( Las claves de la argumentación (Reseña Crítica) ) Reseña crítica del texto “ las claves de la argumentación” Anthony Weston. Weston, Anthony (2005). Las claves de la argumentación. Editorial Ariel. Décima edición, Barcelona. Pp. 7-147 La argumentación es una actividad que constantemente se hace en el diario vivir, y a menudo, las personas piden y dan razones de algo, algunas tendrán razón, otras no, algunos mostrarán evidencia, otros solo palabras; pero todos tienen una sola meta: convencer. convence r. O más bien, “vencer”, ganar una batalla en el terreno de la razón por las armas de la lengua, y que el premio sea hallar el conocimiento. Pues bien, Anthony Weston, doctor en Filosofía, profesor y escritor Estadounidense, autor de varios libros que van dirigidos a la ética, ambientalismo, filosofía social y pensamiento crítico. Incluyendo en el último, su trascendental libro “Las claves de la argumentación”, que presenta como un recetario, resumido en diez capítulos, donde invita y enseña de manera corta, sencilla y ejemplificada, a todo aquel que anhele levantar gozoso la bandera de la la razón, en especial en el campo académico, a emplear los argumentos correctos, a crear la capacidad para inferir, reconocer las falacias y hasta hacerlo idóneo para crear un juicio propio. Para empezar, el capítulo I r ecomienda ecomienda unas pautas o reglas a seguir para la elaboración de argumentos cortos y precisos; donde se evite los términos generales, abstractos y la utilización de un lenguaje emotivo; por consiguiente, se debe tener en cuenta cuales son las premisas, es decir, las afirmaciones mediante las cuales se plantean razones propias y además preceden a la conclusión. Por tanto, se debe presentar las ideas en un orden natural. Seguidamente, el capítulo II, propone algunos pasos para desarrollar argumentos mediante ejemplos, estos por obligación deben ser ciertos, por tanto, se pueden ofrecer ejemplos específicos en apoyo a una generalización. Cabe mencionar, que para poder encontrar buenos ejemplos a nuestros argumentos, se debe indagar más a fondo y comprobar si hay más de un ejemplo, ya que uno solo no ofrece ningún apoyo a la generalización, por tanto, se necesitan varios de ellos. Por otro lado, el capítulo III, explica cómo redactar los argumentos por analogía, es decir, estos argumentos en vez de incrementar los ejemplos para apoyar una generalización, reflexionan de un caso específico a otro ejemplo, por lo cual, si estos dos ejemplos son semejantes en muchos aspectos, también serán iguales en otros aspectos más específicos. En cambio, el capítulo IV, capítulo IV, trata trata sobre los argumentos de autoridad, los cuales dan una mayor solidez y veracidad a las premisas; es importante tener en cuenta cierto listado de criterios que todo buen argumento debe tener, entre estos la citación de las fuentes, estas tiene que estar bien informadas ya que se necesitan datos cualificados,
para así realizar afirmaciones correctas; también debe incluir la información básica para que otros la puedan encontrar por sí mismo y de una forma sencilla. Luego en el capítulo V, aborda los argumentos acerca de las causas. Se empieza por hacer una serie de preguntas con respecto a las causas y sus efectos. Es decir, los efectos positivos que debemos potenciar y los negativos que se tienen que prevenir. De manera que, la prueba de una afirmación sobre las causas es habitualmente una correlación entre dos tipos de acontecimientos. Continuando, en el capítulo VI el autor aborda los argumentos deductivos, que son aquellos en los que si sus premisas son ciertas, la conclusión también debe serlo, esta no se puede negar y solo hace explícito lo que ya está conten ido en sus premisas. De modo que, este tipo de argumentos formulados correctamente se denominan válidos. Así pues, Weston plantea seis formas deductivas simples para la composición de argumentos tales como: el Modus Ponens (el modo de poner), el Modus tollens (el modo de quitar), el silogismo hipotético, este ofrece un buen modelo para explicar las conexiones entre causa y efecto, seguido por el Silogismo disyuntivo. Una quinta forma es el dilema, que desde el punto de vista retórico, es una elección entre dos opciones que tendrán