Soy culpable de quererte. Parte I (werty_1983)
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Soy culpable de quererte Parte I 19/Ago/2006 14:24
Soy culpable de quererte Era un día soleado, a una temperatura bastante inusual en aquella época del año, pues en pleno invierno, parecía que estaban en verano… Madrid, en pleno apogeo, en plena época de turistas, un congreso de vinos había echo que gran parte de los grandes bodegueros españoles se alojaran susyhoteles… El Hotel Ritz, con sus en lujos elegancia, había sido el elegido para la celebración de tan esperado congreso para muchos y solo faltaban unas horas para que comenzara… Reinaba la tranquilidad, el hilo musical relajaba el ambiente, la gente hablaba en susurros, idas y venidas de botones, camareras, limpiadoras y un sin fin de personal del hotel ultimaban los últimos retoques para la gran celebración… La habitación 435 se abrió bruscamente dejando paso a una mujer que salía despavorida de allí, con lágrimas en los ojos y visiblemente nerviosa corría por el pasillo para alcanzar el ascensor… Una vez allí, respiró hondo, tratando de calmar aquel estado de nervios que casi no la dejaba respirar, las puertas del ascensor volvieron a abrirse tras un pitido que le hizo saber que había llegado a su planta, salió de él como si de un huracán se tratara, arrasando con todo a su paso… - Señorita – le dijo un botones con el que se chocó al salir – se encuentra bien - Si… si… no se preocupe – contestó con la voz entrecortada – lo… lo siento mucho – se disculpó Y volvió a correr hacia la puerta, queriendo salir de aquel dichoso hotel cuanto antes, maldiciendo la hora de haber ido allí y sintiendo la mirada de aquel chico, que preocupado, veía como empujaba la puerta rotatoria de la salida… Dos meses después… Madrid, Palacio de Justicia, un cortoenpero no poresperando ello menosladuro, al fin se sabría la sentencia, a puertas los periodistas, la prensa estabatras apostada la puerta salidajuicio, de familiares y abogados tanto del acusadocerradas como dea los familiares de la victima para saber el resultado del tan esperado juicio… Dentro, en la sala número dos de aquel lugar, dos personas morían poco a poco, como lo venían haciendo desde hacía ya dos meses, mientras el juez hacía acto de presencia… J: Póngase en pie la acusada – ordenó El abogado la ayudó a levantarse, ella no tenía fuerzas para hacerlo, no quería oír lo que le dirían, sabiendo bien cual sería la sentencia y no… deseaba morir allí mismo para no tener que escucharla… ¡Dios cuanto se arrepentía de todo lo ocurrido…! J: Del cargo de asesinato, en primer grado en la persona de Jerónimo Wilson Fernández, tras haber revisado las pruebas y escuchado los alegatos de ambas partes, este tribunal declara, a la señorita Esther García Ruiz, culpable de los cargos que se le acusan y la condena a una pena de prisión no menor a veinticinco años y no superior a treinta, que comenzará a cumplir con efecto inmediato en la cárcel de mujeres de Madrid… Se derrumbó, aunque ya esperaba oír esa sentencia, por mucho que había intentado prepararse para ello, no había conseguido hacerlo… aun guardaba la esperanza de que nada de aquello fuera cierto, de que todo fuera una horrible pesadilla de la que se despertaría de un momento a otro… pero los murmullos de la gente y aquel alguacil que le ponía las esposas tras la espalda le hizo volver a la realidad, a una realidad que no sabía si sería capaz de soportar… Miró atrás, su hermana lloraba, la miraba y no podía dejar de llorar, seguramente maldiciéndose por haber dejado colgada la carrera de derecho y haberla retomado tan tarde, si no lo hubiera hecho habría podido defender a su hermana como se lo merecía… C: Te sacaré de aquí – le dijo acercándose a ella y abrazándola – te juro que te sacaré de aquí… E: No llores, Cruz - pidió con lágrimas en los ojos – por favor no llores, sabes que no lo soporto… El maldito alguacil tenía prisa por sacarla de allí y así se lo hizo saber separándola de su hermana, quien con un “no te preocupes, todo se arreglará” y un “te quiero” bañado en lágrimas se despidió de ella con un beso lanzado al aire… Antes de abandonar la sala miró de nuevo atrás, y se encontró con ella, seria, muy seria, en su miraba… odio, rencor… dolor; la furia que salía de sus ojos terminó de derrumbarla y entonces sintió que no le importaba ser o no culpable de aquel asesinato, ella hacía tiempo que la había condenado… ¿Qué más le daba si ahora lo hacía un juez? Ella la creyó culpable y con su mirada, la condenó los infiernos, y no precisamente al de una fría celda… 20/Ago/2006 19:28 En el furgón blindado que la levaba a su encierro, Esther dejaba caer unas lágrimas por sus mejillas, prometiéndose a sí misma que serían las últimas que derramaría, ya había llorado bastante… Recordó su rostro y se preguntó una y mil veces como fue capaz de creerla culpable, la persona más importante de su vida la había condenado mucho antes que nadie y había sido ella misma la que se había encargado, personalmente de que ahora estuviera en ese furgón… ¿Qué mal hizo en otra vida para merecer todo lo que le estaba pasando en esto? Ya en el centro penitenciario, le quitaron todas sus pertenencias y solo le pusieron entre sus manos, una vez quitadas las esposas, una manta y unas sábanas, un uniforme que tendría que utilizar, al menos, hasta que alguien le llevara algo de ropa… Con miedo, con un miedo instalado en su cuerpo, andaba detrás de aquella mujer que la guiaba hasta su celda, un pasillo estrecho y largo, sombrío delimitado por celdas a ambos lados, de vez en cuando levantaba la cabeza pudiendo ver como otras reclusas se
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apoyaban en los barrotes para mirar a la “nueva adquisición” de la cárcel, se sentía como un pajarillo herido, que apunto de morir, ve como los buitres se agolpan a su alrededor a espera de algo de carnaza que llevarse a la boca… Con esos pensamientos llegó hasta la que sería su “habitación”, una litera con dos camas, un retrete expuesto al aire, un lavabo y un espejo, no había más… - Eh… Palomita – le dijo la policía a la reclusa – aquí tienes a tu nueva compañera… trátala bien – dijo con algo de ironía… P: Genial – dijo con desgana y algo de desagrado… La puerta se abrió deslizándose por el suelo hacia la derecha y con un leve empujó, Esther entró dentro, callada, con la cabeza gacha, muerta de miedo y sin atreverse a mirar a aquella mujer que la miraba con curiosidad, de nuevo la puerta se cerró tras ella y la mujer que la había acompañado desapareció de allí… Puso sus pocas pertenencias sobre la cama de abajo y se asustó al escuchar de repente la voz de su compañera… P: Esa es mi cama – le comunicó seria – a ti te toca la de arriba E: Per… perdón - se disculpó – yo… yo no… no sabia que… P: Si, si, si – la cortó – tu no lo sabías, muy bien, pues ya lo sabes… - dijo tirándose sobre su cama leyendo un libro… Esther subió a su cama, se acurrucó como un niño pequeño y sin poder evitarlo, después de haberse propuesto no hacerlo, volvió a echarse a llorar, en un llanto callado y doloroso… En un lujoso bloque de apartamentos, Maca miraba la televisión dándose cuenta de que lo único que emitían era una y otra vez la noticia del asesinato de su hermano C. Voy a demostrar a todo el mundo – decía Cruz a un periodista – que mi hermana es inocente y os aseguro que habrá personas que se arrepientan el resto de su vida por haber echo esto… Supo que esas palabras iban dirigidas a ella, conocía a Cruz, sabía que aunque hablara sin decir nombres se estaba refiriendo a ella… apagó la televisión, no quería seguir oyendo nada más referente a todo lo que sucedía, al menos no de momento… Fue a su habitación y se encontró con una de sus camisetas, la cogió, la olió y la tiró con fuerza lo más lejos posible a ella… ¿Cómo había podido hacerle eso? Dios… había pasado de amarla con toda su alma a odiarla con cada sentido de su cuerpo… ¿Cómo había podido arrebatarle de esa forma tan cruel a una de las personas más importantes de su vida? Tras una ducha nada relajante, cogió el teléfono entre sus manos y llamó a su abogado… M: Hola, Álvaro – dijo seria – tienes que hacerme un favor A: Hola, Maca, - contestó – Un saludo un poco más efusivo no vendría mal ¿no crees? M: Si, bueno, perdóname – se disculpó – sabes que no son los mejores días de mi vida A: Vale, vale, no pasa nada – le dijo - a ver, cuéntame en qué puedo ayudarte… M: Necesito que me consigas un permiso para ir a la cárcel… quiero verla – terminó de decir sintiendo como se formaba un nudo en su garganta A: Para qué, Maca – dijo preocupado – para qué quieres verla, ¿no ves el daño que te estás haciendo? M: lo sé… pero necesito ver con mis propios ojos que está allí… por favor, dime que lo intentarás… A: Está bien, está bien – contestó resignado, sabía que no la iba a hacer cambiar de opinión – lo intentaré, pero que sepas que no me parece buena idea, creo que ya has sufrido bastante… M: Tu solo hazlo… - dijo con algo de autoridad – por mi no te preocupes, estoy bien, y estaré mejor cuando la vea yo misma entre rejas… Colgó el teléfono con las manos temblando… se tumbó en la cama y comenzó a llorar como una niña pequeña, sintiendo como su vida se había roto, como su mundo se había derrumbado en cuestión de segundos… 21/Ago/2006 00:50 Es una gran verdad, eso que dicen que con dinero e influencias casi todo puede conseguirse, y así lo pudo corroborar Maca cuando supo que esa misma tarde iría a la cárcel con un permiso para visitar a Esther… De camino al centro penitenciario, se arrepentía con cada kilómetro que pasaba de estar en aquel coche, ahora que casi estaban llegando no sabía si había sido lo mejor ir allí, no sabía que le diría al verla por mucho que lo hubiera ensayado y mucho menos sabía que sentiría al tenerla delante… En la cárcel, Esther yacía sobre su camastro algo más calmada, con las últimas lágrimas de su llanto recorriendo su rostro y sin querer moverse ni un instante de donde estaba… el ruido de unos pasos acercándose hacia su celda la sobresaltaron y cuando escuchó su nombre tras los barrotes se giró con desgana… - Eh… tú – dijo la carcelera – la nueva, en pie, tienes visita… E: ¿Yo? – pudo decir con la voz entrecortada – Qui… quien - Y yo que sé… que te crees, ¿que soy tu secretaria? Andando – dijo mientras se abría las puertas y de nuevo le ponía las esposas… P: Vaya la nueva escuchó su compañera celda – no lleva ni un día yenyasu tiene visitas… La miró con y recibió una–mueca dedePaloma antes dedeque volviera a enfrascarse libro, luego, comenzó a andar tras la policía pensando en quien podría ir a verla, Cruz… si, seguramente Cruz era quien esperaba tras el cristal, ¿Quién sino? La puerta de la sala de visitas se abrió al entrar, diez cubículos en los que sentarse, cada uno con un frío y gordo cristal que separaban las visitas de las reas… - El número cinco – le indicó – nada de tocar el cristal… - dijo quitándole las esposas y colocándose tras ella…
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Comenzó a andar despacio, deseando ver a su hermana del otro lado y decirla, al menos que estaba bien… cada paso le parecía que aquel cubículo se alejaba más de ella, poco a poco, comenzó a vislumbrar la silueta de una mujer que con el gesto serio y algo nerviosa esperaba tras el cristal su aparición… Por un instante se quedó parada, jamás hubiera imaginado que estuviera allí… esperando por verla… pero… ¿Qué hacía allí? Terminó el recorrido que le quedaba y se quedó frente al crista, de pie, sin poder casi ni moverse, en ese instante, en el momento que Maca levantó la mirada y la clavó en sus ojos, recordó, el primer día que la vio… 21/Ago/2006 13:08 Era un día soleado, andaba con tranquilidad, sabiendo que aun tenía media hora para llegar, cada vez más cerca, su pulso de aceleraba un poquito más, no solo era su primer día de trabajo, era el primer día de muchas cosas, el comienzo de algo que se había propuesto desde hacía un año aun sin contar con el beneplácito de su hermana, aunque ésta le hubiera dicho mil veces que se olvidara de ello, ella no podía, tenía que hacerlo y lo haría por mucho que le costara… Las puertas de urgencias de aquel hospital se abrían ante ella para decirle que entrara sin miedo, que todo estaba más que pensado, que no le diera más vueltas al asunto y que comenzara con lo que le había llevado hasta allí… Entró cogiendo aire, sabiendo que sería más difícil de lo que ella esperaba pero con las fuerzas necesarias para hacerlo… se acercó hasta la recepción donde una mujer leía algo que no eran precisamente informes médicos… E: Buenos días – dijo para llamar su atención – me llamo Esther García, soy la nueva enfermera, busco a… Elisa Sánchez – terminó de decir… T: Buenos días – contestó al mujer poniendo toda su atención en ella – así que tu eres la nueva enfermera, te estábamos esperando, pero creo que vas a tener que esperar, Elisa está ahora en una operación… E: Está bien, no se preocupe, la esperará… Unas puertas, que supuso serían la entrada boxes y cortinas se abrieron dejando paso a una mujer que llegaba con prisas… M: Teresita, archívame esto – dijo dejando unas carpetas sobre el mostrador – y tramítame el alta del niño de la cortina 3 – pidió mientras firmaba algo T: Vale, ahora mismo lo hago – contestó cogiendo los papeles, miró a Esther y volvió su vista a la chica – oye… ¿puedes hacerme un favor? – Maca asintió – verás es que Elisa está en quirófano y esta chica es a nueva enfermera, ¿Por qué no te la llevas a que vea todo esto? Maca levantó la vista de los papeles y se encontró con una Esther que no apartaba sus ojos de ella, se sintió algo intimidada por su mirada, terminó de firmar, se puso el bolígrafo en el bolsillo de la bata y se acercó a ella… M: Hola soy… E: Macarena Wilson – dijo cortándola – sé quien eres… ya sabes… las revistas – dijo sonriendo con algo de picardía M: Vaya – sonrió también – y yo que creí que hacía tiempo habían dejado de reconocerme… pues encantada… ¿tu eres? E: Ah, si, perdona – contestó saliendo de su ensimismamiento – soy Esther García, la nueva enfermera… M: Encantada… y llámame Maca… eso de Macarena suena muy… ¿religioso? – alzó las cejas causando una sonora risa en Esther – si te parece, vamos y te enseño un poquito todo esto… E: Claro, me encantaría – contestó antes de comenzar a andar junto a ella… - Eh, tu… siéntate – escuchó como le decía alguien tras su espalda, sacándola de sus pensamientos, con movimientos lentos y sintiendo la mirada de Maca terminó de sentarse… Vio como Macacomenzara cogía el auricular fin de hablar con ella y la imitó con manos llevó que el auricular a la oreja esperó a que a hablar,con sin elembargo un silencio doloroso se instaló entretemblorosas, ellas, ningunasesabía decir, Maca estabay totalmente bloqueada, contrariamente a lo que pensaba, el echo de verla allí, tras aquel frío cristal, sabiéndola encarcelada la afectó mucho más de lo que quiso creer… E: Que haces aquí – dijo sin poder aguantar más las ganas de saber, rompiendo un silencio que las estaba dañando más de lo que creían… 21/Ago/2006 20:10 Mil reproches, un millón de palabras cargadas de rencor, un sin fin de preguntas para intentar entender el porque de aquello, y sin embargo, bastó mirarla un segundo a los ojos para que todo aquello cayera en saco roto… no podía… por mucho que lo intentaba, incluso a veces lo había conseguido, no lograba odiarla… la veía tras el cristal y algo se rompía un poquito más… “es culpable” le decía su cabeza, “no Maca, no lo es, ambos sabemos que es inocente” repetía su corazón cada vez con más fuerza… M: Como… como estás – se sorprendió preguntando, tirando por tierra aquel discurso preparado… E: ¿Cómo quieres que esté, Maca? – Preguntó – jodida, muy jodida y todo por tu culpa sabes – dijo queriendo dañarla aunque solo una mínima partepara de loMaca que leaquella había visita dañado Yfuera lo consiguió, porque fueella la peor idea que tuvo, esperaba verla y sentir rabia y sin embargo, sintió dolor… un dolor diferente, el dolor de sentirse la causante de aquella situación, de haber logrado que su princesa, la niña de sus ojos, la dueña de su alma estuviera entre rejas… ¿realmente la creía culpable? ¿Y si no lo era? ¿Y si estaba tan ofuscada por la muerte de su hermano que no supo ver la verdad? M: Esther… - intentó decir cogiendo aire E: No, sabes que… ya sé para que has venido… - la miró con furia, ahora era ella quien la miraba así, todo el miedo que sintió entrando en aquel centro se había convertido en rabia hacia ella en el momento en que se sentó frente al cristal – te conozco, has
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venido a cerciorarte de que estaba aquí, pues bien, ya lo has visto, estoy aquí, gracias a ti estoy aquí, ya has conseguido lo que querías ¿no? M: ¿Y tu? – Preguntó sin saber muy bien porque decía eso, la dureza de las palabras de Esther consiguió que su mente volviera a ganar aquella batalla - ¿Acaso no conseguiste tu lo que te proponías desde el primer momento en que nos conocimos? E: Pues mira si, - contestó contundente – la verdad es que si, maté a tu hermano, ¿es eso lo que querías oír no? ¿Por eso has venido verdad? Pues bien, no te preocupes que yo te contesto, si, maté a tu hermano, fui a aquel maldito hotel solo para matarlo… M: Cállate – ordenó casi gritando, con lágrimas en los ojos E: ¿Qué pasa Maca? ¿Ahora no quieres escucharlo? M: No se para que he venido – dijo levantándose E: Espera, Maca – paró antes de que colgara el auricular – simplemente te he dicho lo que tu querías escuchar – dijo algo más calmada – siempre has buscado que te dijera eso, sin ni siquiera plantearte si era cierto o no, sin ni tan siquiera escucharme… pero quiero que te quede una cosa clarita… - paró un segundo antes de continuar mirando a una expectante Maca que ya no sabía que pensar – soy culpable de quererte, Maca, solo de eso… de nada más… pero tranquila, jamás volverán a condenarme por eso – terminó de decir con rencor, dejando el auricular en su lugar y saliendo de allí dejando a una Maca que se arrepentía de haber ido allí… 22/Ago/2006 01:16 Al salir de aquella sala se sentía extraña, una parte de ella se sintió liberada, le había sentado bien plantarle cara, decirle algunas verdades, sin embargo, otra, otra estaba totalmente derruida, no entendía, no sabía como Maca había sido capa ni tan siquiera de pensar que ella podía haber cometido aquel crimen… de camino a su celda, su mente volvió la vista atrás recordando su pasado… M: Esto de aquí son las cortinas – le decía indicándole con el dedo – no te preocupes, no son tan liosas como parecen – dijo con una sonrisa a la que Esther contestó con otra… - allí está el gabinete y un poco más al fondo farmacia… E: Vale, vale, vale – dijo parándola – hace como veinte minutos que no paramos de dar vueltas por todo el hospital… creo que más o menos me lo has enseñado todo, eres una guía muy buena – sonrió – pero… por favor, dime donde está la cafetería porque necesito un café… M: Captado – sonrió – no te apetece nada seguir… anda, vamos – miró su reloj – a Elisa aun le queda un rato así que te invito yo a ese café… E: Perfecto – contestó también con una sonrisa… Se encaminaron a la cafetería, mientras andaban, Maca le iba enseñando lo que se iban encontrando, una vez allí, Esther se sentó en una mesa y esperó a que Maca, quien se había ofrecido a ello, llegara con un par de tazas de café… E: Ummm… lo necesitaba – Dijo dándole un sorbo a su taza una vez Maca se sentó a su lado… M: Vaya, pareces tan adicta al café como yo… E: No, que va, la verdad es que no suelo tomar café, es solo que hoy me caigo de sueño… - contestó M: Oye y… ¿dices que sabías quien era por las revistas? – quiso saber E: Si, tengo varias en las que sales tú… M: Pues que raro – dijo algo extrañada – hace años que no me hacen una foto para ninguna revista, no sé… no recuerdo ahora ninguna… E: Ya, bueno… tengo revistas de enología, me gusta saber que clase de vino bebo… no creas que suelo beber muy a menudo pero… no sé, es algo que me gusta y bueno, en ellas salían tus bodegas y claro está, tu también… - en ese momento su móvil comenzó a sonar – mi hermana… ¿mesedisculpas M: Si, claro – contestó mirando como alejaba un momento? – dijo mientras se levantaba y se alejaba de la mesa E: ¡Cruz! – Dijo con alegría – hola hermanita… que tal estás C: ¿Cómo que qué tal estoy? – Preguntó sorprendida - ¿Dónde estás? Habíamos quedado en desayunar juntas… E: Ya, lo siento… es que estoy trabajando – dijo con voz de culpabilidad C: ¿Trabajando? – Se extrañó – y desde cuando tienes trabajo E: Cruz, por favor, que te lo conté hace un par de días… C: ¿Lo has aceptado? No me lo puedo creer… ¿pero tú estás tonta? E: No empieces – dijo más seria – te dije que lo haría C: ¿No te das cuenta que así te vas a hacer más daño? ¿Qué pretendes con todo esto? – dijo con la misma seriedad que había utilizado su hermana… E: Ojo por ojo y diente por diente, Cruz, ya te lo dije… tan simple como eso – contestó con una dureza y una seriedad que dejaron sin palabras a su hermana… 22/Ago/2006 14:03 A la salida de la cárcel, Maca iba con la cabeza gacha, recordando todas y cada una de las palabras de Esther, cada gesto, su mirada dura y fría, sus movimientos, no sabía que pensar, hasta hacía una semana todo parecía claro, sin embargo, de unos días para acá, un sin fin de pensamientos, de recuerdos, de momentos le gritaban que estaba cometiendo el mayor error de su vida… Llegó al coche donde Álvaro, su abogado, el abogado de la familia de toda la vida, su amigo, una de las personas que más la habían ayudado durante toda su vida la esperaba pacientemente a que saliera, abrió la puerta y sin decir una palabra, subió al coche dejando que una lágrima recorriera libre su mejilla… A: ¿Estás bien? – preguntó preocupado
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M: No lo se… te juro que ahora mismo no sé como me siento – contestó con tristeza… A: Te dije que era un error venir aquí – dijo sin pretender dañarla más M: Ya lo sé, pero tenía que venir… - dejó de hablar y esperó a que su amigo arrancara, durante los primeros momentos del trayecto se concentró en el paisaje que veía por la ventana, ausente, ida… su mente volaba de nuevo hasta esa cárcel… “soy culpable de quererte, Maca… solo de eso, de nada más” “si, maté a tu hermano, fui a aquel maldito hotel solo para matarlo” Las palabras hirientes de Esther se clavaban en su cabeza como puñales cortándole la respiración… miró a su abogado, inmerso en la conducción, pendiente de la carretera, como si nada de lo ocurrido fuera con él, como si nunca hubiera pasado nada… “Es inocente, Maca… lo sabes” volvió a repetirle su corazón… - Álvaro – dijo llamando su atención, este la miró un segundo para hacerle ver que la escuchaba - ¿y si nos hemos equivocado? – Preguntó por primera vez en voz alta, dejando que todas sus dudas salieran a la luz - ¿y si no es culpable? Álvaro, suspiró, llevaba esperando ese momento mucho tiempo, demasiado, pues realmente, bastante había esperado Maca para decirlo, se cercioró de que no venían coches y se desvió al arcén, paró el motor y se giró para mirarla… A: Maca… nada me gustaría más que decirte que Esther es inocente… - dijo con cariño – pero tenemos que ser realistas… las pruebas la inculpan, sus huellas estaban por toda la habitación, las cámaras de seguridad del hotel la sitúan allí quince minutos antes de su muerte… - Maca lo escuchaba con lágrimas en los ojos – tenía un móvil, Maca… y ninguna coartada… M: ya, pero… no sé… siento que es inocente… lo siento aquí – dijo tocándose el corazón… A: Cariño – contestó con dulzura – es normal que lo sientas, te comprendo, yo siento lo mismo… pero las pruebas hablan por sí solas, no podemos hacerlas a un lado… M: Si… tal vez tengas razón – dijo no muy convencida, volviendo su vista de nuevo a la carretera y sintiendo como, cada vez, el sentimiento de que Esther era inocente se hacía más fuerte en su interior… 22/Ago/2006 20:44 Los días comenzaron a pasar, lentos, difíciles, tormentosos, Esther continuaba sin hablar con nadie en prisión, apenas había cruzado dos palabras con Paloma y parecía que esta no tenía ninguna intención de entablar amistad con ella… Cuando la llevaban al patio no hablaba con nadie, intentaba pasar lo más desapercibida posible, no quería hablar con nadie, tenía miedo de que al hacerlo se buscara algún problema… sentía las miradas de sus compañeras, escuchaba algunos comentarios sobre ella, comentarios para nada buenos… y Esther, lo soportaba como buenamente podía… Aquel día, hubo una pelea en la que Paloma estuvo implicada, no sabía que había pasado, según había escuchado la riña había sido entre su compañera y una de las reclusas que siempre estaba buscando bronca, se sorprendió ante tal hecho pues por lo poco que conocía a Paloma no le parecía una persona a la que le gustara la violencia en demasía Al llegar a su celda se la encontró frente al espejo, tapándose el labio con un pañuelo intentando que la hemorragia cesara… Esther la miró, subió a su cama en silencio, no se atrevía a decirle nada, pero pudo más su profesionalidad como enfermera que su miedo y volvió a bajar al suelo para atenderla… E: Parece que el corte no es demasiado profundo – dijo mirándola tras el cristal – no serán necesarios puntos… P: ¿Te ha pedido alguien tu opinión? – preguntó sin mirarla… E: No… lo siento – dijo volviendo a su cama Paloma la miró un segundo, no sabía porqué pero desde que entró en su celda le pareció tan frágil que quiso protegerla de todo lo que había dentro, pero ya una vez lo hizo y salió mal parada de aquello, no quería volver a pasar por lo mismo... por eso se había comportado de esa forma con ella esos días… P: Perdona – dijo volviéndose hacia ella – solo intentas ayudarme y yo te trato así… E: No pasa nada – contestó – no te preocupes… - se levantó viendo el cambio de actitud de su compañera y se acercó a ella ¿Puedo? – preguntó señalando su herida Como respuesta Paloma se separó el pañuelo y ante la mirada de Esther se sentó en su cama esperando a que la enfermera se acercara… esta lo hizo y comenzó a taponarle la herida… P: Y dime – dijo con algo de dificultad ante la presión de Esther - ¿Qué es lo que has hecho tu para estar aquí? E: Yo no he hecho nada – contestó con rotundidad – soy inocente… P: Si, claro… eso es lo que decimos todas… pero nadie está aquí por nada… E: Ya, bueno, las otras no sé… lo único que sé es que yo no debería estar aquí – dejó de taponar – esto ya está – dijo señalando la
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herida – es mejor que lo dejes al aire para que cicatrice… P: Gracias – le sonrió – y bueno… yo, siento como te he tratado estos días… E: No pasa nada… es normal… supongo – dijo sin saber que decir… P: ¿Amigas? – preguntó extendiendo su mano E: Amigas – contestó sonriendo… 24/Ago/2006 14:15 Despertó de nuevo entre sudores y lágrimas, como lo venía haciendo desde aquella visita, con mil imágenes pasando por su mente, in millón de momentos que no conseguía olvidar, o tal vez, no quería olvidar… Aquella vocecita de su corazón, que comenzó siendo un leve susurro, gritaba cada vez con más fuerza, aunque su mente, necia aun seguía plantándole cara para llevarla a su terreno… “Su celda es tu condena” le repetía incansable… “no, simplemente es el castigo que se merece” rebatía su mente… Y en aquella guerra que llevaba librando desde hacía tiempo, solo podía haber un vencedor, entre lágrimas, vio como el ganador miraba con una sonrisa victoriosa al su contrincante, que, abatido y agonizante callaba sus gritos para no volver a alzar la voz… Y supo lo que tenía que hacer, aunque le costara, aunque no sabía si podría conseguirlo sabía lo que tenía que hacer… se vistió rápido, no quería perder más tiempo, cogió su boldo y se fue a ver a la única persona que en ese momento podría ayudarla… Mientras conducía a su destino, los recuerdos volvieron a hacerse dueños de su cuerpo… Tras un turno agitador y cansado, por fin llegaba la hora de irse a casa, fue a cambiarse y se dirigió a la salida, donde Esther que salía a la misma hora, se despedía sonriente de una Teresa que intentaba averiguar algo más de su vida “esta mujer nunca cambiará” pensó, mientras se dirigía hacia allí… M: Hola – dijo llamando la atención de las dos mujeres – ¿Qué tal tu primer día? – le preguntó a la enfermera E: Muy bien – contestó con entusiasmo – me encanta movimiento de urgencias… M: Pues entonces poco te vas a aburrir – dijo con una sonrisa – Bueno pues yo ya me voy, hasta mañana – sabiendo que si la dejaba allí la obligaba a aguantar aquel intenso tercer grado de Teresa, se apiadó de ella – Esther… ¿quieres que te acerque a algún sitio, o has venido en coche? E: Pues si me acercas te lo agradezco, la verdad – dijo aliviada M: Vale, pues ¿vamos? – preguntó antes de comenzar a andar y ver la cara de fastidio de una Teresa que ese día se quedaba sin averiguar nada… E: Gracias, gracias, gracias – decía entre susurros una vez se alejaron de allí – Dios, esta mujer no se cansa nunca… cada vez que me acercaba para algo, parecía una tortura M: Ya, es lo que tiene Teresa, pero es un encanto de mujer, ya lo verás… bueno – dijo cuando ya habían llegado a su moto ¿Dónde quieres que te acerque? E: A decir verdad, no me apetece nada irme a casa ahora – sonrió – y como me has librado de Teresa… ¿Qué te parece si te invito a una caña para agradecértelo? M: Me parece estupendo – sonrió también – así nos vamos conociendo… Cuando se quiso dar cuenta ya había llegado a su destino, no había sido consciente de ello hasta que se vio frente a aquella puerta, aparcó el coche, respiró hondo y se bajó de el poniendo rumbo a su propósito… 24/Ago/2006 20:40 En la cárcel, Esther y Paloma comenzaban a conocerse, la reclusa la contó a la enfermera el porqué de su encarcelamiento, por lo visto, su novio era adicto a las drogas, ella intentó ayudarlo a salir pero acabó, como tantos otros cayendo en ella, cuando vieron que se les agotaba el dinero para vivir a cuente de ese horrible hábito comenzaron a robar en pequeñas tiendas, gasolineras, supermercados, un días les cogieron y allí estaba, condenada a quince años de prisión por robo con violencia… P: Fue una época que intento olvidar en mi vida… - decía mirando al vacío – lo cierto es que no sé muy bien como terminé en aquel círculo vicioso… pero así fue… y aquí estoy… - decía asumiendo su culpabilidad… Esther la miraba sin decir nada – llevo limpia cinco años… aunque no te creas que es muy fácil conseguirlo aquí dentro… E: Has debido tener una vida bastante difícil – dijo al fin P: No ha sido muy buena, la verdad – contestó con una media sonrisa – pero me he dado cuenta de mis errores, los he asumido y estoy cumpliendo por ellos… y sé, que jamás volveré a cometer los mismos… - terminó de decir con seguridad, miró a la enfermera un instante - ¿y tú? ¿Me vas a contar que es lo que has hecho para estar aquí? E: Bueno, Ya te dije quealno he hecho nada –que dijoessuspirando dándose P: pero menos cuéntame eso que noy has hechola–vuelta… pidió de nuevo… E: Es una historia muy larga – dijo intentando evadir el tema… P: Mira que bien – volvió a decir – me encantan las grandes historias y además tenemos unos cuantos añitos para que me la cuentes… E: Está bien – contestó viendo que no pararía hasta que se lo contara – pero te aconsejo que te siente…
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Allí estaba, frente a la puerta, esperando a que abrieran sabiendo que en esos momentos no era bienvenida a esa casa, pero tenía que hacerlo, se lo debía, al menos le debía intentarlo… Escuchó pasos desde dentro y supo que en unos segundos se abriría la puerta, tomó aire de nuevo, y lo echó intentando con él, echar de su cuerpo todo el miedo que sentía… por fin la puerta terminó de abrirse y una silueta de mujer la miraba con sorpresa… C: Como puedes tener la poca vergüenza de venir aquí – dijo directa, sin ni tan siquiera saludar… M: Cruz, Cruz por favor – pidió evitando que la puerta no volviera a cerrarse – necesito que me escuches… solo quiero hablar contigo, por favor… C: Tú y yo no tenemos nada que decirnos – contestó con furia cerrando la puerta de nuevo pero sin tener éxito alguno, pues Maca la sujetaba con fuerza… M: Quiero ayudarte – dijo yendo directa al grano, consciente de que era la única forma que no le dieran con la puerta en las narices – quiero ayudarte a sacarla de allí… sé que es inocente… Y sus palabras tuvieron el efecto deseado, pues notó como Cruz dejaba de hacer fuerza sobre la puerta, volvió a abrirla y se la quedó mirando unos instantes… C: ¿Es que no has tenido ya suficiente con meterla allí dentro que ahora vienes a reírte de mi? – preguntó incrédula M: NO, no de verdad que no… te juro que quiero ayudarte… que… C: Es un poco tarde para eso ¿no te parece? – la cortó M: Si, claro que sé que es tarde, sé que es muy tarde y que no tengo justificación alguna por lo que le he hecho, no sé como no la creí… Dios… he sido una estúpida… una imbécil y todos los calificativos que quieras ponerme, pero por favor… déjame ayudarte… - casi rogó con lágrimas en los ojos… C: Maca – comenzó a decir con cara de pocos amigos M: No Cruz, por favor – la cortó – sé que no quieres verme y lo comprendo, pero necesito ayudarte… por favor – suplicó dejando escapar una lágrima – yo la he metido allí… he sido la peor persona del mundo… déjame… al menos intentar sacarla… solo te pido eso… luego me iré y desapareceré de vuestras vidas… por favor… estoy muy arrepentida de todo lo que ha pasado… sé que es inocente… Cruz… C: Creo que eso debería haberlo pensado cuando te empeñaste en culparla desde el principio… - dijo con dureza – por el amor de Dios, Maca… ella te amaba, ¿Cómo pudiste pensar que haría algo que te dañara y mucho menos algo como eso? M: Cruz, por favor – suplicó sin saber que podía decir, Cruz tenía razón, ni ella misma sabía como había podido llegar a pensar que era culpable… sus lágrimas corrían por su rostro en señal de dolor y culpabilidad… Cruz, por su parte, la miraba y sabía que su arrepentimiento era sincero, la conocía, sabía que estaba pasándolo mal por todo lo que había hecho y sabía que era cierto que quisiera ayudarla, pero era demasiado el daño que le había causado a su hermana… había dudado de ella, se había ensañado con ella hasta el punto de conseguir llevarla a una prisión… ¿de verdad podía confiar en ella y dejar que la ayudara? 25/Ago/2006 00:58 P: Vale, ya estoy sentada – dijo poniéndose frente a ella en la cama – ahora empieza… E: Puff… a ver por donde empiezo… por el principio, supongo… - contestó con una media sonrisa… - pues verás, yo soy enfermera, como ya sabes, y comencé a trabajar en el Hospital Central, y allí conocí a Maca y desde el primer día, no sé… como que conectamos… tras un turno bastante liado la invité a una caña… - decía recordando con total nitidez cada momento vivido con Maca… Tras una pequeña disputa por el hecho de tener que ir en moto, cosa que no agradaba para nada a la enfermera, al final Maca logró convencerla, prometiéndole casi un millón de veces que no pasaría de 50 Km… llegaron a un una cervecería y se sentaron en la terraza, hacía buen tiempo, la brisa que anunciaba la cercanía del verano invitaba a todo el mundo a disfrutar de ella en una buena terraza con algún refresco entre las manos… Se sentaron y tras pedir, comenzaron a hablar, del trabajo, del hospital, de ellas misma, comenzando a conocerse un poco, viendo como el comienzo de una amistad fraguaba entre ellas… El tiempo pasaba volando, hablando las horas parecían segundos, no sabían cuanto tiempo llevaban allí pero no les importaba, por alguna extraña razón se sentían muy a gusto la una con la otra… parecía que se conocieran de toda la vida y a penas hacía unas horas que eso había sucedido… reían, hablaban…. En definitiva, se conocían, se olvidaron de todo por un instante disfrutando de la compañía de la otra… Y se les hizo de noche, debían ser cerca de las diez cuando, por primera vez miraron el reloj… M: Vaya, se ha hecho un poco tarde – dijo mirando la hora E: Pues si – sonrió – aunque yo no me he dado ni cuenta M: Pufff… Ya somos dos – contestó devolviéndole la sonrisa - ¿Quéque te podamos parece si encontrar ya que estamos cenamos algo? E: la verdad, tal y como está todo hoy, dudo mucho mesa en algún sitio… M: Tienes razón – corroboró – hacemos una cosa… vivo aquí cerca, si quieres, podemos comer algo allí y seguimos charlando… me lo estoy pasando muy bien contigo… te parecerá extraño, pero tengo ganas de que sigamos hablando… - dijo algo avergonzada E: A mi me pasa lo mismo – contestó – así que si tu quieres, vamos… Se levantaron y pagaron la cuenta, volvieron a montar en la moto y en diez minutos ya estaban frente al edificio de Maca… E: Vaya tela – dijo alucinada ante aquel bloque de apartamentos – como se nota que eres una Wilson… son los apartamentos más caros de la ciudad…
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M: Si, bueno… no es mío… el piso es de mi hermano, pero ya que yo soy la que me he instalado definitivamente aquí, pues me lo ha dejado… la verdad es que yo preferiría algo más normalito… lo que pasa es que Jero viene a Madrid bastantes veces y así aprovecha para quedarse aquí y yo le cuido la casa… E: Ya – dijo algo más seria - ¿subimos? Entraron en el portal y esperaron pacientemente a que llegara el ascensor, una vez dentro subieron hasta la última planta donde un espacioso y lujoso ático las esperaba, decorado de manera minimalista, dejaba ver unas vistas de la ciudad que más de uno envidiaría… E: Joder con tu hermano… sabe elegir el tío… M: Ya ves… el es así… ya le conocerás – afirmó E: Me muero de ganas - susurró inaudiblemente – oye y… no sé, ¿no crees que tu eres un poco confiada? M: ¿Como? – preguntó extrañada por su pregunta E: No, lo digo porque… no nos conocemos, casi y ya me has invitado a tu casa… no sé… me parece algo inconsciente por tu parte… M: Pues no sé, normalmente no meto en mi casa a alguien a la primera de cambio, pero, bueno… tú me das confianza… E: Si por eso mismo lo digo… a ver – dijo mirando a su alrededor – que pasaría si yo fuera… no sé… una ladrona o una asesina… M: jajajaja, no tienes cara de asesina la verdad – dijo con soltando una carcajada por su ocurrencia… E: Eso nunca se sabe… dicen que todo podemos llegar a ser homicidas en potencia… - contestó mientras cogía el marco de una fotografía que reposaba sobre una estantería M: ¿Lo dices en serio? – volvió a preguntar con una sonrisa en los labios, a la vez que entraba en la cocina para coger algo de beber… E: Totalmente – contestó sin apartar sus ojos de aquella foto y pasando sus dedos contra la persona que aparecía en ella… 25/Ago/2006 13:33 M: Entonces tendré que tener cuidado contigo – dijo de nuevo saliendo de la cocina E: No te preocupes – contestó dejando la foto en su lugar y dándose la vuelta para verla – solo estaba bromeando M: Lo sé – afirmó tendiéndole una copa de vino – es un Wilson de la cosecha del 83, como dices que te gusta mucho, no podías venir a mi casa sin probarlo E: Vaya pues muchísimas gracias – sonrió antes de darle un sorbo, vio como Maca la miraba y supo para qué le había ofrecido aquella copa Sin decir palabra alguna, comenzó a analizar aquel líquido que pasaba por su garganta con una descripción del color, olor y sabor, digna del mejor catador de vinos del mundo, dejando a Maca sorprendida por su tan espléndida cata… M: Al final va a resultar que es verdad eso de que te gustan los vinos – dijo dándole también un sorbo a su copa E: ¿Me has puesto a prueba? - preguntó sorprendida – ¿Que pasa, no te fiabas de mí? M: A ver – sonrió – teniendo en cuenta que me acabas de decir que puedes ser una ladrona o una asesina – dijo bromeando – pues no puedo fiarme mucho jajaja… además, perdóname, pero la enología no es un tema que le apasione a mucha gente… E: Ya, si tienes razón, yo en tu lugar hubiera hecho lo mismo… pero creo que demostrado queda que te digo la verdad ¿no? M: Si, queda totalmente demostrado – sonrió, sentándose en el sofá e invitando a Esther a hacer lo mismo… - cuando venga mi hermano le voy a pedir que me traiga una caja de vinos para regalártela… E: Pues muchas gracias – sonrió también – es todo un detalle… M: Si, pero vamos, menos mejor que seque merece alguien que conoce el negocio de mielfamilia E: Dudo mucho queeslo loconozca tú – contestó – simplemente me interesa tema…casi mejor que yo, ¿no crees? M: Pues por eso mismo lo digo, a mi la verdad es que hace años que dejó de interesarme… aunque mi familia quería que sus dos hijos siguieran con la tradición familiar a mi no me hacía demasiada ilusión – le contó – yo prefería la medicina… E: ¿Entonces estás totalmente desvinculada del mundo de los vinos? – quiso saber… M: Totalmente, totalmente no… mi hermano y nuestro abogado me siguen informando de los adelantos que hacemos, pero vamos que yo como que no les presto mucha atención… - dijo sonriendo – el que lleva todo es Jero… yo simplemente soy una de los dos accionistas mayoritarios… E: Aja – contestó Esther queriendo que siguiera hablando… M: Pero bueno, este tema es un poco aburrido – dijo cambiando la conversación – mejor vemos que podemos cenar, ¿te parece? E: Ehhh… si, claro… - contestó – mejor cenamos algo… 26/Ago/2006 00:13 La noche terminó para ellas, Esther decidió que era hora de irse a casa, aunque realmente, no le apetecía, se lo estaba pasando demasiadoy tenía bien yque le habría gustado quedarse más tiempo charlando, pero ya era tarde, Maca tenía turno de mañana a al día siguiente descansar… Por su parte, a la pediatra también le desagradó algo la idea de que Esther se marchara, le habría propuesto quedarse aquella noche en su casa, pero no era correcto hacerlo, pues para ser realistas, no se conocían a penas, no había suficiente confianza entre ella para ofrecerla algo como eso, aunque quisiera hacerlo, decidió que lo mejor era acallar sus ganas, “ya habrá tiempo” se sorprendió pensando… Cuando Esther llegó a casa se sentía mal, mal porque esa chica, esa pediatra le había caído bien, y no, no podía caerle bien, nadie que tuviera ese apellido debía caerle bien, sin embargo, en contra de lo que ella quería Maca era una persona simpática, agradable
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incluso diría que dulce, parecía tan humilde que no hacía honor a su apellido y eso, eso quizás trastocaría en algo sus planes… pero no, nadie iba a hacer que se detuviera, si no lo había logrado su hermana, ¿porqué iba a hacerlo una mujer que tenía unos ojos perfectos? ¿ojos perfectos? “Esther, céntrate, por favor” se dijo a sí misma, y para centrarse decidió sacar aquella carpeta que guardaba desde hacía algo más de un año… revisó su contenido una y otra vez, leyendo lo escrito sin darse cuenta que se lo sabía de memoria, pero aquello le servía para volver a la realidad, para recordarle el por qué estaba allí, para qué estaba allí… soltó un par de lágrimas cuando los recuerdos, de nuevo vinieron a ella y decidió que era hora de intentar dormir un poco… Ya había amanecido, seguramente habría algunas horas de eso, sin embargo ahí seguía, tumbada en la cama, sin tener intención de hacer ningún esfuerzo para remediarlo, tenía turno de tarde y esa mañana, como tantas otras hubiese querido quedarse allí, con sus recuerdos, con sus pensamientos… con sus lágrimas… pero el horrible sonido del timbre de la puerta le hizo saber que esa mañana no sería posible… Se levantó como pudo, el cuerpo le pesaba, esa noche tampoco había podido dormir, después de lo que le costó volver a dormir ocho horas, de nuevo el insomnio volvía a hacer acto de presencia en ella… C: Abre – le dijo desde el otro lado de la puerta – sé que estás ahí, te estoy escuchando – continuó pegando la oreja en la puerta para oír mejor los pasos… E: Joder, Cruz – protestó abriendo la puerta – no me apetece nada hoy C: Ya, pues que pena porque tu y yo tenemos que hablar – rebatió entrando en el piso de su hermana – a ver… ¿Dónde te metiste ayer todo el día que no pude encontrarte? E: ¿Eres del FBI? – Preguntó – creo que ya soy mayorcita para ir a donde me de la gana – dijo con mal humor… C: Muy mayorcita no serás si estás haciendo lo que creo que estás haciendo – contestó E: Cruz, de verdad, no tengo ganas de hablar de eso y mucho menos contigo… además que me acabo de levantar… C: Es que a mi eso me da igual, - dijo mientras preparaba dos tazas de café – vamos a hablar de esto quieras o no… E: Vale, hablemos, si, estoy decidida a hacerlo, que pasa… se lo merecen – contestó con dureza C: Esther – suavizó el tono – de verdad, cariño ¿no ves que te vas a hacer más daño? Tienes que dejarlo ya… intenta olvidar y seguir adelante… es por tu bien, chiquitina, por favor… E: Cruz, no me digas que lo deje porque no puedo – volvió a decir - no me pidas que lo olvide porque es imposible… - notó un nudo en la garganta – no puedo… C: Esther, ha pasado un año… E: Un año, dos meses y catorce días… - puntualizó… C: ¿Y no crees que va siendo hora de dejarlo ya? – preguntó acariciando su rostro E: No – dijo rechazando la caricia y dando un paso hacia atrás – no lo voy a dejar, tiene que pagar por eso… tiene que hacerlo – terminó de decir echándose a llorar mientras sentía el abrazo de su hermana… 26/Ago/2006 17:06 Ahí seguía, mirándola sin saber si confiar en ella o no, viendo el sufrimiento en sus ojos, sabiéndola sincera pero con un rencor hacia ella que no la dejaba pensar con claridad… M: Cruz, por favor – volvió a hablar con lágrimas en los ojos – déjame ayudarte… En el fondo sabía que necesitaba su ayuda, que no podría hacerlo sola, Maca tenía acceso a documentos que a ella le faltaba para comenzar a buscar algo que demostrara la inocencia de su hermana, así que guardándose su orgullo y con algo de desconfianza, terminó a abrir la puerta echándose a un lado para dejarla pasar… M: Gracias sonrió – teaún aseguro te vasa aque arrepentir… C: Solo una–cosa – dijo seria que – si no accedo me ayudes es porque lo necesito, pero no creas que con esto te estoy ofreciendo mi perdón o mi comprensión… M: Lo sé – contestó consciente de ello – y te entiendo, pero de todos modos… gracias… Entraron en el salón, donde un montón de papeles reposaban esparcidos por la mesa y el sofá, declaraciones del juicio, informes sobre el asesinato, todo lo que hasta ahora Cruz había conseguido llevarse a casa… M: Por donde empezamos – preguntó dejando sus cosas en una silla C: No lo sé – dijo en tono de derrota – he leído mil veces las declaraciones y las pruebas y no consigo sacar nada en claro… todo lo que dice ya lo sabemos, que un botones la vio salir en un estado de nervios bastante fuerte y que media hora después, cuando fueron a llamar a tu hermano le encontraron tirado en el suelo de su habitación, sin vida… - miró a Maca que al recordar aquello volvió a ponerse seria – tiene que haber algo – continuó – no sé… creo que se me escapa algo… M: ¿Me los dejas? – pidió extendiendo su mano para alcanzar los papeles… Comenzó a leerlos poniendo toda su atención en ellos, en cada palabra, viendo, una vez más, que la única persona culpable que allí aparecía era su niña, pero a diferencia de lo que hubiera pasado en otro momento, esta vez sabía que no era así, que los papeles mentían, que las palabras engañaban… M: Eso Tieneyaque haber alguien que entró en esa habitación después mirándola de que Esther ella – dijo- dijo muycon convencida C: lo he pesado yo, pero ¿quien? Y ¿porque? – Preguntó – talsaliera vez tu de hermano… cautela – tal vez tu hermano tenía más enemigos de los que él mismo sabía M: Mi hermano no tenía muchos enemigos – afirmó – al menos que yo sepa… C: Pues que quieres que te diga… hay alguien a quien no le caía demasiado bien… - paró un segundo y volvió a hablar – quizás tenga algo que ver con las bodegas… M: Puede ser, no lo sé – dijo perdida – yo de las bodegas sé mas bien poco, era él el que se encargaba de todo…
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C: Ya… bueno hacemos una cosa… yo voy a ir a hablar con Sergio Pérez, el botones del hotel e intentaré hablar con alguien más a ver si me pueden decir algo… M: Bien, yo… creo que voy a ir a Jerez, allí es donde mi hermano guardaba todos los documentos importantes, pediré unos días en el hospital, quizás pueda sacar algo de allí, no sé… es que no sé por donde empezar a buscar… C: Busca cualquier cosa, libros de cuentas, contratos de personal, lo que sea, luego ya los veremos juntas cuando vuelvas… M: Vale – dijo levantándose – Cruz… ¿Cómo… como está? – pregunto C: Mal, Maca, ¿Cómo pretendes que esté? ¿Dando saltos de alegría? M: Ya… yo… no sabes cuanto me arrepiento – de nuevo sintió las lágrimas luchando por salir – daría mi vida con tal de volver atrás… C: No se puede borrar el pasado, Maca – dijo apiadándose de ella, al fin y al cabo, en un tiempo fueron amigas, cuñadas, su hermana la había amado y ella la había correspondido con el mismo amor, había logrado que Esther volviera a sonreír, que volviera a vivir, le había devuelto la ilusión, la había sacado de ese oscuro agujero en el que se encontraba… solo ella había conseguido eso… - pero puedes mejorar su presente… 27/Ago/2006 00:18 Mientras, en la cárcel, Paloma se desesperaba un poco por la interrupción de Esther, quien metida de lleno en sus pensamientos se había quedado callada, totalmente entregada a sus recuerdos que pasaban una y otra vez por su mente… P: ¿Estas bien? – dijo pasando su mano por delante de sus ojos E: Si – volvió de su ensoñación – si, perdona, estaba… ida… P: No si ya lo he notado – sonrió – pero bueno… ¿sigues? Por que yo no sé a ti, pero a mi me está resultando bastante interesante… - dijo intentando sacar una sonrisa a su amiga… E: Está bien… a ver por donde iba – dijo pensando… Tras calmarse un poco, Cruz intentó de nuevo disuadirla de su intención pero ella, terca como nadie no se dejó convencer y tras una nueva pelea con su hermana pasó gran parte de la mañana frente al ordenador… se duchó, comió algo y se fue al hospital a comenzar su turno… Los días fueron pasando a una velocidad de vértigo, la relación con sus compañeros de trabajo no podía ser mejor, había congeniado muy bien con todos, se sentía integrada en aquel lugar… todos la había recibido muy bien y la habían ayudado a que se pusiera al día del caos en urgencias… incluso Maca, que no dejaba de preocuparse, “a veces en exceso” pensaba ella, por que se sintiera bien allí… Su relación con la pediatra se estrechaba cada día más, cada vez se hacían más amigas, se conocían más, cada vez el tiempo a su lado se hacía más corto, cuando estaba con ella, por alguna razón, sin quererlo, se olvidaba de todo y solo cuando llegaba a casa, cuando sentía la soledad que le brindaba su piso vacío, cuando la asaltaban los recuerdos, se daba cuenta de que Maca no podía caerle bien, de que tenía que odiarla incluso, pero le resultaba tan difícil que no era capaz de hacerlo… “¿porque? ¿Qué me está pasando? ¿Por qué tienes que ser tan… tan condenadamente dulce?” se repetía a sí misma… y entonces volviendo a sus recuerdos, a su dolor y a sus odios, entonces era cuando se juraba mil veces no acercarse más a ella, mantener las distancias necesarias para poder cumplir con su objetivo… Pero estas solo duraban lo que tardaba en verla, por que con un simple “hola Esther” lograba de nuevo tirar por tierra todos sus planes… ¿Qué tenía esalo mujer que nopero la dejaba lo que quería…? No lo reconocía, jamás reconocería sabíahacer que era lo que le pasaba con ella, pero no, aquello no podía ser, no le podía pasar eso con Maca… con una amiga… con una mujer… con una Wilson… Por su parte, Maca, más consciente de lo que le empezaba a pasar con Esther, sin miedo a reconocerlo, sin ningún tipo de duda, intentaba pasar el mayor tiempo que le era posible con ella en el hospital, para su desgracia, pues Esther, siempre le daba una negativa cada vez que la invitaba a salir con ella, a tomar unas cañas… a verse fuera del hospital… y eso la desconcertaba, Esther podía ser la persona más accesible del mundo y al momento siguiente ver como había una barrera infranqueable delante de ella que le impedía un acercamiento… Maca sabía lo que le pasaba, le gustaba, le encantaba estar con ella, aunque fueran solo esos momentos que conseguía sacarle para tomarse un café con ella en la cafetería del hospital… y no se atrevía a nada más, realmente no sabía que pensaría Esther de ella en ese sentido, nunca había tenido problemas para decir cual era su condición sexual, nunca se había escondido de nada ni de nadie, pero con Esther… con Esther era distinto, por ella sentía algo mucho más especial de lo que nunca sintió por nadie y no quería estropear la amistad que tenían por algo como eso, tenía miedo de perder lo poco que tenía con ella… y sabía que algún día tendría que decírselo, sabía que Esther se enteraría de una manera u otra… lo que ella no sabía, era que Esther se enteraría mucho antes de lo que ella pensaba… Aquella mañana, como tantas otras,apartar disfrutaban de undecafé frenteleapasaba, la otra, hablaban de unsepaciente que acababan de cosa atender, Maca la miraba y no podía sus ojos ella,una siempre cuando Esther ponía aalhablar, de cualquier y veía la pasión que ponía encada palabra se quedaba totalmente embobada, como una tonta, sin poder apartar la mirada de esos labios, que tanto y tanto deseaba besar… L: Hola chicas – dijo Laura interrumpiendo la conversación y sentándose a su lado - ¿os habéis enterado de lo de mañana? E: Pues yo no, ¿Qué pasa mañana? – preguntó curiosa, sin querer mirar a Maca, pues sabía que la estaba observando, como solo ella sabía hacerlo L: Que es el cumpleaños de Eva – le dijo – le hemos organizado una fiesta… ¿te vienes no? – le preguntó a la enfermera
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E: Si, si claro – contestó con una sonrisa – tengo ganas de salir de fiesta, hace mucho que no salgo… L: ¿Y tu Maca? – Volvió su vista a la pediatra – ¿Vendrás no? M: Ehhh, si – contestó saliendo de sus pensamientos – si claro que iré, no me lo pierdo por nada del mundo – dijo dando gracias por ese cumpleaños que le daba la oportunidad de ver a Esther fuera del hospital después de varias semanas… 28/Ago/2006 13:19 Y llegó el día de la fiesta, tras un turno bastante tranquilo fue a casa y lo primero que hizo fue abrir el armario y sacar toda la ropa que tenía para ver que se iba a poner aquella noche, tenía por delante tres hora para arreglarse antes de tener que salir al restaurante, así que podía elegir con tranquilidad… Tranquilidad… eso era exactamente de lo que carecía su cuerpo en esos momentos, cada minuto que pasaba sentía que los nervios se le disparaban, y más cuando ya había pasado hora y media, se había probado medio armario y no se decidía por nada, según ella, nada le quedaba bien… y quería estar bien, quería estar radiante, guapa, imponente… “para qué Esther” se preguntaba, “Para qué o… para quién” para ella misma, se repetía una y mil veces, quería estar bien para ella misma, sentirse a gusto con lo que llevara puesto, “si, claro, sigue repitiéndotelo que tal vez hasta te lo creas” y no, ni ella misma se creía sus palabras, para ser realistas, quería estar guapa para ella, para Maca… y cuando su conciencia la nombró dejó todo lo que estaba haciendo con fastidio… “¿Es que no había otra persona en el mundo en la que pensar? ¡Por el amor de Dios que es una mujer! Peor aún, es una Wilson, la familia que tanto daño te ha hecho y que tanto odias” Tras conseguir relajarse y dejar de pensar en ella, terminó de vestirse dándose cuenta de que sin ser consciente de ello, se le había echado el tiempo encima, cogió su bolso y su chaqueta y salió de su apartamento rumbo a aquella cena… Por su parte Maca, terminaba tranquilamente de arreglarse, también con nervios, no dejaba de pensar en Esther, por fin una noche en la que la vería fuera del trabajo, una noche en la que poder acercarse a ella sin tener que hablar de algún paciente, una noche, en la que había puesto esperanzas a algo que no sabía como haría… Ya en el restaurante, la primera en llegar fue Maca, quien a la espera de sus amigas se quedó apoyada en la pared haciendo tiempo, sin ser consciente de que al otro lado de la acera, una mujer se quedaba casi sin respiración al verla, llevaba unos vaqueros que le sentaban de vértigo y un top azul que dejaba intuir lo que no permitía ver, el pelo ligeramente ondulado… preciosa, para qué negar lo evidente, estaba preciosa… Cuando Esther consiguió volver a la realidad, cruzó la calle y quedó frente a ella… E: Hola – saludó haciendo que Maca se quedara como instantes antes ella, embobada mirándola… M: Hola… vaya… estás muy guapa, Esther – dijo con una sonrisa… E: Gracias, tu también – contestó sonrojada… Las demás chicas no tardaron mucho en llegar, la cena dio comienzo entre bromas y risas, charlaban animadamente, cantaban el “cumpleaños feliz” a la homenajeada y más tarde le daban los regalos… Tras la cena, en la que Maca no podía dejar de mirar a Esther, quien a su vez intentaba no morar a Maca, decidieron ir a tomar unas copas a un pub cercano… una vez allí, los bailes, las risas y las copas no se hicieron esperar… Maca bailaba en mitad de la pista con Eva y Esther, desde la barra, no podía apartar sus ojos de ella, tenía que reconocerlo, algo le pasaba con esa mujer y nada tenía que ver con aquella venganza, pero no, no podía pasar nada, no debía pasar nada y esos sentimientos serían callados, apagados por mucho esfuerzo que necesitara para ello, además de todo, era una mujer, nunca había sentido nada hacia una mujer, y lo que ahora sentía, la asustaba… En la pista, Maca bailaba sabiéndose observada, sonreía, tal vez no estaba tan equivocada como ella pensaba y sí que tenía una oportunidad conquistarla, Esther entendía más de lo que ella pensaba… o simplemente, era lo que ella deseaba pensar, aun sabiendodeque Esther eraquizás hetero… La miró y sonrió ampliamente al pillarla haciéndole una radiografía en toda regla, iba a ir a hablar con ella, ese era el momento de hablar con ella, pasase lo que pasase, parecía estar receptiva a ello, así que dejando a Eva bailando con un chico se encaminó hacia su objetivo… - ¿Maca? – preguntó una chica parando sus pasos – no me lo puedo creer… ¿Qué de tiempo sin verte? M: Miriam – dijo borrando su sonrisa – que haces aquí Mi: Pues lo mismo que tú, supongo, salí con las chicas a dar una vuelta… Sigues tan guapa como siempre – contestó acercándose a ella – bueno, realmente, estás más guapa que nunca – dijo ya a escasos centímetros de ella… 28/Ago/2006 20:17 Cruz entró de nuevo, después de mucho tiempo en aquel hotel que había sido el comienzo de la pesadilla de su hermana, mirando a su alrededor, intentando ver a aquel chico, llegó a recepción donde esperó pacientemente a que la atendieran. Re: Buenos días, ¿en qué puedo ayudarla? – preguntó el recepcionista C: Hola, buenosseñoría días, venía Sergio podría encontrarlo? Re: Lo lamento peroaelhablar señor con Pérez ya noPérez, trabaja¿sabe para donde nosotros – le informó C: ¿Qué ya no trabaja aquí? – preguntó sorprendida Re: No, señorita, desde hace un par de meses ya no trabaja en este hotel, lamento no poder serle de gran ayuda… C: Ya – dijo decepcionada – y ¿sabe donde podría encontrarlo? Necesito hablar con él, es muy importante… no sé, alguna dirección donde poder encontrarlo o algún teléfono de contacto… Re: Lo siento mucho, pero no puedo darle esa información – contestó tranquilo
