SEMINARIO INTERMISIONAL COLOMBIANO SAN LUIS BELTRÁN Juvenal Casallas León II de teología P. Elkin Zuluaga Evangelios sinópticos ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO (Lc 22, 39 – 46) 46) Luego de una breve presentación del texto con sus notas características, se indicarán los aspectos más importantes que diferencian esta perícopa del evangelio de Lc con respecto a Mt y Mc, para después resaltar dos temas muy importantes en la obra de san Lucas: la oración y la misericordia. “El relato de la pasión es en los los evangelios la acción acción más extensa narrada acerca de Jesús”1 y comienza narrando la oración y “agonía” de Jesús, que ocurrió en un huerto ubicado en el
Monte de los Olivos, al otro lado del torrente Cedrón (cf. Jn 18, 1). El nombre de este huerto es Getsemaní según lo atestiguan el evangelio de Marcos y el de Mateo (cf. Mt 26, 36; Mc 14, 32), y es allí donde donde tuvo lugar lugar un acontecimiento acontecimiento misterioso que que revela la intimidad espiritual de Jesús, presentando rasgos del Redentor hasta este momento no descritos en los relatos evangélicos. En términos generales, el texto de la oración de Jesús en el huerto es conmovedor e impresionante, puesto que “en cada uno de los evangelios sinópticos, sinópticos, este episodio presenta la reacción interna de Jesús ante la inminencia de su pasión y su orientación radical a la voluntad de su Padre y al plan divino de salvación que ahora empieza a desarrollarse, para llegar al momento de su entrega suprema” 2. Este texto tiene tiene paralelos en los otros dos evangelios evangelios sinópticos y algunas breves pero pero importantes referencias referencias en el evangelio según san Juan (cf. Jn 18, 18, 1), sin embargo el texto en en san Lucas Lucas presenta presenta unos unos detalles detalles únicos e impactantes, impactantes, haciendo que “este relato sobre la oración de Cristo en Getsemaní sea el más impresionante de los tres sinópticos”3 La presencia de un ángel venido del cielo para confortar a Jesús y el sudor de sangre, expresión de una gran angustia, son los dos elementos originales de Lc, que se pueden destacar de esta perícopa. Por supuesto no son las únicas diferencias con respecto a Mt y Mc, pero si constituyen los elementos más relevantes. En el relato de Lucas se hace mención de la costumbre de Jesús de ir al monte de los Olivos, se sintetiza en una sola las idas de Cristo a los apóstoles apóstoles dormidos, se hace explícito que lo que que Jesús está viviendo es un momento de “agonía “ agonía”” (cf. Lc 22, 43), se presenta una causa con respecto al sueño de los los discípulos y no se sigue a Mc Mc en el “reproche” reproche” que hace a Pedro y a los demás por no velar junto junto a Él (cf. Mc 14, 37). Ahora bien, el tercer evangelio evangelio ha consagrado gran importancia importancia a la oración de Jesús, como se puede constatar al encontrar varios textos que le presentan orando ante momentos importantes de su vida y al percibir percibir sus enseñanzas acerca acerca de la oración confiada confiada a Dios (cf. Lc Lc 11, 1- 13), cuando hace alusión a la entrega del Espíritu Santo si lo pedimos (cf. Lc 11, 13). A pesar de la 1
BROWN, R. La muerte del Mesías. Desde D esde Getsemaní hasta el sepulcro. Tomo I. España: Editorial Verbo Divino, 2005. p, 31. 2 FITZMYER, J. El evangelio según san Lucas. Tomo IV. Madrid: Ediciones Cristiandad, 2005. p, 388. 3 DE TUYA, TUYA, M. Profesores de Salamanca. Biblia Comentada. Tomo V. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1963, p. 914.
notable importancia que se da al tema de la oración, es “en el huerto, luego de la institución de la eucaristía, donde se dio la oración más detallada que tenemos de Jesús” 4 Las palabras del Señor, que de acuerdo con el evangelio de Lucas son pronunciadas cuando Jesús está de rodillas, son manifestación del rechazo natural que un hombre siente hacia el sufrimiento. Dichas palabras indican también la estrecha relación que existe entre el Padre que está en los Cielos (cf. Mt 6, 9) y el divino redentor que agoniza en el huerto, presentando su voluntad como una ofrenda de amor a los hombres y orando con insistencia, mientras sus discípulos duermen a causa de la tristeza (cf. Lc 22, 45). Es el mismo Maestro divino quien nos enseña a orar, luego de llamarnos y congregarnos por medio de su testimonio. Esto se nota en el primer versículo de la perícopa de la oración en el huerto en Lc (v. 39), pues los discípulos siguen al Señor cuando ven que se dirige al monte de los olivos para orar. Sin duda ellos se sintieron atraídos e inquietos al ver esta “ costumbre” de su maestro. “Nosotros hablamos de la importancia de la oración porque Jesús la dejó bien clara”5 y este texto nos presenta la petición explicita de Nuestro Señor con respecto a la oración, al llegar al huerto les dice “orad para no caer en tentación” (cf. Lc 22, 40), Él les dice
estas palabras porque el comprende nuestra fragilidad y nuestras necesidades. Él se ha hecho hombre y sabe que hay que contrarrestar la tentación a través de la oración. Además de la oración, un tema que reclama nuestra atención al orar con este texto es la misericordia de Dios que se expresa en lo que se puede considerar el “ fiat ” de Jesús (cf. Lc 22, 42). Este relato concuerda muy bien con la misericordia de Dios que se presenta a lo largo de todo el evangelio de san Lucas, a través de los milagros y las palabras de Jesús. Se puede notar que el divino agonizante, movido por una gran misericordia, nos enseña a orar y a vivir momentos de soledad, muy necesarios para encontrarnos con Dios, manifestando con sus acciones que cuando oramos, debemos entrar en nuestro cuarto, cerrar la puerta y orar al Padre que está en lo secreto (cf. Mt 6, 6). El sudor de sangre, manifestación de un verdadero momento de “agonía”, es expresión de la entrañable misericordia del Padre, a quien con poderoso clamor y lágrimas, Nuestro Señor pidió le librase de la muerte (cf. Hb 5, 7). Es innegable que la misericordia de Dios por nosotros es el móvil que lleva a Cristo a rendir su voluntad, como un homenaje al Padre; si fijamos nuestra mente en el silencio de la noche del huerto de los olivos, meditamos acerca de su sufrimiento y el padecimiento que llega hasta hacerle exclamar “ Mi alma está triste hasta el punto de morir ” (Mt 26, 38), entonces podemos comprender un poco que el Señor es la Palabra del Padre que nos ha amado hasta el extremo (cf. Jn 13, 1). La oración y agonía en el huerto, de acuerdo con los detalles presentados por san Lucas, nos brindan un testimonio acerca de la importancia de la oración y nos presenta, de una forma maravillosa, la misericordia que el Señor siente por todos los hombres. Entonces se puede concluir junto al padre Juliá que “Cristo en Getsemaní es Dios viviendo con el hombre el dolor causado por el pecado y es el hombre viviendo con Dios el amor que le llevó a morir por nosotros; por esta razón, Getsemaní encierra todo el misterio de la libertad del hombre, todo el misterio del amor de Dios ”6 4
GEORGE, Augustin. El evangelio según san Lucas. Cuadernillo Bíblico 3. España: Editorial Verbo Divino, 1987. p, 47. 5 MUÑOZ, P. Aprender a orar. Madrid: San Pablo, 2001. p, 15. 6 JULIÁ, E. La agonía de Cristo. Madrid: Ediciones Cristiandad, 2008. p, 140.
BIBLIOGRAFÍA
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