La teoría del afrontamiento del estrés de Lazarus y los moldes cognitivos María del Mar de Vera Estévez Alumna del Curso de Doctorado Enriquecimiento Intelectual y Socioafectivo Módulo II: Moldes Cognitivos y Bienestar Subjetivo Curso 2004-05 El objetivo de este artículo es sintetizar y reflexionar sobre algunas ideas de la teoría de del afrontamiento del estrés de Lazarus y los moldes cognitivo afectivos, expuesto por Pedro Hernández especialmente en su libro “Los Moldes de la Mente: Más allá de la Inteligencia Emocional” (2002). ¿Qué es lo que diferencia a los moldes mentales de P. Hernández de las estrategias de afrontamiento de Lazarus? En principio hay que decir que difícilmente las estrategias de estrés predicen el rendimiento en matemáticas, el éxito en ajedrez, la felicidad felicidad personal o la adaptación social social como hacen los moldes mentales, según distintas investigaciones llevadas a cabo por P. Hernández y su equipo (Hernández, 2002).
El estrés en Lazarus Lazarus y Folkman (1986) definen el concepto de ESTRÉS refiriéndose a las interrelaciones que se producen entre la persona y su contexto, en el que está inserto. El estrés se produce cuando la persona valora lo que sucede como algo que supera los recursos con los que cuenta y pone en peligro su bienestar personal. Por medio se encuentra la evaluación cognitiva que realiza el sujeto; pero además, tiene en cuenta el elemento emocional que conlleva esta situación. Más adelante, este autor nos aporta un nuevo concepto, el AFRONTAMIENTO DEL ESTRÉS. Lo que plantea Lazarus es que ante situaciones estresantes, las personas despliegan unos “esfuerzos cognitivos y conductuales cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo” (Lazarus y Folkman, 1986, p.164). Estos mecanismos de afrontamiento, a la vez que sirven para manipular el problema en sí, son esenciales para regular las respuestas emocionales que pueden aparecer ante circunstancias estresantes. Según el autor, cada persona tiene una manera determinada de afrontar el estrés. Son muchos los factores que pueden llegar a determinar los mecanismos de afrontamiento. Por un lado, puede estar influenciado por recursos relacionados con el estado de salud o con la energía física con la que se cuenta; pero también entran en juego otros factores como las creencias existenciales que se tengan, religiosas o no; las creencias generales relativas al control que podemos ejercer sobre sobre el medio y sobre nosotros mismos; mismos; el aspecto motivacional motivacional también puede favorecer el afrontamiento, así como las capacidades para la resolución de problemas o las habilidades sociales; además, Lazarus añade el apoyo social y los recursos materiales como otros factores que hay que tener presentes (Lazarus y Folkman, 1986).
Estilos y estrategias de afrontamiento Pero, ¿cómo se concreta el afrontamiento del estrés? Cuando hablamos de afrontamiento del estrés podríamos referirnos tanto a los estilos como a las estrategias de afrontamiento, aunque éstos no son conceptos equiparables. Por una parte, están los estilos de afrontamiento, que son las predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones siendo los responsables de las preferencias individuales en el uso de uno u otros tipos de extrategias de afrontamiento, así como de su estabilidad temporal y situacional. En cambio, el término de estrategias de afrontamiento hace alusión a los procesos concretos que se utilizan en cada contexto y que pueden ser altamente cambiantes dependiendo de las condiciones que se den en cada momento. Para hacernos una idea más cercana, podemos decir que los estilos de afrontamiento serían, siguiendo a Fernández-Abascal, según el método utilizado, estilos activo, pasivo y de evitación; según la focalización, estilos de focalización en la respuesta, en el problema o en la emoción; y según la actividad, estilos centrados en la actividad cognitiva o en la actividad conductual. A la hora de especificar las estrategias de afrontamiento, debemos acercarnos a las diferentes investigaciones realizadas en este campo, ya que dichas estrategias van a variar dependiendo de las escalas utilizadas en dichas investigaciones y de los resultados encontrados.
Escalas e inventarios Fernández-Abascal, en 1997, realizó un exhaustivo estudio de diversas escalas e inventarios de estrategias de afrontamiento o de coping, donde concluyó y unificó en la Escala de Estilos y Estrategias de Afrontamiento los estilos y estrategias más importantes y que se recogían, como ya he comentado, en los trabajos de diferentes autores. Estas 18 estrategias de coping son: reevaluación positiva, reacción depresiva, negación, planificación, conformismo, desconexión cognitiva, desarrollo personal, control emocional, distanciamiento, supresión de actividades distractoras, refrenar el afrontamento, evitar el afrontamiento, resolver el problema, apoyo social al problema, desconexión comportamental, expresión emocional, apoyo social emocional y respuesta paliativa. (Martín, Jiménez y Fernández-Abascal). Otro ejemplo es la Escala de Estrategias de Coping que Sandín y Chorot realizaron en 1991. Este cuestionario está formado por nueve subescalas, de seis ítems cada una, que explican el modo en que las l as personas manejan el estrés. En ella encontramos las siguientes estrategias de afrontamiento: focalización en la situación o problemas, autofocalización negativa, autocontrol, reestructuración cognitiva, expresión emocional abierta, evitación, búsqueda de apoyo social, apoyo en la religión y búsqueda de apoyo profesional. (Mochales y Gutiérrez).
Los Moldes Mentales A partir de aquí debemos pararnos a vislumbrar la relación entre esta teoría del afrontamiento de estrés y los moldes de la mente. Recordemos primero que Pedro Hernández (2002) define los MOLDES COGNITIVOS como “estrategias habituales y peculiares que cada persona muestra en el modo de enfocar, de reaccionar o de interpretar la realidad en situaciones de egoimplicación” (pp. 104-105). 104-105). Lo que esta definición nos sugiere es que, en primer lugar, en ambos casos se ponen en
Estilos y estrategias de afrontamiento Pero, ¿cómo se concreta el afrontamiento del estrés? Cuando hablamos de afrontamiento del estrés podríamos referirnos tanto a los estilos como a las estrategias de afrontamiento, aunque éstos no son conceptos equiparables. Por una parte, están los estilos de afrontamiento, que son las predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones siendo los responsables de las preferencias individuales en el uso de uno u otros tipos de extrategias de afrontamiento, así como de su estabilidad temporal y situacional. En cambio, el término de estrategias de afrontamiento hace alusión a los procesos concretos que se utilizan en cada contexto y que pueden ser altamente cambiantes dependiendo de las condiciones que se den en cada momento. Para hacernos una idea más cercana, podemos decir que los estilos de afrontamiento serían, siguiendo a Fernández-Abascal, según el método utilizado, estilos activo, pasivo y de evitación; según la focalización, estilos de focalización en la respuesta, en el problema o en la emoción; y según la actividad, estilos centrados en la actividad cognitiva o en la actividad conductual. A la hora de especificar las estrategias de afrontamiento, debemos acercarnos a las diferentes investigaciones realizadas en este campo, ya que dichas estrategias van a variar dependiendo de las escalas utilizadas en dichas investigaciones y de los resultados encontrados.
Escalas e inventarios Fernández-Abascal, en 1997, realizó un exhaustivo estudio de diversas escalas e inventarios de estrategias de afrontamiento o de coping, donde concluyó y unificó en la Escala de Estilos y Estrategias de Afrontamiento los estilos y estrategias más importantes y que se recogían, como ya he comentado, en los trabajos de diferentes autores. Estas 18 estrategias de coping son: reevaluación positiva, reacción depresiva, negación, planificación, conformismo, desconexión cognitiva, desarrollo personal, control emocional, distanciamiento, supresión de actividades distractoras, refrenar el afrontamento, evitar el afrontamiento, resolver el problema, apoyo social al problema, desconexión comportamental, expresión emocional, apoyo social emocional y respuesta paliativa. (Martín, Jiménez y Fernández-Abascal). Otro ejemplo es la Escala de Estrategias de Coping que Sandín y Chorot realizaron en 1991. Este cuestionario está formado por nueve subescalas, de seis ítems cada una, que explican el modo en que las l as personas manejan el estrés. En ella encontramos las siguientes estrategias de afrontamiento: focalización en la situación o problemas, autofocalización negativa, autocontrol, reestructuración cognitiva, expresión emocional abierta, evitación, búsqueda de apoyo social, apoyo en la religión y búsqueda de apoyo profesional. (Mochales y Gutiérrez).
Los Moldes Mentales A partir de aquí debemos pararnos a vislumbrar la relación entre esta teoría del afrontamiento de estrés y los moldes de la mente. Recordemos primero que Pedro Hernández (2002) define los MOLDES COGNITIVOS como “estrategias habituales y peculiares que cada persona muestra en el modo de enfocar, de reaccionar o de interpretar la realidad en situaciones de egoimplicación” (pp. 104-105). 104-105). Lo que esta definición nos sugiere es que, en primer lugar, en ambos casos se ponen en
juego estrategias enfocadas a manejar la realidad y las situaciones que en ella se dan. Además, como segundo elemento, existe una evaluación cognitiva, pero también una evaluación afectiva. Este elemento evaluativo tiene matices diferentes según hablemos de moldes o de estrategias de coping. En cuanto a los moldes, es básicamente una evaluación más cognitiva-afectiva; a diferencia de la evaluación de las estrategias que, aunque también tienen un componente afectivo, es mayoritariamente conductual. La realidad, sean situaciones de estrés o no, genera en las personas diferentes emociones. Si en concreto son estresantes, la evaluación cognitiva llevará aparejada una serie de emociones determinadas, ya sean de amenaza, de miedo, de preocupación,... La manera de enfrentarnos a esas situaciones (de utilizar unas estrategias de afrontamiento determinadas) estará en estrecha vinculación con dicha evaluación. Pero estas estrategias de adaptación, de interpretación, de enfrentamiento con la realidad , en particular, con las situaciones de estrés, no siempre se realizan de la manera más adecuada, ya que por medio pueden estar interfiriendo, según Lazarus, estrategias de afrontamiento inadecuadas para solucionar los problemas y alcanzar el bienestar personal. pers onal. Estrategias de coping y moldes cognitivos no son conceptos a utilizar indistintamente, aunque puedan estar relacionados. Cuando hablamos de moldes mentales no sólo nos referimos a situaciones estresantes. Los moldes, a diferencia de las estrategias de afrontamiento del estrés, se usan en todos los momentos de la vida, independientemente de que sean situaciones negativas o positivas, podríamos caracterizarlos como genéricos. Pero además, los moldes deben tener consistencia en las maneras de interpretar las situaciones de las personas a lo largo del tiempo, y la estrategia no tiene por qué seguir este patrón de estabilidad, puede ser más variable, según nos influyan diferentes elementos; aún cuando Lazarus también usa un sistema temporal en la elaboración del inventario de estrategias. Podríamos decir, entonces, que los moldes cognitivos serían un recurso esencial para afrontar el estrés. Pero recordemos que sólo serán buenas estrategias si los moldes que se usan son los adecuados. Precisamente, un molde cognitivo inapropiado se puede convertir en una barrera para afrontar con éxito situaciones estresantes. O lo que es lo mismo, los moldes cognitivos van más allá de las estrategias de coping, ya que pueden ser generadoras o atenuadoras del estrés; lo entenderíamos como un potencial interno que va a estar influenciando nuestra manera de ser y de relacionarnos. A su vez, el molde modela la estrategia de afrontamiento, por lo cual, podríamos afirmar que dicha estrategia está apoyada o fundamentada en el propio molde.
Ilustración entre estrategia de coping y molde mental Veamos el siguiente ejemplo: Fermín es un chico que está implicado en muchísimos proyectos personales y profesionales. Acaba de abrir su propio negocio, un ciber-café, al que debe dedicar muchas horas si quiere mantenerse en este campo. Pero además tiene planificado acabar este año la carrera, está terminando Informática, ya sólo le quedan cinco asignaturas. Su grupo de música, del que forma parte hace muchos años, ha conseguido por fin meterse en los bares de música en vivo de su ciudad, pero esto también le acarrea muchos más compromisos, pues ya han firmado su
primer contrato para tocar en directo di recto todos los fines de semana. Fermín ha llegado a una situación, según él, “desesperante”, se siente muy agobiado y estresado, no puede con todo.
Situación Estresante: La historia de Fermín (moldes y estrategias situacionales)
Evaluación Selectiva Negativa: Fermín siente que no puede Molde Inadecuado
disfrutar del tiempo de ocio con sus amigos, ni con su pareja; tendrá que dejar de lado muchas cosas que le gusta hacer, a pesar de que éste es el sueño de su vida. Ésta es una reacción habitual que suele
tener ante las situaciones que vive a diario.
es fuerzo que le va a Transformación rentabilizadora: A pesar del esfuerzo
Molde Adecuado
suponer, piensa en sacarle el mayor partido a esta nueva situación, dándole la vuelta a los problemas que puedan surgir y disfrutando mucho de todo el proceso y de las nuevas experiencias. Ésta es una
reacción habitual que suele tener ante la situaciones que vive a diario.
Evitación: Ha decidido no dedicarle mucho tiempo a pensar en Estrategia Inadecuada
cómo solucionar esta situación concreta que está viviendo. No tocar el tema quizás le venga bien para no sentirse tan mal. Esta decisión
afecta sólo a este problema, pero si es habitual, estamos ante un molde de Oblicuidad cognitiva Precisión y supervisión: Se ha sentado a hacer una lista con todo Estrategia Adecuado
lo que tiene que hacer, dedicando un tiempo específico a cada tarea y dejando tiempo libre para su descanso y ocio. Lo ha dejado por escrito y en un sitio visible para que le ayude a superar este momento de una manera más cómoda para él. Esta decisión afecta
sólo a este problema, pero si es habitual, estamos ante un molde de Precisión y supervisión:
Como vemos, son diferentes las maneras en que podemos enfrentarnos a los problemas, a las situaciones que nos generan estrés. Moldes y estrategias nos permitirán dicho afrontamiento de una manera más o menos adecuada, según nos situemos en un polo más positivo o más negativo. Pero siempre teniendo en cuenta que el alcance de los moldes de la mente supera al de las estrategias de coping, pues los primeros suponen un posicionamiento ante la vida en general y no sólo ante un problema en particular.
Conclusión Las estrategias que utilicemos para afrontar el estrés son definitivas para su superación y para nuestro bienestar. Ahora bien, esas estrategias están mediatizadas por nuestros moldes mentales habituales. Es más, la generación de mayor o menor número de situaciones
estresantes está influenciada por cuales sea nuestros molde cognitivo-afectivos, que vienen a ser como un conjunto de estrategias o hábitos mentales perteneciente a la inteligencia emocional.
