Las partículas elementales Michel Houellebecq
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PRÓLOGO Este libro es, ante todo, la historia de un hombre que vivi la ma!or parte de su vida en Europa Occidental, durante la se"unda mitad del si"lo ##. $unque por lo "eneral estuvo solo, mantuvo de ve% en cuando relaciones con otros hombres. &ivi en tiempos de a"itacin ! desdicha. El pa's que le vio vio nace nacerr se incl inclin inab aba a lent lenta a pero pero ine( ine(or orab able leme ment nte e haci hacia a la %ona %ona econ ec onm mic ica a de los los pa's pa'ses es me medi dio o pobr pobres es)) ac acec echa hado doss a me menu nudo do por por la miseria, los hombres de su "eneracin se pasaron adem*s la vida en medio de la soledad ! la amar"ura. Los sentimientos de amor, ternura ! +rat +rater erni nida dad d huma humana na hab' hab'an an desa desapa pare reci cido do en "ran "ran me medi dida da)) en sus sus relaciones mutuas, sus contempor*neos casi siempre daban muestras de indi+erencia, e incluso de crueldad. En el momento de su desaparicin, ichel -er%insi era un*nimemente considerado un bilo"o de primer orden, ! se pensaba seriamente en 0l para el Premio 1obel) su verdadera importancia no saldr'a a la lu% hasta un poco m*s tarde. En la 0poca en la que vivi -er%insi, casi todos consideraban que la +iloso+'a estaba desprovista de cualquier importancia pr*ctica, incluso de obeto. En realidad, la visin del mundo adoptada con ma!or +recuencia en un mome moment nto o dado dado por por los los miem miembr bros os de una una so soci cied edad ad dete determ rmin ina a su econom'a, su pol'tica ! sus costumbres. Lass muta La mutaci cion ones es me meta ta+' +'si sica cass 2es 2es deci decir, r, las las tran transi sici cion ones es radi radica cale less ! "lobales de la visin del mundo adoptada por la ma!or'a2 son raras en la historia de la humanidad. 3omo eemplo, se puede citar la aparicin del cristianismo. En cuan cuanto to se prod produc uce e una una muta mutaci cin n me meta ta+' +'si sica ca,, se desa desarr rrol olla la sin sin enco encont ntra rarr resi resist sten enci cia a hast hasta a sus sus 4lti 4ltima mass co cons nsec ecue uenc ncia ias. s. 5arr 5arre e sin sin ni siquiera prestarles atencin los sistemas econmicos ! pol'ticos, los uicios est0 es t0ti tico cos, s, las las era erarq rqu' u'as as so soci cial ales es.. 1o ha! ha! +uer +uer%a %a huma humana na que que pued pueda a inte interr rrum umpi pirr su curs curso. o... ..,, sa salv lvo o la apar aparic ici in n de una una nuev nueva a muta mutaci cin n meta+'sica. 1o se puede decir que las mutaciones meta+'sicas a+ecten especialmente a las las socied ciedad ades es debi debili littadas adas,, !a en decl decliv ive. e. 3uan 3uand do apar aparec eci i el cris cristi tian anis ismo mo,, el 6mpe 6mperi rio o roma romano no es esta taba ba en la c4sp c4spid ide e de su pode poder) r) per er+e +ect ctam amen ente te or"an r"ani% i%ad ado o, domina minab ba el univ univer erso so conoc onocid ido o) su superioridad t0cnica ! militar no ten'a paran"n) aun as', tampoco ten'a la menor oportunidad. 3uando apareci la ciencia moderna, el cristianismo medieval constitu'a un sistema completo de comprensin del hombre ! el universo) serv'a de base al "obierno de los pueblos, produc'a conocimientos ! obras, decid'a tanto la pa% como la "uerra, or"ani%aba la produccin ! la distribucin de los bienes) nada de todo esto iba a impedir que se viniera abao. ichel -er%insi no +ue ni el primero ni el principal art'+ice de esta tercera muta mutaci cin n me meta ta+' +'si sica ca,, en much muchos os se sent ntid idos os la m* m*ss radi radica cal, l, que que iba iba a inau"urar un nuevo per'odo en la historia del mundo) pero, a causa de ciert ciertas as circun circunsta stanci ncias as mu! partic particula ulares res,, +ue mientr mientras as vivi vivi uno de los art'+ices m*s conscientes, m*s l4cidos. Hoy vivimos en un reino r eino completamente nuevo, Y la mezcla de circunstancias envuelve nuestros cuerpos,
PRÓLOGO Este libro es, ante todo, la historia de un hombre que vivi la ma!or parte de su vida en Europa Occidental, durante la se"unda mitad del si"lo ##. $unque por lo "eneral estuvo solo, mantuvo de ve% en cuando relaciones con otros hombres. &ivi en tiempos de a"itacin ! desdicha. El pa's que le vio vio nace nacerr se incl inclin inab aba a lent lenta a pero pero ine( ine(or orab able leme ment nte e haci hacia a la %ona %ona econ ec onm mic ica a de los los pa's pa'ses es me medi dio o pobr pobres es)) ac acec echa hado doss a me menu nudo do por por la miseria, los hombres de su "eneracin se pasaron adem*s la vida en medio de la soledad ! la amar"ura. Los sentimientos de amor, ternura ! +rat +rater erni nida dad d huma humana na hab' hab'an an desa desapa pare reci cido do en "ran "ran me medi dida da)) en sus sus relaciones mutuas, sus contempor*neos casi siempre daban muestras de indi+erencia, e incluso de crueldad. En el momento de su desaparicin, ichel -er%insi era un*nimemente considerado un bilo"o de primer orden, ! se pensaba seriamente en 0l para el Premio 1obel) su verdadera importancia no saldr'a a la lu% hasta un poco m*s tarde. En la 0poca en la que vivi -er%insi, casi todos consideraban que la +iloso+'a estaba desprovista de cualquier importancia pr*ctica, incluso de obeto. En realidad, la visin del mundo adoptada con ma!or +recuencia en un mome moment nto o dado dado por por los los miem miembr bros os de una una so soci cied edad ad dete determ rmin ina a su econom'a, su pol'tica ! sus costumbres. Lass muta La mutaci cion ones es me meta ta+' +'si sica cass 2es 2es deci decir, r, las las tran transi sici cion ones es radi radica cale less ! "lobales de la visin del mundo adoptada por la ma!or'a2 son raras en la historia de la humanidad. 3omo eemplo, se puede citar la aparicin del cristianismo. En cuan cuanto to se prod produc uce e una una muta mutaci cin n me meta ta+' +'si sica ca,, se desa desarr rrol olla la sin sin enco encont ntra rarr resi resist sten enci cia a hast hasta a sus sus 4lti 4ltima mass co cons nsec ecue uenc ncia ias. s. 5arr 5arre e sin sin ni siquiera prestarles atencin los sistemas econmicos ! pol'ticos, los uicios est0 es t0ti tico cos, s, las las era erarq rqu' u'as as so soci cial ales es.. 1o ha! ha! +uer +uer%a %a huma humana na que que pued pueda a inte interr rrum umpi pirr su curs curso. o... ..,, sa salv lvo o la apar aparic ici in n de una una nuev nueva a muta mutaci cin n meta+'sica. 1o se puede decir que las mutaciones meta+'sicas a+ecten especialmente a las las socied ciedad ades es debi debili littadas adas,, !a en decl decliv ive. e. 3uan 3uand do apar aparec eci i el cris cristi tian anis ismo mo,, el 6mpe 6mperi rio o roma romano no es esta taba ba en la c4sp c4spid ide e de su pode poder) r) per er+e +ect ctam amen ente te or"an r"ani% i%ad ado o, domina minab ba el univ univer erso so conoc onocid ido o) su superioridad t0cnica ! militar no ten'a paran"n) aun as', tampoco ten'a la menor oportunidad. 3uando apareci la ciencia moderna, el cristianismo medieval constitu'a un sistema completo de comprensin del hombre ! el universo) serv'a de base al "obierno de los pueblos, produc'a conocimientos ! obras, decid'a tanto la pa% como la "uerra, or"ani%aba la produccin ! la distribucin de los bienes) nada de todo esto iba a impedir que se viniera abao. ichel -er%insi no +ue ni el primero ni el principal art'+ice de esta tercera muta mutaci cin n me meta ta+' +'si sica ca,, en much muchos os se sent ntid idos os la m* m*ss radi radica cal, l, que que iba iba a inau"urar un nuevo per'odo en la historia del mundo) pero, a causa de ciert ciertas as circun circunsta stanci ncias as mu! partic particula ulares res,, +ue mientr mientras as vivi vivi uno de los art'+ices m*s conscientes, m*s l4cidos. Hoy vivimos en un reino r eino completamente nuevo, Y la mezcla de circunstancias envuelve nuestros cuerpos,
Baña nuestros cuerpos, En un halo de júbilo. Lo que los hombres de antaño presintieron a veces a travs de la música, !osotros lo llevamos a la pr"ctica cada d#a. Lo que para ellos pertenec#a al campo de lo inaccesible y de lo absoluto, !osotros lo consideramos al$o sencillo y conocido. %in embar$o, no despreciamos a esos hombres& %abemos lo que debemos a sus sueños, %abemos que no ser#amos ser#amos nada sin la mezcla de dolor y ale$r#a que 'ue su historia, %abemos que llevaban nuestra ima$en dentro cuando atravesaban el odio y el miedo, cuando chocaban en la oscuridad, (uando escrib#an, poco a poco, su historia. %abemos que no habr#an sido, que ni siquiera podr#an haber sido, sin $uardar en el 'ondo de su coraz)n esa esperanza, !i siquiera podr#an haber e*istido sin su sueño. +hora que vivimos en la luz, +hora que vivimos en las cercan#as inmediatas de la luz Y que la luz baña nuestros cuerpos, Envuelve nuestros cuerpos, En un halo de júbilo, +hora que nos hemos establecido en las cercan#as inmediatas del r#o, En tardes ina$otables +hora que la luz en torno a nuestros cuerpos se ha vuelto palpable, +hora que hemos lle$ado a nuestro destino Y que hemos dejado atr"s el universo de la separaci)n, El universo mental de la separaci)n, ara bañarnos en la ale$r#a inm)vil y 'ecunda -e una nueva ley, Hoy, or primera vez, odemos contar el 'inal del anti$uo reino.
Primera parte El reino perdido 7 El 7 de ulio de 7889 ca'a en mi0rcoles. $s' que con toda l"ica, aunque +uese poco habitual, -er%insi or"ani% su copa de despedida un martes por la tarde. Entre las cubetas de con"elacin de embriones ! un poco aplastado por su volumen, un re+ri"erador 5randt alber"aba las botellas de champ*n) por lo "eneral serv'a para conservar los productos qu'micos corrientes. 3uatro botellas para quince) era un poco usto. Por lo dem*s, todo era un poco usto) las motivaciones que los reun'an eran super+iciales) una palabra torpe, una mirada de reoo ! el "rupo corr'a el ries"o de dispersarse, de que cada cual saliera corriendo hacia su coche. Estaban en una habitacin climati%ada del stano, embaldosada en blanco, decorada con un poster de la"os alemanes. 1adie hab'a propuesto que hicieran +otos. n oven investi"ador lle"ado a principios del a;o, un barbudo de aspecto est4pido, se eclips al cabo de unos minutos con la e(cusa de tener problemas de "arae. n malestar cada ve% m*s perceptible se e(tendi entre los invitados) las vacaciones lle"ar'an pronto. $l"unos iban a la casa +amiliar, otros hac'an turismo verde. Las palabras cru%adas restallaban lentamente en el aire.
de la droso+ila) era soltera. -elante de su ?o!ota le tendi la mano a la investi"adora, sonriendo @hac'a unos se"undos que preve'a hacer ese "esto, acompa;ar el apretn de una sonrisa, ! se preparaba mentalmenteA. Las palmas se unieron, sacudi0ndose con suavidad. Pens, un poco tarde, que a ese apretn le +altaba calide%) teniendo en cuenta las circunstancias podr'an haberse besado, como hacen los ministros o al"unos cantantes. 3onsumado el adis, 0l se qued en el coche durante cinco minutos que le parecieron lar"os. BPor qu0 no arrancaba ellaC BH de los habitantes contestaban <'F. Era comprensible) los edi+icios eran baos, separados por una e(tensin de c0sped. &arios hipermercados permit'an hacer la compra con +acilidad) la
idea de calidad de vida no parec'a e(cesiva cuando se aplicaba a Palaiseau. Dacia Par's, la autopista del sur estaba desierta. ?en'a la impresin de estar en una pel'cula de ciencia +iccin neo%elandesa que hab'a visto en sus a;os de estudiante: el 4ltimo hombre sobre la ?ierra, tras la desaparicin de cualquier tipo de vida. $l"o en la atms+era evocaba un apocalipsis seco. Dac'a unos die% a;os que -er%insi viv'a en la rue =r0micourt) se hab'a acostumbrado a ella, el barrio era tranquilo. En 788>, sinti necesidad de compa;'a) al"o que le diera la bienvenida al volver cada tarde. Eli"i un canario blanco, un animal t'mido. 3antaba, sobre todo por las ma;anas) sin embar"o, no parec'a +eli%) pero Bpuede ser +eli% un canarioC La ale"r'a es una emocin intensa ! pro+unda, un sentimiento e(altante de plenitud e(perimentado por toda la conciencia) se puede comparar con la embria"ue%, con el arrebato, con el 0(tasis. na ve% sac al p*aro de la aula. $terrori%ado, 0ste se ca" en el so+* antes de lan%arse contra los hierros de la aula, en busca de la puerta de entrada. &olvi a intentarlo un mes m*s tarde. Esta ve%, el pobre animal se ca! por la ventana) amorti"uando lo meor que pudo la ca'da, el p*aro consi"ui posarse en un balcn del edi+icio de en+rente, cinco pisos m*s abao. ichel tuvo que esperar a que volviera su ocupante, con+iando ansiosamente en que no tuviera "ato. Result que la chica era redactora de / +ns, viv'a sola ! re"resaba tarde. 1o ten'a "ato. Dab'a ca'do la noche) ichel recuper al animalito, que temblaba de +r'o ! de miedo, acurrucado contra la pared de hormi"n.
El 7K de diciembre de 78, en una lectura ante la $cademia de 5erl'n titulada Mur ?heorie des Gese%tes der Ener"ieverteilun" in 1ormapetrumF, a( Plan introduo por primera ve% la nocin de quantum de ener"'a, que iba a tener un papel decisivo en la evolucin ulterior de la +'sica. Entre 78 ! 78J, impulsados sobre todo por Einstein ! 5ohr, al"unos modelos m*s o menos in"eniosos intentaron encaar el nuevo concepto en el marco de las teor'as anteriores) slo a partir de principios de los a;os veinte se vio que ese marco estaba irremediablemente condenado. >. Es como cocinar. -e ve% en cuando ha! un insi"ni+icante pro"reso en el empareamiento) en "eneral, con eso basta para que a uno le den el 1obel. 5ricolae) una broma.F
La tarde del 7 de ulio hac'a un calor aplastante) era una de esas tardes que acaban mal, en las que termina estallando la tormenta ! se dispersan los cuerpos desnudos. El despacho de -esplechin daba al puente de $natole =rance. $l otro lado del
3uando el otro se +ue, -esplechin volvi a acercarse a los ventanales. La tormenta estall a eso de las nueve de la noche. -er%insi escuch la lluvia bebiendo a peque;os tra"os un arma"nac no mu! caro. $cababa de cumplir cuarenta a;os: Bestaba siendo v'ctima de la crisis de los cuarentaC ?eniendo en cuenta la meora de las condiciones de vida, ho! en d'a la "ente de cuarenta a;os est* en plena +orma, su condicin +'sica es e(celente) los primeros si"nos que indican 2tanto por el aspecto +'sico como por la reaccin de los r"anos al es+uer%o2 que uno acaba de lle"ar a cierto nivel, que se inicia el lar"o descenso hacia la muerte, no suelen producirse hasta los cuarenta ! cinco o incluso los cincuenta a;os. $dem*s, la +amosa crisis de los cuarentaF se asocia a menudo a +enmenos se(uales, a la b4squeda s4bita ! +ren0tica del cuerpo de chicas mu! venes. En el caso de -er%insi, estas consideraciones estaban +uera de lu"ar: la polla le serv'a para mear, ! eso era todo. $l d'a si"uiente se levant a eso de las siete, sac de su librer'a La parte y el todo, la autobio"ra+'a cient'+ica de Terner Deisenber", ! se diri"i a pie hacia el 3hamp de ars. La aurora era l'mpida ! +resca. ?en'a ese libro desde los diecisiete a;os.
nueva v#a, o al menos para buscar una nueva brújula que les permitiera orientarse, ya que la anti$ua se hab#a roto. 6na hermosa mañana de primavera emprend# una caminata con un $rupo de entre diez y veinte compañeros. %i mal no recuerdo, el paseo nos llevaba a travs de las colinas que bordean la orilla oeste del la$o %tarnber$& cada vez que hab#a un claro entre las 'ilas de hayas de un verde luminoso, el la$o aparec#a a la izquierda, debajo de nosotros, y parec#a e*tenderse casi hasta las montañas que compon#an el 'ondo del paisaje. (uriosamente, durante este paseo tuvo lu$ar mi primera discusi)n sobre el mundo de la '#sica at)mica, una discusi)n que iba a ser muy si$ni'icativa para m# en el curso posterior de mi carrera.7
3erca de las once volvi a aumentar el calor. -e re"reso en casa, ichel se desnud del todo antes de tumbarse. -urante las si"uientes tres semanas, sus movimientos +ueron mu! restrin"idos. Podr'amos ima"inar que el pe%, sacando de ve% en cuando la cabe%a del a"ua para boquear al aire, percibiera durante unos se"undos un mundo a0reo, completamente distinto..., paradis'aco. Por supuesto, tendr'a que re"resar ense"uida a su universo de al"as, donde los peces se devoran. Pero durante unos se"undos habr'a intuido un mundo di+erente, un mundo per+ecto: el nuestro. La noche del 7N de ulio llam a 5runo por tel0+ono.
1acido en 799J en un pueblo del interior de 3rce"a, en el seno de una +amilia de campesinos anal+abetos, artin 3eccaldi parec'a destinado a llevar la vida a"r'cola ! pastoral, con su limitado radio de accin, que llevaron sus antepasados durante una serie inde+inida de "eneraciones. Es una vida que desapareci hace tiempo de nuestras re"iones, ! cu!o an*lisis e(haustivo slo o+rece, por lo tanto, un inter0s limitado) de ve% en cuando, al"unos ecolo"istas radicales mani+iestan una nostal"ia incomprensible por ella) sin embar"o vo! a o+recer, para ser completo, una breve descripcin sint0tica de ese tipo de vida: uno tiene naturale%a ! aire puro, cultiva al"unas parcelas @cu!o n4mero est* +iado con precisin por un estricto sistema de herenciasA, de ve% en cuando abate un abal') +olla como un loco, especialmente con su muer, que da a lu% hijos) educa a los susodichos hios para que ocupen su lu"ar en el mismo ecosistema) se pone en+ermo, ! se acab. El destino sin"ular de artin 3eccaldi es, en realidad, per+ectamente sintom*tico del papel de inte"racin en la sociedad +rancesa ! en la promocin del pro"reso t0cnico que tuvo la escuela laica durante toda la ?ercera Rep4blica. se cas con GeneviVve Qul!, una estanquera de remotos or'"enes lan"uedocianos cu!a +amilia llevaba dos "eneraciones instalada en $r"elia. En 78J9 tuvieron una hia, Qanine. El relato de una vida humana puede ser tan lar"o o tan breve como uno quiera. 1aturalmente se recomienda, por su e(trema brevedad, la opcin meta+'sica o tr*"ica, que se limita al +in ! al cabo a las +echas de nacimiento ! muerte "rabadas cl*sicamente en una l*pida. En el caso de artin 3eccaldi, parece oportuno invocar una dimensin histrica ! social, poniendo el acento no tanto en las caracter'sticas personales del individuo como en la evolucin de la sociedad de la cual es elemento sintom*tico. $rrastrados por la evolucin histrica de su 0poca !, a la ve%, habiendo decidido +ormar parte de ella, los individuos sintom*ticos llevan, por lo "eneral, una vida simple ! +eli%) el relato cl*sico de sus vidas puede ocupar una o dos p*"inas. Qanine 3eccaldi, por su parte, pertenec'a a la desalentadora cate"or'a de los precursores. u! bien adaptados, por una
parte, al modo de vida ma!oritario de su 0poca, intentando a la ve% sobrepasarlo por arribaF a base de preconi%ar nuevos comportamientos o de populari%ar comportamientos todav'a poco practicados, los precursores necesitan, por lo "eneral, una descripcin al"o m*s lar"a, puesto que su recorrido suele ser m*s atormentado ! con+uso. Empero slo tienen un papel de acelerador histrico 2normalmente, acelerador de una descomposicin histrica2 ! nunca pueden imprimir una nueva direccin a los acontecimientos) ese papel est* reservado a los revolucionarios o a los pro'etas. u! pronto la hia de artin ! GeneviVve 3eccaldi mani+est aptitudes intelectuales +uera de lo com4n, que por lo menos i"ualaban las de su padre, unto con los si"nos de un car*cter mu! independiente. Perdi la vir"inidad a la edad de trece a;os @cosa e(cepcional en su 0poca ! entornoA, antes de dedicar los a;os de "uerra @m*s bien tranquilos en $r"eliaA a asistir a los principales bailes que ten'an lu"ar cada +in de semana, primero en 3onstantina ! lue"o en $r"el) todo ello sin dear de acumular, trimestre tras trimestre, impresionantes resultados escolares. $s' pues, provista de un bachillerato con mencin honor'+ica ! una e(periencia se(ual !a slida, de a sus padres en 78KN para estudiar medicina en Par's. Los a;os de la pos"uerra inmediata +ueron laboriosos ! violentos) el 'ndice de produccin industrial estaba en su punto m*s bao, ! hasta 78K9 no +ue abolido el racionamiento de alimentos. . El 0(ito, reco"ido en las p*"inas de in+ormacin de las revistas +emeninas, que por entonces
estaban en pleno desarrollo, +ue +ulminante, ! en 78NN se inau"ur una nueva cl'nica en las colinas de 3annes. $mbos esposos +ormaban lo que despu0s dio en llamarse una parea modernaF, ! Qanine se qued embara%ada de su marido m*s bien por descuido. -ecidi, sin embar"o, tener al ni;o) pensaba que la maternidad era una de esas e(periencias que una muer debe vivir) el embara%o, por otra parte, +ue bastante a"radable, ! 5runo naci en mar%o de 78N. Los +astidiosos cuidados que reclama un ni;o peque;o pronto les parecieron a la parea poco compatibles con su ideal de libertad personal, ! en 78N9, de com4n acuerdo, mandaron a 5runo con sus abuelos maternos a $r"el. En ese momento, Qanine estaba embara%ada otra ve%) pero en esta ocasin el padre era arc -er%insi. Empuado por una miseria atro% que ra!aba con la hambruna, Lucien -er%insi abandon en 7878 la cuenca minera de Watowice, donde hab'a nacido veinte a;os antes, con la esperan%a de encontrar trabao en =rancia. Entr como obrero en los +errocarriles, primero en la construccin ! lue"o en el mantenimiento de las v'as, ! se cas con arie Le Rou(, hia de obreros nativos de 5or"o;a ! empleada tambi0n en los +errocarriles. ?uvieron cuatro hios antes de que 0l muriese en 78KK durante un bombardeo aliado. El tercer hio, arc, ten'a catorce a;os cuando muri su padre. Era un chico inteli"ente, serio, un poco triste. Gracias a un vecino, entr en 78K como aprendi% de electricista en los estudios Path0 de Qoinville. Ense"uida se vio que estaba mu! dotado para ese trabao: a partir de instrucciones sumarias, preparaba e(celentes +ondos de iluminacin antes de la lle"ada del operador e+e. Denri $lean le apreciaba mucho ! quer'a convertirlo en su a!udante, pero en 78N7 decidi entrar en la OR?=, que acababa de empe%ar a emitir. 3uando conoci a Qanine, a principios de 78N, estaba haciendo un reportae para la televisin sobre
con esperar el si"uiente tema de reportae. 3uando ella or"ani%aba una cena, lo normal era que 0l cenase solo ! un poco antes en la cocina) despu0s iba a dar un paseo por la orilla del mar. &olv'a usto antes de que se +ueran los invitados, con el prete(to de que ten'a que acabar un montae. El nacimiento de su hio, en unio de 78N9, le provoc una evidente turbacin. de unio, a mitad de la tarde. La casa parec'a desierta.
enamorado del budismo tibetano, que 3hina intentaba erradicar violentamente) lue"o de de haber noticias. La protesta +rancesa al "obierno chino no tuvo e+ecto, ! aunque no encontraron su cuerpo, lo declararon o+icialmente desaparecido un a;o despu0s. N Estamos en el verano de 789, ! ichel tiene die% a;os. -esde los dos vive solo con su abuela. &iven en 3harn!, en onne, cerca de la +rontera del Loiret. Por las ma;anas se levanta pronto para preparar el desa!uno de su abuela) se ha hecho una +icha especial donde ha apuntado el tiempo de in+usin del t0 ! el n4mero de rebanadas de pan con mantequilla ! de otras cosas. $ menudo se queda en su habitacin hasta la comida de mediod'a. Lee a Qulio &erne, El perro i' o El (lub de los (inco ) pero sobre todo se sumer"e en su coleccin de ?odo el niverso. $ll' hablan de la resistencia de los materiales, de la +orma de las nubes, del baile de las abeas. Dablan del ?a ahal, un palacio construido por un re! mu! anti"uo en homenae a su reina muerta) de la muerte de <crates) o de Euclides, que invent la "eometr'a hace tres mil a;os. Por la tarde, se sienta en el ard'n. $po!ado en el cere%o, en pantaln corto, siente la masa el*stica de la hierba.
