Los casos de violencia de género aumentan día a día en todo el mundo y, muchas veces, las mujeres piensan que no tienen salida. Estas relaciones tóxicas de pareja, que comienzan con el menosprecio, las burlas o la manipulación, pueden agravarse. Así, se trate de abuso emocional o físico, siempre reinan el agotamiento corporal, la lucha mental y el clima de
inestabilidad.
En No me maltrato ni me maltratan, Alejandra Stamateas, especialista en motivación y transformación de mujeres, expone de forma clara de qué manera este “hombre de los mil rostros” va construyendo su poder, pero también ofrece las herramientas para detectarlo a tiempo, sanar las heridas y cortar este círculo de control. “Es tiempo de que comiences a darte el valor que verdaderamente tienes. Salir del maltrato no es una opción, es una obligación”.
INTRODUCCIÓN
Prisioneras de los roles sociales
V
ivimos en una sociedad frustrada que maltrata y que no nos enseña a
valorarnos ni a querernos como somos. Tenemos que adelgazar, ser
rubias, más altas, más bellas, más inteligentes. El concepto sería: “Si no logro estar satisfecha con mi vida, voy a someterme a la vida de otros y ser esclava de sus deseos y su trato”. ¿Cuándo se produce la insatisfacción? La insatisfacción en nuestra vida se origina cuando hay una tensión entre lo que estamos haciendo y
lo que
quisiéramos hacer, cuando estamos haciendo algo que puede ser bueno, agradable, pero aun así, estamos tensionadas, preocupadas, sentimos que no encajamos y quisiéramos hacer otra cosa. Por ejemplo, una mujer me decía: “Alejandra, ¡no sabes cómo deseo estudiar! Mi gran anhelo siempre fue seguir una carrera universitaria, pero nunca pude hacerlo. La vida se me pasó muy
rápido, de pronto formé pareja, me casé, tuve mis hijos… Y estoy contenta con todo eso, pero me quedé con la insatisfacción de no haber podido seguir con m is estud est udios ios””. La pregunta es: ¿por qué vivimos en la insatisfacción? Detrás de todo deseo insatisfecho hay una presión social, cultural, familiar o propia. Las mujeres solemos tener más aspi- raciones frustradas que los hombres porque a nosotras se nos ha impuesto un rol social que determina que nuestra realización personal pasa por atender a los demás, o porque otros (hijos, pareja, etc.) se realicen y nosotras no. Al hombre, en cambio, el rol social que se le ha dado es cumplir con sus objetivos. Está bien visto que él vaya tras sus sueños, que pelee por alcanzar sus metas, pero a la mujer se le impuso la presión social de tener que criar a los hijos, verlos triunfar y respaldar al marido para que lleve a cabo todos sus proyectos. Tal vez muchas mujeres piensen que ya superaron ese rol, pues ya tienen su título universitario, sus empleos, su independencia económica. Sin embargo, a pesar de que no vivan para atender y apoyar a otros, hay una presión social y cultural que queramos o no, está marcada en todas nosotras, está
arraigada en nuestro nu estro ser, ser, y esta es la razón por la que hacemos muchas tareas con culpa, lo que luego nos genera insatisfacción. Cada vez que no cumplimos con el mandato cultural, alguien, en algún momento, nos lo va a recriminar, quizás con preguntas como: “¿no están muy solos tus hijos?”, “¿no estarás trabajando muchas horas?”, “¿y ahora se te ocurrió ponerte a estudiar?”, “¿y cómo haces con las cosas de la casa, con los niños?”, “¿tu marido está de acuerdo con lo que planeas hacer?”. Y este reproche viene especialmente de parte de otras mujeres. Cuando estas
mujeres le reprochan a otra, también se están confirmando a sí misma mismass que el rol que qu e deben deben ocu o cupar par es ese ese y no ot o t ro. Otras veces, somos nosotras mismas las que nos reprochamos: “tendría que estar más tiempo en casa”, “no debería irme tan temprano y llegar tan tarde”. Entonces, si vamos a trabajar, nos sentimos culpables. Las mujeres nos sentimos insatisfechas porque hay una recriminación
social frente a algo que se espera de nosotras o que nosotras mismas creemos que tenemos que hacer para ser mujeres correctas o buenas mujeres. Para salir de la insatisfacción es necesario identificar qué es lo que nos interesa,
nuestraa identidad. Si para lo cual debemos previamente descubrir cuál es nuestr no sabemos quiénes somos y qué nos apasiona en la vida, vamos a vivir disgustadas, molestas, sirviendo a los intereses de los demás, sin poder ir detrás de nuestros propios deseos. ¿Cómo recuperamos la identidad? Conectándonos otra vez con nosotras mismas. Nos conectamos con la vida de nuestros hijos, con la vida de nuestra pareja, los levantamos, los escuchamos, los apoyamos, pero esa es una fuente ajena. Para recuperar la identidad tenemos que desconectarnos de ellos para volver a conectar con nosotras. nosotras. Cuando hablamos de qué nos corresponde en esta vida muchas mujeres manifiestan: “Yo he sufrido tanto que ahora me merezco pasarla bien”, “veinte años aguanté en la esclavitud con ese mal hombre, ahora me toca tener una buena pareja”. Lo cierto es que, querida mujer, por sufrir no nos corresponde nada; por eso debemos sacarnos ese argumento de la cabeza. ¡El sufrimiento no tiene premio!
Si una mujer estuvo veinte años junto a un hombre que la maltrataba, esa
fue
su decisión, y no puede esperar recompensa por su sufrimiento porque podría haber salido de esa situación. Lo que merecemos como mujeres no tiene que ver con lo mucho que sufrimos y nos esforzamos, y tampoco guarda relación con nuestra capacidad de aguantar calladas todo tipo de maltrato. Agotarnos en la vida es nuestra elección, y no vamos a tener una retribución
tiempo po de que dejemo dejemoss de tortur torturarnos. arnos. por sufrir. Por eso, es tiem Para tomar lo que nos pertenece tenemos que firmar un contrato con nosotras mismas, para ir por aquello que anhe- lamos, incluso cuando esto signifique dejar algunas cosas de lado. Y para ello, debemos hacernos estas preguntas: • “¿A dónde quiero ir?” •
“¿Qué quiero quiero obtener?” obte ner?”
• “¿Qué me motiva a hacerlo?” • “¿Qué dejaría de lado para obtener eso que quiero lograr?”
Tenemos que volver a vincularnos con nuestra esencia. Es imprescindible que averigüemos qué es eso que nos sale naturalmente bien y nos hace inmensamente felices, porque esa es la fuente interior a la que debe debem m os reconec reconectt arnos para para recup rec uperar erar nuestra nuestra identid identidad. ad.
Cuando Cu ando del amor amor se se tra t rata ta… … Día tras día, nuestra cultura nos invade con historias y canciones románticas que describen un tipo de relación en la que tanto mujeres como hombres dejan todo por amor. Y en medio de este amor romántico aparecen vendas y máscaras que comenzarán a velar la verdadera identidad del otro.
Todo ocurre tan fugazmente que solo podemos concentrarnos en cómo nos hace sentir esa persona, y si el hombre en cuestión nos eleva hasta las nubes, seguramente es maravilloso. Esta es una concepción que nos llevará a equivocarnos y ceder más de lo conveniente. En medio de este enamoramiento, es común no ver los problemas y las irresponsabilidades que forman parte del pasado o el presente de la persona que hoy está a nuestro lado. Por ejemplo, no advertimos los conflictos
que tuvo con otras parejas, sus divorcios anteriores o su falta continua de trabajo; no notamos que, curiosamente, siempre fue víctima de sus exparejas; tampoco vemos que siempre somos nosotras las que pagamos las salidas o las boletas de servicios que él no puede solventar porque nunca le devuelven el dinero que invirtió o le prestó a algún amigo necesitado. Es decir, ¡siempre es la mujer la que termina cediendo! Sin darnos cuenta, las mujeres solemos dividir el paisaje emocional de nuestras relaciones en lo que en psicología se denomina “primer plano” y “fondo”. Así lo manifiesta Susan Forward, mi maestra y mentora en el tema, cuyo libro Cuando el amor es odio ha sido mi inspiración para acompañar a mujeres maltratadas. En primer plano estarán las
características y los
rasgos maravillosos, las
virtudes que le otorgamos a ese hombre, mientras que en el fondo en un lugar de poca importancia, quedarán las dudas y los problemas que sospechamos que tiene, pero que no queremos qu eremos ver ver. Y así es como las virtudes que le otorgamos cumplirán la función de eliminar del campo visual cualquier información que pueda nublar o “arruinar” el cuadro románt rom ántico ico que nos nos propus propusim imos os obs observ ervar ar.. Por años nos han enseñado que cuando hablamos de amor nos referimos al
romanticismo, a la vida en pareja, a un príncipe y un castillo. El romanticismo y los cuentos de hadas nos invitan a fundirnos en el otro, a disolver y anular
todo lo diferente; en definitiva, a dejar de lado todo aquello que nos identifica, nos distingue y nos hace seres especiales y únicos. Esta fusión
relación ión code odependiente pendiente de la que luego ilimitada puede ser el inicio de una relac te costará salir para volver a ser tú misma. Esta relación codependiente, que analizaremos profundamente a lo largo de todo el libro, se produce cuando “el hombre mantiene el control, haciendo polvo a la mujer”, señala Forward. Él te envuelve de tal manera que terminas convirtiéndote en una madre, que siempre lo mima y lo cuida. Y mientras que con un ramo de flores obtiene rápidamente tu perdón, tú tardas mucho tiempo en sanar tu
est est ima por po r el daño que q ue te hizo. hizo . El gran problema radica en que algunas mujeres siempre se quedan con la imagen inicial del “hombre perfecto” y convierten a esa persona en su dios, asegurando: “¡No puedo vivir sin él!”. Con el tiempo, se van dando cuenta de que su pareja de dios no tiene nada pero, como se niegan a aceptar esa realidad, surge un gran conflicto. Las mujeres tenemos que creer en acciones, en hechos, ¡no en palabras! Muchas de nosotras pedimos permiso para hacer y soñar, cuando realmente es nuestro derecho. No opinamos ni decidimos porque no nos atrevemos a determinar lo que pensamos, y así es como hemos perdido autoridad, aun en nuestro propio terreno. Admiramos lo que tienen los otros, pero en el momento en que aquello que tanto deseamos está delante de nosotras, no nos animamos a tomarlo, olvidando que nacimos para ser exitosas, para brillar y no para estar escondidas bajo velos que opacan nuestro ser. Mientras
vivamos creyendo en estas excusas y dependiendo de estas ideas erróneas, estaremos limitando y anulando nuestro futuro. ¿Qué hace que un hombre siga al lado de una mujer que desprecia, humilla y considera nada? ¿Qué hace que una mujer siga al lado de un hombre que la desprecia, la humilla y la considera nada?
Esto es lo que vamos a analizar a lo largo de este libro con el fin de descubrir no solo de qué se trata el maltrato, sino también cómo no caer
en él o sanar las heridas que ha causado. Para que este libro no sea uno más en tu vida y realmente te resulte una herramienta útil, te propongo que antes de avanzar con la lectura consigas un cuaderno de anotaciones, para que utilices en tus
momentos mome ntos de refl reflexi exión ón
personal sugeridos en los próximos capítulos. Lo que anotes en ese cuaderno va a ser tu guía y también te mostrará tus progresos. Pero, por sobre todas las cosas, te permitirá plasmar todas las emociones, deseos y sueños que están guardados en tu corazón. Al escribirlos, leerlos y releerlos te resultarán familiares y podrás reconocer en ellos tus anhelos. Escribir será una aventura y transitar las páginas de este libro te traerá libertad. Disfrútalo, naciste para ser libre.
Que Querida muje mu jer: r: Es tiempo tiempo de que comien comiences ces a darte dart e el valor que verdaderament verdaderamentee tien tien es. Marca fronteras fron teras,, declara declara la tol t oleeranci rancia a cero cero al maltr mal trato ato físico físico y emoci mo cion onal al en tu vida, vida, ¡de ¡d eja de dar excusas excusas!! No aprisi aprision onees tu pasión asión.. Salir Salir del malt m altrato rato n o es una un a opción opción,, es una obligaci obl igación ón..
“Es abuso abuso cualqui cual quier er comportami comportam iento encaminado enca minado a controlar control ar y suby subyugar a otro otro ser humano mediante el recurs recurso del miedo miedo y la humill humillación, ación, y valiéndose valiéndose de ataques ata ques físi físico coss o verbales”. verbal es”. —Susan Forward , terapeuta, conferencista y escritora estadounidense
S
abemos que quien abusa provoca un daño que puede ser psíquico o físico, que generalmente es posible gracias al poder que el abusador tiene sobre la persona abusada. El abuso tiene distintas modalidades, y
todas ellas suelen dejar una enorme huella de dolor en la persona que las padece. En este libro nos ocuparemos específicamente del abuso que generan los hombres hacia las mujeres, y que es parte de lo que llamamos violencia de género. Hoy en día y, cada vez con más frecuencia, hay hombres que utilizan ciertas formas constantes de maltrato, denigrando y desvalorizando a sus parejas. Nuestra mente es tan vulnerable y receptiva a este tipo de ataques como a un golpe dado con un elemento de tortura. En est est a violencia violencia psicológica, p sicológica, las palabras suelen ser espadas que hieren y matan una vez que ingresan en nuestras vidas. Cada frase mal hablada,
cargada de ira y de odio puede, con el transcurso del tiempo, destruir por completo a la persona a quien va dirigida la agresión, aunque no se vea ni una sola marca. Tal vez, en el trajín diario, comenzamos a pensar que el maltrato, el abuso emocional, la manipulación premeditada de nuestras emociones, los malos g est est os y las malas contestaciones son normales. Sin embargo, no podemos ni debemos acostumbrarnos a lo malo, ni aceptarlo como algo de todos los días. Todos los seres humanos, hombres y mujeres, nos debemos respeto y buen buen trat tra t o. Determinemos qué es abuso emocional: • Hacerte dudar de ti misma y de los que te rodean
Separarte e de tus tu s vínc vínculos ulos más ínt íntimos imos • Separart esestabi bililizz ar t us emocio em ociones nes hast hastaa c onfu onfund ndirte irte • D esesta • Dirigirse a ti con palabras de menosprecio continuo, desvalorización,
humillación y descrédito • Manipularte •
Humillarte
• Ridiculizar tu imagen interior y exterior • Degradarte • Someter tus emociones y sentimientos a su voluntad • Burlarse y menospreciarte sistemáticamente
Todas estas acciones premeditadas tienen el mismo fin: herir, dañar, lastimar, humillar, degradar y abusar de la mujer que ellos consideran fue creada solo para ser objeto de su dominio.
Control Control verbal ver bal y ges g estual tual
Al ejercer este abuso emocional, este sometimiento, muchos hombres se sienten poderosos y piensan que su valor adquirirá mayor peso, que tendrán más prestigio y poder delante de otros. Esta forma de trato también es lo que culturalmente han vivenciado o aprendido en su familia durante la infancia. “Someter y dominar a mi antojo” es el lema de los abusadores; solo así podrán
satisfacer y alimentar su vanidad. Por este motivo, no se detendrán hasta lograr su objetivo. Así encuentran en el sometimiento la manera de conseguir que su pareja sea como ellos quieren o como ellos imagi- nan que una pareja debe ser. El manipulador buscará descontrolar tus emociones, intentará que ya no seas capaz de decidir por ti misma, que
sientas que sola no puedes escoger
bien, que no logres hacer nada sin su aprobación y su mirada. Además, agigantará su poder y su figura de dominio menospreciándote. Su premisa es: “El más grande somete al más chico”, y este sometimiento se manifestará por medio del control verbal y gestual que utilizará contigo, su víctim víct ima. a. No N o le le bast bast ará t ener ener el po poder, er, tam t am bién ién se se enc enc arg ará de deformar la
realidad, haciéndote sentir culpable por todo lo que acontece y por lo que todavía no ocurrió pero puede suceder si él no está allí para rescatarte. Por eso te dice: “¿Qué sería de ti sin mí?, ¿qué hubieras hecho?, ¿dónde estarías hoy?”. La mayoría de los abusadores tienen aprendidas las mil y una respuestas que darán ante cualquier reclamo de tu parte, y tratarán por todos los medios de deslindarse de su responsabilidad. Muchos de ellos dirán que no tienen facilidad de palabras, ¿para qué pedir perdón?, ¿para qué decirte que te ves bien si, después de todo, ya lo sabes?
La excusa perfecta es que tú nunca
entiendes nada. Él ya te pidió disculpas de otros modos, pero tú no te das
cuenta. No olvides que, pese a lo que él sostiene, es una persona habilidosa con las palabras, por lo que te envolverá de manera tal que terminarás creyendo que él tenía razón. A través del miedo esperará que hagas lo que te pide, que no pienses, ¡y que ni se te ocurra hacer lo contrario!, porque ya sabes lo que pasa si lo desobedeces. Él es bueno y tú eres mala. Siempre será el otro el que tenga la culpa. Querrá convencerte de que para que él cambie, tú tendrás que cambiar primero. Nunca alcanzará el respeto que le tengas, nunca será suficiente el esfuerzo que hagas para complacerlo: el manipulador no tiene límites. Y esta es la razón por la que no acepta que lo contradigas. No obstante, si te atreves a hacerlo, tu “No” lo motivará a insistir hasta lograr su objetivo.
Sin lím lí mites it es ni parámetros parámetr os El abusador se extralimita y esta es una señal inequívoca que debes tener en cuenta antes de entablar una relación. Veamos algunas características que nos pueden dar un panorama de su falta de límites, que luego trasladará al vínculo de de pareja: par eja: • Exige demasiada admiración
Tiene proyect p royectos os megalómanos megalómanos • Tiene • Hace inversiones excesivas (todo o nada) • Abusa de sustancias (alcohol o drogas) • Es jugador compulsivo • Tiene ž ž
todo tipo de exc excesos, esos, por ejemplo:
Exc Ex c eso de de velocidad velocidad Exceso en soportar dolor físico
ž
Exceso de entrega al principio de la relación (da mucho en muy poco tiempo o lo da todo, pero luego pedirá diez veces más)
ž
Exceso Exceso de pulcritud pulcrit ud y orden
El manipulador ha olvidado que en una relación nada debe darse por sentado, nada es obvio, y que es necesario decir: “Te quiero”, “Perdón”, “Lo siento”, “Estás linda”, “¡Qué bueno lo que hiciste!”, “Volvamos a empezar”, “¡Qué bueno es estar untos!”. Él querrá hacerte pensar que tu vida es un error, pero te exigirá que seas exitosa y sobresaliente en todo lo que hagas. Te convencerá de que no
tienes valor y de que no eres merecedora de alcanzar tus sueños. El abusado abusadorr destruirá destruirá t u est est ima im a poc poc o a poco. Sin embargo, es aquí donde debes detenerte por un instante y pensar. Tú eres buena, solo que hasta hoy había un velo en tus ojos y en tu alma que te impedía decidir y descubrir tu verdadero potencial: tu Yo. Pero hoy estás comenzando
te lón para que la función comience. Seguramente, al principio no a correr el telón verás la mejor parte de tu vida, sino solamente el dolor, el maltrato, el abuso, la manipulación por la que pasaste. No obstante, a medida que vayas reflexionando, podrás tener la opción de elegir y cambiar lo que has vivido. Luego tendrás las herramientas para comenzar el protagonista seas tú.
cambio y
que la
Poner Poner el cuerpo Cuando hablamos de abuso físico nos referimos al maltrato corporal. Algunos ejemplos son: • Tirar de tu cabello
• Empujarte • Tironearte •
Zamarrearte
• Obligarte a tener relaciones sexuales • Abofetearte • Patearte • Torcerte el brazo
Una vez que la cultura del maltrato se instala en la vida de estas mujeres, y experimentan el encanto del pedido de perdón y las promesas de cambio por parte del hombre, me cuentan de un período de “tranquilidad nerviosa” en el que no pasa nada malo. Sin embargo, ellas saben que en cualquier momento puede pasar. Cada signo que la mujer percibe como posible desencadenante de una crisis del hombre, lo vive con muchísima tensión. Intenta por todos los medios evitar situaciones que puedan perturbarlo, entonces, por ejemplo, se esmera en vestirse de manera que él no sienta celos, le pide a los hijos que no le cuenten que conversó con una amiga que a él no le agrada o los manda a dormir temprano para que él pueda comer “en paz”. Soportar todas estas circunstancias, día tras día, termina alterando su estado mental y físico. Antes de asistir a mis conferencias en vivo, muchas mujeres maltratadas han realizado tratamientos psicológicos o psiquiátricos—en ciertos casos, acompañados de medicación—, y han pasado meses escuchando a escondidas mis charlas por Internet. Por eso, cuando llegan están dispuestas a relatar
su infierno infierno.. Hay algunas que reciben solo ofensas verbales y otras que han pasado del maltrato verbal al abuso físico, y hoy sufren ambas vejaciones. Pero lo cierto
es que muchas de ellas no quieren separarse de ese hombre, porque manifiestan que lo siguen amando, a pesar de todo. Se acostumbraron a vivir mal, y creen que eso es lo que merecen.
adiciccción al maltrato ma ltrato que estas mujeres no pueden imaginar su vida Es tal la ad sin experimentarlo. Por tal razón, no quieren cambiar de pareja. Desean modificar su situación pero permanecer con él, porque no entienden cómo pudi pudieron eron hacer hac er una una elec elec c ión ión tan ta n mala. m ala. Ansí An sían an comprob co mprobar ar que estaban estaban
en lo correct co rrecto o el día que lo lo eligi eligieron eron para p ara compartir compartir sus vidas. vidas. Solo en el trabajo con su autoestima y el fortalecimiento de su identidad es que se logra el cambio en cada una de ellas. Es un proceso con altos y bajos, hasta
vivirir en libertad libe rtad y que finalmente comienzan a experimentar lo que significa viv salir de la opresión. Cuando están dispuestas a hacerse cargo de sus vidas y no ceder su libertad, están preparadas para entender su elección pasada y recomponer su vida, contando con ellas mismas y ya no con el otro como si fuera un salvavidas al que le deben todo su ser.
Un vínculo que degrada deg rada Ahora bien, ¿por qué un hombre que humilla a su mujer no se aleja de ella? Lo lógico sería que la abandone si considera que no sirve para nada porque no lo erotiza o porque no es inteligente. No lo hace porque la persona que humilla se siente débil, razón por la cual siempre necesita tener a alguien para
actuar su poder. Al sentirse inseguro, ese hombre busca demostrar con actos de autoritarismo y de descalificación constante que él es el que manda y el que ejerce el dominio. Desgraciadamente, muchas mujeres cometen el error de tenerles lástima y piensan: “¡Pobrecito! Él me dice que soy una
estúpida porque en el fondo esa es su debilidad…”. ¿Y por qué una mujer que es humillada constantemente por un hombre sigue en esa relación? La mujer que sufre este tipo de maltrato permanece en ese vínculo porque ve al otro como un ser poderoso y este, en consecuencia, ejerce todo su mando. Por ejemplo, si una mujer ve a ese hombre como a un dios, y dice: “Él es muy inteligente. Yo, en cambio, soy una tonta que no sabe cómo manejar las finanzas ni cómo criar a nuestros hijos”, él va a utilizar su poderío para humillarla y decidir por ella. Al mismo tiempo, este tipo de mujer sigue permitiendo ese trato degradante porque está dentro de una relación
e mocional. onal. que es un sube y baja emoci Con todo, hoy puede determinar pensamientos correctos en su mente; quitar y erradicar de ella todo el sistema de mentiras que la llevó a justificar la violencia física o psicológica, a considerar que el abuso y el maltrato eran algo normal, o quizás a sentirse merecedora de ellos. ¡Nada más erróneo que esta creencia! Y recuerda: Créele réele a sus he h echos y n o a sus palabras. palabras.
Para tener en cuenta: 1 El abuso tiene distintas modalidades y todas ellas suelen dejarte una
enorme huella hu ella de d e dolor dol or.. 2 Tu mente es tan vulnerable y receptiva al abuso emocional como a un golpe golp e dado dado con un eleme lemento de tortura. tortura. 3 El manipulador te hará pensar que no tienes valor y que no eres merecedora de alcanzar tus sueños. Así destruirá tu estima poco a poco. úni ca meta meta de la l a violencia, viol encia, ya sea sea ejercid ejercidaa sob sobre re el el cuerpo o sobre ob re las 4 La única emoci emocion ones es,, es es acabar con tu t u autoaut ovalo valoración ración y con la ima i mage gen n que q ue tienes de ti misma misma.. Nadi e tiene autoridad autori dad para abusar abusar de ti. ti . ¡No ¡No cedas tu vida a su agres agresió ión n 5 Nadie sistemática!
La hum umill illac ación ión,, el abuso emoci mo cion onal al y el maltr mal trato ato n o pueden ser ser tolera to lerados dos ni n i con consi side derados rados normales no rmales.. Llega un moment mo mentoo en el el que es n ecesa cesario rio descubrir descubrir cómo es real realmente ment e ese hombr ho mbre e que que está a tu lado. l ado.
“Todo “Todo amor a mor que no produce paz, sino sino angus a ngustitiaa o culpa, culpa, est e stáá contaminado contam inado de codependencia. codependencia. Es E se tipo de amor am or patológi patol ógico, co, de obs o bsesi esión, ón, es sumame sumamente nte destructi destructivvo. Al A l no producir paz interior interior ni creci crec imiento espiri espiritual, tual, no lleva leva a la felicidad”. —Melody Beattie, periodista y escritora best seller estadounidense
S
omos seres sociales, y es por ello que la presencia del “otro” es esencial en nuestro desarrollo personal, vincular, emocional y social. Todos los seres humanos necesitamos de los otros; vivimos inmersos en una
sociedad en la que precisamos aprender a convivir, relacionarnos y establecer vínculos con distintos tipos de individuos. Pero sucede que cuando se crean nuevos lazos interpersonales, no solo está en uego lo que la otra persona quiera brindar, sino que todo nuestro interior estará expuesto: emociones y sentimientos diversos, desde la duda, el temor al rechazo, el miedo a no ser aceptados hasta nuestra
propia
vulnerabilidad y todo nuestro ser. Y de la misma forma en que nosotras observamos cómo es la persona con la que vamos a relacionarnos —su piel, su olor, su aspecto—, quien está frente a nosotras captará nuestra alma—mente, volunta voluntad, d, em ociones— ociones—..
