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Capítulo 10. Los estereotipos, guardianes de la ideología1 Amalio Blanco, Javier Horcajo y Flor Sánchez “Todo muhutu debe saber que los mututsis son deshonestos en los neocios! Su "nico objetivo es la su#remac$a de su ru#o %tnico! &n consecuencia, es traidor el muhutu que hace las cosas siuientes' neocia con un batutsi, invierte su dinero o el dinero del (obierno en una em#resa tutsi, #resta o #ide #restado dinero a los mututsis, o #resta servicios a un batutsi en los neocios)! &ste es, literalmente, el cuarto de los diez mandamientos que deb$an obedecer obedecer los hutus* los otros seis iban en la misma direcci+n' es traidor quien se case o se haa amio de una mujer tutsi, los bahutus no deben mostrar #iedad #or los batutsis, los bahutus, est%n donde est%n, deben dar #ruebas de unidad y solidaridad, etc! Tadjo, -../, #! 0-/10-23! 4onviene no tomarse a la liera estas cosas, #or muy estramb+ticas que nos #uedan #arecer a #rimera vista! 5rimero, #orque llevan claramente im#resas la discriminaci+n y el rechazo de determinadas #ersonas, y des#u%s, #orque #ueden acabar en traedia! &stos diez siniestros “mandamientos), #or ejem#lo, se acom#a6aron de un enocidio que en menos de cinco meses acab+ con la vida de unos 7..!... tutsis, y un n"mero de hutus que oscila entre los 0.!... y los 8.!..., en una brutal ola de violencia desatada en la #rimavera de 0992 entre dos tribus rivales de :uanda! 4harles Tilly, una autoridad en el estudio de los con; con;li lict ctos os soci social ales es,, toma toma #rec #recis isam amen ente te este este ejem ejem#l #loo #ara #ara o;re o;rece cerr una una ori oriin inal al conce#ci+n de la violencia colectiva como resultado de un #roceso de ran relevancia #ara la conici+n social' la activación de divisorias intergrupales' “como demuestran las luchas entre los hutus y los tutsi, en ciertas circunstancias el hecho de figurar a un lado u otro de una línea divisoria entre categorías se convierte en cuestión de vida o muerte)
Tilly, -..<, #! 003! &sas cateor$as son in;initas, #ero a la #ostre todas ellas
desembocan en el mismo #lanteamiento' “nosotros1ellos), y en un sin;$n de adjetivos que cali;ican, de;inen y caracterizan a las #ersonas de#endiendo de si ;orman #arte del “nos “nosot otro ros) s) o del del “ell “ellos os)! )! &sos &sos adje adjeti tivo voss con; con;or orma mann un conjunto, más o menos nos oraniza oranizado, do, de opiniones, creencias, actitudes, sentimientos que forman la parte más sustantiva de nuestra ideología y dan
sentido a las relaciones que mantienen unos
ru#os res#ecto a otros, es decir, de unas #ersonas res#ecto a otras en tanto que 0
Este capítulo forma parte del liro !Cognición social" #$malio %lanco, &avier 'orcajo ( )lor *ánche+ que será pulicado en las pró-imas semanas.
#ertenecientes a ru#os y cateor$as sociales, como hemos venido se6alando a lo laro de los ca#$tulos #recedentes! Hablar de ideolo$a en un manual de conici+n social deber$a ser alo mucho más normal de lo que se acostumbra, #orque a la manera de #ensar sobre las #ersonas, incluidos nosotros mismos, sobre el mundo social en el que vivimos y sobre los acontecimientos que lo caracterizan, Theodor Adorno le da #recisamente el nombre de ideología
en las #rimeras #rimeras #áinas #áinas de esa obra cumbre cumbre de la 5sicolo 5sicolo$a $a que es La
personalidad autoritaria ' “una oranizaci+n de o#iniones, actitudes y valores* en suma, una manera de pensar sore la persona ( la sociedad)
Adorno, et al!, 09=8, #! -73,
sobre los diversos as#ectos de la vida social tales como la #ol$tica, la econom$a, la relii relii+n, +n, los ru#os ru#os que la com# com#one onen, n, etc! etc! La ideología es, pues, el conjunto de significados, significados, normalmente normalmente compartidos, compartidos, sore los diversos aspectos de la realidad realidad social, ( sore quienes quienes la haitan, haitan, que hemos incorporado incorporado a nuestra nuestra mente m ente,
y que,
con aluna ;recuencia, acaban #or uiar nuestra conducta' “las ideolo$as, dice Henri Taj;el, están estrechamente relacionadas con la conducta social)! John Jost, a quien le cabe el m%rito de haber recu#erado la im#ortancia de la ideolo$a #ara la 5sicolo$a, hace una #ro#uesta que nos #arece muy a#ro#iada desde y #ara la conici+n social' la ideología es un sistema de creencias compartidas por un determinado grupo, que organi+a, motiva, da significado e instiga la acción en diversos ámitos de la vida ( de la realidad social! >n matiz ;inal, #ero no #or ello menos im#ortante, #ro#uesto #or
los autores de La personalidad autoritaria ' aunque ;ormen #arte de los contenidos de ideologías ías tienen tienen una e-isten e-istencia cia indepe independi ndiente ente de cualqu cualquier ier nuestra mente, “ las ideolog individuo aislado)! &s la
consecuencia consecuencia l+ica de la conici+n socialmente com#artida! com#artida!
&n su orien, estas etiquetas tan sim#les, tan elementales, tan sesadas y tan en;rentadas amios y enemios, honestos e inmorales, traidores y leales, valientes y cobardes, subversivos y conservadores, conservadores, etc!3 nos remiten al #roceso de cateorizaci+n, cateorizaci+n, a la necesidad de aru#ar y sim#li;icar la com#leja realidad que nos rodea #ara #oder manejarnos en ella con arant$a, como hemos visto en los #rimeros ca#$tulos ver es#ecialmente e#$ra;e -!-3, #ero nos asalta la inquietud #or saber cómo es posile que la necesidad de pensar con la a(uda de categorías tenemos
que sim#li;icar #ara
pued eda a aca acaar ar prop propic icia iand ndo o el rech recha+ a+o, o, el #oder vivir, dec$a (ordon All#ort3 pu ostracismo, ostracismo, la humillación humillación ( hasta la violencia violencia contra quienes pertenecen a alguna de ellas ellas
y #or #or el mero ero hech hechoo de #ert #erten enec ecer er!! ?a res# res#ue uest staa está está en los los ses sesos os
interru#ales! @o es la l a #rimera vez que hablamos de sesos! &n el 4uadro 2!- hemos
#ertenecientes a ru#os y cateor$as sociales, como hemos venido se6alando a lo laro de los ca#$tulos #recedentes! Hablar de ideolo$a en un manual de conici+n social deber$a ser alo mucho más normal de lo que se acostumbra, #orque a la manera de #ensar sobre las #ersonas, incluidos nosotros mismos, sobre el mundo social en el que vivimos y sobre los acontecimientos que lo caracterizan, Theodor Adorno le da #recisamente el nombre de ideología
en las #rimeras #rimeras #áinas #áinas de esa obra cumbre cumbre de la 5sicolo 5sicolo$a $a que es La
personalidad autoritaria ' “una oranizaci+n de o#iniones, actitudes y valores* en suma, una manera de pensar sore la persona ( la sociedad)
Adorno, et al!, 09=8, #! -73,
sobre los diversos as#ectos de la vida social tales como la #ol$tica, la econom$a, la relii relii+n, +n, los ru#os ru#os que la com# com#one onen, n, etc! etc! La ideología es, pues, el conjunto de significados, significados, normalmente normalmente compartidos, compartidos, sore los diversos aspectos de la realidad realidad social, ( sore quienes quienes la haitan, haitan, que hemos incorporado incorporado a nuestra nuestra mente m ente,
y que,
con aluna ;recuencia, acaban #or uiar nuestra conducta' “las ideolo$as, dice Henri Taj;el, están estrechamente relacionadas con la conducta social)! John Jost, a quien le cabe el m%rito de haber recu#erado la im#ortancia de la ideolo$a #ara la 5sicolo$a, hace una #ro#uesta que nos #arece muy a#ro#iada desde y #ara la conici+n social' la ideología es un sistema de creencias compartidas por un determinado grupo, que organi+a, motiva, da significado e instiga la acción en diversos ámitos de la vida ( de la realidad social! >n matiz ;inal, #ero no #or ello menos im#ortante, #ro#uesto #or
los autores de La personalidad autoritaria ' aunque ;ormen #arte de los contenidos de ideologías ías tienen tienen una e-isten e-istencia cia indepe independi ndiente ente de cualqu cualquier ier nuestra mente, “ las ideolog individuo aislado)! &s la
consecuencia consecuencia l+ica de la conici+n socialmente com#artida! com#artida!
&n su orien, estas etiquetas tan sim#les, tan elementales, tan sesadas y tan en;rentadas amios y enemios, honestos e inmorales, traidores y leales, valientes y cobardes, subversivos y conservadores, conservadores, etc!3 nos remiten al #roceso de cateorizaci+n, cateorizaci+n, a la necesidad de aru#ar y sim#li;icar la com#leja realidad que nos rodea #ara #oder manejarnos en ella con arant$a, como hemos visto en los #rimeros ca#$tulos ver es#ecialmente e#$ra;e -!-3, #ero nos asalta la inquietud #or saber cómo es posile que la necesidad de pensar con la a(uda de categorías tenemos
que sim#li;icar #ara
pued eda a aca acaar ar prop propic icia iand ndo o el rech recha+ a+o, o, el #oder vivir, dec$a (ordon All#ort3 pu ostracismo, ostracismo, la humillación humillación ( hasta la violencia violencia contra quienes pertenecen a alguna de ellas ellas
y #or #or el mero ero hech hechoo de #ert #erten enec ecer er!! ?a res# res#ue uest staa está está en los los ses sesos os
interru#ales! @o es la l a #rimera vez que hablamos de sesos! &n el 4uadro 2!- hemos
/
recoido los #rinci#ales errores en los que incurre nuestra mente a la hora de seleccionar e interar la in;ormaci+n, y en el ca#$tulo < hemos dedicado todo un e#$ra;e a los sesos atribucionales!
10.1. Los sesgos intergrupales
A lo laro de su historia, el ser humano no solo ha sido ca#az de crear tecnolo$as que #onen en contacto en tiem#o real a #ersonas que se encuentran a miles de il+metros de distancia, de construir randiosas obras arquitect+nicas arquitect+nicas que siuen siendo objeto objeto de nue nuestr straa más más #ro;un #ro;unda da admir admiraci aci+n, +n, de en enend endrar rar armas armas mort$ mort$;era ;eras, s, o de inventar arte;actos ca#aces de salvarnos la vida* lo más hermoso, lo más grandioso, ( lo más letal que el ser humano ha creado ( ha construido han sido símolos ( significados,
etiquetas que a#licamos, de manera #re;erente, a las #ersonas y a los
ru#os y, sobre todo, a las #ersonas en tanto que #ertenecientes a ru#os y cateor$as sociales, en un #roceso cuyas #rinci#ales caracter$sticas han quedado clari;icadas en los #rimeros ca#$tulos ver sobre todo los e#$ra;es 0!0 y -!-3 y #odr$an ser resumidas de categorías sociales se les ha dado les hemos manera muy sencilla' a los grupos ( las categorías significado social, que, en alguna medida, medida, impregna impregna el valor ( dado3 un valor ( un significado el significado que le concedemos a las personas que pertenecen a ellos ,
hasta el
#unto de #oder in;luir en su autoconce#to, autoconce#to, en su identidad ver e#$ra;e y /!23! Al ;inal, conviene recordarlo una vez más, lo verdaderamente decisivo de la raza no es el color de la #iel, sino el sini;icado y el valor di;erencial que le hemos atribuido a un color y a otro! ?o mismo #odr$amos decir de aquellos otros rasos que nos di;erencian #or %nero, edad, luar de nacimiento, creencias reliiosas, etc! &n el ca#$tulo #rimero, hemos dicho que el orden y la estructura social son #roducto de la acci+n humana! Ahora volvemos sobre este mismo arumento, #ero contenidos idos de tal constru construcci cción ón son enriqu enriqueci ecido do con otra otra sinul sinular ar #ro#ue #ro#uesta sta'' los conten prioritariamente significados! @o hace ;alta decir, #ues, #ues, que, #or su misma naturaleza,
los sini;icados son hechos construidos! La construcción de los significados
En una serie de trabajos rara vez consultados fuera de la hermandad académica, W. I. Thomas, decano de los sociólo sociólogos gos nortea norteamer merica icanos, nos, formula formula un teorem teoremaa básico básico para para las cienci ciencias as social sociales es “Si los individuos definen las situaciones como reales, son reales en sus consecuencias” . !i el teorema de Thomas " sus implicaciones fueran más conocidos, ser#an más los individuos $ue conocer#an mejor el
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funcionamiento de nuestra sociedad. %un$ue carece de la generalidad " la precisión de un teorema ne&toniano, posee el mismo don de pertinencia, " es aplicable instructivamente a muchos, si es que no a la mayor parte, de los procesos sociales '(.). *a primera parte del teorema es un incesante recordatorio de $ue los hombres responden no solo a los rasgos objetivos de una situación, sino también, y a veces primordialmente, al sentido que la situación tiene para ellos . + as# $ue han atribuido algn sentido a la situación, su conducta consiguiente, " algunas de las consecuencias de esa conducta, son determinadas por el sentido atribuido '-erton, /01, p. 2/).
