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SUPERVISOR PLAN 1142111:1-1 INKA
Programa Nacional de Riego
Obras de riego para zonas montañosas
2 Obras de rieszo para zonas montañosas
2004
Quedan reservados los derechos de propiedad por PRONAR bajo Depósito Legal 2-1-988-04 Edición N° 1 Este libro es una publicación del Subcomponente de Investigación Aplicada del Programa Nacional de Riego (PRONAR) PRONAR Av. Litoral E-0984 esq. Benjamín Blanco. Casilla 1503 Telef.: 591 — 4 — 4114007 — 4256281 E-mail:
[email protected] Comité editorial: Ing. Carlos Castrillo, Ine. Humberto Gandarillas, Ing. Luis Salazar
Auspicios:
Banco Interamericano de Desarrollo BID Cooperación Técnica Alemana GTZ Se autoriza la reproducción total o parcial del libro previa autorización del PRONAR
Impresores : Impresiones Poligraf Telf. 4251468 Julio 2004 Cochabamba - Bolivia
iii
Prefacio
Desde algunos años ya, el componente de Investigación Aplicada del Programa Nacional de Riego (PRONAR) trabaja en una línea de investigación sobre el diseño y la construcción de obras de riego. Como resultado de esta línea, ya se publicaron documentos sobre 'Sedimentos y diseño de obras de almacenamiento", "Criterios de diseño y construcción de galerías filtrantes", "Criterios de diseño y construcción de tomas directas","Criterios de diseño y construcción de tomas tirolesas" y "Criterios de diseño y construcción de tomas tipo presas derivadoras". En la misma línea, el PRONAR propuso hacer una investigación sobre las obras que se encuentran dentro de la zona de riego, con el objetivo de analizar sus criterios de diseño y construcción y plasmarlos en una guía práctica para orientar el trabajo de los profesionales en el tema. Como enfoque de la investigación se definió que ésta debe considerar las obras no sólo desde el punto de vista hidráulico-constructivo en sí, sino inmersas en la compleja realidad de los sistemas.detiego, su gestióny su contexto productivo. El análisis de su diseño y construcción, por ende, combina los conocimientos 'antiguos' sobre hidráulica y materiales, con las ideas recientes sobre la función de las obras dentro del contexto económico-productivo y social-organizativo del funcionamiento del sistema de riego. Esta investigación debería generar el puente entre las investigaciones sobre el funcionamiento socio-organizativo de los sistemas de riego, con el diseño y la construcción de las obras físicas, para que los conocimientos de gestión adquiridos en los últimos años se traduzca en diseños concretos de obras. El libro presenta criterios para el diseño y la construcción de obras de riego adaptadas a las condiciones particulares de las zonas montañosas de Bolivia. Estas condiciones particulares conciernen, por una parte, su topografía, hidrología y geomorfología, y por otra, la autogestión por parte de los regantes y su estilo de producción agrícola bajo riego. Los profesionales involucrados en la realización de los proyectos de riego deben asegurar que las obras que ellos diseñan y construyen sean compatibles con las características de este entorno, para así generar condiciones favorables para el uso productivo y sostenible del agua. Con los criterios presentados intentamos proporcionar herramientas para dar solución a la compleja interrelación entre las obras de riego y su contexto natural y socio-organizativo. Esperamos que estos criterios sirvan a los diseñadores de riego en su tarea de definir el tipo de obras con sus detalles hidráulicos y constructivos.
iv
Los criterios y recomendaciones sistematizados en este trabajo provienen de una combinación de fuentes de información: experiencias propias en el diseño y en la construcción de obras de riego, visitas de campo a sistemas ejecutados, entrevistas con expertos en temas diversos del riego y documentos sobre el diseño y construcción de las obras. Al trabajar con estas distintas fuentes de información nos dimos cuenta que existen coincidencias pero también discrepancias respecto de los criterios a aplicar. En este libro, presentamos los que a nuestro juicio son los más adecuados para las obras en las zonas montañosas de Bolivia. Subrayamos que es la primera versión de este libro. Estamos seguros que recomendaciones de otros colegas y nuevas experiencias nos obligarán a introducir modificaciones posteriores. Es nuestro afán que en próximas versiones, se vayan afinando los criterios propuestos. Muchas personas nos ayudaron en el largo camino de recolección y sistematización de datos. Queremos agradecer en especial a los siguientes profesionales: a Femando Iriarte, Willy Daza y Augusto Medinaceli por su acompañamiento en los sistemas de riego de Sacabamba, Las Pampas y Lequepalca; a Esteban Antezana, Alberto Cavero, Carlos Flores, Humberto Gandarillas, Delia García, Luis González, Pedro Gutiérrez, Zulema Gutiérrez, José Manuel López, Yonson Masías, Domingo Saldías y Daniel Vega por su apoyo en temas específicos del trabajo; a Carlos Montaño y Augusto Prudencio por compartir su extensa experiencia de diseño en las múltiples reuniones sostenidas; a Herman Depeweg por su revisión crítica de los capítulos y sus invalorables consejos hidráulicos; a Oscar Bustamante por sus comentarios sobre las compuertas "cero-cien"; a Fernando de la Fuente y Rafael Prado por las ilustraciones; a Sergio Mora por la revisión y aprobación del documento final; a Angel Rejas por prestarnos algunas fotos; a CES por permitirnos usar algunos de sus planos de obras, a Lily Beccar por la revisión del texto, y a todos los demás profesionales, amigos ingenieros y regantes, con los que anduvimos por los canales de riego. Queda sin decir que los errores que hubieran quedado en el texto aun después de las repetidas revisiones, son responsabilidad exclusiva de los autores. Agradecemos al Componente de Investigación Aplicada del PRONAR y sus instituciones auspiciadoras el Banco Interamericano para el desarrollo (BID) y la Cooperación técnica alemana (GTZ), por habernos dado la oportunidad de efectuar este estudio. Cochabamba, julio de 2004
Alfonso Bottega - Paul Hoogendam
y
Índice 1
Obras de riego en zonas montañosas 1.1
1
Introducción
1
1.2 Las distintas obras de riego
2
1.3 Características de la zona montañosa boliviana
2
1.3.1 Fisiografía
2
1.3.2 Topografía
4
1.3.3 Geología
5
1.3.4 Precipitación e hidrología
6
1.3.6 Producción agrícola y objetivos de riego
6
1.3.7 Gestión de riego 1.3.8 Condiciones institucionales en Bolivia 2
Proceso de diseño y construcción 2.1
Diseño conceptual del sistema y de las obras
2.2 Diseño final de las obras 2.3
Características del proceso de diseño
2.4 Construcción de las obras 3
Criterios generales de diseño y construcción 3.1
5
1.3.5 Ingeniería de riesgo en zonas montañosas
Criterios generales de diseño y construcción 3.1.1 Sostenibilidad y durabilidad 3.1.2 Funcionalidad y flexibilidad 3.1.3 Manejabilidad y transparencia 3.1.4 Mantenibilidad 3.1.5 Seguridad 3.1.6 Eficiencia de costos
3.2 Implicancias de los criterios generales para las obras de riego
7 11 13 13 14 14 15 17 17 17 18 18 19 19 20 20
vi 25 Red de riego
4
Diseño de la red de conductos
4.1
33
Canales
5
5.1
Descripción y ubicación
5.2
Criterios para el diseño de los tramos de canal
5.3
Diseño hidráulico
5.4
5.5
5.3.1
La Fórmula de Manning para el cálculo de secciones
5.3.2
Procedimiento de cálculo hidráulico de secciones
5.3.3
Ejemplo de cálculo
Aspectos constructivos 5.4.1
Construcción de canales en ladera
5.4. 7
Revestimiento
5.4.3
Construcción de canales de hormigón
5.4.4
Juntas de contracción
5.4.5
Juntas de dilatación
5.4.6
Otros usos del agua
Situaciones que conviene evitar
6.1
Descripción y ubicación
6. 7
Componentes de una obra de conducción entubada
6.3
Criterios de diseño en el contexto andino
6.4
Diseño hidráulico 6.4.1
6.5
6.6
7
Ejemplo de cálculo
Aspectos Constructivos 6.5.1
Cama de asiento y relleno superior
6.5.2
Pruebas de presión hidrostática
Golpe de ariete
Acueductos 7.1
Objeto, características y ubicación
7.2
Diseño hidráulico 7.2.1
7.3
5
33
39
5
40 40 41
5 O
47 47 47 48 50 51 52 52 53
55
Tuberías
6
25
Ejemplo de cálculo
Elementos estructurales
55 57 73 74 80 83 83
1
83
',
84
'.)
87
,
87 88 93 95
5 5 11
5
'5 _O
Vil 7.3.1
Estribos
7.3.2
Pila
7.3.3
Caja aérea
7.4 Aspectos constructivos 7.4.1
Interfase canal — acueducto
7.5 Situaciones que conviene evitar
8
Sifones invertidos 8.1 Descripción y ubicación 8.2 Criterios relacionados con gestión de riego y sostenibilidad 8.3 Diseño hidráulico 8.3.1
Ejemplo de cálculo
8.4 Aspectos constructivos y estructurales 8.5 Situaciones que conviene evitar 9
Caídas 9.2 Diseño hidráulico Ejemplo de cálculo
9.3 Aspectos constructivos
96 99 99 100
103 103 106 108 117 120 122
123 125 128 130
9.3.1
Aireación debajo de la lámina vertiente
130
9.3.2
Robustez en la construcción
130
9.4 Situaciones que conviene evitar
10 Rápidas 10.1 Descripción y ubicación 10.2 Diseño hidráulico 10.2.1 Ejemplo de cálculo 10.3 Aspectos constructivos 10.4 Situaciones que conviene evitar
11
95
123
9.1 Descripción y ubicación 9.2.1
95
Rápidas escalonadas 11.1 Descripción y ubicación 11.2 Consideraciones sobre el riesgo asociado a las rápidas escalonadas 11.3 Diseño hidráulico
131
133 133 137 139 141 143
145 145 149 150
11.3.1
Cálculo de la pendiente máxima
11.3.2
Cálculo del ancho mínimo
11.3.3
Cálculo de la altura de los escalones
11.3.4
Cálculo del caudal máximo
11.4 Aspectos constructivos
12
151 151 152 152
153
Repartidores 12.1
Descripción y ubicación
12.2
Repartidores en el contexto de la distribución de agua 12.2.1
Repartidores de comprobada eficacia en el riego campesino
12. 1 . 2
La selección de repartidores
12.3
Criterios de diseño con relación a la gestión de riego y sostenibilidad
12.4
Aspectos constructivos
12.5
150
12.4.1
Repartidores en canales de tierra
12.4.2
Construcción de compuertas
Situaciones que conviene evitar
j
153 160 160 161 164 164
0
164 165 165
1 13
169
Estanques 13.1
Descripción y ubicación
13.2
Diseño hidráulico
13.3
Aspectos constructivos
174
13.3.2
Previsiones contra la erosión
13.3.3
Ancho de coronamiento
13.3.4
Revestimiento con hormigón
13.3.5
Juntas en estanques revestidos con hormigón
176
13.3.6
Revestimiento con láminas plásticas
177
13.3.7
Estanques no revestidos
13.3.8
Seguridad
13.3.9
Evacuación de sedimentos
Descripción y ubicación La selección de los medidores de caudal
1 1
174
Muros: materiales, taludes, estabilidad
14.1.1 Principio de medición de caudales 14.2
172
13.3.1
14 Medidores de caudal 14.1
169
175 175 175
1
177 178 178 179 179 180 185 1)
415
Investigación aplicada - PRONAR
ix
14.2.1 Consideraciones en la selección de los medidores
185 186
14.3
14.2.2 Medidores sugeridos en sistemas de riego campesino Diseño hidráulico
14.4
Aspectos constructivos
190 190
15 Desarenadores 15.1
Descripción y ubicación
15.2
Diseño hidráulico
15.3 16
193 193 197
15.2.1 Ejemplo de cálculo
202
Situaciones que conviene evitar
202
Vertederos laterales
205
16.1
Descripción y ubicación
205
16.2
Diseño hidráulico
207
16.2.1 Ejemplo de cálculo
209
Situaciones que conviene evitar
210
16.3
17 Pasos de quebradas ....
17.1
17.2
17.3
Pasos Superiores
213
17.1.1 Objeto, descripción y ubicación
213
17.1.2 Diseño Hidráulico
214
17.1.3 Aspectos Constructivos
216
17.1.4 Situación que conviene evitar
217
Alcantarillas
218
17.2.1 Descripción y ubicación
218
17.2.2 Diseño Hidráulico
220
17.2.3 Aspectos Constructivos
221
17.2.4 Situación que conviene evitar
222 —
Estabilización de torrentes
222
Anexo A: La función SOLVER en la solución de problemas hidráulicos A.1 Cálculo del tirante normal de un canal A.2
213
225 225
La iteración automática
226
Cálculo del coeficiente de fricción para tuberías
227
x Ob ras d e r kt ,i, para zonas niontiiii:<
Anexo B: Muros de sostenimiento B.1
Función y descripción
B.2
Tipos de muros de sostenimiento B.2.1 Muros de gravedad B.2.2 Muros ménsula o voladizo B.2.3 Muros criba B.2.4 El terreno contenido y su presión contra el muro
Anexo C: Simbología
Bibliografia Libros y artículos en revistas Publicaciones en internet y folletos
229 229 230 230 230 231 231
241
245 245 248
LISTA DE TABLAS
Tabla 1.1: Ejemplos de relación entre el tipo de riego y características de las obras de riego Tabla 3.1: Implicancias de los criterios de diseño y construcción para las obras de riego
7 21
Tabla 5.1: Elementos geométricos de las secciones más comunes Tabla 5.2: Valores de rugosidad para distintos materiales y condiciones de canal
38
Tabla 5.3: Valores recomendados para z y b/y para canales en tierra Tabla 5.4: Valores recomendados para z y b/y para canales revestidos
42
Tabla 5.5: Velocidades máximas en canales de distinto material
45
Tabla 6.1: Dimensiones recomendadas de cámaras de inspección (Norma Boliviana 688)
58
Tabla 6.2: Especificaciones de politubos disponibles en Bolivia
64
Tabla 6.3: Esfuerzos admisibles en distintos tipos de terreno
72
Tabla 6.4: Coeficientes de fricción de distintos tipos de terreno de anclaje
73
Tabla 6.5: Rugosidad absoluta para diferentes materiales de tubo
76
Tabla 6.6: Coeficientes de pérdida de distintos accesorios
77
Tabla 6.7: Viscosidad de agua a distintas temperaturas
79
Tabla 6.8: Relación de módulos de elasticidad del agua y del material de la tubería
85
Tabla 7.1: Coeficientes Ks (pérdida de salida) para distintas transiciones
91
Tabla 7.2: Coeficientes Ke (pérdida de entrada) para distintas transiciones
92
Tabla 8.1: Dimensiones de secciones típicas
111
xi Tabla 8.2: Coeficientes de pérdida de carga para distintas formas de entrada Tabla 8.3: Coeficientes de pérdida de carga por accesorios
113
Tabla 8.4: Viscosidad cinemática del agua a distintas temperaturas
113 114
Tabla 8.5: Rugosidad absoluta del material interior de la tubería
115
Tabla 10.1: Coeficientes de corrección del n de Manning
136
Tabla 10.2: Cálculo de bordo libre y altura total de la pared
141
Tabla 10.3: Recomendaciones sobre materiales y espesores en rápidas
142
Tabla 12.1: Selección de repartidores según esquemas de distribución
160
Tabla 12.2: Propagación de fluctuaciones en distintas condiciones de flexibilidad hidráulica Tabla 14.1: Detalles características de algunos medidores comunes Tabla 15.1: Clasificación de partículas
163
Tabla 15.2: Valores del coeficiente de decantación a Tabla 15.3: Velocidad de sedimentación según diámetro de partículas Tabla 15.4: Coeficientes de seguridad K Tabla 17.1: Caudales de paso para tubos de distinto diámetro
182 198 199 200 201 220
Tabla B.1: Peso específico y ángulo de fricción interna para distintos materiales Tabla B.2: Cálculo de longitudes de los componentes de un muro de sostenimiento Tabla B.3: Pesos, distancias y momentos de cada segmento
236
Tabla B.4: Coeficiente de fricción para distintos tipos de relleno
238
234 235
LISTA DE FIGURAS Figura 1.1: Las siete provincias fisiográficas de Bolivia Figura 1.2: Zona de riego en ladera
3 4
Figura 2.1: Diseño participativo en el campo Figura 2.2: Efectos de mala construcción
15 16
Figura 4.1: Red de riego con 'laterales de canto' (izq.) y ` laterales espina de pez' (den) Figura 4.2: Ejemplo de un esquema hidráulico
27
Figura 4.3: Desarrollo óptimo de las pendientes en redes de riego
30
Figura 4.4: Excesiva erosión en la transición de canal revestido a canal de tierra
31 34
28
Figura 5.1: Distintas secciones de canal: trapecial, rectangular, circular e irregular Figura 5.2: Canales de sección rectangular, en ladera (izq.) y profundo (der.) Figura 5.3: Elementos de la sección de un canal
35 36
Figura 5.4: Donde hay peligro de deslizamiento, se protege el canal con losas
40
xii
Figura 5.5: Las piedras revelan los problemas de rebalse por sobreelevación en la curva Figura 5.6: Ubicación de canales en ladera Figura 5.7: Caída de la pared por falta de adherencia con la solera Figura 5.8: Secuencia en la construcción de paredes y solera en un solo vaciado Figura 5.9: Cinta waterstop entre canal y acueducto Figura 5.10: Niños bañándose en desarenador (izq.), lavandería al lado de un canal (der.) Figura 6.1: Tramo de canal entubado sobre terreno inestable Figura 6.2: Toma parcelaria tipo sifón con tuberías de polietileno Figura 6.3: Cruce de quebrada de tubería de PVC apoyada sobre pilas
46 48 50 51 52 53 55 56 56
Figura 6.4: Cámara de inspección en un cambio de dirección
58
Figura 6.5: Modificación de la línea piezométrica con cámaras de quiebre de presión
59
Figura 6.6: Cámara de quiebre de presión con chorro sumergido y vertedero
60
Figura 6.7: Esquema y detalle de cámara abrevadero Figura 6.8: Rejilla en cámara de entrada Figura 6.9: Tubos de PVC liso (izq.) y nervurado (der.) Figura 6.10: Tubería de polietileno o Politubo Figura 6.11: Tubos de hormigón simple y hormigón armado Figura 6.12: Válvula mariposa con bridas
60 61 63 63 65 67
Figura 6.13: Válvula de retención de disco (a) y de bola (b)
67
Figura 6.14: Colocación de tubos con junta campana - espiga
68
Figura 6.15: Componentes de la junta con brida
69
Figura 6.16: Junta acerrojada Figura 6.17: Junta mecánica de perno y gancho Figura 6.18: Detalles de una junta Gibault Figura 6.19: Otros accesorios de tubería
69 69 70 71
Figura 6.20: Esfuerzo en codo vertical inferior
72
Figura 6.21: Dado de anclaje para codo vertical superior
73
Figura 6.22: Cálculo iterativo del diámetro utilizando la planilla EXCEL
81
Figura 6.23: Cálculo iterativo de la velocidad de flujo utilizando la planilla EXCEL
81
Figura 6.24: Cálculo iterativo del factor de fricción utilizando la planilla EXCEL
82
Figura 6.25: Cama de asiento para la instalación de tubería
83
Figura 7.1: Componentes hidráulicos y estructurales de un acueducto
87
Figura 7.2: Acueducto de H°A° con pilas intermedias
88
Figura 7.3: Secciones de un acueducto para el cálculo hidráulico
89
Figura 7.4: Perfil de un acueducto con aumento y prolongación de pendiente
92
"Y
Figura 7.5: Componente de una pila
96
Figura 7.6: Sección transversal de una caja aérea con detalle de armaduras
97
Figura 7.7: Acueducto de mampostería
98
Figura 7.8: Vista general y detalle de un acueducto metálico
98
Figura 7.9: Detalles de la conexión entre canal revestido y acueducto
99
Figura 7.10: Acueducto con transiciones en pendiente
100
Figura 7.11: Erosión del terreno de fundación de un estribo por rebalse en la curva
101
Figura 7.12: Acueducto con insuficiente espacio inferior
101
Figura 8.1: Corte esquemático de un sifón invertido
104
Figura 8.2: Perspectiva de los componentes de un sifón invertido
104
Figura 8.3: Vista en elevación y corte transversal de una pared de soporte
105
Figura 8.4: Rejilla inclinada que reduce paso del agua por debajo del material flotante
107
Figura 8.5: Vertedero de excedencias antes de la entrada de un sifón invertido
108
Figura 8.6: Alineamiento horizontal y vertical de un sifón invertido según la topografía
109
Figura 8.7: Diferencia de niveles en un sifón invertido
109
Figura 8.8: Distintas formas de sección de tubería para sifones invertidos
110
Figura 8.9: Esquema de entrada de sifón invertido (en corte y en planta)
112
Figura 8.10: Esquema de salida de un sifón invertido (en corte y en planta)
116
Figura 8.11: Cálculo iterativo del factor de fricción utilizando la planilla EXCEL.
119
Figura 8.12: Parte inferior de un sifón protegido con hormigón en el cruce de un río
121
Figura 8.13: Tubería de PVC expuesta, con notables marcas de degradación
122
Figura 9.1: Serie de caídas inclinadas
123
Figura 9.2: Esquema de una caída vertical
124
Figura 9.3: Dimensiones de una caída según el criterio de Fernández Peláez
127
Figura 9.4: Caída con colchón ensanchado
130
Figura 9.5: Vista en corte de estructura de caída vertical robusta y correctamente anclada
131
Figura 9.6: Lloraderos en pared vertical de caída
131
Figura 9.7: Caída vertical desalineada respecto del canal de entrada
132
Figura 10.1: Conducción hacia la zona de riego por medio de una serie de rápidas
133
Figura 10.2: Rápida al inicio de canal lateral; su entrada (izq.) y vista desde abajo (der.)
134
Figura 10.3: Componentes de una rápida
134
Figura 10.4: Esquema del flujo en una rápida
137
Figura 10.5: Planilla de cálculo de los tirantes para el ejemplo desarrollado
140
Figura 10.6: Rápida en roca construida por excavación simple
142
Figura 10.7: Curva al inicio de una rápida (izq.) y curva angulosa en otra (der.)
143
xiv
Figura 11.1: Rápida escalonada en operación
145
Figura 11.2: Una rápida lisa y una rápida escalonada, operando con el mismo caudal
146
Figura 11.3: Presentación esquemática de flujo saltante (izq.) y flujo rasante (der.)
147
Figura 11.4: Esquema y foto de aireación en una rápida escalonada a flujo rasante
148
Figura 11.5: Gráfica para el diseño preliminar de rápida escalonada con régimen rasante
149
Figura 11.6: Alineamiento vertical de rápida menos y más empinada que el terreno
152
Figura 12.1: Repartidor rústico (arriba) y repartidores mejorados (abajo)
153
Figura 12.2: Componentes de un repartidor
154
Figura 12.3: Compuertas transversales
155
Figura 12.4: Compuerta transversal baja: abierta (izq.) y cerrada rebalsando (der.)
156
Figura 12.5: Toma directa de tubo, a la derecha con medidor de caudal
157
Figura 12.6: Instalación de compuertas con buenas condiciones de flujo para el reparto
158
Finura 12.7: Repartidor en ye
158
Figura 12.8: Distribuidor proporcional con separador delgado y compuertas
159
Figura 12.9: Dibujo constructivo de una compuerta de bastón
165
Figura 12.10: Repartidor funcionando en régimen supercrítico
166
Figura 12.11: Compuertas inoperables por mala calidad de construcción y uso inadecuado
166
Figura 12.12: Poza hundida colmatada, tapando la toma de la derecha
167
Figura 12.13: Repartidor con problemas de erosión en la transición de hormigón a tierra
167
Figura 13.1: Componentes de una estructura de acumulación
170
Figura 13.2: Estanque con canal de entrada y sedimentador
171
Figura 13.3: Estanque revestido con hormigón
176
Figura 13.4: Estanque no revestido
178
Figura 13.5: Protección de estanque con postes de madera y alambre de púas
178
Figura 14.1: Medidor de caudal con contracción de paredes
181
Figura 14.2: Medidor de contracción de fondo con pozo remansador
185
Figura 14.3: Medidor de contracción de paredes y caída vertical
187
Figura 14.4: Medidor tipo RBC
188
Figura 14.5: Toma directa con medidor triangular
189
Figura 14.6: Pantalla de WINFLUME para diseñar medidor de contracción de pared
190
Figura 14.7: Encofrado para construcción de medidor de contracción de paredes
191
Figura 15.1: Componentes de un desarenador
194
Figura 15.2: Posición de la compuerta de fondo
195
Figura 15.3: Desarenador con vertedero que descarga hacia el cauce natural
196
11
1) )
11)
Figura 15.4: Desarenador de sección trapecial con vertedero de excedencias ............................................ 197 .4)
o
XV
Figura 15.5: Desarenador; vista en planta y en cortes longitudinal y transversal
198
Figura 15.6: Desarenador inoperable por falta de limpieza
203
Figura 16.1: Vertedero lateral en perspectiva y en corte
205
Figura 16.2: Vertedero - sifón
206
Figura 16.3: Vertedero de excedencias con compuerta de emergencia en obra de toma
207
Figura 16.4: Vertedero lateral en régimen subcrítico
208
Figura 16.5: Canal llevando agua hasta el borde (izq.)„con rebalses ents curvas (der.)
211
Figura 16.6: Vertedero tapado por usuarios para aumentar el caudal en el canal
211
Figura 17.1: Paso superior en perspectiva, en planta y en corte transversal (con armadura)
213
Figura 17.2: Paso superior rústico
214
Figura 17.3: Paso superior (visto desde aguas abajo) con disipador y encauce de salida
216
Figura 17.4: Paso superior con paredes de gaviones
217
Figura 17.5: Paso superior con cauce de ingreso y de egreso parcialmente obstruidos
217
Figura 17.6: Daño aguas abajo de un paso superior
218
Figura 17.7: Alcantarilla en corte longitudinal, planta y corte transversal
218
Figura 17.8: Alcantarilla de tubo
219
Figura 17.9: Alcantarilla combinada con vertedero de excedencias
219
Figura 17.10: Esquema de colocación de tubo debajo de un canal
221
Figura 17.11: Alcantarilla azolvada
222
Figura 17.12: Estabilización de un torrente con presas escalonadas
223
Figura 17.13: Presa de gaviones con disipador de energía para la corrección de torrentes
224
Figura A.1: Hoja de cálculo para cálculo del tirante normal en un canal
226
Figura A.2: Pantalla de la herramienta SOLVER para determinar el tirante normal
226
Figura B.1: Nomenclatura de los componentes de un muro de sostenimiento
229
Figura B.2: Distintos tipos de muro de gravedad
230
Figura B.3: Muro ménsula
230
Figura B.4: Esquema de las presiones en un muro de sostenimiento
232
Figura B.5: Esquema de presiones en suelo parcialmente saturado y con sobrecarga
233
Figura B.6: Características geométricas de un muro de sostenimiento
234
Figura B.7: Segmentos para el cálculo de pesos, distancias y momentos
236
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1 Obras de riego en zonas montañosas
1.1 Introducción Para el buen y duradero funcionamiento de un sistema de riego, sus obras hidráulicas deben estar adaptadas a las condiciones de su entorno y uso. En las zonas montañosas esto implica que las obras deben acomodarse a la topografía ondulada y quebrada, las condiciones climáticas variantes (frío-calor, seco-húmedo), la estacionalidad de los caudales, la fuerza destructiva del agua en las laderas y el arrastre de materiales sólidos. En cuanto a lo productivo, las zonas montañosas se caracterizan por épocas marcadas de producción, un acentuado minifundio y condiciones desde relativa hasta extrema pobreza de la población rural. En cuanto a la gestión social, los sistemas en zona montañosa son autogestionados por el grupo de usuarios sin interferencia ni subsidio de otra institución. Son estas condiciones generales de las zonas montañosas que forman el marco en el que tienen que desempeñarse las obras de riego. Es sabido ya que si no se adaptan a las condiciones locales, las obras no perduran o son causa continua de conflictos y problemas. Entonces, una de las tareas principales del diseñador es la de generar compatibilidad entre las obras de riego y su entorno, adecuándolas al entorno físico e hidrológico y a los requerimientos y capacidades de los usuarios. Sólo si se garantiza que las obras duren y que los usuarios puedan usarlas y mantenerlas, éstas conformarán un sistema sostenible. Para compatibilizar las obras con su entorno, los diseñadores deben recoger toda la información posible sobre los factores que influirán en su futuro funcionamiento. Después, se inicia la elaboración de propuestas para las obras, para luego escoger las alternativas más adecuadas y proceder con el cálculo de sus detalles. Una de las herramientas que ayuda a concretizar las propuestas técnicas es la sistematización de las experiencias de diseño y construcción de obras ya ejecutadas. En esta Guía las lecciones de esa experiencia se tradujeron en criterios para el diseño y la construcción de las obras de riego. Por naturaleza siguen siendo criterios generales, que requieren de. .adecuaciones .para que las obras se adapten a las condiciones específicas de cada localidad. Cabe mencionar que la elaboración de las propuestas de diseño y construcción no es responsabilidad sólo del diseñador, sino requiere de un proceso de diseño de concertación colectiva (con participación de los usuarios) y de carácter iterativo que va de 'líneas gruesas' hacia un detalle mayor. Para tal proceso se precisa un equipo de diseño con una amplia capacidad de análisis y síntesis de los factores inmersos en el riego, con experiencia en el asesoramiento a grupos de regantes en su análisis de propuestas y con la capacidad técnica para convertir los conceptos generales para el mejoramiento del riego en propuestas técnicas adecuadas.
2 Obras de riego para zonas montañosas
1.2 Las distintas obras de riego Las obras descritas en esta Guía, se dividen en las siguientes categorías:
•
Obras de conducción: canales y tuberías. Obras de conducción especiales: acueductos, sifones invertidos, caídas y rápidas.
•
Obras de distribución, medición y regulación: repartidores, aforadores y estanques.
•
•
Obras de protección: desarenadores, vertederos de excedencia, pasos de quebrada y muros de contención.
La mayoría de los sistemas de riego no cuenta con todas las obras mencionadas. En los sistemas rústicos sólo suele haber canales y repartidores de tierra y alguna vez, un tramo revestido o entubado. En algunos sistemas se encuentran, además, acueductos rústicos construidos de tuberías, hojalata o turriles partidos : 4)
en dos. En los sistemas mejorados, normalmente hay una mayor variedad de obras, justamente porque el mejoramiento de los sistemas apunta a introducir obras especiales que resuelven los problemas técnicos que inhiben un mejor aprovechamiento del agua en la agricultura. Las obras más comunes son canales y tuberías, acueductos, caídas, rápidas, repartidores, desarenadores, vertederos y pasos quebrada. En casos específicos también se incluyen sifones invertidos, aforadores y estanques de regulación.
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1.3 Características de la zona montañosa boliviana Para lograr que las obras de riego funcionen de forma sostenible y autogestionada, es necesario que se las diseñe y construya en concordancia con las condiciones de su entorno. En la zona montañosa de Bolivia las principales condiciones por tomarse en cuenta son, por una parte, las particularidades del entorno natural (fisiografía, topografía, geología, precipitaciones e hidrología), y por otra, las peculiaridades del entorno sociocultural y de producción agrícola.
1 1.3.1 Fisiografía Fisiográficamente, Bolivia se divide en dos unidades mayores: el bloque andino y las planicies bajas. Estas dos unidades se subdividen en siete provincias fisiográficas (Montes de Oca, 1997): A-1
Cordillera Occidental o volcánica
A-2 B
Cordillera Central — Oriental
C
Subandino
D
Llanuras
E
Escudo brasileño
F
Serranías chiquitanas
,)
a.4
1
Altiplano
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Obras de riego en zonas montañosas 3
Figura 1.1: Las siete provincias fisiográficas de Bolivia
Dentro del bloque andino, la Cordillera Occidental se desarrolla a lo largo de la frontera occidental del país y está formada principalmente por volcanes cuyas cumbres, en algunos sectores, sobrepasan los 6.000 m de altura con nieves eternas. Este complejo es uno de los reguladores climáticos más importantes de país, al impedir el paso de los vientos del océano Pacífico hacia el Altiplano. Por sus condiciones climáticas es una zona inepta para la producción agrícola. El Altiplano es una meseta endorreica, ubicada entre la Cordillera Occidental y la Cordillera Central Oriental. Tiene una altura promedio de 3.700 msnm y una temperatura media anual de 10 °C. Cuenta con extensas planicies y pocas montañas de altura mediana. Sus principales fuentes de agua son vertientes y pequeños riachuelos.
4 Obras de riego para zonas montañosas
La Cordillera Central — Oriental es una cadena montañosa que también controla el clima general de la zona al impedir el paso del aire húmedo desde los llanos hacia el oeste, generando de esta manera, climas secos y áridos. Los ríos pertenecientes a las cuencas del Amazonas y del Plata al norte y al sud, respectivamente, forman una red de drenaje compleja. La región, en general, tiene una morfología escarpada y en ella se encuentran los valles andinos donde la temperatura media anual es de 18 °C. La geomorfología de la zona es inestable y susceptible a una rápida degradación al ser removida la vegetación. La mayoría de los sistemas de riego de Bolivia, se encuentran en la cordillera Central - Oriental y por ello esa zona constituye el entorno principal en el que se ambienta esta Guía.
1.3.2 Topografía La constante fisiográfica en el bloque andino es su topografía accidentada, que dificulta y encarece todo tipo de actividad de producción agrícola y desarrollo rural. Construir un sistema de riego significa dificultosas excavaciones contra taludes, a veces inestables y otras veces rocosos, grandes longitudes de canales bordeando laderas, obras de conducción adicionales para cruzar quebradas y/o salvar depresiones topográficas, obras de protección contra los torrentes montañosos y contra la gran cantidad de material sólido que arrastran las fuentes de agua. Además, a consecuencia de la topografía, las zonas de riego suelen estar dispersas, ubicadas en empinadas laderas y pequeños valles donde cultivar la tierra muchas veces exige trabajos previos de terracería. Figura 1.2: Zona de riego en ladera
La topografía montañosa determina el tamaño del sistema de riego en general y de sus componentes estructurales en particular. Los sistemas en zona montañosa son pequeños con relación a los de zona plana, lo que también provoca restricciones en su viabilidad económica.
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Obras de riego en zonas montañosas 5
1.3.3 Geología El terreno sobre el cual se apoyan las estructuras en un sistema de montaña, puede ser suelo volcánico, roca sedimentaria, suelo glaciar o terreno aluvial, cada uno con sus propias condiciones de capacidad portante y estabilidad. En el bloque andino, adicionalmente, son comunes las zonas de geología en formación, con morfología inestable en el tiempo debido a la gran erodabilidad de los suelos. Las condiciones geológicas influyen en la selección.del emplazamiento y el tipo de obra por construirse. Así, la selección entre un acueducto o sifón invertido para cruzar una depresión puede depender de condiciones de fundación suficientes para soportar las pilas. En otros casos, las condiciones geológicas determinan el tipo de soporte que se precisa construir para garantizar la durabilidad de la obra.
1.3.4 Precipitación e hidrología En las zonas montañosas existe una amplia variedad de microclimas, porque las montañas obstruyen o permiten el paso de aire húmedo hacia las cuencas. En el caso de los Andes, ese aire húmedo trata de llegar ascendiendo desde el océano Pacífico o desde la llanura amazónica y es notable la diferencia de niveles de precipitación que puede presentarse entre dos cuencas vecinas. En Bolivia, las precipitaciones en la zona montañosa se concentran en un período corto, desde diciembre a marzo, con lluvias de duración corta pero intensidad alta. De 60 a 80 % de las precipitaciones ocurren durante estos 4 meses. El régimen de lluvias del verano obedece al descenso de la zona de convergencia intertropical, mientras que el período seco invernal (entre mayo y agosto) depende de la dislocación de la zona de convergencia intertropical hacia el norte que ocasiona un movimiento de aire seco y estable. Dos épocas de transición separan estos dos períodos, uno en abril y otro de septiembre a octubre. La distribución e intensidad de las lluvias tiene efecto en la premisa más básica para el diseño de riego: la disponibilidad de agua. El agua puede ser abundante en zonas de deshielo o en zonas de elevada precipitación, en contraste a zonas donde escasea todo el año. Ciertas zonas sólo pueden captar el agua que les traen las intempestivas crecientes durante la época de lluvias, mientras que el resto del año el río está seco o el agua circula bajo su lecho, obligando a construir captaciones subterráneas y semi-subterráneas como las galerías filtrantes. En general, el caudal disponible es estacional y por tanto altamente variable; las obras de riego deben adecuarse a estas fluctuaciones permitiendo la conducción de un caudal base limitado, pero con la posibilidad de llevar caudales mayores después de lluvia fuertes. Uno de los problemas con los que tropieza el proyectista al encarar el diseño de un sistema de riego en zona montañosa es la falta de información hidrológica -histórica. La existencia de microclimas en, estas zonas conspira contra la interpolación o la extrapolación de datos conocidos en otras regiones. La experiencia juega aquí un papel importante, porque permite asumir datos sobre la base de conocimiento de situaciones en sitios similares. Los habitantes son además una fuente valiosa de datos hidrológicos. Ante la incertidumbre planteada, es recomendable encarar el diseño con un grado de seguridad dando particular importancia a las estructuras vitales para la continuidad del funcionamiento del sistema. Hay que aceptar que tal perspectiva puede llevar a un cierto sobredimensionamiento de algunas obras, pero es mejor que lamentar destrozos a causa de una menor precaución.
6 Obras de riego para zonas montañosas
La ocurrencia de precipitaciones intensas sobre cuencas con pendientes pronunciadas, generalmente desencadena procesos destructivos en los suelos altamente erodables de la zona, lo que se traduce en torrentes que arrastran una elevada cantidad de material sólido: arcillas en suspensión, limo, arena, grava y hasta pedrones, que amenazan la integridad de las obras que intervienen en la captación, conducción y distribución del agua para riego. En este ámbito, las obras de toma deben ser firmes y robustas, considerándose, además, que los cursos de agua no siempre están definidos ni estables sino en formación, alterando su curso o alterando los contornos del mismo.
1.3.5 Ingeniería de riesgo en zonas montañosas Para tomar decisiones sobre las obras de riego en zonas que presentan condiciones naturales adversas e inestables, se recomienda aplicar las ideas básicas de la ingeniería de riesgo. El riesgo en esta rama se describe como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno que provocaría un cierto grado de daño. En cuanto a los proyectos de riego, las mismas obras pueden provocar riesgos a su entorno (por ejemplo a causa de rebalses de agua o por construcción en taludes inestables) y a la vez son sujetas a los riesgos existentes en su entorno (como deslizamientos, socavación o la fuerza destructiva de avenidas). Al considerar los riesgos inherentes a la construcción o el uso de las obras y los riesgos que éstas sufren de su entorno, la ingeniería de riesgo en zonas montañosas obliga a pensar más allá de las meras obras necesarias para la conducción y distribución del agua. Debe incluirse el análisis de los riesgos de eventuales efectos negativos a causa de las estructuras construidas y la proyección de obras de protección necesarias para que sean duraderas. Estas facetas adicionales influyen en el análisis económico de la rentabilidad de los proyectos. Para tomar decisiones sobre la solidez física y sostenibilidad socioeconómica de un proyecto en una zona montañosa debe hacerse, entonces, un análisis completo de las posibles consecuencias negativas y las medidas complementarias, tomando en cuenta las siguientes consideraciones: 1) El potencial de deslizamientos de talud inducidos por las obras de riego. El potencial de pérdidas de inversión debidas a los deslizamientos inducidos por las obras de riego. 2) 3) El potencial de pérdidas de inversión debidas a deslizamientos naturales y erosión. 4) El costo por hectárea sin deslizamientos ni control de erosión. 5) El costo por hectárea con deslizamientos y control de erosión, incluyendo actividades de manejo de la
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cuenca en las áreas de influencia de las obras. 6) La relación entre los beneficios del riego y los beneficios del uso alternativo de la tierra.
1.3.6 Producción agrícola y objetivos de riego En la zona montañosa, tres factores naturales tienen influencia decisiva en la producción agrícola: la altura, la temperatura y la disponibilidad de agua. A grandes rasgos, la altura define el posible tipo de cultivos, mientras que la temperatura y la disponibilidad de agua determinan el periodo de crecimiento. En general, todas las regiones de los Andes bolivianos cuentan con un periodo lluvioso, que se aprovecha para la siembra grande o de año. Cultivar en los demás periodos del año depende de la disponibilidad de agua de riego. En las zonas de altura, aún con riego, los períodos de siembra inician recién después de la
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Obras de riego en zonas montañosas 7
época de heladas y granizadas, por lo que la gestión agrícola suele empezar recién en agosto. En las zonas de menor altura, las restricciones climáticas son menores. Según la disponibilidad de agua en la fuente, el periodo del año y la demanda de agua de los cultivos, los agricultores persiguen distintos objetivos con el riego. Estos objetivos influyen en las características de las obras de riego. En la Tabla 1.1 se dan algunos ejemplos de esta interrelación (Gerbrandy y Hoogendam, 1998). Tabla 1.1: Ejemplos de relación entre el tipo de riego y características de las - obras de riego
Objetivo de riego
Disponibilidad de agua
Características de gestión ,
Características de las obras
Asegurar el desarrollo de los cultivos durante veranillos
Época de lluvia; alta disponibilidad
Riego libre por la relación favorable entre oferta y demanda de agua, riego simultaneo a muchos usuarios.
Dimensiones máximas de canales, repartidores flexibles.
Preparar la tierra.
Por lo general en época de mediana disponibilidad
Distribución según turnos definidos, tiempos de riego más largos que en riego al cultivo. Donde existe, complemento con agua de embalses.
Dimensiones de canal según caudales determinados.
Ampliar el ciclo agrícola o para un segundo o tercer cultivo
Por lo general en época de escasez de agua.
Distribución según turnos definidos, en sistemas de flujo base 'monoflujo', en sistemas de embalses también 'distribución proporcional'.
Dimensiones de canales de acuerdo con caudales determinados, repartidores fijos ('cero-cien' D proporcional).
Contrarrestar riesgos climatológicos
Época de escasez
Flujo continuo.
Requiere infraestructura específica: distribución proporcional, camellones.
Mejorar la calidad de tierra (lameo)
Época de lluvia, alta disponibilidad
Caudales enormes, riego libre, reparto de agua a todos a la vez.
Dimensiones de canales muy grandes, repartidores flexibles.
Es común que en un sistema de riego, a lo largo del año, se combinen dos o más objetivos de riego, por lo que también deben combinarse las características de su infraestructura. Lo último no siempre es fácil de realizar. Sin embargo, no puede cometerse el error de ,exelttiveruel-diseño uno de los tipos de riego, porque obliga a que los usuarios introduzcan adecuaciones posteriores que a menudo significan la rotura de las obras recién construidas.
1.3.7 Gestión de riego La gestión de riego es el término general para el conjunto de actividades colectivas que son necesarias para que funcione el sistema de riego y mantenga su funcionamiento en el tiempo. En vista de que en Bolivia todos los sistemas de riego son autogestionados, los propios usuarios son responsables de todas estas actividades. Cualquier proyecto de riego debe fortalecer la capacidad de autogestión de los usuarios,
8 Obras de riego para zonas montañosas
así que es de suma importancia que los requerimientos de operación y mantenimiento de la infraestructura nueva o mejorada estén al alcance del grupo de regantes.
Derechos de agua La base para la autogestión de los sistemas de riego está en la definición y distribución de los derechos de agua, que establecen: 1) quiénes cuentan con el derecho de uso del agua y uso de la infraestructura hidráulica, 2) cuáles son las condiciones y criterios para obtener estos derechos, 3) cómo y cuándo cada uno de los usuarios está permitido de usar el agua y la infraestructura, 4) cuáles son las obligaciones que deben cumplirse para mantener su derecho, y 5) en qué medida participa cada usuario en la toma de decisiones colectivas sobre la gestión de su sistema (Beccar et al, 2002). La definición de estos aspectos es esencial para que cada quién tenga claridad en cuanto a lo que recibirá y a lo que a cambio debe contribuir, y es una condición básica para una acción colectiva exitosa. Si no existe claridad sobre estos temas, tampoco estará claro quiénes pueden usar el agua y en qué proporción, ni menos cuáles son sus responsabilidades u obligaciones en el mantenimiento de la infraestructura, en las actividades de distribución de agua y en la organización de usuarios. El contenido específico de estos derechos varía entre los diferentes sistemas de riego, dependiendo de las circunstancias particulares de cada zona (condiciones físicas, agro-ecológicas, socioculturales). Por ser la base del funcionamiento de los sistemas, los derechos de agua también determinan las líneas gruesas' del diseño de la infraestructura. Principalmente determinan las zonas por regarse (que es la suma de las parcelas de los que tienen derechos de agua) y así la ubicación de los canales principales y secundarios. Indirectamente también influyen en las dimensiones de los canales y otras obras de riego (cuánta agua debe pasar a cada sector), aunque estas dependen también de las modalidades de distribución de agua.
Modalidades de distribución Para convertir los derechos de agua en un reparto de caudales, el grupo de beneficiarios define su modalidad de distribución de agua, entendida como la forma concreta del reparto del agua hacia cada uno de los regantes. A grandes rasgos, se conocen tres modalidades principales: i) el riego libre, sin reglas definidas, ii) el reparto continuo, en el cual cada usuario o sector recibe una porción del caudal durante todo el tiempo de riego y iii) el reparto por turnos, en el cual cada usuario o sector recibe su agua de forma discontinua, en turnos. La modalidad de distribución depende en principio de la relativa disponibilidad de agua para los usuarios; a mayor escasez, existe mayor necesidad de aplicar reglas fijas para el reparto. Después influyen factores como tipo de cultivo, facilidad de su aplicación, necesidad de control, tiempo por invertirse y otros. En muchos sistemas de riego de la zona andina, las modalidades de distribución de agua varían según el periodo del año con el fin de dar respuesta a las cambiantes condiciones de escasez de agua en el tiempo. Sobre todo en los sistemas de toma directa con fluctuaciones en su caudal de entrada, se aplican distintas modalidades de distribución a lo largo del año. Directamente después de la época de lluvia se aplica el riego libre, en el que cada uno puede tomar el agua que precisa. Cuando escasea el agua en la fuente y aumenta el número de conflictos sobre su uso, se cambia a un sistema de turnos. El diseño de los canales, obras de arte y repartidores, debe posibilitar la aplicación de estas dos modalidades. A cambio, en los
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sistemas con agua regulada o de caudal más o menos constante, casi siempre se aplica únicamente la modalidad de turnos y en lo general con turnos bien definidos. En los sistemas de turno lo más común es que el caudal entero llegue a un solo usuario, regando todos los usuarios uno tras otro. Esta modalidad se conoce bajo el nombre de `monoflujo' porque en todo momento se mantiene un solo caudal. El término de 'multiflujo' se aplica a los sistemas que funcionan con reparto de caudales simultáneos a distintos sectores. Cuando el caudal es mayor y difícil de manejar por un sólo usuario, puede darse una combinación de las dos: 'multiflujo entre sectores con monoflujo dentro de cada uno' o `monoflujo hacia los sectores con turnos a su interior'. La selección de una modalidad de distribución tiene consecuencias importantes para el diseño de la infraestructura, principalmente en cuanto a la dimensión de sus canales y la selección del tipo de repartidores. Así, en los sistemas que funcionan con `monoflujo', la dimensión de los canales debe mantenerse igual hasta el punto más lejano del sistema, en vista de que el caudal entero tiene que llegar hasta la última parcela. En estos sistemas, los puntos de reparto funcionan de forma `cero-cien', desviándose el caudal entero a uno de los canales de salida. En tales casos apenas se diferencian los canales principales de los secundarios y no hace falta instalar aforadores de caudal. Por otra parte, en sistemas de reparto continuo, las dimensiones de los canales se ajustan a la porción del caudal que recibe cada sector del sistema, por lo que los canales secundarios son de una dimensión menor que los principales. En tales sistemas pueden aplicarse repartidores proporcionales, sin compuerta alguna, o en caso que la proporcionalidad varíe a lo largo del año, debe optarse por repartidores con compuertas. En estas situaciones, es recomendable instalar aforadores de caudal en los principales puntos de distribución con el fin de verificar la correcta distribución del agua. Un tema de mucha preocupación en la distribución es el robo de agua. Si el robo perjudique a los demás usuarios, se requiere de mecanismos de control y sanciones para disminuirlo. El diseño de las obras de riego debe favorecer el control sencillo y transparente, permitiendo que todos los usuarios participen en vigilar el cumplimiento de sus reglas.
Mantenimiento Otro aspecto de la gestión de riego es el mantenimiento de la infraestructura. Por un lado se refiere a las actividades físicas de manutención de la calidad y funcionalidad de las obras, lo que abarca la limpieza, la pintura, el engrasado y la reparación o reposición de partes gastadas. Por otro lado, el mantenimiento es una actividad social en la que los usuarios confirman, reproducen y/o modifican los derechos de agua entre ellos y así su respectivo acceso al agua. En vista de que todos los sistemas de riego bolivianos son autogestionados, los usuarios son los encargados de efectuar los trabajos de mantenimiento y aportar los recursos necesarios (sea en efectivo, materiales o en mano de obra). En la mayoría de los sistemas existen `usos y costumbres' en cuanto a la limpieza y el mantenimiento de las obras. Suele haber una o dos limpiezas anuales y de acuerdo al caso, la reconstrucción de la obra de captación o tramos de canal después de la época de lluvia. Para las actividades de emergencia se buscan soluciones `ad hoc'.
10 Obras de riego para zonas montañosas Los 'usos y costumbres' conocidos, normalmente no son suficientes para el mantenimiento adecuado de una infraestructura mejorada, que en la mayoría de los casos requiere actividades más regulares, por
ejemplo engrasar compuertas, pintar elementos metálicos, limpiar desarenadores, aforadores y rejillas. Los regantes necesitan recibir capacitación sobre las tareas de mantenimiento y sobre la necesidad de lograr su cumplimiento. En el diseño y la construcción de las obras de riego, hay que lograr que las exigencias en cuanto al mantenimiento de las obras estén al alcance de los usuarios. Obras complejas que requieren cuidados especiales o que tienen componentes frágiles cuyos repuestos son caros o no se encuentran en el mercado, no sirven en el contexto del riego andino / campesino. Como uno de sus pasos iterativos en el diseño, proyectista y futuros usuarios deben revisar todos los requerimientos de mantenimiento relacionados con las obras mejoradas, especificando el tipo de conocimiento y el volumen de tiempo y dinero requeridos, y controlar si los usuarios del sistema tienen la capacidad de cumplirlos. Para evitar que los usuarios tengan problemas posteriores, es costumbre construir obras sencillas y robustas, que sufran poco desgaste y por tanto no requieran de inversiones adicionales importantes. El usar materiales locales o disponibles en los mercados cercanos, aumenta la posibilidad de un mantenimiento adecuado. De igual manera, las obras no deben requerir controles o limpiezas muy regulares para evitar una sobrecarga de tareas para sus operadores. En todo caso, debe reconocerse que los responsables del mantenimiento son agricultores, quienes en general carecen de conocimiento de la lógica hidráulica de las obras y los aspectos técnicos de su construcción. Esto puede resolverse solo parcialmente mediante cursillos de capacitación durante el acompañamiento a la ejecución de las obras. Su falta de formación técnica hace que en la mayoría de los casos no tengan la capacidad para hacer un análisis crítico del estado de las obras y las necesidades de reparación. Se aconseja que en cualquier sistema de mayor envergadura y que cuente con obras de riesgo mayor (presas, acueductos grandes), una instancia competente comparta responsabilidades de revisión técnica y mantenimiento con la organización de los usuarios. La falta de conocimientos técnicos también puede causar el uso inadecuado de la infraestructura. Así, es habitual que los regantes obstruyan los vertederos de excedencias en canales o reservorios, con la idea de aumentar su disponibilidad de agua. Si bien puede ganarse agua con esta medida, no en pocos casos es a costa de rebalses descontrolados, que ponen en riesgo la subsistencia de la infraestructura. De igual manera, lo normal es que las organizaciones de riego no vigilen bien la estabilidad de las obras: no controlen la erosión alrededor de los pilares y estribos de un acueducto, no midan la distancia libre entre acueducto y lecho de quebrada y no controlen los procesos de erosión y deslizamiento. La generalmente limitada capacidad técnica y tendencia a un manejo poco cuidadoso, subraya la necesidad de que los proyectistas prevean obras sencillas y firmes, que difícilmente puedan manipularse en un sentido adverso a la sostenibilidad del sistema. el diseño de las obras, además, debe facilitar el control social de la distribución del agua.
Organización de usuarios Todo sistema de riego cuenta con una organización de sus usuarios, que puede ser formal o informal, específica para el riego o ser parte integral de una organización existente. En las zonas montañosas de
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Obras de riego en zonas montañosas 11
Bolivia, lo más común es que cada sistema tenga su organización específica. En sistemas pequeños, por lo menos hay un cargo específico para el riego dentro de la organización comunitaria. La organización de riego es la que se encarga de todas las actividades relacionadas con el funcionamiento del sistema: establece los derechos de agua, define las modalidades de su distribución, decide sobre las fechas y turnos de entrega, define los aportes de los usuarios, estipula las fechas de faenas de limpieza, nombra a representantes en los cargos de la organización, etc. Es común que los cargos en la organización de riego sean cumplidos por voluntarios, quienes por elección propia o por turno asumen las tareas de manejo del sistema. Pocas organizaciones de riego contratan personal para efectuar una parte de sus actividades. En general, las organizaciones de riego tienen la suficiente capacidad para cumplir con las tareas operativas ordinarias (distribución de agua, vigilancia, limpieza, etc.) y con las tareas organizativas (llevar a cabo reuniones, definir faenas, recaudar aportes, etc.). Suele faltar la capacidad técnica para introducir modificaciones en la gestión de riego o en la infraestructura, por lo que su funcionamiento es relativamente estático. Solo cuando se ejecuta un proyecto de mejoramiento se genera un gran dinamismo en todos sus componentes.
1.3.8 Condiciones institucionales en Bolivia El entorno institucional tiene una influencia indirecta en el diseño y la construcción de las obras de riego mediante los criterios que adopta para la elegibilidad de los proyectos de riego y microriego. Estos criterios definen la subvención máxima por familia y por hectárea incremental del sistema. Los límites de subvención restringen los tipos y la envergadura de las obras por construirse en un proyecto y también influyen en su diseño y construcción. Para el diseñador, el límite de inversión le obliga a buscar un equilibrio entre el conjunto de obras por ejecutarse y su impacto en la disponibilidad y eficiencia de uso de agua. Otra condicionante institucional está en el tipo de diseños que suelen hacerse en Bolivia, y cuya repetición es una señal de su institucionalización. En los proyectos de riego se nota que los diseñadores suelen copiar sus propios diseños o los de sus colegas. En consecuencia, hay un número reducido de obras que se repiten en la mayoría de los proyectos. Por una parte, esta repetición puede demostrar la utilidad de los diseños adoptados Por otra, puede manifestar un cierto estancamiento en la búsqueda de soluciones creativas para los problemas encontrados en nuestro entorno.
