J o h nL eCa r r e
ElEspí aQu QueSur gi óDelFr í
Título original: THE SPY WHO CAME IN FROM THE COLD
1 - PUESTO DE CONTROL
El americano ofreció a Leamas otra taza de café, y dijo: —¿Por qué no se se vuelve a dormir? dormir? Podemos telefonearle telefonearle si aparece aparece Leamas no dijo nada: se quedó mirando a!sorto por la ventana del puesto de control, a lo lar"o de la calle vac#a —$o ir% a quedarse esperando aqu# para siempre &uiz%s ven"a en al"'n otro momento Podemos conse"uir que la Polizei se pon"a en contacto con la ("encia, y usted estar#a aqu# de vuelta en veinte minutos —$o —dijo Leamas— Leamas— )a )a *a anoc*ecido anoc*ecido casi del todo —Pero no ir% a quedarse quedarse esperando esperando aqu# siempre+ siempre+ ya lleva nueve *oras *oras de retraso —i quiere irse, ir se, v%yase e *a portado usted muy !ien—a-adió Leamas—+ le diré a .ramer que se *a portado estupendamente —Pero ¿*asta cu%ndo cu%ndo va a esperar? esperar?
John L Carr
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—/asta que lle"ue lle"ue Leamas se acercó a la ventana de o!servación y se situó entre los dos polic#as inmóviles, que apunta!an sus "emelos *acia el puesto de control oriental —Esperar% a que oscurezca —murmuró —murmuró Leamas—+ lo sé muy muy !ien —Esta ma-ana ma-ana dijo usted que pasar#a pasar#a con los tra!ajadores tra!ajadores Leamas se volvió *acia él —Los a"entes no son aviones: no tienen *orarios Este est% perdido, viene *uyendo: est% aterrorizado 0undt va en su !usca, a*ora, en este mismo instante $o le queda m%s que una pro!a!ilidad &ue elija su momento El otro —m%s joven— vaciló, queriendo irse, pero sin encontrar un momento oportuno para *acerlo onó un tim!re en la caseta e quedaron esperando, s'!itamente alertados 1n polic#a dijo en alem%n: alem%n: —1n 23pel 4e5ord2 ne"ro, ne"ro, matr#cula federal federal —$o puede verlo a tanta distancia y tan a oscuras: lo dice a voleo —susurró el americano, y lue"o a-adió—: ¿6ómo lle"ó a sa!erlo 0undt? —6ierre el pico —dijo Leamas Leamas desde la ventana 1no de los polic#as salió de la caseta y avanzó *asta la !arrera de sacos de arena, a sólo un paso de la se-al !lanca que cruza!a el camino, como la l#nea limite en un campo de tenis El otro esperó *asta que su compa-ero estuvo acurrucado en la !arrera detr%s del catalejo+ entonces !ajó los "emelos, descol"ó el casco ne"ro de la perc*a detr%s de la puerta y se lo encajó cuidadosamente cuidadosamente en la ca!eza $o se sa!#a dónde, en lo alto, por enci encima ma del del pues puesto to de cont contro rol, l, los los foco focoss adqu adquir irie iero ronn vida vida de repe repent nte, e, lanz lanzan ando do espectaculares espectaculares *aces a la carretera que ten#an delante El polic#a empezó sus comentarios Leamas se los sa!#a de memoria —El coc*e se detiene en el primer control ólo un ocupante, una mujer (compa-ada (compa-ada a la caseta de los 2vopos2 para la compro!ación de documentos Esperaron en silencio —¿&ué es lo que dice? —pre"untó —pre"untó el americano Leamas no contestó Levantando los "emelos, miró fijamente *acia los controles de los alemanes orientales —6oncluida la revisión revisión de documentos documentos Pasa al se"undo se"undo control —e-or Leamas, Leamas, ¿es ése su su *om!re?—insist#a el el americano— 7en"o 7en"o que llamar a la ("encia —Espere —¿8ónde est% a*ora a*ora el coc*e? coc*e? ¿&ué *ace? *ace? —6ontrol de moneda, moneda, aduana —cortó —cortó Leamas con !rusquedad !rusquedad Leamas o!servó el coc*e /a!#a dos 2vopos2 junto a la puerta del conductor, uno
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entretenido en c*arlar y el otro al"o apartado y esperando 1n tercer 2vopo2 va"a!a en torno al auto e detuvo junto al portaequipajes, y lue"o volvió al lado del conductor &uer#a la llave (!rió el portaequipajes, miró dentro+ lo cerró, devolvió la llave y caminó unos treinta metros *asta la carretera, donde, a medio camino entre los dos puestos de contro con troll enfren enfrentad tados, os, esta! esta!aa quieto quieto un solita solitario rio centin centinela ela alem%n alem%n orient oriental+ al+ una silue silueta ta a"azapada, a"azapada, con !otas y amplios pantalones en !olsa Los dos se reunieron para *a!lar, conscientes de mismos en el resplandor de los focos 6on adem%n rutinario, *icieron se-al con la mano al coc*e, se apartaron y volvieron a *a!lar Por fin, casi de mala "ana, dejaron que si"uiera cruzando la l#nea *asta el sector occidental —¿Es un *om!re *om!re al que espera, Leamas? —pre"untó —pre"untó el americano americano —#, es un *om!re *om!re Levant%ndose el cuello de la c*aqueta, Leamas salió fuera, al fr#o viento de octu!re Entonces se acordó del "rupo Era al"o que se le olvida!a aun dentro de la caseta+ ese "rupo de caras desconcertadas La "ente cam!ia!a, pero la e=presión era la misma Era como esa multitud inerme que se re'ne en torno a un accidente de circulación, sin que nadie sepa cómo *a ocurrido, y s# *a!r#a que retirar el cad%ver /umo o polvo se eleva!a a través de los *aces de los reflectores+ un velo que se mec#a constantemente entre los m%r"enes de luz Leamas anduvo *asta el coc*e y pre"untó a la mujer —¿8ónde est%? est%? —>ueron a por él, y ec*ó a correr e llevó la !icicleta $o es posi!le que *ayan sa!ido nada de m# —¿8ónde fue? —7en#amos —7en#amos un cuarto junto a randen!ur"o, randen!ur"o, encima de un !ar (ll# "uarda!a unas pocas cosas, cosas, dinero, papeles papeles upon"o que que *a!r% ido all# Lue"o Lue"o se pasar% pasar% —¿Esta noc*e? noc*e? —8ijo que vendr#a esta noc*e ( los dem%s, les *an co"ido a todos: Paul, @ierec5, LAndser, alomon $o *a durado muc*o Leamas, pasmado, pasmado, la miró un momento en silencio —¿LAndser tam!ién? tam!ién? —(noc*e 1n polic#a se situó junto a Leamas —7endr%n —7endr%n que marc*arse de aqu# —dijo— Est% pro*i!ido o!struir el punto de cruce Leamas se volvió a medias —B(l demonioC —replicó !ruscamente !ruscamente
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El alem%n se puso r#"ido, pero la mujer dijo: —u!a $os pondremos en marc*a *asta la esquina l su!ió a su lado, y se movieron lentamente por la carretera adelante *asta una !ocacalle —$o sa!#a que tuviera usted coc*e —dijo él —Es de mi marido —contestó ella con indiferencia— .arl no le dijo nunca que yo esta!a casada, ¿verdad? —Leamas se quedó silencioso— 0i marido y yo tra!ajamos para una empresa de óptica $os mandan a que crucemos para *acer ne"ocios .arl sólo le dijo mi nom!re de soltera $o quer#a que me mezclara con con ustedes Leamas sacó una llave del !olsillo —$ecesitar% al"'n sitio donde quedarse —dijo u voz sona!a sorda— /ay un apartamento en (l!rec*tF8GrerFtrasse, junto al 0useo, n'mero 9< ( Encontrar% todo lo que necesite La telefonearé cuando lle"ue all# —0e quedaré aqu# con usted —)o no me voy a quedar aqu# @%yase al piso La llamaré 8e nada sirve esperar a*ora aqu# —Pero él vendr% a este punto de cruce Leamas la miró sorprendido —¿Le dijo eso? —# 6onoce a uno de esos 2vopos2, al casero &uiz% le ayude Por ello eli"ió esta ruta —¿) eso se lo dijo a usted? —6onf#a en m# 0e lo contó todo —B8emoniosC Le dio la llave y volvió a la caseta del puesto de control, res"uard%ndose del fr#o Los polic#as esta!an musitando entre s# cuando él entró: el m%s corpulento le volvió la espalda ostensi!lemente —Lo siento —dijo Leamas—, siento *a!erle pe"ado ese "rito (!rió una cartera des"astada y *ur"ó en ella *asta que encontró lo que !usca!a: una media !otella de H*is5y 6on una ca!ezada, el de m%s edad aceptó+ llenó *asta la mitad las tazas de café y las completó con café ne"ro —¿(dónde *a ido el americano? —pre"untó Leamas —¿&uién? —El c*ico de la Intelli"ence americana+ el que esta!a conmi"o —Era ya *ora de acostarse —dijo el de m%s edad, y todos se rieron Leamas dejó la taza en la mesa y pre"untó: —¿6u%les son sus instrucciones en cuanto a disparar para prote"er a uno que se pase, a un *om!re que *uya corriendo?
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—ólo podemos *acer fue"o para prote"ernos si los 2vopos2 disparan dentro de nuestro sector —¿Eso quiere decir que no pueden disparar *asta que el *om!re *aya pasado la divisoria? El de m%s edad dijo: —$o podemos *acer fue"o para prote"ernos, se-or —7*omas —contestó Leamas—, 7*omas e estrec*aron las manos, y los dos polic#as pronunciaron sus nom!res al *acerlo —$o podemos *acer fue"o para prote"ernos Esa es la verdad $os dijeron que *a!r#a "uerra si lo *iciéramos —Estupideces —dijo el polic#a m%s joven, envalentonado por el H*is5y— i no estuvieran aqu# los aliados, a estas *oras ya no *a!r#a muro —7ampoco *a!r#a erl#n —susurró el m%s viejo —7en"o un *om!re que se pasa esta noc*e —dijo Leamas —¿(qu#? ¿En este punto de cruce? —Es muy importante que sal"a Los *om!res de 0undt le persi"uen —7odav#a *ay sitios por donde uno puede trepar —dijo el polic#a m%s joven —l no es de ésos e a!rir% paso con al"'n truco: tiene documentos, si es que todav#a son v%lidos 7iene una !icicleta /a!#a sólo una luz en el puesto de control, una l%mpara de lectura con pantalla verde, pero el ful"or de los reflectores llena!a la caseta como un claro de luna artificial /a!#a ca#do la oscuridad, y con ella, el silencio /a!la!an como si tuvieran miedo de que les oyesen Leamas se acercó a la ventana a esperar: ante él esta!a la carretera, y a am!os lados el muro, una cosa fea y sucia de !loques de cemento perforado y ca!os de alam!re de espino, alum!rada con una !arata luz amarilla, como un telón de fondo que representase un campo de concentración ( oriente y occidente del muro queda!a la parte sin restaurar de erl#n, un mundo a medias, un mundo de ruina, di!ujado en dos dimensiones+ despe-aderos de "uerra 2Esta condenada mujer —pensó Leamas—, y ese loco de .arl, que me mintió so!re ella2 0intió por omisión, como *acen todos, todos los a"entes del mundo entero 1no les ense-a a *acer trampas, a !orrar sus *uellas, y le *acen tam!ién trampas a uno ólo la *a!#a dejado ver una vez, después de aquella comida en la c*Grzstrasse el a-o pasado .arl aca!a!a de alcanzar su "ran é=ito, y 6ontrol *a!#a querido conocerle 6ontrol siempre aparec#a cuando *a!#a é=ito /a!#an comido juntos, Leamas, 6ontrol y .arl ( .arl le "usta!an esas cosas e presentó con un aspecto como de ni-o de escuela dominical, cepillado y reluciente, dando som!rerazos y todo respetuoso 6ontrol le *a!#a estrec*ado la mano durante cinco minutos y *a!#a dic*o:
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—&uiero que sepa qué contentos estamos, .arl, y cu%nto nos ale"ra su é=ito Leamas lo *a!#a o!servado, pensando: 2Esto nos costar% otras doscientas al a-o2 6uando aca!aron de comer, 6ontrol volvió a estrec*arles la mano, *izo un si"nificativo "esto con la ca!eza, dando a entender que ten#a que ponerse en camino para ju"arse la vida en al"'n otro lu"ar, y se diri"ió a su coc*e con c*ofer Entonces .arl se ec*ó a re#r, y Leamas se rió con él, y se aca!aron el c*ampa-a, sin dejar de re#rse de 6ontrol 8espués se fueron al (lter >ass: .arl se *a!#a empe-ado, y all# esta!a esper%ndoles Elvira, una ru!ia de unos cuarenta a-os, fuerte como el acero —(lec, éste es el secreto que mejor *e "uardado —*a!#a dic*o .arl, y Leamas se puso furioso 8espués tuvieron una pelea —¿6u%nto sa!e ella? ¿&uién es? ¿6ómo la conoció? .arl se enfurru-ó y re*usó dec#rselo Lu"o las cosas se complicaron Leamas trató de variar los métodos, y cam!iar los sitios de encuentro y las contrase-as, pero a .arl no le "ustó a!#a lo que *a!#a detr%s de eso, y no le "ustó —i no se f#a de ella, ya es demasiado tarde, de todos modos —repet#a, y Leamas reco"ió la insinuación y cerró el pico Pero después de eso se anduvo con muc*o m%s cuidado, contó a .arl muc*as menos cosas y recurrió m%s a todos los trucos de la técnica del espionaje ) a*# esta!a ella, a*# fuera, en el coc*e, conociéndolo todo, la red entera, la casa se"ura, todo+ y Leamas juró, sin que fuera la primera vez, que jam%s se volver#a a fiar de un a"ente e acercó al teléfono y mareó el n'mero de su piso 6ontestó >rau 0art*a —7enemos *uéspedes en 8GrerFtrasse —dijo Leamas—, un *om!re y una mujer —¿6asados? —pre"untó 0art*a —6asi —dijo Leamas, y ella se rió con aquella risa terri!le 6uando él col"a!a, uno de los polic#as se volvió *acia él —B/err 7*omasC B8e prisaC Leamas corrió a la ventana de o!servación —1n *om!re, /err 7*omas —susurró el polic#a m%s joven—, con una !icicleta Leamas enfocó los "emelos Era .arl+ su fi"ura era inconfundi!le incluso a aquella distancia, envuelta en el viejo impermea!le de la Ke*rmac*t, empujando su !icicleta 2Lo *a conse"uido —pensó Leamas—, de!e *a!erlo conse"uido+ *a pasado el control de documentos+ sólo le quedan por pasar el control de moneda y la aduana2 Leamas o!servó que .arl apoya!a la !icicleta contra la cerca, y anda!a despreocupadamente *acia la caseta de la (duana 2$o lo *a"as demasiado !ien2, pensó Por fin .arl salió, a"itó la mano ale"remente *acia el *om!re de la !arrera, y el poste rojo y !lanco osciló su!iendo lentamente /a!#a pasado, ven#a *acia ellos, lo *a!#a conse"uido ólo el 2vopo2 en medio de la carretera, la l#nea, y a salvo
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En ese momento, a .arl le pareció o#r al"'n ruido, presentir al"'n peli"ro+ volvió la mirada por encima del *om!ro y empezó a pedalear furiosamente, a"ac*%ndose so!re el manillar &ueda!a a'n el centinela solitario en el puente: éste se *a!#a vuelto y o!serva!a a .arl Entonces, de modo completamente inesperado, los reflectores se movieron, !lancos y !rillantes, capturando a .arl y reteniéndole en su ful"or como a un conejo frente a los faros de un coc*e ur"ió el "emido oscilante de una sirena, el ruido de órdenes salvajemente "ritadas 8elante de Leamas, los dos polic#as se pusieron de rodillas, atis!ando por las aspilleras entre los sacos de arena y encajando *%!ilmente la r%pida car"a en sus rifles autom%ticos El centinela alem%n oriental disparó, muy cuidadosamente, lejos de ellos, dentro de su propio sector El primer disparo pareció empujar a .arl *acia delante+ el se"undo, tirar *acia atr%s de él $o se sa!e cómo, se"u#a moviéndose, todav#a en la !icicleta, al pasar junto al centinela, y el centinela si"uió dispar%ndole Lue"o se do!ló, rodó por el suelo, y se oyó claramente el "olpe de la !icicleta al caer Leamas puso toda su esperanza en que estuviera muerto 2 - CAMBRIDGE CIRCUS
3!servó cómo la pista de 7empel*of se *und#a por de!ajo de él Leamas no era *om!re refle=ivo, so!re todo nada filosófico a!#a que esta!a eliminado: era un *ec*o de la vida con el que ten#a que apec*u"ar en adelante, como quien de!e vivir con c%ncer o en prisión a!#a que no *a!#a nin"una clase de preparación que pudiera tender un puente so!re el a!ismo entre el antes y el a*ora /a!#a encontrado el fracaso como un d#a encontrar#a la muerte, pro!a!lemente con resentimiento cl#nico y con la valent#a de un solitario /a!#a durado m%s que la mayor#a+ a*ora, esta!a derrotado e dice que un perro vive tanto tiempo como sus dientes: metafóricamente, a Leamas le *a!#an arrancado los dientes, y era 0undt quien se los *a!#a arrancado 8iez a-os atr%s *u!iera podido tomar otro camino: en aquel anónimo edificio "u!ernamental, en 6am!rid"e 6ircus, *a!#a empleos !urocr%ticos que Leamas *u!iera podido desempe-ar y conservar *asta muy viejo+ pero Leamas no esta!a *ec*o para estas cosas 7an infructuoso *u!iera sido pedir a un joc5ey que a!andonara todo para *acerse empleado de apuestas, como suponer que Leamas a!andonar#a la vida militante a cam!io del tendencioso teorizar y el clandestino interés e"o#sta de K*ite*all e *a!#a quedado en erl#n, consciente de que Personal *a!#a se-alado su e=pediente para revisarlo al final de cada a-o+ terco, o!stinado, despectivo con las instrucciones, diciéndose que ya saldr#a al"o El tra!ajo de espionaje tiene una sola ley moral: se justifica por los resultados Incluso los P%"ina M de ;<
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sofistas de K*ite*all rend#an *omenaje a esa ley, y Leamas se !eneficia!a /asta que lle"ó 0undt Era e=tra-a la rapidez con que se *a!#a dado cuenta que 0undt se interpon#a en su destino /ansF8ieter 0undt, nacido *ac#a cuarenta y dos a-os en Leipzi" Leamas conoc#a su e=pediente, conoc#a la foto"raf#a en el interior de la tapa+ el rostro vac#o, duro, !ajo el pelo de lino+ sa!#a de memoria la *istoria de la su!ida de 0undt al poder como se"undo *om!re de la (!teilun" y jefe efectivo de operaciones Leamas lo sa!#a por las declaraciones de desertores, y por 4iemec5, que, como miem!ro del Presidium del Partido ocialista 1nificado de (lemania 3riental, se reun#a en comités de se"uridad con 0undt, y le tem#a 6on razón, se"'n parece, pues 0undt le mató /asta N;N, 0undt *a!#a sido un funcionario poco importante de la (!teilun", que actua!a en Londres !ajo la co!ertura de la 0isión ider'r"ica de (lemania 3riental @olvió a (lemania a toda prisa después de matar a dos de sus propios a"entes para salvar su pellejo, y no se oyó *a!lar de él en m%s de un a-o 8e repente, reapareció en el cuartel "eneral de la (!teilun" en Leipzi" como jefe del 8epartamento de 4utas y 0edios, responsa!le de la distri!ución de dinero, equipos y personal para tareas especiales (l final de ese a-o se produjo la "ran luc*a por el poder dentro de la (!teilun" El n'mero y la influencia de los oficiales de enlace soviéticos disminuyeron dr%sticamente+ varios de la vieja "uardia fueron despedidos por razones ideoló"icas, y emer"ieron tres *om!res: >iedler, como jefe del contraespionaje+ Oa*n, que sustituyó a 0undt como jefe de medios, y el propio 0undt, que se llevó la palma, como vicedirector de operaciones, a la edad de cuarenta y un a-os Entonces empezó el nuevo estilo El primer a"ente que perdió Leamas fue una muc*ac*a Era tan sólo un peque-o esla!ón en la red+ se la utiliza!a para tra!ajos de enlace La mataron a tiros en la calle cuando sal#a de un cine en erl#n occidental La polic#a no pudo encontrar nunca al asesino, y Leamas, al principio, se inclinó a eliminar el incidente como si no tuviera nin"una cone=ión con su tra!ajo 1n mes después, un maletero de la estación de 8resde, a"ente despedido de la red de Peter uillam, fue *allado muerto y mutilado junto a unos ra#les del tren Leamas comprendió que no era ya una mera coincidencia Poco después de eso, dos miem!ros de otra red que esta!a !ajo el control de Leamas fueron detenidos y sentenciados sumariamente a muerte ) as# si"uió: sin remordimientos, enervante ) a*ora *a!#an cazado a .arl, y Leamas se marc*a!a de erl#n i"ual como *a!#a lle"ado: sin un solo a"ente que valiera un penique 0undt *a!#a "anado
Leamas era !ajo, con un tupido pelo "ris *ierro, y con el f#sico de un nadador Era
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muy fuerte Esa fuerza se le nota!a en la espalda y los *om!ros, en el cuello, y en la conformación nudosa de las manos y los dedos (cerca de la ropa, ten#a una opinión utilitaria, como en casi todas las dem%s cosas+ *asta las "afas que lleva!a a veces ten#an cerco de acero La mayor parte de sus trajes eran de fi!ra artificial y nin"uno ten#a c*aleco Le "usta!an las camisas a la americana, con !otones en las puntas del cuello, y los zapatos de ante, con suela de "oma 7en#a un rostro atractivo, musculoso, con una l#nea de terquedad en su !oca del"ada us ojos eran oscuros y peque-os+ irlandeses, dec#an al"unos Era dif#cil clasificar a Leamas i lle"a!a a un clu! de Londres, era se"uro que el portero no le confundir#a con un miem!ro+ en las salas de fiesta de erl#n sol#an darle la mejor mesa Parec#a un *om!re que pod#a traer pro!lemas, un *om!re que cuida!a de su dinero, un *om!re que no era precisamente un ca!allero La azafata pensó que era interesante upuso que era del $orte, como de *ec*o *u!iera podido serlo, y que rico no lo era Le ec*ó unos cincuenta a-os de edad, con lo que casi esta!a en lo cierto upuso que era soltero, lo que era cierto a medias En al"una parte, *ac#a muc*o, *a!#a *a!ido un divorcio: en al"'n sitio *a!#a *ijos, a*ora entre diez y veinte a-os, que reci!#an su pensión de un anco particular !astante raro de la 6ity —i quiere otro H*is5y —dijo la azafata— ser% mejor que se dé prisa 8entro de veinte minutos estaremos en el aeropuerto de Londres —$o, "racias $o la miró: contempla!a por la ventanilla los campos verde"rises de .ent
>aHley le reci!ió en el aeropuerto y le llevó en coc*e a Londres —6ontrol esté muy irritado por lo de .arl —dijo, mirando de soslayo a Leamas Leamas asintió —¿6ómo ocurrió? —pre"untó >aHley —( tiros 0undt le localizó —¿0uerto? —)o dir#a que s#, a estas *oras 0%s vale 6asi lo consi"uió $o *u!iera tenido que darse prisa+ no pod#an estar se"uros La (!teilun" lle"ó al puesto de control inmediatamente después que aca!a!an de dejarle pasar Pusieron en marc*a la sirena y un 2vopo2 le disparó a veinte pasos de la l#nea e movió en el suelo un momento, y lue"o se quedó quieto —Po!re *ijo de —E=actamente —dijo Leamas ( >aHley no le "usta!a Leamas, y a Leamas, aunque lo sa!#a, no le importa!a >aHley era un *om!re que pertenec#a a varios clu!s y lleva!a cor!atas representativas, que
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do"matiza!a so!re los méritos de los deportistas y desempe-a!a un alto ran"o !urocr%tico en la correspondencia de la oficina 6onsidera!a sospec*oso a Leamas, y Leamas le considera!a un tonto —¿En qué sección est% usted? —pre"untó Leamas —Personal —¿Le "usta? —>ascinante —¿Por dónde voy a*ora? ¿4es!alando? —0ejor ser% que se lo di"a 6ontrol, ami"o m#o —¿Lo sa!e usted? —Por supuesto —Entonces, ¿por qué demonios no me lo dice? —Lo siento, ami"o —replicó >aHley, y de repente Leamas casi perdió el dominio Lue"o refle=ionó que, de todas maneras, pro!a!lemente >aHley ment#a —ueno, d#"ame una cosa, ¿le importa? ¿7en"o que !uscar un condenado piso en Londres? >aHley se rascó la oreja —6reo que no, ami"o, no —¿$o? racias a 8ios (parcaron junto a 6am!rid"e 6ircus, ante un parqu#metro, y entraron juntos en el vest#!ulo —$o tendr% pase, ¿verdad? 0ejor ser% que rellene un impreso, ami"o —¿8esde cu%ndo tenemos pases? 0ac6all me conoce tanto como a su propia madre —$o es m%s que un procedimiento nuevo 6am!rid"e 6ircus va creciendo, ya sa!e Leamas no dijo nada, dio una ca!ezada *acia 0ac6all y se metió en el ascensor sin pase
6ontrol le estrec*ó la mano m%s !ien cuidadosamente, como un médico que le palpara los *uesos —8e!e de estar terri!lemente cansado—dijo, en tono de e=cusa—+ siéntese La misma voz funesta, el re!uzno profesoral+ Leamas se sentó en una !utaca frente a una estufa eléctrica verdeoliva con un cac*arro de a"ua en equili!rio encima —¿Lo encuentra fr#o? —pre"untó 6ontrol e inclina!a so!re la estufa frot%ndose las manos Lleva!a un jersey de!ajo de la c*aqueta ne"ra, un ajado jersey pardo Leamas se acordó de la mujer de 6ontrol, una mujercita est'pida llamada 0andy que parec#a creer que su marido esta!a en la 8irección de 6ar!ones upuso que ella se lo *a!r#a tricotado
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—Est% muy seco, eso es lo malo —continuó 6ontrol— i se vence el fr#o, se reseca la atmósfera Es i"ual de peli"roso e acercó a la mesa y apretó un !otón —@amos a pro!ar a ver si conse"uimos café —le dijo— innie est% de permiso, eso es lo malo 0e *an dado una c*ica nueva 4ealmente, eso est% mal Era m%s !ajo de lo que recorda!a Leamas+ en lo dem%s, lo mismo El mismo afectado despe"o, los mismos conceptos profesorales, el mismo *orror a las corrientes+ cortés, conforme a una fórmula infinitamente lejana de la e=periencia de Leamas La misma sonrisa de lec*e a"uada, la misma reticencia estudiada, la misma fidelidad, pidiendo e=cusas, a un códi"o de conducta que fin"#a encontrar rid#culo: la misma !analidad acó de la mesa un paquete de ci"arrillos y le dio uno a Leamas —Encontrar% éstos m%s caros —dijo, y Leamas asintió con la ca!eza, cumpliendo con su o!li"ación 6ontrol se sentó, metiéndose los ci"arrillos en el !olsillo /u!o una pausa, y al fin, Leamas dijo: —4iemec5 *a muerto —#, as# es —afirmó 6ontrol, como si Leamas *u!iera tenido un !uen acierto— Es una "ran des"racia Lo m%s ¿upon"o que esa c*ica, Elvira, le *izo volar? —Eso supon"o Leamas no i!a a pre"untarle cómo sa!#a lo de Elvira —) 0undt *izo que le pe"aran unos tiros —a-adió 6ontrol —# 6ontrol se levantó y fue dando vueltas por el cuarto en !usca de un cenicero Encontró uno y lo puso torpemente en el suelo entre las dos !utacas —¿6ómo se sintió usted? &uiero decir, cuando le mataron a 4iemec5 1sted lo vio, ¿no? Leamas se enco"ió de *om!ros —0e molestó terri!lemente —dijo 6ontrol ladeó la ca!eza y entornó los ojos —e"uramente sintió al"o m%s que eso, se"uramente se quedó trastornado, ¿no? Eso ser#a m%s normal —0e quedé trastornado ¿&uién no se i!a a quedar? —¿Le era simp%tico 4iemec5 como *om!re? —0e parece que s# —dijo Leamas ) a-adió—: 0e parece que no sirve de muc*o meterse en eso —¿6ómo pasó la noc*e, lo que queda!a de noc*e, después que mataron a 4iemec5? —8i"a, ¿qué es esto? —pre"untó Leamas, acalorado—+ ¿adónde quiere ir a parar? —4iemec5 *a sido el 'ltimo —refle=ionó 6ontrol—+ el 'ltimo de una serie de
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muertes i la memoria no me falla, todo empezó con la muc*ac*a, la que mataron en Keddin", al salir del cine Lue"o el *om!re de 8resde, y las detenciones de Oena 6omo en el cuento de los diez ne"ritos (*ora Paul, @ierec5 y LAndser todos muertos ) finalmente 4iemec5 —onrió como es!ozando una s'plica— Eso des"asta muc*o 0e pre"unta!a si tendr#a usted !astante —¿&ué quiere decir con 2!astante2? —0e pre"unta!a si estar#a usted cansado 6onsumido e produjo un lar"o silencio —Eso *a de decidirlo usted —dijo por fin Leamas —/emos de vivir sin simpat#as, ¿no? 8esde lue"o, eso es imposi!le >in"imos unos con otros toda esta dureza, pero realmente no somos as# &uiero decir uno no puede estar todo el tiempo fuera, al fr#o+ uno tiene que retirarse, ponerse al res"uardo de ese fr#o ¿entiende lo que quiero decir? Leamas entend#a @e#a la lar"a ruta saliendo de 4otterdam, la lar"a carretera recta junto a las dunas, y el torrente de refu"iados moviéndose a lo lar"o de ella+ ve#a el peque-o avión a varias millas, la procesión que se para!a a mirarlo, y el avión que se acerca!a, ele"antemente, so!re las dunas+ ve#a el caos, el infierno sin sentido, cuando las !om!as dieron en la carretera —$o puedo *a!lar as#, 6ontrol —dijo por fin Leamas— ¿&ué quiere que *a"a? —&uiero que si"a un poco m%s en el fr#o, fuera Leamas no dijo nada, de modo que 6ontrol si"uió: —$uestra ética profesional se !asa en un solo supuesto: esto es, que nunca vamos a ser a"resores ¿6ree usted que eso es equitativo? Leamas dio una ca!ezada 6ualquier cosa para evitar *a!lar —(s# *acemos cosas desa"rada!les, pero somos defensivos Eso, me parece, si"ue siendo equitativo /acemos cosas desa"rada!les para que la "ente corriente, aqu# y en otros sitios, puedan dormir se"uros en sus camas por la noc*e ¿Es eso demasiado rom%ntico? 8esde lue"o, a veces *acemos cosas auténticamente malvadas —*ac#a muecas como un cole"ial— ), al contrapesar asuntos morales, m%s !ien nos metemos en comparaciones inde!idas: al fin y al ca!o, no se pueden comparar los ideales de un !ando con los métodos del otro, ¿no es verdad? Leamas se sent#a perdido 3tras veces le *a!#a o#do decir a aquel *om!re un montón de vul"aridades antes de pinc*ar a fondo, pero jam%s le *a!#a o#do decir nada semejante —&uiero decir que *ay que comparar método con método, ideales con ideales )o dir#a que, después de la "uerra, nuestros métodos —los nuestros y los de los adversarios— se *an vuelto muy parecidos &uiero decir que uno no puede ser menos ine=ora!le que los adversarios simplemente porque la 2pol#tica2 del "o!ierno de uno es !enévola, ¿no le parece? —e rió silenciosamente para adentro— Eso no servir#a nunca —dijo
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2B8ios m#oC —pensó Leamas—, es como tra!ajar para un cléri"o san"uinario ¿(dónde ir% a parar?2 —Por eso —continuó 6ontrol—, creo que de!er#amos intentar eliminar a 0undt Pero, !ueno —dijo, volviéndose con irritación *acia la puerta—, ¿dónde est% ese maldito café? 6ontrol atravesó *asta la puerta, la a!rió y *a!ló con al"una invisi!le muc*ac*a en el cuarto de afuera (l volver dijo: —8e veras creo que tendr#amos que eliminarle, si lo podemos arre"lar —¿Por qué? $o *emos dejado nada en (lemania 3riental, nada en a!soluto 1sted lo aca!a de decir+ 4iemec5 era el 'ltimo $o *emos dejado nada que prote"er 6ontrol se sentó y se miró las manos un rato —Eso no es del todo serio —dijo al fin—, pero me parece que no de!o a!urrirle con los detalles Leamas se enco"ió de *om!ros —8#"ame —continuó 6ontrol—, ¿est% usted cansado de espiar? Perdone que repita la pre"unta &uiero decir que ése es un fenómeno que comprendemos !ien, ya lo sa!e 6omo los constructores de aviones, 2fati"a del metal2, creo que se dice as# 8i"a si est% cansado Leamas se acordó del vuelo de re"reso, aquella ma-ana, y quedó interro"%ndose a s# mismo —i estuviera cansado —a-adió 6ontrol—, tendr#amos que encontrar al"'n otro modo de ocuparnos de 0undt Lo que pienso a*ora est% un poco fuera de lo normal Entró la muc*ac*a con el café Puso la !andeja so!re la mesa y sirvió dos tazas 6ontrol esperó a que se marc*ara del cuarto —&ué c*ica tan tonta —dijo, casi para s# mismo— Parece muy raro que ya no puedan encontrarlas !uenas 0e "ustar#a que innie no se fuera de vacaciones en ocasiones como ésta 4emovió con desconsuelo el café durante un rato —4ealmente, tenemos que desacreditar a 0undt —dijo— 8#"ame, ¿usted !e!e muc*o? ¿K*is5y y esas cosas? Leamas *a!#a lle"ado a creer que esta!a acostum!rado a 6ontrol —e!o un poco 0%s que la mayor#a, supon"o 6ontrol asintió comprensivamente —¿&ué sa!e usted de 0undt? —Es un asesino Estuvo aqu# un a-o o dos con la 0isión ider'r"ica de (lemania 3riental Entonces ten#amos aqu# un consejero: 0aston —(s# es —0undt ten#a en marc*a un a"ente, la mujer de uno del >orei"n 3ffice La mató
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—7rató de matar a eor"e miley ), desde lue"o, mató a tiros al marido de esa mujer Es un *om!re muy desa"rada!le >ue de las Ouventudes /itlerianas y todas esas cosas En a!soluto el tipo de intelectual comunista 1n profesional de la "uerra fr#a —6omo nosotros —o!servó secamente Leamas 6ontrol no sonrió —eor"e miley conoc#a !ien el caso )a no est% con nosotros, pero creo que tendr#a usted que sonsacarle al"o /ace cosas so!re la (lemania del si"lo diecisiete @ive en 6*elsea, detr%s mismo de loane quare 6alle yHater, ¿sa!e cu%l es? —# —) uillam esta!a metido tam!ién en el asunto Est% en atélites 6uatro, primer piso 0e temo que todo *a!r% cam!iado desde sus tiempos —# —Pase un d#a o dos con ellos Ellos sa!en lo que proyecto Lue"o, no sé si le "ustar#a pasar conmi"o el fin de semana 0i mujer —a-adió apresuradamente —est% cuidando a su madre, se"'n creo Estaremos solos usted y yo —racias 0e "ustar#a —Entonces podremos *a!lar de nuestras cosas cómodamente er#a muy simp%tico 6reo que usted podr#a sacarle al asunto un montón de dinero Puede quedarse todo lo que saque —racias —Esto, desde lue"o, si usted est% se"uro de que le apetece, sin 2fati"a del metal2 ni al"o as#, ¿e*? —i es cuestión de matar a 0undt, estoy dispuesto —¿8e veras que se siente as#? —pre"untó cortésmente 6ontrol ) lue"o, después de mirar refle=ivamente a Leamas durante unos momentos, indicó—: #, de veras creo que s# Pero no tiene por qué pensar que sea necesario que se lo di"a &uiero decir que en nuestro mundo ense"uida nos salimos del re"istro del odio, o del amor, como esos sonidos que un perro no puede o#r (l final, no queda m%s que una especie de n%usea: uno jam%s desea volver a causar sufrimiento al"uno Perdóneme, pero ¿no fue propiamente eso lo que sintió cuando mataron a .arl 4iemec5? $i odio a 0undt, ni afecto a .arl, sino una sacudida mareante, como un pu-etazo en un cuerpo em!otado 0e *an dic*o que estuvo toda la noc*e andando, nada menos que dando vueltas por las calles de erl#n ¿Es cierto? —Es cierto que sal# a dar un paseo —¿7oda la noc*e? —# —¿&ué *a sido de Elvira? —8ios sa!e 0e "ustar#a darle una metida a 0undt —dijo —ueno, !ueno Por cierto, si se encuentra al"'n viejo ami"o mientras tanto, no
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crea que sirve de al"o tratar de esto con ellos En realidad —a-adió 6ontrol, al ca!o de un momento—, yo me mostrar#a m%s !ien seco con ellos &ue piensen que le *emos tratado mal a usted Est% !ien empezar del mismo modo como se piensa se"uir, ¿no es cierto? 3 - DECADENCIA
( nadie le sorprendió demasiado el que metieran en conserva a Leamas En "eneral, dec#an, erl#n lleva!a varios a-os siendo un fracaso, y al"uno ten#a que reci!ir la reprimenda (dem%s, esta!a viejo para el tra!ajo activo, en el que *ay que tener unos reflejos tan r%pidos como los de un profesional del tenis Leamas *a!#a tra!ajado !ien en la "uerra, todos lo sa!#an En $orue"a y en /olanda, no se sa!e cómo, se *a!#a mostrado nota!lemente vivo, y al final le *a!#an dado una medalla y le dejaron marc*ar 8espués, desde lue"o, le *icieron volver /u!o mala suerte con lo de su pa"a, realmente mala suerte La ección de 6onta!ilidad lo dejó escapar, en la persona de Elsie Elsie dijo en el restaurante que el po!re (lec Leamas sólo reci!ir#a cuatrocientas li!ras al a-o para vivir, por culpa de su interrupción en el servicio Elsie pensa!a que era un re"lamento que realmente *a!r#a que cam!iar: después de todo, el se-or Leamas *a!#a cumplido su servicio, ¿no? Pero all# esta!an, con los de /acienda a la espalda, muy distintos a los de los viejos tiempos, y ¿qué pod#an *acer? (un en los malos tiempos de 0aston *a!#an arre"lado mejor las cosas Leamas, se"'n les dijeron a los nuevos, era de la anti"ua escuela: san"re, tripas sólidas, cric5et y 8iploma de >rancés de la escuela En el caso de Leamas, esto no se adecua!a con él, porque era !ilin"Ge en alem%n e in"lés, y su *olandés era admira!le+ adem%s, no le "usta!a el cric5et Pero la verdad es que no ten#a t#tulo universitario (l contrato de Leamas le falta!an unos pocos meses para quedar rescindido, y le pusieron en ancaria para completar el tiempo La ección ancaria era diferente de 6onta!ilidad: se ocupa!a de pa"os en el e=tranjero, de financiar a"entes y operaciones La mayor parte de los tra!ajos de ancaria los podr#a *a!er *ec*o un !otones, a no ser por el alto "rado de secreto requerido, y por eso ancaria era una de las varias secciones del ervicio que se considera!an como dependencias apropiadas para apartar a los empleados que pronto se i!an a enterrar Leamas pasó a 2quedar para simiente2 El proceso de 2quedar para simiente2 "eneralmente se considera como muy lar"o, pero en el caso de Leamas no fue as# ( la vista de todos sus cole"as, pasó de ser un *om!re *onrosamente desplazado a un lado, a ser un n%ufra"o resentido y !orrac*o+ y todo ello en pocos meses /ay un tipo de estupidez entre los !orrac*os, especialmente cuando no est%n !e!idos+ un tipo de descone=ión que los que son poco o!servadores interpretan P%"ina ; de ;<
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como va"uedad, y que Leamas pareció contraer con rapidez poco natural (dquir#a peque-as des*onestidades, ped#a prestadas cantidades insi"nificantes a las secretarias y olvida!a devolverlas, lle"a!a tarde o se marc*a!a pronto mascullando al"'n prete=to (l principio, sus compa-eros le trataron con indul"encia+ quiz% su decaimiento les asusta!a del mismo modo que nos asustan los tullidos, los mendi"os y los inv%lidos, porque tememos que podemos lle"ar a ser uno de ellos+ pero al final le aislaron su descuido y su mali"nidad !rutal y sin razones 6on cierta sorpresa de la "ente, a Leamas no parec#a importarle que le *u!ieran metido en conserva u voluntad, de pronto, parec#a *a!erse desplomado Las nuevas secretarias, reacias a creer que los Intelli"ences ervices est%n po!lados por mortales normales y corrientes, se alarma!an al notar que Leamas se *a!#a vuelto francamente putrefacto e cuida!a apenas de su aspecto y se fija!a menos en lo que le rodea!a, almorza!a en el restaurante, que normalmente era coto reservado a los empleados m%s jóvenes, y se rumorea!a que !e!#a e volvió un solitario, perteneciente a esa tr%"ica clase de *om!res activos prematuramente privados de actividad+ nadadores alejados del a"ua o actores desterrados del escenario (l"unos dec#an que *a!#a cometido un error en erl#n, y por eso su red *a!#a sido suprimida+ nadie sa!#a nada cierto 7odos esta!an de acuerdo en que le *a!#an tratado con una dureza desacostum!rada, incluso por parte de una dirección de Personal que no ten#a fama de filantrópica Le se-ala!an con disimulo cuando pasa!a, como se-alan los *om!res a un atleta de tiempos pasados, y dec#an: 2Es Leamas Le fue mal en erl#n Es lamenta!le la manera como se *a dejado ir2 ) lue"o, un d#a, desapareció $o dijo adiós a nadie, ni por lo visto a 6ontrol La cosa, por s# sola, no era sorprendente El car%cter del ervicio e=clu#a despedidas formales y re"alos de relojes de oro, pero incluso con esos criterios, la marc*a de Leamas pareció !rusca Por lo que parec#a, su marc*a tuvo lu"ar antes de que concluyera el término de su contrato Elsie, de la ección de 6onta!ilidad, ofreció una o dos mi"ajas de información: Leamas *a!#a co!rado en met%lico toda la cuant#a de su pa"a, lo cual, si es que Elsie entend#a al"o, quer#a decir que ten#a dificultades con su anco La "ratificación se le pa"ar#a a fin de mes+ ella no pod#a decir cu%nto, pero no lle"a!a a cuatro cifras+ po!re c*ico e *a!#a mandado su fic*a al e"uro $acional Personal ten#a una dirección suya, a-adió Elsie con un resoplido, pero desde lue"o no eran quiénes, los de Personal, para revelarla Lue"o esta!a la *istoria del dinero e supo por indiscreción —como de costum!re, nadie sa!#a de dónde sal#a eso— que la marc*a repentina de Leamas ten#a que ver con irre"ularidades en las cuentas de la ección ancaria >alta!a una cantidad !astante re"ular Rno de tres cifras, sino de cuatro, se"'n una se-ora de pelo azul que tra!aja!a en la centralita telefónicaS, y la *a!#an reco!rado casi toda, y le impusieron un em!ar"o so!re su
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pensión 3tros dijeron que no lo cre#an: en el caso de que (lec *u!iese querido ro!ar el cajón, dec#an, conoc#a medios m%s apropiados para *acerlo que enredar en las cuentas de la 6entral $o es que no fuera capaz: sólo que lo *a!r#a *ec*o mejor Pero los menos convencidos de las posi!ilidades delictivas de Leamas alud#an a su "ran consumo de alco*ol, a los "astos que acarrea!a mantener una familia separada, a la fatal diferencia entre la pa"a en el pa#s y los "astos permitidos en el e=tranjero, y, so!re todo, a las tentaciones que se le ponen por delante a un *om!re que maneja "randes sumas de dinero contante y sonante, cuando sa!e que sus d#as en el ervicio est%n contados 7odos se mostraron de acuerdo en que si (lec se *a!#a manc*ado las manos, esta!a liquidado para siempre: los de 4einstalación ni le mirar#an, y Personal no querr#a dar referencias so!re él, o las dar#a de un modo tan fr#o como el *ielo, y aun el patrono m%s entusi%stico sentir#a un escalofr#o al verlas El desfalco era el 'nico pecado que los de Personal no deja!an que nadie olvidase y que ellos mismos no olvida!an jam%s i era cierto que (lec *a!#a ro!ado a 6am!rid"e 6ircus, i!a a llevarse consi"o a la tum!a la cólera de Personal, y Personal no pa"ar#a ni la mortaja 8urante una semana o dos después de su marc*a, unos cuantos se pre"untaron qué *a!r#a sido de él Pero sus viejos ami"os ya sa!#an que ten#an que evitarle e *a!#a vuelto un molesto resentido, que ataca!a constantemente al ervicio y a su administración, y lo que él llama!a 2los c*icos de 6a!aller#a2 que, se"'n dec#a, lleva!an sus asuntos como si fuera el clu! de oficiales de un re"imiento $unca perd#a la oportunidad de meterse con los americanos y sus servicios de espionaje Parec#a odiarles m%s que a la (!teilun", a la que alud#a rara vez, o casi nunca u"er#a que eran ellos los que *a!#an puesto en peli"ro su red: esto parec#a una o!sesión en él, la mala manera con que recompensa!a cualquier intento de consolarle (s# se volvió una compa-#a desa"rada!le, de modo que los que le conoc#an, e incluso los que le conced#an silenciosamente su simpat#a, aca!aron por eliminarle La marc*a de Leamas causó tan sólo una ondulación en el a"ua+ con otros vientos y con el cam!io de estaciones, pronto quedó olvidada u piso era peque-o y destartalado, pintado de color pardo y con foto"raf#as de 6lovelly 8a!a enfrente mismo de las "rises traseras de tres almacenes de piedra, con ventanas que, por razones estéticas, *a!#an sido di!ujadas con creosota Encima de los almacenes viv#a una familia italiana, que se pelea!a cada noc*e y sacud#a las alfom!ras durante el d#a Leamas ten#a pocas cosas con que ale"rar los cuartos 6ompró unas pantallas para tapar las !om!illas, y dos pares de s%!anas para sustituir las fundas de tela !asta proporcionadas por el casero El resto, Leamas lo toleró: las cortinas estampadas con flores, sin forro ni do!ladillo, los oscuros revestimientos rozados del suelo, y el tosco
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mo!iliario de madera parda, al"o as# como de un *ostal de marineros 1n "rifo amarillo resque!rajado le proporciona!a a"ua caliente por un c*el#n $ecesita!a un empleo $o ten#a dinero, nada en a!soluto 8e modo que tal vez fuese cierto lo que se conta!a del desfalco ( Leamas le parecieron ti!ios y peculiarmente inadecuados los ofrecimientos de nueva colocación que le *izo el ervicio Primero, trató de o!tener tra!ajo en el comercio 1na empresa de fa!ricantes de ad*esivos industriales se mostró interesada por su aspiración al puesto de su!director y jefe de personal in *acer caso a la referencia poco 'til que el ervicio *a!#a dado de él, no le e=i"ieron ni requisitos ni t#tulos y le ofrecieron seiscientas al a-o e quedó una semana, al ca!o de la cual la *edionda pestilencia del aceite de pescado rancio se le *a!#a metido en el pelo y la ropa, ad*iriéndosele en las narices como el olor de la muerte $o *a!#a lavado que lo suprimiera, de modo que Leamas se rapó el pelo al cero y tuvo que tirar dos de sus mejores trajes Pasó otra semana intentando vender enciclopedias a las amas de casa de las zonas residenciales, pero no era *om!re a quien éstas comprendieran o vieran con !uenos ojos, no quer#an a Leamas, o al menos a sus enciclopedias $oc*e tras noc*e volv#a fati"ado f ati"ado a su piso, con su rid#cula muestra muestra !ajo el !razo (l fin de la semana telefoneó telefoneó a la empresa y les dijo que no *a!#a vendido nada in manifestar sorpresa, le recordaron su o!li"ación de devolver la muestra si deja!a de actuar en su representación, y col"aron Leamas salió de la ca!ina telefónica dando furiosas zancadas, se dejó olvidada la muestra, fue a un !ar y se em!orrac*ó perdidamente "ast%ndose veinticinco c*elines, que no pod#a pa"ar Le ec*aron por c*illar a una mujer que trata!a de llev%rsele Le dijeron que no volviera jam%s, pero una semana m%s tarde lo *a!#an olvidado todo Empeza!an a conocer all# a Leamas 7am!ién en otros sitios empezaron a conocer a esa fi"ura "ris y !am!oleante $o dec#a ni una m#sera pala!ra: no ten#a ni un ami"o, *om!re, mujer o animal (divina!an (divina!an que esta!a en un apuro: pro!a!lemente *a!#a a!andonado a su mujer $unca sa!#a el precio de nada, nunca lo recorda!a cuando se lo dec#an e palpa!a todos los !olsillos siempre que necesita!a dinero suelto, nunca se acorda!a de llevar una cesta, siempre compra!a !olsas para llevarse lo que que compra!a En su calle no le ten#an simpat#a, pero casi le compadec#an (dem%s, pensa!an que esta!a muy sucio, con aquel modo de no afeitarse los fines de semana, y con las camisas todas desali-adas desali-adas 1na tal se-ora 0ac 6aird, de ud!ury (venue, le *ac#a la limpieza todas las semanas, pero como nunca reci!ió de él ni una pala!ra ama!le, a!andonó su tra!ajo Ella era una importante fuente de información en aquella calle, donde los tenderos se conta!an unos a otros lo que necesita!an sa!er en caso de que él pidiera crédito La opinión de la se-ora 0ac 6aird era adversa al crédito Leamas nunca reci!#a cartas, dec#a ella, y lle"aron al acuerdo de que eso era "rave $o ten#a cuadros y sólo unos pocos li!ros+ ella cre#a que uno de los li!ros era indecente, pero no pod#a estar se"ura
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porque esta!a escrito escrito en un idioma e=tranjero u opinión opinión era que tendr#a al"una al"una rentilla de que vivir, y se le esta!a aca!ando a!#a que los jueves i!a a co!rar su!sidio de paro 7odo 7odo aysHater esta!a advertido y no *a!#a necesidad de m%s avisos e enteraron por la se-ora 0ac 6aird que !e!#a como un pez: el de la ta!erna lo confirmó Los ta!erneros y las mujeres de la limpieza no est%n en situación como para conceder crédito a sus clientes, pero su información información es muy valiosa valiosa para los que s# lo est%n 4 - LIZ
Por fin, aceptó aceptó el tra!ajo tra!ajo en la i!liotec i!lioteca a La ("e ("encia ncia de 6olocacio 6olocaciones nes se lo *a!#a *a!#a puesto delante de las narices narices todos los jueves por la ma-ana ma-ana cuando co!ra!a co!ra!a su su!sidio de paro, pero él lo *a!#a *a!#a rec*azado rec*azado siempre —La verdad es que no es lo que mejor le va —dijo el se-or Pitt—, pero la pa"a es !uena y el tra!ajo tra!ajo es f%cil para un *om!re *om!re instruido —¿&ué clase de de !i!lioteca es? —pre"untó —pre"untó Leamas Leamas —Es la i!lioteca aysHater de Investi"aciones Investi"aciones Psicoló"icas Es una fundación: tienen miles de li!ros, y les *an *ec*o un le"ado de muc*os m%s $ecesitan otro ayudante Leamas co"ió el ó!olo y la tira de papel —on "ente rara r ara —a-adió el se-or Pitt—, pero, por otra parte, usted tampoco es de los que se quedan fijos, ¿no? 0e parece que ya es *ora de que les pusiera a prue!a, ¿no cree? /a!#a al"o raro en Pitt Leamas esta!a se"uro de *a!erle visto antes en al"'n otro sitio En 6am!rid"e 6ircus, durante la "uerra La i!lioteca era como la nave de una i"lesia y, adem%s muy fr#a Las ne"ras estufas de petróleo, en los e=tremos, da!an un olor a parafina En medio del local *a!#a una ca!ina, como la de los testi"os en un tri!unal, y dentro esta!a sentada la se-orita 6rail, la !i!liotecaria $unca se le *a!#a ocurrido a Leamas que *u!iera de tra!ajar a las órdenes de una mujer En la ("encia de 6olocaciones, nadie le *a!#a dic*o nada de eso —oy el nuevo ayudante —dijo—, me me llamo Leamas Leamas La se-orita 6rail levantó la vista !ruscamente de su fic*ero, como si *u!iera o#do una "roser#a —¿(yudante? —¿(yudante? ¿&ué quiere quiere decir con eso de 2ayudante2? 2ayudante2? —(sistente 8e parte parte de la ("encia ("encia de 6olocaciones, 6olocaciones, del se-or se-or Pitt (lar"ó a través del mostrador un impreso *ec*o en multicopista con sus datos anotados con letra inclinada Ella lo co"ió y lo e=aminó —1sted es el se-or se-or Leamas $o era una pre"unta, sino la primera fase de una investi"ación para averi"uar los P%"ina N de ;<
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*ec*os —) es usted de la ("encia de de 6olocaciones 6olocaciones —$o, me *a mandado la ("encia ("encia de 6olocaciones 6olocaciones 0e *an dic*o que necesita!an necesita!an ustedes un asistente —)a entiendo 1na sonrisa adusta En ese momento sonó el teléfono: ella co"ió el auricular y empezó a discutir ferozmente con al"uien Leamas adivinó que discut#an siempre, que no *a!#a preliminares Ella elevó el tono de voz, simplemente, y empezó a discutir so!re unas entradas para un concierto l escuc*ó un par de minutos, y lue"o se diri"ió *acia las estanter#as En uno de los compartimientos, o!servó que *a!#a una muc*ac*a, de pie en una escalera, ordenando unos "randes vol'menes —oy el nuevo —dijo—, me llamo Leamas Leamas Ella !ajó de la escalera y le dio la mano un tanto ceremoniosamente ceremoniosamente —)o soy Liz old Encantada Encantada ¿/a conocido a la se-orita se-orita 6rail? —#, pero en este momento est% *a!lando *a!lando por teléfono teléfono —8iscutiendo con su madre, ima"ino ima"ino ¿&ué va a *acer *acer usted? —$o sé 7ra!ajar 7ra!ajar —(*ora estamos poniendo si"naturas+ la se-orita 6rail *a empezado un nuevo fic*ero Era una muc*ac*a alta, des"ar!ada, de lar"a cintura y piernas lar"as Lleva!a zapatos !ajos, de 2!allet2, para reducir su estatura En su cara, como en su cuerpo, *a!#a al"o que parec#a oscilar entre la fealdad y la !elleza Leamas supuso que tendr#a veintidós o veintitrés a-os, y que ser#a jud#a —e trata sólo de compro!ar que todos los li!ros estén en los estantes estantes Esta es la tira de referencia, ya ve 6uando lo *aya compro!ado, apunte en l%piz la nueva si"natura y la tac*a en el fic*ero —¿) que ocurre lue"o? —ólo la se-orita 6rail 6rail est% autorizada a pasar a tinta la si"natura si"natura Es el re"lamento re"lamento —¿El re"lamento de quién? —8e la se-orita 6rail ¿Por ¿Por qué no empieza empieza por la arqueolo"#a? arqueolo"#a? Leamas asintió y marc*aron juntos al compartimiento si"uiente, en cuyo suelo *a!#a una caja de zapatos llena de fic*as —¿/a *ec*o usted usted al"una vez vez cosas de este este tipo? —$o —se a"ac*ó a reco"er un pu-ado de fic*as y las sopló— 0e envió el se-or Pitt 8e la ("encia @olvió a poner en su sitio las fic*as —La se-orita 6rail es la 'nica persona persona que puede pasar pasar a tinta las si"naturas, si"naturas, ¿no? Ella le dejó all# Leamas, tras un momento de vacilación, sacó un li!ro y miró la
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portadilla e titula!a 28escu!rimientos arqueoló"icos en (sia 0enor2, @olumen 6uarto (l parecer, sólo ten#an el volumen cuarto
Era la una, y Leamas ten#a muc*a *am!re, as# que se acercó *acia donde esta!a Liz old clasificando y dijo: —¿&ué pasa con el almuerzo? —(*, yo trai"o !ocadillos —pareció un poco co*i!ida— Puede co"er al"uno de los m#os, si lo desea $o *ay café en varias millas a la redonda Leamas movió la ca!eza —racias, saldré 7en"o que *acer unas compras Ella o!servó como se a!r#a paso de un empujón por las puertas oscilantes Eran las dos y media cuando re"resó 3l#a a H*is5y 7ra#a la !olsa llena de verduras y otra conteniendo diversos comesti!les Las dejó en una esquina del compartimiento y fati"osamente volvió a empezar con los li!ros de arqueolo"#a Lleva!a unos diez minutos poniéndoles si"naturas cuando se dio cuenta de que la se-orita 6rail le o!serva!a —2e-or2 Leamas l esta!a a medio su!ir en la escalera, de modo que miró a!ajo por encima del *om!ro y dijo: —¿&ué? —¿a!e usted de dónde *an salido estas !olsas de comesti!les? —on m#as —)a entiendo on suyas —Leamas esperó— Lamento —continuó ella por fin— que no permitamos meter la compra en la i!lioteca —¿8ónde puedo ponerla, si no? $o *ay otro sitio donde pueda ponerla —En la i!lioteca, no —contestó ella Leamas no le *izo caso y volvió a diri"ir su atención a la sección de arqueolo"#a —i solamente se tomara el tiempo necesario para el almuerzo—continuó la se-orita 6rail—, no tendr#a tiempo para *acer la compra $in"una de nosotras lo tiene, ni la se-orita old ni yo misma, no tenemos tiempo para compras —Entonces, ¿por qué no se toman media *ora m%s? —pre"untó Leamas—+ as# tendr#an tiempo i tanto les ur"e pueden tra!ajar otra media *ora por la tarde+ si les apremian Ella se detuvo unos momentos, sin *acer otra cosa m%s que mirarle y pensando, evidentemente, al"o que decirle Por fin anunció: —Lo discutiré con el se-or Ironside —y se marc*ó ( las cinco y media, la se-orita 6rail se puso el a!ri"o, y con un enf%tico 2!uenas noc*es, se-orita old2, se fue Leamas adivinó que se *a!#a pasado toda la tarde cavilando
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so!re las !olsas de la compra Pasó al compartimiento conti"uo, donde Liz old esta!a sentada en el pelda-o m%s !ajo de su escalerilla, leyendo al"o que parec#a un folleto (l ver a Leamas, lo dejó caer con aire culpa!le en su !olso y se puso en pie —¿&uién es el se-or Ironside? —pre"untó Leamas —6reo que no e=iste —contestó ella— Es su mejor recurso cuando no sa!e encontrar una respuesta 1na vez le pre"unté quién era e puso toda elusiva y misteriosa y me dijo: 2$o se preocupe2 6reo que no e=iste —7ampoco estoy se"uro de que e=ista la se-orita 6rail —dijo Leamas, y Liz old sonrió ( las seis, ella cerró y dio las llaves al conserje, un *om!re muy viejo que en la Primera uerra *a!#a sufrido un 2s*oc52 e=plosivo y que, se"'n Liz, se pasa!a toda la noc*e despierto por si los alemanes realiza!an un contraataque >uera, *ac#a un fr#o terri!le —¿7iene que ir muy lejos? —pre"untó Leamas —@einte minutos a pie iempre voy andando ¿) usted? —$o estoy lejos —dijo Leamas— uenas noc*es @olvió al piso andando despacio (!rió y dio al interruptor de la luz $o pasó nada Pro!ó la luz de la cocinita, y por 'ltimo la estufa eléctrica enc*ufada junto a la cama En la estera de la puerta *a!#a una carta La reco"ió y la sacó a la p%lida luz amarillenta de la escalera Era de la compa-#a eléctrica, lamentando que el jefe de zona no tuviera m%s alternativa que cortarle la luz *asta que se pa"ara la cuenta pendiente de nueve li!ras, cuatro c*elines y oc*o peniques
