PRIMERA GUERRA MUNDIAL: CAMBIO SOCIAL DEL PARADIGMA ARQUITECTONICO
Desde finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX se produjeron en el mundo mundo occide occidental ntal una serie serie de profund profundas as transfo transforma rmacio ciones nes que sentaron las bases de la sociedad contemporánea. Fue la época de las revoluciones d e la l a buru del nacionalis"o revoluciones liberales, de burues es!a !a y de tant tanto o en su varia ariant nte e uni unifica ficado dorra !le !lema mani nia a e Ital Italia ia"" como omo independentista #recia". $a quiebra del !ntiguo !ntiguo %égimen se inici& con la %evoluci&n Francesa pero la consolidaci consolidaci&n &n del es#a$o liberal burgués decimon&nico s&lo se impuso impuso tras tras sucesi sucesivas vas oleadas oleadas revoluc revolucion ionari arias as '()*, '()*, '(+*, '(+*, '((".!simismo, a lo largo del siglo XIX, los pa-ses europeos se enararon en una luc/a imperialista por el control de territorios y recurs recursos os de otros otros contin continent entes0 es0 a finales finales del siglo siglo alcan alcanaro aron n su esplendor los grandes imperios coloniales.
Ar%ui#ec#ura Ar%ui#ec#ura Del Silo &I&
$a revoluci'n in$us#rial , nacida en Inglaterra en el siglo XVIII, se consolid& consolid& en el XIX y se e1tendi& al continente, continente, y con ella se impuso la econ econom om-a -a capi capita talilist sta. a. 2e desa desarr rrol olla laro ron n nuev nuevos os "e$io "e$ios s $e #rans(o #rans(or#e r#e como el ferrocarril o el barco de vapor, y la revoluci&n
demográfica demográfica gener& un significativo significativo creci"ien#o $e la (oblaci'n . $as ciudades se industrialiaban, aumentaba rápidamente el n3mero de sus /abitantes /abitantes y se e1tend-a el espacio urbano. 4n el conte1to conte1to de la industrialiaci&n surgi& una nueva clase social, el (role#aria$o que luc/ará por conseguir mejores condiciones de vida y de trabajo. 4l arte no fue ajeno a estos cambios ni a los avances cient-ficos. $o ponen de manifiesto, entre otros aspectos, el auge del urbanismo5 las transformaciones de la arquitectura derivadas de las nuevas técnicas y del uso de los nuevos materiales industriales5 y la necesidad de buscar buscar otras otras soluci solucione oness art-st art-stica icass a que se vieron vieron abocad abocados os los pintores por la aparici&n de la fotograf-a.
4n el siglo XIX no /ubo un estilo art-stico 3nico, pese a que es frecuente /ablar de arte 6decimon&nico7 .! partir de la tradici&n neoc neoclá lási sica ca /ere /ereda dada da del del sigl siglo o XVII XVIII, I, se fuer fueron on suce sucedi dien endo do novedades y planteamientos art-sticos que nos permiten /ablar de %omanticismo, 8istoricismo, %ealismo, Impresionismo, $a ciudad concebida como marco de todas las obras art-sticas y por ell ello debe debe ser ser el /ilo /ilo con conduct ductor or de la 8ist 8istor oria ia del del !rte rte y la !rquitectura en la 4dad 9ontemporánea. $a primer primera a carac caracte terr-st stic ica a gener general al es la desc descon one1 e1i& i&n n entr entre e la arquitectura arquitectura y el resto de las artes plásticas, plásticas, escultura y pintura. pintura. ! partir del siglo siglo XIX los los estilos ya ya no engloban todas todas las artes. artes. 4l 3lti 3ltimo mo esti estilo lo glob global al es el :eoclá :eoclási sico co..
! parti partirr de '()*;+ '()*;+* * la
arquitectura sigue una evoluci&n propia y la escultura y sobre todo la pintura llevan una evoluci&n diferente. $a segunda caracter-stica general es que en el siglo XIX dentro de la arquitectura se produce una bifurcaci&n basada en la estructura docent docente. e. 4n '<= se crea en >ar-s la 4scuela 4scuela >olité >olitécni cnica ca para formar ingenieros ingenieros,, escuela especial especial y cient-fica. cient-fica. 4n '(*? se crea también en >ar-s la 4scuela de @ellas !rtes donde se forman los arquitectos. 8ay una escisi&n en la docencia y esto se reflejará en la arquitectura. arquitectura. >or un lado nace la ingenier-a, ingenier-a, identificada identificada con los nuevos materiales0 /ierro vidrio y cemento y para solucionar nuevas necesidades. >or otro lado nace la arquitectura identificada con el pasado0 8istoricismo o eclecticismo, preocupada por los c&digos art-sticos art-sticos y con materiales materiales viejos como la piedra piedra o el ladrillo. ladrillo. 4sta dualidad se prolonga durante todo el siglo XIX0 !unque /ay numerosos antecedentes /ist&ricos de planificaci&n urbana es en el siglo XIX, como consecuencia del espectacular crecim crecimien iento to de las ciudade ciudades, s, es entonc entonces es cuando cuando el urbani urbanismo smo alcana su edad de oro tanto en las elaboraciones te&ricas como en su aplicaci&n práctica. 8ab-a que resolver, entre otros problemas, la adaptaci&n de las viejas tramas /ist&ricas a las nuevas necesidades urbanas, la b3squeda de soluciones racionales para los nuevos barrios, y la cone1i&n mediante v-as de comunicaci&n del n3cleo antiguo y los barrios en desarrollo.