A la naturaleza construida de la realidad social, #ues, illiam Thomas a6ade una consideraci+n que no deber$a #asarnos desa#ercibida en el marco de la conici+n social' cuando los sini;icados son com#artidos, cuando #asan a ;ormar #arte de esquemas y re#resentaciones sociales comunes, acaban #or convertirse en hechos cuyas consecuencias son reales, objetivables, visibles, cuanti;icables! Los significados compartidos devienen en hechos ojetivos a travs de las consecuencias que tiene su aplicación a los diversos componentes de la realidad social, sean %stos #ersonas de
un determinado color de #iel, que han nacido en un luar concreto, que de;ienden unas ideas #ol$ticas o que rezan a un determinado Cios! Daneras de #ensar y de evaluar determinados as#ectos de la realidad, que son eEteriores al individuo en la medida que tienen como sustrato al ru#o, como hemos tenido ocasi+n de ver en el #rimer ca#$tulo' esa es la clave del estereoti#o! 4onviene volver a recordar a arl Dannheim' “solo en un sentido muy limitado el individuo aislado crea %l mismo la ;orma de discurrir y de #ensar que le atribuimos)! 4rear y com#artir sini;icados, #or muy eEtra6os que alunos de ellos nos #uedan #arecer, no es un ca#richo, sino que obedece a la necesidad de ordenar nuestra vida en comn,
;acilitar la convivencia, o;recer #autas convenidas y consensuadas #ara
interactuar unos con otros y relacionarnos con el medio! 5ara ello nos hemos servido de un sencillo #rocedimiento' situar los elementos que con;orman la realidad social, sobre todo esa #arte tan decisiva y sini;icativa que son las personas, en posiciones sociales intercontectadas e interdependientes*
en luares y #osiciones que tienen una
visibilidad, un valor, un sini;icado, un #oder y una ca#acidad de in;luencia di;erenciada! 4on ello hemos dado #asos decisivos en la construcci+n de la estructura social, #or decirlo de manera resumida con la inestimable ayuda de :obert Derton, uno de randes maestros de la ciencia social Derton, 09=<3! ?o que ocurre es que quienes han llevado la voz cantante en esta tarea han sido casi siem#re los mismos' los hombres mucho más que las mujeres, los blancos más que las #ersonas de cualquier otro color, la ente econ+micamente #udiente más que los #obres, los eruditos más que los incultos, los creyentes más que los incr%dulos! G todo eso se ha re;lejado, y de qu% manera, en el
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valor y el sini;icado que se ha ido atribuyendo a las distintas #iezas y com#onentes de la realidad social, sobre todo, a las #ersonas y a los ru#os y, más a"n, siuiendo nuestro estribillo, a las #ersonas en su calidad de #ertenecientes a ru#os y cateor$as sociales! Son muchas las conclusiones que #odemos eEtraer de lo que llevamos visto en los nueve #rimeros ca#$tulos de este teEto, #ero quizás hay una que sobresale #or encima de cualquier otra' las ideas que sostenemos, las creencias que defendemos ( las valoraciones que hacemos sore los grupos sociales los
#ro#ios y los ajenos3 y las
#ersonas que #ertenecen a ellos, representan ( pertenecen a los contenidos más comunes ( más ásicos de nuestra mente.
&llo, a#untan 4harles Stanor y Scott
?eary, #or las siuientes razones' a3 #rimero, #orque esos contenidos juean un #a#el muy destacado en la imaen que tenemos de nosotros mismos autoconce#to3! 4omo quiera que esa imaen, se"n vimos en el ca#$tulo /, de#ende, en #arte, de los ru#os a los que #ertenecemos, esos contenidos sirven tambi%n como estrateia #ara realzar al endoru#o y ;avorecer la cohesi+n interna* b3 en seundo luar, #orque nos ayudan a de;inir el marco de las relaciones dentro del #ro#io ru#o y ;uera de %l* nos o;recen in;ormaci+n sobre actitudes y conductas a#ro#iadas o ina#ro#iadas tanto dentro del ru#o como en relaci+n con otros ru#os la naturaleza #rescri#tiva de los estereoti#os de %nero son un eEcelente ejem#lo3, y c3 ;inalmente, #orque estos contenidos nos ayudan a desarrollar lazos a;ectivos con los miembros del endoru#o' #ertenencia, #rotecci+n, identidad, a#oyo Stanor y ?eary, -..=, #! -2<3! Todas estas razones son muy #oderosas, y #odemos darlas #or bien asentadas! 5ero, como bien sabemos, los contenidos de los esquemas conitivos no siem#re se sustentan en datos objetivos ni en eE#eriencias #ersonales, sino que son fruto de las trampas, argucias ( atajos de los que tan frecuentemente se sirve la mente a la hora de procesar la información que recie del medio !
?as #ersonas y los ru#os,
sobre todo cuando #ercibimos y o#inamos sobre las #ersonas "nicamente en virtud de su #ertenencia ru#al yo cateorial, son los objetos #re;erentes de nuestros errores, atajos y sesos! &ntonces, en vez de ver a una #ersona con un #er;il claramente di;erenciado y "nico, vemos a un subversivo, a un tutsi, a un jud$o, a un gay, a un inmirante, etc! 4uando eso ocurre es #orque se han #uesto en marcha los sesgos intergrupales,
“una respuesta evaluativa, emocional, cognitiva ( conductual
improcedente respecto a otro grupo al que devala o da3a, no solo al grupo, sino a las personas que pertenecen a l, de manera directa, o indirectamente privilegiando a los miemros del propio grupo) Covidio y (aertner, -.0., #! 0.723!
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&s im#ortante #restar atenci+n a esta idea' casi todo lo que acontece alrededor de las relaciones entre los grupos,
es decir, entre las #ersonas #ertenecientes a ellos los
estereoti#os, los #rejuicios, la discriminaci+n, la eEclusi+n, el rechazo, la deshumanizaci+n3, viene marcado por los sesgos intergrupales! Istos se erigen en el marco teórico más importante,
tanto cuando hablamos de los estereoti#os inenuos
como cuando nos en;rentamos a los cr$menes de odio #resididos #or la deshumanizaci+n, que veremos en el #r+Eimo ca#$tulo! En el origen de los sesgos intergrupales se encuentran tres procesos psicosociales ásicos
ya conocidos3 e im#rescindibles en nuestro ;uncionamiento
cotidiano' la categori+ación social, el favoritismo endogrupal, ( la comparación social!
&n el #rimero de ellos vienen a con;luir casi todas las batallas que se libran en
nuestra mente* de %l #arten los #rocesos socio1conitivos más im#ortantes y a %l acaban #or remitirnos la ;ormaci+n de im#resiones, los #rocesos de atribuci+n, las actitudes, y, #or descontado, los estereoti#os y las diversas mani;estaciones del #rejuicio! 4ada vez hay un acuerdo más s+lido que a#unta a que, de;initivamente, el pensamiento social es un pensamiento categorial'
más que considerar a las #ersonas como una constelaci+n
de atributos di;erenciados y "nicos, #re;erimos, #orque nos resulta más ;ácil, más c+modo y menos costoso, construirnos una imaen de ellas tomando en consideraci+n los ru#os y las cateor$as a las que #ertenecen, usamos esa in;ormaci+n #ara activar las más de las veces de manera automática, como hemos tenido o#ortunidad de ver en los ca#$tulos #revios3 contenidos almacenados en nuestra mente con cuya ayuda ;ormamos im#resiones, hacemos atribuciones, y, si ;uera el caso, actuamos en consecuencia Dc4rae y Bodenhausen, -...3! &l seundo de los #rocesos que enmarcan los sesos interru#ales es el favoritismo endogrupal' la preferencia por lo nuestro ( por los nuestros frente a los otros ( a lo ajeno!
&n un estudio am#liamente citado y muy conocido en el cam#o de
las relaciones interru#ales, el ru#o coordinado #or Henri Taj;el mostr+ que el mero conocimiento de las #re;erencias #ict+ricas de una #ersona si le usta más lee que andinsy' as$ se de;in$a la #ertenencia ru#al3 es ca#az de desencadenar com#ortamientos bene;iciosos y ;avorables res#ecto a ella cuando sus ustos son coincidentes con los nuestros ;avoritismo endoru#al3 o com#ortamientos adversos en el caso contrario discriminaci+n eEoru#al3! &l trabajo #ionero llevado a cabo #or Henri Taj;el y sus colaboradores Taj;el, et al!, 09<03 ha dado luar a un sin;$n de
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r%#licas, variaciones, re;leEiones te+ricas y metodol+icas! Ce cara a los #ro#+sitos de este ca#$tulo, bastar$a destacar las siuientes #articularidades' 0! La mínima referencia a la grupalidad la #ro#ia y la ajena3, en unos t%rminos tan marinales como los ustos est%ticos, parece ra+ón suficiente para provocar, de manera a#arentemente ratuita y la mayor$a de las veces automática, conductas claramente eneficiosas para los miemros del propio grupo ( conductas discriminatorias contra los miemros del e-ogrupo!
:esulta ;ácil imainar qu%
suceder$a si manejáramos el conocimiento de otras “semejanzas) o “di;erencias) más relevantes desde el #unto de vista conitivo o emocional! -! 'a( una es#ecie de !norma de la grupalidad" que se dis#ara de manera automática a ;avor de los m$os! &ntre los humanos, #arece haber un “valor normativo) asumido' res#onder de manera #ositiva y ;avorecer a quienes son de los nuestros! /! Stanor y ?eary -..=, #! -273 esrimen otros dos #oderosos arumentos! 5or una #arte, sostienen que “ la percepción de semejan+a #o diferencia entre las personas, la creación de endogrupos ( e-ogrupos ( la relativa preferencia por los nuestros en ve+ de por los otros representan procesos humanos ásicos)! A6aden a
ello la eEistencia de una motivación para proteger ( real+ar a quienes perciimos como semejantes y a aquellas otras #ersonas con quienes tenemos coneEiones sociales
estrechas! ?a motivaci+n de realzar al #ro#io ru#o #uede considerarse como una motivaci+n #rimaria, ya que al ensalzar al endoru#o, ensalzamos nuestra identidad social ver 4uadro 8!/3! 2! @o #uede #asarnos desa#ercibido, advierten John Covidio y Samuel (aertner, que el endogrupo contiene el autoconcepto, el esquema conitivo #or eEcelencia ver ca#$tulo 83 y el e#icentro de todas nuestras emociones! &n una #alabra, el ;avoritismo endoru#al no es ajeno al sini;icado del “Go)! 8! Dás a"n, el ru#o los ru#os #rimarios, #ara ser más #recisos3, no s+lo contienen el “Go), sino que le sirven de base #ara satis;acer necesidades #sicol+icamente tan relevantes como la a;iliaci+n, la #ertenencia, la identidad, la #rotecci+n y el a#oyo! Hay razones más que sobradas #ara decir que los ru#os a los que #ertenecemos y con los que nos identi;icamos son nuestro #rinci#al recurso #sicol+ico y social! =! &n el cam#o de la investiaci+n, hay alunos resultados dinos de ser tenidos en cuenta! 5or ejem#lo' a3 se #rocesa in;ormaci+n de manera más intensa res#ecto a los miembros del endoru#o que res#ecto a los del eEoru#o* b3 se retiene in;ormaci+n de
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manera más detallada res#ecto al endoru#o que al eEoru#o* c3 se recuerda mejor la in;ormaci+n del endoru#o que se asemeja al “Go) y la in;ormaci+n del eEoru#o que se di;erencia del “Go, y d3 se recuerda menor cantidad de in;ormaci+n #ositiva relacionada con el eEoru#o!
estereoti#os, el #rejuicio y la discriminaci+n3 es la comparación social! Ga nos hemos re;erido a este #roceso en ca#$tulos anteriores, #ero conviene recordar de nuevo a Festiner 09823' cuando no dis#onemos de criterios objetivos medios no sociales3, solo hay una manera de evaluar nuestras opiniones, competencias ( hailidades7 compararlas con las opiniones, competencias ( las hailidades de los otros! Fiel a su
modelo te+rico, Taj;el da un #aso más' en la mayor$a de los casos, las #articularidades di;erenciales de cada una de las #ersonas nos #asan #or com#leto desa#ercibidas! Kivimos en un mundo multiru#al y multicateorial que de;ine el ru#o como marco de com#araci+n! ?as creencias sobre las mujeres estereoti#os de %nero3, sobre los inmirantes, los homoseEuales o los jud$os, #or ejem#lo, adquieren su verdadero sentido en com#araci+n con los estereoti#os sobre los hombres, la sim#at$a res#ecto a las #ersonas de nuestra #ro#ia nacionalidad o de nuestra orientaci+n seEual y la condescendencia ;rente a otras etnias! Lo que !nosotros" somos, pensamos, creemos ( defendemos adquiere su verdadero significado en comparación con lo que !los otros" son, piensan, creen ( defienden!
