Traducci6n de JORGE
SERGE GRUZINSKI GRUZINSKI
FERREIRO FERREIRO
La colonizaci6n de 10 imaginario Sociedades Sociedades indigenas indigenas y occidentalizaci6n en el Mexico es espafiol . Siglos XVI-XVIII
FONDa FONDa
DE CULTU CULTURA RA ECONOM ECONOMICA ICA MExIco
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INTRODUCCION '.,
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(Como nace, se transforma transforma y mueee una cultura? cultura? leOma se produce y se reproduce un enrorno que renga credibilidad credibilidad en situaciones en que los trastorno trastornoss politicos y
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social sociales, es, en que las difere diferencia nciass en los modos modos de vivir vivir y pens pensar, ar, yen que las crisis crisis dedernogra rnografica ficass parecen parecen haber haber Hegado Hegado a limire limiress sin preced precedent entes? es? Y, de una manera manera mas genera general, l, (c6mo (c6mo constr construye uyen n y viven viven los indiv individu iduos os y los grupos grupos su relaci relaci6n 6n con la sociedad ad sacudi sacudida da por una dominaci dominaci6n 6n exteri exterior or sin anrecedente realidad, en una socied alguno alguno?? Son pregu pregunta ntass que no poderno podernoss dejar dejar de plante plantearn arnos os aI recorrer recorrer el prodiprodigioso gioso rerreno rerreno que consti constituy tuyee el Mexic Mexico o conquis conquistad tado o y domina dominado do POt los espafi espafiole oless de los siglos siglos XVI al XVIII. No para saciar saciar alii una sed de exotis exotismo mo y de arcaisrno arcaisrno que nada nada tiene tiene que ver con con la labor labor hist6r hist6rica ica 0 antrop antropol6 ol6gic gica, a, sino sino para para cornpr cornprend ender er mejor mejor que pudo pudo signif significa icarr la expans expansion ion en Americ Americaa del Occide Occidenre nre modern moderno. o. ExpeExpe-
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riencia esta enterarnenre singular cuanto que America es el enterarnenre nueva y tanto mas singular apenas ruvo leves contactos mundo durante durante iinico conrinente conrinente que apenas contactos con el resto del mundo varias varias decenas decenas de milenio milenios. s. Experi Experienc encia ia admita admitable ble POt POt la tiquez tiquezaa de testimo testimonio nioss que permiten permiten esclar esclarece ecerla rla y por los multi multiple pless inrerr inrerroga ogante ntess que no deja de suscit suscitar ar en torno torno a los indlgen indlgenas as y. aiin mas, mas, sabre sabre nosotr nosotros os mismos mismos.. Yo hab1a hab1a tratado tratado de seguir seguir en orra orra parte la hisr hisrori oriaa del cuerpo, cuerpo, de Ia a1ian a1ianza za y la inrrod inrroducc ucci6n i6n de una sexualid sexualidad ad occide occidenta ntal, l, y luego luego el destino destino de las repr represe esenta nta-ciones y las practic practicas as del poder poder en el mundo mundo ind1ge ind1gena. na. Estas Estas primer primeras as etapas etapas conrri conrri- buyeron buyeron a descub descubrir rir y a reevalua reevaluarr alguna algunass de las cosas cosas en juego y algunos algunos de los insinsttumen ttumenros ros de la cristiani cristianizaci zaci6n 6n de Mexico, Mexico, a dar valor a la plural pluralida idad d de los regi registr stros os culrur culrurale aless en el seno seno de las poblac poblacion iones es ind1ge ind1genas nas,, a anali analizar zar las modali modalidad dades es de una cteat cteativi ividad dad priicti priicticam cament entee ininterr ininterrump umpida ida.. Aqui, Aqui, he prefer preferido ido examin examinar ar otros otros terrenos y constr construir uir orros orros objero objeros, s, dedicii dediciindo ndome me tanto tanto a desenr desenrran ranar ar la modif modificaicaci6n de las formas y del envite envite como como a descr describi ibirr los conren conrenido idos. s. La revo revoluc luci6n i6n de los
modos modos de expresi expresi6n 6n y de comuni comunicaci caci6n, 6n, el rrasr rrasrorn orno o de las memori memorias, as, las rransf rransforormacion maciones es de la imagi imaginac naci6n i6n,, el papel papel del indivi individuo duo y de los grupos grupos social sociales es en Ia generacion generacion de expresiones expresiones sincreticas sincreticas no podlan escapar escapar al histor historiador iador del Mexico coloni colonial. al. Estos Estos camino caminoss permit permiten en explota explotarr el acerv acervo o ya consi consider derabl ablee de la hist histori oriaa demogrmca, demogrmca, econ6mica econ6mica y social, y a1 mismo tiempo tiempo rebasar rebasar la vision vision sin relieve, reduct reductora ora en exceso exceso y dema demasi siad ado o remo remota ta de los mund mundos os indi indige gena nas, s, que que con con frefrecuenci cuenciaa impone imponen n la aparen aparente te exhaus exhaustiv tivida idad d de las las estadis estadistica ticass y la rigi rigide dezz de los los modelos modelos caducos. caducos. Acepte Aceptemos mos que los send sendems ems abieno abienoss estaba estaban n casi casi desieno desienos. s. La investigacion mexican mexicanist istaa ha descuid descuidado ado un poco esros esros eres eres siglos siglos,, preflr preflriend iendo, o, por encima encima de los indios indios de la Colonia, Colonia, a sus lejan lejanos os descen descendie diente ntess 0 a sus prestigio prestigiosos sos antepasados antepasados.. Con a1gunas brillantes brillantes exceptiones, exceptiones, 1 la emol emologi ogiaa de manera manera sistem sistematic aticaa ha cerrado cerrado I
e;emplo, Poe e;emplo,
las obeas de Aguicce Behrin.
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...
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INTRODUCCION
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INTRODUCCION
eI paso paso hacia hacia los los tiempo tiemposs de la domm dommaci acion on espano espanola la que transf transform ormaro aron n a Mexic Mexico, o, escamoteand escamoteando, o, a duras penas penas en unas cuama cuamass pagina paginas, s, proces procesos os de una cornplejiad infini infinira ra Tanto Tanto la arque arqueolo ologia gia como como la histor historia ia prehis prehispan panica icass han olvida olvidado, do, recuent~mente, que la mayorja de los testimonies que conservarnos de fa epoca
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~econeslan ~econeslanaa fueron fueron e1aborados e1aborados y redaerados redaerados en eI contexte contexte trastocado trastocado de la nacieme nacieme uHeva uHevaESPdana ESPdanay que, que, ames que nada, 10 que ofrecen ofrecen es un reflejo de esa epoca. istoria ores y etnolog 'I etnolog h mod os os de e xp xpr " o s po r ig ig ua ua a n p as asa do do p or or a l ro ro l a re re vo vo lu lu ci ci on on d e l os os
betica en eI Me~:~~ Me~:~~'' ~n ~ocas ~ocas p~lab p~labras ras,, el paso paso de la picrogra picrografia fia a la escrirura alfalas las prin princi cipa pale less e S1g S1g0 xv \. rn embargo, es probab probable le que esa constiruya una de
' , - J de la Co' indf nqursta espana bl espana a, 51 se prensa que en unas unas 'I db' no ezas tn igenas debiero , ' a rnenudo asociarla tambien a las f .n.no so 0 escu n~~a escntura, 5100 I' la imag imagen en-- que que seg seg , d ormas ormas nadlclOn nadlclOnale aless de expres expreslOn lOn -basad -basadas as en I ' Ulan cu Uvan 0 La d bl ,,0 del siglo XVI(pinta (pi ntadas das e natu natura ra eza de las fueme fuemess mdigen mdigenas as I " , y manuscmas) nos l1e fi' t er er ac ac lo lon d e l as as c os os as as o b d '. v a a I Ja Ja rn rn os os e n a r em emo de de la la cl cl On On y l a a l·l· 1 . serva as que Impltc esto invita a evaluar 1 d " a poner as par escmo, y eI modo modo en que que e om om,nto que algunos medl' 'd' ' "d no sobre la comunica "d as In 1genas Slguen Slguen eJcrClcn eJcrClcn 00 b CIO CIOn0, n0, euan euan 0 meno I ' El uso de la escri escritur turaa m d'fi d'fi ' I s, so te a gunas gunas de estas estas modallda modalldades des,, I , a I lCO a maner d fi' Interrogarse sabre eI m d a, e IJar e pasado, iC6mo em emonces no 0 0 en que evoluclOna I ", ' , d' evoluclOnar r tn !gena y la s t ranseor' , on a organlZaclOn de la memona , " maClones sufndas p 'd consecuencras
cuanras decadas las
(las tomadas en relacion con 1 . or s~ content 0, 0 en tocno a las distanlas nuevas formas de vida) y asllsocledad asllsocledades es amlguas amlguas y con con el grado de asirnilaci6n asirnilaci6n de . . e 0 Con mayor r .-
terr terrog ogan ante te tamp tampoc oco o ha re 'b'd 'b'd aZOn aZOn pues puesto to
Como Como ya se habra habra compre comprendi ndido, do, la tota totalid lidad ad de estes estes campos campos de invest investiga igaci6 ci6n n se reflexi6n que trata menos menos de penetrar en los mundos mundos indiarticula en torno a una reflexi6n genas genas para hallar hallar en elias elias una' una' 'auten 'autentici ticidad dad ' conser conservad vadaa de mila milagro gro 0 perdid perdidaa sin remedio, remedio, que evaluar evaluar tees siglos siglos de un proceso de occidentaliz occidentalizaci6n aci6n,, en sus manimanifestaeiones menos especraculares, pew rambien mas insidiosas. Ultima Ultima opci6n opci6n esta que respond responde, e, hay que que aceptarl aceptarlo, o, tanto tanto a la la orient orientacio acion n delibe deliberad radaa de nues nuestra tra pro· pro· como a Iimitacion blernatica como Iimitaciones es inhcrentcs inhcrentcs a las fuentes. Diseminada Diseminada en Mexico, Mexico, Espana, Espana, Italia, Italia, Francia Francia y Estados Estados Unidos, una docurnendocurnentacion tacion consid considera erable ble perrni perrnire re estudi estudiar ar a los los indio indioss de la Nueva Nueva Espan Espanaa 0, para para ser mas exacros exacros,, captar captar 10 que repres represenr enraba aban n a los ojos ojos de las autorid autoridade adess espafi espafiola olas. s. Una poblac poblaci6n i6n que pagaba pagaba tribur triburo, o, pagano paganoss por cris cristia tianiz nizar ar y, lueg luego, o, neofit neofitos os pot vigila vigilarr y denunc denunciar iar,, pueblo puebloss por crear, crear, por traslad trasladar, ar, pot concentr concentrar ar y por separar separar de aquellos aquellos de los espanoles, espanoles, La de la Colon Colonia ia es una mirada mirada que contabil contabiliza iza cuerpo cuerpos, s, bienes y almas en los que perpetuament perpetuamentee se Ieen Ieen el encue encuentro, ntro, el choque choque entre un deseo de empresa empresa ilimirado ilimirado y unos unos grupos grupos que (de grado grado a no) acepran acepran plegar plegarse se a ella, ella, Por 10 10 demas, demas, estos estos materi materiales ales han dado pie a una una historia historia institu institucio cional nal,, demag-rafica, econ6mica y social de los indios indios de la Colonia, Colonia, explicada explicada con acieno en los trabaj trabajos os de Charle Charless Gibson Gibson,, Sherbu Sherburne rne F. Cook Cook,, Woodr Woodrow ow Borah Borah a Delfin Delfinaa
L6pez
Sarrel Sarrelang angue, ue,2 2 Para Para recrea recrearr esa mirad miradaa dispon disponem emos os de la obra excepc excepcion ional al de los cronis cronistas tas teligi teligioso ososs del sigl siglo o XVI,Moto XVI,Motolin linia, ia, Sahagu Sahagun, n, Duran, Duran, Mendie Mendieta ta y much muchos os otto ottoss preo preocu cupa pado dos, s, para para acab acabar ar con con las las idola idolatr tria ias, s, por por desc descri ribi birr las so· so· ciedade ciedadess indlge indlgenas nas antes antes del contacto contacto,, pero pero tarnbi tarnbien en por conserv conservar ar 10 que ellos ellos con· con·
rnod1 Icaciones de la reI
sidera sideraban ban mejo! mejo!.. En su tiemp tiempo o fue un enfoq enfoque ue admira admirable ble,, que prefi prefigur guraa el rtabaj rtabajo o etnogr etnogrmco mco,, pero pero cuya dens densida idad d rsyyo rsyyo caract caracter, er, al parece parecerr exhaus exhaustiv tivos, os, pueden pueden en· mascar mascarar ar las inflex inflexion iones es sutil, sutil,ss a rifanifi rifanifiest estas as que imprim imprimee a la real realida idad d indige indigena, na, Y, par orta parte, parte, ic6mo ic6mo asomb asombrar rarse se de que que estos estos autor autores es explor exploren en eI mundo mundo arne·
n lOconS lOconSCle Clente nteeet ni ni . . "I " I' . co 0 ell tura turall . y auo menDS SUsmetarnorfosis. Fuetza menDS caprar ' h ' e s I m H a r s e a a l g b ' e lc lc nD nD S ! to to s. s. Y s eg eg ui ui r . u na nas 0 s er er va va c1 c1 00 00 es es m ad ad eess ta ta s, s, ma ma rc rc an an do do , , aunascuantasmd· 'd al'd d SlnteslSy establecer com' tVt u 1 a es en sus intentos por obrener
que esc exotismo exotismo que sentimos sentimos alleer su testimon testimonio io en realidad realidad procede procede mas de la
d '.. promlsos entre est creaclOn cu cultural es p , as mun o s. s. A1go para recordar qu que la , ' ropla tanto de I'd· 'd tecnlcas de expresion r d as I? IVI uos como como de los grupos, grupos, Modos Modos y r b' , ecuer os, percep d I ' , ' ' las, nndan ClOnes e tJempo y del espacto espacto ImaglflaImaglflanndan as1 mater' la para explorar I' " I . ,', ' CIOn CIOny a defo deform rmac acio ion n de I os mter mterca carn rnbl blOS OS de de adop adopcl clOn Ones es,, Ja aslm aslmda da·· Ia apropiaci6n apropiaci6n y la enaJ'en en os;asg os;asgs~S s~S europeos, europeos, las dialecti dialecticas cas del malentendido, malentendido, de r' aClon, m p d d ' Po It1coY 10 social q ue ue 10 10 c d e r e r e VI st st a 10 q ue ue h ay ay de de po r me me di di o e n 1 0 cept S r ea y que h .00
una pr:ictica puedan
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que un rasgo reint reinterp erpret retado ado,,
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POI SIble,y, SIble,y, andand andando o el tiemp tiemp Ifmar Ifmar una Ident Identida idad d amenaz amenazada ada,, tanto tanto como como les es gobalde!' o,provocarunalent d' 1 " ' " conJUnto que los h 'b'd a Is Iso UClOn a una reorgamzaclOn IosconJ' areCl 10 Por I d ' , ' d Untos culturales q ,ese a 0 espero espero captar captar la drnarm drnarmca ca e Nueva Es ue reconstruyen d' pana, e manera mfatigablos le indios indios de la
rindio con perspectivas perspectivas y vocabulario vocabularioss europeos? europeos?
