Temario de oposiciones
LATÍN Javier Vicente Guevara
Temario de Oposiciones de Latín
Última edición 2016 Autor: Javier Vicente Guevara Maquetación: Educàlia Editorial Edita: Educàlia Editorial Imprime: SERVICECOM ISBN: 978-84-941715-6-7 Depósito legal: En curso Printed in Spain/Impreso en España. Todos los derechos reservados. No está permitida la reimpresión de ninguna parte de este libro, ni de imágenes ni de texto, ni tampoco su reproducción, ni utilización, en cualquier forma o por cualquier medio, bien sea electrónico, mecánico o de otro modo, tanto conocida como los que puedan inventarse, incluyendo el fotocopiado o grabación, ni está permitido almacenarlo en un sistema de información y recuperación, sin el permiso anticipado y por escrito del editor. Alguna de las imágenes que incluye este libro son reproducciones que se han realizado acogiéndose al derecho de cita que aparece en el artículo 32 de la Ley 22/18987, del 11 de noviembre, de la Propiedad intelectual. Educàlia Editorial agradece a todas las instituciones, tanto públicas como privadas, citadas en estas páginas, su colaboración y pide disculpas por la posible omisión involuntaria de algunas de ellas. Educàlia Editorial Avda de les Jacarandes 2 loft 327 46100 Burjassot-València Tel. 960 624 309 - 963 768 542 - 610 900 111 Email:
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MUESTRA TEMARIOS
TEMA 4 Nociones generales sobre métrica griega. Prosodia y métrica latinas. Pies y versos más usados. 1. Nociones generales sobre métrica griega 1.1. Nociones generales de prosodia griega 1.2. La adopción de los versos griegos por los poetas latinos 2. Prosodia y métrica latinas 2.1. Prosodia latina 2.2. Métrica latina 3. Pies y versos más usados 3.1. Ritmo dactílico 3.2. Ritmo yámbico 3.3. Ritmo trocaico 3.4. Los versos líricos: estrofas más importantes 4. Bibliografía
1. NOCIONES GENERALES SOBRE MÉTRICA GRIEGA
1.1. Nociones generales de prosodia griega
La versificación griega, estrechamente ligada a la música, se basa en la cantidad de sílabas, en la sucesión regulada de largas y breves. Una sílaba es larga cuando la vocal que la compone es larga. En griego son vocales largas por naturaleza α, η, ι, ω, υ, αι, αυ, ει, ευ, οι, ου, υι, ηι. Sin embargo, estas vocales y diptongos pueden abreviarse ante una palabra que empiece por vocal. También es larga la sílaba que teniendo vocal breve, va seguida de dos o más consonantes o una consonante doble (ξ, ψ, ζ). Entonces se dice que es larga por posición. Por otra parte, en Homero y en general en la épica, los grupos llamados muta cum liquida alargan siempre la vocal anterior, aunque en Homero se encuentran algunas excepciones. Una sílaba es breve cuando tiene una vocal breve y no le sigue más de una consonante, aunque son posibles los alargamientos métricos especialmente en los hexámetros. El encuentro de vocales o hiato suele evitarse, en caso contrario da lugar a los siguientes fenómenos: ͳͳ Elisión: la primera vocal, breve, desaparece. ͳͳ Aféresis: la segunda vocal breve desaparece. ͳͳ Crasis: fusión de dos vocales en una sola. ͳͳ Sinalefa: cuando dos vocales, una final y otra inicial de palabra, en hiato, se miden como una sola sílaba larga. ͳͳ Sinicesis: dos vocales en hiato, de las cuales la primera es breve y la segunda larga, se miden como una sola sílaba larga. ͳͳ Diéresis: es el fenómeno contrario al anterior, por el que se permite contar un diptongo, terminado en ι/υ por dos sílabas.
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ͳͳ Alargamiento métrico: alargar la sílaba de una palabra para poder ajustarla al esquema de un metro determinado. ͳͳ Digamma (F): es de gran importancia en los poemas homéricos la acción de este antiguo signo fonético, que ha dejado huella en la conservación de aparentes hiatos, en el alargamiento de una sílaba breve final o en la no abreviación de vocal larga o diptongo final. Los aedos extendieron esta acción de la digamma a casos sin justificación histórica, ya que no se ha podido justificar en los mismos su existencia.
