EL YO DE LA LUJURIA
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INTRODUCCIÓN Escribe el Venerable, en su libro “La Gran Rebelión”: “Todo el mundo cree que se conoce a sí mismo y ni remotamente sospechan que existe la Doctrina de los Muchos”. Y luego añade: “Realmente el Yo psicológico de cada cual es múltiple, deviene siempre como muchos. Con esto queremos decir que tenemos muchos Yoes y no sólo uno, como suponen siempre los ignorantes ilustrados”. Por lo tanto (enfatiza el Maestro) “negar la Doctrina de los Muchos es hacerse el tonto a sí mismo, pues de hecho sería el colmo de los colmos ignorar las contradicciones íntimas que cada uno de nosotros posee”. Por otra parte, en la conferencia titulada “Lo que Somos y lo que Debemos Ser”, podemos leer sobre el punto lo que a continuación transcribimos: “Mucho se ha discutido sobre el Ego, innumerables teorías antitéticas se combaten entre sí; muchos son los adoradores del Ego, muchos son los secuaces del Alter-Ego. Para algunas escuelas el Ego es sagrado, para otras el Ego es dual; se habla del Yo superior y del Yo inferior, se dice que el Yo superior debe dominar al Yo inferior, lo cual es falso. Para poder hablar sobre el Ego con autoridad se necesita haber desarrollado el sentido de la Auto-observación psicológica; sólo así (y por experiencia directa) puede mencionarse con claridad meridiana al Ego, al Yo, al Mí mismo, al Sí mismo. Leer alguna teoría sobre el Ego, hacerla propia y luego defenderla a capa y espada, resulta en el fondo empírico; situarse en tal o cual escuela para accionar desde allí y reaccionar defendiendo la conciencia egoica, de hecho resulta ininteligente. Nosotros necesitamos saber qué es ese Ego, ese Yo que domina que domina al Cuerpo Vital y al Cuerpo Físico; sentar tesis sin experiencia directa es paradójico, incongruente, ilógico, no resiste en verdad un análisis de fondo”. Prosigue el Maestro Samael Aun Weor su disertación diciéndonos: “Podríamos usar la lógica deductiva o inductiva, los esilogismos, los prosilogismos, cualquier disciplina intelectual de Oriente o de Occidente para defender nuestras tesis con respecto al Ego (cada cual es libre de usar procedimientos de cualquier tipo para defender sus puntos de vista relacionados con la cuestión egoica), pero tampoco eso resulta en el fondo inteligente. Sólo en base a la experimentación directa y no indirecta, es como podemos en verdad sentar axiomas matemáticos con respecto al mí mismo, al Ego”. “Obviamente los mejores psicoanalistas, teosofistas, etc., han errado con respecto al Ego; cierto autor, hablando sobre el Ego Subliminal, falla lamentablemente. El Alter-Ego de los grandes espiritualistas tampoco resiste un análisis superlativo y trascendental, es teórico en el fondo; hasta la misma H.P. Blavastky erró en cuanto al Ego, le consideró divinal. Si ella hubiese experimentado la realidad del mismo, no habría defendido tanto la conciencia egoica”. En otra magistral conferencia (titulada “La Seriedad en el Trabajo Esotérico), el Mensajero de Acuario expone lo siguiente: “Obviamente, mis queridos hermanos, debemos comprender la Doctrina de los Muchos. Han dicho algunos que yo he tomado la Doctrina del Yo Pluralizado del señor Gurdjieff, y que cómo es posible que siendo el Avatara de la Era del Acuarius la tome de él. Se equivocan: no he tomado esa Doctrina de Gurdjieff, ni Gurdjieff es autor de esa Doctrina; Gurdjieff la tomó del Tibet (es una Doctrina tibetana) y yo la he tomado del Egipto de los Faraones, la conocí en Egipto y también la conocí entre muchas Escuelas arcaicas; los primeros que la enseñaron fueron los Avataras de la Lemuria. Así, pues, Gurdjieff la tomó del Tibet y yo la tomé de Egipto; no creo que sea un delito haberla tomado de Egipto, sólo que en el antiguo Egipto de los Faraones al Yo no se le decía Ego (Ego es un término latino), al Yo pluralizado se le llamaba «Seth», a todos los «Agregados Psíquicos» (citados por los tibetanos, no exclusivamente por el señor Gurdjieff) se les denominaban «Demonios Rojos de Seth». Sabíamos nosotros los egipcios (y digo nosotros los egipcios porque yo soy un egipcio, y este cerebro con el que estoy pensando y hablando estuvo 4.000 años bajo tierra aunque parezca increí-
ble) que Horus (nosotros no decíamos «Horus» sino «Aurus») fue capturado por los Demonios Rojos de Seth. Al hablar así queríamos decir sencillamente, queríamos explicar a nuestros devotos que los Demonios Rojos de Seth habían atrapado la Conciencia humana. Los devotos de todo el Alto y Bajo Nilo entendían a la maravilla y todos en general luchábamos contra los Demonios Rojos de Seth (obviamente quiero decir contra los Yoes que personifican tal o cual error, y hablando en lenguaje estrictamente tibetano quiero decir contra los Agregados Psíquicos que personifican nuestros errores)”. “En el Tibet la Doctrina de los Muchos es el fundamento del lamaísmo; no hay duda que el señor Gurdjieff (quien estuviera como Lama en el Tibet) sacó de allí la Doctrina para preconizarla en el mundo occidental. No quiere decir esto que la Doctrina fuese de su propiedad exclusiva; la Doctrina de los Muchos es muy conocida en el Tibet, y cuando se dice que hay que destruír los Agregados Psíquicos que personifican nuestros errores, los tibetanos lo expresan en la siguiente forma: «el Buda Interior debe destruír la Doctrina de los Muchos en sí mismo» (vean ese modo de hablar), es decir, acabar con los elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos”... “Acabar con la Doctrina de los Muchos en sí mismo” no es fácil. En idéntica forma pensábamos y seguimos pensando los antiguos egipcios: que hay que matar a los Demonios Rojos de Seth, pues dentro de ellos está embutida la Esencia (entre los devotos del Chang y del Zen la Esencia recibe otro nombre, se le denomina «Buddhata»). Así van viendo ustedes que esta Doctrina no es propiedad exclusiva ni del señor Gurdjieff ni de nadie, es de orden general. Ese Buddhata o Material Psíquico que en nuestro interior cargamos es importante, es la Esencia que está embutida entre los Demonios Rojos de Seth, entre los Agregados Psíquicos. Se hace necesario quebrantar cada uno de esos elementos indeseables que en nuestro interior llevamos para liberar la Esencia; sólo así conseguiremos integrarnos y convertirnos realmente en Individuos Sagrados”. Hasta allí, pues, las citas. Por nuestro lado queremos informar al bondadoso lector que en base a estas enseñanzas universales, develadas por el V.M. Samael Aun Weor, hemos elaborado el presente Ensayo, rotulado precisamente “La Doctrina de los Muchos Yoes”, en el que analizamos los “Agregados Psíquicos” de la lujuria, del miedo, del orgullo, de la ira y algunos otros, a fin de ayudar (en nuestra condición de misionero) a todos los hermanos gnósticos serios, definidos y revolucionarios que realmente anhelan la Auto-Gnosis, o lo que es igual: la Auto-Realización Intima de su propio Ser. Expresado como ha sido lo anterior, pasemos adelante...
“Tenemos que aceptar la Doctrina de los Muchos si es que de verdad anhelamos un cambio radical, un cambio fundamental. En tanto nosotros creamos que el Yo es una individualidad, que tenemos un Yo permanente, cualquier posibilidad de cambio resulta absolutamente imposible”. Samael Aun Weor, conferencia titulada: “Lo que Somos y lo que Debemos Ser”.
1- EL “YO” DE LA LUJURIA “Necesitamos reducir a cenizas la crueldad monstruosa de estos tiempos: la envidia, que desgraciadamente ha venido a convertirse en el resorte secreto de la acción; la codicia insoportable, que ha vuelto la vida tan amarga; la calumnia que tantas tragedias origina, la inmunda lujuria que huele tan feo, etc., etc., etc.”. Samael Aun Weor, “Tratado de Psicología Revolucionaria”, capítulo Nº 4.
1-A: PREÁMBULO “El guerrero que logre matar la culebra infernal (al abominable Órgano Kundartigüador) ingresará al Palacio de los Reyes, será ungido como Rey y Sacerdote de la Naturaleza según el Orden de Melchisedeck. Empero, ciertamente, jamás resulta empresa fácil rebelarse contra los átomos de la herencia, contra la lujuria que heredamos de nuestros antepasados, contra la pavorosa víbora infernal que trajo al mundo a nuestros abuelos y que traerá a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. Eso que uno lleva en la carne, en la sangre y en los huesos es definitivo, y rebelarse contra eso resulta espantoso. La Doctrina de la Aniquilación Budista es fundamental; necesitamos morir de instante en instante porque sólo con la muerte adviene lo nuevo”. Samael Aun Weor, “La Doctrina Secretade Anahuac”, capítulo Nº 14.
1.B- ORIGEN DEL “YO” LUJURIOSO Y SUS RESULTANTES En el capítulo 42 de su “Mensaje de Navidad” del año 1.969, el V.M. Samael Aun Weor nos dice lo siguiente: ...“Es incuestionable que todas las gentes que viven sobre la faz de la Tierra son hijas de Adán y Eva, la pareja original, la raza Lemur caída en el pecado luciferino de la lujuria. Es indubitable que las pobres gentes continúan en el pecado luciferino-sexual; somos hijos de la lujuria y continuamos en ella, eso es ostensible, resalta a simple vista. Lo divinal no puede ser lujurioso; entonces no somos hijos de Dios sino del Diablo”. Redondeando su parábola, el Maestro añade: “Recordemos aquellas palabras del Cristo cuando dijo: —«Yo hablo lo que he visto cerca del Padre y vosotros hacéis lo que habéis oído acerca de vuestro Padre». Respondieron y le dijeron: —«Nuestro Padre es Abraham». Jesús les dijo: —«Si fueséis hijos de Abraham, las obras de Abraham hariáis. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os ha hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham». Entonces le dijeron:
— «Nosotros no somos nacidos de fornicación; un Padre tenemos, que es Dios». Jesús entonces les dijo: —«Si vuestro Padre fuese Dios, ciertamente me amariáis, porque de Dios he salido y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje, por qué no podéis escuchar mi palabra? Vosotros soís de vuestro padre el Diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creeís... ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creeís? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por eso no las oís vosotros, porque no soís de Dios”... El “Yo-diablo”, al que el gran Maestro Jesús se refiere, mentiroso por naturaleza y por instinto, es el de la lujuria que nos indujo y nos sigue induciendo a la fornicación. “Incuestionablemente los enemigos de Dios son los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos”, entre ellos el de la lujuria que nos incapacita para saber escuchar las palabras del Señor, del Cristo Íntimo. “La transgreción sexual ocurrió (en tiempos de la Lemuria) cuando comimos del fruto del cual se nos dijo no comeréis”. Sobre el tema en cuestión, el V.M. Samael expone su particular vivencia con los siguientes términos: “Yo aún recuerdo, todavía, cómo una mañana nos presentamos todos en el Templo después de haber fornicado. De las profundidades del Santuario un Hierofante, con la espada desenvainada, nos arrojó diciendo: ¡Fuera, indignos!, y todos salimos huyendo. Este mismo hecho acaeció en todos los rincones de ese gigantesco continente que se llamaba Lemuria (un continente que ocupaba casi todo el Océano Pacífico). Obviamente tal evento antropológico (perteneciente más bien a la antropogénesis) se ve descrito en las distintas escrituras religiosas del mundo en forma simbólica (esa es la salida de Adán y Eva del Paraíso Terrenal). Fuimos arrojados por haber comido del fruto prohibido, y debido a esa anomalía surgió el abominable Órgano Kundartigüador. Como quiera que estábamos acostumbrados a los ritos religiosos del Templo durante la reproducción, en el Sacramento de la Iglesia de Roma o del Amor, al fornicar la resultante fue el nacimiento (en la Anatomía Oculta) del abominable Órgano Kundartigüador. La Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes (la Kundalini) que antes se levantara victoriosa por la médula espinal, descendió y quedó enroscada entre el Chakra Muladhara, en la forma de 3 veces y media como la define perfectamente la Kundalini-Yoga, y el abominable Órgano Kundartigüador, la horrible Pityón que Apolo indignado hirió con sus dardos, se proyecto desde el coxis hacia abajo, hacia los infiernos atómicos del hombre, y se convirtió en la famosa Cola de Satán”.
1.C- EL DOBLE CARACTER ESOTÉRICO DE LA SERPIENTE A fin de ir haciendo cada vez más intelegible el tema que ahora nos ocupa, acudiremos nuevamente al V.M. Samael Aun Weor. “No está de más en este tratado (nos dice en “La Doctrina Secreta de Anahuak”, capítulo Nº 14), citar el doble carácter esotérico de la Serpiente. Distíngase entre la Serpiente Tentadora del Edén y la Serpiente de Bronce que sanaba a los israelitas en el desierto, entre la horripilante Pityón que se arrastraba entre el lodo de la tierra y que Apolo irritado hirió con sus dardos, y esa otra que ascendía por la Vara de Esculapio, el Dios de la Medicina. Cuando la Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes asciende por el canal medular-espinal
del organismo humano, es nuestra Divina Madre Kundalini; cuando la Serpiente Ígnea baja, proyectándose desde el hueso coxígeo hacia los Infiernos Atómicos del hombre, es el abominable Órgano Kundartigüador. Esa Sierpe descendente (o Cola Demoníaca), con su fuerza eléctrica mantiene en estado de trance hipnótico a toda la humanidad doliente”. Sentenciosamente, en alguna ocasión el Maestro señaló que “si las gentes supieran lo que pierden cuando van a fornicar, en vez de ir riendo irían llorando”... De allí también esta otra afirmación: “Si estos pobres mamíferos intelectuales que pueblan la faz de la Tierra pudieran ver con entera claridad meridiana el lamentable estado en que se encuentran, desesperadamente buscarían la forma de escapar”. Pero (agrega) “tan pronto como el pobre animal intelectual despierta (aunque sólo sea un instante fugaz) y abre los ojos al crudo realismo de la vida, de inmediato el terrible poder hipnótico de la Sierpe del Abismo vuelve a la carga con fuerza multiplicada, y la infelíz víctima cae dormida otra vez, soñando que está despierta o a punto de despertar”. Sucede, realmente, que “la gran Víbora Infernal conoce todo el modus-operandi de la Imaginación Mecánica (o Fantasía); la Culebra Abismal (mediante la Imaginación Mecánica, que es su agente primordial) trabaja de acuerdo con los intereses de la Naturaleza y nos mantiene sumidos en estado de trance hipnótico profundo”. De modo que “cabe pensar que hay fuerzas para las cuales es útil y provechoso mantener al mamífero racional en estado de sueño hipnótico e impedirle que vea la verdad y comprenda su posición en la vida”. “La Naturaleza, dispuesta a la voluptuosidad pasional, es fuera de toda duda una seducción única y obra sobre todas las criaturas en forma hipnótica”. Por tan poderosos motivos el mundo tridimensional de las apariencias vanas nos aprisiona así horriblemente, debido a que invariablemente sucumbimos al encanto del anti-polo sexual: el varón frente a la mujer, la mujer frente al varón. Según la Ciencia Pura del gnosticismo universal, “existe un átomo maligno (de tipo lujurioso) que controla nuestro cerebro, corazón y sexo”. Esa inteligencia maligna surge del abominable “Órgano Kundartigüador” y conduce a la fascinación e identificación con el sexo opuesto, es decir, al más radical olvido de sí mismos, motivo por el cual terminamos siempre fornicando y adulterando y sirviendo de paso a los intereses de la Naturaleza. Las fantasías sobre el amor, el sexo y la sexualidad nos convierten en criaturas espantosamente débiles e infelices. “Estamos metidos entre los horripilantes anillos de la gran Serpiente Tentadora, pero nos creemos libres;” soñamos que somos leones o águilas cuando en realidad hemos devenido, a causa de la fornicación, en animales intelectuales que viven y se reproducen como las bestias. “La reproducción, antes del instante fatal de la caída en la generación animal, se realizaba por Kriya-Shakti, es decir, por el poder de la Yoga y de la Voluntad, nadie cometía el error de derramar el Vaso de Hermes Trismegisto, se sabía que cualquier zoospermo puede escaparse de las glándulas endocrinas sexuales y hacer fecunda una matriz, pero los lemures comenzaron a delinquir”. “Fornicar”, en efecto, significa “derramar las aguas” y constituye un delito contra el Amor y contra la Vida Universal. “Obviamente fue la traición a los Misterios de Vulcano (o Misterios Sexuales) lo que originó la caída en aquella antigua edad”. “Si no hubieran habido abusos sexuales (simbolizados por la manzana que Adán y Eva comieron en el Paraíso Terrenal), el desarrollo del abominable Órgano Kundartigüador habría sido algo más que imposible; los abusos sexuales permitieron que tal Órgano se desarrollara” (véase conferencia titulada “El Camino Esotérico”). 1.D- LA DESVIACIÓN DEL DON LUCIFÉRICO Asegura el V.M. Samael que “la aparición del abominable Órgano Kundartigüador infecto o inficcionó los 5 cilindros de la máquina orgánica”, y que el redicho Órgano surgió “debido a la desviación del Don Luciférico”.