Luiere esto decir que las di;erencias
inter#ersonales son, en buena medida, un re;lejo de las di;erencias ru#ales! La realidad comparativa de los grupos Ningún grupo social es una isla no es menos verdad $ue la afirmación ningún hombre es una isla. *as
nicas pruebas de 3realidad4 $ue importan en relación con las caracter#sticas de grupo son las pruebas de realidad social. Las pruebas de un grupo como un todo alcanzan su mayor significado cuando se las relaciona con las diferencias que se perciben respecto de otros grupos, y con las connotaciones de valor de dichas diferencias '(). *a definición de un grupo no tiene sentido a no ser
$ue e5istan otros grupos alrededor. 6n grupo se convierte en grupo en el sentido $ue se percibe como $ue tiene caracter#sticas comunes o un destino comn principalmente por$ue otros grupos están presentes en el medio ambiente 'Tajfel, /72, p. 8/9).
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&l #roceso de com#araci+n com#leta las a;irmaciones em#$ricas sobre la cateorizaci+n social, a saber' a3 la gente es perciida de una determinada manera en virtud de su pertenencia grupal '
“a trav%s de la eE#eriencia cultural y #ersonal,
dimensiones como MintelienteN, M#erezosoN o MsinceroN están asociadas subjetivamente con clasi;icaciones de la ente en ru#os) Taj;el, 0972, #! 0=03, y b3 en el marco de la cateorizaci+n com#arativa “ hará una tendencia a e-agerar las diferencias en esa dimensi+n entre los ítems que pertenecen a clases distintas , y a minimi+ar estas diferencias dentro de cada una de las clases )
Taj;el, 0972, #! 0=03! Hay, #ues, una
tendencia com"n, que nos conduce a #ensar err+neamente3 que todo lo que está dentro de un grupo guarda entre sí una gran semejan+a al pertenece a otro grupo es mu( distinto!
tiem#o que lo que está o
Ah$ reside la base del estereoti#o' la
a#licaci+n eneralizada de las ideas, o#iniones y creencias sobre un ru#o a todas las #ersonas #ertenecientes a %l! &sa eneralizaci+n le a6ade otra caracter$stica' la de ser una conici+n com#artida' “un estereoti#o no llea a ser un estereoti#o social hasta que y a no ser que sea am#liamente com#artido dentro de una entidad social) Taj;el, 0972, #! 07<3! Caniel Bar1Tal, que vive, trabaja e investia en medio del avis#ero entre israel$es y #alestinos, am#l$a la #ers#ectiva al hablar de creencias grupales como “convicciones que los miemros de un grupo son conscientes de compartir ( a las que consideran definitorias de su pertenencia grupal)
Bar1Tal, 099=, #! -8=3! &sas
creencias' a3 son #ercibidas como la esencia del ru#o* de hecho, “sirven como base #ara la eEistencia del ru#o) Bar1Tal, 099=, #! -<93 y #ara su mantenimiento cohesi+n ru#al3* b3 son el marco de re;erencia en torno al cual se oranizan las creencias #ersonales* c3 de;inen los requisitos de #ertenencia al mismo tiem#o que dicha #ertenencia muestra hacia el eEterior las creencias de la #ersona* d3 trazan de manera n$tida la l$nea divisoria res#ecto a otros ru#os* e3 des#iertan seuridad y con;ianza #orque dan satis;acci+n a la necesidad de claridad conitiva* de ah$ la resistencia al cambio que suelen mani;estar* ;3 de;inen actitudes y com#ortamientos hacia el interior del ru#o y hacia el eEterior, sobre todo en relaci+n con otros ru#os' “las creencias ru#ales deben considerarse como una ;uente im#ortante #ara entender el com#ortamiento ru#al) Bar1Tal, 099=, #! -703! &stas creencias tienen nombres y a#ellidos' son las normas, los valores, los roles, las metas y los objetivos* es decir, la ideolo$a! ?os estereoti#os ;orman #arte de estas creencias ru#ales convirti%ndose, en alunos casos, en su n"cleo central!
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&l esquema de la Fiura 0.!0 #retende dar cuenta de los #rinci#ales #rocesos im#licados en esa #arte tan decisiva de los contenidos de la conici+n que ata6en a los ru#os, tanto #ro#ios como ajenos, yo cateor$as sociales! igura !"#!# $omponentes cognitivos de las relaciones intergrupales %ara recordar •
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El mundo en el $ue vivimos está compuesto por personas $ue pertenecen a grupos " categor#as sociales. :e hecho, la realidad social es una realidad multigrupal " multicategorial. :esde el punto de vista psicosocial, lo más importante $ue el ser humano ha creado son realidades simbólicas 'significados) sobre los otros a t#tulo individual, sobre los otros en su calidad de pertenecientes a grupos " categor#as sociales, sobre los grupos " las categor#as sociales propiamente dichas, " sobre los eventos sociales. Esas realidades simbólicas se convierten en creencias, opiniones, actitudes, vale decir, en ideolog#a maneras de pensar sobre las personas " la sociedad. 6na parte importante de los contenidos de nuestra mente está formada por ideas, creencias " evaluaciones afectivo;emocionales sobre los distintos grupos sociales " sobre las personas pertenecientes a ellos. Estos contenidos orientan pensamientos, alimentan sentimientos " condicionan acciones respecto a determinadas personas nicamente en calidad de su pertenencia categorial. Todo ello lo hacemos dejándonos llevar por las numerosas argucias " trampas $ue utiliza nuestra mente para poder manejarse con soltura en el complejo mundo $ue le rodea los sesgos intergrupales. En el origen de estos sesgos se encuentran tres procesos psicosocialmente decisivos la categorización social 'la necesidad de simplificar " ordenar el mundo estimular $ue nos rodea), el favoritismo endogrupal 'la preferencia por lo nuestro " por los nuestros) " la comparación con otros tanto a t#tulo personal como, sobre todo, en tanto $ue pertenecientes a grupos o categor#as sociales.
10.. Creencias #e-ageradas, generali+adas ( amivalentes sore los grupos
&n el transcurso del 5rimer 4onreso de la Sociedad &s#a6ola de 5sicolo$a celebrado en Dadrid en 09=/, Francisco :odr$uez Sanabra, quien ;uera catedrático de 5sicolo$a en la >niversidad Aut+noma de Dadrid, #resent+ los resultados de una investiaci+n sobre los estereoti#os reionales en &s#a6a! &l objetivo consist$a en saber cuál era la imaen que se ten$a de los habitantes de las distintas reiones es#a6olas, lo que ahora son las Autonom$as! 5ara ello se #idi+ a /9. estudiantes de la &scuela @acional de Dedicina del Trabajo que eliieran de entre una lista de 0.= adjetivos i!e!, trabajadores, descon;iados, eo$stas, honrados, anti#áticos, cultos, chistosos, cuentistas, brutos, borrachos, etc!3 los cinco que, en su o#ini+n, mejor caracterizaran a vascos, catalanes, castellanos, araoneses, madrile6os, etc!, y a es#a6oles, alemanes, italianos,
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;ranceses, árabes y meEicanos! &ste es un ejemplo muy #ertinente de cognición social7 ideas, opiniones ( representaciones que las personas compartimos sore quienes pertenecen, ( precisamente por pertenecer, a un determinado grupo,
que en este
caso viene de;inido #or el luar de nacimiento! Dás allá de los resultados concretos #ara los más curiosos diremos que el #er;il de los es#a6oles dibujado #or aquellas /9. #ersonas era el de nobles, individualistas, enerosos, reliiosos, valientes, intelientes, artistas, a#asionados, sim#áticos, sentimentales, mujerieos, eEaerados y atrasados3, nos interesa destacar la interesante re;leEi+n te+rica que el autor hace a ra$z de los resultados obtenidos' la distriución de los adjetivos empleados al calificar a cada uno de los grupos no puede ser fruto del a+ar,
sino de la idea estereotipada, com#artida y relativamente ;ija que los sujetos
#ertenecientes a la muestra tienen de aquellos grupos a los que califican :odr$uez Sanabra, 09=/, #! <=73! :na idea estereotipada, una o#ini+n respecto a los rasgos ( características atriuidas a determinadas personas en calidad de su pertenencia grupal,
que tiene una #resencia continuada, que concita un am#lio acuerdo y que se
eneraliza a quienes com#artan dicha #ertenencia! &sa es la clave del estereoti#o! ?os adjetivos em#leados #or :odr$uez Sanabra estaban ins#irados en los 72 que Caniel atz y enneth Braly hab$an utilizado treinta a6os antes #ara estudiar los estereoti#os raciales en &stados >nidos! &n este caso, a 0.. estudiantes de la >niversidad de 5rinceton se les #idi+ que eliieran, sin l$mite, los adjetivos que creyeran #ertinentes #ara cali;icar a una serie de ru#os alemanes, italianos, neros, irlandeses, jud$os, americanos, chinos, ja#oneses y turcos3! >na vez com#letada esta tarea, se les #ed$a que marcaran con una O los cinco que mejor de;inieran a cada uno de estos ru#os! Dás allá de los datos como curiosidad diremos que los cinco adjetivos utilizados #ara de;inir a los americanos 1trabajadores, intelientes, materialistas, ambiciosos y modernos1 contrastan de manera muy llamativa con los em#elados #ara de;inir a los a;roamericanos' su#ersticiosos, haraanes, jueruistas, inorantes y musicales3, nos interesa tambi%n #restar atenci+n al marco te+rico' a3 los adjetivos eleidos no están relacionados con #ersonas concretas, sino con los símolos ( significados #previamente construidos que activan en nuestra mente determinadas palaras cuando stas aluden a grupos
alemán, es#a6ol, mujer, a;roamericano,
itano, homoseEual, etc!3* b3 el nivel de acuerdo encontrado nos remite a patrones culturales creencias de acuerdo entre
ru#ales o sociales3 más que a eE#eriencias #ersonales' el grado
los estudiantes es demasiado alto como #ara #ensar que #ueda ser el
1
resultado de la eE#eriencia #ersonal atz y Braly, 09//, #! -773* este acuerdo no puede ser fruto del mero a+ar* c3 en este estudio el mayor nivel de
#rejuicio se da en relaci+n
con los a;roamericanos y los turcos, ;inalmente, d3 junto a la ase cultural, en los estereotipos ha( tamin un componente personal que
es ;ruto del a#rendizaje, o de
las eE#eriencias individuales! &stos dos sencillos estudios nos han acercado de manera de;initiva a la naturaleza del estereotipo7 un conjunto de ideas, en la ma(oría de los casos mu( poco elaoradas, que un determinado nmero de personas comparte sore las características que definen a los miemros de un grupo!
&n el 4uadro 0.!0
encontramos la de;inici+n concreta de alunos de los autores más re#resentativos! $uadro !"#!# Las diversas acepciones del estereotipo
*os estereotipos son como sencillas im'genes $ue tenemos dentro de &m'genes en nuestra mente nuestra mente $ue definen nuestras opiniones sobre los grupos sin prestar atención a la realidad 'Walter *ippmann). *os estereotipos son una constelación de creencias 'una manera de $reencia compartida pensar) sobre los grupos " sobre las personas pertenecientes a ellos '!usan
ordon %llport). 6na caracter#stica esencia de los estereotipos es la de e(agerar $reencia e(agerada algunas diferencias entre grupos clasificados en cierta manera, al mismo tiempo $ue se minimizan esas mismas diferencias dentro de los grupos '?enri Tajfel), 6n estereotipo es una inferencia inspirada en la asignación de una &nferencia categorial persona a una categor#a determinada '@upert Aro&n). *sociaciones y creencias sobre las caracter#sticas " atributos de un grupo " de sus miembros, $ue dan forma a cómo la gente *tributo grupal piensa sobre ellos " les responde 'Bohn :ovidio). Conjunto de atributos $ue las personas creen t#picos de un determinado grupo ':aniel Datz " Denneth Aral"). Conjunto de creencias $ue tiene una persona sobre las caracter#sticas " atributos de un grupo 'Charles Budd " Aernardette ar=). *os estereotipos son generalizaciones sobre un grupo en torno a la +eneralización injustificada atribución de un rasgo cu"a posesión es considerada injustificada por parte de un observador 'Bohn Arigham). •
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&ste es el #anorama conce#tual del estereoti#o! &n %l quedan re;lejadas las que #odr$amos considerar sus características más distintivas' a3 #rimero, su naturale+a cognitiva' los estereoti#os están com#uestos #or ideas, o#iniones y creencias, en l$neas
enerales muy #oco elaboradas y #oco ;undamentadas, res#ecto a los rasos y atributos
1/
de los ru#os y de las #ersonas que #ertenecen a ellos* b3 esas ideas ( opiniones son compartidas,
#ertenecen a un acervo com"n de conocimiento, tanto, que en muchos
casos ;orman #arte de la herencia cultural que se va transmitiendo de eneraci+n en eneraci+n* c3 John Briham introduce un interesante matiz' se trata de generali+aciones incorrectas y de una valide+ irrelevante sobre los miembros de una
determinada cateor$a* d3 esas eneralizaciones se caracteri+an por su rigide+, su resistencia al camio,
su inmunidad ;rente a los datos que las desmienten* ;3 son
#roducto de un #roceso conitivo err+neo, de un #roceso de razonamiento #oco acorde con la l+ica sesos interru#ales3* 3 los estereotipos pueden ( suelen marcar el camino hacia la acción, aunque, como bien sabemos, este camino #uede estar de;inido
de otras muchas maneras! 5artiendo del teorema de illiam Thomas, :obert Derton desvela con eEtraordinaria sencillez el ;uncionamiento de los estereoti#os' la misma conducta es valorada de manera distinta dependiendo de la persona que la e-hia!