Referencias Bibliográficas Hernández Hernández, P. (2002): Los moldes de la mente. Más allá de la inteligencia. La Laguna: Tafor Publicaciones. Lazarus, R. y Folkman, S. (1986): Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Ediciones Martínez Roca. Martín, M.J. ; Jiménez, M.P. y Fernández Abascal, E.: Estudio sobre la escala de estilos y estrategias de afrontamiento (E3A). Revista Electrónica de Motivación y Emoción. Vol 3, Nº 4. Extraído el 10 de marzo, 2005, de
http://reme.uji.es/articulos/agarce4960806100/texto/html
Mochales, S. y Gutiérrez, M: Estrategias de afrontamiento del estrés en un grupo de personas en proceso de reinserción social. Extraído el 10 de marzo, 2005, de
http://www.cop.es/colegiados/ca00088/pag10.htm
¿QUÉ SON LOS MOLDES MENTALES? Los Moldes Mentales son estrategias habituales y peculiares que cada persona muestra en el modo de enfocar, de reaccionar o de interpretar la realidad en situaciones de egoimplicación, es decir, donde las personas se enfrentan a una realidad que les compromete en sus intereses y emociones (a diferencia de los estilos cognitivos). Ejemplo de ello son las estrategias de anticipación, evaluación y atribución, o las que se utilizan como inyectoras o sustractoras de emociones. Los moldes son constructos cognitivos ,es decir, modos de construir la realidad, pero tanto desde la perspectiva de lo que dicen, es decir, de sus contenidos, como desde la perspectiva de cómo lo dicen, es decir, de su formato de pensamiento, siendo, para nosotros, esto último más importante. La ventaja del molde o formato es que puede ser aplicado a contenidos variados. Por lo que conocer y manejar un molde supone una gran economía de esfuerzo ya que se va a aplicar a distintos temas y situaciones. Se han extraído por análisis factorial 30 moldes cognitivo-afectivos, diagnosticados a través del Cuestionario MOLDES (Hernández, 1996c, 2002). Libro “MOLDES DE LA MENTE”*
Factores Extraídos Factores de 3º Orden
Factores de 2º Orden
ENCUADRE IMPLICATIVO-VITAL
Distanciamiento vital
ENCUADRE DE AJUSTE
Distorsión de la realidad
Factores de 1º Orden
Implicación vital (+) Hipercontrol anticipatorio () Evaluación selectiva negativa (-) Hipercriticismo y
Capítulo
Página
18
179
19
188
20 y 21
202 y 213
28
302
Desconexión de la realidad
Incompatibilidad cognitiva
Inoperancia
Atribución Externa
Optimización Autocrítica
ENCUADRE OPTIMIZADOR
Optimización Preparatoria
Optimización Autopotenciadora
Anticipación Aversiva (-) Predisposición hostiligénica (-) Focalización en las carencias (-) Inflación-decepción (-) Atribución al temperamento o emotividad (-) Autoconfianza (+) Imantación por lo imposible (-) Disociación emocional (-) Oblicuidad cognitiva (-) Autoconvicción inhibitoria (-) Anticipación devaluativa (-) Justificación de los fallos () Encaje y encauce emocional (+) Precisión y supervisión (+) Afrontamiento borroso (-) Anticipación de esfuerzo y costo (-) Atribución social del éxito (-) Atribución mágica (-) Atribución a las estrategias (+) Atribución a la falta de esfuerzo (+) Autoconvicción volitiva (+) Anticipación constructiva previsora (+) Automotivación preactiva (+) Control emocional anticipatorio (+) Anticipación hipervalorativa del éxito (+) Atribución internalista del éxito (+) Transformación rentabilizadora (+)
22
226
23
240
31
342
25
269
24
254
28
302
29 29
317 317
29
317
29
317
26 y 27
282 y 291
28
302
30 30
329 329
30
329
28
302
28
302
28
302
28
302
33
365
33
365
33
365
33
365
28 y 32
302 y 353
32
353
32
353
Pedro Hernández "Guanir" (2002). Los Moldes de la Mente. Más allá de la InteligenciaEmocional. La Laguna, Tenerife: Tafor Publicaciones.
Pulsa aquí para ver con mas detalle los Moldes Mentales Para la obtención empírica de los supuestos moldes, se utilizó un modelo de trabajo que consideraba lo que ocurre en la mente de los sujetos antes de la acción (moldes anticipatorios), durante la acción (moldes de ejecución y de reacción), después de la acción (moldes de evaluación y de atribución) y en función de la acción futura (moldes de prospección).
A través de autoinformes, con el Cuestionario MOLDES (Hernández, 1997) extrajimos, a través del análisis del análisis factorial, unos 30 moldes (factores de primer orden). Éstos, luego, quedaron englobados en 9 perspectivas focales (factores de segundo orden) y, posteriormente, en 3 dimensiones focales (factores de tercer orden) (Hernández y Baute, 1999). Por ejemplo, dos de esos 30 moldes obtenidos serían: “la imantación por lo imposible”, por el que las personas tienden a enclavar sus deseos en logros o metas que son imposibles y que generan permanente frustración; o “la inflación-decepción”, estrategia consistente en balancearse entre la ilusión y el desengaño, sobredimensionando la meta de forma no realista y mágica, de modo inoperante. Por lo que, posteriormente, se vive la decepción y el desencanto. Los moldes cognitivo-afectivos son esquemas de formato y que influyen en la adaptación. Son productos de las predisposiciones genéticas de los sujetos y del aprendizaje en la interacción con el medio ambiente. Ellos facilitan el modo de operar, cognitiva y afectivamente, en distintas situaciones. Sin embargo, su propósito adaptativo no garantiza que realmente lo sea. Al menos, que sea lo mejor para el individuo. Al contrario, muchos de estos moldes pueden ser pseudo-adaptativos o, incluso, inadecuados, siendo fuente de conflictos, ineficacia o insatisfacción.
MOLDES MENTALES Definición Moldes CognitivosAfectivos
Explicación ENCUADRES FOCALES (Factores de tercer orden)
E1 E2 E3
ENCUADRE IMPLICATIVO-VITAL ENCUADRE DE AJUSTE ENCUADRE OPTIMIZADOR
Disposición directa-implicativa vs. Reflexiva-distante Realismo productivo vs. Hipersubjetivismo interferente Disposición constructiva-autovalorativa vs. Inerte-autolimitada DIMENSIONES FOCALES (Factores de segundo orden)
D1
D2
D3 D4
Es la perspectiva mental de centrarse y valorar los aspectos positivos de la realidad, en lo que se tiene, en lo que se ha conseguido, en las ventajas y en lo que es realista y Distanciamiento vital posible, a diferencia de centrarse en lo negativo, en los inconvenientes, en pegas y minucias, en lo que falta, en lo que no se tiene, a pesar de que existan muchas cosa positivas. Es la perspectiva mental de afrontar los problemas y las dificultades, así como las emociones que suscita la realidad. Lo contrario sería desviar la atención, olvidar o Distorsión de la realidad provocar fantasías opuestas ante los problemas, así como, desconectar sus sentimientos. Es la perspectiva mental con la que se tiende a encajar y tolerar los fracasos y Desconexión de la frustraciones, procurando no desplazar o desviar la insatisfacción hacia otros aspectos o realidad realidades y esforzándose en encontrar alternativas de solución. Es la perspectiva mental que tiende a afrontar las tareas y solucionar los problemas de Incompatibilidad
cognitiva
D5
Inoperancia
D6
Atribución Externa
D7
Optimización Autocrítica
D8
Optimización Preparatoria
D9
Optimización Autopotenciadora
manera eficaz, no dispersándose, ni haciendo planteamientos irreales, ni cargándose de argumentos evitativos, sino planificando, siendo preciso, controlando el tiempo y los pasos a dar, así como, corrigiendo los posibles errores y consolidando los avances. Es la perspectiva mental por la que se evita atribuir los éxitos y fracasos a realidades externas respecto a la propia responsabilidad, tal como los otros, la magia, los enemigos o el propio temperamento. Es la perspectiva mental por la que se tiende a atribuir los éxitos y fracasos a la propia responsabilidad, especialmente, considerando las estrategias o procedimientos, el trabajo y el esfuerzo empleado y, en definitiva, remarcando el papel decisivo que tiene uno mismo en la consecución y resultados del propio quehacer. Es la perspectiva mental a través de la que se prepara y se autogestiona, respecto a sí mismo, los distintos componentes psicológicos que puedan potenciar buenos resultados y evitar interferencias. En concreto, se autofomenta la fuerza de voluntad, se prevé las condiciones y el escenario de actuación, se autoadministra ánimos y refuerzos, se preparan y encauzan las emociones, al tiempo que se enfoca la acción de una manera optimista y constructiva. Es la perspectiva mental por la que se potencia el propio poder personal, tanto anticipando posibles éxitos, como atribuyendo los éxitos a la propia responsabilidad, como a la capacidad de automotivarse y de transformar sus propios pensamientos y sentimientos de forma constructiva y fructífera, frente a una disposición indiferente, desmotivada o autolimitadora. Es la perspectiva mental por la que se tiende a implicarse y a pasar a la acción sin exagerar la función reflexiva, que puede llegar a ser inoperante e interferente. MOLDES
M1
Autoconvicción volitiva
M2
Autoconvicción inhibitoria
M3
Automotivación proactiva
M4
Anticipación de esfuerzo y costo
M5
Disociación emocional
M6
Autovaloración
M7
Anticipación constructiva previsora
(Factores de primer orden) Es el molde o estrategia consistente en poner en marcha la llamada “fuerza de voluntad”, dándose a sí mismo argumentos, razones y ánimos para implicarse en las
situaciones, esforzándose o mostrar firme decisión, a pesar de la inapetencia o dificultades que uno prevé. Es el molde consistente en exagerar la inapetencia y el distanciamiento con la realidad, dándose a sí mismo argumentos y razones para inhibirse y no actuar, viéndose incapaz, desmoralizándose, devaluando sus capacidades, agrisando los posibles resultados o planteando hipotéticas e irreales condiciones. Es el molde o estrategia administradora de autorrefuerzos, consistente en darse a sí mismo ánimos, antes o durante los procesos en que está implicado, pensando en los logros futuros, en las ventajas, en los distintos aspectos positivos con los que se va a encontrar o en la posibilidad de ir disminuyendo las dificultades; en definitiva, administrándose autorrecompensas anticipadas. Es el molde consistente en “cargarse negativamente” en función del costo personal,
imaginando los esfuerzos, los sacrificios, las dificultades, la monotonía, el tiempo y el camino por recorrer el cometido propuesto, surgiéndole dudas, vacilaciones, desánimo... Es el molde o estrategia consistente en desvitalizarse, en desconectar los sentimientos, en no implicarse, en ver las cosas de manera fría y distante sin apasionamiento, aunque no se goce, evitando sufrir... Para ello, se resta interés y se agrisa el posible resultado. Es el molde o estrategia consistente en cargarse de fe en sí mismo, en las propias capacidades, en sus posibilidades de éxito ante cualquier situación, incluso comparándose con los demás, así como sintiéndose capaz de rentabilizar los problemas e inconvenientes con que se encuentre. Se reflexiona y se analizan cautelosamente las condiciones, las ventajas e inconvenientes de cada situación, pero con el talante deportivo de enfrentarse a ella y de encontrar soluciones de manera confiada y operativa.
M8
M9
M10
M11
M12
M13
M14
Transformación rentabilizadora
Es el molde o estrategia de rentabilización vital, traducido por “bien, a pesar de lo malo”, con la que las personas transforman los posibles problemas, desgracias
desengaños, reveses, infortunios, fracasos o fallos en un valor, encontrándole un posible sentido, con una especial tendencia a focalizarse tanto en lo positivo existente como en lo positivo posible. Es el molde o estrategia de previsión aplicado a las emociones y a su modo de encauzarlas adecuadamente, para lo cual, imagina sus posibles reacciones Control emocional emocionales, humor o estado de ánimo ante determinadas situaciones y cómo darle una anticipatorio salida positiva, basándose en su autoconfianza y optimismo. Es el molde o estrategia consistente en autoestimularse para actuar, basándose en el Anticipación éxito y magnificación de los resultados posibles, imaginando, para ello, el triunfo, hipervalorativa del exagerando sus ventajas y consecuencia. éxito Es el molde o estrategia consistente en balancearse entre la ilusión y el desengaño. Se sobredimensiona la meta, proyecto o lo que se pretende obtener, más bien como planteamiento desmedido, ingenuo, no realista, mágico, fantasioso, egocéntrico, que Inflación-decepción espera que llegue de forma casi supersticiosa, sin sacrificio o esfuerzo, de modo inoperante. Por lo que, posteriormente, se vive la decepción y el desencanto Es el molde o estrategia consistente en devaluar o agrisar lo que se quiere obtener, procurando no mantener esperanzas, ni entusiasmos que posteriormente pueda dar Anticipación lugar a desencanto, por lo que también se usa, como un escudo protector de futuro devaluativa dolor, el imaginar las consecuencias perjudiciales o negativas que pueden llegar. Es el molde o estrategia consistente en anticipar e imaginar peligros, problemas, fracasos... Se exagera lo que le pueda ocurrir. Se tiende a ver el lado negativo, los Anticipación aversiva fallos, lo que puede ser perjudicial aunque las situaciones puedan ser positivas y e hipercrítica atractivas. Todo ello puede asociarse con una actitud hiperanalítica, hipercrítica, suspicaz... Es el molde consistente en anticipar dificultades, problemas o conflictos relacionados con las personas, especialmente, con la idea de que ellas actúan con mala intención Predisposición atribuyéndoles los males que le ocurren y descubriendo engaño y falsedad en sus hostiligénica actuaciones y en la realidad general. Es el molde o estrategia relacionado con un aspecto de los metacomponentes de la inteligencia de Sternberg consistente en garantizar eficacia, siendo preciso,
M15 Precisión y supervisión
M16 Afrontamiento borroso
M17 Hipercontrol anticipatorio
M18 Implicación directa M19 Encaje y encauce
supervisando y consolidando lo que se lleva a cabo, sin dejar nada “en el aire”, dando
muestras de firmeza y persistencia. Lo contrario es dar las cosas por supuestas o dominadas, no calcular el tiempo, dudar, vacilar, empezar con algo y dejar lo que se ha empezado... Es el molde o estrategia consistente en hacer planteamientos difusos, no realistas o poco operativos con lo que se pretende conseguir. De esa forma, se pospone lo que se tiene que hacer, se calcula ingenuamente el tiempo disponible, se amontonan los trabajos y obligaciones, se le asaltan múltiples ideas, proyectos y dudas, se empieza con entusiasmo y pronto se abandona, incrementándose así el desorden y la decepción interior. Es el molde o estrategia consistente en pretender controlar las situaciones y estar seguro en ellas, exagerando previamente, incluso con mucha antelación, la función reflexiva, sin planteamientos operativos, expresando inquietud, preocupación, preguntas, dudas y reiteración de imágenes e ideas, predominando más la dimensión “reflexiva-dubitativa-alarmante” que la dimensión “decisoria-directa--serena”. Es el molde o estrategia consistente en reducir la reflexión o el análisis, actuando directamente, decidiéndose, implicándose, con los brazos abiertos ante la realidad y al primer impulso, aunque también con el riesgo de las consecuencias de toda impulsividad. Es el molde o estrategia consistente en acoger las emociones desagradables de toda
emocional
M20 Oblicuidad cognitiva
M21 Imantación por lo imposible
M22 Evaluación selectiva negativa
M23 Focalización en las carencias M24 Atribución internalista del éxito M25 Atribución a las estrategias Atribución al M26 temperamento o emotividad M27 Atribución a la falta de esfuerzo M28 Justificación de los fallos M29 Atribución social del éxito M30 Atribución mágica
frustración, no descargando el malestar en otras personas o situaciones, ni desconectando, ni huyendo, ni encerrándose en sí mismo, sino más bien, buscando posibles salidas que puedan resultar útiles y encaucen las emociones producidas. Es el molde o estrategia consistente en desviar al atención de la conciencia, en olvidar o provocar reacciones o fantasías opuestas, al encontrarse ante los propios fallos o ante algo que le afecta negativamente. Es el molde o estrategia consistente en no renunciar y quedar apegado a deseos inviables, imposibles, nocivos o generadores de problemas y conflictos, para ello, se mantienen hipótesis engañosas de posibilidad, que, aunque se esté en lo cierto que las probabilidades son casi nulas, se abren como una pequeña rendija de esperanza, por lo que queda asociado con anticipaciones hipervalorativas y mágicas, con reiteraciones de hipercontrol y con el consecuente desencanto. Es el molde o estrategia consistente, al evaluar lo que ocurre o lo alcanzado, en focalizar la atención, justo, en lo negativo, en los inconvenientes, en las pegas, con la expresión simbólica de“si, pero”, encontrado siempre reparos y minucias, a pesar de
que existan muchas cosas valiosas o positivas. Es el molde o estrategia consistente, al evaluar lo que ocurre o lo alcanzado, en pensar más en lo que falta, en lo que no se tiene, en lo que se podría tener, en hacer comparaciones con otros, que en lo que realmente se posee, quedando asociado con la imantación por lo imposible, con la focalización selectiva negativa, con la dubitación y con el desencanto. Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos a sí mismo, a las propias cualidades o forma de ser, por lo que predomina un talante autovalorativo y optimista. Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos y, especialmente, los fracasos a sus estrategias o procedimientos utilizados, estando asociada esta disposición con la búsqueda de soluciones y con la valoración del propio esfuerzo. Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos y los fracasos a su humor, temperamento o estado de ánimo, por lo que queda muy asociado con una disposición “impotente” de desmoralización y desencanto.
