LAS COSAS SIMPLES
HECTOR MENDOZA
COMEDIA EN TRES ACTOS Y UN ENTREMÉS
PERSONAJES : RICARDO, 19 años SUÉ, 32 años CATALINA , 17 años ALFREDO , 21 años ALMA , 20 años ANDRES , 19 años ELSA , 18 años MATILDE , 18 años PETRA, 18 años
FEDERICO , 42 años DAVID , 30 años 1 9 anos anos MIGUEL , 19 GABRIEL , 19 años PEDRO , 18 años PEPE , 18 años UNA UN A ADIVINADORA UNA UN A LOCA
Tres pistoleros, un guitarrista y muchachos de la Preparatoria. 1951. El entremés El entremés fuera del tiempo. Tiempo: Los tres actos, en acción continua, una mañana, noviembre de 1951. Lugar : Un café-nevería cerca de la Escuela Nacional Preparatoria de la ciudad de México. ACTO PRIMERO
Al fondo, puerta doble de cristales que da a la calle. Sobre la pared derecha, tres mesas rectangulares, discretas. Sobre la izquierda, la barra; detrás una puerta al resto de las habitaciones. En el primer término derecha, una cabina telefónica y al lado una sinfonola. En el centro tres mesas redondas con sus respectivos asientos. En primer término izquierda, una escalera que se pierde y va a dar a la habitación de Sué.
CATALINA.-Pero... es distinto. FEDERICO.--Nada de distinto. Tú tienes mi misma cabeza, ¿por
qué no habías de poder administrar bien un buen local? Además no vas a estar completamente sola; aquí estoy yo para dirigirte... CATALINA.--Sí, ya sé... Pero de todas maneras… FEDERICO.-¡Nada, nada! Todavía no tenemos el negocio y ya estamos discutiendo quién se va a hacer cargo de él... (Pausa.)
Son las siete de la mañana. Catalina, sucia, amodorrada, pasa el .) Papá, ¿no te parece que hemos trapeador en el centro del café. Federico, con una gorrita blanca, CATALINA.-(Deja de trabajar .) trabajado trabaj ado mucho? ... Yo estoy cansada, cansada , aburrida de todo esto. Es limpia la barra con una jerga. La puerta de cristales está cerrada odioso estar encerrada entre estas cuatro paredes paredes las veinticuatro veinticuatro todavía. horas de todos los días... ¿Para qué nos sirve tener veinte mil quisiera salir de aquí unos días, ser FEDERICO.-Adivino que éste va a ser un buen día, Catalina... Yo les pesos en el Banco? ... Yo quisiera digo a mis amigos: "En la vida no hay como trabajar duro para sacar otra... Deberíamos cerrar el café ahora que los muchachos de la Prepa y de Leyes van a salir de vacaciones y la época se va a buen dinero"... dinero"... Ése Ése es mi mi lema. lema. poner floja... floja... Nunca hemos tenido vacaciones vacaciones nosotros. Nunca (Pausa.) tenemos tiempo ni de respirar.... ¿No te parece que... ? cansado.) ¿Qu CATALINA.-(Tono cansado.) ¿Quéé piensas piensas hacer cuando cuando tengas tengas dinero, papá? FEDERICO.-Poner otro negocio como éste, pero mucho más grande, con un buen personal que tenga todo en orden y sepa tener contento al (Es interrumpida por unos golpecitos en los cristales de la puerta cliente... Y tú te vas a encargar de eso. de la calle. Es Ricardo que tiembla de frío afuera y hace señas CATALINA. Yo no serviría... para que le abran la puerta. Catalina se sobresalta al mirarlo y FEDERICO. ¡ ¿Cómo que no servirías? ! ¿No eres la hija de tu padre? Yo decía antes lo mismo exactamente y ya ves que no me decidí a rápidamente recoge sus útiles de trabajo. Hace mutis por la trastienda. Federico va a abrir la puerta.) hacerlo hasta que murió tu mamá... ¡Mírame ahora!
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FEDERICO.-¡Buen .-¡Buenos os
días, días, jovenci jovencito! to! ¿Por qué ya no te habías habías parado por aquí? ¡Donde me digas que te estás yendo a desayunar desayunar a otro café, te retuerzo el pescuezo! RICARDO.--¿No ha llegado? FEDERICO.-¿Quién? RICARDO.-Sué. FEDERICO.-Todavía no, pero dentro de unos veinte minutos ya estará aquí... ¿La vas a esperar? RICARDO.-Sí, la voy a esperar un rato. (Se sienta (Se sienta en la barra.) barra.) FEDERICO.-¿Qué vas a tomar? RICARDO.--¿Cómo está ella?, me parece que hace siglos que no la veo. FEDERICO.--¿Quieres .--¿Quieres café con leche y donas como siempre?, siempre?, ¿o te hago una hamburguesita para que te chupes los dedos? RCARDO .-¿No ha preguntado por mí? FEDERICO.--( Le Le sirve el desayuno.) ¿Sué? (Vacila, (Vacila, miente.) miente.) Sí, algunas veces... Ya ves que siempre llega muy cansada y no trae muchas ganas de hacer conversación. RICARDO.-¿Pobre Sué!, necesita dejar cuanto antes ese trabajo... En el fondo ella es una gran persona, son las circunstancias las que la han hecha tener que ganarse así la vida. FEDERICO.--¡Claro, claro!... ¿Tú crees que yo aceptaría aquí a Sué si no supiera que en el fondo es una muchacha decente? RICARDO.-Ella es la persona más maravillosa del mundo y merece lo mejor... ALMA.-( Entrando Entrando con con una carpeta carpeta bajo el el brazo.) brazo.) Buenos días. FEDERICO.--Buenos. Alfredo? ALMA .-¿No han visto a Alfredo? FEDERICO.-No ha venido nadie todavía. ALMA .-Es .-Es un much muchac acho ho gran grando dote te,, gu guap apo, o, qu quee jue juega futb futbol ol americano con los Pumas de la Universidad... Es mi novio... Ya dije que es guapo? FEDERICO.-Sí si, No lo he visto. ALMA.-Me dijo que iba a estar aquí a las siete, tenemos examen de Sociología dentro de veinte minutos... Voy a sentarme a esperarlo un rato. (Se sienta a una de las mesas del centro.) centro.) FEDERICO.-¿Va a tornar algo? ALMA .-No, voy a esperar a que él llegue, gracias. FEDERICO.-( A A Ricardo.) Ricardo.) ¿Está bien la hamburguesa? RICARDO.-(Comiendo .-(Comiendo.) .) ¡Ajá! puedes quejarte de que no te tratamos bien aquí... FEDERICO. No Esas hamburguesas sólo las servimos a los clientes de importancia. RICARDO.-Sí, los que las pagan. Entra. Va hacia Alma.) ¡Quiúbole! ALFREDO.-( Entra. ¡Quiúbole! (Se sienta junto a ella.) ella.) ALMA.-¡Hola! ALFREDO.--¿Te hice esperar mucho?, esos malditos camiones venían todos completos... ALMA.-No, yo también acabo de llegar. ALFREDO: Tengo el estómago vacío; voy a tomar un café con leche; ¿tú quieres algo? ALMA.-No, Al, acabo de desayunar. ALFREDO .-( .- ( A A Federico.) ¡Un café con leche, por favor! FEDERICO.-¿Donas? Alma.) ¿Qué tal estudiaste Sociología? ALFREDO.-¡Ajá!... ( A Alma.) ALMA.-Cre .-Creoo que bien. bien. Ayer Ayer me acos acosté té a la una de la maña mañana na estudiando la ficha veinte, ¡es horrible!... Mi papá estaba furioso por quedarme levantada hasta tan tarde, ya ves cómo es. Dice que lo que nos pasa a los estudiantes de hoy es que nos la pasamos de juerga todo el año, y que luego estamos todos apurados estudie y estudie un día
antes del examen.... Ya ves cómo son todos los papás, que tienen sus ideas anticuadas y quieren que sus hijas sean lo mismo... ALFREDO.-¿Entonces te sabes todas las fichas? ALMA .-No estoy estoy muy segur segura. a..... Ya ves lo nervi nerviosa osa que me pongo en todos los exámenes... exámenes... Sobre todo a éste, ¡le tengo un miedo!... ¿Y tú, qué tal estudiaste? (Apesadumbrado.)El entren entrenador ador nos tuvo todo ALFREDO . (Apesadumbrado.)El el día practicando nuevas jugadas... jugadas... Ya sabes que el juego con el Poli es dentro de tres días y los cronistas están todos a favor de ello ellos; s; nosotr nosotros os nos tene tenemo moss que pon poner er muy muy abusa abusados dos si no queremos que nos coman en un ratito. estudiar. ALMA .-Y no pudiste estudiar. ALFREDO : Lleg Llegué ué muy cans cansad adoo a la casa casa desp despué uéss de la práctica práctica y necesitaba necesitaba dormir. Tú no sabes lo duros que son los entren entrenami amiento entos... s... Sólo Sólo me sé las primera primerass diez diez fichas fichas,, Alma, Alma, tien tienes es que ayudarm ayudarme. e. Si no aprue apruebo bo este este año año en toda todass las las materias, ya no voy a poder seguir jugando... De por sí que a mi jefe no le gusta nada el fut americano, ya te puedes imaginar imaginar lo que pasa si me truen truenan an... ... Ni siqui siquier eraa sabe sabe que esta estamo moss en exámenes, si lo supiera no me dejaba ir a entrenar... Verdad que me vas a ayudar, Alma? ALMA.-Tú y tu dichoso futbol... ( Nerviosa.) ( Nerviosa.)¿¿Cómo quieres que te ayude? ALFREDO .-Mira.... El maestro siempre saca dos fichas, una para cada fila, después después de repartir y firmar las hojas. Bueno, a fuerzas una de las fichas tiene que ser de las diez primeras que yo me sé... Si nos sentamos juntos, podemos hacer un cambio de asientos rápido sin que el maestro se dé cuenta. Eso sólo que a mí no me toque una de las primeras fichas, claro... ¿Qué te parece?, de todas maneras tú las sabes todas y es lo mismo... ALMA.-Me gustaría mucho ayudarte, ayudarte, Al, pero yo soy muy tonta para esas esas cosas, cosas, no lo voy voy a poder poder hacer... hacer... ALFREDO.--¡Pero si es facilísimo!, nada más hay que esperar un descuido del viejo para cambiar de lugares. ALMA.-Tengo miedo, Al, yo nunca hago estas cosas. ALFREIIO.-¿Por qué tienes miedo? ...¿No me quieres, Alma? ALMA.-No es eso, Al, no es eso. ALFREDO.- ¿Entonces? ALMA.-Te juro que me pongo nerviosísima de saber que estoy haciendo trampas y que el maestro nos puede cachar... No es que no te quiera ayudar, es que tengo miedo de echar a perder todo... ALFREDO.-Sí, ya sé, me quieres ayudar pero tú no quieres arriesgarte, ¿verdad? ALMA.-No, Al. No es eso, de veras. ALFREDO.--Después de todo no debí haber confiado en que me ayudarías, debía haber estudiado de todos modos... Al fin y al cabo, el futbol americano no tiene ninguna importancia para mí... Y si los los Puma Pumass pier pierde denn este este juego, juego, tamp tampoc ocoo tien tienee ningu ninguna na importancia... llorando.) No digas eso, Al, ¡cómo eres! ALMA.-(Casi .-(Casi llorando.) ALFREDO.-Dejaré que me reprueben y no volveré a jugar futbol en los días de mi vida... No creí que fuera tan difícil para ti; como lo hicimos Marta y yo el año pasado... Pero claro que a Marta le gusta el futbol.... ALMA . -(Llorando.) ¡Eres un bruto!, ¡lárgate! ALFREDO.-¿Por qué lloras, Alma? Al fin y al cabo no eres tú la que va a salir reprobada, tú estudiaste muy bien tus veinte fichas de Sociología... ( Pausa.) Pausa.) Limpiándose las lágrimas.) Bueno, está bien, te voy a ALMA .-( Limpiándose ayud ayudar ar;; pero pero desp despué uéss del del exam examen en tú y yo term termin inam amos os definitivamente.
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La mira asustado asustado.) ALFREDO.-( La .) ¡Pero, Alma!, ¿qué te pasa? reloj.) Faltan diez minutos, acábate pronto ALMA .-(Mirando su reloj.)
RICARDO .-¿Quién es tu primo? tu CATALINA .-No lo conoces... Se enamoró también de una de café. ésas y la otra hacía de él lo que quería. Hasta que no lo estafó bien y bonito y le l e cerró la puerta en sus meras narices, el menso Pausa. La mira, mira, apesadumbrado.) No, ya no tengo ALFREDO.-( Pausa. no se dio cuenta de la alhajita que era la lagartona esa... hambre. hambre. (Saca dinero de la bolsa y lo deja sobre la mesa. mesa.)Vámonos. (Se levantan y comienzan a salir .) .) Pero realmente yo no veo motivo RICARDO .-¿Po .-¿Porr qué me lo dice dices? s? Como Como si no conoc conocie ieras ras para que te pongas pongas así... así... ( Hacen mutis mutis por la puerta de la calle.) calle.) bastante a Sué.... Ella es completamente diferente, nunca ha Recogiendo la mesa.) mesa.) Siempre hay peleas en tiempo de tratado de estafarme. Al contrario, cuida demasiado mi dinero. FEDERICO.-( Recogiendo CATALINA .-Así son al principio. exámenes... RICARDO .-¿Qué cosa tienes contra Sué? RICARDO.-( Distraído.) Distraído.) ¿Qué? CATALINA . Nada... (Se contiene.) Mejor cambiamos de tema. FEDERICO.-¿No te fijaste? (Pausa.) RICARDO.-¿En qué? RICARDO .-¿Por qué no me cuentas de tu novio mientras viene FEDERICO.-En esos dos muchachos... Sué? RICARDO.--¡Ah!, no, no los vi. ¿Qué hacían? FEDERICO.-Peleaban porque ella no le quiere soplar en el examen... CATALINA .-No es mi novio.. Las mujeres son siempre egoístas. RICARDO .-- ¿Entonces? CATALINA .-(Entran do muy arregla arreglada da.) .) Buenos días, Ricardo. CATALINA .-Él nunca se ha fijado en mí, pero yo lo quiero RICARDO.-(Sin .-(Sin prestarle atención.) Buenos días. con todo y todo... Las mujeres no nos podemos declarar... CATALINA.-¿Qué te has hecho?, te extrañábamos. RICARDO .-Pero pueden darse el lujo de rechazar a los que RICARDO.-¿Sí? están muertos por ustedes. CATALINA.-Se acostumbra una a platicar con ciertas personas. CATALINA : Depende de la clase de mujer que sea. FEDERICO.-( A A Catalina.) Catalina.) Le pagas al de las donas si viene, voy a RICARDO .-(Tom ando la cosa personalmente personalmente.) .) Sué no ha .-(Tomando tratar de arreglar ese lavabo. ( Hace ( Hace mutis por la trastiend trast ienda.) a.) querido aceptarme porque cree que soy un escuincle... Pero yo CATALINA.-Sí, papá. ( Pausa. ( Pausa. A Rica A Ricardo. rdo.)) ¿En qué estás pensando? sé que en el fondo me quiere. CATALINA .- Cuando una persona quiere a otra, no hace lo RICARDO.-¿Eh?... No, en nada. Perdóname. que Sué hace contigo; la edad no importa. CATALINA.-( Ríe.) Ríe.) Tú siempre en las nubes. Quisiera saber qué cosa RICARDO .-( Acalorado.) Acalorado.) A Sué sí le importa, pero hoy le voy te tiene tan preocupado... a demostrar que está equivocada... ( Pausa, ( Pausa, tensión en los dos.) RICARDO.-( Ríe.) Ríe.) ¿Tengo cara de preocupación? (De la calle entran Elsa, Miguel, Gabriel y Pedro haciendo sé, se me ocurrió... Ayer vi a Andrés. CATALINA .- No alboroto.) RICARDO .-¿Sí?, ¿qué dice? CATALINA .-Lo mismo de siempre... Le pregunté por ti y me dijo .-(Callándolos al ver a Ricardo.) ¡Miren quién está aquí! que no te había visto.... ¿Por qué no has ido a la Prepa, Ricardo? Ya ELSA.-(Callándolos todos están acabando los exámenes y tú no has hecho ninguno... MIGUEL .-¡El prófugo! ¿Qué te pasa? ¿Has estado enfermo? RICARDO .-(Sonríe .-(Sonríe.) .) ¿Por qué te preocupas tanto por mí, Catalina? GABRIEL .-¡Y miren qué demacrado está! CATALINAS (Reprimiéndose.) No sé... Es que te veo tan solo, no PEDRO.-¿Ya ves por ir tan seguido? sé cómo. ¿Por qué no me cuentas todo lo que te pasa? MIGUEL.-( Riendo.) Riendo.) ¡Cómo son mandados! RICARDO .-(Se .-(Se encoge de hombros.) ¿Crees que valga la pena? RICARDO .-(Tolerante. .-(Tolerante.)) ¡Quiubo!, ¿ya terminó la prueba? CATALINA .-Como Como tú quiera quieras. s. Yo pensé pensé que te pod podría ría ayudar ayudar de ELSA.-Todavía no empieza. alguna manera. GABRIEL .-¿Tú crees que estaríamos aquí tan tranquilos? RICARDO .-¿Y tú? Yo siempre te cuento mis cosas y tú siempre te PEDRO.-Como tú ya no asomas las narices por la Prepa... las guardas. ELSA.-¿No vas a ir a la prueba? CATALINA .-No es cierto, ya te dije la otra vez que me gusta un RICARDO .- ¿Yo?, ni siquiera sé de qué qu é se trata. muchacho. MIGUEL .-¿Y crees que alguno de nosotros lo sabe? RICARDO .- ¿Quien? GABRIEI .- ¡Optimista ! CATALINA .-¡No seas curioso! PEDRO.-Tú siempre con tus bromitas oportunas. RICARDO .-¿Ya ves? ¿No te dije yo que me gusta Sué? RICARDO .-¿Entonces cómo le van a hacer? Bueno, no, pero pero lo de Sué Sué es un unaa aven aventu turi rill llaa com como GABRIEL .-Ella es nuestra salvación. CATALINA .-Bue cualquier otra. PEDRO.-Y nuestro amor. ¡Ay!... RICARDO .-No, ¿cómo sabes? MIGUEL .-Nos va a soplar toda la prueba. CATALINA .-Es que Sué no es de las muchachas de quien alguien ELSA.-¿Yo?, ¡no hombre!, si no he estudiado absolutamente pueda enamorarse de veras. nada... De veras que no sé. RICARDO .-¿Por qué no? Sué Su é es una muchacha como cualquier otra, GABRIEL .-Elsa es muy modesta. y mucho más bonita. PEDRO.-Por eso la queremos. CATALINA .- ¿Bon ¿Bonit ita? a?,, yo no dirí diríaa eso eso de Sué. Sué. Es más más bien bien MIGUEL .-Ella es macheterísima. atractiva. ELSA.-Bueno, ¿de veras me quieren? RICARDO .-( Disculpándola.) Disculpándola.) Tú eres eres muje ujer y no la puede puedess ver ver LOS TRES.-Sí, claro, ¡qué pregunta! corno yo. ELSA.-Pues no estudié, ni crean. Pausa. Después.) Después.) A mi primo le pasó lo mismo el GABRIEL .-No es cierto, Elsa, dinos la verdad. CATALINA .-( Pausa. año pasado. ELSA.-( Ríe.) Ríe.) ¡Palabra!, yo venía confiada a ustedes.