Quizás durante muchos años fuiste rechazada y hoy te preguntas: “¿Existirá alguien que quiera relacionarse conmigo?”. Piensas: “¿Quién podrá quererme?”. Acaso, ¿no eres merecedora de ese amor?, ¿vales lo suficiente para ser aprobada por el otro, o es que solo te mereces lo que al otro le sobra y elija darte? Existe una larga serie de conceptos como estos que han lastimado nuestro propósito y nuestros sueños. En nuestras manos está el poder de
construirnos o destruirnos, de dar a luz a esa mujer fuerte, soñadora y visionaria que hay en nuestro interior pero que aún no parimos, esa mujer que debe despertarse para comenzar a vivir su propia vida y no desperdiciar sus años cumpliendo los sueños de otros. En nuestras manos está la libertad de elegir relaciones que nos desgastan, nos abaten, nos ridiculizan y nos matan lentamente o establecer vínculos interpersonales que nos edifiquen, nos estimulen y nos impulsen a crecer cada día.
Adicta Adict a a tu t u amo amor El amor hacia el otro, hacia quien decidamos expresarle nuestras emociones, puede demostrarse de varias maneras. Una de ellas es darle toda nuestra atención, escucharlo con intensidad, afirmarlo, pasar tiempo y dedicarnos por entero a él—alma, mente y cuerpo—, sin darnos cuenta de que al
entregarnos sin límites, estaremos frente a un grave problema: amar adictivamente al otro. En esta clase de amor, ¿en qué lugar quedan tus emociones, tus gustos, tus decisiones, tus pensamientos y tus elecciones?, ¿será simplemente que ya no importan? “Amar mucho” suena como un piropo a nuestros oídos, pero en la
realidad diaria este amor se transformará en codependencia—ocurre
cuando una mujer se mira a sí misma con escasez y cree que necesita ser completada por otro—y terminará convirtiéndose en una adicción. Al comienzo, este amor pasional nos seduce y encandila, pero al cabo de un tiempo terminará generándonos miedo y haciéndonos pensar que estar con ese hombre es lo mejor que nos puede pasar porque, ¿qué sería de nuestra vida sin él? Estos son pensamientos y emociones perversas que poco a poco anularán nuestra esencia, nuestro ser. No olvides que un amor que solo se concentra en el otro, perdiendo de vista las
propias nec ne cesidades, anula y limita. Cada vez que amas estás soltando pode poderr, ¿t ¿ t e lo im im ag inabas? inabas?
Te do d oy todo t odo A la mayoría de las mujeres nos encantan los idilios, los amores románticos, dado que nos hacen sentir valoradas, estimadas. Nuestro cuerpo también traducirá lo que estamos sintiendo, y es en estos momentos en los que tenemos la fantasía de que así nos sentiremos eternamente. En esos niveles de relación, el deseo sexual aumenta de tal manera que estos encuentros pueden afectarnos como una droga que nos produce euforia. El maltratador quiere “todo”, y la mujer, como es codependiente, desea darle “todo”. Este vínculo te provoca miedo mezclado con peligro y renuncia; la sensación emocional llega a ser tan intensa y la necesidad de que él se sienta a gusto es tan fuerte que se genera una combinación de placer, dolor y miedo que te atrae de una manera muy vehemente.
La cultura y la tradición nos han querido hacer creer que el amor romántico tendrá el poder de hacernos sentir mujeres enteras ent eras y felices felices por siempre, y que nuestra estima y valor crecen si estamos en pareja. Hemos pensado por años que el sentido de identidad lo alcanzamos cuando pertenecemos a un hombre, o que depende del hombre que está a nuestro lado. No solo nos hemos sentido presionadas a formar pareja, sino que también nos han hecho sentir que si a una determinada edad no estamos casadas y, al poco tiempo embarazadas, estamos fuera del sistema. Si no cumples con estos parámetros, seguramente escuchaste comentarios como: “¡Por algo será!, ¡Es que no tienes paciencia!, ¡Es que nadie te viene bien!”. Para algunas mujeres querer a un hombre es parte del crecimiento que todas deben tener, pero la pregunta a hacernos es: ¿a qué costo? Anhelar estar en pareja es un deseo sincero que vive en la mayoría de las mujeres y hombres. El problema surge cuando ese deseo o ese sueño están basados en fantasías, en mitos irrealizables, en imaginar que estamos eligiendo al hombre que siempre soñamos cuando en realidad no lo conocemos. “La codependencia crea amargura, angustia, enojo y culpabilidad irracional. El fruto del amor debe ser la paz y la alegría. Si no es así, algo anda mal”. —Melody Beattie, periodista y escritora best seller estadounidense
Mi media medi a naranja naranja Muchas mujeres pasan años de sus vidas sufriendo porque han escogido mal. Se han enam enam orado orado del del am or o del del currí c urrícc ulum ulum ( empres em presario, ario, profes profesio ional nal,, viajad v iajado, o, etc.) pero no del hombre a quien le han dicho: “Sí, quiero”. Y, con tal de no estar solas, eligen para su vida un hombre abusivo y manipulador.
La sociedad nos hizo creer que solo seríamos ciento por ciento mujeres si formábamos pareja. Nuestro espejo no es nuestro par. La creatividad que te pertenece no está en tu pareja, está dentro de ti. Esa fuerza para idear y soñar no está en el otro, sino que vive y cobra potencia dentro de tu alma cada vez que te atreves a decidir, a elegir tus
propias
metas y a desafiar los paradigmas de la época. Todo está en tu interior: la c apacidad apacidad econó económ ica, em oc ion ional, in int elect electu ual y creat c reativa. iva. Bajo esta fantasía ilusoria de encontrar a nuestra otra mitad, por años nos hemos equivocado demasiado. Por culpa de este concepto, las mujeres han
“medio dio hombre” hombre”, pensando en encargarse ellas de completar a su buscado “me “media naranja”. Con esta elección errónea, si este hombre era abusivo, maltratador o violento, pensaste que tu amor lo completaría, lo cambiaría; terminarían siendo uno solo y de esta forma, la relación funcionaría. Para poder salir de este sistema necesitas visualizar que, independientemente del hombre que está a tu lado, tienes capacidades propias para seguir creciendo: • Capacidad emocional para elegir y decidir •
Capaccidad intelectual Capa inte lectual para construir construir
• Capacidad para p ara dar y recibir • Capacidad para discernir que una pareja no cubre una necesidad ni
llena un vacío, sino que ese hombre es parte de un proyecto de vida En esta búsqueda, ya no elegirás un hombre para no tener que seguir trabajando, sino para crear un proyecto en común—sin dejar el propio— y crecer juntos en todas las áreas de sus vidas.
Carencia Carenci a de amor amor En la mayoría de los casos, la codependencia es el resultado de la carencia del amor que nosotras creemos que deberíamos haber recibido de nuestros padres. Esa falta de aprobación y validación por parte de ellos hoy no te perm permite ite pod poder est est ar en paz paz c ont igo ig o mi m isma, sm a, por por lo c ual trata tra tarás rás de llenar ese
vacío equivocadamente con los demás. Si bien muchas mujeres pueden ser “exitosas”, “independientes” y “capaces” en otras áreas de su vida como en lo intelectual o en lo laboral, es justamente en lo emocional, en las decisiones de pareja, donde muestran esta falta de apoyo, amor y validación que han atravesado. En otros aspectos tal vez esta mujer es ganadora, pero en lo emocional, en la vida de pareja, vive una sensación de fracaso, inutilidad y congoja que la avergüenzan. El reproche es tu lema diario: “debería haber hecho esto o aquello”. Puedes estar redactando el mejor reporte del mundo para tu jefe o estar organizando una fantástica fiesta para tu hija, pero siempre encontrarás una culpa para echarte, siempre sentirás que lo podrías haber hecho
mucho muc ho mejor mejor.. La culpa irá contigo a todos lados; será tu amiga inseparable y no te permitirá pensar en ti misma. Una mujer no reconocida, no valorada, no tendrá estima para poder pensar que puede disponer de su dinero para comprarse un jean nuevo, una camisa o un par de medias. Esta mujer no validada no se lo merece (este es su pensamiento intrínseco), por lo que elegirá siempre comprar lo que sea, pero para los demás.
vivivirr por y para pa ra los demás, dem ás, ya que esta es Y, sin darse cuenta, comenzará a vi
la única forma y el único motivo que conoce.
Elecc El eccion iones es equivocadas equivocadas Como dijimos, muchas mujeres han sufrido durante su vida una carencia de imagen masculina, no han recibido la aprobación ni el reconocimiento de
sus padres y nunca han sido felicitadas ni valoradas o lo han sido en extremo. Es por eso que a la hora de elegir pareja escogerán a aquellos hombres que, según ellas, las harán sentir elogiadas y reconocidas. También hay mujeres que han crecido en hogares en donde tuvieron que hacerse cargo del cuidado de alguien: un adulto depresivo, una persona con invalidez, un padre alcohólico. Ellas fueron enseñadas a “cuidar” del otro, lo que hará que busquen a lo largo de su vida a alguien sentirse útiles y valiosas.
a quien cuidar, para así
Otras mujeres nacieron en familias que las trataron como a objetos de
cristal; eran “la princesita”, “la perfecta”, “la inteligente”, “la que todo lo hace bien”. Esta supuesta perfección es atractiva para el maltratador, cuyo objetivo será romper la cajita de cristal y destruir su contenido, demostrándole, a través del maltrato, que no es lo que le dijeron. A su vez, algunas mujeres necesitan estar en pareja para confirmar su belleza y reafirmarse como tales. Son personas que buscan agradar a cualquier precio. Sus conquistas y el hombre que las acompaña determinan su ego olvidándose de que, a pesar de estar con otra persona, pueden seguir sintiéndose solas. Y en esa búsqueda se sucederán una serie de errores. Las carencias siempre pedirán recibir afecto, pero es en ese momento de
angustia y de frustración que debemos distinguir cuál es la voz que estamos
escuchando. Podemos estar escuchando la voz de la falta afectiva, la de la aprobación o aquella que dice lo que nunca pudiste escuchar de tu padre. Y es en medio de ese dolor que dejas de reconocer tu propio valor para estimarte solo a través de las palabras del otro. Precisamente bajo presión y angustia, eliges equivocadamente. Y recuerda:
Tu vida intelectual y emocional te pertenece; eres responsable de hasta asta dón dó n de decide decidess llegar. Comp om partir es algo alg o n oble obl e, realiza realizarr un u n proyec ro yecto to junto jun toss es es maravill maravilloso, oso, pero pero lo prioritario es es poder encontr encon trar, ar, ante ant es qu q ue al otro ot ro,, tu tu prop ro pia “ot “otra ra mitad”, la la qu quee se perdió o la que aban aban don do naste aste en esa bú búsqu squeeda dese desenfrenada por encontr con trar ar a alg al g uien que esté a tu lado, lado , y a quien quien le adjudicaste adjudicaste el poder de darte dart e valor y vida. vida.
Para tener en cuenta: 1 En tus manos está la libertad de elegir relaciones que te desgastan,
abaten, ridiculizan y matan lentamente o establecer vínculos interpersonales que te edifiquen, estimulen y te impulsen a crecer cada día. 2 Si te entregas sin límites, estarás frente a un grave problema: amar adictivamente al otro. 3 Un amor que solo se concentra en el otro, perdiendo de vista las propi pro pias as necesid necesidades ades,, te anu anula la y te limita. li mita. 4 Anhelar estar en pareja es un buen deseo, sin embargo, asegúrate de no estar “enamorada del amor”. No bases tu sueño en fantasías ni elijas un hombre abusivo y manipulador con tal de no estar sola. q ue entiendas entiend as que qu e al al encarar encarar una un a relaci relación ón debes ir firme 5 Es importante que y completa, sin buscar encontrar en otra persona a tu otra mitad, ni tampoco a alguien a quien cambiar, cuidar o que te salve o te añada valor.
Comienza hoy a elegirte. Es tiempo de sanar esa estima que fue fue lastimada y vul vu l nerada, y que qu e sie sienntes in incompleta. Necesi cesitas tas elegirt elegirtee para estar contig contigoo misma. ¡Elige no lastimarte lastimart e ni rechaza rechazart rtee!
“No “No dejes dej es que que tu pareja parej a ocupe oc upe todo todo tu ser y tu mente, de tal tal manera manera que no haya hay a lugar para para ti.ti. Amar Ama r no es desaparecer”. desaparecer”. —Walter Riso , psicólogo y escritor
P
oco a poco, aquella mujer que había comenzado a brillar se va opacando, escondiéndose tras el hombre que ha elegido. Sin darte cuenta, alcanzaste tu objetivo: “encontrar un hombre”, y lentamente
empiezas a abandonar todo aquello que hasta ese momento habías conquistado: amigos, familia, trabajo pero, sobre todo, tu propósito. Tal vez conociste el éxito y te mostraste competente en muchas oportunidades que se te presentaron. Sin embargo, la relación de pareja que hoy estás sosteniendo te hace dudar de tus habilidades y de tu capacidad de uicio para asumir nuevos proyectos y desafíos. Te has convertido en una mujer codependiente. La codependencia es la obsesión que una persona establece con la vida de otra persona, a tal punto de olvidarse de solucionar sus propios problemas. La escritora Melody Beattie propone esta definición en su libro, Ya no seas codependiente: “Codependencia quiere decir que sé que cualquier hombre que
me atraiga, del que me enamore o con quien me case será químicamente dependiente o tendrá algún otro problema igualmente serio. Codependencia, explicó una persona, es saber que todas tus relaciones seguirán y seguirán del m ismo sm o mo m odo (doloroso), o terminarán del mismo modo (desastroso) o las dos cosas. Hay casi tantas definiciones de codependencia como experiencias que la representan”. Es interesante notar que todas las mujeres codependientes padecen una grave pérdida de autoestima y no solo eso, sino que esta dependencia comienza a enfermar sin darse cuenta su propio cuerpo. La mujer codependiente, al percibir que no tiene los recursos internos para desarrollar su potencial, queda enlazada al otro bajo un vínculo de temor, “yo no puedo, él puede”. Por lo tanto, lo necesita y esto genera una ansiedad permanente. Tengamos en cuenta que la dependencia emocional provoca miedos intensos, úlceras, sobrepeso, descuido del aspecto, problemas de abuso de sustancias como alcohol o drogas, migrañas, dificultades gastrointestinales o trastornos en el apetito o en el sueño. Sabemos que una mujer codependiente tiene una estima lastimada. Ahora bien, detengámonos por un instante a poner en claro qué es la autoestima. “Autoestima” es la definición, la idea que la persona es capaz de hacer de sí misma; por ejemplo, “soy un fracaso” o “soy genial”. “Estima” es lo que tú dices sobre ti misma, lo que hablas y reconoces de tu vida, atributos, capacidades o talentos que sobresalen. Nuestra propia definición hará referencia al grado en el que, como individuos, nos consideremos importantes y apreciables. Si esta es pobre, será fácil creer que posiblemente “merezcamos” recibir la vida que tenemos o la que los otros
decidieron por nosotras que vivamos. Con todas aquellas palabras que otros dijeron de ti y, con la base de las experiencias que tú misma viviste, irás construyendo tu estima. De la misma manera en que esta imagen va tomando forma en tu propia mente y dentro de tu propio espíritu, comenzarán a verte los otros. Si no eres capaz de apreciarte y amarte, será imposible esperar el aprecio y el valor de los demás.
Tú, su sal salvadora vadora Pero no solo de inseguridad, de baja estima y de sumisión se alimenta la mujer codependiente, también elabora pensamientos de rescate y de “salvadora” como estos: “Él es así porque nadie lo amó”, “Nunca sus parejas anteriores lo han apoyado”, “Él no es malo, lo que sucede es que lo lastimaron mucho y ahora se defiende”. De inmediato, estas mujeres asumen la tarea de ser ellas quienes deben
compensar todo lo que a este hombre le ha faltado. Serán quienes se encarguen de sacarlos del cautiverio, sumergiéndose en una continua búsqueda de justificaciones sobre su modo de actuar. Cuando ellas salvan a este hombre se sienten útiles o las heroínas de la historia, y esta es la razón por la que cargan sobre sus hombros el éxito que él debe tener. No obstante, lo que estas mujeres necesitan saber es que hacer que un hombre crezca, por todo el esfuerzo personal de ellas, es como subirlo y
cargarlo sobre sus hombros. Para que él se suba, ellas tendrán que ag acharse, ac harse, incli inclinarse, narse, hac hacerse erse peque pequeñi ñitt as. Ten en cuenta que siempre vas a encontrar a alguien que se quiera subir sobre tu inteligencia, sobre tu capacidad, sobre tus logros, sobre tus metas y, si se lo perm permites ites,, term t ermin inará ará aplastá aplastán ndot e.
Hay hombres que viven su vida sobre los hombros de una mujer. Ella se inclina, y él sube y crece: consigue su título, logra un trabajo, gana mucho dinero, es querido, admirado… y ella sigue allá abajo. Cuando la mujer quiere levantarse y empezar a pensar en su vida, ya no tiene fuerzas. Entonces, la soberbia del “yo lo voy a cambiar, yo voy a lograr que él crezca”, se transforma en sumisión, porque ya no tiene impulsos. Y en este juego de amor decimos: “a él hay que cuidarlo”. Pero, ¿a ti no?, ¿por qué? Porque piensas que no eres merecedora del cuidado y respeto que necesitas. Y te olvidas de ti misma para comenzar a vivir la vida del otro. Restringes tu mundo para adecuarte a las necesidades de él, sin saber que en el momento en que ya no quieras vivir bajo su ala, ese príncipe que algunos perciben como sapo, se convertirá en un ser horrible que no tolerará la amenaza de saber que tu apego y tu devoción hacia él se pueden terminar. Al menor indicio de que puedas irte de su lado, comenzará a ejercer poder y control en todas y cada una de las áreas de tu vida: en lo sexual, en lo financiero, en lo social y hasta en tu propio mundo interior. Este seductor para el afuera y lobo feroz para el adentro, mantendrá lo más que pueda su doble fachada. Se sabe que muchas veces ni aun profesionales excelentes han podido detectar la manipulación de estos psicópatas, que incluso han accedido por una única vez a concurrir con su pareja a una sesión de terapia. El manipulador consigue a través de esa historia que arma, en la que él es la víctima, que el terapeuta interprete que ella es muy exigente y excesivamente demandante. Esta es la razón por la cual solo los profesionales que han investigado y se han especializado en el tema son lo que logran entender y deshacer la trampa de estos lobos, y así tener un abordaje correcto para la víctima.
No es fácil detectar al manipulador, porque este estudia a sus presas en forma detallada y puede convertirse en el hombre de los mil rostros: a cada uno le mostrará la cara que más le convenga para lograr sus objetivos.
Educadas para asisti asistirr Ahora bien, cabe preguntarnos: ¿por qué las mujeres nos sentimos las
custodias, las responsables de la vida de ese hombre? Dicen que somos las que más carencias emocionales tenemos. ¿Por qué? Desde que fuimos pequeñas nos enseñaron a suplir los huecos emocionales de los demás. Cuántas veces, desde que eras una niña, escuchaste decir a tu madre: “atiende a tu padre”, o “llévale esto a tu hermano que lo necesita”. O nosotras éramos quienes levantábamos la mesa mientras nuestro hermano varón se retiraba a descansar porque al día siguiente lo esperaba un día difícil. ¿Acaso no llamas a tu amiga o a algún familiar para ver si necesitan algo? Nos educaron para comprender y asistir las necesidades del otro, las ajenas; y de hecho, ¡lo hacemos muy bien! Pero en este vivir por el otro nos olvidamos de atender nuestras propias carencias emocionales. No lo hacemos nosotras ni tampoco lo recibimos del otro lado. Es por ello que nos cuesta tanto ser
independientes. Cuando el ser humano le presta atención a sus necesidades emocionales, cuando ellas son realizadas, entonces sí está listo para salir a experimentar el mundo. De lo contrario, permanecerá encerrado en el mismo lugar de siempre. Lamentablemente, las mujeres hemos suplido toda la vida los vacíos emocionales de los otros; de nuestros hijos o de nuestras parejas. Es por eso que ellos pueden salir a
conquistar el mundo
mientras nosotras
permanecemos recluidas en nuestro pequeño mundo con nuestras carencias, creyendo que si seguimos dando más y más esa necesidad se va a sustituir.
Él te t e tien ti enee en la mira mira Es importante destacar que las mujeres y sus parejas tienen relaciones distintas con el poder, que van más allá de una simple división entre víctimamujer, como carente de todo poder, y abusador-hombre, como poderoso. La codependencia puede darse no solo en una relación de pareja, sino también con aquellas personas que ocupan diferentes roles a nuestro
alrededor, como hijos, jefes, madres, padres y amigos. Una mujer que diseñaba ropa me contaba que, con el tiempo, fue perdiendo la capacidad para combinar colores y texturas debido a que la relación con su hija había empeorado. Su hija era muy agresiva con ella, crítica e hiriente con sus palabras, además de ser adicta a las drogas y al alcohol. Esta madre se sentía tremendamente culpable por las condiciones en las que se encontraba su hija, por lo que había decidido soportar todas y cada una de las acciones y las palabras que de ella provenían. Cada vez que esta mujer se vestía necesitaba su aprobación y ella siempre la hacía sentir ridícula y miserable. Lo que no podía entender era el deterioro emocional y el descrédito personal que había comenzado a sentir. Mientras que durante mucho tiempo había vestido a otras mujeres y las había asesorado en su vestuario, hoy no sabía cómo vestirse. Con una frecuencia alarmante, las mujeres se enfrentan a grandes ataques de llanto y angustia, cayendo luego en profundas depresiones. En muchos casos, estos problemas empiezan durante la relación amorosa o el matrimonio.
El manipulador sabe y conoce a la perfección tus flancos más débiles, y tratará de apuntarles para debilitar tus capacidades personales para así poder ejerc ejercer er un total tota l dom domin inio io y con c ontt rol de de tus t us emocio em ocione ness y ac a c c ione iones. s. ¿A qué qué apunt apunt ará este hom hom bre? Veam Veam os: os: • A debilitar tu capacidad física. La debilidad física disminuye y anula las energías mentales y emocionales necesarias para descubrir las posibilidades de cambio que est están a tu alcance. alcanc e. • A robar tu esperanza. Al robarte la esperanza, te estará dejando sin
fuerzas para cambiar las circunstancias que te producen daño. La pérdida de esperanza te sumergirá en un estado de depresión que habilitará al abusador a asumir una mayor influencia sobre tus percepciones. debiilit lit ar tu t u autoes autoestt ima. im a. La baja estima estim a te t e co c onvertirá en • A deb
esclava escl ava de de
la inseg inseguri uridad. dad. Te hará dudar de todas las decisiones que tengas que tomar. • A destruir tu identidad. Cuando se destruye tu identidad no sabes
quién eres, ni tu propósito, ni tu destino. Si no tienes nombre, no tienes identidad y, por ende, no existes. El manipulador no se permitirá “perder” a aquella mujer que siente que es de su posesión. Por eso es que determinará sobre tu vida una exigencia más: la prueba de amor. Te pedirá que renuncies a aquellas cosas que hacen de ti
ser único y
un
que forman parte importante de tu personalidad. Así que
comprende su objetivo principal: tener el control y el poder de
emoci em ocione oness y acc accione iones.s.
tus
Y recuerda:
No No nac n acisiste te para para dar cada cada día día de tu vida vida un examen final, fin al, para para estar estar apro aprobada. bada. Tu valor está en tu inte int erior y tú misma eres la la primera que debes debes dárte dárt elo. Merece Merecess ser ser libre para elegir, leg ir, para para decidir decidir y vivi vivir.r. ¡La ¡L a libertad no se negocia! ocia!
Para tener en cuenta: 1 La codependencia es la obsesión que estableces con la vida de otra
persona persona a tal punto pu nto de olvidar olvid arte te de soluci ol ucionar onar tus propio prop ioss problemas problemas.. 2 El objetivo principal del manipulador es tener el control y el poder de tus tu s emocio emociones nes y acciones accio nes.. 3 En el momento en que ya no quieras vivir bajo su ala, ese príncipe se convertirá en un ser horrible que no tolerará la amenaza de saber que qu e tu apego y tu dev d evoc oció ión n hacia h acia él se puede pu eden n ter t erminar minar.. 4 Te educaron para comprender y asistir las necesidades del otro, las ajenas; ajenas; y de hecho, hecho , lo haces muy bien. Pero Pero en este este vivir vivir por p or el otro, o tro, te olvidas ol vidas de sup suplilirr tus propias prop ias carenc carencias ias emoci emocion onales ales.. 5 Nunca bastará lo que hagas para demostrarle a este hombre insaciable y manipulador lo que vales.
No No desap desapare arezc zcas as en el otro, otr o, pon tú las pautas aut as de tu vida.
