INTRODUCCIÓN La finalidad de este trabajo es la de mostrar una visión de los problemas que resultan del debate actual entorno a la eutanasia, así como su clasificación y diversos aspecto de este. En donde la comprensión del término eutanasia ha ido adquiriendo el matiz específico de acto médico necesario para hacer más fácil la muerte a petición del enfermo o, incluso, la connotación de “homicidio piadoso”. Pero en el terreno de la eutanasia es esencial la precisión terminológica, la delimitación conceptual; ya que dependiendo de qué se considere como eutanasia se estará en disposición de aceptarla o no. En nuestra opinión, sólo será posible llegar a un acuerdo entre las distintas maneras de abordar la eutanasia si se logra establecer una significación precisa y clara que delimite el campo conceptual que estam estamos os trat tratan ando do;; de esta esta form forma, a, esta esta delim delimititaci ación ón podrí podría a ser ser la base base para para elaborar una regulación precisa que proporcione la seguridad jurídica, la libertad y la dignidad humana. En referencia al derecho de la persona a “morir con dignidad la propia muerte” destaca el conflicto de valores entre la “cantidad” y la “calidad” de la vida. En nuestras sociedades altamente tecnificadas son muchos los que se preguntan si es preferible preferible prolongar la duración de la vida a cualquier precio o renunciar a una mayor duración, asistida de modo artificial, para dejar a la naturaleza seguir su camino hasta una extinción digna y personalmente asumida. Debemos aprender a ver la muerte como algo natural. La actitud ante la muerte depende de la filosofía y las creencias de la cultura que se vive en la sociedad y que tiene cada persona. Este trabajo está dividido en tres capítulos. El primer capítulo trata sobre cómo ha ido cambiando con el paso de los años la idea de los antiguos habitantes, filósofos y médicos acerca de la eutanasia o muerte tranquila. A su vez, detalla algunos rituales realizados por tribus primitivas con la finalidad de deshacerse de algún miembro de su familia o grupo social. El capítulo siguiente, el cuál es el motivo de este trabajo, está basado en la definición de la eutanasia desde tres puntos de vista diferentes: médico, religioso y legal; así como la clasificación de la misma, la cual sufre diferentes variaciones dependiendo de a qué persona se le realice (neonatos, enfermos terminales, entre otros), cómo se realice, y bajo qué circunstancias.
En el últi último mo capít capítul ulo o abord abordar arem emos os acerc acerca a de los los dife difere rent ntes es casos casos que que se presentaron en el mundo con relación a la eutanasia. Ya que, hoy en día, se ha desarrollado desarrollado una gran polémica polémica en torno al derecho de la vida y el derecho a la muerte. Los partidarios del aborto, homicidio, suicidio, genocidio y eutanasia presentan una gama de argumentos que confunden a la población. Frente a este contexto, surgen diversas opiniones encontradas y cuestionamientos, producto de la circulación de información. Como por ejemplo: ¿Existe, realmente, el derecho a la muerte? veremos en el presente trabajo ciertas concepciones desde el punto de vista jurídico, social, filosófico, político y familiar que ayudaran de alguna manera a despejar ciertas dudas en torno al tema y además de ver la posición que toma el Perú y Lati Latino noam amér éric ica a con con resp respec ecto to a la prac practitica ca de la euta eutana nasi sia a y las las posi posibl bles es consecuencias si se practicara en el Perú. Tomando el ejemplo los países en los cuales se ha legalizado la eutanasia y cuales son los limites que estos han puesto para su práctica y terminaremos dando una conclusión de grupo respecto al tema.
ETIMOLOGIA DE LA EUTANASIA Etimología de la palabra “Eutanasia” La palabra eutanasia eutanasia viene del griego: eu = bueno; thanatos = muerte; por lo que de manera conjunta significa "buena muerte". El término filosófico que ha evolucionado con el tiempo y que actualmente sigue siendo motivo de un intenso debate ético que trasciende el ámbito de la medicina o la tanatología. En nuestra civilización civilización la eutanasia constituye constituye un desafío desafío desde el punto de vista ético y también legal. Algunos enfermos desahuciados piden que los dejen morir para que se acaben sus sufrimientos. Ahí se presenta todo un dilema no sólo para los médicos y familiares, sino también para la sociedad y los Estados modernos. Pero la Eutanasia halla eco en la cultura occidental: tras las ideas teóricas como las expuestas en Utopía, de Tomás Moro, surge en Inglaterra en 1935 cuando el doctor Killick Millard funda la Euthanasy Society con la finalidad de defender el
En el últi último mo capít capítul ulo o abord abordar arem emos os acerc acerca a de los los dife difere rent ntes es casos casos que que se presentaron en el mundo con relación a la eutanasia. Ya que, hoy en día, se ha desarrollado desarrollado una gran polémica polémica en torno al derecho de la vida y el derecho a la muerte. Los partidarios del aborto, homicidio, suicidio, genocidio y eutanasia presentan una gama de argumentos que confunden a la población. Frente a este contexto, surgen diversas opiniones encontradas y cuestionamientos, producto de la circulación de información. Como por ejemplo: ¿Existe, realmente, el derecho a la muerte? veremos en el presente trabajo ciertas concepciones desde el punto de vista jurídico, social, filosófico, político y familiar que ayudaran de alguna manera a despejar ciertas dudas en torno al tema y además de ver la posición que toma el Perú y Lati Latino noam amér éric ica a con con resp respec ecto to a la prac practitica ca de la euta eutana nasi sia a y las las posi posibl bles es consecuencias si se practicara en el Perú. Tomando el ejemplo los países en los cuales se ha legalizado la eutanasia y cuales son los limites que estos han puesto para su práctica y terminaremos dando una conclusión de grupo respecto al tema.
ETIMOLOGIA DE LA EUTANASIA Etimología de la palabra “Eutanasia” La palabra eutanasia eutanasia viene del griego: eu = bueno; thanatos = muerte; por lo que de manera conjunta significa "buena muerte". El término filosófico que ha evolucionado con el tiempo y que actualmente sigue siendo motivo de un intenso debate ético que trasciende el ámbito de la medicina o la tanatología. En nuestra civilización civilización la eutanasia constituye constituye un desafío desafío desde el punto de vista ético y también legal. Algunos enfermos desahuciados piden que los dejen morir para que se acaben sus sufrimientos. Ahí se presenta todo un dilema no sólo para los médicos y familiares, sino también para la sociedad y los Estados modernos. Pero la Eutanasia halla eco en la cultura occidental: tras las ideas teóricas como las expuestas en Utopía, de Tomás Moro, surge en Inglaterra en 1935 cuando el doctor Killick Millard funda la Euthanasy Society con la finalidad de defender el
derecho a una muerte indolora para aliviar o hacer breves los sufrimientos de pacientes terminales. Hoy, la eutanasia significa la acción médica por la que se provoca la muerte de una persona enferma. Precisamente lo que distingue la eutanasia en relación con el suicidio es el hecho de que se trate de una persona afectada por una dolencia grave e incurable, es decir, para la que la ciencia médica no pueda ofrecer alternativas. El suicidio asistido se relaciona vagamente con la eutanasia, pues éste se produce cuando alguien le da información y los medios necesarios a un paciente para que pueda terminar fácilmente con su propia vida. En el mundo, el médico Jack Kevorkian, conocido como “El doctor muerte”, ha sido sentenciado a 10 años de pris prisió ión n luego luego de que que fue fue hall hallad ado o culp culpab able le de asis asistitirr médi médicam cament ente e a vari varios os enfermos que así lograron su objetivo: morir. El Diccionario de la Real Academia la Lengua española la define como: 1. Definición Médica: Muerte sin sufrimiento s ufrimiento físico. 2. Acortamiento voluntario de la vida de quien sufre una enfermedad incurable, para poner fin a sus sufrimientos. Los criterios fundamentales utilizados en la definición son: a. Que se consider considera a “buena muerte muerte”” aquella aquella que se produce produce sin sufrim sufrimien iento to físico. b. Que con con ella ella se pone pone término término anticipado anticipado de la vida. c. Que está está referida referida a quien quien sufre sufre de una enfermed enfermedad ad incurable incurable.. d. Que Que es un un acto acto vol volun unta tari rio. o. e. Que tiene tiene por por objetivo objetivo poner fin fin al sufrimient sufrimiento. o.
