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l o s t i g r e s
■*4
El oro delostigresII Colección dirigida por Minerva Margarita V illarreal illarreal
Poem as a Lesbia.
Taetermorbus
Calillo
Esta edición es el homenaje de la Universidad Autónoma de Nuevo León y de u n grup o de escritores de lengua españ ola a Alfonso Reyes, al celebrarse el Bicentenario de la Nación, 77 años de la fundación de nuestra Alma Mater y el 30 aniversario de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria.
El oro delostigresII Colección dirigida por Minerva Margarita V illarreal illarreal
Esta edición es el homenaje de la Universidad Autónoma de Nuevo León y de u n grup o de escritores de lengua españ ola a Alfonso Reyes, al celebrarse el Bicentenario de la Nación, 77 años de la fundación de nuestra Alma Mater y el 30 aniversario de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria.
Poemas Poem as a Lesbia Lesbia
Taeterm o r b u s
UANL J^t #^ IMVCMBMO OM M.-róSO SOM AIHTAXVt)ìJ^t#^
Jesús Ancer Rodríguez
Re Rector Rogelio G. Garza Rivera
Secretario General Ubaldo Ortiz Méndez
Secretario Académico Minerva Margarita M argarita Villarrea Villarreall
Di Directora de la Ca Capilla Alfo lfonsina Biblioteca Un Universitaria
Esta edición universitaria tiene como único fin fomentar el interés por po r la litera lit eratu tura ra entre ent re los estudiantes estud iantes de nivel nivel medio me dio y superior, po r lo que no tiene carácter lucrativo.
Edición: Rodrigo Alvarado, Carlos Lejaim Gómez, Carolina Olguín García, Alma Patricia Patricia Ramírez y Mart ha Ramos Diseño: Darío Aboytes Aboytes Ramírez y Mart a Hoyos González Luna Portada: Amor y y Psique, Composición a part ir de la escultura Am época romana Primera edición, 2010 O D.R. Universidad Autóno ma de Nuevo León © D.R. Aurora Luque, por la selección, traducción y prólogo
ISBN-978-607-433-467-8 Impreso en Monterrey, México
Am a
t a n o r b is is : e l c a n c i o n e r o
d e l e s b ia ia
¿Oíste lo que dijo Cicerón cuando cu ando leyó leyó por primera pri mera vez los los poemas de amor? ¿No? Pues dijo: “Este Cattilo es el único hombre en Roma que toma la pasión en serio; probablemente probablemen te será el último” Lo Los idus de marzo,
Thornton Wilder
Docto, lascivo, tierno, ingenioso, elegante, elocuente, en cantador: así pintaron al poeta Catulo sus colegas romanos Marcial, Marcial, Ovidio, Tibulo, Propercio yjuvenal. yjuven al. Vi Vivi vió ó treinta años de ese siglo, el úlümo de la era no cristiana, en que soles para brillaron tantos can didi soles par a la poesía poesía lati latina. na. San Je Jeró ró
nimo, en su Crónica , anota que Catulo, sc s c r ip to r ly r ic u s , nació en Verona en el año 87 y murió en Roma en el 57. Pero las fechas deben retrasarse tres años (84-54) dado que Catulo cita hechos posteriores al 57 en sus poemas. Verona es la clara patria del poeta. Cerca de esta ciudad, el veronense poseía la villa villa de Sirmio, jun ju n to al lago lago de Garda. Gar da. Giosuè Carducci evoca en unos versos de sus Odas bárbaras sus pa seos por el lugar: Catulo se pasaba aquí días enteros con su barca bitínica amarrada a las rocas límpidas, y veía en el agua, fosforescente y trémula, las pupilas de Lesbia, y la pérfida risa de Lesbia, sus ardores multívagos, mientras ella en oscuros callejones la medula agota de los nietos de Rómulo.
Catulo poseyó otra villa en Tíbur o Tívoli, lugar de ve raneo de las afueras de Roma. El mismo la evoca con hu mor en el poema 44: a ella corre a refugiarse para curarse del catarro que le ha producido la lectura de un mal libro. Ya adivinamos el ocio del ciudadano pudiente que reparte sus días entre Roma y sus villas (ocio que el poeta percibirá en sí mismo como destructivo) y ya también hallamos aquí dos motivos que van a recorrer el Corpus catuliano: el hu mor mo r y la conciencia poética. El humor, en el amplio espectro que va desde la gracia y el toque picante hasta el escarnio y sus gotas amargas pasando pasand o por po r el ingenio más ácido, salpica salpica la selva selva toda de los versos de Catulo. Sus amigos y enemigos son a menudo también poetas. Entre los primeros, los nombres de Cor p o e ta e n o v i de los que nificio, Calvo, Cecilio o Cinna, los po
habla Cicerón, con los que comparte un ideario poético que remonta a Calimaco y, más atrás, a Safo y Arquíloco. Todos ellos son partidarios fervorosos de la obra bre ve, refinada, sutil, elegante, erudita. Catulo ridiculiza con certeras pedradas las obras pretenciosas y espesas de —por ejemplo— un Volusio (poema 10 en nuestra traducción). De sus dardos no se libran los rivales políticos (César, que había sido amigo de su familia y huésped en Verona, es un blanco atizado sin piedad). La sátira política es a menudo menu do sátira sexual: la poesía de Catulo no pone puertas entre los campos privados y los públicos. Pero la voz que habla en los poemas sí lucha por separar al poeta del ciudadano: el
poeta poet a es libre, suya es toda to da licencia poética; puede pued e y hasta debe ser licencioso. Como personaje civil, Catulo dice que rer adaptarse ada ptarse a la ética de la urbe. Catulo es un poeta de grandes fervores. De los trein ta años de su vida, cinco al menos estuvieron penetrados, invadidos por una pasión amorosa poderosísima, si no ex cluyeme. Catulo se enamoró de una mujer casada, Clodia, esposa del cónsul Quinto Metelo Céler. Nunca aparece con su nombre real en los textos de Catulo, pero gracias al tes timonio de Apuleyo se da por seguro que el sobrenombre de Lesbia la encubre. Cicerón pintó a Clodia con odiosas tintas. Por cierto, tampoco su marido escapa de la bilis ci ceroniana. El cónsul era non homo sed litas atque aer et solitudo
mera : un puro erial. Ahora sabemos que el odio denigrante del orador era de la misma estirpe que el de Catulo: los motivos personales no le permitieron ser objetivo. En los versos versos catulianos, Lesbia pasa de ser una diosa deslumbra deslum bran n te a una prostituta degradada y rastrera. Es probable que no fuera ni lo uno ni lo otro: la intensidad del deseo y del despecho gobiernan las palabras del poeta. Por ello no se debe confundir el líber catuliano catuliano con un diario amoroso, ni en la parte que toca a Clodia C lodia/Les /Lesbia bia ni en lo que toca toca a sus sus restantes amantes ama ntes más o menos ocasionale ocasionales: s: Ipsitila, Ipsitila, Juve Ju venncio, etcétera. La historia de los amores de Lesbia y Catulo no se pue de ordenar cronológicamente. Ahora bien, eso no quiere decir que no constituya un corpus lesbianum dentro del más