“Pregúntate “Pregúntate si lo que estás haci hac iendo hoy te acerca acerca al lugar en el que quieres quieres estar estar mañana”. mañana ”. —Walt Disney, productor, director y guionista
L
a codependencia siempre está relacionada con la inseguridad. Cuando estableces relaciones interpersonales te enfocas en el sentimiento que te inspira esa persona. Es decir, si te sientes bien, inmediatamente la aceptas sin pensar cómo es realmente. Esto genera una serie interminable
de err e rrore oress y ma malas las eleccione eleccioness que que te t e encerrarán encerra rán en el dol dolor or y la angus ang ustt ia. No puedes estar al lado de un hombre solo por el hecho de que te hace sentir única, porque es simpático o porque a todos les cae bien. Necesitas saber que si ese hombre que eliges sin conocer es un manipulador emocional, en poco tiempo se convertirá en tu juez y tu jurado, te dirá lo que está bien y lo que no y tú, como mujer insegura que sientes que eres (porque eso es lo que te hicieron creer), le obedecerás sin quejas. Desde pequeña seguramente tu madre te enseñó a ser sumisa y a mantener la relación de pareja a cualquier precio. “El matrimonio es para
aguantar”, te transmitió, y si ella aguantó y soportó toda la violencia de tu padre, ¿por qué tú no?, ¿por qué vas a cambiar la historia? Y como en tu niñez y tu juventud viste y viviste la manipulación de tu padre sobre toda la familia, crees que es el patrón de conducta que toda mujer debe tolerar. Ahora bien, si esa mujer era tan desdichada con ese hombre, ¿por qué seguía al lado de él? Te respondo: por inseguridad. Para ella una mujer debe tener una
cualquie r precio precio para sentirse segura y protegida, relación con un hombre a cualquier incluso si ese precio es su propia dignidad y su sentimiento del propio valor. La sociedad ha respaldado este concep- to de la mujer débil y el hombre
fuerte: estereotipos que contribuyen a dañar la capacidad de una mujer para verse fuert fuertee y va valilios osa. a. Y así es como la sociedad, la cultura y, muchas veces, hasta la propia religión, le han enseñado a tu madre y ella a ti que al hombre hay que soportarlo, sino ¿qué vas a hacer con los chicos?, ¿cómo vas a organizarte para cuidarlos y salir a trabajar?, ¿cómo te vas a separar si nadie en la familia lo hizo? O quizás alguna vez te haya dicho: “¡Dale un gusto, total después haces lo que tú dices!
¡Cuídalo, ¡Cuí dalo, aguántalo! a guántalo! En la calle las mujeres están tremendas y si se va, ¿qué vas a hacer?, ¿dónde vas a ir a vivir?”. Pero todas estas preguntas, estos miedos e inseguridades que provienen de una madre sumisa y culpógena son falsos. Nadie tiene derecho a mandarte; nadie tiene derecho a obligarte a olvidarte de ti misma. No seas sumisa, no aceptes esos mandatos culturales y sociales que nos vendieron, con los que nos hicieron creer que las mujeres debemos ser dóciles. Las mujeres y los hombres nacemos libres, no sumisos, pero adquirimos este sometimiento para que los demás no nos recriminen y nos acepten. Esto nos
lleva a convertirnos en marionetas humanas y no en mujeres libres, capaces de decidir y de elegir nuestro propio destino. Nadie puede destruir tu voluntad y tu libre albedrío. Cada vez que accedes a una petición irracional o que va en contra de tus principios estás dándole un golpe a tu estima, y es en ese momento clave que empiezas a perder el respeto por ti misma. El autorespeto es aquello que separará lo neg n egoc ocia iable ble de lo no negociable. negociable.
Valídame Todos necesitamos, en un momento de nuestra vida, ser validados para poder crecer y desarrollarnos sanamente. Cuando esta afirmación o validación no se da, el ser humano se enfrenta a una ausencia de valor que le ocasionará
grandes dolores
emocionales y desembocará en malas elecciones interpersonales. Validar es reconocer. Actualmente, muchas mujeres sufren esa ausencia de validación. Cientos de mujeres han crecido en un ambiente de ambivalencia emocional continua. Sabías que tu padre te quería, pero al mismo tiempo pensabas: “Si me quiere, ¿por qué me golpea?, ¿por qué me descalifica delante de los demás?, ¿por qué no festeja mis logros?, ¿por qué no estuvo cuando lo necesité?”. Y si te animabas a preguntárselo, te respondía: “Yo soy así, es mi carácter”, o te decía: “cumpliste con tu deber”, sin darse cuenta de que esto te conduciría a ti también a tener sentimientos ambivalentes. Quizás tuviste un padre indiferente que directamente decía: “no te quiero”; que no sabía cómo llamarte cuando naciste porque solo se le ocurrían nombres de varón; que pegaba, maltrataba; que nunca te dijo que te amaba ni lo
importante que eras; que abusó de tu sexualidad y de su poder; que te hizo sentir vergüenza, pudor, temor, indignación y culpa; que llegaba ebrio a tu casa, y te lastimaba a ti, a tu madre y a tus hermanos. En síntesis, un papá que consciente o inconscientemente te hirió y te llenó de miedos que no te pertenecen, y que te hizo sentir que no eres merecedora de vivir un amor sano y responsable; un papá que dañó tu estima y es la razón por la que hoy te encuentras frente a un gran cuestionamiento: “¿Por qué cada vez que elijo a un hombre me pasa lo mismo?, ¿por qué elijo siempre mal?”.
Cóm Cómo lo vive vi vess tú Ahora bien, veamos qué es lo que le pasa y qué es lo que siente una mujer que no fue validada:
estima queda quedará rá destruida destruida • Su estima Estas mujeres que no fueron abrazadas o acariciadas (o a las que solo se las tocó con el fin de destruir- las) hoy hoy son pers p erson onas as sumisa sumisass que tienden a repetir su historia de la infancia, buscando a otro que las maltrate (y así domine en lugar de su padre). La mayoría de las veces se sienten culpables de las reacciones que tiene el hombre abusador e incluso, por momentos, terminan convenciéndose de que esa esa
palabra o ese golpe no fueron tan duros, y hasta podían lleg llegar ar a ser ser m erecido erecidos. •
Siem Si empre pre elegirá e legirá a la parej pa rejaa equiv e quivocada ocada
Cuando una mujer no es validada por su padre biológico, su estima se destruye, y recurrirá a la mentira y al sen sent irse irse am ada.
autoengaño
con tal de
Lo que ha recibido esta mujer de su padre es rechazo. Rechazo es:
“Tengo amor para darte, pero no te lo quiero dar; tengo la capacidad de amarte, pero no me interesa hacerlo”. Rechazo es: “No quiero que estés conmigo”, “no te aprecio”, “no sirves”. Y cuando una mujer fue rechazada, siempre caminará con culpa. •
Comenzará Come nzará más temprano tem prano su vida vida sexual sexual
Está comprobado que las mujeres rechazadas tienen una iniciación sexual más temprana y una mayor cantidad de relaciones antes de los diecinueve años. A su vez, el mayor índice de embarazos proviene de esta falta de validación y consiguiente falta de cuidado de sí mismas. El pensamiento que inunda a estas mujeres es: “Como nunca fui deseada por mi padre, ahora voy a hacer que los hombres me deseen”. Su idea fija es lograr que un varón las desee para poder sentirse mejor, pensando que encontrarán en ese hombre a aquel padre que nunca las validó.
No eres débil débi l Dentro de ti y de cada mujer existe el potencial y las habilidades que necesitamos para dar a luz ese sueño que aún no pudimos parir. Aunque tu pasado haya sido de dolor, tienes las fuerzas y las agallas necesarias para alcanzar tus metas. ¿Quién dijo que eres débil, que no puedes, que no sirves? Seguramente un manipulador, una persona herida. No le des valor a esas palabras, dales “menosprecio”, es decir, dales cero valor. ¡No tienen importancia ni merecen ser escuchadas! ¿Acaso crees que una mujer
débil es capaz de soportar la manipulación de un abusador o
de alguien alguien que que día a día y sist sist emát emáticamente icament e la la malt malt rata? rat a? El problema no es que eres débil, esto es falso. El hecho es que no existió un padre que te afirmó, que te dijo que eras un diez, que delante de ti estaban todas las oportunidades de la vida y que solo tenías que soltar tu poder y tu potencial para tomarlas. Tal vez tuviste un padre que no era malo, pero tampoco estuvo allí para decirte cuanto valías, y por eso hoy
piensas que no
vales val es nada. nada . Es el padre quien motiva a la hija a salir al mundo, al afuera para explorarlo. Si él no estuvo o no supo desarrollar ese rol correctamente, transformará a su hija en una mujer miedosa o insegura. Pero hoy tu pasado quedó atrás, tienes delante una puerta que te ofrece la posibilidad de abrirla, de derribarla y de ser libre. Hoy dispones de capacidad, de sabiduría y de discernimiento para saber qué hacer, y para comenzar a felicitarte, valorarte y honrar la mujer que eres. Hoy elige por ti, decide por ti. Hoy escoge motivarte, defenderte, ¡nadie tiene derecho sobre tu vida! Las voces externas les hicieron creer a algunas mujeres por años que eran
se rvían. ían. Y esas voces fueron tan fuertes que en tontas, que no podían, que no serv un momento determinado de tu vida se transformaron en voces internas; las asumiste como propias y sin que te dieras cuenta, tomaron el control. La agresión verbal o física y la manipulación que el abusador ejerce sobre ti no se limitan al momento en el que arroja todos los dardos contra tu vida, sino que se arraigan en tu interior y con el tiempo se transforman en
raíces
profundas, difíciles de cortar. Alguna vez tu pareja dijo: “Te voy a hacer feliz”, “yo voy a ser todo lo que necesitas”, “voy a hacer de tu vida lo mejor”, “te voy a dar ese dinero que estás
precisando”. Voces oc es tiernas tiernas y sedu seduct ctoras; oras; voces que endulzaron tu alma, pero que terminaron tragándose y robándote todo lo que tenías: vida, sentimientos, esperanzas, dinero y aún más, tu destino y tu propósito.
Usa Usa tu sabi sabidurí duría a Ten presente que el maltrato dirigido hacia ti también afecta a los que te rodean, en especial a tus tu s hijos. hijos. Mantener una familia a toda costa es el peor error que puedes cometer. Los hijos de los matrimonios en conflicto sufren igual que la madre, o aún más, porque ellos también temen poder expresar su dolor. Se desesperan cuando no saben cómo actuar, quieren y ansían poder hacer algo, pero no tienen otra salida que esconderse en su propio padecimiento y llorar debajo de las sábanas, o mojar su ropa interior por el miedo que les causan esos gritos o los golpes. Sin darte cuenta, esa relación que al comienzo fue apasionada, hoy termina destruyendo tu estima, tu mente y tu espíritu, y también los de tus hijos. Necesitas saber hacia dónde vas, no quién va a ir contigo. Si tus expectativas están puestas en los otros vas a fracasar. Por el contrario, si sabes adónde vas, si estás focalizada en el objetivo y en el sueño a conquistar, si estás centrada en lo que vas a alcanzar y no en quién te acompaña, tendrás la mitad de la meta cumplida. Como primer paso, renuncia a todo lo que te lastima, a las manipulaciones y a los abusos. Si lo que te dijeron “los otros” se hace carne en tu vida, serás una
presa fácil para cualquier manipulador que te rodee y decida suplir tus carencias.
Ten en cuenta que la necesidad, los problemas y el dolor siempre nos llevan a elegir mal, y a ligarnos a las personas incorrectas. Movernos por necesidad nos conduce siempre al lugar y a las personas equivocadas. La sabiduría y el libre albedrío nos encaminan a las personas y a los lugares adecuados. La mujer abusada debe tomar conciencia del peligro que este hombre representa en su vida. Manipular es un arte; no cualquiera puede hacerlo. Es por eso que necesitamos aprender a descubrir las artimañas y los engaños que usan los manipuladores, ya sean hombres o mujeres, conocidos o no conocidos. Sea quien sea, nadie tiene derecho a manipular a nadie. Y recuerda:
Aun Au nque en tu pasado asado hayas vivido vivido la falta falt a de validación validación,, el rechazo rechazo o la ausen ausen cia cia de amor, amor , hoy ho y tienes en tu inte int erior la cap capacidad, acidad, las l as fue fu erzas rzas y el coraje que qu e ne n ecesi cesitas tas para alcanzar alcanzar tus tu s sueños. sueño s.
Para tener en cuenta: 1 Naciste libre, no sumisa, pero adquiriste esta sumisión para que los
demás no te recriminen y te acepten. 2 El sometimiento te lleva a convertirte en una marioneta humana y no en una mujer capaz de decidir y de elegir tu propio destino. Nadie pue pu ede destruir destruir tu voluntad volun tad y tu libre l ibre alb albeedrío. 3 Si tus expectativas están puestas en los otros vas a fracasar. Por el contrario, si sabes adónde vas, si estás focalizada en el objetivo y en el sueño a conquistar, si estás enfocada en lo que vas a alcanzar y no en quién qu ién te acompaña, tendrás la mitad de d e la meta meta cumplida. cumpli da. 4 Moverte por necesidad te conduce siempre al lugar y a las personas equivocadas equi vocadas.. La sabiduría abid uría y el lib l ibre re albedrío albedrí o te t e llevarán llevarán a las pers personas on as y a los lugares adecuados. 5 Necesitas tomar conciencia del peligro que este hombre representa en tu vida.
Hoy Ho y elig eligee por ti, ti, decide decide por ti. ti. Hoy escog escoge e motivarte, mo tivarte, defen defenderte, ¡n ¡nadie adie tien tien e derecho derecho sobre tu vida!
“Cada cual se tasa lil ibremente bremente en alto al to o bajo baj o precio, y nadie nadie vale sino lo l o que se se hace hac e valer; val er; tásate, tásate, pues, pues, como libre o como co mo es e sclavo: cl avo: esto esto depende de ti”. ti”. —Epícteto, filósofo griego
E
s muy probable que al principio de la relación este hombre te haga sentir que eres todo para él y que tú, su mujer, podrás hacer con él lo que quieras. Te susurra suaves y tiernas palabras, y sientes que es
todo tuy t uyo. o. Entonces, ¿cómo imaginar que quien amas pueda llegar a ser un abusador, el encargado de hacerte experimentar la pesadilla más grande de tu vida? ¿Quién es ese hombre que está a tu lado?, ¿en realidad lo conoces o estás dominada por tu fantasía y tus ganas de pensar que él es así, tal cual lo soñaste siempre? Hay determinadas preguntas que puedes hacerte. Preguntarte y detenerte a pensar te permitirá despejar dudas y tomar conciencia de los pasos que vas a tomar. Lo fundamental es que seas sincera
contigo con tigo misma misma al responder: • ¿Pierde el juicio y el control rápidamente por alguna situación que le
molesta? • ¿Manifiesta a menudo ataques de ira? • ¿Culpa o responsabiliza a terceros por sus acciones? • ¿Son sus conductas impredecibles? • ¿Vive permanentemente a la defensiva y se victimiza en todas las
circunstancias? •
¿Es un controlado controlador,r, un celoso com ompulsiv pulsivoo y obsesivo? o bsesivo?
• ¿Se autodefine como tu salvador o se dirige a ti con frases como:
“¿Qué hubieras hecho tú sin mí?, ¡¿dónde estarías?!”? • ¿Al principio de esta relación fuiste tratada como una reina? • ¿Te asusta decirle que “no” a lo que te pide? •
¿Trata por todos los medios ¿Trata me dios de alej a lejarte arte de tu familia familia y de tus vínculos vínc ulos más m ás cercano cercanos? s?
¿E s violen violentto con sus sus am igos ig os y con c on sus sus com c ompañe pañeros ros de de trabajo t rabajo?? • ¿Es • ¿Es posesivo y dominador?
Este hombre sabe muy bien el poder que tiene sobre ti y lo que debe hacer para sorprenderte e impactarte. El manipulador emocional sabe a la perfección qué paso debe dar y
qué palabra debe soltar en cada
situación para ejerc ejercer er con c ontt rol sob sobre re tu t u vida. vida. El abusador tratará siempre, por todos los medios, de justificar lo que está haciendo; a su disposición están las coartadas y las excusas perfectas. Se trata de hombres sagaces y audaces, perfectos mentirosos, que ocultarán lo que en realidad son. Así intentará de todas las maneras explicarte que lo que hace es por tu bien, para cuidarte y resguardarte de los peligros exteriores.
Él sabe qué palabras y frases usar para pasar desapercibido. Incluso, si en algún momento es descubierto te dirá: “Fue sin querer, perdón”. Pero el manipulador emocional en muy pocas oportunidades llega a reconocer sus hábitos y sus
conductas abusivas hacia los otros y hacia su pareja. Todo lo que dice está sumamente estudiado para disculparse o esconderse detrás de lo que ha hecho. De esta forma, él se transforma en víctima y los demás en sus victimarios. En muchas ocasiones puede decirte que lo siente, que está arrepentido, porque sabe que es lo que estás deseando escuchar. Sin embargo, estas personas en raras ocasiones se arrepienten y piden perdón por sus conductas. No saben
de remordimientos. El maltratador no te ve como una persona sino como un objeto; él es el técnico y tú un televisor, por ejemplo. Así, él decide
desarmarte poco a poco para analizarte y conocer tus gustos, tus anhelos, tus miedos y debilidades, para luego manipularte. Estos hombres no tienen afectividad; tal vez puedan mostrar en algún momento comprensión, o incluso son capaces de llorar, pero no lo dudes: ¡están actuando! Al mismo tiempo se deshacen de cualquier estorbo que haya en el camino.
Todos son
un objeto para él. Su función es dominar. Subestiman a su víctima —su aspecto, sus emociones— y la desprestigian haciendo comentarios que la lastiman lastim an y la desvalo desvaloriza rizan n delan delantt e de los los dem demás. ás. No obstante, si llegan a encontrarse acorralados, siempre tienen las palabras que el otro quiere escuchar. De esta manera, lo perdonarás y, una vez más, él estará demostrando quién es el que tiene el poder en la relación.
Su plan pl an de acció acci ón
¡Cuidado! El abuso emocional y la manipulación nunca suceden “sin querer”. Necesitamos conocer y reconocer claramente el modo de accionar de un hombre manipulador. Este hombre tendrá como objetivo: aislarte y hacerte codependiente de él y de sus recursos, responsabilizarte del cambio interior y exterior que él tiene que modificar (siempre la culpa es de los otros), y minimizar la violencia y el abuso, quitando de esta forma el verdadero valor que tienen cada una de sus palabras y de sus gestos. Las acciones de un manipulador estarán dirigidas directamente a
deteriorar tu ser físico y espiritual. Su objetivo es lograr que una mañana, cuando te despiertes y te mires en el espejo, no reconozcas a la mujer que ves enfrente. ¿En quién te has convertido? Ni siquiera tú logras explicar esa imagen que estás observando, solo puedes ver dolor, y un rostro entristecido y envejecido a causa de la angustia. Ese semblante que ves reflejado habla de lo que hay en tu corazón, de palabras y actos de violencia, de baja estima, de fraude, de frustración y, por sobre todo, del dolor que te causa escuchar ese reiterativo “no sirves, no tienes idea de cómo hacer sentir pleno y feliz a un hombre”. La descalificación es tan fuerte que terminas creyendo esas palabras y cargando con toda esa agresión. Tantas veces te ha dicho que eres una inútil, que no eres nada sin él, que te olvidas que antes de él tenías una vida, sueños y anhelos que sinceramente le confiaste al hombre equivocado. Tal vez te haga sentir que te recogió de la calle, que no tienes a nadie más que a él para que te sostenga, que si quieres puedes irte solo con los dos o tres harapos que tenías cuando él “se hizo cargo de ti”. ¡Y tú terminas creyendo que realmente solo tenías un jean y una camiseta! Sin embargo, no fue él quien te dio vida, sino el que lentamente fue
sustrayendo cada uno de los sueños que había dentro de ti. Al menospreciarte, este hombre adquiere más poder y es por eso que no aceptará un “no” como respuesta. Tus “no” lo desestabilizarán, lo sacarán de
sus cabales y, repentinamente, se violentará. Los límites lo hacen sentir inseguro y dubitativo en cuanto al poder y al dominio que ejerce sobre tu persona. Estos son hombres inmunes al maltrato y al dolor que originan. La psiquiatra, psicoanalista y psicoterapeuta francesa Marie-France Hirigoyen, los describe expresando: “Lo más íntimo se va a convertir en el objeto de la mayor violencia. Un individuo narcisista impone su dominio para retener al otro, pero también teme que el otro se le aproxime demasiado y lo invada. Pretende, por tanto, mantener al otro en una relación de dependencia o incluso de propiedad, para demostrarse a sí mismo su omnipotencia”. Al comienzo de la relación el hombre manipulador se muestra servil, agradable y cordial; quiere cumplir tus deseos y hasta tus caprichos. Esto no será gratis, con el tiempo recibirás las facturas. En esa etapa el objetivo es que no te des cuenta de la estrategia que tiene en mente; comenzar a
manipular tu vida haciéndote creer que nadie te querrá ni te cuidará como él. De esta forma, tu estima y la confianza en ti misma empezarán a debilitarse, y en tu mente surgirán creencias y pensamientos de codependencia. Al menguar tu estima y tu valor, él tomará cada vez más autoridad y control sobre tus emociones, tus sentimientos y tus acciones. Desde ese lugar, el manipulador agiganta y acrecienta su imagen de protector y custodio personal de tu vida, dándote caricias que terminarán enfermándote. Y cuando
ya estés con la guardia baja, se dispondrá a liberar todo el maltrato y la ira
contenida. ¿Es esto amor? “Yo era muy mala porque usaba ropa deportiva y dejaba los zapatos desordenados. No tenía la casa perfecta ni me peinaba
como a ti te
gustaba, no tenía la cena preparada en el momento en que entrabas por la puerta o, sencillamente, porque a veces te sacaba de quicio”; esto decía una mujer abusada física y emocionalmente, Nicole Brown Simpson, quien padeció los golpes propinados por su esposo, el jugador profesional de fútbol americano O. J. Simpson. Lo que comenzó como abuso emocional terminó causando su muerte. Él te dará una vida de sobresaltos, sin poder predecir cómo se ha de levantar o cómo llegará de su trabajo. Quizás te preguntas qué es lo que lo exaspera tanto o qué puedes hacer tú para que esté más tranquilo, pero sus reaccio- nes no dependen de ti. A las mujeres nos enseñaron a manejarnos guiadas por las emociones, y el manipulador sabe que apurándonos no nos deja tiempo para pensar. Por Por eso, reflexiona cuidadosamente, busca información y aprende a mirar. ¡N ¡No o
permitas que la vida te asuste! Para lograrlo necesitas aprender a calmar las emociones. Muchas veces, nos es imposible erradicarlas o lograr que no nos dominen, pero sí podemos “desinflarlas” y no sobredimensionarlas. Sun Tzu, un general, estratega militar y filósofo chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo, escribió: “El arte de la guerra es el arte del engaño; si adoptamos siempre la misma apariencia contraria a la que somos,
aumentamos nuestras oportunidades de victoria”. La vida al lado de un abusador representará un enorme agotamiento, y una luc luc ha m enta entall y emo em oc ional devastadora. El manipulador querrá sacar ventaja de cada palabra o cada silencio que provoca, y así se asegurará tener el control. Las víctimas aceptan silenciosamente las acusaciones y las burlas porque saben que es lo que más les conviene para no provocar al otro, y la culpa es el precio que pagan por estar con el hombre que una vez colocaron arriba de un pedestal. Y si de algo se quejan, ellos saben cómo tergiversar la situación para hacerles sentir que ellas son las locas y las que provocan los enfrentamientos en la pareja. Son hábiles mentirosos. La agresión verbal termina siendo una costumbre en el manipulador. Los maltratadores emocionales te hacen creer que te aman, pero en realidad tú eres la única que está amando y dándolo todo. Al ceder al abuso emocional y a la manipulación, estás concediendo la autoridad que tienes de dirigir tu propia vida. Permitir que las palabras de los otros te condenen, y que abusen de tus emociones y sentimientos hará que todo tu cuerpo, como una unidad que es, se contamine y enferme. Elige ser lo que hay dentro de tu alma y de tu espíritu. Ten convicción por tu propia vida. “Si tu sensación de insatisfacción afectiva persiste a pesar de tus justos reclamos, ya tienes resuelto el problema. No hay dudas: no te aman, y alguien algu ien tiene ti ene que qu e irse” irse”. —Walter Riso, psicólogo y escritor italiano
Y recuerda:
Pré Pr éstale atención atención a sus condu conductas ctas,, estados de ánimo y obsesion obsesionees. ¿Sien ¿Sien tes qu quee tu vida está en sus manos? mano s?
Para tener en cuenta:
el hombre ho mbre que qu e es está a tu lado? lado ? Es importante 1 ¿Quién es el que puedas pensar y responder a esta pregunta con sinceridad, pues esto te permitirá despejar dudas y tomar conciencia de los pasos que darás. 2 El maltratador sabe muy bien el poder que tiene sobre ti, lo que debe hacer para impactarte y qué palabras decir para manipularte a su antojo. Él tiene a su disposición todas las coartadas y excusas perfectas. maltratador no te ve ve como como una u na pers persona sino como un obje obj eto, por po r lo 3 El maltratador tanto, si muestra comprensión o empatía, está actuando. ¡No le creas! 4 Es necesario que aprendas a no sobredimensionar tus emociones. Tómate tu tiempo para reflexionar, buscar información y aprender a mirar. ¡No permitas que el manipulador te apure! 5 Poder darte cuenta y reconocer que ese hombre no es quien soñaste será el primer paso para dejar de participar en ese juego de manipulación.
El valor de tu vida está dentro dent ro de ti. ¡Todo ¡Tod o lo qu quee n ecesi cesitas tas para para salir salir de la tr trampa ampa en la qu quee has h as caído caído y renacer renacer a un una a vida plplen a está está en en tu inte int erior!
