Taller opcional Tecnologías de la información y la comunicación Material bibliográfico bibliográfico
La comunicación como proceso en totalidad Daniel Prieto Castillo (extraído de: Diagnóstico de comunicación. Quito, Ciespal, !"#, pp. $%&'
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n primer acercamiento a los elementos fundamentales fundamentales de un proceso de comunicación implica el riesgo de caer en el esuema tradicional de emisor, mensa)e, receptor* esuema ue si bien +a serido para simplificar la cuestión y +acerla accesible a un primer análisis, análisis, +a lleado tambi-n a una comprensión comprensión demasiado superficial superficial de la misma. no nos referimos tanto al ámbito uniersitario, donde de alguna manera esa simplificación +a sido superada, sino a otros campos en los ue es preciso utili/ar la comunicación para resoler resoler problemas problemas de amplios amplios sectores de la població población. n. 0n una encuesta reali/ada reali/ada por C102P34 en !"$, pudo comprobarse ue una gran mayoría de organismos dedicados a cuestiones de desarrollo utili/aba un esuema de comunicación de tipo difusionista, basado en una presentación elemental de emisor, mensa)e, receptor. Cuando fallan los conceptos básicos, sea por un error o por un uso parcial de los mismos, puede fallar la interpretación de los +ec+os. 0l esue esuema ma tradi tradicio cional nal conduc conduce e a una una reducc reducció ión n de la riue/ riue/a a de un proces proceso o de comunicación. 4a consecuencia más inmediata es la lectura del proceso desde el emisor, incluso por la manera de graficar el esuema6 siempre au-l aparece a la i/uierda, como si en -l se originara todo, como si fuera el fundamento del análisis y la ealuación. 2i bien bien esa superf superfici iciali alida dad d +a inten intentad tado o ser correg corregida ida media mediante nte alguna algunas s pregun preguntas tas destinadas a especificar las cosas, 7ui-n8 7para u-8, 7cuándo8, 7dónde8, etc., esto no aclara demasiado el problema, porue lo fundamental es replantear el esuema, pensarlo desde un +ori/onte más general* desde el conte9to ue funda el proceso mismo y determina su orientación. orientación. 0n este traba)o no eliminaremos eliminaremos el esuema esuema pero lo presentaremos presentaremos de otra manera, desde los conceptos de formación social y marco de referencia o conte9to más inmediato. 0llos nos permitirán permitirán acudir a una comprensión comprensión más global, global, más en totalidad, de los procesos de comunicación.
La formación social 0sta e9presión alude a la manera en ue un determinado país se articulan las instancias económicas, políticas e ideológicas, dentro de un modo de producción dominante y de las relaciones sociales de -l deriadas. Dic+a articulación no es +omog-nea en todo el país. :o es igual igual la manera manera en ue ien lo económ económic ico, o, polít político ico e ideol ideológi ógico co los los campe campesin sinos os de 3m-rica 4atina, ue la forma en ue lo +acen sectores sociales postergados de las grandes ciudades. 0sta 0stas s inst instan anci cias as inci incide den n dire direct ctam amen ente te en los los proc proces esos os de comu comuni nica caci ción ón de una una determinada formación formación social, y no sólo en lo relatio a los grandes medios de comunicación. 1nciden tambi-n en las relaciones relaciones más inmediatas, grupales e interpersonales. Demos algunos e)emplos6 no es difícil se;alar las aplicaciones económicas, políticas e ideológicas de los grandes medios de comunicación. Pi-nsese en el papel de la teleisión, tanto tanto en la difusi difusión ón de estere estereoti otipos pos como como en la propa propagan ganda da destin destinada ada a manten mantener er a la población dentro de muy pobres esuemas de interpretación de la realidad.
