Para solteros, casados, viudos, divorciados, gays y locos Olga Nelly García G.
A mí querido Jesús: Mi columna vertebral, Mi piloto, Mi entrenador, Mi Dios adorado. Sin Ti esto sería una locura. “Señor: no permitas nunca que yo te estorbe”. Gracias a mis padres, por amarse. Gracias a toda mi familia, por permanecer unida. Gracias a todos mis amigos, por enseñarme a dar. Gracias también a ti, porque desde que te vi, supe que algo debía descubrir a tu lado.
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Acerca de la Autora…………………………………………………………………………………………….IX Aclaración importante………………………………………………………………………………………….XI A manera de prólogo…………………………………………………………………………………………..XIII Introducción…………………………………………………………………………………………………………..XV 1.
Lo que se cree del amor………………………………………………………………………………….1
2.
En el amor no cuentan las apariencias……………………………………………………….11
3.
¿Te acuestas con el que sea?............................................................................19
4.
¿Amas demasiado? Ése es el problema……………………………………..27
5.
Amores que atormentan……………………………………………………...39
6.
si quieres cambiar a alguien, vas a sufrir mucho…………………………..49
7.
¿Demasiado bueno para ser verdad?..............................................................59
8.
No me aceptan los demás, pero yo si me acepto……………………………69
9.
Cuando el amor no es suficiente……………………………………………...79
10.
Volando juntos… pese a todo……………………………………………..89
11.
Vale la pena luchar por lo que amas……………………………………..99
12.
¿Los distanciamientos matan el amor?................................................109
13.
Sé discreto con tu intimidad……………………………………………...119
14.
Ama, aunque te duela………………………………………………………129
15.
Te siento a ti………………………………………………………………….139
16.
El amor descubre caminos nuevos……………………………………….147
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Olga Nelly García es comunicadora profesional, y desde 1985 ha ejercido su carrera en diversos medios de comunicación. A sus 34 años ha sido periodista y productora de radio y televisión. Actualmente es directora artística de la emisora de radio Génesis 98.1 FM en Monterrey, Nuevo León, en donde produce y conduce un programa nocturno que se a consolidado como “El programa que habla contigo” pese a no basar su contenido en llamadas del público, ella habla al corazón de quien la escucha desde 1990.
Sus conferencias son muy peculiares, y especialmente buscadas por los
jóvenes.
En los Ángeles, California, recibió un reconocimiento especial por su
conferencia: La dimensión humana de la radio. Actualmente es considerada como una comunicadora joven de vivencias humanas, que está despertando la sensibilidad de cientos de personas que desean vivir con amor y esperanza su misión en la vida, sobre todo con alegría y sentido del humor. 4
Quiero manifestar mi gran respeto por el hombre que lucha cada día, y
por el que aún no sabe por qué vale la pena luchar.
Por lo anterior, deseo hacer una aclaración para evitar interpretaciones
inadecuadas sobre algunos puntos que subrayan en este libro. En los dos primeros capítulos, el lector encontrará expresiones agudas en relación con la forma de ser de algunos hombres de estos tiempos.
Como mujer, no es mi deseo parecer “feminista”, ni faltar al respeto a los
hombres. Precisamente porque creo “en el hombre” cabal, autentico, luchador y adorable por cualquier mujer, marco la diferencia entre quienes se respetan a sí mismos y quienes no, guardando siempre las debidas proporciones.
Porque soy una mujer me atrevo a hablar del amor, y a recordarle al
hombre lo importante que es y ha sido éste en la vida de la mujer.
Caballeros, lean los siguientes con la correspondiente “perspectiva”.
Mis respetos para todo aquel que lea este libro. Sólo les recomiendo
criterio amplio y buen humor.
Gracias por ser parte de esta locura.
LA AUTORA 5
Las historias trágicas siempre han existido – y existirán‐. Las diferencia está en saber si tú formas parte de ellas o no. ¿Infidelidad, cuándo no? La diferencias es si tu lo eres o no. ¿Chavitas embarazadas que las deja el novio? Seguirán formando parte de la vida. El chiste es si tú eres una de ellas o no. ¿Novios confundidos, aburridos? El plan de cada día: “Hoy te adoro y muero por ti”; mañana ya no tengo ni siquiera tema de conversación contigo. El punto es si estas viviendo algo así ahora o no. ¿Hombres casados maduros, embobados con una mujer de 30 años, dispuestos a abandonarlo todo por ella? Sigue sucediendo. El coco es si te esta pasando a ti. ¿Maridos que resultan gays? ¿Jovenzuelos mete‐pitos? ¿Calenturas de table? ¿Citas clandestinas? ¿Confusión? Mi querida familia, no se asusten. Bienvenidos al mundo. No somos santos, ni ángeles. Pero si podemos ser mejores. Que el amor deje de ser un disfraz o un “lío”. Que el amor vuelva a ser Amor. Olvídense de las etiquetas. Casado, divorciado, viudo, soltero, gays o loco: para mi eres un ser humano. Una persona digna como tú mismo decidas ser. 6
El amor no sólo se consuma entre las sábanas.
No sólo se entrelazan esfuerzos y deseos sobre la almohada.
No sólo se dejan ir las palabras más dulces y promesas tiernas al compás
del respaldo de la cama.
El amor se consuma en hechos y miradas.
En esperas y “te quieros” sobre la marcha.
El amor es una prueba de que te puedo hacer feliz antes de ir a la cama.
Hacerlo entre las sábanas es una celebración por haberte encontrado y
porque sigas amando, a pesar de todas mis incoherencias y fracasos. Cualquiera puede decir “te amo” cuando esta sintiendo “rico”, pero… ¿sostenerlo cuando las cosas no van bien?
El hombre no sólo nació para “dar servicio”; no es ambulancia.
La mujer no sólo nació para llorar porque no le cumplieron o la
engañaron.
Aun así, si acaso estas viviendo algo difícil y deseas mejorar, ya tenemos
gran parte del problema resuelto. Si tu crees en el amor, pero te da miedo vivirlo, este libro es para ti.
Si tú admites que no amas por miedo a perder el ser amado, esto es para
ti. 7
Estás preocupado porque no te vallan a volar a tu amor, que terminas por descuidarlo y te lo vuelan.
Crees que no mereces ser feliz al lado de esa persona que te fascina y
terminas casándote con alguien “equis”… ¿Por qué?
Hay que creer en la aventura de la vida para ser feliz, no en la desventura
de estar vivo sólo para sufrir. En las cosas del amor nadie puede meter mano ni decidir por ti. Nunca te sientas forzad@ andar con alguien para llenar un trámite social, o para que tus familiares o amigos no digan que te quedaste; pues hay gente que necesita “quedarse” a realizar las cosas que los casados no pueden.
Este libro no es para decirte “que es lo correcto” sino para que tomes de
una buena vez el toro por los cuernos y decidas por ti mism@ lo que vas aprender de todo cuanto sucede.
No es para decirte lo que debes hacer, sino para que veas lo que estas
haciendo y te respondas sinceramente si te hace feliz o no. Cada quien tiene sus propias “broncas” y cada quien tiene que enfrentarlas de manera diferente, así es que lo primero es que compararte con alguien, ni querer ser como alguien.
Quizá “modelar” algo bueno de alguien, si; pero tú eres tú y Dios te
quiere tal como eres, con todo tu kit, tus errores, tonterías, contradicciones, tu celulitis, tu poco pelo, mucha panza o pata grande. Si los demás se burlan de algo tuyo, Él jamás lo hará. Si te dicen que debes ser diferente, más exitoso, líder, reconocido…, Él jamás lo hará.
Esta sociedad moderna ¡cómo exige!, ¡cómo estresa!, ¡cómo jode!
Total, que ahora nadie se siente capacitado para ser feliz, muy pocos
confían en Dios y la ultima palabra la tienen los “noticieros”. El poder dejó de estar dentro de nuestro corazón y se lo dimos a los medios de comunicación. La 8
calma depende de un churro de marihuana, la fuerza de un pericazo y la alegría de ponerte pedo.
Yo creo que si se trata de recobrar fuerzas, vamos a volver al principio.
Dime cómo vas a resolver tus broncas si no estas conciente del poder que tienes para ello y en cambio prefieres “tapar” todo cómo si no existiera.
Para solucionar algo, hay que reconocer que existe. Todo el mundo se
asusta por el cambio de milenio y se pone a profetizar sobre los terremotos y las catástrofes hablando del fin del mundo, sin ver que la peor catástrofe sucede todos los días en el interior de cada persona, y que se puede resolver si escuchamos a nuestro corazón y nos unimos a quienes en verdad nos aman.
Un acontecimiento llega porque lo necesitamos, aunque no lo pidamos.
Son situaciones que nos ayudan a reflexionar, a alejarnos del ruido por un momento para pensar y después poderlas comentar con alguien especial para nosotros.
Tus experiencias amorosas son lo de menos. ¿Con quién cuentas en
verdad a la hora de una bronca? ¿Quién esta a tu lado? ¿Quién te da de comer en la boca cuando estás enfermo? Eso si importa. Finalmente, nadie está exento de regresar a los pañales; por lo mismo, siempre me he preguntado si me estaré ganando el amor de alguien como para pensar que me llegara a cambiar los pañales, me bañara y me diera de comer en caso de quedar imposibilitad@. 9
Hay quienes estarían dispuestos a lanzarse sin para caídas de un avión, porquue están plenamente seguros de dominar el viento ¡Excuso decirte el trancazo! Seguramente la próxima vez, si aprende la lección, se pondrán el paracaídas. En el amor, el paracaídas es el respeto. Saca tus propias conclusiones. 10
No te sientas mal. Todos tenemos laberintos que resolver. De repente nos equivocamos y no sabemos que hacer. Por ejemplo, si andas con alguien por lástima o compasión, vas a sentir pronto las consecuencias: mal humor, desgano y falta de creatividad. Esto suele acentuarse cuando ambos se ven todos los días y andan juntos como chicle, porque no se dan la oportunidad de valorar sus ausencias. No sabes de lo que te pierdes cuando lo extrañas; es “doblemente sabroso. Las mejores relaciones son las que dejan que corra el aire entre los dos, las que permiten que se ventilen los besos y la humedad vuelva a desearse. Que cada quien siga con su vida, sus amigos, su familia, sus hobbies en fin. Lo malo es dejar todo por andar con ese alguien, para luego pelearse y no saber ni a donde correr. Las cosas que nos hacen fracasar en las relaciones amorosas tienen que ver con esto: olvidarte de tus amistades por andar con alguien, decirle mentiras con tal de que no se enoje, pretender cambiar a la persona a tu antojo, criticarla en público, pensar que nunca se cansará de ti aunque te portes mal y no decirle que le amas “porque ya lo sabe” entre otras. La vida al igual que los deportes, tienen sus reglas; si las violas es bajo tu propio riesgo. Nadie te va a castigar, te lo aseguro, solo tu mismo. Dios tiene mucha chamba como para andar detrás de ti a ver en que la riegas para castigarte; Él te ama y te da libertad, pero no te garantiza que andar entre el fuego no te quemes, ni que al abusar de la confianza de alguien que te vaya a ir muy bien, ni que al entregarte a alguien, ese alguien te vaya a cumplir. Haz de cuenta que la vida es una gran universidad. Todos estamos aprendiendo en diferentes niveles, por eso veras que existen personas de 50 años que se comportan como de 15 porque no han salido del mismo nivel, así como hay otras de 25 que parece que hubieran vivido mucho porque tienen ideas centradas. Ellos aprendieron más rápidamente sus lecciones y están avanzando, y no dudes que le puedan dar un consejito al de 50 que se comporta como de 15. Los niveles tienen que ver con tus “prioridades” en la vida, lo que te mueve, lo que te importa más. Las personas que solo piensan en sexo (no en hacer el amor, 11
sino en “aparearse a lo bestia” con quien sea y donde sea) obviamente están en los niveles primarios, creen que lo más rico en el mundo es el “orgasmo” (que también tú lo puedes pensar, pero adquiere un significado diferente cuando lo sientes junto al ser que amas). Es tan impactante para ellos esa descarga en el vientre, la pelvis, los genitales, la uretra y el recto, aunado a los deseos de orinar que se experimentan durante 20 segundos después del clímax, que se vuelve un acontecimiento “a toda madre” que tomará el primer plano en su vida, de ahí para adelante. Por lo regular las mujeres pensamos que todos los hombres son iguales y viceversa, pero en la realidad no es así. Ni todos los hombres piensan solo en sexo, ni todas las mujeres somos chillonas; ni todos los hombres son fieles, ni todas las mujeres somos histéricas, aunque alguna vez nos hayamos resbalado. Todo depende también de con quien te juntes, porque, “a pa´amiguitos” que a veces te obligan hacer algo que no está bien; y algunos, con tal de estar metidos en la bola, le entran al relajo tope donde tope. Cita textual de una chica de 14 años Es que yo quiero aprender a besar ¡porque mi novio quiere conmigo ya! Y pos, yo quería saber tu opinión. ¡Ah!, se me olvidaba decirte es primo hermano mío. A esta chiquilla le dije que no pretendiera de la vida más problemas y tropiezos si acaso accedía a las peticiones calenturientas de primo “novio”. Finalmente él está aventando el chicle a ver si le pega, con lo cual demuestra ignorancia, falta de tacto y pendejez al buscar tan sólo ‘despacharse’ contigo” le comenté. Bueno, digo yo, ¿cuál es la prisa?, ¿o acaso se deja de ser persona por esperarse? Y conteste que no hablo de “mojigatería” sino de inteligencia emocional, control, salud, principios, amor y simplemente amor. La mujer que se entrega al novio, se siente más mujer que nunca. El novio que presionan a la novia para que se acueste con él, empieza a voltear para otro lado después de haber reconocido con su boca cada recoveco aterciopelado y húmedo de su delirante chica en turno; total, ya satisfizo su curiosidad, ya logro lo que quería, ahora ¡otra! El hombre no es tonto. Sabe cuándo con una rogadita puede conseguir lo que quiere, y sabe cuándo con una rogadita puede perder a su amada. Yo he visto cómo un jovenzuelo se transforma en caballero y pone en juego su creatividad e ingenio para conquistar a una mujer de la que se a enamorado, pero sin mentiras, siendo autentico. Como nunca me a gustado subestimar a los 12
hombres: merecen todo mi respeto y consideración, porque debe ser muy difícil ser “hombre”. Ser mujer también lo es, pero nosotras podemos expresar nuestros sentimientos y llorar abiertamente, sin que nadie censure este acto sentimental, ¿pero ellos? ¡No, hombre!, ni que se le ocurra manifestarlo porque ya lo están etiquetando de “mariposas primaverales”. Qué difícil debe ser sentir pavor y aguantártelo, tener ganas de llorar y aguantarte, tener dudas y no mostrarlas, mantener el temple mientras tu familia o tu familia se descorran, expresar ternura sin perder virilidad, y bailar o reír con cuidado, no sea que te veas afeminado. Es cierto que las mamás deben cuidar mucho el no caer en la sobreprotección de sus varones porque invariablemente se van a uno u otro extremo: o se amachan, o se aniñan, y no hay como un individuo seguro de sí mismo y sano emocionalmente. Esto se logra gracias a los brazos, después del regaño o el castigo; a las palabras alentadoras que prevalezcan, en lugar de los: “Eres un inútil, no sirves para nada. ¿Estás tontito o qué te pasa? Tus nietos te agradecerán el cariño que hoy les des a tus hijos y el que poco a poco les sueltes las alitas, dejando que tomen sus decisiones y se ganen con esfuerzo lo que quieren. “¿Quieres un juguete nuevo? Dime, ¿Qué juguete de los que tienes ahí guardados vamos a regalarle a un niño pobre? Ayúdame a dejar limpio el baño, o aprende a tender bien tu cama”. El respeto se aprende, al igual que el amor, no se da solo, como por arte de magia. Cuando enrolamos a los chicos en el trabajo, les estamos dando otro lugar en la casa, no sólo el “huercos fastidiosos” sino el de niños que están aprendiendo a ser mejores. Un muchacho que crece viendo que su papá ningunea a su mamá y le falta al respeto, pensará que eso es normal y también lo hará. Un muchacho que nunca platicó con su papá sobre cómo tratar a las mujeres, va aprender de las películas o los amiguillos más aventados del salón. Si el papá le dice a las mujeres “viejas” él así les dirá; y si de alguna forma le da a entender que se sirva de ellas‐ que al fin y al cabo es hombre y necesita de “hembra” para fortalecer el “miembro”‐, no les extrañe a los papás una noviecita embarazada por ahí que destroce su vida y la marque para siempre, porque para ser papá… ¡mangos que está listo! 13
Cita textual de un muchacho de 23 años: … Me dejé llevar por un par de piernas hermosas y me tuve que casar con ella sin quererla de verdad. Yo estaba muy ilusionado con una compañera de trabajo que se enteró de mi precipitada boda con decepción. Por un ataque hormonal, viví un infierno que no le deseo a nadie. Llegamos a los golpes y maldiciones, ya con mi hija en brazos. Tuve que ponerme a “dobletear” turnos en una fábrica para que a mi niña y a ella no les faltara nada, pero no hicimos sino hundirnos más, porque nos detestábamos. Logramos divorciarnos, porque nada bueno le estábamos dando a nuestra hija con tantos pleitos. Quiero darle todo lo que tengo a mi hija, quiero prepararme, quiero estudiar, ser mejor persona para que algún día mi hija diga que “se enorgullece de su papá”. Tengo una esperanza: aquella amiga de la cual sigo enamorado. No tiene novio y me ha brindado la oportunidad de volver a ser su amigo. Este muchacho dio un salto porque aprendió de su error. Podría seguir embarazando chicas con piernas hermosas; pero al ver de cerca de su hija, prefirió reservar los ataques hormonales para el amor de su vida y convertirlos en muestras de apoyo incondicional al hacer el amor. ¿A qué le tiras con un casado? Otra de las creencias del amor es que cuando eres mujer y te sientes sola y necesitas protección, o emociones diferentes, “échenmelo!, aunque esté casado”: garrafal error para ti, que sufres de inmediato las consecuencias de ser la “aventurita” del tipo, siempre con la creencia de que se va a divorciar para ponerte casa. Hay muchos casos en los que ya ni valores, ni principios ni nada valen, con tal de mantener cerca al pelado. Digo yo: si él ya no quiere a su esposa, que arregle primero eso antes de meterse con otra. Que sea hombre; y dile que en memoria de lo que fue su amor, no quiere manchar el nombre de ella siguiendo a su lado sin quererla ni respetarla. Pero es más fácil y excitante ver en el motel a la amiga, que agarrar, “con los calzones bien puestos” la bronca de hablar con la mujer. Total, ella no se va a dar cuenta y por años y años, “el cuernote” a la que fue su novia y aceptó casarse con él dejando la seguridad y la comodidad de la casa paterna, sin saber lo que le esperaba al unirse con un niño malcriado que descubrió su pene y no se cansa de 14
jugar con él. Eso es lo malo de los que se casan pensando que: “Ora sí, a hacer lo que yo quiero y pos, ¡inga su madre! Ni por taparle un ojo al macho, ni porque La gente deje de hablar: “cásate sólo por amor” Las presiones en casa son muchas: tus amigas ya se casaron y te preocupa pasar por “la menos agraciada” de la familia o del clan de la escuela. Esto te hace comprometerte con un fulano que ni te cae bien antes todo lo contrario y… pues “pior es nada” Marcha nupcial después del desangelado noviazgo y ahí te ves después de la luna de miel compartiendo el mismo baño con él, descubriendo sus malos hábitos, ronquidos en la cama, su ropa sucia y sus patotas arriba de la mesa. Y tú que pensabas que todo cambiaría en tu vida después del “casorio” pero para bien. En cambio, te topas con la dura realidad de tener que soportarlo. El problema no son sus ronquidos o su ropa sucia, sino que simplemente no lo amas. Siendo así, está pelón tener creatividad para sorprenderlo, mimarlo, hacerlo sentir “tu rey” o estimularlo a amarte más cada día. ¿Cómo? Eso nace cuando se ama, no se hace solamente en la cama. Se necesita creatividad para que tu matrimonio no se vuelva aburrido. Dos bultos dormidos espalda, dos sonámbulos deglutiendo la cena frente a la televisión, dos protagonistas de un absurdo sin sabor. Eso es común en muchos matrimonios, y lo peor es que traen hijos al mundo nada más a oírlos pelearse y desvariar. Si cuando un niño llega, lo que menos busca éste es ser “réferi” de sus papás, aunque en ocasiones parece que su misión es unirlos porque llega enfermito y “ora” sí, o “truena” todo, o se unen más que nunca y se dejan de nimiedades para regalarle al chiquito un hogar con papás normales y cariñosos. El miedo a quedarse sola, sin saber a dónde correr, es un motivo fuerte para que una esposa se haga “la que no supo” y se aguante las infidelidades del viejón mañosón. El estatus que da el tener esposa en la casa e hijos que mantener, es motivo fuerte para que un esposo sostenga su matrimonio “intocable” mientras le da vuelo a la hilacha, con amiguitas de motel. Finalmente, cuando se trata de ascender en la empresa o requerir de alguna aprobación de crédito, es más confiable alguien que se presenta con su “santa “esposa y no alguien divorciado (bueno, eso piensan algunos). Total, que la mujer por miedo a enfrentar las cosas solas, y el hombre por conveniencia, no decide quitarse las máscaras. 15
En la vida nadie te pondrá el fruto en la boca, tú lo seleccionarás. Todo lo que afirmas repetidamente se convierte en fruto. Si te pasas la vida diciendo que tienes mala suerte, ésta no se largará de tu lado.
Los frutos de tu boca clasifican tu vida. Lo que digas, comentes o reafirmes con mayor frecuencia, es lo que te acompañará siempre.