“Decir “Decir ‘te ‘te amo’ amo’ no signi signififica ca que realmente real mente ames, a mes, pues pues la realid real idad ad no la definen definen las pal palabra abrass sino sino el comportamiento”. comportamiento”. —Susan Forward , terapeuta, conferencista y escritora estadounidense
T
u pareja necesita controlarte agresivamente, valiéndose de la
intimidación y la crítica. Este tipo de personas, con las que se
relacionan las mujeres codependientes, no pueden ser definidos como “sociópatas” —hombres carentes de conciencia moral que destruyen a todas las personas que se les acercan—, ni como “narcisistas” —personas obsesionadas por sí mismas que no pueden amar a otros—, ni como “sádicos” — aquellos que obtienen placer al hacer sufrirá sus parejas—. Aunque algunos de los elementos mencionados se hallan presentes en el carácter de aquellos hombres que se vinculan con mujeres codependientes, la
compromiso promiso que establecen con esta sola diferencia fundamental está en el com mujer. Su amor parece fogoso e intenso, pero lo trágico es que al mismo tiempo harán todo lo posible por destruir a la mujer que dicen amar tanto. A esta clase de hombres se los denomina
“misóginos”. La palabra misógino
lit lit eralmente eralm ente quiere quiere dec dec ir: miso (odiar), gyné (mujer). Permanentemente se encargará de rebajar a su mujer, manteniéndola en una situación de inestabilidad constante a través de cambios impredecibles
en su carácter, que van desde el humor más encantador a la cólera desaforada. Erróneamente utiliza el control emocional para demostrar su poder, t anto a los los ot ot ros c om o a sí m ismo sm o. El único fin que tiene este abuso y manipulación es tener bajo control y en la palma de sus manos la vida, las emociones y los sentimientos del otro. El poder es el foco de su conducta y hacia este objetivo estarán dirigidas todas sus acciones. P oder que qu e en en realidad realidad no tie t iene, ne, y él lo sabe, por eso es que se empeñará en decirle y gritarle a todo el mundo que quien manda en su casa y sobre su familia es él. Y para ejecutar este maltrato no solo se valdrá de la pre- sión y la manipulación, sino que también traerá a tu vida sometimiento, miedo y culpa. Elija la forma que elija para dañarte, el objetivo es el mismo: que quede bien
e l control. control. claro quién es el que tiene el A su vez, tendrá miedo de perder ese dominio que ejerce sobre tu vida. Sin embargo, tienes que recordar que el que verdaderamente tiene poder
no
hacee ostentac hac ostentación ión de él. Su madre adr e y su padre pad re Cuando revisamos las experiencias que tuvo un misógino en su niñez, comenzamos a entender por qué se conduce y se relaciona insanamente con el otro. Por lo general, cuando nace un bebé, ambos progenitores colaboran en la
crianza de su hijo. Su primera fuente de afecto y consuelo es la madre, y el padre es el que provee la seguridad. Pero, ¿qué es lo que sucede cuando los
neccesidad esidades es básicas básicas de este niño? padres no abastecen las ne Según la clasificación de la terapeuta y escritora Susan Forward, en su libro Cuando el amor es odio, un hombre puede convertirse en misógino por tener: •
Un padre pad re mis m isógino ógino
La única información que recibe este niño le llega a través del sistema
rígido y estrecho de su padre. En estos casos, el razonamiento y la enseñanza que adquiere es: “Tu única seguridad es ser como tu padre”, “ser como tu padre es el único camino”. Si él quiere sentirse distinto es severamente castigado: ser diferente a su padre es malo y, además, significa traicionarlo. •
Una madre m adre sofoc sofo cante
En el caso de las madres sofocantes, el rol del padre es pasivo, mientras que ellas son dominantes. Una madre controladora no permite que su hijo expe- rimente la dosis de frustración necesaria para ser capaz de resistir las desilusiones de la vida. Y esta misma dependencia es tan grande que de adulto verá a su pareja como dotada del mismo poder para frustrarlo, de retirarle el amor, o sofocarlo y hacerlo sentir débil o desvalido. El razonamiento del misógino es: “Una mujer controladora me hace sentir incómodo”. Este hombre siente que si logra dominar a una mujer podrá demostrar que es más hombre que su padre, y ganará la batalla que él no se animó a librar. •
Una madre ma dre vívícctima
Estas mujeres se someten al tratamiento abusivo de su marido, comportándose de una manera infantil y aceptando silenciosamente el rol de víctima. Con este accionar, la madre no solo priva a su hijo de una figura materna fuerte, sino que lo deja
desprotegido frente al
padre. Ella pasará a ser una niña asustada y necesitada que esperará que su hijo se convierta en el padre protector, invirtiendo así los roles familiares. De esta forma, el niño siente que está obligado a hacer feliz a su madre y a cumplir con un rol para el cual no está preparado. Este niño, ahora hombre, cree que todas las mujeres son traicioneras e indignas de confianza. La cólera y el resentimiento acumulado por la debilidad de su madre y por el rol que ella le dio durante años serán transferidos a las mujeres con las que establezca una relación. Sea cual fuere su herencia y, como indica Susan Forward, la procedencia
del hombre misógino no justifica en absoluto su accionar ni ninguno de sus abusos. Esta información es solo para que cada mujer que se encuentre en esta situación de maltrato pueda contar con la mayor cantidad de datos posibles, y así saber si verdaderamente comparte su vida con un hombre que puede dañar su estima, sus emociones y su cuerpo.
Culpa Cu lpa + poder poder:: una dupl dupla a perf per fecta ect a La cultura machista le enseña al hombre que todo tiene que ser resuelto por él, que su función es mandar y que son ellos los que deben ejercer el control de las situaciones y de las emociones del otro.
Solo por haber nacido hombres, la sociedad los hace sentir
superiores. Siempre
él tendrá la razón y no aceptará ser criticado ni
rechazado. Algunas personas dirán: “¿Violencia? ¡No seas exagerada!, ¡Igual que tu madre! Apenas te dio una palmadita en la espalda... ¡No fue para tanto! Se exasperó un poco porque tú lo sacas de quicio y lo pones nervioso cuando llega cansado de trabajar”. Estas palabras intentan bloquear lo que realmente está sucediendo a tu alrededor y con tu propia vida. Al final, ¿qué importa ese golpe, esa palmadita o esa humillación verbal, si después este mismo hombre te trae un ramo de flores, te da dinero o hace “buena letra” por unos días? Él hace “borrón y cuenta nueva”, aquí no sucedió nada; y a ti, mujer, ya se te pasará. Volverás a anestesiarte y a entrar en el circuito de la
dependencia. Esto es lo que él tiene para darte, porque si sigues quejándote tendrás que escuchar: “¿No ves que a ti nada te viene bien, nada te conforma? ¡¿No entiendes que estaba nervioso?!”. Este es el dúo perfecto: culpa + poder. Necesitas tener siempre presente esta ecuación infalible: “Cuanta más culpa sientas, mayor será el poder que él tenga sobre tu vida”.
Nunca serás la mujer que él necesita. Dirá a todos que mientras él trabaja todo el día como un burro, tú te la pasas mirando los programas de televisión de la tarde porque tu cabeza no da para otra cosa, o hablando pavadas con compañeros del trabajo, ya que “todos son unos imbéciles”. Siempre encontrará la explicación adecuada para demostrar que
él es el
macho que mantiene la casa y tú la inútil que debe agradecer haberlo encontrado. Si no fuera por él, ¡¿dónde estarías hoy?! Si eres independiente económicamente, quizás empresaria, o posees un cargo
erárquico dentro de una compañía, sus críticas estarán relacionadas
con tu supuesta pobreza emocional. Dirá, por ejemplo, que te falta “mundo”, que cualquiera puede embaucarte y venderte un buzón, que llegaste a ese puesto porque te acostaste con tu jefe o que si tienes tu negocio es solo porque tu pa- dre te ayudó. Atribuirá todos tus logros a otros y jamás admitirá que que los los con c onseg segui uiste ste por ti t i mis m ism m a, porqu porquee no t e con c onsi sidera dera capaz c apaz.. Tal vez mis palabras suenen algo duras, pero es necesario dejar bien claro que
d isfraza azarlrloo con esto es lo que les pasa a muchas mujeres, y es importante no disfr expresiones bonitas e irreales. En este circuito donde él acomodó todas las piezas de acuerdo a sus necesidades, también tiene que funcionar la principal: ¡tú! Sí, tú, que ante toda esta maquinación te sientes culpable y actúas para que nada lo fastidie y lo haga reaccionar. Sin embargo, necesitas saber que sus respuestas no dependen de lo que tú hagas o dejes de hacer, su ira y su manipulación, con o sin causa, siempre encontrarán un motivo para ser expresadas y volcadas sobre tu vida. Sin pret pre t extos extos No busques justificación para su maltrato; no trates de entender lo inentendible ni de aceptar lo inaceptable. La herencia y los años de maltrato vividos en la infancia, la familia de la cual proviene, la historia de sus padres, la vio- lencia que ejercían entre sus miembros sin importar el género; nada
ustifica la agresión verbal o física de una persona hacia otra. Mientras tengamos vida, todos tenemos posibilidades de ser distintos si es lo que realmente deseamos. La herencia recibida se puede cambiar con
decisiones y elecciones que transformen nuestros hábitos y nuestras conductas interpersonales. Si no es así, ¿dónde ubicaríamos el libre albedrío, esa capacidad con la cual nacemos todos los seres humanos de decidir quiénes queremos ser y de diseñar nuestro propio propósito?
dejjar el e l romanticismo romanticismo y aplicar sabiduría Hay momentos en que debemos de en cada decisión que tomamos, en cada elección que hacemos. Necesitamos aprender a ver en las personas aquellas características que no son evidentes por su manera de hablar o de moverse, debemos ir más allá. Pregúntate: “¿qué es lo que no estoy viendo de esta persona?” o “¿qué es aquello que no quiero ver de él?”. Durante años nos enseñaron e inculcaron comentarios como estos: “¿Cómo vas a pensar así?”, “No puedes ser descortés con un hombre”, “No es bueno que una mujer se enoje”, “No es bueno que una mujer pregunte”, “No es bueno que una mujer quiera saber”. Y aceptamos estas frases a pesar de nuestra propia vida, ¡sin cuestionar y sin protestar! Hay un refrán que dice: “dime con quién andas y te diré quién eres”; hoy lo podemos cambiar y afirmar: “dime con quién andas y te diré cómo te sientes”. El manipulador lo único que hace es menospreciarte, deva- luar cada rasgo positivo de tu carácter y cada una de tus acciones. Nadie tiene autoridad para abusar de ti. ¡No cedas tu vida a su agresión sistemática! Solo si decides entregarle tu autoridad y el lugar que te pertenece, el otro podrá ejercer dominio sobre tu vida. Nunca esperes que el abusador reflexione, ni tampoco creas cuando promete
que cambiará o que te dejará en libertad. Desde el momento en que él tiene el control de tus emociones, no permitirá que qu e escapes escapes y lo abandones. abando nes. Y recuerda:
Conse on serva rva siempre siempre la cap capac acidad idad de decidir decidir sobre sobr e tu vida, ¡n ¡nadie adie pu puede qu quitarte itarte este derecho! derecho!
Para tener en cuenta:
úni co obje obj etivo de d el misógin isógino o es dejar dejar en en claro que qu e él él es quien manda manda 1 El único y quien tiene el poder sobre tu vida. 2 Si bien este hombre pudo haber vivido experiencias que lo llevaron a convertirse en misógino, nada en absoluto justifica su accionar ni ningun ni nguno o de d e sus sus abu abussos. 3 El misógino nunca sentirá remordimientos por sus ataques de ira contra ti y, poco a poco, tú te encontrarás justificando, explicando y dis di sculpand cul pando o su agres agresivid ividad ad físic físicaa y/ y/o emocional. emocio nal. 4 Por mucho que te esfuerces, nunca serás la mujer que él necesita. Aunque intentes evitar todo aquello que lo podría hacer reaccionar, él siempre encontrará un motivo para desatar su ira. Sus respuestas no dependen de d e lo que qu e tú hag h agas as o deje d ejess de hacer hacer. 5 No busques justificación para su maltrato; no trates de entender lo ine in entendible ntendib le ni de d e aceptar aceptar lo inace in aceptabl ptablee.
Un hombre debe ser una parte placentera, agradable de tu vida, pero no toda tu vida. Elígete a ti, prioriza tu persona. ¡Nac ¡Nacisiste te para ser ser fel feliz! iz!
“No “No importa importa cuánto cuánto te aman, ama n, sino sino cómo lo l o hagan”. hagan”. —Walter Riso , psicólogo y escritor italiano
P
or unos pocos minutos de amor la mujer manipulada debe soportar muchísimos otros períodos de dolor y de angustia. De esta forma, vive en una constante incertidumbre emocional. Llega un
momento en el que no distingue si es él o ella la que está equivocada. Las relaciones que se viven al lado de un hombre misógino son tan intensas como confusas e inestables. En un momento está de buen humor, pero más
lleg egar ar a desenc dese ncaj ajars arse. e. tarde no se sabe cómo reaccionará o cómo puede ll En él operan fuerzas emocionales poderosas y contradictorias que hacen que nadie, ni su pareja ni su entorno, puedan anticipar sus posibles reacciones. En esta mujer, su propia identidad y el conocimiento de quién cree que es, su objetivo y su propósito comienzan a ser cuestionados y vulnerados frente al diario abuso emocional o físico que es ejercido sobre su vida. Con el tiempo ya
persigue,, ya no tiene valor propio. no sabe quién es y qué es lo que persigue En una oportunidad conversé con una mujer arquitecta, que había decorado su monoambiente de soltera de acuerdo a su gusto y comodidad. Un día conoció a un hombre, quien resultó ser un verdadero psicópata, y se enamoró de él. Poco tiempo después él se instaló en su departamento y comenzó a objetar el estilo y a criticar cada una de las modificaciones que ella había llevado a cabo en su propiedad. Incluso llegó a cuestionarle si su título de arquitecta lo había conseguido por mérito o lo había comprado. Por años ella no pudo ejercer su profesión, hasta que rompió con su pareja. Recién entonces y, con
esfuerzo, comenzó
mucho
a recuperar la confianza en sí misma y en sus
conocimientos.
Una Una imagen deteriorada deter iorada Erróneamente pensamos que los golpes físicos son las señales más expuestas o más visibles del dol dolor or y de la calid c alidad ad de vida vida que que una una m ujer ujer m altrat altr atada ada está est á llevando. Sin embargo, si nuestra mirada puede ir más allá de un hematoma, un corte o un moretón, si por un instante nos detenemos a ver el rostro de estas mujeres, su postura corporal, sus gestos, sus miradas y
movimientos, nos daremos cuenta de que todo su ser, a través de su imagen, hablará del dolor y la angustia que ese cuerpo y ese espíritu contienen y que ya no pueden ocultar. Detrás de cada golpe o de cada acto de violencia, cientos de palabras fueron dichas con la ira necesaria para destruir no solo tu cuerpo físico, sino también tu autoestima. Ambas violencias, tanto la física como la emocional —el maltrato, el abuso y la manipulación—, persiguen un único objetivo: demoler la
imagen, el amor propio y el valor de la mujer. El fin es la manipulación, la dominación, el control y el hecho de que quede bien asentado quién es el que manda en esa relación. Y en medio de ese ejercicio de poder desmedido, ya no le bastará con dominar tus emociones y tu estima, también querrá
controlar tu intimidad y tu
deseo sexual. Por
eso, sumará la exigencia sexual al resto de sus pretensiones. Este hombre, a través de las relaciones genitales, tratará permanentemente de demostrar su hombría y su machismo, marcando la diferencia de poder que existe entre él y tú. Aun en la intimidad, el objetivo será someter y manipular, anular tu identidad, tratando de imponer la
fuerza de
un sexo sobre el e l otro. La violencia sexual ejercida sobre las mujeres por ser consideradas el sexo
más débil aumenta cada día. Pero también podemos encontrarnos con otro estilo de mujer: aquella que encuentra en la relación sexual la forma de liberar gran parte de la tensión que está viviendo, al menos en forma temporal. Muchas veces, el grado de descarga sexual que experimenta puede guardar una relación directa con el grado de perturbación que siente en su relación de pareja. No es la finalidad de este libro alentar un movimiento feminista o de odio hacia los hombres, sino todo lo contrario. El objetivo es ocuparnos de lo que hablan las encuestas y estadísticas y ser, con la autorización de muchas mujeres, esa
voz escondida y callada que todavía no pudo dar a conocer su dolor, su angustia y aquellas emociones que permanecen encerradas, escondidas debajo de las sábanas, entre las cuatro paredes de un hogar, o dentro un cuerpo y una mente.
Ceder el placer Amar demasiado es una característica femenina. Las mujeres solemos responder con comprensión y compasión ante el dolor de los otros y, sin
paralizarnos zarnos ante nuestro propio dolor do lor.. embargo, permanecer ciegas o parali Este es un patrón aprendido y muy bien practicado; fomentado por la sociedad en la que vivimos. Una mujer codependiente emocionalmente también lo es sexualmente. El sexo es una de las herramientas que ella intentará usar con el fin de ver cambios en su pareja, convirtiendo esos momentos de vida sexual en obligación. No solo se someterá a una relación sexual que no
desea, sino que por miedo fingirá sentir una excitación y una pasión que en muchos casos no experimenta. La mujer codependiente tratará en todas las áreas de ayudar a que el otro esté mejor, y su intimidad no será la excepción. ¿Cuántas veces no has tenido ganas y cediste igual?, ¿cuántas veces fingiste un orgasmo cuando ni en tu interior ni en tu cuerpo sentiste placer? Tuviste temor, no quisiste desilusionarlo o generar un nuevo conflicto, tal vez porque al día siguiente iba tu familia a cenar o era el cumpleaños de uno de los niños, y pensaste: “¿Cómo le voy a decir que no? Mejor lo hago así mañana está bien”. Y una vez más vuelves a dejar de lado tu deseo y tus ganas para ceder, no solo al deseo y a las ganas del otro, sino a su dominio y voluntad, avalando su poder sexual. Y otra vez dices que en realidad lo que estás buscando es un abrazo, una caricia o simplemente sentirte amada y protegida. Pero sucede que, como mujer codependiente, siempre los otros están antes que tú misma.
Y en esta ausencia de límites hacia el afuera, la codependencia afecta tu vida emocional, física, intelectual, espiritual y también tu vida sexual. Cuando perdemos el control de las propias capacidades y la fuente de motivación principal es el miedo, nuestro juicio y nuestra razón se ven
totalmente alterados. Como bien explica la terapeuta Robin Norwood en su libro Las mujeres que aman demasiado, el sexo es una de las formas principales en que la mujer tratará de llevarle salud al hombre. Ella cree que mediante el placer sexual podrá mantener calmada a esa fiera y que, al mismo tiempo, una vez saciada su intensidad carnal, él se transformará en ese hombre romántico y pacífico que anhela. La mujer piensa que tener relaciones sexuales puede ser una manera de convertir a un maltratador en un príncipe, sin embargo, esto nunca ocurrirá. Lejos de serenarlo, solo le dará la posibilidad de comenzar a criticar el desempeño sexual de ella, a quien menospreciará en su rol de mujer. Poco a poco esta mujer comenzará a dudar de sí y pensará que él se merece alguien mucho mejor. A muchas de nosotras nos han enseñado que el cuerpo es solo un vehículo para tener poder o conseguir cosas. Por ejemplo, que él cambie, y por eso el desnudo es un recurso a utilizar con el fin de alcanzar aquello que se desea. Nuestros sentimientos son el resultado de nuestros pensamientos. Si tu pensamiento es “él me hará daño”, el sentimiento será “mi marido me da miedo”. Las mujeres codependientes sienten un amor apasionado sin darse cuenta de que cuanto más grande es esa pasión, mayor será el sufrimiento.
Conéct Conéctat atee co c on tu deseo No permitirnos sentir lo que sentimos y ser lo que somos le otorga a los demás
el permiso para actuar y decidir cómo controlar nuestra vida. Apegarnos de una manera desesperada a nuestra pareja nos hará perder de vista nuestras propias necesidades. Si toda la energía está concentrada en él, no tendremos tiempo de mirar lo que sucede en nuestra propia vida. Al apegarnos de esta
sepa ración ión de nuestra persona, forma, lo que estamos construyendo es una separac cediendo el poder, la voluntad, las emociones y hasta nuestra manera de pensar. Al hac hacerno ernoss carg c arg o del del ot ot ro: • De su intimidad • De sus circunstancias
sus emocio em ocione ness • D e sus • De sus deseos y su placer
Nos olvidamos de pensar en la otra parte importante de la pareja: nosotras mismas. Interesarnos por el otro y por sus problemas no está
mal; el inconveniente es hacernos cargo de ellos. Para poder sanar las emociones lastimadas producto del a- pego, lo primero que necesitas hacer es distanciarte del otro y cortar la relación sexual que te mantiene unida a ese hombre, para así poder comenzar a trabajar sobre tu deseo, expectativas, sentimientos y emociones, sean cuales fueren. A una mujer codependiente hasta en sus momentos de intimidad le costará expresar qué cosas la satisfacen y cuáles no. Separarnos de nuestra pareja nos permitirá ver e identificar la causa del apego que nosotras mismas generamos. Necesitas hacerte respetar y eres tú quien debe establecer el límite. ¡No esperes que él por su cuenta lo haga! Es nuestra responsabilidad decidir qué queremos hacer, cómo vamos a
hacerlo, cuándo y con quién. Cuidar nuestra vida, nuestra mente y nuestras emociones es un derecho irrevocable que nadie puede quitarnos. Aprendamos a darnos el verdadero valor que tenemos. A partir de allí podemos comenzar a descubrir la combinación de ese amor que no solo trae satisfacción sexual, sino que también nos aporta la confianza, la seguridad y la honestidad necesarias para crear una verdadera intimidad. Y recuerda:
De Debes bes hacer hacer todo to do lo posible por alejarte alejarte de esos hombres om bres —de los los qu quee hay hay mu muchos— chos— que n o sabe sabenn cómo amar a un u n a mu m ujer. jer. No No obstante, obstan te, ellos ll os son expert xpertos os en en tr trar ar en tu vida vida para he herirte.
Para Para tener en en cuent c uenta: a: 1 Si eres una mujer codependiente emocionalmente también lo eres sexualmente, exualmente, porque po rque este este plano pl ano no es la excepc excepció ión. n. 2 Puedes pensar que tener relaciones sexuales es una manera de convertir a un maltratador en un príncipe, pero esto nunca ocurrirá. 3 Como mujer codependiente dejas de lado tu deseo y tus ganas para ceder, no solo al deseo y a las ganas del otro, sino a su dominio y voluntad, volu ntad, avaland avalando o su poder po der sex sexual. ual. 4 Si tu pensamiento es “él me hará daño”, el sentimiento elaborado será “mi mari mari do me da miedo” miedo”. 5 Es probable que encuentres en la relación sexual la forma de liberar gran gran parte de la tens t ensió ión n que qu e es estás viviend viviendo. o.
Tu valor n o de d epende nd e del pun puntaje taje de otros, otro s, sino sino de tu dignida dign idad d como persona rson a qu quee eres. res. Mira tu tuss puntos to s fue fu ert rtees: don do n de ese hom hombre bre te criticó criticó y rebajó, rebajó, allí all í reside reside tu for f ortal taleeza. za.
“La vida de toda mujer, muje r, a pesar pesar de lo l o que ella ell a diga, diga, no es más má s que que un eterno deseo de encontrar e ncontrar a quien someterse”. —Fiodor Dostoievski, militar, ingeniero y escritor ruso
L
os finales de estas historias difieren mucho de los de los cuentos de hadas, donde los dos amantes son felices y comen perdices cuando sellan su amor en una romántica ceremonia de casamiento.
se ductor, or, el ganador, el conquistador que La realidad realidad demue dem uestra stra que que el gran seduct antes te traía la luna si se la pedías, ahora que ya pasó la etapa de cazar a la presa, podrá revelarte lo que verdaderamente es: un abusador y un manipulador. Tienes que saber que un hombre misógino presenta algunas de las siguientes características, a través de las que ejerce su poder: Iracundo: todo lo que le pides o le dices lo irrita demasiado, e interpreta cualquier pregunta que le haces como una búsqueda de pelea. El objetivo del agresor es obligarte a vivir en una eterna contradicción. De esta forma, te hará cargo de su ira.
Indefenso: por momentos se muestra incapaz de resolver los problemas que lo están abrumando, pero esta conducta es un disfraz más de los tantos que suele usar este hombre. Él sabe lo que su pareja y los otros quieren escuchar, y hará de ello su discurso. Conoce a la perfección lo que esperas que diga: que estaba nervioso, que será la última vez, que está estresado, que tú siempre con tu carácter o con tus quejas lo terminas provocando, que no le dejas opción…
Rebelde: se rebela a los pedidos de la mujer porque todo lo ve como una exigencia y una demanda directa hacia él. También, como una manera pasiva de rebelarse, puede olvidarse de lo que se le pide, o usar el silencio como una
forma de manifestar indiferencia hacia las necesidades del otro. La manipulación se traduce en angustiarte, no solo con palabras acusatorias, sino también con dobles mensajes, silencios profundos e insinuaciones que intimidan al igual que un grito o un insulto. Cada silencio que utiliza agranda su poder y su dominio, y se hace aún más atemorizador, advirtiendo permanentemente lo que acontecerá si no se hace lo que él quiere. Como resultado, vives premeditando cada uno de tus pasos por miedo a provocar su enojo. Su voz uniforme, dura y fuerte causa miedo y, de esta forma, trata de desestabilizarte y confundirte.
Lobo vestido vesti do de cordero corder o Seguramente tu relación pasó por varias etapas, en las que él fue exponiendo len lenta tam m ent ent e su accio acc ion nar: •
Primera Pr imera etapa: etap a: Al comienzo de la relación con un misógino surge un sentimiento de desesperación que se manifiesta a través de una
necesidad frenética de atrapar y mantener atada a la otra persona, y un miedo permanente de perderla. La fusión es la necesidad exacerbada de confundirse o fundirse con una pareja. La sensación de ser una persona aparte pasa a ocupar en la relación un lugar secundario. Cada uno empieza a vivir los sentimientos del otro y los
cambios anímicos se vuelven contagiosos. En esta etapa, los amigos, el trabajo y las actividades comienzan a dejarse de lado, y toda la energía está puesta en amar y ser amado. •
Segunda etapa: el hombre manipulador sabe que a esta altura de la fusión ya estás totalmente entregada. Conoce tus necesidades, tus miedos y tus carencias, y toda esa información le posibilitará aumentar su imagen y su figura de príncipe rescatador. Este hombre es el típico lobo vestido de cordero.