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Pero, además, una formación social tiene su +istoria, dentro de ella es posible anali/ar y entender la manera en ue se consolidan tradiciones, formas de alorar y enfrentar la realidad, formas de relacionarse. :os referimos a la cultura* ella se especifica en cada caso, seg1>. ?0sto no me e9plica, se;ala, por u- escribió Madame @oary?. para e9plicarse el origen de esta obra el autor inicia un estudio a partir de una inmensa cantidad de información (est-tica, psicoanalítica, +istórica, sociológica...'. 2in embargo, sus límites má9imos están en la =rancia de la segunda mitad del siglo >1>. 0l momento +istórico de esa formación social es el +ori/onte
El marco de referencia Difícilmente uno ie con conciencia clara de lo ue ocurre en el límite de la formación social. 4a ida de cada uno, cómo se;ala Aenri 4efebre, transcurre sobre una gran comple)idad, sobre una +istoria, sobre relaciones sociales ue no resultan claras en el diario acontecer. 0n otras palabras, lo más inmediato constituye un +ori/onte ue se superpone al otro, ue a menudo lo oculta en la conciencia y conducta diarias. 0se ámbito, marco de referencia inmediata es el de la ida cotidiana. 4as orientaciones económicas, políticas e ideológicas dominantes en una determinada formación social tienen -9ito (sobre todo las dos
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3lgunos e)emplos6 emite para refor/ar lo igente uien difunde mensa)es repletos de estereotipos sobre la sumisión necesaria de la mu)er, sobre actitudes puerilmente mac+istas, sobre el alor de la superstición. Todo esto es iido cotidianamente por amplios sectores de la población. Tal emisor no +ace más ue aproec+ar lo ue la gente ya es para refor/arlo. Pero la ida cotidiana es muc+o más rica ue eso, y un emisor, a partir de ella, puede orientar su acción +acia una transformación. Pi-nsese, por e)emplo, en el impulso a la/os de solidaridad, a la participación, en el aporte de recursos para ampliar la participación en la b
Los elementos 5n proceso de comunicación incluye, a nuestro modo de er, los siguientes elementos6 formación social marco de referencia (conte9to inmediato' códigos emisor perceptor medios y recursos mensa)e referente Cada uno de ellos debe ser estudiado en sí mismo, pero tambi-n en sus relaciones. Pasa auí a primer plano el principio de totalidad6 un proceso no se e9plica tomando en consideración sólo una parte, cosa ue ocurre en general con el modelo difusionista con el esuema elemental al ue aludimos al comien/o. Cuando todo se reduce a emisor, mensa)e y perceptor, ueda fuera lo esencial, ueda una e9plicación limitada ue puede conducir a errores, tanto en interpretación como en aplicación. Por otra parte, un proceso no es algo gen-rico, álido para todos los casos y situaciones. 2eg
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Códigos 0n un sentido muy general y abstracto podemos definir código, en referencia a cualuier lengua)e, como reglas de elaboración y combinación de signos. 0n el caso del lengua)e ue utili/amos, la gramática (con su morfología y su sinta9is', es un e)emplo de código. Pero debemos pasar desde ese plano de abstracción a otros más concretos. 0n primer lugar, el carácter social de los códigos. Aay una definición6 ?con)unto de obligaciones?. 7Cuáles8 4as de elaborar y combinar de una forma determinada los signos. Pero, 7obligaciones para ui-n8 4os códigos son con)untos de obligaciones sociales ue permiten la comunicación en grupos y entre grupos de una determinada formación social. 7Conenio social, entonces8 7Contrato social en relación con la aceptación de dic+as obligaciones8 5na ía de interpretación seme)ante suele ser tentadora, pero tambi-n puede llear a euíocos. Porue las obligaciones de elaboración (y de interpretación, todo código implica alguien ue decodifica' bien pueden ser impuestas. 