extenso corpus catullianum. Algo más de treinta poemas de los los 116 116 del libro de Catulo Ca tulo hacen hace n referencia referen cia más o menos extensa o directa a Lesbia. En ellos se funden y confunden todos los ingredientes de la pasión: la plenitud, la alegría despreocupada, la carnalidad de los abrazos, los miles de besos besos,, los los elogios elogios a la belleza, el dolor dolo r ante ant e el vislumbre vislumbre de la pérdida (la sospecha de infidelidad, los celos terribles, los trastornos del abandono), el odio en su mezcla feroz con el deseo, la depresión, la conciencia de enfermedad psíquica, el deseo de herir, el escarnio de la amante ya convertida en rival, la resignación, la despedida del amante exhausto y derrotado, la proximidad de la muerte. Todos los amantes de Catulo (me refiero ahora a los lectores que lo han amado y amamos intensamente) lo hemos leído en algún tramo t ramo de nuestra nuest ra vida entresacando los los amores y desamores de Lesbia: hemos espigado aquí y allá los los momentos momento s del eros catuliano catulia no en sus sus pozos de desolación o en sus momentos soleados. No ha sido fácil cosa decidirse a traducir y a dar a la imprenta una versión de los P o e m a s a L e s b ia . Corríamos el riesgo de que se nos acusara
de mutilar la complejidad del mundo del veronense. Por otro lado, la deslumbrante arquitectur arqu itecturaa del del líber catuliano catuliano lo ha vuelto into intocabl cable. e. Frente al carácter arruinado de buena parte par te de la lírica griega y latina, la solide solidezz de la herencia here ncia de Catulo lo ha convertido en monumento sin fisuras. Los poemas poem as se nos han ha n trasmitido trasmitid o ordenado orde nadoss en tres bloques que siguen criterios métricos: métricos: poemas po emas polimétricos, poemas
largos y doctos, poemas epigramáticos en dísticos. Se da la paradoja para doja de que a esa clara arquitec arqu itectura tura corresponde un entrelazamiento selvático de los temas. Amor y amistad, política política y sexo, sexo, mitología y crítica literaria: literaria: la pasión por po r Lesbia también lo impregna todo. En los poemas largos y doctos los eruditos vieron largo tiempo meros ejercicios de competencia, de exhibición de músculo poético. Pero basta con leer el lamento de Ariadna contenido en el largo epilio 64 para sentir cómo Catulo, abandonado por Lesbia, se esconde bajo la piel de Ariadna abandonada por Teseo: los reproches, el dolor, la furia, la sensación de devoradora soledad. Catulo no se limita aquí a medirse con Calimaco: está inventando, con el modelo de Safo y Arquíloco, la poesía de la experiencia en complejísimas y sofisticadas aleaciones. Lo explica magistralmente Aníbal Núñez en el prólogo prólogo a sus sus versio versiones nes:: Su lenguaje solía solía tener ten er sentimientos y destinatarios destinatarios inmediatos diatos,, además de una capacidad de convertir convertir enj oya oy a un material caliente. Aún humean sus poemas, pues supo hacer perenn per ennee la efusión volcánica.
Catulo encuentra en Safo el mejor magisterio: formas límpidas, franqueza expresiva, energía erótica. La poesía de Saf Safo, o, como la de Catulo, es pura pu ra médula. Recorre Reco rre los los versos de ambos un eros imperioso y sutil a la vez, pertur bador bad or y capaz del más profundo profu ndo autoanálisis, autoanálisis, vehemente y dueño del lenguaje. El “cancionero de Lesbia" se abre y
cierra con poemas escritos en estrofas sáficas. La imagen de la flor tronchada del desesperado canto último catuliano recoge el eco del jacinto pisoteado por el pastor en Safo. En el poema 29 (8) resuenan las búsquedas cruzadas de las amantes en el himno a Afrodita sáfico. Toda la tradición lírica de la isla de Lesbos Lesbos la volcó volcó Catulo Catu lo en el sobrenom sobr enombre bre de su amada. En el poema a la muerte del pájaro de su amada, reprochaba el poeta a las tinieblas del Orco su hambre de destrucción de todo lo bello: Omnia bella deuoratis. No deuoratis. No es cierto: la tiniebla infernal, la oscuridad de la muerte no lo devasta todo. Resiste, precisamente, la belleza incorrupta de versos fervientes como los de Catulo. Seguimos, en nuestra traducción, la versión de R.A.B. Mynors, C. Valeñi Catulli Carmina, Carmina , Oxford, 1958, excepto en el verso 11 del poema 32 (11), en que preferimos horribilesque de bilesque de Bardon y Della Corte al horribile horribile aeq uor del del editor oxoniense; el ya irremediable irrem ediable y sáfico sáfico uocis in ore del ore del poema 1 (51 (51); el el verso 2 de 8 (8 (87), en que optamos opta mos por p or e s en lugar de est, u na más cercan ce rcanaa segunda persona; perso na; y 19 (107 (107), ), en que est, una incluimos la conjetura de Lachmann hac res optandas. En cuanto al espíritu que anima la tarea traductora, suscribo las palabras de Andrés Neuman en su novela E l viajer viajeroo del de l siglo. Estoy siglo. Estoy convencida de que Catulo —traductor de Safo y de Calimaco— y Clodia —su cómplice— las ha brían brí an aplaudido:
Así, sin proponérselo, fueron alcanzando un idioma común, reescribiendo lo que leían, traduciéndose mutuamente. Cuanto más trabajaban juntos más se daban cuenta de lo parecidos que q ue eran el amor am or y la traducción, traducc ión, entend ent ender er a u na persona perso na y traslada tra sladarr un texto, volver a decir un poema poe ma en una lengua distinta y ponerle palabras a lo que sentía el otro. Ambas misiones se presentaban tan felices como incompletas: tas: siempre siempre quedaban queda ban dudas, palabras po r cambiar, madces incomprendidos.
A u r o r a L u q u e , C á d iar, ia r, v era er a n o de 2 0 1 0
1(51)
L e mi pa r es esse deo uidet uidetur, ur, ille, si fas est, superare diuos, qui sedens aduersus identidem te spectat et audit
dulce ridentem, misero quod omnis eripit sensus mihi: nam simul te, Lesbia, aspexi, nihil est super mi uocis in ore,
lingua sed torpet, tenuis sub artus fiamma demanat, sonitu suopte tintinant aures, gemina teguntur lum ina nocte. nocte.
otium, Catulle, tibi molestum est: otio exsultas nimiumque gestis. otium et reges reges prius et beatas pe p e rdid rd id it urbes. urb es.