•
Tercera etapa: al igual que el lobo, él necesitará atacarte antes de ser descubierto. De lo contrario, tú podrías identificarlo, reconocer su voz y su juego, y huir desesperadamente de su presencia. En esta etapa comenzarán a aparecer los problemas, junto con su verdadera cara. Al comienzo de este período de dominio y control, el manipulador tratará a su presa muy sutilmente y con mucho tacto. Por eso tiendes a pensar que la agresión no es tan grave, que es normal, y lo justificas sosteniendo que tuvo un mal día o que no fue su intención hacer lo que hizo. Esto hará que cada vez te resulte más complejo tomar distancia del agresor.
•
Cuarta etapa etapa:: en esta instancia, la mujer comenzará a sumergirse
en un estado de creciente temor. Hoy tienes miedo de hablar, mañana no te atreverás a decidir, y así sucesivamente, hasta caer en el tem or a vivir vivir y a ser tú mi m isma. sm a. •
Quinta etapa: en este momento el abuso cobrará dimensiones extraordinarias. Tendrá en cuenta lo que es mejor para él y seguirá manteniendo aquellos métodos que le permitan continuar con sus estrategias. Controlará tus ingresos, tus movimientos, la economía familiar, ¡ningún detalle quedará librado al azar! Nadie actuará como él lo espera o desea. Él es bueno y la abusada es mala. Tú eres la
causante y la única responsable de su enojo, de su ira y de su su conduct co nducta a.
Para que aprendas Este hombre inteligente y sagaz hizo todo lo necesario para llamar tu atención y conquistar tu admiración. Lo idealizaste y lo pusiste en un pedestal del cual te será muy difícil quitarlo. Y no solo se ocupó de seducirte a ti sino también a tu entorno. Ante los demás, la mayoría de estos hombres se muestran carismáticos y hacen un esfuerzo por parecer los mejores del mundo. Son los centros de las reuniones, los más solicitados, los exitosos. Mientras tanto, sus parejas permanecen la mayor parte del tiempo en un rincón, comenzando a ser desvalorizadas en medio de
Él manipula a todo el entorno de la mujer, salvo a aquellas personas que descifran sus maniobras, ya todas sus hazañas y sus proezas.
sea por experiencia propia o por ser estudiosos de este comporta- miento. De
este tipo de personas tratará de alejarte por todos los medios. Frente al a l descrédito, pierdes tu identidad, no sabes quién eres, te cuestionas si tienes potencial, si eres capaz de generar ideas o proyectos; tal vez es verdad que ahora todo se lo debes a él. Y así es como vives, en una permanente codependencia y humillación. El desprestigio delante de los demás es constante y, cada logro, cada resultado que alcances se lo adjudicarás a él. Poco a poco llegarás a creer que todo es su mérito. Ahora bien, si decides enfrentar este maltrato y no tolerarlo, tu vida podrá ser otra. Debes llegar a la firme decisión de no vivir más con miedo; afrontar riesgos y cambios es romper con un sistema de pensamientos que hasta hoy te hizo estar presa en tu propia casa. Tal vez te genera culpa pensar que serás la primera divorciada en la familia. ¡¿Serás tú quien se atreva a romper con la imagen de un hogar ideal y feliz?! Solo por mantener las apariencias, toleras y te permites vivir con un hombre que deja secuelas en tu interior o exterior a diario, y a cualquier precio sostienes una pareja que no tiene sentido y degrada tu propia vida. Quizás los otros te dicen que ya va a cambiar, pero siento decirte que un misógino no cambia, a menos que él tome conciencia de sus actos y decida hacerlo. Su violencia, su abuso, su maltrato tienen una intención: “que aprendas”.
Un gran dilem dil ema a Hay dos tipos de hombre que ejercen abuso emocional y físico sobre los demás: los que no desean cambiar y se jactan del poder que tienen sobre los otros, y los que sí podrían cambiar con ayuda terapéutica. El mismo hombre
que practica el abuso de poder debe querer ponerle fin y modificar su forma de relacionarse. Es fundamental que cada mujer pueda discernir cuál de estos dos estilos de hombres está a su lado. Tal vez estás frente a un dilema: irte o esperar a que cambie. Ahora bien, considero que la pregunta correcta debe ser: “¿Él quiere cambiar?, ¿tiene la
voluntad y la fuerza que necesita para ejercer ese cambio?”. En la mayoría de los casos, aceptar esta realidad nos intimida, nos asusta y sentimos que debemos hacernos cargo del hombre que hemos elegido como compañero para toda la vida.
fingimoss ser ser feli fe licce s viviendo una vida que no es precisamente Y así es como fingimo la que soñamos cuando decidimos estar con él. Al aceptar el abuso y el maltrato, una vez más te responsabilizas por su comportamiento, por el poco amor que eres capaz de darle y la poca atención que le brindas. Excusas, miedo, temor, estancamiento. De este modo, se repite el círculo del
encierro, de la limitación y de la manipulación en tu vida. Solo a partir del momento en el que este hombre pueda hacerse cargo de lo que está consumando y pueda reconocer la razón de sus propias conductas, tendrá la motivación necesaria para comenzar a trabajar en un cambio que lo llevará llevará a trans t ransfo form rm arse. Debes recordar que está en tus manos quitarle a cada abuso, a cada palabra y a cada magullón la posibilidad de que siga teniendo autoridad sobre tu vida. No tienes que pagar ningún precio por tu felicidad, la cuenta fue saldada, no debes nada. Comienza a disfrutar de lo que eres merecedora. ¡Acéptalo y sé feliz!
Sin obsesiones Algunos científicos dicen que para gozar de más salud mental necesitas tener más cantidad de apoyos que de tensiones. Las personas que te provocan este malestar se adhieren a tu vida como obsesiones y te generan rigidez, no solo en cada músculo de tu cuerpo, sino también en tu alma. Sin darte cuenta desperdicias la vida pensando cómo liberarte de esas tensiones. Leíste bien,
te
pasas la vida solo pensando, pero para obtener un resultado distinto necesitas actuar de otra forma, implementar otra estrategia. Si confundes amor con obsesión será muy difícil que puedas ver cambios, pues las obsesiones t e desenfocan desenfocan automáticamente del problema a resolver. Necesitas aprender que el otro no tiene más autoridad que la que tú misma le entregas, y que si tu mente se fija en él, seguramente vivirás dependiendo de lo que los otros dicen, hacen y planean para tu vida. ¡No permitas que nadie limite tu accionar y tus pensamientos! Las obsesiones solo te conducen a vivir en el desamor y en el fracaso permanentemente. Vivir libremente significa dejar de depender de los otros, romper con aquellas
relaciones relac iones enfermizas e nfermizas que nos llenan de dolor y frustración, y comenzar a ver nuestras necesidades. Tienes que asumirlas y correr los riesgos de decidir de acuerdo con lo que quieres ser y lograr. Todos somos capaces de vencer el desamor; si bien no es fácil, tampoco es imposible. En su libro Ya no seas codependiente, Melody Beattie asegura que nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin last last imarno imarnoss a nosotros mismos. Y recuerda:
El hombr ho mbree misógino misóg ino nunca cambiará cambiará por ti, por tu amor amo r o por por tu dedicac dedicación ión.. Solo So lo podrá od rá hacerl hacerloo a partir de “darse cuenta” cuenta” de sus acto actoss y su sus condu con ductas ctas..
Para tener en cuenta: 1 El hombre misógino usa máscaras y trata de ocultar sus estrategias y
manipulación. 2 Si confundes amor con obsesión será muy difícil que puedas ver cambios. Las obsesiones te desenfocan y solo te conducen a vivir en el desamor y en el fracaso permanentemente. 3 Vivir libremente significa dejar de depender de los otros, romper con aquellas aquell as re relaci lacion ones es enfer enfermizas mizas que nos n os llenan ll enan de d e dolo do lorr. 4 Si decides enfrentar este maltrato y no tolerarlo, tu vida podrá ser otra. Afrontar riesgos y cambios es romper con aquello que te esclaviza, te limita y te anula. 5 Pregúntate si él quiere cambiar y si tiene la voluntad y la fuerza que necesita para p ara ej ej er ercer cer ese ese cambio. cambio .
No No tengas teng as miedo miedo,, no estés presa presa en tu prop ro pia vida. vida. Solo So lo tú pu puedes lograr log rar qu q ue ya no ejerza jerzann pode od er sobre sobr e ti ese ese abuso, esa esass palabras palabras desca descallifica ificado doras, ras, esos g olp ol pes y marcas qu quee un día recibi recibiste. ste. La fe f elicidad icidad es g ratuita ratu ita y tie t iennes derecho derecho a disfrutar disfrut ar de ella.
“La viol violencia encia no es un proble problema ma ‘de’ ‘de’ sino sino un un problema problem a ‘para’ ‘para’ las las mujeres, sisiendo en reali real idad y,y , fundamentalm fundamentalmente, ente, un un problema ‘de’ ‘de’ la cultura cultura masculina/patriarcal masculina/patriarcal y ‘de’ los los varones arone s”. —Luis Bonino , psicoterapeuta especialista en masculinidad
y relaciones de género
A
todas nos mintieron en algún momento de la vida y nos inculcaron creencias que fueron instalándose en nuestras mentes como verdaderas. Tal vez creciste en una familia en la que la mujer tomaba
el casamiento como un deber y sentía que la obligación de una esposa es “aguantar”, “tolerar”, “soportar” y “hacer” todo lo que él exige. Al fin y al cabo, dicen que para eso es el matrimonio. Pero nada más falso que esta creencia. Y así es como miles de mujeres han crecido rodeadas de mentiras y
estructuras de pensamiento limitantes, que las ubican en una posición inferior al hombre. Pero para que ese engaño sea eficaz se necesitan por lo menos dos personas: una que lo enuncie y otra que lo acepte. Ahora bien, frente a esta trampa podemos reaccionar de dos maneras diferentes: negando o excusando el comportamiento de la otra persona con frases como “en realidad él no mintió, me quiso decir otra cosa”. O
Enfureciéndonos y llenándonos de ira, bronca y enojo al descubrir que fuimos engañadas.
La mentira descubierta dentro de la pareja nos perturba y desestabiliza emocionalmente, creándonos fantasmas constantes. ¿Cómo saber si nos miente?, ¿cuándo creerle y cuando no? Sostener una permanente incertidumbre nos debilita, nos roba la fuerza y nos condena a vivir en el temor. Antes eras una mujer afectuosa, que se sentía bien y trataba de disfrutar de la vida. Pero, de pronto, tus emociones fueron reemplazadas por dudas, broncas, angustias e impotencias contenidas que llenan tu mente y tu cuerpo de dolor y, de a poco, tolerando lo intolerable, te encierras en un
laberinto sin salida, en un círculo vicioso que no tiene fin. Es posible que tomes la decisión de ponerte en una postura poco afectuosa, como tomando distancia pero, al mismo tiempo, temes que esa nueva posición provoque su enojo y lo haga aún más agresivo. Por este motivo, eliges seguir adelante y actuar como si nada hubiera pasado, o resuelves omitir ese engaño creyendo que si lo ignoras, simplemente desaparecerá. Optas por pensar: “Ojos que no ven, corazón que no siente. ¡Aquí no ha ocurrido nada!”. Poco a poco, cada engaño que aceptes destruirá tu estima y te hará
vivir
dudando y desconfiando de todo a tu alrededor, incluso de ti misma. Tu vida se irá llenando de falsedades, una tras otra, y estarás esperando la próxima. Sin embargo, en medio de tanto dolor, hay algo positivo en la situación que estás atravesando: cuando conoces la verdad, puedes elegir qué camino seguir. Cada vez que descubres una mentira, descubres también una verdad. Muchas veces, las mujeres permitimos que nos engañen porque esta es una
manera concreta de postergar una situación que no queremos
asumir; sabemos sabem os que que nos nos m ient ient en, en, pero dec decid idim imos os mirar m irar para par a otro lado. lado. Al descubrir esta artimaña nos sentimos vulneradas, invadidas, humilladas y cientos de pensamientos negativos comienzan a rugir en nuestra cabeza: • “ ¿Tenía ¿Tenía una un a vend venda a gigant gigante e en los ojos?” o jos?” • “¿Fui tan ingenua y crédula? •
“¿Cómo no me di cuenta cuenta de esta menti me ntira?” ra?”
• “¿Cómo pudo engañarme durante tantos años?”
Descubrir la mentira es doloroso, pero es sano saber que a partir de allí podrás
enfrentarla y volver a confiar en ti misma. En tu interior están todos los recursos que necesitas para no quedarte a vivir en el engaño y salir a la luz.Elegir si vas a vivir en una farsa no es un proceso. De ti dependerá estar dispuesta a descubrir la verdad y asumirla como tal, para después obtener la libertad mental y emocional que precisas para expresarte con total independencia. Comienza por examinar qué es lo mejor que puedes hacer por ti, en lugar de preguntarte qué es lo mejor que puedes hacer por él. A partir del momento en el que decidas dar un vuelco en tu vida, tienes que saber que dentro de ti existe la fortaleza necesaria para sobrevivir a ese engaño, cualquiera sea la situación. ¡Tienes recursos y talentos para lograr todo lo que te propongas! Debes tomar una de las medidas más importantes: romper con las trampas y la manipulación; y para ello
precisas tener
planificado planific adoss los pasos a seguir seg uir.. Decidir sin saber qué harás después puede llevarte a una situación aún peor que la anterior. Reflexiona acerca de lo que es más beneficioso para ti, ya que si no empiezas por tu persona, nada de lo que hagas va a servir. Concéntrate en lo que eres capaz, reconoce lo que sabes
hacer y lo que lograste hasta ahora y, a partir de esta nueva verdad todo lo que hagas te saldrá bien.
¿Y tú, qué haces? haces? El abuso que recibiste te hace pensar que es lógico y normal llevar ese estilo de vida. Incluso crees que es natural sentir lo que sientes y que ese maltrato al que eres sometida es justo y merecido. Y esto no acaba acá. Además de esta violencia, tienes que soportar la presión y escuchar los cuestionamientos que te hacen los que están a tu alrededor: “¿Y tú qué hiciste para que él se pusiera así?”, “¿Qué le dijiste para que se enojara tanto?”, “¡Seguro que tú lo provocas; sería mejor que te callaras cuando él está mal!” Por otro lado, están los que sí saben —por experiencia propia o cercana— que estás al lado de un manipulador violento. También te llenan de mensajes, pero con la intención de que lo dejes. Estas personas te dicen: “Ese hombre no te conviene”, “Te va a arruinar la vida”, “Te mereces lo mejor”, “No va a cambiar, no insistas”, “No inviert inviertas as más tiempo en él”. él”. Estos consejos muchas veces no son atendidos por las víctimas, ya que creen que nadie entiende a ese hombre como ellas. Están seguras de que podrán cambiarlo con paciencia y amor. Y así buscan minimizar cada abuso. Sin embargo, nada de lo que haya hecho o dicho la mujer justifica la violencia psicológica o física. Ninguna persona es responsable del maltrato ejercido por otro, hayas o no cometido un error. Sufrir no es normal; ser abusada y manipulada no es natural. Cam biar y modificar sus conductas y sus hábitos es algo que le compete Camb puramente a él; tú no eres la causa de su maltrato. No depende de tu actitud ni de tus acciones que él cambie. Tampoco es tu función elevar su estima. No
eres tú quien debe cuestionar tus acciones, tus reacciones y cada una de tus palabras. Lo que sí te corresponde es decidir qué vida quieres y eliges
vivir.
Toma Toma las l as riendas ri endas Las mujeres tenemos tendencia a sufrir con facilidad. Nuestras emociones están a flor de piel: nos reímos de todo o lloramos por todo. Por años escuchamos decir: “Mi querida, la vida es dura… Trata de lograr algo, pero acuérdate de que vas a tener problemas, dificultades”. Las personas que piensan así ven la felicidad como algo que no les pertenece, como un regalo que solo es para unos pocos, y ellas no forman parte de ese grupo privilegiado. Y así es como muchas mujeres aceptan el sufrimiento, el engaño y la mentira como algo normal, y han aprendido respuestas automáticas frente a situaciones en las que no saben cómo reaccionar y las atemorizan. Y, poco a poco, se convierten en esclavas del miedo, desconociendo que aceptar vivir de esta manera significa atentar contra su propia vida. ¿Te acuerdas del “cuco”?, ¿cuál era el objetivo de su existencia? Los adultos necesitaban apelar a este ser imaginario para que nos portáramos bien. Frente al miedo que nos generaba este personaje, nos comportábamos correctamente y hacíamos caso a lo que nos pedían o, en su defecto, llorábamos. Y hoy, ya somos grandes pero seguimos llorando.
Quizás pienses que el llanto es útil, tal vez aprendiste que llorando lograrías que alguien se apiadara de ti y te comenzara a querer. Es posible que pienses: “Si lloro, él seguramente va a cambiar”. Sin embargo, debes saber que el llanto no es una respuesta, sino solo una conducta que no le dará ninguna
solución al conflicto que estás atravesando.
El llanto paraliza y no te permite accionar como deberías para cambiar las circunstancias. Tampoco logrará que recuperes los años que perdiste. Cambia tu manera de pensar, activa tu sabiduría. ¡No te acos ac ostt umbres um bres a vivir con c on dolo dolor! r!
Lo importante no son los acontecimientos, sino los pensamientos que tienes respecto de lo que está pasando. Todo lo que nos repetimos en forma constante, esas frases interiores que formulamos todos los días, son responsables de nuestros estados de ánimo, de nuestros de- seos de llorar o de reír. Por eso, si transformas tu manera de hablarte internamente, comenzarás a disfrutar de la vida. Pasar de la reacción a la acción es lo que marcará la diferencia. Desde pequeñas nos enseñaron que hablar bien de nosotras mismas es “orgullo”, “vanidad”. Sin embargo, quiero decirte que es bueno tener un delicado equilibrio del ego, de manera que este te convenza a ti misma de que eres la
m ereces el éx é xito —porque así te vas a sentir motivada—, mejor y de que te mereces y que a la vez te permita seguir aprendiendo. Las mujeres exitosas no aceptan excusas, no son lastimadas fácilmente, y si algo las hiere siguen adelante, porque se apoyan en la reserva interna de aprecio por sí mismas. Las mujeres con propósito son las que dejan que sus emociones se agoten para luego pasar a un nuevo nivel de relación
interpersonal. No niegan lo que les sucede, todo lo contrario: sienten, lloran y se enojan. Sin embargo, evacuan esas emociones y dejan su mente en paz para así pensar en el próximo paso. Las mujeres con destino no sienten lástima de sí mismas, son libres de la gente, sueñan sus propios sueños,
administran su tiempo y tienen respeto por su identidad y su propia vida. La vida es linda, emocionante; aprende a subir niveles y correr los miedos. Cada vez que enfrentes un miedo subirás un nuevo escalón, y superar cada nuevo nivel traerá más satisfacción a tu vida. Antes el miedo te detenía, pero ahora sabes que puedes vencerlo. Ahora lo dominas, porque eres la dueña de tu
Comienzaa a confrontar confrontar lolo que te enfrenta. e nfrenta. vida. Comienz Y recuerda: No No pie piennses ses qu quéé es lo me m ejor que qu e puedes hace acer por por tu t us hijos ijos o por por tu pareja areja.. En lug lu gar de de eso, eso, reflexiona reflexion a ace acerca de lo qu quee es es más más beneficioso para ti, ya que si no empiezas por tu persona, nada de lo que q ue hagas hag as va a servir. servir.
Para tener en cuenta:
engaño que qu e acept aceptes es destrui destruirá rá tu esti estima ma,, y te hará vivir vivir dud d udando ando y 1 Cada engaño desconfiando de todo a tu alrededor, incluso de ti misma. Sin embargo, cada vez que descubres una mentira, descubres también una un a verdad. verdad. 2 Una vez que hayas tomado la decisión de romper con la manipulación, debes planificar los pasos para no caer en una situación peor que la anterior. 3 Pasar de la reacción a la acción es lo que marcará la diferencia. Agota tus tu s emocio emociones nes y deja tu mente mente en paz p az para p ara pensar pensar en el próximo p róximo pas p aso. o. 4 Cada vez que enfrentes un miedo subirás a un nuevo nivel y esto traerá más satisfacción a tu vida. 5 El llanto no es una respuesta, sino solo una conducta que no le dará ninguna solución al conflicto que estás atravesando.
De Den tr troo de ti t i existe existe la l a for fortal taleeza ne n ecesa cesaria ria para para sobreviv sobrevivir ir a la l a mentira ment ira y al eng año. año . ¡Tien ¡Tien es recu recursos y tale tal entos to s para log lo g rar todo to do lo l o que qu e te prop ro pong on g as en la l a vida! vida!
“Si usted usted quiere quiere cam c ambibiarar elel mundo, tiene tiene que comenza comenzarr cambiando cambiando su propia propia vida; ida; usted usted debe convertirs convertirsee en en ese cam c ambibioo que desea desea ver en el mundo”. —Mahatma Gandhi, abogado, pensador y político indio
E
n el libro Co-dependency, An Emerging lssue, los psicólogos Robert Subby y John Friel aseguran que la codependencia es depender de los demás tanto de sus estados de ánimo, su conducta o su enfermedad como de su bienestar o de su amor. Somos “buenas mujeres” si hacemos lo que se nos dice, si bajamos la voz, si nos preocupamos por vernos bellas y deseables como en la publicidades, y si c um pli plim os co c on el mandato de “atrapar” y conservar a un hombre. Al desempeñar lo que los otros nos indican, estamos erosionando nuestra estima. De este modo, la percepción del valor propio depende de la aprobación de los demás. Muchas madres les enseñan a sus hijas a amar a sus padres agresivos, coléricos y abusivos a pesar de todo. Así aprenden a guardar el enojo y a volverlo contra sí mismas. Estas niñas empezarán a aceptar las culpas por todos los problemas de la casa y, más tarde, buscarán formar pareja con
hombres que las rebajen y les hagan pagar esas cargas. Y, como si esto fuera poco, de adultas sumarán las tensiones y presiones a las que se ven sometidas las mujeres que trabajan. Algunas mujeres falsamente creen que no se pueden querer a sí mismas porque no han tenido bastantes logros en la vida para merecer sentirse bien
Piensan ensan que para poder pode r valorar valorarse se deben de ben primero hacer con lo que son. Pi algo más, m ás, como perder pe rder peso, casars asarse,e, tene tenerr hij hijos, trabajar, trabajar, estudi e studiar. ar. Sin embargo, en muchos casos, aun alcanzadas estas metas, sienten que todo esto no es suficiente. En nuestra vida personal todos anhelamos mayor gozo, paz, felicidad y recompensa. Pero el motivo principal por el cual no alcanzamos lo que deseamos es porque no nos damos cuenta de la calidad de d e las las relac relaciones iones que establecemos. Nos dejamos llevar por nuestras emociones, por lo que vemos, y no escuchamos a nuestra auténtica voz interior. La posibilidad de transformar nuestra vida está ligada a reconocer quién es el que tiene el control y el poder sobre ella.
Prim Pri mero er o l os demás Muchas mujeres piensan que solo por su género tienen la obligación de cuidar a los otros y vivir para los demás, olvidando que primero necesitan aprender a cuidar de ellas mismas. De este modo, se crea una red de acuerdos entre hijos/as y sus madres con la sociedad, pactos preestablecidos de cómo deben vivir, relacionarse y actuar mujeres y hombres. Así, ambos tienden a adaptarse y a cumplir cu mplir el rol ro l que que se les asigna. asigna. La mayor parte del tiempo, las mujeres atendemos las necesidades y
urgencias de nuestros hijos, maridos, hermanos o padres pero, al comprobar que nuestro esfuerzo y dedicación no son valorados, solemos angustiarnos y sentirnos frustradas. Las mujeres codependientes sienten que
no hacen lo
suficiente para que los otros disfruten y dispongan de todo lo que necesitan, y estas emociones las llenan de culpa. Detenerte a pensar y observar tus propias conductas te permitirá ver un poco más qué qu é lugar lugar est est ás ocup oc upando ando en el mundo: si estás sentada en el borde de la silla o puedes afirmarte cómodamente en ella. Por ejemplo, sería interesante que te preguntes qué sueles hacer con el presupuesto del que dispones para el mes. Algunas de tus respuestas podrían ser: “Le obsequio a mi hijo el juguete que me pidió”, “le regalo a mi marido la máquina de afeitar que le gusta”, “les compro a mis padres los medicamentos porque los necesitan”. Y tú, ¡¿qué precisabas?! Tal vez querías comprarte un perfume o un par de zapatos nuevos, pero llegó fin de mes y no quedó ningún resto para dedicarle a tus necesidades. Te
ocupaste de todo y de todos, pero ninguno de ellos reconoció lo que hiciste, nadie dijo “gracias”. Por el contrario, siguen quejándose y pidiendo, y tú sientes que nada de lo que haces los complace. Por esta razón, el mes siguiente tu nivel de exigencia y responsabilidad para con ellos será aún mayor. Por amor, terminas siendo lastimada. Este es un proceso que se repite una y otra vez, agregando más responsabilidad y más
culpa a tu vida, creando una mayor codependencia de aquellos a quienes estás tratando de ayudar.