hierba reci0n cortada. El se acurrucaba contra contra su c*lido pecho) ella llevaba una +alda corta. $l d'a si"uiente ambos estaban cubiertos de puntitos roos ! ten'an picores terribles por todo el cuerpo. El 9hrombidium holosericum, llamado tambi0n acaro, era mu! com4n en las praderas durante el verano. ?iene unos dos mil'metros de di*metro. El cuerpo es "rueso, carnoso, mu! abombado, roo vivo. Planta la boca en la piel de los mam'+eros, causando irritaciones insoportables. La Lin$uatulia rhinaria, o lin"uatula, vive en las +osas nasales ! los senos +rontales o ma(ilares del perro, a veces del hombre. El embrin es oval, con una cola trasera) la boca posee un aparato per+orante. ?iene dos pares de ap0ndices @o mu;onesA con lar"as "arras. El adulto es blanco, lanceolado, ! su lon"itud est* entre 79 ! 9N mil'metros. El cuerpo es aplastado, anillado, transparente, ! est* cubierto de esp'culas quitinosas. En diciembre de 789, la abuela se mud para instalarse en
Llevando Llevando la idea al e(tremo, e(tremo, una sociedad sociedad re"ida por los principios principios puros puros de la moral universal durar'a tanto como el mundo. ichel admiraba a todos los h0roes de i' , pero su +avorito era, sin duda, Lobo 1e"ro, el indio solitario, noble s'ntesis de las cualidades del apache, el siou( ! el che!enne. Lobo ne"ro atravesaba eternamente las praderas, con su caballo
die%mado su clan.
todo las (alliphora ! las Lucilia. El cad*ver, bao la accin combinada de las bacterias ! de los u"os di"estivos que secretan las larvas, se lic4a m*s o menos ! se convierte en escenario de +ermentaciones but'ricas ! amoniacales. $l cabo de tres meses las moscas han terminado su obra, ! las sustitu!e un escuadrn de colepteros de tipo -ermestes ! de lepidpteros +$lossa pin$uinalis, que se alimentan principalmente de "rasas. Las larvas de la iophila petasionis ! los colepteros de tipo (orynetes aprovechan las materias proteicas en proceso de +ermentacin. El cad*ver, descompuesto, contiene todav'a al"o de humedad ! es presa de los acaras, que absorben las 4ltimas sanies. na ve% seco ! momi+icado, si"ue alber"ando e(plotadores: las larvas de las ata"enas ! las antrenas, las oru"as de la +$lossa cuprealis ! de la 9ineola biselelia.
rellenos, coneo con aceitunas, cuscas en ocasiones. Lo 4nico que no le sal'a bien era la reposter'a) pero los d'as en que cobraba la pensin llevaba a casa caas de turrn, crema de casta;as, pastelillos de $i(. Poco a poco, 5runo se convirti en un ni;o obeso ! t'mido. Ella no com'a casi nada. Los domin"os por la ma;ana se levantaba un poco m*s tarde) 5runo iba a su cama ! se acurrucaba contra aquel cuerpo descarnado. $ veces ima"inaba que ten'a un cuchillo ! que se levantaba de noche para apu;alarla en pleno cora%n) despu0s se derrumbaba ba;ado en l*"rimas sobre su cad*ver) ima"inaba que 0l morir'a poco despu0s. $ +inales de 78 la abuela recibi una carta de su hia, que hab'a conse"uido su direccin "racias al padre de 5runo) ambos se escrib'an todos los a;os por 1avidad. Qanine no se lamentaba mucho por el pasado, evocado en la si"uiente +rase: e he enterado de la muerte de pap* ! de tu mudan%a.F $nunciaba, adem*s, que deaba 3ali+ornia e iba a vivir en el sur de =rancia) no daba una direccin. na ma;ana de mar%o de 78, mientras intentaba preparar bu;uelos de calabac'n, la anciana se tir encima una ca%uela de aceite hirviendo. ?uvo +uer%as para salir al descansillo) sus "ritos alertaron a los vecinos. Por la tarde, a la salida del cole"io, 5runo vio a la se;ora Daou%i, que viv'a en el piso de arriba) ella lo llev directamente al hospital. Le dearon ver a su abuela unos minutos) las s*banas ocultaban las heridas. Le hab'an dado mucha mor+ina) sin embar"o reconoci a 5runo ! le co"i la mano) lue"o se llevaron al ni;o. Esa noche le +all el cora%n. Por se"unda ve%, 5runo tuvo que en+rentarse a la muerte) por se"unda ve% se le escap casi por completo el sentido del acontecimiento. $;os m*s tarde, cuando le devolv'an un deber de +ranc0s o una composicin de historia con buenas cali+icaciones, se"u'a dici0ndose que ten'a que cont*rselo a la abuela. -e inmediato, claro, se dec'a que estaba muerta) pero era una idea intermitente, que en realidad no interrump'a el di*lo"o. 3uando "an las oposiciones como pro+esor de letras modernas, coment sus notas con ella durante mucho rato) en aquella 0poca, no obstante, slo cre'a en su abuela a rachas. 3ompr dos caas de crema de casta;as para la ocasin) +ue su 4ltima conversacin importante. 3uando acab sus estudios ! le destinaron a su primer puesto de ense;an%a, se dio cuenta de que hab'a cambiado, que !a no conse"u'a entrar en contacto con ella) la ima"en de su abuela desaparec'a lentamente tras la pared. $l d'a si"uiente del entierro tuvo lu"ar una e(tra;a escena.
5runo no ten'a obeciones) aquellas dos personas no parec'an directamente hostiles. -e todos modos, la verdadera vida era la vida con su abuela. 9
EL ANIMAL OMEGA 5runo est* apo!ado en el lavabo. 9 el nombre de 5rasseur. Pero 3ohen, aunque lo hab'an sacado de la cama en mitad de la noche, lo recibi con dul%ura. $l contrario que los vi"ilantes que estaban a sus rdenes, 0l trataba de usted a los alumnos. Era su tercer internado, ! no el m*s duro) sab'a que las v'ctimas casi siempre se nie"an a denunciar a sus verdu"os. Lo 4nico que pod'a hacer era sancionar al vi"ilante responsable del dormitorio de se(to. La ma!or'a de los padres ten'an a aquellos ni;os abandonados) 0l representaba para ellos la 4nica autoridad. ?endr'a que haberlos vi"ilado m*s de cerca, intervenir antes de las +altas) pero no era posible, slo hab'a cinco vi"ilantes por doscientos alumnos. 3uando 5runo se +ue, prepar un ca+0 ! hoe las +ichas de se(to.
le"alidad que 0l representaba, los malos tratos a chicos como 5runo no habr'an tenido l'mite. 5runo repiti se(to con alivio. Pel0, 5rasseur ! Tilmart pasaban a quinto, ! estar'an en un dormitorio di+erente. -es"raciadamente, si"uiendo las directivas del inisterio tras los acontecimientos del 9, se decidi reducir los puestos de maestro de internado ! sustituirlos por un sistema de autodisciplina) la medida estaba en el aire desde hac'a tiempo, ! adem*s ten'a la ventaa de reducir los "astos salariales. -esde entonces resultaba m*s +*cil pasar de un dormitorio a otro) los de quinto tomaron por costumbre or"ani%ar ra%%ias entre los m*s peque;os al menos una ve% por semana) volv'an del otro dormitorio con una o dos v'ctimas, ! empe%aba la sesin. $ +inales de diciembre, QeanXichel Wemp+, un chico del"ado ! t'mido que hab'a lle"ado a principios del a;o, se tir por la ventana para escapar de sus verdu"os. La ca'da pudo haber sido mortal) tuvo suerte de salvarse con +racturas m4ltiples. El tobillo estaba mu! mal, cost trabao recuperar las astillas de hueso) qued claro que el chico se iba a quedar coo. 3ohen or"ani% un interro"atorio "eneral que re+or% sus sospechas) a pesar de las ne"ativas, e(puls a Pel0 durante tres d'as. Pr*cticamente todas las sociedades animales +uncionan "racias a un sistema de dominacin vinculado a la +uer%a relativa de sus miembros. Este sistema se caracteri%a por una estricta erarqu'a) el macho m*s +uerte del "rupo se llama animal al'a) le si"ue el se"undo en +uer%a, el animal beta, ! as' hasta el animal m*s bao en la erarqu'a, el animal ome$a. Por lo "eneral, las posiciones er*rquicas se determinan en los rituales de combate) los animales de bao ran"o intentan meorar su posicin provocando a los animales de ran"o superior, porque saben que en caso de victoria su situacin meorar*. n ran"o elevado va acompa;ado de ciertos privile"ios: alimentarse primero, copular con las hembras del "rupo. 1o obstante, el animal m*s d0bil puede evitar el combate adoptando una postura de sumisi)n @a"acharse, presentar el anoA. 5runo se hallaba en una situacin menos +avorable. La brutalidad ! la dominacin, corrientes en las sociedades animales, se ven acompa;adas !a en los chimpanc0s @an tro$lodytesA por actos de crueldad "ratuita hacia el animal m*s d0bil. Esta tendencia alcan%a el m*(imo en las sociedades humanas primitivas, ! entre los ni;os ! adolescentes de las sociedades desarrolladas. *s tarde aparece la piedad, o identi+icacin con el su+rimiento del primo) esta piedad se sistemati%a r*pidamente en +orma de ley moral. En el internado del liceo de eau(, Qean 3ohen representaba la le! moral, ! no ten'a la menor intencin de apartarse de ella. 1o le parec'a abusiva en absoluto la utili%acin que los na%is hab'an hecho de 1iet%sche) al ne"ar la compasin, al situarse m*s all* de la le! moral, al establecer el deseo ! el reino del deseo, el pensamiento de 1iet%sche conduc'a naturalmente al na%ismo, en su opinin. ?eniendo en cuenta su anti"edad ! su nivel de diplomas, podr'an haberlo nombrado director de instituto) se"u'a en el puesto de vi"ilante "eneral por su propia voluntad. -iri"i varias cartas a la inspeccin acad0mica para quearse de la reduccin de puestos de maestro de internado) las cartas no tuvieron el menor e+ecto. En un %oo, un can"uro macho @macropodidsA se comportar* a menudo como si la posicin vertical de su "uardi*n +uera un desa+'o al combate. La a"resin del can"uro puede evitarse si el "uardi*n adopta una postura inclinada, caracter'stica de los can"uros apacibles. Qean 3ohen no ten'a nin"una "ana de convertirse en un can"uro apacible. La maldad de ichel
5rasseur, estadio evolutivo normal de un e"o'smo !a presente en animales menos evolucionados, hab'a deado coo para siempre a uno de sus compa;eros) en chicos como 5runo, era probable que causara da;os psicol"icos irreversibles. 3uando llam a 5rasseur a su despacho para interro"arle lo hi%o sin la menor intencin de ocultarle su desprecio, ni su propsito de conse"uir que lo e(pulsaran. ?odos los domin"os por la tarde, cuando su padre lo llevaba de vuelta en el ercedes, 5runo empe%aba a temblar se"4n se acercaban a 1anteuilU lesUeau(. La sala de visitas del liceo estaba decorada con baorrelieves que representaban a los anti"uos alumnos m*s c0lebres: 3ourteline ! oissan. Geor"es 3ourteline, escritor +ranc0s, es autor de relatos que presentan con iron'a el absurdo de la vida bur"uesa ! administrativa. Denri oissan, qu'mico +ranc0s @premio 1obel en 78A desarroll el uso del horno el0ctrico ! aisl el silicio ! el +l4or.
En aquella 0poca, ichel ten'a ideas moderadas sobre la +elicidad. En de+initiva, nunca hab'a so;ado con ella. Esas ideas ven'an de su abuela, que se las hab'a transmitido directamente a sus hios.
10 O!O E" #$LPA !E #A%OLINE &E""A&AN $ partir de ese mismo comien%o de curso de 78, la situacin de 5runo en el internado meor li"eramente) entr en cuarto, empe% a +ormar parte de los ma!ores. -esde cuarto a terminal los alumnos se acostaban en los dormitorios del ala opuesta, en literas de cuatro camas.
el muslo de 3aroline essa!an estaba desnudo ! 0l no pens, en su in"enuidad, que pudiera estarlo en vano. $ medida que 5runo se hac'a ma!or ! recordaba con dis"usto los sentimientos de su in+ancia, se depuraba el n4cleo de su destino) todo se ve'a a la lu% de una irremediable ! +r'a evidencia. 1o ha! duda de que aquella tarde de 78, 3aroline essa!an habr'a sido capa% de borrar las humillaciones ! la triste%a de su primera in+ancia) tras este primer +racaso @porque desde el momento en que ella le apart la mano 0l no se atrevi a volver a diri"irle la palabraA todo +ue mucho m*s di+'cil.
de los a;os sesenta, estall a comien%os de los setenta con 0ademoiselle +$e tendre.! en / +ns, cristali%*ndose en torno a una pre"unta +undamental en aquella 0poca: BDasta dnde se puede lle"ar antes del matrimonioCF -urante estos mismos a;os, la opcin hedonistaUlibidinal de ori"en norteamericano recibi un poderoso apo!o de los r"anos de prensa de inspiracin libertaria @el primer n4mero de +ctuel apareci en octubre de 78, ! el de (harlie Hebdo en noviembreA.
2aunque m*s que probadas2, pod'a ocurrir. era lo m*s maravilloso que te pod'a suceder en la vida.
11 ichel conservaba una +oto"ra+'a de esa 0poca, tomada en el ard'n de los padres de $nnabelle en las vacaciones de Pascua de 787) su padre hab'a escondido huevos de chocolate en los bosquecillos ! los maci%os de +lores. En la +oto, $nnabelle estaba en medio de un maci%o de +ors!thias) apartaba las ramas absorta en la b4squeda, con la "ravedad de la in+ancia. La cara se le empe%aba a a+inar, ! !a pod'a adivinarse que iba a ser e(cepcionalmente hermosa. 5ao el su0ter se le dibuaba un poco el pecho. =ue la 4ltima ve% que hubo huevos de chocolate el d'a de Pascua) al a;o si"uiente !a eran demasiado ma!ores para aquellos ue"os. $ partir de los trece a;os, bao la in+luencia de la pro"esterona ! del estradiol que secretaban los ovarios, la muchacha empe% a acumular "rasa en los senos ! las nal"as. En el meor de los casos, estos r"anos adquieren un aspecto lleno, armonioso ! redondeado) su contemplacin despierta un violento deseo en el hombre. $nnabelle ten'a un cuerpo mu! bonito, como su madre a la misma edad. Pero el rostro de su madre hab'a sido a+able, a"radable sin m*s. 1ada hac'a presa"iar la dolorosa impresin de la belle%a de $nnabelle, ! su madre empe% a tener miedo. >) $nnabelle le esperaba en la estacin. Paseaban untos a lo lar"o de los canales de la peque;a
ciudad. $ veces 2en realidad mu! pocas2 iban al ca+0. $nnabelle !a sab'a que un d'a u otro a ichel le entrar'an "anas de besarla, de acariciar ese cuerpo cu!a metamor+osis empe%aba a sentir. Esperaba el momento sin impaciencia, pero tambi0n sin demasiado miedo) con+iaba en 0l.
una desventaa natural.F -esde la primera ve% que estuvo en casa de su madre, 5runo se dio cuenta de que los hippies nunca le aceptar'an) 0l no era ni ser'a nunca un animal hermoso. Por la noche, so;aba con vulvas abiertas. Por esa misma 0poca empe% a leer a Wa+a. La primera ve% sinti +r'o, una insidiosa helada) horas despu0s de terminar El proceso todav'a estaba aturdido, sin vi"or.
de 3r0c!XlaX3hapelle.
en constante aumento) capas sociales cada ve% m*s amplias se hundieron en la precariedad ! el desempleo. , tiene cierto valor de esp'n. $ partir de un subconunto de medidas se puede de+inir una historia, l"icamente coherente, de la que en cambio no puede a+irmarse que sea verdadera.) simplemente, puede sostenerse sin contradiccin. Entre las historias del mundo que son posibles en un marco e(perimental determinado, al"unas pueden reescribirse en la +orma normali%ada de Gri++iths) se llaman, entonces, historias coherentes de Gri++iths, ! en ellas es como si el mundo se compusiera de obetos aislados, dotados de propiedades intr'nsecas ! estables. 1o obstante, el n4mero de historias coherentes de Gri++iths que pueden reescribirse a partir de una serie de medidas es, por lo "eneral, bastante superior a 7. ?4 tienes conciencia de tu !o) esta conciencia te permite emitir una hiptesis: la historia que eres capa% de reconstruir a partir de tus propios recuerdos es una historia coherente, que usti+ica el principio de narracin un'voca. 3omo individuo aislado, empe;ado en e(istir durante cierto lapso de tiempo, sometido a una ontolo"'a de obetos ! propiedades, no te cabe la menor duda sobre este punto: se te puede asociar, necesariamente, una historia coherente de Gri++iths. Esta hiptesis a priori te sirve para la vida real, pero no para el mundo de los sue;os.
2e "ustar'a creer que el !o es una ilusin) pero eso no impide que sea una ilusin dolorosa... 2dio 5runo con suavidad) pero ichel no supo qu0 contestarle, no sab'a nada de budismo. La conversacin no era +*cil) se ve'an, como mucho, dos veces al a;o. -e venes, hab'an tenido discusiones apasionantes) pero ese tiempo hab'a pasado para siempre. En septiembre de 78>, entraron untos en primero 3) durante dos a;os asistieron untos a las clases de matem*ticas ! +'sica. ichel estaba mu! por encima del nivel de la clase. El universo humano 2empe%aba a darse cuenta2 era decepcionante, lleno de an"ustia ! de amar"ura. Las ecuaciones matem*ticas le daban una 'ntima ! serena ale"r'a. $van%aba en penumbra, ! de pronto encontraba una salida. 3on unas cuantas +rmulas, con unas cuantas +actori%aciones audaces, se elevaba a un nivel de luminosa serenidad. La primera ecuacin de la demostracin era la m*s emocionante, porque la verdad que revoloteaba a media distancia era todav'a incierta) la 4ltima ecuacin era la m*s deslumbrante, la m*s ale"re. Ese mismo a;o, $nnabelle empe% se"undo en el liceo de eau(.
1' %(GIMEN )PI#O En las pocas revolucionarias, los que se atribuyen con tan e*traño or$ullo el '"cil mrito de haber incitado a sus contempor"neos a las pasiones an"rquicas, no se dan cuenta de que su lamentable triun'o aparente se debe, sobre todo, a una disposici)n espont"nea, determinada por el conjunto de la situaci)n social correspondiente. $G
La mitad de la d0cada de los setenta estuvo marcada, en =rancia, por el 0(ito escandaloso de El 'antasma del para#so, La naranja mec"nica ! Los
rompepelotas.: tres pel'culas completamente di+erentes, cu!o com4n 0(ito
de clara la pertinencia comercial de una cultura ovenF, esencialmente basada en el se(o ! la violencia, que iba a se"uir "anando importancia en el mercado durante las d0cadas posteriores. Los treinta;eros enriquecidos de los a;os sesenta, por su parte, se vieron per+ectamente re+leados en Emmanuelle, que se estren en 78K: al proponer cmo entretenerse a base de lu"ares e(ticos ! +antas'as, la pel'cula de Qust Qaecin +ue con toda usticia, en el seno de una cultura que se"u'a siendo pro+undamente udeocristiana, un mani+iesto a +avor de la civili%acin del ocio. En un sentido m*s "eneral, el movimiento +avorable a la liberacin de las costumbres cont con 0(itos importantes en 78K. El J de mar%o se inau"ur en Par's el primer club &itatop, que tuvo un papel pionero en el *mbito de la +orma +'sica ! el culto al cuerpo. El N de ulio se adopt la le! sobre la ma!or'a de edad civil a los dieciocho a;os, el 77 la del divorcio por consentimiento mutuo) el adulterio desapareci del 3di"o Penal. =inalmente, el J9 de noviembre se aprob la le! &eil que autori%aba el aborto, "racias al apo!o de la i%quierda ! tras un debate tumultuoso que la ma!or parte de los comentaristas cali+icaron de histricoF. La antropolo"'a cristiana, ma!oritaria durante mucho tiempo en los pa'ses occidentales, conced'a una ilimitada importancia a la vida humana, desde la concepcin hasta la muerte) esta importancia se relaciona con el hecho de que los cristianos creen que en el interior del cuerpo humano ha! un alma, en principio inmortal, ! destinada a reunirse +inalmente con -ios. En los si"los #6# ! ##, "racias a los avances de la biolo"'a, se desarroll poco a poco una antropolo"'a materialista, basada en presupuestos radicalmente distintos ! de recomendaciones 0ticas mucho m*s modestas. Por una parte al +eto, peque;o amasio de c0lulas en estado de di+erenciacin pro"resiva, no se le atribu'a e(istencia individual autnoma hasta que no reuniese un cierto consenso social @ausencia de taras "en0ticas que la anularan, acuerdo de los padresA. Por otra parte el anciano, amasio de r"anos en estado de continuo desmembramiento, slo pod'a valerse de su derecho a sobrevivir a condicin de una coordinacin su+iciente de sus +unciones or"*nicas: se introduo el concepto de di$nidad humana . Los problemas 0ticos planteados por las edades e(tremas de la vida @el aborto !, al"unos a;os m*s tarde, la eutanasiaA constitu!eron desde entonces +actores de oposicin insuperables entre dos visiones del mundo, dos antropolo"'as radicalmente opuestas en el +ondo. El a"nosticismo por principio de la Rep4blica =rancesa +acilit el triun+o hipcrita, pro"resivo ! hasta li"eramente insidioso de la antropolo"'a materialista. Los problemas de valores de la vida humana, de los que nunca se hablaba abiertamente, si"uieron dando vueltas en todas las cabe%as) se puede a+irmar sin la menor duda que en parte contribu!eron, en el curso de las 4ltimas d0cadas de la civili%acin occidental, al establecimiento de un clima "eneral depresivo e incluso masoquista. Para 5runo, que acababa de cumplir dieciocho a;os, el verano de 78K +ue un per'odo importante ! hasta crucial. uchos a;os despu0s, cuando decidi consultar con un psiquiatra, tuvo que recordarlo muchas veces, modi+icando tal o cual detalle) el psiquiatra, de hecho, parec'a apreciar much'simo ese relato. Ssta es la versin cannica que a 5runo le "ustaba contar:
. -avid ten'a entonces trece a;os. La primera tarde, se hab'a desnudado delante de 0l ! le hab'a animado a masturbarse. La se"unda tarde, ella misma le hab'a masturbado ! se la hab'a chupado. $l +inal, el tercer d'a, 0l pudo penetrarla. Para Qane era un recuerdo mu! a"radable) la polla del chico estaba r'"ida ! parec'a inde+inidamente disponible en su ri"ide%, incluso despu0s de varias e!aculaciones) no ha! duda de que a partir de ese momento le dio de+initivamente por los hombres venes. \
vacaciones. En aquella 0poca no me daba cuenta, pero ten'a problemas de dinero) por primera ve% le iban mal los ne"ocios. Pasado un tiempo me lo cont todo.
-espu0s +ue m*s di+'cil. La llev0 a mi casa, ! subimos directamente a mi habitacin. ?en'a miedo de que mi padre la viera) era un hombre que hab'a tenido mueres mu! "uapas en su vida. Pero dorm'a) de hecho, aquella tarde estaba completamente borracho ! no se despert hasta las die% de la noche. 3osa rara, ella no quiso que le quitara las bra"as. 1unca lo hab'a hecho, me dio) a decir verdad, nunca hab'a hecho nada con un chico. Pero me hi%o una paa sin vacilar, con mucho entusiasmo) recuerdo que sonre'a. Lue"o le acerqu0 la polla a la boca) la prob un poco, pero no le "ust demasiado. 1o insist', me puse a horcaadas sobre ella. 3uando apret0 el pene entre sus pechos me di cuenta de que ella era realmente +eli%) de escapar un leve "emido. Eso me e(cit much'simo) me enderec0 ! le ba0 las bra"as. Entonces no protest) incluso levant las piernas para a!udarme. 1o era nada bonita, pero ten'a un bonito co;o, tan bonito como el de cualquier otra. Dab'a cerrado los oos. 3uando le pas0 las manos por debao de las nal"as, abri los muslos de par en par. Eso me produo tal e+ecto que e!acul0 de inmediato, antes de haber podido entrar en ella. Dab'a un poco de esperma en su vello p4bico. o lo sent'a much'simo, pero ella me dio que no pasaba nada, que estaba contenta. 1o tuvimos mucho tiempo de hablar, !a eran las ocho ! ella ten'a que volver ense"uida a casa de sus padres. e dio, no s0 mu! bien por qu0, que era hia 4nica. Parec'a tan +eli%, tan or"ullosa de tener un motivo para lle"ar tarde a la cena, que estuve a punto de echarme a llorar. 1os besamos durante un buen rato en el ard'n, delante de la casa. $l d'a si"uiente re"res0 a Par's.F $l +inal de este minirrelato, 5runo hac'a una pausa. El terapeuta estornudaba con discrecin ! lue"o sol'a decir: 5ien.F
1* Ese mismo verano de 78K, $nnabelle de que un chico la besara en una discoteca de
pr*ctica. Dasta los diecis0is a;os, $nnabelle no hab'a tenido secretos para sus padres) tampoco los hab'a tenido para ichel, ! ahora se daba cuenta de lo raro ! valioso que eso resultaba. Esa noche, en unas pocas horas, $nnabelle se dio cuenta de que la vida de los hombres es una sucesin ininterrumpida de mentiras. $ la ve%, se dio cuenta de su belle%a. La e(istencia individual ! el sentimiento de libertad que va con ella constitu!en el +undamento natural de la democracia. En un r0"imen democr*tico, las relaciones entre los individuos est*n re"uladas normalmente por la +orma del contrato. 3ualquier contrato que e(ceda los derechos naturales de uno de los contratantes, o que no est0 provisto de unas cl*usulas de revocacin claras, puede considerarse nulo.
parec'a un poco a Qanine, pero era mucho m*s idiota. Esto! condenado..., condenado...F, se repet'a el padre de 5runo al encontrar una +oto de su e( muer cuando era oven ! darse cuenta del parecido.