Es el molde o estrategia consistente en atribuir los fracasos a su falta de esfuerzo o dedicación, quedando asociado con disposición a planificar mal las tareas y especialmente el tiempo. Es el molde o estrategia consistente en justificar los fracasos con razones y argumentos diversos, o bien desplazar los sentimientos en otras situaciones. Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos a los demás, a otros que le benefician o le ayudan, pero también, el fracaso, aunque, en menor medida, se atribuye a los demás, dando muestras de gran dependencia social. Es el molde o estrategia consistente en atribuir los éxitos o fracasos a fuerzas desconocidas, tal como destino, azar, suerte...
Contenidos y aportaciones sobre bienestar
Bienestar Subjetivo Perspectiva g eneral
Perspectiva Aplicada Áreas Áreas principales es p ec ífi cas
Conceptualización: semejanzas, diferencias, conceptos y teorías contrapuestas
Formación y diferenciación: teorías, desarrollo, tipos, contextos. Relación con otros constructor y fines
Educación Clínica Laboral
Vida Sociedad y cultura Psicología positiva
Salud
Jurídica
Deportiva
Otras
Enlaces / Suscripción / Participando / Contacto / Aviso
¿QUÉ SON LOS VALORES? Cuando hablamos de valores, tendemos a considerar que son algo abstracto y complicado, pero sin embargo hacemos alusiones a ellos continuamente. Es más, todo lo que nos rodea y lo que hacemos está sujeto a criterios de valor, sólo que hay cosas que tienen más valor que otras. El valor es un criterio para elegir. Por ello, cada persona y cada sociedad se construye su propio sistema de valores y que es relativamente estable. Los valores se van adquiriendo y desarrollando a través de su proceso educativo, especialmente en el ámbito familiar y escolar, pero también, en el social y a través de los medios de comunicación. Lo cierto es que no podemos vivir sin valores, ya que nos sirven de “guía” para nuestra vida. Todos buscamos la máxima satisfacción, es decir, buscamos la felicidad. Pero no todos los valores conducen a ella, lo que hace que nos cuestionemos nuestro propio sistema. Hace que nos planteemos que es posible que la felicidad no sea sólo un asunto individual, sino de todos, y por eso hay que compartirla. Esto explica que los valores tengan tanto una vertiente individual (BIS) como social (BISUCO, Bienestar Subjetivo Comunitario). Cada uno de nosotros va construyendo su propio sistema de valores desde que nace, en función de sus predisposiciones, su crianza e historia personal. Ese sistema de valores define su personalidad y constituye una guía, que sirve de “Mapa” o “Referencia” personal para actuar. Sin embargo, unos valores más que otros y la forma como están organizados garantizan mayor nivel de Bienestar Subjetivo (Hernández y Capote, 1999; Hernández, 2000a). Esto nos obliga a clarificar, desde nuestra óptica, el concepto de valor y cómo ese sistema de valores se configura y se relaciona con el Bienestar Subjetivo. Los valores pueden ser concebidos desde varias perspectivas, entre otras razones, porque el valor inunda toda nuestra existencia y marca diferentes matices, que nosotros sintetizamos así:
1. Axiología Criterial Es el enfoque más conocido, de tipo filosófico y sociológico. Se refiere a los valores que nos guían. Se trata de los criterios o principios (argumentos o razones) que defendemos tanto al guiar nuestra conducta como al enjuiciar la de los demás. “Quien tiene un amigo tiene un tesoro”. Este es un ejemplo de un criterio de valor que posee una persona. ¿Quién marca la jerarquización de estos valores? La filosofía, pero especialmente la cultura de cada sociedad es la que va imponiendo unos valores sobre otros, aunque cada persona los construye de forma específica. Es lo que se denomina “sistema de valores”. ¿Implícitamente dónde pone el acento la sociedad? Lógicamente, en aquellos valores que perpetúen el sistema sociocultural, en aquellos valores que faciliten la convivencia y en aquellos valores que produzcan enriquecimiento personal y eficiencia, incluyendo aquí valores de progreso tecnológico y social. ¿Cómo se explica el conflicto de valores? El progreso del que hablamos, indirectamente, provoca cambios sociales y genera conflictos con los propios valores dominantes. Por ejemplo, aunque la sociedad fomenta valores de convivencia o resalta valores éticos, estéticos o intelectuales, la dinámica social (por ejemplo, la producción, el consumo, la tecnología, la publicidad, los reclamos de ocio, etc.) fomenta otro tipo de valores, especialmente, económicos, hedonistas, individualistas, que, en este momento, plantea un dislocamiento axiológico formidable y hace que el propio sistema teórico de valores vaya cambiando. 2. Axiología Vectorial Es un enfoque más psicológico y es consecuencia del enfoque anterior, pues los criterios de valor se concretan en conductas. Así que se refiere a los valores que nos definen en función de nuestro comportamiento. En la vida diaria, juzgamos a los demás en función de sus valores. Incluso, alguna vez, se ha definido la personalidad como la constelación de valores en el “yo”. Por lo tanto, se trata de considerar los valores según el orden de atracción o preferencia (intensidad del vector) que una persona o colectivo manifiesta ante los diversos aspectos o actividades de nuestro universo envolvente y que constituye una escala de preferencias. 3. “Axiorisma” Tales comportamientos, especialmente, en el modo de reaccionar, les sirven a los demás para inferir nuestra personalidad e interactuar, en consecuencia. Sobre todo, se deduce cuál es nuestro “valor” como personas. De ahí, que desde los valores de la axiología vectorial y del modo de reaccionar (incluso, usando cuestionarios autoevaluativos), se infiera el “Potencial del Bienestar Subjetivo Reflejo”. Éste lo hemos denominado “axiorisma” (fusión de la palabra “axios”=“valor” y “carisma”=“causante de agrado”), es decir, el grado de satisfacción que producen nuestras cualidades personales en la convivencia con los demás. Hemos dicho que el axiorisma, nivel de riqueza axiológica de cada persona para contribuir al bienestar de los que conviven con ella, se evalúa comparando los valores de cada persona con los valores estándares más deseados. Éstos son obtenidos a través de un criterio colectivo al considerar los valores más requeridos en las personas que tienen que convivir, supuestamente, durante mucho tiempo y en situaciones diversas con nosotros. Hay que pensar que el axiorisma
varía desde la perspectiva de un empresario hacia un empleado; de un estudiante hacia su profesor o de un padre hacia sus hijos. 4. Axiología Motivacional El Modelo Jerárquico de Maslow es el más representativo. Identifica los valores con necesidades humanas, agrupándolas en cinco conjuntos. Se van cubriendo escalonadamente mientras se desarrolla nuestra autorrealización, pues se trata de una jerarquía. A medida que cada necesidad se satisface, surge otra del nivel inmediatamente superior. Los cinco tipos de necesidades propuestos por Maslow, por orden de prioridad son: Necesidades Fisiológicas, Seguridad, Pertenencia y amor, Estima y valoración y Autorrealización. Este modelo de Maslow ha recibido muchas críticas derivadas de diversas investigaciones experimentales, así la revisión de Soper, Milford y Rosenthal (1995) concluye que gran parte de la esta teoría carece de apoyo empírico. Por ejemplo, no se constata que cuando se cubre una necesidad inferior le siga, necesariamente, la del escalón superior. A pesar de todo, sigue siendo un modelo muy ilustrativo y valorado en el mundo de la empresa.
5. Axiología Tectónica Es un enfoque también psicológico, representado por el Modelo Pentatriaxios (Hernández, 1995, 1997, 2002), complementario del anterior en cuanto a los niveles, aunque más sistemático, situacional y comportamental que aquel. El “Pentatriaxios” lo representamos por una pirámide con cinco áreas (el cuerpo-naturaleza, el yo, los otros, la tarea y el “mundo-sistema” o cultura) y tres niveles (satisfacción, adaptación y autorrealización). Si tomamos, como ilustración, el área del cuerpo, podemos pensar que una persona disfruta comiendo (nivel primario); pero tiene que limitar la comida y practicar deportes porque está engordando (nivel de adaptación); con todo, el deporte se ha convertido para él en algo que le llena y le da sentido a su vida (plano de realización). Los tres niveles recogen las tres necesidades, impulsos o “procesos-meta” más generales del ser humano: la satisfacción, la adaptación y la autorrealización. A diferencia de Maslow, son planos independientes y no están en el vacío, sino que están en función de las cinco áreas más representativas de la realidad y que ya hemos comentado anteriormente. La interacción de niveles y áreas da lugar a quince casillas o tipo de valores, donde cualquier conducta puede ser incluida (ver figura 1). El objetivo, a su vez, es poder comprobar cuál es la arquitectura axiológica más adecuada. Para esto, hay que relacionarlos con los máximos criterios o “meta-valores”, es decir, con la felicidad (BIS), la aportación al bienestar de los otros (ABC; “axiorisma”) y la eficiencia. ¿Qué valores predicen más felicidad y eficiencia propia y ajena? De acuerdo con las investigaciones (Hernández, 2002) y siguiendo los factores del Pentatriaxios, podemos exponer estas conclusiones: Nivel primario
Entre los valores primarios que correlacionan con el BIS y con el ABC figuran la expresión afectiva satisfactoria; la sensualidad y contacto con la naturaleza y las vivencias lúdicas. En cambio, el egocentrismo y las descargas emocionales insatisfactorias (miedo, rabia, tristeza), correlacionan con infelicidad. Por lo que se refiere a la competitividad y la búsqueda de valoración social no muestran ninguna asociación con ser feliz ni con el ABC. Nivel de adaptación Entre los valores de adaptación, son los valores de autoestima y autonomía los que más determinan el bienestar subjetivo, pero además afectan a la mayoría de esferas, por ejemplo, a las relaciones interpersonales o a la eficiencia. El respeto personal es un valor que se relaciona exclusiva e intensamente con el ABC, lo mismo el cumplimiento de la norma, sin embargo, tanto la autoestima, como el autocontrol y el dominio cultural se relacionan con la felicidad individual y con la aportación social. Nivel de realización Entre los valores de realización que más se asocian con felicidad individual, son los de “convivencia y diversión social” (hábitos convivenciales y de relaciones sociales, especialmente, a través de diversiones, fiestas, juegos, vivencias lúdicas, bromas o entretenimientos). Le siguen, más tenuemente, la ergofilia o realización a través del trabajo; el auto-perfeccionamiento y la realización físico-deportiva. Sin embargo, muchos valores de realización de los que denominamos “SS” (Significación Superior), como el altruismo, disfrute intelectivo-estético y vivencia religiosa, no tienen que ver directamente con el BIS. Esto significa que no hay diferencia en el grado de felicidad, por el hecho de ser o no altruista, religioso o interesado en temas intelectuales o estéticos. En cambio, muchos de estos valores son los que más se asocian con la aportación al bienestar comunitario (ABC). ¿Cómo es posible que los valores de realización SS no se relacionen con el BIS? Cuando se hace un análisis más detallado, especialmente con el altruismo, se encuentra que, aunque el altruismo no es una característica necesaria para ser feliz, los sujetos más felices se caracterizan por ser altruistas. Esto significa que los valores de realización suponen un plus de felicidad, además de su relación con el ABC.
Si deseas obtener más información:
Hernández P. (2002). Los Moldes de la Mente: Más allá de la inteligencia emocional. Santa Cruz de Tenerife: Tafor publicaciones. Hernández P. (2005). Educación del Pensamiento y las Emociones. Psicología de la Educación. Santa Cruz de Tenerife: Tafor/Narcea.
Contenidos y aportaciones sobre valores Valores
Perspectiva A plicada Perspectiva general
Conceptualización: semejanzas, diferencias, conceptos y teorías
Áreas principales
Educación
Áreas es p ec ífi c as
Vida
contrapuestas
Clínica Laboral
Formación y diferenciación: teorías, desarrollo, tipos, contextos.