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2 Proceso de diseño y construcción
2.1 Diseño conceptual del sistema y de las obras El diseño de un sistema de riego consiste en el desarrollo de las obras hidráulicas de forma simultánea con la definición de los derechos de agua, las modalidades de distribución de agua y el fortalecimiento de la organización de los usuarios (Beccar et al, 2002). Además, implica verificar de manera continua si los usuarios son capaces de manejar, operar y mantener las obras propuestas. El proceso de diseño inicia con su diseño conceptual, que describe las principales características del sistema y su funcionamiento. El punto de partida para el diseño conceptual es la información sobre la fuente de agua, los beneficiarios del sistema, las parcelas por regarse, los usos que se le quiere dar al agua en la producción agrícola y las características generales del terreno. Sobre la base de estos datos, el diseñador y los usuarios desarrollan primeras ideas sobre los derechos de agua de cada uno de los usuarios, las unidades por regarse, los periodos de riego y las modalidades y caudales de'distribución del agua. En los sistemas existentes, muchos de estos elementos ya están definidos. Se sabe por ejemplo quiénes son los usuarios, dónde están sus áreas de riego y cómo distribuyen su agua. Además, También se conocen los problemas en el funcionamiento del sistema. En tales casos, el diseñador encargado del mejoramiento recoge estos elementos y discute con ellos cuáles requieren ajustes y qué ajustes son adecuados. En los sistemas nuevos, el diseño conceptual inicia de cero y requiere mayor atención en definir sus aspectos elementales. Basándose en el diseño conceptual del sistema, se hace un inventario de las obras de riego necesarias para poner en práctica la conducción, distribución y regulación de agua previstas. En primera instancia aun de forma general, tomando en cuenta las condiciones del terreno y los limites territoriales de las comunidades involucradas. En un croquis, se dibujan los sectores por regarse, se definen los canales principales y secundarios y se plantean los principales puntos de reparto. También se inventarían los drenes naturales y su ubicación en relación con los sectores de riego y los canales. En el mismo croquis, se anotan los caudales previstos para las distintas etapas del año, así configurándose el primer esquema hidráulico del sistema. Al definir los tramos tentativos de los canales, los diseñadores determinan si se necesitan obras especiales a causa de las características del terreno (acueductos, sifones, pasos quebrada, alcantarillas) y buscan posibilidades para reducir la complejidad de los trazos y reducir los gastos. Los primeros croquis de los canales y el inventario de las obras de arte, suelen dar suficiente información para juzgar si el diseño conceptual inicial es factible o requiere ajustes (cambio de límites de sectores
14 Obras de riego para zonas montañosas
"41 regables, de modalidad de distribución, de dimensiones u otros). En caso necesario, se revisan los
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supuestos y se modifica el diseño preliminar de las obras. Es buena práctica que los diseñadores presenten distintas alternativas de las obras y su emplazamiento para ser discutidas con los usuarios En coordinación con ellos, se definen los criterios para la elección de la alternativa más adecuada.
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2.2 Diseño final de las obras Una vez definido el diseño conceptual del sistema y de las obras, se procede al diseño detallado de todas las obras de riego. Para ello, se plantean las obras preliminares en campo y se verifica las posibilidades de su construcción. En sitio, se investiga cómo pueden conseguirse los tramos de menor complejidad, con el menor número de obstáculos y que requieren el menor número de obras de arte. "1,1 Después de ubicar las obras principales se procede a definir los detalles de su diseño incluyendo sus cálculos hidráulicos. Recién en esta etapa se eligen las obras de conducción específicas, como acueductos 1 o sifones invertidos y caídas y/o rápidas. A la vez, se inventarían eventuales riesgos en la conducción del agua o en el cruce de quebradas y se diseñan las obras de protección (desarenadores, vertederos de excedencias, muros de contención y pasos de quebrada) y las necesidades de poder aforar los caudales en puntos determinados. En el diseño final de las obras deben conjugarse los criterios de diseño de esta Guía, para dirigir las decisiones respecto a temas como pendientes, materiales, dimensiones, profundidades y bordo libre. Sin 1 embargo, hay que considerar que al enlazar los criterios se pueden generar soluciones contradictorias, por ' 1. 4) lo que en cada caso debe considerarse la importancia de cada criterio por aplicar. 1
2.3 Características del proceso de diseño A causa de la variedad de temas por definirse en el diseño y en vista de que las decisiones sobre cada elemento tienen consecuencias para los demás, el proceso de diseño debe ser: • Un proceso colectivo de concertación. En el proceso de diseño participan distintos actores con distinto rol y responsabilidad en su desarrollo. De una parte, participan profesionales técnicos, que tienen la 1 responsabilidad de producir un diseño que se adecua a los deseos y capacidades de los regantes y que se enmarca en las condiciones naturales existentes en la zona. De otra, participan los regantes quienes dan información sobre sus prácticas y capacidades de gestión y evalúan las propuestas de los 1 profesionales técnicos. Organizar una efectiva coordinación entre estas partes, exige de ambas insistencia, paciencia y grandes 1 esfuerzos de entendimiento mutuo (Beccar et al, 2002).
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Figura 2.1: Diseño participativo en el campo •"111111n
• Un proceso iterativo. En un proceso iterativo, después de tomar decisiones preliminares sobre un componente, se estudian sus consecuencias para los demás componentes, incluyendo los que ya fueron definidos, hasta generar compatibilidad entre todos. Se distingue claramente de un proceso lineal en que no se reabren fases ya concluidas. • Un proceso que va de 'líneas gruesas' hacia mayor detalle. En las distintas fases del proceso iterativo las decisiones se vuelven cada vez más concretas y de mayor detalle. Después de un diseño conceptual de todo el sistema, se pasa a las fases del diseño detallado de la gestión y el diseño hidráulico y constructivo de las obras.
2.4 Construcción de las obras En el proceso de construcción de las obras, se convierten las obras diseñadas en obras reales. Es normal que en el proceso de construcción se adecuen detalles del diseño de las obras. Si el proceso de diseño fue bien llevado y sus resultados concertados entre proyectistas .y usuarios, las_adecuaciones sólo conciernen cambios de detalle, como ajustes de pendiente de una rápida o cambio de posición de una compuerta. Si el diseño no fuera concertado, las adecuaciones en el momento de la construcción suelen ser mayores por ser el momento en el que los beneficiarios ven cómo y dónde se van a construir las obras. Hay proyectos donde se tuvo que cambiar hasta los emplazamientos de los canales y las demás obras, porque no se concertó el derecho de paso. Por razones de eficiencia de trabajo y rentabilidad económica, tales cambios hay que evitar a todo costo. Es mejor invertir más tiempo y dinero en la concertación de un diseño, que volver a repetir todo en el momento de la construcción.
16 Obras de riew para zonas montañosas
En la construcción de los proyectos de riego participan los beneficiarios y empresas constructoras. Es importante definir una buena división de trabajo entre ellos, haciendo el uso más efectivo y eficiente de las capacidades de cada uno. En la división de trabajo debe mantenerse cierta independencia entre las actividades de ambos, para evitar que el retraso de uno afecte en el cumplimiento del otro. Es sabido que en todos los proyectos, tanto las empresas constructoras como los beneficiarios demoran en el cumplimiento de sus tareas. La suma de sus demoras genera el retraso excesivo, tan usual en la fase de construcción. Para que resulten obras de buena calidad, es imprescindible que la construcción de las obras cuente con especificaciones detalladas y vaya acompañada de una supervisión continua y minuciosa por parte de ingenieros responsables y experimentados. Está comprobado que la mayoría de los defectos en las obras son consecuencia de una deficiente construcción y no tanto de malos diseños. Existen múltiples ejemplos de soleras y paredes descascarándose a consecuencia de mezclas pobres o fraguado inadecuado del hormigón (Figura 2.2). Tales problemas no se resuelven con mejores diseños, sino con un control estricto
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y reglas de responsabilidad para los constructores y supervisores. Durante la prueba hidráulica se efectúa un primer ensayo de la calidad de las obras. Es buena práctica involucrar a los futuros usuarios en el control de calidad de sus obras para asegurar su conformidad con los resultados de la construcción. Hay que aprovechar que los usuarios suelen tener buena idea sobre las posibles fallas en las obras, por su presencia en los trabajos y su profundo conocimiento del entorno local. Figura 2.2: Efectos de mala construcción
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3 Criterios generales de diseño y construcción
Para que un sistema de riego sea operativo sus obras hidráulicas deben ser funcionales, de buena calidad y compatibles con el entorno natural, productivo y social, tal como está descrito en los capítulos anteriores. La revisión de experiencias de obras exitosas y defectuosas pone en evidencia que existe una serie de criterios que debe necesariamente cumplirse para garantizar la conveniencia, operatividad y solidez de las obras. Los criterios para el diseño y la construcción de las obras de riego se dividen en dos categorías: 1. Criterios generales de diseño y construcción, que prescriben las características generales de todas las obras para que estas sean funcionales dentro de los sistemas de riego de montaña. Estos criterios generales se describen en este capítulo. 2. Criterios específicos para cada obra, que son las aplicaciones de los criterios generales para cada obra determinada. Los criterios específicos se describen en los demás capítulos de la Guía.
3.1 Criterios generales de diseño y construcción El diseño y la construcción de las obras de riego en los sistemas autogestionados en zonas montañosas deben basarse en los siguientes criterios generales: • Sostenibilidad y durabilidad. • Funcionalidad y flexibilidad. ■ Manejabilidad y transparencia. ■ Mantenibilidad. •
Seguridad.
•
Eficiencia de costos.
3.1.1 Sostenibilidad y durabilidad La sostenibilidad se define como la capacidad de los usuarios de asegurar que la infraestructura siga cumpliendo sus funciones en el tiempo. La sostenibilidad tiene una relación estrecha con la durabilidad de las obras, pero no es exactamente lo mismo. La durabilidad acentúa la permanencia de la obra en el tiempo. En la mayoría de los casos, ésta es una de las condiciones para la sostenibilidad, porque al contar con obras duraderas, se evita la necesidad de reponerlas. En general, entonces, debe aspirarse a
18 Obras de riego para zonas montañosas
la durabilidad de las obras, lo que significa que deben ser resistentes y sufrir en lo mínimo de erosión o desgaste. Además, su diseño debe basarse en la presunción que inevitablemente sufrirán algún grado de abuso de parte de los usuarios (quienes normalmente no son cuidadosos, ni puntuales en actividades de
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mantenimiento o reposición). Se sabe que justamente en las zonas montañosas es difícil garantizar que todas las obras perduren por un periodo largo, a causa de la inestabilidad del entorno donde se las construye. Hay que tomar en cuenta que en condiciones de inestabilidad del terreno, a veces deben buscarse obras que en vez de ser duraderas, sean fáciles de reponer y cuyo reemplazo esté dentro de las capacidades técnicas y económicas de los usuarios. Así, el sistema será sostenible, aunque no todas las obras sean duraderas. En la búsqueda de diseños para la sostenibilidad, deben aplicarse los instrumentos de análisis de la ingeniería de riesgo para minimizar los riesgos que corren las obras y los riesgos que éstas causan. La aplicación de la ingeniería de riesgos tiene como objetivos: i) determinar el emplazamiento óptimo de canales y otras obras, basado en un análisis de riesgo y posibles pérdidas, ii) mitigar las posibles inestabilidades y riesgos generados por la construcción de las obras y iii) diseñar sistemas de riego que causen una mínima degradación ambiental. La aplicación de los análisis de riesgo puede resultar en proponer medidas de protección de las obras de riego, que encarecen el proyecto, pero aumentan su sostenibilidad.
3.1.2 Funcionalidad y flexibilidad La funcionalidad se define como la capacidad de las obras de conducir el agua en la forma deseada y de regular esas obras de forma tal que implementen las reglas de distribución acordadas. Para que las obras sean funcionales deben contar con un diseño y dimensiones para conducir los caudales extremos (mucha y poca agua) y permitir su efectiva distribución hacia los sectores del área de influencia. Aparte de su funcionalidad auténtica, debe considerarse los otros usos que se dan a las obras construidas. Las paredes de los canales se emplean como sendas, los desarenadores y estanques como piscinas, los colchones de disipación se vuelven lavanderías y los acueductos también sirven como puentes peatonales. El diseñador debe diseñar sus obras de forma tal que por una parte estos 'usos inapropiados' no afecten su funcionalidad original, ni pongan en riesgo su durabilidad. y por otra, no se comprometa la seguridad de las personas y los animales. La flexibilidad en el diseño se refiere a la capacidad de asimilar cambios en las condiciones y reglas de uso de la infraestructura. Las obras deben diseñarse de forma tal que permitan una cierta flexibilidad en su operación bajo cambiantes circunstancias de disponibilidad de agua (época de mayor y menor disponibilidad de agua) y variaciones en las modalidades de distribución, cédulas de cultivos y sus requerimientos de agua. Para el diseño deben estimarse las cambiantes circunstancias que puedan darse en el desarrollo futuro del sistema (por ejemplo la extensión del área de riego, la incorporación de otros cultivos, la redistribución de derechos de agua).
3.1.3 Manejabilidad y transparencia La manejabilidad se refiere a la capacidad de los usuarios de operar las obras de forma que éstas cumplan su función. La transparencia añade a este criterio la posibilidad que todos los usuarios puedan controlar
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Criterios generales de diseño y construcción 19
el cumplimiento del manejo acordado. Una mayor transparencia en las obras permite a todos revisar la correcta aplicación de las reglas de distribución y evita fricciones o conflictos sobre el reparto del agua. El criterio de manejabilidad se aplica principalmente a las obras de distribución de agua. por su parte. El criterio de transparencia es también importante en las obras de captación y conducción. Para asegurar la manejabilidad y la transparencia de las obras, éstas deben ser sencillos, fáciles de entender e inequívocas en la apreciación de su funcionamiento. Por lo demás, la manejabilidad gana importancia sólo en las pocas obras que requieren un manejo específico, .como, por,ejemplo las cámaras de purga de un sifón invertido.
3.1.4 Mantenibilidad La mantenibilidad se define como la capacidad de los usuarios de conservar las obras en un estado adecuado para el cumplimiento de su función y asegurar su durabilidad. Los trabajos de mantenimiento comprenden la limpieza y el mantenimiento rutinario, el mantenimiento preventivo y el mantenimiento correctivo o de emergencia. La mantenibilidad de la obra no es sólo una característica intrínseca de la obra, sino depende también de la capacidad de los usuarios para movilizar los recursos necesarios para las tareas requeridas: mano de obra, materiales locales, dinero para materiales o servicios ajenos y conocimiento y habilidades necesarios para efectuar las reparaciones. Al diseñar las obras, proyectista y regantes deben analizar sus futuros requerimientos de mantenimiento y averiguar si los regantes son capaces de movilizar los recursos suficientes para mantener las obras. Por otra parte, en el diseño debe asegurarse que todas las obras que requieren limpieza y mantenimiento sean accesibles y cuenten con el espacio suficiente como para efectuar las operaciones requeridas. Asimismo, debe pensarse en el espacio necesario para depositar los materiales de la limpieza, sin que estas vuelvan a obstruir las obras.
3.1.5 Seguridad Para generar un sistema seguro, exento de todo peligro o riesgo, el proyectista debe diseñar las obras de forma tal que se asegure el buen funcionamiento del sistema, y en caso de fallo de una obra o persona no se produzcan accidentes. La seguridad toma especial relevancia en el contexto montañoso en vista de la inestabilidad de los terrenos y los altos riesgos de erosión en las laderas empinadas a causa de rebalses de agua. Las medidas de seguridad en el diseño cubren una gama amplia: entre ellas, ubicar obras de control del flujo, reforzar las estructuras, construir obras de protección (por ejemplo muros de contención), entubar canales en zonas inestables y ejecutar medidas de protección para evitar accidentes personales (por ejemplo escaleras en los estanques). Para evitar problemas de rebalses, es necesario contemplar en el diseño 'rutas seguras de desagüe' que garanticen que no ocurran daños aun cuando se opere el sistema de forma inadecuada.
20 Obras de 1,cao para zonas montañosas
3.1.6 Eficiencia de costos De entrada, se acepta que las obras de riego en la zona andina son caras y requieren altas inversiones por hectárea a causa del difícil acceso, los altos costos de transporte de materiales y gente, las condiciones climáticas que impiden avances continuos y la inestabilidad de los sitios de construcción. A estas se añade la necesidad de construir obras firmes, duraderas y seguras. Sin embargo, en el diseño deben manejarse parámetros de costos que eviten la construcción de obras excesivamente caras. En Bolivia, para tal efecto se definieron montos máximos de inversión pública por hectárea y por familia. Dentro del margen de los montos máximos, el proyectista debe elaborar diseños alternativos que cumplan con los criterios localmente priorizados. La conveniencia de las alternativas se :!) analiza tratando de conseguir la mayor evasión de riesgos que amenazan la sostenibilidad de las obras y 1 la agricultura regada, y de conseguir también la mayor eficiencia de costos, entendida como la generación 1 de un mayor volumen de agua nueva o ahorrada con un monto de inversión determinado. En el análisis de los costos de los proyectos se diferencian i) los costos iniciales de inversión, ii) los costos de mantenimiento y iii) los costos de rehabilitación o reposición. En vista que la inversión inicial suele contar con una subvención de parte del estado o agencias de cooperación, son los dos últimos costos los ,:'5 que deben interesar más al proyectista a la hora de buscar un diseño económicamente eficiente.
3.2 Implicancias de los criterios generales para las obras de riego El proyectista debe procurar que su diseño se ajuste en lo posible a todos los criterios mencionados. Aquí „, se presenta el problema que el conjunto de criterios puede resultar en conclusiones contradictorias, sobre todo con relación al costo: lo que es más durable y más flexible suele tener un precio más alto. En caso de introducirse modificaciones para reducir los costos. hay que analizar en qué grado éstas comprometen el cumplimiento de los demás criterios. Como resultado final debe contarse con un diseño que cumpla de forma satisfactoria con cada uno de ellos. Cabe aclarar que no existen medidas absolutas para analizar el cumplimiento de los criterios propuestos, porque se refieren a un equilibrio entre las obras y su entorno local. Estos equilibrios son relativos y dependen del contexto. Obras que son sostenibles en un cierto entorno, no necesariamente lo son en otro. De igual manera, obras que son manejables para los usuarios de un sistema, no necesariamente lo son para otros, por lo que la aplicación de los criterios requiere de análisis contextualizados de las características del entorno fisiográfico y de las capacidades y habilidades de los usuarios. Obviando las especificidades locales y de manera ilustrativa, a continuación se presenta una lista de las implicancias generales de la aplicación de los criterios definidos para el diseño hidráulico, el diseño constructivo y el proceso de construcción.
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Criterios generales de diseño y construcción 21
Tabla 3.1: Implicancias de los criterios de diseño y construcción para las obras de riego Sostenibilidad y durabilidad Diseño hidráulico
En lo posible adecuar el diseño hidráulico a los limites geográficos y conceptos de distribución existentes, porque éstos han superado la prueba del tiempo. Generar condiciones de flujo no-erosivas y no-depositivas. Asegurar la disipación de energía en sitios seguros y controlados. Evitar el ingreso de materiales sólidos. En,tuberías, evitar ingreso .de material que puede tapar el conducto. Donde sea necesario, proteger las obras de riego (por ejemplo en cruce de quebradas). Asegurar el drenaje transversal de canales y construcciones mayores en ladera.
Diseño constructivo
Diseñar obras robustas y resistentes.
y proceso de
Sobredimensionar las partes de las obras que son susceptibles a ser afectadas por erosión
construcción
o desgaste. Controlar y asegurar la estabilidad de las obras (acueductos, reservorios). Introducir obras de protección (considerar aspectos de ingeniería de riesgo). Construir en terreno firme, sobre todo en laderas y cerca de quebradas por cruzarse. Evitar perturbar los taludes y construir en terreno compactado en ladera. Asegurar supervisión para controlar cumplimiento estricto de las especificaciones técnicas para la construcción. Contratar mano de obra experimentada para aprovechar al máximo la resistencia y durabilidad de los materiales. Introducir mecanismos de control de calidad por parte de los usuarios, por ser ellos que sufren de los posibles defectos. En lo posible, reducir el uso de materiales importados a la zona, sobre todo en sistemas lejanos de mercados.
Funcionalidad y flexibilidad Diseño hidráulico
Dimensionar las obras basándose en los eventos extremos, como caudales en época de lluvia (veranillos) versus caudales de época seca. Evitar que las obras restrinjan los cambios en las reglas de distribución / prácticas de conducción. Diseñar con vista al uso múltiple del agua: riego, uso doméstico, lavado, abrevaderos, molinos de agua. Prever diseño para el futuro: por ejemplo posible extensión del área de riego o aumento de caudales. Verificar con los usuarios sobre la funcionalidad de las obras diseñadas.
Diseño constructivo
Prever los usos alternativos de las estructuras: por ejemplo bordo de canal como senda,
y proceso de
acueducto como puente.
construcción
Donde sea requerido, construir con posibilidades para la fácil ampliación de las obras. Diseñar con el supuesto que las obras sufrirán cierto abuso por parte de los usuarios, prever que esto no afecte la funcionalidad de las obras.
22 Obras de riego para zonas montañosas
Manejabilidad y transparencia Diseño hidráulico
Diseñar obras cuyo funcionamiento hidráulico sólo requiera manipulaciones sencillas y con poco esfuerzo físico. Diseñar obras cuyo funcionamiento es fácil de entender. Estandarizar el diseño de las obras a lo largo del sistema (por ejemplo tipos y dimensiones de compuertas y aforadores). Evitar el diseño de estructuras que trasladan mantenimiento a instituciones externas
la responsabilidad de su operación y
.
Diseño constructivo
Diseñar para la operación sencilla de las obras: usar mecanismos de operación fáciles.
y proceso de
Diseñar con el supuesto que las obras sufrirán cierto abuso por parte de los usuarios, prever
construcción
que esto no afecte la manejabilidad.
03 .03
4.5
Mantenibilidad
•I■ 115
Diseño hidráulico
Diseñar con miras a reducir los requerimientos de limpieza y mantenimiento: generar condiciones de flujo que eviten el depósito de sólidos y no afecten la solidez de las obras.
uy
Concentrar los depósitos de materiales sólidos en puntos determinados con fácil acceso y buenas condiciones para la limpieza.
4115
Donde no hay problemas de extrema escasez de agua, incorporar artefactos de limpieza hidráulica (como compuerta de fondo en desarenador). Diseño constructivo
Dimensionar las obras para el fácil ingreso de personas y con espacio para maniobrar.
y proceso de
Dimensionar las obras de acuerdo con los tamaños de herramientas que se usan en la
construcción
limpieza.
41)
En lo posible, usar materiales locales que son fáciles de reponer. Usar el proceso de construcción para enseñar a los usuarios las prácticas de buena construcción y control de calidad. Transferir la tecnología y los conocimientos necesarios para el mantenimiento y la reparación de las obras. Mak
Seguridad Diseño hidráulico
Diseñar siempre una 'ruta segura' para flujos de agua excedentes como efecto de manejo inadecuado de obras.
41s,
Introducir medidas para controlar y desviar caudales excedentes antes de que ocasionen daño. Asegurar enlaces seguros con la red de drenaje natural, especialmente en puntos de rebalses controlados.
43
Tomar márgenes amplios para las dimensiones de las medidas de seguridad (bordo libre). Diseñar los canales y obras para la situación de uso a cinco años de construir (mayor rugosidad, desgaste de solera). Diseño constructivo y proceso de construcción
Asegurar que las obras aguanten los previsibles usos no-intencionados. Aplicar análisis de ingeniería de riesgo para definir emplazamientos óptimos. Construir protecciones alrededor de las obras que representan posible peligro (estanques, acueductos, tubería colgante)
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Criterios generales de diseño y construcción 23
Eficiencia de costos Diseño hidráulico
Comparar diseños alternativos con relación a su aumento de disponibilidad de agua. Comparar diseños alternativos con relación a la seguridad de conducción (análisis de riesgos), dar preferencia a diseños de mayor seguridad.
Diseño constructivo y proceso de construcción
Considerar eficiencia de costos con relación a materiales de construcción y procesos constructivos (por ejemplo: materiales.locales versus materiales.importados, construcción en sitio versus uso de elementos prefabricados). Asegurar que los costos de operación-y mantenimiento sean mínimos, con relación a los costos de inversión inicial.
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4 Red de riego
Los sistemas de riego cuentan con una red de canales (o conductos cerrados), que inicia con un canal principal desde la fuente, y que luego se ramifica para llevar el agua a las parcelas. Los canales de una red hidráulica se clasifican de distintas formas: • Según la jerarquía en el sistema: en canales primarios, secundarios y terciarios o en canales principales y laterales. • Según la función: en canales de conducción, distribución, canales parcelarios o regaderos y canales de drenaje. Al aplicar estas clasificaciones a los sistemas de riego de montaña, a menudo se observan incongruencias por falta de una jerarquía clara entre los conductos o porque existen canales con doble función. Se recomienda aplicar la clasificación según su utilidad adoptando cierta flexibilidad en su denominación.
4.1 Diseño de la red de conductos En el diseño de la red de conductos pueden distinguirse dos etapas: I) El diseño de la red. 2) El diseño hidráulico de cada tramo de canal. En la primera etapa, se definen los rasgos generales de los canales y la relación entre los tramos constituyentes. Este es el tema del presente Capítulo. En la segunda etapa se definen los detalles específicos de cada tramo, sobre la base de su rol en el sistema y su ubicación específica en el terreno. Este tema se describe en el Capítulo 5. En la mayoría de los textos sobre riego e hidráulica sólo se toma en cuenta la segunda etapa, enfocando principalmente los criterioslidráulicos del diseño por tramo. Para el diseño de la red de canales, se siguen los siguientes pasos: Paso 1) Definir las zonas por regarse: área de influencia En una gran mayoría, los sistemas de riego en Bolivia distribuyen su agua sólo al grupo de socios con derecho de usufructo de la misma. El área de influencia de estos sistemas es la suma de las parcelas que los socios cultivan debajo de la fuente de agua o del canal principal. La meta de los socios es que la mayor superficie posible de sus terrenos tenga acceso al agua.
26 Obras de riego para zonas montañosas
Por este mismo hecho, en la mayoría de los proyectos de riego la definición del área por regarse no es tanto un tema técnico, sino una derivación de quiénes cuentan con el usufructo del agua y dónde tienen sus parcelas. Solo ocasionalmente, el área se define sobre la base de un análisis de aptitud de suelos. En consecuencia, los estudios de suelos no deberían enfocar análisis generales de aptitud de suelos, sino dar mayor énfasis en el análisis de riesgos de degradación en las parcelas asignadas por los socios del agua (amenazas de erosión y/o salinización); esto para eventualmente excluir algunas parcelas del área de influencia.
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Por otra parte, en las zonas montañosas y especialmente en los sistemas campesinos, hay que tomar en cuenta que la superficie del área de influencia suele ser mayor al área estrictamente regable con el caudal disponible, porque los agricultores dejan una parte de su área bajo riego en descanso y rotan entre las parcelas por cultivarse. El área global de influencia de la red de canales, se subdivide en zonas que recibirán su agua mediante una serie de canales laterales. En textos de riego, estas zonas suelen llamarse bloques, módulos o sectores. La definición de estas zonas depende principalmente de la organización territorial de los regantes. Es aconsejable hacer coincidir los límites de las zonas o bloques de riego con los límites de los grupos sociales existentes (sean estos comunidades, ayllus, suyus o asignaciones). No siempre es posible lograr esta meta a causa de las características topográficas, caso para el que habrá de buscarse soluciones creativas. Paso 2) Trazar los canales Una vez definida el área de influencia, se trazan los canales que conduzcan el agua desde la fuente a todas las zonas de riego. El trazado inicial se efectúa sobre un mapa topográfico con indicaciones de uso de tierra y con curvas de nivel, consiguiendo así un primer acercamiento a la alineación horizontal de los canales. Para el trazado de los canales principales se consideran los siguientes criterios: •
En general, se busca mantener altura en los canales principales para poder regar la mayor superficie posible.
•
Se intenta obtener el trazado de menor distancia entre la obra de toma y la zona de riego.
•
El trazado debe adecuarse a las zonas con menores dificultades de construcción y donde se garantiza su estabilidad en el tiempo. En lo posible se debe evitar la necesidad de obras de arte.
•
El trazado debe, en lo posible, optimizar la relación entre excavación y relleno, en vista de que el movimiento de tierra constituye uno de los mayores costos en la construcción. Sin embargo, en canales en ladera, la estabilidad del canal es más importante que la optimización del movimiento de tierra. Para mayor estabilidad se trabaja en material firme, evitando el relleno.
•
En el análisis de las alternativas para el trazado de los canales principales, se combinan los criterios anteriores, buscando un trazo que optimice la relación entre i) mayor área de influencia, ii) menor complejidad de las obras, iii) menor movimiento de tierra y iv) estabilidad de los canales.
•
El trazado de los canales no debe cruzar los límites sociales de los grupos de regantes definidos. Se prefiere seguir los límites de las comunidades o sectores para evitar que se dividan los grupos de regantes socialmente establecidos o que se agrupen regantes que en otros campos de su vida no tienen lazos de cooperación.
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Red de riego 27
■ En los sistemas existentes, el trazado preferiblemente sigue la alineación de los canales existentes, con el fin de preservar la división espacial de los usuarios, evitar problemas de derecho de paso y aprovechar la sección existente. Criterios específicos para el trazado de los canales laterales: • Su trazado debe permitir la conducción de agua a todos los terrenos que forman parte del área de influencia. • Las dos formas más conocidas son 'laterales de canto', que 'es la más común en zonas montañosas, y `laterales espina de pez', que se hallan en zonas de menor pendiente (Figura 4.1). Figura 4.1: Red de riego con 'laterales de canto' (izq.) y 'laterales espina de pez' (der.)
• También el trazado de los canales laterales preferiblemente coincide con los límites espaciales entre los grupos de distribución, equilibrándose este criterio con el objetivo de una menor complejidad en su construcción. • En caso de laterales compartidos entre varios grupos, los regantes deben estar conformes con el trazado compartido. ■ Se prefiere adecuar el trazado a los límites parcelarios, para evitar el corte de terrenos agrícolas y reducir los problemas de derecho de paso. • En los sistemas existentes, los trazados preferiblemente siguen los trazos ya en uso. • A menudo, el trazado de los canales laterales va en dirección de la pendiente, por lo que hay que tener especial cuidado con las obras de pérdida de carga y disipación de energía.
28 Obras de riego para zonas montañosas
El trazado de todos los canales debe concertarse con los regantes y sobre todo con los propietarios de los terrenos que atraviesan. Paso 3) Definir los caudales de diseño y el esquema hidráulico Después del trazado preliminar de la red de canales se elabora el esquema hidráulico del sistema, que es como un resumen gráfico del futuro funcionamiento de la red. En el esquema hidráulico se indican los caudales de diseño de todos los tramos de canal, tomando en cuenta sus variantes caudales en el año y los posibles cambios entre caudales de día y de noche. En el esquema hidráulico se incluyen las obras de regulación (repartidores y estanques), porque éstas influyen directamente en las posibilidades operativas del sistema. Para visualizar la futura operación del sistema, no hace falta incluir las otras obras de arte como vertederos, medidores, caídas, rápidas o sifones invertidos, pero puede ser instructivo para tener una idea global de la red por construirse. Figura 4.2: Ejemplo de un esquema hidráulico
toma •
estanque de regulación
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caudal máximo de operación caudal mínimo de operación
•
repartidor
1 Criterios específicos en cuanto a los caudales de diseño y el esquema hidráulico: •
Los caudales de diseño de los canales dependen de: La disponibilidad del agua en la fuente. La modalidad de distribución en el sistema.
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Las demandas de agua de los agricultores. El área por regarse. •
Todos estos parámetros pueden variar a lo largo del año, por lo que es útil elaborar distintos esquemas hidráulicos que representen la secuencia de usos de agua en el año.
•
Las 'demandas de agua de los agricultores' dependen de los requerimientos de agua de sus cultivos y de sus prácticas agrícolas (preparación del terreno, riego de barbecho o lameo' con agua con alta concentración de lama). Los mayores caudales de agua se utilizan durante o directamente después de la época de lluvia (lameo, riego suplementario en caso de veranillos) o para la preparación de los terrenos.
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En consecuencia, los caudales de diseño normalmente deben ser mayores a los que se calculan para la máxima demanda de agua en época seca. •
Sobre la base de las demandas de agua y la disponibilidad de agua en la fuente, se definen los distintos caudales de diseño para el sistema entero. Estos caudales deben estar respaldados con un balance hídrico serio.
• Sobre la base de las demandas de agua y la disponibilidad de agua en la fuente, se definen los distintos caudales de diseño para el sistema entero. Estos caudales deben estar respaldados con un balance hídrico serio. •
La conversión de los caudales totales en caudales de diseño para cada tramo, depende de la modalidad de distribución vigente que determina el tipo de reparto del caudal en el tiempo y el espacio. Las modalidades más opuestas son el `monoflujo', que lleva el caudal entero hasta la última parcela del sistema e implica que todos los canales deben tener la misma capacidad de conducción, y la `distribución proporcional', que divide el caudal en partes proporcionales a las áreas por servirse, con una consiguiente disminución de la capacidad hacia los tramos más lejanos del sistema. Al definir los caudales de diseño, hay que tomar en cuenta si el riego es continuo (24 horas al día) o sólo funciona durante un número limitado de horas. Una reducción del número de horas por día requiere un aumento en el caudal de diseño.
• En la definición de los caudales de operación para los distintos canales, se consideran también los argumentos de factibilidad social y económica. La propuesta de trazado y dimensiones de canales es socialmente factible cuando los usuarios tienen la capacidad de cumplir con todos los requerimientos de operación y distribución. Es económicamente factible cuando los costos de construcción no sobrepasen los beneficios económicos y sociales a mediano plazo. Si alguna de estas factibilidades está en duda, hay que volver a considerar la propuesta elaborada. Paso 4) Analizar la coherencia interna de la red Con el esbozo de la red preliminar de canales y los datos básicos de sus tramos y obras de regulación, se analiza si existe coherencia interna en la red que permita que el sistema opere de la forma propuesta. En especial, se debe revisar si el sistema en todos sus tramos contempla:
Continuidad de caudal La suma de los caudales de los canales inferiores define el caudal de cada canal superior. Se verifica esta relación en el esquema hidráulico, tomando en cuenta la modalidad de distribución propuesta, en particular si existe monoflujo o multiflujo.
Continuidad de energía de transporte de sólidos A lo largo de la red de canales debe mantenerse la energía necesaria para transportar los sólidos en suspensión y de fondo, que es función de la pendiente de los canales y el tirante y velocidad del flujo. En vista que el tirante suele disminuir a lo largo de la red (a causa del reparto del agua o de pérdidas), es aconsejable aumentar las pendientes de los tramos más lejanos para evitar sedimentación.
30 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 4.3: Desarrollo óptimo de las pendientes en redes de riego en sistemas de monoflujo (sin reducción de caudal)
en sistemas de multiflujo (con reducción de caudal)
En zonas montañosas es difícil cumplir con esta exigencia, porque la topografía del terreno se desarrolla a la inversa, con pendientes mayores cerca de la zona de captación y menores en la zona de riego y porque el trazado del canal responde sobre todo a los límites entre las parcelas. En consecuencia, es casi inevitable incluir reducciones de pendiente, donde habrá depósito de sólidos y una disminución de la sección. Para evitar que esto ponga en riesgo el buen funcionamiento del sistema, los usuarios deben limpiar estos tramos frecuentemente. Para facilitar la limpieza, el proyectista debe ubicar los tramos de reducción de pendiente en lugares fácilmente accesibles y con condiciones para verter el material depositado. En los sistemas de zona montañosa la cuestión no es tanto si se incluyen reducciones de pendiente, sino dónde. Ruta de seauridad En todo sistema de riego siempre existe el riesgo de rebalses a causa de un mal manejo, del ingreso de agua no esperada o de obstrucciones en el canal. En zonas montañosas, tales rebalses representan un gran riesgo por la fuerza destructiva del agua en las laderas, que en cuestión de horas puede comprometer la estabilidad de las obras. Para evitar tales problemas, el proyectista debe idear una ruta de seguridad del agua, que aún en situaciones adversas asegure la conducción segura del agua hacia cauces estables. Para ello, deben incluirse vertederos de excedencias en puntos estratégicos de la red; por ejemplo después de la entrada de agua adicional (quebradas) y antes de reducciones cruciales de sección (sifón invertido, acueductos). Asimismo, en lo; repartidores principales, el proyectista debe prever lo que ocurrirá en caso de una operación inadecuada (todas las compuertas cerradas) e introducir las medidas necesarias para evitar flujos descontrolados (por ejemplo instalar compuertas bajas). Transiciones entre tramos En una red de conductos existen transiciones entre tramos de distintos materiales y dimensiones. Cada cambio de sección o pendiente del canal debe introducirse con cuidado para evitar fluctuaciones bruscas en el flujo del agua. Para los cambios de sección se diseñan tramos de transición gradual. En especial hay que tener cuidado en las transiciones de canales revestidos a los canales en tierra, asegurándose que la fuerza del flujo no exceda la fuerza tractiva permitida para estos últimos.
01 1
Investigación aplicada - PRONAR
Red de riego 31
Figura 4.4: Excesiva erosión en la transición de canal revestido a canal de tierra
En caso de una disminución de la pendiente en un tramo de canal, hay que verificar si se genera un cambio en el régimen de flujo de supercrítico a subcrítico, porque de ser así requiere resaltos controlados (disipadores) y mayor altura de paredes. Otro tema especial son las curvas horizontales, que deben ser graduales y se diseñan tomando en cuenta la sobreelevación del agua (Capítulo 5).
Investigación aplicada - PRONAR
33
5
Canales 5.1 Descripción y ubicación Los canales son conductos que transportan el agua desde la obra de captación hacia el área de riego y dentro del área de riego hacia las distintas zonas y parcelas. En términos hidráulicos se entiende por canales a los conductos abiertos con una superficie de flujo libre sobre la cual actúa la presión atmosférica. Hay canales de distintos materiales: en tierra, con o sin cobertura de pasto, canales en roca, canales revestidos con una capa de cemento, canales de hormigón, de mampostería y tuberías (que pueden funcionar como ductos abiertos o bajo presión). El tipo de material determina el grado de fricción con el agua, la velocidad del flujo permitida, el grado de filtración por las paredes y el riesgo de erosión. Las características de los tramos de canal son: 1. Ubicación o emplazamiento en planta La ubicación de la red de canales consiste en definir el emplazamiento de los canales principales y laterales, así como las obras de cruce, regulación y protección. La ubicación de los tramos de la red depende principalmente del área por regarse, límites comunitarios, uso de suelo y topografía (Capítulo 4). Definir la ubicación es un proceso iterativo, en el que se busca un equilibrio entre estos factores. 2. Altimetría o emplazamiento vertical La pendiente de los canales se define de acuerdo con las condiciones de flujo que se quiere generar en cada uno de los tramos. La pendiente oscila entre valores mínimos y máximos establecidos. Se definen valores mínimos para evitar la sedimentación de material sólido en suspensión y para evitar el crecimiento de algas. Se definen valores máximos para evitar erosión de solera y paredes y para evitar que el agua en el canal entre en un régimen supercrítico. Dentro del rango de pendientes mínimas y máximas, el proyectista busca las pendientes que generen el menor costo de construcción en relación con la topografía (equilibrio entre excavación y relleno). Si la pendiente del terreno es mayor a la pendiente máxima permitida para canales, se deben introducir caídas o rápidas para salvar el desnivel de la superficie natural. Uno de los grandes problemas del riego en zonas montañosas es la alta carga de materiales sólidos en el agua. Para evitar que estos sólidos se depositen en los canales se debe mantener la energía necesaria para su transporte a lo largo de la red, como ya se expuso en el Capítulo 4. Esta energía depende de la pendiente y de la velocidad del agua, por lo que las pendientes de canales sucesivos no deberían reducirse. Es más,
34 thras de rieuo para zonas montañosas
en sistemas donde el reparto del agua genera reducciones de caudal, las pendientes deberían incrementarse (Figura 4.3). En /unas montañosas es difícil cumplir con esta exigencia, porque la topografía del terreno se desarrolla a la inversa, con pendientes mayores cerca de la zona de captación y menores en la zona de riego. Como consecuencia, casi en todos los sistemas de riego existen reducciones de pendiente donde se acumula material sólido depositado. Para evitar que estos depósitos generen una disminución de la sección, es necesario que se hagan limpiezas regulares. En el diseño el proyectista debe prever que los puntos de reducción de pendiente estén en lugares accesibles y con amplio espacio para verter el material del canal. Inversamente, también hay algunos lugares donde por la incomodidad de su limpieza no se permite disminuir la pendiente y más bien se aconseja aumentarla para asegurar su autolimpieza: Iin alcantarillas y túneles. ▪ I Lii canales con excavación profunda (más de 1 m).
•
I acueductos. 3. Forma de la sección 1..1 sección de un tramo es su forma perpendicular a la dirección del flujo. En general, en el diseño se aplican secciones regulares (rectangular, trapecial o circular). Solo en casos excepcionales, como en roca, se diseñan secciones irregulares. Figura 5.1: Distintas secciones de canal: trapecial, rectangular, circular e irregular
1:1 tipo de sección por usarse depende en primera instancia del material del canal. se aplican secciones trapeciales. De acuerdo con el material de suelo, se En los canales en tierra, aplican taludes (vertical: horizontal) de entre 1:1 a 1.5:1 (en suelos cohesivos) hasta 2:1 (en suelos más sueltos). Durante el uso, sus secciones automáticamente se vuelven un tanto irregulares por el desgaste
•
de sus taludes. • •
normalmente se diseñan canales trapeciales con un talud muy empinado, En los canales en roca, sabiendo que la sección final en el campo depende de la posibilidad de excavar el material. define la sección optimizando ILn los canales revestidos y de mampostería u hormigón, se la relación entre capacidad de conducción, volumen de excavación o relleno y facilidad de construcción. En canales muy pequeños también influyen criterios de comodidad de construcción y mantenimiento.
•
Por argumentos hidráulicos y razones de costo, en general se recomienda aplicar secciones trapeciales en el diseño de los canales de riego. Se calcula que para caudales iguales, en un canal de sección trapecial
Investigación aplicada - PRONAR
Canales 35
con talud de 1:1, se usa alrededor de 30 a 35% menos de volumen de revestimiento que en un canal de sección rectangular. Sin embargo, por razones constructivas, en canales revestidos es más sencillo aplicar secciones rectangulares, porque i) permiten un encofrado y vaciado sencillo y rápido, y ii) permiten el uso de vibradores sin complicaciones. En las secciones trapeciales el revestimiento se apoya en el suelo, por lo que suele ensuciarse la mezcla con tierra y se complica su vibración por la posición inclinada del vibrador. Si se vacía el revestimiento sin encofrado, el talud más empinado es de 1.3:1. Con encofrado y en canales pequeños, los taludes pueden ser hasta 1:1. Aparte, la aplicación de secciones rectangulares es más favorable: • En casos que se necesita tapar el canal para protegerlo de material entrante. En estos casos se usa la sección rectangular para disminuir el ancho de las tapas. • En casos de poco espacio disponible, por ejemplo en laderas o en lugares donde un canal pasa entre un camino y una casa. • En casos de excavaciones profundas (más de 1 m de profundidad), donde un pequeño aumento en el ancho del canal generaría un incremento considerable en el volumen de excavación. Figura 5.2: Canales de sección rectangular, en ladera (izq.) y profundo (der.)
36
Obras de riego para zonas montañosas
4. Dimensiones de la sección y estado de flujo Los elementos de la sección de un canal son: Figura 5.3: Elementos de la sección de un canal
1 1 1
T BI
1
Y má x
1 b
1
base, plantilla, ancho de la solera [m] = tirante, distancia vertical entre el fondo y la superficie del agua [m]
b
=
y
ymax = tirante máximo, profundidad máxima del agua en la sección [m] = ancho de la superficie libre del canal [m] T BI
altura del borde [m] = bordo libre; diferencia entre H y ymax [m]
e
= inclinación de las paredes del canal respecto de la horizontal [rad]
z
= talud; la relación de la proyección horizontal a la vertical; z =
A
=
H
=
área hidráulica, área de la sección transversal del flujo
cotan
[m2]
perímetro mojado, longitud de la línea entre el agua y el contorno interno del canal [m] R
=
radio hidráulico [m],
R=A/P
En la siguiente tabla se presentan los elementos geométricos de las secciones más comunes: •Elementos geométricos de las secciones más comunes Área A
Canal tipo
Perímetro mojado P
Radio hidráulico R
Ancho superficial T
"5 1 1 1 1 1
T Y
by
b + 2-y
by b + 2•y
b
b
(b+zy) y (b+z y) 'y
1 1
--- b ----1
b+2 y .11+z2
b+2 y 71 + z2
b +2 z y
Investigación aplicada - PRONAR
1T = == I
q
y
Canales 37
z.yz
2•y• 1+z2
zy
2•z•y
4 (1 — s e ) D
2,Jy (D — y)
2• 1+z2
~T~
D
¡
$•(e—sene).D Z
2eD
Y
L
Las dimensiones de la sección y su pendiente detérminan el estado de flujo del agua en cada sección. En la hidráulica, entre los estados de flujo de un líquido se distinguen los de un flujo subcritico, critico y supercrítico. La medida para definir estos estados es el número de Froude Fr, que se define como la relación entre la velocidad del flujo v y la velocidad de las ondas gravitacionales (celeridad): Fr - v
g D
Fr = número de Froude [v = velocidad del flujo [mis] -]
g D
= aceleración de la gravedad [mis 2]
A
= profundidad hidráulica [m]: D = A / T = área hidráulica [m2]
T
= ancho del espejo del agua [m]
Cuando el número de Froude es menos que 1.0, se habla de un flujo subcritico, que es un flujo de velocidad baja y tranquila. En el estado subcritico las ondas gravitacionales pueden propagarse en dirección aguas arriba, porque la celeridad es suficientemente grande para vencer la velocidad del flujo. Cuando el número de Froude es mayor a 1.0, el flujo es supercritico, con una alta velocidad y que se conoce como rápido y hasta torrencial. En el estado supercrítico es imposible que una onda gravitacional se propague hacia aguas arriba, porque la celeridad es menor que la velocidad del flujo. Cuando el número de Froude es igual a 1.0, el flujo es critico. La transición del estado subcritico a supercritico es un proceso gradual y generalmente tranquilo. La aceleración del agua genera un gradual aumento de la velocidad 'y tina consecuente reducción del tirante. Por definición la aceleración de subcritico a supercritico pasa por el estado critico. Contrariamente, el cambio del estado supercritico al estado subcritico es un proceso turbulento. Obligatoriamente pasa por un resalto hidráulico en el que la energía cinética se convierte en energía potencial. La intensidad del resalto y la propagación de eventuales ondulaciones en el canal aguas abajo dependen del número de Froude del flujo supercritico.
38 Obras de riego para zonas montañosas
5. Bordo libre *:5 Después de determinar el tirante y ma „ para el caudal máximo, se añade una altura adicional al bordo m% detrminao,c brdlie.Eo sunaltrdegiqupvnrebals a consecuencia de oleaje por viento, cambios en el tirante a causa de obstáculos en el canal o variaciones excepcionales del caudal. También evita que cualquier error en el diseño (rugosidad subestimada) o en la construcción (replanteo incorrecto de la pendiente) origine rebalses. 6. Rugosidad El material del canal o su revestimiento determina la rugosidad de la superficie del canal, que es una .% expresión para la magnitud de fricción que se opone al deslizamiento del agua al pasar por la superficie. El valor de la rugosidad es mayor para materiales más ásperos o rugosos o cuando existe otro tipo de o"' obstáculos en el paso del agua (vegetación). Con el tiempo, la rugosidad de los canales tiende a incrementar -5 a causa de falta de limpieza o desgaste del revoque original. En el diseño es buena práctica usar valores #) para la rugosidad basados en una estimación del estado del canal después de 5 años de uso. La rugosidad puede expresarse como un coeficiente n aplicado en la fórmula de Manning. Existen múltiples tablas que dan valores para el coeficiente n para distintos materiales, de las que se sustraen los siguientes valores comprobados: Tabla 5.2: Valores de rugosidad para distintos materiales y condiciones de canal Tipo de superficie y condición de tramo
n
Valores PRONAR Hormigón (armado, simple o ciclópeo)
0.018
Mampostería de piedra
0.022
Tierra
0.025
nao
Valores adicionales (e.o. Ven Te Chow, 1994) Acero galvanizado (ligeramente corrugado)
0.016
Hierro fundido en uso
0.020
Plástico
0.010
Tierra, con pastos cortos, algunas malezas
0.027
Tierra, con malezas densas
0.035
Cortes en roca
0.035
Corrección para curvas
+0.001
Corrección para profundidades menores (y < 0.5 m)
+0.001
O
O O
7. Partes complementarias Como partes complementarias, en muchos canales hay que construir pasarelas que permiten el libre paso fim -I' deprsonayiml.E copemntarls copedlatrs.En epa animales de rebaño hay que añadir muros de ingreso que dirigen los animales hacia el estrechamiento de lai pasarela, para evitar que algún animal intente cruzar el canal al lado de la pasarela. En cruces con caminos 0
O
Investigación aplicada - PRONAR
Iná. • ,..7.0 r Serro" ildar eanales 39 SUPE2\1:SOR JdAS N. "Y:
vecinales o entradas de propiedades también se construyen puentes vehiculares, que requieren un cuidado especial en cuanto a su resistencia. En algunos sistemas en zona de pastoreo es conveniente incluir en el diseño del canal rejillas verticales de seguridad a distancias regulares. Estas rejillas inhiben que el agua arrastre largas distancias animales que eventualmente cayesen en el canal.
5.2 Criterios para el diseño de los tramos de canal Una vez establecidos los trazos y caudales de diseño de la red de canales, se diseñan los detalles de cada tramo (sección y pendiente). En el diseño de los tramos se consideran los siguientes criterios específicos: . •
En todos los canales de riego debe mantenerse un flujo subcrítico, para evitar excesiva erosión de solera y paredes. Desniveles mayores de la topografía se salvan mediante caídas o rápidas.
•
La dimensión de cada tramo se basa en los caudales máximos y mínimos por conducirse a lo largo del ario.
•
En canales de tierra, para fines de estabilidad se utilizan secciones trapeciales
•
En canales revestidos, se prefieren secciones trapeciales por el ahorro de costos. Por razones de facilidad de construcción y menor pérdida de terreno puede optarse por canales rectangulares, pero estos tienen un costo mayor.
•
Si hay una gran variación entre los caudales de una época y otra, se sugiere usar una sección trapecial, porque asegura que también con caudales menores se mantiene un tirante considerable.
•
El ancho mínimo de la solera es 0.30 m para permitir el uso de las herramientas usuales para la limpieza. Sólo en caso de caudales muy pequeños (del orden de los 20 1/s o menores) puede optarse por un ancho más reducido, aceptando que así se complica el trabajo de limpieza. Para caudales tan reducidos se recomienda el uso de tubería.
•
La velocidad mínima en los canales debe garantizar que no se deposite el material sólido en el agua. Su valor absoluto depende de la cantidad y el tipo de material sólido en suspensión. En los canales de tierra la velocidad mínima debe ser 0.3 m/s, en canales revestidos 0.7 m/s.
•
A lo largo de la red de canales, la capacidad relativa de transporte de material en suspensión y la capacidad de arrastre de material de fondo no deben decrecer.
•
La fuerza tractiva del agua no debe exceder el límite de yesistencia de solera y paredes. • Los canales deben ubicarse en terrenos estables. • En caso de canales en laderas escarpadas con peligro de deslizamientos o derrumbes, se los debe proteger con una tapa o losa (Figura 5.4). • Las coronas de los bordos deben tener un ancho de por lo menos 0.3 m para permitir el caminar al lado del canal. En los canales en laderas, solo el bordo exterior debe ser de 0.3 m, el bordo interior puede ser de hasta 0.2 m.
wV
40 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 5.4: Donde hay peligro de deslizamiento, se protege el canal con losas
j
5.3 Diseño hidráulico 5.3.1 La Fórmula de Manning para el cálculo de secciones En general, los flujos de agua en sistemas de riego son uniformes no-permanentes. La fórmula más conocida y más aplicada para el cálculo del flujo en canales abiertos es la de Manning, y se conoce como: Q = A 1 Sz =
(5.1)
•R2
caudal [m3 /s]
A =
área hidráulica [m 2]
n =
coeficiente de rugosidad
S =
pendiente [m/m]
R =
radio hidráulico [m]
El problema de la aplicación de Manning radica en que el valor de n no sólo de pende de la rugosidad del perímetro mojado. Otros factores como la forma del canal, la profundidad del flujo y probablemente el talud influyen en su valor. Su influencia es mayor en caso de secciones rugosas y de flujos poco profundos. (para canales de Según experiencias empíricas, debe modificarse la fórmula de Manning si 0.025 < n < 0.04 1 m. Para canales pequeños ".3 tierra y roca), multiplicando el 1/n por y° con u = 1/3 para y<1m y u= 1/6 para y > (y < 1 m), resulta en la fórmula de Manning modificada: Q = A • )11 n
S
1:1 5
(5.2)
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Canales 41
Esta modificación aun no es común en el diseño de los canales, por lo que muchos canales de tierra no conducen el caudal de diseño a pesar de estar limpios. Por ejemplo, en un canal trapecial con z =1, con una rugosidad de 0.025, en vez del tirante teórico de 50 cm, en la práctica se genera un tirante de 60 cm. Además, hay que considerar que en la mayoría de sistemas sólo se limpian los canales una o dos veces al año, tal que cuando llega a conducir el caudal de diseño, la rugosidad suele ser mayor a la supuesta.
5.3.2 Procedimiento de cálculo hidráulico de secciones El cálculo de la sección procede según los siguientes pasos: 1. Se establecen los valores para los parámetros básicos: El caudal Q [m/s], de acuerdo con el esquema hidráulico. La pendiente S [m/m], según la topografía del terreno y el flujo requerido. La rugosidad n, según material de construcción. El tipo de sección por aplicarse y el talud z. 2. Se calcula la capacidad de transporte K, que se obtiene de un reordenámiento de la fórmula de Manning: -n K =Q— =A•R% K=A-R•y )<
o
, en caso de canales de tierra pequeños.
(5.3)
(5.4)
El valor de K calculado con los valores de Q, s y n, se usa posteriormente para determinar el valor de una vez definida la relación requerida entre el ancho y el tirante.
A y R,
3. Se determina el tipo de sección, más la relación entre ancho y tirante (b/y) y se calculan valores preliminares para b y y. Para la relación entre ancho y tirante (b/y), en principio se busca la sección hidráulicamente óptima que tiene la mayor velocidad de flujo y el mayor radio hidráulico (R = A/P). En consecuencia, es la sección con la menor superficie transversal para conducir el caudal definido y la que requiere un menor volumen de excavación y/o relleno. Para canales abiertos, la sección hidráulicamente óptima es el semicírculo, pero ésta es difícil de construir e inestable. Para un canal trapecial la mejor sección es un semi-hexágono (para z = 1, b/y = 0.8) y para un canal rectangular es un medio cuadrado (b/y = 2). En conductos circulares el tirante que permite un flujo más eficiente es y = 0.95 D. En canales revestidos, conviene aplicar la sección hidráulicamente óptima, porque garantiza el mayor caudal al menor costo de revestimiento. En canales de tierra, por ser trapeciales y con taludes suaves, resulta en canales demasiado profundos, por lo que en la práctica debe aumentarse el ancho del canal (aumentar la relación b/y). Además, en canales de tierra, se recomienda reducir el perímetro mojado con el objetivo de disminuir la línea de contacto entre agua y tierra, y así disminuir las pérdidas por filtración.
42
Obras de rieao para zonas montañosas ate
Para facilitar el trabajo de diseño, Dahmen (1994) da valores recomendados para z y sus sucesivas relaciones de canal.
b/y para canales en tierra y
canales revestidos trapeciales, considerando el caudal del
o
Tabla 5.3: Valores recomendados para z y b/y para canales en tierra Q [m 3/s] z
0.2
02-05
0.5 —10
0.8 — 1
1 — 1.5
1.5 — 2
'5
1.76 * Q13 35
1
b/y
Tabla 5.4: Valores recomendados para z y b/y para canales revestidos Q [m 3/s] z
0.3
0.3 — 2.0
2.0 — 30
1 — 1.25
1 — 1.25
1 25 — 1 5
0.03 * Q + 1
1
b/y
Alces (obtenido Con la relación b y definida y conociendo el valor de la capacidad de transporte K = en el paso 2), se calculan b y y mediante un simple tanteo s dándole valores a y hasta que la expresión A Fe, sea igual al valor de K.
4. En caso que el cálculo teórico de b y y (del paso anterior) resulte en valores poco prácticos, se deben adecuar los valores de by y a los criterios de construcción. En general se opta por adecuar b a valores predeterminados (un mínimo de 0.30 m con aumentos graduales de 0.05 m). En casos especiales también puede requerirse un ajuste en el y, por efectuarse recién después de haber añadido el bordo libre (paso 7). Si se aumenta b, debe disminuirse y y al revés. La corrección de y sale de la aproximación: Ay —
—Ab
,
aplicando Manning y con
1.5 — + 2z — 0.5 Y
b
del paso 3.
