LA FILOSOFÍA CRITICA DE IMMANUEL KANT A. LA CRITICA DE LA RAZÓN PURA Conocer equivale a captar el ser de las cosas. Si estas existen fuera de mí mismo, es decir, en sí mismas, serán trascendentes, y conocerlas equivaldrá a conocer algo que existe fuera del sujeto pensante. Por el contrario, si lo exterior no llega a nosotros sino deformado, o si el hombre solamente puede conocer lo que hay en sí mismo, tal como armaba !er"eley, el conocimiento trascendental será imposible, porque lo que podemos conocer es apenas algo meramente subjetivo# nuestras propias ideas. Por $ra%&n pura$ entiende 'ant una manera de conocimiento que no proviene de nuestros sent se ntid idos os y qu que e es in inde depe pend ndie ient nte e de to toda da ex expe peri rienc encia ia.. (s po posi sibl ble, e, en re real alid idad ad,, es este te conocimiento) Porque si lo es, presupondrá que podemos adquirir nociones no deformadas por los datos de nuest nuestros ros sentidos# conocimientos conocimientos trascendental trascendentales. es. *e donde podrá exis existir tir una metafísica capa% de suministrarnos conocimientos ciertos sobre el verdadero ser, sobre la verdadera realidad de las cosas, es decir, sobre el ser trascendental. 'ant recorri& un largo camino antes de dar una respuesta a tal interrogante. +. u&meno y fen&meno (l conocimiento es inmanente o es trascendente, tal como lo había planteado ya la losofía clásica de los griegos. Pero solamente en el segundo caso podrá ser posible una metafísica. -a disyuntiva es resuelta por 'ant armando que el conocimiento es trascendental , lo que en este caso quiere decir que capta la realidad de lo objetivo, de las cosas, pero lo capta en el sujeto pensante. hora bien# a la cosa como la cono%co, da 'ant el nombre de fen!en"/ a la cosa tal como es, la llama nu&meno. (l nur mo conocido en el fen&meno no es la cosa en sí, ni puede serlo, pero es el ser trascendental . 0. -os modos de saber 1endido así un puente entre lo subjetivo y lo objetivo, entre el fen&meno y el nu&meno, habrá 1endido que preguntarse si hay!"d"s de c"n"c#!#ent", y cuáles son. Para 'ant existen tres# la sensibilidad, el entendimiento discursivo y la ra%&n. Pero el conocimiento es a $r#"r# o a primer mero o no re repos posa a en la exp experi erienc encia ia y el seg segundo undo la pr presu esupon pone. e. S&l S&lo o el $"ster#"r## el pri conocimiento a priori es universal y, además, necesario. *e donde la ciencia 2tal como ocurre en 3a 4ísica y la 5atemática2 será un conocimiento a priori. Pero, qu6 ocurre respecto de la 5etafísica) Para responder a esta pregunta 2se trata de saber, en denitiva, si es posible conocer conoc er el nu&me nu&meno2 no2 'ant se pregu pregunta nta inicialmente inicialmente c&mo es posible la 5atemática/ 5atemática/ luego luego,, c&mo es posible la 4ísica. Siendo la ciencia un arm&nico conjunto de juicios, en los que radica la verdad y en 3os que consiste el conocimiento, 'ant comien%a formulando una teoría l&gica de los juicios. 78 9. -a teoría del juicio :ay juicios analíticos y juicios sint6ticos. -os primeros son aquellos cuyo sujeto contiene al predicado# así al predicar el g6nero respecto de una especie, o una propiedad esencial respecto de esta. -os segundos son los que unen un predicado a un sujeto que carecía de tal predicado. (sta ;ltima clase de juicios, por consiguiente, es la que enriquece el concepto del sujeto. Como los juicios son comparaciones, los analíticos resultan ser a $r#"r#, porque basta con contraponer sujeto y predicado, para conocer si son compatibles o incompatibles, es decir, verdaderos o falsos. (n cuanto a los juicios sint6ticos, son en su totalidad a $"ster#"r#) (ste es, para 'ant 'ant,, el proble problema ma centra central, l, porqu porque e si conte contestamo stamos s arm armativa ativamente mente la pregun pregunta, ta, ocurre que todo conocimiento realmente nuevo 2y que no sea simple deducci&n de algo que