3
Ademas, con frecuencia oeurre
Espan Espanaa del siglo siglo XVIque XVIque de las cult cultura urass indige indigenas nas,, Lo cual cual no impide impide que estas fuentes fuentes formen formen los marcos marcos incomparables incomparables de una aprehens aprehensi6n i6n global global de los mundos mundos indlgenas indlgenas en el momento momento de la Conquist Conquista a y, nos atrevedamos atrevedamos a ciecir, durante durante todo todo el siglo siglo XVI, Pues Pues es lamen lamentab table, le, una vez mas, mas, que, que, explor explorado adoss profus profusarn arnent entee por por los arqueo arqueolog logos os y los hist histori oriado adores res para para descri describir bir las "reli "religio giones nes", ", las soci socieda eda··
des y las econoff econoffilas ilas antiguas, antiguas, estos textos textos hayan servido con menor menor frecuencia frecuencia para arrojar luz sobre eI mundo mundo que les dio dio origen y que que ya esta estaba ba cristi cristiani anizad zado o rurado rurado en el mom moment ento o de darles darles forma, forma, 2 Veas~ nuestra nuestra
y acuIacuI-
bibliograffa, en las paginas 371, 374.
Eipafia y llamado). llamado). Memoria/es 0 Libro de las cosas de la Nuevo Eipafia de /OJ naturales naturales de ella, Mexico, UNAM, 1971; Bernardino Hiloria general general de las casas de Bernardino de Sahagun, Hiloria Nuevo Espana, MExico, India! de Nueva Nueva Erpana... Erpana... , MExico, Parma, Parma, 1977, 4 vols.; Diego Durin, Durin, His/ana de las India! Mexico, Parma. His/ana cclcJias/i cclcJias/ica ca indiana, indiana, Mexico, Chavez Parma. 1967, 1967, 2 vols.; vols.; Geronim Geronimo o de Mendie Mendieta, ta, His/ana Monarquia indiana, indiana, M €x.ico, UNAM, 1975-198 Hayhoe, Hayhoe, 1945, 1945, 4 vols.; vols.; Juan de Torquem Torquemada ada,, Monarquia 1975-1983, 3, 6 vots. vots. 3 Motolinia Motolinia (Toribio (Toribio de Benavente,
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INTRODUCCION INTRODuccrON
Estan tam bien las fuentes indigenas. Par paradojico a par sotprendente que parezca, los indios del Mexico colonial d~jaron una cantidad imptesionante de testimonios escriros. Hayen ello dena pasrdn pOI fa escntura, vlOculada con frecuencia a la volunrad de sobtevivencia, de salvar la memoria dellinaje y de la comunidad, ala inrencion de ccnservar las identidades y los bienes ... Asi ocurre con los histotiadotes y los curas indigenas, a los que ayudaron a conocer mejor las obras de Angel Maria Garibay, pero sobre los cuales queda mucho par decir. Y 10 mismo sucede con la abundante bibliografia rnenos conocida, par 10 general anonirna, surgida en el seno de las comunidades indigenas -los Anales, los Tftulos Primordiales_, que, en muchas tegiones, descubre la existencia ptecoz de una practica de la esetituta y de un deseo de expresion entetamente original. Mas estereotipado, mas sometido a las limitaciones del deiecho espanol, a elIo se agtega en todas partes el inmenso acervo que constituyen las notarias y las municipalidades indigenas, los testamentos, las actas de venta y de compta, los donativos, las deli beraciones y las contabilidades tedactadas en lengua indigena y hacia los cuales han Hamada 1a atencion los investigadores James Lorkhan y algunos Otros. Cieno es que solo esetiben los nobles y los notables. Pero no 10es menos que es preciso abandonar el dise de los "pueblossin escritura". En muchos pueblos de Mexico se maneja la pluma can tanta frecuencia y tal vez mejor que en aldeas de Castilla a de Europa hacia la misma epoca. En fin, muchos indios tuvieron que dar cuenta oral de conductas a de creencias reprobadas par la Iglesia. En cada ocasion, el proceso y el interrogatorio aponan su dosis de informacion, a condicion de saber sopesar 10 que el filtro de la escritura, las intenciones del investigador, el cuestionario del juez, la intetvencion del notario y del eSetibano, a los azares de la conservacion pudieron agregar (0 quitar) al testimonio original. EI conjunto de esas fuentes es par tanto indisociable de las tecnicas de expresion europeas y de las situaciones coloniales. En principia, solo la arqueologia y el analisis de las pictografias permiten atravesar esa pantaHa. En principia, porque, paradojicamente, la ausencia del filtro occjdental no resuelve gran cosa. Los indios que, alineando sabte los papeles de amate sus pictografias mUlticolores, pintaron los codices, priicticamente no dejaron gUlas de lenura (LAMINAI). De suerte que la dave, el senudo de ese modo de expresion, sin equivalente en nuestro mundo, todavia 50 nos escapa en gran parte, sea cual fuete el intetes de los trabajos tealizados estos iiltimos anos. M~ aiin cuando, en tealidad, muchas piezas "prehispanicas" fueton plOtadas ~espues de la ConquISta y nos hacen COrrerel riesgo de confundir con un tasgo .lOdlgena una, "':lmJlaclon sUtil, una ptimera teinterpretacion apenas petcepubk .. 50mbra ptoxlma a leJana de una occidentalizacion que acompana de maneta IOseparable los pasos del historiadot. Marcan y precisan los limites de esa travesia por los mundos indigenas el paso sistematico a la Jengua esc:ita (sea cual fuere la fase) y, POt tanto, Ja imposibilidad de alcanzar la oralldad, la lOevltable telacion can Occidente en forma dId I . d I 'b al d I 'e ruta, e Juez, e os tfl Un es, e as administradores y del fiseo. Mas no se colija de eHo
falta de alga mejot, el discurso-sobreque esternos condenados a desentranar, ~ I undo indigena solo aprehendemos los-indios. Admitamos sirnplemenre que em. ble y mas 0 menos confusa, el id I la de manera inevrta reflejos, a los cua es se mezc -' dIes eo captar a los indios fuera de OCCI enre nuestro. Pretender pasar a traves e P J Y ti able e ilusorio. A menos de huncon frecuencia Imptac c . . d b . .. r e s u n e je rc ic io pe I gr oS O". a d e la s c ua le s ha y q ue a dmi ti r q ue e en dirse en una red de hlpoteSlS,. ac~c . bargo queda un campo todavia consr ponerse sin cesar en tela de JUCIO. SIOemI odelos de comportamiento y penI . indigenas ante I das 1m T' derable, el de a s reacciones de su manera de perciibi It eI d id I s cuwpeos e . . ... e ana 1515 s am ie nt o i nr ro U cl a s p ar a . I '. me nu do e n e l c ao s, la d omi na cio n mundo nuevo' que engendra, en fa ~1O eOCla : aesos reflejos que siguen siendo de d t aptar y par mterpre t '. tras csuya olonial. Q ue a n excepoonales, po c . testimonios (u:o eq uivalente n o siempre se Uene en nue s sociedades del lado europeo del oceano.
ABREVIA TURAS
A
Ruiz de Alarcon
AGI
Archivo General de Indias (Sevilla) Archive General de la Nacion (Mexico)
AGN
AHPM
AMNAH ARSI BN FeE HMAI
INAH L\
P PNE RGM
I. LA PINTURA
Archive Historico de la Provincia Mexicana de la Compaiiia de Jesus Archive del Museo Nacional de Anrropologia e Hisroria (Mexico) A:chlvum Romanum Societatis Jesu Biblioteca Nacional (Mexico) Fondo de Culrura Economics
'Handbook of Middle American Indians Instituro Nacional de Anrcopologla e Historia La Serna Ponce de Leon
SEP
Secretaria de Educacion Publica
UNAM
Universidad Nacional Autonoma
de Mexico
Es DIFICIL imaginar la extraordinaria complejidad, el peso demogtiifico y la diversidad cultural de Mexico en visperas de la Conquisra espanola. Anres de explorar una de las caracteristicas mas notables de este universe. es preciso imponerse el rodeo de
algunos puntas de referencia esenciales, sin los cuales se correr1ademasiado e1 riesgo de perderse.
Sabido es que el cenrro de Mexico -de
Michoacan y del Bajfo, de la
frontera chichimeca en el norte, a la region de Oaxaca en elSUf- alberga en aquel enronces una poblacion densa, dispersa en multiples comunidades y en varias grandes aglomeraciones. Se calcula que, en 1519, pueblan esras tierras entre 10 y 25 millones de habirantes.' EI conjunto conforma un mapa Iingutsrico, cultural y politico singularmente tupido. AI cenrro, en los valles de Mexico, de Toluca y de Puebla, en el Morelos semirropical y en una parte de Guerrero predominan pueblos de lengua nahuatl. Los purepechas ocupan Michoacan , en tanto que, al sureste,
Papeles de Nueva Espana, Madrid, Paris, 1905-1906 Relaciones geogriijicas de Michoaciin {edicion de Jose Cot
Y LA ESCRlTURA
N'ona unez, 1958).
zapotecos y mixtecos comparten las rnontafias de Oaxaca. Son estes los grupos mas fuertes. Menos numerosos 0 menos influyentes, otros pueblos poseen una personaIidad y una hisroria que impiden confunditlos con los anteriores. Vease a los rnazahuas y sobre todo a los oromies del norte del valle de Mexico, de la Sierra de Puebla, de Tlaxcala; a los chonrales de Guerrero, a los mixes, los triquis, los chatinos -sin mencionar a otros- de la region de Oaxaca. Imposible hacer jusricia a cada uno de esos grupos y a cada una de esas culturas. Cuando mucho se puede guardar en la memoria su multiplicidad, su irnbricacion, su pertenencia a familias lingiiisticas sumamente disrintas: la yutoazteca para eI nahuatl, la maya para eI mixe, el zoque y el totonaca, eI macrootornangue para eI rnazahua, el otorni y el matlaltzinca,
el mixteco y eI zapoteco ...
mientras que eI tarasco (0 purepecha)
de Michoacan constituye todavia un terreno aparte. Algunas lenguas predomina ban .en ese mosaico: el mixteco, el zapoteco, el tarasco y sobre todo eI nahuatl de los valles centrales, que servia de lingua franca en las demas regiones. Al sur del Bajio, poblado por nomadas chichimecas, cazadores y recolectores, existen par dondequiera sociedades campesinas que sostienen. mediante su tributo, a gropos de artesanos, de sacerdotes. de guerreros y de comerciantes, dentro del marco de unidades politicas que los nahuas llamaban tlatocayotl, los espanoles C
'senocios", y que los investigadores anglosajones denominan city states, las ciuda-
des estado que, a decir verdad, no son realmente ni ciudades en eI sentido griego, ni estados en la acepci6n moderna del termino. Una city state es mas bien una nebulosa constituida por un centro politico, adminisrrativo y urbano (mas 0 menos desarrollado de acuerdo con las etnias), fuera de una serie de pueblos y de aldeas, o incluso de rancherias dispersas. Esos pueblos y esas aldeas correspondian, entre
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LA PINTURA Y LA ESCR1TURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
las poblaciones nahuas, a los calpulli, en otras palabras, a unidades
territoriales,
e incluso evocando a los grupos tolreco-chichimecas surgidos de su rnezcla. Pueblos antiguos yautoctonos coexisnan con los recien Ilegados, que adquirian las tradiciones locales al mismo tiempo que prestaban sus servicios. Estas aculturaciones hist6ricas, estos pasos progresivos del nomadismo a Ia vida sedentaria formaban,
basadas en el parentesco, en una jerarquta relativa de los linajes, en cierta propensi6n a la endogarnia, en la ptopiedad comunitaria de la tierra, en una solidaridad material y militar, yen el culro a un dios tutelar, ei calpulteotl, cuya fuerza residia en una imagen 0 un paquere sagrado. , , AI menos, esto es 10 que se puede deducir de fuentes a la vez abundanres, contradictorias y con lagunas debidas a borraducas U omisiones.?
no hay que olvidarlo, el tel6n de fondo de las mernorias indigenas. Tambien evitarernos considerar estas culturas y estas sociedades como conjunros hornogeneos: en el caso de Tenochrirlan (y sin duda en el de otras ciudades) se ha esrablecido que profundas diferencias oponian a las comunidades utbanizadas, dedicadas al comercio y a las artesanfas, y las comunidades rurales. Si a estos multiples registros econ6micos, ernicos e historicos se agregan las variables introducidas por la diversidad de los grupos sociales, 0 de las clases sociales, sc obtiene una imagen caleidos-
Selladas entre los sefiorios, algunas alianzas libres u obligadas y confederacio-
nes Ilegaban a
141
formaci6n de unidades pol1ticas mas
0
menos vastas,
mas
0
menos
menos centralizadas, a semejanza de las que construyeron los rruxtecas de Tilantongo, los nahuas de Tlaxcala, y sobre todo los de Mexico-Te,
ef~eras
y m~
0
nochrirlan, de Texcoco y de Tlacopan, en el valle de Mexico, Las alianzas se hac1an y se deshacfun al hilo de las invasiones y los desplazarnientos de poblaci6n, De ese modo, duranre los rres siglos que anrecedieton a la Conquista espanola, pueblos del notte de lengua na/lUarl penetearon por oleadas sucesivas en el valle de Mexico con laspoblaciones locales, Ptosperaron y luego dedinaron algunas
~,semezd~on
clUdades : Culhuacan, Azcapotzalco, Coarlinchan, Durante el siglo xv, hacia 1428, Texcoco y Tlacopan, b~o la direcci6n deIos mexicas de Tenochtirlan, puSleron en pIe una confederaclOn, una hga, la Tnple Alianza, que absorbi6 los tri buros del valle y de comarcas mucho mas remotas, Edificada en mirad dellago de T~xcoco y surcada por canales, Tenochrirlan fue en ese entonces la mayor aglomeraClon del mundo arnencano, pues albergaba una poblaci6n superior a los 150000 Y tal vez a los 200 000 habltantes, SIO embargo, evitemos ver en ella la sede de un
modemo, ~mp~tI~
de una burocracia centralizada,
0
el catazan de una dominacion
~r~slS~lble, EI poder de bTriple
Alianza se concrer6 sobre todo en la exrracci6n e (fIbuta, en fa eventual mstalaC10nde guarniciones en la I'mp . '.. . d' h I b' , " , OSlclOn0, meJor IC 0, a so relffipOSlclon de sus dioses a los panteones locales y t d en I ", d d ' an es que na a, ' 'al a conStitucIOn e re es extremadamentc cerradas de all'anzas I d' matnmoOl es y hazos e ~arentesco, La Ahanza era reciente y, en 10 pol1tico, tan friigil como las ege.~onJ.as anter~ores, tal ~ez por no poseer una escritura a la medida de sus. d ' ambJCIOnes. Cubna el corazon del centco" de Mexico 0 sea '. " " madarnente 200 000 kml I un termono e aptoxI, ' con excepClon del Mlchoacin de los tarascos del senono de Tlaxc:ua que, nahua rarnbien, junto a sus aliados de Hu' ,y Cholula reSlstlo a los mexicas y a la Triple Alianza, eJorzlOgo y de En fin, en el curso de sus migraciones 0 de su se dent' " esruvieron someridos a incesantes procesos de aculrurac,a:lZ~IO~, todos esos pueblos daban el recuerdo, oponiendo a los olmec 1 I Ion, e os que algunos guar, as y os to tecas de antad d los tef inarnle ntos de la c iviliz aci6n con 10 d no, por ra o re s e 2 L6pez Austin (1980). 1. pp.
n.ao.
