Las anclas en la abducción Por Alien Cicatrix, página 189-204 De Corrado Malanga, 4 de febrero 2005
Tantor.Anima para Corrado Malanga Fans Club Esta es la técnica de recuperación de recuerdos con el uso de las anclas: puede ser fácilmente aplicada sobre sí mismo y por nadie más después de la lectura de este extracto. “Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y sus dioses”. Ánimo, y buen trabajo. Anclas de story board: • • •
La dispositica, o ancla estática La tele cámara, o ancla dinámica temporal La cabina de control, o ancla dinámica espacio-temporal
Anclas de banda sonora: Ancla cenestésica •
Anclas de arquetipo: Ancla basada basada en las sensaciones “no “no físicas” del “sentirse “sentirse dentro” •
Estas anclas serán analizadas una por una teniendo presente que son totalmente inéditas, incluso si algo similar pueda ser recuperado en las técnicas personalizadas de algunos expertos del sector. Está claro, de hecho, que no se trata de nuevas invenciones, sino de la elaboración de una serie de métodos destinados a conseguir siempre el resultado esperado, que consiste en la recuperación del recuerdo de eventos ufológicos, como la abducción, sin el uso de la regresión hipnótica clásica, sino solamente usando la “palabra”, liberada por procesos de inducción. La idea de utilizar las anclas nace de la hipótesis de que el sujeto es víctima de abducción, luego entonces, las técnicas, no sirven para verificar verificar si existe o no abducción, sino solo para recordar los transcursos de esta experiencia. Este es el punto de vista de las investigaciones de este trabajo con las técnicas de PNL, pero el sujeto sobre el que se apliquen las técnicas, por el contrario, puede asumir una actitud diferente respecto a su abducción anterior: de hecho puede creer firmemente ser abducido, o no estar en absoluto convencido, y esto es lo que sucede en la primera sesión. En las sucesivas sesiones cambia todo, porque es en la primera sesión en la que el sujeto se quita por sí mismo cada duda. Es fundamental que el investigador, antes de efectuar la sesión inicial de PNL, tenga ya la seguridad si tiene qué hacer con un abducido o quizás no, a través de una entrevista �
preliminar, la aplicación del TAV/MARIT y el análisis de sueños y de los recuerdos del sujeto en examen, o a un sueño de ambientación ufológica por el contado, del cual se sospecha una naturaleza más real de lo que este último crea. Evidentemente el investigador debe ser un experto de abducción y debe estar en grado de alcanzar todos los detalles de carácter ufológico que puedan pertenecer en el sueño; ya he dicho que los abducidos tienden a recordar, en forma de sueños confusos, su abducción realmente ocurrió y es fácil notar si se trata de visiones reales aplicando el modelo VAK y el análisis de los movimientos de los bulbos oculares a los cuales anteriormente se hizo referencia. referencia. Una vez identificado identificado el episodio realmente realmente sucedido, pero fragmentariamente recordado, o el sueño considerado como tal, pero en realidad indicativo de una visión real, se le pedirá al sujeto detener su memoria en un “fotograma” de ese recuerdo. Este “fotograma” es visto por el, precisamente, como una imagen detenida, que ellos pueden examinar bien, a solicitud del investigador, con todos sus detalles, repetitivamente y lentamente, de arriba a abajo, de derecha a izquierda. “Mientras no sucede nada, porque la escena está detenida”, se les dirá muchas veces. Esta última frase tranquiliza al sujeto, el cual, de esa manera no se asusta, porque no se espera ver nada diferente de eso que él no sabe todavía. En esta primera fase se está usando un ancla estática . La frase de ancla estática está inspirada por la técnica del llamado “sueño a ojos abiertos”, bien sabida por los hipnotistas expertos. Lo que sucede mientras el sujeto vuelve a ver el “fotograma”, no es otra cosa que un cambio de la percepción del ambiente circundante. Como ellos examinan todos los detalles del “fotograma”, que no habían visto hasta ahora, su atención hacia el exterior disminuye y aumenta aquella hacia el recuerdo visivo. Su subconsciente, por otro lado, que es un hábil controlador de todos los procesos que pueden dañar su salud mental, nota que no está sucediendo nada y cree no tener la necesidad de intervenir bloqueando un flujo de recuerdos que, no obstante, no ha sido todavía iniciado. Pero el subconsciente ha hecho mal sus cuentas, porque esta técnica lleva al sujeto a un estado de percepción alterada, en el cual los canales de ingreso relativos al mundo externo se vuelven menos manejables y todos los input llegan de la imagen detenida, que se está revivificando aún más. El sujeto comienza a modificar su pista electroencefalográfica ( EEG) y el investigador entiende que esta por suceder algo ni bien nota la fijeza de la mirada del sujeto, el cual dirige las pupilas en medio del centro y es así que tiende a mirar la imagen que, a pesar de tener los ojos abiertos, no ve más que esa imagen. A este punto simplemente se le dirá: “Bien, “Bien, ahora, a mi manera, la imagen se moverá como una película…Camina!. Este procedimiento debe ser realizado sin emoción, pero rápidamente, para no darle tiempo al subconsciente del sujeto de entender que ahora ya no puede intervenir para poner remedio al flujo de las imágenes. De hecho en la primera fase de la revivificación en ambiente de ancla estática, se había hecho insistir al sujeto en �
los detalles como el color del cielo, el pavimento, y así por el estilo, con la intención de hacerlo aislar del mundo externo, pero en este segundo pasaje, que corresponde a la implicación de aquella que he definido “ancla dinámica temporal”, debe ser veloz, o mejor dicho, debe ser veloz la transición entre las dos anclas. Lo que sucede en estas dos fases, y sobre todo en la segunda, es que el sujeto se ancla a sus recuerdos, que son verdaderos y absolutamente reales; su cerebro los ha encontrado y los hace avanzar temporalmente. Va hacia adelante hasta un cierto punto, después se detiene y dice no recordar más nada; ningún problema, recordemos que el sujeto debe estar reenganchado a su recuerdo como si se debería explorar, en su hard-disk mental, todas las partes donde está almacenado su recuerdo y que había perdido de vista. Así es como se hace para encontrarla. Es simplísimo: basta decirle que llegue a la siguiente escena, sin preocuparse de nada, A este punto es necesario observar atentamente en cuál dirección orienta los bulbos oculares, para verificar que tome la visión real en la memoria de lo realmente visto. El sujeto trata de construirse una escena fantástica, en su mente, la imagen de lo realmente sucedido, porque no solo contiene todos los elementos necesarios que representan eso que se le ha pedido, sino que, en el cerebro del abducido, ya existe y está listo para su uso. El abducido no necesita crearse una imagen falsa, porque, como empieza a creársela, automáticamente utiliza las piezas ya disponibles y listas: es más fácil pedirle a la memoria una imagen que ya reside en la memoria que construir una desde cero. El proceso es absolutamente automático y, mientras eso se lleva a cabo, en general se activan las anclas cenestésicas de las que hablaré en un momento. Es bien conocido por todos que basta recordarse el detalle de una escena para hacerla regresar regresar toda a la mente. Has perdido las llaves del coche y no sabes donde las dejaste; las tenías en la mano hace un momento y ahora no ya no están. El pánico! Has memoria local y reconstruye todos los movimientos que hiciste; de repente recuérdate el movimiento del brazo realizado para ponerlas sobre…”ah ya, las puse sobre la cama!”. Es suficiente reconstruir el detalle de una acción que el subconsciente realizo utilizando un automatismo mental, pero que el inconsciente sin embargo haya registrado, y regresa a la mente toda la escena. Pero si las cosas están así, entonces es posible hacer todavía aún más: la idea consiste en pedirle al sujeto que evoque una escena cuya memorización el inquirente es cierto, pero que el sujeto no está consciente de tener entre sus recuerdos. recuerdos. Se le puede hacer imaginar imaginar ver la escena no a través través de sus propios ojos, sino como si fuese tomada de una hipotética cámara situada en un lugar diferente de la misma escena, es decir, de otro ángulo. Si las cámaras imaginarias fuesen más de una, se podría decir el sujeto que se comporte como si estuviera en una cabina de control y el inquirente �
podría escoger un ángulo, pidiéndoselo, después, “inventarse” la acción como si fuese tomada de la nueva posición. Inicialmente, aplicando esta idea, quería obtener cierto resultado, pero después entendí que se podría obtener algo más haciendo trabajar al cerebro en manera insólita. Primero, si el sujeto no recordaba su experiencia, ponía la cámara, es decir su hipotético punto de vista, externamente a él y lo hacía reconstruir las imágenes como si las hubiese visto desde afuera. Si hubiera bloqueos que impidieran el recuerdo de detalles de la escena, los hubiera anulado no volviendo a pedirle al sujeto que recordase las escenas impedidas por los bloqueos, sino más bien, diferentes escenas. Según yo, los detalles estarían, sin embargo, descritos como en la realidad, porque el inconsciente del sujeto, tiene conocimiento de la verdad, hubiera hecho de todo para ajustarse lo más posible a la realidad de los hechos. La ONL clásica utiliza desde siempre estos métodos con óptimos resultados resultados y yo no estaba haciendo otra cosa que tomar prestadas algunas técnicas operativas normalmente utilizadas para eliminar las ansias y curar las fobias y los estados de pánico. La idea funcionaba bien, pero pronto me di cuenta que, mientras cambiaba la posición de la cámara, a veces ésta se localizaba en un punto en el cual el sujeto ciertamente había estado. Pedirle reavivar desde esa posición el recuerdo de la escena equivalía a llevar a la memoria todo lo que ciertamente había visto desde esa posición. Había identificado una nueva ancla, que he denominado, en seguida, ancla dinámica espacio-temporal ; el proceso cerebral es claro, solo que, entonces, entonc es, no había pensado en ello todavía. El sujeto tiene delante de sí una escena con vívidos recuerdos reales, a veces traumática, que hasta ahora no ha sido capaz de recordar. El bloqueo de los recuerdos ha sido anulado y ahora ellos, poco a poco, salen todos afuera, con el mismo curso temporal con el cual se registraron durante el curso de los hechos reales. En este punto intervienen las anclas cenestésicas. El sujeto está a merced de sus recuerdos y no ve más la estancia en la cual se está desarrollando la sesión de PNL; entonces, con calma y hablando en presente, se le pregunta si hace frio o calor, cuales ruidos escucha, que olor hay en el lugar donde se encuentra. Cuidado! No “Qué olor había?”, sino “Qué olor sientes?”, “Hace frio afuera?” y así por el estilo. Las anclas cenestésicas se basan en el recuerdo de las sensaciones físicas . Es útil recordar que las anclas como las múltiples cámaras tienen el propósito de hacer recordar lo visivo, el guión gráfico, la filmación del recuerdo (el Mapa), mientras que el resto representa la banda sonora de la película. Basta, de hecho, recordar un solo detalle para llamar a todo un recuerdo que no quiere emerger. Si por ejemplo, la escena no sale visivamente, pero si se recuerda la sensación térmica del lugar, inevitablemente esta sensación, o