LA EUTANASIA La definición más clara de eutanasia es la acción que por su naturaleza o en tal intención, intención, causa la muerte, muerte, con el fin de eliminar cualquier cualquier dolor. La eutanasia eutanasia se sitúa nivel de las intenciones y de los métodos usados. La eutanasia, considerada de manera objetiva, no es moralmente aceptable, a partir de enfoques verdaderamente humanos.
Una serie de factores concretos pueden ser individualizados como favorecedores de una tendencia creciente favorable a la eutanasia: el proceso de liberalización, la crisis mundial de los valores humanos, la absolutización de la libertad (libertinaje) de la persona que llega a afirmar que el paciente terminal tiene el derecho de disponer de su vida, si así lo desea. Si la práctica médica dedicara la debida atención, habría, a primera vista, pocos casos que se pudieran aducir como argumento en favor de la eutanasia; casi siempre habría mejores opciones disponibles para aliviar las molestias, si las técnicas modernas, la comprensión humana y la atención a los enfermos fueran universalmente puestas en práctica. Por ello, es labor del médico convertir su trabajo clínico y profesional en una actuación ética tendiente al logro de la felicidad del paciente, no sólo porque alivia el dolor, dándole un significado que tranquiliza: el médico virtuoso ha de tratar de ayudar al paciente a ser feliz. El ejercicio profesional de la medicina no podrá escapar ni rehusar el encontrarse con la experiencia dolorosa, el sufrimiento del enfermo siempre lo afecta y esta interacción es la que da origen a la simpatía que hace posible emerger al amor o amistad del médico por su paciente. No es posible que el médico se comporte como si el sufrimiento no existiera o como si no afectara para nada a la persona que lo padece; tal actitud sería desnaturalizada. Algo semejante acontece respecto a la muerte, la cual está siempre delante del hombre y debiera siempre tenerla presente; la bioética debe preparar también al médico y al enfermo para la muerte. De igual forma, se define como toda acción voluntaria que provoca intencionalmente la muerte de un enfermo, niño o anciano, sea o no a petición de éste. En sentido lato, eutanasia significa el hecho de provocar una muerte fácil y sin dolores a un paciente que está próximo a morir por causa de una enfermedad terminal. El mismo paciente puede inducirse la muerte sin el conocimiento ni la cooperación de otras personas. Puede también ser provocada por otros a petición del enfermo o con su consentimiento. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la eutanasia como aquella "acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente". El Diccionario de la Real Academia Española contempla la siguiente acepción de la palabra “Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él.”
CLASIFICACIÓN DE LA EUTANASIA La eutanasia tiene varias clasificaciones y son según las condiciones en que se presente. Para clasificarla son tomados en cuenta algunos factores: la voluntad del paciente, el estado del paciente y el que practica la eutanasia.
Por su finalidad • Eugenésica: Muerte a personas deformes o enfermas para no degenerar la raza. • Criminal: Muerte sin dolor a individuos peligrosos para la sociedad (pena de muerte). • Económica: Eliminación de enfermos incurables, locos, inválidos, ancianos, para aligerar a la sociedad de personas inútiles que suponen elevados costos económicos, sanitarios y asistenciales. • Piadosa: Por sentimiento de compasión hacia el sujeto que esta soportando graves sufrimientos sin ninguna esperanza de sobrevivir. • Solidaria: Muerte indolora a seres desahuciados con el fin terapéutico de utilizar sus órganos o tejidos para salvar otras vidas.
Por la modalidad de acción • Eutanasia Activa: Muerte del paciente en etapa terminal, solicitada por éste y provocada por la acción positiva de un tercero. • Eutanasia Pasiva: Muerte de alguien por omisión de un tratamiento terapéutico necesario (benemortasia: el bien morir. Interrupción de la terapia con la finalidad de no prolongar los sufrimientos de un paciente que ya no tiene esperanzas).
Por el contenido volitivo • Voluntaria: Es la que se realiza por petición de la víctima, ya sea por reiteradas e insistentes peticiones, o al menos con su consentimiento informado, expreso.
• No Voluntaria: Muerte a un ser humano que no es capaz de entender la opción entre la vida y la muerte. • Involuntaria: Es la que se impone a un paciente en contra de su voluntad, contraviniendo sus propios deseos, pero nunca actuando en contra de sus intereses. Impuesta.
Por la intención • Directa: Provocación de la muerte con medios certeros (inyecciones letales, etc.). • Indirecta o lenitiva: Se suspenden tratamientos o se les dan tratamientos que solo mitiguen el dolor y no produzcan ninguna mejoría, por lo tanto la consecuencia es la muerte.
OTRAS CONCEPCIONES DE LA EUTANASIA
ASPECTO RELIGIOSO En la actualidad, los principios de índole religioso poseen una importancia relevante en la población .De esta manera, sus actitudes cotidianas, en la mayoría, están determinadas por la normas dictadas por el Magisterio de la Iglesia. En esto se manifiesta la gran valía de la vida humana, además, de la dignidad del hombre procedente del creación hecha por Dios. Por ello, la rotunda negativa de la religión católica por considerar a la eutanasia un atentado contra el Creador, por ende un pecado contra él .En otras palabras, sus argumentos se centran en la fe cristiana, que es el pilar para esta concepción; estas son invariables al tiempo y a las circunstancias y manifiesta una preocupación por todo lo concerniente al ser humano.
La doctrina tradicional El papa Pío XII en un discurso pronunciado el 24 de noviembre de 1957 afirmó que uno no está obligado a usar medios extraordinarios, tratándose de intervenciones médicas, para salvar o prolongar la vida propia. Dice el papa: “Pero moralmente uno está obligado a usar sólo medios ordinarios de acuerdo con las circunstancias de personas, lugares, tiempos y culturas, es decir, medios que no implique una molestia grave para uno mismo o para los demás. Una obligación más estricta sería demasiado onerosa para la mayoría de la gente y haría demasiado difícil el alcance de un bien más elevado y más importante. La vida, la salud y todas las actividades temporales se encuentran, de hecho, subordinadas a los fines espirituales”. La Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe dio a conocer el 5 de mayo de 1980 un documento titulado Declaración sobre la eutanasia. El documento afirma que en tiempos pasados, los moralistas sostenían que “…uno nunca está obligado a usar medios ‘extraordinarios’… lo cual, como principio, es aún válido”. Con todo, de acuerdo con el documento, esta observación “es quizá menos clara hoy día por razón de la impresión que da el término y por el rápido progreso que se ha hecho en el tratamiento de los enfermos. Por ello, algunos prefieren hablar de medios ‘proporcionados’ y medios ‘desproporcionados’”. Entonces, hay que juzgar si los medios se ajustan o no a los resultados que pueden esperarse. Para facilitar la aplicación de esta norma el documento hace las siguientes aclaraciones: “… no se puede imponer a nadie la obligación de recurrir a una técnica que ya está en uso, pero que conlleva su peligro o molestia. Tal rechazo no equivale a un suicidio; por el contrario, se debería considerar como una aceptación de la condición humana, o como el deseo de evitar la aplicación de un procedimiento médico desproporcionado a los resultados que pueden esperarse, o como el deseo de no imponer excesivos costos a la familia o a la comunidad”. La Declaración se refiere a la decisión de un paciente adulto. Pero pueden aplicarse los mismos principios a personas que están autorizadas para tomar una decisión con respecto al tratamiento de un niño. Habría que tomar una precaución. Quienes van a tomar la decisión deben esforzarse con sinceridad por ser tan objetivos y sinceros cuanto sea humanamente posible en la valoración del caso. No deben estar motivados en forma indebida por sus intereses y comodidades personales.
ASPECTO SOCIAL En el ámbito social se consideran diversas opiniones; la sociedad al estar marcada en diversas clasificaciones o grupos sociales, muestra a con respecto a este tema diferentes posiciones.