16 4
La pasión, el ocio
U n igua iguall a lo los diose iosess me parece parece o más que un dios —si eso se pudieraaquel que frente a ti se sienta y nunca deja deja de contemplarte contem plarte y de escuchar
tu risa dulce. Y esto a mí —desgraciado— me arranca los sentidos. Pues tan pronto te Lesbia, nada de voz me sube hasta la boca,
la lengua se entorpece, un fino fuego va manand ma nando o por p or dentro de ntro de mis mis miembros, miembros, me zumban desde dentro los oídos y mis ojos los vela doble noche.
El ocio te es, Catulo, pernicioso. Con el ocio te excitas y desbordas. El ocio antes a reyes y ciudades felice felicess los perdi pe rdió. ó.
2 (2)
Passer, deliciae meae puellae, quicum ludere, quem qu em in sinu sinu tenere, cui primum digitum dare appetenti et acris solet incitare morsus, cum desiderio meo nitenti carum nescio quid lubet iocari, et solaciolum sui doloris, credo, ut tum grauis grauis adquiescat ardor: tecum ludere sicut sicut ipsa possem et tristis animi leuare curasi
El pájaro de mi amada
Pajarito, alegría de mi chica, el juguete que acuna a cuna entre su pecho, al que le da su dedo si lo pide y lo incita a morder la yema a picotazos, picotazos, cuand cu ando o a ella ella,, espléndida a la luz de mi deseo, le agrada agrad a practica pra cticarr no sé qué juego jue go consolador de su melancolía para pa ra aplacar, apla car, supongo, supong o, su hondo hon do ardor. ardo r. ¡Si pudiera pud iera contigo jugu ju guete etear ar como c omo ella y aliviar los tan tristes agobios de mi alma!
3 (3)
L u g e te , o Veneres Veneres Cupid Cupidin inesq esque ue et quantum est hominum uenustiorum! pas p asse serr m o rtu rt u u s est m ea e p uell ue llaa e, pass pa sser er,, delic de licia iaee m e a e p uell ue llae ae,, quern plus ilia ilia oculis oculis suis suis am aba t; nam melli mellitu tuss erat suamque norat ipsam tarn bene quam puella matrem, nec sese a gremio illius mouebat, sed circumsiliens modo hue modo illuc ad solam solam dom inam usque usque pipiabat; qui nunc it pe r iter tenebricosum tenebricosum illud unde negant redire quemquam. at uobis male sit, sit, malae ten ebrae Orci, quae omnia bella deuoratis; tarn bellum mihi passerem abstulistis. o factum male! o miselle passer! tua nunc opera meae puellae flendo turgiduli rubent ocelli.
20 4
Planto por el pájaro
L lo r a d , Venus, Cupidos, Cupidos, chic chicos os,, chic chicas as sensibles a lo guapo. El pájaro se ha muerto de mi amada, el pájaro que era su mascota, hasta más lo quería que a sus ojos. Muy cariñoso era, y la reconocía como hija a su madre. Del regazo no se le despegaba: saltando aquí y allá, solamente a su dueña le piaba sin pausa. Ya va por el sendero de ¿niebla, ése del que nos niegan el regreso. Malditísi Malditísimas mas sombras sombra s remalditas del Orco que lo bello devoráis: qué pájaro tan lindo me quitasteis. Qué contratiempo. Pobrecito Pobrecito pájaro. Y ahora, por tu culpa, los ojitos de mi chica, hinchados de llorar, se le enrojecen.
4(5)
\^ u a m u s , mea Les Lesbi biaa, atque atque ame amemu mus, s, rumoresque senum seueriorum omnes unius aesümemus assis! soles occidere et redire possunt: nobis cum semel occidit breuis lux nox est est perpetua una dormienda. da mi basia mille, deinde centum, dein mille altera, dein secunda centum, deinde usque altera mille, deinde centum, dein, cum milia multa fecerimus, conturbabimus ilia, ne sciamus, aut ne quis malus inuidere possit, cum tantum sciât esse basiorum.
22 4
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De los m iles de beso s
A .m e m o s y vivamo vivamos, s, Lesbi Lesbiaa mía: mía: cotilleos de viejos estirados no nos importen mucho más que un céntimo. Los soles pueden irse y regresar, per p ero o c u a n d o se va v a n u e stra st ra luz brev br evee hab rá un a sola sola noche perpe tua p or dormir. Dame mil besos, dame luego cien, luego mil otros, luego otra centena, just ju sto o lueg lu ego o otro ot ross mil y lueg lu ego o cien. cien . Cua ndo hayamos sum ado m uchos mil miles, romperemos la cuenta y no querremos ni saberla nosotros: no podrá maldecirla el envidioso si no sabe la suma de tantísim os besos. besos.
5(7)
Ç )u ae ris, ri s, quoi mihi mihi basi basiat atio ione ness tuae, Lesbia, sint satis superque. quam magnus numerus Libyssae harenae lasarpiciferis iacet Cyrenis, oraclum louis inter aestuosi et Batti ueteris sacrum sepulcrum; aut quam sidéra multa, cum tacet nox, furtiu furtiuos os hominum hom inum uident amores, tam te basia multa basiare uesano satis et super Catullo est, quae nec pernumerare curiosi possint nec m ala fascinare lingua.
La cuenta de los besos
Me preguntas con cuántos besos tuyos, Lesbia, me saciaría y me m e satisfaría satisfaría:: con tantos como granos de arena se amontonan en la libia Cirene que nos da sus perfumes entre entre el flameante oráculo de Jú pite pi ter r y el sagrado sepulcro del muy antiguo Bato. O tantos como estrellas que observan, cuando calla la noche, los furtivos amores de los hombres. Con tanto beso habrías de besar a tu loco Catulo: satisfecho y saciado quedaría si los cotillas no pueden sumarlos ni envenenarlos con su lengua sucia.
6(86)
Q , recta rec ta est: est: haec hae c ego sic singula confiteor,
uintia formosa est multis. mihi candida, longa,
totum illud illud formosa nego nego:: nam nulla uenustas, uenustas, nulla in tam magno mag no est corpore mica sali saliss. Lesbia Lesbia formosa est, est, quae cum pulcerr pul cerrima ima tota est, est, tum omnibus una u na omnis omnis surripuit Veneres Veneres..
Ni una pizca de sal
IVIuchos tienen a Quintia por hermosa. Para mí es es alta, blanc b lancaa y espigada espigada:: de una en una estas prendas sí que admito, pero no que sea bella en su conjunto. conjunto . En cuerpo tan soberbio ni una gracia, ni una pizca de sal. Lesbia es hermosa porque por que siendo bellísima al completo, com pleto, sustrajo los encantos a todas las demás.