$as propuestas urban-sticas de la (ri"era "i#a$ $e silo eran poco racionalistas y tuvieron poco é1ito, por lo que /ablamos de urbanis"o u#'(ico . !spiraban a construir una nueva sociedad,
basada en el colectivismo, que permitiera e1tender al proletariado los beneficios de la revoluci&n industrial. -
Fourier
promovi& la creaci&n de falansterios , es decir de
gigantescos edificios en el que vivir-an y trabajar-an comunidades de apro1imadamente '?** personas, con servicios comunes de biblioteca, comedor, etc.5 las onas de trabajo y de vivienda estar-an conectadas por patios y calles cubiertas. -
Owen, para mejorar las condiciones de los trabajadores de su empresa, propuso la fundación de pequeñas ciudades comunitarias,
de
unos
1200
habitantes,
organizadas
alrededor de una plaza central con un edificio para servicios pblicos ! otros de viviendas familiares" #as actividades productivas se localizar$an en construcciones separadas del %rea central por jardines"
4n el XIX se pusieron las bases $e la ar%ui#ec#ura con#e"(or)nea . >or un lado, las ambiciones imperialistas de :apole&n despertaron un e1altado patriotismo con el resurgir de las nacionali$a$es , que buscar-an su identidad en las fuentes del pasado. >or otro lado, la aventura colonial /io que se conocieran culturas lejanas y empearan a influir en el arte occidental. 4n este conte1to se desarroll& la arquitectura /istoricista. :ace de la 4scuela de @ellas !rtes. :o merece la pena estudiar todos los /istoricismos ya que todos tienen caracter-sticas comunes0 vuelta al pasado nacional, sobre todo a la 4dad Aedia, dentro de un nacionalismo romántico. $a burgues-a del siglo XIX ve como válidos estos c&digos art-sticos antiguos. $a burgues-a capitalista, industrial y ya conservadora porque /a conseguido el poder, ve bien este tipo de arquitectura, la considera el 3nico arte arquitect&nico porque sirve para embellecer.
Bambién el urbanismo sirve para embellecer la
ciudad burguesa y el diseCo es aplicable tanto a la arquitectura como al urbanismo.
Des$e "e$ia$os $e silo se buscaron soluciones más realistas.
Aerece citarse la remodelaci&n del casco antiguo de algunas ciudades importantes. 4n *iena se tra& una gran calle anular, el 6ring7, y se adorn& con edificios monumentales que simboliaban el esplendor del imperio austro/3ngaro. 4n >ar-s la reforma, que fue obra del bar&n 8aussmann, se inici& en '(+ durante el 2egundo Imperio :apole&n III". +auss"ann ten-a objetivos urban-sticos, /igiénicos y pol-ticos. 4n 4spaCa, la más significativa aportaci&n de planificaci&n urban-stica fueron los ensanches, entre los que destaca de @arcelona, diseCado por Il$e,onso Cer$a en '(?*. Etros ejemplos interesantes, ya de finales del s. XIX, fueron el diseCo del modelo de ciudad jard-n, creado por 8oard, y la construcci&n de la 9iudad $ineal de Aadrid. !l mismo tiempo, se /icieron patentes las consecuencias de la Revoluci'n in$us#rial . 4l progreso técnico y econ&mico y el
espectacular incremento demográfico trajeron consigo el creci"ien#o $e las ciu$a$es y la necesidad de solucionar nuevos problemas
arquitect&nicos y urban-sticos. 8ab-a que planificar y diseCar nuevos barrios y construir un repertorio de edificios modernos, como estaciones de ferrocarril, fábricas, almacenes, galer-as cubiertas, edificios para las e1posiciones industriales, etc. 2e contaba con los progresos de la tecnolog-a y con la posibilidad de emplear materiales, como el /ierro y el vidrio, que permit-an construir edificios más ambiciosos y mejor iluminados. !l enfrentarse a cambios tan profundos no es de e1traCar que entrara en
crisis
la
formaci&n
profesional
de
los
arquitectos,
fundamentalmente art-stica. Auc/os de los creadores del momento fueron ingenieros, que conoc-an mejor que los arquitectos tradicionales, las posibilidades de los nuevos materiales y la tipolog-a de edificios modernos. 4s la época en que apareci& la arquitectura ferro v-trea, y casi al mismo tiempo, en 4stados Gnidos, la 4scuela de 9/icago cre& los primeros rascacielos, el auténtico germen de la arquitectura del siglo XX. 4n '(<' /ay un gran incendio en 9/icago que destruy& casi toda la ciudad. 2e levant& otra ciudad de nueva planta donde predominaban los materiales in-fugos por la psicosis que /ab-a de incendio. !demás de ser una ciudad nueva, tampoco ten-a tradici&n
art-stica y también estaba preparada para asumir los nuevos avances. 4n '(< en la ciudad de :e Hor se construye el primer ascensor por 4lisa Etis. 4so iba a permitir el desarrollo de la construcci&n en altura. !s- aparecen edificios cada ve más altos /asta llegar a los rascacielos del siglo siguiente", apro1imadamente de '* plantas. >ero la novedad más importante que aporta esta escuela es el esqueleto o arma&n metálico o de /ormig&n, el cual otorga al arquitecto una libertad casi ilimitada a la ve que potencia la funcionalidad. 2iempre se dice que el má1imo representante de esta escuela es $ouis 2ullivan pero en realidad él no /ace más que asumir las J novedades técnicas que /ab-an creado otros. 4l !udit&rium de 9/icago es la obra más importante de este arquitecto y la más conocida de la escuela. >ero sus muros a3n funcionan como soporte de las plantas, utilia materiales
antiguos
como
el
granito
del
basamento,
/ay
decoraciones /istoricistas, arcos y columnas. Biene más elementos /istoricistas que innovadores. $os más innovadores son firmas comerciales de arquitectos asociados, no arquitectos individuales. 2on creaciones colectivas de firmas cuyos nombres ni siquiera sabemos. 4stas firmas construyen edificios de oficinas, no de vivienda, y utilian pilares interiores de /ormig&n armado, cemento o /ierro en forma de estructura s&lida y esquelética. Después de realiar dic/a estructura s&lo /ay que cerrar el edificio con paredes sin funci&n de soporte, paredes que pueden sustituirse con cristal. 9ada planta es independiente y se puede compartimentar de formas distintas respetando s&lo pilares y jácenas. 8acia '(=* se empiea a construir as- en 9/icago y después en todo 4stados Gnidos.