Si sigues diciendo que no tienes suerte para el amor, vas a seguir atrayendo pura “raspa” que solamente quiere pasar el rato. Acepta al amor y di que también lo mereces. 16
Mis respetos para los que levantaron la cabeza para firmar el divorcio, después de arduas luchas para salvar el hogar. Mis respetos para los que, viendo por el futuro y la salud mental de sus hijos, decidieron hablar frente a frente para dejar de hacerse daño, y se divorciaron. Mis respetos para el hombre y la mujer que ven con amor a sus niños, dándoles confianza, aun después de pasar el trago amargo del divorcio. Mis respetos para el que no se raja de la verdad. Por el amor, esto y mucho más. Porque amar no es “aguantarte”, “despistarte”, “domarte”, o “salirme con la mía a pesar de ti”. Eso no es amar, es “mamar”, como si fueras niño chiflado. Cuando se ama se respeta, aunque reconozco que existen muchas tentaciones por todas partes para aventarse una canita al aire. Sé de casos en donde la mujer fue contagiada de sida por el ardiente chuparrosa de su marido que, entrado en gastos, le pagaba al “Juan Tenorio” en cuanta oportunidad hubiera, con cuanta “gatuela” se le arrimara. Lo más triste es que hay casos de esposas contagiadas por la “despedida de soltero” del machín en cuestión. ¡Ahí sí que no se vale! Hay mujeres a las que les gusta vivir de la apertura frontal (ya saben a que me refiero); mujeres que venden sus arrebatos o los entregan a cambio de casa, auto o muebles. Nunca falta un totoreco que le entre, con el cuento de que “está bien güena”. 17
¿Y tú esposa güey? “Ah pos ahí en la casa, batallando con los huercos”. Que cada quien decida lo que quiere hacer son su vida, pero si tú, que estás leyendo este libro, deseas poner las cosas en orden, acepta lo que lees como una humilde sugerencia, digna de ser tomada en cuenta o al menos considerada para futuras decisiones. No poseo la verdad absoluta de ninguna manera, pero sí un anhelo que tú también tienes: el se ser feliz a pesar de los problemas que existen. Claro que los problemas aminoran y desvanecen cuando seguimos ciertas reglas, cuando respetamos ciertos principios y cuando nos dejamos de cuentos y empezamos a vivir con el corazón y no con las patas. Sí, debido a las presiones sociales, acabas de comprometerte para casarte con alguien que solamente toleras, la frustración será la protagonista de la historia, y con eso “no se puede construir un hogar” Hay muchas cosas que nos atormentan en relación con el amor, porque asociamos el éxito de nuestra vida con tener “novio(a) o no”, con “casarnos o no”. y el amor ¿dónde queda? Detrás de las apariencias. Deformándose en algo de lo que se habla, pero no se vive; en algo que se anhela, pero no se cuida cuando ya se tiene; en algo que con creatividad conquistamos al principio, pero descuidamos y volvemos rutina cuando ya es nuestro. He aquí algunas creencias que influyen para que nos precipitemos o nos sintamos como pulgas. Cuando aún no tienes pareja… Si eres mujer, te sientes fea. Si eres hombre, te da lo mismo si tienes buenos amigos. Si eres mujer mayor de 28 años, buscas la forma más creíble de justificarlo, primero con los familiares metiches y luego con los compañeros del trabajo que parecen estar mortificados siempre por tu vida personal. Si eres hombre mayor de 28 años, la gente asegura que eres gay (aunque no lo seas, claro). 18
Si eres mujer, preferirías decir que eres divorciada o viuda, que soltera y sin compromiso. Si eres hombre, aseguras que amas tu libertad, que las mujeres son “pura gastadera de dinero”. Si eres mujer, te inventas un romance y hasta te mandas flores para que en tu trabajo vean que alguien está loco por ti. Si eres hombre, las chavas se te insinúan, te mandan galletitas, pastelillos y te llaman por teléfono para ver como amaneciste y tu… simplemente te dejas querer. Si eres mujer, bailar pegadita al amor de tu vida que aún no llega. Si eres hombre, no escuchas canciones románticas (hasta que te enamoras). Si eres mujer y vas a una boda, te imaginas que eres tú la que se está casando y te lamentas por no haber podido llevar pareja a la pachanga. Si eres hombre, te encanta la idea de ir a una boda a ponerte hasta las chanclas y cenar de a grapa. El caso es que cuando no se tiene pareja, se cree que no se ha conocido el amor… ¿Será? La mujer se siente fea cuando no tiene pareja; pero por supuesto que tu percepción cambia conforme cambias de edad. Si tienes de 17 a 22, y tu mejor amia tiene novio y tú no, surge una espeluznante necesidad: “Tengo que pescarme a cualquier baboso de la escuela para andar, porque sola no puedo estar, ¡qué oso!” Buscas dietas en las revistas, recortas la hoja en donde viene una mona flaquérrima haciendo ejercicio y la pegas donde la puedas ver, no sea que te entre el ansia de comer por nervios. Te quieres poner en forma, no tanto por ti, sino porque no tienes novio y te sientes pal´l arrastre. Te parece que el tipo “patas largas” que te andaba tirando la onda, después de todo no está tan mal; después de todo, ¡si se trata de elegir no estar sola! Cuando tienes 24 Años en adelante, empiezas a sentir que el terreno del amor se reduce a buscar columnas de “quiero tener amigos” en las revistas, a “chatear” por Internet con algún fulano de quien sabe donde o a llamar a las mentadas líneas de “conoce a alguien especial por teléfono”. 19
Desconfías de tus encantos como mujer te pintas el pelo de otro color, buscas artículos que ofrezcan desaparecer la celulitis, te metes a un gimnasio e inviertes parte de tu sueldo en chunflas para maquillarte y cremas exfoliantes. Quisieras sentirte de alguien. Más mujer. Aunque no te des cuenta que eres más mujer ya, y que tienes un encanto muy especial con tan sólo pintarte los labios y sonreír. Es una lástima que consideres de poco valor tu esencia como persona, y en cambio prefieras jugar con apariencias. Un hombre soltero es juzgado según su éxito profesional. Cuando el hombre permanece soltero después de los 29 años, no es visto igual que una mujer de la misma edad también soltera. Él es considerado un hombre autosuficiente e independiente, sobre todo si le va bien en su profesión. En el caso de que esté sin trabajo, tiene mayor justificación para no tener novia: ¿cómo se le va a ocurrir casarse, si no tiene una silla que sea de él? El problema es cuando se empieza a dudar de su hombría por no tener cerca de alguna chamaca que, mínimo, le dé sus besitos y correspondientes apapachos. La vida de un hombre soltero, en la actualidad, está llena de cosas nuevas para el auto, zapatos y ropa de moda, loción cara, lentes de sol “bueneros”, equipo de sonido fregón para el carro, y una que otra carta de amor enviada por alguna chica dispuesta a darlo todo por atraparlo. A lo mejor alguna vez se enamoró y lo mandaron a volar. Quizá nunca lo peló la chica de sus sueños. Probablemente en verdad desea volver a enamorarse. Cuando amamos, empezamos a conocer el sabor del tuétano de nuestros huesos y la espesura de nuestras lágrimas, el olor de un beso, la humedad de una caricia, el desencanto de una despedida y el delicioso sabor de su presencia. 20
Muy a tu gusto; pero ¿eres feliz sinceramente? Si la respuesta es sí, no tengo nada que decirte; pero si la respuesta es no, ¿para qué seguir con esa matraca vida? ¿No crees que ya llegó el momento de pensar más en las emociones que en las posiciones? Ahora, si acaso eres de las que apenas están empezando a considerar la posibilidad de acostarse con el que sea, no te lo recomiendo. Hay como cincuenta enfermedades de transmisión sexual en la actualidad, de las cuales 25 por ciento son incurables y el 20 por ciento te pueden mandar al panteón antes de los 45 años, sin contar que, íntimamente, tu persona se acartona. Te vuelves de las “apetecibles” de la cuadra, de las que son vistas por sus carnes y nunca consideradas como alguien digno de tomarse en cuenta para algo más que tomar la copa y después al motel. Y ahí te encargo los embarazos no deseados, los posibles abortos que por desesperación realices y el consecuente abandono, del que te juró divorciarse para casarse contigo, el día que empiezas a reclamarle atención, o decides tener a “su hijo” (el cual tendrías sola, por supuesto). Si recobramos a las damas, tendremos más caballeros y por lo tanto más familias sanas. Siempre existirán mujeres que decidan vender su cuerpo para subsistir y hombres a montones que las busquen en los burdeles, esquinas, bares, depósitos y tables para divertirse. Pero si, por estar leyendo esto, una sola mujer desiste de entrarle a lo de la fichada, un hombre desistirá de salir a buscar una aventura. ¿Tienes una idea de lo que esto significa? Por cada “dama” que recuperemos, tendremos un caballero dialogando con su esposa, y una familia entera recuperando su bienestar. 21
Se cree que el hombre “debe” vivir los amores de esquina; si no, no es hombre. Se cree que “debe” saber recorrer a un cuerpo femenino y penetrarlo para ser hombre. Se cree que “debe” despedir su soltería entre muslos, caderas, alcohol y a veces condón. ¿Y qué más “debe” hacer”? ¡Ah! Debe casarse para que no crean que es maricón. Y parece que el estar enamorado o no, queda en segundo plano de importancia. Quienes a mediano plazo padecen por esa falta de respeto hacia el matrimonio, resultan ser los chiquillos que lleguen a formar parte del “hogar” (¡pobres!). Yo pienso que hay diferentes niveles de aprendizaje en el ser humano; pero hablando específicamente del hombre, algunos ya aprendieron a ver la vida de la cintura para arriba, mientras que otros aún se encuentran estancados debatito del ombligo. ¿Hombres con fama de buenos amantes? Napoleón, Picasso, Pancho Villa, Juan Camaney y algunos aventureros más que tú conozcas. Sin embargo existen muchos anónimos que no sólo saben la “técnica”, sino que saben la “práctica” del amor y esto segundo se practica con los calzones bien puestos, no sin ellos. Por tanto, el primero que tiene que dejar de creer que para ser hombre hace falta ser “cabrón” es el mismo hombre. Me encantan los hombres, como mujer que soy, pero me gusta más saber que mi corazón pertenece “a uno solo”, y claro no espero menos de su parte. ¿Sabes por qué? Por que también respeto al hombre y lo que significa en la vida de tantas familias enteras; al hombre que se encuentra en el padre que lucha sudando por sacar adelante a sus hijos; al hombre que se ve en la ilusión de una mujer dispuesta a todo por estar a su lado; al hombre que vive con valentía sus fracasos; al hombre que conoce los gustos de su esposa, y sabe cómo volver a conquistarla; al hombre reflejado en el hijo que quiere trabajar duro para que sus papás vivan en otra casa más cómoda y para regresarles en algo todo el esfuerzo que sus viejos hicieron por él. Una mujer inteligente va a saber cómo hacerle ver al hombre su valor como persona, sin necesidad de medir su miembro viril o comprobar su perfecto funcionamiento entre las piernas. Pues ¿qué sucede cuando él no puede tener relaciones sexuales porque está preocupado por algo? La mujer que lo abraza haciéndole sentir que su cercanía en ese momento es mejor que el orgasmo, realmente quiere a la “persona”, no solo al “hombre”. 22
¿Y si el hombre es eyaculador precoz? Sucede muy a menudo, porque el hombre no está acostumbrado a esperar por nada cuando está excitado, menos con amiguitas de ocasión, y mucho menos si pagó porque estuvieran con él. El chiste en esos casos es “venirse” y punto. No se trata de pensar en la “unión” de los dos, en la fusión de almas en un solo cuerpo, en descubrir que la otra persona te está viendo a los ojos respirando aceleradamente y que es capaz de paralizarte con decir un “te amo” a tu cara ¡no! La cosa es demostrar que eres hombre porque se te paró y porque terminaste y lo peor es que muchas veces las pirujas fingen un “superorgasmo” porque es parte del paquete y tú le crees. ¿Cuál capacidad de amar? ¿Cuál práctica? ¿De que? El amor se practica con los pantalones bien puestos. En el terreno emocional, me atrevo a afirmar que una mujer nunca está preparada para solventar los problemas “de alcoba”, máxime si su marido ya trae “experiencia” (y la pongo entre comillas porque ese tipo de experiencia no involucró nunca al corazón, solamente al ego y al pene). Cómo conquistar a una mujer con la que se quiere compartir una vida, no es cosa de burdeles; y eso los hombres no lo saben. Ahora bien, por más que las mujeres de hoy sepan mucho de sexo e incluso muchas que estén leyendo esto lo practiquen regularmente con su novio, una cosa es la “genitalidad” y otra muy distinta es la “intimidad”. Lo primero involucra “libido”, hormonas y concentración; lo segundo involucra a las “personas”, su valor, sus virtudes y defectos, el respeto mutuo, la paciencia y comprensión. Creo que una mujer inteligente que ama, sabe cómo entrelazarse con la mirada, los susurros y las caricias suaves para que e corazón de su pareja la penetre primero, poniéndose enteramente en sus manos antes que entre sus piernas. En la intimidad se confiesan muchas cosas, se llora, se habla en el silencio, se comparten sentimientos, se entrega apoyo, se hacen promesas calladas. En la genitalidad se empiezan a fabricar los celos sin medida. Te vuelves obsesivo, posesivo, exigente e intolerante. ¿Por qué? Por que tu relación se entrelazó con hijos externos nada más, nunca internos, porque sexo, puro sexo, es como dinero, puro dinero; significan nada, si no los utilizas para un fin superior. 23
¿De qué sirve el dinero guardado? Se supone que lo quieres para hacer algo con él, si no, el hecho de acumularlo sólo te vuelve presa fácil del terror por perderlo. Lo mismo sucede con el sexo: si no existe otro fin superior que simplemente llegar al orgasmo con alguien porque te gusta su cuerpo, entonces vas a ser presa fácil del terror de llegar a perderle. Te obsesiona estar con la persona, dudas más de ella, te vuelves como un muñeco de trapo sin voluntad. Lo peor es que luego se agota la curiosidad, la magia, el misterio y, por tanto la “creatividad” y, o te enfrías tú, o te mandan a volar a ti. La mujer tiene sexo porque ama. El hombre ama para tener sexo. Por supuesto que existen honrosas y justas excepciones en el caso de los hombres; y tristes, en el caso de las mujeres. Porque mujeres fieles existen, mujeres enamoradas existen, mujeres estúpidamente atolondradas existen, mujeres infieles también hay, no os hagáis. ¿Hombres? Aún los hay, de eso no me cabe la menor duda, pero los caballeros son una especie en peligro de extinción, gracias también a la falta de damas; si no, el círculo no se cierra y la historia sigue. “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón”… bla, bla, bla, como lo escribiera Sor Juana Inés de la Cruz. Será que ahora también los hombres puedan llegar a decirlo como: “¿Mujeres necias que acusáis al hombre sin razón, sin ver que sois la ocasión de los mismo que culpáis?”. Mamás ¡aguas con apapachar demasiado a sus hijos varones, porque se vuelven inútiles! Y no se vale, porque el hombre vale mucho para ser hombre desde la “h” de honor, no desde la “m” de mamón. 24
Imagínate que entras a una carrera de 42 kilómetros y tú solo completas cinco, porque eso es lo que tu cuerpo aguanta hasta “ahorita”. Resultaría una gran decepción, porque no llegarías a la mitad de la carrera. Eso cinco kilómetros podrían ser tan dignos si con honestidad, poco a poco, te das a la tarea de irlos incrementando con disciplina. En el amor hace falta ir creciendo juntos, dejando a un lado la voracidad de querer comernos de una “tarascada” a nuestra pareja, cuando ni siquiera nos conocemos bien. 25
La pequeña Rocío se sentía poca cosa porque no tenía novio, hasta que alguien por fin la peló: Omar, el tipo más adorable del salón, según sus propias observaciones. Todo inició bien, cariñitos, besos, “te acompaño”, “te ayudo”, “me interesa todo de ti”, eres mi inspiración, “sólo pienso en ti”. De ahí en delante Rocío tiene miedo de perder a Omar y se aferra a él. La relación se empieza a transformar. Rocío empieza a cifrar tooooda su felicidad en estar o no con Omar. Se amarra a él, se vuelve encajosa, está dispuesta a todo por él, le suplica: “¡Nunca me dejes!”. Omar pierde el sabor de sus encuentros con Rocío. Antes le parecía una niña encantadora e inteligente; ahora es nada más la niña que está loca por seguir con él, la chica que se olvidó de sus propios pasos por seguir cerca de él. Antes, Rocío era impredecible y miseriosa; ahora es un manojo de celos, un racimo de temores, de dudas, de desconsuelo, siempre hostigándolo con preguntas y llamadas telefónicas, enojos, lloriqueos. Omar simplemente le empezó a perder gusto a su novia; ya no la admira como antes porque ya no hace nada, fuera de estar con él. Con los pleitos y escenitas se fue perdiendo el respeto, y hasta lástima sintió por ella. Omar vio una oportunidad, su lado oscuro se hizo presente, ya no era el novio que luchaba por conquistar a la novia misteriosa y encantadora, se había convertido en el hombre deseoso de aventura junto a la mujer “loquita” por él. Sabía que conseguiría lo que pidiera, casi sería un requisito para seguir con ella: “acuéstate conmigo si quieres que siga contigo”, no sería la mejor propuesta, aunque en realidad eso quisiera decir. “Mi amor, ya no puedo más, necesito tenerte en mis brazos, sé que tú también lo deseas, me lo has dicho en silencio cuando permites que acaricie tus senos al besarnos. Dame todo de ti, por favor, nadie sabrá de nuestro secreto”. 26
¿A alguien le suena familiar ese rollito de hormona escondida a punto de estallar? Claro que Rocío aceptó encantada, segura de que ya con eso se lo enganchaba para siempre y no tendría más de que preocuparse, porque al acostarse con Omar, lo más seguro es que él quedara prendado de ella y comprometido a seguir a su lado para siempre. Porque no está de más decir que Omar le aventó en chicle de que “ya nomás que me cumplas tú a mí, yo re cumplo a ti para casarnos” (¡Ajá…!) Ya conocieron varios motelitos; Omar ya recorrió a Rocío de pies a cabeza con su boca, ya la sorprendió con sus maniobras, aunque la ve a los ojos. Está demasiado embobado en sí mismo, en su placer, en sus ganas, en su necesidad de demostrar que “es bueno en la cama”. A Rocío lo de ser bueno o no en la cama, ya le sale sobrando. Está sintiéndose cada vez más lejos de Omar, contrario a lo que ella pensó inicialmente al aceptar tener sexo con él. Creyó que eso los uniría más, y estaba resultando al revés: había más distancia entre los dos, menos conversación, nada de espera o paciencia, sólo sexo y promesas como gancho. Ella ya no estaba en situación de negarse, sabía que si no lo hacía, perdería para siempre a Omar. Qué ironía, antes temía perderlo aunque sabía que Omar la amaba y respetaba; ahora estaba segura de que lo perdería si le pedía omitir las ideas al motel por platicar o hacer planes. Hasta ahora no ha surgido un embarazo, pero no le ve el fin a sus encuentros con Omar, ni principio al matrimonio con él. Lo único cierto es que tiene sexo con su novio y que se siente más sola que nunca. Omar por su parte, ya no tiene solamente a Rocío con él, anda en busca de experiencias nuevas. A Rocío ya la conoció por todos lados, se acabó loa curiosidad, así es que pretextos no faltan para ausentarse y enredarse en nuevas aventuras. Como quiera que sea, Rocío ahí está. ¿Casarse? “¡N´ombre!” Entonces ¿qué gana una mujer que lo entrega todo? Todo, menos enganchar a su novio para que la ame toda su vida. Podrás obligarlo a que se case contigo porque te embarazaste, pero no podrás obligarlo a que sea feliz contigo, ni a que sea fiel, ni a que te cumpla como esposo. La mejor manera de obligarte a ti misma a ser feliz, es abrir tu corazón y tu cerebro, tener fe…. Y cerrar las piernas. 27
¡Hay muchos casos como el de Rocío y Omar, en donde por “amar demasiado” se pierde el sabor, la cabeza y a veces hasta la dignidad para “no perder” a la pareja! El hombre sabe de inmediato cuando la mujer “se muere” por él. Lo malo es que con esto la chica mata los deseos de conquista que el varón pudiera llegar a tener para quedar bien con ella, porque de todas maneras sabe que la tiene rendida a sus antojos, incluso hasta cuando se porta mal, cuando la apretuja, la critica en público o la ningunea. Así se vuelve casi una relación de hijita con papá, ella lo quiere para no sentirse sola y frágil, él la regaña y le pide cuentas según sus exigencias. La única diferencia es que un papá quiere lo mejor para su hija, y aquí el novio quiere lo mejor, pero “para él”. Recuérdese que antes las mujeres tenían que fletarse la infidelidad de sus maridos calladamente, como: “aquí no pasa nada”, porque no había a donde correr con los hijos. No se usaba que la mujer trabajara. Pero ahora es muy distinto. El hombre no ignora que la mujer se sabe defender en el mundo y la sociedad; pero aún, en bastantes casos, no de sí misma. La mujer sigue temiendo a quedarse sola, no cree que valga lo suficiente si no se casa; así es que le entra con tal de no “quedarse”. Definitivamente tiene mucho que ver la educación y las costumbres de nuestra sociedad, que está hecha para que las “parejas” sean felices, no así los individuos solitarios. Me da mucho gusto cuando veo a grupos de mujeres bailando solas en las bodas; sí, en las bodas, porque en los antros es muy común desde hace tiempo, pero no en el evento social por naturaleza (la boda). Ahí hay que ir con pareja; si no, estás obligada a pasártela atornillada a la silla viendo como las “parejas” disfrutan fregón de la fiesta. Hay ocasiones en que hasta las casadas se paran a bailar en bola, porque el marido no esta de humos: ¡Me encanta! Hay que tener alegría, dejarse de tapujos y disfrutar de la vida (¡bien los caballeros que aún disfrutan bailando con su pareja, no sólo como un favor a ella, sino por gozarlo igualmente). La música, al igual que la vida, deberían disfrutarse y vivirse con alegría, tengas o no pareja. 28