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mejor su recuerdo, se enganchara automáticamente a toda la escena completa y también el recuerdo visivo volverá a estar disponible. Se verá mejor más adelante, hablando de las técnicas de hipnosis profunda, que la apertura forzada contemporánea de muchos canales de entrada provoca el “crunch” del Subconsciente, el cual pasa automáticamente el mando de las operaciones al Inconsciente: en este punto el sujeto está sobre hipnosis profunda. Algo parecido he tratado de hacer, con las anclas, en esta fase de la revivificación de los recuerdos, sin embargo el sujeto, en este caso, no está en absoluto en hipnosis profunda y está en grado de decidir como relacionarse con el ambiente externo, incluso sería correcto hablar de hipnosis ligera, comparable a la alcanzada cuando se mira una película o se lee un libro con interés. Llegando hasta aquí, se puede ir aún más lejos utilizando anclas que hagan recordar sensaciones de miedo, de desesperación, de estupor, de abandono: se trata, esto es, de evocar sentimientos. El uso de estas anclas puede ser decididamente devastador, a causa de las reacciones que el interesado podría tener. Volver a evocar el dolor de la operación quirúrgica sufrida en el ambiente alienígena es ya de por sí muy desagradable, pero volver a evocar como se siente impotente cuando se está bloqueado sobre esa cama de operación, con seres extraños y temerosos que nos quieren hacer quien sabe qué cosa, cosa, es decididamente tremendo. Se obtiene, no obstante, el efecto de ver al abducido que primero llora y se desespera, después agradece por haberlo hecho llorar, debido a que, dirá, en esa ocasión haber querido llorar, pero no había podido hacerlo porque está bloqueado. Se entiende que externar las emociones es una necesidad que el abducido tiene, se desea apropiar de sus propios recuerdos: la expresión de las sensaciones es, de hecho, uno de los aspectos más nociva de la abducción alienígena. No revivir esas emociones induce en el abducido situaciones de fuerte disociación, que comúnmente conducen al suicidio, sobre todo cuando los procesos comunes de disonancia cognitiva no bastan para modificar el aspecto de una realidad que, a nivel del Inconsciente, parece siempre más insoportable. La disonancia cognitiva ayuda al Subconsciente a alterar la realidad, pero es del todo irrelevante sobre el Inconsciente, que no se deja engañar por falsos Mapas muy distantes de la realidad del Territorio. Algunos casos prácticos
Aquí están algunas etapas clave de mi primer encuentro con Rita, joven estudiante universitaria abducida, la cual me cuenta que su estado de salud está empeorando desde que sus padres le regalaron un viaje de estudio a Inglaterra, para realizar un curso de lengua inglesa. La muchacha, una vez vuelta a Italia, se vuelve vegetariana, se somete a una extraña operación quirúrgica en la �
que no se le hace nada y tiene continuas pesadillas donde aparecen pequeños seres que la quieren llevar con ellos. Me engancho al periodo transcurrido en Inglaterra, cuando Rita se sentía mal en el colegio: -
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Cómo sucedió que te sentiste mal? Tenía casi dieciocho años y esa tarde había organizado una búsqueda del tesoro en el bosque al lado del Támesis. Todos tenían un folleto con las instrucciones y yo, en algún momento, me aleje del grupo. Cómo te alejaste? No lo sé, en algún momento sentí la necesidad de ir hacia allá. Hacia allá dónde? Allá en el fondo, donde estaba ese árbol. Y después que sucedió? No lo sé, porque me encontraron tarde en la noche con la fiebre alta y me regresaron al colegio. Tenía los zapatos de gimnasia desatados de satados y la camisa en desorden. Entonces recordemos cómo sucedieron verdaderamente las cosas: ahora te pediré que imagines la última escena que recuerdes de esa vez, como si fuese una fotografía estampada en tu cabeza, estás lista? Si. Bien. Entonces qué cosa ves en esta fotografía detenida delante de tus ojos? Bueno, hay un árbol delante de mí y sé que a la derecha está el río. Bien. Y si movemos la fotografía qué sucede?
Ella se agita y comienza a temblar en la parte derecha del cuerpo, como si debiera hacer frente por una parte a la necesidad de moverse y por otra al deseo de no hacerlo absolutamente (la parte derecha del cuerpo está relacionada al lóbulo izquierdo del cerebro, es decir a la racionalidad, que está por ser anulada por la emotividad). -
No sucede nada, no sucede nada, no sucede nada! Bien, entonces veamos bien esta fotografía en todos sus detalles: ves algo particular interesante? Después de una pausa de cerca de treinta segundos, ella, fijando la mirada al centro del campo visivo, dice: �
- Hay una luz arriba a la derecha. - Ah, bien. Qué cosa provoca esa luz? - No lo sé, no la veo. - Por qué no la ves? - Porque está detrás de mí, la sobrepase corriendo de cerca. - Por qué corres? - No lo sé - Bien, entonces hagamos una cosa, volvamos a la escena en la que tú te encaminas en este callejón hacia el árbol que hay al fondo y recorre esta serie de imágenes en tu cerebro. - Está un señor con el perro a mi derecha. Extraño…no lo había visto antes. Es un señor inglés con su perro…y ahora estoy al fondo de la avenida, delante del árbol. - Y la luz, esa que tienes a tu derecha, de dónde viene? - De donde está ese señor. - Cómo es ese señor? - No lo sé: iba corriendo muy rápido para verlo. Estaba interesada en ir hacia adelante; debía dar vuelta al fondo, a la derecha…o mejor, tengo la sensación de tener que dar vuelta a la derecha, llegar al fondo. - Entonces hagamos una cosa. Regresemos atrás con el recuerdo, como si estuviéramos rebobinando una cinta de un video grabadora y detengamos el momento en el cual tú pasas cerca del señor con el perro, sólo basta un fotograma de esa escena. Ahora detén la video grabadora de tu cabeza en esa imagen, en ese único fotograma, y míralo bien. Puedes ver todos los detalles que no habías visto durante la carrera. Ella está perpleja y mueve los ojos como si estuviera siguiendo verdaderamente una escena que tiene delante a sí. -
Extraño… Qué cosa hay de extraño? Ahora no me parece más un señor con un perro. La luz está sobre él y viene de arriba y yo no la vi porque estoy mirando donde pongo los pies y no hacia arriba. El señor está vestido de manera extraña y también el perro es extraño. El perro está todo negro y no tiene pelo. Había
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dicho que el señor era inglés porque era de cabellos claros. Tiene los cabellos largos y está vestido con un extraño traje azul adherente…y luego es muy alto. - Qué tal alto? - No lo sé…es alto. - Mira el árbol detrás del “señor alto” y hazte una idea de su altitud. Respecto a la expresión “señor alto”, como repito siempre algunas palabras que el abducido dice: se trata de la técnica definida “del rastreo”. -
Es muy alto para ser un Inglés.
