Mi Columna Del Lunes 18 02 2013

JUAN PAREDES CASTRO Editor Central de Política

Los “panzones” de arriba y de abajo El presidente Ollanta Humala pintó ayer al populoso distrito limeño de Ate como uno de los más abandonados por el Estado en sus necesidades de agua y alcantarillado, pero omitió responsabilizar responsabilizar a Sedapal de la “vergüenza” que le producía tal situación. Inclusive narró cómo en distintos períodos de gobierno dirigentes locales inescrupulosos extorsionaron y coimearon a sus propios vecinos impunemente con el cuento del agua. El problema es que Sedapal no es ajena a la politiquería, ineficiencia ineficiencia y corrupción a baja y alta escala que rodea el histórico cuento del agua no solo en Ate sino en Lima Metropolitana y el resto del país. Sedapal no viene de la noche de los tiempos pero si de épocas en que los gobiernos pudieron haber hecho de esa empresa un modelo de gestión óptima del más caro y preciado de los recursos: el agua. Si Humala quería hablar en Ate del truculento cuento del agua tenía que hablar de Sedapal. Y al hablar de Sedapal tenía que haber puesto por delante de todo el rotundo fracaso que esta empresa pública ha demostrado desde su creación. Así de claro y directo. Alí donde tenía que haber puesto contra la pared a Sedapal, el mandatario no tenía por qué caer en el zarandeo común del viejo divorcio entre el Estado y el pueblo. Era irse por las ramas. Tampoco tenía que descender en la innecesaria generalización de que hay “panzones (de arriba) que creen que el crecimiento económico lo hicieron ellos sin saber que eso pertenece al pueblo peruano”. Es cierto que nadie puede atribuirse la paternidad del crecimiento económico. Pero que unos y otros peruanos, arriba, al medio y abajo, sientan que son parte de la dinámica de ese crecimiento económico, económico, por sus inversiones inversiones o su trabajo a pulso, nada tendría que ver con sus características características corporales. Gordos y enjutos, sedentarios y atléticos, panzones y espigados, todos tienen derecho a las mismas oportunidades que ofrece el Perú de hoy. Contra la nueva ecuación sociológica presidencial, el panzón inversionista inversionista no es más ni menos que el panzón obrero, y viceversa. El panzón de arriba no puede ser visto como necesariamente malo ni el panzón de abajo como necesariamente bueno. Todo segregacionismo segregacionismo es pernicioso, más aun si contiene un propósito descalificador. descalificador. Siempre recordaremos a Luis Bedoya Reyes cuando alguna vez saludó el nombramiento de Javier Silva Ruete como ministro de Economía y Finanzas, llamándolo “gordito simpaticón”. El humor es siempre un buen recurso que salva al político y al gobernante de más de un embarazoso exabrupto. Nada le costaba a Humala tomar con sentido de humor las ínfulas de quienes en verdad se creen dueños del éxito económico peruano y tomar seriamente el tema de Sedapal en lugar de eludirlo en uno de los más dramáticos escenarios escenarios de la carencia de agua y alcantarillado alcantarillado en Lima: Ate Vitarte.

MALDICION DE QUIEN ¿No hay manera de privatizar Sedapal? Como si en la suerte de Sedapal pesara una antigua maldición estatista estatista no hay gobierno que no ceda a la tentación de mantener siempre las cosas como están. De Fujimori a Humala, pasando por Toledo y García, los argumentos siguen siendo los mismos. POPULISMO BARATO El cuento del agua es el mismo de ayer y hoy Ningún gobierno quiere sincerar el costo del agua. Prefiere asumir el pasivo de su subsidio. Estatismo mezclado de populismo. Y de qué populismo. El más barato y políticamente aprovechado que conocemos en todos los asentamientos asentamientos humanos.