Antiquísimas enseñanzas gnósticas nos indican que “Prome-teo, el Dios griego, es el Maha-Asura, el Lucifer indostán que se rebeló contra Brahama, el Señor, por cuya razón Shiva (el Tercer Logos) lo precipitó indignado en el Patala inferior (los Mundos Infiernos)”. Según las tradiciones griegas “Prometeo-Lucifer, encadenado a la dura roca del sexo, pasa crudamente por indecibles amarguras: las fieras llamas de la lujuria le torturan espantosamente y el buitre insaciable del razonamiento inútil le roe las entrañas”. “Prometeo-Lucifer es un fuego misterioso desprendido del Logos Solar y fijado en el centro de la Tierra por la fuerza de la gravedad y el peso de la atmósfera”. “Lucifer es la energía activa y centrífuga del Universo, es Fuego, Vida, y nos concede autoindependencia y rebeldía psicológica; Prometeo-Lucifer se roba valerosamente el Fuego Divinal para auxiliarnos en la Senda de la Insurrección Espiritual”. “El Fuego Luciférico en sí mismo concede los normales impulsos sexuales o líbido, y que sea bueno o malo depende del uso que hagamos de él. En esto, precisamente, se fundamentan el pecado y la redención al mismo tiempo”. Los lemures (en tiempos de las últimas sub-razas de esa tercera raza-raíz) mal utilizaron el Fuego Luciférico, fornicaron, y como secuencia o corolario vino el fracaso rotundo de los Poderes Creadores, con la subsecuente aparición del “Yo”, del Ego, del “mí mismo”. Es decir, se apagó el Fuego Divinaly éste se convirtió en el “Azufre Arsenicado” de que nos hablan los alquimistas, en el fuego bestial y pasional del abominable Órgano Kundartigüador.
1.E- QUÉ ES LA LUJURIA EN SÍ MISMA Podemos decir, de otro modo, que el instinto sexual normal ha devenido, por causa de la lujuria, en animalismo y sensualidad crónica. La lujuria, ciertamente, es concupiscencia animal, es instinto sexual pervertido, pasión bestial, deseo de placeres meramente carnales (sensuales) con exclusión del verdadero amor y de todo anhelo de espiritualidad trascendente. La lujuria no sólo daña los sensibles órganos del cuerpo físico al obligarnos con su Fuerza Fohática ciega a dilapidar las energías vitales, sino que también atrofia las facultades de percepción interna de la criatura humana. El “Yo” lujurioso, en sí mismo está constituido por materiales muy pesados, por Hidrógenos pertenecientes a los Mundos Infiernos, y sus emanaciones originan pensamientos inferiores, emociones en extremo negativas y como si fuera poco, coloca al Centro Instintivo-Motor en un proceso de degradación, involución o degeneración. “En los antiguos tiempos la humanidad percibía el Aura de los mundos y se comunicaba con los otros habitantes de las esferas planetarias. En el continente Lemur, otrora situado en el Océano Pacífico, los seres humanos podían percibir (por sí mismos y en forma directa) los Misterios de la Vida y de la Muerte”, pero “con la transgreción (o pecado original) caímos en la generación animal y el Ego surgió dentro de cada uno de nosotros. Desde entonces los seres humanos quedaron atrapados en este mundo doloroso” (véase “Pistis Sophía” develada). El denominado “Velo Sexual Adámico” (nacido merced a los delitos cometidos por el obstinado Ego de la lujuria), se dice que “cegó los ojos del Alma y nos apartó del Mundo de los Jinas, de los Paraísos Elementales de la Cuarta Dimensión, donde otrora convivían felices Jinas y Hombres”. Perdida la condición original de Hombres, ya convertidos en simples “animales intelectuales”, quedamos también sometidos a las condiciones de vida del reino animal, disminuyeron las potencialidades del “Cuerpo Planetario” o Cuerpo Físico, y por añadidura girando incesantemente en la “Rueda del Samsara”, atados a la cadena de nacimientos y muertes. “En tiempos de la Lemuria se podía vivir de 12 a 15 siglos porque el ser humano estaba gobernado por otra Ley, por otro principio, el Principio Fulasnitaniano que gobierna la vida de
los hombres, pero cuando la humanidad se degeneró porque desarrolló el Ego, se desarrollaron las pasiones y los vicios, entonces quedó gobernada por el Principio Itóklanos que rige a los animales”. Total, uno se muere muy pronto, una existencia en el estado “humanoide” dura muy poco (apenas 60 o 70 años), un período demasiado breve como para poder realizar la Gran Obra del Padre. Sin embargo existe la misericordia divina, y es así que en la enseñanza gnóstica se nos dice que “debemos confiar en la Doctrina del Cristo Íntimo y practicarla de instante en instante, a fin de poder eliminar el “Yo” de la lujuria y todos los demás “Yoes” que en nuestro mundo interior cargamos”. “El Salvador interior Profundo es Luz y en él debemos confiar; sólo el Cristo ïntimo, que es Luz, puede salvarnos. Cristo, siendo suprema obediencia al Padre, se opone a la suprema desobediencia del Adán de pecado y nos salva”.
1.F- EL “YO” DE LA LUJURIA Y LOS MANDAMIENTOS 6º Y 9º Las fornicaciones y adulterios del “Yo” lujurioso constituyen una suprema desobediencia a los mandamientos 6º y 9º de la Ley de Dios. El 6º mandamiento ordena “no fornicar” y el 9º “no adulterar”. Un somero análisis de los textos sagrados del oriente y del occidente del mundo nos demuestra que los Avataras o Mensajeros de la Divinidad siempre se pronunciaron (y se siguen pronunciando) contra las nefastas consecuencias del abominable Órgano Kundartigüador, entre éllas (obviamente) los vicios de la fornicación y del adulterio. El 6º mandamiento se relaciona con el Arcano Nº 6 del Tarot, con el 6º Misterio (el del Enamorado, el del Amor), y el 9º mandamiento se relaciona con el 9º Sendero, con Yesod, el depósito de las Fuerzas Sexuales o Aguas de la Vida Universal. “El 9ºo Sendero es Inteligencia pura, el 9º Sendero es Yesod, el fundamento mismo de la Gran Obra; el 9º Sendero está en los órganos sexuales, el 9º Sendero está guardado por la espada flamígera de los poderosos Querubines”. Esto significa que los Misterios Sexuales no pueden ser profanados impunemente, que los Querubines o Principios Inteligentes que custodian la puerta del 9º Sendero, rechazan con su espada flamígera a los profanos y profanadores. El Querubín del Edén (dentro de cada uno de nosotros) es una parte autónoma y auto-consciente del propio Ser. Por la violación de los Misterios Sexuales, cuyo fundamento es el Amor Consciente, fuimos arrojados del Edén; sólo por la vía de la regeneración sexual podemos regresar al sitio de donde fuimos arrojados. “El camino que conduce al Iniciado Gnóstico hasta la liberación final es absolutamente sexual”. “Sin Lucifer-Baphometo (el Arcano Nº 15 del Tarot) sería imposible la Auto-Realización Intima del Ser. Lucifer origina el impulso sexual en cada uno de nosotros; si controlamos el impulso sexual y transmutamos el Esperma Sagrado, ascendemos de grado en grado”. Eso que llamamos “lujuria” es, simple y llanamente, el impulso sexual (o “líbido”) desviado hacia fuera. La lujuria (ya está dicho) ha multiplicado las aflicciones al dar origen a los 6 restantes “Pecados Capitales”, cada uno con sus millares de ramificaciones o “Agregados Psíquicos”. La Energía Sexual es esencialmente espiritual, es la Energía Creadora de Shiva, el Tercer Logos, el Espíritu Santo del Cristianismo; es la fuerza de Cupido-Eros, cuyo origen debemos buscarlo en el Mundo del Alma Espiritual, del Buddhi. “Eros desviado por la lujuria, o Cupido desencaminado, ocasiona al Alma el peor daño”.
La lujuria (repetimos) es sexo sin amor, es sólo auto-complacencia del anti-Eros, del Eros desviado o Cupido desencaminado, vale decir: del erotismo malsano, de tipo inferior. Por eso las relaciones sexuales entre varón y mujer fundamentadas en la lujuria, son extremadamente inconsistentes y terminan siempre en el hastío, en el cansancio, en la decepción. Ahora comprenderemos mejor por qué “el Alma, el sexo, la tentación, la caída y la regeneración se encuentran ocultos en el 6º Misterio, en el Arcano Nº 6 del Libro de Oro o Patrón de Medidas (el Tarot)”.
1.G- LUJURIA Y LEY DEL KARMA Cupido (así está escrito) es el Ángel del Amor; Eros es la fuerza sexual del Cupido Interior. Al excluír de la sexualidad la fuerza del Amor Consciente, también alejamos la posibilidad de practicar un erotismo sano y creador. El “Yo” de la lujuria tiene una fuerza maligna y centrífuga que en el mundo de las relaciones destruye la dicha del amor, del cariño y comprensión entre las parejas. También la lujuria tiene un poder demoníaco y disolvente que destruye las células del cuerpo físico pues afecta en grado sumo las glándulas de secreción interna, donde precisamente radica la vida del Vehículo Planetario. Al respecto obsérvese que el Karma originado por la fornicación es el cáncer, “provocado (al decir del V. M. Samael) por un cancro o virus que llega hasta nosotros por la vía de la Constelación del Cangrejo, de la Constelación de Cáncer”. “El cáncer es un crecimiento desordenado y anárquico de las células del organismo de quien padece de tan terrible enfermedad”. Afirma el Mensajero de Acuario que “el germen del cáncer se desarrolla y desenvuelve en la Cuarta Dimensión, haciéndose sentir en el Mundo Tridimensional por sus efectos destructivos”. Existe un tipo de cáncer que destruye los órganos, pudiendo también presentarse en la sangre (en el caso de la leucemia), o bien en los huesos o en la piel, todo dependiendo de la clase de Némesis o Karma originado (como ya se dijo) por el delito de la fornicación. Tan grave es el delito cometido contra el Tercer Logos por el “Yo” de la lujuria, que “es el único pecado que no se perdona”. Entre los animales el puerco o cerdo representa al “Yo” de la lujuria. De allí la afirmación del Maestro Samael cuando nos dice que “la lujuria es inmunda” y que “huele tan feo”. Ciertamente, el hedor interno de la lujuria es francamente insoportable, su hedor es igual al de los chiqueros donde los puercos se revuelcan, o al de los basureros municipales. Obviamente los órganos sexuales, la médula espinal y el cerebro encerrado en la caja craneana, son las partes del cuerpo que más sufren las consecuencias del “Yo” lujurioso. Notables biólogos contemporáneos, o estudiosos de la Endocrinología, han demostrado con pruebas contundentes y definitivas que la laxitud muscular, la resequedad de la piel o arrugas, y en general el deterioro prematuro del Cuerpo Físico, es originado por el mal uso del sexo. 1.H- LAS ASOCIACIONES DEL “YO” LUJURIOSO Por regla general los “Yoes” de la lujuria son dementes, producen una especie de idealismo morboso en el centro intelectual, mientras que en el centro emocional originan sentimentalismos que uno confunde con el verdadero Amor cuando en realidad es sólo pasión animal, atracción fatal hacia el sexo opuesto. Adentrándonos en el terreno de la psicología profunda, podemos aseverar que la lujuria suele asociarse íntimamente con los “Agregados Psíquicos” del orgullo, de la vanidad, de la codicia, de la pereza, de la gula, etc., e incluso con los “Yoes” del miedo, de la violencia y hasta del homicidio.
Las violentas e iracundas escenas entre los enamorados celosos, o bien “despechados” (resentidos, digamos) a causa de las infidelidades, traiciones y adulterios, son en el fondo provocadas por los “Yoes” de la lujuria en íntima asociación con los múltiples deseos de otros defectos de tipo psicológico. En su libro titulado “Sí hay Infierno, sí hay Diablo, sí hay Karma”, al analizar el 2º Círculo Dantesco o Círculo Infernal de Mercurio, el V.M. Samael nos informa: “Cuando penetramos en el interior de la Tierra con el Cuerpo Astral, podemos perfectamente verificar por sí mismos y por experiencia directa lo que es el Infierno de Mercurio. Al penetrar en esta región sumergida, sentimos en el fondo de nuestra Alma el bullir perpetuo de esas fuerzas pasionales-negativas que fluyen y refluyen en tal zona subterránea”. “No está de más decir que allí sentimos el huracanado viento de Mercurio, cierto elemento aéreo fatal. Es, tal zona subterránea, el lugar donde viven los fornicarios, aquellos que gozan extrayendo de su organismo el Esperma Sagrado. Esas infelices criaturas del mundo soterrado, hundidas en el vicio, van y vienen por aquí, por allá y acullá. Uno se queda asombrado al ver esos pedidos cohabitar incesantemente entre los infiernos atómicos de la Naturaleza; tales Egos blasfeman incesantemente y odian todo lo que tenga sabor a Divinidad”. Como secuencia o corolario, “es una región, pues, donde el entendimiento no trabaja, es un
Cuando la Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes asciende por el canal medular-espinal del organismo humano, es nuestra Divina Madre Kundalini.
mundo de instintos brutales donde la lascivia se mezcla con el ímpetu de la violencia”. De modo que, cuando cualquiera de nosotros está identificado con algún “Yo” lujurioso, de hecho vive (en ese instante) en el 2º Círculo Dantesco y su “Aura” o vibración electro-vital tiene el color rojo-sucio o rojo-sanguinolento, propio de esa infra-dimensión. La lujuria, en fin, no solamente obnubila el entendimiento e induce a la violencia, sino que además odia todo lo que tenga sabor a Divinidad y blasfema contra aquellos “Hijos de Dios” o “Hijos del Sol” que se han pronunciado y que continúan pronunciándose contra la fornicación y el adulterio. Las violentas emanaciones pasionales del “Yo” lujurioso nos arrastran hacia abajo, hacia las regiones inferiores; los poderes tenebrosos de los propios bajos fondos animales, nos apartan radicalmente de los Niveles Superiores del Ser, del “Reino de los Cielos”.
1.i- LA CORRIENTE LUJURIOSA Y LA DIVINA MADRE KUNDALINI “Los Agregados Psíquicos odian mortalmente a la Divina Madre, los malos hijos hacen sufrir a su Madre, la corriente lujuriosa del mal hijo hunde a la Madre entre las profundidades del océano del dolor” (véase “Pistis Sophía” develada). “Kundalini es una palabra compuesta: KUNDA viene a recordarnos al abominable Órgano Kundartigüador, LINI es un término atlante que significa FIN. Kundalini (en Alta Gramática) puede y debe traducirse así: FIN DEL ABOMINABLE ÓRGANO KUN-DARTIGÜADOR”. Vale decir: “el ascenso victorioso de la Kundalini por el canal medular-espinal, marca el fin del abominable Órgano Kundartigüador”. “Es así como la Divina Princesa nos salva de las aguas, igual que a un Moisés”. “Las gentes que derraman el Vaso de Hermes (que fornican) perecen entre las Aguas de la Vida; sólo pueden ser salvados de las aguas aquellos que en verdad no derraman jamás el Vaso de Hermes”, que practican la Ciencia Transmutatoria de Yesod-Mercurio para lograr la virtud de la Castidad. La virtud de la Castidad permite el dominio absoluto de las funciones sexuales. La antítesis de la lujuria es precisamente la Castidad; no es posible lograr la Castidad mientras existan dentro de nosotros los “Agregados Psíquicos” de la lujuria. La lujuria es “Mercurio Seco” (“Mercurio Seco” y “Agregados Psíquicos” es lo mismo). “Sólo mediante la electricidad sexual trascendente de la Divina Madre Kundalini podemos desintegrar la totalidad del Mercurio Seco para liberar la Esencia, la Conciencia”. “La Mujer-Serpiente (la Kundalini) es reforzada en la Fragua Encendida de Vulcano; bien sabemos que la Fragua Encendida de Vulcano es el sexo, el acto sexual”. “No derramar el Vaso de Hermes (no fornicar) es fundamental para trabajar en la Fragua Encendida de Vulcano”. “Resulta ostensible el espantoso sacrificio que implica no derramar el Vaso de Hermes para las personas lujuriosas”. En efecto, no derramar las aguas es un dolor para la bestia que llevamos adentro, es una tortura para el brutal y animalesco “Yo” de la lujuria, pero sin embargo es una dicha para el Alma que anhela fusionarse con su Padre-Madre. La lucha a muerte contra el “Yo” de la lujuria exige del aspirante gnóstico una simbiosis de amor y rebeldía, y además una auto-educación de los 5 sentidos físicos amén de un cambio revolucionario en la forma de pensar y de sentir. Escrito está que “el goce sexual es un derecho legítimo del hombre” pero del hombre verdadero, del que sí sabe transformar las impresiones lujuriosas en elementos de devoción y que ya trabaja con la Fuerza de Eros. En estadios inferiores del Trabajo Esotérico, el aspirante transmuta la “líbido” refinando gradualmente el Sacramento de la Iglesia de Roma o Iglesia del Amor.
Sólo pueden ser salvados de las aguas aquellos que en verdad no derraman jamás el Vaso de Hermes”, que practican la Ciencia Transmutatoria de Yesod-Mercurio para lograr la virtud de la Castidad.