&l em#e6o,
la #erseverancia, la ambici+n, la moderaci+n, la #ers#icacia y la inteliencia de los nuestros del endoru#o3 se convierten en taca6er$a, astucia, avaricia, ;elon$a, terquedad, etc!, de los otros el eEoru#o3! &sa es la !alquimia moral mediante la cual el intra;grupo trasmuta fácilmente la virtud en vicio ( el vicio en virtud, segn lo pida la ocasión)
Derton, 09=<, #! 2-=3' el endoru#o convierte sus virtudes en vicios
del eEoru#o! &sa es la “imaen es#ecular) de la que hablan otros te+ricos' todo lo #ositivo del endoru#o se convierte en neativo cuando hablamos de “los otros)! En situaciones de alta polari+ación social como
son las que se comentaban al comienzo
del ca#$tulo, el estereotipo por e-celencia es el de !el enemigo", dice Dart$n1Bar+, que vivi+ en sus #ro#ias carnes las #eores consecuencias de esa etiqueta! %ara ir resumiendo •
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*os estereotipos son una moneda de uso comn en las relaciones interpersonales e intergrupales, es decir, son una herramienta cognitiva de la $ue nos servimos en nuestra vida cotidiana. *os estereotipos son ideas " creencias poco elaboradas, bastante e5ageradas " ampliamente compartidas sobre los rasgos " atributos caracter#sticos de los grupos " de las categor#as sociales ", como consecuencia, de las personas pertenecientes a ellos. *os estereotipos son sensibles al paso del tiempo, pero dada su rigidez, su cambio suele ser bastante lento. Formalmente, los estereotipos tienen una base cultural, subcultural o grupal, pero en todos ellos ha" también un componente personal. *a naturaleza compartida de los estereotipos pone de manifiesto $ue éstos no suelen ser fruto de la e5periencia personal, $ue no están relacionados con personas, sino más bien con eti$uetas,
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nombres, normalmente relativos a grupos, $ue activan de manera automática en nuestra mente determinados significados.
!"##!# Los estereotipos de género
Hoy en d$a caben #ocas dudas de que el gnero constitu(e uno de los marcos teóricos más pertinentes para entender algunos de los aspectos más relevantes del comportamiento humano!
5odr$amos decir, incluso, que si hay un estereoti#o que
de;ine e indica, mejor que nin"n otro, el camino de la acci+n, ese es el estereoti#o de %nero! 4onviene no olvidar a este res#ecto, que los delitos derivados de la violencia de %nero siuen siendo muy numerosos en nuestro #a$s y que este ti#o de conducta cuenta todav$a con arumentos leitimadores, alunos de ellos a#oyados en s+lidas creencias culturales e incluso reliiosas! 5or ejem#lo, en una reciente investiaci+n llevada a cabo en &s#a6a y en 4uba sobre la violencia contra la mujer Kalor1Seura, et al!, -.023 en la que #artici#aron 2/. #ersonas -/. es#a6olas' 028 mujeres y 78 hombres con una media de -9,< a6os, y -.. cubanas' 0/2 mujeres y == hombres con una media de edad de -<,7 a6os3, hay alunos resultados que nos resultan de inter%s #ara el tema que nos ocu#a! ?os hombres cubanos ace#tan y toleran de mejor rado la violencia hacia la mujer que los es#a6oles, y ambos ace#tan y toleran la violencia mucho más que las mujeres! 4uanto más altas eran las #untuaciones en la escala de se-ismo hostil hablaremos de ello en el "ltimo e#$ra;e de este ca#$tulo3 y en la escala que mide la creencia de que el mundo en el que vivimos es un mundo justo, más ace#table resulta la violencia contra la mujer, tanto en la muestra cubana como en la es#a6ola las correlaciones entre el seEismo hostil y la creencia en un mundo justo y la ace#taci+n de la violencia contra las mujeres son de !/9 y !2- res#ectivamente3! &n la muestra cubana, la creencia en un mundo justo act"a como una #oderosa variable mediadora entre el seEismo hostil y la ace#taci+n de la violencia! Ptro tanto ocurre con la cultura del honor en la muestra es#a6ola, esta vez en su #a#el de mediaci+n entre el seEismo a#arentemente ben%volo y la ace#taci+n de la violencia! &n de;initiva, concluyen los autores, #arece que las creencias legitimadoras de la desigualdad de gnero siuen estando vientes tanto en &s#a6a como en 4uba, que estas creencias las sustentan mucho más los homres que las mujeres, ( que al mismo tiem#o sientan !las ases para que situaciones de violencia hacia las mujeres se contemplen como aceptales"
Kalor1Seura, &E#+sito, Doya y ?+#ez, -.02, #! 0<=3! ?as bases
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ideol+icas que #redicen la violencia son distintas en &s#a6a seEismo benevolente y c+dios de honor3 y en 4uba seEismo hostil y creencia en un mundo justo3! Cesde el #unto de vista de la 5sicolo$a, el gnero hace tiempo que ha dejado de verse como una mera cuestión de diferencias se-uales ( ha pasado a ser considerado como el resultado de una construcción social más que iológica!
A;ortunadamente, ese es un #aso cient$;icamente su#erado, tan solo #uesto en entredicho desde ideolo$as que se remontan al Dedievo! &l %nero alude más bien a cuestiones que hace tiem#o están en la aenda de la investiaci+n' a c+mo las creencias relacionadas con %l #ueden estar de;iniendo los modelos de relaci+n inter#ersonal, c+mo el %nero se inserta en una estructura de #oder de la que #artici#a de manera claramente di;erenciada cuando hablamos de hombres y de mujeres, o c+mo ;orma #arte de una ideolo$a cultural o reliiosa que nos ha venido im#uesta a los unos y a las otras, aunque son %stas quienes más la su;ren debido al #a#el de sumisi+n que tradicionalmente se les ha venido adjudicando! Ce acuerdo con ello, el gnero descrie un escenario de relaciones de poder en
el que masculinidad indica autoridad, estatus,
com#etencia, in;luencia social y #oder, y ;eminidad va asociada a ;alta de autoridad, bajo estatus, incom#etencia, y escaso #oder e in;luencia Steart y DcCermott, -..2, #! 8-03! &sta #ers#ectiva es #er;ectamente com#atible, matizan ambas autoras, con el reconocimiento de que hay rasos #ositivos asociados a la ;eminidad y rasos neativos asociados a la masculinidad! $ todos esos rasgos, sin im#ortar su valencia, les damos el nomre de estereotipos de gnero!
Kayamos a su de;inici+n de la mano de ay
CeauE, una reconocida es#ecialista en este cam#o' -stereotipos de género
*os estereotipos de género son un conjunto de creencias sobre las caracter)sticas que hombres y mujeres es probable que posean . -ás allá de estas estimaciones descriptivas, los estereotipos de género son frecuentemente prescriptivos reflejan creencias sobre cómo deben ser los hombres y las mujeres# En numerosos aspectos, los estereotipos se muestran como los aspectos fundamentales del sistema de creencias de género, tanto en términos de su duración como de su penetrante influencia sobre otros aspectos del sistema de creencias ':eau5 " *afrance, //7, p. 1/G).
&l carácter prescriptivo y una cierta inmunidad al paso del tiempo la llamativa riidez de los estereoti#os3 son los as#ectos que merecen ser destacados de esta de;inici+n! &l #rimero tiene un es#ecial inter%s #orque a;ecta, de manera directa, al com#ortamiento' el estereotipo de gnero, mucho más que cualquier otro, indica el camino de la acción,
muestra lo que debemos hacer, c+mo debemos com#ortarnos
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como hombres o como mujeres! 5or si cu#iera aluna duda, los sistemas de control social normas, sanciones, #resi+n social, eE#ectativas de rol, etc!3 se encaran de recordarlo y de im#onerlo, a veces, con una contundencia terminante! &l seundo #one sobre el ta#ete un asunto siem#re #ol%mico' si, a #esar de su manida resistencia al cambio, los estereoti#os su;ren aluna modi;icaci+n a lo laro del tiem#o! Ce entrada #odemos decir que los estereotipos de gnero, como cualquier otro contenido de la conici+n social, son relativamente estales! ?o cual no es decir mucho, #orque tendr$amos que entrar a dilucidar cuáles son las condiciones de esa relatividad! Dás que enredarnos en este debate, veamos con la ayuda de alunas investiaciones qu% ha ocurrido con los estereoti#os de %nero en nuestro #a$s! &n la #rimera de ellas ?+#ez Sáez y Dorales, 09983, la a#licaci+n del Qnventario de :oles SeEuales “Bem SeEual :ole Qnventory) R BS:Q3 de Sandra Bem un instrumento am#liamente utilizado en el estudio de los estereoti#os de %nero3 a una muestra de 0-82 #ersonas mayores de 07 a6os, dio como resultado un #anorama muy tradicional' ser hombre sini;icaba ser amante del #eliro, l$der, atl%tico, aresivo, duro, eo$sta, individualista y ;uerte! ?a imaen de la mujer, #or su #arte, se asociaba a rasos como cari6o, com#rensi+n, sumisi+n, ternura, amante de los ni6os, a;ecto, com#asi+n y sensibilidad ante las necesidades de los demás! >n #ar de a6os des#u%s, &cheberr$a y 5inedo 099<3 a#licaron el BS:Q a 7.7 #ersonas con una media de /9 a6os, y mostraron c+mo los hombres utilizaban, sini;icativamente más que las mujeres, $tems masculinos #ara de;inirse* #or su #arte, las mujeres hac$an lo #ro#io con los $tems ;emeninos! &n #rinci#io, nada es#ecialmente novedoso! Sin embaro, un análisis alo más #ormenorizado #or ru#os de edad, #uso entonces de mani;iesto que la ti#i;icaci+n tradicional se iba diluyendo en los ru#os más j+venes, se iban quebrando los moldes tradicionales, tanto en los hombres como en las mujeres! Ce acuerdo con ambos autores, eso indicaba una ru#tura con los cánones de identidad tradicionales en dos t%rminos' a3 la asunci+n como #ro#ias de caracter$sticas ajenas a los estereoti#os tradicionales de masculinidad y ;eminidad tendencia hacia la androinia3, y b3 un #a#el cada vez menos im#ortante de la dimensi+n de %nero como herramienta de construcci+n de la #ro#ia identidad tendencia a la indi;erenciaci+n* &chebarr$a y 5inedo, 099<, #! 02-3! &sta tendencia se mani;iesta ya como un hecho en una muestra de 99 estudiantes de 5sicolo$a con una media de edad de -.,/ a6os, que han #artici#ado en una reciente investiaci+n sobre masculinidad y ;eminidad Ferrer15%rez y Bosch1Fiol, -.023! Cos son los resultados a destacar' a3 en l$neas enerales, los estudiantes creen que 0< de los
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-. $tems de la escala de masculinidad del BS:Q #ertenecen a caracter$sticas tanto de hombres como de mujeres, y b3 al mismo tiem#o, tanto los chicos como las chicas consideran que 08 de los -. $tems de la escala de ;eminidad son a#licables tanto a los hombres como a las mujeres! Ce hecho, la mayor$a de los $tems son considerados como neutros! Ce acuerdo con las autoras, ello es una buena #rueba del carácter dinámico del constructo masculinidad1;eminidad y del cambio en los roles sociales de hombres y mujeres al que hemos asistido en las "ltimas d%cadas en nuestro #a$s Ferrer15%rez y Bosch1Fiol, -.02, #! -.23! @o cabe dudar de ninuno de estos resultados, #ero es necesario se6alar que el tama6o de la muestra 99 sujetos3, alo a lo que aluden las #ro#ias autoras, y su eEtracci+n estudiantes universitarios3 aconsejan tomar con la debida #recauci+n sus conclusiones! &ster Barberá, una de nuestras más consumadas es#ecialistas en el estudio del %nero, ha intentado clari;icar las cosas en este cam#o en los siuientes t%rminos' a3 la ma(or parte de las creencias estereotipadas sore el gnero tienen un carácter
relativo orroso3 debido #recisamente al cambio eE#erimentado en cuanto a los roles y ;unciones tradicionales y al hecho de que “bastantes ;unciones sociales son com#artidas #or ambos seEos) Barberá, -..2, #! =93* b3 el carácter relativo de los estereoti#os de %nero se da de manera es#ecial entre distintos subti#os de mujeres y hombres ejecutivas1ejecutivos, amas de casa1hombres caseros, de#ortistas mujeres1de#ortistas hombres3, y c3 a la luz de las investiaciones en este terreno parece que ha camiado mucho más el auto;estereotipo el autoconce#to como mujer o como hombre3 que los estereotipos sore los homres ( las mujeres en
eneral y en abstracto' “se #uede
a;irmar que las #ersonas han cambiado más su #ro#io autoconce#to y los rasos de masculinidad y ;eminidad que se atribuyen a s$ mismas sobre todo las mujeres3 que la creencia eneralizada acerca de los demás! Las imágenes interiori+adas de la típica mujer ( el varón prototípico se mantienen ancladas en pocas pretritas ( no han sido demasiado sensiles a los camios sociales reistrados ni tam#oco a la evoluci+n
del autoconce#to de %nero) Barberá, -..2, #! =93! &n el 4uadro 0.!- incluimos la ada#taci+n que hace esta misma autora de los estereoti#os de %nero #ro#uestos #or Dary ite! $uadro !"## -stereotipos de género -stereotipo masculino
-stereotipo femenino
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.asgos
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.oles
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$aracter)sticas f)sicas
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%ctividad :ecisión Competitividad !uperioridad Independencia ersistencia !eguridad en s# mismo usto por el deporte %tlético Corpulento
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/estrezas cognitivas
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%nal#tico ensamiento abstracto :estrezas numéricas Capacidad resolución de problemas @azonamiento matemático :estrezas cuantitativas
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:edicación a los otros Emotividad %mabilidad Empat#a Comprensión Calidez
Tareas domésticas Interés por la moda
Aellezaatractivo
.esumamos •
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El género es un marco teórico cada vez más relevante en el estudio del comportamiento humano. En la actualidad, este marco teórico se encuentra mu" alejado del análisis de las meras diferencias se5uales. En la actualidad, el género alude a estructura de poder, a ideolog#a cultural o religiosa, a creencias respecto a cómo debe ser el comportamiento de hombres " mujeres. *os estereotipos de género tienen la particularidad de ser estereotipos particularmente prescriptivos marcan el camino de la acción. Formas, e5pl#citas e impl#citas, sanciones, " presión social recuerdan el carácter prescriptivo de los estereotipos de género. En nuestro pa#s se ha producido un cambio en los estereotipos de género. Ese cambio es mucho más evidente entre determinados colectivos 'subtipos) de hombres " mujeres $ue en otros. arece $ue lo $ue ha cambiado de manera visible es más el auto;estereotipo 'la imagen $ue hombres " mujeres tienen de s# mismos) $ue el hetero;estereotipo 'la imagen global $ue hombres " mujeres tienen de ambos géneros). *os estereotipos de género tienen un fuerte carácter ideológico.
