También llamada lógica no monótona. La consecuencia lógica de la mayoría de sistemas lógicos es monotónica, es decir, al agregar una fórmula a la teoría no produce una reducción (o invalidación) del conjunto de consecuencias. De forma sencilla, la monotonicidad significa que la agregación de nuevos datos no reduce el conjunto de las cosas conocidas. Veamos esto. Si digo que todos los mamíferos no vuelan y que todos los murciélagos vuelan, entonces no se podría admitir que algún animal sea mamífero y murciélago, porque resultaría que volaría y no volaría. Esto ocurre porque al ser las premisas condición suficiente para la conclusión, el agregado de nuevas premisas no puede invalidar nunca la conclusión. Es notorio que la lógica deductiva tiene sus límites al compararlos con el aspecto práctico del pensamiento. Lógicas no monotónicas.
Asimismo, se cuestiona la lógica deductiva formulando la llamada “paradoja de la inferencia”: Si en una inferencia la conclusión no está contenida en la premisa, la
inferencia no puede ser válida; y si la conclusión no es diferente de las premisas, la inferencia es inútil; pero la conclusión no puede estar contenida en las premisas y al mismo tiempo poseer novedad. En consecuencia, las inferencias no pueden ser a la vez válidas y útiles. Es aquí que se plantea a las lógicas no monotónicas. Éstas son aquellas que permiten y facilitan hacer revisiones a nuestros cuerpos de creencias, o sea, hacen posible modelar procesos de retracción de opiniones (o conclusión) si es que la información (o premisas) aumenta. Este tipo de lógica pretende formalizar situaciones reales en las que decidimos sin una total información y que posteriormente admite, conforme se prueben o refuten creencias, revisar el sistema total de creencias. En este sentido, las lógicas no monotónicas no pueden ser deductivas o preservadoras de verdad ya que las conclusiones pueden ir variando en el transcurso del aumento de datos. Existen ciertos casos para los cuales la lógica no monotónica tiene aplicación visible. Por ejemplo: 1) El Razonamiento por defecto. Este tipo de inferencia sucede cuando se sacan conclusiones a partir de información parcial o no completa. De ahí, el nombre “defecto”, es decir, que presenta faltas o carencias. En el momento en que la
información se completa, la conclusión puede ser revisada o desechada. Pongamos un caso: -Si Piolín es un pájaro, entonces Piolín vuela. Sin embargo, podría ocurrir que Piolín fuera un pingüino. En este caso, la conclusión no se mantendría. Entonces, lo arreglamos como sigue: -Si Piolín es un pájaro y no es un pingüino, entonces Piolín vuela. No obstante, podría ocurrir que se Piolín tenga un ala rota. Análogamente, para mantener la conclusión, volvemos a modificar el argumento: -Si Piolín es un pájaro y no es un pingüino y no tiene un ala rota, entonces Piolín vuela. Pero, es posible que se trate de una avestruz… El problema refleja que existen
excepciones y no sabemos enumerarlas todas. 2) El Razonamiento abductivo. A diferencia de la deducción o inducción que va de las premisas a las conclusiones, la abducción va de las conclusiones a las premisas buscando explicaciones más probables de los hechos conocidos. Tomemos el siguiente caso: -El pasto está mojado. Esto ha ocurrido debido a que ha llovido Pero si se supiera que la causa de la humedad del pasto ha sido un rociador, entonces dicha explicación será retractada. En este sentido, cualquier lógica que modele retractaciones es no monotónica.