Necesitamos estar enchufados en el mismo canal de nuestra pareja, para ser capaces de complacerla, así como cuando andas quedando bien, que eres muy comprensiva y hasta te sorprende lo que eres capaz de hacer por ganarte su confianza y, sobre todo, su amor, ¿no? la chispa va terminando cuando no ponemos atención a los detalles. Una y una, ¿no crees? Ambos necesitan complacerse, el amor es cosa de dos, no de “uno dominante”. Eso de amar demasiado, hace que la atención se centre en una persona temerosa de perder a la otra; y tu sabes que ni las jaulas, ni las rejas sirven al amor para crecer. Haz de cuenta que te enamoraste de un ave que te conquistó con su vuelo, y ahora le quieres cortar las alas; pues no se vale. El amor entre dos se alimenta mejor cuando cada quien sigue con su vida, sus amistades, su familia, su trabajo o estudio, sus hobbies y hasta sus momentos de soledad que son tan necesarios. Cierto que al principio te emocionas con tu recién estrenado amor, pero el “show debe continuar”, ahora con una razón más para luchar y vivir. Por el amor y tu felicidad vale la pena luchar, afrontando las consecuencias. Sólo pregúntale si no estás dañando a alguien. Si crees que la persona vale lo suficiente para que la defiendas a capa y espada, sigue adelante luchando “hasta con los huesos”. A cierta edad, tu vida pasa de ser un juego a se una lucha donde ganarás a pulso tus anhelos. Todo es válido, siempre y cuando logres la felicidad de otro ser humanos y, por ende, la tuya propia; el chiste es que con tu relación no dañes a terceras personas. Decía Pancho Villa que el destino del macho es “atacar y huir” y a lo mejor a él le funcionó su táctica; pero se trata de que las generaciones vayan superándose, si no, que amolada. Para mí, atacar y huir implica cobardía, aventar la pelota y salir corriendo, jugar con los sentimientos de alguien que cree en ti. Como si relacionarte con alguien fuera cosa de “agandallar”, disfrutar y volver a disfrutar, para luego “pelarte”. Ahí estás dañando a alguien, y favoreciendo a tu ombligo, combinación poco inteligente y mañosa, nada propia de una persona que está viviendo un cambio de siglo y milenio. ¡Vamos a mejorar! ¿No te parece que ya es hora? 29
La mujer, al hacer suyo al hombre, lo libera de sus estúpidas defensas. Claro que hablamos de una mujer inteligente que no le está tumbando el marido a una señora; porque ahí está otro problema: “Te amo”, aunque por ello tengas que mentir en tu casa, ponerle el cuerno a tu esposa y darme el dinero que a lo mejor estaba destinado a la ropita nueva de tus hijos y sus colegiaturas; eso no puede tener un final feliz, ¿o tu crees que sí?. Una mujer que supo conquistar a su marido con inteligencia, sabe que hacer para tenerlo de nuevo en casa temprano, después de trabajar. Un hombre que se casó enamorado y respeta a su esposa, prefiere estar con ella una vez terminada su jornada laboral. ¿Y por qué otros no? Por su falta de creatividad en los momentos en los que el amor se desgasta con el trato cotidiano y no se ocupan de alimentarlo. Llega un momento en el que ya no te entusiasma estar con tu pareja porque no hay nada emocionante a su lado. Nunca piensas que tú tampoco eres un aliciente. Pretendemos que el amor lo de otra persona, porque tu tienes mucho trabajo, muchas cosas en que pensar, muchas broncas que resolver, y francamente no tienes la menor intención de luchar por nada que no sean tus intereses y conveniencias. Si tu pareja se adapta a lo que quieres, está bien, “así te quiero”. “Nomás que no te dé la contraria”, porque sales corriendo a buscar consuelo, ¿no? atacar y huir a lo Pancho Villa. Si es verdad que ya no hay nada que los una, ¿para que seguir con la farsa? Tomemos la verdad de las manos y tengamos el valor de reconocerla. Ya después de resolver ese aspecto y dejar a la persona en libertad, intenta todo lo que quieras con alguien más pero no lastimes a quien alguna vez te llegó a decir que te amaría para siempre. Debe ser muy duro contradecir lo que creímos que era una verdad fundamental en nuestra vida; pero es preferible aceptar la realidad cuando las cosas “ya no funcionan entre nosotros”. No confundamos la historia con la histeria Cada quien tiene su propia historia, sus luchas, sus romances y aprendizajes. Hay quienes han hecho de su historia “histeria”, pura pelea, puro restregar defectos, pura falsedad, pura apariencia. Se teme demasiado. “Me aguanto porque sola no puedo, prefiero la pelea a la soledad”. ¿Qué es esto? 30
Un hombre valora a la mujer que se valora Se da cuenta de lo que hay en el corazón de ella y eso sabe respetarlo. La búsqueda es inagotable. Cuando descubre el corazón de la mujer, nunca termina de hacerlo. Cuando sólo descubre su vagina, no pasa de sumergirse en ella hasta que termina por aburrirse, no de la vagina, sino de “esa mujer con esa vagina”. Amar demasiado no es el punto para balancear, sino para estropear. Amar mejor cada vez, es lo recomendable. ¿Quieres saber su amas demasiado a tu pareja? Contesta estas sencillas preguntas. ¿Hacen cosas que les gustan a los dos? ¿Pueden sostener una conversación sobre cosas de los dos? ¿Puedes confiar en que se porta bien cuando no esta contigo? Lo ideal es que a las tres preguntas hayas respondido con un “sí” ¿Te sientes culpable casi siempre por no ser la persona que merece tu pareja? ¿Le tienes miedo? ¿Es difícil complacerla si no hay cama de por medio? Lo ideal es que a estas tres preguntas hayas respondido con un “no”. De lo contrario creo que sí amas demasiado, y lo más seguro es que llores mas de lo que disfrutas; hay más celos que confianza, y mientes ante tus amigos y tu familia sobre “lo bien que van las cosas”, pese a que con gusto aventarías dentro de cinco minutos la toalla. ¿Te puedo decir algo? No necesitas más de eso. Amar es sonreír más que llorar (a menos que el llanto se comparta). Amar en reconciliarse y obtener de ese fuego la fuerza para seguir amando mejor. Amar es tener la certeza de que a su lado eres mejor, y de que hay gente a tu alrededor que se beneficia de ello. Quienes están cerca de dos que se aman bien, son beneficiados de buenos momentos, de ternura, calidez. Quienes están cerca de dos que se aman bien, quisieran tener una relación igual. El buen amor siempre se antoja. El de escenitas y celos, nunca. 31
Si tratas de forzar a alguien para que viva y piense como tú, será como cortarle las manzanas al árbol de manzanas y pegarle con goma unos duraznos por que nos gustan más. Podemos hacer que las manzanas sean más dulces cuidando el árbol. Cuando alguien ha dejado de cuidar lo que sembró y se enloquece por otras hierbas, tu no tienes por que dejar de ser un árbol hermoso. Si ya no te quieren, quiérete tú. 32
El caso de un hombre mayor de cincuenta años, casado desde hace treinta. Olga Nelly; me es difícil compartir esta verdad que me ahoga, tengo 30 años de casado y tres hijos grandes ya. Pero ha llegado a mi vida una mujer por la que estaría dispuesto a dejar a mi familia. Es veinte años más joven que yo y me tiene loco. Sé que mi mujer no merece esta canallada, me siento un cabrón, pero no puedo más. Cuando mi mujer se enteró, me dijo que seguramente era una confusión pasajera, que no me comportara como un adolescente. Mi esposa es muy valiente, sé que yo no le haría falta si me fuera de su lado, pero no ha asimilado lo grave de este problema. Yo no puedo hacer el amor con ella, necesito inyectarme algo en el pene para tener una erección y cumplirle. ¡Sé que ella no merece esto! ¿Qué hago? He intentado dejar de ver a la otra mujer y no he podido. Difícil, ¿no crees? Alguien que llegue de improvisto a tu tranquila y ordenada vida para desbarajustarla por completo en aras de la pasión que se enreda por la cintura, se diluye entre las piernas y se convulsiona en el vientre. Un amor de piel erizada, genitales desbocados y secretos prohibidos. Cualquier consejo que le dieras a una persona que ha perdido la cabeza por alguien, saldría casi sobrando. Cuando el amor atormenta se vuelve como una droga, que aunque sabes que te hace daño, te sigue saciando hasta llegar a límites desconocidos por tu conciencia. El caso brevemente descrito anteriormente, refleja la preocupación de un hombre que ha sido esposo y padre sin faltar a ello, y ahora esta encadenado a las brasas que queman de un amor que lo atormenta y lo tiene fuera de control. Pero sigue siendo un hombre lleno de culpabilidad y miedo, porque sabe lo que esta ocurriendo dejará marcas de horror en su esposa e hijos para siempre. 33
A mi no me corresponde juzgar a este hombre que con lágrimas en los ojos y las manos temblando me confió su problema, aunque esencialmente me parezca lamentable. Me toca pensar en la esposa, ella es quien en verdad me preocupa. ¿Qué pasa cuando una mujer se da cuenta de que su esposo ya no siente nada con ella y que además esta empelotado con otra?¿Debe continuar a su lado en nombre de lo que compartieron juntos tantos años? Una mujer que es madre y conoce el dolor, ¿Debe luchar para que su esposo se olvide de su tormento con faldas? ¿Lo logrará cabalmente? Una mujer que dejó todo por formar un hogar al lado de alguien que se tiene que inyectar el “falo” para poder penetrarla al tener sexo en su alcoba de tantos años, ¿Debe pretender que todo es una ilusión una mala jugarreta del destino o algo pasajero, cuando sabe que por sí misma ha superado muchas cosas gracias a su fe y a su amor a la vida? ¿Será posible que una mujer inteligente pierda su vida por comenzar un vuelo hacia horizontes nuevos de la mano de su fe, y ya no de la mano de su “extinto” esposo? Lo primero que una mujer piensa a la hora de la verdad cuando su esposo tiene a otras mujeres es: “No le voy a dejar el camino libre a la puta esa…. Bastante me costó formar una vida junto a este imbécil, que se hizo hombrecito gracias a mi paciencia, para que otra lo goce. Si quiere vivir con su amiguita, que batalle el cabrón, yo no le doy el divorcio”. Cuando ya no hay amor no tiene caso seguir. No te casas pensando que tu pareja te va a engañar, y menos que vas a tener que decidir si continuas con tu matrimonio (aunque ya sea una farsa). Pero su esto llegara a suceder, tendrás que hacer tu vida de la mano de Dios y confiando en que te sabrá llevar por la recompensa que merecen tus dolores. Sin embargo, la dignidad y el amor a la vida sobreviven en la mayoría de los casos que conozco. La persona que ha sido golpeada con un engaño después de muchos años de unión, llega a sorprenderse de la fuerza interior que posee y de la cantidad de cosas que tiene por realizar, ya sin el “lastre” de un matrimonio en cenizas donde el amor se había extinguido. He visto increíbles casos de fortaleza tanto en hombres como en mujeres que han sido abandonados por su pareja. Después del desfalco emocional que experimentan, descubren a través de su fe que la vida comienza de nuevo con el triple de “sabor”, con más “jugo” que nunca; se dan cuenta de que antes su vida había perdido “color”; que, aunque resultaba cómodo pensar que tenías un esposo (a), todo permanecía en tonos grisáceos y sepia, como las fotos antiguas, debido a los engaños. 34
No basta con haber vivido una vida junto a alguien, hace falta que esa persona te siga amando. Tenemos muchísimos ejemplos vivientes de que, a pesar de los problemas y tentaciones del mundo, una pareja puede vivir su amor y hacerlo crecer para toda la vida, si el protagonista de su historia no es el “egoísmo”. Cuando te fijes en alguien que no es tu pareja y le des la entrada, no te espantes de la confusión “marca llorarás” que te vas a aventar, y de la consecuente soledad que sobrevendrá al terminar como el perro de las dos tortas. Las personas que aseguran vivir felices con el sello “soy así ¿y que?” han descubierto la parte trasera de la vida y no dudo que se acostumbren a ella y defiendan sus terrenos: Las personas que traen estampado el sello de : “Es que no puedo, ¿qué quieres que haga?”,han descubierto las hamacas donde uno se echa una siesta en la vida, aunque con ello se estén negando a volver a pisar la delicia del mar; y si así les gusta, por qué bueno. El problema aparece cuando esa persona es tu esposo(a). Cada quien tiene que aprender una lección importante después de un fracaso. No es un castigo, es una prueba. Si la mujer sabe que “su hombre” no deja de pensar en otra, ¿para qué sigue a su lado? ¿Pretende acaso salvar el honor de algo que ya termino? ¿Quién puede sostener la vida de un bebe amamantándolo con agua, en lugar de leche? Aunque parezca leche no lo es, y el niño morirá. Aunque sigamos siendo los mismos tú y yo, ya no estás conmigo ni física ni moralmente; y francamente, yo merezco algo mejor que tu lástima. Así hablan los que desgarran la mentira del “todo está bien” y se lanzan, aún con lágrimas calientes brotando de sus párpados, a vivir, a levantar la cabeza, a volar usando sus propias alas después del desengaño amoroso. El espíritu no puede dejar de crecer. Al igual que el pelo, por más que lo cortes, vuelve a crecer; y entre más tijera le metas, más fuerte y sano crecerá. Así, los problemas fuertes son como tijeras que podan. Pero no lo podrás ver hasta después. Nadie puede encarcelar tu espíritu. Eres libre. Naciste para crear, y sin con tu pareja dejaste de hacerlo algo anda mal. Naciste para amar, y si al lado de tu pareja lo que menos hay es amor, sino sólo lágrimas y reproches, es una señal. Naciste para construir, y si estar con tu cónyuge te estás destruyendo, es hora de reconocer la verdad: juntos no tienen nada mas que compartir. 35
Si te quieres casar ya para no vivir con tus papás y te unes a alguien sin amor, no te irá bien. Si eres gay pero no quieres que nadie lo sepa y te casas, no te irá bien. Si te unes a una persona por interés “mercantil” no te irá bien. Y no lo digo yo, sino los innumerables casos de personas que por guardar apariencias y por prisa, ya no hallan que hacer con el “batidillo” que se les hizo su vida sentimental. Y claro que lo más fácil es conseguir aventuritas “pa´taparle un ojo al macho”, y con eso sentirnos “amados”. El amor va más allá de las cadenas sociales: “¿Qué van a pensar de mí, que estoy sola desprotegida? Mejor me caso con éste aunque no lo quiera”. Si, muy contenta la gente y tú… ¡De la fregada! De hecho cuando andas con alguien, por más que le quieras mucho, tienes problemillas. Tu pareja es un ser humano y, por tanto, tiene sus temores, complejos y otras sorpresas que, cuando no son demasiados, se contrarrestan con el amor que los dos se tienen. ¿Qué sucede cuando a tu novio le pasaron cosas extrañas de chiquillo y no ha podido superarlas porque no les ha puesto solución? ¿Tú vas a resolverle eso? ¡No! es el quien debe solucionar esa traba íntima, primero reconociendo que la tiene, y después buscando como solucionarla, no sólo visitando a alguien profesional sino poniéndose en las manos de Dios para sanar por dentro y dejando que Él transforme la espina del dolor en frutos de jugo fresco y dulce. De nada te servirá ir con un psicólogo si espiritualmente andas por la calle de la amargura. Dale oportunidad a Dios. Imagínate si te casas con alguien con complejos y que además no lo quieres ¡menuda bronca! Ah, pero estás casada y socialmente eres bien aceptada, ¡pamplinas! Ahí tienes los casos de gente que sigue unida con el pretexto de los hijos: ¡pero si las peleas le hacen más daño a los niños que la estúpida apariencia que quieren guardar! Juran que los chiquillos no se dan cuenta. Una familia no es un juego de a ver quien aguanta más la tortura de vivir bajo el mismo techo. ¿Para que hacer creer a los hijos que tienes papás unidos y felices, si no es cierto? Tus hijos vinieron a este mundo a cumplir una misión individual, la cual puede verse lastimada o hasta truncada por la confusión que les provoca la hostilidad que hay en casa. Nunca llegarán a comprender el por que, si sus papás no se querían, siguieron juntos nomás peleándose…. Te aseguro que no te lo van a agradecer. Tus hijos no son tontos; y para ellos resulta contradictorio vivir junto a unos papás que dicen que todo está bien, pero el ambiente de la casa dice otra cosa. Ellos sabrán asimilar el poder de tu honestidad al decir la verdad. 36
Cuando asumes que existe un problema que se debe solucionar, tus hijos estarán más cerca de ti en la verdad y no en la hipocresía. Cuando crezcan, te agradecerán el haber sido valiente, primero para no hacerle más daño a la familia con mentiras y, segundo, porque les diste más calidad de tiempo a la hora de verlos, porque lo hacías con más gusto y no de pésimo humor como antes que vivías recuperándote del último pleito y sin ganas de nada. Bien se dice que el amor no puede crecer donde hay temor. Si ahora mismo la separación puede ser cordial, para que te esperas a que sea criminal. Las repercusiones de sus gritos, amenazas, levantadas de mano y hasta infidelidad de parte de cualquiera de los dos, provocan en los niños graves alteraciones en su estado de ánimo, su autoestima y su amor por la vida. Se vuelven personitas acomplejadas, distantes, desconfiadas, escépticas y hasta, en casos extremos, con adicciones que ponen en peligro su vida. Háganse un favor: enfrenten la verdad con valentía, no guarden las apariencias, respeten el derecho a la tranquilidad que necesitan sus hijos para crecer sanos. No les arrebaten su inocencia por problemas en los que ellos directamente no tuvieron nada que ver. “Si me dejas, me mato…”. Cuando alguien no puede enfrentar su propia vida solo, suele pescarse de alguien más para exprimirlo hasta que en los dos no quede ni siquiera aire para respirar. Se olvida de sus responsabilidades, su familia, amigos y demás cosas, que son parte importante de la vida también. Si la persona chantajea a la pareja con el rollo que “si me dejas me mato”, imagínate lo insegura que se siente de sí misma: cree que de hecho se va a morir al no estar enganchada de su pareja; no cree que exista otro motivo más para seguir con vida. Lo malo es que estar junto a alguien por miedo a que se mate, no habla para nada de quererla, sino de tenerle lástima. No se puede tener a una persona sometida bajo caprichos; así no se prospera en el amor, sólo se vegeta. Por eso mismo no es recomendable andar con alguien solo por lastimilla o compasión. Esa persona puede llegar a ilusionarse. 37
Tratar de forzar una situación con alguien es como pretender que una persona que calza dos números menos que tú, se ponga tus zapatos y se sienta “a todo dar”. Podrá fingir, pero a leguas se nota que esos zapatos, “nomás no le van” ¿Piensas que tan sólo con tu mano va a quedar bien la sopa? Estar enamorado y disfrutar de ello, implica reconocer a nuestra pareja a cada paso. Al darle la oportunidad de ser como en realidad es, todos los días descubriremos algo nuevo. 38
Cuando eres novia de un muchacho que te trae aterrizando de panza en las banquetas, lo más seguro es que te muestres ante él como una mujer ideal para acompañarlo y comprenderlo. Una combinación de ingenuidad con sensualidad e inteligencia mesurada, pero a la vez segura de ti misma, un tono de voz dulzón y mirada de corderito. El problema es que si algún día te llegaras a casar con el, no siempre vas a estar así de linda y buena onda, sobre todo cuando te des cuenta que acostumbra dejar tirada su ropa por los pasillos y que ronca como cabra enferma de las anginas. Pensarás que cuando se case contigo se va a cambiar, que le vas a quitar la costumbre de usar botas vaqueras y mezclilla, para plantarle pantalón de vestir y calcetines de nylon. ¡Claro que para nada! Primero te plantas tú las botas vaqueras antes de que él se las quite; y aunque de momento te haga caso porque está quedando bien, va a volver a las botas, te guste o no. Si te enamoraste de él, quiérelo así, con todo el kit (o sea todo el paquete): botas, mezclilla, futbol, dominó, cerveza y palabrotas (que por cierto, al principio no las dice, pero al ver que tú si las dices….) El muchacho que se enamora de una chica que ni siquiera sabe donde esta la cocina de su casa, que no pretenda que le prepare pozole. Tal vez ella intentará prepararle algún almuerzo de chorizo con huevo, pero seguirá prefiriendo el servicio a domicilio. Que los dos digan como son en verdad, que se muestren enojados cuando lo están, para que después no haya que decir: “¡yo no sabía que tenías ese pinche carácter!”. Puede haber cosas que ambos aprendan el uno del otro, por algo se encuentran. De hecho, nunca es por casualidad que te topas con alguien en esta 39
vida. Hay una lección que aprender, pero no para que pretendas que sea totalmente diferente a como es, porque entonces no lo quieres. Cuando te va mal con alguien y tu relación termina, no pienses que perdiste el tiempo, algo se desarrolló de tu carácter que antes había estado dormido. A veces cambias a alguien, lo transformas y de todas formas te deja. Entonces no cambies a nadie; el amor no exige bíceps, ni cero celulitis; el amor revela lo mejor de ese ser humano, contribuye a que sea mejor. Tú puedes aconsejar o sugerir algo; pero si tratas de imponer que se haga tu voluntad a huevo, créeme que vas a sufrir mucho. Te vuelves esclavo de estarle diciendo cómo ser, no disfrutas de su compañía y hasta grosero te muestras criticando su apariencia. Obvio es que, por más que te quiera, se va a cansar de que estés jorobándole la vida todo el tiempo. Si te has fijado, cuando te enamoras lo primero es conquistar, caer bien, convencer por la buenita; ¿y luego? Desarreglamos todo nada más, exigiendo que nos amen y nos hagan sentir en éxtasis, sin estar dispuestos a dar nosotros, claro. Yo creo que intentamos cambiar la vida de alguien porque nos damos cuenta de que nos quiere y, luego, de que nos aguanta; porque la verdad sea dicha, a veces nos empezamos a volver insoportables, marcando sólo los defectos y pidiendo amor sin darlo. La pregunta clave es si tú te dejarías cambiar. ¿Verdad que no?, a menos que sea para bien, te lo sepan decir y te ayuden un poquito para lograrlo. Cuando deseas que alguien sea o se vea mejor, se lo sabes exponer y lo alientas, pero nunca interfiriendo en su voluntad, en sus gustos y personalidad. Criticándole y haciéndole garras, no vas a conseguir más que su resentimiento y desconfianza, además de que llegado el momento preferirá sacarte la vuelta, porque tan solo de verte se le hace un nudo en el estómago. A nadie le gusta vivir matriculado en una escuelita perpetua donde siempre termina castigado en el rincón con orejas de burro. Los zapatos se ven mejor si están boleados, pero es más importante que te queden bien para que puedas caminar con ellos. De nada sirven zapatos bonitos al gusto, si no puedes dar un paso al ponértelos; a fuerzas ni los zapatos. Esto que leerás a continuación lo escribió una mujer enamorada que, después de muchas adversidades con su pareja, logró ver más allá de los problemas entre los dos para volver a creer en el amor. 40
