EL COC COCOD ODR RI LO AL QUE NO LE GUSTABA EL AGUA Gemma Merino
Para Jo, mi hermana inglesa, que llenó mi vida de color. Y para todos aquellos que aún no han encontrado su talento oculto. G. M.
Puede consultar nuestro catálogo en www.edicionesob www .edicionesobelisco.com elisco.com / www.picarona.net www.picarona.net E Texto e ilustraciones de Gemma Merino 1.ª edición: septiembre de 2014
Edita: Picarona, sello infantil de Ediciones Obelisco, S. L. Pere IV, 78 (Edif. Pedro IV) 3.ª planta, 5.ª puerta 08005 Barcelona - España Tel. 93 309 85 25 - Fax 93 309 85 23 E-mail: picarona@picarona.ne picarona@picarona.nett ISBN: 978-84-16117-04-8 Depósito Legal: B-6.467-2014
Título original: The Crocodile Who Didn’t Like Water Traducción: Joana Delgado Delgado Sánchez Maquetación: Montse Martín Corrección: M.ª Ángeles Olivera Olivera © 2013, textos e ilustraciones de Gemma Merino (Reservados todos los derechos) Esta edición ha sido publicada por acuerdo con Macmillan Children’s Books a division of Macmillan Publishers Publishers Limited 20 New Wharf Road, London N1 9RR. © 2014, Ediciones Obelisco, S. L. (Reservados los derechos para la lengua española)
Printed in China
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, trasmitida o utilizada en manera alguna por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o electrográfico electrográfico,, sin el previo consentimiento por escrito del editor. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, Reprográficos, www.cedro.org www .cedro.org)) si necesita fotocopiar fotocopiar o escanear escanear algún fragmento fragmento de esta obra.
É´ rase una vez un pequeño cocodrilo, ~ ~
al que no le gustaba nada el agua.
E´l quería jugar con sus hermanos, pero todos estaban ocupados aprendiendo a nadar y bucear. Y a nuestro cocodrilo no le gustaba nadar,
!
y mucho menos bucear!
Lo que en realidad le gustaba era subirse a los árboles. Pero a nadie más le gustaba.
Al no tener con quien jugar, se sentía solo. De modo que el pequeño cocodrilo tomó una decisión. ~ ~
Había ahorrado dinero de los regalos del ratoncito Pérez y sabía exactamente qué quería comprarse.