La Energía Sexual es la fuerza del Alma. Quienes por debilidad lujuriosa no transmutan sus secreciones sexuales, jamás logran experimentar ciertos estados místicos (el Extasis, el Samadhi), ni mucho menos pueden conectarse con las distintas partes autónomas y auto-conscientes del propio Ser. Obsérvese al respecto que los raquíticos planteamientos seudo-filosóficos, seudo-religiosos y seudoesotéricos del mundo contemporáneo han separado los asuntos del Alma de la sexualidad, cerrándole así, de ese modo, el camino de la Auto-Realización a millones de personas. En forma enfática, concluyente y bien definida, el V.M. Samael Aun Weor nos dice: “Así llenaras cien lacrimatorias con la sal de tus ojos, así suspiraras espantosamente hasta luchar con ímpetu contra el viento que pasa, destrozando cruelmente los pétalos perfumados de las flores de tus jardines; así sollozaras amargamente hasta herir de muerte la noche estrellada, os juro por el Eterno Dios Viviente que de ninguna manera sería posible tu Auto-Realización Intima si alejaras de tu vida la dicha del Amor, la Magia Sexual”. Obviamente la unidad mística del Alma y la sexualidad únicamente es factible con la utilización de la Conciencia libre de “Yoes”, con la puesta en acción del porcentaje de Conciencia despierta que cada uno de nosotros posee. Quienes oponen resistencia a estas declaraciones revolucionarias del gnosticismo universal, acusan o evidencian Conciencia dormida, y en consecuencia ignoran que por alguna poderosa razón (que no por simples costumbres o modas culturales) “los viejos cultos religiosos de Grecia, Caldea, Egipto, Persia, la India, México, Perú, etc., fueron cien por ciento de naturaleza sexual”. “Sin duda alguna el reconocimiento de la Potencia Sexual como Fuerza Supra-terrena, engendradora y creadora, es fundamentalmente más auto-enaltecedor y dignificante que la actitud medieval que relega el sexo, considerándole como algo bajo, pecaminoso, sucio y enemigo del Alma”. “En el culto sexual de los griegos (por ejemplo), la pareja mortal aspiraba, con todas las fuerzas de su Alma, reflejar en sí misma la dicha de la pareja Divina”, y esto es algo que merece una profunda reflexión...
segunda parte
EL “YO” DE LA LUJURIA Y LA AUTO-EDUCACIÓN ÍNTIMA “Cuando uno se identifica con tal o cual Yo, de hecho lo fortifica en vez de desintegrarlo. Supongamos que un Yo cualquiera de lujuria se adueña de los rollos que tenemos en el Centro Intelectual para proyectar en la pantalla de la mente escenas de lascivia y de morbosidad sexual; si nos identificamos con tales cuadros pasionarios, indubitablemente aquel Yo lujurioso se fortificará tremendamente, más si nosotros en vez de identificarnos con esa entidad la separamos de la Psiquis considerándola como un demonio intruso, obviamente habrá surgido en nuestra intimidad la Comprensión creadora. Posteriormente podríamos darnos el lujo de enjuiciar analíticamente tal Yo con el propósito de hacernos plenamente del mismo”. Samael Aun Weor, “La Gran Rebelión”, capítulo Nº 14.-
Cada uno de nosotros ha accedido a los estudios gnósticos impulsado por el propio Ser particular, individual, con el propósito de practicar las artes y ciencias que enaltecen y dignifican la condición humana. Desgraciadamente lo único que tenemos de humanos es la Esencia anímica, todo lo demás es inhumano, animalesco y bestial. Ahora bien, la Gnosis es básica o esencialmente un sistema de auto-educación íntima conducente al logro de una transformación radical, total y definitiva, tanto del individuo como de la sociedad. Como secuencia o corolario de lo antes dicho, podemos y debemos aseverar que en el camino de la revolución gnóstica de la conciencia, auto-educarse es fundamental. “Auto-educarse” implica eliminar (en sí mismos, dentro de nosotros mismos) los falsos valores del Ego y desarrollar lo propio, esto es: los valores cósmicos del Ser. El Ego, el “Yo” de la psicología, ha estructurado dentro de nosotros una falsa creación. Los falsos valores del Ego se expresan a través de los 5 Cilindros de la máquina orgánica y es allí exactamente donde debe fincarse la legítima educación, la auto-educación fundamental. Tenemos, pues, que auto-educar el Cerebro Intelectual, el Cerebro Emocional y el Cerebro Motor-Instintivo-Sexual si es que en verdad queremos prepararnos para comprender y eliminar, no sólo el “Yo” de la lujuria sino además todos los restantes “Yoes” que cargamos en la Psiquis. El redicho trabajo auto-educativo comienza por los 5 sentidos físicos, que pertenecen al Centro Instintivo-Motor. En forma específica, referido este trabajo a la auto-observación, comprensión y eliminación del “Yo” de la lujuria, debemos entonces aprender a mirar, oír, oler, gustar y palpar conscientivamente, de modo que podamos transformar las impresiones que vienen de todos los lados de la vida. Recuérdese que es allí precisamente, en el punto de entrada de las impresiones, donde conviene dar el denominado “primer choque consciente”. Simultáneamente el proceso auto-educativo debe ser dirigido hacia los Centros Intelectual y Emocional, a fin de lograr un cambio en la manera de pensar y de sentir con respecto al sexo y la sexualidad. Debido a la falsa educación recibida y debido también a la conducta imitativa que nos caracteriza, nada tiene de extraño que consideremos completamente “normales” y “naturales” los pensamientos lascivos, los sentimientos pasionales y las acciones infra-instintivas e infra-sexuales a las cuales nos induce el “Yo” de la lujuria. La auto-educación íntima que venimos reseñando en el presente Ensayo, gradualmente nos va convirtiendo en dueños de sí mismos, en personas conscientes que no permiten que las diversas
entidades subjetivas o “Yoes” hagan con nosotros lo que les viene en gana. Quienes por simple ignorancia o por pereza o negligencia no quieren auto-educarse para transformar sus propias vidas, cuando se enfrentan al anti-polo sexual (el varon ante la mujer o la mujer ante el varón) ni remotamente sospechan qué les sucede y actúan como simples marionetas, movidas por los hilos invisibles de los “Yoes” de la lascivia, de la concupiscencia animal, de la impudicia. Entre todos los “Yoes” que en nuestro mundo interior cargamos, el de la lujuria es el que más nos debilita porque como ya se sabe todas las actividades sociales giran alrededor del sexo. Merced a la lujuria que llevamos en la carne, en los huesos, en la sangre y en la conciencia egoica, sexualmente el varón es débil con la mujer y la mujer es débil con el varón, ambos sucumben inexorablemente frente a la tentación sexual y terminan fornicando, adulterando, cometiendo toda clase de abusos sexuales. El estudiante gnóstico que realmente anhele entablar una lucha frontal, una lucha a muerte contra el “Yo” de la lujuria, necesariamente tiene que transferir su Centro de Gravedad hacia las cuestiones del Alma, de la Esencia. ¿Por qué? Porque “en tanto continúe el Centro Magnético establecido en nuestra personalidad ilusoria, viviremos en los antros psicológicos más abominables aunque en la vida práctica seamos magníficos ciudadanos”. Entiéndase por “Centro Magnético de Gravedad” el elemento psicológico desde el cual enfrentamos la vida práctica y que de hecho atrae todas las circunstancias de nuestra existencia. Obviamente “un lujurioso atraerá siempre escenas, dramas y tragedias de lascivia en que se verá metido”. “El comerciante (por ejemplo) tiene el Centro Magnético del comercio y por ello se desenvuelve en los mercados y atrae lo que le es afín: compradores y mercaderes”. De igual modo “el hombre de ciencia tiene en su personalidad el Centro Magnético de la ciencia y por ello atrae hacia sí todas las cosas de la ciencia: libros, laboratorios, etc.”. “El esoterista gnóstico tiene en sí mismo el Centro Magnético del esoterismo, y como quiera que esta clase de Centro se torna diferente a las cuestiones de la personalidad, se sucede por tal motivo la transferencia”. Transfiriendo pues la atención consciente hacia los estudios y prácticas del gnosticismo universal, uno va comprendiendo (entre otras muchas cosas) que en su país psicológico existen lugares donde habitan los “Yoes” de la prostitución, de la degeneración sexual o infra-sexualismo, de la pasión animal, etc.
2.A- LAS DOS ESFERAS DE LA INFRA-SEXUALIDAD Fundamentado en antiquísimas tradiciones kabalísticas, el gnosticismo universal afirma que “Adán tenía dos esposas: Lilit y Nahemah”, que “Lilit es la madre de los abortos, del homosexualismo, del lesbianismo y en general de todos los crímenes contra Natura”, y que “Nahemah es la belleza maligna y fatal, la madre del adulterio y de la fornicación”. “Esas 2 esferas (la de Lilit y la de Nahemah) “están en los Infiernos Atómicos del animal intelectual equivocadamente llamado Hombre”. Como representantes de la esfera de Lilit, en el Mundo Físico Tridimensional encontramos a las personas que le tienen miedo al sexo o que lo aborrecen, entre éllas ciertos anacoretas, monjes y monjas, clérigos y miembros de ciertas escuelas seudo-espirituales. “Todas esas gentes son infra-sexuales que odian el sexo, pero que sin embargo se creen superiores a las personas de sexo normal”. Las escuelas seudo-esotéricas y las organizaciones seudo-religiosas que se pronuncian contra los Misterios Sexuales, que aborrecen la Sexo-Yoga, fueron y son establecidas por los infra-sexuales de la esfera de Lilit, “empero ellos se conceden licencias especiales, por lo que no es raro encontrar a
homosexuales y lesbianas (y hasta pederastas, violadores, etc.) en esa escuelas y organizaciones seudo-místicas”. “La esfera de Nahemah seduce con el encanto de la belleza maligna (o sea allí impera la lujuria en íntima asociación con la vanidad femenina y la vanidad masculina); el adulterio nace de ese encanto fatal. En la esfera de Nahemah encontramos las delicias crueles del reino de la infra-sexualidad”. Y es que, al igual que ciertas viandas o manjares, la lujuria de Nahemah es “dulce en la boca y muy amarga en el vientre”. En las regiones atómicas infernales de la esfera de Nahemah viven el “Yo Don Juan Tenorio”, el “Yo Casanova” y el “Yo Tipo Diablo”, debidamente explicados por el V.M. Samael Aun Weor en su libro titulado “El Misterio del Áureo Florecer”. De modo que los enamoramientos o amoríos del “Yo” lujurioso (que no son otra cosa que atracciones mecánicas entre los sexos opuestos), pertenecen a la esfera de Nahemah.
2.B: CARACTERÍSTICAS DEL “YO” LUJURIOSO Estudios muy serios realizados en el terreno de la psicología profunda, demuestran que cierto tipo de “Yoes” lascivos (aparentando “amor”) disfrazan una modalidad del odio, es decir, un no-declarado interés por darle a la hembra un “empujón hacia el pecado”, realizando la cópula sólo una vez y luego acudiendo al expediente del abandono, del “yo no te quiero más”, como es el caso específico del “Yo Don Juan”. El “Yo” lujurioso es el mismo en el varón que en la mujer, sólo que en la dama se expresa en forma femenina y en el varón se manifiesta en forma masculina. Detrás de la lujuria se agazapan muchos miedos, odios y frustraciones o deseos no satisfechos. El fracaso de millones de matrimonios tiene su causa-raíz en el “Yo” lujurioso y de hecho en el casi total desconocimiento de los Misterios Sexuales, vale decir, de los íntimos resortes psicológicos o influencias anímicas que obran sobre las parejas cuando de realizar la Cópula Química se trata. La característica medular del “Yo” de la lujuria es que padece de una sed insaciable o gula, motivo por el cual siempre está exigiendo nuevas sensaciones y satisfacciones. En otros términos: la lujuria esclaviza lo poco que tenemos de voluntad libre y nos convierte en juguetes de la vanidad-lujuriosa, del orgullo-lujurioso, de la codicia-lujuriosa, de la gula-lujuriosa y así hasta la saciedad. Utilizando la Imaginación Mecánica o Fantasía, el Ego de la lujuria inventa modos aberrantes de diversión sexual, de sistemas pornográficos que satisfagan la mirada, el oído, el olfato, el gusto y el tacto del sujeto infra-sexual que los utiliza. Quienes acceden a los estudios gnósticos son aquellos que practican el sexo normal. Entendamos por “sexo normal” el que utilizan las parejas que se aman y que no padecen de ninguna psicopatía sexual (sadismo, fantasías de erotismo malsano, etc.). Los practicantes del sexo normal, una vez informados sobre la Ciencia Transmutatoria de YesodMercurio, sí pueden iniciar su proceso de Auto-educación íntima y luego meterse por el camino bendito y revolucionario de la regeneración sexual, de la Supra-Sexualidad. “La esfera de la Supra-Sexualidad es la esfera de la iluminación interna; el goce sexual consciente precede al Extasis Místico”. Ingresar a la esfera de la Supra-Sexualidad implica sacrificar los “Yoes” lujuriosos en aras de la Espiritualidad trascendente, implica entregar el Cuerpo Físico al Padre que está en secreto y a la Divina Madre Kundalini. Escrito está que “la tentación es fuego” y que “el triunfo sobre la tentación es Luz”. Eso que llamamos “tentación” es la oportunidad o circunstancia que se nos presenta para autocomplacer los deseos de tal o cual “Yo” (en el caso de debilidad), o bien para anteponer (a dicha tentación) la Conciencia-Voluntad libre y triunfar sobre las propias debilidades.
Desde luego no es posible vencer tentaciones olvidándonos de sí mismos, identificándonos con los diferentes “Agregados Psíquicos” que de momento en momento asumen el control de nuestra máquina orgánica. “Las causas del deseo están en las sensaciones. Quienes quieran aniquilar el deseo lujurioso (por ejemplo), deben auto-descubrir y comprender su causa-raíz”. Existen 5 tipo de sensaciones, a saber: visuales, auditivas, olfativas, gustativas y táctiles. Esas sensaciones se convierten en deseos irreflenables cuando no les damos el Primer Choque Consciente, cuando no colocamos un aparato transformador en el punto de entrada de las impresiones. Ejemplo: la figura de una dama (o de un varón) cuya presencia nos resulta agradable, es captada por el sentido de la vista y pasa a la mente. El resultado de esta sensación es una percepción y luego un concepto u opinión que el Ego elabora sobre la imagen de la persona en cuestión. Habiendo sido capturada o aprehendida (la sensación) en forma mecánica por el “Yo” de la lujuria, el efecto es el deseo sexual, el deseo de poseer a dicha persona. ¿Qué ha sucedido? Que nos hemos olvidado del Ser al identificarnos con una persona del sexo opuesto y ha salido fortalecido un “Yo” lujurioso. Otro ejemplo: una canción vulgar de tipo morboso-sentimental pasa por el sentido del oído y llega hasta la mente, provocando deseos lascivos al ser capturada dicha impresión por los “agregados psíquicos” de la lujuria. Luego de ese proceso absolutamente mecanicista, en la que evidentemente no ha habido digestión de las impresiones, viene la movilización inmediata del Centro Motor-Instintivo-Sexual con características inconfundibles que todos conocemos. Hay en los 5 Centros Inferiores una maquinaria asociativa o “rollos” que manipulados por el “Yo” de la lujuria traen a la pantalla de la Imaginación Mecánica el recuerdo de las escenas de lascivia (vividas en el pasado), o bien proyectan escenas fantasiosas de morbosidad sexual que adormecen aún más la conciencia y fortalecen tremendamente los “Yoes” de la concupiscencia animal.
2.C- EL DEMONIO “APOPI” O DEMONIO DEL DESEO “Purificar la mente (y también el corazón), atajar los apetitos y no derramar las aguas”, suelen ser las principales recomendaciones de los hombres despiertos, de los Avataras o Mensajeros de la Divinidad. Nos dice el V.M. Samael: “El sexo es Vaso Santo; poned en él tan sólo un pensamiento puro”. El pensamiento impuro está invariablemente asociado a las emociones inferiores, al sentimentalismo morboso y sensual. Las obscuras nostalgias, las extrañas pasiones, la sed insaciable de placeres, los tiernos anhelos de caricias y besos y las ansias infinitas de lo imposible (auspiciadas por el “Yo” de la lujuria), forman una mezcla subconsciente dentro de cada uno de nosotros, haciéndonos sufrir inútilmente, sin saber por qué ni para qué. Se ha dicho que “detrás de la cadencia del verso también se esconde el delito” porque el “Yo” lujurioso disfraza sus deseos pasionales (cumplidos o frustrados) con el bello poema o con la canción profana: boleros, tangos, baladas, “salsa erótica”, rock, etc. Al respecto el V.M. Samael nos habla de “Apopi”, el famoso “Kama-Rupa” citado por la Maestra H.P. Blavastky, el Demonio del Deseo que en sí mismo es “memoria de viejas pasiones sexuales, impudicia secreta (a veces mística e inefable), romance que enloquece, poesía que embriaga con sus cuentos de amor”. “Apopi tiene cara pasionaria; en los infiernos atómicos sub-lunares existen encantos deliciosos, bellezas terriblemente malignas y fascinantes”.
“Apopi” es, pues, el nombre que los antiguos sabios egipcios le asignaron al Demonio del Deseo, a la raíz de los “Yoes” lujuriosos. Con las siguientes palabras el V.M. Samael nos reseña cómo o de qué manera elimino al citado Demonio del Deseo: “Yo me entregué en brazos de mi Madre (Kundalini) para que ella hiciera de mí lo que quisiera, y ella, ¡oh Dios!, me salvó”. “Apopi ha muerto, ¡qué dicha!, ya no podrá esa bestia afligir más mi adolorido corazón”. “Pasó el tropel de las pasiones y en la cercana selva resuenan las voces de los Dioses inefables. Murió la pasión sexual de Apopi y no lejos del nido en que las aves del misterio se arrullan con sus tiernas melodías, me siento más felíz que el luminoso Cisne que vio de Leda la inmortal blancura”. “Yo soy aquel que ayer no más decía el verso azul y la canción profana. Como la Galatea gongorina, me encantó en verdad la Marquesa verleniana, y así juntaba, a la pasión sublime, una sensual hiperestesia humana. Entre el vivo son de músicas sonoras que anima el coro de Bacantes ebrias, bebiendo vino, regando rosas y tejiendo danzas, me revolqué como el cerdo entre el lodo”... “¡Apopi ha muerto, llegó la hora del supremo triunfo, concedido a mis lágrimas y ofrendas por el poder de mi Divina Madre!”