8oy se construye as- en todo el mundo.
4l
ascensor, la estructura en esqueleto metálico y la funcionalidad son las aportaciones de la 4scuela de 9/icago.
:aci& all- porque en
!mérica las estructuras ya e1ist-an de madera anteriormente, la estructura @alloom, pero no permit-a grandes alturas, y por las circunstancias econ&micas y culturales del :uevo Aundo, %evoluci&n Industrial sin tradici&n art-stica.
>or 3ltimo, ya en tránsito entre el siglo XIX y el XX, surgi& el Mo$ernis"o que aCad-a al empleo de los nuevos materiales una
gran fantas-a creadora. 4s un estilo internacional pero con variantes nacionales0 !rt :ouveau en Francia, 2ecesi&n en !ustria, 8orta en @élgica, Aodern 2tile en Inglaterra y Aodernismo en 4spaCa. 2u cronolog-a es de '(=* a '='*. 4s un Ismo global y no un estilo porque no afecta a todas las artes. 4s un intento de englobar las dos vertientes que se ven-an dando en el siglo XIX0 tecnolog-a y avances de los nuevos materiales y por otro lado la tradici&n art-stica con decoraci&n estética propio del pasado. Intenta soldar las dos arquitecturas del siglo XIX.
%ecupera 0 el valor de la producci&n artesanal, carpinteros, /erreros rejeros, vidrieros, etc., están revaloriados en el Aodernismo5 el sentido estético de carácter naturalista, decoraci&n natural, con l-neas curvas, dinámicas y llenas de vida, sinuosa, copiando elementos naturales.. Bambién /ay un cierto e1otismo, alg3n elemento
oriental,
elementos neog&ticos sacados de ese
/istoricismo, arquitecturas de fábula, de ensueCo, como copiando los id-licos castillos de reinos lejanos, pero todo ello conjugado con una desbordante imaginaci&n. -
&s el ismo de la burgues$a de fin de siglo, un ismo con algn aspecto decadente"
$a figura más importante del modernismo en todo el mundo es !ntonio #aud-, uno de los mejores arquitectos espaColes de todos los tiempos junto a Kuan de 8errera. 4s muy dif-cil establecer unos carac#eres generales para este movimiento ya que cada uno de los autores tuvo su propio lenguaje e1presivo. 9oinciden en0 -
#a variedad de materiales" &mplean el hierro, que les facilita curvar o retorcer las l$neas' el vidrio, para multiplicar los efectos luminosos, la profundidad ! la unión entre el e(terior el interior' el hormigón, porque permite crear espacios abiertos de estructuras mu! simples, lo que supone una gran facilidad para transformar las habitaciones cambiando los tabiques' usan tambi)n el ladrillo ! la piedra, as$ como la cer%mica ! el mosaico, que colaboran en una decoración de apariencia fant%stica"
-
#a unificación de las artes, fundiendo las artes ma!ores con las artes aplicadas *decoración, diseño, mobiliario, etc"+"
PUNTO DE QUIEBRE: PRIMERA GUERRA-
4ntre '(<' y '=' los pa-ses europeos estuvieron en pa, una pa no e1enta, ciertamente, de amenaas más o menos encubiertas que cristaliaron en la constituci&n de diferentes alianas que abr-an el camino /acia una amenaadora polariaci&n pol-tica. >ero la pa permiti& una confiada carrera de novedades $a @elle 4poque" materiales y culturales que se materialiaron en la gestaci&n de los diferentes movimientos de vanguardia art-stica 9ubismo, Fauvismo, 41presionismo, Futurismo, !bstracci&nL, además del nacimiento de una nueva forma de arte como fue el cine, '(=" era la más clara manifestaci&n del esp-ritu de libertad que /ab-a prendido en todos. $a >rimera #uerra Aundial '=';'='(" supuso una auténtica crisis de conciencia en cierta medida no deja de ser una especie de guerra civil entre europeos" que se saldar-a con más de die millones de muertos e innumerables /eridos y mutilados. !demás, a lo largo de su evoluci&n, triunf& en %usia el comunismo '='<" cuyo desarrollo condicionar-a, de forma directa o indirecta, todas las actividades /umanas /asta finales de los oc/enta. $a recuperaci&n que se inicia lentamente Felices veinte" se ve truncada por la crisis econ&mica de '=)= lo que acarre& la falta de confiana en su propio proyecto de los sistemas democráticos que, aterroriados por el peligro rojo, permitirán el surgimiento de movimientos como el fascismo italiano '=)" que acelerarán la evoluci&n antidemocrática en toda 4uropa llegando a su cenit con el triunfo de los nais en !lemania en '=++. 4l avance totalitario de derec/as o de iquierdas era una dolorosa realidad justo antes de que estallara la 2egunda #uerra Aundial '=+=;'=". Desde el punto de vista art-stico, además del desarrollo del Funcionalismo arquitect&nico Mque llevaba impl-cito en muc/os casos una auténtica preocupaci&n social; se consolid& el lenguaje de las vanguardias !rt Dec&" al mismo tiempo que surg-an aportaciones cr-ticas como Dadá o la :ueva Ebjetividad y manifestaciones que e1presaban visualmente el desorden en el que se /ab-a sumido el mundo desarrollado 2urrealismo".