7(43)
Salve, nec minimo puella naso nec bello pede nec nigris ocellis nec longis digitis nec ore sicco nec sane nimis elegante lingua, decoctoris amica Formiani. ten prouincia narrat esse bellam? tecum Lesbia nostra comparatur? o saeclum insapiens et infacetum!
Lesbia incomparable
l í o l a , niña niña,, que que tienes no pequeña nariz ni lindo pie, ni ojos oscuros ni los dedos largos, ni boca sana ni tampoco lengua demasiado elegante y eres amiga de ese manirroto del Formiano... ¿Luego cuenta la provincia que eres eres tú muy guapa? ¿Y a mi Lesbia contigo la compara? ¡Qué tiempos de ignorancia y de mal gusto!
8(87)
] \ ul ulla la potest potest mulier mulier tantum se dic dicere ere amatam uere, quantum a me Lesbia amata mea es. nulla fides ullo fuit umquam in foedere tanta quanta qua nta in amore tuo ex parte reperta reper ta mea est est.
9 (109)
Iucu Iu cu nd um , mea uita uita,, mihi mihi proponi proponiss amorem hunc nostrum inter nos perpetuumq perpetu umque ue fore fore,, di magni, facite ut uere promittere possit atque id sincere dicat et ex animo, ut liceat nobis nobis tota perducere pe rducere vita aeternum hoc sanctae foedus amicitiae.
Pacto de amistad
Qyefeliz, vida mía, será este nuestro amor recíproco y perpetuo me aseguras. Dioses supremos, permitid que pueda promet pro meterlo erlo de veras, y lo diga con corazón sincero. Dado nos sea cruzar la vida entera con este este eterno pacto p acto de sagrada sagrad a amistad. amistad.
*
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10 (36)
A n n a le s Volu Volussi, cacata cacata carta, carta, uotum soluite pro mea puella. nam sanctae Veneri Cupidinique uouit, si sibi restitutus essem desissemque truces uibrare iambos, electissima electissima pessimi poetae po etae scripta scripta tardipedi deo daturam datu ram infelicib infelicibus us ustula us tuland ndaa ligni lignis. s. et hoc pessima se puella uidit iocose lepide uouere diuis. nunc o caeruleo creata ponto, quae sanctum Idalium Vriosque apertos, apertos, quaeque Ancona Cnidumque harundinosam colis lis quaeque A mathun ma thunta ta quaequ qu aequee Golg Golgos os quaeque Durrachium Hadriae tabernam, acceptum face redditumque uotum, si non illepidum neque inuenustum est. at uos interea uenite in ignem, pieni ruris et e t inficetiarum infic etiarum annales Volusi, cacata carta.
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«1
Promesa de Lesbia
A n a l e s de Vol Volus usio io,, papel papeles es merde merdell llone ones, s, cumplid ya con el voto de mi chica. A Venus venerad ven eradaa y a Cupido prometió prom etió que si me recup rec upera eraba ba y yo dejaba de darle tormento tormen to con truculentos yambos, los versos más selectos del poeta peor habría de ofrendar al cojo de los dioses y quemarlos con leños desdichados. Mi chica, la malvada, ha visto visto glamuroso glamu roso y divertido ofrecer a los dioses cosa tal. Ahora, oh tú, nacida del azuloso mar, que habitas el sagrado Idalio, los Urios espaciosos, Ancona, Golgos, Cnido la abundosa de cañas, y Amatunte y Dirraquio, lupanar lupa nar del del Adriático Adriático mar, mar , da por po r válida válida esta promesa prom esa y cúmplela si no carece de primor y encanto. Y vosotros meteos ya y a en e n el fuego, fuego, pueblerinos puebler inos a tope top e y sin glamour, glam our, Anales de Volusio, papeles merdellones.
P ed icab ic ab o ego ego uos uos et irrumabo, irrumabo, Aureli pathice et cinaede Furi, qui me ex uersiculis meis putastis, quod sunt molliculi, parum pudicum. nam castum esse decet pium poetam ipsum, uersiculos nihil necesse est, qui turn denique habent salem ac leporem, si sunt molliculi molliculi ac parum par um pudici et quod pruriat incitare possunt, non dico pueris, sed his pilosis, qui duros nequeu neq ueunt nt mouere m ouere lumbos lumbos.. uso, quod milia multa basiorum legistis, male me marem putatis? pedic pe dicabo abo ego uos et irru ir ruma mabo bo..
Defensa Defensa de los miles de besos
O s daré daré por el el culo culo y por la la boc boca, a, Aurelio Aurelio bujarrón, m arica Furio, que me habéis condenado por mis versos, porqu po rquee os parec pa recen en blandos bland os e indecentes. Pero decente decent e y pío pío debe ser el el poeta en su vida: los poemas no tienen por qué serlo de ninguna manera. Pues resulta que tienen punt pu ntaa y gracia gr acia si son mórbidos, mó rbidos, picaros y pueden levantar eso que pica, no a crios, sino a tipos peludos que ni puede pue den n menea me nearr los los riñones atrofiados. ¿Porque ¿Porq ue leisteis leisteis “muchos “mu chos miles miles de besos” vosotro vosotross me tenéis por po r poco macho? mac ho? Os daré por el culo y por la boca.
12 (13)
C e n a b is bene, bene, mi mi Fabu Fabull lle, e, apud me me paucis, si tibi di fauent, diebus, si tecum attuleris bonam atque magnam cenam, non sine candida puella puella et uino et sale sale et omnibus omnib us cachinnis. haec si, inquam, attuleris, uenuste noster cenabis bene; nam tui Catulli plenus plenu s sacculus est est arane ara nearu arum m. sed contra accipies meros amores seu quid suauius elegantiusue est: nam unguentum dabo, quod meae puellae donaru nt Veneres Cupidinesque, Cupidinesque, quod tu cum olfacies, deos rogabis totum ut te faciant, Fabulle, nasum.
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El perfume de mi amada
Mi querido Fabulo: cenarás en mi casa divinamente divinam ente — si los los diose diosess media me dian— n— dentro de pocos días, si tú mismo te traes prep pr epar arad adaa u n a cen c enaa suculenta; suc ulenta; no te olvides olvides la chica, bien guap g uapa, a, ni el salero ni el vino ni la juerg jue rga. a. Te aseguro que, si lo traes todo, mi refinado amigo, vas a cenar muy bien. Porque de tu Catulo la bolsa llena está de telarañas. Recibirás a cambio mis cariños y algo de lo más fino y elegante. Te llevaré llevaré un perfume p erfume que a mi chica le dieron los mismísimos Cupidos y Venus. En cuanto que lo huelas rogarás a los dioses que entero te conviertan, mi Fabulo, en nariz.
