Libro Depresiones

CONTROL DE CRISIS, ANSIEDADES Y DEPRESIONES Control Control De Crisis, Ansiedades y Depresiones Dirección general: Rabí Aharon Shlezinger 1a edición: Julio 2011 © 2011 by Hebraica Digital Reservados todos los derechos de la presente edición E–mail: [email protected] [email protected] www. hebraicadigital.com hebraicadigital.com Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, transmitida o utilizada por ningún medio sin el previo consentimiento consentimiento por escrito del editor.

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CONTROL DE CRISIS, ANSIEDADES Y DEPRESIONES Control Control De Crisis, Ansiedades y Depresiones Dirección general: Rabí Aharon Shlezinger 1a edición: Julio 2011 © 2011 by Hebraica Digital Reservados todos los derechos de la presente edición E–mail: [email protected] [email protected] www. hebraicadigital.com hebraicadigital.com Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, transmitida o utilizada por ningún medio sin el previo consentimiento consentimiento por escrito del editor.

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CONTROL DE CRISIS, ANSIEDADES Y DEPRESIONES

I LA COSMOVISIÓN DEL ESTRÉS Por lo común el ser humano contemporáneo vive en un estado de crisis permanente. Día y noche se atormenta con las noticias fatales de la jornada. El noticiero le tiene al tanto de las últimas novedades, le avisa del nuevo desastre que acaba de acontecer, y le comunica que se ha producido una inesperada caída de la bolsa, por lo que se teme que ello repercuta en la economía del país. También le informa que por causa del cambio climático se espera para este año una merma de lluvias y consecuentemente bajas en la producción agrícola, y eso provocará que falten alimentos en las estanterías de los negocios y se produzca un aumento de precios. Aunque eso no es todo, pues después de informarse, la persona lo comenta con sus amigos, con sus familiares, con sus vecinos, en el mercado, en el club, en la feria. Y esto sucede cada día. No hay descanso, cada jornada nace con nuevas noticias que preocupan a las personas y despiertan en ellas incertidumbre.

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Sumémosle a todo este terrible acoso de la prensa y los medios de difusión, la falta de empleo. Ya que hay muchísimos desocupados que no saben como van a afrontar los gastos mínimos necesarios para la subsistencia de este mes. Y por más que buscan trabajo con gran empeño y dedicación, la oferta es mínima, ya que los ordenadores y la alta tecnología han reemplazado a los operarios. En vez de mano de obra humana, ahora hay máquinas que hacen el trabajo. Por eso hay tantos desocupados que no tienen modo de conseguir el dinero suficiente para vivir con dignidad. Y si bien en algunos casos el estado los ayuda con una pensión momentánea, ese ingreso es demasiado escaso. Por tanto el tema de la economía es otro medio destacado que desvela a la persona y la mantiene preocupada día y noche. En suma, la mente del individuo no está despejada. No alcanza a digerir una noticia ingrata que ya le bombardean con otra. Eso, además de los problemas económicos, que si no los padece él en particular, los tiene el país, y eso le afecta directamente. Y como si fuera poco, su móvil no se cansa de sonar. Mientras el ama de casa prepara la comida suena su móvil, cuando está de compras también. Y esto se reitera al servir la comida a sus hijos y esposo, después de acostarse para intentar dormir y reparar fuerzas, mientras está en el lavabo, en -4-


todo momento. Esta persona está comunicada, sí, pero no tiene paz, carece de sosiego. DEPRESIONES Y FALTA DE ÁNIMO Casi nadie escapa a la crisis, ya sea personal, social, económica o climática. Y las consecuencias están a la vista: estrés, depresión y falta de ánimo. Es una epidemia que en la actualidad se ha esparcido por todo el mundo y afecta a millones de seres humanos. En cada sociedad se aprecian grandes cantidades de personas que están deprimidas y desalentadas. Uno puede observar su propio ámbito o entorno, y casi con seguridad se topará con varias personas que padecen algún cuadro de depresión. Los investigadores dijeron que la depresión es una de las mayores epidemias que afecta a la humanidad. Es un problema que crece y se expande, como una negra y espesa mancha de aceite en nuestro actual estilo de vida y cultura. CONCIENCIA DE DEPRESIÓN

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En la mayoría de los casos, el individuo deprimido puede describir fehacientemente su estado, y así lo ven los demás, como derribado, socavado en su potencialidad, debilitada su base de sustentación afectiva, desganado. La depresión es uno de los más importantes depredadores de la felicidad humana. El costo de esta afección en términos económicos es alto, pero el costo en términos de sufrimiento es incalculable. Los trastornos depresivos interfieren marcadamente en la vida de aquellos que los padecen; inciden en casi todas sus actividades y acciones. Y como si fuera poco, no les causan dolor y sufrimiento únicamente a ellos, sino también a sus familiares, amigos, y a todos sus seres queridos. La depresión severa puede destruir tanto la vida de la persona enferma como la de su familia. Sin embargo, a través de una toma de conciencia apropiada y con la ayuda idónea, en muchos casos este sufrimiento se puede evitar. ESTO NO ES PERDER EL TIEMPO, ES GANARLO Dado el pavoroso efecto de este trastorno, uno debería esforzarse en encontrar el modo de ayudarse a sí mismo para no

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caer en estado de depresión. Y también debe ayudar al prójimo dentro de lo posible. Si uno dialogare en forma amistosa con sus hijos y cónyuge, como así con sus familiares y allegados, es probable que detecte lo que les sucede. En caso de percibir algún síntoma de depresión o un deterioro de su felicidad, tal situación puede derivar en un cuadro depresivo, por lo tanto, tras la detección alcanzada, tendrá la posibilidad de intentar ayudar. Tal vez le será posible evitar que esta dolencia se arraigue en aquel que padece los signos previos a contraerla. Y en ciertos casos, con unas pocas palabras, será suficiente para que el alicaído se reincorpore y supere la situación, o directamente no caiga en ella. La persona que actuare de este modo, ayudando a aquel que evidencia abatimiento porque tuvo un problema en el trabajo, recibió una mala noticia, o sufrió un percance negativo, con seguridad estará haciendo una obra de bien. En contrapartida, quien incitare a un allegado, provocándole sufrimiento, ¡cuán mal está procediendo! ¡Que terrible crueldad comete!

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Una vez, un catedrático muy mayor, se encontraba en un salón académico, brindando una explicación a un nutrido grupo de personas. El conferenciante tenía más de 90 años, y hablaba magníficamente, su voz era espléndida, privilegiada, pero ya casi no oía. Cuando alguno de los oyentes formulaba una pregunta, su asistente le reiteraba lo planteado, acercándose al maestro y hablándole al oído. De ese modo, le era posible enterarse de las inquietudes de los presentes, y podía responderles. El tema abordado en esta presentación era la observancia de los preceptos, y todo se desarrollaba con naturalidad. Sólo que en medio de la conferencia, un espectador que estaba en desacuerdo con lo que el orador exponía, irrumpió en medio del clima ameno reinante con un fuerte tono de voz; emitió una palabra de protesta en dirección al maestro, le dijo, «¡fanático!». Inmediatamente el catedrático advirtió el suceso y preguntó a su asistente «¿Qué dice ese hombre?». Entonces el asistente le informó a su maestro, hablándole al oído, en voz suficientemente alta como para que pudiese escuchar «¡Pregunta sobre el fanatismo, maestro!». -8-