1+ ,E%ANO !EL -. %us obras no les permiten reunirse con -ios, porque el esp#ritu de la prostituci)n est" entre ellos, y porque no conocen al Eterno
O
$l baar del autob4s de 3arpentras los recibi un hombre debilitado ! en+ermo. Dio de un anarquista italiano emi"rado a Estados nidos en los a;os veinte, =rancesco di eola hab'a triun'ado en la vida) a nivel +inanciero, se entiende. $l +inal de la
Du(le! le prest escasa atencin) pero este encuentro caus en -i eola una impresin decisiva. Los motivos que le llevaron a marcharse de 3ali+ornia en 78 para comprar una propiedad en DauteXProvence no estaban mu! claros, ni siquiera para 0l. *s tarde, casi al +inal, empe% a decirse que quer'a, por al"una oscura ra%n, morir en Europa) pero en aquel momento slo ten'a conciencia de otros motivos m*s super+iciales. El movimiento de ma!o del 9 le hab'a impresionado, ! cuando empe% el re+luo de la ola hippie en 3ali+ornia, se dio que qui%* habr'a al"o que hacer con la uventud europea. Qane lo animaba a ello. La uventud +rancesa estaba especialmente acorralada, so+ocada por el collar paternalista del "aullismo) pero se"4n ella bastar'a con una chispa para que ardiera todo. Lo que m*s le "ustaba a =rancesco, desde hac'a unos a;os, era +umar ci"arrillos de marihuana con chicas mu! venes, atra'das por el aura espiritual del movimiento) ! lue"o tir*rselas entre mandalas ! aromas de incienso. Por lo "eneral, las chicas que aparec'an en 5i"
la +inca, dici0ndoles que pod'an montar la tienda donde quisieran) 0l ten'a "anas de acostarse, pre+eriblemente sin encontrarse con nadie. Por su +'sico, se"u'a representando de maravilla al tipo de hombre sa"a% ! sensual, con la mirada chispeante de iron'a ! hasta de sabidur'a) al"unas chicas especialmente idiotas hab'an lle"ado a pensar que ten'a un rostro luminoso ! ben0volo. Sl no sent'a nin"una benevolencia, ! adem*s ten'a la impresin de ser un actor no demasiado bueno: Bcmo hab'a conse"uido en"a;ar a todo el mundoC -ecididamente, se dec'a a veces con cierta triste%a, estos venes en busca de nuevos valores espirituales son unos completos imb0ciles. uo vadisC Llamaron a su hio -avid. $ los quince a;os, -avid so;aba con ser roc< star . 1o era el 4nico. ucho m*s ricos que los banqueros o los directores "enerales, los roc< stars ten'an, adem*s, una ima"en rebelde. Qvenes, "uapos, +amosos, deseados por todas las mueres ! envidiados por todos los hombres, las estrellas del roc constitu'an la cima absoluta de la erarqu'a social. 1o hab'a nada en la historia de la humanidad, desde la divini%acin de los +araones en el anti"uo E"ipto, que pudiera compararse al culto de la uventud europea ! norteamericana por los roc< stars. ='sicamente, -avid lo ten'a todo a su +avor: era incre'blemente "uapo, de una belle%a a la ve% animal ! diablica) una cara viril, pero de ras"os asombrosamente puros) lar"o pelo ne"ro mu! espeso, un poco ri%ado) "randes oos de un a%ul pro+undo. Gracias a las relaciones de su padre, -avid consi"ui "rabar un sencillo de KN revoluciones cuando cumpli diecisiete a;os) +ue un +racaso total. Da! que decir que sali el mismo a;o que %$t eppers, -ays o' ?uture assed ! otros cuantos as'. Qimi Dendri(, los Rollin"
en Europa. Encontr trabao en un club de la 3osta $%ul) eso no +ue un problema. Las chicas le esperaban todas las noches en el camerino) eso tampoco era un problema. Pero nin"una casa de discos prest la menor atencin a sus demos. 3uando -avid conoci a $nnabelle, !a se hab'a acostado con m*s de quinientas mueres) sin embar"o, no pod'a recordar una per+eccin pl*stica semeante. $nnabelle, por su parte, se sinti atra'da hacia 0l, como todas las dem*s. Resisti varios d'as) slo cedi una semana despu0s de su lle"ada. Estaban bailando unas treinta personas en la parte trasera de la casa. La noche era estrellada ! suave. $nnabelle llevaba una +alda blanca ! una camiseta corta con un sol dibuado. -avid bailaba mu! cerca de ella, ! a veces la hac'a "irar en un pase de roc. 5ailaban sin cansarse desde hac'a m*s de una hora sobre un ritmo de tambor ora r*pido, ora lento. 5runo estaba inmvil contra un *rbol, con el cora%n en un pu;o, vi"ilante, en estado de alerta. ichel aparec'a al borde del c'rculo de lu% ! lue"o desaparec'a en la oscuridad. -e repente apareci, apenas a cinco metros. 5runo vio a $nnabelle dear a los que bailaban ! acercarse a 0l) la o! con toda claridad pre"untar: B1o bailasCF) ten'a una cara mu! triste en ese momento. ichel declin la invitacin con un "esto de una incre'ble lentitud, como el de un animal prehistrico reanimado poco antes. $nnabelle se qued inmvil delante de 0l entre cinco ! die% se"undos, lue"o se volvi ! se reuni con el "rupo. -avid la co"i por la cintura ! la atrao +irmemente hacia s'. Ella le puso las manos en los hombros. 5runo mir otra ve% a ichel) tuvo la impresin de que en su cara +lotaba una sonrisa) ba los oos. 3uando volvi a mirar, ichel hab'a desaparecido. $nnabelle estaba en bra%os de -avid) sus labios estaban mu! cerca. ?umbado en la tienda, ichel esper la aurora. $ eso del +inal de la noche estall una tormenta mu! violenta) le sorprendi darse cuenta de que estaba un poco asustado. Lue"o el cielo se calm, ! empe% a caer una lluvia lenta ! re"ular. Las "otas "olpeaban la tela con un ruido sordo, a pocos cent'metros de su cara) pero 0l estaba a salvo del contacto. -e repente tuvo el presentimiento de que su vida entera iba a parecerse a ese momento.
1. $l d'a si"uiente, la tienda de ichel estaba vac'a. ?odas sus cosas hab'an desaparecido, pero hab'a deado una nota que dec'a simplemente: 1O O< PREO3PS6<.F 5runo se march una semana despu0s. $l subir al tren se dio cuenta de que no hab'a intentado li"ar, ni siquiera hablar con al"uien. $ +inales de a"osto, $nnabelle vio que se le retrasaba la re"la.
Era un tipo de unos treinta a;os, entusiasta, con un bi"otito pelirroo, que se llamaba Laurent. Iuiso que ella le llamara por su nombre: Laurent. Le ense; los di+erentes instrumentos, le e(plic los mecanismos de la aspiracin ! del raspado. Le "ustaba establecer un di*lo"o democr*tico con sus clientes, a las que pre+er'a tratar como compa;eras. $po!aba desde el principio la causa de las mueres, ! se"4n 0l quedaba mucho por hacer. La operacin se +i para el d'a si"uiente) Plani+icacin =amiliar se encar"ar'a de los "astos. $nnabelle volvi al hotel con los nervios de punta. 6ba a abortar al d'a si"uiente) dormir'a otra noche en el hotel ! lue"o volver'a a su casa) as' lo hab'a decidido. -urante tres semanas hab'a pasado la noche en la tienda de -avid. La primera ve% le hab'a dolido un poco, pero despu0s hab'a sentido placer, un "ran placer) no sospechaba siquiera que el placer se(ual pudiera ser tan intenso. >) ense"uida se sinti mu! a "usto all'. Dab'a una cama estrecha, una mesa de trabao, estantes para los libros. La ventana daba a un c0sped que baaba hasta el r'o) asom*ndose un poco, a la derecha, se ve'a la masa de hormi"n del acelerador de part'culas. En aquel momento,
un mes antes del comien%o de las clases, la residencia estaba casi vac'a) slo se ve'an al"unos estudiantes a+ricanos, cu!o problema era sobre todo dnde meterse en a"osto, cuando todas las residencias cerraban. ichel intercambiaba al"unas +rases con la vi"ilante) durante el d'a paseaba a orillas del r'o. ?odav'a no ten'a ni idea de que iba a quedarse en aquella residencia m*s de ocho a;os. na ma;ana a eso de las once se tumb en la hierba, rodeado de *rboles indi+erentes. Le asombraba su+rir tanto.
ichel le co"i la mano) slo lo"raba reconocer esa mano. Sl le co"'a la mano a menudo hasta hac'a mu! poco, con m*s de diecisiete a;os. 1o abri los oos) pero qui%*, a pesar de todo, reconoci el contacto. Sl no apret mu! +uerte, simplemente le sostuvo la mano, como sol'a hacer) realmente esperaba que ella reconociera el contacto. Esta muer hab'a tenido una in+ancia terrible, trabaando en una "rana desde los siete a;os entre semibrutos alcohlicos.
por un sistema completamente distinto de osciladores armnicos) entonces podemos observar lo que hemos dado en llamar acto libre. $quella noche no ocurri nada semeante, ! $nnabelle volvi a casa de sus padres.
"e/unda parte Momentos etraos 1 5runo perdi el control del coche poco despu0s de pasar Poitiers. El Peu"eot >N derrap en mitad de la cal%ada, choc levemente con la barrera de se"uridad ! se qued parado despu0s de "irar como un trompo. ^ierda, me ca"o en la puta_F, ur en vo% baa. n Qa"uar que se acercaba a JJ ilmetros por hora +ren brutalmente, estuvo a punto de "olpear la otra barrera de se"uridad ! si"ui su camino con un concierto de bocina%os. 5runo sali ! a"it el pu;o en su direccin. ^3abrn, cabrn de mierda_F, aull. Lue"o dio media vuelta ! continu el viae. El Espacio de Recambio +ue creado en 78N por un "rupo de anti"uos militantes del 9 @a decir verdad nin"uno hab'a hecho nada en el 9) di"amos que ten'an esp#ritu del 9A en un amplio terreno plantado de pinos que pertenec'a a los padres de uno de ellos, un poco al sur de 3holet. El pro!ecto, impre"nado de los ideales libertarios de moda a principios de los a;os setenta, consist'a en poner en pr*ctica una utop'a concreta, es decir, un lu"ar donde uno se es+or%ar'a en vivir aqu' ! ahoraF se"4n los principios de la auto"estin, el respeto a la libertad individual ! la democracia directa. N ! se diri"i hacia una peque;a caseta de madera con un letrero encima que dec'a 56E1&E16-OF. -entro hab'a una muer de unos sesenta a;os con las piernas cru%adas a lo *rabe.
bolsa de mano. Per+ectoF, articul la viea con la misma sonrisa de retrasada. La circulacin de veh'culos estaba prohibida dentro del campin") decidi proceder en dos tiempos. Primero buscar un sitio para montar la tienda, ! lue"o ir a por las cosas. Qusto antes de irse hab'a comprado una tienda i"l4 en La personas, KK8 +rancosA. Lo primero que vio 5runo al lle"ar al prado +ue la pir*mide. &einte metros de base por veinte metros de altura: era per+ectamente equil*tera. ?odas las paredes eran de vidrio, divididas en paneles por una celos'a de madera oscura. $l"unos paneles re+leaban vivamente los ra!os del sol poniente) otros deaban ver la estructura interna: niveles ! tabiques de la misma madera oscura. El conunto quer'a evocar un *rbol ! lo conse"u'a bastante bien: el tronco estaba representado por un "ran cilindro que atravesaba la pir*mide ! deb'a de alber"ar la escalera principal. La "ente sal'a del edi+icio, sola o en peque;os "rupos) unos vestidos, otros desnudos. 5ao el sol poniente, que hac'a resplandecer la hierba, aquello parec'a una pel'cula de ciencia +iccin. 5runo observ la escena durante dos o tres minutos) despu0s volvi a co"er la tienda debao del bra%o ! empe% a subir la primera colina. El lu"ar abarcaba varias colinas arboladas, con el suelo cubierto de a"uas de pino ! salpicadas por al"unos claros) hab'a aseos colectivos aqu' ! all*) las +ronteras del campin" no estaban delimitadas. 5runo sudaba un poco, ten'a "ases) era evidente que hab'a comido demasiado en el *rea de servicio. Le costaba trabao pensar con claridad) sin embar"o, era consciente de que la eleccin del sitio pod'a resultar un elemento decisivo para el 0(ito de su estancia. En ese momento de sus re+le(iones vio una cuerda tendida entre dos *rboles. Dab'a bra"uitas sec*ndose, suavemente a"itadas por la brisa de la tarde. ?al ve% +uera una idea, se dio) la "ente habla con sus vecinos de campin") no es que siempre terminen +ollando, pero por lo menos hablan, ! como principio no est* mal. -e la tienda en el suelo ! empe% a estudiar las instrucciones de montae. La traduccin +rancesa era lamentable, ! la in"lesa no era mucho meor) supon'a que los otros idiomas europeos estar'an i"ual. ierda de chinitos. Pero Bqu0 quer'a decir suban las semirr'"idas a +in de concretar la bvedaFC Estaba mirando los esquemas con creciente desesperacin cuando una especie de squaw apareci a su derecha, vestida con una mini+alda de cuero) sus "randes senos se balanceaban en el crep4sculo. B$cabas de lle"arCF, dio la aparicin. B1ecesitas a!uda para montar la tiendaCF ?odo va bien...F, contest 0l con vo% estran"ulada, todo va bien, "racias. u! amable...F, a;adi en un susurro. Ol'a la trampa. en e+ecto, se"undos m*s tarde se o!eron "ritos en el wi"wam de al lado @Bdnde habr'an comprado aquelloC BLo habr'an hecho ellosCA. La squaw entr corriendo ! volvi a salir con dos cr'os min4sculos, uno en cada cadera, ! empe% a acunarlos blandamente. Los "ritos subieron de tono. El hombre de la squaw lle" trotando, polla al viento. Era un barbudo bastante musculoso, de unos cincuenta a;os ! lar"o pelo "ris. 3o"i a uno de los chiquillos ! empe% a hacerle caranto;as) era repu"nante. 5runo se apart unos metros) se hab'a sonroado. 3on monstruos semeantes, la noche en blanco estaba ase"urada. La mu! vaca estaba con la lactancia, era obvio) a pesar de todo, bonitos pechos.
5runo empe% a andar hacia un lado, ale*ndose con disimulo del wi"wam) pero no quer'a alearse demasiado de las bra"uitas. Eran obetos delicados, todo encaes ! transparencias) no cre'a que +ueran de 9N la squaw. Eli"i un sitio entre dos tiendas canadienses @Bser'an primasC, BhermanasC, Bcompa;eras de liceoCA ! se puso manos a la obra. 3uando termin casi hab'a ca'do la noche. 5a a buscar sus maletas a la 4ltima lu% de la tarde.
' %E#E HO%A" !E ,$ELO u! pronto, el Espacio de Recambio se en+rent a un problema de enveecimiento. Los ideales +undadores les parec'an caducos a los venes de los a;os ochenta. -eando aparte los talleres de teatro improvisado ! de masae cali+orniano, el Espacio era sobre todo ! en el +ondo un campin") desde el punto de vista de la comodidad del aloamiento o de la calidad de la restauracin, no pod'a rivali%ar con los centros de vacaciones institucionales. $dem*s, cierta cultura anarquista propia del lu"ar di+icultaba el control preciso de los accesos ! los pa"os) cada ve% era m*s di+'cil encontrar el equilibrio +inanciero, precario desde el principio. La primera medida, que los +undadores adoptaron por unanimidad, consisti en establecer tari+as que +avorec'an claramente a los venes)
pero se revel insu+iciente. $ principios del eercicio de 789K, durante la asamblea "eneral anual, =r0d0ric Le -antec propuso el cambio que iba a llevar la prosperidad al lu"ar. La empresa, se"4n su an*lisis, era el nuevo espacio para la aventura en los a;os ochenta. ?odos hab'an adquirido una valiosa e(periencia en las t0cnicas ! terapias de la psicolo"'a humanista @$estalt, rebirth, do in, andar sobre brasas, an*lisis transaccional, meditacin %en, psiconeurolin"'stica...A. BPor qu0 no reinvertir estas competencias en la elaboracin de un pro"rama de cursillos para empresasC ?ras un acalorado debate, se aprob el pro!ecto. Entonces se empe% a construir la pir*mide, as' como unos cincuenta bun"alows, con comodidades limitadas pero aceptables, para recibir a los cursillistas. $ la ve%, se envi a los directores de recursos humanos de distintas "randes +irmas un mailin" intensivo pero selectivo. $l"unos socios, cu!a posicin pol'tica era mu! de i%quierdas, llevaron mu! mal esta transicin. Dubo una breve lucha interna por el poder, ! la asociacin se"4n la le! 787 que administraba el lu"ar +ue disuelta ! sustituida por una sociedad limitada en la que =r0d0ric -antec era el principal accionista. $l +in ! al cabo sus padres eran los propietarios del terreno, ! la 3aa de $horros de aineXetX Loire parec'a dispuesta a apo!ar el pro!ecto. 3inco a;os despu0s, el Espacio !a ten'a un buen cat*lo"o de re+erencias @5anca 1acional, 65, inisterio de ?rabao, ?ransportes P4blicos, 5ou!"uesA. -urante todo el a;o se or"ani%aban cursos inter o intraempresariales, ! la actividad lu"ar de vacacionesF, que m*s que nada se"u'a +uncionando por nostal"ia, slo representaba el NH de la ci+ra anual de +acturacin. 5runo se despert con un +uerte dolor de cabe%a ! sin e(cesivas ilusiones. Dab'a o'do hablar del sitio a una secretaria que volv'a de hacer un cursillo de -esarrollo personal ! pensamiento positivoF a cinco mil +rancos por d'a. Dab'a pedido el +olleto de vacaciones de verano: simp*tico, asociativo, libertario, el tipo estaba claro. H de mueres. Pr*cticamente dos mueres por t'o) era un porcentae de e(cepcin. -ecidi de inmediato ir una semana en ulio a ver qu0 pasaba) adem*s, el campin" era m*s barato que los clubes de vacaciones. 3laro, se ima"inaba el tipo de mueres: e( i%quierdistas +lipadas, se"uramente seropositivas. Pero bueno, con dos mueres por hombre ten'a una oportunidad) si se las arre"laba bien, a lo meor pod'a tirarse dos.
no le hab'an hecho una.
des"arran como dos vieas panteras para poseer ese culito redondo. Eso pensaba 5runo. 3omo en muchos otros casos, los supuestos homose(uales hab'an desempe;ado un papel de modelos para el resto de la sociedad, se"u'a pensando 5runo. Sl mismo, por eemplo, ten'a cuarenta ! dos a;os) Bes que eso le hac'a desear a las mueres de su edadC -e nin"una manera. Por el contrario, a4n era capa% de ir hasta el +in del mundo por el co;ito de una chiquilla envuelto en una mini+alda. 5ueno, por lo menos hasta 5an"o.
* Los cuerpos venes son los que despiertan, en el +ondo, el deseo se(ual, ! la pro"resiva entrada de las chicas mu! venes en el campo de la seduccin no +ue m*s que un retorno a lo normal, un retorno a la verdad del deseo semeante a ese retorno a los precios reales que si"ue a un recalentamiento burs*til anormal. 1o obstante, las mueres que ten'an veinte a;os en torno a la 0poca del 9F se encontraron, al lle"ar a los cuarenta, en una enoosa situacin. Por lo "eneral divorciadas, casi nunca pod'an contar con esa con!u"alidad 2c*lida o miserable2 cu!a desaparicin hab'an acelerado todo lo posible. =ormaban parte de una "eneracin que hab'a proclamado la superioridad de la uventud sobre la edad madura 2la primera "eneracin que lo hab'a hecho hasta ese e(tremo2, ! no era de e(tra;ar que la "eneracin que ven'a detr*s las despreciara. El culto al cuerpo que hab'an contribuido tanto a establecer las llevaba, a medida que se marchitaban, a e(perimentar una repu"nancia cada ve% m*s viva hacia s' mismas) una repu"nancia semeante a la que le'an en las miradas aenas. Los hombres de su edad se encontraban, $rosso modo , en la misma situacin) pero el destino com4n no en"endraba la menor solidaridad: al lle"ar a los cuarenta, los hombres sol'an se"uir buscando chicas venes) a veces con cierto 0(ito, al menos para los que se hab'an metido con habilidad en el ue"o social ! hab'an lo"rado cierta posicin intelectual, +inanciera o en los medios de comunicacin) para las mueres, en casi todos los casos, los a;os de la madure% estuvieron marcados por el +racaso, la masturbacin ! la ver"en%a. Lu"ar privile"iado de la libertad se(ual ! la e(presin del deseo, el Espacio de Recambio deb'a convertirse, m*s que cualquier otro, en un lu"ar de depresin ! amar"ura. ^$dis a los cuerpos abra%ados en el claro bao la luna llena_ ^$dis a las +iestas casi dionis'acas de los cuerpos untados de aceite bao el sol de mediod'a_ $s' chocheaban los cuarentones mir*ndose la polla hecha polvo ! los michelines. En 789 hicieron su aparicin en el Espacio los primeros talleres de inspiracin semirreli"iosa. Por supuesto, el cristianismo estaba e(cluido) aunque 2para seres que, en el +ondo, eran d0biles de esp'ritu2 una m'stica e(tica lo bastante imprecisa pod'a casar con el culto al cuerpo que se"u'an pre"onando contra toda l"ica. Los talleres de masae sensitivo o de liberacin de la or"ona continuaron, desde lue"o) pero sur"i un inter0s cada ve% m*s vivo por la astrolo"'a, el tarot e"ipcio, la meditacin sobre los charas, las ener"'as sutiles. Dubo encuentros con el n"elF) la "ente aprendi a sentir la vibracin de los cristales. En 7887 el chamanismo siberiano hi%o una entrada espectacular: la prolon"ada estancia inici*tica en una s@eat lod$e alimentada por las brasas sa"radas
provoc la muerte de uno de los participantes a causa de una parada card'aca. El tantra 2que reun'a el +rotamiento se(ual, una espiritualidad di+usa ! un pro+undo e"o'smo2 tuvo un 0(ito especialmente notable. En unos a;os, el Espacio 2como tantos otros lu"ares en =rancia o en Europa occidental2 se convirti en un centro !e@ +$e relativamente concurrido, a la ve% que conservaba un car*cter hedonista ! libertario a;os setentaF que ase"uraba su ori"inalidad en el mercado. ?ras el desa!uno, 5runo volvi a su tienda, dud si masturbarse o no @el recuerdo de las adolescentes estaba +rescoA, ! al +inal no lo hi%o. $quellas enloquecedoras ovencitas deb'an de ser hias de las sesenta!ochistas que andaban, en +ilas m*s apretadas, por el per'metro del campin". $s' que al"unas de aquellas vieas putas hab'an lo"rado reproducirse a pesar de todo. El hecho sumi a 5runo en pensamientos va"os, pero desa"radables. $bri de un tirn la cremallera del i"l4) el cielo estaba a%ul. $l"unas nub0culas +lotaban entre los pinos, como salpicaduras de esperma) el d'a iba a ser radiante. 3onsult el pro"rama de la semana: hab'a ele"ido la opcin n4mero 7, (reatividad y relajaci)n. Por la ma;ana hab'a tres talleres opcionales: mimo ! psicodrama, acuarela ! escritura. Psicodrama no, "racias. a lo hab'a hecho un +in de semana en un castillo cerca de 3hantill!: a!udantes de sociolo"'a cincuentonas rodaban sobre el suelo del "imnasio pidiendo ositos de peluche a sus pap*s) meor evitarlo. La acuarela sonaba tentadora, pero era al aire libre: Bval'a la pena sentarse entre a"uas de pino, insectos ! todos esos problemas para pintar "arabatosC La monitora del taller de escritura era una morena de pelo lar"o, con la boca "rande ! pintada de carm'n @de esas que suelen llamarse boca de mamadaFA) llevaba una t4nica ! un pantaln tubo de color ne"ro. Dermosa, de primera. -e todas +ormas una viea puta, pens 5runo sent*ndose en cualquier parte entre el va"o c'rculo de los participantes. $ su derecha, una muer "orda de cabellos "rises, "a+as "ruesas ! cara horriblemente terrosa resoplaba ruidosamente. $pestaba a vino) ! eso que slo eran las die% ! media. Para celebrar nuestra presenciaF, empe% la monitora, para saludar a la ?ierra ! las cinco direcciones, vamos a comen%ar el taller con un movimiento de hathaX!o"a que se llama saludo al sol .