.
s caza ores y recolectores chichimecas.
c6pica que impide asimilar los mundos indlgenas con totalidades esrables, con sociedades monol1ticas e inm6viles, totalitarias antes de tiempo 0 ancladas milagrosamente fuera de la historia, 0 incluso confunditlas con las comunidades carn.
pesinas, y hasta con las rnargenes explotadas que son en nuestra epoca.4 Derengamonos en las noblezas indlgenas, pues en su seno aparece uno de los rasgos mas notables de estas sociedades, Entre todos los grupos que dominaron
las poblaciones del centro de Mexico, los achaecha tarascos, los tay toha mixtecos, los senores otomles a zapotecos, es probable que los mas conocidos nos sean los pipiltin, los nobles nahuas,' Los pipittin legitimaban sus· poderes y conceblan el mundo en el que viVIan can apoyo en los conocimientos que conservaban celosamente. Aquel saber senalaba modos de vida, tradiciones par mantener, herencias porttansmirir, y todo aquello que, de una manera general, puede designar la palabra nahuarl tlapializtli,6 Al cosmos, se pensaba que esos conocimientos Ie conferJaIl una norma, una medida y una esrabilidad, A la sociedad la proveran de un orden, una orientaci6n y un sentido. Al menos eso era 10que pretendlan los cuatro ancianos que inventaron "Ia cueata de los destinos, los anales y la cueata de los aftos, el libto de los suenos", Pateirnonio antiguo, conservado y aplicado escrupulos.mente, teansmirido de un pueblo a otto, aquel saber daba origen a un sistema educativo con un desartolIo unico, Templos-escuela teservados para los hijos de lospipiltin preparaban a los futuros dirigentes. En aquelIos calmecac habra sabios -"los lIarnados poseedotes de los libros de pinturas", "los conocedores de las cosas ocultas", "los derentores de la rtadici6n" - que daban a los j6venes una educaci6n tan austera como elaborada, en la que se asociaban los conocimiemos, los modos de decir y las maneras de ser, Entte otras cosas, alii se aprendlan "los versos de canro para can tar que se llamah.an divinos cantos, los cuales versos estaban escritos en sus 4
E. E. Calnek, "Conjunto urbano y modelo residencial en Tenochtithin", Emayos sabre el de.sa1974, pp. 11-65.
nvllo urbano de Mexico, Mexico, SepSetemas,
f . Edward E. Calnek, "Patterns of Empire Formation in th Vall • he ey 0 MeXICO.Late Postclassic Period, The Inca and Aztec Stales 1400-1800 . '. nnl ropology (Ina n'lJ t Dry, GA' .. RosaJdo yJ. D. Wtrth, camps., Nueva York Ac d 'p Collier, R. I. , a er nIe cess, 1982, pp. 43-tSi. 1
1200-021",
17
I
5 Carrascoy Broda (1976); LOpezSarrelangue (1%5); Spores (1%7); Mercedes Olivera,Pi/Its y macesocia/es y los modos de producci6n de Tecmi delsig/o XII aJ XVI, Mexico. Casa ehata, 1978; Jesus Mon;aras-Ruiz, La nob/eza mexico. Mexico. Ediwl, 1980. 6 Miguel Leon Portilla, To/tecoyotl. Aspectos de 10 cultura nahuatl, Mexico, FeE, 1980, pp. 15-35. huaJes. Lasformaciones
LA PINTURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
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libros con caracteres". 7 Ademas del nacimiento, aquella educaci6n distingula a los nobles de los plebeyos -los macehualeI-, hacienda de ellos seres inreleccual y moralrnente superiores, aquellos "hijos de la gente", "cabello" y "uhas de la genre' ~, que estaban destinados sin excepcion y desde el principia a las funciones de mando.' Pero, sin duda, he aquila esencial. EI conjunco de los conocimienros que explicaban y sintetizaban 1aimagen que aquellas culcuras 0, mejor dicho, que aquellos medias dirigentes daban del mundo, se vaciaba en dos modos de expresion que al parecer son predominantes y propios del area mesoamericana: 1a tradici6n oral y la picrografla. Asi era enrre los antiguos nahuas, entre los mixtecas y los zapotecas de la region de Oaxaca a incluso -tal vez en menor grado- entre los otomies. En cambia, los tarascos de Michoaciin tal vez hayan desconocido la expresi6n pictografica, puesto que no nos legaron ninguna producci6n comparable a los anales a los calendarios. las culruras del cenrro de Mexico son antes que nada culturas de 10 oral. ElIas tuvieron sumo cuidado en cultivar las tradiciones orales, en codificarlas en dirigirlas a transmitirlas. Las fuenres nahuas de la epoca colonial han cons~rvado el rasrro de esa creatividad en sus expresiones mas diversas. S610daremos de ella una breve imagen, para sugerir mejor el alcance de los registros que inclula. Los nahuas
dlStlogulan cuanda menos ~osgrandes grupos en los que reunian generos nume. rosos y concrastantes: los cutcat/ y los Ilahtoili. Los primeros designaban los cantos de guerra, las canClOnesde "amistad, de amor y de muerre", himnos dedicados a los dlOses, poemas en los que se aliaban la especulaci6n inrelectual y metaflsica. En camblO, los t/ahlolli se vinculaban aI tercena del relata, de la narraci6n, del dlscurso y de 1a arenga: en elIas se enconcraban par igual "las palabras divinas" (Ieotlahtoll,), q~e habla~~ de la gesta de los dioses, los orlgenes, la.cosmogonla, los cultos y los ncos; los relatos sabre las casas antiguas" d t h"'· I £'b I I . . , e ana lStonco, as a u a s, a s zazani/It; y las famosas huehuehllahtolli las "pal b . " II I . , a ras anuguas i a~ue as e e~antes dlSCursosque rrataban de las mas diversas materias: el poder, el Clfculo domesClco, la educaCl6n y los dioses. aI Ensenadas en los calmecae -las escuelas de la nobleza d II . . gunas e aque as plez,as se reataban a se cantaban en las grandes festividades que reunlan a lospibl I pt/ttn. SI las huehueht/ahlollt er an mas bien patrimonl'o d e 10 I h' , . s no es y as senores, as unnos y los canucos de Cararter ritual tambie'n se difu d' d I bi '" n tanenrreto a a po aClOny, en partl~ular, en las escuelas que Ies estaban destinadas. El sacerdote encargado de rransmuulos velaba par que se les reprodu,'era can . d I 'ldl.·· exatncu-see . dbl e t apzzctlJzm •.• el que conserva" _ . a a e tItu 0 . I " " ' lll1enrras que orro se dedlcaba a exanunar os canucos rcClCOcompuestos por 10 aI' . . . b' , cu se aprecta que una sOCledad Sill escntura len puede conocer tanto la copia fi I I . , Ie como a censura. Es poslble 7 Lc=6n Portilla. B
ibid..
pp.
190.204.
L6pez Austin (1980). It pp. 443-467.
Y LA ESCRlTURA
que el narrador de tlahtolli haya tenido mas libertad de palabra,
19
a condicion
de
haber sido agradable y habil. Pero hay razones para pensar que los "relaros sabre las cosas antiguas" a las narraciones "divinas" tarnbien deblan ser objero de regulaci6n y censura. Sometida estrecharnenre a las instiruciones, y vinculada a circunstancias y contextos. la producci6n oral obedecla adernas a un juego complejo y sutil de limiraciones internas. La transmisi6n, el aprendizaje y la memorizacion de ese patrimonio ponian en acci6n los recursos mas diversos. Era asi, por ejernplo, como los cuicatl poselan un ritmo , una metrica, una estilistica y una estructura propias, Se componfan de una secuencia mas 0 menos sustanciosa de unidades
expresivas -equivalente
de nuestros versos y nuestras estrofas-.
que iban aso-
ciadas de dos en dos. Los paralelismos (es decir, los rniembros de frases sirnetricas) y los difrasismos (la yuxtaposici6n de dos metaforas evocadoras de un concepto, como el agua y el fuego para designar la guerra) eran procedimientos permanentes. Es probable que silabas inrercaladas marcaran la metrica, mientras que otras ---<:omo tiqui, toco, toco, tt'quiti- tal vez indicaban el rirmo y el tono del acornpafiamienro musical. De una manera general, seria imposible desligar el cuicatl de los medias de expresi6n que 10 reproduc1an, aun cuando hayamos perdido todo su rastro: en ese caso se encuenrranJ:r:rniisica y la danza, que desempenaban un papel importante en las celebraciones publicas. Sin duda menos variados pero igualmente constantes, procedimientos estillsticos analogos esrructuraban los tlahtolli, entre elIas el paralelismo, el difrasismo, la acumulaci6n de predicados en torno a un mismo
sujeto, acumulacion concebida para organizar una secuencia temporal 0 para servir de explicitaciones convergentes y complementarias. Estas tecnicas de composici6n con frecuencia imprimen a esos textos un paso desconcertante, repetitivo yacumu. lativo. Sin lugar a dudas eran elIas las que facilitaban su aprendizaje
y su memori-
zacion, a falta de una version escrita, al mismo tiempo que ofreclan gu1as para la improvisaci6n y la creaci6n. 9 La complejidad de las composiciones confiadas a la rransrnisi6n oral, la variedad de generas, el valor considerable dado a la ensenanza, la elocuencia y la palabra, nos podr1an hacer olvidar que aquellas sociedades tambien poselan un modo de
expresion grwca. Aunque no conoderon ninguna forma de escritura alfabetica antes de la Conquista espanola, se expresaban sin embargo con medias de apoyo multiples -el papel de amate y de agave, la piel de venado-, que segun el caso adoptaban la forma de hojas largas y angostas que se enrollaban a se plegaban como acorde6n, a de grandes superficies que se extendlan sabre las paredes para set expuestas. Sobre aquellas bases los indios pincaban glifos. La expresi6n pictogrwca tiene en Mesoamerica una trayeetoria larga y compleja. por no dedr oscura, 9
Sobre esce capitulo, vianJe Miguel Le6n Ponilla, Los antiguos mexicanos a travis de JUscronicaJ y
cantares, Mexico, FCEISEP, 1983, p. 68, y "Cuicad y dahtolli. Las formas de expresi6n en niihuatJ". Es-
Mexico, XVI, 1983. pp. 13·108; Garibay (1971), I.pasJim; Frances Kamunen y James Lockhan, "La escruccurade:la poesia n.muad vista por sus variantes", EJludioJ de Cultura Nahuatl, XIV, 1980, pp. 15-64. Sobre la miisica prehispanica, Stevenson (1976). tudioJ de Cultura Nahuatl.
LA PINTURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
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que no podtiamos tesumir aqui.'? (LAMINA 1.) Baste con esbozar 10 que nosotros captamos de las practicas vigentes en el centro de Mexico, entre las poblaciones na buas. Esas practicas articulaban tres gamas de signos con desigual importancia, que nosotros induimos bajo el titulo de glifos: pictogramas propiarnente dichos, que son representaciones estilizadas de objetos y de acciones: animales,
plantas, aves, edi-
ficios, montafias, escenas de danza, de procesion, de sacrificio, de guerra, dioses y sacerdo~es... ; ,deogramaJ que evocan cualidades, atriburos, concepros vinculad?s al objeto figurado: un ojo significa la vista; las huellas de pasos designan e1 viaje, la danza, un desplazamiento en el espacio; la diadema del noble senala (recuhf/z); losescudos y las flechas expresan guerra, etc. (de una manera general, ~Igamos que si el pictograrna denota, el ideograma connora); finalmente, signos jonefteOJ, poco numerosos, que se aproximan a la expresion gl1fica de los alfabetos al jefe
oCClde~t~les. Transcnbl:O?O exclusivamenre sllabas, esos signos se vinculan a la topommla, la antropommla y la cronologia. A manera de ejemplo, citemos los de los sufiJos nahu:, del hcatlvo (-t/an, -tzin, -pan), que entran en diversas formas en la compOSlClOnde los glifos toponimicos. Este fonetismo en estado embtionario -q~!=t~bien conocen los mayas y los mixtecas- esta emparentado con fa creacion del Jeroglifico en la medida en que recurre a hom6nimos figurables e identificables con faclhdad . que dan un so m'd 0 cereano 0 aOatogo ~I al que Sf pretende senalar. Sob;e rodo, hay que ;ecotdar que, en vlspetas de la Conquista espanola, la pictogcafla nahua cOnStltula un sl'ste' , "" " . ."' . . rna ffilxto cuya naClente fonetlZaC100 tal vez este ltgada a la expansIOn mllaar y econ6mica de la Triple A1ianza dominada por los mexlCas. No debe descartarse q I . d ' . . ue os cenera os contacros con atras ttnias eoemlgas 0 someudas, hayan podido m It' I' I . . ' . , . U Ip Icar a neceSldad de pintar nombres de lugares Yde.~er£son~jesexotlcos, y que esta priictica haya planteado el problema de la teanscnpclOn onellca de palabr .Id T teristicas m r£ I" d I ' as atSa as_ ampoco queda excluido que las caraco oOdglcas e nahuatl se hayan prestado a. esta evoluci6n en la medida en que se trata e una lengua I ' . sil b P . ag Ullnante que con facilidad se descompone e n a as. ero no es menos etecto q '. ue no eXlStevmculaci6n toral de la grafia con la P a Iab ra, como en nuestros alfabetos En las hojas de amate 0 de aga cos no se pueden dl·str·b . aI ve, os Slgnos plctograficos, ideograficos y fonenI UIC aZar como t . ~ nos son familiares Lo I" '. ampoco oeurre al htlo de las Imeas que . s g uosse organlza . segun crirerios que en gran Parre desconocemos toda' via La compagm" y se aruculan I . " respectiva su orientacio' I' d aClon, a escala de los signos, su pOSICIOn , n, os mo os de asoc'" d . , d los nexos geaficos son otros tant lactOny e agrupamlento, a mas e tura" y de manera mas' I os elementos constirutivos del semido de la "pin-
i·
.
.
?