Relación con otros constructor y fines
Sociedad y cultura Psicología positiva
Salud
Jurídica
Deportiva
Otras
Valores y moldes mentales: Encuentros y Desencuentros Walter Martín Waló Alumno del Curso de Doctorado Enriquecimiento Intelectual y Socioafectivo Módulo II: Moldes Cognitivos y Bienestar Subjetivo Curso 2004-05 El objetivo de este artículo es sintetizar y reflexionar sobre algunas ideas de la teoría de los Moldes Mentales y de los Valores, expuestas por Pedro Hernández especialmente en su libro “Los Moldes de la Mente: Más allá de la Inteligencia Emocional” (2002). Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Cuál es el objetivo de vivir? ¿Eres feliz? ¿Cuánto? ¿Simplemente eres feliz o muy feliz? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué te hace más feliz? Seguro que alguna vez te has planteado este tipo de cuestiones, y aunque no sea fácil encontrar una respuesta, éstas van a determinar nuestro grado de satisfacción o Bienestar Individual Subjetivo (BIS). Este bienestar subjetivo supone que yo me sienta bien, pero no porque lo consideren o lo valoren otros, sino porque es lo que siento, lo que percibo en términos generales (Hernández, 2002. p.30). Pero…, en realidad, ¿crees que podemos ser tan imparciales? ¿Hasta qué punto la apreciación subjetiva no es consecuencia de la realidad exterior? Además, si depende de nuestra realidad subjetiva, ¿qué aspectos o factores de esa realidad subjetiva son los responsables de sentir bienestar o malestar? Podríamos decir que depende de los Valores practicados y éstos, a su vez, de de los Moldes Cognitivos o hábitos mentales con que interpretamos la realidad (Hernández, 2002. pp.31 y 32). Cuando hablamos de valores, tendemos a considerar que son algo abstracto y complicado, pero sin embargo hacemos alusiones a ellos continuamente. Es más, todo lo que nos rodea y lo que hacemos está sujeto a criterios de valor, sólo que hay cosas que tienen más valor que otras.El valor es un criterio para elegir. Por ello, cada persona y cada sociedad se construye su propio sistema de valores y que es relativamente estable. Los valores se van adquiriendo y desarrollando a través de su proceso educativo, especialmente en el ámbito familiar y escolar, pero también, en el social y a través de los medios de comunicación. Lo cierto es que no podemos vivir sin valores, ya que nos sirven de “guía” para nuestra vida. Todos buscamos la máxima satisfacción, es decir, buscamos la felicidad. Pero no todos los valores conducen a ella, lo que hace que nos cuestionemos nuestro propio sistema. Hace que nos planteemos que es posible que la felicidad no sea sólo un asunto individual, sino de todos, y por eso hay que compartirla. Esto explica que los valores tengan tanto una vertiente individual (BIS) como social (BISUCO, Bienestar Subjetivo Comunitario) (Hernández, 2002. pp.141-143).
Los Moldes Mentales. Por Moldes Mentales entendemos las estrategias habituales y peculiares que cada persona muestra en el modo de enfocar, de reaccionar o de interpretar la realidad en situaciones de egoimplicación, es decir, donde las personas se enfrentan a una realidad que las compromete en sus intereses y emociones (Hernández, 1991). Reaccionamos mentalmente ante la realidad, interpretando lo que vemos, generando imágenes, pensando, buscando alternativas, etc. Repetimos esto una y otra vez y en situaciones similares. Así, en la medida en que se repite, va formando el “cauce”, el molde que configurará, en el futuro, nuevos pensamientos. La ventaja del molde es que puede ser aplicado a contenidos muy variados. Por lo que conocer y manejar un molde supone una gran economía de esfuerzo, porque lo vas a aplicar cuando pienses en distintos temas y cuando actúes en distintas situaciones. Por lo tanto, modificando un molde inadecuado, no sólo mejorarás una realidad determinada, sino varias. (Hernández, 2002. pp.101 y 102). Encuentros y Desencuentros. Ambos conceptos parten de la idea de que el mundo se compone de realidades diferentes, pero que es el ser humano el que las interpreta, es decir, quien las construye. Los Valores han sido estructurados por Hernández (2000c; 2001b; 2001c) en un modelo denominado Pentatriaxios. Se representa gráficamente en forma de pirámide. Consta horizontalmente de 5 áreas, que consideramos las más significativas de la realidad: el cuerpo-naturaleza, el yo, los otros, la tarea o trabajo y el mundo-sistema o cultura. Verticalmente, en ascenso, consta de 3 planos vitales y evolutivos de la existencia: Satisfacción Primaria, Adaptación y Realización. Las áreas y los niveles generan un edificio de 5x3=15 celdillas axiológicas o valóricas, que denominamos “Pentatriaxios”. (Hernández, 2002. pp.144 y 145).
Figura 1. Niveles y Áreas del “Pentatriaxios”
Al igual que el modelo anterior, la clasificación teórica de los moldes (Hernández, 1991) surge como consecuencia de las distintas investigaciones. A través del análisis factorial del Cuestionario MOLDES (Hernández, 1997), se extrajeron 30 moldes (factores de primer orden). Éstos, luego, quedaron englobados en 9 perspectivas focales (factores de segundo orden) y, posteriormente, en 3 dimensiones focales (factores de tercer orden) (Hernández y Baute, 1999) (Hernández, 2002. p. 110). Cuadro1
Factores de 1º, 2º y 3º orden de los Moldes Mentales
Factores de 3º Orden Encuadre implicativo-vital
Encuadre de ajuste
Encuadre de optimización
Factores de 2º Orden
Factores de 1º Orden Implicación vital (+) Distanciamiento Vital Hipercontrol anticipatorio (-) Evaluación selectiva negativa (-) Hipercriticismo y Anticipación Aversiva (-) Disposición hostiligénica (-) Focalización en las carencias (-) Distorsión de la Realidad Inflación-decepción (-) Atribución al temperamento o emotividad (-) Autoconfianza (+) Imantación por lo imposible (-) Disociación emocional (-) Oblicuidad cognitiva (-) Desconexión de la Realidad Autoconvicción inhibitoria (-) Anticipación devaluativa (-) Justificación de los fallos (-) Incompatibilidad Cognitiva Encaje y encauce emocional (+) Precisión y supervisión (+) Inoperancia Afrontamiento borroso (-) Anticipación de esfuerzo y costo (-) Atribución social del éxito (-) Atribución Externa Atribución mágica (-) Atribución a las estrategias (+) Optimización Autocrítica Atribución a la falta de esfuerzo (+) Autoconvicción volitiva (+) Anticipación constructiva previsora (+) Optimización Preparatoria Automotivación preactiva (+) Control emocional anticipatorio (+) Anticipación hipervalorativa del éxito (+) Optimización Autopotenciadora Atribución internalista del éxito (+) Transformación rentabilizadora (+)
Si nos fijamos, hay una relación clara entre los tres niveles del Pentatriaxios y los factores más generales de la teoría de los Moldes de la Mente, así como su relación respectiva con felicidad (BIS), tal como se comprueba empíricamente.
NIVELES Valores del Pentatriaxios
Correlaciones
BIS Bienestar Subjetivo Individual
NIVELES Correlaciones
NIVELES
BIS
Correlaciones
Bienestar Subjetivo Individual
Encuadres Moldes Mentales
BIS BIS BIS
r =. 28 Satisfacción primaria r =. 24 Implicativo-vital r = .42 Adaptación r = .50 Ajuste r = .15 Realización r = .52 Optimizador
r =.34
BIS
r = .45
BIS
r =. 34
BIS
Datos obtenidos de distintos cuadros de “Los Moldes de la Mente. Más allá de la Inteligencia Emocional” (Hernández, 2002)
Si nos fijamos, podemos diferenciar tres niveles que explicaremos más detenidamente: EL PRIMER NIVEL: correspondería a los Valores Primarios y al Encuadre de Implicación Vital de los Moldes de la Mente. Ser feliz, de acuerdo al plano de los valores primarios, tal como hemos señalado, significa implicarse en la vida, actuar, envolverse de sensaciones, conectar con la naturaleza, divertirse y, sobre todo, acumular experiencias de afectos positivos. Esto está muy relacionado con los moldes de encuadre de implicación vital. Se trata de la disposición a implicarse y a pasar a la acción sin exagerar la función reflexiva, que puede llegar a ser inoperante e interferente. En contra de ello estaría el hipercontrol-anticipatorio, con el que se pretende controlar las situaciones y estar previamente seguro en ellas, exagerando lo que le pueda ocurrir, incluso con mucha antelación. Se suele carecer de planteamientos operativos, expresando más bien inquietud, preocupación, preguntas, dudas y reiteración de imágenes e ideas, predominando una dimensión ”reflexiva -dubitativa-reticentealarmante”. EL SEGUNDO NIVEL: sería el de los Valores de Adaptación y el Encuadre de Ajuste de los Moldes de la Mente. De acuerdo al plano de los valores de adaptación, ser feliz supone saber conciliarse consigo mismo y aceptarse sin miedo y sin recriminaciones. Adaptarse es ser libre, sentirse dueño de sí mismo y libre de la mirada de los demás. Significa, también, respetar a los demás y a las normas, significa estar en consonancia con el propio trabajo y con los demás. Estos valores se relacionan con los moldes de encuadre de ajuste. Éstos son moldes de conexión con el mundo frente a los que nos disocian de él o de los sentimientos. En síntesis, predomina una mente con una mirada positiva, realista, ponderada y operativa. Ello, frente a los moldes que nos arrastran hacia el imán de lo negativo, los que nos generan planteamientos fantasiosos, o que nos llevan al fracaso por exageraciones e inoperancias, o simplemente por no encajar los fallos y fracasos, disparando para otro lado. EL TERCER NIVEL: corresponde a los Valores de Realización y al Encuadre de Optimización de los Moldes de la Mente. La felicidad, fruto de este plano de valores, es vivir la vida como una aventura, como un quehacer significativo, estimulante y lúdico. Es llenarse de proyectos o embarcarse con pasión en cualquiera de ellos. De esa forma se tiene la virtud de proyectar, de crear, de perfeccionar, de recrear, de sacar dentro de nosotros todo nuestro potencial y podernos realizar. Estos valores de realización se relacionan de forma muy estrecha con los moldes de encuadre de optimización. El encuadre mental de optimización es la fuerza mental que nos ayuda a remontarnos ante cualquier dificultad o fracaso, que nos potencia, que nos evidencia nuestras propias habilidades y valía, que nos pone delante el éxito, que nos anima, que nos proporciona alternativas, que nos ofrece encuadres creativos, innovadores o atractivos de la realidad, al
tiempo que revisa nuestros propios fallos para sacar la mejor rentabilidad de futuro. Con esos moldes y con una meta significativa podemos desarrollar los valores de realización. Y unos verdaderos valores de realización nos permiten fluir, de forma que la corriente de nuestras propias actividades nos arrastrarán por sí solas. (Hernández, 2002. pp.164 -168). En definitiva, ser feliz significa conjugar los tres planos de valores (primarios, de adaptación y de realización), contando para ello con los tres encuadres focales del pensamiento: implicación vital, ajuste con la realidad y optimización. En definitiva se comprueba como en la base de las tres teorías (El Bienestar Subjetivo Individual, El Pentatriaxios, y los Moldes Mentales) esta el mismo modelo, que en este caso se he estructurado en tres niveles, y que determinan en definitiva la forma en que podemos ser felices. Aunque estas teorías se han planteado de forma empírica diferente y en distintos momentos históricos, se observa como las conclusiones a las que se ha llegado convergen en modelos teóricos comunes. Estas conclusiones plantean muchos retos y promesas para que en futuras investigaciones se profundice aún más sobre estas interrelaciones.
Bibliografía HERNÁNDEZ P. (2002). Los Moldes de la Mente: más allá de la inteligencia emocional. Tafor Publicaciones. Tenerife. HERNÁNDEZ, P. (1991). Psicología de la Educación. Corrientes actuales y teorías aplicadas. Trillas. México.
Enlaces / Suscripción / Participando / Contacto / Aviso Legal
¿QUÉ SON LAS EMOCIONES? Las emociones, como la banda sonora de una película, están presentes en toda nuestra vida, sin embargo, son difíciles de definir, a diferencia de un pensamiento o un acto. ¿Qué sería de una vida sin sentimientos? Hay personas que padecen la enfermedad de la “alexitimia”, que en griego viene a significar algo así como dificultad para leer las emociones. Son personas como estatuas con ojos. Si imagináramos el más perfecto robot que procesara datos y que reaccionara ante los estímulos, sería el mejor ejemplo para valorar lo que significan las emociones. La realidad está ahí, la mente puede conocerla y también puede actuar sobre ella. Así lo haría un sofisticado robot, pero de nada sirve la verdad de los hechos, ni la efectividad de los actos, si no están rubricados por los sentimientos. Los sentimientos son los que permiten el enlace entre la verdad y la vida. Los sentimientos son la conciencia de las emociones y las emociones son la pulpa del psiquismo. El ordenador no tiene emociones; el gato, sí, pero el gato no tiene sentimientos. El hombre, sí, el hombre tiene conciencia y tiene emociones, por lo tanto, tiene sentimientos. Son las emociones las que nos permiten sentirnos bien o mal y son las emociones las que nos presionan para que tengamos que cambiar. Pues bien, si hay algo que cambiar para sentirnos bien, tiene que ver con las emociones y si hay algo que utilizar como gancho y como
condición para el cambio, también, es asunto de las emociones (Hernández, 2002, pp. 376377). Verás, desde Charles Darwin se ha considerado que las emociones tienen un valor funcional, pues ellas nos guían ante las distintas situaciones para acoplarnos o defendernos, incluidas las situaciones sociales. Sin embargo, como tú bien intuyes, la emoción no sólo tiene un valor instrumental. Tiene el valor último de expresión de lo que es vivir, es decir, de degustar la vida. ¿De acuerdo? Desde este punto de vista expresivo-vital, son buenas las emociones agradables, de afectos positivos, y son negativas, las desagradables, de afectos negativos. Ahora bien, desde el punto de vista funcional, todas las emociones, en teoría, son buenas, incluida la ira o el miedo, pues todas y cada una responden a distintos matices adaptativos en la interacción con la realidad. Lo que es discutible es si tal emoción, pongamos por caso la ira, es adecuada, en grado y en expresión, a una situación concreta. Porque, como comprenderás, si te pones iracundo o agresivo en un momento que no viene muy a cuento, que no consigues ningún beneficio con ello y que, incluso, provocas rechazo en el ambiente social, tu conducta hay que calificarla de desadaptada, hasta el punto de que tú mismo te puedes dar cuenta del despropósito (Hernández, 2002, pp. 377-378). El eje más importante en la historia científica de las emociones, ha sido el debate sobre la prioridad de los procesos psicológicos que concurren en el fenómeno emocional. ¿Qué crees que aparece antes? ¿Lo cognitivo (conocimiento y pensamiento)? ¿Lo propiamente afectivo (emociones y sentimientos)? o ¿Lo conativo (impulso y acción), en sus manifestaciones conductuales y corporales?. Quisiera que cayeras en la cuenta del valor de esta discusión. ¿Por qué es importante? Porque, en el fondo, interesa controlar las emociones. Controlarlas significa usarlas inteligentemente, es decir, en unos casos interesa enfriarlas; en otros, encenderlas, en otros, encauzarlas hacia la producción del pensamiento y, en otros, rentabilizarlas en función de nuestras metas. Ésta es la vertiente productiva de la inteligencia emocional (Hernández, 2002, p. 378). Las emociones son diferentes en función de las distintas situaciones. Pero, también, puedes pensar que una misma situación provoca diferentes emociones en la gente. Es decir, las personas evalúan los acontecimientos de su vida de forma diferenciada, dando lugar, a su vez, a emociones distintas (Ellsworth y Smith, 1988; Smith y Ellsworth, 1985,1987). ¿A qué se deben las diferentes reacciones emotivas? No queda más remedio que concluir que son producto de las características individuales de las personas. ¿De qué características? Del modo o estrategia que se tenga de pensar y de interpretar la realidad. Efectivamente, los modos peculiares y habituales de reaccionar e interpretar la realidad (moldes cognitivos) los consideramos como los más claros e inmediatos determinantes de las prototípicas reacciones emocionales (Hernández, 2002, pp. 381-382).
