Mis Quince años
Misa de acción de gracias
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1. MONICIÓN DE ENTRADA La Iglesia te da la bienvenida N... y se junta con tus padres y amigos para celebrar contigo tus quince años. Esta celebración debe ser una acción de gracias por haber recibido la vida, así como una aceptación de los deberes que la vida lleva consigo, cuando la vives según el amor y los mandamientos de Dios. En este espíritu de fe, entonces, vamos a ponernos en la presencia de Dios, para reflexionar en la necesidad que tenemos de la misericordia divina y pedir perdón a Dios por nuestros pecados. 2. LITURGIA DE LA PALABRA Primera Lectura: Del Libro de Judit: 13. 18-20 En aquel tiempo Ozías dijo a Judit: «¡Querida amiga, que el Dios altísimo te bendiga más que a todas las mujeres! ¡Bendito sea nuestro Dios, que creó todo lo que existe, y que te ayudó a cortarle la cabeza al comandante de nuestros enemigos! Jamás olvidaremos tu valentía. ¡El poder de nuestro Dios será recordado para siempre! Que Dios te dé muchas riquezas, y permita que tu nombre sea también recordado, porque pusiste tu vida en peligro para librarnos de nuestros enemigos. ¡Gracias a Dios que pudiste llevar a cabo tu plan!» Y toda la gente gritó: ¡Amén! ¡Amén! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo (canto interleccional) Segunda Lectura: De la Primera carta a Timoteo: 4. 9-16 esperanza puesta en el Dios vivo, Salvador de todos los hombres, en especial de los creyentes. Recomienda todas estas cosas y enséñalas. No dejes que te critiquen por ser joven. Trata de ser el modelo de los creyentes por tu manera de hablar, tu conducta, tu caridad, tu fe y tu vida irreprochable. Mientras llego dedícate a la lectura, a la predicación y a la enseñanza. No descuides el Don espiritual que recibiste mediante una intervención profética, cuando el grupo de los ancianos te impuso las manos. Ocúpate de estas cosas y fíjate en lo que dije; así todos serán testigos de tus progresos. Cuida tu conducta y tu enseñanza; persevera sin desanimarte, pues actuando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Aclamación antes del Evangelio (Judit 13:18): R. Aleluya, aleluya.- Hija mía, que Dios altísimo te bendiga más que a todas las mujeres de la tierra. R. Aleluya, Aleluya.
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Evangelio de San Mateo: 25, 1-13 En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos la siguiente parábola: El Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: “Ya viene el esposo, salgan a su encuentro”. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: “¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?”. Pero estas les respondieron: “No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado”. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: “Señor, señor, ábrenos”, pero él respondió: “Les aseguro que no las conozco”. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora. Palabra del Señor. Honor y gloria a Ti, Señor Jesús. 3. RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES N... cuando eras una niña, tus padres y padrinos te trajeron a las aguas bautismales para ser iniciada en la vida nueva de nuestro Salvador, Jesucristo. En aquel momento hicieron una profesión de fe en tu favor y en tu nombre, la misma fe que ahora te trae ante este altar. Por lo tanto, la Iglesia ahora te pide renovar y confirmar este mismo compromiso de fe voluntariamente y con convicción. Sacerdote: ¿Renuncias al pecado, para que puedas vivir en la libertad de una hija de dios? Quinceañera: Sí, renuncio Sacerdote: ¿Renuncias a las seducciones del mal, para que el pecado no te esclavice? Quinceañera: Sí, renuncio. Sacerdote: Renuncias a Satanás, padre y autor del pecado? Quinceañera: Sí, renuncio. Sacerdote: ¿Crees en Dios Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? Quinceañera: Sí, creo.
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Sacerdote: ¿Crees en Jesucristo, su único hijo, Señor nuestro, que nació de la virgen María, padeció, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha de Dios? Quinceañera: Sí, creo. Sacerdote: ¿Crees en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos el perdón de los pecados y la resurrección de los muertos y la vida perdurable? Quinceañera: Sí, creo. Sacerdote: Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por medio del sacramento del agua y el Espíritu Santo nos concedió la remisión de los pecados, te guarde en su gracia para la vida eterna, en el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén 4. ORACIÓN DE LOS FIELES Sacerdote: Elevemos, hermanos, nuestras oraciones a Dios, nuestro Padre, por el bien de la Iglesia y la salvación de todos. R. Te rogamos, Señor. 1. Por la Iglesia en el mundo, para que sea portadora de la paz de Dios y predique al mundo entero la buena noticia del evangelio, roguemos al Señor. R. 2. Para que los jóvenes crezcan siendo fieles a Dios y permanezcan firmes en la esperanza, roguemos al Señor. 3. Para que N... pueda desarrollar todos sus dones, sepa valorar el esfuerzo de sus padres y educadores y corresponda con un gran espíritu de lealtad y sinceridad, roguemos al Señor. 4. Para que el Espíritu Santo le conceda inteligencia, entusiasmo y la sabiduría de Dios para hacer decisiones serenas y maduras, roguemos al Señor. Sacerdote: Que nuestra oración, Dios de bondad, suba a tu presencia y que nuestras peticiones obtengan fruto abundante. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 5. PROCESIÓN DE OFRENDAS Hoy, Señor, con estas ofrendas queremos poner en tus manos nuestro corazón y deseo de juventud: - Con la Luz y las flores te mandamos nuestro deseo de iluminar y llenar de alegría nuestras casas, escuela, familia, y pedimos prosperidad para ésta quinceañera. - Te ofrecemos, el pan, que quiere significar nuestro esfuerzo diario para construir un mundo más humano, más según Tú lo quieres; y este vino, queriendo mostrar con él, cómo se puede seguirte y quererte en medio de nuestros momentos de alegrías y juegos.