consecuencias negativas. Por último, el Reductio ad absurdum (la reducción al absurdo), estos argumentos componen sus conclusiones exponiendo que la negación de la conclusión conduce al absurdo. Por otra parte, en el capítulo VII se ve reflejada la manera de realizar la composición de un ensayo basado en argumentos. Aquí se habla de que la mejor manera para empezar a hacer un ensayo es tomar como primer paso la indagación o investigación. Es decir, se debe explorar el tema o el asunto y considerar los diferentes escenarios. También plantea unos pasos a seguir y a tener en cuenta al momento de realizar estos tipos de ensayos. En el capítulo VIII, se procede a explicar los puntos principales para la realización de un ensayo. Primero, se empieza explicando el problema, esto se puede hacer respondiendo a ciertos interrogantes, cómo: ¿Por qué es importante? ¿Qué le condujo a interesarse por la cuestión? Entre otros. Seguidamente, se debe formular una propuesta, por ende, se debe ser específico y claro con lo que se quiere dar a mostrar; luego de esto, desarrollar los argumentos de un modo muy completo, es decir, que sean acordes a la idea o problema central que propone dicho ensayo. Después, examinar las objeciones que se pueden presentar en los argumentos y buscar premisas que les den solución, y por último se debe examinar alternativas. En el capítulo IX comenta, que después de haber explorado la “cuestión” y desarrollado un esquema, se está listo para empezar a escribir el ensayo basado en argumentos. Por tanto, Weston indica: “ use un le nguaje concreto, específico,definitivo, juegue limpio…” pues lo que continúa son reglas adicionales definidas para escribir un ensayo. Primero, se debe seguir el esquema o borrador que sirve de guía cuando se empieza a escribir; Seguidamente, se pasa a la formulación de la tesis que debe ser breve y exacta; luego como regla general, sugiere exponer los argumentos uno por párrafo
para no confundir al lector y no omitir aspectos importantes. Preferiblemente, suscita que se utilice el argumento principal para plantear los párrafos. Al mismo tiempo, recomienda tener mucha claridad en los planteamientos que se enuncian para así hacer más factible la comprensión por parte de los lectores. También propone que las objeciones deben ser apoyadas con argumentos de manera cuidadosa, y finalmente resalta un aspecto muy importante que es no afirmar más de lo que ha probado, y terminar sin prejuicios la conclusión. Para finalizar, el capítulo X explica en qué consisten las falacias, siendo estas los argumentos que conducen a un error. Para entender que es una falacia, es importante conocer las dos más generales. La primera es una de las más comunes, trata sobre la generalización a partir de una información incompleta, se encarga de extraer o sacar conclusiones de una muestra demasiado pequeña. La segunda falacia es el olvido de alternativas. Estas explicaciones de alternativas pueden ser olvidadas si acepta inicialmente la explicación que se le ocurra en el momento. No se debe precipitar, ya que por lo general hay más opciones para explicar de las que piensa. De acuerdo con lo anterior, se puede decir que Valoración: Este ejemplar de Anthony Weston nos ayuda aventurarnos en el mundo de la razón, con su lenguaje sencillo facilita la comprensión de lo que el autor quiere transmitir y de esta forma se hace más factible la aprehensión de los contenidos. De igual forma, la estructura del libro está muy bien organizada, pues empieza de lo más sencillo abarcando los argumentos cortos que son los más usados en la vida cotidiana y desprende un abanico de los tipos de argumentación ejemplificándolos; luego se pasa a lo más complejo la composición de un ensayo basado en argumentos donde indica otra serie de pautas para lograr un excelente escrito y por último hace énfasis en los errores más comunes que se suele cometer cuando se trata de formular un planteamiento para persuadir a los lectores. Así pues, está magnifica obra de Weston es una excelente herramienta que vale la pena estudiar y escudriñar paso a paso para así lograr aprender a razonar con sentido lógico.
es proporcionar a los estudiantes herramientas fundamentales para desarrollar su pensamiento argumentativo.