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C: Verá, es una cuestión de vida o muerte – dijo desesperada – necesito hablar con ese chico… por favor… dígame donde puedo encontrarlo… Re: Señorita, de verdad, lo lamento muchísimo, pero no puedo darle esa información – dijo serio – ahora si me disculpa… C: Por favor, por favor – paró al recepcionista cogiéndole del brazo – es muy importante – imploró Re: Lo siento – dijo viendo la desesperación de la abogada – pero de verdad, no estoy autorizado a darle esa información… Sabiendo que no conseguiría nada de aquel hombre, se dio la vuelta derrotada, pero decidida a encontrar al único hombre que vio salir a su hermana de aquella habitación, y lo encontraría costara lo que costara, no sabía qué le diría aquel hombre pero tenía que hablar con él… Cuando se dio cuenta de que allí no hacía nada más, dirigió sus pasos a la puerta de salida… - Discúlpeme – le dijo una chica tras chocarse con ella C. No se preocupe, no pasa nada – contestó viendo como la chica se alejaba de ella… Ya en la calle, metió sus manos en el bolsillo del abrigo donde tenía las llaves del coche y junto con estas un papelito cayó al suelo, se agachó para recogerlo y sin saber qué podría ser, lo abrió y lo leyó… “Cafetería Sol y Luna, mañana a las cinco de la tarde” 29/Ago/2006 14:16 Maca dio un paso atrás al sentir su cercanía, no quería volver a tener nada con esa chica, lo suyo con Miriam había sido una vía de escape en su vida, aunque tenía que agradecerle el hecho de que le abriera los ojos ante sus sentimientos, gracias a ella se había dado cuenta de lo que realmente quería, había descubierto su sexualidad, al principio con ella todo fue maravilloso, pero con el paso del tiempo se fue rompiendo el amor que sentía hacia ella, Miriam lo había roto, poco a poco, con mentiras, con infidelidades, para desgracia de Maca, Miriam era una mujer demasiado promiscua y eso tubo que averiguarlo cuando más enamorada estaba de ella… M: Ya, tu también estás muy guapa, Miriam – le dijo sintiendo como su cuerpo se tensaba – me alegro de verte, pero si me disculpas… Mi: Espera – la paró cogiéndola del brazo – bailemos M: No, de verdad, no me apetece Mi: Venga, cariño, por los viejos tiempos – dijo en el mismo momento en el que la tomaba de la cintura y se acercaba a ella provocadora… En la barra, Esther se había quedado de piedra al ver aquella escena, en el tiempo en que conocía a Maca, después de todo lo que había averiguado de su familia, jamás se hubiera imaginado que a Maca le gustasen las mujeres, y esa escena, dejaba bien claro que algo había pasado entre aquellas dos mujeres… aunque tal vez se equivocaba… L: Joder – dijo Laura a su lado – no me lo puedo creer – continuó mirando a la pareja - ¿y esta que coño quiere ahora? E: ¿Quién es? – quiso saber L: Su ex, una arpía que no hizo otra cosa más que hacerle daño – contestó con seriedad E: Su… ¿su ex? – volvió a preguntar incrédula, si, sus sospechas se confirmaban y ahora… ahora no sabía que pensar… o que sentía… L: Si, Esther, su ex, ¿No sabías que Maca era…? E: Pues no, no lo sabía – contestó más seria… ¿porqué se sentía así? De pronto sintió como un fuego prendido en rabia subía por su cuerpo, atravesando su corazón como dagas causándole una falta de respiración no era capaz de controlar, en el momento en que vio como aquella mujer osaba atacar el cuello de su compañera de que baile… Y cuanto más miraba, sin poder apartar la vista de aquella pareja, sentía como esa sensación de ahogo y furia aumentaba como la espuma… creyendo no ser capaz de soportar aquella visión por mas tiempo, dejó su copa de manera violenta sobre la barra y sin decir una palabra dirigió sus pasos hacia la puerta con la intención clara de salir de allí… L: ¡Esther! – pudo escuchar como Laura la llamaba asombrada por su actitud… 30/Ago/2006 00:59 En medio de la pista una Maca bastante enojada separaba de un empujón a Miriam lo más lejos que pudo de su cuerpo M: Se puede saber que coño haces – preguntó más que enfadada Mi: Venga, Maca – dijo acercándose de nuevo a ella – si lo estás deseando… M: Eso es lo que tú quisieras… - dijo con rotundidad – ahora si no te importa tengo algo importante que hacer… - terminó de decir dejándola parada en la pista… Llegó a la barra con la firme intención de hablar con Esther, contarle de una vez lo que quería decirle desde hacía días, en ese instanteboca la incertidumbre no saberpasó si Esther o había instaló su cuerpo queriendoestaba? creer que no, que aun era por su propia por la que sede enteraría entre la gente visto hastasellegar a laenbarra, pero…y ¿Dónde No la veía, miraba a su alrededor y no la encontraba, hacía un minuto estaba allí, ¿Dónde se había metido? Miró a hacia la puerta y vio entrar a Laura con el semblante serio… M: Laura – dijo llegando hasta ella - ¿Y Esther? L: Se acaba de marchar… M: ¿Se ha ido? ¿Sin despedirse? – preguntó L: La verdad es que parecía bastante mosqueada… no sé que le ha pasado, te vio con Miriam y se puso como una fiera…
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No, no podía ser, no era cierto… ¿Esther se había enfadado porque la había visto con Miriam? Sonrió, tal vez aquel enfado solo era el fruto de los celos… si, quiso pensar, soñar con eso, tal vez eran ciertas sus sospechas… su sonrisa se ampliaba cada vez que lo pensaba, Esther estaba celosa… pero… y si… y si se había enfadado por no habérselo contado, peor, y si no lo aceptaba y por eso salió de allí… no, Esther no era así, ella no tenía esa clase de perjuicios… ¿o si? M: Laura… déjame tu coche – pidió sabiendo que tenía que hablar con ella L: ¿Mi coche? – dijo descolocada M: SI, Laura, tu coche… tengo que ir a verla… por favor… Cerró la puerta de su piso con un fuerte portazo, maldiciendo el día en que había decidido ir a aquella discoteca, maldiciendo a la tal Miriam que había estado tan cerca de Maca, maldiciendo a la pediatra por hacerla sentir lo que estaba sintiendo y maldiciéndose a sí misma por no poder controlar sus sentimientos… Vale, Maca era lesbiana… ¿y que? A ella no le gustaba, ella no sentía nada por ella, no… nada, absolutamente nada… entonces… ¿Por qué no podía apartar de su mente aquella imagen que se repetía una y otra vez? ¡Se suponía que tenía que odiarla! No sentir nada por ella… poco le importaba el echo de que fuera una mujer, para ser sincera ese era el menor de sus problemas… el problema era que Maca formaba parte de todo lo que odiaba… no podía… no… no podía ser… El sonido del timbre la sacó de sus pensamientos, extrañada por la hora que era, sin saber quien podía ser fue a abrir… E: ¡Maca! – exclamó con sorpresa y por que no, con algo de alegría al verla allí y no con ella… M: Hola… yo… he venido hablar contigo… ¿puedo pasar? – preguntó, Esther abrió la puerta del todo permitiéndole el paso y guiándola hasta el salón - te has ido así que quería saber si estabas bien… E: Pues ya me ves, perfectamente – contestó algo seca – así que ya puedes volver con la tía esa… Ahí estaba, ese tono, esa manera de decir las cosas, esa rabia, si, eran celos, ¡Claro que eran celo! Sonrió levemente antes de contestarle M: Esther, no es nadie – dijo tranquila – solo es parte del pasado… E: Ya, pues no lo parecía – afirmó cruzando los brazos M: ¿celosa? – preguntó sin saber como habían salido esa palabra de su boca E: Ja… más quisieras – contestó sin ni tan siquiera ella creérselo… M: ¿Entonces porqué te pones así? – Preguntó de nuevo - ¿Por qué te vas cabreada al verme con una chica? ¿Que pasa, es que te molesta? E: No digas tonterías… - dijo dándose la vuelta y dirigiéndose a la cocina necesitada de un poco de aire, tenerla allí frente a ella, haciéndole las mismas preguntas que ella misma se estaba haciendo la estaban dejando sin respiración… Mientras tanto, Maca, se quedó echando un vistazo por aquella habitación, un sofá, una mesita, la televisión en frente, una estantería llena de fotos… y no pudo aguantar su curiosidad y se acercó a ellas, mirando a una Esther vestida de comunión que hizo que su sonrisa volviera a aparecer, otra en la que aparecía junto a otra chica, su hermana, supuso, muy sonrientes… una tercera foto que no le gustó tanto, aparecía Esther junto a un chico, abrazados, sonrientes, felices… la tomó entre sus manos y se asustó al escuchar de nuevo su voz… E: ¿Puedes dejarla donde estaba por favor? – pidió mirándola desde el umbral de la puerta… ¿Cuánto tiempo llevaba allí? M: Claro – contestó mientras la dejaba en su sitio - ¿puedo preguntarte quien es? – preguntó ahora ella, sin poder ocultar sus celos… E: Mi novio – contestó 30/Ago/2006 18:18 Tras varias horas al volante por fin llegaba a Jerez, a su casa, la casa que la vio nacer, en la que se crió, la casa que tantas y tantas alegrías le había dado junto a su hermano, donde hicieron mil travesuras sacando de quicio a su madre… Hacía tiempo que no volvía, desde que le firmó aquel poder a Jero para que se encargara él de todo lo que tenía que ver con las bodegas, desde la muerte de sus padres en aquel accidente de avión… y ahora, después de tantos años huyendo de los recuerdos que aquella gran casona le traía, ahí estaba, frente a la puerta, sin saber que se encontraría una vez dentro… Todo estaba igual, todo seguía como la última vez, parecía que nada había cambiado, aún le llegaba el aroma del puro que su padre se fumaba en su despacho, por un momento pensó que su madre aparecería tras la puerta del salón para darle ese abrazo con el que la saludaba cada vez que llegaba, o esperaba escuchar las bromas que Jero siempre le gastaba cada vez que iba a verlos… pero no, nada de eso estaba ya en aquella casa, solo un silencio roto por el sonido de sus pasos… Repasó cada estancia, llenándose de recuerdos, de conversaciones, de risas y de llantos, y por fin llegó al despacho, el santuario sagrado de su padre y más tarde de su hermano, donde esperaba encontrar algo que con lo que poder, al menos, comenzar a investigar para sacar a su niña de la cárcel… Se sentó en la silla frente a la mesa, sonrió al recordar a su hermano sentado allí, imaginando donde guardaba las cosas, comenzó abriendo los cajones, y sacando cuanto papel había en ellos, notas, facturas, papeles que no aportaban nada… En eldesegundo cajón encontró su agenda, una agenda enelegante la que anotaba cada cosa que tenía que hacer al día, cuero marrón, digna agenda de Jerónimo Wilson, y seria,cada comocita, él quería que laimportante gente lo viera… Abrió la agenda por la última página escrita, queriendo saber qué era lo último que se había escrito en ella, cuales eran las últimas citas que constaban en esa agenda… “20 Abril 2006 Cita con Gutierrez a las cinco menos cuarto Visitar viñedos de la zona Sur 21 Abril 2006
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Pedir a Carlos el informe sobre las ventas del trimestre pasado en Madrid Confirmar asistencia congreso Llamar a Álvaro, pedir informe” Nada fuera de lo habitual, nada a lo que darle demasiada importancia, al menos de momento, tenía que encontrar algo más, así que decidiendo que más adelante se centraría en aquella agenda, la cerró y volvió a poner interés, pero ahora tenía que seguir buscando… Se levantó de la silla y se dio la vuelta quedando frente a un gran cuadro en el que se veía pintado a una pareja caminando junto al mar, sonrió, su hermano y sus americanadas, como ella le decía, había hecho colgar aquel cuadro para poder ocultar una caja fuerte… separó el cuadro y tras hacer algo de memoria por fin recordó la contraseña, una vez abierta sacó todos los documentos que allí habían y volvió a sentarse en la mesa… Abrió la primera carpeta, informes de ventas y cuentas, nada extraño, la siguiente carpeta eran documentos personales de la familia… la dejó también a un lado… Abrió la tercera carpeta y comenzó a leerla con algo más de interés que las demás… no sabía nada de aquello, su hermano nunca le comentó nada de acerca de lo que allí se leía… M: ¿Y esto? – dijo en voz alta extrañada por lo que acababa de leer… 30/Ago/2006 22:43 Cogió el teléfono aún con los papeles en las manos y tras marcar el número esperó a que descolgaran del otro lado de la línea… M: ¿Álvaro? Hola, soy Maca… veras tengo que hablar contigo ¿estás en Jerez? A: Hola Maca – dijo del otro lado – no, no estoy en Jerez, sigo en Madrid, ¿porqué? ¿Necesitas que te traiga algo de allí cuando vaya? M: No hace falta, gracias, ya estoy aquí A: ¿Aquí? ¿Dónde, en Jerez? – Preguntó extrañado - ¿Cómo es que estás en Jerez? M: He venido a buscar unas cosas… necesito encontrar algo que me ayude a sacar a Esther de la cárcel y pensé que podría encontrar algo por aquí… A: Maca – dijo en un suspiro – ya hemos hablado de esto… Esther es culpable… M: NO, no lo es, sé que no lo es, así que no vuelvas a repetirme eso, bastante tengo ya con los remordimientos que tengo para que me digas esas cosas – contestó algo enfadada. A: Maca… las pruebas… M: Que me dan igual las pruebas, Álvaro, sé que es inocente – le cortó – deja de decirme ya es culpable… A: Vale, vale – dijo sabiendo que no tenía nada que hacer – a ver dime… ¿En qué puedo ayudarte? M: Verás, estoy en mi casa, en Jerez y como ya te he dicho estaba buscando algo que me ayudara, y he encontrado un contrato de venta… ¿tu sabes si mi hermano pensaba vender las bodegas? A: ¿Vender? – Preguntó de nuevo – pues… no… no que yo… que yo sepa no, vamos a mi no me dijo nada… M: no sé, es que es muy raro, aquí solo falta la firma del comprador… no sé, es raro que mi hermano no me dijera nada de querer venderlas… A: Lo mismo al final no quiso cerrar el contrato y por eso no te dijo nada… - contestó – de todos modos… mira hacemos una cosa, si quieres voy a Jerez, esta misma tarde puedo estar allí y así lo miramos juntos y… bueno, te ayudo a buscar algo… M: No hace falta, no te preocupes, en un par de días vuelvo a Madrid, me llevaré todo lo que encuentre y ya allí pues… lo miramos… A: Bien, como quieras… oye y ¿Quién es el comprador? M: Un tal… Arturo Vega, es de aquí de Jerez, lo mismo me paso a verla a ver que me puede decir… A: Claro, claro – le contestó – es lo mejor que puedes hacer, así sales de dudas… M: Si, bueno te dejo… que aun me quedan muchas cosas por mirar… A: Vale pero oye, que no me has dicho si has encontrado algo – se interesó M: Pufff… es que la verdad, no lo sé, tu sabes que yo no entiendo mucho de esto y la verdad, todo me parece normal… no sé… A: Venga Maca no te preocupes, cuando vuelvas ya lo miramos juntos, la vamos a sacar de allí… - dijo convencido – si tu crees que de verdad es inocente la vamos a sacar de allí… M: Gracias, Álvaro… y no solo lo creo, lo sé – contestó antes de colgar el teléfono y continuar su búsqueda… 31/Ago/2006 14:00 Su novio… tenía novio… ¿Cómo era posible que tuviera novio? ¿Dónde estaba? ¿Por qué en el tiempo que se conocían nunca le había hablado de él? ¿Por qué nunca lo había visto? Novio… Dios, tenía novio… todas sus ilusiones y sus esperanzas rodaron por el suelo partiéndose en con mil pedazos… tenía novio… quedaba había venido ese ataque celos?repetía ¿Por qué enfadado tanto al verla Miriam? Daba igual, ahoraentonces…. mismo todo¿aeso igual y lo único que sudecabeza era se quehabía Esther tenía a alguien en su vida, un hombre, si, tenía novio y ella sentía como sus celos aumentaban cada vez que lo pensaba… M: Tienes… ¿tienes novio? – consiguió preguntar E: Es tarde, Maca, será mejor que te vayas – contestó seca, de nuevo con la coraza puesta, esa de la que se había olvidado por un momento al verla en su casa pero que ahora volvía a aparecer, congelando de nuevo un poquito más su corazón… M: No me puedo creer que… - no sabía que decir, no le salían las palabras adecuadas - ¿a que ha venido todo este numerito? E: ¿De que hablas?
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M: De ti… a que viene todo lo que estás haciendo – dijo de nuevo dejando salir todo lo que sentía sin importarle nada quedar al descubierto – a que viene que me busques, que me sonrías y que me mires como lo haces… ¿a que viene ponerte celosa si me ves con otra? ¡Tienes novio! A que estás jugando conmigo… E: Yo no… M: Me estás matando lo sabías – la cortó – por un momento creo que te gusto, al menos que te atraigo, me hablas de una manera, y me dices unas cosas que me hacen pensar que te gusto… y yo me ilusiono, me ilusiono porque me estoy enamorando de ti joder – dijo con lágrimas en los ojos reconociendo delante de ella lo que sentía – y al momento siguiente eres fría, pareces un témpano de hielo… no sé que pretendes… y más ahora que dices que tienes novio… Deja de jugar conmigo… - suplicó E: No sé que cosas te habrás imaginado – dijo intentando mantenerse serena sintiendo como sus palabras le dañaban, saberla vulnerable de esa forma ante ella y por ella, le estaba haciendo daño – pero estás muy equivocada – terminó de decir sin ninguna convicción… M: Dime que no te gusto – dijo de nuevo acercándose a ella – dime que no tiemblas cuando me tienes así de cerca – susurró a escasos centímetros de ella – dime que no sientes lo mismo que yo… dime… dime que no deseas besarme – susurró de nuevo a unos milímetros de sus labios, sintiendo su aliento sobre el suyo, notando como temblaba con su acercamiento – dime que no lo deseas… E: Maca… por favor – suplicó deseando acortar las distancias… - por favor no hagas esto… M: ¿Porqué? – Preguntó posando su mano en su cintura, dejando una caricia en ella y sonriendo al ver como el cuerpo de Esther reaccionaba a esa caricia - ¿por qué te da tanto miedo sentir esto? No ves como me tienes… E: Maca… - susurró ahogadamente M: Déjate llevar, Esther – volvió a decir dulcemente – haz lo que sienta tu corazón… olvídate del mundo… olvídate de tu novio… Y entonces fue, con esas últimas palabras con las que Esther recuperó la cordura que Maca había casi conseguido arrebatarle, y aunque deseaba más que nada besarla, amarla, su cabeza le recordó porqué estaba allí, para qué había ido a trabajar a aquel lugar, le recordó quien era Maca, y de nuevo sintió hielo en su corazón… E: Vete – dijo enfadada dándole un empujón para alejarla de ella – y no vuelvas a hacer esto nunca más… 31/Ago/2006 20:44 Sin decir una palabra, sin entender su actitud, bajando la cabeza sabiéndose derrotada en aquella batalla, Maca salió de su piso con la sensación amarga de haber estado a punto de conseguirlo y no haber podido besarla… aun habiendo sentido su temblor, sus ganas, su deseo… ¿por qué no quería reconocerlo? En el piso, Esther dejó caer las lágrimas que libres rodaban por su rostro, un sin fin de sentimientos contradictorios se agolpaban en su corazón, había deseado besarla tanto como Maca lo deseaba, sin embargo, sus palabras la hicieron volver a la realidad, a su realidad, a la realidad de una venganza que por primera vez en mucho tiempo se cuestionó el hecho de ser capaz de realizarla… con Maca de por medio, con esos sentimientos que intentaba apagar sin conseguirlo, se le hacía más difícil… Volteó la cabeza, vio aquella foto y de nuevo su rabia se instaló en el cuerpo… anduvo los escasos pasos que la separaban de ella y tras cogerla con manos temblorosas pasó su mano por el rostro de aquel joven que junto a ella sonreía feliz… y lloró, lloró de nuevo como lo venía haciendo desde que ocurrió todo, con la diferencia de que esta vez, también lloraba por la culpabilidad que le causaba el sentir aquello por Maca… Y bastó solo recordarlo todo, los momentos, los segundos, su historia… su boda… para volver a congelarse ella misma el alma, y para hacer ese hielo más fuerte volvió a buscar una vez más aquella carpeta que le recordaba lo que tenía que hacer… Entre lágrimas, en sudurmiéndose dolor, sintiendo unalos opresión enviendo el pecho, connimiedo a lo que sentía de nuevode porsualguien después de tantorecreándose tiempo, terminó sobre papeles, como en sueños Maca desaparecía mente… El sonido del timbre, como muchas otras veces la despertó, abrió los ojos y recordando la noche pasada, guardando los documentos y sintiéndose de nuevo fuerte ante su objetivo se levantó y abrió la puerta para encontrarse con su pepito grillo particular, su hermana… C: Buenos días – saludó dándole un beso – vaya cara que tienes… E: Ya… no he dormido bien – contestó medio dormida - ¿Cómo estás? C: Yo muy bien, como siempre… - dijo sonriente ajena a lo que había pasado allí – he traído donuts – sacó la bolsa – así que invítame a un café y cuéntame que tal en ese trabajo tuyo… E: Cruz, por favor, no empecemos – pidió C: No, no de verdad que esta vez, no quiero discutir contigo – contestó inocente – es solo… bueno que me tienes preocupada… E: Vale, pues deja de preocuparte… estoy bien… C: Si, claro y yo soy monja, no te fastidia – ironizó – ¿tú no te has visto esas ojeras verdad? E: He pasado mala noche, solo es eso – decía mientras preparaba dos tazas de café C: Yo solo digo que te estás equivocando… solo eso… E: ¿Quiere ya? – Dijo - ¿es–que no tienes otra cosa mejor que la lata? C: ¿Y tu no dejarlo te das cuenta de lomás queenfadada vas a hacer? preguntó de nuevo – mírame a la hacer cara yque dimevenir queadedarme verdad quieres continuar con esto… E: Voy a hundirles – dijo con rencor y mirándola a los ojos – te juro que voy a destruir a esa familia como lo hicieron conmigo… ahí tienes tu respuesta C: Bien, entonces tendré que intervenir – contestó levantándose de la silla – he intentado quitarte esa absurda idea de la cabeza pero no pienso permitir que sigas con esta locura…
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E: Te cuidado, Cruz – la paró agarrándole el brazo – eres mi hermana y te adoro, pero esto lo voy a hacer, pese a quien le pese y caiga quien caiga… 01/Sep/2006 13:29 Tras aquella amenaza, con una enfado bastante considerable con su hermana, sabiendo que ésta estaba dispuesta a destruir a la familia Wilson, decidió que tenía que hacer algo, por ella, pues con eso solo se hacía más daño a si misma, Esther tenía que olvidarse de su rencor, seguir hacia delante y no fijar su vida en una absurda venganza que lo único que le traerían serían problemas… Fue a su casa, tras pensárselo mucho, sabiendo que Esther se enfadaría con ella más de lo que ya lo pudiera estar decidió que tenía que hacerlo, así que tras recoger un poco la casa, buscar más opciones sin éxito, comió algo y se dirigió al hospital central… C: Buenos días – saludó a la recepcionista – podría hablar con Macarena Wilson por favor… T: ¿Es usted amiga suya? – preguntó curiosa C: Si… algo así – dudó – podría avisarla, por favor T: Un momento, no sé si podrá atenderla – dijo cogiéndo el teléfono – ahora viene – anunció una vez colgó – puede esperarla allí – señaló lo que supuso que sería la sala de espera… Cinco minutos más tarde, apareció Maca mirando a todos los allí presentes buscando una cara conocida… Cruz se levantó y se acercó hasta ella… C: Hola, ¿eres Maca? – Esta asintió – soy Cruz, la hermana de Esther… necesito hablar contigo un momento M: Claro – contestó desconcertada – acompáñame – dijo entrando en urgencias y dirigiéndose al gabinete… - tu dirás – dijo una vez allí C: Verás… sé que te parecerá extraño el que venga aquí a hablar contigo… voy a ir directamente al grano… - tomó aire y continuó hablando – sé que mi hermana y tu os habéis hecho amigas… y bueno… yo… quería pedirte que… que te alejaras de ella… - dijo al fin M: ¿Perdón? – preguntó sorprendida por lo que acababa de escuchar C: Si, bueno… no me pidas que te cuente nada, porque mi hermana me mataría, pero mi hermana lo está pasando muy mal y creo que estar cerca de ti le está haciendo más daño – dijo sin saber qué decirle sin tener que descubrir a su hermana… M: No te entiendo C: Ya, verás mi hermana no está bien… y cuando la veo después de que haya estado contigo… está… no sé, peor… M: Mira Cruz – dijo pausadamente – no sé que mal puedo estar haciéndole a tu hermana, pero te aseguro que esa no es mi intención… es más… yo… bueno yo quiero estar cerca de ella… no sé, estoy sintiendo cosas por ella… y esto que me dices me deja totalmente descolocada… C: ¿Qué estas… que estas sintiendo algo por mi hermana? – preguntó sorprendida, eso era lo último que se esperaba M: Si – bajó la cabeza – bueno yo… tu hermana me gusta… me gusta mucho… C: No, no, no, no – decía casi en susurros – esto no puede ser… Esther… ¿Dónde te estás metiendo? M: ¿decías algo? – preguntó al no poder oírla con claridad C: Si… digo no – corrigió – de verdad Maca, intenta alejarte un poco de ella… lo digo por las dos, estoy segura de que vais a sufrir… - Maca la miraba sin entender absolutamente nada – no… no te enamores de ella Maca – dijo yéndose hacia la puerta, desconcertada por lo que había escuchado allí, pues no esperaba una declaración como aquella… - sufriréis las dos… Maca más confusa que Cruz, quiso saber más sobre lo que le estaba diciendo la abogada, no entendía nada y necesitaba saber más, asídices que antes de que tiene Cruz novio? saliera –depreguntó allí, habló de nuevo… M: ¿Me esto porque haciendo que Cruz parara en seco sus pasos… 02/Sep/2006 18:36 C: ¿Qué sabes… que sabes de Pablo? – preguntó dándose lentamente la vuelta M: Pues que es el novio de Esther y ahora su nombre, gracias a ti – contestó – ¿es por eso por lo que no quieres que me acerque a tu hermana? ¿Por su novio? C: Si… bueno no… - suspiró – es una historia muy larga Maca… pero hazme caso… no te enamores de ella – dijo abriendo la puerta… M: Cruz, Cruz… espera – corrió a decir parándola – no puedes decirme eso e irte dejándome así… no entiendo nada… por favor… dime que pasa… ¿a que viene esto? C: Yo… no puedo decirte nada… - contestó M: Cruz… por favor – suplicó - ¿Qué es lo que pasa? C: Está bien – contestó sabiendo que no podía pedirle que se alejara de ella sin ningún tipo de explicación… - sentémonos… - dijo acercándose al sofá de la sala… Entró en aquella cafetería en la que había sido citada sin saber que ni a quien se encontraría allí, había pasado toda la tarde anterior y gran parte de la mañana sopesando la posibilidad de no acudir a aquella cita, pero si alguien se había tomado la molestia de introducir aquel papel en su abrigo y citarla de modo secreto en aquella cafetería era porque tal vez, supiera algo que, quiso creer, ayudaría a su hermana… Hizo un barrido por toda la estancia, mirando a todas las personas que allí se encontraban, pero sin saber a quien buscaba, intentando hacerse ver, por si alguien la reconocía y se levantaba para acercarse a ella, pero nada, nadie hacía el más mínimo
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movimiento… miró su reloj, eran las cinco en punto, volvió a mirar el papel para cerciorarse de que aquella era la hora indicada, volvió a mirar por toda la sala y decidió sentarse en una de las mesas a esperar… Ca: Buenas tardes… ¿Qué le sirvo? – preguntó el camarero con una libreta en la mano C: Café con leche, por favor – pidió amablemente intentando no parecer nerviosa El camarero se fue a realizar su cometido y ella volvió a mirar hacia ninguna parte, miró el reloj de nuevo, las cinco y diez, frotó sus manos intentando tranquilizarse y giró su cabeza hacia la puerta… El camarero le llevó su café humeante y de nuevo regresó tras la barra, Cruz le dio el primer sorbo y escuchó una voz a su lado… - ¿Eres tu quien preguntó por Sergio Pérez en el Ritz? – dijo una chica a su lado C: Si – dijo dubitativa - ¿eres tu quien me ha citado aquí? La chica se sentó frente a ella, visiblemente nerviosa y con el semblante serio, Cruz la miró esperando una respuesta y esta no se hizo esperar… - Me llamo Aurora, y si, soy yo quien la te ha citado aquí… lo siento pero no podía hablar contigo en el hotel… ¿Para qué buscas a Sergio? – preguntó directa al grano C: Bueno… no creo que deba hablar de eso contigo… perdóname pero no sé quien eres, ni si puedo confiar en ti… A: Lógico – dijo con una medio sonrisa – yo tampoco sé en quien puedo confiar y en quien no… pero creo que ambas queremos lo mismo en este momento… C: ¿A que te refieres? – quiso saber A: A que yo también estoy buscando a Sergio… - hizo una pausa esperando a que Cruz dijera algo, al ver que esta se mantenía en silencio comprendió que era su turno para hablar y decirle el por qué de esa reunión – Sergio es mi novio, llevo sin saber de él desde el juicio… - dijo al fin – no sé donde está, nadie sabe nada de él y la verdad, estoy muy preocupada… C: ¿Preocupada? - se interesó A: Si… verás… fue él quien descubrió el cuerpo – comenzó a relatar – y si, fue él quien vio a su hermana salir de hotel, pero también sé que vio algo más… no sé que vio, pero algo tubo que ver… C: Continua – dijo impaciente – por favor… A: Sergio siempre fue una persona tranquila, pero desde que vio aquello estaba nervioso, tenía miedo de algo… no sé… creo que le estaban amenazando… para… para que testificara en el juicio contra tu hermana… C: ¿Estás segura de eso? – preguntó sorprendida A: Si… claro que lo estoy… vivíamos juntos, le conozco bien y su comportamiento cambió dos días después de aquello, empezó a recibir llamadas que le dejaban mal, yo le preguntaba pero él siempre me dijo que no pasaba nada, pero yo no le creí… sé que alguien le estaba extorsionando o amenazando o algo… - Cruz la escuchaba estupefacta – después del juicio estaba mucho más nervioso, creo que cuando salió la sentencia tenía la intención de decir toda la verdad… todo lo que vio, pero entonces, desapareció… no sé donde esta… y cuando ayer te vi en el hotel pensé que tu podías saber algo de él… - terminó de decir dejando a Cruz sin saber como reaccionar ante lo que acababa de escuchar… 04/Sep/2006 20:53 No podía estar enfadada con ella, no podía estar sin hablarse con ella y sabía que su reacción aquella noche, cuando Maca se le declaró, había hecho que la pediatra se enfadase, o al menos se sintiera dolida con ella, y no… por alguna razón no podía dejar que se sintiera así… además de esto, necesitaba estar cerca suyo, necesitaba de su compañía, de su amistad, de su risa… y aunque intentaba convencerse de que solo lo necesitaba con el fin de ganarse su confianza para poder continuar con su objetivo, en el fondo sabía quedenocomenzar era solo por eso, que realmente no era por eso… todocon esto había decidido presentarse en el hospital aquella tarde, antes su turno, esperando encontrársela y podery por hablar ella… Mientras, en el gabinete, Cruz y Maca se sentaban en el sofá, la abogada no sabía por donde comenzar a hablar, no sabía que decirle, como explicarle lo que pasaba, no… no podía explicárselo, sabiendo que merecía saberlo, que si no lo hacía sufrirían ambas… por su parte Maca esperaba expectante a que su acompañante comenzara a hablar, no sabía que por que le había dicho todo aquello instantes antes pero necesitaba salir de la ignorancia… C: Verás… Pablo – comenzó por fin – Pablo no es el novio de Esther… Era su novio… M: ¿Cómo era? Esther me dijo que... – dijo descolocada C: Si, bueno… supongo que es lo que te diría mi hermana – contestó – pero no es así… lo que pasa es que Pablo… E: Maca – dijo abriendo la puerta, cortando la conversación, indicada por Teresa sabía que estaba allí, acompañada de alguien que no sabía quien era, pero que averiguó en ese instante – necesito ha… ¿Cruz? – se sorprendió de verla allí - ¿Qué haces… que haces aquí? – Preguntó medio sospechando su estancia allí, después de lo del desayuno… C: Esther… ehh… ¿tu no entrabas de noche? – preguntó sin saber que decir E: Pues si, entraba de noche – dijo enfadada – ¿puedo saber que haces aquí? C: He venido a…. a… E: Ya… bueno, luego –endijoese seria – Maca, ¿puedo hablar un momento contigo? – dijo volviéndose a la pediatra que no sabía muy bien hablaremos como comportarse momento… M: No puedo – dijo algo seca, como bien creía Esther estaba dolida con ella – tengo muchas cosas que hacer – terminó de decir levantándose E. Maca, por favor – casi suplicó ante la atónita mirada de su hermana que vio en Esther un brillo que no tenía en sus ojos desde hacía tiempo, cosa que la sorprendió sobremanera – necesito que hablemos… si quieres… si quieres podemos ir a comer juntas… M: Ya tengo planes – contestó – he quedado con Miriam – continuó esperando su reacción…
Soy culpable de quererte. Parte II (werty_1983)
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Parte II 04/Sep/2006 23:39 E: Con Miriam – dijo seca, Maca asintió – vaya… no pierdes el tiempo ¿no? – siguió visiblemente molesta M: No me gusta perder el tiempo – siguió picando, quería ver hasta donde podía llegar Esther… - y ahora si me disculpáis, tengo trabajo que hacer – dijo antes de salir de la habitación. Esther se quedó parada, enfadada, ¿Cómo podía Maca haber quedado con esa… esa… Miriam? ¿No decía que estaba enamorada de ella? ¿a qué jugaba? Miraba a la puerta con rabia, enfadada por lo que Maca acababa de decirle, ella había ido a disculparse y Maca no le daba la oportunidad de hacerlo, aunque realmente no era eso lo que más le molestaba, sino el hecho de que Maca tuviera una cita y no fuera con ella… si… estaba celosa, cada fibra de su cuerpo le gritaba que estaba celosa, incluso se había o.lvidado de que su hermana estaba allí… C: ¿Qué ha sido eso? – preguntó sacando a su hermana de sus pensamientos, recordándole que aun seguía en esa sala… E: ¿Se puede saber que coño le has dicho? ¿Para que has venido? – dijo derramando toda su frustración y su enfado hacia ella C: Ya te lo dije, Esther… no voy a permitir que… E: Tu no vas a volver a hacer nada – advirtió – es más, es que no vas a volver a acercarte a mi, ni ella, ¿entiendes? C: ¿Quieres dejarlo ya? – Dijo empezando a perder la calma – no puedes hacer esto… fue un puto accidente de coche – gritó E: Sabes que no fue así – también gritó – sabes que fue algo más y no vuelvas a decir eso… C: Si sigues insistiendo en esto, olvídate de que tienes una hermana… E: Pues entonces será mejor que nos olvidemos las dos – contestó seria C: Como quieras – dijo – pero luego no vengas llorando o pidiéndome ayuda – sabía que estaba siendo dura, pero ya era hora de que le hablara así… E: Tranquila… no pensaba hacerlo – dijo dando un sonoro portazo saliendo del gabinete y dejando a Cruz que sentándose en el sofá y pasando sus manos por su cara visiblemente afectada por esa discusión… 05/Sep/2006 01:29 Durante todo un buen rato de la tarde intentó hablar con Maca quien la esquivaba como buenamente podía, auque estaba deseando aceptar su invitación, aunque deseaba hablar con ella, escuchar lo que tenía que decirle… estaba enfadada, dolida… Esther le había rechazado, echándola de su casa, le había mentido queriendo hacerla creer que tenía novio… ¿por qué? ¿Por qué la engañaba de esa forma? Y quería castigarla un poquito, hacerla que bebiera de su propia medicina, si la cosa iba de celos, ella podía provocarlos igual o más que Esther… ¿orgullosa? Tal vez, pero no era por orgullo por lo que lo hacía, quería ver si realmente lo que ella pensaba era cierto, quería ver su reacción, quería ver en sus ojos lo que Esther sentía, solo así, podría intentar andar sobre el fuego… La conversación que había tenido con Cruz, también había favorecido esa actitud en la pediatra, en un mínimo porcentaje pero así había sido… no entendía a que venía lo que le había dicho la abogada, no acertaba a adivinar porque Cruz le había pedido de esa forma que se alejara de Esther y sabía que no podría hacerlo… para bien o para mal, se había enamorado de ella y de eso… ya no había vuelta atrás… Por su parte, Esther en cada negativa, palabra fría que recibía de Maca al intentar acercarse ella, no hacía más sino incrementar su enfado… así que decidió esperarla a que terminara el turno, justo antes de entrar ella de guardia y acorralarla si fuera necesario para que hablara con ella… aunque tal y como estaba su humor a esas horas, no sabía si hablarían… Cuando terminó el turno Maca se dirigió a su moto con la clara intención de irse a casa, relajarse un poco e intentar olvidar esa fatídica tarde que había tenido… al llegar a la moto, vio que alguien estaba sentada en ella, cuanto más se acercaba más adivinaba de quien se trataba y su sonrisa aparecía sola… E: ¿Te vas ya? – preguntó cuando vio como se acercaba la pediatra… M: Si… llego tarde – dijo siguiendo con lo que había comenzado aquella tarde… E: Ahhh, claro… que tu amiguita – dijo con rintintín – te debe estar esperando M: ¿Vuelves a estar celos Esther? – dijo con una sonrisa de satisfacción… E: Si… claro… no sabes lo celosísima que estoy – ironizó sin saber si había sonado convincente… M: Ya… no eres muy buena actriz ¿lo sabías? – dijo acercándose a ella E: ¿Se puede saber que coño pretendes? – preguntó bajándose de la moto y alejándose de ella, sabiendo que si no lo hacía tal vez no pudiera controlarse… - me dices que estás enamorada de mi y ahora vas a ir a tirarte a esa… esa… - terminó de decir dejando totalmente al descubierto sus celos… M: No soy yo la que se inventa novios para dar celos – dijo sin saber E: ¿Que? – preguntó sin esperarse esa respuesta M: Lo que que no sientes porpara mi pero si que te de lasti,arreglas para intentar para… darme celos… eso significa algo, Esther, no oyes… puedes dices negármelo… utilizas nada a tu ex que me aleje para provocarme… No pudo seguir hablando, en ese instante sintió como una mano le cruzaba la cara, como Esther le propinaba un guantazo que la dejó descolocada, sorprendida y terriblemente enfadada, sin contestarle, sin ni siquiera mirarla a la cara arrancó la moto y apretó el acelerador… Sin saber lo que había echo y totalmente arrepentida, Esther intentó pararla, intentó disculparse, no sabía porqué lo había dicho… bueno, si, si que lo sabía, Maca la había sacado de sus casilla, había tocado un tema que no debía haber tocado… mucho menos
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ella, pero sabía que se había pasado… mucho… por eso intentó pararla, gritó todo lo que pudo intentando que la escuchara, que aminorara, que frenara y la dejara disculparse… pero era tarde… E: ¡Maca! – gritó con pavor al ver a un coche que se acercaba hacia su moto a gran velocidad… 06/Sep/2006 13:14 Todo pasó muy rápido, en apenas unos segundos, sin embargo, para Esther ese momento se hizo eterno, a cámara lenta vio como aquel coche cada vez se acercaba más a la motorista, en el último momento, observó con un suspiro como Maca esquivaba aquel coche y se iba al suelo, su corazón se paró al verla tirada, no se movía, había esquivado al coche pero ahora yacía sobre el suelo inmóvil… Corrió hacia ella con lágrimas en los ojos, aquella visión de Maca le dejó claro lo que llevaba intentando negándose desde que la conoció, ese susto le hizo saber que Maca era realmente importante para ella, que no podía negarlo más, se olvidó de todo al verla sobre el asfalto, su venganza ya no existía en su mente, lo único que podía pensar era en llegar a su lado y comprobar que estaba bien… E. Maca – decía llegando hasta ella – Maca mi amor – salió de sus labios sin importarle nada – mi niña… ¿estás bien? Aturdida por el golpe y visiblemente sorprendida por sus palabras e igualmente feliz por ellas, Maca se incorporó sin dejar de mirarla a los ojos… M: Estoy bien – contestó con la voz entrecortada por el susto y sus palabras – no te preocupes estoy bien E: Dios que susto me has dado – suspiró – creí que te arrollaría… que… - dejó de hablar, sentía un nudo en su garganta – lo siento… - continuó en un susurro – siento mucho lo que ha pasado antes… M: No te preocupes – contestó olvidándose de lo ocurrido, al verla tan preocupada, al notar su abrazo, al escuchar sus palabras y sentir su temblor se olvidó de todo – estoy bien – se incorporó emitiendo un quejido de dolor y se llevó la mano izquierda al brazo derecho E: Que pasa… que pasa estás bien – volvió a decir preocupada M: Si, si es… ha sido solo el golpe – tranquilizó con una sonrisa E: Me has dado un buen susto – respondió a su sonrisa M: Bueno… al menos ha servido para que me hagas un poquito de caso ¿no? – bromeó Esther se ruborizó, bajó la cabeza, Maca posó sus manos en su barbilla, obligándola a mirarla, posó sus ojos en los suyos mirándola con profundidad, se perdieron en el universo de sus miradas… y no había nada ni nadie más allí, no existía más que ellas dos, era imposible ocultar sus deseos, sus sentimientos… E: Vamos… vamos al hospital – dijo sin dejar de mirarla – quiero que te mires ese brazo – continuó con dulzura M: Claro… vamos – contestó con una enorme sonrisa al saber por fin que era lo que sentía Esther… 06/Sep/2006 23:54 De nuevo al volante de su coche, se dirigía algo nerviosa a su cita, sin saber qué se encontraría o qué le diría aquel hombre, le había llamado hacía escasos treinta minutos para concertar una cita en ese mismo momento, no podía perder más tiempo, necesitaba saber cuando había comenzado su hermano a tener negocios con aquel hombre, cuando había decidido vender las bodegas y porqué esa venta no se llegó a hacer realidad… Por fin llegó a su destino, una casa en una de las zonas residenciales de Jerez, bastante lujosa parecía por fuera y pudo comprobar más tarde que el mismo lujo se dentro… Una señora le abrió la puerta conhallaba amabilidad y tras anunciar su presencia a su jefe le indicó que pasara al despacho… A: Señorita Wilson – dijo aquel hombre levantándose de su asiento y extendiéndole su mano – un placer conocerla M: Lo mismo digo, señor Vega – contestó estrechando su mano Se sentaron y quedaron en silencio por un instante, como estudiándose, sin saber si podían fiarse o no de la persona que tenía delante… Maca no aguantó más y fue directa al grano… M: El motivo de mi visita es acabo de encontrar unos documentos de mi hermano – dijo mientras abría la carpeta que portaba en sus manos – y entre estos documentos había un contrato de venta de las bodegas Wilson en el que aparecía su nombre… A: Si, bueno, su hermano y yo llegamos a un acuerdo – contestó pausadamente – yo siempre quise comprar sus bodegas, no es ningún secreto y su hermano me las ofreció poco antes de su muerte – dijo con cautela – según creo llevaba mucho tiempo con la idea de venderlas… M: Nunca me dijo nada – dijo extrañada – quiero decir… sé que ya estaba arto de todo esto… yo misma le dije en varias ocasiones que las vendiera que por mi no habría problema, pero él siempre me decía que no era el mejor momento para vender… A: Pues parece que al final se decidió…- contestó – y yo pues no lo dudé, la oferta era buena y como le he dicho llevaba tiempo queriendo comprarlas… M: Bueno, Ya, perononosé... entiendo cosa…ayudarle, según tengo no sabía nada acerca de esta venta… A: en esouna no puedo peroentendido, le diré quenuestro si huboabogado asesoramiento legal… M: Entonces la venta si que la llevó un abogado… ¿sabe de quien se trata? A: No, por mi parte si, claro, mi abogado de toda la vida, pero por la parte de su hermano no sé quien fue… M: Bueno pero supongo que su abogado sí sabrá de quien se trata… digo, tendrían que haberse puesto de acuerdo… digo yo… contestó
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A: Lo cierto es que no demasiado… - dijo ante la expectante mirada de Maca - verá nosotros quisimos que la venta fuera algo entre nosotros, ya sabe sin involucrar a mucha gente, obviamente contamos el asesoramiento de nuestros abogados, pero ya le digo que solo fue eso, un simple asesoramiento, el de su hermano redactó un contrato y el mío lo revisó… lo demás fue cosa nuestra… M: Entiendo… - dijo cada vez más extrañada – sin embargo, en este contrato – le extendió la hoja – aparece la firma de mi hermano como vendedor pero no aparece su firma… A: Así es… como verá la venta no llegó a realizarse… y la verdad… no sé porque su hermano guardó esa copia, yo le dejé bien claro que no tenía intenciones de comprarlas… M: Pero… - volvió a decir sin entender ahora mucho menos que antes – no entiendo… hace un segundo acaba de decirme que llevaba mucho tiempo detrás de las bodegas… ¿porqué no las compró? A: Verá… no me gusta comprar algo que me puede traer problemas… M: Disculpe – dijo haciendo un gesto de desconcierto total – pero ¿podría ser un poco más claro? A: Justo un día antes de la cita que habíamos concertado para cerrar el trato, vino una chica a verme, me trajo unos documentos en los que se reflejaban ciertas… “irregularidades” en las bodegas Wilson… - terminó de decir 07/Sep/2006 20:35 Entraron en el hospital de nuevo, a Esther se le notaba a kilómetros la preocupación y el susto que había sentido en apenas unos segundos, agarraba con dulzura la cadera de la pediatra quien sonreía ante aquel hecho, ni siquiera se acordaba del dolor en el brazo… E: Teresa, ¿Puedes decirle a Laura que vaya a la sala de curas? Maca acaba de darse un tortazo con la moto – dijo antes de que la pediatra pudiere abrir la boca T: ¿Pero que ha pasado estas bien? – se preocupó M: Si no te preocupes… estoy mejor que nunca – contestó mirando a la enfermera Se adentraron en urgencias y fueron a la sala de curas, una vez allí, tras cerrar la puerta Maca fue empujada por Esther hacia la camilla donde la hizo sentarse con un leve movimiento, quedaron en silencio, una en frente de la otra, no se atrevían a decir nada por miedo a perder esa magia que se había creado entre ellas… E: ¿Seguro que estás bien? – preguntó con dulzura apartando un mechón de pelo de su cara M: Seguro – dijo en un susurro, con una amplia sonrisa pintada en su boca Volvieron el silencio a instalarse entre ellas, un silencio cómodo, cómplice, en el que se decían más cosas de las que eran capaces de articular con palabras, sus ojos buscaban la mirada de la otra… L: Ya estoy aquí – dijo Laura entrando en la sala – Teresa me ha dicho que has tenido una caída con la moto ¿estas bien? M: Si, si ha sido mas el susto que otra cosa, pero estoy bien – dijo quitándole importancia E: Se ha quejado de un dolor en el brazo – contradijo L: Vale pues vamos a mirártelo… Mientras Laura miraba a su compañera esta no apartaba su vista de Esther quien intentaba no mirarla demasiado por miedo a perder el poco control que le quedaba sobre su cuerpo… L: Bueno pues parece que no tienes nada – dijo una vez terminó la revisión – no creo que haga falta hacer placas, seguramente te duele a causa del golpe, ponte hielo cuando llegues a casa para la hinchazón que seguramente tendrás… M: ¿Ves? – Preguntó mirando a la enfermera – te dije que no era nada E: Bueno pero yo me quedo más tranquila – contestó Laura, presintiendo que algo pasaba pero sin tener la más mínima idea de lo que era se disculpó con ellas diciendo que tenía que atender a un paciente y las dejó aallísolas… E: Siento… siento la bofetada – dijo bajando la cabeza – yo… M: Eyy… - obligó a mirarla – ya te dije que no pasaba nada ¿vale? E: Es que me… me sacaste de mis casillas… - volvió a disculparse… M: Ya lo sé – contestó dejando una caricia en su mejilla – yo tampoco tenía que haberte dicho todas esas cosas… Esther levantó la cabeza para volver a mirarla, eran tan atrayentes sus ojos… sus labios… Maca seguía acariciando la mejilla de la enfermera con suma delicadeza, movía su pulgar sobre su rostro, sin atreverse a moverse por miedo a que desapareciera, pasó su dedo por los labios de Esther quien una vez sintió que la caricia terminaba se mordió el labio inferior sin dejar de mirarla… La mano de Maca pasó de su rostro a su nuca, haciendo una dulce presión para cercarla hasta ella, cuando ya la tenía a escasos milímetros, cuando sentía su aliento sobre sus labios, bajó la mirada de sus ojos a su boca, de su boca a sus ojos, esperando una reacción por parte de la enfermera quien se desesperaba en silencio porque aquel contacto no llegaba… M: sé que me dijiste que no hiciera esto – susurró – pero voy a besarte Esther… Y con ese último susurro selló sus labios con un beso cargado de pasión y dulzura al mismo tiempo, regodeándose con sus labios, jugando tímidamente con su lengua para no asustarla… un leve gemido salió de su boca cuando Esther profundizó el beso, participando en él con la misma pasión que lo hacía la pediatra… 08/Sep/2006 00:58 Conforme la besaba sintió un escalofrío recorriéndole de los pies a la cabeza, un sentimiento que tan bien conocía pero que hacía demasiado tiempo que no sentía, un cosquilleo en el estómago que le gritaban una vez más lo que ya sabía, hiciera lo que hiciera, pensara lo que pensara, aquella pediatra se estaba colando irremediablemente en su corazón…
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Sintiendo la calidez de los labios de Maca, sintiendo la maravillosa presión que ejercía la pediatra contra su nuca con la firme intención de alargar aquel momento, creyó caer al suelo sin poder evitarlo, rendida a sus besos, a esos labios que succionaban los suyos, a esa lengua que jugaba gustosa con la suya y que tan bien recibida era en su boca… Y quiso olvidarse del mundo, de todo alrededor y lo consiguió, por un instante lo consiguió, por un segundo lo consiguió, se olvidó de todo, de todos, de por que estaba allí, de para qué estaba allí… pero entonces, como un fantasma, como si de una revelación se tratara, la imagen de Pablo pasó por su mente impidiéndole continuar disfrutando de ese beso, una lágrima cayó por su mejilla en el momento que vio su sonrisa… y entonces, solo entonces, se dio cuenta de lo que estaba haciendo… E: Yo… ten… tengo que ir a trabajar – consiguió decir separándose de ella M: Vale… - dijo con una sonrisa ajena a sus pensamientos - ¿quieres… no sé… quieres que mañana nos veamos y… y hablemos? – preguntó con cautela pero radiante de felicidad… E: No… no creo que pueda Maca – contestó sin saber que decir – acabaré rendida… y… me iré a la cama directamente… M: ya bueno, cariño – Esther esbozó una leve sonrisa ante aquel término que salió de la boca de Maca sin darse cuenta – pero no te estoy diciendo que nos veamos nada mas acabar el turno… mas bien me refería a por la tarde – sonrió ampliamente E: Yo… Maca… es que… esto… - no le salían las palabras – quiero decir… tu y yo no… - tomó aire, suspiró – me tengo que ir – dijo sin ser capaz de decir otra cosa – mañana… mañana ya veremos – terminó de decir antes de salir de la sala… Maca intentó seguirla, tenía que hablar con ella, no podía dejar las cosas así, Esther había respondido al beso, no solo eso sino que sabía que había sentido aquel beso como ella lo había sentido, sin embargo, de pronto… en un segundo se había vuelto a poner aquella coraza dentro de su corazón… ¿por que? ¿Por qué era una mujer? Si, claro… era eso, Esther tenía miedo… seguramente estaría echa un lío, confusa y tal vez muy asustada… Nada más lejos de la realidad, Esther estaba terriblemente confusa, horrorosamente asustada y fuertemente liada, pero por razones diferentes a las que Maca se daba a así misma, a Esther no le importaba que fuera una mujer, eso ya lo tenía superado, bien era cierto que cuando comenzó a sentir algo por Maca si que le había dado algo de importancia, pero realmente, eso había pasado a un segundo plano, ya no le importaba, lo único que le importaba en ese instante era el echo de que se estaba enamorando de ella, de una Wilson, de alguien de la familia que se prometió odiar, que odiaba… y se maldecía a así misma porque no podía, no podía odiar a Maca… hacía tanto tiempo que no sentía ese cosquilleo, ese nerviosismo, esa ilusión por tan solo ver a alguien… desde lo que le pasó a Pablo no se había vuelto a enamorar, y tenía que venir precisamente Macarena Wilson para que eso ocurriera… Encerrada en la sala de enfermeras, entre el hueco de las taquillas y la pared, con las piernas sujetas por sus brazos, aferrándolas hacia ella, lloraba desconsolada diciéndose una y otra vez que eso no podía ser, ¿Cómo había podido ocurrir? Tenía que haberlo evitado y sin embargo no había podido hacer nada por acallar esos sentimientos y ahora, después de aquel beso que había hecho que su corazón, negado para el amor desde hacía un año, cuatro meses y escasos días, volviera a creer que era posible encontrar a esa alma gemela que un día perdió… Con manos temblorosas cogió su móvil y buscó en su agenda el número de esa persona que siempre había estado a su lado… era tarde, lo sabía, como también sabía que necesitaba hablar con ella… E. por favor – imploró en un susurro – por favor cógelo… 08/Sep/2006 16:24 - Diga – escuchó como decía una voz medio adormilada E: Cruz… estabas… estabas dormida – preguntó entre sollozos C: ¿Esther? – se extrañó de su llamada después de aquella pelea E: necesito… necesito contigo… C: Cruz… Pensé que no querías volverhablar a saber nada de mi – contestó E: Por favor… por favor… olvida lo que te dije… por favor… C: Esther cariño ¿estas bien? – preguntó preocupada al escuchar su voz entrecortada E: no… no, no estoy bien… estoy mal, Cruz… muy mal… C: Está bien… está bien, cariño, tranquilízate – intentó calmarla – voy a verte ¿Dónde estas? E: Estoy en el hospital… tengo guardia esta noche… no creo que podamos hablar mucho… C: Poder… bueno vale, mira tienes que tranquilizarte, no se que ha pasado pero tienes que tranquilizarte ¿vale? Tienes que trabajar… mañana a primera hora voy a recogerte y hablamos ¿vale pequeña? E: Cruz… esto no puede ser… no me puede estar pasando… - decía llorando C: Esther por favor no me asustes – dijo muy preocupada La puerta del cuarto de enfermeras se abrió dejando paso a una enfermera buscando a Esther quien tenía que atender un tráfico… E: Tengo… tengo que dejarte, me necesitan en urgencias – informó a su hermana C: Vale, escucha, intenta calmarte y distraerte esta noche, mañana a primera hora nos vemos… E: Gracias, Cruz… y perdóname por todo… Tras colgarmantener el teléfonolavolvió urgenciaspara y como su hermane la había pedido intentó tranquilizarse enfrascándose en su trabajo, intentando menteaocupada no torturarse más… Por su parte Maca, en su casa, no podía dormir, por más que lo intentaba no dejaba de pensar en ese beso, en sus labios, pensando como hacer para que Esther dejara a un lado sus miedos, tenía que hacerla entender que lo que sentía no era nada malo… El turno de Esther terminó por fin, después de una larga noche de lucha entre su cabeza y su corazón, por más que lo intentó no dejó de pensar en lo que sentía…
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En el muelle, movía las manos nerviosamente esperando ver el coche de su hermana, pidiendo al cielo que llegara antes de que entrara Maca, pues esta tenía turno de mañana… Por fin vio aparecer el coche al mismo tiempo que se acercaba la moto de la pediatra, quien aparcando a su lado se quitó el casco e intentó acercarse a ella M: Esther – dijo llamando su atención – te apetece que… E. No puedo Maca – la cortó – me tengo que ir – dijo acelerando el paso para llegar hasta donde Cruz aparcaba en esos momentos… M: ¡Esther! – casi gritó intentando detenerla y viendo como se metía dentro de aquel coche y se alejaba de ella, suspiró con algo de derrota, bajó la cabeza, se dio la vuelta y entró en el hospital consciente de que tenía que comenzar con su jornada de trabajo… Por otro lado, en el coche de Cruz, Esther había vuelto a dejar salir sus lágrimas, ante la expectante mirada de su hermana que no tenía ni idea de lo que le pasaba… decidió llevar a su hermana a su piso, sabiendo que no le apetecería meterse en alguna cafetería llena de gente… una vez dentro, dejó sus cosas junto a las de Esther y preparó un par de cafés que dejó al frente de cada una… C: ¿Qué es lo que pasa? – preguntó al fin E: Creo… creo que me he enamorado, Cruz… C: Pero Esther… eso es genial – dijo alegrándose por su hermana – ya era hora de que dejaras que alguien entrara en tu corazoncito… E: NO, no es genial… es una mierda… todo esto es una mierda… yo no puedo enamorarme de ella… no puedo… C: Espera… ¿ella? – se sorprendió – ¿es una mujer? NO será… E: Si, si joder… es una mujer… una mujer… pero eso me da igual… lo único que me importa es quien es… C: Maca – afirmó al escuchar sus palabras… E: Si… - lloró – si es Maca y… y no puedo… esto no me puede estar pasando… C: Esther… Esther cariño… tu no puedes mandar sobre tus sentimientos… E: Ya lo sé… pero no puedo estar con ella… C: ¿Por qué? Si dices que estas enamorada de ella por qué no puede estar con ella… - preguntó aun sabiendo la respuesta – tienes que dejar el pasado atrás… tienes que buscar tu felicidad y puede que ella sea la llave para conseguirla… E: No puedo – dijo algo alterada – si fuera otra persona ni me lo pensaría, pero no… joder es una Wilson, Cruz… una Wilson… C: Joder Esther – comenzó a enfadarse – tienes que dejar eso de una vez… sabes que no tienen la culpa… E: Si, si que la tienen… lo mataron – gritó con lágrimas – lo mataron tres días antes de mi boda… me arruinaron la vida Cruz… C: Fue un accidente, Esther, por favor… E: NO fue un accidente… lo sabes… le cortaron los frenos… joder… C: Esther – la cogió para calmarla – no hay nada que pueda demostrar que fuera él… fue un error mecánico… cariño, por favor… tienes que olvidarte de eso… tienes que ser feliz… E: Cruz… estoy enamorada de Macarena Wilson – lloró – la quiero… y siento que estoy traicionando a Pablo… C: A ver… Pablo querría verte feliz… estoy segura de que no estaría de acuerdo con lo que quieres hacer… por favor… olvídate de eso… si la quieres ve a buscarla y dile lo que sientes… deja de una vez de buscar venganza… E: Es que… C: ¿Quieres perderla? - la cortó – ¿eso es lo que quieres? ¿Quieres dejar pasar la oportunidad de ser feliz? E: No… si… no lo sé… es que no puedo… C: Esther… si sigues así jamás podrás seguir adelante… si la quieres… si de verdad estas enamorada de ella tienes que olvidarte de todo… tienes vivirlo… ¿estás segura de lo que sientes? – preguntó E: Si… claro que que lo estoy, pero… C: Pero nada… - volvió a cortar – pero nada Esther… estoy segura de que Pablo estaría feliz de verte bien, de verte reír… E: Pero es que ella es… - calló sin poder continuar hablando C: Da igual lo que sea, da igual quien sea… o único que importa es que estás enamorada de ella y que ella lo está de ti… ¿vas a dejar escapar tu felicidad por algo de lo que ella no tuvo culpa? 09/Sep/2006 00:12 - Esther – dijo una mujer al otro lado de las rejas – vamos tienes visita P: Joder – protestó – ¿ahora? Con lo interesante que está esto… pues ya podían venir a verte en otro momento… E: Jajjaa – rió con ganas por primera vez desde que entró allí – veo que te está gustando… P: Como para no hacerlo… así que venga… rapidito que tienes que seguir contando – bromeó al ver que Esther también sonreía Con una media sonrisa por los comentarios de Paloma, Esther salió de su celda, y con las esposas a la espalde se dirigió guiada por la guarda hacia la sala de visitas… Cuando entró, mismo de siempre,vernúmero habitáculo, el número dosalyver nada tocarvezel era cristal… Se acercó con lo sigilo, no queriendo tras el de cristal a Maca esta y su vez sonrisa aumentó quedeesta su hermana quien esperaba su presencia… E: ¡Cruz! – corrió a decir mientras destapaba el auricular C: Esther, cariño… ¿Cómo estás? – dijo intentando ocultar las lágrimas que comenzaba a derramar al verla allí dentro… E: Bien, bien – mintió – no te preocupes C: No me mientas por favor… sé que no estás bien, así que conmigo no disimules… E: Vale, vale, no estoy bien… pero no quiero ponerme mal ahora que has venido así que por favor… no llores ¿vale?