^Pelo de con_, pens 5runo con rabia, levant*ndose con es+uer%o. Entonces vino la secuencia de escritura, se"uida de una presentacin "eneral ! una lectura de te(tos. En aquel taller slo hab'a una t'a pasable) una pelirroa en vaqueros ! camiseta, no mu! mal hecha, que se llamaba Emma ! era la autora de un poema completamente est4pido que hablaba de corderos lunares. En "eneral todos rebosaban "ratitud ! ale"r'a por el contacto recuperado, o sea, con nuestra madre ?ierra ! nuestro padre
?iene mucho humor...F, coment la monitora con una li"era reprobacin. na m'stica...F, aventur la borracha. *s bien una m'stica del vac'o...F BIu0 iba a ser de 0lC BDasta cu*ndo iba a soportar aquelloC B&al'a la penaC 5runo se lo pre"untaba con sinceridad. 3uando acab el taller, se precipit a su tienda sin hablar siquiera con la pelirroa) necesitaba un whis! antes de comer. 3erca de la tienda se encontr con una de las
adolescentes a las que hab'a visto en la ducha) con un "racioso "esto, que le levantaba los senos, estaba reco"iendo las bra"uitas de encae que hab'a puesto a secar el d'a anterior. 5runo se sent'a a punto de estallar ! llenar el campin" de +ilamentos "rasos. BIu0 hab'a cambiado en realidad desde su propia adolescenciaC ?en'a los mismos deseos, ! era consciente de que lo m*s probable era que no pudiera satis+acerlos. En un mundo que slo respeta a la uventud, los seres son devorados poco a poco. $ la hora de comer, se +i en una catlica. 1o era di+'cil darse cuenta, llevaba una "ran cru% de hierro col"ada del cuello) adem*s ten'a esas bolsas debao de los oos que dan pro+undidad a la mirada ! suelen delatar a la catlica, incluso a la m'stica @a veces tambi0n a la alcohlica, s'A. Lar"o pelo ne"ro, piel mu! blanca, un poco del"ada pero no estaba mal. =rente a ella se sentaba una chica con el pelo de un rubio roi%o, del tipo sui%oU cali+orniano) metro ochenta por lo menos, cuerpo per+ecto, aspecto de salud a prueba de bombas. Era la responsable del taller tantra. En realidad hab'a nacido en 3r0teil ! se llamaba 5ri"itte artin.
m*s hot . ?uvo un atisbo de liberacin de la vo% al diri"irse al taller de masae) eran unos die%, mu! e(citados, saltando por todas partes al ritmo que marcaba la tantrista, chillando como "allinas asustadas. En la cima de la colina hab'a un amplio c'rculo de mesas de tratamiento, cubiertas con toallas de ba;o. Los participantes estaban desnudos. En el centro del c'rculo el monitor del taller, un hombre moreno ! baito que bi%queaba un poco, hi%o una breve introduccin histrica al sensitive $estaltmassa$e: sur"ido de los trabaos de =rit% Perls sobre el $estaltmassa$e o masae cali+ornianoF, hab'a inte"rado poco a poco al"unos halla%"os del masae sensitivo hasta lle"ar a ser 2al menos 0sa era su opinin2 el m0todo de masae m*s completo.
moreno al pasar: ^Dola, Warim_F El a"it la mano en respuesta, sin dear de hablar. Ella le escuchaba en silencio, tumbada boca arriba. ?en'a un monte mu! bonito ! abombado entre los muslos del"ados, con el vello maravillosamente ri%ado ! ne"ro. ientras hablaba, Warim se +rotaba suavemente los coones. 5runo apo! la cabe%a en el suelo ! se concentr en el vello p4bico de la catlica, a un metro de 0l: era un mundo lleno de dul%ura.
el que o!e llover. , en un land de la 5aa
+ 3amina, lle"a a la +rontera. Las rapaces revolotean en torno a un centro invisible, probablemente carro;a. Los m4sculos de sus muslos responden con elasticidad a los desniveles del terreno. na estepa amarillenta cubre las colinas) hacia el este, la vista se e(tiende hasta el in+inito. 1o ha comido desde la v'spera) !a no tiene miedo.
movimiento. $ veces se +ormaba una parea. Entonces observaba la mudan%a) los ami"os transportaban caas ! l*mparas por la escalera. Eran venes ! a veces se re'an. $ menudo @pero no siempreA, cuando se separaban, los dos se mudaban a la ve%. Entonces se quedaba un apartamento libre. BIu0 pensarC B3mo interpretar todos aquellos comportamientosC Era di+'cil. Sl slo quer'a amar) al menos no ped'a nada. 1ada concreto. La vida, pensaba ichel, ten'a que ser al"o sencillo) al"o que pudiera vivirse como un conunto de peque;os ritos, inde+inidamente repetidos. Ritos al +in ! al cabo un poco est4pidos, pero en los que, en el +ondo, se pudiera creer. na vida sin apuestas ! sin dramas. Pero la vida de los hombres no estaba or"ani%ada as'. $ veces sal'a, observaba a los adolescentes ! los edi+icios. na cosa era se"ura: nadie sab'a !a cmo vivir. 5ueno, estaba e(a"erando: al"unos parec'an movili%ados, como si los arrastrara una causa) su vida parec'a car"ada de sentido. Los militantes de +ct 6p, por eemplo, cre'an importante que pusieran ciertos anuncios en la tele que otros consideraban porno"r*+icos, en los que se ve'an diversas pr*cticas homose(uales +ilmadas en primer plano. Por lo "eneral, su vida parec'a a"radable ! activa, salpicada de acontecimientos variados. ?en'an muchos amantes, se daban por el culo en los bac
sensacin m*s "eneral e insulsa del enveecimiento. &einte a;os despu0s, 5runo se"u'a sin pensar de verdad en la muerte, ! empe%aba a dudar de que al"4n d'a +uera a hacerlo. Dasta el +inal querr'a vivir, estar'a en la vida hasta el +inal, hasta el +inal luchar'a con los incidentes ! des"racias de la vida concreta ! del debilitamiento del cuerpo. Dasta el 4ltimo momento pedir'a un poco m*s de pla%o, un peque;o suplemento de e(istencia. Dasta el 4ltimo momento buscar'a, sobre todo, un 4ltimo instante de placer, un capricho m*s. Por in4til que sea a lar"o pla%o, una +elacin bien hecha era un verdadero placer) mientras pasaba las p*"inas de lencer'a @%ensualC la cintura de avispa A. ichel pensaba que ne"arlo ser'a poco ra%onable. Sl se masturbaba poco) las +antas'as que le hab'an asaltado cuando era un oven investi"ador a trav0s de las cone(iones al initel, e incluso de las mueres reales @a menudo a"entes comerciales de los "randes laboratorios +armac0uticosA hab'an desaparecido poco a poco. $hora controlaba apaciblemente el declive de la virilidad "racias a al"unas paas anodinas, para las que bastaba su cat*lo"o de Las ?res 7 de diciembre, la cita bianual con los cat*lo"os de Las ?res
de la coleccin: El optimismo, la "enerosidad, la complicidad ! la armon'a hacen que el mundo avance. EL =?RO N al +ormalismo cu*ntico. Los resultados violaban las desi"ualdades de 5ell, derivadas a partir de las hiptesis de Einstein, ! concordaban per+ectamente con las predicciones de la teor'a de los cuantos. <lo quedaban dos hiptesis. O bien las propiedades ocultas que determinan la conducta de las part'culas no son locales, es decir, que las part'culas pueden eercer una sobre otra una in+luencia instant*nea a una distancia arbitraria, o bien ha! que renunciar al concepto de part'cula elemental que posee propiedades intr'nsecas en ausencia de cualquier observacin. En este caso hab'a que en+rentarse a un pro+undo vac'o ontol"ico) a menos que uno adoptara un positivismo radical ! se con+ormase con desarrollar el +ormalismo matem*tico predictivo de lo observable, renunciando de+initivamente a la idea de realidad sub!acente. -esde lue"o, la ma!or parte de los investi"adores se inclinaron por esta 4ltima opcin.
El primer in+orme detallado sobre los e(perimentos de $spect apareci en el n4mero K9 de la hysical Gevie@, con el t'tulo: E*perimental realization o' Einsteinodols
El e(traordinario pro"reso de los aparatos ! t0cnicas de medicin radiactiva permiti, durante el si"uiente decenio, acumular un n4mero considerable de resultados.
. uchos de los veraneantes que sol'an ir al Espacio de Recambio estaban como 5runo, en la cuarentena) muchos trabaaban, como 0l, en el sector social o educativo, ! un estatuto de +uncionarios los prote"'a de la pobre%a. Pr*cticamente, todos pod'an considerarse de izquierdas) casi todos viv'an solos, por lo "eneral despu0s de un divorcio. En resumen, 5runo era bastante representativo del lu"ar ! al cabo de unos d'as se dio cuenta de que empe%aba a sentirse un poco menos mal que de costumbre. 6nsoportables durante el desa!uno, las putas m'sticas se volv'an mueres a la hora del aperitivo, compitiendo sin esperan%as con otras mueres m*s venes. La muerte i"uala a todo el mundo. El mi0rcoles por la tarde conoci a 3atherine, una e( +eminista cincuentona que hab'a +ormado parte de las ambi"uasF. Era morena, de pelo mu! ri%ado, ! ten'a la te% mate) a los veinte a;os ten'a que haber sido mu! atractiva. El pecho le a"uantaba bien pero ten'a un culo enorme, como 5runo comprob en la piscina.
lue"o empe%aba otra ve% a escribir ! a +ar+ullar sin parar. 3uando termin el n4mero, cinco o seis personas aplaudieron, m*s bien por compasin. Sl enroeci violentamente) ! as' acab todo. -urante los d'as que si"uieron, 5runo lo evit muchas veces. Por lo "eneral, 0l llevaba un sombrero de pla!a. Era m*s bien del"ado ! mu! alto, un metro noventa por lo menos) pero ten'a un poco de barri"a, ! su barri"a era un espect*culo curioso cuando avan%aba por el trampol'n. ?endr'a unos cuarenta ! cinco a;os. Esa tarde, una ve% m*s, 5runo desapareci r*pidamente, aprovechando que el mu! imb0cil se hab'a puesto a improvisar dan%as a+ricanas con los dem*s, ! ba la cuesta hacia el restaurante comunitario. Dab'a un sitio libre al lado de la e( +eminista, que estaba sentada +rente a una compa;era simbolista. $penas hab'a probado su "uiso de to+u cuando PierreULouis apareci al otro lado de la +ila de mesas) su cara brill de ale"r'a al ver un sitio libre en+rente de 5runo. Empe% a hablar antes de que 5runo lo notara) cierto que +ar+ullaba mucho, ! que las dos col"adas de al lado cacareaban del modo m*s estridente. Iue si la reencarnacin de Osiris, que si las marionetas e"ipcias..., no le prestaban la menor atencin. En un momento dado, 5runo se dio cuenta de que el otro pa!aso le estaba hablando de sus actividades pro+esionales. Oh, no es "ran cosa...F, contest 0l va"amente) habr'a hablado de todo menos de la educacin nacional. $quella cena estaba empe%ando a ponerle de los nervios) se levant para ir a +umarse un ci"arrillo. -es"raciadamente, en ese momento las dos col"adas se levantaron de la mesa meneando mucho el culo, sin mirarlos siquiera) es probable que eso desencadenara el incidente. 5runo estaba a unos die% metros de la mesa cuando o! un violento silbido, o m*s bien un chirrido, al"o sobrea"udo, inhumano de verdad.
que empe%aran las clases. $po!ado tranquilamente contra la pared, a la misma distancia de los dos descansillos, con los oos entrecerrados o abiertos de par en par, esperaba. 3laro, pod'a venir al"uien) entonces tendr'a que levantarse, co"er su carpeta e ir deprisa al aula donde la clase !a hab'a empe%ado. Pero no sol'a aparecer nadie) todo estaba tan tranquilo) entonces, con suavidad ! de un modo casi +urtivo, con peque;os ! breves aleta%os, sobre el embaldosado "ris de los escalones @!a no estaba en la clase de historia, todav'a no estaba en la clase de +'sicaA su esp'ritu ro%aba la +elicidad. $hora, desde lue"o, las circunstancias eran di+erentes: hab'a ele"ido ir a aquel sitio, participar en la vida del centro de vacaciones. En el piso de arriba, hab'a un "rupo de escritura) usto debao, un taller de acuarela) m*s abao deb'a de haber masae, o respiracin holotrpica) todav'a m*s abao se hab'a vuelto a reunir, obviamente, el "rupo de dan%as a+ricanas. Por todas partes hab'a seres humanos que viv'an, respiraban, intentaban dis+rutar o meorar sus capacidades personales. En todos los pisos hab'a seres humanos que hac'an pro"resos @o lo intentabanA en su inte"racin social, se(ual, pro+esional o csmica. ?rabaaban sobre s' mismosF, para decirlo con la e(presin que m*s se usaba. Sl empe%aba a tener un poco de sue;o) !a no ped'a nada, !a no buscaba nada, !a no estaba en nin"4n sitio) despacio ! paso a paso su esp'ritu ascend'a al reino del no ser, al puro 0(tasis de la no presencia en el mundo. Por primera ve% desde que ten'a trece a;os, 5runo se sinti casi +eli%. BPO-R$ 61-63$RE -Ó1-E E1 L$< PR6136P$LE< 3O1=6?ER$
in"les, se volvi de costado ! se sac el pene. 3on una coordinacin per+ecta, las chiquillas se baaron el trae de ba;o para broncearse el pecho.
la a"resividad con comprensin, al cinismo con dul%ura. BIu0 hombre se portar'a as'C
2 La noche del viernes al s*bado durmi mal ! tuvo un sue;o horrible.
pasados los cincuenta ! cinco, el vieo despoo llevaba una vida tranquila.
misma. Los m4sculos del cuello de 5runo se relaaron de "olpe) ten'a la cabe%a mu! pesada. El rumor del a"ua, d0bil en la super+icie, se trans+ormaba unos cent'metros m*s abao en un poderoso ru"ido submarino. Las estrellas "iraban suavemente sobre su rostro.
#ON,E%"A#I3N !E #A%A,ANA La caravana de 3hristiane estaba a unos cincuenta metros de la tienda de 5runo. Ella encendi la lu% al entrar, sac una botella de 5ushmills ! llen dos vasos. Era del"ada, m*s baa que 5runo, ! deb'a de haber sido mu! bonita) pero los ras"os de su cara delicada estaban marchitos ! ten'a al"unas roeces. <lo la melena se"u'a siendo espl0ndida, sedosa ! ne"ra. La mirada de sus oos a%ules era dulce, un poco triste. ?endr'a unos cuarenta a;os. 2$ veces me da por ah', +ollo con todo el mundo 2dio ella2. <lo pido un preservativo en la penetracin.
que +uera. El ambiente reli"ioso disimula un poco la brutalidad de los li"ues. Pero aqu' ha! mueres que su+ren. Los hombres que enveecen solos son mucho menos di"nos de compasin que las mueres en la misma situacin. Ellos beben vino malo, se quedan dormidos, les apesta el aliento) se despiertan ! empie%an otra ve%) ! se mueren bastante deprisa. Las mueres toman calmantes, hacen !o"a, van a ver a un psiclo"o) viven muchos a;os ! su+ren mucho. ?ienen el cuerpo d0bil ! estropeado) lo saben ! su+ren por ello. Pero si"uen adelante, porque no lo"ran renunciar a ser amadas.
co;o de una viea. 3on la edad, la p0rdida de col*"eno ! la +ra"mentacin de la elastina en la mitosis hacen que los teidos pierdan de manera pro"resiva la +irme%a ! la elasticidad. $ los veinte a;os !o ten'a una vulva mu! bonita) ahora, me do! per+ecta cuenta de que los labios est*n un poco descol"ados.F 5runo termin su bebida) no encontraba absolutamente nada que decir.
4 5runo +ue el primero en despertarse. n p*aro cantaba entre los *rboles, mu! alto. 3hristiane se hab'a destapado por la noche. ?en'a un culo mu! bonito, todav'a mu! redondo ! mu! e(citante.
&olvi a pensar en la conversacin de la v'spera con 3hristiane, ! se dio que tal ve% lle"ara a amar sus labios un poco descol"ados, pero suaves. 3omo cada ma;ana al despertarse ! como les ocurr'a a la ma!or'a de los hombres, ten'a una ereccin. En la penumbra del amanecer, en medio de la masa espesa ! des"re;ada de pelo ne"ro, el rostro de 3hristiane parec'a mu! p*lido. Ella entreabri los oos en el momento en que 0l la penetr. Pareci un poco sorprendida, pero abri las piernas. Empe% a moverse dentro de ella pero se dio cuenta de que estaba cada ve% m*s +laccido.
porno. ?al ve% en la pantalla +uese espectacular, pero el resultado t*ctil era un desastre, incluso +rancamente doloroso. Por el contrario, 3hristiane acariciaba despacio, se humedec'a los dedos, recorr'a con suavidad las %onas sensibles. na muer con una t4nica india pas unto a ellos ! se sent al borde del a"ua. 5runo inspir pro+undamente ! a"uant para no correrse. 3hristiane le sonri) el sol empe%aba a calentar.
Pasaron la tarde en la piscina. =rente a ellos, al otro lado del a"ua, las adolescentes daban saltitos ! se ri+aban a manota%os el walman.
adivinaban a trav0s del encae del escote) la lu% de las velas encend'a llamitas en sus oos. 23reo que me he enamorado un poco... 2dio. 5runo esperaba sin atreverse a hacer un "esto, en una per+ecta inmovilidad2. &ivo en 1o!on. Las cosas iban m*s o menos bien con mi hio hasta que cumpli los trece. ?al ve% echaba de menos a su padre, pero no s0... B3rees que los ni;os necesitan de verdad a un padreC Lo cierto es que 0l no necesitaba para nada a su hio. $l principio lo ve'a un poco, iban al cine o al c-onald[s) siempre volv'an temprano a casa. lue"o cada ve% lo ve'a menos: cuando se +ue al sur a vivir con su nueva novia, desapareci por completo. $s' que de hecho lo he educado !o sola, ! qui%* me ha +altado autoridad. Dace dos a;os empe% a salir con malas compa;'as. 1o!on es una ciudad violenta, aunque le sorprenda a mucha "ente. Da! muchos ne"ros ! *rabes, el =rente 1acional consi"ui el cuarenta por ciento de los votos en las 4ltimas elecciones. &ivo en un chalet en la peri+eria: me han arrancado la puerta del bu%n ! no puedo dear nada en el stano. Paso miedo a menudo) a veces se o!en disparos. $l volver del liceo me atrinchero en casa, nunca sal"o por la noche. -e ve% en cuando ha"o un poco de initel rosa, ! eso es todo. i hio vuelve tarde, o no vuelve. 1o me atrevo a decirle nada) ten"o miedo de que me pe"ue. 2BEst*s leos de Par'sC Ella sonri. 2En absoluto) es en Oise, a poco m*s de ochenta ilmetros... 2
5 $l contrario de lo que sol'a hacer, 5runo eli"i carreteras secundarias.
perrito caliente en el puesto de la esquina con la rue Ga! Lussac) un poco m*s abao se"u'a una pi%%a, o un bocadillo "rie"o. En el ac-onald[s de la esquina con el bulevar
momento delicado: el cine daba directamente al bulevar
noches.
canal) su ca%adora de lona, enrollada bao la cabe%a, le serv'a de almohada. $rranc una bri%na de hierba, palp la h4meda ru"osidad. -urante esos mismos a;os en los que 0l intentaba acceder a la vida sin 0(ito, las sociedades occidentales resbalaban hacia una %ona oscura. En aquel verano de 78 !a era evidente que todo aquello iba a acabar mu! mal. La violencia +'sica, la mani+estacin m*s per+ecta de la individuacin, iba a reaparecer en Occidente a consecuencia del deseo.
10 6$LI7N & AL!O$" (uando hay que modi'icar o renovar la doctrina 'undamental, las $eneraciones sacri'icadas en las que se opera la trans'ormaci)n si$uen siendo esencialmente ajenas a ella, y a menudo directamente hostiles. $G
3erca de mediod'a, 5runo volvi a subir al coche ! se diri"i al centro de Parthena!. -espu0s de sopesarlo, decidi co"er la autopista. Llam a su hermano desde una cabina. ichel descol" de inmediato. &olv'a a Par's ! le "ustar'a verlo esa misma noche. $l d'a si"uiente no iba a poder, ten'a a su hio. Pero esa noche s', ! le parec'a importante. ichel mani+est poca emocin. J. -esde entonces, la sociedad occidental no ha hecho otra cosa que acercarse a ese modelo. n control cada ve% m*s e(acto de la procreacin, que cualquier d'a acabar* estando completamente disociada del se(o, mientras que la reproduccin de la especie humana tendr* lu"ar en un laboratorio, en condiciones de se"uridad ! +iabilidad "en0tica totales. Por lo tanto, desaparecer*n las relaciones +amiliares, las nociones
de paternidad ! de +iliacin. Gracias a los avances +armac0uticos, se eliminar*n las di+erencias entre las distintas edades de la vida. En el mundo que describi Du(le!, los hombres de sesenta a;os tienen el mismo aspecto +'sico, los mismos deseos, ! llevan a cabo las mismas actividades que los hombres de veinte a;os. -espu0s, cuando !a no es posible luchar contra el enveecimiento, uno desaparece "racias a una eutanasia libremente consentida) con mucha discrecin, mu! deprisa, sin dramas. La sociedad que describe Brave !e@ Jorld es una sociedad +eli%, de la que han desaparecido la tra"edia ! los sentimientos violentos. Da! total libertad se(ual, no ha! nin"4n obst*culo para la ale"r'a ! el placer. Iuedan al"unos breves momentos de depresin, de triste%a ! de duda) pero se pueden tratar +*cilmente con a!uda de +*rmacos) la qu'mica de los antidepresivos ! de los ansiol'ticos ha hecho considerables pro"resos. n cent'metro c4bico cura die% sentimientos.F Es e(actamente el mundo al que aspiramos actualmente, el mundo en el cual desear'amos vivir. F<0 mu! bien 2continu 5runo haciendo un "esto con la mano como para barrer una obecin que ichel no hab'a hecho2 que el universo de Du(le! se suele describir como una pesadilla totalitaria, que se intenta hacer pasar ese libro por una denuncia virulenta) pura ! simple hipocres'a. En todos los aspectos, control "en0tico, libertad se(ual, lucha contra el enveecimiento, cultura del ocio, Brave !e@ Jorld es para nosotros un para'so, es e(actamente el mundo que estamos intentando alcan%ar, hasta ahora sin 0(ito. $ctualmente slo ha! una cosa que choca un poco con nuestro sistema de valores i"ualitario, o m*s bien meritocr*tico, ! es la divisin de la sociedad en castas, dedicadas a tareas di+erentes si"uiendo su naturale%a "en0tica. Pero 0se es precisamente el 4nico punto sobre el que Du(le! +ue un mal pro+eta) ustamente el 4nico punto que ha lle"ado a ser m*s o menos in4til, con el desarrollo de la roboti%acin ! del maquinismo. 1o cabe duda de que $ldous Du(le! era mu! mal escritor, de que sus +rases son pesadas ! no tienen "racia, de que sus personaes son ins'pidos ! mec*nicos. Pero tuvo una intuicin +undamental: que la evolucin de las sociedades humanas estaba desde hac'a muchos si"los, ! lo estar'a cada ve% m*s, en manos de la evolucin cient'+ica ! tecnol"ica, e(clusivamente. Puede que le +altara sutile%a, psicolo"'a, estilo) todo eso pesa poco al lado de la e(actitud de su intuicin primera. +ue el primer escritor, incluidos los escritores de ciencia +iccin, en entender que el papel principal, despu0s de la +'sica, lo iba a desempe;ar la biolo"'a.F 5runo se interrumpi, ! entonces se dio cuenta de que su hermano hab'a adel"a%ado un poco) parec'a cansado, preocupado, hasta distra'do. -e hecho, hac'a unos d'as que no le apetec'a hacer la compra. $l contrario que en a;os anteriores, quedaban muchos mendi"os ! vendedores de peridicos delante del onopri() sin embar"o estaban en pleno verano, una estacin en la que la pobre%a es menos opresiva. BIu0 iba a ser cuando estallara una "uerraC, se pre"untaba ichel, mirando desde la ventana los movimientos lentos de los mendi"os. B3u*ndo estallar'a una "uerra, ! qu0 pasar'a en septiembreC 5runo se sirvi otro vaso de vino) empe%aba a tener hambre, ! se sorprendi un poco cuando su hermano le contest, con vo% cansada: 2Du(le! pertenec'a a una "ran +amilia de bilo"os in"leses.
m*s en la observacin, en el m0todo e(perimental. -urante toda su uventud, Du(le! tuvo la oportunidad de ver a los economistas, uristas ! sobre todo cient'+icos que su padre invitaba a la casa. Entre los escritores de su "eneracin, era sin duda el 4nico capa% de presentir los avances que iba a hacer la biolo"'a. Pero todo habr'a ido mucho m*s deprisa sin el na%ismo. La ideolo"'a na%i contribu! en "ran medida a desacreditar las ideas de eu"enismo ! per+eccionamiento de la ra%a) hicieron +alta a;os para recuperarlas. 2ichel se levant, sac de la librer'a un volumen titulado Lo que me atrevo a pensar 2. Lo escribi Quli*n Du(le!, el hermano ma!or de $ldous, ! apareci en 78>7, un a;o antes que 6n mundo 'eliz . En 0l est*n esbo%adas todas las ideas sobre el control "en0tico ! el per+eccionamiento de las especies, incluida la humana, que su hermano desarrolla en la novela. ?odo est* presentado sin ambi"edad, como una meta deseable hacia la que deber'amos tender. ichel volvi a sentarse ! se sec la +rente. 2-espu0s de la "uerra 2 continu2, en 78K, Quli*n Du(le! +ue nombrado director "eneral de la 1E<3O, que acababa de crearse. Ese mismo a;o su hermano public Ge$reso a un mundo 'eliz , donde intenta presentar su primer libro como una denuncia, una s*tira. nos a;os m*s tarde, $ldous Du(le! se convirti en el principal aval terico del movimiento hippie.
el aumento del individualismo producido por la conciencia creciente de la muerte. -el individualismo sur"en la libertad, el sentimiento del !o, la necesidad de distin"uirse ! superar a los dem*s. En una sociedad racional como la que describe 6n mundo 'eliz , la lucha puede atenuarse. La competencia econmica, met*+ora del dominio del espacio, no tiene ra%n de ser en una sociedad rica, que controla los +luos econmicos. La competencia se(ual, met*+ora del dominio del tiempo mediante la procreacin, no tiene ra%n de ser en una sociedad en la que el se(o ! la procreacin est*n per+ectamente separados) pero Du(le! olvida tener en cuenta el individualismo. 1o supo comprender que el se(o, una ve% disociado de la procreacin, subsiste no !a como principio de placer, sino como principio de di+erenciacin narcisista) lo mismo ocurre con el deseo de rique%as. BPor qu0 el modelo socialdemcrata sueco no ha lo"rado nunca sustituir al modelo liberalC BPor qu0 nunca se ha aplicado al *mbito de la satis+accin se(ualC Porque la mutacin meta+'sica operada por la ciencia moderna conlleva la individuacin, la vanidad, el odio ! el deseo. En s', el deseo, al contrario que el placer, es +uente de su+rimiento, odio e in+elicidad. Esto lo sab'an ! ense;aban todos los +ilso+os: no slo los budistas o los cristianos, sino todos los +ilso+os di"nos de tal nombre. La solucin de los utopistas, de Platn a Du(le! pasando por =ourier, consiste en e(tin"uir el deseo ! el su+rimiento que provoca preconi%ando su inmediata satis+accin. En el e(tremo opuesto, la sociedad erticoU publicitaria en la que vivimos se empe;a en or"ani%ar el deseo, en aumentar el deseo en proporciones inauditas, mientras mantiene la satis+accin en el *mbito de lo privado. Para que la sociedad +uncione, para que contin4e la competencia, el deseo tiene que crecer, e(tenderse ! devorar la vida de los hombres. ichel se sec la +rente, a"otado) no hab'a tocado su plato. 2Da! +actores de correccin, peque;os +actores humanistas... 2dio 5runo con suavidad2. En +in, cosas que permiten olvidar la muerte. En 6n mundo 'eliz son ansiol'ticos ! antidepresivos) en La isla se trata m*s bien de meditacin, dro"as psicod0licas ! al"unos va"os elementos de espiritualidad hind4. En la pr*ctica, la "ente de ho! en d'a intenta me%clar un poco las dos cosas. 2Quli*n Du(le! tambi0n aborda las cuestiones reli"iosas en Lo que me atrevo a pensar ) les dedica toda la se"unda mitad del libro 2replic ichel con creciente dis"usto2. Es per+ectamente consciente de que el pro"reso de la ciencia ! del materialismo ha minado las bases de todas las reli"iones tradicionales) tambi0n es consciente de que nin"una sociedad puede sobrevivir sin reli"in. -urante m*s de cien p*"inas intenta +undar las bases de una reli"in compatible con el estado de las ciencias. 1o se puede decir que el resultado sea mu! convincente) tampoco puede decirse que la evolucin de nuestras sociedades ha!a ido tanto en ese sentido. En realidad, !a que la evidencia de la muerte material acaba con cualquier esperan%a de +usin, es imposible que la vanidad ! la crueldad deen de e(tenderse. La 4nica compensacin 2conclu! de +orma e(tra;a 2 es que lo mismo ocurre con el amor.