O r e d i s me potui potuisse sse meae maledic maledicere ere uita uitae, e, ambobus mihi quae carior est oculis? non potui, nec, si possem, tam perdite amarem: sed tu cum Tappone omnia monstra facis.
Presunta Presunta ofensa ofen sa
¿Supo ¿S upones nes que he podido calumniar a mi yo que la quiero más que a mis dos ojos? No fui fui capaz, ca paz, y si si lo hubi hu bier eraa sido, sido, no tan perdidamente la querría. Mas tú, como Fulano, sacas monstruos de todos los rincones.
Nonestdeanescianostri quaed edulcemcurism iscetam aritiem.
Dulce y amarga
Nolesoyunextraño aladiosaq aquemezclaconlaspenas unadulcea eamargura.
N u i i i se dicit dicit mulier m ulier mea me a nube n ubere re malle quam qua m mihi, non no n si se Iuppiter Iuppi ter ipse ipse petat. dicit dicit:: sed mulier cupido quod qu od dicit amanti, in uento et rapid a scribere scribere oportet aqua.
Lo que dice una mujer
D i c e mi chi chica ca que que ell ellaa no podría podría acostarse con otro que conmigo, ni que Jú p ite it e r mismo se lo lo pida. pida. Lo dice. Mas todo lo que diga una mujer a un amante acuciado de deseo más valdría escribirlo sobre el viento y en
el agua que fluye .
16 (82)
(^Xiinti, si tibi uis oculos debere Catullum aut aliud si quid carius est oculis, eripere ei noli, multo quod carius illi est oculis seu quid carius est oculis.
A Quintio, rival
Q u in ti o , si si tú preten pretendes des que Catul Catulo o te deba hasta los ojos o cualquier otra cosa —si la hay— más cara que los ojos, no le quieras quitar lo que más quiere, más que a sus ojos o a cualquier otra cosa —si la hay— más cara que sus ojos.
17 (91)
N o n ideo, Gelli, Gelli, sper s peraba abam m te mihi fidum in misero hoc nostro, hoc perdito amore fore, quod te cognossem bene constantemue putarem aut posse a turpi mentem inhibere probro; sed neque quod matrem nec germanam esse uidebam hanc tibi, cuius me magnus edebat amor. et quamuis tecum multo coniungerer usu, non sads id causae credideram esse tibi, tu satis id duxti: tantum tibi gaudium in omni culpa est, in quacumque est aliquid sceleris.
A Gelio, traidor
N o esper es peraba aba yo, Gelio, que tú me fueras fie fiel en este desdichado amor perdido mío por po r conocert cono certee bien o saberte constante constan te o bien bien porque porq ue pudieras tu concienci concienciaa apa rtar de un ultraje tan sórdido. Era porque por que veía que ni madre ni hermana tuya era aquella por cuyo atroz amor me consumía. Y aunque me vinculaba a ti un largo contacto no creyera yo nunca que esto fuera motivo suficiente para ti. Pero fue lo bastante: para ti sólo hay gozo en cualquier infracción, en todo aquello que te ofrezca motivos de delito.
V
4 9
18 (79)
Lesbius est pulcer: quid ni? quem Lesbia malit quam te cum tota gente, Catulle, tua. sed sed tamen hic pulcer uendat uend at cum gente gente Catullum, si tria notorum suauia reppererit.
50 4
Lesbio el rival
Lesbio es lindo. ¿A qué negarlo? Y Lesbia lo prefiere antes que a ti y a toda tu familia. Pues el guaperas este venda a Catulo con sus familiares si cosecha tres besos cariñosos entre sus conocidos.
19 (107)
S i quicquam cupid cupido o optantique optantique obti obtigi gitt umquam insperanti, hoc est gratum animo proprie, quare hoc est gratum nobis quoque, carius auro, quod te restituís, Lesbia, mi cupido, restituís cupido atque insperanti, ipsa refers te nobis, o lucem candidiore nota! quis me uno uiuit feiicior, aut magis hac res optandas uita dicere quis poterti?
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Regreso inesperado
Si a uno que desea pero pe ro que ya no espera, espera , su deseo le viene de pronto concedido, muy grata cosa es para par a su alma. Por eso me es muy grato, —me — me vale más m ás que el oro— que vuel vuelvas vas junto ju nto a mí, mí, Lesbia, deseo mío. Vuelves como un deseo que yo ya no esperaba, vuelves tú misma a mí. ¡Oh día pa p a ra ponerle pon erle la señal más blanca! ¿Quién vive más feliz que yo, sin par en dicha? ¿Quién podría citar cosas más deseables que esta vida?
L e s b ia mi dick dick semper semper male male nec nec tacet tacet umquam umquam de me: Lesbia me dispeream nisi amat. quo signo? quia sunt totidem mea: deprecor illam assidue, uerum dispeream nisi amo.
Señal de amor
H a b l a siemp iempre re de mí Les Lesb bia muy mal mal pero nunc nu ncaa de hab h ablar lar de mí termina te rmina.. Que me muera si es que no me ama. ¿En qué señal me baso? En que noto yo en mí los mismos signos: no paro de atacarla, y si es que no la amo, que me muera.
21 ( 83)
L e s b i a mi praesen praesente te uiro uiro mala plurima dic dicit: it: haec illi fatuo maxima laetitia est. mule, nihil sentis? si nostri oblita taceret, sana esset: nunc quod gannii et obloquitur, non solum meminit, sed, quae multo acrior est res, irata est: hoc est, uritur et loquitur.
Ante su marido
D e la n te del del mari marido do,, atroc atrocid idad ades es dice Lesbia de mi. Se pone contentísimo con eso ese infeliz. Animal, no lo captas. Si callara, se habría olvidado de mí, y estaría curada de mi amor. Pero se desgañita y habla en contra. No sólo sólo es que se acuerda. acuerd a. La cosa es más hiriente: está furiosa. Es decir, que se quema de pasión. Por eso habla.
D ic e b a s quondam solu solum m te te nos nossse Catul Catullum, lum, Lesbia, nec prae me uelle tenere Iouem. dilexi turn te non tantum ut uulgus amicam, sed pater ut gnatos diligit et generos. nunc te cognoui: quare etsi impensius uror, multo mi tamen es uilior et leuior. qui pods est, inquis? quod amantem iniuria talis cogit amare magis, sed bene uelle minus.