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C: Estas más delgada… - dijo de nuevo intentando que su hermana no la viera mal – y estas… estas… - no podía seguir hablando E: Cruz, por favor – dijo llorando ella también… C: Te voy a sacar de aquí… - afirmó con rotundidad – ya estoy investigando… Esther hay alguien que vio algo en el hotel, hay un testigo que puede sacarte de aquí… E: No quiero que hagas nada – dijo en un susurro – no quiero… no quiero que… C: ¿Pero que dices? ¿Te has vuelto loca? E. No… Cruz… de verdad… no quiero que hagas nada… no servirá de nada… C: Te estoy diciendo que hay alguien que… E: Cruz… me da igual – dijo con un tono en el que se podía observar toda la tristeza que sentía y toda la derrota que había en su cuerpo – todo me da igual… ella me cree culpable, me ha metido aquí… el resto… el resto no tiene sentido… C: No… escucha… Maca… E: Maca nada – cortó – no quiero que me hables de ella, no quiero saber nada de ella, es más no quiero ni siquiera volver a escuchar su nombre… C: Pero Esther… E: No, Cruz… es que no quiero saber nada de ella… bastante tengo con no poder sacarla de mi mente… bastante tengo con saber que me cree culpable… por dios me ha metido en la cárcel… no vuelvas a nombrarla… no delante mía – dijo con furia al referirse a Maca C: Esther… E. En serio Cruz, si has venido para hablarme de ella será mejor que me vaya… C: No, no espera… - paró antes de que se fuera – he venido a verte, a saber como estabas… Esther se sentó, Cruz optó por no nombrar más a la pediatra durante el resto de la visita pero del mismo modo intentó convencerla de que se quitara esa idea de no querer salir de allí de la cabeza, pero lo cierto era que el hecho de que Maca la creyera culpable, de que ella misma se hubiera encargado de meterla en la cárcel, por mucho que ahora se arrepintiera, a Esther la había dejado demasiado derrotada, demasiado derrumbada, sentía que su vida no tenía sentido después de aquello, por eso se negaba a colaborar con su hermana, por eso le pidió que no hiciera nada… Pero Cruz tenía otros planes, por mucho que su hermana le dijera tenía otros planes, ella no iba a permitir que se quedara allí, iba a mover cielo y tierra junto con Maca para sacarla de allí… por lo que antes de irse, volvió a sacar el tema… C: Esther… ¿Qué hiciste con los papeles que tenías de los Wilson? Esos que guardabas… con todo lo que averiguaste antes de que pasara todo esto… 09/Sep/2006 18:56 En Jerez, Maca se había quedado sorprendida ante la explicación de aquel hombre… ¿irregularidades? ¿Qué tipo de irregularidades? ¿De que estaba hablando aquel hombre? M: Perdone – consiguió decir – ¿podría explicarse mejor? A: Pues hay poco que explicar, ya le he dicho, vino una chica y me enseñó unos documentos en los que se demostraba unas gestiones bastante sospechosas de las bodegas… - contestó M: ¿Me está queriendo decir que mi hermano tenía negocios sucios que tapaba gracias a las bodegas? – dijo incrédula A: Bueno… es lo que demostraban los documentos – contestó con cautela M: Pero ¿Está usted loco? – Comenzó a enfadarse – sepa usted que mi hermano era una persona íntegra y honesta y que jamás, pero jamás haría algo como esovi, usted me ha pedido explicaciones sobre el porqué no llegué a comprar las bodegas y se las A: Señorita, yo solo digo lo que estoy dando… - dijo también molesto por la contestación anterior – creo que no conocía a su hermano tanto como cree M: No voy a consentir que nadie, pero nadie, manche la memoria de mi hermano y mucho menos por una estupidez como la que usted está diciendo – continuó en tono serio… A: Puede usted pensar lo que quiera, señorita, pero que sepa que está demasiado equivocada con respecto a su hermano… M: Está bien – intentó calmarse - ¿podría enseñarme esos informes? – pidió sin creerse ni una sola palabra A: Lo siento pero no puedo, de hecho esos documentos no estan en mis manos – contestó – aquella chica no permitió que me quedara ni siquiera con una copia… M: Ya – sonrió - ¿y si no tiene usted esas pruebas como pretende que le crea? A: Sinceramente, me importa muy poco si me cree o no – contestó – pero si quiere pruebas, siempre puede buscar a esa chica y pedirle que se las de… M: Por supuesto que lo haré – dijo tajante - ¿Cómo se llama esa chica? A: Esther, Esther García – contestó Mientras, en la cárcel Cruz continuaba intentando que su hermana le ayudara a sacarla de allí, cosa que más parecía una odisea, pues terca Esther como una mula, Esther no estaba a ayudarla… C: Venga, por favor… necesito ver esosdispuesta documentos… - volvió a pedir E: Para qué, Cruz… ya no tiene ningún sentido – decía cansada C: Vale… vale, puede que no tenga sentido pero también puede que tenga mucho… por favor… dime que hiciste con ellos… E: Está bien… sé que no vas a parar hasta que te lo diga – Cruz sonrió levemente, ella suspiró al aire – están… están en… bueno los quemé… - dijo al fin C: ¿Los quemaste? – preguntó sorprendida - ¿Cómo que los quemaste? Me estas tomando el pelo, verdad… E: No… Cruz… lo quemé, ya está se acabó el tema – contestó queriendo poner punto y final a aquella conversación…
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C: De eso nada – Si Esther era testaruda ella podía serlo mucho más y en insistencia no la ganaba nadie – no se acabó… ¿por qué los quemaste? ¿Cuando? E: Joder – dijo algo alterada – te pasaste meses pidiéndome que dejara todo eso, que me olvidara de todo y ahora que te digo que los quemé ¿te pones así? C: Esther… a ver – se pasó las manos por la cara para tranquilizarse – ¿Cómo que los quemaste? ¿No te das cuenta que ahora podrían servirnos? E: ¿Y como querías que yo supiera eso? Yo no tenía ni idea de que esto iba a ocurrir… joder… los quemé cuando… cuando Maca y yo… bueno cuando decidí olvidarme de todo… cuando me di cuenta de que estaba enamorada de ella… no tenía sentido de que continuara guardándolos… además – dijo intentando calmarse – que ya da igual… no tiene sentido seguir con esto… C: Esther… por favor… ¿en serio los quemaste? – volvió a preguntar sin querer creérselo E: Ya… ya te he dicho que si… - Esther – dijo una voz a su espalda – vamos se acabó la visita Tras despedirse de su hermana, dejando ahora ya si a un lado ese tema, pidiéndose la una a la otra que se cuidara y diciéndose cuanto se querían, Esther volvió a su celda con la cabeza gacha, triste, con lágrimas en los ojos… Paloma al verla se preocupó… P: ¿Estas bien? – preguntó acercándose a ella E: No… pero no puedo hacer nada por remediarlo… - dijo en un hilo de voz – si… si no te importa me voy a dormir un poco… P: Claro, claro – contestó consciente de que las visitas dejaban a todas las reclusas muy bajas de moral – no pasa nada… acuéstate… yo me pondré a leer un rato… - dijo cogiendo su libro y tumbándose en la cama pensando que la chica que sollozaba arriba, no se merecía estar ahí, aun sin saber que había pasado, sabía, intuía que no se merecía estar ahí… 10/Sep/2006 19:25 Cruz se levantó dejando en el aire aquella pregunta que había lanzado, y consiguiendo que Esther no pudiera pensar en otra cosa “¿de verdad vas a dejar escapar tu felicidad por algo que de lo que ella no tuvo la culpa?” escuchaba de lejos a Cruz trastear en la cocina mientras ella misma se repetía la misma pregunta, ¿Y si Cruz tenía razón? ¿Realmente Maca tenía que pagar por los actos de otros? ¿Tenía ella que seguir pagando por ellos? Aun con lágrimas en los ojos sacó de su cartera una pequeña foto que guardaba, en la que aparecía Pablo vestido con un traje de chaqueta que a ella le encantaba, aparecía sonriente, se le veía feliz… acarició su rostro con sus dedos, sonriendo recordando el día que le sacó aquella foto… E: La quiero Pablo – susurró sin apartar sus ojos de la fotografía – lo siento… - lloraba – no he podido evitarlo… te juro que he intentado evitarlo pero no he podido… me he enamorado de ella… - calló un segundo, tal vez esperando una respuesta – no quiero perderla, Pablo… no quiero… por favor… perdóname… - sonrió – sé que lo harás… sé que Cruz tiene razón… que tu querrías verme feliz… tan feliz como estoy segura que lo hubiese sido contigo, tanto como lo fuimos tu y yo… - volvió a pasar sus dedos por la foto – es una mujer increíble ¿sabes? Y no… no puedo perderla… Con esa última frase, convencida de que ya no podía ni quería alejarse de ella, sabiendo que la necesitaba tanto como el aire para respirar, guardó la foto de nuevo, recogió sus cosas y tras despedirse con un adiós de su hermana, dejando a ésta con la palabra en la boca salió corriendo a la calle… Veinte minutos tardó en llegar a las puertas de urgencias, donde paró el coche y respiró profundamente, intentando calmarse por un momento, cogiendo fuerzas para lo que iba a hacer… Salió del coche y entró, vio a gran parte de sus compañeros esperando en el muelle, seguramente habría algún aviso de un tráfico y ya estabanloesperando que más el SAMUR hiciera acto de presencia, en medio de todos, pocos dieron cuenta de su presencia, que le dioaalgo de seguridad, no quería que nadieseleparó preguntara porqué estaba allí, se al menos hasta que la viera… Las puertas de urgencias se abrieron dejando paso a una Maca quien algo apresurada se acercaba hasta donde estaba Teresa para preguntarle si había llegado ya alguno de los niños que estaba esperando… Se dio el capricho de mirarla durante un instante, vestida con el pijama verde, se ponía bien la coleta mientras hacía gestos con la cara, posiblemente para que Teresa le prestara algo más de atención, parecía cansada y aun así, estaba preciosa… Escuchó que alguien decía su nombre, Laura se había percatado por fin de su presencia, lo que hizo que Maca se girara, sus miradas se cruzaron y ambas supieron que pasaría, sonrieron a la vez sin dejar de mirarse, de nuevo escuchó a Laura preguntarle que hacía allí sin tener turno… Sonrió de nuevo, miró un segundo a Laura y volvió su vista a la pediatra, decidió darle una respuesta a su amiga, pero sin palabras, con hechos… Anduvo los escasos pasos que la separaban de Maca, se quedó frente a ella, mirándola de nuevo a los ojos, perdiéndose en su mirada y sintiendo como era inevitable el beso que se avecinaba… miró sus labios y de nuevo sus ojos, Maca la miraba expectante, dejando que fuera ella quien diera el paso si es que quería hacerlo y rogando al cielo que no lo retrasara por más tiempo… Y sus súplicas fueron escuchadas cuando sintió los labios de Esther fundirse con los suyos, en un beso tierno y dulce, leve pero apasionado… ¿Cuántadegente había enpara aquel lugar? Para solofuerza estaban dos, solo ellas y ese beso que lograba que sus corazones se salieran sus pechos abrazarse con laellas misma queellas se abrazaban sus cuerpos… M: ¿Y… y esto? – logró preguntar con los labios de Esther aun sobre los suyos y con una amplia y maravillosa sonrisa en su rostro E: Esto es porque… porque he sido una idiota… - sonrió – tenía miedo… pero… L: Maca, el SAMUR está llegando – anunció Laura quien estaba tan sorprendida como el resto de sus compañeros M: Vale – le dijo – tengo que… - volvió a decirle a Esther aun abrazando su cuerpo E: Si… si no te preocupes – sonreía M: Luego hablamos ¿no? – preguntó con miedo a que solo fuera una ilusión
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E: Luego hablamos – contestó antes de volver a besarla – venga, que te esperan… te recojo luego y nos vamos a comer… terminó de decir soltando su cuerpo y sin dejar de sonreír… 11/Sep/2006 01:06 Al acabar el turno Maca esperaba impaciente a que Esther apareciera, miraba el reloj una y otra vez pero no llegaba… comenzaba a preocuparse, por su mente pasó la idea de que la enfermera se hubiera arrepentido, pero todo aquello quedó en el olvido en el momento en que la vio aparecer, con algo de prisas por las puertas de urgencias… E: Lo siento – se disculpó – el tráfico está horrible M: no pasa nada – contestó con dulzura - ¿Nos vamos? E: Si, si claro… vamos – sonrió Salieron a la calle y decidieron ir en el coche de Esther y luego, cuando ésta tuviera que entrar a trabajar Maca recogería la moto… No hablaron durante todo el trayecto, no porque no tuvieran nada que decirse, todo lo contrario, quizás porque no sabían por donde empezar, se miraban y las sonrisas se hacían amplias, felices… enamoradas… Después de varios minutos encontraron aparcamiento, antes de abandonar el vehículo, Maca no aguantó más… cogió con delicadeza el brazo de Esther y atrayéndola hacia ella le dejó un dulce beso en los labios, que la enfermera aceptó gustosa a la vez que sorprendida… M: Es que antes, no te había saludado como corresponde – susurró E: Pues mal hecho – regaño cariñosamente – anda, vamos que me muero de hambre… Entraron en el restaurante, y guiados por un camarero se sentaron en su mesa, tras pedir algo de beber y mirar la carta pidieron la comida… Comenzaron hablando del trabajo, del hospital, de cómo le había ido la guardia a Maca, pero ésta, nerviosa ya, impaciente por saber a donde llevaba todo eso, decidió ir directa al grano… M: Esther… lo de esta mañana… - dijo con cautela – verás… bueno… que yo no sé que esperas… una vez me dijiste que no querías nada y… bueno ahora – dijo recordando lo que pasó en casa de la enfermera E: No espero nada – contestó – lo único que sé es que me he enamorado de ti, Maca, que te has metido muy dentro de mi… - puso su mano sobre la suya – he intentado negármelo a mi misma pero… no he podido… por eso te dije todas esas cosas… pero espero que las olvides… - sonrió – yo quiero estar contigo, Maca… M: Yo también quiero estar contigo, cariño, solo… no sé quiero que estés segura de esto… - dijo con cariño – es… bueno es un cambio muy grande en tu vida… aunque bueno – sonrió con picardía – después de lo de esta mañana, no creo que para ti sea un inconveniente que sea una mujer… E: Ya, bueno – sonrió – es que tenía muchas ganas de besarte – dijo con cierta timidez – y si, me da igual que seas una mujer, o un hombre Maca, ya todo eso me da igual, no quiero esconderme, ni esconder lo que siento… y a quien no le guste que no mire ¿no? M: ¿Sabes? Me encanta esa seguridad… me encanta que pienses así… E: Maca – dijo algo más seria – en serio, te aseguro que el que fueras una mujer ha sido el menor de mis problemas… - terminó de decir sin darse cuenta de donde llegaría con esa conversación M: Supongo… supongo que lo dices por tu novio ¿no? Bueno – rectificó – tu ex–novio 11/Sep/2006 02:04 Casi se atragantó condecirle el agua quele estaba bebiendo, no esperaba esa pregunta… ¿Cómo enfrentarse a eso? No quería pero tampoco podía toda verdad… veía a Maca que esperaba una respuesta y supo que tenía que decirle algo,mentirle pero antes tenía que saber hasta donde conocía ella su relación con Pablo, recordaba como había interrumpido aquella conversación de la pediatra con su hermana pero no sabía exactamente que es lo que habían hablado… E: ¿Qué sabes de Pablo? – preguntó con toda la tranquilidad que pudo fingir M: bueno… tu me dijiste que rea tu novio y luego Cruz me dijo que era tu ex, así que poca cosa… - calló un segundo, la miró a los ojos y volvió a hablar - ¿Por qué no me dijiste que era tu ex?¿porque me hiciste creer que era tu novio? E: Uf… verás – dijo tomando aire y con la firme intención de ser sincera con ella – Te dije que era mi novio… no sé, supongo que hasta hace muy poco aun lo seguía considerando así, es más, aun le quiero – vio la mirada de Maca, cómo de un momento a otro se ponía seria y continuó antes de volver a complicar las cosas – pero… bueno… él murió – dijo bajando la vista M: ¿Qué? – se sorprendió E: tuvo… tuvo un accidente de coche hace algo más de un año – volvió a levantar la vista – por eso me costaba tanto admitir lo que siento por ti, porque creía que lo estaba traicionando… M: ¿Pero porque no me lo dijiste? – Preguntó – joder… te dije cosas horribles – se lamentó E: No lo sé… estaba celosa… con todo lo de Miriam… y no sé ni porque lo hice… M: Eso Cariño, siento –Maca… dijo acariciando su mejilla – sientobien… todo lo- calló que dije… E: estáloolvidado yo tampoco me comporté un segundo y continuó hablando – Pablo… Pablo fue y siempre será una de las personas más importantes en mi vida… por eso me echaba atrás cada vez que tu te acercabas a mi… pero ahora sé que no puedo estar viviendo de su recuerdo toda la vida, ahora sé que tengo que vivir, buscar mi felicidad, y Maca… tu… tu eres todo lo que necesito ahora mismo para ser feliz… M: Cariño… - dijo acercándose lentamente hacia ella, acariciando su mejilla E: Maca, sé que Pablo querría verme feliz… y yo sé que solo podré ser feliz contigo… perdóname… M: No tengo nada que perdonarte mi niña – susurró
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E: ¿Puedo darte un beso? – preguntó sintiendo los labios de Maca casi rozando los suyos… M: nunca me pidas permiso para eso – contestó antes de atrapar sus labios… 11/Sep/2006 18:35 La comida continuó entre risas, besos, miradas furtivas, caricias sutiles bajo la mesa, hablaron de ellas, de lo que sentían la una por la otra, abriéndose el corazón para cerciorarse que no soñaban… A las cinco de la tarde, volvían al hospital, a Esther se le presentaba por delante toda una tarde de guardia y no quería llegar tarde… M: Oye que… - dijo melosa abrazándola por al cintura antes de que entrara – estoy pensando que, podrías venirte esta noche a mi casa a cenar… E: ummm, me encantaría – contestó con una sonrisa – pero terminaré muy tarde, cariño y supongo que tu estarás cansada… - dijo acariciando su rostro M: pero es que yo no quiero estar mucho tiempo si ti – protestó como si fuera una niña chica, cosa que hizo que Esther riera abiertamente lo que a Maca le encantaba – se me va a hacer eterna la tarde… E: A mi también – contestó M: Pues por eso – volvió a decir – cuando termines te recojo… y nos vamos a cenar… E: Vale – contestó sonriente, realmente, ella tampoco quería pasar tanto tiempo sin verla – y ahora me voy, que se me hace tarde – continuó dándole un beso Esther entró en urgencias y Maca se quedó unos segundo mirando a su chica, quien desde el mostrador se volvió, sonrió, le tiró un beso y se fue a cambiarse, Maca sonrió, estaba feliz, era feliz, con una gran sonrisa en los labios subió a su moto y se encaminó a su piso a prepáralo todo para esa noche que esperaba, fuera una de las mejores noches de su vida… Salió de aquella casa sin entender absolutamente nada, según Arturo Vega, Esther le había llevado unos papeles en los se probaba unas actividades ilegales realizadas por su hermano y que fueron tapadas por el imperio bodeguero familiar… ¿desde cuando Esther tenía esos papeles? ¿Qué figuraba en ellos? Se sentó en el coche, intentó analizar la situación, buscando algún error en las palabras de aquel hombre, pero no había nada en ellas que pudiera decirle que estaba en una confusión… colocó el manos libres, arrancó el coche y esperó a que la receptora de su llamada descolgara el teléfono… M: Cruz – dijo una vez escuchó su voz – soy Maca, escucha, esta tarde mismo vuelvo a Madrid, me pasaré por tu casa directamente, tenemos que hablar… C: has averiguado algo – contestó impaciente M: Pues si y no… es que no lo sé – dijo con grandes dudas – todo esto es muy raro C: ¿Qué quieres decir? – volvió a preguntar M: Pues que mi hermano iba a vender las bodegas a Arturo Vega, un señor que siempre ha estado interesado en ellas… C: Bueno… no sé, Maca, no parece nada extraño – dijo sin saber que más podía decir – no creo que nos sirva de mucha ayuda, sabías que y a tu hermano ya se le había pasado por la cabeza eso de vender… M: Ya, si ya lo sé, pero escúchame… - dijo para que le prestara toda la atención – la venta no llegó a realizarse porque según este hombre, le enseñaron unos papeles en los que se probaba que mi hermano hacía negocios sucios utilizando las bodegas… C: A ver, a ver… cuéntame eso – dijo interesada a más no poder, tal vez, ahí estaba la clave M: pues Cruz,después que existen unos aquello, papeles,suenhermano, los que seesa ve persona claramente que mi hermano quien decía ser…había joder… caían laseso, lágrimas de decir íntegra, honesta queno ellaeraconocía… ¿Cómo sido- se le capaz de meterse en eso? ¿Y qué era en lo que estaba metido? C. Maca… vamos Maca, no puedes venirte abajo – dijo sabiendo lo que su amiga estaba sintiendo – tal vez ese hombre se equivoca… no sé… tendríamos que ver esos papeles… ¿los tienes? M: No… ese tío dice que él no los tiene, pero que se los llevó tu hermana… C: ¿Mi hermana? – se sorprendió - ¿Cómo que mi hermana? M: Lo que te estoy diciendo… según él, unos días antes de… bueno de su muerte – continuó aguantando las lágrimas – tu hermana fue a verle para enseñarle esos documentos… C: Peor eso no puede ser – rebatió desconcertada – he hablado hace una hora con Esther y me dijo que quemó todo lo referente a vosotros hace mucho tiempo… 11/Sep/2006 21:31 M: Yo que sé Cruz – contestó también desconcertada – este tío estaba muy convencido de que había sido ella… C: ¿Pero me haidea mentido? ¿Porsuspirando qué me ha– dicho que como los había quemado? M: Cruz…entonces no tengoporqué ni la menor – contestó ya sabes puede ser de compleja Esther para algunas cosas… C: No si… en eso tienes razón… - suspiró también, ambas conocían a Esther, sabían como podía ser y más tratándose de ese tema… M: Escucha, hagamos una cosa – dijo de nuevo tras un silencio – si Arturo dice la verdad y fue tu hermana tiene que guardar esos documentos en algún sitio… ve a su piso y búscalos, yo en una hora salgo para allá, te veo allí… C: No sé… creo que mejor me vuelvo a la cárcel y se lo pregunto…
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M: Cruz, acabas de salir de allí, no van a dejar que vuelvas a visitarla en tan poco tiempo… es mejor que los busquemos nosotras y si no encontramos nada pues se lo preguntamos de nuevo… C: Vale, vale… - dijo sabiendo que tenía razón – te veo esta noche… conduce con cuidado Tras despedirse de su amiga, las llaves del piso de Esther y con su coche se dirigió hasta allí… entró y abrió las ventadas, como venía siendo su ritual desde que Esther entró en la cárcel regó las plantas, abrió la terraza para que entrara algo de aire… Se sentó por un momento en el sofá, pensando en todo aquello, Esther le había dicho que había quemado esos papeles y ella, aunque no quisiera la creía, Esther era muy capaz de eso, máxime si había decidido olvidarse de su absurda venganza, y lo había echo, ¡claro que lo había echo! Desde que empezó su historia con Maca no pensaba en otra cosa más que hacerla feliz, y ser feliz con ella, sus planes de destrucción contra la familia Wilson se habían desvanecido en el aire sin dejar ni un solo rastro en su corazón… pero también era cierto que aquello era muy extraño, aquel hombre había dicho que ella llevó los documentos… Maca le había comentado que el tal Arturo Vega estaba totalmente convencido de que no se equivocaba de nombre… entonces… ¿hasta que punto se olvidó Esther de todo aquello? C: Buscar ahora, pensar después – se dijo dándose un leve golpe en las rodillas y levantándose para comenzar su búsqueda… Soy Esther y quiero guardar algo que no puede encontrar nadie… - decía andando por el salón… Comenzó buscando por los cajones del mueble del salón, donde sabía que guardaba facturas y demás cartas sobre la casa… nada, allí no había nada… Se rascó la cabeza intentando pensar… intentando averiguar algún sitio, incluso viajó con su mente a su niñez, cuando jugaba con Esther al tesoro escondido, la enfermera siempre fue muy buena encontrando sitios de lo más pintorescos y escondidos para que Cruz se comiera el tarro hasta más no poder y decidió que buscaría como cuado tenían diez años… como si aquello fuera un juego, solo que esta vez, no tendría pistas que le marcaran el camino… Fue al pequeño despacho que tenía su hermana, una mesa en el que reinaba un ordenador con una impresora al lado repleta de folios en blanco… “demasiado fácil, hermanita” se dijo, aún así se acercó hasta la impresora y recogiendo aquel enorme tocho de folios los pasó uno a uno con su pulgar a ver si veía alguna letra impresa en los folios centrales… nada… aunque era de esperar… Sacó todos los cajones, papeles, cartas, una caja de chinchetas, algunos CDs, un juego de ordenador, un pisapapeles, una llave, más folios, una baraja de cartas… mil y un trastos que guardaba su hermana en todos ellos… Fue a su habitación, rebuscó entre su ropa, en el fondo del armario, en los cajones de la ropa interior, en los de la mesita de noche, incluso apartó el colchón de la cama para ver si estaban escondidos debajo… nada… no había nada… De nuevo en el salón, quitó todos los cojines del sofá buscando un hueco por el forro de éste, cualquiera que hubiera visto el piso pensaría que había pasado un ladrón arrasando con todo lo que veía… pero nada… allí no estaba… Buscó por todos los rincones de la casa, una y otra vez, sin olvidarse ni un rincón, buscó por todos lados, mil veces pasó por el salón, otras tantas por el despacho, las habitaciones, el baño, la cocina… pero no… allí no había nada… Se le había hecho de noche y no había encontrado rastro alguno de aquellos documentos, parecía que Esther no mentía cuando dijo que los había quemado… se sentó derrotada en el sofá y esperó a que llegara Maca, seguramente no le faltaba mucho y así lo comprobó cuando llamaron al timbre… Al abrirlo una Maca algo cansada entró tras saludarla, Cruz le contó que no había logrado encontrar os dichosos papeles… M: Pues entontes… no sé… yo ya estoy demasiado perdida… - dijo cayendo también sobre el sofá… C: ¿Tú estás segura de que dijo el nombre de mi hermana? – preguntó M: Joder, Cruz, vale que este tema me tiene bastante jodida, estamos hablando de mi hermano, pero sé perfectamente lo que escuché y dijo su nombre, de eso estoy segura… C: Vale, vale… pero es que aquí no hay nada… - contestó pasándose las manos por el rostro – bueno y tu… ¿has descubierto algo? M: Pues no mucho, pero he traído todo lo que he encontrado allí… C: Vale pues… vamos a echarle un vistazo – contestó poniéndose de lado para que Maca le diera lo que traía de Jerez… Cuando Maca se levantó para coger las cosas que había dejado sobre la mesa del recibidor, sonó el timbre de la puerta, ambas se extrañaron, nadie sabía que estaban allí y por la hora tampoco esperaban a nadie, se quedaron mirando un instante, hasta que la pediatra decidió ir a abrir… Tras la puerta no esperaba nadie, sacó la cabeza para descubrir un pasillo totalmente desierto, cuando iba a cerrar de nuevo la puerta bajó su mirada encontrándose un sobre esperando a ser recogido… se agachó, lo cogió, notando como sus manos le temblaban, entró confusa y sorprendida de nuevo hasta el salón, Cruz la miraba intentando averiguar que significaba aquella expresión… C: ¿Quién era? – preguntó M: No lo sé – contestó aun mirando el sobre que había en sus manos – pero han dejado esto – se lo extendió C: A ver… Que raro – susurró mientras lo abría, sacó el contenido y lo leyó en voz baja asimilando cada palabra que estaba impresa en aquel papel… M: ¿Qué dice? – preguntó preocupada a la vez que nerviosa C: Míralo tú misma – dijo extendiéndoselo con alucinación… 12/Sep/2006 01:02 Por fin el turno acabó y por fin salía con esa sonrisa en la cara que se estaba convirtiendo en algo habitual desde que la había besado y… Dios, que ganas de volver a besarla… Salió y su sonrisa aumentó mas si cabe al verla ya esperando en la puerta, ni siquiera se despidió de una Teresa que alucinaba con todo lo que había ocurrido y que para su desgracia no había podido hablar ni dos palabras con ninguna de ellas…
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Llegó hasta ella y le plantó un beso algo tímido al principio pero que Maca se encargó de profundizar… M: Hola cariño – dijo tras separar a duras penas sus labios de ella - ¿Qué tal la tarde? E: Movidita, pero te he echado de menos – reconoció bajando la mirada M: Yo también – sonrió, dejó un nuevo beso en sus labios y le ofreció su casco – ¿vamos? Esther asintió, subieron a la moto, en la que la enfermera se aferró al cuerpo de su chica, más por gusto que por miedo, el trayecto se le hizo excesivamente lento y estuvo tentada de pedirle a Maca dar una vuelta algo más larga, pero para ser realistas, se moría de hambre, y ya tendría tiempo de disfrutar de los viajes en moto aferrada al cuerpo de Maca… Subieron en el ascensor, librando una batalla con las ganas de abrazarse, de besarse, de sentirse, una por miedo a no dar la talla, a no saber corresponderla, a meter la pata, Maca por miedo a asustarla, a precipitarse, entre miradas furtivas y cargadas de pasión y deseo llegaron por fin al ático de la pediatra… Maca fue a dejar las cosas invitando a Esther a que le esperara en el salón, al desaparecer por el pasillo, la enfermera volvió de nuevo a aquella foto que le llamó la atención el primer día que estuvo allí… M: Vaya – dijo llegando hasta ella, abrazándola desde atrás – voy a tener que ponerme celosa de mi hermano – besó su cuello – ya es la segunda vez que te pillo mirando esa foto – susurró E: Ya… bueno es que… que… no os parecéis mucho ¿no? – contestó dejando la foto y dándose la vuelta para quedar de frente… M: Bueno… Jero se parece más a mi padre, físicamente y yo a mi madre… pero si que nos parecemos en carácter… al menos eso dice todo el mundo… - la volvió a besar, profundizando en el beso, su mano comenzó a pasearse por su espalda, sintió como un escalofrío recorría el cuerpo de su chica y tras sonreír levemente se separó de ella - ¿cenamos? E: Cla… claro – contestó algo afectada Durante la cena no podían dejar de mirarse, casi se comían con la mirada, estaba claro que aquella noche iba a pasar lo que llevaban soñando desde hacía días, semanas, y no, ninguna era capaz de fingir lo contrario… Charlaron de todo y de nada, regalándose besos como dos adolescentes, disfrutando de una cena que solo era el comienzo de una larga y maravillosa noche… Terminaron de comer y Maca recogió la mesa, tras unos minutos en los que Esther intentó en vano tranquilizarse, apareció Maca con dos copas de vino, bajó la luz, dándole un tono romántico a la estancia, puso música suave y se sentó a su lado… M: Por ti – alzó la copa – por el regalo más maravilloso que me ha dado la vida al ponerte en mi camino… - terminó sonriente E: No digas eso – dijo bajando la mirada – no… no soy tan buena como piensas – susurró M: No, tienes razón – contestó – no eres buena… eres maravillosa – concluyó E: Maca – dijo aferrándose a su cuerpo M: Eyy, cariño – se preocupó – mi niña, tranquila… no pasará nada que tu no quieras – dijo creyendo que tenía miedo… E: Maca yo… M: Shhh… tranquila… tranquila… - acarició su rostro haciendo que la mirara… Se perdió en su mirada, en ese mundo maravilloso que eran sus ojos, ya no importaba nada, no importaba que fuera una mujer, no importaba que fuera una Wilson, lo único que le importaba, lo único que podía sentir era que la quería, que estaba total e irremediablemente enamorada de ella y que necesitaba sentir y hacerla sentir todo lo que ella le provocaba… Se acercó a sus labios lentamente, tomándose su tiempo, estudiándolos, conociéndolos, hasta que al fin sintió su tacto en los suyos, entreabrió los labios para darle a sus lenguas el privilegio de conocerse… Maca se encendía por momentos, sintiendo la lengua de Esther jugar lujuriosa con la suya, aún así no se atrevía a dar un paso más, quería darle tiempo, que fuera ella la que actuara, dándole permiso silencioso para parar cuando quisiera… Sin embargo, las manos, el cuerpo, todos los sentidos de Esther decían que no iba a parar, que estaba echa para ella, para amarla ypiel… ser amada por la pediatra y así se lo hizo saber colando una de sus manos bajo su camisa, estremeciéndose al contacto de su Y Maca ya no aguantó más, ya no podía mantenerse impasible ante sus caricias, con sumo cuidado, con una dulzura y una delicadeza pasmosa, tumbó a Esther sobre el sofá, quedando ella encima abrigándola con todo su cuerpo… Dejó sus labios para explorar su cuello, dejando un reguero de besos alrededor de éste, sintiendo como Esther alzaba la cabeza dejando paso a su boca que incansable, continuaba torturando aquella zona en la que quiso morir, solo para resucitar de nuevo en ella… 12/Sep/2006 12:51 P: Vale, vale, vale – dijo Paloma callando el relato de su compañera – espera… que no sé yo si quiero que me cuentes esta parte… E: Tranquila – contestó con una leve sonrisa – si yo tampoco te lo pensaba contar… que estas cosas son íntimas y privadas… P: jejeje – sonrió también – pero venga, sáltate esa parte y sigue contando… E: No… mejor… mejor seguimos mañana, estoy algo cansada – dijo subiendo a su cama P: Vale, hasta mañana, Esther… E: Hasta Se hizo elmañana… silencio, la oscuridad invadía todo el pasillo y cada una de las celdas, Esther cerró los ojos y sin poder evitarlo, volvió a recordar, para ella, solo para ella aquella primera noche en la que su cuerpo vibró de felicidad… Dejó sus labios para explorar su cuello, dejando un reguero de besos alrededor de éste, sintiendo como Esther alzaba la cabeza dejando paso a su boca que incansable, continuaba torturando aquella zona en la que quiso morir, solo para resucitar de nuevo en ella… De nuevo volvió a su boca, atrapando esos labios que pedían a gritos un beso, se entretuvo en ellos mientras con sus manos recocrría toda la anatomía de la enfermera, por encima de la ropa, sintiendo como Esther arqueaba su cuerpo al sentir una caricia
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sobre su pecho, bajó con ella hasta una de sus piernas, acariciando el muslo, logrando que la enfermera alzara su pierna enroscándola en la de Maca… De nuevo en su cuello, con besos húmedos y pasionales, fue recorriendo el camino hacia el lóbulo de su oreja… M: Esther – dijo casi en un gemido, mientras que sus manos volvían a acariciar uno de sus pechos – si… si quieres que paremos… dímelo – decía con la voz entrecortada mordisqueando aquella zona E: Sigue – pidió ahogadamente – no… no quiero parar… Levantó la vista para mirarla a los ojos, en los que vio un fuego que abrasó su alma, el deseo podía leerse en la distancia… M: ¿Estás segura? Como respuesta, las manos de Esther se aferraron a sus nalgas atrayéndola hacia ella, emitiendo un leve gemido al sentir que las hizo estremecer… Se levantó y con un dulce tirón la hizo levantar, abrazándola desde atrás torturando una vez más su cuello y acariciando su vientre por debajo de la ropa, llegaron a tientas a la habitación… La ropa sobraba, y lentamente, prenda a prenda fue desapareciendo de sus cuerpos para lograr amarse libremente… Con sumo cuidado tumbó a Esther en la cama, sin dejar de mirarse ni un solo instante, sin hablar, sobraban las palabras, era hora de sentir, de amar y así lo hicieron… Se tumbó de nuevo sobre su cuerpo y comenzó una lenta batalla de besos por todo su cuerpo, de la boca al cuello, del cuello al pecho, donde se entretuvo gustosa aprendiendo sus curvas, degustando su sabor, haciendo que los suspiros de Esther fueran más y más sonoros, siguió bajando encontrándose con su ombligo, en el que también se deleitó en caricias y besos… De nuevo subió, sintiendo la llamada de su chica para fundirse en un tórrido y apasionado beso, mientras sus caderas comenzaban un dulce vaivén que hizo que ambas separaran con algo de brusquedad sus labios con el único fin de conseguir algo de aire… Como pudo, sin saber como lo hizo, Esther rodó por el colchón quedando ella ahora encima y sintiendo a Maca a merced de sus caricias… con algo más de pudor, imitó a la pediatra y comenzó a explorar, a acariciar cuanta piel se presentaba frente a ella, a besar cada poro de su cuerpo… sonriendo victoriosa al oír un gemido emitido por la pediatra gracias a sus caricias… Encajaban como un puzzle perfecto en el que no sabían donde comenzaba una y terminaba la otra… volvieron a rodar, sus caderas se movían bailando al son que sus gemidos marcaban, más rápido, cada vez más rápido… sintiendo como subían al cielo por un segundo, estremeciéndose y temblando de placer en los brazos de la otra… Y una tras otra, seguidamente, notaron como su cuerpo explotaba en un orgasmo que no hacía más sino confirmar la realidad de que estaban echas, solo por y para amarse… Maca se desplomó sudorosa, satisfecha y feliz sobre el cuerpo de Esther, dejando besos ahora ya mas dulces en su cuello, en sus mejillas en sus labios, sin borrar esa sonrisa por fin abrió los ojos para encontrarse de nuevo con los de su chica… M: ¿Estas bien? – susurró apartando de su cara un mechón de pelo E: Mejor que nunca – contestó atrapando sus labios Volvió a abrazarla, acariciando su espalda, sintiendo el aliento de Maca quemando su piel… y así, entre caricias y besos, abrazos y miradas, susurrando palabras de amor, quedaron dormidas sin dejar pasar el aire entre ellas, con una sonrisa pintada en la cara y sabiendo que esa noche, habían robado un trocito de sus almas para guardarlos en sus corazones… 13/Sep/2006 00:42 Amanecía, dos figuras enlazadas yacían sobre el colchón, sonrientes, hablaban en susurros, reían, se acariciaban, se robaban besos mientras la otra hablaba… El del despertador en la habitación, Maca alargó el brazo y lo apagó volviendo a su posición anterior para prestarle de sonido nuevo toda la atención resonó a su chica… M: Ha sido la mejor noche de mi vida – decía sonriente – y espero que no sea la última – advirtió divertida E: No te preocupes que de eso me encargo yo – la besó – ummm… me quedaría aquí el resto de mi vida… M: Yo también… pero, tenemos que trabajar – contestó escondiéndose en su cuello – vamos a llegar tarde – continuó diciendo sin tener ninguna intención de moverse de allí… E: No tienes idea de lo mal que está el tráfico hoy – dijo con una sonrisa – seguro que no llegamos – dijo bajando su mano acariciando el torso de su novia M: Pues es verdad – levantó un poco la cabeza – desde aquí estoy viendo un atasco horrible – dijo riendo mirando por la ventana antes de atrapar sus labios de nuevo… Una hora más tarde, llegaban al hospital, tras el correspondiente reproche de Teresa por su falta de puntualidad, fueron a cambiarse, iban agarradas de la cintura, sin importarles nada quien mirara o quien no mirara… Nada más entras en los vestuarios, Maca atrapó los labios de la enfermera sin darle tregua alguna… E: Cariño – decía con los labios pegados a los de Maca – venga que tenemos que trabajar… M: pero si hay mucho tráfico – dijo de nuevo bajando al cuello E: jajajaja… Maca, la excusa llegaratarde, no para utilizarla cuando ya hemos llegado – rió con ganas M: Me encanta oírteque reíresa así era – dijo sincera para volviendo besarla E: ¿Si? – Preguntó retóricamente – pues si no quieres que me enfade porque nos echen por escándalo público, será mejor que nos cambiemos y empecemos a trabajar – Maca la miró alzando sus cejas – no me mires así – continuó – te lo digo en serio, si sigues besándome así no me voy a poder controlar – sonreía con Maca adosada a su cuerpo M: Ummm… ¿y eso me lo dices para que pare? – dijo pícara E: Maca… - pidió
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M: Vale, vale… no te toco más… pero que sepas que me vas a tener que compensar estas horas – advirtió con el dedo, le dio un último beso y se cambió y salió a atender al primer niño de la mañana Esther se quedó en los vestuarios con la mirada fija en la puerta, sin poder dejar de sonreír, se cambió, cogió su móvil y llamó… E: Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero – decía a su interlocutor 13/Sep/2006 02:32 C: Vaya – contestó sorprendida - ¿Y ese arranque de efusividad? E: Que pasa, ¿no puedo decirte que te quiero y que eres la mejor hermanad el mundo? C: ¿Qué has echo? – preguntó E: Nada malo… C: Entonces que quieres – volvió a preguntar E: Nada – contestó C: A ver, Esther, la ultima vez que me dijiste que me querías de esta forma era porque habías estampado mi coche, así que ya me dirás que ha pasado ahora… - dijo de nuevo E: Pasa que soy feliz, que tenías razón, que eres la mejor aconsejando que no puedo borrar esta estúpida sonrisa de mi cara y… que Maca es increíble – calló un segundo – en todos los sentidos – dijo con picardía… C: Entonces tú y ella… – contestó alegre E: Si… Maca y yo estamos juntas y eso hermanita es en parte gracias a ti, así que esta tarde te voy a invitar a comer conmigo y con Maca… su puedes, claro… C: Claro, cariño, me encantaría… - respondió – esta tarde nos vemos y Esther, no sabes cuanto me alegro… Colgó el teléfono y por fin salió del vestuario, comenzó a trabajar, buscando huecos sin hallarlos para encontrarse con Maca, cuando una estaba libre la otra atendía a algún paciente, parecía que iban a pasar el resto de la mañana sin verse… Andaba por los pasillos, algo cansada, levantó la vista y la vio hablando con otro médico, en seguida su sonrisa apareció de nuevo, esperó pacientemente a que terminara de hablar y se acercó hasta ella… E: Me encanta verte tan enfrascada en tu trabajo – dijo sonriendo M: Pues a mi me encanta verte a todas horas y de todas las maneras – contestó mirándola con profundidad E: Oye que… - dijo tras emitir un suspiro – he hablado con mi hermana, le he invitado a comer con nosotras… si tu quieres claro… M: Claro que quiero – contestó al instante – es más, me encanta la idea, así voy conociendo un poquito más a mi cuñada… continuó pensando que había un par de preguntas que debía hacerle a Cruz… E: Vale… pues luego nos vemos que tengo que seguir con esto – le dio un fugaz beso antes de irse… pero volvió sobre sus pasos al notar como Maca la cogía del brazo… M: Una cosita, que estoy pensando yo… no sé, es una tontería y se me ha venido a la mente pero que no creo que funcionara la verdad… E: Maca, al grano, cariño que no arrancas – la cortó acariciando su mejilla M: Ya, ya… que… tú hermana… ¿tiene novio? – Preguntó – bueno o marido… E: ¿Que pasa que ahora vas a ligar con ella o que? – decía sonriendo M: No es eso, tonta… - sonrió también - en serio, tiene o no tiene… - volvió a preguntar… E: Pues… que yo sepa ahora mismo no, pero vamos hace tiempo que no me cuenta nada sobre su vida amorosa… ¿y ahora me vas a decir para que lo querías saber? M: Nada… queimaginas? se me había venido acon la mente que tusonrisa hermana y mi hermano tontería peroes¿te – preguntó una amplia y alzando una cejaharían buena pareja… y no sé… se que es una 13/Sep/2006 13:49 E: Pues no – contestó seria y sin pensárselo M: Vaya – dijo extrañada – tampoco es tan descabellado, no es para ponerse así E: Perdona – dijo relajando el tono – es que estoy algo cansada, cariño… y lo cierto es que ahora que lo pienso mi hermana si creo que tiene algo por ahí… - sonrió M: Es una pena – sonrió de nuevo – porque mi hermano es un buen partido, ya le conocerás…seguro que os llevais genial E: Ya… ¿ya le conoceré?- preguntó intentando que no sonara mal M: Claro, mi niña – contestó – al menos yo quiero que lo conozcas, para mi es importante que las dos personas más importantes que tengo ahora mismo se conozcan y se lleven bien… E: Vale si – dijo seca sin poder evitarlo – te dejo que tengo que seguir M: Espera – paró advirtiendo su tono – espera cariño… ¿Qué pasa? ¿Por qué te pones así? E: Nada… ¿no es un poco para hoy conocer a tu familia? M: bueno nonotesé… estoy diciendo que lopronto conozcas mismo… Jero no está en Madrid, pero si que me gustaría que lo conozcas – contestó – además yo ya conozco a tu hermana, no sé de qué te extrañas… E: A Cruz la conociste porque vino a verte… - paró un segundo – que por cierto ¿para qué quería verte? Fue a contestarle, a decirle lo que su hermana le había dicho tal vez Esther le dijera el por qué de esas advertencias, y ella, estaba un poco mosca por ello… pero cuando fue a abrir la boca llegó un aviso y se quedó con las ganas de saberlo… El turno terminó y ambas salieron en dirección al restaurante donde habían quedado con Cruz, Maca le había dado bastantes vueltas a la actitud de Esther cuando nombró a su hermano, pero pensó que como le había echo ver su chica eran tan solo nervios
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por conocer a su familia, realmente si que era demasiado pronto para ello, así que decidió dejar de pensar en ello y disfrutar de la comida que se avecinaba… Ya dentro del restaurante, esperaban la llegada de Cruz, regalándose besos y sonrisas, Esther ya estaba más relajada, parecía haberse olvidado de la conversación que habían mantenido en el hospital, sonreía como una cría y jugaba con las manos de Maca, feliz, alegre, sonriente… Cruz hizo acto de presencia y tras los saludos bastante afectivos de las dos hermanas comenzaron a come… veía a su hermana tan sonriente, tan feliz, que no podía evitar sonreír, Maca la miraba totalmente enamorada y Esther no se quedaba atrás, y le dio gracias al cielo por eso, por volver a ver a su hermana ilusionada con alguien, sabiendo que ya no quedaba nada de aquella absurda venganza, Maca había logrado que Esther volviera a disfrutar de la vida, y eso era algo, que tendría que agradecerle durante el resto de sus días… Hablaban, reía, gastaban bromas, la comida estaba siendo realmente perfecta, Maca parecía llevarse a las mil maravillas con Cruz, Esther sonreía a mas no poder, Maca le regalaba algún que otro beso furtivo, acariciaba su mano al mismo tiempo que hablaba con Cruz… todo, absolutamente todo en ese momento era perfecto… M: Oye, Cruz – dijo llamando su atención y pensando que era el mejor momento para hacerle la pregunta que llevaba días rondándole la cabeza, sin importarle que Esther estuviera o no delante - ¿Por qué me pediste que me alejara de mi princesa? Si las miradas matasen, la abogada ya habría caído fulminada tras la mirada de Esther que no se esperaba esa pregunta… Maca la miraba atenta a la espera de una respuesta y Cruz se encontraba en una especie de encrucijada sin saber que decir… 13/Sep/2006 23:51 Maca miraba aquel papel sin poder ni tan siquiera parpadear, si lo que decía era cierto, aquello era una gran pista en lo que basarse… miraba a Cruz quien tampoco sabía que decir, volvía su vista al papel y volvía a leerlo… ni siquiera los ya tan famosos papeles de Esther eran tan importantes, en esos momentos, como lo que decía aquel mensaje “¿Y si las cámaras de seguridad que están en manos de la policía no dijeran todo lo que tienen que decir? Atentamente, un amigo” ¿Podía ser cierto que las cámaras ocultaran algo? Y si eso era así ¿Cómo es que nadie se había dado cuenta? M: Cruz… - consiguió decir – si… si esto es cierto… significa que… C: Si, si, si, si, ya se lo que significa – decía más que sorprendida – tenemos que ver esas cintas… M: Eso está claro… ¿pero como las conseguimos? – preguntó C: Voy a llamar a Javi, es un amigo mío que trabaja en la comisaría de Sol – anunció sacando el móvil M: Bien, bien, - decía nerviosa mientras volvía a mirar el papel sintiendo como una sonrisa aparecía en su rostro, tal vez sacar a Esther de la cárcel no sería tan complicado… C: ¿Javi? – dijo al escucharlo al otro lado – hola, que tal… soy Cruz, ¿te acuerdas te mi? J: ¿Cómo pretendes que me olvide de la que espero sea ya una de las mejores abogadas del país? – contestó C: Bueno – se sonrojó – aun queda un poquito para eso J: Ya será menos… por cierto, me enteré de lo de tu hermana… ¿Cómo está? ¿Cómo estáis? – preguntó preocupado C: Por eso te llamaba - dijo al instante – tienes que ayudarnos… Javi, mi hermana es inocente… J: Eso no lo dudo, abogadita, así que dime en que puedo ayudarte – respondió C: Verás, acaba de llegar al piso de mi hermana una nota que da a entender que las cámaras de seguridad que recogió la policía están trucadas… J: Imposible – contestó rotundo – si fuera cierto lo habrían notado, se sabría… C: Vale, vale, puede razón, pero¿tu no podrías sé… llámalo que pero yo– pidió necesito a este clavo ardiendo y tengo queque ver tengas esas imágenes… hacerintuición algo parao lo que lasquieras, consiguiera? con aferrarme tono dulce… J: Puff… la verdad es que puede ser un poco complicado… el caso ya está cerrado… pero bueno… ¿Quién llevó el caso? C: Ricardo Ortega – contestó J: ¿Ortega? – Preguntó de nuevo – ese tío es bastante estricto para estas cosas… C: Javi, Javi, por favor, es importante… lo necesito en serio… aunque no haya nada, yo me quedaré mas tranquila si puedo verlas, por favor… - pidió casi en una súplica J. Veré lo que puedo hacer… - dijo al fin – pero no te prometo nada… te llamaré en un par de días para decirte lo que he conseguido… C: Gracias, gracias, gracias – decía dando saltos de alegría – te debo una J: Si lo consigo me vas a deber una muy grande así que vete preparando – bromeó Colgó el teléfono esperanzada, sabiendo que aquello podía ser tan solo una broma pero queriendo creer en el milagro de que alguien, un extraño, un amigo como decía aquel papel quisiera ayudarlas… una pregunta resonó en su cabeza ¿Quién había mandado aquella carta? 14/Sep/2006 00:36 Vale, la gente puede tener muchas luces, algunas luces o estar totalmente apagados, Maca, en esta ocasión, como Cruz pensaba tenía todos los plomos fundidos… ¿Cómo se le había ocurrido preguntar aquello delante de su hermana? ¿y ahora que tenía que decir ella? E: ¿Le dijiste que se alejara de mi? – Preguntó en un claro tono que denotaba un enorme cabreo C: Ehh… bueno yo… es que verás… no me malinterpretes pero… eres una mujer… - dijo como única excusa que encontró, aunque su hermana supiera el porqué de esa advertencia…