e *a!#a convertido en un enemi"o de la se-orita 6rail, y a la se-orita 6rail lo que le "usta!a eran los enemi"os 3 le mira!a ce-uda o fin"#a no verle, y cuando él se acerca!a, ella empeza!a a tem!lar, mirando a derec*a e izquierda, quiz% en !usca de al"o con qué defenderse, o de una l#nea de escapatoria ( veces sent#a un inmenso resentimiento, como cuando él col"ó su impermea!le en la perc*a 2de ella2 y ésta se quedó delante tem!lando durante sus !uenos cinco minutos, *asta que Liz la o!servó y llamó a Leamas Leamas se acercó y le dijo: —¿&ué le dis"usta, se-orita 6rail? —$ada —contestó ella, en un tono jadeante y cortado—, nada en a!soluto —¿Pasa al"o malo con mi impermea!le? —$ada en a!soluto —0uy !ien —contestó él, y se volvió a su compartimiento Ella se pasó el d#a tem!lando, y durante media ma-ana estuvo con una llamada telefónica en susurro teatral
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—e lo est% contando a su madre —dijo Liz— iempre se lo cuenta a su madre 7am!ién le cuenta cosas de m# La se-orita 6rail lle"ó a sentir un odio tan intenso *acia Leamas, que encontró imposi!le comunicarse con él Los d#as de co!ro, cuando él volv#a de almorzar, encontra!a un so!re en el tercer pelda-o de su escalerilla con su nom!re fuera, escrito con mala orto"raf#a La primera vez ocurrió que él le llevó el dinero con el so!re y dijo: —Es LFEF(, se-orita 6rail, y sólo una 8e!ido a esto, ella sufrió un verdadero ataque de epilepsia, revolviendo los ojos y enredando confusamente con el l%piz *asta que Leamas se marc*ó 8espués, estuvo conspirando por teléfono durante *oras se"uidas (l ca!o de tres semanas que Leamas *a!#a empezado a tra!ajar en la i!lioteca, Liz le invitó a cenar >in"ió que era una idea que se le *a!#a ocurrido de repente aquella misma tarde a las cinco+ parec#a darse cuenta de que si le invita!a para ma-ana o pasado, él se olvidar#a o no ir#a, simplemente, as# que le invitó a las cinco Leamas pareció reacio a aceptar, pero al fin aceptó >ueron andando *asta su piso a través de la lluvia, y podr#an *a!er estado en cualquier sitio, erl#n, Londres, cualquier ciudad donde las piedras del pavimento se convirtieran en la"os de luz !ajo la lluvia del atardecer, y el tr%fico resoplara desesperadamente a través de las calles mojadas >ue la primera de muc*as cenas que Leamas tomó en su piso I!a cuando ella se lo ped#a, y ella le invita!a a menudo l nunca *a!la!a muc*o 6uando ella descu!rió que s# ir#a, se acostum!ró a poner la mesa por la ma-ana antes de salir para la i!lioteca Incluso prepara!a por adelantado la ensalada, y pon#a velas en la mesa, porque le "usta!a la luz de las velas iempre sa!#a que en Leamas *a!#a al"o en lo m%s profundo que i!a mal, y que al"'n d#a, por razones que ella no pod#a comprender, estallar#a y nunca le volver#a a ver 7rató de decirle que lo sa!#a+ una noc*e le dijo: —Puedes marc*arte cuando quieras+ nunca te se"uiré, (lec —y los ojos oscuros de él descansaron en ella durante un momento —)a te diré cu%ndo —contestó El piso no ten#a m%s que un cuarto de estar, a la vez alco!a, y la cocina En el cuarto *a!#a dos !utacas, un sof%Fcama y una estanter#a llena de li!ros en r'stica, so!re todo cl%sicos, que ella no *a!#a le#do jam%s 8espués de cenar, ella le *a!la!a+ él se tum!a!a a fumar en el div%n $unca sa!#a ella *asta qué punto la o#a, ni le importa!a e arrodilla!a junto a la cama y le co"#a la mano, apret%ndola contra su propia mejilla, mientras *a!la!a 1na noc*e le dijo: —(lec, ¿en qué crees? $o te r#as, d#melo Ella esperó un momento y por fin él dijo:
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—)o creo que el auto!'s once me lleva a /ammersmit* $o creo que lo conduzca Pap% $oel Ella se quedó pensativa y por fin volvió a pre"untar: —Pero ¿en qué crees? Leamas se enco"ió de *om!ros —7ienes que creer en al"o —insistió ella—+ en al"o como 8ios é que crees, (lec+ a veces pones una cara como si tuvieras al"o especial que *acer, i"ual que un cura (lec, no te r#as, es verdad l movió la ca!eza —Lo siento, Liz, lo *as entendido mal $o me "ustan los yanquis ni las 2pu!lic sc*ools2 $o me "ustan los desfiles militares ni la "ente que jue"a a los soldados —sin sonre#r, a-adió—: ) no me "ustan las conversaciones so!re cu%l es el sentido de la vida —Pero, (lec, es como si dijeras —8e!er#a *a!er a-adido —interrumpió Leamas— que no me "usta la "ente que me dice lo que de!er#a pensar Ella sa!#a que se esta!a irritando, pero ya no pod#a contenerse —BEso es porque no quieres pensar, no te atrevesC /ay al"'n veneno en tu alma, al"'n odio Eres un fan%tico (lec, sé que lo eres, pero no sé de qué Eres un fan%tico que no quiere convertir a la "ente, y eso es cosa peli"rosa Eres como un *om!re que *a jurado ven"anza, o al"o as# Los ojos oscuros se posaron en ella (l *a!lar, ella se asustó de la amenaza que *a!#a en su voz —i yo estuviera en tu lu"ar —dijo %speramente—, me ocupar#a de mis propios asuntos ) lue"o sonrió, con una p#cara sonrisa de irlandés $unca *a!#a sonre#do as#, y Liz comprendió que esta!a fin"iendo ese encanto —¿En qué cree Liz? —pre"untó ) ella contestó: —$o se puede sacar tan f%cilmente 8espués, esa noc*e, volvieron a *a!lar de ello Leamas lo planteó+ le pre"untó si era reli"iosa —0e *as entendido mal —dijo—, al revés )o no creo en 8ios —Entonces ¿en qué crees? —En la *istoria l la miró un momento con asom!ro, y lue"o se ec*ó a re#r —(*, Liz, Ba*, noC ¿$o ser%s una maldita comunista? Ella asintió con la ca!eza, ru!oriz%ndose como una ni-a ante las risas de Leamas, irritada y aliviada de que a él no le importara
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Esa noc*e le retuvo y se *icieron amantes l se marc*ó a las cinco de la ma-ana Liz no pod#a entenderlo: ella esta!a muy or"ullosa, y él parec#a aver"onzado Leamas salió del piso y !ajó por la calle desierta en dirección al parque /a!#a nie!la 1n poco m%s a!ajo, en la calle —no lejos de all#, a unos treinta pasos, quiz% al"o m%s— se destaca!a la fi"ura de un *om!re con impermea!le, !ajo y m%s !ien rec*onc*o (poyado contra la verja del parque, se recorta!a entre la nie!la cam!iante 6uando se acercó Leamas, la nie!la pareció espesarse y cerrarse en torno a la fi"ura de la verja, y cuando se disipó, el *om!re ya se *a!#a ido 5 - CRÉDITO
Poco después, alrededor de una semana m%s tarde, Leamas dejó de ir un d#a a la i!lioteca La se-orita 6rail se sintió encantada+ a las once y media se lo *a!#a contado a su madre, y al volver del almuerzo se quedó parada ante las estanter#as de arqueolo"#a donde él *a!#a tra!ajado desde que lle"ó e quedó mirando, con una fijeza teatral, las *ileras de li!ros, y Liz comprendió que fin"#a averi"uar si Leamas *a!#a ro!ado al"o Liz prescindió completamente de ella durante el resto del d#a, dejando de contestar cuando ella le pre"unta!a, y tra!ajando con asidua aplicación (l lle"ar la noc*e, volvió a casa a pie y se durmió llorando ( la ma-ana si"uiente lle"ó pronto a la i!lioteca in sa!er por qué, pensa!a que cuanto antes lle"ase, antes podr#a acudir Leamas+ pero a medida que pasa!a lentamente la ma-ana, sus esperanzas se e=tin"u#an, y comprend#a que él no lle"ar#a jam%s (quel d#a se *a!#a olvidado de prepararse unos !ocadillos, de modo que decidió co"er un auto!'s que la llevase a aysHater 4oad para ir a comer a (6 e sent#a mareada y vac#a, pero sin *am!re ¿) si fuera a !uscarle? /a!#a prometido no se"uirle nunca, pero él le prometió cont%rselo todo ¿Ir#a a !uscarle? /izo se-as a un ta=i y dio la dirección de (lec u!ió por la deslucida escalera y apretó el tim!re de su puerta El tim!re parec#a roto: no oyó nada /a!#a tres !otellas de lec*e en la estera de la puerta y una carta de la compa-#a eléctrica @aciló un momento+ lue"o "olpeó la puerta y oyó el leve "emido de un *om!re e precipitó por las escaleras al piso de a!ajo, aporreó la puerta y tocó el tim!re $o reci!ió respuesta, de modo que !ajó corriendo otro tramo y se encontró en la trastienda de un comercio de comesti!les En un rincón *a!#a una vieja sentada, meciéndose *acia delante y atr%s en su !utaca —En el piso de arri!a —casi "ritó Liz— *ay al"uien que se encuentra muy mal ¿&uién tiene una llave? La vieja la miró durante un momento, y lue"o diri"ió su mirada *acia donde esta!a la tienda P%"ina 9; de ;<
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—(rt*ur, entra aqu#+ (rt*ur, B*ay una c*ica aqu#C 1n *om!re con peto pardo y un som!rero tirolés "ris asomó la ca!eza por la puerta y dijo: —¿1na c*ica? —/ay al"uien "ravemente enfermo en el piso de arri!a —dijo Liz—, no puede lle"ar a la puerta de la escalera y a!rirla ¿7iene usted una llave? —$o —contestó el tendero—, pero ten"o un martillo ) se precipitaron escaleras arri!a juntos+ el tendero, siempre con su som!rerito, llevando un "ran destornillador y un martillo l "olpeó reciamente la puerta, y esperaron conteniendo el aliento al"una respuesta Pero ésta no lle"ó —(ntes o# un "emido, le ase"uro que lo o# —susurró Liz —¿Pa"ar% usted esta puerta si la ec*o a!ajo? El martillo *izo un ruido terri!le 6on tres "olpes arrancó un trozo del marco, y la cerradura saltó con ella Liz entró delante, y el tendero la si"uió El cuarto esta!a terri!lemente fr#o y oscuro, pero en la cama del rincón pudieron distin"uir la fi"ura de un *om!re 2(y, se-or —pensó Liz—, si est% muerto, creo que no puedo tocarle2 Pero se acercó a él, y a'n esta!a vivo 8escorrió las cortinas y se arrodilló junto a la cama —)a le llamaré si le necesito, "racias —dijo ) el tendero asintió y se fue escaleras a!ajo —(lec, ¿qué es eso? ¿&ué te *a puesto malo? ¿&ué es esto, (lec? Leamas movió la ca!eza en la almo*ada us ojos *undidos esta!an cerrados La !ar!a oscura resalta!a en la palidez de su cara —(lec, tienes que dec#rmelo, por favor, (lec (preta!a una de sus manos entre las suyas, mientras las l%"rimas le ca#an por las mejillas 8esesperadamente, pensó qué pod#a *acer+ lue"o se levantó y corrió *acia la cocina para poner a"ua a *ervir $o sa!#a claramente qué de!#a *acer, pero le consola!a *acer al"o 8espués de poner el a"ua en el "as, reco"ió el !olso, se llevó la llave de Leamas de la mesilla, !ajó corriendo los cuatro tramos *asta la calle, y cruzó a la farmacia de enfrente 6ompró "elatina de ternera, e=tracto de carne y aspirinas 6uando esta!a a punto de lle"ar a la puerta, se volvió atr%s y compró un paquete de "alletas En total le costó dieciséis c*elines, lo que la dejó con cuatro c*elines en el !olso y once li!ras en la li!reta de la caja de a*orros, pero *asta el d#a si"uiente no pod#a sacar nada 6uando volvió al piso, el a"ua *a!#a empezado a *ervir /izo el té con el e=tracto de carne, como lo *ac#a su madre, en un vaso con una cuc*arilla dentro para que no se resque!rajara, todo el tiempo mir%ndole como temiendo que estuviera muerto
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7uvo que ponerle al"'n apoyo para lo"rar que se !e!iese el té ólo ten#a una almo*ada y no *a!#a en el cuarto almo*adones, de modo que descol"ó el a!ri"o que *a!#a detr%s de la puerta, *izo con él un l#o y lo arre"ló detr%s de la almo*ada Le asusta!a tocarle+ esta!a tan empapado de sudor, que su corto pelo "ris se *a!#a puesto *'medo y res!aloso Poniendo la taza junto a la cama, le sostuvo la ca!eza con una mano y le dio el té con la otra 8espués de *acerle tomar unas cuantas cuc*aradas, aplastó dos aspirinas y se las dio en la cuc*ara Le *a!la!a como si fuera un ni-o, sentada en el !orde de la cama, mir%ndole, pas%ndole a veces los dedos por la ca!eza y la cara, y susurrando su nom!re una y otra vez: —(lec (lec Poco a poco, su respiración se *izo m%s re"ular y su cuerpo se a!landó, al pasar del tenso dolor de la fie!re a la calma del sue-o Liz, o!serv%ndole, comprendió que lo peor *a!#a pasado 8e pronto se dio cuenta de que casi *a!#a oscurecido Entonces se sintió aver"onzada, porque sa!#a que de!er#a limpiar y ordenar e incorporó de un salto !usco la esco!a y un plumero en la cocina, y se puso a tra!ajar con ener"#a fe!ril Encontró un mantel de tela limpio, lo e=tendió !ien so!re la mesilla y fre"ó las tazas y platos sueltos que *a!#a por la cocina 6uando aca!ó, miró el reloj y vio que eran las oc*o y media Puso a *ervir m%s a"ua y volvió junto a la cama —(lec, no lo tomes a mal, por favor —dijo— me iré, te lo prometo+ pero deja que te *a"a una comida decente Est%s mal, no puedes se"uir as#, es Bo*, (lecC ) se derrum!ó llorando, con las manos en la cara, y las l%"rimas corriendo por entre sus dedos, como las l%"rimas de un ni-o l la dejó que llorase, mir%ndola con sus oscuros ojos, las manos aferradas a la s%!ana
Ella le ayudó a lavarse y afeitarse, y encontró ropa de cama limpia Le dio "elatina de ternera del tarro que *a!la comprado en la farmacia entada en la cama, mira!a cómo com#a y pensa!a que jam%s *a!#a sido tan feliz Pronto se quedó dormido+ ella le remetió la manta por los *om!ros y se acercó a la ventana eparando las ajadas cortinas, levantó el !astidor y se asomó /a!#a otras dos ventanas con luz en el patio En una ve#a la centellante silueta azul de una pantalla de televisión, con las fi"uras a su alrededor, inmovilizadas por su *ec*izo+ en la otra, una mujer muy joven se arre"la!a unos rizadores en el pelo Liz sintió deseos de llorar por el %spero en"a-o de sus sue-os e quedó dormida en la !utaca y no despertó *asta que casi fue de d#a, sintiéndose r#"ida y fr#a e acercó a la cama: Leamas se movió al"o cuando ella le miró, y ella le tocó los la!ios con la punta de los dedos $o a!rió los ojos, pero e=tendió suavemente el !razo y la atrajo a la cama, y de repente ella le deseó terri!lemente, y nada importa!a, y le volvió
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a !esar una y otra vez 6uando le miró, él parec#a sonre#r
8urante seis d#as, ella fue d#a tras d#a l nunca le *a!la!a muc*o, y una vez que ella pre"untó si la quer#a, contestó que no cre#a en cuentos de *adas Ella se tum!a!a en la cama, apoy%ndole la ca!eza en el pec*o, y a veces él le pasa!a sus recios dedos entre el pelo, apret%ndoselo fuertemente, y Liz se re#a y dec#a que le *ac#a da-o El viernes por la tarde le encontró vestido, pero sin afeitar, y le e=tra-ó que no se *u!iera afeitado Por al"una razón ine=plica!le, se sent#a alarmada >alta!an del cuarto al"unas peque-as cosas: el reloj y la !arata radio port%til que esta!a en la mesa Ella quiso *acerle una pre"unta, pero no se atrevió /a!#a comprado *uevos y jamón, y los preparó de cena, mientras Leamas, sentado en la cama, fuma!a un ci"arrillo tras otro 6uando estuvo todo dispuesto, fue a la cocina y volvió con una !otella de vino tinto l apenas *a!ló durante la cena, y ella le o!servó con un temor creciente, *asta que no pudo soportarlo m%s y e=clamó de repente: —(lec, o*, (lec, ¿qué es eso? ¿Es la despedida? l se levantó de la mesa, le co"ió las manos y la !esó de un modo como no lo *a!#a *ec*o nunca, *a!l%ndole suavemente durante muc*o tiempo de cosas que ella sólo entend#a oscuramente y que sólo o#a a medias, porque durante todo el tiempo supo que era el final y ya nada le importa!a —(diós, Liz —dijo— (diós ) lue"o: —$o me si"as $o lo vuelvas a *acer Liz asintió, murmurando: —6omo acordamos ("radeció el mordiente fr#o de la calle y la oscuridad que oculta!a sus l%"rimas
( la ma-ana si"uiente, s%!ado, fue cuando Leamas pidió al tendero que le fiara Lo *izo sin muc*o arte, de un modo que no era el m%s apropiado para lo"rarlo Encar"ó media docena de cosas —no suma!an m%s de una esterlina—, y cuando estuvieron envueltas y metidas en la !olsa, dijo: —er#a mejor que me mandara esta cuenta El tendero sonrió con dificultad y dijo: —0e temo que no podré *acerlo >alta!a claramente la pala!ra 2se-or2 —¿Por qué dia!los no? —pre"untó Leamas, y la cola de clientes detr%s de él se removió con inquietud
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—$o le conozco a usted —contestó el tendero —$o sea majadero —dijo Leamas— Llevo cuatro meses viniendo aqu# El tendero enrojeció —iempre pedimos la referencia de un !anco antes de conceder cualquier crédito — dijo, y Leamas perdió la compostura —$o me ven"a con c*uler#as im!éciles —"ritó—, la mitad de sus clientes no *an entrado nunca en un !anco, ni entrar%n en su asquerosa vida Eso era una *erej#a inaudi!le, porque era verdad —$o le conozco a usted de nada —repitió el tendero, estropajosamente—, ni es una persona de mi a"rado (*ora v%yase de mi tienda ) trató de recuperar el paquete que, por des"racia, Leamas ya *a!#a a"arrado 8espués *u!o diferentes opiniones so!re lo que ocurrió a continuación 1nos dijeron que el tendero, tratando de recuperar la !olsa, empujó a Leamas+ otros dijeron que no Lo *iciera o no, Leamas le "olpeó —la mayor#a de la "ente cre#a que dos veces—, sin a!rir la mano derec*a, con la que se"u#a sosteniendo la !olsa Pareció lanzar el "olpe, no con el pu-o, sino con el canto de la mano izquierda, y lue"o, en el mismo movimiento, asom!rosamente r%pido, con el codo izquierdo El tendero se desplomó al instante y quedó inmóvil como una piedra 8espués se dijo ante el tri!unal, y no lo ne"ó la defensa, que el tendero *a!#a reci!ido dos lesiones: un pómulo fracturado en el primer "olpe, y una mand#!ula dislocada en el se"undo Las noticias en la prensa diaria fueron precisas, pero no muy detalladas
6 - CONTACTO
Por la noc*e, esta!a tum!ado en su litera oyendo los ruidos de los presos /a!#a un muc*ac*o que solloza!a y un viejo reincidente que canta!a 23n Il5ley 0oor !ar tTat2, llevando el comp%s con la lata de la comida /a!#a un carcelero que "rita!a: 26ierra el pico, eor"e, misera!le zoquete2, después de cada verso, pero nadie le *ac#a caso /a!#a un irlandés que canta!a canciones so!re el Ejército 4epu!licano Irlandés, aunque los dem%s dec#an que esta!a all# por una violación Leamas, durante el d#a, *ac#a todo el ejercicio que pod#a, con la esperanza de poder dormir por la noc*e, pero era in'til 8e noc*e, uno sa!#a que esta!a en la c%rcel+ de noc*e no *a!#a nada, no *a!#a truco de visiones o autoen"a-o que le salvara a uno del encierro nausea!undo de la celda $o pod#a uno cerrar el paso al sa!or de la prisión, al olor del uniforme de la prisión, al *edor de las instalaciones sanitarias de la prisión, intensamente desinfectadas, a los ruidos de los presos Entonces, de noc*e, era cuando la indi"nidad del cautiverio se *ac#a apremiantemente insufri!le+ entonces era cuando odia!a la "rotesca P%"ina 9N de ;<
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jaula de acero que le reten#a, y *a!#a de refrenar a la fuerza el af%n de lanzarse contra los !arrotes con los pu-os desnudos, de partirles el cr%neo a los carceleros y lanzarse a la li!ertad, al espacio li!re de Londres ( veces pensa!a en Liz >ija!a su mente en ella !revemente, como el o!jetivo de una c%mara+ recorda!a por un momento el contacto li"eramente duro de un cuerpo lar"o, y lue"o la aparta!a de su memoria Leamas no era un *om!re acostum!rado a vivir de sue-os 8esprecia!a a sus compa-eros de celda, y ellos le odia!an Le odia!an porque lo"ra!a ser lo que todos ellos, en el fondo de su corazón, an*ela!an ser: un misterio l preserva!a de la comunidad una parte visi!le de su personalidad: a él no se le pod#a impulsar a que, en momentos sentimentales, *a!lara de su muc*ac*a, de su familia o de sus *ijos $o sa!#an nada de Leamas+ espera!an, pero él no se acerca!a *acia ellos Los presos nuevos son, "eneralmente, de dos especies: unos, por ver"Genza, miedo o trastorno esperan con fascinado *orror a que les inicien en las astucias de la vida de la prisión, y otros comercian con su m#sera condición de novatos para *acerse querer por la comunidad Leamas no *ac#a nin"una de esas dos cosas Parec#a satisfec*o con despreciarles a todos, y ellos le odia!an porque, como el mundo e=terior, no ten#a necesidad de ellos (l ca!o de unos diez d#as, se sintieron satisfec*os Los "randes no reci!ieron *omenaje al"uno, los peque-os no o!tuvieron nin"'n consuelo, de modo que le dieron un 2apretón2 en la cola de la comida El 2apretón2 es un ritual carcelario semejante a la costum!re diecioc*esca del 2empujón2 imula ser un accidente, tan sólo aparente en el que se vuelca el plato de esta-o del preso, vertiéndole el contenido so!re el uniforme ( Leamas le empujaron por un lado, mientras una mano oportuna !aja!a so!re su ante!razo, y la cosa quedó *ec*a Leamas no dijo nada, miró pensativamente a los dos *om!res que ten#a al lado y aceptó en silencio los sucios insultos de un carcelero que sa!#a muy !ien lo que *a!#a pasado 6uatro d#as después, mientras tra!aja!a con una azada en los macizos de flores de la c%rcel, pareció tropezar Lleva!a sujeta la azada con las dos manos a través del cuerpo, con el e=tremo del man"o so!resaliendo unas seis pul"adas del pu-o derec*o 6uando se esforzó por reco!rar el equili!rio, el prisionero que esta!a a su derec*a se do!ló con un "ru-ido de an"ustia, los !razos cruzados en el vientre 8espués de eso ya no *u!o m%s 2apretones2 &uiz% la cosa m%s e=tra-a de todo lo de la c%rcel fue lo del paquete de papel de estraza cuando salió 6on una asociación rid#cula, le recordó la ceremonia de la !oda: con este anillo te caso, con este paquete de papel de estraza te devuelvo a la sociedad e lo entre"aron, *aciéndole firmar un reci!o, y conten#a todo lo que pose#a en el mundo Parec#a un preso tranquilo $o se produjeron quejas contra él El director de la c%rcel, que esta!a va"amente interesado en su caso, lo atri!u#a todo a la san"re irlandesa que jura!a notar en Leamas —¿&ué va a *acer —pre"untó— cuando se vaya de aqu#?
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Leamas contestó, sin asomos de sonrisa, que le parec#a que i!a a empezar otra vez por el principio, y el director de la c%rcel dijo que le parec#a e=celente —¿) qué *ay de su familia? —pre"untó— ¿$o podr#a arre"larse con su mujer? —Lo intentaré —contestó Leamas, con indiferencia— Pero se *a vuelto a casar El funcionario que se ocupa!a de la li!ertad !ajo vi"ilancia le pidió que se *iciera enfermero en un manicomio de uc5in"*ams*ire, y Leamas estuvo de acuerdo en solicitarlo Incluso, anotó la dirección y apuntó el *orario de los trenes, que sal#an de 0aryle!one —(*ora *ay tren electrificado *asta reat 0issenden —a-adió el funcionario, y Leamas dijo que eso le vendr#a !ien ) as#, le dieron el paquete y se marc*ó 6o"ió un auto!'s *asta 0ar!le (rc*, y se ec*ó a pasear 7en#a en el !olsillo un poco de dinero y pensa!a re"alarse con una comida decente Pensó en ir paseando por /yde Par5 *asta Piccadilly, lue"o, a través de reen Par5 y t OameTs Par5, *asta Parliament quare, y después errar#a por K*ite*all a!ajo, *asta el trand, donde pod#a ir al "ran café cercano a la estación de 6*arin" 6ross y tomarse un !uen !istec por seis c*elines Londres esta!a *ermoso ese d#a La primavera *a!#a lle"ado con cierto retraso y los parques se *alla!an llenos de narcisos y azafranes opla!a del sur un viento fr#o limpiador+ podr#a *a!erse pasado todo el d#a paseando Pero se"u#a con el paquete encima y ten#a que li!rarse de él Los cestos de desperdicios eran demasiado peque-os+ su aspecto *u!iera parecido a!surdo intentando meter a empujones su paquete en uno de ellos 4ecordó que *a!#a un par de cosas que ten#a que sacar+ sus misera!les papeles, la tarjeta del e"uro $acional, el carnet de conducir y su END —fuera lo que fuera—, en un so!re amarillento de ervicio 3ficial, pero de repente, se le fueron las "anas de *acerlo e sentó en un !anco y tiró el paquete a un lado, no demasiado cerca, y se alejó un poco de él (l ca!o de un par de minutos se volvió por la vereda, dejando el paquete donde esta!a (ca!a!a de entrar por la vereda, cuando oyó un "rito: se volvió, quiz% con cierta !rusquedad, y vio a un *om!re con impermea!le militar que le *ac#a se-as con una mano, sosteniendo el paquete de papel de estraza con la otra Leamas ten#a las manos en los !olsillos, y no las sacó+ se quedó quieto, mirando por encima del *om!ro al del impermea!le El *om!re vaciló+ evidentemente, espera!a que Leamas se le acercara o *iciera al"una se-al de interés, pero Leamas no la *ac#a (l contrario, se enco"ió de *om!ros y si"uió por la vereda adelante 3yó otro "rito y no *izo caso, aunque notó que el *om!re le se"u#a 3yó sus pasos en la "rava, medio corriendo, que se acerca!an de prisa, y lue"o una voz, un poco jadeante, un poco ofendida: —BE*, oi"a, usted, a verC ) después se diri"ió a él a quemarropa, de modo que Leamas se detuvo, se volvió y le miró —¿&ué?
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—Este paquete es suyo, ¿no?, se lo dejó en el !anco ¿Por qué no se detuvo cuando le llamé? (lto, con el pelo oscuro !astante rizado+ cor!ata naranja y camisa verde p%lido: un poquito presumido, un poquito afeminado, pensó Leamas Pod#a ser un maestro de escuela, un "raduado de la Escuela de Econom#a de Londres, y diri"ir un "rupo dram%tico de !arrio —8éjelo donde esta!a —dijo Leamas— $o lo quiero El *om!re enrojeció —$o lo puede dejar a*# as# como as# —dijo— Es !asura —# que puedo, demonios —contestó Leamas— (l"uien encontrar% en qué usarlo I!a a se"uir adelante, pero el desconocido se"u#a plantado ante él, sosteniendo el paquete con los !razos como si fuera un ni-ito —$o me quite la luz —dijo Leamas— ¿Le importa? —0ire usted —dijo el desconocido, y su voz *a!#a su!ido de tono—: estoy tratando de *acerle un favor: ¿por qué se muestra tan "rosero? —i tanto empe-o tiene usted en *acerme un favor —replicó Leamas—, ¿por qué me viene si"uiendo desde *ace media *ora? 2Est% muy !ien —pensó Leamas—, no *a acusado el "olpe, pero *ay que pe"arle *asta dejarle tieso2 —6re#a que era usted uno que conoc# en erl#n, si se empe-a en sa!erlo —¿) por eso me *a se"uido durante media *ora? La voz de Leamas esta!a car"ada de sarcasmo+ sus ojos oscuros no a!andona!an por un momento la cara del otro —$ada de *ace media *ora Le vi en 0ar!le (rc* y pensé que era (lec Leamas, un *om!re que me prestó dinero )o esta!a en la 6 en erl#n, y all# esta!a ese *om!re que me prestó dinero Lo ten"o en la conciencia desde entonces, y por eso le *e se"uido &uer#a convencerme Leamas si"uió mir%ndole y pensó que no esta!a tan !ien, pero que esta!a suficientemente !ien u cuento era apenas cre#!le eso no importa!a Lo importante es que *a!#a sacado al"o nuevo y se aferró a ello después que Leamas *u!o ec*ado a perder lo que promet#a ser un arranque cl%sico —oy Leamas —dijo por fin—, ¿quién demonios es usted?
8ijo que se llama!a (s*e, con e, a-adió r%pidamente, y Leamas comprendió que ment#a >in"ió no estar muy se"uro de que Leamas fuera realmente Leamas, de modo que mientras almorza!an a!rieron el paquete y miraron la tarjeta del e"uro $acional, se"'n pensó Leamas, como un par de maricas miran una postal indecente (s*e pidió el almuerzo
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con un poco menos del cuidado de!ido por el precio, y !e!ieron >ran5enHein para recordar los viejos tiempos Leamas, desde un principio, se empe-ó en que no era capaz de recordar a (s*e, y (s*e dijo que le sorprend#a Lo dijo en un tono como dando a entender que le ofend#a e *a!#an conocido en una reunión, dijo, que dio 8ere5 Killiams en su piso junto a .uF8amm Ren eso acerta!aS, y todos los periodistas *a!#an estado all#: se"uro que Leamas lo recorda!a, ¿no? $o, Leamas no se acorda!a ueno, se"uramente se acordar#a de 8ere5 Killiams, el del 23!server2, aquel tan simp%tico, que da!a unas reuniones tan estupendas a !ase de 2pizza2 Leamas ten#a una memoria catastrófica para los nom!res+ al fin y al ca!o, *a!la!an del a-o cincuenta y cuatro+ desde entonces, *a!#a llovido muc*o (s*e se acorda!a Rsu nom!re de pila, por cierto, era Killiams, pero casi todos le llama!an illS+ (s*e lo recorda!a de un modo 2v#vido2 /a!#an !e!ido com!inados, co-ac y crema de menta, y esta!an todos !astante 2trompas2, y 8ere5 *a!#a llevado unas c*icas realmente estupendas, medio ca!aret de 0al5asten: se"uro que a*ora s# se acordar#a (lec, ¿no? Leamas pensó que pro!a!lemente volver#a a caer en ello, si ill se"u#a un poco adelante con el asunto ill si"uió adelante, improvisando, sin duda, pero lo *ac#a !ien, e=a"erando un poco el lado picante+ cómo *a!#an aca!ado en un ca!aret con tres de aquellas c*icas+ (lec, un tipo de la oficina del consejero pol#tico y ill+ y ill se *a!#a visto tan apurado porque no lleva!a dinero encima, y (lec *a!#a pa"ado, y ill se *a!#a querido llevar una c*ica a su casa, y (lec le *a!#a prestado otro de diez —8emonios —dijo Leamas—: a*ora s# que me acuerdo —)a sa!#a yo que s# se acordar#a —dijo (s*e, feliz, asintiendo con la ca!eza *acia Leamas, mientras !e!#a— 0ire, vamos a !e!ernos la otra media+ es muy divertido (s*e era un ejemplar t#pico de ese estrato de la *umanidad que act'a en las relaciones *umanas conforme a un principio de acción y reacción 8onde *a!#a !landura, avanza!a+ donde encontra!a resistencia, se retira!a in tener él mismo nin"una opinión ni "usto especial, se aten#a a lo que les fuera !ien a los que acompa-ara Esta!a tan dispuesto a tomar té en Portnum como cerveza en el Prospect de K*it!y+ escuc*a!a m'sica militar en t OameTs Par5 lo mismo que jazz en al"'n sótano de 6ompton treet+ su voz tem!la!a de identificación cuando *a!la!a de *arpeville o de indi"nación ante el crecimiento de la po!lación de color en ran reta-a ( Leamas este papel notoriamente pasivo le resulta!a repelente, y *ac#a que aflorase lo que *a!#a en él de c*ulo, de modo que lleva!a al otro cautamente a al"una posición comprometedora y lue"o se retira!a él mismo, con lo que (s*e continuamente ten#a que retirarse de al"'n callejón sin salida donde Leamas le *a!#a metido con al"'n ce!o /u!o momentos durante aquella tarde en que Leamas fue tan descaradamente perverso que (s*e ten#a motivos para poner fin a su c*arla+ razón de m%s ya que pa"a!a él, pero no lo *izo El *om!recillo con "afas, sentado solo a una mesa de al lado y sumer"ido en un li!ro so!re la fa!ricación de rodamientos de !olas, *u!iera podido
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deducir que Leamas se entre"a!a a un jue"o s%dico, o quiz% Rsi era *om!re de especial sutilezaS que Leamas esta!a demostrando para su propia certidum!re que sólo un *om!re que "uardase una verdadera razón secreta pod#a a"uantar tal clase de tratamiento Eran casi las cuatro cuando pidieron la cuenta+ Leamas se empe-ó en pa"ar su parte (s*e no quer#a ni o#r *a!lar de ello: pa"ó la cuenta y sacó su talonario para ajustar su deuda con Leamas —@einte de las !uenas —dijo, y rellenó la fec*a en el c*eque Lue"o levantó la vista *acia Leamas, todo acomodaticio y con los ojos muy a!iertos —upon"o que le parecer% !ien un c*eque, ¿no? Enrojeciendo un poco, Leamas contestó: —En este momento, no ten"o anco aca!o de re"resar de fuera+ ten"o un asunto que arre"lar 0ejor deme un talón y lo co!raré en su anco —0i querido ami"o, Bni *a!lar de esoC 7endr#a usted que ir *asta 4ot*er*it*e para co!rar éste Leamas se enco"ió de *om!ros y (s*e se ec*ó a re#r, y lue"o acordaron en reunirse en el mismo sitio al d#a si"uiente, a la una, y (s*e le llevar#a el dinero al contado
(s*e co"ió un ta=i en la esquina de 6ompton treet, y Leamas a"itó su mano *asta que se perdió de vista 6uando se *u!o marc*ado, miró el reloj Eran las cuatro ospec*ó que todav#a de!#an se"uirle, de modo que !ajó a pie *asta >leet treet y tomó una taza de café solo en el lac5 and K*ite 0iró unas li!rer#as, leyó los periódicos de la tarde que esta!an e=puestos en los escaparates de las oficinas de los periódicos, y lue"o, de repente, como si se le *u!iera ocurrido la idea en el 'ltimo instante, su!ió de un salto a un auto!'s El auto!'s lle"ó *asta Lud"ate /ill, donde quedó !loqueado en un atasco de circulación junto a una estación del 0etro: Leamas !ajó y co"ió un 0etro /a!#a sacado un !illete de seis peniques: se situó en el e=tremo del va"ón y se apeó en la estación si"uiente (ll# co"ió otro tren *acia Euston, y emprendió la vuelta a 6*arin" 6ross Eran las nueve cuando alcanzó la estación, y *a!#a aumentado !astante el fr#o 1na camioneta esta!a esperando all# delante+ el conductor se *a!#a dormido Leamas lanzó una ojeada a la matr#cula, se acercó y llamó por la ventanilla: —¿@iene de parte de 6lements? El conductor despertó so!resaltado y pre"untó: —¿El se-or 7*omas? —$o —contestó Leamas— 7*omas no pudo venir oy (mies, de /ounsloH —u!a, se-or (mies —contestó el conductor, a!riendo la puerta 0arc*aron *acia el oeste, *acia .in"Ts 4oad El conductor conoc#a el camino (!rió la puerta 6ontrol
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—eor"e miley est% fuera—dijo— 0e *a prestado la casa (dentro ólo cuando Leamas estuvo dentro y cerró la puerta de la casa, 6ontrol encendió la luz del vest#!ulo —0e si"uieron *asta la *ora del almuerzo —dijo Leamas Entraron a una salita /a!#a li!ros por todas partes Era un cuarto muy !onito: alto, con molduras diecioc*escas, lar"as ventanas y una c*imenea —>ueron a !uscarme esta ma-ana 1n tal (s*e —encendió un ci"arrillo— 1n mariquita 0a-ana nos reuniremos otra vez 6ontrol escuc*ó atentamente el relato de Leamas, paso a paso, desde el d#a en que "olpeó a >ord, el tendero, *asta su encuentro de esa ma-ana con (s*e —¿&ué tal encontró la c%rcel? —pre"untó 6ontrol Lo mismo *u!iese podido pre"untar si Leamas *a!#a pasado !ien sus vacaciones— Lamento no *a!er podido mejorar las condiciones de su estancia y proporcionarle al"unas comodidades especiales, pero eso no *u!iera sido conveniente —6laro que no —1no de!e ser co*erente En todas las coyunturas, uno de!e ser co*erente (dem%s, estar#a mal romper el encanto 7en"o entendido que estuvo usted enfermo ¿&ué tuvo? —1n poco de fie!re —¿6u%nto tiempo estuvo en cama? —1nos diez d#as —B&ué trastornoC ) nadie que le cuidara, desde lue"o /u!o un silencio muy lar"o —1sted sa!e que ella es del Partido, ¿no? —pre"untó sose"adamente 6ontrol —# —contestó Leamas 3tro silencio— $o quiero que se la meta en esto —¿Por qué *a!r#a que meterla? —pre"untó 6ontrol con vivacidad, y por un momento, un momento tan sólo, Leamas creyó *a!er perforado su revestimiento de despe"o académico— ¿&uién dice que *a de ser as#? —$adie —contestó Leamas—+ sólo quiero dejarlo !ien claro é cómo evolucionan esas cosas, todas las operaciones son ofensivas 7ienen derivaciones entran en "iros repentinos, en direcciones inesperadas 1no piensa *a!er pescado un pez, y se encuentra que *a atrapado otro &uiero que ella quede al mar"en de todo —(*, por supuesto, por supuesto —¿&uién es ese *om!re de la ("encia de 6olocaciones Pitt? ¿$o esta!a en 6am!rid"e 6ircus durante la "uerra? —$o conozco a nadie que se llame as# ¿Pitt, dice usted? —# —$o, ese nom!re no me dice nada ¿En la ("encia de 6olocaciones? —(*, vamos, ya est% !ien —masculló sonoramente Leamas
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—Lo siento —dijo 6ontrol, poniéndose en pie— 8escuido mis de!eres de anfitrión sustituto ¿&uiere al"o de !e!er? —$o &uiero marc*arme esta noc*e, 6ontrol Ir al campo y *acer un poco de ejercicio ¿Est% a!ierta la casa? —/e preparado un coc*e —dijo él— ¿( qué *ora ver% a (s*e ma-ana? ¿( la una? —# —Llamaré a /aldane y le diré que necesita usted pasta (dem%s, le ir#a !ien que visitara a al"'n médico Por eso de la fie!re —$o necesito nin"'n médico —6omo quiera 6ontrol se sirvió un H*is5y y empezó a mirar distra#damente los li!ros de las estanter#as de miley —¿Por qué no est% aqu# miley? —pre"untó Leamas —$o le "usta la operación —contestó 6ontrol con indiferencia— La encuentra desa"rada!le @e su necesidad, pero no quiere tomar parte en ella u fie!re —a-adió 6ontrol con sonrisa capric*osa— es intermitente —$o me reci!ió precisamente con los !razos a!iertos —Eso es $o quiere tomar parte en ello Pero ¿le *a *a!lado de 0undt, le *a dado las referencias esenciales? —# —0undt es un *om!re muy duro —refle=ionó 6ontrol— $o de!er#amos olvidarlo nunca ) un !uen a"ente de espionaje —¿a!e miley el motivo de la operación, el interés especial? 6ontrol asintió con la ca!eza y tomó un sor!o de H*is5y —¿) si"ue sin "ustarle? —$o es cuestión de moral Es como el cirujano que se *a cansado de la san"re Le parece !ien que otros operen —8#"ame —continuó Leamas—, ¿cómo est% usted tan se"uro de que esto nos llevar% a donde queremos? ¿6ómo sa!e usted que son los alemanes orientales quienes est%n metidos en ello, y no los c*ecos o los rusos? —Esté tranquilo —dijo 6ontrol, con cierta pomposidad—, ya se *a pensado en eso 6uando lle"aron a la puerta, 6ontrol apoyó suavemente la mano en el *om!ro de Leamas —Este es su 'ltimo tra!ajo —dijo— Lue"o puede retirarse del fr#o En cuanto a esa c*ica, ¿quiere que *a"amos al"o por ella, dinero o lo que sea? —6uando se aca!e todo Entonces, yo mismo me ocuparé de ello —0uy !ien er#a muy arries"ado *acer al"o a*ora
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—ólo quiero que se quede sola —repitió con empe-o Leamas—+ no quiero que la compliquen en esto $o quiero que ten"a ni fic*a ni nada &uiero que la olviden 0ovió la ca!eza *acia 6ontrol y se deslizó saliendo *acia el aire de la noc*e /acia el fr#o
7 - KIEVER
(l d#a si"uiente, Leamas lle"ó con veinte minutos de retraso a su almuerzo con (s*e, y con el aliento que ol#a a H*is5y in em!ar"o, no por eso fue menor el placer de (s*e al ver a Leamas (firmó que él tam!ién aca!a!a de lle"ar en ese momento+ se *a!#a retrasado un poco yendo al !anco Entre"ó a Leamas un so!re —8e una —dijo (s*e— Espero que estar% !ien, ¿no? —racias —contestó Leamas—, vamos a !e!er al"o $o se *a!#a afeitado y ten#a el cuello de la camisa sucio Llamó al camarero y pidió de !e!er, un H*is5y "rande para él y una "ine!ra con an"ostura para (s*e 6uando lle"aron las !e!idas, a Leamas le tem!ló la mano al ec*ar el seltz en el vaso, estando a punto de volcarlo 6omieron !ien, y !ien rociado (s*e lleva!a la voz cantante 7al como Leamas *a!#a supuesto, empezó por *a!lar de s# mismo: un viejo truco, y no demasiado malo —( decir verdad, 'ltimamente me *e metido en una cosa !astante !uena —dijo (s*e —+ reportajes in"leses, de corresponsales independientes, para la prensa e=tranjera 8espués de erl#n, al principio se me complicaron !astante las cosas, la 6 no me quiso renovar el contrato, y acepté un empleo, la dirección de un *orri!le semanario de quiosco, dedicado a pasatiempos para los ancianos ¿Puede ima"inarse usted al"o m%s espantoso? e *undió a la primera *uel"a de impresores+ no le sa!r#a decir qué alivio sent# Lue"o me fui a vivir con mi madre a 6*elten*am durante una temporada+ ella lleva una tienda de anti"Gedades, y se las arre"la muy !ien, cómo no, a decir verdad 0%s tarde reci!# una carta de un viejo ami"o, se llama am .iever, por cierto, que pon#a en marc*a una nueva a"encia para peque-os reportajes so!re la vida in"lesa especialmente apropiados para periódicos e=tranjeros )a sa!e cómo es eso: seiscientas pala!ras so!re !ailes fol5lóricos, etc in em!ar"o, am ten#a un nuevo truco, vend#a el material ya traducido, y, como sa!e, eso *ace una diferencia tremenda 1no se ima"ina siempre que cualquiera puede pa"ar un traductor o *acerlo él mismo, pero si uno !usca rellenar media columna con un reportaje so!re el e=tranjero, no le apetece desperdiciar tiempo y dinero en traducciones La ju"ada de am fue ponerse en contacto personal con los directores de periódicos: dio vueltas por toda Europa como un "itano, el po!re, pero esto se pa"a a tocateja (s*e se detuvo, esperando que Leamas aceptara la invitación a *a!lar de s# mismo, P%"ina DM de ;<
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pero Leamas no *izo caso e limitó a asentir aturdidamente y a decir: —>enomenal (s*e *u!iera querido pedir vino, pero Leamas dijo que se"uir#a con el H*is5y, y a la *ora del café ya se *a!#a tomado cuatro de los "randes Parec#a estar en mala forma+ ten#a la costum!re de los !e!edores, de alar"ar la !oca *acia el !orde del vaso antes de !e!er, como si fuese a fallarle la mano y la !e!ida se le fuera a escapar (s*e se quedó callado un momento —1sted conoce a am, ¿no? —pre"untó —¿am? 1na nota de irritación apareció en la voz de (s*e —am .iever, mi jefe+ el tipo del que le *a!la!a —¿7am!ién esta!a en erl#n? —$o 6onoce !ien (lemania, pero nunca *a vivido en erl#n /izo un poco de 2ne"ro2 en onn, reportajes independientes &uiz% le *aya conocido Es muy simp%tico —$o creo 1na pausa —¿&ué *ace usted a*ora, ami"o? —le pre"untó (s*e Leamas se enco"ió de *om!ros —Estoy en conserva —contestó, sonriendo un tanto est'pidamente— 4etirado de la circulación y en conserva —$o me acuerdo de lo que *ac#a en erl#n ¿$o era usted uno de esos misteriosos 2"uerreros fr#os2? 28ios m#o —pensó Leamas—+ est%n avanzando las cosas un poco2 @aciló, lue"o enrojeció y dijo furiosamente: —1n !otones de oficinas para los asquerosos yanquis, como todos nosotros —>#jese —dijo (s*e, como si llevara al"'n tiempo dando vueltas a la idea—+ de!er#a conocer a am Le "ustar#a —) lue"o, preocupado—: Por cierto, ni siquiera sé dónde se le puede encontrar, (lec —$o se puede —replicó Leamas con descuido —$o lo entiendo, ami"o ¿8ónde para? —Por a*# 7en"o al"unos pro!lemas $o ten"o tra!ajo Esos *ijos de perra no me quisieron dar una pensión decente (s*e pareció *orrorizado —Pero, (lec, eso es espantoso: ¿por qué no me lo dijo? 0ire, ¿por qué no viene y se queda donde estoy yo? Es peque-o, pero *ay sitio para uno m%s si no le importa una cama de campa-a $o se puede vivir entre los %r!oles, mi querido ami"o —Estoy !ien para una temporada —replicó Leamas, "olpe%ndose el !olsillo que conten#a el so!re— @oy a !uscar un tra!ajo —asintió decidido con la ca!eza—+ lo
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John L Carr
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encontraré en una semana o as# Entonces estaré perfectamente —¿&ué clase de tra!ajo? —(*, no sé, cualquier cosa —Pero no se puede ec*ar a la cuneta as# como as#, (lec 1sted *a!la alem%n como un alem%n, recuerdo que s# 7iene que *a!er muc*as cosas que pueda *acer —/e *ec*o toda clase de cosas @ender enciclopedias para una maldita empresa americana+ clasificar li!ros en una !i!lioteca de psicolo"#a, perforar fic*as de tra!ajo en una *edionda f%!rica de pe"amentos ¿&ué demonios puedo *acer? $o mira!a a (s*e, sino a la mesa que ten#a delante, y sus tem!lorosos la!ios se mov#an de prisa (s*e respondió a su animación, inclin%ndose *acia delante so!re la mesa, y *a!lando con énfasis, casi triunfalmente —Pero, (lec, usted necesita contactos, ¿no lo ve? é lo que es eso, yo tam!ién *e *ec*o cola para comer Entonces es cuando le *ace falta conocer "ente $o sé qué *ac#a usted en erl#n, ni quiero sa!erlo, pero no era el tipo de tra!ajo en el que pod#a encontrar "ente que le interesara, ¿verdad? )o, si no *u!iera conocido a am en Poznan *ace cinco a-os, a'n se"uir#a *aciendo cola 0ire, (lec, ven"a a vivir conmi"o una semana o as# Invitaremos a am a que vaya, y quiz% a uno o dos de aquellos viejos periodistas de erl#n, si *ay al"uno en la ciudad —Pero yo no sé escri!ir —dijo Leamas— $o sa!r#a escri!ir ni la cosa m%s tirada (s*e apoyó la mano en el !razo de Leamas —@amos, no se preocupe —dijo apaci"uador—+ vamos a tomar las cosas una a una ¿8ónde tiene sus !%rtulos? —¿0is qué? —us cosas: ropa, equipaje y todo eso —$o ten"o /e vendido lo que ten#a e=cepto el paquete —¿&ué paquete? —El paquete de papel de estraza que usted reco"ió en el parque El que yo trata!a de a!andonar
(s*e ten#a un piso en 8olp*in quare Era e=actamente lo que Leamas *a!#a esperado: peque-o y anónimo, con unos pocos recuerdos de (lemania reunidos aprisa y corriendo: latas de cerveza, una pipa de campesino y unas piezas de $ymp*en!ur" de se"unda cate"or#a —Paso los fines de semana con mi madre en 6*elten*am —dijo— Este sitio lo uso sólo entre semana 0e viene muy a mano —a-adió como e=cus%ndose (rre"laron la cama de campa-a en la diminuta salita Eran cerca de las cuatro y media
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John L Carr
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—¿6u%nto tiempo lleva aqu#? —pre"untó Leamas —(*, alrededor de un a-o o m%s —¿Lo encontró f%cilmente? —Estos pisos, ya sa!e, vienen y van 1no se apunta, y un d#a le llaman a uno y le dicen que ya lo *a conse"uido (s*e *izo té y !e!ieron Leamas *ura-o, como un *om!re no acostum!rado a la comodidad El mismo (s*e parec#a un poco apa"ado 8espués del té, (s*e dijo: —7en"o que salir a *acer unas compras antes de que cierren las tiendas, lue"o decidiremos qué vamos a *acer so!re todas las cosas Podr#a llamar a am por teléfono esta noc*e+ creo que cuanto antes se conozcan los dos, mejor ¿Por qué no ec*a un sue-o? Parece muy cansado Leamas asintió —Es usted tremendamente ama!le —*izo un torpe "esto con la mano—por todo esto (s*e le dio un "olpecito en el *om!ro, co"ió su impermea!le militar y se fue 7an pronto como Leamas calculó que (s*e *a!#a salido de so!ra del edificio, dejó entornada cuidadosamente la puerta de entrada y !ajó las escaleras *asta el vest#!ulo central, donde *a!#a dos ca!inas telefónicas 0arcó un n'mero en 0aida @ale, y pre"untó por la secretaria del se-or 7*omas Inmediatamente dijo una voz de muc*ac*a: —(qu# la secretaria del se-or 7*omas —Llamo de parte del se-or am .iever —dijo Leamas—+ *a aceptado la invitación y espera entrar en contacto personal con el se-or 7*omas esta noc*e —e lo *aré sa!er al se-or 7*omas ¿a!e él dónde ponerse en contacto con usted? —8olp*in quare —contestó Leamas, y dio la dirección— (diós 8espués de *acer unas averi"uaciones en la porter#a, volvió al piso de (s*e y se sentó en la cama de campa-a, mientras se o!serva!a las manos entrelazadas (l ca!o de un rato se tum!ó 8ecidió se"uir el consejo de (s*e y descansar un poco (l cerrar los ojos, recordó a Liz, tendida a su lado, en el piso de aysHater, y se pre"untó va"amente qué *a!r#a sido de ella
Le despertó (s*e, acompa-ado por un *om!re !ajo, m%s !ien "ordo, con lar"o pelo "ris peinado *acia atr%s y una c*aqueta cruzada /a!la!a con li"ero acento centroeuropeo+ quiz% alem%n, era dif#cil sa!erlo 8ijo que se llama!a .iever+ am .iever e!ieron "ine!ra con a"ua tónica+ (s*e era el que m%s *a!la!a 6omo en los viejos tiempos, dijo, en erl#n: los muc*ac*os reunidos con la noc*e a su disposición .iever dijo que no quer#a quedarse *asta demasiado tarde+ ten#a tra!ajo al d#a si"uiente (cordaron comer en un restaurante c*ino que conoc#a (s*e: esta!a enfrente de la comisar#a de
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John L Carr
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Lime*ouse, y uno ten#a que llevar su propio vino 6uriosamente, (s*e ten#a al"o de !or"o-a en la cocina, y se lo llevó en el ta=i La cena fue muy !uena y se !e!ieron dos !otellas de vino .iever se franqueó un poco con la se"unda+ aca!a!a de volver de una "ira por (lemania 3ccidental y >rancia >rancia esta!a metida en un l#o de mil demonios 8e aulle su!#a y sólo 8ios sa!#a lo que ser#a de ellos 6on cien mil colonos desmoralizados re"resando de (r"elia, supon#a que el fascismo era inminente —¿) qué *ay de (lemania? —pre"untó (s*e, d%ndole la entrada —7odo es cuestión de sa!er si los yanquis pueden sujetarles .iever miró a Leamas como invit%ndole —¿&ué quiere usted decir? —pre"untó Leamas —Lo que di"o 8ulles les dio con una mano una pol#tica internacional+ .ennedy se la quita con la otra e est%n irritando Leamas asintió !ruscamente y dijo: —Es t#pico de esos asquerosos yanquis —Parece que a (lec no le "ustan nuestros parientes de (mérica —dijo (s*e, ju"ando fuerte ) .iever murmuró con a!soluto desinterés: —¿(*, s#? .iever ju"a!a muy despacio, refle=ionó Leamas 6omo si estuviera acostum!rado a los ca!allos, permit#a que uno se le acercara 4epresenta!a a la perfección al *om!re que sospec*a que se le va a pedir un favor, y no se deja "anar f%cilmente 8espués de cenar, dijo (s*e: —6onozco un sitio en Kardour treet+ ya *as estado all#, am Lo *acen todo muy !ien ¿Por qué no llamamos un ta=i y vamos all%? —1n momento —dijo Leamas, y *u!o al"o en su voz que *izo que (s*e le mirara con viveza— 8#"anme simplemente una cosa, ¿quieren? ¿&uién pa"a esta juer"a? —)o —dijo (s*e r%pidamente—+ am y yo —¿Lo *an tratado? —Pues no —Porque no ten"o ni el m%s asqueroso dinero: ya lo sa!e, ¿no? $o ten"o nada que tirar —Por supuesto, (lec Le *e cuidado *asta a*ora, ¿no? —# —contestó Leamas—+ s#, es verdad Pareció estar a punto de decir al"o m%s, y lue"o cam!ió de idea (s*e parec#a preocupado, no ofendido, y .iever tan inescruta!le como antes
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Leamas re*usó *a!lar en el ta=i (s*e intentó al"una frase conciliatoria, y él se limitó a enco"erse de *om!ros irritado Lle"aron a Kardour treet y !ajaron, sin que Leamas ni .iever *icieran nin"'n adem%n de pa"ar el ta=i (s*e les condujo por delante de un escaparate lleno de revistas eróticas, entrando por un estrec*o callejón en cuyo e=tremo !rilla!a un rótulo de neón muy c*illón: 2PussyHilloH 6lu! 4eservado a los socios2 ( am!os lados de la puerta *a!#a foto"raf#as de c*icas, a través de las cuales *a!#an sujetado una estrec*a tira de papel escrita a mano, que dec#a: 2Estudio de $aturaleza 4eservado a los socios2 (s*e apretó el tim!re (!rió ense"uida la puerta un *om!re muy corpulento de camisa !lanca y pantalones ne"ros —oy socio —dijo (s*e— Estos dos ca!alleros vienen conmi"o —¿0e ense-a su tarjeta? (s*e sacó de la cartera una tarjeta amarillenta y se la entre"ó —us invitados pa"an un pavo por ca!eza como socios temporales 6on su recomendación, ¿de acuerdo? landió la tarjeta, y mientras lo *ac#a, Leamas se estiró por delante de (s*e y se la arre!ató La miró durante un momento y lue"o se la devolvió a (s*e Leamas sacó dos li!ras del !olsillo interior, y las puso en la e=pectante mano del portero —8os pavos —dijo— por los invitados ) sin *acer caso de las asom!radas protestas de (s*e, les "uió a través de la puerta acortinada *acia el vest#!ulo en penum!ra del clu! e diri"ió al portero —'squenos una mesa —dijo Leamas—, y una !otella de H*is5y ) procure que nos dejen solos El portero vaciló un momento, decidió no discutir y les acompa-ó escaleras a!ajo (l !ajar, oyeron el apa"ado "emido de una m'sica ininteli"i!le Les dieron una mesa para ellos solos al fondo de la sala 7oca!a un d'o, y *a!#a c*icas sentadas en "rupos de dos y de tres 6uando ellos entraron, se levantaron, pero el corpulento portero movió la ca!eza (s*e lanzó al"unas miradas inquietas a Leamas mientras espera!an el H*is5y .iever parec#a li"eramente a!urrido El camarero trajo una !otella y tres vasos, y ellos o!servaron en silencio cómo vert#a un poco de H*is5y en cada uno Leamas le quitó la !otella al camarero y a-adió otro tanto a cada vaso /ec*o esto, se inclinó so!re la mesa y dijo a (s*e: —(*ora tal vez me dir% usted qué dia!los est% pasando aqu# —¿&ué quiere decir? —la voz de (s*e parec#a inse"ura— ¿&ué quiere usted decir, (lec? —0e *a se"uido desde la c%rcel el d#a que me soltaron —empezó tranquilamente—, con el cuento asquerosamente idiota de que me *a!#a conocido en erl#n 0e dio dinero
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que no me de!#a 0e *a convidado a comidas caras y me est% instalando en su piso —i es as# como —empezó a decir (s*e —$o me interrumpa —dijo Leamas con ferocidad— Espere sin rec*istar *asta que yo aca!e, ¿le importa? u tarjeta de socio en este sitio est% *ec*a para un tal 0urp*y ¿Es ése su nom!re? —$o, no lo es —upon"o que al"'n ami"o llamado 0urp*y le prestó su tarjeta de socio —$o, no es as#, en realidad 8e!e sa!er que de vez en cuando ven"o aqu# a !uscar al"una c*ica 1sé un nom!re falso para apuntarme en el clu! —Entonces —insistió ine=ora!lemente Leamas—, ¿por qué 0urp*y est% inscrito como inquilino de su piso? >ue .iever quien *a!ló por fin —7' corre a casa —dijo a (s*e— )o me ocuparé de esto
1na c*ica *ac#a 2stripFtease2, una c*ica joven, incolora, con una manc*a oscura en el muslo 7en#a esa desnudez *eroica y zanquilar"a que resulta inquietante, porque no es erótica, porque es sencilla y sin deseo 8a!a vueltas lentamente, con sacudidas intermitentes de los !razos y piernas, como si oyera la m'sica de un modo intermitente, y todo el tiempo les mira!a con el interés precoz de un ni-o en compa-#a de los mayores El ritmo de la m'sica aceleró !ruscamente, y la c*ica respondió como un perro al sil!ato, *uyendo de un lado para otro (l quitarse el sostén en la 'ltima nota, lo elevó so!re la ca!eza, e=*i!iendo el flaco cuerpo con sus tres c*illones parc*es de papel de esta-o col"ando de él como viejos adornos de un %r!ol de $avidad Leamas y .iever o!serva!an en silencio —upon"o que me va a decir que en erl#n las *emos visto mejores—su"irió por fin Leamas, y .iever vio que se"u#a muy irritado —Espero que 2usted2 s# —contestó .iever en tono placentero— )o *e estado muc*as veces en erl#n, pero me temo que los 2ni"*tFclu!s2 no son para m# Leamas no dijo nada —$o es que yo sea pacato, f#jese, sino, al contrario, racional i necesito una mujer conozco medios m%s !aratos de encontrarla+ si quiero !ailar, conozco mejores sitios donde *acerlo Parec#a como si Leamas no le escuc*ara —&uiz% usted me di"a por qué me *a reco"ido ese mariquita —su"irió .iever asintió —Por supuesto e lo dije yo —¿Por qué?