A mayor may or traición, mayor ma yor deseo dese o
A y e r , Lesbia bia, dec decía íass que sólo conocías a Catulo y que, aparte de mí, no querías ser dueña dueñ a ni de Júpiter Júp iter.. Entonces yo te amé no como en general se ama a una amiga, sino como los padres quieren quiere n a hijos hijos y a yernos. yernos. Hoy te conozco ya. Y aunque me abraso con mayor may or vehemencia, vehemencia, mucho más vil vil y hueca hu eca me pareces. pareces. ¿Me preguntas po r qué? qué? Una Un a traición traición tan grande al amante lo fuerza a más deseo pero per o a m enor en or amor. amor .
Degradación
24 ( 85)
Odietamo.quareidfaciamfortasser erequiris? nescio,sedfierisentioetexcrucior.
62 «1
Odio y amo
O d i o y amo. amo. Me preguntas preguntas tal tal ve vez por qué qué lo hago hago.. No lo sé sé. Sólo siento siento que pasa. Y me torturo. tort uro.
V
25 (60)
N u m te leaen le aenaa monti m ontibus bus Iibyst Iib ystini iniss aut au t Scyl Scylla la latrans infima infima inguinum parte tarn mente dura procreauit ac taetra, ut supplicis uocem in nouissimo casu contemptam haberes, a nimis fero corde?
64
Hija de fieras
^Fue una leona de los montes libios o Escila ladradora debajo de sus ingles quien te pariera tan endurecida y tan negra de entrañas que tal tal desprecio ñeñes por p or la voz voz de un suplicante en fase terminal? ¡Ay, corazón de sobra ferocísimo!
26 ( 38)
IV la le st, st , Corn Cornif ific ici, i, tuo tuo Catullo, Catullo, malest, me hercule, et laboriose, et magis magis in dies et horas. quem tu, quod minimum facillimumque est, qua solatus es allocutione? irascor tibi. sic meos amores? paulu pa ulum m quid lubet allocutionis, maestius lacrimis Simonideis.
66
Petición de consuelo
M a l le va, Cor Corni nifi fici cio o, a tu tu Catu Catulo lo,, mal le va y con fatigas, sí, por Hércules, y de mal va en peor cada día y por horas. Y a él —con lo barato y fácil que resulta— ¿con qué discurso le has dado consuelo? Me cabreas: ¿esto son mis afectos para ti? Algo que se te antoje, algún consuelo más entemecedor que el mismo llanto del poeta Simónides.
lV li s e r Catulle Catulle,, desin desinas as inep ineptir tire, e, et quod uides perisse perditum ducas. fulsere fulsere quondam quon dam candidi tibi sol soles es,, cum uentitabas quo puella ducebat amata ama ta nobis nobis quantum quantu m amabitur amab itur null nulla. a. ibi illa multa mul ta cum cu m iocosa fiebant, quae tu uolebas nec puella nolebat, fulsere uere candidi tibi soles. nunc iam illa illa non uolt: uolt: tu quoque inpote, nec quae fugit sectare, nec miser uiue, sed sed obstinata mente perfer, perfer, obdura. o bdura. uale, puella. iam Catullus obdurat, nec te requiret nec rogabit inuitam. at tu dolebis, cum rogaberis nulla. scelesta, uae te, quae tibi manet vita? quis nunc te adibit? cui uideberis bella? quern nunc amabis? cuius esse diceris? quern basiabis? cui labella mordebis? at tu, Catulle, destinatus obdura.
Lo perdido
Desgraciado Catulo, déjate de locuras, ten por perdido ya lo que has visto morir. Brillaron para ti soles espléndidos hace tiempo, cada vez que acudías allí donde tu chica te indicaba, aquella que quisimos como a nadie se quiso. Allí llí se practic pra cticab aban an gratos juegos juego s que apetecías tú y ella no desdeñaba. Brillaron, sí, por ti soles espléndidos. Pero ella ya no quiere. Tú no quieras tampoco —n — n ada ad a pued p uedes— es— , no persigas a la que te rehúye ni vivas infeliz. Resist Resistee y tente firme con ánimo ánim o tenaz. tenaz. Mujer, adiós, adiós, Catulo aguanta agu anta firme, firme, y no te va rogar ni a requerir en contra de tus ganas. Pero tú has de sufrir cuando nadie te implore. Ay canalla de ti, ¿qué vida ya te aguarda a guarda?? ¿Quién se te va a acercar? ¿A quién parecerás hermosa? ¿A quién vas a querer? ¿Y a quién se dirá que perteneces? ¿A quién vas a besar? ¿De quién serán los labios que tú muerdas? Pero Catulo, tú
28 ( 76)
S iq u a recordant recordantii benefact benefactaa priora priora uolu uolupt ptas as est homini, cum se cogitat esse pium, nec sanctam uiolasse fidem, nec foedere nullo diuum ad fallendos numine abusum homines, multa parata manent in longa aetate, Catulle, ex hoc ingrato gaudia amore tibi, nam quaecumque homines homines bene bene cuiquam cuiquam aut dicere possunt aut facere, haec a te dictaque factaque sunt: omnia quae ingratae perierunt eredita menti. quare iam te cur amplius excrucies? quin tu animo offirmas atque isdnc teque reducis et dis inuitis desinis esse miser? difficile est longum subito deponere amorem; difficile est, uerum hoc qua lubet efficias. una salus haec est, hoc est tibi peruincendum; hoc facias, siue id non potè siue potè. o di, si uestrum est misereri, aut si quibus umquam extremam iam ipsa in morte tulistis opem, me miserum aspicite et, si uitam puriter egi, eripite eripite hanc ha nc pestem perniciemque mihi, mihi, quae mihi subrepens imos ut torpor in artus expulit ex omni pectore laetitias. non iam illud quaero, contra me ut diligat ilia,
Negra dolencia
S i al recordar las las obras buenas que ha realiza realizado, do, pued pu edee un hom ho m bre br e e n con co n tra tr a r algún a lgún placer pla cer —pe — pens nsan ando do que qu e fue recto rec to o que q ue nunc nu ncaa violó la santa lealtad ni tomó en vano el nombre de los dioses en un pacto tramposo con los hombres— muchos y prolongados, habrán de ser, Catulo, los placeres que te esperen tras este amor ingrato. Todo lo positivo que los hombres pued pu edan an decir deci r o hacerle hace rle al prój p rójimo imo,, todo lo has hecho y todo dicho tú. Y todo se perdió, confiado a un pecho ingrato. ¿Por qué vas a seguir, pues, torturándote? ¿Por qué no fortaleces tu alma a lma y de este este estado retrocedes y dejas ya de ser un pobre desgraciado, dado que no te son favorables los dioses? Difícil es de golpe renunciar a un largo amor; difícil es, pero pe ro tienes como com o sea que hacerlo. hacer lo. No hay más que u n a salida salvadora salvado ra y la has de conseguir atravesar. Tienes que hacerlo, tanto
aut, quod non potis est, esse pudica uelit: ipse ualere opto et taetrum hunc deponei o di, reddite mi hoc pro pietate mea.