2.D- EL PODER ELECTRO-SEXUAL Y LA ELIMINACIÓN DEL “YO” LUJURIOSO El poder electro-sexual de nuestra Divina Madre es, en efecto, la única fuerza capaz de destruír atómica-mente cualquier “Yo-demonio” previamente Auto-observado y comprendido. En tratándose de eliminar defectos, el Maestro nos recuerda que “la Divina Madre no alcahuetea delitos”, de donde inferimos que el varón gnóstico debe aprender a ver en cada mujer un trasunto o expresión del Eterno Femenino, e igualmente la dama gnóstica debe aprender a ver en cada varón un trasunto o expresión del Eterno Masculino, del Tercer Logos, si es que ambos anhelan erradicar de su psiquis el nefasto “Yo” de la lujuria. Tal Ego, con sus múltiples ramificaciones, es radical, es el más difícil de eliminar, pero su desintegración comienza por la Auto-observación de aquellas facetas de nuestra personalidad externa (hábitos, digamos) que están relacionados con la pasión sexual. La Psicología Gnóstica recomienda quebrantar el Ego, irle restando fuerzas al “Yo mismo”, y esto únicamente es posible Auto-observándonos de instante en instante, a la vez que no olvidándonos nunca de sí mismos. El “Yo” de la concupiscencia animal establece un “culto a la piel”, induce al narcisismo o vanidad lujuriosa que siempre exige sensaciones y satisfacciones, que se pavonea y presume con la belleza física, utilizando además la astucia erótica para seducir al sexo opuesto. Como herramienta de lucha contra el Ego, la Divina Gnosis nos dice que “debemos aprender a sentir con el Alma, sabiendo extraer del Cuerpo Físico sus más dulces e inefables melodías, y elevando el pensamiento hasta Dios”.
tercera parte
FANTASÍA, DEBILIDAD Y EL “YO” DE LA LUJURIA “Kundry, Gundrigia, Herodías, la Magdalena mística del Parsifal wagneriano, ignora el secreto viviente de su propia existencia y sabe muy bien (por naturaleza y por instinto) que sólo podrá liberarse del poder izquierdo y tenebroso de Klingsor si encuentra en su camino de amarguras un hombre fuerte, capaz de vencerse a sí mismo y de rechazarla”. “¡Debiles todos, todos caen conmigo, arrastrados por mi maldición! (exclama la tentadora)”. “La tentación es fuego, el triunfo sobre la tentación es luz. ¡Bendita sea la mujer, bendito el amor, benditos los seres que se adoran!”. Samael Aun Weor, “El Parsifal Develado”, Cap. 33. “Es urgente luchar contra la fantasía porque ésta nos hace parecer como si fuéramos esto o aquello cuando en realidad somos miserables, desvergonzados y perversos; pensamos que somos hombres cuando en verdad somos tan sólo mamíferos intelectuales desprovistos de individualidad”. “Es indispensable luchar a muerte contra la fantasía acerca de nosotros mismos si es que no queremos ser víctimas de emociones artificiales y experiencias falsas que además de ponernos en situaciones ridículas, detienen toda posibilidad de desarrollo interior”. Samael Aun Weor, “Tratado de Psicología Revolucionaria”, Capítulo 15.
A causa de nuestras fantasías y debilidades, el “Yo” de la lujuria hace arder la sangre, incendia todo el Cuerpo Físico, lo hace temblar, estremeciéndolo con sus pecaminosos anhelos. La ansiedad terrible que provoca el “Yo” lujurioso, sujeta con violencia los sentidos nublándonos el entendimiento y emocionándonos artificialmente cuando estamos, en determinado instante, poseídos por ese “Yo-demonio”. El “Yo” lascivo provoca una extraña mezcla de angustia y de exaltación, de dolor y de placer, de risa y llanto, y toda esa amalgama de pensamientos, sentimientos, movimientos e instintos desbocados va destruyendo la vitalidad del Cuerpo Físico, y por añadidura obstruye cualquier posibilidad de desarrollo interior. Como si fuera poco, la lujuria nos lleva por las vías del delito, nos sumerge dentro de un mundo banal y fantasioso, de tinieblas y amarguras infinitas luego de satisfecha la pasión sexual. Sin embargo, a pesar de todo, tal “Yo-defecto” intenta una y otra vez satisfacer esa sed insaciable que le caracteriza. Mirado este asunto desde el ángulo de la Ciencia Pura del Gnosticismo Universal, el Maestro Samael Aun Weor afirma que “los Silfos Atómicos de nuestros propios aires vitales, puestos al servicio de la Imaginación Mecánica (o Fantasía), juegan con nuestros pensamientos lascivos y perversos”; que “las Ondinas Atómicas del Sagrado Esperma originan siempre espantosas tempestades sexuales”, que “las Salamandras Atómicas de la sangre y del sexo arden espantosamente con nuestras pasiones animales”, y que “los Gnomos Atómicos de la carne y de los huesos gozan (indolentes) con la pereza, la glotonería y la concupiscencia”. Añade el Venerable que “es urgente e indispensable vencer a los Elementales Atómicos en su fuerza, sin dejarse nunca dominar por sus debilidades” (véase “La Doctrina Secreta de Anahuak”, capítulo Nº 15). La divina enseñanza Jesu-cristiana, expresada en el libro “Pistis Sophía”, indica que “la carne es débil y el Espíritu (el Ser) es fuerte”, recomendándonos “no caer en tentación”. Esto significa que solamente el “Soplo” o “Hálito Divino” (el Espíritu, el Ser) puede concedernos la fortaleza física y psicológica que necesitamos para no ceder a las tentaciones del “Yo” de la lujuria, y desde luego para poder comprenderlo y luego erradicarlo de nuestra Psiquis con el poder de nuestra Divina Señora.
“Aprender a vencerse es aprender a vivir”, nos dice Eliphas Levi en su libro “Dogma y Ritual de la Alta Magia”. Y en otro aparte del mencionado texto leemos lo que a continuación sigue: “Tú, que quieres ser Iniciado, ¿eres un sabio como Fausto?, ¿eres impasible como Job? No, no lo eres, ¿es así? Pues puedes serlo si quieres. ¿Has vencido los vagos torbellinos de ideas vagas e inclaras? ¿Eres hombre sin indecisión y sin caprichos? ¿No aceptas el placer más que cuando quieres y no quieres sino cuando debes? ¿No eres siempre así? Pues todo, todo eso puedes ser si tú lo quieres”... “La Esfinge no solamente tiene una cabeza humana, tiene también senos de mujer. ¿Sabes tú resistir a los atractivos de la mujer? ¿No? Y a que ríes al responder y te jactas de tu debilidad moral para glorificar, para ensalzar en ti, al propio tiempo, la fuerza vital y material”... “Poder usar y abstenerse, es poder dos veces. La mujer te encadena por tus deseos; se dueño de tus deseos y tú encadenarás a la mujer”... “Ceder a las fuerzas de la Naturaleza es ser esclavo de fuerzas secundarias. Resistir a la Naturaleza y dominarla, es hacerse una vida personal, imperecedera; es franquear vicisitudes de la vida y de la muerte. Todas las Iniciaciones antiguas tenían por objeto encontrar o formar hombres de temple semejante”... Ahora bien, se ha dicho que “para hacer alguna cosa es preciso saber lo que se quiere hacer”, y para saber hay que escuchar las orientaciones de los sabios. ¿Qué nos dicen los sabios Maestros? Que con la Muerte del Ego, la Transmutación del Mercurio y con el Sacrificio por la Humanidad, es posible llegar a la Alta Iniciación. Y añaden: “a la Alta Iniciación no llegan los débiles, sino los valerosos”. De allí la frase: “El Cielo se toma por asalto y sólo los valientes lo han tomado”. El “Gimnasio Psicológico” de la vida diaria, debidamente aprovechado, nos va concediendo el valor y la templanza que se necesitan para escalar los Niveles Superiores del Ser, para convertirnos en Adeptos. En el mundo de las inter-relaciones el varón que no sabe resistir ante los atractivos de la mujer, o viceversa, la mujer que no resiste ante los atractivos del varón, acusa debilidad, vale decir: Conciencia dormida. La atracción mecánica de tipo lujurioso entre los sexos opuestos implica ceder a esas fuerzas de la Naturaleza que nos convierten en esclavos, en simples máquinas. El Ego suele jactarse de sus conquistas, de sus amoríos, de sus fornicaciones y adulterios, presumiendo de “fortaleza física y vital” cuando en realidad es exactamente lo contrario, pues sin saberlo está encadenado a sus deseos, es víctima de ellos, y por lo tanto resulta espantosamente débil e incapaz de sobreponerse a las circunstancias. Ningún varón es más viril ni la mujer más femenina por el hecho de auto-complacer al “Yo” lujurioso cada vez que una oportunidad sexual se les presenta. La virilidad masculina y la potencia sexual femenina están condicionadas por la mecánica de la Naturaleza cuando no se trabaja sobre sí mismo, es decir, están sometidas a las leyes mecánicas de la Evolución y de la Involución. El desgaste sexual provocado por las constantes fornicaciones y adulterios permite que las gónadas masculinas y femeninas entren en un proceso prematuro de involución, degradación o degeneración. El Sendero de la Gran Rebeldía o de la Revolución de la Conciencia está más allá de la mecánica evolutiva e involutiva. Esto significa que el practicante gnóstico puede conservar su potencia sexual durante toda la vida mediante los procesos transmutatorios-alquimistas. En todo caso, tanto la virilidad como la femeneidad están vinculadas o asociadas a la belleza interior, a las virtudes del Alma. “Virtud viene de la sílaba VIR (virilidad). Virilidad sexual es necesaria para que en nosotros nazcan las virtudes”. “Potencia sexual femenina y virilidad masculina se necesitan para trabajar en la Novena Esfera”. “Es en la Fragua Encendida de Vulcano donde debemos desintegrar los Agregados Psíquicos;
Devi-Kundalini nos asiste en la Novena Esfera”. “Cada vez que con virilidad o con potencia sexual femenina desintegramos un Agregado Psíquico, en su reemplazo nace en nosotros una nueva virtud”...
“El Fuego Serpentino sólo puede despertar y desarrollarse exclusivamente con la Magia Sexual o Sahaja Maithuna”.
cuarta parte
CUERPO FÍSICO Y LUJURIA
Es necesario reflexionar profundamente y luego meditar en el siguiente planteamiento básico: somos una Esencia que tiene Cuerpo Físico. Pablo, el gran Iniciado Gnóstico-Cristiano, en su “Primera Epístola a los Corintios” indica que “el cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo”... Y agrega: “Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder”... “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo... ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: los dos serán una sola carne... Pero el que se une con el Señor, un espíritu es con él”... Y concluye Pablo con estas palabras: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca”... ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es Templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro Espíritu, los cuales son de Dios”. Por su parte, en la develación del libro “Pistis Sophía” el V.M. Samael refiere sobre el tema lo siguiente: “Sólo en el cuerpo de un Jesús, o de un Buda, o de un Hermes, etc., está encarnada la Verdad”. “El Templo de todos los degenerados de la Tierra es Templo de iniquidad y de tinieblas”. “La raza Aria está ya degenerada y pronto será destruída. Así como se encuentra la humanidad actual, no sirve para encarnar la Mónada, el Ser. No es posible que pueda encarnarse la Mónada Divina en el Cuerpo Físico tal como nace y en las condiciones actuales”. “Sólo preparando el Cuerpo Físico mediante el trabajo en la Novena Esfera, se hace posible encarnar a la Mónada Divina y a las distintas partes del Ser”. “La Novena Esfera es el sexo. Realmente la Energía Sexual es la única que puede transformar el Cuerpo Físico para que en él pueda encarnarse la Mónada Divina”. “Mediante la Energía Creadora-Sexual de Shiva o Espíritu Santo, es realmente posible convertir el Cuerpo Físico en el Templo de la Verdad”... Véase, pues, que en estos planteamientos de riguroso Esoterismo Gnóstico no hay ninguna consideración moralista u opiniones que puedan ser discutidas, denominándolas “arcaicas” o “muy modernas” según los gustos o disgustos de cada cual; son, simple y llanamente, crudas realidades del Cuerpo Físico y de nuestro mundo interior. En estos tiempos decadentes las damas, por ejemplo, hablan mucho de”liberación femenina”, pero subestiman o desprecian la Liberación Espiritual porque ésta última atenta contra la fantasía prefabricada por los intelectuales sobre el amor, el sexo, la sexualidad y sobre la vida en general. Respondiendo a una pregunta sobre el aborto (muy discutido hoy por millones de mujeres), el V.M. Samael explica que “el aborto es una destrucción de la obra de la Madre Naturaleza. Bien sabemos (nos dice el Venerable) que la Diosa Madre-Natura trabaja creando organismos. Cada uno de nos la lleva dentro de sí mismo, en la propia psiquis, y es ella quien elabora la célula germinal primitiva con sus 48 cromosomas; ella es la que da los impulsos para la formación genuina de la célula germinal primitiva, y gracias a esto el organismo se desarrolla y se convierte en un arquetipo creador”. “Así pues, en realidad de verdad la Madre Natura lucha intensamente para fijar un organismo y cuando alguien destruye su obra comete un crimen que en modo alguno puede pasar desapercibido para la Gran Ley. Sería absurdo que la Gran Ley estuviera de acuerdo con este tipo de destrucción, y naturalmente sanciona severamente a todo aquel que destruye la obra de la Madre Naturaleza. Por
lo tanto, el aborto provocado inten-cionalmente es un homicidio, sancionado como tal por la Gran Ley”. Refiriéndose luego a las consecuencias que traerá la legalización del aborto, el Maestro enfatiza: “Como quiera que la humanidad está dedicada al error y el aborto se ha legalizado y se toma como un hecho normal, ya oficializado esto acarreará un Karma terrible para los habitantes de la Tierra. Es claro que quienes no hayan provocado abortos no tendrán nada que pagar, pero todo eso en general influirá en las grandes catástrofes que se avecinan”. De todo esto se desprende una muy importante conclusión, a saber: que hay una generalizada ignorancia sobre el por qué y el para qué se nos da un Vehículo Físico; desde niños nadie nos indica qué debemos hacer con nuestro “Cuerpo Planetario”. La idea gnóstica de Pablo, en el sentido de que “el cuerpo físico no es para la fornicación, sino para el Señor”, evidentemente no ha sido comprendida por el pensamiento filosófico-religioso ni mucho menos es aceptada por la ciencia materialista contemporánea. Así los hechos, los líderes modernos han llevado al más rotundo fracaso la política y la economía mundial. “Esta política fracasada (expresa el Maestro Samael) tiene sus raíces en la debilidad sexual de los políticos”... “Bien sabido es que la sociedad moderna está controlada por los bribones del intelecto. Los bribones del intelecto son terriblemente fornicarios y todo eso está demostrado hasta la saciedad. Un bribón es la mezcla de intelectualismo con ausencia de espiritualidad, y la falta de espiritualidad ocasiona lujuria exorbitante. Y como quiera que el mundo está gobernado por bribones, no es extraño que eso suceda”. “Así pues los políticos, por ser débiles sexualmente, son gobernados por el Super-Hombre, están gobernados por el Círculo Consciente de la Humanidad Solar que opera sobre los centros superiores del Ser. Los políticos vienen a ser como fichas negras que la gran Logia Blanca manipula. Existen fichas blancas y negras, y la gran Logia Blanca refuerza a veces una ficha u otra, de acuerdo con el Karma y el Dharma de las naciones”. Es necesario saber, por otra parte, que hay un “Enemigo Secreto” o “Hermanos de la Fraternidad Tenebrosa” que “trabajan intensivamente para degenerar a la raza humana por medio de las películas pornográficas y la fomentación de vicios”. No hay duda alguna que la nefasta idea subjetiva del “amor libre” o relaciones sexuales pre-matrimoniales, o esa otra de que “la masturbación no es dañina”, o aquella de “legalizar el aborto”, etc., están siendo propagadas masivamente por los tenebrosos, por los “Adeptos de la Mano Izquierda”. Valiéndose de la Imaginación Mecánica o Fantasía de las gentes, los tenebrosos siembran en el dormido falsas ideas con el nefasto propósito de que las multitudes refuercen el fuego bestial y pasional del abominable “Órgano Kundartigüador”, ese Fohat Negativo que arde en los Infiernos Atómicos del “animal intelectual” equivocadamente llamado “Hombre”. También hay, por todas partes, supuestos “médicos naturistas”, adivinos o profetizadores de feria, astrólogos, “psíquicos”, “babalaos”, etc., que confunden a los aspirantes. Esos negociantes o mercaderes del seudo-esoterismo barato son criaturas lunares que en el pasado, en anteriores y remotas existencias, fueron criaturas solares que perdieron sus poderes a causa de la fornicación, o bien simples “mediums” de la espiritiadera que prestan sus cuerpos físicos para que en él se incorporen los “Yoes-demonios” de los desencarnados. Huelga decir que estos exponentes del seudo-esoterismo en boga les hacen creer a los estudiosos que “ellos sí conocen el Camino Secreto”, cuando en realidad de verdad lo desconocen. Entre otras muchas falsedades, los seudo-esoteristas enseñan que con los variados pranayamas, las diversas asanas y formas del Hatha-Yoga, los mudras, bhaktis, bhandas, etc. que ellos practican, “es posible poner en actividad el Fuego Serpentino y el despertar de la Kundalini”. Aclara el V.M. Samael Aun Weor que “las Igneas Partículas que suelen escaparse de la Flama Sagrada durante ciertas prácticas, no significan el despertar de la Kundalini. Desafortunadamente muchos equivocados sinceros y llenos de magníficas intenciones confunden a las chispas con la llama”.
Hay en todas esas escuelas y organizaciones seudo-filosóficas y seudo-esoteristas, “fornicaciones sublimes”, deseos sexuales sublimados con frases místicas y fingidas mansedumbres con las cuales se auto-engañan y engañan a otros. En este sentido el gnosticismo universal es definitivo y concluyente: “El Fuego Serpentino sólo puede despertar y desarrollarse exclusivamente con la Magia Sexual o Sahaja Maithuna”. “El advenimiento del Fuego Crístico es el evento cósmico más extraordinario”, el Igneo elemento viene a transformarnos radicalmente, es decir, viene a acabar con las fantasías y debilidades sexuales. “La Culebra Ignea nos confiere infinitos poderes, entre ellos el Mukti de la Beatitud final y el Jnana de la Liberación” (véase “El Parsifal Develado”, capítulo 23). Nos explica el Maestro Samael que “tan pronto como la Kundalini despierta e inicia su ascenso hacia adentro y hacia arriba, el alquimista logra 6 experiencias trascendentales, a saber: 1ª- ANANDA, cierta dicha espiritual. 2ª- KAMPAN, hipersensibilidad eléctrica y psíquica. 3ª- UTTHAN, aumento del porcentaje de Conciencia objetiva. 4ª- GHURNI, intensos anhelos místicos. 5ª- MURCHA, estados de laxitud o relajamientos espontáneos durante los ejercicios esotéricos. 6ª- NIDRA, algún modo específico de sueño que, combinado con la meditación, se convierte en Shamadi (Extasis)”. Véanse, pues, todas las ventajas (nada despreciables, por cierto) que trae aparejada la Revolución Gnóstica de la Conciencia y sus 3 factores: Nacer, Morir y el Sacrificio por la Humanidad. Caso contrario, la lujuria y en general todos los “agregados psíquicos” que con ella se asocian íntimamente, nos mantienen atrapados entre las redes alucinantes de la lascivia y nos convierten en carbones apagados, en animales tristes que desconocen radicalmente las dichas del amor. Con justa razón se ha dicho que “después del coito (mecánico, lujurioso) el hombre es un animal triste”.
quinta parte
EL “YO” LUJURIOSO Y LA MAGIA DEL SEXO “La Magia es, según Novalis, el arte de influír conscientemente sobre el mundo interior. Escrito está con carbones encendidos en el Libro extraordinario de la Vida, que el amor ardiente entre varón y mujer obra mágicamente”. Samael Aun Weor, “El Misterio del Áureo Florecer”, capítulo Nº 1.