11 ?ras la visita de 5runo, ichel se qued en la cama dos semanas enteras. -e hecho, Bcmo iba a sobrevivir una sociedad sin reli"inC, se pre"untaba. a era di+'cil para un solo individuo. -urante muchos d'as
contempl el radiador que estaba a la i%quierda de la cama. En invierno las tuber'as se llenaban de a"ua caliente, era un mecanismo 4til e in"enioso) pero Bcu*nto tiempo podr'a resistir la sociedad occidental sin al"una reli"inC -e ni;o, le "ustaba re"ar las plantas del huerto. Guardaba una peque;a +oto cuadrada, en blanco ! ne"ro, en la que sosten'a la re"adera bao la mirada vi"ilante de su abuela) tendr'a unos seis a;os. Lue"o le empe% a "ustar hacer la compra) ten'a permiso para comprarse al"una "olosina con las vueltas del pan. -espu0s iba a la "rana a por leche) columpiaba en la mano el cacharro de aluminio lleno de leche a4n tibia ! ten'a un poco de miedo, !a de noche, al recorrer el camino bordeado de %ar%as. $hora, cada viae al supermercado era un calvario para 0l.
en unos peque;os oos. Privado de ellas, el caracol !a no es otra cosa que una masa blanda, su+riente ! desamparada. ichel comprendi r*pidamente que le interesaba marcar distancias con aquellos venes brutos) por el contrario, no hab'a mucho que temer de las chicas, que eran seres m*s dulces. Esta primera impresin sobre el mundo se vio re+or%ada por La vida de los animales , que pon'an en la tele todos los mi0rcoles por la tarde. En medio de esa enorme porquer'a, de esa carnicer'a permanente que era la naturale%a animal, el amor maternal 2o el instinto de proteccin) en +in, cualquier cosa que insensiblemente ! paso a paso llevaba al amor maternal2 representaba la 4nica sombra de devocin o altruismo. La hembra del calamar, una cosita pat0tica de veinte cent'metros de lar"o, atacaba sin vacilar a cualquier buceador que se acercase a sus huevos. ?reinta a;os m*s tarde, se ve'a obli"ado una ve% m*s a lle"ar a la misma conclusin: no cab'a duda de que las mueres eran meores que los hombres. Eran m*s dulces, m*s amables, m*s cari;osas, m*s compasivas) menos inclinadas a la violencia, al e"o'smo, a la autoa+irmacin, a la crueldad. $dem*s eran m*s ra%onables, m*s inteli"entes ! m*s trabaadoras. En el +ondo, se pre"untaba ichel observando los movimientos del sol sobre las cortinas, Bpara qu0 serv'an los hombresC Puede que en 0pocas anteriores, cuando hab'a muchos osos, la virilidad desempe;ara un papel espec'+ico e insustituible) pero hac'a si"los que los hombres, evidentemente, !a no serv'an para casi nada. $ veces mataban el aburrimiento u"ando partidos de tenis, cosa que era un mal menor) pero a veces les parec'a 4til hacer avanzar la historia, es decir, provocar revoluciones ! "uerras, esencialmente. $dem*s del absurdo su+rimiento que causaban, las revoluciones ! las "uerras destru'an lo meor del pasado, obli"ando siempre a hacer tabla rasa para volver a edi+icar.
televisin.F
edad. El preadolescente es un monstruo me%clado con un imb0cil, de un con+ormismo casi incre'ble) parece la cristali%acin s4bita ! mal0+ica @e imprevisible, si pensamos en el ni;oA de lo peor del hombre. B3mo se puede dudar, despu0s de eso, que la se(ualidad es una +uer%a absolutamente da;inaC B cmo a"uanta la "ente vivir bao el mismo techo que un pr0adolescenteC i tesis es que slo lo consi"uen porque su vida est* completamente vac'a) pero mi vida tambi0n est* vac'a ! no lo he conse"uido. -e todas +ormas todo el mundo miente, ! miente de la manera m*s "rotesca. Estamos divorciados, pero se"uimos siendo buenos ami"os. &eo a mi hio un +in de semana de cada dos) menuda mierda. En realidad los hombres no han tenido nunca el menor inter0s por sus hios, nunca han sentido amor por ellos, ! adem*s los hombres son incapaces de amar, es un sentimiento que les resulta completamente aeno. Lo 4nico que conocen es el deseo, el deseo se(ual en estado bruto ! la competicin entre machos) ! lue"o, en otra 0poca ! dentro del matrimonio, pod'an lle"ar a sentir cierto a"radecimiento por su compa;era cuando les daba hios, llevaba bien la casa, era buena cocinera ! buena amante) entonces les a"radaba compartir la cama con ella. Iui%* no era lo que las mueres deseaban, qui%* hab'a un malentendido, pero pod'a ser un sentimiento mu! +uerte, e incluso si se e(citaban, por otra parte cada ve% menos, tir*ndose a una nena de ve% en cuando, !a no pod'an vivir, literalmente, sin su muer) cuando ella desaparec'a empe%aban a beber ! se mor'an en unos pocos meses. Los hios, por su parte, serv'an para transmitir una condicin, unas re"las ! un patrimonio. Esto era as', claro, en las clases +eudales, pero tambi0n entre los comerciantes, los campesinos, los artesanos) de hecho, en todas las clases sociales. $hora nada de eso e(iste: so! un empleado, vivo en r0"imen de alquiler, no ten"o nada que dearle a mi hio. 1o ten"o un o+icio que ense;arle, no ten"o ni idea de lo que har* en la vida) de todos modos, las re"las que !o cono%co no valdr*n para 0l, vivir* en otro universo. $ceptar la ideolo"'a del cambio continuo es aceptar que la vida de un hombre se redu%ca estrictamente a su e(istencia individual, ! que las "eneraciones pasadas ! +uturas !a no ten"an nin"una importancia para 0l. $s' vivimos, ! actualmente tener un hio !a no tiene sentido para un hombre. El caso de las mueres es di+erente, porque si"uen necesitando al"uien a quien amar) cosa que nunca ha sido ! nunca ser* el caso de los hombres. Es +also pretender que los hombres tambi0n necesitan cuidar a un beb0, u"ar con sus hios, hacerles mimos. Por mucho que lo repitan desde hace a;os, si"ue siendo +also. En cuanto un hombre se divorcia, tan pronto como se rompe el entorno +amiliar, las relaciones con los hios pierden todo su sentido. El hio es la trampa que se cierra, el enemi"o al que ha! que se"uir manteniendo ! que nos va a sobrevivir. ichel se levant ! +ue a la cocina a buscar un vaso de a"ua. &e'a ruedas de colores que "iraban en el aire a media altura ! empe%aba a tener "anas de vomitar. Lo primero era detener el temblor de las manos. 5runo ten'a ra%n, el amor paterno era una +iccin, una mentira. na mentira es 4til cuando permite trans+ormar la realidad, pens) pero cuando la trans+ormacin +racasa slo queda la mentira, la amar"ura ! la conciencia de la mentira. &olvi a la habitacin. 5runo estaba enco"ido en el so+* ! se mov'a tanto como un muerto. 3a'a la noche entre los edi+icios) despu0s de otro d'a so+ocante, la temperatura volv'a a ser soportable. ichel se +i de repente
en la aula vac'a en la que su canario hab'a vivido varios a;os) tendr'a que tirarla, no ten'a intenciones de comprar otro. Pens +u"a%mente en su vecina de en+rente, la redactora de / +ns) hac'a meses que no la hab'a visto, probablemente se hab'a mudado.
1' 23onoc' a $nne en 7897 2continu 5runo con un suspiro2. 1o era mu! "uapa, pero !o estaba harto de hacerme paas. Lo que s' estaba bien es que ten'a mucho pecho.
cost comprenderlo: Bes que eran ud'osC Le hi%o +alta todo un minuto para darse cuenta de que en realidad se trataba del mismo -ios. El pastor se"u'a su verborrea, cada ve% con ma!or conviccin: $mar a tu esposa es amarte a ti mismo. 1in"4n hombre ha odiado am*s su propia carne) al contrario, la alimenta ! la cuida, como hace 3risto por la 6"lesia) porque somos miembros de un mismo cuerpo, estamos hechos de su carne ! de su san"re. Por eso el hombre abandonar* a su padre ! a su madre, ! se unir* a su esposa, ! los dos ser*n una sola carne. di"o que 0ste es un "ran misterio, comparable al de 3risto ! la 6"lesia.F -esde lue"o, la +rmula daba en el blanco: ambos ser"n una sola carne F. ichel pens en ello bastante rato ! le ech una oeada a $nne) tranquila ! concentrada, parec'a contener la respiracin) estaba casi "uapa. Probablemente estimulado por la cita de
tambi0n ten'a mucho pecho) pero en lu"ar de una cara corriente, la ten'a maravillosa. Eran cambios m'nimos, un detalle, la disposicin de los ras"os. Es duro... &olvi a suspirar ! se llen otra ve% el vaso. 2e dieron el primer destino en septiembre del 9K, en el liceo 3arnot, en -ion. $nne estaba embara%ada de seis meses. Eramos pro+esores, una parea de pro+esores) slo nos quedaba llevar una vida normal. $lquilamos un apartamento en la rue &annerie, a dos pasos del liceo. \1o son los precios de Par's], dec'a la chica de la a"encia. \?ampoco es la vida de Par's, pero !a ver*n lo ale"re que es en verano, ha! turistas ! muchos venes que vienen al +estival del m4sica barroca.F B4sica barrocaC... Ense"uida comprend' que estaba condenado. Iue no +uera \la vida de Par's] me importaba un bledo, en Par's siempre hab'a sido des"raciado. Pero deseaba a todas las mueres, salvo a la m'a. En -ion, como en todas las ciudades de provincias, ha! montones de t'as, es mucho peor que en Par's. En aquellos a;os la moda se estaba poniendo cada ve% m*s se(!. Era insoportable ver a todas esas chicas con sus caritas, sus +alditas ! sus risitas. Las ve'a en clase, las ve'a a mediod'a en el enalty , el bar que hab'a al lado del liceo: ellas charlaban con los chicos ! !o volv'a a comer con mi muer. Las volv'a a ver los s*bados por la tarde en las calles comerciales, comprando trapos ! discos. o iba con $nne, que miraba la ropa de beb0) el embara%o iba bien ! era tremendamente +eli%. -orm'a mucho, com'a todo lo que quer'a) !a no hac'amos el amor, pero creo que ni siquiera se daba cuenta.
FEn las vacaciones de +ebrero, $nne se +ue con &ictor a casa de sus padres) !o me qued0 solo en -ion. Dice un nuevo intento de convertirme en catlico) tumbado en el colchn, le'a El misterio de los %antos Knocentes ! beb'a licor de an's. P0"u! es +ant*stico, realmente maravilloso) pero acab por deprimirme del todo. ?odas esas historias sobre el pecado ! el perdn de los pecados, ! -ios que se ale"ra m*s del re"reso de un pecador que de la salvacin de mil ustos... e habr'a "ustado ser un pecador, pero no lo conse"u'a. ?en'a la sensacin de que me hab'an robado la uventud. Lo 4nico que quer'a es que las chicas de labios carnosos me chuparan la polla. Dab'a muchas chicas de labios carnosos en las discotecas, ! durante la ausencia de $nne +ui varias veces al %lo@ Goc< ! a LIEn'er , pero ellas sal'an con otros ! chupaban pollas que no eran la m'a) ! !o, sencillamente, !a no pod'a soportarlo. =ue el momento de la e(plosin del initel rosa, la cosa despertaba un aut0ntico +renes', !o estuve conectado noches enteras. &ictor dorm'a en nuestra habitacin, no daba problemas, las noches eran tranquilas. ?uve mucho miedo cuando lle" la primera +actura de tel0+ono, la saqu0 del bu%n ! la abr' camino del liceo: catorce mil +rancos. Por suerte ten'a una libreta de ahorros de mis a;os de estudiante ! lo trans+er' todo a nuestra cuenta) $nne no se enter de nada. FLa posibilidad de vivir empie%a en la mirada del otro. Poco a poco me di cuenta de que mis cole"as, los pro+esores del liceo 3arnot, me miraban sin odio ni acrimonia. 1o intentaban competir conmi"o) est*bamos comprometidos en la misma tarea, !o era uno de los su!os. Ellos me ense;aron el sentido corriente de las cosas. e saqu0 el carnet de conducir ! empec0 a interesarme por los cat*lo"os de la 3$6=. $l lle"ar la primavera, pasamos muchas tardes en el c0sped de los Guilmard. &iv'an en una casa bastante +ea en =ontaineUlesU-ion, pero ten'an un ard'n "rande con *rboles, mu! a"radable. Guilmard era pro+esor de matem*ticas, ten'amos casi las mismas clases. Era alto, del"ado, encorvado, con el pelo rubio roi%o ! un bi"ote ca'do) se parec'a un poco a un contable alem*n. Preparaba la barbacoa con su muer. 3a'a la tarde, habl*bamos de vacaciones, est*bamos un poco achispados) sol'amos ser cuatro o cinco pareas de pro+esores. La muer de Guilmard era en+ermera, ten'a +ama de ser super"uarra) de hecho, cuando se sentaba en el c0sped se ve'a que no llevaba nada debao de la +alda. Pasaban las vacaciones en 3ap d[$"de, en la %ona naturista. 3reo que tambi0n iban a una sauna para pareas en la place 5ossuet) por lo menos, eso o' decir. 1unca me atrev' a dec'rselo a $nne, pero me ca'an simp*ticos, ten'an un lado socialdemcrata, nada que ver con los hippies que andaban con nuestra madre en los a;os setenta. Guilmard era buen pro+esor, nunca dudaba en quedarse despu0s de clase para a!udar a un alumno con problemas. 3reo que tambi0n hac'a donaciones para los minusv*lidos. 5runo se call bruscamente. $l cabo de unos minutos ichel se levant, abri la puerta del balcn ! sali a respirar el aire nocturno. La ma!or'a de la "ente que conoc'a hab'a llevado una vida semeante a la de 5runo. -eando aparte ciertos sectores de mu! alto nivel, como la publicidad o la moda, es relativamente +*cil que a uno lo acepten +'sicamente en el sector pro+esional, los dress codes son limitados e impl'citos. -espu0s de unos a;os de trabao el deseo se(ual desaparece, la "ente se concentra en la "astronom'a ! el vino) al"unos de sus cole"as, mucho m*s venes que 0l, !a hab'an empe%ado a +ormar una bode"a. 1o
era el caso de 5runo, que no hab'a dicho nada sobre el vino, un &ieu% Papes a 77,8N +rancos. edio olvidando la presencia de su hermano, ichel se apo! en la barandilla ! ech una oeada a los edi+icios. a hab'a ca'do la noche) casi todas las luces estaban apa"adas. Era la 4ltima noche del +in de semana del 7N de a"osto. &olvi unto a 5runo, se sent a su lado) sus rodillas se ro%aban. B
1* 1in"una mutacin meta+'sicaF, anot -er%insi muchos a;os m*s tarde, lle"a a producirse sin haber sido anunciada, preparada ! +acilitada por un conunto de cambios menores, que en el momento de su co!untura histrica a menudo pasan desapercibidos. Personalmente, me considero uno de esos cambios menores.F ientras err en vida entre los seres humanos europeos, -er%insi +ue un incomprendido. na idea que se desarrolla en ausencia de un interlocutor e+ectivo, subra!a Dubc%ea en su introduccin a las (li'den !otes, puede a veces evitar las trampas de la idiosincrasia ! el delirio) pero no ha! precedentes en la eleccin del discurso re+utable para e(presarla. Podr'a a;adirse que -er%insi se consider, ante todo ! hasta el +inal, un cient'+ico) cre'a que su contribucin esencial a la evolucin humana la constitu'an sus publicaciones de bio+'sica, sometidas del modo m*s cl*sico a los criterios habituales de autoconsistencia ! de re+utabilidad. Los elementos m*s +ilos+icos contenidos en sus 4ltimos escritos slo le parec'an proposiciones aventuradas, incluso un poco locas, m*s usti+icables por motivaciones puramente personales que por cualquier iniciativa l"ica. ?en'a un poco de sue;o) la luna se desli%aba sobre la ciudad dormida. $ una palabra su!a, lo sab'a, 5runo se levantar'a, se pondr'a el chaquetn !
desaparecer'a en el ascensor) siempre hab'a ta(is en La otteUPiquet. $l considerar los acontecimientos presentes de nuestra vida, oscilamos constantemente entre la +e en el a%ar ! la evidencia del determinismo.
3uando volvi, le ped' que me la chupara. Lo hac'a mal, notaba los dientes) pero cerr0 los oos e ima"in0 la boca de una de las chicas de mi clase de se"undo, que era de Ghana. Gracias a la ima"en de su len"ua rosa ! un poco *spera conse"u' correrme en la boca de mi muer. 1o ten'a intencin de tener m*s hios. $l d'a si"uiente escrib' el te(to sobre la +amilia, el que publicaron. 2?odav'a lo ten"o... 2intervino ichel. uedan al$unas 'amilias Achispas de 'e entre los ateos, chispas de amor en el 'ondo de la n"useaD, no se sabe c)mo esas chispas brillan. Esclavos de or$anizaciones incomprensibles en el trabajo, nuestra única posibilidad de realizaci)n y de vida es el se*o Aaunque s)lo en el caso de aquellos a los que el se*o les est" permitido, s)lo en el caso de aquellos para los que el se*o es posible.D El matrimonio y la 'idelidad nos roban actualmente cualquier posibilidad de e*istencia, no vamos a encontrar en un despacho o una clase esa 'uerza interior que necesita el jue$o, la luz y el baile& por eso intentamos ser 'ieles a nuestro destino a travs de amores cada vez m"s di'#ciles, intentamos vender un cuerpo cada vez m"s a$otada, reticente, ind)cil, y desaparecemos en la sombra de la tristeza hasta la verdadera desesperaci)n, Bajamos por el solitario camino hasta el lu$ar en que todo est" oscuro, sin niños ni mujeres, entramos en el la$o en mitad de la noche Ay est" tan 'r#a el a$ua sobre nuestros viejos cuerposD.
3uando acab de escribir este te(to, 5runo ca! en una especie de coma et'lico. Lo despertaron, dos horas despu0s, los "ritos de su hio. Entre los dos ! los cuatro a;os, los ni;os empie%an a tener una conciencia del !o cada ve% m*s acusada, lo cual les provoca crisis de me"aloman'a e"oc0ntrica.
! se +ue al 0adison, un bar de encuentros en la rue 3haudronnerie. Pa" con tareta tres mil +rancos por una botella de -om P0ri"non e invit a una rubia mu! "uapa) 0sta le hi%o una lar"a paa en uno de los apartados del piso de arriba, deteniendo de ve% en cuando la crecida del deseo.
despu0s de pasearse a la deriva, +lotaba ahora a la altura del radiador) no parec'a en absoluto dispuesto a continuar. ichel vacil ! lue"o encendi el televisor: hab'a un pro"rama sobre coneos. Iuit el sonido. $ lo meor eran liebres) los con+und'a. Le sorprendi volver a o'r la vo% de 5runo. 2Estaba intentando recordar cu*nto tiempo me qued0 en -ion. B3uatro a;osC B3incoC En cuanto uno entra en el mundo del trabao, todos los a;os se parecen. Los 4nicos acontecimientos que quedan por vivir son m0dicos... ! ver cmo crecen los hios. &ictor crec'a) me llamaba pap*F. -e repente empe% a llorar. $currucado en el so+*, deaba escapar "randes sollo%os ! sorb'a por la nari%. ichel mir su relo) eran un poco m*s de las cuatro. En la pantalla, un "ato salvae llevaba el cad*ver de un coneo entre las +auces. 5runo sac un pa;uelo de papel ! se sec el rabillo de los oos. Las l*"rimas se"u'an rod*ndole por la cara. Pensaba en su hio. Pobre &ictor, que dibuaba a los de
usto encima La le! de la san"reF, ! se qued perpleo durante m*s de die% minutos.
1+ El 7 de septiembre por la ma;ana, 5runo +ue a la Gare du 1ord a esperar a 3hristiane. Ella hab'a ido en autob4s de 1o!on a $miens, ! lue"o en un tren directo hasta Par's. Dac'a un d'a maravilloso) el tren lle" a las 77.>. Ella llevaba un vestido lar"o, salpicado de +lorecillas, con los pu;os de encae. Sl la estrech en sus bra%os. $ los dos les lat'a mu! deprisa el cora%n. 3omieron en un restaurante indio, ! lue"o +ueron a casa de 5runo para hacer el amor. El hab'a encerado el parquet, hab'a puesto +lores en los arrones) las s*banas estaban limpias ! ol'an bien. Lo"r penetrarla durante mucho tiempo, esperar su or"asmo) el sol entraba por el intersticio de las cortinas ! hac'a brillar su melena ne"ra, en la que se ve'an al"unos re+leos "rises. Ella tuvo un primer or"asmo, ! casi ense"uida otro: violentas contracciones le recorrieron la va"ina) en ese momento, 5runo e!acul. 6nmediatamente despu0s se apret contra ella ! ambos se durmieron. 3uando despertaron, el sol descend'a entre los edi+icios) eran casi las siete. 5runo abri una botella de vino blanco. 1unca le hab'a contado a nadie los a;os que si"uieron a su re"reso de -ion. 6ba a hacerlo ahora. 2En el curso de 7898, a $nne le dieron un puesto en el liceo 3ondorcet. $lquilamos un apartamento en la rue Rodier, tres habitaciones, bastante oscuro. &ictor iba al parvulario ! !o ten'a los d'as libres. Entonces empec0 a ir de putas. Dab'a varios salones de masae tailand0s en el barrio: el !e@ Ban$
que estar al lado del tipo. 3uando la chica empe% a +rotarme el bao vientre con el pecho untado de abn, tuve una iluminacin: el tipo de la cabina de al lado, al que le estaban haciendo un body body , era mi padre. Dab'a enveecido, parec'a un ubilado de verdad, pero era 0l, no cab'a la menor duda. En ese momento le o' correrse con un ruidito de ves'cula que se vac'a. 3uando !o me corr', esper0 unos minutos antes de vestirme) no ten'a "anas de encontr*rmelo en la entrada. Pero el d'a que le cont0 la historia al psiquiatra, cuando re"res0 a casa, llam0 al vieo por tel0+ono. Pareci sorprendido de o'rme, ! m*s bien contento. <', se hab'a ubilado, hab'a vendido todas sus acciones en la cl'nica de 3annes) en los 4ltimos a;os hab'a perdido bastante dinero, pero no le iba tan mal, otros estaban peor que 0l. -iimos que nos ver'amos uno de aquellos d'as) pero no pudimos hacerlo ense"uida. F$ primeros de mar%o, me llamaron de la inspeccin acad0mica. $ una pro+esora le hab'an dado la baa por maternidad antes de la +echa prevista, hab'a un puesto libre hasta el +inal del a;o escolar, era en el liceo de eau(. -ud0 un poco, ten'a mu! malos recuerdos de eau() lo pens0 tres horas, ! lue"o me di cuenta de que me daba i"ual. Puede que la vee% sea eso) las reacciones emocionales se embotan, ha! pocos rencores ! pocas ale"r'as) uno se preocupa sobre todo por el +uncionamiento de sus r"anos, por su precario equilibrio. Lo primero que me sorprendi al baar del tren, ! lue"o al atravesar la ciudad, +ueron su peque;e% ! su +ealdad..., su absoluta +alta de inter0s. -e ni;o, cuando lle"aba a eau( los domin"os por la tarde, ten'a la impresin de entrar en un inmenso in+ierno. Pero no, aquello era un in+ierno mu! peque;ito que carec'a del menor ras"o distintivo. Las casas, las calles..., todo aquello no me recordaba nada) incluso hab'an moderni%ado el liceo. &isit0 los edi+icios del internado, cerrado ! trans+ormado en museo de historia local. En aquellas salas otros chicos me hab'an pe"ado ! humillado) hab'an dis+rutado escupi0ndome ! me*ndose encima de m') me hab'an metido la cabe%a en una ta%a llena de mierda) pero no sent'a nin"una emocin, m*s bien una li"era triste%a..., una triste%a mu!, mu! "eneral. \1i siquiera -ios puede hacer que lo que una ve% +ue dee de ser], a+irma en al"una parte no s0 qu0 autor catlico) pero al ver lo que quedaba de mi in+ancia en eau(, la cosa no parec'a tan di+'cil. FPase0 por la ciudad durante varias horas) incluso volv' al 5ar de la Pla"e. e acordaba de 3aroline essa!an, de Patricia Dohweiller) pero la verdad es que nunca las hab'a olvidado) no hab'a nada en las calles que me las recordara de un modo especial. e cruc0 con muchos venes, muchos inmi"rantes) sobre todo ne"ros, muchos m*s que cuando !o era adolescente) aquello s' era un cambio. Lue"o me present0 en el liceo. $l director le pareci divertido que !o +uera un anti"uo alumno, quiso buscar mi e(pediente, pero !o me puse a hablar de otra cosa ! conse"u' evitarlo. ?en'a tres clases: una de se"undo, una de primero $ ! otra de primero <. La peor, me di cuenta ense"uida, iba a ser la de primero $: hab'a tres t'os ! treinta chicas. ?reinta chicas de diecis0is a;os. Rubias, morenas, pelirroas. =rancesas, ma"reb'es, asi*ticas..., todas deliciosas, todas deseables. todas +ollaban, era evidente, +ollaban, cambiaban de chico, dis+rutaban de su uventud) !o pasaba todos los d'as por delante de la m*quina de preservativos ! ellas no se cortaban, los compraban delante de m'. FLo que lo desencaden todo es que !o empec0 a decirme que a lo meor ten'a una oportunidad. ?en'a que haber muchas hias de divorciados,
encontrar'a una que estuviera buscando una +i"ura paterna. Pod'a +uncionar, estaba se"uro de que pod'a +uncionar. Pero hac'a +alta un padre viril, protector, de hombros anchos. e de0 crecer la barba ! me matricul0 en el G!mnase 3lub. La barba slo +ue un 0(ito a medias, no crec'a espesa ! me daba un aspecto sospechoso, a lo o 7K estirando al m*(imo el cent'metro de plie"ue en la base de la polla. Dab'a descubierto una nueva +uente de an"ustias) ! ah' no hab'a nada que hacer, era una desventaa radical, de+initiva. =ue entonces cuando empec0 a odiar a los ne"ros. 5ueno, no hab'a muchos en el liceo) la ma!or'a iban al liceo t0cnico PierreXdeX 3ourbetin, el mismo sitio donde el ilustre -e+rance hac'a striptease +ilos+ico ! lam'a culos a +avor de los venes. En mi clase de primero $ hab'a slo uno, un tipo maci%o al que llamaban 5en.