PUNTOS DE VISTA DE LA EUTANASIA EL PUNTO DE VISTA LEGAL En el tema de la eutanasia se hace evidente la necesidad de un cambio legislativo que dé cabida a las nuevas realidades tecnológicas, aunque, como suele suceder en la mayoría de los casos, el derecho va a remolque de la realidad social, donde se ha registrado cierto grado de consenso con respecto a este tema, lo que lleva a considerar urgente una nueva legislación o un cambio en la existente. Por eso, existe hoy en día una insistencia en la legitimidad de la eutanasia, especialmente intensa en organizaciones a favor de la eutanasia. Sin embargo, aunque parezca lo contrario, no se han dado muchos pasos en favor de la legalización de la eutanasia. Lo que se ha pretendido en E.E.U.U (el famoso Bill of Rights, Cartas de los derechos de los enfermos de los hospitales de E.E.U.U), o los proyectos presentados en algunos países europeos no es la legalización de la eutanasia, sino el reconocimiento del derecho del enfermo a una muerte digna y a oponerse al encarnizamiento terapéutico. En el Perú, el marco normativo en vigor nos desvela un claro enfrentamiento entre el derecho a la vida y el derecho a una muerte digna. Poder elegir libremente una muerte digna es tenido como un derecho individual, muy reivindicado en las sociedades actuales y considerado como una cuestión que afecta a la calidad de vida. En la Ley General de Sanidad 14/86 de 25 de Abril, se establece como principio general el consentimiento informado del paciente en cuanto a los tratamientos a seguir y a su posible interrupción.
Aspecto importante será el concepto de dignidad de la vida humana, básico en el sistema legal español. La Constitución menciona la dignidad humana, junto con la libertad, entre los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico. El código Penal no acepta la eutanasia, siendo castigado el auxilio al suicidio, e incluso su inducción. Sin embargo, en los códigos en que se incorpora la figura del homicidio a petición de la víctima, el consentimiento de ésta actúa como atenuante de la pena. A tenor de lo establecido en la Legislación vigente, en nuestro país la eutanasia se considera como ayuda al suicidio o bien como suicidio consentido, y tiene en nuestra normativa el mismo tratamiento que el homicidio simple, a través del Homicidio Piadoso. Por lo tanto, está claro que el derecho a la vida puede entrar en colisión con otros derechos.
EL PUNTO DE VISTA RELIGIOSO En este punto nos vamos a centrar más concretamente en la postura de la Iglesia católica, ya que es una de las de mayor peso moral por el número de sus miembros y por ser la que con mayor dinamismo sigue la evolución de los problemas éticos humanos y más frecuentemente se manifiesta a través de las Encíclicas de los Papas, Declaraciones de Obispos, Conferencias episcopales etc., es decir, haciendo declaraciones que podemos llamar institucionales además de las opiniones expresadas libremente a título personal por teólogos moralistas filósofos o escritores. La postura de la Iglesia católica sobre la muerte se puede definir en una serie de postulados: La vida humana plena y digna es la que ve el hombre como una criatura de Dios y con un sentido transcendente de su existencia. El dolor como experiencia desagradable del vivir tiene un sentido para el cristiano. Demuestra la limitación de la naturaleza humana, le recuerda la existencia de Dios y aceptado voluntariamente le permite purificarse y acercarse a Él. Esto no obsta
para que se alivie en todo lo posible según su capacidad física y psíquica para tolerarlo. La muerte no es un episodio limitado al final de la biografía del hombre. La muerte debe ser vista en el conjunto del plan de la vida en este mundo y como un tránsito a otra vida. Desde un punto de vista ético, la Iglesia católica siempre ha estado y sigue estando en contra de la eutanasia activa. No así de la pasiva que ya aceptó en 1957. Sin embargo el planteamiento moral ha variado, planteándose actualmente el tema de la ética como un conflicto de valores: El problema relativo a la obligación moral de dejar morir a un hombre o de tener que respetar el pretendido derecho del enfermo a morirse o a acelerar la llegada de su muerte.
POSICIONES A FAVOR Y EN CONTRA DE LA EUTANASIA ARGUMENTOS A FAVOR Fin del sufrimiento. Aunque el dolor pueda controlarse de manera relativamente eficaz hoy en día, algunos otros sufrimientos persisten, como la pérdida de control sobre su cuerpo con la consiguiente pérdida de autonomía y degradación de la calidad de vida. Legalizar o despenalizar la eutanasia permite practicarla dentro de un marco médico que podría limitar los riesgos de su práctica clandestina. •
•
El concepto de 'dignidad humana' se usa tanto a favor como en contra de la eutanasia. Cuando se usa a favor se esgrime el derecho a elegir libremente el momento de la muerte dado que la enfermedad se percibe como una degradación inaceptable de la condición del paciente. •
El concepto de libertad se usa también refiriéndose a la libertad que tiene el ser humano sobre su vida y su cuerpo y, por tanto, sobre las decisiones que se relacionen con ellos. •
Algunos argumentan que es legítimo considerar que los recursos médicos deben dirigirse prioritariamente a pacientes cuya vida pueda salvarse (o a cubrir otras necesidades sanitarias) y no a tratamientos costosos para aquellos que ya no tienen grandes expectativas de vida. •
JURÍDICOS La despenalización de la eutanasia no significa obligatoriedad absoluta. No se puede imponer el criterio de un conglomerado al ordenamiento jurídico de todo un territorio, por lo que el derecho debiera asegurar los mecanismos para regular el acceso a la eutanasia de los pacientes interesados que cumplan unos requisitos especificados legalmente; así como de la legalidad y transparencia de los procedimientos. La sociedad moderna basa su ordenamiento jurídico en la protección de los derechos humanos. En este sentido, cada enfermo tiene derecho a decidir, informadamente, sobre los asuntos que pertenecen a una esfera tan privada como su cuerpo; y en virtud de esto, decidir cómo quiere seguir -o no seguir- viviendo. En la eutanasia se puede escoger el tipo de muerte que se le da al paciente.
ARGUMENTOS EN CONTRA Se esgrimen en muchos casos razones de orden moral que conciernen de manera general el homicidio y el suicidio. La inviolabilidad de la vida humana dentro de algunas tradiciones religiosas se basa en la concepción de la vida como un don de Dios sobre el que el hombre no puede disponer libremente. Algunos cristianos llegan incluso a considerar que el sufrimiento humano tiene un valor positivo para el enfermo terminal en la medida que lo acerca del sufrimiento de Cristo. Incompatibilidad con una cierta visión del objeto de las profesiones de la salud, por ejemplo la que aparece en el juramento de Hipócrates. •
•
Es cada vez más innecesario recurrir a la eutanasia ya que los cuidados paliativos logran controlar cada vez mejor el dolor y el sufrimiento. •
Hay un desfase entre la polémica y la realidad de los enfermos. Estos últimos se preocuparían mucho menos por la cuestión y no la considerarían como una opción en la mayoría de los casos. •
•
Conlleva diversos riesgos:
si el enfermo es incapaz de decidir, la decisión debe tomarla alguien más;
algunos enfermos podrán desear morir porque sufren de depresión clínica;
razones financieras pueden llevar a presionar al enfermo para tomar la decisión;
la libertad real del enfermo puede estar comprometida antes presiones morales del entorno cercano;
incapacidad para cambiar de opinión a partir de algún momento;
confusión entre el sufrimiento del paciente y el de su entorno.
Yendo aún más lejos, algunos consideran la eutanasia como una puerta abierta a la eugenesia. •
CONFLICTO DE VALORES Si se decide que (en un determinado caso) la muerte es un mal menor que continuar viviendo, estamos realizando una ponderación entre dos valores que resultan contrapuestos: el de la vida y el de la cualidad de la vida. Es éste el principal problema de fondo de la eutanasia, sea cual sea el calificativo de la misma. En este mismo sentido opina J. Ferrater Mora: “Si la eutanasia, sea activa o pasiva, es considerada moralmente aceptable, es porque se proclama la obligación de aminorar los sufrimientos de una persona, y se afirma que esta obligación se halla por encima de la obligación de preservar la vida... Pero desde un punto de vista moral hay que reconocer que si la vida es deseable a toda costa, entonces no debería permitirse ni la eutanasia pasiva ni la activa, ni la involuntaria ni la voluntaria. Por otro lado, si se admite como una obligación superior al de aminorar el sufrimiento, entonces, y siempre que la persona en cuestión acceda a ello reflexiva y voluntariamente, sería deseable adoptar los medios más eficaces para alcanzar el indicado fin. En tales casos habría que considerar moral la práctica de la eutanasia activa”.