Antes de conocerte viví sin amor, pero también sin miedo. Alumbraste mi camino desde el principio, pero en los últimos tramos sólo piedras arrojaste en la oscuridad… Me diste miedo. Ahora sólo escucho mi paso a solas por la nueva senda. Llevo la carga de tus dudas y también de tu miedo, piedras duras que pusiste camino atrás. ¿Cuánto polvo levantará mi paso a solas todavía? El camino ahora es frío… Me olvidé de tu color. ¿Podrás acaso recordármelo? Y sí se lo recordó. Esta pareja superó sus problemas y se descubrieron el uno al otro, después de hablar mucho, llorar mucho y creer mucho en su amor, dejando a un lado los comentarios, juicios y opiniones ajenas. Centrándose en sus sentimientos y apartando el egoísmo. La transformación del amor se da gracias a la voluntad de dos personas que se aceptan como son, y que superan juntos dificultades. El requisito es no decirse mentiras. Si cualquiera de los dos está ocultando algo, las cosas nunca llegan a componerse, ambos deben querer alimentar el amor. Con la buena intención de uno no basta. Para decidir bien en cuestiones del amor, las opiniones ajenas confunden. Escucha lo que dice tu corazón (ojo, tú corazón, no tus hormonas). Si recordar a esa persona te provoca seguridad, confianza y ganas de seguir luchando, vas bien, pero si al recordarle todo se nubla y no hay nada seguro, detente. Nunca falta quien nos critique por estar enamorados de alguien. Nunca falta quien nos critique por no habernos enamorado de alguien. Para las personas que te rodean, opinar sobre tu vida es más fácil que ponerle solución a sus propios problemas. Hay cosas que no han resuelto de su vida y, sin embargo, se descargan con críticas para contigo. Una chica que luchaba por sacar a flote su relación, vivía con los constantes reclamos de su madre: “Ese tipejo no es para ti. Estas loca si crees que te voy a emparentar con esa familia de gateros”. 41
Escribió lo siguiente: Me gustaría llegar a la línea del dominio y la calma, aun después de escuchar tus letanías. Aun después de que me salpicas con el mar de tu incredulidad y desconfianza. Cuanto amor para tu vana ligereza. Cuanto te he suplicado que me escuches. Cuanta esperanza tengo que alimentar, mientras tu corazón sigue irreverente y preso de sus propias llagas. ¿A caso existirá un corazón capaz de negarse la felicidad como lo hace el tuyo? Vives en constantemente desasosiego. Sólo te calma tu propia voz atribulada. Tu voz que sólo habla, hiere y nunca escucha. Quiero que llegue la noche para que al cerrar tus pupilas se apague el alarido de tu voz y pueda por fin recuperar el silencio. Si algún día me llegara a cegar la inconformidad… Cuanto espero no llegar a tu realidad. No sólo entre parejas se da este asunto de pretender hacer que cambie una persona; también entre familias. Un padre o una madre que no escuchan la voz de sus hijos, a menudo ni siquiera los conocen como para saber que es lo que les gusta, que habilidades tienen o hacia donde sería bueno que encaminaran sus pasos. Sin pretender herir a sus hijos, hay papás que creen estar haciendo lo correcto al decidir su futuro, escogiendo por ellos su carrera, o desaprobando a sus parejas. Aquí está la raíz de un problema callado, pero contundente. Falta de seguridad en los muchachos expresada en excesiva rebeldía o “valemadrismo” general. Como no se siente respaldado en casa cuando toma alguna decisión, entonces decide lo peor, “ahí nomás por salir del paso”, siente que si disfruta lo que vive, sus papás le dirán que está mal, que así no es; entonces ya francamente le da lo mismo ser bueno o ser malo, de todas formas nunca le da gusto a sus viejos. Escuchar a nuestros hijos desde que son niños es un deporte que requiere de disciplina, y un arte porque exige sensibilidad, cosas que, la verdad sea dicha, nadie nos enseña y hay que estar dispuestos a practicar de vez en cuando. Si desde chicos se acostumbran a ser tomados en cuenta, ellos también se tomarán a sí mismos en cuenta; es decir, a la hora de decidir por su futuro, sabrán que dentro de ellos está la respuesta. 42
Unos padres orgullosos de serlo, alientan a sus hijos a descubrir, no los opacan. Hay ocasiones en que el talento de un muchacho se inhibe ante el fuerte carácter del papá y termina siendo su sombra. Entonces, como su mamá no hizo nada por defenderlo, le agarra cierta tirria a las mujeres. A la hora de que supuestamente se enamora y se casa, comienza a tratar con la punta del pie a su esposa, como reflejo de frustración íntima hacia esa falta de apoyo que sintió de su madre. Por supuesto que muchas veces repite lo que tanto odió en su papá y se vuelve igual con sus hijos: cerrado, terco, incomprensivo, etc. Todo tiene su raíz en la familia y en como nos trataron de niños. Si fuimos tomados en cuenta de niños y jóvenes, el resultado seremos adultos valientes, porque nos recordaron que había que luchar por las cosas que queríamos. Si nos apoyaron y respetaron nuestras decisiones cuando estábamos chiquillos, el resultado será un adulto más humanos y sencillo, porque nos dieron oportunidad hasta de equivocarnos para aprender de ello. Por el contrario, si tuvimos papás dominantes y represivos, creceremos con resentimiento hacia la vida, enojados, frustrados y muchas veces muertos de miedo. ¿Cómo va a tomar una buena decisión un muchacho así? Es muy difícil educar a un niño. Pero es mucho más difícil educar a un adulto. 43
Recuerda que no porque la rosa te haya picado con su espina. Deja de ser única y bella. Ten la seguridad de que no quería picarte no la tomaste con cuidado y no viste la espina. Una rosa no lastima Si la tomas con cuidado. Si eres amable con tus amigos, tu pareja, tu familia, no temas por ser feliz, te lo mereces. Siempre empieza Por ser amable contigo. 44
Si compras un chocolate que te gusta mucho, ¿lo enmarcas en tu recamara, o te lo comes? Suena tonta la pregunta, ¿no? obvio que el chocolate es para comerse y disfrutarse, no para meterlo en un cuadro. Sí, pero lo que ocurre es que hay personas que no quieren que se les acabe y por eso no se lo comen. También hay quienes tienen miedo de que les roben su chocolate y lo esconden. Nunca lo llegan a disfrutar aunque hayan pagado por el. Las cosas de la vida se parecen mucho al ejemplo del chocolate. Cuando llega algo a tu vida que te hace feliz, ¿a poco no te da miedo de que te lo quiten? Por lo tanto, no lo disfrutas, porque piensas que es demasiado bueno para ser verdad; ósea, que crees que es de a mentiras? ¡Ah! Pero las cosas malas sí son de a de veras, ¿verdad? Nunca pensamos que las cosas malas son de a mentiras, casi les ponemos casa. Dormimos con ellas, nos bañamos con ellas, comemos con ellas. Pero las cosas buenas son como fantasías para la mayoría. No niego que hay cosas que nos duelen. Pero ahí no debería quedar la cosa. Un dolor característico experimentado por nuestras mamás, es el dolor de parto. Como ellas están conscientes de lo que significa ese dolor tan terrible dentro de sus entrañas, lo viven, lo sufren, lo padecen resignadamente por la esperanza de verte y tomarte en sus brazos. Si una mujer ignorara lo que significa ese ardor en su vientre y esos desgarrantes golpes que anuncian la llegada de un nuevo ser, yo creo que pensaría que está muriendo y probablemente moriría de terror al ver su estómago abultado y al sentir el río delirante de furia en su interior. Pero, gracias a Dios, no es así. Tu mamá sabía perfectamente lo que estaba ocurriendo cuando se retorcía de dolor en cama minutos antes de que por fin llegaras y vieras la luz. Que hermosa realidad. Después de un dolor, la llegada de una nueva vida. 45
Si te estas retorciendo por una frustración, prepárate porque algo nuevo lleno de vida te va a sorprender llegando de puntitas. Todos damos a luz a un nuevo ser humano cada vez que sufrimos y levantamos de nuevo la cabeza. Todos conocemos las lágrimas y el descanso que provocan. Todos hemos sentido rencor, pero preferimos aliviarlo debido a que nos damos cuenta de la gran cantidad de huecos que se abren en nuestra alma al guardarlo. Sentir el dolor no es cosa de sufridos o valentones. Es cosa de seres humanos vivos. He llegado a pensar que existe un “dolor rico” no comparable con el dolor de dientes o muelas que no es para nada rico, pero sí con el cansancio después de terminar una actividad o trabajo satisfactorio; sí con las lágrimas derramadas después de un engaño, pero de la mano de alguien que nos quiere y nos apoya; sí de los porqués que le aventamos a Dios y sabemos que con nuestra fe pronto tendrán respuesta alentadora. En definitiva, creo en el “dolor rico” y creo que a quienes les va bien, es porque han estado dispuestos a aguantar más dolor. El dolor de levantarse más temprano, el dolor de trabajar un poquito más, el dolor de sacrificar la comodidad procurando el bien de otras personas, el dolor de callar para evitar peleas tontas, el dolor de seguir siendo tú después del fracaso. El dolor de tragarte egoísmos, de morderte la vanidad y hacer a un lado las trivialidades. Por eso, ya para cuando te llega un momento feliz, ¡disfrútalo! Ya te lo ganaste, no temas perderlo; porque ¿sabes una cosa? En esencia, nada puede perderse, físicamente alguien puede estar lejos, pero en esencia estar más cerca que nunca. Hay situaciones difíciles que sientes que te encogen el alma, porque las remojas y remojas, sin resolverlas. Si tienes fe y conservas la calma, lavarás en seco los problemas. Al igual que la sopa: no importa tu edad si te conoces y te sabes cuidar. Inconscientemente crees que no mereces ser feliz. En algunas culturas orientales, el placer está autorizado solamente a los hombres: las mujeres no tienen derecho a sentirlo. No me preguntes por que, yo tampoco lo entiendo. Claro que lo anterior se refiere al sexo, pero me permite ejemplificarlo con algunas creencias que tenemos acerca del gozo por la vida, que muchas veces pensamos que es derecho sólo de unos cuantos privilegiados de buenas familias. 46
Ver a una persona que sonríe es algo muy raro en esta época, es clasificado casi como boba o cursilona. La sonrisa ha quedado en manos de los ingenuos sin mayores pretensiones en la vida. Sonreír actualmente necesita ser “redituable”, si no, no tiene caso esforzarse. Mi sonrisa te cuesta. Pórtate bien conmigo, hagamos un buen negocio y saquémosle jugo a nuestro tiempo que vale oro. Esas sonrisas son de plástico. Sonreír es el arma de los que te quieren vender algo y de los que se venden a sí mismos como encantadores, debido a que su trabajo es caerte bien. Sin embargo, urge recobrar las sonrisas de a de veras, no sólo para negociar algo, sino para reconocernos. Nos hace falta volver a creer en el ser humanos como alguien que sufre, vive, lucha, siente y merece respeto. Dejar de vernos como “gandallas” o “chapuceros” (aunque no se acaben tales especimenes). ¿Te has fijado que casi no sonreír con los más cercanos a ti? No es raro que se te empiece a complicar la convivencia con alguien a quien dejaste de sonreír. Salir al encuentro de nuestras actividades cotidianas peleadas con la persona con la que vivimos, es muy pesado, de ahí que ya no quieras regresar temprano a la casa con tal de no toparte con ella; pero así se hace más grande la distancia entre los dos y se comprueba que no por estar físicamente cerca, estamos íntimamente ligados. La prosperidad en la vida de alguien requiere de sonrisas, confianza, buenos sentimientos y disposición. Cuando hablamos de prosperidad, no nos referimos tan sólo a la cuestión del dinero, sino a estar dispuestos a disfrutar de todo en la vida, atrabajar con ganas, a darle motivos a la gente para que nos siga queriendo y respetando. La prosperidad es grandiosa cuando se tiene a alguien con quien compartirla y algo que la haga crecer. Define lo anterior y encontrarás combustible para el motor que mueve tu vida. Alguien, y algo importante para ti. Una persona próspera tiene que empezar a serlo en mente y corazón, aunque en su bolsillo las cosas anden medio flojas. Aquel que se levanta pensando en lo pusilánime que se siente, no atrae para nada la prosperidad. Las ideas de una persona próspera tienen que ver, antes que nada, con sus estados de ánimo más frecuentes. Si te sientes jodido la mayor parte del tiempo, no es porque el mundo esté, sino que tú lo ves así y así crees que está. 47
Seguramente los cubanos pensarían que estamos locos al quejarnos tanto teniendo tantas libertades; a lo mejor la Madre Teresa (que no me cabe la menos duda que en la Gloria está) nos hubiera invitado a emplear algo de nuestro tiempo en darle una ayudadita allá en Calcuta, para reconocer que somos en verdad privilegiados por acá. La prosperidad significa, en primer término, estar consciente de que se tiene vida para emplearla en algo. Cada quien debería observar sus cualidades antes de compararse, porque somos muy crueles al destacar lo mejor de otros comparado con lo “amoladón” de nosotros. Si eres chaparro y te comparas con los altos pensando que ellos son los “hermosos”, ¿cómo crees que te vas a sentir? De la patada. Tomando en cuenta que la estatura real no tiene nada que ver con tu número de calzado, o los centímetros que marca un medidor, me parece que deberías ocupar tu pensamiento en otras cosas más productivas que estarte haciendo añicos por dentro. El valor imperecedero que te sostiene no se encuentra en tu apariencia, sino en tu esencia. Últimamente, ¿has tenido la precaución de mirarte a los ojos frente a un espejo? No, ¿verdad? Lo más común es fijarte en lo que no te gusta, darte una repasada general para acomodar algo pero no resulta frecuente que te veas a los ojos; porque finalmente, ahí es donde te encuentras tú, no en tu pancita, no en tus canitas, no es tus “etcéteras” que ya sabes. Estamos detrás de la mirada porque ella refleja lo que el corazón viene cargando o lo que al alma le está faltando. Por lo mismo, algunos bajan la mirada para que no los delate. A través de ella en realidad está tu presencia. Lo malo es que muchos que se ponen a dieta “dizque” para verse mejor, terminan por perder brillo en su mirada, todo por estar sometidos a un riguroso, aburrido y estresante plan alimenticio para reducir de peso. Alimentarse sanamente es más recomendable que pasar la vida haciendo dietas, como reducir el número de cigarros que te fumas es más conveniente que decir la mentira de que nunca más vas a fumar: tu sabes que no lo vas a cumplir, a menos que por prescripción médica a fuerzas lo tengas que dejar. Es preferible ser honestos con nosotros mismos, hay cosas que no vas a dejar de hacer, pero sí las puedes someter a un mejor control para que éstas no e controlen a ti. Sin temor a equivocarme, afirmo que la prosperidad, al igual que la belleza, depende de la forma en que ves la vida. Una persona frustrada, triste, amargada de manera permanente, tampoco podrá observar la belleza que le 48
rodea de manera permanente. Hay cosas bellas que están ahí siempre para recordarte lo hermoso que es vivir. Pero si estás frustrado haciendo algo que no te gusta, diciendo que sí a cosas a las que preferirías decir que no, va a estar difícil que logres atraer la prosperidad y observar la belleza. Simplemente estás demasiado ocupado entristeciéndote como para ver más allá de tus problemas pasados, actuales y los que temes tener en el futuro. ¿tú crees que eso es justo para alguien como tú, que tanto se ha esforzado por ser alguien de provecho? ¿A dónde se van tus batallas? ¿Dónde está el resultado de tanta lucha diaria? Mereces otra cosa. Toma decisiones, camina aunque tengas miedo de equivocarte. Rectifica, es de sabios cometer un error para aprender de él. Si ya sabes en qué fallaste, aprende y no vuelvas a envolver tu vida con papel barato. La vida es un arte, vivir es bello, pero se necesita “clase”, las decisiones “chafas” traen resultados “chafos”. Ser bueno cuesta más, pero a la larga te trae mejores resultados, en rentable y un excelente negocio. Los malos no saben de lo que se están perdiendo. 49
Los problemas nos hacen practicar para estar en forma, como cuando te esfuerzas por cargar más peso en el gimnasio con cuidado o cuando corres, bailas o juegas boliche y quieres ser bueno, cuesta un poquito más. A pesar de que los demás no crean en lo que haces, tú afiánzate entre tus valores, tus talentos, tus virtudes y lo lograrás Hay gente que no se considera digna de ser amada, no se gusta, no se acepta. Así ¿cómo? 50
“las sombras son tan importantes como la luz” , dicen los artistas del pincel. En nuestra vida, las sombras aparecen con los errores. Tu espíritu necesita de libertad hasta para equivocarse, pero también hace falta levantar la cabeza después de haber metido la pata. Uno suele equivocarse cuando intenta algo nuevo, y eso suena lógico porque se tiene que pagar un precio por aprender, como cuando estábamos aprendiendo a caminar y nos caíamos quien sabe cuantas veces para volver a levantarnos, esto debido al animo que nos transmitían los mayores al tomar de nuevo nuestra mano celebrando nuestro esfuerzo. Y ahora ¿Quién te echa de nuevo la mano? Primero que nadie, tú mismo. Quiérete, no te hadas daño diciendo que eres un inútil, porque eso no es cierto. Estás luchando. No esperes demasiado de la gente que te rodea, porque te vas a sentir defraudado más de una vez. El que nunca te va a fallar es Dios: platica con Él llora con Él, déjate abrazar por Él, deja que te eche una manita. Si te equivocaste tratando de lograr algo valioso, tu error tiene el 80 por ciento de probabilidades de convertirse en un acto digno. El 20 por ciento restante depende de que tú así lo desees. Es decir, si aprendes a identificar dónde estuvo el error, ya tienes una lección nueva y más experiencia. Si, por el contrario, te equivocas y le echas la culpa al zancudo que pasó, entonces en lo único que te vas a perfeccionar es en el penoso arte de “quejumbre” por todo y por todos. La verdad, para eso no se necesita gran ciencia ni talento. La dignidad incluye aprender de la caída, no significa no caerse nunca. 51
Una persona con luz, es alguien que está aprendiendo todos los días algo nuevo. Y ¿de donde aprende? De todo, de lo que escucha, de lo que lee y hasta de lo que echa a perder porque finalmente esas son las sombras de la vida, esas que le dan un toque especial y hasta tintes de obra de arte a todo lo que vives. ¿Para que quieres una vida simplona? Cero broncas, todo suavecito, papitas con limón. ¿Qué chiste tiene eso? Ah, claro que es mas padre estar tumbado en el sofá viendo la tele, que estarte quemando las plantas de los pies o las pestañas o las neuronas haciendo algo útil para otros y para ti mismo. La verdad, como que se disfruta más del descanso cuando se está cansado. Si acaso hay sombras en tu vida, que bueno, porque así tu luz se notará mucho más. ¿Sabes que es lo malo? Que tú no crees que valgas lo suficiente por ti mismo, como para hacerte compañía un rato. Por eso es que algunos se aferran a una persona, porque estando solitos creen que no valen estoy de acuerdo en que la soledad perpetua no es recomendable, pero la soledad que se come en pequeñas rebanadas, es sabrosísima. No pretendas pegostearte a una persona que ni te quiere, con tal de tener pareja y no andar sola o solo, si en realidad lo que necesitas primero es toparte frente a frente contigo, para transformar algo dentro de ti. Dime, ¿Cómo podrías hacer feliz a alguien, si no estas bien contigo? Por ejemplo, cuando tengas la oportunidad de estar solo, no le huyas al momento ocupándote en algo. Descansa, quédate quieto, como esperando algo pero sin esperar nada. Respira profundamente varias veces, hasta sentir como un ligero vértigo que te hace cosquilleos a veces en el cuello, a veces en los brazos, tal vez en todo el cuerpo. Siente el aire entra a tu pecho y piensa en el oxígeno que entra a tu sangre para revitalizarla. Ahora mismo, mientras lees, ¿sientes tu respiración? Toma aire sobre esta línea de letras y en esta otra suéltalo, vuélvelo hacer sobre la lectura, también vas a sentir un mareíto rico, y como cosquillas y pulsaciones en tus manos y oídos. Es delicioso… déjate llevar y piensa en ese lugar lleno de magia que quieres visitar pronto, en el paisaje que te hace vibrar, en ese sueño que te gustaría ver hecho realidad… y … suavemente, sobre esa línea de respiración pausada y envolvente, siente como Dios acaricia la cabeza y te da un besito… al oído te ha dicho: “Te amo; descansa, hijo. Descansa”. 52
Te hace mucha falta descansar en las manos de Dios y permitirle que dirija tu vida por un mejor sendero; que limpie, que sane, que enderece… y dejar que te quiera tal cual eres. Él te acepta así… te ama justamente así y está muy orgulloso de ti por todo lo que has luchado. Él es el único capaz de transformar tus lágrimas en alegría y tus confusiones en calma. Cuando estás solo –así como cuando tienes en tus manos un libro como éste y nadie está contigo‐, existe algo que se llama despertar tu esencia. ¿Qué es eso? Pues lógico, hacer que lo que estaba dormido, vuelva a brillar. En este caso es tu esencia, o sea tu espíritu, que a fin de cuentas te da la vida. ¿Qué pasa si ahorita se te fuga el espíritu? Pues mañana hay velorio, se acabó. De nada sirve una mente cultivada, si no se tiene un espíritu alimentado, te sientes hueco. De nada sirve mucha pareja, si tu espíritu lo tienes tras la reja; mucho beso, arrumaco ya apapacho, pero con muchas ganas de llorar y con miedo de vivir. ¿Qué es eso? Esencia dormida, espíritu oxidándose, vida pelona, moral a rastras, ¿te suena familiar? La mayoría de la gente anda así. Puedes tener estudios y privilegios sin fin, pero si tu esencia está dormida, no los vas a disfrutar. Lo más fácil del mundo es andar deprimido. Para hacer que tu esencia despierte, hace falta tan sólo respirar pensando en Dios, sintiéndote cerca mientras te habla con palabras de: “Te amo, hijo…descansa”. Si no quieres no me creas, nada más hazlo, en serio, hazlo, estarás eternamente agradecido por haber incluido a Dios en tus planes. (“Te amo, hijo… descansa”.) Haz de Dios tu mejor amigo, que no sea el copiloto de tu nave, sino el piloto: tú sé el copiloto. Lo malo es que a veces tienes una idea absurda de Dios, piensas que anda detrás de ti simplemente para hostigarte, ver en que te equivocas, apuntarlo en su libretita negra y luego castigarte por tus metidas de para. (“Te amo… hijo… descansa”.) ¡No, no y mil veces no! Eso no es Dios. Nosotros solos nos castigamos porque decidimos hacer cosas, sin pensar en las consecuencias. El siempre ha estado al pendiente de ti para ayudarte si tú se lo pides, sólo hay que recordar que cuando pides, debes dejar el tiempo en manos de Él, dejar que las cosas salgan en su tiempo, no en el tuyo. 53