“Si lo que consideramos VERDAD se aparta de la naturaleza humana, entonces no puede ser VERDAD”. Samael Aun Weor, planteamiento filosófico recogido en el libro “Para los Pocos”.
Cualquier practicante del Esoterismo Gnóstico puede llegar a comprobar por sí mismo y por experiencia directa, que el “Yo” de la lujuria nos lleva hacia un total y degenerativo materialismo sexual. ¿Qué ha de entenderse por “materialismo sexual”? “La pregunta se responde por sí misma: cuando lo físico busca primariamente el placer en lo puramente físico, en tanto que lo psíquico desempeña en ello únicamente un papel subordinado, esta concepción se halla carente de un plano metafísico por el que únicamente se espiritualiza el amor y es inspirado por el auténtico Eros”. El V.M. Samael Aun Weor nos dice, al respecto, que “el funcionalismo sexual desprovisto de toda espiritualidad y de todo amor, es únicamente un polo de la vida”. Por simple ignorancia, o lo que es igual: a causa de la Conciencia dormida, desde muy joven el “animal intelectual” no sabe refrenar el instinto sexual y éste se torna desmesurado con el correr de los años, convirtiéndonos en personas groseramente materialistas y hundiéndonos luego (tales exigencias lujuriosas) en aquel abismo sombrío abandonado del Espíritu (del Ser) donde moran los “Yoes-demonios”. El instinto sexual desencadenado, separado de la Psique (de la Esencia), convierte al individuo en esclavo, conduce al sujeto infra-sexual hacia complicados dramas y terribles tragedias, pues la lujuria se mezcla con el odio, con los celos, con la ira, con el resentimiento, con el amor propio y otras tantas emociones negativas que a su vez se manifiestan en forma de infidelidades, traiciones, falsedades, mentiras, adulterios, etc. Los hechos demuestran que el instinto sexual pervertido o lujuria mueve incluso los resortes secretos del “Yo” homicida. Vale decir, “la dinámica negativa de los falsos sentimientos provocados por el desenfrenado instinto sexual”, activa al “Yo” de la venganza que conduce entonces al crimen directo. Podemos afirmar, sin temor a caer en exageraciones, que todos los males de esta humanidad caduca y degenerada tienen su causa-raíz en el mal uso del sexo. Por ejemplo, “el intensificado instinto sexual morboso en la mujer se le denomina «NINFOMANÍA». A las mujeres cuya sensualidad sobrepasa todos los límites y salta todas las barreras, viendo en el sexo opuesto únicamente un medio para la satisfacción de su devoradora lujuria, y cuyo instinto sexual degenera en frenesí, se las califica de «ninfómanas», en tanto que a los varones que se entregan a su hipersexualidad y cambian de una a otra aventura, se dice que padecen de «SATIRIASIS», la que, dicho sea de paso, es más común que la ninfomanía en las mujeres”. “Tales estados anormales (que como ya dijimos originan espantosos dramas y tragedias) pueden ser permanentes o bien presentarse periódicamente, debiéndose casi siempre su motivación a representaciones mentales lascivas que desencadenan un apetito y una reacción exagerada por
parte del aparato genital”... Con esa forma morbosa de pensar, “finalmente pueden ser alcanzados tales grados de hiperestesia sexual, que puede suceder que el varón se vuelva realmente perverso o demente sexual y sea arrastrado (en ese estado de desenfreno animal) a actos de pederastia, bestialidad, violación, etc.” Escrito está que “tan pronto como tiene lugar un acto sexual sin ligazón anímica y espiritual (especialmente cuando además se produce sin firme enlace a la pareja), aparece insoslayable-mente un sentimiento de arrepentimiento y culpa que habitualmente se traduce (tras el acto sexual) en tristeza, mal humor y desencanto”... Hay pues, en los Misterios Sexuales, algo permanentemente indescifrable para el vulgo, para esas millonadas de criaturas que “van ciegas al acto sexual con el único propósito de aturdirse y evadirse de sí mismas”, obedeciendo inconscientemente al impulso hipnótico-lujurioso del abominable “Órgano Kundartigüador”. “En los ardientes segundos del acto amoroso (realizado conscientemente y según las reglas del Arte Alquimista), en los que esposo y esposa intentan penetrarse física y psíquicamente... hay una vivencia cuya impronta metafísica es innegable”... “La Metafísica práctica de Bacon, la auténtica Magia, es la ciencia misteriosa que nos permite controlar las Fuerzas sutiles de la Naturaleza”... “La Magia Práctica es, según Novalis, el Arte prodigioso que nos permite influír conscientemente sobre los aspectos interiores del hombre y de la Naturaleza”. “El Amor es, fuera de toda duda, el ingrediente íntimo de la Magia; es ostensible que la substancia maravillosa del Amor obra mágicamente”. “Goethe, el gran Iniciado Gnóstico-alemán, también se declara por la existencia mágica del Ser Creador, por una magia anímica que actúa sobre los cuerpos”. “La Magia (en suma) es un poder de la Consciencia-Voluntad, de la Voluntad-Cristo o Voluntad del Padre Nuestro, del Dios Íntimo”. “La ley fundamental de todo influjo mágico se basa en la polaridad. La Polaridad es el cuarto Principio Hermético y encierra la verdad de que todo es dual, de que todo tiene su par de opuestos, sus dos polos”. “Todos los seres humanos (sin excepción) tenemos algo de Fuerzas Eléctricas y Magnéticas en nosotros, y ejercemos (al igual que un magneto) una fuerza de atracción y otra de repulsión. Entre los hombres y mujeres que se adoran es muy especialmente poderosa esa fuerza magnética y es incuestionable que su acción llega muy lejos”. “La Magia Sexual o Maithuna se fundamenta en las propiedades polares del hombre y de la mujer, las que (fuera de toda duda) tienen su elemento potencial en el phalo y el útero”. “Ansia sexual y anhelo espiritual en plena fusión mística, constituyen en sí mismos los dos polos radicales de todo erotismo sano y creador. De la plena fusión integral del entusiasmo espiritual con el ansia sexual, deviene la Conciencia Mágica”. El practicante gnóstico, el aspirante al Adeptado, debe pues comprender que “el Amor portado por Eros es un acto espiritual, en el que dos almas y dos cuerpos se hallan conscientes de su valor primigenio”, es decir, del Androginismo Primieval, cuando ambos eran “una sola carne”. “El acto sexual como función unificadora de Espíritu, Alma y Cuerpo, puede convertirse en Interiorización Cósmico-Mágica y ser, por ende, constructivo. Más el acto sexual como simple satisfacción del instinto animal, con exclusión de la Voluntad Consciente y del Amor Anímico-Espiritual, obra sólo de manera exteriorizante y, por ende, desintegradora”. “El intercambio de Fuerzas Magnéticas desempeña un papel decisivo en la Magia Sexual”. La fatiga física y psicológica de muchísimos varones y mujeres de nuestra época radica, en último extremo, en el derroche insensato y suicida de dichas Fuerzas Magnéticas. “Únicamente el magnetismo que origina el puro y auténtico Amor entre las parejas que se adoran, contiene aquella dinámica cósmica o dinámica del Ser que es necesaria para la perma-
nente salud física y psicológica”. Sobre el punto el V.M. Samael señala que “no son hormonas o vitaminas de patente lo que se necesita para la vida, sino auténticos sentimientos del TÚ y YO, y por ende, del intercambio de las más selectas facultades afectivo-eróticas entre el hombre y la mujer”. De modo que la Metafísica Erótica del Gnosticismo Universal con su Maithuna o Magia Sexual “conduce a la unidad del Alma con la sensualidad, o sea a la sexualidad vivificada”. Con este tipo de Sexología Trascendental “lo sexual pierde el carácter de sospechoso y menospreciado, de aquello que sólo se acata secretamente y con cierta declarada vergüenza. Por el contrario, con el Maithuna el sexo es puesto al servicio de un maravilloso gozo de vivir, un goce penetrado por él y alzado a componente de la afirmación de la existencia, lo cual asegura, felizmente, el equilibrio de la personalidad libre”. “Cierto sabio dijo enfáticamente lo siguiente: Obra la Magia Sexual transfigurando corporalmente y procura una acentuación ideal a lo sexual en el Alma. Por eso sólo son capaces de Magia Sexual los seres que tratan de superar el dilema dualista entre el mundo anímico y el de los sentidos, quienes dotados de íntima vela” (es decir que viven en estado de alerta, en constante auto-observación psicológica), se hallan absolutamente libres de cualquier especie de hipocresía, mojigatería, negación y devaluación de la vida”. “El indiscutible grado degenerativo de nuestra conducta sexual, al cual hemos llegado por la pérdida de la capacidad de amar y de la Fuerza de Eros, causa por una parte la ruina del Cuerpo Físico y por otra la ruindad moral y psicológica, llevando al individuo psico-físico a la pesadilla de una terrible soledad que sólo puede ser provisionalmente desterrada por un contínuo aturdimiento, mediante las drogas, el alcohol y las diversiones de toda especie. Más estas alteraciones que así se originan del libertinaje en las relaciones sexuales, no solamente son causa de la deficiente sensación de dicha, sino que también son un decisivo obstáculo para alcanzar la madurez psicológica; aquella madurez anímica o conscientiva que sólo puede ser realizada mediante una interioriza-ción gradual, o sea con el religare a una vida absoluta, a una experimentación de eso que llamamos Dios”.
sexta parte
LUJURIA Y SEPARACIÓN ARTIFICIAL ENTRE SEXO Y RELIGIÓN “No será admitido en la Congregación de Jehová aquel cuyos órganos genitales hayan sido aplastados o amputados”. Deuteronomio, Cap. 23, Vers. 1
La separación artificial entre sexo y religión, creada por la mente intermedia de los clérigos medievales y que aún subsiste en nuestros días, además de hipócrita y mojigata es anti-erótica, antipsicológica y desprovista de los eternos Valores del Espíritu. El Asceta Gnóstico que busca la Auto-Realización no puede ni debe ser dogmático; la Dialéctica de la Conciencia excluye todo tipo de dogmatismos, el dogma es privativo de la Dialéctica Razonativa. El ascetismo dogmático de tipo medieval rechaza el sexo, considerando que estorba al Alma en su proceso de consubstan-cializarse con su Padre Interno, con su Dios Íntimo. Caso contrario, “la nueva ascética revolucionaria de la Edad de Acuario se fundamenta en el sexo, porque es claro que en los Misterios del Lingam-Yoni se halla la clave de todo poder”. No es al sexo ni al Arte Amatorio a lo que hay que renunciar, sino a la concupiscencia animal, al ·Yo” de la lujuria y sus derivados. En el capítulo Nº 13 de su libro “El Misterio del Áureo Florecer”, el V.M. Samael escribe: “En el terreno de la vida práctica hemos podido verificar hasta la saciedad que aquellos que se apartan de la cuestión sexual para vivir la vida superior del corazón, calificando como tabú todo aquello que pueda tener sabor erótico, tarde o temprano vienen a experimentar, y de manera inesperada, el hastío y el desconsuelo... Entonces resulta palmario y manifiesto el desemboque de los más bajos Yoes sumergidos, que antes parecían adormecidos y como muertos. Éstos entran en en actividad bruscamente y toda dicha espiritual, tan difícilmente lograda, se transforma en infernal crepúsculo, y aquella sublime esperanza de descansar en lo divino parece entonces como arrojada de improviso y lo que refulgía como armonía eterna, se torna en abismo de una vana quimera”... Y es que, como el mismo Maestro lo expresa, “el verdadero conocimiento directo, místico, trascendental, será imposible por tanto tiempo como se tengan conflictos íntimos”. El “Yo” lujurioso y todos los restantes “Yoes” que en nuestro espacio interior habitan, siempre arropan sus temores buscando seguridad (incluso hasta en lo Divinal), pero el asceta gnóstico que quiera lograr la liberación auténtica “jamás se arrulla en cualquier falsa sensación de seguridad, sino que, antes por el contrario, aprende a vivir de instante en instante, de momento en momento, agarrando al Diablo por los cuernos, robándole la antorcha de fuego a Tiphón Bafometo, al Macho Cabrío de Mendéz”. Los “conflictos íntimos” que desgarran el corazón, despedazan el cerebro y nos mantienen sumergidos en la obscuridad del mundo mayávico o ilusorio, en última instancia tienen su causa-raíz en el total desconocimiento de las Leyes del Magnetismo entre los cuerpos y las almas. De allí la frase del sabio: “Sólo cuando conocemos y empleamos las Leyes del Magnetismo entre los cuerpos y las Almas, no son ya más imágenes fugaces y sin sentido, nieblas que se desvanecen entre la luz, todas las palabras sobre amor, sexo y sexualidad”. La angustia vital, el sentimiento de soledad, la apatía del corazón o ausencia de entusiasmo místico, sólo son pues superables cuando el varón y la mujer aprenden a “evadirse de la sombría corriente cotidiana del acoplamiento vulgar, común y corriente, y entran en la esfera luminosa del equilibrio magnético, del redescubrimiento en el otro, de hallar en ti la Senda del Filo de la Navaja, el Camino Secreto que conduce a la Liberación Final”. Nunca está de más recordar que el Cuerpo Físico es un vehículo de la Esencia y desde luego del
Real Ser Interior. Por lo tanto, cuando ÉL y ÉLLA se unen en Matrimonio Perfecto para re-crear su Universo Interior (empleando las citadas Leyes del Magnetismo entre los cuerpos y las Almas), ambos están en la posibilidad de eliminar el Ego animal y de experimentar la auténtica dicha de vivir. En consecuencia, “erotismo sexual es indispensable para saber amar. Amar es el más puro y delicioso anhelo; sólo las grandes Almas saben amar. Amor es igual a Conciencia Mágica, es igual a Conciencia libre de Yoes-defectos”. El “Yo” de la lujuria (muy especialmente) aprisiona al Alma, a la Esencia, que a través del cuerpo se manifieste la Belleza del Amor. “El Amor Sexual, glorificado por los poetas de todas las épocas y pueblos en sus obras, no sólo puede despertar las más deliciosas emociones del Alma, sino que (mediante los encantos de Eros) también ponen a las parejas en contacto con la Potencia Cósmica del Ser, con el propio Amor Universal”. Sobre el modus-operandi, o cómo emplear las Leyes del Magnetismo entre los cuerpos y las almas, nos ocuparemos en el siguiente segmento de esta guía de estudio...
séptima parte
LA LUJURIA Y LAS LEYES DEL MAGNETISMO ENTRE LOS CUERPOS Y LAS ALMAS “El hombre abandanorá padre y madre para unirse a su esposa y ser ambos una carne»... (Génesis Hebraico, 2, 24). En cuanto a nosotros, interpretamos las palabras de la Biblia de la manera siguiente: la frase «ser dos en una carne» presenta el requerimiento del Cielo a los hombres a restaurar en la Tierra el estado original del Ser Cósmico, el Ente Andrógino que encarna al par Hombre y Mujer. Este reestablecimiento del Ser se verifica precisamente en los instantes de aquel éxtasis supremo, en el que dos seres ceden conscientemente su individualidad diferencial para fundirse en uno. Esta unidad no es sólo ya física, sino también de especie anímico-espiritual”. Charles Waldemar, “La Magia del Sexo”.
Aureola Paracelso, muy Venerable Maestro del gnosticismo universal, nos da la siguiente y obvia explicación: “Nuestro cuerpo no puede funcionar armónicamente sin influjo superior”. “Esta noción de Paracelso es análoga (en sustancia) a la expresada por Carl Gustav Jung, quien manifestó que casi todos los pacientes de más de treinta y cinco años que a él acudían, padecían de deficiente religiosidad”. “En su obra «DE ENTE ASTRALI» puede verse también lo extraordinariamente importante que considera Paracelso al Cuerpo Sidéreo” (al “Eidolón” o legítimo Cuerpo Astral)... “El Cuerpo Sidéreo es, según Paracelso, el mediador entre las apetencias terrestres y la necesidad celestial”. Y añade: “El Cielo no hace lo que aprende de los hombres, sino que es el hombre quien aprende del Cielo, nuestro maestro en todas las cosas”... Ahora bien, eso que los textos sagrados denominan “CIELOS” no son otra cosa que las Dimensiones Superiores de la Naturaleza y del Cosmos, los Niveles Superiores del Ser. Sabido es en los estudios gnósticos que quienes logran fabricar (en la “Fragua Encendida de Vulcano”) el “Eidolón” o “Cuerpo Sidéreo” mencionado por Paracelso, de hecho y por derecho propio utilizan el Centro Emocional Superior, del mismo modo que quienes fabrican el legítimo Cuerpo Mental utilizan el Centro Intelectual Superior. El “influjo superior” o “influencias que vienen de lo Alto” (del Cielo, de los Niveles Superiores del Ser) y que tan necesarias son para que el Cuerpo Físico pueda funcionar armónicamente, llegan hasta los 5 Centros Inferiores de la máquina orgánica por la vía de esos 2 Centros Superiores, y al propio tiempo a través del “Antakarana” o “Cordón de Plata” con sus 7 ramificaciones. En realidad hay 7 tipos de Energías que se escalonan en diferentes niveles y dimensiones. Ellas son: 1ª- Energía Física. 2ª- Energía Vital, 3ª- Energía Astral. 4ª- Energía Mental. 5ª- Energía de la Voluntad. 6ª- Energía de la Conciencia. 7ª- Energía del Dios Íntimo, del Ser. Dentro del “Cuerpo Planetario” o Cuerpo Físico, es el Nervus Sympáticus o Nervio Simpático “con su red irradiadora de sensibles mallas de ganglios, el mediador y conductor de la realidad interior, que no sólo influye sobre los órganos del Alma sino que también gobierna, dirige y controla los centros más importantes en el interior del cuerpo, guíando (de manera igualmente misteriosa) la maravilla de la concepción fetal hasta el nacimiento del nuevo ser, así como los fenómenos del corazón, riñones, cápsulas suprarrenales, glándulas generadoras, etc.”