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GABRIEL .-¡Pues qué confiancitas!... MIGUEL .-Compañeros, hemos sido vilmente engañados. PEDRO .-Yo te sigo amando, Elsa. ELSA .-¿De veras? PEDRO .- Sí, pero no vuelvas a decir que no has estudiado. GABRIEL .-Cambi .-Cambiand andoo de tema: tema: ¿qu ¿quié iénn va a dispara dispararr
MARÍA.--S .--Sooy
hoy los
helados? MIGUEL .-Yo no traigo ni quinto. PEDRO .-Yo les debo hasta a los mozos de la Prepa.... GABRIEL .-Ayer dejé empeñado mi último par de calzoncillos. ELSA .-¡Ay, cómo eres puerco GABRIEL .-¡Es la pura verdad! ELSA .-¿Entonces nadie tiene dinero? MIGUEL .-No. PEDRO .-¿Qué estamos haciendo aquí? GABRIEL .-Éste no es un lugar para gente sin calzones. ELSA .-(Agua .-(Aguantando ntando la risa. risa.) ¡Ay, Gabriel! ¿Qué van a pensar?,
¡cómo eres pelado! PEDRO .-Dice Elsa que ella sí trae los suyos y muy bien fajados, ¿verdad, Elsa? ELSA .-( Le Le da un manazo.) manazo.) ¡Ay, cómo son, hombre! MIGUEL .-En vista del éxito obtenido, vámonos antes de que nos echen. ELSA .-No, espérense, yo los invito. GABRIEL .-¡Ah, no!, no puedo aceptar. MIGUEL .-Ni yo. PEDRO .-Nuestro pundonor de caballeros nos lo prohíbe. ELSA .-Bueno, entonces tomaré sola mi helado... MIGUEL .-Pero si insistes... GABRIEL .-¿Quién puede despreciar la invitación de dama? PEDRO .-Elsa, te amo. (Se ( Se sienta a una mesa del centro.) CATALINA .-( Divertida.) Divertida.) ¿Qué van a tomar? ELSA .—Cuatro nieves de limón. Decepcionado.) ¡Ah!, nieve de limón, ¡qué asco! GABRIEL .-( Decepcionado.) PEDRO .-Mi estómago no soporta la nieve de d e limón. MIGUEL .-La nieve de limón me recuerda cuando me operaron las anginas. .-No tengo tengo para para más. más..... ¿Ento ¿Entonc nces es quier quieren en un refre refresc sco? o? ELSA .-No ( Pausa.) Pausa.) GABRIEL .-A mí no me disgusta la nieve de limón, después de todo, Elsa. PEDRO .-Creo que hace bien para el estómago de vez en cuando, ¿verdad? MIGUEL .-A .-A mí me gu gust staa reco record rdar ar mi op oper erac ació ión, n, fue fue tan tan divertida!... A Catalina.) Catalina .) Cuatro nieves de limón, por favor ( ELSA .-( A favor (Catalina se retira.) retira.) Ahora óiganme bien: en el libro de latín tengo resueltas todas las fichas. Si cooperamos entre los cuatro para hacer tonto al viejito, vamos a poder copiar de lo lindo. GABRIEL.-Ya sabía yo que se te iba a ocurrir algo. MIGUEL .-¡Eres genial! PEDRO.-Elsa, te amo¡ ELSA.- Vamos a tener que hacerlo muy disimuladame disimuladamente nte a ponernos muy hachas, ¿eh?, porque como nadie sabe latín en la clase, todos van a querer hacer lo mismo... GABRIEL. No te preocupes, preocupes, somos las personas personas más discreta discretass del mundo. mundo. ( Entra Entra María, Ma ría, la adivinadora, por la l a puerta de calle call e y va a la mesa m esa de Elsa. Elsa. Es una mujer mujer pálida pálida,, de molote, molote, delgada, delgada, con un vesti vestido do ,raído, y medias negras negras de hilo. Habla con voz impresionante.)
adivi divina nado dora ra,, estoy stoy dota dotada da de po pode dere ress sobrenaturales... Puedo leer el pasado, el presente y , el futuro, las líneas de la mano me lo dicen todo. Los espíritus divinos están en mí. (Se dirige a Miguel, tratando de sonreír .) .) Dame tu mano izquierda, guapo, te voy a decir todo lo que hay en ella. GABRIEL.-¡Hijo!, ¡qué bárbaro!, te dijo guapo, dale un peso. A Gabriel.) Gabriel.) Préstame tú, tu mano, te digo tu suerte. MARIA.--( A GABRIEL.-Ya lo sé, me van a reprobar en latín. No se necesita ser adivino para saberlo. MARÍA .-(De -(Desc scon onso sola lada da,, trat trataa de no hace hacerr caso caso y sigu siguee adelante.) Sólo Sólo María María la adivi adivina nador doraa pue puede de pene penetra trarr en el misterio de las manos... Déjame ver la tuya, por favor. GABRIEL.-Es inútil, vieja, no traigo ni un solo centavo. MARTA.-Me vas a dar lo que sea tu voluntad. GABRIEL.-Mejor léele la mano a Elsa, ella sí tiene dinero.. ELSA. No, no, yo no. PEDRO.--Sí, Elsa, ándale, para que te convenzas de lo mucho que te amo. MARÍA: (Empleando su tono más convincente.) Dame tu mano, chula. María nunca miente, dice sólo lo que ve en las líneas de la mano. ELSA.-(Riendo.) Bue Bueno, no, pero pero no vaya vayass a deci decirr much muchas as mano.) intimidades... ( Le ( Le da la mano .) MARTA.-¡Qué mano tan bonita!... Muy sencilla, muy limpia... PEDRO.--Es que hoy se lavó las manos, la hubieras visto ayer. ELSA.--( Le Le pega en el brazo.) brazo.) ¡No seas grosero! MARÍA .--( .--(He Heri rida da por por las las brom bromas as su sens sensib ibil ilid idad ad,, la voz voz cuajada de lágrimas.) lágrimas.) Toda Toda la vida vida vas vas a esta estarr rodea rodeada da de hombres que te buscan por tu hermosura y tu dinero... Debes cuidarte de ellos, ninguno te va a satisfacer... Tú esperas un amor verdadero, un hombre que te quiera por ti misma y lo vas a encon encontra trarr en quien quien menos menos lo esper esperas as,, despu después és de amar amargas gas experie exp eriencia nciass posible posiblemen mente, te, pero cuando cuando lo encuent encuentres res serás serás completamente feliz con él.... ELSA.-¿Es en serio? PEDRO.-Nosotros somos los hombres malos, Elsa, cuídate. MARÍA.-Me debes un peso, chula. GABRIEL.-Tenía que acabar en esto. (Ella saca un peso y se lo da.) da.) MARÍA.-Gracias... CATALINA.-Cuatro nieves de limón. limón. (Pone las copas sobre la mesa y se retira. Ellos quedan conversando.) MARÍA.-( A Ricardo.) A Ricardo.) ¿No quieres que te adivine la suerte? RICARDO.-Ya me la has dicho muchas veces y es bastante negra... Déjame que yo te la adivine a ti ahora y me vengue un poco. MARÍA.--(Suplicante MARÍA.--(Suplicante.) .) Yo no bromeo, necesito el dinero... mis hijos están sin desayunar... RICARDO.--Te voy a dar el peso, préstame tu mano. ( María ( María vacila, casi llora. Le da la mano, humillada.) Eres una mujer muy apasionada, amas a un hombre y serías capaz de hacer cualquier cosa por él... ¡Ah!, pero él te desprecia y se va a ir muy pronto con otra... Tú vas a sufrir mucho al principio; principio; pero después verás cómo es mejor la vida sin él... ¿Qué tal?, ¿no lo dije casi como tú? .--(Sombría.) .) ¿Quién te dijo todo eso? MARÍA.--(Sombría ( Pausa. RICARDO.-¡Ah!, ¿así es que no crees en mi poder...?, ( Pausa. Se avergüenza.) avergüenza.) Es cierto, me lo dijo González, un compañero de la clase... Vive en uno de los departamentos de arriba... .-(Silencio Penoso.) Penoso.) Bueno... , dame el dinero. MARÍA.-(Silencio Arrepentido.) Siéntate a tomar un vaso de leche, te RICARDO.-( Arrepentido.) lo convido. convido. (María vacila.) vacila.) Anda, te hace falta... Catalina, un vaso de leche con pan.
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Muy humillada.) Gracias. MARÍA.-( Muy RICARDO.-No hay de qué, es justo... Dime: ¿quién te enseñó a leer la mano?
GABRIEL .-¡Que la lengua se te haga chicharrón, desgraciado! PEDRO.-!Ojalá te ahogues! ELSA.-Vámonos, vámonos.
MARIA.-(Comiendo .-(Comiendo.) .)
Mi abuela, era una gitana húngara. También me enseñó a echar las cartas. RICARDO.-¿De .-¿De veras veras sabe sabess echar echarla las? s?,, me gusta gustaría ría que me las las echaras alguna vez... No ahora, otro día. MARÍA.-Cuando quieras... RICARDO.-¿Sabes? Si no fueras tan tonta para los negocios, podrías ganar un dineral. En México hay un montón de gente que cree en esas cosa osas y es capa apaz de gas gastarl tarloo todo todo con con un unaa gent gentee que sepa sepa impresionarlos y tú tienes eso... Pero no sabes explotar lo que tienes. MARÍA.-Me basta con lo que pueda ganar en la calle. RICARDO.-Pero es que tú necesitas comer y reponerte un poco. Pausa.) No voy a durar mucho... MARÍA.-( Pausa.) RICARDO.-¿Por qué? MARÍA.-Anemia... Anemia perniciosa... (Silencio. Termina de comer y se levanta.) levanta.) Gracia Gracias. s. ( Ricardo saca un billete grande y se lo da. María va a salir; se vuelve, saca un muñequito muñequito del del seno y se lo estira estira a Ricardo, llena de agradecimiento.) agradecimiento.) Tómalo. Es un amuleto amuleto gitano que me regaló mi abuela cuando era niña... A mí ya no puede servirme de mucho... toma.) Gracias... RICARDO.-(Lo toma.)
(Salen muy nerviosos.) .-(Se RICARDO .-(Se
ríe.) Elsa es la coqueta más grande de Prepa, no me explico por qué no la eligieron reina este año. CATALINA .-No es fea. ( Pausa. ( Pausa.)) Oye, Ricardo, de veras, ¿por qué no has ido a tus exámenes? En tu casa no les va a gustar nada la idea de que dejes los estudios. RICARDO .--Me da lo mismo. CATALINA .- Te vas a arrepentir, uno siempre se arrepiente tarde o temprano de haber dejado los estudios. RICARDO .-Tú eres como los demás: creen que la felicidad de uno depende de una carrera... A nadie se le ocurre pensar que hay personas que no nacieron para eso... Yo no voy a perder seis años estudiando una carrera estúpida, cuando los puedo aprovechar de otra manera... Ése es el error de mi mamá, no acaba de comprender las cosas. CATALINA .--¿Y tu papá qué opina? RICARDO .-Nunca se mete en mis asuntos, le deja a mamá toda toda la respo respons nsab abil ilid idad ad de mi educ educac ació ión. n..... ¡Com ¡Comoo si no estuviera yo bastante grande para cuidarme por mí mismo! Eso ( María María hace hace mutis por la calle.) es lo que me cae gordo... CATALINA .-(Sonríe.) .-(Sonríe.) Pues no sé, cada quien tiene su manera CATALINA.-¡Pobre mujer! Le hiciste una broma muy fea. de pensar... Pero si yo tuviera oportunidad de poder estudiar, me RICARDO.-No sabía que fuera una persona tan sensible. Después me encantaría entrar a la Prepa... Debe ser divertidísima, ¿no? arrepentí... RICARDO.-El primer año sí... CATALINA.-Sufre mucho porque todos los muchachos se le ríen en CATA CATALI LINA NA.-Y .-Yoo llev llevoo much muchoo tiem tiempo po de cono conoce cerr a los los sus narices... No sé, pero me da mucha lástima con esa gente. muchachos de la Prepa, y siempre me han parecido divertidos. RICARDO.-Lo que pasa es que toma todo demasiado en serio. RICARDO.-Es que tú tienes un carácter fácil de acomodarse a CATALINA.-Es que para ella todo eso es muy serio y- le duele que se todo... Eres muy tolerante. la tome de esa manera... Sobre todo teniendo sus días tan contados... CATALINA .-¿Sí?.... Bueno, a mí me gusta simpatizarle a todo ¡Pobrecilla! el mundo... Yo creo que una persona que es agradable en su RICARDO.-Sí.... trato, siempre tendrá amigos... ¡Huy, no te imaginas!, de chica ( Pausa.) Pausa.) era rete huraña con todos mis compañeros de primaria; hasta Le quita los trastos de delante.) ¿Quieres tomar otra que entré a Comercio empecé a hacer amigos. Es la única CATALINA.-( Le cosa? manera de que uno no se sienta tan solo ni tan aburrido... RICARDO.--No, ahora no... ¿A qué horas viene Sué? ( Pausa. Pausa. Bajo.) Bajo.) Ricardo... CATALINA.-Yo creo que a la hora de siempre. Ya no debe tardar... RICARDO.-Parece que se está tardando hoy más que otros días... (Sué ha entrado pensativa, hermosa, por la puerta de la calle. Dame un vaso de agua, ¿quieres?, tengo la garganta seca. Ricardo Rica rdo se ha convertido en cuerpo y alma en ojos de CATALINA.-Estás nervioso, Ricardo, ¿qué te pasa? admiración para Sué. Catalina Catalina advierte advierte la entrada entrada de Sué y Ricardo. Triste, baja la cabeza.) RICARDO.-No me acostumbro a hacer antesalas, ni con la venta de cómo le roba la atenci ón de Ricardo. seguros; siempre me pongo nervioso... ¡Qué aburrido es todo esto!... RICARDO .---Sué... Dame el vaso de agua. SUÉ.-( Lo Lo mira por primera vez.) vez.) ¡Ah!, ¿qué tal? RICARDO (Catalina se lo pone enfrente.) .-Bien, Sué, muy bien, ¿y tú? SUÉ.-Pasándola. .-(Saca dinero de su carpeta y lo deja sobre la mesa.) mesa.) Vámonos. RICARDO .-¿Te tomas un helado conmigo? ELSA.-(Saca GABRIEL.-Espérate a que acabe con mi nieve, al fin que el viejo SUÉ.-Estoy cansada... RICARDO .-Es sólo un ratito, Su é... ¿eh?, ¡ándale! llega siempre diez minutos tarde... ELSA.-Me pongo nerviosa de que pueda llegar antes y nos cierre la SUÉ .-(Vacila. .-(Vacila.)) Bueno, si no es arriba de tres minutos... puerta del del salón. salón. ( Se sienta a una mesa del centro. RICARDO .--Gracias, Sué... (Se A Catalina.) Catalina.) Dos nieves de vainilla. PEDRO. Yo también estoy nervioso. MIGUEL . :Además tenemos que ganar asientos en la última fila. SUÉ .-¿Qué milagro que te dejas ver, tú? ... Yo creía que te GABRIEL.-Bueno, bueno, ya estuvo... ¡Cómo muelen! (Se (Se levanta.) habías enojado con lo que te dije el otro día. ELSA .-Ricardo, deséanos suerte. RICARDO .-¿Yo?, ¡no!... No me importa, Sué; está bien que me des consejos de vez en cuando, pero... Pero lo que no me RICARDO .-¿Ya se van? PEDRO .-Derecho a la guillotina. gusta es que me los des como si fuera un chiquillo... Todos se RICARDO .-Que la muerte les sea leve. empeñan en tratarme como si lo fuera, yo no sé por qué.