En este momento la bloqueo y le digo, indicándole la jamba de la puerta que está en la habitación en la cual estamos llevando a cabo la sesión de PNL: - Si es más bajo… Pero ella responde rápidamente: - No, no pasa. La jamba de la puerta es alta dos metros y veinte centímetros! -
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Entonces regresemos al perro “sin pelos”: cómo es, míralo bien… Pero ahora a mí no me parece un perro. Cómo dije antes que era un perro? No parece ser un perro: tiene la cabeza grande y la piel traslúcida negra. Parece muy delgado, con el cuello delgado. Mírale las “piernas”: cómo son? Bah, no son precisamente piernas. Tiene los dedos lagos y negros. Cuántos son los dedos “largos y negros”? No lo veo bien: estoy lejos. No hay ningún problema. Ahora mira la imagen como si tú tuvieras un zoom televisivo; haz el zoom sobre la pata… …son tres, tres y …tiene también un pulgar…quizás… �
No insisto en estos recuerdos: ella ha entendido ya que hay algo que no va. Relata que fue llevada después de algunas horas al colegio, haber encontrado algunos moretones en su cuerpo y haber perdido mucha sangre por la nariz, por la fosa derecha. Recién regreso a Italia la mucha siente fuertes dolores en el abdomen y la llevan de urgencia al hospital. Le dicen que se trata de un fibroma en los ovarios, grande como una naranja. Ella no se había dado cuenta antes. Le comunican que será operada el lunes siguiente. Es viernes en la tarde. Ella afirma haber sufrido, el sábado, otra visita ginecológica cuyo recuerdo la perturba mucho y ha continuado molestándola desde ese momento. El lunes en la mañana llega el equipo de médicos y se realiza un posterior control ginecológico: el fibroma por extraer desaparece y la muchacha viene dada de alta sin posteriores comentarios. Resulta imposible, después de algunos años, apoderarse de los registros clínicos pertinentes, que no se libera del hospital. Pasan algunos mese y yo hago una indagación sin informar a la interesada: descubro que ese sábado en el que la muchacha sostiene haber sufrido la extraña y fastidiosa visita ginecológica, sobre el hospital de esa ciudad fue visto un “platillo volador” y los periodistas, naturalmente, habían hablado. La segunda sesión de PNL está centrada sobre la visita médica de ese sábado. La muchacha tiene recuerdos muy confusos y yo me engancho de una imagen inicial de esa visita: -
Estoy en el carril, es de noche y me llevan, dicen que deben controlar, o algo así. Para, para! Vamos en orden: tu estas en la cama y vienen estos tíos, te acuerdas? Sí me acuerdo que estoy caminando con ellos en el corredor. Ah, bien. Partamos de aquí. Estás en la camilla? No, no los sigo a pie. Cómo son estos médicos? Son dos, están adelante y yo no les veo la cara. Hace calor o frío? Hace frío. El pavimento cómo está? Está frío. Cómo le haces para sentir el frío del pavimento? Porque estoy descalza. Qué quieres decir? Te llevan descalza de una estancia a la otra sin siquiera la camilla?
No hay ninguna respuesta, ella mira fijo delante a sí misma y me acuerdo que está a punto de continuar con la descripción de lo que sucede, porque está anclada firmemente a la imagen que está volviendo a ver. - Cómo son esos médicos? �
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Son como el perro del señor ingles de la otra vez? Te tienen de las manos? No solo para pasar a la estancia. Cuál estancia? Esa donde me visitan. Como entraste en la estancia donde te visitan? No, no hay puerta, no veo una puerta: se vuelve todo blanco y después estoy en la estancia. Qué hay en la estancia? Sólo hay una especie de mesa operatoria. Yo no quiero salir; el doctor es grosero, parece que está contra mí y dice que quedé en cinta, pero yo les digo que no es posible. Él insiste, me hace enojar. Y entonces qué sucede? No no quiero, no quiero estar allí: les digo que me quiero ir… Y él que te dice? No me dice nada: no le interesa nada.
La muchacha tiembla y llora notablemente: se han enganchado las anclas cenestésicas y arquetípicas. - Y ahora que sucede? - Se acerca el médico: dice que debe quitarme algo. - De qué manera te habla? - No, no me parece que abra la boca: escucho la voz en la cabeza, los labios no los veo moverse…tiene algo en la mano, una especie de tubo… - Cómo es este médico? - No lo sé, no lo sé, no le veo la cara. La muchacha se está agitando y ladea la cabeza hacia un lado. -
Tengo la cabeza doblada hacia un lado y no lo veo…quizá no lo quiero ver… Por qué no lo quieres ver? Porque es extraño y me está haciendo algo que yo no quiero. Pero entonces, si es extraño quiere decir que le has visto bien la cara: estas cerca, él está cerca de ti te mira de cerca para hacerte eso que te debe hacer. Sí está cerca. Mírale las pupilas…cómo son las pupilas? Parecen las de un gato grande. Qué las hace parecer a las de un gato grande? El color? No…La forma: tiene la pupila vertical, no quiero mirarla. Cómo es tu camilla? No es precisamente una camilla, es una especia de silla con esas cosas para tener las piernas abiertas, como la del ginecólogo. Y ahora que sucede? Él me quita algo. De dónde la quita, la tenías en el hombro? No dentro de mí, parece que me la quito de abajo.
La muchacha llora. -
Qué es eso que quito de dentro de ti? ��
- No lo sé, no lo sé, no lo veo: está dentro de una especia de paño. - Y qué hace? - Se la da al médico, que se la lleva más allá. - Ah, entonces hay otra estancia? - Si la estancia llena de estantes. - Y qué cosa hay en los estantes? - Botellas: esa cosa que me han quitado la meten dentro de una botella con el líquido. Ahora sucede algo estupefacto, que demuestra como la PNL funciona de maravilla: yo insisto en preguntarle a la mucha lo que había en el tubo y ella insiste en no decírmelo. Sobre la mesa delante de nosotros hay varios diseños que la muchacha me ha llevado y que se refieren a unos de sus sueños. En uno de ellos está refigurado un niño neonato. En el momento en el cual le pido mirar bien el tubo, para entender que cosa hay dentro, la muchacha me dice que no ve, después añade: “Quizás no lo quiero ver” acompañando la afirmación con un gesto involuntario: toma el diseño del neonato y lo gira por la parte opuesta, donde la hoja está completamente blanca. Detengo la reconstrucción que la muchacha está haciendo y le hago notar el gesto recién hecho. La muchacha entiende el significado de su gesto inconsciente, llora y declara haber visto un neonato en el tubo. Un neonato que era suyo y que le ha sido retirado en la estancia de las operaciones, donde, extrañamente, estaba todo oscuro y no había luz. Bloqueo aquí la sesión, porque los niveles de estrés llegaron a las estrellas. Ella, después de la sesión, está calmada y tranquila: comenzó finalmente a entender la naturaleza de su experiencia y juntos discutimos de las cosas recordadas. En esta fase final trato de estabilizar al sujeto haciéndolo entender que sus recuerdos son reales, pierdo tiempo en describir el funcionamiento de la PNL y concluyo diciendo que, a pesar de que algo no lo convence, su Inconsciente se lo señalará con seguridad, porque el Inconsciente es una especie de bestia que se preocupa de todo y de todos, dice siempre lo que piensa y lo que piensa siempre es verdad. Es importante que el sujeto sepa distinguir sus fantasías de lo que realmente lo circunda, para evitar que se aleje del concepto de realidad. Los abducidos comienzan rápidamente a comprender la diferencia que existe entre un sueño y una experiencia vista y olvidada; logran, con el tiempo, comprender bien incluso el significado arquetípico de sus propios sueños y, sobre todos, toman consciencia de su experiencia de abducción. Personas juiciosas que tienden a la esquizofrenia, que tal vez hayan pasado de un psiquiatra al otro después de años de cuidado a base de Prozac y algunos tentativos de suicidio, se curan inmediatamente y para siempre. Se vuelven más tranquilas y
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calmas y afrontan la futura abducción con gran calma, hasta contrarrestarlas con la aplicación de su propia voluntad. El concepto de curación
He tenido modo de afirmar que el abducido no está malo, eso significa que no debe ser curado y, sobre todo, no debe sanar: sólo debe tomar consciencia de eso que le sucede, y basta. La idea que el problema abducción pueda ser eliminado pasa a través de dos puntos importantes, el primero de los cuales está representado por la toma de consciencia de la existencia misma del problema. El segundo consiste en la eliminación de la abducción, es decir, en la posibilidad de producir efectos capaces de llevar a la sensación de los primeros secuestros alienígenas. Antes que nada busco de dar indicaciones sobre cómo se puede resolver con gran facilidad el primero de los problemas. Podrá parecer extraño, pero para mí el segundo problema puede estar resuelto, aún aquí me debo ocupar de la toma de consciencia, que tiene la máxima prioridad porque no se debe continuar creyendo que el abducido sea simplemente un esquizofrénico, pero mucho menos se puede esperar que la medicina oficial pueda hacer algo para curar una enfermedad inexistente. Es necesario hacerlo de manera que cada abducido reconozca dentro de sí mismo su estado de abducción, no haciéndolo pasar más por la malla de la medicina moderna, sino enseñándole a curarse adentro. Una vez tenido este proceso de adquisición de la consciencia, camina por sí solo y es imposible que alguien lo detenga, incluso por el mismo abducido. Esto, nos guste o no, para me es la única vía hoy transitable. Elegir esta vía quiere decir hacer sufrir al abducido, porque es con el sufrimiento que se adquiere consciencia. La fase inicial de sufrimiento se verá después sustituida por una de adquisición de datos y finalmente a partir de un juicio de la figura del alíen: esto último representa el salvador pero, al final, se convierte en opresor. Ancla sobre este caso: un ejemplo de aplicación de las anclas muebles
En un tercer encuentro con la misma muchacha, ocurrido después de unos meses, durante los cuales manteníamos contacto por cartas, resalto otro episodio sucedido recientemente. La muchacha me había escrito que, se había sentido extraña y había dormido pesadamente después de haber visto una extraña luz más allá del balcón de su casa. Había tomado la cámara fotográfica digital que tenía sobre un mueble de su recámara y salió al balcón para ver de lo que se trataba. “Debía fotografiar esa cosa.” dirá más tarde, aunque no sabía absolutamente que cosa era “esa cosa”, al menos a nivel consciente. ��
El recuerdo del episodio se detiene al momento en el cual ella está sobre la terraza de su casa, en pijama, con la cámara fotográfica en la mano. El día después la muchacha se despierta con contusiones y con un malestar fuerte y difuso. La cámara fotográfica digital se encuentra en otro punto de la casa y la memoria no contiene ninguna foto, ni las que la muchacha había tomado anteriormente. -
Entonces, estás sobre el alféizar, lo recuerdas? Sí. Bien, imagina ver sólo la imagen fija: qué cosa ves? En el cielo hay una extraña estrella, muy grande, y yo la quiero fotografiar. Por qué? No lo sé, pero sé que es importante. Y ahora qué sucede? Hagamos mover la escena, fotograma por fotograma. Lista? Empecemos! Ahora qué cosa se ve? - Nada. Estoy en la cama. En este punto introduzco las anclas muebles espacio-temporales. -
Imagina estar en una cabina de control y ver la misma escena desde otro ángulo, de la terraza frente a tu casa ( esta esta terraza existe realmente-nda). Qué es lo que ves en la imagen fija? Hay una luz que me da a la cara. Y de dónde viene esta luz? Es un rayo que viene de esa estrella Desde tan lejos? No, no ahora se acerca y se vuelve más grande: desde aquí se ve más grande. Y ahora qué sucede? Hagamos mover la escena y vayamos al fotograma sucesivo. Qué es lo que se ve ahora? Nada. Cómo nada? Yo veo la terraza, pero está vacía: yo ya no estoy. Y dónde fuiste a parar? No lo sé (perplejidad ).