El catedrático respondió al instante «!Ah...! ¡Está prohibido! ¡El fanatismo es algo que la Biblia reprueba!». El espectador abandonó la sala ofendido, y la conferencia siguió su curso. Este asistente, mediante una intervención improvisada que debió decidir en milésimas de segundo, salvó a su maestro de un agravio tremendo que podría haberlo llevado a caer en estado de depresión. NO ES NUEVO, PERO HAY QUE BUSCARLO Si uno reflexiona sobre este tema expuesto comprenderá que muchas veces ha presenciado o se ha enterado de hechos en los que las personas con sus agravios generan en terceros incentivos que les inducen a entrar en estado de depresión. Pero muchas veces hay otros que intentan salvar la situación. Un ejemplo de este tipo lo hallamos en el libro que narra la historia humana desde tiempos memoriales, desde que el hombre comenzó a morar sobre la faz de la Tierra, el Pentateuco. Allí se cuenta lo acontecido con los Hijos de Israel -9-


cuando salieron de Egipto. Ellos, tras muchos años de permanecer como esclavos en ese país, se disponían a entrar a la Tierra Prometida, y en el camino sucedieron hechos impactantes y estremecedores, del mismo tipo que el antes narrado. Sólo que en otras magnitudes. En el libro de Números, que es el cuarto del Pentateuco, se narra la expedición realizada por los Hijos de Israel previo a la conquista de la Tierra Prometida. Allí se menciona un hecho singular: «El Eterno habló a Moisés, diciendo: Envía para ti hombres, y que exploren la Tierra de Canaán que Yo doy a los Hijos de Israel» (Números 13: 1–2). Para esta misión fueron designados doce individuos selectos, uno en representación de cada tribu de Israel. Los elegidos se pusieron en marcha y permanecieron en esta misión por un lapso de cuarenta días, después regresaron al campamento para informar lo que habían avistado. Al llegar, los expedicionarios se dirigieron a Moisés, Aarón, y después a toda la congregación de los Hijos de Israel, quienes acampaban en el desierto de Parán. Les dijeron: «Fuimos a la tierra a la que nos habéis enviado, y también fluye en ella leche y miel, y esta es la fruta que crece allí. El pueblo que vive en ese -10-


lugar es muy fuerte, y las ciudades son enormes y muy fortificadas. Además vimos allí a los hijos de los gigantes. Amalek habita en el sur de la tierra, en tanto los jiteos, jibuseos, y amorreos residen en la montaña, y los cananeos residen junto al mar, en las adyacencias del río Jordán» (Números 13:27–29). En ese momento intervino Kalev, que era uno de los doce expedicionarios, y silenció al pueblo. Todos le hicieron caso, por lo que se generó en forma automática y repentina, un estado de mutismo total. La multitud suponía que también Kalev hablaría en contra del líder Moisés, como lo habían hecho los demás expedicionarios. Pues como lo declaran los versículos, estos hombres blasfemaron acerca de la Tierra Prometida, argumentando una supuesta impenetrabilidad, atribuyéndole la culpa de todo a Moisés, por haberlos traído a este lugar. Pero no aconteció como todos conjeturaban, Kalev no habló mal de Moisés, sino que lo defendió. Comenzó a enumerar todas las cosas buenas que el líder judío había hecho por el pueblo. Dijo: «¿Acaso el hijo de Amram –Moisés– no partió para nosotros el mar, no hizo descender el maná, no procuró para

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nosotros las aves que volaron al campamento en medio del desierto cuando el pueblo clamó por carne?». Después de estas palabras, Kalev sentenció: «Por eso subiremos a la tierra y la conquistaremos, pues podremos con ella» (Números 13:30). Sin embargo, los hombres que estuvieron en la expedición con él actuaron de un modo totalmente diferente. Como está escrito: «Ellos trajeron a los Hijos de Israel un mal informe de la tierra que habían explorado, diciendo: ¡La tierra por la que pasamos para explorarla, devora a sus habitantes! ¡Todas las personas que allí vimos eran ciclópeas! Allí vimos a los nefilim, los hijos del gigante de entre los nefilim, éramos como langostas a nuestros ojos, y también a los ojos de ellos» (Números 13: 32– 33). Esta declaración, como era de prever, provocó que el estado de ánimo de la multitud decayere, generándose así un gran caos. El pueblo, tras oír las blasfemias, se mostraba abatido y desganado. Muchos, influenciados por lo que oyeron, ya no deseaban proseguir el camino hacia la Tierra Prometida. Preferían la esclavitud y el vejamen de Egipto, antes que exponerse a un peligro como el planteado por los sacrílegos. -12-


Finalmente, este tétrico panorama derivó en la tentativa de rebelión contra la dirigencia del pueblo. Los versículos que constan a continuación describen lo sucedido: «Toda la congregación se levantó y promulgó su voz, el pueblo lloró aquella noche. Todos los Hijos de Israel musitaron en contra de Moisés y Aarón, y toda la congregación les dijo: ¡Si tan sólo hubiéramos muerto en la tierra de Egipto, o si tan sólo hubiéramos muerto en el desierto! ¿Por qué El Eterno nos trae a una tierra para que muramos por la espada? ¡Nuestras mujeres y nuestros hijos pequeños serán tomados cautivos! ¿No es mejor que regresemos a Egipto?» (Números 14:1–3). A la postre, tras la grave insurrección generada por los diez expedicionarios que blasfemaron contra la Tierra Prometida y los líderes del pueblo, ocurrió una de las cosas más terribles que podían suceder: «Se dijeron los unos a los otros: ¡Designemos un líder y regresemos a Egipto!» (Números 14:4). Tras escuchar esta escalofriante propuesta que ponía en peligro todo el plan trazado: «Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros ante toda la congregación de la asamblea de los Hijos de Israel. Josué, hijo de Nun, y Kalev, hijo de Iefune, de los -13-


exploradores de la Tierra, rasgaron sus ropas. Ellos hablaron ante toda la congregación de los Hijos de Israel, diciendo: La tierra por la que pasamos para explorarla, es una buena tierra, es muy buena. Si el deseo de El Eterno es hacia nosotros, nos traerá a esta tierra y nos la dará, una tierra en la que fluye leche y miel. Pero no os rebeléis contra El Eterno; no debéis temer al pueblo de la tierra, pues ellos son nuestro pan. Su protección los ha abandonado, El Eterno está con nosotros; no les temáis» (Números 14: 5–9). Ante esta súplica desesperada de los fieles por mantener la unión del pueblo y el plan de emancipación, aconteció una reacción inesperada: «Toda la asamblea dijo que les arrojarían piedras –a Kalev y Josué–» (Números 14: 10). SI TU INTENCIÓN ES BUENA, NO PUEDE SALIR MAL Al ocurrir esta desgracia: «La gloria de El Eterno apareció en la Tienda de la Reunión ante todos los Hijos de Israel. El Eterno le dijo a Moisés: ¿Cuánto tiempo más este pueblo ha de provocarme y cuánto tiempo más no creerán en Mí, a pesar de todas las señales que realicé entre ellos? Yo los golpearé con la plaga y los aniquilaré, y haré de ti una nación más grande y poderosa que ellos» (Números 14:10–11). -14-


Pero el gran líder hebreo no aceptó la propuesta. Como está escrito: «Moisés le dijo a El Eterno: Entonces Egipto, de donde Tú has sacado a esta nación con Tu poder, oirá, y dirán acerca de los habitantes de esta Tierra: Han oído que Tú, El Eterno, estás en medio de este pueblo, que Tú, El Eterno, apareciste ojo a ojo y Tu nube está sobre ellos, y que en una columna de nube Tú vas delante de ellos de día y en una columna de fuego de noche, y que aun así Tú mataste a este pueblo como a un solo hombre. Entonces las naciones que oyeron de tu fama dirán: Porque El Eterno no pudo traer a este pueblo a la Tierra que les había jurado que les daría, los sacrificó en el Desierto. Y ahora, que la fuerza de mi Señor se magnifique tal como Tú lo has manifestado, diciendo: El Eterno, lento para enojarse, generoso en benevolencia, perdona la iniquidad y el pecado intencionado, y quien no absuelve –a los que no se arrepienten–, rememora la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación; perdona ahora la iniquidad de este pueblo en conformidad con la grandeza de tu benevolencia y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta ahora» (Números 14: 13–19). Tras esta súplica, El Eterno aceptó la solicitud de su fiel seguidor, pero a su vez, las consecuencias acarreadas resultaron -15-