No obstante, es preciso insistir que esto es así siempre que no tomemos en consideración el punto de vista jurídico. Precisamente, la postura de la Asociación Médica Norteamericana antes citada, por ejemplo, se justifica si se tiene en cuenta que su declaración está hecha para tratar de proteger los intereses de sus afiliados, los médicos, proporcionándoles una cierta cobertura que les ampare frente a posibles reclamaciones legales. Es decir, para tratar de evitar posibles acusaciones de homicidio y sus responsabilidades pecuniarias, más que para establecer lo que mejor pueda convenir a los pacientes. Puesto que la eutanasia activa está prohibida por la ley en la inmensa mayoría de los países, es lógico que los médicos tengan presentes las consecuencias legales de lo que hacen. Pero, claro está, esto es válido solo a los efectos de cumplir con lo prescrito por el ordenamiento jurídico. Es decir, absteniéndose de considerar la doctrina tradicional (que consagra la validez de la eutanasia pasiva mientras rechaza la activa), como un punto fundamental de la ética médica e introduciéndola en una declaración oficial de ética profesional. En suma: planteándose que, en algo que afecta directamente a su práctica profesional, la ley refleja una doctrina moral que tal vez sea difícilmente defendible.
EUTANASIA EN EL MUNDO Actualmente existen empresas (fundaciones) que lucran con la muerte asistida, uno de ellos es la clínica Dignitas. Dignitas (Zurich-Suiza) es una de las grandes organizaciones en la que ayudan a morir personas. Ya se realizaron de casi 2.000 suicidios asistidos desde su puesta en marcha a finales de los 90, esta asociación fundada en 1998 por el ex periodista y abogado Ludwig Minelli (77), tiene como objetivo declarado permitir lo que denomina "el último derecho humano". Defiende y posibilita la decisión de miles de personas de morir sin el ensañamiento terapéutico que les prolongue innecesariamente la vida y sin que sus familiares enfrenten problemas legales por haber apoyado su deseo final. Sus críticos la acusan de haber instalado una rentable industria turística de la muerte. Claro que los viajes que organiza la clínica Dignitas atraen a los turistas más particulares del planeta: estos viajeros jamás regresan a sus hogares sino
que llegan a Zurich sabiendo que las imágenes de la capital financiera suiza serán las últimas que verán. Una vez en la clínica, se tienden en una cama, toman una dosis contundente de pentobarbital de sodio, ingresan en un coma profundo y a los pocos minutos una enfermera sentada en la cama junto a ellos disca el 117, el número de la policía local. Al rato se finalizan los trámites y el cuerpo del turista va rumbo al horno crematorio. Que pase el que sigue. Dignitas enfrenta una fama creciente, especialmente en Europa, donde trascienden los nombres de las personas que viajan a Zurich para que las asistan en sus suicidios. La Voz del Interior solicitó una entrevista a Ludwig Minelli, quien se excusó por falta de tiempo, pero pidió que la nota no dejara de resaltar que "Dignitas primero ayuda a la gente a vivir, aconsejándola a mejorar su situación. El 70 por ciento de quienes nos piden que les preparemos un suicidio asistido, no vuelve a llamar luego de que le decimos que ya hay un médico listo para prescribirle una dosis letal". Minelli dijo que "Dignitas es una organización diminuta, con una enorme carga de trabajo".
EL PROCESO Quienes quieren ser atendidos por Dignitas se contactan por teléfono o a través de su página web, http://www.dignitas.ch, contando por qué quieren terminar con su vida. Primero dice Minelli, vemos si no existe la posibilidad de que esa persona mejore sus condiciones para poder seguir viviendo. Si no es así, le pedimos que se una como miembro de Dignitas, pagando 200 francos suizos y una membrecía anual de 80 francos suizos". Luego deben enviar una carta con información médica reciente. Una vez que Dignitas da luz verde al caso, el paciente se reúne con alguno de los médicos que trabaja con la asociación. Este chequea la inexistencia de alternativas y comprueba que la persona discierne y realmente desea morir. En casos de enfermedades avanzadas, el paciente debe ser capaz de expresar "sí" o "no". Dignitas recomienda que cada persona se despida bien de cada ser querido. Cuando el paciente arriba a Dignitas, solo o acompañado, suele pasar unas horas conversando con alguno de los enfermeros que lo asistirán. Dignitas funcionó en varios departamentos de los que se fue mudando a medida que crecían las quejas
de los vecinos cuando veían la salida de numerosos ataúdes. Este año inauguró su nuevo domicilio, en una casa con jardín, a media hora del centro de Zurich. Llegado el momento, que generalmente es por la tarde, para evitar tener que dar aviso a la policía en horas de la madrugada, cada persona puede elegir una música en especial para escuchar en sus últimos minutos. Luego, en la cama, ingieren por sus propios medios (ayudados con pajitas o botones) un anti vomitivo y media hora después el barbitúrico que los dormirá. Cinco minutos después entrarán en coma profundo y después se detendrán sus corazones. Un acto final planeado, calmo y sin dolor. Cuando llegan las autoridades, Dignitas les muestra que toda la documentación está en orden y los cuerpos son llevados al Instituto de Medicina Legal. La mayoría de los pacientes elige la cremación y pide que sus cenizas sean enviadas a sus familiares o esparcidas en lagos o montañas de Suiza. El año pasado Dignitas asistió a su suicida número 1.000 y tiene una enorme cantidad de pedidos, principalmente de Inglaterra y Alemania, pero también de Australia, Estados Unidos, Canadá y España.
Una inquietud mundial. Dignitas es una asociación sin fines de lucro, que puede existir porque el Código Penal suizo, de 1918, establece en su artículo 115 que toda persona será encarcelada si induce a otra a cometer suicidio siempre que lo haga -aquí viene la brecha legal- por "motivos egoístas", como la obtención de una herencia. Como Dignitas no gana nada ayudando a morir a los demás, las autoridades suizas no pueden evitar su desempeño. Existen otras tres agrupaciones suizas que hacen lo mismo que Dignitas, pero sólo asisten a ciudadanos de su país y en sus propios hogares. Dignitas tiene hoy más de dos mil asociados que defienden su derecho a elegir las circunstancias de su muerte. Su director dice que el objetivo último de su asociación es desaparecer cuando todos los países permitan el suicidio asistido y ningún ser humano precise cruzar las fronteras geográficas para que alguien le ayude a traspasar la frontera final.
DERECHO COMPARADO MARC0 JURIDICO INTERNACIONAL
Actualmente sólo hay tres lugares en el mundo que permiten la eutanasia activa, Holanda, el Estado de Oregón (Estados Unidos de América) y más recientemente Bélgica. Existe una diversidad de posiciones legales referentes a la aplicación de la eutanasia; a continuación una síntesis de las posturas legales en algunos países de América y Europa:
ESTADOS UNIDOS El 16 de Noviembre de 1994, de legalizó la eutanasia en el estado de Oregon, bajo condiciones limitadas. Luego, el 7 de Marzo de 1996, la Novena Corte de circuito de Aplicaciones declaró: “cuando los pacientes ya no pueden perseguir la libertad o la felicidad y no desean tener la vida, el rigor del Estado en vigor para mantenerlos vivos es menos obligatorio.Desde 1997 la ley muerte con dignidad. Un adulto enfermo terminal tiene un interés fuerte en la libertad de elegir una muerte digna y humana, en vez de ser reducido a un estado de impotencia”. Esta decisión fue condenada por la Asociación Médica de Estadounidenses y por la Iglesia Católica Romana. Finalmente, en la actualidad, la condición legal de la eutanasia se rige solo en pacientes terminales.
AUSTRALIA En este país se decidió permitir la eutanasia activa, bajo cuidadosos controles. En una encuesta realizada en 1995, se llegó a la conclusión que el 81% de los adultos australianos apoyan la eutanasia. Una votación separada mostró que el 60% de los doctores y el 78% de las enfermeras favorecen la eutanasia. Asimismo, una votación adicional mostró que u 40% de 6500 congregaciones cristianas estaban de acuerdo con el suicidio asistido para enfermos terminales.
CAMBODIA
El 20 de mayo de 1997, la Corte Constitucional legalizó la eutanasia únicamente para enfermos terminales que hayan dado claramente su aquiescencia. Más, ahora, los jueces tendrán que escribir una reglamentación y evaluar cada caso separándolo.