1.2. La adopción de los versos griegos por los poetas latinos
La versificación latina depende de la griega. El único verso –el más antiguo de la literatura latinaque puede tomarse como verdaderamente latino es el Satunio, aunque en su forma tradicional está ciertamente influido por la técnica del verso griego. Conscientemente usaron los metros del drama, sobre todo de las tragedias de Eurípides y las comedias de Menandro, Filemón, Dífilo, por primera vez en Roma. Livio Andrónico y sus sucesores Nevio, Plauto, Ennio, Cecilio o Terencio, en la segunda mitad del siglo III y primera del II, y además, verosímilmente, utilizaron en las comedias ritmos de la opereta griega de su tiempo, por ejemplo el sotadeo, en sus adaptaciones de los originales griegos. De estos metros adoptados, que experimentaron a través de los imitadores latinos una libre transformación, fueron los más importantes los yámbicos y trocaicos para el diálogo, los anapésticos y eólicos para el canto interpolado o coro. Aún no se ha averiguado de un modo cierto de dónde proceden los picantes baquios y créticos de Plauto y Terencio. Luego Ennio en sus Annales reemplazó el saturnio por el hexámetro dactílico de Homero y Hesíodo e introdujo el dístico elegíaco en la literatura latina. El hexámetro llegaría a ser en adelante el verso preferido para la epopeya, la sátira, la poesía pastoril; el dístico para la poesía amorosa y en menor extensión para el epigrama. Los versos de los modelos helenísticos de los neotéricos se caracterizan por su elegancia y una cierta inclinación a la normalización de los esquemas del verso. Los mismos neotéricos procuran, en contraste con los más antiguos poetas, una imitación formal de sus modelos lo más exacta posible. El único para nosotros suficientemente conservado, Catulo, hizo populares más tarde en Roma dos versos muy semejantes, el falecio y el yambo escazonte. También la estrofa sáfica se encuentra ya en él. A otros modelos griegos más antiguos (Alceo, Safo, Arquíloco, Anacreonte) se remonta la lírica de Horacio, pero también su técnica del verso parece haber sido fuertemente influido por los anhelos de normalización de la poesía helenística.
2. PROSODIA Y MÉTRICA LATINAS
2.1. Prosodia latina
Los fonemas y sus rasgos distintivos, objeto de la fonología, se van aislando mediante la segmentación de la cadena hablada, y así se logra hacer su inventario en cada lengua. Se llaman, por ello, rasgos segmentales. Pero hay otros rasgos lingüísticos que no coinciden con la segmentación en fonemas y que afectan a una parte mayor de la cadena, concretamente a la sílaba: son los rasgos llamados suprasegmentales o también prosodemas, objeto específico de la prosodia. Los prosodemas son fundamentalmente tres: a. Tono: que se coloca sobre una vocal o sonante y la hace contrastar por su altura musical sobre las otras. b. Acento: que conlleva intensidad y hace contrastar una sílaba de la palabra con las demás. c. Cantidad: basada en la duración.
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I. EL RITMO LATINO. SUS ELEMENTOS PROSÓDICOS FUNDAMENTALES Podríamos definir el ritmo como la repetición o el retorno de determinados elementos a intervalos regulares. Los elementos fundamentales del ritmo lingüístico varían de una lengua a otra. En el ritmo latino se han registrado los elementos siguientes: a. Aliteración. Supone una insistencia en el comienzo de la palabra. Es muy frecuente en la versificación latina arcaica. Ej.: libera lingua loquemur ludis liberalibus (Nevio). b. Rima. Conlleva una insistencia en el final de palabra, tampoco fue un elemento sistemático del ritmo latino salvo en la poesía latina medieval, pasando luego a las lenguas romances. c. Número de sílabas. Es un elemento fundamental del ritmo latino ya que forma parte de la versificación lírica o eolia, donde existen decasílabos, eneasílabos, sin que pueda alterarse el número de sílabas sin hacer incorrecto el verso. d. Cantidad y acento. Actualmente hay autores aislados que han hincapié sobre la importancia del acento, e incluso han llegado a defender que la cantidad se confunde con la intensidad de modo que la sílaba larga no sería otra cosa que la capaz de recibir el ictus rítmico. En el latín tardío y medieval, la cantidad deja de ser el elemento fundamental del ritmo, para pasar a serlo el acento. II. SÍLABA LARGA / SÍLABA BREVE. LAS LARGAS ‘POR POSICIÓN’ La denominación de sílaba larga y breve tiene que ver con la duración en el tiempo. Para la cantidad de las sílabas en latín hay que tener presentes las observaciones siguientes: a. No cuentan a efectos de cantidad las consonantes que preceden en la sílaba a la vocal. b. Es breve la sílaba acabada en vocal breve: a, la cla, scla. c. Es larga la sílaba acabada en vocal larga: e, le, ple, sple. d. Es larga la sílaba acabada en consonante (sílaba cerrada o trabada) sea cual sea la cantidad de su vocal. III. NORMAS PARA RECONOCER LA CANTIDAD DE LAS SÍLABAS a. Largas por posición. Es larga toda vocal seguida de dos consonantes (tanto si las dos consonantes pertenecen a la misma palabra, como a palabras distintas). Pero hay que tener en cuenta que si ambas son muta cum liquida, pueden hacer posición o no, es decir, alargar o no la vocal: patris, lacrima, tenebrae, pero si las dos consonantes pertenecen a la palabra siguiente no hacen posición: urbe fruuntur. Hay que tener en cuenta además que cuentan como dos consonantes las consonantes dobles x, z, y también la i consonántica que procedía de una geminada. b. Largas por naturaleza. Son vocales largas por naturaleza los diptongos (au, ae, oe, eu) y las vocales procedentes de diptongos monoptongados (includo), de contracciones (cogo). c. Breves por posición. Es breve toda vocal seguida de otra vocal que no forme diptongo. Aún así hay excepciones: i. ii. iii. iv.