ya sabemos2 es un juicio posteriori, y por tanto no será necesario ni universal. *icho de otra manera# la ciencia, que procede a base de reali%ar nuevos descubrimientos, o no es necesaria y universal, o es solamente la reiteraci&n, mediante juicios analíticos, de lo que ya se sabe. nte esta dicultad, y en vista de realidades cientícas como la física de e y propias del sujeto. 1ales formas nos separan de la realidad objetiva, del nu&meno. (n este punto, asume 'ant una posici&n diametralmente opuesta a los empiristas ingleses# se puede pensar en objetos fuera del espacio, pero no se puede pensar que el espacio no existe. (l espacio es una representaci&n a priori, una condici&n de la experiencia. Como el espacio, el tiempo posee tambi6n una $idealidad trascendental$, como explica ?orlander. @A B. -as categorías sí como en la sensibilidad encontramos formas a priori, tambi6n en el entendimiento. 6stas ;ltimas, las denomina 'ant categorías. ue son las modalidades del concepto de objeto. (stos $modos de ser$ dependen del sujeto y no del objeto, como en las categorías aristot6licas. esta nueva concepci&n 2fundamentalmente revolucionaria2 llam& 'ant $giro copernicano$ de la losofía. -os $modos de ser$ se maniestan en los juicios. *e donde el l&sofo deduce el cuadro de las categorías derivándolo de un análisis de los distintos tipos de juicios, así/
Cant#dad
C&al#dad
Relac#n
M"dal#dad
Eniversales
rmativos
Categ&ricos
Problemáticos
Particulares
egativos
:ipot6ticos
sert&ricos
Singulares
Fnnitos
*isyuntivos
podícticos
1ipos de Duicios#
Categorías#
Enidad
Gealidad
Sustancia
Posibilidad
Pluralidad
egaci&n
Causalidad
(xistencia
1otalidad
-imitaci&n
Comunidad
ecesidad
-as categorías son conceptos puros del entendimiento. Son los distintos modos de que dispone el entendimiento para formular un concepto relativo a una entidad externa, a un nu&meno. (stas categorías posibilitan la formulaci&n de distintas clases de juicios, y son anteriores a toda experiencia. Son formas a priori del entendimiento, a diferencia de espacio y tiempo, que son f ormas a priori de la sensibilidad, tal como ya se dijo. 7. -as antinomias (xplica Dacques Chevalier@+, aclarando notoriamente los conceptos, que cuando la ra%&n pretende prolongar fuera de los límites de la experiencia la serie de las condiciones de esta misma experiencia, se producen proposiciones sofísticas 3antinomias>, porque aunque no encierran en sí mismas contradicciones e inclusive encuentran en la ra%&n condiciones que las hacen necesarias, las armaciones contrarias tambi6n descansan en la ra%&n y resultan no menos necesarias. -as cuatro antinomias de la ra%&n pura son las siguientes#
1(SFS
1F1(SFS
+. (l mundo tiene un comien%o en el tiempo y está +. (l mundo no tiene ni comien%o limitado en el espacio. en el tiempo ni límite en el espacio.
0. 1oda sustancia compuesta lo está de partes simples y 0. ing;n compuesto consiste de no hay nada que no sea simple o compuesto de partes partes simples, y no existe nada simples. $simple$ en el mundo.
9. -a causalidad natural no es la ;nica de la que pueden 9. o hay libertad, en el mundo derivar los fen&menos del mundo. Para explicarlos, es todo sucede ;nicamente a virtud necesario admitir tambi6n una causalidad libre. de leyes naturales.
=. (n el mundo, como parte de 6l o como causa del =. i en el mundo, ni fuera del mismo, existe un ser necesario. mundo, existe un ser necesario que sea su causa.
favor y en contra de estas tesis, y de sus respectivas antítesis, militan argumentos. Pero si es imposible dar a tales proposiciones una soluci&n dogmática, es posible en ocasiones darles una soluci&n crítica. (sto, porque existe una estructura antin&mica de nuestro espíritu. -as antinomias de la ra%&n pura se reducen a una oposici&n dial6ctica. 1anto en las tesis como en sus antítesis encontramos armaciones que sobrepasan los límites de la experiencia sensible. H es más# las dos primeras tesis y sus correspondientes antítesis, que son antinomias matemáticas, son igualmente falsas, porque tanto las unas como las otras consideran al mundo como una $cosa en si$, siendo así que el mundo no existe independientemente de nuestras representaciones, es decir, de lo fenomenol&gico.
