Movimientos o fuerzas políticas Los zelotes La historia de Israel entre el levantamiento de los macabeos y la guerra contra los romanos está llena de movimientos de resistencia. Los zelotes son precisamente eso, un grupo de resistencia contra los invasores. Por fundador se tiene a un tal Judas el alileo, y su origen a raíz del censo y la posterior recaudaci!n de impuestos "ue tuvo lugar el primero hacia la #poca del nacimiento de Jes$s, y el segundo en su adolescencia. %u resistencia no se basaba s!lo en acciones armadas, sino "ue promulgaban una serie de doctrinas subversivas, &amás hasta ese momento proclamadas, "ue les dio muy pronto a sus miembros una coherencia de principios y de unidad. 'l movimiento parti! de alilea, aun"ue la mayor agitaci!n por el pago de los impuestos se produ&o en Judea y luego subi! hacia el norte. 'n sus comienzos, las fuerzas fariseas desempe(aron un importante papel) parece "ue fueron principalmente los discípulos del rabino %ammay los "ue engrosaron las filas del zelotismo, mientras "ue los hillelitas, "ue se alzaron definitivamente con la preponderancia en el rabinado despu#s de la guerra, adoptaron frente a dicho movimiento una actitud negativa, aun"ue de momento no pudieran imponerse a los sammayitas. Las pro*imidades con el pensamiento de los esenios es tambi#n muy patente. Mantienen puntos muy cercanos de vista sobre cuestiones prof#ticas, y sobre escatología y guerras del &uicio. 's muy posible "ue muchos de los esenios se fueran haciendo zelotes con el paso del tiempo. 'l nombre de zelotas habla del celo "ue tenían por +ios y por su encendida pasi!n al discutir sobre asuntos de &uicio final y guerras escatol!gicas. Para los romanos, no eran más "ue ladrones, salteadores de caminos aislados o cuadrillas enteras de bandidos. o "uisieron prestarles mucha atenci!n hasta "ue finalmente se vieron obligados a ello en la sublevaci!n &udía. La designaci!n de sicarios, en cambio, no parece comprender a la totalidad de los zelotas, sino s!lo un grupo de ellos, especialmente activo) el nombre derivaba de los pe"ue(os pu(ales - sica "ue llevaban ocultos ba&o el manto y con los "ue asesinaban a sus adversarios, a menudo en medio del gentío. Parece "ue se concentraron sobre todo en Judea y en Jerusal#n. %on los $ltimos "ue "uedaron como resistencia en el fuerte de Masada. Para ellos fue decisiva la doctrina con la "ue &ustificaron y emprendieron la lucha. %u punto central es la interpretaci!n "ue daban al primer mandamiento. / su modo de ver, el reino de +ios en Israel era incompatible con cual"uier dominaci!n. 'n este dogma fundamental radicaban sus bríos revolucionarios. +urante siglos había
vivido Israel ba&o dominaci!n e*tran&era y ba&o ella había servido a su +ios, aceptándola como algo "ue +ios permitía o como un castigo. Los zelotas rompieron con esto, y de esta ruptura eman! su celo por la monar"uía e*clusiva de +ios y su resoluci!n de padecer persecuciones, si era preciso, así como la de sacrificar el dinero, la hacienda o la vida por su credo. %u pronta disposici!n al sufrimiento y su fortaleza en el martirio despertaron la admiraci!n de sus enemigos. 0on el martirio pregonaban su celo por +ios y e*piaban los pecados de Israel. La conversi!n revisti! entre ellos la grave modalidad de negar obediencia a las potestades terrenas y de acatar $nicamente la ley de +ios. La repercusi!n de esta doctrina fue tanto más grande por cuanto brotaba del meollo mismo de las creencias &udías1 en tiempos de Jes$s se citaba el primer mandamiento &untamente con la semá Israel, y los rabinos no consideraban válida ninguna plegaria en la "ue le faltase a +ios el nombre de rey. -%i no, recu#rdese la tercera frase del Padrenuestro, como oraci!n &udía de Jes$s. Judas formul! esta parte decisiva de su doctrina de cara al censo "ue orden! 