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John L Carr
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—1sted me interesa &uiero *acerle una proposición, una proposición period#stica /u!o una pausa —Period#stica —repitió Leamas— )a veo —7en"o una a"encia, un servicio internacional de reportajes Pa"a !ien, muy !ien, el material interesante —¿&uién pu!lica el material? —Pa"a tan !ien, en realidad+ que un *om!re con su e=periencia en la escena internacional, un *om!re con su !ase, ya me entiende, que proporcione material convincente y f%ctico, podr#a quedar li!re en tiempo relativamente !reve, de m%s preocupaciones financieras —¿&uién pu!lica el material, .iever? En la voz de Leamas *u!o un filo de amenaza, y por un momento, un momento sólo, una som!ra de temor pareció cruzar la lisa cara de .iever —6lientes internacionales 7en"o un corresponsal en Par#s que despac*a !uena parte de mi material 0uc*as veces ni siquiera sé quién lo pu!lica, y confieso —a-adió con una sonrisa que desarma!a— que me importa un pito Pa"an y piden m%s Esa es la clase de "ente, ya ve, Leamas, que no crean m%s complicaciones con detalles incómodos+ pa"an al contado, y les encanta pa"ar a través de ancos e=tranjeros, donde nadie se preocupa por cosas como los impuestos Leamas no dijo nada osten#a el vaso con las dos manos, mir%ndole pasmado 28ia!los, se est%n lanzando al ataque —pensó Leamas— Es indecente2 e acordó de un est'pido c*iste de ca!aret: 2Esa es una oferta que nin"una c*ica decente aceptar#a y adem%s, no sé cu%nto vale2 27%cticamente —refle=ionó— *acen !ien en precipitarse )o llevo ventaja, con la e=periencia carcelaria a'n fresca, y el resentimiento social !ien fuerte oy un !uen jamel"o, no necesito ceremonias, no ten"o que fin"ir que *an ofendido mi viejo *onor de ca!allero in"lés2 Por otro lado, ellos esperar#an o!jeciones 2pr%cticas2 Esperar#an que Leamas tuviera miedo+ pues su Intelli"ence ervice perse"u#a a los traidores como el ojo de 8ios se"u#a a 6a#n a través del desierto ), finalmente, ellos sa!r#an que era un jue"o de azar /a!r#an de sa!er que la inconsistencia en las decisiones *umanas puede convertir en insensatez el planeamiento de espionaje mejor or"anizado+ que los tramposos, los em!usteros y los delincuentes a veces resisten a toda incitación, mientras que respeta!les ca!alleros *an sido inducidos a *orrendas traiciones por tur!ias sisas en al"'n restaurante de 8epartamento —7endr#an que pa"ar una !urrada —murmuró por fin Leamas .iever le dio m%s H*is5y —3frecen un pa"o al contado de quince mil li!ras El dinero ya *a sido in"resado en la anque 6antonale de erna Puede retirarlo presentando su identificación adecuada, que mis clientes le proporcionar%n 0is clientes se reservan el derec*o de *acerle m%s
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John L Carr
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pre"untas durante el término de un a-o pa"%ndole otras cinco mil li!ras Le ayudar%n en cualquier pro!lema de nueva instalación que se pueda presentar —¿6u%ndo necesita necesita tener la respuesta? respuesta? —(*ora $adie espera que usted pon"a por escrito cuanto recuerde 1sted se encontrar% con mi cliente y él arre"lar% las cosas para reci!ir el material escrito por un 2ne"ro2 —¿6u%ndo se entiende entiende que de!o de!o encontrarle? —Por el !ien de todos, nos *a parecido que ser#a m%s sencillo entrevistarnos fuera del 4eino 1nido 0i cliente su"irió /olanda —$o ten"o pasaporte pasaporte —dijo Leamas Leamas sordamente —0e *e tomado la li!ertad de o!tenérselo —contestó .iever con suavidad $o *a!#a en su voz o en sus ademanes nada que indicara que *u!iera *ec*o otra cosa m%s que ne"ociar un adecuado arre"lo de ne"ocios— aldremos en avión para La /aya ma-ana por la ma-ana a las nueve cuarenta y cinco ¿@ ¿@aamos a mi piso a discutir cualquier otro detalle? .iever pa"ó y co"ieron un ta=i *acia una dirección muy ele"ante, no lejos de t OameTs Par5
El piso de .iever era lujoso y caro, pero su contenido, no se sa!#a por qué, da!a la impresión de *a!er sido reunido a toda prisa e dice que en Londres *ay tiendas que venden li!ros encuadernados por metros, y decoradores que armonizan el colorido de las paredes con el de un cuadro ( Leamas, que no era especialmente especialmente sensi!le a tales sutilezas, sutilezas, le resultó dif#cil recordar que esta!a en un piso particular y no en un *otel 6uando .iever le llevó a su cuarto —que da!a a un ló!re"o patio interior y no a la calle—, Leamas le pre"untó: —¿6u%nto tiempo lleva lleva aqu#? —3*, no *ace muc*o —contestó con li"ereza .iever—, unos pocos meses, nada m%s —8e!e costar una una locura in em!ar"o, em!ar"o, supon"o supon"o que usted se se lo merece —racias En su cuarto *a!#a una !otella de H*is5y y un sifón en una !andeja plateada 1na entrada con cortinas, al fondo del cuarto, da!a a un cuarto de !a-o y a un lava!o —1n verdadero nidito para el amor ¿7odo ¿7odo pa"ado por el "ran Estado de los 7ra!ajadores? —6ierre el pico —dijo .iever, furioso, y a-adió—: i me necesita para al"o, *ay un teléfono interior que comunica con mi cuarto Estaré despierto —6reo que ya ya sé a!roc*arme —replicó —replicó Leamas
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—Entonces, !uenas !uenas noc*es —dijo .iever secamente, secamente, y salió del cuarto cuarto 2Este tam!ién est% en vilo2, pensó Leamas
El teléfono junto a la cama despertó a Leamas Era .iever —on las seis —dijo—+ —dijo—+ el desayuno desayuno es a la media media —0uy !ien—contesto !ien—contesto Leamas, y col"ó col"ó Le dol#a la ca!eza
.iever de!#a *a!er telefoneado pidiendo un ta=i, porque a las siete en punto sonó el tim!re de la puerta y .iever pre"untó: —¿Lo tiene todo? —$o ten"o equipaje —contestó Leamas—, salvo un cepillo de dientes y una m%quina de afeitar —Eso ya est% resuelto Por lo dem%s, dem%s, ¿est% dispuesto? dispuesto? Leamas se enco"ió de *om!ros —upon"o que s# ¿7iene ¿7iene ci"arrillos? —$o —contestó .iever—, pero puede encontrarlos en el avión 0ejor ser#a que mirara esto —a-adió, dando a Leamas un pasaporte !rit%nico Esta!a e=tendido a su nom!re, con su propia foto"raf#a, marcada por el sello en *ueco del >orei"n 3ffice que la cruza!a por la esquina $o era ni viejo ni nuevo+ descri!#a a Leamas como empleado, y su estado civil, soltero (l tenerlo en la mano por primera vez, Leamas se puso un poco nervioso Era como casarse: pasara lo que pasara, las cosas nunca volver#an a ser lo mismo —¿) dinero? dinero? —pre"untó Leamas Leamas —$o lo necesitar% necesitar% @a @a todo a car"o de la empresa empresa 8 - LE MIRAGE
/ac#a fr#o esa ma-ana+ la leve nie!la era *'meda y "ris, y pica!a en la piel ( Leamas Leamas,, el aeropu aeropuert ertoo le record recordóó la "ue "uerra rra:: m%qui m%quina nas, s, medio medio ocu oculta ltass en la ne! ne!lin lina, a, esperando pacientemente a sus amos+ las voces resonantes y sus ecos, el "rito s'!ito y el incon"ruente "olpeteo de unos tacones de muc*ac*a en el pavimento de piedra+ el ru"ido de un moto motorr que que pod# pod#aa esta estarr al lado lado mism mismoo de uno uno En toda todass parte partes, s, ese ese aire aire de conspiración que se produce entre la "ente que est% levantada desde el amanecer, casi de superioridad, nacida de la e=periencia com'n de *a!er visto desaparecer la noc*e y lle"ar la ma-ana Los empleados ten#an ese aspecto que produce el misterio del al!a y que el fr#o P%"ina J de ;<
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estimula, y trata!an a los pasajeros y a su equipaje con el aire remoto de *om!res re"resados del frente+ el resto de los mortales no les dec#an nada esa ma-ana .iever le *a!#a proporcionado equipaje a Leamas Era un detalle fino+ Leamas lo admitió Los pasajeros sin equipaje llaman la atención, y eso no entra!a en los planes de .iever e presentaron en la oficina de la l#nea aérea y si"uieron las se-alizaciones *asta el control de pasaportes /u!o un momento dif#cil cuando se e=traviaron y .iever se puso "rosero con un mozo de equipajes Leamas supuso que .iever esta!a preocupado por el pasaporte: no ten#a ten#a por qué estarlo, estarlo, pensó Lamas, Lamas, no le pasa!a nada malo El funcionario de pasaportes era un *om!recillo juvenil con cor!ata del Intelli"ence 6orps y una misteriosa insi"nia en la solapa Lleva!a un !i"otillo de mal "usto y un acento del $orte que era el enemi"o de su vida —¿e va para muc*o muc*o tiempo, se-or? —pre"untó a Leamas Leamas —1n par de semanas semanas —contestó Leamas Leamas —7endr% —7endr% que recordarlo, recordarlo, se-or /a de renovar el el pasaporte el d#a treinta treinta y uno —)a lo sé —dijo Leamas Leamas Entraron juntos a la sala de espera Por el camino, Leamas dijo: —Es usted un tipo suspicaz, ¿verdad, ¿verdad, .iever? El otro se rió en silencio —$o podemos dejar que que se escape usted, usted, ¿verdad? —contestó— —contestó— $o forma parte del contrato 7en#an que esperar veinte minutos e sentaron a una mesa y pidieron café —) llévese esas cosas—a-adió cosas—a-adió .iever al camarero, se-alando las tazas, platos y ceniceros usados que *a!#a en la mesa —(*ora vendr% un carrito —replicó el camarero camarero —Lléveselo —repitió .iever otra vez, irritado— Es desa"rada!le dejar a*# cac*arros sucios como ésos El camarero no *izo m%s que volverse de espaldas y marc*arse $o se acercó al mostrador de servicio ni encar"ó el café .iever se puso !lanco, enfermo de ira —Por amor de 8ios —masculló —masculló Leamas—, Leamas—, déjelo La vida es demasiado demasiado corta —1n descarado descarado *ijo de perra, eso es lo que es —dijo .iever —0uy !ien, muy !ien, arme una escena+ *a ele"ido un !uen momento $unca nos olvidar%n aqu#
Los tr%mites en el aeropuerto de La /aya no presentaron nin"'n pro!lema .iever parec#a *a!erse recuperado de sus inquietudes e volvió animado y locuaz cuando recorrieron la !reve distancia entre el avión y los co!ertizos de la (duana El joven empleado *olandés ec*ó una ojeada rutinaria a su equipaje y pasaportes, y declaró en un
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in"lés torpe y "utural: —Espero que ten"an una a"rada!le estancia en /olanda —racias —dijo .iever, con "ratitud casi e=cesiva—+ muc*as "racias Por el pasillo marc*aron desde el local de la (duana *asta la sala de recepción, al otro lado del edificio del aeropuerto .iever se a!rió camino *asta la puerta principal, entre los "rupitos de viajeros que mira!an va"amente a!sortos los quioscos con escaparates de perfumes, c%maras foto"r%ficas y frutas (l a!rirse paso de un empujón por la puerta "iratoria, Leamas miró *acia atr%s 8e pie junto al puesto de periódicos, sumer"ido en un ejemplar del 28aily 0ail2 continental, *a!#a una corta fi"ura, con aspecto de rana y con "afas+ un *om!recito serio y preocupado Parec#a un funcionario in"lés, o al"o as#
1n coc*e les espera!a en el aparcamiento, un 2@ol5sHa"en2 de matr#cula *olandesa, conducido por una mujer que no les *izo caso 6onduc#a despacio, par%ndose siempre si las luces esta!an en %m!ar, y Leamas supuso que la *a!#an instruido para que condujera as# porque, sin duda, les de!#a se"uir otro coc*e 0iró el espejo retrovisor de fuera, tratando de reconocer el coc*e, pero sin é=ito Por un instante vio un 2Peu"eot2 ne"ro con matr#cula diplom%tica, pero cuando do!laron la esquina sólo *a!#a detr%s de ellos una camioneta de mue!les ( causa de la "uerra, conoc#a La /aya muy !ien, y trató de adivinar adónde le lleva!an Le pareció que viaja!an *acia el noroeste, *acia c*evenin"en Pronto dejaron atr%s las afueras y se acercaron a una colonia de c*alets que !ordea!an las dunas a lo lar"o del mar e detuvieron all# La mujer salió, dej%ndoles en el coc*e, y llamó al tim!re de un peque-o 2!un"aloH2 color crema que queda!a en un e=tremo de la fila En el porc*e col"a!a un letrero de *ierro forjado con las pala!ras 2Le 0ira"e2, escritas con letra "ótica azul p%lido En la ventana *a!#a un rótulo indicando que todas las *a!itaciones esta!an alquiladas (!rió la puerta una ama!le mujer re"ordeta, que miró, m%s all% de la conductora, *acia el coc*e in dejar de mirarlo, !ajó por el sendero *acia ellos, sonriendo "ustosamente ( Leamas le recordó una vieja t#a que una vez le pe"ó por desperdiciar cordel —B&ué !ien que *ayan venidoC —afirmó— B6u%nto nos ale"ra que *ayan venidoC La si"uieron al 2!un"aloH2, yendo .iever por delante La conductora se volvió al coc*e Leamas lanzó una ojeada a la carretera por donde aca!a!an de lle"ar: unos trescientos pasos m%s all%, un coc*e ne"ro, quiz% un 2>iat2 o un 2Peu"eot2, *a!#a aparcado 8e su interior sal#a un *om!re con impermea!le 1na vez en el vest#!ulo, la mujer estrec*ó c%lidamente la mano a Leamas —ien venidos, !ien venidos a ULe 0ira"eV ¿/an tenido !uen viaje?
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John L Carr
El E!"ía #u Surgi$ Dl Frío
—Estupendo —contestó Leamas —¿/an venido en avión o en !arco? —En avión —dijo .iever—+ *a sido un vuelo muy conforta!le /a!la!a como si fuera el due-o de la l#nea aérea —Les prepararé el almuerzo —afirmó ella—, un almuerzo especial Les *aré al"o especialmente !ueno ¿&ué les trai"o? —(*, por favor —dijo Leamas en voz !aja, y sonó el tim!re de la puerta La mujer se fue r%pidamente a la cocina+ .iever a!rió la puerta delantera
Lleva!a un impermea!le con !otones de cuero Era tan alto como Leamas, pero mayor que él Leamas le ec*ó unos cincuenta y cinco a-os u cara ten#a una tonalidad dura y "ris, con marcados surcos+ pod#a *a!er pasado por un soldado E=tendió la mano —0e llamo Peters —dijo Los dedos eran finos y pulidos— ¿/an tenido !uen viaje? —# —dijo .iever r%pidamente—, sin nada de particular —El se-or Leamas y yo tenemos muc*o que tratar, creo que no necesitamos retenerle, am Puede co"er el 2@ol5sHa"en2, de vuelta a la ciudad .iever sonrió Leamas o!servó el alivio que refleja!a su sonrisa —(diós, Leamas —dijo .iever, con voz de !romista—+ !uena suerte, ami"o Leamas dio una ca!ezada, como si no viera la mano que le tend#a .iever —(diós —repitió .iever, y se marc*ó silenciosamente por la puerta de delante Leamas si"uió a Peters a un cuarto trasero Pesadas cortinas de encaje col"a!an en la ventana, con muc*os plie"ues y drapeados ornamentales El alféizar esta!a cu!ierto de tiestos con plantas+ "randes cactus, plantas de ta!aco y un curioso %r!ol con anc*as *ojas "omosas El mo!iliario era pesado, falsamente anti"uo En medio del cuarto *a!#a una mesa con dos sillas talladas La mesa esta!a cu!ierta con un mantel color de *errum!re, parecido m%s !ien a un linóleo+ so!re ella, delante de cada silla, *a!#a un !loc de papel y un l%piz (l lado, en un aparador, H*is5y y seltz Peters fue *acia él y sirvió de !e!er para los dos —0ire —dijo Leamas, de repente—, a partir de a*ora puedo comportarme sin ceremonias, ¿me entiende? Los dos sa!emos en qué andamos, los dos somos profesionales 1sted tiene un desertor pa"ado+ !uena suerte para usted Por el amor de 8ios, no finja que se *a enamorado de m# Parec#a en vilo, inse"uro de s# mismo Peters asintió —.iever me *a dic*o que era usted un *om!re or"ulloso —o!servó desapasionadamente Lue"o a-adió sin sonre#r—: 8espués de todo, ¿por qué, si no, ataca un *om!re a los tenderos?
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John L Carr
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Leamas ima"inó que era ruso, pero sin lle"ar estar se"uro de ello u in"lés era casi perfecto y ten#a la tranquilidad y los aires de un *om!re acostum!rado desde *ac#a muc*o a las comodidades de la civilización e sentaron a la mesa —¿Le *a dic*o .iever lo que le voy a pa"ar? —pre"untó Peters —# &uince mil li!ras, a co!rar en un anco de erna —Eso es —8ijo que podr#an *acerme pre"untas sucesivamente durante todo el a-o si"uiente —dijo Leamas—, y me pa"ar#an otras cinco mil si me manten#a al alcance Peters asintió —$o acepto esa condición —continuó Leamas— 1sted sa!e tan !ien como yo que no funcionar#a &uiero sacarme las quince mil y desaparecer @uestra "ente trata mal a los a"entes que desertan: lo mismo *ace mi "ente $o me voy a quedar sentado so!re el ra!o en aint 0oritz mientras ustedes van desple"ando todas las redes que les *aya dado Ellos no son tontos+ sa!r#an a quién !uscar )a nos persi"uen, como usted y yo !ien sa!emos Peters asintió: —8esde lue"o, podr#a venir a al"'n sitio m%s se"uro, ¿no? —¿(l otro lado del 7elón? —# Leamas no *izo m%s que mover la ca!eza y continuó: —6alculo que usted necesitar% unos tres d#as para un interro"atorio preliminar 8espués necesitar% volver atr%s para preparar un informe detallado —$o es indispensa!le —contestó Peters Leamas le miró con interés —)a veo —dijo—, *an mandado al e=perto ¿3 no est% metido en esto el 6entro de 0osc'? Peters se quedó callado+ no *ac#a m%s que mirar a Leamas, como tom%ndole las medidas Por fin, co"ió el l%piz que ten#a delante y dijo: —¿Empezamos con su servicio en la "uerra? 6*arlando solo
—0e alisté en los In"enieros en NDN Esta!a aca!ando mi instrucción cuando pasaron un aviso invitando a los que supieran idiomas a solicitar un tra!ajo especializado en el e=tranjero )o sa!#a *olandés y alem%n y !astante francés, y esta!a *arto de ser soldado, as# que lo solicité 6onoc#a !ien /olanda+ mi padre ten#a una a"encia de m%quinasF*erramientas en Leyden )o viv# all# unos nueve a-os Pasé las entrevistas de costum!re, y fui lue"o a una escuela, cerca de 3=ford, donde me ense-aron las moner#as acostum!radas —¿&uién diri"#a esa instalación?
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John L Carr
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—$o lo supe *asta después: lue"o conoc# a teedF(sprey y a un profesor de 3=ford llamado >ieldin" Ellos la diri"#an El a-o cuarenta y uno me dejaron caer en /olanda y aqu# me quedé unos dos a-os Perd#amos a"entes m%s de prisa de lo que pod#amos encontrarlos en aquellos d#as+ era puro asesinato /olanda es un mal pa#s para ese tipo de tra!ajo+ no tiene campo a!ierto de verdad, nin"'n sitio a trasmano donde se pueda tener la central o una radio iempre moviéndose, siempre escapando 4esulta!a un jue"o muy sucio al# el a-o cuarenta y tres y pasé un par de meses en In"laterra+ y lue"o *ice una incursión por $orue"a (quello, en comparación, fue una "ira campestre El a-o cuarenta y cinco me licenciaron y vine otra vez aqu# a /olanda, a ver si me pon#a al d#a en el anti"uo ne"ocio de mi padre $o resultó+ as# que me asocié con un viejo ami"o que lleva!a una a"encia de viajes en ristol Eso duró diecioc*o meses+ lue"o nos *undimos Entonces, como llovida del cielo, reci!# una carta del 8epartamento: ¿me "ustar#a volver? Pero yo *a!#a tenido !astante de todo eso, pensé, as# que dije que lo pensar#a y alquilé una casita en Lundy Island (ll# me quedé un a-o mir%ndome el om!li"o, *asta que me *arté de nuevo y les escri!# ( fines del a-o cuarenta y nueve *a!#a vuelto a estar en nómina 8esde lue"o, servicio interrumpido, con reducción de los derec*os de pensión y las mezquindades de siempre ¿@oy demasiado de prisa? —Por a*ora, no —contestó Peters, sirviéndole m%s H*is5y— 8esde lue"o, lo volveremos a tratar, con nom!res y fec*as Llamaron a la puerta y entró la mujer con el almuerzo: una "ran cantidad de carne fr#a, pan y sopa Peters apartó las notas y comieron en silencio /a!#a empezado el interro"atorio
4etiraron todo lo del almuerzo —(s# que volvió a 6am!rid"e 6ircus —dijo Peters —# 8urante al"'n tiempo me dieron un tra!ajo !urocr%tico, tramitar informes que da!an noticias so!re fuerzas militares en pa#ses tras el 7elón de (cero, se-alando posiciones de unidades y toda esa clase de cosas —¿En qué sección? —atélites 6uatro Estuve all# desde fe!rero del cincuenta *asta mayo del cincuenta y uno —¿&uiénes eran sus compa-eros? —Peter uillam, rian de rey y eor"e miley miley nos dejó a principios del cincuenta y uno y pasó a 6ontraespionaje En mayo del cincuenta y uno fui enviado a erl#n como su!jefe de Wrea Eso quer#a decir todo el tra!ajo de operaciones —¿( quién ten#a a sus órdenes? Peters escri!#a velozmente Leamas supuso que maneja!a al"una taqui"raf#a casera
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John L Carr
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—/ac5ett, arroH y 8e Oon" 0urió en un accidente de circulación el a-o cincuenta y uno Pensamos que lo *a!#an asesinado, pero nunca pudimos demostrarlo 7odos ellos diri"#an redes y yo esta!a al mando ¿&uiere detalles? —pre"untó con sequedad —8esde lue"o, pero después i"a —( fines del cincuenta y cuatro fue cuando pescamos nuestro primer pez "ordo en erl#n: >ritz >e"er, se"undo de a !ordo del 0inisterio de 8efensa de (lemania 3riental /asta entonces, la cosa *a!#a ido dura, pero en noviem!re del cincuenta y cuatro alcanzamos a >ritz 8uró casi e=actamente dos a-os, y lue"o, un d#a, no volvimos a o#r *a!lar de él 0e *an dic*o que murió en la c%rcel 7ardamos otros tres a-os en encontrar a al"uien que se pusiera en contacto con él Lue"o, en N;N, salió .arl 4iemec5 .arl esta!a en el Presidium del Partido ocialista 1nificado de (lemania 3riental El mejor a"ente que *e conocido en mi vida —)a est% muerto —o!servó Peters 1na som!ra de al"o parecido a la ver"Genza cruzó la cara de Leamas —)o esta!a all# cuando le pe"aron los tiros —murmuró— l ten#a una amante, que se pasó un momento antes de que él muriera l se lo contó todo+ ella conoc#a toda la maldita red $o es e=tra-o que le *icieran volar —Lue"o volveremos a erl#n 8#"ame esto: cuando murió .arl, usted volvió en avión a Londres ¿e quedó en Londres durante el resto del servicio? —0ientras duró, s# —¿&ué tra!ajo ten#a en Londres? —ección ancaria, supervisión de los sueldos de los a"entes, pa"os en el e=tranjero para servicios clandestinos 1n ni-o podr#a *a!erlo llevado 4eci!#amos nuestras órdenes y firm%!amos los pa"os 8e vez en cuando *a!#a al"'n que!radero de ca!eza por cuestiones de se"uridad —¿7rata!a directamente con a"entes? —¿6ómo #!amos a *acerlo nosotros? El dele"ado en un determinado pa#s *ac#a una petición+ la autoridad le pon#a la *uella de la pezu-a y nos lo pasa!a a nosotros para *acer el pa"o En la mayor parte de los casos, transfer#amos el dinero a al"'n anco e=tranjero conveniente, de donde el propio dele"ado pod#a sacarlo y d%rselo al a"ente —¿6ómo se se-ala!a a los a"entes? ¿6on nom!res falsos? —6on cifras Los de 6am!rid"e 6ircus las llaman com!inaciones ( cada red se le da!a una com!inación: cada a"ente se indica!a con un prefijo unido a la com!inación La com!inación de .arl era 2( "uión 1no2 Leamas suda!a Peters le o!serva!a fr#amente, admir%ndole como a un ju"ador profesional, al otro lado de la mesa ¿6u%nto val#a Leamas? ¿&ué le *ar#a rendirse, qué le atraer#a o le asustar#a? ¿&ué odia!a y, so!re todo, qué sa!#a? ¿uardar#a *asta el final su mejor carta y la vender#a cara? Peters no lo cre#a as#: Leamas ya esta!a muy lanzado para
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andarse con tonter#as Era un *om!re en conflicto consi"o mismo+ un *om!re que no ten#a m%s que una vida, una profesión de fe, y las *a!#a traicionado Peters lo *a!#a visto otras veces Lo *a!#a visto, incluso en *om!res que *a!#an sufrido un cam!io ideoló"ico completo, y que en las *oras m%s secretas de la noc*e encontraron un nuevo credo, y ellos solos, impulsados por la fuerza interna de sus convicciones, *a!#an traicionado a su vocación, a sus familias, a sus pa#ses: incluso ellos, llenos como esta!an de nuevo celo y nueva esperanza, tuvieron que luc*ar contra el esti"ma de la traición: ellos incluso luc*a!an contra la an"ustia casi f#sica de decir aquello con lo que se les *a!#a educado para no confesar nunca jam%s 6omo apóstatas que temieran quemar la 6ruz, vacila!an entre lo instintivo y lo material, y Peters, atrapado en la misma polaridad, ten#a que proporcionarles consuelo y destruir su or"ullo Era una situación de la que se da!an cuenta am!os: as#, Leamas rec*azó forzosamente un trato m%s *umano con Peters, pues su or"ullo lo e=clu#a Peters no i"nora!a que, por esas razones, Leamas mentir#a+ quiz% mentir#a sólo por omisión, pero mentir#a de todas maneras, por or"ullo, por desaf#o o por la pura perversidad de su profesión+ y él, Peters, se ver#a forzado a descu!rir las mentiras a!#a tam!ién que el *ec*o mismo de que Leamas fuera un profesional acaso redundara contra sus intereses, pues Leamas ele"ir#a cuando Peters no querr#a que se eli"iera+ Leamas sa!r#a por adelantado el tipo de información que necesita!a Peters, y al *acerlo as#, podr#a dejar a un lado al"'n jirón casual que podr#a ser de interés vital para los valorizadores ( todo eso, Peters suma!a la capric*osa vanidad de un n%ufra"o alco*olizado —6reo —dijo— que a*ora vamos a anotar con al"'n detalle su servicio en erl#n Esto ser#a desde mayo de N; *asta marzo de N 7ómese otro H*is5y
Leamas o!servó cómo saca!a un ci"arrillo del paquete que *a!#a en la mesa y lo encend#a (dvirtió dos cosas: que Peters era zurdo, y que, por se"unda vez, se *a!#a puesto el ci"arrillo en la !oca con la marca *acia fuera, para que se quemara antes >ue un "esto que le "ustó a Leamas: indica!a que Peters, como tam!ién él, *a!#a estado perse"uido Peters ten#a una cara e=tra-a, "ris y sin e=presión El color de!ió *a!erla a!andonado muc*o tiempo atr%s —quiz% en al"una prisión, en los primeros d#as de la 4evolución— y a*ora sus ras"os esta!an ya !ien formados y Peters tendr#a esa cara *asta que se muriera olamente el *irsuto pelo "ris podr#a volverse !lanco, pero su rostro no cam!iar#a Leamas se pre"untó va"amente cu%l era el verdadero nom!re de Peters, y si esta!a casado /a!#a en él al"o muy ortodo=o que a Leamas le "usta!a+ era la ortodo=ia de la fuerza, de la confianza i Peters ment#a, de!#a tener una razón u mentira seria una mentira calculada, necesaria, muy lejana de la tornadiza falta de *onradez de (s*e (s*e, .iever, Peters+ *a!#a un avance en la calidad, en la autoridad, que para Leamas se-ala!a la jerarqu#a en una red de espionaje 7am!ién era, se"'n sospec*a!a, un avance
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en la ideolo"#a (s*e, el mercenario+ .iever, el compa-ero de viaje, y a*ora Peters, para quien el fin y los medios eran idénticos Leamas empezó a *a!lar de erl#n Peters rara vez interrump#a, rara vez *ac#a una pre"unta o un comentario, pero cuando los *ac#a, manifesta!a una curiosidad técnica y una altura de e=perto que i!an enteramente de acuerdo con el propio temperamento de Leamas Leamas incluso parec#a responder al desapasionado profesionalismo de su interro"ador: era al"o que los dos ten#an en com'n /a!#a llevado lar"o tiempo or"anizar desde erl#n una red decente en la Xona 3riental, e=plicó Leamas (l principio, por toda la ciudad pulula!an los a"entes de se"undo orden+ el espionaje esta!a desacreditado y forma!a una parte tan importante de la vida diaria de erl#n que se pod#a reclutar un *om!re en un cóctel, instruirle durante la cena y a la *ora del desayuno ya *a!#a saltado por los aires Para un profesional, era una pesadilla: docenas de a"encias, la mitad de ellas infiltradas por el otro !ando, miles de ca!os sueltos: demasiadas pistas, demasiadas fuentes, demasiado poco espacio para actuar ien es verdad que en N;J pudieron a!rirse paso con >e"er Pero para el a-o ;, cuando todos los departamentos del ervice ped#an a "ritos informadores de alta calidad, ellos se *a!#an calmado >e"er les *a!#a malacostum!rado d%ndoles material de se"unda que i!a sólo un poco por delante de las noticias $ecesita!an meterse de veras *asta el fondo, y tuvieron que esperar otros tres a-os antes de lo"rarlo Entonces, un d#a, 8e Oon" fue a *acer una merienda en los !osques, al !orde del erl#n oriental Lleva!a matricula militar !rit%nica en su coc*e, que aparcó, cerrado, en una carretera a medio construir junto al canal 8espués de la merienda, sus ni-os corrieron por delante, llevando el cesto 6uando lle"aron al coc*e, se detuvieron, vacilaron, dejaron caer el cesto y volvieron corriendo (l"uien *a!#a forzado la puerta del coc*e: la manilla esta!a rota y la puerta li"eramente a!ierta 8e Oon" lanzó un juramento, recordando que *a!#a dejado la c%mara foto"r%fica en el compartimiento de los "uantes e acercó a e=aminar el coc*e La manilla *a!#a sido forzada: 8e Oon" calculó que lo *a!#an *ec*o con un pedazo de tu!o de acero, ese tipo de cosa que se puede llevar en la man"a Pero la c%mara se"u#a all#, y lo mismo el a!ri"o, y unos paquetes de su mujer En el asiento del conductor *a!#a una cajetilla de ta!aco, y en su interior un peque-o cartuc*o de n#quel 8e Oon" sa!#a e=actamente lo que conten#a: era el cartuc*o de la pel#cula de una c%mara de miniatura, pro!a!lemente una 0ino= 8e Oon" se puso en marc*a camino *acia su casa y reveló la pel#cula 6onten#a las actas de la 'ltima reunión del Presidium del Partido ocialista 1nificado de la (lemania 3riental Por al"una e=tra-a coincidencia, *a!#a una información paralela por otra fuente+ las foto"raf#as eran auténticas Leamas se ocupó entonces del asunto $ecesita!a desesperadamente el é=ito $o *a!#a presentado pr%cticamente nada desde que lle"ó a erl#n, y esta!a pasando el
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acostum!rado limite de edad para el pleno tra!ajo activo 1na semana después, e=actamente, llevó el coc*e de 8e Oon" al mismo lu"ar y se fue a pasear Era un lu"ar desolado el que 8e Oon" *a!#a ele"ido para su merienda: un trec*o de canal, con un par de casamatas destrozadas por la artiller#a, unos campos resecos y arenosos, y al lado del Este, un pinar ralo, que se e=tend#a a unos doscientos pasos desde la carretera con "rava que !ordea!a el canal Pero ten#a la virtud de la soledad, al"o dif#cil de encontrar en erl#n, y era imposi!le ser vi"ilado Leamas se fue a pasear por el !osque $i siquiera intentó vi"ilar el coc*e porque no sa!#a en qué dirección pod#a venir el acercamiento i le ve#an vi"ilando el coc*e desde el !osque, se ec*a!an a perder las pro!a!ilidades de conservar la confianza de su informador $o ten#a por qué preocuparse 6uando volvió, no *a!#a nada en el coc*e, de modo que volvió a erl#n 3este, d%ndose "olpes a s# mismo por ser un maldito im!écil: el Presidium no i!a a reunirse *asta dentro de una quincena 7res semanas m%s tarde, pidió prestado el coc*e a 8e Oon", y metió mil dólares, en !illetes de veinte, en una cesta de merienda 8ejó el coc*e sin cerrar durante dos *oras y cuando volvió *a!#a una cajetilla de ta!aco en el compartimiento de los "uantes La cesta para la merienda *a!#a desaparecido Las pel#culas esta!an llenas de material documental de primer orden En las seis semanas si"uientes lo *izo dos veces m%s, y ocurrió lo mismo Leamas comprendió que *a!#a dado con una mina de oro 8ando a la fuente el nom!re convencional de 20ayfair2, envió una carta pesimista a Londres Leamas sa!#a que si destapa!a a medias las cosas a Londres, ellos se ocupar#an directamente del caso, lo que esta!a deseoso de evitar a toda costa Esa era sin duda la 'nica clase de operación que pod#a salvarle de ser retirado del servicio, y era precisamente una de esas cosas lo !astante importantes como para que los de Londres quisieran ocuparse de ella por s# mismos (unque "uardara las distancias, se"u#a e=istiendo el peli"ro de que 6am!rid"e 6ircus tuviera teor#as, *iciera su"erencias, encar"ara precaución, pidiera acción &uerr#an que diera sólo !illetes nuevos de un dólar, con la esperanza de se"uirles la pista+ querr#an que los cartuc*os de pel#cula fuesen enviados a Londres para ser e=aminados, planear#an torpes operaciones de rastreo y se lo contar#an a los 8epartamentos o!re todo, querr#an cont%rselo a los 8epartamentos y eso, dec#a Leamas, *inc*ar#a la cosa *asta el cielo 7ra!ajó como un loco durante tres semanas 4epasó las fic*as personales de todos los miem!ros del Presidium Esta!leció una lista de todo el personal de oficina que pod#a *a!er tenido acceso a las actas Por la lista de distri!ución en la 'ltima p%"ina de los facs#miles, e=tendió el total de posi!les informadores *asta treinta y uno, incluyendo personal de oficinas y secretarias (l enfrentarse con la tarea casi imposi!le de identificar a un informador partiendo de informes incompletos de treinta y un candidatos, Leamas volvió al material ori"inal, lo que, como se dijo, era al"o que *u!iera de!ido *acer antes Le desconcertó que en nin"una
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de las copias foto"r%ficas de las actas que *a!#a reci!ido *asta entonces estuvieran numeradas las p%"inas, que nin"una estuviera sellada con una referencia de se"uridad, y que en la se"unda y la cuarta copias *u!iera pala!ras tac*adas con l%piz o pluma Lle"ó por fin a una importante conclusión: que las copias foto"r%ficas no eran de los documentos mismos, sino de los !orradores de los documentos Esto situa!a la fuente en el ecretariado, y el ecretariado era muy reducido Los !orradores de las actas esta!an !ien foto"rafiados y con cuidado: eso *ac#a pensar que el fotó"rafo *a!#a tenido tiempo y un cuarto para él solo Leamas volvió al #ndice de datos personales /a!#a en el ecretariado un *om!re llamado .arl 4iemec5, anti"uo ca!o del cuerpo médico, que *a!#a estado tres a-os como prisionero de "uerra en In"laterra u *ermana *a!#a vivido en Pomerania cuando los rusos la invadieron, y él no *a!#a vuelto a sa!er nada de ella Esta!a casado y ten#a una *ija llamada 6arla Leamas decidió afrontar un ries"o (veri"uó por Londres el n'mero de prisionero de "uerra de 4iemec5, que era 9NQ9, y su fec*a de li!eración, que era el Q de noviem!re de NJ; 6ompró un li!ro infantil de ficción cient#fica de (lemania 3riental y escri!ió en las "uardas, en alem%n, con letra adolescente: 2Este li!ro es de 6arla 4iemec5, nacida el Q de noviem!re de NJ;, en ideford, $ort* 8evon >irmado (stronauta Lunar 9NQ92, y de!ajo a-adió: 2Los candidatos a vuelos espaciales *an de presentarse en persona a 6 4iemec5 para reci!ir instrucción e incluye un impreso de solicitud B@iva la 4ep'!lica Popular del Espacio 8emocr%ticoC2 7razó con una re"la varias l#neas en una *oja de papel de escri!ir, *izo unas columnas para el nom!re, dirección y edad, y escri!ió al pie de la p%"ina: 27odos los candidatos ser%n personalmente entrevistados Escri!an a la dirección acostum!rada indicando cu%ndo y dónde desean ser encontrados Las solicitudes ser%n estudiadas dentro de siete d#as 642 0etió la *oja de papel dentro del li!ro Leamas fue al sitio de costum!re, siempre en el coc*e de 8e Oon", y dejó el li!ro en el asiento de pasajeros con cinco !illetes usados de quinientos dólares dentro de la tapa 6uando volvió Leamas, el li!ro *a!#a desaparecido, y en su lu"ar *a!#a una cajetilla de ta!aco 6onten#a tres rollos de pel#cula Leamas los reveló esa noc*e: una pel#cula conten#a, como de costum!re, las actas de la 'ltima reunión del Presidium, la se"unda mostra!a un !orrador so!re la revisión de las relaciones de (lemania 3riental con el 630E63$+ y la tercera, un esquema del servicio de espionaje de (lemania 3riental, completo, con funciones de departamentos y detalles de personalidades Peters interrumpió: —1n momento —dijo— ¿&uiere decir que toda esa información proced#a de 4iemec5?