URBANISMO
4l desarrollo urban-stico burgués se contin3a a principios del XX con ejemplos parecidos a los de >ar-s, Viena o @arcelona pero /ay un caso que se aparta un tanto de ellos porque para su realiaci&n se contaba con una legislaci&n ;plan general, plan parcial, proyecto arquitect&nico; adecuada a las nuevas necesidades5 es el plan de &nsanche de msterdam-.ur
'=*);'='<" debido a
Berlae que diseCa un sistema unitario de v-as de comunicaci&n
ya de por s- anc/as" con una ona central rápida y otras laterales más lentas de servicio al mismo tiempo que diseCa una fac/ada unitaria para los diferentes bloques. 4l par&n constructivo de la #ran #uerra elev& de forma considerable el precio de las viviendas lo que oblig& a una intervenci&n estatal para corregir estas deficiencias, lo que se traduce en un intervencionismo en los problemas urbanos que e1igen, a su ve, un desarrollo legislativo. >or otra parte, el movimiento moderno /ab-a estado elaborando diferentes soluciones a los problemas de organiaci&n urbana5 K.K.>. Eud, que estaba relacionado con el :eoplasticismo, proyectará el racionalismo de su práctica arquitect&nica en los barrios obreros de %otterdam '=);)=", en los que se traducen sus preocupaciones sociales al igual que en otras obras de arquitectos alemanes de la época como en los barrios Dessau, Narlsru/e, @erl-n" diseCados por Oalter #ropius que ve afectados sus proyectos por la crisis alemana. Puien mejor representa los ideales del racionalismo urban-stico es $e 9orbusier que a lo largo de este periodo diseC& diversos planes urbanos Ville 9ontemporaine, '=))5 >lan Voisin, '=)5 planos para !rgelia, '=+*5 Ville %adieuse, '=+" de todos ellos que tienen como caracter-stica com3n la e1istencia de grandes rascacielos simétricos en el centro de negocios y edificios ;dispuestos de tal forma que se destruye el concepto de calle;corredor y puede llegarse a la calle peatonal; de menor altura alrededor, todos rodeados de onas verdes y relacionados por rápidas y complejas v-as de
comunicaci&n y
convenientemente separados
de las
onas
industriales" el más interesante es la Ville %adieuse. 2u urban-stica se encuentra en la l-nea de #arnier pero es más ut&pica.
Etros arquitectos racionalistas se encontraron, como $e 9orbusier, con el problema de que las condiciones socio;econ&micas de la época /ac-an imposibles en la práctica sus teor-as que, en l-neas generales, se recogieron en la 9arta de !tenas conclusiones del cuarto congreso de los 9.I.!.A. de '=++" en las que se seCalaban las directrices que /ab-a de seguir la urban-stica del racionalismo. Bampoco resultaban posibles de llevar a la práctica las ideas de Orig/t concretadas en su plan para una ciudad @roadacres" a mitad de camino entre lo propiamente urbano y lo rural. Arte y Arquitectura del
PRINCIPIOS . /ASES DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO &&0
4n el :ovecientos la arquitectura ejemplifica de qué modo las vanguardias pueden llegar de modo efectivo a la vida del /ombre, aunque siempre la demanda social actuará como condicionante de las formas utiliadas. De la centuria anterior se /eredan factores como el crecimiento demográfico, la tendencia a la concentraci&n urbana o el desarrollo técnico
e
industrial.