durísimas: «El Eterno dijo: He perdonado a causa de tus palabras. Pero por Mi vida y la gloria de El Eterno que colma el mundo entero, todos los hombres que vieron Mi gloria y Mis señales que realicé en Egipto y en el Desierto, y me pusieron a prueba estas diez veces y no han hecho caso a mi palabra, si habrán de ver la Tierra que he prometido que daría a sus antepasados, y todos los que me hacen enojar, ciertamente no la verán» (Números 14:20–23). Este es el panorama que quedó tras la expedición. La situación generada se puede sintetizar en este breve concepto: En la sección bíblica titulada Envía para ti, que es la que estamos analizando, se hace hincapié en un acto de desmoralización. El mismo fue el perpetrado por los expedicionarios que fueron enviados para averiguar detalles de la Tierra Prometida. Esto provocó un quiebre total que concluyó con la dura sentencia de El Eterno: Todos los que lo hicieron enojar, no verán la Tierra Prometida. SI SALIÓ MAL, DEBES ANALIZARLO BIEN Ya hemos visto como se produce un estado de depresión y desmoralización en las personas, y también hemos contemplado

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algunas fórmulas para evitarlo. Ahora veremos como combatir este inclemente flagelo.

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II LA MESA, UN MEDIO DE GRACIA Pese a las blasfemias y desmoralizaciones propinadas por los exploradores que fueron a reconocer al Tierra Prometida, el pueblo hebreo se sobrepuso de ese ataque, y el remanente llegó a Israel. Y años más tarde construyeron allí el Templo Sagrado. En el mismo había un Altar que permitía la expiación de los pecados cometidos, y la posibilidad de obtener mediante ese proceso una larga vida. A este Altar acudían las personas que deseaban estrechar un vínculo apropiado con El Eterno, y ambicionaban rectificar su camino. Ingresaban con el peso de la carga del yerro cometido a cuestas, y se retiraban renovados, alegres y limpios, para afrontar los días siguientes con entusiasmo, fe y esperanza. Tras 410 años de permanecer gloriosamente en pie, el Templo Sagrado fue destruido. Sobrevinieron 70 años de exilio, y a posteriori fue construido nuevamente. Aunque se mantuvo erigido sólo por espacio de 420 años y después también éste fue destruido. Por tal razón, ya no disponemos de ese medio para

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conseguir los ventajosos efectos que se generaban a través del mismo, la expiación de las faltas y una larga vida. ¿Cómo

pues

es

posible

lograr

estos

bienes

tan

trascendentales? Los sabios del Talmud revelaron que contamos con nuestras mesas. Al traer a ellas invitados, se produce el mismo efecto. Por esta razón se acostumbra retirar o cubrir los cuchillos cuando uno se dispone a recitar la oración de gracias por la comida suministrada por El Eterno. La razón de cubrir los cuchillos se debe a que el metal acorta la vida, y por eso fue prohibido que se utilizare para cortar y tallar las piedras usadas en la construcción del Altar, como está escrito: «Acontecerá que cuando cruces el Jordán, erigirás estas piedras, acerca de las cuales te ordeno hoy, sobre el Monte Eival, y las revocarás con cal. Allí construirás un Altar para El Eterno, tu Dios, un Altar de piedras; no levantarás hierro sobre ellas» (Deuteronomio 27:4– 5). Y esta ordenanza fue impartida porque no es propicio que lo que acorta la vida esté sobre lo que la prolonga. La mesa reemplaza al Altar del Santuario. Por tal razón, la misma es el medio más común de la unión familiar. En su entorno todos los integrantes de la familia se sientan y -19-


comparten la comida, y en medio de la misma narran sus vivencias y aventuras que les deparó el día. La mesa es un ente que permite la llegada de alegría, armonía y paz a cada uno de los integrantes que la rodean. Esto, siempre y cuando se hablen cosas positivas, constructivas, y amenas que conduzcan a levantar el ánimo de los presentes. En una comida alrededor de la mesa es posible generar el clima propicio para que el angustiado revierta su situación y emprenda con esperanza la nueva jornada. Por tal razón, jamás se debe hablar en la mesa de cuestiones que provocarán el decaimiento de otro. Conviene evitarse recriminar o reclamarles a los que están compartiéndola de un modo que les pudiere producir desánimo. En la mesa deben tocarse sólo aquellos temas amenos que permitan a los presentes llevarse un buen recuerdo y afrontar el día con mayor entusiasmo. Como dijimos, la mesa es el sustituto actual del Altar, es decir, el elemento que trae alegría al mundo, y como tal debe ser tratada. Se deben pronunciar en torno a la misma palabras de Torá que encumbren a la persona, y no cosas banales que la hagan desfallecer. ALEGRÍA EN MEDIO DE LA TRISTEZA -20-


En la sección de la Biblia titulada Envía para Ti, se alude este hecho. Si uno observa el desenlace de la sección, se percatará de que en la misma se enumera un hecho que produjo tristeza, decaimiento y depresión. Pero si analiza más profundamente, hallará la solución para contrarrestar esto en la misma sección. Es similar a lo que acontece con los investigadores, quienes hallan el remedio en la misma enfermedad cuando logran una vacuna a partir de las bacterias que producen el malestar. El título de la sección Envía para ti, en hebreo es, Shlaj leja, y tal como ya hemos visto, en la misma se enumera una situación angustiosa y deprimente. Pero si analizamos con minuciosidad el asunto observaremos coincidencias relevantes que nos abren la puerta de la rectificación. Un detalle destacado lo encontramos en el título mismo, pues Shlaj Leja, que significa «envía para ti», tiene en hebreo un valor numérico idéntico a mesa –shulján–. Shlaj Leja en el original hebreo se escribe así:

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Este es el valor numérico de Shlaj Leja:

Veamos ahora lo concerniente a mesa –shulján–. En hebreo se escribe así:

Este es el valor numérico de shulján:

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Se aprecia que Shlaj Leja y shulján, ambas expresiones, poseen el mismo valor numérico. Esta coincidencia indica que la batalla para enfrentar las depresiones y decaimientos debe comenzar en la mesa. A partir de una buena mesa, se puede construir una perspectiva acorde, que permita afrontar la vida con el ánimo bien alto. Quien encuentra apoyo en su propia casa, cuyo lugar central de reunión es la mesa, se siente mucho más seguro y con fuerzas para enfrentarse a las duras contrariedades que la vida le depara cada jornada. En cambio, si en vez de hablar de cosas positivas y constructivas, se blasfema en la mesa, en ese caso, el resultado será fatídico. UN PARALELISMO ANTAGÓNICO Para comprender intrínsecamente este asunto remitámonos nuevamente a la ofensa perpetrada contra El Eterno en el desierto de Parán, cuando los Hijos de Israel se dirigían a la Tierra de Israel, el lugar donde construirían un Templo Sagrado, en el cual estaría el Altar que posibilitaba prolongar la vida. En este desierto, el pueblo incitó a El Eterno, hasta que Él, fastidiado, le dijo a Moisés: «Shlaj lejá –Envía para ti–».