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SUÉ .-Yo
lo hacía por tu bien nada más, muchacho... No debías andar gastando tu dinero en mujeres... RICARDO .-Pero es que tú no eres como los demás, Sué, estoy seguro. SUÉ .-No, no como las demás... Yo no ando por las esquinas, pero... Al fin y al cabo viene a ser lo mismo, ¿no? RICARDO .-Es distinto.... Todo depende de lo que es la persona, no de lo que hace... Oye, Sué.... ¿por qué q ué no dejas ese trabajo? SUÉ .-( Ha Ha sacado su polvera de la bolsa y se mira .) ¡Ay, ay, ay, ay, ay!, ¡qué cutis tengo! ¿Y así te atreviste a invitarme a tomar una nieve? (Se (Se polvea.) RICARDO : Tú estás bien de todas maneras... ¿Eh, Sué?, ¿por qué no dejas ese trabajo? SUÉ .-(Cierra .-(Cierra su polvera, la guarda y mira a Ricardo .) ¿Por qué crees? (Se ( Se ríe.) ríe.) Necesito dinero, chamaco... ¿Tú te crees que se puede vivir v ivir de d e aire? ... Para Par a todo hace falta el maldito dinero, ¡para todo!... La abuela que me pide más cada vez porque todo lo que le mando se lo bebe mi padre... ¡Maldito viejo borracho!, si no fuera por la abuela que para mí ha sido más que una madre... Y después de todo, al viejo ya no le quedan muchos años de vida, está bien que se emborrache y se olvide de que tiene una hija en el arroyo... ¡Es su eterna canción! Como si él se hubiera preocupado tantito por mi hermano y por mí cuando lo necesitábamos... Y ahora que está viejo y agotado, le viene a mendigar a la abuela para sus tres litros de pulque diarios... ¡ Y dinero y dinero!, ¿cómo voy a dejar el caba cabare ret? t? ... ... ¡Con ¡Con todo todo y todo todo ya le estoy estoy debie debiendo ndo un mes mes a Federico!.: . RICARDO .-Sué, yo estoy ya ganando algún dinero y si tú... Brusca.) ¡No!... No lo necesito, gracias... ( Suave, protectora.) protectora.) SUÉ .-( Brusca.) ¿Cuántas veces quieres que te lo diga?, ¿por qué eres tan terco? ... No seas tonto, ¡no seas tonto!, yo lo hago por tu bien. RICARDO .-Es que yo no quería qu ería decir eso... Lo interrumpe.) interrumpe.) Vamos hablando de otra cosa, ¿eh?... ¿Qué SUÉ .-( Lo pasó?, ¿te conseguiste una novia como te dije? RICARDO .-(Cabizbajo .-(Cabizbajo.) .) No. SUÉ .- (Levantándole la barbilla barbilla con la mano mano.) .) ¿Te vas a enojar conmigo? RICARDO .-No estoy enojado. SUÉ .-¿Sabes por qué te trato así, muchacho? Porque te siento como si fueras mi hermano... Él se te parecía mucho... ¡muchísimo!... Cuando lo mataron tenía más o menos tu edad... ¡Era tan jovencito! Y todo por la desgraciada aquella que tenía otro hombre... ¡Pero los muchachos son tan tontos cuando están en esa edad...! ¡Maldita vieja...! A él no pude protegerlo del peligro, desgraciadamente, pero a ti sí puedo protegerte... No creas, algún día me vas a agradecer todos los consejos que te doy, ya verás. (Sonriendo.) ¿Amigos ¿Amigos de nuevo? RICARDO .-(Sonríe.) .-(Sonríe.) Ya sabes que sí. SUÉ .-( Después Después de una pequeña pausa.) pausa.) Cuén Cuénta tame me algo algo de tu escuela. ¿No están ya en exámenes? .-(Saca de la bolsa un conejito de cuerda.) cuerda.) Mira, Sué, lo RICARDO .-(Saca que compré para ti... El otro día me dijiste que te gustaban los juguetes de cuerda, ¿no es cierto? SUÉ .-¿Yo? ¡Ah, sí!, creo que te dije, ¿verdad? Ya no me acordaba. comprarlo. ( Le ( Le RICARDO .-Lo vi en un aparador al venir y entré a comprarlo. da cuerda y lo deja caminar por la mesa.) SUÉ .-Cuan .-Cuando do era chica, chica, la abu abuela ela nos comprab comprabaa juguet juguetito itoss del mercado. Me acuerdo muy bien de aquellos changuitos de barro y alambre que brincaban prendidos de un palito, p alito, ¿los has visto? Jugando con el conejo.) conejo .) No, Sué. RICARDO .-( Jugando SUÉ .-De veras, tú debes haber tenido juguetes muy caros... Una noche de reyes, la pobre abuelita se sintió espléndida y nos compró a
mi hermano y a mí un par de patines... Yo sola los rompí, nunca dejaba a mi hermano que se los pusiera. ( Ríe.) ( Ríe.) No me gustaba jugar con muñecas. Siempre traía las rodillas raspadas .y llenas de mugre por jugar a las canicas. (Ricardo ríe. Pausa Pausa.) Pon algo en la sinfonola, tengo ganas de música. (Ricardo se levanta, va hasta la sinfonola y echa una moneda de vein veinte te cent centav avos os en la ranu ranura ra.. Comi Comien enza za la músi música ca suavemente. Sué está ensi mismada. mism ada. Ricardo Rica rdo se acerca a ella.) RICARDO .- ¿Bailamos? .-(Se levanta y baila con él .) .) SUÉ .-(Se
¿Cómo están en tu casa?, ¿ya regresó tu papá de Europa? RICARDO .-Sí, ya hace tiempo que está aquí. dijo de lo del del carro? SUÉ.-¿Qué te dijo RICARDO .--Nada. No le interesa lo que hago. SUÉ .-Ha de ser un hombre de muchos negocios, ¿no? RICARDO .-Si... SUÉ .-¿Y tu mamá ya te deja sacar el carro de nuevo? RICARDO .-Yo no quiero sacarlo. SUÉ .-¿Por? ... ¿Tienes miedo de chocar otra. vez? RICARDO .-No ... Es que ese día estaba borracho, por eso choqué. SUÉ .-¿Entonces por qué no lo sacas? RICARDO .-No quiero nada de mi familia. SUÉ .-¿Por qué?, ¿te peleaste con tu hermano? RICARDO .-No. SUÉ .-Pla .-Platí tíca came me algo algo,, te esto estoyy saca sacand ndoo la plát plátic icaa con con tirabuzón. RICARDO .-( Ríe .-( Ríe.. Bail an en e n silen si lencio. cio.)) Oye, SUÉ .... Sí .-(Ensimismada.) ¿Qué? RICARDO .-( Pausa. .-( Pausa.)) No, nada... ¿Te gusta la música? SUÉ .-¡Ajá! RICARDO .-¿Por qué siempre estás tan distraída?, ¿qué es lo que piensas? SUÉ .-Nada...(Suspira.) .-Nada...(Suspira.) Necesito dormir, déjame ir ya. (Se desh deshac acee de él y va a la mesa mesa por por su bols bolso. o. Se dirige dirige,, ensimismada, ensimismada , haci haciaa la esca scalera lera que da a su hab habita itació ción. n. De repe repent ntee recu recuer erda da y se vuel vuelve ve a Ricardo.) Graci Gracias as por el conejito, está muy gracioso. (Hace (Hace mutis. Ricardo se queda mirando el punto por donde desapareció, con un peso sobre el corazón. Se acerca lentamente a la mesa.) RICARDO .-( Herido .-( Herido.) .) ¡Ni siquiera se tomó la nieve! CATALINA .-A lo mejor no le g usta la vainilla... RICARDO .-(Desplomándose.) ¡Yo no sé qué diablos le pasa!...
Parece como si anduviera en las nubes... No puso atención a nada de lo que yo le dije... CATALINA .-No hagas caso y acábate tú la nieve. desesperante! RICARDO .-¡Es desesperante! CATALINA .-A cualquier cosa le llaman desesperante... RICARDO .-¡Tú qué sabes de eso! CATALINA . -(Pausa. Resentid Resentida.) a.) ¿Qué te crees que yo soy una bestia de carga, o qué? ...¿Crees que yo no sé lo que desesperante? desesperante? ... RICARDO . --(Enfadado.) Perdóname. ( Pausa. Pausa. CATALINA .-No es muy bonito levantarse a las seis de la mañana todos los días a fregar el piso... Y después trabajar como negro y sudar sangre todo el día hasta las diez de la
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noche en que cerramos cerramos el mugroso mugroso estableci establecimien miento. to. Y todavía todavía después hacer corte de caja y caer como piedra en pozo, rendida hasta hasta más más no pod poder. er..... ¿No crees crees tú que es horrib horrible le para una muchacha no poder ser como las demás? ¡Cómo he soñado con tener alguna vez trajes bonitos que ponerme enfrente de un espejo enorme y salir a la calle con ellos!... Ya sé que, "aunque la mona se vista de seda..."; seda..."; pero no sé, no sé... Con todo y todo me gustaría probar... probar ... (Suspira.) Pero no hay esperanza esperanzas, s, a mi papá no le gusta gastar el dinero en esas cosas... Y todo mi trabajo va a parar al Banco. RICARDO .-¿Por qué no protestas? .-Me da miedo miedo... ... Él nun nunca ca se cansa cansa de trabaj trabajar; ar; CATALINA .-Me también se priva de diversiones y comodidades... comodidades... Es enérgico. RICARDO .--Pero tú eres joven y tienes derecho a divertirte. CATALINA .-Él no piensa en eso... Él piensa en cifras. Dinero, dinero y más dinero... (Pausa.) RICARDO .-¿Y él ha sido así siempre? CATALINA .-No ... Cuando iba a la escuela de comercio tenía más libertad... Pero ya no me acuerdo de lo que es eso. RICARDO .-Te hacen falta unas vacaciones. CATALINA .--Sí... (Un grupo de muchachos pasa por la por la calle, entre ellos Andrés que se asoma al café y mira a Ricardo. Se detiene.) ANDRÉS .-( A .-( A un compañero.) Ahorita los alcanzo. UN COMPANERO .¡Ándale!, pero no te tardes, el
maestro ya ha de haber llegado. ANDRÉS .-No .-No me tard tardo. o... .. ( Entr En traa en el café ca fé.) .) ¡Quiubo, ¡Quiubo, Catalina! CATALINA .-¿Qué tal, Andrés? .- ( A Ricard Ric ardo, o, que qu e está es tá sumi su mido do en sus su s pens pe nsam amie ient ntos os.) .) ANDRÉS .-( Ricardo... RICARDO .-(Lo mira.) mira .) ¡Ah, quiúbole! ANDRÉS .-Te estuve llamando por teléfono toda la semana y nunca te encontré. ¿En dónde demonios te habías metido? RICARDO .-¿Para qué me hablabas? ANDRÉS .-Fíjate que estoy re entusiasmado: quiero irme al Brasil con un cuate. Ya hasta estamos juntando dinero. RICARDO .-¿Y a qué van? ANDRÉS .-Él se va de ballenero para ganar un montón de lana. lana. Dicen que se gana un resto. resto. Yo me voy a pintar pintar nativas desnudas con frutas en la cabeza. RICARDO .-¿Y de qué vas a vivir? ANDRÉS .-Pos ahí le haré de todo un poco. Lo importante importante es estar allá. RICARDO .-¡Están locos! ANDRÉS .-¡ Fíjate! No más espero terminar los exámenes. RICARDO .-¿Y tu familia qué dice? ANDRÉS .-No les voy a decir ni una palabra, me voy a largar sin más ni más. No, ¿tú crees?, se me arma el lío con la jefa y ¿pa' qué quieres? ... Es que ya no aguanto estar en la casa, palab pa lab ra. ra . Yo sí ten go esp íritu ír itu de avent av ent urer ur ero, o, mano, man o, me gu gusta sta harto ir a pasar peligros y todo eso. .- ( Ríe Rí e .) ¡Est ¡Estás ás loco loco!! ¿Y cree creess que vas a po pode der r RICARDO .-( pint pi ntar ar por po r allá? all á? ANDRÉS .-¿Por .-¿Por qué no? Un artist artistaa necesi necesita ta libert libertad ad para para poder po der produ pr odu cir . RICARDO .-¿Y Elsa? ¿Qué pasó, hablador?, ¿no que ya te le ibas a declarar, que no sé qué?
ANDRÉS .-Me
gusta un chorral, pero tengo miedo de que me vaya a cortar... Le voy a cantar hoy, pero como yo creo que ni me va a hacer caso, tengo lista la huída al Brasil... Más vale. RICARDO .-¡Eres un chiva! ANDRÉS .-No es que sea chiva, mano, es que ya ves cómo es Elsa de p retenciosa. RICARDO .-Lo que pasa es que le tienes pánico. ANDRÉS . - ¡ A y , si ! ( Se chupa los d ie nt es despectivamente.) ¿Y tú, haragán?, por qué no has ido a los exámenes? .-Tenía muchas cosas que hacer. Me fui de la RICARDO .-Tenía casa. Ahora vivo en un apartamento cerca de aquí... ANDRÉS .-¿Te enojaste con tu familia otra vez, o qué? RICARDO .-No, es que quería hacerme independiente... Ya iba estando en edad de separarme de la familia y mante mantene nerme rme por mí mismo mismo... ... Me metí metí a chamb chambear ear de agen agente te en una una comp compañ añía ía de segur seguros os;; ayer ayer vend vendíí el prime pr imero ro.. ANDRÉS .-¡N'hombre!, ¿de veras? RICARDO .-¡Me costó un trabajo!... ANDRÉS .-¿Y qué vas a hacer con el dinero? Vacila ) Quie RICARDO .-( .- ( Vacila) Quiero ro llev llevar arme me a Sué Sué a vivi vivir r conmigo.. conmigo.. . ANDRÉS .-¿Que qué?... qué?... ¡Qué bárbaro! bárbaro! no seas bruto. ¿A esa p...? (Vuelve ( Vuelve la cabeza. acordándose de la presencia de Catalina y corta la palabra.) ¡No, hombre! RICARDO .-¿Qué tiene?, no le veo nada de malo, ella es una muchacha decente en el fondo... ANDRÉS .-¡Ay, manito!, pero no para llevártela a vivir, no seas maje. RICARDO . -(Enojado.) ¡Bueno, ya cállate la boca!, a mí me gusta y con eso es suficiente, ¿no? ANDRÉS .-Pero es que esa vieja ya anda hasta ruleteando en la calle... RICARDO .-( .- ( Lo mira mi ra,, trag tr agaa sali sa li na. na . Bajo Ba jo,, decidi dec idi do.) do. ) Pues me voy a casar con ella por eso pr ecisamente. ( Paus usa. a.)) ¿Y qué?, ANDRÉS .-¿Pero ya lo pensaste bien? ( Pa ¿se van a casar nada más por lo civil, o qu é? RICARDO -Todavía no hablo con ella... Pa usaa .) ¡Hijo, mano, qué bárbaro!, te botaste ANDRÉS .-( .- ( Paus la puntada del siglo. (Ricardo (Ricardo aprieta las mand mandíbula íbulas, s, muy herido.) ¡Allá tú!, conste que yo te lo advertí, no vayas a andar diciendo después que nadie te dijo nada... Bueno, yo me voy. ¿Vas a estar aquí un rato; RICARDO .-Sí. ANDRÉS .-Entonces vuelvo después del examen... Nos vemos. Y, de veras, no seas bruto, piénsalo. (Sale corriendo.) (Pausa, Ricardo está atormentado. Catalina lo mira, sufriendo. Ricardo Ricardo se levant levantaa y , va decidido a la escalera. Catalina lo detiene con la voz) CA'I'ALINA.-¡Ricardo!
( Él Él la mira. Ella titubea.) ¿Qué vas a
hacer? RICARDO .-Voy a hablar con Sué. CATALINA .-( No No sabe qué hacer.) hacer.)
Mi papá no quiere que ningún hombre suba a ver a Sué... RICARDO .-¿Por qué? CATALINA . -Así estaba en el contrato. No quiere que Sué meta hombres al cuarto.
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RICARDO .- Es que tengo que hablarle... Hazme un favor entonces:
sube y dile que baje, que necesito hablar con ella... CATALINA .-Pero... No puedo dejar aquí solo. RICARDO .-Yo te cuido, es sólo un ratito.
A Federico.) Federico .) Un té helado. CATALINA.-( A ras lo prepara.) prepara .) ¿Y tú, Ricardo, no tomas FEDERICO .-( Mient .-( Mientras nada? RICARDO .-No, Federico, gracias. FEDERICO .-Ahora .-Ahora estoy estoy haciendo haciendo
unos perros perros calient calientes es (Catalina vacila un momento, tratando de pensar otra salida. No la para hacerse hacer se agua la boca. encuentra y tiene que ir a ir a la escalera con las lágrimas rodándole por las RICARDO .-¿Sí? FEDERICO .-¿Te traigo uno? mejillas. Se detiene antes de subir y se vuelve a Ricardo, furiosa.) RICARDO.-No, .-No, ya los probaré otro día, hoy no tengo ganas. CATALINA .-¡Idiota!... FEDERICO .-Tú te lo p ierdes...
T E L Ó N
( Federico Federico entrega entreg a el té helado. h elado. Ricardo hace dobleces doblec es en una servilleta servil leta de papel. Federico lava unas copas. Catalina Catal ina se acerca a ayudarle. Alma toma su té en silencio. Entra Alfredo y va a l a mesa de d e Alma.)
ACTO SEGUNDO ALFREDO .-¿Ya ves qué bien salió todo?, no había había por qué nervioso s. El maestro maest ro ni se las olió... o lió... Te T e apuesto a que El mismo lugar. La acción acción sigue en el momento momento en que termina termina el ponerse nerviosos. de perdida sacamos un ocho. El jefe se va a poner feliz y no primer primer acto. acto. me va a pod poder er decir decir nad nadaa del del fut... fut... : ¿Qué te pasa?, pasa?, ¿estás ¿estás enojada todavía?... ¿Por qué?, ya ves que todo salió muy ( Sube corriendo las escaleras.) (Ricardo se CATALINA . ¡Idiota!... (Sube queda estupefacto, descontrolado. Pausa. Vuelve lentamente a la masa bien... ¿O fue porque Marta me saludó? ¿Qué querías que yo hiciera? a? Ni modo modo de hacerl hacerlee una grose grosería ría,, ella ella me ayu ayudó dó y,se deja caer en su asiento, asiento, con la mirada mirada baja. Federico Federico sale de la hicier mucho en Prepa, y después de todo es buena gente... Alma, tú trastienda arreglándose las mangas.) sabes muy bien que Marta ya no me interesa. FEDERICO .-¡Qué trabajo me costó componer componer ese maldito lavabo! ALMA.-Marta no me importa. Menos Menos mal que yo sé algo de plomerí plomería.. a...... Mi padre me hacía hacía ALFREDO.-¿Entonces? ayudarle en todas las cosas que había que componer en la casa. ALMA .-Además no tenías por qué mencionarla, no viene al Quería que nosotros supiéramos de todo, desde planchar una camisa, caso. Y si la mencionas es porque hay algo... -( Sincero.) .) ¡Te juro que no! hasta componer un radio. Él era practico... pr actico... ¡Ah!, me acuerdo cómo se ALFREDO . -(Sincero .-¡No me importa, importa, no me importa! No quiero quiero saber saber ponía feliz cada vez que se descomponía el lavabo. Era lo que más le ALMA.-¡No nada de ella ni de ti tampoco. gustaba que se descompusiera en la casa. No había mayor placer para él que destapar el lavabo y taparlo de nuevo para volverlo á destapar ALFREDO .-Pero, Alma, si cuando menos me dijeras por qué ¡Él sí que tenía espíritu de plomero! estás enojada conmigo... RICARDO .-Yo nunca he sabido hacer esas cosas. Mi padre no es de ALMA .-No te hagas, tú lo sabes perfectamente. los que les gusta componer y descomponer lavabos. ALFREDO.-Yo no sé qué pudo haberte puesto así... Si no es FEDERICO .-Es un buen pasatiempo... Además se ahorra lo del por Marta, Mart a, entonces... entonc es... plomero. ALMA .-¡Sí, es por Marta, no te hagas el tonto! RICARDO .--Probablemente. ALFREDO . ¡Pero si apenas le hablo! FEDERICO .-Tu padre era así, pero mi abuelo... Él era un bruto que .-( Remedándo lo.) lo.) No es que le hables o no le hables. se comía tres kilos de carne de una sentada... Y se sentaba todos los ALMA .-( Remedándo ALFREDO .- Pues entonces no te entiendo. días... A él le gustaba el campo y a eso se dedicó. Tenía fama de fuerte y de agarrado. Pero eso sí, tratándose de comida todo lo que ALMA .-Y lo que más me choca es que te pares a platicar con ella delante delante de todas todas las muchachas muchachas del grupo. No creas que fuera, fuera, por eso llegó a tener tener esa fuerza. Imagínate Imagínate que una vez mató ella no me doy cuenta de las miradas que se echan cada vez que se una mula de un trancazo y se la llevó cargada por tres kilómetros encuentran. hasta el pueblo. ALFREDO .-¿Cuáles miradas? CATALINA.-(Entrando, a Ricardo.) Dice que la esperes un rato... ALMA .-Todas las muchachas del grupo se dan cuenta, ¡todas! RICARDO .-Gracias. .-Pues Pues son una unass chism chismosa osas. s. Apu Apues esto to a que es ALFREDO FEDERICO .-¿Ya llegó Sué? Teresa la que te mete esas cosas en la cabeza. CATALINA .-Sí. ALMA .- Nadie me mete nada en la cabeza. Y por otra parte, FEDERICO .-¡Gran muchacha esa Sué! Lástima que se dedique a lo muchacha buena del salón. que se dedica. Va a acabar por ser mariposilla de cualquier callejón. Tere es la única ALFREDO . Ésa es peor que todas las demás. No me gusta Por otra parte es una buena inquilina, aunque siempre se retrasa un nada que te juntes con ella. poco con la mensualidad... Y una buena cosa de ella es que nunca ALMA .-¡No me digas!, a principio de año bien que platicabas mete a nadie al cuarto, por eso la tengo aquí... con ella y me decías que era una muchacha muy simpática... (En tra Alma y se sien sienta ta a una una mesa. mesa. Cata Catali lina na le llev llevaa la ¡Mira, mejor ni hables si te vas a poner a hablar mal de mi amiga! carta.) ALFREDO .-( Furioso .-( Furioso..) ¿Entonces le crees más a ella que a mí? ( Alma ( Alma le vuelve la espalda espald a y sigue tomando tomand o su té a helado, por favor. ALMA.-Un te helado,
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sorbitos sorbi tos sin contestarle.) contest arle.) Yo no sé qué es lo que te pasa hoy, estás inaguantable. ALMA .-Nadie te invitó a sentarte a mi mesa, ¿sabes? ( Alfred ( Alfredoo se levanta y va a sentarse a la mesa de al lado.) ALFREDO .-( A .-( A Cata lina.) lina .) Un té helado, señorita, por favor. (Catalina le lleva el té helado. Alfredo comienza a tomarlo sin despegarle la vista a Alma, furioso. Alma no lo mira, pero sabe que la está mirando y sus sorbitos se vuelven más marcados y antipáticos.) RICARDO .-Catalina, ¿te aseguró que bajaba? CATALINA .--¡Ajá!... (Irónica.) ¿No quieres
que ponga la nieve
en la nevera? RICARDO .-No,
gracias... Voy a esperar otro rato.