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—¿Por qué no? )a sa!e cu%nto ve#a él —(penas es posi!le —o!servó Peters, casi para s# mismo—+ de!e *a!er tenido quien le ayudara —Lo tuvo después+ a eso voy —)a sé lo que me va a decir Pero ¿nunca tuvo la sensación de que reci!#a ayuda desde arri!a, tanto como por parte de los a"entes que lue"o adquirió? —$o $o+ nunca+ nunca se me ocurrió —@olviendo a considerarlo a*ora, ¿parece pro!a!le? —$o muc*o —6uando envió todo ese material a 6am!rid"e 6ircus, ¿no le su"irieron nunca que, incluso para un *om!re de la posición de 4iemec5, la información era fenomenalmente completa? —$o —¿Pre"untaron al"una vez de dónde *a!#a sacado 4iemec5 su c%mara foto"r%fica, y quién le *a!#a ense-ado a foto"rafiar documentos? Leamas vaciló —$o Estoy se"uro de que nunca pre"untaron —Es curioso —o!servó Peters con sequedad— Perdón, si"a+ no quer#a adelantarme a lo que va a decir 1na semana m%s tarde, continuó Leamas, volvió en coc*e al canal Esta vez se puso nervioso (l dar la vuelta en la carretera a medio construir, vio tres !icicletas tum!adas en la *ier!a, y, doscientos metros m%s a!ajo, en el canal, tres *om!res pescando alió del coc*e como de costum!re y empezó a andar *acia la l#nea de %r!oles del otro lado del campo /a!#a recorrido unos veinte metros cuando oyó un "rito @olvió los ojos y vio que uno de los *om!res le *ac#a se-as Los otros dos se *a!#an vuelto y tam!ién le mira!an Leamas lleva!a un impermea!le viejo, ten#a las manos en los !olsillos y ya era demasiado tarde para sacarlas a!#a que los *om!res que esta!an a los lados prote"#an al de en medio, y que si saca!a las manos de los !olsillos, pro!a!lemente disparar#an contra él: i!an a creer que lleva!a un revólver en el !olsillo Leamas se detuvo a diez metros del *om!re de en medio —¿&uiere al"o? —pre"untó Leamas —¿Es usted Leamas? Era un *om!re !ajo, re"ordete, muy sólido /a!la!a en in"lés —# —¿6u%l es el n'mero de su documento de identidad !rit%nico? —P47 "uión L ;
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—@amos a dar un paseo, se-or Leamas $o va a necesitar el impermea!le &u#teselo y déjelo en el suelo, donde est% 0is ami"os cuidar%n de él Leamas vaciló, se enco"ió de *om!ros y se quitó el impermea!le Lue"o caminaron juntos r%pidamente
—1sted sa!e tan !ien como yo quién era —dijo Leamas fati"osamente—: el tercer *om!re en el 0inisterio del Interior, secretario del Presidium del Partido ocialista 1nificado de (lemania 3riental, jefe del 6omité de 6oordinación para la Protección del Pue!lo upon"o que por eso sa!#a cosas de m# y de 8e Oon": *a!r#a visto nuestras fic*as de contraespionaje en la (!teilun" 7en#a tres cuerdas para su arco: el Presidium, la pol#tica estrictamente interna, con los informes económicos, y acceso a las fic*as del ervicio de e"uridad de (lemania 3riental —Pero sólo un acceso limitado $unca i!an a dejarle a uno de fuera recorrer todas sus fic*as —insistió Peters Leamas se enco"ió de *om!ros —# que le dejaron —dijo —¿&ué *izo con su dinero? —8espués de esa tarde, no le di m%s 6am!rid"e 6ircus se ocupó ense"uida de eso e le pa"ó por medio de un anco de (lemania 3ccidental Incluso me devolvió lo que yo le *a!#a dado Londres se lo in"resó en un anco —¿6u%nto contó usted a Londres? —7odo, después de eso 7en#a que *acerlo: entonces 6am!rid"e 6ircus se lo contó a los 8epartamentos Lue"o —a-adió Leamas venenosamente—, fue sólo cuestión de tiempo *asta que la cosa estalló 6on los 8epartamentos en la espalda, Londres se puso %vido Empezaron a apremiarnos pidiendo m%s, y quer#an que le diéramos m%s dinero Por 'ltimo, tuvimos que su"erir a .arl que reclutara otras fuentes y las tomamos para formar una red Era al"o asquerosamente est'pido: puso tenso a .arl, le creó peli"ros y minó su confianza en nosotros >ue el principio del fin —¿6u%nto le sacó usted? Leamas vaciló —¿6u%nto? 8emonios, no sé 8uró un tiempo e=cesivamente lar"o 6reo que ya le *a!#an *ec*o saltar antes de cazarle El nivel !ajó los 'ltimos meses: creo que empezaron a sospec*ar de él y lo alejaron del !uen material —En total, ¿qué le dio? —insistió Peters Por partes, Leamas volvió a contar en todo su alcance el tra!ajo de .arl 4iemec5 Peters compro!ó "ratamente que su memoria era sorprendentemente e=acta, considerando lo muc*o que !e!#a Era capaz de dar fec*as y nom!res, de recordar las reacciones de
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John L Carr
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Londres, el modo de confirmación cuando lo *a!#a Era capaz de recordar las sumas de dinero pedido y pa"ado, las fec*as de reclutamiento de otros a"entes de la red —Lo siento —dijo Peters por fin—, pero no creo que un solo *om!re, por muy alto que estuviese, por cuidadoso e industrioso que fuera, pudiese *a!er adquirido un conocimiento tan detallado en ese campo Por otra parte, aun suponiéndolo, nunca *a!r#a sido capaz de foto"rafiarlo —# que era capaz —insistió Leamas, irritado de pronto— lo *ac#a fenomenalmente !ien, y eso es todo —¿) 6am!rid"e 6ircus nunca le dijo que averi"uara de él e=actamente cu%ndo y cómo ve#a todo este material? —$o —cortó Leamas—+ 4iemec5 era suspicaz en eso, y Londres se contentó con dejar marc*ar la cosa —ueno, !ueno —caviló Peters (l ca!o de un momento dijo—: ( propósito, ¿*a o#do *a!lar de esa mujer? —¿&ué mujer? —pre"untó con vivacidad Leamas —La amante de .arl 4iemec5, la que se pasó a erl#n 3este la noc*e que mataron a 4iemec5 —ueno, ¿y qué? —La encontraron muerta *ace una semana (sesinada Le dispararon desde un coc*e cuando sal#a de su piso —Era mi piso —dijo Leamas maquinalmente —&uiz% —su"irió Peters— ella sa!#a m%s que usted de la red de 4iemec5 —¿&ué demonios insin'a? —pre"untó Leamas Peters se enco"ió de *om!ros —Es todo muy raro —precisó— $o sé quién pudo matarla 6uando *u!ieron a"otado el caso .arl 4iemec5, Leamas pasó a *a!lar de otros a"entes menos espectaculares, y lue"o de los procedimientos de su oficina de erl#n, sus comunicaciones, su personal, sus ramificaciones secretas: pisos, transporte, equipo foto"r%fico y sonoro /a!laron *asta altas *oras de la noc*e y durante todo el d#a si"uiente, y cuando por fin Leamas se fue a la cama tropezando, sa!#a que *a!#a traicionado todo lo que conoc#a del espionaje aliado en erl#n y que se *a!#a !e!ido dos !otellas de H*is5y en dos d#as 1na cosa le desconcerta!a: la insistencia de Peters en que .arl 4iemec5 de!ió de *a!er tenido al"una ayuda, un cola!orador de alto nivel 6ontrol le *a!#a *ec*o la misma pre"unta, a*ora lo recorda!a+ 6ontrol *a!#a pre"untado so!re los accesos de que dispon#a 4iemec5 ¿6ómo pod#an entonces estar tan se"uros de que .arl no se las arre"ló solo? /a!#a tenido au=iliares, desde lue"o, como los que le prote"#an junto al canal el d#a en que Leamas se encontró con él Pero eran de poca monta: .arl le *a!#a *a!lado de ellos in
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em!ar"o, Peters —y Peters, después de todo, sa!r#a con e=actitud en qué pudo .arl meter las manos— se ne"ó a creer que .arl se las *a!#a arre"lado solo En este punto, Peters y 6ontrol esta!an evidentemente de acuerdo 7al vez fuese cierto &uiz% *a!#a al"uien m%s (caso era ése el Interés Especial a quien 6ontrol esta!a tan empe-ado en prote"er de 0undt Eso si"nificar#a que 4iemec5 *a!#a cola!orado con ese Interés Especial, proporcionando lo que los dos juntos *a!#an o!tenido 7al vez eso era de lo que 6ontrol le *a!#a *a!lado a .arl, a solas, aquella noc*e, en el piso de Leamas en erl#n 8e cualquier modo, ma-ana se ver#a 0a-ana ju"ar#a sus cartas e pre"untó quién *a!r#a matado a Elvira ) se pre"untó 2por qué2 la *a!r#an matado 8esde lue"o, —a*# *a!#a un punto de apoyo, una e=plicación posi!le—, Elvira, por conocer la identidad del cola!orador especial de 4iemec5, *a!#a sido asesinada por ese cola!orador $o, eso era demasiado arries"ado Pasa!a por alto la dificultad de cruzar del Este al 3este: al fin y al ca!o, Elvira *a!#a sido asesinada en erl#n occidental e pre"untó por qué 6ontrol no le dijo que Elvira *a!#a sido asesinada ¿Para que pudiera reaccionar de!idamente cuando Peters se lo dijera? Eran especulaciones in'tiles 6ontrol tendr#a sus motivos: sol#an ser tan condenadamente tortuosos que se tarda!a una semana en averi"uarlos (l dormirse, murmuró: —.arl era un idiota+ esa mujer le *undió, estoy se"uro (*ora Elvira *a!#a muerto, y !ien que lo merec#a e acordó de Liz 9 - EL SEGUNDO DA
Peters lle"ó a las oc*o a la ma-ana si"uiente, y, sin nin"una ceremonia, se sentaron a la mesa y empezaron —(s# que volvió a Londres ¿&ué *izo all#? —0e pusieron en conserva 6omprend# que esta!a liquidado cuando aquel !urro de Personal me reci!ió en el aeropuerto 7uve que ir derec*o a 6ontrol para informarle so!re .arl /a!#a muerto+ ¿qué m%s queda!a por decir? —¿&ué *icieron con usted? —(l principio me dijeron que pod#a quedarme en Londres y esperar *asta que estuviera en condiciones para una pensión adecuada >ueron tan asquerosamente escrupulosos con eso que me irrité: les dije que si tanto af%n ten#an de ec*arme dinero encima, por qué no *ac#an lo m%s naturalmente posi!le y me conta!an todo el tiempo, en vez de "ru-ir tanto so!re el servicio interrumpido Entonces, cuando les dije eso, lo tomaron a mal 0e metieron en la ección ancaria, con mujeres 8e eso no puedo recordar muc*o empecé a empinar el codo un poco Pasé una temporada !astante mala P%"ina Q de ;<
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Encendió un ci"arrillo Peters asintió —Por eso me dieron la patada, realmente $o les "ustó que !e!iera —8#"ame todo lo que recuerde so!re la ección ancaria —su"irió Peters —Era un montaje lamenta!le $unca me sent# *ec*o para un tra!ajo !urocr%tico, ya lo sa!#a Por eso me aferra!a a erl#n a!#a, cuando me llamaron, que me pondr#an en conserva, pero BdemoniosC —¿&ué *ac#a usted? Leamas se enco"ió de *om!ros —entarme so!re mi trasero, en el mismo cuarto que un par de mujeres, 7*urs!y y Larrett )o las llama!a 27*ursday2 y 2>riday2, 2Oueves2 y 2@iernes2 onrió de modo !astante est'pido Peters mira!a sin entender —$o *ac#amos m%s que remover papel aja!a una carta de >inanzas: 2e autoriza un pa"o de setecientos dólares a >ulano con car"o a Xutano #rvanse realizarlo2, ése era el meollo de todo 2Oueves2 y 2@iernes2 le da!an unas cuantas vueltas, lo arc*iva!an, lo sella!an, y yo firma!a un c*eque o *ac#a que el anco lo transfiriera —¿&ué anco? —latt y 4odney, un peque-o anco muy distin"uido en la 6ity En 6am!rid"e 6ircus e=iste la teor#a de que los etonianos son discretos —En realidad, entonces, ¿usted sa!#a los nom!res de todos los a"entes del mundo? —$o e=actamente En eso consist#a la astucia )o firma!a el c*eque, ya ve, o la orden al anco, pero dej%!amos un espacio para el nom!re del destinatario La carta de co!ertura, o lo que fuera, queda!a toda firmada, y entonces el e=pediente volv#a a los del 8espac*o Especial —¿&uiénes son ésos? —Los que tienen todos los datos de los a"entes Ellos pon#an los nom!res de los a"entes y envia!an la orden 6ondenadamente astuto, ten"o que decirlo Peters parec#a decepcionado —¿&uiere decir que no pod#a enterarse de los nom!res de los que reci!#an los pa"os? —/a!itualmente, no —Pero ¿de vez en cuando? —8e vez en cuando and%!amos muy cerca del asunto 7odos los enredos entre ancaria, >inanzas y el 8espac*o Especial lleva!an a escapes Era demasiado complicado (dem%s, al"unas veces nos met#amos en material especial que nos ilumina!a un poco la vida Leamas se levantó —/e *ec*o una lista —dijo— de todos los pa"os que puedo recordar Est% en mi cuarto La voy a !uscar alió del cuarto, con los andares m%s !ien arrastrados que *a!#a tomado desde su
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lle"ada a /olanda 6uando volvió, lleva!a en la mano un par de *ojas de papel rayado arrancadas de una a"enda !arata —Los apunté anoc*e —dijo—+ pensé que eso nos a*orrar#a tiempo Peters co"ió las notas y las leyó despacio y con cuidado Parec#a impresionado —ien —dijo—, muy !ien —(dem%s, lo que mejor recuerdo es una cosa llamada Piedra 0ovediza /ice un par de e=cursiones por ella 1na a 6open*a"ue y otra a /elsin5i $ada m%s que meter dinero en ancos —¿6u%nto? —8iez mil dólares en 6open*a"ue, cuarenta mil marcos en /elsin5i Peters dejó el l%piz —¿Para quién? —pre"untó —8ios sa!e 0anej%!amos Piedra 0ovediza con un sistema de cuentas en depósito El ervice me dio un pasaporte !rit%nico falso+ fui al anco 4eal Escandinavo, en 6open*a"ue, y al anco $acional de >inlandia, en /elsin5i deposité el dinero y saqué un talonario de cuenta indistinta: para m#, con mi nom!re falso, y para al"uien m%s+ el a"ente, supon"o, con su nom!re falso )o di a los ancos una muestra de la firma del otro titular, que *a!#a reci!ido de la 3ficina de Oefatura 8espués le da!an al a"ente el talonario y un pasaporte falso que ense-a!a en el anco cuando saca!a el dinero Lo 'nico que sa!#a yo era su nom!re falso 7odo aquello le sona!a rid#culamente inveros#mil al o#rse *a!lar a s# mismo —¿Era corriente ese procedimiento? —$o Era un pa"o especial Eso ten#a una lista de acceso limitado —¿&ué es eso? —7en#a un nom!re convencional que muy pocos conoc#an —¿6u%l era ese nom!re? —)a se lo dije: Piedra 0ovediza La operación cu!r#a pa"os no re"ulares de diez mil dólares en diferentes divisas y distintas capitales —¿iempre en capitales? —&ue yo sepa, s# 4ecuerdo *a!er le#do en la fic*a que *a!#a *a!ido otros pa"os de Piedra 0ovediza antes de que yo entrara en la ección, pero en esos casos la ección ancaria se lo encar"a!a al dele"ado local —Esos otros pa"os que tuvieron lu"ar antes de que lle"ara usted, ¿dónde se *icieron? —1no en 3slo $o puedo recordar dónde fue el otro —¿El nom!re falso del a"ente era siempre el mismo? —$o Esa era otra precaución adicional de se"uridad 8espués o# decir que *a!#amos copiado toda esa técnica de los rusos Era el procedimiento de pa"o m%s
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complicado que encontré 8el mismo modo, yo usa!a un nom!re falso diferente, y, por supuesto, un pasaporte distinto en cada viaje —Eso de!#a "ustarle+ ayudarle a llenar los *uecos YEsos pasaportes falsos que les da!an a los a"entes para que pudieran sacar el dinero, ¿sa!#a usted al"o so!re ellos, cómo se *ac#an y cómo se entre"a!an? —$o (*, salvo que ten#an que tener visados para el pa#s donde esta!a depositado el dinero ) sellos de entrada en el pa#s —¿ellos de entrada? —# )o supuse que los pasaportes no se usa!an nunca en la frontera, sino que solamente se presenta!an en el anco para la identificación El a"ente de!#a de *a!er viajado con su propio pasaporte, entrando de modo totalmente le"al en el pa#s donde esta!a situado el anco, y después usa!a el pasaporte en el anco Esa era mi *ipótesis —¿a!e usted al"'n motivo por el que los pa"os anteriores se *icieran por medio de los dele"ados, y los pa"os posteriores por al"uien que viajara desde Londres? —é el motivo Pre"unté a las mujeres de la ección ancaria, 2Oueves2 y 2@iernes2 6ontrol esta!a muy preocupado —¿6ontrol? ¿&uiere decir que el propio 6ontrol maneja!a el asunto? —#, lo lleva!a él 7em#a que al dele"ado le pudieran reconocer en el anco, de modo que usó un cartero: yo —¿6u%ndo *izo esos viajes? —( 6open*a"ue, el quince de junio @olv# en avión esa misma noc*e ( /elsin5i, a fines de setiem!re 0e quedé all# dos noc*es, y volv# en avión *acia el veintioc*o 0e divert# un poco en /elsin5i onrió, pero Peters no se fijó —¿) los otros pa"os, cu%ndo se *icieron? —$o puedo recordarlo Lo siento —¿Pero uno fue con se"uridad en 3slo? —#, en 3slo —¿6u%nto tiempo *u!o entre los dos primeros pa"os, los pa"os *ec*os por los dele"ados? —$o sé $o muc*o, creo &uiz% un mes 7al vez un poco m%s —¿7uvo la impresión de que el a"ente lleva!a al"'n tiempo actuando antes de que se *iciera el primer pa"o? ¿Lo indica!a el e=pediente? —$i idea El e=pediente se-ala!a sólo los pa"os efectivos Primer pa"o, a principios del cincuenta y nueve $o *a!#a m%s datos en él Ese es el principio que se aplica cuando se tiene una referencia limitada Los diversos e=pedientes se refieren a diferentes aspectos de un solo caso ólo quien ten"a el e=pediente "eneral podr% reunirlo todo Peters escri!#a a*ora continuamente Leamas supuso que *a!r#a un ma"netófono
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escondido en al"una parte del cuarto, pero la trascripción sucesiva requerir#a tiempo Lo que Peters anota!a a*ora proporcionar#a lo esencial para el tele"rama de aquella tarde a 0osc', mientras en la Em!ajada soviética de La /aya las c*icas pasar#an toda la noc*e tele"rafiando la trascripción ver!al, relev%ndose en sus *orarios —8#"ame —dijo Peters— Esas son "randes cantidades de dinero Los procedimientos para pa"arlas eran muy complicados y muy caros ¿&ué pensa!a usted? Leamas se enco"ió de *om!ros —¿&ué pod#a pensar yo? Pensa!a que 6ontrol de!#a de tener al"una fuente fenomenal, pero nunca vi el material, as# que no sé $o me "usta!a el modo de *acerlo: era demasiado potente, demasiado complicado, demasiado astuto ¿Por qué no se encontra!an simplemente con él y le da!an el dinero al contado? ¿4ealmente le deja!an cruzar fronteras con su propio pasaporte, llevando otro falso en el !olsillo? Lo dudo —dijo Leamas )a era *ora de nu!lar el asunto, de ec*arle a perse"uir una lie!re —¿&ué quiere decir? —&uiero decir que, por lo que yo sé, el dinero nunca se retira!a del anco uponiendo que fuera un a"ente de elevada posición detr%s del 7elón, el dinero estar#a en depósito para él cuando pudiera alcanzarlo Eso es lo que ima"iné, por lo menos $o pensa!a "ran cosa so!re ello ¿Por qué *a!r#a de pensar? >orma parte de nuestro tra!ajo conocer sólo una parte del conjunto entero 1sted lo sa!e i uno es curioso, 8ios le proteja —i el dinero no se co!ra!a, como su"iere usted, ¿por qué toda esa molestia con los pasaportes? —6uando yo esta!a en erl#n, *icimos un arre"lo para .arl 4iemec5 por si al"una vez necesita!a escaparse y no pod#a encontrarnos Le "uard%!amos un pasaporte falso de (lemania 3ccidental en una dirección de 8Gsseldorf En cualquier momento lo pod#a reco"er si"uiendo un procedimiento previamente esta!lecido $o caduca!a nunca: la ección especial de @iajes renova!a el pasaporte y los visados conforme caduca!an $o sé es sólo una suposición —¿6ómo sa!e usted con se"uridad que se e=tend#an los pasaportes? —/a!#a notas so!re la fic*a entre la ección ancaria y la ección especial de @iajes @iajes es la ección que prepara!a documentos de identidad y visados falsos —)a entiendo—Peters pensó un momento y lue"o pre"untó—: ¿&ué nom!res usó usted en 6open*a"ue y /elsin5i? —4o!ert Lan", in"eniero electricista, de 8er!y Eso fue en 6open*a"ue —8#"ame con e=actitud cu%ndo estuvo en 6open*a"ue —)a se lo dije, el quince de junio Lle"ué por la ma-ana a eso de las once y media —¿&ué anco usó? —6aram!a, Peters —dijo Leamas s'!itamente irritado—, el 4eal Escandinavo )a lo
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tiene apuntado —ólo quer#a estar se"uro —contestó el otro con calma, y si"uió escri!iendo— ) para /elsin5i, ¿qué nom!re? —tep*en ennett, in"eniero naval de Plymout* Estuve all# —a-adió en tono sarc%stico— a fines de setiem!re —¿>ue al anco el d#a que lle"ó? —# Era el veinticuatro, o el veinticinco, no puedo estar se"uro, como ya le dije —¿Lleva!a usted mismo el dinero desde In"laterra? —Por supuesto que no implemente, lo transfer#amos en cada caso a la cuenta del dele"ado El dele"ado lo saca!a, me reci!#a en el aeropuerto con el dinero en una cartera y yo lo lleva!a al anco —¿&uién es el dele"ado en 6open*a"ue? —Peter Oensen, un vendedor de la li!rer#a de la 1niversidad —¿) cu%les eran los nom!res que *a!#an de usar los a"entes? —/orst .arlsdorf, en 6open*a"ue 6reo que era eso, s#, s# que era, lo recuerdo: .arlsdorf )o me empe-a!a en decir .arls*orst —¿8atos? —8irector de empresa, de .la"enfurt, (ustria —¿) el otro? ¿El nom!re del de /elsin5i? —>ec*tmann, (dolf >ec*tmann, de aint all, uiza 7en#a un t#tulo s#, eso es: doctor >ec*tmann, arc*ivero —)a veo+ los dos de len"ua alemana —#, ya me fijé en eso Pero no pod#a ser un alem%n —¿Por que no? —)o *a!#a sido jefe de la or"anización de erl#n, ¿no? /a!r#a estado metido en ello 1n a"ente de alto nivel en (lemania 3riental tendr#a que ser diri"ido desde erl#n )o lo *a!r#a conocido Leamas se levantó, se acercó al aparador y se sirvió H*is5y $o se preocupó de Peters —8ijo usted que *a!#a precauciones especiales, procedimientos especiales en este caso (caso ellos pensa!an que no *ac#a falta que usted estuviera enterado —$o sea idiota —replicó terminantemente Leamas—, por supuesto que lo *a!r#a sa!ido Ese era el punto a que se ten#a que aferrar, por las !uenas o por las malas+ les *ar#a sentir que ellos esta!an mejor informados, dar#a credi!ilidad al resto de su información 2&uerr%n *acer deducciones a "!ar de usted —*a!#a dic*o 6ontrol— 8e!emos darles el material y permanecer escépticos respecto a sus conclusiones 6onfiar en su inteli"encia y en su presunción, en sus sospec*as mutuas eso es lo que de!emos *acer2
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Peters asintió como si confirmara una verdad melancólica —Es usted un *om!re muy or"ulloso, Leamas —se-aló una vez m%s Peters se marc*ó poco después e despidió de Leamas y se fue andando por la carretera que !ordea!a el mar Era *ora de almorzar
1! - EL TERCER DA
Peters no apareció esa tarde, ni a la ma-ana si"uiente Leamas se quedó en la cama, esperando, con irritación creciente, al"'n recado, pero no lle"ó nin"uno Pre"untó al ama de la casa, pero ella se limitó a sonre#r y a enco"er sus pesados *om!ros ( eso de las once y media de la ma-ana, decidió salir a pasear por la orilla del mar, compró unos ci"arrillos y se quedó mirando a!sorto al mar /a!#a una muc*ac*a, de pie en la playa, ec*ando pan a las "aviotas Le da!a la espalda El viento marino ju"a!a con su lar"o pelo ne"ro y tira!a de su a!ri"o, convirtiendo su cuerpo en un arco tenso *acia el mar upo entonces qué era lo que le *a!#a dado Liz: lo que tendr#a que volver a encontrar si re"resa!a al"una vez a In"laterra: era el preocuparse de las cosas peque-as, la fe en la vida corriente, la sencillez que le *ace a uno partir un pedazo de pan en una !olsa de papel, !ajar a la playa y ec*%rselo a las "aviotas Era ese respeto por lo sencillo que nunca le *a!#an permitido tener: fuera pan para las "aviotas o fuera amor, fuera lo que fuera, volver#a para encontrarlo+ *ar#a que Liz se lo encontrara 1na semana, dos semanas quiz%, y estar#a de vuelta 6ontrol *a!#a dic*o que se pod#a quedar con lo que le pa"aran, y ya ser#a !astante 6on quince mil li!ras, una "ratificación y una pensión de 6am!rid"e 6ircus, uno puede permitirse —como dec#a 6ontrol—retirarse del fr#o 8io un rodeo y volvió a la casa a las doce menos cuarto La mujer le *izo entrar sin decir una pala!ra, pero cuando volvió al cuarto de atr%s, la oyó descol"ar el teléfono y marcar un n'mero ólo *a!ló unos se"undos ( las doce y media le trajo el almuerzo y, para su complacencia, unos periódicos in"leses, que leyó satisfec*o, *asta las tres Leamas, que normalmente no le#a nada, le#a los periódicos despacio y concentr%ndose (prend#a detalles, como los nom!res y direcciones de la "ente que aparec#an en las peque-as noticias Lo *ac#a casi inconscientemente, como una especie de ejercicio de mnemotécnica personal, que le a!sor!#a por entero ( las tres lle"ó Peters, y tan pronto como le vio Leamas, comprendió que pasa!a al"o $o se sentaron a la mesa: Peters no se quitó el impermea!le —7rai"o malas noticias para usted —dijo—+ le !uscan en In"laterra Lo *e sa!ido esta ma-ana @i"ilan los puertos Leamas respondió impasi!le P%"ina de ;<
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—¿ajo qué acusación? —3ficialmente, por no presentarse en una comisar#a pasado el intervalo re"lamentario después de salir de la c%rcel —¿) en realidad? —6orre el rumor de que se le !usca por al"'n delito contra la ley de ecretos 3ficiales @iene su foto"raf#a en todos los periódicos de la tarde de Londres Los pies de foto son muy am!i"uos Leamas permanec#a muy tranquilo /a!#a sido 6ontrol 6ontrol *a!#a *ec*o circular el rumor $o *a!#a otra e=plicación (unque *u!ieran a"arrado a (s*e o .iever, aunque *u!ieran *a!lado incluso entonces, la responsa!ilidad del rumor se"u#a siendo de 6ontrol 21n par de semanas —*a!#a dic*o—+ supon"o que le llevar%n a al"'n sitio para el interro"atorio, tal vez al e=tranjero in em!ar"o, en un par de semanas de!er#a estar en paz Lue"o, la cosa marc*ar% por s# sola 7endr% que a"azaparse por aqu# mientras la reacción lle"a a su término por s# misma Pero no le importar%, estoy se"uro /e decidido conservarle con su!sidio de operaciones *asta que eliminen a 0undt2 Esto parec#a lo m%s decente ) a*ora esto Esto no forma!a parte del acuerdo+ esto era diferente ¿&ué demonios ten#a que *acer? i a!andona!a a*ora, si re*usa!a se"uir adelante con Peters, arruina!a la operación $o era imposi!le que Peters mintiera, que ésta fuera la prue!a+ una razón m%s para que él estuviera de acuerdo en marc*ar Pero si i!a, si acced#a a ir al Este, a Polonia, a 6*ecoslovaquia, a 8ios sa!e dónde, no *a!#a nin"una !uena razón para que le dejaran escapar nunca+ y tampoco resulta!a razona!le que él mismo quisiera escaparse, puesto que oficialmente era un *om!re perse"uido en 3ccidente 6ontrol era el causante+ esta!a se"uro Las condiciones *a!#an sido demasiado "enerosas+ lo *a!#a notado durante todo el tiempo $o tira!an el dinero por a*# de esa manera por nada, a no ser que pensaran que le pod#an perder a uno 1n dinero as# era un consuelo para los posi!les peli"ros e incomodidades que 6ontrol no quer#a reconocer francamente 1na tal cantidad de dinero era una se-al de aviso+ Leamas no *a!#a *ec*o caso de esa se-al —Pero ¿cómo dia!los —pre"untó sose"adamente— *an podido lle"ar a eso? —1n pensamiento pareció cruzar por su %nimo, y dijo—: u ami"o (s*e *a podido cont%rselo, desde lue"o, o .iever —Es posi!le —contestó Peters— 1sted sa!e i"ual que yo que tales cosas son siempre posi!les $o *ay se"uridades en nuestro tra!ajo El *ec*o es —a-adió con al"o parecido a la impaciencia— que a estas *oras en todos los pa#ses de Europa 3ccidental le estar%n !uscando Leamas parec#a no *a!er o#do lo que dec#a Peters —(*ora me tiene en el anzuelo, ¿e*, Peters? —dijo— u "ente se de!e estar
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muriendo de risa ¿3 *an *ec*o la denuncia ellos mismos? —E=a"era usted su propia importancia —dijo Peters, a"riamente —Entonces, ¿por qué me *an se"uido, d#"ame? al# a dar un paseo esta ma-ana 8os *om!recitos de traje oscuro, uno a veinte metros detr%s del otro, me si"uieron a lo lar"o de la orilla del mar 6uando volv#, la due-a de la casa le telefoneó —(ten"%monos a lo que sa!emos —su"irió Peters— 6ómo las autoridades de su pa#s *an averi"uado lo suyo, no nos importa e=cesivamente en este momento El *ec*o es que lo sa!en —¿/a tra#do usted consi"o los periódicos de la tarde de Londres? —Por supuesto que no (qu# no se encuentran /emos reci!ido un tele"rama de Londres —Eso es mentira 1sted sa!e perfectamente que a su tin"lado sólo se le permite comunicar con el 6entro —En este caso, se *a permitido una cone=ión directa entre dos puntos periféricos — replicó colérico Peters —ueno, !ueno —dijo Leamas, con una sonrisa torcida—, de!e ser usted realmente un pez "ordo 3 —pareció ocurr#rsele una idea—, ¿no andar% metido en esto el 6entro? Peters *izo caso omiso de la pre"unta —)a sa!e la alternativa 3 nos deja que cuidemos de usted, prometiéndonos prepararle un paso se"uro, o se a!re camino por s# mismo, con la se"uridad de ser capturado al final $o tiene documentos falsos, ni dinero, ni nada u pasaporte !rit%nico *a!r% caducado dentro de diez d#as —/ay una tercera posi!ilidad 8eme un pasaporte suizo y al"o de dinero, y déjeme correr )o puedo cuidar de m# mismo —0e temo que eso no ser#a desea!le —&uiere decir que no *a terminado el interro"atorio ¿) *asta que termine no se me puede dejar en circulación? —0%s o menos, ése es el caso —6uando *aya aca!ado el interro"atorio, ¿qué *ar%n conmi"o? Peters se enco"ió de *om!ros —¿&ué insin'a usted? —1na nueva identidad Pasaporte escandinavo, tal vez 8inero —Es muy académico —contestó Peters—, pero se lo su"eriré a mis superiores ¿@iene usted conmi"o? Leamas vaciló, lue"o sonrió con un poco de incertidum!re, y pre"untó: —i no voy, ¿qué *ar% usted? 8espués de todo, ten"o una *istoria que contar, ¿no? —Las *istorias de este tipo son dif#ciles de poner en claro )o me voy esta noc*e (s*e y .iever —se enco"ió de *om!ros—, ¿qué suman en total?
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Leamas se acercó a la ventana 1na tormenta se esta!a formando so!re el "ris%ceo mar del $orte 0iró las "aviotas dando vueltas ante las oscuras nu!es La muc*ac*a se *a!#a ido —0uy !ien —dijo por fin— (rré"lelo —$o *ay avión al Este *asta ma-ana /ay un vuelo para erl#n dentro de una *ora 7omaremos ése 7enemos el tiempo muy justo
El papel pasivo de Leamas durante aquella tarde le permitió, una vez m%s, admirar la eficacia sin adornos de los preparativos de Peters El pasaporte de!#a de estar confeccionado *ac#a tiempo: el 6entro de!#a de *a!erse ocupado de ello Esta!a e=tendido a nom!re de (le=ander 7*Haite, a"ente de viajes, y lleno de visados y sellos de control de aduana+ el viejo y manoseado pasaporte del viajero profesional En el aeropuerto, el "uardia fronterizo *olandés no *izo m%s que asentir con la ca!eza y sellarlo por pura rutina Peters esta!a tres o cuatro puestos m%s atr%s que él en la cola y no se interesó por los tr%mites (l entrar en el recinto 2ólo pasajeros2, Leamas vio un quiosco de li!ros e e=*i!#a una selección internacional de periódicos: 2Le >i"aro2, 2Le 0onde2, 2$eue XGrc*er Xeitun"2, 28ie Kelt2, y media docena de diarios y semanarios in"leses 0ientras él mira!a, la muc*ac*a se acercó a la parte delantera del quiosco y metió en la alam!rera un 2Evenin" tandard2 Leamas cruzó apresuradamente *acia el puesto y sacó el periódico de la alam!rera —¿6u%nto?—pre"untó (l meter la mano en el !olsillo, se dio cuenta de repente de que no lleva!a moneda *olandesa —7reinta centavos —contestó la muc*ac*a Era !astante !onita, morena y "raciosa —ólo ten"o dos c*elines in"leses, *acen un 2"uilder2 ¿Los acepta? —#, cómo no —contestó ella, y Leamas le dio el flor#n @olvió la mirada+ Peters se"u#a en la oficina de pasaportes, de espaldas a Leamas in vacilación, se fue derec*o al retrete (ll# miró r%pidamente, pero con atención todas las p%"inas, lue"o tiró el periódico al cesto de desperdicios y volvió a salir Era verdad+ all# esta!a su foto"raf#a con la am!i"ua frasecita de!ajo e pre"untó si lo *a!r#a visto Liz alió pensativo a la sala de espera 8iez minutos después su!ieron al avión para /am!ur"o y erl#n Por primera vez desde que todo *a!#a empezado, Leamas esta!a asustado 11 - AMIGOS DE ALEC
Los *om!res fueron a ver a Liz aquella misma tarde P%"ina N de ;<
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El cuarto de Liz old esta!a en el e=tremo norte de aysHater 7en#a dos camas individuales, y una estufa de "as, !astante !onita, de color "ris car!ón, que lanza!a un moderno sil!ido en vez del !ur!ujeo pasado de moda ( veces, ella la mira!a cuando Leamas esta!a all#, mientras la estufa de "as da!a la 'nica luz al cuarto l se tend#a en la cama, en la de ella+ la m%s alejada de la puerta, y Liz se senta!a a su lado y le !esa!a, o mira!a la estufa de "as, apretando la cara contra la de Leamas (*ora le da!a miedo pensar demasiado en él, porque entonces se olvida!a de cómo era, de modo que sólo permit#a a su mente pensar en él durante !reves momentos, como recorriendo con los ojos un va"o *orizonte, y lue"o se acorda!a de al"una cosa sin importancia que él *a!#a dic*o o *ec*o, del modo como la *a!#a mirado, o, m%s a menudo, cómo no la *a!#a *ec*o caso Eso era lo terri!le, cuando su ima"inación se deten#a en ello: no ten#a nada con que recordarle, ni una foto"raf#a, ni un o!jeto, nada $i siquiera una amistad en com'n+ sólo la se-orita 6rail en la i!lioteca, cuyo odio contra él *a!#a quedado satisfec*o con su partida espectacular Liz *a!#a ido una vez por casa de Leamas a ver al due-o $o sa!#a en a!soluto por qué lo *ac#a, pero reunió todo su valor y fue El due-o estuvo muy ama!le *a!lando de (lec+ el se-or Leamas *a!#a pa"ado puntualmente su alquiler como un ca!allero+ lue"o *a!#a quedado pendiente una semana, o dos, pero se *a!#a presentado un ami"o del se-or Leamas que pa"ó todo decentemente, sin reclamaciones ni nada iempre lo *a!#a dic*o del se-or Leamas, y siempre lo dir#a, que era un verdadero ca!allero En fin, no *a!#a ido a una 2pu!licFsc*ool2, no ser#a nada empin"orotado, pero s# un ca!allero de veras 8e vez en cuando le "usta!a enfurru-arse un poco, y, desde lue"o, !e!#a un poco m%s de lo que le conven#a, aunque nunca se porta!a como un !orrac*o cuando lle"a!a a casa Pero aquel im!écil que se presentó, un tipejo muy "racioso y t#mido, con "afas, dijo que el se-or Leamas *a!#a encar"ado muy especialmente, muy especialmente, que se arre"lara el alquiler que se le de!#a ) si eso no era de ca!alleros, y el due-o sa!r#a qué cosa lo era, que el dia!lo se lo llevara 8ios sa!e de dónde saca!a el dinero, pero ese se-or Leamas era un tipo muy serio, se"ur#simo ( >ord el tendero le *izo solamente lo que muc*os ten#an "anas de *acerle desde la "uerra ¿El cuarto? #, el cuarto lo *a!#a tomado un ca!allero lle"ado de 6orea, dos d#as después que se llevaron al se-or Leamas Pro!a!lemente por eso Liz si"uió tra!ajando en la i!lioteca+ porque all#, por lo menos, él se"u#a e=istiendo+ las escalerillas, los estantes, los li!ros, el fic*ero, eran cosas que él *a!#a conocido y tocado, y al"'n d#a podr#a volver a ellas /a!#a dic*o que jam%s volver#a, pero ella no lo cre#a Era como decir que uno jam%s i!a a estar mejor, creer una cosa como ésa La se-orita 6rail pensa!a que volver#a: descu!rió que le de!#a al"'n dinero —salarios pa"ados de menos— y le enfurec#a que su monstruo *u!iera sido tan poco monstruoso como para no co!rarlo 8esde que se marc*ó Leamas, Liz nunca dejó de *acerse la misma pre"unta: ¿por qué *a!#a pe"ado al se-or >ord? a!#a que su car%cter era terri!le, pero aquello fue
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diferente /a!#a pensado *acerlo desde el comienzo, tan pronto como se li!ró de su fie!re ¿Por qué, si no, se despidió de ella la noc*e anterior? l sa!#a que al d#a si"uiente pe"ar#a al se-or >ord Liz re*usa!a aceptar la 'nica otra alternativa posi!le+ que, cansado de ella, se *a!#a despedido, y al d#a si"uiente, todav#a !ajo la tensión emotiva de su separación, perdió el dominio con el se-or >ord y le *a!#a pe"ado Ella sa!#a, lo supo siempre, que all# *a!#a al"o que (lec ten#a que *acer Incluso se lo *u!iera dic*o él mismo &ué era ello, Liz no pod#a m%s que suponerlo (l principio, pensó que *a!#a tenido una ri-a con el se-or >ord, por al"'n odio contra#do desde *ac#a a-os (l"o en relación con una c*ica, o quiz% con la familia de (lec Pero no *a!#a m%s que mirar al se-or >ord, y eso parec#a rid#culo Era el arquetipo del peque-o !ur"ués, cauto, complaciente, vil ) de todos modos, aunque (lec tuviera una ven"anza pendiente contra el se-or >ord, ¿por qué *a!#a ido a la tienda, un s%!ado, en medio de la a"lomeración de las compras para el fin de semana, cuando todos pod#an verle? /a!laron de ello en la reunión de su sección del Partido eor"e /an!y, el tesorero de la sección, pasa!a efectivamente ante la tienda de >ord cuando ocurrió+ no *a!#a visto muc*o por la "ente, pero *a!ló con un im!écil que lo *a!#a visto todo /an!y quedó tan impresionado que telefoneó al 28aily Kor5er2, y *a!#an enviado un periodista al juicio: por eso el 2Kor5er2 le dedicó un reportaje en la p%"ina central como al"o natural Era un mero caso de protesta, de repentina conciencia social y de odio contra la clase de los jefes, como dec#a el 2Kor5er2 (quel idiota con el que *a!ló /an!y Rno era m%s que un tipejo corriente, con "afas, tipo empleadoS dijo que *a!#a sido muy repentino —espont%neo, quer#a decir—, y para /an!y eso demostra!a una vez m%s qué inflama!le era el tejido del sistema capitalista Liz se *a!#a quedado muy callada mientras *a!la!a con /an!y: nin"uno de ellos, desde lue"o, sa!#a nada acerca de lo de ella y Leamas En aquel momento se dio cuenta de que odia!a a eor"e /an!y: era un *om!recillo pomposo, de %nimo desa"rada!le, que siempre le esta!a *aciendo muecas y tratando de tocarla Entonces lle"aron de visita los *om!res Ella pensó que eran un poco demasiado ele"antes para ser polic#as+ ven#an en un peque-o coc*e ne"ro con antena 1no era !ajo y m%s !ien re"ordete Lleva!a "afas y vest#a de modo e=tra-o y caro+ era un *om!recito !ondadoso y preocupado, y Liz se fió de él sin sa!er por qué El otro era m%s suave, pero sin ser untuoso: con cierto aire de muc*ac*o, aunque ella supuso que no tendr#a menos de cuarenta a-os 8ijeron que ven#an de la ección Especial, y mostraron sus carnets prote"idos con fundas de celof%n El "ordo era quien *a!la!a casi siempre —6reo que usted ten#a amistad con (lec Leamas —empezó Ella se dispon#a a enfurecerse, pero el *om!re "ordo lo toma!a tan en serio que le pareció que i!a a cometer una estupidez
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—# —dijo Liz— ¿6ómo lo sa!#an ustedes? —Lo averi"uamos por casualidad el otro d#a 6uando uno va a la c%rcel, tiene que decir quién es su pariente m%s cercano Leamas dijo que no ten#a a nadie En realidad, eso era mentira Le pre"untaron a quién ten#an que informar si le ocurr#a al"o en la c%rcel 8ijo que a usted —)a entiendo —¿7en#a amistad con él al"uien m%s que usted conozca? —$o —¿>ue usted al juicio? —$o —¿$o la *an visitado periodistas, acreedores, nadie en a!soluto? —$o, ya se lo *e dic*o $adie m%s lo sa!#a $i mis padres siquiera, nadie 7ra!aj%!amos juntos en la i!lioteca, desde lue"o, la i!lioteca de Investi"aciones Psicoló"icas, pero sólo lo podr#a sa!er la se-orita 6rail, la !i!liotecaria $o creo que se le ocurriera que *u!iese nada entre nosotros Es muy e=tra-a —a-adió Liz con sencillez El *om!recito la escudri-ó muy atentamente durante un momento, y lue"o pre"untó: —¿Le sorprendió que Leamas pe"ara al se-or >ord? —#, claro —¿Por qué pensó usted que lo *izo? —$o sé Porque >ord no le quer#a fiar, supon"o Pero creo que siempre *a!#a pensado *acerlo e pre"untó si estar#a diciendo demasiado, pero ten#a "anas de *a!lar con al"uien de ello, esta!a muy sola y no parec#a *a!er nada malo en eso —Pero esa noc*e, la noc*e antes de que ocurriera, *a!lamos juntos /a!#amos cenado, una cena especial+ (lec dijo que de!#amos *acerlo y yo sa!#a que era nuestra 'ltima noc*e /a!#a tra#do de no sé dónde una !otella de vino tinto+ a m# no me "usta!a muc*o, y (lec se !e!ió la mayor parte ) lue"o le pre"unté: 2¿Es la despedida?2, si todo se *a!#a aca!ado —¿l qué dijo? —8ijo que ten#a que *acer un tra!ajo )o no lo entend# !ien todo, de veras e produjo un lar"o silencio y el *om!recillo parec#a m%s preocupado que nunca Por fin le pre"untó: —¿Lo cree usted? —$o sé 8e repente sintió terror por (lec, sin sa!er por qué El *om!re pre"untó: —Leamas tiene dos *ijos de su matrimonio: ¿se lo *a!#a dic*o? —Liz no dijo nada — ( pesar de eso, dio su nom!re como parienta m%s cercana ¿Por qué cree que lo *izo? El *om!recillo parec#a co*i!ido por su propia pre"unta e mira!a las manos
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"ordinflonas, apretadas en el re"azo Liz enrojeció —)o esta!a enamorada de él —contestó —¿Esta!a él enamorado de usted? —&uiz% $o lo sé —¿i"ue usted enamorada de él? —# —¿8ijo al"una vez que volver#a? —pre"untó el m%s joven —$o —Pero ¿se despidió de usted? —pre"untó el otro r%pidamente —¿e despidió de usted? —el *om!recillo repitió la pre"unta despacio, !ondadosamente— Le prometo que ya no le puede ocurrir nada m%s a él Pero queremos ayudarle, y si usted tiene al"una idea de por qué pe"ó a >ord, si tiene la m%s leve idea de al"o que *u!iera dic*o, aunque fuera casualmente, o al"o que *iciera, entonces d#"anoslo, por el !ien de (lec Liz movió la ca!eza —Por favor, v%yanse —dijo—+ por favor, no *a"an m%s pre"untas Por favor, v%yanse ya (l lle"ar a la puerta, el de m%s edad vaciló, lue"o sacó una tarjeta de la cartera y la dejó en la mesa, con viveza, como si fuera a *acer ruido Liz pensó que era un *om!recito muy t#mido —i al"una vez necesita ayuda, si ocurre al"una vez al"o a propósito de Leamas, o, ll%meme por teléfono —dijo— ¿Entiende? —¿&uién es usted? —oy un ami"o de (lec Leamas —vaciló— 3tra cosa —a-adió—, una 'ltima pre"unta ¿a!#a (lec que usted era, sa!#a (lec lo del Partido? —# —contestó ella, desesperadamente— e lo dije yo —¿) el Partido sa!e lo de usted y (lec? —)a les dije: nadie lo sa!#a —Lue"o, con la cara p%lida, "ritó de repente—: ¿8ónde est%? 8#"anme dónde est% ¿Por qué no me quieren decir dónde est%? )o le puedo ayudar, ¿no ven? )o le cuidaré, aunque se *aya vuelto loco, no me importa, les juro que no Le escri!# cuando esta!a en la c%rcel: no de!#a *a!erlo *ec*o, ya lo sé $o le dec#a otra cosa sino que pod#a volver en cualquier momento &ue siempre le esperar#a $o pudo *a!lar m%s+ no *izo m%s que sollozar y sollozar, quieta all#, en medio del cuarto, con el rostro sofocado *undido entre sus manos, mientras el *om!recillo la o!serva!a —e *a ido al e=tranjero —dijo ama!lemente— $o sa!emos !ien dónde est% $o est% loco, pero no de!#a *a!erle dic*o todo eso >ue una l%stima El m%s joven dijo:
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—)a nos preocuparemos por usted, en cuanto al dinero y esa clase de cosas —¿&uiénes son ustedes? —volvió a pre"untar Liz —(mi"os de (lec —repitió el m%s joven—+ !uenos ami"os Les oyó !ajar con calma por las escaleras, *asta la calle 8esde su ventana les vio meterse en su peque-o coc*e ne"ro y ponerse en marc*a *acia el parque Lue"o recordó la tarjeta e acercó a la mesa, la reco"ió y la puso frente a la luz Era cara, pensó, m%s de lo que se pod#a permitir un polic#a En relieve in titulo delante del nom!re, sin comisar#a ni nada ólo el nom!re, ¿y quién *a o#do *a!lar nunca de un polic#a que viva en 6*elsea? 2eor"e miley N yHater treet, 6*elsea2 ) el n'mero del teléfono de!ajo Era muy raro 12 - EN EL ESTE
Leamas se desa!roc*ó el cinturón del asiento e dice que los condenados a muerte pasan por momentos repentinos de j'!ilo+ como si, i"ual que las mariposas en el fue"o, su destrucción coincidiera con el alcance de sus deseos (l se"uir derec*o su decisión, Leamas notó una sensación semejante: un alivio, !reve pero consolador, le sostuvo durante al"'n tiempo Le sucedieron el miedo y el *am!re Leamas se i!a *aciendo m%s lento 7en#a razón 6ontrol Lo *a!#a advertido durante el caso 4iemec5, a principios del a-o pasado .arl *a!#a mandado un mensaje: ten#a al"o especial para él y *ac#a una de sus raras visitas a (lemania 3riental, al"una conferencia le"al en .arlsru*e Leamas se las *a!#a arre"lado para lo"rar un !illete de avión para 6olonia, y *a!#a co"ido un coc*e en el aeropuerto Era todav#a muy pronto, y espera!a no encontrar la mayor parte del tr%fico en la autopista a .arlsru*e, pero los pesados camiones ya esta!an en marc*a 4ecorrió setenta 5ilómetros en media *ora, entretejiéndose entre la circulación, arries"%ndose para "anar tiempo, cuando un coc*e peque-o, pro!a!lemente un 2>iat2, se a!rió paso a la pista interior, a unos cuarenta metros por delante de él Leamas pisó fuerte el freno, encendiendo los faros y tocando el cla=on, y, por misericordia de 8ios, lo evitó, lo evitó por una fracción de se"undo (l adelantar el coc*e vio con el ra!illo del ojo cuatro ni-os en la parte de atr%s, riendo y a"itando la mano, y la cara est'pida y asustada de su padre en el volante i"uió adelante, maldiciendo, y de repente ocurrió: de pronto, las manos le tem!laron fe!rilmente, la cara le ard#a, el corazón le palpita!a locamente e las arre"ló para apartarse de la autopista a un desv#o, salió revolviéndose del coc*e, y se quedó respirando pesadamente y mirando pasmado el violento torrente de los "i"antescos camiones 7uvo una visión con su coc*e aprisionado entre ellos, aplastado y destrozado, *asta no quedar nada, nada m%s que el P%"ina MJ de ;<
John L Carr
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frenético "ru-ido de los cl%=ones, y las luces azules centelleando, y los cuerpos de los ni-os, despedazados como aquellos refu"iados que mataron en la carretera entre las dunas 6ondujo lentamente el resto del camino y lle"ó tarde a la cita con .arl $unca volvió a conducir sin que al"'n rincón de su memoria evocase los ni-os despeinados que le saluda!an con la mano desde el asiento de atr%s de ese coc*e, y su padre a"arrado al volante como un la!rador a la mancera del arado 6ontrol lo llamar#a fie!re Esta!a sentado, aturdido, en su asiento so!re el ala ( su lado *a!#a una americana que lleva!a zapatos de tacón alto enfundados en pl%stico 7uvo una idea moment%nea de pasarle una nota para los de erl#n, pero ense"uida la descartó Ella pensar#a que esta!a queriendo conquistarla, y Peters lo ver#a (dem%s, ¿de qué servir#a? 6ontrol sa!#a lo que *a!#a pasado: 6ontrol *a!#a *ec*o que pasara $o *a!#a nada que decir e pre"untó qué ser#a de él 6ontrol no *a!#a *a!lado de eso, sino sólo de la técnica 2$o se lo dé todo de una vez, *a"a que tra!ajen para o!tenerlo 6onf'ndales con detalles, deje cosas pendientes, vuelva atr%s so!re sus pasos Pón"ase testarudo, maldiciente, dif#cil e!a como una esponja+ no se meta con la ideolo"#a, no se fiar%n de eso &uieren tratar con un *om!re que *an comprado+ quieren el entrec*ocar de los contrarios, (lec, no un convertido ver"onzante o!re todo, ellos quieren deducir El terreno est% preparado: lo *icimos *ace muc*o tiempo, cositas, claves dif#ciles 1sted es la 'ltima fase de la caza del tesoro2 /a!#a tenido que acceder a *acerlo: no se puede uno retirar de la "ran luc*a cuando le *an dejado resueltos todos los preliminares de la pelea 21na cosa puedo ase"urarle: que vale la pena @ale la pena para nuestro interés especial, (lec 6onsérvese vivo y *a!remos lo"rado una "ran victoria2 $o se cre#a capaz de a"uantar la tortura 4ecorda!a un li!ro de .oestler en que el viejo revolucionario se *a!#a preparado para la tortura sosteniendo cerillas encendidas contra los dedos $o *a!#a le#do muc*o, pero eso si lo leyó y lo recorda!a 6asi *a!#a oscurecido cuando aterrizaron en 7empel*of Leamas o!servó cómo las luces de erl#n su!#an a su encuentro, sintió el porrazo del avión al tocar tierra, y vio a los funcionarios de la (duana y de pasaportes que se adelanta!an en la media luz Por un momento, a Leamas le preocupó que al"'n conocido de antes, por casualidad, le viera en el aeropuerto (l avanzar, al lado de Peters, por los intermina!les corredores a través del inevita!le control de la (duana y de pasaportes, sin que nin"una cara conocida se volviera a saludarle, se dio cuenta de que su preocupación *a!#a sido en realidad una esperanza+ esperanza de que, sin sa!er cómo, su t%cita decisión de se"uir adelante fuera revocada por las circunstancias Le interesó que Peters ya no se preocupara de fin"ir que él no era cosa suya: era como si Peters considerara erl#n occidental como terreno se"uro, donde la vi"ilancia y la
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se"uridad pod#an relajarse, un mero punto técnico en su etapa *acia el Este (nda!an a través de la "ran sala de recepción *acia la puerta principal, cuando de repente Peters pareció cam!iar de idea+ cam!ió de dirección !ruscamente y llevó a Leamas a una peque-a entrada lateral que da!a a un aparcamiento con parada de ta=is (ll# Peters vaciló un se"undo, par%ndose !ajo la luz de la puerta, lue"o dejó la maleta en el suelo, a su lado, sacó deli!eradamente el periódico de de!ajo del !razo, lo do!ló, se lo metió en el !olsillo izquierdo del impermea!le, y volvió a car"ar con la maleta Inmediatamente, desde el aparcamiento, los faros de un coc*e co!raron vida, y lue"o !ajaron y se apa"aron —@amos all% —dijo Peters, y ec*ó a andar con viveza a través del asfalto, mientras Leamas le se"u#a m%s despacio (l alcanzar ense"uida la primera fila de coc*es, se a!rió desde dentro la puerta trasera de un 20ercedes2 ne"ro, y se encendió la luz del interior Peters, a diez metros por delante de Leamas, se acercó de prisa al coc*e, *a!ló en voz !aja con el conductor, y lue"o llamó a Leamas —(qu# est% el coc*e 8ese prisa Era un viejo 20ercedes ue muy f%cil cruzar el l#mite de sector Leamas nunca *u!iera ima"inado que fuese tan f%cil 8urante diez minutos estuvieron dando vueltas, y Leamas supuso que ten#an que cruzar en una *ora prefijada (l acercarse al puesto de control alem%n occidental, la 28.K2 aceleró y les adelantó con el ostentoso ruido de un motor forzado, deteniéndose en la caseta de la polic#a El 20ercedes2 esperó treinta metros detr%s 8os minutos después, el poste rojo y !lanco se elevó para dejar paso a la 28.K2, y al *acerlo as#, los dos coc*es pasaron juntos, el motor del 20ercedes2 "ru-endo ense"uida, y el conductor apret%ndose contra el respaldo y conduciendo con los !razos e=tendidos (l cruzar los cincuenta metros que separa!an los dos puestos de control, Leamas advirtió va"amente las nuevas fortificaciones en el lado oriental del muro+ dientes de
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John L Carr
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dra"ón, torres de o!servación y triple tendido de alam!re de espino Las cosas se *a!#an puesto tensas El 20ercedes2 no se detuvo en el se"undo puesto de control: las !arreras ya esta!an levantadas y pasaron directamente *acia adelante, sin que los 2vopos2 *icieran otra cosa que mirarles con "emelos La 28.K2 *a!#a desaparecido, y cuando Leamas la avistó diez minutos después, i!a otra vez detr%s de ellos (*ora marc*a!an de prisa Leamas *a!#a pensado que se parar#an en el erl#n oriental, quiz% a cam!iar de coc*es y a felicitarse por el é=ito de la operación, pero marc*aron *acia el este a través de la ciudad —¿(dónde vamos? —pre"untó a Peters —)a estamos en la 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana (qu# le *an preparado acomodo —6re# que ir#amos m%s al este —Iremos Primero vamos a pasar aqu# un d#a o dos Pensamos que los alemanes de!er#an tener una conversación con usted —)a entiendo —8espués de todo, la mayor parte de su tra!ajo *a sido en el lado alem%n Les envié detalles de su declaración —¿) ellos *an pedido verme? —$unca *an tenido nada parecido a usted, nada tan cercano a las fuentes 0i "ente estuvo de acuerdo en que de!er#an tener la oportunidad de conocerle —¿) desde aqu#? ¿(dónde vamos desde (lemania? —3tra vez al Este —¿( quién voy a ver en el lado alem%n? —¿Importa al"o? —$o muc*o 6onozco de nom!re a la mayor parte de la "ente de la (!teilun", eso es todo 0e lo pre"unta!a, simplemente —¿( quién esperar#a encontrar? —( >iedler —contestó ense"uida Leamas—, su!jefe de se"uridad+ el *om!re de 0undt Es el que *ace los "randes interro"atorios Es un *ijo de perra —¿Por qué? —1n *ijo de perra salvaje /e o#do *a!lar de él 6apturó a un a"ente de Peter uillam y casi le mató del modo m%s asqueroso —El espionaje no es una partida de cric5et —o!servó a"riamente Peters, y después de eso se quedaron en silencio 2(s# que es >iedler2, pensó Leamas Leamas conoc#a muy !ien a >iedler Le conoc#a por las foto"raf#as de la fic*a y por los informes de sus anteriores su!ordinados 1n *om!re es!elto, correcto, muy joven, de rostro liso Pelo oscuro, !rillantes ojos oscuros+ inteli"ente y salvaje, como *a!#a dic*o
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Leamas 1n cuerpo del"ado y vivaz que conten#a una mente paciente, retentiva+ un *om!re, al parecer, sin am!ición personal, pero ine=ora!le en la destrucción de los dem%s >iedler era una rareza en la (!teilun": no toma!a parte en sus intri"as, parec#a contento viviendo a la som!ra de 0undt, sin perspectivas de ascenso $o se le pod#a poner nin"una etiqueta de miem!ro de esta pandilla o de aquella+ incluso los que *a!#an tra!ajado cerca de él en la (!teilun" no pod#an decir dónde esta!a en su complejo de fuerzas >iedler era un solitario+ temido, odiado y recelado 6ualesquiera que fueran sus motivos, se oculta!an !ajo una capa de sarcasmo destructivo 2>iedler es nuestra mejor apuesta2, *a!#a e=plicado 6ontrol /a!#an estado de so!remesa, Leamas, 6ontrol y Peter uillam, en aquella lamenta!le casa como la de los siete enanitos, en urrey, donde 6ontrol viv#a con su mujer, siempre car"ada de !isuter#a, entre mesas indias talladas, con ta!leros de co!re 2>iedler es el acólito que un d#a apu-alar% por la espalda al "ran sacerdote Es el 'nico *om!re que est% a la altura de 0undt —aqu# uillam *a!#a asentido—, y le odia a fondo >iedler es jud#o, desde lue"o, y 0undt es lo contrario En a!soluto es una !uena mezcla $uestro tra!ajo *a sido —afirmó, se-alando a uillam y a él mismo— dar a >iedler el arma con que destruir a 0undt ( usted le toca, mi querido Leamas, animarle a usarla Indirectamente, desde lue"o, porque nunca se encontrar% con él Por lo menos, espero con se"uridad que nunca se encuentren2 Entonces todos *a!#an re#do, incluso uillam /a!#a parecido una !uena !roma en ese momento+ en todo caso, !uena para el nivel de 6ontrol
8e!ió de ser después de medianoc*e Lleva!an al"'n tiempo avanzando por una carretera a medio *acer, en parte a través de un !osque y en parte a través de campo a!ierto Lue"o se detuvieron, y un momento después la 28.K2 se colocó a su lado Leamas o!servó, al !ajar con Peters, que a*ora *a!#a tres *om!res en el otro coc*e 8os sal#an ya El tercero esta!a sentado en el asiento de atr%s, mirando unos papeles a la luz del tec*o del coc*e, una fi"ura li"era medio en som!ra /a!#an aparcado junto a unos esta!los en desuso+ el edificio queda!a a unos treinta metros 6on los faros del coc*e, Leamas *a!#a atis!ado una "ranja !aja, con tapias de madera y de ladrillo enjal!e"ado alieron La luna *a!#a ascendido, y !rilla!a con tanta claridad que las colinas con !osques, atr%s, se recorta!an n#tidas contra el p%lido cielo de la noc*e 6aminaron *acia la casa: Peters y Leamas a!r#an la marc*a, y los dos *om!res i!an detr%s El otro *om!re del se"undo coc*e no *a!#a *ec*o adem%n de moverse+ se *a!#a quedado all#, leyendo (l lle"ar a la puerta, Peters se detuvo, esperando a que los otros dos les alcanzaran 1no de ellos lleva!a un manojo de llaves en la mano izquierda, y mientras las pro!a!a, el
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otro se apartó, con las manos en los !olsillos, prote"iéndole —$o se arries"an —indicó Leamas a Peters— ¿&uién creen que soy? —$o les pa"an para que piensen —contestó Peters, y volviéndose *acia uno de ellos, le pre"untó en alem%n—+ ¿@iene él? El alem%n se enco"ió de *om!ros y volvió los ojos *acia el coc*e —)a vendr% —dijo—+ le "usta venir solo Entraron en la casa+ el *om!re a!r#a la marc*a Esta!a dispuesta como un pa!ellón de caza, en parte vieja y en parte nueva /a!#a una mala iluminación de luces p%lidas en el tec*o El lu"ar ten#a un aire descuidado, mo*oso, como si lo *u!ieran a!ierto para esa ocasión (qu# y all% *a!#a peque-os toques oficiales, un aviso de qué *acer en caso de incendio, la pintura verde de re"lamento en la puerta, y pesadas cerraduras de resorte+ y en el salón, que esta!a puesto con muc*a comodidad, *a!#a un mo!iliario oscuro, pesado, con muc*os ara-azos, y las inevita!les foto"raf#as de los jefes soviéticos Para Leamas, esas desviaciones de lo anónimo si"nifica!an la identificación involuntaria de la (!teilun" con la !urocracia Eso era al"o a lo que se *a!#a acostum!rado en 6am!rid"e 6ircus Peters se sentó, y Leamas *izo lo mismo 8urante diez minutos, acaso m%s, a"uardaron+ entonces, Peters *a!ló a uno de los dos *om!res que se *a!#an quedado de pie, co*i!idos, en el otro lado del cuarto —@aya a decirle que estamos esperando ) !'squenos al"o de comer, tenemos *am!re —6uando el *om!re se diri"#a a la puerta, Peters le llamó—: ) H*is5y+ d#"ales que trai"an H*is5y y unos vasos El *om!re enco"ió sus pesados *om!ros con poco aire de cooperación, y salió dejando a!ierta la puerta —¿/a estado usted al"una otra vez aqu#? —pre"untó Leamas —# —contestó Peters—+ varias veces —¿Para qué? —Esta clase de cosas $o precisamente lo mismo, pero nuestro tipo de tra!ajo —¿6on >iedler? —# —¿@ale muc*o? Peters se enco"ió de *om!ros —Para ser jud#o, no est% mal —contestó, y Leamas, al o#r un ruido desde el otro lado del cuarto, se volvió y vio a >iedler de pie en la puerta En una mano tra#a una !otella de H*is5y, y en la otra, vasos y a"ua mineral $o medir#a m%s de un metro sesenta y cinco Lleva!a un traje azul oscuro de un solo corte+ la c*aqueta era demasiado lar"a Era un animal sinuoso y fle=i!le: sus ojos eran oscuros y !rillantes $o les mira!a a ellos, sino al polic#a que esta!a junto a la puerta —@%yase —dijo 7en#a un leve deje sajón— @%yase y di"a al otro que nos trai"a de
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comer —e lo *e dic*o —avisó Peters—, ya lo sa!en Pero no *an tra#do nada —on unos e=quisitos —o!servó >iedler con sequedad, en in"lés— Piensan que tendr#amos que tener criados para la comida >iedler *a!#a pasado la "uerra en el 6anad% Leamas lo recordó a*ora, al notar su acento us padres *a!#an sido refu"iados jud#os alemanes, mar=istas, y *asta NJ no volvió la familia a la patria, ansiosos de tomar parte, a cualquier precio, en la construcción de la (lemania de talin —/ola —a-adió *acia Leamas, casi en camino—, me ale"ro de verle —/ola, >iedler —/a lle"ado al término del camino —¿&ué demonios quiere decir? —pre"untó vivamente Leamas —&uiero decir que, en contra de cualquier cosa que le *aya dic*o Peters, no va a ir m%s *acia el este Lo siento Parec#a divertido Leamas se volvió *acia Peters —¿Es eso cierto? —su voz tem!la!a de cólera— ¿Es cierto? B8#"ameC Peters asintió —# )o soy el intermediario 7en#amos que *acerlo as# Lo siento —a-adió —¿Por qué? —>uerza mayor —intervino >iedler— u interro"atorio inicial tuvo lu"ar en 3ccidente, donde sólo una em!ajada pod#a ofrecer el enlace que necesit%ramos La 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana no tiene em!ajadas en los pa#ses occidentales, todav#a no Por consi"uiente, nuestra ección de Enlaces nos or"anizó el que disfrut%semos de facilidades, comunicaciones e inmunidades que a*ora se nos nie"an —B/ijo de perraC —c*illó Leamas—+ Bpiojoso *ijo de perraC a!#a que no me *a!r#a fiado de su asqueroso ervicio+ ésa fue la razón, ¿no? Por eso *an utilizado a un ruso —/emos utilizado la Em!ajada soviética en La /aya ¿&ué otra sosa pod#amos *acer? /asta entonces fue una operación nuestra Eso es perfectamente razona!le $i nosotros ni nadie m%s pod#a sa!er que su propia "ente en In"laterra se i!an a lanzar tan pronto contra usted —¿$o? ¿$i siquiera cuando ustedes mismos los lanzaron contra m#? ¿$o es eso lo que *a pasado, >iedler? ueno, ¿no es eso? 2(cuérdese siempre de serles odioso —*a!#a dic*o 6ontrol— Entonces considerar%n como un tesoro lo que le saquen2 —Es una su"erencia a!surda —replicó con !revedad >iedler Lanzando una ojeada *acia Peters, a-adió al"o en ruso Peters asintió y se levantó —(diós —dijo a Leamas— uena suerte onrió fati"osamente, dio una ca!ezada *acia >iedler, y se encaminó *acia la puerta
P%"ina
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Puso la mano en el cierre, lue"o se volvió y dijo otra vez a Leamas: —uena suerte Parec#a querer decir al"o a Leamas, pero Leamas quiz% no lo *a!r#a o#do e *a!#a puesto muy p%lido, y *a!#a cruzado flojamente las manos so!re el cuerpo, con los pul"ares para arri!a, como si fuese a luc*ar Peters se quedó de pie en la puerta —8e!#a *a!erlo previsto —dijo Leamas, y su voz ten#a el acento e=tra-o y que!rado del *om!re muy furioso—, de!#a *a!er supuesto que ustedes nunca tendr#an tripas para *acer su propio tra!ajo sucio, >iedler Es t#pico de su asqueroso medio pa#s y de su escu%lido peque-o ervicio que ten"an que meter a su t#o el "ordo para que les *a"a de celestino $o son un pa#s en a!soluto, no son un "o!ierno+ son una dictadura de quinta fila, de pol#ticos neuróticos (puntando con el dedo a >iedler, "ritó: —Le conozco, s%dico *ijo de perra+ es t#pico de usted Esta!a en el 6anad% durante la "uerra, ¿verdad? 1n sitio asquerosamente !ueno para estar entonces, ¿no? (puesto a que met#a la ca!ezota en el delantal de mama#ta cada vez que un avión vola!a por encima ¿(*ora qué es? 1n peque-o acólito rastrero de 0undt y de veintidós divisiones rusas sentadas en el um!ral de mam% ueno, le compadezco, >iedler, el d#a que se despierte y encuentre que se *an ido Entonces *a!r% una matanza, y ni mama#ta ni el t#o "ordo le salvar%n de reci!ir lo que merece >iedler se enco"ió de *om!ros —Ima"#nese que es una visita al dentista, Leamas 6uanto antes se aca!e, antes podr% volver a casa 6oma al"o y vaya a acostarse —a!e perfectamente que no puedo volver a casa —replicó Leamas— )a se *a ocupado de ello 0e *a *ec*o saltar por los aires en In"laterra+ lo ten#an que *acer los dos a!#a condenadamente !ien que yo nunca *u!iera venido aqu# si *u!iera tenido otro remedio >iedler se miró los dedos, finos y fuertes —$o es a*ora momento para filosofar —dijo—, pero ya sa!e que realmente no se puede quejar 7odo nuestro tra!ajo —el suyo y el m#o— est% !asado en la teor#a de que el conjunto es m%s importante que el individuo Por eso, un comunista considera su servicio secreto como la prolon"ación natural de su !razo, y por eso en su pa#s el espionaje est% envuelto en una especie de 2pudeur an"laise2 La e=plotación de los individuos sólo se puede justificar por la necesidad colectiva, ¿no? Encuentro al"o rid#culo que se indi"ne tanto $o estamos aqu# para o!servar las leyes éticas de la vida rural in"lesa 8espués de todo —a-adió sedosamente—, su propia conducta, desde el punto de vista de un purista, no *a sido irreproc*a!le Leamas mira!a a >iedler con e=presión de asco —)a conozco su plan 1sted es el perrito de 0undt, ¿verdad? 8icen que desea su
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puesto upon"o que a*ora lo conse"uir% )a es *ora de que se aca!e el reinado de 0undt+ quiz% es eso —$o comprendo —replicó >iedler —)o soy su "ran é=ito, ¿no? —dijo !urlonamente Leamas >iedler pareció refle=ionar un momento, lue"o se enco"ió de *om!ros y dijo: —La operación *a tenido é=ito &ué val"a usted, es discuti!le )a veremos Pero *a sido una !uena operación /a cumplido la 'nica e=i"encia de nuestra profesión: *a funcionado —upon"o que usted se llevar% la ala!anza —insistió Leamas, con una mirada diri"ida a Peters —(qu# no *ay cuestión de ala!anza —replicó tensamente >iedler—+ en a!soluto e sentó en el !razo del sof%, miró pensativo a Leamas por un momento y lue"o dijo: —in em!ar"o, tiene razón en indi"narse de una cosa ¿&uién le dijo a su "ente que nos lo *a!#amos llevado nosotros? $osotros, no &uiz% no me crea, pero da la casualidad de que es cierto $o se lo dijimos $i siquiera quer#amos que lo supieran Entonces ten#amos la idea de lo"rar que usted tra!ajara m%s adelante para nosotros+ idea que a*ora me doy cuenta de que era rid#cula (s# que, ¿quién se lo dijo? 1sted esta!a perdido, a la deriva, no ten#a dirección, ni relaciones, ni ami"os Entonces, ¿cómo dia!los supieron que se *a!#a ido? (l"uien se lo dijo+ dif#cilmente (s*e o .iever, porque los dos a*ora est%n detenidos —¿8etenidos? —Eso parece $o precisamente por su tra!ajo en el caso de usted, pero *a!#a otras cosas —ueno, !ueno —Es verdad lo que dec#a a*ora mismo $os *a!r#amos contentado con el informe de Peters desde /olanda Podr#a *a!er reci!ido su dinero y marc*arse Pero no nos lo *a!#a dic*o todo, y quiero sa!erlo todo 8espués de todo, su presencia aqu# tam!ién nos crea pro!lemas, ya sa!e —ueno, se equivoca 0aldito lo que yo sé y que le aprovec*e /u!o un silencio, durante el cual Peters, con una ca!ezada !rusca, nada amistosa diri"ida a >iedler, se marc*ó silenciosamente del cuarto >iedler co"ió la !otella de H*is5y y ec*ó un poco en cada vaso —0e temo que no tenemos seltz —dijo— ¿Le parece !ien el a"ua? Ped# seltz, pero *an tra#do una misera!le limonada —(*, v%yase al demonio —dijo Leamas 8e repente se sent#a muy cansado >iedler movió la ca!eza —Es usted un *om!re muy or"ulloso —indicó—, pero no importa 7ome la cena y v%yase a la cama
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Entró uno de los polic#as con una !andeja de comida+ pan ne"ro, salc*ic*as y ensalada, verde y fr#a —Es un poco tosco —dijo >iedler—, pero llena muc*o $o *ay patatas, me temo Pasamos una escasez temporal de patatas Empezaron a comer en silencio+ >iedler con muc*o cuidado, como un *om!re que cuenta sus calor#as
Los "uardias condujeron a Leamas a su alco!a Le dejaron que llevara su propio equipaje —el mismo equipaje que le *a!#a dado .iever antes de salir de In"laterra—, y avanzó entre ellos por el anc*o pasillo central que cruza!a la casa *asta la puerta principal Lle"aron a una "ran puerta do!le, pintada de verde oscuro, y uno de los polic#as a!rió con llave+ *icieron una se-al a Leamas para que entrara delante l a!rió la puerta de un empujón y se encontró en un peque-o dormitorio de cuartel con dos literas, una silla y una mesa rudimentaria Era como en un campo de concentración En las paredes *a!#a fotos de c*icas, y las ventanas ten#an las contraventanas cerradas En el otro e=tremo del cuarto *a!#a otra puerta Le *icieron de nuevo otra se-al para que si"uiera adelante l, dejando su equipaje, fue y a!rió la puerta El se"undo cuarto era idéntico al primero, pero *a!#a una sola cama ) las paredes esta!an desnudas —7rai"an esas maletas —dijo—, estoy cansado e ec*ó en la cama, vestido, y al ca!o de unos minutos esta!a completamente dormido
1n centinela le despertó con el desayuno: pan ne"ro y suced%neo de café e levantó de la cama y se acercó a la ventana La casa esta!a en un alto cerro El suelo se *und#a !ruscamente al pie de su ventana, con las copas de los pinos visi!les por encima de la pendiente, m%s a lo lejos, con una simetr#a espectacular, se e=tend#an intermina!les cerros, repletos de %r!oles (c% y all%, una zanja para sacar le-a o un cortafue"os forma!a una sutil divisoria oscura entre los %r!oles, pareciendo separar mila"rosamente, como la vara de (arón, enormes mares de !osque circundante $o *a!#a nin"'n rastro *umano: ni casa, ni i"lesia, ni siquiera las ruinas de al"una vivienda anterior+ sólo el camino, el camino amarillo a medio *acer, como una l#nea de l%piz a través de la *ondonada del valle $o se o#a nin"'n ruido Parec#a incre#!le que al"o tan vasto pudiera estar tan silencioso El d#a era fr#o, pero claro 8e!#a de *a!er llovido por la noc*e+ el suelo esta!a *'medo, y todo el paisaje tan n#tidamente recortado contra el cielo !lanco, que Leamas pod#a distin"uir los %r!oles, uno a uno, en los
P%"ina
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cerros m%s remotos e vistió despacio, !e!iendo mientras tanto el %cido café 6asi *a!#a aca!ado de vestirse y esta!a a punto de empezar a comerse el pan, cuando >iedler entró en el cuarto —uenos d#as —dijo ale"remente— $o quiero interrumpirle el desayuno e sentó en la cama Leamas tuvo que reconocérselo a >iedler: ten#a valor $o es que *u!iera nada valiente en venir a verle: los centinelas, se"'n supon#a Leamas, se"u#an en el cuarto de al lado Pero *a!#a una firmeza, una voluntad definida en sus ademanes, que Leamas perci!#a y admira!a —$os *a planteado un pro!lema intri"ante —o!servó —Les *e dic*o todo lo que sé —(*, no —onrió— (*, no nos lo *a dic*o $os *a dic*o todo lo que tiene conciencia de sa!er —0uy listo —murmuró Leamas, empujando a un lado el desayuno y encendiendo un ci"arrillo, el 'ltimo que le queda!a —Perm#tame *acerle una pre"unta —su"irió >iedler, con la e=a"erada campec*an#a de uno que propone un jue"o de salón— 6omo e=perto funcionario de espionaje, ¿qué *ar#a usted con la información que nos *a dado? —¿&ué información? —0i querido Leamas, sólo nos *a dado una parte de la información $os *a *a!lado de 4iemec5: ya sa!#amos de 4iemec5 $os *a contado la estructura de su or"anización en erl#n, sus personalidades y sus a"entes Eso, si puedo decirlo as#, es una anti"ualla E=acta, s# uena !ase, lectura fascinante, aqu# y all% !uenas confirmaciones, aqu# y all% al"'n pececillo que *emos de sacar del estanque Pero no, si me permite ser "rosero, no son quince mil li!ras esterlinas de información $o —volvió a sonre#r—, se"'n los precios actuales —3i"a —dijo Leamas—, yo no propuse ese trato >ueron ustedes 1sted, .iever y Peters )o no fui arrastr%ndome a esos ami"os suyos maricas, c*alaneando con !uenas informaciones 1stedes or"anizaron la persecución, >iedler+ ustedes dijeron el precio y aceptaron el ries"o (parte de eso, no *e reci!ido ni un asqueroso penique (s# que no me ec*e la culpa si la operación es un fracaso 2/a"a que se le acerquen2, recordó Leamas —$o es un fracaso —replicó >iedler—, no *a terminado $o puede *a!er terminado $o nos *a dic*o lo que sa!e 8ije que nos *a!#a dado sólo parte de la información /a!ló de Piedra 0ovediza Perm#tame pre"untarle qué *ar#a usted si yo, o Peters, o al"uien parecido, le *u!iera contado una *istoria semejante Leamas se enco"ió de *om!ros —0e sentir#a incómodo —dijo—+ eso *a pasado otras veces 4eci!e usted una indicación, quiz% varias, de que *ay un esp#a en un departamento o a cierto nivel ¿) qué?