Formas de fio que no tienen r. La e del genitivo y dativo de la 5ª Declinación. Los genitivos y vocativos de los nombres en –aius, -eius.s Son indiferentes los genitivos en –ius: istius, illius, ipsius.
d. Breves reconocibles por resultados fonéticos. Son breves las vocales objeto de supresiones (valide, neue), las que sufren alteraciones u oscilaciones de timbre (facio/conficio, premo/comprimo, caput/ capitis, etc.), y las vocales e, o que diptongan en ie, ue al pasar al castellano: tenes, novo, y la i, u se abren en e, o: times, lupa. e. Monosílabos. Son generalmente largos en palabras con entidad significativa, como sustantivos o formas verbales: sol, fur, ver, rus, ius, da, etc. Pero hay excepciones como cor, fel, mel, os. Las preposiciones son breves salvo a, de, e, pro. f. Sílabas finales de palabra.
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• Suelen ser largas:
i. SÍLABAS ABIERTAS.
ͳͳ Las terminadas en –a: ama, supra, triginta. Excepto el nominativo y vocativo singular de la 1ª Declinación y los neutros plurales. ͳͳ Las terminadas en –i: homini, audi, domini, illi, amavi. Excepciones: nisi, quasi, necubi, etc. ͳͳ Las terminadas en –o: domino, amo. ͳͳ Las terminadas en –u: manu, tu, diu. • Suelen ser breves las terminadas en –e: domine, leone, ille, amare, salvo los ablativos de la 5ª declinación y los imperativos de la 2ª conjugación. ii. SÍLABAS CERRADAS ͳͳ Suelen ser breves las terminadas en consonante distinta de –s: rosam, dominum, flumen, consul, pater, apud, amat. ͳͳ De las terminadas en –s son generalmente largas las finales en –as, -es, -os: rosas, dominos, leones. iii. SÍLABAS MEDIALES •• Declinación: son largos los morfemas –a, -e, -o: rosarum, dierum, duorum y breves los morfemas –i, -u: hostibus, artubus. •• Flexión verbal: ͳͳ Tema de presente: son largas la –a, -e, -i de las conjugaciones 1, 2, 4 así como el sufijo –ba- del imperfecto. Son breves la –e y la –i de la 3 y mixta pero larga la –e- del imperfecto y el futuro. Son largas las vocales de los sufijos de presente e imperfecto de subjuntivo de todas las conjugaciones ͳͳ Tema de perfecto: los perfectos en –ui tienen larga la vocal que precede: amavi, delevi, audivi, y breve la –i- en posición medial en todos los verbos: amavimus, monuimus, legimus, audivimus. Es largo el sufijo de ambos pluscuamperfectos y breve el futuro perfecto/perfecto de subjuntivo. ͳͳ Tema de supino: son generalmente largas las vocales –a, -e, -o, -u. La –i es larga si corresponde a un perfecto en –iui, pero breve si corresponde a un perfecto en –ui no precedido de vocal: monitum, tacitum. IV. FENÓMENOS PROSÓDICO-MÉTRICOS: ELISIÓN Y LICENCIAS a. Elisión En la secuencia del verso latino, cuando una palabra termina en vocal o en –m y la siguiente comienza por vocal o por h-, se elide a efectos métricos la vocal + -m con que termina la primera palabra. Cuando la segunda palabra son las formas es / est, hay aféresis de la e, en lugar de elisión de la vocal final anterior. b. Licencias métricas ͳͳ Hiato: es justamente el fenómeno opuesto a la elisión o sinalefa, es decir, no elidir en los casos mencionados, la vocal o vocal + m final de palabra. ͳͳ Sinéresis o sinicesis. Consiste en formar una sola sílaba con dos vocales sucesivas que no forman diptongo y que constituyen por tanto dos sílabas; es una especie de falso diptongo: aureo. ͳͳ Diéresis: es el fenómeno contrario al anterior, hacer de un diptongo dos sílabas, a veces contando como vocal la i, u consonánticas: Orpheus. ͳͳ Consonantización: consiste en tomar como consonante la i, u vocálicas. Su efecto métrico es como el de la sinicesis, hacer de dos sílabas una, y además alargar la sílaba anterior, al quedar su vocal ante dos consonantes.