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si es imposible o posible. Dioses, si hay compasión en vosotros, o si a quienes se hallaban en los umbrales mismos de la muerte alguna vez llevasteis ayuda terminal, miradme a mí tan mísero, y si llevé mi vida honestamente, arrancad esta infección de mí, este gran estrago que como una u na parális parálisis is reptando reptand o en mi más honda entraña entr aña ha logrado expulsar de mí las alegrías. Pero ya no suplico suplico lo lo de antes — que me vuelva vuelva a querer— qu erer— , ni que quiera —cosa que no es posible— convertirse en decente. ¡Sólo ruego estar sano y dejar muy atrás esta negra dolencial ¡Oh dioses, concededme esto a cambio de mi antigua piedad!
29 ( 42)
i \ d e s t e , hende hendecas casyll yllabi abi,, quot estis omnes undique, quotquot estis omnes. iocum me putat esse moecha turpis, et negat mihi nostra reddituram pugillaria, si pati potestis. potestis. perse pe rsequ quam amur ur eam et reflagitemus. quae sit, quaeritis? illa, quam uidetis turpe incedere, mimice ac moleste ridentem catuli ore Gallicani, circumsistite eam, et reflagitate: ‘moech mo echaa putida pu tida,, redde codi codicil cillo los, s, redde, putida moecha, codicillos!’ non assis facis? o lutum, lupanar, aut si perditius potes quid esse, sed non est tamen hoc satis putandum. quod quo d si non aliud aliud potest, potest, ruborem rubore m ferreo canis exprimamus ore. conclamate iterum albore uoce ‘moech mo echaa putida p utida,, redde codi codicil cillo los, s, redde, red de, put p utida ida moecha, moe cha, codicill codicillos!’ os!’ sed nil proficimus, nihil mouetur. mutanda est ratio modusque uobis,
Devuélveme mis versos
Venid, endecasílabos, a mí, todos los los que andáis desperdigados, todos todos cuantos seái seáis. s. Una U na put p utaa muy m uy guarra gua rra me está tomando a broma y niega que me vaya a devolver mis manuscritos. ¿Se podrá aguantar? ¿Que quién es, preguntáis? Esa misma que veis llegar ahora y que se ríe sucia, teatrera y fastidiosa con sus morros de perra de la Galia. Cercadla, reclamad: —Sucia — Sucia put p uta, a, devuelve sus sus cuadernos cuad ernos.. Devuelve, puta pu ta sucia, sucia, los los cuadernos. ¿Te importa un bledo? Eres puro fango, eres tú sola todo un lupanar o lo que haya más sórdido que eso. Pero se ve que no le parece bastante. Si no nos queda otra, saquémosle el color en su cara tan dura y tan canina. Gritemos juntos junto s otra otr a vez, vez, más alto alto:: — Sucia put p uta, a, devuelve sus cuadernos. cuader nos. Devuelve, Devuelve, put p utaa sucia, los cuadernos. Pero nada logramos. Ni se mueve. La estrategia y las formas tendríais que cambiar
siquid proficere amplius potestis, ‘pudica et proba, redde codicillos.'
76
si queréis conseguir algún avance: —Devolved — Devolved los los cuader cua dernos, nos, recat rec atad adaa doncella.
■
S a la x taberna uosqu uosquee contu contuber bernal nales, es, a pilleati pilleatiss non n on a fratribus pila, pila, solis solis putatìs pu tatìs esse esse mentulas mentu las uobis, soli soliss licer licere, e, quidq q uidquid uid est est puellarum puell arum confutuere et putare ceteros hircos? an, continenter quod sedetis insulsi centum an ducenti, non putatis ausurum me una un a ducentos in um are ar e sess sessor orees? atqui putate: namque nam que totius totius uobis uobis frontem tabem ta bem ae sopionibus sopionibus scribam scribam.. puella puell a nam mi, quae q uae meo sinu fugit, fugit, amata tantum quantum amabitur nulla, prò pr ò qua qu a mihi sunt m agna ag na bella pug p ugna nata, ta, consedit istic. hanc boni beatique omnes amatis, et quidem, quod indignum omnes pusilli et semitarii moechi; tu praeter omnes une de capillatis, cuniculosae Celtiberiae fili, Egnati, opaca quem bonum facit barba et dens Hibera defricatus urina.
En la taberna
S ó rd id o bar e inmundo inmundoss parr parroqui oquiano anoss de la columna nueve contando desde el templo de Cástor y de Pólux: ¿creéis que sois los únicos con polla, que sois los únicos que podéis follar con todas las mujeres y tom ar a los los otros otros por p or cabrones? cabrones? Los doscientos o cien lacios ahí sentados ¿no creéis que me atreva a hacérmela h acérmela chupar chu par por p or doscien doscientos tos mirone mirones? s? Pues creedlo: os voy a pintar pollas en la fachada de todo el tugurio. Porque mi chica, la que huyó de mí, aquella que quisimos como a nadie se quiso y por la que luché en tan grandes guerras, está sentada sentad a aquí. Y todos la queréis, queréis, feli felice cess y contentos, contento s, incluso incluso — qué indignante— indign ante— todos los sinsustancia, todos los los crápulas de los arrabales. Por encima encim a de los pelagatos, tú, Egnacio, hijo de Celtiberia riquísima en conejos, tan mono con tu barba tan espesa y tus dientes frotados con meados de España.
31 (58)
C a d i , Lesb Lesbia ia nostra nostra,, Lesbi Lesbiaa illa, illa Lesbia, quam Catullus unam plus quam qu am se atque atq ue suos suos ama a mauit uit omnes, nunc in quadriuiis et angiportis glubit magnanimi Remi nepotes.
Puta de Roma
O e l io , mi Lesbi Lesbia, a, aquella aquella Lesbia Lesbia mía, mía, aquella Lesbia que Catulo sola amó más que a sí mismo y a los suyos, ahora en callejones y cruces de caminos, se la chupa a los nietos del magnánimo Remo.