(5.5)
Y
O cuando se aplica la ecuación de Manning modificada: —Ab
(5.6)
b 1.7— + 2.25z — 0.5 Y
5. Se calcula la velocidad del flujo en la sección determinada, aplicando la fórmula de continuidad (y = Q/A), con Q, el caudal de diseño y A, el área de la sección transversal. Para determinar A se aplican las relaciones geométricas presentadas en la Tabla 5.1. 6. Después de determinar las dimensiones de la sección, hay que controlar su resultado por a) velocidad crítica, b) fuerza tractiva, c) capacidad relativa de transporte de material sólido en suspensión y d) capacidad relativa de transporte de material de arrastre. 1 Este tanteo puede simplificarse usando la función SOLVER del programa EXCEL (Anexo A).
j
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Canales 43
a. Velocidad crítica La velocidad crítica es la velocidad que corresponde al tirante con el mínimo de la energía específica para un caudal determinado. Velocidades menores a la velocidad crítica pertenecen al régimen lento (subcrítico, flujo normal), velocidades mayores al régimen rápido (supercrítico). Para asegurar un flujo normal en los canales revestidos, la velocidad del flujo no debe ser mayor al 70% de la velocidad crítica, manteniéndose el 30% de margen para evitar que un eventual aumento de la velocidad resulte en un cambio en el régimen de flujo, lo que generaría turbulencias y saltos hidráulicos no deseados 2. Para determinar la velocidad crítica y c , primero se calcula el tirante crítico y, aplicando la fórmula de la condición general del régimen crítico: Q2 A3 T (5.7) g g
= aceleración de la gravedad [m/s 2] Ac = área hidráulica del flujo crítico [m 2] Tc = ancho del espejo del agua en flujo crítico [m] El yc se obtiene mediante tanteo, calculando el valor del miembro izquierdo y después probando valores de y c hasta alcanzar la igualdad (se aplican los valores de si c en las fórmulas de los elementos geométricos A y T presentados en la Tabla 5.1). Con el valor del tirante crítico, se calcula el área hidráulica correspondiente y la velocidad crítica (usando la fórmula de continuidad y = Q/A). Posteriormente se verifica si la velocidad calculada en el paso 4 es menor que 0.7 y, En caso de no ser así, podría aumentarse la rugosidad, cambiar la sección o disminuir la pendiente del tramo y repetir el ejercicio. En la práctica, sólo un cambio de la pendiente da resultados aceptables. Hay diseñadores que usan factores de rugosidad altos para asegurar que los canales diseñados tengan la capacidad suficiente. Si se usan tales valores altos, hay que considerar que las fricciones reales pueden resultar menores, sobre todo directamente después de la construcción o de limpiezas. Así, la velocidad real sobrepasa la calculada y puede alcanzar la velocidad crítica. b. Fuerza tractiva Para evitar velocidades erosivas en los canales, , en •rntichos -textos -se fijan velocidades máximas permisibles para distintos tipos de material. Sín embargo, para determinar la fuerza erosiva no es tan importante la velocidad media, sino la velocidad en el límite de la sección. Para ello, se recomienda aplicar el criterio de la fuerza tractiva 'r, que es la fuerza que el flujo ejerce sobre las partículas exteriores de la solera y paredes del canal. De investigaciones se concluye que la fuerza tractiva máxima se ejerce sobre la solera del canal, por lo que se usa la fuerza tractiva de fondo como criterio para el diseño: T
2 En los canales de tierra, las velocidades máximas permisibles son muy inferiores a la velocidad crítica
(5.8)
44 Obras de riego para zonas montañosas
fuerza tractiva [N/m 2] = factor de corrección según la relación de b/y para 1 < b/y < 4 e(blY) 0 .065
c
c = 0.77 C = 1.0
para b/y > 4
densidad del fluido (para agua normalmente 1000 kg/m 3) g
= aceleración de la gravedad [m/s 2] (9.81 m/s2)
Y S
= tirante de agua sobre nivel de solera [m] = pendiente de la solera [m/m]
La fuerza tractiva permitida depende del diámetro de las partículas en el bordo del canal. En canales de tierra, generalmente se permite una fuerza tractiva de fondo de 3-5 N/m 2 . Para canales revestidos la fuerza tractiva puede llegar hasta 8-10 N/m 2 . En caso que la fuerza tractiva sobrepase los límites permisibles, se tiene que reducir la pendiente. Si esto resulta en pendientes menores al desnivel del terreno. deben construirse caídas o rápidas.
c. Energía de transporte de material en suspensión En casi todos los sistemas de riego en zonas montañosas, el agua lleva una gran cantidad de partículas sólidas. una parte de ellas en suspensión y otra parte como material de arrastre. La capacidad relativa de transporte del material en suspensión, T/Q, es proporcional a la energía de disipación por unidad volumétrica de agua: T
p-g•v S
p
capacidad relativa de transporte [(m 3/s)/(m 3/s)] = densidad [kg/m3 ]; para agua normalmente 1000 kg/m 3
g
= aceleración de gravedad [m/s 2]
T/Q
(5.9)
= velocidad promedio [m/s] S
= pendiente de la solera [m/m]
Para el transporte del material en suspensión, las características hidráulicas de la red de canales deben ser tales, que p.g•y•S sea constante o no decreciente.
d. Transporte de material de arrastre Similar a la capacidad de transporte de material en suspensión, el transporte de material de arrastre depende de la energía del agua. Esta depende de la velocidad de fricción en el fondo del canal, que a su vez depende del tirante y de la pendiente del canal. Para el transporte continuado del material de arrastre, debe garantizarse que y.S 3 sea constante o no decreciente e. Control simplificado En muchos textos de diseño de canales, en vez de efectuar estos controles específicos, se fijan velocidades mínimas (para evitar sedimentación y crecimiento de algas) y máximas (para evitar erosión). Las velocidades máximas dependen del material de construcción. Algunos textos también
43 4) 4) 4)
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Canales 45
presentan pendientes mínimas y máximas. Sin embargo, ambos parámetros son sólo indicativos. Si bien dan una idea del rango en el que deben ubicarse las velocidades de diseño, para el diseño final se aconseja efectuar las verificaciones indicadas. Tabla 5 5 . Velocidades máximas permisibles en canales de distinto material (Villón, 2001)
Tipo de material , Tierra arcillosa Revestimiento de piedra y mezcla simple Mampostería de piedra y hormigón Revestimiento de hormigón Roca arenisca Roca dura
Velocidad máxima [mis] 0.9 1 2 3 1.5 3a5
7. Se determina el bordo libre. En canales pequeños se recomienda utilizar como bordo libre la mitad del tirante: 131= y/2 con un mínimo de 0.15 m. Para fines constructivos, es cómodo redondear la altura total del canal (= y +130 a un múltiplo de 0.05 m. En canales que funcionan bajo régimen supercrítico, el bordo libre debe ser mayor (Capítulo 10, Rápidas). 8. Donde sea necesario, se diseñan las curvas. En las zonas montañosas es inevitable que en el diseño de los canales se inserten tramos curvos para responder a las condiciones topográficas del terreno. Además, en las zonas de riego se requieren curvas en los sectores donde los canales deben ajustarse a los linderos de las parcelas. Hidráulicamente deben diseñarse las curvas con cuidado, porque el flujo puede volverse irregular y hasta turbulento. Para no generar irregularidades y evitar pérdida de energía por la curva, se recomienda que el radio de la curva sea por lo menos 5 veces el ancho del espejo del agua. Para flujos lentos con un Número de Froude Fr < 0.4 y en situaciones donde la pérdida de altura de agua no tiene importancia, pueden diseñarse curvas más cenadas. Con éxito se han introducido curvas de 90°. En caso de curvas cerradas hay que calcular el efecto de remanso y en caso necesario aumentar el bordo libre del canal. En los sistemas de zona montañosa, el efecto de, mayorimponancia de las curvas,esla sobreelevación del tirante en la pared exterior, que si no está bien prevista puede generar rebalses que amenace la estabilidad del canal, especialmente cuando este está ubicado en una ladera. El grado de sobreelevación depende del estado del flujo. En flujos subcríticos se genera una sobreelevación ligera, dependiente de la velocidad del agua y el ancho del canal. La diferencia de elevación del agua en los dos extremos del canal, puede estimarse con la ecuación 5.10. áy =
1/2 • T g.r
(5.10)
46 Obras de riego para zonas montañosas
Ay
= diferencia de elevación entre tirante interior y exterior del canal [m] = velocidad promedio del agua [m/s]
T
= ancho del espejo libre del agua [m]
g
= aceleración de la gravedad [m/s 2]
r,
= radio de la curva [m]
El bordo libre debe ajustarse según el cálculo de la sobreelevación: BI = Y max Figura 5.5: Las piedras revelan los problemas de rebalse por sobreelevación en la curva
En los flujos supercríticos, encima de la sobreelevación por inercia, el flujo desarrolla ondas cruzadas a causa del impacto del flujo en la pared exterior y su separación de la pared interior. Su influencia en la altura del tirante se estima de más o menos el mismo valor que la sobreelevación calculada, por lo que en flujo supercrítico: Ay - 2
v2 T
(5.11)
Sin embargo, la inestabilidad de los- flujos rápidos puede causar mayores diferencias de tirante, por lo que se recomienda simplemente no diseñar curvas en flujos supercríticos, ni en flujos cercanos a la velocidad crítica. Si fuesen inevitables, hay que ajustar el bordo libre del canal o tapar la sección de la curva para evitar rebalses.
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Canales 47
5.3.3 Ejemplo de cálculo Calcular la sección de un canal de tierra, de forma trapecial de talud z = 1, para un caudal de 150 I/s y con una pendiente de 0.001 m/m. 1. Para la rugosidad (n) de un canal de tierra se toma 0.025. Este valor significa que en el cálculo de la sección debe introducirse el factor de corrección de y113. 2. El factor de sección K es igual a Q•n
0.15 x 0.025
lorri
0.119
3. Primero se determina la relación óptima de b- = 21f Y
2z = 21-1-7-1- 2 = 0.828
Después se calcula el tirante (y) mediante un tanteo del otro miembro de K, aplicando el factor de corrección de n para canales de tierra poco profundos K = A •R% •
yr3
y usando los elementos geométricos de la sección trapecial
A --(b+y•z)•y y R= (b+y•z)•y b+2y Mediante tanteo se resuelve que b = 0.39 m con y = 0.47 m. 4. Por razones prácticas, se modifica el valor de b a 0.4 m. El correspondiente cambio en y es de menos de 0.01 m y en consecuencia despreciable. Q = = 0.15 - = 0.37 m/s. A 0.402
5. La velocidad del flujo
6. a. Velocidad crítica: se tantea un
yc para el que se cumple
Q2 A 3 = , resultando en y, = 0.23 m, con g
una velocidad crítica de v, = 1.23 m/s. La velocidad del flujo es menor que 0.7* vc , lo que es aceptable. b.
0.77 x 1000 x 9.81 x 0.47 x 0.001 = 3.54 N/m 2 . Este valor está por debajo de los límites máximos de la fuerza tractiva aceptable en canales de tierra.
c.
El valor de la capacidad relativa de transporte se calcula en:
Fuerza tractiva:
T -
=
c.p.g.y.S =
p•g•v•S= 1000 . 9.81- 0.37 . 0.001= 3.66
Este valor en un tramo especifico no es un dato interesante . lo importante es verificar si la capacidad de transporte de material en suspensión no decrece entre los tramos sucesivos para asegurar que el material sólido se transporte hasta el final de la red y no se deposite en uno de los tramos intermedios. 7. El bordo libre se calcula con la fórmula para canales pequeños: y 0.47 Bl= - = 2 2 - 0.24 m . Las medidas definitivas son: b = 0.4 m y h = 0.7 m.
5.4 Aspectos constructivos 5.4.1 Construcción de canales en ladera Los canales en ladera requieren atención especial en cuanto a la estabilidad de su construcción. Para evitar inestabilidad estructural en el canal, por lo menos la pared exterior del canal y preferiblemente también su
48 Obras de riego rara zonas montañosas bordo exterior, deben apoyarse dentro del perfil original de la ladera como se muestra en las situaciones a) y b) de la Figura 5.6. Hay que evitar el emplazamiento fuera del terreno original, por la inestabilidad y permeabilidad del material de relleno (situación c). Lo óptimo es un canal en terreno firme con tenaceo en la ladera (situación d). Por lo menos se debe construir una berma aguas arriba del canal, con un ancho mínimo de 0.5 m. Figura 5.6: Ubicación de canales en ladera
a)
b)
c
)
d)
Si bien este método es oneroso en cuanto a la relación excavación — relleno, garantiza una mayor estabilidad y durabilidad del canal, además de evitar filtraciones en el terreno recién compactado.
5.4.2 Revestimiento Por revestimiento de un tramo de canal, se entiende la aplicación de una capa de material impermeable que reduce las filtraciones de agua y en caso de ser de material rígido da mayor firmeza a su solera y paredes. El revestimiento de tramos de canal tiene como principales objetivos:
•
Disminuir la pérdida de agua por infiltración. Se resume en una mayor disponibilidad de agua y la posibilidad de regar una superficie mayor. Aumentar la velocidad del agua. Es aconsejable en tramos de poca pendiente, donde una menor velocidad causaría sedimentación de los materiales sólidos en el agua. En canales revestidos, la velocidad es de 1.6 a 2 veces mayor a la velocidad en canales de tierra.
•
Reducir la sección de los canales. Disminuye la sección de excavación y es especialmente recomendable en sitios donde hay poco espacio o para evitar la pérdida de terrenos agrícolas.
•
Asegurar la solidez del canal, por ejemplo en caso de suelos fácilmente deslizables.
•
Disminuir los costos de mantenimiento. Se limita a limpieza y reposición de revestimiento dañado.
•
Investigación aplicada - PRONAR
Canales 49
El revestimiento tiene un costo alto, por lo que al momento de decidirse revestir o no ciertos tramos deben considerarse sus costos y beneficios (inversión de dinero versus ahorro de agua). Para disminuir el volumen de revestimiento, se busca una sección con el menor perímetro mojado por área hidráulica determinada. En este aspecto, la sección trapecial es más económica que la rectangular. El techo de inversión de los proyectos de riego determina que en la mayoría de los proyectos de riego no es posible, aparte de no ser rentable, revestir todos los•tramos de canal. La experiencia demuestra que en la mayoría de los sistemas se consigue el mayor ahorro de agua revistiendo los canales principales. Suele coincidir con el deseo de los regantes, quienes prefieren el revestimiento de los tramos troncales por ser compartidos por todos y generar ventajas por igual. En casos excepcionales puede hacerse un análisis de todos los tramos para determinar la máxima ganancia de agua con el fondo de revestimiento disponible, tomando en cuenta la eficiencia de conducción de cada uno, su tiempo de uso y los caudales que conducen. En caso de revestir partes de un solo canal (principal), es necesario determinar los tramos de mayor urgencia comparando las pérdidas de filtración en cada uno. Después de una o dos gestiones de uso, es fácil identificar en el terreno los puntos de mayores pérdidas. Materiales de revestimiento El hormigón es uno de los materiales más resistente a la erosión, por lo que se prefiere aplicarlo en aquellos tramos de canales donde se prevén altas velocidades del agua. Con un tirante apropiado son permisibles velocidades de hasta 3 m/s. El hormigón evita el crecimiento de malas hierbas, mejorando las características del flujo y reduciendo los costos de conservación. Resiste el paso de personas y animales, que pueden causar quebraduras en canales revestidos con otro tipo de material. Una desventaja es que el hormigón es susceptible al daño del agua con sales y a los cambios bruscos de temperatura. Otra desventaja de los revestimientos de hormigón simple es su falta de resistencia a esfuerzos de tensión o tracción. En el revestimiento se producen grietas a causa de los cambios de humedad y temperatura. También las arcillas expansivas son un gran peligro por su tendencia a levantarlos. Para las dimensiones de muros y solera, el PRONAR recomienda un espesor de 0.20 m a fin de dar la resistencia necesaria para los trabajos de desvío de agua y para la circulación de usuarios. Sin embargo, con fines de impermeabilización y sobre todo en canales trapezoidales, las normas recomiendan como máximo espesores de 0.10 m. En canales excavados, paredes de hormigón ciclópeo de 0.15 m dan buenos resultados. Una aplicación especial de hormigón es el canal prefabricado. Pueden fabricarse partes de canal de entre 1 a 2 metros, que después se llevan al sitio de construcción. En Bolivia hay poca experiencia con canales prefabricados. En otros países existen buenas experiencias con canales para secciones menores (hasta 150 1/s). Su aplicación en la zona montañosa es limitada por las dificultades de acceso a los sitios de construcción y los costos de transporte. El revestimiento de mampostería de piedra da buenos resultados en cuanto a reducción de filtraciones siempre y cuando las piedras o ladrillos estén bien colocados y cuenten con una buena cobertura de hormigón. Donde hay materiales y mano de obra, la mampostería es una buena alternativa, más aun porque
.
0
50 Obras de riego para zonas montañosas su mantenimiento y reparación son fáciles de ejecutar con medios locales. La mampostería de piedra es una alternativa más barata que el hormigón. En casos especiales, puede optarse por revestimientos con tuberías (PVC, PE, hormigón o acero) o barriles metálicos cortados. Las tuberías se prefieren en zonas de deslizamientos frecuentes o secciones de roca, donde es difícil excavar una sección adecuada y más aún mantenerla.
5.4.3 Construcción de canales de hormigón Un tema de gran preocupación en la construcción de canales de hormigón es la relación entre la solera y la pared, por ser la junta donde ocurren las mayores filtraciones y por ser un enlace de débil
1
adherencia. Figura 5.7: Calda de la pared por falta de adherencia con la solera
4`.)
1 1 1
Para obtener la máxima coherencia estructural y filtraciones mínimas, se recomienda vaciar solera y paredes al mismo tiempo, generando un canal de un solo cuerpo. Para este vaciado, primero se colocan dados de hormigón de 15 x 15 cm en el fondo del canal, cuya parte superior coincide con la altura de la solera. La distancia entre los dados debe ser igual a la longitud de las formaletas o maderas del encofrado. Sobre los dados se coloca el encofrado para la parte interior de la pared, apoyadas por listones transversales. La parte exterior de las paredes se apoya en el terreno, un encofrado externo o un relleno de piedras.
1
El vaciado se inicia desde las dos paredes. Por debajo de las formaletas, fluirá mezcla hacia el centro de la solera. Posteriormente, se añaden piedras y mezcla para igualar la solera al nivel deseado.
1
1
1
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Canales 51
Figura 5.8: Secuencia en la construcción de paredes y solera en un sólo vaciado
En caso de no aplicarse este método, es conveniente construir primero la solera y después las paredes. En hormigón ciclópeo, se dejan piedras sobresalientes, cada 0.5 m, para aumentar la adherencia con las paredes. En hormigón simple, se aumenta la longitud de la junta entre solera y paredes, lo que también ayuda a disminuir filtraciones. Similar prolongación de la junta se recomienda aplicar en las juntas frías de construcción. En hormigón ciclópeo se recomienda para la construcción de la solera que primero se vacíe una capa de hormigón. Sobre esta capa se colocan las piedras, siempre manteniendo una distancia mínima de 1 cm entre ellas. Después se aplica otra capa de hormigón. En canales donde se espera una mayor tracción sobre el piso, se opta por la construcción de la solera con `piedras ahogadas': sobre la cama de hormigón, se colocan con cierta precisión piedras contiguas. Encima de las piedras puede aplicarse una capa de hormigón opcional. Las piedras en la superficie disipan parte de la energía del agua, generando además una mayor rugosidad y menor velocidad en el canal. Cuando se construyen canales de hormigón con encofrado en la cara externa de la pared, se recomienda rellenar el espacio exterior con material seleccionado (más fino), que se compacta manualmente.
5.4.4 Juntas de contracción Una losa de hormigón utilizada como revestimiento está sujeta a esfuerzos combinados debido a los cambios de temperatura y humedad. Estos pueden causar agrietamientos por contracción, por los que escurrirán las filtraciones. El control de las grietas se logra con ranuras transversales a intervalos adecuados. Las ranuras sobre el hormigón deben tener una profundidad del orden del 35% del espesor del revestimiento y un ancho de un centímetro. Para evitar las filtraciones, se sellan las ranuras con un material plástico, preferiblemente
52 Obras de riego para zonas montañosas
1 asfáltico. En canales con un espesor de revestimiento de 20 cm, las juntas de contracción se localizan a cada 3 m. En revestimientos de menor espesor, las juntas son más contiguas.
5.4.5 Juntas de dilatación Donde se juntan dos diferentes materiales de construcción (por ejemplo un canal de hormigón ciclópeo con un acueducto de hormigón armado), sus distintos coeficientes de expansión generan presiones internas que pueden causar su ruptura. Para evitar tales presiones, se construyen juntas de dilatación entre los dos cuerpos distintos. La apertura en la junta de dilatación depende de la longitud de los cuerpos y su grado de dilatación. La apertura se rellena con una espuma de plástico. Para impermeabilizar la junta de dilatación, se usa cinta `waterstop', una banda flexible e imputrescible cuya forma permite su expansión sin rotura (Figura 5.9). Al colocar la cinta `waterstop' hay que asegurar que a los lados de la cinta quede un espesor de revestimiento suficientemente grueso para que no se quiebre. En algunos casos se ensanchan los cuerpos en el punto de contacto para generar el espacio suficiente para acomodar armadura y waterstop'. Figura 5.9: Cinta waterstop entre canal y acueducto
ej
5.4.6 Otros usos del agua En muchos sistemas de riego, hay que adecuar los canales a los otros usos que se dan al agua, por ejemplo lavanderías o abrevaderos. La construcción de estas obras es simple y debe basarse en las necesidades para su uso. Las lavanderías y abrevaderos se construyen en sitios de fácil acceso y del tamaño suficiente para uso compartido entre varias personas o animales. Por lo demás, hay que asegurar que otros usos, como por ejemplo el bañarse en el agua de riego, no represente riesgos.
1
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Canales 53
Figura 5.10: Niños bañándose en desarenador (izq.), lavandería al lado de canal (der.)
5.5 Situaciones que conviene evitar •
El problema más frecuente en los canales revestidos es la mala calidad de su construcción, sea por mezclas mal dosificadas, mala calidad de los agregados, tamaño excesivo de las piedras desplazadoras en el hormigón ciclópeo, hormigonado a temperaturas más bajas que las permitidas o insuficiente cuidado contra la helada durante la primera etapa del fraguado. En la mampostería de piedras se observa problemas por insuficiente limpieza de las piedras, defectos en el sellado de las juntas y la insuficiente cantidad de cemento dentro del mortero.
•
A causa de la mala calidad de ejecución del revestimiento, es frecuente que los valores de rugosidad del diseño no se reflejen en la construcción. En consecuencia los canales no tienen la capacidad de conducir él caudal predeterminado.
•
Otro problema general es la filtración de agua por• las 'juntas -de construcción, principalmente por las entre solera y pared.
•
En varios sistemas mejorados, se observa una atención deficiente al diseño del estado de flujo en los canales. A menudo se construyen tramos con un flujo supercrítico, pero sin tomar las precauciones del caso: aumentar el bordo libre, evitar curvas y generar disipadores en el cambio hacia un flujo subcrítico. En consecuencia se generan rebalses y salpicaduras que amenazan la estabilidad de las obras.
•
En algunos casos, se diseña los canales revestidos con velocidades mayores a las máximas permitidas, sobreestimándose la dureza del revestimiento. La práctica demuestra que en canales que funcionan con régimen supercrítico una solera construida para condiciones de flujo normal puede desgastarse en muy poco tiempo (menos de un año de uso) sobre todo en sistemas que funcionan con agua turbia.
54 Obras de rice() para zonas montañosas
• Algunos diseñadores proponen introducir en la solera de las curvas un peralte para neutralizar el efecto de la sobreelevación en la curva exterior. Esta solución no da buenos resultados, porque los peraltes no se ajustan a los distintos caudales que se conducen a lo largo del año, pero sobre todo porque las profundidades mayores al interior de las curvas se llenan rápidamente con depósitos sólidos. Además, son complejos de construir.
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55
6 Tuberías
6.1 Descripción y ubicación Tubería es la sucesión de tubos y piezas especiales, que unidas adecuadamente pueden formar una estructura de conducción de agua para riego. Las tuberías son una buena alternativa de conducción de agua para riego en las siguientes situaciones: • Cuando la ladera por donde se quiere llevar el agua es inestable y amenaza constantemente con derrumbes que pongan en serio riesgo la operación de un canal. Figura 6.1: Tramo de canal entubado sobre terreno inestable
• •
Cuando el terreno es demasiado rocoso y la construcción de un canal resulta dificil y costosa. Cuando se quiere llevar el agua por una pendiente no uniforme desde una fuente ubicada en una cota más alta hasta otro lugar con cota menor. En este caso, la tubería queda sometida a presión en todo el trayecto.
•
En caso de parcelas en terreno accidentado, la tubería es muy adecuada para la conducción del agua dentro de la parcela.
56 Obras de rieuo para zonas montañosas
Figura 6.2: Toma parcelaria tipo sifón con tuberías de polietileno
:3
0
Cuando el canal debe atravesar una quebrada donde por problemas de topografía y calidad del suelo no es factible construir un acueducto o un sifón. En este caso, la tubería funcionaría a pelo libre, corno
•
un canal de sección circular. Figura 6.3: Cruce de quebrada con tubería de PVC apoyada sobre pilas 71•0 • 4,
,b,,
• •-).
Cuando el medio de conducción debe implementarse con una urgencia tal que se descarte la construcción de canales por el plazo que esa alternativa demandaría. En este caso la tubería puede funcionar a presión en algunos tramos. • Cuando los caudales a conducir son tan pequeños que resulta económicamente más conveniente conducirlos por tubería antes que construir pequeños y más costosos canales. Aunque la decisión final debe obedecer a un análisis económico específico, a manera de referencia se recomienda que un caudal inferior a 20 lis sea conducido por una tubería. • Cuando se quieren minimizar las pérdidas por filtración y evaporación.
•
Dependiendo del caso, la conducción del agua por tubería puede ser superficial, subterránea, aérea, o una combinación de estas situaciones.
Investigación aplicada - PRONAR
Tuberías 57
Las tuberías son elementos muy sensibles a la erosión por el material sólido en el agua. Por ello, debe cuidarse de minimizar la carga de material sólido en el flujo mediante un desarenador que anteceda el ingreso del agua en la tubería. Por otra parte, se debe asegurar que la velocidad del agua no exceda los valores máximos recomendados por el fabricante o que el agua fluya a velocidades por debajo de las mínimas recomendadas para evitar el azolve del conducto. Algunas ventajas de la conducción por tubería: •
No se necesita cuidar la uniformidad de las pendientes, como en el caso de los canales abiertos.
•
Las pérdidas de agua son mínimas por filtración y evaporación.
•
Requieren menos mantenimiento que los canales abiertos.
•
Con presión, los caudales que puede conducir una tubería son superiores a los que puede conducir un canal abierto con la misma área de sección transversal.
•
Por ser conductos cerrados, disminuyen las posibilidades de robar agua.
Algunas desventajas de la conducción por tubería: •
El agua no está disponible en cualquier tramo, lo que dificulta su utilización para fines adicionales al riego (abrevaderos, lavanderías).
•
El agua no está a la vista, y cualquier problema tal como corrosión u obstrucción no es visible.
•
Aunque raramente necesarias, las reparaciones son dificultosas.
•
Su capacidad de conducción no es tan flexible como la de los canales abiertos, cuyo bordo libre permite conducir un caudal adicional.
6.2 Componentes de una obra de conducción entubada La obra de conducción entubada se compone de todos o algunos de los siguientes elementos: 1. Cámaras Según la posición en que están ubicadas y la función que cumplen, las cámaras pueden ser de entrada (al inicio de la conducción), de cambio de dirección y/o diámetro (en puntos de cambio), de entrega (para la distribución), de purga (ubicada en el punto más bajo de la conducción) y de inspección (para el registro y limpieza de la tubería en los tramos intermedios). Las cámaras de registro o inspección pueden coincidir con las de cambio de dirección y/o diámetro, cumpliendo ambos objetivos. En tramos rectos, los espaciamientos recomendables entre cámaras de inspección son los siguientes (Norma Boliviana 688): •
70 metros para tuberías de pequeño diámetro, entre 150 mm y 400 mm.
•
100 metros para tuberías mayores a 700 mm de diámetro.
•
150 metros para tuberías mayores a 1,000 mm de diámetro.
58 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 6.4: Cámara de inspección en un cambio de dirección
j
Tabla 6.1: Dimensiones recomendadas de cámaras de inspección (Norma Boliviana 688) Diámetro [m]
A [m]
C [m]
Altura interior
0.150
0.45
0.53
0.18
0.200
0.60
0.60
0.23
0.250
0.75
0.68
0.30
0.300
0.90
0.75
0.36
0.375
1.10
0.86
0.43
0.450
1.35
0.98
0.51
ni
Como criterio adicional en definir las dimensiones de las cámaras en general, se toma en cuenta la necesidad de tener espacio para limpiar y usar herramientas. Las cámaras se construyen normalmente en mampostería de ladrillo u hormigón ciclópeo, y llevan una tapa de hormigón en el caso de que la tubería no funcione a presión. Cuando la tubería está sometida a presión, las cámaras deben reforzarse para poder mantener esa presión y estanqueidad (cámaras de cambio de dirección en sifones invertidos, por ejemplo). En sistemas que funcionan bajo presión, puede necesitarse además cámaras de quiebre de presión, para asegurar que la tubería soporte presiones de trabajo admisibles. Esto es particularmente importante en tuberías en zona montañosa, donde los duetos pueden emplazarse muy por debajo de la línea piezométrica. Las cámaras de quiebre de presión modifican la línea piezométrica logrando que en los puntos de su emplazamiento la presión sea igual o cercana a la presión atmosférica, lo que a la vez reduce la presión en los puntos críticos. El esquema siguiente ilustra la modificación de la línea piezométrica A-D entre dos estanques interconectados por una tubería 0-1-B-2-C-3-4. La instalación de cámaras de quiebre de presión en B y C reduce la presión en los puntos críticos 1, 2 y 3 en cantidades de AP I , AP2 y AP3 , respectivamente.
1 1 1
1
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Tuberías 59
Figura 6.5: Modificación de la línea piezométrica con cámaras de quiebre de presión
3 Para localizar las cámaras de quiebre de presión deben seguirse los siguientes criterios: •
No sobrepasar la carga máxima estática de acuerdo a la presión máxima de trabajo del material utilizado (tuberías y accesorios).
•
Buscar emplazamiento en lugares accesibles. con condiciones de suelo adecuadas para la construcción.
•
Buscar emplazamiento donde sea posible conducir de manera segura las aguas de rebose.
Para las cámaras de quiebre de presión el Reglamento Técnico de la Dirección General de Saneamiento Básico (1999) recomienda la construcción de dos cámaras interconectadas por un vertedero sumergido. La primera cámara es para la disipación de energía y su longitud debe ser igual a 2/3 la longitud total de la cámara. El ingreso a la cámara de disipación se realiza mediante un chorro sumergido multidireccional, usando tubería perforada. Para evitar taponamientos de las perforaciones, el diámetro de éstas debe ser mayor a la distancia entre barras de la rejilla que precede a la conducción entubada. Así se consigue minimizar el riesgo de que el material que ingrese a la tubería a través de las rejillas (hojas, ramas pequeñas) obstruya las perforaciones en la entrada a la cámara de disipación. La tubería de rebose evita sobrepresiones.
60 Obras de rieuo para zonas montañosas
Figura 6.6: Cámara de quiebre de presión con chorro sumergido y vertedero (Reglamento Técnico de la Dirección General de Saneamiento, 1999) Rebose
Entrada
Pantalla
1 Por el hecho que en muchas cámaras se depositan los sólidos del flujo, deben tener las dimensiones suficientes para la fácil limpieza. Para evitar que entre material de arrastre en la tubería, lo que llevaría al acelerado desgaste del tubo, se recomienda combinar la cámara de entrada con la función de desarenador / despiedrador. Que la tubería no permita otros usos del agua (uso doméstico, abrevadero), puede subsanarse mediante ajustes especiales a las cámaras de quiebre de presión o de cambio de dirección. En el Plan Meriss (Perú) se diseñaron cámaras que a la vez son abrevaderos: por una rejilla entra agua de la cámara al abrevadero, impidiendo a la vez el ingreso de material sólido al tubo. Figura 6.7: Esquema y detalle de cámara abrevadero
Las cámaras de distribución son por excelencia lugares de gran atracción para niños y excursionistas, quienes intentan interrumpir el flujo (por ejemplo con envases plásticos). En lo posible hay que inhibir el acceso fácil a los puntos cruciales de la línea de tuberías. Se puede recurrir a la construcción de cámaras dobles en los puntos de repartición, para evitar que los niños llenen las cámaras con piedras, introducidas por el tubo de salida hacia los terrenos. Ante esta situación también se precisa efectuar una fuerte campaña de concientización. 2. Rejillas Para evitar que el material flotante entre en el sistema de tubería, se coloca una rejilla en la cámara de entrada. La rejilla debe estar inclinada con una pendiente moderada que permita que el flujo del agua
n
.)
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Tuberías 61
empuje el material flotante hacia la parte superior de la rejilla, dejando libre el mayor espacio posible. Las barras de la rejilla deben colocarse en la dirección del flujo y toda la rejilla debe poder ser removida para facilitar su limpieza y para poder acceder a la tubería. En tuberías tipo sifón invertido conviene también instalar una rejilla a la salida de la conducción entubada ante la posibilidad de que el flujo se invierta por purga del agua contenida en la tubería. Figura 6.8: Rejilla en cámara de entrada
Para prevenir la obstrucción de la rejilla por material flotante también se puede construir una pantalla en la parte superior del canal, tipo orificio.
3. Tubería de conducción Es el componente principal y más costoso de este tipo de obras. La tubería puede ser de distinto tipo de material y ser de un diámetro único o, a lo largo del tendido, tener distintos diámetros. Cada tubo tiene una serie de características intrínsecas como presión nominal (presión máxima de trabajo a 20 °C), presión de trabajo (presión máxima interior a que estará la tubería en servicio), diámetro nominal (diámetro exterior del tubo), diámetro interior y espesor nominal (grosor del tubo). Los fabricantes suelen también clasificar los tubos de acuerdo con un parámetro normalizado llamado Schedule 3 (SCH) que es el redondeo a la decena del valor P,/adonde Pt es la presión de trabajo y a es la tensión correspondiente al 60% del límite de fluencia del material a 20°C. Por tanto, para un mismo diámetro externo, cuanto mayor el SCH, mayor el espesor de pared del tubo. Otro parámetro común para clasificar los tubos es la relación dimensional entre el diámetro exterior y el espesor nominal, conocida como SDR 4. La presión de trabajo para un SDR dado es constante, independientemente del diámetro.del tubo. Tuberías plásticas En Bolivia se usan mayormente tuberías plásticas porque existe producción nacional y disponibilidad de productos importados. Además, su instalación es fácil y su costo es relativamente bajo. Los materiales de fabricación varían entre policloruro de vinilo (PVC), policloruro de vinilo no plastificado (PVCU), polietileno (PE), acrylonitrile butadiene styrene (ABS), Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV), Polipropileno (PP-C), y Polibutileno (PB). De todos ellos el PVC y el PE son los más usados en 3 En español llamado "esquema" o a veces, "clase". Corresponde a la norma ASTM D-1785. 4 Por las siglas de Standard Danension Ratio. Corresponde a la norma ASTM D-2241.
62 Obras de viejo para zonas montañosas
agricultura, aunque el PP-C está ganando posiciones en aquellas aplicaciones en la que sus características de gran rigidez y baja densidad le hacen adecuado. A su vez, el PRFV que puede importarse de países limítrofes, al ofrecer diámetros entre 0.50 m y 2.50 m en un material tan liviano y resistente, se convierte en la posibilidad más económica para conducir caudales mayores a presión. Las ventajas de las tuberías plásticas en general, son principalmente: •
Alta resistencia a la corrosión, propiedades hidráulicas constantes y por tanto prolongada vida útil, no necesitan de revestimiento y tienen un bajo costo de mantenimiento. Debido a su estabilidad química, las tuberías plásticas no se ven afectadas por terrenos agresivos.
•
Bajo peso, lo que significa menor costo de transporte y facilidades en su manipulación, características muy apreciadas en lugares de dificil acceso.
•
Superficie interior lisa, lo que se traduce en mínimas pérdidas por fricción y en baja acumulación de lodos. Para diámetros pequeños son más baratas que las tuberías de otros materiales.
• • •
Su facilidad de manejo, debido a que su fabricación en tramos, generalmente de 6 ni y su facilidad en soldarse (PE) y acoplarse (PVC) en la zona de instalación, facilitan su puesta en obra.
1
1 :3 O
13
Su adaptabilidad al terreno permite emplazarlas encima de éste, enterrarse con poca obra civil o hacer 7 1) tramos mixtos.
Desventajas: •
• •
El material se degrada con los rayos solares, lo cual implica la necesidad de pintar regularmente la superficie exterior con pinturas especiales o enterrar la tubería. Si bien muchas canalizaciones van enterradas o semienterradas, en aquellas que van a la intemperie las tuberias plásticas deben llevar aditivos para soportar la acción de la radiación solar, más aún si son negras. Alto coeficiente térmico. Con los cambios de temperatura sufren dilataciones y contracciones importantes. Baja resistencia autoportante, lo que significa que necesitan estructuras de soporte para cruzar una depresión topográfica. Una tubería plástica no tiene la capacidad de resistir el esfuerzo de flexión que se produce cuando se apoya solamente en sus extremos. Es necesario disponer varios tensores poco espaciados para que sostengan el peso de la tubería y el peso del agua que circule por ella.
n 'O 4,
o o 0 o
En Bolivia, se fabrican tubos de PVC. La norma NB-213-77 clasifica las tuberías plásticas por presiones de trabajo según clases, existiendo las Clases: 6 (presión de trabajo igual a 6 kg/eme, equivalente a 5.8 atmósferas, equivalente a 60 m de columna de agua), 9, 12 y 15. El largo de los tubos es de 6 m. Existen también tubos SCH 40 y SCH 80, así como tubos con SDR 21, 26, 23.5, 41 y 64. Los diámetros disponibles en general, son 11/2 " , '/", 1 " , 1 1/2 " 2", 21/2", 3", 4", 6", 8" y 10". Adicionalmente, las importadoras locales tienen a disposición tubos y accesorios de diámetros mayores, hasta 42". Existe una variedad de tubería PVC con superficie interior lisa y pared exterior nervurada, genéricamente conocida como rib loc (nombre de la patente). Ésta tiene una mayor rigidez circunferencial y mejor adherencia o empotramiento en el hormigón, lo que le permite alcanzar diámetros mayores a los de tuberías convencionales de PVC.
.15 4.)
Investigación aplicada - PRONAR
Tuberías 63
Figura 6.9: Tubos de PVC liso (izq.) y nervurado (der.)
Los medios de unión para tubos de PVC son: (i) Unión por encolado. Son tubos y piezas machihembrados; (ii) Unión por junta elástica: tubos y piezas machihembradas que permiten alojamiento de una junta elástica. También pueden usarse uniones Gibault, enroscadas y bridas. El otro tipo de tubería plástica de uso muy práctico en el ámbito rural es el de Polietileno (material que se obtiene del etileno por procesos de polimerización), llamado Politubo. Las tuberías de este material son más fáciles de instalar, tienen mayor ligereza, flexibilidad, resistencia al paso del tiempo y a la formación de incrustaciones. Las dimensiones de la tubería de Polietileno permiten utilizarla con accesorios de uso común, disponibles en el mercado local. Las uniones se hacen mediante accesorios tipo manguito o racor o por termofusión (diámetros mayores a 110 mm). Estas piezas no admiten pegamento ni unión a rosca. Figura 6.10: Tubería de polietileno o Politubo
7:3
64 Obras de riego para zonas montañosas
Existen tres tipos de polietileno en función de su densidad: i. Baja densidad LDPE o PEBD o PE32. Igual o menor a 930 kg/m 3 . ii. Media densidad: MDPE o PEMD o PE50B. Entre 931-940 kg/m 3 . iii. Alta densidad: HDPE o PEAD o PE50A. Más de 940 kg/m 3. A igualdad de diámetro exterior, la tubería de alta densidad tiene menor espesor y por lo tanto, deja pasar mayor caudal que la de baja densidad. Los tubos de polietileno, a diferencia de los de PVC pueden permanecer a la intemperie mucho más tiempo sin descomponerse. Su disponibilidad en rollos de grandes longitudes (50 m y 100 m) facilita su embalaje y transporte, además de evitar la necesidad de un gran número de uniones. La oferta local de tubos de PE se resume en la siguiente tabla: Tabla 6.2: Especificaciones de politubos disponibles en Bolivia (Fuente: Catálogo PLASMAR) Diámetro Nominal [pulgadas]
Diámetro Externo [mm]
Espesor pared [mm]
Presión trabajo [m agua *10]
Largo del tubo [m]
.572
21.34
2.77
13.85
100
3,4
26.67
2.87
10.84
50
1
33.40
3.38
8.84
50
1%
48.26
3.68
7.28
50
2
60.33
3.91
6.09
50
2%
70.03
5.16
6.72
50
3
88.90
5.49
5.81
6
4
114.30
6.02
4.90
6
6
168.28
7.11
3.85
6
1 1 1 1
1 Tuberías de hormigón Pueden ser de hormigón simple o armado con acero de refuerzo. Los tubos de hormigón simple se utilizan únicamente para conducciones libres, sin presión interior, a manera de canales de sección circular. Las uniones pueden ser campana-espiga con o sin junta de zoma, dependiendo de la importancia de las filtraciones. Los tubos de hormigón armado se utilizan para presiones interiores relativamente bajas y tienen una alta resistencia a la ovalización y/o rotura por presión exterior.
1 0 1
1
Investigación aplicada - PRONAR
Tuberías 65
Figura 6.11: Tubos de hormigón simple y hormigón armado
Si bien su uso agrícola es limitado tienen una serie de ventajas respecto de otros materiales: • Buena resistencia a los esfuerzos ovalizantes (cargas de tierra o tráfico). •
Buena resistencia a esfuerzos producidos por impactos fortuitos en su manipulación o servicio.
•
No presentan roturas frágiles sin previo aviso, pues éstas se producen tras una fuerte deformación plástica.
•
Pueden construirse a medida, adaptándolas a presiones, cargas y coeficientes de seguridad deseados, evitando así sobredimensionamientos, en ocasiones muy costosos.
•
Se pueden alcanzar diámetros mayores, entre uno y dos metros.
•
Pueden fabricarse localmente, incluso en el sitio de obras.
Entre las desventajas se deben mencionar: • Peso elevado, lo que dificulta su transporte y colocación. •
Longitud corta, con necesidad de muchas juntas.
Tuberías metálicas Las hay principalmente de fierro galvanizado (FG) y fundición. La tubería galvanizada tiene alta resistencia a la corrosión, ya que cuenta con una capa de zinc aplicada por medio del proceso de galvanizado por inmersión en caliente. Admiten presiones de trabajo de 300 metros de columna de agua. Tienen extremos roscados y se encuentran en el mercado en diámetros de hasta 4 pulgadas, en longitudes de 6 m. La fundición es una aleación de hierro y carbono (en forma de grafito). La que más se usa es la fundición dúctil (grafito esferoidal, a diferencia de la fundición gris de grafito laminar), llamado Fierro Fundido
66 Obras de riego para zonas montañosas
Dúctil (FFD). A fin de garantizar durabilidad y preservarlas de incrustaciones interiores, se recubren interiormente con una capa de mortero de cemento aplicada por centrifugación y exteriormente con una primera capa de cinc metálico y una segunda capa de pintura bituminosa. Las ventajas de las tuberías metálicas principalmente son: • Gran resistencia a la tensión, para aguantar tensiones severas causadas externamente por los movimientos de tierra y por cargas pesadas, e internamente por la presión del agua y el golpe de ariete. • Gran resistencia a la flexión. Por su parte, el fierro dúctil se comporta con una gran flexibilidad antes •
de fallar. Gran resistencia al impacto. La rudeza de las tuberías metálicas hace que éstas sean mucho menos vulnerables a sufrir daños debidos a un manejo inadecuado o condiciones anormales de servicio.
Prácticamente libres de mantenimiento. Los años de experiencia en sistemas de operación a través del mundo han probado que las tuberías metálicas no requieren casi nada de mantenimiento durante su vida útil. • Larga vida útil. La historia registra el uso de la tubería metálica, especialmente de fierro fundido, durante siglos.
01
•
Desventajas: • Resistencia limitada a la corrosión. En suelos agresivos necesitan protección externa mediante un recubrimiento que puede ser de manga de polietileno. • Facilidad limitada de instalación. Los tubos metálicos no son tan fáciles de instalar en el campo. A veces es necesario cortar y tarrajar la tubería directamente en el terreno, tarea que requiere de herramientas y habilidades precisas. • Elevado peso, que se traduce en dificultades para su transporte y colocación. El peso específico del FFD es 7.1 kg/m 3 . • No se fabrican en Bolivia, pero se importan de países limítrofes, por lo tanto son de mayor costo y a veces difíciles de conseguir en el mercado local. 4. Válvulas Las válvulas son dispositivos que permiten el control del flujo de agua en una red hidráulica. Ese control puede consistir en: a) detener o iniciar un flujo, b) regular un flujo, e) evitar un retorno de fluido, d) regular la presión de un fluido. En los sistemas de conducción entubada es común la utilización de los siguientes tipos de válvula: Válvulas de corte o llaves de náso Regulan, detienen o inician el flujo. En conducciones de pequeño diámetro se emplean válvulas de bola y de compuerta. En sistemas de gran diámetro se emplean válvulas Meplat y de mariposa. La válvula mariposa efectúa la apertura, cierre o regulación del paso del fluido girando un disco (mariposa) de forma lenticular, en torno a un eje sostenido por el cuerpo de la válvula. El sellado, algunas veces, no es muy efectivo como el de las válvulas de compuerta, especialmente a presiones altas. Además, ofrecen una resistencia moderadamente alta al flujo aún estando totalmente abiertas en posición de 90°, debido a que
el espesor del disco obstruye el flujo.
Mi
1
1 1 1
Tuberías 67
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Figura 6.12: Válvula mariposa con bridas
Válvulas de retención Evitan el retorno del flujo. Pueden ser: a) de disco basculante o b) de bola. La primera es una válvula con un disco sujeto en un extremo que se abre en la dirección normal del flujo y se cierra cuando el flujo se invierte. Las válvulas de retención de disco inclinado pueden ser acomodadas en línea horizontal o en línea vertical cuando el flujo sea verticalmente ascendente. En las válvulas de retención de bola, la esfera recubierta de material compresible obstruye el paso del flujo cuando este invierte su sentido. Figura 6.13: Válvula de retención de disco (a) y de bola (b) a)
b)
Válvulas de purga Son válvulas de corte instaladas lateralmente en todos los puntos bajos del trazado. No deben ubicarse en tramos planos, sino donde haya posibilidad de obstrucción de la sección de flujo por acumulación de sedimentos, facilitando así las labores de limpieza de la tubería. La derivación se hace por medio de una té cuyo diámetro se recomienda sea 'A del diámetro principal Ventosas Las ventosas son válvulas que permiten la salida del aire presente en las conducciones de agua, tanto durante su llenado como durante la operación. La liberación de aire es esencial para evitar burbujas de aire atrapadas, que reducen y hasta pueden detener el flujo de agua. Además de esa función, admiten aire en el caso de operación de una válvula de purga que pueda crear presiones negativas en la tubería. En general, las ventosas se deben instalar en todos los puntos altos del trazado; en los cambios de pendiente;
68 Obras de riego para zonas montañosas
y al menos cada 400 metros siempre que la presión en el punto elegido no sea muy alta o menor que la presión atmosférica. El diámetro de entrada de la ventosa no debe ser inferior a '4 del diámetro interior de la tubería. 5. Juntas o uniones Son los accesorios que unen por sus extremos un tubo con otro. Hay dos grandes grupos de uniones: por enchufes y por bridas. Las uniones por enchufe (también llamadas campana-espiga) se fabrican dando a las terminaciones de los tubos formas machihembradas y se introducen anillos de caucho dentro de cada unión. En uniones mediante bridas la estanqueidad se consigue mediante la compresión de una arandela empleando anillos de caucho dentro de la unión. Además de estos dos tipos, hay también algunos menos frecuentes como las juntas acerrojadas, las juntas Gibault y las juntas mecánicas
O
Juntas campana-espiga Estas son las juntas más comunes en los tubos de diámetro menor. Todos los tubos de PVC cuentan con este tipo de junta. Estos tubos tienen un extremo en forma de espiga que entra exactamente en el extremo en forma de campana del próximo tubo. Para impermeabilizar la unión se introduce un anillo de hule, que si se instala debidamente, cabe justo dentro del espacio en el extremo campana. Un lubricante especial se aplica, antes del ensamble, al extremo espiga y a la superficie interior del empaque. El extremo de la tubería está biselado o redondeado para proporcionar el auto-centrado del extremo espiga en el empaque y para poder, así, ensamblarlo con facilidad. Figura 6.14: Colocación de tubos con junta campana - espiga
o O 1 O
Juntas con brida Los tubos con brida generalmente se especifican para servicio sobre el suelo y manejo de aire, agua, aguas negras u otros líquidos cuando es necesario usar juntas rígidas con cerrojo. Se usan mucho en sistemas de tubos industriales, estaciones de bombeo, plantas para tratamiento de aeuas, plantas para tratamiento de aguas negras y otras tuberías interiores. Los tendidos largos de tubería con brida, normalmente incluyen una preparación para la expansión y contracción, tales como juntas flexibles o coplas a intervalos estratégicos.
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Tuberías 69
Generalmente el uso subterráneo de juntas con brida no es deseable debido a la rigidez de la junta. Figura 6.15: Componentes de la junta con brida 1. 2. 3. 4. 5.
Brida Tubo Rosca Extremo de brida y tubo se maquinan simultáneamente a un terminado al ras Aro de refuerzo para proteger la rosca
Juntas acerro~ En muchas instalaciones de tubería, es de primordial importancia, el control del empuje causado por la presión interna sobre los accesorios, en las uniones, en las válvulas o en las tapas ciegas. En la mayoría de las tuberías subterráneas, normalmente se usan bloques de hormigón o anclajes, que proporcionan la solución más económica y práctica para restringir el movimiento de la tubería. Para situaciones donde el bloque de hormigón no es práctico, se han desarrollado juntas para tubería que proporcionan mayor resistencia contra fuerzas externas o contra la tendencia a la separación por la presión interna. Figura 6.16: Junta acerrojada
Junta mecánica de perno La Junta mecánica de perno con gancho es una junta de compresión con pernos. La junta consiste de una campana vaciada, un empaque sencillo de hule que se ajusta en el asiento de la campana, un collar de hierro dúctil para comprimir el empaque y tuercas y pernos para apretar la junta. Una vez ensamblada, la junta permite expansión y contracción normal y una deflexión adecuada en todas las direcciones. Figura 6.17: Junta mecánica de perno y gancho
70 Obras de riego para zonas montañosas
Junta Gibault Las juntas Gibault se han diseñado para reparar o reemplazar tuberías en el campo. Una junta Gibault consiste en un collar de hierro fundido, dos bridas, empaquetaduras y pernos. El producto ensamblado se oferta en diversos tamaños y configuraciones de acuerdo a su propósito.
1 1 i 1
Figura 6.18: Detalles de una junta Gibault brida
collar rey
empaquetadura
Entre sus beneficios se pueden mencionar su flexibilidad, su resistencia, su facilidad de uso, y su rango de aplicación en una variedad de materiales compatibles (tuberías plásticas, de hierro fundido, de hormigón y otras) Figura 6.19: Otros accesorios de tubería
Codos Cambian la dirección del flujo.
af rehaz:
-
411ligell
_..—
Tés Dividen el flujo en una dirección adicional a la principal
Cruces Dividen el flujo en dos direcciones adicionales a la principal
Yés Dividen el flujo en una dirección adicional a la principal, pero con una derivación tangencia].
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Tuberías 71
Niples Empalman tubos donde la distancia no permite usar uniones. Pueden ser con o sin reducción del diámetro del tubo
Q II so
Collares Sacan derivaciones menores de una tubería principal
Coplas Unen rígidamente dos tubos roscados
6. Anclajes Es normalmente necesario disponer anclajes en uniones entre tramos de tubería de distinta alineación y/o diámetro para evitar desplazamientos diferenciales. Los anclajes deben permitir la dilatación-contracción de la tubería. Puede minimizarse esta necesidad recurriendo a las uniones flexibles y juntas Gibault.
Los anclajes absorben esfuerzos que se generan en los canibios de alineación horizontal o vertical. Pueden ser de hormigón simple, ciclópeo o armado. En cualquier tipo de anclaje se presentan esfuerzos debidos a la presión estática y dinámica a la que es sometido el fluido transportado. El esfuerzo de presión estática es: O) H•A•sen(--
E. =2
2
(6.1)
esfuerzo estático [kg]
E,
=
y
= peso específico del agua [kg/m 3] (1000 kg/m3)
H
=
altura de la columna de agua [m]
A
=
área de la sección del tubo [m 2]
0
= ángulo de deflexión
El esfuerzo de presión dinámica es el esfuerzo debido a la fuerza centrífuga, calculado mediante la ecuación: O E d —g 2 A v2 sen (— 2) Ed =
esfuerzo dinámico [kg]
= velocidad del flujo [m/s] g
= aceleración de la gravedad [m/s 2]
(6.2)
72 Obras de riego para zonas montañosas
El esfuerzo E total es la suma de los dos esfuerzos anteriores. E = E, + Ed
Figura 6.20: Esfuerzo en codo
vertical inferior
Si el codo es vertical inferior, como en la Figura 6.20 el empuje E es transmitido al suelo y debe ser resistido principalmente por la componente de esfuerzos admisibles aad , del suelo, que debe además 1 contrarrestar el peso P del anclaje. Es decir, (6.3)
P+ E=13 L a adm
7)
peso del anclaje [kg]
P
=
B
= ancho del anclaje [m] = longitud del anclaje [m] = esfuerzo admisible [kg/m 2]
L Gadm
El valor de csad , depende del tipo de terreno, según la Tabla 6.3: Tabla 6.3: Esfuerzos admisibles en distintos tipos de terreno (López Cualla, 2000)
Terreno Arena suelta o arcilla blanda
Gadm [kg /m2]
< 1x10 4
Arena fina compacta
2x104
Arena gruesa medianamente compacta
2x104
Arcilla dura
4x104
Roca alterada Roca inalterada
3x104-105 2x10 5
Investigación aplicada - PRONAR
Tuberías 73
Si el codo es vertical superior, como en la Figura 6.21 el peso del anclaje debe resistir el empuje de la tubería. El suelo en este caso es un elemento pasivo.
Figura 6.21: Dado de anclaje para codo vertical superior
En caso de un codo horizontal, el esfuerzo es resistido por la componente de esfuerzos admisibles del suelo y por la fricción desarrollada entre el anclaje y el suelo. Luego, E= P• tanywa. + L H
c adm 2
(6.4)
tanpmáx = coeficiente máximo de fricción del hormigón sobre el suelo H
= altura del anclaje [m]
El valor de la tangente del coeficiente de friccióntarlwmax varía según el tipo de terreno, de acuerdo a la siguiente tabla: Tabla 6.4: Coeficientes de fricción de distintos tipos de terreno de anclaje (López Cualla, 2000)
Terreno
tan (pmáx
Arcilla húmeda
0.30
Arcilla seca
0.35
Arena arcillosa
0.40
Arena sin limo ni arcilla
0.50
Grava
0.60
6.3 Criterios de diseño en el contexto andino En los sistemas de riego de la zona montañosa, el empleo de tuberías puede ser ventajoso, porque las situaciones descritas al inicio de este capítulo son frecuentes. Sobre todo en sistemas de vertiente, que
1 74 Obras de riego para zonas montañosas
1 1 1
normalmente cuentan con caudales menores y con agua limpia, las tuberías son una excelente opción para la conducción hacia la zona de riego. También el agua almacenada en lagunas lejanas a la zona de riego puede ser conducida muy eficientemente por tubería, talvez la única alternativa para evitar grandes pérdidas en la conducción del agua que normalmente se entrega a quebradas naturales para volver a captarla, cerca de la zona de riego. Para el promedio de los sistemas campesinos, existen diversos tipos de tubería y accesorios plásticos (PE, PVC) de fabricación nacional, que están ganando cada vez mayor aceptación. La eficiencia del riego se puede aumentar a través de la tecnificación de los sistemas de distribución y conducción, por ejemplo con riego por aspersión o por goteo. Precisamente en los sistemas de conducción y distribución tecnificada, las tuberías son el elemento central, capaces de soportar presiones a veces necesarias en los ramales primarios y secundarios. Las tuberías también participan eficientemente en el drenaje de suelos saturados con elevado índice de salinidad. Para este fin existen diferentes tipos de tubería especialmente plástica: ranuradas, estriadas, acanaladas y perforadas.