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Obsérvese que en realidad, esta ordenanza Envía para ti, no se trata de un mandato de buena voluntad, sino producto de la obstinación de los integrantes del pueblo. Ya que El Eterno, previamente les había dicho: «Os haré ascender de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del jeteo, del amorreo, del perizeo, del jiveo, y del jebuseo, a una tierra en la que fluye la leche y la miel» (Éxodo 3:17). ¿Cómo pudieron pensar en enviar exploradores después de que El Eterno les brindare semejantes garantías? Evidentemente no se trató de una ordenanza impartida por El Eterno. Sino, ocurrió que el pueblo le solicitó permiso para enviar exploradores pese a lo que Él había enunciado, y El Eterno les concedió el deseo notificándoles Envía para ti. Aunque accedió a esta autorización sin ninguna intención de que la ejecutaren concretamente, sino que la emitió sólo para complacerlos, aun cuando ellos dudaron de Su palabra. Por eso surgió de allí un tropiezo, el de las blasfemias de los exploradores y todo lo que ello acarreó (Rashi en Éxodo 13:1). Es evidente, que cuando El Eterno anunció: «Os haré ascender de la aflicción de Egipto... a una tierra en la que fluye la leche y la miel» (Éxodo 3: 17), aludía al Templo Sagrado, el sitio donde se posaría la Presencia Divina. Ya que ese lugar sería -24-


el sitio designado para que el pueblo se comunicare con El Eterno. Asimismo, en el Templo Sagrado se encontraba el medio de comunicación más directo con Él, el Altar, el cual apunta a la mesa. Esto infiere que se indica aquí, que todo el inconveniente comenzó en torno de lo que hoy es «la mesa», el reemplazo contemporáneo del Altar. Surge que tal como dijimos, en la mesa debe tejerse un clima ameno, sociable, agradable, pacífico y alentador. Debe ser un centro de fraternidad y diálogo ameno que conlleve a la obtención de un estado de ánimo óptimo, alejado de las depresiones y las angustias. La mesa es el sitio de la casa que conforma el Altar de la misma.

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III EL SIGLO XXI A FLOR DE PIEL El asunto analizado está perfectamente identificado, y también hemos aprendido normas esenciales para prevenirlo y enfrentarlo. Ahora bien, lo que hemos enunciado no representa la totalidad de la crisis que se atraviesa en la actualidad, en el siglo XXI. Pues hay más agravantes que deben ser analizados y puestos en la carpeta de análisis. Aun no hemos descrito completamente toda la problemática de la sociedad actual, y ello es sumamente necesario para conocer como desenvolverse apropiadamente en medio de esta era. Existe un hecho que comenzó a cobrar auge a mediados del siglo XX, la emancipación de la mujer. Y si bien este hecho generó una perspectiva alentadora para todo el género femenino, trajo a su vez un problema ineludible, el aumento de las madres solteras. Este fenómeno creció a pasos agigantados y hoy en día existen innumerables centros de ayuda y atención para estas madres. Pero aun así, millares de madres solteras deben afrontar graves padecimientos, ya que lo que se ofrece les es insuficiente. Resulta que a la mujer le es muy difícil en

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muchos casos traer el sustento a la casa y a la vez criar a sus hijos, sola. Esto nos muestra algo importante que tiene que ver con todo el mundo, el sentimiento de soledad. Se trata de un factor determinante de nuestra época, y que no sólo involucra a la mujer, sino a todos. Es alarmante la falta de comunicación que hay en la actualidad. Millones de personas pagan a otros para que les presten atención por unos instantes. Jamás hubo tantos sicólogos como hay ahora, y eso no sólo se debe a los problemas emocionales, sino también a la ausencia de diálogo, a la falta de alguien con quien compartir, y ser oído. El sentimiento de soledad es uno de los problemas graves de este siglo, y una de las causas de la depresión. EL PLAN CÓSMICO SIN SOLEDAD Pero no hay que olvidar que «El Eterno crea el remedio antes que la enfermedad». Por eso, si en esta época nos toca soportar este flagelo, ciertamente El Eterno nos ha enviado el modo de combatirlo. Considérese que El Eterno no otorga a nadie una prueba que no pudiere superar. Y además Él conforma la realidad de -27-


acuerdo con las posibilidades y potencialidad de cada uno. Como fue enseñado: «Por el camino que la persona quiere ir, por ese camino se lo conduce» (Talmud, tratado de Makot 10b). Y también fue enseñado: «El que viene a impurificarse, le abren –la puerta–, y el que viene a purificarse lo ayudan –desde lo Alto–» (Shabat 104a). Quiere decir que todo depende de la propia voluntad. Si uno desea superarse y purificarse, desde lo Alto le ayudarán a hacerlo. Y fue enseñado: «Haz Su voluntad como tu voluntad para que sea hecha tu voluntad como Su voluntad» (Tratado de Pirkei Avot 2:4). Si uno se compenetra con la voluntad de El Eterno, estudiando la Torá para comprender como conducirse y respetar las normas establecidas, y lo hace con el corazón íntegro y un deseo verdadero, con buena voluntad, en ese caso cumplirá lo que está escrito a continuación: «que sea hecha tu voluntad como Su voluntad». El Eterno hará que nuestra voluntad, lo que sentimos y deseamos en nuestro corazón y solicitamos de Él, sea como Su voluntad, ya que es Su deseo hacer el bien a sus criaturas (Tratado de Pirkei Avot 2:4, Rabí P. Keaty). El mensaje es muy claro, hemos sido enviados al mundo para aprender y rectificarnos. Y siguiendo las normas de vida que nos -28-


han sido otorgadas, podemos conseguir todo lo que nos hiciere falta para completar nuestra estadía en la Tierra con placer y satisfacción, sin padecer necesidades ni sufrimientos. PARALELISMOS ANTAGÓNICOS Para comprender el mensaje intrínseco de esta declaración, consideremos que existen en el mundo personas que se consideran

felices.

Muchas

veces,

esta

sensación

la

experimentan porque lograron una posición económica estable, conformaron una buena familia, y su inserción en la sociedad es de lo más complaciente. Y todo el tiempo que no les acontezca una adversidad, esa sensación seguirá así. Sin embargo, los individuos que se encuadran dentro de esta categoría son muy pocos. La mayoría no alcanza todos estos logros y eso los lleva, por lo general, a vivir, pensar y sentir de modo diferente. El grueso de las personas soporta con asiduidad sensaciones de disconformidad y desazón. Pues piensan que las cosas no les salen bien, que no se dan como esperaban. Asimismo, es común en muchos individuos pensar que no encuentran lo que buscan, su lugar, su entorno adecuado, su confort mínimo, su felicidad. -29-


En algunos casos, la persona se siente tan desmoralizada por esta serie de fracasos, que se desanima. Cae en estado de depresión, pensando que ya probó todos los medios, se esforzó y luchó, pero no obtuvo resultados satisfactorios. El cuestionamiento que se despierta en muchas ocasiones después de presentarse este cuadro tiene esta forma: «Después de no tener éxito en la reiterada tentativa experimentada, ¿aun debo seguir intentándolo, pese a haberlo probado casi todo? ¿Existe la posibilidad de que tras tantos años de búsqueda, finalmente logre un empleo estable? ¿Puede ser que finalmente consiga superar el dolor de espalda que me aqueja desde tanto tiempo atrás y no me deja vivir en paz? ¿Cabe aun alguna posibilidad de reconciliarme con mis compañeros? ¿Puede ser que logre estabilizarme y tener mi propia casa? ¿Es factible que encuentre personas que crean en mí?». Estos casos enunciados representan sólo una ínfima parte de los múltiples síntomas que aquejan a los seres humanos y hacen que no se sientan a gusto con sus vidas. Existen muchos más. Siendo así, aun es posible suponer: «¿Existe una posibilidad -30-


concreta y real de superar este trastorno? ¿Hay una respuesta que difiera de todas las que ya he escuchado y resultaron cuál vapor, totalmente vanas?». La respuesta de los sabios talmúdicos, como lo vimos, es esperanzadora, alentadora. Por lo tanto, jamás hay que desesperar, sino actuar con serenidad y sabiduría. Y para adquirir sabiduría, tal como lo enunciamos previamente, hay que compenetrarse con el plan Divino, el manual existencial de todo ser humano. Todo está indicado en la Biblia y explicado detalladamente en el Talmud, el Midrash y los libros de Cábala. Y si uno atraviesa una realidad adversa, en esos libros debe encontrar la solución para revertirla. Aunque no siempre uno podrá encontrar la respuesta sin ayuda, y en ese caso podrá recurrir a un maestro para que le explique. EL INTRÍNSECO SISTEMA CÓSMICO Para compenetrarnos con el plan Divino y observar la solución de todas las adversidades, como la soledad y los cuadros depresivos, es importante comprender cómo El Eterno