Ilena 10; espacios delimit~;;;'~ e :r sl:n~lIa, del sentido de la lectura. EI color que p mea gruesa y regular teazada por el pmtor Robertson (1959); Charles E. Dibble "W" . tln, 1971, pp. 322-331; los ensayos de) h B rnmg 10 Central Mexico", HM.AJ, Pane J, vol. 10, Aus, Austin, 1975;Joaquin Galarza Lienzos ': Cnh" Glass y Donald Robertson en HMAJ Parte 3, vol. 14, M;' ' . 'ue tepella Fran~alse, n, eXICO,Mission Archeologique et Ethnologique 1972. .
10
Y LA ESCRITIJRA
21
-el tlacuilo-« agrega el significado de sus modulaciones crornaricas, aun euando los esparioles no hayan visto en el sino un elernento decorativo, que los llevo a designar las producciones glificas con el rerrnino "pintura'" , engafioso pero ha bitual en el siglo XVI. Por otra parte, la expresion picrografica condensa en un mismo espacio pianos que la mirada occidental trata de distinguir para analizar, pero que probablemente no ser1an pertinentes para el "lector" indigena, As!, en una trarna cornpuesta poe elementos topograficos pueden venir a agregarse relaciones que nosotros calificar1amos de econ6micas, religiosas 0 poliricas. Los ciclos de la recolecci6n del triburo, los santuarios prehispanicos y los signos de la hegemonia de un grupo se confunden alIi, componiendo una obra marcada por una fuerre unidad tematica y esrilistica. Aun cuando nos perrnita apreciar el contenido, recurriendo a matrices modernas, con frecuencia nos candena a pasar poe nuestra leetura exegetica de las "pinturas' alto el caracter espec1fico de una captaci6n de la realidad y de su representaci6n. Especificidad formal que es, anadamoslo, algo enteramente distinto de un artificio de presentaci6n. Sean cuales fueren sus gravedades aparemes, el campo de la expresi6n pictografica es asombrosamente vasto. Induye terrenos tan v:ariadoscomo la cronica de las
guerras, el reperrorio de los prodigios y de los accidemes dimaticos, los dioses, la carrografia, el comercio, la hacienda publica, eI traslado de dominio. Sin embargo, las obras adivinatorias fueron, aI' parecer, las mas numerosas, "Iibros de los anos y tiempos", "de los dias y fiestas", "de los suenos y de los agueros", "del bautismo y nombres que daban a los ninos", "de los ritos de las ceremonias y de los presagios por observar en los matrimonios ... " II EI predominio de las obras adivinatorias se lee en la represemaci6n pictografica del t/acui/o, puesto que el pintor aparece con los rasgos de un indio que sostiene un pincel ,.arriba del glifo del dia". Cierro es que la consulta de los Iibros adivinatorios marcaba de manera regular la existencia del grupo y de los individuos. Podria creerse que eI caracter al parecee rudimentario de la tecnica de expresi6n implica una organizaci6n poco ela borada de la informaci6n, aniiloga a la que prevalecia en el antiguo Oriente Medio antes del triunfo de los alfabetos. Y, en efecto, listas 0 invemarios ordenan los datos contenidos en las "pimuras", listas de senorios conquistados, listas de l1mites, de meecandas entregadas como tributo, listas de aCios0 de soberanos ... Pero reducitlos a inventarios equivaldria a limitar de manera exagerada el alcance de estos documentos. Antes que nada porque, en forma de ideograma, la combinaci6n de significados permite a los indlgenas expresar conceptos de una extrema complejidad y evocar las nociones mas absrractas y las construcciones mas imaginarias: asi ocurre, por ejemplo, con la alianza de los pictogramas del agua y del fuego, que designa la noci6n nahua de guerra sagrada; con el signo o//in, que expresa el movimiento del cosmos; con los conjumos dispuestos para figurar los distimos "avatares" de las divinidades. Pero si las pinruras son mas que listas, es porque 11
Mmolinia, MemorialeJ.
., op. cit., p. 5.
LA PINTIJRA Y LA ESCRlTURA
LA PlNTIJRA Y LA ESCRITIJRA
22
rarnbien poseen una dimensi6n visual que en ocasiones se ha subescimado. Adernas de textos, las "pinturas" son imagenes y exigen que se les considere como tales. Vale decir que competen tanto ala percepci6n como a 10conceptual.
Dimension
que resulta problemiitica pues, si la percibimos de manera intuitiva, es dificil verbalizarla y, por tanto, transcribirla. Digamos que pertenece a las combinaciones de formas y colores, ala organizaci6n del espacio, a las relaciones entre las figuras y el trasfondo, a loscontrastes de luz y tonalidad, a las Ieyes geometricas elegidas y em pleadas, al movimiento de la lectura, ala m6vil densidad de las representaciones ... Nada.de 10cual impide que los mecanismos de la "lectura" y,a fortiori, de Ia elaboraci6n de los documentos pictogriificos sigan siendo poco conocidos. En ge· neral, los testimonies proceden de observadores europeos,
por complete
23
las leyes del discurso y del canto, los canones de la pintura eran s610el reflejo de un mundo superior y de un orden invisible. Por encima del contenido de las ensefianzas
dispensadas, esos canones panicipaban de manera sistematica en el ordenarniento de una realidad que vinculaba lntimamente la experiencia humana yel mundo de los dioses. De estes tomaban los rasgos mas sobresalientes, y sejialaban los elementos mas significativos, a expensas de 10 accidental, 10arbitrario y 10individual. En ese sentido favoredan la representacion, la manifestaci6n antes que la comunicacion, Ellos contribuian activamente a modelar una percepci6n de las cosas, una relaci6n con la realidad y con la existencia, que la Conquista espanola habrla de poner profundamente en tela de juicio.
ajenos a
esas priicticas. Sabido es que los glifos se ' 'leian' seiialiindolos con una varita, que textos prontuario bien pueden haber guiado el desciframienro de las "pinturas", aportando adaraciones, complementos de informaci6n, incluso 10 uno y 10 otro ala vez. Instruido en los calmecac, el "lector" indlgena solia afirmar: "soy cual florido
LA RED DESGARRADA
papagayo, hago hablar los c6dices en el interior de la casa de las pinturas ... "-" "Hacer hablar", "decir 10que fue asentado en el papel y pintado ... " equivallan
Las perturbaciones que la Conquista provoc6 durante varios afios, y las campafias de evangelizaci6n hechas por los franciscanos que llegaron en 1523, conrribuyeron a diseminar y en ocasiones a desrruir una gran parte de esos patrimonios orales 0 pintados. Por ejemplo, se sabe que, en 1521, los aliados indigenas de Cones in-
a tomar de fuentes escrupulosamente memorizadas los elementos de una verbali· zaci6n que derivaba de la explicacion y de la interpreraci6n, en la forma uniformi-
cendiaron los archivos de Texcoco, una de las tres capirales de la Triple Alianza. Pero fue apenas en 1525 cuando empez6 la demolici6n sistematica de los templos
zada de un discurso paralelo y complementario. Resulta tentador confundir esre ejerci~io con la glosa medieval, pero 10mas probable es que fuera pecar de emO·
en el valle de Mexico y en Tlaxcala, despues de que los franciscanos prohibieron toda forma de culro publico. Las persecuciones constantes de que fueron objero
centnsmo ..Pues las ~elaciones que vinculan la "pintura"
desde aquel "ntonces
al discurso operan en dos
los sacerdotes indlgenas
nos permiten
fechar por aquellos
sent1?,os; Sl,bIen es aeno que se "hacia hablar a los libros", tambien algunas "pinturas seman de apoyo a Ia expresi6n oral: "50 Ies ensefiaban (a los alumnos de los
anos el desmantelamiento de las instituciones educarivas y el cierre definitivo de los crJImecac. De manera simultanea, los primetos evangelizadores decidieton hacer-
crJImecac) los can~ares, I,osque se decian cantares divinos, siguiendo
se cargo de la formaci6n de los hijos de la nobleza.
Sm. duda,
tamble?
sena totalmente
err6neo considerar
los c6dices."
las "pinruras"
simples
a~.llciliaresrnnemo~ecfi1COS,como fueron proclives a pensarlo los evangelizadores
del
slglo XVI. Antes bIen, parecerla que la transmisi6n de Ia informaci6n hubiera im plicado re.curru de modo simultiineo y no redundante a la memoria verbal y al aUXIhar pmtado , de acuerdo con una a 1" . la nza S1e mpte constante de Ia unage n y Ia Palabra. S610 una minoria de personas pod' '1' . Ia conCllar aquel saber II I" aquellas tecmca5 y aque os comp eJos~perativos: los nobles que asistian a los cdtmecac y que a veces se entregaban al serv[C[Ode 10 d' . . " d " d' . . s lOses -sm que se deban establecet entre laICOS y sacer otes IVlSlonesdem . d . ., li fos tamb" 'd d asIa 0 taJantes- 0 los tlacuiJo que pmtaban los g . , len surg[ os e los mlSmos med' P . b' 10 a fumaba l a tra dici6n "I . [os. e ro,51 le n e s c ie no que , c omO do ellos nos llevan ' os;'Iue t1ene~ en su poder Ia tinta negra y roja y 10pinta· , h .' ' nos guran, nos dlcen el camino" Il Ia picrografia y eI disculSO eran muc 0 mas que la expresi' d I ' on e una c ase 0 el instturnento de un poder. Como 12
LeOn Portilla (I9t'3),
p.
64.
B Leon Ponilla, La fiJoIO/ia nJhlllltl
cion a1 frances: La pensle tlZteque P ~e s~ t en ~us /Mentes. Mexico, UNAM. 1959, ,ans, . d u Seud, 1985).
p.
76 (tnduc-
de los templos
quemamos". Geno es que, en principio, ttataron de distinguir la sirniente buena de Ia cizana, tolerando aquellas obras que les parecfan de naturaleza hist6rica, sin que, no obstante, se mostraran del todo ingenuos. La dificultad de determinar d6nde empezaban "el error y el engano del demonio" , la desconfianza que pesaba sobre rodas aquellas producciones influyeron de manera decisiva en la suerte de las "pinturas". Con frecuencia se les destruia sin ninguna distinci6n, como Iuego 10 deploraron algunos cronistas escasos de fuentes: "Algunos ignorantes creyendo ser idolos las hicieton quemar, siendo hisrorias dignas de memoria. " I' Los anos de 1525 a 1540 fueron la epoca de las persecuciones violentas yespectaculares. Quince anos durante los cuales paries enteras de las culturas indlgenas se hun14Juan Bautista Pomar. Relaci6", de Tezcoco, Mexico, DIaz de Wo. moria/es ..
t dJfu:ia
Si la desttucci6n
y los idolos constituy6 el objetivo primordial de los anos 1520 a 1530, los franciscanos, seguidos por otras 6rdenes mendicantes, tambien confIscaron todas las "pintutas" que Ies parecian contrarias a la fe, "todo 10que es ceremoniiitico y sospechoSo
1981.
pp.
1-2; MotOliofa. Me-
, op. cit., pp. 34-35, 439; Durin, HiJtoria. ", op. cit., I, p. 226; Torquemada.
quia indiPna, op. cit., I, p. 6 Y IV. p. 331.
Monar-
24
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
dieron en la clandestinidad para adquirir, frente al cristianismo de los vencedores, el estaruto maldito y demoniaco de la "idolatria". En unos cuantos afios, algunos senores indigenas tuvieron que proceder a una readaptacion total de sus practicas ancesrrales. Lesfue necesario abandonar los santuarios de las ciudades, degir lugares apanados, el secrero de las grutas y las montalias, las orillas desiertas de los lagos y la proteccion de la noche. Debieron restringir en extremo la practica del sacrifieio humano, formar una ted de inform adores y escondites que pudiera burlar la vigilaneia de los espafioles y el espionaje de los neofitos, y obtener mediante el chantaje y la arnenaza Ia colaboracion 0 euando menos el silencio de las poblaciones." Desligadas de manera progresiva de su asienro material y social, a.isladas pot los evangelizadores y los conquistadores de los grupos a los que pertenecian, para constituirse en "religiones" e "idolatrias", manifestaciones rotales 0 parciales de las culturas indigenas sufrian una redefinicion incomparablemente mas perrurbadora que el paso a Ia clandestinidad. En el rnomenro mismo en que la Conquista las msenaba por la fuerza en un espacio inventado del todo por Occidente, im. pu~sto por l~s espanoles y delimitado mediante terminos y conceptos establecidos - s~perSt1C10nes. creenclas, cultos, sacrificios, adoraciones. dioses idolos. cere. 1
momas, etc. .,.." -, aquellas manifestaciones eran tachadas de errores y de false. dades. Los mdlOs se enteraban al mismo tiempo de que ellos "adotaban a dioses" y que esos "dioses,~~an,~alsos"',~ que h.bi~ sido el senrido y la interpretacion del ~undo cran un n~o Y llna ceremOOla' perseguidos, margin ados y menospre. (ladas, una "cree~C1a"fa1sa,.~~"error" por descartar y repudiar, un "pecado" por ~onfesarante los J~eces ecieslasllcoS. Lo que habia correspondido a una aprehension mdlscullble e mdlscutida de I. realidad, objeto de un consenso implkito e in. memonal, y exphcado una totalldad, en 10sucesivo debia 4frontar un slltema exotico qu: obedecia otros principios, basado en Otros posmlados, concebido con cate. gonas del todo dlSllntas y -no hay que olvl'd I d d d- I d
to
'.