6.4 Diseño hidráulico
1 1
Aquí se expone el análisis del flujo forzado en las tuberías. Esto es, cuando el agua fluye bajo una presión diferente a la atmosférica, a diferencia de los conductos libres que funcionan por gravedad como los canales y que deben ser calculados como tal. Se asume que la extensión del conducto es por lo menos 100 veces su diámetro y que su sección es circular. Los problemas de flujo en tuberías pueden ser clasificados en tres tipos: i) Calcular el caudal que pasa por la tubería. Los datos son el diámetro, la longitud, la rugosidad, los accesorios y la energía impulsora (ya sea una diferencia de nivel entre la entrada y la salida de la tubería o la potencia de la bomba) y las propiedades del agua (densidad y viscosidad). Este problema suele presentarse al momento de comprobar el diseño de una conducción luego de calcular el diámetro exactamente necesario, pero se cuenta con una tubería de un diámetro distinto al calculado, debido a que las tuberías comerciales tienen diámetros discretos definidos (normalmente van de dos en dos pulgadas).
1 1 1 1
i0 Calcular la potencia necesaria (diferencia de nivel entre la entrada y la salida de la tubería) o la potencia de la bomba para conducir el caudal demandado a través de esa tubería. Los datos son el caudal demandado, el diámetro, longitud y rugosidad de la tubería, los accesorios y las propiedades 1 del agua (densidad y viscosidad). 1 iii) Hallar el diámetro necesario. Los datos son el caudal, la energía disponible (diferencia de nivel entre la entrada y la salida de la tubería o la potencia de la bomba), la longitud y rugosidad de la tubería, 1 2 sus accesorios y las propiedades del fluido. El diseño de conducciones entubadas en zona montañosa está limitado por los valores máximos admisibles de presión y velocidad que caracterizan a cada tubería de cierto material y cierto espesor. Si bien el proyectista deberá en lo posible igualar la pérdida de carga total con el desnivel del terreno entre los dos puntos de transporte de agua a fin de obtener el menor diámetro de tubería, el diseño del trazo deberá tomar en cuenta el alejamiento admisible de la línea de presión hidrostática. Así mismo, el cálculo del
Investigación aplicada - PRONAR
Tuberías 75
diámetro deberá tomar en cuenta la velocidad máxima admisible por el material, sobre todo si se tiene presente la capacidad erosiva del agua con alto contenido de sólidos en suspensión y la mayor sensibilidad al golpe de ariete que tiene un flujo de gran velocidad. Teniendo el cuidado de tomar medidas contra el golpe de ariete, la velocidad máxima recomendable es aquella que no ocasione erosión en la tubería ni dislocamiento en las juntas. Para el PVC no debe ser mayor a 5 m/s, para el PRFV a 3 m/s. En tuberías de PE de baja densidad la velocidad máxima no debiera superar los 0.8 m/s. Para tuberías de hormigón se recomienda limitar la velocidad a 4.5 m/s. Para el cálculo de tuberías llenas, se utiliza la ecuación de Bemoulli: — 191 +z y '
y
V 2
p2
2.g
y
2
2
2g
+Eh m
(6.5)
presión a la que está sometido el flujo en determinada sección [kg/m 2] = peso específico del agua [kg/m 3] altura media de la sección analizada, respecto de nivel de referencia [m] velocidad media del agua en la sección analizada [m/s] aceleración de la gravedad [m/s 2]
hf
= pérdida de carga por fricción a lo largo de la tubería [m]
Ihr, =
suma de pérdidas de carga menores debidas a perturbaciones locales [m]
La pérdida de carga por fricción li r se calcula según la expresión de Darcy-Weisbach: h
L v2 2g=f =
L
(6.6)
factor de fricción
= longitud del tubo [m] =
diámetro del tubo [m]
El factor de fricción f se calcula con la expresión de Colebrook-White, válida para flujo turbulento, tanto para tubos lisos como para tubos rugosos 5 : —= —2.1og1 Í371 "1-R Vf r e
E
=
.51 \
(6.7)
rugosidad absoluta [m] diámetro del tubo [m]
Re = número de Reynolds
5 Debido a que esta ecuación no es explícita para el factor de fricción f, su difícil solución ocasionó la aparición de ecuaciones empíricas más sencillas pero menos exactas, como la de Hazen-Williams. Las computadoras permiten desechar el uso de expresiones empíricas, diagramas y ábacos en beneficio de la exactitud y consiguiente economía en el diseño de conducciones entubadas.
73
76 Obras de riego para zonas montañosas
El Número de Reynolds Re relaciona las fuerzas de inercia con las fuerzas de fricción debidas a la viscosidad cinemática y, según la expresión (para tuberías): Re= D
D•v
=
( (6.8)
diámetro del tubo [m] velocidad [m/s]
= viscosidad cinemática [m 2/s] locales del flujo en el conducto, 1 Las pérdidas de carga Ehn., llamadas menores, debidas a las perturbaciones tales como entradas, codos, válvulas y salidas pueden representarse individualmente de dos maneras: determinado para cada caso, o como como km • v2 /(2-g) con un km coeficiente de pérdida menor (Tabla 6.6), una longitud equivalente de conducto recto, dependiente del diámetro del tubo. Combinando la ecuación de Darcy-Weisbach con la ecuación de Colebrook-White se obtiene una ecuación 1 explícita para la velocidad del flujo: —2 V2 g D•h, iogio v—
2.61.v j_ + 3 7 D \12 g D 11, ED
(6.9)
5 Si la velocidad es la principal limitante del diseño hidráulico de una tubería que tiene un amplio margen de altura piezométrica para convertir en pérdidas friccionales y menores, y si la velocidad admisible depende del tipo de material elegido, el dimensionamiento deberá empezar seleccionando el tipo de tubería que 1 se usará en la conducción forzada. Para ello es útil tener una aproximación del diámetro necesario para conducir el caudal de diseño (problema tipo iii), asumiendo que la tubería es simple, es decir, que en el tramo considerado su diámetro y material son constantes. Los pasos del cálculo para el diseño del diámetro de una tubería son: 1. Se selecciona preliminarmente un tipo de tubo. Lo normal es considerar dos o tres alternativas y realizar tantos diseños como materiales disponibles existan, a fin de seleccionar la opción más económica. A cada material le corresponde un valor de rugosidad absoluta de acuerdo con la siguiente 1 tabla indicativa. Se sugiere confirmar estos valores con los fabricantes. Tabla 6.5: Rugosidad absoluta para diferentes materiales de tubo (Saldarriaga, 1998) Material PVC Acero
E 0 0-3 m]
0.0015 0.046
Hierro galvanizado
0.15
Hierro fundido
0.15
Hierro fundido dúctil
0.25
Hormigón
0.3 — 3.0
Acero bridado
0.9 — 9.0
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Tuberías 77
2. Se diseña el trazo de la tubería, cuidando que la altura de carga hidrostática nunca supere la presión admisible especificada para la tubería elegida preliminarmente. Sobre la base de este trazo se determina la longitud de la conducción entubada. Con las características comerciales de la tubería, se determinan los tipos y cantidades de accesorios necesarios cuyos coeficientes de pérdida pueden ser tomados de la Tabla 6.6: Tabla 6.6: Coeficientes de pérdida de distintos accesorios
Accesorio
km
Válvula de globo, completamente abierta
10.0
Válvula en ángulo, completamente abierta
5.0
Válvula de retención, completamente abierta
2.5
Válvula de compuerta, completamente abierta
0.2
Válvula de compuerta, con % de apertura
1.00 — 1.15
Válvula de compuerta, con 'A de apertura
5.6
Válvula de compuerta, con 1/4 de apertura
24.0
Codo de radio corto (r/D = 1) Codo de radio mediano Codo de radio grande (r/D P.- 1.5) Codo de 45°
0.9 0.75-0.80 0.6 0.4 — 0.42
Retorno (curva en U)
2.2
Te en sentido recto
0.3
Te a través de la salida lateral
1.8
Unión
0.3
Ye de 45°, en sentido recto
0.3
Ye de 45°, salida lateral
0.8
Entrada recta a tope
0.5
Entrada con boca acampanada
0.1
Entrada con tubo reentrante
0.9
Salida
1.0
3. Se dan distintos valores al diámetro D para realizar iteraciones hasta que se cumpla la igualdad entre el valor de velocidad calculado de la ecuación de continuidad y el valor de velocidad calculado con la expresión 6.9. Es decir, a. Se fija un valor de D. b. Se calcula la velocidad del flujo correspondiente a ese diámetro, recurriendo a la ecuación de continuidad: Q 4•Q
(6.10)
A it •D 2
c. Con ese valor de velocidad se calculan las pérdidas menores: 2
Eh = Ek 2
g
(6.11)
)
78 Obras de rieuo para zonas montañosas )
d. Con el valor de la velocidad se calcula también la pérdida de carga por fricción en la tubería, recurriendo a la ecuación de energía planteada entre entrada y salida 6: 11, = Az- Eh m
e. Con esos valores, asociados al diámetro asumido, se calcula nuevamente la velocidad del flujo, pero esta vez con la expresión: V2 =
-2V2 .g • D • II,
109, 0 1.
D
+ 3. 7 D
2.51. v
1
(6.12) -D
f. Se comparan los valores de velocidad calculados en los pasos b) y e). El diámetro buscado es el que corresponde a valores de velocidad iguales. Este proceso de iteración simple que repite los pasos a), b), c), d), e), f) para distintos valores de D puede ser fácilmente automatizado hasta con una calculadora programable. Se puede llegar a la solución recurriendo a una planilla electrónica, en la que se digita repetidas veces el valor del diámetro hasta que se satisfaga la igualdad o usar la función SOLVER de EXCEL para hacerlo automáticamente (Anexo A). 4. Una vez que se ha calculado el diámetro exacto para el caudal y material elegidos, debe seleccionarse un diámetro discreto entre los que ofrece el comercio. Ahora el problema consiste en calcular los nuevos valores de caudal y velocidad asociados a ese diámetro seleccionado (problema del tipo i). Para ello, se procede de manera similar a la anterior, esta vez dándole valores al caudal hasta que ambos valores de velocidad coincidan en grado aceptable. a. Se fija un valor de caudal Q 1m 3/s]. b. Con ese caudal y el valor real del diámetro interno elegido, se calcula la velocidad del flujo: 4 7t-D 2
c. Con ese valor de velocidad se calculan las pérdidas menores usando la expresión: Eh =Ek ‘±m 2.g
d. Se calcula el valor de la pérdida por fricción a lo largo de la tubería, despejándola de la ecuación 1 de Bernoulli: h t = Az - Lhm
e. Ahora se puede calcular nuevamente la velocidad del flujo con la ecuación que combina las 1 exprsiondDacy-WbheColrk-Wit:
6 La Ecuación de Bernoulli se plantea entre un punto 1 localizado dentro del estanque. canal o cámara. de tal manera que su .45 velocidad hacia la conducción entubada sea aproximadamente cero. El punto 2 corresponde a la salida de la tubería, en otro " estanque. canal o cámara, donde se supone que la carga de velocidad es cero a consecuencia de las pérdidas.
)
Investigación aplicada - PRONAR
v=
—2/2•g•D•hr
Tuberías 79
"P 2.51.v ••11: D+ 3.7 D.72 g •D•h,
la
f
f. El proceso se repite para distintos valores de Q hasta que las velocidades calculadas en los pasos b) y e) sean coincidentes en grado aceptable. El valor de velocidad máxima que dan los fabricantes normalmente no considera la turbidez del agua, por lo que en previsión a los efectos erosivos del material en suspensión que entregan las fuentes en los sistemas de montaña, se recomienda reducir ese valor máximo de velocidad por lo menos hasta un 75%. 5. Los problemas tipo ii) en los que se necesita calcular la potencia gravitacional (diferencia de niveles) o mecánica (bomba de agua) necesaria para conducir un determinado caudal Q a través de una tubería, se resuelven calculando la pérdida de carga entre la entrada y la salida de la conducción entubada, conociendo todas las características de la tubería (D, s, Ekm , I) y las del fluido (y, p). El procedimiento consiste en: a. Calcular la velocidad del flujo, con la fórmula: Q
4.Q
2 AR.D
b. Calcular las pérdidas menores: Eh = ±1 — " 2.g
c. Calcular el número de Reynolds, con los valores de
y
de la Tabla 6.7:
Re =D
Tabla 6.7: Viscosidad de agua a distintas temperaturas Temperatura [t] Viscosidad cinemática
y
[x 10-6 m 2/s]
d. Determinar el valor del factor de fricción igualdad: 1
e
2 .i ogio ——
2.51 D 3.71 R
e. Calcular la perdida de carga por fricción: L v2 D 2.g
0
5
10
15
20
25
30
1.79
1.52
1.31
1.15
1.01
0.90
0.81
f
dándole distintos valores hasta que se cumpla la
80 Obras de riego para zonas montañosas
f. Calcular la pérdida de carga total como: H = + Eh,
que en el caso de conducción por gravedad corresponde a la diferencia de nivel necesaria entre la entrada y la salida de la conducción entubada. g. La potencia mecánica necesaria, asumida la eficiencia e de la bomba se calcula con: p•g •Q• H
P
e
Pb =
potencia mecánica de la bomba [kW]
H
= altura de carga [rn]
e
= eficiencia de la bomba
6.4.1 Ejemplo de cálculo Diseñar una tubería de 750 m de longitud para conducir un caudal de 260 litros por segundo hasta una salida situada a 42 m por debajo de la entrada. Considerar una entrada recta a tope. En el tramo se necesitan 15 codos de 45°, una válvula de retención y una válvula de compuerta, ambas abiertas. Considerar una entrada recta a tope y una salida normal. 1.
Se elige preliminarmente una tubería, con rugosidad absoluta de 0.0000003 m.
2.
Las pérdidas menores para los accesorios indicados suman: Ekm = 15x0.40 + 2.50 + 0.20 + 0.50 + 1.00 = 10.20
3.
4,1)
2 son lo Se calcula mediante un proceso iterativo el valor de diámetro para el cual las velocidades v 1 y v suficientemente iguales. Esto se logra con D = 0.275 m (10.84 pulgadas). En esas condiciones, la velocidad del -) flujo es v-
4.Q
4 x 0.260
n • D2
re x 0.275 2
'1 = 4.363 m/s,
las pérdidas menores resultan: Ehm = !km
2 4.363 2 - 9.898 m, y la pérdida por fricción es: ‘±- =10.20 x 2 x 9.81 2.g
h i = Az- Eh m = 42 - 9.898 = 32.102 m.
Investigación aplicada - PRONAR
Tuberías 81
Figura 6.22: Cálculo iterativo del diámetro utilizando la planilla EXCEL ,„t„, &km y, ~te r "mata ten -netas 0.1.0/ Ventana t
IS ES
ml 43 93
- 4 z
A B 2 cálculo del diámetro de una tubería 3 4
caudal Q
6
8
.°1
c
D
E
0,26 m3/s
Rugosidad e Diferencia de nivel Az ongitud L. viscosidad n
7
. lo .
P1 It3 1. ". • I: t> "
fi
3,00E-07 m 42 m 750 m
9 10
pérdida por accesorios Ek m
11
diámetro D
1,52E-06 rn 2/s 10,2 m 0,27544224 m
12 velocidad ih 13 pérdidas menores h m
10,844183 pulgadas
4,3634 rrils 9,8980 m
14 pérdida por fricción hr 15 velocidad y2
32,1020347 m 4,3634 m/s
16 diferencia v1-v 2
0,0000 m
17 t'ArketA/
tlft
41 1 -11.1 ; fl'.'JJQE:3 -
a Adobe PhntethOO
1 In FINAL0'215tllo lectu
liglemen
UNO
4. Se adopta ahora un diámetro comercial de 12" (0.293 m) y se calculan los nuevos valores asociados a ese diámetro. Esto se consigue calculando el caudal Q para el que se cumple nuevamente la condición de v 1 = v2. Realizando un proceso iterativo se determina que el valor del caudal es ahora 0.303 m 3/s. En esas condiciones, la velocidad del flujo es: v
4.Q
4 x0.303
-D 2
rzx0.293 2
1c
- 4.493 m/s
las pérdidas menores son: 4493 2
2
Eh = Ek — -10.20 x =10.497 m " 2 g 2 x 9.81 y las pérdidas por fricción alcanzan a: h, = 4z - Eti m = 42.000-10.497 = 31.503 m.
Figura 6.23: Cálculo iterativo de la velocidad de flujo utilizando la planilla EXCEL &choco Ectoón ker frnate.te. mala tlegranentas Data, Veetana
a 526
•
-•
‘3.
•
-
11 VI 1
co
to
N 2
C
.°11 :
fi 0 3029794551' W39
c!
B
A 171
o
18
19 ,comprobación del diseño 20 21 idiámetro seleccionado D
12 pulgadas
22
0,293 m
23 41área A
0,08742565
I
26 caudal Q 274velocidad v
4,4935 m/s 10,4972908 m
28 pérdidas menores h m 29Jpérdiaofcónh,
30 velocidad v 31 diferencia
0,30297944Im 3/s
31,5027092 m 4,4935 m/s 0,0000 m/s
32
33 ákmaiel uno
A'scioillaCrá L
RIA~Patosbep
I InFINAL0115410 leca, liElMicnnede Excel
113341
mu
82 Obras de riego para zonas montañosas
5. Si para la tubería con las condiciones del punto anterior (diámetro de 12", coeficiente de pérdidas menores igual a 10.2), se desconociera la potencia (gravitacional o mecánica) necesaria para conducir el caudal de 0.303 m 3/s, el procedimiento de cálculo comenzaría calculando la velocidad del flujo: =
4x0.303
4-Q
= 4.493 m/s
n -D 2 n x 0.2932
Con este valor se calculan las pérdidas menores:
4A93 2 v2 =10.497 m — =10.20 x 2x9.81 2.g
Eh = Ek m
Luego se determina el Número de Reynolds: Re =
D y
=
0.293 x 4.493 - 866,188 1.52 x 10-6
'5
Ahora se calcula el factor de fricción que satisface la igualdad: 1
= -2 • log io
3x10 -7 / 2.51 0.293 + 3.71 866,188
'5 1 1
c , donde sale que f = 0.0119.
Se calcula la pérdida de carga por fricción: =f
Lv2
D2g
= 0.0119 x
750
x
0.293
4A93 2 - 31.503 m 2 x 9.81
1 •75
La altura de carga necesaria o desnivel, deberá ser entonces: H=
+ Ehm = 31.503 + 10.497 = 42 m. Figura 6.24: Cálculo iterativo del factor de fricción utilizando la planilla EXCEL &nh.
gloon
ye
Insertar
Eormato
trransenlas
pasos
2 etEact ü és 25- •--,• 1. z- 2 1.4 kr 633
■
14,/c
venta..
- ii,)
t
?
76a1
P 0.011959513933277
E
321 33 i 341 35 1 cálculo del factor de fricción y del desnivel requerido 36 I 866.188 37 ¡ Número de Reynolds Re 1 0,011958511 381factor de fricción f 39 primer término 40:segundo término 41 'diferencia
914453009« 9,14453018 -9,6432E-09
421 43jpérdida por fricción ht
31,5027098 m
44 {,pérdidas menores h m desnivel requerido -45-1, 46 '
42,0000006 m
1
1
10,4972908 m
471 48 • Zifitkriiisa ! pMo rei
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1 1 1
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Investigación aplicada - PRONAR
SUPC.RVISOR JORAS PLAN mzai43
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Tuberías
83
6.5 Aspectos Constructivos 6.5.1 Cama de asiento y relleno superior En los casos en que la tubería deba ser enterrada para protegerla del impacto que provoquen derrumbes o presiones ejercidas en la superficie, se debe colocarla en una cama de asiento. Ésta debe ser de material granular fino, tener un ancho de trinchera igual a 1.5 veces el -diámetro riel - tubo, una altura de cubierta relacionada con el tipo de cargas exteriores y la resistencia del tubo y un cierto grado de compactación del material de relleno. Estas características, esquematizadas en la Figura 6.25 son provistas por los fabricantes para cada tipo de tubería en especial. Como criterio general se adopta que la profundidad H debe ser mínimamente 0.80 m para tuberías de PVC y 0.60 m para tuberías de hierro fundido. Figura 6.25: Cama de asiento para la instalación de tubería
6.5.2 Pruebas de presión hidrostática Las tuberías recién instaladas deben superar una prueba hidráulica a presión antes de que sean tapadas y entren en funcionamiento. Así se evalúa el comportamiento de tubos, juntas y accesorios, con el objeto de certificar si la instalación está correctamente hecha. Para ello, deben seguirse las siguientes recomendaciones: •
Limitar el tramo de prueba hasta un máximo de 400 m. El equipo conectado a la tubería de prueba se bloqueará o desconectará de la tubería por medio de válvulas o bridas ciegas. Las bombas y los manómetros debidamente calibrados se instalarán en el punto más bajo de la tubería.
•
Asegurar en el terreno los accesorios como codos, tes y válvulas, de tal manera que el tendido resista la presión hidráulica. Se revisarán los anclajes de la tubería, apoyos y soportes antes de aplicar la prueba. Cualquier anclaje o soporte dañado se reportará para su reparación antes de la prueba.
•
Llenar la tubería lentamente y por el punto más bajo del tramo a probar, permitiendo la purga de aire por su punto más alto. Se deberá eliminar completamente el aire de la tubería antes de ser sometida a presión.
•
Elevar la presión mediante una bomba manual o autobomba, tomando el agua necesaria de un tanque auxiliar. Se incrementará la presión paulatinamente en al menos tres etapas del valor de la presión de prueba hasta alcanzar en el manómetro la presión igual al 150% de la máxima presión hidrostática exigida en el punto más bajo del tramo de prueba. Verificar durante las dos primeras etapas y durante un tiempo suficiente para inspeccionar visualmente las posibles deformaciones, lagrimeos, fugas,
decrementos de presión en el manómetro o cualquier otra señal que pudiera suspender la prueba y determinar los resultados como no satisfactorios. •
Al llegar al valor de la presión de prueba, bloquear el suministro de presión, esperar el tiempo suficiente para revisar toda la línea. Cualquier comportamiento del sistema de tubería que a juicio represente un riesgo (por ejemplo abombamientos, deformaciones, fugas) será motivo para suspender la prueba y determinar ésta como no satisfactoria
•
Si no existe un decremento de presión de más de 5% del valor de la presión de prueba durante un periodo de tiempo de al menos una hora, la prueba se considera satisfactoria.
•
En caso de determinar la prueba como no satisfactoria, deberán corregirse los problemas detectados y repetirla las veces que sea necesario.
•
Después de haber terminado la prueba se drenará completamente el sistema y se ajustará la línea a condiciones normales de operación: quitar accesorios, bridas ciegas y válvulas de bloqueo.
Se denomina golpe de ariete al efecto del aumento brusco de la presión interna sobre las paredes de una tubería a consecuencia del cierre repentino de una válvula. La energía cinética del fluido se convierte en energía de presión, causando la dilatación de la tubería inmediatamente aguas arriba de la válvula. Se producen ondas de sobrepresión y de depresión cumpliendo ciclos atenuados hasta que las condiciones se normalizan. De acuerdo a la fórmula de Allievi, el tiempo en que la sección inmediatamente aguas arriba de la válvula cerrada permanece en estado de sobrepresión durante un ciclo es: 2L T=
tiempo [s] longitud desde la válvula hacia el tanque o cámara aguas arriba Im l
L C
= celeridad o velocidad de propagación [m/s]; C=
9900 \148.3+k•
Su valor está en el orden de 1000 m/s. 9 e
relación entre el módulo de elasticidad volumétrico del fluido y el módulo de elasticidad del material de la tubería; Tabla 6.8.
k
1,
1
6.6 Golpe de ariete
T
7?
diámetro exterior de la tubería [m]
D
=
e
= espesor de la pared de la tubería [m]
1 1
1
Investigación aplicada - PRONAR
Tuberías
85
Tabla 6.8: Relación de módulos de elasticidad del agua y del material de la tubería (Azevedo Netto, 1976) Material de la tubería Acero
0.5
Hierro fundido
1.0
Hormigón
5.0
Plásticos
18.0
Si el tiempo T, de cierre de la válvula es menor a T, se producirá la sobrepresión máxima de: C •v
h a -=g
ha
,
expresada en metros de columna de agua
= sobrepresión [m] velocidad del flujo entubado [m/s] aceleración de la gravedad [m/s 2]
Si el tiempo Tc de cierre de la válvula es mayor a T, se producirá una sobrepresión de: h= a
2.L.v g • 1-,
(Ecuación de Michaud)
Para evitar el golpe de ariete debe instalarse válvulas de cierre lento o colocar volantes de gran diámetro. Otra manera es limitar la velocidad del flujo hasta 3 m/s pero esto hace que se desaproveche la posibilidad de conducir agua a las velocidades admisibles de cada material (que generalmente son mayores a 3 m/s) y obliga, sólo por este motivo, a usar diámetros mayores de tubería.
Investigación aplicada - PRONAR
87
7 Acueductos
7.1 Descripción y ubicación Un acueducto es la estructura más común para conducir agua a través de una depresión topográfica como un valle, una carretera, una quebrada, un arroyo o un río. Hidráulicamente se compone de un conducto elevado, con transiciones de entrada y salida cuando su sección es distinta a la del canal. Estructuralmente se compone de una caja aérea o viga continua con sección constante en forma de "U", dos estribos para apoyar sus extremos y, cuando es necesario, pilas intermedias con sus respectivas fundaciones. Figura 7.1: Componentes hidráulicos y estructurales de un acueducto
Canal de entrada
Caja aéreo— \ de saliclá>5--- --
Transición de entrada
Canal de salida ) 1 ---", *-\ \ Estribo aguss arriba ,--- ,,,,, K ...---/_______---------- \ ____,-----
Pila Fundación
-
,---__— "2-
Entre las ventajas de un acueducto respecto de otro tipo de estructuras de cruce se pueden mencionar: • El acueducto, a diferencia del sifón invertido, puede construirse mayormente con materiales locales. •
Puede servir también como puente para personas y ganado menor.
•
Es la estructura de cruce con funcionamiento más transparente; el flujo de agua es visible y es fácil remover cualquier obstáculo en el flujo.
88 Obras de riego para zonas montañosas
• La operación y mantenimiento de un acueducto es tan simple como la de un canal. Las estructuras de cruce mediante tuberías son más susceptibles al atascamiento por la presencia de material de arrastre y sólidos en el agua. Sin embargo, el acueducto no es una solución razonable cuando los desniveles que debe vencer son muy grandes y extendidos. Por otra parte, este tipo de estructura exige buenas a excelentes condiciones de fundación. Figura 7.2: Acueducto de I-1 °A° con pilas intermedias
1
7.2 Diseño hidráulico Un acueducto normalmente representa una singularidad en el perfil longitudinal del canal debido a que -.0 ) 1)sueldifrnca esión,pdtyrugosa.Epefiblqujonacedt. seatrnquilo,dégmsbcrít.Eneao,lsciódntroesilantrm y donde el tirante real se puede calcular en función del caudal, es la del canal de salida (sección 4 en la Figura 7.3). La singularidad hidráulica se manifiesta aguas arriba de esa sección. 1 .3
.3
Acueductos
Investigación aplicada - PRONAR
89
Figura 7.3: Secciones de un acueducto para el cálculo hidráulico o Os
Como datos se tienen: • El caudal Q [m3/s]. • El ancho de espejo de agua en el canal • La rugosidad del canal n c.
T [m].
•
La pendiente del canal S, [m/m].
• •
El talud de las paredes del canal z [m/m]. La pendiente del acueducto S a [m/m].
•
La longitud del acueducto L [m]; sin tomar en cuenta las transiciones.
•
La rugosidad del acueducto
na .
Se siguen entonces los siguientes pasos: 1. Se elige el tipo de sección para el acueducto. Por razones constructivas y estructurales es aconsejable optar por una sección rectangular. Con una relación ancho interno / tirante, 6/y de 1 a 3, se obtiene un diseño económico. 2. Se elige el ancho de la solera del acueducto ba, que debe ajustarse a: - Las funciones complementarias de la estructura. Si el acueducto va a servir como puente peatonal, conviene darle el ancho suficiente como para que una persona pueda caminar cómodamente. Esto significa una solera de por lo menos 60 cm de ancho. - Las consideraciones estructurales. Mientras más altas sean las vigas insertas en las paredes del acueducto, mayor rigidez tendrá la estructura. Esto se traduce en un ancho pequeño para la solera. 3. Se calcula el tirante normal del canal de salida y 4 por iteraciones hasta que se cumpla la condición: A •R4 =
Qn
(7.1)
90 Obras de riego para zonas montañosas
1 A4
=
área hidráulica en la sección 4 [m-2]; A, = (b, +z Y,) Y,
b,
=
ancho del canal en la sección 4 [m]
Y4
=
tirante normal en la sección 4 [m]
R4
=
radio hidráulico en la sección 4 [m]; R4 =
o
= caudal [m3/s]
no
= rugosidad del canal
Op + z • y, )• y, a b, +2 y71+ , z2
(7.2)
(7.3)
pendiente del canal [m/m]
S,
1 1 1 1
4. Con el valor del tirante en 4, se calcula la velocidad en esa misma sección:
o
_
(7.4)
1
b +z•y4) y4
= velocidad en la sección 4 [n-ils]
v„
5. Se verifica el régimen del flujo en la sección 4, calculando el número de Froude, para asegurarse que el régimen allí, sea subcrítico: Fr, =
I9
\
v4 A, b, +2.z
(7.5)
número de Froude en la sección 4
Fr4 g
=
1 1 1
aceleración de la gravedad [m/s 2]
6. Se calcula la longitud de transición entre canal y acueducto tanto para la salida como para la entrada. Por facilidad constructiva se prefiere la transición recta. De acuerdo a experiencias de Hinds y según el USBR, el ángulo de 12.5° produce la mínima pérdida de carga por transición. Sin embargo, considerando que el incremento del ángulo de transición hasta 22.5° no incrementa significativamente 1 la pérdida de carga, se recomienda adoptar este último valor para reducir la longitud de transición. Luego: =
T —b a 2 tan(22 5°)
T,
longitud de la transición [m] = espejo del agua en el canal al tirante máximo [m]
b8
= ancho del acueducto [m]
LT
(7.6)
=
7. Se calcula el tirante en la sección 3. Tratándose de un caso de flujo gradualmente variado, para el cálculo de tirantes de la curva de remanso se recomienda usar el método numérico directo por tramos, partiendo desde la sección de control, que para el caso de régimen subcrítico es la sección 4. Entonces, para determinar el tirante en la sección 3 debe resolverse por tanteos la siguiente ecuación, dándole valores a y3 hasta que se satisfaga la igualdad:
1
.3
Acueductos
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2
y 2 3 = 5 3_4 •1.71-y3+---
v
= +Ks +2g
2g
-v 21 2.g 4
2 3
91
(7.7)
s3_4 = pendiente en el tramo de 3 a 4 [m/m] Ks = coeficiente de pérdida por transición de salida v3 = velocidad en la sección 3; también es función de y 3 tal que: V3 - o 3
El término Ks
13, • y3 2 V4
(V
32.g
es la pérdida de carga por transición de salida. El coeficiente
Ks
depende de
la forma de transición, como lo indica la Tabla 7.1. Tabla 7.1: Coeficientes Ks (pérdida de salida) para distintas transiciones Ks
Tipo de transición
Curvada
0.20
Cuadrante cilíndrica
0.25
Simplificada en línea recta
0.30
Línea recta
0.50
Extremos cuadrados
0.75
Para minimizar las dimensiones de un acueducto, la velocidad en este punto debería ser mayor a la del canal, pero se recomienda no exceder los 2 m/s. 8. Conviene verificar también el estado del flujo en la sección 3. El Número de Froude en esa sección es (para una sección rectangular): 9' Y3
, y debe ser menor a 0.8.
9. Se determina el tirante en la sección 2, resolviendo por tanteos la expresión: 2
S, L+ y2 +
V 2
2g
V 2
= y3 + 3 + 2g
•
•(v
(R2 +R3 )V3
3)
(7.8) L
Sa
= pendiente del acueducto [m/m]
ns
= rugosidad del acueducto
L
= longitud del acueducto [m], sin transiciones
considerando que a su vez: v
o 2
ba • y2
(7.9)
92
Obras de riego para zonas montañosas
Rz =
ba
(7.10)
b a +2:y 2
R — b a Y3 3 b +2.y
Un problema común en el diseño hidráulico de muchos acueductos es la sedimentación. Para evitarlo, la pendiente Se debe ser mayor a la pendiente del canal y debe prolongarse hasta más allá del final del acueducto en un tramo del canal de salida de unos 5 metros. Así, cualquier problema de sedimentación y/o remanso por reducción de la velocidad no se manifestará en el acueducto o cerca de éste sino en el canal de salida. Esto resguarda el estribo aguas abajo y facilita la limpieza. En este caso el cálculo es el mismo aunque el tirante normal en la sección 4 se calcula con la propia pendiente del canal de salida. Figura 7.4: Perfil de un acueducto con aumento y prolongación de pendiente (pendiente exagerada para mejor ilustración)
10. Se calcula el tirante en la sección 1 resolviendo por tanteos la expresión: S 1-2
v,2 T
2g
Ke =
=,2 ±
v22 2'g
+Ke
[V 2 2 — V 1 2 V
(7.11)
2g
'5
coeficiente de pérdida de carga en la transición de entrada; Tabla 7.2. Tabla 7.2: Coeficientes Ke (pérdida de entrada) para distintas transiciones
Tipo de transición
Ke
Curvada
0.10
Cuadrante cilíndrica
0.15
Simplificada en línea recta
0.20
Línea recta
0.30
Extremos cuadrados
0.30
A su vez: v — (b
Q
(7.12)
c •yi +z•y.,)•y,
ci
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Acueductos 93
11. Finalmente se calcula la altura del remanso a la entrada de la transición hrernanso =
y4
(7.13)
[ml
Con este valor, se determina el bordo libre que debe tener la entrada del acueducto para estar a cubierto del aumento en el nivel de aguas arriba provocado por el remanso. El bordo libre del acueducto deberá ser igual o mayor al bordo libre del canal para asegurar que no ocurran rebalses desde la estructura. El bordo libre del acueducto no deberá ser inferior a.20 cm y en casos de .acueductos curvos deberá incrementarse ese valor en el borde exterior de la curva.
7.2.1 Ejemplo de cálculo Canal de sección rectangular, con una solera de 60 cm de ancho, pendiente de un milímetro por metro - y rugosidad 0.020 que debe conducir un caudal de 250 1/s y atravesar una quebrada mediante un acueducto de 30 m de longitud con una rugosidad de 0.016. Se decide que la pendiente del acueducto sea 2 mm por metro, su sección rectangular con un ancho interno de 40 cm. Las transiciones serán rectas, del mismo material que el acueducto. 1.
El tipo de sección es rectangular.
2.
El ancho de solera es 0.40 m.
3.
Para el cálculo del tirante normal en la sección 4 se determina previamente el valor de la expresión: Q • n4 0.25 x 0.020
0.1581
.51k Haciendo variar y 4 hasta que la expresión A4 -R» dé el mismo valor de 0.1581, se obtiene el valor de 0.7382 como tirante en la sección 4. 4.
La velocidad en la sección 4 es: Q Q v = = 4 A4 1)4 • y4
5.
0.25
0.60 x 0.7382 0.4429
- 0.5645 m/s
El Número de Fraude en esa sección es: v4
=
Jg 6.
0.25
0.5645
A4
19.81x
1)4 + 2.z • y4
- 0 2098
0 .4429 0.60
La transición de salida, al igual que la de entrada tendrá una longitud de: T- b
L
3 2 • tan(22.5°)
0.60 - 0.40
_ 0.2414 m.
2x0.414
Por facilidad constructiva (longitud de encofrados), se adopta un LT de 1.00 m. 7.
Después se calcula el tirante en la sección 3, proponiendo valores de
y3 hasta que se satisfaga la igualdad:
94 Obras de riego para zonas montañosas
0.002 x 1+ y3 +
0.25 ( 0.40 x y3 1
2
( 0.56452 +0.5 x = 0.7382+ 2 x 9.8 1
2 x 9.81
0.25
2
0.56452
0.40 x
2 x 9.81
de donde resulta y 3 = 0.7254 m. Nótese que se ha dado al tramo 3-4 la misma pendiente del acueducto. Ahora se puede calcular los demás valores característicos del flujo por la sección 3: _
0.25 _ 0.40 x 0.7254 0.8616 m/s b a • y3
A3 =
ba • y3 = 0.40 x 0.7254 = 0.2901 m 2
R3 =
0.40 x 0.7254 b • y3 - 0.1568 m = b a + 2 y3 0.40 + 2 x 0.7254
8. El número de Froude en la sección 3 tiene el valor: Fr3 =
0 va = .8617- 0.3230 V9.81x 0.7254 \,/g y3
que verifica un régimen tranquilo en la sección 3. 9. El cálculo prosigue proponiendo valores para el tirante en la sección 2 hasta que se satisfaga la igualdad: ( 0.002 x 30+ y 2 +
0.25
2
0.40 x y 2 2x981 = 0.7937 x 0.016 x
0.86162 + = 0.7254 + 2x 9.81
( O.40ax y 2
0.40 x y2 (0.40 + 2 xy 2
+0.8616) x 30
+ 0.1568 f
de donde se determina que: y2 = 0.7327 m A2 =
0.2931 m2
v2 = 0.8530 m/s 10. Finalmente se calcula el tirante en la sección 1, dando valores a yi hasta que se satisfaga la igualdad:
0.25
)2
0.60 x 0.85302 0.002 x1+yt+ 2x981 - 0.7327 + 2 x 9.81 +0.30 x
de donde se obtiene y i = 0.7589 m.
0.85302
0.25 0.60 xy, 2 x 9.81
2
Investigación aplicada - PRONAR
Acueductos
95
11. El valor de la altura del remanso en la sección 1 es entonces, hremans, = y, —y, = 0.7589 — 0.7382 = 0.0207 m, que no justifica un aumento del bordo libre en el canal de entrada.
7.3 Elementos estructurales 7.3.1 Estribos Los estribos son los apoyos extremos de la caja aérea y su planteamiento estructural dependerá de las condiciones locales del suelo de cimentación. Así, se podrá plantear un estribo tipo muro de contención para terrenos de cimentación de mediana o gran capacidad admisible de carga. En suelos de muy baja capacidad portante se suele utilizar estribos utilizando cajas de sedimentación. En el diseño de los estribos se destaca la relación interdisciplinaria entre el ingeniero estructural y el ingeniero de suelos para determinar con exactitud los parámetros de diseño del terreno posterior al muro, determinar la profundidad de cimentación y determinar la capacidad de carga del terreno. Ésta última depende no solo de las características propias del suelo, sino también del tamaño de la cimentación, de la excentricidad y de la inclinación de la resultante de las fuerzas actuantes. También cabe destacar la interrelación entre el ingeniero estructural y el ingeniero hidráulico para definir con exactitud el nivel más adecuado de la caja aérea, así como el potencial erosionable del terreno ante una avenida extraordinaria en el periodo de retorno determinado por el estudio hidrológico.
7.3.2 Pila La pila es un elemento estructural que sirve de apoyo intermedio de la caja aérea (Figura 7.5). En el caso que el acueducto cruza una quebrada o río, es recomendable evitar la necesidad de emplazar pilas dentro del cauce, para así evitar el riesgo de erosión en sus fundaciones. Si por la longitud de la luz es inevitable colocar pilas, se deben tomar todas las medidas de seguridad en el diseño, como la protección de los pilas contra la socavación de sus fundaciones y contra el deterioro del fuste por las colisiones del material que arrastre el torrente. La protección con gaviones es la más aconsejable por su economía y facilidad de instalación, como por su facilidad de reposición.
96 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 7.5: Componentes de una pila
1 1
Uno de los errores más comunes y notorios en el diseño de acueductos es la insuficiencia de estudios del suelo de fundación. Las características del suelo de fundación determinan las características de los elementos de fundación y condicionan la longitud de los tramos entre pilas. Cuando cl diseño estructural sobreestima la capacidad portante del suelo, aparecen los problemas de asentamiento y consiguientes problemas de flujo en el acueducto.
1
1
7.3.3 Caja aérea Tiene la función de permitir el paso elevado de las aguas del canal. Se asemeja al tablero de un puente y para su diseño se realiza dos tipos de análisis: Análisis longitudinal Se considera al conjunto del acueducto, idealizando la estructura como una viga simplemente apoyada, con una carga repartida equivalente a su peso propio y una carga repartida equivalente al peso del tirante del agua a lo largo de la estructura. Las paredes del acueducto y la solera actúan como vigas y se las diseña para satisfacer el estado de carga más crítico, esto es, cuando el acueducto esté lleno de agua. La 1 experiencia recomienda evitar luces mayores a los 10 metros. El esfuerzo más importante en el análisis longitudinal es la flexión en las paredes del acueducto. Éstas
441 1'sediñanporlMétesEfuzodTrabj,ptenumorcldanháximo
probable de las fisuras por flexión. Tratándose de una estructura que debe asegurar estanqueidad, el ancho admisible de las fisuras es de una décima de milímetro. Una fisuración mayor es inadmisible porque las 15 filtraciones de agua a través de la estructura, combinadas con el oxígeno y anhídrido carbónico de la 1 atmósfera, atacan al hierro de la armadura y lo oxidan. Paralelamente, el volumen del óxido al formarse 1
Acueductos 97
Investigación aplicada - PRONAR
es unas ocho veces mayor que el del metal que lo origina, lo que a su vez da lugar a más fisuras (Jiménez Montoya et al, 2000). Así, el proceso de corrosión de la armadura entra en una espiral divergente. La flecha originada por flexión en un acueducto se traduce en alteraciones no previstas en el flujo y en estancamientos de agua cuando el canal no se encuentra en operación. Una manera de minimizar el problema de la flecha es la de prever una contra flecha en el encofrado. Ésta debe tener la magnitud suficiente para que, una vez puesta la estructura en funcionamiento, las cargas permanentes de peso propio y tirante de agua flexionen la estructura hasta reponer su horizontalidad.
Análisis transversal Para el análisis transversal, se toma una franja de ancho unitario para analizar los esfuerzos de corte y flexión transversal por la presión hidrostática en las paredes verticales y en la losa del fondo. Para ayudar en la absorción de esfuerzos transversales es beneficioso colocar, de tanto en tanto, vigas superiores que atiranten las paredes ante el empuje transversal del agua. Estas pequeñas vigas de arriostre, si están espaciadas a no más de unos 80 cm entre bordes, ayudarán al acueducto a cumplir su función secundaria de puente peatonal. Figura 7.6: Sección transversal de una caja aérea con detalle de armaduras
\I` • • •
• • •
• •
•
• •
En el cálculo estructural de los acueductos se debe tomar en cuenta la actividad sísmica que ocurre en la zona montañosa de Bolivia. La mayoración de las cargas verticales y la introducción de aceleraciones horizontales deben estar de acuerdo con la zona sísmica de que se trate Lo usual es construir la caja aérea de hormigón armado_ Existela.posibilidad de recurrir.a otros materiales como madera, hormigón simple, mampostería o metal, pero esas alternativas no son prácticas. La madera tiene limitaciones de conservación y respuesta al intemperismo. El uso de hormigón simple o de hormigón ciclópeo, por su ínfima resistencia a los esfuerzos de tracción, se ve limitado a tramos muy cortos. Los acueductos de mampostería se ven también limitados en su longitud debido a la forma de su respuesta estructural a las cargas, gravitatorias y sísmicas. Los acueductos metálicos tienen la mejor relación resistencia / peso propio, permiten luces mayores pero son más sensibles al intemperismo y son costosos, especialmente cuando se necesita darles una rigidez acorde al uso peatonal.
j
98 Obras tic riego para zonas montañosas
Figura 7.7: Acueducto de mampostería
1 Figura 7.8: Vista general y detalle de un acueducto metálico
1 1 i', 1 s
1 1
1 1
o
o 1
o
o o o
o 1 o
o o .5
Acueductos 99
Investigación aplicada - PRONAR
7.4 Aspectos constructivos 7.4.1 Interfase canal — acueducto El cambio de tipo de estructura canal-acueducto exige la disposición de juntas constructivas cuya estanqueidad se controla con cintas waterstop. Las cintas waterstop son elementos fabricados de goma, de neopreno o de policloruro de vinilo (PVC, por sus siglas en inglés Polyvinylchloride), de gran resistencia y elasticidad, que incorporados en las juntas de hormigón aseguran una perfecta estanqueidad en las obras donde se quiere resistir la acción de las presiones de agua. Figura 7.9: Detalles de la conexión entre canal revestido y acueducto Cinta Water Stop ././Sello de junta
Estas cintas están diseñadas con nervaduras múltiples que permiten una buena adherencia, acoplamiento y retención del hormigón. Tiene además un centro protuberante que ayuda a resistir la presión originada por los movimientos de las estructuras. Para lograr una junta impermeable, la cinta debe estar perfectamente embebida y adherida en el hormigón. La fijación del waterstop se realiza fácilmente; es necesario sujetar la cinta ala 'armadura y al encofrado a fin de que no se desplace durante el vaciado del hormigón. La sujeción a los hierros de la armadura se hace mediante ataduras con alambre. En cuanto a la vinculación con el encofrado hay varias prácticas usuales, dependiendo del perfil elegido, de si se va a dejar junta cenada o abierta y también de la secuencia de hormigonado. Adicionalmente, algunas normas recomiendan que en juntas de construcción entre estructuras de geometría y comportamientos diferentes, como en la unión de la sección del canal con una transición, se rigidicen las zonas de unión para aminorar el desplazamiento relativo entre las estructuras (Figura 7.9). Esta recomendación a veces forma parte de las exigencias de agencias financiadoras, pero a la vista es excesiva para los acueductos que normalmente se construyen en Bolivia.
100 Obras de riego para zonas montañosas
Apoyos elásticos Cuando el acueducto se diseña para funcionar como viga simplemente apoyada sobre los estribos y pilas, se dispone entre vigas y apoyos unas placas elásticas, al igual que en los puentes. Lo ideal, en términos técnicos, es recurrir a una placa con espesor aproximado de 2.5 cm de Neopreno (Policloropreno). Una ventaja importante del apoyo de neopreno es su efectividad como medio para la transferencia de la carga de tal manera que ésta se transmita sobre toda la sección transversal del apoyo y no se concentre sobre sus salientes. Pero considerando que normalmente las vigas son vaciadas en sitio, es suficiente aislarlas de los estribos colocando previamente una capa de cartón asfáltico para así permitir su libre desplazamiento. El cartón asfáltico es mucho más barato que el Neopreno pero se le reconocen solamente sus propiedades aislantes y no elásticas cuando se requiere una efectiva transferencia de carga.
1
7.5 Situaciones que conviene evitar •
En los acueductos se puede formar una curva de remanso per causa del cambio de pendiente, de sección, de rugosidad, o una combinación de éstas. Teóricamente se puede contrarrestar esta curva inclinando las transiciones de entrada y de salida como se muestra en la Figura 7.10.
1
Figura 7.10: Acueducto con transiciones en pendiente
1
1 Se puede anular el efecto del remanso con ese tipo de perfil, ajustando en los cálculos los valores de S1-2 y s3-4 = -S1_2 hasta que la altura de remanso sea cero. No es recomendable esta solución debido a que encarece la obra y provoca deposición de material sólido dentro del acueducto. Además, sabiendo que los caudales en los sistemas de riego locales son intermitentes, debe evitarse el agua detenida en cualquier estructura ya que en pequeña cantidad llega a congelarse con el riesgo de dañarla. La solución más sencilla es optar por incrementar el bordo libre en el canal de entrada cuando la magnitud del remanso así lo justifique. •
En la topografía montañosa los canales discurren por las laderas hasta que en cierto punto deben cruzar una quebrada. El trazo geométrico en la entrada al acueducto suele ser una curva pronunciada como se ve en la Figura 7.1, con un ángulo de deflexión cercano a los 90°, y similar en la salida. En estos casos debe aumentarse el bordo libre de la pared exterior a la curva para evitar rebalses que afecten a los estribos del acueducto.
1 1 1
o
o o
o O
o O
O O O 1, O
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Acueductos 101
Figura 7.11: Erosión del terreno de fundación de un estribo por rebalse en la curva
En algunos sistemas de riego se han diseñado acueductos que operan también como vertederos de caudal excedente. Si bien en determinados casos se han evaluado cuidadosamente las características geotécnicas de la roca donde se fundan los estribos y donde se vierte el agua, esta práctica puede tener efectos dañinos sobre los elementos de fundación de la estructura y provocar erosión en la zona de la cascada. Es más seguro ubicar el vertedero de excedencias aguas arriba del acueducto, cuidando de que su emplazamiento asegure una descarga de efectos controlados. • Un aspecto importante para la durabilidad y buena operación de - la estructura es la distancia vertical que queda libre entre la base del acueducto y el obstáculo a salvar. Para el cruce de pequeñas quebradas, esa distancia libre puede ser de medio metro, pero en cruces de quebradas importantes y ríos, debe considerarse un mínimo de un metro y medio sobre el nivel máximo de las aguas del curso inferior. La falta de espacio puede causar rebalses de agua del cauce natural por encima del acueducto y poner en riesgo su estabilidad.
•
Figura 7.12: Acueducto con insuficiente espacio inferior
1
1 1
1 1
o o
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103
8 Sifones invertidos
8.1 Descripción y ubicación Un sifón es un conducto cerrado que se eleva por encima de la línea piezométrica y en el cual la presión, en algún punto, es inferior a la atmosférica. Los 'sifones invertidos' no son sifones propiamente dichos, porque la presión en todos los puntos en el tubo es superior a la atmosférica. A pesar de ser un término inadecuado, su uso vino a ser costumbre, por lo que también lo empleamos en esta Guía. Los sifones invertidos son conductos cenados que trabajan a presión y se emplean para conectar dos conductos o depósitos de agua pasando por un punto más bajo entre ellos. Se usan en el cruce de un canal con una depresión topográfica como río o quebrada, un camino, otro canal, un dren u otro tipo de obstáculo que convenga sortear pasando por debajo. A diferencia de los acueductos, los sifones invertidos tienen altas pérdidas de carga por fricción y por tanto su aplicación puede causar una reducción en el área potencial de riego. Otra desventaja es su riesgo de colmatación cuando el agua arrastra material de sedimentación en cantidades considerables. Este riesgo exige de los usuarios una particular atención para evitarlo, ya que remover el azolve de un sifón invertido es una tarea dificultosa y su reparación puede ser costosa en caso de que se hubieren producido daños Las ventajas de los sifones invertidos son sus bajos costos de diseño, construcción y mantenimiento. Su adopción se hace necesaria cuando el terreno no ofrece suficiente resistencia para las fundaciones de un acueducto y cuando la depresión que se debe sortear es muy profunda y extendida y bordearla con un canal supone una longitud demasiado larga y por ello costosa. También, el sifón invertido es la solución pertinente cuando la diferencia de nivel entre la superficie del agua del canal y la rasante del obstáculo a cruzar es muy pequeña, como en el cruce de caminos o ferrovías, de manera que no permita la construcción de un acueducto. ,
El sifón invertido funciona por diferencia de niveles. Esta diferencia de niveles debe absorber todas las pérdidas de carga del sifón invertido. La diferencia de niveles AZ es igual al desnivel entre la superficie del agua en la cámara de entrada y en la cámara de salida. Debe ser mayor o igual a la sumatoria de pérdidas de carga entre una y otra cámara.
104 Obras de rica() para zonas montañosas
Figura 8.1: Corte esquemático de un sifón invertido
41)
Los sifones invertidos medianos y pequeños, que salvan desniveles del orden de los 50 ni, normalmente constan de los componentes que ilustra la Figura 8.2: 1) vertedero de excedencias, 2) desarenador, 3) rejilla de entrada, 4) transición de entrada, 5) dueto, 6) válvula de purga, 7) transición de salida y 8) rejilla de salida. La figura incluye el desarenador y el vertedero de excedencias, aunque no son propiamente componentes del sifón invertido sino estructuras complementarias, tratadas en los Capítulos 14 y 15, respectivamente. Figura 8.2: Perspectiva de los componentes de un sifón invertido. rejilla de salida
transición de salida
41Z rejilla de entrada
1 1
transición de entrada
dueto desarenador válvula de purga vertedero
1. Vertedero de excedencias Es una estructura que evita que el nivel del agua suba más de lo tolerable en el canal de llegada, evacuando el caudal que no pueda pasar por el sifón invertido. Generalmente consiste en un vertedero lateral construido en una de las paredes del canal. El vertedero sirve también para derivar el agua del canal en caso que el sifón esté tapado o esté cenada la eventual compuerta de emergencia ante la necesidad de reparaciones o mantenimiento de la tubería. Por tal motivo, el caudal de diseño del vertedero es igual al caudal de diseño del canal.
1 1 1 1 1
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Sifones invertidos 105
2. Desarenador Sirve para que el material en suspensión en el agua se deposite antes de la entrada al sifón invertido. Esto es necesario para disminuir los efectos abrasivos sobre el interior del tubo y para minimizar los riesgos de azolvamiento en el dueto, considerando lo dificultoso que puede ser el trabajo de limpieza de grava y arena depositadas en su tramo inferior.
3. Rejilla de entrada y compuerta de emergencia El objeto de la rejilla de entrada es el de impedir la-entrada al dueto de basura (hojas secas, ramas, bolsas de plástico, etc.) y objetos extraños (como animales muertos), que obstruyan el ducto o perjudiquen su normal funcionamiento. La compuerta de emergencia es una obra optativa, su necesidad depende de la posibilidad de cenar el canal en un punto superior. La compuerta puede instalarse sobre el marco de la rejilla de entrada para operarla como compuerta deslizante sobre ranuras paralelas a la rejilla de entrada.
4. Transición de entrada En general, la sección del canal es más amplia que la adoptada en el dueto, por lo que es necesario construir una transición de entrada convergente para asegurar un cambio de flujo gradual entre las distintas secciones. En el diseño de una transición de entrada la abertura de la parte superior del sifón invertido debe estar por debajo de la superficie normal del agua (ahogada), para evitar el ingreso de aire que perjudique el funcionamiento del sifón invertido y disminuya su capacidad de conducción.
5. Dueto Es la parte principal de los sifones invertidos. Su disposición geométrica debe en lo posible ajustarse a la topografía de la depresión a salvar para minimizar los trabajos de excavación y de relleno. Es usual construir estructuras de soporte para el dueto, tanto en las laderas como en el fondo de la depresión por sortearse. Es buena práctica enterrar el dueto para protegerlo de cargas directas (pisadas de personas y animales) y cargas de impacto (piedras, granizo). Es imprescindible proteger de los rayos ultravioleta a las tuberías plásticas. Figura 8.3: Vista en elevación y corte transversal de una pared de soporte
unión resistente el arrastre de la fuerza abrazadera soporte tuberla
.1
1 1 1
106 Obras de riego para zonas montañosas un ducto doble o triple,
Para efectos de operación y mantenimiento, puede ser conveniente construir porque aumenta la seguridad allí donde existan severos riesgos de taponamiento, dificultades en la limpieza o necesidades en la operación. La desventaja es que encarece la obra.
6. Registros para limpieza y válvulas de purga En la parte más baja del ducto se coloca una bifurcación con una válvula de purga de las dimensiones acordes al caudal que se deberá desalojar. La válvula se usa para vaciar el tubo, evacuar material que el cruce de ríos o azolve la estructura y para poder realizar trabajos de mantenimiento o reparación. En quebradas, la instalación de la válvula de purga requiere disponer una estructura que soporte el ducto por encima del cauce. Conviene proteger la válvula de purga por medio de una cámara, una caja de ladrillo u hormigón con una tapa. La apertura de la válvula de purga debe hacerse gradualmente para evitar velocidades grandes en el dueto.
7. Transición de salida Mediante la transición de salida (normalmente divergente) se genera un cambio gradual en el flujo entre la cámara de salida y el canal que continúa. El ahogamiento de la transición de salida debe ser mínimo,
1 1 1 1
1 1 1 1
tratando de que la descarga sea casi libre y no sumergida.
8. Rejilla de salida El objeto de la rejilla de salida es el de evitar el ingreso de elementos extraños al ducto, cuando por cualquier motivo el sentido del flujo se invierta, por ejemplo durante el vaciado del dueto por la válvula de purga. De manera simétrica a la rejilla de entrada, conviene disponerla luego de la transición de salida para dar mayor comodidad a la tarea de limpieza.
8.2 Criterios relacionados con gestión de riego y sostenibilidad El diseño de los sifones invertidos depende en gran medida de criterios hidráulico-constructivos generales como se explica más adelante, sin embargo, hay algunos criterios específicos relacionados con la gestión
1
de riego en los sistemas de montaña:
Caudal de diseño y dimensión del dueto Los sifones invertidos suelen ser los tramos críticos en cuanto a la capacidad de conducción del sistema • de riego. Una vez instalados no existe la posibilidad de aumentar su capacidad a diferencia de los •
canales abiertos. En vista de que en la mayoría de los sistemas no pueden definirse los caudales de diseño con toda exactitud, es buena práctica tomar un margen de seguridad en el caudal de diseño de los sifones invertidos. En consecuencia, en el diseño no siempre se precisa la mayor optimización entre diferencia de carga, velocidad del flujo y diámetro del tubo. Sin embargo, hay que considerar cuidadosamente el aumento en costos de construcción.