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M: Ya… vamos que para ti es un problema el echo de que tu hermana se haya enamorado de una chica… - contestó algo tensa, sin saber muy bien si aquello era cierto o no – pues no parecías muy en contra el otro día, además, te me lo dijiste antes de que yo te dijera que me gustaba tu hermana… “A esta no se le han fundido los plomos, es que sencillamente nunca a tenido plomos” pensó Cruz en ese momento… C: Vale, a ver… lo que pasa es que mi hermana si que me comentó que tu le gustabas – comenzó a decir ante la atónita mirada de Esther – y que quieres que te diga, al principio, pues lo vi mal – mintió – no lo entendía… por eso fui a pedirte que te alejaras de ella, pero es que luego cuando me di cuenta de cómo sonreía Esther, de cómo os mirabais… pues… en serio, perdóname – se disculpó… M: ¿De verdad que ya no te importa eso? – Preguntó – porque sé que para Esther es muy importante que aceptes esta relación – dijo cogiendo la cara de su chica quien le sonrió – y para mí también lo es C: De verdad, te lo juro, sino no estaría aquí – contestó levantando la mano en señal de juramento… Maca sonrió, Cruz respiró al ver que Maca se había quedado satisfecha con aquella excusa, Esther miró a su hermana, le hizo un gesto como diciendo que ya hablarían y volvió su vista a su novia para regalarle la mejor de sus sonrisas… La comida transcurrió algo más tranquila después de esa charla, estratégicamente, Cruz desapareció una vez terminada la velada con el fin de librarse de la gran bronca que sabía le caería, Maca y Esther fueron al piso de ésta… Nada más llegar se tumbaron en el sofá, rindiéndose gustosas a besos y abrazos, risas y caricias, pusieron la televisión y vieron una película… Al cabo de un rato, Esther parecía quedarse dormida, Maca aprovechó para mirarla, recrearse en cada facción de su cara, guardando en su retina cada curva de su cuerpo… sintió que no podría vivir sin ella, estaba enamorada, lo sabía y necesitaba contárselo al mundo… Con cuidado de no moverla bruscamente, se levantó, se agachó frente a ella y dejó un beso en su frente… M: Cariño – susurró – voy a utilizar tu ordenador – le dijo antes de irse a su despacho para escribirla a su hermano, necesitaba contarle lo feliz que era… E: Vale – masculló entre sueños… Maca desapareció por el pasillo, a los pocos segundos de entrar en el despacho, Esther pegó un bote en el sofá E: ¡No! – exclamó levantándose con prisas 14/Sep/2006 16:29 Maca desapareció por el pasillo, a los pocos segundos de entrar en el despacho, Esther pegó un bote en el sofá Corriendo llegó al despacho, viendo como Maca esperaba delante de la computadora a que el programa terminara de cargarse, se acercó a ella sigilosamente, rodeando su cuello… M: joder – se sobresaltó – me has asustado E: no era precisamente eso lo que pretendía – dijo besando su cuello… M: ¿Te has despertado juguetona no? – preguntó picara… E: Ummm… algo… - contestó torturándola, haciendo que Maca se diera la vuelta y logrando así que no le prestara atención al ordenador, alargó la mano y apagó la pantalla, acto seguido volvió al cuello de su chica M: Pues eso me encanta – dijo entrando en el juego y comenzando a besarla ella también… El estómago de Esther comenzó a hacer ruidos extraños, haciendo saber tanto a su dueña como a Maca que necesitaba algo de comida, Maca rompió el beso riendo y la abrazó con dulzura… M: Parece que tu estómago también juguetónme – dijo sonriendo… E: Si – rió también – la verdad es queestá yo también muero de hambre… M: Bueno pues… venga que te invito a cenar – propuso… E: No… es que no me apetece nada cenar fuera… - dijo mimosa – ya sé lo que vamos a hacer… tu vas a ir a tu casa a cambiarte ya traerte algo de ropa, que aquí ya no te queda nada y yo voy a prepararte una cena romántica – relataba mientras jugaba con un botón de su camisa – con velitas – la besó – música relajante… ¿te parece? M: Me encanta la idea… - se quedó pensando un segundo – solo le veo un problema a ese plan… E: ¿Cual? M: Que tengo que irme y separarme de ti… - dijo atrapando sus labios E: Bueno, solo será una hora u hora y media, así me da tiempo a mi a ponerme guapa y a sorprenderte M: Vale, vale… - sonrió – pero es imposible que te pongas más guapa de lo que ya eres… Se despidieron cariñosamente con varios besos en la puerta de casa, con una sonrisa Maca salía a la calle en dirección a su casa… Mientras en el piso, Esther volvía de nuevo al despacho, encendía la pantalla del ordenador y miraba el escritorio… Cliqueó sobre una de las carpetas y le dio a eliminar… se quedó un segundo parada ante la nueva ventanita que aparecía ente ella… “¿Está seguro de que desea eliminar “Bodegas Wilson”?” Le pareció que la pantalla se reía de ella, aquella pregunta era estúpida, si le había dado a eliminar, ¿para que se lo volvía a preguntar? Quería borrarlo, claro que quería, pero por un segundo pensó en no hacerlo, por un instante gracias a esa pregunta volvió a pensar en su venganza, y en el mismo tiempo, en el mismo segundo vio los ojos de Maca, esos que la tenían totalmente enamorada y sin pensarlo más, le dio al sí, viendo como desaparecía de su ordenador cualquier rastro que la delatara…
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Salió de nuevo al pasillo, en lugar de irse a preparar la cena, como bien le había dicho a Maca encaminó sus pasos hacia la habitación, abrió el armario y sacó el ultimo cajón, revolvió por él hasta encontrar aquella carpeta, la abrió, esta vez no para leerla, ya no necesitaba leer lo que en ella había, ya no quería leerlo… Sacó de ella unas cuantas fotos de Pablo y volvió a cerrarla, la puso bajo su brazo derecho y tras coger su chaqueta y su abrigo salió de casa con el propósito de hacer con esa carpeta lo mismo que había hecho con aquel archivo del ordenador… 15/Sep/2006 00:51 Los días iban pasando, lentos, pausados, tranquilos, desesperantes, Javi había llamado a Cruz para decirle que seguía intentando conseguir aquellas cintas pero que no había logrado aún nada, la abogada le pidió, casi le rogó que no dejara de intentarlo y él, no pensaba hacerlo… En la cárcel, Esther continuaba intentando sobrellevar esa vida enjaulada, como buenamente podía, con la ayuda de Paloma a la que le debía el echo de sobrevivir allí, muchas veces su amiga le había sacado de algún problema con otras reclusas y en otras ocasiones había sido ella quien la había ayudado… Maca no paraba, no dejaba de buscar y buscar algo, investigar sin encontrar, casi había dejado su puesto en el hospital para concentrarse tan solo en eso, en sacarla de la cárcel, sabiendo que aun consiguiéndolo, no se merecía el perdón de Esther, aunque ahora eso no le importaba tanto como el hecho de devolverle su libertad… mucho más delgada, algo incluso demacrada, viajaba cada semana de Jerez a Madrid, de Madrid a Jerez, solo por buscar cualquier cosa, desesperándose al no hallarla… Las noches eran horribles, para ambas, una pesadilla constante sin estar dormidas, cada una en lugares distintos, lejos la una de la otra recordaba su historia… sus momentos… sintiéndose por un instante de nuevo juntas… disfrutando, cada una, de cada uno de esos tesoros que tenían por recuerdos… El retiro, aquella tarde hacía sol, habían ido a pasar el día y Maca había sorprendido a Esther regalándole unos patines, quería compartir con ella todo lo que le gustaba y el patinaje era una de sus pasiones M: Venga cariño, que vas muy bien – decía tirando con dulzura de ella E: Joder Maca que no puedo seguir, me voy a meter un tortazo que verás – reía intentando mantenerse en pie sobre unos patines… M: Que no te caes, mi amor, no voy a dejar que te caigas – dijo agarrándola más fuerte de su mano y arrastrándola hacia su cuerpo E: No se yo… que quieres que te diga yo siento que me voy a matar – sonreía sabiendo que no se caería, pero queriendo esos abrazos que Maca le regalaba Esther lloraba en su celda y Maca lloraba en su habitación, los recuerdos eran lo único que tenían de la otra, junto con una gran lucha interna, Esther porque por momentos la odiaba, y al instante siguiente sentía que no podría dejar de amarla, Maca porque se sentía culpable, muy culpable, los remordimientos de conciencia estaban acabando con ella… porque no sabía como había podido culparla… En casa de Maca, las maletas aun estaban por hacer, sabían que no tenían mucho tiempo pero la pasión y el deseo se habían echo dueños de sus cuerpos… yacían desnudas sobre la cama, con las sábanas cayendo a los pies del colchón E: Mmm… vamos a perder el vuelo – decía mordiéndole el labio M: Siempre podemos cambiar el billete e irnos en el próximo – contestó aferrándose a su cuerpo E: Si, mi amor, pero entonces perderemos un día y para un puente que tenemos… M: Vale, vale, lo que milímetros de su bocatu digas – dijo sabiendo que tenía razón – anda, vamos pero dame un besito antes – pidió a escasos Paseaba por el patio de la cárcel y no podía quitarse de la mente su mirada, sus ojos, y se odiaba, s odiaba a sí misma por no poder hacerlo, por querer conseguirlo y no saber cómo… De nuevo en Jerez, Maca volvía a buscar por enésima vez, algo, por mínimo que fuera, una sola pista que la ayudara… la impotencia que sentía al no lograrlo le hacía caer de nuevo al suelo, notando como sus mejillas se humedecían ante el torrente de lágrimas ¿por qué no la había creído? ¿Cómo había estado tan ciega de no hacerlo? Esther recogía sus cosas, Maca la esperaba en el salón, llevaba ya un tiempo dándole vueltas al mismo asunto pero no había sido capaz de decírselo… Entró en el salón y se la encontró pensativa, algo ida, parecía que leía una revista pero sabía que no estaba allí, desde hacía días había notado a la pediatra como ausente… E: Maca, cariño, ¿estás bien? – preguntó preocupada acercándose a ella y acariciando su pelo… M: Si, si, es solo que… - paró un segundo y la miró, era ahora o nunca, debía tirarse a la piscina y ver si se llenaría de agua o se estamparía contra el suelo – cariño… ¿tua me quieres? preguntó para comenzar a abordar–elMaca tema¿Qué pasa? E: Pues claro mi vida, ¿Cómo no te voy querer? – dijo– algo descolocada por su pregunta M: Pues que estoy harta, Esther – dijo asustando a la enfermera – estoy harta de ir de una casa a otra… estoy harta de tener que estar de arriba abajo siempre… - miró sus ojos que aunque interrogantes y sorprendidos sabían lo que le estaba diciendo… quiero… quiero que… E: Yo también quiero, mi amor – la besó – lo estoy deseando… - terminó de decir abrazándola feliz cayendo ambas en el sofá y dejando una vez más que las caricias hablaran por ellas…
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Cruz continuaba con la búsqueda de aquellos dichosos papeles, en sus visitas a la cárcel había intentado sacarle información a Esther pero siempre obtenía la misma respuesta, los había quemado, comenzó a pensar que podía ser cierto aquello, pues ¿Por qué iba su hermana a ocultar unos documentes que tal vez, y solo tal vez, podrían ser el comienzo a su libertad? Desesperada, Maca volvía una vez más de Jerez, con la última esperanza de que Cruz le dijera algo nuevo, tenía un presentimiento, un buen presagio de que esta vez, por fin, tendrían buenas noticias… 16/Sep/2006 13:25 En un centro comercial, Esther y Laura andaban buscando el regalo adecuado, Esther quería que fuera algo especial, así que no le convencía demasiado nada de lo que veía… se habían tomado unos minutos para sentarse y tomarse un café, llevaban toda la mañana y lo cierto es que estaban algo cansadas… L: Entonces ya estáis buscando piso – preguntó Laura a su amiga E: Si, pero está muy complicada la cosa – contestó dando un sorbo a su café – es que están todos los pisos por las nubes y no te digo solo para comprarlos… que los alquileres no se quedan cortos… además, tendrías que ver los anuncios, todo muy bonito sobre el papel y luego es una auténtica mierda… L: ¿Y por que no os vais a uno de vuestros pisos? – volvió a preguntar E: Pues por que no… - dijo al instante – Maca me dice lo mismo, que nos vayamos al suyo de momento pero que quieres que te diga, ese piso es de su hermano y no me apetece nada vivir allí – dijo intentando que no sonara mal L: Pues no sé por que… E: Pues porque quiero que sea un piso nuestro, no vivir de prestado… además, que su hermano vendrá a Madrid algún día – dijo cayendo en la cuenta de lo que había dicho, hasta ahora no había pensado en esa posibilidad… L: ¿Y el tuyo? – insistió E: El mío es muy pequeño, a parte no sé… me gustaría empezar de cero con todo lo que a la casa se refiere junto a Maca, no sé… que sea una casa de las dos, decorada con los gustos de las dos, para una vida juntas… L: Si, si eso que dices tiene sentido, pero vamos que las dos lo estáis deseando y no sé… no entiendo porqué no hacéis eso mientras buscáis… E: Pues por que conociéndonos al final no buscaremos, nos acomodaremos en el piso en que nos quedemos y todo lo que queríamos hacer no lo haremos – contestó – pero vamos que es como si ya viviéramos juntas, no hay noche que no durmamos juntas – dijo con una sonrisa pícara – y a parte, es cuestión de días, tal vez alguna semana, hasta que encontremos algo que nos guste a las dos… L: Bueno si ambas estáis de acuerdo… E: Si – dijo – y venga, vamos a seguir que al final nos dan las uvas y no le he comprado nada… Se levantaron y tras pagar la cuenta volvieron a recorrer las tiendas, hasta que en el escaparate de una joyería vio lo que estaba buscando, no le hizo falta mirar más cosas, fue tan solo verlo y saber que eso debía ser de Maca… Terminaron las compras y pusieron rumbo al hospital, Esther ese día libraba y Maca tenía que estar a punto de salir… efectivamente, cuando llegaron Maca ya la esperaba con una sonrisa en la cara… M: Hola mi amor – dijo llegando hasta ellas, le dio un beso en los labios y saludó a Laura - ¿Qué tal las compras? – Preguntó sonriente – Ya tienes mi regalo – dijo ilusionada E: ¿Y tu como sabes que yo he ido a comprarte un regalo? – dijo pasando su mano por la cintura con una amplia sonrisa M: Porque soy muy lista – contestó con chulería – venga… - pidió como una niña – dímelo E: voy a decir – dijo– rotunda M: No jo –teprotestó, mirónada a Laura Laurita… L: A no, yo me voy para adentro antes de que empieces a hacerme preguntas – dijo sonriente dejando a la pareja que continuaran con lo suyo M: Así que si que has ido a comprarme mi regalo – sonrió E: Que pesadita – dijo cansada y sonriente – que no… aún no tengo nada comprado, así que déjalo ya porque no me vas a sacar nada… M: Bueno… ya veré yo como lo hago para que me lo digas – contestó sensual comenzando a andar hacia el coche de la enfermera – por cierto, que he llamado al del anuncio que vimos ayer ¿te acuerdas? – Esther asintió – que nos espera esta tarde a las seis, para que vayamos a verlo… E: Vale, pues a ver si este está mejor que los anteriores porque vaya tela… - dijo en tono de protesta, entrando en el coche y arrancándolo… Llegaron al piso de Esther, comieron algo mientras seguían mirando anuncios en el periódico, tras una “siesta” en la que no durmieron, se arreglaron para ir a ver aquel piso… Como era de esperar, no era lo que buscaban, era mucho más pequeño de lo que ponía en el anuncio, bastante menos iluminado de lodesmesurado… que ellas querían, por no hablar de que estaba en un quinto piso sin ascensor, quedaba bastante lejos del trabajo y el precio era De vuelta a casa, esta vez en el piso de Maca, se dispusieron a hacer la cena, estaban un poco apenadas, pues ambas estaban deseando vivir juntas pero parecía que tendrían que seguir posponiéndolo… cenaron tranquilas, y se tumbaron en el sofá, entre arrumacos y risas intentaban no perderle el hilo a la película que habían puesto de fondo, aunque lo cierto era que ninguna de las dos prestaba atención, pues estaban mucho más atentas a los labios y los besos de la otra…
Soy culpable de quererte. Parte II (werty_1983)
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Maca intentaba sacarle algo a Esther sobre aquel regalo y esta continuaba contestándole con evasivas, dieron las doce de la noche y ante la atenta y sorprendida mirada de Maca, la enfermera se levantó y fue hacia la habitación, al cabo de pocos minutos volvió con una cajita entre las manos haciendo que Maca no pudiera evitar sonreír… M: Lo sabía – dijo ilusionada… E: Pensaba dártelo mañana, pero como estás así de pesadita y la verdad es que yo también estoy deseando dártelo pues… - dijo extendiendo su mano para darle el regalo – feliz cumpleaños, mi amor – terminó diciendo dándole un largo y dulce beso 16/Sep/2006 19:43 Abrió con impaciencia aquella cajita y cuando descubrió su contenido se quedó parada, sorprendida, emocionada… dos lagrimones comenzaron a caer por sus mejillas mientras que con manos temblorosas acariciaba el contenido de aquella cajita, Esther la miraba y e igual que ella se emocionaba al verla así, si en algún instante se le había pasado por la cabeza el equivocarse, esa se esfumó en el aire al ver su rostro… M: Esther… es… - dijo con la voz entrecortada E: Si – contestó emocionada – bueno, no sé si es igual pero por la descripción que me diste creo que se parece – dijo con dulzura… M: es igual – afirmó – es exactamente igual a la de mi madre… Sacó de aquella cajita una cadena con un colgante de una lágrima algo aplanada de oro blanco en la que estaba grabado un corazón atravesado por una flecha… la había visto cientos de veces hacía años, su padre le había regalado una igual por un aniversario, y Rosario, su madre, no se la había quitado jamás del cuello, más de una vez Maca se la había pedido y ella se había negado a dejársela, con el accidente de sus padres fue una de las cosas que se perdió de ella… había buscado en cientos de joyerías una igual, parecidas había miles pero como esa, como esa no había encontrado ninguna y ahora, su princesa se la estaba regalando… E: ¿Te la pongo? – preguntó tímida al sacarla de sus pensamientos, sabía que pasaba por su mente en esos momentos y no quería incomodarla… M: Si – contestó mirándola grandiosamente agradecida – por… por favor – dijo emocionada Esther cogió la cadena que aún tenía la pediatra en sus manos, apartó el pelo de su cuello y la abrochó dejando después un dulce beso en su nuca… M: Te quiero, mi amor – dijo con el alma – te quiero muchísimo E: Y yo te amo mi vida – respondió… Abrazó su cintura sin dejar de besarla, Maca se volvió para mirarla y unió sus labios con los suyos, la besó con ganas, con pasión, haciéndola estremecer en un segundo… Como pudieron llegaron a la habitación donde una vez más como tantas noches dieron rienda suelta a sus deseos… para llevarse al mundo de los sueños el sabor de sus besos… 17/Sep/2006 00:18 Se levantó temprano, hizo el desayuno y preparó una bandeja en la que depositó el café recién hecho, un par de tostadas, un zumo de naranja y una rosa, aquel día era su día, el primer cumpleaños de alguna de las dos que pasaban juntas, por lo que estaba decidida a hacerlo lo más especial que pudiera y llevarle el desayuno en a la cama, para variar un poco, pues siempre era Maca la que lo hacía, le resultó una buena forma de comenzarlo… Entró en lallevarla habitación, haciendoabsolutamente malabarismos nada… con la bandeja, por fin consiguió dejarla en la mesita y se elogió a sí misma por conseguir sin derramar Se separó un poco de la cama y se dedicó a observarla, era tan increíblemente hermosa… tan perfecta… en todos los sentidos, no solo físicamente, Maca era la mejor persona que había conocido, dulce, amable, atenta, cariñosa… pocas personas conocían esa faceta suya y ella, era una de las pocas privilegiadas… Se acercó con sigilo, sin hacer ni un solo ruido y comenzó dejando besos por su espalda desnuda, sonriendo con satisfacción al ver como su piel se erizaba ante aquel contacto y como Maca iba reaccionando a sus caricias… E: Felicidades otra vez, mi amor – susurró M: Mmmm… buenos días princesa – dijo aún con los ojos cerrados E: Te he traído el desayuno – informó M: Que bien – abrió los ojos y se encontró con el rostro de Esther sonriéndola, con sus ojos enamorados y se acercó hasta ella para besar sus labios – hola – la volvió a besar E: Hola, mi niña – correspondió al beso – venga desayuna que vamos a llegar tarde a trabajar Desayunaron entre risas, se arreglaron y fueron al hospital, el turno pasaba entre informes, niños y operaciones, a penas casi se vieron en toda la mañana, cosa que ambas llevaban bastante mal, no les gustaba eso de no coincidir y ese día ni tan siquiera pudieron de todas lasamañanas… Maca iba tomarse invitandosua café sus compañeros una comida que quería organizar para celebrar su cumpleaños en su casa y uno a uno iban todos rechazando su invitación, todos, curiosamente tenían guardia es día… Tras las tres primeras negativas se puso un tanto triste, pero al ver que todos decían que no, comenzó a sonreír ampliamente, conocía a Esther, sabía que todo eso era cosa suya, intuía que estaba preparándole una fiesta sorpresa, no, no lo intuía, realmente tenía la certeza de que así sería… estuvo tentada a buscarla y decirle algo, sin embargo se controló, a Esther le encantaban esas cosas, disfrutaba como una cría con todo aquello… ¿Por qué quitarle la ilusión?
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Terminaron el turno y Esther se las ingenió para desaparecer antes de lo normal, cosa que confirmó totalmente sus sospechas, se dirigió a casa, tardando más de lo habitual, tal vez para darle tiempo, si había salido antes era porque no lo tenía todo preparado… Una vez llegó, abrió la puerta y se encontró todo oscuro, las persianas bajadas y todas las luces apagadas… le dio al interruptor y resonaron las voces de todos sus amigos, ella se echó a reír, no por la sorpresa, más bien al darse cuenta de que ella tenía razón… Se acercó a Esther quien la miraba ilusionada, y la besó apasionadamente delante de todos, cosa que volvió a hacer resonar los vítores y silbatos… Saludó de nuevo a sus compañeros, a Cruz, y varios amigos que Esther se había encargado de llamar... tras un rato de charla se sentaron a comer, donde las conversaciones fluidas y las bromas se convirtieron en los reyes de la mesa… Tras la comida los brindis y algo de música para animar el ambiente, Maca sacó a bailar a Esther quien algo ruborizada aceptó gustosa, bailaron comiéndose con la mirada, deseosas de que todos se fueran para celebrar ellas a su manera ese cumpleaños que tan especial estaba siendo… El sonido de la puerta resonó en la casa, Maca fue a abrir, sin saber quién podía ser, pues todos estaban allí, abrió y sus ojos se abrieron como platos al ver quien esperaba en el pasillo… - ¡Felicidades! – dijo casi gritando y abriendo sus brazos M: ¡Jero! – exclamó echándose a sus brazos 17/Sep/2006 02:09 Cansada del viaje fue directamente al piso de Cruz, ni siquiera pasó por el suyo, necesitaba saber si su ex-cuñada había averiguado algo… Cruz le abrió la puerta y la invitó a pasar, una vez en el salón, tras hacer algo de café, se sentaron ambas en el sofá… M: ¿has conseguido algo? – preguntó impaciente C: No - dijo llevándose las manos a la cara – nada… y creo que si que ha quemó esos dichosos papeles… así que el tal Arturo Vega o nos está mintiendo o le mintieron a él… M: No lo sé… no he podido verlo otra vez, fui a su casa y me dijeron que había salido de viaje… - informó a su amiga – yo… yo ya no sé por donde buscar – dijo con un nudo en la garganta – Dios – se levantó con lágrimas en los ojos – es que no tengo perdón, no se… no sé como pude pensar eso… he destrozado su vida, Cruz – la abogada la miraba sin saber que hacer – y… y no tengo ni idea de cómo arreglarlo C: Maca, ahora mismo no es momento para reproches, ¿Vale? – dijo levantándose y yendo hacia ella – tenemos que mantenernos calmadas… M: Es que no puedo –lloraba – no puedo… joder todo esto es culpa mía, tenía que haberla dejado hablar… ni siquiera la escuché… C: Maca, para mí tampoco es fácil, te recuerdo que es mi hermana la que está en la cárcel… M: Ya lo sé… y todo por mi culpa – contestó C: mira, ahora mismo no es momento de buscar culpables… Maca joder que no podemos caernos ahora… tenemos que seguir buscando… M: ¿Qué? ¿Qué buscamos? ¿Dónde lo buscamos? – Preguntaba – hemos buscado en todos sitios Cruz y no hay nada… Nada… C: Tiene que haber algo… - se auto convencía, pues realmente necesitaba hacerlo, estaba a punto de hundirse como se estaba hundiendo Maca y no podía permitírselo, le había jurado que la sacaría de allí y así lo haría – tiene que haber algo – repitió intentando reprimir sus lágrimas… M: No hay nada, Cruz – decía derruida C: No digas eso… por favor no digas eso… sé hay algo, estoyyasegura de que que más hay algo… Cuando estaba a punto de dejarse arrastrar porque el llanto, cuando no sabía hacer, apareció un ángel que tal vez podría devolverles algo de luz en mitad de aquella continua noche… el sonido del timbre hizo que ambas quisieran creer en los milagros… J: Las tengo – dijo entrando hacia el salón – solo os las puedo dejar unas horas – advirtió a su amiga enseñándole un par de cintas – me juego el puesto como se den cuenta de que faltan C: Gracias, gracias, Dios Javi muchas gracias – dijo abrazándole M: ¿Son las cintas de las cámaras de seguridad? – preguntó aun sin creérselo del todo J: Si – afirmó – pero solo tenéis unas horas… - advirtió de nuevo C: ¿Las has robado? – dijo incrédula, sin poder creer que su amigo hubiera hecho eso por ella J: Digamos que las he cogido prestadas, pero que su dueño no lo sabe C: Pero como… M: Cruz – la cortó - ¿Qué más da eso ahora? Vamos a verlas – dijo impaciente C: Si, si claro vamos – contestó metiendo una de las cintas en el vídeo 17/Sep/2006 18:36 La cinta entró en el video y Cruz cogió el mando para sentarse junto con Maca quien no paraba de mover las manos nerviosamente, la abogada miraba el mando y el vídeo intermitentemente, tomándose su tiempo, preparándose para lo que iba a ver, Javi se mantenía en un discreto segundo plano pero totalmente expectante a la pantalla… C: ¿Preparada? – preguntó a su compañera, para ella era difícil, pero tenía que reconocer que para Maca lo era más, iba a ver lo que pasó minutos antes de la muerte de su hermano y no sabía como le afectaría… M: Si – susurró – creo que si… C: Bien, pues vamos allá – dijo dándole por fin al play
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La pantalla se iluminó dejando ver un largo pasillo con una alfombra roja, algunas macetas pegadas a la pared y varias puertas bastante lujosas a los lados con varios números dorados colgados en ellas… habitación 432, 433, 434 y por fin, bastante cerca de la cámara la habitación 435… El pasillo estaba vacío, nadie andaba por allí, durante unos minutos se mantenía así “pásala un poco” le había pedido Maca impaciente por ver algo y así lo hizo la abogada… La puerta de la habitación 433 se abrió dejando paso a un matrimonio de avanzada edad que caminaban hacia los ascensores, una vez llegó éste salió de el una de las limpiadoras del hotel, que arrastrando su carrito desapareció introduciéndose en otra habitación, seguramente para ordenarla y limpiarla… De nuevo el desértico pasillo, de vez en cuando aparecía en pantalla algún botones, alguna camarera o algún huésped del hotel que sin prestar atención alguna a las cámaras seguían su rumbo hacia donde quiera que fueran… se mantuvieron así durante cerca de treinta minutos, a veces pasaban a cámara rápida parando cada vez que aparecía alguien, pero no se trataba de ninguna persona involucrada en todo esto… Por fin después de cuarenta y cinco minutos la puerta de la habitación 435 se abría y Jero salía vestido con unos pantalones negros y una camisa, con el móvil pegado a la oreja echaba un vistazo por aquel pasillo, de un lado a otro… M: Jero – susurró con lágrimas al ver a su hermano… Parecía estar esperando a alguien, anduvo un par de pasos alejándose de su habitación para luego volver a ésta, echando un último vistazo a los ascensores volvía dentro cerrando la puerta tras de si… C: ¿A quién esperaba? – Lanzó la pregunta que los tres estaban pronunciando en su mente, sin obtener respuesta alguna - ¿estás bien? – preguntó a la pediatra que dejaba caer algunas lágrimas M: Si, si – contestó secándoselas – sigamos – pidió Una vez más aquel pasillo quedaba en calma, cinco minutos más tarde uno de los ascensores al final del pasillo se abría dejando paso a una chica que vestida con unos vaqueros y una camiseta azúl, con un bolso bandolera colgado del hombro, andaba visiblemente nerviosa y muy seria hacia la habitación de Jero… C: Esa es Esther – afirmó Esther se paraba frente a la puerta, llamaba un par de veces y esperaba mirando a sus alrededores a que ésta se abriera, una vez esto ocurrió, Jero volvía a aparecer en pantalla, cruzaron un par de palabras, parecían serios aunque sus expresiones no se distinguieran demasiado bien, Jero se apartaba de la puerta y Esther entraba en la habitación, la puerta volvió a cerrarse… La tensión no podía crecer más, Cruz no apartaba los ojos de la pantalla, Maca se mordía las uñas, Javi agudizaba su vista intentando encontrar algo, todos estaban expectantes, a la espera de que algo pasara o alguien apareciera por allí, el televisor les devolvía la imagen de un pasillo de nuevo desértico… todos se preguntaban que estaría pasando detrás de aquella puerta en la que tenían fijados sus ojos… M: ¿Veis algo? – preguntó C: Nada… - contestó sin apartar la vista de la pantalla Veinte minutos más tarde la puerta 435 se abría violentamente y una Esther salía de la habitación con lágrimas en los ojos y corriendo desesperada hasta alcanzar los ascensores… M: Ahí está – informó - ¿y mi hermano? La pregunta no obtuvo respuesta, la habitación volvía a cerrarse por inercia de la fuerza por con la que Esther la había empujado, no volvió a abrirse, nadie volvió a salir de allí, Esther desaparecía tras la puerta del ascensor con temblores y con la mirada bastante afectada… C: Vale… - intentó permanecer tranquila – Esther ya ha salido… así que ahora es cuando tiene que aparecer alguien más ¿no? M: Esperemos – dijo igual de nerviosa… Pero nadie aparecía, ni camareras, ni limpiadoras, ni botones, no huéspedes, la habitación de Jero continuaba cerrada, nada se movía, nada extraño aparecía… Un rato después por fin el ascensor volvía a abrirse, cada uno de los sentidos de las chicas volvieron a ponerse alerta, un joven vestido con un uniforme corinto andaba en dirección a la misma puerta, llamó un par de veces esperando una respuesta, no la obtuvo respuesta, volvió a tocar, supusieron que con más fuerza porque la puerta se movió unos centímetros, no se llegó a cerrar del todo cuando Esther salió de allí… el chico, que Cruz supuso y supo que se trataba de Sergio, entró dubitativamente a la habitación, segundos más tarde salía corriendo de ésta visiblemente nervioso, corrió hacia los ascensores… Minutos más tarde el mismo chico y un hombre, tal vez el director del hotel llegaban a la habitación, el director salía hablando por el móvil, la seguridad del hotel llegaba al instante y minutos después lo hacía la policía y personal sanitario… M: Joder – exclamó al ver que allí no había nada que no supieran… J: vuelve atrás – dijo el policía – vuelve al momento en que Esther sale Así lo hizo Cruz, volvieron al punto en el que Esther salía de la habitación para visionar meticulosamente una vez más la cinta, pero no había nada nuevo… la miraron casi un millón de veces, fijándose en cada detalle, en todos los detalles pero nada, en esa cinta no había absolutamente nada… todo parecía en orden, todo estaba en orden… M: Tiene No hayque nada – dijo derrotada C: haber algo – dijo volviendo de nuevo atrás Una vez más inspeccionaron la cinta, tras esta pusieron otra que tampoco aportaba nada… se veía exactamente lo mismo desde un ángulo diferente, llevaban allí cerca de tres horas y lo único que consiguieron fue ver como las pruebas acusaban a Esther… J: Chicas – dijo con tristeza – será mejor que lo dejemos… por aquí no vamos a averiguar nada y yo… bueno yo tengo que devolverlas… Cruz, se secó las lágrimas que de impotencia habían salido de sus ojos, miró a su amigo sabiendo que tenía razón, se levantó del sofá y sacó la cinta, la metió en su estuche y fue a devolvérselas con desgana…
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M: ¡Miriam! – dijo Maca causando el asombro y el desconcierto de los presentes, levantando su rostro oculto entre sus manos y miró a sus amigos que esperaban una razón para decir aquello… 17/Sep/2006 21:40 C: ¿Miriam? – Preguntó descolocada - ¿Miriam qué? J: ¿Quién es Miriam? – preguntó viendo como Maca se levantaba cogía su bolso y sacaba una agenda electrónica C: Su ex – le dijo - ¿Qué pasa con Miriam? – volvió a preguntar a su amiga J: ¿Y que tiene que ver tu ex en todo esto? – preguntó también bastante desconcertado M: Miriam – dijo buscando en su agenda – Miriam estudió audiovisuales, se especializó en montajes de vídeo – informó – es la mejor en su campo – continuaba buscando nerviosa C: ¿Qué quieres decir? – preguntó creyendo saber de que hablaba M: Pues que si hay algo en esas cintas y estoy segura de que tiene que haber algo más, algo que nosotras no somos capaces de ver ella es la única que puede averiguarlo – seguía buscando J: pero si hemos visto las cintas mil veces y no hay nada – contestó M: No hay nada porque nosotros no sabemos buscarlo… - dijo – no estamos especializados en esto… tiene que haber algo – seguía buscando – algo oculto, algo que no vemos… C: Vale, vale… - dijo queriendo aferrarse a esa posibilidad – y ¿crees que Miriam podrá averiguar algo? M: Te aseguro que si ella ve las cintas y no ve nada extraño es que no hay nada, pero algo tiene que haber, si no ¿Por qué nos mandaron esa carta? J: ¿Para gastaros una broma? – Dijo queriendo que vieran la realidad – chicas, en serio, os aseguro que esas cintas han pasado por especialistas en el tema y no han visto nada… M: no te lo niego, pero yo necesito aferrarme a esto, aunque me esté engañando, y solo Miriam puede decirme algo… es la mejor… C: Bien, Javi, necesitamos que nos dejes las cintas un poco más – pidió a su amigo, si Maca necesitaba aferrarse a ello, ella también necesitaba hacerlo J: Cruz… - dijo visiblemente afectado – no puedo… me van a despedir si se dan cuenta… C: Javi, por favor – rogó J: Te juro que no puedo hacerlo – vio la cara de ambas chicas, suplicantes, los ruegos de sus ojos hacían que no pudiera negarse – está bien – dijo al fin – haremos una cosa… vamos a hacer una copia de las cintas, estas las tengo que devolver… C: Perfecto, nos vale con eso ¿no? – preguntó a Maca M: Si… no sé, supongo que si… pero lo mismo tenemos que volver a pedírtelas – dijo dubitativa J: Bueno, si las volvéis a necesitar ya veremos lo que hacemos, de momento vamos a hacer esas copias… M: Joder – exclamó – no tengo su número C: ¿Pero sabes donde encontrarla? – preguntó nerviosa M: bueno, sé por donde se movía, así que si no ha cambiado de costumbres no tendré problemas en encontrarla – contestó C: Bien pues manos a la obra – dijo comenzando a andar – Javi y yo vamos a hacer esas copias, tú ve a buscar a Miriam… 18/Sep/2006 01:15 M: Qué alegría Jero – dijo separándose un poco de él - ¿pero que haces aquí? ¿Cuándo has llegado? J: serioy pensabas queacá iba a perderme tu cumpleaños? – contestó sonriente – he llegado hace una hora más o menos, quedé con¿En Álvaro me vine para M: No sabes, no sabes la alegría que me das – volvió a abrazarlo – venga pasa que te quiero presentar a alguien J: Por fin – elevó sus manos – por fin voy a conocer a la famosa Esther Llegaron entre risas al salón, donde todos estaban distraídos, Esther hablaba con Laura y con Cruz, se dio la vuelta buscando a Maca y la vio… Su vaso cayó al suelo, su rostro palideció, sabía que en algún momento llegaría esa situación, pero siempre quiso soñar que no llegaría jamás… E: Dios mío – susurró viendo al hombre que le había hecho tanto daño Cruz la miró al escuchar el sonido de su copa chocar contra el suelo, al ver su rostro supo que algo no iba bien, levantó su vista y se encontró con Maca y su hermano que miraban entre la gente buscando a alguien, a ella supuso… C: Joder – dijo en voz baja – Esther – se volvió a su hermana Esther la miró con ojos vidriosos, volvió a mirar a Maca quien ya comenzaba a acercarse, los veía llegar a cámara lenta, haciendo de cada paso un año… no podía, no podía… aun no podía enfrentarse a aquello… Justo antes de que Maca llegara se dio la vuelta y desapareció por el pasillo en dirección al baño, cerró la puerta e intentó tranquilizarse… Mientras tanto, Laura se había quedado alucinada ante todo lo que había visto, no tenía ni idea de lo que pasaba, miró a Cruz sin saber muy bien que decir… L: ¿Qué le pasa a tu hermana? – preguntó C: pues… no… no lo sé – dijo sin saber que responder – le habrá sentado mal algo, voy a ver – dijo encaminándose al baño… M: Laura – llegó hasta ella - ¿Y Esther? L: Pues… creo que no se sentía bien y ha ido al baño un momento M: Pero está bien – preguntó preocupada
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L: No sé, pero no te preocupes que Cruz ya está con ella – tranquilizó – hola Jero – saludó J: hola Laurita, me alegro de verte – dijo cortés – Maca – se dirigió a su hermana – si quieres ve a ver que pasa… EN el baño, Cruz intentaba tranquilizar a una Esther que estaba entrando en una crisis de nervios casi preocupante… E. Está aquí… está aquí – repetía – ese hijo de puta está aquí… C: Esther… Esther tienes que tranquilizarte – pidió – no puedes actuar así… E: ¿Y como coño se supone que quieres que actúe? – preguntó C: Para empezar tienes que calmarte… si sigues así Maca se dará cuenta de que algo pasa y comenzará a hacer preguntas… E: Lo sé… lo sé pero no puedo… - comenzaba a notar que sus lágrimas caían – no puedo… C: Escúchame… de ti depende perder a Maca o no – dijo con dulzura a la vez que con rotundidad – si te ve así se preocupará, se hará preguntas, te las hará a ti… puedes perderla… lo sabes… E: Si… si ya lo sé… ¿pero que quieres que haga? – preguntó C: Quiero que te calmes, que salgas ahí fuera y que dejes que te presente a su hermano… E: ¿Tú estás loca? – Dijo incrédula – no puedo… no quiero ver a ese cabrón… C: No la quieres – afirmó – definitivamente no quieres a Maca tanto como dices E: No digas tonterías claro que la quiero – se defendió C: ¿Si? Pues entonces sal ahí fuera y deja que te presente al hombre más importante de su vida… es su hermano Esther… su hermano… E: No puedo – lloró – no puedo… M: ¿Esther? – Dijo llamando a la puerta - ¿Esther cariño estas bien? C: Tú decides – susurró – pero a ver como le explicas que no quieres ver a su hermano – dijo antes de abrir la puerta… 18/Sep/2006 13:20 Miró a su hermana… con ojos llorosos, tenía razón, si se negaba a que le presentaran a Jero, Maca no lo entendería, haría preguntas, preguntas que no sabría contestar, se enfadaría, se desilusionaría y seguramente la perdería si averiguaba algo… Era su cumpleaños, no podía hacerle eso, no podía perderla, Maca era toda su vida… Se dio la vuelta y se echó agua en la cara intentando borrar el rastro de lágrimas que habían brotado de sus ojos, Cruz abrió por fin la puerta y una preocupada Maca entró apresurada… M: Mi amor – dijo acariciando su espalda – mi niña ¿Qué pasa? C: Yo vuelvo a la fiesta – anunció para dejarlas intimidad M: Cariño – susurró E: No pasa nada, mi vida – consiguió decir – estoy bien… solo… solo me ha sentado algo mal M: ¿Seguro? – preguntó preocupada E: Si, si seguro – sonrió M: Vale… ¿volvemos? Mi hermano ha venido – dijo feliz – y quiero que os conozcáis E: Claro – contestó con desgana – claro vamos… Maca volvió a abrir la puerta, antes de salir, notó como Esther la cogía del brazo, le daba la vuelta y la besaba con infinito amor para luego fundirse en un abrazo que necesitaba más que nada en el mundo, un abrazo que le daba las fuerzas necesarias para enfrentarse al mundo… M: ¿Estás bien? – volvió a preguntar aferrándola a sus brazos… E: si solo que… te quiero Maca – dijo sincera – te quiero–más a nadie no… no lo olvides nunca… M: Si… Yo también te quiero mi amor – contestó con una sonrisa eresque lo mejor queenmeeste ha mundo… pasado nunca… Volvieron a besarse, tranquila y pausadamente, por un momento se olvidaron de la fiesta, de los invitados, de Jero y del mundo… de nuevo un abrazo que las reconfortó a ambas… Se separaron, se miraron, y salieron del baño poniendo rumbo al salón… iban cogidas de la mano, Esther temblaba aunque intentaba disimularlo, tenía que ser fuerte por ella… llegaron con el resto de invitados, Maca buscó de nuevo a su hermano y sin soltar a su novia en ningún momento se acercó a él… M: Jero – llamó su atención – esta es Esther, mi novia – volvió sonriente la vista a su chica – cariño, este es Jero, mi hermano J: Es un placer conocerte – dijo mirándola – no sabes las veces que me ha hablado Maca de ti… E: Si… bueno – titubeó – yo también tenía ganas de conocerte… J: Pero bueno – dijo sonriente – dame dos besos, cuñada… Haciendo de tripas, corazón, creyendo que no podría soportarlo, se acercó a él para sellar con dos besos aquella presentación, lo hizo rápido, sin querer prolongar ese momento más de lo estrictamente necesario, miró a Maca quien se la veía feliz y supo que había echo lo correcto, daría su vida entera por verla sonreír de esa manera y si tenía que besar al mismísimo diablo, a su diablo particular, lo haría solo por ver esa carita que tenía su novia… M:Poco ¿Bueno y cuanto te vas– aunquedar? – preguntó tomando tengo a Esther la cintura de dejar un besoque en no su te mejilla J: tiempo – anunció par de días como mucho… quepor cerrar variosdespués negocios… pero vamos preocupes, el mes que viene me vuelves a tener aquí… M: ¿Tanto tiempo? – preguntó J: Si… lo siento… además, que no me quedaré aquí en casa – dijo dándole un sorbo a una copa de vino que tenía entre las manos – tengo una reserva en el Ritz M: ¿En el Rizt? – Dijo abriendo los ojos como platos - ¿pero que se te ha perdido a ti en el Rizt? Anda no seas pijo y no te gastes una pasta en alojarte allí teniendo casa, por favor…
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J: No te preocupes que no me voy a gastar ni un euro – sonrió – hay un congreso bodeguero, por supuesto estamos invitados y nos alojan en el Rizt y como comprenderás hermanita, no pienso dejar pasar la oportunidad de pasar un par de noches en un hotel como ese M: ¿Estamos invitado? – preguntó J: Pues claro, tú también eres una Wilson, así que también estás invitada… M: Ya, pero bueno, yo la verdad es que no creo que vaya… eso no me interesa mucho y lo sabes… J: Si, lo sé, pero tenía que decírtelo… es que no hay manera – le dijo a Esther con una sonrisa – no hay manera de que se interese por el negocio familiar E: YA – intentó sonreír, si no fuera por que Maca la tenía agarrada entre sus brazos no habría podido contenerse – algo me ha dicho si – miró a su chica y sonrió, Maca le devolvió la sonrisa M: ¿Sabes?- continuó hablando con su hermano – Esther es una apasionada de la enología – anunció haciendo que Esther la mirara con los ojos abiertos – Sabe de vino casi más que yo – terminó de decir orgullosa J: Anda – se sorprendió – Bueno eso está muy bien ¿no? E: Si… si bueno… no es para tanto Cruz llegó donde estaban ellos, preocupada por su hermana, Maca le presentó a Jero y fingiendo también algo su alegría le saludó encantada, estuvieron charlando durante un rato más, en un momento dado, Esther dejó a su chica hablando con varios compañeros y salió a la terraza, necesitaba aire, aquello le estaba afectando y si no se tomaba un respiro seguramente no aguantaría… Apoyaba en la barandilla miraba la ciudad intentando no derrumbarse, daba pequeños sorbos a su copa pensando que tenía que aguantar un poco más “lo estás haciendo muy bien” se repetía para darse ánimos… J: ¿Aburrida? – preguntó apoyándose a su lado E: Más bien cansada – dijo tras suspirar para tomar fuerzas… J: Bueno, cuéntame algo de ti… quiero conocer un poquito más a la persona que le ha robado el corazón a mi hermana E: No sé – carraspeó para que las palabras salieran – no sé que puedo decirte… aparte de que amo a tu hermana más de lo que nadie se imagina… J: Bueno… eso está bien, pero dime – dijo chistoso – ¿tienes algún secreto oculto…? ¿Algún problema con la justicia? – bromeó E: Jajajaj – rió – no para nada – lo miró a los ojos – ¿y tu?¿has tenido tú algún problema con la justicia alguna vez?