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$o puede uno detener a todo el servicio "u!ernamental $o se pueden tender trampas a todo un departamento 1no se sienta al acec*o y espera m%s $o lo olvide 6on Piedra 0ovediza ni siquiera se puede sa!er en qué pa#s est% actuando —1sted es un realizador, Leamas —o!servó >iedler con una carcajada—, no un evaluador Eso est% claro Perm#tame *acerle al"unas pre"untas elementales Leamas no dijo nada —El e=pediente, el e=pediente que se usa en la operación Piedra 0ovediza, ¿de qué color era? —ris con una cruz roja+ eso indica que es de acceso limitado —¿/a!#a al"o sujeto por fuera? —#, la se-al de precaución: es la etiqueta de acceso limitado+ con una inscripción que dec#a que cualquier persona no autorizada, que no esté nom!rada en esa etiqueta, si encuentra el e=pediente en su posesión de!e devolverlo sin a!rir a la ección ancaria —¿&uién esta!a en la lista de acceso limitado? —¿Para Piedra 0ovediza? —# —Pues el personal de 6ontrol, el propio 6ontrol, la secretaria de 6ontrol+ la ección ancaria, la se-orita ream, de 4e"istro Especial, y atélites 6uatro Eso es todo, me parece ) 8espac*o Especial, supon"o, no estoy se"uro de éstos —¿atélites 6uatro? ¿&ué *acen? —Los pa#ses del 7elón, e=cluyendo la 1nión oviética y 6*ina La Xona —¿&uiere decir (lemania 3riental? —&uiero decir la Xona —¿$o es un poco raro que una sección entera esté en la lista de acceso limitado? —#, pro!a!lemente $o sa!r#a decir, nunca *a!#a manejado antes material de acceso limitado alvo en erl#n, desde lue"o+ all# todo era diferente —¿&uién esta!a entonces en atélites 6uatro? —(*, vaya+ uillam, /averla5e, 8e Oon", creo 8e Oon" aca!a!a de volver de erl#n —¿( todos ellos se les permit#a ver ese e=pediente? —$o sé, >iedler —dijo Leamas, irritado—+ y si fuera usted —Entonces, ¿no es e=tra-o que toda una sección esté en la lista de acceso limitado, mientras el resto de los indicados son individuos? —)a le di"o que no lo sé, ¿cómo i!a a sa!erlo? )o no era m%s que un !urócrata en todo esto —¿&uién lleva!a el e=pediente desde uno de los autorizados a otro? —Las secretarias, supon"o, no puedo recordarlo /ace ya muc*os meses desde entonces
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—Entonces, ¿por qué no esta!an las secretarias en la lista? La secretaria de 6ontrol s# esta!a /u!o un momento de silencio —$o, tiene razón+ a*ora me acuerdo—dijo Leamas, con una nota de sorpresa en la voz—+ la pas%!amos a mano —¿&uién m%s de ancaria maneja!a esos e=pedientes? —$adie >ue mi tarea especial cuando me incorporé a la ección 1na de las mujeres lo *a!#a *ec*o antes, pero cuando yo lle"ué, me ocupé de ello, y a ellas las quitaron de la lista —Entonces, ¿usted solo entre"a!a el e=pediente en mano al si"uiente que lo le#a? —#, s#, supon"o que s# —¿( quién se lo pasa!a? —)o no puedo recordarlo —B2Piense2C La voz de >iedler no se *a!#a elevado de tono, pero conten#a un apremio repentino que co"ió por sorpresa a Leamas —6reo que al personal de 6ontrol, para *acer ver qué resolución *a!#amos tomado o recomendado —¿&uién tra#a el e=pediente? —¿&ué quiere decir? La voz de Leamas sonó como si le *u!ieran sorprendido en desventaja —¿&uién le tra#a a usted el e=pediente para verlo? (l"uno de la lista ten#a que traérselo Leamas se tocó la mejilla con los dedos un momento, con involuntario "esto nervioso —#, ten#a que ser uno de ellos Es dif#cil, ya ve, >iedler+ en aquel tiempo yo !e!#a muc*o —su tono era e=tra-amente conciliatorio—: no se da cuenta usted de lo dif#cil que es —e lo vuelvo a decir: piense ¿&uién le tra#a el e=pediente? Leamas se sentó a la mesa y movió la ca!eza —$o puedo recordarlo &uiz% me ven"a a la memoria Por el momento no puedo recordar, de veras que no Es in'til intentarlo —$o pod#a ser la secretaria de 6ontrol, ¿verdad que no? 1sted siempre devolv#a el e=pediente al personal de 6ontrol Lo *a dic*o as# 8e modo que los de la lista de!#an de *a!erlo visto antes que 6ontrol —i, supon"o que as# es —Lue"o est% adem%s el 4e"istro Especial, la se-orita ream —Esa no era sino la mujer que lleva!a la sala de cajas fuertes con los fic*eros de
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listas de acceso limitado —Entonces —dijo >iedler, sedoso—, de!#a de ser atélites 6uatro quien se lo trajera —#, supon"o que s# —dijo Leamas, inerme, como si no estuviera a la altura de la !rillantez de >iedler —¿En qué piso tra!aja!a atélites 6uatro? —En el se"undo —¿) ancaria? —En el cuarto Ounto a 4e"istro Especial —¿4ecuerda quién se lo tra#a? ¿3 recuerda, por ejemplo, *a!er !ajado las escaleras al"una vez para ir a reco"er el e=pediente de ellos? —B#, s#, claro que s#C B)o lo reci!#a de PeterC —Leamas parec#a *a!er despertado: ten#a la cara sofocada, e=citada— Eso es: una vez reco"# el e=pediente en el despac*o de Peter 6*arlamos so!re $orue"a /a!#amos servido juntos all#, ya ve —¿Peter uillam? —#, Peter: me *a!#a olvidado de él /a!#a vuelto de (n5ara unos meses antes Bl esta!a en la listaC Peter esta!a, Bpor supuestoC Eso es Era atélites 6uatro, y P entre paréntesis, las iniciales de Peter (l"uien lo *a!#a *ec*o antes que él, y 4e"istro Especial *a!#a pe"ado un papelito !lanco encima del nom!re anti"uo, poniendo las iniciales de Peter —¿&ué territorio ten#a a su car"o uillam? —La Xona (lemania 3riental (suntos económicos+ diri"#a una peque-a sección, una especie de c*arca inmóvil l era el tipo+ él me su!ió el e=pediente tam!ién una vez, a*ora lo recuerdo Pero él no diri"#a a"entes: no sé !ien cómo se *a!#a metido en eso Peter y un par m%s *ac#an al"una investi"ación so!re la escasez de alimentos @aloraciones, en realidad —¿$o lo discut#a usted con él? —$o, eso es ta!' $o se *ace, con los e=pedientes de acceso limitado 4eci!# un sermón acerca de eso, de la mujer de 4e"istro Especial, ream+ nada de discusión, ni pre"untas —Pero, si se tienen en cuenta las complicadas precauciones de se"uridad que rodea!an lo de Piedra 0ovediza, ¿no es pro!a!le realmente que el presunto tra!ajo de investi"ación de uillam incluyera el manejo parcial de ese a"ente, Piedra 0ovediza? —)a se lo dije a Peters —casi "ritó Leamas, "olpeando la mesa con el pu-o—+ es una majader#a ima"inar que se pudiera *acer nin"una operación contra (lemania 3riental sin que lo supiera yo, sin el conocimiento de la or"anización de erl#n )o lo *a!r#a sa!ido, ¿no comprende? ¿6u%ntas veces ten"o que decirlo? B)o lo *u!iera sa!idoC —8esde lue"o —dijo >iedler suavemente—, por supuesto que lo *u!iera sa!ido
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e puso en pie y se acercó a la ventana —8e!er#a ver esto en oto-o —dijo, asom%ndose— Es espléndido cuando las *ayas cam!ian de color 13 - AL"ILERES O GRAPAS
( >iedler le "usta!a *acer pre"untas ( veces, por ser a!o"ado, las *ac#a sólo por el placer de mostrar la discrepancia e=istente entre las declaraciones y la verdad a!soluta Pose#a, sin em!ar"o, esas persistentes "anas de averi"uar que son un fin en s# mismas entre los periodistas y a!o"ados (quella tarde salieron a dar un paseo, si"uiendo el camino de "rava *asta el valle, y lue"o desvi%ndose *acia el !osque a lo lar"o de un anc*o sendero *undido, !ordeado de troncos cortados 0ientras tanto, >iedler *ac#a pro!aturas, sin conceder nada: so!re el edificio de 6am!rid"e 6ircus y la "ente que tra!aja!a en él U¿8e qué clase social proced#an, en qué !arrios de Londres viv#an?V U¿7ra!aja!an matrimonios en los mismos departamentos? Le pre"untó so!re el salario, la ju!ilación, la moral, el restaurante+ le pre"untó so!re su vida amorosa, sus cotilleos, su ideolo"#a Para Leamas, ésa era la pre"unta m%s dif#cil de todas —¿&ué quiere decir con ideolo"#a? —replicó— $o somos mar=istas, no somos nada ente, sencillamente —Entonces, ¿son cristianos? —$o muc*os, dir#a yo $o sé de muc*os que lo sean —Entonces, ¿qué les *a incitado a meterse en esto? —insistió >iedler—+ de!en de tener al"una ideolo"#a —¿Por qué *an de tenerla? &uiz% no lo sa!en+ incluso, ni les importa $o todo el mundo tiene una ideolo"#a —contestó Leamas, un poco inerme —Entonces, d#"ame: ¿cu%l es su ideolo"#a? —ueno, ya est% !ien, caram!a —cortó Leamas, y caminaron un rato en silencio Pero >iedler no se deja!a desanimar —i no sa!en lo que quieren, ¿cómo pueden estar tan se"uros de que tienen razón? —¿&uién demonios *a dic*o que lo est%n? —replicó Leamas, irritado —Pero entonces, ¿cu%l es la justificación? ¿6u%l es? Para nosotros es f%cil, como le dec#a anoc*e La (!teilun" y dem%s or"anizaciones son la e=tensión natural del !razo del Partido Est%n en la van"uardia de la luc*a por la Paz y el Pro"reso on respecto al Partido lo que el Partido es respecto al socialismo: son la van"uardia )a lo dijo talin —sonrió secamente—+ no est% de moda citar a talin, pero una vez dijo 20edio millón de liquidados es una estad#sticaF un *om!re muerto en accidente de circulación es una P%"ina << de ;<
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tra"edia nacional2 e re#a, ya ve, de las sensi!ler#as !ur"uesas de la masa Era un "ran c#nico Pero lo que quer#a decir si"ue siendo verdad: un movimiento que se prote"e de la contrarrevolución dif#cilmente puede detenerse ante la e=plotación Ro la eliminación, LeamasS de unos pocos individuos Es la misma cosa+ nunca *emos pretendido estar por completo metidos en el proceso de racionalizar la sociedad (l"'n romano lo dijo, ¿no?, en la i!lia cristiana: 2Es conveniente que muera un *om!re por el !ien de muc*os2 —Eso me ima"ino —contestó Leamas, fati"ado —Entonces, ¿qué piensa? ¿6u%l es su ideolo"#a? —6reo que todos ustedes son una pandilla de *ijos de perra —dijo Leamas, furioso >iedler asintió: —Ese punto de vista lo comprendo Es primitivo, ne"ativo y muy est'pido+ pero es un punto de vista, e=iste Pero ¿y qué so!re los dem%s de 6am!rid"e 6ircus? —$o sé ¿6ómo i!a a sa!erlo? —¿/a discutido al"una vez de ideolo"#a con ellos? —$o $o somos alemanes —@aciló, y lue"o a-adió con va"uedad—: upon"o que no les "usta el comunismo —¿) eso justifica, por ejemplo, suprimir vidas *umanas? ¿Eso justifica la !om!a en el restaurante atestado, eso justifica su proporción de a"entes eliminados y todo eso? Leamas se enco"ió de *om!ros —upon"o que s# —)a ve, para nosotros s# —continuó >iedler—+ yo mismo pondr#a una !om!a en un restaurante sieso nos permitiera avanzar en el camino 8espués sacar#a el saldo: tantas mujeres, tantos ni-os, y tanto *emos avanzado en el camino Pero los cristianos —y su sociedad es cristiana— no de!en de sacar ese saldo —¿Por qué no? 7ienen que defenderse, ¿no? —Pero creen en la santidad de la vida *umana 6reen que cada persona tiene un alma que puede salvarse 6reen en el sacrificio —$o sé $i me importa muc*o —a-adió Leamas— ( talin tampoco le importa!a, ¿verdad? >iedler sonrió —0e "ustan los in"leses —dijo, casi para s#—+ a mi padre tam!ién le "usta!an &uer#a muc*o a los in"leses —Eso me da una sensación muy "rata de calor —replicó Leamas, y volvió a sumer"irse en el silencio e detuvieron mientras >iedler le da!a a Leamas un ci"arrillo y se lo encend#a (*ora su!#an una cuesta pronunciada ( Leamas le "usta!a el ejercicio, avanzar a lar"os pasos, con los *om!ros ec*ados *acia delante >iedler le se"u#a li"ero y %"il, como un perrito detr%s de su amo 8e!#an de llevar una *ora andando, quiz% m%s, cuando de
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repente se a!rieron los %r!oles ante ellos y apareció el cielo /a!#an alcanzado la cima de una colina, y ve#an all% a!ajo la masa continua de pinares, interrumpida sólo, ac% y all%, por espesuras "rises de *ayas (l otro lado del valle, Leamas distin"u#a el pa!ellón de caza, encaramado al pie de la cima de la colina de enfrente, !ajo y oscuro entre los %r!oles En medio del claro *a!#a un tosco !anco junto a un montón de le-os y los *'medos restos de un fue"o para *acer car!ón —$os sentaremos un momento —dijo >iedler—+ lue"o tenemos que volver—/izo una pausa— 8#"ame: ese dinero, esas "randes cantidades en ancos e=tranjeros, ¿para qué cree que eran? —¿&ué quiere decir? )a le *e dic*o que eran pa"os para un a"ente —¿1n a"ente de detr%s del 7elón de (cero? —#, me parece que s# —contestó Leamas, fati"ado —¿Por qué lo cree as#? —(nte todo, era una !urrada de dinero Lue"o, las complicaciones de pa"arlo, las se"uridades especiales ), desde lue"o, el que 6ontrol anduviera mezclado en ello —¿&ué cree que *ac#a el a"ente con el dinero? —0ire, ya se lo *e dic*o: no lo sé $i siquiera sé si lo co!ró $o sé nada, yo no era m%s que un maldito recadero —¿&ué *ac#a con los talonarios de las cuentas? —Los entre"a!a tan pronto como volv#a a Londres, junto con mi falso pasaporte —Los ancos de 6open*a"ue y /elsin5i, ¿le escri!ieron al"una vez a Londres, quiero decir, a su nom!re falso? —$o sé upon"o que cualquier carta *a!r#a pasado directamente a 6ontrol —Las firmas falsas que usa!a para a!rir las cuentas, ¿ten#a 6ontrol muestra de ellas? —#, yo las *a!#a ensayado muc*o, y ellos ten#an muestras —¿0%s de una? —# P%"inas enteras —)a veo Entonces, pod#an *a!er mandado cartas a los ancos después que a!riera las cuentas $o *ac#a falta que usted lo supiera Las firmas pod#an ser falsas, y las cartas se pod#an mandar sin que usted lo supiera —# Eso es verdad upon"o que eso es lo que pasó 7am!ién firmé un montón de *ojas en !lanco iempre supon#a que al"uien se ocupa!a de la correspondencia —Pero ¿nunca supo efectivamente nada so!re tal correspondencia? Leamas sacudió la ca!eza —Lo co"e todo al revés —dijo—: lo *a desproporcionado /a!#a muc*o papel dando vueltas: eso era solamente parte del tra!ajo diario $o era cosa que me preocupara muc*o ¿Por qué *a!r#a de preocuparme? 7odo i!a en secreto, pero me *e pasado toda la vida en asuntos en que uno sa!#a sólo un poco y otro sa!#a lo dem%s (dem%s, el papeleo
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me a!urre muc*o )o no perd#a el sue-o por ello 0e "usta!an los viajes, desde lue"o, saca!a su!venciones de operación que me ven#an !ien Pero yo no me pasa!a todo el d#a sentado a la mesa meditando so!re Piedra 0ovediza (dem%s —a-adió con cierta ver"Genza—, yo me esta!a a!andonando un poco a la !e!ida —)a lo *a dic*o —comentó >iedler—, y, desde lue"o, le creo —0e importa un pito que me crea o no —replicó Leamas, acalorado >iedler sonrió —0e ale"ro sa es su virtud —dijo—, ésa es su "ran virtud Es la virtud de la indiferencia 1n poco de resentimiento por aqu#, un poco de or"ullo por all%, pero eso no es nada: las deformaciones del sonido en su ma"netófono Es usted o!jetivo e me *a!#a ocurrido —continuó >iedler, después de una leve pausa— que podr#a ayudarnos a averi"uar si se *a co!rado al"una vez al"o de ese dinero $o *ay nada que le impida escri!ir a cada uno de esos ancos pidiendo el estado de las cuentas Podr#amos decir que est% usted en uiza, y dar una dirección transitoria ¿@e al"una o!jeción a eso? —Podr#a dar resultado 8epende de si 6ontrol *a mantenido correspondencia con el anco independientemente, con mi firma falsa &uiz% no concordar#a —$o creo que ten"amos muc*o que perder —¿&ué tiene que "anar? —i el dinero se *a co!rado Rlo cual estoy de acuerdo en que es dudosoS, sa!remos dónde esta!a el a"ente en un d#a determinado a!er eso me parece muy 'til —Est% so-ando, >iedler $unca le encontrar% con esa clase de información 1na vez que esté en 3ccidente, él puede ir a cualquier consulado, incluso en una ciudad peque-a, y o!tener un visado para otro pa#s ¿6ómo se va a enterar? $i siquiera sa!e si ese *om!re es un alem%n oriental ¿&ué persi"ue? >iedler no contestó ense"uida: mira!a distra#damente al otro lado del valle —8ijo que esta!a acostum!rado a sa!er sólo un poco, y no puedo responder a su pre"unta sin decirle al"o que no de!er#a sa!er —@aciló— Pero Piedra 0ovediza era una operación contra nosotros, se lo puedo ase"urar —¿$osotros? —La 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana La Xona, si prefiere+ no soy tan picajoso 3!serva!a a*ora a >iedler, con sus ojos oscuros posados refle=ivamente en él —Pero, y de m#, ¿qué? —pre"untó Leamas— upon"a que no escri!o las cartas — su voz se i!a elevando— ¿$o es *ora de *a!lar de m#, >iedler? >iedler asintió —¿Por qué no? —contestó conciliatorio /u!o un momento de silencio, y lue"o Leamas dijo: —)o *e cumplido mi parte, >iedler 1sted y Peters, entre los dos, tienen todo lo que sé $unca convine en escri!ir cartas a ancos: podr#a ser terri!lemente peli"roso un asunto
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as# )a sé que eso no le preocupa En lo que a usted toca, estoy para que saque partido de m# —(*ora perm#tame que le sea franco —contestó >iedler— 1sted sa!e que *ay dos fases en el interro"atorio de un desertor La primera fase, en su caso, casi est% completada: nos *a dic*o todo lo que podemos anotar razona!lemente $o nos *a dic*o si su ervicio prefiere alfileres o "rapas para sujetar los papeles porque no se lo *emos pre"untado y porque usted no *a considerado que la respuesta mereciera darse espont%neamente Por am!as partes *ay un proceso de selección inconsciente (*ora, siempre es posi!le Ry eso es lo que me preocupa, LeamasS, siempre es por completo posi!le, que dentro de un mes o dos, de modo inesperado y desesperado, ten"amos que sa!er lo de los alfileres y las "rapas 8e eso se trata normalmente en la se"unda fase: la parte del acuerdo que usted re*usó aceptar en /olanda —¿Eso quiere decir que me van a conservar en *ielo? —La profesión de desertor —o!servó >iedler, con una sonrisa— requiere muc*a paciencia 0uy pocos resultan convenientemente adecuados —¿6u%nto tiempo? —insistió Leamas >iedler quedó en silencio —¿E*? >iedler *a!ló con s'!ito apremio: —Le doy mi pala!ra de que tan pronto como pueda, le daré la respuesta a su pre"unta 0ire, podr#a mentirle, ¿no? Podr#a decir que un mes, o meses, sólo para tenerle tranquilo Pero le di"o que no lo sé porque ésa es la verdad $os *a dado al"unas indicaciones: *asta que las *ayamos aprovec*ado *asta la ra#z no puedo o#r *a!lar de dejarle suelto, pero después, si las cosas son como yo creo, necesitar% usted un ami"o, y ese ami"o seré yo Le doy mi pala!ra de alem%n Leamas quedó tan sorprendido que "uardó silencio un momento —0uy !ien —dijo por fin— /aré el jue"o, >iedler, pero si me en"a-a, le cortaré el cuello, no sé cómo —7al vez no *a"a falta —contestó >iedler, con calma 1n *om!re que representa un papel, no delante de otros, sino a solas, est% e=puesto a evidentes peli"ros psicoló"icos En s# mismo, el ejercicio del en"a-o no es especialmente fati"oso+ es cuestión de e=periencia de pr%ctica profesional+ es una facultad que la mayor parte de nosotros puede adquirir Pero mientras que el que en"a-a en confianza, el actor de teatro o el ju"ador, puede re"resar de su actuación a las filas de sus admiradores, el a"ente secreto no disfruta de tal alivio Para él, en"a-ar es ante todo una cuestión de defensa propia 8e!e prote"erse no sólo desde fuera, sino desde dentro, y contra los impulsos m%s naturales+ aunque "ane una fortuna, su papel le puede pro*i!ir comprarse una *oja de afeitar+ aunque sea un sa!io, le puede tocar no murmurar m%s que trivialidades+ aunque sea
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un padre y marido cari-oso, de!e ser reservado en todas las circunstancias con aquellos en quienes de!er#a confiar por naturaleza 8%ndose cuenta de las a!rumadoras tentaciones que asaltan a un *om!re permanentemente aislado en su en"a-o, Leamas recurrió al procedimiento que le proporciona!a mejores armas, incluso estando solo, se o!li"ó a convivir con la personalidad que *a!#a asumido e dice que alzac, en su lec*o de muerte, pre"unta!a preocupado por la salud y prosperidad de los personajes que *a!#a creado 8e un modo semejante, Leamas, sin a!andonar la capacidad de invención, se identificó con lo que *a!#a inventado Las cualidades que e=*i!#a ante >iedler, la incertidum!re constante, la arro"ancia protectora para ocultar la ver"Genza, no eran apro=imaciones, sino ampliaciones de cualidades que efectivamente pose#a, de a*# tam!ién el leve arrastrar de pies, el descuido del aspecto personal, la indiferencia a la comida, y una creciente entre"a al alco*ol y al ta!aco 6uando esta!a solo, se"u#a fiel a esas costum!res Incluso las e=a"era!a un poco, murmurando para s# so!re las iniquidades de su ervicio ólo muy raramente, como entonces, al acostarse esa noc*e, se permit#a el peli"roso lujo de admitir la "ran mentira en que viv#a 6ontrol *a!#a acertado espléndidamente >iedler anda!a como un *om!re llevado de la mano en su sue-o, *asta la red que 6ontrol le *a!#a tendido Era pavoroso o!servar la creciente identidad de intereses entre >iedler y 6ontrol: era como si se *u!ieran puesto de acuerdo en el mismo plan, y Leamas *u!iera sido enviado para llevarlo a ca!o &uiz% era ésa la respuesta &uiz% era >iedler el interés especial que 6ontrol luc*a!a tan desesperadamente por conservar Leamas no refle=iona!a so!re esa posi!ilidad $o quer#a sa!erlo En asuntos de este tipo no pre"unta!a en a!soluto: sa!#a que de sus deducciones no pod#a resultar nin"'n provec*o ima"ina!le in em!ar"o, pon#a su m%s profunda esperanza en que fuera cierto Era posi!le, sólo posi!le en ese caso, que volviera a casa 14 - CARTA A UN CLIENTE
Leamas esta!a todav#a en la cama, a la ma-ana si"uiente, cuando >iedler le llevó las cartas para que las firmase 1na esta!a escrita en el fino papel azul de cartas del eiler /otel (lpen!lic5, La"o piez, uiza+ y la otra desde el Palace /otel, staad Leamas leyó la primera carta: r 8irector del anco 4eal Escandinavo, 6open*a"ue
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0uy se-or m#o: Llevo unas semanas viajando y no *e reci!ido correo de In"laterra Por consi"uiente, no *e reci!ido respuesta a mi carta del D de marzo solicitando un estado de las cuentas que ten"o juntamente con /err .arlsdorf Para evitar mayores demoras, le rue"o que ten"a la ama!ilidad de enviarme una nota por duplicado a la si"uiente dirección, donde permaneceré dos semanas a partir del 9 de a!ril: cZo 0adame ) de an"lot, D (venue des 6olom!es, Paris [II, >rancia E=cus%ndome por la molestia, les saluda atentamente, 4o!ert Lan" —¿&ué es todo eso de la carta del D de marzo? —pre"untó— )o no les *e escrito nin"una carta —$o, no la *a escrito &ue nosotros sepamos, nadie la *a escrito Eso preocupar% al anco i *ay al"'n desacuerdo entre la carta que les mandamos a*ora y las cartas que *ayan reci!ido de 6ontrol, supondr%n que la solución se *a de encontrar en la carta perdida del D de marzo u reacción m%s natural ser% enviarle el estado de cuentas que pide, con una nota adjunta lamentando no *a!er reci!ido su carta del d#a D La se"unda era i"ual que la primera, sólo que los nom!res eran diferentes La dirección de Par#s era la misma Leamas co"ió un pedazo de papel en !lanco y la estilo"r%fica y escri!ió media docena de veces en letra muy suelta U4o!ert Lan"V+ entonces firmó la primera carta Ec*ando la pluma *acia atr%s, ensayó lue"o la se"unda firma *asta que quedó satisfec*o de ella, y entonces escri!ió 2tep*en ennett2 al pie de la se"unda carta —(dmira!le —o!servó >iedler—, admira!le —¿&ué *acemos a*ora? —Las ec*ar%n al correo ma-ana, en Interla5en y staad $uestra "ente de Paris me tele"rafiar% las respuestas tan pronto lle"uen 7endremos respuesta dentro de una semana —¿) *asta entonces? —7endremos que *acernos compa-#a constantemente é que eso le resulta desa"rada!le, y me e=cuso Pensa!a que podr#amos dar paseos, salir en coc*e un poco por los montes, matar el tiempo &uiero que repose y *a!le+ que *a!le de Londres, de 6am!rid"e 6ircus y del tra!ajo en el 8epartamento que me cuente los cotilleos, que me *a!le de los salarios, los permisos, los cuartos, el papeleo y la "ente Los alfileres y las "rapas para el papel &uiero sa!er todas las cositas sin importancia Por cierto —1n cam!io de tono
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—¿&ué? —(qu# tenemos comodidades para la "ente que para la "ente que pasa el tiempo con nosotros 6omodidades de diversión, y cosas as# —¿0e ofrece una mujer? —pre"untó Leamas —# —$o, "racias ( diferencia de usted, no *e lle"ado a'n al punto de necesitar un celestino >iedler pareció indiferente a la respuesta 6ontinuó de prisa: —Pero en In"laterra ten#a una mujer, ¿no? ¿La c*ica de la i!lioteca? Leamas se volvió *acia él, con las manos a!iertas a los lados —B1na cosaC —"ritó— ólo ésta: no vuelva a mencionar eso, ni de !roma, ni como amenaza, ni para apretarme los tornillos, >iedler, porque no dar% resultado, jam%s 0e dejaré consumir, ya ver%+ nunca me sacar%n otra maldita pala!ra mientras viva, >iedler, d#"aselo a 0undt y a tamm!er"er, o a cualquier "ato de callejón que le dijera que *a!lase de eso 8#"ales lo que *e dic*o —e lo diré —contestó >iedler—+ se lo diré &uiz% sea tarde
8espués del almuerzo, salieron otra vez a pasear El cielo esta!a oscuro y pesado, y el aire caliente —ólo *e estado en In"laterra una vez —indicó >iedler de paso—, fue de paso *acia el 6anad%, con mis padres, antes de la "uerra Estuvimos dos d#as Leamas asintió —(*ora se lo puedo decir —continuó >iedler— Estuve a punto de ir all% *ace pocos a-os I!a a sustituir a 0undt en la 0isión ider'r"ica+ ¿sa!#a usted que él estuvo una vez en Londres? —Lo sa!#a —contestó Leamas, con aire reservado —iempre me pre"unté qué *a!r#a sido ese tra!ajo —El jue"o acostum!rado de mezclarse con otras misiones del loque, supon"o (l"'n contacto con los ne"ocios in"leses, poco de eso Leamas parec#a a!urrido —Pero 0undt se las arre"ló muy !ien: lo encontró muy f%cil —Eso *e o#do decir —dijo Leamas—, incluso se las arre"ló para matar a un par de personas —¿8e modo que tam!ién *a!#a o#do decir eso? —( través de Peter uillam l se ocupó de eso, con eor"e miley 0undt casi mató a eor"e tam!ién —El caso >ennan —refle=ionó >iedler— >ue sorprendente que 0undt se las
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arre"lara para escapar de al"'n modo, ¿no? —upon"o que s# —1no pensar#a que un *om!re cuya foto"raf#a y detalles personales esta!an fic*ados por el >orei"n 3ffice como miem!ro de una misión e=tranjera, no ten#a "randes pro!a!ilidades contra toda la e"uridad !rit%nica —8e todas maneras, por lo que yo *e o#do decir —dijo Leamas—, no tuvieron demasiado empe-o en cazarle >iedler se detuvo !ruscamente —¿&ué *a dic*o usted? —Peter uillam me dijo que él no conta!a con que quisieran cazar a 0undt+ eso es todo lo que dijo Entonces ten#amos una or"anización diferente Run 6onsejero en vez de un 6ontrol de 3peracionesS, un *om!re llamado 0aston 0aston *a!#a enredado lamenta!lemente el caso >ennan desde el principio, eso es lo que dijo uillam Peter supon#a que si caza!an a 0undt, la cosa se pondr#a muy maloliente, le procesar#an y le a*orcar#an pro!a!lemente Los asuntos sucios que i!an a salir en el proceso aca!ar#an con la carrera de 0aston Peter nunca supo muy !ien lo que pasó, pero esta!a completamente se"uro de que no se !uscó a fondo a 0undt —¿Est% usted se"uro de eso? ¿Est% se"uro de que uillam se lo dijo con esas pala!ras? ¿$o se le !uscó a fondo? —6laro que estoy se"uro —¿$o su"irió nunca uillam otra razón por la que *u!ieran dejado escapar a 0undt? —¿&ué quiere decir? >iedler movió la ca!eza y si"uieron andando por el sendero —La 0isión ider'r"ica se cerró después del caso >ennan —o!servó >iedler, un momento después—+ por eso no fui yo —0undt de!#a de estar loco 1no puede salir adelante con asesinatos en los alcanes, o aqu#, pero no en Londres —in em!ar"o, salió adelante, ¿no? —intervino r%pidamente >iedler— ) tam!ién *izo un !uen tra!ajo —¿6omo reclutar a .iever y a (s*e? B8ios le "uardeC —Ellos se aprovec*aron !astante tiempo de la mujer de >ennan Leamas se enco"ió de *om!ros —8#"ame al"o m%s so!re .arl 4iemec5 —empezó otra vez >iedler— 1na vez conoció a 6ontrol, ¿no? —#, en erl#n, *ace cerca de un a-o, tal vez un poco m%s —¿8ónde se reunieron? —$os reunimos todos en mi piso
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—¿Por qué? —( 6ontrol le "usta!a meterse en mi é=ito /a!#amos reci!ido un montón de !uen material de .arl upon"o que la cosa *a!#a ca#do muy !ien en Londres @ino en un viaje r%pido a erl#n y me pidió que les arre"lara una reunión —¿Le importó? —¿Por qué *a!#a de importarme? —Era a"ente suyo /u!iera podido dis"ustarle que conociera a otros or"anizadores —6ontrol no es un operador+ es el jefe del 8epartamento .arl lo sa!#a y eso le pica!a la vanidad —¿Estuvieron juntos los tres todo el tiempo? —# ueno, no todo Les dejé solos un cuarto de *ora, apro=imadamente $o m%s 6ontrol lo quiso as#, quer#a estar unos minutos a solas con .arl, 8ios sa!e por qué, de modo que sal# del piso con una e=cusa, no recuerdo qué (*, s#, ya sé+ fin"# que se nos *a!#a aca!ado el H*is5y En realidad fui a ver a 8e Oon" y le ped# una !otella —¿a!e qué pasó entre ellos mientras usted esta!a fuera? —¿6ómo pod#a sa!erlo? $o esta!a tan interesado, por otra parte —¿e lo contó después .arl? —$o se lo pre"unté .arl era un tipo insolente en muc*as cosas, siempre comport%ndose como si tuviera al"o por encima de m# $o me "usta!a el modo como anda!a con risitas a propósito de 6ontrol ueno, ten#a pleno derec*o a las risitas+ fue un n'mero !astante rid#culo Lo ec*amos a risa juntos, en realidad $o ven#a a qué picarle la vanidad a .arl+ la reunión no ten#a otra finalidad que darle m%s %nimos —¿Esta!a deprimido .arl entonces? —$o, muy al contrario )a esta!a ec*ado a perder: se le pa"a!a demasiado, se le quer#a demasiado, se confia!a en él demasiado En parte fue culpa m#a, en parte de Londres i no le *u!iéramos mimado tanto, no *a!r#a *a!lado de su red a aquella maldita mujer —¿Elvira? —# 6aminaron un rato en silencio, *asta que >iedler interrumpió su cavilación para indicar: —Empieza usted a resultarme simp%tico Pero *ay al"o que me desconcierta Es e=tra-o, no me preocupa!a antes de conocerle —¿&ué es? —Por qué *a venido, simplemente Por qué *a desertado Leamas i!a a decir al"o, cuando >iedler se ec*ó a re#r —0e temo que no *e sido muy delicado, ¿e*? —dijo
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Pasaron esa semana paseando por los cerros (l atardecer volv#an a la casa, toma!an una mala comida acompa-ada con una !otella de vino !lanco a"rio, y lue"o se queda!an sentados intermina!lemente con su teinla"er delante del fue"o Lo del fue"o parec#a ser una idea de >iedler, al principio no lo ten#an, y lue"o, un d#a, Leamas le oyó que manda!a a un polic#a para que trajeran troncos ( Leamas, entonces, no le importa!a el anoc*ecer+ después de todo el d#a al aire li!re, con el fue"o y el licor fuerte, *a!la!a sin que se lo su"irieran, c*arlando de modo disperso so!re su ervicio Leamas supon#a que toma!an nota $o le importa!a ( cada d#a que pasa!a de ese modo, Leamas nota!a una creciente tensión en su compa-ero 1na vez salieron en la 28.K2+ esta!a anoc*eciendo ya y se pararon junto a una ca!ina telefónica >iedler le dejó en el coc*e con las llaves para *acer una lar"a llamada 6uando volvió, Leamas dijo: —¿Por qué no llamó desde la casa? Pero >iedler se limitó a mover la ca!eza —/emos de tener cuidado —contestó—+ y usted tam!ién de!e tener cuidado —¿Por qué? ¿&ué pasa? —El dinero que metió en el anco de 6open*a"ue Escri!imos, ¿se acuerda? —6laro que me acuerdo >iedler no quiso decir nada m%s, sino que si"uió avanzando *acia los cerros (ll# se detuvieron (l pie de las elevaciones, medio cu!iertas por el entramado fantasmal de los altos pinos, queda!a el punto de unión de dos "randes valles Las a!ruptas colinas con %r!oles, a am!os lados, difumina!an poco a poco sus colores en la oscuridad que se espesa!a, *asta parecer "rises y sin vida en la penum!ra —Pase lo que pase —dijo >iedler—, no se preocupe 7odo saldr% !ien, ¿entiende? — su voz era enf%tica, y su del"ada mano se apoyó en el !razo de Leamas— Es posi!le que ten"a que cuidarse de s# mismo un poco, pero no durar% muc*o, ¿entiende? —volvió a pre"untar —$o ) puesto que no me lo dice, tendré que esperar a ver qué pasa $o se preocupe demasiado por mi pellejo, >iedler (partó el !razo, pero la mano de >iedler se"u#a sujet%ndole ( Leamas le molesta!a que le tocaran —¿6onoce a 0undt? —pre"untó >iedler— ¿a!e al"o de él? —/emos *a!lado de 0undt —# —repitió >iedler—, *emos *a!lado de él Empieza por disparar y lue"o *ace las pre"untas El principio del 2deterrente2 Es un e=tra-o sistema en una profesión en la que se entiende que las pre"untas son siempre m%s importantes que los disparos —Leamas sa!#a lo que >iedler quer#a decirle— Es un e=tra-o sistema, a no ser que uno ten"a miedo
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a las respuestas —continuó >iedler en voz muy !aja Leamas a"uardó 1n momento después, >iedler dijo: —$unca *a *ec*o *asta a*ora un interro"atorio iempre me lo *a dejado a m# ol#a decirme: 2Interró"ales t', Oens, nadie sa!e *acerlo como t' )o les cazo y t' les *aces cantar2 8ec#a que la "ente que se dedica al contraespionaje son como los pintores: necesitan a al"uien con un martillo, detr%s de ellos, para "olpearles cuando *an interrumpido su tra!ajo: si no, se olvidan de lo que tratan de conse"uir 2)o seré tu martillo2, sol#a decirme Era una !roma entre nosotros, al principio+ lue"o se convirtió en una cosa seria+ cuando empezó a matarles, a matarles antes que cantaran, como dec#a usted: uno por aqu#, otro por all%, a tiros o a traición, yo le pre"unté, le ped#: 2¿Por qué no detenerles? ¿Por qué no me dejas que los ten"a yo un mes o dos? ¿8e qué te sirven cuando est%n muertos?2 $o *ac#a m%s que mover la ca!eza, y decir que *ay una ley se"'n la cual se tienen que cortar los cardos antes de que florezcan )o ten#a la sensación de que *a!#a preparado la respuesta antes de que le pre"untara Es un !uen or"anizador, muy !ueno /a *ec*o mila"ros con la (!teilun"+ ya lo sa!e 7iene teor#as so!re ello+ *e *a!lado con él *asta altas *oras de la noc*e e!e café, nada m%s+ sólo café, todo el tiempo 8ice que los alemanes son demasiado introspectivos para *acer !uenos esp#as de ellos, y todo eso sale en contraespionaje 8ice que la "ente del contraespionaje son como lo!os que roen *uesos resecos: *ay que quitarles los *uesos y *acerles encontrar nuevas presas )o veo todo eso, ya sé qué quiere decir Pero *a ido demasiado lejos ¿Por qué mató a 4iemec5? ¿Por qué le alejó de m#? 4iemec5 era carne fresca, ni siquiera *a!#amos arrancado la carne del *ueso, ya ve Entonces, ¿por qué le alejó? ¿Por qué, Leamas, por qué? La mano en el !razo de Leamas apreta!a fuerte en la oscuridad a!soluta del coc*e, Leamas se da!a cuenta de la aterradora intensidad de la emoción de >iedler —Lo *e pensado d#a y noc*e 8esde que mataron a tiros a 4iemec5, me *e pre"untado el motivo (l principio parec#a fant%stico 0e dije a m# mismo que ten#a celos, que el tra!ajo se me su!#a a la ca!eza, que ve#a traiciones detr%s de cada %r!ol+ nos ponemos as# la "ente de nuestro mundo Pero no pod#a contenerme, Leamas, ten#a que averi"uarlo /a *a!ido otras cosas antes l ten#a miedo, Bten#a miedo de que caz%ramos a al"uien que *a!lara demasiadoC —¿&ué dice usted? $o est% en su juicio —dijo Leamas, y en su voz *a!#a se-ales de miedo —7odo concuerda, ya ve 0undt escapó muy f%cilmente de In"laterra+ usted mismo me lo *a dic*o ¿) qué le dijo uillam a usted? B8ijo que no quer#an cazarleC ¿Por qué no? )o le diré por qué Era el *om!re de ellos+ le *a!#an lanzado, le *a!#an detenido, ¿no lo ve?, y ése era el precio de su li!ertad Ese, y el dinero que le pa"aron —BLe di"o que no est% en su juicioC —siseó Leamas— Le matar% a usted si piensa al"una vez que se le ocurren esas cosas Es pan comido, >iedler 6ierre el pico y pón"ase
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en camino *acia casa Por fin se aflojó el acalorado apretón en el !razo de Leamas —(*# es donde se equivoca 1sted *a proporcionado la respuesta, usted mismo, Leamas Por eso nos necesitamos el uno al otro —B$o es verdadC —"ritó Leamas— e lo *e dic*o muc*as veces: no podr#an *a!erlo *ec*o 6am!rid"e 6ircus no podr#a *a!erle puesto en movimiento contra la Xona sin que yo lo supiera $o *a!#a posi!ilidad administrativa+ usted pretende decirme que 6ontrol diri"#a personalmente al su!jefe de la (!teilun" sin que lo supiera el puesto de erl#n BEst% loco, >iedler, est% fuera de su juicioC —8e pronto se ec*ó a re#r suavemente — &uiz% quiere su puesto, po!re *ijo de perra+ no ser#a cosa rara, ya sa!e Pero este asunto *a resultado muy estrepitoso —Ese dinero —dijo >iedler— de 6open*a"ue El anco *a contestado a su carta El director est% muy preocupado por si *a *a!ido al"'n error El dinero fue retirado por el otro titular de la cuenta indistinta e=actamente una semana después de que usted lo in"resara La fec*a de co!ro coincide con una visita de dos d#as que *izo 0undt a 8inamarca en fe!rero >ue all#, con un nom!re falso, a encontrarse con un a"ente americano que tenemos, que asist#a a una conferencia mundial de cient#ficos —>iedler vaciló, y lue"o dijo—: upon"o que de!er#a usted escri!ir al anco y decirles que todo est% en re"la, ¿no?