2.2. Métrica latina
La cadena rítmica está formada por una serie de unidades o segmentos, de distinta amplitud. Las unidades básicas fundamentales de la métrica latina son, de menor a mayor, las siguientes: Prohibida la reproducción total o parcial sin permiso escrito del editor
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a. EL PIE La cantidad silábica como tal no puede producir ritmo, pues una sola sílaba no puede ser unidad de retorno. En cambio el pie sí es la unidad métrica significativa. Tiene necesariamente un mínimo de dos sílabas y constituye una unidad rítmica formada por un tiempo fuerte o marcado y un tiempo débil o intervalo que le precede o le sigue. Las distintas agrupaciones y combinaciones de sílabas largas y breves dan lugar a diferentes pies. Los que más nos interesan aquí son los siguientes: ͳͳ De dos sílabas: pirriquio (∪∪), troqueo (−∪), yambo (∪−), espondeo (−−). ͳͳ De tres sílabas: tríbraco (∪∪∪), dáctilo (−∪∪), anapesto (∪∪−), proceleusmático (∪∪∪∪), coriambo (−∪∪−). b. METRO La unidad métrica no podía ser el pie, porque unos eran puros y otros condensados. Como iban alternando, la unidad de retorno era el doble pie, es decir, el metro. c. VERSO En la jerarquía que presentan las unidades rítmicas, el verso es la unidad fundamental del sistema rítmico y métrico latino. Es anterior a su segmentación en unidades inferiores y a su agrupación en unidades superiores. Puede definirse como la unidad de un corte o silencio con lsa sílabas que le preceden hasta el anterior silencio de la misma calidad rítmica. El verso, como unidad rítmica, tiene determinadas marcas formales, que a veces se acumulan en redundancia, y que son fundamentalmente: ͳͳ Coincidencia de final de palabra con final de verso. ͳͳ La sílaba final de verso es indiferentemente larga o breve, se denomina anceps. ͳͳ Hay normalmente hiato entre el final de un verso y el principio del siguiente. Los versos pueden clasificarse según su final, su comienzo o su parte central, del modo siguiente: ͳͳ Según su final: • Catalécticos: cuando su último pie está incompleto. Si el verso posee su esquema métrico completo, es acataléctico. • Hipercataléctico: cuando se considera que se les ha añadido al final una o más sílabas sobre su esquema teórico. • Hipérmetros: cuando tienen una sílaba de más. ͳͳ Según su comienzo: • Acéfalos: cuando les falta alguna sílaba al principio. • Procéfalos: cuando poseen en su comienzo una sílaba de más, denominada anacrusis. ͳͳ Según su parte central, los versos se llaman asinartetos cuando están compuestos de dos miembros o hemistiquios no bien trabados, de modo que la sílaba final del primer miembro es indiferente y se admite en ella el hiato, como en la sílaba final de verso. d. CESURA En los versos largos, de 11 o más sílabas, suele haber, en algún lugar del interior, un corte llamado técnicamente cesura. Durante mucho tiempo se defendió que la cesura era una pausa, bien de tipo fisiológico, para tomar aliento, bien de tipo sintáctico con final de frase. Es, como su nombre indica, un corte en lugares determinados del verso, establecidos por convención. Suele estar siempre entre palabra y palabra, aunque a veces suele estar en medio pie, llamándose diéresis métrica, como la que se considera que existe a veces entre el cuarto y el quinto pie del hexámetro, a la que se le da el nombre de diéresis bucólica.
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3. PIES Y VERSOS MÁS USADOS
3.1. Ritmo dactílico
a. Hexámetro Es el verso de la poesía épica, de la sátira y de la poesía didáctica. Consta de seis dáctilos. En los cuatro primeros, las dos breves pueden estar sustituidas por una larga y aparecer, por tanto, espondeos. El quinto pie es habitualmente dáctilo, el sexto es anceps. El hexámetro presenta normalmente una o más cesuras. Pentemímera después del quinto semipié, trihemímera, después del tercer semipié, heptemímera, después del séptimo semipié y trocaica entre las dos breves del tercer pie. b. Pentámetro. Dístico elegíaco El pentámetro consta de cinco pies dáctilos, pero distribuidos de esta forma: dos dáctilos y medio + dos dáctilos y medio. Los dos miembros están separados por una diéresis métrica. En el primer miembro los dos dáctilos pueden estar sustituidos por espondeos. El pentámetro se usa normalmente precedido de un hexámetro y formando con él el llamado dístico elegíaco, propio especialmente de la elegía y el epigrama.
3.2. Ritmo yámbico
a. Dímetro: Consta de cuatro yambos (dos metros) aunque no suele usarse en latín nada más que en combinación con otros versos, sobre todo con el trímetro, con el que forma el llamado dístico epódico. Alcanzará gran desarrollo en la lírica cristiana. b. Trímetro y senario yámbico: constan de seis yambos, tienen cesura pentemímera o heptemímera y se utiliza sobre todo en las partes dialogadas del teatro y en las fábulas de Fedro. Es uno de los principales esquemas de la versificación latina y dará el endecasílabo de las lenguas románicas. c. Trímetro escazonte: es una modalidad del trímetro que consiste en presentar invertida la estructura métrica del último pie: en lugar de ser un yambo puro es un troqueo. A cambio tiene un yambo puro en el 5º pie. Se le llama también coliambo o hiponacteo, muy utilizado por Catulo y Marcial. d. Tetrámetro, octonario y septenario: utilizados en el teatro con una diéresis que los divide en dos partes iguales (4+4) o bien una cesura después del noveno semipié.
3.3. Ritmo trocaico
Lo más importante es el octonario trocaico, usado en el teatro, con diéresis que lo divide en dos hemistiquios, y la variante cataléctica llamada septenario trocaico, muy utilizado en los diálogos teatrales, verso propio de la versificación popular que evolucionó al octosílabo castellano.
3.4. Los versos líricos: estrofas más importantes
Se llama líricos a una serie de versos que se emplean casi únicamente en poesía lírica. También se habla para los mismos versos de métrica eolia por proceder de Alceo y Safo, escritores en dialecto eolio y métrica coriámbica, por ser el coriambo su pie fundamental. Características fijas: ͳͳ Número fijo de sílabas, por lo que su métrica es silábico-cuantitativa. ͳͳ Coriambo como pie fundamental −∪∪− ͳͳ Posibilidad de que preceda al coriambo un par de sílabas de cantidad indiferente, llamada base. ͳͳ Se agrupan habitualmente en estrofas de cuatro versos.