0l concepto de código debe ser entendido en sentido relacional. Podemos +ablar, por e)emplo, del código de la +istorieta6 con)unto de obligaciones de elaboración, pero tambi-n con)unto de obligaciones de interpretación. 0s decir, 1a +istorieta impone al lector la forma en ue debe ser leída, interpretada. 4o ue nos llea a reconocer procesos de comunicación fuertemente codificados, frente a otros ue permiten una cierta fle9ibilidad en esos ?con)untos de obligaciones?. 3sí, para la educación es de esperar el má9imo de fle9ibilidad, especialmente cuando son anali/adas las ?obligaciones? desde el lado del perceptor. Aay ue distinguir los códigos de elaboración de mensa)es de los códigos conductales. 3mbos están presentes en todo proceso de comunicación y es necesario relacionarlos. 4os códigos conductuales son los con)untos de obligaciones ue condicionan (no necesariamente determinan' el comportamiento de los miembros de los diferentes grupos sociales en una cierta situación social. 4os códigos son iidos en general sin crítica, son aceptados como el fundamento de la ida cotidiana y a menudo se los defiende +asta con la iolencia. Que la ida social está codificada lo muestran con toda claridad las reglas ue a diario respetamos en las estimentas, en la manera de comer, de conducir, de saludar. 0l problema antes mencionado se repite auí6 una rígida codificación de la conducta puede llear a la p-rdida de creatiidad y de espontaneidad, a la reiteración de soluciones, de actitudes ue a menudo resultan in
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est-ticos igentes, en los códigos de interpretación de los relatos. como todo código es tambi-n una forma de esperar el comportamiento a)eno, cuando un mensa)e se orienta dentro de tales reglas, responde de alguna manera a las e9pectatias de la gente con lo ue se asegura su -9ito. Por
Emisor 2e +a personali/ado tanto el papel del emisor dentro del proceso de comunicación ue a fin de relatii/arlo sería preferible +ablar de ?fase de emisión?. 3demás, el t-rmino conierte todo en una especie de acto puntual, como si alguien emitiera en un momento y en otro de)ara de +acerlo. 0mitir no se reduce sólo a +ablar o a escribir un mensa)e. 5n indiiduo, por el +ec+o de e9istir, está ofreciendo signos a los demás a tra-s de sus gestos, su estimenta, su manera de caminar, sus ob)etos los espacios ue lo rodean. 4a fase de emisión es permanente y sólo aduiere sentido si se la anali/a desde el punto de ista cultural. 0mitir significa ofrecer rasgos culturales, ofrecerlos permanentemente. Claro ue +ay momentos en ue se emite más directamente. Pero ello, insistimos, no agota de ninguna manera la riue/a de una comunicación cultural. 3prender a leer la comunicación no directa es una tarea fundamental, y no sólo para el especialista, sino tambi-n para el +ombre llamado com
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H.% Bec+a/ando, distorsionando, ocultando, ridiculi/ando, triiali/ando, a auellas personas, persona)es, ob)etos, situaciones, ideologías ue ofrecen una alternatia distinta a la ersión ofrecida por el emisor dominante. :o nos referimos auí solamente a uien tiene el poder económico y político (una clase social, por e)emplo'. 0n todo sistema lo ue se da en grande tambi-n se da en peue;o. Aay e)ercicio de poder en la fase de emisión correspondiente a las relaciones interpersonales o grupales, lo sepa o no uien lo e)erce, lo e)er/a o no con la me)or de las intenciones. 4a imposición de significados, de modos de alorar y aceptar la realidad, se e)erce en la familia, en las relaciones de pare)a, en grupos de todo tipo. 4a cadena de emisores reales o oceros es socialmente descendente (descenso en sentido económico, en el sentido de menores o ning
Perceptor Debemos repetir auí algo similar a lo anterior6 se +a personali/ado tanto el papel del perceptor ue, a fin de relatii/arlo, sería preferible +ablar de fase de percepción. 0s in