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creó el universo. Ya que esa es la base existencial de todo el cosmos, lo cual nos incluye también a nosotros. Las letras hebreas son los entes primarios utilizados por Dios para concebir y llevar a cabo la creación de todo lo existente. El universo entero fue originado y plasmado por Él mediante la pronunciación de palabras formadas por letras. Y no sólo los entes materiales fueron realizados de este modo, sino también los espirituales, como está escrito: «Los Cielos fueron hechos por la palabra de El Eterno; y todo el ejército de ellos, por el aliento de Su boca» (Salmos 33:6) (Radak; Malbim; Metzudat David). Esta revelación que indica que todo fue creado mediante la palabra puede apreciarse desde el comienzo, en el Génesis. Pues en los primeros versículos se describe el proceso de la creación de los Cielos y la Tierra, y se revela que todo fue hecho por Dios a través de la palabra. Como está escrito: «Dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz» (Génesis 1:4). «Dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas y que separe las aguas de las aguas» (Génesis 1:6). Y como éstas, hay allí otras ocho declaraciones que manifiestan que Dios creó todo a través de la palabra.

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Ahora bien, respecto a la forma en que lo hizo, es algo que se explica en el libro de cábala titulado Zohar. En el volumen II de esa obra consta esta importante revelación: «Cuando El Santo, Bendito Sea creó el mundo, observó en la Torá y creó el mundo». Y a continuación se dilucida: «Dos mil años antes de crear el mundo, El Santo, Bendito Sea creó la Torá. Y cuando quiso crear el mundo, observaba cada palabra de la Torá, y en correspondencia con la misma hacía una obra especifica. Pues todo lo que existe en todos los mundos que fueron creados por El Santo, Bendito Sea, está enraizado en la Torá que Él creó previamente, y a partir de allí cada ente se proyectó hacia el exterior. Por eso cuando El Santo, Bendito Sea creó el mundo observaba en la Torá y lo creaba» (II Zohar 161a). La cantidad de letras que fueron utilizadas para escribir las palabras de la Torá con las que fue creado todo lo existente son exactamente 22. Tal como consta en el antiquísimo libro de cábala titulado Sefer Ietzirá, que según se sabe por tradición, fue escrito por el patriarca Abraham. Al comienzo de esta obra se enuncia: «Por medio de treinta y dos senderos maravillosos de sabiduría Dios, El Eterno de las Legiones, Dios de Israel, Dios vivo, Soberano del universo, Todopoderoso, Clemente y Misericordioso, Elevado y Exaltado, Morador de la eternidad, cuyo Nombre es santo y supremo, grabó y creó su universo con -33-


tres dimensiones: con texto, con número y con habla» (Sefer Ietzirá 1:1). Texto se refiere a la forma de cada una de las letras, el dibujo específico que las caracteriza y diferencia de las demás; número, corresponde con el valor numérico de las mismas; y habla se refiere a su pronunciación. A continuación se manifiesta: «Estos senderos son: las diez emanaciones primordiales –sefirot– y las veintidós letras fundamentales» (Sefer Ietzirá 1:2). Las diez emanaciones primordiales –sefirot– contienen la esencia estructural de la creación, incluyendo los estados de ánimo que van desde la bondad hasta el rigor, incluyéndose la tolerancia y todos los demás movimientos del ánimo. Y la obra fue concretada materialmente a través de las letras. Con las mismas fue creado todo el cosmos. Por lo tanto, las letras, que atraen a su vez la irradiación de las emanaciones supremas, son el medio idóneo, la herramienta perfecta, para dominar el materialismo. El correcto dominio de las letras permite incluso sanar enfermedades (véase Berajot 5a, Midrash Talpiot, Numerología y Cábala). -34-


Asimismo, en el Talmud se revela que dominando las propiedades de las letras a la perfección incluso es posible crear con ellas. Tal como aconteció con Rab Janina y Rab Oshaia. Ellos, cada víspera de Shabat, estudiaban las leyes de la creación, y cómo combinar las letras, similar a la forma en la que lo hizo el Todopoderoso cuando creó el universo. Los sabios, a través de ese sistema, llamado Sefer Yetzirá, en la víspera de Shabat creaban una ternera y la comían (Talmud Sanedrín 57b). UNA RESPUESTA DE ALIENTO Ya hemos visto que El Eterno creó el mundo mediante las 22 letras que componen el alfabeto hebreo. Con las mismas se escribió toda la Biblia, el plano del mundo, y estas letras encierran todos los misterios de la creación, incluso el de los caracteres de las personas y sus sentimientos. Por lo tanto, comprendiendo las combinaciones de las letras es posible hallar la solución a todos los problemas. En el próximo capítulo observaremos un modo de combinación de letras que tiene que ver directamente con el

-35-


asunto que estamos tratando, el decaimiento del ánimo y la depresión.

-36-


IV UN MUNDO DE LETRAS Los sabios revelaron en el tratado talmúdico de Sucá un inédito sistema de combinación de letras. El mismo requiere la formación de decenas y centenas. Para explicarlo en forma simple, consideremos que entre las letras hebreas hay un grupo que tiene un valor numérico determinado por unidades, otro por decenas, y otro por centenas. Entre las letras con valor numérico determinado por unidades, existe una que no posee pareja para formar con otra una decena. Resulta que esta letra queda sola, y eso le causa un sentimiento muy especial, como ese que tan bien conocemos y estamos analizando en esta obra. Y además, hay otras letras que quedan solas en sus respectivos grupos, entre las decenas y las centenas. Veamos la reacción de estas letras que quedan solas y la solución que El Eterno les concede. Este es el detalle completo del sistema enunciado en el Talmud: -37-


La letra Alef, tiene un valor numérico equivalente a 1, y si se asocia a la letra Tet, cuyo valor es 9, pueden entre ambas formar una decena. Alef





1

Tet





9

La letra Bet, cuyo valor es 2, puede asociarse a la letra Jet, cuyo valor es 8, y entre ambas forman una decena. Bet





2

Jet





8

La letra Guimel, cuyo valor es 3, se asocia a Zain, cuyo valor es 7, y entre ambas forman una decena. Guimel





3

Zain





7

La letra Dalet, cuyo valor es 4, se asocia a Vav, cuyo valor es 6, y entre ambas forman una decena.

-38-


Vav Dalet





6





4

Pero la letra He, cuyo valor es 5, no tiene ninguna letra para asociarse a ella y formar una decena. Pues cinco, para formar una decena, requiere otro cinco, y no hay una letra fuera de la misma He, que tenga ese valor. Por lo tanto, está ella sola. He





5

EL MUNDO DE LAS DECENAS Lo mismo sucede con las decenas, las cuales pueden unirse y formar entre ambas una centena. La letra Iud, cuyo valor es 10, puede unirse a Tzadi, cuyo valor es 90, y formar una centena. Iud





10

Tzadi





90

La letra Caf, cuyo valor es 20, puede unirse a Pe, cuyo valor es 80, y formar una centena.