Espíri Espíritu tu de res r escate cate No toda mujer puede establecer una relación amorosa con un misógino. Las
mujeres codependientes tienen ciertas características que hacen que se
sientan si entan atraídas por este tipo de hombres y que estos las “huelan”. Estas mujeres poseen un espíritu de rescate que las hace sentir necesarias y
heroicas. Creen ser elegidas para darle al hombre lo que nadie más le dio, y piensan que su cuidado y dedicación es la compensación por todo lo que él ha sufrido en la vida. Por eso consideran que mediante el poder de su amor lograrán transformar mágicamente a su pareja; piensan que su afecto
puede curarlo. Por otra parte, dar, ayudar y abastecer crea en ellas una ilusión de poder y de fuerza, y un sentimiento de bondad. La mujer codependiente no puede determinar la diferencia entre “ayudar” y “rescatar”: • Ayudar es temporal, ocasional, no es una posición constante •
Resc Re scatar atar es un comportamiento repetitiv repetitivoo
pre, ya sea profesional como personalmente, este hombre necesita de ayuda, pues está constantemente en dificultades. La inestabilidad es su pauta persistente, y culpar al otro de sus fracasos es su blanco de ataque.
Para estas mujeres, poner límites es hacerle sentir al otro que no lo amann lo suficiente, ama suficiente, ni hacen hacen bastante por po r él. Generalmente ayudarán a sus parejas a que encuentren trabajo, superen sus problemas emocionales y sociales, dejen de beber alcohol, de jugar compulsivamente, de drogarse o de robar. Y hasta llegarán a mentir para cubrirlos frente a los demás. La psicóloga Carmen Berry explica en un libro excelente, titulado Cuando ayudarte significa hacerme daño, el “Síndrome del redentor”, que tiene dos caras. La primera cara afirma: “si no lo hago yo, no lo hará nadie”, es decir, quien lo padece se siente responsable de que todo salga bien y de la felicidad de los demás. La segunda cara manifiesta: “la necesidad de cualquier otro es
prioritaria respecto de la mía”. En otras palabras, sienten que sus necesidades personales son poco importantes, por lo que no requieren gran cantidad de tiempo ni una gran inversión, porque “lo importante es ayudar al prójimo”. El
neg arsee a uno mismo mismo por el bien “Sínd “Síndrom romee del redentor” es una forma de negars de los demás. De este modo, cambiamos de planes, de horarios, de gustos, de amigos, y todo por el bien del otro. Cóm Cómo piens pi ensas as y act a ctúas úas Otros rasgos que caracterizan a la mujer codependiente son: •
La actitud actitud de med m ediac iación ión
Son mujeres pacificadoras por naturaleza; ven en cada pelea un peligro de destrucción. Creen que no hay nada peor que discutir y prefieren negar las emociones negativas y arrancarlas de sí mismas por todos los medios, para mantener la paz a cualquier precio. Por eso ceden y
ceden, y así es como su compañero obtiene lo que desea. •
El sentimie sentimiento nto de inferi infe rioridad oridad
El poco aprecio que siente esta mujer por sí misma hace que siempre vea a los demás como superiores. Ellos le prometen sanar su baja estima con sus conocimientos, creando una dependencia afectiva que la lleva a la destrucción. Por otro lado, la mujer codependiente tiende
a idealizar al hombre que se presenta como el sabelotodo. Ella siente pasión por este hombre y a la vez opresión, tiene deseos de estar con él y, al mismo tiempo, molestia por estar con él. Esta lucha entre el dolor de estar y el pánico de alejarse es lo que los psicólogos denominan “ambivalencia”. Es interesante observar que ella defenderá
las locur locuras, as, arrebatos arreba tos y ataques ataque s de su compañero delante de todo el mundo. Su defensa es tan racional y a la vez tan emocional, que hasta puede convencer a otros para que estén de su lado. La mayoría de las veces, las mujeres no podemos enfrentar las tormentas en las que nos encontramos porque carecemos de una
“reserva interna” de valores y aprecio por nosotras mismas. Por ejemplo, nuestra baja estima nos lleva a pensar que las otras mujeres son siempre más lindas, más inteligentes, más que nosotras. Estas emociones nos lastiman y nos desvalorizan. •
La racionalización
Racionalizar es lo que hacemos cuando ignoramos la voz de la intuición que interfiere en una situación que nos hace sentir mal. Es una manera de hacer aceptable lo inaceptable. Al racionalizar vemos y reconocemos lo que nos desagrada, pero nega- mos su existencia y le damos un nombre diferente. Permitir y racionalizar el abuso que otros ejercen sobre nuestra vida es abrirle la puerta a futuros y desmedidos maltratos y manipulaciones. Aceptar el paso de la agresión a las
procee so de disculpas, de la cólera a la seducción, es introducirse en un proc mucho dolor. mucho • La costumbre de culparse a sí misma En su libro Ya no seas codependiente, la escritora Melody Beattie explica que la mujer codependiente piensa de esta manera: “Me siento culpable cuando no hago lo que me piden. Me siento culpable cuando
no vivo de acuerdo con mis estándares de lo que es ser madre y esposa. Me siento culpable cuando no vivo de acuerdo con los
estándares que los otros tienen de mí. Sencillamente me siento culpable, dice, y de hecho añade, fijo mis actividades cotidianas y
mis
prioridades, de acuerdo con mis sentimientos de culpa”. Aquí el razonamiento es el siguiente: “Si él tiene la capacidad de ser tan encantador, entonces la causa de que las cosas vayan mal tiene que ser algo que hago yo”. La mujer internaliza y acepta la responsabilidad por la forma en que él actúa. Ella intenta agradarle en todo pero, lamentablemente, las señales del misógino son siempre cambiantes:
lo que le atrae un día puede no gustarle al siguiente, lo que le interesó a la mañana puede no importarle a la tarde. El misógino quiere que su pareja sepa lo que él piensa o siente sin necesidad de tener que decírselo. Espera que ella se anticipe a todas sus necesidades, y que satisfacerlas se constituya en la prioridad número uno en su vida. Para ello utiliza frases como estas: “Si no estuvieras siempre pendiente de ti, te habrías dado cuenta de lo que yo quería”, “Si realmente te importo, ¿cómo no te diste cuenta de que estaba cansado?”. Una de las pruebas de amor que le exige a su pareja es la capacidad de leerle el pensamiento. Es decir, la mujer debe ser clarividente; si una mujer carece de poderes parapsicológicos, con ello da prueba de sus deficiencias. El hombre manipulador conoce el permanente miedo de la mujer y sabe que tolerará lo que sea para
tener tener un poco de paz. paz. Y recuerda:
El motivo mo tivo principal rincipal por el cual n o alcanzas alcanzas el g ozo, la l a paz, paz, la l a
felicidad felicidad y el recon reconocimie ocimiennto que dese deseas es porq or que no te das cuenta cuent a de la calidad calidad de las relacion relacionees qu quee establece stableces. La posibi posibilidad lidad de tr transfo ansform rmar ar tu vida está ligada lig ada a recon reconoce ocer r quién quién es es el que que tiene el contr con trolol y el pod podeer sobr sobree ella.
Para tener en cuenta:
Existen pactos pacto s soc sociales iales prees preestablecido tabl ecidoss que qu e determinan determinan 1 Existen cuál es el rol que como mujer debes desempeñar. Pero al cumplir con lo que los lo s otros te indican indi can erosionas erosionas tu estima. 2 El poder de tu amor no transformará mágicamente a tu pareja. ll evar ar por tus tu s emoci emocion ones es.. Escuc Escucha ha tu auténtica auténti ca voz interior i nterior.. 3 No te dejes llev 4 Detenerte a pensar y observar tus propias conductas te permitirá ver un poco más qué lugar estás ocupando en el mundo. 5 El poco aprecio que sientes por ti misma hace que siempre veas a los demás como co mo superiores sup eriores..
Que Querida muje mu jer,r, todo to doss los lo s derechos derechos te t e pe pert rteenecen cen . No No impor importa ta cuál cuál fue fu e tu pasado pasado ni cuál cuál es tu pres preseen te, lo único ico verdaderament verdaderamentee important import antee es lo que determines y pe permitas rmitas de ahora aho ra en más más para tu fut f utur uro.o.
“La firmeza firmeza de propósito propósito es una una de las caracterís característitica cass más necesarias del del carácter carácter y uno de los mejores mej ores inst instrumentos rumentos del éxit éx ito.o. Sin ella, ell a, el genio gasta gasta sus sus fuerzas en un laberi la berinto nto de incoherencias incoherenc ias”.”. —John L. Mason , pastor, escritor y conferencista estadounidense
S
i creemos que este vínculo se transformará por arte de magia, lo más probable es que toda nuestra energía se consuma en una tarea estéril, pues estaremos empeñándonos en encontrar
una solución
que no exi existe. ste. En medio del proceso de espera, ese tiempo en el que la mujer aguarda que el otro repentinamente sea tocado por la varita mágica y cambie, ella es capaz de renunciar a su derecho de obtener un buen trato de su compañero. Hace trueques para conseguir su amor y aprobación, con la esperanza ferviente de que de ese modo suceda algo que lo haga cambiar. El razonamiento en este caso es el siguiente: “Yo me callo cuando él se enoja, entonces él nunca más se va a enojar”. En el momento en el que se da cuenta de que esperar transformaciones extraordinarias no produce resultados, esta mujer prueba otras tácticas, sin encontrar nunca la que abra el cofre de la
felicidad. Las mujeres pensamos que a través de la culpa, debilidad y el servilismo, Romeo volverá a ser ese príncipe que una vez nos rescató de un mundo que no apreciaba quiénes realmente éramos.
Malas estr estrateg ategias ias Observemos en detalle las estrategias que suelen usar muchas mujeres, pero que lamentablemente luego serán utilizadas en su contra: •
La culpa
Estas mujeres necesitan remarcar cada error de los que están a su lado para que nadie olvide cuánto les están debiendo. En estos casos, controlan y manipulan a través de la culpa, la enfermedad o incluso c on palabras palabras hirient hirientes es destinadas a transmitir el mensaje: “Yo soy buena y tú eres malo”. Estas mujeres dicen frases como: ž
“Siem “Si empre pre te olv o lvidas idas de esto”
ž
“No me m e pasaste pasaste a buscar”
ž
“Si me gritas, me agarra dolor do lor en el pecho” pec ho”
ž ž
“No me m e dig digas as eso eso po porque rque me m e hac hacee mal” m al” “No te acordaste de mi cumpleaños”
ž
“No me m e llamaste al trabajo” trabajo”
ž
“No hiciste lo que te pedí”
Si usas la culpa para p ara cont con t rolar, rolar, t erminarás erminarás perdiend perdiendo. o. •
La debil de bilidad idad
Ellas manipulan a todos en su entorno, haciéndoles sentir que los necesitan para ser alguien y poder realizar sus vidas. Dicen: “Soy
débil y sin ti me muero. Tienes que cuidarme, debes hacer lo que quiero y no dejarme nunca”. Construir este papel nos muestra como mujeres carentes de poder y con una estima deteriorada, y ese no es el lenguaje que debemos hablar. No podemos desc desc onocer onocer u olvi olvidar dar que que fuim fuim os c readas para ser com c ompl plet etas. as. El que usa la debilidad para manipular, siempre será dependiente de alguien. Desde ese lugar, inconscientemente, la mujer se colocará en
posición ión inferi infe rior or para desarrollar su vida. Esta si- tuación anula una posic y mata el potencial que tiene para brillar y manifestarse. Si usas la la debilidad debilidad para p ara cont con trolar, rolar, t erminarás erminarás perdiend perdiendo. o. •
El servi se rvilismo lismo
Es “ama y sirvienta”, “dueña y esclava” a la vez, la “mujer maravilla” tiempo completo. En su imaginación, si le demuestra al otro lo asombrosa que puede llegar a ser, solo un tsunami o la muerte podrán separarlos. Esta mujer piensa: ž “Me volveré tan indispensable que estará atado a mí y no podrá dejarme”. ž
“Si no soy útil nadie me amará ni valorará, por eso me
mostraré
com omoo súper súpe r útil, útil, la que hace de todo”. ž
ž
“Si tengo a mi marido con la casa en orden, la cena preparada, la ropa lavada y planchada y la habitación acomodada, nunca se va a ir de mi lado”. “Si le hago todo, va a depender tanto de mí que nunca se va a ir”.
Si esperas que a través del servilismo él cambie, debo decirte que terminarás perdiendo y, no solo eso, además generarás una
sensación tóxica a tu alrededor. Querer ser indispensable te convertirá en una persona irritante, y esto hará que los demás t ermin erm inen en cans ca nsánd ándos osee de ti. t i. El verdadero amor echa afuera todo temor. No hay nada mejor que dejar libre a la gente que amamos. La libertad que da el verdadero amor te hará saber que quien está a tu lado lo hace por amor y no por
agradecimiento o por los servicios prestados. El servilismo no hará más que llevarte a un plano inferior donde terminarás sintiéndote
subvaluada. Si usas el servilismo para controlar, terminarás perdiendo.
A solas solas cont cont igo ig o Aferrarse al otro es, en definitiva, miedo de estar a solas con nosotras mismas. La compañía física nos asegura no seguir sintiéndonos solas. La sensación de soledad se debe a vacíos internos que pretendemos llenar de “otros” en lugar de mirarnos verdaderamente, y sanar el dolor y el temor que nos impulsan a
elegirir una pareja por necesidad y no por amor. eleg amo r. Piensa: • Todas las formas de control tienen en común la falsedad y la negación
de los sentimientos que realmente te llevan a comportarte de esa manera. • Te aferras con uñas y dientes a esa persona que en realidad quieres
que qu e se vaya vaya pero, al ser lo único que conoces, optas por permanecer jun junt o a él a pesar pesar de todo todo. Cuando intentas controlar a un hombre que te trata mal, sea cual fuere la estrategia que uses, debes pensar si en realidad lo que te está ocurriendo es que no te atreves a estar sola. El problema, en verdad, no radica en el miedo que nos despierta el estar a solas con nosotras mismas, sino en cómo estamos en soledad. Pero ten presente que una mujer completa es independiente y tiene capacidad para enfrentar la vida. No le debes nada a nadie. Por esta razón, determina que nadie te deba nada a ti. Fuiste creada para ver tus sueños hechos realidad, y tienes dentro de ti todo lo que necesitas para lograrlo. ¡No te adaptes a lo insostenible pensando que es normal! La insatisfacción, el abuso y el maltrato no son tu destino. No esperes que el otro te haga feliz, diseña tú misma la felicidad que mereces. ¿Estás lista para esperar lo mejor de la vida?, ¿Estás preparada para desechar de tu lado las migajas de compañía?, ¿Estás dispuesta a disfrutar de tu vida en pareja?, pareja?, ¿Tien ¿ Tienes es la la ac a c t it ud para para ser ser feliz feliz co c ontigo tig o mis m ism m a? Si respondes afirmativamente a estas preguntas, lo primero que debes cambiar es tu mente y tus pensamientos, para que tus emociones, tu interior y tu espíritu sepan distinguir entre lo que pueden tolerar y lo que nunca m ás perm permiitirán. tirán. Una mujer fuerte tiene seguridad interna, que nace de la valoración de sí misma porque ha luchado contra los pensamientos que la ataban a
una
forma de ser dañina. dañina. Ella rompió su círculo de fracaso y lo transformó, con esfuerzo, en un círculo de éxito.
Dar el primer pr imer paso paso Para realizar cambios debes comprometerte con tus sueños y buscar las respuestas en tu interior. No necesitas príncipes azules, hadas ni rescatadores: la tarea ta rea de transformar tu rea r eali lidad dad est est á a t u cargo. c argo. El escritor y Premio Nobel de Literatura George Bernard Shaw afirmaba: “Las personas siempre achacan la culpa de lo que son a las circunstancias. Yo no creo en las circunstancias. Los que salen adelante en este mundo son personas
no conformistas, que buscan las circunstancias que ellos desean y cuando no las encuentran, las crean”. La opción no es que él cambie, sino que cambies tú. Por eso, no esperes a que él dé el primer paso, dalo tú. Tienes la responsabilidad de hacerte dichosa, de ser feliz. Puedes elegir: ¡elige por ti! Las mujeres anhelamos sentirnos bien con nosotras mismas, con lo que hacemos y con la gente que nos rodea. Sin embargo, no podemos sentirnos bien si no somos felices por dentro. Sin “seguridad interna” ningún logro será suficiente. Para sentirnos seguras y capaces debemos valorarnos, pues al hacerlo estaremos creando las condiciones propicias para crecer y tener éxito. La seguridad interna tiene que ver con saber quiénes somos, qué deseamos cuáles son nuestros sueños, cómo los vamos a lograr y con qué recursos contamos. Seguridad interna es aprender a quererte, estar bien contigo misma (sola o con otras personas), es vivir en el presente y no en el futuro, borrando pensamientos tales como “seré feliz cuando gane mucho dinero”, “seré feliz cuando prospere en mi carrera”, “seré feliz cuando encuentre a la persona indicada con quien compartir mi vida”, etc.
Disfruta y siéntete satisfecha con la persona que eres, incluso cuando cu ando te t e esfue esfuerc rces es por por lograr más. más. Sea cual fuere la circunstancia que estés atravesando, necesitas determinarte
pe rder de vista vista tu sueño sueño.. Debes dejar estos pensamientos y frases de a no perder lado: “No sé lo que quiero, ni qué siento”, “¿Quién me creo que soy para que la gente me felicite o me aplauda?”, “No sé lo que me pasa, nada me conforma, me falta algo”. Naciste para extenderte, para volar y alcanzar altura c om o las las ág uilas. ilas. Quita de tu mente pensamientos e ilusiones falsas tales como: “Si me mudo de casa tal vez pueda llegar a ser feliz”, “Si tengo un hijo tendré completas
mis
expectativas de vida”, “Si estudio alguna carrera, tendré prestigio y los demás me respetarán”, “Si me hago una operación estética mi vida cambiará”. El físico Albert Einstein decía: “El mundo que hemos fabricado como resultado del nivel de pensamiento que hemos utilizado hasta ahora crea problemas que no podemos solucionar al mismo nivel de pensamientos en el que los creamos”. Tu felicidad depende de que estés lista para sanar tus emociones y seas tú quien tenga el control de tu propia vida. Por eso: perdona tus errores, ya pasaron; sé buena contigo misma; acepta los halagos y las felicitaciones, te aseguro que no es soberbia; admite que tienes derecho al reconocimiento;
pide ayuda, porque no es ser débil sino sabia. No uses máscaras, no estás obligada a cumplir patrones y mandatos sociales. Tu mayor interés debe ser sentirte bien, y no demostrar que estás siempre bien. Y recuerda:
Todo lo que dominas te domina; todo lo que controlas te
contr con trolola. a.
Para tener en cuenta: 1 Si esperas transformaciones mágicas no obtendrás resultados, y si
empleas estrategias de manipulación para generar un cambio, tampoco. 2 Cuando usas la debilidad para manipular dependes de otra persona y te colocas a ti misma en una posición de inferioridad que inevitablemente termina perjudicándote. 3 Intentar volverte indispensable no hará que él cambie y te convertirá en alguien algu ien irritant irri tante, e, que qu e las person personas as desearán desearán evit evitar ar.. 4 Manipular mediante la culpa es solo una manera de hacerle saber al otro que está en deuda contigo, pero esto de ninguna manera hará que qu e él él actúe dife d ifere rente. nte. 5 Aferrarte o intentar controlar a un hombre maltratador esconde, en defin definit itiva, iva, un prof p rofun undo do miedo miedo a es estar a sol solas as conti co ntigo go misma. misma.
Una mujer no es fuerte cuando se cierra y achica su mundo, sin sin o cuando cuand o se atreve a expa expann dirse por porqque sabe sabe que q ue las experie xperienncias cias del pasado, asado, tanto tan to malas mal as como com o bu bueen as, as, la l a han h an hech hecho una me m ejor persona rson a y ya no tiene temores temo res de enfrentar frent ar la vida. vida.
Des escri cribe be cóm có mo te sientes sientes cuando cuand o estás estás sol sola. a. Haz una u na lista l ista de todas las sensaciones que experimentas. Piensa con qué llenas tu soledad. Anótalo. Pon a prueba tu creatividad para deshacerte del sentimiento que qu e te gene genera ra la soledad: ¿qué actividades acti vidades nuevas nuevas,, que qu e te resulten divertidas y no agobiantes, podrías agregar a tu rutina ruti na semanal? semanal? Anótalas. Anó talas. El aislamiento te perjudica. Por eso piensa a qué persona, a la que ya conoces y en quien confías, podrías llamar hoy o mand ma ndarle arle un mensaje mensaje para poder pod er tomar tomar un caf café é y ch charlar arlar sob sobre re diff ere di erent ntes es temas temas..
“El buen amor, el que vale la pena, se construye construye medi mediante ante lal a gestión gestión eficaz de dos narcis na rcisisismos mos quee se aman y no sobre qu sobre la base base de un amor total totalmente mente apegado a pegado y despers despersonal onaliizado”. —Walter Riso , psicólogo y escritor italiano
A
medida que pasa el tiempo, como ya vimos en capítulos anteriores, ese hombre que te mira, te desnuda y te estremece dejará de hacerlo para convertirse en un verdugo que anulará tu
potencial, tu expresión y tu libertad. Tal vez te llenaste de excusas, lo disculpaste con pretextos y hasta sentiste pena por él, pero llega un momento en que es necesario descubrir cómo es realmente esa persona que está a tu lado. Es posible que tengas que visualizar y exteriorizar lo que hasta hoy no pudiste afrontar. Sin embargo, el poder darte cuenta y reconocer que ese hombre no es quien soñaste será el primer paso para dejar de participar de su manipulación. Tu corazón y tu alma quieren ver lo que desean, y aquello de lo que se enamoraron pero, aunque quieras convencerte a ti misma, la realidad te
demuestra que no él no es así. Identificar rasgos, conductas, gestos y hábitos te permitirá conocer y discernir si vale la pena, si su vida vale tu vida, y te aseguro que no es un juego de palabras. El manipulador miente y seguirá mintiendo permanentemente, sin importarle quién quede en el camino. De ti depende: puedes buscar ayuda profesional, espiritual y/o psicológica, asistir a fundaciones u organismos que te ayuden a cambiar tu realidad personal y tu historia de vida,
o continuar en un
sisistema stema que te asfi a sfixxia y te anula. Ten en cuenta que nadie cambia por el otro; el primer y mejor cambio debe hacerse por y para uno mismo, y solo quien decide cambiar por propia
voluntad hará que esa transformación sea duradera y eficaz. Toda mujer tiene derecho a administrar su vida; nadie tiene autoridad para hacerlo por ella. Recuerda que hay un momento en el cual las mujeres necesitamos pensar más con la mente y no tanto con el corazón, ser sabias, dejar las emociones a un costado y diferenciar a aquellas personas que realmente nos quieren de las que desean matar todo lo que somos y anular nuestra identidad; todo aquello que nos hace seres únicos. “El desapego es una acción y un arte. Es un modo de vida. Creo que también es un regalo. Y que le será dado a aquellos que lo buscan”. —Melody Beattie, periodista y escritora best seller estadounidense
Descubr Descubree su jueg juegoo El fin de este hombre es destruir a su pareja sin ningún remordimiento de conciencia. Por eso, cuando percibe que su mujer se ha dado cuenta de su
uego, de su perversidad, de su maltrato, inmediatamente buscará otras estrategias para que su presa no quede libre. Por todos los medios tratará de hacerla callar, incluso a través de mayores amenazas, pues él odia con
t odas od as sus fuerz fuerzas as a quien trate de librarse de su dominio o poder. Las agresiones serán continuas, sistemáticas; nunca se detendrá hasta conseguir lo que desea. A través de sus palabras, mensajes y llamadas le dará a conocer a su pareja lo que le pasará si no acepta su autoridad. Lo único que a él
Otra de sus metas será lograr que su víctima se vuelva una persona agresiva y violenta como él, porque de esta forma se atacarán y destruirán le interesa es cumplir con su objetivo: obtener dominio y poder.
mutuamente. La persona que convive con un abusador será el objeto depositario de toda la pulsión de este hombre. La víctima será elegida porque el maltratador encontrará en ella todo lo que él no logró alcanzar y, por eso, querrá adueñarse de su vida. Si eres el objetivo de este ataque, él dedicará todos sus esfuerzos a destruirte, disparará a tus zonas más vulnerables, esas áreas de tu vida que todavía no fueron sanadas y son sensibles a cualquier ataque que provenga desde el afuera. Si tu espíritu no es restaurado, tu interior seguirá atado a ese dolor, a esos recuerdos y a esas emociones que te bloquean, con lo cual sentirás que te mereces mucho de lo que te sucede. Un dolor se suma a otro y, al mismo tiempo, el castigo que tú misma te impusiste no te permitirá salir del dominio de este hombre. La mujer maltratada no puede reaccionar frente al abusador, no puede
creer lo que le está sucediendo. Y esa misma negación de ver la realidad es la
que permite que desmedidamente siga tolerando sus ofensas y hasta sus golpes. El manipulador la instigará hasta que se sienta agotada y sin fuerzas, querrá vaciarla, que llegue a sentir que no quiere seguir viviendo o que no le encuentre sentido a su vida. De esta manera, él habrá cumplido con su cometido, y ella sentirá que sus enojos y sus interpretaciones sobre su nulidad como mujer eran acertados. Con este trato, el estrés golpeará la vida de esa mujer, y hasta puede llegar a pensar que depende de ella que este hombre perverso que está a su lado cambie. Así se agregará más responsabilidades de las que ya tiene. Necesitas perdonarte; perdonar y seguir adelante es apuntar a tu blanco, a
tu
meta. El dolor y la manipulación no son tu identidad, solo son elementos de aprendizaje que te servirán para elegir tu futuro con esperanza y
capacidad. Una pareja sana tiene su tiempo de conocerse, de crecer y de cambiar; una pareja sana buscará solucionar las diferencias que cualquier pareja puede tener; una pareja sana hará de la comunicación comun icación y el el respeto respeto sus bases, y no se justificará en la adivinación: “Ella sabe lo que necesito, lo que pienso, etc.”. La psicóloga social y escritora estadounidense Carol Dweck expresó: “Comunicar correctamente es una tarea que exige trabajo, igual que exige trabajo exponer y solucionar expectativas y creencias opuestas. Esto no significa que el ‘y vivieron felices por siempre’ no exista, sino que es más acert ac ertado ado dec decir ir ‘y t rabajaron feli felicc es por por siempre’” siem pre’”..
