ORACIÓN DE PETICIÓN AL CRISTO INTERNO (Versión de Benedicto González Vargas) Amado Cristo Interno, Amada Presencia de Dios en mí, quiero hablarte, necesito pedirte algo desde lo más profundo de mis sentimientos y necesidades. Necesito que me dispenses lo que te pido porque en ello me va el avance en el Sendero Espiritual. Amado Cristo Interno escúchame, y ayúdame a conseguir lo que te pido: Enséñale a mi Consciencia, Amado Cristo Interno, a usar bien el tiempo que me das para trabajar en la expansión de la Luz y a emplearlo bien, sin perder nada. Enséñame a sacar provecho de los errores pasados sin caer en la actitud culposa que corroe .
Enséñame a seguir el Plan Divino sin presiones tormentosas, a imaginar la obra sin afligirme, si es que ésta empieza a brotar de otro modo distinto al que yo pensaba. Enséñame a unir la prisa y la lentitud, la serenidad y el fervor, el celo y bondad, la prudencia y la osadía. Ayúdame al principio de la obra, allí dónde soy el más débil. Ayúdame en el corazón del trabajo, que tiene apretado el hilo de la atención. Y sobre todo ayúdame a completar y mejorar los vacíos e imperfecciones de mi obra: Amado Cristo Interno, en todo el trabajo de mis manos y de mi intelecto, deja que tu gracia hable a otros y la autoexigencia descubra las falencias para hablarme a mí mismo. Guarda en mí la esperanza de la perfección sin que pierda los empeños ante la distancia y los esfuerzos. Guárdame en el avance hacia la perfección sin que me pierda en el orgullo. Purifica mi mirada y mi palabra. Cuando haga daño, no estando seguro que haya sido malo y cuando haga el bien, no estando seguro que haya sido bueno, haz que siempre resplandezca lo mejor de aquella acción. Amado Cristo Interno, jamás me dejes olvidar que todo saber es vano, salvo allí donde existe el trabajo. Y que todo trabajo es vano, salvo allí donde existe el amor. Y que todo amor es oquedad si no me vincula a la comunidad de mis hermanos, al amor por la Verdad; a mí mismo y a otros junto a Ti. Recuérdame que la obra de mis manos y de mi intelecto te pertenece siempre y que me incumbe devolvértela con generosidad. Que si realizo algo por el solo gusto del provecho, o por la vanidad de hacerlo y mostrarlo, como si fuera fruto olvidado se pudrirá aún antes que llegue el otoño. Que si hago algo únicamente por gustar a otros, como la flor de la hierba se marchitará en la tarde. Pero si todo lo que hago y todo lo que digo y aún más, todo lo que pienso, es para
el amor y la bondad, quedaré realizado. Y el tiempo de hacer el bien en tu gloria, es urgente, es ahora, es permanente e inmediato. Oh Amado Cristo Interno, sustancia y reflejo del Señor, Creador, Amado Dios Padre Madre, Buda Interno, Gran Espíritu, Maestro Eterno, Gran Arquitecto del Universo, enséñame a orar con mis labios, con mis ideas, con mis manos, con mis brazos y con todas mis fuerzas y con todos mis tiempos y aún más, con todos mis días. Todo esto te pido en el Más Sagrado Nombre de Dios, Yo Soy el que Yo Soy. ¡Así sea!