(Entran Matilde y Petr Pe traa toma to mada dass del de l braz br azo, o, rién ri éndo dose se de chismes que se cuentan era voy baja...Se sientan a una mesa.) MATILDE .--Ay, tú, yo no sabía eso de Elsa... PETRA .-A mí no me sorprende ya nada de ella,
¡es tan coqueta!... ¿No ¿No te fijast fijastee cómo cómo estab estabaa cop copian iando do hoy en la prueba? prueba? ¡Qué descaro!, y pasándoles las hojitas a Pedro, a Gabriel y a Miguel, debajo de las narices del maestro... MATILDE .--Una cosa es que el maestro sea buena gente con ellos y otra que ellos se aprovechen de esa manera... ¡Ay! PETRA .-¡Y Pedro se estaba dando unas mandadas cada vez que Elsa lo dejaba copiar!, ¡ay, casi la besaba! MATILDE .-No sé cómo Elsa se deja, yo le hubiera ya volteado una bofetada a ese idiota... PETRA .-Bien que le gusta a ella también, no te creas que no. Si yo me conozco a mi g ente. creo que Elsa Elsa sea eso que tú dices; lo que MATILDE ; Ay, yo no creo pasa es que nadie ha tratado de aprovechar se de ella todavía. Y como su papá la ha de tener rete consentida.... PETRA .-Quesque es ministro de no sé qué del Gobierno, ¿verdad? MATILDE .--Pues no sé, tú, pero tienen toda una residencia en el Pedregal... (Reanudando (Reanudando lo anterior.) anterior.) ¿Ves?, y por eso creo yo que Elsa es así; pero ya verás el susto que se lleva con Pedro, porque ése es un pelado, oye. o ye. PETRA .-Pues quién sabe, pero a mí Elsa me da mala espina... acercado con la carta.) carta .) ¿Qué van a CATALINA .--(Qu .--(Quee se ha acercado tomar? MATILDE .-Yo quiero un- Banana Split, ¿tú qué quieres? PETRA .-Yo un Peach Roya. CATALINA .-¿Nada más? MATILDE .-Y dos vasos de agua, Catalina, por favor. (Catalina se retira.) PETRA .-¿Y .-¿Y qué sabes de And Andrés rés?, ?, ¿cree ¿creess que de veras veras esté esté enamorado de Elsa? MATILDE .¿Quién te lo dijo, tú? PETRA .-Beatriz, ya ves cómo es de intrigante. No es feliz si no anda hablando de toda la gente a sus espaldas. MATILDE .-¡Ay, sí!, me cae más pesada la pobre... PETRA .-Pues ella es la del chisme. ¿Tú qué crees? MATILDE .-¿De Andrés?, ¡quién sabe!, pero la mira con unos ojos... PETRA .- Sí, lo que pasa es que es rete tímido y no se atreve ni siquiera a acercársele. Y la mensa de Elsa que a lo mejor ni se da cuenta... Y francamente Andrés vale mucho más que los tres con quienes anda ella, ni hablar.
MATILDE .-Ese muchacho es divino, a mí me trastorna. PETRA .-¡Es guapísimo!, ¡y qué ojos! MATILDE .-¿No has visto sus cuadros? Pinta rete raro. PETRA .-Es todo divino... ¿Qué crees que me ha dicho el
otro día? Que yo era una de las pocas muchachas de la Prepa que tenía tenía la cabeza cabeza en su lugar... ¡Ay!, cómo se ve luego luego, luego, cuando un muchacho es inteligente, ¿verdad? MATILDE .-Sí, es uno de los poquísimos. Yo no sé cómo puede gustarle gu starle Elsa. PETRA .-Hombre al fin y al cabo, tú. (Pausa.) Oye, ¿no es aquel Ricardo el del salón? es, ¿qué habrá pasado con él? él? no MATILDE .-¡Ay!, sí, tú, sí es, ha ido a ningún examen. PETRA .-Quién sabe... ¡Ay!, es medio chocantito, ¿no crees?. MATILDE .-Es un niñito rico. PETRA .-¡ Puf! CATALINA .-( Les Le s sirv si rvee l a ni eve.) eve .) ¿Qué tal el examen? PETRA .-Bien, tú, afortunadamente. CATALINA .-¡Qué bueno! (Se retira.) MATILDE .-Me cae bien Catalina, ¿verdad?, es buena gente. PETRA .-Sí... ¿Sabes lo que me dijeron de Ricardo? Yo no sé si será cierto, pero Beatriz lo anda contando por todos lados... Fíjate que dice que un día se fue de parranda con sus amigos en el carro de su papá, y que se estuvieron hasta las siete de la mañan añanaa o cosa cosa así. así. Y que que estuv stuvie iero ronn fum fumando ando mariguana... Total, que de regreso Ricardo chocó el carro y que se lo llevaron a la delegación. Y que hasta que no regresó su papá de Europa lo sacó de la cárcel. Dice que por eso no ha ido a la escuela, ¿tú crees? MATILDE .-¡Ay!, cómo será Beatriz, de veras. Te digo que es una chismosa... PETRA .-Pues será todo lo chismosa que quieras, pero te aseguro que Ricardo no es ningún angelito, chula. MATILDE .-Pues no sé, pero yo no le creo ya nada a Beatriz, qué quieres... (Petra y Matilde toman su nieve en silencio. Alma saca un cigarrillo de su carpeta y se pone a fumar para que Alfredo la vea; él sufre y se pone furioso. Baja Sué y se acerca a la mesa de Ricardo.) Ricardo.) PETRA .--¡Mira no más a aquella piratona! MATILDE . --¿Aquella qué? PETRA .-Piratona. MATILDE .---¡Ah! PETRA .-Para que veas que Ricardo no es ningún santito. ( Petra Petr a y Matilde y Matilde siguen tomando su nieve en silencio.) SUÉ .-(Tono .-( Tono cansado.) ¿Qué quieres? RICARDO .-Se te olvidó tomarte tu nieve, Sué. SUÉ .-De veras, ¡qué cabeza tengo!, vas a decir que soy una
pelada. pelad a. RICARDO .-Ya
está completamente completamente deshecha, es mejor que
te la cambien. .-( Sonríe.) No, así está bien, déjala. SUÉ .-(Sonríe.) mira .) Sué, yo quería hablarte RICARDO .-Sué... ( Ella ( Ella lo mira.) hace un momento, pero no me dejaste. SUÉ .-(Sorprendida.) ¿Yo no te dejé? RICARDO .-Yo .-Yo no sé qué qué te pasa pasa,, Sué, Sué, nunc nuncaa po pone ness atención a todo lo que te digo, me estás considerando un mocoso y no lo soy...
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ndose con él .) SUË .-(Divirtié .- (Divirtiéndose .) Bueno, ¿quieres que te diga mi gran secreto? RICARDO.--¿Cuál es? SUÉ .-Te lo cuento sólo que me prometas no reírte. RICARDO.-( Divertido Divertido a su pesar pesa r .) .) Haré lo posible por no reírme, Sué. SUÉ .-Si te ríes no te volveré a contar nada, ¿lo oyes? RICARDO .- Bueno. SUÉ .-Dame .-Dame un cigarro. cigarro. (Ric (Ricar ardo do le da un ciga cigarr rril illo lo y se lo encien enciende. de. Sué ya en serio ) Fíjate que hace quince días más o menos, fui a una kermés invitada por una compañera... Hacía mucho tiempo que yo no iba a una fiestesita de ésas, desde que era muy chamaca... Me puse el vestido más juvenil que encontré. ( Ríe.) Ríe. ) ¿Te imaginas?, imaginas?, parecía un espantapájaros... espantapájaros... ( S e detie detiene ne al ver ver que que Rica Ricard rdoo no ríe.) ríe.) Te estoy , aburrien aburriendo, do, ¿no?, ¿no?, ¿qué te importan a ti mis asuntos? RICARDO .-( Apenado.) .-( Apenado.) Sí me importan, Sué, mucho. SUÉ .-No, no, tú me ibas a decir algo... RICARDO .-- Todo lo tuyo me interesa, Sué. SUÉ .-¿Para qué me mandaste llamar? RICARDO .-Es que... Quería decirte que no soy un chiquillo, Sue... SUÉ .--(Desconcertada.) Ya lo sé.. . RICARDO .-Estoy trabajando trabajando en una compañía de seguros y voy a ganar muy buen dinero... Hace una semana que me separé de mi familia. SUÉ .-¿Por qué? RICARDO .-Porque no quiero que me sigan manteniendo; manteniendo; soy lo suficientemente suficientemente hombre para p oder mantenerme solo y mantener mantener a otra persona. SUÉ :-¡ ¿Te vas a casar? ! RICARDO .-(Traga.-( Traga- saliva.) saliva.) Sué... ¿quieres casarte conmigo? ( Pausa. Paus a. Sué se desconcierta al princip pri ncipio, io, luego lue go suelta suel ta la carcajada.) carcajada.) RICARDO .-( Heri .-( Herido. do.)) ¡No te rías, Sué! SUÉ .- Es que es tan chistoso... ( Para ( Para de reír reí r al ver la expresió expr esiónn ser s er i a de R i ca r d o ) Pero Pero ¿est ¿estás ás habl hablan ando do en seri serio. o... .. ? Perdóname, es que me parece tan... tan raro... RICARDO .-Lo dije en serio, Sué. SUÉ .---(Compadecida. .---(Compadecida.)) ¿Cómo quieres que yo lo tome? RICARDO .-¿No quieres casarte conmigo? -( pausa. sa.)) No es posible, Ric. SUÉ -( pau RICARDO .-Por qué? SUÉ .- ¡Qué preguntas haces!... Porque soy trece años mayor que tú. RICARDO .--¡Eso qué importa, Sué! SUÉ .-A mí sí me importa... ¿Es que no piensas, muchacho? Tú y yo no somos de la misma clase... Eso sobre todo. RICARDO .-¿Quién piensa en clase social? Yo me separé de mi familia por eso precisamente... SUÉ .-¡Qué terco eres!... No resulta, sencillamente no resulta...: Y otra cosa, que yo me voy a casar con un gringo, un escritor... RICARDO .- ( Pausa Paus a.) Tú no me habías dicho nada... SUÉ .-Eso te iba a contar, lo de la kermés... Pero ya no tiene caso que-te lo cuente... RICARDO .-Sí, cuéntame... SUÉ --No... RICARDO .-Me-lo ibas a contar antes:.. SUÉ :-¿Estás seguro que, ...? Bueno, pues... La kermés estaba muy divertida. Mi amiga encontró pareja muy pronto y se fueron a bailar. Yo me quedé sola y me puse a mirar los juegos como una boba.... Y de repente lo vi, estaba en el juego del tiro al-
blanco... blanc o... Era un hombr e alto y fornido for nido... ... , rubio... rub io... Estaba hablando en inglés con sus amigos:.. Me quedé mirándolo sin poder moverme, desde una parte donde él no me veía... Lo seguí como una perra, pisándole los talones... El gentío me separó de él y lo perdí de vista... Lo busqué por todos lados como si estuviera jugando con é1 a las escondidillas. Se fue haciendo noche y me fui al salón de baile a buscar a mi amiga amiga.. .... Había Había muchís muchísim imaa gente gente que bail bailaba aba con con el ruidero y la música de la banda. Me sentía muy mareada de haber caminado tanto... De repente me sentí bailando con él. Estaba bien borracha y bailaba a empujones...Comencé a sentir ganas de vomitar y se lo dije. El me llevó afuera, haciéndome camino entre la gente. Afuera se me fue pasando el mareo... Comenzó a platicarme, me dijo que había estado en la guerra guerra y que quería escribir escribir sus recuerdo recuerdos, s, porque porque nadie la había vivido como él y no sé qué tantas cosas... Cuando nos despedimos, me propuso matrimonio, necesitaba casarse con una mujer mexicana para legalizar legalizar sus papeles y poder pode r trabaja tr abajarr en México... Méxic o... Yo acepté a cepté la propo p roposició sición... n... Dame otro cigarro... Luego nos vimos otras cuatro veces, la última qued quedóó de veni venirr po porr mí al día día sigui siguien ente te.. .... Lo estu estuve ve esperando. (Lenta (Lenta.) .) No ha veni venido do.. .... (Pausa (Pausa Se enfada enfada consigo misma.) ¿Por qué te cuento estas cosas? ... Me pongo pong o de mal humor h umor... ... RICARDO .-¿Quieres al gringo, Sué? SUÉ .- (Tono cansado, indiferente) indiferente) Él tiene dinero, me va a sacar de todas mis deudas. RICARDO .-¿Y si no viene? serenado cacahua cacahuate.. te.... ( Exaspera Exas perada.) da.) SUÉ .-Me importa un serenado ¡Que se vaya todo al demonio!... Déjame ir ya, no tengo tiempo de hablar contigo. RICARDO .--Sué .--Sué,, espé espérat rate. e... .. Dame Dame cuand cuandoo menos menos una oportunidad... oportunidad... Mira, podrías aceptar mi invitación a comer a algún lado, luego nos iríamos al cine y después a bailar toda la noche y acabaríamos acabaríamos en mi apartamento.... apartamento.... De esa manera podemos pode mos darnos darn os cuent c uentaa de si servimo se rvimo s para p ara marido ma rido y mujer.. mu jer.... .-( Enf ada adada. da.)) ¿Cuántas veces quieres que te diga que SU É .-( Enf no? RICARDO .-Podrías darme gusto cuando menos una vez en la vida, Sué. Nos divertiríamos mucho y hasta te serviría de descanso... descanso... Di que aceptas, Sué, por favor. SUÉ .-No, muchacho, vamos a perder nuestro tiempo. RICARDO .-¡No lo vamos a perder, Sué! Por favor... Por favor. Paus a. Lo piensa. pien sa. Son Sonríe ríe.) SUÉ :.-( Pausa. .) ¡Qué latoso eres! RICARDO .-¿Entonces sí? SUÉ .-Bueno, pero tienes que prometerme que no me vas a molestar después... RICARDO .-(Feliz.) Te lo juro, Sué. SUÉ .- Entonces deja echarme echarme un rato en la cama, cama, estoy estoy que me muero de sueño y no quiero ir a dormirme en la película. RICARDO .-Tómate todo el tiempo que quieras, Sué ¿yo te voy a esperar aquí. SUÉ .-(Sonríe .-( Sonríe,, le palmea una mano.) No me tardo arriba de tres horas. (Sube las escaleras.) RICARDO .- .(Divertido.) Sué.... no te tomaste tu nieve... ( Sué no lo escu escuch chaa ya. ya. Ricar Ricardo do sonríe. sonríe. Mira Mira a Catali Catalina na Que ha estado observando la escena con mucha atención.) Aceptó salir conmigo, Catalina. CATALINA : Ya lo oí. RICARDO :- Estoy feliz....
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CATALINA ; (Sonríe trabajosamente.) Me alegro, Ricardo..., me alegro mucho. FEDERICO .-¿Q -¿Quién se va a atreve reverr a salir contigo go?? RICARDO .--Sué. FEDERICO .-¿Ah, sí? Pobre Sué. (Ricardo ríe.) ANDRÉS .-(Que .-( Que llega.) Estuvo re fácil el examen, hubieras ido... ¿Qué pues?, ¿hablaste con la vieja esa? RICARDO ; (Resentido.) Sí. ANDRÉS .--¿Y qué? RICARDO .--Me voy a casar con ella. ANDRÉS : ¿A lo macho? RICARDO .--Sí. ANDRÉS .-( Lo .-( Lo mira.) Bueno, Bueno, allá allá tu... tu... Estás Estás re loco locote te , , mano. (Ricardo no contesta. Pausa.) ¿No has visto a Elsa? RICARDO .-Antes del examen. ANDRÉS .-Anda con un trío de cafres cafres que no piensan piensan soltarla soltarla en todo el día. No sé qué hacer. RICARDO .--¿Te le vas a declarar siempre? ANDRÉS .-No me queda otra... Estoy que me lleva... Es la primera novia nov ia que voy a tener tener,, ¿te das cuenta? cuenta?,, es decir, decir, si es que me acepta. RICARDO .-Mírala allí viene... No te pongas nervioso. ANDRÉS .--¡ N'hombre !
(Entran Elsa, Pedro, Miguel y Gabriel.) ELSA .-(Riéndose,) ¡Qué pachanga!, ¡qué pachanga! GABRIEI ..--Sólo faltaron el confeti y las serpentinas. ríe.) ¡Anda, tú! ELSA .-(Se .-( Se ríe.) MIGUEL ..-¡Ojalá así fueran todos los exámenes! ELSA .-¡Cállate!, que todavía falta el de Lógica y ése
sí que es
trágico. GABRIEL .-No pienses ahora en él, nos amargas la existencia. PEDRO .-¿Qué nos vas a invitar, Elsa? ELSA .-Se me acabó el dinero, muchachos. Ahora me tienen
que invitar ustedes. (Se s (Se sii e n t a n a u n a m es a . ) PEDRO .-Entonces que nos fíen. ELSA .-No, no, no nos p ueden fiar aquí. PEDRO .-¡Ah!, no te preocupes, ya inventaremos algo. ELSA .- -Bueno... GABRIEL .-¡Te .-¡Team am back!, back!, me acabo acabo de acorda acordarr de un cuento cuento.. (Todos agachan las cabezas sobre la mesa para oír el cuento.) .-( A Mat Ma t il de .)¿No te digo? ¡mira no más a Elsa! PETRA .-( A MATILDE .-Y eso que estuvo en colegio de monjas, ¿eh? ... Y los ojos de desesperación del pobre Andrés. PETRA .-Prefiero no mirar. (Pausa.) MATILDE : Espero que hoy no venga Pepe al café. PETRA .-Deberías tratar de olvidarlo, Matilde. MATILDE .- -Lo peor de todo es que no sé quién le fue a contar que yo estaba enamorada de él. ¡Ay, bueno, qué gente... ! Y ahora con eso son peores sus bur las, ¡no lo soporto! PETRA .-¡Ese idiota! MATILDE .-Si cuando menos eso fuera cierto... ¡Ay, no sé de dónde sacan tanta cosa! PETRA .-Lo que pasa es que, como tiene carro, cree que todas las muchachas del salón se mueren por él. MATILDE . -Y él no es feo; pero con esas cosas...