¿Una ¿Una nueva parej par eja? a? Después de haber vivido experiencias dolorosas y de haber pasado
grandes
desilusiones y humillaciones, hay mujeres que llegan a pensar que todos los hombres son iguales, que no vale la pena estar en pareja, que es mejor estar
acompañadas. ñadas. Muchas veces, cuando una mujer sale de una solas que mal acompa situación de maltrato, empieza ella misma a maltratar. El miedo de volver a ser maltratada la lleva a atacar primero y mantenerse a la defensiva. Todo el tiempo piensa: “¿Podré volver a enamorarme?, ¿existirá un
hombre con el cual pueda ser feliz?, ¿y si vuelvo a equivocarme?”. Un gran número de mujeres codependientes piensan que es imposible encontrar un hombre bueno y respetuoso y, si lo encuentran, sienten que no es lo suficientemente romántico, o que
no les despierta aquellas
emociones y sensaciones que una vez sintieron con el abusador. Sin embargo, deben entender que las emociones que vivieron con ese hombre estaban llenas de angustias, tensiones y agresiones. En una relación de pareja basada en el respeto mutuo y en el equilibrio de poderes, el romanticismo se va renovando y los dos integrantes aprenden a agradarse el uno al otro y a darse amor mutuamente. Si cuando estableces una nueva relación te preguntas si estás frente a un misógino, existen pautas que puedes tener en cuenta. Mantente alerta frente a las siguientes actitudes: • ¿Sientes que estás viviendo en una inestabilidad permanente? • ¿Es un hombre a quien se le puede hacer alguna crítica
u observación, o alguien a quien le puedes decir “No” a algo algo que qu e te pide?
• ¿Es el típico presumido o machista que te dice: “Yo soy así y no pienso
cambiar. Si no te gusta, ahí tienes la puerta”? • ¿Sientes compasión y lástima por él, por su vida o por su pasado cuando te pide disculpas? •
¿Sabe pedir pe dir perdón?
• ¿Cómo te sientes tú en esa relación?, ¿estás creciendo, estás siendo
valorada, o estás esperando que pase algo para que todo termine?
Si respondes “Sí” a más de tres preguntas, ya tienes las herramientas para saber cómo actuar. ¿Es tan difícil creer que eres digna de lo mejor para tu vida, que eres merecedora de alguien que te ame, te valore y te acompañe en tu crecimiento? Es tiempo de ser amadas y de comprender que la preocupación y la obsesión constituyen también un
abuso mental ment al.. Démosle a nuestra mente una cantidad razonable de datos para poder escoger bien, alimentémosla con pensamientos sanos, busquemos lecturas que nos nutran, aprendamos cosas nuevas. ¿Qué deseas hacer?, ¿qué es aquello que vienes postergando y tienes ganas de llevar a cabo? Dejar que la gente resuelva por ti significa que estás siendo rescatada y, por lo tanto, te ubicas en posición de víctima. Sé creativa,
formula opiniones, hazte preguntas, habla, no dejes que nadie tome decisiones por ti. Hazlo ahora, ¡ya mismo! Fija los límites y decide hasta dónde el otro podrá avanzar. Él no irá más allá de donde tú le permitas. Empieza a confiar en ti misma, en tu capacidad de pensar. Aprende a decir “¡B “¡B ast asta!” a!” y a ser tú t ú qui quien en tam ta m bién bién pon pongg a c ondi ondicc ione iones. s.
Ama si si n temo te morr El trato con cientos de personas que se acercan a las conferencias y talleres me ha permitido ver mujeres sin rumbo, sin sueños, sin propósitos, castigadas, engañadas y dejándose traicionar, conformándose con migajas de amor. Mujeres que tienen treinta o cuarenta años, pero cuyos cuerpos parecen cargar con muchos años más, con rostros tristes y sin vida. Mujeres a las que día a día les hicieron olvidar que son seres humanos, con capacidades para lograr todo lo que deseen y que, un día, sin darse cuenta,
hundirse se en e n un fango del cual no pueden escapar. Pero para comenzaron a hundir toda situación hay una salida. No estoy diciendo que sea fácil, pero para el que cree no hay nada imposible de alcanzar. Lograr que encuentres dentro de ti la manera de resurgir es una tarea fascinante, con la que estoy en marcha. Necesitas comprometerte contigo misma, eso es lo más importante. ¡Claro que puedes volver a amar!, pero esta vez hazlo sin apegos, sin miedos, sin culpas ni vergüenza, pues el verdadero amor no es temeroso. Estás cada vez más cerca de tu éxito, de tu libertad. Ser perseverante y persistente es la prueba de que no fuiste quebrada. Delante de ti hay una puerta abierta que nadie puede cerrar, y la llave está en tus manos. • Tú decides a quién dejas entrar para que te acompañe en el camino de la vida. • Tu decides a quién haces salir de tu mundo porque te
detiene y te roba las ganas de vivir. Tu nueva vida y tu felicidad están del otro lado de la puerta, por eso, ¡camina y
atraviésala! Los cambios no vendrán mágicamente o por casualidad: para alcanzar al éxito hay que buscarlo, y para eso necesitas trabajar. ¡Comienza a dar a luz a la mujer que verdaderamente eres! Y recuerda:
Perdon Perdo n a tus tu s erro errores res y sig sigue adelante adelant e. Eres Eres digna dign a de lo mejor para para tu vida, eres merece merecedo dora ra de alguien alg uien qu q ue te ame, ame, te valo valore re y te acom acomppañe en tu tu creci crecimie mienn to. to .
Para tener en cuenta: 1 Si no sanas tus emociones, sentirás que te mereces todo lo que te
sucede. 2 El dolor y la manipulación no son tu identidad, solo son elementos de aprendizaje que te servirán para elegir tu futuro con esperanza y capacidad. 3 No lo dudes, ¡puedes volver a amar!, pero esta vez hazlo sin apegos, sin miedos, sin culp cu lpas as ni verg vergüenza. üenza. 4 Tú decides a quién dejas entrar para que te acompañe en el camino de la vida, y a quién haces salir de tu mundo porque te detiene y te roba l as gan gan as de vivir vivi r. Fi ja los l os límites lí mites y decide hasta dónde dónd e el el otro o tro pod p odrá rá ava avanz nzar ar.. 5 Fija
Aprende a amarte y a cuidar de ti misma misma para para que nunca más depe depen das de n adie. adie. Enton Ent once cess sí podrás od rás establece stablecer un vín vínculo cul o saludable.
Piensa cuáles Piensa cuál es son las área áreass de tu vida vid a que qu e aún aún no has sanado sanado y permanece perm anecen n vuln vulner erables ables a cualqui cualq uier er ataqu ataque. e. Anót Anótalas alas.. Haz una lista de al menos diez habilidades, puntos fuertes, actividades acti vidades que sabes sabes que qu e haces bien bi en y en en los l os que qu e te puedes apoyar a la hora ho ra de planea pl anearr cóm có mo vas vas a recup recuper erar ar tu vida. vid a. Recapacita acerca de los proyectos creativos que has poste po sterga rgado do y que hoy ho y quier qui eres es re retomar tomar.. Com Co mo un u n curso c urso de de cocin coc ina, a, de moda moda o el estud estudio io de un idi i dioma oma.. Escríbelos. Escríbelos.
“Honra tu camino. ca mino. Fue Fue tu elección, elec ción, fue fue decisión decisión tuya tuya,, y en la l a mi m isma medida en que tú respetas el su sueleloo que pisas, pisas, ese mismo suel sueloo respetará respetará tus pies”. pies”. —Paulo Coelho , novelista, dramaturgo y letrista brasileño
T
enemos que aprender a diferenciar el “ser” del “estar”. Cuando una persona se siente carenciada, cuando atraviesa una falta emocional
comienza a confundir el “ser” con el “estar”, y es allí cuando
dice: “soy depresiva”, “soy ansiosa”, en vez de decir: “estoy con depresión” o “estoy pasando pasando por un tiempo de ansiedad”. ¿Y por qué hago esta diferencia? Porque cuando uno “es eso” implica que esa situación es permanente y no puede transformarla. En cambio, cuando uno puede decir: “estoy pasando por un momento de depresión o de ansiedad”, esto es accidental, y está en nuestras manos el control, el poder salir de ese estado emocional. Por ejemplo, cuando la mujer está embarazada, lo está por nueves meses, no está embarazada toda la vida, es un estado accidental. Cuando sé que “yo estoy” puedo hacer algo para modificar esa situación, pero si “yo soy” no puedo
convertir nada, porque el ser es la esencia.
Sentirse incapaz es una de las sensaciones más destructivas, pero no hacer nada es resignarse a vivir una vida prestada. A partir de este momento, todos los días vivirás dando un examen final sin saber que, hagas lo que hagas, nunca aprobarás. Nada será suficiente para este hombre que usará la
humil hu milla lación ción,, la descali descalificación ficación y hast hast a el insulto o el golpe para denigrarte, para que sepas que sin él no eres nada, y que tu valor en la vida es cero. Nunca bastará lo que hagas para demostrarle a este hombre misógino lo que vales. Lamentablemente, muchas mujeres están tan acostumbradas a lo malo que no se dan cuenta de que carecen de cosas buenas y de que deben acercarse a estas. Si eso te sucede, tal vez necesites más amor, pero del bueno; más más
tiempo de placer, pero del bueno; más alimen- to, pero del bueno; más vida espiritual, pero de la buena; más trabajo, pero del bueno; más amistades, pero de las buenas; ¡necesitas más vida, pero de la buena! Aprende a atraer todo lo que te hace bien y aquello que te ayuda a crecer y a desarrollarte.
Revi Re vissa tus pensam pensamie ientos ntos Mientras no creas que tienes valor, estarás buscando la protección afuera. Tus pensamientos limitantes son: • D e inseg inseguri uridad dad • De continua infelicidad • De un miedo permanente a ser feliz • De soledad • De la culpa que sientes por todo lo que sucede a tu alrededor
• De la no aceptación de las felicitaciones y los elogios
que que puedas recibir (no ( no te t e sentirás sentirás merecedora) merecedora) • De la idea de que eres la única mujer en el mundo que no cumple con
los estándares que hacen a una verdadera mujer • De la frase; “lo necesito a él, porque yo soy una inútil, porque no puedo desenvolverme sola” •
De la duda de poder po der lograr lo que te propones propone s sola sola
Pero atención, lo que no sabes es que no solo la persona controlada es insegura; la controladora también lo es. Detrás de toda inseguridad, lo único que hay es miedo. Las mujeres codependientes ven la independencia como algo peligroso , por lo que siguen tolerando la situación de control que, la mayoría de las veces, ellas ellas mis m ism m as han aceptad acepta do. Tienes que saber que la mayor protección para nuestra vida no proviene del afuera, sino que nace y crece en nuestro interior. Es probable que todos los días tengas que afrontar situaciones que te desafían. Pese a esto, tienes poder, autoridad, control y dominio propio para enfrentarlas, porque sabes que detrás de ellas estará la libertad que nadie tiene derecho a robarte , ya que te pertenece desde el mismo momento en que fuiste dada a luz.
Toma decisiones Para la mayoría de las mujeres abusadas físicamente o manipuladas emocionalmente, la toma de decisiones queda suspendida en el tiempo o, mejor dicho, “a cargo del otro”. Y cuando se animan a tomar medidas, muchas veces no lo hacen bien y disponen algo que, tarde o temprano, termina
dañándolas. Y así es como quedan atrapadas en un círculo: pasan
situaciones que las impulsan a reaccionar, pero nuevamente las malas elecciones —hechas pensando en el otro— las las perjudican. Sin embargo, si estás dispuesta a dejar atrás esta cárcel emocional que limita y bloquea todo el potencial que tienes para salir adelante, si estás lista para descubrir el propósito para el cual naciste y las herramientas de las que dispones para conquistar tus sueños, necesitas comenzar a hacer cambios
radicale radic aless y eficaces en tu forma de vida. Comprométete verdaderamente con el paso que darás, con el giro que estás dispuesta llevar a cabo. Hacerte responsable de este proceso te habilitará a modificar tu comportamiento y a sentirte orgullosa de este nuevo crecimiento que estás dispuesta a generar. Asimismo, reflexiona sinceramente sobre tu vida y sobre las relaciones que entablas. Tanto con las personas que fueron parte de tu pasado como con las que son parte de t u presen presentt e. Y es fundamental que afrontes nuevos riesgos. Todo cambio que implementes te llevará a enfrentar las inseguridades propias de este período. Si quieres modificar la calidad de tu vida, necesitas revertir patrones de conducta que hasta hoy te mantuvieron anestesiada y escondida en tu propio letargo. Sin duda, tomar decisiones para mejorar hará que te sientas bien contigo misma. También, expresa y comparte todo lo que estás atravesando. El abuso no es un tema que deba ser escondido y del cual tengas que avergonzarte o sentirte culpable. Poder hablar es empezar a reconocer lo que te sucede, es poder
poner en palabras todas esas emociones que te ahogan y
que necesitan ser dichas. Habla tú misma, no esperes que otro tome tu voz y tus palabras; rompe ese silencio que por años solo alimentó aún más esa
violencia de la cual eras protagonista. Además, tengo que darte una noticia: “el silencio no es salud”, “el maltrato no es salud”. Puedes plasmar cada una de tus decisiones, ponerlas en acción. Tu impulso no debe quedar en un simple deseo o en tu imaginación. Sé la generadora y autora de tu propio cambio. Hay situaciones concretas de la vida en las que
debess tomar decisi debe decisione oness urge urgentes. ntes. Aprende a cuidarte cuidart e La única persona que podrá ocuparse de cuidar de ti eres tú misma. Ten en claro que solo podrás cambiar un comportamiento: el tuyo. Y recuerda lo siguiente: ninguna de las palabras que dañaron tu estima, los golpes o las humillaciones fueron “sin querer”, y jamás pueden esconderse detrás de frases como “lo hice por amor” amor” o “es porq po rque ue te t e quiero qu iero””. El dicho: “Porque te quiero te aporreo” es falso e inadmisible. Tenlo presente. Ahora bien, ¿cómo comienzas a cuidarte? Es simple, empezando por el principio, como cuando te levantas de dormir, vas al baño y te lavas la cara y los dientes. Así debe ser con tus emociones y tu vida: limpia tu alrededor.
Toma distancia y presta atención. Observa tanto tus reacciones físicas (postura corporal, transpiración, tartamudeo) como emocionales (sensación de hum humilillac lació ión, n, baja baja estima estim a c uando uando t e sientes sientes atacada por tu compañero o por quien sientes que te lastima). Necesitamos entender que nuestro bienestar no depende de hacer feliz al
hombre ni de ganar una guerra entre sexos para demostrar quién es el que tiene el poder. Necesitamos aprender a convivir y a defender los derechos que nos pertenecen, respetándonos unos a otros y sabiendo que si uno de los miembros de la pareja pierde, los dos pierden, y si cada uno de ellos es exitoso, los dos serán exitosos y gozarán de ese beneficio.
En la práctica •
Decídete Decí dete a hac ha cerlo: toma la decisión consciente de hacer algo por tu vida. Asume las riendas y el control de tus emociones. Ya no es una decisión impulsiva, es un cambio en el patrón de conducta de “lo hago” (porque surgió hacerlo así) a “decidí hacerlo” (la respuesta que reciba de esta reacción fue decidida por mí).
•
Proyecta el maltrato: imagina que tu pareja está teniendo ese maltrato con otra mujer, alguien que sea de tu estima. ¿Cómo te sentirías al ver que esa persona que quieres es abusada? Pregúntate: ¿esa mujer merece ese trato? Ahora bien, si ella no se lo merece,
¿por ¿po r qué qu é piensas piensas que que tú sí? •
Préstale atención a tu entorno: generalmente, las personas que te rodean y te quieren pueden ver mejor que tú aquellas situaciones de abuso por las que estás atravesando —a pesar de que este hombre trate de todas las formas posibles de que tu entorno no descubra la verdadera cara que tiene—, todo el daño que dejas pasar en pos del gran amor que sientes y justificas porque él es huérfano, le va mal en el trabajo, etc. Nuestro círculo no está condicionado por por estas circunstancias y percibe mucho mejor las conductas dañinas a
las que estás sometida. ¡Escúchalos! Te advierten porque te aman. •
Trátate bien:
es posible que al ver y comprender el tipo de comportamiento que se ejerció sobre ti comiences a hacerte
reproches y a descalificarte. “¡¿Cómo pude ser tan tonta?!, ¡¿Cómo pude dejar que me trate así tanto tiempo?! Me siento mal por no haber abierto los ojos antes”. Es hora de detenerte y
dejar de
lastimarte.
Pudiste haberte equivocado, pero ese error no determina que no puedas cambiar y subir un escalón en la vida. Reconoce lo valiente que eres. Si tuviste la fuerza de tolerar el abuso tendrás el impulso para salir adelante y lograr cambios en tu vida. •
Focalízate en pensamientos positivos: piensa en ese gran sueño que quieres lograr para tu vida. Busca en tu memoria aquellos momentos gratos para que te ayuden a sentirte bien y a atesorar en tu interior buenos pensamientos para seguir avanzando.
•
Recibe afecto: ¿te gusta demostrarles a los demás cuánto los quieres?, ¿los abrazas, los besas? Empieza a solicitarles a todas esas personas que cuidas que hagan lo mismo por ti: pide que te abracen y te besen, tú también tienes derecho a que te quieran y a sentirte bien con la necesidad de ser mimada. Tu cuerpo te pertenece, recuérdalo. Solo tú decides quien puede tocarlo y quién no.
•
Deja atrás tu pasado: muchas de las reacciones que tienen algunas mujeres hacia el maltrato se retrotraen a situaciones vividas en su infancia. A veces hay que buscar en los primeros años de vida para poder explicar ciertos sentimientos internos que nos dominan. Para
poder reemplazar esas huellas y dar respuestas de mujeres adultas debemos hacer una paciente búsqueda de nuestros orígenes y sanarlos definitivamente. Y recuerda:
No No vivas vivas de prestado. prestado. Toma Tom a auto au toridad ridad frente frent e a tu t u pareja, areja, tus tu s hij hijos, os, tu tuss amigos, amigo s, y decide decide adónde adón de quieres uieres lle ll egar y lo que quiere quieress log lo grar.
Para tener en cuenta: 1 Toma decisiones por ti misma, no esperes que otros lo
hagan por ti. No pongas tu vida en manos de otros para que la manejen. 2 El abuso no debe ser escondido. No te sientas avergonzada ni culpable del mismo. vez que q ue decidas decid as cambi cambiar ar y elegir elegir por p or tu vida, 3 Una vez acciona. 4 Toda decisión, para que tenga el resultado que estás esperando, necesita ser ser puesta p uesta en marcha. 5 Comienza a cuidarte, no desaparezcas en el otro, pon tú las pautas de tu vida.
Empie Empieza a usar tu mente ment e, con confía fía en en ti, date oportu oport unidades, idades, no te castigu castiguees cuando cuand o algo alg o n o sale sale como lo planeaste. aneaste. Pinta Pin ta el mun mu n do con tu color, colo r, haz que tu vida vida su suen e al ritmo de d e tu prop ro pia melodía. melo día.
Anot a tus senti Anota sentim miento ientoss ante ante dete d eterm rmin inadas adas sit situaci uacion ones es.. Por ejemplo: “Cada vez que él..., yo me siento...”. Al detallar tus reacci re accion ones es te darás cu cuenta enta de que qu e ex existe una pauta p auta que qu e se se repite. Al identificarla se volverá predecible y ya no podrá afectarte como antes. Como no será una sorpresa perderá intensidad. Escribe todo lo que recuerdas que él dice que eres y compáralo con lo que tú eres en realidad. La idea de este ejercicio es poder ver lo que los otros proyectan sobre ti y lo que realmente crees de ti misma. Piensa Piens a en en aquell aq uello o que q ue tenías ganas ganas de hacer y abando abandonaste naste por miedo. Como visitar a tus amigas, renovar tu vestuario o hacer un viaje. Decide por ti, no permitas que otro tome tu lugar. Escribe una lista de todas estas asignaturas pendientes y comienza a realizarlas una por vez. Prioriza lo que más te entusias entu siasme me y moti motive ve para come co menz nzar ar a moverte. moverte.
“Cuando una puerta puerta de la l a felici fel icidad dad se cierra, cierra, otra se abre; pero a menudo miramos miramo s tanto tanto tiempo la puerta puerta cerrada c errada que no vemos vemos la que ha sido sido abierta para pa ra nosotros nosotros”.”. —Helen Keller, escritora, oradora y activista política
sordociega estadounidense
E
n estas parejas existen pactos y acuerdos implícitos destructivos, que que se expres ex presan an de la la sigui sig uien entt e m anera: Hombre: “Mi seguridad emocional necesita que yo tenga el control absoluto”. Estos hombres no se sienten admirables e intrínsecamente valiosos. Por esta razón, si alguien les muestra atracción y algo de fascinación, el apego no tarda en llegar. Elogiar cualidades, aplaudir, asombrarse ante alguna habilidad no apreciada por el ambiente inmediato es abrirle paso al romance. La admiración es la antesala del amor y la baja autoestima crea una marcada sensibilidad al halago. Cuanto más admirado sea, más atracción sentirá. Mujer: “Mi seguridad emocional necesita de tu amor y, para conseguirlo, estoy dispuesta a ser dócil y a renunciar a mis propios deseos y necesidades”. Hay muchas mujeres que se acostumbraron a lo que se llama el Síndrome de
impotencia aprendida. Piensan: “Todo lo que hago no va a servir de nada, para qué voy a cambiar, qué sentido tiene” y usan la frase “Yo no me lo merezco”. Así afirman: “Yo no me lo merezco porque me porto mal, porque no hice las cosas bien, porque no tengo la capacidad”. De esta manera, llenan su mente
con tanta inseguridad que esa misma debilidad les roba la fe, la esperanza y los objetivos que alguna vez soñaron. Los desafíos y los riesgos son inesperados, es el momento de asumirlos. Entonces piensas, “¿Y si me sale mal?”, “¿y si se ríen de mí?”, “¿y si no lo logro?”. No importa lo que los otros digan u opinen, es tu vida y te pertenece. Cada vez que enaltezcas a una persona y creas que será tu salvadora, piensa también que querrá tener el control absoluto de tus emociones y acciones.
Táctica y estrategia estrategia El misógino necesita controlar la forma en que piensa, siente y se conduce su mujer. También necesita decidir por ella:
con qué y con quién se
compromete. Con sus críticas constantes destruye la confianza en sí misma y su sentimiento de autoestima. Como cita la escritora Susan Forward en su libro Cuando el amor es odio , el misógino utiliza técnicas de manipulación difíciles de detectar, comúnmente llamadas “persecución desde las sombras”, y se manifiestan de este modo: •
Reescribe la historia:
introduce alteraciones profundas y
espectaculares en los hechos para validar así su versión del relato. •
Desplaza la culpa:
le pasa la responsabilidad a la mujer, se
autoabsuelve y la convence de que ella tiene la culpa. •
Arma la escena: prepara el escenario y el libreto que la mujer
tiene que actuar. A ella no le queda otra posibilidad más que representar ese papel impuesto por él. Cuando ella actúa como él le dice, lógicamente la responsabilidad de esa acción cae sobre ella y, si sale mal, el reproche de él es el resultado. Y aquí es donde necesitas detenerte y pensar. Él debe asumir la parte que le compete en esta relación de pareja. No debes tratar de que este
hombre tenga menos responsabilidades, todo lo contrario. Debe hacerse cargo de lo que le corresponde. Tú no estás loca, ni demente, ni todo lo que te diga. El hombre manipulador, abusador, maltratador es un hombre enfermo, y solo podrá cambiar si toma conciencia de su comportamiento, decide llevar a cabo ese cambio y pide ayuda. No es tu culpa, ¡te mereces lo mejor!
Recon Re conoce oce tus t us derechos der echos Existen cuatro dolores grandes a los cuales los seres humanos debemos enfrentarnos: nuestra propia muerte y la de nuestros seres queridos, nuestra libertad para manejar y armar nuestra propia vida, nuestra esencial soledad y la ausencia de significado o sentido en la vida. Las mujeres tendemos a luchar o a quedarnos empantanadas en el segundo dolor, que tiene que ver con la sensación de incapacidad que a veces tenemos para manejar nuestra vida y armarla de acuerdo a los sueños que en algún momento proyectamos. En esta área es donde más debemos trabajar. Es como si a cada una se le entregara una llave al nacer. Con esta llave puede controlar su vida, pero primero se la entrega a sus padres, otorgándoles naturalmente su
vigilancia
hasta la adolescencia, donde aparece una cierta tendencia a la rebeldía o a querer gobernarse, y lo hace así por un tiempo. Después, se casa o se involucra con una pareja, y allí vuelve a entregar esa llave al hombre que supuestamente sabrá tomar mejores decisiones que ella. Y así es como esta mujer arma su vida en función de los otros, permitiendo de esta manera que la conduzcan en el camino, de acuerdo a voluntades externas. Retomar el control de tu propia vida, volver a recuperar esa llave es un proceso muy difícil, especialmente si no la has tenido por mucho tiempo. Pero a la vez es una aventura digna de ser vivida.