(“Te amo, hijo… estoy muy orgulloso de ti”.) Creemos que podemos solos, y ahí está el detalle; no dejamos que Dios nos de la mano porque pensamos que nos va a dar una nalgada. Sea cual sea tu religión o tus creencias, el amor de Dios es el mismo e igual está ansioso de hacerte sentir reconfortado, querido y convencido de que hay algo que tienes que hacer aquí, porque en realidad Él te lo confió antes de enviarte (como a todos nosotros) y tu dijiste que sí, y aceptaste que lo descubrirías con la ayuda de él. (“Recuerda, hijito, que te amo; no estas solo en el trabajo”.) Ese es el reto, descubrir y estar atentos a lo que Dios quiere de nosotros; porque estamos aquí, fue porque le dijimos que sí, que si nos aventábamos la chamba que nos encomendó. Lo que te quiero recordar, es que a todos nos dijo que al llegar aquí se nos iba a olvidar, porque esa es la parte del aprendizaje más importante: despertar al amor incondicional de Dios pese a todo y por lo tanto aprender de esa “entrega”. (Descansa, hijito… te estoy ayudando, déjame seguirte amando”.) Encontrar la misión, la chamba que Dios nos encargó en este mundo que, por cierto nos mandó, para crear algo nuevo y útil en él. Pero, muy en primer lugar encontrarlo a Él, para que nos ayude a ir reconociendo lo que quiere que hagamos y lo que quiere que aprendamos. Por eso, acéptate así, porque Dios así te acepta: ¿Quién es mejor que Él? ¿Con quien podrías quedar mejor? Podemos ser mejores, es un hecho, pero en esencia no cambiamos, vamos despertando. (“en tu esencia estoy yo, hijito… siénteme en tu respiración, en tu pulso, en tus deseos de llorar para descansar… descansa… te estoy reconfortando, te amo”). Así, por ejemplo, cuando aprendes a manejar un auto, lo importante al principio es saber la técnica, después conducirlo; pero la esencia de saber manejar es otra. Es hacia donde conduces el carro, hacia donde te lleva, que beneficios aportas al manejar, esa es la esencia. Saber sobre algo no es suficiente, hay que darle significado. Ser bueno para algo no basta, hay que destinarlo a algo. Querer a alguien no es lo importante, sino saber hacerte feliz. Ser inteligente no te bastará, si no eres sensato y si no amas. Tener a alguien a tu lado no implica que serás feliz, hay que saber decidir quien. 54
Cuando despiertas tu esencia es respirar, descansar y pensar en Dios, siempre sabrás que es lo mas conveniente para ti, siempre sabrás que hacer en el momento preciso. Esto no quiere decir que nunca tendrás problemas, sino que tendrás mayor capacidad para resolverlos. Y reaccionar de la manera más adecuada en lugar de hacer tragedia de todo. (“¿Ves que todo es mejor? Tus manos son mis manos, mi amor, estoy en tu sonrisa, en tu alegría, estoy en tus sensaciones de este momento, tu palpitar, tu deseo gritar, tu deseo de abrazar, de amar y perdonar… perdona, mi amor, y olvida, te di esa capacidad… respira estoy aquí contigo”.) Acepta que en tu vida, como en la de todos los seres que habitamos el planeta, existen errores, y vales más cuando aceptas que tienes una falla. ¿Nadie te lo ha dicho? Tienes miedo de que la vida te regañe como cuando eras niño y tus papás se enojaban contigo por las travesurillas que hacías. ¡Hey!, despierta, ya no eres un niño, agarra la onda de que en esa época fue necesario que te regañaran para guiarte, pero ya se levantó el castigo. Ahora te toca forjar tu nueva vida, asimilando las lecciones que estás aprendiendo de todo lo que vives, porque no es el caso seguirse equivocando en lo mismo desde hace 15 años, ¿verdad? Equivócate en cosas diferentes, hay otras piedras en el camino. Imagínate cargar con una piedra con la que te caíste en el kilómetro 25, en vez de quitarla del camino. Además de que ya hay otras piedras, tu vienes cargando con las pasadas que debiste haber dejado atrás y las sigues aventando para adelante y te siguen estorbando… ¡Qué absurdo! ¿no? Libérate, despierta, ya es el momento. Nada es más importante que aceptar el reto de vivir tal y como eres, no como los demás quieren que seas; vivir contento, pero no fingir para ser aceptado. Si alguien no te acepta, es porque por ahí no va la cosa; si en algo no te va bien, es que no es el tiempo para hacer eso; si alguien te hace daño, es para aprender a perdonar. Despierta, ya es el momento. 55
Cuando las cosas pasan es porque ya estás listo para enfrentarlas, nunca llegará a tu vida algo con lo que no puedas. Como en el boxeo, un peso gallo pelea con un peso gallo, jamás con un peso completo o mosca. Si tu eres peso gallo, tus problemas lo serán también, nunca peso pesado o completo. ¿Cómo saber que peso eres? Esto no se obtiene por kilos, sino por experiencias superadas. No te preguntes: ¿por qué me pasa esto a mí? Mejor recuerda que estás evolucionando; y si te está costando mucho, piensa en la recompensa que te espera. 56
¿Qué nos queda cuando el amor no es suficiente para seguir luchando? ¿Qué pasa cuando se nos diluyen las ilusiones entre la densa capa de nuestros problemas? Hay que tomar una medida de emergencia, dejar que sea el tiempo quien sane las heridas que están a la vista cuando, cada vez que veo, me dan ganas de reclamarle mi infelicidad; cuando, al sentarnos a comer, hasta como masticas me molesta; cuando me siento fea al sentarme cerca de ti, y cuando tu pareces un bobo a mi lado. El tiempo ha pasado implacable sobre nuestras ilusiones colegiales y nos está arrebatando también la esperanza de poder salvar lo que queda de nuestro cariño. ¿Se le puede llamar cariño a la necesidad de tener a alguien con quien discutir y discutir todos los días? Es cierto que desde hace tiempo no nos ocupamos de nosotros; tan solo vamos y venimos como zombis, sin voltearnos a ver con la gracia de aquellos días y el deseo palpitando en nuestras venas. Sólo deseamos evitarnos para no sacar a flote los resentimientos. Te veo y parece que no te reconozco, y al mismo tiempo me siento una intrusa en tu casa y en tu cama. ¡Y pensar que dejamos nuestra vida anterior por estar juntos! Yo hasta de mis amigas solteras me burlaba pensando en lo desafortunadas que eran al no tener pareja como yo; ¡Y mira como han cambiado las cosas! Realmente nunca me ocupe de alimentar a mis amistades por estar contigo, así es que no tengo a quien ir a buscar para pedirle su apoyo. A mi madre no quiero atosigarla con tantos problemas, ella ha tenido bastante con los suyos; pero no me va a quedar de otra. Ella siempre se ha preocupado de nuestro bienestar y tendré que enterarla, aunque no creo que le sorprenda porque es muy común que nos vea molestos y aburridos el uno del otro. Como mujer siento que fracasé. Tu como hombre quizás también, pero… hace tanto que ya no platico contigo que desconozco lo que debes estar sintiendo 57
al leer esta carta que te encontraste en la mesa de la cocina, junto con mi argolla de matrimonio; bueno nuestra argolla… la tuya ya hace tiempo que deje de verla en tu mano. ¿Será que deseabas ser soltero fuera de casa? Dicen que es común que los hombres oculten su anillo cuando andan de parranda con sus amigos, no me cabe la menor duda de que así sea, pero francamente a ti no te quiero siquiera imaginar haciéndolo por complacer a tus amigos, reconfirmando con ello públicamente que yo no te soy suficiente y que estás cansado de mí, haciendo a un lado los besos que sólo a ti te di y las caricias que enamorada te entregué, llegando incluso a sorprenderte; y no sólo a ti, sino a mi también porque nunca había amado a un hombre así y porque así me inspirabas tú. Eras tan fundamental en mi vida que no veía la hora de tu llegada a la casa para demostrártelo y complacerte, hacerte feliz. ¿Qué se fue perdiendo? ¿Qué le fue quitando sabor a nuestros besos? O quién… ¿Quizá alguna niña que te creía soltero? ¿O alguna mujer de las que se escabullen con labia hacia las braguetas del macho, buscando en realidad la recompensa de sus bolsillos? Yo no se. Lo único que recuerdo es que te consideraba el hombre de mi vida. Sabes que, a pesar de todo, no puedo considerarme de otro. ¡Que tontería! Soy joven y me siento vieja, ni siquiera me atrevo a verme tomada de la mano de otro que no seas tú. ¿Cuántas veces habrás acariciado la mano de otra sin pensar en mí? Claro que se te olvidó que batallaste para conquistarme y derrochaste caballerosidad, ingenio y atención para arrancarme (no la blusa) sino el sí quiero estar contigo. Me decías que te gustaba presumir con tus amigos de mí porque es “una chava” diferente a todas –les decías‐ es de familia, tiene buenos principios, me hace sentir el hombre más importante. Aunque no tengo todo lo que materialmente ella hubiera anhelado, juntos nos estamos apoyando, es a todo dar, me trata muy bien; con una chava así, sí “siento cabeza”, afirmabas. Me encantaba que me contaras eso, porque me daba seguridad, sentía que no me había equivocado en elegirte a ti, porque también mi excompañero de la escuela Omar andaba por mí al mismo tiempo que tú. Me parecías tan tierno y tan fuerte (aunque Omar era el chico “papi” de la escuela y su familia tenía dinero); tu eras tan luchón, mi chaparrito, el reflejo de lo que es un hombre‐ hombre, no un hijito de papi. Trabajabas duro, tenías sueños, me hacías sentir una reina cuando discutíamos siempre nos reconciliábamos al habernos extrañado sin vernos. 58
¡Mmmm…, que besos! ¡Que palabras espesas de éxtasis y súplica!... “Nunca dejes de quererme, mi cielo, me hiciste mucha falta, nada es igual si no estás tú, escuché nuestra canción miles de veces… Eres tú quien quiero, no me interesa nada más”… y … te mordía la oreja y los cachetes y tú a mí la barbilla (sabías que eso podía volverme loca); de repelente sólo era silencio, un beso laargo y el vaivén de nuestros cuerpos palpitando en uno. ¿Dónde dejamos guardados esos recuerdos? Yo realmente te he querido en estos nuestros primeros diez años juntos, pero te me fuiste de las manos y prefiero escaparme de esta representación absurda de lo que algún día fue hermoso. No quiero volver a faltarte al respeto; enojada te he dicho palabras que sería incapaz de repetir, incluso intenté arañarte los cachetes que antes te mordía con tanto amor. ¡No puedo! Ésta no es la vida que soñamos antes de casarnos. La rutina ya nos comió. Es insoportable que nos estamos viendo como enemigos o hermanos pe leoneros bajo el mismo techo, que hayamos dejado de escucharnos atentamente, para robarle espacio al cariño y entregárselo al trabajo, los pagos, la tensión de ser competentes, vernos bien (por fuera, claro) y aparentar que somos felices en un mundo de parejas superficiales que sólo van por la vida “tolerándose”. Yo prometí amarte y he pretendido arañarte, prometí respetarte y te he gritado palabras que no había pronunciado antes. Y otra cosa más… prometí admirarte y … te estoy viendo con resentimiento todo el tiempo. Esto así no es. ¡No era la idea! Prefiero agachar la cabeza y reconocer que no pude hacerte todo lo feliz que pretendía, aunque lo intenté. Me llevé a los niños, estoy con mamá. Vamos a dejar de vernos, ¿sí? En nombre de todo lo hermoso que fue, vamos a darnos tiempo. Ya no quiero pelear ni ser una bruja contigo. Y ya que tu destacabas con tus amigos, que admirabas mis principios, ten la seguridad de que no existe otra persona en mi vida. Has de saber que se me acercaron varios cuando iba al súper o pagaba los recibos al banco. No faltaba quien me hiciera plática y me invitara a tomar un café o una copa. Yo pensaba: “Pobre de la esposa de este fulano…; si yo fuera otra, ¡claro que me aviento la copa! Y lo que siga después de la copa, porque nadie te la ofrece si no esta buscando cama”. ¿Y luego? 59
La ingenua señora que piensa que su marido le es fiel y hasta en el súper o en el banco su marido anda flirteando con otras mujeres, sacándole punta a los halagos y finas atenciones que ya no es capaz de tener con su esposa. Me daba escalofrío cuando el tipo que se me acercaba era guapo o se parecía a ti, ¡que ganas de sentir fuego de nuevo! Pero no con él, sino contigo. Contigo, chaparro. Mi chaparro, el que era capaz de mandarme al cielo con un beso. El héroe anónimo de mis hijos. El único hombre que sabe todo de mí. El que hizo con sus caricias florecer mi cuerpo. El que me dijo tantas cosas al hacer el amor mientras navegaba suave, delicado u audaz sobre mi agua delirante. El que derramaba lágrimas al explotar dentro de mí. Sucumbíamos juntos, descansando en puerto seguro. La vida cotidiana, la sociedad y nuestras propias exigencias han tomado el control del barco y el agua se está metiendo. No quiero que se hunda. ¿Podremos tomar el timón de nuevo? Algo queda aún, pero sólo el tiempo lo podrá rescatar. Vamos a dejar de vernos. Descansa de mí un tiempo, de mis reclamos, de mis quejumbres, de mi voz. Yo descansaré de tus silencios, tus ausencias, de tu paso lento. ¿Cómo sería vivir la vida sin estar junto a ti? Quiero descubrirlo. Es posible que nos extrañemos, te voy a regalar tres meses solo en la casa, decidamos después de entonces. He dicho a los niños que saliste de viaje, y rezaremos por ti todas las noches. Voy a dejarte una nota cada miércoles detrás del macetero grande que está a la entrada de la iglesia donde nos casamos. ¿Te acuerdas que de novios nos escribíamos a diario y ahí dejábamos la carta? Solo una vez alguien tomo el papelito antes de que tú lo recogieras, ¡que pena me dio! Pero estoy segura de algo: esa persona que leyó lo que te puse se alegró o por lo menos pescó alguna buena idea para compartirla con el ser al que amara.
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En esta ocasión, somos esposos y tenemos dos hijos, pero estamos muy lejos el uno del otro. ¿Por qué no reanudar aquella vieja costumbre que nos acercó tanto de novios? Si quieres dejarme algo tú, me encantaría. Mi cartita la encontrarás siempre después de las 2 de la tarde los miércoles y pasaré a revisar a las 5. Ojala me encuentre algo tuyo. Si quieres mandarles algo a los niños, envíalo por correo o paquetería, acuérdate que se supone que estás de viaje. Tal vez nos animemos a empezar de nuevo, intentando como la primera vez ser buenos amigos. Que resurja ese misterio de querer conocernos y tocar nuestra piel. Intentar ser mejor para ti. Y tu para mí. Volver a ser quien mejor te escucha, quien mejor te entiende y te apoya. Después, muy probablemente, pueda de nuevo ser quien mejor te ama. P.D. la argolla de matrimonio guárdala, tengo la esperanza de volver a ponérmela. 61
Lo más importante de tener cosas materiales, es saber ponerlas en movimiento de una manera productiva y beneficiar con ese movimiento a más de cuatro personas. Es decir, si te está yendo bien, ayuda a otros a que les vaya bien, comparte lo que sabes, impulsa al joven. El amor es un compartir y un aprender a dar y recibir. Siendo “garruñas” con el dinero y descuidando a la familia el amor se oxida. 62
Un pájaro atado a la patita de otro pájaro, no puede volar si alguno de los otros dos intenta hacerlo para el lado puesto. Dos pájaros atados de una pata, pueden volar si los dos van hacia la misma dirección. Lo malo empieza cuando se nos olvida que ya somos dos y queremos a como de lugar tomar decisiones solos todavía, sin interesarnos en la opinión de la persona que ahora nos acompaña. Un buen amigo, o una pareja, son ante todo personas que nos ayudan a descubrir algo de la vida que solos no hubiéramos conseguido ver. ¿Por qué nos costará tanto mantener viva la relación cuando ya estamos juntos? Cuando cada quien quiere jalar para su lado, todo se complica, porque nos olvidamos de las necesidades de nuestra pareja, además de que nuestra actitud se vuelve hostil cuando no estamos hablando sólo de nuestras cosas. Prácticamente nos parece aburrido lo que vive la persona amada, sólo lo que nos sucede a nosotros es importante y digno de ser tomado en cuenta. Estamos tan necesitados de cariño y atenciones todas, que demandamos, casi exigimos que nos den toda la tención del mundo aquellos que están cerca de nosotros, en especial nuestra pareja (porque se supone que está más cerca que nadie). Pero cuando las cosas de esperan tanto, nos decepcionan otro tanto. No se si te haya pasado que te imaginas lo que vas a vivir con tu pareja con todo detalle, de acuerdo a tus propios planes, y luego resulta que ella tiene otra idea, por cierto muy valida también, pero a ti ya se te encharcó el plan y te agüitas al grado que ya no te importa un pepino todo y no tienes la menor intención de pasarla bien con nada ahí en adelante, debido a que tu pareja tiene otra idea y tu no quieres ceder, ni dar lugar a su propuesta. Eso nos hace sufrir mucho siempre, porque da la casualidad de que estamos tratando con una persona que tiene derecho a opinar y proponer igual que ti no estamos junto a una pared o una silla, que no hablan ni emiten sonidos. 63
Te relacionas con un ser humano, que tiene ideas, emociones y vida propia. Eso hay que respetarlo y tomarlo en cuenta. No siempre se puede hacer lo que tu quieres porque, además de todo, no es justo. Finalmente es muy reconfortante estar al lado de alguien que tiene criterio. Para bien tuyo, dale lugar a sus comentarios e ideas y tu descansa de ser siempre el que propone todo y el que decide todo. A veces las mejores ideas están en la cabeza de la otra persona; otras veces las darás tu y ahí nos vamos. Yo creo que es lo mas sano del mundo ceder por amor, mostrar disponibilidad para acompañar a tu pareja en cosas, o escucharla atentamente, preguntarle que piensa, que hay de nuevo en su familia, que cuentan sus amistades, en fin, lo mismo de lo que a ti te gusta platicar. No solo hablen de sus trabajos, porque ese tema suele acaparar la conversación, de eso siempre hay que decir y de que quejarnos. El trabajo es parte de la vida, pero no lo es todo. Debemos aprender a cerrar el tema del trabajo a tiempo, para dar paso a los temas de la familia o los amigos, los planes para el futuro y los recuerdos placenteros. Cuando el trabajo o el estudio son muy absorbentes, resulta agradable que alguien nos escuche. Pero recuerda también que cuando hablas mucho de lo mismo, le das más peso y suele estorbarte para vivir la otra parte de tu vida personal. Te vuelves una víctima constante de tus labores cotidianas y francamente, tu pareja quiere hablar de otras cosas contigo. Mira, los problemas de tu trabajo o estudio se hacen más agobiantes cuando sólo piensas en ellos y no dejas de hablar sólo de ellos. Escuchar a tu novia o esposo, amigo, etcétera, te hace volver a tener tu vida en equilibrio y te relaja. Siempre hay alguien en tu vida que ha seguido de cerca tus pasos y se siente muy a gusto a tu lado. Ese alguien es compañero de viaje y no sólo está ahí para que no sintamos soledad, sino para complementarnos con sus opiniones y forma de ser tan especial. ¿O acaso no te gustó esa persona por algo, que te hizo sentir la necesidad de estar cerca de ella y compartir su vida de alientos, éxitos y fracasos? Recuerda lo que te conquistó de su carácter, la forma de ser contigo, para que lo recuperes, al igual que el entusiasmo de encontrarte con esa persona que tu mismo elegiste para ser feliz, sin dejar a un lado el hecho de que para ser feliz hay que hacer feliz a alguien. 64
¿Quién está al lado de tu cama cuando te enfermas? Pregúntale: ¿Cómo sería tu vida si te diagnosticaran un mal incurable y de repente de encontraras solo? Mientras otros te ven con lástima o compasión, pero no están dispuestos a acercarse a ti, hay alguien que está dispuesto a darte de comer en la boca, a abrazarte cuando tengas un dolor fuerte y, porque no hasta sostenerte cuando tengas que ir al baño o cuando tenga que cambiarte el pañal. Ninguno de nosotros está exento de regresar al pañal. ¿Te estás ganando el amor de alguien incluso como para tener la confianza de verlo ponerte un pañal limpio? Fíjate bien en algo. Cuando uno empieza una relación con alguien especial, desea estar con es apersona, intimar, acercarse, saber de ella. Después llega la oportunidad no solo de estar con ella sino de hacer algo por ella. Cuando no llegas con éxito a esta parte del amor, solo te quedas con la idea de “tienes que estar conmigo para mimarme, apapacharme, hacerme feliz, escucharme y velarme el pensamiento” ¿Sí sabes que pasa después de pensar así, verdad? Fracaso seguro, muchas lágrimas, reproches y dolor innecesario. Hay que estar dispuestos a dar también, no solo pretender que nos den. Ahora comprenderás como inicia la infidelidad en las parejas: sucede cuando uno de ellos ya no está dispuesto a permanecer con la persona, mucho menos a hacer algo por ella. El amor “duele rico” cuando sabes que estas unido a la persona ideal. No te equivocaste al elegir si tu pareja se preocupa por ti y te respeta. Así, aunque se aleje, tengan problemas pasajeros o vivan una crisis económica, siempre sabrán como volver a empezar; ahí esta la gran diferencia. ¿Qué es lo que prevalece en ustedes dos después de los problemas? ¿Los deseos de sucumbir o las ganas de seguir? Los enojos y asperezas desalientan. Es cierto, parece que dejan de lado al amor y todo se torna oscuro, confuso. Por eso no es bueno tronar una relación cuando te encuentras bajo los estragos de la crisis emocional: por lo regular decides mal, con los intestinos y no con la razón. Fíjate que es lo que se repite más entre ustedes dos, qué es lo que mas se dicen, que clase de cosas viven más. Por ejemplo, si lo que se repite mas entre ustedes es el pleito y los reproches, ¡aguas!; si lo que más se dicen son quejas, reclamos para provocar mas pleito, ¡aguas!; si las cosas que viven mas son escenitas de celos, “panchos” en público, jaloneos, caras de velorio… ¡aguas! 65
