317 Meléndrez Pérez Oscar Gustavo Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas Reporte del libro: “El ángel número doce” de Og Mandino El ángel número doce una conmovedora historia de fe y valor, en la que un hombre, llamado John Harding, ya mayor, tenia esposa y un adorable hijo de nombre Rick. Todo marchaba muy bien en su vida, todo era perfecto. Este gran hombre era valiente, seguro, de buena fe, de buen gusto por la lectura, de confianza, honesto, amable, cariñoso, todo lo que describe ser una magnifica persona en este mundo. Su hijo, era idéntico a él, en tanto físico como su forma de ser. Su esposa de nombre Sally, era hermosa cuenta la historia, pues su gran carisma convencía a todos de que ella era una mujer especial que solo un gran hombre la tendría a su lado por ser tan especial. Hubo un momento en la vida diaria de John Harding, que su mente le decía que tenía que volver a su pueblo natal en donde el paso su niñez entre risas y juegos. Para no pensarlo más, pidió tiempo en el trabajo, unas pequeñas vacaciones en familia, mas tanto fue la notica, que llegó a su pueblo natal, y todos los habitantes de Boland, prepararon una bienvenido inolvidable para él y su familia. Llegando a este pequeño pero simpático pueblo, la gente lo aclamaba como si fuera un héroe, pues lo era, ya que él ha ayudado a este pueblo, desde lejos, pero siempre le ha dado su apoyo en las remodelaciones de los campos de beisbol, puesto que él era jugador infantil profesional de las liga de beisbol, era el mejor
shortstop de la liga infantil, que llevo a su equipo a
las finales y ganar el gran campeonato. Para John, este era el mejor día de su vida, puesto que todo el pueblo le daba su agradecimiento, por todo lo que ha hecho. Thomas Duffy quien era un administrador municipal de aquel pueblo, le dio una medalla que al parecer tenía más de siete y medio centímetros de diámetro, y en ella se encontraba grabado esto:
*En Estados Unidos, un billón equivale a mil millones y no a un millón de millones. (N. del T.)
“A un hijo favorito, John Harding. Boland está en verdad orgullosa de ti”.
Todo marchaba bien en este día que era especial para él y su familia, que lo lleno de tanto orgullo que las palabras que salían por su boca lo decía con toda la fe y toda confianza que la tenia de su pueblo natal. Pero, la felicidad de este día tubo que desvanecerse de una forma terrible, después de la celebración, John había comprado una casa nueva en donde cada vez que ellos irían a Boland, tendrían donde quedarse en una casa propia, pues John se quedo en la casa para arreglar todo, como serian los muebles, camas, cobijas y algunas fotos y recuadros, mientras que su esposa y su hijo Rick, se encaminaban en el coche al mercado, para hacer sus compras de comida y agua. De repente un auto que iba al contrario de ellos, sufrió un desequilibrio por una llanta que se poncho al ir en el camino, provocando un fuerte y devastador choque contra Sally y Rick. Los dos fallecieron en el impacto, y John no podría vivir con eso, puesto que un día cuando estaba sobre su escritorio, sacó una pistola Colt calibre .45 que el compró porque hubo una época en donde se metían a robar en las casas de Santa Clara donde él vivía habitualmente por el trabajo. Puso el arma cargada en su frente y se dijo así mismo de que no lo pensara más y que jalara del gatillo. De pronto el escucha antes de accionar la pistola que tocan a su puerta, y escucha la voz de un viejo amigo de él, su nombre es Billy West quien era el mejor amigo de John es la infancia, pues era su amigo mas íntimo de toda su historia. Billy le dice que el intentaba comunicarse desde aquella vez que se separaron y nunca se vieron. John no le contó a Billy lo que estaba a punto de hacer. Billy supo inmediatamente que John estaba en total depresión por la pérdida tan grande que tubo, así que Billy lo llevó nuevamente en donde ellos jugaban y practicaban de niños el deporte que estos dos amaban, que era el beisbol. John, recordó lo bueno de vivir, encontró de nuevo el sentido de la vida, al ver que Billy estaba con él y lo ayudaba a superar el trauma que le
había quedado. John pensaba que el trauma ya lo había superado por entre mas pertenecía en este pueblo le llegaban los recuerdos que tenia con Sally, en este mismo pueblo donde se enamoraron. Cayó en la depresión de nuevo, y apunto de suicidarse de nuevo con el arma, su teléfono suena, era un administrador de las ligas infantiles, y le dice que ocupaban entrenadores de beisbol para el equipo local. El pensó que Dios le estaba diciendo que todavía no era tiempo para que ocurriera eso, que tenía mucho por delante. John aceptó ser entrenador del equipo local, a estar observando a los jugadores de este equipo practicar, se dió cuenta de un niño llamado Timothy Noble, quien todos se reían de él, porque al momento de atrapar la pelota no podía, puesto que no tenía un entrenamiento como todos los demás, pero el tenía algo que todos no tenían, que era el jugar y divertirse, claro que también deseaba ganar y ayudar a su equipo a llegar a ganar el campeonato. John parecía que se vio reflejado e Timothy, como cuando era niño, y cada vez que se finalizaba la práctica con todos los demás niños le decía John que si lo podría entrenar una hora más, y Timothy encantado le dijo que sí, que no habría problema alguno. Timothy fue mejorando día a día, John le regaló un guante de su hijo que tenía guardado especialmente, por que el de Timothy estaba todo destrozado y casi desasiéndose. El quipo de los Ángeles que era el que John manejaba y que Timothy estaba en el, llego a enfrentarse en las finales contra los Yanquis, era el juego más reñido que jamás hubieran tenido, pero al final, el equipo de los Ángeles ganó el campeonato, y Timothy, estaba súper feliz de tener al entrenador más grandioso del mundo. Después del campeonato, John recobró de nuevamente el sentido de la vida y el por qué y por quien vivir. John había escrito una carta, anunciando su renuncia a la compañía de software
Millenium,
pero
estos se reusaron y le mandaron otra carta que decía que le darían mas vacaciones si es lo que quería. Pero a John le llegó una noticia terrible, sonó su teléfono de casa, al contestar, una voz ronca que el inmediatamente reconoció la voz de ese doctor cuyo nombre es Doctor Messenger, le iso saber que Timothy Noble estaba en el hospital internado, y le pidió que fuera para el
hospital y que le explicaría todos los detalle cuando llegara. Al llegar el doctor le explico que Timothy tenía un tumor cerebral y que solamente le quedaban días o unos cuantos meses de vida. Al mirar John a Timothy, le dijo que él era su ángel número doce. Timothy Noble muere el 17 de abril de 1991, y John le compra su lápida escogida por su mamá Peggy, al igual que le compró a su esposa e hijo. John contribuyó a la construcción de la biblioteca de la ciudad, y le puso el nombre de Harding-Noble, cuyo vestíbulo tendría dos pinturas al óleo de dos niños, Rick y Timothy. Mandino, O. (1993). El ángel número doce. Diana: México, D. F.