2ctaviano /ugusto. Los romanos sostenían el principio &urídico de "ue, con la con"uista de un país, pasaban a ser propiedad del 'stado romano sus tierras, cuyo usufructo se de&aba a los indígenas. %obre este principio basaban su e*igencia de impuestos. Pero dicho a*ioma entraba en colisi!n con la creencia israelita de "ue la tierra santa le había sido dada en herencia por +ios a Israel a título inalienable. La obediencia al mandamiento de +ios les prohibía, por tanto, a los zelotas, el acatamiento del principio &urídico romano y como tal interpretaban la participaci!n en el censo. La irritaci!n producida en el pueblo por el crecido importe de los impuestos y la dureza de su recaudaci!n cooper! a "ue se aceptara la tesis zelota. 0on respecto al censo decía los zelotas1 3La tasaci!n no trae consigo más "ue una esclavitud evidente4 y, por ello, e*hortaban a todo el pueblo a proteger su libertad. La guerra se desencaden! precisamente con la eliminaci!n por los zelotes de los arrendadores de impuestos. La monar"uía $nica de +ios, tal como la predicaba Judas, estaba estrechamente imbricada con la libertad de Israel y con su hostilidad a 5oma. 0on "u# fuerza irrumpi! entre los zelotas la noci!n de libertad. %u noci!n de libertad estaba condicionada por consideraciones escatol!gicas. Por libertad se entendía la redenci!n del tiempo final, por la "ue oraban a diario todos los israelitas piadosos. 'n tanto "ue los fariseos esperaban "ue se realizase por una intervenci!n milagrosa de +ios, los zelotas estaban convencidos de "ue en la creencia en el reino e*clusivo de +ios estaba implícito el "ue Israel lo convirtiera en realidad y el "ue +ios correspondería al heroísmo de su acci!n con signos y milagros, para hacer "ue la obra de liberaci!n tuviera #*ito.
La actividad de los zelotas para convertir en realidad su credo del reino e*clusivo de +ios se desarroll! de diferentes maneras. /bominaban de las imágenes en todas sus formas, ya se tratara de imágenes de hombres, especialmente de gobernantes, o de imágenes de animales, "ue en su mayor parte tenían un significado simb!lico. 'l culto incipiente al emperador foment! de manera decisiva la oposici!n a 5oma) las imágenes del 'mperador eran las "ue producían mayor escándalo. Los linchamientos se hicieron la norma general contra las impurificaciones y profanaciones perpetradas en el recinto del 6emplo. La venganza de los zelotas se abatía tambi#n sobre los israelitas "ue se unían a mu&eres no &udías. %e obligaba a la gente a circuncidarse) sino, se le mataba sin ning$n miramiento. Los profetas y falsos mesías acompa(aban en su camino a los zelotas1 fue una predicaci!n prof#tica la causa "ue desencaden! un masacre por culpa de Pilato. %u postura social era revolucionaria. 'staban en contra de los ricos, y se gran&earon la amistad de los pobres, los pe"ue(os campesinos y terratenientes, mientras "ue los grandes terratenientes se aliaron con los romanos. La situaci!n social empeoraba cada vez más. Los pobres se resentían de ello, los pe"ue(os campesinos temían por su tierra. 6enían "ue tomar pr#stamos e hipotecar su finca, hasta "ue esta caía en manos de los grandes terratenientes y de sus arrendatarios, y de estos a los romanos. Los zelotes por ello no de&aban de cometer actos de violencia contra los romanos y contra sus amigos. 'ntre todo este agitado mundo, no es de e*tra(ar "ue Jes$s fuera confundido con un supuesto mesías de los "ue proliferaban en la #poca, "ue fuera crucificado entre dos zelotas, y "ue incluso el sanedrín le acusase de provocar revueltas para ganarse la enemistad con los romanos. %in duda "ue muchas veces Jes$s tuvo "ue soportar las comparaciones con los zelotes, y no s!lo eso, sino las acusaciones contrarias de estar de parte de los romanos. 'n una #poca tan agitada no era fácil no vivir ba&o sospecha, se estuviera en un bando u otro.
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-gr.gr. griego ze8lo8te8s. / uno de los doce ap!stoles se le llama %im!n el 7elote -Lc. 9.:;) 0ananita. Pablo dice de sí mismo "ue fue celoso en lo religioso -