Contenidos y aportaciones sobre emociones Emociones Perspectiva general
Perspectiva A plicada
Conceptualización: semejanzas, diferencias, conceptos y teorías contrapuestas
Formación y diferenciación: teorías, desarrollo, tipos, contextos. Relación con otros constructor y fines
Áreas principales
Áreas es p ec ífi c as
Educación
Vida
Clínica Laboral
Sociedad y cultura Psicología positiva
Salud
Jurídica
Deportiva
Otras
QUÉ ES CONSTRUCTIVISMO? El desarrollo actual del constructivismo, además de ser fruto de la expansión de la teoría piagetiana, del desarrollo de las teorías cognitivas del procesamiento de la información, es consecuencia, también, de los avances de la tecnología educativa, especialmente, de los sistemas interactivos. El constructivismo está en la base de todos los movimientos de renovación educativa de los últimos años, en tanto en cuanto se considera al alumno como centro de la enseñanza y como sujeto "mentalmente" activo en la adquisición del conocimiento, al tiempo que se toma como objetivo prioritario, el potenciar sus capacidades de pensamiento y de aprendizaje. El constructivismo surge como contraposición al objetivismo. Este admite la existencia de un mundo real, consideran que el significado de este es generado por nosotros en ese contacto con él, pero no es independiente de nosotros mismos. Esto es lo que permite que existan distintas perspectivas e interpretaciones respecto a unos mismos hechos u objetos. El significado es visto como enraizado y referido a nuestra experiencia (Brown, Collins, y Duguid, 1989). Es necesario dejar claro la funcionalidad del constructivismo, tanto desde la perspectiva cognoscitiva, como desde la perspectiva motivacional y de la eficacia del aprendizaje. 1. 2.
3.
El constructivismo posibilita una mejor integración cognoscitiva del conocimiento, al conectarse éste con la experiencia del alumno, y al fortalecerse por la propia elaboración que implica el proceso de construcción. El constructivismo tiene muchas más probabilidades de generar "motivación intrínseca" por el saber, en el placer de sentirse "autor" y en la satisfacción de encontrar soluciones a los problemas planteados. Para que esto sea así, sin embargo, se requiere una serie de condiciones. El constructivismo propicia una mayor eficacia del aprendizaje, en tanto en cuanto, se oriente hacia la elaboración y el pensamiento productivo, potenciando el desarrollo intelectivo de los sujetos.
El constructivismo ofrece distintos grados y matices, que son productos de la intensidad y de los enfoques que de él se hagan y que son explicados por los distintos aspectos que el constructivismo conlleva, como son:
1. Conocimiento dado o construido. La diferencia instruccional más importante del constructivismo respecto al objetivismo, es que, desde la perspectiva objetivista, el conocimiento es dado o prestado. El alumno tiene que reflejar o copiar el conocimiento transmitido. El aprendizaje significativo presupone, en el alumno, activación del conocimiento adquirido y autenticidad del conocimiento a adquirir. La autenticidad se traduce por el hecho de que lo que el alumno adquiere se conecta y se integra, intrínsecamente, en las estructuras cognitivas desarrolladas en la experiencia como parte de ellas mismas. En el aprendizaje memorístico, por el contrario, la información adquirida es un elemento extraño, quedando artificialmente “pegado”, como una etiqueta o rótulo, a estructuras cognoscitivas extrínsecas, superficiales o desintegradas. 2. Conocimiento significativo o “rotulado”.
3. Conocimiento significativo o construido. Se considera que si el aprendizaje es significativo, en el sentido de estar conectado con los conocimientos previos de los alumnos, se admite que ha habido un proceso constructivo, aunque hay que hacer las siguientes matizaciones: 1. El carácter significativo del aprendizaje es una condición indispensable del constructivismo, pero no se agota en él. 2. Es preciso que exista un cierto grado de cuestionamiento o búsqueda por parte del que aprende. 3. No es necesario que esa búsqueda tenga manifestaciones externas, ni que suponga un proceso alargado en el tiempo, ni que sea un aprendizaje autónomo, basta con que el sujeto se vea “enganchado” en el cuestionamiento y búsqueda sugerida.
4. Aprendizaje individual y social.La adquisición del conocimiento es fundamentalmente social, pero el que sea constructivo o no, requiere de un clima, de un talante y de unos medios de aprendizaje que faciliten la dialéctica entre la información dada por la sociedad y la información construida por el sujeto (mediación y negociación del conocimiento). 5. El escenario escolar y el natural. El constructivismo está en la base de todo conocimiento, pero el conocimiento formalizado y prestado que suele desarrollar la escuela, es lo que hace restar capacidad de construcción a los alumnos, a diferencia del aprendizaje en ambiente naturales. Sin embargo, no todos los aprendizajes en ambientes naturales son constructivistas, pues existe, también, bastantes prácticas de simple transmisión por parte de personas adultas, expertas o revestidas de mayor liderazgo. 6. El aprendiz, como variable en la construcción del conocimiento. En cualquier caso, estamos hablando de situaciones más o menos constructivistas, pero los individuos pueden también alejarse, internamente, de las situaciones. De tal forma que, en situaciones escolares, con procedimientos objetivistas y directivos, puede haber alumnos que, por si mismos, adopten posiciones constructivistas ante el conocimiento prestado. Este hecho, lo que demuestra, es que la naturaleza humana es constructivista, aunque existan diferencias. 7. Conocimiento académico y conocimiento cotidiano. Para conseguir una adecuada integración entre ambos conocimientos, que es lo que hace que el aprendizaje sea significativo, entre el objeto que viene de fuera y las estructuras cognoscitivas del sujeto que vienen de dentro, es necesario suscitar los esquemas y las experiencias específicas y pertinentes de los alumnos.
Por lo tanto, el enriquecimiento del alumno no está en el simple hecho de que maneje sus experiencias y cotidianiedad, sino en que éstas entren en juego, conflicto o dialéctica con el conocimiento académico. La conclusión es clara, el mejor aprendizaje es cuando, la nueva información se conecta con los conceptos, los esquemas, las experiencias del sujeto y, a su vez, se posibilita actividades de elaboración. Se trata de un proceso no lineal, sino interactivo y dialéctico entre el currículum (contenidos externos) y el universo interno del alumno. Para realizar una enseñanza constructivista, lo prioritario es asumir la teoría constructivista para que exista concordancia entre lo que se piensa y lo que hace; generar un clima distendido y de respeto en clase, para posibilitar la participación y construcción de los alumnos; desarrollar una metodología predominantemente psicocéntrica, aunque se utilicen otros métodos complementarios; y , por último, disponer de las condiciones y hacer uso de las estrategias que facilitan la construcción del conocimiento en los alumnos. También tenemos que asumir la teoría constructivista en todas sus implicaciones, pues ella exige modificar los prejuicios, o teorías implícitas interferentes, por ejemplo, respecto al potencial que tienen los alumnos para aportar y construir conocimientos; respecto al papel del aprendizaje cooperativo de los demás alumnos; respecto al papel suscitador del profesor y respecto al carácter mediador de las propias materias de enseñanza (sin ser fin en sí mismas); etc. Además el constructivismo sólo es posible en un clima distendido, afectivo, pero, sobre todo, personalizado, basado en el respeto a los alumnos y en la creencia firme de su potencial de construcción. No existen métodos constructivistas, pero si existen métodos más posibilitadores que otros de una enseñanza constructivista. Tal como se puede observar en el modelo MAMI (“Modelo para Asignar los Métodos de Instrucción”, ver modelo), que mostramos en el cuadro 6, son las tres casillas de la parte inferior las correspondientes a las metodologías más constructivistas. Por otro lado, los métodos reflejan modos genéricos de proceder. Por eso creemos que, a través de las actividades, estrategias y evaluación de la enseñanza, es donde mejor se refleja el sentido constructivista de la enseñanza. Para saber que profesores son profesores constructivistas, tenemos que observar que las actividades de los profesores con sus alumnos, en clase, pueden discurrir, en distintos momentos, por cada una de las celdillas del modelo MAMI (ver modelo) mostrado, pero también es cierto, que unos profesores se sitúan predominantemente más en unas celdillas que en otras. En cualquier caso, el modelo MAMI es sólo un mapa de orientación situacional en la dimensión objetiva-constructivista de la enseñanza, pero la cuestión no es sólo determinar si se es más o menos constructivista y qué tipo de constructivismo se practica, sino también cuál es la calidad del constructivismo que se ofrece, y sobre esto, no dice nada el MAMI. Y son el clima dominante en la clase, las estrategias aplicadas en cada modalidad del MAMI y el tipo de evaluación, lo que mejor puede posibilitar esa calidad. Por último, a la hora de abordar la formación del profesorado, no hay que olvidar que también hay que ser constructivista con el profesorado, partiendo de sus concepciones y de su práctica, y valorando cuánto de positivo posee, construyendo sobre ello las nuevas perspectivas pedagógicas. Tampoco hay que olvidar que profesores constructivistas, en alguna
medida, han existido en toda la historia y yo mismo tengo que reconocer y agradecer a varios de mis propios profesores, como extraordinarios maestros constructivistas, propensos a plantear cuestionamientos y contradicciones, en el afán de disponernos a reflexionar, a debatir, a enjuiciar o a investigar.
Contenidos y aportaciones sobre constructivismo Constructivismo Perspectiva Aplicada Áreas princip ales Áre as es p ec ífi ca s
Perspectiva g eneral
Educación
Vida
Clínica
Sociedad y cultura
Laboral
Psicología positiva
Salud
Jurídica
Deportiva
Otras
Conceptualización y otras teorías
Fundamentación
Metodología
Modelo mami
EVALUACION Y TERAPIA MULTIMODAL
Arnold A. Lazarus
El enfoque multimodal de evaluación tiene cada vez más aceptación en campos como la psicologia clínica, la psiquiatria y la enfermeria psiquiátrica . Se basa en los trabajos del psicólogo Arnol A. Lazarus , uno de los autores pioneros de la terapia de conducta. El sistema multimodal trata de evaluar la "personalidad total" del cliente cubriendo su perfil C.A.S.I.Co (C : Cognición , A : Afecto, S : base Somática , I : Interpersonal y Co : Conducta ) . Parte de la concepción de que los seres humanos tiene imágenes y pensamientos (cognición) , afectos , sensaciones sobre una base somática y conductas en contextos interpersonales . Cada caso puede ser evaluado en las anteriores dimensiones y las interacciones que se producen entre ellas. Se presentan una serie de fichas y escalas de evaluación , preferentemente multimodales, que pretenden ser de utilidad en la evaluación de casos. Documentos elaborados por Juan José Ruiz Sanchez en 1997 y 1998.
1 . Evaluación general -Escalas/Fichas Primarias:
Ficha de evaluación multimodal en adultos Ficha de evaluación multimodal infantil
2 . Evaluación de trastornos-Escalas/Fichas Secundarias: Trastornos infanto-juveniles : (Algunos trastornos)
Autismo Enuresis Hiperactividad
Trastornos juveniles-adultos : (Algunos trastornos)
Ansiedad Generalizada Agorafobia Fobia específica Fobia social Trastorno de estrés postraumático Trastorno Obsesivo compulsivo Trastorno de pánico Esquizofrenia Ideas delirantes crónicas Anorexia Bulimia Trastornos sexuales Trastornos dicociativos Trastornos somatoformes Alcoholismo Trastornos bipolar Depresión Trastornos de la personalidad
3. Guias multimodales de tratamiento : (Ruiz, 1997-98)
Terapia de la enuresis Terapia del alcoholismo Trastorno de conducta infantil Terapia de la hiperactividad Terapia del autismo Terapia de las disfunciones sexuales
Terapia Multimodial de A. Lazarus
Arnold A. Lazarus
La terapia multimodal desarrollada por Arnold A. Lazarus, en los años 80, supone la renovación y ampliación de la terapia de la conducta, fundada por este mismo autor y Wolpe a mediados de los años cincuenta. Se sitúa en el marco de los enfoque de la modificación de conducta, pero supone una seria alternativa a las orientaciones basadas en los modelos "unidimensionales" del conductismo radical, los enfoques cognitivos y la nosología al uso. De manera indirecta y solapada en la psiquiatría se va aceptando progresivamente el uso de enfoques multiniveles supuestamente más eficaces.
¿Que aporta la terapia multimodal al campo de la psicoterapia? Partamos de un ejemplo de un supuesto caso clínico: "Me siento deprimido, tengo 42 años y no he conseguido nada importante en mi vida. Mi esposa me critica de estar muy apegado a mi madre. Odio a mi jefe y no me gusta nada mi trabajo. No me entiendo con mis hijos. He dejado de salir y me he recluido en casa .He pensado en suicidarme. Mi médico de cabecera dice que soy un hipocondríaco, pero no deja de dolerme continuamente la cabeza y comienzo a pensar que tengo algo grave”. Multitud de clínicos están habituados a escuchar quejas similares a estas, y muchas más variantes, en todo el mundo. Los aficionados al DSM-IV trataran de codificar las quejas y síntomas en las categorías preestablecidas, y de hacer un diagnóstico diferencial con cuestiones orgánico-neurológicas. El terapeuta familiar quizás trate de analizar la función del síntoma del "paciente identificado" en el sistema familiar. El terapeuta formado psicoanalíticamente tratará de "escuchar" el despliegue del discurso del paciente a fin de que este mismo de cabida a nuevos significantes no tenidos en cuenta inicialmente. El terapeuta conductual tratará de identificar las conductas disfuncionales implicadas en las secuencias de malestar y los factores que parecen mantenerlas. El terapeuta cognitivo tratará de identificar las distorsiones cognitivas e ideas erróneas que subyacen a esa depresión. Cada terapeuta interpretará, elaborará y codificará los datos clínicos en función de su orientación particular; orientación que puede no ser apropiada para ese paciente en particular. La terapia multimodal parte de las antípodas al anterior enfoque que considera de
preconcepción teórica. El enfoque multimodal está sin embargo vinculado a la teoría cognitivaconductual. Cada vez es más notorio que la terapia cognitiva-conductual es reconocida como el enfoque más efectivo para la inmensa mayoría de los trastornos psiquiátricos junto con los psicofármacos. Basta con ojear los principales manuales actuales de psiquiatría y psicología clínica de prestigio internacional e incluso nacional para comprobar la veracidad de la anterior afirmación. La misma tendencia aparece en los manuales monográficos dirigido a psiquiatras por las casas de los productos psicofarmaceúticos, donde al referirse a los tratamientos psicológicos estos son la mayoría de las veces de tipo cognitivo. El reconocimiento no es tan solo autogenerado desde las propias posiciones cognitivas-conductuales, es evidente que la tendencia mayoritaria de la psiquiatría lo reconoce así, al menos desde el DSM-IV. A mayor tendencia a considerar criterios científicos de investigación y tratamiento, mayor tendencia a acercarse a los planteamientos cognitivos-conductuales de la psicoterapia. No ver esto es estar ciego a la evidencia o un asunto de "resistencia”. Sin embargo, el enfoque cognitivo-conductual presenta también importantes problemas y serias limitaciones. Una de las áreas que más problemas presenta es la evaluación de las dificultades en cada caso concreto a fin de ajustar un tratamiento adecuado. Podemos considerar al menos tres estrategias conductuales para seleccionar el tratamiento adecuado (Nelson, 1984): el análisis funcional, la estrategia de la conducta clave y la estrategia diagnóstica. El análisis funcional se centra sobretodo en el estudio de las variables actuales de mantenimiento de la conducta problemática. Parece adecuado sobretodo para conductas específicas referidas a situaciones concretas. Para los clínicos conductuales en muchas ocasiones el análisis funcional es irrelevante, cuando se trata de conductas más, donde el análisis parece basarse más en hipótesis que en datos de observación. El análisis funcional ha sido defendido sobretodo por los conductistas radicales. Los problemas monosintomáticos y repetitivos parecen los que mejor se adecuan al análisis funcional. La estrategia de la conducta clave es la preferida por los terapeutas cognitivo-conductuales y se basa en la relación reciproca entre los componentes cognitivos-motores y fisiológicos del sujeto. Mientras que el análisis funcional se basa en la relación estimulo-respuesta-consecuencia, la estrategia de la conducta clave se centra en la relación respuesta-respuesta, de como al cambiar una conducta de una secuencia cambia sus otros componentes. Un ejemplo de esto seria la terapia cognitiva de la depresión centrada en el cambio cognitivo y conductual para cambiar el estado afectivo. La tercera estrategia se relaciona más con el enfoque psiquiátrico de diagnóstico (en la línea del DSM-IV y el CIE-10) y considera la clasificación de los problemas en categorías diagnósticas a fin de seleccionar tratamientos adecuados. Este último enfoque es el que se va haciendo preponderante también en el campo de la psicología clínica y la terapia cognitivo-conductual. Suele ir asociado al enfoque de la conducta clave y pretende protocolizar las intervenciones en los distintos trastornos psiquiátricos, siendo estas antes analizadas bajo el modelo cognitivoconductual (de la conducta clave). El problema de estos tres enfoques es que ninguno considera las particularidades del caso concreto que no se ajusta casi nunca a los "criterios del manual”. Si nos centramos en la conducta problemática como suele hacerse desde el análisis funcional obviamos el análisis de la demanda. Los problemas presentados inicialmente no siempre son las dificultades relevantes en cada caso. El síntoma a veces encubre dificultades más importantes o centrales. La estrategia de la conducta clave se acerca más a las dificultades específicas del caso, pero suele centrarse casi siempre en los síntomas de la demanda inicial. Por último la estrategia diagnóstica es útil al proporcionar al terapeuta una guía protocolarizada de actuación, pero obvia las particularidades del caso concreto que muchas veces no se ajusta al trabajo protocolario. La terapia multimodal pretender dar solución a estas cuestiones.