HOLANDA La eutanasia en este país ha sido aprobada en el 2002, por el Parlamento. Los que se encuentran en contra afirman que un 16% de las personas que fallecen anualmente son matadas por los médicos; puesto que, se considera al paciente en estado crítico, y declaran que lo más prudente es acabar con la vida del enfermo, con el fin de no alargar su agonía. La eutanasia se empezó a utilizar, al principio, interrumpiendo el agua y los alimentos de tales pacientes; sin embargo, para hacerlo más rápidamente y sin sufrimiento, empezaron a utilizar las inyecciones letales, y los jueces toleraron esta práctica. A diferencia de otros países en Holanda no se le considera eutanasia a procedimientos como el suspender los tratamientos a petición del paciente; también se prohíbe aplicar tratamientos que sean médicamente inútiles, solo para buscar prolongar la vida. Mientras que en la mayoría de países es posible penar el uso de eutanasia hasta con doce años de cárcel, en Holanda las leyes justifican esta acción de acuerdo a diversas causas; por ejemplo, el Código Penal Holandés Art. 40 señala: “No será punible el que se viere obligado a cometer un acto debido a causas de fuerza mayor”. Esta ley, justifica a la eutanasia al ser usada en casos como condiciones físicas deficientes, estado vegetativo irreversible o la dolorosa y permanente experiencia en una sala de cuidados intensivos. La aplicación de la eutanasia es posible bajo diversas condiciones impuestas por la ley:
a.- Que el enfermo padezca el sufrimiento permanente e insoportable. Además de no dejarse de aferrar a su deseo de morir. b.- La decisión de morir debe ser por la libre voluntad del paciente, sin ser persuadido por nadie, y este perfectamente consciente de su situación y no haya posibilidades de mejora.
Se debe de tener en cuenta que en Holanda, el tema de la eutanasia, a sido llevado y estudiado durante años para su aceptación, además que los valores de dicho país son diferentes (y no por ello negativos), por tanto, debe ser respetada por los demás países.
JAPÓN Este país permite la eutanasia bajo cuatro restricciones: • El paciente sufre un dolor físico inaguantable • La muerte es inevitable e inminente • Se han tomado todas las medidas posibles para eliminar el dolor • El paciente ha expresado claramente su consentimiento.
BELGICA En Septiembre de 2003, Bélgica se convirtió en el segundo país en legalizar la eutanasia, al entrar en vigor la Ley relativa a la Eutanasia (Loi relative a l ´authanasie), la cual cuenta con 16 artículos y a diferencia de la ley holandesa, amplía el espectro de las personas a quienes es aplicable la eutanasia, ya que dentro de los requisitos para que el médico pueda llevarla a cabo: el paciente debe encontrarse en una “situación médica sin salida y en un estado de sufrimiento físico o psicológico constante e insoportable que no puede ser aliviado y que sea resultado de una afección accidental o patológica grave e incurable; y que el médico respete las condiciones y procedimientos prescritos por la ley.”23 Sin mencionar que deba estar el paciente en estado terminal, siendo suficiente el sufrimiento físico o psicológico insoportable causado por una enfermedad incurable. Los requisitos que la ley belga son los siguientes: • El paciente debe ser mayor de 18 años y estar mentalmente saludable. • El paciente debe solicitar la eutanasia de forma voluntaria, bien considerada y repetidamente. • El sufrimiento debe ser insoportable. • El paciente debe estar bien informado de su situación y de otras alternativas.
• Un segundo médico debe confirmar que la enfermedad sea incurable y que el sufrimiento sea insoportable. • El paciente siempre debe hacer su petición de eutanasia por escrito. • La eutanasia debe ser asistida por un médico. GICA:
DERECHO NACIONAL MARCO JURIDICO NACIONAL En nuestro país, la eutanasia aún no está legalizada; puesto que, si se comete “homicidio por piedad”, el código penal señala una pena privativa de la libertad no menor de 3 años. Existe un proyecto de ley que busca despenalizar la eutanasia, que implica dar muerte de una persona que se encuentra en estado de salud grave, genera polémica en el país. La primera reacción la formuló el decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), Walter Gutiérrez, quien expresó la necesidad de debatir sobre la posibilidad de dar una muerte digna a la persona que en estado consciente e informada decida morir."De lo que se trata en el fondo es el derecho a la dignidad, que significa no sólo vivir dignamente, sino también que sea la persona consciente y debidamente informada quien decida libremente por poner fin a su existencia y no someterse a situaciones que lo degraden físicamente", explicó."Lo que se discute es eso, hasta qué punto el Estado puede decidir sobre la vida de una persona, es decir, mantenerlo en vida cuando una persona ya ha decidido poner fin a su existencia", anotó en diálogo con RPP. La segunda reacción provino del decano de la Universidad San Pablo de Arequipa, Gustavo Vinatea, quien sostuvo que es importante entender que la Constitución Política señala que la persona y la defensa de su dignidad es el fin supremo de la sociedad y del Estado. El abogado afirmó que no existe el derecho a morir, así como tampoco el derecho a hacerse daño. Este proyecto de ley se discute en el Congreso junto a la propuesta para despenalizar el aborto cuando se trate de malformaciones en el feto (eugenésico) o se haya sufrido violación sexual. Nuestra legislación ante todo, está bastante arraigada a las leyes de la Iglesia, “Nadie tiene el dominio de la vida, y menos de la vida ajena, dado que el único que decide sobre la existencia de todo ser humano es Dios”. Entonces bajo premisa, la legislación nacional no contempla la eutanasia.
Además nuestra constitución señala que todo ser humano, sin excepción, tiene derecho a la vida, el respeto a su salud y su integridad como ser humano, por tanto seria, acabar con la vida de otro ser humano es un gravísimo delito. Esto incluye que, por tanto, deben de ser abolidas nociones como el aborto, la pena de muerte y la eutanasia. La vida humana es un proceso autónomo, y las decisiones sobre sí mismo es un proceso que se respeta, cada cual tiene sus propios valores y costumbres.
CONDICIONES PARA QUE SE PUEDA TIPIFICAR COMO DELITO DE EUTANASIA Las condiciones para que se pueda tipificar como delito de eutanasia son de gran importancia para que se pueda legislar en un futuro. Dichas condiciones son las que a continuación se detallan:
INCURABILIDAD: (ENFERMO TERMINAL) La incurabilidad es uno de los conceptos más dudosos. De una parte enfermedades que en un tiempo fueron incurables, se han vencido hoy, y no podemos afirmar que las que reputamos como tales, no podrán ser un día dominadas. Además ocurre con frecuencia que el médico ante un enfermo positivamente incurable, aquejado de cáncer en un periodo avanzado, practica una intervención quirúrgica a sabiendas de que no le salva, pero sí de que le prolonga la vida varios meses y aun años. ¿Debemos renunciar a ese periodo de existencia prolongada por estar herido el paciente de un mal que no perdona? En realidad, todos estamos condenados a la muerte en un plazo desconocido, pero cierto, prolongar la vida es vivirla. Para estas instituciones en que la muerte no es inmediata, la eutanasia no debe practicarse, aunque la enfermedad siga destruyendo el organismo y acabe al fin con la existencia.
Para Jiménez de Asúa, “existe la posibilidad de un error sobre el criterio de la incurabilidad por lo que no se debe basar la eutanasia sobre raíces tan inseguras”.
CONSENTIMIENTO DEL PACIENTE Según el escritor Italiano Felipe Grispigni, el consentimiento es una figura que no encaja en ninguna de las instituciones jurídicas conocidas y que por eso debe ser presentado como una entidad autónoma. El problema del consentimiento es un asunto que desborda de los limitados confines del homicidio piadoso y que precisa ser encarado ante todo, como tema general, atinente a toda clase de infracciones. Para Hoing dice que este asunto “solo puede ser resuelto frente al delito concreto” “la eficacia del consentimiento se acostumbra a hacer depender de sí el lesionado que consciente posee o no en el delito de que se trata, una facultad de disposición”. Pero la esfera en que la eficacia del consentimiento es la regla que está constituida por los derechos patrimoniales. Según Jiménez de Asúa “de aquí que por ser de interés público, la vida “no puede validamente consentirse en la propia muerte” ni en la “lesión de la propia integridad personal”. Para que se dé la eutanasia debe existir imprescindiblemente el consentimiento del sujeto paciente, el consentimiento del paciente carece de eficacia para transformar en licita la trasgresión. Las razones por las que se ha considerado en la doctrina que no es suficiente el consentimiento del sujeto paciente para transformar en lícita a la eutanasia en nuestro modo de ver son básicamente dos: Porque el derecho a la vida, como inherente a la persona humana, no supone que la persona pueda disponer libremente de ella, el hombre tan solo tiene el uso y usufructo de sus facultades, por lo que no pudiendo disponer de su vida, no puede ni derogar, renunciar ni delegar apelando a otro su derecho a vivir. Porque el suicidio con ayudante a ruego u homicidio con el consentimiento de la víctima no dejan de serlo a pesar de la anuencia expresa del sujeto paciente, porque no se trata de un delito privado, sino público, que incluso
en Roma se consideró un crimen contra el estado, porque se considera que lo que infringe la eutanasia es el orden público que es objeto del derecho penal.