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- Y finalmente, ofrecemos a la quinceañera N... quien viene al altar del Señor para dar gracias por la nueva etapa de vida que comienza. Que ella pueda sentir siempre que su vida puede estar al servicio del otro. 6. BENDICIÓN Y CONSAGRACIÓN DE LA QUINCEAÑERA (después de la comunión) Papá: En este día tan especial, queremos a dar gracias a Dios por tantas cosas bonitas que hemos vivido en este sueño que lleva ya quince años. Mamá: En esta celebración queremos proclamar: gracias, Señor Dios, por habernos dado hijos a hijas como N.... Les amamos como Tú les amas, desde antes de que nacieran. Papá: La presentación a la asamblea de la Iglesia hoy de nuestra hija N..., es para nosotros tan importante como la de su bautismo, porque está pasando por una edad muy importante en su vida. Hoy nuevamente queremos consagrarla a Dios, entregarla a Él. Mamá: Con la familia de Dios aquí reunida te pedimos que siempre la lleves de tu mano y la libres de todos los peligros. Que Tú, Dios nuestro, le concedas realizar sus más hermosos sueños y ser muy feliz. 7. ORACIÓN DE BENDICIÓN DE LA QUINCEAÑERA (la quinceañera permanece de rodillas) Sacerdote: Señor, Dios nuestro, que buscas la alabanza de tu Nombre en toda la Creación, mira con bondad a tu hija N. en este día de sus quince años, a quien la fe de la Iglesia encomienda a tu providencia y protección y, así como tu Hijo, nacido de la Virgen, al compartir con agrado con los jóvenes, los miraba con cariño, así también, Padre, derrama sobre ella tu bendición, para que por su buena conducta entre los hombres, y con la fuerza del Espíritu Santo, sea testigo de Cristo ante el mundo y enseñe y defienda la fe que profesa. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. (Se acercan los padrinos con la biblia, rosario, medalla, anillo, corona y ramo de flores) Sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, que sometiste al hombre el mundo creado para que nos ayudáramos mutuamente por la caridad, dígnate atender a nuestras súplicas, con las cuales imploramos tu bendición sobre estos signos que usará tu hija N... en el día de sus quince años, para que siempre te reconozca a ti como el bien supremo y ame a sus hermanos con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
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8. ENTREGA DE LOS SIGNOS Querida N...: En este día tus padres y amigos te presentan dones y regalos con los que quieren expresar la alegría y la esperanza de un futuro mejor. Recíbelos como señal de amistad y úsalos para que te recuerden siempre que debes caminar en tu vida diaria conforme a las verdades y mandamientos del cristianismo. a) Aquí tienes tu Santa Biblia, cuya lectura ha de ser para ti "espíritu y vida" y encuentres en ella el ejemplo de las santas mujeres que supieron ser fieles al Señor. Y tu Santo Rosario para que en la oración encuentres la paz que viene de Dios. b) La Medalla de la Santísima Virgen María es el hermoso recuerdo de tu Evangelización y de tu primer compromiso con Cristo Nuestro Señor. Que esta medalla te recuerde la fidelidad que siempre le debes guardar hasta el fin de tu vida. c) Recibe el Anillo que siempre te habrá de recordar tu compromiso, no sólo con Cristo, sino también con la Comunidad Eclesial, con tus padres y con tus deberes patrios. d) En el día de tu bautismo tu cabeza fue ungida con el Santo Crisma y quedaste configurada a Cristo Sacerdote, Profeta y Rey. Hoy has de asumir el compromiso de compartir su misión de anunciar el Evangelio a la humanidad. Esta Corona de flores representa la pureza de cuerpo y de alma que siempre deberás llevar, a pesar de las graves tentaciones de la vida moderna. e) El Ramo de Flores que luego entregarás a la Virgen significa la ofrenda alegre y decidida de tu pureza, de tu consagración a la Santísima Virgen María. f) En la vida muchas veces pasamos por malos momentos. Que este Cojín te recuerde la alegría de los amigos y el soporte de tu familia para salir adelante ante cualquier inconveniente en tu vida.
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CONSAGRACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA (una vez concluida la Santa Misa, se acerca a María Santísima y entrega el ramo)
Ante ti, María, nuestra madre y ante tu hijo Jesús quiero dar testimonio de la obra que han hecho en mí. Quiero agradecerte por la alegría de tener una familia que comparte conmigo mis gozos y esperanzas. Gracias por la vida que fluye en mis venas dejándose sentir en cada gota de mi sangre. Gracias por el pan que diariamente pones en mi mesa. Gracias porque tengo un hogar y una cama en donde dormir. Gracias por tu compañía y siempre escucharme. Hoy, María de la Candelaria, con tu hijo Jesús en mi corazón, te pido humildemente que me enseñes a amarlo como tú lo amas para que sepa ofrecerlo, como tú, al Padre por mis necesidades y las de todo el mundo.
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Ayúdame, Madre, a entregarme al Padre y demostrarle así mi inmenso agradecimiento que hoy le vengo a manifestar. Hoy, Dios como buen padre protector me enseña un nuevo camino, lleno de ilusiones. Amén Gracias por acompañarme.
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