Soy culpable de quererte. Parte III (werty_1983)
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Parte III 20/Sep/2006 14:24 J: Jajajaja – rió con ganas, Esther lo miraba seria – jajajaj jeje je je je … je – paró de reír - ¿hablas en serio? – preguntó E: No – dijo intentando sonreír – claro que no – terminó mirándolo a los ojos M: Estáis aquí – dijo llegando hasta ellos – os estaba buscando… - abrazó a su chica J: Estábamos conociéndonos un poquito – informó – tienes una novia muy bromista… E: No tanto como tú – contestó M: Cariño – le dijo a su chica – que tu hermana se va ya E: Ah, pues… me voy entonces – dijo deshaciendo el abrazo M: ¿Te vas? – preguntó extrañada - ¿Cómo que te vas? E: Eso, mi amor, que ya que se va Cruz, aprovecho para que me deje en casa – dijo con toda la tranquilidad y la confianza que pudo poner en sus palabras, no quería quedarse esa noche allí, una cosa era aguantar el tirón en una casa llena de gente y otra muy distinta era tener que pasar una noche entera bajo el mismo techo que el asesino de su novio M: ¿Pero no te quedas? – Volvió a decir – Cariño… creí que pasaríamos la noche de mi cumpleaños juntas – dijo abrazándola por la cintura desde atrás, cariñosa, melosa… J: Yo mejor os dejo a solas – anunció Jero antes de volver dentro M: Quédate – susurró besando su cuello – anda… quédate conmigo… E: Maca, cariño, que ha venido tu hermano y querréis estar a solas y hablar de vuestras cosas – contestó encontrando la única y absurda excusa que pudo poner… M: Pero yo quiero que te quedes – continuó diciendo sin dejar de besarla y poniendo voz de niña – no quiero separarme de ti… además, seguro que Jero no le importa, estará encantado… E. En serio, mi amor – se volvió para mirarla – creo que necesitáis tiempo para los dos… M: Que pasa – dijo echándose hacia atrás y mirándola con algo de seriedad - ¿no te cae bien mi hermano? ¿es eso? 20/Sep/2006 19:02 Andaba por la calle en dirección a casa de Miriam, quería hablar con ella cuanto antes, no sabía si se había mudado o no pero empezaría por lo más normal, ir a su piso para saber si aún continuaba allí… No le hacía mucha gracia tener que pedirle un favor, sabía como era, la conocía, Miriam no hacía nada gratis y estaba convencida de que algo le pediría a cambio, pero si eso servía para averiguar algo, le vendería su alma… El sonido de su movil comenzó a sonar, esperando noticias de Cruz o de Álvaro no tardó demasiado en cogerlo… T: ¿Maca? – dijo Teresa al otro lado de la línea – Maca soy Teresa, ¿Dónde estás? Tenías que estar aquí hace casi una hora – advirtió M: Mierda – soltó – hoy tenía guardia, lo había olvidado… T: Maca hija… levas unos días que estás en el limbo… M: Vale, vale, Teresa – la cortó para no tener que escuchar sus recriminaciones – Hazme un favor, llama a Salinas y pregúntale si me puede cambiar el turno, ahora mismo no puedo ir… T: Pero es que Dávila te está buscando, quiere hablar contigo urgentemente – le informó – y está bastante enfadado… M: Joder – dijo molesta – pues dile que estoy enferma o yo que sé… T: Pero… La voz de Teresa se cortó, la pediatra pudo escuchar ruidos al otro lado de la línea, segundos después la una voz varonil la hablaba… D: Maca – dijo autoritariamente al director del hospital – soy Dávila, te quiero aquí en menos de media hora… M: Dávila, no puedo… estoy… estoy… D: Me da igual, tenemos que hablar – la cortó – media hora Maca, ni un minuto más – sentenció antes de colgar… Con el teléfono aún en la oreja, supo que tenía que ir al hospital, si hablaba sinceramente, le resultaba totalmente normal y lógico aquella llamada y aquel enfado de su jefe, había olvidado casi totalmente sus obligaciones, pero ¿Qué podía hacer? Para ella lo más importante en esos momentos era encontrar la prueba necesaria para sacar a Esther de la cárcel… En veinte minutos, como le había dicho Dávila y consciente de que no podía hacer otra cosa en esos momentos, llegó al hospital y fue directamente al despacho del director quien la esperaba serio… D: pasa y siéntate – casi ordenó, Maca lo hizo y esperó a que su jefe dijera algo – Maca – comenzó a decir – esto no puede seguir así… M: Dávila yo… D: No, espera, déjame continuar la cortó – séhacer que no estás pasando un de buen momento, sé que estás en investigando parapues ayudar Esther y eso creo que es lo mejor–que puedes después de… - dejó hablar, no quería meterse esos asuntos no a quería hundirla más de lo que sabía que estaba – pero no puedes dejar a un lado tu trabajo, Maca – dijo con algo de dulzura… M: Dávila, lo siento, siento haberme olvidado de la guardia – se excusó – de verdad que lo siento pero tengo muchas cosas en la cabeza y… D: No se trata solo de hoy, Maca, si solo fuera eso no estaríamos aquí sentado – dijo con tono amable – el problema es que desde hace tiempo tu rendimiento en el trabajo ha bajado considerablemente, no es que haya habido quejas por parte de los pacientes, pero ambos sabemos que has metido la pata en alguno de los diagnósticos que has hecho…
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M: Lo sé – bajó la cabeza – sé que no estoy en mi mejor momento… D: A parte de esto, has cambiado tu turno muchas más veces de lo normal, pides días libres sin que te correspondan, haciendo que el resto de pediatras del hospital tengan que cargarse mucho más de trabajo al tener que atender a tus pacientes… M: Dávila, ¿Qué es lo que quieres decirme? – terminó preguntando sin querer seguir escuchando lo mal que estaba haciendo su trabajo… D: Que tienes que centrarte, Maca – dijo serio – que esto no puede seguir así – eres una buena pediatra, yo diría que la mejor que tenemos aquí, pero tienes que centrarte de nuevo… Centrarse… centrarse de nuevo en su trabajo… ¿Cómo centrarse en la pediatría si ahora lo único que había en su mente era Esther? No podía, era algo superior a sus fuerzas, sabía que Dávila tenía razón, que todas y cada una de esas recriminaciones tenían una base sólida, pues desde que había comenzado aquello se había olvidado del mundo, de sus sueños… y tenía que tomar una decisión… M: En media hora tendrás sobre la mesa mi carta de dimisión – dijo con rotundidad D: ¿Que? – preguntó sorprendido – Maca no te estoy pidiendo que hagas eso, ni siquiera había pensado en despedirte… M: Lo sé, y te lo agradezco, sé que me merezco ese despido, y agradezco que no lo hagas, pero como tu dices tengo que centrarme, no puedo seguir trabajando en estas circunstancias… D: Maca… espera piénsalo un poco – dijo intentando disuadirla – te costó mucho conseguir esta plaza, has luchado mucho por conseguir un puesto aquí… M: Eso también lo sé, y no sabes lo mucho que me está costando decirte esto – contestó bajando la mirada – la pediatría era mi sueño desde que tenía cinco años… y lo que más me gusta es ejercerla, pero ahora mismo no puedo, porque como tu dices no estoy al cien por cien, ni tan siquiera a un diez por ciento… D: Pero Maca… M: está decidido Dávila… ahora solo quiero centrarme en sacar a Esther de la cárcel – dijo levantándose de la silla impidiendo que su jefe continuara intentando convencerla – ahora redactaré mi carta de dimisión y en media hora la tendrás aquí – abrió la puerta – Y gracias por todo Dávila – concluyó antes de cerrar… 21/Sep/2006 00:27 Tras presentar a Dávila su carta de dimisión salió del hospital con la cabeza bien alta, sabiendo que había hecho lo que debía hacer, aunque al mismo tiempo se sentía algo triste, había renunciado a una parte importante de su vida, pero sabía que tenía que hacerlo, necesitaba ese tiempo para seguir buscando… Metida en sus pensamientos se sorprendió de nuevo frente al piso de Miriam, no sabía muy bien como había llegado allí, pero no le importó, lo importante era que allí estaba… se acercó al portero automático y llamó al que un día fue su piso y que esperaba que aun siguiera siendo… - ¿Si? – preguntó una voz M: Hola, ¿Está Miriam por favor? Mi: Soy yo – contestó, Maca sonrió - ¿Quién es? M: Miriam, soy Maca… ¿puedo subir? – pidió algo tímida Mi: ¿Maca? – se extrañó – sube – dijo al fin abriendo la puerta… Subió por las escaleras, era un segundo piso y no le apetecía demasiado coger el ascensor, además, así le daba algo más de tiempo para pensar en las palabras adecuadas… Cuando llegó su plantahas viodicho comoquien Miriam esperaba puerta, sonriente la vez que–sorprendida… Mi: Te juro quea cuando eras creí queenmela estaban gastando auna broma comenzó a decir –pero ya veo que no… que realmente la Macarena Wilson ha venido a verme después de tanto tiempo – dijo sin moverse de donde estaba M: Hola Miriam – llegó hasta ella - ¿Cómo estás? Mi: Sorprendida, alucinada pero… encantada de verte – contestó acercándose ya para darle dos besos – pasa – ofreció Entraron en el salón, Maca estaba nerviosa, Miriam la miraba haciéndole una radiografía en toda regla, aún le atraía el cuerpo de la pediatra, nunca había dejado de hacerlo… Maca sentía su mirada clavada en su cuerpo, sabía que era lo que Miriam estaba pensando y quiso quitarle esas ideas de la cabeza en seguida, no quería malos entendidos, mucho menos con ella, así que fue directamente al grano… M: Necesito que me hagas un favor – dijo mirándola Mi: Esa sí que es buena – soltó junto con una carcajada - ¿Tú pidiendo favores? – Preguntó – pues si que te cambió la chica esta… M: Esther – cortó – se llama Esther… Mi: Si bueno, Esther… la asesina de… M: No hables así de ella porque estás muy equivocada – volvió a cortar esta vez en un tono serio y amenazante – es inocente y por eso estoy aquí… Mi: Miriam, Que decepción… M: en serio – dijo algo cansada – si no fuera importante no te lo pediría, necesito que me ayudes, de verdad… Mi: vale, vale, está bien – contestó – a ver dime de que se trata… M: Necesito que revises unas cintas y me digas si están manipuladas… eres de la única que me fío… eres la mejor en eso y de verdad que necesito que las veas… Mi: ¿De que son las cintas? – preguntó interesada, realmente Miriam era una amante de su trabajo y le encantaba todo lo que tenía que ver con él… M: De las cámaras de seguridad del Ritz, del día que mataron a mi hermano – contestó…
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Mi: ¿Y tu quieres que yo las revise porque…? – preguntó sin saber muy bien lo que quería la pediatra M: Porque estoy totalmente segura de que han sido manipuladas para que parezca que es Esther quien mató a mi hermano y necesito que me digas si estoy en lo cierto o no… Mi: Maca, esas cintas las debe tener la policía M: No te preocupes por eso, las puedo conseguir… bueno en principio te traería unas copias pero si te hacen falta los srcinales pues ya vería como hacerlo… Mi: Espera – dijo alzando los brazos – no te embales… esas cintas han debido pasar por manos de especialistas, estamos hablando de la policía en una investigación por asesinato, te aseguro que no se dejan nada en el tintero, tengo compañeros que trabajan con ellos y son muy bueno M: Ya lo sé, pero ya te digo que yo solo me quedaré tranquila si tú las miras… por favor… por favor… Mi: Está bien… está bien, tráeme las cintas y veré lo que puedo hacer M: Gracias, gracias de verdad, muchísimas gracias – dijo con alegría Se levantó con la intención de irse, recoger las cintas que ya debía tener Cruz y llevárselas de nuevo para que las analizara… antes de llegar a la puerta la voz de Miriam hizo que volviera a pararse… Mi: Oye, Maca, una cosita – Dijo pensativa - ¿Qué gano yo con todo esto? - preguntó 21/Sep/2006 19:18 Abrió la puerta del piso, sabía que no debía estar allí pero después de la proposición de Miriam sintió la necesitada de ir al piso de Esther, necesitaba sentirse arropada al menos con sus cosas, para poder tomar una decisión… Desde el momento en que vio a Miriam supo que le diría algo como aquello, pero por un instante pensó que tal vez no lo haría, que quizás le gustara tanto la idea de revisar aquellas cintas que no se acordaría de llevarse algo a cambio, ilusa ella, quiso creer que Miriam lo haría gratuitamente… y no… no hacía nada gratis… pero lo que le pedía… lo que le pedía era algo que ella no sabía si podía darle… Entró en el cuarto de Esther reviviendo los momentos vividos en él, imágenes de la pasión desbordada en esa cama pasaron por su mente haciendo que un escalofrío la recorriera de pies a cabeza, y volvió a maldecidse por su actitud, por haber hecho lo que hizo, por no haberla creído… Salió de la habitación y fue al despacho, se sentó en la mesa con las manos en la cara, Miriam era la única que esos momentos podía ayudarla, a cambio… pasión, entregarse a ella como lo había hecho años atrás… No sabía que hacer, no quería venderse a ella, sentía que si lo hacía traicionaría a Esther aún más de lo que lo había hecho… era consciente de que Esther no podía ver a Miriam, que si ya lo tenía bastante complicado para recuperarla, si se enteraba que había sucumbido a su juego, si se acostaba con ella, se complicarían las cosas aún más… ¿Qué debía hacer? ¿Debía aceptar sus condiciones para ayudar a Esther? ¿Tenía alguna otra opción? Cogió un folio, quiso escribirle una carta a su princesa, seguramente jamás la leyera, probablemente la rompería en el momento en que la viera, pero necesitaba sacar esos pensamientos que se agolpaban en su mente… abrió el cajón de la mesa buscando un bolígrafo y se encontró con un montón de cosas inútiles, echó a un lado una baraja de cartas descubriendo una pequeña llave… extrañada la cogió y la mantuvo entre sus dedos, jugando con ella… En otro momento le habría prestado más atención, pero en ese instante solo tenía en mente la encrucijada en la que se encontraba, acostarse con Miriam para ayudar a Esther, consciente de que a la enfermera no le sentaría nada bien si se enterara u olvidarse de Miriam que sabía que le traería problemas… Sabía enen esos momentos única opción tenía, así queperdón decidida, sabiendo lo que hacer, volvió a dejarde Cruz aquellaque llave el cajón, paseóera unala vez más por laque casa, pidiendo silenciosamente a sutenía niñaque y salió de allí en busca y las copias de las cintas… cuanto antes comenzara, antes terminaría con aquello… 21/Sep/2006 23:18 E: ¿pero que dices, cariño, porque no me iba a caer bien tu hermano? – preguntó medio sonriendo M: Mi amor que te conozco – contestó – has estado muy seria toda la noche, casi no has cruzado dos palabras con él y ahora me dices que te vas… ¿Qué quieres que piense? Se quedó parada, era cierto todo lo que había dicho, nunca supo disimular muy bien pero hasta ese momento pensó que lo había conseguido, pero se veía que no, que Maca la conocía mejor de lo que creía y se había dado cuenta de que algo pasaba… E: Vale, puede que tengas razón – reconoció – pero es que… entiéndeme, me impone un poco tu hermano – consiguió decir M: ¿Y eso porqué? E: Pues porque es muy importante para ti, porque quiero caerle bien y no se… - dijo como pudo – no sé como hacerlo… M: MI niña – dijo dulcemente – solo tienes que ser tu mima, seguro que le caes genial – dijo sonriente misma, ahí estaba el problema, que daño no podía ellatenía, misma de serlo, seguramente le partiría la cara,Maca le recriminaría ySer noella podría controlar esas ganas de hacerle que ser tanto peroporque era consciente de que tenía que controlarse, se lo merecía, no podía jugar con eso, no podía jugar con lo más importante de su vida, tenía que ser fuerte y aguantar el chaparrón… E: Ya… ya lo sé… M: Entonces ¿te quedas? – preguntó de nuevo E: Si – dijo sabiendo que de lo contrario Maca sospecharía aún mas y ciertamente tampoco quería alejarse de ella – me quedo… Recibió un dulce beso como respuesta y agradecimiento, se abrazó a Maca tras él buscando su calor, su fuerza, esa que sabía que necesitaba para poder soportar esa noche, entraron ambas sonrientes de nuevo a la fiesta…
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Esther se despidió de su hermana y continuó hablando con el resto de sus compañeros, sin separarse mucho de su chica que tampoco estaba por la labor de separarse de ella, lo cual hacía que tuviera que estar más tiempo al lado de Jero… Pasó la noche con ellos, intentando fingir lo que casi no podía, una amabilidad y simpatía por aquel hombre que había roto su vida, pero haciéndolo gustosa al ver la sonrisa en los labios de la persona que poco a poco, ganándoselo a pulso había conseguido curar sus heridas… Veía a Maca feliz y sabía que estaba haciendo bien, al fin y al cabo solo tendría que aguantar esa situación un poco más, el tiempo suficiente de despedir a los invitados, luego alegaría cualquier cosa para acostarse temprano y así no tener que seguir fingiendo… Poco a poco la gente se fue marchando y por fin quedaron los tres solos, se sentaron en al sofá, Maca junto a Esther y Jero al frente… los hermanos hablaban entre ellos, de su infancia, contándole anécdotas a una Esther que por momentos parecía ausente… Miraba a Jero y no sabía como calificarlo, parecía una persona tan sencilla, tan buena gente que por primera vez en todo ese tiempo surgió una pregunta en su mente ¿era posible que una persona como la que tenía en frente, tan familiar y campechano, tan simpático y agradable hubiera cometido aquel delito? Se sorprendió a sí misma pensando aquello y pero al instante siguiente volvió su mente al pasado, a las pruebas, a todo lo que había averiguado cerciorándose mentalmente de que aquél hombre era mucho más de lo que aparentaba, que era un gran actor, digno del oscar que tenía engañado a todos… Sintió la mano de Maca sobre su rodilla, acariciándola levemente, levantó la vista y se la encontró sonriéndola, feliz… M: Me alegro de que te quedaras – susurró acercándose a su oído – ha sido el mejor cumpleaños de mi vida E: Te quiero – contestó con profunda sinceridad – te quiero más de lo que puedo expresarte… M: Yo también, mi amor… más que a mi vida – dijo dándole un beso… J: ejem ejem – carraspeó para hacerse notar – chicas, que aún sigo aquí… Maca rió y Esther sonrió, la charla continuó un rato más, pasaron a hablar del tema de las bodegas donde Esther puso más atención, hablar a Jero de ese tema le interesaba más de lo que nadie se imaginaba, aunque nada de lo que decía se asemejaba a lo que sabía, definitivamente aquel hombre, sabía guardar bien sus secretos… Una hora después, continuaban hablando, ahora ya de otras cosas, Esther prestaba toda la atención que podía, pero como le venía pasando desde que se había quedado solos, de vez en cuando parecía ausente, solo una pregunta, un comentario de Jero le hizo volver a la tierra… J: Sabes cuñada – dijo amablemente – no sé de qué pero tu cara me suena… 22/Sep/2006 13:44 Se quedó perpleja… ¿Qué o sonaba su cara? No podía ser posible, nunca se habían visto, habían tenido ocasiones, si pero nunca habían llegado a verse así que no podía ser que le sonara su cara… pero parecía tan convencido al decir aquello que se quedó sin palabras… E: ¿Cómo… como dices? – logró decir J: Pues eso – contestó con naturalidad – que no sé de que pero que me suena tu cara… aunque ahora mismo no recuerdo haberte visto nunca… E: Yo estoy totalmente segura de que no nos hemos visto jamás – contestó – lo recordaría… M: No te estarás confundiendo – intervino al ver la confusión que había entre ellos J: Si… si seguramente me estaré equivocando… no sé… E: ya había sidoella suficiente ella voy – yocontigo me voy–adijo acostar, estoy M: Bueno Vale, mi– dijo amorlevantándose, – contestó levantándose tambiénpara – ahora dándole un cansada beso E: te espero – le devolvió el beso – Hasta mañana – se despidió de Jero Se esfumó por el pasillo respirando por fin, lo había pasado tremendamente mal, mucho más con esa última pregunta, pero había aguantado, como una campeona, llegó a la habitación y se cambió para acostarse, unas tímidas lágrimas salieron de sus ojos y en seguida se las limpió, Maca no tardaría en ir a su lado y no podía verla así… se metió en la cama y espero tranquilizándose a que su novia llegara… Al cabo de unos minutos Maca entraba sigilosa en la habitación, pensando que su princesa estaría ya dormida, al verla con los ojos abiertos sonrió, al percatarse que tenía la mirada perdida se preocupó un poco… M: ¿Qué lo pasa a mi niña? – preguntó dulcemente mientras comenzaba a desvestirse para ponerse el pijama E: Nada – volvió a la tierra al verla entrar – estaba pensando… M: Espero que en mi – dijo chistosa E: No puedo pensar en nada más que no seas tu – contestó sincera M: Así me gusta – dijo metiéndose ya en la cama con ella – Hola – volvió a decir sugerente rozando sus labios E: Ummm… Hola – contestó atrapando sus labios M: Me ¿Sabes? Hame sidoencanta el mejorverte cumpleaños mi vida acomodándose – la abrazó en sus brazos E: alegro… tan feliz –decontestó M: A mi hermano le has caído fenomenal – informó E: A mi también me ha caído bien – dijo sin saber muy bien si lo decía en serio o fingidamente… M: Oye y… ¿estás muy cansadita? – preguntó comenzando a besarla E: ummm… no demasiado – contestó devolviéndole los besos
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Y Maca continuó besando, aumentando el ritmo de los besos, profundizando en ellos, haciendo que Esther se olvidara de todo lo que había pasado aquella noche, la enfermera se dejó llevar, entregándose a esos labios, a esas caricias que Maca le regalaba y ofreciéndole ella su corazón y su alma… Hicieron el amor como tantas otras veces, con una enorme ternura y una gran pasión, como si no existiera nada más en este mundo que sus besos, sus caricias, sus suspiros… El sol las encontró desnudas y abrazadas, Esther hacía rato que estaba despierta, acariciaba la espalde de Maca con ternura mientras la veía dormir, le encantaba verla dormir, aunque pocas veces podía disfrutar de ese momento, pues siempre era Maca la primera en despertar… La paz que sentía cuando estaba así con ella era tan inmensa que sentía que nada malo podía pasar… miró el reloj, se les hacía tarde, tenían turno de mañana y si no comenzaban a moverse seguramente llegarían tarde… Se levantó con cuidado, se puso algo de ropa y fue a preparar algo de desayunar para que cuando se despertara su chica lo encontrara todo listo… Al llegar a la cocina se encontró con Jero volviendo a la realidad en un segundo, se había olvidado que él estaba allí, tomó aire, sabiendo que de nuevo tendría que ser fuerte y entró para comenzar a preparar café… E: Buenos días – saludó cordialmente J: Buenos días cuñada – dijo dándole un sorbo a su taza - hay café hecho ya – anunció - ¿Y mi hermana? E: Aún duerme - contestó sirviéndose un café – pero no debe tardar en despertar, hoy tenemos turno de mañana… ¿Y tú? ¿Cómo es que estás despierto tan temprano? – dijo curiosa J: Tengo que hacer unas gestiones – anunció E: Ah… bien – contestó sin saber que decir Se sentó frente a él con su taza de café, ninguno de los dos hablaba, pensaban en mil cosas a la vez, no sabían muy bien que decirse… Jero la miraba, seguramente intentando averiguar porqué le sonaba tanto su cara, Esther bajaba la vista, no podía mirar a aquel hombre a la cara demasiado tiempo sin soltarle todo lo que pensaba, deseaba que Maca apareciera por la puerta, pero ésta parecía que estaba demasiado bien en la cama… E: Voy a ir a despertar a Maca – dijo dejando su taza y queriendo salir cuanto antes de allí – si no llegaremos tarde… J: Claro – dijo sin dejar de mirarla, cuando Esther estaba ya en la puerta preguntó al fin - Oye ¿Tú no eras la novia de Pablo Márquez? – dijo haciendo que Esther parara sus pasos… 23/Sep/2006 01:32 Llegó a casa de Cruz y esperó a que esta le entregara las cintas, mientras las buscaba la abogada intentaba mantener con Maca una conversación que más bien era un monólogo pues la pediatra parecía estar en otro mundo… C: ¿Maca estas bien? – preguntó al no obtener respuesta alguna de su amiga… M: Si, si solo estaba pensando – dijo volviendo en sí - ¿Qué me decías? C: Que como es que estás aquí tan pronto, pensé que tenías guardia M: Y la tenía – contestó – pero he presentado mi dimisión esta tarde… C: ¿Qué has hecho que? – preguntó boquiabierta M: Pues… eso… tengo que concentrarme en esto y la verdad que no estaba haciendo bien mi trabajo, no tengo la mente para nada que no sea Esther… C: pero… no sé… Si tu adoras tu trabajo… te has precipitado… M: Ya, No lo sé, pero ahora¿dimitir? mismo no quiero pensar en ello –quizás contestó intentando que dejara el tema, realmente, si lo pensaba en frío se daría cuenta de que había dejado su sueño, el sueño que desde muy niña tenía, ser médico, la mejor pediatra, y ahora lo había dejado sin dudarlo ni un segundo, no, definitivamente no quería pensar en ello… C: Pero es que no lo entiendo – Cruz parecía no captar la necesidad de su amiga – quiero decir, entiendo que quieras centrarte en esto pero ¿no crees que has sido muy drástica? Tal vez podías haber pedido una excedencia o algo ¿no? M: Es que no lo pensé, simplemente surgió así, pero en serio, no tengo ganas de hablar de ello – contestó… C: Está bien – dijo captando lo que quería – Bueno y ¿has hablado ya con Miriam? M: Esa es otra – susurró – si, ahora voy a su casa… C: Bien pues… toma las cintas – dijo entregándoselas – y Maca, no hagas ninguna tontería – advirtió, ella también conocía a Miriam aunque solo fuera por boca de Maca y su hermana… M. Descuida – contestó sonriente para tranquilizarla Salió de casa de la abogada con las cintas en la mano, una tortura en el alma y un deseo en el corazón, el deseo de que en ellas apareciera algo… Llegó al piso de su ex y llamó repetidas veces al timbre, estaba nerviosa, demasiado nerviosa, pero sabía que tenía que hacerlo, era la ganas única manera que tenía para la puerta abrió ni siquiera preguntar, subió en llegado el ascensor mientras subíala sintió de salir corriendo de allí,lograr peroalgo, no podía, sabíaseque nosin podía, sin darse cuenta ya había a su yplanta, Miriam esperaba apoyada en el quicio de la puerta y con una sonrisa en los labios… Mi: Veo que ya has tomado una decisión – dijo sin dejar de mirarla M: Acabemos con esto de una vez Miriam – contestó entrando en el piso…
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23/Sep/2006 02:07 Miriam cerró la puerta tras de sí y entró junto a Maca al salón, sonreía triunfante, Maca sin embargo no podía estar más seria… Mi: ¿Quieres algo de tomar? – dijo para calmar un poco el ambiente M: No gracias, solo quiero terminar con esto – contestó seria Mi: Bien, como quieras – dijo acercándose a ella y parándose al ver que Maca daba un paso atrás… M: No… - dijo sabiendo que no podría – no puedo… no voy a acostarme contigo… no puedo hacerlo – terminó de decir seria Mi: ¿Como? – Preguntó sorprendida – pensé que… M: Ya, ya sé lo que pensaste, incluso yo lo tenía pensado pero no puedo, es mas, no quiero, no quiero tener que rebajarme tanto por conseguir esto… aunque sé que es la única forma de conseguirlo… lo que me pides es algo que no puedo darte… pídeme otra cosa – rogó – lo que quieras, pero no me pidas que me acueste contigo… Quedó callada, esperando una respuesta por parte de aquella chica que la miraba sorprendida y sin saber como reaccionar… M: Miriam, hay una persona inocente en la cárcel por mi culpa, esto puede que sea lo único que tengo para conseguir sacarla de allí… haría lo que fuera… lo que fuera menos esto… porque no puedo estar con otra que no sea ella… - volvió a callar, de nuevo el silencio entre ambas – apelo a tu profesionalidad – decía ya desesperada – sería algo que te beneficiaría si consigues ver algo… y… y a tu corazón… también apelo a tu corazón porque no me creo que te hayas convertido en una persona tan fría, tan calculadora y tan increíblemente mala… cuando… cuando estábamos juntas no eras así… vale que me pusiste los cuernos que me hiciste mucho daño pero sé que también tienes tu corazoncito… De nuevo el silencio… Maca esperaba una respuesta, un gesto que no llegaba, ya había dicho todo lo que tenía que decir y ahora era el turno de Miriam, aceptar ahora lo que Maca decía o seguir en sus trece… rogó al cielo que la ayudara, que dijera algo, sin embargo Miriam parecía mantenerse impasible ante sus súplicas… M: Está bien – dijo al ver que no conseguiría nada – será mejor que me vaya – terminó de decir cogiendo de nuevo sus cosas… Mi: ¿Tanto la quieres? – Preguntó por fin - ¿tanto la quieres como para pensarte en aceptar lo que te propuse solo para que revise esas cintas? M: La amo tanto como para aceptar tu proposición – dijo mirándola a los ojos – de echo venía dispuesta a acostarme contigo… pero no puedo hacerlo, sé que me arrepentiría, que me estaría arrepintiendo durante el resto de mis días, por eso no puedo… - se volvió de nuevo hacia la puerta Mi: Espera, Maca – la paró – déjame las cintas, les echaré un vistazo y mañana te diré algo 23/Sep/2006 19:58 De nuevo paralizada ante su pregunta, no sabía que hacer o que decir… parecía haberla descubierto, sino ¿a que venía esa pregunta? Jero la miraba esperando una respuesta y Esther se debatía entre la verdad y la mentira, decir la verdad seguramente conllevaría mil preguntas más que en esos momento no estaba dispuesta ni podía contestar, mentir… mentir parecía la mejor opción, aunque no sabía cuales serían las consecuencias de aquello… E: ¿Pablo Márquez? – preguntó intentando poner toda la extrañeza que pudo en sus palabras J: Si, Pablo Márquez, ¿Eras su novia no? – volvió a preguntar E: Ehh… no… no sé de quien me hablas – mintió al fin J: ¿Segura? – dijo de nuevo – porque te pareces mucho a ella, bueno, la verdad es que yo solo la vi en una foto, pero estoy seguro de que sois iguales… E: te lo aseguro… no sé… dicen que todos tenemos un doble en alguna parte del mundo, quizás esa chica queYa, tu pues dices no, solonosesoy meyo, parece… J: SI, puede ser… - contestó no muy convencido – pero no sé, el parecido es realmente increíble… Por fin aparecía Maca ante ellos, haciendo que Esther diera las gracias al cielo, la conversación se cortó en el instante en que ella entró en la cocina… E: Hola mi amor - dijo llegando hasta ella - ¿Qué tal has dormido? M: contigo a mi lado genial – la besó - Hola Jero – saludó a su hermano - ¿hay café? E: Si, cariño, ya lo tienes servido y venga, que tenemos que darnos prisa, que al final no llegamos M: Vale – cogió su taza - ¿tu que vas a hacer hoy? – preguntó a su hermano, quien parecía aun ausente J: ¿Eh? Yo tengo que ir a hacer unas gestiones, he quedado con Álvaro en media hora M: Estupendo – dijo dándole un sorbo a su café – dile que venga hoy a comer con nosotros – invitó - ¿te apetece? – le preguntó a su chica E: Yo no puedo mi niña – dijo cariñosamente – he quedado con mi hermana M: Vaya – dijo desilusionada – pues nada, nos vamos los tres, ¿no? J: A ver si podemos, hoy tenemos una mañana cargadita – contestó M: Vente Buenoconmigo pues lo dejamos otro día – dijodeseando algo desilusionada E: y con mi para hermana – pidió que aceptara M: No creo que pueda tener un plan mejor que pasarlo con mi chica – se acordó de algo – por cierto, que esta tarde tenemos que ir a ver otro piso J: ¿Estáis buscando piso? – preguntó M: Si, nos vamos a vivir juntas – informó J: Pues si queréis yo os puedo ayudar a buscar, conozco a gente que lleva inmobiliarias en Madrid y… E: no hace falta, no te molestes – cortó – preferimos buscar nosotras
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J: Como queráis – dijo mirándola de nuevo, definitivamente conocía a esa chica M: Bueno – dijo levantándose de la mesa, sin saber muy bien porque el tono cortante entre ellos – me voy a la ducha que ya vamos tarde E: Vale, voy contigo – dijo saliendo tras ella evitando así volver a quedarse a solas con Jero Una vez Jero se quedó solo cogió su móvil y marcó, no sabía porqué pero algo no le había cuadrado en lo que le había dicho su cuñada, estaba seguro de que era la novia de aquel chico y no sabía porqué le mentía… J: Álvaro, hola soy Jero – dijo a su interlocutor A: Hola, oye que nos esperan en la reunión en media hora, así que tenemos que darnos prisa – contestó J: Ya, ya, pero no te preocupes por eso ahora, verás necesito que me hagas un informe detallado de Esther García A: ¿Y esa quien es? – preguntó descolocado J. la novia de mi hermana y creo que la ex-novia de Pablo Márquez, pero ella lo niega, ¿podrías averiguármelo? A: Me pongo a ello ahora mismo – dijo servicial J: Bien, pues nos vemos en la reunión – dijo colgando el teléfono y quedándose pensativo… 24/Sep/2006 17:34 Durante los dos días que pasó Jero en Madrid, Esther se inventó varias excusas más que convincentes para no tener que verlo demasiado, solo el ultimo día volvieron a coincidir, Maca le pidió que le acompañara al aeropuerto para despedirse de su hermano y no pudo negarse a ello… por fin respiró tranquila cuando el avión despegó con destino a Jerez, creyendo que ya todo estaba superado y que no tendría más problemas… Los días pasaban haciendo que su relación se hiciera más fuerte, Esther había vuelto a ser la de antes, con esa tranquilidad que le daba saber a Jero lejos de ellas, Maca se había olvidado por completo de esa tirantez existente entre su hermano y su novia… todo había vuelto a la normalidad, a su normalidad… Acababan de ver un nuevo piso y esta vez ambas salían de él con una sonrisa en la cara, les había gustado, era exactamente lo que llevaban buscando desde hacía tiempo, por fin, después de tanto y tanto buscar se iban a vivir juntas… M: Entonces, seguro que te ha gustado – quiso cerciorarse E: Me ha encantado, mi amor, y no veo la hora de comenzar con la mudanza – contestó ilusionada M: Pues ya somos dos – contestó abrazándola – esta tarde comenzamos a traer cositas… E: hecho – sentenció besando sus labios… Y como habían acordado esa tarde comenzaron a meter sus cosas en cajas, estaban en el piso de la pediatra, llevaban allí cerca de dos horas y solo habían logrado llenar una caja y es que el juego en el que estaban tumbadas en el sofá, entre caricias y besos era infinitamente más entretenido que organizar cajas y más cajas… E: Venga, cariño que así no vamos a ninguna parte – decía con los labios de Maca pegados a los suyos M: ¿Y a donde quieres ir? – preguntó picara atacando su cuello – porque yo aquí estoy en la gloria – dijo mientras que su mano alcanzaba uno de sus pechos… E: Mmmm Mi amor – suspiró – que aun tenemos que hacer muchas cosas – dijo sin querer separarse y siendo ella ahora la que acariciaba su piel… M: Si – se estremeció al sentir la mano de su chica bajo su ropa – pero tenemos mucho tiempo por delante… Dicho esto ninguna de las dos quiso parar lo que habían comenzado, realmente, no podrían haberlo parado por mucho que se lo hubieran propuesto… Un ratoasí después, más relajadas, sonrisa cada boca, decidieron que era hora de comenzar a recoger cosas, que se mucho pusieron algo de ropa con y seuna metieron depícara lleno aenello… El teléfono sonó y Maca fue a cogerlo mientras Esther continuaba recogiendo algunas cosas, minutos mas tarde, Maca volvía a la habitación, le robó un beso a su chica quien sonrió encantada y se dispuso a ayudarla… M: Era mi hermano – anunció – viene el viernes para la convención… 29/Sep/2006 13:53 Cuando salio del piso de Miriam tenía una sensación extraña, por un lado estaba feliz de que su ex hubiera accedido a ver esas cintas sin pedirle nada a cambio, per por otro se sentía mal, mal porque si Miriam no hubiera aceptado posiblemente habría caido en sus redes, es más, había ido decidida a ello, por mucho que luego se echara atrás, ella estaba decidida… sentía que de una forma u otra había vuelto a traicionar a Esther… cada minuto que pasaba, se daba más cuenta de todo lo que ocurría a su alrededor, de todo lo que había echo y tenía claro que seguramente, aunque consiguiera sacar a Esther de la cárcel, no podría recuperarla… A la mañana siguiente allí estaba, en su coche, con dirección al centro penitenciario, de nuevo las influencias del apellido Wilson habían conseguido un pase de Esther visita, era consciente queodiarla ella nodespués quería verla, queloaquello de irhecho, solo sería un nuevoera error, solo le causaría un nuevo dolor, pues la odiaba, teníadeque de todo que había sin embargo, mucho más fuerte esa necesidad de verla que cualquier reproche o palabra hiriente por parte de la enfermera, así que allí estaba, entrando en la cárcel y siendo dirigida hacia la sala de visitas, con los nervios a flor de piel y por qué no, soñando aun sabiendo que era falso que Esther le diría que la amaba, que la perdonaba, que todo eso no era más que una pesadilla… De camino a la sala de visitas Esther se preguntaba quién podría ir a verla a esas horas, sabiendo perfectamente de quien podría tratarse… en el momento en que le dijeron que tenía visita lo supo, supo que Cruz no podía ser pues ella tenía trabajo y no iba a
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esas horas y no sabía si quería o no verla, pero la curiosidad de saber que le diría era más fuerte que otra cosa… sin embargo, albergaba la pequeña esperanza de estar equivocada… Tras llegar a ala sala y recibir el número del cubículo, se acercó lentamente para descubrir como sus sospechas se confirmaban, estaba más delgada, o eso le pareció al verla sentada tras l cristal, en sus ojos había algo que no quiso identificar por no querer reconocer que en los suyos había lo mismo… - Esther – le dijo una de las vigilantes – siéntate – ordenó, ella suspiró al aire, dejando claro lo poco que le gustaba aquella visita y se sentó… E: Ahora que es lo que quieres – dijo una vez cogido el auricular M: Yo… - comenzó a decir sintiendo como las palabras no querían salir de su boca… E: De verdad que no sé que cojones haces aquí – continuó cortándola seriamente - ¿no has tenido ya suficiente con haberme metido aquí dentro que tienes que venir a reírte de mi? M: Esther… E: Es que no entiendo que más quieres – volvió a cortar, no quería escuchar ni una palabra que saliera de sus labios – ¿es que no has tenido ya suficiente? ¿por qué no me dejas en paz de una vez? M: Yo solo… E: Dime una cosa – dijo sin querer que hablara demasiado - ¿te has cansado ya de destruir mis sueños? – preguntó con furia - ¿o es que aún te quedan mas cosas por destruir de mi vida? M: Esther por favor déjame hablar – dijo poniendo un poco de seriedad en su tono E: Para qué, ¿para que me vuelvas a insultar? ¿Para que me vuelvas a acusar? No gracias, no tengo ganas de escucharte M: Necesito saber que fue de los papeles que conseguiste de mi familia – contestó, tal vez no tenía que decirle aquello, sabía que tenía que contarle que sabía que era inocente y que estaba luchando por sacarla de allí, pero no podía, Esther estaba demasiado cerrada con ella, lo que era demasiado lógico, y seguramente no la creería… E: ¿Qué quieres? – Preguntó algo extrañada por su pregunta – ¿más pruebas con las que acusarme? M: Por favor, dime donde están – imploró de nuevo E: Estás loca si piensas que voy a decirte algo que pueda aumentar mi condena – contestó – y si solo has venido para esto te agradecería que no vuelvas a venir, entérate Maca, no quiero volver a verte… M: Esther escucha – dijo decidida a decírselo todo de una vez E: No Maca, es que no quiero escucharte, no quiero verte, no quiero saber absolutamente nada de ti – la cortó – así que no vuelvas a venir por aquí… M: Estás… E: Basta, Maca basta – de nuevo cortó sus palabras – ya basta, ya es demasiado, ya me has metido aquí, has logrado que me condenen, basta ya por favor… ¿es que no has tenido suficiente con arruinarme la vida que ahora tienes que reírte de mi cada dos por tres? M: Está bien – dijo derrotada, derruida por sus palabras, que aunque eran merecidas dolían como nunca antes le había dolido nada… E: Maca – dijo parándola antes de que colgara el auricular, Maca la miró, sus miradas se cruzaron un instante y ambas sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos – deja de buscar esos papeles… - advirtió colgó el auricular y salió de aquella sala… Macase quedó sentada por unos instantes en aquella silla, viendo como salía de allí, sintiéndose la persona más rastrera y deleznable del mundo, reprochándose de nuevo, una y mil veces, como tantas otras desde hacía tiempo el haberla acusado de aquella forma… Salió delera centro penitenciario conmucho sus lágrimas recorriendo su rostro, estaba claro quetampoco no habría forma humanatenía de conseguir perdón, consciente que por que hiciera Esther jamás la perdonaría, pero podía rendirse, que seguirsu intentando, luchando, se lo debía, aunque no volvieran a estar juntas, se lo debía… Llegó al coche y se apoyó en el volante dejando que sus sollozos se convirtieran en un llanto amargo… sintiendo como sus fuerzas se iban desvaneciendo en el aire, poco a poco, como nada tenía sentido en su vida desde que todo aquello había comenzado… lloró de una forma en la que nunca había llorado, si la primera visita que le había hecho la había dejado con el alma en los pies, ésta había terminado por destruirla en pedazos… El sonido de su móvil sonó dentro del vehículo, intentando calmarse antes de contestas lo buscó en el bolso y miró la pantalla para ver quien era, al leer aquel nombre contestó rauda aquella llamada… M: Miriam, dime – dijo rápidamente Mi: Acabo de ver las cintas, Maca- contestó yendo directa al grano M: ¿Y? – volvió a decir llena de incertidumbre y nerviosismo… 29/Sep/2006 21:36 De nuevo separa quedó blanca, de nuevo volvía a Madrid y un extraño sentimiento se instaló en su cuerpo, esta visita, sintió, no sería nada buena ella… E: El… ¿el viernes? – preguntó – pero eso… eso es pasado mañana ¿no? M: Si, cariño – contestó mientras continuaba metiendo cosas en cajas – iremos a cenar con él si te parece bien, claro E: Si… si por supuesto – dijo sin mucha convicción y de nuevo prestando atención a todas las cosas que tenían que recoger… Dejaron la conversación a un lado, bueno, más bien Esther intentó dejarla a un lado mientras que Maca no paraba de hacer planes para ese fin de semana, ella simplemente asentía diligente…
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Aquellos dos días se les hizo eternos a la vez que bastante más rápidos de lo normal, pasaron los días entre guardias y organizando las cosas para poder llevarlas de una vez por todas al nuevo piso… y el fatídico viernes llegó… Despertó como cada día con Maca adosada a su cuerpo, sonrió nada más verla, acarició su rostro, sintiendo la suavidad de su piel bajo sus dedos, bajó la cabeza para encontrar sus labios con el único fin de ver sus ojos… E: Buenos días, mi vida – dijo al ver que Maca despertaba M: Ummm… hola cariño – saludó tras un profundo beso - ¿Cómo has dormido? E: Contigo de maravilla, como siempre – volvió a besar – venga, vamos que llegamos tarde… Se levantaron y desayunaron con algo de rapidez, ambas tenían turno de mañana y como ya era habitual en ellas, iban con retraso… Llegaron al hospital y tras firmar el parte fueron a cambiarse, a partir de ahí, cada una se fue por su lado… Llevaban media mañana trabajando y no habían coincidido en ningún caso, Maca estaba en pediatría con una campaña de nutrición y a Esther no paraban de reclamarla en quirófanos… Cuando por fin tuvo un minuto libre se dirigió a cafetería con la esperanza de que Maca estuviera allí, pero no hubo suerte, así que se sentó junto a Laura… mantenía una conversación bastante distendida con su amiga, hablaban de la organización de una fiesta para inaugurar su piso nuevo cuando el sonido de su móvil la hizo distraerse de la conversación… Miró la pantalla, el teléfono le sonaba pero no lo tenía en la agenda así que tras una mueca a su amiga, se levantó y se alejó un poco de la mesa para hablar con más tranquilidad, descolgó… E: Dígame – contestó J: Esther, soy Jero – dijo desde el otro lado de la línea telefónica E: Je… Jero – contestó intentando parecer entusiasmada - ¿Qué tal? ¿Cuándo llegas? J: Ya estoy en Madrid, he llegado hace una media hora – parecía serio – necesito que vengas al hotel, tenemos que hablar… E: ¿Hablar? De… de que… - quiso saber miedosa J: Ambos sabemos de qué, no te hagas la tonta – contestó mucho más serio – te espero esta tarde a las cinco… Ah y no le digas nada a Maca – advirtió E: Está bien, está bien – dijo sabiendo que no tenía otra salida, se sabía descubierta, no podía hacer nada más que explicarle las cosas, plantarle cara de una vez por todas a aquel hombre – iré… El turno terminó con una Esther que tenía la mente en otro sitio, no se centraba en su trabajo, lo que hizo que se llevara mas de una bronca durante lo que quedaba de mañana… M: ¿Seguro que estás bien? – Preguntó algo preocupada por el estado de su chica – cariño estás como ausente E: Si, si estoy bien… solo algo cansada… M: Bueno ahora nos vamos a casita, nos tumbamos un ratito y descansas – dijo mimosa y amablemente E: No puedo, mi amor… he… he quedado con Cruz para ir a comprar unas cosas… M: vale, quieres que os acompañe – preguntó E: NO… no, es que… que quiere hablar conmigo… no sé creo que tiene problemas con su chico… ¿No te importa verdad? M: No, no, para nada, pero me tendrás que compensar esta coche – contestó alzando las cejas E: Claro que lo haré – dijo intentando sonreír – bueno pues me voy que Cruz me debe estar esperando… M: Vale, llámame cuando terminéis – dijo dándole un beso de despedida… Aunque hasta las cinco no había quedado con Jero, necesitaba estar sola durante un rato, para tranquilizarse, hacerse a la idea y poner en orden sus pensamientos y sus sentimientos… 30/Sep/2006 02:04 Ahí estaba, frente a las enormes puertas de aquel hotel, deseando salir corriendo y al mismo tiempo deseando entrar para así poder acabar con todo aquello de una vez por todas… Tomando fuerzas de no supo donde sus piernas comenzaron a andar hacia la puerta, una vez dentro miró a su alrededor, una enorme y elegante sala le daba la bienvenida, la gente vestida de manera más que elegante andaban por el hall en dirección a alguna parte, se dirigió hacia recepción y antes de llegar paró en seco sus pasos, por alguna razón no quiso preguntar por su habitación, decidió llamarlo para averiguarlo… E: Soy yo – dijo una vez Jero descolgó – estoy en el hotel… J: Bien, será mejor que hablemos aquí en mi habitación, nadie nos interrumpirá, sube, te espero – contestó – habitación 435 Colgó de nuevo el teléfono y encaminó sus pasos al ascensor, un matrimonio salía de él, seguramente irían a dar un paseo por la ciudad, entró y pulsó la cuarta planta… El ascensor ascendía con la misma rapidez que aumentaban sus nervios, su suerte estaba echada y ella lo sabía, por fin tenía la oportunidad de enfrentarse al gran Jerónimo Wilson, por fin tenía la oportunidad de decirle todo lo que llevaba dentro, de cobrarse su venganza y sin embargo, eso era lo último que quería, pues hacerlo, sería igual a perder a Maca y no podía perderla, no podía vivir fin sinelMaca… Por ascensor se abrió ante ella para dejar paso a un largo pasillo, en esos instantes vacío, parecía que no había nadie en aquella planta, comenzó a andar, nerviosa, intranquila… cada puerta que pasaba era una menos hasta su objetivo y casi sin darse cuneta se vio ante ella… Llamó un par de veces y esperó a que abrieran, tras unos instantes la puerta se abrió dejando salir a un Jero con rostro serio… J: Gracias por venir – dijo – creo que tenemos que aclarar un par de cosas… E: Yo creo que son más de un par las que tenemos que aclarar – contestó sin moverse, casi retándole, no era lo que quería pero no pudo evitarlo…
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J: ¿Le has dicho algo a mi hermana? – preguntó E: No, no te preocupes, no sabe que estoy aquí J: Bien, pasa – dijo abriendo la puerta y cerrándola una vez entró la enfermera… Una vez dentro, Jero la invitó a sentarse, ésta así lo hizo en uno de los sillones que había en la habitación, tras ella, el que tomó asiento fue el bodeguero, pasaron unos instantes en los que ninguno de los dos halaban, se miraban, se estudiaban, estudiaban sus movimientos, sus gestos, intentando adivinar que era lo que pasaba por la mente del otro, el ambiente estaba demasiado tenso y alguien tenía que comenzar a cortarlo… J: ¿Por qué mentiste? – Preguntó directo - ¿Por qué dijiste que no conocías a Pablo Márquez? E: ¿Me has estado investigando? – dijo molesta J: Claro, ¿qué pensabas? ¿Qué me iba a quedar parado sabiendo quién eras aunque mintieras? Tenía que cerciorarme… E: Ya, claro, tenías que averiguar qué era lo que yo sabía ¿no? – dijo poniéndose a la defensiva, no conseguiría mantener la calma, no lograría razonar con él, simplemente porque con solo verlo le hervía la sangre… ¿Cómo dejar a un lado el pasado si tienes delante de tus narices al asesino de una de las personas más importantes en tu vida? J: ¿Qué es lo que quieres, Esther? – dijo obviando el comentario E: ¿A qué te refieres? J: Me refiero que qué es lo que buscas, que quieres de mi familia E: Quiero a tu hermana, Jero, solo eso… J: Ya, claro… qué casualidad ¿no? – Dijo retóricamente – demasiada diría yo… resulta que la novia de Pablo Márquez, un contable que trabajó para mí, que murió en extrañas circunstancias por un accidente de tráfico, del cual estuvieron a punto de involucrarme, casi me investigaron por ello, se enamora de mi hermana… dime una cosa… ¿Maca sabe quien era Pablo? Por que dudo mucho que le guste saberlo… E: ¿Cómo puedes ser tan cínico? – Preguntó notando como el odio recorría su garganta después de aquellas palabras… - ¿Cómo puedes decir esas cosas y quedarte tan ancho? J: Está muy claro, Esther, tu lo que buscas es dinero o… no sé… E: Cállate Jero, no digas más gilipolleces – dijo levantándose de su asiento – estuvieron a punto de involucrarme – dijo imitando su voz – Cabrón… pagaste a un montón de gente para que aquello no saliera a la luz, claro… - alzó las manos – el niño rico puede hacer lo que le de la gana, total, con dinero todo se puede lograr ¿no? Incluso salir impune de un asesinato – gritó J: Yo no hice nada – contestó también poniéndose de pie y visiblemente nervioso – fue un accidente Esther… E: Una mierda un accidente… hijo de puta – notaba como las lágrimas caían de sus ojos – le cortaste los frenos cabrón… para que no contara a nadie lo que averiguó de ti… J: Yo no hice nada… ni siquiera llegaron a investigarme E: Claro que no ¡¿Cómo lo iban a hacer?! Si tú te encargaste de que no lo hicieran – gritaba J: Estás loca – dijo acercándose a ella… E: No te acerques – gritó de nuevo cogiendo una lámpara de mármol que reposaba en una de las mesillas – no te acerques o te juro que te mato maldito cabrón… 30/Sep/2006 15:17 Habían pasado ya las seis de la tarde y no había noticias de Esther, Maca miraba la televisión intentando distraerse, dándose cuenta de lo mucho que se aburría sin la enfermera, decidió levantarse y ordenar un poco la casa, continuar organizando la mudanza, Esther no tardaría mucho más, supuso…ampliamente, se dirigió hacia ella y abrió esperando encontrarse con su El timbre de la puerta sonó haciendo que sonriera princesa… M: ¡Álvaro! – Dijo sorprendida – hola, no te esperaba- saludó A: Ya… bueno, me manda tu hermano – informó – tenemos que hablar Maca – dijo serio… M: Claro, claro – contestó algo descolocada – pasa – invitó - ¿ocurre algo? A: Será mejor que nos sentemos… Álvaro comenzó a relatarle a su amiga todo lo que habían averiguado de Esther, mostrándole las pruebas necesarias para hacer de ese discurso más verídico, Maca casi no podía creer lo que escuchaba y mucho menos leer lo que en esas hojas se decía… pasaba de la sorpresa a la incertidumbre, ¿podía ser cierto aquello? Según el abogado y los papeles que corroboraban sus palabras, Esther fue novia de Pablo Márquez, uno de los contables de Jero que murió en un accidente de coche bastante extraño al mes y medio de empezar a trabajar para el bodeguero y tres días antes de su boda con Esther, las autoridades estuvieron a punto de investigar e involucrar a su hermano en aquel accidente pero por algo que no estaba muy claro se decidió no hacerlo, finalmente se archivó el caso alegando un fallo mecánico de los frenos del coche… M: Mi… mi hermano… - fue lo único que salió de sus labios, no pudo decir nada más… A: Maca Tu hermano no hizo nada, cree que si,el yque no vosotras sé… creoosque quiere extorsionarlo o amenazarlo o vengarse de él no lo sé… lo que si séMaca… es quepero no esEsther una casualidad hayáis conocido… M: ¿Qué quieres decir? – preguntó más que desconcertada A: Pues que Esther se ha acercado a ti por ser la hermana de quien eres… no sé… en mí opinión quiere hacerle daño a tu hermano… lo acusa de la muerte de su novio Maca… M: NO… esto tiene que ser una broma… todo esto es falso… – dijo autoconvenciéndose A: Maca… Ahora mismo está con tu hermano en su hotel… M: ¿Cómo en su hotel? Esther ha ido con Cruz de compras – contestó muy segura de lo que decía