Vale decir, el Sympáticus es el conductor de las Energías Vitales, Astrales, Mentales, Volitivas, Conscientivas y del Espíritu Puro, asimilándolas a las Bio-Energías exclusivamente Físicas. Es obvio que el “Yo” de la lujuria y todos los múltiples elementos y sub-elementos que en sí mismos constituyen el “Yo” de la Psicología Experimental, trastocan esas Energías Neúricas o nerviosas (eléctricas, digamos), provocando (entre muchas otras enfermedades) la neurosis o neurastenia, debilidad nerviosa que siempre va acompañada de tristeza, miedo, cansancio físico y cansancio íntimo o psicológico, hipersensibilidad emocional (auto-compasión, auto-estima, autovaloración egoica, etc.) Caso contrario, “entre quienes tienen sensibilidad anímica y espiritual, entre quienes buscan llevar una vida ritmizada o armónica, el Nervus Sympáticus actúa como auténtico SPIRITUS CREATOR (como ESPÍRITU CREADOR) y mediante la dirección de la corriente molecular y la cristalización de Rayos Cósmicos, balancea en el ritmo del Universo a todos los elementos psíquicos y físicos que le están subordinados”. “En realidad este Nervus Sympaticus es también un Nervus Ideoplásticus (un Nervio Ideoplástico) y debe ser comprendido como mediador entre nuestra vida instintiva-inconsciente y la moderación de la viva imagen impresa en nuestro Espíritu desde eternidades; es el gran equilibrador medio que puede apaciguar y reconciliar la perpetua polaridad: a las albas y crepúsculos del Sol del Alma, a las manifestaciones de negro y blanco, amor y odio, Dios y Diablo, exaltación y decaimiento”. Pero, ¿qué es esa “viva imagen impresa en nuestro Espíritu desde eternidades”? ¿Y cuál es su importancia en este tema del Magnetismo entre los cuerpos y las Almas? Para hacernos intelegible tan importantísimo temario, el V.M. Samael nos remite al Hombre Protoplasmático, al Andrógino Divino de la 1ª Raza que pobló el planeta Tierra, refiriéndose a él con los siguientes términos: “Bueno, al hablar sobre el Hombre Protoplasmático tenemos que ir bastante lejos, porque téngase en cuenta que la 1ª Raza que hubo en el mundo y que vivió en el casquete polar del Norte, fue precisamente la Raza Protoplasmática. Más tarde vinieron los Hiper-bóreos; entonces ciertos elementos atómicos se unieron a los Cuerpos Protoplasmáticos para formar esa 2ª Raza. Después vinieron los Lemures y nuevos elementos se combinaron con el Protoplasma y tenemos ya al Hermafrodita Lemur (propiamente dicho) viviendo en la Lemuria con sus cuerpos de carne y hueso. Después continuaron los Atlantes y actualmente estamos nosotros, los Arios. Sin embargo, en el fondo de nuestro organismo sigue existiendo el Cuerpo Protoplasmático”. “Si nosotros hiciéramos el vacío en torno a eso que se llama materia, si hiciéramos el vacío en torno a eso que se llama Cuerpo Físico humano, encontraríamos el Protoplasma. No el Protoplasma de un Haeckel que resulta demasiado cursi para las altas investigaciones del Espíritu, sino al Hombre Protoplasmático, el Hombre Original. Todo lo demás son agregados de moléculas, átomos, etc., etc., etc.” “Sin embargo los científicos materialistas creen que han descubierto la materia y no la han descubierto. El hecho de poder ver, oir, tocar o palpar determinadas agrupaciones moleculares (acumuladas encima del Protoplasma y a sus lados), no indica precisamente que ya se haya descubierto la materia en sí. La materia en sí es el Protoplasma, pero repito: no estoy refiriéndome al Protoplasma aquel de los Haeckel y de los Darwin, al Protoplasma aquel del Anticristo; no, estoy hablando del Protoplasma legítimo, del Hombre Protoplasmático”. “Si elimináramos todas las células, partículas, moléculas, etc., encontraríamos el Protoplasma. “¡No (dirían los científicos), encontraríamos el polvo de la tierra!” Y es que para ellos, eso es así porque no perciben más que con sus 5 sentidos y eso es todo. Pero el Hombre Verdadero, el Hombre Auténtico, aquel que posee la Razón Objetiva, aquel que además de eso ha desarrollado el Sentido Espacial y que tiene acceso a la 4ª Vertical, y a la 5ª, y a la 6ª, etc., indudablemente para él es diferente: puede ver el Protoplasma, puede ver al Hombre Protoplasmático”. “Cuando uno aprende a actuar sobre su propio Protoplasma, puede cambiar de hecho
todos los principios moleculares, atómicos, celulares (etc.) de su propio organismo. Pero, incuestionablemente, lo que estamos diciendo pertenece a la Ciencia Pura, el Anticristo no sabe de estas cosas. Es decir, la falsa Ciencia Materialista no entiende estas cosas porque ella se basa exclusivamente en racionalismos subjetivos y tal racionalismo, como ya lo he dicho, tiene (como única fuente de información) las informaciones defectuosas de los 5 sentidos”. “Nosotros tenemos otros modos de percepción que son diferentes; hemos desarrollado otras facultades cognoscitivas que nos permiten perfectamente ver el Protoplasma en sí mismo. Y repito: cuando uno puede manejar a fondo su Protoplasma, cuando ya es capaz de actuar sobre él, ciertamente también puede cambiar directamente los principios moleculares y atómicos”. “Siempre se ha hablado de super-hombres. Yo lo entiendo no a la manera de un Nietzche; no, sino en la forma de la criatura Auto-Realizada, del legítimo Hombre en el sentido completo de la palabra. Este legítimo Hombre, este Hombre Verdadero, este Hombre Auténtico (para diferenciarlo del animal intelectual, que es diferente), sabe manejar el Protoplasma y por lo tanto puede inmortalizar su Cuerpo Físico... “¡Absurdo!”, diría el Anticristo. Sí, claro, para el Anticristo todo lo que no pertenezca a su círculo (ese limitado en que se desenvuelve) es absurdo. Un sabio, por muy grande que sea, si no se somete a los prejuicios, reglas y sistemas establecidos por el Anticristo, se convierte en objeto de burla, pero el Sabio es sabio aunque el Anticristo se ría de eso. Así pues, repito: el Anticristo es la Falsa Ciencia y los falsos científicos de nuestra época, pero esto (naturalmente) no lo aceptan los científicos. Ellos se creen el non plus-ultra, los verdaderos amos del saber, aunque no son más que pigmeos que no ven más allá de sus narices. Pero ellos creen que sí ven todo y ese es su engaño, y no solamente están engañados sino que ignoran que están engañados y eso es peor todavía”... “Así pues, si hay que aprender a manejar el Protoplasma, tenemos que hacerlo inteligentemente. Ante todo tendríamos que empezar por manejar las Inteligencias que viven en el Protoplasma. ¿Cuáles son? Pues los Elementales Atómicos de nuestro propio cuerpo”. “Incuestionablemente en las Aguas de la Vida, en el Esperma Sagrado, tenemos nosotros las famosas Ondinas Atómicas, Moleculares, propias, individuales. No me estoy refiriendo a las Ondinas de los lagos ni de los ríos, sino a las que llevamos en el sistema seminal, a las atómicas, a las que forman parte de nuestro propio cuerpo”. “En nuestra mente tenemos (todos) los Elementales del Aire, los famosos Silfos, pero no estoy hablando de los Silfos que viven allá en las nubes, sino de los Silfos Atómicos, de esos que forman nuestra propia mente”. “En nuestras calorías, en nuestros glóbulos rojos, en nuestra sangre, en nuestra potencia sexual, etc., en todo nuestro energetismo, cargamos las famosas Salamandras Atómicas, pero una vez más digo: no me estoy refiriendo a las Salamandras de los volcanes, sino a las Salamandras Atómicas, a las que forman parte de nuestra sangre, a las que originan nuestros ardores sexuales, etc.” “Por último, en los huesos y en la carne están los Gnomos, no los que viven entre las entrañas de la tierra sino los que viven entre las entrañas de nuestra Tierra Filosofal (que es nuestro cuerpo), las que viven en nuestros huesos, las Conciencias Atómicas de nuestra carne, de nuestros cartílagos”. “Cuando uno aprende a manejar sus propias Conciencias Atómicas Elementales va adquiriendo poder sobre el Protoplasma, más uno aprende a dominar esas Conciencias Atómicas mediante la disciplina esotérica, eso es incuestionable”. “¿Cómo podríamos dominar, por ejemplo, una tempestad sexual cuando las Ondinas del propio Esperma o de las secreciones activas del sexo se encuentran revueltas? Sólo mediante la Fuerza de la Voluntad, de la Inteligencia y con los exorcismos correspondientes”. “¿Cómo podríamos dominar nosotros, por ejemplo, a los Elementales Atómicos de nuestros ardores sexuales en un momento dado, en nuestras tempestades lujuriosas? Pues mediante la ayuda de nuestra Divina Madre Kundalini-Shakti”.
“¿Cómo podríamos dominar esos pensamientos de lascivia que asaltan constantemente a la mente? Pues, sencillamente, sabiendo exorcisar a los Silfos Atómicos de nuestro propio pensamiento”. “¿Y cómo podríamos someter el cuerpo a la Voluntad del Ser? Solamente dominando a las Conciencias Atómicas o Elementales Atómicos de la carne, de los huesos, de los cartílagos, etc.” “Cuando uno va adquiriendo poder sobre las Inteligencias Atómicas de su propio cuerpo, cuando se va haciendo amo de todas esas Inteligencias Atómicas que viven en su propio organismo, de hecho va adquiriendo también poderes sobre el Protoplasma donde esas Inteligencias Atómicas se desarrollan y se desenvuelven. En vía del Camino de Perfección, uno podría rejuvenecerse como el buen Fausto, aquel de Goethe”. “De manera que, entonces, hay que comprender esto: de que hay Maestros inmortales, los hay. En Egipto se dice que hay 2 Maestros cuyos cuerpos son de edad indescifrable (los mencionan antiquísimas escrituras religiosas). ¿Y qué diremos del Rey del Norte, aquel gran Ser de las regiones septentrionales? ¿Cuál será la edad de su Cuerpo Físico? ¡Nada se sabe! Kout-Humi en los Himalayas, Guruji de la gran Maestra Helena Petronila Blavastky, es de edades indescifrables. El Conde San Germán, que actuó durante los siglos 16, 17, 18 y 19, vuelve a Europa en el año 1.939 y de regreso al Tibet fue entrevistado por Giovanni Papini, el niño consentido del Vaticano”. “Así pues, pensemos en que todos podemos llegar a convertirnos en Hombres Auténticos, legítimos, verdaderos; en que podemos llegar a conocer el Protoplasma, ese funcionalismo vivo de nuestro organismo, la base primera y la que verdaderamente da origen a todos los procesos de la vida”. “Cuando hablo del Protoplasma en sí, no me estoy refiriendo exclusivamente al Cuerpo Vital Etérico; no, no confundan ustedes al Lingam-Sarira o Cuerpo Vital con el Protoplasma, el Protoplasma es diferente. Para conocer el Protoplasma se necesita verdaderamente desarrollar ciertas facultades que todos no las tienen, y para desarrollar esas facultades hay que despertar, y para despertar hay que morir en sí mismos aquí y ahora”... Hasta allí la cita, que es una transcripción de la enseñanza oral del V.M. Samael Aun Weor, y en la que con pleno conocimiento de causa el Mensajero de Acuario complementa lo escrito en su libro “El Misterio del Áureo Florecer”, donde también nos habla de ese “Cuerpo Primitivo o Protoplasma, en el que está impresa la viva imagen de nuestro propio Ser”. En “El Matrimonio Perfecto”, capítulo Nº 2, el Maestro nos dice: “Cuando un hombre y una mujer se unen sexualmente, algo se crea. En esos instantes de suprema adoración, EL y ELLA son realmente un solo Ser Andrógino, con poderes para crear como los Dioses”... “Los Elohim son Varón y Varona; el hombre y la mujer, unidos sexualmente, durante el éxtasis supremo del amor son realmente un Elohim terriblemente divino”... Las palabras bíblicas “serán los dos en una carne, por lo que no son ya más dos, sino una carne”, confirma que “la mujer ha sido sacada del hombre y que ambos tienen la inclinación y el poder de unirse de nuevo (y por cierto en un Ser) , como se aclara igualmente en El Génesis, en el cual juntos se llaman hombre”... En Mateo, Cap. 5, 2, se lee: “El día en que Dios creó a los hombres, los creó hombre y mujer (Varón y Varona), dándoles, por nombre, «Hombre»”... “Dice aquí: Le dio por nombre Adán (sólo que Adán y Hombre son una misma palabra en hebreo. Además, ambos juntos son llamados Hombre en el mismo capítulo 1, 27, y capítulo 3, 22-24”. De modo que, “por una carne es designado un Hombre, un Ser, una persona íntegra”. Ese “impulso hacia la integridad”, al decir de los sabios “únicamente se experimenta con el verdadero Amor Sexual, cuando existe una indomable Voluntad dirigida hacia la búsqueda del Ser, del Logos Creador, cuya viva imagen (como llevamos dicho) está impresa en el fondo de nuestro organismo, en el Protoplasma”. “El verdadero Matrimonio tiene pues por finalidad reestablecer dentro de nosotros esa Unidad Original y Divinal del Andrógino Paradisíaco, de manera que hombre y mujer se equili-
bren y complementen cada vez más hasta convertirse en un Ser”. “El Matrimonio Perfecto es la unión de dos seres que verdaderamente saben amar. Para que haya verdaderamente Amor se necesita que el hombre y la mujer se adoren en las 7 Grandes Regiones Cósmicas, para que haya Amor se necesita que exista una verdadera comunión de Almas en las 3 esferas de pensamiento, sentimiento y voluntad”. “Existen personas que están casadas en el Mundo Físico y Etérico, pero en el Astral no lo están. Otras están casadas en los Mundos Físico, Etérico y Astral, pero no lo están en el Mundo Mental. Existen matrimonios afines en los mundos del pensamiento y del sentimiento, pero absolutamente opuestos en el Mundo de la Voluntad”. El equilibrio electromagnético de las parejas no es desde luego meramente físico, porque la “viva imagen del Ser” está impresa también en nuestra parte Vital, Astral, Mental, Causal, Conscientiva, etc. “El tejido vibratorio Astral, muy especialmente, es el que enlaza al Cuerpo Físico con el Cuerpo Primitivo, Protoplasmático”. Sobre el punto, el esoterismo gnóstico señala que “el Hijo, el Crestos Cósmico, es la poderosa Mediación Astral que enlaza nuestra Personalidad Física con la inmanencia suprema del Padre Solar”. “Con respecto a los Cuerpos Primitivos, desearíamos señalar que el profesor Hans Spemann, de la Universidad de Eriburgo, obtuvo en el año 1.985 el Premio Nobel de Medicina y Psicología debido a su comprobación, en trascendentales estudios, de que en los tempranos estadios del desarrollo embrionario se halla activo un ESCULTOR DE LA VIDA, un IDEOPLÁSTICO QUÍMICO que forma el protoplasma según una imagen predeterminada”. “Partiendo de estos estudios de Spemann, el Profesor Oscar E. Shotté, de la Universidad de Yale, logró comprobar (mediante sus experimentos con Salamandras) que el ESCULTOR DE LA VIDA no desaparece en modo alguno (tal como Spemann lo había supuesto) tras el tiempo de desarrollo embrionario, sino que se mantiene durante toda la vida del individuo”. “Un pequeño trocito de tejido, procedente de la acostumbrada herida de un hombre, podría (según el Profesor Shotté), al injertarlo en un terreno virgen y viviente, reconstruír de manera idéntica todo el cuerpo en cuestión del hombre herido. Acaso los experimentos en los laboratorios de homúnculos conducirían algún día a reforzar prácticamente, en medida insospechada, las teorías del Profesor Shotté”... Cuando el V.M. Samael Aun Weor declara que “adquiriendo poderes sobre el propio Protoplasma (en la vía hacia la Perefección) uno podría rejuvenecerse como el buen Fausto, aquel de Goethe”, está expresando una verdad científica, artística, filosófica y mística de altos vuelos. “Mediante el mecanismo del Cuerpo Doble, Eidolón, Cuerpo Sideral o Vehículo Astral, se hace posible para las parejas trasplantar la fuerza Vital hasta el Cuerpo Primitivo o Protoplasma y mantener así su lozanía y juventud”. “Es tal la invulnerabilidad e integridad del Doble o Cuerpo Sidéreo, que se ha dado el caso de personas que sienten dolores en un miembro que le fuera amputado desde hace años, y por cierto tan intensos como si aún existiera el mismo”. “El Vehículo Astral es llamado el Doble porque es la correspondencia exacta del Vehículo Físico”. Todo lo que ocurre en nuestra parte Astral se evidencia de inmediato en nuestra parte Vital y Física, porque “cualquier movimiento en una Región Superior se manifiesta como fenómeno en una Región Inferior a aquélla”. Con la Magia Sexual quedan enlazadas todas esas Regiones del Universo Interior de las parejas que se aman, vibrando electromagnéticamente (en EL y ELLA) la Potencia Cósmica del Ser. “Con el Sahaja Maithuna o Magia Sexual, tal como se practica en las Escuelas de Tantrismo Blanco, se multiplica infinitamente la Potencia de la Voluntad, mediante el desencadenamiento y actualización omnipotente de las sutiles corrientes nerviosas”. Dice el V.M. Samael: “En la cópula química, en el coito metafísico, durante el Sahaja Maithuna,
se experimenta la máxima sensación a los cinco minutos”... “Flamas dinámicas magnéticas, como ondeante mar de gas rojo purpúreo, terriblemente divino, rodean a la pareja durante el trance sexual”... “¡Tremendo instante es ese, en el que las corrientes masculinas intentan unirse con las femeninas!” Y luego añade: “Para que el intercambio de las fuerzas magnéticas sea profundo, edificante y esencialmente dignificante, es urgente que los más importantes centros del cuerpo hagan contacto en forma armónica y tranquila”. “El Kalyanamalla se refiere, repetidas veces, a que el cumplimiento del Código del Amor es mucho más difícil de lo que el profano se imagina”... “Los goces preparatorios son ya complicados; ha, pues, de ser empleado el Arte (Amatorio) exactamente, según los preceptos, para avivar el Amor de la mujer de la misma manera que se aviva una hoguera, y que su Yoni se torne más blando, elástico e idóneo al acto amoroso”. “El Anangaranga concede gran importancia al hecho de que ambos componentes de la pareja no dejen introducirse en su vida común ningún entibiamiento, hastío o saciedad en sus relaciones, efectuando la consumación del amor con recogimiento y entrega total”... Es absolutamente necesario, en consecuencia, luchar contra el “Yo” de la lujuria, porque “entre el crepitar ardiente del Cósmico Fohat (omnipresente, omnipenetrante y omnimisericor-dioso), surgen también, como es natural, espantosas tentaciones carnales, indescriptibles e inenarrables, a la manera del gran Patriarca Gnóstico San Agustín, quien tenía visiones (en la cruz) de una deliciosa mujer desnuda”. “Escrito está en el Libro de los Esplendores y con caracteres de fuego ardiente: El real conocimiento y la sabia identificación con todas las infinitas posibilidades del sexo, no ha de significar para los sabios una caída en el mundo de los instintos e ilusiones, sino que, precisamente, tal familiarización y profundo conocimiento ha de conducirnos a la Auto-Realización Intima”. “El sabio Waldemar dice: No lo olvidemos; nuestro cuerpo se hará invariablemente tanto más completo cuanto más desarrollado y bajo control consciente se halle el Sistema Nervioso Simpático”... “Cuando el hombre y la mujer, con el mínimo de movimientos posibles, es decir, sólo con los que son necesarios para el mantenimiento y prolongación del contacto, hacen de la unión sexual también una unión psíquica, sólo entonces se procurará la oportunidad de que sean cargados de electricidad los ganglios cerebro-espinales que se hallan ligados a la glándula Pineal (la soberana del cuerpo) y además, también, el plexo solar (Plexus Coeliacus), con los numerosos plexos radiadores para hígado, intestinos, riñones y bazo” De manera que “el abominable espasmo es, ciertamente, un corto-circuíto que viene a descargarnos espantosamente y por ello debemos evitarlo siempre”. Para la Ciencia Oficial materialista, “el imperio de las radiaciones anímicas es un libro sellado, más por el contrario los poetas, filósofos, místicos y esoteristas estuvieron siempre convencidos de la realidad de los campos energéticos y psico-eléctricos, mediante los cuales se magnetizan los cuerpos y las almas y en los que se halla oculto el gran Misterio del Amor”. “Para comprender cómo se procesa el intercambio de Fuerzas Magnéticas entre hombre y mujer, debemos saber que el cuerpo se halla estructurado por entero según la Ley de la Analogía; se compone de tres partes análogas, o sea: cabeza, pecho y vientre. Si el pecho posee los brazos, el vientre tiene las piernas. Según la Ley de la Analogía, también la cabeza posee un par de miembros, cosa que la antigua Ciencia Esotérica lo sabía ya”. “Esta división del cuerpo se conexiona, de la manera más intrínseca, con los Nervios Simpáticos”. “El Sistema Nervioso Simpático se estructura con la cadena de células ganglionares situada a ambos lados de la columna vertebral, la cual se halla intrincada por medio de las más delicadas ramas nerviosas, con las diferentes raíces de los nervios de la espina dorsal. Este sistema se halla también en ligazón con los grupos de células ganglionares que se encuentran situadas en las cavidades ventral y toráxica, en garganta y cabeza, formando especiales plexos”.