PETRA .- Y
luego luego el trío trío de pistole pistoleros ros con quienes quienes anda siempre; como les dispara todo lo que ellos quieren, se los trae aquí... MATILDE .-: Él lo que quiere es hacerme llorar porque sabe que yo soy dura como una roca: sería una satisfacción para su vanidad. Pero si yo no he llorado por cosas que de veras valen la pena, menos voy a llorar por sus estupideces... PETRA .-Pues claro... ¿Sabes lo que anda diciendo Beatriz? Que Pepe se le declaró el otro día y que hasta se hincó y lloró y que ella le había dicho que ya bastaba de ridiculeces, que ella no se ocupaba de niños de pecho, ¿tú crees? .-¡Huy,, idiot idiota!, a!, ya quisie quisiera. ra. Si ella ella anda anda que MATILDE .-¡Huy derrapa por Pepe. PETRA . Pues fíjate. MATILDE .-No, te digo que son una de chismes y una de cosas en el salón, que bueno, ya no sabe- una ni qué hacer. ¡:Ay, esa Beatriz es odiosa! ( Alfredo se levanta de su asiento sin poder soportar más y va a la mesa de Alma que se hace la desentendida) ALFREDO .-:Alma... .-:Alma...
¡Alma, por favor! ¿no crees que esto va se está alargando demasiado? ALMA .-Te enfadó que fumara, ¿verdad? Pues voy a fumar de hoy en adelante. ALFREDO .-Yo no te he prohibido que fumes, Alma. Yo te dije dije que que a noso nosotr tros os nos nos reco recomi mien enda dann siem siempr pree que que no fumemos, fumemos, porque acaba con nuestro aire... Pero tú no juegas futbol. ALMA .-¡Eso quisieras! ALFREDO .-Y no tienes por qué privarte de una cosa que te es tan necesaria. ALMA .-¡Ah, sí!, eso quiere decir que no te importa nada de lo que yo hago, ¿verdad? ALFREDO .-¡Alma, no seas ridícula! ¿Hasta qué horas vas a estar representando ese papel de niña boba? ALMA .-A ti no te interesa nada de lo que yo hago...Lo único que te importa es tu horrible futbol..¡Y no me vuelvas a decir niña boba! ALFREDO.-¿Qué es lo que quieres que haga, Alma? ¿Que me hinq hinque ue aquí aquí dela delant ntee de toda toda la gent gentee a pedi pedirt rtee perdón?. perd ón?...Alm ..Alma, a, ¿no ¿ no te t e cansast can sastee ya de verme v erme hacer h acer el tonto? to nto? ALMA .-Ya estoy acostumbrada... ALFREDO .--( Herido. Heri do.)) ¡Alma!... ¡Alma!... (Calmándose.) ¿Es ¿Es que que quieres que rompamos definitivamente? ienza za a llorar llorar .) ALMA .-(Com .-( Comien . ) ¿Lo ¿Lo ves? ves?,, siem siempre pre está estáss tratando de herirme... Lo que pasa es que eres un cobarde... ¡Lárgate con tu cochino futbol! ¡Ni creas que me haces falta! ALFREDO .-( Furi .-( Furioso. oso.)) ¿Entonce ¿Entonces?.. s?.. ¡Está ¡Está bien, bien, Alma! Alma! .. Hasta luego. (Se ( Se levanta y da media vuelta para salir.) .-( Asustada tada,) ,) ¡Alfredo!... ( Él Él la mira mir a.) Alfredo, no ALMA .-( Asus me irás a dejar aquí sola, ¿verdad? ... Toda la gente se está dando dando cuenta cuenta de que estoy estoy llora llorando ndo... ... ¡Qué ¡Qué dirán dirán,, Dios Dios mío!... mío!... Siéntat Siéntate.. e.... ( Alfredo Alf redo se sien ta junto jun to a ella, ell a, casi dándole la espalda.) Es de muy mala educación dejar a una señorita en medio de un café... Pero a ti por lo visto no te importa, importa, eres eres un rudo jugador jugador de futbol futbol y no sabes de l os senti sentimi mien entos tos de una person personaa deli delica cada. da... .. Por Por eso eso te dije dije coba cobard rde, e, no po porr otra otra cosa cosa,, Alfr Alfred edo. o. ( Él no responde.) Alfredo... Alfredo... ¡Alfredo!... Ahora no quieres hablar, ¿eh? Pues yo tampoco voy a hablar, no te preocupes... ( Paus ( Pausa. a.)) Y no creas que me importa Marta. Yo sé muy bien que no te interesa,
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pero quería querí a que confesar conf esaras... as... Lo que me pone de nervios nerv ios es tu futbol... Parece que tienes más tiempo para eso que para mí... Además Ade más deberías deberías darte darte tiempo tiempo para estudiar estudiar un poquito.. poquito.... Y dedicarme dedicarme más tiempo a mí , desde luego... ¿Sigues ¿Sigues enojado?... ¡Alfre ¡Alfredo! do!... ..... Pues Pues qué quéda date te con tu enojo enojo,, no creas creas que me preocupa preo cupa... ... Además yo estoy muy enojada enoja da por lo que acabas acaba s de hacer. ( Le ( Le vuelv v uelvee la espalda espa lda,, saca sa ca un cigarrillo cigar rillo y lo encien en ciende de.) .) ANDRÉS .-( A .-( A Ricardo.) ¡Hijo!, creo que hoy no voy a poder hablar con Elsa: esos tres imbéciles no la dejan en paz... ¡Qué suerte más perra tengo!, ¿te fijas? Siempre que quiero cantarle a una chamaca, me doy cuenta de que ella no me echa ni un lazo... ¿Te acuerdas de lo que me pasó el año pasado con Gloria y con Teresa? RICARDO .-Eran un par de brujas, además de feas, brutas... Tú tienes un gusto de la patada para las muchachas... Creo que Elsa es la primera muchacha bonita que te gusta. ANDRÉS .-¡Ah!, no seas exagerado, Teresa no era fea... , Además me les declaré porque creí que con ellas era más fácil, y ya ves... ¡Ahora me imagino los humos que se irá a dar Elsa RICARDO .-Es que eres un bruto para hablar con las muchachas. ANDRÉS .---¿Pues qué quieres que les diga? RICARDO : No es lo que les dices, sino cómo se lo dices. ANDRÉS .-Lo que pasa es que tengo una suerte del cocol.... Fíjate con Teresa, ¿yo qué iba a saber que se iba a casar con el chango ese? RICARDO : ¿Y con Gloria qué? ¡No me digas que iba a irse de monja! ANDRÉS : Bueno, cuando Gloria sí estaba yo re maje. ¿No te dije lo que le hice? Se me ocurrió decirle que Paco parecía tarántula y que me caía muy mal, y resultó que Paco era su hermano. RICARDO .-( Ríe .-( Ríe)) ¿ya ves?¿ para qué te metes con las familias? ANDRÉS : ( Pausa.) Pausa.) Oye, ¿no crees que estaría bueno que le diera algún regalo a Elsa? RICARDO .-¿Andas muy rico? ANDRÉS : Le volé veinte pesos a mi hermano. RICARDO .-Mejor guárdalos, para que la invites al cine después. ANDRÉS .-Sí, también. Pero me gustaría regalarle un ramo de flores. RICARDO .-Como quieras. ANDRÉS .---Sí, voy a comprarlas. RICARDO .-En tal caso mándaselas, no se las traigas tú. ANDRÉS .--¡Ajá!, ahorita vengo. RICARDO .--¿No te hace falta dinero? ANDRÉS .-Este.. .-Este.... Bueno, Bueno, préstame préstame cinco pesos pesos por las dudas. (Ricardo saca cinco Pesos y se los da.) Gracias, Gracias, mano, te los pagaré cuando cu ando pueda. pu eda. (Sale.) ELSA .-¿Con qué vamos a pagar estos helados, muchachos? Yo de veras no traigo ni un centavo, ¿eh? GABRIEL .-¡Ah!, no pienses en cosas tristes, acábatelo y luego pensaremos. ELSA .-;Ustedes no traen dinero, de veras? GABRIEL .-¿Tú crees que no hubiéramos pedido ya la cuenta? PEDRO .-Estamos haciendo tiempo. ELSA .-( Apurad .-( Apurada) a) ¡Ay , ¡Ay , no, muchachos!, espérense, voy a hablar por teléfono a mi casa para que me manden dinero con mi hermanito:... ¡Mi papá se va a dar una enojada!... PEDRO .-No hombre, no hables... Si no hay otro remedio, las muchachas se ponen a lavar los platos para desquitar la cuenta. GABRIEL ..-Los lavarás tú, yo tengo que irme dentro de r ato. MIGUEL ..-Acuérdense que hay que ir a estudiar Lógica. PEDRO .-¿Nadie trae reloj? ELSA .--Yo sí, pero mi papá me mata si lo dejo.
PEDRO .-Entonces prepárense a correr. ELSA .-.Yo no va a haber más remedio
que llamar a mi casa. Mi papa se va a poner furioso... No se vayan a acabar mi helado, ¿eh?, ahorita vengo. (Va ( Va a la cabina telefónica.) GABRIEL .-Esa .-Esa es una tacaña, tacaña, tiene tiene su bolsa bolsa reple repleta ta de dinero y no quiere sacarlo. MIGUEL .-Su papá es millonario y tiene a Elsa siempre en la miseria. PLDRO .-No es que la tenga en la miseria, es que ella es bien coda y no quiere soltar su dinero. MIGUEL .-;Vamos haciéndole una broma para que se le quite lo tacaña? GABRIEL ..-La dejamos aquí mientras habla por teléfono v así tiene que pagar la cuenta. PEDRO :-¡Suave! .-¡Juega!, vámonos rápido antes antes de que regrese. MIGUEL .-¡Juega!, (Los tres se levantan. Gabriel va al mostrador al mostrador a hablar con Catalina) GABRIEL ..-Elsa va a pagar la cuenta, ¿eh?, Está hablando ahorita por teléfono. CATALINA .- (Lo mira despectivame despectivamente nte.) .) Bueno, ( Los Los tres salen a la calle ca lle rápidame rá pidamente nte entre ent re risitas.) risi tas.) Al teléfono teléfon o) ¡A dónde hablo?.¿Eres tú, Chucha? ¿Está ELSA.-( Al mi mamá? …¡¿ A dónde fue?...¡Ah, sí! !Ya me acordé que iba a salir de compras...! ¿Mi hermano todavía no regresa de la escuela escuela?... ?... ¡Qué lata!... lata!... Bueno, ni modo, vuelvo a llamar llamar dentro de un rato a ver si va llegó Toño… No, es que necesitaba dinero; pero voy a ver si los muchachos lo pueden conseguir en alguna parte... No le vayas a decir nada a mi mamá, ¿eh?.., Bueno. (Cuelga ( Cuelga el teléfono y sale de la cabina. Se dirige a la mesa. Se queda desconcertada al no encontrar a los muchachos y los busca discretamente, pero preocupada ya, con la vista por todo el café. Petra y Matilde Mati lde la miran. Ella les sonríe forzadamente. forzad amente.)) ¿ Qué tal? (Se ( Se sienta de nuevo a la mesa sin saber que hacer y echa miraditas rápidas a uno y otro otr o lado. lado . Comienza Comi enza a t omar su nieve, t ratando ratand o de disimul d isimular ar su apuro apu ro y su r abia al a l comprender compr ender las la s cosas.) cosas .) PEPE.- ( Entra con sus tres pistoleros. Se detiene en seco al mirar a Petra y a Matilde) Pero miren quienes están aquí…Mi apreciable par de solteronas. ( Los pistoleros ríen) ¿ No sabe sabenn una una cosa cosa?? Mati Matild ldee me acab acabaa de prop propon oner er matrimonio. UN PISTOLERO .-(Con .-(Con voz de imbécil ) ¿Y cuándo Se casan? PEPE .-¡No le le hagas! No me gustan las las brujas. PETRA .-No les hagas caso, Matilde. PEPE .- ¿Nos podemos podemos sentar a su mesa, solteronas? solteronas? ( Ellas no responden.) responden.) Pues no, al fin que ni queríamos... (Se ( Se sientan en una mesa lateral .) .) ¡Hey!, tres helados de fresa por acá. ¿No quieren ustedes también, solteronas?, a ver si acaso con la fresa pescan novio. UN PISTOLERO.-Y se vuelven menos macheteras. PEPE .- Oye, Matilde, ¿es cierto que uno de la veterinaria pidió tu mano…para mano…par a la clase de d e disección? disección ? UN PISTOLERO.-¡Ya, Matilde!, yo no me dejaba decir eso... PEPE .- Tú te callas, idiota... Dime la verdad, Matilde, ¿de veras, de veras no tienes novio...? A mí me dijeron que hasta esta estaba bass engo engorda rdand ndoo con con una unass píld píldor oras as que te da el de la Veterinaria... Veterinaria... ¡Y tú todavía andas de resbalosa conmigo! .-( Indignada.) nada.) ¡Primero burro! MATILDE .-( Indig PETRA .-¡Matilde!, no le hagas caso.
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PEPE .-¡Ay,
no me vayas a acomplejar! ¿A poco ya porque el maes maestro tro de Latí Latínn las las invi invita ta a su casa casa ya no te gusta gustann los los muchachos? MATILDE .-¡Mira, con el maestro de Latín no te metas, idiota! PETRA .-¡Cállate, Matilde! PEPE .--¡Cómo lo defiendes!, ¿por qué será? UN PISTOLERO .-¿A poco te gusta el viejo de Latín, Matilde? Si ése ya ni pinta... PEPE .-( Al .-( Al pisto lero.) Ya te dije que te callaras. ( Matil ( Matilde de y Petra miran hacia abajo, humilladas. humilladas. Por la puerta entra Lupe la loca. Es un ser repelente, repelen te, vestida vestid a de andrajos, andraj os, descalza, descalz a, sucia, despeinada; se pinta exageradamente y ríe como h ombre. Lleva un cigarro en la mano. Petra y Matilde Matil de no n o se dan da n cuenta de su entrada. Pepe la llama con señas p ara que q ue se acerque. acerqu e. Le dice algo a lgo al a l oído oí do señaland señ alandoo a Petra y a Matilde, Matil de, y le da un billete bill ete que Lupe se guarda. guard a. Se acerca sigil osamente osament e a la mesa de Matilde Mati lde y rápidamente rápida mente le quita la carpeta. Se queda mirándola y rí e estúpidamente.) MATILDE . (Grita.) ( Grita.) ¡Ay, nanita! ( Pepe Pepe y los pistoleros, pisto leros, que observaban observab an en silencio, silen cio, suelt an la carcajada.) UN PISTOLERO .-¡Pásala, Lupe! PEPE .-¡Bravo, Lupe!, ¡bravo! Ahora diles uno de tus v ersitos a las solteronas. UN PISTOLERO .-(Co .-( Conn voz voz chill chillon ona, a, decl declam amaa.) Solteronas, Solteronas, solteronas. MATILDE .- -( Furiosa.) Furios a.) ¡Déme mi carpeta! d estempl ada ada.) LUPE .-( Recita .-( Recita con voz destempl .) Una señoritona, por equivocación, se fue a bañar al río con todo y camisón. Un pez que la miraba con gran excitación se le metió en la enagua y diole un mordiscón. P E T R A . - -(Escandalizada se lleva las manos a la boca.) MATILDE.-¡Déme mi carpeta le digo, o le va a ir mal! LUPE.-¡Patas de popote!
¡Ah!...
poderla agarrar. (Chiflidos y aplausos.) Y termina el baile, terminado está. La pobre Duquesa con todos se va. (Chiflidos y aplausos.) Y las solteronas Que en la mesa están, con un renacuajo se van a acostar. (Más chiflidos y aplausos. Lupe da las gracias al estilo de circo. Federico la saca a empujones. empujones. Lupe Lupe sale feliz, contoneándose. contoneándose. Ya en la puerta se vuelve y les echa una trompetilla a las solteronas. Hace mutis.) mutis.) PEPE .-¿Se fijaron en el saltote que pegó Matilde cuando Lupe le quitó la carpeta?
(Matilde se levanta y sale corriendo sin poderlo soportar.) PETRA. ¡Matil ¡Matilde! de! (Mir (Miraa con odio odio a Pepe Pepe.) .) ¡Eres un desgraciado!
(Alfredo, que ha presenciado la escena, se levanta de su asiento y va a la mesa de Pepe.) ALFREDO.-(A Pepe.) ¡Sal de ahí! (Pálido.)¿Y éste qué se trae? PEPE . (Pálido.)¿Y ALFREDO: -¡Sal de ahí! PEPE .-(A un Pistolero.) Quiere trancazos,
Roberto, Roberto, échatelo. échatelo. (Ninguno de los pistoleros se mueve.) ¿Qué?, ¿le tienes miedo a ese grandulón? (Matilde se estira la falda lo más que puede para que no le vean lar UN PISTOLERO.-El .-El asunto no es conmigo... piernas. Federico va y le quita la carpeta a Lupe y se la devuelve a ALFREDO.-(Al Pistolero.) ¡Haste a un lado! ( El ( El pistolero le Matilde.) deja lugar. A Pepe.) ¡Sal de ahí o te saco! LUPE .-¿Pos este cara de puerco en engorda?... F E D E R I C O . - ( A A Lupe.) ¡Salga de aquí! LUPE .-(Le .-(Le da un pellizquito en la barba.) No
te enojes, enojes, mi rey, si estás muy guapo. PEPE --No le saques, Federico, no seas chiva, deja que nos baile. molestando ndo a la clientela.. clientela.... F E D E R I C O . - No , hombre, está molesta LOS PISTOLEROS.-(A PISTOLEROS.-(A coro.) ¡Que baile!, ¡que baile!, ¡que baile!.... PEPE: ¡Ándale, Lupe!, échate un bailazo. LUPE .-(Entusiasmada, comienza a cantar y o bailar.) Baila la Duquesa, baila al compás. compás. Y en el movimiento enseña lo demás. (Chifli Chiflidos dos de lo s pi stole ros.) Y los caballeros al verla bailar, todititos quieren
(Pepe está aterrorizado.) ALMA.-¡Alfredo!