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A: Esther no es quien dice ser, Maca… no quiere nada bueno de vuestra familia… M: Déjame sola ¿quieres? – pidió A: Claro – dijo sabiendo que tenía que digerir todo lo que había escuchado – si necesitas algo llámame… Álvaro se fue y Maca quedó sentada en el sofá, confusa, pálida, no entendía nada de lo que estaba pasando, no podía ser cierto… pero ¿y si lo era? Tenía que hablar con ella… cogió el teléfono y llamó a su móvil, lo encontró apagado, así que llamó a Cruz… M: Cruz – dijo con la voz entrecortada – soy Maca ¿Puedes pasarme a Esther? C: ¿Esther? Esther no está conmigo, Maca – contestó… M: ¿Cómo que no está contigo? Habíais quedado para ir a comprar C: NO… que va, yo no he quedado hoy con mi hermana… Sin ni siquiera darle una respuesta colgó el teléfono y de la rabia que sentía lo estrelló contra la pared, volvió a tomar los papeles que reposaban sobre la mesa y los volvió a leer sintiendo como esa rabia, ese no saber que pasaba continuaba creciendo en su interior ¿Cómo podía haberle hecho una cosa así? Se derrumbó sobre el sofá y esperó a que llegara la enfermera para intentar aclarar algo las cosas, mientras esperaba un sin fin de recuerdos golpeaban su mente… “M: Hola soy… E: Macarena Wilson – dijo cortándola – sé quien eres… ya sabes… las revistas – dijo sonriendo con algo de picardía” ¿Realmente la conocía por las revistas? En ese momento no le dio ninguna importancia, pero ahora sus palabras cobraban un sentido diferente… E: Vaya tela – dijo alucinada ante aquel bloque de apartamentos – como se nota que eres una Wilson… son los apartamentos más caros de la ciudad… M: Si, bueno… no es mío… el piso es de mi hermano, pero ya que yo soy la que me he instalado definitivamente aquí, pues me lo ha dejado… la verdad es que yo preferiría algo más normalito… lo que pasa es que Jero viene a Madrid bastantes veces y así aprovecha para quedarse aquí y yo le cuido la casa… E: Ya – dijo algo más seria - ¿subimos?” Ahora entendía mucho más esa expresión de su rostro al oír hablar de su hermano… ahora podía ver las cosas desde otra perspectiva… “M: Ya ves… el es así… ya le conocerás – afirmó E: Me muero de ganas - susurró inaudiblemente – oye y… no sé, ¿no crees que tú eres un poco confiada? “E: No, lo digo porque… no nos conocemos, casi y ya me has invitado a tu casa… no sé… me parece algo inconsciente por tu parte… M: Pues no sé, normalmente no meto en mi casa a alguien a la primera de cambio, pero, bueno… tú me das confianza… E: Si por eso mismo lo digo… a ver – dijo mirando a su alrededor – que pasaría si yo fuera… no sé… una ladrona o una asesina… E: Eso nunca se sabe… dicen que todo podemos llegar a ser homicidas en potencia… - contestó mientras cogía el marco de una fotografía que reposaba sobre una estantería E: Totalmente – contestó sin apartar sus ojos de aquella foto y pasando sus dedos contra la persona que aparecía en ella…” ¿Aquello había sido solo una broma o es que Esther la estaba advirtiendo desde el primar día? “M: Si, pero vamos, es lo menos que se merece alguien que conoce el negocio de mi familia casi mejor que yo, ¿no crees? E: Dudo mucho que lo conozca mejor que tú – contestó – simplemente me interesa el tema… M: Pues por eso mismo lo digo, a mi la verdad es que hace años que dejó de interesarme… aunque mi familia quería que sus dos hijos siguieran con la tradición familiar a mi no me hacía demasiada ilusión – le contó – yo prefería la medicina… E: ¿Entonces estás totalmente desvinculada del mundo de los vinos? – quiso saber…” ¿Y porqué ese interés por elestaba negocio su familia? todo desde aquelloelparecía “E: ¿Puedes dejarla donde pordefavor? – pidióAhora mirándola umbralmás de laclaro… puerta… ¿Cuánto tiempo llevaba allí? M: Claro – contestó mientras la dejaba en su sitio - ¿puedo preguntarte quien es? – preguntó ahora ella, sin poder ocultar sus celos… E: Mi novio – contestó” Tenía que haber insistido para que le hablara más de él… “C: Verás… sé que te parecerá extraño el que venga aquí a hablar contigo… voy a ir directamente al grano… - tomó aire y continuó hablando – sé que mi hermana y tú os habéis hecho amigas… y bueno… yo… quería pedirte que… que te alejaras de ella… - dijo al fin” Y esa advertencia de Cruz… ahora la entendía más que nunca… Cruz estaba intentando que aquello no ocurriera… “M: Nada… es que se me había venido a la mente que tu hermana y mi hermano harían buena pareja… y no sé… se que es una tontería pero ¿te imaginas? – preguntó con una amplia sonrisa y alzando una ceja E: Pues no – contestó seria y sin pensárselo M: Es una pena – sonrió de nuevo – porque mi hermano es un buen partido, ya le conocerás…seguro que os lleváis genial E: Ya… ¿ya le conoceré?- preguntó intentando que no sonara mal M: Claro, niña mismo – contestó – al menos quierobien… que lo conozcas, para mi es importante que las dos personas más importantes que tengomiahora se conozcan y seyolleven E: Vale si – dijo seca sin poder evitarlo – te dejo que tengo que seguir M: Espera – paró advirtiendo su tono – espera cariño… ¿Qué pasa? ¿Por qué te pones así?” “M: Vale… ¿volvemos? Mi hermano ha venido – dijo feliz – y quiero que os conozcáis E: Claro – contestó con desgana – claro vamos…
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Maca volvió a abrir la puerta, antes de salir, notó como Esther la cogía del brazo, le daba la vuelta y la besaba con infinito amor para luego fundirse en un abrazo que necesitaba más que nada en el mundo, un abrazo que le daba las fuerzas necesarias para enfrentarse al mundo… M: ¿Estás bien? – volvió a preguntar aferrándola a sus brazos… E: Si… si solo que… te quiero Maca – dijo sincera – te quiero más que a nadie en este mundo… no… no lo olvides nunca…” “J: Es un placer conocerte – dijo mirándola – no sabes las veces que me ha hablado Maca de ti… E: Si… bueno – titubeó – yo también tenía ganas de conocerte…” “M: Cariño – le dijo a su chica – que tu hermana se va ya E: Ah, pues… me voy entonces – dijo deshaciendo el abrazo M: ¿Te vas? – preguntó extrañada - ¿Cómo que te vas? E: Eso, mi amor, que ya que se va Cruz, aprovecho para que me deje en casa – dijo con toda la tranquilidad y la confianza que pudo poner en sus palabras, no quería quedarse esa noche allí, una cosa era aguantar el tirón en una casa llena de gente y otra muy distinta era tener que pasar una noche entera bajo el mismo techo que el asesino de su novio” “E. En serio, mi amor – se volvió para mirarla – creo que necesitáis tiempo para los dos… M: Que pasa – dijo echándose hacia atrás y mirándola con algo de seriedad - ¿no te cae bien mi hermano? ¿Es eso?” Estaba tensa, siempre que hablaban de su hermano se ponía tensa, mucho más cuando lo tenía frente a ella… quizás ahora lo entendía… Sus recuerdos tomaban ahora un calibre diferente, un calibre que no hacía más sino afianzar la teoría de Álvaro y Jero, que Esther solo estaba con ella para vengarse de su hermano por la muerte de su novio… En el sofá de su casa lloraba viendo como todo aquello tenía más sentido del que quería darle, dándose cuenta de que Esther nunca la quiso, que solo buscaba una venganza absurda, que la utilizó para cumplir un objetivo que era lo único que le faltaba para cerrar aquel puzle… mientras continuaba recordando escuchó como la puerta de su casa se abría… Esther, llegaba… 30/Sep/2006 21:48 M: habla Miriam por favor – le dijo a su amiga Mi: Tengo malas y buenas noticias para ti – contestó – pero será mejor que vengas a mi casa y hablamos más tranquilas… M: Vale, vale – dijo nerviosa – en veinte minutos estoy ahí Colgó el teléfono y se apresuró a coger el coche, mientras conducía no paraba de pensar en esa visita que le había hecho a su niña… el rencor, casi el odio con el que le había hablado le había dejado mal, muy mal, aunque se lo merecía, sabía que se lo merecía… pero aun así dolían demasiado… se maldijo por no hablar y decirle todo lo que estaba haciendo por ella, pero sus palabras habían conseguido que casi no pudiera hablar… “E: Maca deja de buscar esos papeles…” esas palabras… la conocía… la conocía tanto como la Esther la conocía a ella… esas palabras no eran más que una advertencia, ¿pero una advertencia de qué? ¿Por qué? Se suponía que los había quemado… eso le dijo a Cruz, ¿Por qué a ella le pedía que no los buscara? Simplemente porque esos papeles aún existían, porque nunca los quemó… Se ilusionó con esa idea del mismo modo que le aterró pensar el contenido de ellos, aún así tenían que seguir buscando, con el manos libres del móvil mientras conducía en dirección a casa de Miriam llamó a su ex-cuñada M: Cruz, soy Maca, escucha – dijo antes de que Cruz hablara – Esther no quemó los papeles… C: ¿Como? – preguntó extrañada M: que noacabas los quemó – repitió – acabo de verla… C: ¿Qué de verla? – dijo aún más sorprendida - ¿pero cómo se te ocurre? Sabes que no quiere verte M: Vale, ya, ya lo sé, pero tenía que verla, luego te cuento – contestó – ahora lo importante es que busques esos papeles, no los ha quemado, estoy segura… C: Pero como estás tan segura – volvió a decir casi sin creérselo M. Porque la conozco… no quiere que los encontremos, me lo ha advertido… tienes que volver a su piso y buscar… en algún sitio tienen que estar… C: Bien, vale – contestó con premura – ahora mismo voy… ¿tu sabes algo de Miriam? M: Si ahora voy a su casa, ya ha visto las cintas – dijo mientras aparcaba – te dejo que ya he llegado… busca los papeles Cruz – volvió a decir antes de colgar… Apresurada, casi corriendo llegó hasta le portal de su amiga, tras llamar repetidas veces y esperar a que la abrieran entró como un huracán, sin esperar al ascensor voló por las escaleras… Mi: Pasa – dijo al ver a Maca llegar, abriéndole paso… M: ¿Que? ¿Qué has visto? – preguntó con nerviosismo mientras entraba… 01/Oct/2006 01:40 Entró intentando que no le notara su nerviosismo, lo que ella no sabía era que Maca la estaba esperando… E: Ho… hola cari… - no terminó de hablar, vio el gesto de su rostro y supo que algo no iba bien - ¿Qué… que ocurre? M: Dímelo tu – contestó seca, fría, seria… E: Nada… - intentó sonreír – que tiene que pasar… M: ¿Cómo han ido las compras con Cruz? – preguntó en el mismo tono E: Bien… bien… bueno ya sabes… está todo por las nubes y…
Soy culpable de quererte. Parte III (werty_1983)
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M: Eres una hipócrita – la cortó – deja de mentir de una vez ¿quieres? E: A que… ¿a qué te refieres? – dijo miedosa M: A esto joder, a esto – contestó tirándole los papeles para que los viera… Esther comenzó a leer aquellos documentos, Maca andaba de un sitio para otro del salón, esperando a que la enfermera dijera algo… Esther leía y leía, no era posible que le estuviera pasando eso, la bomba de relojería que llevaba guardando durante tanto tiempo estallaba por dos frentes diferentes en el mismo día, primero Jero y ahora… ahora Maca sabía todo, sabía toda la historia de Pablo… M: ¿No vas a decir nada? – preguntó cansada de esperar E: Maca… yo… M: ¿Que? ¿Tu qué? ¿Qué vas a inventarte ahora? ¿Cómo vas a seguir engañándome? ¡Contesta joder! – gritó casi fuera de sí No sabía que decir, ni como decirlo, aquel día estaba resultando una auténtica pesadilla, si, eso era, una pesadilla de la que se despertaría de un momento a otro… M: ¿Qué buscas en mi familia? ¿Venganza? – Hablaba con un tono que casi asustaba a Esther más de lo que ya lo estaba – Claro, otra cosa no puede ser… ¡Que te gustaba la enología! ¡Por favor! Y yo tan estúpida que me lo creí… ya sabías quien era yo mucho antes de entrar en el Central… Se dio la vuelta y tiró al suelo todo lo que había sobre la mesa, Esther se levantó, intentó acercarse, quería decirle mil cosas pero de su garganta no salían las palabras… paró sus pasos cuando vio que Maca le dedicaba una mirada en la que le decía que no se acercara… M: Todo esto porqué… ¡Dime! ¿Por qué tu querido Pablito tuvo un accidente? – preguntó sin mediar sus palabras, estaba demasiado ofuscada… E: No fue un accidente – explotó – ¡tu hermano lo mató! – le gritó M: Pero que coño estás diciendo – dijo estupefacta E: Lo que oyes – siguió gritando – que tu hermano es un puto asesino, eso es lo que es… mató a mi novio, ¿te enteras? ¡A la persona que más he querido en mi vida! – dijo hiriente M: Mi hermano no es un asesino – contestó convencida – es una buena persona joder, es la mejor persona que he conocido nunca… E: Que poco conoces a tu hermano… Quedaron en silencio un instante, un silencio doloroso, tenso, incómodo, un silencio que heló sus almas, que gritaba rencor, dolor… El teléfono irrumpió con su sonido en toda la habitación, haciendo que ese momento quedare en el aire al igual que todos sus sentimientos, Maca descolgó el aparato… M: Dígame – dijo intentando suavizar el tono - ¿Macarena Wilson? – preguntó su interlocutor M: Soy Yo… ¿Quién es? - Soy el Inspector Ricardo Ortega, ¿Es usted familiar de Jerónimo Wilson? – Preguntó de nuevo M: SI, es… es mi hermano – miró a Esther, ésta la miró expectante - Verá, hemos… hemos encontrado a su hermano en el hotel Rizt… siento tener que comunicarle esto pero… su hermano está muerto… necesitamos que venga a reconocer el cadáver… - terminó de decir… El teléfono cayó al suelo, el rostro desencajado de Maca no daba lugar a dudas de que algo había pasado, algo muy malo había pasado, Esther se acercó un poco a ella, con cuidado, con cautela… E: ha pasado? M: Que… Está… ¿que está muerto – dijo con la mirada perdida – mi hermano está muerto… E: ¡¿Muerto?! – dijo asustada – pero… pero si no le di tan fuerte… - susurró confusa… 01/Oct/2006 17:56 P: ¿Qué? – Preguntó Paloma más que impresionada – espera, ¿de verdad le diste? ¿Le mataste? E: No – contestó – claro que no joder… si, le di, le di pero no como para matarlo joder… P: Vale, vale, espera, cuéntame esa parte… E: Está bien… verás – dijo de nuevo volviendo al pasado Maca esperaba impaciente que Miriam comenzara a hablar, esta había ido a la cocina a preparar un par de cafés, mientras la pediatra se acomodaba en el sofá… Mi: Bien, veamos… como te dije tengo buenas y malas noticias – dijo una vez dejó la bandeja sobre la mesa - ¿Cuál quieres primero? M: Me da lo mismo – contestó impaciente – pero por favor dime algo… Mi: Vale, ven conmigo invitóbuenos a que –lacontinuó acompañara a una–habitación con todo su equipo – los que han hecho esto son muy pero que–muy hablando han hechototalmente un trabajoequipada excepcional… M: ¿Entonces están manipuladas? – Preguntó esperanzada Mi: Yo diría que si, estoy casi segura de ello, pero… será mejor que lo veamos – introdujo una de las cintas en el video, Maca sonreía por fin – verás, no hay ningún salto, ni un desfase de tiempo, si han hecho algún corte te aseguro que se molestaron mucho a la hora de que no se notara… M: ¿Y por qué dices que están manipuladas? – preguntó
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Mi: porque aunque sean muy buenos montando videos, te aseguro que se les pasó los detalles… - decía mientras aceleraba el vídeo – mira – volvió a ponerlo a la velocidad normal – primer detalle… quiero que te fijes bien en todo… “La puerta de la habitación 433 se abrió dejando paso a un matrimonio de avanzada edad que caminaban hacia los ascensores, una vez llegó éste salió de el una de las limpiadoras del hotel, que arrastrando su carrito desapareció introduciéndose en otra habitación, seguramente para ordenarla y limpiarla…” M: ¿Qué se supone que tengo que ver? – dijo sin saber a que se refería Mi: A la limpiadora – informó – fíjate, entra en una de las habitaciones para limpiarla, bien – comenzó a pasar el vídeo de nuevo hacia delante hasta que la cinta acabó – no vuelve a salir… no sé cuanto se tardará en limpiar una habitación, pero no creo que se tarde demasiado, pasan cerca de tres horas de vídeo y no sale… M: Y en algún momento tenía que salir – afirmó Mi: Exacto – dijo rotunda – lo que me hace pensar que en algún momento hay un corte… pero eso no es lo único – volvió la cinta un poco atrás, justo en el momento en que Esther cogía el ascensor, después de salir de la habitación – mira fijamente los números del ascensor – pidió mientras le daba el zoom Esther entraba en el ascensor, al cerrarse las puertas éste comenzaba a bajar… 4…3…2…3…2…1… M: ¿Vuelve a arriba? – preguntó casi sin creérselo Mi: Muy observadora, si señorita – sonrió – está claro que las cintas están manipuladas, sino ¿Cómo vuelve el ascensor a subir y bajar en un mismo viaje y sin pararse en ninguna planta? M: Dios mío – pudo decir llevándose las manos a la boca, feliz por primera vez de que algo saliera bien… Mi: Hay algo más – dijo de nuevo – cuando Esther sale de la habitación de tu hermano la puerta se cierra, pero cuando llega el botones está abierta… no tengo ninguna duda de que las cintas están manipuladas… M: Gracias – la abrazó – gracias, gracias… - se levantó corriendo – voy a llevar estas cintas a Cruz, tenemos que llevarlas al juzgado, con esto reabrirán el caso… Mi: Espera – paró – espera porque ahora vienen las malas noticias – Maca la miró con expectación - no sé mucho de leyes, pero estas cintas no tienen ninguna validez legal, son una copia ilícita de las srcinales, en el caso de que la policía tenga las srcinales, además, podrán alegar mil cosas para explicar lo que se ve en ellas, no hay ningún salto, nada que realmente demuestre que las cintas están manipuladas, esto solo son pruebas circunstanciales, o no sé como les llamarán… - terminó de decir M: ¿Me estás diciendo que tengo en mis manos la prueba de la inocencia de Esther y que no me valdrá para nada? – preguntó sorprendida Mi: Desgraciadamente creo que si… no sé… quizás si conseguimos las srcinales podamos hacer algo… 02/Oct/2006 01:41 Esther continuaba relatándole a su amiga aquel día en el que todo se vino abajo… J: Estás loca – dijo acercándose a ella… E: No te acerques – gritó de nuevo cogiendo una lámpara de una de las mesillas – no te acerques o te juro que te mato maldito cabrón… J: Esther… deja eso no sabes lo que haces – intentó tranquilizar E: Sé perfectamente lo que estoy haciendo… Deja de acercarte – gritó en una clara advertencia J: Vale, está bien, está bien – paró – no me acercaré… pero deja eso… E: Dímelo – pidió – dime que lo mataste hijo de puta… di la verdad por una vez en tu vida… J: yo mintiendo… no hice nada… decir E: Esther No sigas lo sé- volvió todo…a sé todo lo que haces en las bodegas… puedo destruirte en un segundo J: ¿De qué hablas? – volvió a acercarse – deja de decir chorradas y suelta eso ¿quieres? – terminó de decir casi cogiéndola del brazo… Un grito más, el último que salió de los labios de Esther antes de darle con aquella lámpara, sin saber donde la había dado… estaba nerviosa, fuera de sí, de sus ojos no salían más que lágrimas, un torrente de gotas saladas que corrían por sus mejillas… Jero yacía en el suelo, no sangraba, pero tampoco se movía… la lámpara le hizo compañía cayendo al lado de su cuerpo… con la mirada ida, el cuerpo temblando Esther se acercó, tomó su pulso, respiraba con normalidad… se levantó, miró a su alrededor, los nervios y el miedo que sintió fueron los que le hicieron salir despavorida de aquella habitación, creyó escuchar como Jero la llamaba pero no le hizo caso… Corrió hasta el ascensor, entró en él e intentó tranquilizarse antes de llegar a su planta… una vez el elevador se abrió salió de él como alma que lleva el diablo… - Señorita – le dijo un botones con el que se chocó al salir – se encuentra bien E: Si… si… no se preocupe – contestó con la voz entrecortada – lo… lo siento mucho – se disculpó Y volvió a correr hacia la puerta, queriendo salir de aquel dichoso hotel cuento antes, maldiciendo la hora de haber ido allí y sintiendo la mirada de aquel chico, que preocupado, veía como empujaba la puerta rotatoria de la salida… P: Entonces estaba vivo cuando te fuiste – dijo una sorprendida Paloma E: Pues claro joder, claro que si, ya te lo he dicho… - contestó intentando que sus lágrimas no salieran de sus ojos… 02/Oct/2006 13:44 P: ¿Y no se lo dijiste a Maca? – preguntó de nuevo
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E: SI…no… no sé… - contestó confusa – todo fue muy rápido, muy confuso, estábamos las dos muy alteradas… yo que sé… - dijo mientras pensaba en aquel día… M: ¿Qué has dicho? – Dijo volviendo a la tierra - ¿Qué le diste? ¿Cómo que le diste? ¿Con qué le diste? E: no lo sé – contestó confusa, la noticia de la muerte de Jero las dejó a las dos bloqueadas – con una lámpara… pero… M: ¿Con una lámpara? – Preguntó más sorprendida y perdida que nunca – ¿pero es que tu estás loca? E: Maca, Maca espera – intentó parar – espera deja que te… M: No – cortó con un grito seco – no quiero escuchar nada que venga de tu boca, no quiero escuchar más mentiras… - se dio la vuelta comenzó a recoger sus cosas – tengo… tengo que irme… no quiero volver a verte nunca más… - advirtió antes de salir del piso… ¿Qué había pasado? ¿Qué había sido todo eso? Se encontraba en el salón, inmóvil, sin ser capaz de mover un solo músculo de su cuerpo, la mirada de Maca casi la había dejado derruida, todo lo que había pasado ese día parecía la más cruel de las pesadillas, en algún momento tenía que despertar… pero sabía que aquello era real, que todo era real… quiso volver el tiempo atrás hacer las cosas de otra forma… pero era un imposible, ¿Cómo habían podido llegar a eso? Ella no pretendía que pasara aquello, se había olvidado por completo de aquella venganza por el amor de Maca que ahora, después de aquella conversación, de aquel día, supo que había acabado, su mirada se lo dijo sus palabras lo confirmaron… sabía que a partir de ahora, Maca no volvería a estar en su vida… Por su parte, Maca conducía nerviosa, llorando, sin saber que pensar, que hacer, se dirigía a la comisaría para reconocer el cadáver de su hermano y como Esther, pensó que estaba viviendo la más cruel de las pesadillas… todo lo que había averiguado de ella ese día, dándose cuenta que todas sus palabras, todos sus besos habían sido una mentira, fruto de una venganza que parecía haber conseguido llevar a su fin… incluso matando a su hermano… Dios… ¿Cómo había sido capaz de aquello? Veía su imagen y lo único que descubría de ella era el más cruel de los demonios vestido de ángel, una gran actriz digna de un oscar, una persona sin escrúpulos que solo actuó conforme a su guión… se sentía traicionada, terriblemente dolida… la muerte de su hermano… las razones de Esther para acercarse a ella… todo aquello la estaba sobrepasando… Por fin llegó a la comisaría donde el inspector Ortega ya la esperaba, tras saludarla la condujo hacia la sala del forense… una sala fría, gélida, donde se olía la muerte a varios metros… una sala que parecía sacada de una película de terror… IO: ¿Está preparada? – preguntó el policía M: Si… si – logró decir… El forense sacó un cuerpo que yacía sobre una de las camillas y destapó el cuerpo… no supo identificar lo que pasó por su cuerpo… de los pies a la cabeza un sentimiento que jamás sintió la recorrió como un calambre… dolor, rabia, ira… un sin fin de sentimientos que nunca creyó sentir… M: Es… es él – anunció llorando – es mi hermano… IO: Bien – dijo en tono amable – muchas gracias por venir… M: Disculpe… puedo – señaló la puerta, necesitaba salir de allí… IO: Si, claro, por supuesto… vaya, ahora mismo estoy con usted… Comenzó a andar hacia fuera, deseosa de poder respirar aunque fuera un instante, pudo escuchar como el inspector preguntaba algo al forense y no pudo evitar pararse a escuchar… IO: ¿Se sabe ya la cusa de la muerte? – le preguntó F: Si, muerte debida a repetidos golpes en la cabeza por un objeto contundente… - anunció… El rostro de Maca se desencajó… “repetidos golpes por un objeto contundente”… “con una lámpara” “con una lámpara” Las palabras de Esther volvían a resonar en su cabeza… “objeto contundente” “lámpara” ¿podía ser posible? Durante todo el trayecto había pensar en ello, sin embargo ahora no F: ¿Yaestado tienenevitando algún sospechoso? – continuó preguntando el podía forensepensar en otra cosa que no fuera esa… IO: Estamos en ello – contestó – había varias huellas en el lugar del crimen, estamos investigando a una tal Esther García, sus huellas estaba en toda la habitación… Tras escuchar esto salió corriendo, sus sospechas se confirmaban y no era capaz de soportarlo por más tiempo, la sangre le hervía, la mente se le nublaba y su corazón se helaba con cada paso que daba… 02/Oct/2006 20:40 E: No hay mucho más que contar – continuaba relatando Esther a su compañera de celda – cuando Maca salió de su casa yo me fui corriendo a ver a mi hermana, le conté todo lo que había pasado… - hablaba despacio, mirando al infinito, sintiendo que hubiera sido hacía tan solo unas horas – Cruz quiso ayudarme, pero aún no se había licenciado, supongo que ya lo habrá hecho o estará a punto de hacerlo, la verdad es que con todo esto ni siquiera me he acordado de preguntarle… - Paloma escuchaba como lo venía haciendo desde el comienzo de la historia, con todos sus sentidos puestos en ella – A Maca no la volvía a ver, al menos hasta el juicio, no quiso verme y sinceramente yo tampoco la quería ver, sabía que me culpaba y no quería volver a enfrentarme a todos sus reproches, nohabríamos me sentía con fuerzasdiscutiendo para ello…detalvez debí hacerlo las perocosas sentíapeor tanta saber que me acusaba que seguramente terminado nuevo y dejando derabia lo queal estaban… P: Deberías haber ido a hablar con ella – dijo con cautela E. Si, tal vez… no sé… pero no lo hice… Cruz si que fue – la miró – intentó hablar con ella y como yo ya suponía Maca me acusó, le dijo que yo había matado a su hermano y que no pararía hasta verme en la cárcel… y así fue… días después vino un inspector de policía a casa, registró mi piso y me llevaron detenida… P: ¿Encontraron algo en tu piso? – Quiso saber – ¿algo con lo que acusarte? E: No, nada… en mi casa no había nada…
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P: ¿Entonces? ¿No tenían pruebas reales no? E: bueno, tenían las cámaras de seguridad del hotel, mis huellas en la habitación, sabían que tenía un móvil… P: Pero después de ti puedo entrar cualquiera en esa habitación… E: No lo niego, es más yo lo afirmo, siempre lo he afirmado, pero un abogado de oficio que acaba de terminar la carrera, que era su primer caso, no puede ganar jamás contra uno de los mejores abogados de país… P: ¿Y lo aceptaste sin mas? – dijo sorprendida E: ¿y qué querías que hiciera? Todo apuntaba a mi, estaba claro que me condenarían, y la verdad… después de ver como Maca me acusaba, como creía que yo había matado a su hermano me daba igual todo… - las lágrimas una vez terminado todo su relato comenzaron a caer sin remedio, intentó limpiárselas, no quería llorar pero era casi imposible hacerlo… P: Venga, cariño – dijo con dulzura abrazándola – llora… llora, deshógate… Y Esther se aferró a el abrazo que le brindaba aquella compañera de celda que se había convertido en una tabla de salvación allí dentro, encontrando ese apoyo que le faltó de Maca, sintiendo el calor de su abrazo lloró, sacó toda el dolor que llevaba dentro, lloró como una niña por todo lo que le estaba ocurriendo, por hacer las cosas mal desde el principio, por Maca, lloró faltando a su propia palabra de no volver a hacerlo nunca más... 02/Oct/2006 21:45 En casa de Miriam, Maca continuaba pensando en las palabras que su amiga le había dicho, si todo era como ella le había contado, la justicia de este país debía ser una auténtica mierda… tenía las pruebas que exculpaban a Esther en sus propias manos y no podía hacer nada con ellas ¿es que todo se le tenía que complicar? ¿es que nada le iba a salir bien? Mi: Maca – dijo Miriam sacándola de sus pensamientos – escucha yo… quiero pedirte disculpas por intentar… bueno ya sabes… M: Ya… no te preocupes por eso ahora… Mi: No Maca en serio – volvió a decir – me siento muy mal por pedirte eso… - dijo sincera – no sabía que la querías tanto… M: La amo más que a mi propia vida… pero entiende que… Mi: SI – la cortó – si lo entiendo y te prometo que no volveré a decirte una cosa así, pero de verdad… lo siento… M: Bueno, no pasa nada… al final no pasó nada y me has ayudado mucho… Mi: Bueno no sé si servirá de algo… pero quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que necesites, sin coste alguno M: Vale… gracias, de verdad, Miriam… por todo – dijo ahora si, recogiendo todas sus cosas – me tengo que ir, quiero hablar con Cruz de todo esto… Mi: Claro, claro y ya sabes, estoy aquí por si me vuelves a necesitar, y si consigues las cintas srcinales, solo tienes que llamarme, estoy dispuesta a hablar frente a un juez sobre esas cintas si es necesario… M: Lo haré, descuida – dijo antes de abandonar aquél piso… Cogió de nuevo el coche y fue al piso de Esther, donde supuso que estaría Cruz buscando una vez más aquellos dichosos papeles de los que tenía la certeza de que aún existían, al llegar subió corriendo en busca de noticias… C: Nada… - dijo cansada – no están… ¿Y las cintas? ¿Qué ha dicho Miriam? M: Las cintas están manipuladas – contestó contundente, la cara de Cruz era toda felicidad – pero no podemos hacer nada con ellas… tu eres la que entiendes de leyes y estas cintas son una copia ilegal… además, según Miriam todo lo que aparece en ellas son solo suposiciones suyas… es decir, si, vale que se puede ver que ha habido un corte en algún momento, pero no se puede demostrar claramente y lo según ella pueden alegar mil cosas para demostrar que no están manipuladas… C: A ver, déjame verlas y explícamelo todo - pidió De nuevo vieron lasCruz cintas, Macadeleacuerdo iba enseñando uno anouno todosde esos detalles que confirmaban manipulación, desgraciadamente, estaba con Miriam, servían nada, no porque no pudieranuna demostrar que habían sido tratadas sino porque eran copias ilícitas… M: Tú eres abogada, Cruz, ¿no podrías pedir que te dejaran ver las que tiene la policía? C: Si, bueno… podría presentar un recurso o pedir que se reabra el caso, así tendría acceso a todas las pruebas, pero necesitaría algo que presentar al juez… M: Entonces tenemos que encontrar los informes de Esther, puede ser la única opción que tenemos, estoy segura de que hay algo en ellos… C: Vale, pero ¿Dónde coño están? Porque aquí te aseguro que no… he mirado de arriba abajo todo el piso y no están… es como si hubieran desaparecido, como si no existieran… M: Cruz, te aseguro que los papeles, no los quemó, me lo habría dicho – insistió C: Pues aquí no están joder… a menos que los haya metido en una caja de seguridad o debajo de un árbol te aseguro que esos papeles no existen… M: ¿Qué has dicho? – dijo notando como algo se encendía en su cerebro C: Que no están, que… M: No, eso no… lo de la caja – se callada un segundo, miró hacia el pasillo, se levantó corriendo – ¡somos idiotas! – dijo perdiéndose pordeél seguridad en dirección al quedó despacho… Cruz la siguió sin entender nada, al llegar la vio revolviendo en uno de los cajones de la mesa, con prisas, con ansias, se acercó un poco más a ella para intentar averiguar qué hacía… C: ¿Qué buscas? – dijo impaciente M: Esto – contestó sacando aquella llavecita con la que había estado jugando – Tiene que ser la llave de una caja fuerte o una caja de seguridad de algún banco donde están esos malditos papeles…
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03/Oct/2006 00:30 Ya más calmada, Esther se separó de los brazos de Paloma quien sonreía intentando transmitirle tranquilidad, seguridad, algo de lo que carecía la enfermera totalmente… P: Venga, ya verás como pronto sales de aquí – dijo segura de lo que decía E: Me da igual… - contestó derrotada – la verdad es que me da igual… P: Anda ya, ¿Cómo te va a dar igual? Esther, tienes que luchar por salir de aquí… - animó E: ¿Como? Venga, ¿dime como lo hago? – dijo poniéndose a la defensiva P: Por lo pronto diciéndole a tu hermana donde guardaste los papeles esos, dile la verdad, joder, dile que no los quemaste… E: No puedo hacer eso – contestó negando con la cabeza P: ¿Pero porqué no? Tu hermana se está partiendo el cuello buscando algo para sacarte de aquí y ambas sabemos que esos papeles son el principio del camino hacia tu libertad, ¡Joder Esther! Tienes que decirle donde están… - dijo ya más seria E: No puedo, déjalo, no puedo… P: ¿Porqué? Dame una razón por la que no puedas hacerlo E: ¡Por que no quiero que Maca los vea! – dijo al fin – y sé que si esos papeles salen a la luz los tendrá que ver y no puedo hacerle eso… joder, no quiero que sepa la persona que era su hermano, la destrozaría… P: ¿pero te estás oyendo? – dijo sorprendida - ¿Me estás diciendo que eres capaz de quedarte aquí encerrada durante veinticinco años solo porque no quieres que la persona que te encerró aquí vea unos papeles en los que se desprestigia a su hermano? – preguntó incrédula E: Si – bajó la cabeza – si, es eso lo que te estoy diciendo… si Maca… si Maca ve esos papeles, se enterará de cosas de Jero que harán que se derrumbe… y yo… yo no puedo hacerle eso… yo la… la… P: La quieres – dijo por ella – a pesar de todo la quieres… E: La quería… o la quiero… y la odio… no sé que es lo que siento, pero jamás le perdonaré lo que me ha hecho – dijo tras un silencio, hablando con dureza… Mientras en el piso de Esther, Maca y Cruz miraban aquella llave que se había convertido en su tesoro particular… M: Vale, vale, Cruz, piensa – decía andando de un lado para el otro - ¿Dónde podía tu hermana esconder una caja fuerte? C: En ningún sitio, odia esos trastos, nunca tendría ninguna en casa, además, no hay ninguna ya hemos mirado… M: Bien, pues si eso es verdad, entonces esto es de una caja de seguridad de un banco, no pude ser de otro lugar… espero… - dijo mirando la llave… C: la cuestión es ¿de qué banco? Puede haber más de cien sucursales en todo Madrid… M: Si, sucursales, pero las cajas de seguridad no están en todas las sucursales, solo en algunas… C: Espera – cortó – mi hermana y yo tenemos cuentas en el mismo banco y estoy segura de que allí tienen cajas de seguridad… dijo esperanzada… Cogió el teléfono, dispuesta a hablar con alguien que le confirmara que aquella llave abría una de sus cajas, al principio, mientras marcaba pensó que sería demasiado fácil pero bastante crudo lo tenían ya, ¿por qué aquello no iba a ser fácil? - Banco Central dígame – contestó una voz femenina al otro lado de la línea C: Buenos días, soy Esther García – dijo haciéndose pasar por su hermana - verá, soy cliente de su banco y tengo una caja de seguridad contratada, el problema es que perdí el contrato y el número de la caja, tengo la llave pero no consta el número en ella, quisiera saber si podría decirme que número es… - mintió - Para darle esa información necesito que venga personalmente con su DNI para comprobar los datos, entienda que no podemos darle información sin tener constancia de que es usted realmente la dueña de dicha llave, así que sería mejor que viniera al banco,esa señorita C: Entiendo pero verá… es que yo ahora mismo no estoy en la ciudad – volvió a mentir intentando convencer a la chica – y no volveré hasta dentro de unos días… - Ya, pero sigo sin poder darle esa información… C: Entiendo… ¿y no habría ninguna manera de conseguirlo? – volvió a decir - Verá señorita, las cajas de seguridad, son confidenciales, solo podremos dar esa información a la persona que la tiene contratada o en su defecto a alguien que dicha persona autorice, siempre y cuando la dueña de la caja firme una declaración en la que de su consentimiento a la otra persona a abrir la caja junto con una fotocopia u srcinal del DNI del contratante… C: Bien, muchas gracias – dijo antes de colgar… 03/Oct/2006 12:52 Una vez Cruz le contó a Maca todo lo que le había dicho aquella chica comenzaron a pensar en la forma de llegar a aquella caja… C: Tendré que ir a ver a Esther e intentar convencerla – dijo después de mucho pensar… M: Cruz, por favor, ambas sabemos que no lo va a autorizar… si quisiera que veamos esos papeles no habría dicho que los había quemado… C: Pues entonces no sé como hacerlo… - dijo pensando en ello – la única opción seria… M: Falsificar su firma – la cortó pensando en los mismo – si, no podemos hacer otra cosa… - se levantó – venga, tu redacta la autorización, dime que tienes una copia de su DNI… C: Si, creo que tengo una, la hice por si la necesitábamos durante el caso… - contestó M: Vale, pues manos a la obra… C: Creo que te estás saltando un pequeño detalle – dijo parándola – no sabemos falsificar su firma…
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M: Te equivocas… - contestó muy segura – yo si sé… C: ¿Cómo que sabes? – dijo incrédula M: Cosas de tu hermana, ya la conoces, una tarde estábamos aburridas y no se le ocurrió otra cosa que intentar copiar mi firma, al ver que no podía me burlé de ella – mientras hablaba una sonrisa se dibujaba en su cara – y claro, me dijo que si era tan lista, ya sabes como se pone, pues que intentara hacer la suya… total que nos picamos la una a la otra y nos pasamos toda la tarde con eso… sé que puede sonar un poco absurdo pero te aseguro que ahora mismo creo que fue la mejor idea que tuvo… así que venga, no podemos perder más tiempo… Con una sonrisa en los labios Cruz comenzó a redactar el documento, tras imprimirlo, Maca falsificó la firma de su princesa quedando ésta como si hubiese sido la propia Esther la que hubiera escrito… Recogieron las cosas y pusieron rumbo al banco, tenían que llegar antes de que cerraran, no querían perder más tiempo… Maca se quedó en el coche mientras Cruz entraba… C: Buenos días – le dijo a la chica que la atendió – verá, me llamo Cruz García, mi hermana llamó esta mañana… tiene una caja de seguridad contratada aquí y el caso es que perdió el contrato y el número de la caja, necesita recoger varias cosas que se encuentran en ella, el problema es que está de viaje y no puede venir, me ha mandado a mi… - dijo de carrerilla - Bien, pero no podemos facilitarle esa información sin una autorización del contratante… C: Lo sé, lo sé… me ha enviado un fax con todo lo necesario – dijo sacando la autorización y la fotocopia del DNI de su hermana… - Parece que está todo correcto – dijo la chica - ¿Me permite su carne de identidad? C: Si, claro – contestó dándoselo… La chica leyó detenidamente tanto la autorización como ambos documentos identificativos, tras revisarlos minuciosamente, levantó la vista, miró a Cruz que esperaba impaciente y algo nerviosa y volvió su vista al ordenador, tecleó, buscó, desesperando a Cruz por su parsimonia y tranquilidad hasta que por fin volvió a levantar la vista… - Caja de seguridad número 26 – dijo causando que Cruz sonriera - ¿quiere que la acompañe? C: No hará falta, gracias - contestó amablemente – no se preocupe Al fin algo que salía bien, al fin iba a poder ver de una vez esos dichosos papeles, llegó hasta una sala aislada de las demás donde un montón de puertas metálicas con un número inscrito en cada una le dio la bienvenida, tras un barrido por toda la sala vio la que llevaba su número, se acercó, casi temblorosa, metió la llave no se tranquilizó al ver que la puerta se abría… Sacó una larga caja de metal y la dejó sobre una mesita que yacía en mitad de aquella sala, tras abrirla, una carpeta, una solitaria y casi sonriente carpeta que contenía aquello que Esther guardaba como oro en paño… La cogió entre sus brazos, casi la acarició, devolvió la caja a su lugar y salió del banco sonriente, feliz… al llegar al coche una impaciente Maca la esperaba mordiéndose las uñas… M: ¿Ya? – preguntó C: La tenemos – dijo mostrándosela M: Bien – casi gritó – venga ábrela… - pidió C: Vamos a mi casa, estaremos más cómodas y podremos leer con tranquilidad… Sin decir una palabra mas Maca puso el coche en marcha y condujo lo más rápido que pudo hacia el piso de Cruz, estaba deseando ver que contenía aquella carpeta pero al mismo tiempo, le daba demasiado miedo descubrir su contenido… 03/Oct/2006 20:21 Finalmente llegaron al piso de Cruz, entraron ambas en un silencio sepulcral, una pensaba en que aquello sería lo que salvaría a Esther de –sucomenzó encierro,aladecir otra –pensaba queque aquellos papeles–leañadió mostrarían a un Jero que no sabía si quería conocer… C: Bueno será mejor empecemos M: Si, claro… - contestó no muy convencida y viendo como Cruz comenzaba a abrir aquella carpeta… C: Si quieres puedo leerlo yo… no tienes porqué saber nada – dijo viendo la expresión de su rostro… Maca simplemente asintió, realmente no quería verlos, no quería saber su contenido, miraba a Cruz que ya estaba enfrascada en ellos y vio como cambiaba su rostro conforme leía, pasaba de la expectativa a la seriedad, de la seriedad a la sorpresa… no pudo aguantarlo más… M: ¿Que? ¿Qué es lo que dicen? – preguntó impaciente C: ¿Estás… estás segura? – quiso cerciorarse M: Si, Cruz, joder, dime algo… C: Vale… a ver, aquí hay varios balances de cuentas que no concuerdan con los que vimos que tenía guardados tu hermano – dijo mientras continuaba leyendo y le pasaba los folios a su amiga que como ella, los leía con interés – también se demuestra la existencias de unas cuentas corrientes con altas cantidades de dinero a nombre de tu hermano… - continuó leyendo – hay fuertes entradas y salidas de dinero a las bodegas… contratos de compras y ventas de varios coches… ¿Cada cuanto cambiaba tu hermano de coche? – preguntó M: Es Pues… sé…hay - dijo parando leer –yuna vezventas cada dos años… no sé… C: raro…noaquí compras dede coches varias de esos mismo coches en cinco meses… Continuaron leyendo, más cuentas, más entradas y salidas de dinero, más compras y ventas pero esta vez no solo de coches, también de casas, algún piso… en definitiva, compras y ventas totalmente innecesarias y todo, absolutamente todo a nombre de las bodegas Wilson o de Jero… C: Maca… - dijo con cautela – creo… creo que tu hermano estaba blanqueando dinero… M: ¿pero que dices? – Preguntó incrédula - ¿Blanqueando dinero? Dinero de qué… es que no tiene sentido…
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C: Yo que sé Maca pero puede ser… del tráfico de drogas… - dijo casi en un susurro sin saber cual podría ser su reacción – o… no lo sé… pero si sé que tiene sentido y que está muy claro… Se quedó boquiabierta, pálida, jamás pensó que su hermano pudiera hacer algo como aquello, tenía que ser una broma, aquellos papeles debían estar equivocados… no podía ser… Jero siempre fue una persona honesta, sincera… transparente… ¿Cómo iba a traficar con drogas? Dicen que la curiosidad mató al gato, a Maca, la curiosidad por saber qué contenía esos papeles, casi le dejó malherida… 04/Oct/2006 13:14 Cruz continuaba repasando aquellos papeles, mirando, buscando… pero lo cierto era que en aquellos papeles no había nada con lo que ayudar a Esther, vale que aparecieran en ellos una trama de blanqueo de dinero que dejaba intuir un contrabando de drogas, pero realmente no había nada que justificara la muerte de Pablo, nada que acusara a Jero de esa muerte y nada con lo que ayudar a Esther… cuanto más leía más pensaba en ello y comenzó a crearse en ella una teoría que de ser cierta comprendería a su hermana… al menos en parte… Por otro lado Maca no podía dejar de pensar en lo que Cruz le había dicho, aquello no podía ser cierto, ¿Jero metido en el mundo de las drogas? !Si jamás se había fumado ni un porro! ¿Cómo podía ser que aquello fuera cierto? ¿Cómo es que nadie a excepción de Esther sabía de aquellos negocios? La idea de que su princesa se hubiera inventado todo aquello rondó por su cabeza durante un instante, pero no quería precipitarse, ya la había culpado de algo siendo inocente y no estaba dispuesta a caer en el mismo error una vez más… aún así, se resistía a creer que su hermano fuera como lo describían esos papeles… M: Es que no puede ser – dijo de pronto – no me lo creo… C: Maca… de verdad está muy claro… M: ¡NO! No hay nada claro… y si… no sé y si Esther se equivocó… tal vez no investigó bien – contestó C: Maca… - suspiró, entendía a su amiga… - ¿quieres saber mi teoría? – preguntó tras poner en orden sus ideas… M: A ver… - invitó a que comenzara C: Va a ser duro lo que te voy a decir… M: Habla… nada puede ser más duro que esto… C: Bien… supongamos que esto es cierto, que no hay ningún error en ellos – Maca la miró sin convencimiento alguno – solo suponlo por un momento – La pediatra asintió – vale… lo que yo creo es que tu hermano si que tenía este tipo de negocios… Pablo lo averiguó… date cuenta que fue su contable… lo averiguó y no sé, tal vez fue a hablar con él, o quizás hizo demasiadas preguntas, y por eso… por eso lo mataron… M: mi hermano no lo mató – dijo segura C: ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo puedes estar tan convencida de ello? – dijo sabiendo el daño que le estaba haciendo pero consciente de que tenía que decirlo – vale que al final no lo involucraron, vale que no llegaron a investigarlo, Maca pero estuvieron a punto… no sé como logró que no lo hicieran… M: ¿quieres dejar de decir que mi hermano era un asesino? – dijo comenzando a enfadarse C: Maca… solo es una teoría… - se intentó excusar, sabiendo que podría se más que una cavilación suya, pues todo cobraba más sentido del que creía… - deja que termine por favor – Maca se sentó y dejó que continuara hablando – gracias… el caso es que mataron a Pablo para callarle la boca, y según esto tu hermano es el que más tenía que esconder… M: Vale – la cortó – supongamos que es cierto – dijo en un tono defensivo – supongamos que mi hermano era un maldito asesino y traficante de drogas – continuó mientras notaba como le quemaba la garganta con tan solo decir esas palabras – eso solo reforzaría la acusación Esther… y sabemos ella como no lo mató… - paró de hablar, sees levantó a andar- dijo de un lugar a otro, buscando algodeque exculpara tanto a que su niña a su hermano – además… que noy comenzó tiene sentido… al fin - ¿Quién ganaba con la muerte de Jero? C: Pues… no sé… cualquiera que estuviera metido en esa trama, no sé… el que le pasaba las drogas, el que se las compraba o el que las vendía… no lo sé – dijo dando palos de ciego… M: ¿Pero por qué matarlo? – Volvió a preguntar – y además… entonces… ¿que sentido tiene que mi hermano quisiera vender las bodegas si eran su tapadera? – lanzó la pregunta al aire… 04/Oct/2006 21:27 Era hora de bajar al patio, paseaban tranquilas, ninguna hablaba, Esther permanecía en silencio metida de lleno en sus pensamientos, Paloma sabía que necesitaba ese momento para ella, había aprendido a conocer sus gestos, sus miradas, sus momentos, del mismo modo que Esther conocía los suyos… E: ¿Sabes? – Dijo de pronto – daría… no sé… cualquier cosa porque mi vida fuera diferente… P: Te entiendo – contestó comprendiendo a que se refería, ella había pensado mil veces lo mismo que su compañera… E: Es que no sabía sé como joderse algoibaena un segundo… - continuó – yo–antes… erasentimiento feliz… teníadiferente un novioalalque quehabía quería y que quepuede me quería contanto locura, casarme y… bueno… murió hablabaera… con un puesto cuando estaba relatando su historia, era un tono melancólico, triste… vacío… - cuando por fin vuelvo a ser feliz, cuando vuelvo a encontrar al amor de mi vida resulta convertirse en mi verdugo… culpándome de algo que nunca hice… ni siquiera quiso escucharme… P: Esther… - acarició levemente su espalda
Soy culpable de quererte. Parte III (werty_1983)
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E: Es curioso como una mala decisión te puede arruinar la vida – seguía expresando sus sentimientos, abriendo su corazón mucho más de lo que ya lo había echo a esa amiga que encontró en el peor momento – no sé… quizás esto me lo merecía ¿no? – Paloma la miró alzando las cejas – Si, por… por querer vengarme… por querer hacerles daño… P: Ey, ey, - dijo poniéndose delante suyo – tu no te mereces esto… es más, no tendrías que estar aquí… Esther debes luchar por salir, por recuperar tu vida – animó E: Para qué… - dijo desanimada, sin fuerzas P: Para vivir, Esther… para… no sé, para poder ser feliz otra vez… para… para hacer que Maca se trague todas sus palabras, para que vea lo equivocada que estaba… no sé, pero Esther, no puedes seguir lamentándote de tu suerte y no hacer nada por cambiarla… E: Es que no hay nada que pueda hacer… P: Si lo hay… y lo sabes – dijo señalándola con un dedo E: Esos papeles no sirven para sacarme de aquí, si es a lo que te refieres… P: ¿Algo ayudarán no? – preguntó E: lo dudo – contestó segura – lo único que hay allí es la demostración de los negocios sucios de Jero y los nombres de algunos de los traficantes con los que hacía negocios… aunque no estoy segura P: ¿Qué no estás segura? – preguntó invitándola a seguir E: No, bueno es que no quise continuar investigando… cuando Maca y yo… bueno ya sabes, lo dejé todo… P: Sigo pensando que deberías ayudar a tu hermana a sacarte de aquí, por mucho que ella haga si tu no pones de tu parte no lo conseguirá… - dijo seria Esther no contestó, simplemente continuó andando dejando claro que quería terminar con aquella charla… y Paloma no insistió, Esther no estaba receptiva, no conseguiría nada… “de momento” se dijo… Maca y Cruz continuaban con su pequeña batalla, la pediatra sostenía que Jero no era ningún traficante, mucho menos un asesino, Cruz, cada vez lo tenía más claro, aunque intentaba callar, o al menos, decir las cosas sin herir a su amiga… M: Dime – le decía - ¿por qué venderlas? Según eso eran su tapadera ¿no? ¿Para qué iba a venderlas? C: Y yo que sé Maca pues porque no querría continuar con esos negocios, o porque debía dinero… no lo sé… M: Entonces tu teoría no vale nada – contestó – no tiene ningún fundamento… C: Vale, vale… está bien – le dio la razón para zanjar aquel asunto, Maca no estaba muy por la labor de aceptarlo… - de todos modos por mucho que diga esto no sirve para nada… no tenemos nada… - pasó sus manos por su cara – estamos como al principio… M: De eso nada – dijo de ponto – tenemos las cintas que demuestran que Esther no lo hizo… C: Ya, que ningún juez aceptaría como prueba… M: Joder – Exclamó dando un manotazo y tirando todos los papeles al suelo… Cruz miró a su amiga y luego al suelo, un montón de folios yacían esparcidos en él, se fijó en uno, uno que no había visto antes, le llamó la atención, agachó su cuerpo y lo recogió del suelo… “Enrique Rodríguez” “Fernando José Suárez” “Peter Donovan” “John Richarson” M: ¿Qué es eso? – preguntó al verla tan ensimismada en aquel papel C: Una lista de nombres, pero no tengo idea de quienes son – dijo enseñándoselos Maca el folio, atentamente, por uno todos los nombres que aparecían levantó la vista y miró a su amiga… M: Estecogió nombre me leyó suena, creo que louno he oído en alguna parte – dijo señalando uno en de él… ellos… 05/Oct/2006 13:47 C: ¿Quien? – Preguntó acercándose – ¿quien te suena? M: Este, el tal Dónovan – señaló su nombre con el dedo – juraría haber escuchado su nombre antes… C: ¿Pero donde? – volvió a cuestionar impaciente M: no lo sé – intentaba hacer memoria pero no lo conseguí – solo sé que su nombre me suena pero ahora no recuerdo de qué… Dos semanas después… Maca se encontraba en su piso, terminando de hacer las maletas, Cruz la ayudaba como buenamente podía, preocupada y nerviosa, había intentado quitarle esa idea de la cabeza a su amiga pero todo había sido en vano, la pediatra estaba dispuesta a cualquier cosa para liberar a Esther y esa era la única forma que se le ocurrió… C: Maca… de verdad… ¿estás segura de esto? – Dijo de nuevo para intentar convencerla – no tenemos nada seguro… M: Sé que no hay nada seguro al cien por cien – contestó – pero es la única forma de averiguarlo… si él mató a mi hermano lo averiguaré… C: Puede ser peligroso – advirtió M: No lo niego, pero es lo que tengo que hacer… además – continuó – alguien tendrá que hacerse cargo de las bodegas… son mías y yo estoy sin trabajo… debería centrarme en ellas ¿no crees? C: Si… si todo lo que dices es cierto… pero prométeme que tendrás cuidado… que no harás nada que te ponga en peligro… M: Lo prometo – dijo sin saber si eso podría ser – y ahora me voy, no quiero que se me haga de noche conduciendo… C: Llámame cuando llegues a Jerez – la abrazó – y por favor… ten mucho cuidado… M: Lo tendré – le dio un beso – gracias por dejarme ayudarte en esto…
