NO QUITES DE MÍ TU SANTO ESPÍRITU
2 de septiembre de 2012
Introducción
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Hoy consideramos la expresión "Y no quites de mí tu santo Espíritu"
Salmo.51.11b.
David fue ungido en tres ocasiones: la primera por Samuel estando en casa con su familia 1 Samuel.16.13; Samuel.16.13; la segunda en Hebrón por los representantes de la tribu de Judá 2 Samuel.2.4; Samuel.2.4; y la tercera por todos los ancianos o líderes de Israel también en Hebrón 2 Samuel.5.3. Si uno considera estos tres episodios desde un punto de vista político, militar, o mediático, concluiría que la unción más importante recibida por David fue la tercera, cuando fue coronado rey sobre todas las tribus de Israel y Judá. Sin embargo, el relato de la primera unción contiene un detalle importante que no debe pasar por alto, dice el texto... "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David..." (1 Samuel.16.13)
La frase "desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David." Marca el comienzo de una etapa en la vida de David, un tiempo nuevo de capacitación y comunión con el Espíritu Santo. El verbo "vino" tsaléakj viene de una raíz que significa: empujar hacia adelante
,
acometer, bueno, éxito, lograr, pasar, prosperar, próspero, ser bueno, servir, venir".
Al ser ungido por Samuel, el Espíritu Santo vino sobre la vida del joven David para llevar a cabo los propósitos de Dios en su vida. Contextualizar: El Espíritu Santo está con nosotros para que podamos cumplir con nuestro destino y llamado. Jesús dijo que no nos dejaba huérfanos, sino que enviaba a otro consolador de la misma naturaleza y esencia que él Juan.14.16. Juan.14.16. Desde el momento que fuimos limpiados por la sangre de Jesucristo, tenemos al Espíritu de Dios en nosotros. Esta es la realidad que se presenta para el discípulo del Nuevo Testamento, y de la que debemos estar siempre conscientes.
NO QUITES DE MÍ TU SANTO ESPÍRITU
2 de septiembre de 2012
Contenido 1.- El Espíritu Santo en la vida de David. En el momento de ser ungido por Samuel, David ya era un pastor comprometido y valiente. Defendía, aún a riesgo de perder su propia vida, la vida de las ovejas que cuidaba 1 Samuel.17.34-35. Pero cuando Samuel unge a David como rey el Espíritu Santo viene sobre él para acompañarle y habilitarle en todos sus desafíos futuros: "Desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová reposaría de una manera extraordinaria sobre la vida de David". Pasarían años hasta que David pudiera llegar a ser rey de todo Israel, y se cumpliese la palabra profética soltada por Samuel 1 Crónicas.11.1-3 Pero lo trascendente fue que desde que Samuel lo ungió por primera vez, el Espíritu de Dios vino y permaneció sobre David de forma extraordinaria. En cuanto a sus acciones no hay duda de que fue el Espíritu Santo quien lo capacitó y ungió. •
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Saúl atormentado por los demonios encuentra alivio al escuchar tocar a David. Y no por la habilidad musical del muchacho, que posiblemente tuviera, sino porque el Espíritu de Dios reposaba sobre David 1 Samuel.16.23. Al enfrentar a Goliat, las palabras de David se parecen a las del apóstol Pablo en Hechos.17.16, cuando su espíritu se enardecía al ver los ídolos en la ciudad de Atenas. ¿Cómo se atrevía un incircunciso a desafiar al pueblo de Dios? Su espíritu ardía en su interior, y cuando oyó maldecir por su dioses a Goliat, el Espíritu Santo que estaba sobre David lo habilitó para, con un sólo golpe, derrotara al gigante. Esperó hasta que llegara el momento de su promoción, nunca quiso usurpar el trono, no cayó en el orgullo por su éxitos militares 1 Samuel.18.7, y soportó las persecuciones de un rey celoso. Cuando tuvo a su enemigo en la punta de su arma le perdonó la vida, dos veces.
