Asociación venezolana centro sur Distrito San Fernando de Apure Iglesia en Ezequiel Zamora Club “Querubines del sur
!equisitos "ara investidura de #u$a %a&or
Sección II
Desarrollo Espiritual
1- Lee eerr el el llib ibrro El ca cami mino no a Cris Cristo to,, de de Ele Elena na G. de White.
_____________________________ __________________________ Oscailer Bejas: 12581221 Revisado por:
Capitulo 1 AMOR SUPREMO Por medio de la naturaleza Dios manifesta su grande amor hacia nosotros de manera isual ! tangible. Por medio de su palabra nos muestra su amor a tra"s de la historia de la humanidad. #as sin embargo, $ue la encarnaci%n de su amado &i'o (uien nos mostro la eidencia suprema de )Dios con nosotros*. +ess hizo manifesto su amor por medio de sus principios prcticos ! ios, tambi"n nos mostr% una clara $orma de relaci%n con los diersos tipos de personas ! en medio de un mundo agobiado por el maligno, san% las dolencias de los hombres. cuando hubo realizado toda su obra de amor, se dio a s/ mismo para garantizar nuestro rescate, resurrecci%n ! acceso al cielo por medio de 0l, a (uien rendimos honra ! gloria. Captulo !! "A M#S UR$E%&E %ECES!'A' 'E" (OMBRE alido de la mano del 2lt/simo el hombre era per$ecto, imagen de Dios, pero atans desfgur% la magn/fca obra de la creaci%n3 ahora estamos tan llenos de pecado, ! malos hbitos. Cristo es nuestra nica soluci%n El es la escalera (ue une el cielo con este mundo, es (uien puede trans$ormarnos, tiene poder para hacerlo, 0l, (ue enci% toda tentaci%n ! pensamiento inmundo nos capacita ho! para encer cual(uier pecado, nos trans$orma de nueo en seres (ue glorifcan al Eterno con sus actos. Captulo !!! U% PO'ER M!S&ER!OSO )UE CO%*E%CE Podemos enderezar nuestra senda solamente arrepinti"ndonos3 )el arrepentimiento comprende la tristeza por el pecado ! abandono del mismo*. 4o debe con$undirse la tristeza b/blica con el lamentar los resultados. El Esp/ritu santo marca la di$erencia entre los sentimientos ! para poderlo recibir necesitamos acudir a Cristo tal cual somos. 2 medida (ue allamos relacionndonos con 0l sus mandamientos se harn ios en nosotros. Podemos resistirnos pero al contemplar un pe(ue5o ra!o de la gloria de Dios emos cuan inmundos somos. Podremos ernos e6ternamente bien pero necesitamos er la naturaleza espiritual de la le! para encontrar nuestra inmundicia. 2hora iendo esto, para (ue esperar un mensa'e ms persuasio, ha! (ue pasar a la acci%n. 4o debemos hacer de las $altas de otros una e6cusa por el propio descuido del deber3 el modelo es Cristo. Captulo !* PARA OB&E%ER "A PA+ !%&ER!OR 4o necesitamos hacer algo (ue gane el $aor de Dios, solamente con$esarle nuestros pecados. Cuando la transgresi%n ha sido pblica entonces debe haber una con$esi%n pblica ! dichas con$esiones an acompa5adas de arrepentimiento ! re$orma. Cuando no se sede al
podes del Esp/ritu anto siempre se pondrn e6cusas a las $altas3 el esp/ritu de 'ustifcaci%n propia tuo su origen en el diablo.