(Alfredo saca a Pepe de su asiento a empellones y le da un golpazo en la mandíbula que lo hace rodar por el suelo. A Pepe se le llena llena la cara de sangre.) sangre.) ALFREDO: Para que aprendas a comportarte con las mujeres. PEPE .-(Se levanta, lo mira con odio.) Porque estás más
grande que yo, pero ya v erás... ALFREDO .-¡No .-¡No sigas sigas hablando hablando si no quiere quieress que te acabe de romper la cara! PEPE . - (Murmura.) Así Así será seráss bu buen enoo pegá pegánd ndol olee a los los chicos... ALFREDO .-¡Lárgate de aquí! (Pepe sale a la calle y detrás de él los pistoleros, muy escurridos. )
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a A1fre A1fredo, do, la boc bocaa seca seca por la impre impresió sión) n) FEDERICO . - Un poco más de las ocho y media. Gracias... de veras se lo merecía, ¡pobre Matilde! ( Va a la DAVID .-Gracias... caja a pagar y sale.) (Pausa (Pausa.. Ricar Ricardo do lo mira, mira, pálido pálido,, con con odio. odio. Baja Baja Sué (Hay expectación en todos. Elsa, preocupadísima, no mira a seguida segui da de Catalina.) nadie. Alma no se atreve a mirar a Alfredo. Ricardo toma un refresc refresco. o. Alfredo Alfredo mira tímidame tímidamente nte a Alma, Alma, luego se dirige dirige SUÉ.-( A A Catalina.) Catalina.) ¿Quién es? lentamente a la puerta de cristales y se recarga contra el CATALINA : Aquel señor que está sentado en la barra. marco, de espaldas al público, mirando la banqueta. Federico SUÉ.-(Se queda mirándolo, sorprendida.) sorprendida.) Es David. (Se acerca, limpia sus limpia sus cop as. Cat alina al ina se acerca ace rca a Rica R ica rdo. rdo . ) emocionada.) ¡David!.... DAVID. (Voltea y se levanta de la barra.) ¿Qué tal? Feliz.) ¿Dónde te habías metido todo este tiempo? CATALINA .-¡Qué mujer más horrible esa loca!... Parecía una SUÉ .--( Feliz.) DAVID.-(Sonriendo visión de calentura... .-(Sonriendo.) .) Por ahí... RICARDO .-¿No la habías visto antes? SUÉ .-¿Por qué no me avisaste que venías? v enías? CATALINA .-No, ¿tú ya? DAVID.-Perdóname, por ser borracho ahora... RICARDO .-Siempre anda por la Prepa asustando a todo el SUÉ .-Creí que no ibas a venir nunca. No sabes lo feliz que me mundo. Le da por corretear a las muchachas cuando van por la siento. DAVID.-¿ De veras? calle y se pone feliz cuando las oye chillar. CATALINA .-Lo que es si le da por seguirme seguirme a mí, me caigo SUÉ: Vente, vamos a mi cuarto, ahí podemos hablar mejor. del susto. FEDERICO .--Oye, Sué, ya sabes que no me gusta que subas a RICARDO .-A Andrés y a mí nos ha asustado asustado muchas veces, veces, nadie al cuarto. cuando vamos completamente desprevenidos platicando por la SUÉ.-¿Qué? Pero éste no es un cliente. calle. FEDERICO : De toda todass mane maneras ras,, no me gusta gusta que metas metas CATALINA .-Yo no sé cómo no la han metido a la cárcel. hombres al cuarto: ya te lo he dicho. RICARDO .-Andrés le tiene mucha compasión. Le contaron SUÉ .-Óyeme, tú nunca me has dicho nada. una historia triste. FEDERICO : Te lo dije antes de rentarte el cuarto y tú quedaste CATALINA .-¿Ah, sí? conforme. RICARDO .-Dicen que era una estudiante de Prepa a quien le SUÉ .-Estarías borracho. Yo puedo meter a quien se me antoje daba por escribir versos. Que había publicado una antología al mugroso cuarto. de sonetos o no sé qué... Y resulta que estaba muy enamorada FEDERICO : Perdóname, Sué, pero ése fue el trato. de un muchacho estudiante de música, con quien estaba por SUÉ.-(Ríe despectiva.) ¡Ah, que la tostada!, ¿así es que yo no casar casarse. se. Pero este este muchac muchacho ho se le murió murió en un accide accidente nte puedo disponer del cuarto como yo quiera? delante de sus ojos... y dicen que por eso está loca. FEDERICO : Todo lo que tú quieras, pero no puedes meter CATALINA . - ¡ Pobrecilla, ¿y en dónde vivirá? hombres. RICARDO .-No sé, nunca he tratado de enterarme. S U É . - ¡ A h , cómo de que no! no! Vente, Vente, David. David. ¿Qué ¿Qué crees crees que que te CATALINA .-Es horrible... estoy pagando pagando la renta renta nada más por verte l a jeta? jeta? ¡Ahora sí, no más eso me faltaba! (Por (Por la pue puerta rta entra entra David, David, despe despeina inado, do, con la corbat corbataa FEDERICO .--( Enojado.) Enojado.) Por la buena, Sué. Yo siempre he deshe deshech cha. a. Un poc pocoo borra borrach cho, o, trata trata de no hac hacer er eses eses al tenido consideraciones contigo y no quiero que todo se eche a caminar. Se acerca a la barra.) perder por cualquier cosa. Tú sabías perfectamente que yo no te dejaba meter hombres al cuarto. SUÉ .- Bueno, ¿qué te importa?, no eres tú el que te vas a DAVID .-(A Federi Fed eri co.) co. ) Perd Perdóne óneme me.. .... ¿En ¿En dó dónd ndee pue puede dess tumbar con ellos, así es que ¿qué alegas? FEDERICO .---Este es un lugar honorable y no quiero meterme encontrar a Susana? ... Es una muchacha que llaman Sué. en líos con la policía... (Ricardo lo mira.) SUÉ.-La policía policía no tiene nada que ver en esto, y el azulito azulito ese FEDERICO .-¿Para qué asunto? que anda por ahí es mi cuate, en último caso. DAVID .-(Sin molestarse.) ¡Oh, sí!, necesito hablar con ella, si FEDERICO .--Pues ya te lo dije, éste es un lugar honorable. Yo no es molesto. (Sonríe tontamente.) Estoy amigo suyo. no quiero esas cosas en mi casa. FEDERICO .-Pero ella no recibe a nadie aquí. ¿Dóndee encuentra su SUÉ.-.-Pues no habías de rentar el cuarto si eres tan delicado. DAVID .-¿A nadie? ... A .. . a mí sí recibe. ¿Dónd FEDERICO .-Yo te lo advertí. Así es que ya lo sabes. No subas cuarto? FEDERICO .-(A Catalina.) Háblale a Sué, dile que aquí la con ése si no quieres que los saque a patadas. SUÉ .--( Agresiva.) Agresiva.) ¿Tú me vas a sacar a mí a patadas? ¡Ya lo busc bu scan. an. quisiera ver! (Catalina sube.) Pálido.) Déjalos, Federico... RICARDO .--( Pálido.) DAVID .-¿No puede subir a su cuarto? .-En prime primerr luga lugarr esto estoyy en mi casa casa y soy soy mu y FEDERICO .-En FEDERICO . No, ya la man dé lla mar . DAVID .-Gracias... (Se sienta a la barra.) ¿Puedes ¿Puedes esperar esperar dueño de sacar a quien se me dé la gana... SUÉ .- ¡Ándale!, ¿qué estás esperando? ¿Crees que te tengo aquí? miedo? FEDERICO .—Sí. (Pausa.) ¿Va a tomar algo? DAVID. ¿Qué pasa, Susana? DAVID .-No, ahora... Eh, ¿tiene una copita de whisky? SUÉ .- Nad Nada, a, esta esta porque porquería ría de fregad fregadoo que me quiere quiere dar FEDERICO .—Aquí no se sirven bebidas alcohólicas. órdenes a mí. DAVID .-¡Oh!, perdón. (Pausa.) ¿Qué tiempo es ahora? -(Mira PETRA . -(Mira
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FEDERICO .-(Adelantándose.) O se sale ese borracho o lo saco. S U É . - N i se sale, sale, ni lo sacas. sacas. Aunque esté esté borracho borracho es más hombre hombre
que tú. RICARDO .-Déjalo, Federico, ¿qué más da? SUÉ .-No te metas tú en esto, Ricardo. FEDERICO . -( A David.) ¡Hágame el favor de salirse! SUÉ .- Mira, ni te metas con él, Federico, porque vas a salir partido. FEDERICO .-(A Da .-(A Davi vid. d.)) Le doy diez segundos para salir. , SUÉ .-.-¡Ay, sí! muy macho, ¿no? RICARDO .-¡Federico, déjalos ya que se suban!, ¡ya estuvo bueno
de espectáculo! Pálido.) Se me van a largar los dos en seguida si no FEDERICO .-( Pálido.) quieren que traiga a la policía. SUÉ .-¡Ándale!, no estés no más hablando. .- (Preparando los puños.) ¿Quiere pelea? DAVID .-(Preparando ( A Fede Fe deri rico co.) .) ¿Qué pasó, pasó, no SUÉ .-.-Espérate, David, todavía no. ( A que muy hombre? ¡No más atrévete a ponerle las manos encima y verás como te pone, desgraciado! desgraciado! (Feder (Federico ico va decidido decidido hacia David. David. Sué se pon ponee delante delante,, con desafío. Alfredo se acerca dispuesto, a ayudar en lo que sea. Catalina se abalanza y detiene a su padre. Ricardo y Alfredo, la ayudan.) CATALINA .-¡Pap .-¡Papá!, á!,
no te metas metas con ése. ¿No ves que está borracho? borracho ? Déjalos que hagan lo que quieran. Nos perjudicar ía mucho más un escándalo. ALFREDO .-(A Catalina.) ¿ puedo ayudar en algo? ¿Quieres que saque a este...? CATALINA .-No .-No,, much muchas as graci gracias as,, ya se arre arregl glóó todo todo.. ( Sin embarg embargo, o, Alfred Alfredoo se man mantie tiene ne a la expect expectatir atira. a. Alma Alma se ha levantado de su asiento con un gritito, terriblemente nerviosa.) Está bien, Sué. Pueden subirse. P á l i d o .) Y cuando salgas, salgas, que sea con tus cosas. cosas. FEDERICO .- ( Pá CATALINA .-Vete, Sué, no hagas caso. SUÉ .-Yo me quedo hasta cuando me dé la gana. Vente, David. (Mutis.) ( Afligidísi idísima ma a Alfredo.) Alfredo .) Muchas gracias... CATALINA .- ( Aflig (Alfredo vuelve a su posición anterior. Alma, muy turbada, vuelve sentar se. Federico, F ederico, un poco calmado, calmad o, vuelve v uelve detrás de la barra. a sentarse. Ricardo, Ricardo , anhelante, anhelan te, con la respiración respira ción contenida, conten ida, da unos pasos hacia la escalera.) (Murmura.) ¡Sué! ... RICARDO .- (Murmura.) m ira,, conster con ster nada nada.) .)¡Ricardo!... CATALINA .- ( Lo mira ¡Ricardo!... TELÓN ENTREMES
El mismo mi smo lugar. lu gar. La L a gente gent e está inmóvil inmóvi l en las p osiciones osicio nes que qu e tenían tení an al caer el telón del segundo acto. Una luz azulosa baña el escenario, de manera que las figuras parezcan sin vida. Ricardo, Ricardo , bañado baña do por po r la luz de un spot, es la única figura animada. Los movimientos movimi entos de Ricardo y de Sué serán mucho más lentos lento s y suaves. RICARDO .-(Permanece
un momento inmóvil. Se lleva, después, las manos a la cara y la frota en un rictus de dolor y cansancio. Luego, como si estuviera estuvi era profundament profu ndamentee agotado, agotad o, deja caer los brazos sin vida hacia sus costados costados y hace una exhalación. exhalación. En un
susurro.) susurro .) Cómo due duelen len la cabez cabezaa y los músculo músculos.. s.... ¡Ah!.. ¡Ah!.... ¡Qué silencio... silencio... qué silencio... silencio... ! (Vuelve la mirada hacia arriba como si mirara a Sué en su cuarto. Voz fuerte.) Ya puedo esperar años enteros aquí a que bajes, ¿no, Sué?...., (dolorido) y tú allí acostada con ese gringo imbécil... (Ahora tierno.) ¿Por qué lo hiciste, Sué? Tú me habías prometido ser para mí todo el día... Pensaba casarme contigo y hacer de ti una mujer mujer nueva.... Ya sé que me considera considerass un chiquill chiquilloo y que piensas que las cosas son más simples para mí; pero no lo son, ¡no lo son , son , Sué!.... Es posible que para los demás lo sean... (mira a su alrededor), es posible... (Como ( Como si los demás fueran a replicar.) replica r.) Todos tienen sus pequeños pequeños problemas, problemas, claro, pero son de fácil resolución... Sí, sí, los problemas de todos ustedes son sencillísimos y los van a resolver con un pequeño esfuerzo de su parte... ( S e acerca acerca a Elsa.) Elsa.) Por ejem ejemplo, plo, tú, Elsa: Elsa: estás estás preoc preocupad upadaa porque porque tus amigo amigoss te dejaron sola y no tienes un centavo para pagar la cuenta... Deberías venirme a pedir dinero a mí, al fin y al cabo somos compañeros de clase. No es muy difícil perder la vergüenza conmigo, no soy ningún ogro... ¿Lo ves?, no creo que tu problema sea mucho más complicado complic ado que qu e eso... (A Alfredo y a Alma.) ¿Y ustedes dos? ... Debe ser la millonésima vez que representan la misma comedia desde que son novios y sufren como como si fuera fuera la prime primera. ra..... En ustede ustedess ni siquie siquiera ra existe existe problema. Es sólo que sus vidas son demasiado sencillas y agradables y necesitan una pequeña dosis de complicación para salir de la rutina... rutina. .. (A Catalina.) Tú tienes tal vez un problema más grande que los otros... otros.. . Pero P ero lo que necesitas en realidad son unas buenas vacaciones para regresar regresar totalmen totalmente te curada curada del cansan cansancio cio y los nervios... nervios... N o creo que Federico se oponga opo nga si tú te empeñ empeñas as real realme mente nte en con conse segui guirr tu mes mes de desca descans nso.. o.... ¿Tu ¿Tu probl problem emaa amoro amoroso so?? Creo Creo que estás estás más más enam enamor orad adaa de un idea ideall que que de un much muchac acho ho y eres eres feli felizz sintié sintiéndot ndotee misteri misteriosa osa con tu secret secreto. o. Cuando Cuando regrese regresess de tus vacaci vacacione oness lo habrás habrás olvidado olvidado y tendrás tendrás entonces entonces un nue nuevo vo secreto tal vez más hermoso y menos complicado... Y todos, todos lo mismo. Lo que pasa es que, claro, acaban de salir de la niñez niñez y les les gusta gusta crearse crearse problem problemas as para sentirse sentirse persona personass maduras, maduras, y cada uno cree que su problema problema es más grande g rande que los de todos los demás y se complican la vida innecesariamente... Todo es un coro de niños que juegan a ser mayores con cosas verdaderamente simples... Sigan jugando, sigan jugando mientras puedan hacerlo, hacerlo, pero no tomen las cosas demasiado demasiado en serio... Bueno, Bueno, ¿han ¿han que quedado dado conv convenc encidos idos?... ?... Y que quedo do yo, ¿alguie ¿alguienn puede decirme decirme cuál cuál es la la solución solución a mi mi problema? problema? ... No, Catalina Catalina,, ya sé que tú quisieras obrar enérgicamente; pero no sabes que eso no remediaría las cosas, sino que las acabaría de empeorar... ¿Nadie tiene otra solución? ... Desde luego, yo lo sabía. Las cosas no son tan simples para mí.... Mi problema es de una índole superior a la de los de ustedes...; es un verdadero problema de adulto en una mente adolescente... Y es muy duro... ( Pausa.) ( Pausa.) LA VOZ DE SUÉ .--(Clara, .--(Clara, melodiosa.) melodiosa.) ¡Ric...! ¡Ric! RICARDO.-(Tra .-(Transi nsició ción. n. Ahora Ahora juven juvenil il y optimi optimist staa.) ¡Sué! ¡Sué!,, ¿dónde estás, Sué? .-¡Enc ncué uént ntra rame me!! (Ricardo comi comien enza za a LA VOZ DE SUÉ SUÉ .-¡E escrutar escrutar la oscu os cu ri dad da d en todas direcci direcciones.) ones.) ¡Frío, ¡Frío, ¡frío!, ¡frío! ¡frío! RICARDO.--Me doy, Sué. SUÉ.-(Un .-(Un spot spot la il um ina in a al pie de la escal escalera era en una una postura postura de maniquí. Viste un bonito refajo, un tocado de flores y unos guantes que h a c e n juego con los zapatos. Permanece Permanece un momento inmóvil, aguantándose la risa. Luego la deja escapar clara y alegre rompiendo el cuadro.) cuadro.) Ya estoy lista, Ric. ¿Verdad
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que me veo elegante? (da ( da la vuelta como una modelo profesional y luego vuelve a reír.) RICARDO.-( Estupefacto.) Estupefacto.) ¡Estás preciosa, Sué! S U É . - ¿Adónde me vas a llevar a comer? Tengo tanto apetito que comería orquídeas y otras flores chiquitas amarillas que no recuerdo cómo se llaman.... Me pondría hermosa si las comiera... RICARDO.-¿Qué te parece si vamos al "Capitán Corneja"? Es un gran barco de azúcar con un servicio excelente. SUÉ:.-( Asustada :.-( Asustada.) .) Pero que no me sirvan demasiado, demasiado, perdería la línea y me pondría gorda como un zepelín. ¿A ti te gustaría comer al lado de un zepelín? Riendo.) No te preocupes, Sué, yo cuidaré que no te RICARDO.-( Riendo.) sirvan demasiado. SUÉ.- Gracias, Ric.... Y después me vas a llevar al cine, ¿verdad? Quiero ver una película que me haga llorar, soy feliz llorando... Ríe.) Sí, Sí, y com compra pramos un par par de sába sábana nass para para RICARDO.-( Ríe.) enjugarnos los ojos y sonarnos las narices. SUÉ. -( Escandalizada.) Escandalizada.) ¡Qué horrible! ( Los Los do d o s s e e c h a n a reír.) Prestando a t e n c i ó n . ) ¿Oyes? RICARDO.-( Prestando S U É .-¿Qué cosa, Ric? RICARDO.-La música..., ¿no la oyes? Vamos a bailar. SUÉ .-No la oigo, pero bailemos de todas maneras. ( Bailan.) ( Bailan.) RICARDO.-Bailas muy bien, Sué, parece que llevo una pluma entre los brazos, y cuando el aire sopla vibra suavemente...