La principal interrogante al tratar sobre el consentimiento del sujeto paciente, es de sí puede confiar en el resultado y en la decisiva voluntad del sujeto paciente de querer su propia muerte; las cuestiones que afectan a dicha pregunta van desde lo moral hasta lo jurídico, teniéndose que tener muy en cuenta el aspecto psicológico del sujeto paciente, ya que el consentimiento debe darse con motivo de la grave enfermedad que padece, entonces lo que debe observarse y tenerse muy presente es el momento en que debe darse el consentimiento el cual no debe estar viciado de ninguna naturaleza. No se puede aceptar bajo ningún punto de vista el consentimiento que se presta durante el trance doloroso que se considera insoportable y en el que no se puede considerar al sujeto paciente con la suficiente capacidad y conciencia para que dicho consentimiento pueda reputarse como valido y que no aparezca en su viva voluntad. El consentimiento debe ser prestado por el mismo sujeto paciente y no debe aceptarse el consentimiento que puedan prestar sus representantes legales: el padre o la madre en el caso de quienes ejerzan la patria potestad de un menor o incapaz; el tutor en el caso de la tutela legal o testamentaria y los abuelos y hermanos en el caso de que ellos sean los tutores legítimos. Aunque es necesario aclarar que al hablar de sujeto paciente estamos hablando de quien se encuentra en capacidad de ejercicio absoluta o sea que sea mayor de dieciocho años de edad, excluyendo en forma total a los menores y a los mayores de edad en estado de interdicción.
DIAGNÓSTICO MÉDICO Aunque la ciencia médica ha tenido grandes avances, aun la técnica de diagnosticar es muy difícil para los profesionales de la medicina, en la que los diagnósticos de las distintas enfermedades que existen varia de médico a médico, esto debido que aun las computadoras y maquinas no pueden brindar un diagnóstico que pueda superar a la experiencia y conocimiento de un profesional de la medicina. El diagnóstico médico para que se dé la eutanasia debe versar sobre puntos especiales tales como:
La enfermedad que sufre el sujeto paciente. El grado de la enfermedad, es decir si esta se encuentra en estado terminal o no, como lo puede ser, por ejemplo: una persona que padece cáncer en los pulmones en estado metasiasico. Tiempo aproximado de vida, el cual debe prever según el tipo y grado de enfermedad que se trate. Calidad probable de vida del sujeto paciente durante el tiempo que le quede de vida al sujeto paciente, la cual para que justifique la eutanasia no debe satisfacer la calidad mínima de vida digna que requiere y se merece toda persona. Es de gran importancia establecer que el diagnóstico médico favorable para la práctica de la eutanasia no debe recaer en un solo médico sino que es aconsejable que por lo mínimo sean tres, dada la importancia y posibles consecuencias que el mismo conlleva, dichos médicos deberán tener especialidad en el área de la medicina de que se trate la enfermedad que el sujeto paciente sufre y la decisión de ellos será unánime.
DOLOR INSOPORTABLE DEL PACIENTE El dolor es un hecho psicofísico eminentemente subjetivo, los médicos observan cotidianamente el padecimiento de los pacientes graves aunque es necesario señalar que es innecesario truncar una agonía cuya aparatosidad no es indicio de sufrimiento, y solo queda el caso del enfermo insalvable que pena con tormentos inaguantables y de los seres inútiles desprovistos de valor vital. Para Jiménez de Asúa “La muerte liberadora se apoya, no solo en el dolor, sino en la incurabilidad el mal que atormenta al paciente; y la muerte eliminadora se basa en el concepto de inutilidad”. Uno de los mayores problemas que se presentan con relación a la eutanasia es que se tiene que explorar el plano subjetivo, al momento de establecer que es un dolor insoportable del sujeto paciente. Aunque se puede asegurar que desde el punto de vista físico el dolor tiene un aspecto inicial positivo que actúa como señal de alarma, actuando como el despertador o alarma que nos avisa sobre nuestro estado de salud para poner nuestra atención en la enfermedad y curarla.
El dolor puede ser sentido por las personas de dos formas que son:
Factor físico: La contextura física de cada persona es diferente y ello es un factor predominante a la hora de soportar el dolor. Factor psíquico, moral o mental: La capacidad de soportar el dolor dependerá del estado mental de la persona, es decir si se posee una sanidad mental que le permita soportar el dolor. También influirá de gran manera el estado temporal emocional de una persona mentalmente sana puede hacer que una persona siente un dolor de una forma atroz, pero que no puede ser indicio de enfermedad mortal. Contrario a lo que comúnmente se piensa, desde el momento en que un dolor es insufrible, es cuando ya no se sufre, ha dejado de atormentar. El cuerpo humano tiene mecanismos que hacen desaparecer la sensibilidad cuando éste llega a su máxima expresión. Debido a los avances en la ciencia médica, los dolores por fuertes y tremendos que estos sean, pueden palearse y aun suprimirse con las terapias que hoy proporciona la ciencia, aunque esta tenga un costo económico.
MÓVIL COMPASIVO DEL SUJETO AGENTE Los positivistas Italianos introdujeron en el dolo, en el que incluían los clásicos únicamente voluntad y conciencia, un elemento más de gran significación: El móvil del agente y así ya el acto doloso se integraba. Es necesario recalcar que al derecho penal moderno debe atribuírsele la importancia destacada que el móvil asume; pero no es menos cierto que ya desde antes, el motivo tenía un papel relevante en la imposición de la pena. La comprobación y verificación del móvil compasivo del sujeto agente son imprescindibles, pues atrás de ese móvil aparente pueden hallarse otros motivos muy diversos entre ellos intereses propios. En el caso de que el sujeto agente sea un médico, lo pueden motivar la experimentación médico – científica o algún precio de recompensa por el acto o también la presión de sus preocupaciones profesionales o la intención de obtener camas libres para otros enfermos necesitados de ellas. Si el sujeto agente es un familiar del sujeto paciente, pueden motivarle muchas
circunstancias como por ejemplo: una herencia, el alivio de cargas económicas del tratamiento del paciente o pensar no tanto en el dolor del paciente sino en el dolor propio al observar al doliente de forma impotente sin poder ayudarlo. Es extremadamente difícil determinar el móvil compasivo del sujeto agente para justificar la eutanasia, aunque no se puede negar q ue habrá casos en los cuales si existirá un legitimo móvil compasivo del sujeto agente.
CONCLUSIONES, OPINION PERSONAL Y POSIBLES SOLUCIONES: Después de los conceptos, argumentos e investigación presentados en este trabajo puedo llegar a la conclusión de que el tema de la eutanasia maneja una índole ética más que cualquier otro aspecto, mi posición frente a la eutanasia es firme y clara, debe ser utilizada en casos extremos y estar contemplado en una ley, pero con condicionales que permitan que solo sea utilizada cuando en realidad es necesario y no como un método de escape a la vida, pues es la prudencia y la justicia las cualidades que deben primar en aspectos como este, pues si la propuesta es aprobada sin hacer la debidas especulaciones de las
consecuencias, podría llegar a ser un arma de doble filo que desangrara a nuestra sociedad con un mar de muertes sin sentido. Una comparación que es preciso realizar es la del homicidio, el homicidio como la eutanasia está penalizado, pero cuenta con ciertas excepciones en las que por motivos muy especiales se puede llegar a matar a alguien (defensa propia),sin que ello incurra en delito, hagamos cuenta que esta regularización no existe y que nos vamos matando los unos a los otros, ¿cuál sería el futuro de una sociedad en la que está permitido una acción como esta? .Pues de esta manera hay que pensar respecto a la eutanasia, porque al final los afectados serian los más débiles, quienes estarían en riesgo constante ante el pensamiento de ser una carga pesada e inútil para su familia y para la sociedad, y tendría el efecto contrario del esperado siendo un arma de intimidación social. Por ello el resultado de esta investigación y las conclusiones generales del trabajo se presentan en torno a un análisis de la ética y la moral de las personas, en las que cada individuo debe tomar conciencia de que en caso tal de que se lleve a cabo una ley de la eutanasia esta debe ser usada con sensatez y sopesando prioridades para que así los argumentos de los defensores como de los detractores formen un argumento único capaz de solucionar los problemas de una sociedad que busca el progreso y el desarrollo en diferentes ámbitos, pero un resultado verdaderamente satisfactorio, solo se dará cuando logremos entender que lógica y prudencia van de la mano hacia el camino del éxito.