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0sos e)emplos muestran sólo algunos modos de percibir. Aay una percepción cotidiana necesaria y en general suficiente para desenolerse en la ida de todos los días. Constituye una lectura +abitual, altamente mecani/ada en muc+os casos. 5n modo de percibir ue no pregunta por causas, ue en general se conforma con lo inmediato. Corresponde a lo ue Aenri 4efebre denomina ?d-bil legibilidad del entorno?. 0sa primera forma de percepción es la condición de posibilidad del -9ito de los mensa)es de difusión colectia y del e)ercicio del poder sobre amplios sectores de la población. 5na d-bil legibilidad significa una d-bil conciencia de las causas, de las cone9iones esenciales de un conte9to social. 0n efecto, +ay mensa)es, la mayoría en los medios de difusión dominantes, elaborados con la intención de reafirmar, sostener la percepción inmediata. 0n situaciones de relatia estabilidad social -sta puede mantenerse sin muc+os cambios, incluso de una generación a otra. Más adelante mati/aremos tal afirmación, pero +ay ue reconocer la e9istencia de un aprendi/a)e perceptual dentro de la familia, en la escuela, en las relaciones sociales más amplias. Tal aprendi/a)e puede uedar limitado al reconocimiento de lo inmediato. Por otra parte, la percepción tiene una +istoria, indiidual y grupal, cultural en suma. 0s difícil, de ninguna manera imposible, pasar por encima de la propia +istoria. :o imposible, decimos, porue el inmediatismo no abarca toda la percepción de un indiiduo o de un grupo. no lo +ace porue, en primer lugar, el entorno social no es nunca estático* segundo, porue el inmediatismo absoluto no e9iste* tercero, un indiiduo, sea cual sea el sector social al ue pertene/ca, siempre tiene alguna inuietud por cuestiones ue an más allá del simple inmediatismo. 0sto se manifiesta, en los sectores populares, a tra-s del c+iste, de la canción, de la protesta, de la b
Medios y recursos 4os medios son auellos instrumentos a tra-s de los cuales se +ace llegar un mensa)e a un perceptor. Pero esto no ocurre, en el caso de las relaciones sociales más amplias, sin una cierta cantidad y calidad de recursos, muc+os de los cuales están totalmente fuera del alcance de la gran mayoría de la población. Pi-nsese en el costo real de un sistema de teleisión, de un periódico, por citar sólo dos e)emplos. 0sto +a lleado a una enorme concentración de medios y recursos en manos del 0stado, de agencias transnacionales y de actores de la empresa priada. 0l acceso a los
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mismos resulta más ue limitado para las grandes mayorías de la población. Por el actual desarrollo tecnológico en el campo de la comunicación, el proceso de concentración puede tender a aumentar. Aay países industriali/ados (Iapón por e)emplo' ue dedican más del E$J de su producto bruto interno al desarrollo de tecnologías de la información. Durante más de dos d-cadas los grandes medios de difusión fueron satani/ados sobre la base de un argumento principal (+ubo otros tambi-n, pero el más frecuente fue -ste'6 los medios son unidireccionales, no permiten el retorno, la retroalimentación. 4o ue significaba ue un proceso de comunicación sin retorno, sin un contacto directo entre emisor y perceptor estaba iciado, abría paso de antemano a la manipulación. :o amos auí a atacar la +ipótesis de una me)or comunicación a tra-s del retorno. Pero cuando a partir de -sta se pretende descalificar toda otra forma, consideramos ue se cae en un error. Porue el retorno no asegura para nada tal comunicación. Pi-nsese, por e)emplo, en una relación autoritaria padre%+i)o6 están frente a frente, cada uno se conierte en emisor%receptor, y sin embargo el segundo es obligado a aceptar, a reiterar lo ue propone el primero. 4o importante no es el retorno sino la calidad del mismo. lo importante no es sí un mensa)e se difunde de manera unidireccional, sino lo ue propone ese mensa)e, su referencialidad y su calidad formal. 0sto no uiere decir ue apoyemos ciegamente el uso de los grandes medios. Pero sí estamos conencidos de la posibilidad de un empleo alternatio de los mismos.