15 - VENGA AL BAILE
Liz miró la carta del 6entro del Partido y se pre"untó de qué se trata!a La encontra!a un poco desconcertante 7en#a que admitir que le *ala"a!a, pero ¿por qué no la *a!#an consultado antes? ¿/a!#a presentado su nom!re el 6omité de 8istrito, o era elección del propio 6entro? Pero nadie del 6entro la conoc#a, que ella supiera 8esde lue"o, *a!#a conocido a al"'n que otro orador, y en el 6on"reso del 8istrito *a!#a estrec*ado la mano del or"anizador del Partido (caso aquel *om!re de 4elaciones 6ulturales se *a!#a acordado de ella: aquel *om!re ru!io y afeminado, tan lisonjero (s*e, se llama!a e *a!#a interesado un poco por ella, y Liz supon#a que él *a!r#a presentado su nom!re, o se *a!r#a acordado de ella al ofrecerse la !eca 1n tipo raro s# que era: la llevó al lac5 and K*ite a tomar café y le pre"untó si ten#a novio $o se *a!#a puesto en plan amoroso ni nada —la verdad es que ella *a!#a pensado que era un poco mariquita—, pero le *a!#a *ec*o muc*as pre"untas so!re s# misma ¿6u%nto tiempo lleva!a en el Partido? ¿$o sent#a nostal"ia de vivir lejos de sus padres? ¿7en#a muc*os adoradores, o *a!#a al"uno especial de su devoción? Ella no le *izo muc*o caso, pero él si"uió *a!lando muy !ien: el Estado tra!ajador, en la 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana, el concepto de poeta P%"ina QQ de ;<
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tra!ajador, y todo ese asunto 8esde lue"o, lo sa!#a todo so!re la Europa 3riental, de!#a de *a!er viajado muc*o Ella supuso que era un maestro de escuela: ten#a ese aire did%ctico y elocuente /icieron después una colecta para el >ondo de Luc*a, y (s*e ec*ó una li!ra: ella se quedó a!solutamente pasmada Eso era, a*ora esta!a se"ura: era (s*e quien se *a!#a acordado de ella Le *a!r#a *a!lado a al"uien en el 8istrito de Londres, y el 8istrito se lo *a!#a dic*o al 6entro, o al"o as# in em!ar"o, no deja!a de parecerle una manera curiosa de a!ordar las cosas Pero, adem%s, el Partido siempre se anda!a con secretos: eso entra!a en ser un partido revolucionario, se"'n supon#a ella El secreto no le atra#a muc*o a Liz, lo considera!a poco *onrado Pero supon#a que era necesario, y vaya usted a sa!er+ *a!#a muc*os a quienes les encanta!a @olvió a leer la carta Esta!a escrita en el papel con mem!rete del 6entro, con el em!lema rojo en lo alto, y empeza!a: 26amarada2 ( Liz le pareció muy militar, y no le "ustó: nunca se acostum!rar#a a lo de 2camarada2 6amarada: 4ecientemente *emos tenido discusiones con nuestros camaradas del Partido ocialista 1nificado de la 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana so!re la posi!ilidad de efectuar intercam!ios entre miem!ros del partido de aqu# y nuestros camaradas de la (lemania democr%tica La idea es crear una !ase de intercam!io al nivel de los simples militantes entre nuestros partidos El Partido ocialista 1nificado se da cuenta de que las presentes medidas discriminatorias del /ome 3ffice !rit%nico imposi!ilitan que sus dele"ados puedan ir al 4eino 1nido en un futuro inmediato, pero entienden que por ello mismo es m%s importante un Intercam!io de e=periencias, y nos *an invitado "enerosamente a seleccionar cinco secretarios de ección con !uena e=periencia y !uen e=pediente de est#mulo de acción masiva a nivel de la calle 6ada camarada seleccionado pasar% tres semanas asistiendo a discusiones de ección, estudiando el pro"reso de la industria y la se"uridad social, y o!servando de primera mano la evidencia de la provocación fascista por parte de 3ccidente Es una "ran oportunidad dada a nuestros camaradas para !eneficiarse de la e=periencia de un joven sistema socialista Por consi"uiente, *emos solicitado al 8istrito que presentara los nom!res de jóvenes militantes de cuadro de vuestras zonas que pudieran o!tener mayor !eneficio del viaje, y tu nom!re *a sido presentado 8eseamos que vayas si te es posi!le, realizando la se"unda parte del proyecto, que es esta!lecer contacto con una sección del Partido en la 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana cuyos miem!ros ten"an semejante am!iente industrial y al mismo tipo de pro!lemas que vosotros La ección ur de aysHater *a sido puesta en paralelo con $euen*a"en, un su!ur!io de Leipzi" >reda Luman, secretaria de la ección de $euen*a"en, prepara una "ran !ienvenida Estamos se"uros de que eres la camarada m%s adecuada para ese tra!ajo, y que tendr%s un é=ito espléndido 7odos los "astos ser%n pa"ados por la 3ficina 6ultural de la 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana
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Estamos se"uros de que comprendes qué "ran *onor es éste, y confiamos en que no permitir%s que nin"una consideración personal te impida aceptar Las visitas de!en tener lu"ar a fines del mes que viene, *acia el 9D, pero los camaradas seleccionados viajar%n por separado, ya que sus invitaciones no son conver"entes 7e ro"amos nos *a"as sa!er cuanto antes si puedes aceptar, y te *aremos sa!er nuevos detalles
6uanto m%s la le#a, m%s raro le parec#a 7an poco tiempo para ponerse en marc*a: ¿cómo sa!#an que se pod#a marc*ar de la i!lioteca? Entonces, para su sorpresa, recordó que (s*e le *a!#a pre"untado qué *ac#a en sus vacaciones, y si avisa!a con muc*a antelación para pedir tiempo li!re ¿Por qué no le *a!#an dic*o quiénes eran los dem%s seleccionados? (caso no *a!r#a nin"una razón especial para que se lo dijeran, pero, sin sa!er por qué, parec#a raro que no se lo *u!iesen dic*o (dem%s, era una carta muy lar"a Esta!an tan escasos de personal de secretar#a en el 6entro que sol#an *acer que las cartas fueran muy cortas, o ped#an a los camaradas que llamaran por teléfono Esta era tan eficiente y esta!a tan !ien mecano"rafiada que no pod#an *a!erla escrito en el 6entro, en a!soluto Pero s# que esta!a firmada por el or"anizador cultural: era su firma, de veras, no *a!#a duda La *a!#a visto montones de veces al pie de al pie de avisos ciclostilados ) la carta ten#a ese estilo torpe, semi!urocr%tico, semimesi%nico, a que se *a!#a acostum!rado sin "ustarle nada Era una estupidez decir que ella ten#a un !uen e=pediente de acción masiva a nivel de la calle $o lo ten#a En realidad, detesta!a ese aspecto de la la!or del Partido: los altavoces a las puertas de la f%!rica, vender el 28aily Kor5er2 en la esquina, ir de puerta en puerta en las elecciones locales El tra!ajo de la Paz no le importa!a tanto: si"nifica!a al"o para ella, ten#a sentido e pod#a mirar a los ni-os de la calle al pasar, a las madres que empuja!an sus coc*ecitos, y a los viejos parados en las puertas, y se pod#a decir: 2Lo *a"o por ellos2 Eso era de veras luc*ar por la paz $unca *a!#a mirado con los mismos ojos la luc*a por o!tener votos y la luc*a por vender (caso eso era porque les reduc#a a lo que eran de veras, pensa!a Era f%cil, cuando *a!#a alrededor de una docena en una reunión de ección, reedificar el mundo, marc*ar en la van"uardia del socialismo y *a!lar de la inevita!ilidad de la *istoria Pero lue"o ten#a que salir a la calle con una !razada de 28aily Kor5er2, a menudo esperando una *ora o dos para vender un ejemplar ( veces *ac#a trampas, como los dem%s, y pa"a!a una docena de su !olsillo sólo para salir del paso y marc*arse a casa En la si"uiente reunión presum#an de ello, olvidando que tam!ién los *a!#an comprado ellos mismos: 2BLa camarada old vendió diecioc*o ejemplares el s%!ado por la noc*e+ diecioc*oC2 Entonces sal#an en las actas, y tam!ién en el !olet#n de la ección El 8istrito se frota!a las manos, y quiz% la menciona!an en aquel peque-o espacio de la
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primera p%"ina so!re el >ondo de Luc*a Era un mundo muy peque-o y ella desea!a que fueran m%s *onrados Pero tam!ién se ment#a so!re todo aquello 7al vez todos se ment#an 3 quiz% los otros entend#an mejor por qué uno ten#a que mentirse tanto Le parec#a muy raro que la *u!ieran *ec*o secretaria de ección >ue 0ulli"an quien la propuso: 2$uestra joven, vi"orosa y atractiva camarada2 Pensa!a que dormir#a con él si conse"u#a que la *icieran secretaria Los otros *a!#an votado a favor de ella porque les era simp%tica, y porque sa!#a escri!ir a m%quina: porque *ar#a de veras el tra!ajo sin intentar que ellos fueran a *acer encuestas por las casas los fines de semana $o demasiado a menudo, de todos modos /a!#an votado por ella porque quer#an un clu! decentito, a"rada!le y revolucionario, sin complicaciones >ue un verdadero fraude (lec parec#a *a!erlo comprendido: simplemente, no lo *a!#a tomado en serio 21nos cr#an canarios, otros se apuntan al Partido2, *a!#a dic*o una vez, y era verdad En todo caso, era verdad en aysHater out*, y el 8istrito lo sa!#a perfectamente Por eso resulta!a tan curioso que la *u!ieran desi"nado: por eso se resist#a muc*o a creer que el 8istrito *u!iera intervenido en ello Esta!a se"ura de que la e=plicación era (s*e &uiz% se *a!#a vuelto loco por ella, quiz% no era afeminado, sino que sólo lo parec#a Liz se enco"ió de *om!ros e=a"eradamente, esa clase de adem%n violento que *ace la "ente cuando est% emocionada a solas En todo caso, ir#a al e=tranjero, "ratis, y le parec#a interesante $unca *a!#a estado en el e=tranjero, y desde lue"o que no podr#a pa"arse el viaje ien es verdad que ten#a reservas respecto a (lemania a!#a, le *a!#an dic*o que (lemania 3ccidental era militarista y revanc*ista, y que (lemania 3riental era democr%tica y pacifista Pero duda!a que todos los !uenos alemanes estuvieran en un lado y todos los malos en el otro ) los malos eran los que *a!#an matado a su padre (caso por eso el Partido la *a!#a ele"ido, como un "eneroso acto de reconciliación &uiz% era eso en lo que pensa!a (s*e cuando le *a!#a *ec*o todas aquellas pre"untas 8esde lue"o+ ésa era la e=plicación 8e repente, se llenó de un sentimiento de calor y "ratitud *acia el Partido e acercó a la mesa y a!rió el cajón donde, en una vieja cartera escolar, "uarda!a el papel de cartas de la ección y los sellos correspondientes 0etió una *oja de papel en su vieja m%quina 21nderHood2 Rse la *a!#an mandado del 8istrito al enterarse de que sa!#a escri!ir a m%quina: salta!a un poco, pero por lo dem%s esta!a !ienS, y escri!ió una !onita carta de a"radecimiento, aceptando El 6entro era una cosa estupenda: severo, !enévolo, impersonal, perpetuo BEran !uena "ente, muy !uena ente que luc*a!a por la PazC (l cerrar el cajón vio la tarjeta de miley 4ecordó al *om!recito con la cara seria y fruncida, parado en la puerta de su cuarto diciendo: 2¿a!#a el Partido lo de usted y (lec?2 &ué tonta era ueno, esto la distraer#a del asunto
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16 - DETENCI#N
>iedler y Leamas recorrieron en silencio todo el camino de vuelta En medio de la oscuridad, las colinas eran ne"ras y enormes y los puntos de luz luc*a!an con la oscuridad espesada como las luces de !arcos lejanos en el mar >iedler aparcó el coc*e !ajo un co!ertizo que se encontra!a al lado de la casa y caminaron junto a la puerta principal I!an a entrar en la casa cuando oyeron un "rito desde los %r!oles, se"uido por el nom!re de >iedler, "ritado por al"uien e volvieron, y Leamas distin"uió en la oscuridad, a unos veinte metros, a tres *om!res en pie, que al parecer esta!an esperando la lle"ada de >iedler —¿&ué quieren? —"ritó >iedler —&ueremos *a!lar con usted @enimos de erl#n >iedler vaciló —¿8ónde est% ese maldito "uardia? —pre"untó a Leamas— 8e!er#a *a!er un "uardia en la puerta principal Leamas se enco"ió de *om!ros —¿Por qué no est%n encendidas las luces del vest#!ulo? —volvió a pre"untar ) lue"o, a'n indeciso, empezó a caminar lentamente *acia los *om!res Leamas a"uardó un momento+ lue"o, no oyendo nada, caminó a través de la casa con las luces apa"adas *asta el anejo de detr%s Era una destartalada !arraca unida a la parte posterior del edificio y oculta, por todos sus lados, por apretadas plantaciones de pinos jóvenes La caseta esta!a dividida en tres dormitorios comunicantes: no *a!#a pasillo El cuarto del medio era el que le *a!#an dado a Leamas, y el cuarto m%s cercano al edificio esta!a ocupado por dos "uardias Leamas nunca supo quién ocupa!a el tercero 1na vez *a!#a tratado de a!rir la puerta de comunicación entre ese cuarto y el suyo, pero esta!a cerrada con llave (tis!ando por una estrec*a "rieta entre las cortinas de encaje, una ma-ana, al salir a pasear, *a!#a descu!ierto que sólo era un dormitorio Los dos "uardias, que le se"u#an a todas partes a unos cincuenta metros, todav#a no *a!#an do!lado la esquina de la caseta cuando él miró por la ventana El cuarto conten#a una sola cama, *ec*a, y un peque-o escritorio con papeles encima upuso que al"uien le estar#a o!servando desde ese cuarto con lo que suele llamarse meticulosidad alemana Pero Leamas era perro viejo para permitirse al"una preocupación por esa vi"ilancia En erl#n *a!#a formado parte de su vida: si no se pod#a localizar, peor: sólo quer#a decir que toma!an mayor cuidado, o que uno perd#a su dominio Por lo re"ular, siendo tan *%!il en ese tipo de cosas y tan !uen o!servador y con tan !uena memoria —en resumen, valiendo tanto en su profesión—, les localiza!a de todos modos a!#a las formaciones que suele adoptar un "rupo que si"ue a al"uien+ conoc#a los P%"ina QJ de ;<
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trucos, las de!ilidades, las ca#das moment%neas que les pod#an denunciar $o si"nifica!a nada para Leamas ser vi"ilado, pero al pasar a través dela improvisada puerta *asta la casa y la !arraca, y detenerse en el dormitorio de los "uardias, tuvo la certeza de que *a!#a al"o que no i!a !ien Las luces de la !arraca se controla!an desde al"'n punto central: al"una mano invisi!le las encend#a y apa"a!a Por las ma-anas le desperta!a el s'!ito ful"or de la 'nica luz en el tec*o de su cuarto Por la noc*e, le da!an prisa para acostarse con un oscurecimiento ritual Eran sólo las nueve cuando entró en la !arraca, y las luces ya esta!an apa"adas eneralmente espera!an *asta las once, pero a*ora *a!#an apa"ado la luz y !ajado las persianas Esta!a a!ierta la puerta de comunicación con la casa, as# que lle"a!a la p%lida penum!ra de la entrada, pero sin entrar casi en el dormitorio de los "uardias, dej%ndole ver escasamente las dos camas vac#as (l quedarse all# escudri-ando el cuarto, le sorprendió encontrarlo vac#o, y cerrada la puerta detr%s de él &uiz% se *a!#a cerrado sola, pero Leamas no intentó a!rirla Esta!a totalmente a oscuras $in"'n ruido *a!#a acompa-ado el cerrarse de la puerta, nin"'n c*asquido ni pisada Para Leamas, con su instinto s'!itamente alerta, fue como si la !anda sonora de la pel#cula se *u!iese detenido Lue"o olió a ci"arrillo El olor de!#a de estar en el aire, pero no se *a!#a dado cuenta de él *asta a*ora 6omo un cie"o, su tacto y su olfato se a"uza!an en la oscuridad Lleva!a cerillas en el !olsillo, pero no las usó 8io un paso *acia un lado, apretó la espalda contra la pared y se quedó inmóvil Para Leamas sólo pod#a *a!er una e=plicación: esta!an esperando a que pasara del cuarto de los "uardias al suyo, de modo que decidió quedarse donde esta!a Lue"o, desde el edificio principal de donde *a!#a lle"ado, oyó claramente ruido de pasos (l"uien pro!ó la puerta que él aca!a!a de cerrar, y ec*ó la llave Leamas si"uió sin moverse 7odav#a no $o ca!#a fin"ir otra cosa: esta!a prisionero en la !arraca 0uy lentamente, Leamas se a"ac*ó entonces acurruc%ndose, y se metió la mano en el !olsillo lateral de la c*aqueta Esta!a tranquilo, casi aliviado con la perspectiva de la acción, pero por su mente cruza!an veloces recuerdos 26asi siempre tiene uno un arma: un cenicero, un par de monedas, una estilo"r%fica, cualquier cosa que pinc*e o corte2 Era el dic*o favorito del !enévolo sar"ento "alés de aquella casa, junto a 3=ford, en la "uerra: 2$unca usen las dos manos a la vez, ni con un cuc*illo, !astón o pistola: manten"an li!re el !razo izquierdo, y pón"anselo so!re la tripa i no encuentran nada con que "olpear, conserven las manos a!iertas y los pul"ares r#"idos2 6on la caja de cerillas en la mano derec*a, la apretó a lo lar"o y la aplastó poco a poco, de modo que los peque-os filos de madera astillada le salieron por entre los dedos /ec*o esto, se movió a lo lar"o de la pared *asta que lle"ó a una silla que sa!#a que esta!a en el rincón del cuarto in importarle ya el ruido que *iciera, empujó la silla al centro del
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cuarto 6ontando los pasos al apartarse de la silla, se situó en el %n"ulo de las dos paredes (l *acerlo as#, oyó que se a!r#a de "olpe la puerta de su propio dormitorio En vano trató de distin"uir la fi"ura que de!#a de estar en la puerta, pero tampoco sal#a luz de su cuarto La tinie!la era impenetra!le $o se atrev#a avanzar para atacar, pues a*ora la silla esta!a en medio del cuarto: era su ventaja t%ctica, pues sa!#a dónde esta!a, y ellos no 8e!#an venir a por él, a la fuerza+ y no pod#a dejarles esperar *asta que su ayudante de fuera alcanzara el interruptor "eneral y encendiera las luces —(delante, *ijos de perra presumidos —siseó en alem%n—+ estoy aqu#, en el rincón @enid a !uscarme, ¿sois capaces? $i un movimiento, ni un sonido —Estoy aqu#, ¿no me veis? ¿&ué pasa, entonces? ¿&ué os pasa? @enid, ¿no sois capaces? ) entonces oyó que al"uien avanza!a, y que otro le se"u#a+ lue"o el juramento de un *om!re al tropezar con la silla, y ésa fue la se-al que espera!a Leamas 7irando a un lado la caja de cerillas, se deslizó *acia delante, lenta y cuidadosamente, paso a paso, con el !razo izquierdo e=tendido en el adem%n de quien aparta ramas en un !osque, *asta que, muy suavemente, tocó un !razo y notó el pa-o caliente y rasposo de un uniforme militar 6on la misma mano izquierda, Leamas "olpeó cuidadosamente dos veces el !razo —dos "olpes distintos—, y oyó una asustada voz junto a su o#do, en alem%n: —¿Eres t', /ans? —6ierra el pico, im!écil —susurró Leamas, en respuesta ) en el mismo instante e=tendió la mano, a"arró al *om!re por el pelo, sacudiéndole la ca!eza *acia delante y *acia a!ajo, y lue"o, en un terri!le "olpe en corte, le dio con el lado de la mano derec*a en la nuca, le volvió a incorporar por el !razo, le "olpeó en la "ar"anta con un mero impulso *acia arri!a del pu-o a!ierto, y después le dejó caer donde le llevara la fuerza de la "ravedad 6uando el cuerpo del *om!re "olpeó el suelo, las luces se encendieron En la puerta *a!#a un joven capit%n de la Polic#a Popular fumando un ci"arro, y detr%s de él, dos *om!res 1no i!a de paisano, y era muy joven 7en#a una pistola en la mano Leamas pensó que era de esas armas c*ecas con peine so!re la culata 7odos miraron al *om!re que esta!a en el suelo (l"uien a!rió la puerta de fuera y Leamas se volvió a ver quién era 6uando se volv#a, se oyó un "rito —Leamas pensó que era el capit%n— orden%ndole que se estuviera quieto e volvió lentamente mirando a los tres *om!res 7en#a todav#a las manos en los costados cuando lle"ó el "olpe Pareció aplastarle el cr%neo (l caer, derivando ti!iamente a la inconsciencia, se pre"unta!a si le *a!r#an "olpeado con un revólver de tipo anti"uo, uno de aquellos con perno en el e=tremo de la culata
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Le despertó el viejo reincidente cantando y el carcelero aull%ndole que se callara (!rió los ojos y, como una luz !rillante, el dolor irrumpió en su cere!ro e quedó inmóvil re*usando cerrarlos, o!servando los vivaces fra"mentos coloreados que corr#an por su campo de visión 7rató de darse cuenta de s# mismo: ten#a los pies fr#os como el *ielo, y nota!a el olor acre de un uniforme de recluso El canto se *a!#a detenido, y de repente Leamas deseó intensamente que volviera a empezar, aunque sa!#a que nunca ser#a as# 7rató de levantar la mano para tocar la costra de san"re que nota!a en la mejilla, pero ten#a las manos sujetas detr%s 7am!ién de!#a de tener atados los pies+ la san"re los *a!#a a!andonado, y por eso esta!an fr#os 8olorosamente miró a su alrededor, tratando de levantar la ca!eza una pul"ada o dos del suelo Para su sorpresa, vio delante de él sus propias rodillas Instintivamente trató de estirar las piernas, y al *acerlo, todo su cuerpo fue invadido por un dolor tan s'!ito y terri!le que lanzó un sollozante "rito de an"ustiada compasión *acia s# mismo, como el 'ltimo "rito de un *om!re en el tormento e quedó jadeando, intentando dominar el dolor+ y lue"o, por pura perversidad de su naturaleza, intentó de nuevo, muy despacio, estirar las piernas Ense"uida volvió el dolor, pero Leamas *a!#a encontrado la causa: ten#a las manos y los pies encadenados detr%s de la espalda En cuanto intenta!a estirar las piernas la cadena se tensa!a, apretando los *om!ros y la maltratada ca!eza contra el suelo de piedra 8e!#an de *a!erle pe"ado mientras esta!a inconsciente: todo su cuerpo esta!a r#"ido y ara-ado, y le dol#an los ri-ones e pre"untó si *a!r#a matado al "uardia Esperó que ojal% fuera as# Encima de él !rilla!a la luz, "rande, cl#nica y feroz $o *a!#a mue!les, sólo paredes enjal!e"adas, muy cerca, en torno suyo, y la puerta de acero "ris, un ele"ante "ris car!ón, ese color que se ve en las casas de Londres !ien puestas $o *a!#a m%s $ada en a!soluto: sólo el terri!le dolor 8e!#a de llevar tendido all# *oras enteras antes de que lle"aran La luz da!a calor+ ten#a sed, pero re*usó "ritar Por fin se a!rió la puerta y all# esta!a 0undt upo que era 0undt por los ojos miley le *a!#a *a!lado de ellos 17 - MUNDT
Le desataron y le dejaron que intentara ponerse en pie Por un momento casi lo consi"uió+ lue"o, al volver la circulación a las manos y los pies, y al quedar sus mu-ecas li!res de la contracción a que *a!#an estado sujetas, se desplomó Le dejaron all# tendido, o!serv%ndole con la indiferencia de unos ni-os que miran un insecto 1no de los "uardias se adelantó !ruscamente a 0undt y c*illó a Leamas que se pusiera en pie Leamas fue a "atas *asta la pared y apoyó las palmas de sus palpitantes manos en el P%"ina QM de ;<
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ladrillo !lanqueado Esta!a a medio levantar cuando el "uardia le dio una patada *aciéndole caer otra vez Pro!ó de nuevo, y esta vez el "uardia le dejó ponerse en pie con la espalda contra la pared @io apoyar al "uardia su peso en el pie izquierdo y comprendió que le i!a a dar una patada 6on el resto de sus fuerzas, Leamas se lanzó *acia delante, lanzando la ca!eza "ac*a contra la cara del "uardia 6ayeron juntos, Leamas encima El "uardia se levantó y Leamas se quedó tendido, esperando el casti"o Pero 0undt dijo al"o al "uardia y Leamas notó que le levanta!an por los *om!ros y los pies, y oyó cerrarse la puerta de la celda mientras le lleva!an por el pasillo adelante 7en#a una sed terri!le Le llevaron a un cuartito cómodo, decentemente amue!lado con una mesa escritorio y unas !utacas 1nas persianas suecas cu!r#an a medias las ventanas enrejadas 0undt se sentó a la mesa, y Leamas en una !utaca, con los ojos medio cerrados Los "uardias se quedaron de pie junto a la puerta —8enme de !e!er —dijo Leamas —¿K*is5y? —("ua 0undt llenó una jarra en un depósito que *a!#a en el rincón, y la puso en la mesa con un vaso al lado —7r%i"anle de comer —ordenó, y uno de los "uardias salió del cuarto, y volvió con un tazón de sopa y una salc*ic*a en re!anadas 6omió y !e!ió, mientras ellos le mira!an en silencio —¿8ónde est% >iedler? —pre"untó Leamas por fin —8etenido —replicó 0undt con sequedad —¿Por qué? —Por conspirar para sa!otear la se"uridad del pue!lo Leamas asintió lentamente —(s# que *a "anado usted —dijo— ¿6u%ndo le detuvo? —(noc*e Leamas esperó un momento, tratando de concentrar otra vez su atención en 0undt —¿) qué *ay de m#? —pre"untó —1sted es un testi"o implicado en el asunto 8esde lue"o, a usted se le juz"ar% después —(s# que yo formo parte de un tra!ajo de Londres para fin"ir una traición de 0undt, ¿no? 0undt asintió, encendió un ci"arrillo, y se lo dio a uno de los centinelas para que se lo pasara a Leamas —Eso es —dijo El centinela se acercó, y con un adem%n de solicitud de mala "ana, puso el ci"arrillo
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entre los la!ios de Leamas —1na operación muy !ien cuidada —o!servó Leamas, y a-adió est'pidamente—: 7ipos Listos, esos c*inos 0undt no dijo nada Leamas se fue acostum!rando a sus silencios en el desarrollo de la entrevista 0undt ten#a una voz !astante a"rada!le+ eso era al"o que Leamas no *a!#a esperado, pero raramente *a!la!a &uiz% la e=traordinaria confianza de 0undt en s# mismo *iciera que no *a!lase a no ser que deseara *acerlo de modo muy espec#fico, estando dispuesto a conceder que se produjeran lar"os silencios en vez de intercam!iar pala!ras in'tiles En esto se diferencia!a de los interro"adores profesionales que se apoyan en la iniciativa, en la evocación de situaciones y en la e=plotación de esa dependencia psicoló"ica de un prisionero respecto a su inquisidor 0undt desprecia!a la técnica: era *om!re de *ec*os y acción Leamas lo prefer#a El aspecto de 0undt esta!a completamente de acuerdo con su temperamento 7en#a aire de atleta u pelo ru!io era muy corto, mate y !ien arre"lado u joven rostro ten#a unas facciones duras y claras, y una inmediatez aterradora+ carec#a de *umor o fantas#a Parec#a joven, pero no juvenil: los *om!res de m%s edad le toma!an en serio Esta!a !ien formado La ropa le i!a !ien porque era *om!re f%cil de vestir Leamas no encontró dificultad en recordar que 0undt era un asesino: *a!#a una frialdad en él, una autosuficiencia ri"urosa, que le equipa!an perfectamente para el oficio del crimen 0undt era un *om!re muy duro —La otra acusación por la que se le procesar%, si es necesario —a-adió 0undt tranquilamente—, es por asesinato —(s# que murió el centinela, ¿e*? —contestó Leamas 1na ola de intenso dolor pasó por su ca!eza 0undt asintió —iendo as# —dijo—, procesarle por espionaje es al"o académico )o propon"o que la causa contra >iedler sea p'!lica Ese es tam!ién el deseo del Presidium —¿) necesita mi confesión? —# —Es decir, que no tiene nin"una prue!a —7endremos prue!as 7endremos su confesión $o *a!#a amenaza en la voz de 0undt $o *a!#a estilo ni infle=ión teatral —Por otra parte, podr#a *a!er clemencia en su caso ( usted le sometió a c*antaje la Intelli"ence !rit%nica+ le acusaron de ro!ar dinero y le o!li"aron a preparar una trampa de ven"anza contra m# El 7ri!unal tendr#a simpat#a *acia tal declaración Leamas pareció sorprenderse, desprevenido —¿6ómo *a sa!ido que me acusa!an de ro!ar dinero? Pero 0undt no contestó
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—>iedler *a sido !astante est'pido —o!servó 0undt— En cuanto le# el informe de nuestro ami"o Peters supe por qué le *a!#an mandado, y supe que >iedler caer#a en la trampa >iedler me odia muc*o —0undt afirmó con la ca!eza como para acentuarla verdad de su o!servación— u "ente lo sa!#a, por supuesto /a sido una operación muy inteli"ente 8#"ame quién la preparó ¿>ue miley? ¿Lo *izo él? Leamas no dijo nada —)o quer#a ver el informe de >iedler so!re el interro"atorio que le *izo a usted, ya comprende Le dije que me lo mandara El se retrasó, y comprend# que acerta!a Lue"o, lo *izo circular ayer entre los miem!ros del Presidium y no me mandó un ejemplar (l"uien de Londres *a sido muy listo Leamas no dijo nada —¿6u%ndo vio por 'ltima vez a miley? —pre"untó 0undt, como de pasada Leamas vaciló, inse"uro de s# mismo La ca!eza le dol#a terri!lemente —¿6u%ndo le vio por 'ltima vez? —repitió 0undt —$o recuerdo —dijo Leamas por fin—: en realidad él ya no esta!a en la or"anización 8e vez en cuando aparec#a por all# —Es muy ami"o de Peter uillam, ¿no? —6reo que s# —uillam, se"'n cre#a usted, estudia!a la situación económica en la 4ep'!lica 8emocr%tica (lemana 1na peque-a sección e=tra-a de su ervicio+ usted no esta!a muy se"uro de lo que *ac#a —(s# es El sonido y la visión se volv#an confusos en el loco latir de su cere!ro 7en#a los ojos calientes y doloridos e sent#a mareado —ueno, ¿cu%ndo vio por 'ltima vez a miley? —$o recuerdo $o recuerdo 0undt movió la ca!eza —1sted posee una memoria muy !uena para cualquier cosa que me acuse 7odos podemos recordar la 'ltima vez que vimos a al"uien Por ejemplo, ¿le vio después de volver de erl#n? —#, creo que s# 0e tropecé con él una vez en 6am!rid"e 6ircus, en Londres Leamas *a!#a cerrado los ojos y suda!a —$o puedo se"uir adelante, 0undt, no muc*o tiempo m%s, 0undt+ estoy mareado —dijo —8espués que (s*e le reco"ió, después que se metió en la trampa que le *a!#an tendido, almorzaron juntos, ¿no? —# (lmorzamos juntos —El almuerzo aca!ó *acia las cuatro ¿(dónde fue usted entonces?
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—>ui a la 6ity, creo $o lo recuerdo con se"uridad Por amor de 8ios, 0undt — dijo, sujet%ndose la ca!eza con la mano—: no puedo se"uir 0i maldita ca!eza —) después de eso, ¿adónde fue? ¿Por qué se quitó de encima a los que le se"u#an, por qué tuvo tanto empe-o en quit%rselos? Leamas no dijo nada: respira!a con jadeos cortos, —6onteste a esta pre"unta, si puede 7endr% una cama Puede dormir si quiere i no, tendr% que volver a su celda, ¿entiende? Le volver%n a atar y le dar%n de comer en el suelo como a un animal, ¿entiende? 8#"ame adónde fue El loco latir de su cere!ro aumentó de pronto, el cuarto !aila!a: oyó voces a su alrededor y ruido de pasos+ formas espectrales pasaron y volvieron a pasar+ al"uien "rita!a, pero no *acia él+ la puerta se *a!#a a!ierto, esta!a se"uro, esta!a se"uro de que al"uien *a!#a a!ierto la puerta El cuarto esta!a lleno de "ente, todos "ritando a*ora, y lue"o se i!an, les o#a marc*arse, el ruido de sus pasos era como el latir de su ca!eza+ el eco se e=tin"uió y se *izo el silencio Lue"o, como el contacto de la propia misericordia, le pusieron un pa-o fresco en la frente, y unas manos cari-osas se lo llevaron 8espertó en una cama de *ospital: al pie de ella esta!a >iedler, fumando un ci"arrillo 18 - "IEDLER
Leamas pasó revista: una cama con s%!anas, una *a!itación individual sin rejas en las ventanas, sino solamente cortinas y cristal escarc*ado Paredes verde p%lido, linóleo verde oscuro, y >iedler mir%ndole y fumando 1na enfermera le sirvió de comer: un *uevo, una sopa li"era y fruta e sent#a como para morir, pero supuso que *ar#a !ien en comerlo (s# lo *izo, mientras >iedler le mira!a —¿6ómo se encuentra? —pre"untó —/orri!lemente mal —contestó Leamas —Pero ¿mejor? —6reo que s# —vaciló— Esas !estias me dieron una paliza —0ató a un centinela, ¿lo sa!e? —upon#a ¿&ué esperan ésos, si montan una operación tan est'pida? ¿Por qué no se nos llevaron a los dos a la vez? i *a *a!ido al"o demasiado or"anizado, *a sido eso —0e temo que, como nación, tendemos a or"anizar demasiado En el e=tranjero, eso pasa por eficacia /u!o otra pausa —¿( usted qué le pasó? —pre"untó Leamas —(*, a m# tam!ién me a!landaron para el interro"atorio —¿Los *om!res de 0undt? P%"ina de ;<
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—Los *om!res de 0undt y 0undt >ue una sensación peculiar —Es un modo como otro cualquiera de decirlo —$o, no+ f#sicamente, no >#sicamente fue una pesadilla, pero ya comprende: 0undt ten#a un interés especial en darme una paliza (parte de la confesión —Porque ima"inó aquella *istoria so!re —Porque soy jud#o —B6ristoC —dijo Leamas a media voz —Por eso reci!# tratamiento especial 8urante todo el tiempo me lo susurra!a Era muy raro —¿&ué dec#a? >iedler no contestó Por fin musitó: —Esto se *a terminado —¿Por qué? ¿&ué pasó? —El d#a que nos detuvieron yo *a!#a pedido al Presidium una orden para detener a 0undt como enemi"o del pue!lo —Pero usted est% loco, ya se lo dije, loco de atar, >iedler l jam%s —/a!#a otras declaraciones contra él aparte de la suya e *a!#an ido acumulando acusaciones desde *ace tres a-os, prue!a por prue!a La suya nos proporcionó la prue!a que necesit%!amos+ eso es todo 7an pronto como estuvo claro, preparé un informe y se lo mandé a todos los miem!ros del Presidium e=cepto a 0undt Lo reci!ieron el mismo d#a en que yo *ice mi petición para que lo detuvieran —El d#a en que nos detuvieron —# )o sa!#a que 0undt luc*ar#a a!#a que ten#a ami"os en el Presidium, o por lo menos, incondicionales, "ente !astante asustada como para correr junto a él tan pronto como reci!ieran mi informe ) al fin, yo sa!#a que él perder#a El Presidium ten#a el arma que necesita!a para destruirle+ ten#an el informe, y en esos pocos d#as en que a usted y a m# nos interro"a!an, ellos lo leyeron y releyeron *asta que comprendieron que era verdad, y todos supieron que los dem%s lo sa!#an 4eunidos por su miedo com'n, su de!ilidad com'n y su conocimiento com'n, se volvieron contra él y mandaron constituir un tri!unal —¿1n tri!unal? —ecreto, desde lue"o e re'ne ma-ana 0undt est% detenido —¿6u%les son las otras acusaciones? ¿Las declaraciones que *a reunido usted? —Espere y ver% —contestó >iedler con una sonrisa— 0a-ana lo ver% >iedler se quedó callado un rato, viendo comer a Leamas —Ese 7ri!unal —pre"untó Leamas—, ¿cómo funciona? —Eso depende del presidente $o es un 7ri!unal Popular: es importante recordarlo Es m%s !ien al"o as# como una investi"ación+ un comité de investi"ación, eso es, nom!rado por el Presidium para informar so!re un determinado tema El informe
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contiene una recomendación En un caso como éste, la recomendación equivale a un veredicto, pero permanece secreto, como parte de la actuación del Presidium —¿6ómo funciona? ¿/ay a!o"ados y jueces? —/ay tres jueces —dijo >iedler— y, en efecto, *ay a!o"ados 0a-ana, yo mismo presentaré la acusación contra 0undt, y .arden le defender% —¿&uién es .arden? >iedler vaciló —1n *om!re muy duro —dijo— Parece un médico rural, peque-o y !enévolo Estuvo en uc*enHald —¿Por qué no puede 0undt defenderse él mismo? —/a sido un deseo de 0undt e dice que .arden llamar% a un testi"o Leamas se enco"ió de *om!ros —Eso es asunto suyo —dijo 3tra vez *u!o silencio Por fin, >iedler dijo refle=ivamente: —( m# no me *a!r#a importado, no creo que me *u!iera importado, en todo caso, no tanto que me *u!iera *ec*o da-o a m# mismo, por odio o celos ¿Entiende usted esto? Ese dolor lar"o, intermina!le, y en el que todo el tiempo uno deja de decirse: 23 me desmayo, o me acostum!ro a so!rellevar el dolor: la naturaleza se ocupar% de eso2, y el dolor no *ace m%s que crecer, como un violinista que su!e por la prima 1no cree que no puede su!ir m%s alto, y su!e: as# es el dolor, y todo lo que *ace la naturaleza es pasarle a uno de nota en nota, como a un ni-o sordo al que le ense-an a o#r ) durante todo el tiempo susurra!a: 2Oud#o, jud#o2 )o le podr#a entender, estoy se"uro de que podr#a, si él lo *u!iera *ec*o por la idea, por el Partido, si usted quiere, o si me *u!iera odiado a m# Pero no era eso: él odia!a —0uy !ien —dijo Leamas, con sequedad— 1sted de!er#a sa!erlo Es un *ijo de perra —# —dijo >iedler—, es un *ijo de perra Parec#a e=citado 2&uiere presumir ante al"uien2, pensó Leamas —Pensé muc*o en usted —a-adió >iedler— Pensé en aquella conversación que tuvimos, ya se acuerda, so!re el motor —¿&ué motor? >iedler sonrió —Perdone, es una traducción directa: quiero decir 2motor2, la fuerza motriz, el esp#ritu, el impulso: como quiera que lo llamen los cristianos —)o no soy cristiano >iedler se enco"ió de *om!ros —)a sa!e lo que quiero decir —@olvió a sonre#r— Eso que tan incómodo le pone Lo diré de otra manera upon"amos que 0undt tiene razón 0e pidió que confesara, ya
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sa!e: yo ten#a que confesar que esta!a de acuerdo con esp#as !rit%nicos que conspira!an para asesinarle )a ve la cuestión: que toda la operación esta!a montada por la Intelli"ence !rit%nica para incitarnos —para incitarme, si usted quiere— a liquidar al mejor *om!re de la (!teilun": para volver contra nosotros nuestra propia arma —7am!ién lo pro!ó conmi"o —dijo Leamas, con indiferencia ) a-adió—: 6omo si yo *u!iera "uisado toda la maldita *istoria —Pero lo que quiero decir es esto: supon"a que lo *u!iera *ec*o, supon"a que fuera verdad: estoy poniendo un ejemplo, ya me entiende, una *ipótesis: ¿matar#a usted a un *om!re, a un *om!re inocente? —0undt tam!ién es un asesino —upon"a que no lo fuera upon"a que fuera yo a quien quer#an matar: ¿lo *ar#a Londres? —8epende, depende de la necesidad —(* —dijo >iedler, satisfec*o—, depende de la necesidad 6omo talin, en realidad El accidente de circulación y las estad#sticas Es un "ran alivio —¿Por qué? —7iene que dormir un poco—dijo >iedler— Pida la comida que quiera Le traer%n lo que le *a"a falta 0a-ana podr% *a!lar —(l alcanzar la puerta, miró *acia atr%s y dijo —: omos todos lo mismo, ya sa!e, ésa es la !roma Leamas pronto se durmió, satisfec*o de sa!er que >iedler era su aliado y que dentro de poco enviar#an a 0undt a la muerte Era al"o que espera!a desde *ac#a muc*o tiempo 19 - REUNI#N DE SECCI#N
Liz era feliz en Leipzi" La austeridad le complac#a, le da!a el consuelo del sacrificio La casita donde esta!a era oscura y po!re, la comida era mala y la mayor parte ten#a que ser para los ni-os /a!la!an de pol#tica en todas las comidas, ella y >rau E!ert, secretaria de ección en la ección de arriada de Leipzi" /o*en"run, una mujercita "ris cuyo marido diri"#a una cantera de "rava en las afueras de la ciudad Era como vivir en una comunidad reli"iosa, pensa!a Liz+ un convento, o un 25i!!utz2, o al"o as# 1no sent#a que el mundo esta!a mejor por su estóma"o vac#o Liz sa!#a un poco de alem%n que *a!#a aprendido de su t#a, y le sorprendió ver con cu%nta rapidez pod#a practicarlo Los ni-os, al principio, la trataron de una manera rara, como si fuera una persona de "ran importancia o de valiosa rareza, y al tercer d#a uno de ellos se armó de valor y le pre"untó si *a!#a tra#do c*ocolate de 2dru!en2, de 2all%2 $o se le *a!#a ocurrido, y se sintió aver"onzada 8espués de eso, parecieron olvidarla (l atardecer, *a!#a tra!ajo del Partido 8istri!u#an propa"anda, visita!an a miem!ros de la ección que no *a!#an pa"ado las cuotas o que se *a!#an descuidado en la asistencia P%"ina J de ;<
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a las reuniones, i!an de visita al distrito para una discusión so!re 2Pro!lemas relacionados con la distri!ución centralizada de los productos a"r#colas2, en que esta!an presentes todos los secretarios locales de ección, y asist#a a una reunión del 6onsejo 6onsultivo de 7ra!ajadores de una f%!rica de m%quinas *erramientas en las afueras de la ciudad Por fin, el cuarto d#a, el jueves, lle"ó la reunión de su propia ección Esa i!a a ser, al menos para Liz, la e=periencia m%s animadora de todas: ser#a un ejemplo de todo lo que pod#a ser al"'n d#a su propia ección de aysHater /a!#an ele"ido un titulo maravilloso para las discusiones de esa tarde: 26oe=istencia después de dos "uerras2, y espera!an una asistencia como nunca e *a!#an distri!uido circulares por toda la !arriada, y ocupado de que no *u!iera reunión rival en los alrededores aquella tarde: no era un d#a para *acer compras a 'ltima *ora (cudieron siete personas iete personas, y Liz y la secretaria de la ección, y el dele"ado del 8istrito Liz puso cara valiente, pero se sintió terri!lemente trastornada (penas pod#a concentrar su atención en el orador, y cuando lo intenta!a, él usa!a lar"as pala!ras alemanas compuestas, que de nin"'n modo pod#a ella descifrar Era como las reuniones en aysHater, era como las devociones de entre semana cuando acostum!ra!a ir a la i"lesia: el mismo "rupito cumplidor de caras perdidas, la misma meticulosa conciencia de s# mismos, la misma sensación de una "ran idea en manos de "ente insi"nificante iempre sent#a lo mismo: era terri!le, de veras, pero lo sent#a: desea!a que no apareciera nadie, porque eso ser#a al"o definitivo y su"erir#a persecución, *umillación, al"o ante lo que se pod#a reaccionar Pero siete personas no era nada: era peor que nada, porque evidencia!a la inercia de la masa imposi!le de capturar Le destroza!a a uno el alma El cuarto era mejor que el aula de aysHater, pero tampoco eso era un consuelo En aysHater *a!#a resultado divertido tratar de encontrar un local (l principio, *a!#an fin"ido ser otra cosa, a!solutamente nada de Partido /a!#an ocupado cuartos traseros en !ares, una sala de reunión en el 6afé (rdena, o se *a!#an reunido clandestinamente unos en casa de otros Lue"o se les *a!#a unido ill /azel, de la Escuela ecundaria, y *a!#an usado su aula Incluso eso era peli"roso: el director cre#a que ill diri"#a un "rupo teatral, as# que, al menos en teor#a, pod#an todav#a ec*arles a la calle 6on todo, eso i!a mejor que esta ala de la Paz, en *ormi"ón pretensado, con "rietas en los rincones y el retrato de Lenin ¿Por qué ten#an ese est'pido marco alrededor del retrato? e ve#an manojos de tu!os de ór"ano saliendo por los rincones, y col"aduras polvorientas 7en#a al"o de funeral fascista ( veces pensa!a que (lec ten#a razón, uno cre#a en las cosas porque necesita!a creer, lo que uno cre#a no ten#a valor propio, no ten#a función Lo que él dec#a: 21n perro se rasca donde le pica ( cada perro le pica en un sitio diferente2 $o, no ten#a razón (lec no ten#a razón+ era una perversidad decir eso La paz y la li!ertad y la i"ualdad eran *ec*os, desde lue"o que lo eran ) lo de la *istoria todas
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esas leyes que demostra!a el Partido $o, (lec no ten#a razón: la verdad e=ist#a fuera de la "ente, se demostra!a en la *istoria, los individuos ten#an que inclinarse ante ella siendo aplastados si fuese necesario El Partido era la van"uardia de la *istoria, la punta de lanza en la luc*a por la Paz 4ecorrió la r'!rica con cierta inse"uridad 3jal% *u!iera acudido m%s "ente iete eran muy pocos Parec#an mal*umorados+ mal*umorados y *am!rientos 7erminada la reunión, Liz esperó a que >rau E!ert reco"iera los folletos sin vender que *a!#a en la pesada mesa junto a la puerta, llenara su li!ro de asistencias y se pusiera el a!ri"o, pues *ac#a fr#o esa noc*e El orador se *a!#a marc*ado —!astante "roseramente, pensó Liz —antes de que empezara la discusión "eneral >rau E!ert esta!a en la puerta con la mano en el interruptor de la luz, cuando salió de la tinie!la un *om!re, recort%ndose en la entrada Por un momento, Liz pensó que era (s*e Era alto y ru!io y lleva!a uno de esos impermea!les con !otones de cuero —¿6amarada E!ert? —pre"untó —¿#? —@en"o !uscando a una camarada in"lesa, old ¿Est% viviendo con usted? —)o soy Eliza!et* old —intervino Liz, y el *om!re entró en la sala y cerró la puerta detr%s de él, de modo que la luz le dio de lleno en la cara —oy /olten, de parte del 8istrito 0ostró un papel a >rau E!ert, que se"u#a parada junto a la puerta, y que asintió, mirando un poco preocupada *acia Liz —0e *an encar"ado entre"ar un mensaje a la camarada old de parte del Presidium —dijo— e refiere a una alteración en su pro"rama+ es una invitación para asistir a una reunión especial —B3*C —dijo Liz, !astante aturdida Parec#a fant%stico que el Presidium *u!iera reci!ido al"una noticia acerca de ella —Es un "esto —dijo /olten—+ un "esto de !uena voluntad —Pero yo, pero >rau E!ert —empezó Liz, desvalida —6amarada E!ert, estoy se"uro de que usted me perdonar%, en estas circunstancias —8esde lue"o —dijo r%pidamente >rau E!ert —¿8ónde se va a cele!rar esa reunión? —er% preciso que se marc*e esta noc*e —contestó /olten— 7enemos muc*o camino que recorrer 6asi *asta \rlitz —\rlitz ¿8ónde est% eso? —(l este —dijo >rau E!ert, de prisa— En la frontera polaca —La podemos llevar a*ora a casa en coc*e 4eco"er% sus cosas y emprenderemos ense"uida el viaje —¿Esta noc*e? ¿(*ora? —#
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/olten no parec#a pensar que a Liz le quedaran alternativas Les espera!a un "ran coc*e ne"ro 6on c*ofer y un asta de !ander#n en el capó Parec#a un coc*e militar 2! - EL TRIBUNAL
