OCIO Y NEGOCIO Arturo Uslar Pietri
En los largos largos períodos de vacaciones el hombre siente un indudable desajuste. No es fácil fácil no hacer hacer nada o intere interesar sarse se sufici suficiente entemen mente te por alguna forma forma de activi actividad dad simulada. El farniente El farniente no siempre es dulce. No es solamente solamente que se rompe rompe un hábito muy muy anclado en la naturaleza humana, el de hacer y tener que hacer, sino que se produce una especie de desviación de un instinto. El hombre no parece parece hecho para el ocio, como como tampoco lo está ningn ningn animal. animal. El descanso descanso para el animal es tan sólo el sue!o, la vigilia vigilia es siempre siempre activa. "a vigilia vigilia del anima animall salv salvaj ajee es una una cons consta tant ntee disc discip ipli lina na de trab trabaj ajo o para para logr lograr ar el alim aliment ento, o, para para defenderse defenderse del enemigo, enemigo, para obtener la hembra. hembra. No hay vacaciones para para los seres que viven en la naturaleza. El ocio forzado forzado de las prisiones prisiones fabrica fabrica neuróticos. neuróticos. #omo el ocio dorado dorado de la riqueza riqueza sin empleo tambi$n los fabrica. fabrica. El trabajo trabajo ha sido una e%traordinar e%traordinaria ia disciplina disciplina social a todo lo largo largo de la historia. Nada representa representa más el equilibrio equilibrio del buen ajuste ajuste natural del hombre con el medio que el campesino en su labranza o que el artesano en su taller taller. &acen para para vivir y tambi$n tambi$n viven viven de lo que hacen. hacen. El hacer es una una forma forma esencial esencial del vivir. vivir. El hacer arraiga y la inactividad inactividad desarraiga. "os sicólogos nos dicen ahora que el trabajo es más que una disciplina sana de la vida, que es una necesidad del espíritu humano. El hombre trabaja no sólo para comer, comer, sino para llenar otra necesidad no menos importante de su naturaleza, la de crear. crear. 'odos los seres humanos, en grado variable, tienen la vocación de una actividad creadora, de realizar algo que se deba a ellos. ellos. "ograr "ograr el trigo o el maíz de la tierra, tierra, o hacer con la madera una silla o una mesa, o hacer msica con la voz y las manos, o pintar en la pared la silueta de una visión. En este sentido las civilizaciones son las grandes hechuras colectivas del instinto creador del hombre. El descansar no podía ser sino un alto en el hacer. hacer. (entro (entro del archivo viviente viviente del idioma nos ha quedado la palabra holgar. holgar. (e ella nos vienen holganza, huelga y holgazanería. &olgar no es otra cosa que detenerse en el sumo cansancio a respirar como un fuelle, para recobrar el aliento. #omo tambi$n negocio no era, al comienzo, sino la negación del ocio. )na negación impuesta por una necesidad creadora de la naturaleza humana. El problema consiste ahora en que el ocio se presenta como una alternativa general para todos los hombres. #on el desarrollo de la tecnología, con la multiplicación de las máquinas máquinas substituti substitutivas vas del esfuerzo físico físico y tambi$n tambi$n mental del trabajador trabajador,, la perspectiva perspectiva más segura es que cada vez haya menos necesidad de trabajo y más gente enfrentada con los problemas de la holganza. Es decir más más ocio y menos menos negocio. El crecimiento de la productividad lograda por la revolución tecnológica lleva a que cada vez con menos tiempo tiempo cada trabajador trabajador produzca produzca más riqueza. riqueza. *e ha previsto previsto que puede llegarse en el futuro a una semana de treinta horas de trabajo y a un a!o de cuarenta semanas. 'ampoco $ste es un límite má%imo, sino una etapa. +lguna gigantesca readaptación de las condiciones de e%istencia en la sociedad tendrá que ocurrir para que ese inmenso inmenso ocio no se convierta convierta en una enfermedad enfermedad contra la
salud mental y el bienestar colectivo. +lgo que no puede ser simplemente la substitución de la actividad por un juego. +lgo en que el hombre pueda poner y recibir la misma compensación creadora que el trabajo significó para $l desde que era un cazador primitivo. )na vida de descanso sin tregua o de falsificación artificial de la actividad podría ser un infierno. por lo menos llegar a romper los resortes sicológicos que han hecho que el hombre llegue a ser el hombre. "o que está en juego es su propia capacidad creadora. Necesita el negocio, incluso para que pueda tener sentido y validez el ocio.