-39-


Caf





20

Pe





80

La letra Lamed, cuyo valor es 30, puede unirse a Ain, cuyo valor es 70, y entre ambas forman una centena. Lamed Ain





30





70

La letra Mem, cuyo valor es 40, puede unirse a Samej, cuyo valor es 60, y entre ambas forman una centena. Mem





40

Samej





60

Pero Nun, cuyo valor es 50, no tiene ninguna letra para asociarse a ella y formar una centena. Pues cincuenta, para formar una centena, requiere otro cincuenta, y no hay una letra fuera de la misma Nun, que tenga ese valor. Por lo tanto, está ella sola. Nun



-40-



50


Resulta que las letras He y Nun no son compatibles en sus respectivos grupos y no tienen pareja. ¿Qué hacer? UNA NUEVA REALIDAD Aparentemente no hay una solución para este problema. Sin embargo, como las letras hicieron caso a lo solicitado por El Eterno, formando las palabras del plano del universo como corresponde, y actuando apropiadamente también después, por eso Él transformó la realidad cósmica por esas letras sin alterar la realidad anterior. Creó una realidad paralela para que también estas letras estuvieren contentas y felices. Unió a la letra He con la Nun, creando una nueva realidad a partir de ellas. Esta realidad, generada a partir de estos dos individuos que estaban solos y no tenían pareja, dio origen a todo un mundo de combinaciones de letras que avalen y sigan esta nueva realidad. Pero eso no es todo, ya que en un mundo paralelo, el de las 27 letras, había un problema surgido con otra letra que estaba afectada del mismo modo como las mencionadas.

-41-


Pues en el alfabeto hebreo hay cinco letras que tienen un símbolo especial para ser escrito al final de la palabra. Es decir, estas cinco letras tienen un símbolo para el comienzo o en medio de la palabra, y un símbolo diferente para el caso en que esa letra deba escribirse al final de la palabra. Estas cinco letras por

lo

común

poseen

el

mismo

valor

numérico

independientemente del lugar que ocupen en la palabra y el símbolo que tengan. Sin embargo, hay un sistema paralelo expandido, donde todos los símbolos se consideran en forma separada. Resulta pues, de acuerdo con este paralelo, que el alfabeto se compone de 27 letras. Ahora bien, en lo que respecta a los valores, hay que considerar que estas cinco letras finales mencionadas se asocian a las cuatro ultimas letras del alfabeto para conformar las centenas. Y aquí también surgió el problema de una letra que quedó sola, sin pareja. Por eso era necesario que la nueva realidad solucione también el inconveniente de esta letra solitaria. EL MUNDO DE LAS CENTENAS: Las cuatro últimas letras del alfabeto que forman centenas son estas: -42-


Kuf: = 100 Reish = 200 Shin = 300 Tav = 400 Estas son las cinco letras dobles que se ubican a continuación: La letra Caf final se sitúa después de la letra tav, que es la última del alfabeto original de 22 letras. Por lo tanto, el valor de Caf final es 500. La letra Mem final se sitúa después de la letra Caf final, y su valor es 600. La letra Nun final se sitúa después de la letra Mem final, y su valor es 700. La letra Pe final se sitúa después de la letra Nun final, y su valor es 800. La letra Tzadi final se sitúa después de la letra Pe final, y su valor es 900. -43-


Esta es la tabla de las letras cuyo valor numérico está asociado a centenas: Kuf





100

Reish





Shin





300

Tav





400

Caf final





500

Mem final





600

Nun final





700

Pe final





800

Tzadi final





900

200

CONFLICTO ENTRE LAS CENTENAS Las letras que quedaron sin pareja son estas: Nombre

Carácter

Valor

He

5

Nun

50

Caf final

500

-44-


Sobre la base de estas tres letras se conformó la solución, el sistema que se denominó Aik Beker. A partir del mismo se alinearon todas las letras del alfabeto, conformando una nueva realidad. EL NACIMIENTO DE LA NUEVA REALIDAD En el sistema que alinea a las letras He, Nun, Caf final, se considera el valor intrínseco de las letras siguiendo el modelo que se ha creado al unir a estas tres. Estas tres letras comparten el valor raíz 5, pues el valor de He es 5, el valor de Nun es 50, y el valor de Caf final es 500. A partir de estas secuencias se genera hacia atrás y hacia delante, un mundo paralelo conformado por todas las letras. Por ejemplo, la letra que tiene un valor igual a 4 se asociará a la que tenga un valor igual a 40 y a otra que tenga un valor igual a 400. Y este modelo debe ser respetado por todas las letras, conformando el sistema denominado Aik Beker. Aik es una sigla formada por las letras que siguen a la primera del alfabeto en este sistema, la Alef. Y como el valor de Alef es 1, se asocian a la misma la letra Iud, cuyo valor es 10, y la letra Kuf, cuyo valor es 100. Las iniciales de estas tres letras -45-


forman la palabra Aik. Y el grupo que se forma a partir de la letra Bet, siguiendo estas mismas normas, da lugar a la palabra Beker. Así se obtiene el nombre de este sistema, considerando las alineaciones de las dos primeras letras del alfabeto. LA REALIDAD QUE PARECÍA IRREAL Veremos a continuación el detalle completo del sistema Aik Beker. Comenzamos por la primera serie de intercambios expresada en la sigla Aik, que corresponde a las letras Alef, Iud, Kuf. Este es el valor numérico de estas tres letras: 1



10



100



Se aprecia que en todos los casos, el valor raíz de estas letras es 1. Por lo tanto, estas tres letras se combinan e intercambian entre sí. 



-46-


Ahora nos remitimos a la segunda serie de combinaciones expresada en la sigla Beker, que corresponde a las letras Bet, Caf, Reish. Este es el valor numérico de estas tres letras: 2



20



200






La tercera serie se obtiene asociando las tres letras del alfabeto que comparten el valor raíz 3. Hallamos a las letras Guimel, Lamed, Shin. Este es el valor numérico de estas tres letras: 3



30



-47-


300






La cuarta serie se obtiene asociando las tres letras del alfabeto que comparten el valor raíz 4. Hallamos a las letras Dalet, Mem, Tav. Este es el valor numérico de estas tres letras: 4



40



400






-48-


La quinta serie se obtiene asociando las tres letras del alfabeto que comparten el valor raíz 5. Hallamos a las letras He, Nun, Caf final. Este es el valor numérico de estas tres t res letras: 5



50



500






La sexta serie se obtiene asociando las tres letras del alfabeto que comparten el valor raíz 6. Hallamos a las letras Vav, Samej, Mem final. Este es el valor numérico de estas tres t res letras: 6



60



-49-


600






La séptima serie se obtiene asociando las tres letras del alfabeto que comparten el valor raíz 7. Hallamos a las letras Zain, Ain, Nun final. Este es el valor numérico de estas tres t res letras: 7



70



700






-50-


La octava serie se obtiene asociando las tres letras del alfabeto que comparten el valor raíz 8. Hallamos a las letras Jet, Pe, Pe final. Este es el valor numérico de estas tres t res letras: 8



80



800






La novena serie se obtiene asociando las tres letras del alfabeto que comparten el valor raíz 9. Hallamos a las letras Tet, Tzadi, Tzadi final. Este es el valor numérico de estas tres t res letras: 9



90



-51-


900






Esta es la tabla completa del sistema de intercambio de unidades, decenas y centenas, que se denomina Aik–Beker: 



































Así quedó conformada una nueva realidad que hizo felices a las letras que estaban solas. Y todos estuvieron felices y contentos. -52-


-53-

V EL MUNDO DE LA SOLEDAD Uno sabe muy bien que desea y necesita lograr una realidad semejante a la que hemos visto con las letras a partir de su situación particular. ¿Cómo seducir a El Eterno para que haga con nuestro caso lo mismo que con las letras He, Nun y Caf final? Ya apreciamos que las letras lo consiguieron haciendo Su voluntad, llevando a cabo lo que Él les había solicitado. Y nosotros debemos hacer lo mismo. Y si uno tuviere dudas y no estuviere seguro de lo que debe hacer para conseguir ese apegamiento que desea, en ese caso debe acudir a la persona idónea para que le muestre el camino. Como está escrito: «Vendrás a los sacerdotes, los levitas, y al juez que estuviere en esos días e inquirirás, y ellos te dirán la palabra de juicio. Actuarás según la palabra que te digan, desde el lugar que ha de elegir El Eterno, y serás precavido de hacer todo de acuerdo con lo que te enseñaren. Según la enseñanza que te enseñaren y de acuerdo con el juicio que te dijeren, así harás; no te desviarás de la palabra que te dirán, ni a la derecha ni a la izquierda» (Deuteronomio 17: 9–11).