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Los principales versos líricos son los siguientes: a. Sin base: el adónico, coriambo hipercataléctico −∪∪− − b. Con base simple: i. Ferecracio: XX −∪∪− − (base + coriambo hipercataléctico). ii. Glicónico: XX −∪∪− ∪− (base + coriambo + yambo). iii. Asclepiadeo: XX −∪∪− −∪∪− ∪− (base + dos coriambos + yambo). c. Con doble base en endecasílabo sáfico XXXX −∪∪−∪− − (doble base + coriambo + monómetro yámbico cataléctico). d. Versos alcaicos: i. Endecasílabo alcaico: −−∪−− // −∪∪−∪−. Se divide en dos partes (5+6) por una diéresis: la primera parte es un monómetro yámbico hipercataléctico; la segunda se compone de coriambo + yambo. ii. Decasílabo alcaico: −∪∪−∪∪−∪−−. Aunque puede aislarse un coriambo inicial, la estructura es la de dos dáctilos + dos troqueos. iii. Eneasílabo alcaico: −−∪− −−∪− −. Es un dímetro yámbico hipercataléctico, el único de los versos líricos sin coriambo. Las estrofas líricas más importantes son: ͳͳ Estrofa sáfica. Consta de tres endecasílabos sáficos seguidos de un adónico. ͳͳ Estrofa alcaica. Consta de dos alcaicos endecasílabos + un eneasílabo + un decasílabo. ͳͳ Estrofa asclepiadeas. La A que consta de tres asclepiadeos y un glicónico y la B que consta de dos asclepiadeos, un ferecracio y un glicónico.
4. BIBLIOGRAFÍA Referencias legislativas: ͳͳ Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato. ͳͳ Orden ECD/1361/2015, de 3 de julio, por la que se establece el currículo de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato para el ámbito de gestión del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y se regula su implantación, así como la evaluación continua y determinados aspectos organizativos de las etapas. Webgrafía: http://www.culturaclasica.com/ http://clasicas.usal.es/portal_recursos/ http://www.chironweb.org/
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TEMA 49 Rasgos generales de la religión en roma. El culto imperial. Huellas en la cultura occidental
1. Introducción. Influencias 1.1. Religión mediterránea 1.2. Religión indoeuropea 2. Características de la religión romana 2.1. Períodos de la religión romana 2.2. Características principales 3. Los sacerdotes. Las fiestas religiosas 3.1. Los sacerdotes 3.2. Las fiestas religiosas 4. Culto público y culto privado 4.1. Culto público 4.2. Culto privado 5. Las religiones orientales. El culto al emperador 5.1. El culto a Roma y a sus emperadores 5.2. Los cultos orientales: el cristianismo 6. Huella en la cultura occidental 7. Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN. INFLUENCIAS Desde la antigüedad más remota, el hombre ha sentido la necesidad de comprenderse a sí mismo y al mundo que le rodeaba. Pero antes del surgimiento de la ciencia, la humanidad carecía de recursos para responder a los interrogantes que se le planteaban: ¿De dónde procede la lluvia? ¿Qué sentido tiene la muerte?. Pronto emprende la búsqueda de respuestas; recurre a la invención de explicaciones fantásticas ante las cuestiones fundamentales de la vida, en las que imagina a las divinidades controlando los elementos de la naturaleza. Estas narraciones fantásticas, denominadas mitos, responden a una necesidad básica del hombre, que se manifiesta en distintas épocas, lugares y culturas.
1.1. Religión mediterránea
Los pueblos de la Antigüedad consideraban fundamentales estas narraciones míticas, así como a las divinidades que las protagonizaban. En consecuencia, edificaban templos en su honor, las adoraban y realizaban ofrendas y sacrificios para que les fueran propicias: constituían, de algún modo, su religión. Las poblaciones que habitaban las regiones del Mediterráneo en una época anterior a la llegada de los indoeuropeos tenían una cultura primordialmente matriarcal y agrícola. De estas dos características derivan sus aportaciones en el ámbito religioso.
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a. La fecundidad se concibe como un misterio religioso, ya que es lo que provoca el origen de la vida. Así, la mujer ocupa un lugar predominante en los mitos de estos pueblos: diosa Istar en Mesopotamia, Cibeles, Gea… b. Los elementos de la naturaleza, tanto animales como plantas, cobran gran importancia, hecho que queda patente en la asociación de determinados animales a los dioses: el Minotauro, la lechuza… c. Los ciclos de la cosecha y su relación con las estaciones son una constante preocupación, tal como lo demuestran los abundantes relatos que presentan el tema. Mito de Deméter y Ceres.
1.2. Religión indoeuropea
Las sucesivas invasiones de pueblos indoeuropeos, caracterizados por una sociedad patriarcal, guerrera y pastoril, trajeron consigo la introducción de nuevos elementos religiosos que se superpusieron a los ya existentes en las poblaciones autóctonas. a. Los dioses presentan una organización patriarcal presidida por un dios supremo de la luz, el cielo y sus fenómenos atmosféricos. b. La organización de las divinidades más relevantes en grupos de tres (tríadas) refleja la estructura jerarquizada de la sociedad indoeuropea. Normalmente una de ellas representa la soberanía jurídica, otra la fuerza y la última la prosperidad. c. El carácter guerrero de la sociedad indoeuropea se manifiesta en la existencia de divinidades relacionadas con la guerra.