10... El contenido de los estereotipos
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&n el #anorama que dibujan los estudios que hemos mencionado, y otros muchos que se han quedado en el tintero, corremos el rieso de #erdernos entre el sin;$n de adjetivos a#licados a docenas de ru#os! Ahora bien, si vamos a esos listados armados con un #oco de #aciencia, #ronto nos daremos cuenta de que hay adjetivos que tienen un raso o un re;erente com"n! 5or ejem#lo, #ersistencia, decisi+n, intuici+n, liderazo, creatividad, imainaci+n, que vemos en el 4uadro 0.!-, #arecen re;erirse a habilidades y com#etencias en el marco del desem#e6o #ro;esional o laboral, mientras que emotividad, calidez, em#at$a, amabilidad o com#rensi+n ser$an rasos con los que de;inimos el estilo de relaci+n inter#ersonal que acostumbran a des#lear las #ersonas en sus relaciones inter#ersonales! &ste va a ser el marco en el que se inscriba la #ro#uesta de Susan Fise' el contenido de los estereotipos responde a dos grandes criterios7 la competencia en el desempe3o de tareas ( la calide+ ( afectividad en las relaciones interpersonales
sociabilidad3! Cicho de otra manera, los estereotipos
surgen a partir del estatus relativo #el poder de los grupos, y de
su interde#endencia
#ositiva o neativa si son vistos en una relaci+n de coo#eraci+n o de com#etici+n con el #ro#io ru#o3! &llo su#one que' a3 el estatus #redice la #erce#ci+n de com#etencia mayor com#etencia cuanto mayor es el estatus3, mientras que la interde#endencia #redice la calidez a mayor com#etencia menor calidez3* b3 los eEoru#os se articulan en torno a dos randes criterios o dimensiones' incom#etentes #ero cálidos, o com#etentes #ero ;r$os, y c3 dada la tendencia ya comentada al ;avoritismo endoru#al, nin"n ru#o eEce#to el nuestro alcanza cotas #ositivas en ambas dimensiones al mismo tiem#o! &sta es la base de la amivalencia de los estereotipos Fise, Ou y 4uddy, 09993 que sirve de ;undamento al Dodelo del 4ontenido de los &stereoti#os D4&3 cuyos su#uestos vendr$an a ser los siuientes' 0! ?os estereoti#os se eneran en el transcurso de las relaciones sociales entre ru#os que ;orman #arte de una determinada estructura en la que ocu#an luares y #osiciones de #oder y de in;luencia claramente di;erentes tienen un sini;icado y un valor distinto3, tal y como hab$a indicado :obert Derton! -! ?a com#etencia es el resultado del #oder y del estatus que atesore o haya acom#a6ado hist+ricamente a un determinado ru#o! /! ?a calidez inter#ersonal se a#lica de manera #rioritaria a los ru#os que no vemos como com#etidores! A mayor rivalidad com#etitiva, menor #erce#ci+n de calidez #or #arte del endoru#o!
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2! Ambos ti#os de ru#os los com#etentes y los cálidos3, y los estereoti#os que los acom#a6an, mantienen el estatus quo social, sostienen y leitiman un determinado orden social, no im#orta lo justo o lo injusto que %ste sea! &n la #ro#uesta de Susan Fise hay alunos detalles a los que merece la #ena #restar atenci+n! &l #rimero de ellos se6ala que los estereotipos vendrían a ser el resultado de dos procesos que (a nos resultan conocidos7 la naturale+a multigrupal ( multicategorial de la realidad social
en la que vivimos, ( el distinto valor (
significado que atriuimos a los grupos ( a las categorías sociales !
&l seundo
reviste una es#ecial im#ortancia #orque alude a la presencia de emociones generadas por los grupos a
ra$z de su nivel de com#etencia y calidez a;ectiva #ercibidas!
Hablamos, #ues, de la eEistencia de verdaderas emociones intergrupales, que abren de #ar en #ar las #uertas al #rejuicio y contribuyen de manera es#ecial a su #ermanencia o a su cambio! &n el cam#o emocional, en alunos casos, hay una mezcla de emociones #ositivas y neativas res#ecto al mismo ru#o' esa es la raz+n de la ambivalencia de los estereoti#os! &n el #rimero de los cuatro estudios realizados #ara #oner a #rueba el modelo, #artici#aron <2 estudiantes de la >niversidad de Dassachusetts 8. mujeres y -/ hombres un #artici#ante no indic+ su %nero 3 con una media de 09,2 a6os de edad y 8. #ersonas más reclutadas #or los #ro#ios estudiantes de entre la #oblaci+n eneral -8 mujeres y 0/ hombres doce de los #artici#antes no in;ormaron de su %nero13 cuya media de edad se eleva a los /8,- a6os! Todos ellos res#ondieron a un cuestionario en el que se inclu$a un listado de -/ ru#os! &ste listado #roced$a de un estudio #revio estudio #iloto3 en el que /0 #ersonas hab$an elaborado, a #etici+n de los investiadores, una relaci+n de los ru#os que, se"n su o#ini+n, eEist$an en la sociedad norteamericana ru#os %tnicos, raciales, ocu#acionales, de %nero, etc!3! &l cuestionario constaba de ocho $tems en los que se #ed$a a los #artici#antes clasi;icar a cada uno de los ru#os a lo laro de las dimensiones de competencia com#etente, com#etitivo, inteliente3, calidez en las relaciones sociales sincero, tolerante, cálido3, estatus #restiio, %Eito econ+mico, nivel educativo3 y nivel de com#etitividad o con;licto que %l o ella, o #ersonas como %l o como ella, #odr$a tener con dicho ru#o a nivel de recursos, #oder, etc! interdependencia #ositiva o neativa, es decir, coo#eraci+n o com#etici+n3! ?os resultados obtenidos a#oyaron la hi#+tesis de que la competencia ( la calide+ en las relaciones interpersonales son dos criterios diferenciadores de los estereotipos grupales,
#ero introducen un matiz im#ortante' en ambas muestras la
1 competencia resulta más decisiva en la construcción del estereotipo que la calide+!
A#arecen cuatro randes conlomerados* tres de ellos se ubican de manera muy clara a lo laro de las dos dimensiones' a3 alta sociabilidad1baja com#etencia amas de casa, #ersonas
mayores,
cieos,
disca#acitados
mentales,
disca#acitados
;$sicos,
lim#iadoresas3* b3 baja com#etencia1baja calidez his#anos, blancos #obres, neros #obres, rece#tores del sistema de asistencia social*3* c3 alta com#etencia1calidez media #ro;esionales neros, norte6os, mujeres de neocios, jud$os, asiáticos, ;eministas, ricos3* d3 ;inalmente, un cuarto conlomerado aru#a a #ersonas que se sit"an en una zona media de los criterios de calidez y com#etencia homoseEuales, obreros, sure6os, trabajadores inmirantes, mujeres ;$sicamente atractivas, árabes3! Se con;irma, asimismo, la naturaleza miEta y ambivalente del contenido de los estereoti#os! Finalmente, la percepción de estatus predice la percepción de competencia mientras que la percepción de competencia predice falta de calide+ !
&n la Fiura 0.!- se
re;lejan los resultados! igura !"## *grupación de personas de acuerdo a su calidez y competencia '
8JJ8. Estudio 8, p. 779)
*lta
%mas de casa ersonas ma"ores Ciegos ?omose5uales
:iscapacitados mentales " f#sicos
Calidez
Kbreros
*impiadoresas
!ureHos
Trabajadores inmigrantes 1rabajadores del hogar
casa 2
?ispanos
la
Alancos " negros pobres
-ujeres atractivas
rofesionales negros rofesionales norteHos -ujeres de negocios Bud#os %siáticos
Lrabes Lrabes
@icos
@eceptores de asistencia social
0aja 0aja
Competencia
*lta
A #artir de los estudios realizados, Fise, et al! -..-3 eEtraen las siuientes conclusiones' 0! ?os datos corroboran la hi#+tesis de la dimensionalidad' la percepción de la competencia ( de la calide+ marcan la diferencia en los estereotipos!
-! &l D4& nos o;rece un marco conce#tual #ara entender el contenido de los estereotipos ( de los prejuicios, bien entendido que
hablamos siem#re de “#erce#ci+n)
de com#etencia y de calidez, y que el sini;icado de “com#etente) y “cálido) es, como cualquier otro, alo socialmente construido y que cada #ersona inter#reta de manera #eculiar! /! ?os estudios realizados a#oyan tambi%n la hi#+tesis de la ambivalencia de los estereoti#os' sus contenidos van asociados tanto a rasos socialmente valorados como #ositivos, como a rasos que se #erciben como neativos! ?o mismo veremos que ocurre en el caso del #rejuicio! 2! ?os contenidos de los estereoti#os no son ajenos a la posición ( al papel que los grupos ha(an jugado
y se les haya atribuido en la dinámica social ( la
consiguiente posición de poder
y de estatus que hayan alcanzado! El estereotipo,
insiste Fise 0997, #! =-03, y con ella otros muchos autores, está al servicio del control,
de suerte que el poder alienta ( fomenta el estereotipo al tiempo que el
estereotipo sirve para mantener el poder!