“La Tradición Esotérica determina 7 Grupos de Plexos principales. Ellos son: 1º- El gran PLEXO PELVIANO o PLEXUS SACRALIS, compuesto de los diversos plexos sustentadores de los órganos genitales, vejiga y recto. 2º- PLEXUS PROSTATICUS (PROSTÁTICO), que provee a la próstata o a los ovarios, y en general a los genitales exteriores. 3º- El PLEXO SOLAR o PLEXUS COELIACUS, con numerosos plexos irradiadores para el intestino, hígado, riñones y bazo. 4º- El PLEXO DEL CORAZÓN, o PLEXUS CARDIACUS. 5º- El PLEXO DE LA GARGANTA o PLEXUS LARYNGEUS, para los órganos de la respiración y de la garganta. 6º- El PLEXO DE LA CABEZA, compuesto por varios plexos, los cuales discurren con los vasos del cerebro (plexos caróticos, plexos cavernosos) y van a la HIPÓFISIS, así como los nervios ganglionares en curso con los nervios individuales del cerebro. 7º- La Glándula PINEAL. “Este último centro corona la doble tríada de los otros plexos y provee a que vayan bajo el control del cerebro”. “Las funciones del Sistema Nervioso Simpático se subdividen, según la triple división de Cuerpo, Alma y Espíritu, en corporales, anímicas y espirituales. Sólo cuando se hallan las tres en contínuo y armónico intercambio recíproco, pueden los varones y mujeres equilibrar debidamente sus fuerzas y corresponder, por ende, a la VIVA IMAGEN dada por el Creador”. Así pues, en conclusión, “la cópula metafísica con todo su refinamiento erótico nos coloca en una posición privilegiada mediante la cual disponemos de fuerzas maravillosas que nos permiten reducir, a polvareda cósmica, a cada una de esas entidades tenebrosas que personifican nuestros defectos psicológicos, entre ellos, desde luego, al “Yo” de la lujuria”...
OCTAVA PARTE
EL “YO” DE LA LUJURIA, SU CONTINUIDAD MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Y EL RETORNO “Si nosotros elimináramos los Yoes de la lujuria, las escenas del prostíbulo y de la morbosidad finalizarían”. Samael Aun Weor, “La Gran Rebelión”, Capítulo Nº 22. “Dentro de nuestro País Psicológico cada cual tiene sus acompañantes, sus Yoes, y éstos lo llevarán a uno donde deben llevarlo, de acuerdo con sus características psicológicas. Una dama virtuosa y honorable, magnífica esposa y de conducta ejemplar, aún viviendo en una hermosa mansión en el mundo físico, debido a sus Yoes lujuriosos podría estar ubicada en antros de prostitución dentro de su País Psicológico”. Samael Aun Weor, “La Gran Rebelión”, Capítulo Nº 18.
En el extraordinario libro titulado “La Gran Rebelión”, el V.M. Samael Aun Weor expone lo siguiente: “Mucho han dicho las distintas religiones sobre la vida después de la muerte y el más allá”. Y luego añade, muy enfáticamente: “¡Que no se devanen más los sesos las pobres gentes sobre lo que hay más allá, del otro lado, más allá del sepulcro”, porque “incuestionablemente, después de la muerte cada cual continúa viviendo en la Colonia Psicológica de siempre”, es decir, “el ladrón en los antros de ladrones continuará, el lujurioso en las casas de cita proseguirá, como fantasma de mal agüero; el iracundo, el furioso, seguirá viviendo en las callejuelas peligrosas del vicio y de la ira, allí donde también brilla el puñal y suenan los tiros de las pistolas”... Ese “País Psicológico” mencionado por el Maestro y donde el “Yo” de la Psicología Experimental habita mientras tenemos Cuerpo Físico y aún después de la muerte, está exactamente ubicado en las InfraDimensiones, en los Mundos Infiernos. El Ego no tiene acceso a los Niveles Superiores del Ser; la Esencia anímica libre de “Yoes” sí puede penetrar en las Regiones Luminosas del Espacio, en las Dimensiones Superiores de la Naturaleza y del Cosmos, es decir, en el “Reino de los Cielos”. Con el propósito de ilustrarnos sobre el “Yo” de la lujuria “TIPO DIABLO”, el Venerable Maestro Samael acude al expediente del monje Gregor Rasputín, una variedad afortunadamente poco común del “fascinador de mujeres” (véase Cap. Nº 2 del libro titulado “El Misterio del Áureo Florecer”). Allí podemos leer: “A todas luces resalta, con entera claridad meridiana, que la despótica fuerza mágica del Diablo Sagrado (Rasputín), se debía exclusivamente a su tremenda potencia sexual”... “Desafortunadamente el monje Gregor Rasputín no supo utilizar sabiamente la formidable potencia sexual de que lo dotara la Naturaleza y descendió al plano de la más baja sensualidad”. Ese monje, que según el Maestro “hubiera podido auto-realizarse a fondo”, tuvo como se sabe un final trágico. “Una noche cualquiera” (continúa exponiendo el Maestro), “me propuse investigar en forma directa al desencarnado Rasputín. Como quiera que conozco a fondo todas las funciones psíquicas del Eidolón (Cuerpo Astral del hombre auténtico), no me fue difícil realizar un desdoblamiento mágico”... “Vestido pues con ese Cuerpo Sideral del que tanto hablara Felipe Teofastro Bombasto de Honheneim (Aureola Paracelso), abandoné mi Cuerpo Físico para moverme libremente en la 5ªDimensión de la Naturaleza, en el Mundo Astral” (Inferior)... “Lo que vi con el Sentido Espacial (con el OJO DE HORUS) fue terrible. No está de más afirmar, enfáticamente, que hube de penetrar en una caverna espantosa donde solamente se veían
barriles llenos de vino, por entre los cuales se deslizaban, aquí, allá y acullá, multitud de horripilantes criaturas, a semejanza de hombres”... “Yo buscaba a Rasputín, el «Diablo Sagrado»; quería platicar con ese extraño monje ante el cual temblaron tantos príncipes, condes, duques y marquesas de la nobleza rusa, más he aquí que en vez de un YO veía a muchos YOES, y todos ellos constituían el mismo Ego del monje Gregor Rasputín”... “Tenía pues ante mi vista espiritual, en toda la presencia de mi Ser Cósmico, a un montón de diablos, a un YO PLURALIZADO dentro del cual sólo existía un elemento digno (quiero referirme a la Esencia)”... “No hallando pues a un sujeto responsable, me dirigí a una de esas criaturas grotescas que pasó cerca de mi: -He aquí el lugar donde viniste a dar, Rasputín; este fue el resultado de tu vida desordenada y de tantas orgías y vicios”... -Te equivocas, Samael (contestó la monstruosa figura, como defendiendo o justificando su vida sensual), y luego añadió: A ti te hace falta la línea de la intuición”... -A mi no me puedes engañar (fueron mis últimas palabras). Luego me retiré de aquel tenebroso antro situado en el LIMBUS, en el ORCO de los clásicos, en el vestíbulo del reino mineral sumergido”. “Si Rasputín (concluye el Maestro) no hubiera hecho en vida tantas obras de caridad, a estas horas estaría involucionando en el tiempo dentro de los mundos sumergidos, bajo la corteza de la Tierra, en la Morada de Plutón”. De modo que “lo único que continúa después de la muerte es un montón de Yoes-Diablos, los agregados psíquicos, una multitud de abominables criaturas dantescas que personifican nuestros defectos psicológicos”. La “Eternidad” en su aspecto inferior (o Infierno Lunar) devora eso que continúa más allá del sepulcro y luego lo vomita, lo regresa al Mundo Tridimensional de acuerdo con la Ley del Eterno Retorno de todas las cosas. Así los hechos, el “Yo” lujurioso “tipo Don Juan”, el “Yo” lujurioso “tipo Casanova” y el “Yo” lujurioso “tipo “Diablo”, con todas sus expresiones masculinas y femeninas se reincorporan en un nuevo Cuerpo Físico para recurrir o reincidir en el error, añadiéndose las consecuencias kármicas de las acciones precedentes. “Dentro de la humana Personalidad de cada uno de nosotros existen siempre esos valores inferiores o Yoes-Actores que sirven de basamento a la Ley de Recurrencia”. “Cada Yo-Actor de tipo lascivo (o de cualquier otra característica) es una persona distinta”. Cuando algunas de esas personas o “Yo-defecto” realiza determinada acción, adquiere un compromiso que habrá de cumplirse en otra existencia posterior. “Esto nos invita a comprender que dentro de cada uno de nosotros viven muchas personas con distintos compromisos”. Dentro de la personalidad de un lujurioso existe una casa de citas y dentro de la personalidad de una prostituta existe todo un prostíbulo. Los “compromisos” del lujurioso se cumplirán mecánica e inexorablemente, e igualmente sucederá con los “compromisos” de la prostituta. Obviamente tales “compromisos” traen aparejadas una serie de dramas, tragedias y comedias con sus múltiples problemas de variado tipo. Allí entra en acción la Ley de Causa y Efecto, Ley de Causación o Ley del Karma, pues los delitos contra el Amor siempre son castigados severamente por los Leones de la Ley. Ejemplo: el “Yo” que en una pasada existencia tuvo una aventura amorosa (a la edad de 25 años, digamos) e incumplió su palabra de matrimonio dada a cierta dama, en la nueva existencia ese mismo “Yo”aguardará tal edad para manifestarse, y llegado el momento buscará a la dama de sus ensueños, se pondrá en contacto telepático con la misma y vendrá el re-encuentro y la repetición de la escena, más puede suceder que la dama no acceda a los requerimientos por traer el recuerdo (con su respectivo resentimiento) del incumplimiento de la palabra por parte del varón.
Es así como actúa la Ley de Causa y Efecto cuando “se buscan (telepáticamente) entre sí los Yoes de una y otra personalidad y luego se re-encuentran para repetir, como ya se dijo, la misma escena”. Nunca debemos olvidar que los Señores de la Gran Ley se valen del Ego delincuente, es decir manejan esa «ficha negra» en el Tablero de Ajedrez de la Vida para administrar Justicia. Precisamente sobre el Ego recae la sentencia. Regresan pues los amigos y enemigos, los que prometieron “gratitud eterna” y los ingratos, los que juraron amistad y los que prometieron vengarse, y retornan los amantes para repetir las escenas de lascivia, para reincidir en sus fornicaciones, adulterios, etc. Afirma el V.M. Samael Aun Weor: “Esta es realmente la mecánica de la Ley de Recurrencia, esta es la tragedia de la vida. La personalidad humana no es más que una máquina al servicio de estos Yoes con tantos compromisos”. Y luego hace el Maestro la siguiente acotación: “Lo peor de toda esta cuestión es que todos estos compromisos de la gente (o Yoes) que llevamos en nuestro interior, se cumplen sin que nuestro entendimiento tenga previamente alguna información”. En el libro varias veces mencionado (“El Misterio del Áureo Florecer”), con una serie de insólitos relatos el Maestro Samael explica lo que es en sí misma la Ley de Recurrencia, en relación precisamente conel tema este del “Yo” de la lujuria. Allí elAvatara de Acuario declara que “allá en España, en tiempos de la Conquista, fue el Marqués Juan Conrado, gran señor de la Provincia de Granada”. Entre otros hechos interesantes, el Venerable relata cómo “atravesó el borrascoso océano hasta llegar hasta estas tierras de América” y “su establecimiento muy cerca de los acantilados, en las costas del Atántico”... “Por aquellos tiempos de la Conquista española (agrega) existía desgraciadamente este otro negocio internacional relacionado con la infame venta de negros africanos. Entonces (dice), para bien o para mal conocí a una noble familia de color, originaria de Argelia. Todavía recuerdo a una doncella, tan negra y tan hermosa como como un sueño milagroso de Las Mil y una Noche”... “Si compartí con élla el lecho de lacees en el Jardín de las Delicias, fue realmente movido por la curiosidad: quería conocer el resultado de este cruce racial. Que de ello naciera un vástago mulato, nada tiene de extraño; más tarde vino el nieto, el bisnieto y el tataranieto”... Y llega el Maestro, en su relato, al punto más importante, relacionado (como ya se dijo) con este tema del “Yo” de la lujuria y sus consecuencias: “En aquellos tiempos de Bodisattwa caído (confiesa), me olvidé de las famosas MARCAS ASTRALES que se originan el coito y que todo desencarnado lleva en su Karmasaya”... “Resulta palmario y manifiesto que tales marcas le relacionan a uno con aquellas gentes y sangres asociadas al coito químico (es oportuno decir ahora que los Yoguis del Indostaní han hecho ya sobre esto detenidos estudios). No está de más aseverar que mi actual Cuerpo Físico deviene de la citada cópula metafísica. Con otras palabras diré que así vine a quedar vestido con la carne que llevo en mi presente existencia, que mis antepasados paternos fueron exactamente los descendientes de aquel acto sexual del Marqués”. “Asombra ver que nuestros descendientes, a través del tiempo y la distancia, se conviertan en ascendientes; es maravilloso que después de algunos siglos vengamos a revestirnos con nuestra propia sangre, a convertirnos en hijos de nuestros hijos”. Véase, pues, cómo los compromisos del “Yo” lujurioso quedan registrados hasta en el vehículo Astral, dejando allí unas marcas que “nos asocian (con quienes hemos efectuado la cópula química) a través del tiempo y del espacio”. Agrega el Maestro, en sus relatos explicativos de la Ley de Recurrencia, que “su progenitor terrenal (el de la última existencia) fue en la época medieval, durante los tiempos de la Caballería, un noble Señor al cual hubo de vencer en cruentas batallas, motivo por el cual éste último juró entonces venganza y es obvio que la cumplió, por lo que muy joven abandonó la casa paterna, movido por esas dolorosas circunstancias”. El gnosticismo universal enseña que “la Madre Naturaleza trabaja intensivamente creando Cuerpos Físicos”, pero el “Yo” siempre los destruye con sus vicios y pasiones lujuriosas. “Cual
una maldición insoportable, cada existencia en el estado de humanoide se repite dentro de la Línea Espiral de la Vida pero en curvas cada vez más y más bajas, precipitándose por el camino involutivodescendente hasta que se agota el Ciclo de las 108 Existencias que se le asignan a cada Esencia, y entonces viene el ingreso a los Mundos Infiernos”. Los Cuerpos Físicos kármicos son muy vulnerables, extremadamente débiles, están expuestos a la enfermedad, la vejez y la muerte, y si hemos de asignar una cuota de responsabilidad (en ese proceso degenerativo) a cada “agregado psíquico”, el “Yo” lujurioso tiene la mayor culpabilidad por todas las razones científicas que en esta guía de estudio hemos expuesto. Es tal la importancia del sexo que las “taras hereditarias” vienen por esa vía. Es decir, esas anomalías hereditarias vienen a ser el mecanismo mediante el cual se procesa la Ley del Karma y están en los genes, los que a su vez constituyen el fundamento de forma física o vestido carnal. Ya está comprobado que cuando no existe la formación natural legítima de los genes, incuestionable-mente originan un cuerpo defectuoso. Dicho de otra manera: “El Cuerpo Vital o asiento de la vida orgánica ha sido diseñado por los Agentes o Principios Inteligentes de la vida de acuerdo con la Ley de Causa y Efecto. Aquellos que en su pasada existencia acumularon deudas muy graves, podrán nacer con un Cuerpo Vital defectuoso, el cual (como es natural) servirá de base para un Cuerpo Físico también defectuoso”. “Ejemplo: el abusador pasionario-sexual a la larga puede nacer con el Cuerpo Vital indebidamente polarizado, y esto originará un vehículo homosexual o una forma femenina lesbiana. Indubitablemente, homosexuales y lesbianas son el resultado del abuso sexual en pasadas existencias”. Advertido está en los escritos de Pablo: “Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica contra su propio cuerpo peca”... A causa de tantas y tantas fornicaciones, las multitudes humanoides retornan cada vez con menos Valores Anímicos o Conscientivos. “Los llamados hijos de la noche nupcial, o aquellos desventurados que fueron engendrados tras copiosos banqueteos y borracheras, son portadores de Valores Anímicos muy inferiores”... “Los neurastenoides, aquellos que sufren complejos de todo tipo, los cobardes, esquizofrénicos, masoquistas, asesinos de todo tipo, borrachos empedernidos, homosexuales, lesbianas, embotados, romos, imbéciles e idiotas que además añaden a su asqueante tara hereditaria un cuerpo enclenque y deformado, proceden de azarosas cohabitaciones abominables o bien de la concurrencia de enfermedades venéreas”. Asegura el Logos Samael que “la calidad del semen se encuentra asociada a la potencia imaginativa” y que “si se comete el crimen de derramar este elíxir maravilloso, se empobrece la Facultad Creadora (el Traslúcido, la Imaginación Consciente) y entonces ya no es posible mantener con igual frescor (en la mente) cualquier bella imagen que pudiéramos usar para dar vida y forma a una resplandeciente criatura”. “Sólo cuando viven ADAM-EVA (él y élla) en un estado auto-enaltecedor, edificante y esencialmente dignificante, se produce aquel intercambio de Fuerzas Anímicas a través de cada célula, por lo que realmente logran engendrar un Hijo del Sol, una hermosa criatura, física y anímicamente dichosa”. El hecho cierto es que los Cuerpos Físicos de la humanidad terrícola han venido desgastándose con el tiempo, es decir, con cada retorno. “Ya fueron inferiores a los rudos abuelos nuestros queridos padres; peores que ellos somos nosotros y en mustia decadencia (entre el licor, las drogas, fornicaciones y trgedias) nos sigue una viciosa descendencia”. “La herencia es, pues, el vehículo del cruel Némesis de la vida, la herencia es el resultado de la Ley de Acción y Consecuencia”. Este axioma de la Sabiduría Gnóstica sólo se comprende cuando evidenciamos (por sí mismos y por experiencia directa) las Leyes del Retorno y de la Recurrencia. De acuerdo con esas leyes mecánicas, y también en consonancia con aquella otra denominada “Ley de Afinidades Psicológicas”, el “Yo” lujurioso retorna o se reincorpora en un cuerpo creado por una pareja lujuriosa.
