UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA FACULTAD DE PSICOLOGIA IDENTIDAD COSTARRICENSE COSTARRICENSE BLANCA MALCA CAVERO RESUMEN LIBRO: COSTARRICENSE POR DICHA (IVÁN OLINA JIMÉNEZ) A lo largo de los años en Costa Rica, después de la independencia y como en todos los países que vivieron este proceso, se ha ido configurando una identidad nacional, que ha experimentado cambios y evoluciones que en este libro se nos presentan y nos invitan a analizar. En la década de 1840, la cultura urbana de Costa Rica comenzó a europeizarse, y secularizarse, con la expansión del café. Esto lo vemos reflejado en la adopción de la ideología capitalista y positivista del progreso. Existía la división cultural entre los de las ciudades y los campesinos y artesanos, que se profundizó en la década de 1880, a pesar de los esfuerzos del Estado y de la Iglesia por difundir valores compartidos, con el eje de la moral doméstica. Este conflicto se agudizó con las reformas liberales y su propósito de civilizar a las culturas populares (Grupo del Olimpo). Este esfuerzo modernizador alcanzó 3 logros en lo cultural: la invención de la nación costarricense, alfabetización popular y la delimitación de la esfera de la influencia de la Iglesia Católica. La identidad nacional se basó en la figura de Juan Santamaría, después de ser blanqueado por los ideólogos pues era de origen mulato. Los círculos oficiales de fines del siglo XIX e inicios del XX combinaban un interés por lo aborigen en términos arqueológicos y museográficos, con el desprecio por las poblaciones de piel oscura. Pues para los costarricenses de esa época y también algunos visitantes, la raza de Costa Rica era blanca y pura, como los europeos. Como consecuencia existía la indiferencia por las comunidades indígenas existentes. La difusión urbana y rural del nacionalismo étnicamente informado, esta vinculada con la expansión de la educación. Al alfabetizarse, transitaron de una cultura en esencia oral a la escrita; y con la ideología nacional se identificaron como costarricenses bancos, opuestos al ingreso de extranjeros a su país. Como respuesta los campesinos y artesanos rechazaron la persecución liberal de sus tradiciones y costumbres, al reloj y calendario y se resistieron a enviar a sus hijos a la escuela. En la década de 1880, el culto a la Virgen de los Ángeles centrado en Cartago y de origen colonial comenzó a adquirir un carácter nacional. La educación se impulsó con la intelectualidad del Olimpo, que ocupó nuevamente el poder en 1902. También intentaban fortalecer el control social, el Estado fomentó la profesionalización de la policía, vigilancia de las familias pobres por las organizaciones de beneficencia. Este esfuerzo civilizador de los liberales se complicó por 2 procesos: la radicalización de círculos intelectuales que contribuyeron a difundir entre artesanos, obreros y estudiantes los idearios anarquista y socialista. Y los arquetipos europeos de los líderes y la burguesía cafetalera que no apreciaban las producciones nacionales.
La preocupación básica se concentró en las deficiencias sanitarias, que se expresaban en la alta tasa de mortalidad infantil, lo que limitaba al progreso de la población costarricense blanca. La preocupación de la jerarquía eclesiástica por la cuestión social, fue limitada en su práctica y formulación. La creciente alfabetización popular posterior a 1880 facilitó el temprano éxito de la cultura de las masas. El futbol, la expansión de la música popular y el debut de la radio en 1930 consolidaron el proceso. Este afán por transformar y controlar a los de abajo fue superado por una ampliación decisiva del mercado cultural que desbordó los límites de la Iglesia, el Estado y los intelectuales. El giro izquierdista de ciertos círculos de intelectuales y trabajadores fue la clave para la formación de los partidos reformista y comunista. Disminuyó el control de los partidos políticos sobre el electorado. Los gastos de Estado se orientaron a la educación, pensiones y salud; también la inversión en obras públicas. Lo costarricense se asoció cada vez más con las elecciones periódicas, propiedad, educación y justicia social. Esos contenidos operaron en tensión permanente con las tendencias discriminatorias basadas en la clase, la etnia y el género. La parte artística reflejada en las pinturas, nos muestra dos fases una en la que las producciones reflejan los paisajes clásicos inspirados en el universo rural y los colores nacionales, en su mayoría con ausencia de seres vivos. Después la fase de lo urbano que no retrata la pobreza, pero si presencia en la ciudad, las construcciones y el uso de nuevas técnicas que representaban más lo urbano. En medio de todo esto mientras los artistas representaban en sus cuadros la parte rural ideal y como lo más interesante, existía también una producción literaria que si se enfocaba a los conflictos rurales y la pobreza que existía. Al hablar de la edad de oro costarricense, hay diferentes puntos de vista. Está el que se enfoca en que el pasado fue mejor y que poco a poco la cultura que se fue adoptando y trajo consigo mucho desarrollo, también es fuente de la perdida de la identidad como país. Y por otro lado la que sostiene que la edad de oro está en el presente y aun se estaba viviendo en la época. Con el crecimiento de la ciudad, las aldeas que rodeaban a la capital poco a poco fueron perdiendo su identidad y adoptando las costumbres de las metrópolis. Influyeron en eso la ampliación de las comunicaciones y el transporte, a vida agitada que tenían que llevar, las emigraciones a la capital, para un mejor futuro, los malls, y todo lo que significaba progreso material, fue minando lo que en algún momento fue lo propio costarricense y lo que daba identidad al país. A pesar de que la pobreza iba disminuyendo, otros problemas se presentaban, como la corrupción, urbanización, el comercio, identificación con lo estadounidense, la xenofobia y el racismo, principalmente contra los nicaragüenses. Y a pesar de que ya no existía una “raza pura” se han seguido manteniendo los patrones y modelos ideales, como los blancos
europeos. Existe la preocupación por la reivindicación de género, y el equilibrio en el trato racial diverso.
Las luchas por una igualdad de salarios y el trato para las mujeres, desde las feministas hasta las agrupaciones de señoras y señoritas, dieron fruto en la preocupación del Estado por permitirles el voto y algunos otros avances en esta línea de igualdad. En la dimensión política existe diferencia entre las promesas y lo que hacen los partidos que llegan al poder. Se expandió las clases sociales consolidándose en el entorno costarricense. La expansión educativa, permitía que niños y niñas estudien juntos. Se presenta distanciamiento entre las experiencias cotidianas de las jerarquías sociales y políticas de los sectores populares. La mayoría de la población busca seguridad certidumbre que antes podía verse en el pasado y en el futuro no.