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- Entonces pongamos la tele cámara como si la tuvieras de frente; ya sabes, una de esas tele camaritas pequeñas unidas con una cinta en tu cabeza y empecemos desde cuando estás en la luz, OK? - Está bien. - Y ahora que ves desde la nueva posición? - Estoy en la luz, una luz blanca, intensa: no veo nada, veo solo la luz. - Ahora hagamos mover la imagen…qué sucede? - Extraño. Se me ponen los pelos de punta y estoy…me parece que estoy sin peso… - Y ahora qué sucede? - Estoy en una estancia circular, oscura. - Es caliente o fría? - Es fría. - Cómo está el pavimento? - Frío. - Y ahora qué sucede? - Hay cosas, seres, de…pero son pequeños, los veo a contraluz porque la luz está detrás de ellos. - Qué hacen? - Están detenidos: esperan que yo me mueva, pero yo no me quiero mover…Ahora se mueven y se dividen en dos grupos; de manera circular: uno va a la derecha y el otro a la izquierda (movimiento de pinza –nda ). Yo sé que quieren, quieren que pase en medio de ellos y entre en la puerta de donde viene la luz. - Y tu vas? - Sí. - Por qué? - No puedo hacer otra cosa. (sin emoción-nda) También en este caso el recuento continúa, con fases a veces dramáticas, pero me interesa hacer notar el comportamiento de los pequeños EBE (o grises), típico del perro de pastoreo con el rebaño. Es un comportamiento que sirve para hacer mover al sujeto en una dirección específica sin establecer con él ningún acuerdo verbal. Se trata de actitudes completamente programadas, al igual que el perro de pastoreo que intenta llevar el redil. Durante estas operaciones uno de los Grises había tomado la cámara fotográfica de la muchacha y la había posteriormente dejado al final. Ella, ��
mientras regresaba a la cama pasando a través de la ventana cerrada, la había apoyado sobre el mueble de l entrada. “Ah, por eso estaba ahí” exclamará en el momento de recuperar el recuerdo. A veces los abducidos muestran ausencia de emoción aun cuando las escenas contadas son dramáticas y parece que eso es provocado por el hecho de que, durante la revivificación de los recuerdos, ellos reviven cenestésicamente incluso la emoción sentida. Los alienígenas inhiben en parte la emoción del abducido, probablemente alterando algunas respuestas neurovegetativas de su corteza cerebral, quizás con el uso de campos magnéticos pulsantes que actúan principalmente sobre la glándula pineal. El abducido así, cuando recuerda el episodio junto con la emoción sentida, si estaba dentro de un bloqueo emotivo, la reproduce fielmente. El alíen tiende siempre a inhibir las emociones, es decir, el funcionamiento del lobo derecho del abducido, pero no siempre parece ser capaz de realizar un bloqueo eficaz. Parece que la imposibilidad de bloquear la emoción del abducido es causada por el mal funcionamiento de su cerebro, porque se encuentra sobre todo en los sujetos que han sufrido traumas, operaciones quirúrgicas o han usado psicofármacos, los cuales, probablemente, han producido algunas alteraciones irreversibles a nivel neuronal (Prozac, anestesia total y local seguidas de intervenciones quirúrgicas, choques eléctricos, fuertes traumas emotivos, etc.). Se registra ausencia de bloqueo emotivo, por el contrario, en abducidos que han adquirido un elevado nivel de consciencia parece que no caen en más trampas de este tipo. Subrayo que ninguno de los abducidos que han tenido que ver conmigo nunca usaron estupefacientes o es adicto al alcoholismo. En general me he encontrado de frente a personas normales, muchas de las cuales son más o menos radicalmente vegetarianos. Cuando la tele cámara y el sujeto se encuentran en el mismo lugar
Durante el estudio de la utilización de las anclas muebles, de casualidad me acuerdo que, cuando le pedía al abducido poner la tele cámara imaginaria en un lugar específico, automáticamente y con gran facilidad ellos enganchaban la memoria de lo realmente visto. Analizando las viarias sesiones de PNL rápido me di cuenta que esto no se verificaba con todas las posiciones de la tele cámara imaginaria, sino sólo con aquella que casualmente coincidían con lugares en los cuales el abducido había realmente estado. Un análisis más profundo me ha permitido entender cuál es el mecanismo inconsciente que está involucrado en el acto durante la reelaboración de las visiones. Cuando se le pide al sujeto imaginar desde otro punto de vista, totalmente fantástico, la situación en la cual se encuentra, es decir cuando ��
se le pide reconstruir una escena REAL desde una posición IMAGINARIA, ellos utilizan inconscientemente recuerdos de situaciones realmente vistas y no fantasías. De esta manera, ellos construyen una serie de puntos sobre el Subconsciente, mediante el cual evita los eventuales bloqueos de memoria y recupera recuerdos de otra manera inaccesibles desde el punto de vista de la posición real en la cual se encontraba. El Subconsciente, de hecho, no reconoce como prohibir los recuadros reconstruidos, porque son vistos desde otro ángulo, entonces no los bloquea, pero el Inconsciente, que es holográfico, ha memorizado también las posiciones, porque le basta reelaborar las matrices numéricas que representan los recuerdos memorizados utilizando un origen diferente de los habituales ejes cartesianos: una operación normal de geometría analítica. En otras palabras, siendo el cerebro una computadora gráfica de gran potencia, se comporta como esos programas de diseño tridimensional (CAD) en los cuales, una vez que el operador haya diseñado un sólido, lo puede mover a su gusto, para tener una visión diferente, la tele cámara que lo enmarca; en este caso no se trata de un simple sólido, sino de una escena entera en movimiento, que comprende personajes y ambientación. Las secuencias de las acciones recordadas no presentaran nunca la escena en la cual el cerebro recibió la orden de bloqueo, que es de naturaleza alienígena o endógena, y el cerebro no recibirá nunca el input necesario para detener la secuencia. Los input de bloqueo pueden ser causados por una orden de naturaleza pseudohipnótica, emitido por el alienígena que no quiere que el abducido pueda recordar, o por el Subconsciente (protector) del abducido mismo, el cual tiene miedo de recordar y pone en acción un proceso inconsciente de entierro del recuerdo. Este hecho de por sí era ya un notable descubrimiento, predecible sin embargo, sobre la base de los estudios llevados a cabo en ambiente de ONL, pero el hecho más interesante emerge cuando descubrí que, si de casualidad metía la tele cámara en una posición en la cual el sujeto, para no recordárselo conscientemente, ya había estado, y comenzaba a reconstruir la escena utilizando los verdaderos recuerdos enterrados desde alguna parte de su cerebro. Después es fácil notar que el cerebro humano, cuando debe inventar algo, busca dentro si tiene una disposición parecida y, si la encuentra, la utiliza para construir la escena: entonces cuando el cerebro del abducido encuentra, conservada en su memoria, una escena ya lista para usar, usa esa y no debe inventar nada. El flujo de recuerdos llega inmediatamente, sin sorpresas, y ellos cuentan la escena utilizando el presente, como si fuera allí en ese momento. El análisis del movimiento de los bulbos oculares es de extrema importancia para avalar o refutar la descripción de la escena. Si tiene que ver con la realidad, todo el cuerpo del sujeto, listo para ver la escena, sin avisar se moverá como si se hubiera mudado al interior de la escena real. El abducido ��
mirará a la derecha y a la izquierda, arriba y abajo, te dicen que miran en aquella dirección, sin darse cuenta de que ya no viven una realidad efectiva, sino mostrando una reconstrucción. Se abstendrá, por otro lado, de contar eso que no ha podido ver de su posición, subrayando de esa manera que no está creando nada con la fantasía, sino que esta solamente leyendo el Mapa de la que habla la PNL. El cuerpo reproduce todas las sensaciones cenestésicas del recuerdo y lo visto, durante la descripción de escenas en las cuales no se mueve nada, está proyectado al centro del espacio visivo, pero, si algo se mueve durante la revivificación de lo acontecido, se mueve rápidamente a la derecha y a la izquierda para recorrer la escena que se les está llevando a cabo. Al final de la revivificación el abducido habrá adquirido el recuerdo completo de lo que está realmente sucediendo y será capaz de reconstruir la escena incluso desde su posición original; no tendrá la mínima duda de la autenticidad de sus recuerdos y sabrá perfectamente que todo lo que ha recordado forma parte de la realidad objetivamente dirigida. Inevitablemente su Inconsciente lo pondrá todo en relación con otros episodios de su vida y eso le permitirá recuperar otros puntos vistos olvidados y responder a muchas otras preguntas. Dónde poner el ancla espacio-temporal? espacio-temporal?