Fo miraba a 5en: se rascaba la cabe%a, se rascaba los coones, masticaba chicle. BIu0 demonios pod'a entender aquel mono enormeC B qu0 demonios pod'an entender todos los dem*sC Dasta a m' empe%aba a costarme trabao entender qu0 quer'a decir Proust e(actamente. Esas decenas de p*"inas sobre la pure%a de la san"re, la noble%a del "enio en relacin con la noble%a de la ra%a, el medio espec'+ico de los "randes pro+esores de medicina..., todo aquello me parec'a una verdadera ca"ada. Era evidente que viv'amos en un mundo simpli+icado. La duquesa de Guermantes ten'a mucha menos pasta que
tendr'a el menor inter0s. La +ama cultural slo era un mediocre suced*neo de la verdadera "loria, la "loria en los medios de comunicacin) ! 0sta, vinculada a la industria del entretenimiento, acumulaba m*s dinero que cualquier otra actividad humana. BIu0 eran un banquero, un ministro o un empresario +rente a un actor de cine o una roc< star C =inanciera ! se(ualmente, ! desde todos los puntos de vista, cero. Las estrate"ias de distincin que Proust hab'a descrito con tanta sutile%a no ten'an nin"4n sentido en la actualidad.
Dice una pausa. $ ellas les impresionaba este poema, lo sent'a, hab'a un silencio mortal. Era la 4ltima hora de clase) en media hora ten'a que co"er el tren para despu0s encontrarme con mi muer. -e repente, desde el +ondo del aula, la vo% de 5en: \^Qo, tienes el instinto de muerte metido en la cabe%a, t'o_...] Dab'a hablado en vo% alta pero en realidad no era una insolencia, el tono era hasta un poco admirativo. 1unca entend' si se diri"'a a 5audelaire o a m') en el +ondo, como comentario de te*to, no estaba tan mal. $un as', !o ten'a que intervenir.
sienta bien, es bueno. ^5um, bum_ 2Di%o un "esto mu! "racioso con la mano, sac una p*"ina, hab'a se;alado un p*rra+o2. \Envidiamos y admiramos a los ne$ros porque queremos se$uir su ejemplo y convertirnos en animales, animales con una $ran polla y un diminuto cerebro de reptil junto a la polla. ] 2
+uerte, *"il, mu! cortesano. ?iene usted talento. $ veces cae en lo +*cil, me "usta menos el subt'tulo no no nace racista, lle"a a serlo. El rodeo, la se"unda intencin, siempre son un poco... Dmm... 2
cru% los bra%os detr*s de la cabe%a) por un momento cre' que iba a poner los pies sobre la mesa, pero no lo hi%o. &olvi a inclinarse hacia m', no pod'a estarse quieto2. BIu0 hacemos entoncesC F21o s0, podr'a publicarme el te(to. F2^&a!a, va!a_ 2
ve'a su culito de molde embutido en los vaqueros. e "ustaba tanto que de0 a las putas. 6ma"inaba mi polla penetrando en la suavidad de su lar"a melena ne"ra) incluso me hice una paa sobre uno de sus trabaos. FEl viernes 77 de unio lle" con una +aldita ne"ra) las clases acababan a las seis. Ella estaba sentada en la primera +ila. 3uando cru% las piernas debao de la mesa, me +alt un pelo para desma!arme. Ella estaba al lado de una rubia "orda que se +ue en cuanto son el timbre. e levant0 ! puse la mano sobre su carpeta. Ella se qued sentada, no parec'a tener la menor prisa.
especi espe cial alme ment nte e duro) pero pero 0l ar"u ar"u! ! trau trauma mass de la prim primer era a in+a in+anc ncia ia reavivados por el re"reso al liceo) en +in, que se las arre"l mu! bien. Fe qued0 en la cl'nica un poco m*s de seis meses) mi padre +ue a verme varias veces) ten'a un aspecto cada ve% m*s ben0volo ! cansado. o estaba tan atiborrado de neurol0pticos que no sent'a el menor deseo se(ual) pero de ve% en cuando las en+ermeras me co"'an en bra%os. e apretaba contra ellas ! me quedaba quieto uno o dos minutos) lue"o volv'a a tumbarme. Eso me sentaba tan bien que el psiquiatra e+e les hab'a aconseado que aceptaran si no ten'an ma!ores inconvenientes.
1.
LA HIP3E"I" MA#MILLAN Encontraron un ta(i, +ueron a Les Dalles ! cenaron en una cervecer'a abierta toda la noche. -e entrante, 5runo pidi pinchos de arenque.
se hubieran conocido en 78, cuando 0l ten'a veinte a;os ! ella diecis0is, su vida podr'a haber sido completamente di+erente. Ssta +ue la primera se;al que la avis de que se estaba enamorando. 2Es una coincidencia 2continu 3hristiane2, pero en el +ondo no es pasm pasmos osa. a. Lo Loss idio idiota tass de mis mis padr padres es +orm +ormab aban an part parte e de es ese e me medi dio o libertario ! un poco beatni de los a;os cincuenta con el que sol'a andar tu madre. madre. Dasta Dasta es posible que se cono%can, cono%can, pero no ten"o nin"unas nin"unas "anas de averi"uarlo. -esprecio a esa "ente, incluso la odio. Representan el mal, traeron el mal, ! hablo con conocimiento de causa. e acuerdo mu! bien de ese verano del . -i eola muri quince d'as despu0s de mi lle"ada) ten'a un c*ncer "enerali%ado, ! parec'a que !a nada le interesaba de verdad. $un as' intent li"ar conmi"o, !o estaba bastante bien entonces) pero no insisti, creo que estaba empe%ando a su+rir +'sicamente. Llevaba vein veinte te a;os a;os haci haci0n 0ndo dose se pasa pasarr por por un vie vieo o sa sabi bio o ! habl hablan ando do de la iniciacin espiritual, etc., para tirarse a las chicas. Da! que reconocer que interpret el papel hasta el +inal. Iuince d'as despu0s de que !o lle"ara tom veneno, al"o mu! suave, que hac'a e+ecto en varias horas) lue"o recibi a todos los que estaban en la propiedad ! le dedic unos minutos a cada uno, tipo muerte de <cratesF, BsabesC Dabl de Platn, de las panis panishad hads, s, de Lao LaoU?s U?se, e, en +in, +in, del circo circo de sie siempr mpre. e. ?ambi0 ?ambi0n n habl habl mucho de $ldous Du(le!, recordaba cmo se conocieron, las cosas que se hab'an dicho) puede que lo adornara un poco, pero el hombre se estaba muriendo. 3uando me lle" el turno estaba bastante impresionada, pero 0l slo me pidi que me desabrochara la blusa. e mir el pecho) lue"o intent decir al"o pero !o no lo entend' bien, !a le costaba trabao hablar. -e pronto se endere% en el silln ! tendi las manos hacia m'. Le de0 hacer. $po! un momento la cabe%a entre mis pechos ! lue"o se de caer otra ve% en el silln. Le temblaban mucho las manos. e hi%o una se;al con la cabe%a para que me +uera. o no vi en su mirada nin"una iniciacin espiritual, nin"una sabidur'a) slo vi miedo. Furi al caer la noche. Dab'a pedido que hicieran una pira +uneraria en lo alto de la colina. ?odos reco"imos le;a, ! empe% la ceremonia. -avid prendi +ue"o a la pira de su padre, ten'a un resplandor e(tra;o en los oos. o no sab'a nada de 0l, salvo que era m4sico de roc) iba con unos tipos bastante inquietantes, unos motoristas norteamericanos tatuados ! vestidos de cuero. o estaba con una ami"a, ! cuando se hac'a de noche no nos sent'amos mu! tranquilas. &arios hombres que tocaban el tam tam se sentaron delante del +ue"o ! empe%aron a "olpear con un ritmo "rave. Los participantes empe%aron a bailar, el +ue"o calentaba mucho, ! como de costumbre la "ente empe% a quitarse la ropa. En principio, para una cremacin hacen +alta incienso ! s*ndal s*ndalo. o. 1os 1osotr otros os sl slo o hab'am hab'amos os reco"i reco"ido do le;a le;a ca'da, ca'da, probab probablem lement ente e me%clada con hierbas locales, tomillo, romero, aedrea) de hecho, al cabo de media hora, ol'a e(actamente i"ual que una barbacoa. =ue un ami"o de -avid el que lo dio, un tipo "rueso con chaleco de cuero ! el pelo lar"o, "rasiento) le +altaban varios dientes delanteros. Otro, que iba de hipp ippie, ie, e(pli (plic c que en much mucha as trib tribus us primit imitiv ivas as co com mer erse se al e+ e+e desaparecido era un rito de unin de la ma!or importancia. El desdentado inclin la cabe%a ! empe% a re'rse) -avid se acerc ! empe% a discutir con ellos) estaba desnudo, ! a la lu% de las llamas ten'a un cuerpo ma"n ma "n'+ '+ic ico) o) creo creo que que hac' hac'a a musc muscul ulac aci in. n.
FPoco despu0s estall una tormenta. 1o s0 por qu0 me levant0 ! re"res0 a la pira. ?odav'a hab'a unos treinta, bailando desnudos bao la lluvia. n tipo me co"i brutalmente por los hombros ! me arrastr hasta la ho"uera para obli"arme a mirar lo que quedaba del cuerpo.
diva"aciones habituales de los +undamentalistas reli"iosos sobre el re"reso del $nticristo ! el restablecimiento de la oracin en los cole"ios. Pero era un libro preciso, bien documentado, que anali%aba muchos casos en detalle) acmillan se hab'a interesado especialmente por -avid, reconstru'a toda su bio"ra+'a, llevaba a cabo un minucioso trabao de investi"acin. F6nmediatamente despu0s de la muerte de su padre, en septiembre de 78, -avid vendi la propiedad ! las treinta hect*reas de terreno para comprar pisos en edi+icios anti"uos de Par's) se qued con un "ran estudio en la rue &isconti ! trans+orm el resto para alquilarlo. ?abic pisos anti"uos, uni a veces las habitaciones de servicio) instal cocinas americanas ! duchas. 3uando todo estuvo terminado, ten'a veinte miniestudios que pod'an "aranti%arle unas cmodas rentas. ?odav'a no hab'a renunciado a meterse en el mundo del roc, ! se dio que tal ve% en Par's tuviera una oportunidad) pero !a ten'a veintis0is a;os. $ntes de hacer la ronda de los estudios de "rabacin, decidi quitarse dos a;os. Era mu! +*cil) bastaba contestar cuando le pre"untaban su edad: \&einticuatro]. Por descontado, nadie lo comprobaba. ucho tiempo antes que 0l, a 5rian Qones se le hab'a ocurrido la misma idea.
satanistas. 3ali+ornia siempre ha sido un lu"ar +avorito de las sectas dedicadas al culto a +ue admitido en su primer crimen ritual, un beb0 portorrique;o. ientras 0l castraba al ni;o con un cuchillo de sierra, Qohn di Giorno le arranc los "lobos oculares ! se los comi. En aquel momento, -avid casi hab'a renunciado a ser una roc< star , incluso si a veces le daba un horrible vuelco el cora%n cuando ve'a a ic Qa""er en la ?&. -e todos modos, el pro!ecto 9ribute to (harles 0anson hab'a +racasado, e incluso si con+esaba veintiocho a;os lo cierto es que ten'a cinco m*s, ! que realmente empe%aba a sentirse demasiado vieo. Por aquel entonces, en sus +antas'as de dominacin todopoderosa, sol'a identi+icarse con 1apolen. $dmiraba a ese hombre que hab'a ba;ado en san"re ! +ue"o a Europa, que hab'a llevado a la muerte a cientos de miles de seres humanos sin poner como e(cusa una ideolo"'a, una creencia, una conviccin cualquiera. $l contrario que Ditler o
FLos testimonios sobre -avid terminaban ah'. La polic'a hab'a interceptado por casualidad el m*ster de un v'deo de tortura, pero lo m*s probable es que al"uien hubiera avisado a -avid) en cualquier caso, hab'a conse"uido huir a tiempo. -aniel acmillan lle"aba entonces a su tesis. Lo que establec'a claramente en su libro es que los supuestos satanistas no cre'an ni en -ios ni en
-e momento eran los 4nicos clientes, pero la cervecer'a estaba abierta las veinticuatro horas, estaba escrito en la entrada ! en los men4s, era pr*cticamente una obli"acin contractual. Estos maricones no nos van a oderF, dio 5runo de +orma maquinal. En nuestras sociedades contempor*neas, una vida humana pasa necesariamente por uno o varios per'odos de crisis, de intensa revisin personal. $s' que es normal que en el centro de la ciudad de una "ran capital europea uno ten"a acceso al menos a un establecimiento abierto toda la noche. 5runo pidi un pastel de +rambuesas ! dos vasos de irsch. 3hristiane hab'a escuchado su relato con atencin) en su silencio hab'a al"o doloroso. Dab'a que volver a los placeres sencillos.
12 PA%A $NA E"(I#A !E LA 8$ENA ,OL$NA! En cuanto lle$a la aurora, las muchachas van a cortar rosas. 6na corriente de inteli$encia recorre los valles, las capitales, sacude la inteli$encia de los poetas m"s entusiastas, deja caer protectores para las cunas, coronas para la juventud, 'e en la inmortalidad para los viejos.
L$?RS$O1?, Poes'as 66 $ la ma!or'a de los individuos que 5runo tuvo ocasin de +recuentar en el curso de su vida los motivaba e(clusivamente la b4squeda del placer, si incluimos en la nocin de placer las "rati+icaciones narcisistas, tan li"adas al aprecio o la admiracin del primo. $s' se desple"aban distintas estrate"ias, cali+icadas de vidas humanas.
2a s0 lo que ha! que hacer 2dio ella despu0s de otro silencio2. &amos al sector naturista de 3ap d[$"de a acostarnos con todo el mundo. Da! en+ermeras holandesas, +uncionarios alemanes, todos mu! correctos, bur"ueses, tipo pa'ses nrdicos o 5enelu(. BPor qu0 no nos acostamos con polic'as lu(embur"uesesC 2a no me quedan vacaciones.
2$ m' tampoco, ten"o que volver el martes) pero todav'a necesito vacaciones. Esto! harta de ense;ar, los ni;os son idiotas. ?4 tambi0n necesitas vacaciones, ! te hace +alta dis+rutar con montones de mueres distintas. eso es posible. a s0 que no te lo crees, pero te di"o que es posible. ?en"o un ami"o m0dico que nos puede dar la baa a los dos. Lle"aron a la estacin de $d"e el lunes por la ma;ana, ! +ueron en ta(i al sector naturista. 3hristiane llevaba poqu'simo equipae, no hab'a tenido tiempo de volver a 1o!on. &o! a tener que mandarle dinero a mi hioF, dio. e desprecia, pero vo! a tener que mantenerlo al"unos a;os. <lo temo que se vuelva violento. &a con "ente mu! rara, musulmanes, na%is..., si se matara con la moto lo pasar'a mal, pero creo que me sentir'a m*s libre.F a estaban en septiembre ! encontraron aloamiento con +acilidad. El compleo naturista de 3ap d[$d"e, dividido en cinco residencias construidas en los a;os setenta ! principios de los ochenta, tiene una capacidad hotelera de die% mil pla%as, un r0cord mundial.
trasnochadores, no recomendado a menores de doce a;osA. Por su clientela en "ran parte +amiliar, por la importancia que da al ocio se(ual sin encaarlo en el conte(to corriente del \li"ue], el centro naturista de 3ap d[$"de escapa a esa dicotom'a. tampoco se parece, cosa que tambi0n sorprende al visitante, a los centros naturistas tradicionales. Sstos hacen hincapi0 en una concepcin \sana] de la desnude%, e(clu!endo cualquier interpretacin se(ual directa) impera la alimentacin biol"ica, el tabaco est* pr*cticamente prohibido. Los participantes, que suelen tener una sensibilidad ecolo"ista, se re4nen para practicar actividades como el !o"a, la pintura sobre seda, las "imnasias orientales) se adaptan de buena "ana a un h*bitat rudimentario en un empla%amiento salvae. Por el contrario, los apartamentos del 3ap cumplen sobradamente las normas est*ndar de comodidad en las estaciones de vacaciones) la naturale%a est* presente, sobre todo en +orma de c0sped ! arriates de +lores. la restauracin, cl*sica, re4ne pi%%erias, marisquer'as, +reidur'as ! helader'as. e atrevo a decir que hasta la desnude% parece tener un car*cter distinto. En un centro naturista tradicional, es obli"atoria cada ve% que las condiciones atmos+0ricas lo permiten) esta obli"acin es obeto de una ri"urosa vi"ilancia, ! va acompa;ada por una viva reprobacin de cualquier comportamiento que pueda cali+icarse de mirn. Por el contrario, en 3ap d[$"de, uno asiste a la coe(istencia pac'+ica, tanto en supermercados como en bares, de "ran variedad de atuendos, que van desde la desnude% inte"ral a la vestimenta tradicional, pasando por la ropa de vocacin abiertamente ertica @mini+aldas de reilla, lencer'a, li"uerosA. Los mirones est*n t*citamente permitidos: es corriente ver en la pla!a a los hombres pararse delante de los se(os +emeninos que se o+recen a su mirada) muchas mueres dan a esta contemplacin un car*cter a4n m*s 'ntimo mediante la depilacin, que +acilita el e(amen del cl'toris ! de los labios ma!ores. ?odo esto crea, incluso si uno no toma parte en las actividades espec'+icas del centro, un clima mu! especial, tan aleado del ambiente ertico ! narcisista de las discotecas italianas como de la atms+era \equ'voca] propia de los barrios calientes de las "randes ciudades. En resumen, se trata de una estacin balnearia cl*sica, m*s bien educada, con la salvedad de que los placeres del se(o ocupan un lu"ar importante ! admitido. Es tentador hablar de ambiente se(ual \socialdemcrata], sobre todo porque el turismo e(tranero, mu! numeroso, es sobre todo alem*n, con un +uerte contin"ente holand0s ! escandinavo.F $l se"undo d'a, 5runo ! 3hristiane conocieron en la pla!a a una parea, Rudi ! Dannelore, que les a!ud a entender meor el +uncionamiento sociol"ico del lu"ar. Rudi era t0cnico en un centro de se"uimiento de sat0lites, que controlaba sobre todo el posicionamiento "eoestacionario del sat0lite de telecomunicaciones $stra) Dannelore trabaaba en una importante librer'a de Dambur"o. Eran habituales del 3ap d[$"de desde hac'a die% a;os) ten'an dos hios peque;os, pero ese a;o hab'an decidido dearlos con los padres de Dannelore para escaparse una semana los dos solos. Esa misma noche cenaron los cuatro en un restaurante de pescados que o+rec'a una e(celente bullabesa. 5runo ! Rudi penetraron sucesivamente a Dannelore, mientras 0sta lam'a el se(o de 3hristiane) lue"o las dos mueres intercambiaron posiciones. -espu0s Dannelore le hi%o una +elacin a 5runo. ?en'a un cuerpo mu! hermoso, metido en carnes pero +irme, obviamente cuidado a base de practicar deporte.
$dem*s, chupaba con mucha sensibilidad) des"raciadamente, 5runo se sent'a tan e(citado por la situacin que se corri un poco pronto. Rudi, m*s e(perimentado, consi"ui retener la e!aculacin veinte minutos mientras Dannelore ! 3hristiane se la mamaban a la ve%, entrecru%ando amistosamente las len"uas sobre el "lande. Dannelore propuso un vaso de irsch para concluir la velada. Las dos discotecas para pareas que hab'a en el centro contaban bastante poco en la vida libertina de la parea alemana. El (lopRtre ! el +bsolu su+r'an la dura competencia del E*tasia, que estaba +uera del per'metro naturista, en el t0rmino municipal de arseillan: dotado de un equipamiento espectacular @blac< room, peep room , piscina climati%ada, acu%%i !, desde hac'a poco, la mirror room m*s bella de Lan"uedocU RoussillonA, el E*tasia, leos de dormirse en los laureles que consi"ui a principios de los a;os setenta, situado adem*s en un marco encantador, supo conservar su estatus de discoteca m'ticaF. 1o obstante, Dannelore ! Rudi propusieron ir al (lopRtre la noche si"uiente. *s peque;o, caracteri%ado por un ambiente c*lido ! simp*tico, el (lopRtre era, se"4n ellos, un e(celente punto de partida para una parea novel, ! adem*s estaba usto en mitad de la estacin: la ocasin de tomar una copa relaada entre ami"os despu0s de cenar) la ocasin para las mueres de probarse en un ambiente simp*tico la ropa ertica que acababan de comprar. Rudi pas de nuevo la botella de irsch. 1in"uno de los cuatro se hab'a vestido. 5runo se dio cuenta, maravillado, de que volv'a a tener una ereccin, menos de una hora despu0s de correrse entre los labios de Dannelore) lo coment con palabras impre"nadas de in"enuo entusiasmo. u! conmovida, 3hristiane empe% a hacerle una paa ante la mirada enternecida de sus nuevos ami"os. $l +inal, Dannelore se acuclill entre sus muslos ! se la chup mientras 3hristiane se"u'a acarici*ndola. n poco achispado, Rudi repet'a maquinalmente: 1ut..., $ut ...F
lo menos doscientas pareas) en medio hab'a al"unos hombres solos) otros paseaban por la l'nea de dunas, vi"ilando alternativamente los dos lados. -urante las dos semanas de nuestra estancia, +uimos a esa pla!a todas las tardesF, se"u'a 5runo en su art'culo. -esde lue"o, es posible morir, pensar en la muerte, ! mirar con severidad los placeres humanos.
hombre seductor ! viril se ven rodeados de proposiciones hala"adoras. en 3ap d[$"de, como en todas partes, un individuo obeso, vieo o poco a"raciado est* condenado a la masturbacin, salvo que esta actividad, por lo "eneral proscrita en los lu"ares p4blicos, aqu' se mira con amable condescendencia. Lo que sorprende, a pesar de todo, es que actividades se(uales tan diversas, mucho m*s e(citantes que cualquier pel'cula porno"r*+ica, puedan tener lu"ar sin en"endrar la menor violencia ni +altar en lo m*s m'nimo a la cortes'a. Por mi parte, introducir'a de nuevo la nocin de \se(ualidad socialdemcrata] ! tender'a a ver en ese hecho una aplicacin inslita de esas mismas cualidades de disciplina ! respeto a cualquier contrato que han permitido a los alemanes librar dos "uerras mundiales con una "eneracin de intervalo, para lue"o reconstruir, en mitad de un pa's en ruinas, una econom'a +uerte ! e(portadora. $ este respecto, ser'a interesante con+rontar a los nativos de pa'ses en que se han honrado desde siempre esos mismos valores culturales @Qapn, 3oreaA con las proposiciones sociol"icas puestas en pr*ctica en 3ap d[$"de. En cualquier caso, esta actitud respetuosa ! le"alista que ase"ura a cada cual, siempre que cumpla los t0rminos del contrato, m4ltiples momentos de tranquilo placer, parece tener un "ran poder de conviccin, porque se impone sin di+icultad ni cdi"os e(pl'citos a los elementos minoritarios presentes en la estacin @horteras lan"uedocianos del =rente 1acional, delincuentes *rabes, italianos de RiminiA.F 5runo interrumpi aqu' el art'culo, tras una semana de estancia. Lo que le quedaba por decir era m*s tierno, m*s delicado, m*s incierto.
1 La carta le lle" a ichel en plena crisis de desaliento terico.
sab'a que a al"unos metros bao sus pies +lu'a una corriente subterr*nea, ! que sus pasos le conducir'an inevitablemente, por instinto, a lo lar"o del r'o. $ su alrededor, el viento hac'a ondular las hierbas. 3uando despert se sent'a contento ! activo como nunca lo hab'a estado desde que de de trabaar, m*s de dos meses antes.
*mbito de los cruceros de luo. -escrib'an el barco como un autntico para#so 'lotante. $s' pod'an ser 2slo depend'a de 0l2 los primeros momentos de su crucero: Para empe%ar entrar* en el "ran vest'bulo inundado de sol, bao la inmensa c4pula de vidrio. Podr* subir a la cubierta superior en los ascensores panor*micos. $ll', desde la inmensa cristalera de proa, podr* contemplar el mar como en una pantalla $i$ante .F $part la documentacin, prometi0ndose estudiarla m*s a +ondo. Pasear por la cubierta superior, contemplar el mar a trav0s de una pared transparente, nave"ar durante semanas bao un cielo inmutable... BPor qu0 noC -urante ese tiempo, Europa occidental bien podr'a desaparecer bao un bombardeo. Sl desembarcar'a, +resco ! moreno, en un nuevo continente. ientras tanto hab'a que vivir, ! eso pod'a hacerse de un modo ale"re, inteli"ente ! responsable. En su 4ltima entre"a, el bolet#n de noticias del 0onopri* hac'a m*s hincapi0 que nunca en la accin ciudadana. na ve% m*s, el editorialista luchaba con la idea preconcebida de que la "astronom'a ! la +orma +'sica +ueran incompatibles. $ trav0s de sus l'neas de productos, sus marcas, la escrupulosa eleccin de cada una de sus re+erencias, todas las iniciativas del onopri( desde el momento de su creacin testimoniaban la conviccin e(actamente opuesta. El equilibrio es posible para todos, ! ense"uidaF, a+irmaba el redactor sin la menor vacilacin. ?ras esta primera p*"ina tan belicosa, incluso comprometida, el resto de la publicacin se dedicaba ale"remente a los conseos astutos, a los ue"os educativos, a los Bsab'a que...CF. Gracias a ellos, ichel pudo calcular su consumo diario de calor'as. En las 4ltimas semanas no hab'a barrido, ni planchado, ni nadado, ni u"ado al tenis, ni hecho el amor) las tres 4nicas actividades que pod'a se;alar con una cru% eran estar sentado, estar acostado ! dormir. ?erminados los c*lculos, sus necesidades se elevaban a 7.N ilocalor'as/d'a. 5runo, se"4n su carta, hab'a nadado ! hecho el amor mu! a menudo. &olvi a hacer el c*lculo con esos nuevos datos: las necesidades ener"0ticas aumentaban a J. ilocalor'as/d'a. Dab'a otra carta que ven'a de la alcald'a de 3r0c!XenX5rie. $ causa de las obras de ampliacin de una estacin de autobuses, hab'a que reor"ani%ar el cementerio municipal ! trasladar al"unas tumbas, entre ellas la de su abuela.