ar 0- cerra
0
e manera fa lCa a
0 compromlSo ..Y sin ~~bargo, la "censura de los Iibros" no era, a pesar de 10
dU~
ense set , unamnova~lOn mtroducida por losconqulltadores. Duranre el teinado e so erano mexlca Irzcoarl, ya en el siglo xv se hablan destruido "pinturas" para borrar recuerdos 0 acabar con pan' 1 . . leu arlsmos, pero esta vez se trataba de aniquilar un conJunto y no de desvanecer parte E . . d s. s comprenslble que algunos indios hayan expeClmenta 0 enr onc es l a s ens aci on de una pe rd' d d h . d cabo de sentido por e co .erencla, e un menosI" 1 a una
la falta de sentido se atribuyer. al Orro, cala, qUlenes en 1523 conslder.ban que los
Procesos de indios ii/611l1TIlS y hechicero M~' I~ moriales ... , op. cil., pp. 86.87. s, eXlcO, AGN,1912, pp. 8,11:> Y pllssim. Motolinia, Me. . '. 16 M~guel.Le6n Ponilla, CulluTlls en peli TO M' . un tesumonJOde Tlateloko losAnalsh·t;~ . extco, Ahanza Ednonal, 1976, p. 108, traduce IS oncosuelana , e ._ . . gue, 1945, y con eI dtulo de Anales de Tlal " " Cl.on.mexzcana(ed. Ernst Mengin, Copenha(1948]1980). eo co par Hemnch Berlin y Raben H. Barlow, Mexico, J
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primeros evangelizadores eran "hombres insensaros' '. Y a menos de hacer de los re0 muerros ligiosos criaturas monstruosas, lIegadas para destruir a la humanidad,
en vida, y rnaleficos hechiceros. Otros se refugiaban en el saber tradieional, en las "profecias de sus padres", para no enconrrar en ellas nada que anunciara la "docrrina cristiana". A ejemplo del cacique de Texcoco, don Carlos Ornetochtzin, de alii deducian la vacuidad del cristianismo: "Eso de la doctrina cristiana no es nada, ni en 10 que los frailes dicen no hay cosa perfecta. ' '17 Durante aquellos primeros afios, fueron fiuy numerosos los que, de manera antes que at cristianismo prefirieron el mundo 0 menos abierra 0 deliberada, que expresaban los cantos, las ' 'palabra antiguas' Pues los "Iibros' y las "pinruras". mas
pinrados fueron escondidos como se hacia con los Idolos. EI riesgo era pot igual considerable, puesto que la celebracion de las fiestas 0 la lectura de los destinos dependian del desciframienro de los computos antiguos. En forma clandestina se pedia a los especialistas -los' 'contadores del sol y de las fiestas de los demonios"que bIiscaran en las pinruras Ia Ilegada de las fiestas, que "miraran" los detalles de los titos y eI nombre de las divinidades por homar. Sin duda vale la pena que nos detengarnos en los conocimienros fijados por los calendarios antiguos, para evaluar mejor 10 que podia significar su perdida 0 su desttuccion. EI tonaipohutZ!!i -0 calendario adivinatoriosebasaba en un concepto del tiempo, del cosmos y de 10petsona que no podtia Iimitarse a Ia reducida esfera del rito, ni tampoco a aquella mas amplia, pero cuan problematica, de 10 religioso. Para los antiguos nahuas, eI tiempo ffiitico -el de las creaciones sucesivas que habian vista aparecer a los precursores del hombre y luego a los propios hombresejerc1a una influencia determinante sabre eI tiempo humano, en la medida en que eI encuentro 0 la coincidencia de un momento de este can uno de los momentos siempre presentes del tiempo mitico determinaba la sustancia del instante vivido. Aquellos encuentros y esas correspondencias obedecian ciclos complejos de amplitud variable, cuya combinaci6n y cuya aniculaci6n estrueturaban eI momento humano. Y, en efecto, la correspondeneia de aque/los ciclos dirigia el orden de paso y de Ilegada, a Ia superficie terrestre, de las fuerzas faustas 0 infaustas que actuaban sobre el indio viduo atrapado, desde su nacimiento, por engranajes cuyo movimiento 10 abrumaba, sin que por ello 10 aplastara enteramenre. Aquellas mismas combinaciones de fuerzas diriglan, de una manera mas general, Ia diniimica del cosmos: ellas
produc1an e/ cambio y el movimienro, a 10 vez que conformaban e/ tiempo. En esas condiciones, se puede adivinar de que modo el conocimiento de los delos, los cii1culos a los que daban lugar y eJ apoyo material, eJ iinico que hada posibles aquellas operaciones, ten ian una imporrancia crucial para eJ individuo y la socie. dad. Para dominar las fuerzas divinas, sacarles partido 0 conrrarrestarlas, era preciso penetrar en su surgimiento y saber aplicar todo un arsenal de pracricas destinadas a garantizar la supervivencia de todos. Esa era la funcion de los "conradores del sol",
17
Proceso inquJjilonizi del cacique de Tetzcoco, Mexico, AGN, 1910, p. 2.
LA PINTIJRA Y LA ESCRITURA
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LA PINTURA Y LA ESCRITURA
los tonalpouhque cuyo saber y cuyas "pinturas" orientaban el conjunro de las . id d h manas: la guerra el comercio las artesanias, el cultivo de los campos, 1 J' U . " .... acnvi a es u los ricos de paso y de alianza: "Todo tenia su cuenta y razon y dia p~tlCU ar. . n saber que tambien era un poder. Como es eVldente: el ho,?bre podia carnbiar su destino con ayuda de los tonalpouhque. Cuando el rnfio nacia bajo un signo infausco, gracias a ellos era posible elegir un dia.mas propICIOpara designarle u~ nombre. Ellos examinaban rambien la cornpatibilidad de srgnos de los fururos conyuges y •
....
18
podian, dado el caso, desaconsejar una umon. . Numerosos indicios sugieren que aquellos calendarios, y con eilos much.as arras piezas, escaparon con frecuencia a la destruccion: cerca de Mexico, el.~aclq.ue de Texcoco, don Carlos Omecochtzin, ocultaba en su casa un tonalamatl, la pmtura o cuenta de las fiestas del demonio que los indios solian celebrar en su ley"; mucho mas alia, en la region toconaca, el cacique de Matlatlan tenia en su poder cuan~o menos "dos mantas de insignias de idolos y pinturas antiguas", las cuales qUlzas baya obtenido de los indios de Azcapotzalco, aI noroeste de la ciudad de Mbcico. Algunos indios incluso se las hablan ingeniado para pintar, en la porrerla del convento franciscano de Cuauhtinchan, un calendario "can estes caracteres 0 slgnos de abusi6n" . 19 Aunque la informacion disponible sabre la r.nateriasea escasa, hay bases para creer que la circulacion -lineas arriba hemos visco ya un ejemploy la produccion de "pinturas" no se intertumpieron con la Conquista espanola, a pesar de las persecuciones y de los riesgos que se corrian. Pintores del valle de Mbcico, de la region de Tlaxcala y la de Oaxaca, siguieron urilizando "Ia tinta roja, la tinta negra". En aquellos tiempos revueltos, fueron ellos los que pintaron]a mayorla de las piezas que se conservan en la actualidad, y que figuran enrre los testimonios mas bellos que nos hayan legado las culturas autoctonas. Bajo el dominio espanol fueron elaborados el Codice Borbonieo (Mexico) y el Tonalamatl Aubin (Tlaxcala), que contienen el compuco de los ciclos y de las fiestas. Si ahora nos volvemos haeia los minecas de Oaxaca, el terminus ad quem del Codice Selden -obra maesrra indiscutible de la manera tradicionalse puede fechar en 15)6. La existencia de
estas "pinruras" ciafe del mantenimiento, durante casi media siglo, de-una produccion pictografica en generos prohibidos por la Iglesia. A veces, su forma es tan "clasica" que podemos dudar de la fecha prehispanica 0 colonial de cierras piezas.
Estos documemos confuman, segiin 10indican otras fuentes, que segulan transmitiendose los conocirnienros y las tecnicas del pasado. Las tradiciones orales resultaban mucho mas ficiles de conservar, puesto que el aprendizaje y la recitacion de los cantos 0 los discursos no dejaban rastros compro-
metedores, a menos que esplas aI servicio de los religiosos fueran a denunciarles aquellas practicas. Hacia 1570, el cronista doliiinico Diego Duran comptueba, no sin horror, que algunos ancianos segulan ensenando a los jovenes nobles'
18
'Ia vida y
costumbres de sus padres y abuelos y antepasados". Por la misma epoca , algunos cantos, que conmemoraban la pasada grandeza de los principes, acornpanaban las danzas ptiblicas en las que participaba la nobleza indigena. Entretanro seguian subsistiendo los calendarios y las ensefianzas orales vinculados a ella: "En pocas partes hay que no los tengan guardados
nacen, para que
in eetemum
y muy icldos y ensefiados a los que ahora
no se olviden ." '20 La conservaci6n del usa de1 nombre
indigena, escogido en funcion del dia de nacimiento, la habilidad con la que los indios adelantaban 0 atrasaban las fiestas de los nuevos santos parronos, para hacerias coineidir con las fiestas prohibidas, Ia observacion de calendarios agricolas fijados en secreto por los aneianos, corroboran, durante las ultimas decadas del siglo el mantenimienro de una transmision oral y pictografica condenada por la Iglesia. En 1585, el III Concilio Mexicano tendeia que prohibir de nuevo a los indios entonar "canciones de sus historias antiguas 0 de su falsa religion". 10 cuaI no excluye que el genero haya evolucionado apreciablemente. XVI,
Estos indicios dispersos sugieren]a difusion de una actitud impermeable, 0 casi, a los rrastornos por los que pasaron las sociedades indigenas. Es posible que sectores de la poblacion aut6ctonahayan logrado, no sin eierro tiesgo, conservar 10 esenciaI de la rradicion. Y sin embargo, 10que podemos adivinar acerca de esta epoca nos aIeja
de una vision estatica y reduetora. No eabe duda de que serraeonveniente distinguir un periodo inicial, que cubriria los primetos veinte anos posteriores ala Conquista, aproximadamence de 1520 a 1540. Pese a las implicaciones materiales e intelectuales de una clandestinidad
hecha regia, y de una confroncacion
, op. cit., p. 215; Mendieta, Hislon'a eciesUislica indiana, op. cit., I, p. 107.
constante e inevirable
con e1 cristianismo, fue posible eonservar en aque1 entonees nurnerosas pnicticas. En el transeurso de ese lapso, por todas parres, salvo alii donde se hablan establecido numerosos espanoles -sobre todo en Mexico, TlaxcaIa y sus alrededoreslos templos que quedaban en pie segulan siendo visitados por sacerdotes indigenas que, con discrecion, aseguraban en ellos el culto a los dioses y rodavia pereiblan
los ingresos de las tierras vinculadas a los santuarios. Entre
105
indios atomies, se
iniciaba en el sacerdocio a algunos ninos sustraidos del bautismo. Enrre los nahuas, se separaba de los demas a adolescences de quince 0 dieciseis anos, para que fueran acheautin -es decir, grandes sacerdotes- 0 con eI fin de que asumieran orras funciones, la conservacion de los objetos sagrados 0 los ayunos propiciatorios. Las cosas campiaron de modo considerable despues de 1540. Bajo la direccion del obispo de Mexico, la Inquisicion episcopal habia logrado algunos exitos espectaculares al deshacerse de opositores activos y peligrosos: ordeno detener a Marrin Ocelot!, cierro sacetdote del dios Camaxdi, quien intrigabaenrre ]a aristocracia y anunciaba eI fin del mundo; echo mano a un indio que rcrorria la sierra de Puebla, para sublevarla pretendiendo que eta dios. En 1539, la Inquisicion asesto un golpe aparatoso condenando a don Carlos Ometochtzin, eI cacique de Texcoco, a quien enrrego aI btazo secular. La muerre en ]a hoguera de esta imporrante figura de la
LOpezAustin (1980), I, pp. 68-75.
19Procesos ...
27
20 Duran, Histona ...
, op. cil., I. pp, 227-228,235.
LA PINTURA Y LA ESCRITURA
28
LA PINTURA
aristocracia del valle de Mexico al parecee (UVO una honda repercusion en los espiritus. Presas de panico, muchos indios decidieron entonces destruir sus "pinturas" 0 entregar aquellas piezas tan comprorneredoras.» Ese afio de 1539 se reunio tambien laJunta Eclesiastica, que reforzo la regulacion ejercida por la Iglesia sobre las poblaciones someridas, Un mayor mirnero de sacerdores, penetracion esta mas a fondo, ayudada por un mejoe conocimiento del terceno y por la represion desatada pot una Inquisicion rnonastica, y luego episcopal, bajo el baculo del obispo de Mexico,
Juan de Zurnarraga, cambiaron las relaciones de fuerza de rnanera irreversible. Pero es posible que otros factores mas determinanres hayan influido en la acritud de los nobles i?d'genas. Aquellos medios habian perdido su cohesion politica y cultural, a partrr de su alianza con los vencedores y con el cristianisrno.
!' esos reparcos sobre los cuales el oportunismo
y el calculo tal vez hayan pesado
mas que la con~ers16n. se agregaron otras divisiones que los propios religiosos habian prov,ocado poniendo a los nifios cristianizados contra sus padres "id6Iatras". A paCtl~de 15~O, aquellas nuevas generaciones, que hablan participado con un celo qUIZasmort,iferoen las campafias de extirpaci6n y deiaci6n, asumieron, cada vez en mayor numero, el poder. EI reclutamiento de sacerdotes paganos sufrio las cons~cuen:l~, mientras que las piedras de los antiguos santuarios servian de manera SIStematicapara la construcci6n ?e las iglesias y los conventos. Mas decisivos aun, los estragos causados por las pnmeras oleadas epidemicas debilitaron y sacudiecon Ja cotaltdad de las sOCledades indlgenas . Ante aquellas difileu Ita des, y no . . I'
S~?Clena
~C1dez, las ~oblezas se resignaron a aceptar el cristianismo y la dominacIOn colon~~. Converndas de modo mas 0 menos sincero, eligieron eI camino de ~~~daptac,l~n. E?ton~es se dedicaron a conservar los vestigios de sus orlgenes, las ptnruras de hlstonas y de genealoglas que legitimaban su poder. No hay duda de que en esas C!CcunstanClassalieron a la Juz el Maha de Sig .. I"" J I
r uenza 0 a 1. Ira ue sa (h' 4 eregnnaezon _ aCla 15 0), que ilustran el origen y las migraciones de los aztecas al saltr de Azdan, 0 de que en elias fueron pintados, entre 1542 y 1548, el Mapa Quznatzzn, que reglstraba la hlStona de los chichimecas 0 el C I A V-I d 15 50 I ntes aI -' . ' Outee AO'O/ e .' a gene ogla tnSPlCOel Mapa Tlotzin de Texcoco y, en la re ion d~ Oaxaca: el Lzenzo de Guevea (1540) 0 el Codice Selden (1556)." Entte I~s nab I
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:~:t~~~lci:: :::o~:~:'
r'a linea que :eparaba la ptoduccion clandestina deuI~~i~~ e uego, tan f ragd y arbltrana como los criterios cristianos europeos que dlSttngulan el recuerdo de las "fal I" " . d y d' .. sas re tglOnes tn Igenas de una [fa lClonestnctamente hist6rica. Cuando en 1539 . d de Mexico, pintola genealogla de su familia te re~~::C~I,~tor e Culhuacan, cerca •
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la que nacieron sus abuelos, y tambien algu~o/dioJe;'? 2l ~7a espec,edde gmta:n provenla de una familia de sacerdotes proxima aI b ptntOt, ?n Andtes, . . antlguo so erano meXica. Slendo 21
Gruzinski (1985a), pp. 27.59.
22
Sobr~ esas pimuras. viaJe) .. B GI ,s s y. D R0 be mon
. 1 97- 19 8;
1 84 -1 85, 24 1;
23 ProcesOJ ..
21 9; 19 5- 196 ; 1 31.
" op. cit.,
"ACe , ns us.
" ' . . HMAI(197:),
vol. 14, pp.