-as tesis tercera y cuarta, y sus antítesis, son dinámicas, porque superan el terreno de las relaciones entre magnitudes de la misma especie y nos descubren nuevas perspectivas, en las que encontramos la síntesis de lo heterog6neo# las tesis se referirán a las cosas en sí, y las antítesis al mundo fenomenol&gico. -a doctrina de las antinomias es otro de los grandes esfuer%os mentales de 'ant para conciliar la radical oposici&n que 6l mismo se encarg& de establecer entre nu&menos y fen&menos. @. 5atemática, física y metafísica a. -a matemática pura. (n tanto que conocemos el espacio y el tiempo de manera apriorística, los juicios que se reeren a tales $formas$ son a priori aunque sean sint6ticos. *e este modo, arma 'ant que es posible la matemática como ciencia, pues versa sobre las relaciones de las guras es$ac#ales y de la sucesi&n te!$"ral de unidades que son base de los n;meros. b. -a física pura. base de las nociones o $formas$ de espacio y tiempo, y de las categorías, el entendimiento elabora los objetos de la física pura. sí, al aplicarse al espacio, la categoría s&stanc#a proporciona el concepto de !ater#a# la categoríaca&sal#dad , en funci&n del tiempo, producirá el concepto físico de causa y efecto, etc. 'ant observa que, como en este terreno continuamos dentro del a priori 2vale decir, fu era de la experiencia y sin tener que recurrir a ella2 cabe formular en la física pura juicios sint6ticos a priori. *e donde esta ciencia es válida, como la matemática. c. -a metafísica. *e acuerdo con la clasicaci&n de Christian IolJ 3+7@82+@B=>, de la que parte 'ant, esta disciplina los&ca presenta dos grandes divisiones# la metafísica general u ontología, y la metafísica especial, integrada por tres campos de estudio# la psicología, la cosmología y la teología racional. @0 -a pregunta de si es posible una metafísica como ciencia es resuelta negativamente por 'ant. (l conocimiento real presupone una materia dada y sensaciones que se ordenan de acuerdo con las formas a priori de la sensibilidad 2espacio y tiempo2 y con las categorías. *e aquí que el conocimiento real sea a posteriori. Pero la metafísica aspira a ser conocimiento real y por tanto a posteriori, y además conocimiento cientíco puro, es decir, universal y necesario y por lo tanto a priori. rma 'ant que carecemos de intuiciones acerca de *ios, del mundo c"!" t"tal#dad y del alma. -a s'ntes#s de la materia intuida y de las formas a priori, que es lo que constituye el conocimiento real, no se consigue en los tres grandes campos de real#dad #ntelect#(a ya enunciados# la divinidad, la totalidad del mundo y el alma o espíritu inmortal del hombre. rma 'ant que se trata de $síntesis innitas$. H como 6stas no son mesurables ni abarcables, la metafísica no es posible como ciencia. Suprimida o negada la intuici&n de alguna noci&n a priori sobre el Ser Supremo, es natural que 'ant examine críticamente el argumento ontol&gico sobre su existencia, partiendo de su formulaci&n cartesiana. Para concluir diciendo que como de *ios no hay $nada en nosotros$, que somos fen&menos ante nosotros mismos, y aquello porque carecemos al respecto de intuiciones, no tenemos de donde deducir la existencia de *ios. (nti6ndase que esta conclusi&n negativa es racionalista, pero no esc6ptica. 'ant niega la posibilidad de una metafísica cientíca, pero no la existencia de *ios, ni la del Cosmos, ni la
del alma humana. 1ampoco niega la metafísica, ni la importancia de su problemática, sino la posibilidad de estudiarla como ciencia.
). LA CRITICA DE LA RAZÓN PRACTICA lg;n divulgador de la losofía escribi& que en la Crítica de la Ga%&n Pura, 'ant había dado muerte $al buen *ios$. H que para resucitarlo, había escrito la Crítica de la Ga%&n Práctica. 4rase tan ingeniosa como carente de sentido. ?orlander ha hablado, reri6ndose a 'ant, de $una nueva fundamentaci&n de la losofía$. ada más cierto. 16ngase en cuenta que 'ant se prepar& durante largos aKos para esta labor. -a primera de las obras citadas se public& en el aKo de +@L+. -a segunda, en +@LL. (n el intermedio, public& l"s Pr"le*"!en"s $ara t"da !etaf's#ca f&t&ra +&e ,a-a de $resentarse c"!" c#enc#a 3+@L9>, el F&nda!ent" $ara &na !etaf's#ca de las c"st&!%res 3+@LB> y los Pr#nc#$#"s !etaf's#c"s de la c#enc#a de la Nat&ralea 3+@L7>. (stas tres obras pueden considerarse como desarrollos de la Cr't#ca de la Ran P&ra , y al propio tiempo, $proleg&menos$ de la Cr't#ca de la Ran Pr/ct#ca . 