La tele cámara imaginaria, que después de todo no es tan imaginaria, se debe meter sabiamente en posición en un lugar en el que el sujeto, durante la abducción, haya realmente pasado y donde haya podido rastrear las informaciones espaciales relativas al lugar y al evento. Se puede escoger entre muchas posiciones diferentes y para hacer una buena selección es necesario tener en mano un gran número de recuentos de abducción, para poder deducir cuales eventos se desarrollan siempre del mismo modo y atesorar la descripción de los ambientes alienígenas para poder saber lo que le sucederá al abducido y dónde se colocará, con la finalidad de poder utilizar estos datos para hacerle ver sus eventos desde una ubicación que forme parte de su experiencia real. Una ubicación que siempre ha tenido éxito, ya sea en un ambiente terrestre o en un ambiente alienígena, es la parte superior, generalmente en la vertical: se descubrirá de hecho muy rápido que ver las cosas desde el otro no es una elección fantástica, sino una exigencia precisa dictada por el desarrollo real de algunos tipos de visión. En un ambiente terrestre está tiene el poder de evocar el momento en el que el cuerpo del abducido es transportado por arriba para terminar en el interior de una estructura alienígena. Los casos tratados con hipnosis profunda presentan una única diferencia operativa: mientras que en PNL es el investigador el que fuerza al abducido a recordar el evento desde posición adecuadas, en ��
hipnosis, por el contrario, ellos actúan autónomamente este tipo de camino, porque en hipnosis profunda el acceso a los datos se facilita por la percepción alterada inducida sobre el sujeto, el cual casi no se molesta por la presencia de un Subconsciente con funciones de control. Algunos ejemplos operativos
Una muchacha me contó un sueño en el cual salía, en auto, con su novio. En cierto momento el automóvil de detenía y, “en el sueño”, un UFO la sobrevolaba. El sueño e detenía así, pero ella, cuando lo contaba, había orientado los bulbos oculares en la dirección de lo “realmente visto”. Esto me autorizaba a creer, basados también en otras investigaciones, que la muchacha había visto realmente aquel episodio. Enseguida se encuentra la reconstrucción efectuada durante la sesión de PNL. Inicio exhortando a la muchacha a recordar el sueño viéndolo mediante una tele cámara colocada al lado del automóvil y ella responde: -
Se ve que estamos en el carro; el automóvil está detenido y nosotros estamos adentro. El motor está apagado. Y ustedes qué cosa están haciendo en el carro? Nada! Cómo nada, tal vez están mirando el UFO! No, estamos detenidos y ya. Cómo están vestidos tú y tu novio?
Esta pregunta no sirve de nada, sólo para focalizar todavía más el recuerdo sobre lo realmente sucedido y para activar esos procesos mentales que se verifican durante el llamado “sueño a ojos abiertos”, cuando el Subconsciente atenúa poco a poco su propio control. La muchacha cuenta como están vestidos y algo no le va sobre la ropa de él: se sorprende de no haberlo recordado antes. Esta es la señal de que el sueño, si se tratase de un sueño, está pasando algo más específico. La muchacha está desconcertada, porque su novio no debe estar vestido así, sino de otra manera, y mientras tanto ella dice: - Pero entonces era en otra ocasión, no esa vez! - Cuál otra ocasión? - De hecho el verano pasado salí con mi novio y él estaba ciertamente vestido así! ��
-
Bien, qué problema hay? Tú, como siempre, en tu sueño tomaste nota de lo realmente sucedido. Por qué eso te maravilla?
En realidad ella está comprendiendo que el recuerdo está tomando las características de algo realmente sucedido y esto la fastidia un poco. Arruga la frente y yo la distraigo con otra pregunta: -
Y el UFO dónde está…en el sueño? Está detenido sobre el carro, arriba (pausa)…Es (pausa)…Es extraño, porque en el sueño lo recordaba en movimiento. - Mira el color del cielo. Cuando el sueño termina, el cielo está siempre del mismo color? - No…está oscuro, ahora (Notar el uso del presente). - Es extraño: pero en el sueño no pasaron pocos segundos? (perplejidad de la muchacha). Ahora introduzco la “tele cámara”, le explico que quisiera que recordase la escena como si la estuviera viendo “desde arriba” y esto es lo que sucede: -
Qué es lo que se ve desde esta posición? Se ve el carro. Quién está adentro? Mi novio, que está detenido como si estuviese adormilado y con la mirada fija de frente. Y tú no estás? Estás afuera del carro, entonces? No, yo no estoy en el carro. Entonces el carro tiene la puerta abierta del lado tuyo, o quizás la cerraste cuando saliste? No, la puerta está cerrada. Y dónde estás ahora? Yo, yo estoy arriba. Y veo el carro desde lo alto; se ve el techo. Y cómo llegaste ahí? Eh, estoy afuera. Afuera por dónde? Por el techo. Y cómo le hiciste? No lo sé, lo atravesé.