En su libro titulado “Nociones Fundamentales de Endocrinología y Criminología”, el V.M. Samael explica este proceso del retorno de los valores con los siguientes términos: “Los valores de un hombre que fue artista, podrán retornar en una familia de artistas que le proporcionarán la herencia que él necesita. Una suma de valores místicos retornarán en una familia piadosa, los valores de un libertino podrán retornar entre familias libertinas y los de un asesino entre asesinos y ladrones”, aunque “muchas veces se han dado casos de santos entre bandidos (esa es la Ley del Destino ajustando cuentas)”. “La ciega pasión en el acto carnal lujurioso genera desordenados remolinos electromagnéticos cuyas oscilaciones vitales pasan a ser heredadas, provocando una disonancia en las células del niño o de la niña engendrado o engendrada en esa forma animalesca”. O sea, que además de los propios valores lujuriosos, heredamos otros tantos mediante la influencia materna y paterna. “Es ostensible que habiendo castidad científica, belleza y amor, será impregnado el huevo fecundado por alguna Esencia muy desarrollada y el resultado será entonces un hijo o hija con ricos valores anímicos”. Obsérvese, pues, la importancia que tiene el Nivel del Ser o Nivel Conscientivo de las parejas, el de ÉL y el de ÉLLA, porque de su modo o manera específica de pensar, sentir y actuar dependerá la calidad de la simiente, de la Energía Creadora-Sexual, y de hecho el tipo de valores que ese mismo Nivel atraiga cuando ambos generen una nueva criatura. Consignemos, finalmente, la siguiente idea básica: “Se necesita mucho trabajo en la Novena Esfera (con la Magia Sexual) para llegar a eliminar esa lujuria que heredamos de nuestros antepasados y que desgraciadamente se ha fortalecido con el tiempo y con las experiencias meramente mecanicistas”, porque “no es posible destruír en un solo instante los pensamientos y sentimientos dualistas y egoístas que surgen de las pasiones y que están profundamente arraigados dentro de cada uno de nosotros”. Al respecto, el Evangelio del Tao ha dicho: “Purifica tu corazón, limpia tus pensamientos, ataja tus apetitos y conserva el semen”, sintetizando así la clave regia que debidamente aplicada nos permitirá eliminar el “Yo” de la lujuria y sus “elementos inhumanos”.
Novena Parte
CONCLUSIONES “Es ostensible la tremenda dificultad que presenta el estudio de la Magia Sexual; no resulta nada fácil querer mostrar como aprendible y visible la Sexo-Yoga, el Maithuna, con su gobierno de las más delicadas corrientes de nervios y las múltiples influencias subconscientes, inconscientes e infraconscientes que obran sobre el ánimo. Hablemos claro y sin ambages: este tema sobre Sexo-Yoga es cuestión de experimentación íntima directa, algo demasiado personal”. Samael Aun Weor, “El Misterio del Áureo Florecer”. “Resulta ostensible el espantoso sacrificio de la NO-EYACULACIÓN para las personas lujuriosas. Es conveniente afirmar que la Naturaleza no hace saltos; puede y hasta debe el principiante realizar el cambio poco a poco. Si realmente se quiere consolidar, afianzar o fijar nuestro sistema, considero necesario empezar con prácticas cortas, un tiempo muy breve: cuando mucho, de uno a cinco minutos diarios. Es incuestionable que después se puede alargar el tiempo en cada práctica. Los grandes atletas de la Sexo-Yoga suelen practicar el Sahaja-Maithuna durante una hora diaria, pero de ninguna manera es conveniente empezar con largas prácticas sexuales; el cambio debe realizarse en forma metódica y con muchísima paciencia, sin desmayar jamás”. Samael Aun Weor, “Mensaje de Navidad” del año 1.969.
En su conferencia titulada “CÓMO CAMBIAR LA MANERA DE PENSAR”, el V.M. Samael Aun Weor advierte: “El error de algunos misioneros es que quieren que las gentes comiencen de una vez a trabajar con el Maithuna, en la Novena Esfera, sin conocer siquiera el cuerpo de doctrina. Pero eso es absurdo: las gentes que no han cambiado su forma de pensar y que continúan con sus mismos hábitos, las gentes que tienen su misma forma de sentir y que son víctimas de las emociones negativas, no comprenden los Misterios del Sexo y los profanan”. De modo que, según el Maestro, “empezar a trabajar con el Centro Sexual sin tener una información correcta de la Doctrina Gnóstica es absurdo, pues el que empieza en esas condiciones no sabe lo que está haciendo, no tiene una conciencia clara sobre el trabajo en la Forja de los Cíclopes y puede caer en gravísimos errores”. “Antes que todo (insiste el Maestro), en estos estudios debemos empezar por los Centros Intelectual y Emocional, es decir, necesitamos cambiar nuestra forma de pensar y de sentir, pues de lo contrario marcharemos por un camino equivocado”. Ciertamente, en su inmensa mayoría la humanidad terrícola ignora qué es el Ego en sí mismo (sobre todo lo referente al “Yo” de la lujuria), muy poco o casi nada es lo que conoce de su mundo interior o espacio psicológico, y lo que es peor: las multitudes subestiman o desprecian este tipo de enseñanzas porque han fortalecido en gran manera la Personalidad externa, tornándose (por tal motivo) extremadamente complicadas y groseramente materialistas, al punto que su lado esencial (eso que tenemos de Alma, lo ùnico y verdaderamente humano que aún nos queda), casi nunca tiene posibilidades de salir a flote, de manifestarse. En tales condiciones, ignorando qué somos realmente, de dónde venimos, hacia dónde vamos y por qué y para qué vivimos, ¿cómo podría el “Yo” de la lujuria, por ejemplo, aceptar de buena gana los sublimes postulados de la Alquimia Sexual? ¿O cómo podría una persona ignorante ingresar al Magisterio del Fuego, acostumbrada como está a pensar, sentir y actuar mecánicamente, siguiendo el consenso general de las opiniones establecidas por el Anticristo sobre el amor, el sexo y la sexualidad? Todo el mundo sabe que piensa y siente, pero pocos comprenden (o intentan comprender) el cómo y el por qué de tantos y tantos pensamientos y sentimientos que van surgiendo de acuerdo con las siempre cambiantes circunstancias. Una cosa pues es el SABER y otra muy distinta es el SER. Dicho con palabras del Maestro:
“Conocimiento y Comprensión son diferentes; el primero es de la mente y la segunda del corazón. Unificando el Saber o conocimiento con el Ser, surge la llamarada de la Comprensión”. Luego el primer paso (en estos estudios) debe ser dado en dirección al Ser, para lo cual obviamente debemos adquirir un conocimiento que con absoluta precisión nos indique cómo cambiar radicalmente nuestra actual MANERA DE SER. Nadie intentaría auto-observar y luego comprender (en sí mismo, dentro de sí mismo) el “Yo” de la lujuria sin antes haber encontrado un motivo fundamental que lo induzca a iniciar la lucha contra ese “agregado psíquico” que tan graves daños causa en el individuo y en la sociedad. En nuestro MODO DE SER hay muchísimos pensamientos y sentimientos equivocados relacionados con el amor, el sexo y la sexualidad. Las Asociaciones o Escuelas Gnósticas, fundamentadas única y exclusivamente en la Gnosis develada por el V.M. Samael Aun Weor, tienen métodos o procedimientos que llevan al aspirante hacia el estado conscientivo de “DIANOIA”, que se manifiesta como sintetismo conceptual, cientificismo, revisión intelectiva de creencias, estudios muy profundos sobre fenómenos y leyes, etc. El estado conscientivo llamado “DIANOIA” precede al estado de “NOUS”, que es el de la Conciencia despierta, el de la verdadera Inteligencia, de la Belleza Interior y del auténtico Amor. Para lograr ese intento, las Asociaciones Gnósticas Internacionales de Estudios Antropológicos utilizan, además, una pedagogía revolucionaria cuyo único objetivo es el de que nos hagamos conscientes del SABER adquirido. Haciéndonos conscientes de lo que ya sabemos, podemos entonces desechar LO FALSO e ir cultivando gradualmente LO LEGÍTIMO, eso que hay de REAL o VERDADERO dentro de cada uno de nosotros. Huelga decir que el Ego es una FALSA CREACIÓN, y que cada uno de los múltiples “Yoes” tiene sus propios criterios equivocados y sus particulares emociones inferiores. Entre las variadísimas ideas falsas del “Yo mismo” está aquella de que la Imaginación es “la loca de la casa”, que la capacidad imaginativa es tan solo fantasía y nada más. El gnosticismo universal, además de establecer exactas diferenciaciones entre Imaginación Mecánica e Imaginación Consciente, estudia muy a fondo las íntimas conexiones existentes entre el sexo y la Imaginación. La Imaginación mecanicista deviene de la mente mal utilizada; la Imaginación mecánica, por lo tanto, está estructurada con los desechos de la memoria, que es el Centro Formativo de la mente. El “Yo” lujurioso utiliza esa tipo de Infra-Imaginación para proyectar en la pantalla de la mente escenas de lubricidad, de impudicia, de morbosidad sexual. “Los sueños eróticos y las poluciones nocturnas se deben precisamente a la sub-imaginación mecánica”. “La Castidad o dominio consciente de las funciones sexuales, resulta algo más que imposible mientras exista la sub-imaginación, es decir, las fantasías sobre el amor, el sexo y la sexualidad”. El “Yo” de la lujuria está muy activo dentro de cada uno de nosotros, vibra intensamente con gran fuerza demoníaca, y si el aspirante gnóstico desea aprender a vivir en forma auto-enaltecedora y edificante, debe concederle especial atención al “ESPEJO MÁGICO” de la IMAGINACIÓN y su muy íntima conexión con el “Yo” lujurioso y la transmutación del Mercurio de los Sabios. “La Infra-Imaginación o Imaginación desnaturalizada puede traicionarnos cuando muy sinceramente queremos trascender la mecanicidad sexual”, proyectando imágenes sexuales pasionarias que llevamos impresas en los ocultos niveles inconscientes, subconscientes e infraconscientes de la propia mente”. Es decir, el “Yo” lascivo se burla de los anhelos místicos del aspirante que trata de “mirar las funciones sexuales no como motivo de vergüenza, tabú o pecado, sino como algo infinitamente elevado, sublime y terriblemente divino”. Sólo a través de una vigilancia permanente o auto-observación contínua de nuestros modos específicos de pensar, sentir y actuar, podemos transformar las impresiones lujuriosas e ir luego comprendiendo y eliminando todo ese automatismo infra-instintivo e infra-sexual del que se
vale la Imaginación Mecánica para impedir que dentro de nosotros surja la Llama del Ser. “La Imaginación Objetiva, consciente, es la Visión Espiritual o Traslúcido, y por lo tanto (en sí misma) resulta esencialmente creadora”. “La Imaginación Creadora es la agencia maravillosa de la vida sexual y posee, en sí misma, una cualidad Cósmico-Divinal”... “Es sólo el Espejo Mágico de la Imaginación el que acoge en sí mismo la Voluntad de nuestro Padre que está en secreto. La Voluntad y la Imaginación de dos amantes (hombre-mujer) que se adoran entre sí, consiste pues en que mediante el común ardor sexual dan forma a su Universo íntimo”. Ya hemos reseñado a lo largo de la presente guía de estudio, que el malhadado “Yo” lujurioso debilita la escasa Voluntad libre que poseemos, y ahora podemos añadir que también ciega los ojos del Alma, adultera la capacidad imaginativa, apartándonos radicalmente del PADRE-MADRE INTERIOR particular. Individal. Careciendo de Voluntad-Consciencia y de Imaginación Creadora, uno queda a merced de la Mente Sensual o de la Mente Intermedia, sujeto a las opiniones de los “Yoes-Pensadores” y por lo tanto incapacitado para eliminar cualquier “agregado psíquico”. “¡Vana cosa es (exclama el V.M. Samael) engreírnos de la mente animalesca y lunar!” Y acota: “Ésta, por sí sola, únicamente puede conducirnos al error. La pobre mente animal-intelectual no puede en verdad alterar fundamentalmente nada. Necesitamos de un poder superior, de una potestad viviente capaz de eliminar o descartar totalmente aquella entidad siniestra que personifica (psíquicamente) el error que hemos auto-observado y comprendido. Tal autoridad es, fuera de toda duda, nuestra Divina y Adorable Madre Kundalini (la Esposa sublime del Espíritu Santo), la Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes, ese Fuego Electrónico-Solar que en forma espléndida se desenvuelve y desarrolla en la espina dorsal del asceta gnóstico”... Quienes gradualmente van trabajando sobre sí mismos con los 3 Factores de la Revolución Gnóstica de la Conciencia, están en capacidad de comprender las siguientes ideas trascendentales que explican por qué y para qué la Inteligencia de la Madre Naturaleza nos concede un cuerpo físico: 1ª- “El hombre debe ser también carnalmente uno con Dios”. 2ª- “La criatura humana sólo puede Auto-Realizarse íntimamente entregándole su cuerpo a Dios”. 3ª- “Es indispensable y urgente morir radicalmente en nuestra propia persona, en la carne, en el YO, con el propósito firme de encarnar la potencia de Dios en nosotros”. 4ª- “Necesitamos reconciliarnos con el Sumo Hacedor, de manera que él pueda reconocer en la carne a su propia criatura”. 5ª- “Para nosotros los gnósticos el Cuerpo Físico es algo así como Alma materializada, condensada, y no un elemento impuro y pecaminoso, como suponen los tratadistas de la ascética absoluta de tipo medieval”... El hermoso corolario de esas ideas trascendentales queda plasmado poéticamente así: “La LUZ y el POLVO deben celebrar sus esponsales y CIELO y TIERRA liberarse juntos en el Amor”... “Un nuevo CIELO está ya dispuesto, y así también debe crearse una nueva TIERRA, igual a él en magnificencia”... Y es que lo exterior (el Cuerpo Físico) es tan sólo la proyección de lo interior (de lo AnímicoEspiritual). De allí la expresión del V.M. Samael Aun Weor: “Quien está ya bien muerto y tiene a Dios adentro, proyecta un Paraíso”. Parafraseando al Venerable Maestro concluimos esta guía de estudio diciendo: “Quien está bien vivo y tiene adentro el “Yo” de la lujuria, proyecta un Infierno”... ¿Por qué? Porque el “Yo” lujurioso es mixtificado, corrompido, vicioso, falso, y abomina la virtud de la Castidad, desprecia la pureza, la Virginidad delAlma, la Honestidad, la Fidelidad, el Candor y muchas otras cualidades que sí nos llevan a caminar por la senda amorosa del Matrimonio Perfecto y de hecho a experimentar la verdadera Felicidad del Ser y la legítima Libertad interior.