2. Características DE LA RELIGIÓN ROMANA El término latino religio ha pasado a la mayoría de las lenguas modernas occidentales. Sin embargo su sentido clásico no es simple; indica, por un lado, la actitud respetuosa hacia el culto y, por otro, el vínculo que une a dioses y a hombres. Por supuesto, a lo largo de su historia, esta religión experimentó cambios y recibió múltiples influencias externas, pero en lo fundamental se mantuvo casi invariable durante muchos siglos.
2.1. Períodos de la religión romana
Para aproximarnos a esta religión, debemos distinguir diferentes etapas, paralelas a la historia de la sociedad romana: a. Origen de Roma – final de la IIª Guerra Púnica. En este período se establecen y consolidan los ritos y las instituciones religiosas; se rinde culto a una serie de divinidades autóctonas, los dii indigetes (Júpiter, Marte, Quirino, Jano, Vesta, Juno, Fauno, etc…); se incorporan también dioses de origen itálico y etrusco (Minerva, Venus, Vulcano, Apolo…) b. Final de la IIª Guerra Púnica – final de la República. Es el comienzo de una serie de grandes cambios en la religión romana. La influencia griega se hace sentir de manera evidente: el panteón romano recibe a los dioses del Olimpo griego, identificando a sus antiguos dioses con éstos. Con la crisis del Estado, también entra en crisis la religiosidad romana y, en consecuencia, caen en desuso algunos de sus cultos más antiguos. c. Época imperial. Durante el principado de Augusto se realiza una labor de restauración de las tradiciones religiosas, pero ello no puede parar el fuerte influjo de cultos orientales que invade el mundo romano. Las nuevas religiones, como el cristianismo o los cultos de Isis, Osiris o Mitra, prometían a sus iniciados felicidad completa y una vida eterna después de la muerte. Los romanos, inmersos en una profunda crisis política y social, abrazaron con furor estas doctrinas y se produjo un sincretismo religioso en el que convivían infinidad de cultos, a veces opuestos entre sí.
2.2. Características principales
Hay una serie de rasgos fundamentales que ayudan a explicar la originalidad de la religión romana: a. Doble naturaleza: conservadurismo y tolerancia. Por una parte, esta religión mantiene aspectos que se remontan a su pasado indoeuropeo, como el culto a los árboles, al fuego generador y a Prohibida la reproducción total o parcial sin permiso escrito del editor
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las armas, y la estructura tripartita de las funciones divinas, asociadas a la tríada de dioses más antiguas. Por otra parte, muestra una actitud de tolerancia ante las influencias externas ya que no se trataba de un sistema cerrado, sino de un politeísmo abierto. b. Importancia del culto y el ritual. Se basa en el estricto respecto hacia ritos y ceremonias transmitidos por los antepasados como un conjunto de valores morales. No procede de una revelación divina ni de la enseñanza de profetas. No contiene dogmas ni está recogida en libros sagrados. c. Concepción abstracta y funcional de sus dioses. Cada divinidad estaba ligada a una actividad humana concreta, reflejo del carácter profundamente práctico de los romanos d. Carácter histórico de las leyendas romanas. Sus protagonistas no eran los dioses sino los hombres que forjaron Roma en sus orígenes. e. Estrecha relación entre Estado y religión. Es el Estado el que regula los cultos y administra los colegios sacerdotales. La veneración a sus dioses se hacía en tres niveles: el culto familiar o privado (sacra domestica), el culto de las gentes o clanes familiares (sacra gentilicia) y el culto estatal o público (sacra publica). f. Paralelismo entre religión y derecho. El vínculo que los romanos establecen con sus dioses es parecido a n contrato. Cuando alguien hacía una petición a una divinidad, se establecía un compromiso (votum) una obligación de tipo jurídio por la que se prometía una ofrenda a cambio de la obtención de un beneficio. La base de este pacto era la fides, entendida como la confianza total de una persona hacia otra o hacia la divinidad; es el respeto a los compromisos contraídos.