32 (11)
F uri et Aureli, Aureli, comi comité téss Catulli Catulli,, siue in extremos penetrabit Indos, litus ut longe resonante Eoa tunditur unda,
sive in Hyrcanos Arabasue molles, seu Sagas sagittiferosue Parthos, siue quae septemgeminus colorât aequora aequ ora Nilu Nilus, s,
siue trans altas gradietur Alpes, Caesaris uisens monimenta magni, Gallicum Rhenum, horribilisque ultdmosque Britannos,
omnia haec, quaecumqu quae cumquee feret uolun uoluntas tas caelitum, temptare simul parati, pauc pa ucaa nuntiat nun tiatee meae puellae non bona dicta.
cum suis uiuat ualeatque moechis, quos simul complexa tenet trecentos, nullum amans uere, sed identidem omnium ilia ilia rumpens; rump ens;
82
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Despedida
Fuño, Aurelio, colegas de Catulo, tanto si es que se interna en las Indias remotas, de litoral litoral batido por p or olas olas aurórales, resonantes de lejos,
o va hasta has ta los los hircanos o hasta has ta los los tiernos tiernos árabes o hasta sagas sagas y partos portadores portad ores de flech flechas as o a las aguas que el Nilo colorea con sus siete brazales,
o si traspas tra spasaa los inmensos Alpes por po r ver del magn m agno o César Cés ar los trofeos trofeos o el río Rhin en Galia y los terribles y aislados británicos:
vosotros, que enfrentáis diligentes y unidos lo que traiga la voluntad divina, a mi chica llevad este triste mensaje:
que se quede con dios y con esos trescientos amantes que a la vez tiene abrazados, sin querer a ninguno, pero sin un respiro rompiéndoles a todos los riñones.
nec meum respectet, ut ante, amorem, qui illius culpa cecidit uelut prati ultimi flos, praetereunte postquam tactus aratro est.
Y que no tenga ten ga en cuenta cu enta como antes mi amor, porque po rque se ha muerto mu erto por po r su culpa, culpa, como una u na flor al filo filo de la huert hu ertaa rozada p or el paso paso del arado. arado.
T
85
Indice
7
Rie mi par esse deo uid uidet etur ur
Prólogo
16/17
La pasión, el ocio
Pass Passer er,, delic delicia iaee me meae puel puelllae
18/19
El pájaro de mi ama da
Ru Rugete ete, o Veneres Cup Cupid idiinesq nesque ue
20/21
Planto Planto po r el pájaro
Viuamus, mea Lesbia, atque atque amemus amemus
22/23
De los miles de besos
Qmeris, Qme ris, quot mihi basiationes
24/25
La cu enta d e los besos besos
Quintia formos formosa a es est mulli mullis. s. mihi
26/27
Ni u n a piz p iz ca d e sal sa l
Salve, nec minimo puella naso
28/29
Lesbia Lesbia incom parable
Nulla potes potestt mulie mulierr tan tantu tum m se se dicere
30/31
Lealtad
32/33
Pacto de amistad
Annales Annales Vola Volasi si,, caca cacatta ca carta rta
34/35
Promesa de lesb ia
Ped Pedica icabo ego uos et ir irruma rumabo bo
36/37
Defensa de los miles miles de besos
Cenabis bene, bene, mi m i Fabulle, apud apud me
38/39
El perfume perfume de mi am ada
Credis me potuisse meae maledicere uitae
40/41
Presunta ofensa
Non est dea nesc escia nost ostri
42/43
Dulce y ama rga
Nulli N ulli se se dic dicit it mulie mulierr mea mea nuber uberee mali malie
44/45
Lo que dice dice una m ujer
Qiiinti, s i libi libi uis oculos debere debere Catullum
4 6 /4 /4 7
A Q ui ui n t i o , ri val
Non id ideo, Gelli Gelli,, sper spera abam bam te te mihifidum
48/49
A Gelio, traidor
Lesb Lesbiius est est pul pulcer: cer: quid quid ni? ni? quem uem Les Lesbi bia a
50/51
Lesbio el rival
52/53
Regreso inesperado
candida, longa
amatarn Iucu Iucund ndum, um, me mea ux uxta, mihi prop propon oniis amorem
malit Si quicquam cupido optantique obligit umquam
54/55
Señal de amor
56/57
Am e su marido
58/59
A m ayor traición, traición, m ayor deseo deseo
60/61
Degradación
62/63
Odio y amo
Man te lea leaena mon monti tibu buss Libys Libysti tinis nis
64/65
Hija de fieras
Moles Molest, t, Comifci, Comifci, tuo tuo Cal Calli lido do
66/67
Petición de consuelo
Miser Miser Cat Catul ulle le,, desi desinas nas in ineptir ptiree
68/69
Lo perdido
Siqua recordanti benefacta priora uoluptas
70/71
N e g ra do le n ci a
Ades Adeste te,, lie liend ndec ecas asyl ylla labi bi,, quot quot esti estiss
74/75
Devuélvem e m is verso versoss
Salax taberna uosque contubemaks
78/79
En la taberna
Caed, Lesbia nostra, Lesbia illa
80/81
Puta de Roma
Furi Furi et Aurel Aureli, i, cor corniles les Catul Catulli li
82/83
Despedida
Lesb Lesbia ia mi dial semp semper er male male nee nee tacet acet umquam Lesb Lesbiia mi prae praese sent ntee uiro uiro mala mala pluri plurima ma dicil Dice Diceba bass quo quond ndam am solu solum m te nos nosse Catullum Hue est est me mens dedu educía cía tua tua mea, Lesb Lesbia ia,, culpa Odi et amo. amo. quare id faciam/o faciam/orl rlass assee reqiúris?
Esta obra se terminó de imprimir en septiembre de 2010. En la composición se utilizaron tipos Baskerville Basker ville de 8, 9, 10, 12 y 18 puntos. La edición consta de 1000 ejemplares impresos en papel pap el cultural cultura l de 90 gramos.
Cayo Valerio Valerio Catu lo na ció en Veron a en el el año 84 a. de C. y murió en Roma en el 54 a. de C. Docto, lascivo, tierno, ingenioso, elegante,
elocuente,
encantador:
así
p in ta r o n al p o e ta s u s co le g a s r o m a n o s Marcial,
Ovidio,
Tibulo,
Propercio
y
Juvena l. El El hum or, en el amplio espec tro que va de sde la gracia y el el toque toque picante hasta el escarnio y sus gotas amargas p a s a n d o p o r el e l ing i ng e n io m á s ác ido, id o, s a lp ic a toda la obra catuliana, incluyendo sus cantos
de
amor
a
Lesbia.
Poeta
de
grandes fervores, de los treinta años de su
vida,
cinco
al
menos
estuvieron
p e n e tr a d o s , in v a d id o s p o r u n a p a s ió n amorosa poderosísima que nutrió su escritura de tal manera, que a ínás de venintiún siglos de distancia nuestro Catulo encabeza la la poesía del m ás ho ndo aliento de amor. Catulo no pone puertas entre los campos privados y los públicos pero la voz voz que habla en los poem as sí lucha lucha po r separar
al
poeta
deslumbrante
del
ciudadano.
arquitectura
del
La líber
catu liano lo ha vu elto intocable. intocable. Fre nte al carácter arruinado de buena parte de la lírica griega y latina, la solidez de la herencia de Catulo lo ha convertido en
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BlBllOTTCA UNIVERSITARIA O UAN1
“Educación de calidad, compromis iso o sod ar lui comprom
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