8! ?as #ersonas #ertenecientes a minor$as marinadas o las #ersonas escasamente eEitosas #ertenecientes a los ru#os dominantes ej!' blancos #obres3 tenderán a mostrar un modelo de estereotipia y de #rejuicio !envidioso", mientras que las #ersonas #ertenecientes a los ru#os de alto #oder y estatus serán más #ro#ensos a mostrar un modelo estereotípico y
de #rejuicio paternalista res#ecto a los miembros de aquellos
ru#os con menos #oder y estatus! 10./. Las funciones de los estereotipos
Acabamos de ver que los estereotipos están al servicio del control social y naturalmente de quienes lo ejercen, es decir, están al servicio del poder! ?a #resencia del #oder viene siendo una constante a lo laro de todo el ca#$tulo* en "ltimo t%rmino, las relaciones interru#ales se de;inen como relaciones de #oder! &l D4& lo ha incluido como #arte de sus su#uestos básicos! 5ara em#ezar, cabr$a decir de los estereoti#os lo que hemos dicho de la cateorizaci+n social' no son un ca#richo, sino que responden a la necesidad más imperiosa de nuestra mente, la de ordenar ( simplificar la diversidad estimular del mundo en el que vivimos aru#ando objetos #ersonas3 muy distintos entre s$ #ero
que
com#arten aluna caracter$stica, tienen al"n rado de semejanza, aunque sea tan
/
marinal como la de sus ustos o a;iciones #ict+ricas! A los estereoti#os se les #uede a#licar todas y cada una de las ;unciones de los esquemas conitivos que vimos en el ca#$tulo seundo! A ello cabr$a a6adir, de manera alo más concreta y con la ayuda de Caniel Bar1Tal, las ;unciones que, tanto a t$tulo individual como colectivo, cum#len las creencias ru#ales! Henri Taj;el, a quien es muy recomendable acudir en todos los asuntos que tenan como marco las relaciones interru#ales, ha di;erenciado las ;unciones individuales de las colectivas! A la tarea de ordenar y sim#li;icar que es #ro#ia de los esquemas cateoriales, los estereoti#os a6aden otras tres ;unciones es#ecialmente im#ortantes' 0! &n #rimer luar, la de “ acentuar eEaerar3 las diferencias entre las personas pertenecientes a distintas categorías sociales ( acentuar las semejan+as dentro de cada categoría)
Taj;el, 0972, #! 0<=3! La e-ageración de las diferencias es ma(or
!en el caso de categorías sociales relacionadas con diferencias de valor que en el de las categorías neutras" Taj;el,
0972, #! 0703! ?os ru#os son clasi;icaciones dotadas
de sini;icado valorativo sini;icado que entra6a juicios de valor3 acorde con el luar que ocu#a dentro de una estructura social #oder3! -! Las creencias que tenemos sore los grupos no solo nos sirven #ara estructurar y ordenar conitivamente el medio social, sino tambi%n #ara proteger nuestro sistema de valores!
/! &s necesario tener en cuenta la naturaleza com#artida de la conici+n social en eneral y en #articular de los estereoti#os y del #rejuicio! &se hecho es el que está en la base de una de las #rinci#ales ;unciones del estereoti#o' la defensa ( protección del sistema de valores sociales e-istente! &unto a la defensa de valores personales, los estereotipos defienden tamin valores sociales.
?os estereotipos pueden ser una manera de justificar un sistema ( una estructura social, de racionali+ar el estatus quo, de mantener la creencia en un mundo justo en
el que las #ersonas se merecen la #osici+n que ocu#an, no im#orta lo
abyecta y miserable que %sta #ueda ser, lo que tienen o dejan de tener, y las cosas que les ocurren, y de leitimar las acciones de unos ru#os en contra de otros, sea en el caso de la violencia de %nero o del terrorismo! &sa va ser la #ro#uesta de John Jost y Dahzarin Banaji' además de la ;unci+n de;ensiva del ru#o y del “Go), los estereotipos cumplen una función ideológica' la de justificar el estatus quo!
A lo laro de diversos trabajos e investiaciones desde 0992, ambos autores han venido de;endiendo la idea de que los estereotipos son un mecanismo que nos a(uda
2
a justi;icar la manera en que hemos dis#uesto las diversas #iezas que com#onen la realidad en la que vivimos, la #osici+n el estatus, el #oder3 y el #a#el el rol3 de cada una de ellas, es decir, a justificar el sistema social que nos hemos dado! -stereotipos y justificación del sistema social La justificación del sistema se refiere al proceso psicológico a través del cual una persona percibe, entiende y e(plica la situación o el orden social e(istente . El resultado final de este proceso
no es otro $ue su mantenimiento. % diferencia de la perspectiva de la justificación del grupo o del 3+o4, $ue postulan la e5istencia de un mecanismo psicológico de adaptación, la justificación del sistema no aboga por la protección de los intereses personales o grupales. :e hecho, la justificación del sistema se refiere a un proceso psicológico por medio del cual el orden social se mantiene a pesar del da3o psicológico y material que entra3a para las personas y los grupos desfavorecidos . Es este énfasis en la falsa conciencia el $ue contrasta con las propuestas previas. :amos por supuesto $ue esta propuesta debe e5plicar, entre otras cosas, los estereotipos endogrupales negativos entre los grupos marginales " el consenso $ue dentro de una misma sociedad e incluso entre diversas sociedades e5iste al respecto 'Bost " Aanaji, //2, p. J).
Centro de este sistema social los #rinci#ales com#onentes son las #ersonas y los ru#os que lo com#onen! &n #rinci#io, la justificación del sistema es !un proceso psicológico por el que las condiciones que actualmente prevalecen,
sean estas
sociales, #ol$ticas, econ+micas, seEuales o leales, son aceptadas, e-plicadas ( justificadas simplemente porque e-isten Jost
y Banaji, 0992, #! 003, que es como
decir, que son ace#tadas y justi;icadas sim#lemente #orque s$, de tal suerte que, con no #oca ;recuencia, de manera #arad+jica ace#tamos estereoti#os neativos res#ecto a nuestro #ro#io ru#o e indirectamente res#ecto a nosotros mismos dando luar con ello a una falsa conciencia! ?os estereoti#os no se oriinan en un “n"cleo de verdad), en la observaci+n de determinados hechos di;erenciales entre los ru#os! Se oriinan en una “;alsa conciencia) en virtud de la cual las personas reproducimos ( justificamos ideologías, incluso cuando nos perjudican! E-iste una tendencia general a justificar el sistema, a defender el estatus quo ( a apo(ar la legitimidad del orden social en el que vivimos,
más allá de que este orden social est% re#leto de #obreza, de injusticia
social y violencia! &n todo este #roceso los estereoti#os juean un #a#el relevante! Tres son los niveles o escenarios en los que se hace #resente esa tendencia' a3 justificación del ego'
las #ersonas usan los estereoti#os #orque sirven #ara justi;icar su estatus o su
conducta #ersonal en relaci+n con otros ru#os, #ara de;ender la #osici+n que ocu#an dentro de la sociedad* b3 justificación del grupo' los estereoti#os #ueden ser considerados como un mecanismo de justi;icaci+n de los intereses de ru#o y de la identidad del ru#o* sirven #ara justi;icar las acciones del endoru#o res#ecto al
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eEoru#o, #ara di;erenciarnos #ositivamente3 de los otros ru#os, #ara de;inir una justi;icaci+n colectiva de la conducta interru#al, incluso cuando esa conducta es una conducta violenta, y c3 justificación del sistema: los estereoti#os justi;ican la eE#lotaci+n de unos ru#os #or otros, eE#lican la #obreza, la ;alta de #oder de alunos ru#os y el %Eito de otros de manera que todo ello #arezca le$timo, justi;icado, normal, natural! &n -..2, al cabo de los diez a6os de la #ublicaci+n de la #ro#uesta oriinal, los autores llevaron a cabo una am#lia revisi+n que van describiendo en t%rminos de hi#+tesis que han sido más o menos corroboradas en el transcurso de la investiaci+n Jost, Banaji y @ose, -..23! Ce las -. hi#+tesis que mencionan, vamos a quedarnos con aquellas que ata6en de manera directa a los estereoti#os ver 4uadro 0.!/3! $uadro !"#4# Los estereotipos como guardianes de la ideolog)a •
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*a gente usa los estereotipos para racionalizar las diferencias de estatus " las diferencias económicas entre los grupos, de manera $ue un grupo será estereotipado de manera distinta dependiendo de si es percibido con alto o bajo nivel de estatus. En respuesta a una situación de amenaza, la gente defenderá " justificará el sistema social usando estereotipos diferenciadores de grupos con alto " bajo estatus más $ue cuando no ha" amenaza. %l ofrecer e5plicaciones 'o pseudo;e5plicaciones) de las diferencias de estatus o poder entre los grupos a) se incrementa el uso de estereotipos para racionalizar esas diferencias, " b) se insta a los miembros de los grupos desfavorecidos a e5presar un ma"or acuerdo con su situación. *a tendencia a la legitimación del sistema " al conservadurismo pol#tico conduce a un incremento del favoritismo endogrupal entre los miembros de los grupos de alto estatus " del favoritismo e5ogrupal entre los miembros de los grupos de bajo estatus. *a justificación del sistema se asocia con un incremento en la autoestima de los grupos con alto poder " con un descenso en la autoestima por parte de los grupos con un poder bajo. *os niveles de justificación del sistema son más altos en a$uellas sociedades social " económicamente más desiguales. *os estereotipos complementarios 'pobre pero honrado, rico pero desgraciado, pobre pero feliz, etc.) son una e5cusa para la justificación del sistema. *os estereotipos de género 'se5ismo ambivalente) incrementan la justificación del sistema, especialmente entre las mujeres.
%ara recordar •
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El contenido de los estereotipos se alinea a lo largo de dos grandes dimensiones el poder " el estatus $ue tenga un grupo 'competencia) " su calidez en las relaciones sociales. *os e5ogrupos se alinean a lo largo de dos dimensiones a) incompetentes pero cálidos, " b) competentes pero fr#os. Fingn grupo, a e5cepción de los propios, alcanza niveles positivos 'es percibido de manera positiva) en ambas dimensiones.
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*a competencia resulta más decisiva $ue la calidez en la construcción del estereotipo. *os estereotipos cumplen, al menos, tres grandes funciones a) nos a"udan a ordenar " simplificar la realidadM b) sirven para la salvaguarda de valores personales " valores grupales 'sociales) " c) tienen encomendada la tarea de justificar el orden " la estructura social, es decir, la posición de poder o dependencia 'sumisión) de los grupos, " legitimar las acciones de unos en relación con o en contra de otros. Es importante subra"ar el papel $ue juegan los estereotipos como herramientas cognitivas 'ideológicas) para justificar el sistema, para seguir manteniendo el estatus $uo a pesar de lo violento, lo desigual " lo injusto $ue pueda ser. Bustificar el sistema significa avalar, aceptar " dar por buenas las condiciones $ue definen la realidad social, el lugar " el poder $ue ocupa cada uno de los grupos dentro de ella " entender $ue es justo lo $ue les pueda acontecer.
10.2. Los peligros de la amivalencia de los estereotipos
?as investiaciones sobre los estereoti#os han #uesto reiteradamente de mani;iesto que los contenidos de las creencias, de las representaciones ( de los rasgos que les atriuimos a los distintos grupos catalanes, vascos o
valencianos3 yo
cateor$as sociales hombres, mujeres, blancos y de color, inmirantes o nacionales, etc!3 contienen, en #ro#orciones diversas, tanto imágenes positivas como negativas! &n el caso es#a6ol, incluso los ru#os que todav$a caran con los estereoti#os más neativos los itanos y los mareb$es3 cuentan con el bene;icio #or #arte de la #oblaci+n de rasos #ositivos' eEtravertidos, sociables, aleres, salerosos, libres los itanos3 o buenos, trabajadores, amistosos, etc! los mareb$es3! @o o;rece mucha di;icultad entender la naturale+a amivalente del contenido de los estereotipos que acabamos de ver en el D4&! Susan Fise a6ade alo más' en los estereotipos sore los grupos es más comn la amivalencia que la antipatía !
Tanto en el caso del %nero
como de la raza #areciera que los estereoti#os son cada vez más ambivalentes y están menos carados de connotaciones neativas, bien #orque, como sostienen alunos autores, los sesos interru#ales están más orientados a ;avorecer al #ro#io ru#o que a #erjudicar a los otros o bien, como veremos en el #r+Eimo ca#$tulo, #orque se ha #roducido un avance sini;icativo en la ace#taci+n de los derechos de las minor$as! 4ontrariamente a lo que #ueda #arecer, no es esta una noticia com#letamente #ositiva, #orque #arece que la ambivalencia la cara el diablo! ?a aru#aci+n del contenido de los estereoti#os alrededor de dimensiones dicot+micas com#etencia1incom#etencia* calidez1;rialdad emocional3, la creencia, en los t%rminos del D4&, que solo los ru#os a los que #ertenecemos #ueden ser
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com#etentes y cálidos al mismo tiem#o la neaci+n de la #resencia #ositiva de ambas dimensiones en los eEoru#os3, y la coeEistencia de creencias anta+nicas res#ecto a un mismo ru#o, tiene im#licaciones #sicosociales que van más allá del estereoti#o inenuo y cándido! 4uando #ro;undizamos un #oco en la ambivalencia de los estereoti#os de %nero, #or ejem#lo, no tardamos mucho en llear al se-ismo amivalente y
ah$ ya nos deslizamos #or una #endiente #laada de #eliros! &sa es la
hi#+tesis que ha venido de;endiendo 5eter (lic y Susan Fise desde hace varias d%cadas! Se(ismo ambivalente
El se5ismo ha sido tradicionalmente considerado como el reflejo de la hostilidad hacia las mujeres. Esta idea olvida un aspecto significativo la e5istencia de sentimientos subjetivamente positivos hacia las mujeres $ue frecuentemente van de la mano de la antipat#a se5ista. $onsideramos el se(ismo como un constructo multidimensional que agrupa tanto actitudes hostiles como benevolentes . El sexismo hostil no re$uiere mucha e5plicación. Aasta con acudir a la definición clásica de prejuicio de >ordon %llport. -l sexismo benevolente es un conjunto interrelacionado de actitudes se(istas hacia las mujeres en la medida $ue las consideran de manera estereotipada " las ubican en roles mu" restrictivos. %l mismo tiempo, estas actitudes tienen un tono afectivo positivo " tienden a activar conductas t#picamente consideradas como prosociales 'conductas de a"uda, por ejemplo) o a buscar intimidad '>lic= "
4omo vemos, el seEismo ambivalente ya tiene un #ie y medio o los dos3 en el cam#o del #rejuicio y la discriminaci+n! ?o hace de manera callada, sin randes estridencias, como una continuaci+n normal de las creencias, ideas y teor$as que determinados hombres sustentan sobre las mujeres y en las que, junto a una actitud de anti#at$a y un com#ortamiento hostil, está #resente la #rotecci+n, el res#eto hacia la mujer como es#osa y madre, y su idealizaci+n como objeto de amor romántico! ?a #ro#uesta de Susan Fise la resumimos en el 4uadro 0.!2' $uadro !"#5# $omponentes de la ideolog)a se(ista '>lic= "
/imensiones Paternalismo relación con las
Se(ismo hostil 6S78 Paternalismo dominante la mujer
mujeres como si se tratara de una relación paterno;filial.
necesita una figura masculina $ue le dirija " le mar$ue el camino '3 La
i!erenciaci"n de g#nero hombres
mayoría de las mujeres no aprecia completamente todo lo que los hombres hacen por ellas 4). i!erenciaci"n competiti$a% solo los
" mujeres se complementan en roles, caracter#sticas psicológicas, motivaciones " aspiraciones, etc.