SUÉ .-Te
prometí salir contigo y tú a tu vez me prometiste que, si no resultaba, me dejarías ir y serías feliz con una muchacha de tu edad... ¿Y ya lo ves? Has sido feliz con una muchacha hermosa y llena de juventud que ha sabido reír contigo de miles de tonterías, Ric... ; pero conmigo has fracasado. ¿Por qué tratas de engañarte queriendo buscar en mí a la muchacha que no soy? No, Ric, ya estás bastante grandecito para darte cuenta de las cosas... ¡Abre los ojos!, entérate de que la vida no es lo que noso nosotro tross que quere remo moss que sea, sea, sino sino lo que que debe debe ser. ser..... Yo comprendo perfectamente lo duro que va a ser para ti aceptar la realidad de las cosas, pero afortunadamente eres joven y pronto te vas a acostumbrar... Los jóvenes olvidan rápidamente... La juventud es.... ¿cómo te diré?... es como nada en el mundo... mund o... ¡ Como nada en el mundo, Ric! ... En cambio yo ya no soy joven... Tú debes comprender... Yo, yo tengo que aprovechar lo último que me queda... (Comienza ( Comienza a llorar suavemente.) RICARDO .-No te vayas, Sué..., todavía no. SUÉ .-(Se .-(Se seca las lágrima. con la punta de los dedos.) Ya es tarde, Ric. Es hora de que me retire... ¿No me guardarás rencor, verdad? RICARDO .-(Triste .-(Triste.) .) Claro que no, Sué.... SUÉ .-Yo te recordaré por el resto de mi vida... Bueno, adiós y deséame suerte... (Sube las escaleras y desaparece.)
(Sué ríe, ríe, feliz. feliz. Ri c a r d o deja de de bailar bailar y la besa besa en el el cuello.) cuello.) RICARDO .-(So .-(Sonr nríe íe
SUÉ.-¡Joven .-¡Jovencit cito!, o!,
¡jovenc ¡jovencito ito!, !, un moment momento. o. ¿Se va usted usted a casar casar conmigo? ( Los Los do s ríen.) RICARDO.--En una gran calabaza llena de cola de zorra y heliotropo, y gotitas de agua pendiendo de hilos sobre nuestras cabezas... SUÉ-.-¡Ay, no me gusta la cola de zorra! RICARDo.-La cambiaremos por cuadritos de azúcar. SUÉ.-Y los repartiremos a los invitados para que endulcen su café. RICARDO .-Y hasta nos durará para el nuestro todas las tardes, durante cinco largos años. SUÉ .-. ¡Ay, Ric!, pero las últimas tazas sabrán amargas ya. (Ríen.) RICARDO .-Y nos querremos como un par p ar de palomos... SUÉ.-O como unos tontos... RICARDO .-O como un par de Ases... SUÉ.--O poker de Reyes... RICARDO .-O como el agua y el aceite... SUÉ .-¡Ay, Ric!, el agua y el aceite no se quieren. RICARDO .-El póquer de Reyes tampoco tampoco venía al caso.(Ríen.) caso.(Ríen.) Me gusta tu risa de agua. SUÉ.-¡Tonto!, no es risa... RICARDO .-¿No!, ¿qué es? SUÉ.-Es agua... RICARDO .-Es agua de risa entonces... SUÉ.-¡Es agua! (Ríen.) .-Si seguim seguimos os riendo riendo v dicien diciendo do tonter tonteras, as, nue nuestro stross RICARDO .-Si pulmones reventarán y moriremos de alegría uno al lado del otro. Y nuestra muerte será eterna y feliz porque estaremos juntos... ( Sonríe. Sué está seria.) ¿Qué pasa? SUÉ .-(Ha habido una transición en ella.) No, Ric, esto no puede ser... No soy la mujer para ti. ( Se quita el sombrerito y los guantes.) RICARDO .-( Asustado.) Asustado.) ¿Qué pasa, Sué?, ¿dije algo malo? SUÉ .-No, no dijiste nada malo... RICARDO .-¿ Entonces? SUÉ .-No quiero que te pongas triste, Ric. RICARDO .--Pero es que tú me prometiste...
con con tris triste teza za.) .) ¡Bue ¡Buena na suer suerte te,, Sué! Sué! Pequeña pausa. Adelanta Adel anta unos pasos hacia la escalera.) ( Pequeña ¡Sué!... Sué (ríe (ríe), ), no te tomaste tu nieve... (Ricardo (Ricardo que queda da exac exactam tamen ente te en la posic posició iónn que tenía tenía al caer caer el telón del segundo segu ndo acto. Hay una pequeña pausa. Luego se enciende enci endenn las luces, volviendo todo a la normalidad y da comienzo el tercer acto.) ACTO TERCERO
El mismo lugar. La gente está en las posiciones que tenían tení an al caer el telón del segundo acto. La acción sigue inmediatamente desp despué uéss del del entr entrem emés és,, cuan cuando do las las luce lucess vuel vuelve venn a la normalidad. Ricardo, anhelante, mira el punto por donde Sué ha desaparecido. RICARDO .-( Murmura.) Murmura.) ¡Sué!... CATALINA .-(Consternada.) ¡Ricardo!...
(Ricardo vacila un momento, profundamente , triste. triste. Se dirige len tam ent e a su asient asiento. o. Se le escapa escapa un sollozo sollozo y oculta oculta la cara entre las manos.) Muy bajo.) bajo.) Ricardo... CATALINA.-( Muy .-( A Catalina.) Catalina.) Déjalo. FEDERICO .-( A CATALINA.-No puedo verlo así... ¡Pobre
Ricardo!, la quiere de
veras. FEDERICO .-¿A
quién quién?? (Catalina no responde. Pausa.) Pausa.) Este muchacho es un tonto... (Suspira. ( Suspira.)) Bueno, cosas de la juventud. CATALINA.-Que los grandes nunca comprenden... FEDERICO.-¿Quién .-¿Quién dice que no?... Los jóvenes jóvenes de ahora creen que los jóvenes de ayer nacimos adultos... Lo que pasa es que a nuestra edad ya no se ven las cosas con tanto apasionamiento. .-(Pausa.) ¿Por qué no entras a desayunar, papi? CATALINA.-(Pausa.) FEDERICO.- Si quieres ve tú primero... CATALINA: No, gracias, yo no tengo ganas de nada.
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FEDERICO.-¿Y eso? CATALINA.-No sé, no tengo hambre. Ándale, vete tú. FEDERICO.-Tómate cuando menos un vaso de leche. CATALINA: Bueno, como quieras, pero prefiero ir dentro de un rato. FEDERICO.-¿No ha venido el de las donas? CATALINA.-No. ( Hace mutis por la trastienda. FEDERICO.-Ahí te las encargo. ( Hace
ALMA .-Yo voy a gritar mucho para animarte. ALFREDO : ¿Te va a dejar tu papá ir al juego? ALMA .-No, pero lo voy a oír por radio. ALFREDO .-Eso no es justo. ALMA .-¡Ya sé!, que vaya Tere a pedirme permiso; con ella sí
me dejan ir.
ALFREDO .-¿Me perdonas lo que dije de tu amiga? ALMA .-Lo pensaré. (Ríen.) Vámonos, Al, se te va a hacer Pausa.) Pausa.) ELSA.-( Muy Muy mortificada, tratando de ocultar su malestar tras una tarde. ALFREDO .-Déjame ir a pagar la cuenta. (Va a la caja y sonrisa.) sonrisa.) Catalina, ¿quieres darme la cuenta, por favor? Hace la no ta y se la lleva lleva.) Tres, veinte. paga. A Alma.) ¿Cuántos tés helados te tornaste? CATALINA.-( Hace .-(Traga saliva.) saliva.) Gracias, ¿quieres darme un vaso de agua? ELSA.-(Traga ALMA .-¡Ay, cómo eres!, esta vez nada más fue uno.
(Catalina va por el vaso de agua. Elsa espera a que Catalina vuelva (Hacen mutis, felices, por la puerta de calle.) las espal espaldas das para para abrir abrir su carpe carpeta. ta. Busca Busca apu apura radís dísima ima y sólo sólo encuent encuentra ra un billete billete de a peso. Catalina Catalina s e acerca acerca con el vaso de CATALINA .-( A .-( A Ri ca rd o. ) Me da envidia ver a la gente tan agua y Elsa oculta inmediatamente el billete y sonríe.) feliz... Quisiera sentir, cuando menos por unos minutos lo que esa muchacha debe sentir al lado de su futbolista. ELSA.-Gracias. .-Gracias. (Comienza a tomar el agua a sorbitos, esperando a RICARDO .-( Triste, pero ya sereno.) No creo que toda la que Catalina se retire. Ella comprende y lo hace con una ligera felicidad dependa de ir o no al lado de un futbolista. CATALINA .-( Ríe sonrisa.) .-( Ríe.) .) Tú sabes lo que quiera decir. ALMA.-(Que .-(Que ha estado luchando consigo misma, se levanta y llega RICARDO .-Sí.... ya sé lo que quieres decir... tú deberías hasta donde está Alfredo. Vacila.) ¡Al!... ( Alfredo mira.) Oye, Al, escribir versos, Catalina. ( Alfredo la mira.) ¿Yo? Sí, voy a escribir un libro de versos CATALINA.-(Ríe.) ¿Yo? ¿estás enojado todavía conmigo? ( Alfredo Alfredo sonríe muy a su pesar pesar .) .) ¿Estuve muy insoportable? que se llame: llame: "Memorias "Memorias tristes...d tristes...dee una mesera que amó ALFREDO.-( Feliz.) Feliz.) Más que nunca... llegué a pensar que era en profundamente, profu ndamente, sin ser amada". ( Los ( Los dos do s ríen.) ríen .) RICARDO .-Más vale que escribas una novela rosa y olvides serio. ALMA.-¡Tonto!... ¿Me perdonas? lo de los versos. ALFREDO.-Yo también tuve la culpa. CATALINA .-Tomaré en cuenta tu consejo. ALMA.-No, yo fui la de todo... (Se ( Se miran un rato y luego se abrazan.) abrazan.) ¿Me quieres mucho, Al? (Entra un muchacho con unas rosas rojas.) ALFREDO.-¡ Mucho! .- No sé cómo se me ocurrió pensar, ni por un momento, que UN MUCHACHO .-- (A Elsa Elsa.) .) ¿Ust ¿Usted ed es la seño señori rita ta ALMA .- No Marta podría interesarte.... ¡tan fea y tan sangrona que es la pobre! Arizmendi? ALFREDO.- ¿Estás tan segura? ELSA .-Sí. ALMA.-¡Ah!, ¿no debería estarlo? UN MUCHACHO .-Estas flores son para usted... Bromeando.) ¡Quién sabe!... ALFREDO.-( Bromeando.) ELSA .-¿Para mí?, ¿quién las manda? (Toma las flores..) ( Él ríe y la estrecha más más UN MUCHACHO .-Un señor, no sé cómo se llama. ALMA .-(Riendo.) ¡Ay, no, Al, cómo serás! ( Él contra su cuerpo como si quisiera protegerla de todo absolutamente.) absolutamente.) ELSA.-No tienen tarjeta... (Casi llora de rabia.) ¡Otra bromita ¡Otra bromita ¿Sabes?... Me alegro que le hayas pegado al idiota ese que estaba de Pedr Pedro! o! ( Pausa.) Pausa.) Está Está bien, bien, pue puede dess irte, irte, graci gracias. as. (El vuelta.) ¡Oye!.... ¿No está el señor por ahí molestando molestando a las pobres muchachas. Necesitaba Necesitaba una leccioncita. leccioncita..... muchacho da media vuelta.) Estoy muy orgullosa de ti, Al. afuera? ALFREDO.-Era más chico que yo, pero se lo merecía... UN MUCHACHO .-Está en la esquina. ALMA.-Me asuste: mucho. ELSA .-¿Ahí está? ... Mira, dile que se deje ya de bromitas de ALFREDO.-¿Por qué? mal gusto y venga a pagar la cuenta porque yo no tengo ALMA.-Pensé que los gorilas aquellos se te iban a echar encima dinero... , por favor. UN MUCHACHO .-Sí. (Sal todos. Esos tipos son muy montoneros. (Salee corriend o.) ALFREDO.-Son puros habladores. ELSA .-( Murmura .-( Murmura..) ¡Odioso!, odioso... ALMA.-Te quiero mucho, Al. RICARDO .-¿Quieres darme mi cuenta, Catalina? ALFREDO .-Y yo a ti... ¿Vas a venir al baile conmigo? CATALINA .-¿Te vas? ... ¿Por qué? ¿Por qué? ALMA .-¿Qué baile? RICARDO . Ya no tengo nada que hacer aquí... ALFREDO .-Después del juego contra el Poli vamos a tener un CATALINA .-¿Qué vas a hacer, Ricardo? RICARDO .-Ir baile para par a celebrar la victoria. victor ia. .-Ir a mi casa casa,, darm darmee un buen buen baño baño y después ALMA .-¿Sí? Voy a pedir permiso en mi casa. tratar de dormir y descansar de todos estos días... entrenamiento conmigo? ALFREDO .-¿No te vienes al entrenamiento CATALINA .-¡Dichoso tú! ALMA.-(Apurada.) ¿No se te ha hecho tarde, Al? RICARDO .-¿Dichoso? ... Sí, tal v ez... ALFREDO .-Podemos llegar muy bien. CATALINA .-¡Cómo quisiera yo dormir un día entero! Sin ALMA .-Bueno. Tienen que ganarle este año al Poli, Al. A ver otra preocupación que la de dormir bien... ¡Ya no aguanto este cómo le hacen, pero tienen que ganar. odioso ir y venir de una mesa a otra! Esta eterna obligación de .-Vamos os a gan ganar. ar. Estam Estamos os muy muy bien bien entren entrenado adoss y sonreírle a todo el mundo cuando en realidad tienes ganas de ALFREDO .-Vam tenemos un par de nuevas jugadas de sorpresa. Los vamos a dejar llorar.... ¡Y no tiene una ni siquiera la libertad de hacerlo! Por en cero. más paciencia y buen humor que uno quiera tener, los nervios
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llegan a cansarse... ¡Es espantoso! No te imaginas hasta qué punto me siento rendida. A veces me dan ganas de dejarlo todo, ¡todo!, y correr a mi cuarto y encerrarme con llave y no salir en tres días... Me dedicaría a dormir y a llorar y a no pensar en nada, ¡en nada!... RICARDO .-( .- ( Tratando de animarla.) animarla.) El día menos pensado va a llegar el muchacho ese que te gusta, se va a enamorar de ti y, se casarán. O cualquier otro que pueda sacarte de aquí. CATALINA .-( .- ( Se ríe de sí misma.) misma .) Sí, algún día... A lo mejor cuando yo ya esté hecha una vieja amargada, sin ilusiones... RICARDO .-;Por qué estás triste tú?, yo no estoy triste... ya ves. .- ( Se domina, sonríe.) sonríe.) No... , yo tampoco estoy CATALINA .-( triste. Estaba triste por ti, no por mí misma... (Suspira.) ¿Vas a seguir trabajando? RICARDO .-NO. CATALINA .-¿Por que no presentas exámenes a título en la Prepa?, si no vas a trabajar, podrías muy bien dedicarte a estudiar y terminar tu Bachillerato. RICARDO .-No sé, puede que lo haga... CATALINA .-Sí, ¡hazlo! No importa que después no hagas carrera, carrera, pero es una lástima lástima que por tan poco pierdas pierdas tus dos años de Prepa. RICARDO .-Lo .-Lo voy a pen pensar sar más tarde tarde,, aho ahorit ritaa no tengo tengo ánimos... Pon a mi cargo también la cuenta de Elsa, por favor. CATALINA .-¿Te quieres ir ya? RICARDO .-No quiero ver a Sué de nuevo.... eso dificultaría las cosas... ce la nota no ta.) .) CATALINA .-Tienes razón. ( Ha ( Hace RICARDO .-Si baja a disculparse conmigo dile que... , que me alegro mucho por ella y que... No , No , nada más eso. CATALINA .-( .- ( Tragándose las lágrimas.) lágrimas.) Sí. RICARDO .-¿Cuanto es? paga .) CATALINA .-Ocho, cincuenta. (Ricardo le paga.) .-Buen eno. o... .. , no noss vemo vemoss y grac gracia iass po porr todo todo.. RICARDO .-Bu (Catalina le sonríe sin poder hablar. Ricardo mete la mano a la bolsa y saca el amuleto de María.) Tómalo, es el amuleto de María. A mí ya no puede servirme. Ojalá te traiga buena suerte y consigas tus vacaciones muy pronto. CATALINA .- Gracias, Ricardo. RICARDO .-( .- ( Va a la mesa de Elsa. ) Ya está está pagada pagada tu cuenta, Elsa. .- ( Lo mira sorprendida.) ¿Tú ¿ Tú la pagaste? ... ¡Ay! , ¡Ay! , no ELSA .-( había necesidad, pero... Bueno, gracias. RICARDO .-Andrés no debe tardar en llegar, le dices de mi par te qu quee le l e des eo tod a la suert su ert e d el mund mu ndo. o..... ELSA .-Pero es que yo ya me iba... RICARDO .-No, .-No, toda todaví víaa no no,, tien tienes es qu quee esper esperar ar a que él venga... Nos vemos. ELSA .-.-(Atontada.) .- .-(Atontada.) Nos Nos vemos vem os... ... CATALINA .-Ricardo.... ( Él ( Él la mira.) ¿Vas a venir otro día, verdad? RICARDO .-Sí... (Le sonríe, agita la mano y se va. Pausa.) FEDERICO .-( .- ( Sale de la trastienda.) trastienda.) ¿Ya se fue Ricardo? CATALINA .- En este momento. FEDERICO . - ¿Con Sué? CATALINA .- - Sué está arriba. FEDERICO .-¿Todavía está con el borracho ese? CATALINA .-Sí, todavía no sale. FEDERICO .-Más vale que salga dentro de cinco minutos, porq po rque ue le vo voyy a ir a armar arm ar escánd esc ánd alo . ¿Te fijaste cómo se me puso pu so bravu br avu cón? có n? (Catalina no tiene ganas de responder y lo
deja hablar.) Si éste supiera quién fue mi abuelo... ¿Te dije que mató una mula de un trancazo? CATALINA . - Como cien veces. FEDERICO .-Mi abuelo era un bruto. ¡Y cómo comía el desdichado!... A propósito, ¿no trajeron las donas? CATALINA .-No. FEDERICO .-Hay que hablar de nuevo, nos van a hacer falta... (Pausa. En la calle aparece Andrés con un Guitarrista. Habl Ha blaa con co n él en voz vo z b aj a. El Guit Gu itar arri rist staa c omie om ienza nza a to car una pieza romántica, llorona. Andrés entra en el café y va a la mesa de Elsa, muerto de miedo. Tienen que grit gr it arse ar se para pa ra oír sus su s voces vo ces sobr so bree el ruid ru idoo del de l Guitarrista.) ANDRES . - ¿Qué tal, Elsa? ELSA .-¡Quiúbole!, ¿ cómo has estado? (Pausa.) ¿Me ANDRÉS .-Bien, bien... (Pausa.)
puedo sentar a tu
mesa . ELSA .-Como
quieras.... Si yo estaba por irme, nada más que Ricardo me dijo que te esperara... ANDRÉS . - ¿Qué fue lo que te dijo? ELSA .-Que .-Que te desea desea mucha mucha suerte suerte... ... ¡Dios ¡Dios mío!, mío!, qué odiosos son los Guitarristas, ¿verdad? Se p onen a tocar en los momentos más inapropiados. ANDRÉS .-¿No te gusta? ELSA .-Tenemos que gritar para poder oírnos. (Andrés le hace hace seña señass al Guit Guitar arri rist sta, a, para para que que se reti retire re.. El guit gu itar arri rist staa se pone po ne furi fu rioso oso , pero pe ro se va.) va .) Gracias, Gracias, me empezaba a doler la cabeza. ANDRÉS .-Pensé que era una música romántica. ELSA .¿Tú lo trajiste? ANDRÉS .-Sí...; pero ya se fue. (Una pausa pesada. Se sonr so nríe íenn el uno un o al ot ro.) ro .) ELSA .-Fíjate que me mandaron estas rosas y el chico no supo decir de quién eran. .- ( Entu En tusi sias asma mado do.) .) ¿Te gustaron? ANDRÉS .-( ELSA . - -(Sorprendida. -( Sorprendida.)) ¿Las mandaste tú? (Andrés afirma con la cabeza. Elsa se cohibe.) Yo pens pe nséé qu quee las había ha bía mandado Pedro y mandé un recadito con el muchacho, ¿te lo dio?.. ANDRÉS .-( .- ( Sonríe.) Sonríe. ) Sí.... ELSA .-¡Ay, qué pena! Pero no es cierto, ¿eh?, yo traía dinero... , nada más que quería que Pedro v iniera. ANDRÉS .-No tengas cuidado. (Pausa.) ELSA .-Nunc .-Nuncaa me hab habían ían manda mandado do flores flores hasta hasta aho ahora, ra, (ríe) con todo y la lucha que yo hacía para que me las mandaran. No te imaginas lo que tiene una que trabajar par a qu quee los mucha mu cha cho s se fijen fi jen en un una.. a.. . Están Est án pr ecios eci osas. as. .. ¿Po r qu quéé lo hic ist e, Andr An drés? és? ANDRÉS .-Me pareció que era un bonito regalo para ti. ELSA .-Gr .-Grac acia ias, s, André Andrés, s, son son muy muy bon bonit itas as;; pero pero no comprendo... .- ( Paus Pa usa, a, trag tr agaa sali sa li va.) va .) Escogí rosas rojas por ANDRÉS .-( que me parecía que ellas por sí solas te dirían algo... (Elsa lo mira a los ojos.) ojos.) ¿No te dicen nada? ELSA .-( .- ( Mira Mi ra a la s rosa ro sas, s, trat tr ataa de ayud ay udar arlo lo.) .) Sí, me dicen que... (Hace una pausa premeditada.) ANDRÉS .-¿No te dicen que te quiero? (Ella lo mira. Andr An drés és se rubo ru bori riza za.) .) ELSA .-No...