El enfoque de la terapia multimodal se centra en buscar un tratamiento adecuado a cada caso en particular. Para ello analiza las características de cada caso en distintas modalidades o dimensiones distintas pero relacionadas. Se trata de obtener una
información global y minuciosa de cada persona y su ambiente social. Distingue siete mod alidades de funcionamiento personal que denomina "B.A.S.I.C.CO.S" que representan por orden las siglas de : Bio lógico (B), Afectivo (A), Sensor ial (S), Im aginación (I), Cogn ición (C), Cond uct a (Co) Y Relacio nes So ciales (S) . La terapia multimodal evalúa en cada caso cada una de estas siete funciones y su interacción. Dependiendo del tipo de relación que se establece entre ellas y de su secuencia se busca una estrategia de tratamiento a la medida. La evaluación se inicia realizando el llamado "puenteo" que consiste en comunicarse con el/los demandantes en el nivel multimodal que se expresa en el motivo de consulta inicial. Después se complementa con la evaluación de las siguientes modalidades. En esto consiste el llamado "análisis multimodal de primer orden”. De manera esquemática en cada modalidad se recogería la siguiente información:
-BIOLÓGICO: Lista de medicamentos y drogas consumidas. Actividad física y ejercicio. Dieta y alimentación. Enfermedades padecidas pasadas y actuales relevantes.
-AFECTOS: Emociones sentidas con más frecuencia. Emociones indeseadas. Que conductas presenta el sujeto cuando experimenta esas emociones (anotar en el modal conducta).
-SENSACIONES: Listado de sensaciones negativas experimentadas. Efectos sobre los afectos de esas sensaciones (anotar en modal afectivo) y la conducta (anotar en modalidad conducta). Sensaciones mas placenteras. Sensaciones y estimulación sexual placentera/displacentera.
-IMAGINERIA: Sueños, recuerdos o imágenes recurrentes de carácter molesto. Auto imagen física-corporal. Imágenes y fantasías preferidas. Efectos sobre las otras modalidades.
-CONDUCTA: Actividades y conductas manifiestas. Hábitos o actividades que se desearía incrementar. Hábitos o actividades que se desearía disminuir. Habilidades o carencias conductuales.
-COGNITIVO: Listado de auto diálogos negativos que generan emociones y conductas disfuncionales. Pensamientos automáticos y creencias irracionales. Expectativas sobre la terapia y atribuciones de cambio. Efectos de las cogniciones sobre las otras modalidades.
-SOCIAL: Problemas con otras personas. Como afectan o reaccionan estas personas ante las conductas del paciente. Como afecta las conductas del paciente a estas personas. Gama, tipo, calidad y cantidad de relaciones sociales. Asertividad y habilidades sociales. Papel del síntoma en el sistema familiar o de pareja. Si es necesario, se realiza el llamado "análisis multimodal de segundo orden" para problemas más complicados expresados en una determinada modalidad. En este caso se evaluaría de nuevo los distintos niveles implicados en un problema particular de una modalidad. Por ejemplo, tenemos un caso que presenta el siguiente perfil multimodal: B : Hace poco ejercicio . Fumador A : Depresión S : Sintomas de mareo I : Se ve poco atractivo Co : Evita acercarse a chicas atractivas
C : Perfeccionista. Cree que debe ser competente en sus actividades de manera rigida. Catastrofismo ante errores o su anticipación. S : Incapaz de hacer amistades con chicas. Supongamos que por alguna razón clínica relevante deseáramos un análisis mas preciso de una de las modalidades apuntadas, por ejemplo la social. En este caso aplicaríamos la misma sistemática multimodal a esa modalidad. Obtendríamos así el "perfil multimodal de 2º orden”. Por ejemplo: P.M 2º Orden de: "Incapaz de hacer amistades con chicas" B: Bebe alcohol en exceso para intentar acercarse a las chicas A: Ansioso y vergonzudo S: Nauseas y malestar-tensión en el estómago I : Imagen ansiosa del "no" al acercamiento Co : Dá rodeos y no se acerca C: Se dice a si mismo: "Me va a rechazar" . "Si me rechazan no valgo nada" So: Dificultad para responder a las críticas y expresar sus opiniones o deseos. No asertivo con mujeres. Dificultad para evitar o confrontar las opiniones de su madre Los anteriores perfiles multimodales orientarían al terapeuta sobre las áreas implicadas en las dificultades del paciente, y donde se tendría que intervenir en función de su interrelación y secuencia. Si se encuentran dificultades de evaluación o intervención se realiza un análisis mas pormenorizado de cada modalidad (perfil de 2º orden) . Este enfoque multimodal de evaluación constituye una poderosa alternativa a los "sistemas unidimensionales" apuntados por otros enfoques terapéuticos y que podrían incluir a los siguientes: B: Enfoque médico-psiquiátrico basado en modelos biológicos y las nosologías del DSMs y CIEs en curso, así como las exploraciones médicas . A: Enfoques psicodinámicos y humanistas . S: Enfoques "psicocorporales", gestálticos o bioenergéticos. I: Enfoques basados en las terapias imaginativas, regresivas e hipnoterapéuticas. Co: Enfoques conductuales tradicionales C: Enfoques cognitivos y constructivistas S: Enfoques sistémicos, interpersonales y psicosociales. La terapia multimodal apunta a todos los niveles referidos, pero con una teoría integrada de tipo cognitivo-social basada en el aprendizaje social. No defiende por lo tanto el eclecticismo teórico, sino el técnico: la primacía de las intervenciones de evaluación y técnicas de terapia, provengan del enfoque que provengan, que sean efectivas para el mayor número de clientes posibles y en el menor tiempo posible. Desde este punto de vista interesa muy poco los debates teóricos entre las distintas terapias (que ya son muy viejos y no aportan nada sustancial) sino la efectividad para unos fines clínicos relevantes. El presente enfoque constituye un poderoso antídoto al enfoque psiquiátrico dominante basado en los DSM y los CIE-10, ya que aquellos no aportan una evaluación fina de los problemas ni orientaciones efectivas para los mismos. Las categorías de los sistemas nosológicos en curso no aportan precisión sobre los problemas concretos, ya que bajo sus etiquetas esconden una diversidad de perfiles de problemas personales e interpersonales inabordables y obviados por aquellos. Por otro lado, frente a las terapias unidimensionales (véase listado anterior) intenta superar el "sesgo de perspectiva" que produce centrarse en una o dos modalidades personales
a lo sumo, y que podrían ser inadecuadas al caso-sujeto en cuestión.
“Psicoterapia Integrativa”
En principio vamos a definir que entendemos nosotros por psicoterapia, ya que hay v ariadas maneras de entenderla y desarrollarla: A La Psicoterapia podemo s definirla como una serie de procedimientos basados en la comunicación, a fin de modif icar los pensam ientos , imágenes, emoc iones, sensacio nes y cond uctas de la persona (Dentro de un m edio social)
Estos son pasajes del libro del Dr. Fabio Celnikier “Construcción Cuerpo mente: Raíces De La Terapia Integrativa”, extraídos del capítulo Una Visión Integrativa del Cuerpo Y La Mente; Que
definen por sus propias palabras el sentido humanista y a la vez neurocientífico de la Terapia Integrativa Estratégica:
“… antes de adentrarnos en los entretelones de la relación mente-cuerpo, conviene preguntarnos: ¿P o r q u én o s en fe rm am o s ta n to cu an d o es tam o s ag o b iad o s ? ¿H ay un a d ivis ió n en tr e c u er p o y al m a (o me n te , o psiq ue, o espíritu)? ¿Es sano pens ar al cuerpo com o un ente separado d e nuestro s fenómeno s mentales? ¿Cuáles son las con secuen cias de este pensamient o dualist a? ¿Hay enfermedades exclusivas de la mente o del cuerpo?” “…he escuchado a mis pacientes decir frases como “Se me rompió el corazón” (refiriéndose a la tristeza); “Me hice encima de miedo”(es obvio que se referían a una situación de temor); “Lo tengo atragantado aquí….” (La rabia contenida); o bien “Me partió el alma… (Lástima)”. Estas frases marc an la imp osib ilidad d e dividir aquello q ue estáunid o entr añ ablement e. No existe tal división entre carne y alma. O bien, para nuestra salud, no co nviene vivir co nvencidos de tal divorcio….” “Por ello propongo que la psicoterapia no es solo un tratamiento o entrenamiento para las mentes. Debe ser INTEGRATIVA. Los terapeutas actuamos sobre el cuerpo tanto c omo sobre el cerebro, nuestras mentes. Nuestras intervenciones terapéuticas, nuestras palabras con su sello y melodía, cambian la química corporal d e nuestros pacientes, y no solo solo pensamientos y emociones. Y esos cambios perduran. No tengan dudas de ello.” “Nos hemos dado cuenta de que es necesario comprender al ser humano integrativamente y dejar de fragmentarlo entre especialidades médicas.”
Hay una idea de Milton Erickson que queremos evocar aquí: “Una terapia es buscada en primer término, no para esclarecer un pasado inmodificable, sino a causa de una insatisfacción con el presente y un deseo de mejorar en el futuro. Aún cuando tengamos que hacer alguna que otra incursión en el ayer.” Erickson nos indicaba que “el pasado no puede cambiarse; sólo se cambia la interpretación y el modo que tenemos de verlo, e incluso esto se modifica con el paso del tiempo. Las memorias alguna vez percibidas y consolidadas sufren cambios con el tiempo. Se distorsionan. Y al evocarlas otro tanto.” Tenemos la impresión que fueron Milton y sus discípulos (como Haley ) los que introdujeron el término Terapia Es tr at é g ic a en el campo de las psicoterapias. El objetivo de l a psicoterapia integrativa se resume en esta frase que hemos escuchado desde lo más temprano de nuestra formación, del Dr. Roberto Kertesz : “Calidad De Vida .” Eso es lo que buscamos. Para eso estudiamos y trabajamos. Y eso pretendemos para nosotros y nuestro prójimo. Conociendo a las diferentes neurociencias y a la neurociencia misma, los terapeutas sabemos que las distintas corrientes en la teoría y p ráctica de la psicología humana abordarán al paciente privilegiando u nas u otras “herramientas Cuerpo - Mente” . Ninguna escuela de psicoterapia lo explica todo ni da solución mágica al padecer humano. Sabemos que cada una de ellas saca mejor provecho de alguna función o recurso especial en todas las dimensiones del sujeto. Y cada una de estas corrientes terapéuticas tiene también sus zonas de carencia. Sus zonas ciegas.