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Tomó a 300 hombres endeudados, afligidos y amargados e hizo de ellos los "valientes de David". Hombres de renombre marcados por el carácter de un hombre sometido a Dios.
En cuanto a sus palabras, el propio David dice en 2 Samuel.23.2 "El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua." Y en Marcos.12.36 el propio Jesús cita el Salmo.110.1 escrito por David y se lo atribuye al Espíritu Santo.
David fue el compositor de la mayoría de los salmos. Por ejemplo, de los 41 Salmos primeros, excepto 4 (1,2,10,33) todos fueron escritos por él. Salmos como el 23 o el propio 51, no son fruto de la inspiración de un poeta sino de la acción del Espíritu Santo en la vida de David. 2.- El Espíritu Santo y su misión de implantar el reino de Dios. •
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Juan el bautista, antorcha encendida, fue lleno del Espíritu Santo aún en el vientre de su madre Lucas.1.15. Jesús fue ungido por el Espíritu Santo para llevar a cabo su misión Lucas.4.18. Echaba fuera demonios por el Espíritu Santo Mateo.12.28. Y el poder de Dios estaba sobre Jesús para sanar Lucas.5.17 Los apóstoles tuvieron que esperar "la promesa del Padre" antes de acometer la tarea de extender el evangelio por todas partes Hechos.1.8. Evan Roberts, John G Lake, Seymur etc.
Somos "vasijas de barro que contienen un tesoro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros" (2 Corintios.4.7).
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Necesitamos al Espíritu Santo para enfrentar cualquier situación que se nos presente. Además de la conversión u obra inicial del Espíritu, necesitamos depender de él para todo. 3.- Cuanto posee el Espíritu de nosotros. Según la Biblia todos los creyentes tenemos una medida de fe Romanos.12.6. que según Jesús, debe crecer y desarrollarse como una semilla de mostaza (cualidad de crecer), de ahí que los discípulos pidiesen a Jesús que aumentase su fe Lucas.17.5. Sin embargo, no hay un sólo texto en el Nuevo Testamento que nos haga pensar en que los creyentes tenemos diferentes medidas del Espíritu Santo. El Espíritu de Dios, al ser una persona mora a nosotros al completo. No se trata pues de cuanto tengo, o tenemos del Espíritu Santo, sino más bien cuanto tiene el Espíritu Santo de nosotros; es decir, cuánto hemos rendido nuestro ser a su gobierno y control. Las consecuencias de que el espíritu de Dios se apartase de Saúl me hizo pensar en las actitudes, sentimientos, pensamientos y acciones que provocan que el Espíritu de Dios se entristezca en nosotros, lo apaguemos, limitemos su influencia. Efesios.4.30 Advierte de que no entristezcamos al Espíritu Santo con... 1.- Palabras vulgares, mentirosas, o poco edificantes. No sólo las que no sean verdad, sino las que no edifiquen. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Evitemos a toda costa un vocabulario soez, y también lo que algunos han llamado la quejabanza. 2.- Sentimientos como el rencor, la ira, etc. descontrolados que dañan a los demás y a nosotros mismos. 3.- Acciones como robar, engañar etc. deben ser sustituidos por acciones del nuevo hombre creado según Dios. 4.- Pensamientos vanos, materialistas. Centrados en el aquí y ahora, llenos de codicia o avaricia.
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NO QUITES DE MÍ TU SANTO ESPÍRITU
2 de septiembre de 2012
Conclusión: La expresión de David en el Salmo.51.11b "no quites de mí tu santo Espíritu" tiene la urgencia de alguien que sabe lo terrible que sería vivir sin la presencia y la comunión del Espíritu Santo. Nos sirve hoy para evaluar cómo valoramos nosotros el hecho de que el Espíritu Santo pueda vivir en nuestro interior gobernando nuestra alma, cuerpo y espíritu. Félix G
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