se con vertiría en el punto fuerte de que hace alarde el doctor Tarrasch. Veamos un ejemplo en la partida Thomas-Reti: l. P 4R, P4AD; 2. C3AD, C3AO; 3. P3CR, C3AR; 4. A2C, P3R; 5. CR2R, P40; 6. PXP, PXP ; 7. P4D, PXP; 8. CXP40, A2R; 9. 0-0, 0-0; 10. TlR, A5C; 11. D30, 020; 12. P3TO, TR1R; 13. C3-2R, C4R; 14. 03C, A4AO; 15. A3R, C5A; 16. C4A, C5R, y el P D aislado es
un formidable punto de apoyo para la posición de las negras. 5. . .. , 6. o-o,
C3AR A2R
1
1
7. PXP, 8. CD2D,
0-0
Pero no 8. C3AD, ya que lo correcto es colocar c abal lo en 40, pero no at ac ar al PD aislado.
un
139
Teoría científica del Ajedrez
8. ... , 9. C3C, 10. A5CR,
AXP AlR PJTR
11. A4T, 12. P3A, 13. CR4D,
CJA AJR
No 13. CD4D, porque las blancas se reservan la posibilidad del avance P3AR si el CR negro trata de instalarse en 5R.
, 13. 14. AXA ...
C5R DXA
15. AJD,
C4A
'En caso de 15..... P4A sigue 16. TIR y 17. P3AR.
16. AlA, 17. PXC,
cxc exe
18. DXC,
Además del peón aislado las negras tienen un al fil malo a consecuencia de ese mismo peém.
18. ..., 19. P4AR,
PJT D3A
20. DXD, 2.1. TD1D,
PXD P4A
Esta jugada es necesaria contra la amenaza 22. P5A� pero el alfil negro ha quedado inutilizado para el ataque.
22. 1'4D, 23. A1D, 24. AJA,
R2C TD1A T4A
25. P4CD, 26. T1T,
T4C
Para impedir que el negro reaccione con 26 . . . . P4TD.
26. 27. RlA, 28. R3R, 29. P3T, ...,
T1AD RJA R2R R3D
30. 31. 32. 33.
A2R, T5T, A3A, R2A,
T3C R2R TlCR TlD
,
140
Richard Reti
El negro se ha d efend id o hábilmente. Si ahora las negras lograrían tablas.
34. AXP, T3-3 D y 34. TSA,
T3A
1
35. TXT,
PX'f
Diagrama núm. 49
La consolidación del centro ha significado para el bando negro el peligroso traslado de la debilidad al PTD.
36. TJD,
l'lCD
1
37. TlTD,
P4A
La última tenta ti va, ya que el juego pasivo lle varía al negro rápidamente a una posición perdida: 37. T3C, R3R; 38. R3R, R3 D; 39. R4D, P3A; 40.
A2R, AlA; 4 1. A3 D, etc.
141
Teoría científica del Ajedrez 38. PXP, 39. R3R,
TXP+ T4C
40. R4D, 41.
P4TD
TlT,
Claro que si 4 1. A2R el negro se defiende con , T7C.
4 1.
. . .
41 .
, . . .
41. AlR, 43. 44. 45.
TXP, AJA, R3R,
RlD T8C T7C T7D+ T7AD
46. R3D, 47. T6T, 48. T6D, 49. R4D, so. AXP,
T7C RlA
T8C T8R Rinden
DEFENSA MODERNA CONTRA l. P4D
Cuantas defensas hemos considerado contra la apertura del PD se basan en la idea de ocupar con un peón rápidamente el centro del tablero para im pedir en forma directa que el blanco logre ventaja. Pero la Defensa AJekhine ha puesto de. manifies to que el negro no tiene que apresurarse a tomar posesión del terreno central porque si el blanco pre tende una supremacía de espacio con el avance de sus peones, próntamente dará oportunidad al ene migo de oponerse ventajosamente a la prematura cadena de peones. También se ha comprobado que el avance de Jos peones centrales de las negras es el que precisamente brinda al blanco Ja oportuni dad de abrir el juego y aumentar su ventaja, ya que los peones negros quedan fijados. Por tanto, e] negro debe abandonar estas anti guas jugadas de peones y amoldar el espíritu de la apertura al método moderno utilizando movimien tos que no fijan los peones, pero influyen en el centro. Estas jugadas pueden considerarse como un bombardeo sobre el centro desde los flancos antes de tomar la decisión más conveniente de solidificar el centro con P4D o abrir líneas mediante P4AD o P4R.
144
Richard Reti
Veamos dernas :
unos
ejemplos
Blancas: Reti
l. 2. 3. 4. 5. 6.
P4D, e3AR, A4A, eD2D, P3TR, P3A,
de
estas
defensas
mo
Negras: Tarrasch
e3AR P3D ASe eD2D A4T P3A
D3e, P3R, A3D, AXA, n. ese, 7. 8. 9. 10.
DIA C3C A3C PTXA P4D
Diagrama núm. 50
Como puede verse, el negro fija su PD solamente después de cambiar los alfiles de casillas blancas. La consecuencia es que el negro tiene ahora el me jor alfil y con él una ventaja duradera.
145
Teoría científica del Ajedrez
Blancas: Prokjorni l. P4D, 2. C3AR, 3. P4A,
C3AR P3R ASC+
Negras: Úlsker
1
4. AID, 5. CXA, 6. P4R,
AXA+ �
P3D
Aquí se han cambiado los alfiles de casillas ne gras, por lo que Lasker trata de fijar el PR. 7. 8.