14 %EEN#$EN%O" Dab'an sustituido el +errob4s de 3rec!XlaX3hapelle por un tren de cercan'as. El pueblo mismo hab'a cambiado mucho.
terriblemente doloroso. e qued0 un poco para a!udar a mam*. Pero vivo en Par's..., como t4. ichel ba los oos, hubo un momento de silencio. En la mesa de al lado dos venes hablaban de arate. 2&i a 5runo por casualidad hace tres a;os en un aeropuerto. e dio que eras investi"ador, un hombre importante ! conocido en tu medio. ?ambi0n me dio que no te hab'as casado. Lo m'o es menos brillante, so! bibliotecaria en una biblioteca municipal. ?ampoco me he casado. De pensado en ti muchas veces. ?e odi0 cuando no contestaste a mis cartas. Dace veintitr0s a;os, pero a veces todav'a me acuerdo. Ella le acompa; a la estacin. 3a'a la noche, eran casi las seis.
de llevarme a un restaurante. <lo una ve% cre' que la cosa iba en serio ! me +ui a vivir con un tipo. Era actor, ten'a un +'sico mu! interesante, pero no conse"u'a abrirse camino) ! era sobre todo !o la que pa"aba las +acturas del apartamento. &ivimos dos a;os untos, me qued0 embara%ada. Sl me pidi que abortara. Lo hice, pero al volver del hospital supe que se hab'a acabado todo. e separ0 de 0l esa misma noche ! me instal0 durante cierto tiempo en un hotel. ?en'a treinta a;os, era mi se"undo aborto ! estaba completamente harta. Era en 7899, todo el mundo empe%aba a ser consciente de los peli"ros del sida) !o lo viv' como una liberacin. e hab'a acostado con docenas de hombres ! nin"uno merec'a que lo recordase. Do! pensamos que ha! una 0poca de la vida en la que uno sale ! se divierte) despu0s aparece la ima"en de la muerte. ?odos los hombres que he conocido ten'an terror a enveecer, no paraban de pensar en su edad. Esa obsesin por la edad empie%a mu! pronto, la he visto en "ente de veinticinco a;os, ! lue"o no hace m*s que empeorar. -ecid' parar, dear el ue"o. Llevo una vida tranquila, sin ale"r'a. Por las noches leo, me ha"o in+usiones, bebidas calientes. ?odos los +ines de semana vo! a casa de mis padres, paso mucho tiempo con mi sobrino ! mis sobrinas. 3ierto que necesito un hombre, que a veces ten"o miedo de noche ! que me cuesta trabao dormirme. Est*n los tranquili%antes, los somn'+eros) pero eso no basta del todo. En realidad, me "ustar'a que la vida pasara mu! deprisa. ichel "uard silencio) no estaba sorprendido. La ma!or'a de las mueres tienen una adolescencia e(altada, se interesan mucho por los chicos ! el se(o) poco a poco se cansan, tienen cada ve% menos "anas de abrir las piernas, de curvar la espalda ! presentar el culo) buscan una relacin tierna que no encuentran, una pasin que !a no son realmente capaces de sentir) entonces empie%an para ellas los a;os di+'ciles. na ve% abierto, el so+* cama ocupaba casi todo el espacio disponible. 2 Es la primera ve% que lo utili%o 2dio ella.
se"undos, ten'a que empe%ar de cero) ten'a que destruir otra ve%, penosamente, ese sentimiento de identi+icacin con su propia ima"en, como si adaptara la vista a un obeto cercano. El !o es una neurosis intermitente, ! al hombre le +altaba mucho para estar curado. -espu0s, vio una pared blanca en cu!o interior se +ormaban letras. Poco a poco las letras cobraron densidad, componiendo en la pared un baorrelieve en movimiento que lat'a con una pulsacin repu"nante. Primero se +orm la palabra P$MF, lue"o la palabra GERR$F) lue"o otra ve% la palabra P$MF. -espu0s el +enmeno ces de repente) la super+icie de la pared volvi a ser lisa. El aire se convirti en l'quido ! lo atraves una ola) el sol era enorme ! amarillo. &io el lu"ar donde se +ormaba la ra'% del tiempo. Esta ra'% e(tend'a sus prolon"aciones por todo el universo: %arcillos nudosos cerca del centro, pe"aosos ! +rescos en los e(tremos. Esos %arcillos encerraban, aprisionaban ! a"lutinaban las %onas del espacio. &io el cerebro del hombre muerto, %ona del espacio, conteniendo el espacio. Por 4ltimo vio el con"lomerado mental del espacio, ! su contrario. &io el con+licto mental que estructuraba el espacio, ! su desaparicin. &io el espacio como una l'nea mu! +ina que separaba dos es+eras. En la primera es+era estaba el ser ! la separacin) en la se"unda es+era estaba el no ser ! la desaparicin individual. ?ranquilamente, sin dudarlo, se dio la vuelta ! se diri"i hacia la se"unda es+era. .>. BPodr'a volver a dormirseC ?en'a que hacerlo. hab'a co"ido los #ana(. $ la ma;ana si"uiente, ella le prepar un ca+0) para ella hi%o t0 ! tostadas. Era un hermoso d'a, aunque !a empe%aba a hacer +r'o. Ella mir el cuerpo desnudo de ichel, e(tra;amente adolescente en su persistente del"ade%. ?en'an cuarenta a;os ! era di+'cil creerlo.
15 En mitad del suicidio occidental, estaba claro que no ten'an nin"una oportunidad.
una ma"ia imprevista, ten'an momentos de aire +resco, de sol toni+icante) pero lo m*s normal es que sintieran que una sombra "ris se e(tend'a en ambos, sobre la tierra que los sosten'a, ! en todas las cosas ve'an el +inal.
'0 5runo ! 3hristiane tambi0n hab'an vuelto a Par's) lo contrario habr'a sido inconcebible. La ma;ana que volvi al trabao, 5runo pens en el m0dico desconocido que les hab'a hecho ese re"alo inaudito: dos semanas de baa inusti+icada) lue"o se encamin a la rue de Grenelle. $l lle"ar se dio cuenta de que estaba moreno, en plena +orma, ! que la situacin era rid'cula) tambi0n se dio cuenta de que le daba e(actamente i"ual.
va!amosCF, propuso ella un poco m*s tarde. Sl asinti con triste%a) su e(citacin hab'a desaparecido por completo.
'1 1aturalmente, all' tampoco, hab'a salida. Los hombres ! las mueres que van a las discotecas para pareas renuncian r*pidamente a la b4squeda
del placer @que pide delicade%a, sensibilidad, lentitudA en bene+icio de una actividad se(ual +antasma"rica, bastante poco sincera en el +ondo, de hecho directamente calcada de las escenas de $an$ ban$ del porno de modaF que emit'a 3anal . En homenae a Warl ar(, que coloc en el centro de su sistema, cual mort'+era entelequia, el eni"m*tico concepto de baa tendencial del porcentae de bene+icioF, ser'a tentador postular, en el cora%n del sistema libertino en el que 5runo ! 3hristiane acababan de entrar, la e(istencia de un principio de baa tendencial del porcentae de placer) pero ser'a somero e incorrecto a la ve%. El deseo ! el placer, que son +enmenos culturales, antropol"icos, secundarios, no e(plican a +in de cuentas la se(ualidad) leos de ser +actores determinantes, est*n sociol"icamente determinados. En un sistema mon"amo, rom*ntico ! amoroso, slo pueden alcan%arse a trav0s del ser amado, que en principio es 4nico. En la sociedad liberal en la que viv'an 5runo ! 3hristiane, el modelo se(ual propuesto por la cultura o+icial @publicidad, revistas, or"anismos sociales ! de salud p4blicaA era el de la aventura. -entro de un sistema as', el deseo ! el placer aparecen como desenlace de un proceso de seducci)n, haciendo hincapi0 en la novedad, la pasin ! la creatividad individual @cualidades por otra parte requeridas a los empleados en el marco de la vida pro+esionalA. La desaparicin de los criterios de seduccin intelectuales ! morales en provecho de unos criterios puramente +'sicos empuaba poco a poco a los a+icionados a las discotecas para pareas a un sistema li"eramente distinto, que se pod'a considerar el +antasma de la cultura o+icial: el sistema sadiano. -entro de este sistema todas las pollas est*n tiesas ! son desmesuradas, los senos son de silicona, los co;os siempre van depilados ! re%umantes. Las clientes habituales de las discotecas por pareas, a menudo lectoras de (onne*ion o Hot :ideo, ten'an un obetivo mu! simple cada noche: que las empalaran muchas pollas enormes. Lo normal era que su si"uiente etapa +uesen los clubs sadomasoquistas. El placer es cosa de costumbre, como se"uramente habr'a dicho Pascal si le hubieran interesado este tipo de asuntos. En el +ondo, con su polla de trece cent'metros ! sus espaciadas erecciones @nunca hab'a tenido erecciones mu! lar"as, salvo en la m*s temprana adolescencia, ! el tiempo de latencia entre dos e!aculaciones hab'a aumentado sobremanera desde entonces: cierto que !a no era tan ovenA, 5runo estaba +uera de lu"ar en ese tipo de sitios.
quedaban all' media hora o una hora) 3hristiane se deaba +ollar en cadena intentando, por lo "eneral en vano, reanimar su virilidad. $l despertarse, volv'an a hacer el amor) las im*"enes de la noche volv'an, suavi%adas, a la mente medio dormida de 5runo) entonces viv'an momentos de una ternura e(traordinaria. Lo ideal habr'a sido en el +ondo invitar a al"unas pareas esco"idas, pasar la velada en casa, charlar amistosamente e intercambiar caricias mientras tanto. 5runo ten'a la 'ntima certe%a de que terminar'an por ese camino) ten'a que volver a hacer los eercicios de toni+icacin muscular recomendados por esa se(lo"a norteamericana) su relacin con 3hristiane, que le hab'a dado m*s ale"r'a que cualquier otro acontecimiento de su vida, era una relacin importante ! seria. $l menos era lo que pensaba a veces, cuando la miraba vestirse o aetrearse en la cocina. Pero la ma!or parte del tiempo, mientras estaba leos de 0l durante la semana, sent'a que estaba metido en una +arsa barata, que la vida le estaba "astando una 4ltima ! srdida broma. La des"racia slo alcan%a su punto m*s alto cuando hemos visto, lo bastante cerca, la posibilidad pr*ctica de la +elicidad. El accidente ocurri una noche de +ebrero, mientras estaban en (hris y 0anu. 5runo estaba tendido en un colchn en la sala central, con unos coines bao la cabe%a, mientras 3hristiane se la chupaba) 0l le hab'a co"ido la mano. Ella estaba arrodillada encima de 0l, con las piernas mu! abiertas, o+reciendo la "rupa a los hombres que se colocaban detr*s de ella, se pon'an un preservativo ! la penetraban por turno. a se hab'an sucedido cinco hombres sin que ella les dedicase una mirada) con los oos entrecerrados, como en un sue;o, pasaba la len"ua por el se(o de 5runo, e(ploraba cent'metro tras cent'metro. -e repente lan% un breve ! 4nico "rito. El tipo que ten'a detr*s, un cachas de pelo ri%ado, si"ui penetr*ndola concien%udamente, con +uertes cadera%os) ten'a la mirada vac'a ! un poco distra'da. ^Pare_ ^Pare_F, "rit 5runo) o cre! que hab'a "ritado, porque la vo% no le sal'a ! slo hab'a emitido un d0bil chillido.
sobre una mesa de caballete. 5runo se acerc, vio el cuerpo de 3hristiane ! sinti que se desplomaba) su cabe%a "olpe con violencia el suelo. Los empleados le a!udaron a levantarse con cuidado. ^Llore_ ^Da! que llorar_...F, le conmin el ma!or con vo% ur"ente. Sl sacudi la cabe%a) sab'a que no lo lo"rar'a. El cuerpo de 3hristiane !a no podr'a amar, !a no hab'a nin"4n destino posible para ese cuerpo ! toda la culpa era su!a. Esta ve% todas las cartas estaban sobre la mesa, !a no hab'a otro reparto, ! la mano acababa en un +racaso de+initivo. 1o hab'a sido m*s capa% de amar que sus padres antes que 0l. En un estado de e(tra;o desape"o sensorial, como si +lotara a varios cent'metros sobre el suelo, vio a los empleados ase"urar la tapa del +0retro con a!uda de una taladradora atornilladora. Los si"ui hasta el muro de silencioF, una pared de cemento "ris, de tres metros de altura, donde se superpon'an los nichos +unerarios) m*s o menos la mitad estaban vac'os. El empleado de m*s edad consult su hoa de instrucciones, se diri"i al nicho >J) su cole"a empuaba el +0retro sobre una carretilla. El aire era h4medo ! +r'o, incluso hab'a empe%ado a llover. El nicho >J estaba a media altura, apro(imadamente a un metro ! medio del suelo. 3on un movimiento +*cil ! e+ica% que slo dur unos se"undos, los empleados levantaron el +0retro ! lo desli%aron en el nicho. 3on una pistola neum*tica in+iltraron un poco de cemento de secado ultrarr*pido en el intersticio) lue"o el empleado de m*s edad le pidi a 5runo que +irmara el re"istro. $l irse le dio que pod'a quedarse all' un rato, si lo deseaba. 5runo re"res por la autopista $7 ! lle" al peri+0rico a las once. Dab'a pedido un d'a libre, no sospechaba que la ceremonia pudiera ser tan breve.
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"AO%GE (%MINO La comunicaci)n publicitaria, demasiado centrada en la seducci)n del mercado joven, se ha e*traviado a menudo en estrate$ias en las que la condescendencia rivaliza con la caricatura y la ridiculez. ara paliar el d'icit de escucha inherente a nuestro tipo de sociedad, hay que conse$uir que cada uno de nuestros colaboradores de ventas sea un 3embajador7 para los mayores. 3OR611E SG, La verdadera cara de los mayores
Iui%* todo ten'a que acabar as') puede que no hubiera nin"4n otro m0todo, nin"una otra salida. Iui%* hab'a que desentra;ar la mara;a, cumplir lo que estaba esbo%ado. $s' pues, -er%insi ten'a que ir a ese lu"ar llamado [ de lon"itud este) a ese lu"ar de una altitud li"eramente superior a N metros. En 1i%a se alo en el hotel Tindsor, un hotel de semiluo con un ambiente bastante insoportable ! una habitacin decorada por el mediocre artista Philippe Perrin. $l d'a si"uiente co"i el tren 1i%aX?ende, +amoso por la belle%a del recorrido. El tren atraves la peri+eria norte de 1i%a, con sus viviendas de proteccin o+icial para *rabes, sus carteles publicitarios del initel rosa ! su H de votos al =rente 1acional. ?ras la estacin de PeillonX
las ant'podas del movimiento neo Toodstoc que vituperaba 5runo. 3on mucho cuidado, 0ste sac de su cartera una octavilla titulada ^> +rancos_ ^El precio de un dos estrellas_ ^3on comodidades de tres estrellas, vistas al Paseo de los 6n"leses ! room service las veinticuatro horas_ 5runo estaba casi "ritando. $ pesar de la conducta un tanto e(trava"ante de su cliente, el patrn de (hez 1ilou @Bse llamar'a GilouC Pod'a serA escuchaba con atencin. Las historias de dinero ! de relacin calidadXprecio siempre interesan mucho a los hombres, es un ras"o caracter'stico en ellos. 2^$h, ah' est* -ucon_ 2dio 5runo con un tono de lo m*s ale"re, completamente cambiado, se;alando a un oven que acababa de entrar en el ca+0. Pod'a tener unos veintids a;os. Llevaba un mono militar ! una camiseta de 1reenpeace, ten'a la piel mate ! el pelo tren%ado, en resumen, se"u'a la moda rasta. 2Dola, -ucon 2dio 5runo con entusiasmo2. ?e presento a mi hermano. B&amos a ver a la vieaC El otro asinti sin decir palabra) por uno u otro motivo, parec'a haber decidido no responder a las provocaciones. El camino sal'a del pueblo ! sub'a una cuesta suave, si"uiendo el +lanco de la monta;a, en direccin a 6talia. ?ras una colina alta lle"aron a un valle mu! ancho, de lindes boscosas) la +rontera slo estaba a una decena de ilmetros. Dacia el este se ve'an al"unas cimas nevadas. El paisae,
completamente deshabitado, daba una impresin de amplitud ! serenidad. 2Da pasado el m0dico otra ve% 2dio el Dippie 1e"ro2. 1o pueden moverla, ! de todos modos !a no ha! nada que hacer. Es la le! de la naturale%a... 2a;adi mu! serio. 2BO!es esoC 2se burl 5runo2. BDas o'do a este pa!asoC La naturale%aF) no tienen otra palabra en la boca. $hora que est* en+erma les corre prisa que se muera, como un animal en su a"uero. ^Es mi madre, -ucon_ 2dio con "randilocuencia2. B has visto el loo< C 2 continu2. Los otros son por el estilo, incluso peores. ?odos una puta mierda. 2El paisae es mu! bonito por aqu'... 2contest distra'damente ichel. La casa era "rande ! baa, de piedra tosca, cubierta con un techo de pi%arra) estaba al lado de un manantial. $ntes de entrar, ichel sac del bolsillo una c*mara de +otos (anon rima 0ini @%oom de >9U 7N mm, 7.J8 +rancos en la =1$3A. -io una vuelta completa sobre s' mismo, mir mucho rato por el obetivo antes de apretar el botn) lue"o se reuni con los dem*s. -eando aparte al Dippie 1e"ro, la habitacin principal la ocupaba una criatura con+usa ! rubia, se"uramente holandesa, que tricotaba un poncho unto a la chimenea, ! un hippie m*s ma!or, de lar"o pelo "ris ! una cara del"ada de cabra inteli"ente. 2Est* aqu' 2dio el Dippie 1e"ro) apart una tela clavada a la pared ! los hi%o pasar a la habitacin conti"ua. <', ichel observ con inter0s a la criatura morena, hundida en la cama, que les si"ui con la mirada mientras entraban en el cuarto. $l +in ! al cabo era la se"unda ve% que ve'a a su madre, ! todo indicaba que ser'a la 4ltima. Lo que le impresion nada m*s verla +ue su e(trema del"ade%, los pmulos salientes, los bra%os dislocados. ?en'a la piel terrosa, mu! oscura, respiraba con di+icultad, era obvio que estaba en las 4ltimas) pero por encima de la nari%, que parec'a "anchuda, los oos brillaban en la penumbra, inmensos ! blancos.
de ti en un tarro ! todas las ma;anas, al despertarme, vo! a mear en tus ceni%as.
desaparecido por culpa de una cat*stro+e biol"ica. El tiempo se ha detenido, el clima es suave ! constante) los *rboles dan +ruto todo el a;o. Las mueres son eternamente n4biles ! +rescas, los perritos eternamente vivarachos ! ale"res. Las mueres se ba;an ! se acarician, los perritos ue"an ! reto%an a su alrededor.
6nconsecuentes) inconsecuentes, super+iciales ! rid'culos: as' son los hombres. 5runo se levant para cantar todav'a m*s +uerte la si"uiente estro+a: 9odos acuden, ya est"n aqu# incluso los del sur de Ktalia
hasta 1ior$io, la oveja ne$ra con los brazos llenos de re$aaaaaalos...
En el silencio que si"ui a esta demostracin vocal, se o! claramente una mosca que cru% la habitacin antes de posarse en la cara de Qane. Los d'pteros se caracteri%an por la presencia de un solo par de alas membranosas implantadas sobre el se"undo anillo del tra(, de un par de balancines @que sirven para mantener el equilibrio en vueloA implantados sobre el tercer anillo del tra(, ! pie%as bucales chupadoras. 3uando la mosca se aventur sobre la super+icie del oo, ichel sospech al"o.
servicios +unerarios parec'an notablemente bien or"ani%ados en
ercera parte In9inito emocional 1 $l volver a Par's, encontr una carta de -esplechin.
har* realidad, i"ual que todas las dem*s. En quince a;os de vida pro+esional, -esplechin era la 4nica persona con la que hab'a deseado establecer un contacto que +uera m*s all* de la simple relacin casual, puramente utilitaria, inde+inidamente aburrida, que constitu!e el clima natural de la vida laboral. Pues bien, se hab'a acabado. ir anonadado las caas de libros que se amontonaban en el suelo del despacho. 23reo que ser'a meor que tom*ramos al"o por ah'... 2propuso -esplechin, resumiendo acertadamente el ambiente. 3aminaron a lo lar"o del museo de Orsa! ! se sentaron en la terra%a del SKSe siTcle. En la mesa de al lado, media docena de turistas italianos parloteaban con vivacidad, como inocentes vol*tiles. -er%insi pidi una cerve%a, -esplechin un whis! seco. 2BIu0 va a hacer ahoraC 21o lo s0... 2-esplechin ten'a todo el aspecto de no saberlo2. &iaar... n poco de turismo se(ual, a lo meor... 2
creo que se equivocaba. En materia de reli"in, me parece imposible hablar desde un punto de vista e(clusivamente moral) sin embar"o, Want tiene ra%n cuando a+irma que ha! que u%"ar al propio
cierto... BDa decidido lo que va a hacerC Es por 2se disculp con un "esto 2... el asunto de los pla%os. 2<'. e "ustar'a que me destinaran al 3entro de 6nvesti"aciones Gen0ticas de Galwa!, en 6rlanda. 1ecesito or"ani%ar r*pidamente e(perimentos simples, en condiciones de presin ! temperatura lo bastante precisas, con una buena "ama de contadores de radiactividad.
ha! redundancias inusti+icadas, lar"as secuencias sin relacin con el cdi"o) bueno, ha! de todo.
' La noche si"uiente cen en casa de $nnabelle ! le e(plic con mucha claridad, de una manera sint0tica ! precisa, por qu0 ten'a que irse a 6rlanda. Para 0l estaba escrito el camino a se"uir, todo se encadenaba con nitide%. Lo esencial era no pensar slo en el $-1, considerar en conunto al ser vivo como sistema autorreproducible. $l principio $nnabelle no dio nada, aunque no pudo evitar una li"era mueca. Lue"o volvi a servir vino) esa noche hab'a preparado pescado, ! el peque;o estudio recordaba m*s que nunca a una cabina de barco. 21o vas a llevarme... 2
la "ente necesita llorar, no puede hacer otra cosa2.
de die% minutos. Los resultados del an*lisis lle"aron tres d'as despu0s. El m0dico parec'a tremendamente vieo, competente ! triste. 5ueno..., por des"racia creo que no ha! nin"una duda: tiene un c*ncer de 4tero en estado de preinvasin.F
+uertes de tranquili%antes. -e todos modos dorm'a mucho, ! siempre ten'a sue;os +elices ! tranquilos) el poder del esp'ritu es enorme dentro de su propio reino. ichel se acostaba a su lado) le pon'a una mano en la cintura ! sent'a cmo las costillas sub'an ! baaban con re"ularidad. El psiquiatra iba a verla con +recuencia, se preocupaba, murmuraba, hablaba de p0rdida de ape"o a la realidadF. $nnabelle se hab'a vuelto mu! dulce, un poco rara, ! a menudo se re'a sin motivo) a veces, tambi0n de repente, se le llenaban los oos de l*"rimas. Entonces se tomaba una pastilla m*s. $ partir de la tercera semana pudo salir ! dar breves paseos por la orilla del r'o o por los bosques cercanos. Era un mes de a"osto e(cepcionalmente hermoso) los d'as se suced'an id0nticos, radiantes, sin la menor amena%a de tormenta, sin que nada hiciera presa"iar nin"4n +inal. ichel la co"'a de la mano) sol'an sentarse en un banco al borde del Grand orin. La hierba de la ribera estaba calcinada, casi blanca) bao la sombra de las ha!as, el r'o desple"aba inde+inidamente sus l'quidas ondulaciones, de un verde oscuro. El mundo e(terior ten'a sus propias le!es, ! esas le!es no eran humanas.
* El JN de a"osto, un e(amen de control revel met*stasis en la re"in abdominal) lo normal era que si"uiera e(tendi0ndose ! que el c*ncer se "enerali%ara.
pesada, una broma inadmisible) pero as' eran las cosas. En unas pocas semanas de en+ermedad, con una rapide% sorprendente, hab'a lle"ado a esa conclusin tan +recuente en los vieos: no quer'a se"uir siendo una car"a para los dem*s. $l +inal de la adolescencia, su vida hab'a empe%ado a ir mu! deprisa) lue"o hubo una lar"a 0poca de aburrimiento) ahora todo empe%aba a ir deprisa otra ve%. Poco antes de amanecer, al darse la vuelta en la cama, ichel se dio cuenta de la ausencia de $nnabelle.
terminar sus estudios, para ase"urarse un +uturo pro+esional decente. Para ellas, salir con chicos slo era una actividad de tiempo libre, un entretenimiento en el que interven'an a partes i"uales el placer se(ual ! la satis+accin narcisista. *s tarde su obetivo era un matrimonio bien calculado, en el que ambas situaciones sociopro+esionales se adecuaran ! hubiera una cierta comunidad de "ustos. 3laro que as' se ne"aban cualquier posibilidad de ser +elices 2la +elicidad era indisociable de estados +usionales ! re"resivos incompatibles con la pr*ctica de la ra%n 2, pero de esa manera esperaban no tener que su+rir los tormentos sentimentales ! morales que hab'an torturado a sus predecesoras. Esta esperan%a se desvanec'a con rapide%) la desaparicin de los tormentos pasionales deaba el campo libre al aburrimiento, la sensacin de vac'o, la an"ustiada espera de la vee% ! de la muerte. -e hecho, la se"unda mitad de la vida de $nnabelle hab'a sido mucho m*s triste ! sombr'a que la primera) ! al +inal de su vida no "uardaba de ella nin"4n recuerdo. $ mediod'a, ichel abri la puerta de su habitacin. ue todos los seres en el Este, que todos los seres en el 2este, que todos los seres en el !orte, que todos los seres en el %ur sean 'elices, conserven su dicha& y puedan vivir sin enemistad.