2e /an
precisado
lenguajes
arquitect&nicos que respondieran tanto a viejas funciones como a nuevas tipolog-as, a la ve que, dado su carácter comercial, /an jugado un papel relevante la reducci&n de costes y las facilidades técnicas, naciendo as- un intento de conjugar lo 3til con lo estético ARQUITECTURA +ASTA LA IIGM-
9on antecedentes en la 4scuela de 9/icago y el Aodernismo, la actual arquitectura de consumo nace de un amplio movimiento generado desde los comienos del siglo /asta el estallido de la II#A. $a primera fase está marcada por el protorracionalismo, en el que, /asta '='<, conviven las resonancias del Aodernismo con los nuevos influjos futuristas y e1presionistas5 posteriormente, durante los 6felices veinte7 se desarrollarán el 6De 2tijl7 y el constructivismo soviético, deseoso de llevar al arte la transformaci&n social. Gn 3ltimo momento se definirá por los aCos de má1imo esplendor de la @au/aus y por la gran personalidad
de
$e
9orbusier,
impulsor
de
los
9ongresos
Internacionales de !rquitectura Aoderna 9I!A". Bambién en estos momentos se desarrolla la arquitectura oficialista propiciada por los reg-menes totalitarios de la época. 4n general, la arquitectura del XX muestra el enfrentamiento entre dos concepciones distintas, una ut&pica e inclinada a la emotividad l-rica, otra atenta a su adecuaci&n a la funcionalidad5 los ejemplos más logrados del :ovecientos serán fruto de la conjunci&n de ambas, e1presi&n del ser /umano que no renuncia a la utop-a, pero que vive inmerso en determinados condicionantes materiales y sociales. Pro#orracionalis"o-
4s una tendencia primisecular que interrelaciona las preocupaciones arquitect&nicas con las urban-sticas, como muestran las propuestas de ciudad;jard-n de 4bener 8oard '(*Q'=)(", intento de conciliar los elementos más positivos de la vida urbana y del medio rural e1perimentado en sus proyectos para $etcort/ M'=*+; y Oelyn #arden 9ity M'='=; con é1ito muy limitado. 4n Francia /allamos a Bony #arnier, diseCador de un modelo de ciudad industrial puesto en práctica de modo parcial en los edificios levantados en $yon entre '=*( y '=)<, como el mercado, el matadero, el estadio municipal o el 8ospital #range @elle. 2u defensa del /ormig&n como elemento constructivo la recoge !ugusto >erret '(<Q'=", con obras como la 9asa de la calle Franlin >ar-s, '=*+", el #araje de la calle >ont/ieu '=*", con caracter-sticas vidrieras, o la desornamentada iglesia de :tra. 2ra. De %aincy '=))Q)+", combinaci&n del que/acer más tradicional con el uso del /ormig&n al descubierto. 4n pleno desarrollo industrial de !lemania se desarrolla el protorracionalismo, impulsado desde la Deustc/e Oerbund '=*<", encabeada por el minucioso 8ermann Aut/esius '(?'Q'=)<"5 la labor de mayor internes
es la de >eter @e/rens
'(?(Q'=*",
revolucionador de la arquitectura utilitaria, especialmente la fabril, y referente para la obra posterior de autores como #ropius o Aies van der %o/e5 sus creaciones más notables son la 4mpresa Industrial !4# y la Fábrica de Burbinas de @erl-n ; '=*=;, con estructura volumétrica en la que predominan acero y vidrio. Finalmente, debemos mencionar a dos arquitectos cuya evoluci&n les llevar-a a movimientos posteriores, aunque sus primeros trabajos puedan calificarse de protorracionalistas. 4n primer lugar el germano Oalter #ropius '((+Q'=?=" levanta en '=') la Faguser, en la que emplea el muro;cortina, fac/ada de cristal sustentada por vigas metálicas y en la que la organiaci&n c3bica de los vol3menes anticipa el racionalismo de entreguerras5 en segundo lugar quien acabará por ser fundador del organicismo, el estadounidense Fran $loyd Orig/t '(?=Q'==", autor, dentro de una muy variada producci&n, de casas de campo cuya concepci&n arquitect&nica se basa en la planta libre, el uso de planos perpendiculares, las terraas a distintos niveles y los grandes ventanales corridos en /oriontal, estructuras adaptadas desde temprano a la naturalea del Aedio Eeste, como patentia la 9asa %obie '=*=".
/u#uris"o 1 E2(resionis"o-
$os futuristas plantean un urbanismo y una arquitectura emotivos, alejados del racionalismo y más inclinados por proyectos luminosos y sugerentes, pero con una gran carga ut&pica, como muestra el diseCo de la 69iudad nueva7 de !ntonio 2antR4lia '(((Q'='?", arquitecto firmante del Aanifiesto Futurista de '='.
4n cuanto al 41presionismo, es un movimiento esencialmente alemán, defensor de un estilo funcional y desornamentado, que pretende la imposici&n del cristal sobre el ladrillo y que tiene una formulaci&n te&rica en 6!rquitectura de 9ristal7 '='", de >aul 2c/eerbart. 4n ese mismo aCo realia @runo Baut '((*Q'=+(" el >abell&n de 9ristal de la 41posici&n de 9olonia, obra de gran atrevimiento que se atiene a los postulados defendidos por su autor en escritos como 6!rquitectura !lpina7 '='="5 muy importante fue asimismo la fundaci&n, también en '='=, del 9omisariado de Brabajo para el !rte, en el que se incluye el más notable de los arquitectos e1presionistas, 4ric/ Aendelso/n '(ostdam, '='=Q)'". 4l autor se aleja en buena medida del interés por lo cristalino e intenta liberarse de todo condicionamiento geométrico, como /ab-a /ec/o ya en el #ran Beatro de @erl-n '='=", en una l-nea seguida por el 3ltimo representante de mérito del e1presionismo germánico, Frit 8Sger, autor de la 9/ile 8ause en '=)), una de las 3ltimas construcciones importantes del movimiento, que entra en declive desde mediados de los Veinte. El racionalis"o ,or"alis#a $e 3De S#i4l0-
4n los aCos veinte comienan a imponerse en la arquitectura los lenguajes funcionales, sin que podamos situar su n3cleo en un centro bien definido, pues aportaciones individuales y multinacionales configuran un estilo internacional, caracteriado por la regularidad estructural, el empleo de formas geométricas simples, como el cubo o el cilindro, la renuncia a la decoraci&n e1terior y el uso de un escaso n3mero de materiales muy industrialiados, como el cristal, el ladrillo, el acero y el /ormig&n. 4l rec/ao del individualismo y la b3squeda de soluciones objetivas, caracter-sticas de la pintura del :eoplasticismo /olandés Mliderada por Aondrian;, son impulsados desde la revista TDe 2tijlT para una arquitectura que lleva a la práctica postulados te&ricos orientados a la
plasmaci&n en los edificios de las concepciones neoplasticistas.