D2A, TlD,
C3A D2R
1
9. A2R, ...
P4R
Diagrama núm. 51
Nuevamente el negro tiene la ventaja del mejor alfil. Examinemos ahóra otra clase de defensa, en don de las negras tratan de atacar el PD enemigo con P4AD o P4R, según aconsejen las circunstancias. lO
146
Richard Reti l.
P4D,
C3AR
Esta jugada que impide 2. P4R, según oplDlon general, es necesaria. Pero no es completamente se guro que el negro no pueda iniciar de inmediato su ataque contra el PD blanco mediante l. , P3CR y 2.... , A2C. . . .
l.
P4AD,
P3CR
De esta manera tanto el avance del PR como el del PAD constituyen eficaces amenazas, de forma que el blanco ignora el camino que seguirá su ad versario. Las buenas jugadas para preparar ambos fines son A2CR-P3D--C2D y eventualmente 0---0. Si el blanco ha jugado su caballo a 3AR, se puede intentar clavarlo con A5C previamente, dado que el AD no tiene una misión concreta en este sistema.
3. C3AD, 4. P4R,
AlC P3D
5. P4AR,
Esta variante ha sido consagrada por Alekhine en los últimos tiempos. Es ciertamente criticable, ya que el centro blanco queda del enemigo, pero, por otra tinuación seria para lograr traso de los peones centrales
5• 6.
... ,
C3AR,
�
A5C
expuesto a los ataques parte, es la única con alguna ventaja del re negros.
C3A!
7. AlR, 8. o-o,
En una partida Alekhine-Marshall se jugó 8. P5D, , P3R obtuvo una buena partida.
CIC; 9. 0---0, C2D y el negro mediante 10
.
. . .
Teoría científica del Ajedrez 8•
...,
C2D
147
9. AJR,
P4R
El ataque contra el PD blanco está suficiente mente preparado para efectuar esta jugada con éxito.
10. PAXP, 11. PSD,
PXP AXC
12. AXA,
eso
Diagrama núm. 52
Con esto queda comprobado que el avance pre maturo de los peones blancos es erróneo, ya que el negro ha conquistado una importante cota. Ultimamente ha estado en boga la Defensa Grun feld, cuya idea es similar a la defensa antes vista. pero jugando P4D en lugar de P3D, siempre en el caso que el blanco haya jugado ya su caballo a 3AD.
148
Richard Reti
l. P4D, 2. P4AD,
C3AR P3CR
3. C3AD,
P4D
Si las blancas hubieran hecho 3. C3AR, entonces el negro, para jugar la Defensa Grunfeld, deberán continuar con 3 . , A2C, y sólo después de 4. C3AD deben efectuar 4. ... , P4D. .
. .
4. PXP,
CXP
5. P4R,
cxc
Ahora se ve la razón por la que el negro sólo debe jugar P4D, después de la ubicación blanca C3AD. 6.
PXC,
P4AD
Y no 6. , A2C, porque después de 7. A3T se impide la jugada del texto. . . .
Como ha probado Grunfeld, el centro blanco es más bien una debilidad que una fuerza, y para el final las negras tendrán la ventaja de una mayoría de peones en el extremo del ala. Pese a todo esto, la defensa que nos ocupa no parece muy recomendable, porque el blanco puede entrar en un gambito de dama, que es precisamente ,o que Ja defensa moderna contra l. P4D quiere evitar. Las blancas deben observar que el verdadero ata que del gambito de dama, después de la jugada grunfeldiana 3 ., P4D, no está aún maduro y de ben proceder a reforzarlo. .
l. P4D, l. P4AD, 3. C3AD,
. .
C3AR
P3CR P4D
4. P3R, S. C3A, 6. D3C,
AlC
o--o
P3A
Teoría científica del Ajedrez
149
Diagrama núm. 53
Con esto la idea directriz de la Defensa Grun· feld, que era el ataque del PAD al PD blanco, que da desvirtuada y son las negras quienes tienen que defenderse.
IN DICE Pág.
5
Introducción ... ... .. . ... ... ... ... ... El juego de posición
.
. . ... ... . .. .. .
9
El tiempo ...
13
El desarrollo I. 11. 111. IV.
29
Posiciones cerradas . .. Posiciones abiertas . . . Concepto moderno . .. Jugada de desarrollo y jugada iniciativa .. . .. . .. . .. . .. . ...
Combinaciones contra el enroque corto ... ... l. 11.
Ataques contra el PTR . . . ... ... Miniaturas ejemplares . . . . . . . . . Ataques contra el PCR . . . Partidas ejemplares
Debilidades en la columna AR
ilustrativa
de
38 53 55
64
73 74
79
Cadena de peones ... ... ... ... Partida
29 33 37
.
..
...
... .
El gambito de dama . .. ... .. . .. . ... ... ... ... La defensa Atkins . . . ... ... La defensa Cam.bridge-Springs .. . Una variante de Capablanca . . . La defensa eslava .. . ... .. . ... .. . Los gambitos de rey y de dama El contragambito Albin ... Partidas ejemplares . .. ...
97 104 113 117 118
119
120 123 124 125
El peón de dama aislado ... ...
133
Defensa moderna contra l. P4D
143
El discutido sentido científico del ajedrez aparece con naturaleza afirmativa en estas clases dictadas por el genial didada checoslovaco.La visión de Richard Reti del fenómeno del pensamientosobre el tablero se ordena en una normativa que sólo puede ser clasificada como ciencia en cuanto puede ser objeto de sistemas metodológicos generales, con normas y características que sean comunes a las distintas concepciones de cada maestro. R. Reti muestra con palabra fácil esta ruta científica para comprender el ajedrez, a través de lecciones sencillas e inspiradas.