Si acaso hay pelito, que prevalezca la reconciliación y el perdón, el alivio que provoca la certeza de sentir que puedes arreglar las cosas con tu pareja porque sabes que existe amor entre ustedes. Si hay quejumbres o diferencias, que se manifiesten, pero sin faltarse al respeto, sin gritar ni herir, que lo que tengan que decirse sea expresado en el tono adecuado y en el lugar adecuado, sin ser crueles. Al tener diferencias y dialogar sobre ellas, las parejas se unen más y fortalecen sus lazos, nada más hay que estar dispuestos a platicar. Si hay celos, es normal, sólo que no sean éstos los que controlen las cosas porque terminarán echando a la basura el amor. Si se enojan en público, sean discretos, busquen un lugar apartado para arreglar el asunto. Algunas parejas hacen alarde delante de sus amigos o familiares de lo mal que se llevan, discutiendo como si estuvieran solos. Esto provoca que la gente los etiquete y les saque la vuelta. Las parejas pe leoneras suelen quedarse solas. Imagínate: ¡aun cuando no se toleran, se quedan solos viéndose las caras! Bueno fuera que se quedaran solos para hablar de sus problemas y solucionarlos. Pero tu sabes cual es el requisito indispensable para que esto suceda, ¿verdad?: amor. Si no se aman… ni para que. Darnos tiempo para pensar en nosotros y la relación que tenemos con la otra persona, es muy saludable por que nos hace ser sinceros. No fingir por conveniencia o porque no quieres estar solo y aguantarte el mal trato o la falsedad de la persona, dime, ¿para que? Para que no diga la gente que “ya te quedaste”. ¿Te has fijado como nos preocupa lo que la gente opine, como si fuera ley? Es muy valiente la persona que no niega que tiene problemas y prefiera ser sincera hablando con su pareja, solicitándole u poco de tiempo como límite para saber si es amor lo que les tiene unidos o no. Nos confunde muchas veces la costumbre de tenerle cerca, aunque sea nada más para pelear. Vamos por la vida inventando pretextos para perdonarle todo, hasta lo que no, con tal de no presentarse en fiestas o reuniones, fines de semana y eso totalmente solo. ¡Que fijación tenemos con la soledad! Nadie puede afirmar que por reconocer que no quieres a alguien, te vas a quedar solo el resto de tus días, como perro. Si te estas ganando el cariño de las personas que te rodean, te puedo asegurar que no te vas a quedar solo nunca. Vive tu vida con el kit completo, con tu familia, amigos, trabajo, escuela y, por supuesto, con las cosas que tienes que aprender de los que te pasa. Deja que todo vaya tomando su curso, todo va llegando a su tiempo. En la vida no sólo hay que proponer, hay que disponer. 66
¿Quieres saber la diferencia? Cuando propones, expresas algo pero no actúas; es decir, tienes semillas en la mano, pero no te decides a sembrarlas. ¿Entonces? Las semillas no se platican se siembran. Así es cuando tienes broncas con algún amigo, familiar o pareja, y no te muestras interesado en romper el hielo. Nomás te vas aguantando y aguantando y tratas de aparentar que “aquí no pasa nada”, con las semillas ardiendo en tu mano y sin irlas a sembrar. Cuando dispones, actúas, pones algo en movimiento y, por lo tanto, haces que crezca. Al disponer, eres tú el que manda en tu vida. Si no, te aseguro que siempre habrá alguien que se encargue de disponer de ti. “Haz esto, haz lo otro, no me gustas con los pelo, así, no hables, no comas, no hagas ruido, ¡cállate! Así soy y te aguantas, así me aceptaste…” y un sinfín de cantaletas como éstas se dan en la vida, y no disponen nunca, que dejan que sean otros los que decidan por ellos. Reconoce que las cosas irán mal cuando no decidas por ti mismo y cuando te mientas en algo. Fracasar con una relación, sin importar cuanto tiempo hayas estado junto a esa persona, no significa que estas acabado para siempre. Cuando te caes, te raspas, te luxas o te tuerces; pero ¿te duele, no? y luego ¿vives raspado para el resto de tus días? ¡Claro que no! Todo tiene un periodo de asimilación y recuperación. La raspadura sana te vuelve más maduro y a la vez más sensible al dolor humano. Entonces realmente creces con las crisis. 67
Siempre existen dos caminos para elegir cuando tienes un problema: o aprendes y avanzas, o te estancas y sigues siempre igual. Si la vida te ha quitado algo que aparentemente era indispensable para ti, es porque te está preparando un camino con mejores oportunidades. Cuando batallas para conquistar a una persona, la valoras mucho más que si se rinde a tus pies de volada. 68
Cuando no lo veo, me muero, me mareo. Pero… ¿no será que estamos picados porque en nuestras casas no están de acuerdo en que andemos? Hace mucho que me gusta y yo a él, y también hace mucho que nos están hostigando que ya le bajemos a tanta miel derramada, que nos pongamos a hacer algo de provecho en lugar de estarnos hablando por teléfono o de salir a dar la vuelta. Es que yo lo quiero de veras, no es un capricho, aunque a mi edad, tengo 20 años, todo el mundo piensa que estoy jugando. Siento delicioso cuando se me acerca y me da un beso, mi cuerpo grita “¡quiero!” pero no soy tan bruta para acostarme con él y echar todo a perder; estoy joven, pero no soy pendeja. Mis papás no me quitan la etiqueta de futura madre soltera, creen que voy a actuar igual que la mayoría de las monas calenturientas del salón que nomás ven bragueta y tiemblan. ¡Cómo si eso fuera todo en la vida! Los hombres saben a quien se arriman para “despacharse” y ya, si te portas “sobres” con ellos y les empiezas a acariciar la pierna o la oreja o los vellitos del pecho, te amolaste: si no es cama segura, sí es un rapidito seguro, de esa no hay quien te salve, para que le buscas. La chava no sabe que a un hombre le excita hasta tus juanetes, anda en Babia y al rato sale con que la regla ya se retrasó. Y la clásica que nunca falla: “Es que el me dijo que me quería”. ¡Ay, como si no supieran que eso nomás lo dicen mientras te logran bajar los calzones! Ya que el chavo le entra y te tiene sostenida de las nalgas, no hay poder humanos que te quite lo solitaria que te sentirás poco a poco, cada vez que el te lo vuelva a pedir y te lo vuelva a pedir, como obligación, porque como consiguió lo que quería y sabe que te tiene pescada (tu crees que del corazón), pero en realidad es de otra cosa muy sutil que está entre tus piernas. Para entonces ya te habrás cansado de tanto jaloneo y tantas promesas sin cumplir. No, yo no estoy loca. 69
No voy a negar que Rafa, mi novio, me encanta y me excita mucho besarlo y abrazarlo, ¡pero hasta ahí las cosas! Todo a su debido tiempo, porque para cuando estemos listos ya habremos aprendido de la vida muchas cosas como para responder por nuestros actos. Ahorita para nada, ¿Qué haríamos con un bebé? El no podría terminar su carrera, ni yo. Nuestro amor se espantaría con discusiones y pleitos porque no nos alcanza el dinero y viviríamos arrimados en casa de mis papás. Él empezaría a llegar tarde con tal de no verme, no pelear y no oír el llanto del bebé. Me empezaría a ver como a la culpable de sus fracasos siendo tan joven y con responsabilidades de adulto mayor. Yo me sentiré fea porque ya ni ganas de arreglarme para salir. ¿A dónde, si vamos a estar jodidones de lana? ¿Se imaginan que calvario, por algunas noches o momentos de calentura? Un divorcio al año sería lo más normal del mundo. Y se acabó la historia de amor. Yo amo a Rafa, y quiero demostrarles a mis papás que él anda bien conmigo, que no está jugando. Ni modo, hay que tener paciencia. ¿Te parece que lo anterior lo haya dicho una niña de 20 años? Si, en parte. Pero para la mayoría lo anterior lo dice alguien que ya ha vivido y al menos tiene 26. ¿Sabes que creo? Que la madurez no es cuestión de edad, sino de conciencia. Una mujer hecha y no tan derecha de más de 30 que tiene hijos de diferentes padres y anda con un hombre casado…, no me vas a decir que es muy madura y ya sabe lo que hace. Ella podrá afirmar que tiene todo el derecho de acostarse o revolcarse o divertirse como le de su rechiflada gana, pero si ya tiene niños, la cosa cambia, esa mujer ya no esta sola con sus calenturas y desventuras; es madre (por muy poca que tenga) y está descarrilando el rumbo de otros seres más. Eso no es ser maduro, ni adulto ni nada que se le parezca. Montones de mujeres solitarias caminan por el mundo con su propia historia a cuestas, pero con la cabeza arriba del cuello, aún en espera del hombre ideal; mientras otras presas del miedo a quedarse solas, le andan picando aquí y allá con tal de tener varón; y aunque eses varón ya tenga dueña y esté bien correteado, terminan quedándose solas finalmente. A algunas les corresponde conocer el amor de un hombre a temprana edad y a otras en el atardecer de su vida. ¿Y que? ¿Qué hay de malo en una mujer que conoce el amor ya más grande, cuando se le ha ido la edad de tener hijos? ¿Y si no nació para tener hijos sino para adoptarlos, qué? Toda la gente quiere opinar sobre la suerte de las mujeres solteras, viudas o divorciadas –entiéndase vulgarmente “solas”‐, pensando que son infelices. En 70
ocasiones creo que hay mujeres solas muy felices, pero tanto les dicen: “ya es hora, cásate” y bla, bla, que ya se tragaron el cuento de que no son felices. Sí, por influencia externa, por repetitiva y exagerada influencia, hay mujeres que se sientes inferiores y tremendamente desdichadas por tener la oportunidad de caminar solas, haciendo sus propios descubrimientos de la vida, sus propias filosofías, sus propias conquistas, siendo la envidia callada de muchas casadas a huevo y atrapadas en una cárcel de cristal. Pero ellas, las protagonistas solitarias de su propia vida, sufren con desgano y pereza por no se lo que la sociedad marca como aceptado en una mujer. ¡Despierten, por favor! No se han dado cuenta de que por estadística y censo poblacional, seguimos habiendo más mujeres que hombres, ¡que “no hay para todas”! si no te ha tocado conocer a ese caballero ideal por algo será. ¡Vive! No dudo de que en muchas mujeres solas que están leyendo esto, se acabe de desatar una rebeldía por defender el punto de que aún existe la esperanza de casarse. “¿Cómo puedes decir que no hay suficientes hombres? ¿Así es como nos motivas a seguir adelante?”. Conste que no soy motivadora, aunque así me considere la mayoría. Yo quiero hacer que despiertes a la realidad hermosa de tu vida tal cual es ahora, para que tengas la capacidad de mejorarla cada día, estés soltera o casada. Dios nos ha mandado aquí con la encomienda de realizar algo por los demás, pero primero tienes que empezar a hacerlo por ti; si no, no se puede construir nada importante, solo lamentos y desilusión, tristeza y depresión. Aprende cosas nuevas, lee, exprésate mejor, sé juguetona, alegre, poeta, loca, adorable para todos los que te conocen. En el momento preciso, sin esperarlo, ese que ha de llegar, llegará, y si acaso no llegara, para cuando lo notes estarás tan feliz con tu vida de prosperidad, viajes, ayuda a los demás, aventuras sanas y aprendizaje, que darás gracias a Dios por haber sido tu la que viviste todas estas maravillas juntas, segura de que una pareja realmente te habría estorbado. Mi querida familia: luchar por lo que se ama no es sólo luchar por una pareja, es luchar por la propia vida a pesar de lo que piensen los demás. Luchar por encontrar el terreno baldío que Dios nos encargó para que lo desmontáramos y le fuéramos poniendo vigas, cemento, techo, jardín, etcétera; para que construyéramos en él para bien de tantos que estarán predestinados a toparse con nosotros y que saldrán beneficiados con lo que hagamos ahí.
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La vida de cada quien, al igual que su vocación, es como un terreno baldío que primero está lleno de hierbajos y maleza inservible, pero después va tomando forma gracias a todo lo que aprendes y pones en práctica. Algo que sí es indispensable es un buen amigo; porque tengas o no una familia unida, ese amigo será tu alma gemela para compartir contigo el esfuerzo de construir. Nunca es casualidad que hayamos conocido en este mundo a alguien especial que lleve el calificativo tan valioso de “mi mejor amigo”. Tampoco es casualidad que ustedes sean tan distintos y a la vez tan afines. Por lo regular, la ignorancia popular tiende a tacharles de homosexuales por lo bien que se llevan y por las cosas que comparten juntos. Pero la vida y su propia dignidad se encargarán de escupirle al mundo la hermosura de tan sólido lazo que acrecienta invariablemente el valor que tienes como ser humanos, no tu valor como hombre o mujer sino, repito, como ser humano capaz de ser amigo. Hay que luchar por lo que amamos, llámese amigos, vocación, pareja, familia, proyector, sueños, todo lo que sea capaz de crear tu cabecita loca cuando estas en paz contigo, contento con tu vida, con Dios y con todo lo que te rodea. Nadie puede gozar de un buen beso de amor, o un buen gesto de amor, si no ama lo que hace, si no se convence de que existe para algo, y de que de algo sirve estar vivo. Si crees que tu valor se encuentra en tu récord sexual, pregúntale a los que tienen sexo y no son felices. Si te parece que el mundo es aburrido porque no tienes pareja para salir o no te has casado, pregúntale a la casada que se aburre, porque está sola. Cualquiera puede iniciar una relación, pero no cualquiera lucha por ella y la mantiene. Y si esto tiene su chiste, pues más chiste tiene darle sentido a tu vida y luchar por lo que quieres ser, además de casado o esas cosas. Que hermoso es el amor en todo lo que vivimos, y que lindas y ejemplares parejas que se aman de verdad; pero también que fregonada es cuando una persona crece y es feliz aun sin estar casada, reconociendo su propio destino en ese algo que tiene que hacer con alguna otra persona especial en su vida. Tiene que haber un algo especial, y un alguien especial en tu vida para que ésta tenga significado. Ese algo tiene que ver con lo que buscas, lo que anhelas, lo que esperas para ti y los tuyos, por pequeño que sea. Si te entusiasma esa idea, tienes que trabajar en ella.
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Ese “alguien” puede ser un niño especial, alguien que adoptes, un amigo que te necesita, una familia o un conjunto de familias que te necesitan, alguien que te inspira para ser mejor. No camines por la vida como fastidiado porque no pasa lo que tú quieres; después de todo, tu mismo has provocado que tu vida no sea emocionante. Para empezar, emociónate contigo y con lo que haces, para que lleguen las cosas emocionantes a ti; si no, ni de relajo. Lo malo es que la frustración global de toda la gente se contagia de volada. Como lo mas fácil es andar agüitado pues así andamos todos. Y ¿Quién crees que va a venir s salvarte de tu pesadumbre? ¿El Chapulín colorado o quién? Somos nosotros quienes decidimos si el estar casado en una ventaja porque es nuestra vocación y estamos enamorados, o si estar casado resulta una bronca por que te casaron y te sientes atado. Somos nosotros quienes decidimos si el estar sin pareja es motivo para sentirnos la iguana más horrenda del planeta, o ello significa una oportunidad para encontrar el terreno baldío que Dios nos encargó para construir algo en lo que crees y encontrar a alguien especial en tu vida, estés casado o no. 73
Tienes la opción de odiar la vida o amarla, ahí está la posibilidad de ser feliz o de simplemente sobrevivir siendo víctima de todo lo que pasa Cuando deseas realizar algo, no es por casualidad. Forma parte de tu propia historia, cada quien tiene una misión individual. Si te molestas porque tu pareja lucha por sus sueños, vivirás frustrado. todos tenemos una misión individual y hay que impulsar a quien amamos para que lo consiga. 74
Mi corazón se empeña en preguntarme por ti, aunque sabe que no estás aquí. Mis labios, débiles por la nostalgia, me preguntan: ¿hasta cuando debemos esperar? Te espero lo que haga falta, si con eso me gano adorarte para siempre. No me importa sufrir si es por ti. Te espero aunque me sobren ganas de escaparme contigo a encontrar tu abrigo. No me importa el dolor si es por tu amor. Está de más decir que lo anterior lo escribió una mujer enamorada y segura de poder sobrevivir a la separación momentánea que experimentó junto al amor de su vida. ¿Esperar por alguien que se nos fue a trabajar o a estudiar fuera, después de tantos planes e ilusiones compartidos? ¿Qué es lo primero que piensas? “Voy a perderlo (a) se va a fijar en otra persona. Amores de lejos… Tengo miedo”. Todo eso es natural, pero no te vayas con la finta, porque lo más sencillo es perder por completo la fe y empezar a buscarle por otro lado, cometiendo con eso un error garrafal. Una prueba importante de amor se enfrenta cuando, a las primeras de cambio tu pareja fue enviada fuera del lugar donde residen para cumplir con su deber: es común afligirse y empezar a conocer la melancolía de cabo a rabo, ya que a lo mejor antes era extraño eso de entristecerse por extrañar tanto a la persona y valorar hasta su aroma cerca. Antes sabías que era importante y se lo decías; pero cuando no está a tu lado un día y otro y otro, ¡como valoras todo! Y es ahí donde empieza la prueba de oro: ¿seremos capaces de salvar el amor en la distancia? “¿podremos entendernos de lejos? ¿no me cambiarás por alguien cercano? Nadie puede comprobarlo hasta que lo vive y se avienta a defender su cariño por encima de los pronósticos nefastos de medio mundo, que se empeñará 75
en hacerte ver que no tiene caso que sigas adelante con esa relación, que tarde o temprano se cansarán de estar así. Tú sabes si les haces caso. Yo que tú…, no lo haría. Cada vez que te vas, le ruego al cielo por ti y por mí. Cada vez que te vas, me da miedo no verte regresar. Porque alguien se puede atrever a buscar tus labios. Alguien puede notar tu encanto. Y no te quiero perder, ¡no te quiero perder! Cada vez que me voy, se parte mi vida y me siento morir. Cada vez que me voy tengo miedo de que me olvides. Porque alguien se puede atrever a hablarle al oído buscándote Alguien puede quedar esclavizado como yo… de tu ser. Nunca será un error amarse a distancia. Nunca se pierde un amor si te entregas con el alma. Nunca pensaría en cambiarte por algo cercano. Siempre serás tú mi amor. Y siempre, te estaré esperando. No sólo la persona que se queda sufre, también la que se va. Como dice aquello muy nuestro: “El que se queda, se queda llorando; y el que se va, se va suspirando”. Ambos sufren la distancia si en ambos existe la llama inagotable del amor. Pero todo se repone con creces. Piensa en los ratos que juntos compartirán, ahora sí sin separarse, cuando se termine la prueba de amor que la distancia les está poniendo. Considera lo afortunado (a) que eres al estar viviendo algo en nombre del amor; porque es preferible llorar por extrañar a alguien, que llorar por no tener a nadie en tu vida que valga la pena. Cada quien reconocerá el dolor por la ausencia y cada quien se esforzará por mejorar para seguir siendo importante en la vida del ser amado. Aunque se oiga cursi, es padrísimo saber que eres importante en la vida de ese alguien, que también se estará acordando de ti cuando tú lo recuerdas. El problema reside en la falta de confianza que se da por culpa del miedo excesivo. Nunca será buen consejo el temor; te hace dudar hasta de tu propia sombra. Y si el amor entre ustedes iba por buen camino, el miedo puede destrozar lo que llevan construido. Así que lo mejor es tener paciencia y estar 76
dispuestos a pasar por ese “túnel” que nos mostrará en la salida una recompensa especial por haber sabido esperar. No tomes muy a pecho las novelas, puesto que la vida funciona de distinta manera. Me atrevo a afirmar que la vida es muy diferente a los cuentos de amor, traición y desengaño que ves en las novelas. Estamos acostumbrados a ver que los malos se salen con la suya durante toda la novela, sin batallar. El malo en estas historias es el héroe que siempre escucha detrás de la puerta lo que no le importa; el que sabe cómo “fregarse” al bueno hasta hacerlo desvariar; el que le quita desde el novio hasta la vida con la facilidad con la que un niño se prende a su mamila. Ya en el episodio final es cuando la gente que se porta mal recibe su merecido o se arrepiente como por arte de magia. Lo anterior me hace pensar en la pobre influencia que reciben las personas vulnerables o sensibles al pensar que todo funciona para bien de los malos y nunca para bien de los que hacen las cosas como deben ser. Entonces, cuando tienes problemas con tu pareja, en lugar de resolverlos de acuerdo a lo que sientes, te dejas llevar por el terror de llegar a perderla o de que te ponga los cuernos. Hay personas que le pegan mucho al dramatismo y en eso no podemos negar que los medios de comunicación tenemos que ver (y digo “tenemos” porque ya sabes que soy comunicóloga y toda mi carrera ha sido desarrollada siempre en los medios, radio y televisión). Cuando me preguntan que pienso de la influencia de los medios en los jóvenes, les digo que solo existe influencia, sino que la mayoría ya somos productos de los medios; es decir actuamos, pensamos, nos vestimos y hasta besamos como lo hacen en la tele o como vemos en las revistas y el cine. ¿La radio? Ni hablar, es tan íntima que hasta te puedes bañar con ella, así es que lo que escuchas ahí retumba en todo tu espacio interior y puede hacerte cambiar para bien o para mal, dependiendo de lo que escuches. El hombre está muy ocupado por demostrar que lo es; y como la característica número uno que se observa en cualquier comercial, programa o serie de la tele es: “entre más viejas anden cacheteándose por ti, más hombre”; y “mientras con más puedas ni hablar, ¡que hombrototote!”. ¡Claro que para nada! La mujer está muy preocupada por estar flaca, por verse joven y tener pegue o éxito profesional (si se puede todo, mejor). Entonces aquella que nació robusta y no ha sido noviera, se siente de la patada. 77