9omo autores más significativos
pict&ricas
figuran 8endri
>etrus @erlage '(?Q'=+" y su disc-pulo, el prol-fico Kacobus Ko/annes >ieter Eud '(=*Q'=?+", quien, en su condici&n de arquitecto municipal de %&tterdam, levant& en esta ciudad construcciones como la 9asa 4statal, la 4scuela de Verano de :oordijer/out M'='<; o la %esidencia de Brabajadores 8oe van 8olland M'=). Bambién podemos resaltar a B/eo Van Doesburg o a #errit B/omas %ietveld '(((Q'=?", responsable del más representativo de los ediciios neoplasticistas neerlandeses, la Villa 2c/rSder MGtrec/t, '=);, con paredes totalmente lisas, vol3menes planos, simetr-a y empleo del color para realar elementos estructurales. Racionalis"o i$eol'ico: el cons#ruc#ivis"o ruso-
Desarrollado en la G%22, es la primera propuesta revolucionaria en el terreno art-stico, al vincular la vanguardia pol-tico;social con el arte, aunque con una faceta e1cesivamente imaginativa, tan ut&pica que dej& en proyectos muc/as de sus creaciones, que es uno de sus elementos definidores. 4ntre sus seguidores más notables citaremos a Vladimir Blatin >royecto de Aonumento a la III Internacional, '=)*" y 4l $issity '(=*Q'='", quien relacionar-a al 9onstructivismo con tendencias como el :eoplasticismo o la @au/aus, destacando por sus construcciones de gran /oriontalidad sostenidas por torres a manera de pilares. 4nlaando ya con el monumentalismo de la época stalinista /allamos una destacable instituci&n, la !2:EV! !sociaci&n de :uevos !rquitectos", fundada en '=)+ bajo un racionalismo formalista y e1perimental, deseoso de soluciones universales, en el que sobresale la labor de Nonstantin Aelniov >abell&n 2oviético en la e1posici&n de !rtes Decorativas de >ar-s, '=)5 9lub Ebrero de Aosc3, '=);)<"5 en '=) nace la Gni&n de !rquitectos 9ontemporáneos E2!", obsesionada
con un arte productivo
que diera respuesta
a las
e1igencias revolucionarias, posici&n comprometida adoptada por arquitectos como los /ermanos $e&nidas y V-ctor Vesnin. Racionalis"o "e#o$ol'ico5$i$)c#ico: la Bau6aus-
2e conoce como @au/aus a la 4scuela de !rquitectura y diseCo fundada en la !lemania de la %ep3blica de Oeimar '='=" por el disc-pulo más aventajado de @e/rens, Oalter #ropius. De enorme influencia en las décadas posteriores, la @au/aus apuesta por un 6arte total7, una concepci&n
del edificio como un todo en cuya
realiaci&n intervienen de forma combinada toda clase de artistas5 esto e1plica que en la 4scuela se enseCarán, dentro de una misma unidad de acci&n en su programa pedag&gico, no s&lo arquitectura, sino también escultura, pintura, m3sica, orfebrer-a, tipograf-a, teatro, dana o diseCo industrial. >or ella pasaron no s&lo los más destacados vanguardistas de la !lemania de entreguerras, sino que dictaron clases como profesores artistas de la talla de Ao/oly :agi, Van der %o/e, Van Doesburg, >aul Nlee o Nandinsy. La primera etapa de la Bauhaus , /asta '=), tiene por
sede la propia Oeimar y la lidera el mismo #ropius, quien en '=)) proyectaba el 9/icago Bribune5 en '=) la escuela se traslada a Dessau M todav-a conocerá otro a @erl-n;5 a/ora la voluntad racionalista conduce al diseCo de mobiliario y accesorios varios, al tiempo que #ropius diseCa la propia sede de la instituci&n, un edificio de planta geométrica y asimétrica, con pabellones unidos por pisos a modo de puentes. Auro;cortina de cristal, disposici&n ortogonal y /oriontalidad en las ventanas son constantes en esta fase, en la que se alan, en la misma Dessau, la 9olonia BSrten '=)" y las Viviendas de profesores '=)Q)?". 8ans Aeyer '((=Q'=" dirige la @au/aus de '=)< a '=+*5 comprometido socialmente y muy cercano a los postulados constructivistas,
se afana en alcanar la simbiosis
arquitectura;
sociedad;industria, descollando por obras como el >alacio de las :aciones de #inebra '=)?Q)<" y la 4scuela 2indical de @erl-n '=)(Q+*". !cusado de iquierdismo, /a de dimitir, sustituyéndole Aies Van der %o/e '((?Q'=?=", con el que co"ien7a la $eca$encia $e la Escuela, aunque el director Mdefensor de la /egemon-a
arquitect&nica de la estructura; sea una de las grandes cimas de la arquitectura contemporánea. Van der %o/e busca la elementalidad en sus estructuras de /ierro y cristal, tanto en obras anteriores a su etapa
directiva
Internacional
de
M>abell&n
de !lemania
en
la 41posici&n
@arcelona de '=)=; como durante ésta 9asa
Bugend/at, en @rno M'=+*;5 9asa $emce, en @erl-n M '=+);". 9onsiderada por los nais como reducto de comunistas y apologistas de un arte decadente, se verá obligada a cerrar con el ascenso al poder de 8itler en '=++, aunque, en cierta medida, proseguirá su actuaci&n en el e1ilio estadounidense de la mano del propio Van der %o/e. Racionalis"o ,or"al: Le Corbusier 1 sus seui$ores- Los CIAM-
4l racionalismo formal es la vertiente arquitect&nica del purismo que, derivado del cubismo, cultivaban en Francia pintores como
Eenfant o el suio;francés Keanneret, quien, como arquitecto, tomará el nombre de $e 9orbusier '((