La Psico terapia Integrativa tiene en cuenta muchos puntos de vista del funcionamiento humano en su conjunto. Un abordaje “multinivel”. Trata de integrar todas las posibilidades y herramientas que estén a la mano del terapeuta. Eso es lo que hacemos. Es la evolución lógica del eclecticismo . ¿Sabían ustedes que hoy existen alrededor de 500 escuelas de psicología reconocidas? Todas las corrientes de psicología son dignas de estudiar y aprender. Y luego utilizar, por supuesto. Por ello desde hace muchos años trabajamos gic a con la modalidad que llamamos Terapi a Integ rativ a Est raté , con toda la convicción de que a muchas escuelas y técnicas de psicoterapia se las puede integrar incluso en el plano teórico, y no solo hacer buen uso de sus técnicas en forma independiente. Creo que la tendencia actual debería ser la integración global teórica. Ahí nos sumamos, con la esperanza de ser la mejor versión de nosotros mismos todos los días. Los que trabajamos con T.I.E , y en nuestro lugar e n particular, agregamos como punto integrativo fundamental a la PNIE (PsicoNeuroInmunoEndocrinología). Que es un paradigma de abordaje en salud más que una especialidad más de la medicina. Tal vez, hilando fino entre las ciencias, sean los fundamentos filosóficos que subyacen a este enfoque el c o n s t r u c t i v i s m o en el campo del pensamiento , y el principio de incertidumb re de la física cuántica. Este último nos enseña que es imposible para cualquier escuela de psicoterapia ofrecer una explicación absolutamente "verdadera" y "definitiva" de la realidad, y cabalga sobre el hecho de que la realidad está determinada por el punto de observación del sujeto que observa. Y cada teoría de la personalidad, cada escuela de psicología, enfoca a la conflictiva humana desde sus propias bondades pero también desde sus propias limitaciones. El p ens am ient o estr até gic o se interesa por la funcionalidad del comportamiento humano frente a los problemas de la existencia y de la convivencia entre individuos. El objetivo es el buen funcionamiento de estas relaciones, no en términos generales y absolutos de normalidad, sino en términos de realidad totalmente personal, diversa de indi viduo a individuo y de contexto a contexto. Y entonces vemos como el pensamiento estratégico es en psicoterapia un complemento ideal para el enfoque integrativo. Históricamente, la Psicoterapia Integrativa fue “formalmente” desarrollada por R ichard Erskine; Rebecca Trautmann y J a n e t M o u r s u n d en el Institute for Integrative Psychotherapy en Nueva York, U.S.A. Debo, deseo, y es adecuado hacer mención a esto. Muchos psicoterapeutas latinoamericanos venimos trabajando en el sentido de la integración multidimensional desde hace ya muchos años, en diferentes puntos de nuestra región, con caminos más o menos similares a estos pioneros. Erskine; Trautmann y Moursund se referían en primer lugar al proceso de integración de la personalidad, y en esta modalidad de tratamiento se buscaba ayudar al cliente a asimilar y armonizar los contenidos de sus estados del yo (Análisis Transaccional), disminuir los mecanismos de defensa (jerga psicoanalítica), modificar el guión de vida (Otra vez el A.T) y volver a conectar plenamente con el mundo al paciente. Tal búsqueda está fundada en que la integración personal aumenta la capacidad del ser humano para contactarse con uno mismo, con los demás, y con el mundo (Filosofía Gestáltica). Robert Neymeyer , allá por 1993, desarrolló un esquema donde se describe los diferentes niveles posibles de integración en Psicoterapia:
Eclecticismo Técnico: A) Eclecticismo intuitivo (Whitaker y Keith) B) Eclecticismo sistemático (Lazarus) Factores comunes (Goldfried) Integración teórica (P. Wachtel) Integración metadisciplinaria (Horowitz) Lenguaje común (Discroll y Strong) Integración teórica progresiva (Neymeyer y Feixas)
cn ic as terapéuticas. Un poco Respecto a la evolución de la Terapia Integ rativa , lo más sencillo es la in teg rac ión d e té más difícil es llegar a una Teo ría C lín ic a In te g ra da , para luego pasar a la Teo ría Fo rm al y, finalmente a la Me ta te o r ía . Esto último es lo que muchos pretendemos y sobre lo que vamos avanzando, y depende en g ran parte de la d iscusión de las bases filosóficas y científicas de cada teoría. Por ello es un camino dificultoso. Pero un camino necesario.
Más allá de todo lo descrito anteriormente, para un adecuado abordaje psicoterapéutico recomendamos:
Trabajar con Grupos de Terapia que a la vez ofrezcan trabajo terapéutico guiado y contención. “Holding”.
Tener una escucha activa y trabajar la empatía con el paciente.
Entender y comprender otras culturas, usos, y costumbres.
No ser pasivo.
No temerle al afecto y a las propias emociones en general (Ser buenos “Abrazoterapeutas”)
No creer ser poseedores de una verdad teórica indiscutible dentro de la cual se intente “meter” al paciente.
Ser creativo. Hacer un trabajo a conciencia para ello, si no sale naturalmente.
Tomarse un tiempo para “Psicoeducar” al paciente y a su familia.
El abordaje PNIE es indispensable para un pensamiento realmente integrador.
Hacer uso racional de los psicofármacos que la tecnología nos brinda. Estos son de ayuda primordial. No se debe esperar a que el paciente esté grave para utilizar las bondades de los medicamentos que hay hoy en día.
No sea ortodoxo, sea eficaz
No hay verdades, hay resultados.
LA TERAPIA MULTIMODAL COMO ALTERNATIVA
J. J. Ruiz Sánchez* y J. J. Cano Sánchez**
La terapia multimodal de A. Lazarus (1983,1985, 1986,1987) es una terapia de tipo cognitivoconductual con una serie de caractericticas diferenciales que aquí apuntaremos. Hay una cierta polémica en el acuñamiento del término "terapia de conducta" (Kazdin , 1991) que para uno es denominada asi por Eysenck (Inglaterra), para otros por Skinner (EEUU) y para otros autores por Wolpe y Lazarus (Sudáfrica). El hecho es que A . Lazarus es uno de los primeros terapeutas que parecen adscritos al enfoque de la terapia de conducta .De hecho participa como coautor del primer manual de terapia de conducta "Behavior therapy techniques " (Wolpe y Lazarus, 1966) . Sus aportaciones a este campo pasan por las primeras investigaciones de la efectividad de la desensibilización sistemática a las fobias, la terapia de conducta de la depresión , la aplicación de métodos operantes y respondientes a los trastornos infantiles y la invección de nuevas técnicas como la imaginación emotiva , la relajación diferencial y otras técnicas cognitivasimaginativas . A pesar de su vinculación inicial a la terapia de conducta, este autor no se consideró en ningún momento un conductista radical (Lazarus, 1981) y pronto advirtió las propias limitaciones de los enfoques de la modificación de conducta que en años más actuales se han vuelto a replantear ( p.e Goldfried, 1996 ; Perez Alvarez, 1996) . De hecho en su libro "Behavior therapy and beyond " ( A. Lazarus, 1971) [ Más allá de la terapia de conducta ] comienza a plantear ya la reformulación de la terapia de conducta al uso . Plantea en esta obra la necesidad de adaptar la terapia a las caractericticas personales del individuo en cuestión , el análisis de la demanda de tratamiento (en base a las expectativas , necesidades del cliente, actitudes personales y aspectos socioculturales ) y el empleo de técnicas cognitivas en la evaluación y tratamiento de casos . La aportación básica de esta obra , que después desarrollará en el modelo multimodal , es la propuesta de una terapia ecléctica técnicamente (teóricamente cognitiva-conductual) de "amplio espectro" que tiene como finalidad la evaluación amplia del problema y la selección de técnicas eficaces. Es importante señalar que en esta obra se recoge la evaluación de aspectos cognitivos, cuando en la época se insistía en la evaluación-intervención de la conducta motora y observable como lo prioritario ,o a lo sumo el relato de aspectos emocionales/fisiológicos . En la época actual se está reconsiderando las limitaciones de la terapia de conducta (o cognitivaconductual) no solo como un aspecto de crisis negativa, cualidad de toda crisis, sino también como momento propicio de maduración de este enfoque . Golfried (1996) hace un listado de puntos fuertes y débiles de la terapia de conducta, y nuevas orientaciones al respecto, que presentamos esquemáticamente :
PUNTO 1: Merito: Análisis fino de las reacciones y consecuencias específicas de como actúa un individuo en una situación dada. Limitaciones: Obscurece los patrones más generales de funcionamiento en el contexto social, las caractericticas de "personalidad", y las interacciones personales. Nuevas direcciones: Enfoques que consideran la dinámica interpersonal y la integración de aspectos conductuales y estratégicos. Nota: Este punto está recogido en un enfoque multinivel-sistémico en Lazarus (1983) y Kwee (1991)
PUNTO 2: Mérito: Dedicación y refinamiento de técnicas específicas Limitaciones: Se presta poca atención a las diferencias personales y a los principios de cambio. Nuevas direcciones : Orientación hacia el estudio de los procesos de cambio. Adopción de aportaciones de otros enfoques terapéuticos. Nota: La terapia multimodal presta una especial atención a los perfiles de funcionamiento personales e interpersonales , asi como a la interacción de múltiples procesos de cambio.
PUNTO 3: Mérito : Adopta un modelo educativo y de entrenamiento transmisible y enseñable con énfasis en la utilidad . Limitaciones : Facilita las resistencias de pacientes con problemas con la autoridad o los enfoques más directivos . Nuevas direcciones : Mayor importancia de la relación terapéutica y el estilo terapéutico . Psicoterapia analítica funcional y Terapia conductual dialéctica. Nota : La terapia multimodal evalúa la necesidad o no de un enfoque directivo o no directivo (p.e la "fantasía de la isla deshabitada" como evaluación del rol del terapeuta en función del rol del paciente en las interacciones sociales).
PUNTO 4 : Mérito : Focalización en la vida actual real . Limitaciones : Presta poca atención a la conducta presentada en la misma sesión como muestra relevante de los problemas del paciente en la vida real. Nuevas direcciones : Exploración de la conducta relacional en la misma sesión. Psicoterapia analítica funcional. Nota : Por lo general, este aspecto parece también descuidado en el enfoque multimodal de Lazarus, salvo en la fase de evaluación previa de la directividad o no a seguir.
PUNTO 5: Mérito : Importancia de la investigación de la eficacia y resultados de la terapia. Limitaciones: Descuido del proceso terapéutico . Nuevas direcciones: Adopción de métodos de investigación del proceso terapéutico en la línea de los enfoques psicodinámicos y experienciales.
Nota : La terapia multimodal presta más atención al "perfil del paciente en cuestión" y la efectividad que al proceso de cambio . Considera que el estudio del proceso es relativamente irrelevante , ya que cae en la disquicisión teórica que es vacía si no se acompaña de resultados más eficaces.
PUNTO 6: Mérito: Desarrollo de técnicas específicas para el manejo de síntomas específicos . Limitaciones: Se ha prestado poca atención a los p roblemas interpersonales complejos. Nuevas direcciones : Reconsideración de los problemas de personalidad y la resistencia. Nota: La terapia multimodal presta especial atención al modal social o interpersonal y al "perfil de funcionamiento personal del sujeto " o sea la personalidad en su contexto (p.e el uso de los llamados perfiles "estructurales" de tipo multimodal) , pero mas cercana a niveles de funcionamiento que a inferencias de estructuras y rasgos. Actualmente hay un creciente descontento con la creciente proliferación de terapias, el principal motivo sin duda que ha desarrollado el llamado movimiento integrador en psicoterapia. Karasu (1986) llega a listar unas 400 "escuelas" de psicoterapia, que con mucho excede a las cinco orientaciones clásicas presentadas en este manual. La época freudiana y postfreudiana se caracterizó por la defensa a ultranza de las propias escuelas (psicoanalítica, conductista, humanista, etc) cuyas posiciones eran defendidas con verdadera pasión. Surgían los nuevos mesías y el entorno de discípulos. Los disidentes eran pronto expulsados, "excomulgados" e ignorados; y no digamos de los ajenos a la propia teoría . Con la llegada a mediados de los 80 del espíritu integrador se pretendía poner remedio al anterior panorama. El resultado es la emergencia de "mas de lo mismo". Surgen por doquier nuevas terapias integradoras (cognitivas-dinámicas, psicodinámica-conductual, etc...) cada una con sus respectivos defensores, y ajenas a las otras posiciones. Los resultados de la integración en psicoterapia, según A. Lazarus, han fracasado en su tarea de producir un mayor concenso y acuerdo, asi como en proveer datos empíricos sobre que tratamientos o sus combinaciones son mas efectivos en determinados casos. Esto parece asi por un exceso de teoría preconcebida en vez de abrazar el punto de vista pragmático de utilizar lo que mejor funciona con vistas de ayudar a un mayor número de pacientes. En resumen mucha palabrería y pocos hechos. ¿Que aporta la terapia multimodal al campo de la psicoterapia ?. Partamos de un ejemplo de un supuesto caso clínico : "Me siento deprimido, tengo 42 años y no he conseguido nada importante en mi vida . Mi esposa me critica de estar muy apegado a mi madre. Odio a mi jefe y no me gusta nada mi trabajo. No me entiendo con mis hijos. He dejado de salir y me he recluido en casa .He pensado en suicidarme. Mi médico de cabecera dice que soy un hipocondriaco, pero no deja de dolerme continuamente la cabeza y comienzo a pensar que tengo algo grave " . Multitud de clínicos están habituados a escuchar quejas similares a estas, y muchas más variantes, en todo el mundo. Los aficionados al DSM-IV trataran de codificar las quejas y síntomas en las categorías preestablecidas, y de hacer un diagnóstico diferencial con cuestiones orgánico-neurológicas. El terapeuta familiar quizás trate de analizar la función del síntoma del "paciente identificado" en el sistema familiar . El terapeuta formado psicoanalíticamente tratará de
"escuchar" el despliegue del discurso del paciente a fin de que este mismo de cabida a nuevos significantes no tenidos en cuenta inicialmente. El terapeuta conductual tratará de identificar las conductas disfuncionales implicadas en la secuencias de malestar y los factores que parecen mantenerlas. El terapeuta cognitivo tratará de identificar las distorsiones cognitivas e ideas erróneas que subyacen a esa depresión . Cada terapeuta interpretará, elaborará y codificará los datos clínicos en función de su orientación particular; orientación que puede no ser apropiada para ese paciente en particular . La terapia multimodal parte de las antípodas al anterior enfoque que considera de preconcepción teórica . El enfoque multimodal está sin embargo vinculado a la teoría cognitiva-conductual. Cada vez es más notorio que la terapia cognitiva-conductual es reconicida como el enfoque más efectivo para la inmensa mayoria de los trastornos psiquiátricos junto con los psicofármacos. Basta con ojear los principales manuales actuales de psiquiatría y psicología clínica de prestigio internacional e incluso nacional para comprobar la veracidad de la anterior afirmación (p.e Yudoski y cols 1996; Kaplan, 1996 ; Vallejo, 1997; Caballo, 1997...) . La misma tendencia aparece en los manuales monográficos dirigido a psiquiatras por las casas de los productos psicofarmaceúticos, donde al referirse a los tratamientos psicológicos estos son la mayoría de las veces de tipo cognitivoconductual (vease el caso de la "depresión", "trastorno obsesivo compulsivo", "trastornos alimentarios", etc. El reconocimiento no es tan solo autogenerado desde las propias posiciones cognitivas-conductuales, es evidente que la tendencia mayoritaria de la psiquiatría lo reconoce así, al menos desde el DSM-III . A mayor tendencia a considerar criterios científicos de investigación y tratamiento, mayor tendencia a acercarse a los planteamientos cognitivos-conductuales de la psicoterapia. No ver esto es estar ciego a la evidencia o un asunto de "resistencia" . Sin embargo , el enfoque cognitivo-conductual presenta tambien importantes problemas y serias limitaciones. Una de las áreas que más problemas presenta es la evaluación de las dificultades en cada caso concreto a fin de ajustar un tratamiento adecuado . Podemos considerar al menos tres estratégias conductuales para seleccionar el tratamiento adecuado (Nelson, 1984) : el análisis funcional, la estrategia de la conducta clave y la estratégia diagnóstica . El análisis funcional se centra sobretodo en el estudio de las variables actuales de mantenimiento de la conducta problemática . Parece adecuado sobretodo para conductas específicas referidas a situaciones concretas. Para los clínicos conductuales en muchas ocasiones el análisis funcional es irrelevante, cuando se trata de conductas más complejas (p.e la relación verbal e interacción terapeútica), donde el análisis parece basarse más en hipótesis que en datos de observación. El analisis funcional ha sido defendido sobretodo por los conductistas radicales. Los problemas monosintomáticos y repetitivos parecen los que mejor se adecuan al análisis funcional . La estrategia de la conducta clave es la preferida por los terapeutas cognitivo-conductuales y se basa en la relación reciproca entre los componentes cognitivos-motores y fisiológicos del sujeto. Mientras que el analisis funcional se basa en la relación estimulo-respuesta-consecuencia, la estrategia de la conducta clave se centra en la relación respuesta-respuesta, de como al cambiar una conducta de una secuencia cambia sus otros componentes. Un ejemplo de esto seria la terapia cognitiva de la depresión centrada en el cambio cognitivo y conductual para cambiar el estado afectivo. La tercera estrategia se relaciona más con el enfoque psiquiátrico de diagnóstico (en la línea del DSM-IV y el CIE-10) y considera la clasificación de los problemas en categorías diagnósticas a fin de seleccionar tratamientos adecuados. Este último enfoque es el que se vá haciendo preponderante también en el campo de la psicologia clínica y la terapia cognitivo-conductual. Suele ir asociado al enfoque de la conducta clave y pretende protocolizar las intervenciones en los distintos trastornos psiquiátricos , siendo estas antes analizadas bajo el modelo cognitivo-conductual (de la conducta clave) . El
problema de estos tres enfoques es que ninguno considera las particularidades del caso concreto que no se ajusta casi nunca a los "criterios del manual" . Si nos centramos en la conducta problemática como suele hacerse desde el análisis funcional obviamos el análisis de la demanda. Los problemas presentados inicialmente no siempre son las dificultades relevantes en cada caso . El sintoma a veces encubre dificultades más importantes o centrales . La estrategia de la conducta clave se acerca más a las dificultades específicas del caso, pero suele centrarse casi siempre en los sintomas de la demanda inicial. Por último la estrategia diagnóstica es util al proporcionar al terapeuta una guia protocolarizada de actuación, pero obvia las particularidades del caso concreto que muchas veces no se ajusta al trabajo protocolario. La terapia multimodal pretender dar solución a estas cuestiones. El enfoque de la terapia multimodal se centra en buscar un tratamiento adecuado a cada caso en particular . Para ello analiza las caractericticas de cada caso en distintas modalidades o dimensiones distintas pero relacionadas . Se trata de obtebner una información global y minuciosa de cada persona y su ambiente social. Distingue siete modalidades de funcionamiento personal que denomina "B.A.S.I.C.CO.S" que representan por orden las siglas de : biológico (B), afectivo (A), sensorial (S), imaginación (I), cognición (C), conducta (CO) y relaciones sociales (S) . La terapia multimodal evalua en cada caso cada una de estas siete funciones y su interacción . Dependiendo del tipo de relación que se establece entre ellas y de su secuencia se busca una estrategia de tratamiento a la medida . La evaluación se inicia realizando el llamado "puenteo" que consiste en comunicarse con el/los demandantes en el nivel multimodal que se expresa en el motivo de consulta inicial. Después se complementa con la evaluación de las siguientes modalidades. En esto consiste el llamado "análisis multimodal de primer orden" . De manera esquemática en cada modalidad se recogeria la siguiente información:
Biológico :Lista de medicamentos y drogas consumidas . Actividad física y ejercicio. Dieta y alimentación. Enfermedades padecidas pasadas y actuales relevantes. Afectos: Emociones sentidas con más frecuencia. Emociones indeseadas. Que conductas presenta el sujeto cuando experimenta esas emociones (anotar en el modal conducta). Sensaciones: Listado de sensaciones negativas experimentadas . Efectos sobre los afectos de esas sensaciones (anotar en modal afectivo) y la conducta (anotar en modalidad conducta). Sensaciones mas placenteras. Sensaciones y estimulación sexual placentera/displacentera. Imagineria: Sueños, recuerdos o imágenes recurrentes de caracter molesto. Autoimagen físicacorporal. Imagenes y fantasias preferidas. Efectos sobre las otras modalidades. Conducta: Actividades y conductas manifiestas. Habitos o actividades que se desearia incrementar. Habitos o actividades que se desearia disminuir. Habilidades o carencias conductuales. Cognitivo: Listado de autodialógos negativos que generan emociones y conductas disfuncionales. Pensamientos automáticos y creencias irracionales. Expectativas sobre la terapia y atribuciones de cambio. Efectos de las cogniciones sobre las otras modalidades. Social: Problemas con otras personas. Como afectan o reaccionan estas personas ante las conductas del paciente. Como afecta las conductas del paciente a estas personas. Gama, tipo, calidad y cantidad de relaciones sociales. Asertividad y habilidades sociales. Papel del sintoma en el sistema familiar o de pareja.