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ANDRÉS .-¿No? ELSA .-Son toda
ANDRÉS.- Claro
una declaración de amor... , la más hermosa
de todas. A N D R É S . - ( S o r p r e n d i d o . ) ¿Sí?, ELSA .-( .- ( Ríe Rí e emo cion ci onad ada. a.)) Que nunca
¿y qué dices tú? lo pensé... Eres tan raro, Andrés And rés.. ¡Dios ¡Dios mío!, mío!, ¿cómo ¿cómo me lo iba a imagin imaginar?. ar?... .. Me acuerdo que a principio de año yo me esforzaba por hacer pláti pl áti ca cont co ntig igo, o, y tú pr eferí efe rías as andar an dar sie mpre mp re con co n tus tu s a mig os. ANDRÉS .-¿Entonces tú también me quieres? ELSA .-No sé... (Se ( Se ríe, nerviosa.) Yo había perdido todas las esperanzas de atraparte... ¿Sabes?, me hiciste llorar u n día... ANDRÉS . - ¿Yo?, ¿por qué? ELSA .-Aquel día que fuimos de excursión a las pirámides. Yo me morí moríaa de gana ganass de anda andarr cont contig igoo po porqu rquee los los demá demáss muchachos estaban insoportables. Y me tuve que quedar sola todo todo el día... día... Tú no te acercab acercabas as a ayu ayudar darme me a bajar bajar las pir ámide ámi des, s, con co n todo to do y qu quee yo grita gr ita ba con co n toda to da la fuerz fu erz a de mis pulmo pu lmo nes ... .. . Esa no noch chee me m e puse pu se a l lor ar de rabia ra bia . ANDRÉS .-Yo no me di cuenta, cuenta, Elsa.... Elsa.... Buscaba Buscaba una ocasión ocasión apropiada para acercarme a ti, pero venían y las dejaba pasar. Tenía miedo de que no me fueras a hacer caso... ¡De veras! ELSA .-Es .-Es que como como toda todass las las much muchac acha hass del del saló salónn te coqueteaban, tú no tenías mucha prisa en hablar conmigo. ANDRÉS .-Yo te hablaba con los ojos a cada momento que se tropezaban con los tuyos, Elsa.... ELSA .-Como son tan azules, me perdía en ellos y no podía descifrarlos... ¡Ay, si son cafés! ANDRÉS .-Bueno, me han dicho que de lejos p arecen azules... ( Pau sa.) sa .) ELSA .-Sí... ( Pau ANDRÉS .-No me has dicho nada todavía, Elsa. ELSA .-Tú no me has preguntado nada... ANDRÉS .-¿Quieres ser mi novia? .-( Acercaa su s u cara c ara a la l a ddee él .) Sí... (Se ( Se besan besan apenas. Afuera ELSA .-( Acerc comienza a llover. Se quedan mirándose, uno muy cerca del otro, sin tocarse.) (Por la escalera bajan Sué y David. Él lleva una maleta.) SUÉ .-(A David.) .-(A David.) Espérame (Davidd sale con Federico . (Davi
allá afuera, tengo que arreglar cuentas a la puerta.) puerta.) ¿Cuánto es lo que estoy
debiendo? FEDERICO .-¿Te vas? SUÉ .-Sí.... ¿Cuánto es? ( Abre ( Abre su bols b olsoo.) FEDERICO .-Un mes, voy por el recibo.
(Hac (Hacee mutis mutis por la trastienda.) ELSA .-(Como .-( Como tonta.) tonta.) Está lloviendo... ANDRÉS . - (Como tonto.) Sí. ELSA .-Es bonito ver llover. ANDRÉS .-¿Qué tienes que hacer hoy en la tarde? ELSA .-¿Hoy en la tarde? Estudiar Lógica. ANDRÉS .-Tenemos cinco días para estudiar Lógica, ¿vamos al cine? ELSA .-Yo tengo muchas ganas, pero mi mamá no va a querer. ANDRÉS .-¿Por qué? ELSA .-Nunca quiere que salga sola en las tardes. ANDRÉS .-Entonces vamos ahorita a la función de en la mañana. ELSA .-¿Qué películas dan? ANDRÉS .-Dan tres de aventuras. ELSA .-¡Qué formidable!... ¿Después me acompañas a mi casa?
ELSA .-Pero
está lloviendo, ¿no le hace? ANDRÉS .--Me gusta caminar bajo la lluvia, ¿a ti no? ELSA .-Me fascina. Vamos. ( Se levantan.) ANDRÉS .-Te llevo tu carpeta. (Se toman de la mano y salen alegremente a recibir recibir la llovi zna sobre zna sobre sus caras. cara s. Muti M utis.) s.) DAVID .-( Fuer .-( Fuerte te.) .) ¿Qué pasa, Susana? ( A Catal Ca talina ina.) .) Me caso, Catalina. SUÉ .-Ya voy, ya voy... ( A CATALINA .-¡Ah!... (Cortante.) Me dijo dijo Rica Ricardo rdo que se alegraba por ti. tod os lados lad os.) SUÉ .-( Mira .-( Mira a todos .) ¿Dónd ¿Dóndee está? está? Se me había había olvidado que existía. CATALINA . -Se fue... SUÉ .-¡Pobre chamaco!, creía estar enamorado de mí. CATALINA .-Estaba enamorado de ti. m ira.. Pausa Pau sa.) SUÉ .-( La .-( La mira .) ¿Me culpas? CATALINA .-( Bajo .-( Bajo,, amarg am argo, o, contenido.) ¡Eres una perra! SUÉ .-¿Qué cosa? CATALINA .-Que me alegro que lo tuyo y de Ricardo no se haya hecho. .-( Pausa. a. Está asombradísima.) No sé qué es lo que SUÉ .-( Paus quieres decir. CATALINA . -Y yo que que te cre creía toda toda bond bondad ad;; que que te compadecía porque tenías que ganarte la vida de esa horrible manera.... Pero ya veo que estás podrida hasta el fondo., . Que no queda en ti nada de nobleza ni de... SUÉ .-¡Cállate! (Catalina la mira con desprecio. Pausa.) Pausa .) ¿Sabes que tengo treinta y dos años? ... ¿Que soy trece años mayor que el mocoso? ... Si puedo ser su abuela. No sé como tú no lo comprendes, Catalina... Yo no puedo enamorarme de un escuincle como él y se lo dije... CATALINA .-Pero le prometiste salir con él y estaba feliz... SUÉ .-¿Y .-¿Y tú cree creess que que yo teng tengoo tiem tiempo po para para anda andar r , entreteniendo entreteniendo a los muchachos de la Preparatoria Preparatoria ... Le dije que iba a salir con él porque no tenía otra cosa por delante. Pero cuando llegó David, preferí quedarme con él... ¿Es que tú no sabes lo que significa para mí casarme con David? ... Él es un hombre, él puede cargar conmigo... ¡Lo quiero!, ¿me entiendes? entiendes? Esto es realidad, Catalina, Catalina, lo de Ricardo era un simple capricho de niñito rico y mimado que olvidará dentro de unos días... Ésta para mí es la última oportunidad en la vida y no la voy a dejar ir por una idiotez... CATALINA .-Yo hubiera sacrificado cualquier cosa por Ricardo, él se lo merece todo... SU É .-¿Estás enamorada de él? CATALINA . - ( Hosc Ho sca. a.)) ¡A ti qué te importa! SU É .-Perdóname... yo no sabía, ¡te lo juro! ( Catalina vuelve la cabeza y llora.) Por eso no me comprendes... DAVID .-¡ ¿Qué pasa, Susana? ! SU É -.-¡Ya voy!, no estés moliendo. ( A ( A Cata Ca tali lina na.) .) ¿Por qué no me lo dijiste, dijiste, Catalina? Catalina? Si yo lo hubiera hubiera sabido... Te estuv estuvee echa echand ndoo toda todass las las cosa cosass a perde perder. r. Debe Debess odiarme, ¿no? ...Perdóname.... Lo que siento es que nos despidamos despidamos de esta manera, cuando comenzam comenzamos os siendo siendo buena bu enass amiga ami gas.. s.. . ¿Te acu erd as cuan cu ando do yo llegu lle gu é aqu í? Tú eras todavía una niña... Ya van a ser dos años de eso... ¿Por qué no me lo dijiste, tonta ? DAVID .-¡ Susanaaaa! SU É .-Antes me contabas tus cosas... ¿Cómo no me di cuenta?
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hacie haciendo ndo.. Es seguro seguro que ese idiota idiota no te va a volve volverr a Federico con el recibo. Catalina se limpia las lágrimas molestar. ( Sale Federico MATILDE .--( Deja con la mano, apresuradamente.) apresuradamente .) Deja de llora l lorar r .) .) Ay, ¿le pegaron? ¡Pobre! PETRA .-Se lo tenía muy merecido. FEDERICO .-Aquí está tu recibo, Sué.. MATILDE .-¡Quién fue? Seca. ) Gracias por todo... Hasta luego. SU É .- ( Seca.) PETRA .-El .-El mucha muchacho cho grando grandote te,, tú, ese que se estab estabaa .- ( Seco.) Seco .) ¡Que te vaya bien, Sué! pelean do con su novia n ovia,, ¿no ¿n o te fijast e? FEDERICO .-( SU É .-( .- ( Se acerca a Catalina.) Catalina .) Ustedes son jóvenes y pueden MATILDE .-¿Uno grandote? luchar, luchar, tienen mucha mucha vida por delante.. delante.... Nosotros Nosotros no. ( Le da PETRA .- Sí. MATILDE .-Ay, no, no lo vi. un ligero apretón en el brazo y sale.) Vámonos, David. PETRA .-A Pepe se le llenó la cara de sangre. (Sué (Sué y Dav David hace hacenn muti mutis. s. Afue Afuera ra llega Mati Matild ldee corr corrie iend ndoo a MATILDE .-¡Ay, pobre! resg resgua uard rdar arse se de la lluv lluvia ia y permanece de espa espald ldas as,, moja mojada da,, PETRA .-Ay, rete impresionante... ¡Anda!, ¿a que no sabes a mirando la calle.) quién me acabo de encontrar? MATILDE .-¿A quién? .- ( A Cata Ca tali lina na.) .) ¿Qué ¿Qué te decí decíaa Sué?. Sué?... .. ¿se ¿se va a PETRA .-A Beatriz. La tronaron en Latín. FEDERICO .-( casar con el borracho ese? MATILDE .-¡No!, ¡qué felicidad! .-¡Fíjate!. te!..... Ven Vente, te, vámonos vámonos,, ya está está parando parando de contempla PETRA .-¡Fíja ( Catalina, no lo oye. Saca el amuleto de María, lo contempla un buen buen rato y después lo aprieta cont contra ra su pecho, tragándose llover. Te acompaño a tu camión. las lágrimas.) MATILDE . -( Feliz.) ¿Así es que tronaron a la pesada de Beatriz?. FEDERICO .-¿Qué te pasa, Catalina? Hoy has estado rara. CATALINA .-( .- ( Reac Re acci cion ona. a.)) Papá Papá.. ..., ., ante antess de qu quee lleg llegar araa van tomada tomadass del brazo brazo.. Entr Entraa un eno enorm rmee grupo grupo de Ricardo hoy - en la mañana, te estaba proponiendo cerrar el (Se van café café durante durante la épo época ca de vacaci vacacione oness de los muchacho muchachoss de muchachos que hacen ruido. Son alumnos de Preparatoria salen de un exame examen. n. Inva Invade denn las mesa mesass y la barra. barra. Prep Prepaa y de Leye Leyess en qu quee el negoci negocioo se po pone ne floj flojo. o... .. Yo que salen Parejit Pare jit as que comienzan a besuquea besu quearse. rse. Muchachas que realmente necesito un descanso. chismean. Muchachos que dicen cuentos de color y que ríen.) FEDERICO .-¿Pero tú sabes el dinero que perderíamos? CATALINA . - Sí, ya lo sé..., siempre el dinero. Pero yo estoy cansada. Soy un ser humano, papá, por si no te has dado -¿Qué tal saliste en el examen? -Bien, ¿y tú? cuenta, y tengo derecho a un descanso. -A mí me tronaron. – FEDERICO .-Ahorita no podemos darnos descansos cuando el -Pancho, ya déjala. negocio se está yendo para arriba. Ahorita precisamente es -A ver si te vas callando el hocico. cuando debemos trabajar muy duro. Dentro de unos cuatro -¡No seas idiota, hombre! años ya diremos otra cosa. -¡Eres odioso! – CATALINA . ¡Cuatro años!... FEDERICO . Pero si quieres podría mandarte a ti con tu tía, -Te digo que no tengo nada que ver con Eugenia. eso no saldría muy - caro y yo podría quedarme aquí con el -¡Fíjate qué desvergüenza! -¡Ay!, deberían de prohibir esas cosas.... negocio... ¿Tendrías con una semana? -Pon un disco en la sinfonola, Garza. CATALINA . ( Decepcionada.) Decepcionada .) Lo que sea... FEDERICO .-Buen .-Bueno, o, ya hab hablar larem emos os de eso después después... ... No -Algo suavecito para bailar vinieron siempre las donas, ¿verdad? (Un (Un mucha muchach choo se levanta levanta y va a la sinfonola sinfonola a echa echarr una CATALINA .-( .- ( Suspira.) Suspira .) No, no vinieron. -mone mo neda da. . Comienza la misma pieza que escogió esco gió Ricardo Ricar do el FEDERICO . Hay que pedirlas otra vez... vez... ¿Por qué no te vas , prim er acto. acto . Un muchacho se levanta leva nta a bailar bai lar y a hacer hace r a desayunar ahorita que no hay gente? paya sadas.) sada s.) ce muti mu ti s.) CATALINA .-Sí... ( Ha ( Hace .- ( Le grit gr it a a Cata Ca tali lina na.. ) Me a cu er er da das d e FEDERICO .-( .-( Se asoma a la trastienda y grita.) ¡Catalina! telefonearle a las doce a la señora que quería el cuarto de allá FEDERICO .-(Se CATALINA . -(Desde adentro.) Ya voy... arriba; a lo mejor me arreglo con ella... ( Pa ( Paus usa. a. A Matilde.) ¿Por qué no pasas y te tomas tomas una taza de café? Eso es bueno (Una muchacha se levanta a hablar por teléfono.) par a n o res friar fr iar se. MATILDE .-No, gracias, ya va a parar de llover... -¿A dónde hablo?... ¿Mamá?... No oigo nada... Oye, ¿puedo FEDERICO .-Como quieras. (Va ( Va a la cabina telefónica.) PETRA .-( .- ( Lleg Ll egaa corriend corriendo; o; a Matilde.) Matilde.) ¿En dónde te hab habías ías gastar el dinero que me diste para la tela? ... ¿Qué?, ¿no es la casa de los López?... ¡Ah!.... Perdone. metido? Me tenías vuelta loca buscándote por todos lados. .-No que quería ría que me viera nadie, nadie, pero tuve que MATILDE .-No (Entra María la adivinadora y se acerca a una mesa.) mesa.) quedarme aquí por la lluvia... ¡Qué humillación! ( Ll ( Llor oraa .) PETRA .-¡Matilde!, es la primera vez que te veo llorar en toda MARÍA .-So .-Soyy adiv adivin inad ador ora, a, esto estoyy dota dotada da de po pode dere ress mi vida. sobrenaturales... MATILDE .-Déjame.... PETRA .-Te hará bien... ( Paus ( Pausa.) a.) ¿Sabes? ; después de que te saliste, un muchacho golpeó a Pepe por lo que nos había estado
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Las voces se pier pi erden den en la algarab alg arabía ía que se levanta leva nta de to das da s ( Las lar mesas. mesas. Baja Catalina Catalina y toma cansadamente la carta. Oye Oye la música música de la sinfon sinfonola ola,, el murmullo de las voces voces baja para dejar oír solame solamente nte la música y dar centro a C atal ina- y clava la vista en el muchacho que está de pie junto al aparato, tratando de desc descub ubri rirr a algu alguie ienn en él. él. Se dese deseng ngañ aña. a. Susp Suspir ira, a, y resignadamente se llega a una mesa.) CATALINA .-¿Qué van a tomar?... El murmu llo comienza a subi r de nuevo nuev o hast ha staa un Punt Pu ntoo ensorde ensordeced cedor, or, mientras va ca yendo el T E L Ó N
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