a" utiliaci&n de pilotes de
/ormig&n para elevar el edificio, permitiendo a la lu penetrar bajo él5 b" la incorporaci&n como cubiertas de las terraas;jard-n5 c" las ventanas /oriontales5 d" la planta libre, en la que la sustituci&n de los muros de carga por pilares permite la libre disposici&n de los tabiques. Etras creaciones de estos aCos son el ya nombrado >royecto para el >alacio de los 2oviets de Aosc3 '=+'" o la presentaci&n poco antes del 6>lan Eb3s7, plan de renovaci&n urban-stica de la ciudad de !rgel. De todos modos, la gran influencia que ejerce sobre la arquitectura desde la época de entreguerras $e 9orbusier se debe sobre todo a su sugerente tarea literaria5 muy afamado es su 68acia una arquitectura7, best;seller de los tratados contemporáneos sobre el arte que nos ocupa, y que define en sus páginas como 6el juego sabio, correcto y magn-fico de los vol3menes reunidos bajo la lu7. 2us ideas sobre la ciudad las recoge en 6Grbanismo7 M'=);, desarrollándolas once aCos después en 6$a ciudad resplandeciente7. V-a fundamental para la difusi&n de sus ideas es la creaci&n en '=)( de los 9ongresos Internacionales de !rquitectura Aoderna 9I!A", en los que el arquitecto suio; francés particip& activamente /asta el celebrado en '=?. 8asta sus 3ltimos aCos $e 9orbusier se entregará a una continua actividad, aunque ésta la consideraremos en las creaciones arquitect&nicas posteriores a la II#A. 4ntre los seguidores del racionalismo formal de $e 9orbusier encontramos rápidos ejemplos que, por centrarnos en nuestro ámbito mediterráneo, situamos en Italia y 4spaCa. 4n la primera cobra carta de naturalea con la constituci&n en '=)? del AI!% Aovimiento Italiano por la !rquitectura %acional", con la destacada figura de #iuseppe Berragni '=*Q'=)", quien evidencia en construcciones como la 9asa del Fascio de 9omo '=+" cierta permisividad de
Aussolini /acia la modernidad arquitect&nica. 4n cuanto a 4spaCa, el abandono de los /istoricismos a mediados de los Veinte va a completarse con la aparici&n de un ambiente favorable al vanguardismo con la proclamaci&n de la II %ep3blica. >ronto destacará un colaborador de $e 9orbusier, Kosé $uis 2ert, impulsor del #rupo de !rtistas y Bécnicos 9atalanes para el >rogreso de la !rquitectura 9ontemporánea que,
tras
la incorporaci&n
#!B>!9", de
formado
en
'=)(
y
arquitectos participantes en los
9I!A, como Aercadal o Uavala, se convertirá en el #!B4>!9 #rupo de !rtistas y Bécnicos 4spaColes para el >rogreso de la !rquitectura 9ontemporánea".
2in embargo, la precariedad
econ&mica del momento reduce en
muc/o la labor de este #rupo, del que quedan ejemplos como el Dispensario
9entral
!ntituberculoso
de
@arcelona
'=+Q+?",
colaboraci&n de 2ert, Borres 9lavé y 2ubirana. 4n esos mismos aCos /allamos en 4spaCa un vanguardista de primera fila, 4duardo Borroja '(==Q'=?'", quien destaca en el tratamiento original del /ormig&n armado, como muestra, v.gr., en el 8ip&dromo de la Uaruela Aadrid, '=+". 9omo es l&gico suponer, la guerra civil cercen& en '=+? este florecimiento arquitect&nico, no recuperado en las décadas posteriores por el afán de retorno a los modelos TimperialesT. El oranicis"o-
4l nombre, en realidad, es simplemente la aplicaci&n del racionalismo en los 4stados Gnidos, sobre todo a partir de la labor de un auténtico genio, Fran $loyd Orig/t. Disc-pulo de 2ullivan, con quien empiea a trabajar en 9/icago, pronto se independia /asta realiar una arquitectura muy personal, basada en la b3squeda de las ra-ces y tradiciones norteamericanas y el amor a la naturalea M también la atracci&n /acia la m-stica oriental;, y caracteriada por la fusi&n de materiales locales, madera y piedra, con otros nuevos, como acero, /ierro y /ormig&n. Etra de sus preocupaciones será la adaptaci&n de la arquitectura al terreno My no a la inversa;, como apreciamos en la famosa 9asa Naufman o de 6la 9ascada7, en la que aprovec/a al má1imo la integraci&n entre el edificio y el paisaje que lo rodea, o en la Baliesin Oest !riona, '=+(". Gna de sus 3ltimas y más geniales creaciones es la sede del Auseo 2alom&n %. #uggen/eim :ueva Hor, '=+Q'==", famoso por su rampa /elicoidal que le confiere al
e1terior el perfil de un cono invertido, y con el que revoluciona, a partir de la incorporaci&n de una nueva tipolog-a, la arquitectura muse-stica. 4l organicismo de $loyd Orig/t se vincula e1cepcionalmente con el denominado racionalismo emp-rico, difundido por 4scandinavia, con el referente e1cepcional del finés !lvar !aalto '(=(Q'="5 éste se inclina por el uso de la madera y las formas onduladas, con ejemplos como el tec/o de la 2ala de 9onferencias o la @iblioteca de Vipuri, y, en los 4stados Gnidos, el >abell&n de Finlandia en la 41posici&n Gniversal de :ueva Hor '=+=" o la %esidencia del Instituto de Becnolog-a de 9ambridge Aassac/ussets", en el que rompe la monoton-a con un juego m3ltiple de vistas y un mobiliario muy diferenciado en cada una de las /abitaciones.