Aprende a Atraer la Energía Positiva

Esta es la llave de todos los problemas. Uno lleva su aflicción al juez que estuviere en esos días, y a través de ello encontrará la solución, tal como lo declara la cita bíblica mencionada. Lo que se recomienda aquí se asemeja al proceder de una persona que padece una dolencia física. Cuando uno siente dolor estomacal y no se le quita, visitará a un médico clínico y le expondrá su problema. Éste realizará algunas preguntas, algunas observaciones médicas, y recetará el medicamento apropiado para solucionar el problema. Sin embargo, no siempre se trata de un problema menor, hay veces en que se requiere la intervención de un especialista, estudios determinados, y hasta es posible que sea necesaria una intervención quirúrgica. Y también en estos pasos hay varios grados, ya que no es lo mismo una intervención por apendicitis, que una al corazón. Por lo tanto, muchas veces uno logrará orientación adecuada a través del rabino local, que es como el médico de familia, y en otras ocasiones habrá que recurrir a especialistas, hasta llegar al más destacado si fuere necesario.

55


Ahora bien, en el caso extremo en que uno deba recurrir a una autoridad máxima, ha de considerarse que no siempre se encontrará al juez que uno busca dando unos pocos pasos. Quizá hay que ir a un especialista de los más importantes, y esto ya requiere un viaje. Y tal vez el viaje que deberá emprenderse sea largo. Mucha gente que hizo esto con determinación logró una solución a su inconveniente, o al menos la respuesta y guía acertada. Considérese que El Eterno tiene muchos mensajeros para llevarnos lo que necesitamos, y si uno hace Su voluntad, y consulta a los eruditos, como Él lo indicó en la Biblia, uno mismo se estará convirtiendo en el recipiente apto para recibir Su abundancia. LOS MENSAJEROS INÉDITOS Observemos este caso a modo de ejemplo: Está escrito: «Elías tisbita, de los moradores de Guilad, dijo a Ajav –rey de Israel–: Vive El Eterno Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. Y vino a él palabra de El Eterno, diciendo: Vete de aquí, y dirígete al oriente, y ocúltate en el arroyo de Querit,

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que está frente al Jordán. Del arroyo beberás, y ya he ordenado a los cuervos para que te sustenten allí». A continuación está escrito: «Y él fue e hizo conforme a la palabra de El Eterno; pues se marchó y residió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos traían para él pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo» (I Reyes 17:1–6). Elías obedecía la voluntad de El Eterno y vivía milagrosamente. Es un mensaje claro para todos. Ya que se trata de la clave que abre todos los cerrojos. Veamos lo que sucedió a continuación: «Al cabo de algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra. Y vino a él palabra de El Eterno, diciendo: Levántate, vete a Tzarfat de Sidón, y reside allí; he aquí que he ordenado allí a una mujer viuda para que te sustente». «Entonces él se levantó y fue a Tzarfat. Y cuando llegó a la entrada de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba».

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«Ella fue para traérsela, y él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un trozo de pan en tu mano». «Ella dijo: Vive El Eterno tu Dios, que no tengo tortas, únicamente poseo un puñado de harina en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y muramos –después por causa del hambre–». «Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Pues así ha dicho El Eterno Dios de Israel: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que El Eterno haga llover sobre la faz de la tierra». «Ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. La harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que El Eterno había dicho a través de Elías» (I Reyes 17:1–16). Se aprecia que incluso cuando hubiere pocas posibilidades de salvarse de una situación angustiosa, incluso cuando las mismas fueren remotas, o prácticamente imposibles, con todo eso hay

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esperanza. El Eterno está esperando de nosotros una actitud, y a través de la misma podemos conseguir que Él modifique toda la realidad por nosotros. De lo que está escrito a continuación aprenderemos más enseñanzas esenciales para saber como actuar y lograr el objetivo. Pues tal lo dicho, en la Biblia se enseña acudir al juez en caso de necesidad, al hombre que está compenetrado con la voluntad de El Eterno, y le ora permanentemente y estudia sus leyes con apego absoluto para saber cómo hacer Su voluntad. Y en todas las generaciones hay eruditos de este tipo, aunque no son muchos. Pues si en la Biblia se afirma que hay que actuar de ese modo, asistir al juez que esté en esos días, significa que El Eterno proveerá los medios adecuados en todas las generaciones. Para comprender mejor esto que hemos dicho, veamos lo que sucedió a esta mujer viuda después del milagro narrado, tras salvarse de morir de hambre en forma totalmente antinatural. A continuación está escrito: «Después de estos asuntos aconteció que cayó enfermo el hijo de la dueña de la casa; y la enfermedad se agravó tanto que no quedó en él aliento. Y ella dijo a Elías: ¿Qué –rencor u odio– hay entre tú y yo, varón de Dios? ¿Has

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venido a mí para traer a memoria mis pecados, y para hacer morir a mi hijo?». «Él le dijo: ¡Entrégame tu hijo! Y él lo tomó del pecho de ella, y lo llevó al aposento donde él moraba, y lo acostó sobre su cama. Y clamó a El Eterno, y dijo: El Eterno Dios mío, ¿aun a la viuda con la que moro has afligido, haciendo morir su hijo? Y se balanceó sobre el niño tres veces, y clamó a El Eterno y dijo: El Eterno Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a su interior. Y El Eterno oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a su interior, y revivió. Y Elías tomó al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: ¡Mira, tu hijo vive! Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora sé que tú eres varón de Dios, y que la palabra de El Eterno es verdad en tu boca» (I Reyes 17:17–24). Esta señora había hecho el bien, haciendo la voluntad de El Eterno, y ahora le había sobrevenido un hecho que fácilmente la podría hacer caer en una depresión profunda. Pero como tenía fe, hizo según lo proscrito y todo le salió bien, el asunto que podría haberla derribado anímicamente se revirtió y ella volvió a ser feliz. Aunque también es cierto que esta señora tenía cerca lo que necesitaba, al hombre que la podía ayudar a cambiar su

60


realidad. Aunque no siempre es así, hay veces en que hay que ir por él, y a veces lejos. HABLEMOS DE LOS CONSEJEROS IDÓNEOS Los sabios considerados los lideres de la generación, son devotos temerosos de El Eterno; ellos saben como aconsejar y además, su oración es diferente. La razón se debe a que ellos estudian constantemente para saber cómo hacer la voluntad de El Eterno. Esta clase de individuos es fácilmente reconocible, bastará con tan solo preguntar a los individuos fieles observantes de los preceptos, ¿quién es el grande de la generación? Todos sabrán reconocerlos sin lugar a dudas. Pues se trata de individuos destacados que son reconocidos mundialmente por su sabiduría y devoción. Ellos, además de ser expertos en leyes, lo cual es fundamental para un juez, también oran sin cesar a El Eterno y ponen en práctica lo que estudian. Un individuo de estas características tiene ventajas que hay que aprovechar. Si él ora por uno a El Eterno además de otorgar el consejo apropiado, eso será muy provechoso para uno. Obsérvese que en el caso que hemos citado, Elías aconsejó a la viuda, y también oró por ella y por su hijo. Y en ese momento la realidad de ella cambió.

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Por eso, cuando el ejército de Israel salía a la guerra, se elaboraban estrategias militares, pero además se aconsejaban con el Sumo Sacerdote, y también con los Jueces del Sanhedrín, para que orearen por los soldados (Talmud, tratado de Berajot 3b y 4a). EXISTE UNA SALIDA PARA NUESTRO PROBLEMA Tenemos

a

nuestro

alcance

las

herramientas

que

necesitamos para salir adelante. La clave es no desesperar y actuar correctamente, tal como lo hemos estudiado, siguiendo las normas ancestrales que nos fueron dadas por El Eterno con amor. A veces se requerirá mayor esfuerzo, en otros casos menos, pero lo cierto es que la solución de nuestro problema no es imposible. Observemos este suceso ilustrativo para alimentar nuestras esperanzas. Rubén era dueño de un viñedo. Cada año el mismo le producía vino suficiente para llenar trescientos barriles. Era la cantidad que se consumía en la aldea en la que vivía. Él abastecía a todos los pobladores y de las ganancias que obtenía vivía dignamente.