ANEXO CASO
OCURRIDO
EN
ITALIA
Una mujer en el centro de un debate sobre el derecho a morir en Italia ha sido trasladada a una clínica donde se le permitirá morir tras haber estado 17 años en estado vegetativo. Eluana Englaro fue llevada en ambulancia a una clínica privada
ubicada en la ciudad de Udine, en el norte de Italia. El Vaticano y grupos anti eutanasia han rechazado fuertemente la decisión. En noviembre, el Tribunal Supremo de Italia dictaminó que los tubos de alimentación de Englaro podían ser desconectados, pero posteriormente el Ministerio de Salud le advirtió a las clínicas estatales que no lo hicieran. El Papa Benedicto XVI sumó su voz al debate sobre la eutanasia, a la cual denominó "una falsa solución" a la tragedia del sufrimiento. "La verdadera respuesta no se le puede dar a la muerte -incluso si parece algo tranquilizador- sino demostrar el amor que puede ayudar a otros a enfrentar el dolor y la agonía en una forma humana", dijo en su mensaje semanal. Sin embargo, el Papa no mencionó directamente a Englaro, de 37 años de edad, quien desde 1992 ha permanecido en estado vegetativo a raíz de un accidente automovilístico. Beffino, el padre de Eluana, ha sostenido una batalla con los tribunales italianos desde 1999 para que la dejen morir argumentando que ese era su deseo. Batalla legal La ambulancia que transportó a Englaro abandonó la clínica católica en la población de Lecco, cerca de Milán, a aproximadamente las 01:30 a.m. hora local (00:30 GMT) Una pequeña muchedumbre de activistas que se oponen a la eutanasia se reunieron a las afueras del edificio e intentaron impedir la salida del vehículo. | | En julio, un tribunal en Milán decidió que los doctores habían demostrado que el estado de coma de Englaro era irreversible. Esta instancia judicial también aceptó que, antes del accidente,
Eluana Englaro había expresado su preferencia de morir antes que ser mantenida con vida artificialmente. Fiscales apelaron en contra de la decisión judicial pero en noviembre, el Tribunal de Casación en Roma dictaminó que la apelación era inadmisible. Seguidamente, el Ministerio de Salud dio una orden que prohibía a todos los hospitales de la región que le retiraran los equipos de respiración artificial a Englaro, pero esta decisión fue anulada por otro tribunal en Milán el 21 de enero. Investigación Posteriormente, una clínica geriátrica privada en la ciudad de Udine -en el noreste del país- indicó que recibiría a Eluana Englaro y le permitiría morir. El ministro para la Seguridad Social, Mauricio Sacconi, dijo que el gobierno estaba investigando la transferencia. El ministro de Salud del Vaticano, el cardinal Javier Lozano Barragán, describió la decisión de trasladarla como "abominable". "¡Paren ese asesinato!", le dijo al periódico italiano La Repubblica. En Italia, la eutanasia no está permitida. Los pacientes tienen el derecho de negarse a recibir tratamiento pero no se les permite girar instrucciones por adelantado sobre el tratamiento que ellos desean recibir si quedan inconscientes. Según el corresponsal de la BBC en Italia, Duncan Kennedy, la probable muerte de Englaro no pondrá fin al debate sobre el tema en Italia.
BIBLIOGRAFIA • http://www.bioetica-debat.org/modules/news/article.php?storyid=98 • http://fuerzademocrata.bligoo.com/content/view/37455/Las-Religiones-en-elMundo.html • http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=eutanasia • http://www.monografias.com/trabajos/eutanasia3/eutanasia3.shtml • http://www.vidahumana.org/vidafam/iglesia/declaracion.html • http://www.monografias.com/trabajos/eutanasia3/eutanasia3.shtml • http://www.robertexto.com/archivo9/eutanasia.htm • http://www.adn.es/mundo/20080228/NWS-0734-Sarkozy-desfigurada-enfermadejen-morir.html • http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_4408000/4408665.stm • http://www.comayala.es/Proyecto/espa/pc4/eutanasia.htm
Peña Cabrera, Raúl; Instituto latinoamericano de naciones unidas para la prevención del delito, pág. 325 Pérez Valera, Víctor; Unión de universidades de América latina, pág. 152 Jiménez de Asúa, Luis, Libertad de amar y derecho a morir, pág. 416
• AA.VV: “Los valores en la Comunidad Autónoma del País Vasco y Navarra. Su evolución en los años 1990-1995”. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Vitoria, 1996. • AA:VV: “La realidad social en España 1995-1996”. Cires. Bilbao, 1997 • CASADO GONZÁLEZ, María: “La eutanasia: aspectos éticos y jurídicos”. De Reus. Madrid, 1994 • FLECHA ANDRÉS, José Román: “La pregunta moral ante la eutanasia”. Universidad Pontificia de Salamanca, 1984. • GAFO FERNÁNDEZ, Javier: “La eutanasia y el derecho a morir con dignidad”. Ediciones Paulinas. Madrid, 1984.
• GONZÁLEZ HERMOSO, Fernando: “Lección de bioética: la eutanasia”. Universidad De La Laguna, 1988. • RODRÍGUEZ RIOBOO, Francisco: “La idea de la muerte en la sociedad actual”. Univ. Complutense de Madrid, 1993. • URRACA MARTÍNEZ, Salvador: “Eutanasia hoy, un debate abierto”. Edit. Noesis S.L. Madrid, 1996.
con el marco teorico tienes q poner ctas textuales d 5 lineas aproximadamente dijo la profe y luego parafraceas en unas 3 a 4 lineas y despues comentas si compartes la idea dl autor o no ai un aprox entre 10 a 15 hojas y luego el marco conceptual si ya es mas facil una o dos hojas q va en relacion a tus variables
Noción
histórica
La eutanasia es uno de los temas más controversiales en la época actual. En transcurso de la los años se ha ido plantando esta nueva concepción. En 1935 se fundó la Sociedad Eutanásica en Inglaterra, y en 1938 el reverendo Charles Potter fundó en Estados Unidos la Sociedad Eutanásica de América. También en ese país y después de varios
intentos entre 1906 y 1938, se fundó la Sociedad Eutanàsica de Nebraska, la cual pretendía legalizar la eutanasia considerándola “la terminación de la vida por medios indoloros con el objeto de poner fin a los sufrimientos físicos”, lo cual no fue logrado. Más tarde, hubo un proyecto en el cual se promulgaba por la ortotanasia, que significa muerte normal y que se puede tener dos acepciones: la primera consiste en omitir la ayuda médica y dejar que muera el enfermo, en cuyo caso recibe el nombre de eutanasia por omisión. La segunda es una muerte justa y a su tiempo, la cual no se considera eutanasia y está dentro de los ideales éticos. También a la ortotanasia se le da el nombre de adistanasia. “Aunque generalmente se cree que la eutanasia comenzó a practicarse a gran escala por los nazis durante la segunda guerra mundial, la idea surgió originalmente en una obra de Jorst, El derecho a morir, publicada en Gottingen en 1985”. (POLLAR 1991, p. 29). A causa de las publicaciones de libros como de Kart Binding, Alfred Hoche y Jorst mencionado unas líneas atrás, se dio inicio a una gran polémica que culmino con la ley que consentía la eutanasia en Alemania en la década de los veinte y de los treinta. Esta medida no estaba revestida de afanes racistas, porque esta ley estaba prohibida de ser utilizada contra los judíos; solo era aplicada para casos de enfermos infructuosos y era considerada
como
una
prosperidad
para
la
sociedad.