3. LOS SACERDOTES. LAS FIESTAS RELIGIOSAS
3.1. Los sacerdotes
Entre los rasgos distintivos de la religión romana, hemos mencionado la estrecha relación entre religión y Estado. Los romanos creían que la suerte de su ciudad y, en definitiva, de todo su imperio, dependía del “estado de ánimo” de las divinidades. Por ello, para conseguir que los dioses les fuesen propicios y obtener así sus favores, consideraron necesario establecer una serie de instituciones religiosas encargadas de velar por el estricto cumplimiento de las cuestiones sagradas. Es así como aparecen en Roma, ya desde los primeros tiempos de su historia, los distintos colegios sacerdotales. Pero la relación entre religión y Estado iba más allá de lo puramente formal: la mayoría de los sacerdotes participaban activamente en la vida política de Roma ya que les era posible compatibilizar su función religiosa con el desempeño de alguna magistratura. Desde la mentalidad práctica de los romanos, éstos agruparon a los sacerdotes en colegios y les asignaron funciones específicas: así se aseguraba la mayor correción posible en el cumplimiento del culto a los dioses: • Rex sacrorum (1) – jefe de la religión estatal, al servicio del dios Jano. Con el tiempo fue desplazado de gran parte de sus funciones por otros sacerdotes. • Flámines (15) – Cada uno de ellos al servicio de una divinidad: el flamen dialis al servicio de Júpiter, que sustituía al rey en ausencia de éste y se le tributaban grandes honores y tenía puesto en el Senado, el martialis de Marte, el quirinalis de Quirino. • Pontífices (de 5 a 15) literalmente “los que hacen puentes”. Presiden a los demás sacerdotes, atienden el culto público oficial, confeccionan el calendario, controlan el riguroso cumplimiento de las ceremonias y asesoran en materia de religión. Al frente de ellos estaba el Pontifex Maximus suprema autoridad. Su poder es tal que los emperadores se reservaban este título. • Vestales (6) es el único colegio sacerdotal compuesto por mujeres, siempre de origen patricio. Responsables de mantener vivo el fuego de Vesta (diosa del hogar y, en este caso, protectora de la ciudad). Guardaban voto de castidad bajo pena de ser enterradas vivas. Eran muy respetadas y gozaban de grandes privilegios. • Salios (de 12 a 24) responsables de abrir y cerrar el período de campañas militares (de marzo a octubre) por medio de danzas rituales. Consagrados a Marte. • Feciales (20) llevan a cabo los ritos de declaración de guerra y de firma de los tratados de paz. Prohibida la reproducción total o parcial sin permiso escrito del editor
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También la religión romana disponía de sacerdotes para practicar el culto a los dioses de la naturaleza: • Lupercos (12) consagrados a Fauno, ejecutaban en febrero una serie de ritos para proteger de los lobos al ganado. • Arvales (12) consagrados a Dea Día, protegían los campos labrados por medio de una fiesta ritual que celebraban en mayo. Por último, los sacerdotes encargados de la predicción del porvenir eran: • Augures (de 3 a 17) intérpretes de los presagios celestes a través del examen del vuelo de las aves y del apetito de los “pollos sagrados” o por la observación de rayos, truenos y relámpagos. Participaban en la inauguración de ciudades y templos. • Arúspices de rango inferior, predecían el futuro por el estudio de las entrañas de las víctimas. De origen etrusco. • Decemviros (10) son diez varones encargados de las ceremonias sagradas. Tras consultar los Libros Sibilinos, proponían remedios (sacrificios, súplicas, construcción de templos, etc.) para solucionar los problemas que pudieran afectar a la ciudad.
3.2. Las fiestas religiosas
Además del servicio de los distintos colegios sacerdotales, los dioses contaban con una serie de días al año reservados para su culto. Estos días, llamados feriae, eran en realidad festividades religiosas en las que solían llevarse a cabo ceremonias rituales en honor a alguna divinidad. Las festividades principales eran: Las Saturnalia Dedicadas a Saturno, se celebraban en el mes de diciembre. Estaban marcadas por una alegría desenfrenada que invadía la ciudad. Se suspendían todas las actividades y se invertían los papeles sociales: los esclavos ocupaban el puesto de sus amos y viceversa. Se efectuaba además un intercambio de regalos. Las Lupercalia Celebradas el 15 de febrero en honor a Fauno, comenzaban con el sacrificio de un perro o de un macho cabrío. Los Lupercos, vestidos con un simple taparrabos, recorrían la ciudad azotando a la gente (en especial a las mujeres) con correas de cuero. Se creía que así favorecía la fertilidad. Las Liberalia En honor de Líber (Baco), tenían lugar en marzo. Se invocaba la protección sobre las cosechas. Se consumían unos pastelillos, liba, que vendían ancianas coronadas con hiedra. Las familias comían en las calles, frente a sus casas. A las fiestas religiosas debemos añadir otra modalidad de celebraciones, los ludi en los que se mezclaban ceremonias religiosas y competiciones de todo tipo.
4. CULTO PÚBLICO Y CULTO PRIVADO
4.1. Culto público
Para los romanos el fin supremo de la religión era asegurar a los hombres la benevolencia y el favor de los dioses. Pensaban que, para conseguirlo y mantenerlo, debían observar una serie de normas establecidas por los antepasados. La base de la liturgia romana consistía en plegarias acompañadas de una ofrenda o de un sacrificio o ambas cosas. Cada acción y aspecto relacionado con el culto estaban minuciosamente descritos; de este modo los romanos se aseguraban de que los dioses recibieran sus peticiones sin posibilidad de error. • Plegaria – consistía en una fórmula mágica (carmen) con la que el hombre intenta atraerse la voluntad divina, su satisfacción o su amistad. El oficiante que la pronuncia debe hallarse en estado de pureza.
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• Sacrificio – sacrum facere. El hecho de convertir algo en sagrado tiene como objetivo el conocer el estado de ánimo de los dioses, interpretar su voluntad a través de las entrañas de las víctimas, renovar su benevolencia y dar las gracias por los beneficios recibidos. Hay distintos tipos, públicos y privados, además de cruentos o incruentos. • Supplicatio – es un rito colectivo, decretado por el Senado ante circunstancias excepcionales (momentos de peligro crítico, grandes victorias militares); su finalidad era restablecer la armonía con los dioses. • Lustratio – es un acto de purificación simbólica con un carácter mágico y primitivo. • Devotio – era un acto de autosacrificio en el que un ciudadano entregaba voluntariamente su vida por la comunidad para obtener un triunfo.