Se(ismo benevolente 6S08 Paternalismo protector la mujer necesita un 3padre4 protector (“Las mujeres deben ser queridas y protegidas por los hombres”) .
i!erenciaci"n complementaria%
hombres renen las habilidades, competencias " caracter#sticas necesarias para dirigir las instituciones sociales importantes
distribución perfectamente acoplada de tareas " de roles el hombre como proveedor " la mujer como ama de casa 'la 3media naranja4)
(“&uando las mujeres son $encidas
(“'l hombre est incompleto sin la
8
+eterosexualidad el se5o se erige
en una poderosa fuente de ambivalencia hacia las mujeres. *os miembros del grupo poderoso 'los hombres) son dependientes del grupo subordinado 'las mujeres).
por los hombres en una competencia justa generalmente ellas se quejan de haber sido discriminadas”)* +ostilidad heterosexual% la atracción
mujer”)*
se5ual de las mujeres tiene como objetivo dominar a los hombres
motivación se5ual de los hombres está presidida por un deseo genuino de intimidad (“-un cuando un
(“Las mujeres intentan ganar poder controlando a los hombres”)*
,ntimidad heterosexual la
hombre logre muchas cosas en su $ida nunca podr sentirse $erdaderamente completo a menos que tenga el amor de una mujer”)*
Al #oner a #rueba el modelo, no se con;irma la eEistencia de los tres com#onentes #revistos en la sub1escala SH ya que todos los $tems se aru#an en un "nico ;actor* sin embaro, la sub1escala SB mantiene los tres com#onentes! &s decir, el seEismo hostil #arece no admitir #articularidades ni sutilezas' es directo y no necesita de estrateias que lo edulcoren o lo disimulen* el sutil es más diverso, más rico en detalles, de suerte que las #ersonas #ueden mantener y de;ender unas creencias y no otras! &ste ha sido el ui+n de la &scala de SeEismo Ambivalente ASQ, “Ambivalent SeEism Qnventory)3 desarrollada #or (lic y Fise 099=3, un instrumento que, como se6alan &E#+sito, Doya y (lic 09973 en la versi+n es#a6ola del ASQ, mide dos as#ectos del seEismo, que re;lejan res#ectivamente imáenes neativas y #ositivas de la mujer ambivalencia3 #ero que, a la #ostre, ambos derivan en da6o! &n la a#licaci+n del ASQ en diversos estudios e investiaciones realizadas en diversos #a$ses, &s#a6a entre ellos, han hecho acto de #resencia resultados que justi;ican sobradamente el t$tulo de este e#$ra;e el #eliro de la ambivalencia3! Francisca &E#+sito y Diuel Doya los han resumido en los siuientes t%rminos' 0! ?os hombres #unt"an sini;icativamente más alto tanto en SH como en SB, al mismo tiem#o que las mujeres rechazan más el SH que el SB! -! A#arece un ;uerte v$nculo entre el SB y las creencias reliiosas, “que lori;ican el rol de la mujer como es#osa y madre a la vez que la des#roveen de seEualidad) &E#+sito y Doya, -..7, #! 82-3, y de #oder, cabr$a a6adir! /! &n estudios transculturales se observa una clara leitimaci+n del sistema en #a$ses en los que las mujeres asumen las creencias seEistas! &n dichos #a$ses, “cuanto más seEistas son los hombres, más #robable es que las mujeres ace#ten tanto el SH como el SB) Doya y &E#+sito, -..7, #! 82-3!
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2! &n esos mismos estudios, las #untuaciones medias en SH y SB muestran una estrecha relaci+n con los indicadores de desiualdad de %nero, de acuerdo con los datos de la Pranizaci+n de las @aciones >nidas P@>3! 8! Tiende a eEistir una correlaci+n #ositiva entre el SH y diversas mani;estaciones de la violencia de %nero y la justi;icaci+n de la aresi+n seEual! =! &l SH y el SB suelen a#arecer estrechamente relacionados!
!i ha" un proceso $ue se presta a ratificar en todas sus dimensiones la cognición impl#cita, es el estereotipo. >reen&ald " Aajani '//9, p. 9) definen los estereotipos impl)citos como “el rastro de la e(periencia pasada introspectivamente no identificado 6o defectuosamente identificado8 que media las caracter)sticas que les atribuimos a los miembros de una categor)a social”. Como hemos visto en el cap#tulo 7, el término implícito
aplicado a los estereotipos tendr#a distintas acepciones. !eHalaremos en este caso su carácter automático, principalmente. + en este sentido, una de las investigaciones $ue creó escuela fue la $ue llevó a cabo atricia :evine en /7/. !u punto de partida, e5traordinariamente novedoso para ese momento, todav#a nos sigue causando un cierto asombro la activación autom'tica se da tanto en personas igualitarias como en personas altamente prejuiciosas. *os tres e5perimentos $ue realiza conclu"en con algunos resultados merecedores de nuestra má5ima atención a) los rasgos $ue se le atribu"en a los afroamericanos, segn una muestra de 2J estudiantes de sicolog#a son, por lo general, bastante negativosM b) ha" una amplia coincidencia en el conocimiento de esos rasgos entre personas con alto " bajo nivel de prejuicio medido a través de la Escala de @acismo -odernoM c) cuando se activan de manera automática los estereotipos raciales, los sujetos e5perimentales evalan la conducta ambigua de una persona en consonancia con el contenido de los estereotipos activadosM d) eso sucede tanto en $uienes tienen un alto nivel de prejuicio como en las personas más igualitariasM en ambos, la activación de los estereotipos raciales provoca una asociación entre 3afroamericano4 " 3hostilidad4, por ejemploM e) es necesario diferenciar claramente entre el conocimiento que las personas tienen de los estereotipos raciales o de género 'estereotipos culturales, actitudes pblicas las denominaban Datz " Aral") y el acuerdo o la aceptación de esos estereotipos 'actitudes privadas) ", por supuesto, el prejuicioM f) de hecho, en el tercero de
los e5perimentos, un /N de los sujetos '01 estudiantes de sicolog#a) con bajo nivel de prejuicio frente al 0JN de los $ue puntuaron alto en la Escala de @acismo -oderno inclu"eron rasgos negativos en sus apreciaciones respecto a los afroamericanos. -ás allá de $ue tengan conocimiento de ellos, hay personas que rechazan abierta y activamente los estereotipos negativos y son capaces de inhibir las conductas discriminatorias . Este ha sido, por lo general, el marco en el $ue se han llevado a cabo las investigaciones en torno a los estereotipos automáticos. En un primer momento, se presenta información sobre los rasgos usualmente asociados
/0 a una determinada categor#a social. En la ma"or#a de los casos, las categor#as utilizadas han sido hombres; mujeres 'estereotipos de género), blancos;afroamericanos 'estereotipos raciales) ", en menor medida, la edad. En las investigaciones se suelen utilizar dos grupos a uno 'grupo e5perimental) se le e5pone de manera impl#cita a la información estereot#pica 'adjetivos culturalmente atribuidos a los afroamericanosM por ejemplo pobres, agresivos, perezosos, atléticos, r#tmicos, sucios, eran algunos de los utilizados por :evine), mientras $ue al otro 'grupo de control) se les e5pone a est#mulos neutros 'agua, gente, diferencia, televisión, etc.). En un segundo momento, $ue puede ser inmediato o se puede postergar hasta varios d#as, pero sin cone5ión aparente con el primero, tanto a un grupo como a otro se les da información ambigua sobre una determinada persona. Esta es una condición e5perimental decisiva los sujetos e5perimentales nunca deben sospechar $ue ha" relación entre la primera " la segunda parte de las tareas $ue tienen $ue realizar. En muchos de los e5perimentos se les pide $ue lean un corto relato $ue describe el comportamiento ambiguo, relacionado con los rasgos previamente activados, de una persona 'un tal :onald si es hombre, " :onna si es mujer).
?os estudios eE#erimentales sobre los estereoti#os im#l$citos nos o;recen alunas #ruebas concluyentes! 5or ejem#lo' en l$neas enerales, siem#re salen ;avorecidos y bene;iciados los ru#os a los que #ertenecemos ;avoritismo endoru#al3 y, de #aso y #or eEtensi+n, nosotros mismos! Luizás #odr$amos decir, recordando alo que hemos comentado en el e#$ra;e anterior, que salen ien parados porque queremos #( necesitamos preservar, defender ( real+ar el autoconcepto! Al mismo tiem#o, suelen
salir mal#arados los eEoru#os, bien en t%rminos conitivos lo que #ensamos sobre ellos' estereoti#os3, emocionales lo que sentimos res#ecto a ellos' #rejuicio3 o conductuales c+mo actuamos' discriminaci+n3* sobre todo, cabr$a a6adir, cuando #ercibimos que el #ro#io yo o alo de lo nuestro o de los nuestros está en #eliro!
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4uando #rocesamos de manera inconsciente in;ormaci+n #alabras3 re;eridas a caracter$sticas o rasos de #ersonas inteliente, honrado, valiente, #erezoso, violento, etc!3, los sujetos eE#erimentales res#onden de manera sini;icativamente más rá#ida a rasos #ositivos cuando %stos van asociados a los blancos que cuando van asociados a los a;roamericanos! Ptro tanto ocurre cuando com#aramos hombres y mujeres en esta misma tarea' son ellas las que salen claramente #erjudicadas! Sin que haya ninuna otra in;ormaci+n de #or medio, la #alabra “#ersona) viene #re;erentemente asociada de manera automática con rasos como blanco, heteroseEual, ;$sicamente sano y joven! &stos son, en o#ini+n de Susan Fise, los valores culturales en la sociedad norteamericana! ?as desviaciones de esos valores, a6ade, tienen un claro re;lejo en la manera de eE#resarnos' la ente habla de un “aboado a;roamericano), de una “mujer m%dica) o de una “tera#euta lesbiana), #ero normalmente no se habla de un “aboado blanco) o de un “hombre m%dico) o de un “tera#euta heteroseEual)! &n una #alabra, “las mujeres tienen %nero y los neros raza! ?os hombres y los blancos, no! &llo conduce a que los hombres neros sean cateorizados #ercibidos y evaluadosU más como neros que como hombres, y las mujeres blancas más como mujeres que como blancas) Fise, 0997, #! /==3!
10.4.
A lo laro de este ca#$tulo ha quedado claro que los estereoti#os se caracterizan #or su #ersistencia a lo laro del tiem#o y #or tener consecuencias im#ortantes sobre el com#ortamiento de las #ersonas! >na #reunta que se han hecho y nos seuimos haciendo3 los #sic+loos sociales es si es #osible y c+mo3 eliminar o al menos reducir3 el im#acto de los estereoti#os sobre los juicios y los com#ortamientos de las #ersonas, teniendo en cuenta el im#ortante #a#el que juean tanto a t$tulo #ersonal como ru#al! &n el caso de los estereoti#os de %nero, #or ejem#lo, #arece que hemos dejado im#l$cita una doble res#uesta' han cambiado, #ero no mucho* ha cambiado más el auto1 estereoti#o que los estereoti#os sobre el otro %nero* han cambiado más sobre alunos subti#os de mujer que sobre otros! &n muchos casos, lo hemos visto de manera n$tida al abordar los #eliros de la ambivalencia, esas o#iniones y esas acciones tienen rasos claramente discriminatorios, y en ese caso conviene tambi%n #reuntarse si es #osible y c+mo3 combatir el #rejuicio!
