Micha ichae el L. WHITE, TE, De Jesús al crist istianismo. El Nuevo Testamento y la fe cristiana: un proceso de cuatro generaciones, generaciones, Estella, Verbo Divino, 2007 (598 págs. €50’96 sin IVA) Michael L. White es especialista de los orígenes cristianos, formado bajo la erudita compañía de los Meeks, Köster y Malherbe de Yale que tan rico legado han dejado para nuevas generaciones de estudiosos del Nuevo Testamento. El presen presente te libro libro es un relat relato o de los los oríge orígene nes s y del del desa desarro rrollo llo del del movie moviend ndo o crist cristian iano, o, pero pero «tal «tal y como como fue fue cont contado ado por por quie quiene nes s lo expe experi rim ment entaro aron» (10) (10) y se quie quiere re hacer acer,, por por tanto anto desd desde e una «cate ategoriz rización ión» cron ronológ lógica ica (12) que inc incluy luye un «enfoque gene generac racio ional nal» » (13) (13) que que se desg desgran rana a en cuat cuatro ro gene generac racio ione nes s que que abarcan desde el año ca 30 d.C. hasta el 190, donde se sugieren los primero primeros s esfuer esfuerzos zos por por configu configurar rar el que sería el canon canon del Nuevo Testamento. White despliega su enorme conocimiento del entorno histórico y social que dio cabida a Jesús y su mensaje. Se trata de ubicar su vida y obra en el contexto más amplio del mundo mediterráneo del s. I. Si algo tiene de novedoso esta obra es que sabe conectar la historia más general con acontecimientos más locales que aportan dinamismo a la historia de Jesús. Desde mi punto de vista, esta opción lo convierte en un excelente libro de texto de introducción al Nuevo Testamento. En el capítulo 4 White se centra en el judaísmo en Palestina y en la diáspora, describiendo los factores de cambio de la cultura y religión judías (89). Nos comparte acerca del carácter sectario que surge tras el exilio: samaritanos y judíos («judeos»), etc. (91). Se lleva a cabo un repaso general a las instituciones, partidos e intereses de esta época desde el punto de vista de los movimientos judíos en Palestina. White trata trata de introd introduci ucirr eleme elemento ntos s socioló sociológico gicos s que influyen influyen en cómo cómo la población percibía a estos grupos (105-6) La segunda parte se centra en la primera generación. Es decir, en el Jesús histórico, en el movimiento de Jesús, antes de que sus seguidores fueran conocidos como «cristianos». Todo ello con un rigor y análisis críticos que merecen la pena ser tenidos en cuenta: la necesidad de encontrar las fuentes orales más antiguas, como Q (154); la necesidad de conjugar lo histórico y lo teológico, etc. Tras estos comentarios White se adentra en el estudio de unas de las personalidades que más influyeron el cristianismo primitivo: el apóstol Pablo. White dedica un amplio espacio a su vida y misión (misión egea egea), ), unie uniend ndo o una una cro cronolo nologí gía a bási básica ca con con los los escr escrit ito os. El auto autorr presenta teorías diversas en cuanto a la composición de las cartas, lo que lo convierte en una obra útil de referencia.
Ahora se vuelve la mirada al mundo judío (la primera revuelta) y sus consecuencias. Hablamos ya de una segunda generación. De esta forma se estudian los evangelios en diálogo con el desarrollo histórico: es la búsqueda de la propia identidad, en un proceso de adaptación y resistencia frente al mundo romano (cap. 11). Con el capítulo 12 nos adentramos en la tercera generación, donde se aprecia el desarrollo de la secta a la iglesia. Este se analiza no sólo a la luz de la teología, sino con apoyo de la sociología, la arqueología, etc., lo cual nos hace profundizar en áreas que se habían separado en otros textos de naturaleza parecida. Es aquí que se estudian textos como el Evangelio de Tomás, la Didajé, 1 Clemente, etc. La visión resultante es más amplia y huye de cerrar el «canon» antes de su tiempo. Con el capítulo 15 llegamos ya a la cuarta y última generación. Se trata ahora de asentar unas líneas maestras que sean universales. La tarea es complicada, como apreciadas las tendencias regionales. Es un problema que ya conocemos: la dificultad de aunar diversidad y universalidad. Lo interesante del análisis de White es su descripción de las diferentes tendencias, así como sus observaciones en cuanto a lo que es ortodoxia y herejía. A pesar de lo escueto de su análisis, el autor muestra una comprensión fresca de estas tensiones, excesivamente unidas en la historia de la interpretación a la anterior propuesta de W. Bauer. White concluye su libro de forma algo abrupta, pero ya ha cumplido con el cometido que presentó al principio de su obra: recorrer cuatro generaciones hasta la formación del canon. La única pega que se puede poner a una obra de tal calibre es que el autor haya dejado de lado un tema tan importante en la predicación de Jesús como es el reino de Dios. Es desafortunado que ni siquiera se mencione una vez en el libro (una búsqueda en el índice final así lo demuestra). No estoy con ello proponiendo un hilo conductor distinto al que White propone, pero ciertamente mengua su calado teológico, al menos en lo que tiene que ver con las primeras generaciones de cristianos a las que hace referencia. La obra es de gran utilidad por los numerosos cuadros, «perlas» de conocimiento condensado que son además visualmente atractivos. Algo que se aprecia es el índice de materias al final del libro, lo que facilita una búsqueda rápida de información; costumbre que debería llevarse más a cabo en nuestra literatura especializada en castellano. En resumen, un libro bien escrito (y traducido) que contiene material muy valioso para cualquiera que quera adentrase en el estudio del Nuevo Testamento. Sergio Rosell