Y LA ESCRlTURA
29
francamente cristiano en 1539, el artista no por ello dejaba de conservar un saber vasto y embarazoso. Esto, poe ambiguo, puesto que su genealogla tenia una mezcla de alusiones que se hallaban lejos de lirnitarse a una ornarnentacion rnirologica. Y aun carec1ade aquella obstinacion europea para oponer la idolarrla a la historia 0 el mito a 10 autentico. Sea como fuere, ya por los caminos secretos de la clandesrinidad , ya por las Vias aurorizadas de la historia, una pane de las tecnicas y de los conocirnientos antiguos segula sobreviviendo al desastre. Lo mismo ocuni6 con las manifesraciones del patrirnonio oral, cuyo alcance erico sedujo a los religiosos que trataron de sacarle el mejor partido. Y con los discursos de entronizacion. que es probable se censervaron mientras existieron los viejos juramentos de fidelidad. Vale decir que, pese a las persecuciones, a las epidemias y a las perturbaciones, las noblezas vencidas enfrenraron la realidad coJonial que, poco a poco, tomaba cuerpo ante sus ojos, con un bagaje sin duda menguado y censurado, peco todavia considerable.
UNA NUEVA MIRADA
No resulta menos difkil seguir los pasos que lIevaron de la resistencia a la adapracion y que se manifestaron en un alejarniento progresivo en relaei6n con las antiguas culturas. Un alejamiento que, sin embargo, nunca se orient6 hacia el abandono itcemediable. EI analisis de las "pinturas" coloniales y, en menor grado, de Ia evoluci6n de las tradiciones orales en el transcurso del siglo XVI apona, sin resolver este problema, preciosas indicaciones y, con frecuencia, testimonios imprevistos. As~, no deja de ser desconcertanre la precocidad con la cual algunos indios pintacon la sociedad que se fotmaba a su alrededor y entre ellos. Poe un Jado, porque esa precocidad impide considerar la expresion pictogrifica colonial como un arte rlgido, como una supervivencia inerte 0 un estorboso arcalsmo. Por el otro, porque da fe de la curiosidad insaciable que se manifestaba con respecto a un mundo insolito y hostil. Desde 1545, en una reunion secteta, algunos nobles indlgenas se jactaron de habet aprendido ya todo 10 que deseaban saber de los conquistadores, "toda la manera de los espanoles, de su pelear y fuerzas y del arte de los caballos e todo 10 demis que ignorabamos y no sablamos". 24 Aquella voluntad de sabet y de descubtir, aSIfuera a costa de viajar a Espana, es la misma que impulso a los indlgenas a reconstituir 0, mejqr dicho, a constituir, nuevas relaciones con los seres y con las cosas, lIenando asl de manera progresiva los vados -Ia "red de agujeros"dejados por la Conquista
espanola.
Desde los primeros contactos, algunos pintores indlgenas se las ingeniaron para registrar la irmpcion de aquellos seres a los que, en un principio, se consider6 dioses. Por ese medio supo Motecuhzoma, mucho antes de Cortes, de la lIegada de la flota de Narvaez, y por el lCansmitieron los indios de Chalco y de Tlalmanalco
p. 181. 24
EpiJtoJario de Nueva Espana, IJ05-1818,
l.
IV, Mexico, Antigua Libreria Robr~do, 1939, p. 166.
30
LA PINTIJRA Y LA ESCRITURA
informaciones estrategicas a Cortes. representando
LA PINTIJRA
en telas de henequen a las UQ-
Y LA ESCRlTURA
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"realisra" sino, por el contrario, una estilizaci6n marcada que integra el glifo
pas mexicanas que 10amenazaban." ESlOquiere decir que, desde un principio, las "pinturas" consignaron la historia inmediara, mienrras que algunos alios despues, entre los vencidos como entre los aliados indigenas de los invasores, ciertos cantos narraban la magnitud del desastre mexica y hablaban de la desolaci6n de las ruinas.
roponimico
Tras las primeras dos decadas, el paisaje politico se rransforrn6. Surgieron nuevas generaciones que habrian de dejar imporrances producciones, a ejemplo de Ia que, mas de treinta afios despues de la Conquisra, ilustra y exalra la colaboraci6n rlaxcalteca con la invasi6n espanola. EIIienzo de T/axcola (LAMINA 2) probablemenre
dujeron ados monranres de madera cubiertos mediante un recho. EI espectaculo de ia novedad incluso lleva a enriquecer el reperrorio pictografico cuando las matcas del hierro de los caballos -a ejernplo de las rradicionales huellas de pasossefialan los desplazamienros de los jineres espanoles, 0 cuando un sol a la europea sirve de glifo para designar al conquistador Pedro de Alvarado, a.quien los indios asimilaban con Tonatiub, el sol. Pero, de vel en cuando, Occidente Invade el
fue pincado a solicirud del virrey don Luis de Velasco, entre 15'50 y 1564. Se trata pues de una obra de encargo de 7 por 2.5 m, que ofrece la versi6n rlaxcalreca de los aconcecimienros, a 10 largo de alrededor de 87 cuadros. Para estos indios es tambien un manifiesto polirico, que no vacila en maquillar los hechos, cuando esros podlan desmentir el indefecrible apego de los indigenas rlaxcaltecas a la causa de los conquistadores.e Hasra la llegada de los espafioles, los nahuas de Tlaxcala habian podido resisrir ante los designios de los mexicas y de la Triple A1ianza. Tlaxcala e,ra.un esrado poderoso, siruado enrre la tierra calience del golfo y el valle de MeXICO"que. fmalmenee se,deCidl6 a apoyar la expedici6n de Cortes, luego de habe;la combaudo. Sm discusion poSible, los espanoles pusieron rermino a la dominaclon meXica graCias a esre allado, aI que supieron agradecerselo concediendole una aUlOnomla relativa en el seno de la Nueva Espana. Con el Correr de los tres slglos que dur6 la dominaci6n espanola, .Ios tlaxcaltecas nunca dejaron de esgrimir el apoyo preSlado 01 de redamar sus pnvtleglOs. Es casi seguro que, ya con ese espitlll', los aurores del Lienzo se mosrraron prudenres aI preferir callar los enfrencamleneos que muy al pnnClplo los habian opuesto a los espanoles.27 :,"unque de concemdo colomal ~el Lienzo de T/axca/a no deja de perrenecer, por multiples conceptos, a la rradlclOn autOclOna. Los nombres de lugar, los de los protagomstas y las fechas esrin repres~nrados medianre el uso de glifos. Los indios se mue~rran de perfil, con los ambutos de sus funciones, los signos de su poder -
,
2) Bernal Diaz del Castillo, His/oria f,lerdaderg de 1(1C . onqulSta . 1 %8 P 3 36 ' D - H"·
26"
J~
ut:
n a pr op orc lO ll
1
Ja NUl!va Espaiia. I, M6cico, Porma
LItona... , op. Cit., II. pp. 513-514. " HMA/(1975) Glass y Rob~nson, "A Census ...... I ' .. Alfredo Chav~ro (Mr:xico 5.".'.,d F ' vo . 14, pp. 214-217; cttemos las edlClones de , ..... . 12. e omento 1892)yd~J GM - Q' ' fi umtana y Carlos ManfCta n~zMarin (Mr:xico, Ca.n6n y Papel de M ex ico . 1 98 3) o se I na ,uran,
27 Gibson (1952),
pp, 247-253 Y 229-234.
'
al edificio que debe designar. Y sin embargo, el Occidente r,a hace acto de presencia visual en el Lienzo. Por ejemplo, cuando la manera anngua Inrerpreta el universo que descubrieron los indios. Hay que ver los refugios rodanres y las rnaquinas belicas consrruidas por Cortes: los pinrores los esrilizaron y los re-
espacio del Lienzo, en esta ocasi6n al grado de imponer su propio lenguaje y su percepci6nde las cosas. Por ejemplo, en el realismo de los ademanes y las actitudes: aqui, unos caballos pacen; alla, unos espafioles descansan adormilados, teas su agoradora huida de Mexico. Pero rambien en eI "realismo" de los retra~os VIStOS de frenre 0 de rres cuarros, en la expresividad de los rostros, en el dibujo de los ojos, en la caida y los pliegues de las telas. Y, asimismo, en el principio de cierta rridimensionalidad, cuando algunos grupos se destacan sobre fondos de I,,?zas que sugieren oteas mas lejanas. No carece ~e imp~rrancia que los objet~s de ongen europeo se representen con frecuenCla segun los canones ocCJdentales: ese ~s el caso de la Virgen y el Nino, 0 de la Crucifixi6n. La figuraci6n de los conquIStadores rambien esra romada de la iconografia europea, de la que se ha calcado la rrnagen en movimienro del jinere que carga, lanza en risrre. Y, en fin, las leyendas en nahuatl que, con una frase sucinta, resumen el tema de un cuadro, e,lnstauran una relaci6n con la imagen que ya nada riene de aut6ctona, .. 'Se podrla hablar de la yuxtaposici6n de dos esrilos y de la coeXisrenCla de
do~ maneras?
Imposible no hacerlo respecro a numerosos cuadros. Por ejem~lo,
en
Arliuerzyan (Tehuirzila), donde el grupo de I?s conquisradores coron~ el ~hfo del agua. Pero otras veces sucede que la composlCl6n general es de lDSptraclOo OCCIdenral, teatese de la "Recepci6n de Cortes en Tlaxcala" 0 del "f1aurizo de los senores rlaxcalrecas": la sucesi6n de pIanos, los ademanes de los sacerdores enstianos, los rost!os de los asistentes animan una escena de factura casi europ~a. AI grado de que nos indinariamos por ateibuirlos a un pinror mas aculrurado, Slotros rasgos no emparentaran de manera estcecha esos cuadros con e,t resto de s~ o~r... a. Por el contrario, y con mayor frecuencia alin, al parecer predoml~a I~ organlzaclOn rradicional del campo. En las barallas libradas en Mexico, los edlfiCios y las cmdades son objero de una esrilizaci6n extrema que delimira el m~co convenclOnal donde se reparten los protagonisras del drama. Ocurre como 51 cada vez q';1e los aurores renian que represenrar un espacio gran~e y abierro,. un templo, una cmdad o unos caminos que atraviesan un paraje, hubleran recucndo alslsrema de repr:sentaci6n aut6ctona. A un sistema que permlte melulC en la ffilsma composlclon escenas simulraneas 0 sucesivas. Asi, en eI cuadro dedicado a la "Rendici6n de
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LA PINTURA Y LA ESCRITURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
Cuauhternoc" Sf escalonan diversas escenas: Cuauhternoc ante Cones. la captura de los dignatarios mexicas, la llegada de las damas indigenas, la recepcion que les da Cortes ... En cambia, es cierto que determinados subconjunros son de concepcion occidental: a ejemplo de la escena de bienvenida que dispensa Cortes a lasdamas mexicas. Pero la disposicion general esta regida por una puesta en escena propiamente autoctona, aunque no deje de recordar la decoracion de las grandes tapicerfas de Arras y de Bruselas. Debe evirarse arcibuir a los espafioles una concepcion del espacio calcada con demasiada fidelidad del Quattrocento italiano.
gares aun mas lejanos. Saqueado por los conquistadores, Tlatelolc~ fue poco des pues de la Conquisra uno de los grandes centros de la evangelizacion franciscana .Y
iQue se puede deducir de estas primeras observaciones? Que lostlacuilo t1axcaltecas practican, a mediados del siglo XVI,un arte hibrido. Que se encuentran perfectamenre en posibilidad
de represenrar un elernenro exotico -el crucifijo-, e bautizoexplotando los canones del arre occidental, pero que, en cuanto se trata de ir mas alla, reasurnen la manera autocrona ordenando los pIanos de aeuerdo con disrcibuciones que no obedecen ni a la perspecriva ni a una escala dada. EI parenresco innegable del Lienzo con la tapicerfa de alta liza tal vez no haya disgusrado a los espanoles que 10contemplaron, instaurando incluso una escena determinada -el
una familiaridad tan inmediata como enganosa. Encuentro imprevisro del que veremos otros ejemplos, y que con probabilidad haya favorecido la conservaci6n mejor cliche, la reconversion de modelos antiguos.
0,
Finalmente, detengamonos ante el gran fresco que corona la obra. Al mismo tiempo que proclama la insercion de los senores rlaxcaltecas en la sociedad colonial y las nuevas jerarquias, esre fresco realiza la feliz fusi6n de los simbolismos occidental e indfgenas: la heraldica europea -oUO encuentro-, las armas imperiales, los emblemas crisrianos (la cruz, los instrumentos de la Pasi6n, la imagen de la Virgen) se combinan alii con los glifos de los cuatro senores de Tlaxcala. Y en el centro de rodo, aplastantes, las armas de Carlos V, dominando lacruz que plantan los conquistadores, mientras que, de cada lado, dispuestas en forma simetrica, se alinean las casas de los senores t1axcaltecas. Asociando eI aguila bicefala de los Habsburgo con la garza de Mazihcatzin, senor de Ocotelulco, eI Lienzo manifiesta de manera espectacular el encuentro de dos simholismos del poder, sin dejar de senalar la sumision de los indlgenas ante los vencedores. Yuxtaposicion de dos miradas y testimonio espectacular de una inevitable reJaci6n de fuerzas. Otras "pinturas" se empefiaron en representar eJ nuevo tablero politico 0, para ser mas exactos, en situar eI poder aut6ctono con respecto at aparato de Estado
montado por la Corona de Espana. Modo este de hacer un balance y de redefinirse en un Juego de reglas trastocadas." Asl Ocurce, sobre todo, con eI C6diee de Tlateloleo" (LAMINA 3). Despojado y sometido por Mexico en 1473, Tlarelolco sin em?,argo ha~~a seguido siendo, hasta la Conquista, un importante polo comercial del ImperIO 28
meXJca. Su mercado absorbia los productos de todo el altiplano y de lu-
El hoy desaparecido Lienzo del Tecpan de Mexico, inaugurado en "1556.
29 Robertson (1959), pp. 163·166; Glass y Robenson, "A Census ... ", HMAI (1975). vol. 14, pp. 212-213. Vif1Jetambiin lareproducci6n facsimilaren Berlin y Barlow. Anales de Tlate/oleo ... , op. cit.