Mensaje 0ntendemos por mensa)e un signo o con)unto de signos (tomada esta palabra en sentido amplio6 signos erbales, isuales. gestuales, ob)etuales, espaciales...' capa/ de significar algo a alguien, sea en el sentido referencial (determinada información sobre determinado tema' o en el sentido est-tico (determinado placer o rec+a/o'. 0n el primer caso estamos en presencia de mensa)es orientados +acia un contenido, en el segundo +acia la forma (una sinfonía no ?significa? directamente en relación a un tema, apunta más bien al placer, a la sensibilidad' 0n el uso de los medios de difusión colectia y en las relaciones cotidianas tiene importancia definitia la forma del mensa)e, su presentación en la ue se )uega su atractio o rec+a/o. Todo mensa)e referencial es una ersión de algo, y muc+as eces llega a tener mayor peso social ue auello de lo ue es ersión. Pi-nsese otra e/ en los estereotipos racistas. Cuando se elabora un mensa)e se procede siempre por selección temática y selección formal. 4a primera llea a determinar el asunto sobre el cual se +ablará, auello a lo ue se aludirá. 4a segunda precisa el cómo se +ablará, es decir, la selección y combinación de los signos. 2upongamos a un grupo de emisores ue decide +ablar sobre la )uentud. 3 esta primera selección temática suceden otras. 2e opta por +ablar de los adolescentes, de las adolescentes. De ellas +ay muc+o ue decir en nuestros países latinoamericanos6 el traba)o, la orientación se9ual, la educación... 2in embargo son seleccionadas ciertas adolescentes, las de sectores sociales medios altos. en relación con ellas, temas como las acaciones, la moda, la m
Referente 0nfati/amos anteriormente la referencialidad del mensa)e. 0n t-rminos generales el referente comprende todo ser, ob)eto, situación, idea, sean reales o imaginarias. 5n mensa)e
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puede aludir a la teoría de la relatiidad o a un unicornio de o)os ligeramente a/ules* a un pá)aro o a una mu)er ue sube al cielo enuelta en una sábana, a un perro o a un +ombre lobo. Pero si bien lo imaginario )uega un papel muy importante en la sociedad, nos interesa en primer lugar anali/ar la referencialidad a problemas sociales concretos. Aablamos de distorsión referencial cuando un mensa)e consiste en una ersión destinada a falsear el tema o problema al ue alude. 0n propaganda política esto es muy com
Primeras conclusiones 4os elementos ue presentamos pueden aclarar en parte lo ue sucede en una situación de comunicación. 2in embargo, cuando se los aplica con la pretensión de ue a tra-s de ellos uno agota lo ue sucede en cualuier relación +umana posible, se termina por for/ar la realidad para meterla en las categorías. 0l modelo resulta álido para algunas situaciones, como por e)emplo las correspondientes a medios de difusión o a comunicación institucional. 3sí, cuando uno anali/a el modo en ue circula la información en determinado organismo del 0stado, es posible determinar ui-nes son los emisores, de u- manera funcionan los códigos, cuáles son los mensa)es... Pero cuando se alude a situaciones más comple)as la aplicación del esuema conllea el riesgo de de)ar muc+o afuera. 7Cómo anali/ar los elementos de comunicación en una relación cotidiana, donde se entrecru/an permanentemente distintos mensa)es, donde emiten simultáneamente seres, espacios, ob)etos, +istoria8 7Cómo recuperar mediante el esuema el sentido más íntimo de esas relaciones, el modo en ue los ni;os aprenden a significar a los demás y a sí mismos, a percibir y a construir su mundo8 No descartamos sin más el modelo propuesto Simplemente reconocemos !ue es "álido para ciertas situaciones # !ue resulta insu$iciente para otras %n el cap&tulo si'uiente aludimos a temas !ue a menudo !uedan $uera de esos elementos( la "ida cotidiana # lo !ue se )a dado en llamar la comunicaci*n alternati"a
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