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El enganche con las primeras anclas se ha realizado, ahora lo refuerzo con las cenestésicas. - Y ahora ves todo desde arriba. - Sí. - Hace frío allá arriba? - No, no se siente nada, ni ruidos. - Y sobre de ti que hay? - Una cosa redonda, con un agujero en el medio; la luz viene desde ahí y yo entro… Aquí comienza la historia verdadera, con los agregados habituales: camilla operatoria; seres pequeños, grises y macrocefálicos, con cuatro dedos en las manos y los ojos sin párpados, después la presencia de seres humanoides altos y de cabellos claros, una extraña silla ginecológica, el clásico tubo negro para extraer el feto alieno del útero de la desafortunada, la cual, mientras tanto, ha perdido su vestimenta original. Durante el recuerdo a nivel consciente la muchacha se detiene más ocasiones y dice, o más bien exclama: “Pero “Pero no es posible! Estos bastardos me han hecho esto” y otras frases parecidas, las cuales transpiran estupor por la visión, junto con la verdadera impresión de que ella no tenía dudas al considerar lo que está viendo, como el recuerdo de una realidad realmente vista y no una fantasía. Durante la visión el sujeto comúnmente dice frases del tipo: “Pero que quieren estos de mí?” “No quiero, no quiero que me hagan esto”. Hay que señalar que, cuando la muchacha recuerda su ingreso en el UFO, no lo describe con el término UFO, sino simplemente como “cosa extraña”. En ese momento, de hecho, ella no ha identificado lo que está sucediendo, entonces no puede utilizar vocabulario de tipo ufológico, como alíenos, Grises, astronaves, UFO, platillos voladores, porque no tiene la más mínima idea de lo que le están haciendo. Los abducidos, cuando llegan al nivel de la primera aplicación de la técnica de PNL, no saben prácticamente nada de UFO y la mayor parte de ellos ni siquiera a oído hablar. Este cuadro, en general, no tiende a modificarse en el tiempo: ellos consideran extrañamente que el fenómeno UFO, de lo que ahora saben un poco más, es interesante, pero no hasta el punto de leer miles de artículos en Internet. Sólo después de haber comprendido apenas el propio estado comenzarán a buscar frenéticamente, incluso por si solos, soluciones para “liberarse” del problema de abducción, comúnmente confrontándose con otros abducidos en las mismas condiciones. Si los ��
abducidos, en esta fase, fuesen dejados a su suerte, tratarían de relacionarse con lo externo de manera errada, terminando por arruinar su propia situación de víctimas y transformándose en representantes selectos del alieno. La disonancia cognitiva y la presencia de parásitos alíenos en el interior de su estructura mental produce, de hecho, la destrucción de la objetividad a favor de una visión mística de un Universo ocupado por alíenos buenos que quieren salvar al hombre de la catástrofe ecológica. El verdadero proceso de esquizofrenia sucede en este nivel: El Subconsciente le dice al abducido que toda está bien, incluso mejor para él que para los otros, pero su Inconsciente no está convencido. El resultado es un zombi fácilmente maniobrable por parte de cualquier secta o movimiento religioso new-age de gran moda en los círculos de ciertos ambientes culturales relacionados a la masonería local. Un zombi que se cree elegido, pero que sufre por la dicotomía entre un Inconsciente que le grita que no es un elegido y un Subconsciente presa de la disonancia cognitiva, que le dice que no piense y, si sufre, es porque Dios lo quiere así! Porque él es elegido, elegido para el sufrimiento. Traduzco la transcripción de esa sesión que describe lo único que se pueden encontrar más o menos en todos los libros dedicados a los raptos alíenos, porque este no es el descubrimiento del presente trabajo, y paso a las conclusiones de la historia en sí. La abducida, desnuda, esta por ser devuelta de sonde fue tomada y algunos pequeños eres la están vistiendo. -
Son buenos para vestirte? No, son muy impacientes. Tienen mucha prisa.
Insisto en recordarle a la muchacha la ropa mientras la visten: esto sirve para poder colocar mejor el episodio en una esfera temporal, resta importancia a la historia apenas recordada y le permite regresar a la vida cotidiana con un recuerdo lo menos traumático posible. La muchacha está perpleja y se preocupa…los pequeños grises no encuentran los zapatos… - Dónde los puse? Dónde los deje? Y ahora qué hago? Mira a diestra y siniestra para buscar los zapatos, pero delante de ella, en la realidad, sólo estoy yo. Después, en cierto momento, sonríe y dice: -
Ah nooo, los deje en el carro, me los quite cuando me llevaron….
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La muchacha describe el descenso y la entrada en el auto a través del techo del carro, que se vuelve como líquido. Al final casi la dejan caer sobre el asiento. El muchacho sigue estático y, cuando la escena regresa en movimiento, retoma “vida” y la máquina voladora que está sobre sus cabezas se va a gran velocidad. Todavía está oscuro, ninguno de los muchachos se hace preguntas y deciden regresar a casa, porque es de noche y se ha hecho extrañamente tarde. En este punto cambio intencionalmente el tono de la voz y le pregunto a la muchacha qué piensa de lo que ha recordado. Esta frase la responde inmediatamente en el presente y ella puede llenar esta visión con más detalles, de testimonios colaterales, como anotaciones sobre el tipo de vestido y sobre el periodo en el que el hecho se llevo a cabo, sobre el por qué de tantos sueños extraños y crisis de pánico de ese periodo y sobre los extraños disturbios de tipo ginecológico que le habían afligido en esos momentos. Todo comienza a ser enfocado en una clave de lectura muy concreta: increíble, pero real. Era la primera vez que veía a esta muchacha, con la cual intercambie dos cartas y una llamada telefónica de cinco minutos para quedar de acuerdo en verse. Ninguna hipnosis se práctico en este caso, a menos de no querer sostener que el ser humano está constantemente en un estado hipnótico de débil profundidad y duración variable a lo largo del día entero. Es por ello que la PNL, así como por mí reestructurada en los contenidos y en las definiciones, representa un instrumento útil en las manos de quien quiera restaurar recuerdos de abducidos, los cuales con esta aproximación, sin necesidad de la clásica hipnosis ekicksoniana, pueden, por sí mismos, acceder a las memorias de sus experiencias en el ámbito alieno. Los ejemplos de este tipo son decenas y decenas y no hacen más que confirmar la elevada potencialidad del método, a pesar de los sabiondos de la ufología y de la psicología y a pesar también de los militares, que obviamente no verán con buen ojo, ciertas técnicas que tienden a aumentar el número de testimonios de aquellos que ven fuerzas militares coludidas con algunas fuerzas alienas. Todos ellos intentarán denigrar mi trabajo, pero esto no me preocupa ni mínimamente, porque todos podrán probar en sí mismos estas metodologías y verificar los resultados. Estas técnicas, por otro lado, no podrán ser usadas con buenos resultados en el ámbito militar por razones que explicaré al final de este tratado. En conclusión, está en proceso de desarrollo un arma capaz de evidenciar las abducciones, de recuperar los recuerdos y, en última instancia, de tratar de eliminar este problema, sin que las nuevas adquisiciones sean refutables por los militares, ni mucho menos, por los alíenos. Pero de eso hablaré al final de este trabajo. ��