Tratamos de llenar vacíos con requisitos de tipo estético y social “masivamente” aceptados, porque todo está en que in diseñador esté de moda y … ¡aguas!, porque si el tipo dice que debes parecer popote, a luchar por ser como un popote, aunque vaya de por medio tu salud. Ni el hombre ni la mujer tienen que demostrarle nada a nadie. Su valor estriba en su calidad como personas, como seres humanos, no en su éxito social o público como hombres o mujeres expertos en caretas. Cuando nos tenemos que enfrentar a la pérdida de alguien que estaba con nosotros, aquilatamos su presencia a cada momento pensando cuantas veces tuvimos la oportunidad de decirle: “Gracias por aguantarme”; o “Como te quiero, ¿te lo había dicho?” nos damos de topes contra la pares, cuando notamos que las palabras de amor escasearon y que, en cambio, el tedio abundó al igual que la falta de comprensión. Todos mostramos más disposición a comprender y a amar cuando la persona regresa y podemos reivindicarnos. Pero que triste es cuando te das cuenta muy tarde de todo lo que pudiste haber dicho o hecho y la persona entonces ya no está, porque la pérdida fue irreparable. ¿Cuánto tiempo crees que desperdiciamos enojados con alguien? Depende del espesor de nuestras hormonas, claro, porque hay gente sumamente tranquila que se enoja un par de días cuando mucho, pero hay otra que después de semanas y semanas no se baja del macho porque esta muy ofendida. Es una pena que existan tantas personas solitarias en busca de alguien especial y nosotros estemos gastando el “parque” en urracas (ósea en tonterías). Debería existir una regla general para cuando decides andar con alguien: si no eres capaz de hacer feliz al ser humanos con el que decides unirte, debes dejarle para que encuentre a quien sí esté dispuesto a darle todo el amor y el respeto que merece, sin excepciones. ¿Suena a cuento de hadas? Probablemente, pero aquí lo absurdo es que cuando una persona no te hace feliz y te falta al respeto, tu aguantas vara con el cuento de que así me toco y “ora me amuelo”, sin más de que la persona no te respeta ni te quiere, tú se lo permites y casi la invitas a que te siga jorobando la existencia, porque la verdad es que tienes pánico terrible a quedarte sola(o). No vemos que en estas circunstancias en realidad estamos solos, nada más estamos acompañados para pelear y correr a llorar a solas, y esperar la dulce y apasionada reconciliación que nunca llega. Querernos es soportar juntos la carga, no cargar con tu peso y además que me des una patada. 78
Por eso creo que cuando el amor nos somete a prueba de la distancia, nos permite ubicar las cosas en su lugar y dejarnos de exigencias y capricho sin sentido. Necesitamos aceptar la verdad cuando es irremediable esperar y tener confianza en el ser amado. Pero también cuando sabemos que lo nuestro es pura pantalla y no hay amor… ni por no dejar. Por regla general, una persona que dejó su egolatría pisoteara el respeto y el cariño con su pareja porque sólo pensaba en sí mismo, o en sus placercitos, se queda solo llorando su pena lamentándose de lo estúpido (a) que fue. Los complejos que una persona pueda tener se exhiben a la hora de las relaciones íntimas personales. Saca su verdadero yo cuando decide ser infiel o maltratar a su media naranja porque así se siente poderoso (a). Pero la peor parte es de quien permite que esto suceda sin ponerle un “hasta aquí”. Le tememos a la distancia, pero no le tememos a la apatía y a la falta de ternura y muestras de cariño; lo peor es que hasta nos llegamos a acostumbrar a ello. No solo tengamos miedo de perder a la persona amada: temamos dejar de admirarla, dejar de respetarla y dejar de mimarla, porque ya para entonces ustedes serán lo más parecido a los perros y a los gatos y a los gatos que conviven en una misma casa. ¡Ah! Pero no me lo manden fuera, porque ¡que dramón! ¡pues sí, pero cuando está aquí “nomás nos estamos peleando”!. Pensemos un poco más en la realidad y dejemos a un lado la ficción. La verdad es que toda relación amorosa necesita presión para saber si es sólida o no. Cuando las cosas se dan facilito, de la misma manera se termina su encanto; pero cuando le batallas, les das más valor. Amemos en verdad a nuestra pareja no sólo cuando ya está haciendo sus maletas porque se tiene que ir, sino cuando está a nuestro lado en pantuflas o terminándose el plato de sopa. En las cosas más sencillas está la oportunidad de dar, aunque sea una mirada de ternura que le recuerde lo feliz que te sientes al estar comiendo al lado de él o ella, porque implica compartir todos los detalles de una vida. Que no se te vaya la vida esperando por un premio mayor, porque cuando en verdad estás dispuesto a amar, nada te impedirá sentirte y hacerte millonario. 79
Hacer lo que los demás hacen quejarnos por lo que los demás se quejan y sufrir a lo loco por lo que los demás sufren a lo loco “no tiene ciencia” “El chiste” es hacer algo con nuestra vida y dejar las cosas de nuestro entorno un poco mejor, antes de irnos. Es común que entre amigos o parejas existan diferencias, ése no es el problema. Mas bien la actitud que tomas ante esto es lo que importa. 80
Contar todo lo que nos pasa junto a la persona de nuestros sueños es un arma de doble filo. No toda la gente es tan discreta cuando le confías tus secretos personales, aunque te jure que pierdas cuidado. A todo el mundo le gusta saber sobre la vida de las demás personas, como para juzgar un poquito y criticar otro tantito. Lo curioso es que no voltean para resolver lo que no está bien en ella o mínimamente para darle forma a lo que se encuentra estancado, ¡no! les gusta fijarse en los demás. Si te pones a pensar, cuando andas solitario la gente opina que busques a alguien. Y generalmente cuando ya llega ese alguien a tu vida. Y generalmente cuando ya llega ese alguien a tu vida, todos quieren saber detalles de la persona en cuestión para ponerse a juzgar que tanto te conviene y si no estas cometiendo un error al andar con ella. Te sopean, se ríen contigo como con mucha complicidad y tú te sientes protagonista de la película. Lo que no sabes es que la tendencia de la gente después de enterarse de detalles íntimos de alguien, es que se les hace tarde para írselo a contar a un amigo o compañera de los que gustan del chismecillo. Tu no cuentas con que andas en boca de tus compañeros cuando estas ausente. Si fuera para bien, ¡que a todo dar! Pero su es para criticarte, ¡que mala onda! ¿No? Este tipo de acontecimientos que tienen que ver no solo contigo, sino también con tu pareja, manosean el sentido de privacidad que debe existir entre ustedes dos. Hay muchas cosas íntimas de los demás no están preparados para escuchar, y mucho menos para comprender o respetar. Simplemente juzgan, emiten su veredicto: “Está loca, cómo se le ocurre, está horrible el pelado, déjalos que sueñen, pobrecitos, ¡eso no es lo correcto!... bla, bla, bla. Tanto los amigos como las parejas, necesitan cuidar celosamente su privacidad porque en ella caldean secretos que no tienen por que ser publicados en el periódico El 81
Chismorreo. Toma en cuenta esto: cuando necesitas un consejo, ¿a quién se lo pides? ¿a un compañero de trabajo buena onda que no se pierde una fiesta y le encanta el comentario, las bromitas, la bebidita, y “el gori gori”…? ¡Cuidado! Mas bien se lo pides a una persona de toda tu confianza que te conoce y te quiere, y que sabes que guardará el secreto de lo que le contaste. Pero si por desesperación te pescas a cualquiera que está dispuesto a escucharte porque a lo mejor no tenía nada que hacer o andaba aburrido buscando historias nuevas para tener tela de donde cortar en el pasillo o en el café, no es justo, porque invariablemente tu privacidad se rompe y, por tanto, también la magia que luego se vuelven rutina en tu relación. A veces los comentarios de los demás tienden a confundirse en vez de ayudarte, y te dejas llevar por verdad sientes. Cuando las parejas o amigos tienen problemas serios, son ellos quienes deben arreglar las cosas, no las personas hambrientas de novela. Existen muchos tiempos muertos en la cabeza de mucha gente que conoces, y esos huecos procuran llenarlos de chismecitos o grillitas de último momento para no aburrirse y pasar el rato. Pues que no sea de ti quien se la pasen hablando: sé reservado, prudente, celosos de tus asuntos privados; total, que hasta los artistas de cine tienen derecho a guardar su vida personal si les da la gana. Aunque a loe medios de comunicación nos carcoma la sed de notichismes, hay que manejar con inteligencia y audacia lo que comentamos de acuerdo a lo que nos preguntan, para no ventilar asuntos privados sin necesidad. Dile a la gente lo que está preparada para escuchar y respetar, o sea, poquito. Esa es la clave. Si tienes la seguridad de que esa persona te estima y nunca te defraudará, suéltale lo que tú quieras y hasta donde tú quieras, no hasta donde ella quiera. Pienso que es tan grande nuestra necesidad de demostrarles a los de más que “estamos bien” socialmente, que damos “cambio de más” y después nos pesa que todo el mundo opine. Misterio, magia, encanto, son palabras con las que deberíamos aprender a llevarnos mejor para imprimirlas a lo que tengamos entre manos. La falta de magia provoca “costumbre y tedio”; por eso muchos novios y matrimonios ya no sienten mayor entusiasmo por verse, salir o compartir algo por mas sencillo que sea. De ahí surge la confusión clásica de “es que ya no sé si lo quiero o no”; claro que para cuando dices esto no lo quieres, punto. Ninguna persona enamorada se cuestiona el cariño, sólo aquellos que han dejado de alimentar su amor para la otra persona. 82
Acuérdate que el amor no se alimenta solo, hay que hacer nuestra parte para que la otra persona haga también la suya. Sorpréndele de nuevo con algún detalle, a ver como te responde. Vas a notar que influye grueso que tu pongas de tu parte y no sólo pienses en lo que no te dan. Estoy de acuerdo en que cuando ya no tenemos nada que darnos, ¡ni para que hacernos pato!: no pierdas más el tiempo queriendo levantar el castillito con parches: cuando se cayó… se cayó. Reflexiona hasta donde los comentarios de la gente influyeron para que tú tomaras la decisión que tomaste. Si sientes que con toda seguridad fuiste tú quien tomó la decisión final por convicción y no por venganza o capricho, está perfecto; pero si la verdad es que no estabas convencida (o) y te aventaste como el Borras a cortar o tronar a quien todavía amas, ¡aguas! Nadie puede comprender las razones del otro mientras no se ponga en sus chanclas, de perdida una hora. Las diferencias que salen a flote y cuando ya estás más cerca de alguien son lógicas y naturales, es más, sería raro que todo estuviera blandito siempre. Entonces aquí es donde hace falta tener prudencia y no poner en el tendedero nuestros problemas para que toda la parentela y compañeros opinen. Cada quién dirá lo que quiera sobre tus problemas y te dirá que hacer. Eso no te obliga a tomar una decisión. Escucha si crees que te ayuda en algo, pero no muevas un dedo sin estar seguro de que eso es lo que tú quieres. Guarda para ti tus secretos y guarden juntos su intimidad, incluyendo sus problemillas que son de los mas común y normal en cualquier relación. “No, es que ¡dime quién es! ¿Dónde trabaja? ¿Por qué no se han casado? ¿Por qué se ven tan poquito o por que se ven tanto? ¿Cómo es? ¿Cuánto gana?” Es asunto de cada quien platicar o no sobre su vida y hasta donde lo hace, pero es bueno eliminar al máximo el riesgo de “moros en la costa”. ¿Dime si acaso estamos obligados a contar todo lo que nos pasa? Con el auge de los medios de comunicación en los últimos 20 años, casi parece manda que todo el mundo sepa de tus decisiones y las critique. A nadie le gusta, por cierto, que le critiquen aunque sea constructivamente: siempre resulta algún resentimiento de las críticas, por más bien intencionadas que sean. Yo creo más bien en hacer observaciones ejemplificadas. Fíjate como te pones cuando te dicen: “¿Puedo hacerte una crítica constructiva? “ Se te pone la piel de gallina y empiezas a ver a la persona con ojos de: “¿Qué necesidad tengo de escucharte, mequetrefe?”. 83
Es bueno escuchar consejos de quien desea lo mejor para nosotros, sobre todo si sabe decírnoslo. Si las cosas no van bien entre ustedes dos, no lo hagan notorio de inmediato. La gente que les rodea, hará que se note más y se haga más grande porque empiezan los comentarios y el chismorreo de vecindario. ¿Y qué pasa cuando se contentan, si ya todos los trajeron de comidilla y los etiquetaron de parejita conflictiva? Se sentirán con derecho a seguir hablando de ustedes, hasta inventar chismes con tal de tener de que platicar. Para una hija de familia resulta muy fácil correr a los brazos de sus papás para quejarse amargamente de lo que le pasa con su novio o esposo; claro que si luego se contenta, la familia ya no puede ver igual al tipo en cuestión. En este renglón vale la pena recordar cuando andabas de novia. Tus papás te decían lo que veían mal de tu novio y tú le defendías a capa y espada. Ya que te casas, surgen las broncas y tiendes a buscar refugio en la casa de nuevo. Aquí lo importante es aprender, ¿no crees? Fíjense bien desde un principio en el tipo de relación que tienen para saber que tantas esperanzas hay de que prosperen a pesar de sus diferencias. Hay veces que te llevas de la parada con tu pareja, y toda tu parentela y amigos lo saben y no entienden porque sigues atada a esa persona, pero tu necesidad de llenar el trámite de casarte hace que perseveres hasta el final, lo cual augura un desenlace no muy grato al paso de unos cuantos años. Es de suponer que en una relación donde abundan enojos, gritos, lágrimas y reproches y otras excentricidades, no se va a lograr nada más que amargura y ganas de aventar la toalla. Aquí es donde la magia se esconde. Empezamos a contar todo lo que vivimos, ponemos en mal a nuestra pareja con nuestros conocidos y ahí le vas dando y dando hasta que ya no puedes tolerar más la situación, pero lo raro es que regresan y regresan. ¿Quién nos entiende, verdad? Quiero recordarte que es natural tener problemas con alguien que esta a tu lado conviviendo y con quien compartes detalles íntimos; no es raro discutir o tener poquitos celos, lo raro es que vivas teniendo esos trances, que vivan peleando y sigan juntos haciéndose daño. ¿Por qué nos cuesta tanto reconocer que nos equivocamos con esa persona? ¿Tenemos miedo de no volver a encontrar a alguien y quedarnos solos? Toda una tormenta se vive cuando nos ahogan los celos o la desconfianza. No se puede amar a alguien si no nos inspira confianza. Si te unes a alguien que ya tiene su famita, no te extrañe que te deje por otra persona por 84
un lapso no mayor de tres años. Si esto no te importa y tu quieres de todas formas vivir esa experiencia, pues vive tu lección, pero apréndela, para que no te pase lo mismo dos veces, porque te desgastas de más y te aventajas. Sí, te aseguro que te vuelves más viejo. Las relaciones enfermas resecan tu juventud, opacan tu creatividad, desgajan tu animo y deforman tu forma de verla vida. Casi podría asegurar que hasta sientes deseos de morirte en más de una ocasión por la falta de ánimo. Las tormentas del amor se terminan al reconocerse nuevamente, siempre y cuando exista efectivamente amor entre ustedes dos. Creo en ti y creo en mí Y no es una locura que te necesite Aunque al sabor de nuestro amor Le falten esencias nuevas ¡Magia es lo que hace falta! Quiere al amor de tu vida. Espera al amor de tu vida. No se hieran. No se lastimen. Y que la gente murmure sobre su propia vida y no sobre la de ustedes.
Si me robas el corazón Devuélvemelo envuelto en besos: Quiero volver a creer en ellos Porque no pretendo olvidarte. No quiero preocuparme p recuperarte, Prefiero no perderte
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El mundo es de los que escuchan A su corazón, porque cuando haces las cosas sin gozarlas. El ánimo y la fe Se estancan. Se supone que somos seres vivos No solo para comer, dormir Y aparearnos, sino para construir, Crear y recordar lo que se nos ha Olvidado (como lo importante que eres aunque no traigas “lana en los bolsillos”) No existe la gente mala, existe la falta de amor Cuando amas, estás creando Amor y construyendo un futuro. Pero lo más importante es que le recuerdes A alguien que vale la pena amar, A pesar del dolor. 86
Todo tiene una razón de ser en nuestra vida. Si eres soltero, divorciado, viudo, o tienes un hijito con problemas, la clave para encontrar esa razón no está en el dolor que provoca tu situación en sí, sino el significado escondido que encierra, que sierre, te aseguro, es positivo. Una persona que cree ingenuamente que al amar no va a llorar nunca, está mal informada. A la hora de las primeras lágrimas o reveses, se va a sentir más agobiada de lo normal. Si tomamos en cuenta que en el amor existen emociones diversas, como por ejemplo las que provocan celos, es usual toparnos con discusiones o frustraciones con la persona que adoramos. ¡No tengas miedo! No te pasa nada si lloras tantito; al contrario, te hará descubrir algunas cosas que están dormidas dentro de ti. Por supuesto, no estamos hablando de excesos. Si pasas todo el tiempo llorando no es muy buena señal: o tú pareja se está aprovechando de tu ingenuidad o tú necesitas quererte un poquito más, dejar de pensar que eres poca cosa o que no mereces ser feliz. Ese tipo de pensamientos nefastos te tumban la seguridad y la confianza en tu persona, por eso es más fácil que te maten los celos por cualquier tontería. En el amor es necesario dejar escapar los complejos de inferioridad, porque tarde o temprano acaban con el respeto entre ustedes dos. Si eres de las personas que se hinca para pedir perdón y se arrastra en el suelo “pescada” de la rodilla de la pareja rogándole que no se vaya, tienes un “complejín” que te está controlando. Sientes que si no la haces con esa persona, te vas a quedar a morir lentamente viéndote envejecer frente al espejo. ¡No pienses así!
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Ni te hinques ni te arrastres por el suelo, no gimotees sin consuelo y suplicando que no te dejen como sintiéndote basura de la calle. Cuando alguien ha dejado de quererte, ¿Cómo crees que puedes vivir feliz a su lado? Si no te valoras, si no te respetas, tu pareja menos aún lo va a hacer. Cuando empiezan los golpes y las palabrotas, ¿Qué sigue? Golpes y palabrotas más fuertes. Es de esperarse que la persona que vive junto a alguien que es descuidado con su aspecto, que emite todo tipo de sonidos a cada momento sin respeto, que no tiene cuidado con lo que habla, que le importa un pito la comodidad de su pareja, le pierde la admiración y respeto. Tener intimidad es tener cercanía en todo, por eso se necesita más comprensión y paciencia. Volar un poquito a ciegas. No porque te cases dejes de arreglarte ni de ser educado (a). ya como nos sentimos muy seguros de haber conquistado a la pareja, nos da lo mismo que nos vea “con los pelos parados” o sin asearnos o en completo descuido general, al fin y al cabo ya lo (a) tengo seguro (a). Esto a la no muy larga, va provocando desinterés y flojera. Al hombre no le dan ganas de llegar cuando la casa está volteada y la esposa sólo le presenta quejas de todo el día, además de presentársele desarreglada y con cara de: “yo no sé que te vi, imbécil”. Pregúntale al hombre fiel por qué lo es. Claro que tienen que ver mucho sus valores como persona y sus principios, pero algo ayuda enormidades, es que si mujer siga atenta a su presentación y a sus atenciones con él. Que quiera verse bonita para su esposo, que lo sorprenda con un platillo rico o la bebida que le gusta junto con la musiquita que ambos disfrutaban cuando eras novios. Si piensas que eso es cosa del pasado y ahora no es posible, ya creo en lo milagros y más aún en que las cosas realmente nunca debieron pasar de moda, así como las serenatas, las cenas románticas o las flores. Una mujer que se siente halagada por ser la esposa de ese hombre, seguramente también tiene sobradas razones para pensar de esa manera. Te aseguro que si él se portara mal con ella, no sería la historia tan bella como pudiera ser. Ella vivirá tratando de adivinar donde andará siempre llega tarde, que hace con nuestro dinero que gana, por que tiene una excusa siempre que se trata de eventos familiares para no estar presente. Una mujer que se siente feliz de haberse casado con un caballero, es por que ese caballero no ha dejado de serlo y por que no le interesa andar con otras para demostrarse a sí mismo que vale. 88
Ambos necesitan estar dispuestos. No basta con que uno le eche todas las ganas y tenga detalles cuidando también su persona. La otra parte necesita responder a esas atenciones con educación y agradecimiento. Es claro que muchas parejas no vieron ese ejemplo en su casa de niños, por que los papás se divorciaron o vivían pelando. Pero no podemos negar que todos buscamos mejorar. Por qué repetir entonces los errores que cometieron tus papás. Tú forja tu propia historia. Básate ya sea en lo que aprendiste de bueno de la relación de tus viejos, o toma en cuenta lo que no te gustaba de ellos para que no lo repitas. Ir cargando con el cuento de que “mis papás me hicieron infeliz” no se vale. Ellos hicieron lo mejor que pudieron, de acuerdo a lo que les tocó vivir y de acuerdo a lo que sabían o ignoraban, pero te aseguro que hacían lo que pensaban era correcto. No los juzgues. Agradéceles su esfuerzo. Si tuviste la fortuna de contar con papás unidos, aprende de ellos ya dales gracias a tu manera de esa bendición de haber forjado juntos un hogar sólido. La comunicación, el diálogo, son básicos. Yo provengo, a Dios gracias, de un hogar unido donde mis padres siguen amándose y respetándose. Pensarás que vienen de otra época, y por eso. Pues fíjate que no. a mi madre le tocó iniciar un camino que estaba vetado para las mujeres de su tiempo y que era trabajar para ayudarle a mi padre y tener casa propia, ya que vivíamos en un departamentito de renta (donde siempre se respiró calor de hogar), pero el sueldo de mi papá no era suficiente (a pesar de que tenía varias chambas) para hacerse de una casa. Desde que tenía 6 años de edad y hasta que cumplí 26, vi a mi mamá salir a trabajar a una oficina e incluso llevar trabajo extra a la casa. La ventaja era que mi par de viejos se iban y regresaban juntos de la chamba, trabajaban en el mismo lugar y se ayudaban muchísimo. Cuando en las noches mi mamá lavaba la ropa, se le escuchaba siempre cantar muy contenta mientras mi papá regresaba de su otra chamba de locutor en una estación de radio. Mi padre trabajó 40 años en Pemex. Mi madre 20 también en Pemex (¡y pensar que ella fue su secretaria por algún tiempo!) Nunca los vi. pelearse ni discutir. No dudo que hayan tenido alguna diferencia, pero yo creo que cuidaban mucho que mis hermanos y yo no nos diéramos cuenta de ello. Platicábamos mucho, por eso no batallaban en resolver sus detalles.