Si es necesario, se realiza el llamado "análisis multimodal de segundo orden" para problemas más complicados expresados en una determinada modalidad. En este caso se evaluaria de nuevo los distintos niveles implicados en un problema particular de una modalidad. Por ejemplo, tenemos un caso que presenta el siguiente perfil multimodal : B: Hace poco ejercicio . Fumador A: Depresión S: Sintomas de mareo I: Se ve poco atractivo Co: Evita acercarse a chicas atractivas C: Perfeccionista. Cree que debe ser competente en sus actividades de manera rigida. Catastrofismo ante errores o su anticipación. S: Incapaz de hacer amistades con chicas. Supongamos que por alguna razón clínica relevante desearamos un análisis mas preciso de una de las modalidades apuntadas, por ejemplo la social. En este caso aplicariamos la misma sistemática multimodal a esa modalidad. Obtendriamos asi el "perfil multimodal de 2º orden ". Por ejemplo: P.M 2º Orden de : "Incapaz de hacer amistades con chicas" B: Bebe alcohol en exceso para intentar acercarse a las chicas A: Ansioso y vergonzudo S: Nauseas y malestar-tensión en el estómago I: Imagen ansiosa del "no" al acercamiento Co: Dá rodeos y no se acerca C: Se dice a si mismo : "Me va a rechazar" . "Si me rechazan no valgo nada" So: Dificultad para responder a las críticas y expresar sus opiniones o deseos. No asertivo con mujeres. Dificultad para evitar o confrontar las opiniones de su madre Los anteriores perfiles multimodales orientarian al terapeuta sobre lás areas implicadas en las dificultades del paciente, y donde se tendria que intervenir en función de su interrelación y secuencia . Si se encuentran dificultades de evaluación o intervención se realiza un análisis mas pormenorizado de cada modalidad (perfil de 2º orden) . Este enfoque multimodal de evaluación constituye una poderosa alternativa a los "sistemas unidimensionales" apuntados por otros enfoques terapéuticos y que podrian incluir a los siguientes :
B: Enfoque médico-psiquiátrico basado en modelos biológicos y las nosologias del DSMs y CIEs en curso, asi como las exploraciones médicas . A: Enfoques psicodinámicos y humanistas . S: Enfoques "psicocorporales", gestálticos o bioenergéticos. I: Enfoques basados en las terapias imaginativas, regresivas e hipnoterapéuticas. Co: Enfoques conductuales tradicionales C: Enfoques cognitivos y constructivistas S: Enfoques sistémicos, interpersonales y psicosociales. La terapia multimodal apunta a todos los niveles referidos, pero con una teoria integrada de tipo cognitivo-social basada en el aprendizaje social . No defiende por lo tanto el eclecticismo teórico, sino el técnico : la promacia de las intervenciones de evaluación y técnicas de terapia, provengan del enfoque que provengan, que sean efectivas para el mayor número de clientes posibles y en el menor tiempo posible. Desde este punto de vista interesa muy poco los debates teóricos entre las distintas terápias (que yá son muy viejos y no aportan nada susrancial) sino la efectividad para unos fines clínicos relevantes. El presente enfoque constituye un poderoso antídoto al enfoque psiquátrico dominante basado en los DSM y los CIE-10, ya que aquellos no aportan una evaluación fina de los problemas ni orientaciones efectivas para los mismos . Las categorias de los sistemas nosológicos en curso no aportan precisión sobre los problemas concretos, yá que bajo sus etiquetas esconden una diversidad de perfiles de problemas personales e interpersonales inabordables y obviados por aquellos. Por otro lado, frente a las terápias unidimensionales (vease listado anterior) intenta superar el "sesgo de perspectiva" que produce centrarse en una o dos modalidades personales a lo sumo, y que podrian ser inacecuadas al caso-sujeto en cuestión. Actualmente los enfoques multimodales son cada vez más utilizados en el tratamiento de casos psiquiátricos complejos (p.e "anorexia", "psicosis", toxicomanias.. ), en el campo de la psicoterapia y psiquiatria infantil, en la pediatria, en las intervenciones en crisis y urgencias, y en los enfoques de evaluación y tratamiento de otras profesiones sanitarias (sobretodo en enfermeria, donde es frecuente el uso de perfiles multimodales ).
BIBLIOGRAFIA : 1. Caballo, V.E : Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Siglo XXI Editores, 1997 . 2. Golfried, M.R : De la terapia de conducta a la psicoterapia de integración. Descleé de Brouwers, 1996 . 3. Kazdin, A : Sobre los aspectos conceptuales y empíricos de la terapia de conducta. En : Vicente E. Caballo : Manual de técnicas de terápia y modificación de conducta. Siglo XXI Editores, 1991. 4. Kaplan, H. I y Sadock, B.J : Psiquiatria clínica. Acindes. 1991. 5. Karasu, T.B : The specificity versus nonspecifity dilema : Toward identifying therapeutic change agents. American Journal of Psychiatry, 143, 687-695. 1986.
6. Kwee, M.G.T : El estado de la cuestión en la terapia multimodal. En : Vicente E.Caballo : Manual de t´wecnicas de terápia y modificación de conducta. Siglo XXI Editores, 1991. 7. Lazarus, A. A : Behavior therapy and beyond. MacGraw-Hill, Inc. , 1971 (traducción en Paidós, 1980) 8. Lazarus, A. A : Terapia multimodal . IPPEM, 1983. 9. Lazarus, A .A : Casebook of multimodal therapy. Guilford Press, 1985. 10. Lazarus, A. A : Multimodal therapy . En : J. C Norcross : Handbook if eclectic psychoterapy. Briner/Mazel, 1986. 11. Lazarus, A. A : The multimodal approach with adult outpatiens. En : N.S. Jacobson : Psychoterapy in clinical practice : cognitive and behavioral perspectives. Guilford Press, 1987. 12. Nelson, R. O : Is behavioral assesment the missing link between diagnosis and treatment ? . Ponencia presentada en el Congreso de la Asociación para el avance de la terapia de conducta, Filadelfia, 1984. 13. Perez Alvarez : La psicoterapia desde el punto de vista conductista. Biblioteca Nueva, 1996. 14. Vallejo, J : Introducción a la psicopatologia y la psiquiatria. Salvat, 1998. 15. Hales, Yudofsky y Talbott : Tratado de psiquiatria. Ancora S.A, 1997.
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada, como revistas especializadas, monografías, prensa diaria o páginas de Internet fidedignas. Puedes añadirlas así o avisar al autor principal del artículo en su página de discusión pegando: {{subst:Aviso referencias|Vicente Garrido Genovés}} ~~~~
Vicente Garrido Genovés (1958) es un criminólogo y psicólogo español. Graduado en Criminología en 1980 por el Instituto de Criminología de la Universidad Complutense de Madrid, publicó dos extraordinarias tesinas, una en 1982 titulada “Psicología y Tratamiento Penitenciar io: una aproximación” y otra “Delincuencia y Sociedad”, 1984, con la que se doctoró en Psicología por la Universidad de Valencia de la que es profesor asociado en Psicología Penal y de Educación Correccional. Completó sus estudios con un posgraduado en la Universidad de Ottawa (Canadá) en 1986. También es Profesor visitante desde 1991 de la Sociedad Británica de Psicología en la Universidad de Salford (Reino Unido).
En España fue asesor de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias así como del Servicio de Rehabilitación del departamento de Justicia de Cataluña en diversas ocasiones y formó parte de la Comisión que elaboró la Ley Reguladora de Responsabilidad Jurídica del Menor aprobada en 2000. Entre 1997 y 1999 ejerció de Consultor de Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil en Latinoamérica, supervisando programas en Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay. Autor de libros especializados y de referencia para expertos, así como de multitud de artículos en revistas de España, Reino Unido y EE.UU., entre los que se cuentan la Revista de Educación Correccional, el Anuario de la Educación Correccional, Comportamiento Penal y Salud Mental, Psicología, el Delito y La Ley, siendo miembro del consejo editorial de varias revistas en España y otros países. El Ministerio de Justicia español le concedió en 1999 la Cruz de San Raimundo de Peñafort, por “sus méritos en el desarrollo de una justicia más humana y eficaz”.
Director de numerosas investigaciones sobre ámbitos muy diversos de la criminología, de la psicología de la delincuencia y de la educación correccional, en el análisis sobre diferentes ámbitos como el tratamiento penal de la conducta y la prevención de delitos juveniles y la eficacia de los programas correccionales. Actualmente investiga las conductas de acoso y violencia contra la mujer, colaborando con varios centros de atención a víctimas de mujeres en España.
[editar] Teorías y Escuelas Prácticas Impulsor de la psicología criminal y de la pedagogía correccional, es continuador del pensamiento de Lazarus respecto a la Terapia Intermodal que atiende tanto a la conducta manifiesta del individuo como a su cognición y a sus emociones, es decir, sus afectos. Siendo estos tres planos indisolubles deben ser parejamente atendidos. Así las terapias cognitivo – sociales atienden al contexto interpersonal en el que se desenvuelve el sujeto, es decir, a la ecología de la conducta: la Teoría de la Ecología Social nos enseña que sujeto y ambiente se retroalimentan mutuamente. Integra también las orientaciones psicoeducativas y clínicas. Todo ello sin olvidar que a veces la intervención debe ocurrir también en el entorno y no sólo en el individuo. Tratamientos y terapias enfocadas al delincuente y en la aplicación de estas técnicas dependiendo de los requerimientos del penado y del impacto que estos programas producen en el mismo. El entendimiento de su situación actual por parte del reo, la situación deseada y el método de llevar a cabo un cambio sustancial en la calidad de su existencia es una de las técnicas que desarrolla conforme al método de Egan. Otros modelos y terapias como la de afirmación moral, el programa Curriculum de Humanidades, la terapia de Yochelson y Samenow o el entrenamiento en habilidades sociales y de padres en los casos de menores infractores atendiendo a este tipo de actuaciones resocializadoras. Excepcionales son sus estudios sobre la competencia social del delincuente: sus habilidades sociales, desde los modos de pensar y de sentir hasta llegar a su comportamiento externo deben ser desarrolladas para conseguir su integración y desarrollo en un medio prosocial, contribuyendo al bien común. Especial atención se debe a sus estudios para llegar a comprender y tratar a los agresores más implacables y sistemáticos: los tratamientos enfocados a la figura del delincuente sexual, el delincuente psicópata y el delincuente drogadicto desde el punto de vista psicológico y desde la experiencia de años de tratamiento a estos individuos y de que se pueden obtener buenos resultados, si bien su reinserción sigue siendo controvertida y difícil, especialmente en los delincuentes de tipología sexual y psicópata.
[editar] Bibliografía Vicente Garrido. (1986). “Delincuencia juvenil”. Vicente Garr ido. (1987). “La delincuencia de cuello blanco”. Vicente Garrido. (1993). “Técnicas de Tratamiento para Delincuentes”. Editorial Universitaria Ramón Areces.