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17th September 2007
M acedoni o Vi l l afán: LOS H IJOS DE HILARIO
Macedonio Villafán: LOS HIJOS DE HILARIO [http://1.bp.blogspot.com/_lRO8RZyyyUo/R40VW8FmYKI/AAAAAAA AAHw/SEFWvk AA Hw/SEFWvkUXNqw/s1600UXNqw/s1600-h/macedonio.jpg] h/macedonio.jpg] Macedonio Villafán Broncano (Taricá,
Huaraz, 1949) es un narrador de atrevida imaginación que ha publicado el libro de cuentos Los hijos de Hilario (Unasam-Río Santa Editores, 1998), compuesto por siete cuentos de temática andina que explora la realidad social mediante lo mágico interpolado con el realismo crítico. Esta aparente contradicción es fácil de explicar si recordamos que tanto lo real maravilloso de Alejo Carpentier como el realismo mágico de Gabriel García Márquez utilizaban lo mágico, o más precisamente, la desbordante literatura oral de los pueblos americanos, como instrumento para expresar con mayor autenticidad y libertad creativa la realidad social que nos desborda a diario. Todo ello sin exceptuar el humor, la imaginación fantástica y cuantos recursos pudieran existir para hacer la lectura más apasionante y divertida. Si bien es cierto muchos discípulos asumieron lo mágico con criterio más bien diletante o puramente subjetivo, también hubo quienes emprendieron la renovación de la tradición realista de la literatura latinoamericana de modo creativo y con grandes aportes. En nuestro país han destacado últimamente, por ejemplo, Luis Urteaga Cabrera (El (El universo sagrado), sagrado), Arnaldo Panaifo (Shamiro ( Shamiro y otros cuentos), cuentos), César Calvo (Las ( Las tres mitades de Ino Moxo)) y Walter Meza (Morir Moxo ( Morir en Pucallpa) Pucallpa ) para la literatura amazónica; y Oscar Colchado (casi todos sus cuentos) cuen tos) y Rafael Gutarra (Tiempo (Tiempo de fuego y alegría) alegría) para la literatura andina (no olvidemos que antes lo hicieron hicie ron Arguedas, Scorza y muchísimos cultores no tan conocidos). Esta vez lo hace Macedonio Villafán, y aunque el prólogo de su libro advierte de una ver sión Esta sión indígena auténtica dentro dent ro del mundo andino, me parece que sus logros merecen escudriñarse desde otro ángulo. No creo que el problema prob lema que deba resolverse parta de la contradicción entre narrativa indigenista y nar rativa rativa indígena, porque nos enfrentamos a un texto escrito en castellano, cuyo lenguaje, estructura narrativa, género género y total composición (a pesar pesar de su temática andina y quechuizado español) lo inscribe dentro de la tradición literaria li teraria occidental. En el cuento Hilario Llanqui , mañana te fusilan la católicamente: el protagonista, quien fusilan la anécdota se resuelve muy católicamente: sería fusilado en breve, huye de sus captores que le disparan concienzudamente y no advierte sería advierte que su cuerpo ya es cadáver y que él sigue adelante como alma o espíritu. Algo parecido ocurre en Cena de difuntos: una viejita prepara prep ara la comida para las almas de los muertos, quienes se enfrentan a los soldados qu e han llegado en busca de subversivos. En ambos cuentos la presencia de la rebeldía popular es notable, aunque sus éxitos parecen dirigirse hacia el otro mundo y no a éste. El autor recrea el pensamiento fantástico andino en cuyo seno conviven la mitología católica de las almas con lo extraordinario de la imaginación andina. Sin duda, se trata de una versión que todavía subsiste en la sierra y que refleja a las claras sus orígenes impuros. En Fiesta grande se grande se mezclan las celebraciones costumbristas con el humor hacia la malhabida riqueza, producto del narcotráfico. Y Tantas amarguras por ella recrea una dramática discusión familiar que sorpresivamente se transforma en un duelo verbal amoroso. Sueños y viajes en las quebradas quebradas es más audaz en su concepción, y representa lo mejor del libro. Esfuerzos humanos, maldiciones de muertos y almas en pena se dan la mano para premiar la abnegación y la ternura de unos padres que, pese a los sinsabores de la vida, dan la cara al viento y a la muerte para seguir adelante. http://vi r huez- 1.bl ogspot.pe/2007/09/l os- hi j os- de- m acedoni o.htm l
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Macedonio Villafán: LOS HIJOS DE HILARIO
El tema de la inmigración está presente en Como árbol sin fruto. Y es una denuncia, además, contra las irresponsables cirugías que infertilizan a la mujer, algo caro de comentar en nuestro país, donde insensibles gobernantes han obligado a miles de madres, con mentiras y falsas promesas, a esterilizaciones con consecuencias lamentables. Finalmente, Requiem para Manuel Broncano es un cuento con la formalidad de una crónica que escarba en los rincones de la historia, los coolíes chinos y sus valientes rebeliones, la generosidad del poblador andino con sus alzamientos y, finalmente, el esclarecimiento de una leyenda. Curiosa manera de proceder para un autor que revela su inmersión en el mundo mágico andino sin la menor ingenuidad. El antepasado Manuel Broncano, dice la leyenda, fue llevado por los diablos a los infiernos. La voz corrió y se hizo parte de la literatura oral ancashina. La crónica reconstruye los hechos y explica el origen de la leyenda. Manuel Broncano, jefe de arrieros de una hacienda ancashina, es curado de una grave enfermedad por los chinos de la costa. Cuando éstos se levantan contra sus patrones, Broncano les brinda víveres y armas. Una vez culminado el alzamiento, Broncano es enjuiciado como cómplice. Intentan obligarlo a declarar contra sus propios patrones, inocentes en el caso, pero guarda silencio. Finalmente lo asesinan, y el cura esparce la voz de que los diablos se llevaron a Manuel Broncano. Así surge la leyenda, como encubrimiento. Esta lucidez del autor nos muestra que lo mágico no es más que un malentendido. En todo caso, no deja de ser instrumento o recurso literario y no una visión del mundo de validez en sí misma. Un último aspecto que vale la pena señalar es el referido al lenguaje, que caracterizamos como un español quechuizado. Los esfuerzos de Arguedas, a pesar de sus logros y novedades, fueron geográficamente limitados. Ciro Alegría nos mostró otros mundos y otra manera de enfocar el mismo lenguaje. Y Oscar Colchado ha logrado fluidez y un nivel poético inédito para el castellano ancashino. En este último terreno Macedonio Villafán ha sido demasiado fiel a la manifestación oral, lo que ha resentido un poco su escritura. Breves desencuentros que nos advierten que el problema del lenguaje peruano (y del estilo) sigue siendo un tema apasionante para muchos escritores. Publicado hace 17th September 2007 por Ricardo Virhuez
http://virhuez-1.blogspot.pe/2007/09/los-hijos-de-macedonio.html
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