1
Investigación aplicada - PRONAR
Sifones invertidos 107
Desarenador •
El desarenador antes de un sifón invertido es de mayor importancia en sistemas que funcionan con agua turbia. Con éste se evita el azolvamiento y el desgaste del ducto por el material de arrastre y en suspensión.
•
El desarenador debe estar a una distancia mínima de la entrada del sifón invertido para asegurar que en el tramo entre desarenador y sifón invertido no vuelva a entrar material sólido en el canal.
•
La distancia mínima también permite que se combine.automáticamente la .limpieza del desarenador con el uso de sifón invertido.
•
Si la topografía permite diseñar una estructura combinada de desarenador y vertedero de excedencias, se aconseja instalar una compuerta de fondo para el retiro fácil de material de la poza, de tal manera que el flujo de limpieza escuna hacia la estructura de salida del vertedero de excedencias.
Rejilla de entrada y salida •
En canales con mucho material flotante, por ejemplo a causa de vegetación cerca del canal, se recomienda colocar la rejilla de entrada en un ángulo de entre 30° y 40° respecto al fondo del canal (no en una posición vertical). Esto, para que el flujo del agua empuje el material flotante hacia la parte superior de la rejilla evitando la obstrucción acelerada de la entrada.
•
Las varillas de la rejilla deben colocarse en la dirección del flujo, nunca de forma horizontal, para permitir la limpieza con herramientas y sin que la persona que haga la limpieza tenga que entrar al agua. Las varillas deben sobresalir lo suficiente con relación a las barras de apoyo horizontales para dejar el paso fácil de los dientes de un rastrillo. Figura 8.4: Rejilla inclinada que permite el paso del agua por debajo del material flotante
•
Hay menos exigencias en cuanto al diseño de la rejilla de salida. Lo más práctico es una rejilla con bisagras en la parte superior, para que al subir la rejilla el material acumulado caiga en la transición de salida.
108 Obras de riego para zonas montañosas -..)
Vertedero de excedencias
En vista que los sifones invertidos suelen ubicarse cerca de quebradas inclinadas, hay que dar atención especial a la seguridad del cauce de desagüe. En caso necesario hay que diseñar el vertedero a una /
•
distancia mayor de la entrada al sifón invertido. 1 Es conveniente el diseño que combina el desarenador con el vertedero de excedencias en una sola estructura. Si han de estar separados, ambas estructuras deben estar alineadas entre sí a fin de no ") / generar curvas de remanso. / Figura 8.5: Vertedero de excedencias antes de la entrada de un sifón invertido
•
j
Válvula de purga •
En el riego de la zona montañosa, la mayoría de los sifones invertidos operan de forma intermiten:, Cuando no se usa el sifón invertido, el material sólido en suspensión se deposita en el fondo del ducto. Cuando se usa agua con una mayor concentración de sólidos, es imprescindible que la válvula de purga esté en el punto más bajo del ducto y permita la auto-limpieza del sifón invertido.
•
La gran cantidad de material sólido en el agua puede ocasionar taponamiento en la parte baja del dueto. Donde existe este peligro, es necesario incluir tubos removibles en la parte más baja que facilitan la 15 limpeza,orjtubsidaonmetjuasGibl.
j
8.3 Diseño hidráulico El cálculo hidráulico del sifón invertido se realiza por tanteos, haciendo variar la sección del dueto, calculando las pérdidas de carga que se presentarían y verificándolas respecto del desnivel que se quiere j
salvar con esta estructura. Los datos son: •
El caudal que conduce el canal Q
[m3/s].
a)
4) 1
Sifones invertidos 109
Investigación aplicada - PRONAR
• • • • •
La velocidad del agua en el canal v c [m/s]. La cota de la solera del canal a la entrada de la transición Cota A [msnm]. El tirante normal del canal a la entrada de la transición si no existiera la rejilla y p [m]. La cota del nivel de agua en la sección de entrada a la transición Cota NA A [msnm]. La topografía de la depresióna salvar. Figura 8.6: Alineamiento horizontal y vertical de un sifón invertido según la topografía
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o
.1. Se define la alineación vertical y horizontal del ducto, sobre la base de la topografía. De esta definición resulta la longitud Ld del ducto y sus cambios de dirección o codos. 2. Sobre la base de la topografía y el punto elegido para continuar el canal luego del sifón invertido, se predetermina la cota de la solera en el punto F o Cota F Figura 8.7: Diferencia de niveles en un sifón invertido NAA Nivel de agua sobre el punto A NAr Nivel de agua sobre el punto F
3. Se calcula la diferencia de cotas AZ = Cota A — Cota F [m] AZ
=
diferencia de altura entre la Cota A y la Cota F [m]
110 Obras de rice() para zonas montañosas
Cota A = Cota
nivel de la solera en el punto A inicio de la estructura [msnm]
F = nivel de la solera en el punto F final de la estructura [msnm] 1
4. Se define la velocidad de diseño del agua en el ducto v d [m/s] Una velocidad conveniente para evitar depósito de sedimentos en el dueto oscila entre 1.5 y 3 m/s. Velocidades menores obligarán a tomar mayores precauciones en cuanto a las facilidades de limpieza en el dueto. Si se fija una velocidad mayor a ese rango, debe verificarse con el fabricante la capacidad del material para soportar la erosión de las paredes interiores del dueto a esa velocidad. Una velocidad superior a los 3 m/s también obliga a tomar precauciones contra el golpe de ariete, tal como descrito
1
en el Capítulo 6, Tuberías.
1
5. Se calcula el área interior necesaria del ducto. A =
Q vd
Ad
vd
(8.1)
= área del dueto [m 2] = caudal [m 3/s] = velocidad en el dueto [m/s]
6. Se define la forma de la sección del dueto (circular, cuadrada, rectangular u otra) y el material con su rugosidad. Figura 8.8: Distintas formas de sección de tubería para sifones invertidos
La sección común es la circular por el uso de tuberías prefabricadas. En caso de construcción en el 1 sitio, también se aplican tuberías rectangulares. Cuando la carga es menos de 10 m de columna agua, 1 se pueden usar duetos de hormigón armado de sección rectangular o cuadrada. Si la carga excede los " .5 30 m, es conveniente decidirse por duetos de H°A° de sección circular, que también puede fabricarse en el sitio. Resulta más práctico optar por las tuberías de PVC, que pueden soportar presiones de trabajo desde 60 m hasta 150'm. Cargas mayores requieren el uso de tuberías de acero. Del tipo de material depende la rugosidad del dueto. Debe tenerse en cuenta que con el uso, la rugosidad del dueto se incrementará, aumentando las pérdidas por fricción y reduciendo la capacidad de descarga del sifón invertido. La elección del coeficiente de rugosidad a emplear en los cálculos de diseño, debe ser conservadora.
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Sifones invertidos 111
7. Se calculan las dimensiones características de la sección elegida. Tabla 8.1: Dimensiones de secciones típicas
Circular D-
4A TC
Cuadrada
Rectangular
L= Ad
A A b= -A ó H= = H b
d
8. Se elige la sección comercial con las dimensiones características más cercanas a las calculadas en el paso 7. 9. Con el área calculada sobre la base del diámetro comercial, se calcula la velocidad a través del dueto, Q
(8.2)
y =— ° Ad
La velocidad en el ducto debería ser al menos el doble de la velocidad en el canal, no menor a 1 m/s y mejor si es mayor a 1.5 m/s. Es prudente no exceder los 3 m/s para no tener que adoptar medidas contra el golpe de ariete (Sección 6.7). 10.Se calcula la pérdida de carga por la rejilla de entrada con la fórmula de Kirshmmer:
yV2 ti re = • — • 4
(eb s
2-g
sen cp
(8.3)
perdida de carga por rejilla de entrada [m] = factor de forma; igual a 1.79 para barras circulares y 2.42 para barras rectangulares F eb = espesor de la barra [m] (diámetro en barras circulares, ancho en barras rectangulares) sb = espacio libre entre barras [m] = velocidad de aproximación en el canal [m/s] = ángulo que forman las barras con la horizontal hre =
aceleración de la gravedad [m/s 2] 11. Se calcula la longitud de transición de entrada y de salida en función del ancho del espejo de agua del canal, la dimensión característica de la sección elegida (diámetro en caso de sección circular, lado en sección cuadrada y ancho en sección rectangular) y el ángulo de transición LT =
T-D 2-tan (22.5°)
LT
= longitud de transición, igual para entrada y salida [m]
T D
=
(8.4)
ancho del espejo de agua en el canal, para el caudal de diseño [m] = diámetro [m], en el caso de dueto de sección circular. Si no, debe reemplazarse por
b
112 Obras de riego para zonas montañosas 4
5
12.Se calcula la pérdida de carga por la transición de entrada: h ie =
O 4 (va— v e2 ) 2.g
(8.5)
1 1
= pérdida de carga por transición de entrada [m]
hie
13. Se calcula el nivel de agua sobre el punto B, donde se inicia la conducción entubada. Para ello, se parte de la Cota A más el tirante normal, que resulta en el Nivel de Agua en el punto A, NA A . Del nivel NAA sertanlpédicgorejlaytnsiódr.
'4 10
(8.6)
NAB =NA, —hreh le
1 1
Figura 8.9: Esquema de entrada de sifón invertido (en corte y en planta)
1 1
JI 1
1
1 1
14. Se calcula la proyección vertical del diámetro a la entrada del ducto, tomando en cuenta su ángulo con 1 1 la horizontal en su primer tramo: D
e
(8.7)
D —P
cos a
Dpe =
a
1 1 1
proyección vertical del diámetro del ducto a la entrada [m]
= ángulo del ducto en su primer tramo con la horizontal
15. Se define el porcentaje de ahogamiento a% en la sección de entrada asumiendo un valor mayor a 10%, y menor a 50%. Ese valor corresponde a la expresión: a% =
Cota NAB- Cota B — DP
e 100
DPe
(8.8)
Investigación aplicada - PRONAR
Sifones invertidos 113
Entonces, el valor de la Cota B será: ) Cota B = Cota NAB — DPe • (i
(8.9)
100
y el ahogamiento a resulta:
a = Cota NAs - Cota B - Dp€,
(8.10)
el ahogamiento mínimo es de 0.15 m; un valor recomendable es 0.45 m. 16. Se calcula la pérdida de carga por entrada al ducto: 2
h =K
(8.11)
v°
" 2.g
he
Ke
pérdida de carga por entrada [m] = coeficiente de pérdida de entrada, según Tabla 8.2 =
Tabla 8.2: Coeficientes de pérdida de carga para distintas formas de entrada Forma de entrada
Ke
Compuerta en pared delgada, contracción suprimida en los lados y en el fondo
1.000
Entrada con arista en ángulo recto
0.500
Entrada con arista ligeramente redondeada
0.230
Entrada con arista completamente redondeada R/D = 0.15
0.100
Entrada abocinada circular
0.004
17. Se calcula la pérdida de carga en el ducto siguiendo el procedimiento descrito en el Capítulo 6, Tuberías, para problemas tipo ii): a. Se calcula la sumatoria de pérdidas menores por accesorios: 2
/h = Ek
km
=
° m 2-g
(8.12)
coeficiente de pérdida de accesorios, según Tabla 8.3 Tabla 8 3 . Coeficientes de pérdida de carga por accesorios Accesorio
lc,
Válvula de globo, completamente abierta
10.0
Válvula en ángulo, completamente abierta
5.0
Válvula de retención, completamente abierta
2.5
Válvula de compuerta, completamente abierta
0.2
Válvula de compuerta, con % de apertura
1.00 — 1.15
Válvula de compuerta, con 1/2 de apertura
5.6
Válvula de compuerta, con % de apertura
24.0
1 114 Obras de riego para zonas montañosas
0.9
Codo de radio corto (r/D=1)
1 1 1
0.75-0.80
Codo de radio mediano
0.6
Codo de radio grande (r/D=1.5)
0.4 — 0.42
Codo de 45° Retorno (curva en U)
2.2
Te en sentido recto
0.3
Te a través de la salida lateral
1.8
Unión
0.3
Ye de 45°, en sentido recto
0.3
Ye de 45°, salida lateral
0.8
Entrada recta a tope
0.5
Entrada con boca acampanada
0.1
Entrada con tubo reentrante
0.9
Salida
1.0
"5 1 1
1
1
b. Se calcula el numero de Reynolds: Re =
Dv
(8.13)
d
1
V
Re
=
número de Reynolds
= viscosidad cinemática [m 2 /s]; depende de temperatura, Tabla 8.4. Tabla 8.4: Viscosidad cinemática del agua a distintas temperaturas Temperatura 1°C]
0
5
10
15
20
25
30
Viscosidad cinemática x 10 -6 m2/s
1.79
1.52
1.31
1.15
1.01
0.90
0.81
1 1 1 1 1 1 1
c. Se determina el valor del factor de fricción f dándole distintos valores hasta que se cumpla la igualdad7 : e/
1 =
-2 logio
/D
3.71
.4.
2.51
(8.14)
Re..fi
factor de fricción = rugosidad absoluta del interior del tubo [m]; depende del material interior de la tubería, según la Tabla 8.5.
=
e
1 1 1 1 1 1
7 En el Anexo A se explica el uso de la herramienta SOLVER de la planilla EXCEL para resoher este tipo de iteraciones.
1
"3
Investigación aplicada - PRONAR
Sifones invertidos
115
Tabla 8.5: Rugosidad absoluta del material interior de la tubería
Material PVC Asbesto Cemento Acero
e [x103 m] 0.0015 0.03 0.046
Hierro galvanizado
0.15
Hierro fundido
0.15
Hierro fundido dúctil
0.25
Hormigón
0.3 — 3.0
Acero bridado
0.9 — 9.0
d. Se calcula la pérdida de carga por fricción en el dueto: =f
Ld
a V ID 2 g
hf
=
Ld
=
(8.15)
pérdida de carga por fricción [m] longitud del dueto [m]
18. Se calcula la pérdida de salida por ampliación, calculando previamente la velocidad del flujo en el canal de salida, de acuerdo con sus dimensiones. Q vsa„da Asma
(8.16)
entonces la pérdida de carga por la ampliación de la salida es: -
h
(8.17)
2.g hs
pérdida de carga por salida [m]
=
19. Se calcula la pérdida de carga por rejilla de salida, de la misma manera que la pérdida de carga por rejilla de entrada. La velocidad de aproximación es ahora la velocidad de salida: 4
h— F•(
hrs =
e s,
y
y salida
2
2.g sen
[m]
pérdida de carga por rejilla de salida [m]
(8.18)
116 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 8.10: Esquema de salida de un sifón invertido (en corte y én planta)
1
1 1 1
rejilla
1
1
11 1 1 1 20. Se calcula la sumatoria total de las pérdidas de carga =
+ h re + h e + h,
+hs +hrs [m]
(8.19)
21. Se calcula la cota de la solera del canal luego de la transición, considerando que se desea tener el mismo tirante que en el canal de entrada. Para esto debe restarse la pérdida total de carga (mayorada en un 10%) de la cota de la solera del canal de entrada antes de la transición de entrada: Cota F = Cota A-1.10
[msnm]
En caso que la Cota F calculada sea menor a la cota de la salida predefinida, deberá bajarse la salida hasta la Cota F o mantener la cota de salida predefinida reduciendo las pérdidas. Se puede incrementar el diámetro, verificando que la velocidad en el dueto no sea inferior a la mínima admisible. Si la Cota F resulta mayor a la cota de salida predefinida, las opciones son: subir la cota de salida hasta el valor de la Cota F calculada o aumentar las pérdidas por fricción reduciendo el diámetro, evitando que la velocidad en el ducto sobrepase la máxima admisible.
Sifones invertidos
Investigación aplicada - PRONAR
117
22. Para diseñar la estructura de salida, dependiendo del camino elegido en el punto anterior, se tendrá como tirante del canal de salida el tirante normal de entrada u otro tirante en el punto F denominado yF , asociado a la cota del Nivel de Agua en la salida sobre el punto F, Cota NAF Cota NAF = Cota F + y, +
[msnm]
El cálculo del tirante normal del canal de salida dependerá de las dimensiones, el tipo de revestimiento y la pendiente de su solera, aunque lo usual es que se mantengan las mismas condiciones de escurrimiento en relación al canal de entrada. 23. Considerando las pérdidas por salida, se calcula el Nivel del Agua sobre el punto E. Cota NAE = Cota NAF + hs [m] 24. Se define el porcentaje de ahogamiento del tubo en la salida, %a s cuidando que la diferencia entre tirante y el diámetro proyectado sobre la vertical DPs no exceda el valor de un sexto del diámetro interno del ducto para que la salida trabaje con un mínimo de sumergencia o con descarga libre, minimizando las pérdidas de carga en la tubería. Luego, se calcula
D/6 y
se define un valor para a s [m] menor a ese cociente.
25. La proyección vertical del diámetro del ducto tendrá el valor: DP = S
DPs
p
D
(8.20)
cos p =
=
proyección vertical del diámetro del dueto en la salida [m] ángulo que forma el dueto a la salida con la horizontal
26. Finalmente, con el valor definido para el ahogamiento Cota E = Cota NA E —
as
se calcula la cota del punto E:
[msnm]
8.3.1 Ejemplo de cálculo Dimensionar un sifón invertido entre dos canales rectangulares (b = 0.60, pendiente 0.001 m/m) con capacidad de conducir 250 I/s con un tirante normal de 0.613 m y velocidad de 0.679 m/s. La cota de la solera en el canal de entrada es 2780.300 msnm. El punto de salida está situado aproximadamente en la cota 2771.300 msnm considerando una longitud de tubería de 310 m. 1.
La alineación horizontal y vertical se determina sobre la base de la.topografía y se obtiene la longitud Ld.
2.
Se predetermina la cota F en el mapa.
3.
Se calcula la diferencia AZ.
4.
Para este ejemplo, se fija la velocidad preliminar del flujo entubado en 2.5 m/s.
5.
Se calcula el área de la sección transversal del ducto correspondiente:
118 Obras de riego para zonas montañosas
Q 0.250 Ad
vd
2.5
= 0.1 m2 1
6. Se elige una tubería de PVC con rugosidad absoluta de 2x10 -5 , para este caso de sección circular.
1
7. Se calcula el diámetro del tubo elegido, que es: 4 • Ad _ ii4 x 0•1 _ 0.356 m
D
5,1
n
TE
1
equivalente a 14.048 pulgadas 8. Como diámetro comercial más cercano se elige el de 14" equivalente a 0.356 m. 9. Con este valor se recalcula el área transversal del tubo y la velocidad del flujo entubado: A=
Q
v
0.250 -
d
1
rc • D 2 n x O 356 2 - 0.099 m2 4 4
Ad
0.099
= 2.517 m/s
1
10. Para calcular la pérdida de carga por la rejilla de entrada, suponemos que ésta se compone de barras de 3/8" de diámetro, espaciadas 6 cm entre sí (un sexto del diámetro del tubo) e inclinadas 75° respecto de la horizontal. Luego: 4
1
4
e 5 2 ( 0.0677)3 2.5172 x sen(75°)= 0.048 m x ser» = 1.79 x h = F•( =' 2 x 9.81 0.06 55 2g )
11. La longitud de la transición de entrada será: L
—
T-D 0.600-0.356 = 0.295 m, que se redondea a 0.3 m. 2. tan(22.5 °) 2 x tan(22.5°)
12. La pérdida por transición de entrada resulta: =
0.4 • (v d2 - v5 2 )
0.4 x (2.5172 - 0.6792)
2•g
2 x 9.81
0.120 m
13. El nivel del agua sobre el punto B resulta:
1
NAB = NAA - hre - hte = 2780.913 -0.048 - 0.120 = 2780.745 msnm 14. Suponiendo que el diseño prevé una inclinación de 45° para el tubo en su primer tramo descendente, D 0.356 DP = = e cosa cos(45°)
—
0.503 m
15. Se fija el porcentaje de ahogamiento a% en 45%. El valor de la Cota B será: ass Cota B = NAB -DP • (1—100) — = 2780.745 -0.503 x (1-
5 j= 2780.016 msnm 10 0
y el ahogamiento a es: a = Cota NAB - Cota B -Dpe = 2780.745- 2780.016 -0.503 = 0.226 m
75 1 1
Sifones invertidos 119
Investigación aplicada - PRONAR
16. Se calcula la pérdida de carga por entrada al ducto h e : he = l<°
2.517 – 0.161 m, con entrada de aristas en ángulo recto. ----s!= 0.5 x 2 x 9.8 1 2 .g 2
V 2
17. Para el cálculo de las pérdidas menores en la tubería se supone emplear 2 codos de radio corto, 24 codos de radio grande, un té en sentido recto y una válvula de paso (de cheque). La suma de sus coeficientes resulta: = 2 x 0.9 + 24 x 0.6 +1x 0.3 +1x 2.5 = 4.3 m Las pérdidas menores suman: Eh = Ike,
vd2 2 g
= 4.3 x
2.5172 2 x 9.81
= 1.389 m
Para darle valores a la expresión de Colebrook y determinar el coeficiente de fricción se calcula el Número de Reynolds asumiendo una temperatura para el agua de 5°C: Re =
D•v
d
5172 – 5.89x10 5 ' 1.52 x10•6
0.356 x 2 —
Se determina ahora el valor del factor de fricción f dándole distintos valores hasta que se cumpla la igualdad: 1
[2 x 10-5 = –2•log io
3.71
Vf
2.51
0 . 356 +
5.89 x10 5 x
lo que se consigue cuando f es aproximadamente 0.0136. Utilizando la planilla EXCEL, la función SOLVER encuentra un valor de f hasta que la diferencia entre el primer término y el segundo término de la ecuación de Colebrook sea mínima. Figura 8.11: Cálculo iterativo del factor de fricción utilizando la planilla EXCEL. IQ &cita 0445. S 'a ni 854
Beetar baaw
19 Glztft•in•
Bermsentes De. ,wrtans
-ELLO "'"1":1
0.0136
D
A
E
F
49 50 1,52E-06 . 1-n21s 5,89E+05 I 0,013601 8,5749 1" término Colebrook 8,5729 56 211° término Colebrook -0,0020 diferencia: Re
El 60
131 •
•
4.lY4Z1157
abikrowltraml---
Se calcula ahora la pérdida de carga más importante: d2 = 0.0136 x 310 x ht = f —d ‘11 D 2-g
0.356
2.517 2 – 3.829 m 2 x 9.81
<1.19,
120 Obras de riego para zonas montañosas
18. Se calcula la pérdida de salida por ampliación, suponiendo que el flujo en canal de salida tendrá las mismas dimensiones que en el canal de entrada, esto es, 0.600 x 0.613: v b id ai 3
=
0.250 0.3678
Q
Asehee
-
0.680 m/s
la pérdida de carga por la ampliación de la salida es: he =
(y d - V saiida )2
(2.517- 0.680) 2
2.g
2 x 9.81
- 0.172 m
19. La pérdida de carga por rejilla de salida, asumiendo un diseño idéntico a la rejilla de entrada será: 4
hrs - F•í
eb )3 sb
4 Vsald z a sena=1.79x
2.g
1
0.0677 3 0.6802 0.06
x sen(75°)= 0.048 m
2 x 9.81
20. La pérdida de carga total es: = h te + hire +he +1-1, + Ehm +he
=
= 0.120 +0.048+0.161+ 3.829+1.389 + 0.172 +0.048 = 5.767 m 21. Se calcula la cota de la solera del canal luego de la transición y luego de la rejilla:
1
Cota F = Cota A -1.10 .h. b = 2780.3 -1.10 x 5.768 = 2774.533 msnm i
altitud a la cual conviene fijar el punto E 22. La cota del Nivel de Aguas en la salida, sobre el punto F, Cota NAF Cota NAF = Cota F+ yF + hrs = 2774.533 + 0.613 +0.048 = 2775.194 msnm. 23. Ahora se calcula el nivel del agua sobre el punto E: Cota NAE = Cota NAF +hs = 2775.194 + 0.172 = 2775.366 msnm. 24. Se calcula D/6 =0.059m y se define un valor para a s igual a 0.05 m.
1 1
25. La proyección vertical del diámetro, asumiendo que el último tramo de la tubería forma un ángulo de 45° con la horizontal, tendrá el valor: Dp s
D 0.356 = 0.503 m coso cos(45°)
26. Finalmente se calcula la cota del punto E: Cota E = Cota NA E -Dpe -ab = 2775.366- 0.503- 0.05 =2774.813 msnm.
8.4 Aspectos constructivos y estructurales •
Las cámaras de entrada y salida deben estar completamente cenadas para evitar que personas ajenas metan objetos grandes en el sifón invertido. Para ello, se tapan las cámaras y se colocan candados en las rejillas.
1 1 1 -
1
1 1 1 1 1
1 1
Investigación aplicada - PRONAR
Sifones invertidos 121
• Para la protección del ducto se recomienda profundizarlo en el terreno. En cruces de caminos, la cobertura deberá ser por lo menos de 0.8 m para tuberías plásticas y de 0.6 m para tuberías metálicas, para evitar que las cargas transmitidas por vehículos fracturen el ducto. • El diseño estructural del ducto, normalmente circular, se basa en las tensiones radiales debido a la carga hidrostática, el momento debido al peso del agua contenida en el ducto y a la reacción de la fundación que se asume en contacto con la tubería. • En tubos de hormigón armado, la resistencia admisible de la armadura se reduce a medida que la carga aumenta. Debe tenerse conciencia del hecho de que la Ley de Hooke no resulta apropiada al considerar elementos curvos. El diseño estructural debe tener en cuenta las cargas exteriores para la situación de que el tubo se encuentre vacío. • En los cambios de pendiente y/o de dirección del ducto, es necesario construir dados macizos de hormigón para anclar la tubería al suelo y absorber las fuerzas inerciales. El cálculo de estos anclajes está descrito en el Capítulo 6, Tuberías. Los anclajes de hormigón son innecesarios cuando se emplean accesorios con uniones flexibles, resistentes al arrastre de fuerza. Las uniones flexibles son aconsejables en zonas de topografía muy accidentada y ante la presencia de fallas geológicas. • En el cruce de ríos, puede construirse un puente de hormigón armado o de arcos de hormigón ciclópeo, o enterrarse la tubería y embeberla en hormigón, considerando la violencia de los ríos en zona montañosa. Figura 8.12: Parte inferior de un sifón protegido con hormigón en el cruce de un río
• Los ductos de Hall deben ser protegidos contra la corrosión con un revestimiento de zinc y barniz bituminoso en el exterior. En su interior se aconseja que estén revestidos con una capa de mortero de cemento centrifugado de 5 mm de espesor.
122 Obras de riego para zonas montañosas
8.5 Situaciones que conviene evitar •
Con relación a los sifones invertidos conviene evitar todas las situaciones inconvenientes descritas en el Capítulo 6, Tuberías.
•
En el caso de un sifón invertido, el taponamiento de la tubería suele ser muy problemático. Para evitarlo, no se puede dejar la cámara de entrada abierta, ni la rejilla suelta. Así se disminuye el riesgo que personas ajenas, como excursionistas, introduzcan objetos no deseados, como botellas de gaseosa, pelotas, etc.
•
Es aconsejable enterrar el ducto de un sifón invertido en toda su longitud. En especial tubos de PVC no pueden quedarse a la intemperie. La Figura 8.13 muestra el daño que el sol provoca en un sifón de PVC sin cobertura. El material quemado por los rayos UV se vuelve frágil e inservible. Figura 8.13: Tubería de PVC expuesta, con notables marcas de degradación
•
En los sifones invertidos no se debe colocar la cámara de purga en otro lugar que el más bajo del ducto. Si se la coloca fuera del punto inferior, se requiere una bomba para purgar aguas remanentes y sólidos acumulados. Organizaciones de riego no suelen tener bombas, de agua ni son puntuales en la limpieza, lo que pondría en riesgo la durabilidad del sifón invertido.
123
Investigación aplicada - PRONAR
9 Caídas
9.1 Descripción y ubicación Las caídas son estructuras de conducción de agua en puntos donde es necesario efectuar cambios bruscos en la rasante del canal, uniendo el tramo superior con el tramo inferior por medio de un plano vertical o inclinado. Cuando el plano es vertical, el agua salta libremente desde el final del tramo superior y cae en el tramo inferior. La energía potencial antes de la caída se convierte en energía cinética que debe ser disipada por la estructura antes de entregar el caudal al tramo inferior. Figura 9.1: Serie de caídas inclinadas
Se necesitan caídas en un sistema de riego cuando la pendiente del terreno es mayor a la pendiente máxima del canal. Sobre todo en sistemas de montaña, a menudo la topografía se opone a la necesidad de conducir el agua a velocidades controladas (para asegurar una mayor durabilidad del canal). Las caídas se ubican de tal manera de minimizar los trabajos de excavación para que la solera del canal se mantenga con la pendiente de diseño. No es aconsejable considerar el relleno de ciertos tramos; tanto el canal como
124 Obras de rieeo para zonas montañosas
las demás estructuras deben apoyarse sobre terreno excavado. Luego de un análisis de costos sobre la
5
topografía se podrá determinar si conviene construir pocas caídas de gran altura o muchas caídas de pequeña altura. Si bien la primera opción se traduce en mayores volúmenes de movimiento de tierra, se emplean menos materiales de construcción y viceversa.
5
Pueden emplearse diversos tipos de caídas: verticales o inclinadas (con o sin obstáculos) y caídas entubadas. En el caso de los sistemas de riego de montaña, los caudales que se manejan y las limitaciones constructivas hacen de la caída vertical la solución más común. Las caídas inclinadas son objeto de análisis del Capítulo 10, Rápidas, y las caídas entubadas son parte de lo estudiado en el Capítulo 6, Tuberías. En canales de tierra las caídas siempre deben contar con una protección de piedras u hormigón para evitar erosión en el punto de impacto del agua. En estos casos se sugiere un desnivel de 1 m como máximo. En canales revestidos, la altura (o profundidad) de caída puede alcanzar los 2.5 ni. Desniveles mayores conviene salvarlos mediante caídas inclinadas o mediante rápidas. Las rápidas se distinguen de las caídas inclinadas por la magnitud de su pendiente y su longitud horizontal. Las caídas inclinadas se emplean cuando el desnivel a salvar es mayor al que se permite a las caídas verticales y cuando no es necesario confinar el flujo turbulento en una longitud corta. Las caídas verticales son más eficientes en la confinación del flujo turbulento.
'
Una caída vertical está compuesta de los siguientes elementos: Figura 9.2: Esquema de una caída vertical
transición
sección de control caída
colchón disipador
5
•
Investigación aplicada - PRONAR
Caídas 125
1. Transición Une gradualmente el canal superior con la estructura de caída, cuya sección, llamada de control puede tener forma y dimensiones distintas a las de la sección del canal También es necesaria la transición cuando los canales son construidos en tierra y es necesario evitar la erosión de las paredes del canal debido al aumento de velocidad en la zona próxima a la caída. 2. Sección de control Es la sección a partir de donde se inicia la caída. La caída vertical se puede utilizar para medir la cantidad de agua que fluye debido a que es a la vez un vertedero que hace que se establezca una relación entre el tirante aguas arriba y el caudal. La medición de caudal por medio de vertederos se trata en el Capítulo 14, Medidores de Caudal. La sección de control se hace más angosta que el canal de entrada para solucionar el problema de la aireación del flujo, evitando la cavitación sobre la pared vertical por efecto del vacío que produce el arrastre del agua. La sección más fácil de diseñar y construir es la rectangular.
3. Caída Es el tramo vertical o inclinado de la estructura, desde la solera de la sección de control hasta la solera del colchón disipador. 4. Colchón disipador Es una poza que absorbe la energía cinética del flujo en caída y amortigua el impacto del chorro de agua sobre la solera. Su longitud debe ser suficiente para permitir la formación de un resalto hidráulico hasta que el flujo entregado al canal inferior alcance su tirante normal. Las dimensiones del colchón disipador de energía dependen de la altura del salto y del caudal que pase por la coronación. Por debajo de la lámina vertiente en la caída se produce un depósito de agua de altura que aporta el impulso horizontal necesario para que el chorro de agua marche hacia abajo. Si el desnivel de la caída es menos de 0.3 m, no se precisa construir un colchón, pero sigue siendo necesario proteger la solera con alguna forma de revestimiento. Al final del colchón disipador, es recomendable conectar su solera con la solera del canal de salida por medio de una rampa con un talud no más empinado que 2:1. Esto facilita la autolimpieza del colchón donde suelen depositarse elementos sólidos.
9.2 Diseño hidráulico Los datos que se necesitan para el cálculo hidráulico de la caída son: •
El caudal del canal Q.
•
El ancho del canal b.
•
La pendiente del canal S.
•
La rugosidad Manning n.
•
El desnivel Az.
126 Obras de riego para zonas montañosas
1 1. Se estima el ancho de la caída o sección de control. El diseño de la sección de control consiste en ')
determinar sus dimensiones adecuadas para que el remanso de abatimiento sea el indispensable para la buena circulación y así obtener las mejores condiciones de operación (Fernández Peláez, 1980). Al igual que en las rápidas, cerca del sitio de cambio brusco de pendiente donde el flujo pasa de subcrítico a crítico, despreciando la pérdida de carga en la transición de entrada, se verifica la condición: y +
"
v
V 2
2
=y " + = (expresión de Bemoulli) 2g '1 2g
(9.1)
tirante normal [m] v, = velocidad normal [m/s] Yc v,
= tirante crítico [m]
g
= aceleración de gravedad [m/s 2]
5 5
velocidad crítica [m/s]
2. Se calcula el tirante normal del canal de entrada y, por iteraciones hasta oue se cumpla la condición 2 A•R 3_ Q.n
A
=
área hidráulica [m 2]
R
=
radio hidráulico [m] caudal [m 3/s]
n
=
S
= pendiente [m/m]
Rugosidad
3. Se calcula la velocidad v„ con: v= " y" b b
= ancho del canal [m]
4. El tirante crítico, que ocurre cerca de la sección de control se calcula con la expresión;
:5
Q2
yc =
3
52 ,g
= ancho de la sección de control [m], que se determina dando valores a e y reemplazando
los demás valores en la ecuación de Bernoulli (9.1) hasta que se cumpla la igualdad entre el primer y el segundo término de esa ecuación. 5. La velocidad crítica se calcula con la expresión v c = Vyc • g
1 15
1
6. Se calcula la longitud de transición usando el criterio:
5
Caídas 127
Investigación aplicada - PRONAR
b—B
LT — 2- tan(22.5° ) LT
=
longitud de la transición de entrada [m]
7. Sé calcula la profundidad del colchón disipador. En vista de que no existe unanimidad de criterios sobre la profundidad e que debe tener el colchón disipador, se recomienda simplemente tomar un tercio del desnivel entre el canal de entrada y el de salida áz e=— 3 = profundidad del colchón disipador [m] = desnivel entre canal de entrada y canal de salida [m]
e
8. Se calcula la longitud del colchón disipador, sabiendo que también para determinar esta longitud existen criterios muy divergentes. Uno de ellos consiste en darle al colchón una longitud igual al doble de la distancia horizontal que recorre el chorro en su caída libre (Fernández Peláez, 1980). Este criterio puede aplicarse donde no es necesario disipar el total de la energía en el colchón. Parte de la turbulencia generada por la caída se manifiesta en los primeros metros aguas abajo en forma de flujo ondulante, sin llegar a comprometer la durabilidad de solera y paredes. Figura 9.3: Dimensiones de una caída según el criterio de Fernández Peláez
Az
L x„-4 L
Así, L=2•Xn =2•s•t
L
= longitud del colchón disipador [m] = distancia de caída del agua [m]
(9.2)
128 Obras de riego para zonas montañosas
vc
= velocidad crítica [m/s]; calculada con v c = ig y, = tiempo de caída libre del agua [s]; t
Otro criterio calcula la longitud del colchón para que la totalidad del exceso de energía cinética se disipe en éste, albergando completamente la formación libre del resalto hidráulico. Esto es necesario cuando a poca distancia aguas abajo de la estructura de caída se necesita contar con flujo tranquilo, como es el caso de un aforador, un repartidor o la entrada a un sifón. Para una situación así, la longitud del colchón se calcula con la expresión: L = h•(12.6-0 0 — 2 . 7 D 3421
(9.3)
L
longitud del colchón disipador [m]
h
altura de la caída del agua [m];
D
número de caída;
h = oz +
e
2
D=
"1 B2 g • h 3 1/4
9.2.1 Ejemplo de cálculo Dado un canal rectangular con caudal Q = 0.5 m 3 /s, un ancho b = 1.00 m, pendiente S, = 0.003 m/m, rugosidad Manning n de 0.020, que debe salvar un desnivel Az de 1 m. 1. Para el cálculo del ancho de la sección de control determinamos los demás componentes de la ecuación y 2
v2
n = Y
" 2g
+
2g
2. Se calcula el valor del segundo término de la fórmula de Manning: Q • n 0.5 x 0.02
– 0.1826
V0,003 Por iteraciones sucesivas, dándole valores a y, hasta que se cumpla la igualdad en la fórmula de Manning: 2
.
A•R 3 = 0.1826 , con: A =1.00 x y, (área de sección rectangular)
R=
1.00 xY " 1.00+2 xy,
(radio hidráulico de sección rectangular)
obtenemos que la igualdad se verifica para y n = 0.470. El área resulta A = 0.470 m 2 , el perímetro P = 1.940 m, el radio hidráulico R = 0.242 m y la energía en ambas secciones suma 0.182 m. 3.
Q 0.5 La velocidad antes de la transición será y = — = = 1.064 m/s A 0.47
Investigación aplicada - PRONAR
Caídas 129
‘,2 y la energía cinética correspondiente a esa velocidad será 2
antes de la transición suma y, + 4.
2g
- 1364)2 = 0.058 m , en consecuencia la energía 2.g 2 x 9.81
= 0.470+0.058 = 0.528 m.
Proponiendo valores para el ancho B se calcula v e y su correspondiente altura de velocidad 2
Ve
2
2g
hasta que se
cumpla sic + = = 0.528. 2.g La igualdad se verifica para los valores B = 0.765 m, v, = V0.352 x 9.81 = 1.858 m/s.
5. La velocidad crítica y, = 1 3
o
5 .
0.7652
2
x 9.81 - 0.352 m
6. La longitud de la transición de entrada será LTe
b -B
=
1.00 - 0/65 =
.
2tan(.5°)x
0.28 m, que se redondea a un valor mayor como 0.30 o 0.40 m, considerando
las facilidades constructivas que ofrezca otra longitud de transición. 1 MO 7. La profundidad del colchón disipador será e = Az — = — = 0.33 m que se puede redondear a 0.35. 3 8. Para el cálculo de la longitud del colchón disipador, calculamos el número de calda: Q2 D
0.502
B 2 • g •h 3 0.7652 x 9.81x (1.00 + 0.35) 3
- 0.0177
Ahora, L = (1.00+0.35)x (12.6 x 0.0177 °27 - 2.7 x 0.0177°425 ) = 5.067 m, redondeada a 5 m. Con el otro criterio, el procedimiento de cálculo de la longitud habría comenzado con el cálculo del tiempo de caída del chorro de agua: 12 • (Az + e) \1 2 x (1.00 + 0.35) -
t =
9.81
- 0.52 s
Con ese valor se calcula la distancia horizontal recorrida por el chorro de agua en su caída libre: Xn vc • t = 1.858 x 0.52 = 0.975 m La longitud del colchón resultara L = 2. Xn = 2 x 0.975 =1.950 m, redondeada a 2 m.
130 Obras de riego para zonas montañosas
9.3 Aspectos constructivos 9.3.1 Aireación debajo de la lámina vertiente Al caer, la lámina vertiente absorbe continuamente el aire de la cámara por dehnjo dei chorro de agua. Para evitar la cavitación y la aparición de vibraciones en la pared vertical debe asegurarse la aireación de la cámara mediante una de las siguientes medidas: i) angostar la sección del canal por medio de una transición hacia la sección de control o por medio de una contracción brusca del flujo, ii) ensanchar el colchón disipador para que el agua no tenga contacto con las paredes y permita la entrada de aire o iii) construir orificios de ventilación en las paredes laterales que dan a la cámara. De estas tres alternativas, la primera es la más práctica y económica. La opción de ensanchar el colchón conduce a un mayor volumen de excavación y revestimiento a la par que, sobre terrenos en ladera, se afecta más al talud natural y se aumentan los riesgos. La opción de practicar orificios en las paredes obliga al permanente mantenimiento de los mismos, que tienden a ser obstruidos por lodo, hojas, ramas y otros. La práctica de ensanchar el colchón respecto del ancho del canal puede apreciarse en la Figura 9.4 que corresponde a una caída diseñada con el criterio L = 2.X.. Figura 9.4: Caída con colchón ensanchado
rIN
9.3.2 Robustez en la construcción Es recomendable que el paramento vertical sea construido como parte de una estructura monolítica, con el anclaje y la robustez necesaria para soportar el empuje del terreno que sostiene. Se recomienda adoptar el perfil de la Figura. 9.5.
Caídas 131
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Figura 9.5: Vista en corte de estructura de caída vertical robusta y correctamente anclada
Cuando la pared vertical actúa como muro de contención de un terreno susceptible a la saturación de agua, deberán disponerse drenes o lloraderos para aliviar la presión hidrostática del agua contenida por el terreno. Cuando la pared vertical no sea parte de una estructura monolítica junto con las transiciones de entrada y de salida y sus anclajes, deberá verificarse su estabilidad al deslizamiento, al vuelco y al hundimiento, como se indica en el Anexo B (Muros de sostenimiento). Figura 9.6: Lloraderos en pared vertical de caída
lloraderos
cr,..............v
„....-
Una buena práctica en el diseño de caídas en un sistema de riego es agrupar a todas las de rango parecido y uniformar sus dimensiones con la mayor. Esto si bien significa que la mayoría de las estructuras esté sobredimensionada, el costo de tener que emplear más.material que el exactamente necesario, es menor al beneficio de usar los mismos encofrados para todas las caldas de ese rango, ahorrando también en tiempo de construcción.
9.4 Situaciones que conviene evitar • En caídas que no cuentan con una aireación correcta, existe una fuerte tensión de cavidad sobre la pared vertical. En la mayoría de los casos puede escucharse un 'golpe de cavidad' cuando opera.
132 Obras de riego para zonas montañosas
• No debe introducirse cambios de dirección entre el canal de entrada y la estructura de caída, para evitar que el chorro impacte sobre una de las paredes del colchón, ejerciendo sobre ella presiones y vibraciones no deseables, además de salpicaduras cuando los caudales son los máximos. Figura 9.7: Caída vertical desalineada respecto del canal de entrada
133
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10 Rápidas
10.1 Descripción y ubicación Una rápida es un canal de gran pendiente que conecta dos tramos de un canal con pendiente suave entre los que existe un desnivel considerable en una longitud corta. Obliga a conducir el agua en ese tramo sobre pendientes pronunciadas y con altas velocidades. Cuando la longitud de la rápida es corta, se la denomina caída inclinada y su diseño hidráulico y estructural es el mismo que el de la rápida. En los sistemas de riego de montaña el empleo de rápidas es común debido a que en muchos casos la topografía del terreno es más inclinada que la pendiente máxima que se le quiere dar a un tramo del canal. En esos casos debe pasarse el desnivel de forma súbita. Cuando el desnivel y la distancia son considerables, suelen usarse rápidas en vez de caídas. Figura 10.1: Conducción hacia la zona de riego por medio de una serie de rápidas
Las rápidas son muy comunes al inicio de canales secundarios que se alimentan del canal principal que sigue una curva de nivel superior. También se usan en combinación con aliviaderos, para llevar la demasía de agua por un dueto controlado hacia un dren natural. En la zona de riego se pueden usar en toda situación donde se necesita pasar un desnivel extendido.
134 Obras de riego para zonas montañosas
1
Una ventaja de las rápidas es que es posible ajustar su pendiente a la pendiehte natural del terreno y por ende requieren menos movimiento de tierra que por ejemplo una serie de caídas verticales. Su principal desventaja es que conducen el agua a gran velocidad lo que desgasta más rápidamente la solera e impide operaciones de derivación.
O
Figura 10.2: Rápida al inicio de canal lateral; su entrada (izq.) y vista desde abajo (der.)
'1)
Una rápida se compone generalmente de: Figura 10.3: Componentes de una rápida transición de entrada
o
canal de la rápida
sección de control
o transición de salida
colchón disipador
o
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Rápidas 135
1. Transición de entrada Es la estructura que de forma gradual cambia la sección del canal para hacerla coincidir con las dimensiones de la sección de control, evitando la formación de remolinos y flujo inestable en el canal. Su necesidad es especialmente importante en canales de tierra. 2. Sección de control Es la sección donde la conducción aumenta bruscamente su pendiente. Aquí las condiciones del flujo son las del régimen crítico. Mediante la sección de control, se intenta disminuir las altas velocidades en la entrada a la rápida producidas por el abatimiento de la superficie del agua y lograr que el efecto del remanso sea el mínimo posible. Sirve también para darle al flujo un ingreso adecuado a la rápida, con un flujo simétrico respecto del eje para evitar salpicaduras, oleaje e inclusive un salto de agua fuera del cauce. En la sección del cambio de pendiente se verifica: yo ÷ Yn
Yc
vc g hf
V
2
2-g
= = = = = =
vc2 = yo + — hf 2-g
(10.1)
tirante normal en el canal de entrada [m] velocidad normal en el canal de entrada [m/s] tirante crítico [m] velocidad crítica [m/s] aceleración de la gravedad [m/s2] pérdida de carga por abatimiento de la superficie del agua [m]
La forma más común de lograr las condiciones adecuadas de flujo es mediante el estrechamiento del ancho del canal, haciendo que h f sea cero. La otra alternativa es sobreelevar el fondo del canal con un escalón de altura igual a h f o combinar ambas soluciones. Se recomienda el estrechamiento de la sección del canal en lugar de una sobreelevación, para así tener una rápida de sección más angosta que la sección del canal y por lo tanto más barata. La ventaja de la conducción a régimen supercrítico debe traducirse en una economía del volumen de obras, más aun porque la rápida exige un incremento en la calidad del revestimiento. 3. Canal de la rápida Es el tramo comprendido entre la sección de control y el colchón disipador. La pendiente de sus tramos se adecua a las condiciones topográficas del terreno, pero evitando reducciones de la pendiente. El régimen de flujo en la rápida es supercrítico y la superficie del agua sigue.una_curva.que.se acerca asintóticamente al tirante normal. Se recomienda seguir una alineación recta en planta y utilizar canales prismáticos de secciones rectangulares, dado que el flujo a altas velocidades es muy sensible a todo cambio de sección y de dirección. El flujo es especialmente inestable cuando el régimen es cercano al crítico o sea para los valores del número de Froude entre 1 y 1.5. Cuando en la alineación horizontal no es posible seguir una alineación recta se pueden adoptar las siguientes soluciones prácticas:
136 Obras de riego para zonas montañosas
•
Construir una cámara de disipación en el punto de cambio de dirección, desde la cual se inicia otro tramo de la rápida.
•
Reemplazar el canal en el tramo correspondiente por una sección cenada que trabajará como tubería de presión.
Cuando en la alineación vertical del canal de la rápida se presentan cambios de pendiente, de una más suave a otra más pronunciada, la unión entre los dos tramos debe hacerse con una curva vertical de enlace para evitar la separación entre el flujo y el cauce, lo que podría hacer saltar el agua fuera del canal y producir erosiones. La curva debe construirse de tal forma que siga la trayectoria parabólica del agua (Krochin, 1978), dada por la ecuación: y=L•tan a+
G-12 2 • v 2 • cos 2 a
(10.2)
y
= altura de la solera respecto de nivel del punto de partida de la curva vertical [m]
L
= longitud horizontal de la curva vertical [m]
Para determinar el bordo libre de una rápida debe considerarse: •
Que el flujo incorpora burbujas de aire en directa relación a su velocidad. A medida que el aire es incorporado dentro del agua, la mezcla aumenta de volumen. La sección mojada del flujo aireado es mayor y por tanto se requiere una mayor altura de las paredes del canal que para el flujo no-aireado. Para compensar este aumento de volumen se recomienda multiplicar el valor de la rugosidad de Manning n por un coeficiente a, que está en función de la pendiente según la siguiente tabla propuesta por Nichiporovich (Krochin, 1978): Tabla 10.1: Coeficientes de corrección del n de Manning
•
Pendiente
Coeficiente a
10% a 20%
1.33
20% a 40%
2.00
Mayor a 40%
3.33
Que el flujo que escurre por la rápida es supercrítico con un tirante pequeño. Ante la aparición de algún obstáculo, por ejemplo de una piedra caída en el canal de la rápida, el flujo se convierte bruscamente y durante un pequeño tramo en subcrítico con un tirante mucho mayor.
4. Colchón disipador Se ubica en el extremo inferior del canal de la rápida. Es la estructura que absorbe el exceso de energía cinética generada en la rápida mediante la reducción de la velocidad del agua en una poza de disipación. En el colchón, el régimen del flujo pasa de supercrítico a subcrítico mediante un resalto hidráulico. La salida del colchón debe ser una rampa con una pendiente de entre 2:1 o más tendida para permitir la autolimpieza del colchón. Esto evita la acumulación de arena, grava, ramas y deshechos.
1
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Rápidas 137
5. Transición de salida Cambia en forma gradual la sección del colchón disipador para hacerla coincidir con las dimensiones del canal de salida. Conviene incluir la transición en el mismo colchón para incrementar los efectos de la disipación mediante su ensanchamiento y ayudar a conseguir un tirante conjugado de menor elevación.
10.2 Diseño hidráulico Los datos básicos para el cálculo de la rápida son: El caudal Q [m3/s]. • El coeficiente de rugosidad de Manning del canal n. • La pendiente del canal de entrada S canal [m/m]. • El ancho b del canal (se supone sección rectangular) [m]. • El desnivel Az [m], la longitud L [m] y la pendiente de la rápida So [m/m]. •
Figura 10.4: Esquema del flujo en una rápida
1. Se calcula el ancho B de la sección de control. Cerca del sitio de cambio de pendiente donde el flujo pasa de subcrítico a crítico, se verifica la condición:
v +2— = y +--9-g,2 despreciando pérdida de carga entre una sección y otra. 2 y" 2 g Se calcula el tirante normal del canal de entrada y n por iteraciones hasta que se cumpla la condición 2/ A•171/3 —
Q-n á7na,
A
= área hidráulica [m 2]; A = b • yn
R Q
= radio hidráulico [m]; R- b•y " b+2 y" = caudal [m3/s]
n
= rugosidad del canal de entrada
Scanal = pendiente del canal de entrada [m/m]
138 Obras de riego para zonas montañosas
La velocidad se calcula con y =
y, -b
El tirante crítico se calcula con la expresión y o =
J
02
82 g
La velocidad crítica se calcula con la expresión V e = Vyc -g 2. Se calcula la longitud de la transición entre la sección del canal y la sección de control: LTe
b
b —B 2- tan(22.5°)
ancho del canal de entrada [m] = ancho de la sección de control [m] =
B
3. Se determinan los tirantes a lo largo de la rápida, mediante las ecuaciones del flujo no uniforme. Tratándose de una curva de remanso tipo S2, se recomienda el método numérico de tramos fijos con la asistencia de una planilla de cálculo, con tantas filas como tramos en que se desee dividir la longitud de la rápida (Villón, 1995). El método es más exacto cuanto mayor sea el número de tramos en que se divida la longitud de la rápida, dando valores al tirante desconocido y2 en cada sección hasta que se satisfaga la igualdad: S, Ax + =E 2
(10.3)
§E
So
=
pendiente del fondo del canal de la rápida [m/m]
Ax
=
distancia [m] desde la sección de características conocidas hasta la sección donde se quiere conocer el tirante y2 Ax es positivo si el cálculo se efectúa hacia aguas abajo
E
=
energía del flujo en una determinada sección [m] E—y+
v2
2-g
02 —y+2
.g -A2
=Y+
Q2
2 g132 y2
1 imy
-
1
promedio de energía entre dos secciones contiguas [m]; SE = SE' + SE2 2 \2 2 SE =[V2n) =
Qn
R
A p
- 02 n2
[(B + 242 (B • y)5
4. El bordo libre que necesita cada tramo se puede calcular con la siguiente expresión empírica en función del tirante y y la velocidad y en el tramo dado: El = 0.61+0.0371.v . N'y
1
(10.4)
1
t,
Este criterio asegura un bordo libre mínimo de 0.61 m que puede ir variando a lo largo del canal de la 1 rápida según la velocidad y el tirante que tenga el flujo. Para rápidas cortas es recomendable mantener , 5 constante la altura de las paredes de la rápida tornando el mayor valor de h = y + BI .
'5
Rápidas 139
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5. Se calcula la profundidad del colchón disipador. Hay la necesidad de elevar la solera cuando el tirante conjugado a la salida de la rápida, luego del resalto hidráulico, es superior al tirante normal del canal de salida. Para asegurar que el colchón disipador tenga la profundidad suficiente, se calcula con la expresión: e=1.15 y2 —y,
Y2
= tirante conjugado del tirante y2 =
Sin Bd
51
2Q2
yi
a la Salida de la rápida [m]
+ 3/12
g•yi Bd2
4
= tirante normal del canal de salida [m] = ancho del colchón disipador [m]
6. Se determina la longitud del colchón disipador. Para este cálculo se considera que la disipación del exceso de energía cinética se producirá exclusivamente por la formación de un resalto hidráulico, por lo que se recomienda usar la fórmula de Sieñchin: (10.5)
L, = K • (y 2 —
longitud del colchón disipador [m] = coeficiente de sección, igual a 5 para secciones rectangulares
Lp =
K
7. Se calcula la transición de salida, que conviene ubicarla entre la salida de la rápida y la entrada al canal inferior. El ensanchamiento de la sección disminuye la velocidad del flujo que sale de la rápida y colabora con la disminución del tirante conjugado. Puede usarse la misma fórmula para la transición de entrada.
10.2.1 Ejemplo de cálculo Sea un canal de H°C° de 1.00 m de base y paredes verticales que conduce 500 lis con una pendiente de 0.003 m/m y que debe enfrentar una ladera con una rápida de 73.45 m de longitud hasta el tramo inferior del canal salida con iguales características al de entrada, pero ubicado 14.629 m más abajo. 1. Calculamos el valor del tirante normal y, en el canal de entrada por tanteos hasta que se cumpla la igualdad, AR % = Q•n 0.5 x 0.02
= 0.1826 m.
já Niñ03. de donde resulta que y, es igual a 0.4698 m. Su carga de velocidad es Q2 11 , =
0.52
b2 • yr? 2 • g 1.002 x0.46982 x 2 x 9.81— 0.0577 m
La energía del flujo en el canal superior es entonces: E = y, +h v = 0.4698+0.0577 = 0.5275 m El ancho de la sección de control se obtiene por tanteos, dándole valores a B hasta que se cumpla la igualdad:
140 Obras de riego para zonas montañosas
0,52
0.52
0.5275 -
2 x 9.81 + 113
0.52 j B 2 x 9.81x
B2 x 9.81
de donde resulta que B es 0.765 m, ancho que también se adopta para la solera de la rápida. El tirante crítico que se presenta en la sección de control es ye
3
0.52 x 9.81- 0.3518 m 0.765 2
Q2 B2 g
la velocidad crítica alcanza a v e = Vyo •g = 70.3518 x9.81 = 1.8577 m/s. 2. La longitud de la transición de entrada será:
I- Te
T -b
1.000-0.765
= 2•tan (22.5° ) =
0.8284
0.28 m, que se redondea a 0.30 m.