33
abrig6 a partir de 1536 el colegio que forme las elites i~digenas del SIg!OXVI. SIla ClUtuado tan solo a unos cuantos kil6metros al norte de Mexico-Tenochrirlan, dad fue ellugar predilecto de la aculturaci6n religiosa e intelecrual de I~ noblezas indlgenas. En ese contexte erninentemenre sensible a la oCCidentahz~clon fu~ Pl~~ tado hacia 1565 el C6dIee de Tlate/oleo. En el enconrcamos descnra la historia de la ciudad alla por los afios de 1554-1564, la expedici6n del Mixton narrada por eI pnncipio de la con;
Mixt6n, que son enanos en comparacion CO? los. caciques que lo~~compa~~n. Este juego de escalas manifiesta no solo la conClenCIa del pape! polmco y mdaar que conserva Tlatelolco en las primeras decadas de la colonrzaclOn, SInOque con proba bilidad tambien expresa la exaltacion de una grandeza locallibre ahora de la tutela del soberano mexiea. Ouos textos escritos en caraeteres latinos rnuestran de manera aun mas expHcita. esta inesperada conseell.encia ejemplos podrian multiplicarse: el aplastamiento
de la C~nquis~aespanola, ~uyos de I~ Tnple Allanza daba nenda
suelta a una miriada de autonomismos locales en los lunaes, huelga decirlo, de Ia nueva dominaci6n. Al parecer, a todo 10largo de la "pintura" la tarea del tlacutlo estuvo guiada por identicas eonsideraciones y este busc6 afl!~ar formal~ente una es pecificidad aut6ctona y local aI mismo tiem!'.o que renla cuidado e.n vIncularse a la culrura y aI mundo de los vencedores. TradlClon de la base: una franja 0 tlfa de papel de amate de euarenta centimetros por 3.25 metros, tradici6n de la orgamzaci6n del espacio, del empleo y de la disrribuci6n de los glifos toponimicos, de la r~presentaci6n de los caciques (sedentes, Vlstos de perfil y flanqueados por sus gllfos). Tambien rradici6n de las uniones griificas -las consabidas huellas de pasos para indicar los desplazamientos-, de la expresi6n de la palabra -una voluta q~e sale de la boca del oradory del f1ujo temporal que obedece al calend.arlO rndlgena: Predomina la tradici6n, sin que el pintor deje de acumular adopclOnes, como SI tratara de multiplicar los puentes, los empalmes enrce el senorlO indigena y las nuevas formas de la legitimidad: de ahl, como en Tlaxcala, la presencIa de la em-
LA PlNTURA Y LA ESCRITURA
LA PlNTURA Y LA ESCRlTURA
blematica europea -las
banderas del virrey, la heraldica,
las siglas IHS-,
deahi
tarnbien la profusion de objetos que denotan Ia hegemonia espanola bajo sus avarares mas diversos: cadalso, asienros de las auroridades, campanas, caliz , rabernaculo e incluso ese reloj que sefiala la inrroduccion de Otro modo de medir el tiempo.
Los
caciques ostentan sobre su persona las selecciones de una aculruraci6n de ropajes que los iguala a los espanoles mas notables sin privarlos de sus aruendos indtgenas: los zapatos, las medias. los pantalones blancos, las espadas se agregan asi a la diadema y a la capa de antafio. Adopcion de objetos, de insignias y de emblemas. Tarnbien adopcion de un esrilo, el del grabado europeo que inspira el rrazo de las telas y las arrnaduras, que gula el dibujo de los elementos arquitectonicos y decorativos y de rodo 10que deriva de los modelos occidentales. El carafalco del virrey, el esquelero
de la muerte 0 la represemaci6n del martirio de San Sebastian repiten tan minuciosamente protoripos renacenrisras que su asociaci6n con los canones aut6ctonos produce el mas extraiio de los efecros. EI encuentro es todavla mas suril cuanda el tlacuilo disimula bajo la representaci6n del marririo de San Sebastian una referencia eranologica indigena 0 corona con plumas de quetzal un tabernaculo cristiano. Ello es hablar de la maesrria estil1stica y expresiva que logra eI pintor indigena, quien incluso aprende a sombrear las superficies para sugerir el relieve. Lo cual no imp ide que eI recurrir a un c6digo estilistico e iconografico euwpeo solo concierna a subconjuntos aislados, a unidades figurativas y decorativas que sieven en ultima instancia para enriquecer una composici6n general cuya concepcion sigue siendo tradicional. Si no puede negarse que eI tlaeutla este familiarizado con las formas europeas al grade de hacer intervenir una doble codifica.ci6n, aun mas manifiesro es que continua situandose dente~ de un modo de expresi6n aut6ctono, como 5i la organizacion global del campo pietorico escapara a la influencia de Occidente. como si el pintar se sitllara en las fronteras de su propia cultura, en confines abiertos a todas las adopciones, sin que, sin embargo, la matriz original sea puesta jamas en tela de juicio. Mas que una incapacidad para reproducir la manera occidental, prefiero ver en ello el deseo de satisfacer el guslO y la demanda de una nobleza local y. sobre todo. la traduccion piaorica de una esrrategia cultural y politica. Como en Tlaxcala. las:mbiciones locales buscaron forjarse un espacio propio abriendose al muncio espan?1 sm renegar ~e sus rakes. A traves de la creatividad y la receptividad del tlacutlo asoma eI dmamismo de una doble figuracion de la realidad. en que ~~ repr~sentaclO~esindlgenas integran felizmente cienos elementos de la percepoon ,,:odental. Pmtando la sociedad colonial unos cuarenta anos despues de la CO?quISta. eI Lzenzo de Tlaxeala y el C6diee de Tlatelolco revel an algunas de las facetas de una rdenlldad en gestacion de la que este ultimo desarrolla una imagen elocuenre cuando hace danzar a los caballeros aguilas y los caballeros tigres a los pies del vurey y del arzobIspO. Reminiscencia de una nobleza, evocacion de los a!Uendos y de las danzas que exptesaban su poder y su valentia, pero tambien acro de alranza a un nuevo orden politico cuya doble naturaleza. ha aprendIdo a dlstlngulC.
temporal y espiritual.
se
3j
Tanto para hablar de la historia inmediara como del regimen colonial, las "pinturas" sirvieron para Ilenar tareas mas materiales. Si bien es cierto que, desde antes de la Conquista, los indios usaban ese apoyo para lIevar el regisrro de los tributes. anotar las canridades debidas y los rerminos por observar, las "pinturas" ejecutadas bajo la dorninacion colonial se emplearon muy pronto para registrar las transformaciones economicas , comerciales y financieras inrroducidas por los invasores. Par ejernplo, desde los afios 1530. los comerciames de Tlatelolco tien~n inventarios picrograficos donde.figuran unas allado de otras las prezas de algodon y las monedas de oro de los conquistadores. Uno de los ejemplos mas convmcentes de esta apertura nos 10ofrece sin lugar a dudas eI C6diee Sierra." A diferencia de. los anteriores este documento no sale del estudio de artista de una de las capitales del rnundo nahua. Proviene de Tejupan, un pequefio sefiorfo situado en uno de los pocos valles de fa Mixteca Alta. Esta region de montaiias. '!.ue se ext~ende has~a eI valle de Oaxaca fue asiento de culruras cuyo apogeo se sItua en el sIglo XIV.Estas dejaron admirables piezas de orfebreria a mas de los testimoniosde una tradicion pictografica cuya excepcional imporrancia todos esran d~ acuerdo en re~onocer. En el siglo xv, los mix-tecas hubieron de defenderse, a veces de ~anera In~ruetuOsa, contra las empresas de los mexicas. Por 10 demas, fue en esas Clfcunstanclas en que Tejupan cayo bajo su dependencia y tuvo que rendides tributo. Contemporaneo del C6diee de Tlatelalca. pintado entre 1550 y 1564, eI C6diee Sierra es un Itbro de cuentas, el cual describe los gaslOs efectuados por el pueblo de Tejupan (LAMINA 4). Ellibro recurre a las noraciones antiguas: glifos mixtecos indican el ano y su )erarquia. 7 Tecpatl (1552),8 Calli (1553).9 Tochtli (1554); orros sirven para seftalar los nombres de lugares (Mexico. Tejupan. Ocotepec) 0 las cantidades(la banderapantll para 20) mientras que los objelOs de origen autoclOno 0 local reClben sus figuraclOnes acostumbradas: el asienlO iepalli, la estera. las plumas de quetzal ... , yse per petuan los nexos gcaficos y el simbolismo habitual: las huellas de pasos para el viaje 0 las volUlas de la palabra. Pero la expresion piclO~riifica se abre a una extensa gama de objetos .,exoticos" como 10 hacen por 10demas ellienzo de T'axeal~ 0 el
C6diee de Tlatelalco. con la diferencia de que el proced,mJentO es aqUl SJstemattco. Se entra en los terrenos mas diversos: la vida material, la eeia del gusano de seda y eI cultivo de la vid, la cria de ovejas. la alimentacion (el vino. el queso), los utensilios de mesa (cuchillos. cucharas, platos. manteles. servilleras), el mobiliario (Ia silla el eseeilOrio). La mirada capta tambien la.irmpcion de la teerrica occidental en la q~e figuran otros tanros glifos nuevos. La hoja se cubre de objelOs antano desconocidos ahora casi farniliares: clavos, cerraduras, cadenas, goznes, cerroJos para la herreria: IOrnos para hilar la seda, escardillos, tamices, zapapicos. jabon, sillas de montar ciilices de oro y ornamentos liturgicos a los que hay que agregar los esenlos ~1tulos las ordenanzas ylas cedulas de la adminisrracion espanola. La enucos me;acion hete;6clita transmite una imagen de 10que podia materializar y significar 30 Nicolas Leon, C6dice Sierra, Mexico, Museo Nacional,
[1933]
1982.
36
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
la penetracion de Occidenre a mediados del siglo XVIen una remora aldea mixteca:
puertas que se cierran, modales inusitados en Ia mesa, objetos de hierro -un
me-
ral nuevo bajo esros cielos-, animales domesticos, caballos, remedies de Casrilla y... la escrirura. Las frecuenres alusiones a la compra de larvas de gusanos de seda y luego, a parrir de 1561, ala venra de este producto recuerdan la imponancia inrernacional que habia adquirido en este terreno la Mixteca Alra bajo el impulso de los espafioles. De rodo ella nos dejan las picrografias sus respecrivas insranrineas pre-
ciosas. Pero tambien se muestran por igual capaces de fijar nuevas referencias, rnucho mas absrracras. Tal es el caso de las fechas crisrianas a las que correspond en glifos dererminados y creados para la circunsrancia: una rucda denrada para Sanra Catalina, un esrablo para Navidad, una Have y una espada para San Pedro y San Pablo, una oriflarna remarada por una cruz para Sanriago. Aunque sea mas bien la naruraleza conrable del documemo 10que llame Ia atencion. EI Cod ice Sierra conjuga eres formas de nurneracion disrinras: glifos que expresan el sisrema vigesimal indlgena, mimeros arabigos y letras romanas. Las monedas espanolas se representan mediante formas que ampllan aiin mas el reperrorio pictogrifico: discos adornados con un 8, otros atravesados por una cruz de Malta reproducen el peso de ocho reales. Las monedas se hallan alineadas una junro a oUa hasra Hegar a veinre: el tlacuzlo se comenra enr0n.-cesco~ dibujar una soh moneda remarindola con la bandera pantli, signo del numero 20 en la conrabIlIdad aurocrona. No se podrla indicar mejor la irrup-
c16n de lao econoffiia monetaria en un universo que hasta enronees s610habra (ooocido como uOldades de cuenra los granos de cacao y las piezas de algodon.
. Pero merece senalarse un rasgo mas. EI
no es exclusivamente plCtogrifico. Tarnbien ineluye rextos en lengua n:ihuarl-hasra el siglo XVIIl alin gua .frane~ de la Nueva Espana- y par tanro en caracteres alfabericos que explican C6dice Sierra
el .conreOldo de. los gltfos y confieren aI conjunro del documenro una esrrucruta mlXta: cada pigma esri dividida en franjas horizonrales donde se suceden reunidas las plC:ograflas, algunas Imeas en n:ihuarl y el monro en pesos y numeros aribigos. conjunro tlene el aspecto de un libro de conrabilidad europeo que reuniera los ragmenros rotos de una' 'pmrura" rradicional La i nv as l· o' n d e I .
;1 I
a eSCCltura y sus re'. . aCIones con las pJc(ografl~ constituyen innegablemente una notable innovacion que era mucho menos senSlble en eI uenzo de Tlaxeala 0 el Co'..I,·ee.J -r, t La e ue ua ClO,CO. Ul ., .
,
d
;:reslon plctogr'..l1ca puede 10regrarse a un libro de cuenras ala manera occienr y apottar a la perfeccion todos los daros mareriales y monerarios exigidos por :se lOsrrumenro. Nada podrla hacer senrir mejor esa plasticidad ue una equenaladesce na pmtada por eI autor del Cadice Sierra. En ella asisrimos a I; verificac;on anu e asl cuenras de Tejup· n I ' an. tees espa 0 es se reunen ante una mesa cubierta con un t~p~re verde; aI cenrro, uno de elias apila monedas para comarlas a su de~echa el ;u~rpr~redu~duce, asu ~zquierda eI escribano anota las sumas en 'una hoja e pap:. I ra a. e ptntor 10dlgena a orras recoicas conrables, a otros modos de e xp re Sl on (la e sc nr ur a) y a rr os m od os d e p ag o ( la s mo ne da s) U . d . · d . na mtra a cuya nqueza esramos I eJos e haber agotado y que se ha mOstrad- p-" euectamente capaz ... 0
de responder
a las condiciones
de un enrorno trasrocado
37
y a las exigencias de los
nuevos amos, a cosra de algunos arreglos (Ia esetir;"a alfaberica y la moneda) para darse a enrender. En rodas parres de la Nueva Espana hubo prntores que se esforzaron por enfrenrar la misma prueba. Bastenos con cirar al del Cod ice Cbavero quien, en una epoca mas tardia (1579-1580), cerca de unas.'."edidas lIenas de granos, figura las cantidades de dinero que los indios de la reglOn de Huejorzmgo, de ben enrregar cada afio a la Corona. Que duda ca?e de qu.e: aplicando una politica fiscal que reroma por cuenra propia la recaudacion del tributo , las aUlondade: ~s pafiolas hayan incirado por rodas partes a los pinrores a llevar adelan~e los VleJOS registros al mismo riempo que los adaptaban a las necesidades del nempo, a la aparicion de la moneda, al nuevo calendario, " . .. Es posible que desde la epoca prehispinica se hayan presenrado pmturas anre tribunales 0 insrituciones equivalentes. No conservamos de.ell~ el menor r~tro. En cambia, es indiscutible que sirvieron de modo uti! a los indios que recurneron a las nuevas instancias judiciales instauradas por los espaholes, Muy p:onro, desde los afios 1530, ciertos indios penetran los mecanismos de los proce~lmlentos :lytles o eclesiasticos y a veces saben sacar parrido ',En 1545, algunos traduJeron, al n:ihuatl las leyes de la Corona que los proreglan, mlenrras que orr?s, cada vez,:"as numerosos, nobles, comunidades a particulares, apelan a la jUstlCla ~el rey .. Es probable que las "pinturas" continuen desempeilando eI papel que habtan tern~o anres de la Conquista, cuando "pintores muy diestros que can SU~c~actere s pon~an las personas que pleiraban y sobre que". Ellibreto suele ser eI slgulenre: eI queJoso presenra a las auroridades espanolas -por ejemplo, al corregldoruna p1t~tura que expone el objero dellirigio y con base en esre documento se oye a los tesngos y se desarroHa el detalle de los inrerrogatorios.
Se podrlan
mulupl~car los ejemplos al respecro.