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Me encantaba ver que mi papá le hiciera cosquillas a mi mamá o que la cargara jugueteando mientras se atacaba de risa. Eso me hacía sentir muy segura y no dudo que a mis hermanos también. Cualquier manifestación festiva de que amas a alguien, expresa más que las palabras y alimenta la relación. No es necesario vivir un gran acontecimiento para celebrar que nos queremos y que estamos juntos. Son tantas las personas que quisieran preocuparse por alguien, velarle el sueño a alguien, corresponderle a alguien, que no es justo despilfarrar reproches, silencios, resentimientos y necedades con la persona que nosotros sí tenemos y muchos desearían tener en nuestro lugar. Ponernos en el sitio de quien sueña con estar al lado de alguien sin tenerlo, nos hace recordar que la persona que está con nosotros se puede llegar a cansar de los desaires que le propinamos y alguien más puede ganarse su amor con detalles de atención y respeto. Ese respeto que nos negamos a seguir alimentando. Si alguien se ha quedado solo después de haber fracasado en su noviazgo o matrimonio, que piense que fue lo que dejo de hacer, no lo que hizo. Casi siempre en la omisión está el secreto de la falta más grande: omitir respetarse, escucharse, considerarse. Cuando nos quedamos solos, buscamos pretextos para vagar por el mundo cargados de ojeras, quejumbres y desgano, pese a que necesitamos recordar lo que se nos quedó olvidado en medio de la sala cuando no queríamos escuchar a nuestra pareja, en medio de la cama cuando teníamos sexo por necesidad y sólo eso, en medio de la mesa del comedor cuando sabíamos que platicando se podían resolver algunos malentendidos; pero no… Fue más fácil hacer como si nada hubiera pasado. El silencio malhumorado. La queja habitual. Pregúntate que tan joven te sientes para amar y que tan viejo para quejarte. ¿Causas por las cuales quejarse? ¡Uuyyy!; hay muchísimas, sobran y de eso estamos hasta el copete. ¿Razones para vivir? También hay, sólo que no todos están dispuestos a verlas. No eres joven por tu edad, sino por tus deseos de vivir y hacer feliz a alguien. Si crees que tu relación aun puede salvarse, observa realidades, no fantasías. 90
¿De que patita cojean los dos? Si quieres arreglar las cosas, tienes que estar dispuesto a seguir viviendo de cerca con las patitas cojas de tu “peor es nada”. Que si esas patitas son patotas, ahí es donde hay que pensar, porque algunos quieres escudarse en el cuento de: “es que tú a mí no me comprendes y me aplastas, me humillas, me haces daño”. ¡Bah!, suena a: “es que no quiero ir al kinder, mami, ¿vas por mi?” Es cierto que todos tenemos defectos, pero hay gente que no ha solucionado el resentimiento que se le quedó atorado porque no lo dejaron comer postre cuando tenían ocho años, o porque lo regañaron porque firmó las calificaciones para que sus papás no vieras que había sacado cinco en matemáticas, o porque te sientes la rata más vil porque cometiste un error cuando eras chavillo… y ahí vas, como El Pípila con una “piedrototota” que te hace llagas en la espalda sin necesidad. Lo pasado quedó atrás y si hubo desventuras, ¡que importa! ¡Ya pasó! ¡Supéralo! Así como tus pantalones cambiaron de talla al igual que tus zapatos, superando la etapa del jardín de niños y la adolescencia, tú échale para adelante, tu corazón y tu cerebro están más que aptos para lo que sigue. No te quedes encerrado en el salón donde te enseñaron a hacer planas de rayitas y bolitas, dale lugar a tu sabiduría, a tu creatividad. Estamos aquí para crear. Mediante nosotros Dios sonríe, ama, convida, ayuda, renace. Dale la oportunidad de renacer en ti. ¿Qué no te sientes digno? ¡Lo eres! Te lo aseguro. Lo eres. No es casualidad que estés leyendo este libro. ¿No querrá Dios que lo sepas en este momento? 91
Si queremos llegar a tener, necesitamos primero ser, y eso se logra comprendiendo que una buena persona es la que obtiene las recompensas más jugosas y perdurables de la vida. Se una buena persona es el negocio más redituable que existe. Si alguien confía en ti, no defraudes la fe que ha puesto en tu persona. Aunque creas que al hacer bien las cosas, no vas a ganar tan rápido como el que hace trampa, espera…, porque lo que ganes será para siempre. 92
Sentir a quien amamos, es sentir un pedazo del aire que nos refresca y acaricia el rostro en la mañana. Es sentir su presencia como si tomáramos un durazno en la mano y lo acercáramos a nuestro rostro para deleitarnos con su textura, aroma y temperatura. Eso es vivir la intimidad. Conocer a la perfección sus manos, sabiendo que cada día están cambiando y que por lo tanto sus caricias son mejores. Que la miel espesa de sus labios nos traspase el paladar y la garganta con el deleite de un amor renovado, delicado pero fuerte a la vez, y reconocer que cada vez “sabe mejor”. Hacerle vibrar con sólo enfocar nuestra mirada en la suya, diciendo las cosas que no se pueden asomar con palabras. Tomarle en nuestros brazos con hambre y a la vez son sutileza. Reconfortar nuestra piel con caricias y asombrarnos aun de lo medicinal que es un abrazo en donde el cuerpo estorba. Una elevada nota de erotismo se amontona en todas las rendijas de nuestro cuerpo para ser puestas a navegar a la primera provocación, cuando el amor está al frente conduciendo con sus manos el timón. ¿Por qué tengo que dejar de sentirte cuando ya te tengo? ¿Por qué te llegarías a aburrir a mi lado? ¿Sabes cuantas parejas aburridas están viviendo juntas ahorita? No tienes idea. Probablemente tu seas parte de una de ellas. En el matrimonio surge con frecuencia causas que “arranan” la pasión y estancan el deseo. Si la mujer deja de arreglarse y se da a la tarea de “asesorarse”, pobre marido. Si el hombre se vuelve “mister ego” o “mister niño”, pobre esposa. Cambiar no es la clave sino ser. Ser, con todas tus sonrisas, con todas tus luchas, con todas tus ideas, con todas tus ganas. No nada más con tus exigencias, miedos y flojeras. 93
Que el hombre sea Hombre, no porque “puede en la cama”, sino porque sepa responder, apoyar y defender. Que la mujer sea Mujer, no porque sepa cocinar, tener hijos y lavar calzones, sino porque ame, comprenda y luche por la dignidad de su hogar. Si eres hombre, primero piensa en las virtudes que tienes y después en tus responsabilidades, porque si no sabes para que eres bueno, ¿Cómo vas a ser capaz de ponerte a trabajar en algo productivo para mantener a una familia? El hombre soltero tiene muy definido lo que le gusta, pero cuando se casa no sabe como relacionarlo con el trabajo para tener un gran patrimonio. Por ejemplo, le “encanta cocinar” y es contador público. Cuando es soltero tiene su carrito de hamburguesas o su negocito de tacos, le vale (y que bueno, está haciendo lo que le gusta). Pero no previene nada, lo que gana o medio lo invierte o medio lo gasta, pero hasta ahí. Después la casa y (gran error) deja lo que le gusta para buscar un empleo de contador en una empresa o un despacho. Tiene la idea de que eso sí es un trabajo y que lo necesita para mantener su hogar. Por lo tanto, ya no se recrea nadie con sus recetas nuevas y sus creaciones únicas en la estufa o la parrilla porque está cansado de ver tantos números. No se pone a pensar que esos números podrían ser de su propia fonda o mesón o de la franquicia de algún restaurante, aunque sea pequeñito. Cuando el hombre no hace lo que le gusta, se frustra y cuando se frustra, se cansa y cuando se cansa no puedes contar con el para nada absolutamente que no sea ver en la televisión lo que a él le gusta. ¿Cuál romance ni que nada? ¡si estas frustrado con lo que hace! Todos los días tiene que reportarse en la oficina que odia, para hacer un trabajo que odia, con un jefe que odia. ¿Qué pretendes que te dé? Odio. Desde que somos novios, es importante que hablemos para identificar lo que le apasiona a nuestra pareja y apoyarla en lo que podamos. Y desde novios, debemos ir probando lo productivo que puede ser que haga lo que le guste. No se vale conseguirle chamba en el negocio de tu papa. Deja que el decida. Después te vas a quejar de que le falta iniciativa y que todo lo tienes que hacer porque a él no se le ocurre nada. Entonces, es mejor que el hombre diga y haga lo que considere que está dentro del campo no sólo de su especialidad, sino de su gusto. Un hombre contento es productivo; si es productivo se siente a gusto y por lo tanto es cariñoso, comprensivo, juguetón y creativo en todos los aspectos. 94
Hay caballeros que nacieron para apoyar a su inquieta esposa, que es tremenda para los negocios. ¡Pues adelante! Si cada uno está contento con su trabajo, no dejen por eso de hacer lo que mas les guste. Existen numerosos casos de pareja que como hobbie se pescaron de algo para vender u ofrecer, y nada, que ahora es lo que les da de comer y les da para muchas cosas más. Pero chiste es que sea una idea que convenza a los dos. Cuando la idea es de la mujer y el esposo nomás le sigue la corriente sin esta convencido, no se logra sacar más que para lo indispensable. Aquí es recomendable que el la deje ser ella y la respete y le de animo y ya. Pero que el se dedique a lo que le gusta, así van a tener de que platicar. Que la mujer respete y apoye lo que le gusta al marido y viceversa. Ahí está “el punto del arroz”. La muchacha que lo que ya quiere es casarse, cae en la tentación de componerle la vida a su novio y convertirlo de bohemio a ejecutivo. Y la transformación comprende desde acompañarlo a que se compre ropa “decente” hasta quitarle a sus amistades, alejarlo de su familia, conseguirle trabajo y pensar por el. El, por quedar bien, puede ser que al principio aguante la vara. Pero ya entrados en confianza, va a regresar a donde partió: a se como es él en realidad. Es obvio que la chica en cuestión se supersaque de base, porque su “ejecutivo de petatiux” volvió a ser el bohemio original que ella conoció. Es a partir de entonces cuando el muchacho se enfrenta con ella casi hasta con rencor por haberlo querido cambiar, y no es mediante reproches como solemos hacerlo las mujeres, sino con actitudes. Te ignoro “me vales queso”, llego tarde ¡y que! Cuando comienzan las faltas de respeto, no hay quien salve esa relación, por más que le quieras disimular. Ningún ser humano desea ser sometido. Si acaso lo permite, es por temor a perder a la persona de la que cree estar enamorado, pero siempre regresa a ser como realmente es. No se vayan con la finta. Sólo en los casos muy especiales de personas muy maduras, sensatas, conscientes de lo que quieren y dispuestas a respetar a su pareja como es, pueden hacerla sin haberse tratado mucho. La mayoría, en realidad, necesita conocerse a la hora del pleito y los problemas. Ver hasta donde aguanta. Cuando en amor es mayor, las cosas se solventan, pero cuando a uno de los dos le falla, la bomba estalla tarde o temprano. 95
Para “sentir” a la persona, hace falta estar realmente enamorado. Yo no puedo sentir a alguien que me gusta aunque no la ame, pero eso se termina pronto. Sentir implica vivir el amor con todo. Sentirte a ti. No solo a tu cuerpo, porque quien acaricia no es la mano solamente, sino tú. Porque quien me besa no es tu boca sino tú. Porque quien sonríe no es tu cara, sino tú. Ningún ser humano puede estar capacitado para expresar lo anterior si tiene problemas sin resolver desde la infancia o complejos de inferioridad o culpas. Eso se tiene que hablar en el noviazgo: “encuerar el alma”, no el cuerpo, aunque la tentación de lo segundo sea más fuerte. Llorar juntos como amigos, platicarnos sobre las cosas que nos entristecen y que queremos mejorar. Al haber amor debe haber voluntad para reconocer al gran ser humano que res y que puedes llegar a ser de la mano de ese alguien que te acepta como eres. Si están a tiempo de volver a comenzar con su pareja, tomen en cuenta lo que les gusta, háganlo, vivan sus cosas por separado; aunque no lo crean, eso acerca. Pero su ya se han dado cuenta de que juntos solo se hacen daño, terminen cordialmente. Por mas que parezca que se odian, existen recuerdos por los que vale la pena separarse con cortesía, por ustedes y por sus niños, si los tienes. 96
Todos los hombres de honor son reyes, pero no todos los reyes tienen honor. El honor es lo que ningún ser humano puede darte y nadie puede quitarte, el honor es un regalo que te haces a ti mismo. Las mujeres son el corazón del honor. nunca maltrates a una mujer, ni difames a un hombre. 97
Una persona soltera puede sentirse triste y en desventaja por no estar casada, o por no tener pareja. Una persona casada puede sentirse sola y triste por no tener libertad. Una persona a punto de divorciarse puede sentirse sola y triste por los resultados de su relación. ¿Quién está viviendo su momento ideal? El casado añora la libertad del soltero. El soltero añora el hogar del casado. El divorciado añora la tranquilidad del que no pretende casarse. Y el ser humano, ¿Dónde queda? Sin importar su estado civil, si tiene hijos o no, si pretende a alguien o no, ¿Dónde queda el ser humano? La calamidad es querer ser como otros son, y no valorar lo que nosotros somos. ¿Por qué? El ser humano se ha olvidado de amar la vida y lo que le rodea, porque está empecinado en tener romances, al precio que sea. Nos hemos acostumbrado a idealizar el “amor en pareja” únicamente. Cuando este tipo de amor se vive en plenitud, ¡que maravilla! Pero cuando solo queremos la experiencia de tener a alguien a nuestro lado porque así “debe” ser, ¡que lastima! Cada vez que observas a los demás y envidias su forma de vida para posteriormente juzgarte a ti mismo desafortunadamente, estás en peligro de echar a la basura cualquier esfuerzo que alguien esté haciendo para hacerte feliz. 98
Ninguna esposa puede hacer feliz a un esposo que anhela estar soltero par echarle vuelo a la hilacha. Tampoco un esposo puede hacer feliz a una esposa cansada de ser “la señora”, porque quiere seguir siendo la “chava”. Ninguna buena amiga soltera podrá convencer a su amiga soltera de que están viviendo una etapa bien padre de aprendizaje, crecimiento, libertad, si la otra muchacha está traumatizada porque no hay novio en puerta. Ningún padre encontrará las palabras para convencer a su hija o hijo divorciado que la vida sigue y que le eche ganas, si el hijo se enrosca en su concha de amargura y no vuelve a poner sus ojos en nada más que su propia pena. Todos corremos el riesgo de equivocarnos, seamos como seamos, pero es más fácil pensar que los demás no sufren, sólo nosotros. A todos nos pasan cosas difíciles para recordar que tenemos “tamaños” para superarlas, te aseguro que si sufres soltero, vas a sufrir casado, pero si gozas soltero y te llega la oportunidad de casarte, sabrá gozar también. No por poner cara de puchero van a llegar más rápido las cosas que queremos. Lo primero sería poner otra cara para comenzar a sentirnos mejor y así provocar que las buenas vibras se aproximen; por que, francamente, de mal humor no se arregla nada. Piensa y actúa en función de tu verdad. Sólo piensa si esa manera de pensar y ser te hace en verdad feliz. Si es así, adelante, la gente de todas formas hablará. Lo importante es lo que dice tu corazón. ¿Por qué el amor duele? Porque nos creamos demasiadas expectativas de él. Porque exigimos que sea como nosotros decimos. Porque al ver nuestra realidad, vivimos comparándonos sin ver lo bueno que tenemos. Y si duele, ¿no puedes superarlo? ¡Claro que sí! Solo enfócate en ti y en tus sentimientos, no en las opiniones de todo aquel que pase por tu vida. La gente no podrá jamás comprender el porque de tus decisiones. Las personas que te critican o te hacen observaciones no están en tu Ruperto, ni en tu cabeza, n en tu sangre. Solo tu debes saber lo que quieres y luchar por conseguirlo con la cabeza en alto, no con el alma a rastras. 99
Si eres soltero (a) se que te duele verte solo, porque los momentos románticos con una pareja no forman parte de lo que puedes saborear en el presente. Sin embargo, la clave para poner el amor “en acción” no es que llegue tu media toronja en corcel blanco, sino que logres observar para que estas ahorita sin pareja. Lo mas seguro es que necesites hacer y aprender algo primero solo, antes de que llegue alguien especial… y si no llega, seguramente será porque tu grado de realización es pleno con la misión que tengas en las manos, y con la gente que esté a tu alrededor. Así, el tener pareja “deja de ser un requisito para ser feliz”. Cuando te sientes contento sin pareja no es porque te estés privando de ella, sino que simplemente puedes prescindir de ella. Si te divorciaste o andas en esas danzas, seguramente pensarás que perdiste el tiempo intentando que tu relación funcionara y hasta te sientes culpable. Te preguntas a cada instante: ¿en que falle? La elección de tu pareja, según recordarás, fue la mejor en aquel tiempo, estabas segurísimo (a) de que junto a esa persona todo iba a marchar de maravilla. Pero, no podían faltar las sorpresas, los contratiempos y la desilusión junto con mucha tolerancia, pretendiendo que las cosas cambiaran. Al final, la decisión más difícil fue: “tu y yo ya no tenemos nada que compartir, mas que la decencia de tomar cada quien su camino para bien de todos”. Aquí me permito recordarte algo: solo por el tiempo en el que sí hubo entrega, en el que sí hubo respeto y dignidad… tu relación valió la pena. Trata de albergar en tu corazón solo aquello por lo que el tiempo dedicado a tu ahora extinguida relación, le dio razón de ser y por momentos te hizo sentir una persona realizada. Más aun si tienes hijos por ellos… valió la pena. Si estas casado y te llevas bien con tu pareja, pero tienen un hijo enfermo, no dudo que se hayan preguntado en más de una ocasión: ¿Por qué nos tocó esto a nosotros? ¿Qué estamos pagando? Tener un hijo es algo especial nos hace especiales también a nosotros y la sensibilidad que desarrollamos para atenderlo, guiarlo, cuidarlo, es algo que Dios patrocina directamente. Invariablemente te sentirás afortunado por tener en tu hijito a un maestro del que vas a aprender más de lo que te imaginas. Hay problemas que fortalecen al matrimonio cuando, a pesar de las crisis económicas, sacamos fuerzas para luchar juntos y superamos esa situación. 100
Claro que no se puede con una crisis económica si además vivimos una crisis entre nosotros, y no nos tragamos, y no nos soportamos y no tenemos un céntimo de ganas de luchar con esa persona que hasta el respeto nos ha faltado. Aunque estemos viviendo algo que nos esté doliendo, volvemos al amor cuando nos respetamos y vemos que nuestra pareja también hace lo mejor que puede para prosperar, que no se conforma, que no se aplatana, que no se raja. De no se así ¿Qué caso tiene refugiarnos en algo que, sabemos, nunca va a pasar de ser un costalote de resentimientos cada vez mas pesado e intolerante? Para sobresalir de la gruesa capa de temor que todos tenemos, necesitamos voltear a ver nuestra verdad, y sacarle todo el jugo y el provecho posible. ¡Quítate el miedo! El miedo paraliza a cualquier humano, por más valiente que parezca. El miedo te hace resquebrajar amistades o relaciones sentimentales, y hasta destruye a la familia. El miedo hace que un hombre o una mujer se escuden detrás de una botella de alcohol para no luchar en un mundo que sientes superior a ellos. El miedo hace que la televisión se vuelva el espejo de lo que quisieras ser y hacer, pero no te atreves a llevarlo a cabo. El miedo provoca enfermedades, malos entendidos, palabrotas, señales ofensivas, portazos y hasta golpes que siempre van en aumento. Cuando hay temor, no te sientes digno y lo muestras con coraje o flojera, con un total desgano y falta de interés en todo. ¿Temor yo? No eres un ser de otro planeta, todos sentimos temor, pero sólo aquellos que tienen fe y esperanza en Dios pueden ser capaces de superarlo a fondo. En él están todas las respuestas a tus clamores, toda la comprensión que te hace falta y la ternura que ni tu mismo has sabido darte. Cuando Él te escucha, te apapacha, te sostiene entre sus brazos, te sonríe para devolverte las fuerzas que has perdido. Él sabe que sufres por tener miedo y una culpa que no terminas de comprender. Crees que no eres digno de que Dios te ame, y por consecuencia, nadie más. Sin embargo, en el peor de tus sufrimientos y confusiones, Él estaba ahí presente, sólo es cuestión de que respires para sentirlo vivo dentro de ti, de que extiendas y tenses tu mano para palpar pulsaciones en las yemas de tus dedos: así como un calorcito muy especial en toda la palma de tu mano. 101
Él te acepta y te entiende porque sabe de sufrimientos y de dolor también. No importa que digan los demás, déjate querer por Dios, entrégate en sus manos, deja que tome el timón de tu barco. Si fracasaste en algo ¡aprende! Levántate con la cabeza en alto, a todos nos pasa eso de tener que levantarnos de nuevo… ¡ánimo! Deja atrás todo aquello que lastima y permite que llegue a ti la justa prosperidad que también tu mereces. Sí, es difícil vivir para el que teme. Mejor ama. Ama y más y mejor cada vez. Sonríe. Cree que te mereces todo lo mejor de la vida. Deja de ser víctima silenciosa de tus temores no superados de la infancia: que si me van a castigar, que si no soy bueno, que si no soy talentoso, que si me porté mal y no me van a perdonar, que si tuve un desliz, que si pensé en algo que no debía pensar… ¡ya! Es hora de vivir para amar, servir, crear y recordar lo que se nos ha olvidado. Se nos ha olvidado que somos valiosos, importantes, sencillamente los mejores en lo nuestro, porque Dios no crea basura, ni equivocaciones. Si eres como eres, es para algo. No te quedes varado a un lado de la carretera de tu vida, viendo como los fracasos se van sumando mientras el miedo te sigue ahorcando. ¡Grita! ¡Llora! ¡Sácalo! Basta de corromper el derecho de ser feliz por la falta de esperanza. Basta de rasgar la alegría para tejer solo amargura. Basta de caminar sin fin. Amar es un placer cuando amas todo. Amar es una tormenta cuando no aceptas nada. Amar a tu país puede ser un placer, a pesar de tus tormentas. Deja a un lado las “trifulcas” que nunca faltan. Observa a México fuera de las noticias, admíralo desde tu familia, desde los esfuerzos de todos los que conoces, desde la nostalgia que te provoca recordarlo cuando estás lejos de casa. México prospera calladamente en la sencillez y humildad de su gente. Es un bálsamo donde flota la calma y se templa la energía. México es enorme, su espíritu no es sólo de lucha, también es de entrega y sana espiritualidad. 102
México recibe porque da… amor, fe, bondad y esperanza. La Virgen de Guadalupe arropa al pueblo, porque sólo se puede cobijar a los de sencillez y nobleza de corazón. Viva México y su espíritu humilde, ese que nos ha hecho merecer tal cobijo celestial de Santa María de Guadalupe. Si el tener mucho nos impide ver los milagros, entonces que sigamos pereciendo a los recursos materiales y renaciendo en dulce espiritualidad, para poder verte nuevamente, Virgen morena, como lo hiciera Juan Diego que no renegaba de su condición sencilla. No fue un español culto el que mereció tu dulce presencia a ojos vista. Fue un indio ataviado en manta y huaraches, un indio analfabeta, un indio de corazón limpio, librado de egos y falsas vanidades. Vivan los huaraches y las mantas y viva la dignidad de portarlas en el corazón sobre cualquier crisis económica, que nada será junto al amor de quien velará siempre por México, porque no sólo se apareció en esta tierra, sino que vive en ella! DOWNLOAD FREE http://visualbook.blogspot.com
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