3. Cálculo de tirantes con la ayuda de una planilla, sobre la base de un número de tramos igual a 10. Conocidas las características hidráulicas en la sección de control y la longitud del tramo Ax, en la fila O para un y conocido (igual al tirante crítico calculado en el paso 1), se calculan los valores de las siguientes columnas. Las tres últimas columnas no se pueden calcular para la primera fila porque a ese punto no se pueden obtener promedios. A partir de la segunda fila, para un y supuesto se calculan los valores de las columnas siguientes, y se ajusta por tanteos el valor de y hasta que se satisfaga en grado aceptable la igualdad entre el valor E+ SE med Ax de una fila y el valor E+ S o • Ax de la fila anterior. Figura 10.5: Planilla de cálculo de los tirantes para el ejemplo desarrollado TRAMO
x
Ax
So
y
y
E
E+
So Ax
SE
SE me ,'
SE me d
Ax E + SE me d Ax
0
0,0000 7,3450 0,1992 0,3518 1,8578 0,5277
1,9906
0,00650
1
7,3450 7,3450 0,1992 0,1253 5,2162 1,5121
2,9750
0,12410
0,06530
0,4796
1,9917
2
14,6900 7,3450 0,1992 0,1113 5,8724 1,8689
3,3318
0,17747
0,15078
1,1075
2,9764
3
22,0350 7,3450 0,1992 0,1082 6,0406 1,9680
,,'~r¡,t
0,19336
0,18541
1,3619 aF"VI
4
29,3800 7,3450 0,1992 0,1074 6,0856 1,9950
c3,4579s
0,19777
0,19556
1,4364
5
36,7250 7,3450 0,1992 0,1072 6,0970 2,0018
3,4647
0,19889
0,19833
1,4567
3,4586
6
44,0700 7,3450 0,1992 0,1072 6,0970 2,0018
3,4647
0,19889
0,19889
1,4609
3,4627
7
51,4150 7,3450 0,1992 0,1072 6,0970 2,0018
3,4647
0,19889
0,19889
1,4609
3,4627
8
58,7600 7,3450 0,1992 0,1072 6,0970 2,0018
3,4647
0,19889
0,19889
1,4609
3,4627
9
66,1050 7,3450 0,1992 0,1072 6,0970 2,0018
3,4647
0,19889
0,19889
1,4609
3,4627
10
73,4500 7,3450 0,1992 0,1072 6,0970 2,0018
3,4647
0,19889
0,19889
1,4609
3,4627
,
14
Nótese que casi a la mitad de la rápida, el tirante ya es el normal y constante hasta el final, así como la velocidad del flujo. 4. Cálculo del Bordo libre. Con los valores del tirante y la velocidad en cada final de tramo de la rápida, aplicamos Así se obtiene la siguiente tabla donde además se consignan los la expresión empírica: Bl= 0.61+ 0.0371.v valores de h, la altura de la pared en cada caso .
:
1
Ing° Igor Serrrrn ' :Man
Investigación aplicada
-
SUPERVISOR E. PLAN MER114
PRONAR
s 141
Tabla 10.2: Cálculo de bordo libre y altura total de la pared BI 0.352
0.651
1.003
0.125
0.679
0.804
0.111
0.683
0.794
0.108
0:684
'0.792
0.107
0.684
0.791
0.107
0.684
0.791
0.107
0.684
0.791
0.107
0.684
0.791
0.107
0.684
0.791
0.107
0.684
0.791
Aquí se aprecia que es conveniente mantener una altura de 0.80 a partir del final del primer tramo, en el que la altura puede rebajar linealmente de 1.00 m a 0.80 m. La transición de salida se calcula igual que la de entrada. Como los valores son idénticos, la longitud de transición de salida será L = 0.30 m. 5.
Para el cálculo de la profundidad y longitud del colchón disipador se determina el tirante conjugado luego de la transición:
Y2 =
- -
Yi2 Y, .51 2.02 2g • y, .B 2 4
0.1072 2
+
2 x 0.52
■I9.81x 0.1072 x 1.00 2
0.10722 4
- 0.6380 m
Con ese valor se calcula la profundidad del colchón: e = 1.15-y2 - yn = 1.15x0.6380 - 0.4698 = 0.2639 m, que se redondea a 0.3 m. 6.
La longitud del colchón será: L = 5:(Y2 - Yi) = 5 x (0.638 - 0.1072) = 2.654 m, que puede redondearse a 2.7 m
10.3 Aspectos constructivos A diferencia de las caídas verticales, en las caídas inclinadas y en las rápidas, la solera no está sometida a empuje de tierras debido a que su inclinación normalmente concuerda con la inclinación natural del terreno o con su talud en reposo. Esto significa menores exigencias para el revestimiento, cuyo espesor debe determinarse únicamente para resistir los efectos erosivos del flujo a gran velocidad, considerando además, la carga de material sólido arrastrado por el agua, incluyendo piedras que puedan ingresar al canal desde las laderas.
142 Obras de riego para zonas montañosas La Tabla 10.3 aglutina recomendaciones para espesores y tipos de revestimiento, de acuerdo a la velocidad en el canal de la rápida: Tabla 10.3: Recomendaciones sobre materiales y espesores en rápidas Velocidad
Material
Espesor
Especificaciones complementarias
Hasta 3 m/s
Mampostería u H°C°
Mayor a 30 cm
Mortero de cemento aglutinador con relación 1:5. La superficie húmeda afinada con una capa de 3 cm de mortero de cemento 1:3
Hasta 6 m/s
Hormigón simple
10 a 15 cm
Resistencia característica a la compresión 250 kg/cm 2 alos28dí
Las piedras del hormigón ciclópeo deben ser ahogadas en una capa inferior de hormigón simple para que resistan la fuerza tractiva del agua de gran velocidad una vez que queden expuestas por el desgaste de la capa superior de hormigón. Cuando el terreno es rocoso, se puede diseñar una rápida sin revestimiento, como el de la Figura 10.5 de una rápida excavada en roca, que funciona similar a una serie de pequeñas caídas. Figura 10.6: Rápida en roca construida por excavación simple
".)
Investigación aplicada - PRONAR
Rápidas 143
10.4 Situaciones que conviene evitar • Un flujo supercrítico es particularmente sensible a los cambios de dirección. Una curva antes o dentro de una rápida provoca sobreelevaciones del nivel del agua en el borde exterior, además de oleaje y salpicaduras. Nótese la marca que ha dejado el agua en la curva en el ingreso a una rápida (Figura 10.7, izq.) y el oleaje provocado por la curva en medio de otra (Figura 10.7, der.). Figura 10.7: Curva al inicio de una rápida (izq.) y curva angulosa en medio de otra (der.)
Investigación aplicada - PRONAR
145
11 Rápidas escalonadas
11.1 Descripción y ubicación Una rápida escalonada es una estructura de conducción de pendiente mucho más empinada que la del canal, normalmente en el orden del 30%, hasta 50% o más, con solera en forma de grada. Su existencia en un sistema de riego deriva de la necesidad de conectar dos tramos de canal de cotas muy distintas mediante una estructura de conducción abierta. Por su topografía esta necesidad es bastante habitual en el entorno andino. Se opta por las rápidas escalonadas cuando la pendiente es tan grande que recurrir a la rápida lisa supone velocidades de flujo demasiado elevadas o cuando no se dispone del espacio suficiente para instalar una poza de disipación al final de la estructura. Figura 11.1: Rápida escalonada en operación
El uso hidráulico de las rápidas escalonadas fue desarrollado por civilizaciones antiguas desde hace más de 3500 años, persiguiendo principalmente dos propósitos: disipar de una manera segura y controlada la energía cinética del flujo cuando éste debía ser conducido por terrenos de pendiente pronunciada y para airear el agua También las civilizaciones andinas preincaicas e incaicas, diseñaban rápidas escalonadas
146 Obras de riego para zonas montañosas
para la conducción del agua; el canal de Quishuarpata, en Perú, incluía dos tramos con escalones pequeños a lo largo del tramo (de 1 a 3 cm de altura), y escalones altos cerca de la salida (Chanson, 2000 y 2001). Las rápidas escalonadas han ganado nuevo interés en el mundo de la hidráulica, especialmente en el diseño de vertederos de presas, a raíz de la aparición de nuevas técnicas constructivas como el RCC (hormigón compactado con rodillo) y de nuevos materiales como los gaviones de alambre recubierto con polímero. Chanson ha desarrollado una gran parte de la teoría actual sobre rápidas escalonadas por lo que este capítulo se refiere insistentemente a sus investigaciones. Una rápida escalonada normalmente requiere mayores volúmenes de movimiento de tierra y mayores volúmenes de material de construcción respecto de una rápida, pero es en ciertos casos la forma menos riesgosa para conducir el agua desde un canal a otro a través de pendientes elevadas, especialmente cuando éstas alcanzan valores de un 40% o mayores. En las rápidas lisas, la diferencia de energía potencial entre el tramo de canal superior y el tramo inferior, menos las pérdidas por fricción, se convierte en energía cinética que debe ser disipada por una fosa al final de la rápida. Allí, la disipación ocurre exclusivamente por la formación de un resalto hidráulico. En las rápidas escalonadas, la energía se disipa a lo largo del desarrollo de la estructura y la necesidad de una fosa de disipación al final de la misma es casi nula. La figura siguiente muestra una rápida lisa y una rápida escalonada, ambas del mismo sistema de riego y operando con el mismo caudal, es notoria la diferencia entre magnitudes del resalto que se forma al tinal de una y otra estructura. La evaluación del criterio del menor riesgo contra el de menor costo es lo que decidirá en cada caso la elección de una rápida lisa o una rápida escalonada. Figura 11.2: Una rápida lisa y una rápida escalonada, operando con el mismo caudal
r
'4)
En función al caudal y a la geometría de los escalones (ancho, altura y longitud) el flujo puede ser de régimen saltante o de régimen rasantes. Existen estados intermedios, como el flujo saltante sin la formación de resalto hidráulico, pero su comportamiento no ha sido aún bien estudiado. 8 En inglés: nappe flmw y skinuning flow
Rápidas escalonadas 147
Investigación aplicada - PRONAR
Figura 11.3: Presentación esquemática de flujo saltante (izq.) y flujo rasante (der.)
La transición de flujo saltante a flujo rasante es una función del caudal, la altura del escalón y su longitud. El régimen de flujo se vuelve rásni si: h
Ye
>1.057 – 0.465.–h f
= tirante crítico [m] = altura del escalón [m] = longitud del escalón [m]
Esta condición se cumple para secciones prismáticas rectangulares y para relaciones h 1 f en el rango 0.2 – 1.4. A su vez, dentro del flujo saltante conviene destacar al flujo con formación completa de resalto hidráulico en cada escalón, lo que ocurre cuando se cumple: ) -13
(11.2)
11.9-<0.09(–h
A lo largo de una cascada escalonada con flujo saltante, las condiciones de flujo crítico ocurren cerca del final de cada escalón, seguido por una napa en caída libre y un impacto de chorro en el escálón aguas abajo. En cada escalón, el impacto de chorro es seguido por un resalto hidráulico, una región de flujo subcrítico y un flujo crítico cerca al borde del escalón (Chanson, 2002). En estas condiciones, la pérdida de carga en cada escalón intermedio es igual a la altura de este último. La disipación de energía ocurre debido al impacto (rompimiento y mezcla del chorro) y por la formación de un resalto hidráulico en cada escalón. Esto implica que al final de la estructura no es necesario disponer un colchón disipador, como en las rápidas lisas. Las características básicas de este tipo de flujo y las ecuaciones que las gobiernan son las mismas que las descritas en el Capítulo 9, Caídas. La pérdida total de energía se calcula con la expresión: 0.275 0.54 • ( YC
AH _1
Az
+ 3 '43 ( Ye 2 Az 3 Az –+— 2 yc
-0.55
(11.3)
AH = diferencia entre la máxima altura de carga disponible H 1 y la altura de carga al extremo aguas abajo de la rápida [m]
148 Obras de riego para zonas montañosas
Az =
y,
diferencia de altura entre cresta del primer escalón y piso del último [m] = tirante crítico [m]
Para caudales grandes, el flujo saltante se convierte en flujo rasante. La superficie del 2g,ua al inicio de la rápida escalonada es clara y transparente. Más adelante se desarrolla desde el fondo una lámina de flujo turbulento que va ganando espesor hasta alcanzar la superficie libre. A partir de ese punto, llamado punto de incepción, aparecen burbujas de aire confinadas por las fuerzas centrífugas del remolino asociado al escalón y luego todo el flujo se llena de burbujas de aire aumentando considerablemente el tirante. Aguas abajo, el flujo es gradualmente variado hasta un punto en que fluye en equilibrio uniforme (Chanson, 2001). En este último tramo la componente del peso en la dirección del flujo iguala la fricción del fondo y se cumple que: vn =
18
vn g
y, seno
(11.4)
velocidad normal [m/s] = aceleración de la gravedad [m/s 2 ] factor de fricción de Darcy, igual a 0.2 tirante normal [m]
Yn
=
O
= ángulo de la estructura con la horizontal Figura 11.4: Esquema y foto de aireación en una rápida escalonada a flujo rasante (Mateos et al.) capa límite
Yc
punto de incepción
Investigación aplicada - PRONAR
Rápidas escalonadas
149
Para un diseño preliminar de Lápidas escalonadas con régimen rasante puede usarse la Figura 11.5 (basada en Chanson, 2001), que expresa la relación v/v n," (velocidad media del flujo en el extremo aguas abajo de la rápida / velocidad máxima del fluido ideal en el extremo aguas abajo de la rápida) en función de la altura total de energía aguas arriba H l y del tirante critico y c Para el flujo de un fluido ideal, sin pérdidas por fricción, la velocidad en el extremo aguas abajo de la rápida se deduce de la ecuación de Bernoulli como = \12. g • (H1 — y•coso) , con H 1 igual a la altura total de energía respecto del pie.de la rápida escalonada, d igual al tirante aguas abajo y 8igual al ángulo que forma la rápida con la horizontal. Figura 11.5: Gráfica para el diseño preliminar de rápida escalonada con régimen rasante La curva se refiere a una rápida a 45° y con un f de 0.2 VNmax 1.00
0.80
0.60
'
I
0.40
0.20
0.00 0.00
0.50
1.00
1.50
2.00
11.2 Consideraciones sobre el riesgo asociado a las rápidas escalonadas Del análisis de accidentes y fallas registradas en el mundo,,Chanson (2001) agrupa en tres los tipos de problemas que surgen del diseño de una rápida escalonada: 1) Rápidas escalonadas que operan muy cerca de la transición entre flujo saltante y flujo rasante. Ese flujo intermedio se caracteriza por fluctuaciones transitorias entre un régimen y el otro que inducen a un comportamiento inestable y peligroso del flujo, que deviene en fluctuaciones de las presiones y hasta vibraciones sobre la estructura. Se recomienda enfáticamente evitar que la rápida opere para flujos intermedios entre el saltante y el rasante.
150 Obras de riego para zonas montañosas
con baja calidad, es decir, con materiales pobres en calidad, trabajo pobre en
2) Rápidas construidas calidad, o ambas cosas. Los esfuerzos que soporta una rápida escalonada son mucho mayores a los que soporta una rápida lisa. En el flujo saltante la presión de impacto del chorro sobre la solera es por lo menos 10 veces la presión hidrostática. En el flujo rasante, el esfuerzo de corte promedio sobre la solera es como 30 veces mayor al producido por el flujo sobre una rápida lisa. 3)
Falta de mantenimiento. Cuando el caudal supera al de diseño, es posible que ocurran daños en la estructura. Repararlos a tiempo asegura evitar el progreso de las fallas que pueden llevar a la rápida escalonada hasta el colapso. La experiencia registra rápidas escalonadas que en gran parte gracias a su cuidadoso mantenimiento soportan las exigencias de su operación desde hace más de un siglo.
11.3 Diseño hidráulico En los sistemas locales de riego, donde el caudal de la fuente varía mucho durante el año, el presupuesto es limitado y generalmente hay poco control de la calidad de la construcción, las consideraciones del apartado 11.2 conducen a encarar el diseño de rápidas escalonadas de tal manera que el flujo sea siempre saltante, para evitar la transición entre regímenes saltante y rasante. Por esto. el diseño hidráulico deberá remitirse simplemente a la verificación de la condición: 13 <
0.09 .(--h ) ,
Yc
=
con yo =
(11.5)
tirante crítico [m] altura del escalón
h
= longitud del escalón [ml o g
b
= caudal [m 3/s] = aceleración de gravedad [m/s 21 = ancho del canal, igual a ancho de los escalones
En consecuencia, los problemas consisten en:
11.3.1 Cálculo de la pendiente máxima Dados el c:aúdal de diseño (1), el ancho B y la altura h de cada escalón, calcular la pendiente máxima que puede tener la rápida escalonada con flujo saltante, con formación completa de resalto hidráulico. [h1
(0.09 .h1 13
(1 1 fi)
Yo
Ejemplo 1 Se tiene un canal de 60 cm de ancho que conduce un caudal de 200 lis. Calcular la pendiente máxima que debe una rápida con altura de escalón de 50 cm.
tener
.14)
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Rápidas escalonadas 151
1. Se calcula el tirante crítico:
= 1,1
0.22
— 0.225 m
9.81x 0.62
2. La pendiente máxima será: (0.09 x 0.50 r
hi„.ja — 0.225
— 0.884 = 88.4 %
luego, la longitud de los escalones debe ser por lo menos: =
h 0.5 — 0.566 m es decir 56.6 cm 0.884 — 0.884
11.3.2 Cálculo del ancho mínimo Dados el caudal Q, la altura h de cada escalón y la pendiente de la rápida, calcular el ancho e mínimo para que el flujo sea saltante, con formación completa de resalto hidráulico. Para ello sirve la expresión: b—
Q h"
(11.7)
0.027 „II .£195
Ejemplo 2
Calcular el ancho que deberá tener una rápida escalonada con un ángulo de 42° (90%) respecto de la horizontal y con escalones de 50 cm de altura, para conducir un caudal de 200 lis bajo régimen saltante con formación completa de resalto. 1. Cálculo de la longitud de cada peldaño: h 0.50 „ = — — = u.ao m h / 0.90 /P 2. Cálculo del ancho mínimo de la rápida escalonada . b=
0.2 x 0.50"
— 0.86 m
0.027 x N/WIx 0.556" 5
11.3.3 Cálculo de la altura de los escalones Dados el caudal Q, el ancho B y la pendiente de la rápida, calcular la altura mínima de cada escalón, para que el flujo sea saltante, con formación completa de resalto hidráulico. La expresión de cálculo será: h min
Ye -13
(11.8)
0.09 -( h
e)
Ejemplo 3
Calcular la altura mínima que deben tener los escalones de una rápida que debe conducir un caudal de 200 lis, bajando con una pendiente del 80%. El ancho de la rápida es 60 cm.
152
1.
Obras de riego para zonas montañosas
Cálculo del tirante crítico: y==
2.
J
0.22
= 0.225 m
9.81x 0.62
Cálculo de la altura mínima: hm, =
0.225 -13
= 0.137 m
0.09 x (0.8)
11.3.4 Cálculo del caudal máximo Dadas las características geométricas de la rápida escalonada (B, h, r), calcular el caudal Q máximo que admite un régimen saltante con formación completa de resalto hidráulico. La expresión a utilizar es: = 0.027 -B. Vg
(hl
-19.5
(11.9)
Ejemplo 4 Calcular
el caudal máximo que admite una rápida con ancho de 60 cm, pendiente de 90%, y escalones de 50 cm de altura, para conducir el agua con régimen saltante y formación completa de resalto hidráulico en cada escalón. 0.027 x 0.60 x 7g x 0.50' x (0.90) 9 5 = 0.140 m3/s
11.4 Aspectos constructivos Para el diseño estructural de los escalones, al igual que en las caídas verticales debe considerarse a los elementos verticales como muros de sostenimiento que resistirán el empuje del terreno al que puede sumarse una presión hidrostática del mismo debido al agua que pueda filtrar desde más arriba. La relación entre la altura de caída y la longitud de cada cajón, es decir la pendiente de la rápida escalonada, por lo general no coincide con la pendiente del terreno en toda o parte del desarrollo de la estructura. Las adecuaciones del terreno al diseño geométrico de la rápida deben hacerse mediante la excavación del terreno y no mediante el relleno del mismo. La figura siguiente (Krochin, 1978) ilustra este concepto. Figura 11.6: Alineamiento vertical de rápida menos y más empinada que el terreno
Al
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Ing`: Igor Serroic, SUPERVISOR , .'AS PLAN MEP,1:13 INKA
a
153
12 Repartidores
12.1 Descripción y ubicación Los repartidores tienen la función de distribuir un flujo de entrada hacia uno o varios canales de derivación. Los repartidores se instalan en los puntos de bifurcación entre canales, desde donde se distribuye el agua hacia los distintos sectores del sistema. Puede dividirse el caudal entrante en varios flujos salientes o dirigirse el caudal entero hacia sólo uno de los canales de derivación. Las reglas de la distribución se basan en los derechos de usufructo de los usuarios en los diferentes sectores. En vista que estas reglas pueden variar en el transcurso del año, de acuerdo con los períodos de mayor disponibilidad y escasez del agua, en la mayoría de los sistemas los repartidores deben contar con una cierta flexibilidad que permita distintos escenarios de operación. Los repartidores rústicos son simplemente aperturas en el borde del canal, que se acomodan con piedras, tepes y tierra hasta que los caudales de derivación a los distintos tramos sean los caudales deseados. Figura 12.1: Repartidor rústico (esta página) y repartidores mejorados (página siguiente)
154
5
Obras de riego para zonas montañosas
2
1
Figura
1
12.2: Componentes de un repartidor
canal de derivación
estructura de derivación
11
5
estructura de
control
Canal de entrada
Canal de salida
_
1
1 Los repartidores mejorados constan de: 1. Canal de entrada En el canal de entrada debe existir un régimen de flujo subcrítico (velocidad moderada) para permitir un buen control y reparto del flujo sin que haya turbulencia, rebalses o salpicaduras. En caso de que el canal de entrada cuente con una sección distinta a la del repartidor, debe hacerse una transición entre ambas secciones. 2. Estructura de control de nivel de agua Para una efectiva división del agua, se debe asegurar una determinada carga de agua en el canal principal. Cuando el caudal conducido no tiene un tirante suficiente para satisfacer esta condición, se instala una estructura de control del nivel de agua. Como estructuras de control pueden funcionar:
Vertederos Si no hay un nivel de agua exacto por mantenerse, se puede instalar cualquier tipo de vertedero, como por ejemplo una simple pared transversal. La sensibilidad de una pared es relativamente baja, por lo
1 1
Investigación aplicada - PRONAR
Repartidores 155
que las variaciones en el caudal ocasionan fluctuaciones de altura de carga, que hacen variar el caudal derivado. Para aumentar la sensibilidad de los vertederos y así mantener el nivel de agua casi constante, se instalan vertederos prolongados (por ejemplo 'pico de pato', vertedero longitudinal, vertedero en Z). Estos vertederos apenas generan fluctuaciones en el caudal derivado. Los vertederos tienen como desventaja que generan acumulación de sedimentos. Para evitarlo, se instala una pequeña compuerta de fondo en la parte baja del vertedero, que se abre cuando hay caudales mayores o cuando no se precisa mantener el nivel de agua (por ejemplo cuando el caudal entero pasa hacia aguas abajo del canal principal). Aun así, los vertederos casi siempre requieren una limpieza regular.
Compuertas transversales Las compuertas transversales son las estructuras de control que más se aplican en los sistemas locales de riego. En vez de compuertas pueden colocarse también tablas metálicas o de madera. Figura 12.3: Compuertas transversales
Las compuertas tienen una sensibilidad baja; cualquier cambio en el caudal resulta en una fluctuación grande en el nivel de agua en el repartidor y en el caudal derivado. Las compuertas transversales tienen la ventaja de no acumular sedimento.
Son compuertas de una altura menor a la altura del canal. Abiertas dejan pasar todo el caudal. Cenadas represan el agua hasta la altura de su hoja con lo que garantizan la derivación de un caudal determinado hacia el canal lateral. Cuando aumenta el caudal en el canal principal, el agua adicional rebalsa sobre la hoja, que funciona como vertedero. Estas compuertas previenen problemas de rebalses cuando por mal manejo ambas compuertas de un repartidor estén cenadas y evitan problemas de sedimentación excesiva.
156
Obras de riego para zonas montañosas
Figura 12.4: Compuerta transversal baja: abierta (izq.) y cerrada rebalsando (der.)
1
1 1
1 hundida en la solera en combinación con compuerta de salida La poza hundida es una profundización en el canal de entrada, que se combina con una compuerta o tubo hacia un canal de derivación. La solera del canal de derivación está por debajo del canal principal. La función de la poza es asegurar el desvío del caudal necesario, sin tener que generar una altura mínima de
Poza
carga en el canal. La profundidad de la poza depende del caudal por derivarse. Las pozas hundidas son muy susceptibles a la colmatación con sólidos, sobre todo en el momento que no se deriva agua y la poza hace de desarenador. Una vez llena, el principio de derivación ya no funciona y hasta puede tapar completamente la derivación del agua. Por esta razón, sólo se las puede usar en redes con agua limpia. 3. Estructura de derivación o captación Hay un gran número de estructuras de derivación 9 . En general se dividen en estructuras para 1. Derivar caudales menores que el caudal de entrada, que aquí se llamarán tomas. El desvío de caudales menores se da en sistemas mayores donde las primeras zonas de riego toman su agua directamente del
1 1
canal principal. 2. Derivar caudales del mismo orden que el caudal de entrada, conocidas como cámaras de distribución. En los sistemas campesinos de Bolivia, la mayoría de los repartidores son del segundo tipo: derivan caudales similares al caudal de entrada. En sistemas con distribución por turnos, es necesario que el repartidor también pueda desviar el caudal entero hacia el canal de derivación.
1
Estructuras para derivar caudales menores que el caudal de entrada Toma directa de tubo Consiste en un tubo colocado en el fondo del canal o algunos centímetros encima. Para cenar el ingreso 1 al tubo se instala una compuerta de fondo o válvula, que sirve para regular el caudal de salida. A la salida 1,1 del tubo, se construye un disipador para evitar erosión al inicio del canal lateral. Directamente después de la salida del tubo, se puede instalar un medidor para controlar el caudal aprovechado por la toma. 9 La publicación FAO 26/1 presenta un inventario extenso de posibles repartidores. Contiene formulas hidráulicas y comentarios para el diseño estructural
1
1 wp
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Repartidores 157
Figura 12.5: Toma directa de tubo, a la derecha con medidor de caudal
Compuerta lateral (de fondo) Para el desvío de caudales menores también puede instalarse una compuerta lateral de la altura entera del canal o una compuerta de fondo. Si el caudal por desviarse es muy pequeño con relación al tirante en el canal principal, las dimensiones de una compuerta entera son poco económicas, por lo que se sugiere una compuerta de fondo. La desventaja de las compuertas es que siempre presentan filtraciones, sobre todo cuando hay mayor tirante en el canal principal. Es común que los usuarios que se aprovechan de las filtraciones, a propósito aumentan la apertura indebida, presentando su robo como una falla técnica. También es común que los regantes perjudicados en su afán de cenar la compuerta herméticamente, la cierran con tanta fuerza que la dañan. Estructuras para derivar caudales del mismo orden que el caudal de entrada Los repartidores que derivan caudales del mismo orden suelen llamarse cámaras de distribución, por tener una forma de cámara con un canal de entrada y dos o más de salida. En las cámaras de distribución pueden usarse como estructuras de reparto: Compuerta lateral En las cámaras de distribución, las compuertas laterales son de uso más común; son fáciles de operar y en combinación con una compuerta transversal en el canal principal generan la posibilidad de establecer cualquier combinación de caudales de salida Las combinaciones de caudales requeridos se logran mediante un juego entre las dos compuertas. En general no hay posiciones fijas que representan caudales de salida fijas. Si se quiere divisiones exactas, es necesario instalar un medidor de caudal en los tramos salientes.
158 Obras de riego para zonas montañosas
Para mejorar las condiciones de operación de las Compuertas, se las instala á una distancia como de 1 m aguas abajo del punto de distribución. En repartidores de salida perpendicular, se aconseja redondear las esquinas de las paredes y aumentar el colchón de agua cortando la esquina hacia el canal de salida para mejorar las condiciones de reparto. Figura 12.6: Instalación de compuertas con buenas condiciones de flujo para el reparto 1--1,00
m 1
=-1,00
-
m-1
El reparto funciona aun mejor en las condiciones de flujo que se generan en repartidores de tipo ye.
Figura 12.7: Repartidor en ye
El mecanismo de operación de la compuerta puede ser de bastón o de gusano. La compuerta de bastón, se jala manualmente. En el bastón se perforan agujeros para fijar la compuerta en determinadas alturas. La compuerta de gusano, opera mediante una rosca sin fin.
j n
La selección entre compuertas de bastón y de gusano depende principalmente del presupuesto disponible y del tamaño de la plancha. El precio de las compuertas de gusano es alrededor de 5 a 6 veces mayor que /13 el precio de las de bastón. Sin embargo, las compuertas de bastón solo pueden usarse hasta una dimensión máxima de 0.50 x 0.50 m, porque mayores se vuelven inoperables por su peso propio y la presión de agua. ," Para dimensiones de hoja mayores, se usan compuertas de gusano, hasta un ancho máximo de 1 m. Paras, anchos mayores, hay que dividir la sección del canal en partes, separadas por un muro y con compuertas', ' independientes. El muro intermedio sirve para colocar las ranuras de las compuertas, da estabilidad a h a construcción y a la vez permite colocar una tabla de operación. w.
n
Investigación aplicada - PRONAR
Repartidores 159
Un problema de las compuertas es su necesidad de mantenimiento, sobre todo en el caso de compuertas de gusano (engrasado, pintado). Otra desventaja es su susceptibilidad a daños por manipuleo inadecuado por parte de los regantes. Distribuidor proporcional fijo El distribuidor proporcional divide el flujo entrante en dos o más partes predeterminadas. Se usa en los repartidores que siempre dividen el caudal en proporciones fijas. Los cambios en el caudal entrante se traducen de forma automática en cambios proporcionales en los ,flujos.salientes.,Los .distribuidores proporcionales pueden usarse en los puntos de repartición entre canales principales que no funcionan con turnos. La ventaja de estos repartidores es su alto grado de transparencia. Para mejorar la proporcionalidad en la división del caudal, se recomienda que en el lugar del separador el flujo de agua esté en régimen supercrítico o en una caída libre, así se impide que cualquier obstáculo en el flujo aguas abajo afecte las proporciones requeridas. La proporcionalidad es más exacta cuando se instala un separador delgado (por ejemplo una tabla metálica como en la Figura 12.8). Opcionalmente pueden instalarse compuertas de seguridad en los canales de salida, para cerrarlos en caso de emergencia. Estas compuertas son del tipo 'cero-cien', porque no tienen una función en el reparto del agua. Figura 12.8: Distribuidor proporcional con separador delgado y compuertas
Canal de salida y derivación Los canales de salida y derivación parten del repartidor. En caso de tomas de porciones de caudal menores, uno de los canales de salida es la continuación del canal de entrada y en general mantiene la misma sección. Si el canal de salida deriva una porción importante del caudal principal, puede aplicarse una
160 Obras de riego para zonas montañosas
reducción de sección en el tramo de salida del canal principal, lo que genera un diseño telescópico de la red de canales. Los canales de salida deben contar con una sección adecuada para conducir todos los posibles caudales de reparto. En caso necesario, se construye una transición paulatina desde la salida del repartidor hacia la sección del canal. Se debe tener cuidado especial cuando se trata de una transición de repartidor revestido hacia un canal en tierra. Antes del cambio a tierra, el agua debe tener un flujo tranquilo para evitar problemas de erosión. Si se quiere medir los caudales repartidos, hay que asegurar que en el primer tramo del canal de salida existen las condiciones de flujo para el conecto funcionamiento de un aforador.
12.2 Repartidores en el contexto de la distribución de agua 12.2.1 Repartidores de comprobada eficacia en el riego campesino Para una rápida selección de repartidores, la Tabla 12.1 aglutina los repartidores de comprobada eficacia para los esquemas de distribución más comunes en los sistemas de riego campesino. Tabla 12.1: Selección de repartidores según esquemas de distribución Esquema de distribución Tipo de repartidores Época de abundante agua
Época de escasez
Riego libre
Turnos de distribución del caudal entero, imonoflujo t
Cámara de reparto con combinación de compuertas
Riego libre
Riego simultáneo por sectores, caudales unitarios según superficie
Caudal derivado « caudal de salida: Tubería de fondo en canal principal
Riego libre
Riego simultaneo por sectores, caudales unitarios según superficie
Caudal derivado - caudal de salida: cámaras de reparto con combinación de compuertas
Combinación de fuentes
Riego simultáneo por sectores con reparto de fuentes de agua
Cámara de reparto con combinación de compuertas
Riego libre
Distribución proporcional por sectores
Repartidores proporcionales, con compuertas 'cero-cien'
Cámara de reparto con combinación de compuertas Los repartidores más comunes son los de una combinación de compuertas. Éstos permiten el funcionamiento de 'cero-cien' que caracteriza los sistemas de monoflujo. Además permiten instalar todo tipo de combinaciones de caudales, para las épocas de menor escasez o en sistemas de reparto de agua de diferentes fuentes. Por razones de manejo o por simple jerarquía de canal, suelen instalarse las compuertas de gusano en el canal de salida y las compuertas de bastón en el canal de derivación. Sin embargo, es más lógico tener compuertas de gusano en los canales de derivación, para poder derivar con mayor precisión los caudales determinados. Las compuertas de bastón no ofrecen esta posibilidad.
11
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Repartidores 161
Tubería de fondo en canal principal Estas tomas solo se aplican en sistemas de 'multiflujo', con una distribución de flujos simultáneos. La toma de tubería permite derivar un caudal máximo, de acuerdo con el diámetro del tubo. Su operación es sumamente fácil. La estructura no permite que los regantes del canal de derivación tomen agua demás o intercepten el flujo en el canal principal. Si se la combina con un aforador en la salida, el control por parte de otros usuarios es sencillo. Si se requiere un determinado nivel de agua en el canal que no siempre se garantiza con el tirante normal, debe combinarse la toma con un vertedero prolongado, con compuerta de limpieza de fondo. Repartidores proporcionales, con compuertas 'cero-cien' En sistemas con sectores que siempre reciben porciones fijas de cualquier caudal que entra, el repartidor proporcional es la estructura más indicada, por su sencillez y por no requerir operación alguna. Se recomienda usar repartidores en flujo supercrítico, porque aseguran la proporcionalidad deseada. En algunos sistemas, los repartidores proporcionales deben combinarse con la posibilidad de funcionar con un régimen de 'cero-cien', para lo que se precisan compuertas sencillas inmediatamente detrás del repartidor.
12.2.2 La selección de repartidores Si el diseñador quiere comprobar otros repartidores en el diseño, puede elegir una combinación de estructuras de control y de distribución. La selección de estas estructuras depende de: La función de los repartidores en el sistema. • El comportamiento hidráulico de los repartidores: sensibilidad y flexibilidad. • El transporte de sólidos por la red. • El equilibrio entre los requerimientos de uso y las capacidades de gestión de los regantes.
•
Función de los repartidores en el sistema La función de los repartidores en el sistema (` lo que tienen que hacer') depende de las reglas de distribución que se manejan. En la mayoría de los sistemas varían las reglas de distribución a lo largo del año y así también varían los caudales por derivarse, lo que hay que tomar en cuenta al momento de describir la función de la obra. Parte del trabajo de diseño es determinar para cada repartidor las combinaciones de caudales de entrada y salida que debe regular, basándose en el esquema de distribución del sistema (Capítulo 4). Comportamiento hidráulico de los repartidores: sensibilidad y flexibilidad Los flujos de agua en las redes de riego siempre son fluctuantes o cambiantes. En el diseño de los repartidores se considera la propagación de las fluctuaciones de caudal a lo largo del sistema. Para determinar esta propagación se aplican los conceptos de sensibilidad y flexibilidad (Horst, 1998). Ambos conceptos se basan en la fórmula genérica de las condiciones de flujo por una estructura:
Q=c•y" Q c
= caudal [m3 /s] = constante [m2/s]
162 Obras de riego para zonas montañosas
"I )
y
= tirante [m]
u
= coeficiente, cuyo valor depende de la forma de la estructura: vertederos
u = 1.5
orificios
u = 0.5
canales
u = 1.6 - 1.8
1
La sensibilidad S es el grado de respuesta de una estructura a cambios en el caudal en el canal de entrada. S=
,AQ
Sustituyendo Q = c • yu se observa que la sensibilidad es el grado de reacción de una estructura a un cambio en la altura de carga en el canal: s••-•
cuy'•Ay
c. yu
-
u
Y
"5
Ay
Los cambios en el nivel de agua a consecuencia de un cambio en el caudal, también rueden éxnresarse como: AQ u Qy
y AQ áy= — uQ
De esta fórmula se deducen las implicancias de la selección de una estructura. En caso de un cambio AQ en el caudal Q de un canal con un determinado nivel de agua y, el cambio en la altura del agua, Ay, en un orificio es 3 veces mayor que en un vertedero. Los requerimientos de sensibilidad dependen de los objetivos de la estructura: •
•
Para minimizar las fluctuaciones aguas arriba de la estructura de control, la sensibilidad debe ser alta. La estructura debe tener un factor u/y máximo: u grande
vertedero (u = 1.5)
y pequeño
vertedero largo (tipo Z o 'pico de pato')
Para minimizar cambios en el caudal derivado, la estructura de distribución debe tener una sensibilidad mínima, así que cambios en el nivel de agua no se traduzcan en cambios en el caudal derivado. En este caso el factor u/y debe ser mínimo. u pequeño y grande
•
orificio (u = 0.5) entrada angosta
Para mediciones, la sensibilidad también debe ser mínima para asegurar que un pequeño cambio en el caudal se traduzca en un cambio considerable en el nivel del agua, lo que facilita la lectura de los caudales.
La reacción de un repartidor a cambios de caudal y tirante depende de la combinación de sensibilidades de la estructura de control (en el canal continuo) y de la estructura de derivación. La proporción de sus respectivas sensibilidades se define como la flexibilidad hidráulica F, que se expresa como:
,5 ,5 "
Repartidores
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F Sder Seeer Sder
= sensibilidad de la estructura de derivación sensibilidad de la estructura de control en el canal continuo
Scout
La flexibilidad hidráulica es un instrumento útil para visualizar lapropagación de fluctuaciones en el flujo por el sistema. Tabla 12 2 . Propagación de fluctuaciones en distintas condiciones de flexibilidad hidráulica
Estructura de control
Estructura de derivación
Flexibilidad hidráulica
Efecto
Vertedero S alta
Tubo de fondo (orificio angosto) S muy baja
F«1
Fluctuaciones apenas afectan el caudal derivado, cambios propagan hacia final del sistema
Compuerta (orificio) S baja
Tubo de fondo (orificio angosto) S muy baja
F<1
Fluctuaciones afectan a ambos, pero mayor parte del cambio se propaga en canal continuo
Compuerta S baja
Compuerta S baja
F=1
Fluctuaciones se propagan por igual entre canal continuo y canal de derivación
Compuerta (orificio) S baja
Vertedero S alta
F>1
Cambios en el caudal se propagan hacia el canal lateral
Transporte de sólidos por la red de canales La mayoría de los sistemas de zona montañosa conducen agua con una alta concentración de sólidos en suspensión y de arrastre. Para evitar que los sólidos se entrampen en los repartidores, éstos deben tener la capacidad de conducirlos hacia los canales de salida. Donde hay agua con sólidos, se recomienda no diseñar repartidores con gradas o pozas hundidas, porque se llenan en poco tiempo y sus estructuras de derivación dejan de funcionar. Tales estructuras solo pueden aplicarse en sistemas con agua limpia. Si en el canal principal se construyen vertederos para mantener el nivel de agua, estos siempre deben combinarse con compuertas de fondo para su limpieza. Equilibrio entre los requerimientos de uso y las capacidades de gestión de los regantes Los repartidores no solo deben funcionar bien, sino también ser entendibles y transparentes para los usuarios. En vista de que sería demasiado costoso construir medidores en cada lugar de reparto, se recomienda construir repartidores cuyas aperturas -dan . una tuena -indicación de la relación entre los caudales de salida. En un repartidor que deriva caudales del mismo orden, es aconsejable colocar compuertas del mismo tipo y especialmente del mismo ancho para facilitar la comparación de caudales. A lo largo de una red deben instalarse compuertas similares en todos los puntos de reparto de determinada jerarquía, para mantener transparencia en todo el sistema.
164 Obras de riego para zonas montatiosas
Los repartidores deben tener pocos requerimientos de mantenimiento o limpieza, lo que es otra razón para evitar obstáculos en el flujo como pozas hundidas.
12.3 Criterios de diseño con relación a la gestión de riego y sostenibilidad
"Is
Resumiendo las observaciones de las secciones anteriores, los principales criterios de diseño, con relación a la gestión y sostenibilidad son: •
Los repartidores deben diseñarse tomando en cuenta las diferentes proporciones de reparto del agua a lo largo del año.
•
Para cada caso, debe diseñarse el repartidor más sencillo posible: -
Donde siempre se necesita una división proporcional, se instala un repartidor proporcional y no una combinación de compuertas.
-
Donde deben darse caudales de salida fijos, se combinan tubos de salida con un tirante constante en el canal de entrada.
-
Solo en los casos donde frecuentemente se modifica la proporción entre los caudv Tes de salida, se instalan compuertas graduables.
3
.1
•
La repartición debe tener el máximo grado de transparencia. Los repartidores de operación más transparente son los proporcionales, pero no son aplicables en sistemas con muchos cambios en las proporciones por repartirse. En caso de repartidores con compuertas y caudales similares, se recomienda usar compuertas de las mismas dimensiones.
•
El diseño del repartidor debe contar con un funcionamiento 'por defecto', que garantiza el desagüe seguro en caso de operación errónea. Las compuertas transversales de altura baja son una buena opción para evitar rebalses en el caso que tanto la compuerta como la contracompuerta estén cenadas.
•
Los repartidores deben contar con componentes fáciles de manejar y de mantener.
▪ Los componentes móviles deben ser robustos, en vista de que siempre habrá abuso por parte de usuarios que los abren y cierran con una fuerza exagerada. •
En sistemas con una alta cantidad de sólidos en suspensión y de arrastre, los repartidores también deben dividir la carga de sólidos. Implica que los canales de entrada y salida deben contar con soleras al mismo nivel.
•
En caso de agua con una alta carga de sólidos, no se deben diseñar pozas hundidas o gradas en la estructura de reparto.
12.4 Aspectos constructivos 12.4.1 Repartidores en canales de tierra Existen algunas experiencias con repartidores revestidos en canales de tierra. En muchos casos sufren problemas de colmatación por la entrada continúa de material sólido en la cámara.
1 1
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Repartidores 165
12.4.2 Construcción de compuertas La calidad de la construcción de las compuertas es fundamentalmente un tema de buena cerrajería en la construcción de la plancha y de las guías empotradas en las paredes del canal. La plancha debe ser de suficiente grosor para aguantar el maltrato de los usuarios y la corrosión. Por corrosión se pierde alrededor de 2 mm en 5 años. El espesor de la plancha depende principalmente de la disponibilidad de material en el marcado local. Para aumentar la fuerza de la hoja de compuertas de tamaño mayor, se aplican rigidizadores horizontales y verticales. Los últimos sirven también como guías para el movimiento de la plancha dentro de las ranuras transversales. Figura 12.9: Dibujo constructivo de una compuerta de bastón
Ninguna compuerta garantiza un hermetismo total. Se puede aumentar su impermeabilidad con una goma en la ranura del canal, pero aumenta el costo de las compuertas en alrededor de 30%. En cada proyecto hay que evaluar la importancia de eventuales filtraciones frente al costo de un cierre hermético. En la mayoría de los sistemas, no hay problemas en tapar una eventual rendija con tierra.
12.5 Situaciones que conviene evitar ■
En el canal de entrada de una cámara de distribución no puede haber un régimen supercrítico, porque la gran velocidad del agua impide que el caudal se desvíe hacia el canal bifurcante. En caso de instalar
166 Obras de riego para zonas montañosas
una contracompuerta en el canal de entrada para asegurar la derivación del agua, esta sufre de golpes fuertes como efecto de la energía cinética del agua. En la Figura 12.10 se muestra una compuerta en régimen supercrítico; se observa salpicadura a ambos lados del canal. Figura 12.10: Repartidor funcionando en régimen supercrítico
•
La insuficiente robustez de las compuertas es una de las principales causas de su rápido deterioro, primero porque por frágiles pierden su funcionalidad y en consecuencia deben ser operadas con torpeza, lo que empeora su condición. Figura 12.11: Compuertas inoperables por mala calidad de construcción y uso inadecuado
j •
Hay que evitar pozas hundidas en sistemas que se alimentan con agua turbia, porque se colmatan rápidamente y dejan de funcionar. Las pozas hundidas solo pueden aplicarse en sistemas con agua limpia.
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Repartidores 167
Figura 12.12: Poza hundida colmatada, tapando la toma de la derecha
■
•,
•
.
A corta distancia después de muchas cámaras de distribución existe un cambio de canal revestido a canal de tierra. Hay que evitar que en esa transición haya un flujo demasiado turbulento y rápido, que erosione el primer tramo del canal de tierra. Figura 12.13: Repartidor con problemas de erosión en la transición de hormigón a tierra
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169
13 Estanques
13.1 Descripción y ubicación Los estanques son estructuras de almacenamiento de agua destinadas a la acumulación temporal de un cierto volumen de agua, para usarse en un momento distinto al momento de su entrega dentro del esquema de distribución del sistema. La necesidad de contar con un estanque dentro de un sistema de riego puede deberse a las siguientes razones: • Regulación de caudal: cuando el caudal con el que se necesita regar es distinto al caudal que entrega el canal. El caudal de riego puede ser menor o mayor al de entrega, haciendo necesaria, en el primer caso, la acumulación de una parte agua que llega en un gran caudal durante un período corto para usarla con un caudal menor y durante un periodo más larga. O, en el segundo caso, la acumulación del volumen de agua que llega en un caudal reducido, para poder aplicarla con un caudal mayor. • Regulación de intervalo: muchos agricultores no reciben sus turnos de riego con los intervalos más adecuados para sus cultivos. Para mejorar los intervalos, reservan el agua guardándola durante algunos días en un estanque. • Acumulación nocturna: cuando la entrega del canal es continua y el agricultor quiere acumular su turno de noche para poder utilizarlo durante el día, evitando las incomodidades y las pérdidas asociadas al riego nocturno En la zona montañosa, la necesidad de acumulación nocturna es frecuente por cuanto el reparto del agua se realiza mediante el sistema de turnos continuos, tanto de día como de noche. Las dificultades en el acceso nocturno a las estructuras de control del flujo, el frío, la falta de iluminación y sobre todo la mayor inseguridad para mujeres que salen de noche, justifican la construcción de reservorios para la acumulación nocturna. Existen cuatro tipos básicos de estanques: tipo represa, de excavación, mixto (excavación y relleno) y australiano. Los estanques tipo represa consisten en una pared de tierra dispuesta en forma transversal al lecho de una quebrada o depresión natural del terreno. De esta manera, con un movimiento limitado de material es posible almacenar una buena cantidad de agua. Su forma es irregular, lo que dificulta su impermeabilización, que solamente puede lograrse con arcilla, suelo-cemento o con láminas de polietileno. Este tipo de estanque funciona como una fuente de agua independiente y normalmente no forma parte de un sistema de riego mayor. En muchas zonas no son recomendables los estanques tipo represa por el elevado riesgo que
170 Obras de hect() para zonas montañosas
implica su rotura y por la gran cantidad de material sólido que transportan tos torrentes de montaña, reduciendo rápidamente la capacidad de embalse de la represa. Los estanques de excavación se construyen haciendo una fosa en un terreno relativamente plano. Su forma es normalmente de pirámide trunca invertida con una profundidad de 1 a 3 metros. Se pueden revestir con polietileno, hormigón simple, hormigón armado o mampostería. Al ser enteramente entenados, estos estanque necesitan una bomba para extraer el agua. Los estanques mixtos se construyen aprovechando el material de excavación para elevar los bordes de la fosa. A esta clase corresponden lo que en Bolivia se conoce como "atajados", que son estanques con una capacidad de entre 500 y 3000 m 3, construidos en terrenos con pendientes entre 4% y 15% para atrapar el agua de lluvia o de otras fuentes como vertientes, quebradas y cunetas. Las particularidades del diseño y construcción de los "atajados" están desarrolladas en una guía específica (Tammes et al, 2000). Los estanques tipo australiano son reservorios construidos sobre el terreno, elevando paredes de hormigón armado, hormigón ciclópeo o planchas metálicas. La ubicación del estanque depende del área de influencia, la fuente de agua, la topografía del terreno y el método de riego. Se recomienda construir el estanque en el punto de mayor cota en relación ;2on el lugar donde se recibe el agua para tener un mayor potencial de área servida, para minimizar el costo de energía en instalaciones de riego presurizado y disminuir las pérdidas por conducción entre la fuente de agua y el estanque. Al ubicarlo debe prestarse especial atención a las consecuencias que puedan derivar de su colapso. La estructura de acumulación puede tener los siguientes componentes: Figura 13.1: Componentes de una estructura de acumulación repartidor sedimentador disipador de energía de entrada estanque
tubo de salida válvula de control vertedero
w1/4
4114111111%110'
w
z— disipador de energía de salida
1111%
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Estanques 171
1. Repartidor para el llenado Generalmente el agua llega a la zona de riego por un canal de conducción. Mediante un repartidor en el canal se deriva el agua hacia el canal que lleva el agua al estanque. 2. Sedimentador Es una estructura donde el agua fluye a menor velocidad, para que el material sólido sedimente en ella y no en el estanque, donde la limpieza es más dificultosa. El sedimentador puede ser limpiado fácilmente con la ayuda de una pala. En zonas montañosas, el alto contenido de materiales sólidos en el agua reduce la eficacia de los sedimentadores, considerando que no es posible construirlos del tamaño suficiente para que todo el material sedimente (Capítulo 15, Desarenadores). Los sedimentadores suelen captar solo las partículas más gruesas y en la mayoría de los estanques es prácticamente inevitable el ingreso de una gran cantidad de material fino, lo que obliga a organizar limpiezas regulares del estanque. Figura 13.2: Estanque con canal de entrada y sedimentador
3. Estanque Es la cavidad donde se acumula el agua. Normalmente tiene planta rectangular. 4. Revestimiento El revestimiento otorga impermeabilidad a la estructura. Puede ser de mampostería de ladrillo, mampostería de piedra, hormigón ciclópeo, hormigón armado o material sintético. También se construyen estanques sin revestimiento en lugares donde el material de relleno rexcavación.contenga una mezcla de arcilla con arena gruesa o grava. En estos casos la impermeabilidad del estanque aumenta conforme el material de sedimentación va colmatando los conductos naturales de filtración. 5. Disipador de energía de entrada Al ingresar al estanque, el agua no debe erosionar las paredes del mismo, especialmente cuando éstas no tienen revestimiento. Para ello, se prevé la construcción de pedraplenes, rápidas o gradas. Las gradas además de disipar la energía del flujo de ingreso, sirven como acceso al estanque para reparaciones, mantenimiento y limpieza.
172 Obra,
riego para zonas montaitiosas
6. Tubo de salida Para sacar el agua del estanque se instala una tubería cerca del fondo, cuyo diámetro está en relación con el caudal de salida. En sistemas donde se espera el ingreso de material sólido al estanque, la tubería debe colocarse por encima del piso para evitar que la salida se tape por el material depositado. En sistemas de agua limpia se aconseja instalar la tubería al ras del piso para poder aprovechar toda el agua acumulada. Conviene instalar la tubería de descarga con una ligera pendiente, de 1% a 2% para favorecer
.1
4
su autolimpieza.
7. Válvula de control El control del flujo se hace por medio de una válvula instalada aguas afuera de la estructura. Para controlar la descarga del agua y proteger la llave de paso de regulación se construye una cámara de protección de hormigón ciclópeo con una tapa metálica. Las dimensiones recomendadas son las de un cubo de 0.50 m de lado y 0.15 m de ancho de paredes. Es aconsejable que la válvula de control se encuentre dentro del perímetro cercado del estanque.
4.)
45
8. Filtro En el acceso del tubo de salida se instala un filtro que evite el paso de bolsas plásticas, lama y hojas del estanque hacia la tubería. Una obstrucción del tubo de salida puede originar problemas y solucionados suele ser una tarea complicada, que además requiere vaciar el estanque. Una malla de media pulgada de abertura o una rejilla simple puede ser suficiente para este propósito.
9. Vertedero de seguridad Esta estructura tiene como finalidad asegurar un nivel máximo de agua dentro del estanque y evitar su desborde por sobre los muros, lo que en algunos casos causaría la erosión y el colapso del estanque. El vertedero debe estar emplazado en el coronamiento del estanque. En caso de ingresar mucho agua más allá del nivel máximo del estanque, el exceso es evacuado por un canal lateral. El caudal de diseño del vertedero y su canal de desagüe dependen de la ubicación de estanque en el sistema de riego. En general hay que prever el desagüe de un caudal igual al caudal máximo del canal de entrada. Para atajados se sugiere cuatro veces el caudal previsto para el ingreso para tomar en cuenta probables escorrentías superficiales no controladas en períodos de lluvias torrenciales (Tammes et al, 2000). Para evitar la erosión de las paredes del estanque por la energía del agua que sale del mismo, se prevé una protección de salida con hormigón o pedraplén.
10. Disipador de energía de salida Es recomendable disipar la energía del agua que sale del tubo de salida mediante una cámara que a la vez puede servir como lavandería, abrevadero y/o para el aseo personal. El disipador de energía puede combinarse con la cámara de la válvula.
13.2 Diseño hidráulico En general, el volumen de un estanque de regulación se calcula del lado de la oferta de agua, rara vez del lado de la demanda. Entonces, el volumen a acumular se calcula midiendo el caudal de entrada O, multiplicándolo por la sumatoria del tiempo a acumular t, de acuerdo con la siguiente ecuación
1
1 1 1 1 1 1 1 1 ti ti
1
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Estanques 173
V =3600.Q•t vu
= volumen útil de agua acumulada [m 3]
Q
= caudal [m3/s] = tiempo [h]
El tiempo a acumularse depende de la función del estanque. Para estanques de acumulación nocturna suele tomarse un período de horas sin luz de 6 a 8 horas. En estanques construidos para aumentar el caudal, el periodo de acumulación puede ser más largo (hay sistemas de reservorio donde se acumula el agua de uno o varios días, para regar con ella durante unas horas). Para el diseño de un estanque acumulador se debe considerar también el volumen libre V, que corresponde al bordo libre del estanque. Su objetivo es proteger la estructura de la acción de olas que se forman por el viento. Su magnitud está en función del tipo de estanque, del material con que fue construido y de la superficie del espejo de agua. En general se recomienda un bordo libre de 0.30 a 0.50 m 10 . También se debe sumar el volumen muerto o de aguas muertas Yn, correspondiente al agua almacenada que se encuentra bajo la cota del tubo de salida y cuyo objetivo es el de permitir la acumulación de sedimento sin obstruir el tubo de salida. En estanques con entrada de agua turbia, se recomienda dejar una altura de 30 cm para las aguas muertas. El volumen total V del estanque es entonces: V= Vu + y, +Vr„
= volumen total del estanque [m 3] Y, = volumen útil de agua acumulada [m 3] = volumen libre [m3] Vm
= volumen de aguas muertas [m 3]
Una vez definido el volumen total requerido, un estudio de la topografía del terreno donde se ubicará el estanque demostrará su factibilidad técnica y las mejores opciones para su configuración. En el terreno se definen las posibles medidas del estanque, haciendo iteraciones con las dimensiones de los lados L 1 , L2 y la altura H hasta obtener el volumen total, que en el caso de un estanque en forma de pirámide truncada invertida se calcula con la expresión: V=(LI •1-2 +2.z-1-1•0-1 +1-2 )÷2'Z H2 )+1
H
= volumen del estanque [m 3] = largo de la base del estanque [m] = ancho de la base del estanque [m] = altura del bordo [m]
z
= talud interior del estanque [m/m]
L1 L2
10 Martínez B., (2003) recomienda un bordo libre de 10 a 15 cm en estanques pequeños con revestimiento. En estanques grandes, con revestimiento de sus paredes el bordo libre debe ser entre 30 y 50 cm. En estanques de tierra sin protección, el bordo libre varía entre 60 y 90 cm.
174 Obras de riego para zonas montañosas
1 ry
Esta misma expresión puede utilizarse para graduar la regla con que se medirá el volumen del agua almacenada.
t)
El vertedero de excedencias se puede calcular con la fórmula de Francis:
:1 Q=C•L•h 2
caudal [m3/s] coeficiente del tipo de vertedero; para vertederos rectangulares se usa el valor de 1.7 longitud de cresta del vertedero [m]
43
carga sobre el vertedero (espesor del chorro medido sobre la cresta) [m]
13.3 Aspectos constructivos j
13.3.1 Muros: materiales, taludes, estabilidad En el caso que deba construirse el estanque excavando una parte del terreno y rellenando otra, el peso de los muros de tierra del relleno debe ser mayor que la fuerza que ejerce el agua sobre éstos. La forma de dichos muros es de tipo trapezoidal (más anchos en la base que en el extremo superior), ya que la mayor fuerza del agua se ejerce en el fondo del estanque. Las dimensiones del muro están en función del tipo de material utilizado en su construcción, el grado de compactación del material, la altura del agua sobre el fondo y el tipo de revestimiento. Un estanque revestido puede tener paredes de menor grosor que uno sin revestir, ya que la posibilidad de que aparezcan puntos de filtración es menor.