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C: Las gracias te las tendría que dar yo… sin ti aún estaría perdida… M: Si averiguas algo más… o si consigues algo más… C: Te llamaré en seguida no te preocupes… M: Bueno, me voy – esbozó una sonrisa – deséame suerte… C: Suerte – susurró Cruz sabiendo que quizás la iba a necesitar más de lo que las dos pensaban… Salieron a la calle, Maca entró en el coche y puso rumbo a Jerez, se le había metido en la cabeza hacer aquello sin ayuda de nadie, no quería que ninguna otra persona pasara por eso y ni Dios hubiera podido sacarle esa idea de la cabeza… Cruz lo había intentado, le había pedido que antes de hacer aquello fueran a la policía, pero la pediatra se había negado, solo eran especulaciones de ambas, que aunque era bastante coherentes no eran más que eso, necesitaba hacer aquello, unir los pocos hilos que les quedaban y así poder ir sobre seguro, para ella tenía que volver a Jerez, hacerse cargo de las bodegas y que fuera lo que Dios quisiera… Conducía pensando en su princesa, tenía miedo, si y también se sentía extraña, todo lo que había averiguado la había dejado bastante mal, pero se había propuesto no dejarse vencer, se había propuesto aguantar lo que fuera necesario para ver a Esther salir de la cárcel, no podía venirse abajo ahora, cuando solo quedaban el esprin final para llegar a la meta… Una en Madrid y la otra en la carretera pensaban en lo mismo, en lo cerca que estaban del final, en que por fin comenzaban a vislumbrar la tenue luz del final del túnel, aunque ambas sabían que esa, sería la parte más complicada… Cruz volvió a su piso, revisó una vez más todas las pruebas, intentando averiguar algo más para que Maca no tuviera que enfrentarse a aquello, pero no sabía que más buscar… decidió que era hora de poner a Esther en conocimiento de todo lo ocurrido, quizás así olvidara esa maldita idea de no querer ayudarlas, tal vez así Esther comenzara a pensar de una forma diferente de Maca… lo que no sabía era si su hermana la dejaría hablar de ella… Maca continuaba conduciendo, intentando poner sus cinco sentidos en la carretera para dejar de pensar, cosa imposible, pues su mente, su corazón, no dejaba espacio a nada más que no fuera aquello, si estaban en lo cierto, si realmente por fin habían averiguado todo, ese viaje, podría ser algo más que una simple vuelta a Jerez… podría ser el comienzo de su libertad al igual que el fin de… “deja de pensar, Maca y sigue conduciendo” se decía una y otra vez… Por su parte, Esther, en la cárcel continuaba ciega ante lo que ocurría fuera de esos barrotes, sin tener ni la más remota idea de lo que su hermana y Maca estaban luchando para sacarla de allí… seguía en sus trece, sin ganas de nada, ni tan siquiera tenía ganas de continuar viviendo, gracias a Dios Paloma estaba a su lado, para apoyarla, para ayudarla, para recriminarla cuando era necesario… sin ella, pensaba, no podría soportar aquella tortura, tenía tanto que agradecerle que era consciente que no podría hacerlo por muchos años que se dedicara a ello… 05/Oct/2006 21:16 Llegó a Jerez y lo primero que hizo fue recorrer la casa de arriba abajo, llenándose de recuerdos, de aromas, de sensaciones, sonriendo rememorando momentos allí vividos, tras esto salió fuera e hizo lo mismo, esta vez paseando por los viñedos cercanos, siempre le gustó hacerlo y siempre que necesitaba pensar, lo hacía, para ella era uno de sus grandes placeres… Volvió de nuevo a casa y decidió comenzar con lo que había ido a hacer, cogió el teléfono y marcó un número que se sabía de memoria… M: Hola Álvaro – dijo una vez descolgaron A: Ey – contestó alegre - ¿Cómo estás? Ya pensaba que te habías olvidado de mí M: Ya… es que he estado muy liada con lo de Esther, ya te contaré… A: preocupes – dijo M: Lo Oyeentiendo… que estoyno enteJerez, necesito queamable vengas a casa y me ayudes a revisar los informes del último trimestre de las bodegas… A: ¿tú revisando informes de las bodegas? – dijo chistoso M: ya ves, Álvaro – contestó – he decidido hacerme cargo de ellas A: ¡Eso es genial! – dijo alegre M: Si, bueno supongo que después de lo de mi hermano alguien tendrá que hacerse cargo ¿no? A: Estoy de acuerdo contigo y ni que decir tiene que cuentas con todo mi apoyo, dame una media horita y me tienes allí… M: Vale, te espero – dijo como despedida, colgó el teléfono y suspiró… Se levantó y sacó de un maletín que había traído consigo la agenda de su hermano, esa que se llevó a Madrid pero que poco había mirado, ahora, necesitaba saber con qué estaba su hermano antes de que muriera para poder trabajar en ello… Pasaba las páginas mirando muy por encima lo que había impreso en ellas, hasta que algo le llamó la atención… “Investigar Peter Donovan” ¿Cómo era posible que su hermano supiera ese nombre? ¿Investigar? ¿Es que acaso Jero estaba al tanto de todo? Ese “Investigar” hacía que la teoría que tenía con Cruz se convirtiera en algo real, pues si su hermano quería investigarlo era porque no tenía nada que ver en todo aquello… En Madrid, estaba Cruz terminaba vestirse ir acentro visitar penitenciario a su hermana,sintenía que iba toda a contarle por mucho que se negara la enfermera, decidida de a no salir depara aquel que claro Estherlo supiera la verdad… Tenía ya todo listo, llevaba consigo todos los papeles que entre ella y Maca habían encontrado, cualquier prueba era buena para que su hermana creyera que había llegado el momento de comenzar a luchar… Antes de salir el teléfono sonó, quiso dejarlo sonar, pero algo le dijo que debía cogerlo, así que volvió sobre sus pasos, dejó las cosas sobre la mesa y descolgó el aparato… - ¡Cruz! – Dijo una voz precipitadamente – Soy Javi escucha C: Javi, ahora no tengo tiempo – dijo cortándole, sabiendo que la hora de su visita se pasaría si no se iba en ese instante
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J: No, no – la paró – escucha, tienes que escucharme esto te interesa… C: Vale, venga rápido que tengo prisa – contestó J: Lo he encontrado – dijo feliz C: ¿El qué? ¿Qué has encontrado? – preguntó sin tener ni la mas remota idea de lo que decía - ¿las cintas? – se esperanzó - ¿has encontrado las srcinales? ¿Las has conseguido? J: NO, pero es mucho mejor que eso – contestó – sé donde está Sergio Pérez - anunció 06/Oct/2006 12:07 En el centro penitenciario, Esther esperaba ansiosa que la llamaran para ver a su hermana, había hablado el día anterior con ella por teléfono y le había dicho que iría a verla, que tenían que hablar, por primera vez desde que había ingresado allí, quiso escucharla, saber que era lo que había averiguado, las palabras de Paloma, su insistencia por que luchara comenzaban a dar sus frutos… E: Dijo que vendría hoy – le comentó a su compañera – tiene que estar a punto de llegar… P: ¿Podrías, por favor, tranquilizarte un poquito y dejar de dar vueltas? – dijo cariñosamente viendo como Esther andaba de un lado a otro E: Es que no puedo – contestó nerviosa – quiero saber que es lo que tiene que decirme… P: No sé de qué va a servir que te cuente nada si sigues con esa actitud – afirmó E: Es que ahora es diferente – dijo haciendo que Paloma le prestara más atención – tú tenías razón… no puedo seguir así… me estoy consumiendo aquí dentro… P: ¿Eso quiere decir que…? – preguntó con una sonrisa E: Que quiero volver a retomar las riendas de mi vida – relató con boca llena – que quiero volver a ejercer la enfermería… que no quiero ni puedo pasar más tiempo aquí dentro… con eso solo consigo ahogarme más de lo que ya estoy… - Paloma la miraba con una gran sonrisa – Yo no he hecho nada, no tengo que estar aquí… no quiero seguir estando aquí… P: Es estupendo todo lo que me estás diciendo – dijo orgullosa E: Pero tengo miedo – expuso sus sentimientos – tengo miedo a que no pueda conseguirlo… tengo miedo a enfrentarme de nuevo a todo… P: Esther, es normal, pero tienes que ser fuerte… lo vas a conseguir – animó E: ¿Sabes también por qué quiero hacerlo? – Paloma la miró sin contestar, dejando que fuera ella misma la que continuara – porque quiero demostrarle a Maca lo equivocada que estaba, quiero que se arrepienta de todo lo que me ha hecho… P: Hablas como si la odiaras – dijo al oír su tono E: No puedo quererla después de esto – contestó – no puedo olvidarme de todo lo que ha pasado… P: Pero tampoco puedes dejar de pensar en ella – rebatió – y lo sabes… E: Puede… pero lo único que sé es que no quiero volver a tener nada que ver en su vida… ya me encargaré de olvidarla… sentenció Mientras Cruz continuaba hablando con Javi, éste le explicaba cómo lo había encontrado, la abogada no cabía en sí de la alegría, por fin algo sólido y lo suficiente para reabrir el caso, ahora solo faltaba ir a hablar con él y conseguir que les ayudara… J: Está a unas dos horas de aquí – le decía – yo salgo ahora mismo para allá, tenemos que hablar con él cuanto antes… deberías venirte Cruz C: He quedado en ir a ver a Esther – se justificó – tengo que hablar con ella… J: vinieras, me ayudarías tú conoces este caso mil veces mejor queJavi, yo…no podían perder más C: Cruz, Vale, sería vale –importante aceptó, eraque cierto que tenía que hablarmucho… con su hermana pero también lo era lo que decía tiempo y exponerse a que Sergio volviera a desaparecer… la charla con Esther tendría que posponerse… - salgo ya mismo, te recojo y nos vamos… - finalizó colgando el teléfono… Recogió sus cosas de nuevo pero antes de salir decidió hacer una última llamada, por lo que deshizo sus pasos y volvió a tomar el auricular… M: ¿Dígame? – contestó Maca al otro lado de la línea C: Maca, soy Cruz, han encontrado al Sergio M: ¿en serio? – contestó, al igual que Cruz, sin poder creerlo C: Totalmente, voy ahora a hablar con él… M: Bien, yo ya estoy con lo otro – informó C: Maca, ya no es necesario – dijo con miedo por su amiga M: Si que lo es… al menos para mi lo es… C: Por favor… no hagas ninguna tontería… - casi suplicó – es peligroso… lo sabes tan bien como yo… M: No te preocupes… no pasará nada… C: No, Maca, enteserio, deja– dijo que antes nos encarguemos M: Tranquila… llamaré de colgar desde aquí – se inquietó – o al menos… no sé… llama a la policía… C: Maca… ¿Maca? – decía al auricular escuchando como ya había colgado – ¡joder! 06/Oct/2006 21:22 Sentada en el sillón del despacho sonreía tras recibir la noticia que Cruz acababa de darle, Sergio había aparecido y eso facilitaba muy mucho las cosas, pero de todos modos, ella había ido a Jerez por algo que tenía que terminar…
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Pensó en las palabras de Cruz y supo que tenía razón, aquello era una locura, era peligroso, muy peligroso, pero la tentación era más fuerte que ella, no podía dejar de hacerlo… Cogió el teléfono y marcó de nuevo, miró por la ventana mientras esperaba… Un Audi negro se acercaba lento hacia el aparcamiento interior de la casa, tras apagar el motor la puerta del conductor se abría dejando ver a un Álvaro que llevaba consigo una carpeta, en la que supuso, contendría los informes que le había pedido, vio como se acercaba a la puerta y escuchó desde el despacho como esta se cerraba… M: Es muy importante… - decía a su interlocutor – por favor, no me falles… ya, ya lo sé pero no he tenido tiempo para pensarlo…por la puerta aparecía el abogado que saludaba con la mano en silencio, sin querer interrumpirla en su conversación - ¿lo harás?... Gracias, gracias – colgó – Hola, perdona, estaba hablando con una amiga…. A: No pasa nada – se sentó – bueno dime, ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo? M: Bien, bien… bueno… lo cierto es que tirando… todo lo que ha pasado ha sido… ufff… una locura… A: Lo sé… ha sido increíble – dijo bajando la cabeza – te traigo los papeles que me has pedido – se los mostró – está todo actualizado, no creo que tengas ningún problema… M: Vale, gracias… - los dejó sobre la mesa – luego los miraré… - cayó un segundo y volvió a hablar – Tenías razón… A: ¿En qué? – dijo confuso M: En todo lo que me dijiste sobre Esther… tú tenías razón… es culpable… mató a Jero – bajó la cabeza A: Maca… - dijo como queriendo consolarla – te aseguro que en este momento odio tener razón M: Hemos estado investigando mucho pero no hay nada… nada que no culpe a Esther… A: De verdad que lo siento… ojalá… ojalá me hubiera equivocado… M: Si, ojalá hubiese sabido la verdad antes… me habría ahorrado mucho sufrimiento… A: Bueno… venga, no te vengas abajo… tienes que estar fuerte – animó – tienes que hacerte cargo de las mejores bodegas del país… M: Si… no sé… tal vez las ponga en venta – informó – mi hermano las quería vender y yo no entiendo mucho de esto… A: bueno Maca pero aunque tu no entiendas yo estoy aquí para ayudarte… no sé… no creo que venderlas sea la mejor opción… es el negocio de tu familia… M: Ya… bueno, no se… ya veré lo que hago… A: Piénsalo bien antes de decidir nada… - Se levantó, Maca lo miró queriendo impedir que saliera de allí – lo siento pero tengo que marcharme… me están esperando para una reunión importante… M: Claro – dijo sin saber que hacer… Álvaro se acercó a la puerta y entonces dijo algo que hizo que parara en seco sus pasos - ¿Es con Dónovan esa reunión tan importante? 07/Oct/2006 01:06 A: ¿Qué sabes tú de Donovan? – preguntó dándose la vuelta M: Vaya, así que lo conoces – dijo irónica A: No – contestó – claro que no, no sé de quien me hablas… M: ¿Sabes Álvaro? Durante todo este tiempo has conseguido engañarnos a todos, parecías un tío inteligente, no has dado un paso en falso… hasta ahora… A: ¿De qué cojones estas hablando? – dijo comenzando a ponerse nervioso M: De que todo el mundo tropieza alguna vez y tu acabas de hacerlo cavando tu propia tumba – se levantó de su asiento – Lo se todo… quete utilizas bodegas para blanquear el tú dinero obtienes de las drogas, se que mataste a Pablo cuandoahora averiguó jueguitoséque traías –las hablaba seria – se que fuiste quienque mató a mi hermano… se acabó… se te acabó lo bueno… vas ela pagar por todo… A: jajajajaja – rió con ganas - ¡Eres jodidamente estúpida! – soltó, Maca quedó desconcertada – aunque debo de reconocer que has hecho un gran trabajo… lástima, que nadie vaya a creerte… no tienes pruebas… - se acercó – de nada, no puedes probar absolutamente nada de lo que dices… M: Te equivocas – desafió – tengo más pruebas de las que te puedas imaginar… no eres tan bueno… dejaste algunos cabos sueltos… A: No sabes ni lo que dices… M: Verás, Alvarito… hay cosas que pasaste por alto… cosas como… no sé… tener más cuidado a la hora de hablar por teléfono… Álvaro la miró sin saber a que se estaba refiriendo – hace algún tiempo, te escuché mantener una conversación con Peter Dónovan, obviamente tu dijiste que era un cliente tuyo y bueno… yo te creí… lo que tú no sabías era que Esther había estado investigando a mi hermano tras la muerte de Pablo y qué casualidad, el tal Peter Dónovan aparece en esas investigaciones como un importante traficante de drogas… está claro... si sumas dos y dos… - sonrió victoriosa A: sigues sin tener nada con lo que acusarme – contestó serio, incapaz de mantener la compostura M: ¿Te suenatras el nombre de pues… Sergio Pérez? – Volvió aquerido preguntar - ¡Si! Sergio Pérez, eldonde botones hotel,enese quemomentos misteriosamente desapareció el juicio… debo informarte, abogado que sabemos estádely que estos está siendo interrogado por la policía… Se vio acorralado, no tenía nada más con lo que continuar defendiendo lo indefendible… perdía por momentos la poca calma que le quedaba, sus ojos, antes impasibles, se tornaron en un fuego que a Maca le asustó, dio un paso al frente, acercándose a ella y la pediatra lo dio hacia atrás… intentando alejarse de él… A: Que idiota eres… - dijo sonriente – ¿de verdad crees que vas a asustarme con tus palabras? No he llegado hasta aquí para que ahora una niñata estúpida e insolente como tú arruine todo lo que tengo entre manos… - se acercaba más hacia ella mientras
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continuaba hablando – si, maté a Pablo, y si, maté a tu hermano, Esther me lo puso en bandeja, me puso en bandeja hacerlo sin que nadie sospechara de mi… ella era la que tenía todas las de perder… M: ¿Por… por qué matarlo? – dijo comenzando a sentir algo de miedo, su mirada estaba empezando a aterrarle, pero necesitaba que hablara A: Simple… tu querido hermanito se estaba metiendo donde no le llamaban, después de que intentara vender las bodegas, que por cierto, casi lo consiguió, suerte para mí, que una chica me hizo el favor de hacer llegar ciertos papeles a las manos del comprador a nombre de tu querida Esther… - ahora era él el que sonreía triunfal – El bueno de Jero investigó más de la cuenta, casi, casi estuvo a punto de llegar a donde estás tu ahora… no podía permitirlo, entiéndeme – hablaba y parecía que lo hacía un loco – así que el día que Esther fue a hablar con él… fue el día perfecto para que dejara de investigar… solo que también dejó de respirar… que pena ¿no? M: Estás loco – dijo sin poder ocultar su nerviosismo, aquello no había sido buena idea… A: Lo malo fue ese maldito botones… - continuó hablando sin hacer caso a su comentario – pero nada que no pudiera solucionarse si pones en peligro la vida de alguien a quien él quisiera con locura… y que mejor que su novia ¿verdad? Luego simplemente tuve que cambiar las dichosas cintas de seguridad… Maca lo miraba y no sabía que hacer, no esperaba esa confesión y mucho menos el tono que estaba poniendo en sus palabras, ¿por qué le explicaba todo lo que había hecho? No entendía nada y eso era lo que más miedo le daba, pues, ¿Qué harías después de confesar este tipo de cosas? ¿Matar a la persona a la que se lo estás contando? A: Pero claro, luego tenías que venir tú, con tus estúpidos remordimientos y comenzar a remover la mierda ¿no? Si, ese pensamiento cada vez se hacía más fuerte… no había duda, Álvaro ya tenía planeado su siguiente paso y Maca solo podía rezar para que aquello acabara de una buena vez… A: Te lo dije, te advertí que no siguieras con ese asunto, pero no… la niñita tonta tenía que seguir… sinceramente, Maca, es una lástima… pero no puedo permitir que arruines todo por lo que he luchado… Tras estas palabras terminó de acercarse, Maca se escabulló de él como pudo e intentó llegar a la puerta, antes de poder ni siquiera rozarla, Álvaro consiguió atraparla entre sus brazos… A: Ya veo los titulares – susurró ido sobre su oreja, mientras con su brazo lo extendía y lo movía de un lado a otro – Fallece Macarena Wilson tras romperse el cuello al caerse de un caballo en su finca de Jerez… ¿Es genial, no te parece? M: Estás… estás totalmente loco – dijo como pudo en un hilo de voz sintiendo como las manos del abogado se situaban alrededor de su cuello A: Puede – dijo medio chistoso – pero tú… estás muerta – susurró… 07/Oct/2006 02:45 Por fin llegaban a su destino, una casa en un pequeño pueblo que parecía fantasma, una casita solitaria pero perfectamente habilitada para ser habitada era la única en aquel pueblecito en la que parecía vivir alguien… Aparcaron el coche frente a la puerta y ambos bajaron deseosos de ver a aquel chico que había huido de la ciudad hacía meses… Llamaron a la puerta y esperaron con impaciencia a que esta se abriera, tras unos ruidos venidos del interior por fin la silueta de un chico apareció ante ellos… J: ¿Sergio Pérez? – preguntó S: ¿Quien pregunta por él? – dijo el botones sin saber en quien confiar J: Javier Martínez, policía… - le enseñó la placa – ella es Cruz García, abogada, necesitamos hablar con usted… S: peropero no tengo nadaimpidiendo que decir que – dijolointentando cerrarmuchas de nuevo la puerta C: Lo NO,siento lo siento no – dijo hiciera – tienes cosas que decir… mi hermana está en la cárcel por algo que no hizo y tú eres el único que pude ayudarnos… S: Señorita… de verdad que lo siento… pero no puedo hacer nada – dijo el chico visiblemente afectado J: ¿Sabes que si quiero puedo detenerte por obstrucción a la justicia y por complicidad con un asesino? – cuestionó queriendo asustarle EL chico, miedoso miró a ambos, se encontraba entre la espada y la pared, entre la vida de su novia o tener que cargar por siempre con la culpa de saber que una mujer inocente estaba metida entre rejas… C: Escucha – dijo Cruz al ver la cara del chico – sabemos todo lo que pasó, sabemos quien mató Jerónimo Wilson, tenemos pruebas contra él, solo necesitamos tu testimonio… por favor… - suplicó S: De… de verdad que no puedo… mi… mi novia… él me dijo que si decía o hacía algo…- en su tono se denotaba miedo – es más, ustedes no deberían estar aquí… si alguien los ha seguido… J: Sergio, no te preocupes…no nos ha seguido nadie y no le va a pasar nada a tu novia, pero por favor, necesitamos que vengas con nosotros a Madrid, que declares lo que realmente viste… S: ¿Y quien me garantiza que mi chica estará bien? ¿Qué yo estaré bien? C: Pues Te aseguro quequiero estareis los dostiene bien,que ¿esestar quepasándolo no quieresfatal… dejar de esconderte y volver con tu novia? S: claro que joder… C: Está desquiciada buscándote – informó S: ¿Cómo lo sabes? ¿Está bien? ¿Como está? C: Lo sé porque fue ella la que me dijo que tu sabía algo, vino a verme y me contó lo de las amenazas… ella lo sabía y está muy preocupada por ti… por favor… ayúdanos, todos saldremos ganando… J: Yo me comprometo a velar por tu seguridad y la de tu chica hasta que esto se aclare, pero tienes que venir con nosotros… C: ¿Qué dices? – preguntó al chico que los miraba sin saber que hacer - ¿nos ayudas?
Soy culpable de quererte. Parte III (werty_1983)
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07/Oct/2006 14:19 Sentía como las manos de Álvaro comenzaban a ejercer presión sobre su cuello, intentaba moverse pero no tenía apenas fuerzas… de reojo, por un segundo pudo mirar por la ventana y entonces sonrió satisfecha… M: ¿De verdad piensas que soy así de estúpida? – preguntó como pudo en un susurro ahogado por la falta de aire… A: ¿A qué te refieres? – quiso saber dejando por un momento de hacer fuerza con sus manos Maca no contestó, simplemente esperó lo justo para que ocurriera lo que había estado esperando desde que Álvaro había llegado, segundos más tarde la puerta del despacho se abría dejando paso a un par de policías con sus armas en las manos P1: ¡Quieto! – Gritó apuntando hacia él – no se mueva Una hora antes… Tras hablar con Cruz decidió que lo mejor era tener un poco de ayuda, su amiga tenía razón, era demasiado peligroso hacerlo ella sola, y sabía que se había equivocado al ir sola hacia la boca del lobo, por lo que cogió el teléfono deseando que pudieran ayudarla… M: Bueno días – dijo una vez descolgaron – necesito hablar con el Inspector Ricardo Ortega - UN momento, le paso – dijo una chica al otro lado de la línea… IO: Ortega – contestó tras unos segundos - ¿con quien hablo? M: Soy Macarena Wilson, ¿me recuerda? IO: Si, claro dígame M: Escuche, tiene que ayudarme… - comenzó a decir – hemos encontrado pruebas que demuestran que Álvaro Gutiérrez es el responsable de la muerte de mi hermano… IO: ¿Como? – dijo bastante confuso – a ver cuénteme eso M: No hay tiempo, pero le juro que le haré llegar esas pruebas – dijo rápido – estoy en Jerez, he quedado con él ahora mismo, pero necesito que me ayude, puedo intentar conseguir una confesión pero tengo miedo de que pueda hacer algo… Es muy importante… - decía a su interlocutor – por favor, no me falles… OI: ¿Está usted loca? Si eso es cierto, si de verdad tiene pruebas sobre lo que me dice lo que está haciendo puede ser peligroso M: ya, ya lo sé pero no he tenido tiempo para pensarlo…- por la puerta aparecía el abogado que saludaba con la mano en silencio, sin querer interrumpirla en su conversación IO: Escuche… no sé porque pero la creo, mantenga la calma, no haga nada que pueda ponerlo nervioso, intente que hable, distráigalo, no deje que se marche de allí… - pidió el policía – yo ahora voy a llamar a un compañero que tengo en una comisaría de Jerez, el pediré que mande a un par de hombres allí por lo que pueda pasar, pero sin pruebas no podemos detenerlo M: ¿lo harás?... Gracias, gracias – colgó – Hola, perdona, estaba hablando con una amiga…. A: ¡Atrás! – gritó a los dos policías – atrás o le rompe el cuello P2: Está bien… está bien, tranquilícese – dijo quitando una de sus manos de su arma intentando mantener la calma – suéltela, no haga ninguna tontería… P1: No complique más las cosas, señor – dijo mientras este seguía apuntándolo – no tiene como salir de aquí sin unas esposas en las manos… A: Te equivocas imbécil… En un rápido movimiento llevó una de sus manos a la parte de atrás de su pantalón, sacó una pequeña pistola y apuntó a uno de los dos policías con la firme intención de disparar… El ruido deraudos un disparo hizo que el desconcierto dehacia todoslos reinara en esa habitación, y Maca cayeron al suelo, los policías se acercaron mientras guardaban sus armas dos cuerpos que yacíanÁlvaro en el suelo… 07/Oct/2006 17:43 P1: ¿Se encuentra bien señorita? – preguntó a una Maca que comenzaba a levantarse M: Si… si estoy bein… gracias – decía con lágrimas en los ojos – muchas gracias P1: No se preocupe… - dijo para intentar calmarla – ya acabó… Mientras el otro policía atendía a Álvaro quien continuaba en el suelo con un disparo en la pierna… P2: Queda usted detenido – decía mientras le ponía unas esposas – tiene derecho a guardar silencio, cualquier cosa que diga podrá… A: Cállese imbécil, soy abogado, se cuales son mis derechos… joder… - se quejaba – mi pierna… P1: Salgamos de aquí, señorita – le dijo el policía a Maca A: Esto no ha terminado ¿me oyes? – le dijo a la pediatra viendo como se marchaba Maca se paró, se acercó hasta él segura de que ya no podía hacerle nada, lo miró con desprecio, Álvaro la retó con su mirada… M: Tienes razón… no ha terminado dijo seria – esto es solo el principio lo acababa… que se te viene encima… - tras decir esto volvió hacia el policía y junto a él, salió de –aquella habitación sabiendo que para de ella,todo todo En Madrid, Esther se desesperaba, su hermana no había ido a verla aún y ya hacía más de dos horas que debía haber llegado… Paloma la tranquilizaba como podía, sin mucho éxito, hasta que por fin una de las funcionarias de la prisión llegó a su celda para avisarle de que tenía visita… Una vez le quitaron las esposas y le dijeron a qué cubículo tenía que dirigirse casi corrió hasta él, frente a ella una sonriente Cruz esperaba para darle las buenas nuevas… E: Hola – saludó - ¿por qué has tardado tanto?
Soy culpable de quererte. Parte III (werty_1983)
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C. Tengo buenas noticias, Esther… - habló sin poder contener su emoción – vas a salir de aquí… E: ¿En serio? – preguntó feliz y sin creérselo – ¿no me mientes? C: De verdad cariño – lloraba emocionada – lo hemos conseguido, vas ha salir de aquí… Sergio Pérez, el botones ha aparecido, hemos descubierto un montón de cosas, Esther – le decía con ojos bañados en lágrimas, Esther escuchaba del mismo modo – en una semana como mucho, cuando terminemos de arreglar los papeles saldrás de aquí… E: Dios, no me lo puedo creer C. Pues créelo, créelo cariño porque es una realidad… E: Te quiero Cruz, te quiero muchísimo – decía a su hermana… Como bien había dicho Cruz, una semana más tarde, tras conseguir que se reabriera el caso, tras presentar nuevas pruebas, Esther, por fin, se despedía de una Paloma más que emocionaba para volver a ver la luz del día fuera de aquella cárcel… para despertarse de una vez de aquella horrible pesadilla… 08/Oct/2006 18:21 E: Gracias por todo lo que has hecho por mi – le dijo a su amiga P: No, Esther, gracias a ti por demostrarme que aún hay gente buena en el mundo, incluyendo una cárcel – contestó emocionada E: Vendré a verte siempre que pueda – la abrazó P: Tranquila… no me iré muy lejos – bromeó De nuevo un abrazo, un emotivo abrazo que confirmaba la amistad tan pura y sincera que se había forjado entre ellas, una de las funcionarias llegó a la celda y avisó a la enfermera que había llegado la hora de salir de allí… P: Prométeme que vas a ser feliz – le dijo E: Y tu prométeme que te vas a cuidar – pidió – ten cuidado con Soraya… ya sabes como es – dijo sabiendo como era dicha reclusa – no le sigas el juego… P: No te preocupes, no lo haré… E: Cuando… cuando salgas de aquí te voy a estar esperando – sonrió – sabes que tienes un sitio en mi piso… P: Lo sé… venga márchate, sal de aquí de una vez – dijo queriendo que se fuera, se estaba emocionando y no quería que la viera llorar… La puerta de la celda se abrió de nuevo y por última vez para ella, caminaba por el pasillo que la llevaba de nuevo hacia su libertad, esta vez, al contrario que la primera vez que anduvo por allí, iba con la cabeza alta, con fuerzas renovabas y con unas enormes ganas de salir de allí… Tras recoger todas las pertenencias que le quitaron al llegar, la puerta de salida se abría ante ella y con paso seguro y decidido salió de allí dejando atrás el que a partir de ese momento no sería más que un mal sueño… Cruz la esperaba impaciente, deseosa de fundirse con ella en un esperado abrazo cuando la vio de lejos, corrió hacia ella, viendo como su hermana también comenzaba a acelerar su paso… Quedaron frente a frente, ambas sonriendo y se tiraron a los brazos de la otra, un abrazo que duró un siglo, apretando tan fuerte que casi cortaba sus respiraciones, felices y sonrientes, queriendo cerciorarse de que aquello era real… E: Dios… como me alegro de estar aquí – dijo con lágrimas en los ojos… C: Y yo, cariño, y yo – tampoco podía reprimir sus lágrimas - ¿Cómo estás? E: Feliz – enfatizó la palabra – muy feliz C: Venga, salgamos de aquí – dijo tras finalizar el abrazo y comenzando a andar hacia el coche - ¿Qué quieres hacer? E: lo sé…tiempo quiero… quiero hacertiempo mil cosas… no sé… C: No Tendrías Esther, mucho – sonreía – ahora vamos a casa supongo que querrás estar en tu casa E: Si, pero déjame conducir a mi… C: ¿Quieres conducir? – Dijo extrañada – si siempre has odiado conducir E: Cruz, te aseguro que ahora mismo todo lo que odiaba me encanta y no sé… anda… déjame conducir – pidió de nuevo como si fuera una niña pequeña C: Anda, venga – le tiró las llaves – pero ten cuidado Entraron en el coche y se pusieron en marcha, al llegar al piso de Esther, ésta entró reconociendo cada rincón, cada parte de su casa, en ningún momento pudo dejar de sonreír… Estuvieron hablando de todo lo que la enfermera quería hacer a partir de ese instante, contaba con entusiasmo que quería volver a trabajar, hacer un viaje, pasear por el retiro, en definitiva, hacer todas esas cosas que por estar encarcelada no pudo hacerlas… C: Esther, escucha – dijo poniéndose algo tensa y seria al abordar ese tema – tengo… tengo que hablar contigo E: Tú dirás C: Es… es sobre Maca – dijo con cautela sin saber como reaccionaría la enfermera… 09/Oct/2006 00:52 E: Voy a darme una ducha – dijo en tono serio y levantándose del sofá C: Esther – intentó pararla – Esther tienes que escucharme, Maca… E: Maca nada – se giró – Maca no existe, Maca no es nadie… C: Pero ella… E: Cruz… te lo voy a decir una vez más y espero que sea la última vez… NO quiero saber nada de Maca, NO quiero que me cuentes absolutamente nada de esa señorita, NO existe… ¿entendido?
Soy culpable de quererte. Parte III (werty_1983)
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C: No, no hay nada entendido porque ella… E: Cruz, te lo digo en serio, no me arruines este día, por favor… no hagas que me enfade contigo – intentó endulzar el tono… Y Cruz no quería que se enfadara, no quería arruinarle el día como decía ella, pero se sentía en la obligación de hablar con ella, tenía que contárselo, más sabiendo el estado de Maca en esos momentos… C: Esther, de verdad tienes que escucharme… E: ¿Se puede saber qué parte es la que no entiendes? – preguntó empezando a mosquearse – No quiero hablar de ella, me importa muy poco lo que tengas que decirme, es más, es que ni siquiera sé por qué tienes que decirme algo de ella… C: Pues por que no sabes todo lo que… E: Mira, tienes dos opciones – la cortó seria y dura – o dejas de hablarme de ella de una bendita vez, o te vas con la música a otra parte… C: A ver, cariño, no te pongas así, solo quiero que me escuches un segundo… E: Que no joder – se alteraba – es que no quiero ni volver a nombrarla… C: Es que Maca… E: Mira Cruz – la cortó una vez más – será mejor que te vayas, que me dejes sola, no quiero seguir hablando contigo…
Soy culpable de quererte. Parte IV (werty_1983)
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Parte IV 09/Oct/2006 13:08 El teléfono no paraba de sonar y sonar, pero nadie contestaba, la casa estaba en penumbra, dejando paso a leves rayos solares que se colaban entre las persianas, la televisión estaba puesta pero con el sonido quitado, aunque nadie la veía, en el sofá, la figura de una mujer tumbada, derrotada aparecía quieta sin hacer el más mínimo esfuerzo por descolgar aquel dichoso aparato… El sonido cesó y volvió a cerrar los ojos, quería dormir, dormir y que hubieran pasado mil años cuando se despertara, dormir y encontrar en sus sueños algo que le hiciera volver a ser la de antes, pero sabía, era consciente que nada de lo que hiciera, nada de lo que dijera o pensara la haría volver a ser ella misma, al menos, no de momento, no en ese instante en el que no tenía fuerzas para nada más… De nuevo el maldito aparato retumbaba en sus oídos… la persona que llamara no cesaría en su empeño de encontrar respuesta… suspiró, no quería hablar con nadie, se incorporo un poco sobre el sofá y alargando la mano consiguió llegar hasta el teléfono para de un tirón desconectarlo de la toma de tierra, “se acabó”, se dijo “que me dejen en paz de una vez”, pero no, quien quiera que fuese no estaba dispuesto a dejarla y así se lo hizo saber la melodía de, ahora su móvil, que sonaba en alguna parte de la casa y que por supuesto, como venía pasando desde hacía días, también ignoró… Sentía la necesidad de desaparecer del mundo, ahora que todo había acabado, ahora que había conseguido lo que se propuso, sacar a Esther de la cárcel, sentía como su mundo se había desvanecido bajo sus pies, todos los sentimientos que había aparcado para centrar sus pensamientos y sus esfuerzos en devolverle la libertad volvieron a ella sin tregua, sin miramiento alguno, sin dejarle casi respirar… El descubrimiento de que Esther se acercó a ella para vengarse, la repentina muerte de su hermano, el dolor de saber que no volvería a verlo, ni a hablar con él… su intento desesperado y luego el cumplimiento de su objetivo metiendo a Esther en aquella cárcel… sus remordimientos por haberlo hecho… aquella investigación contra reloj descubriendo cosas que jamás se hubiera imaginado… conocer la otra cara de ese amigo que siempre había estado a su lado, ese abogado de toda la vida, de Álvaro, sentirse tan estúpida por no haber sabido verlo… el saber que no merecía el perdón de Esther… todo se le vino encima, sin esperarlo… Si en algún momento pensó que no le afectaría tanto se equivocó totalmente, pues si, le había afectado, de tal forma que no tenía ganas de nada, estaba derrumbada, destruida… se había quedado sin sueños ni esperanzas, pues el único sueño que tenía, sabía que no se cumpliría, no se merecía que se cumpliera… y quería dormir, dormir y no despertar… dejar de pensar, de sentir, de llorar… dejar de sufrir… El timbre de la puerta sonó y también lo ignoró… ¿Por qué se empeñaba en ir? ¿no entendía que no quería ver a nadie? - Maca, abre de una vez – sonó tras la puerta – se que estás ahí, así que abre esta maldita puerta de una puñetera vez y deja de hacer tonterías… 09/Oct/2006 21:12 Continuó parada, haciendo creer incluso creyéndose ella que no había escuchado nada, por un momento pensó que había decidido dejar para otro momento aquella visita y volvió a cerrar los ojos, pero de nuevo el sonido del timbre, esta vez repetidas veces se coló en su mente… - No pienso irme hasta que me abras la puerta – escuchó de nuevo – así que tu decides, o me abres o puedo estar aquí el tiempo que haga falta aporreando el timbre - advirtió Y sabía que lo haría, sabía que no pararía hasta que abriera, por lo que de mala gana, con pesadez y mal humor se levantó del sofá y caminó los escasos metros que la separaban de la puerta, ni siquiera miró por la mirilla, ¿para qué? Si ya sabía quien era… por fin abrió la puerta y sin decir una palabra volvió al sofá donde recobró su postura anterior… - ¿Es que vas a tirarte ahí toda la eternidad? – dijo poniéndose frente a ella con los brazos cruzados M: Miriam, de verdad… no quiero ver a nadie, no quiero hacer nada, solo quiero dormir – dijo como pudo Mi: No puedes seguir así, ¿es que no ves lo que te estás provocando tu solita? M: Bueno, eso es problema mío… Mi: mío también, ¿somos amigas no? – Preguntó de nuevo sin cambiar su postura – pues entonces también es mi problema… joderY Maca… no puedes venirte abajo… M: No te preocupes – dijo con algo de sarcasmo – más abajo no puedo llegar… Mi: Vamos a ver… - se sentó, tenía que animarla como fuera, no le gustaba ver a su amiga así – tienes que reponerte Maca, tú no eres así, tienes que volver a ser tú misma…
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M: Déjame en paz Mi: NO, de eso nada… ¿en serio crees que voy a dejarte así? Venga, vístete, nos vamos a dar una vuelta… M: Ja, Ja, Ja… que te has creído tu eso – se dio la vuelta para no mirarla… Mi: Maca – dijo más seria – necesitas que te de el aire, dar una vuelta, salir de estas cuatro paredes de las que no has salido desde… bueno, desde hace días… M: No me interesa salir para nada… - contestó aún sin mirarla… Mi: Se acabó – dijo levantándose y acercándose a ella – tu y yo nos vamos a ir a dar una vuelta, vamos a tomar algo quieras o no… M: ¿Qué parte de no voy a salir es la que no entiendes? – preguntó intentando que la dejara en paz Mi: Me da absolutamente igual lo que digas, tú vas a salir… - sentenció Cogiéndola de los brazos, sin necesidad de hacer demasiado esfuerzo pues aunque Maca no tuviera ganas de nada, ni siquiera tenía fuerzas para oponerse a ese movimiento… Y así, obligándola, casi a rastras, Miriam consiguió que saliera de casa, que viera algo más que las paredes de su piso, creyendo que con ello la ayudaba, con la mejor intención de mundo… pero bien es cierto que cuando alguien no tiene ganas de salir, es mejor que no salga… 10/Oct/2006 00:56 Al salir de la ducha que le sirvió solo y exclusivamente para no tener que escuchar las palabras de su hermana al menos por un ratito, descubrió, para su perturbación que Cruz aun no se había marchado, todo lo contrario, aun estaba sentada en el sofá esperando a que su hermana hiciera aparición en el salón… E: ¿Aún sigues aquí? – preguntó C: No pienso moverme hasta que me escuches… E: Cruz, por favor – dijo intentando colmarse de paciencia – no quiero hablar de ese tema… C: Ya, pues lo siento pero me vas a tener que escuchar… E: NO hagas que me vuelva a cabrear… - advirtió C: No te preocupes, si la que se está cabreando soy yo… - dijo sin dejar de mirarla – si supieras todo lo que… E. Que no quiero saber nada… C: No me cortes más, joder – dijo elevando el tono de voz – no estarías aquí si no fuera por ella… - soltó por fin… La miró interrogante, sin entender a qué se refería, no quería saber nada de Maca, no quería ni tan siquiera volver a pronunciar o escuchar su nombre, pero aquella afirmación por parte de su hermana la dejó descolocada… E: ¿Qué dices? – preguntó por fin C: lo que oyes… que sitonterías, no fuerafue porella Maca no habrías salido E: Por favor, no digas la que me metió allí…de la cárcel… C: Porque la manipularon, le hicieron ver que tu eras culpable, le metieron en la cabeza un montón de cosas… E: Claro… y ellas las creyó sin rechistar… - cortó C: Esther, acababan de matar a su hermano, había discutido contigo por lo de Pablo, vale que lo que hizo estuvo mal, no te pediría que me escucharas si no supiera todo lo que ha hecho… lo que ha sufrido… E: Ja – rió irónica - ¿ella ha sufrido? Te recuerdo que la que estuvo en una celda fui yo… y por su culpa… C: Y ella se ha jugado el tipo por sacarte de allí – contestó ya harta de tanta tontería – joder, ha estado investigando sin dormir durante un montón de tiempo, buscando algo con lo que sacarte de allí, dejó su trabajo solo para ayudarte – este comentario hizo que Esther cambiara su expresión, maca adoraba lo que hacía, era una de las cosas que más le gustaba hacer en la vida, la pediatría y el hecho de que lo dejara, hacía que Esther se descolocara más aún – ha tenido que tragarse la pena de la muerte de su hermano, ni siquiera pudo velarlo como hubiese querido solo por seguir investigando, ha estado viajando de Jerez a Madrid día tras día, sin descanso, ha descubierto cosas que te aseguro no esperaba para nada… ha visto como su amigo la había estado engañando durante años… estuvo a punto de aceptar un chantaje de Miriam – recibió la mirada confusa de Esther – si Miriam, estuvo a punto de aceptar algo que no quería hacer solo para que revisara las cintas de seguridad Esther no¿Por era capaz aquello? qué? de articular una sola palabra, escuchaba a Cruz y no sabía que creer, que pensar, ¿Maca había hecho todo C: ¿Sabes lo que hizo cuando creyó que no podíamos conseguir ninguna prueba? Se fue sola, a Jerez, sin llamar a la policía, sin dejarme acompañarla solo para intentar conseguir una confesión de Álvaro… - La enfermera volvió a mirarla con sorpresa – si, ella solita, sin nadie que la ayudara y ¿sabes que? Casi no lo cuenta – Esther intentaba mantenerse impasible, que esas palabras no hicieran efecto en ella pero parecía un imposible, sus ojos irremediablemente comenzaron a humedecerse – Por muy poco Álvaro vuelve a salirse con la suya… ella sabía que no eras culpable Esther, aunque al principio estaba confundida, influenciada por las pruebas y las artimañas de ese cabrón, pero en el fondo de su corazón siempre lo supo
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Continuaba hablando, contándole cada parte de aquella investigación, todo lo que Maca había hecho, cada uno de los pasos que habían dado… Esther la escuchaba en silencio, no podía hablar… Terminó su relato y esperó una contestación por parte de la enfermera que no llegaba, Esther no sabía que decir, todo aquello le había dejado en blanco, se suponía que Maca había sido su verdugo y ahora resultaba que era su salvadora… tenía un sin fin de sentimientos encontrados que no era capaz de poner en orden… de nuevo a voz de su hermana la sacó de sus pensamientos… C: Si después de esto aún sigues no sin querer saber nada de ella es cosa tuya… - dijo mientras se levantaba – yo tenía que decírtelo, porque si no fuera por Maca te aseguro que aún seguirías en la cárcel… E: Donde ella me mandó – ni siquiera supo por qué había dicho esas palabras… C: Tú misma Esther – dijo dándose por vencida – yo ya te he dicho lo que te debía decir – terminó de decir antes de salir del piso y dejando a su hermana en el estado de confusión más grande de su vida… 10/Oct/2006 13:36 Eran ya las dos de la mañana, estaban sentadas en u banco de un parque sin tener ni la más remota idea de cómo habían llegado allí, lo que comenzó siendo un paseo para intentar animar a su amiga se había convertido en la mayor borrachera de sus vidas… Una botella de tequila yacía casi vacía en el suelo, ¿de conde había salido? Esa era una de las muchas preguntas sin respuesta que tenían aquella noche… Maca había llorado y reído, riéndose de ella misma, de cómo o mal que había llevado las cosas y llorando mientras se lamentaba de todo lo sucedido, Miriam, algo menos afectada por el alcohol pero también con una más que considerable borrachera intentaba sin éxito, que Maca dejara de beber, cosa inútil si tú también llevas una encima bastante considerable… M: Brindo por mi – dijo cogiendo de nuevo la botella en y hablando casi sin que se le entendiera – por lo gilipollas que soy… por esta mierda de vida que me ha tocado vivir… Mi: Yo ya no puedo beber más – contestó viendo que ya no aguantaría mucho M: Mejor – dijo con los ojos achinados por el alcohol – más para mí… - terminó de decir antes de darle un largo trago a la botella… Hizo un gesto como de desagrado al terminar de beber y volvió a dejarla en el suelo, miró a su amiga que parecía estar empanada mirando hacia algún lugar y se echó a reír de nuevo, señalándola con un dedo y sin dejar de mirarla Mi: ¿Que? – Preguntó comenzando a reírse ella también - ¿Qué pasa? M: Que jejejej que tienes la misma cara que pusiste cuando jejejje cuando nos conocimos… tas quedao empaná ajjajajaj Mi: Si jajajaja, es que no me esperaba que alguien como tú… bueno ya sabes, que fuera tan lanzada, cuando era yo la que quería conquistarte… - dijo alzando una ceja M: Y lo hiciste – afirmó corroborando sus palabras asintiendo con la cabeza - me llevaste al huerto la primera noche… me tenías hechizada Mi: Es que nadie puede resistirse a mis encantos jajaja- bromeó M: Ni a los míos – presumió – porque te recuerdo que tu también caíste rendida a mis pies… Mi: Como para no hacerlo – afirmó M: ¿Y ahora? – dijo acercándose sin saber que hacía Mi: ¿Ahora? – preguntó descolocada pero sin rechazar ese acercamiento M: Que si ahora podrías resistirte… - volvió a decir a escasos centímetros de sus labios… Mi: No se… ¿quieres probar? – incitó M: Mmmm… tal vez… Yque trashacían… esto terminaron de acercarse para rozar sus labios, sin ser conscientes de nada de lo que estaba ocurriendo y de nada de lo Amanecía un nuevo día y aún seguía despierta, no había podido dejar de pensar en lo que su hermana le había dicho el día anterior, tenía mil cosas en la cabeza, mil preguntas que necesitaban respuestas y un sin fin de sentimientos que no conseguía ordenar… Tenía que hablar con ella, preguntarle todo lo que le estaba atormentando, escuchar de sus labios que sabía que era inocente, debía reconocer que todo ese tiempo en la cárcel, todo ese tiempo intentando odiarla había sido en vano, no lo había logrado, por más que lo había intentado, Paloma tenía razón, aún pensaba en ella, no solo eso, aún era el centro de su universo… y más ahora que gracias a ella estaba de nuevo en libertad… Aunque no sabía que le diría, no sabía si sus sentimientos la traicionarían y no tenía muy claro si podría perdonarla, aún así, necesitaba al menos hablar con ella, escucharla… pues para qué mentir, Esther tampoco había hecho las cosas bien… Se levantó de la cama y se vistió tras una ducha, sin ni tan siquiera desayunar salió de casa en dirección al piso de la que un día fue su novia, aquel en el que había vivido tantos y tantos momentos, grabados a fuego en sus retinas y en su mente y que no había podido olvidar por mucho que se lo había propuesto… Y ahí estaba, frente a aquella puerta, con manos temblorosas y sin saber que ocurriría en apenas unos segundos, respiró hondo y llamó al timbre… El sonido proveniente de la puerta la hizo abrir los ojos por fin, lo primero que hizo fue llevarse las manos a la cabeza, miró a la habitación, su ropa estaba tirada por el suelo y se preguntó cómo había llegado hasta su cama, no recordaba absolutamente nada de lo acontecido la noche anterior… M: Agg – protestó al volver al escuchar el timbre… Se levantó y se puso algo por encima, con paso torpe e inseguro, casi chocándose con uno de los muebles del salón llegó hasta la puerta, no sabía quien era, no tenía ni idea de quien podía ir a verla a esas horas, pero tampoco estaba para pensar mucho… M: Esther – dijo en un hilo de voz al abrir la puerta y encontrarse frente afrente con ella…