La ar%ui#ec#ura $e los #o#ali#aris"os-
:os referimos aqu- a las manifestaciones propias de la fase dictatorial, identificada con el arte que se realia en alg3n momento de la etapa de entreguerras en !lemania, Italia, 4spaCa y la G%22. 4sta arquitectura se caracteria, en general, por el uso de formas y recursos art-sticos regresivos formal y estéticamente, en la l-nea de un fr-o academicismo, el monumentalismo colosalista y el desprecio a las tendencias racionalistas o funcionalistas que, sin embargo, serán las cultivadas prioritariamente en los reg-menes democráticos occidentales. 4n Italia, sin embargo, no faltarán algunas notas de modernidad, fruto tal ve de la dosis de estética futurista que impregna el arte del :uevo 4stado mussoliniano 4staci&n Bérmini de %oma, obra de >agano"5 esto no evita el guiCo descarado a la gloria de la %oma imperial e, incluso, a la del @arroco, como muestran planteamientos urban-sticos como la apertura de la V-a de la 9onciliaione, eje que une el >uente de 2antR!ngelo y la >laa de 2an >edro, o creaciones como el Foro Itálico5 autor notable es >ier $uigi :ervi, creador de vastos espacios abovedados tanto de /ormig&n como de acero, que proseguirá su labor tras la II#A. 4n la !lemania nai, la persecuci&n contra la @au/aus se acompaCa de un desarrollo de la arquitectura oficialista y monumentalista que elige en la #recia clásica el modelo para sus creaciones oficiales, e1presando a través del recuerdo de la 8élade el esplendor y sentido de unidad pol-tica del III %eic/5 de igual modo se /acen patentes algunas alusiones a la arquitectura egipcia. 4l
autor más representativo es !lbert 2peer 9/anciller-a del %eic/ en @erl-n, 9ampo de 9ongresos de :uremberg", siendo también reseCable la labor de >aul $udig Broost urbaniaci&n de la >laa %eal de Aunic/" y Frit Bodt. $a guerra civil espaCola pone coto asimismo al trabajo del #!B4>!9, de manera que en la postguerra muc/os arquitectos u optan por el e1ilio o /an de reorientar estéticamente sus creaciones /acia una arquitectura oficial, monumentalista e /istoricista, resultado de la interpretaci&n superficial y desconte1tualiada de la obra de 8errera o Villanueva5 ctos de esta tendencia serán $uis #utiérre 2oto Ainisterio del !ire, '=+Q', con elementos muy evocadores de los tiempos de los !ustrias", !ntonio >alacios 4dificio de 9orreos en Aadrid" o $uis Aoya Gniversidad $aboral de #ij&n, '=;?".
$a obra cumbre de la etapa es el monumental Valle de los 9a-dos, de Aénde #onále y Augurua, con la aportaci&n escult&rica de Kuan de valos5 iniciado en '=* y no inaugurado casi /asta )* aCos después, es, a pesar de sus dimensiones y coste, el mejor ejemplo de lejan-a respecto a las vanguardias arquitect&nicas. 4n la G%22 el ascenso al poder de 2talin a partir de '=) supone el debilitamiento del constructivismo y el despliegue del denominado 6realismo socialista7, que también se inspira en modelos /eleniantes, como ejemplifica el proyecto para el >alacio de los 2oviets de Iofan '=+'", que vence en concurso a propuestas muc/o más modernas de $e 9orbusier o #ropius.
CONCLUCIONES Podemos aceptar, como Argán, que la arquitectura del siglo pasadoda: a) la prioridad asoluta de la plani!caci"n uran#stica sore los pro$ectos arquitect"nicos% ) la má&ima econom#a en el apro'ec(amiento de los terrenos% c) la rigurosidad racional de las ormas arquitect"nicas, tal $ como dispone el uncionalismo* d) la estandari+aci"n progresi'a de ormas $ materiales, (aciendo del diseo industrial una de las cla'es de la creaci"n art#stica del No'ecientos% e) la concepci"n de la arquitectura como condicionante del progreso social $ de la educaci"n democrática de la sociedad% Podemos distinguir, de cara a una e&posici"n más clari!cadora, tres grandes ases en la arquitectura del siglo --: . La ase del uncionalismo, a/o la que traa/an un uen n0mero de tendencias $ escuelas durante las primeras d1cadas de la centuria, alguna de las cuales llegan en acti'o (asta el per#odo de entreguerras% . La ase dictatorial, coe&istente con la 0ltima etapa de los mo'imientos anteriores $ que re0ne el que(acer de los arquitectos a!nes a reg#menes totalitarios como el ascista, el nacionalsocialista o el stalinista%
. La ase posterior a la II23, donde las in4uencias racionalistas se unden con nue'as e&periencias $ con ormas $ materiales no'edosos, originándose distintas maniestaciones arquitect"nicas en las que destacan las aparecidas en el 5ercer 3undo o en pa#ses en '#as de desarrollo%