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&n el verano de 0929, Duza;er Sheri;, uno de los más reconocidos #ioneros de la 5sicolo$a social, acom#a6a, junto a sus colaboradores, a un ru#o de -2 adolescentes todos ellos chicos con una media de 0- a6os3, #rocedentes de la zona de @e Haven, a un cam#amento de verano! &l objetivo oculto del equi#o diriido #or Sheri; era estudiar c+mo se inicia y discurre el con;licto entre dos ru#os ;ormados de manera aleatoria a ;in de a#ortar ideas y estrateias #ara su soluci+n ver un resumen en Blanco et al!, -..8, ##! 9210.23! 5ara este ca#$tulo tres son los asuntos que resultan de es#ecial inter%s' a3 la ra#idez y la ;acilidad con la que se ;orman los estereoti#os cuando los ru#os inician actividades de com#etici+n en las que s+lo uno #uede salir victorioso* b3 el uso de los estereoti#os como so#orte de com#ortamientos discriminativos o directamente aresivos contra los miembros del eEoru#o, y c3 la di;icultad de revertir la situaci+n una vez su#erada la ;ase de con;licto* la resistencia de los muchachos, una vez su#rimidos los ru#os, a interactuar con los “otros) con quienes hab$an ;ormado #arte del eEoru#o3! Ante esta situaci+n, el #rimer #aso #ara encontrar una salida al con;licto y reducir los estereoti#os consisti+ en #ro#iciar el contacto entre los muchachos que hab$an ;ormado #arte de ru#os rivales! La hipótesis del contacto aparece como una de las estrategias preferentes a la hora de luchar contra estereotipos
que desacreditan y minusvaloran a determinadas #ersonas en calidad de su
#ertenencia ru#al o cateorial! ?a utiliz+ en su momento (ordon All#ort en su conocida obra sobre el #rejuicio ver 4uadro 00!/3, y desde entonces ha sido una de las estrateias más socorridas a la hora de luchar contra los sesos interru#ales! &n el 4uadro 0.!= quedan descritas las condiciones necesarias #ara que el contacto tena los e;ectos deseados! $uadro !"#:# La hipótesis del contacto $ondiciones
%po"o social e institucional
Conocimiento directo
%rocesos
Iniciativas sociales " legislativas $ue promuevan las relaciones entre los grupos " penalicen las manifestaciones, verbales o conductuales, de discriminación. Estas iniciativas a"udan a crear climas sociales en los $ue la tolerancia va ganando terreno.
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ara $ue el contacto surta los efectos buscados, es necesario e$uilibrar a las personas en cuanto a su estatus. Cuando el contacto se da manteniendo las condiciones de poder;sumisión, los estereotipos " el prejuicio tienden a reforzarse. 3!olamente el tipo de contacto $ue hace $ue la gente realice cosas en conjunto tenderá a producir un cambio en las actitudes( El afán cooperativo por alcanzar la meta engendra solidaridad4 '%llport, /08, p. GJ9).
Estatus e$uivalente
Cooperación
&sta "ltima estrateia, la coo#eraci+n, merece un comentario es#ecial, que nos devuelve al estudio de Sheri;! Acabada la ;ase de con;licto, los res#onsables de esta sinular eE#eriencia dise6aron condiciones y circunstancias #ara que los ru#os entraran en contacto en actividades más o menos in;ormales, #ero esto no redujo la tensi+n que se hab$a ido acumulando en los d$as #revios! &ra necesario idear aluna estrateia #ara que las auas volvieran a su cauce entre aquellos muchachos, que todav$a uardaban en su recámara el recuerdo de los insultos, des#recios y hostilidades que se hab$an #ro#iciado mutuamente en el ;raor de las com#eticiones que libraron! &sa estrateia #as+ #or idear una meta comn deseale por todos que sólo pudiera ser lograda mediante una actividad cooperativa,
a la que Sheri; le dio el nombre de
“meta supraordenada)! A este res#ecto Sheri; y Sheri; 09<8, #! -2/3 suieren que' a3 cuando ru#os rivales de;inen metas necesarias y atractivas #ara ambos, #ero que no #ueden lorar cada uno de ellos en solitario, entonces tenderán a coo#erar con miras a lorar esta meta su#raordenada, y b3 esa coo#eraci+n será de ran ayuda #ara reducir la tensi+n y la distancia social entre ellos, cambiando las actitudes y los estereoti#os hostiles a#odos des#ectivos re;eridos a los miembros del eEoru#o3, y reduciendo la #osibilidad de ;uturos con;lictos entre ellos! La reducción de la tensión
*os esfuerzos en comn en situaciones como éstas no despejaron la hostilidad inmediatamente. ero en forma gradual, la serie de actividades $ue re$uer#an acción interdependiente redujeron el conflicto " la hostilidad entre los grupos. Como consecuencia, los miembros de los grupos comenzaron a sentirse más amigos... *os muchachos dejaron de seHalarse con el dedo unos a otros en la fila del comedor. Fo siguieron dándose nombres insultantes, " empezaron a sentarse juntos a la mesa. !e desarrollaron nuevas amistades... %l final, los grupos estaban buscando activamente oportunidades de intercambio, de divertirse " de OtratarseP unos a otros. *os procedimientos $ue hab#an funcionado en una actividad se transfirieron a otras '!herif " !herif, /19, p. 822).
&n muchos casos, la ausencia de contacto se debe a la eEistencia de esas ideas estereoti#adas de las que hemos venido hablando a lo laro del ca#$tulo, que dan luar a
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una es#ecie de barrera conitiva que im#ide el acercamiento entre #ersonas #ertenecientes a ru#os distintos! Luebrar esas barreras se ha convertido en uno de los objetivos tradicionales a la hora de intervenir en el cam#o de los estereoti#os y del #rejuicio ver 4uadro 0.!<3! @ormalmente, esas barreras son ca#richosas e interesadas, se basan en arumentos ;alaces y en datos ;alsos, #ero tienen a su ;avor dos condiciones que no son novedosas #ara nosotros' la necesidad de reducir la com#lejidad de la multitud de est$mulos que nos rodean cateorizaci+n3, y el #a#el de;ensivo del “nosotros) y de “lo nuestro), y, en "ltima instancia, del “Go), que hemos visto que cum#len los estereoti#os! @os en;rentamos, #ues, a una tarea que no es tan ;ácil como #arece* #rueba de ello es que los estereoti#os y las actitudes des#ectivas res#ecto a determinados colectivos siuen ozando de eEcelente salud! $uadro !"#;# -strategias sociocognitivas en la lucha contra los estereotipos y el prejuicio
&ndividuación
.ecategorización
Subcategorización
!e trata de recuperar a la persona al margen del grupo al $ue perteneceM ponerle cara, devolverle su identidad, recuperar su idiosincrasia, interactuar con ella prestando atención a su singularidad " prescindiendo de las trampas $ue nos tiende nuestra propia mente 'de los sesgos inferenciales) para evitar la disonancia cognitiva cuando no responde a nuestros estereotipos, se trata de una e5cepción. Categorizar es hacer semejante lo diferenteM cuando personalizamos hacemos el viaje de vuelta devolvemos la singularidad a lo aparentemente semejante. Cual$uier grupo humano tiene tantas diferencias como semejanzas respecto a cual$uier otro. *as funciones de los estereotipos " las del prejuicio $ue veremos en el pró5imo cap#tulo nos ofrecen varias razones para preferir las diferencias. ero en cuanto nos lo propongamos, encontraremos las semejanzas. Ese es el proceso de recategorización buscar una identidad supraordenada inclusiva, un modelo de identidad comn, unas caracter#sticas, rasgos, metas, etc., en las $ue ha"a coincidencia entre los grupos. % veces puede ser beneficioso de cara a la lucha contra los estereotipos hacer visible " e5pl#cita la pertenencia categorial " sentirse orgulloso de ella. Cuando la e5periencia intergrupal es cooperativa " beneficiosa para las partes, sus efectos son más fáciles de generalizar hacia el e5ogrupo cuando el contacto se percibe como una interacción entre los grupos $ue como una relación interpersonal 'Are&er " Aro&n, //7, p. 97). -antener la distintividad " actuar desde ella en tareas cooperativas puede ser beneficioso. *as mltiples fuentes de nuestra identidad, $ue hemos visto en el cap#tulo 9, son prueba de la e5istencia de mltiples pertenencias categoriales. Cuando las pertenencias categoriales se entrecruzan, se frenan los efectos de la
/4 $ategorización cruzada
diferenciación categorial. Willem :oise lo confirmó en diversos estudios e5perimentales, pero lo más importante es $ue 3las observaciones etnológicas muestran $ue una estructura cruzada, basada en pertenencias mltiples $ue se entrecruzan, reduce los enfrentamientos entre segmentos de una sociedad4 ':oise, /1/, p. 88J).
:ecientemente, la Junta de Andaluc$a, convenientemente asesorada #or es#ecialistas, ha editado un >anual anti;rumores desmontando rumores y construyendo ciudadan$a3 en el que #ro#one una serie de medidas estrat%icas #ara reducir #rejuicios contra los mirantes que res#onden de manera muy ajustada a la teor$a que hemos venido describiendo ver 4uadro 0.!73! :esulta es#ecialmente #ertinente esta iniciativa #or cuanto res#onde a una realidad social muy concreta y #ro#one v$as de intervenci+n res#ecto a un #roblema que nos a;ecta! $uadro !"#<# 1écnicas b'sicas para reducir prejuicios y rumores 'adaptado de Bunta de %ndaluc#a,
8J9, pp. 87;G8) 7acer e(pl)citas nuestras contradicciones .educir la amenaza percibida
&ncrementar nuestra percepción de similitud con las personas migradas $rear grupos “supraordenados”
-nfatizar las identidades m=ltiples
.eforzar y modelar conductas positivas $rear empat)a
%"udar a las personas a ser conscientes de las contradicciones entre los valores $ue defienden " las actitudes o conductas $ue muestran hacia los migrantes. Crear condiciones para un contacto positivo cara a cara con los migrantes.
Además de las estrateias socioconitivas se6aladas, se han #ro#uesto otras estrategias conitivas
o #rinci#almente, metacognitivas3 que las #ersonas #ueden
a#licar intrapersonalmente para reducir el impacto que alunos esquemas entre ellos,
/5 los estereotipos,
aunque no solamente3 #ueden tener sobre sus juicios, actitudes y
conductas ver Horcajo, Bri6ol y Becerra, -..93! >na de las estrateias se basa en la sustracción de las posiles influencias de los estereotipos activados!
5ara ello, la
#ersona ha de tener motivaci+n y ca#acidad u o#ortunidad3 #ara darse cuenta de que un estereoti#o ha sido activado, as$ como #ara distinuir entre ese estereoti#o y el com#ortamiento o el juicio3 #osterior que ha de realizar, y entonces “sustraer) #recisa y e;icazmente cualquier e;ecto del estereoti#o activado sobre su com#ortamiento o su juicio3 #osterior! &n un sentido similar, otra estrategia está asada en la corrección del juicio*
es decir, la #ersona #uede darse cuenta del estereoti#o que ha sido activado
en su mente y, al mismo tiem#o, e;ectuar una estimaci+n sobre en qu% direcci+n y en qu% rado le #uede in;luir, #or ejem#lo, a la hora de ;ormarse un juicio res#ecto a otro individuo! Ces#u%s, la #ersona tratar$a conitivamente de “correir) el juicio que se hubiera ;ormado contrarrestando la direcci+n y la manitud de su seso hasta el #unto en que considere que su juicio ya no está sesado #or el estereoti#o! Sin duda, con su;iciente motivaci+n y ca#acidad, las #ersonas #ueden e;ectuar esta correcci+n de ;orma #recisa* #ero en alunas ocasiones, este intento #or correir los e;ectos de un seso #uede llevar a la #aradoja de mostrar una sobre1correcci+n del juicio y, #or ejem#lo, valorar más #ositivamente a una #ersona #or el mero hecho de #ertenecer a un ru#o que activ+ automáticamente un estereoti#o neativo! Finalmente, una tercera estrategia
conitiva #ara combatir los e;ectos de los estereoti#os se asa en la
supresión del pensamiento *
es decir, en tratar de “su#rimir) o inhibir los #ensamientos
estereot$#icos, o en otras #alabras' no pensar de forma estereotípica ante un miembro de un ru#o social determinado! Aunque esta estrateia #uede resultar e;ectiva en alunos casos, este intento #or no pensar con la ayuda de estereotipos #odr$a tener tambi%n e;ectos #arad+jicos sobre los juicios y las conductas de las #ersonas, mediante un incremento en la accesibilidad de la in;ormaci+n estereot$#ica! 4omo se ha indicado, todas estas estrateias requieren que la #ersona se im#lique en una actividad conitiva considerable! Cuane eener, Jason 4lar y :ichard 5etty han dado un #aso más en la lucha contra los estereoti#os! &n una de sus investiaciones eener! 4lar y 5etty, -..=, &studio 23 #lantearon que el rado de #ensamiento deliberativo no s+lo es relevante a la hora de controlar los e;ectos de la activaci+n de estereoti#os, sino que tambi%n es muy im#ortante en el #ro#io #roceso de ;ormaci+n del estereoti#o! eener y coleas mostraron que los estereoti#os #ueden ;ormarse mediante distintos #rocesos