6sta sigue la Cr't#ca del 0c#" 3+@8A>. (l conjunto de estas obras contiene lo más sustantivo del pensamiento 'antiano. H su estudio integral es imprescindible para comprenderlo en su exacta dimensi&n. -a Cr't#ca de la ran $r/ct#ca es un intento por encontrar una base teor6tica para la metafísica. (sta, seg;n 'ant, s&lo es posible como metafísica de las costumbres, es decir, como una moral. Como explica magistralmente Chevalier, se trata de saber de qu6 manera la ra%&n, en su &s" $r/ct#c", puede hacernos percibir en su as$ect" real conceptos que no pueden ser representados por la ra%&n especulativa más que de una manera problemática, y c&mo el orden de la libertad, que lo implica y presupone todo, es posible al lado del orden de la naturale%a. quí tambi6n se trata de salvar la distancia antin&mica que existe entre dos conceptos o realidades aparentemente antag&nicas# la libertad y el orden de la naturale%a. (l hombre trata de aprehender aquello que subyace en la multiplicidad de sus propias experiencias y en los datos de un cierto $sentido íntimo$ que posee acerca de sí mismo y de sus propias acciones. Pero aunque libre, como se verá adelante, obra y quiere reconociendo necesariamente la existencia de una ley# el imperativo categ&rico $incondicionalmente obligatorio$ de la ley moral, tal como explica (rnst von ster. @9
1&ere!"s ser felices pero de%e!"s ser morales. (l imperativo categ&rico, que brota de nosotros mismos, garanti%a nuestra seguridad y, por lo tanto, nuestra felicidad. H su formulaci&n, seg;n 'ant, es la siguiente# 2$Mbra de manera que en todo tiempo puedas aspirar a que sus acciones puedan convertirse en ley universal$. -a segunda máxima involucrada dentro del imperativo categ&rico "antiano dice así# 2$Mbra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, como un n y no solamente como un medio$. H la tercera# 2$Mbra en el reino de los nes como si fueses a la ve% el autor y el sujeto de una legislaci&n universal$. Pero para que esta autonomía de la voluntad sea ra%onable y posible, debe presuponer un orden de libertad. uestra capacidad de determinarnos a nosotros mismos de conformidad con el imperativo categ&rico, o sea con la ley moral, implica una $causalidad libre$. hora bien# existe la libertad) o dentro del mundo de los fen&menos que la ciencia reduce a su propio dominio. Pero sí en el mundo de la voluntad. -a existencia de la libertad humana es un $postulado de la ra%&n práctica$. *os postulados de la misma especie complementan el mundo de la moral "antiana# la existencia de *ios, entendida como existencia de un orden universal denitivamente válido, y la inmortalidad del alma. Pero la adhesi&n a estos principios es una creenc#a , y más especícamente una creenc#a rel#*#"sa rac#"nal . (sta teoría, bastante contempori%adora, se sistemati%a en una obra escrita por 'ant en el aKo de +@89# La rel#*#n dentr" de l"s l'!#tes de la !era ran .
C. PRO2ECCIONES DE LA FILOSOFÍA KANTIANA 2$-a losofía "antiana 2escribe -ud, y una direcci&n realista 3-ot%e, :erbart>. (l hecho es que, tal como explica Chevalier, a pesar de sus esfuer%os, 'ant no pudo conciliar el irreductible dualismo entre el mundo de la ciencia y el de la creencia, entre el determinismo fenom6nico y la libertad nuom6nica# 2$*e esta no sabemos si existe# la cosa en sí permanece inaccesible al saber humano$. Para escapar al escepticismo trascendental dejando a salvo los valores morales, 'ant se vi& precisado a establecer dos distintos &rdenes los&cos# el de la ra%&n pura, que conduce a la negaci&n de la metafísica como ciencia, y el de la ra%&n práctica, en el que tiene que apelar a presupuestos de simple experiencia y, en ocasiones, de conveniencia. (l esfuer%o titánico del pensador alemán, sin embargo, no fue perdido. *e una parte, oblig& a sus sucesores a buscar caminos distintos al dogmatismo. *e otra, aport& una serie de conceptos fundamentales, sobre muchos de los cuales reposa todavía el pensamiento los&co. 5ediado el siglo NFN, y como reacci&n contra el pensamiento materialista, adviene una corriente neo2"antiana# así 4ederico lberto -ange 3+L0L2+L@B>, :ermann Cohen 3+L=02 +8+L>, Paul atorp 3+LB=2+80=>, Godolfo Stammler 3+LB72+808> y los pensadores de la $(scuela de 5arburgo$. -as tendencias de esta escuela fueron introducidas a (spaKa, e inOuyeron en :ispanoam6rica, gracias a Dos6 Mrtega y asset.