4.2. Culto privado
La familia, núcleo esencial de la sociedad romana, participaba intensamente en los cultos domésticos; cada grupo familiar tenía uno propio, y su oficiante era el paterfamilias; además, compartían el culto a su antepasado común. Esta práctica, limitada a las familias patricias, se relaciona con el profundo respeto al mos maiorum. Aparte de la veneración al antepasado común hay otros objetos de culto privado que practicaba cada familia: • Lares – eran las divinidades tutelares del hogar, del fuego en torno al que giraba la vida de la familia. Velan por la prosperidad y la salud de las personas que viven en la casa. • Penates – de funciones muy semejantes, velan también por el bienestar de los miembros de la familia y son recibidos en ella por tradición. Se identifican con los intereses, afectos, alegrías y tristezas de la casa que protegen. • El Genio – no es exactamente un dios, sino una entidad divina que representa la fuerza engendradora del hombre. Se suele representar en forma de serpiente, y era exclusivo del varón.
5. LAS RELIGIONES ORIENTALES. EL CULTO AL EMPERADOR La religión romana, en continuo cambio desde sus orígenes, llega a una nueva etapa con el advenimiento del imperio. A pesar del intento de restauración de las tradiciones religiosas, llevado a cabo por Augusto, resulta imposible frenar el aluvión de nuevos cultos que, procedentes de Oriente, penetran en el mundo romano. La introducción de estos nuevos cultos se ve favorecida por la crisis religiosa en la que se hallaba inmersa gran parte de la población. Las clases altas de la sociedad, influidas por las corrientes filosóficas helenísticas, comenzaban a tener un claro rechazo hacia cualquier modelo de religión. Tres son los elementos distintivos que caracterizan a la religión en este período:
5.1. El culto a Roma y a sus emperadores
Si la ciudad recibía el tratamiento propio de una diosa, era lógico que sus máximos dirigentes fueran también divinizados. Se adopta así la costumbre de convertir en dioses a seres humanos, práctica denominada “apoteosis”. En Roma fue Julio César el primero que, ya en vida, era venerado como un dios con el nombre de Divus Iulius. Su divinización oficial le llegó a su muerte. Augusto sigue el ejemplo de César y pronto es divinizado como agradecimiento a su obra política y social. En los primeros tiempos del Imperio, sus sucesores sólo recibirán el título de dioses una vez fallecidos; sin embargo, ya en el siglo III, los emperadores quedaban divinizados prácticamente en el momento en el que accedían al trono. El emperador Diocleciano, a finales del siglo III d.C., dio un paso más y estableció un nuevo culto imperial: la adoración. Con este rito de la genuflexión, los súbditos rindieron homenaje a la divinidad del emperador.
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5.2. Los cultos orientales: el cristianismo
Roma siempre se había sentido atraída por oriente: su modo de vida, su exotismo y el misterio de sus religiones habían despertado la fascinación entre los romanos. Con la ampliación de las fronteras del Imperio van a llegar a Roma nuevas corrientes religiosas donde se propugnaba una unión mística entre el hombre y la divinidad. Destacan el culto a Cibeles y Atis, el culto a Isis y a Mitra y sobre todo el cristianismo. Esta religión surge en Judea con un carácter monoteísta, que excluía la posibilidad de culto a cualquier otra divinidad. La suerte que corrieron las primeras comunidades cristianas estuvo marcada por una implacable persecución ordenada por distintos emperadores como Decio y Diocleciano. La situación cambia en el año 313 con el Edicto de Milán del emperador Constantino que concede la libertad de culto a todos los habitantes del Imperio. El camino para la expansión del cristianismo ya estaba preparado. Hasta tal punto que Teodosio en el 392 declara el paganismo fuera de la ley y los antiguos dioses son los que pasan a ser objeto de persecución; los imponentes templos son destruidos o convertidos en iglesias, la libertad de culto prometida había sido ciertamente efímera.
6. HUELLA EN LA CULTURA OCCIDENTAL Habría que cerrar los ojos a la evidencia para negar las supervivencias paganas en el culto cristiano actual. El rito de las Saturnales influyó en el carnaval que se celebró en la misma fecha que las Lupercales. Igualmente la Navidad tiene mucha influencia de esa fecha en la que los romanos se intercambiaban multitud de regalos, fecha en la que los romanos celebraban el nacimiento del sol, el solsticio de invierno. Por último, la eucaristía cristiana sigue siendo una especie de sacrificio simbólico a su dios. En cuanto a la veneración de los emperadores, desarrollada a partir del alejandrinismo, continuó en las monarquías absolutistas al igual que en las dictaduras. Y los edificios construidos en su honor no dejan de asemejarse a multitud de templos del mundo romano. Por otra parte, siguen conservándose en la lengua castellana palabras como liturgia, abominar, monstruoso, milagro, genial que derivan del culto privado, o augurar, pontífice y auspicio del culto público.
7. BIBLIOGRAFÍA Referencias legislativas: ͳͳ Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato. ͳͳ Orden ECD/1361/2015, de 3 de julio, por la que se establece el currículo de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato para el ámbito de gestión del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y se regula su implantación, así como la evaluación continua y determinados aspectos organizativos de las etapas. Webgrafía: http://www.culturaclasica.com/ http://clasicas.usal.es/portal_recursos/ http://www.chironweb.org/
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