"D
15
1
En estanques de tierra, el talud aguas adentro debe ser 2:1. El talud aguas afuera debe ser 2.5:1 en estanques sin revestir y de 1.5:1 a 2:1 en estanques con algún revestimiento. En estanques tipo australiano con paredes de hormigón, los taludes y espesores del muro se calculan verificando su estabilidad como muros de sostenimiento (Anexo B). En cuanto al movimiento de tierra, es deseable tener un equilibrio entre el volumen de corte y el volumen de relleno para construir las paredes. Como regla general, el volumen de corte debe ser un 30% mayor que el volumen de relleno, debido a que la densidad del suelo en estado natural es menor que la densidad del material compactado.
o
La compactación de los muros se hace con suelo húmedo para obtener mejores resultados. En el caso de usar revestimiento con geomembrana es importante que durante la compactación se eliminen todos los desechos, como piedras y restos de palos que pudieran romper el revestimiento. Para proyectar muros de altura mayor a 4 m se recomienda determinar los taludes de aguas arriba y aguas abajo sobre la base de la clasificación obtenida de la naturaleza de los materiales que se utilizarán en la construcción de los terraplenes, así como su homogeneidad, considerando que estos embalses están sujetos a vaciados rápidos. Para estos muros de embalses, también se recomienda verificar su estabilidad mediante el método de Terzaghi - Peck (1973) u otro método similar.
.5
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Estanques 175
13.3.2 Previsiones contra la erosión La parte exterior de los muros es susceptible de erosionarse por acción del agua de lluvia, el agua que eventualmente pueda rebalsar el estanque y por acción del viento. La erosión hídrica y eólica puede controlarse protegiendo los taludes exteriores con un enrocado superficial o la siembra de algún cobertor vegetal como pasto o paja. El lado exterior del muro puede ser más estable y resistente a la erosión si se lo conforma con tenazas de muros de piedra.
13.3.3 Ancho de coronamiento El ancho del coronamiento del muro b se puede calcular utilizando la fórmula siguiente: b = 0.8 + 0.5 H
b H
= =
ancho de la corona [m] altura de la pared [m]
Aparte del cálculo teórico, para establecer el ancho del coronamiento se tomará en cuenta el método de construcción y las características de la maquinaria que se utilizará para la construcción del muro (trocha del tractor).
13.3.4 Revestimiento con hormigón La impermeabilidad de la estructura dependerá de factores como: • Obtener una cantidad lo menor posible de aire atrapado en la mezcla. • Un cemento con mínima retracción y con la menor tendencia posible a la fisuración. • La curva granulométrica de los áridos situada en la zona recomendable de la norma que se adopte. • Partículas finas: para obtener una impermeabilidad elevada, el concreto debe contener una cantidad mínima de partículas finas entre O y 0.2 mm. Esta cantidad no debe ser inferior a 400 kg/m 3 , cemento incluido, para un concreto de 40 mm de tamaño máximo. • Relación agua / cemento, la más baja posible, nunca mayor de 0.6 preferible menor a 0.5. En concretos expuestos a ambientes muy agresivos, la relación agua cemento no debe ser mayor a 0.4. • Encofrados impermeables que impidan la formación de nidos de piedra por pérdida de lechada. • Juntas en concreto reducidas al mínimo. • Compactación óptima. • Curado cuidadoso para evitar fisuras. Varias de estas características pueden conseguirse más fácilmente recurriendo a aditivos impermeabilizantes, plastificantes y desmoldantes cuyo empleo debe ajustarse estrictamente a las recomendaciones del fabricante.
176 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 13.3: Estanque revestido con hormigón
13.3.5 Juntas en estanques revestidos con hormigón En las paredes de hormigón de estanques con frecuencia se forman grietas, debido a la ausencia de juntas de dilatación adecuadamente dispuestas. Por eso, el hormigón se 'busca' sus zonas de dilatación de una forma más o menos errática. Las reglas internacionalmente conocidas dicen que hay que prever una junta de dilatación cada 5 metros lineales. Es recomendable impermeabilizar las juntas con un método de impermeabilización superficial flexible en vez de recurrir a métodos de impermeabilización rígida. Durante su vida útil las estructuras pueden estar expuestas a deformaciones, y de allí que requieren necesariamente de impermeabilizaciones flexibles que sean capaces de absorber las deformaciones y mantener la estanqueidad. Para una impermeabilización flexible se recurren a los materiales asfálticos o a las láminas flexibles, por ejemplo waterstop. En cuanto a los materiales asfálticos actualmente se usan principalmente aplicaciones en frío, constituidas por asfaltos modificados con polímeros o cauchos sintéticos y reforzados con fibras. Este método permite simplificar el trabajo de colocación al no tener que fundir el material a elevadas temperaturas, como es el caso de los asfaltos de aplicación en caliente. Así se evita el consiguiente riesgo del calor para las personas encargadas de la aplicación del producto, como la alteración del material, por temperaturas excesivas o irregulares Las láminas flexibles están compuestas por materiales sintéticos como el cloruro de polivinilo (PVC), su espesor varía entre 0.8 y 3 mm. Conviene emplazarlas en la parte inferior del revestimiento uniendo dos paños de hormigón. Recomendaciones más detalladas sobre el tratamiento de juntas en estructuras de hormigón se encuentran en la norma ACI-504 del American Concrete Institute.
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Estanques 177
13.3.6 Revestimiento con láminas plásticas) En casos en que el tipo de suelo de fundación no sea suficientemente compactable o sea pedregoso y permeable puede impermeabilizar el estanque con lámina plástica de polietileno de alta resistencia (PE) o una geomembrana de PVC. Es un revestimiento económico y efectivo. La lámina de polietileno, conocida comercialmente como vitzimanta, viene en espesores de 0.5, 1.0 y 1.5 mm y tiene las ventajas de un menor costo inicial y un menor peso. Sus desventajas son: baja confiabilidad de las juntas, piezas de tamaño reducido, es necesario enterrarla para evitar que flote y es muy rígida en espesores mayores. La lámina de PVC viene en espesores de 0.5, 0.8, 1.0 y 1.2 mm Tiene un mayor costo unitario que el PE pero es más flexible y fácil de trabajar; además admite reparaciones mediante "parches" localizados en la zona dañada, lo que reduce el costo de mantenimiento. Su desventaja mayor aparte del costo y el peso, es el rápido envejecimiento al sol si no contiene aditivo anti-UV. Se dice que una lámina de PVC en condiciones normales dura un año por cada décima de milímetro de espesor. Debe tenerse en cuenta que en la zona andina los valores de la radiación UV son elevados y que por ello los materiales plásticos son más propensos a degradarse. En todo caso, siendo ésta una técnica en actual evolución, convendrá verificar con el fabricante las propiedades de cada producto en particular. Los estanques revestidos con geomembrana presentan las siguientes ventajas: •
Impermeabilización total, ya que el revestimiento con la lámina no admite pérdidas por fisuras ni juntas de dilatación.
•
Bajo costo con relación a otros estanques de igual capacidad pero construidos en hormigón o mampostería. (estudios confiables han estimado esta diferencia en un 50% menos).
•
Simplicidad en su construcción, que se reduce a excavar, compactar y colocar la geomembrana.
Entre las desventajas podemos notar: •
Menor durabilidad.
•
Mayor costo de mantenimiento.
Para este tipo de revestimiento debe afinarse cuidadosamente la capa superficial, ya que de esta tarea depende la vida útil de la lámina plástica. La carpeta debe sobrepasar 1.0 a 1.5 metros el borde del estanque. Parte de la superficie sobrante se debe enterrar para evitar movimientos que pudiesen erosionar la carpeta. Cualquier perforación limitará seriamente la vida útil del revestimiento plástico y se recomienda repararlo de inmediato cuando se observen las primeras perforaciones.
13.3.7 Estanques no revestidos Es una práctica común en los valles interandinos construir estanques de almacenamiento sin revestir. Muchos de ellos, en sus primeros años de operación, enfrentan considerables filtraciones, que disminuyen con el tiempo porque el material fino suspendido en el agua progresivamente obstruye los conductos. Este tipo de estanques requiere una compactación cuidadosa y una selección del material de compactación para evitar las fugas por la base del terraplén o por los costados de la tubería de desfogue. Estanques construidos con alta proporción de material granular normalmente no logran la estanqueidad, ni aun después de varios arios. 11 Sección basada en Rojas, 2001
178
Obras ce ri,:go para zonas montaAosas
Figura 13.4: Estanque no revestido
13.3.8 Seguridad Es indispensable proteger el estanque contra el ingreso de personas ajenas y animales que pueden caer en él con el riesgo de ahogarse. Además de correr riesgos, personas y animales pueden dañar los terraplenes. Por ello, se instala una cerca perimetral de protección a unos metros de distancia del pie del terraplén exterior, encerrando también la llave de paso. Dentro del estanque, se coloca una escalera metálica empotrada para la entrada y salida de personas. En los estanques con disipador escalonado, éste puede cumplir esta función. Figura 13.5: Protección de estanque con postes de madera y alambre de púas
13.3.9 Evacuación de sedimentos El barro que se acumula por decantación de las partículas no atrapadas por el sedimentador se debe remover cada cierto tiempo para permitir el buen funcionamiento de la estructura. El volumen muerto está en función del aporte de sólidos en suspensión del agua a almacenar. El tubo de salida del estanque debe estar lo suficientemente alejado de la capa de barro para así evitar que se obstruya. Además, cuando el agua se utiliza en riego presurizado, los sólidos en suspensión que aporta el sedimento pueden alterar el buen funcionamiento del sistema de filtros.
Investigación aplicada - PRONAR
179
14 Medidores de caudal 14.1 Descripción y ubicación Los medidores de caudal o aforadores son estructuras que permiten medir o aforar el flujo de agua en un conducto. Existe una variedad de medidores, tanto para conductos abiertos, como para cerrados. En este capítulo se describen los criterios de diseño y construcción de algunos de ellos para canales abiertos, que tienen comprobada eficacia en los sistemas de zonas montañosas y autogestionados por sus usuarios. La selección e instalación de aforadores en un sistema de riego depende en primer lugar de los objetivos de las mediciones que se quiere efectuar. De antemano hay que indicar que en los sistemas de riego con un esquema de distribución de `monoflujo' no hay razón para instalar medidores. En tales sistemas, la medición de los caudales más bien puede complicar la vida de los usuarios, porque muestra las fluctuaciones del caudal y da lugar a discusiones sobre recompensa para días de menor caudal de agua que otros. La medición de los flujos es imprescindible en los sistemas donde la distribución se basa en la entrega de caudales determinados a distintos usuarios o sectores (reparto del flujo total) o donde se mezclan las aguas de distintas fuentes que posteriormente deben separarse en la zona de riego. En tales casos, la medición de los caudales en los puntos de reparto ayuda a distribuir el agua de acuerdo a las normas establecidas. De igual manera es conveniente medir los caudales de agua en la salida de un embalse con el fin de poder entregar a los usuarios el caudal determinado y, sobre todo, evitar que se entreguen caudales mayores a los definidos, para no poner en riesgo la disponibilidad de agua en largadas posteriores. En otros países, también se instalan medidores para estimar los volúmenes de agua usados por los usuarios, con fines de cobranza, o para determinar las láminas óptimas con relación a la producción agrícola. En resumen, los objetivos comunes para medir el flujo de agua en los sistemas de riego andino, son: • Regular la salida de agua de una fuente de regulación, presa o reservorio. •
Controlar el caudal de entrada en una obra de captación de acuerdo con los derechos de agua con relación a otros sistemas que toman del mismo curso.
•
Repartir el agua de una fuente de acuerdo con un esquema de distribución de `multiflujo': entregar los caudales acordados y controlar el reparto de agua entre sectores o usuarios.
•
Separar flujos de agua de distintas fuentes que se mezclaron en la conducción y deben dirigirse a distintos grupos de usuarios en la zona de riego.
180 Obras de riego para zonas montañosas
De acuerdo con estos objetivos, se identifican como posibles puntos de medición: •
En la salida de una fuente de regulación.
•
Después de una obra de captación.
•
En los puntos de distribución. Por su costo, solo se construyen medidores en los repartidores principales.
Para el caso de medidores relacionados con repartidores, se recomienda instalar un medidor en solo uno de los canales de derivación. El procedimiento de la medición para el reparto es: 1) aforar el caudal entero; 2) calcular los caudales que corresponden a cada canal sobre la base de las proporciones fijadas, y 3) ajustar las compuertas hasta que el caudal en el canal del medidor coincida con el caudal calculado. Preferiblemente no se instalan dos aforadores en cámaras de distribución, porque las inexactitudes en la suma de los caudales pueden generar confusión y conflicto entre los usuarios. Solo en canales donde se mezclan un mayor número de aguas (más de 3 caudales), puede ser aconsejable instalar un aforador en cada canal de salida. En tales casos, se recomienda instalar medidores de tipo y dimensiones idénticas para evitar susceptibilidad entre los usuarios sobre los niveles de agua y sus caudales correspondientes. Eventualmente puede requerirse la medición de caudales para otros objetivos (por ejemplo detectar -; cuantificar pérdidas de agua a lo largo de un canal), para lo que pueden instalarse aforadores en punto estratégicos del canal o recurrirse al uso de aforadores portátiles.
14.1.1 Principio de medición de caudales El funcionamiento de los aforadores se basa en el principio de un flujo tranquilo que posteriormente sufre una aceleración hasta pasar por la velocidad y tirante críticos, con lo que se asegura una relación fija entre el nivel de agua y el caudal correspondiente. En los canales se puede generar el flujo crítico al reducir la sección del flujo por una contracción de la solera o de las paredes. La sección reducida se conoce como la sección de control (Bos et al, 1986). Aguas arriba de la sección de control, en el canal de entrada se instala una regla limnimétrica que permite determinar el nivel del agua. Los medidores pueden funcionar bajo condiciones de flujo libre (modular) o sumergido (no-modular): •
Bajo condiciones de flujo libre, el caudal no es afectado por las variaciones que pueden ocurrir aguas abajo de la sección de control, de manera que puede determinarse el caudal al solo conocer el tirante aguas arriba en el aforador cerca de transición de entrada.
•
En las condiciones de flujo sumergido, el tirante de agua aguas abajo genera una resistencia al flujo que hace disminuir la velocidad del agua y aumentar el tirante aguas arriba del aforador. Para determinar el caudal con un aforador operando bajo condiciones de flujo sumergido se requiere conocer los tirantes aguas arriba y, y aguas abajo y 2 del medidor. Cada tipo de aforador tiene su propio límite de sumersión o límite modular (y 2/5/ 1 ). Si el flujo tiene una relación y 2 /y, por encima del límite modular es indicador que el aforador funciona bajo condiciones sumergidas.
Para la selección de los tipos de medidores más adecuados para los sistemas de riego campesino, puede indicarse que en los sistemas de montaña y autogestionados:
Medidores de caudal 181
Investigación aplicada - PRONAR
Para facilitar el uso de los medidores por parte de usuarios sin capacitación técnica, se aconseja que los medidores siempre funcionen bajo condiciones de flujo libre. Así, se precisa leer una sola regla limnimétrica. • Casi siempre hay una gran variación en los caudales que en el transcurso del tiempo pasan por el canal. A consecuencia, los medidores deben medir un rango amplio de caudales, lo que limita la selección a medidores tipo vertederos por su mayor sensibilidad (sección 14.2.1). Medidores tipo orificio generarían fluctuaciones exageradas en el tirante aguas arriba del medidor.
•
Los medidores tipo vertedero que cumplen con estas condiciones, en general cuentan con los siguientes componentes: Figura 14.1: Medidor de caudal con contracción de paredes canal de aproximación
escala limnimétrica transición de entrada
sección de control transición de salida
canal de salida
1. Canal de aproximación El canal de aproximación es necesario para generar las condiciones de flujo normal y simétrico y desarrollar una superficie de agua tranquila cuya elevación puede determinarse con exactitud. Para la ubicación adecuada de los medidores, se prescriben los siguientes aspectos hidráulicos' 2 : •
Aguas arriba del aforador, el canal debe ser recto y poseer una sección transversal razonablemente uniforme en una longitud igual a: 10 veces el ancho de la sección de control, si el ancho de la sección de control es mayor que 50% del ancho del canal de aproximación. 20 veces el ancho de la sección de control, si el ancho de la sección de control es menor que 50% del ancho del canal de aproximación.
•
El canal de aproximación debe tener una pendiente de solera constante.
•
El número de Froude no debe ser superior a 0.5, en una distancia de al menos 30 veces y i , aguas arriba del aforador. Siempre que sea posible se debe reducir el número de Froude a 0.2. En muchos canales
12 Basado en Bos et. al. (1985)
182 Obras de riego para zonas montañosas
en zona montañosa no existen estas condiciones de flujo, por lo que se las tiene que generar mediante una reducción local de pendiente. Esto significa construir una caída con colchón disipador en el canal de entrada a una distancia de al menos 30 veces el tirante máximo. • Debe evitarse la sedimentación aguas arriba de la obra, por lo que debe disponerse de suficiente altura de carga en el tramo de canal elegido. 2. Transición de entrada Es el tramo entre la sección normal del canal y la sección más estrecha de control. El estrechamiento puede consistir en la elevación de la solera, la contracción de las paredes o ambos. La función de la transición de entrada es generar una aceleración tranquila del flujo al inicio de la sección de control, por lo que debe tener un desarrollo gradual, con un ángulo recomendado de 22.5°. La transición se construye con
,1
1
o o
superficies planas.
o
3. Sección de control La sección de control de medidores tipo vertederos consiste en un resalto y/o estrangulamiento del conducto, donde el flujo pasa por la profundidad crítica. Los vertederos de resalto se dividen en vertederos de cresta delgada, corta y ancha, dependiente de la longitud y forma de la cresta en la sección de control. En los vertederos de estrangulamiento la sección de control consiste en una contracción de las paredes, hasta formar una garganta. La garganta puede ser angulosa o redondeada. También existe un vertedero sin garganta, en el que el estrangulamiento es directamente seguido por el ensanchamiento. La Tabla 14.1 ilustra los medidores tipo vertedero más comunes, con algunas de sus características hidráulicas (basado en Bos, 1996).
o o o o o
o
Tabla 14.1: Detalles caracteristicas de algunos medidores comunes Tipo de resalto
/A$
Cresta ancha recta
Croquis
Qmin
Qmax
o
qmax
Qmin
/
[m3/s]
[m3/s o m2/s]
Q„,a,
0.0064
q = 5.07 H l = 2.0 m
35
0
Límite modular (y2/ yi ) o pérdida de carga
Transporte sólidos en suspensión
Transporte material de arrastre
0.66 a 0.38
+/-
-
I> 1
1 1 1
Cresta delgada rectangular
Cresta delgada triangular
0.00997
q = 0.813
----.
24.5 si b>1.2
-.,
0.0008
Q = 0.39
.-- 500
pérdida de carga H 1 + 0.05 m
pérdida de carga > Hl
--
--
1
1 1 1 1
1 1
1
Investigación aplicada - PRONAR
Cresta delgada Cipoletti
I
Con de curvas angulosas
Sin garganta, redondeado
01
11/400.0..
Medidores de caudal 183
Q = 0.0082 b = 0.30 m
q = 0.864
36.4
0.0066 b = 0.30 m
depende de longitud de cuello
35
0.0050 b = 0.20 m
q = 4.82 H l = 2.0 m
190
pérdida de carga H 1 + 0.05
, ...0.70 a 0.95
0.50
--
++
++
++
++
La sección de control tiene dos características hidráulicas importantes para la elección de medidores: la relación de sumersión y la pérdida de carga. La relación de sumersión o ahogamiento es la relación de y 2 /y,. Cuando aumenta el y 2 con relación al y, se llega a una situación en que se da la transición entre el flujo libre y sumergido. Esa relación y 2/y, se llama el límite de sumersión o límite modular. Un aumento en la relación y 2 /y, por encima del limite modular resulta en la sumersión del flujo, perdiéndose la condición de flujo libre. Consecuentemente, para medir el caudal debe conocerse tanto el tirante aguas arriba, como aguas abajo del medidor. La pérdida de carga en la estructura depende de la forma de la sección de control y su límite modular. En vertederos de cresta ancha, la pérdida de carga suele ser baja. Se la expresa como una porción del tirante de agua sobre el nivel del vertedero. La pérdida de carga puede disminuirse aplicando transiciones graduales entre la cresta y la solera del canal. Los vertederos delgados, para mantener un flujo modular, necesitan de una caída libre, por lo que su pérdida de carga es mayor que el tirante sobre la sección de control. En los sistemas de riego autogestionados, los medidores deben diseñarse para condiciones de flujo libre, porque solo requieren la lectura del nivel de agua aguas arriba del medidor. Significa que la relación Yz/Yi debe mantenerse debajo del limite de sumersión. Se considera que en la gran mayoría de los sistemas la mayor pérdida de carga necesaria para mantener el flujo libre,' no genera un impedimento en vista de las condiciones topográficas de la zona andina. La fórmula de descarga del flujo por la sección
es:
Q = C • B • y,"
Q B
= caudal [m 3/s] = ancho de la sección de control [m]
u
= tirante de agua, aguas arriba de la cresta [m] = exponente: para sección rectangular u = 1.5; para trapecial u = 1.7 — 2.3;
(14.1)
184 Obr es
1- 1C12- 0
para zonas
montailoRag
para triangular u = 2.5. C
= constante, vertederos de cresta ancha, c 1.7 vertederos de cresta delgada, si flujo separa de la cresta, c 1.9 vertederos con cresta redondeada, si flujo no separa, c z: 2.1
4. Transición y canal de salida La transición y el canal de salida son una parte integral del diseño de un aforador. El diseño de la transición es importante sólo en caso de que se requiera recuperar una parte de la energía cinética en energía potencial (tirante de agua), por ejemplo con la finalidad de no disminuir el área por regarse después del aforador. Para la recuperación máxima se aplican transiciones de 6:1 en vista de la alta velocidad del flujo a la salida del medidor. En cuanto al canal de salida, hay que asegurar que rija una altura de agua tal que el aforador funcione con flujo libre, por lo que el grado de sumersión debe quedar debajo del límite modular. En caso que no existan problemas para perder altura de carga, se recomienda construir una caída vertical o inclinada directamente después de la sección de control. El impacto de la energía del agua sobre el fondo del canal de salida, debe disminuirse con un disipador de energía (Capítulo 9, Caídas). En caso de canales de tierra debe revestirse el canal sobre una longitud de por lo menos 1.5 m.
5. Escala o regla limnimétrica En los aforadores que funcionan bajo condiciones de flujo libre, se coloca una escala limnimétrica graduada aguas arriba de la sección de control. En la escala se mide la diferencia de altura entre la superficie del agua y la solera de la sección de control. Se recomienda marcar las escalas en litros por segundo, porque facilita el uso y control por parte de los regantes. La regla se coloca a una distancia suficiente de la sección de control donde el nivel del agua aun no sufre efecto de la aceleración del flujo, pero tampoco muy lejos para evitar que la pérdida de carga por fricción tenga influencia en la medición. Se recomienda emplazarla una distancia de 2 a 4 veces el tirante máximo, aguas arriba de la transición. La distancia entre la escala y la sección de control es parte del diseño hidráulico del aforador. En canales de tierra, las reglas pueden montarse verticalmente sobre un soporte que se coloca en el mismo cauce. En los canales revestidos de hormigón, se las coloca directamente sobre el bordo del canal. Si el bordo es inclinado, hay que corregir la longitud indicada sobre la escala según la inclinación de la pared. En lugares donde existe un flujo con superficie ondulante, puede instalarse un pozo remansador, conectado con el canal mediante un pequeño tubo. El tubo del pozo requiere una limpieza regular, sobre todo cuando se conduce agua con sedimentos.
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Medidores de caudal 185
Figura 14.2: Medidor de contracción de fondo con pozo remansador 'f,t1t
aA
"
trika ,
En canales donde se quiere tener mediciones continuas del caudal, se instala un limnígrafo automático, por ejemplo para posteriormente calcular volúmenes de salida de una presa.
14.2 La selección de los medidores de caudal 14.2.1 Consideraciones en la selección dedos medidores Requerimientos de exactitud de la medición Los aforadores de la zona de riego se usan principalmente para fijar el reparto en varios caudales de distribución. que se dirigen hacia dos o más sectores / usuarios. En tales casos no se precisan mediciones exactas, sino equidad en la relación entre los caudales de salida. La exactitud es un tema de mayor importancia en las tomas directas de un canal principal. Demasías en los caudales de salida afectarían negativamente en la disponibilidad de agua para los canales inferiores. Costo El costo de las obras de medición debe ser relativamente bajo. Sin embargo, debe considerarse que en los puntos de distribución el uso de un buen aforadonpuede_disminuir.considerablemente los costos de operación, por dar una respuesta inmediata en cuanto a la justa distribución o separación de flujos. Gama de caudales En la zona montañosa de Bolivia la mayoría de los sistemas que conducen una gama amplia de caudales a lo largo del año, con fluctuaciones entre 15 y 4001/s. En los sistemas con grandes fluctuaciones de caudal, solo se instalan vertederos En sistemas con caudales muy variados, debe considerarse con cuidado el tema de la sumersión. Pérdida de carga Los vertederos de cresta ancha precisan una mínima pérdida de carga para funcionar de forma modular. Los vertederos de cresta delgada necesitan una mayor pérdida de carga. La posibilidad de pérdida de
186 Obras de riego para zonas montañosas topografía y el emplazamiento vertical del canal en el que se instala el aforador. En la
carga depende de la mayoría de los casos, los sistemas de montaña no presentan límites en cuanto a pérdida de carga. Además, los tirantes en los canales no son muy grandes, por lo que la máxima pérdida, igual al tirante del agua sobre la sección de control, no sobrepasará el 0.50 m. En los casos excepcionales donde la pérdida de carga es una restricción, se elige una estructura con un límite modular elevado y se diseñan transiciones
13 :"
graduales.
Capacidad de paso de sedimento y material flotante Considerando las grandes cantidades de material flotante y material sólido en suspensión o de arrastre de fondo, es imperioso elegir aforadores con una buena capacidad de transporte de sólidos y material
iy
flotante.
Requerimientos de mantenimiento y limpieza El tema del. mantenimiento se limita a la limpieza regular del canal de aproximación y la sección de control. Es aconsejable elegir aforadores que tengan requerimientos de limpieza mínimos y en cuyas mediciones la falta de limpieza no tenga influencia mayor. De igual forma, la estructura debe ser robusta para evitar daños en la sección de control. A los regantes hay que instruir que regularmente controlen la integridad de la construcción, para evitar que pequeños daños generen errores en las mediciones.
n
C)
En el caso de limnígrafos automáticos, deben seguirse las instrucciones del fabricante del aparato. Si bien no suelen requerir acciones complejas, hay que ver si la organización de usuarios tiene la capacidad de mantenerlos funcionando.
Facilidad de construcción Es talvez una de las consideraciones más importantes, en vista de la limitada capacidad local para construir obras de precisión. Es aconsejable diseñar estructuras sencillas, sin componentes complejos. Preferiblemente son estructuras de hormigón. En caso de usarse partes metálicas, éstas deben ser de formas y dimensiones elementales y no requerir destrezas especiales en su fabricación. Deben seleccionarse aforadores que se puedan calibrar después de la construcción, basándose en sus dimensiones resultantes, que suelen no coincidir completamente con las medidas de diseño.
3
Potencial vandálico También por los problemas de vandalismo, el medidor debe ser robusto y preferiblemente no contar con elementos móviles. En caso de limnígrafos automáticos, estos deben colocarse en cajas aseguradas.
a (J
14.2.2 Medidores sugeridos para sistemas de riego campesino Sobre la base de los criterios presentados, se recomiendan principalmente dos tipos de medidores para las
r.)
distintas situaciones de medición: • Medidores de, contracción de pared en los canales principales y en canales laterales después de cámaras •
de distribución. Vertederos de cresta delgada en la salida de las tomas de tubería.
5 ri 1 1 1
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Medidores de caudal 187
Medidores de contracción de pared: en canales principales y después de cámaras de distribución Las condiciones principales para medir los flujos en los canales principales y después de las cámaras de distribución (distribución de caudales del mismo orden) son: •
En los canales principales se requiere una razonable exactitud en la medición.
•
Después de las cámaras de distribución, la exactitud debe estar en la equidad en las fracciones instaladas y no tanto en los caudales absolutos.
•
La frecuencia de las mediciones es baja; se usa el medidor después de un cambio del caudal total o en los momentos de cambio en la distribución que obliga a ajustar las compuertas en un repartidor.
•
En la mayoría de los casos, las condiciones topográficas permiten una cierta pérdida de carga en el canal. En casos esporádicos es un criterio para tomarse en cuenta.
•
El agua suele llevar una gran cantidad de sólidos en suspensión y de arrastre.
•
Los caudales son relativamente pequeños: oscilan entre 15 y 250 lls.
Para estas condiciones, los aforadores más aptos son los medidores de contracción de pared, preferiblemente en combinación con una caída después de la sección de control. Figura 14.3: Medidor de contracción de paredes y caída vertical
Sus ventajas: • Pueden medir una amplia gama de caudales. •
Dejan pasar el material flotante, en suspensión y de arrastre.
•
Son robustos y poco sensibles a daños o desgastes.
•
Son baratos.
• Tienen dimensiones sencillas, por lo que son fáciles de construir. • Es sencillo calibrarlos después de la construcción basándose en las dimensiones reales en campo. •
Una caída después de la sección de control asegura el flujo libre en la estructura.
188 Obras de riego para zonas montañosas
Sus desventajas: • En el canal de aproximación, a causa de la poca velocidad del agua, puede depositarse material de
rn 0
fondo que afecta la medición. • Cuando el diseño es para una gama de caudales, en la lectura de los caudales pequeños se pierde precisión.
1
Medidores RBC (Replogle Bos Clemmens)
(1
En Bolivia existe una amplia aceptación del medidor tipo RBC, que es otro tipo de medidor vertedero de cresta ancha. A diferencia de los medidores de contracción lateral, tienen una contracción de solera, creada por la construcción de un resalto. Sobre el resalto se genera el aumento de la velocidad, que permite establecer una relación única entre el nivel del agua en el punto de la escala limnimétrica y el caudal. El RBC tiene en gran parte las mismas ventajas que el medidor de contracción de paredes: es fácil de diseñar, fácil de construir y fácil de calibrar después de la construcción sobre las base de las dimensiones reales. Una desventaja con relación al vertedero de contracción de paredes es la acumulación de sedimentos y piedras en el canal de aproximación, lo que afecta las mediciones del caudal. La otra desventaja es que aguas arriba del medidor suele detenerse agua a causa del frecuente atascamiento de los
O O
1
1 rl 1 '7) 1 1 1
tubos de desagüe. Figura 14.4: Medidor tipo RBC
Vertederos de cresta delgada después de las tomas directas Después de las tomas directas, las principales condiciones para la medición del caudal son: •
El objetivo de la medición es el de entregar un caudal determinado al canal de derivación.
•
Se requiere una buena exactitud en la medición, para evitar el reparto de agua demás, lo que afectaría la disponibilidad de agua para los usuarios en los sectores inferiores.
•
Los caudales por medirse son más pequeños; oscilan entre 3 y 25 l/s.
•
Se ubican al inicio de canales secundarios, que suelen estar en dirección de la pendiente, por lo que no hay problemas de pérdidas de carga.
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• •
Medidores de caudal 189
Se combinan con una estructura de salida de poca sensibilidad, lo que genera pocas fluctuaciones en el caudal. El agua suele contener una alta carga de sólidos en suspensión, pero poco arrastre de fondo y no lleva material flotante.
Los aforadores más aptos para las tomas directas son ilos.vertederos de -cresta delgada (triangulares o Cipoletti). Sus ventajas: •
Pueden medir caudales pequeños.
•
Son de fácil comprensión y control.
• Tienen buena exactitud en la medición. • Por su forma, los triangulares permiten medir con exactitud caudales de distinto orden. •
Son fáciles de construir e instalar. También es sencilla copiarlos para ser instalados en sitios adicionales.
•
Son baratos.
Sus desventajas: • Acumulan sólidos aguas arriba de la sección de control, en la poza de disipación a la salida de la toma directa. Hay que avisar a los usuarios de la toma que esta colmatación disminuye el caudal de salida (con la misma lectura reciben menos agua), por ,lo que es en el interés de los usuarios de la toma, limpiarla regularmente. • No pueden aplicarse en sitios donde no se permite pérdida de carga o con abundante material flotante en el agua. Figura 14.5: Toma directa con medidor triangular
ci 190 Obras de 11C120 para zonas montañosa
I.
14.3 Diseño hidráulico Durante mucho tiempo, el cálculo hidráulico de los aforadores ha sido un trabajo complejo y laborioso, que requería de muchas iteraciones, sobre todo para configurar la regla limnimétrica. Para evitar los cálculos extensos, se estandardizaron las medidas hidráulicas de varios tipos de aforadores, lo que resultó en la necesidad de construirlos en sitio con mucha precisión.
44,
Actualmente existen programas computacionales que calculan todos los elementos hidráulicos de los aforadores y producen como resultado las dimensiones del aforador y la calibración de su escala. Estos programas permiten que el diseñador proyecte un aforador de acuerdo con las condiciones que afronta en el sistema en cuestión. Además, permiten calibrar la estructura, conociéndose sus medidas exactas después de la construcción. Los posibles en-ores de calibración ascienden a sólo 3% de la medición.
1 43
Para el diseño de los vertederos de cresta larga como los de contracción de paredes, se aconseja el uso del programa WINFLUME. El programa permite la entrada de todos los datos necesarios para el diseño: caudales por medirse, grado de exactitud, sección y pendiente del canal de aproximación, alto del resalto o ancho de estrangulamiento, ángulo de aproximación y de salida, etc. Calcula los medidores según los datos introducidos y da sugerencias para mejorar su diseño. Figura 14.6: Pantalla de WINFLUME para diseñar medidor de contracción de pared . 2 47.11Fhome32 • 011~111sireW0mtesiii.Fla - lame Dixneionall 55.) F stay Letwn Beports720aphs 472+0s Beh,
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14.4 Aspectos constructivos
1 1
La construcción de los vertederos debe seguir, en lo máximo, las dimensiones del diseño hidráulico, para evitar problemas en.la calibración. Después de su construcción, se revisan las dimensiones resultantes y se efectúa la calibración definitiva.
1
1 1
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Medidores de caudal 191
Figura 14.7: Encofrado para construcción de medidor de contracción de paredes
La construcción de los medidores de contracción de pared, se hace mediante un simple encofrado con las dimensiones previstas en el diseño. Por lo demás, rigen las siguientes recomendaciones: • La ubicación del vertedero debe adecuarse al cumplimiento de las condiciones del flujo de aproximación. Si se instala un aforador en un canal existente, a veces debe adecuarse el diseño del canal a estas condiciones, lo que generalmente implica construir una caída con colchón disipador para reducir la pendiente de aproximación. •
Las superficies de las contracciones deben ser rectas y lisas, para evitar rozamientos mayores.
•
En caso de contracciones angulosas, se recomienda instalar ángulos de acero en las esquinas de la pared, para disminuir problemas de desgaste por material flotante o abuso de la estructura.
En cuanto a la construcción de los vertederos de cresta delgada, hay que tomar en cuenta que: • La ubicación del vertedero debe adecuarse cumplimiento de las condiciones del flujo de aproximación. •
En el caso de los vertederos Cipoletti la superficie de la tabla metálica debe estar horizontal. En caso de vertederos triangulares el bisector del ángulo debe ser vertical.
•
La tabla se empotra en las paredes laterales del canal de aproximación.
•
La superficie de la tabla metálica debe tener un grosor de 1 a 2 mm para evitar que el flujo se pegue a la tabla. Si la tabla es más gruesa, en su límite superior hay que reducir su grosor, al lado aguas abajo, hasta las medidas indicadas.
Investigación aplicada - PRONAR
193
15 Desarenadores
15.1 Descripción y ubicación Los desarenadores son estructuras hidráulicas que sirven para decantar el material sólido no deseable que lleva el agua de un canal. Ese material sólido no es deseable en un sistema de riego porque a partir de ciertas cantidades y tamaños de partículas en suspensión: • Se depositaría en el fondo de los canales disminuyendo su sección reduciendo su capacidad de conducción. Esto obligaría a realizar tareas de mantenimiento regulares, lo que se traduce en elevados costos y produce molestosas interrupciones en el servicio del canal. •
Erosionaría las paredes de canales y en especial de tuberías de conducción y sifones invertidos (efecto de abrasión).
•
Obstruiría tuberías de conducción, sifones invertidos, medidores y otras obras de arte.
La presencia de abundante material sólido en el agua de riego es una de las.principales características de los sistemas de montaña. Tiene relación directa con la gran susceptibilidad a la erosión de los suelos andinos por la confluencia de factores como precipitaciones de alta intensidad, pendientes de terreno pronunciadas y sostenidas y la falta de cobertura vegetal. En consecuencia, el agua que escurre superficialmente lleva partículas sólidas a los ríos. Estos erosionan sus orillas y fondo y transportan este material hacia abajo. Este procedimiento es tanto más intenso cuanto mayor es la gradiente. El diámetro del material sólido arrastrado es aproximadamente proporcional a la sexta potencia de la velocidad del agua. El transporte de sedimentos es un proceso complejo, para simplificar su estudio se han dividido los sólidos, de cierta forma arbitraria, en sólidos que ruedan por el fondo y en sólidos en suspensión. Mientras que en ríos de llanura los arrastres de fondo generalmente no llegan al 10% de los suspendidos, en ríos de montaña pueden acercarse al 50% del total (Krochin, 1978). La cantidad de sedimentos que pasa por unidad de tiempo se llama caudal sólido.. Los sólidos presentes en ríos de montaña son grandes en tamaño como en todo flujo que escurre en las cabeceras de una cuenca. Las cantidades de material sólido llevados por un río se miden ya sea en m 3/año por km2 de cuenca, en gramos por m 3 de agua o en porcentaje del caudal. La última forma conviene más a los fines del cálculo de una obra de decantación. Para ríos que se originan en las montañas, un valor típico para una creciente puede ser 4% a 6% en volumen del caudal. El desarenador más importante de un sistema de riego se ubica entre la obra de toma y el inicio del canal principal. La capacidad de transporte del canal aguas abajo del desarenador debería ser constante para
194 Obras de riego para zonas montañosas
17) 15
garantizar la no-decantación del material sólido que logra
pasar hacia el canal. La mejor
aproximación
numérica para asegurar la conducción del material de arrastre es: 2•S=
constante o no decreciente (Dahmen, 1994)
y
= tirante normal [ml
S
= pendiente del canal [m/ml
Por seguridad, también es recomendable emplazar desarenadores adicionales al principal, inmediatamente antes de que el flujo ingrese en conducciones cenadas como tuberías, sifones invertidos y canales tapados
4.3 O
o en estanques.
43
De acuerdo a su tipo de operación de limpieza, los desarenadores pueden ser: De lavado continuo, cuando puede realizar la sedimentación y la evacuación del material sedimentado,
• •
•
simultáneamente. De lavado discontinuo o intermitente, cuando almacena el material sedimentado y luego lo expulsa, en una operación diferente. La operación de lavado se procura realizar en el menor tiempo posible para minimizar la pérdida de agua. De lavado enteramente manual. Cuando la operación de evacuación del material sedimentado no es
(1.5
efectuada por la operación de la estructura, sino por los usuarios.
Ci
En función de su velocidad de escurrimiento, los desarenadores pueden ser: 0.6() m/s.
0.20 m/s < v <
•
De baja velocidad, normalmente
•
De alta velocidad, normalmente 1.0() m/s < v <
1.50 m/s.
Los elementos que componen un desarenador son: Figura 15.1: Componentes de un desarenador vertedero compuerta de fondo
cámara de sedimentación
transición de entrada
Investigación aplicada - PRONAR
Desarenadores 195
1. Transición de entrada Sirve para conducir de una manera gradual al agua que viene del canal hacia la cámara de sedimentación. Esta transición minimiza la formación de turbulencias que perjudican a la sedimentación. Para ello, se asegura que la transición tenga un ángulo de divergencia suave, no mayor de 12°30'.
2. Cámara de sedimentación Es donde por aumento de la sección se logra una disminución de la velocidad del flujo, que hace que las partículas sólidas se precipiten al fondo. La forma de la sección transversal puede ser cualquiera aunque generalmente se escoge la trapecial por ser más eficiente y económica ya que concentra el material decantado en el centro, facilitando el trabajo de limpieza. La pendiente del fondo debe estar entre 2% y 6% para facilitar la evacuación de los materiales depositados.
3. Vertedero Se construye al final de la cámara de sedimentación para captar el agua limpia de las capas superiores y entregarla al canal. La velocidad del flujo a través del vertedero debe ser también limitada (hasta 1 m/s es aceptable) para no provocar turbulencia en la cámara de sedimentación. Para esa velocidad, la altura del agua sobre la cresta del vertedero no debería sobrepasar los 25 cm. Cuando la profundidad de la cámara de sedimentación es mayor que la del canal puede simplificarse el diseño simplemente disponiendo un escalón al final de la cámara de sedimentación, hasta alcanzar el nivel de solera del canal de salida.
4. Compuerta de fondo Normalmente, los desarenadores también incluyen una compuerta de lavado y un canal directo por el cual se da servicio mientras se lava el desarenador abriendo la compuerta. Figura 15.2: Posición de la compuerta de fondo
compuerta de fondo
196 Obras de rieao para zonas montarioas
1,
t)
La compuerta de fondo no es siempre aplicable por las siguientes razones: • Los canales en ladera de montaña se apoyan en terreno muy erosionable. La velocidad del agua que debería desalojar el material sedimentado es demasiado elevada (de 3 a 5 m/s) y podría ocasionar serios efectos erosivos sobre las laderas. Conducir esa agua hacia lugares menos susceptibles a la erosión, significa elevar considerablemente los costos de la estructura. •
4:,
4.)
T.)
La práctica del lavado de la cámara de sedimentación implica pérdida de agua. En muchos sistemas de riego no puede permitirse ese derroche, y menos aun en sistemas de turnos, donde un usuario en particular tendría que sacrificar su volumen de agua asignado para efectuar la limpieza en beneficio de todos. En consecuencia los usuarios prefieren limpiar el desarenador manualmente, por lo que la compuerta de fondo normalmente es prescindible.
ri 3
ri 3 3
5. Vertedero de excedencias El desarenador no puede funcionar con exceso de agua y turbulencias provocadas por el ingreso de un caudal superior al previsto en su diseño. El vertedero de excedencias puede construirse antes de la transición de entrada o se puede usar una de las paredes de la cámara de sedimentación como vertedero, descargando el caudal de exceso a un canal paralelo que conduzca de manera controlada el flujo que rebalse la capacidad de la cámara de sedimentación. La estructura combinada desarenador-vertedero de excedencias es práctica cuando las condiciones topográficas aseguran una descarga segura del caudal excedente. Figura 15.3: Desarenador con vertedero que descarga hacia el cauce natural icair7;
5
3 4.
3 3 3 3
4) 3
15. .4)
1) 3
1) 3 3
'3
.3
1,
—1 .
3
In \ estieación aplicada - PRONAR
Desarenadores 197
Figura 15.4: Desarenador de sección trapecial con vertedero de excedencias
En los sistemas de montaña no siempre existe la posibilidad de disponer un canal paralelo para evacuar las excedencias por restricciones de la topografía y en vista de que la cámara de sedimentación ya es más ancha que el canal. Lo más recomendable es prever la descarga del caudal en exceso antes de que ingrese a la cámara hacia un colchón disipador y un canal hacia donde el escurrimiento no provoque daños. Las características y el cálculo del vertedero lateral se explican en el Capítulo 16, Vertederos laterales.
15.2 Diseño hidráulico Los factores a tener en cuenta en el análisis y el diseño de un desarenador son: a) La temperatura del agua b) La viscosidad del agua c) El tamaño de las partículas de arena a remover d) La velocidad de sedimentación de la partícula e) El porcentaje de remoción deseado
198 Obras de riego para
zonas 111011t21"10S3S
Figura 15.5: Desarenador; vista en planta y en cortes longitudinal ytransversal — B
J€
A
M
CORTE B-E3
CORTE A-A
Como dato se tiene el caudal de agua Q que viene de la toma o del canal. Para el diseño deben tenerse en cuenta consideraciones como: •
Las partículas se toman como distribuidas uniformemente.
•
El flujo alrededor de las partículas es laminar.
1. Se determina el diámetro de partículas a decantar. Los materiales en suspensión se clasifican según su tamaño de acuerdo a la siguiente tabla 13 . Tabla 15.1: Clasificación de partículas Material
Diámetro [mm]
Arcilla
0.00024 a 0.004
Limo
0.004 a 0.062
Arena
0.062 a 2
Grava
2 a 64
En general, las materias en suspensión se componen de partículas de diferentes tamaños de grano. En ríos de llanura y montañas de media altura, las partículas coloidales pueden abarcar un amplio rango granulométrico desde la fracción de limo hasta la fracción de arena, mientras que en los ríos de montniin con pendientes fuertes los tamaños de grano pueden llegar hasta 2 o 3 mm. En los sistemas andinos de riego es tal la carga de sedimentos en el agua que las expectativas de eliminarlos no pueden ser muy ambiciosas teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias. Lo recomendable es diseñar un decantador de partículas con diámetros desde 1 mm. De todas maneras, un desarenador no podrá ser 100% efectivo y no hay un criterio exacto para la capacidad de transporte en el diseño de canales de riego que conducen agua recargada de sedimentos. 13 La clasificación de las partículas según su tamaño es arbitraria. Aquí se adopta una clasificación de sedimentos en embalses extraida de PRONAR, 2002.
Investigación aplicada - PRONAR
Desarenadores
199
La cantidad de materias en suspensión es expresada por la concentración de materias en suspensión C [kilogramos de materia en suspensión por metro cúbico de agua]. En general, las concentraciones de materias en suspensión son: C = 0.1 a 1.0 kg/m 3 en ríos de terreno llano C = 2.0 a 10 kg/m 3 en ríos y torrentes de montaña Los valores de los ríos en Bolivia pueden ser superiores e inferiores, de acuerdo con las características de las cuencas (topografía, geología, vegetación natural, intensidad de uso de suelo, degradación de laderas, etc.) 2. Se determina la velocidad de escurrimiento Vd. La velocidad horizontal de la corriente no debe sobrepasar un valor máximo para que: • La materia en suspensión pueda depositarse. •
las materias en suspensión ya depositadas no sean arrastradas nuevamente.
•
las materias en el proceso de descenso no sean puestas nuevamente en flotación.
•
se minimice con un flujo lo más laminar posible, la aparición de turbulencias.
Esta velocidad considerada como valor límite puede ser comparada con la 'velocidad crítica' conocida en las teorías del acarreo o sea del flujo de sólidos en suspensión. Según Camp, esta velocidad crítica es: Va
= a • Id
vd
= velocidad de escurrimiento [cm/s]
D
=
a
diámetro del grano a decantar [mm] = coeficiente que depende de D, según la Tabla 15.2 Tabla 15.2: Valores del coeficiente de decantación a Diámetro D
Coeficiente a
D < 0.1 mm
51
0.1 mm < D < 1 mm
44
D > 1 mm
36
Para un diámetro de partícula de 1 mm, por ejemplo, la velocidad recomendada por este criterio sería 36 cm/s ó 0.36 m/s. 3. Se determina el ancho de la cámara de sedimentación. Considerando las limitantes que opone la topografía de montaña, éste es un valor que muchas veces debe fijarse de antemano, de acuerdo con las posibilidades del lugar. Normalmente no es factible económicamente fijar un ancho de cámara muy distinto en exceso al ancho del canal, pero debe tratarse de usar el máximo ancho posible para no exigir una altura de cámara muy grande.
200 Obras de riego para zonas montañosas
4. Se determina la altura de la cámara de sedimentación. Considerando que el material de sedimentación debe poder ser removido manualmente, la altura será un factor que determine el grado de dificultad de ese trabajo. Por ello, conviene fijarla en un valor no mayor a 1.20 m. Q H= — , en el caso de sección rectangular vd B
altura de la cámara de sedimentación [m]
H
=
o
= caudal [m 3/s] velocidad de escurrimiento [m/s]
Vd
ancho de la cámara de sedimentación [m]: Por condiciones de pared y considerando la formación de líneas de corriente, es recomendable verificar la relación: B 0.8 < — < 1.0
5. Se calcula la velocidad de sedimentación. La velocidad de sedimentación está en función principalmente del diámetro de la partícula debido a que el peso específico y s de las tierras minerales es prácticamente invariable: entre 2.60 y 2.65. La tabla de Arkhangelski expone las velocidades de sedimentación para varios diámetros de partícula (Krochin 1978): Tabla 15.3: Velocidad de sedimentación según diámetro de partículas 13 [mm]
vs [cmls]
0.05
0.178
0.10
0.692
0.15
1.560
0.20
2.160
0.25
2.700
0.30
3.240
0.35
3.780
0.40
4.320
0.45
4.860
0.50
5.400
0.55
5.940
0.60
6.480
0.70
7.320
0.80
8.070
1.00
9.440
2.00
15.290
3.00
19.250
5.00
24.900
Desarenadores
Investigación aplicada - PRONAR
201
Si por determinadas circunstancias se debe considerar al flujo como turbulento (Re > 2000), la fórmula para calcular la velocidad de sedimentación en tales condiciones es la expresión de Newton: v'-
\ bis 1) 431.D velocidad de sedimentación [cm/s]
vs
=
its D
= peso específico de las partículas [g/cm 3] = aceleración de la gravedad [m/s 2] = diámetro de las partículas [cm]
c
= coeficiente de resistencia de los granos; c =
g
0.5
para granos redondos
6. Se calcula el tiempo de retención. El tiempo que demorará la partícula en caer desde la superficie al fondo (el caso extremo) será: H
t,
= tiempo de retención [s]
7. Se calcula la longitud de la cámara L =K•v d ts
L
=
longitud de la cámara [m]
K
=
coeficiente de seguridad
es un coeficiente de seguridad usado en desarenadores de bajas velocidades para tomar en cuenta los efectos de la turbulencia y depende de la velocidad de escurrimiento de acuerdo a la siguiente tabla: K
Tabla 15.4: Coeficientes de seguridad K
Velocidad de escurrimiento (m/s)
K
0.20
1.25
0.30
1.50
0.50
2.00
8. Se calcula la transición de entrada. La transición debe ser hecha lo mejor posible considerando que la eficiencia de la sedimentación depende en gran medida de la laminaridad del flujo y de la uniformidad en la distribución de velocidades en la sección transversal. Para el cálculo de su longitud se puede utilizar el criterio de Hinds: Ir =
T2 -T1 2.tan(12.5°)
202 Obras de rielzo para zonas montañosas
LT
= longitud de la transición [m]
T2
=
T1
= espejo de agua en el canal de entrada [m]
espejo de agua en la cámara de sedimentación [m]
15.2.1 Ejemplo de cálculo
r
Un canal
rectangular de 0.6 m de ancho, transporta agua desde la toma con un caudal de 0.5 m 3/s. Diseñar un desarenador para atrapar el material en suspensión que excede el diámetro de 1.5 mm. 1.
El diámetro de la partícula más pequeña que se desea atrapar es 1.5 mm
2.
La velocidad de escurrimiento Vd será igual a 36 x ■P1.5 = 44 cm/s = 0.44 m/s
3.
Se elige un ancho de cámara igual B = 1.00 m
4.
La altura de la cámara de sedimentación, cuya sección se ha decidido sea rectangular, será: H=
0.5 v d B 0.44 x 1.00
2)
4
- 1.134 m, que redondeamos a 1.15 m
La relación B queda en 1.00/ = 0.87 H 1.15 5.
La velocidad de sedimentación para el diámetro de 1.5mm es, de acuerdo a la tabla: -
6.
2
o
= 12.365 cm/s = 0.124 m/s
El tiempo de retención será: t
7.
9.440 +15.290
s
H
1.15
ve
0.124
9.30 s
1, 1
La cámara deberá tener entonces una longitud mínima de: L = K • vd • t s = 1.875 x 0.441x 9.30= 7.69 m el valor de K ha sido tomado de la tabla, interpolando entre los valores de 0.30 y 0.50 de velocidad de flujo: 2.0 -1.5 - 1.875 K =1.5 + (0.441- 3)x 0.5 - 0.3
1 1 4)
8. La transición de entrada tendrá una longitud mínima de: L
te
1.00 - 0.60 . O 902 m 2 • tan(12.5°)
15.3 Situaciones que conviene evitar • El desarenador, teniendo en cuenta la magnitud del caudal sólido que conducen las fuentes en los sistemas de montaña, es la estructura que necesita mayor frecuencia de limpieza. La falta de limpiezas regulares provoca su pronta inoperabilidad.
o o
Investigación aplicada - PRONAR
Desarenadores 203
Figura 15.6: Desarenador inoperable por falta de limpieza
•
En desarenadores con compuerta de fondo, debe evitarse que la descarga pueda provocar erosión a su paso hacia el cauce natural. Esa erosión normalmente perjudica también a la propia estructura, comprometiendo su estabilidad.
•
En sistemas con captación directa de una fuente torrencial, como es el caso de los sistemas que aprovechan el agua que eventualmente corre por una quebrada para embalsarla en estanques o atajados, no tiene sentido práctico emplazar un desarenador inmediatamente después de la toma. La cantidad de material sólido que ingresa es capaz de copar la capacidad del desarenador en unas pocas horas. Es preferible en esos casos ahorrar en esa estructura y considerar al canal en su primer tramo como una primera trampa del material sólido que no debe ingresar en los estanques. Luego, antes de cada estanque deberá emplazarse un pequeño desarenador cuya manutención podrá ser mejor realizada por el usuario o grupo de usuarios que aprovechan ese estanque.
205
Investigación aplicada - PRONAR
16 Vertederos laterales 16.1 Descripción y ubicación Un vertedero lateral consiste en una escotadura hecha sobre la pared de un canal para evacuar el exceso de agua mediante un flujo transversal hacia una estructura de drenaje. Ese exceso de agua puede tener su origen en crecidas imprevistas de la fuente, captación de agua adicional captada desde las laderas, obstrucciones en el canal y problemas en la operación de compuertas. Para evitar los daños que en el sistema pueden provocar los caudales en exceso, especialmente en sistemas de montaña donde las pronunciadas pendientes del terreno en combinación con el agua que rebalsa de los canales pueden producir efectos devastadores, se disponen estructuras de desfogue como los vertederos laterales en puntos críticos como: • Aguas abajo de la obra de toma, particularmente cuando el agua es captada por gravedad de los ríos. •
En puntos intermedios del canal principal y de los secundarios, especialmente en canales con gradientes elevadas y aguas abajo de quebradas que pueden aportar un caudal adicional.
•
Aguas arriba de estructuras que tienen una capacidad limitada de conducción como canales tapados, acueductos, tuberías de conducción y sifones invertidos.
•
Aguas arriba de sectores riesgosos del canal, como un tramo construido sobre un relleno elevado.
•
Aguas arriba de las bifurcaciones, si no existen medios para regular o bloquear el flujo hacia los canales que siguen. Figura 16.1: Vertedero lateral en perspectiva y en corte
(7.1 206 Obras de riego para zonas montañosas
n
Aparte de vertederos laterales puede usarse vertederos - sifón para el desagüe de un caudal
excedente. Estas estructuras reaccionan más rápidamente a los incrementos de nivel de agua, porque aprovechan la diferencia de altura entre el nivel de agua del canal y el nivel del dren. Los vertederos comunes solamente reaccionan al nivel del agua sobre la cresta, pero son obras más robustas y que no requieren un cuidado especial.
ri rea
Figura 16.2: Vertedero - sifón
o
Los vertederos - sifón consisten en un conducto cenado en forma de U invertida, un tubo de ventilación y un cuenco disipador. La sección del conducto puede ser rectangular. Cuando el nivel de agua del canal excede el nivel de la cresta del sifón, la descarga inicial es la de un vertedero lateral. Cuando el nivel del agua del canal alcanza la entrada del tubo de ventilación, obstruye el ingreso de aire por allí, y el sifón empieza abruptamente a trabajar a pleno. Esa es precisamente una ventaja de este tipo de aliviaderos: operan automáticamente evacuando un gran caudal Otra ventaja es que comienzan a operar con solo un pequeño incremento del nivel de agua en el canal y luego mantienen una descarga casi constante e independiente del nivel de agua en el canal. Esto permite un bordo libre mínimo que se constituye en una ventaja económica del vertedero sifón por el ahorro de altura en las paredes del canal (Yoder, 1994).