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Un torrente de emociones y sentimientos se agolparon en dos cuerpos inmóviles, clavadas en el suelo se miraban sin poder mover ni un solo músculo de su cuerpo, no podían articular palabra alguna… Esther se había quedado totalmente en blanco, todas las palabras que tenía preparadas se disolvieron en el aire al verla ante ella… Maca, Maca la sorpresa que se llevó al verla allí, la dejó sin habla, había pensado y ya empezaba a asumir que no volvería a verla, que la había perdido para siempre y ahora la volvía a tener de nuevo frente a ella… Mi: Maca, ya puedes entrar en la ducha – dijo sin saber qué estaba ocurriendo, apareciendo ante ellas envuelta solo en una toalla… 10/Oct/2006 20:47 Impactada, alucinada, pero sobre todo gilipollas, así se sintió, como una auténtica gilipollas que había creído que las cosas podían ser de otra manera a como ellas las veía, sin embargo ahora, después de ver la imagen que tenía ante sí, no tenía ninguna duda… Maca ligera de ropa, Miriam envuelta en una toalla saliendo de la ducha… las ocho de la mañana, caras de no haber dormido… ¿estaba claro no? E: Cojonudo – dijo dándose la vuelta y comenzando a andar… La pediatra se quedó parada, no era capaz de moverse, de nuevo otro mazazo, otro duro golpe… esta vez, vestido de mujer, una mujer que aparecía sin esperarla, de su ducha, tras una noche en la que no sabía que era lo que había pasado… cuando quiso reaccionar ya era tarde, Esther desaparecía tras el ascensor, intentó alcanzarla saliendo corriendo hacia las escaleras pero cuando llegó abajo y salió a la calle sin importarle como iba vestida no la vio, había desaparecido… Volvió dentro con cara de incredulidad, estaba claro que a ella nada ni nadie la iba a ayudar, sentía que había perdido la última oportunidad que le quedaba con Esther, pues después de lo que había visto seguramente no querría volver a verla, ahora menos que nunca querría volver a verla… Tomó el ascensor que supuso había abandonado Esther minutos antes y volvió a su piso, donde Miriam terminaba de vestirse con cara de circunstancia, también algo afectada por la situación… Mi: Maca yo… lo… lo siento – dijo casi con miedo – no sabía que… M: Ya… yo tampoco – contestó Mi: La has visto, ¿has hablado con ella? – quiso saber M: No, cuando he llegado abajo ya se había ido – se derrumbó sobre el sofá Mi: bueno… yo creo que será mejor que me vaya… - dijo terminando de recoger sus cosas… M: Espera… - la paró - ¿Qué pasó anoche? – preguntó Mi: ¿No lo recuerdas? – dijo extrañada M: Si lo recordara no te lo preguntaría ¿No crees? Andaba por las calles y se preguntaba qué había ido a hacer allí, ya ni lo recordaba, lo único que en su mente podía ver era aquella imagen de Maca con Miriam, solo que su imaginación iba más allá de lo que había visto, imaginándolas en la cama, recorriendo sus cuerpos, haciendo que su rabia aumentara más por segundo que pasaba, ya no le importaba lo que hubiera hecho o dejado de hacer Maca para sacarla de la cárcel, de nuevo, una vez más, se sentía traicionada por ella… E: Ya no más, Maca – se dijo a sí misma – ya no más… Y así decidió pasar página, con esas últimas palabras sentenció el recuerdo de Maca al olvido, queriendo, deseando sacarla de su mente, de su corazón… de su alma… 11/Oct/2006 00:56 Una semana más tarde y de nuevo frente a aquella puerta, con el rostro serio y una bolsa de viaje entre sus manos, no quería pasar por ese trago, incluso le habría pedido a su hermana que fuera ella, pero Cruz, por razones de trabajo había tenido que viajar a Barcelona, y la verdad, después de aquella discusión por todo lo ocurrido no quería pedirle nada, así que ahí estaba, una vez mas, intentando parecer tranquila… Se lo había pensado mucho antes de llamarla, no quería volver a verla pero tenía aún allí varias cosas que quería recuperar, ropa, libros, música… y mil cosas más que poco a poco durante toda su relación había dejado allí… así que no le quedó otra que ir ella misma a recogerlas, lo que si se propuso era que esa visita no sería ni cordial, ni más larga de lo estrictamente necesario… Maca, sin embargo, se tomó aquella “visita” como una ultima oportunidad, incluso se había ilusionado fantaseando con lo que podía pasar allí, había puesto muchas esperanzas en ese encuentro y se había preparado para ello, olvidándose de hacerlo para lo peor… por que, no, no iba a pasar nada mal, se había propuesto que esa tarde hablarían por fin, podrían aclarar las cosas y arreglar todo lo que había pasado entre ellas… La puerta se abrió y sus miradas se buscaron rápidas, la mirada de una llena de esperanzas, la de la otra, repleta de resentimiento… M: Llegas… llegas temprano – fue lo único que acertó a decir E: Cuanto antes– empiece, antes terminaré M: Claro, pasa invitó echándose a un lado– dijo seria y seca Esther entró de nuevo en aquel piso y no supo muy bien que es lo que sintió, vio un montón de cosas suyas ordenadas en el salón, respiró al ver que Maca le había facilitado el trabajo sacando todas sus cosas… M: Te… te he dejado todo eso ahí – dijo miedosa – no sé si faltará algo… pero bueno, siempre puedes venir otro día… E: No, si falta algo lo busco y me voy – dijo revisando todo lo que allí había y sin volverse a mirarla, no quería mirarla… M: Esther… yo… verás, yo quiero hablar contigo un segundo – comenzó a decir E: ¿Mi camiseta de Bart Simpson? – dijo sin hacerle caso, haciendo que Maca sonriera levemente al recordar dicha camiseta
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M: ¿no está allí? Espera, te la traigo en un momento… La camiseta si estaba, simplemente fue una excusa para que Maca se alejara de ella, para que no comenzara a hablar, no quería escucharla… no lo soportaría… Maca se alejó y se fue a la habitación, se sentó en la cama antes de buscar la prenda en cuestión, necesitaba ese momento para ella, para ordenar sus ideas y poder decir todo lo que quería decirle… buscó sin éxito y volvió al salón… M: No la encuentro – informó – pero no te preocupes, te la puedo hacer llegar… E: No pasa nada, está aquí – se la mostró – no la había visto… M: Esther… - se arriesgó de nuevo – ¿podemos hablar? – preguntó tímida E: ¿De qué quieres que hablemos? – Dijo poniéndose a la defensiva – ¿de los increíbles meses que he pasado de vacaciones en una cárcel? ¿De todo lo que he tenido que soportar allí? – se volvió por fin, mirándola con dureza – o mejor… de lo bien que te lo has tenido que pasar a mi costa… Maca se quedó sin habla… ¿a qué venía todo eso? Había hablado con Cruz unos días antes y esta le había contado que Esther sabía todo lo que había hecho para ayudarla a sacarla de la cárcel… E: Sabes, eres increíble… - dijo mirándola fijamente – manipulas a la gente como quieres… a saber qué le habrás dicho a mi hermana para que me contara toda esa sarta de mentiras… M: ¿Mentiras? – preguntó E: Pues si, que si Maca ha estado investigando – dijo cambiando el tono de voz, como si estuviera imitando a alguien - que si no fuera por ella aún estaría en la cárcel… que si se jugó el tipo… por favor… si no paraste hasta meterme allí M: Esther… yo hice todo eso… investigué, casi me matan joder… E: Vaya, si al final terminas creándote tus mentiras… ¿De verdad piensas que me puedo creer todo eso después de lo que vi? M. Esther lo de esa noche… entre Miriam y yo no hay nada… E: Me importa muy poco lo que haya entre Miriam y tu – la cortó – y por favor, deja de mentirme y mentirte a ti misma… M: No tienes ni puta idea de todo lo que he pasado para que estés aquí – dijo comenzando a alterarse… E: No, si al final tendré que darte las gracias… - sonrió hiriente – bien, pues Gracias, señorita Wilson, muchas gracias por conseguir encarcelarme, te aseguro que ha sido una experiencia maravillosa – ironizó – no sé como podré pagártelo… M: Esto es absurdo – susurró sin poder creer lo que estaba ocurriendo – ¿de verdad puedes creer que tu hermana te mentiría? E: Sabes que pasa, que tu eres la personificación de la manipulación, haces lo que quieres con todo el mundo, estoy segura que le comiste el coco para que me dijera todo eso, claro… poniendo tu carita de “yo nunca he roto un plato” “hay que mal lo estoy pasando”… M: No puedo creer que pienses eso – decía aún paralizada por lo que estaba escuchando E: Y qué quieres que piense, ¿eh? Que quieres que piense… arruinaste mi vida Maca… te encargaste personalmente de ello… cuando yo no había echo nada, absolutamente nada y no me dejaste abrir la boca… M: Esther intenta… intenta entenderme, estaba confundida… las pruebas… E: ¡A la mierda las pruebas Maca! Y por favor, no me pidas que entienda nada porque todo está muy claro… te has reído de mi, has conseguido que incluso me sienta mal por odiarte y cuando vengo a hablar contigo, a aclarar las cosas te encuentro con Miriam, por favor… no quieras que crea algo que no es cierto… M: Te recuerdo que no fui yo la que empezó todo esto – dijo ya sin mediar sus palabras - ¿quieres que te recuerde por qué te acercaste a mi? E: Eso es muy distinto, no compares una cosa con la otra – se defendió M: ¿En qué? ¿En qué es distinto? Tú te acercaste a mí para arruinar a mi familia, para vengarte de alguien que no tuvo nada que ver con la muerte de Pablo, solo porque lasdiferente pruebasalleque hacían culpable… Aquello estaba tomando un cariz bastante ambas se habían propuesto, Maca no quería reprocharle nada y lo estaba haciendo, Esther nunca quiso hablar más que lo necesario con ella y sin embargo estaba diciendo demasiado… Queriendo terminar con todo aquello de una bendita vez comenzó a meter cosas en la bolsa que llevaba precipitadamente, sin saber qué era suyo y que no, terminó de cerrar la bolsa e intentando no escuchar nada de lo que decía Maca que con lágrimas en los ojos veía como de nuevo se marchaba no era capaz de reaccionar… 11/Oct/2006 13:09 Un mes y medio, un mes y medio de comeduras de coco, de broncas con su hermana que no comprendía cómo Esther no la creía, se había cerrado en banda, pensaba que todo lo que le decía con respecto a Maca era mentira y ya no sabía como hacerle ver la verdad, si estuviera en Madrid probablemente lo conseguiría pero no podía dejar Barcelona, después de todo lo de su hermana uno de los bufetes de abogados más importantes del país la habían llamado muy sorprendido por como había llevado el caso y la quería en su equipo, y no había tenido ni un solo día libre para ir a Madrid, así que desde allí poca cosa podía hacer, solo hablar con ella por teléfono consiguiendo que su hermana le colgara el aparato cada vez que volvían a retomar el tema, Esther se había cerrado en banda y no veía más que Se suponía que aquel día su eraverdad… especial, sobre todo para ella que para esas cosas siempre fue bastante cría, era su cumpleaños, hubiera querido celebrarlo con una fiesta, invitando a amigos y familiares y sin embargo ahí estaba, sola en casa con la única compañía de un plato de espaguetis, por mucho que le gustaran las fiestas de cumpleaños esta vez no tenía ganas de celebrar nada… No se habían vuelto a ver desde esa fatídica tarde que recordaba como si tan solo hubiesen pasado unos minutos, y tampoco estaba muy por la labor de verla… Terminó de comer y recogió los platos, se sentó en el sofá apesadumbrada, triste y sola, terriblemente sola…
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E: Feliz cumpleaños, Esther – se dijo a sí misma… Cogió el mando de la tele y se dispuso a ver que ponían en ella, progremas de cotilleos y alguna telenovela, decidió que lo mejor sería dormir un poco, tal vez así, el tiempo pasaría de manera más rápida… Pero el timbre de la puerta le hizo saber que no dormiría, se levantó del sofá creyendo que sería su hermana quien a pesar de estar terriblemente enfadada con la enfermera había querido pasar ese día con ella, pero su sorpresa fue mayúscula al ver quien aparecía ente ella… E: ¿Qué coño haces tú aquí? – preguntó con desagrado, era la última persona que se esperaba allí Mi: He venido a hablar contigo – dijo seria – creo que tienes que saber algunas cosas… E: Ya, pues qué pena, yo no quiero saber absolutamente nada y mucho menos algo que venga de ti – dijo intentando cerrar la puerta… Mi: No pasó nada – corrió a decir antes de encontrarse con la puerta en las narices – no nos acostamos… E: NO me arruines este día con más mentiras, ¿quieres? - Dijo sin saber que decir, sin creerse lo que le decía Mi: Solo escúchame, después tu decides si me crees o no, pero necesito contarte lo que pasó – dijo consiguiendo que Esther dejara de cerrar la puerta Decidió abrir la puerta del todo y dejarle pasar, no supo porqué, estaba predispuesta a no creerla pero algo le decía que tenía que escucharla… Miriam entró en el piso y se sentó en el sofá, esperando que la enfermera hiciera lo mismo, una vez lo hizo ambas se quedaron en silencio… E: Venga, cuéntame el cuento que hayas venido a decirme y luego te marchas – dijo con dureza Miriam suspiró, sabía que iba a ser difícil pero no podía seguir viendo a Maca como estaba, se lo debía, tenía que contarle o que realmente pasó aquella noche, por su amiga, luego que fuera la enfermera la que decidiera si la creía o no… Mi: Verás… aquella noche, conseguí sacar a Maca a la calle, estaba muy mal, después de lo que pasó todo se le vino encima, la cuestión es que nos emborrachamos, no tengo muy claro como llegamos a ese estado pero nos cogimos una muy pero que muy grande… - Esther la escuchaba en silencio, con el gesto serio y el ceño fruncida – estábamos en un parque, no sé como llegamos allí… ni tampoco sé como comenzamos a hablar del día que nos conocimos… M: Que jejejej que tienes la misma cara que pusiste cuando jejejje cuando nos conocimos… tas quedao empaná ajjajajaj Mi: Si jajajaja, es que no me esperaba que alguien como tú… bueno ya sabes, que fuera tan lanzada, cuando era yo la que quería conquistarte… - dijo alzando una ceja M: Y lo hiciste – afirmó corroborando sus palabras asintiendo con la cabeza - me llevaste al huerto la primera noche… me tenías hechizada Mi: Es que nadie puede resistirse a mis encantos jajaja- bromeó M: Ni a los míos – presumió – porque te recuerdo que tu también caíste rendida a mis pies… Mi: Como para no hacerlo – afirmó M: ¿Y ahora? – dijo acercándose sin saber que hacía Mi: ¿Ahora? – preguntó descolocada pero sin rechazar ese acercamiento M: Que si ahora podrías resistirte… - volvió a decir a escasos centímetros de sus labios… Mi: No se… ¿quieres probar? – incitó M: Mmmm… tal vez… Y tras esto terminaron de acercarse para rozar sus labios, sin ser conscientes de nada de lo que estaba ocurriendo y de nada de lo que hacían… E: Si has venido aquí para restregarme como os liasteis estás muy equivocada – dijo levantándose del sofá… Mi: Espera, espera… déjame acabar – pidió nuevo… Lo que comenzó siendo un simple beso pocodea poco se iba convirtiendo en un beso intenso, apasionado, Maca tenía los ojos cerrados sintiendo el roce de los labios de Miriam sobre los suyos… M: Mmmm… Esther, mi amor – dijo sin separar los labios de ella – mi niña… te quiero tanto… En ese instante Miriam tuvo un momento de lucidez, había perdido la cordura y se había atrevido a besar a Maca, y ésta, confusa por el alcohol imaginaba estar besando a su princesa… Se separó de sus labios con firmeza, Miriam nunca quiso que pasara aquello, en otro tiempo se habría aprovechado de la situación pero no en ese momento, había cambiado, el amor que Maca sentía por Esther le había echo cambiar, le había hecho creer que realmente algo tan fuerte podía pasar y no quería ser ella quien se aprovechara de un momento de confusión y poca cordura de la pediatra, mucho menos después saber lo que era sentir algo así por alguien pues ella, también comenzaba a enamorarse de otra persona y no quería volver a ser la que un día fue, su etapa de mujer fatal, infiel había quedado atrás… Mi: Será mejor que nos vayamos a casa – susurró M: No, no Esther, mi amor – continuaba confundida con los ojos cerrados e intentando de nuevo besarla – por favor mi amor no puedo estar sin ti… Mi: Maca… mírame – pidió – no soy Esther… venga – se levantó e intento que Maca hiciera lo mismo – venga vamos a dormir… Comenzaron dificultad, Maca casi noarcadas se mantenía en que pie yMaca Miriam se ibahasta de unla lado parapapilla otro presa del mareo causado por el alcohol,aaandar mitadcon de camino unas enormes hicieron echara primera pringándose gran parte de su ropa… Cuando por fin llegaron a casa, Miriam desnudó a la pediatra, como pudo y con movimientos torpes, sin ningún tipo de ayuda por parte de su amiga, que no sabía ni donde estaba, le quitó la ropa manchada y la tumbó en la cama donde Maca cayó totalmente rendida y entre lágrimas al mundo de los sueños… Ella decidió irse al salón, no estaba para conducir y su casa se encontraba algo lejos de la de Maca, así que se tumbó en el sofá y también se dejó vencer por el sueño…
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Mi: A la mañana siguiente me desperté, recordé todo lo ocurrido y decidí darme una ducha, despertar a Maca e irme a mi casa – decía mientras Esther continuaba escuchando sorprendida por todo lo que le contaba – pero tú llegaste antes de que pudiera hacer nada, malinterpretaste las cosas… no te lo reprocho, supongo que yo hubiera actado igual que tú, pero tenía que contarte qué fue lo que ocurrió de verdad… E: Y… Y por qué tendría que creerte – dijo en un susurro Mi: no tienes que hacerlo si no quieres, pero yo tenía que contarte la verdad… Quedaron en silencio, Esther analizaba lo que acababa de escuchar, Miriam esperaba una respuesta que no llegaba, la enfermera parecía que se había quedado sin habla, así que decidió que sería mejor salir de allí, ella ya había cumplido, había hecho lo que tenía que hacer, quizás debió hacerlo antes, pero hasta ese momento le había sido imposible… Mi: Será mejor que me vaya… - dijo levantándose para marcharse… Ni siquiera contestó, estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no se dio ni cuenta de que la puerta se cerraba tras Miriam y la dejaba de nuevo sola con sus pensamientos y con nuevos sentimientos que volver a poner en orden… 12/Oct/2006 14:40 Un sin fin de emociones y sentimientos, de pensamientos que no terminaba de asimilar pero tampoco sabía si podía creer en las palabras de Miriam, le había parecido sincera, si, pero aún continuaba demasiado cerrada a otra cosa que no fuera su propia película… Afortunadamente, o desafortunadamente no le dio tiempo a pensar demasiado, de nuevo el timbre de la puerta sonó para advertirle que tenía una nueva visita… se levantó de nuevo del sofá con el rostro confuso, ¿Qué más sorpresas depararían ese día? Abrió la puerta y de nuevo el asombro al ver quién estaba frente a ella, si la visita de Miriam jamás se la hubiera esperado esta mucho menos por lo improbable que parecía, sin embargo ahí estaba, con una sonrisa en los ojos y esperando un abrazo que tardaba en llegar… - Vaya… y yo que creía que cuando me vieras al menos me dirías hola – dijo sonriendo – al menos podrías invitarme a pasar ¿no? Tras estas palabras volvió a la realidad, y se abalanzó a sus brazos para abrazarla efusivamente mientras su sonrisa aparecía en su rostro y con emocionadas lágrimas comenzando a viajar por sus mejillas… E: Paloma – exclamó alegre P: Hola, cariño – saludó de nuevo E: Pero… ¿como? ¿Cuándo? – Dijo confusa, paró un segundo de hablar dándose cuenta de que aún continuaban en el rellano y abrió la puerta – pasa… pasa… no me puedo creer que estés aquí – continuaba diciendo P: Bueno, no podía perderme tu cumpleaños… - dijo mientras la seguía hasta el salón… E: ¿Cuándo has salido? – quiso saber P. Esta mañana y lo primero que he hecho ha sido venir a verte – se sentó en el sofá junto a ella – Feliz cumpleaños – felicitó E: Ahora si que es feliz – dijo contenta de tener a su amiga con ella – pero cuéntame, como es que has salido, te quedaban tres años ¿no? P: Tres años y tres meses – matizó – pero gracias a mi buena conducta conseguí una reducción de condena – informó – y no podía estar en la calle sin venir a verte… E: Dios – decía contenta – pero es que aún no me creo que estés aquí – cogía sus manos para comprobar que era cierto – te juro que acabas de alegrarme el día… P: Pues créetelo porque estoy aquí, por fin, te aseguro que ni yo misma me lo creía cuando me lo dijeron… E: no sé, cuéntame sido todo… creíayuda que ladesde últimafuera… vez que- le pediste reducción te lahace habían denegado… P: Pero, Y así fue, pero ahora hacomo sido ha distinto, he tenido contó la– vino a verme un mes un nuevo abogado, muy bueno y con bastante prestigio y me dijo que era muy posible que consiguiéramos la reducción, yo no me lo quería creer, ya sabes – sonrió – no tenía muchas esperanzas, ya lo había intentado antes y no había logrado nada… - Esther la escuchaba con una sonrisa en la cara – pero bueno, la cuestión es que lo consiguió y que estoy aquí… - dijo alzando los brazos E: ¿Y ese abogado? ¿De donde salió? Tú ya tenías el tuyo… P: Y lo tenía, pero apareció un día, habló conmigo y me dijo que alguien desde fuera quería que estuviera en la calle cuanto antes, yo creí que habías sido tu pero luego supe que no… E: ¿Y entonces? – preguntó confusa P: Maca – dijo al fin 13/Oct/2006 01:17 E: ¿Maca? – preguntó extrañada Paloma comenzó a contarle a la enfermera todo lo que sabía de su reducción de condena, por lo visto, Maca se había enterado, por Cruz, supusieron ambas de lo para importante que seseguir habíaestando convertido la vida su estancia en el centro penitenciario y quiso ayudarla que pudiera a suenlado, en de un Esther principiodurante el abogado no le dijo quién era la persona que le estaba ayudando, según él, Maca no quería que lo supiera, pero su poder de persuasión siempre fue bastante fuerte y logró saber que era ella… Continuaron hablando largo y tendido de Maca, por primera vez, Esther expuso sus sentimientos, su confusión, el no saber qué creer, no lloraba, el caos que tenía en la cabeza no la dejaba derramar más lágrimas, Paloma vio que necesitaba un descanso, mental y físico, así que le pidió que descansara, que intentara dejar de pensar, al día siguiente, seguramente vería las cosas desde otra perspectiva, sería capaz de asimilarlo todo y poder actuar en consecuencia…
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Tras invitar a que su amiga se quedase con ella el tiempo que fiera necesario, preparar su habitación, comer más bien poco, y no dejar de pensar se fue a su habitación sintiendo como todas sus barreras caían sin remedio alguno, después de todo, su película no era más que eso… una película que ella solita había filmado y que ella misma se había aprendido para alejar a Maca de su vida, sintiendo, sabiendo, siendo plenamente consciente sin reconocerlo que no lo lograría jamás… De la mesilla de noche sacó un cuaderno que sin saberlo se llevó de casa de Maca el día que fue a recoger sus cosas, no supo por qué nunca se lo devolvió y tampoco supo la razón por la que Maca no se lo había reclamado, la cuestión era que ahí lo tenía, en sus manos y por primera vez quiso saber qué contenía, había estado durante todo ese mes y medio ignorándolo por no querer admitir cada palabra impresa en esos folios, pero ahora, después de ese día, de ese cumpleaños que se había convertido en un día de verdades, de fogonazos enseñándole el camino hacia una luz que había intentado tapar con un dedo quiso saber que decían… Hoy es un día cruel, demasiado cruel, hoy me han dado las peores noticias de mi vida, dos noticias que me han dejado tirada por los suelos… jamás pensé que tanto dolor pudiera existir y ahora me ha venido todo junto… Mi hermano ha muerto… dios, nunca creí, después de la muerte de mis padres que tendría que enfrentarme de nuevo a ello… y de la noche a la mañana, sin esperarlo como un mazazo dado en el centro de mi pecho me encuentro en la misma situación… solo que hoy es diferente, hoy todo el dolor es doble, porque no solo ha sido eso, sino que también he descubierto algo que ha hecho que mi mundo se desmorone… Álvaro ha venido a verme esta tarde, me ha contado un montón de cosas sobre mi princesa, no quería creerlo, es más no podía creerlo, pero me ha enseñado informes, papeles que demuestran que Esther solo está conmigo por venganza… ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible que sus besos sean solo mentiras? Pero eso no es todo… no, las cosas van a peor por cada momento que pasa… Esther lo ha matado… No sé como soy capaz de decir esto pero para mi desgracia es una realidad… no puedo más… este dolor me está matando… Pasó un par de páginas sin querer continuar leyendo esa parte… ¡No! ¡No puede ser! Esto no puede ser real, esto no me está pasando, Esther no ha podido hacer eso… no me lo creo, no me creo que lo haya hecho, no pudo hacerlo… por favor que alguien me diga que no ha sido ella… De nuevo pasó las páginas Las pruebas la inculpan, ella misma me dijo que le había golpeado… Joder… Hija de… ¿Cómo ha podido hacerlo? ¿Cómo ha sido capaz? Es que aún no me lo creo, estoy tan confundida que no puedo pensar… no puedo analizar las cosas… Álvaro no para de decirme que tengo que ser fuerte y afrontarlo, afrontar que es la asesina de mi hermano… dice que las pruebas son irrefutables y es verdad… joder… es verdad… Hoy ha venido Cruz a verme, dice que Esther es inocente y algo me dice que lo es, pero sin embargo mis palabras y mis actos dicen todo lo contrario, mi cabeza me grita que es culpable, con tanta fuerza que no deja lugar a dudas, es culpable, claro que lo es… ella misma me dijo que podría ser una asesina… ¡el primer día de conocernos! Y eso de que le gustaba la enología, por favor… y yo fui tan tonta de creerla… ¿Cómo me has hecho esto? Quiso dejar de leer y sin embargo no podía dejar de hacerlo El juicio ha terminado, por fin, por fin se la llevan, por fin tiene lo que se merece, Álvaro tenía razón, en todo lo que me dijo, es irrefutable, es culpable… Pasó de nuevo páginas con fuerza, sin querer continuar leyendo lo que pensaba de ella en esos momentos y continuó con la lectura… Hoy he ido a verla, quería saber que estaba allí y sin embargo lo que me he encontrado ante mi me ha hecho pensar en lo increíblemente estúpida que he sido, Álvaro dice que no puede ser inocente y sin embargo yo cada vez más pienso que si… no se como, pero lo se… supongo que siempre lo he sabido y ahora es cuando realmente soy consciente de ello, verla allí tras el cristal frío deexplicación una prisiónes meque ha yo, hecho qué esde lo que hacía allí dentro tenía ninguna la que estar allí… y la única yo ypreguntarme mi estúpida manía no dejarla hablar, de sinonopensar las cosasrazón la he por metido allí… Soy gilipollas… una autentica gilipollas, me siento el ser más despreciable del mundo, he dudado de mi niña, de la mujer que me ha devuelto las ganas de vivir, he sido cruel, no he tenido compasión ninguna y ahora estoy pagando por mis actos… los remordimientos no me dejan dormir, casi no sé ni en el día que vivo y solo puedo pensar en el modo de sacarla de allí… intentar al menos resarcir mis errores… Cruz ha consentido dejarme ayudarla, tal vez así limpie mi conciencia, no pretendo recuperarla, eso sería mucho pedir, pero al menos le devolveré lo que yo misma le arrebaté y juro que no descansaré hasta volver a verla en la calle… Leía aquellas palabras y sentía el dolor que salía de ellas, la confusión que sentía al principio y los grandes remordimientos que ponía en sus palabras… Nada… no hay nada… no hay nada con lo que comenzar a liberarla… Cruz y yo estamos perdidas y yo no sé que más puedo hacer… estoy descubriendo cosas que me enseñan a un Jero muy diferente al que yo conocí, pero mi hermano no era así… no, claro que no lo era… me estoy quedando sin fuerzas… pero tengo que seguir, tengo que seguir investigando, algo tiene que haber, algo tiene que ayudarnos a sacarla de allí… ¿Cómo pude ser tan estúpida? Es la primera pregunta que me hago al levantarme y me la repito una y otra vez, mil veces al día… no puedo creer que pensara que ella podía haberlo matado… Dios… como me arrepiento de ello… Por fin algo de luz, bueno, más bien un leve brillito, Javo ha conseguido las cintas de seguridad pero en ellas no vemos nada, he decidido llamar a Miriam y pedirle ayuda, se que no es una buena opción pero es la única que puede ayudarnos… y lo que me esperaba ha pasado, me ha pedido que a cambio me acueste con ella… sé que no debo hacerlo, sé que no puedo hacerlo y sin embargo voy a hacerlo, voy a hacerlo porque necesito que vea esas cintas, es lo único a lo que puedo aferrarme para sacarla de allí, no hay nada más… no encuentro otra opción…
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Finalmente no hizo pude hacerlo, no me acosté con ella, no pude, no pude porque sé que me arrepentiría el resto de mi vida, se el concepto que tiene Esther de ella y se que no me lo perdonaría jamás, aunque bueno, tampoco esto me lo perdonará nunca… No comprendo como fui tan imbécil… Las cintas están manipuladas… una buena noticia si no fuera porque no podemos hacer nada con ellas, además, la visita que le he hecho a Esther me ha dejado de nuevo con el alma en los pies, sé que me merezco todas y cada una de sus palabras, se que tiene razones más que de peso para decírmelas yo… yo simplemente he callado, no he podido decirle lo que quería, no… no porque sé que por mucho que yo esté haciendo ahora no puedo negar que soy dueña de todos y cada uno de los calificativos que quiera ponerme… Dios… por si no fuera poco todo esto ahora descubro que mi hermano blanqueaba dinero… que traficaba con drogas… pero no puede ser… que alguien me diga que Esther se equivocó con sus investigaciones… mi hermano no era así… ¿o sí? La cuestión es que hay un nombre que me suena, no se donde lo he escuchado pero me suena de algo… Donovan, Donovan, “piensa, Maca, piensa” ¿Dónde has escuchado ese nombre? Hoy ha sido un día de locos, y el día en que he sentido el miedo más profundo de toda mi vida… Álvaro fue quien mató a Pablo, y a mi hermano… no sé como no lo vi antes, esa insistencia en hacer culpable a Esther ante mis ojos… ¿Cómo no lo vi? Y era él, quien se jactaba de ser mi amigo, quien me ha ayudado en tantas ocasiones, resultó ser una persona despiadada y sin escrúpulos y yo queriendo hacerme la valiente me he enfrentado a él, yo solita me he metido en la boca del lobo como último recurso para sacarla de allí… y por poco no lo cuento… menos mal que Cruz me convenció para que llamara a la policía, si no… si no tal vez ahora estaría haciendo compañía a mi hermano y a mis padres y Esther seguiría en la cárcel… pero por suerte esos dos policías han llegado a tiempo, por fin todo termina, por fin mi niña volverá a recuperar la libertad…. Ya está, se acabó, todo ha terminado, he conseguido que Esther salga de esa maldita cárcel donde yo la metí y ahora, ahora tengo que aprender a vivir sin ella, sin mi hermano, tengo que asimilar tantas cosas que no puedo casi respirar, no quiero hacer nada, no tengo ganas de nada, ni siquiera me siento con fuerzas para intentar hablar con Esther, realmente, ni siquiera merezco que me escuche… Hoy todo ha vuelto a complicarse… Miriam ha venido a verme y no sé como hemos acabado con una borrachera descomunal… no me acordaba de nada hasta que ella misma me contó lo que pasó, el problema es que… bueno, Esther ha venido esta mañana y nos ha encontrado a las dos en casa… no sé para que ha venido, ilusa yo he querido creer que quería hablar conmigo… No puedo expresar con palabras lo que he sentido al verla de nuevo en la puerta de mi casa, sus ojos buscaban los mío, no fui capaz de reaccionar y escuchar la inoportuna voz de Miriam… horrible es poco para lo que ha sido… he visto de nuevo la decepción en sus ojos, incluso creo que he podido vislumbrar unas lágrimas saliendo de ellos… pero se ha ido tan rápido y a mi me ha impactado tanto verla así que casi no he podido reaccionar y cuando lo he hecho ya era tarde… Se acabó, basta, no puedo más… ya ha sido suficiente, soy consciente de que no conseguiré recuperarla nunca, jamás me perdonará, por mucho que yo haga jamás lo hará, y en cada oportunidad que me dan meto la pata de nuevo… no puedo seguir así… no quiero seguir así… por favor… que alguien me ayude a salir de todo esto… ¡Me ha llamado! Hoy me ha llamado y aunque se que su visita no será cordial, pues, se que solo viene a recoger sus cosas, bien claro lo ha dejado el solo hecho de poder verla una última vez me hace sonreír aunque sea un instante… tengo que hacer, algo, debo intentar hablar con ella aun sabiendo que no querrá… no sé que pasará, solo sé que mi ultima esperanza está puesta en esta visita… Terminó de leer con los ojos enrojecidos por las lágrimas, jamás leyó algo en lo que se expresara tanto dolor y tanta angustia, aquello fue lo ultimo que necesitó para que todo el hielo de su corazón se deshiciera en el aire… sus barreras yacían en el suelo… su película tocaba a su fin… 13/Oct/2006 21:23 Se levantó de la cama, estaba harta de dar vueltas y vueltas, eran ya las cinco de la mañana y no había podido pegar ojo, había vuelto a leer una y otra vez aquel diario, estudiando cada palabra, incluso aprendiéndoselas… Recordaba todo lo que había pasado durante esos meses, todo lo que había sentido y ahora también se ponía en la piel de Maca, después de leer aquello, después de lo que la había contado Cruz, Miriam y más tarde Paloma se ponía en su piel sabiendo que la pediatra también había sufrido al igual que ella con todo eso… Salió de su cuarto, no podía permanecer por más tiempo tumbada en la cama sin poder dormir, fue a la cocina y se preparó un buen café, su mente era como una montaña rusa en la que los ocupantes eran todos esos pensamientos que poco a poco iban adquiriendo el orden que llevaban pidiendo desde hacía días… Miraba la taza de café y se preguntaba como estaría ella, el diario solo estaba escrito hasta el día de su visita, pero… ¿y el resto de los días? ¿Cómo lo había pasado? Mal, seguramente y se sintió culpable de que se sintiera así, si la hubiera escuchado… si no se hubiera precipitado en sus conclusiones tal vez habrían podido hablar, pero bien era cierto lo que decía Cruz, a cabezota y terca no la ganaba nadie… Tal vez erade Maca la que debía a hablar ella,atrevería pero realmente, después dehabría que ella misma se encargara de negarle posibilidad escucharla sabíairque Macacon no se a ir… seguramente tirado la toalla, eso le extraño, Macatoda no era de las personas que se dejan vencer, pero tal vez, ella se había encargado de hacerle ver que por mucho que hiciera tenía la guerra perdida antes de comenzar la primera batalla, y creyó que era normal que Maca no fuera a verla, que no volviera a insistir… Lo que si era cierto es que sabía que maca la seguía queriendo por encima de todo, no solo por ese diario, sino también por le hecho de haber conseguido que Paloma estuviera con ella el día de su cumpleaños, vale, Maca había tirado la toalla en cuando a querer hablar con ella, pero eso le demostró que jamás lo haría en lo referente a hacerle ver cuanto la amaba…
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El sol comenzaba a hacer acto de presencia, salió a la terraza para ver como aparecía tras los edificios de la ciudad, añoró los días en los que hacía eso mismo con Maca… Entró de nuevo en el piso, dejó la taza de café en la cocina y se encaminó hacia su habitación, se duchó, se vistió, escribió una nota a su amiga explicándole su ausencia y salió del piso sabiendo que al menos, se debían esa conversación que ya bastante tiempo había dejado aparcada… Llegó a su piso, las calles estaban vacías, aún era muy temprano y creyó que debía esperar a que fuera una hora más decente, pero no, no podía esperar, ni ella podía ni Maca se merecía más esperas, así que decidió subir… la puerta del portal estaba abierta lo que le dio la libertad de llegar hasta su piso sin necesidad de tener que anunciar su presencia, necesitaba contar con el factor sorpresa, pues no sabía si Maca querría verla después de todo… Por fin llegó, tocó el timbre y esperó impaciente a que se abriera, pasados unos minutos la puerta permanecía inmóvil, llamó de nuevo, más insistentemente… y de nuevo nada… bajó la cabeza… parecía que Maca no estaba en casa, tal vez se habría marchado de la ciudad… se dio la vuelta con intención de subir al ascensor, con la cabeza gacha y algo de decepción y se lamentó de haber tardado tanto en ir allí… El sonido de una puerta entreabriéndose le hizo de nuevo volver a mirar hacia atrás… Una Maca adormilada, con el rostro apagado y los ojos tristes aparecía ante ella sorprendiéndose de ver a la persona que había llamado a su puerta… No podía moverse, la veía desde el umbral de su puerta y de nuevo se había quedado como hipnotizada, inmóvil, no sabía que hacía allí pero no tardaría en averiguarlo… E: Sigo… - comenzó a decir acercándose de nuevo a la puerta, con la voz temblando y los ojos vidriosos… - sigo siendo culpable, Maca… - susurró… 14/Oct/2006 00:59 “Sigo siendo culpable”… tres palabras, tres simples y maravillosas palabras portadoras de todos sus sueños, de todas sus ilusiones y esperanzas, tres palabras que le devolvían a la vida, porque sabía el significado que Esther había querido darles, no hacía falta explicación alguna, se aferró a la puerta con fuerza para no caer redonda al suelo… esas tres palabras, la sacaban del infierno para devolverla a la tierra en un instante… Esther la miraba, buscaba sus ojos como si se le fuera la vida en ello, esperaba una reacción a sus palabras que no llegaba, maca continuaba ausente en sus pensamientos, en la felicidad que le causó escuchar eso, y la enfermera se ponía más nerviosa por momentos… E: Yo no… - dijo creyendo que tenía que seguir hablando – yo no he podido librarme de… de esta condena en la que me encuentro desde el mismo día en que te conocí… y tampoco quiero hacerlo… Si con las palabras anteriores la devolvió a la tierra, con estas no hacía más sino llevarla directa al cielo… había llorado tanto soñando con escuchar algo como aquello, había perdido toda esperanza de recuperarla y sin embargo ahí estaba, nerviosa, moviendo las manos con impaciencia, esperando una respuesta, un simple gesto por su parte, pero ella continuaba inmóvil, su cuerpo no respondía a sus cerebro… sus palabras no salían de sus labios, no era capaz de mover un solo músculo… ¿Cómo hacerlo al ser testigo de un milagro? E: Quisiera… quisiera hablar contigo, Maca – continuó hablando al ver que Maca seguía sin moverse – tenemos muchas cosas que aclarar… - de nuevo el silencio por respuesta, un silencio que gritaba tanto amor por parte de ambas que podían escucharlo con claridad – no sé si tu querrás escucharme después de todo… Calló nuevocon para si Macalareaccionaba esta continuaba en su mundo, en su paraíso, en ese el quefuera la enfermera había de llevado susverpalabras, pediatra nopero se movía y ella necesitaba soltar todo aquello de una vez,enaunque allí, en ella rellano de su piso, hubiera preferido hacerlo dentro pero siempre fue demasiado impaciente y si no hablaba ahora se consumiría por dentro… E: Se que he hecho muchas cosas mal, se que no debí acercarme a ti con esos objetivos, pero te aseguro que toda mi venganza, toda mi rabia pasó al olvido en el momento en que te vi… - hablaba nerviosa, deseando que Maca dijera algo que no decía – me enamoré de ti como jamás lo hice de nadie, ni siquiera de Pablo… y no he podido olvidarte… no he podido odiarte ni dejar de amarte ni un segundo… por mucho que haya pasado, por mucho que hayas… hayamos hecho… no he podido… Las lágrimas de Maca, única reacción visible a los ojos de Esther bajaban por sus mejillas mientras continuaba escuchando lo que Esther decía… y quería gritar, abrazarla y decirle cuanto la amaba, pero su cuerpo seguía parado, sus labios seguían cerrados y su garganta no era capaz de articular palabra alguna… E: Debí haberte escuchado, creerte, creer a mi hermana – continuaba con su monólogo cada vez más nerviosa – pero te vi aquí con Miriam y no se… me dolió tanto pensar que tu y ella… Y por fin dejó de hablar, sabiendo que tenían aún tanto ella como Maca muchas cosas por decir, pero no podía, no podía seguir hablando y no encontrar ni una sola palabra de respuesta… E: Dime algo… por favor – dijo en un susurro ahogado sintiendo como sus lágrimas imitaban a las de Maca… 14/Oct/2006 01:56 Como respuesta, como única respuesta a su plegaria recibió los labios de Maca presionando los suyos en un beso apasionado, dulce, emocionado pero sobre todo el beso más esperado de toda su vida… La besó con ganas, poniendo su alma en sus labios para regalársela al completo, pidiendo mil perdones, gritando un millar de “te quieros”, sintiendo como su corazón salía de su pecho, humedeciendo sus mejillas con sus lágrimas, abrazando su cuerpo como si
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se le fuera la vida en ello, había deseado tanto ese momento, soñado tanto con volver a rozar sus labios que le parecía estar viviendo una utopía al sentirlos de nuevo junto a los suyos… Esther correspondió al beso de la misma manera, con la misma fuerza, con las mismas lágrimas, con la emoción encogiendo su pecho, sintiéndose pequeña ante tanto amor, tocando las estrellas con los dedos, sintiéndose la mujer más feliz del universo, capaz de cualquier cosa por un nuevo beso… Poco a poco, a duras penas, sin querer hacerlo pero sabiendo que era su turno Maca rebajó la intensidad de ese beso, dejando pequeños besitos en sus labios, mientras sus lágrimas no paraban de emerger de sus ojos, la abrazó con fuerza, como con miedo a que si dejaba de hacerlo se despertaría y vería que no estaba… Esther se aferró a su cuerpo sintiendo de nuevo esa calidez que tanto había necesitado, escondió su cabeza en el cuello de la pediatra y aspiró con fuerza recuperando el oxígeno que le brindaba, sabiendo que era el único que necesitaba para seguir viviendo… Despacio, sin querer separarse de ella, la enfermera empujó con delicadeza a la pediatra hacia el interior de la casa, cerró la puerta tras de sí de una patada, sin dejar de abrazarla ni un instante y de esa forma llegaron al sofá… donde volvió a besarla, tenían que hablar, si, pero la necesidad de esos besos era mucho más urgente que cualquier palabra… M: Esther… amor mío yo… - comenzó a decir por fin – lo siento… mi vida lo siento mucho… yo tampoco hice nada bien… - se lamentó – estaba confusa… Jero había muerto… y no sé… no se como pude creer que tu… - ni siquiera era capaz de volver a decirlo, realmente es que no quería volver a pronunciar esas palabras – me dejé manipular por Álvaro… todo estaba en tu contra… E: Shhh… tranquila mi amor, tranquila – calmó mientras acariciaba su rostro con ternura M: En el fondo sabía que eras inocente… siempre lo supe, cariño… y no sabes… no sabes lo mucho que me he arrepentido de todo… yo he sido la imbécil… la cabrona… no se… llámame como quieras… pero por favor mi amor… perdóname – lloraba amargamente, sin dejar de mirar a su niña que también con lágrimas la acariciaba con dulzura E: Ambas hemos cometido errores… ambas nos hemos culpado de cosas horribles – dijo con suavidad – hemos pecado de orgullosas… - la besó – pero ya, mi amor… ya basta… M: No Esther… yo necesito que me perdones… porque no fui indulgente… no dejé que me hablaras… yo… no merezco esto… bajó la cabeza E: Si que lo mereces – se la levantó – ambas nos lo merecemos… dejemos ya de culparnos a nosotras mismas, mi vida – comenzó a sonreír – yo solo quiero que volvamos a amarnos, que vivamos el resto de nuestras vidas juntas… solo quiero estar contigo… solo te quiero a ti mi amor… M: Te amo – dijo llenándose la boca con sus palabras – te amo más que a mi propia vida… daría mi vida por ti – decía emocionada – voy a compensarte cada día que has estado encerrada durante el resto de mis días… pero dime que me perdonas amor… necesito que me lo digas… E: Te perdono – susurró – y perdóname tu a mi por mi cabezonería… por no querer escucharte… M: Shhh – la cortó poniéndole un dedo en sus labios – yo no tengo nada que perdonarte… Se acercó lentamente, sonriendo al tenerla de nuevo frente a ella y la besó de nuevo, con dulzura, con ternura, con todo el amor que pudo poner en ese beso, la enfermera de nuevo respondió de la misma forma… La profundidad del beso se hacía cada vez mayor, sus manos, necesitadas también de volver a recuperar el placer de amarse comenzaron a vagar por sus cuerpos, causando en ellas electrificantes escalofríos, sus pieles reclamaban los mismos derechos y ellas no estaban por la labor de no concedérselos… M: ¿Vamos? – susurró levantándose de sofá y extendiendo su mano para llevarla a su habitación… E: Vamos - contestó decidida y sintiendo las mismas ganas que tenía Maca de tenerla entre sus brazos… 14/Oct/2006 17:53 El sol iluminaba la habitación, dos mujeres desnudas y más que felices yacían sobre la cama, Esther dormida sobre Maca que no paraba de mirarla, acariciaba su rostro con delicadeza para no despertarla, había sido una noche mágica, llena de besos, caricias, suspiros y sobre todas las cosas amor, todo el amor que se tenían la una a la otra… Esther se removió, comenzaba a despertarse y la pediatra no pudo hacer más que sonreír… M: Buenos días, princesa – dijo abrazándola más fuerte E: Ummm cuanto he echado de menos esa frase – dijo feliz aun con los ojos cerrados M: ¿Si? Pues a partir de ahora es lo primero que escucharas cada mañana – susurró antes de darle un beso – hola- la volvió a besar E: ¿Cuánto llevas despierta? – quiso saber M: Un rato… quería verte – sonrió E: Te quiero – dijo con el corazón enternecida por sus palabras y besándola de nuevo M: Y yo a ti, mi vida… mucho, muchísimo – la abrazó Quedaron disfrutando momento era de tansus solocuerpos, suyo, sobraban palabras y ambas lo sabían, se abrazaban más fuerte,calladas, sintiéndose segurasde de ese nuevo bajo la que calidez notando las como de nuevo el equilibrio se instalaba en sus vidas… M: Podría morir ahora mismo – dijo de pronto – y lo haría feliz – sonrió E: No digas eso – dijo mirándola – vamos a vivir muchos años juntas – y de nuevo atrapó sus labios, necesitando todos esos besos que le habían faltado… Y de nuevo el silencio, silencios que hablaban solos, que decían todo lo que sentían, cuanto se amaban, sus sonrisas no podían borrarse de sus rostros, sus ojos brillaban felices…
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Maca aun no terminaba de creer que aquello fuera cierto, por eso la aferraba a su cuerpo con más fuerza al mismo tiempo que con una ternura infinita y de pronto las ganas de preguntarle algo, que la haría mucho más feliz si fuera posible se hicieron fuertes en su cabeza, tal vez se precipitaría, pero sin embargo no podía esperar… M: Cásate conmigo, mi amor – dijo de pronto causando el asombro de Esther… Levantó la vista para verla, no se esperaba esa proposición y sin embargo no tardó ni dos segundos en contestar… E: Si, si quiero – sonrió – si quiero, si quiero, si quiero – decía mientras la abrazaba y dejaba besos en sus labios – te quiero, te quiero, te quiero M: Y yo, y yo a ti mi amor – sonreía igual de feliz Y comenzaron de nuevo a prodigarse besos y caricias, sintiéndose como nunca antes se habían sentido, amándose con el alma… Tras permanecer casi toda la mañana en la cama decidió que era hora de comer algo, Maca se levantó dejando a Esther medio dormida en la cama, fue a la cocina para ver descubrir que la nevera estaba medio vacía, así que tras dejarle una nota a su, ahora prometida, salió de casa para comprar algo… Andaba por la calle como si estuviera en una nube, con una sonrisa pintada en los labios y pensando que su niña ya se habría levantado… cruzó la calle en dirección al supermercado… 15/Oct/2006 00:08 Madrid, iglesia de la Almudena Todos estaban allí, familiares y amigos no habían querido perderse ese momento, ninguno quiso ausentarse, los coches de nuevo estaban apostados en la puerta, la misa iba a finalizar en unos segundos… Salían todos los invitados con una sonrisa en los labios, habían sido testigos de la unión de dos almas que desde niños parecían estar enamorados, Natalia y Jorge, una joven pareja habían dado el “si, quiero” delante de todos sus familiares y amigos en la boda de sus sueños, como siempre quisieron que fueran… La fiesta daba comienzo, una mujer alta, sonriente, bailaba con un chico de unos dieciocho años que parecía intentar convencerla de algo… P: Venga, mamá – pedía insistente – por favor, déjamela M: Pablo, tu madre ha dicho que no y no pienso llevarle la contraria así que deja ya el tema – decía con autoridad pero a la vez sintiendo que como siguiera así, al igual que a su mujer, no podría negárselo P: Pero mamá, se lo prometí a Nuria, además, te prometo que tendré cuidado… por favor… En el otro lado de la pista, Esther hablaba con la novia, una preciosa niña de ojos castaños que parecía toda una princesa, su princesita… N: Mami por favor deja de llorar – decía sonriendo a su madre – que al final vamos a terminar llorando todos E: Es que estoy muy emocionada – se excusaba – además, déjame llorar un poquito que no todos los días se casa una hija… P: Ni un hijo – dijo Paloma también con lágrimas en los ojos J: Desde luego… si es que os emocionáis demasiado – dijo el joven marido N: Mami, creo que va a ser mejor que vayas a ayudar a mamá – dijo Natalia señalando a su madre y su hermano – creo que Pablo la va a dejar hasta que la convenza E: Si es que ha salido a tu tía, hasta que no lo consiga no parará – sonrió – voy a ver que pasa Se acercó sigilosa, recreando en el movimiento de su mujer, en sus gestos, en su hijo que insistente parecía darle muchos argumentos a su madre para que le dejara la moto y las llaves de la casa de la sierra para pasar allí todo el fin de semana con su chica… M: Pablo, si tu madre ha dicho que no… P: Pero mamá… seguro que tu puedes convencerla – dijo meloso poniendo la misma cara que ponía Esther E: ¿De qué me tiene que convencer? – preguntó al lado de ellos P: Yo… creo que mejor me voy a ver a Nat – contestó como si nunca hubiera roto un plato, le dio un beso a su madre dejando “por favor” en sus oídos E: Ya hablaremos – le dijo mientras se alejaba de ellas – hola –saludó insinuante a su mujer M: hola – la besó cogiéndola de la cintura para bailar con ella E: ¿Qué quería ahora el trasto de tu hijo? – dijo chistosa M: Pues lo que lleva pidiendo una semana – contestó sabiendo la lata que estaba dando con el tema… E: Pues lo lleva claro M: Bueno… no se, mi amor, tampoco es tan malo ¿no? – la miró inocente – no se… solo quiere un poco de intimidad con su novia E: Cariño, que tiene dieciocho años, es muy pequeño M: Ya no es tan pequeño, mi vida… E: Ya veo que te ha liado, como siempre – dijo sonriendo ampliamente, mientras continuaban bailando M: Venga, cariño,-solo será un fin de que están bien… le dijo besando su semana cuello y no se, nosotras podemos pasarnos por allí a comer con ellos para asegurarnos de E: No se porqué me da que al final acabarás convenciéndome M: Como siempre – chuleó E: No se que voy a hacer con vosotros – dijo dándose por vencida M: Querernos, querernos mucho – la besó en los labios E: ¿Mas de lo que ya os quiero? Creo que eso es imposible…
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Se perdieron de nuevo en sus ojos como tantas veces lo habían hecho a lo largo de los años, gesticularon ambas, a la vez un te quiero dicho con el alma, se acercaron lentamente para regalarse un nuevo beso Sus hijos, orgullosos como nadie de sus madres los miraban con unas sonrisas pintadas en las caras… M: Te amo – dijo abrazándose a ella E. Y yo a ti, mi amor – contestó emocionada – más que a mi vida… FIN 15/Oct/2006 00:14 Y ahora, como siempre, daros las gracias a todas y cada una de las que habeis seguido este fic ya sea anonima o publicamente, y como ya es habitual no sé como hacerlo sin repetirme así que tan solo dire
GRACIAS Este fic ha sido más un reto personal para mi que otra cosa, me propuse un fic de intrigas y suspense, no se si lo habré logfrado, siempre he creído de corazón que no serviría para esto, pero si alguna se ha quedado en plan ¿Y ahora que? o ¿por donde nos vas a salir ahora? ya ya me doy por satisfecha... Creo, sinceramente que este fic es el que mas me ha costado escribir, a veces tenía la sensación de estar escribiendo dos, incluso tres historias a la vez, no se si habrá que dado muy bien, bien o normal, lo que si que se y estoy segura de ello, como siempre, que me ha encantado escribirlo para vosotras, que ha sido de nuevo y no me cansaré de decirlo, un honor y un placer enorme... Vosotras, las que posteais, en publico o privado también habeis tenido muhco que ver en esta historia, no solo por leerla y decir vuestras opiniones, sino también porque he ed confesar en que ha habido momentos en que estaba un poco perdida y no sabía por donde continuar y gracias a vuestros post me habéis dado las ideas que necesitaba, así que esta historia no es solo mia, sino que lleva un pedazito de cada una de vosotras... Y no me enrollo mas, simplemente y una vez mas
GRACIAS, GRACIAS DE CORAZÓN POR LEERME SOIS GENIALESMIL CHICAS... Volveré, si me dejais jjejeje Un millón de besoss werty