La confusión terminológica tiene raíces de alcurnia. En el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, vigésima edición de 1984, se definía “eutanasia” como “muerte sin sufrimiento físico y, en sentido restricto, la que asó se provoca voluntariamente”; la autoridad de María Moliner, en el Diccionario de Uso el Español, edición de 1994, tras decir que es “muerte suave, sin sufrimiento físico”, asienta esta errónea
interpretación: “practicar la eutanasia: práctica de no escatimar las drogas suministradas un enfermo incurable, aunque con ello se abrevie su vida”, lo que, como se sabe, no corresponde a eutanasia, sino a una de
las
facetas
de
loa
mejor
Ortotanasia.
Comparando el pensamiento de los individuos de esta época con el pensar de la sociedad actual, se percibía a la eutanasia como una salida al sufrimiento causado por una enfermedad que causaba mucho dolor a quien la padecía y añadido a ello los motivos de compasión, de contención de los gastos y muchas otras excusas que lo único que hacían
y
hacen
es
denigrar
la
naturaleza
humana.
Si nos detenemos a meditar la situación durante un momento y nos preguntáramos: ¿es justo quitarle la vida a minusválidos o a los retrasados mentales por el gasto que ocasionan sus tratamientos? No creo imaginable, que alguno de los lectores expresaría un sí como respuesta. “En 1987, la Asociación Médica Mundial definió la eutanasia como el acto deliberado y contrario a la ética, de dar fin a la vida de un paciente, ya sea por su propio requerimiento o a petición de sus familiares” (Behar, 2004, p. 135). Interpretando esta definición de eutanasia, dada en un momento de la historia, podemos reafirmar la postura de la cual nos sostenemos al realizar este trabajo de investigación: la ética. “En el transcurso de tan sólo veinte años, en la política de los países occidentales se ha aceptado la eliminación de la vida humana no nacida; y ahora la opinión pública está aceptando gradualmente la eliminación de los ancianos y los enfermos (eutanasia)” (Haaland, 2002, p. 70). La realidad que nos ha tocado vivir a las generaciones presentes, es una realidad muy abstracta, en la cual se están perdiendo muchos de los valores inculcados hace décadas atrás.
POSICIONES A FAVOR LA EUTANASIA Se suelen presentar las siguientes razones en pro de la eutanasia:
1.- La vida de una persona que sufre de una enfermedad terminal ha venido a ser inútil para su familia, para la sociedad y para el mismo paciente. Una persona sana no debe cometer suicidio porque tiene muchos deberes para con su familia, la sociedad y su propio desarrollo. Por el contrario, una persona que sufre de una enfermedad terminal no tiene ya más deberes que cumplir, sencillamente porque se encuentra en incapacidad de hacer algo por sí misma o por los demás. Nadie saca ningún provecho de que su vida continúe, cargada como está con el peso del sufrimiento. Por tanto es razonable afirmar que tal persona se encuentra justificada para poner fin a su propia vida, por su cuenta o con la ayuda de los demás. 2.- Cuando uno se encuentra ante dos males, tiene que escoger el mal menor. La prolongación de un sufrimiento inútil es un mal mayor que el procurarse una muerte inmediata, que de todas maneras pronto iría a sobrevenir. 3.- Resulta inhumano e insensato conservar en vida a un paciente terminal cuando él ya no quiere vivir más, y una simple inyección podría poner fin a su lamentable estado, sin dolor. 4.- Una persona que no cree en Dios puede razonablemente concluir que el hombre es el dueño de su propia vida. En consecuencia, puede decidir libremente poner fin a su propia vida, por su cuenta o con la ayuda de otros, cuando ya no tiene más deberes que cumplir con respecto a su familia y a la sociedad. 5.- La libertad del hombre para obrar no debe cohibirse a menos que haya razones convincentes de que su libertad entra en conflicto con los derechos de los demás. Ahora bien, no puede demostrarse tal conflicto en el caso del enfermo terminal. Por tanto tal persona tiene el derecho a morir como ella escoja. 6.- La eutanasia voluntaria positiva es un acto de delicadeza para con la propia familia y para con la sociedad, ya que el enfermo terminal decide no seguir siendo oneroso para ellos prolongando su enfermedad, con los consiguientes costos y todo el trabajo de cuidar a un paciente enfermo de gravedad. Es mejor liberar los
escasos recursos médicos y financieros para que se empleen en curar a aquellas personas que pueden llevar una vida útil.
7.- Los creyentes sostenemos que Dios nos dio la vida. De aquí no se sigue que no podamos intervenir en ella, ya que Dios nos hizo sus admiradores. Es sensato, por tanto, pensar que Dios no quiere que suframos innecesariamente cuando podemos de manera fácil poner fin a nuestra desgracia.
POSICIONES EN CONTRA DE LA EUTANASIA 1.- La tradición occidental y la filosofía teísta se han manifestado contra la muerte directa de uno mismo, sea solo, sea con la ayuda de los demás. La razón principal en favor de esta posición es el que Dios pose el dominio directo sobre la vida humana. Somos administradores de nuestra propia vida pero no sus propietarios. Así como no podemos decidir el comienzo de nuestra propia vida, tampoco nos es lícito determinar su final. Aunque este argumento es válido con base en una filosofía teísta, quizás no convenza a todo mundo, tal vez ni siquiera a los creyentes. ¿Podría aducirse otra razón?
2.- A través de toda esta obra hemos venido usando la naturaleza humana racional como el criterio de moralidad. Hemos justificado la intervención en nuestra naturaleza cuando es posible probar que una tal intervención es razonable y sirve para promover nuestra dignidad humana. Preguntémonos ahora: ¿es la eutanasia voluntaria positiva una intervención razonable en nuestra naturaleza? ¿Constituye dicha eutanasia un factor humanizarte o deshumanizante para el individuo implicado y para la sociedad? ¿Qué razón puede aducir una persona a su médico para solicitarle que ponga fin a su vida? Tal razón puede ser la liberación del dolor, ya que el hombre posee un deseo natural de vivir y, precisamente, de vivir sin dolor y sin desgracia. Pero no resulta prudente ni sabio cortar el dolor poniendo fin a la vida. Sería una intervención más razonable tratar de aliviar el dolor más bien que matar al paciente. Por fortuna la medicina moderna es muy eficaz para calmar el dolor. Supuesto que es posible mitigar el dolor, parece ser más digno del hombre hacer esto que administrar al paciente una inyección mortal.
3.- Cuando hablamos de eutanasia voluntaria se presume que el paciente solicita libremente la muerte. Para evitar cualquier engaño o mala interpretación, la solicitud del enfermo debe obtenerse por escrito y con la firma en presencia de testigos. ¿Se encuentra un paciente, debilitado por una enfermedad terminal, de hecho en capacidad de valorar su propia situación y de hacer una petición con una mente lúcida? ¿Cómo pueden los testigos dar testimonio de que el enfermo hizo la solicitud de su propia muerte con mente sana y recta? Por tanto, existe el problema de la libertad en la toma de decisión ¿Se pueden eliminar las presiones? La posibilidad de abuso no es imaginaria sino muy real, dados los encontrados intereses financieros y de otros órdenes, de la familia del paciente y de la sociedad. 4.- Además, debe determinarse el tiempo exacto para la aplicación de la inyección mortal. Esto se parece mucho a una ejecución. La mayoría de los países acabaron con la pena de muerte porque es una forma muy inhumana de castigo. Es cosa cruel anunciara una persona la hora exacta de su muerte. ¿Queremos ahora nosotros introducir de nuevo dicha ejecución por medio de la inyección en forma masiva? Como dijimos antes, muchos Estados norteamericanos han aprobado leyes que determinan la ejecución de la pena de muerte por medio de una inyección. Admitiendo que existe una diferencia entre ejecutar a un criminal y 91 dar la muerte a un enfermo, con todo las deshumanizantes y horripilantes circunstancias de la ejecución y de la eutanasia son las mismas.
5.- ¿Además, quién va a aplicar la inyección mortal? ¿Van los médicos a aceptar el papel de administrar la muerte en vez de la curación?. Para quien va a aplicar la inyección no se requiere que sea médico, ya que el sencillo procedimiento puede ser aprendido por cualquiera, ¿Va entonces a existir una nueva profesión cuya tarea va a consistir- en dar la muerte, exactamente igual a los ejecutores de la pena de muerte que reciben una paga por su “servicio".
6.- No faltará quien diga que esta descripción de la eutanasia es exagerada o hasta sarcástica. No pensaríamos así. No puede pasarse por alto la realización concreta de la eutanasia. Teniendo en cuenta todas las circunstancias’, la eutanasia voluntaria positiva es deshumanizante. No es un, "morir con dignidad".