La sala no era mayor que un aula ( un lado, en los escasos cinco o seis !ancos disponi!les, esta!an sentados "uardias y carceleros, y, ac% y all%, entre ellos, espectadores: miem!ros del Presidium y funcionarios seleccionados En el otro lado de la sala esta!an sentados los tres miem!ros del 7ri!unal en !utacas de alto respaldo, ante una mesa de ro!le sin pulir Por encima de ellos, col"ada del tec*o por tres alam!res, *a!#a una "ran estrella roja de madera contrac*apeada Las paredes de la sala eran !lancas como las paredes de la celda de Leamas ( am!os e=tremos de la mesa, con las sillas un poco arrimadas y vueltas *acia dentro para darse la cara mutuamente, *a!#a dos *om!res: uno era de cierta edad, quiz% de sesenta a-os, con traje ne"ro y cor!ata "ris, el tipo de traje que se lleva para ir a la i"lesia en las comarcas rurales alemanas El otro era >iedler Leamas esta!a sentado al fondo, con un "uardia a cada lado Por entre las ca!ezas de los espectadores ve#a a 0undt, tam!ién rodeado de polic#as, con su pelo ru!io muy !ien cortado, y los anc*os *om!ros cu!iertos por el conocido "ris del uniforme de la prisión ( Leamas le pareció di"no de un curioso comentario al estado de %nimo de la sala —o a la influencia de >iedler—, el *ec*o de que él vistiera su propia ropa, mientras que 0undt lleva!a el uniforme de la prisión Leamas no lleva!a muc*o tiempo en su sitio cuando el presidente del 7ri!unal, sentado en el centro de la mesa, co"ió la campanilla El sonido atrajo su atención, y un escalofr#o le recorrió al darse cuenta de que el presidente era una mujer (penas se le pod#a reproc*ar que no se *u!iera dado cuenta antes: ten#a unos cincuenta a-os, y era morena y de ojos peque-os Lleva!a el pelo corto, como el de un *om!re, y usa!a ese tipo de c*aquetón militar, funcional y oscuro, tan frecuente entre las mujeres soviéticas 0iró penetrantemente por toda la sala, *izo una se-al con la ca!eza a un centinela para que cerrara la puerta, y se diri"ió inmediatamente, sin ceremonia al"una, a la sala —)a sa!en todos ustedes por qué estamos aqu# Este acto es secreto, recuérdenlo Es un tri!unal convocado e=presamente por el Presidium 3iremos las declaraciones que nos parezcan oportunas —se-aló con "esto rutinario a >iedler— 6amarada >iedler, ser#a mejor que empezara >iedler se levantó 8espués de dar una !reve ca!ezada *acia la mesa, sacó de la cartera que ten#a al lado un manojo de papeles sujetos, en una esquina, con un cordón ne"ro P%"ina M de ;<
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/a!la!a de modo sose"ado y tranquilo, con una reserva que Leamas nunca *a!#a visto en él Leamas lo consideró como una !uena actuación, !ien ajustada al papel de un *om!re que, lament%ndolo muc*o, a*orca a su jefe
—8e!en sa!er, ante todo, si no lo sa!en ya —empezó >iedler—, que el mismo d#a que el Presidium reci!ió mi informe so!re las actividades del camarada 0undt, fui detenido, junto con el desertor Leamas (m!os fuimos apresados, y am!os invitados a confesar muy violentamente que toda esta terri!le acusación era una conspiración fascista contra un camarada leal YPor el informe que les *e dado ya, pueden ver cómo nos fijamos en Leamas: nosotros mismos le !uscamos, le inducimos a desertar y, finalmente, le trajimos a la (lemania 8emocr%tica $ada podr#a demostrar m%s claramente la imparcialidad de Leamas que esto: si"ue re*us%ndose, por razones que e=plicaré, a creer que 0undt era un a"ente !rit%nico Por tanto, es "rotesco su"erir que Leamas esté enviado por ellos: la iniciativa fue nuestra, y las declaraciones, fra"mentadas pero vitales, de Leamas, no *acen m%s que proporcionar la prue!a final de una lar"a cadena de indicaciones que alcanza *asta *ace tres a-os Y7ienen delante de ustedes el informe escrito so!re este caso $o necesito *acer otra cosa que interpretarles unos *ec*os de que ustedes ya se dan cuenta YLa acusación contra el camarada 0undt afirma que es un a"ente de una potencia imperialista Podr#a yo *a!er *ec*o otras acusaciones: que entre"ó informaciones al ervicio ecreto !rit%nico, que convirtió su 8epartamento en el inconsciente lacayo de un estado !ur"ués, que escudó deli!eradamente a "rupos antiPartido y aceptó en recompensa sumas en moneda e=tranjera $o *ay un delito m%s "rave en nuestro códi"o penal, no *ay nin"uno que e=pon"a a nuestro Estado a un mayor peli"ro ni que e=ija m%s vi"ilancia por parte de los ór"anos del Partido (qu# dejó los papeles —El camarada 0undt tiene cuarenta y dos a-os Es su!jefe del 8epartamento para la Protección del Pue!lo Es soltero iempre se le *a considerado *om!re de capacidad e=cepcional, incansa!le en el servicio de los intereses del Partido, ine=ora!le en su protección YPerm#tanme que les cuente al"unos detalles de su carrera >ue reclutado para el 8epartamento a la edad de veintidós a-os, y pasó por la instrucción acostum!rada 8espués de terminar su periodo de prue!a, asumió tareas especiales en pa#ses escandinavos, especialmente $orue"a, uecia y >inlandia, donde lo"ró esta!lecer una red de espionaje que dio la !atalla contra los a"itadores fascistas en el campo enemi"o 4ealizó !ien esta tarea, y no *ay razón para suponer que en ese tiempo fuera otra cosa que un
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dili"ente miem!ro de su 8epartamento Pero, camaradas, no *an de olvidar su temprana cone=ión con Escandinavia Las redes esta!lecidas por el camarada 0undt poco después de la "uerra sirvieron de prete=to, muc*os a-os después, para que viajara a >inlandia y $orue"a, donde sus misiones se convirtieron en una co!ertura que le permitió co!rar miles de dólares de !ancos e=tranjeros como pa"o de su conducta traicionera $o se equivoquen: el camarada 0undt no *a ca#do como v#ctima de los que intentan refutar los ar"umentos de la *istoria Primero, la co!ard#a+ lue"o, la de!ilidad+ lue"o, la codicia, fueron sus motivos, el lo"ro de una "ran riqueza fue su sue-o Irónicamente, el complicado sistema con que se satisfizo su af%n de dinero fue lo que puso en su pista a las fuerzas de la justicia >iedler *izo una pausa, y miró a su alrededor, a toda la sala, con los ojos s'!itamente encendidos de fervor Leamas o!serva!a, fascinado —B&ue esto sea una lección —"ritó >iedler— para aquellos otros enemi"os del Estado cuyo delito es tan tur!io que de!en conspirar en las *oras m%s secretas de la noc*eC 1n murmullo de apro!ación se elevó entre el reducido "rupo de espectadores que *a!#a al fondo de la sala —B$o escapar%n a la vi"ilancia del pue!lo cuya san"re tratan de venderC >iedler parec#a diri"irse a una "ran multitud, m%s !ien que al pu-ado de funcionarios y "uardias reunidos en la peque-a sala de !lancas paredes Leamas se dio cuenta en ese momento de que >iedler se prote"#a contra los peli"ros: la actuación del 7ri!unal, el fiscal y los testi"os *a!#an de ser pol#ticamente impeca!les >iedler, sa!iendo sin duda que en tales casos i!a implicado el peli"ro de la contraacusación, defend#a sus espaldas: la polémica quedar#a en acto, y tendr#a que ser un valiente quien se pusiera a refutarla >iedler a!rió entonces el e=pediente que ten#a ante él en la mesa —( fines de N;, 0undt fue enviado a Londres como miem!ro de la 0isión ider'r"ica de (lemania 3riental e le *a!#a encomendado adem%s la tarea especial de emprender medidas antisu!versivas contra "rupos de e=iliados En el transcurso de su tra!ajo se e=puso a "randes peli"ros —no ca!e duda de ello—, y o!tuvo resultados muy positivos ( Leamas le llamaron la atención otra vez las tres fi"uras en el centro de la mesa ( la izquierda de la presidente *a!#a un *om!re moreno, juvenil us ojos parec#an medio cerrados 7en#a el pelo lacio, desordenado, y el aspecto descolorido y del"ado de un asceta us finas manos ju"uetea!an incansa!les con el manojo de papeles que ten#a delante Leamas supuso que era el representante de 0undt+ le *u!iera resultado dif#cil decir por qué (l otro lado de la mesa *a!#a un *om!re li"eramente mayor, con tendencia a la calvicie, y de rostro a!ierto y a"rada!le ( Leamas le pareció m%s !ien un asno upuso que si el destino de 0undt esta!a en vilo, el joven le defender#a y la mujer le atacar#a Pensó que el otro *om!re se sentir#a co*i!ido por diferir en opinión y !ando respecto a la
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presidente >iedler *a!la!a otra vez: —(l término de su servicio en Londres fue cuando tuvo lu"ar su reclutamiento )a *e dic*o que se e=puso a "randes peli"ros: al *acerlo as#, c*ocó con la polic#a secreta !rit%nica, que dio orden de detenerle 0undt, que no ten#a inmunidad diplom%tica Rran reta-a, por pertenecer a la $(73, no reconoce nuestra so!eran#aS, se escondió e vi"ilaron los puertos+ su foto"raf#a y su descripción se distri!uyeron por las Islas rit%nicas in em!ar"o, al ca!o de dos d#as de escondido, el camarada 0undt tomó un ta=i al aeropuerto de Londres y salió volando *acia erl#n 20uy !rillante2, dir%n ustedes, y as# fue 6on todo el contin"ente de la polic#a !rit%nica en estado de alerta+ con las carreteras, ferrocarriles y rutas aéreas y mar#timas !ajo constante vi"ilancia, el camarada 0undt toma un avión desde el aeropuerto de Londres rillante, desde lue"o 3 quiz% les parecer%, camaradas, con la ventaja de la e=periencia posterior, que la escapatoria de 0undt desde In"laterra fue un poco demasiado !rillante, un poco demasiado f%cil, y que sin la connivencia de las autoridades !rit%nicas jam%s *a!r#a sido posi!le 3tro murmullo, m%s espont%neo que el primero, se elevó desde el fondo de la sala —La verdad es ésta: 0undt fue *ec*o prisionero por los in"leses: en una entrevista *istórica, le ofrecieron la alternativa cl%sica ¿I!a a quedarse durante a-os enteros en una prisión imperialista, aca!ando una !rillante carrera, o i!a a volver dram%ticamente a su pa#s natal, contra todo lo esperado, para cumplir las promesas que *a!#a *ec*o conce!ir? Los in"leses, desde lue"o, pusieron como condición de su re"reso que él les *a!r#a de proporcionar información, ellos le pa"ar#an "randes cantidades de dinero 6on la zana*oria delante y el palo detr%s, 0undt fue reclutado Y(*ora interesa!a a los in"leses estimular la carrera de 0undt 7odav#a no podemos demostrar que el é=ito de 0undt al liquidar a"entes occidentales secundarios fuera o!ra de sus amos imperialistas traicionando a sus propios cola!oradores —a aquellos que val#a la pena consumir—, para realzar el presti"io de 0undt $o podemos demostrarlo, pero es una suposición cre#!le por lo evidente que resulta Y8esde NQ Rel a-o en que el camarada 0undt lle"ó a ser jefe de la ección de 6ontraespionaje de la (!teilun"S nos *an lle"ado indicaciones desde todas las partes del mundo de que *a!#a un esp#a de elevada posición en nuestras filas )a sa!éis todos que .arl 4iemec5 era un esp#a: cuando él fue eliminado, cre#mos que el mal esta!a liquidado Pero los rumores continuaron Y( fines de NQ, un anti"uo cola!orador nuestro se acercó a un in"lés del L#!ano que se sa!#a esta!a en contacto con el Intelli"ence ervice, y le ofreció —poco después lo averi"uamos— una descripción completa de las dos secciones de la (!teilun", para la que *a!#a tra!ajado antes u oferta, después de ser transmitida a Londres, fue rec*azada Eso fue una cosa muy curiosa ólo pod#a si"nificar que los in"leses ya pose#an la información
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que se les ofrec#a, y que esta!a al d#a Y8esde mediados de NQ en adelante, perdimos cola!oradores en el e=tranjero en una proporción alarmante ( menudo eran detenidos pocas semanas después de ponerles en acción ( veces el enemi"o intentó volver contra nosotros a nuestros propios a"entes, pero no con frecuencia+ era como si apenas se quisieran molestar Y) entonces —a principios de N<, si no me falla la memoria— tuvimos un "olpe de suerte Por medios que no descri!iré, o!tuvimos un sumario de la información que ten#a el Intelli"ence ervice in"lés so!re la (!teilun" Era completa, e=acta y asom!rosamente puesta al d#a e lo ense-é a 0undt, claro est%: era mi superior 0e dijo que para él no era una sorpresa: ten#a entre manos ciertas inda"aciones y que yo no de!#a emprender acción al"una, no fuera a ponerlas en peli"ro 6onfieso que en ese momento me cruzó por la mente el pensamiento, aun fant%stico y remoto como era, de que el propio 0undt *u!iera proporcionado la información /a!#a tam!ién otros indicios Y(penas necesito decirles que la 'ltima persona, la 'ltima en a!soluto, de quien se puede sospec*ar de espionaje es el jefe del 6ontraespionaje La idea es tan tremenda, tan melodram%tica, que pocos la a!ri"ar#an, cuanto m%s para e=presarla 6onfieso que yo mismo *e sido culpa!le de e=cesiva resistencia a lle"ar a una deducción tan aparentemente fant%stica Eso fue un error YPero, camaradas, la prue!a definitiva *a lle"ado a nuestras manos Propon"o a*ora que se pida esta declaración e volvió, lanzando una mirada al fondo de la sala —/a"an avanzar a Leamas
Los "uardias, a sus dos lados, se levantaron, y Leamas se a!rió paso al !orde de la fila *asta el tosco pasillo, que no ten#a mas de sesenta cent#metros de anc*o, en medio de la sala 1n "uardia le indicó que de!#a ponerse de cara a la pared >iedler esta!a apenas a un par de metros de él (nte todo, le diri"ió la pala!ra la presidente —7esti"o, ¿cómo se llama usted? —pre"untó —(lec Leamas —¿Edad? —6incuenta a-os —¿6asado? —$o —Pero lo *a estado —(*ora no soy casado —¿Profesión? —(u=iliar !i!liotecario
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>iedler intervino irritadamente —(ntes estuvo empleado por la Intelli"ence in"lesa, ¿no? —dijo con !rusquedad —Es verdad /asta *ace un a-o —El 7ri!unal *a le#do los informes de su interro"atorio —>iedler continuó— &uiero que les *a!le otra vez de la conversación que tuvo con Peter uillam *acia mayo del a-o pasado —¿&uiere decir cuando *a!lamos de 0undt? —# —)a se lo *e dic*o >ue en 6am!rid"e 6ircus, la oficina de Londres, nuestro cuartel "eneral )o me tropecé con Peter por el pasillo a!#a que *a!#a andado metido en el caso >ennan, y le pre"unté qué *a!#a sido de eor"e miley Lue"o nos pusimos a *a!lar de 8ieter >rey, que murió, y de 0undt, que anda!a mezclado en el asunto Peter dijo que él cre#a que 0aston Refectivamente, 0aston esta!a entonces encar"ado del asuntoS no *a!#a querido que co"ieran a 0undt —¿6ómo interpretó eso? —pre"untó >iedler —)o sa!#a que 0aston *a!#a enredado demasiado el caso >ennan upuse que no quer#a revolver el fan"o con la aparición de 0undt en el Ouz"ado criminal —i *u!ieran detenido a 0undt, ¿le *a!r#an acusado le"almente? —intervino la presidente —Eso depende de quien le detuviera i le deten#a la polic#a, *a!#a que informar al 0inisterio del Interior 8espués de todo, no *ay poder en el mundo que le impidiera ser acusado —¿) si le *u!iera detenido su ervicio? —pre"untó >iedler —(*, ése es un asunto diferente upon"o que le *a!r#an interro"ado y lue"o *a!r#an tratado de canjearle por al"uno de nuestra "ente que estuviera detenido aqu#+ o si no, le *a!r#an dado !illete —¿&ué quiere decir eso? —&ue se lo *a!r#an quitado de encima —¿Le *a!r#an liquidado? (*ora todas las pre"untas las *ac#a >iedler, y los miem!ros del 7ri!unal escri!#an dili"entemente en los papeles que ten#an delante —$o sé lo que *acen )o nunca *e estado mezclado en ese jue"o —¿$o pod#an *a!er intentado reclutarlo como a"ente suyo? —i, pero no lo consi"uieron —¿6ómo lo sa!e? —(*, demonios, ya se lo *e dic*o muc*as veces $o soy una maldita foca amaestrada /e sido jefe del comando de erl#n durante cuatro a-os i 0undt *u!iera sido de nuestra "ente, yo lo *u!iera sa!ido $o *a!r#a podido dejar de sa!erlo
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—6laro >iedler pareció contentarse con esa respuesta, quiz% confiando en que el resto del 7ri!unal no se contentara Entonces diri"ió su atención *acia la 3peración 2Piedra 0ovediza2, e *izo pasar otra vez a Leamas por las especiales complicaciones de se"uridad que se aplica!an en la circulación del e=pediente, las cartas a los !ancos de Estocolmo y /elsin5i, y la 'nica respuesta que *a!#a reci!ido Leamas 8iri"iéndose al tri!unal, >iedler comentó: —$o tuvimos respuesta desde /elsin5i $o sé por qué Pero perm#tanme que les recapitule esto Leamas depositó dinero en 6open*a"ue el quince de junio Entre los papeles que tienen delante est% la fotocopia de una carta del anco 4eal Escandinavo diri"ida a 4o!ert Lan" 4o!ert Lan" era el nom!re que usó Leamas para a!rir la cuenta en depósito en 6open*a"ue Por esa carta Res el duodécimo documento en su e=pedienteS ver%n que la suma total —diez mil dólares— fue retirada una semana después por el otro si"natario de la cuenta Ima"ino —continuó >iedler, se-alando con la ca!eza la fi"ura inmóvil de 0undt, en la fila de delante— que el acusado no discutir% que estuvo en 6open*a"ue el veintiuno de junio, nominalmente ocupado en actividades secretas a favor de la (!teilun" /izo una pausa y lue"o si"uió: —La visita de Leamas a /elsin5i Rla se"unda visita que *ac#a para depositar dineroS tuvo lu"ar *acia el veinticuatro de setiem!re —elevando la voz, se volvió para mirar de frente a 0undt— El tres de octu!re, el camarada 0undt *izo un viaje clandestino a >inlandia: una vez m%s, pretendidamente, por intereses de la (!teilun" /u!o un silencio >iedler se volvió lentamente, diri"iéndose de nuevo al 7ri!unal 6on una voz al mismo tiempo contenida y amenazadora, pre"untó: —¿e quejan ustedes de que las prue!as son circunstanciales? Perm#tanme recordarles al"o m%s e volvió a Leamas: —7esti"o, durante sus actividades en erl#n, usted entró en asociación con .arl 4iemec5, que fue secretario del Presidium del Partido ocialista 1nificado ¿6u%l fue el car%cter de esa asociación? —Era a"ente m#o, *asta que le mataron a tiros los *om!res de 0undt —0uy !ien Le mataron los *om!res de 0undt 1no de los varios esp#as que fueron liquidados sumariamente por el camarada 0undt antes que pudieran ser interro"ados Pero, antes de que le mataran los *om!res de 0undt, ¿fue a"ente del ervicio ecreto !rit%nico? Leamas asintió —7en"a la !ondad de descri!ir la reunión de 4iemec5 con el *om!re a quien llama 6ontrol —6ontrol lle"ó a erl#n desde Londres a ver a .arl .arl era uno de los a"entes m%s
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productivos que ten#amos, ten#amos, creo, y 6ontrol quer#a conocerle conocerle >iedler intervino: —Entonces, ¿era ¿era tam!ién uno de los de m%s confianza? confianza? —#, o*, s# Londres quer#a muc*o a .arl+ nada de lo que él *iciera estar#a mal 6uando lle"ó 6ontrol, yo me las arre"lé para que .arl viniera a mi piso, y cenamos los tres juntos La verdad es que a m# no me "ustó que .arl fuera all#, pero no se lo pod#a decir a 6ontrol Es dif#cil e=plicarlo, pero en Londres Londres se forman ideas ideas raras+ est%n muy lejos de ello, y a m# me asusta!a que encontraran al"una e=cusa para ocuparse ellos mismos de .arl+ son muy capaces —(s# que se las arre"ló para que se reunieran los tres —intervino >iedler con sequedad— ¿&ué pasó? —6ontrol me pidió de antemano antemano que me ocupara de dejarle un cuarto cuarto de *ora a solas con .arl, de modo que durante la reunión fin"# que se me *a!#a aca!ado el H*is5y al# del piso y fui a ver a 8e 8e Oon" 7om] 7om] un par par de tra"os all#, le ped# ped# prestada una !otella y volv# —¿6ómo les encontró? encontró? —¿&ué quiere decir? decir? —¿e"u#an *a!lando *a!lando 6ontrol y 4iemec5? 4iemec5? ) en ese caso, caso, ¿de qué *a!la!an? *a!la!an? —$o *a!la!an en en a!soluto cuando cuando volv# —racias Puede Puede sentarse Leamas volvió a su asiento al fondo de la sala >iedler se volvió *acia los tres miem!ros del 7ri!unal y empezó: —&uiero *a!lar primero del esp#a 4iemec5, muerto a tiros+ .arl 4iemec5 7ienen 7ienen ustedes delante una lista de toda la información que 4iemec5 pasó a (lec Leamas en erl#n, en lo que puede recordar Leamas Es un formida!le e=pediente de traición Perm#tanme que se lo resuma 4iemec5 dio a sus amos una descripción detallada del tra!ajo y las personalidades de la (!teilun" entera >ue capaz, si *emos de creer a Leamas, de descri descri!ir !ir las actua actuacio ciones nes de nue nuestr stras as sesion sesiones es m%s m%s secret secretas as 6omo 6omo secre secretar tario io del Presidium, dio copias de sus deli!eraciones m%s secretas YEso le fue f%cil+ él mismo redacta!a el acta de todas las reuniones Pero el acceso de 4iemec5 a los asuntos secretos de la (!teilun" es un asunto diferente ¿&uién, a fines de N;N, presentó a 4iemec5 en coopción para el 6omité para la Protección del Pue!lo, ese vital su!comité del Presidium que coordina y discute los asuntos de nuestros or"anismos de se"u se"uri rida dad? d? ¿& ¿&ui uién én prop propus usoo que que 4iem 4iemec ec55 tuvi tuvier eraa el priv privil ile" e"io io del del acce acceso so a los los e=pedientes de la (!teilun"? ¿&uién, en todas las etapas de la carrera de 4iemec5, 2desde N;N2 Rel a-o en que 0undt volvió de In"laterra, ya recuerdanS, le eli"ió para puestos de responsa!ilidad e=cepcional? )o se lo diré —proclamó >iedler—: el mismo *om!re que ten#a una posición 'nica para defenderle en sus actividades de espionaje: /ans 8ieter 0undt 4ecordemos cómo 4iemec5 entró en contacto con las a"encias occidentales de
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información en erl#n+ cómo !uscó el coc*e de 8e Oon", cuando merenda!a en el campo, y le puso dentro la pel#cula ¿$o les sorprende el conocimiento previo que ten#a 4iemec5? ¿6ómo pod#a *a!er sa!ido dónde encontrar ese coc*e, y en ese d#a preciso? 4iemec5 no ten#a coc*e no pod#a *a!er se"uido a 8e Oon" desde su casa de erl#n occidental /a!#a sólo un modo de que pudiera sa!erlo por mediación de nuestra propia polic#a de se"uridad, que informa!a so!re la presencia del coc*e de 8e Oon", si"uiendo la costum!re, en cuanto el coc*e pasa!a el puesto de control del ector Internacional Este conocimiento esta!a disponi!le para 0undt, y 0undt lo pon#a a disposición de 4iemec5 Esta es la acusación contra /ans 8ieter 0undt: Bles di"o que 4iemec5 era su personaje, el esla!ón entre 0undt y sus amos imperialistasC >iedler *izo una pausa, y lue"o a-adió tranquilamente: —0undtF4iemec5FLeamas: —0undtF4iemec5FLeamas: ésa era la cadena de mando, y es a=iom%tico en la técnica del espionaje, en el mundo entero, que cada esla!ón de la cadena de!e i"norar, mientras mientras sea posi!le, posi!le, a los dem%s dem%s (s# est% est% !ien que Leamas Leamas afirme que no sa!e nada contra 0undt+ esto es sólo la prue!a de una !uena se"uridad por parte de sus jefes en Londres Ye les *a dic*o tam!ién cómo todo el asunto conocido por UPiedra 0ovedizaV se lleva!a en condiciones de secreto especial, y cómo Leamas sa!#a, en términos va"os, que *a!#a una sección informativa, a car"o de Peter uillam, que fin"#a ocuparse de la situación económica de nuestra 4ep'!lica: una sección que, sorprendentemente, esta!a en la lista de acceso limitado de UPiedra 0ovedizaV Perm#tanme recordarles que ese mismo Pete Peterr u uil illa lam m fue fue uno uno de los los vario varioss func funcio iona nari rios os de la e"u e"urid ridad ad !rit !rit%n %nic icaa que que interv intervini iniero eronn en la invest investi"a i"ació ciónn so!re so!re las activ activida idades des de 0undt 0undt mient mientras ras esta!a esta!a en In"laterra El *om!re juvenil, en la mesa, levantó el l%piz, y mirando a >iedler con sus ojos fr#os y duros !ien a!iertos, le pre"untó: —Entonces, ¿por ¿por qué 0undt liquidó a 4iemec5, si 4iemec5 4iemec5 era su a"ente? a"ente? —$o ten#a otra alternativa 4iemec5 era sospec*oso u amante le *a!#a traicionado con indiscreciones jactanciosas jactanciosas 0undt dio la orden de tirar contra él a vista, mandó recado a 4iemec5 de que escapara corriendo, y quedó eliminado el peli"ro de traición 8espués, 0undt asesinó a la mujer Y&uiero disertar un momento so!re la técnica de 0undt 8espués de volver a (lemania en N;N, el Intelli"ence ervice !rit%nico ju"ó a la espera 7odav#a esta!a por demostrar que 0undt estuviera dispuesto a cooperar con ellos, de modo que le dieron instrucciones y esperaron, satisfec*os con pa"ar su dinero y tener esperanzas de que todo fuera !ien Por aquel entonces, 0undt no era un alto funcionario de nuestro ervicio —ni de nuestro Partido—, pero ve#a muc*o, y lo que ve#a le serv#a para informar 8esde lue"o, se comunica!a con sus amos sin tener ayuda /emos de suponer que se encontra!an con él
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en el erl#n occidental, y que en sus !reves viajes al e=tranjero, a Escandinavia y a otros sitios, entra!an en contacto con él para interro"arle Los in"leses al principio de!ieron de mostrarse desconfiados —¿quién no?—: sopesaron con muc*o cuidado lo que él les da!a, compar%ndolo con lo que ya sa!#an 7em#an que *iciera un do!le jue"o Pero poco a poco se dieron cuenta de que *a!#an encontrado una mina de oro 0undt se aplicó a su traicionera la!or con esa eficacia sistem%tica tan cele!rada en él (l principio —es una suposición m#a, camaradas, pero se !asa en una lar"a e=periencia en este tra!ajo y en las declaraciones de Leamas—, en los primeros meses, no se atrevieron a esta!lecer nin"una clase de red que incluyera a 0undt Le dejaron como lo!o solitario+ le atendieron, le pa"aron y le instruyeron aparte de su or"anización de erl#n Esta!lecieron en Londres, a car"o de uillam Rpues fue él quien reclutó a 0undtS, una peque-a sección de co!ertura cuya función no se conoc#a siquiera dentro del ervicio, salvo en un c#rculo muy selecto Pa"aron a 0undt por un sistema especial que llamaron UPiedra 0ovedizaV, y no ca!e duda de que trataron con enorme precaución la información que él les da!a Esto, ya lo ven, est% de acuerdo con la insistencia de Leamas de que la e=istencia de 0undt le era desconocida, aunque —como ver%n— no sólo le pa"a!a, sino que al fin, reci!#a efectivamente de 4iemec5 y pasa!a a Londres la información que o!ten#a 0undt Y( finales de N;N, 0undt informó a sus amos de Londres que *a!#a encontrado en el Presidium a un *om!re que actuar#a como intermediario entre él y Leamas Ese *om!re era .arl 4iemec5 Y¿6ómo encontró 0undt a 4iemec5? ¿6ómo se atrevió a averi"uar si 4iemec5 esta!a dispuesto a cooperar? 8e!en recordar la e=cepcional posición de 0undt: ten#a acceso acceso a todos todos los e=ped e=pedien ientes tes de se"ur se"urida idad, d, pod pod#a #a con contro trolar lar teléfo teléfonos nos,, a!rir a!rir cartas cartas,, emplear vi"ilantes+ pod#a interro"ar a cualquiera con derec*o indiscutido, y ten#a ante él el cuadro m%s detallado de su vida privada o!re todo, pod#a silenciar las sospec*as en un momento volviendo contra el pue!lo la misma arma —la voz de >iedler tem!la!a de furia — que de!#a servir servir para su protección protección @olviendo sin esfuerzo a su anterior estilo racional, continuó: —(*ora pueden ver lo que *icieron los de Londres Londres 6onservando siempre siempre en secreto la identidad de 0undt, estuvieron de acuerdo en alistar a 4iemec5 e *icieron posi!le que se esta!leciera contacto indirecto entre 0undt y el comando de erl#n Esa es la importancia del contacto de 4iemec5 con 8e Oon" y Leamas (s# es como se *a!r#an de interpretar las declaraciones declaraciones de Leamas+ as# es como se *a!r#a de medir la traición de 0undt e volvió y, mirando cara a cara a 0undt, "ritó: —B(*# est% vuestro sa!oteador, sa!oteador, vuestro terroristaC B(*# est% el *om!re que *a vendido los derec*os del pue!loC Y6asi *e terminado ólo falta por decir una cosa 0undt conquistó fama de leal y astuto protector del pue!lo, e *izo callar para siempre a las len"uas que pod#an traicionar
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su secreto (s# mató en nom!re del pue!lo para prote"er su traición fascista y *acer avanzar su carrera dentro de nuestro ervicio $o es posi!le ima"inar un crimen m%s terri!le que éste Por eso, al fin, después de *a!er *ec*o todo lo que pod#a para prote"er a .arl 4iemec5 de las sospec*as que poco a poco le rodea!an, dio la orden de disparar contra él a vista Por eso dispuso el asesinato de la amante de 4iemec5 6uando *ay%is de dar vuestro veredicto al Presidium, no tem%is reconocer toda la !estialidad del crimen de este *om!re Para /ans 8ieter 0undt, la muerte es una pena misericordiosa 21 - EL TESTIGO
La presidente se volvió *acia el *om!recillo vestido de ne"ro que se senta!a enfrente mismo de >iedler —6amarada .arden, usted *a!la en representación del camarada 0undt ¿8esea interro"ar al testi"o Leamas? —#, s#, me "ustar#a *acerlo dentro de un momento —contestó él, poniéndose la!oriosamente de pie y pasando so!re las orejas las patillas de sus "afas con cerco de oro Era una fi"ura ama!le, un poco r'stica, con el pelo !lanco —La afirmación del camarada 0undt —empezó, con su !eni"na voz "ratamente modulada— es que Leamas miente, que el camarada >iedler, por su intención o por su mala suerte, *a sido atra#do a una conspiración para destrozar la (!teilun" y *acer caer en descrédito los or"anismos de defensa de nuestro Estado socialista $o discutimos que .arl 4iemec5 fuera un esp#a !rit%nico: est% demostrado Pero discutimos que 0undt estuviera en alianza con él, o aceptara dinero por traicionar a nuestro Partido 8ecimos que no se puede demostrar o!jetivamente esta acusación, y que el camarada >iedler est% envenenado por sue-os de poder y ce"ado al pensamiento racional (firmamos que Leamas, desde el momento en que volvió de erl#n a Londres, vivió fin"iendo un papel, que simuló una r%pida ca#da en la de"eneración, en el alco*olismo y el endeudamiento+ que atacó a un tendero a plena vista de la "ente y ostentó sentimientos antiamericanos, todo ello 'nicamente para atraer la atención de la (!teilun" 6reemos que la Intelli"ence !rit%nica *a tejido deli!eradamente en torno al camarada 0undt una madeja de indicios circunstanciales: el pa"o de dinero a !ancos e=tranjeros, retirado en coincidencia con la presencia de 0undt en los pa#ses en cuestión+ la casual indicación de o#das, por parte de Peter uillam+ la reunión secreta entre 6ontrol y 4iemec5, en que se discutieron asuntos que Leamas no pod#a escuc*ar: todas estas cosas *an proporcionado una falsa cadena de prue!as, aceptada por el camarada >iedler, con cuyas am!iciones conta!an con tanta se"uridad los in"leses+ y as# entró a formar parte de una conspiración monstruosa para *undir —para asesinar, en realidad, pues 0undt a*ora est% en ries"o de perder su vida— a uno de los m%s celosos defensores de nuestra 4ep'!lica P%"ina 9M de ;<
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YEl *ec*o de que los in"leses discurrieran esta conspiración, ¿no est% de acuerdo con su *istoria de sa!otajes, su!versión y tr%fico *umano? ¿&ué otro camino les queda, a*ora que se *a construido el !astión a través de erl#n, y se *a controlado el flujo de esp#as occidentales? /emos sido v#ctimas de su conspiración+ el camarada >iedler, en el mejor de los casos, es culpa!le de un error muy "rave: en el peor de los casos, de connivencia con esp#as imperialistas para minar la se"uridad del Estado de los tra!ajadores y verter san"re inocente Y7enemos tam!ién un testi"o —inclinó la ca!eza ama!lemente *acia el tri!unal— #, tam!ién nosotros tenemos un testi"o Pues ¿suponen ustedes realmente que durante todo ese tiempo el camarada 0undt *a i"norado la fe!ril conspiración de >iedler? ¿Lo suponen de veras? 8urante meses, se *a dado cuenta del cam!io de %nimo de >iedler >ue el propio camarada 0undt quien autorizó el acercamiento a Leamas en In"laterra ¿6reen ustedes que se *u!iera arries"ado tanto si él mismo *u!iera de estar implicado? Y) cuando lle"aron al Presidium los informes del primer interro"atorio de Leamas en La /aya, ¿suponen que el camarada 0undt tiró el suyo sin leerlo? ) después que Leamas lle"ó a nuestro pa#s y >iedler se em!arcó en el interro"atorio por su cuenta, ¿creen ustedes que el camarada 0undt, al ver que no lle"a!an m%s informes, fue tan tonto que no comprendió lo que incu!a!a >iedler? Y6uando lle"aron de La /aya los primeros informes de parte de Peters, 0undt no tuvo m%s que mirar las fec*as de las visitas de Leamas a 6open*a"ue y /elsin5i para darse cuenta de todo el asunto para colocar prue!as falsas+ prue!as para desacreditar al propio 0undt En efecto, esas fec*as coincid#an con las visitas de 0undt a 8inamarca y a >inlandia: las *a!#an ele"ido en Londres por esa misma razón 0undt *a!#a conocido esas tempranas indicaciones, i"ual que >iedler+ recuérdenlo 7am!ién 0undt !usca!a un esp#a entre los altos car"os de la (!teilun" Y) as#, cuando Leamas lle"ó a la (lemania 8emocr%tica, 0undt o!servó con fascinación cómo Leamas alimenta!a las sospec*as de >iedler con su"erencias e indicaciones o!licuas: jam%s e=a"eradas, ya entienden, jam%s acentuadas, sino dejadas caer ac% y all% con pérfida sutileza ) para entonces, el terreno ya esta!a preparado+ el *om!re del L#!ano, con el mila"roso TpisotónT a sus noticias, pareciendo confirmar la presencia de un esp#a en un alto puesto de la (!teilun" Ye *izo maravillosamente !ien Podr#a *a!er convertido —podr#a convertir todav#a — en nota!le victoria la derrota que sufrieron los in"leses con la pérdida de .arl 4iemec5 YEl camarada 0undt tomó una sola precaución, mientras los in"leses, con ayuda de >iedler, planea!an asesinarle Y0andó que se *icieran escrupulosas averi"uaciones en Londres E=aminó todos los peque-os detalles de esa do!le vida que lleva!a Leamas en aysHater usca!a, ya comprenden, al"'n error *umano en un proyecto de sutileza casi so!re*umana En al"'n
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sitio, pensa!a, en la lar"a permanencia de Leamas en el desierto, *a!r#a que!rantado la fidelidad a su juramento de po!reza, em!ria"uez y de"eneración, y so!retodo, de soledad $ecesitar#a al"'n compa-ero, una amante, quiz%: an*elar#a el calor del contacto *umano, an*elar#a mostrar una parte de la otra alma que "uarda!a en el pec*o YEl camarada 0undt tuvo razón, ya lo ver%n Leamas, ese a"ente *%!il y e=perto, cometió un error tan elemental, tan *umano, que —onrió— 3ir%n al testi"o Pero todav#a no El testi"o est% aqu#: lo *a tra#do el camarada 0undt >ue una precaución admira!le 8espués llamaré a ese testi"o —*izo una e=presión un poco maliciosa, como diciendo que *a!#a que permit#rsele una !romita— 0ientras tanto, si puedo, me "ustar#a *acer una pre"unta o dos a este acusador de mala "ana, el se-or (lec Leamas
—8#"ame —empezó—, ¿es usted *om!re de medios? —$o ven"a con majader#as —dijo Leamas, con !rusquedad—+ ya sa!e cómo me reco"ieron —#, desde lue"o —afirmó .arden—, aquello fue ma"istral ¿&uiere decir eso, entonces, que no tiene dinero en a!soluto? —En efecto —¿7iene usted ami"os que le presten dinero, que se lo den quiz%, que pa"uen sus deudas? —i los tuviera, no estar#a aqu# —¿$o los tiene? ¿Podemos ima"inar que al"'n !enévolo !ien*ec*or, acaso al"uien de quien se *a olvidado usted, se preocupara tal vez de ponerle en pie pa"ando las deudas a los acreedores y toda esa clase de cosas? —$o —racias 3tra pre"unta: ¿conoce a eor"e miley? —6laro que s# Esta!a en 6am!rid"e 6ircus —¿e *a marc*ado a*ora de la Intelli"ence !rit%nica? —/izo el petate después del caso >ennan —(*, s#, el caso en que estuvo implicado 0undt ¿Le *a visto usted al"una otra vez? —1na vez o dos —¿Le *a visto después de marc*arse usted de 6am!rid"e 6ircus? Leamas vaciló —$o —dijo —¿$o le visitó en la c%rcel? —$o $adie me visitó —¿) antes de entrar en la c%rcel?
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—$o —8espués de salir de la prisión, concretamente el d#a que le pusieron en li!ertad, ¿no es verdad que se lo llevó consi"o uno llamado (s*e? —# —(lmorzó con él en o*o 8espués de separarse de él, ¿adónde fue usted? —$o lo recuerdo Pro!a!lemente fui a un !ar $i idea —Perm#tame que le ayude (ca!ó por ir a >leet treet y co"ió un auto!'s ( partir de all#, parece *a!er ido en zi"za", en auto!'s, en metro y en coc*e particular, de un modo un tanto ine=perto para un *om!re de su e=periencia, *asta 6*elsea ¿Lo recuerda? Le puedo mostrar el informe si quiere: lo ten"o aqu# —Pro!a!lemente tiene razón ¿) qué? —eor"e miley vive en aysHater treet, casi en la esquina con .in"Ts 4oad, eso es lo que quiero decir u coc*e se metió por aysHater treet, y nuestro a"ente *a informado que se !ajó en el n'mero N 8a la casualidad de que ésa es la casa de miley —Eso son !o!adas —dijo Leamas— )o creo m%s !ien que ir#a al U3c*o 6ampanasV+ es uno de mis !ares favoritos —¿En coc*e particular? —Eso tam!ién es una tonter#a e"uramente fui en ta=i, supon"o 6uando ten"o dinero, lo "asto —Pero ¿por qué todo ese correr dando vueltas, antes? —Eso es una idiotez e"uramente se *a!r#an equivocado y se"uir#an a otro Eso ser#a t#pico —@olviendo a mi pre"unta del principio, ¿no puede ima"inar que miley se *u!iera tomado al"'n interés por usted, después de marc*arse usted de 6am!rid"e 6ircus? —$o, demonios —¿$i en su !ienestar, después que le metieron en la c%rcel, ni que "astara dinero por sus familiares, ni que quisiera verle después de encontrar a (s*e? —$o $o ten"o la menor idea de lo que trata de decir, .arden, pero la respuesta es que no i *u!iera conocido a miley, no lo pre"untar#a omos lo m%s diferentes que pueda ima"inarse .arden pareció m%s !ien contento con esto, y sonrió y asintió para s# mismo mientras se pon#a las "afas y consulta!a despacio su e=pediente —(*, s# —dijo, como si *u!iera olvidado al"o—+ cuando le pidió al tendero que le fiara, ¿cu%nto dinero ten#a? —$ada —dijo Leamas, despreocupadamente— Lleva!a una semana en !ancarrota 0%s, creo yo —¿8e qué *a!#a vivido? —8e restos y trozos /a!#a estado malo: un poco de fie!re Lleva!a una semana casi
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sin comer upon"o que eso tam!ién me puso nervioso, volcó la !alanza —8esde lue"o, todav#a le de!#an dinero en la i!lioteca, ¿no? —¿6ómo lo *a sa!ido? —pre"untó Leamas !ruscamente— ¿/a estado? —¿Por qué no fue a co!rarlo? Entonces no *a!r#a tenido que pedir crédito, ¿no es cierto, Leamas? l se enco"ió de *om!ros —$o lo recuerdo &uiz% porque la i!lioteca estuviera cerrada los s%!ados por la ma-ana —)a veo ¿Est% usted se"uro de que esta!a cerrada los s%!ados por la ma-ana? —$o Es sólo una suposición —0uy !ien racias, eso es todo lo que ten"o que pre"untar Leamas se i!a a sentar, cuando se a!rió la puerta y entró una mujer Era "rande y fea, vestida de mono "ris con insi"nias en una mano ( su lado esta!a Liz 22 - LA PRESIDENTE
Entró en la sala despacio, mirando a su alrededor, con los ojos muy a!iertos, como un ni-o a medio despertar entrando en un cuarto muy iluminado Leamas *a!#a olvidado qué joven era Ella, cuando le vio sentado entre dos "uardias, se detuvo —B(lecC El "uardia que *a!#a a su lado le puso la mano en el !razo y la "uió *asta al punto donde *a!#a estado antes Leamas /a!#a un "ran silencio en la sala —¿6ómo se llama? —le pre"untó !ruscamente la presidente Las lar"as manos de Liz col"a!an a sus lados, con los dedos rectos —¿6ómo se llama? —repitió, esta vez con voz fuerte —Eliza!et* old —¿Es miem!ro del Partido 6omunista !rit%nico? —# —¿) *a estado pasando unos d#as en Leipzi"? —# —¿6u%ndo entró en el Partido? —En N;; $o, en el ;J, me parece que fue Le interrumpió el ruido del movimiento, el rec*inar de unos mue!les apartados a la fuerza, y la voz de Leamas, %spera, a"uda, fea, llenando la sala: —B/ijos de perraC B8ejadla en pazC Liz se volvió aterrorizada y le vio en pie, con la cara !lanca manc*ada de san"re y la ropa revuelta+ vio que un "uardia le pe"a!a casi derri!%ndole+ entonces cayeron los dos "uardias so!re él y le levantaron, sujet%ndole los !razos detr%s de la espalda Leamas dejó P%"ina D de ;<
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caer la ca!eza so!re el pec*o, con sacudidas laterales como de dolor —i se mueve otra vez, llévenselo —ordenó la presidente, y movió la ca!eza en se-al de amonestación, diciendo—: 1sted puede volver a *a!lar después si lo desea Espere —Lue"o, volviéndose a Liz, dijo con !rusquedad—: ¿e"uramente sa!e cu%ndo entró en el Partido? Liz no dijo nada, y la presidente, después de esperar un momento, se enco"ió de *om!ros Lue"o, inclin%ndose *acia adelante y mirando fijamente a Liz, pre"untó: —Eliza!et*, ¿le *an *a!lado al"una vez en su Partido de la necesidad del secreto? Liz asintió —¿) le *an dic*o al"una vez que no pre"unte jam%s a otro camarada so!re la or"anización y disposiciones del Partido? Liz volvió a asentir —# —dijo—, desde lue"o —/oy se la pondr% severamente a prue!a en ese aspecto Es mejor para usted, muc*o mejor, que no sepa nada $ada —a-adió con énfasis repentino— aste esto: los tres de esta mesa tenemos un puesto muy alto en el Partido (ctuamos con conocimiento de nuestro Presidium, en interés de la se"uridad del Partido /emos de *acerle al"unas pre"untas, y sus respuestas son de "ran importancia 6ontestando con veracidad y con valent#a, ayudar% a la causa del socialismo —Pero ¿quién —susurró Liz—, quién *a sido acusado? ¿&ué *a *ec*o (lec? La presidente miró *acia 0undt, por encima de ella, y dijo: —&uiz% nadie sea el acusado se es el asunto —a-adió—, es una "arant#a de su imparcialidad que no lo sepa El silencio cayó por un momento so!re la peque-a sala+ y entonces, con una voz tan suave *asta el punto que la presidente inclinó instintivamente la ca!eza *asta o#r sus pala!ras, Liz pre"untó: —¿Es (lec? ¿Es Leamas? —)a le di"o —insistió la presidente—, m%s le vale, muc*o m%s, que no lo sepa 7iene que decir la verdad y marc*arse Es lo m%s prudente que puede *acer Liz de!ió de *acer al"una se-al o susurrar al"unas pala!ras que los dem%s no pudieron captar, pues la presidente se inclinó *acia delante y dijo con "ran intensidad: —Escuc*e, muc*ac*a, ¿quiere volver a casa? /a"a lo que le di"o y !asta Pero si usted —se interrumpió, se-alando a .arden con la mano y a-adiendo eni"m%ticamente —: Este camarada quiere *acerle unas pre"untas, no muc*as Lue"o se marc*ar% 8i"a la verdad .arden se volvió a levantar y sonrió con su ama!le sonrisa eclesi%stica —Eliza!et* —pre"untó— (lec Leamas era su amante, ¿verdad? Ella asintió con la ca!eza
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—¿Le conoció en la i!lioteca de aysHater, donde tra!aja? —# —¿$o le *a!#a conocido antes? Ella movió la ca!eza —$os conocimos en la i!lioteca —dijo —¿/a tenido usted muc*os amantes, Eliza!et*? 6ontestara Liz lo que contestara, se perdió !ajo el "rito de Leamas: —B.arden, cerdoC —$o, (lec, se te llevar%n de aqu# —# —o!servó secamente la presidente—: eso es —8#"ame —continuó suavemente .arden—, ¿era comunista (lec? —$o —¿a!#a que usted era comunista? —#, se lo dije —¿&ué dijo él cuando se lo dijo entonces, Eliza!et*? Ella no sa!#a si mentir, eso era lo terri!le Las pre"untas lle"a!an tan de prisa que ella no ten#a ocasión de pensar 8urante todo el tiempo, ellos escuc*a!an, o!serva!an, espera!an una pala!ra, un "esto, quiz%, que pudiera *acer terri!le da-o a (lec $o pod#a mentir si no sa!#a de qué se trata!a+ se"uir#a adelante !al!uciendo y (lec morir#a, pues no *a!#a duda en su %nimo de que Leamas esta!a en peli"ro —¿&ué dijo él entonces? —repitió .arden —e rió l esta!a por encima de todo ese tipo de cosas —¿6ree usted que esta!a por encima de ello? —6laro El joven de la mesa de los jueces *a!ló por se"unda vez: —¿Lo considera como un juicio v%lido so!re un ser *umano: que esté por encima del curso de la *istoria y de las necesidades de la dialéctica? —$o sé Eso es lo que yo cre#a, nada m%s —$o se preocupe —dijo .arden—+ d#"ame, ¿era un *om!re feliz, siempre riendo y todas esas cosas? —$o $o se re#a a menudo —Pero se rió cuando usted le dijo que era del Partido ¿a!e por qué? —6reo que desprecia!a al Partido —¿6ree que lo odia!a? —pre"untó .arden, como de pasada —$o sé —contestó Liz, patéticamente —¿Era *om!re de fuertes simpat#as y antipat#as? —$o, no, no lo era —Pero atacó a un tendero (*ora, ¿por qué *izo eso?