Captulo * "A CO%SA$RAC!,% Debemos entregar todo el coraz%n a Dios para (ue e$ecte una trans$ormaci%n completa ! en esto consiste la guerra contra nosotros mismos. Debemos abandonar todo a(uello (ue nos separa de 0l. El amor mani$estado por nuestro Dios debe ser nuestro motio de entrega. Cuando abandonamos todo, abandonamos un coraz%n manchado de pecado ! eso es a lo (ue di$/cilmente renunciamos. 7odo el cielo est interesado en el &ombre ! la ida erdadera consiste en (ue se $orme en ella Cristo. Deseamos hacer su oluntad mas sin embargo somos d"biles ! dominados por nuestra ida de pecado. Pero el secreto de la ictoria est en elegir serir a Dios ! as/ la naturaleza estar ba'o el dominio del Esp/ritu anto. Captulo *! MARA*!""AS OBRA'AS POR "A -E Cuanto ms luchamos por escapar del pecado ms cuenta nos damos de nuestra $alta de $uerza. Lo (ue necesitamos es paz. Cuando pedimos perd%n ! un coraz%n limpio, creamos (ue nos lo dar. 4o esperemos a sentirlo por(ue "l lo ha prometido, agrad"zcamele por haberlo recibido. 2hora bien !a entregado no debo regresar a mi camino antiguo, pero si caigo puedo regresar a Dios (uien !a espera para poderme limpiar. 7odas sus promesas son la e6presi%n de un amor ! una piedad ine$ables. Captulo *!! C,MO "O$RAR U%A MA$%!-!CA RE%O*AC!,% 2un(ue es posible (ue una persona no pueda defnir el momento e6acto de conersi%n, los cambios moidos por el Esp/ritu testifcan del magn/fco acontecimiento. Los cambios producidos no son moidos por deseos personales, es el Esp/ritu (uien impulsa cada fbra del ser. 4o ha! eidencia de arrepentimiento erdadero cuando no ha! una eidente re$orma. Debemos eitar f'arnos en nuestras propias obras ! por otro lado pensar (ue la $e en Cristo nos e6ime de guardar la le!. 8ecordemos (ue la obediencia no es un mero cumplimiento e6terno, es un sericio de amor, es la erdadera prueba del discipulado. Cristo cambia el coraz%n ! habita en el por $e, as/ no ha! en nosotros motio de 'actancia. 2 menudo caemos pero no debemos desesperar, oremos con ms $eror, desconfemos de nuestra propia $uerza ! a$err"monos al poder de Cristo. Cuanto ms cerca estemos de Cristo ms imper$ectos nos eremos por(ue no puede haber amor pro$undo al e5or en un coraz%n (ue no conoce su propia perersidad. Captulo *!!! E" SECRE&O 'E" CREC!M!E%&O
El origen de la ida espiritual es el mismo de la material, Dios. 2s/ como un ni5o no pude crecer por su propia oluntad, el cristiano necesita de Dios para crecer. Cristo autor de nuestra $e tambi"n es su consumador3 necesitamos permanecer en 0l. ea nuestra oraci%n Tómame ¡oh señor! Como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo ! sea toda mi obra hecha en ti. #editemos en las diersas aristas de la mani$estaci%n de Cristo. Cuando pensamos mucho en nosotros mismos, nos ale'amos de Cristo. i le contemplamos constantemente llegaremos a ser trans$ormados en la misma seme'anza, de gloria en gloria, la in9uencia regeneradora del Esp/ritu anto renoara nuestro coraz%n. 7odo lo (ue Cristo $ue para sus primeros disc/pulos desea ser para nosotros ho!.
Captulo !. E" $O+O 'E "A CO"ABORAC!,% El gozo de nuestro salador estaba en leantar ! redimir a un hombre ca/do. Este mismo gozo caracteriza a los ngeles ! es el mismo (ue hereda todo disc/pulo de Cristo. El amor al se5or +ess se mani$estar por el deseo de traba'ar para benefciar a la humanidad. Los participantes de la gracia estarn dispuestos a hacer cual(uier sacrifcio para (ue otros por (uienes Cristo muri% compartan el don celestial. i aceptamos ese priilegio, al traba'ar ganando almas para El, sentiremos mas necesidad de una e6periencia ms pro$unda e intima ! obtendremos un conocimiento ms amplio de las erdades diinas3 tendremos hambre ! sed de 'usticia.
Captulo . "OS 'OS "E%$UA/ES 'E "A PRO*!'E%C!A i tan solo (ueremos escuchar, las obras (ue Dios cre% nos ense5arn preciosas lecciones de obediencia ! confanza. 4o su$rir/amos ansiedades indebidas3 cada cosa se de'ar/a en las manos del Dios (ue nos habla mediante sus obras proidenciales ! la in9uencia del Esp/ritu anto en el coraz%n. Dios nos habla tambi"n en su palabra, con l/neas ms claras nos reela su carcter. 4adie e(uiocar o perder el camino, salo los (ue sigan su 'uicio priado en ez de la oluntad diina. #ediante el estudio de la biblia podremos elear el pensamiento ! igorizar nuestras $acultades. Para esto debemos estudiar un pasa'e hasta (ue su signifcado nos sea claro ! eidentes sus relaciones con el plan de salaci%n3 leer un pasa'e meditar en el hasta (ue se grabe en la mente ! por sobre todo orar $erorosamente para (ue el e5or nos d" luz ! conocimiento.
Capitulo .! 0PUE'E E" (OMBRE COMU%!CARSE CO% "A '!*!%!'A' Debe e6istir un erdadero intercambio entre Dios ! nosotros, comentndole todo punto tocante a nuestra ida real, abrirle nuestro coraz%n como a in amigo. Dios nos est esperando lleno de bendiciones para sernos derramadas ! nosotros :orando tan poco; intamos real necesidad de la a!uda (ue 0l nos puede dar. Con$esando nuestros pecados ! sumando toda la $e e6istente en nosotros podemos estar seguros (ue Dios contestar de la manera ms coneniente, recordando (ue la perseerancia es otro componente esencial de la oraci%n efcaz3 debemos mantener una constante charla con nuestro padre.