1,
Los problemas del sifón son su mayor dificultad constructiva y la alta velocidad de salida del flujo evacuado", factor clave en el manejo de flujos de drenaje en zonas montañosas, muy susceptibles a la
a
erosión. Por ello, en lo que sigue sólo se tratan los vertederos laterales.
a
En algunos sistemas puede optarse por eliminar el bordo libre en algún acueducto con el objeto de convertir sus paredes en vertederos laterales de gran capacidad. Sin embargo, hay que asegurar que los sobreflujos se evacuen directamente a las quebradas o ríos. El empleo de esta solución debe ser cuidadosamente evaluado, considerando riesgos de erosión en el lecho receptor y sus consecuencias sobre las fundaciones del acueducto.
1
a
14 La velocidad de salida de un sifón está gobernada por la expresión v = 2gh , es decir, para una altura de 1 m por ejemplo. la velocidad alcanza aproximadamente los 4.5 m/s.
1 1 1 1
Investigación aplicada - PRONAR
Vertederos laterales 207
Es posible aprovechar la estructura del vertedero para instalar una estructura de derivación total del agua con la ayuda de una compuerta transversal y otra lateral. De esta forma el aliviadero puede ser aprovechado para interrumpir el servicio en el sistema en caso de ser necesario, ya sea para reparaciones o casos de emergencia.
Figura 16.3: Vertedero de excedencias con compuerta de emergencia en obra de toma
16.2 Diseño hidráulico El diseño hidráulico de un vertedero consiste en determinar la altura de la cresta del vertedero dada una cierta longitud, o bien calcular la longitud del vertedero lateral para que derive un caudal determinado. Este es un problema de 'flujo espacialmente variado' que implica dificultades en su desarrollo analítico con la aplicación de las ecuaciones de Energía y Cantidad de Movimiento. Por ello se recurre a fórmulas semi-empíricas utilizando el criterio de 'energía específica' constante. Aquí se presenta un método con la advertencia de que para su correcto empleo deben considerarse las siguientes restricciones: ▪ El régimen del canal es subcrítico, inmediatamente antes e inmediatamente después del. vertedero. •
La cresta del vertedero lateral es horizontal.
•
El canal es rectangular y de ancho constante.
•
La energía específica en el canal a lo largo del vertedero es constante.
•
El perfil de la lámina vertiente es lineal.
Para el cálculo deben conocerse las siguientes variables: •
Caudal máximo en el canal inmediatamente antes del vertedero, Q.
•
Caudal que debe evacuar el vertedero, Q,.
208
Obras de rice() para zonas montañosas
■ Ancho del canal,
b
•
Pendiente del canal, S.
•
Rugosidad Manning del canal,
•
El coeficiente
Cd
n.
de descarga del vertedero. Figura 16.4: Vertedero lateral en régimen subcrítico
• Yn2
Yn1
1s 1. Se calcula el tirante en el canal antes del vertedero. El tirante normal se determina dando valores a y ni hastquecoindlvrsaexpion: Q•n
A • R 23 y
,rá
A
= área hidráulica [m 2]; A = b-yn,
R
=
Q
= caudal [m 3/s] = coeficiente de rugosidad
n
radio hidráulico [m]:
R = b•Y n i b +2•yni
S
pendiente de la solera del canal [m/m]
)(ni =
tirante normal aguas arriba del vertedero [m]
2. Se verifica el estado del flujo antes del vertedero. El tirante normal antes del vertedero debe cumplir: Q2
ym~
g
3 b2 • g
= aceleración de la gravedad [m/s 2]
3. Se calcula el tirante en el canal luego del vertedero. El tirante normal se determina dando valores a y n2 hastquecoindlvrsaexpion: A R 23 y (C1 Clv).n Nj
ay
= caudal por verterse [m 3/s]
4. Se verifica el régimen luego del vertedero. El tirante normal después del vertedero debe cumplir:
Vertederos laterales 209
Investigación aplicada - PRONAR
y
Qv Yn2 > 3
62 .g = tirante normal aguas abajo del vertedero [m]
Yn2
5. Se calcula el tirante y i . El tirante en el comienzo del vertedero se consigue dándole valores a y i hasta que se satisfaga la ecuación de la energía entre los extremos del vertedero: 1
1 +
( Q -Q ) b•yn2
b•yi )2 yn2 -I- 2.g
2
2g
= tirante abatido al inicio del vertedero [m]
Yi
6. Se calcula la altura de la cresta del vertedero. Para una determinada longitud L, la altura de la cresta del vertedero se calcula mediante iteración, dándole valores a s hasta que se verifique la igualdad:
y, - s =
—s
1
5 0, 2 Cd L
Yn2 — S
•
1
51—s 2
yn , — S
altura de la cresta [m]
s
= coeficiente de descarga de la cresta; Cd = 1.84 para cresta aguda, 1.9 para cresta de
Cd
borde rectangular (caso más común), 2 para perfil Creager = longitud de la cresta [m]
L
7. Se calcula la longitud de la cresta. Si la incógnita es la longitud dada una cierta altura de cresta s, el cálculo consiste en valorizar la expresión:
L=
5 2
0, (yi —s) 3
1
Y'
s-
Yn2
S
¡ y—S 1.5' Yn2 — S
16.2.1 Ejemplo de cálculo Determínese la altura de la cresta de un vertedero lateral en un canal que debe conducir un máximo de 200 I/s y para el que se espera que ingrese un caudal en exceso de hasta 100 I/s. El canal tiene un ancho de 0.5 m, una pendiente de 1 por mil y una rugosidad n = 0.015. Por limitaciones topográficas, la longitud de la cresta no puede exceder de 1.5 m. Considerar borde de cresta rectangular. 1. Se determina el tirante normal aguas arriba del vertedero dándole valores a y m hasta que la expresión: 0.5 x yn , x
0.5x y„
Q•n r.0.3 x 0.015 sea igual a 0.5 + 2. yn ,W:11
ésto se consigue con y n , = 0.8515 m aproximadamente
0.1423
210 Obras de riego para zonas montañosas
2. Se verifica que el régimen es subcritico en vista que: 0.8515 m > 3 3.
0.32 0.52 x 9.81
- 0.3323 ni
El tirante normal aguas abajo de vertedero se determina dando valores a y n2 hasta que coincidan los valores de las
ry
expresiones: 0.5 x yn2 x
0.5 x y„
‘, (0.3- 0.1)x 0.015
0.5 + 2 .
Y
-
0.0948
/0.001
lo cual se consigue con y„ = 0.6026 aproximadamente. 4.
El tirante normal después del vertedero debe cumplir:
3
y„ = 0.6026 > 5.
(0.3 - 0.1) 2
t.)
0.2536
0.5 2 x 9.81
El tirante en el comienzo del vertedero se consigue dándole valores a y i hasta que se satisfaga la ecuación de la energía entre los extremos del vertedero:
1
x ( 0.3
2 x 9.81
0.5 x
1
2 = 0.6026+
1
x
2 x 9.81
0.3 - 0.1
)2
0.5 x 0.6026
1 1 1
de donde resulta y 1 = 0.5682 m , aproximadamente 6.
Se dan valores a s hasta que se verifique la igualdad:
5
x
0.6026 - s
0.1
2 1.9 x 1.5
( 0.5682 - s
52
0.6026 - s de ahí, s = 0.4478 m aproximadamente, que se redondea a 0.45 m. 7. Si se hubiera elegido una altura de cresta s de 0.4478 m, el cálculo luego del paso 5 debiera haber sido: 1 0.5682- 0.4478 L=
5 2
x
1
1
1 0.5682- s 0.6026 - s -
1
0.1 1.9x (0.5682 - 0.4478) 32
0.6026 - 0.4478
1
5 -1 . 5 m ( 0.5682 - 0.4478 j 2 0.6026 - 0.4478
16.3 Situaciones que conviene evitar • En los sistemas de montaña es peligrosa la falta de atención para incluir vertederos de excedencia, especialmente en los canales en los que ingresa agua que escurre por las laderas de las montañas. En consecuencia, algunos canales en ladera reciben más agua que la que pueden conducir, lo que resulta en rebalses, especialmente en las curvas y en tramos donde hay una reducción de pendiente o un aumento de la rugosidad
15 1 1 1 1 1 1 1 1 1
1
o 3
j
Investigación aplicada - PRONAR
Vertederos laterales 211
Figura 16.5: Canal llevando agua hasta el borde (izq.), con rebalses en las curvas (der.) A lo largo del canal hay problemas de erosión que ponen en riesgo la estabilidad del mismo.
•
Donde existen vertederos, muchas veces no se presta la atención suficiente a crear una ruta segura de desagüe. Como suelen ser instalaciones en ladera, la insuficiente protección del caudal de desagüe ocasiona procesos de erosión, que a menudo ponen en riesgo la estabilidad del canal entero. En especial se observan deficiencias en el desagüe antes de acueductos o sifones, donde el mínimo descuido en el trayecto de las excedencias puede comprometer las fundaciones de las estructuras.
•
En muchos sistemas, los usuarios no entienden la racionalidad de incluir vertederos en el diseño. Los ven como puntos de desperdicio de agua, en vez de estructuras de seguridad. Para evitar los 'desperdicios' anulan el vertedero aumentando la..altura de su pared. Es necesario capacitarles en cuanto al funcionamiento de los vertederos y de las consecuencias de anularlos. La experiencia demuestra que es útil demostrarles los efectos con ejemplos de rebalses controlados. Figura 16.6: Vertedero tapado por usuarios para aumentar el caudal en el canal
213
Investigación aplicada - PRONAR
17 Pasos de quebradas Los canales de riego en sistemas de montaña normalmente siguen el contorno de las laderas y tienen que cruzar muchos drenes naturales como arroyos y quebradas que aportan agua al el sistema. En la región andina, normalmente esa agua escurre con excesiva velocidad y lleva una cantidad de material de arrastre en épocas durante las que la captación desde las fuentes normales es más que suficiente. El agua excedente es una amenaza para la integridad de las obras del sistema de riego. Por ello, en el riego de montaña se necesitan estructuras de drenaje transversal, que conduzcan esas aguas por debajo o por encima del canal, con el fin de evitarle daños al sistema.
17.1 Pasos Superiores 17.1.1 Descripción y ubicación Un paso superior' 5 es una estructura que conduce el agua no deseada por encima del canal. Se compone de paredes y base de confinamiento del ingreso, paredes y losa sobre el canal, paredes y base de confinamiento del egreso y disipador. Las paredes de confinamiento del ingreso guían el torrente hacia el punto de cruce y la base guía al torrente al nivel de la losa sobre el canal. Figura 17.1:
Paso superior en perspectiva, en planta y en corte transversal (con armadura)
15 Se adopta este nombre a falta de un término español estandarizado que defina lo que en inglés se conoce como superpassage.
214 Obras de riego para zonas montañosas
La losa sobre el canal protege a éste del torrente a la vez que puede funcionar como puente para personas y animales de crianza. Debe ser calculada para esas solicitaciones además de su peso propio y el material de arrastre que pueda depositarse encima. Es recomendable que la losa mantenga una pendiente suficiente (del orden del 10% o igual a la del lecho del torrente natural) descendiendo hacia aguas abajo, para evitar la disminución de la velocidad del torrente en ese punto, lo que ocasionaría el depósito de material de arrastre sobre la losa. La Figura 17.2 muestra un paso superior construido de troncos y ramas. Su operación misma le ha dado con el tiempo una configuración continua respecto de la pendiente de la quebrada. Eso es lo que se espera de un buen diseño de obra.
o
Figura 17.2: Paso superior rústico
aJ
1)
1) Las paredes y base de confinamiento del torrente que egresa, guían a éste en dirección y nivel para entregarlo otra vez al cauce natural no sin antes disminuir su velocidad por medio de un disipador a fin de disminuir sus efectos erosivos. Adicionalmente a la estructura misma, en laderas que no cuentan con una quebrada bien definida se excavan zanjas de coronación que concentran el agua hacia el paso superior, para evitar que el agua entre en el canal en un lugar no deseado.
3
3 j
1
17.1.2 Diseño hidráulico El ancho b de la losa sobre el canal debe ajustarse a la capacidad de la estructura de ingreso de guiar la totalidad del torrente hacia el punto de cruce. Existen quebradas más anchas que otras y eso determina las dimensiones en planta del paso superior. Es decir, el ancho del paso superior y su alineamiento deben ser lo más cercano posible al ancho y alineamiento del cauce de la quebrada. La altura de las paredes sobre la losa estará en función de la cantidad de agua y material de arrastre que se prevé pueda llegar a fluir luego de la lluvia más torrencial que se espere. Para determinar ese dato, debe ev aluarse la cuenca de cada torrente en particular considerando su superficie, pendiente y susceptibilidad a la erosión.
j
3
Investigación aplicada - PRONAR
Pasos de quebradas 215
En general, los pasos superiores se diseñan para cruzar el flujo de cuencas pequeñas, las que se definen como cuencas con un tiempo de concentración menor o igual a seis horas. Este tiempo de recorrido del flujo, canalizado por una red de cauces definidos, se puede estimar con la fórmula: 0.76
T=0.3 1[1 S Y4 T
= tiempo de concentración [s]
L
= longitud del dren principal de la cuenca [m]
S
= pendiente media de la cuenca [m/m]
(17.1)
Para calcular el caudal máximo de una cuenca pequeña se aplica el Método Racional: Q
_
C
iA
3.6
Q
= caudal pico a la salida de la cuenca [m 3/s]
c
= coeficiente de escorrentía = intensidad de la lluvia [min/h]
A,
= superficie de la cuenca [km 2]
(17.2)
c es el coeficiente de escorrentía, que es la relación entre la parte de la precipitación que escurre superficialmente y la precipitación total. El escurrimiento superficial es menor que la precipitación total al descontar factores como evaporación, evapotranspiración y almacenamiento. El valor de C está comprendido entre O y 1 y depende de la morfometría de la cuenca (principalmente su área, longitud del cauce principal, forma, pendiente del cauce y pendiente de las laderas) y de su cobertura. Para una misma cuenca depende además de la duración de la lluvia: para las lluvias largas el coeficiente es superior al de las lluvias cortas. Para el caso de los torrentes andinos c oscila entre 0.20 y 0.30 para lluvias cortas, pero se recomienda asumir un C igual a 0.50 para lluvias largas. La intensidad i se define como el volumen de precipitación por unidad de tiempo, expresado en milímetros por hora (mm/h). Se estima sobre la base de los registros de la zona, pero teniendo en cuenta la variabilidad del régimen climático entre una microcuenca y otra (una de las características de la zona andina), conviene confirmar esa información con la consulta a los residentes en el área. Asumido un caudal Gl y una velocidad y para el flujo, el alto de las paredes se ajustará simplemente con la expresión: (17.3)
h= b•v
b
altura de las paredes laterales [m] = ancho del paso superior[m]
y
= velocidad del flujo [m/s]
A la altura calculada, hay que añadir un bordo libre de h/3. Por razones de seguridad se recomienda una altura mínima de las paredes de 0.40 m.
216 Obras de riego para zonas montañosas
17.1.3 Aspectos constructivos El aspecto más crítico a tener en cuenta para el diseño y construcción de un paso superior, es la capacidad erosiva de los torrentes de montaña. La violencia con que el agua y el material de arrastre impactan estas estructuras exige un buen anclaje de sus fundaciones y una suficiente resistencia a los esfuerzos de corte. Los problemas que se han detectado en este tipo de estructuras presentes en casi la totalidad de los sistemas de riego en los valles interandinos, se deben a la subestimación del poder erosivo del agua en las quebradas transversales al canal que se desea proteger. Además, debe tenerse en cuenta que una obra de drenaje lateral como el paso superior, representa un obstáculo puntual en el flujo del torrente, por lo general cambiando su pendiente a una menor y provocando después un desnivel entre el agua que egresa de la estructura y el lecho del cauce natural al que se devuelve el flujo. Este salto necesita ser disipado eficientemente para evitar daños en la base de la estructura de confinamiento de egreso. La estructura de disipación más recomendable es el colchón de agua, cuya profundidad y longitud pueden estimarse sobre la base de los mismos criterios que se recomiendan para las estructuras de caída vertical (Capítulo 9). Figura 17.3: Paso superior (visto desde aguas abajo) con disipador y encauce de salida r
Los gaviones son otra solución económica y efectiva para guiar el flujo torrencial hasta el ingreso y el egreso de la estructura de paso. También de gaviones puede construirse el colchón disipador. Sin embargo hay que tener presente que la facilidad con que las piedras que arrastra el torrente afectan el enmallado de alambre. No es recomendable recubrir el engavionado con una capa de hormigón por cuanto se combinarían una estructura flexible (gavión) con una estructura rígida (hormigón) haciendo esta última muy propensa a la rotura. Para mitigar el daño que provocan las piedras sobre el alambre conviene cubrir las partes del engavionado más expuestas, atando al enmallado, troncos, ramas, o hatos de paja que amortigüen y distribuyan la energía del impacto de las piedras sobre la estructura. Esta solución es fácil y muy económica, pero requiere mantenimiento regular por parte de los usuarios.
Investigación aplicada - PRONAR
Pasos de quebradas 217
Figura 17.4: Paso superior con paredes de gaviones
17.1.4 Situaciones que conviene evitar •
No debe descuidarse la limpieza del encauzamiento hacia el paso superior ni de su salida. Cualquier obstáculo (arbustos, piedras grandes, etc.) puede provocar el desvío del torrente hacia lugares distintos del paso superior. Figura 17.5: Paso superior con cauce de ingreso y de egreso parcialmente obstruidos
•
Al construir un paso superior por encima de un canal cuyas paredes se elevan por encima del terreno, se genera automáticamente una caída vertical al finalizar el paso superior. Hay que construir una estructura de disipación que evite erosión de la ladera aguas abajo.
218 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 17.6: Daño aguas abajo de un paso superior
17.2 Alcantarillas 17.2.1 Descripción y ubicación Una alcantarilla, es una estructura que conduce el agua no deseada proveniente de una quebrada o una ladera, por debajo del canal. Generalmente este tipo de estructura reduce el cauce de la corriente ocasionando un represamiento del agua a su entrada y un aumento de su velocidad dentro del conducto y a la salida. Debido a que el diámetro de la alcantarilla con relación al ancho del cauce del torrente suele ser reducido, se necesita una estructura de transición que disminuya los cambios de velocidad y prevenga la erosión. Dependiendo del material del que se construya la estructura de transición, se fija la velocidad admisible a través de la tubería. Figura 17.7: Alcantarilla en corte longitudinal, planta y corte transversal
t Terreno natural—)
Solera
Pasos de quebradas 219
Investigación aplicada - PRONAR
Cuando se trata de quebradas importantes, la solución adoptada es finalmente un acueducto, pero cuando debe salvarse una depresión de poca profundidad pero sí extensa en longitud transversal, es más conveniente disponer de tubos dispuestos debajo del canal, transversalmente a éste. Figura 17.8: Alcantarilla de tubo
En laderas con saturación de agua y/o un flujo de drenaje interno perpendicular al canal, en caso de canales revestidos o de hormigón, se recomienda aplicar un sistema de drenaje por debajo del canal para permitir la salida libre del agua y así evitar que la presión hidrostática empuje las paredes del canal. El drenaje se logra construyendo el canal encima de una cama de, piedras (a la manera de-una vía férrea sobre material de balasto) o colocando, a distancias regulares, tubos por debajo del canal. La alcantarilla es una estructura compatible con el vertedero lateral. Ambas estructuras deben descargar de manera segura y controlada, caudales no deseados para el sistema de riego. La Figura 17.9 muestra una configuración de este tipo. Figura 17.9: Alcantarilla combinada con vertedero de excedencias
220 Obras de rie:zo para zonas montañosas
17.2.2 Diseño hidráulico De igual manera que para los pasos superiores, se estima el caudal que escurrirá hacia el canal en cierto lugar de una cuenca, teniendo en cuenta la intensidad y duración de la máxima precipitación probable, además del área de la cuenca. Una vez estimado el caudal se calcula el número de tubos que hace falta para conducirlo al otro lado del canal. Antes es necesario tomar la decisión sobre el diámetro de los tubos a emplear. Uno o dos tubos de diámetro grande pueden ser mejores (si se adaptan a las condiciones topográficas) que varios tubos de diámetro menor, porque los tubos grandes facilitan la limpieza y el mantenimiento. Para elegir el diámetro de las tuberías, hay que tener en cuenta la velocidad del flujo permisible a la salida, que depende del tipo de transición. La velocidad admisible para transiciones de tierra es 1.0 m/s y para transición de hormigón 1.5 m/s. Usando estos valores, se determinan los caudales de paso para tuberías de distinto diámetro, resumidos en la Tabla 17.1.
ty
t) o
Tabla 17.1: Caudales de paso para tubos de distinto diámetro (Villón, 2000)
iyi
Transición de tierra Vmax = 1.06
Transición de hormigón
Caudal [m 3/s]
Caudal [m 3/s]
Pulgadas
Centímetros
0.00 - 0.07
0.00 - 0.11
12
30.4
0.07 - 0.12
0.11 - 0.17
15
31.8
15
0.12 - 0.17
0.17 - 0.25
18
45.7
o
0.17 - 0.23
0.25 - 0.34
21
53.3
o
0.23 - 0.31
0.34 - 0.44
24
60.9
0.31 - 0.39
0.44 - 0.56
27
68.5
1,
0.39 - 0.48
0.56 - 0.69
30
76.2
o
0.48 - 0.59
0.69 - 0.84
33
83.8
0.59 - 0.70
0.84 - 1.00
36
91.4
0.70 - 0.82
1.00 - 1.17
39
99.0
0.82 - 0.95
1.17 - 1.36
42
106.6
0.95 - 1.09
1.36 - 1.56
45
114.3
1.09 - 1.24
1.56 - 1.77
48
121.9
1.24 - 1.40
1.77 - 2.00
51
137.1
1
1.40 - 1.57
2.00 - 2.25
54
144.7
1
1.57 - 1.75
2.25 - 2.51
57
152.4
1
1.75 - 1.94
2.51 - 2.78
V max = 1
.
Diámetro de la tubería
52
1
4
60
160.0
1.94 - 2.14
63
167.6
1 1
2.14 - 2.35
66
175.2
1
2.35 - 2.57
69
182.8
1 1 1 o
1 1 j
1
Investigación aplicada - PRONAR
Con el diámetro D elegido se calcula el área A = tí •
Pasos de quebradas 221
A de
la tubería:
D2 (17.4)
4
A
= área de la tubería [m 2]
D
= diámetro de la tubería [m]
Además debe fijarse la altura de agua permisible a la.entrada, que es igual.al diámetro del tubo más una y media veces la altura de velocidad en la alcantarilla: y2 Hmax=D+1.5x— 2g
(17.5)
Con este valor y con el nivel del agua a la entrada de la alcantarilla (NA EA), se calcula la cota que debe tener la elevación del fondo de la tubería al inicio de la alcantarilla (Cota B): Cota B = NAEA
-
1 1máx -
Se recomienda darle a la alcantarilla la misma pendiente que el cauce natural del torrente. En ningún caso esta pendiente deberá ser inferior a 5 por mil, para garantizar su autolimpieza.
17.2.3 Aspectos constructivos Al igual que lo indicado en el capítulo de Tuberías deben observarse ciertos detalles constructivos, como la disposición de una cama de asiento de material granular fino, un ancho de trinchera relacionado con el diámetro del tubo, una altura de cubierta relacionada con el tipo de cargas exteriores y la resistencia del tubo, y un cierto grado de compactación del material de relleno. Estas características, esquematizadas en la Figura 17.10 son provistas por los fabricantes para cada tipo de tubería en especial. Figura 17.10: Esquema de colocación de tubo debajo de un canal canal
relleno superior
relleno lateral
cama de asiento
Normalmente se exige que la cama de asiento sea rellenada con material seleccionado compresible fino, tal como arcilla limosa o greda y compactado en capas que no excedan los 15 cm de espesor. Cuando se
222 Obras tic
FIC120
para zonas montfniosng
deban colocar tubos con uniones tipo espiga -campana, se dejarán hendiduras eh el material de fundación, de un ancho suficiente para acomodar la cabeza (campana) del tubo. La compactación del relleno lateral debe ser efectuada en forma simultánea a ambos lados del tubo. La protección del encamado contra la acción erosiva del torrente está a cargo de los cabezales, normalmente construidos de mampostería de piedra o de hormigón ciclópeo. En la mampostería de piedra debe cuidarse que las piedras tengan un diámetro medio de 30 cm, que las piedras frontales sean labradas de modo que se obtengan líneas de asiento y juntas, que las superficies de juntas en las piedras frontales formen un ángulo no inferior a 45° con las superficies de asiento y tengan espesores no inferiores a 20 cm.
17.2.4 Situación que conviene evitar • El problema más frecuente es el azolvamiento de la alcantarilla por el depósito de material en la zona de transición de entrada, dentro del paso mismo o en la zona de salida. Normalmente ese taponamiento es resultado de un deficiente manejo de las pendientes en la estructura, principalmente en la salida de la misma. Figura 17.11: Alcantarilla azolvada
17.3 Estabilización de torrentes La energía de un flujo de agua concentrado por una cuenca está en directa relación con las pendientes de los lechos sobre los que escurre. Esa energía del flujo es sinónima de erosión en la cuenca y en todo obstáculo que se opone a su paso. Si los torrentes, por su pronunciada pendiente y gran caudal, erodan su cauce y ponen en riesgo la estructura de paso de quebrada, es necesario controlar la energía del agua, empleando elementos que disminuyan su velocidad y disipen gran parte de su energía en lugares determinados y protegidos.
Pasos de quebradas 223
Investigación aplicada - PRONAR
Cualquier tratamiento de manejo de aguas debe iniciarse en las cabeceras, para evitar que el agua procedente de las partes altas se siga concentrando en la quebrada y ocasione la ampliación de la misma. Los trabajos de manejo de aguas tienen el objetivo de reducir el escurrimiento superficial del agua en las laderas, a través de zanjas de infiltración o de desviación (a base de piedras o a base de callapos) y muros de piedra que también permitirán la retención del material en arrastre. Estos se ubican de manera intercalada de acuerdo con la pendiente y las características hidrológicas de la quebrada (PRONAR, 2002). En la zanja misma, los trabajos tendrán por objeto disminuir la velocidad del agua mediante diques transversales de contención, colocados en forma escalonada a lo largo de las quebradas Este sistema consiste en construir una secuencia de presas permeables en las gargantas de las cuencas para propiciar la retención de sedimentos. Las presas no solo retienen los sedimentos, sino que además reducen la pendiente promedio del cauce, disminuyendo considerablemente la capacidad del torrente para transportar sedimentos y piedras de gran tamaño, como muestra la Figura 17.12. Los diques pueden construirse de piedra, de gaviones, o de madera, tipo Krainer, simples o dobles (PRONAR, 2002). Figura 17.12: Estabilización de un torrente con presas escalonadas
presa contradique
cauce natural
cuña de sedimentos cauce modificado
presa
estanque disipador de energía
contradique
En aquellas quebradas donde los torrentes transportan peñones grandes, se suele construir una primera presa abierta que solamente retiene los peñones y deja pasar los sedimentos, los cuales son retenidos en las presas aguas abajo. Dadas las grandes cantidades de peñones depositados por los flujos torrenciales, se propone aprovechar este material para hacer las presas de gaviones.
224 Obras de riego para zonas montañosas
Figura 17.13: Presa de gaviones con disipador de energía para la corrección de torrentes Relleno compactado
Estructura en gaviones
N
ioranoi ee• S lo nwe• ~Ud
A \ \ \
wown ...0~ wassm rat•~017ffl Wi, S n onainorairet... 22•-ailtabass Ala i•eas• defle _.. ------------••• 4,- ---------_
prwirnalli •••••••.~-n-nii
n 1
\ \ s í • •
10.2.02aSsata
Cuando la obra de gaviones corresponda a un dique, los gaviones deben ser enterrados entre 0.25 y 0.6 metros y empotrados en los taludes laterales entre 0.4 y 0.6 metros, según el tipo de suelo. Para aumentar la capacidad de retención de sedimentos, la cara aguas arriba de los paralelepípedos se puede cubrir con un tipo de "malla de sombra" de polietileno (mínimo 80% de cobertura) u otra de similar calidad. Para proteger la estructura de un eventual socavamiento, se construye un pequeño terraplén en su parte posterior. Para evacuar la descarga, de acuerdo con el caudal máximo estimado, y amortiguar el golpe de las aguas vertidas, se construye un vertedero de sección trapezoidal o rectangular cuya longitud debe ser lo mayor posible para evitar la concentración de energía en poco espacio, lo que le daría mayor capacidad de erosión al chorro que cae luego de pasar sobre el vertedero. Si se tiene el cuidado de que la estructura esté bien fundada, a una profundidad del orden de la propia caída, puede prescindirse de construir el colchón disipador, porque éste se formará sólo por la acción del agua hasta encontrar su propio equilibrio.
1,
o
4 1
3 1 1 1 1 1
1 1
1 1 -1
1 1
Investigación aplicada - PRONAR
225
Anexo A La función SOLVER en la solución de problemas hidráulicos Los problemas de cálculo en hidráulica tropiezan con la dificultad de tener que resolver ecuaciones complejas y/o no explícitas por métodos numéricos iterativos. Por ello, antes de la aparición de las computadoras, varios investigadores desarrollaron distintas ecuaciones empíricas, diagramas y ábacos de uso muy popularizado en la práctica ingenieril. Las herramientas que provee el uso de máquinas calculadoras y computadoras, al encargarse de los cálculos engorrosos y las iteraciones, permiten utilizar las ecuaciones mejor fundamentadas y así lograr mayor exactitud en el cálculo. Es posible encontrar soluciones a los problemas de cálculo iterativo recurriendo simplemente al empleo de fórmulas cuya valoración dependa de una casilla- la incógnita del problema- en la que puede digitarse varias veces el número que, a la vista de los resultados, irá sugiriendo el resultado que se busca. Dos ejemplos ilustran su uso.
A.1 Cálculo del tirante normal de un canal Para encontrar el valor del tirante normal que tiene una conducción abierta, es necesario encontrar un valor de y tal que se cumpla la fórmula de Manning, que puede expresarse como:
3
A 1:1 3 =
Q•n
A es el área transversal del flujo; que en el caso de una sección rectangular es igual a b por y. R es el radio hidráulico, para una sección rectangular igual a
b•
y
b+2•y
El segundo término de la ecuación depende de variables conocidas: el caudal O, la rugosidad del canal n y la pendiente de la solera S, por lo que, el segundo término es de un valor conocido. El problema entonces, consiste en encontrar un valor de y con el que pueda conseguirse que la casilla primer término sea igual a la casilla segundo término. En la hoja de cálculo de la Figura A.1, ésto se logra sencillamente dándole valores a la casilla B7 hasta que la casilla diferencia (B13) entre un término y otro sea despreciable. Por ejemplo, si se tiene que encontrar el tirante normal para un canal rectangular de 0.60 m de ancho, con pendiente de 1 % y rugosidad 0.020 que conduce un caudal de 300 litros por segundo, modificando el valor del tirante y hasta que la diferencia entre el primer término y el segundo sea despreciable, se llega al valor de 0.865 para el tirante normal.
226 Obras de riego para zonas montañosas Figura A.1: Hoja de cálculo para cálculo del tirante normal en un canal tirclwo Ladón Ver ~tu amito &ramblas Datos 18188,
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MI O coi 87
az-un a iSers4
Gbra-
•
EJ-,
>.el
-
0 885
•
D
A
E =
3 O 3 m /s 0,001 m/m 0,02 0,6 m
1 caudal 2 pendiente S 3 rugosidad n 4 ancho b 6 fitírante y
1
9 Área A 10 Radio hidráulico R 11 Primer término A x R 1913) 12 Segundo Término Q x n / RAIZ(S c) , 13 diferencia 14 15 _16
0,8651 0,519 m 0,223 -.m 0 1907 0,1897, 0,0010 '
ilfL NUM
WO
L inaqjgg
ZEIFIlallY21567olectut
..A31 EC3
I EtAdobePholoshop
Excel
3 'D 1755
La iteración automática La herramienta SOLVER es una macro automática disponible en el menú de Herramientas de Excel cuando su instalación ha sido completa. Permite encontrar el valor de una celda (celda variable) de tal manera que otra celda (objetivo) alcance ya sea su valor máximo, su valor mínimo o bien un valor determinado, con la posibilidad de imponer restricciones. Para resolver el problema anterior, basta con fijar a B13 como la celda objetivo que deberá llegar al valor cero buscando el valor de la celda B7. Luego de Resolver, se llega a un valor más exacto de 0.861229 para el tirante normal. Figura A.2: Pantalla de la herramienta SOLVER para determinar el tirante normal
LIE
Parámetros de Solver Celda objetivo;
l$B$131
Resolver
Valor de la celda objetivo;
r dáximo
r
prioirno
Cerrar (7 Valores de:
ambiando las celdas 1$6$7
21
Estimar Qpciones...
'etas a las siguientes restriccion
Cambiar...
Restablecer todo Ayuda
I
Investigación aplicada - PRONAR
Anexo A 227
Al Cálculo del coeficiente de fricción para tuberías El coeficiente de fricción del que depende la pérdida de carga h f en las conducciones entubadas, está presente en ambos términos de la ecuación de Colebrook-White. 1
e —2 .logio
D
2.51
3.71+Raf
I
De manera similar al anterior, encontrar el valor de f , dados e, D y Re, se reduce a ir probando con distintos valores de f hasta que ambos términos de la ecuación, cada uno en una celda, adopten valores muy parecidos. Con la función SOLVER se automatiza la iteración, poniendo a la casilla diferencia (entre uno y otro término) como celda objetivo que debe llegar a cero, cambiando la celda donde está el valor de f.
Investigación aplicada - PRONAR
229
Anexo B Muros de sostenimiento
B.1 Descripción Los muros de sostenimiento son elementos constructivos para contener un terreno natural o un relleno artificial. El emplazamiento de estructuras como los canales de riego y otras estructuras hidráulicas, sobre terrenos de gran pendiente y sin capacidad de autosoporte, hace necesaria la inclusión de muros de sostenimiento para proteger y garantizar su estabilidad. Por otra parte, existen en los sistemas de riego, estructuras cuyos elementos son desde ya muros de sostenimiento. Tal es el caso de las caídas verticales e inclinadas, los estanques de almacenamiento de agua, las paredes de un canal excavado o que soportan un relleno y otras. Cuando estas estructuras se emplazan sobre terreno excavado alterando su condición natural de equilibrio, actúan soportando las presiones ejercidas por el terreno alterado. En otros casos, los muros se construyen para prevenir futuros deslizamientos de terreno que aunque no ha sido alterado, es inestable por sí. Figura B.1: Nomenclatura de los componentes de un muro de sostenimiento coronamiento
intradós
trasdós
cuerpo puntera
L
tacón
230 Obras de riego para zonas montañosas
B.2 Tipos de muros de sostenimiento Los muros de uso más frecuente son:
B.2.1 Muros de gravedad Son muros de mampostería (de piedra o ladrillo), gaviones, hormigón simple u hormigón ciclópeo en los que la capacidad de contención se consigue con el peso propio del muro. Su comportamiento ante los empujes del terreno es análogo al de una presa de gravedad ante el empuje del agua. La gran disponibilidad de piedra para mampostería o para hormigón ciclópeo que existe en la zona andina, hace que este tipo de muro sea el más económico aunque su altura esté limitada hasta unos tres o cuatro metros. Figura B.2: Distintos tipos de muro de gravedad
13.2.2 Muros ménsula o voladizo Normalmente construidos de hormigón armado, trabajan como un voladizo vertical sujetado por una losa base. El peso del relleno encima del talón contribuye a la estabilidad de la estructura. Normalmente el ancho del cuerpo sobre la base es una décima parte de la altura. El ancho de la base oscila entre 0.4H y 0.7H, y de ese ancho, un tercio corresponde a la puntera. El cuerpo se calcula como una losa sometida a la acción del empuje del relleno; se verifica su resistencia a la flexión, al corte y a la fisuración, según procedimientos de cálculo que aquí no se describen por ser ésta una alternativa poco práctica en el área rural andina. Figura B.3: Muro ménsula
0.4 H a 0.7 H
Investigación aplicada - PRONAR
Anexo B 231
B.2.3 Muros criba Son muros construidos de piezas huecas (normalmente de hormigón prefabricado o trocos ensamblados) que se rellenan con el propio suelo. A este tipo de solución pueden contribuir eficientemente los neumáticos usados de automóvil, rellenos con tierra compactada e imbricados, como ladrillos en albañilería y escalonados con peldaños de 5 a 8 cm.. El largo de esta obra es variable, pero la altura no debe sobrepasar los 1.5 metros y la pendiente del talud corresponde a 1: z, donde z = 0.4 a 0.8. Para reforzar biológicamente la obra se pueden sembrar semillas de especies herbáceas en la superficie rellena de los neumáticos.
B.2.4 El terreno contenido y su presión contra el muro Debe buscarse en la medida de lo posible que el material que contiene el terreno (llamado relleno porque normalmente debe excavarse el terreno natural para emplazar el muro y luego rellenar entre el trasdós y el terreno natural) debe ser granular no cohesivo (arenas, gravas) porque éste es el menos susceptible a la retención de agua y a la acción del congelamiento debido a su elevada permeabilidad. Rellenos de material cohesivo son inestables con el paso del tiempo y las condiciones externas influyen grandemente sobre ellos, obligando a un diseño muy conservador y por ello costoso. El drenaje de los muros de sostenimiento evita la acumulación de agua intersticial y su consiguiente presión hidrostática sobre el paramento vertical. Sin embargo debe considerarse que la capacidad de drenaje no será suficiente ante flujos torrenciales o deshielos súbitos, ambos fenómenos, comunes en los Andes. Se denomina empuje activo al que ejerce el material contenido por el muro contra el trasdós, tratando de alcanzar su estado natural de reposo, esto es, formando cierto ángulo con la horizontal. Ese ángulo está relacionado con (I), el ángulo de fricción interna del material. Se denomina empuje pasivo al que ejerce el terreno contra el muro como reacción ante una presión ejercida por el muro contra el terreno. Esto se da por ejemplo, cuando el muro es desplazado por el empuje activo y el terreno en el intradós se opone a ese desplazamiento. Es preferible no considerar en los cálculos el aporte del empuje pasivo, para no contar con una ayuda que puede ser modificada por el tiempo, los factores naturales o bien por el hombre La magnitud de esas presiones fue determinada por Rankine y Coulomb, entre otros partiendo del concepto que, al igual que los líquidos, la presión ejercida por una masa granular de peso específico y aumenta linealmente con la profundidad, pero es atenuada por la fricción interna del material y por la fricción entre el material y el muro.
232 Obras de riego para zonas montañosas
Figura B.4: Esquema de las presiones en un muro de sostenimiento
Ea =
1
(B.1)
H2 -Ka
E. =
empuje activo del terreno sobre el muro de un metro de longitud [kg]
y
= peso específico del terreno que ejerce presión activa [kg/m 3 ]
H
=
altura del muro [m] coeficiente del empuje activo
Ka
El coeficiente del empuje activo K a tiene en cuenta el rozamiento interno del suelo cp, además del rozamiento entre suelo y muro 8, la inclinación del trasdós a 2 y del relleno p. Cuando sobre el terreno actúa una sobrecarga s [kg/m 2 1 se asimila la sobrecarga a una capa equivalente del mismo terreno con peso unitario y con una altura de: h =
hs
sen a 2
s
(B.2)
y sen (a2 +13)
altura virtual de relleno que ejercería sobre el muro la misma presión que la sobrecarga [m] = sobrecarga [kg/m 2]
=
s a2 = ángulo que forma el trasdós con la horizontal
= ángulo que forma el relleno con la horizontal y el empuje activo que incluye el efecto de la sobrecarga es: E = 1 •K H2 •(y+ 2. H a 2 a
s
sen a 2 sen (a 2 + [3)
(B.3)
que actúa a una altura respecto de la base, de —H [1
s 2.7-1+3 3•y•H+6 s•K
(B.4)
Ci
Investigación aplicada - PRONAR
YE
Anexo B 233
= distancia vertical de la base al punto de aplicación de Empuje Activo [m]
= Constante de cálculo; x - sen a 2
sen (a2 +0)
Para tener en cuenta el efecto de agua cuando que se infiltra, se debe agregar a la presión del terreno seco, la presión hidrostática del agua que se acumulará hasta una altura Ha desde la base del muro. En ese caso, el peso específico del relleno por debajo del nivel de agua deviene en peso específico sumergido ir s y el empuje activo tomará el valor de: Ea = Ha
ys
K •y• (H-H a / 2 a
2
±
K •y.(H—Ha )•Ha +
K • y +1 2 y • H2 a s ' + a +K s•x•H 2 2
(B.5)
= altura del relleno saturado [m] = peso específico del relleno sumergido [kg/m 3]
actuando a una altura sobre la base igual a: y•(H — Ha )2 .(2+H)+3.7-(H—H.)• 11,2 YE —
3 -[y•(H —
y H s •Ha2 +3.s•x H 2 + a a Ka
y H.2 )2 + 2 • y • (H — H a ) • Ha + y, • H a z +2 s x H+ a Ka
El empuje activo tiene una inclinación respecto de la horizontal igual a componentes horizontal y vertical, Eh y E.
90° —
a, + S con sus correspondientes
Figura B.5: Esquema de presiones en suelo parcialmente saturado y con sobrecarga
s
[kg/m2]
3 4' 444
•13 44"4.
0 4'434 14,4-4
+ 90° - az En
(B .6)
234 Obras de riego para zonas montañosas
Procedimiento de cálculo El cálculo de un muro de sostenimiento consiste en la repetición sucesiva de dos pasos: 1) el dimensionamiento de la estructura en base a las necesidades técnicas, las limitaciones de espacio y la experiencia, y 2) el análisis de la estabilidad de la estructura frente a las fuerzas que tratan de desplazarla, voltearla y hundirla. Si el análisis no verifica la estabilidad del muro, se modifican sus dimensiones y se efectúa un nuevo análisis. 1. Teniendo los datos del tipo de relleno, su inclinación p y la sobrecarga s que soportará, se determinan los valores correspondientes de peso específico yr seco, peso específico sumergido y, y ángulo de fricción interna. Tabla B.1: Peso especifico y ángulo de fricción interna para distintos materiales
yr [kg/m3]
(1,16
(seco)
ys [kg/m 3] (sumergido)
Gravas
1600 — 2000
960 — 1280
35° — 50°
Arenas gruesas y medias
1680 — 2100
960 — 1280
33° — 45°
Arenas finas y limosas
1760 — 2160
960 — 1280
27° — 34°
Limo inorgánico
1700 — 2000
960 — 1280
27° — 35°
Clase de relleno
B, 2. Para el dimensionamiento tentativo del muro se asumen valores de su altura H, el ancho de su base el coronamiento c, la inclinación del intradós a l , la inclinación del trasdós a 2 , y las dimensiones r i 3 , r 4 , ( 5 , y r2 6 . Se elige el material del que estará construido el muro, al que le corresponde un,r peso específico y,. Figura B.6: Características geométricas de un muro de sostenimiento
1
1
1 1 1
\?Al
1
1 12 H
1 1 1
•
B
1
16 El rango de valores para cada material abarca desde su estado suelto (menor valor de 6)hasta su estado denso o compacto (mayor valor de O).
1 1 1 1
Investigación aplicada - PRONAR
Anexo B 235
3. Se calcula el coeficiente de empuje activo sen2 (a2 +u)
Ka =
sen 2
a2 sen
a2
_3). [ 1+ \I sen(5 +5)•sen(0-(3) 2 sen(a 2 - 3)•sen(a 2 +13)
1
2
el valor de 8 está comprendido entre -3 0 y 3 0 4. Se calcula el empuje activo y sus componentes. K • yr • (H — H a )2 =
2
+Ka yr • (H — H a )• Ha + KA .7s Ha2 + Ya Ha 2 + Ka s •x • H 2 2
Eh = E • cos(90°—; + 8) E = E • sen(90°—a 2 +8)
5. Se calculan las longitudes activo sobre el trasdós.
f,
,
P 8 , 1. 9 , c
P„
y las coordenadas del punto de aplicación del empuje
Tabla B.2: Cálculo de longitudes de los componentes de un muro de sostenimiento Longitud
Valor H — [ 3 — (4
tan a l H — f5— f 6
tan a 2 [H —
e,— e
tan a2
6 ± f i•
2
tan 13
sen a 2 K
YE XE
eta
sen (a2 +13) (con la expresión B.6) ( 1 ±( 7 -FC -Ff 8
YE —1 5 — '13 tan a2
YE — e s — t- 6 tan a 2
236 Obras de riego para zonas montañosas
LB + e 2 e ll
cos [3
H—
es
e,— e 4
H— t s — 6
6. Se calculan el área transversal y peso del muro y de la porción de relleno que descansa sobre el muro, las distancias horizontales desde el punto O a sus centros de gravedad y el Momento que ejercen los pesos de muro y relleno respecto de ese punto. Para ello se dividen las áreas transversales de muro y relleno en varios segmentos de fácil cálculo: Figura B.7: Segmentos para el cálculo de pesos, distancias y momentos
Tabla B.3: Pesos, distancias y momentos de cada segmento Distancia Xi [m]
Peso Pi [kg]
Segmento
2-f,
1
Yrn
3
Y
.
e
l
P2 •
"4
e ? 'e:12 '
P, - x,
3
2
2
Momento Mi o [kgm]
2
t
1+
2. f, 2 3
X3
P3 • x 3
j
Investigación aplicada - PRONAR
Anexo B 237
4
YR, ' /7 ' (€3 + /4)
e14
5
yr, -c•H
el -
6
y„
2
f -Er
ym e8 (e s +P 6 )
8
rm
• e5
2
Yrii - .1 2 • €6
B-
10
yr e l3 •
1 .,
11
Yr
113
2
B
-
yr - e 2 - 1 13
13
y,
e2
P6 •x e
. e5
2
- x,
2
+ ( 7 -1- c+ /8 .
+
3
2 . f, ;
Plo
10
f2 -
B-2
P12-x,
B — —1 3
p 3 .x,
P = EPA
7. Se calcula la abscisa del punto de aplicación de excentricidad:
P7
P8 - X 8
e2 3
i
12
totales
9
2
+C -F— 2
/ +f
B
2
(e. +€2)
+C -i-L1-
3
7
9
Ps ' X 5
+e7+—
i
e 8 • .1 13 2
t2
pi • x4
MP0 =
P sobre
IP,• x
el terreno de fundación. Luego se calcula su
MP0 XP =
p
B
e=—X P 2 P
8. Verificación de la resistencia al desplazamiento. Se calcula la fuerza que resiste al desplazamiento: F=(P+EJ•µ
g es el coeficiente de rozamiento entre suelo y muro. Puede tomarse el valor p.=
de:
tan(Y)
La tabla siguiente da valores del coeficiente de rozamiento para varios tipos de relleno:
238 Obras de riego para zonas montañosas
Tabla B.4: Coeficiente de fricción para distintos tipos de relleno Tipo de relleno Roca sana con superficie rugosa
la 0.6
Arena o grava sin partículas finas, altamente permeable
0.5 a 0.6
Arena o grava con mezcla de limo, baja permeabilidad
0.4 a 0.5
Arena limosa, arena y grava con alto contenido de arcilla
0.3 a 0.4
Arcilla media o rígida
0.2 a 0.4
Arcilla blanda, limo
0.2 a 0.3
La relación entre la componente horizontal del empuje activo, que es la fuerza que trata de desplazar el muro, y la fuerza de rozamiento F que accionan el peso P y la componente vertical del Empuje activo E,, debe ser: F —
Eah
Si esta condición no se verifica, debe aumentarse las dimensiones del muro para logra mayor peso y consiguiente fuerza de rozamiento. 9. Verificación de la resistencia al vuelco. Se calcula el momento de vuelco ejercido por el empuje pasivo horizontal respecto del punto O: Mv Eah
YE
Se calcula el momento estabilizador de las fuerzas verticales (peso del muro, peso del relleno, empuje activo vertical y carga distribuida) respecto del punto O: Me
= P• x p
x
s•e„(B– L ' ±i2 1 2
la relación entre el momento de vuelco y el momento estabilizador debe ser: Me — .5 1 Mv
10. Verificación de la resistencia al hundimiento. Se calcula la excentricidad de la resultante de todas las fuerzas actuantes: e R
B Me–Mv 2 P+E-Fs•e„
debe verificarse que e, B 6
para que la resultante de empujes y pesos pase por el tercio central de la base y en consecuencia, toda la fundación esté comprimida.
Investigación aplicada - PRONAR
Anexo B 239
Se calculan las presiones ejercidas sobre la fundación: a)
ama), = P+Ev-i-s P„ ( 1+ 6
P+E-Fs•e
( 1 6.1
amin =
la capacidad soporte del terreno debe ser mayor a una y meda veces la presión máxima ejercida por la base del muro: aadm >1 — • 5 • a máx también debe verificarse que: a máx
a min
< adm
2
Ejemplo de cálculo: Verificar la estabilidad de un muro de sostenimiento con las siguientes dimensiones: B = 1.50 m, H = 2.90 m, c = 0.35 m, = a2 = 82°, i3 = o., /= 0.10 m, / 2= 0.39 m, /3= 0.35 m, /4= 0.15 m, /5= 0.35 m, 4= 0.15 m. Tomar yr =1800 kg/m3, 4)= 38°, yn, =2400 kg/m 3 , aadm = 2.5 kg/m 2 , S= 21)/3= 25.3°, p.= tan S = 0.4734. El relleno soportará una sobrecarga de 3000 kg/m 2 1. Peso específico, peso seco y peso sumergido están dados en los valores indicados. 2. Se toman los valores indicados. 3. Cálculo de K a sen (82.15°+38°)
Ka —
z
sen(38° +25.3°)•sen(38°-0°)
\
seri' 82.15°•sen(82.15°-25.3°) 1+
sen(82.15— 25.3 ° )•sen(82.15°+0°)
= 0.2765 4. Cálculo del empuje activo y sus componentes: E. —
0.2765 x 1800 x (2.9)2 2
+0.2765 x 3000 x
sen(82.15°) x 2.9 sen(82.15 + O)
Ea = 4498.55 kg Eh =
E
4498.55 x cos(90°-82.15°+25.33) = 3764.80 kg
= 4498.55 x
sen(90°-82.15°+25.33) =
2462.36 kg
5. Con la ayuda de una hoja de cálculo puede determinarse fácilmente las longitudes / 7 a F1 3 Os coordenadas del punto de aplicación del empuje sobre el muro: 6. Cálculo de pesos, abscisas de centros de gravedad y momentos respecto del punto O:
240 Obras de riego para zonas montailosas
7.
La abscisa del punto de aplicación de P sobre el terreno de fundación y su excentricidad serán: 6,575.10
x P
8,030.92
1.50 -,- - - 0.819 = -0.069 m
e P
8.
0.819 m
2
Se verifica la resistencia al desplazamiento:
(8,030.92 + 2,462.36)x 0.4734 3,764.80 9.
- 1.59 > 1.50
Se verifica la resistencia al vuelco: Me 8,030.92 x 0.819 +Z462.36 x1.05 +3000 x 0.7241.5-
2
17,990.45 3,639.30
3,764.80 x 0.97
Mv
0.33 + 0.39 = 4.94 > 1.50
10. Se verifica la resistencia al hundimiento: e=
1.5
17,990.45-3,639.30
2
8,030.92+2462.36+ 3,000 x 0.72
R
0.1195 1.5
B
0 08 < 0 17
8'030.92 + 2,462.36+ 3,000 x 0.72
a ma),
= 0.1195 m
1.5
(
x 1+
6 x 0.1195 1.5
)
- 12.466 kg/m 2 = 1.25 kg/cm 2
1
1.5 x 1.24 = 1.87 kg/cm 2 < 2.5 kg/cm 2 =
6 x 0.1195J 8 030.92+2,462.36+3,000 x0.72 ( x 1- 4.401 kg/m 2 = 0.44 kg/cm 2 ' 1.5 1.5
por último: 1.24+0.84 - 0.84 kg/cm 2 < 2.5 kg/cm 2 . 2
1
1 1
1 1
1
241
Investigación aplicada - PRONAR
ANEXO C Simbología
A
Unidad
Significado
Símbolo área hidráulica
a%
porcentaje de ahogamiento
a
coeficiente de decantación
SI
bordo libre
b
ancho de plantilla de canal
C
concentración de materia en suspensión
Cr
coeficiente de flujo
C„
coeficiente de velocidad de aproximación
D
diámetro número de Sieñchin
Dp e
proyección vertical del diámetro•del ducto a la entrada
Dps
proyeccion vertical del diametro del ducto a la salida
mz
--
kg/m3 de agua
--
E
esfuerzo
kg/m 2
Ea
esfuerzo dinámico
kg/m2
Ee
esfuerzo estático
kg/m2
eb
espesor de barra de rejilla
e
profunidad del colchón disipador
F
factor de forma de barras en rejilla flexibilidad hidráulica
Fr
número de Froude, Fr = ,i(a • Q • T/g • A3 ) factor de fricción
g
aceleración de gravedad, 9.81
I-1
altura de columna de agua
H
altura del borde del canal
h
carga
he
pérdida de carga por entrada al ducto
hj
pérdida de carga por fricción
hm
pérdidas menores
m/s2
242 Obras de riego para zonas montañosas
ti re
pérdida de carga por rejilla
hs
pérdida de carga por salida del ducto
hT
pérdida total en tubería
Ke
coeficiente de pérdida en transición de entrada coeficiente de pérdida en transición de salida
km
--
coeficiente de pérdida en accesorios de tubería
L
longitud
I-T
longitud de transición longitud de escalón en rápidas escalonadas
m
talud, proyección del talud en lo horizontal
NA
nivel del agua
--
n
coeficiente de rugosidad en ecuacion de Manning
P
perimetro mojado, P = NR
P
peso
p
altura de cresta sobre solera de canal
p
presión
kg/m2 o kPa
q
caudal específico
m 2/s
O
caudal
m 3/s
R
radio hidráulico
kg
radio radio de curvatura Re
número de Reynolds
S
pendiente
S
sensibilidad hidráulica
Sc
pendiente crítica
sb
espacio libre entre barras de rejilla
T
ancho de espejo de agua
T
tolerancia de prueba
tantp,„
--
m/m
m/m
1/h
coeficiente de fricción (en anclajes)
u
exponente de carga diferencial
✓
volumen de estanque
m3
velocidad
m/s
y,
velocidad crítica
m/s
y
tirante de agua sobre nivel de solera
Yc
tirante crítico
Yn
tirante normal
z
altura vertical en caídas
z
altura entre entrada y salida de sifón invertido
(I5
Investigación aplicada - PRONAR
Z1,2
Anexo C 243
altura de sección de análisis en tubería (Bernoulli) ángulo entre salida del ducto y la horizontal peso especifico
e
kg/m3
rugosidad absoluta ángulo en tubería ángulo de talud
p Cadm
•
densidad
kg/m3
esfuerzo admisible
kg/cm2
fuerza tractiva
N/m2
viscosidad cinemática
m2/s
ángulo de barras de rejilla con la horizontal
Investigación aplicada - PRONAR
245
Bibliografía
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246 Obras de riego para zonas montañosas
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bl
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Dirección General de Saneamiento Básico Flealamento técnico de diseño de oroverflotable para poblaciones menores a 5.000 habitantes, 1999 Ministerio de Vivienda y Servicios Básicos, Bolivia Dirección General de Saneamiento Básico Reglamentos técnicos de diseño cara sistemas de alcantarillado, (Norma Boliviana 688), Ministerio de 2001
4
1
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n
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Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia
•nc - •
el e- •
m
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(Footnotes) 1 La publicación FAO 26/1 presenta un inventario extenso de posibles repartidores. Contiene fórmulas hidráulicas y comentarios para el diseño estructural. 2 Martínez 13., (2003) recomienda un bordo libre de 10 a 15 cm en estanques pequeños con revestimiento. En estanques grandes, con revestimiento de sus paredes el bordo libre debe ser entre 30 y 50 cm. En estanques de tierra sin protección, el bordo libre varia entre 60 y 90 cm. 3 Sección basada en Rojas, 2001. 4 Basado en Bos et al (1985). 5 La clasificación de las partículas según su tamaño es arbitraria. Aquí se adopta una clasificación de sedimentos en embalses extraída de PRONAR, 2002.
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6 La velocidad de salida de un sifón está gobernada por la expresión V= .11Wi es decir, para una altura de 1 m por ejemplo, la velocidad alcanza aproximadamente los 4.5 m/ s. Se adopta este nombre a falta de un término castellano estandarizado que defina lo que en inglés se ha bautizado como superpassage.
8 El rango de valores para cada material abarca desde su estado suelto (menor valor de 1) ) hasta su estado denso o compacto (mayor valor de (I) )
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