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Esto fue así durante muchos años, hasta que llegó al lugar un forastero con una carga de trescientos barriles de vino para vender. Este hombre sabía que ya hay quien abastece a todos los lugareños, pero no le importó. Pensó que tal vez podía competir con él y quitarle los clientes. ¿Pero cómo? Era una empresa difícil, pues todos conocían a su proveedor de siempre y confiaban en él. Él les vendía un producto de muy buena calidad y a buen precio. El forastero dijo: «No hay ningún modo aparente de vender mi vino en este lugar, deberé utilizar un método tortuoso». Así fue como comenzó a frecuentar las tabernas y demás lugares de reunión. Conoció a mucha gente, entre ellos dos individuos que vivían vilmente, siempre tratando de aprovecharse de los demás, sin importarles el daño que les ocasionaban. Este sujeto foráneo se dirigió a ellos y les propuso un negocio. Les dijo: «Os pagaré bien si vais de taberna en taberna y habláis entre vosotros lo que os diré. Pero deberéis hacerlo de modo que los demás escuchen lo que vosotros habláis, para que la noticia se expanda. Esto es lo que hablaréis: «A Rubén, el proveedor de vino de la aldea, se le han avinagrado 50 barriles».

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Los hombres aceptaron y comenzaron a recorrer cada taberna, y cada lugar de reunión para hacer tal como les había sido indicado. Y lo lograron. Pues al día siguiente todo el poblado hablaba de la desgracia que le había acontecido a Rubén. Después de un tiempo prudencial, tras pasar la noche, el forastero convocó nuevamente a los dos sujetos y les propuso que hiciesen lo mismo que el día anterior. Ellos lo hicieron y la noticia se difundió por todo el pueblo. Ahora resultaba que a Rubén se le habían avinagrado 100 barriles. Al otro día hizo lo mismo, y volvió a hacerlo, hasta que se corrió la noticia de que a Rubén se le había avinagrado toda la producción de vino. Pero esto no fue todo, pues además del daño causado por las blasfemias, se cumplió lo que consta en el Talmud: «Existe un pacto con lo que se dice». Esto se aprende de lo que está escrito: «Y fue después de estos hechos que Dios puso a prueba a Abraham, y le dijo: Abraham, y él respondió: Heme aquí. Y Él dijo: Toma por favor a tu hijo, a tu único hijo, a quien amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriá; ofrécelo allí como ofrenda sobre una de las montañas que te diré. Y Abraham se levantó temprano a la mañana y ensilló su asno; llevó con él a sus dos jóvenes y a Isaac, su hijo; partió leña para la ofrenda y se puso

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de pie y fue al sitio acerca del cual le había hablado Dios. Al tercer día, Abraham alzó sus ojos y vio el lugar desde lejos. Y Abraham le dijo a sus jóvenes: Quedaos aquí con el asno, mientras yo y el joven nos encaminaremos hasta allí; nos postraremos y regresaremos a vosotros» (Génesis 22:1–5). Se aprecia que Dios le ordenó a Abraham sacrificar a Isaac. Pero Abraham dijo: «nos postraremos y regresaremos a vosotros». Y tal lo dicho, ambos volvieron. Como está escrito: «Llegaron al sitio acerca del cual Dios le había hablado; Abraham construyó allí el altar y dispuso la leña; ató a Isaac, su hijo, y lo colocó sobre el altar, encima de la leña. Abraham extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Y un ángel de El Eterno lo llamó desde los Cielos, y dijo: ¡Abraham! ¡Abraham! Y él dijo: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano contra el joven ni le hagas nada, pues ahora sé que eres temeroso de Dios, pues no me has negado a tu hijo, a tu único hijo. Y Abraham alzó sus ojos y después vio un carnero atrapado en el árbol por los cuernos; Abraham fue y tomó el carnero y lo elevó como ofrenda en lugar de su hijo» (Génesis 22:9–13). Se aprende que «existe un pacto con lo que se dice» (Talmud, tratado de Moed Katán 18a).

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Esto mismo se cumplió con Rubén, pues como todos hablaban de su desgracia, el vino se le avinagró y no le quedó ningún barril apto para vender. Pero él era un hombre generoso, benévolo y temeroso de Dios. Siempre ayudaba a los demás, y estaba presente cuando lo necesitaban. Se trataba de una persona de corazón noble y fiel. Por eso Dios no lo abandonó y evitó que cayese en una depresión profunda. Después de este penoso suceso acontecido con Rubén, sobrevino sobre la aldea una intensa tormenta de calor. Jamás había pasado por allí una tormenta tan feroz. Fueron dos días de calor sofocante, que no aliviaba siquiera por las noches. Un severo flagelo que no dejaba a las personas trabajar durante el día ni dormir por las noches. Y al tercer día la situación se agravó, pues todos comenzaron a ser victimas de una fuerte picazón. Se rascaban y la sangre se acumulaba en el tejido conectivo produciéndoles lesiones. Las personas ya no sabían cómo aliviarse de tan horrorosa, dolorosa y molesta enfermedad. Para colmo, los médicos no encontraban la solución. Hasta que uno de ellos, impulsado más que nada por su intuición, descubrió que el vinagre de vino podría ser útil. Por eso ordenó a sus pacientes vaporizar la zona tres veces al día con vinagre de vino.

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El resultado fue sorprendente. Después de dos o tres tratamientos de vaporizaciones de vinagre, la superficie afectada comenzó a sanar. Los picores, las secreciones y las heridas se reducían a una velocidad increíble. La noticia se propagó rápidamente. Había sido encontrada la solución para el horrendo flagelo que azotaba a la población. Pero surgió un problema, en los negocios ya no había más vinagre de vino para vender. Todo el stock se agotó en unos pocos minutos. Entonces se acordaron de Rubén, que todo el vino que tenía se le había avinagrado. Y fueron a su casa para comprárselo. Rubén, atendió a los compradores y les vendió el vinagre a un precio que doblaba el del vino. Así obtuvo el doble de la ganancia que hubiere conseguido si vendía su producto como todos los años (véase Talmud, tratado de Berajot 5b, Ben Iehoiadá). La conclusión es clara: Dios es capaz de cambiar toda la realidad para hacernos una realidad ideal que se adecue a nuestras propias necesidades, tal como aconteció con las letras que habían quedado solas, sin pareja y apenadas. Él solo pide que hagamos su voluntad y le sigamos. Entonces, al estar

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apegados a El Eterno, será posible depositar nuestra esperanza en Él y ser verdaderamente felices.

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ÍNDICE

CAPÍTULO I 

La cosmovisión del estrés

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Depresiones y falta de ánimo

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Conciencia de depresión Esto no es perder el tiempo, es ganarlo

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No es nuevo, pero hay que buscarlo

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Si tu intención es buena, no puede salir mal

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Si salió mal, debes analizarlo bien

CAPÍTULO II   

La mesa, un medio de gracia Alegría en medio de la tristeza Un paralelismo antagónico

CAPÍTULO III 

El siglo xxi a flor de piel

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El plan cósmico sin soledad

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Paralelismos antagónicos El intrínseco sistema cósmico

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Una respuesta de aliento


CAPÍTULO IV 

Un mundo de letras

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El mundo de las decenas

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Una nueva realidad

 

El mundo de las centenas Conflicto entre las centenas

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El nacimiento de la nueva realidad

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La realidad que parecía irreal

CAPÍTULO V 

El mundo de la soledad

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Los mensajeros inéditos

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Hablemos de los consejeros idóneos



Existe una salida para nuestro problema

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Libro Depresiones

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