La culpa no era del todo su!a, pensaba) hab'an vivido en un mundo terrible, un mundo de competicin ! de lucha, de vanidad ! de violencia) no hab'an vivido en un mundo armonioso. Por otra parte, tampoco hab'an hecho nada para modi+icar ese mundo ni hab'an contribuido a meorarlo en lo m*s m'nimo. Pens que tendr'a que haberle dado un hio a $nnabelle) lue"o, de "olpe, se acord de que lo hab'a hecho, o m*s bien de que hab'a empe%ado a hacerlo, de que por lo menos hab'a aceptado la idea) ! este pensamiento le llen de ale"r'a. Entonces entendi la pa% ! la dul%ura que hab'a sentido durante las 4ltimas semanas. a no pod'a hacer nada, nadie pod'a hacer nada contra el dominio de la en+ermedad ! de la muerte) pero al menos durante unas semanas ella se hab'a sentido amada.
%i uno practica la idea del amor y no se abandona a las pr"cticas licenciosas& si corta los lazos de las pasiones y vuelve la mirada hacia el (amino, por haber sido capaz de practicar ese amor, renacer" en el cielo de Brahma, conse$uir" sin tardanza la Liberaci)n y entrar" para siempre en el Geino de lo Kncondicionado. %i no mata ni trata de hacer daño, si no intenta hacerse valer humillando al pr)jimo, si practica el amor universal, no sentir" odio en la hora de su muerte.
Por la tarde lle" la madre de $nnabelle) quer'a saber si hab'a al"una novedad. 1o, la situacin no hab'a cambiado) los estados de coma pro+undo pod'an ser mu! estables, les record la en+ermera con paciencia, a veces pasaban tres semanas antes de que se pudiera establecer un pronstico. Ella entr a ver a su hia ! sali al cabo de un minuto, sollo%ando. 1o lo entiendo...F, dio sacudiendo la cabe%a. 1o entiendo la vida. Era una ni;a encantadora, BsabeC
1rabada en la carne santi'icada para siempre en las montañas, en el aire, en el a$ua de los r#os y en el cielo trans'ormado. +hora est"s ah#, en tu lecho de muerte, tranquila en el coma y para siempre llena de ternura. !uestros cuerpos se en'riar"n y s)lo estar"n presentes en la hierba, +nnabelle m#a. %er" la nada del ser individual. Habremos amado poco bajo nuestras 'ormas humanas, tal vez el sol, la lluvia sobre nuestras tumbas, el viento y la escarcha pon$an 'in a nuestro dolor.
+ $nnabelle muri al cabo de dos d'as, ! se"uramente +ue meor para la +amilia. 3uando al"uien muere la "ente siempre tiende a decir una estupide% as') pero es verdad que su madre ! su hermano no habr'an podido soportar una lar"a incertidumbre. En el edi+icio de acero ! cemento blanco, el mismo en el que hab'a muerto su abuela, -er%insi +ue consciente, por se"unda ve%, del poder del vac'o. 3ru% la habitacin ! se acerc al cuerpo de $nnabelle. Ese cuerpo era id0ntico al que 0l hab'a conocido, salvo que la tibie%a lo abandonaba poco a poco. La carne !a estaba casi +r'a. $l"unos seres viven hasta los setenta o incluso los ochenta a;os pensando que siempre ha! al"o nuevo, que la aventura est*, como suele decirse, a la vuelta de la esquina) pr*cticamente ha! que matarlos o por lo menos reducirlos a un estado de invalide% mu! avan%ado para que entren en ra%n. 1o era el caso de ichel -er%insi. Dab'a vivido su vida humana solo, en un vac'o sideral. Dab'a contribuido al pro"reso del conocimiento) era su vocacin, era la manera que hab'a encontrado para e(presar sus dones naturales) pero no hab'a conocido el amor. $ pesar de su belle%a, $nnabelle tampoco hab'a conocido el amor) ! ahora estaba muerta.
blanca) blanca) la reverberac reverberacin in era deslumbra deslumbrante. nte. El aire caliente ondulaba ondulaba a su alrededor como una mir'ada de serpientes peque;as.
. 3uando el avin se acerc al techo de nubes que se e(tend'a hasta el in+inito bao el cielo intan"ible, tuvo la impresin de que su vida entera hab'a estado encaminada a ese momento. -urante unos se"undos slo e(isti la inmensa c4pula del a%ur ! un enorme plano ondulado donde se alternaban un blanco resplandeciente ! un blanco mate) lue"o entraron en una una %ona %ona inte interm rmed edia ia,, move movedi di%a %a ! "ris "ris,, dond donde e las las perc percep epci cion ones es eran eran con+usas. $bao, en el mundo de los hombres, hab'a praderas, animales ! *rboles) todo era verde, h4medo e in+initamente detallado. Talcot Talc ottt le es espe pera raba ba en el ae aero ropu puer erto to de
+ina +inanc ncia iado do co con n una una subv subven enci cin n de la 3EE. 3EE. En una una sa sala la re+r re+ri" i"er erad ada, a, -er%insi ech una oeada a los dos "randes 3ra!, en +orma de torre, cu!os paneles de control resplandec'an en la penumbra.
a misa, ha! m*s libertad se(ual que hace unos a;os, cada ve% ha! m*s discotecas ! antidepresivos. En +in, el escenario cl*sico...F Pasa Pa saba ban n unt unto o al la"o la"o.. El so soll sur" sur"i i en me medi dio o de un banc banco o de nieb niebla la,, dibua dibuando ndo irisac irisacion iones es res respla plande ndecie ciente ntess en la super super+ic +icie ie del a"ua. a"ua. $un $un as'F, a;adi Talcott, el catolicismo si"ue siendo mu! +uerte. Por eemplo, la ma!or'a de los t0cnicos del centro son catlicos. Eso no me hace m*s +*cil la relacin con ellos.
2 ichel alquil un apartamento cerca de 3li+den, en la %
3ladda"hdu++, a veces hasta $u"hrus Point. $ll' estaba en el punto m*s occidental de Europa, el e(tremo del mundo occidental. $nte 0l se e(tend'a el oc0ano $tl*ntico) cuatro mil ilmetros de oc0ano le separaban de $m0rica. 7 de diciembre de 7888 ca! en viernes. En la cl'nica de &erriVresUleU 5uisson, donde 5runo iba a pasar el resto de sus d'as, hubo una peque;a +iesta que reuni a los en+ermos ! al personal a su car"o. 5ebieron champ*n ! comieron patatas +ritas con papria. *s tarde, 5runo bail con una en+ermera. 1o era des"raciado) los medicamentos hac'an e+ecto, ! el deseo hab'a muerto en 0l. Le "ustaban las meriendas, los deportes televisados que ve'a con los dem*s antes de sentarse a cenar. a no esperaba nada del transcurso de los d'as, ! pas bien la 4ltima velada del se"undo milenio. En los cementerios del mundo entero, los seres humanos recientemente +allecidos se"u'an pudri0ndose en sus tumbas, trans+orm*ndose poco a poco en esqueletos. ichel pas la noche en casa. Estaba demasiado leos del pueblo como para o'r los ecos de la +iesta. Evoc varias veces im*"enes de $nnabelle, dulces ! serenas) ! tambi0n record a su abuela. Record que a los trece o catorce a;os compraba linternas, peque;os obetos mec*nicos que desmontaba ! montaba sin parar. ?ambi0n record un avin a motor que le hab'a re"alado su abuela ! que nunca consi"ui hacer despe"ar. Era un bonito avin, con camu+lae de color caqui) al +inal se qued en la caa. $travesada por corrientes de conciencia, su vida ten'a, sin embar"o, al"unos ras"os individuales. Da! seres, ha! pensamientos. Los pensamientos no ocupan espacio. Los seres ocupan una porcin de espacio) podemos verlos.
+l$unos dicenO 3La civilizaci)n que hemos construido todav#a es 'r"$il, acabamos de salir de la noche. 9odav#a vemos la ima$en hostil de esos si$los de in'ortunio& no ser#a mejor olvidarlos para siempreF7
El narrador se levanta y recuerda con ecuanimidad, pero con 'irmeza, que ha tenido lu$ar una revoluci)n meta'#sica. K$ual que los cristianos pod#an ima$inarse las civilizaciones anti$uas, pod#an hacerse una idea completa de las civilizaciones anti$uas sin que los atormentara la duda, o la necesidad de revisi)n, porque hab#an superado una 'ase, hab#an subido un tramo de escalera, hab#an atravesado un punto de ruptura& i$ual que los hombres de la poca materialista pod#an asistir a la repetici)n de las ceremonias rituales cristianas, sin entenderlas ni verlas realmente, i$ual que no pod#an leer ni releer las obras de su anti$ua cultura cristiana sin apartarse de una perspectiva casi antropol)$ica, Kncapaces de comprender esas discusiones sobre los $rados del pecado y de la $racia que hab#an a$itado a sus antepasados& !osotros podemos, de la misma manera, escuchar esta historia de la poca materialista como un viejo cuento humano. Es una historia triste, y sin embar$o no nos sentiremos realmente tristes porque nos parecemos demasiado a esos hombres. !acidos de su carne y de sus deseos, hemos rechazado sus cate$or#as y sus adhesiones& no e*perimentamos sus ale$r#as, tampoco sus penas, hemos apartado con indi'erencia y sin nin$ún es'uerzo su universo de muerte. +hora podemos rescatar del olvido esos si$los de dolor que son nuestra herencia, ha habido una especie de se$undo reparto y tenemos derecho a vivir nuestra vida.
Entre 78N ! 787N, trabaando pr*cticamente solo, con unos conocimientos matem*ticos limitados, $lbert Einstein consi"ui elaborar, a partir de la primera hiptesis que constitu! la teor'a restrin"ida de la relatividad, una teor'a "eneral de la "ravitacin, el espacio ! el tiempo que eerci una in+luencia decisiva en la evolucin posterior de la astro+'sica. Este es+uer%o arries"ado, solitario, que se llev a cabo, como dio Dilbert, por el honor del esp'ritu humanoF, en unos campos sin utilidad pr*ctica aparente e inaccesibles en su 0poca para la comunidad cient'+ica, se puede comparar a los trabaos de 3antor para establecer una tipolo"'a del in+inito en accin, o a los es+uer%os de Gottlob =re"e por rede+inir los +undamentos de la l"ica. ?ambi0n puede compararse, se;ala Dubc%ea en su introduccin a las (li'den !otes, a la solitaria actividad intelectual de -er%insi en 3li+den, entre el J ! el J8, m*s a4n porque -er%insi, como Einstein, no ten'a conocimientos matem*ticos su+icientes para desarrollar sus hiptesis sobre una base realmente ri"urosa.
9opolo$#a de la meiosis , su primera publicacin, apareci en el JJ !
tuvo una repercusin considerable. Establec'a, bas*ndose por primera ve% en ar"umentos termodin*micos irre+utables, que la separacin cromosmica que ten'a lu"ar en la meiosis para dar lu"ar a los "ametos haploides era, en s' misma, una +uente de inestabilidad estructural) en otras palabras, que cualquier especie se(uada era necesariamente mortal. 9res conjeturas de topolo$#a en los espacios de Hilbert , que apareci en el JK, caus sorpresa.
pra"m*tica an"losaona, in+luido tambi0n por los trabaos del c'rculo de &iena, sospechaba li"eramente de la obra de 3omte, demasiado rom*ntica para 0l.
?ambi0n podemos estar de acuerdo con Dubc%ea cuando a+irma que cualquier +iloso+'a nueva, incluso cuando decide e(presarse en la +orma de una a(iom*tica que parece absolutamente l"ica, es en realidad solidaria de una nueva concepcin visual del universo. $l aportar a la humanidad la inmortalidad +'sica, -er%insi modi+ic pro+undamente nuestra concepcin del tiempo) pero su ma!or m0rito, se"4n Dubc%ea, es haber establecido los elementos de una nueva +iloso+'a del espacio. $l i"ual que la ima"en del mundo del budismo tibetano es inseparable de una lar"a contemplacin de las +i"uras in+initas ! circulares de los mandalas, al i"ual que podemos hacernos una idea +iel de lo que pens -emcrito al observar el resplandor del sol sobre unas piedras blancas en una isla "rie"a una tarde de a"osto, resulta m*s +*cil comprender el pensamiento de -er%insi al contemplar esa arquitectura in+inita de cruces ! espirales que constitu!e el +ondo ornamental del Boo< o' =ells, o volviendo a leer la ma"n'+ica 0editaci)n sobre el entrelazamiento publicada aparte de las (li'den !otes, que le inspir esa obra. 3Las 'ormas de la naturaleza7 , escribe -er%insi, 3son 'ormas humanas. Es en nuestro cerebro donde aparecen los tri"n$ulos, los entrelaza mientos y los ramajes. Los reconocemos, los apreciamos& vivimos en medio de ellos. En medio de nue tras creaciones, creaciones humanas, comunica s bles a los hombres, nos per'eccionamos y morimos. En medio del espacio, el espacio humano, tomamos medidas& con estas medidas creamos el espacio, el espacio entre nuestros instrumentos.7 3El hombre poco instruido7 , contin4a -er%insi, 3siente terror ante la idea del espacio& lo ima$ina inmenso, noc urno y vac#o. Kma$ina a los t seres en la 'orma elemental de una bola, aislada en el espacio, enco$ida en el espacio, aplastada por la eterna presencia de las tres dimensiones. +terrorizados por la idea del espacio, los seres humanos se enco$en& tienen ' #o, r tienen miedo. En el mejor de los casos a raviesan el espacio, se saludan con t tristeza en mitad del espacio. Y sin embar$o ese espacio est" en su interior, se trata de su propia creaci)n mental.7 3En ese espacio al que tanto temen7, si"ue -er%insi, 3los seres humanos aprenden a vivir y a morir& en medio de su espacio mental sur$en la separaci)n, el alejamiento y el su'rimiento. %obre esto hay muy poco que decirO el amante oye la llamada de su amada a travs de ocanos y montañas& a travs de ocanos y montañas, la madre oye la llamada de su hijo. El amor une, y une para siempre. La pr"ctica del bien es una uni)n, la pr"ctica del mal una desuni)n. El otro nombre del mal es separaci)n& y aún hay otro m"s, mentira. %)lo e*iste un entrelazamiento ma$n#'ico, rec#proco e inmenso.7
Dubc%ea observa ustamente que el ma!or m0rito de -er%insi no es haber sabido superar el concepto de libertad individual @porque ese concepto !a estaba en su 0poca mu! devaluado, ! todo el mundo reconoc'a, al menos de manera t*cita, que no pod'a servir de base a nin"4n pro"reso humanoA, sino haber sido capa% de restaurar, "racias a interpretaciones sin duda un poco aventuradas de los postulados de la mec*nica cu*ntica, las condiciones de posibilidad del amor. En este punto ha! que recordar una ve% m*s la +i"ura de $nnabelle: aunque -er%insi no e(periment el amor personalmente, "racias a $nnabelle pudo hacerse una idea de lo que era) pudo darse cuenta de que el amor, en cierto modo ! adoptando +ormas todav'a desconocidas, era posible. Es mu! probable
que esta nocin le "uiara en el curso de sus 4ltimos meses de elaboracin terica, sobre los que tenemos tan pocos detalles.
con+undenF. $ctualmente creemos que ichel -er%insi se adentr en el mar.
EP)LOGO 3onocemos multitud de detalles sobre la vida, la apariencia +'sica ! el car*cter de los personaes que han atravesado este relato) a pesar de todo, este libro debe considerarse como una +iccin, una reconstruccin veros'mil a trav0s de recuerdos parciales, m*s que como el re+leo de una verdad un'voca ! certi+icable. $ pesar de que la publicacin de las (li'den !otes, una una co comp mple lea a me me%c %cla la de recu recuer erdo dos, s, impr impres esio ione ness pers person onal ales es ! re+le(iones tericas que -er%insi escribi entre los a;os J ! J8 mien mientr tras as trab traba aab aba a en su "ran "ran teor teor'a 'a,, nos nos ense ense;a ;a much mucho o so sobr bre e las las circun circunsta stanci ncias as de su vida, vida, las encruc encrucia iadas das,, las con+ro con+ronta ntacio ciones nes ! los dramas que condicionaron su particular visin de la e(istencia, tanto en su bio"ra+'a como en su personalidad si"ue habiendo muchos puntos oscuros. Lo que viene a continuacin, por el contrario, pertenece a la Distoria, ! los acon ac onte teci cimi mien ento toss que que se deri deriva van n de la publ public icac aci in n de los los trab traba aos os de -er%insi se han reconstruido, comentado ! anali%ado tantas veces que podemos limitarnos a hacer un breve resumen. La publicacin en unio del J8, en una separata de la revista !ature, de las ochenta p*"inas que sinteti%aban los 4ltimos trabaos de -er%insi, con el t'tulo role$)menos a la duplicaci)n per'ecta , provoc de inmediato una una "ran "ran onda onda de choq choque ue en la co comu muni nida dad d cien cient' t'+i +ica ca.. -oce -ocena nass de inve invest sti" i"ad ador ores es en biol biolo" o"'a 'a mole molecu cula larr de todo todo el mund mundo o inte intent ntar aron on reproducir los e(perimentos propuestos, propuestos, veri+icar los c*lculos en detalle. $l cabo de unos meses aparecieron los primeros resultados, ! a partir de entonces se acumularon semana tras semana, con+irmando con per+ecta precisin la valide% de las hiptesis de partida. $ +inales del J8, !a no cab'a la menor duda) los resultados de -er%insi eran v*lidos, se los pod'a considerar cient'+icamente demostrados. Las consecuencias pr*cticas, por supues supuesto, to, era eran n verti" verti"ino inosas sas:: cualqu cualquier ier cdi"o cdi"o "en0ti "en0tico, co, no impor importa ta su comple compleid idad, ad, pod'a pod'a ree reescr scribi ibirse rse en +orma +orma est*nd est*ndar, ar, estruc estructur turalm alment ente e estable, inaccesible a las perturbaciones ! a las mutaciones. 3ualquier c0lula c0lula pod'a pod'a estar estar dotada dotada de una capaci capacidad dad in+ini in+inita ta de duplic duplicaci acion ones es sucesi sucesivas vas.. 3ualqu 3ualquier ier especi especie e animal animal,, por por evoluc evolucion ionada ada que estuvi estuviese ese,, pod'a trans+ormarse en una especie emparentada, reproducible mediante clonacin, e inmortal. 3uando descubri los trabaos de -er%insi, a la ve% que centenares de investi"adores en todo el planeta, =r0d0ric Dubc%ea ten'a veintisiete a;os ! estaba terminando su doctorado de qu'mica en la niversidad de 3amb 3a mbri rid" d"e. e. Esp' Esp'ri ritu tu inqu inquie ieto to,, deso desord rden enad ado, o, ines inesta tabl ble, e, llev llevab aba a a;os a;os recorriendo Europa 2se matricul sucesivamente en las universidades de Pra"a Pra"a,, Ggttin Ggttin"en "en,, ontpe ontpelli llier er ! &iena2 &iena2 en busca busca,, se"4n se"4n sus propi propias as pala palabr bras as,, de de un nuev nuevo o para paradi di"m "ma, a, pero pero tamb tambi0 i0n n de otra otra co cosa sa:: no solamente de otra manera de ver el mundo, sino de otra manera de situarme con respecto a 0lF. En todo caso +ue el primero, ! durante a;os el 4nico, que de+endi esta propuesta radical derivada de los trabaos de -er -er%i %ins nsi i:: la huma humani nida dad d deb' deb'a a dar dar naci nacimi mien ento to a una una nuev nueva a es espe peci cie, e, ase(uada e inmortal, que habr'a superado la individualidad, la separacin ! el deveni devenir. r. Res Result ulta a super super+lu +luo o hablar hablar de la hostil hostilida idad d que sem semea eante nte pro!ecto desencaden entre los partidarios de las reli"iones reveladas) uda'smo, cristianismo e islam, de acuerdo por una ve%, lan%aron el anat anatem ema a so sobr bre e es esos os trab traba aos os que que aten atenta taba ban n "rav "ravem emen ente te co cont ntra ra la
di"nidad humana, constituida en la sin"ularidad de su relacin con el 3readorF) slo los budistas observaron que al +in ! al cabo las re+le(iones del 5uda se basaron al principio en la toma de conciencia de esos tres impedimentos que eran la vee%, la en+ermedad ! la muerte, ! que el &enerado por el mundo, si bien se hab'a dedicado m*s bien a la meditacin, no habr'a recha%ado a priori, necesariamente, una solucin de orden t0cnico. =uera como +uese, era evidente que Dubc%ea pod'a esperar poco apo!o de las reli"iones establecidas. Por el contrario, sorprende m*s comprobar que los partidarios tradicionales del humanismo reaccionaron con un recha%o radical. 6ncluso si en la actualidad esas nociones nos resultan di+'ciles de comprender, ha! que recordar el lu"ar central que, para los humanos de la 0poca materialista @es decir, los pocos si"los que separaron la desaparicin del cristianismo medieval ! la publicacin de los trabaos de -er%insiA ocupaban los conceptos de libertad individual, di$nidad humana y pro$reso. El car*cter con+uso ! arbitrario de esas nociones les imped'a tener la menor e+icacia real, por supuesto) por eso la historia humana, desde el si"lo #& al si"lo ## de nuestra era, se caracteri%a esencialmente por la disolucin ! dis"re"acin pro"resivas) no obstante, las capas cultas o semicultas que hab'an contribuido, mal que bien, al establecimiento de esas nociones, se a+erraban a ellas con especial vi"or, ! es comprensible que =r0d0ric Dubc%ea tuviera durante los primeros a;os tantas di+icultades para hacerse o'r. La historia de esos a;os que permitieron a Dubc%ea ver cmo una parte creciente de la opinin p4blica mundial aceptaba un pro!ecto que al principio +ue aco"ido con reprobacin ! dis"usto un*nimes, hasta que +inalmente consi"ui la +inanciacin de la nesco, tra%a el retrato de un ser e(traordinariamente brillante, combativo, de mentalidad pra"m*tica ! +le(ible a la ve%) el retrato, en de+initiva, de un e(traordinario a"itador de ideas. 3ierto que no ten'a madera de "ran investi"ador) pero supo aprovechar el respeto un*nime que inspiraban el nombre ! los trabaos de ichel -er%insi en la comunidad cient'+ica internacional. ?ampoco ten'a nada de +ilso+o ori"inal ! pro+undo) pero con sus pre+acios ! comentarios a las ediciones de 0editaci)n sobre el entrelazamiento ! (li'den !otes supo presentar las re+le(iones de -er%insi de un modo contundente ! preciso, accesible a un amplio p4blico. El primer art'culo de Dubc%ea, 0ichel -jerzins
tomado el control de varios e importantes puestos de mando en el mundo intelectual, universitario ! editorial.
Otras cr'ticas 2puede que las m*s pro+undas2 se concentraron en el hecho de que dentro de la nueva especie creada a partir de los trabaos de -er%insi, todos los individuos ser'an portadores del mismo cdi"o "en0tico) iba a desaparecer uno de los elementos +undamentales de la personalidad humana. $ esto, Dubc%ea respond'a +o"osamente que esa individualidad "en0tica de la que, por culpa de una tr*"ica vuelta a la tortilla, nos sent'amos tan or"ullosos, era precisamente el ori"en de la ma!or'a de nuestras des"racias. $ la idea de que la personalidad humana corr'a el ries"o de desaparecer opon'a el eemplo concreto ! observable de los "emelos, que a pesar de un patrimonio "en0tico ri"urosamente id0ntico, desarrollan una personalidad propia "racias a su historia individual, a la ve% que si"uen unidos por una misteriosa +raternidad) una +raternidad que, se"4n Dubc%ea, era ustamente el elemento m*s necesario para reconstruir una humanidad reconciliada. 1o cabe duda de que Dubc%ea era sincero al presentarse como un simple continuador de -er%insi, como un eecutante cu!a 4nica ambicin era poner en pr*ctica las ideas del maestro. Lo atesti"ua, por eemplo, su +idelidad a esa e(tra;a idea que encontramos en la p*"ina >KJ de las (li'den !otes: el n4mero de individuos de la nueva especie deb'a ser siempre i"ual a un n4mero primo) por lo tanto, hab'a que crear un individuo, lue"o dos, lue"o tres, lue"o cinco...) en resumen, se"uir escrupulosamente la serie de los n4meros primos. Estaba claro que el obetivo de mantener un n4mero de individuos 4nicamente divisible por s' mismo ! por la unidad, era llamar la atencin de manera simblica sobre el peli"ro que representa, en cualquier sociedad, la constitucin de rea"rupamientos parciales) pero parece que Dubc%ea impuso esa condicin en el plie"o de condiciones sin hacerse la m*s m'nima pre"unta sobre su si"ni+icado. Por lo dem*s, su lectura estrechamente positivista de los trabaos de -er%insi le llev a subestimar una ! otra ve% la amplitud del cambio meta+'sico que deb'a acompa;ar una mutacin biol"ica tan pro+unda) una mutacin que en realidad no ten'a nin"4n precedente conocido en la historia humana.
4nica e irre+utable. 3omo todos los dem*s miembros de la sociedad, en el +ondo pensaban que la solucin a cualquier problema 2incluidos los problemas psicol"icos, sociol"icos o humanos en "eneral2 slo pod'a ser una solucin de orden t0cnico. $s' que Dubc%ea no corr'a un "ran ries"o de que lo contradieran cuando lan% su +amoso lema en el J7>, un lema que desencaden un movimiento de opinin a escala planetaria: L$ ?$36Ó1 1O PE-E