Que decidas por ti misma ciertamente alterará al misógino, quien puede ser capaz de cruzar la línea que separa la violencia psicológica de la física. Si los viejos métodos que este hombre utilizaba para manipularte ya no le sirven, tratará por todos los medios de buscar nuevas formas de someterte. Pero es allí donde el límite que debes poner es la distancia, ya que no se puede razonar con un hombre violento. No debes dar lugar a más violencia física. Busca ayuda en un familiar, amigos, refugios para mujeres maltratadas, iglesias, etc. Si tienes que volver a tu casa por por rop r opaa o algun alg unaa otra c osa, osa, no lo hagas hag as sola. sola. Cuanto más fuerte te muestres durante este período crítico, más le estarás demostrando a él que has cambiado. Pedir ayuda cuando se necesita es un
signo de fuerza y valor. Tu actitud frente a la vida no puede seguir siendo pasiva, no puedes continuar esperando que algún día ocurra el milagro y él se
tomee la iniciativa iniciativa de cambiar. comporte diferente o tom Cada vez que te enfrentes a una persona y te cueste hablar porque sabes que
te va a decir algo que te va a herir, acuérdate que si te lastima, te hiere y
te menosprecia es porque considera que eres superior a él y te tiene miedo, por eso necesita controlarte. Mereces expresar esa libertad con la cual fuiste creada. Hay mujeres que: • Se respetan •
Solicitan Solic itan con intelige inte ligenci nciaa
• Saben cuáles son sus derechos • Se atreven a comunicar lo que desean sin agredir, sin lastimar ni
imponer • Dicen lo que quieren con mucha sabiduría y simpleza •
Saben poner pone r límit límites es
• Tienen el control de su vida • Reconocen su propio valor
El poder es bueno No tengas temor de tener poder, el poder es bueno. Poder es la capacidad de la que disponemos de elegir o influir sobre los resultados. El poder usado negativamente puede destruir, pero accionado como corresponde te dará
convicción y
éxito en todo lo que hagas, te colocará en lugares de impo im port rtancia ancia y serás una una m ujer ujer de infl influe uencia ncia para las nue nuevas vas g enerac eneracio ione nes. s. Un estudio que publicó el Peterson Institute, un think tank independiente de Estados Unidos con Ernst & Young, concluye que un mayor número de
mujeres en cargos de alta dirección aumenta notablemente la rentabilidad de la empresa. El informe, que ha analizado 21.980 firmas
cotizadas en 91 países se atreve a hacer una estimación: el margen neto de las empres em presas as con c on al meno m enoss un un 30% de muj m ujeres eres en puestos puestos de de lide lideraz razgg o es hasta 6 puntos superior que las que no tienen esa presencia femenina. Nadie sigue a los “don nadie”, nadie sigue a “la hermana de” a “la esposa de”, sino al que tiene identidad propia. Tu nombre tiene poder, tiene identidad. Hay una silla vacía que está esperando que te sientes y que la ocupes en su totalidad, no más en el borde, pidiendo permiso. Ejercita tu potencial, esfuérzate para ver hasta dónde puedes llegar, y hazlo
misma a alcanzar aquello que aún no lograste. con sabiduría. Desafíate a ti misma Necesitas que tu corazón comience a latir con fuerza, y con pasión por tus sueños, por tu destino. Ahora, Ahora, primero pr imero tú Tomar decisiones es una de las tareas más difíciles que enfrentamos a diario. Muchas veces las mujeres, antes de tomar una determinación,
damos
vueltas horas y horas, para finalmente no llegar a ninguna. Hay mujeres que permanentemente dicen: “Yo sé que mi marido puede tomar mejores decisiones que yo en este terreno”, “Yo sé que si él elige va a salir bien”, “Mejor que elija él, porque si sale mal yo voy a tener la culpa”. Piensa Piensa por por un mom m omen entt o: • ¿Cuál es tu propósito? • ¿Sientes que estás inmóvil y que tu vida solo transcurre sin sentido? • ¿Cuál es tu motivación? • ¿Estás tomando las decisiones correctas en tu vida para lograr
ese objetivo que te propusiste?
•
¿Estás vivien viviendo do po porr vivir vivir??
• ¿En base a las necesidades de quién decides?
está tu tes t esoro? oro? • ¿Dónde está Tu tesoro es tu blanco, la metas que quieres alcanzar; allí está tu corazón. ¿Cuál es tu tesoro? Quizás hasta hoy fue agradar a los demás, estar con una sonrisa todo el día, ser complaciente. ¿Hacia dónde estás apuntando ahora? Seguramente hoy te encuentras realizando una vida que otro decidió que hicieras. Quizás te casaste con el hombre que tu madre y tu padre querían para ti, pero hoy a ese hombre lo toleras tú. Las personas siempre pretenderán que hagas lo que ellos quieren. Y sin querer te acostumbraste a vivir como deseaban los demás y no de acuerdo con tus preferencias. Definir tus propias necesidades, deseos y límites es elegir por ti misma. Cuando sabes a qué apuntas, conoces a qué decirle que “sí” y a qué “no”, porque no t oda oda propue propuesta sta que que lleg llegue ue te ayud a yudará ará a alcanza alca nzarr el objetivo objetivo.. Hasta ahora tu compañero ha definido la relación: cómo debías pensar, sentir y conducirte. Pero hoy tu voz es escuchada. El cambio que necesitabas está siendo puesto en marcha, por eso estás en condiciones de establecer qué vas a acep ac eptt ar y qué vas a rech rec hazar az ar.. No podemos rehacer la personalidad básica de un hombre, pero sí podemos exigir que comience a tratarnos como corresponde. Una vez que hayas puesto límites, estarás en condiciones de hablar con él de lo que esperas de esa relación de pareja. Y recuerda:
Hay una un a solu sol ución ción para tu vida, vida, solo solo depe depen de de qu quee des el paso paso ne n ecesa cesario rio y la tomes. to mes. Las fron fro n teras son mentales ment ales,, no las
constru con struyas. yas. Si lle ll eg aste aste hasta esta página ágin a es porq or que tien tien es la fue fu erza y el valor necesa cesarios rios para destr destruuirlas, avan avan zar zar y conq con quistar todo to do lo l o que qu e está por delante delan te espe sperándot ránd otee.
Para tener en cuenta: 1 Aprende a correr y asumir riesgos inteligentes. 2 El maltratador tratará por todos los medios posibles de manipularte y
buscará bu scará una y mil mi l formas de someter someterte. te. 3 Hoy, las llaves de tu vida no las tienen los otros, están en tus manos. Comienza a soltar solt ar tu pod p oder er.. 4 Pon límites. Busca ayuda. No naciste para ser lastimada ni física ni emocionalmente. 5 Como todos los seres humanos, tienes obligaciones pero también derechos. Derecho a vivir libremente, a desarrollar tu potencial, a conqui con quisstar tus sueños sueños y a ser feliz.
Nun Nunca ca deje dejes tu vida por la vida vida de otro ot ro.. Cuando uan do form formas as pare pareja ja sig sig ues sie siendo una persona rson a indepe independien dien te, en tera e íntegra.
Mira hacia haci a adentro adentro y observ observa a cuáles cuál es son las l as id idea eass que no son tuyas, cuáles son los pensamientos que no te corresponden. Revisa si en tu mente hay expectativas ajenas o decisiones tomadas de acuerdo con tus propios deseos. Anota lo que piensas. Reflexiona. Cuando te preguntan qué quieres comer, por ejemplo, ¿no contestas muchas veces “lo que coman todos”? O si te preguntan adónde te gustaría ir a pasear, ¿no dices “no sé, al lugar que quieran los niños”? Escribe otras situaciones en las que tus decisiones dependan de la preferencia de los otros. Si pudieras diseñar tu día “perfecto”, cómo sería. Descríbelo con detalles.
“Cuántas preocupaciones se pierden pierden cuando c uando algui al guien en no decide ser algo, al go, sino sino algui al guien”. en”. —Coco Chanel, diseñadora de alta costura francesa y
fundadora de la marca Chanel
Q
uizás esperamos un cambio en un determinado período y esa situación no resultó tal como la habíamos planificado. El tiempo pasa y la respuesta no viene, los resultados no son proporcionales al esfuerzo que realizamos, y entonces nos desanimamos. Y así perdemos
fuerza, valor, coraje y entusiasmo para salir salir ade a delan lantt e. Pero uno de los secretos que nos ayudará a retomar el ánimo en la vida es aprender a automotivarnos. La automotivación es la fuerza más poderosa que debemos poner en acción cuando queremos lograr un objetivo. Si para ti una meta vale la pena, tienes que luchar por ella. Si algo para ti —no para el otro— tiene sentido, sigue adelante hasta lograrlo, no dejes caer tus brazos. Tal vez, todavía no está saliendo como querías, pero sigue intentándolo hasta alcanzarlo. No esperes la motivación del otro. La resignación es
tolerar pasivamente lo
que nos tocó en suerte.
Empezamos a decir: “y bueno, otra vez será”, “algún día puede ser que lo logre”. Creemos que eso es fe, pero no es así: es resignación, y nos lleva a renunciar y a quedarnos inmóviles. Para automotivarte debes tener un registro de tus logros. Anímate a responder estas preguntas y, de acuerdo a las respuestas, a accionar los c am bios bios que que necesitas: •
¿Eres de hacerte cargo de todo lo que pasa y de todo lo que está mal?
• ¿Piensas antes de hablar por miedo a lo que él pueda contestarte o la
represalia que pueda llegar a tomar? • ¿Vives tapando tus emociones y lloras a escondidas para que nadie te vea? • ¿Buscas todo el tiempo la aceptación y el permiso de tu compañero para pod poder aceptarte aceptart e a ti t i mi m isma? sm a? • ¿Estás alcanzando tus sueños? • ¿Te sigue importando arreglarte y estar bien con tu cuerpo y tu
apariencia? • ¿Estás ¿Est ás vivi viviendo endo por p or ti t i o por po r él? él?
Ahora puedes ver lo que realmente ha estado sucediendo en tu vida y en tu relación de pareja. Si te diste cuenta de que permanecías en manos de un manipulador, necesitas poner en marcha cambios que q ue te t e beneficien beneficien y te te posi posibi bililitt en alcanz alc anzar ar t us sueño sueños. s. A veces, las mujeres tenemos un orgullo tonto y decimos: “Yo voy a poder salir de esta situación, ¡yo lo voy a lograr!”; pero estos son los momentos en que debes pedir ayuda y dejar de pelear en soledad. No estás sola. Hay miles de
mujeres que, si bien no son tu familia, ya pasaron por lo mismo que tú estás atravesando y quieren ayudarte a que tú misma puedas hacerte cargo y cuidar tu propia vida.
Crea hábito hábit os de excel excelencia encia Existen hábitos de excelencia que debes aprender para ser feliz: •
Desarrolla Desarr olla una mentalidad m entalidad de cierr ierre. e. No pienses que todo lo que haces tiene que estar bien desde el comienzo. Es más importante terminar lo que comenzaste que el principio de esta meta.
•
Sé libre de la gente. Huye de los que quieren ponerte bajo su control. No toleres al que te dice: “Eso no sirve, te diré cómo
es”. •
Cuídate. Solo tu fuerza interior te levantará. Lo único que puedes cam biar es tu actitud. Define quién eres como mujer y no esperes que los demás lo hagan ni te alienten para seguir adelante. La prioridad eres tú: en ropa, en salud, en todo. Aliéntate cada mañana. ¡Si no te cuidas tú, nadie más lo hará!
•
Bendícete, felicítate y prémiate. Aprende a hablar bien de tu cuerpo, de tu apariencia, de tus capacidades. ¡No te critiques
más! Crea tu propio diseño de vida. Eres especial y tu propósito te pert perten enece ece solam solam ent ent e a ti. •
Hazte cargo de tus emociones. Asúmelas con el compromiso de cambiarlas; dales batalla y gánales. Confronta tus miedos para vencerlos.
•
Exprésate Ex présate lilibreme bremente. nte. Dile al otro lo que necesitas y quieres, habla sin temor y en voz alta. No pidas permiso cuando desees hablar. Con mucho respeto, con amor, haz las preguntas que tengas que hacer sin pedir autorización.
•
Perdónate. Decide a quién dejas entrar en tu vida, reconcíliate contigo y vuelve a empezar.
•
Transfórmate.
No naturalices lo que te sucede. Naciste para
disfrutar, para ser respetada y valorada. Eres única, no hay otra como tú, ¡verdaderamente eres alguien especial!
Una muj mujer er de éx é xito it o Determínate a vivir una vida nueva. Expone con firmeza tus ideas, tus sueños, tus ideales, da un apretón de manos fuerte y mira a los ojos, porque las mujeres seguras saben que tienen el éxito garantizado. ¡Una mujer de éxito pide lo que quiere! Las mujeres que alcanzan la felicidad y avanzan desde una situación de poder son las que rompieron con el estereotipo femenino infantil y decidieron por sus vidas. Las mujeres que dejan herencia son aquellas que se dieron cuenta de que su vida les pertenece y, no es de su pareja, ni de sus hijos, ni de su mamá ni de su efe, sino de ellas. Son las administradoras de sus acciones y asumen la responsabilidad de cuidarse desde una posición de fortaleza y no de debilidad. Tienes que ser conocida por tus conquistas y logros, por los sueños que alcanzaste, y no por los sufrimientos y todo lo que toleraste.
No
sobreestimes el mañana , no esperes que las cosas cambien solas, tú eres la
generadora de la transformación que esperas que suceda. En su libro La imitación es limitación, el escritor y conferencista John L. Mason narra esta historia: Un hombre que se encuentra con un gurú en el camino, le pregunta: “¿En qué dirección se encuentra el éxito?”. El sabio de barba no le habla, sino que le señala un lugar a la distancia. El hombre, encantado con la
perspectiva de un éxito rápido y fácil, se apresura hacia la dirección indicada. Se escucha el ruido de un golpe. El hombre regresa cojeando, con moretones y perplejo, asumiendo que debe de haber interpretado mal el mensa- je. Repite la pregunta al gurú, que de nuevo le señala en silencio hacia la misma dirección. En forma obediente, el hombre se dirige allí una vez más. Esta vez el ruido es ensordecedor y cuando regresa con mucha dificul- tad, está ensangrentado, lastimado y lleno de ira. “¡Le pregunté en qué dirección se encuentra el éxito!”, le grita al gurú. “¡Seguí la indicación que usted me dio! Y todo lo que conseguí fue caerme. Ya no me señale más. ¡Hábleme!”. Solo entonces el gurú le habla: “El éxito está en esa dirección. Un poquito después de la caída”. Anímate a dejar el dolor atrás y a seguir avanzando, esta vez escuchando tu prop pr opia ia voz interior int erior..
Un nuevo nuevo ser ser En el último tiempo incorporaste a tu mente y a tu boca nuevas frases: “Esto
es lo que pienso”, “lo que creo”, “lo que haré”, “lo que quiero”. Ya no hay lugar para expresiones como: “Haré lo que tú quieras”, “¿te parece?”, “si no te gusta no lo hago”. Rompiste con viejos paradigmas y creencias que te hacían permanecer atada a la infelicidad y a la desdicha. Te liberaste de esa relación emocional que
minuto a minuto te robaba las ganas de vivir, de soñar y de crecer. Es tiempo de comprender que puedes amar a los otros sin dejar de amarte a ti misma, y que puedes ayudar a los demás sin necesidad de maltratarte y perjudicar tu propia vida. Fijar parámetros, establecer límites, no permitir
la agresión ni la manipulación te permitirá volver a tener el control de tus actos. A partir de ahora tendrás que casarte contigo misma, tendrás que elegirte. Hoy te debes a esa mujer que hay dentro de ti, pero que se escondió debajo de un caparazón para no ser lastimada, golpeada y abusada. Búscala, encuéntrala y sánala. Ahora bien, que tú comiences a descubrirte nuevamente no necesariamente implica que él vaya a cambiar. He escrito este libro con la intención de que luego de leerlo puedas abrir tus ojos a una nueva realidad y comiences a vivir para lo que has sido creada. Es decir, para ser una mujer llena de propósitos y de sueños, y para hacerlos
volverás verás a reír, reír, a gozar, goz ar, a amar am ar y a ser realidad. Sé que de aquí a un tiempo vol amada. Serás una mujer que se dará la oportunidad de amar con un amor responsable y maduro, con ese amor que respeta, que da y recibe, con ese amor que te permite valorarte y valorar al otro, con ese amor que siempre te nivela para arriba y te extiende a todo lo maravilloso que está por venir. Deja atrás tu pasado y tus recuerdos dolorosos. No permitas que nadie delimite tus sueños. Aprende a felicitarte, a valorarte. Autodescúbrete permanentemente, sorpréndete a ti misma, ámate; cuanto más te ames, más potencial soltarás. Que cada “no” deje de ser una muralla para convertirse en una motivación más fuerte para seguir adelante. Desarrolla una visión positiva de ti misma. El mundo tiene que saber que eres un diez en muchas
áreas de tu vida. ¡La felicidad está esperándote! Y recuerda:
No No tolere to leress la mentira, ment ira, la tardanza, tardanza, el eng año, año , el abuso, la manip man ipul ulac ación ión,, el malt maltrato rato.. Si S i lo haces, haces, le estarás estarás dicie diciendo a ese ese varón que su vida es es más import important antee que tu prop ro pia vida. vida.
Para tener en cuenta: 1 Es necesario que aprendas a automotivarte para que no te desanimes
ni bajes los brazos si todo no sale como lo planeaste. 2 No es sabio pelear en soledad. Si te diste cuenta de que tu vida está en mano manoss de un mani manipu pulado ladorr, debes pedir pedi r ayud ayuda. a. au toestima tima no puede pu ede ser ser edi edifficada ic ada en base base a lo que q ue los lo s otros opinen, opi nen, 3 Tu autoes sino in o a lo que qu e tú misma misma dices di ces de ti. 4 Delante de ti hay una puerta abierta. Tu éxito y tu felicidad están al otro lado de ella. ¡Solo debes caminar y atravesarla! 5 Tienes que ser conocida por tus éxitos, por tus huellas, por los sueños que alcanzaste, y no por los sufrimientos y todo el abuso que toleraste.
Ne Necesi cesitas tas motivarte mo tivarte para superar superar los lo s obstáculos obstácul os y la adversi adversidad. dad. Ven Ven ce el miedo miedo,, no estás sol sola. a. Tien Tien es un sueño qu que e conq con quistar, ¡ve tr tras as él!
Piensa y anota a qué personas o instituciones puedes acudir para que qu e te ayuden ayuden a sali salirr de esta esta situación situaci ón de maltrato. maltrato. No pagues pagues cualquie cualqui er precio con tal de tener tener una un a pareja. pareja. Escribe todo lo l o bueno b ueno que qu e el el otro o tro tie ti ene y lo que no es tan bueno de él. Luego, haz un balance. Puedes conseguir todo lo que te propongas si te mantienes moti otiva vada. da. Para Para lograrlo, reflex refl exio iona na sobre qué qu é es es lo qu que e realmente te importa, qué quieres conseguir primero. Luego, anota y ordena los pasos que debes seguir para alcanzar lo que deseas.
EPÍLOGO
T
al vez luego de leer este libro digas: “Es mucho para mí, no creo que pueda resolver este conflicto, no tengo fuerzas ni ganas, perdí el rumbo, lo veo difícil, inalcanzable”. Pero quiero que sepas que para
encarar un problema lo primero que debes tener presente es aquello aquello que q ue s
está a tu alcance resolver, por donde puedes comenzar, y eso se llama “priorizar”.
No permanezcas pe rmanezcas conge congelada, lada, paralizada. paralizada. Cuando una per- sona no actúa, no toma decisiones, queda detenida y comienza a perder la esperanza del cambio. Sus pensamientos son: • “No creo que nada cambie”
•
“No se va a resolver”
• “Nací para sufrir” • “Es lo que me tocó” • “Soy una pobre tonta” • “Tal vez me lo merezca”
Y así te autoconvences de que no hay solución. Pero no pierdas la confianza en ti mi m ism a. Un pintor muy famoso tuvo artritis en sus manos. Cada vez que tomaba un pincel le resultaba muy doloroso. En una oportunidad le preguntaron por qué ya siendo un hombre grande seguía pintando a pesar de ese dolor, y su respuesta fue la siguiente: “Porque el dolor se va, pero la belleza queda”. Cada vez que te atrevas a dar un simple paso para salir de esta esclavitud, cada vez que resuelvas algo aunque sea pequeño, vas a obtener seguridad y confianza para avanzar hacia el siguiente nivel. Te aliento a que lo hagas. No eres impotente, ponte en el lugar de la acción. ¡Tú puedes! Todos los seres humanos somos únicos y necesitamos aprender a actuar con nuestras diferencias. Ser diferente es solo eso; eres especial y distinta. No quiere decir ser menos que nadie. Ser diferente es: •
Caminar Cam inar a tu ritmo ritmo
• Valorar tu diseño
alorar tu t u proy pro yecto • Valorar • Valorar tu sueño • Valorar tu modo de sentir, de hacer, de expresarte, de pensar, de
reírte, de mirar… ere s como co mo nadie, nadie , no tiene tie ness compara co mparaci ción ón,, no te escon es condas. das. Que Qu e tus Recuerda: no eres
errores s e trans transform formen en en tu fuente fuen te de s abidu abiduría, ría, ¡qu ¡quee tus virtudes virtude s s e luzcan! Viniste a este mundo a iluminarlo, no te apagues. ¡Brilla!
BIBLIOGRAFÍA BEATTIE, Melody. (1991). Ya no seas codependiente. México: Editorial
Promexa. BERRY, Carmen. (1990). Cuando ayudarte significa hacerme daño. Buenos
Aires: Javier Vergara Editor. FORWARD, Susan. (1987). Cuando el amor es odio. Barcelona: Editorial Grijalbo. HIRIGOYEN, Marie-France. (2001). El acoso moral. Barcelona: Editorial Paidós. MASON, John L. (2005). La imitación es limitación. Nashville, TN.: Editorial Caribe Inc. NORWOOD, Robin. (1999). Las mujeres que aman demasiado. Buenos Aires: J avier Verg Vergara ara Edit Edit or. or. SANZ, Susana. (2004). “La mujer y la Violencia en la República Argentina” , Estud Est udio io Com Com para paratt ivo. Buen B uenos os Aires: Aires: Consej Consejo o Nac N acio ional nal de la Mujer Mujer.. STAMATEAS, Alejandra. (2014). ¡Quiero un hombre! 10 tips para tener en cuenta antes de entablar una relación de pareja. Buenos Aires: Presencia de Dios. SUBBY, Robert y FRIEL, John. (1984). “Co-dependency: A Paradoxical Dependency”, en Co-dependency, An Emerging lssue. Hollywood, FL.: Health Com Com m unicatio icat ion ns, Inc Inc .
ALEJANDRA STAMATEAS tiene una Licenciatura en Ministerios Teológicos otorgada por el SITB (Seminario Internacional Teológico Bautista). Es Pastora del Ministerio Presencia de Dios en Buenos Aires, Argentina, donde dicta talleres y conferencias a los que asisten periódicamente miles de mujeres. Es docente de nivel primario y ha sido voluntaria de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas de los Refugiados). Disertó en congresos y seminarios sobre temas relacionados con la mujer, la motivación, la estima y el potencial; fue conductora del programa “Mujeres fuertes” por la señal de Utilísima, y del programa Tendencia, en Canal 9 Telearte S.A., Argentina. Asimismo, ha participado en diferentes programas de CNN y colabora con diverso diversoss med m edio ioss gráfic g ráficos os,, radi ra diales ales y tele t elevis visivo ivoss de Am Am érica Latin Lat ina. a. Lleva publicados más de once libros, entre ellos: Mis hijos me vuelven loca; Mi cuer cuerpo, po, mi cárce cárcell; Mis emociones me dominan; Estoy casada pero me siento sola y Mujeres que brillan. Ha hecho presentaciones en España, México, Honduras, Cuba, El Salvador, Chile, Puerto Rico y en numerosas ciudades estadounidenses.
Dirección de proyecto: Marcela Luza Edición: Carolina Genovese con Silvana Freddi Coordinación de diseño: Marianela Acuña Diseño: Diseño: María Victoria Costas Armado de ebook: Tomas Caramella © 2016 Alejandra Stamateas © 2016 201 6 V&R Editoras • www.vreditoras.com www.vreditoras.com Todos los derechos reservados. Prohibidos, dentro de los límites establecidos por la ley, la reproducción total o parcial de esta obra, el almacenamiento o transmisión por medios electrónicos o mecánicos, las fotocopias o cualquier otra forma de cesión de la misma, sin previa autorización escrita de las editoras. Argentina: San Martín 969 piso 10 (C1004AAS) Buenos Aires Tel./Fax: (54-11) 5352-9444 y rotativas e-mail:
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Stamateas, Alejandra No me me maltrato ni me maltratan maltratan / Alejand Alejandra ra Stamate Stamateas as.. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : V&R, 2016. Libro digital, EPUB Arch Archiv ivo o Digi Digital: tal: d escarga escarga y online online ISBN 978-987-747-195-3
1. Autoayuda. 2. Superación Personal. I. Título. CDD 158.1
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Índice Introducción. Introducc ión. Prisionera P risionerass d e los roles sociales Primera Prim era Part Parte. e. Muje M ujere ress heridas Cap Ca p ítulo 1. De D e mar mar cas cas y ci cica catt ric rices es Cap Ca p ítulo 2. La ot otra ra mi mit ad Capítulo 3. Mi amor, mi mundo, mi todo Capítulo 4. Herencias de familia Segunda Segu nda Parte. Hombres que cazan cazan presas Cap Ca p ítulo 5. Durm D urmie iendo ndo con con el enemigo Cap Ca p ítulo 6. ¿M ac achism hismo o o abuso? abuso? Capítulo 7. Me desdibujo a t u lado lado Capítulo 8. Te amo, te odio, dame dame más Tercera Terc era Parte. Despliega t Despliega tu u libertad libertad Capítulo 9. Sin vendas en los en los ojos Cap Ca p ítulo 10. Nac N acida idass p ara cui cuida dar r Capítulo 11. Ponte en marcha Capítulo 12. El buen amor Capítulo 13. Trátame bien Capítulo 14. Recupera tu poder Cap Ca p ítulo 15. Nunc N uncaa te t e rinda rindass Epílogo Bibliografía Acerca de la autora