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8e repente, Liz ya no se fió nada de .arden $o se fió de la voz acariciadora y la cara de "eniecillo !ondadoso —$o sé —¿Pero usted pensó so!re eso? —# —ueno, ¿a qué conclusión lle"ó? —( nin"una —dijo Liz, de plano .arden la miró pensativamente, quiz% un poco decepcionado, como si ella se *u!iera olvidado del catecismo —1sted —pre"untó, como si fuera la m%s o!via de las pre"untas—, ¿usted sa!#a que Leamas i!a a pe"ar al tendero? —$o —contestó Liz, acaso con demasiada rapidez, de tal modo que en la pausa que vino después, la sonrisa de .arden dejó paso a un aire de curiosidad divertida —/asta a*ora, *asta *oy —pre"untó al fin—, ¿cu%ndo fue la 'ltima vez que vio a Leamas? —$o le volv# a ver después que entró en la c%rcel —contestó Liz —Entonces, ¿cu%ndo fue la 'ltima vez que le vio? —la voz era ama!le, pero insistente ( Liz le molesta!a dar la espalda a la sala: *u!iera deseado volverse y ver a Leamas, verle quiz% la cara, leer en ella al"una "u#a, al"una se-al que le dijera cómo contestar Empeza!a a asustarse por ella misma, con esas pre"untas que se refer#an a acusaciones y sospec*as de que ella no sa!#a nada 8e!#an sa!er que ella quer#a ayudar a (lec, que ten#a miedo, pero nadie la ayuda!a, ¿por qué no la ayuda!a nadie? —Eliza!et*, ¿cu%ndo fue su 'ltimo encuentro con Leamas, *asta *oy? —a*, esa voz, cómo la odia!a, cómo odia!a esa voz sede-a —La noc*e antes que ocurriera eso —contestó—, la noc*e antes de la pelea que tuvo con el se-or >ord —¿La pelea? $o fue una pelea, Eliza!et* El tendero no respondió en a!soluto, no tuvo ocasión BPoco deportivoC .arden se ec*ó a re#r, y lo m%s terri!le es que nadie se rió con él —8#"ame, ¿dónde se reunió con Leamas esa 'ltima noc*e? —En su piso l *a!#a estado malo, sin tra!ajar Estuvo en cama, y yo *a!#a ido a *acerle la comida —¿) a comprarle de comer? ¿Le *ac#a la compra? —# —&ué ama!le Le de!ió costar muc*o dinero —.arden la o!servó con comprensión— ¿Pod#a usted mantenerle? —)o no le manten#a Lo reci!#a de (lec l
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—(* —dijo .arden, con rapidez—, as# que él ten#a al"'n dinero, ¿e*? 28ios m#o —pensó Liz—, 8ios m#o, mi !uen 8ios ¿&ué *e dic*o yo?2 —$o muc*o —dijo Liz de prisa—, no muc*o, lo sé 1na li!ra o dos, nada m%s $o ten#a m%s que eso $o pod#a pa"ar las cuentas, la luz eléctrica y el alquiler+ ya ve, las pa"ó un ami"o cuando él se fue 7uvo que pa"arlas un ami"o, no (lec —6laro —dijo .arden, tranquilamente—, un ami"o las pa"ó >ue especialmente a pa"ar las cuentas (l"'n viejo ami"o de Leamas (l"uien que él conocer#a quiz% antes de ir a aysHater ¿6onoció usted al"una vez a ese ami"o, Eliza!et*? Ella movió la ca!eza —)a veo ¿&ué otras cuentas pa"ó ese ami"o? ¿Lo sa!e? —$o, no —¿Por qué vacila? —/e dic*o que no sé —replicó con dureza Liz —Pero *a vacilado —e=plicó .arden— 0e pre"unta!a si pensar#a otra cosa —$o —¿Le *a!ló al"una vez Leamas de ese ami"o? ¿1n ami"o con dinero, que sa!#a donde viv#a Leamas? —$unca mencionó a nin"'n ami"o $o creo que tuviera ami"os —(* e produjo un terri!le silencio en la sala, m%s terri!le para Liz porque, como un ni-o cie"o entre videntes, esta!a aislada de todos los que la rodea!an: ellos pod#an medir sus respuestas con al"'n patrón secreto mientras que ella, por ese temi!le silencio, no pod#a sa!er lo que *a!#an averi"uado —¿6u%nto dinero "ana, Eliza!et*? —eis li!ras por semana —¿7iene a*orros? —1nos pocos+ unas li!ras —¿6u%l es el alquiler de su piso? —6incuenta c*elines por semana —Es muc*o, ¿no, Eliza!et*? ¿/a pa"ado el alquiler *ace poco? Ella movió la ca!eza, desvalida En un susurro, contestó: —7en#a un arrendamiento (l"uien compró el piso y me mandó el t#tulo —¿&uién? —$o sé —le corr#an las l%"rimas por la cara— $o sé Por favor, no me pre"unten m%s $o sé quién fue, lo mandaron *ace seis semanas, un !anco de la 6ity, al"una !eneficencia lo *a!#a *ec*o, mil li!ras Les juro que no sé quién, un donativo de una !eneficencia, dec#an 1stedes lo sa!en todo+ d#"anme quién epultando la cara entre las manos, lloró, de espaldas a la sala, con los *om!ros
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moviéndose a causa de la a"itación de sus sollozos $adie se mov#a+ al fin, ella !ajó las manos, pero sin levantar la mirada —¿Por qué no *izo averi"uaciones? —pre"untó .arden con sencillez— ¿3 est% usted acostum!rada a reci!ir donaciones anónimas de mil li!ras? Ella no dijo nada, y .arden continuó: —$o *izo averi"uaciones porque lo supuso ¿$o es verdad? Ella asintió, volviendo a apro=imar la mano a su cara —upuso que ven#a de Leamas, o del ami"o de Leamas, ¿no? —# —se las arre"ló para decir ella—+ o# decir en la calle que el tendero *a!#a reci!ido al"'n dinero, un montón de dinero, de al"'n sitio, después del juicio e *a!ló muc*o de ello, y yo comprend# que de!#a de ser el ami"o de (lec —&ué e=tra-o —dijo .arden, casi para s#—+ qué raro —) lue"o—: 8#"ame, Eliza!et*, ¿al"uien se puso en contacto con usted después que Leamas fue a la c%rcel? —$o —mintió ella (*ora sa!#a, a*ora esta!a se"ura de que quer#an demostrar al"o contra (lec, al"o so!re el dinero o sus ami"os, al"o so!re el tendero —¿Est% usted se"ura? —pre"untó .arden, con las cejas levantadas so!re los cercos de oro de las "afas —# —Pero su vecino, Eliza!et* —o!jetó .arden, con paciencia—, dijo que vinieron a verla unos *om!res, dos *om!res, poco después de la sentencia de Leamas, ¿o eran simplemente amantes, Eliza!et*? ¿(mantes de paso, como Leamas, que le dieron dinero? —(lec no era un amante de paso —"ritó ella—+ ¿cómo puede? —Pero le dio dinero ¿7am!ién los *om!res le dieron dinero? —BPor 8iosC —sollozó Liz— $o me *a"a m%s pre"untas —¿&uiénes eran? Ella no contestó, y entonces .arden "ritó de repente: era la primera vez que eleva!a la voz —¿&uiénes? —$o sé @inieron en un coc*e (mi"os de (lec —¿0%s ami"os? ¿&ué quer#an? —$o sé 0e estuvieron pre"untando lo que él me dec#a, me dijeron que me pusiera en contacto con ellos si —¿6ómo? ¿6ómo ponerse en contacto con ellos? Ella, por fin, contestó: —l viv#a en 6*elsea, se llama!a miley, eor"e miley )o ten#a que llamarle —¿) le llamó? —B$oC
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.arden *a!#a dejado el e=pediente 1n silencio de muerte *a!#a ca#do so!re la sala e-alando a Leamas, dijo .arden, con voz perfectamente contenida: —miley quer#a sa!er si Leamas le *a!#a contado demasiado a ella Leamas *a!#a *ec*o una cosa que la Intelli"ence !rit%nica nunca esperó que *iciera: se !uscó una amante y le *a!#a llorado en el *om!ro Entonces .arden se ec*ó a re#r suavemente, como si todo eso fuera una !roma estupenda: —I"ual que .arl 4iemec5: la misma equivocación
—¿/a!la!a al"una vez Leamas so!re s# mismo?—continuó .arden —$o —¿$o sa!e nada de su pasado? —$o a!#a que *a!#a *ec*o al"o en erl#n (l"o para el o!ierno —Entonces *a!la!a de su pasado, ¿no? ¿Le dijo que *a!#a estado casado? /u!o un lar"o silencio Liz asintió —¿Por qué no le fue a ver después que le metieron en la c%rcel? Podr#a *a!erle visitado —0e pareció que él no quer#a —)a veo ¿Le escri!ió usted? —$o #, una vez, sólo para decirle que le esperar#a $o cre# que le importara —¿$o creyó que tampoco lo desear#a? —$o —) cuando él cumplió su condena, ¿no trató usted de entrar en contacto con él? —$o —(dondequiera que fuera, ¿ten#a un tra!ajo esper%ndole, ami"os que le reci!ir#an? —$o sé, no sé —En realidad, *a!#a terminado con él, ¿verdad? —pre"untó .arden con una mueca !urlona— ¿e *a!#a !uscado usted otro amante? —B$oC )o le espera!a, siempre le esperaré —se dominó— )o quer#a que volviera —Entonces, ¿por qué no le *a!#a escrito? ¿Por qué no trató de averi"uar dónde esta!a? —l no quer#a, ¿no ve? 0e *a!#a *ec*o prometer no se"uirle nunca, nunca —(s# que él espera!a ir a la c%rcel, ¿e*? —pre"untó .arden triunfante —$o, no sé ¿6ómo puedo decirle lo que no sé? —) en esa 'ltima noc*e —insistió .arden, con voz %spera e intimidatoria—, la noc*e antes de pe"ar al tendero, ¿le *izo renovar su promesa? ueno, ¿s#? 6on infinita fati"a, ella asintió en un "esto patético de capitulación
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—# —¿) se despidieron? —$os despedimos —8espués de cenar, desde lue"o Era muy tarde ¿3 pasó la noc*e con él? —8espués de cenar 0e fui a casa, no directamente a casa Primero fui a dar un paseo, no sé por dónde ( pasear, sola —¿&ué motivo le dio él para romper su relación? —$o la rompió —dijo— $unca 8ijo solamente que *a!#a al"o que ten#a que *acer: al"o que ten#a que arre"lar, costara lo que costara, y después, quiz% al"'n d#a, cuando todo *u!iera pasado, él volver#a, si yo se"u#a all# y —) usted dijo —su"irió .arden con iron#a— que siempre le esperar#a, sin duda, ¿no?+ que siempre le querr#a —# —contestó Liz, con sencillez —¿8ijo que le mandarria dinero? —8ijo, dijo que las cosas no esta!an tan mal como parec#an, que que ya se cuidar#an de m# —) por eso no pre"untó después, ¿no es verdad?, cuando una !eneficencia de la 6ity le dio por casualidad mil li!ras —#, s#, eso es (*ora ya lo sa!en todo, ya lo sa!#an todo ¿Por qué me *icieron venir, si ya lo sa!#an? Impertur!a!lemente, .arden esperó que se detuvieran sus sollozos —Esta —dijo finalmente ante el 7ri!unal que ten#a delante— es la prue!a de la defensa Lamento que una muc*ac*a cuya percepción est% nu!lada por sus sentimientos y cuya vi"ilancia est% em!otada por el dinero, sea considerada por nuestros camaradas in"leses como persona adecuada para un car"o en el Partido 0irando primero a Leamas y lue"o a >iedler, a-adió con !rutalidad: —Es una tonta in em!ar"o, *a sido una suerte que la conociera Leamas $o es la primera vez que una conspiración revanc*ista se *a descu!ierto por la de!ilidad de sus or"anizadores 6on una peque-a pero precisa inclinación *acia el 7ri!unal, .arden se sentó (l *acerlo as#, Leamas se puso en pie, y esta vez los "uardias le dejaron en paz En Londres de!#an de *a!erse vuelto locos de atar e lo *a!#a dic*o, eso era lo peor, les *a!#a dic*o que la dejaran en paz ) a*ora esta!a claro que desde ese momento, desde el mismo momento en que salió de In"laterra, antes de eso, incluso, en cuanto fue a la c%rcel, al"'n maldito idiota *a!#a ido dando vueltas a ponerlo todo en orden, a pa"ar las cuentas, a indemnizar al tendero, y so!re todo, a ver a Liz Era de locos, era fant%stico ¿&ué trata!an de *acer, matar a >iedler, matar a su propio a"ente? ¿a!otear su propia operación? ¿Era sólo miley? ¿u des"raciada conciencia le *a!#a impulsado a eso? /a!#a
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sólo una cosa que *acer: sacar del !ote a Liz y a >iedler, y car"ar con el l#o Pro!a!lemente, él de todas maneras ya esta!a liquidado i pod#a salvarle el pellejo a >iedler, si pod#a *acerlo, quiz% *a!r#a una pro!a!ilidad de que escapara Liz ¿6ómo demonios sa!#an tanto? Esta!a se"uro, esta!a a!solutamente se"uro de que no le *a!#an se"uido *asta la casa de miley aquella tarde ) el dinero, ¿de dónde *a!#an sacado la *istoria de que él ro!a!a dinero en 6am!rid"e 6ircus? (quello esta!a pensado para consumo interior Entonces, ¿cómo? Por amor de 8ios, ¿cómo? ("itado, furioso y *orri!lemente aver"onzado, !ajó despacio por la pasarela, r#"ido, como al"uien que va al pat#!ulo
23 - CON"ESI#N
—0uy !ien, .arden u cara esta!a !lanca y dura como la piedra+ ten#a la ca!eza un poco ec*ada *acia atr%s, en la actitud de un *om!re que escuc*a un sonido lejano *a!#a en él una espantosa calma, no de resi"nación, sino de dominio so!re s# mismo, de tal modo que todo su cuerpo parec#a estar !ajo la férrea presión de su voluntad —0uy !ien, .arden, déjela que se vaya Liz le mira!a fijamente, con la cara arru"ada y afeada, y los oscuros ojos llenos de l%"rimas —$o, (lec, no —dijo $o *a!#a nadie m%s en la sala: sólo Leamas, alto y er"uido como un soldado —$o se lo di"as —dijo ella, elevando la voz—, sea lo que sea, no se lo di"as sólo por mi culpa ( m# ya no me importa, (lec: te ase"uro que no —6alla, Liz —dijo Leamas, torpemente— )a es tarde @olvió los ojos a la presidente —Ella no sa!e nada $ada en a!soluto %quenla de aqu# y m%ndenla a casa )o les diré lo dem%s La presidente lanzó una !reve mirada a los *om!res que esta!an a am!os lados de ella 8eli!eró y lue"o dijo: —Puede salir de la sala, pero no puede volver a su casa *asta que aca!en las declaraciones Entonces ya veremos —Ella no sa!e nada, se lo di"o yo —"ritó Leamas— .arden tiene razón, ¿no ven? /a sido una operación, una operación planeada ¿6ómo pod#a sa!erlo ella? Ella no es m%s que una c*iquilla frustrada en una i!lioteca a!surda: Bno les sirve para nadaC —Es un testi"o —replicó la presidente, con !revedad— &uiz% >iedler quiera interro"arla P%"ina DN de ;<
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)a no era el 2camarada >iedler2 (l o#r mencionar su nom!re, >iedler pareció despertar de la a!stracción en que *a!#a ca#do, y Liz le miró conscientemente por vez primera Los profundos ojos oscuros de >iedler se posaron en ella un momento y sonrió muy li"eramente, como reconociendo su raza >iedler —pensó ella— era una peque-a fi"ura a!andonada, e=tra-amente en calma —Ella no sa!e nada —dijo >iedler— Leamas tiene razón+ déjenla marc*ar —u voz esta!a fati"ada —¿e da cuenta de lo que dice? —pre"untó la presidente— ¿e da cuenta de lo que eso si"nifica? ¿$o tiene pre"untas que *acerle? —Ella *a dic*o lo que ten#a que decir >iedler *a!#a cruzado las manos so!re las rodillas y las o!serva!a como si le interesaran m%s que lo que ocurr#a en la sala —e *a *ec*o todo de un modo muy astuto —asintió— 8éjenla marc*ar $o nos puede decir lo que no sa!e 6on un cierto formalismo !urlón, a-adió: —$o ten"o pre"untas que *acer a la testi"o 1n "uardia a!rió la puerta y "ritó *acia el pasillo lateral En el silencio a!soluto de la sala, oyeron la voz de una mujer que contesta!a, y sus pesados pasos acerc%ndose >iedler se puso en pie repentinamente y, tomando del !razo a Liz, la condujo a la puerta Ella, al alcanzarla, se volvió a mirar a Leamas, pero él ten#a la mirada fijamente desviada, como uno que no puede soportar ver san"re —@uélvase a In"laterra —le dijo >iedler— @uélvase a In"laterra 8e pronto, Liz empezó a sollozar inconteni!lemente La "uardiana le ec*ó un !razo por el *om!ro, m%s como apoyo que como consuelo, y la sacó de la sala El "uardia cerró la puerta El rumor de su llanto fue disip%ndose poco a poco
—$o *ay muc*o que decir —empezó Leamas—+ .arden tiene razón /a sido un tra!ajo de simulación 6uando perdimos a .arl 4iemec5, perdimos a nuestro 'nico a"ente decente en la Xona 7odos los dem%s ya *a!#an desaparecido $o pod#amos entenderlo: 0undt parec#a localizarles casi antes de que los reclut%ramos @olv# a Londres y vi a 6ontrol Peter uillam esta!a all#, y eor"e miley eor"e, en realidad, esta!a retirado, *aciendo al"o muy interesante, filolo"#a o al"o as# YEn cualquier caso, a ellos se les ocurrió esta idea /acer que un *om!re se meta él mismo en la trampa, eso es lo que dijo 6ontrol >in"irlo, a ver si pican Entonces lo or"anizamos *acia atr%s, por decirlo as# UInductivoV lo llamó miley i 0undt fuera a"ente nuestro, cómo le *a!r#amos pa"ado, cómo estar#an los e=pedientes, etc Peter se acordó de que un %ra!e *a!#a tratado de vendernos una descripción de la (!teilun", *ac#a
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un a-o o dos, y le *a!#amos mandado al cuerno Lue"o advertimos que nos *a!#amos equivocado Peter tuvo la idea de encajarlo dentro+ como si lo *u!iéramos rec*azado porque ya lo sa!#amos Eso fue astuto Y)a se pueden ima"inar lo dem%s La ficción de estar *aciéndome pedazos: la !e!ida, los apuros de dinero, los rumores de que Leamas *a!#a ro!ado el cajón 7odo i!a de acuerdo /icimos que Elsie, en 6onta!ilidad, ayudara las c*%c*aras, y uno o dos m%s Lo *icieron muy !ien —a-adió, con un toque de or"ullo— Lue"o ele"# una ma-ana, un s%!ado por la ma-ana, con muc*a "ente alrededor, y estallé alió en la prensa local, *asta en el U8aily Kor5erV, creo+ y para entonces ustedes ya se *a!#an fijado ( partir de entonces —a-adió con desprecio— e=cavaron sus propias tum!as —La de usted —dijo 0undt, con calma 0ira!a pensativo a Leamas con sus ojos p%lidos, p%lidos— ) quiz% la del camarada >iedler —Poca culpa le pueden ec*ar a >iedler —dijo Leamas, con indiferencia—, dio la casualidad de que él era quien esta!a en el lu"ar, no es el 'nico *om!re de la (!teilun" que le a*orcar#a de !uena "ana, 0undt —8e todas maneras, a usted le a*orcaremos —dijo 0undt, para tranquilizarle— /a asesinado a un "uardia /a tratado de asesinarme a m# Leamas sonrió secamente —8e noc*e, todos los "atos son pardos, 0undt miley siempre dijo que pod#a salir mal 8ijo que acaso pondr#a en marc*a una reacción que no pudiéramos detener /a perdido fuerza, usted ya lo sa!e $o *a vuelto a ser el mismo desde el caso >ennan, desde el caso 0undt en Londres 8icen que entonces le pasó al"o, que por eso dejó 6am!rid"e 6ircus Eso es lo que no puedo comprender, por qué pa"aron las cuentas, la c*ica y todo eso 8e!e de *a!er sido que miley ec*ó a perder adrede la operación, eso de!e de *a!er sido in duda tuvo una crisis de conciencia, pensando que es malo matar, o al"o as# >ue una locura, después de tanta preparación, tanto tra!ajo, ec*ar a perder de ese modo una operación YPero miley le odia!a, 0undt 7odos tam!ién, creo, aunque no lo dec#amos Planeamos la cosa como si fuera un jue"o, es dif#cil e=plicarlo a*ora a!#amos que est%!amos entre la espada y la pared+ *a!#amos fracasado contra 0undt y a*ora #!amos a tratar de matarle Pero no deja!a de ser un jue"o @olviéndose *acia el 7ri!unal, a-adió: —e equivocan ustedes so!re >iedler+ no es de los nuestros: ¿por qué Londres i!a a tomarse esa clase de ries"o con un *om!re de la posición de >iedler? (dmito que conta!an con él a!#an que odia!a a 0undt, ¿por qué no i!a a odiarle? >iedler es jud#o, ¿no? )a sa!en, de!en de sa!erlo todos, lo que piensa él de los jud#os YLes voy a decir al"o que no les dir% nadie m%s, as# que lo *aré yo: 0undt *a!#a dado una paliza a >iedler, y todo el tiempo, mientras lo *ac#a, 0undt le insulta!a y se
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!urla!a de él porque era jud#o 7odos ustedes sa!en qué clase de *om!re es 0undt, pero le toleran porque vale muc*o en su tra!ajo Pero —@aciló un momento, y lue"o continuó —: Pero, por 8ios, ya se *a enredado !astante "ente en todo esto sin que cai"a al cesto la ca!eza de >iedler >iedler est% muy !ien, se lo di"o yo, ideoló"icamente sano, ¿no es ésa la e=presión, e*? 0ira!a al 7ri!unal Ellos le o!serva!an impasi!les, casi con curiosidad, con la mirada fija y fr#a >iedler, que *a!#a vuelto a su silla y escuc*a!a con despe"o !astante afectado, miró por un momento a Leamas con aire ausente —) usted lo enredó todo, Leamas, ¿es as#? —pre"untó— 1n perro viejo como Leamas, empe-ado en la operación que *a de coronar su carrera, ¿cae por cómo la *a llamado, una c*iquilla frustrada en una i!lioteca a!surda? Londres de!e de *a!erlo sa!ido: miley no podr#a *a!erlo *ec*o solo —>iedler se volvió *acia 0undt—: (qu# *ay una cosa rara, 0undt+ ellos de!#an de *a!er sa!ido que usted i!a a compro!ar todas las partes del relato de Leamas Por eso Leamas vivió esa vida Pero después mandaron dinero al tendero, pa"aron el alquiler y le compraron el piso a la c*ica 8e todas las cosas e=traordinarias que pueda *acer, "ente de la e=periencia que tienen ellos, Bpa"ar mil li!ras a una c*ica, 2miem!ro del Partido2, que ten#a que *acer creer que él esta!a en !ancarrotaC $o me di"a que la conciencia de miley lle"a *asta a*# Londres tiene que *a!erlo *ec*o B&ué ries"oC Leamas se enco"ió de *om!ros —miley tuvo razón $o pudimos detener la reacción $unca esperamos que me trajeran aqu#: a /olanda, s#, pero aqu# no —&uedó un momento en silencio, y lue"o continuó—: ) nunca pensé que traer#an a la c*ica /e sido un maldito idiota —Pero 0undt no lo *a sido —intervino >iedler r%pidamente— 0undt sa!#a de qué ten#a que ocuparse: muy listo, de!o decirlo yo por 0undt Incluso esta!a enterado de lo del piso+ realmente sorprendente &uiero decir, cómo podr#a él averi"uarlo: ella no se lo *a!#a dic*o a nadie 6onozco a esa c*ica, la comprendo, ella no era capaz de dec#rselo a nadie —Lanzó una ojeada *acia 0undt— ¿&uiz% 0undt nos puede decir cómo lo sa!#a? 0undt vaciló+ un se"undo m%s de lo de!ido, pensó Leamas —>ue por su suscripción —dijo—+ *ace un mes aumentó su cuota del Partido en diez c*elines al mes )o lo supe ) traté de averi"uar cómo pod#a permit#rselo 7uve é=ito —1na e=plicación ma"istral —respondió fr#amente >iedler e produjo un silencio —6reo —dijo la presidente, lanzando una ojeada a sus dos cole"as— que el 7ri!unal a*ora est% en situación de *acer su informe al Presidium 0ejor dic*o —a-adió, volviendo *acia >iedler sus ojos peque-os y crueles—, a no ser que ten"a al"o m%s que decir >iedler movió la ca!eza Parec#a que le se"u#a divirtiendo al"o —En ese caso —continuó la presidente—, mis cole"as est%n de acuerdo en que el
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camarada >iedler quede separado de sus o!li"aciones *asta que el comité disciplinario del Presidium *aya considerado su situación Leamas ya est% detenido 8eseo recordarles a todos que este 7ri!unal no tiene poderes ejecutivos El fiscal del pue!lo, en cola!oración con el camarada 0undt, considerar% sin duda qué acción se *a de tomar contra un a"ente provocador in"lés, un asesino 0iró *acia 0undt, m%s all% de Leamas Pero 0undt mira!a a >iedler con la consideración desapasionada de un verdu"o que toma la medida a su v#ctima para la cuerda ) de repente, con la tremenda lucidez de un *om!re a quien se *a en"a-ado demasiado tiempo, Leamas comprendió todo el dia!ólico plan
24 - LA COMISARIO
Liz esta!a junto a la ventana, de espaldas a la "uardiana, y mira!a con pasmo vac#o el diminuto patio de fuera upon#a que los presos *ac#an ejercicio all# Esta!a en el despac*o de al"uien+ *a!#a alimentos en la mesa junto a los teléfonos, pero ella no pod#a tocarlos e sent#a mareada y muy cansada, f#sicamente cansada Le dol#an las piernas nota!a la cara %spera y r#"ida a causa de las l%"rimas e sent#a sucia y le apetec#a un !a-o —¿Por qué no come? —volvió a pre"untar la mujer— 7odo *a pasado ya Lo dec#a sin compasión, como si la muc*ac*a fuera tonta por no comer estando all# la comida —$o ten"o *am!re La "uardiana se enco"ió de *om!ros —&uiz% ten"a que realizar un lar"o viaje —o!servó—, y no *ay muc*o que comer en el otro lado —¿&ué quiere decir? —Los tra!ajadores se mueren de *am!re en In"laterra —afirmó ella con complacencia— Los capitalistas les *acen morirse de *am!re Liz estuvo a punto de decir al"o, pero parec#a in'til (dem%s, quer#a sa!er+ ten#a que sa!er, y esa mujer se lo pod#a decir —¿&ué lu"ar es éste? —¿$o sa!e? —se rió la "uardiana— 7endr#a que pre"unt%rselo a los del otro lado —se-aló con la ca!eza *acia la ventana— Ellos le pueden decir qué es —¿&uiénes son ésos? —Presos —¿&ué clase de presos? —Enemi"os del Estado —contestó ella con prontitud— Esp#as, a"itadores P%"ina JD de ;<
John L Carr
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—¿6ómo sa!e que son esp#as? —El Partido lo sa!e El Partido sa!e de la "ente m%s que ellos mismos ¿$o se lo *an dic*o? —La "uardiana la miró, movió la ca!eza y o!servó—: BLos in"lesesC Los ricos se les *an comido el porvenir y ustedes los po!res les *an dado la comida: eso es lo que les *a pasado a los in"leses —¿&uién se lo *a dic*o? La mujer sonrió y no dijo nada Parec#a contenta de s# misma —¿) ésta es una c%rcel para esp#as? —insistió Liz —Es una c%rcel para los que no son capaces de reconocer la realidad socialista, para los que creen que tienen derec*o a errar, para los que retardan la marc*a 7raidores — concluyó con !revedad —Pero ¿qué *an *ec*o? —$o podemos edificar el comunismo sin eliminar el individualismo $o se puede planear un "ran edificio si al"'n cerdo construye su pocil"a en su terreno Liz la miró asom!rada —¿&uién le *a dic*o todo eso? —oy comisario aqu# —dijo con or"ullo— 7ra!ajo en la prisión —Es usted muy lista —indicó Liz, a!ord%ndola —oy una tra!ajadora —contestó a"riamente la mujer— El concepto de los intelectuales como cate"or#a superior *a de ser destruido $o *ay cate"or#as, sino sólo tra!ajadores+ no *ay antitesis entre el tra!ajo mental y el f#sico ¿$o *a le#do a Lenin? —Entonces, ¿la "ente de esta c%rcel son intelectuales? La mujer sonrió —# —dijo—, son reaccionarios que se llaman Pro"resivos: defienden al individuo contra el Estado ¿a!e lo que dijo .rusc*ev so!re la contrarrevolución en /un"r#a? Liz movió la ca!eza 8e!#a mostrar interés, de!#a *acer *a!lar a la mujer —8ijo que no *a!r#a sucedido nunca si se *u!iera fusilado a tiempo a un par de escritores —¿(*ora a quién fusilar%n —pre"untó r%pidamente Liz— después del proceso? —( Leamas —respondió ella con indiferencia—, y a ese jud#o, >iedler Liz creyó por un momento que se i!a a caer, pero encontró con la mano el respaldo de una silla, y se las arre"ló para sentarse —¿&ué *a *ec*o Leamas? —susurró La mujer la miró con sus ojillos astutos Era muy corpulenta, de pelo escaso, estirado por la ca!eza *asta reunirse en un mo-o so!re su "ruesa nuca 7en#a cara pesada y aspecto fl%ccido y a"uanoso —0ató a un "uardia —dijo —¿Por qué?
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La mujer se enco"ió de *om!ros —En cuando al jud#o —continuó—, *izo una acusación contra un camarada leal —¿Por eso van a fusilar a >iedler? —pre"untó Liz, incrédula —Los jud#os son todos i"uales —comentó la mujer— El camarada 0undt sa!e muy !ien lo que *ay que *acer con esa "ente $o necesitamos a nadie as# i entran en el Partido, creen que es propiedad suya i se quedan fuera, piensan que todo es conspirar contra ellos e dice que Leamas y >iedler conspiraron juntos contra 0undt ¿e va a comer esto? —pre"untó, se-alando la comida en la mesa Liz sacudió la ca!eza —Entonces tendré que comérmelo yo —dijo, con una "rotesca muestra de que lo *ar#a de mala "ana— Le *an dado patatas 8e!e de tener un amante en la cocina El *umor de esa o!servación la animó *asta que aca!ó del todo la comida de Liz Liz se volvió a la ventana
En la confusión de %nimo de Liz, en su tor!ellino de ver"Genza, dolor y miedo, predomina!a el recuerdo aterrador de Leamas tal como le *a!#a visto por 'ltima vez en la sala, sentado r#"idamente en la silla y con los ojos apartados de los suyos Ella le *a!#a fallado y él no se atrev#a a mirarla antes de morir: no quer#a dejarle ver el desprecio, el miedo quiz%, que esta!a escrito en su cara Pero ¿qué otra cosa *u!iera podido *acer? i por lo menos Leamas le *u!iera dic*o lo que él i!a a *acer —ni siquiera a*ora le resulta!a claro a Liz— *u!iera mentido y *ec*o trampas por él, cualquier cosa, con tal de que se lo *u!iera dic*o e"uro que él lo comprend#a: se"uro que la conoc#a lo !astante !ien como para darse cuenta de que al fin ella *ar#a todo lo que él dijera+ de que ella asumir#a su forma y su ser, su voluntad, su vida, su ima"en, su dolor, si pudiera: de que sólo reza!a por tener ocasión de *acerlo Pero, si no se lo dec#a, ¿cómo i!a a sa!er contestar a esas pre"untas veladas e insidiosas? Parec#a no tener fin la ruina que le *a!#a causado 4ecorda!a, en la situación fe!ril de su %nimo, que de ni-a la *a!#a *orrorizado lle"ar a sa!er que con cada paso que da!a, millares de peque-as criaturas queda!an destruidas !ajo sus pies+ y a*ora, tanto si ment#a como si dec#a la verdad —o incluso, esta!a se"ura, si se calla!a—, se *a!#a visto o!li"ada a destruir un ser *umano+ quiz% dos, pues, ¿no esta!a tam!ién el jud#o, >iedler, que *a!#a sido ama!le con ella, co"iéndola del !razo y diciéndole que volviera a In"laterra? >usilar#an a >iedler, eso es lo que dec#a la mujer ¿Por qué ten#a que ser >iedler? ¿Por qué no el viejo que *ac#a las pre"untas, o el ru!io de la fila de delante entre los "uardias, el que sonre#a todo el tiempo? (dondequiera que se volviese o!serva!a su ca!eza ru!ia y lisa y su rostro liso y cruel, sonriendo como si fuera una !roma estupenda La consoló que Leamas y >iedler estuvieran del mismo !ando e volvió otra
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vez a la mujer y pre"untó: —¿Por qué esperamos aqu#? La "uardiana apartó el plato y se puso de pie —Esperamos instrucciones —contestó— Est%n decidiendo si de!e usted quedarse —¿&uedarme? —repitió Liz con aire vac#o —Es cuestión de declaraciones &uiz% sometan a juicio a >iedler )a se lo dije: sospec*an una conspiración entre >iedler y Leamas —Pero ¿contra quién? ¿6ómo pod#a conspirar en In"laterra? ¿6ómo vino aqu#? l no es del Partido La mujer movió la ca!eza —Es secreto —replicó— Es sólo asunto del Presidium 7al vez el jud#o le trajo aqu# —Pero usted s# lo sa!e —insistió Liz, con una nota de *ala"o en la voz—+ usted es comisario en la prisión e"uramente se lo *an dic*o —&uiz% —contestó la mujer, ufana— Es un asunto muy secreto —repitió onó el teléfono La mujer lo co"ió y escuc*ó (l ca!o de un momento, lanzó una ojeada a Liz —#, camarada Ense"uida —dijo, y col"ó —e va a quedar —a-adió con !rusquedad— El Presidium va a considerar el caso de >iedler 0ientras tanto, se quedar% aqu# se es el deseo del camarada 0undt —¿&uién es 0undt? La mujer puso cara astuta —Es el deseo del Presidium —dijo —$o quiero quedarme —"ritó Liz— &uiero —El Partido sa!e de nosotros m%s que nosotros mismos —replicó la mujer— 8e!e quedarse aqu# Es el deseo del Partido —¿&uién es 0undt? —le volvió a pre"untar Liz, pero la otra si"uió sin contestar Lentamente, Liz la si"uió a lo lar"o de pasillos intermina!les, a través de verjas vi"iladas por centinelas, pasando ante puertas de *ierro de las que no sal#a nin"'n ruido, !ajando escaleras inaca!a!les, cruzando campos enteros muy por de!ajo de la tierra, *asta que creyó *a!er lle"ado a las entra-as del mismo infierno: nadie le dir#a cu%ndo *a!r#a muerto Leamas
$o ten#a idea de qué *ora era cuando oyó los pasos en el corredor de fuera de su celda Podr#an ser las cinco de la tarde+ podr#a ser medianoc*e Esta!a despierta, mirando fijamente la tinie!la ne"ra, ansiando un ruido $unca *a!#a ima"inado que el silencio pudiera ser tan terri!le /a!#a "ritado una vez, y no *a!#a reci!ido ni el eco, nada olo el recuerdo de su propia voz e *a!#a ima"inado el sonido rompiendo contra la oscuridad
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maciza como un pu-o contra una roca /a!#a movido las manos a su alrededor, sentada en la cama, y le *a!#a parecido que la oscuridad las *ac#a pesadas, como si fuera a tientas por el a"ua a!#a que la celda era peque-a, que conten#a la cama en que esta!a sentada, una palan"ana sin "rifos y una tosca mesa: lo *a!#a visto al entrar Lue"o la luz se *a!#a apa"ado, y ella ec*ó a correr locamente adonde sa!#a que esta!a la cama, "olpe%ndose las espinillas con ella, y se *a!#a quedado all#, con escalofr#os de miedo /asta que oyó los pasos, y la puerta de su celda se a!rió de repente Le reconoció ense"uida, aunque sólo pod#a discernir su silueta contra la p%lida luz azul del pasillo: la fi"ura es!elta y %"il, la l#nea clara de la mejilla y el corto pelo ru!io, apenas acariciados por la luz de atr%s —oy 0undt —dijo— @en"a conmi"o, ense"uida u voz era despectiva, pero contenida, como si estuviera afanoso de que no le oyera nadie m%s Liz, de repente, se sintió aterrada 4ecordó lo de la "uardiana: 20undt sa!e qué *ay que *acer con los jud#os2 e quedó de pie junto a la cama, mir%ndole pasmada, sin sa!er qué *acer —8e prisa, tonta —0undt se adelantó y la a"arró por la mu-eca—+ de prisa Ella dejó que la sacara al pasillo 8esconcertada, o!servó cómo 0undt volv#a a cerrar silenciosamente la puerta de su celda l la co"ió rudamente del !razo y la o!li"ó a avanzar con rapidez por el primer pasillo, medio corriendo, medio andando Liz o#a el zum!ido lejano de los acondicionadores de aire+ y, de vez en cuando, el ruido de otros pasos desde pasillos que desem!oca!an en el de ellos e dio cuenta de que 0undt vacila!a, e incluso se ec*a!a atr%s, al lle"ar a otros pasillos+ lue"o se"u#a adelante, se ase"ura!a de que no viniese nadie, y entonces le *ac#a se-al de continuar Parec#a suponer que ella querr#a se"uir, que sa!r#a el motivo Era como si la tratara i"ual que a un cómplice ) de repente se detuvo y metió una llave en la cerradura de una sucia puerta de metal Liz a"uardó, con p%nico l empujó !rutalmente la puerta *acia afuera, y el aire dulce y fresco de un atardecer de invierno sopló contra la cara de Liz l le *izo otra vez se-as, siempre con la misma ur"encia, y Liz le si"uió !ajando dos escalones *asta un sendero de "rava que se prolon"a!a a través de un descuidado *uertecillo i"uieron el camino *asta una complicada puerta "ótica que da!a a la carretera, atr%s (nte la puerta *a!#a aparcado un coc*e, y a su lado, de pie, esta!a (lec Leamas
—0antén"ase a distancia —la avisó 0undt cuando Liz empeza!a a adelantarse— Espere aqu# 0undt se adelantó, y durante lo que le pareció un si"lo, o!servó a los dos *om!res
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de pie, juntos, *a!lando tranquilamente entre ellos El corazón le lat#a locamente+ todo su cuerpo era un puro escalofr#o de miedo y fr#o Por fin volvió 0undt —@en"a conmi"o —dijo, y la llevó a donde esta!a Leamas Los dos *om!res se miraron un momento —(diós —dijo 0undt, con indiferencia— Es usted tonto, Leamas —a-adió— sta no es m%s que !asura, como >iedler ) se volvió sin decir una pala!ra m%s, para desaparecer r%pidamente en la luz crepuscular Ella e=tendió la mano y le tocó, y él se volvió a medias, apart%ndole la mano al a!rir la puerta del coc*e Leamas le *izo se-al con la ca!eza para que entrara, pero ella vaciló —(lec —susurró—, (lec, ¿qué *aces? ¿Por qué te deja ir? —B6allaC —siseó Leamas— $o pienses siquiera en eso, ¿oyes? Entra —¿&ué es lo que *a dic*o de >iedler? (lec, ¿por qué nos deja marc*ar? —$os deja marc*ar porque *emos *ec*o nuestro tra!ajo B0étete en el coc*e, de prisaC ajo la su"estión de su e=traordinaria voluntad, ella se metió en el coc*e y cerró la puerta Leamas entró a su lado —¿&ué pacto *as *ec*o con él? —insistió, con la sospec*a y el miedo elev%ndose en su voz— 8ijeron que *a!#ais tratado de conspirar contra él, t' y >iedler Entonces, ¿por qué te deja marc*ar? Leamas *a!#a puesto en marc*a el coc*e y pronto avanza!a r%pido por la estrec*a carretera ( am!os lados, campos desnudos+ a lo lejos, oscuras colinas monótonas se mezcla!an con la oscuridad que se espesa!a Leamas miró el reloj —Estamos a cinco *oras de erl#n —dijo— 7enemos que lle"ar a .\penic5 a la una menos cuarto 8e!er#amos *acerlo f%cilmente 8urante al"'n tiempo, Liz no dijo nada+ miró pasmada por el para!risas la carretera vac#a, confusa y perdida en un la!erinto de pensamientos 1na luna llena *a!#a sur"ido y la escarc*a se posa!a en lar"os sudarios a través de los campos 8esem!ocaron en una autopista —¿0e ten#as en la conciencia, (lec? —dijo ella, por fin— ¿Por eso *iciste que 0undt me dejara marc*ar? Leamas no dijo nada —7' y 0undt sois enemi"os, ¿no? l si"uió sin decir nada (*ora corr#a de prisa: la a"uja marca!a ciento veinte por *ora+ la autopista esta!a llena de !ac*es y joro!as Ella o!servó que Leamas lleva!a las luces lar"as, sin molestarse en cam!iarlas ante la circulación que venia por el otro lado 6onduc#a rudamente, inclinado *acia adelante, casi con los codos en el volante —¿&ué le pasar% a >iedler? —pre"untó de repente
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) esta vez Leamas contestó: —Le fusilar%n —Entonces, ¿por qué no te fusilan a ti? —continuó Liz, de prisa— 7' conspiras con >iedler contra 0undt, eso es lo que dicen 0ataste a un "uardia ¿Por qué te *a dejado marc*ar 0undt? —B0uy !ienC —"ritó Leamas, de repente— 7e lo diré 7e diré lo que no ten#as que sa!er nunca, nunca, ni yo tampoco Escuc*a: 0undt es el *om!re de Londres, su a"ente: le compraron cuando esta!a en In"laterra omos testi"os del asqueroso final de una asquerosa y sucia operación para salvarle el pellejo a 0undt+ para salvarle de un peque-o jud#o listo, de su propio 8epartamento, que *a!#a empezado a sospec*ar la verdad $os *an o!li"ado a matarle, ya lo ves, matar al jud#o (*ora ya lo sa!es, y que 8ios nos ayude a los dos
25 - EL MURO
—i as# es, (lec —dijo Liz por fin—, ¿cu%l fue mi papel en todo esto? u voz era tranquila, casi normal —ólo lo puedo suponer, Liz, por lo que sé y por lo que me dijo 0undt antes de separarnos >iedler sospec*a!a de 0undt: pensa!a que 0undt *ac#a el do!le jue"o Le odia!a, desde lue"o —¿por qué no i!a a odiarle?—, pero ten#a razón tam!ién: 0undt era un a"ente de Londres >iedler era demasiado poderoso para que 0undt lo eliminara por s# solo, de modo que Londres decidió *acerlo por él ('n me parece que les estoy viendo: tan condenadamente académicos como son Les estoy viendo alrededor del fue"o en uno de sus asquerosos clu!s ele"antes a!#an que no !asta!a con eliminar sólo a >iedler: podr#a *a!er *a!lado con ami"os, pu!licado acusaciones: ten#an que eliminar la sospec*a 1na re*a!ilitación p'!lica, eso es lo que le or"anizaron a 0undt Pasó a la izquierda para adelantar a un camión con remolque (l *acerlo as#, el camión le cerró inesperadamente, de modo que tuvo que frenar con violencia so!re unos !ac*es para evitar ser lanzado contra la valla divisoria de setos a su izquierda —0e dijeron que le preparara la trampa a 0undt —dijo con sencillez—, dijeron que *a!#a que matarle, y yo acepté I!a a ser mi 'ltimo tra!ajo (s# que me Udejaron para simienteV, y le pe"ué al tendero )a sa!es todo eso —¿) tam!ién *iciste el amor? —pre"untó Liz en voz !aja Leamas movió la ca!eza —Pues ésa es la cuestión, ya ves —continuó—, 0undt lo sa!#a todo: conoc#a el plan+ él me *izo reco"er, él y >iedler Lue"o dejó a >iedler que se ocupara del asunto, porque sa!#a que al fin >iedler se *ar#a a*orcar 0i tra!ajo era *acerles pensar lo que en realidad P%"ina JN de ;<
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era verdad: que 0undt era un esp#a in"lés —@aciló— 7u tra!ajo consist#a en *acer que no me creyeran >iedler ser% fusilado y 0undt se *a!r% salvado, providencialmente li!rado de una conspiración fascista Es el viejo principio del amor de re!ote, el é=ito por caram!ola —Pero ¿cómo pod#an sa!er de m#, cómo pod#an sa!er que #!amos a estar juntos? — "ritó Liz— Por 8ios, (lec, (lec, ¿sa!en incluso predecir cu%ndo la "ente se va a enamorar? —Eso no importa!a: no depend#a de eso 7e eli"ieron porque eras joven y !onita y del Partido, porque sa!#an que vendr#as a (lemania si te envia!an una invitación El *om!re de la ("encia de 6olocaciones, Pitt, fue quien me envió all%: sa!#an que yo *a!#a de tra!ajar en la i!lioteca i!lioteca Pitt estuvo estuvo en el ervice durante durante la "uerra "uerra y supon"o supon"o que se *a!#an puesto de acuerdo con él $o ten#an m%s que ponernos a ti y a m# en contacto, aunque fuera por un d#a, no importa!a+ lue"o pod#an ir a verte después, mandarte el dinero, *acer que pareciera un asunto amoroso aunque no lo fuera, ¿no ves? &uiz% *acer que pareciera un antojo El 'nico punto vulnera!le era que después de reunirnos te *a!r#an de mandar dinero como si fuera a petición m#a En realidad, se lo presentamos demasiado f%cil —#, demasiado demasiado —) lue"o a-adió—: 0e siento sucia, (lec, como si me *u!iera revolcado en el estiércol Leamas no dijo nada —¿Eso le tranquilizó la conciencia a tu 8epartamento: e=plotar e=plotar a al"uien del Partido, en vez de a cualquier otra persona? —continuó Liz Leamas contestó: —&uiz% 4ealmente, ellos no piensan en tales términos >ue una conveniencia conveniencia personal —0e podr#a *a!er quedado en esa prisión, ¿no? Eso es lo que quer#a 0undt, ¿no? $o ve#a motivo para asumir asumir el ries"o: tal vez *a!r#a o#do demasiado, demasiado, adivinado demasiado demasiado 8espués de todo, >iedler era inocente, ¿no? Pero, claro, es un jud#o —(-adió e=citada—: (s# que no importa muc*o, ¿verdad? —(*, demonios demonios —e=clamó Leamas Leamas —8e todos modos, parece raro que 0undt me deje ir, aun como parte del trato conti"o —caviló— (*ora soy un peli"ro, ¿no? 6uando vuelva a In"laterra, un miem!ro del Partido que sepa todo esto $o parece ló"ico que me dejara marc*ar —Espero —contestó Leamas— que utilice nuestra escapatoria para demostrar al Presidium que *ay otros >iedlers en su 8epartamento, a los que *ay que cazar —¿) otros jud#os? —Eso le resulta una oportunidad inmejora!le para consolidar su posición —contestó Leamas, con sequedad —¿0atando m%s m%s "ente inocente? inocente? $o parece preocuparte preocuparte muc*o muc*o
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—6laro que me preocupa 0e pone enfermo de ver"Genza y de ra!ia y Pero a m# me *an educado de otro modo, Liz+ yo no puedo ver en !lanco y ne"ro La "ente que jue"a a esto acepta sus ries"os >iedler *a perdido y 0undt *a "anado Londres *a "anado ésa es la cuestión /a sido una operación sucia, muy sucia Pero ya est% saldada, y ésa es la 'nica re"la (l *a!lar fue elevando la voz, *asta que al fin casi "rita!a —7ratas de convencerte convencerte a ti mismo —"ritó Liz— /as *ec*o una cosa mala ¿6ómo puedes matar matar a >iedler? Era !ueno, !ueno, (lec: (lec: sé que lo era era ) 0undt —¿8e qué dia!los te quejas? —pre"untó —pre"untó %speramente Leamas— Leamas— 7u 7u Partido siempre siempre est% en "uerra, ¿no? acrificando el individuo a las masas Eso es lo que dice La realidad socialista: luc*ar d#a y noc*e, la !atalla infati"a!le+ eso es lo que dice, ¿no? Por lo menos, t' *as so!revivido $unca *e o#do decir que los comunistas respetaran la di"nidad de la vida *umana+ acaso lo *e entendido mal —a-adió sarc%sticamente— #, de acuerdo, s#, podr#as *a!er quedado quedado destruida Eso era lo normal 0undt 0undt es un cerdo mali"no, no le ve#a el sentido a dejarte so!revivir u promesa —suponiendo que prometiera *acer lo mejor por ti— no val#a "ran cosa (s#, (s#, podr#as *a!er muerto —*oy, el a-o que viene, o dentro de veinte a-os— en una prisión del para#so de los tra!ajadores ) yo yo tam!ién Pero me parece recordar que el Partido tiende a la destrucción de toda una clase ¿3 lo *e entendido mal? acando un paquete de ci"arrillos de la c*aqueta, le alar"ó dos, junto con una caja de cerillas Los dedos de Liz tem!la!an cuando los encendió y le devolvió uno a Leamas —Lo *as pensado pensado !ien todo, ¿no? ¿no? —pre"untó Liz Liz —Por casualidad, encaj%!amos en el molde —insistió Leamas—, y lo lamento Lo lamento tam!ién por los dem%s, los dem%s que encajan en el molde Pero no te quejes de las con condic dicion iones es,, Liz+ Liz+ son condi condicio ciones nes del del Partid Partido o 1n peq peque ue-o -o precio precio por un "ran "ran !eneficio 1no sacrificado por muc*os $o es a"rada!le, ya lo sé, ele"ir quién va a ser, convertir el plan en personas Ella escuc*a!a en la oscuridad, sin darse cuenta de nada, durante un momento, de nada que no fuera la carretera que se desvanec#a ante ellos y del sordo *orror en su %nimo —Pero me *an permitido quererte —dijo Liz por fin— ) t' me dejas creer en ti y quererte —$os *an utilizado —replicó Leamas, despiadado— $os *an estafado a los dos porque era necesario >iedler ya esta!a condenadamente condenadamente cerca del !lanco, ¿no ves? /a!r#an cazado a 0undt, ¿no puedes comprenderlo? —¿6ómo puedes volver del revés el mundo? —"ritó Liz de repente— >iedler era ama!le y decente: no *ac#a m%s que su tra!ajo, y a*ora le *as matado 0undt es un esp#a y un traidor, y le prote"es 0undt es un nazi, ¿lo sa!es? 3dia a los jud#os ¿8e qué lado est%s t'? ¿6ómo puedes? —/ay sólo una ley en este jue"o —replicó Leamas— 0undt es su a"ente: les da lo
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John L Carr
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que necesitan Es !astante f%cil de entender, ¿no? Leninismo: la conveniencia de las alianzas transitorias ¿&ué te ima"inas que son los esp#as: sacerdotes, santos y m%rtires? on una lamenta!le procesión de memos vanidosos, y traidores, adem%s+ s#: maricas, s%di s%dico cos, s, !orra !orrac* c*os os,, "ent "entee que que jue" jue"aa a piel pieles es roja rojass y 2coH 2coH!o !oys ys22 para para ilum ilumin inar ar sus sus putrefactas vidas vidas ¿6rees que est%n est%n sentados como como monjes, en Londres, sopesando sopesando el !ien y el mal? )o *a!r#a matado a 0undt si *u!iera podido+ le odio+ pero a*ora no 8a la casualidad de que le necesitan Le necesitan para que la "ran masa de im!éciles que admiras pueda dormir tranquilamente en sus camas por la noc*e Le necesitan para la se"uridad de la "ente corriente y moliente como t' y como yo —Pero, y de >iedler, >iedler, ¿qué? ¿qué? ¿$o sientes nada nada por él? —Es una "uerra —contestó Leamas— Es desa"rada!le y demasiado visi!le porque se luc*a en peque-a escala, de cerca+ se luc*a a veces, lo admito, desperdiciando al"una vida inocente Pero eso no es nada, nada en a!soluto, al lado de otras "uerras, la pasada o la pró=ima —8ios m#o —dijo Liz, suavemente— suavemente— $o entiendes $o quieres entender 7ratas 7ratas de convencerte a ti mismo Es muc*o m%s terri!le lo que *acen éstos: encontrar la *umanidad en la "ente, en m# o en cualquiera a quien usen, y usarla como un arma en sus manos, y usarla para *erir y matar —B@%l"ame 8iosC —"ritó Leamas— ¿&ué otra otra cosa *an *ec*o los *om!res desde desde que empezó el mundo? )o no creo en nada, ¿no ves?+ ni siquiera en la destrucción o la anarqu#a Estoy *arto, *arto de ver matar, pero no veo qué otra cosa pueden *acer $o *acen prosélitos, no se su!en a p'lpitos ni a tri!unas del Partido a decirnos que luc*emos por la Paz o por 8ios o por lo que sea on los po!res zoquetes que tratan de evitar evitar que los predicadores se *a"an volar unos unos a otros por los aires aires —7e equivocas —afirmó —afirmó Liz desesperada—, desesperada—, son peores que todos nosotros nosotros —¿Porque te *ice el amor cuando cre#as que yo era un va"a!undo? va"a!undo? —pre"untó Leamas con ferocidad —Por el desprecio que tienen ellos —replicó Liz— Bdesprecio por todo lo verdadero y lo !ueno+ desprecio por el amor, desprecioC —# —asintió Leamas, de repente fati"ado—+ ése es el precio que pa"an: despreciar a 8ios y a .arl 0ar= en la misma frase i es eso lo que quieres decir —3s *ace ser a todos lo mismo —continuó Liz—+ lo mismo que 0undt y todos los dem%s )o de!er#a sa!erlo+ yo *e sido la que ellos *an *ec*o dar vueltas a patadas, ¿no? Por ellos, por ti, porque no te importa ólo a >iedler le importó Pero a todos los dem%s, todos me *a!éis tratado como si fuera nada, solamente moneda con que pa"ar pa"ar ois todos lo mismo, mismo, (lec (lec —(*, Liz —dijo él, desesperadamente—+ desesperadamente—+ por 8ios, créeme Lo odio, lo odio todo completamente+ estoy cansado Pero es el mundo, es la *umanidad que se *a vuelto loca
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omos un precio peque-o que pa"ar pero en todas partes es lo mismo+ la "ente estafada y e=traviada+ vidas enteras tiradas por a*#: "ente fusilada y en la c%rcel, clases y "rupos enteros de *om!res eliminados por nada ) t', tu Partido 8ios sa!e si est% construido so!re los cad%veres de "ente corriente 7' nunca *as visto morir a los *om!res como yo, Liz 3yéndole, Liz recordó el patio "ris de la prisión, y la "uardiana que dec#a: 2Es una prisión para los que retardan la marc*a, para los que creen tener derec*o a errar2 8e repente, Leamas se puso tenso, escudri-ando a través del para!risas En las luces del coc*e, Liz distin"uió una fi"ura de pie en la carretera 7en#a en la mano una peque-a luz que encend#a y apa"a!a cuando se acercó el coc*e —Es él —murmuró Leamas+ quitó el contacto de los faros y el motor, y se dejó ir silenciosamente adelante (l lle"ar a su lado, Leamas se ec*ó atr%s y a!rió la puerta trasera Liz no se volvió a mirarle cuando entró 0ira!a r#"idamente *acia delante, la lluvia que ca#a por la calle
—0arc*e a treinta por *ora —dijo el *om!re u voz esta!a tensa y asustada— Le diré el camino 6uando lle"uemos al sitio, tiene que salir y correr al muro El reflector estar% encendido en el punto en que tiene que trepar Pón"ase en la luz del reflector 6uando la luz empiece a "irar, apart%ndose, empiecen a trepar 7endr%n noventa se"undos para pasarse 1sted vaya delante —dijo a Leamas—, y que la c*ica le si"a /ay salientes de *ierro en la parte !aja: después de eso, tiene que su!ir como puedan 7endr% usted que sentarse encima y tirar de la c*ica para arri!a ¿6omprendido? —6omprendido —dijo Leamas— ¿6u%nto tenemos que andar a'n? —i marc*a a treinta estaremos all# dentro de unos nueve minutos El reflector estar% en el muro a la una y cinco e=actamente Le pueden dar noventa se"undos $ada m%s —¿&ué pasa después de noventa se"undos? —pre"untó Leamas —ólo le pueden dar noventa se"undos —repitió el *om!re—, si no, es demasiado peli"roso ólo se *an dado instrucciones a un destacamento 6reen que le mandan a infiltrarse en erl#n occidental Les *an dic*o que no lo *a"an demasiado f%cil $oventa se"undos son suficientes —Espero que s#, demonios —dijo Leamas, secamente— ¿( qué *ora lo pone? —/e confrontado mi reloj con el del sar"ento que manda el destacamento —contestó el *om!re 1na luz se encendió y se apa"ó r%pidamente en la parte de atr%s del coc*e— on las doce cuarenta y oc*o 8e!emos salir a la una menos cinco iete minutos que esperar &uedaron en silencio total, salvo por la lluvia que "olpea!a el tec*o La carretera de
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adoquines se e=tend#a derec*a ante ellos, cortada cada cien metros por sucios faroles $o *a!#a nadie por all# Por encima de ellos, el cielo esta!a iluminado por la luz artificial de los reflectores 8e vez en cuando, el foco de un reflector centellea!a en lo alto y desaparec#a 0uy a la izquierda, Leamas o!servó una luz que fluctua!a por encima del *orizonte, cam!iando constantemente de intensidad, como el reflejo de un fue"o —¿Eso qué es? —pre"untó, se-al%ndolo —El ervicio de Información —contestó el *om!re— 1n andamiaje de luces Env#an noticias !reves a erl#n Este —6laro —murmuró Leamas Esta!an muy cerca del final de la carretera de adoquines —$o es posi!le volver atr%s —continuó el *om!re— ¿$o se lo dijo él? $o *ay se"unda oportunidad —Lo sé —contestó Leamas —i al"o va mal, si se caen o se *acen da-o, no vuelvan atr%s Les disparar%n a vista en el terreno del muro 27ienen2 que pasar —Lo sa!emos —repitió Leamas—+ él me lo dijo —8esde el momento en que sal"an del coc*e est%n en el terreno del muro —)a lo sa!emos (*ora c%llese —replicó Leamas ) lue"o a-adió—: ¿e vuelve atr%s con el coc*e? —En cuanto !ajen del coc*e, me lo llevaré Es peli"roso para m# tam!ién —contestó el *om!re —L%stima —dijo secamente Leamas /u!o otro silencio+ lue"o, Leamas pre"untó: —¿7iene pistola? —# —dijo el *om!re—, pero no se la puedo dar: él dijo que no de!er#a d%rsela, que era se"uro que usted la pedir#a Leamas se rió sin *acer ruido —# que lo *a!r% dic*o —dijo Leamas se puso en camino: el coc*e avanzó lentamente con un ruido que parec#a llenar la calle /a!#an avanzado unos trescientos metros, cuando el *om!re susurró e=citado: —7uerza a la derec*a, y lue"o a la izquierda e metieron en una estrec*a !ocacalle /a!#a puestos vac#os de mercado a un lado y a otro, de manera que el coc*e pasa!a justamente entre ellos —B( la izquierda aqu#, a*oraC 7orcieron otra vez, de prisa, esta vez entre dos altos edificios, por lo que parec#a un callejón sin salida /a!#a ropa tendida a través de la calle, y Liz se pre"untó si pasar#an por de!ajo (l acercarse a lo que parec#a el final sin salida, el *om!re dijo:
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—3tra vez a la izquierda: si"a el camino Leamas se metió por la acera, cruzó el pavimento y si"uieron un sendero anc*o, !ordeado por una tapia derrum!ada a la izquierda, y un edificio alto y sin ventanas a la derec*a 3yeron un "rito desde no se sa!#a dónde, por encima de ellos, una voz de mujer, y Leamas masculló: —(*, cierra el pico —mientras torc#a torpemente en %n"ulo recto por un recodo del sendero, entrando inmediatamente en una calle importante— ¿Por dónde? —pre"untó —6ruce derec*o: m%s all% de la farmacia, entre la farmacia y la oficina de correos Ba*#C El *om!re se inclina!a tanto *acia delante que ten#a la cara casi a la altura de la de ellos e-aló a*ora, por delante de Leamas, con la punta del dedo apretada contra el para!risas —c*ese atr%s —siseó Leamas— &uite la mano ¿6ómo dia!los voy a ver, si a"ita la mano por a*# de ese modo? 6am!iando ruidosamente de velocidad, avanzó cruzando de prisa la anc*a carretera Ec*ando una mirada a la izquierda, le asom!ró distin"uir la maciza silueta de la puerta de randen!ur"o, a unos trescientos metros, con el siniestro "rupo de ve*#culos militares —¿(dónde vamos? —pre"untó Leamas de repente —6asi *emos lle"ado @aya despacio a*ora B(la izquierda, a la izquierdaC —"ritó, y Leamas dio una sacudida al volante en el 'ltimo momento+ por una estrec*a entrada, penetraron en un patio La mitad de las ventanas falta!an o esta!an clausuradas con ta!las: las puertas vac#as les mira!an como cie"as, con la !oca a!ierta En el otro e=tremo del patio *a!#a una salida a!ierta —Por all# —lle"ó la orden susurrada, apremiante en la oscuridad—+ lue"o todo derec*o @er a la derec*a un farol, quite el contacto al motor y si"a *asta que vea una !om!a de a"ua se es el sitio —¿Por qué demonios no *a llevado el coc*e usted mismo? —l *a dic*o que lo llevara usted: dijo que era m%s se"uro Pasaron por la salida y volvieron !ruscamente a la derec*a Esta!an en una calle estrec*a, en una oscuridad a!soluta —B(pa"ue las lucesC Leamas apa"ó, y avanzó lentamente *acia el primer farol 8elante, ve#an apenas el se"undo farol &uitando el contacto, si"uieron impulsados lentamente *acia delante, *asta que, a unos veinte metros de él, distin"uieron la confusa silueta de una !oca de incendios Leamas frenó y el coc*e aca!ó qued%ndose quieto —¿8ónde estamos? —susurró Leamas— /emos cruzado la Leninallee, ¿no? —En reifsHalderstrasse Lue"o *emos do!lado al norte Estamos al norte de ernauerstrasse
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—¿En Pan5oH? —Por a*# 0ire El *om!re se-aló una !ocacalle a la izquierda En el e=tremo vieron un !reve trec*o de muro, pardo "ris en la fati"ada luz de los focos Por encima corr#a una triple !arrera de alam!re de espino —¿6ómo va a pasar la c*ica por encima del alam!re? —)a *a sido cortado por donde van a trepar /ay una peque-a a!ertura 7ienen un minuto para alcanzar el muro (diós alieron del coc*e, los tres Leamas co"ió del !razo a Liz, y ella se so!resaltó como si le *u!iera *ec*o da-o —(diós —dijo el alem%n Leamas susurró solamente —$o pon"a en marc*a ese coc*e *asta que *ayamos pasado Liz miró un momento al alem%n en la p%lida luz 7uvo la !reve impresión de una cara joven, preocupada: la cara de un muc*ac*o que trata de ser valiente —(diós —dijo Liz e desprendió del !razo y si"uió a Leamas a través de la calle y por el estrec*o callejón que lleva!a al muro (l entrar en el callejón oyeron que el coc*e se pon#a en marc*a detr%s de ellos, da!a la vuelta y se marc*a!a r%pidamente en la dirección por donde *a!#an venido —$os dejas en la estacada, *ijo de perra —murmuró Leamas, volviendo los ojos *acia el coc*e que se retira!a Liz apenas le oyó
26 - NOVENTA SEGUNDOS
6amina!an de prisa: Leamas lanza!a ojeadas de vez en cuando por encima del *om!ro para ase"urarse de que ella le se"u#a (l lle"ar al final del callejón, se detuvo, se metió en el *ueco de una puerta y miró el reloj —8os minutos —susurró Ella no dijo nada 0ira!a fijamente adelante, *acia el muro y las ne"ras ruinas que se eleva!an detr%s —8os minutos —repitió Leamas (nte ellos queda!a una franja de unos treinta metros, que !ordea!a el muro en am!os sentidos ( unos setenta metros quiz%, a la derec*a, *a!#a una torre de vi"ilancia: el *az del reflector se mov#a por esa franja La lluvia fina parec#a suspensa en el aire, de modo que la luz de los reflectores era l#vida y como de yeso, *aciendo de pantalla ante el P%"ina ; de ;<
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mundo de m%s all% $o se ve#a a nadie+ no se o#a un ruido 1n escenario vac#o El reflector de la torre de vi"ilancia empezó a moverse como a tientas por el muro, *acia ellos, vacilante: cada vez que se deten#a, ve#an los ladrillos separados y las descuidadas l#neas de mortero puesto a toda prisa 0ientras ellos o!serva!an, el *az del reflector se detuvo delante mismo de ellos Leamas miró el reloj —¿Preparada? Ella asintió 6o"iéndola del !razo, él empezó a andar cuidadosamente a través de la franja Liz quer#a correr, pero él la sujeta!a tan fuertemente, que no pudo *acerlo )a esta!an a medio camino del muro, y el !rillante semic#rculo de luz les atra#a *acia delante, con el *az por encima mismo de ellos Leamas esta!a decidido a conservar a Liz muy cerca de él, como si tuviera miedo de que 0undt no cumpliera su pala!ra, y de al"'n modo se la arre!atara en el 'ltimo momento 6asi esta!an junto al muro cuando el foco se disparó *acia el norte, dej%ndoles moment%neamente en la oscuridad total in soltar el !razo de Liz, Leamas la "uió *acia adelante a cie"as, con la mano izquierda avanzada *asta que de repente notó el contacto %spero y fuerte del ladrillo ceniciento (*ora pod#a distin"uir el muro, y, mirando *acia arri!a, el triple tendido de alam!re y los crueles "anc*os que lo sosten#an En el ladrillo *a!#a curvas de metal clavadas como clavos de alpinista ("arr%ndose al m%s alto, Leamas se encaramó r%pidamente *asta lo alto del muro 8io un fuerte tirón a la !arrera inferior de alam!re, que cedió *ac#a él, ya cortada —(delante —susurró con ur"encia—, empieza a trepar 7endiéndose, ec*ó la mano *acia a!ajo, a"arró la que ella le tend#a y empezó a tirar de ella lentamente *acia arri!a, cuando Liz encontró con el pie el primer saliente de metal 8e repente, el mundo entero pareció estallar en llamas: de todas partes, de arri!a y de los lados, conver"#an macizas luces, a!alanz%ndose contra ellos con feroz precisión Leamas quedó ce"ado, volvió la ca!eza, tirando locamente del !razo de Liz Ella ya se esta!a soltando: él creyó que Liz *a!#a res!alado y la llamó frenéticamente, sin dejar de tirar de ella *acia arri!a $o pod#a ver nada: sólo una loca confusión de colores !ailando en sus ojos Entonces se oyó el aullido *istérico de las sirenas, y órdenes vociferadas furiosamente 0edio arrodillado, so!re el muro, a"arró con un !razo los dos de ella, y empezó a izarla poco a poco, a punto de caer él mismo Entonces dispararon+ disparos sueltos, tres o cuatro, y él la sintió estremecerse us del"ados !razos se le escapa!an a Leamas de la mano 3yó una voz en in"lés desde el lado occidental del muro: —Balta, (lecC Balta, *om!reC (*ora todos "rita!an, en in"lés, en francés y en alem%n mezclados+ oyó desde muy
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