Las piezas presemadas en 1549 por indios. de la reglO,n de C~ernavaca.conrra el marques del Valle" -nada menos que el hIJo de Hem"? Corres-, a qUlen acusa ban de haber usurpado sus tierras, son de faetura tradlClonal: en elias hay ghfos que expresan las medidas y la forma de los campos, los nombres de lugares,. el upo de irbol 0 de planta cultivado, ellapso de la usurpacion, los cam1OOS,.I~ldenrl~~d de los quejosos. Todos los informes necesanos se conslg?an :n cada plntura con una notable economla de medias. En coda la Nueva Espana, otros documentos se cubrieron en forma progresiva de glifos nuevos para denorar, como en Tlatel~~co 0 T . pan las innovaciones ineroducidas por los espanoles. En 1552, una p1oen ejU , . d· . b de haber ruta" de la region de Tepotzotlin, debida a unos 10 lOSque se queJa an . sido maltratados, represenra monedas, puercos y un sillon espanol donde se Slenra . . d' na . Un proceso de CuaUlitiin , del 8 de abnl de 1558, rememora un Juez ..... d I 10 1ge
la desavenencia enrre carpinreros indlgenas y eI alcalde ,m~yor, a propOSltO pago de una banca: este mueble de facrura espanola esta p1Orado de frente, S EpiJlolan"o ... , IV. p. 165. (1967) pp 113,119-120; . _1 nos pueblos del Marquesado del valle de OaxtJCa, MexJCo, Talleres ~ r~ s znulgenas . J-' . 32 CodICes at! fIIgu 31
J
ficas de la Naci6n,
1933.
e S10 ...
Gr~.
38
LA PINTIJRA Y LA ESCRITIJRA
rerspectiva. por
t~to
LA PINTIJRA
a ,la,manera rradicional, mientras que la cadena que sirnbo-
.~za ~~e~~arcelamlent~ mjusto de !os quejosos denora un trararnienro demasiado d t~ ista para est:'t indernne de influencias occidentales. Para expresar la fecha
e orrungo -un c1fcul~blanco I~matado poc una CIUZ- y los nombres cristianos de algunos. de los protagorusras, eI pmtor abreva profusamente en un registro ictorico yattmasodallficab do dIeu,~';l0do considerable, a ejemplo del autor del C6diee Sferra En
O paras as prnrur to " davf . . . intereses indl~enas en la m~. d avia parncipan con eficacia en Ia defensa de los ne leI a en ,que representan fiUy bien las nuevas situacios a as que deben enfrentarse conunuamente los indios Y ello h . I . I asta e Slg 0 ~II, ~o~o 10 muesrra el C6dt'ce Teteutzinco, que enumera las . u . tndla de la region de Taxeo en 1622 II S ' . q qas de una comurudad
.
ena convemente
exaffimat m
b
h
Fragmento Humboldt VI el C6dte K· b . uc as otras 0 ras 0 Memo,!", de los indios de Tepetl(l()ztoe, el C6dtee Osun; el C6dt;e A'~~ss"eohrot.:,!h --e/
"W
w
.",n- p er o e sr as n o h ar r
q ue c orr o b o ra r la e fi ca ci a e on ser va da p or l as " pi nt u No h ay n in gu na d e la s " pI ·n t r " u as
una
U
que
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h r as emos con·d
otta forma la huella de la evan elizaci6n E
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I an m as .
e n u n t er ce no ta n c ru ci al . d
.SI era
0
que no evo9ue en
g escenas enteras: piensese en el bautism d I ~ I L,enzo de T/axeala conslgnaba Ie/oleo pintaba a los representantes deol Ie os se~lorestlaxcaltecas; el C6diee de Tlac eto cato leo -los fran . I . po-, temas hagiogdficos -01 manitio de San Seb.' ClScanos, e arzoblsdel culto, carnpanas, que materializ b 1 £ h astlan-, representaba obJetos a lU cristianismo local· el C6d,ee S· h .: as ec as memorables de 10 historia del . terra ac.ta!fivenranos t d...... ... . ' e I Cod,ee de Cuautitliin se dedl·c b n I I 0 aVlamas preclSOs y, como ·b·· ,a aase a at asfechasd I I d· . arn un gllfos a los santos de I e ea en arlOcristiano y a d .
.
os vence ores EI en '
.
. .
qUlera sus imagenes en las grandes ciudade; d I suanlsmo multlpltcaba por doMlXteca Alta. Mas, ipodian las" . "e altiplano 0 en las montanas de la , . p10ruras prestar un ap _. . ma s a ct ivo a l a e mp re sa de l a e va n I · . ') o yo m as 1 Om ed la to y a un Lo h· . ge IzaClOn.
lCJeron,p ero, en esta ocasion por medio
'
res que deseubrieton en la imagen" d. _ yal ,mpulso de los evangelizado, d· emelOeomodo b d . epo.cas-:- e pallar su deseonocimiento de las len ~s~ re to 0 en las pClmeras penencla del franciseano Jacobo de Testera u. guas I~dlgenas. Es conocida Ia exltzaba un lienzo donde estaban pI·nt d I q Ie?, hablendo lIegado en 1529 uti. d-. a os os mlSterio d I r .' 10 Igena e xpltcaba a los nrotitos S . sea I e que un tnterpre te I . urgJeron otras t...· ... a manera de un jerogl1fieo eons,·st'l ~cnlcasmas elaboradas: una a d. ' . .... ,a en encontrar'" nunClaClOn se aproximara a las pal b . trnagenes e obJetos cuya proe d 1 .. a ras contenrdas en 1 I . .. so mo 0, os slgnos de la banderapantli de la a s p e ga rl as c ns tl an as . D e a las pnmeras sllabas del Pater noster (Pan y N, ~na nO:htl' debian corresponder a~slgnodel aguaatl el del maguey mell oe ). Amen seexpresabaagregando dra escnbir hacia 1555 que habi . ,: t grado que el dominico Las Casas po· a VISto mucha parte dId . .. P or sus fiIgurase Imagenes que [I . d'... e a Detnna cnstlana eserita H T _ os 10 lOS]ban por elias como yo la leia por nues-
A·,J
. e~tzodan; AGN, Tierras, vol. 271 eS~(JJJt.ra
~l' e
mdigenll tradicional azteCIl-lI tlXPM~' .fol. 20; Cuautitlin: Joaquin "Gal arza expo 24 fol 3 , tl Jla, eXlcO, AGN, 1979, pp. 133-157. T
T,erras, vol. 3331,
,
'.
,
Es
d;
. tu IDS. de eteutzlOCO: AGN,
Y LA ESCRJTIJRA
39
tra letra en una carra". Es innegable que, aunque explotado por los espanoles, el procedimiento exigla la colaboraci6n constante de indios familiarizados con los repertories de glifos, capaces de proveer signos y de pintarlos a solicitud de los mi-
sioneros. Se vera en ello una desviaci6n 0, mas bien, una exploracion de la expresi6n pietografica que hacla hincapie en eI fonensmo, precipirando tal vez asi una evolucien hacia la notacion silabica a la que hemos de volver. Tampoco se pueden pasar poc alto los carecisrnos impropiarnente lIarnados "tesrerianos", que alinean imagenes cristianas esbozadas de prisa (Dios Padre, la Virgen, la Trinidad ... ) de acuerdo con un senrido de lectura que por 10cormin sigue pIanos horizontales, cubriendo
el anverso y eI reverso de una hoja. Esta vez, 10 que se impone es recurrira la memoria visual y a la ieonograf1aoccidental, a la que se mezclan de manera mas esporadica glifos de inspitacion prehispanica
-Ia
flor, el cielo-
0
de creaci6n colonial. Su
origeQ no se conoce a eiencia ciecta mas, por 10que se ve, aunque d proeedimiento al parecer fue creado por los evangelizadores, los indios participaton de manera imponante en su desarrollo. De ahi el homenaje que no dejo de rendir eI jesuira Jose de Acosta a la "vivacidad de los espiritus de estos indios". Por otra pane, tam-
bien hubo iniciativas ind1genas al margen de estas experiencias dirigidas. Por ejemplo,
las que el cronista f,anciscano Motolinia fecha en los anos 1530: algunos
sus pecados antes de confesarse y mostraban al sacerdote aquella informacion grafiea por no poder eornuniearse verbalrnente en espanol 0 en nahuatl. Una vez mis, en ello se pereiben 10ingenioso y 10slimites de la empresa: era preciso indios dibujaban
que esos indios supieran "pinrar", en el sentido tradicion:lI de la palabra, y que dieran a los signos que formaban el sentido que en ellos crelan descubrir los confesores. Como en eI caso de losjeroglificos, no dejaton de multiplicarse los malentendi-
dos, las aproximaciones, las confusiones. Eo eual no imped1a que las "pinturas" trararande capt.arde nuevo las caregor1as,los seres y las cosas que les impon1an los reeien llegados. Penetraban poco a poco en un universo cristiano al pareeer irreducrible al suyo, acaso incluso antes de describir la sociedad extrana, las instituciones, los poderes, las relaeiones politicas y eeon6micas que inventaba e instauraba la colonizacion.34 Algunas incIuso fcanquearon los limites de la orrodoxia mezclando a las imagenes de los antiguos dioses el dibujo del Crucificado y la representacion
de la misa.35 Esta apenura al mundo colonial se matizara subrayando hasta que grado esras diversas empresas no hicieron sino proseguir earninos prehispanicos, as! fuese adaptandolos
y modificandolos.
ciano, todas tienen mas
0
De la cronica de la Conquista
menos un equivalente
0
al catecismo teste-
un antecedenre autoctono. Sin
embargo, hay un terreno en que, impulsados por los religiosos, los pintores indigenas fueron lIevados a modificar radicalmente su mirada, la de la introspeccion socio34 J. B.
Glass, "A Census of Middle American Testerian Manuscripts". HMAl (1975). vol. 14. pp. 281Le6n Porrilla (camp.). Un cutecismo n,zhuatl en imagenes. Mexico. Carton y Papel de Mexico. 1979. 35 Pedro Ponce. "Breve relacI6n de los dioses i ritos de 101. gemilidad". Anales del MUJeo Naciol'1tll.
296;
Mexico.
1892,
Epoea primera. 6, pp.
3-11.
40
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
logica y etnografica. Sabido es que franciscanos como Morolinfa, Olmos, SabagUn y dorninicos como Duran, alenraron investigaciones sisternaticas sobre el mundo prehispaniro que Ies permitieron elaborar obras excepcionales. De esc modo, irn pulsaron a sus informantes a llevar adelante una reflexion profunda sobre el con junto de las culturas de las que eran originaJios y a obrener de ella una imagen exhaustiva y sintEtica en 10posible. Esta obra sin precedeme de seleccion y de organizacion de los datos iba acompafutda de un doble proceso de distanciamiento dado que las culruras descriras eran en principio las de antes de la Conquista
y que
una parte de los rasgos evocados pasaba en adelanre por demoniaca. Mas adelante msrsnremos en el efecto de esta periodizacion y en las modalidades de esta irremedia ble condena. Lascronicas de los mendicantes 0 los escriros de un Alonso de Zorita no
fueron los unicos en recoger el fruro de aquel esfuerzo. Llevaron su marca "pinruras" como la rercera paJte del C6dice Mendoza, de la que no se conoce ningiin a~tecedente preco~teslano.36.P.tntado con 1adirecci6n del maestro de pintores Franc~co Gualpuyogualca: asoltmud del viney Antonio de Mendoza, a paJtir de los anos 1541-1542, el Codzce Mendoza muestra la pelicula de la existencia cotidiana
mundo
~n~I.
n~~a.
extimas. En general se olvida que la inmensa mayoria de los
testimonios que poseemos sobre el mundo prehispanico
se produjeron en las cir-
cunstancias excepcionales posteriores a la Conquista y que 10 reflejan a el tanto como a I~ sociedades desaparecidas. Finalmenre, el distanciamiento que implicaba ese paso do estaba circunscrito a los reducidos circulos de los pintores y los infermantes, era solo el coronamiento intelectual de un proceso en curso en el conjunto
de las sociedades indigenas, confronradas dondequiera con modelos de cornportamiento cristianos, con practicas familiares, matrimoniales, rituales, etc., nuevas, obligadas dondequiera a aislar, a singularizar y a poner en tela de juicio conductas que hasta entonces se irnponfan par su propio peso. 37 Vale decir que induso antes de desrruir un rasgo 0 de modificarIo, la aculturacion puede intervenir de manera mas insidiosa, obligando a caprarlo desde una perspectiva distinta, a alteraJ su claridad. A decir verdad, la demolicion de los templos y la indagacion etnogriifica no son sino dos modos de sefialar y de acrecentar Ia separacion entre el mundo de los vencidos que se aleja y la nueva sociedad que surge de las ruinas.
El nacim!ento, d matrimonio, la educacion, la guerra, la
Just1Cla, I~rep~eslOn de los delttos, de la embriaguez, del adulterio, del robo se evocan alit en Image,nes. Lasclases inferjaces y 10 cotidiano tieoeo una aparicion destacada: el campesmo con su baston (Ia coal y su cesto (el huacal), el aJtesano, el ~aJplntero, el c~ntero ..Hasta los descaJtiados de toda laya: elladton, el vagabun0, eI Jugador mveterado. Como 51 de pronto surgieran a la existencia picr6rica setra,tos ~e la poblaci6n y tipos por los que, al paJecer, poco se habian preocupado Ios t,acuuo de ant , I' d . ano, mas proc Ives a captaJ la imagen grandiosa de los podetosos y e los dloses,que la stlue~a de los humildes. La extension del campo de observacion p~ece a~emas if acompanada de una pequena tevolucion iconogriifica: la descontextu lzaclO~de la Imagen. Antes,la expresion pictogtffica se vincuJaba a elementos ::~:ualtzad~s: evocaba las bodas de un ptincipe y no la instirucion del matriI C'.J· , descflbla el Castlgo de un noble y no la represion per Je E Mend. oulce I ' . . n e oza, as compoSlclOnes en cambio se hallan desvinculadas de t d I ., d" d . . 0 acooraClOn a?ec OUca, e toda refereooa sIngular de orden hist6cico 0 erieo So' , e]emplar· . . n mstantaneas es, protOtlpos, escenas costumbflstas anonimas con posibilidad de satisfacer la ffiJra~\de los evangeltzadores y los vineyes. Igual ocune con las imagenes e naCimiento 0 de la educacion de los ninos. La tercera paJte del C6~~c: ~tan endoza es tesumonlO ~e que la exptesion pictogriifica tambiifn podia ofrecer ubnamltada global y enclclopedlca sobre el mundo y la socl'edad d I a' r' d I e os que emana.'d eglstran 0 0 que antano habria considetado demasiado banal 0 demasi do eVl eote para sec pIntado. Mas esa mirada '" . . a ... mismo terminado no era I' a Sl ffilsmo y con frecuenCIa.a un S1 nocente puesto que confor a b' , . tiempo que fijaba- la imagen estereotipada que de: a e Impoma -al mlsmo Ja1l1osconservar 0 eneontrar "RObeRson (1959) pp 95-107' Glass .,
en esas sociedades
41
,
"A
,
r_
\...Cosus ...
", HMAJ(1975),
vol.
14,
pp.
160.161.
LAS TRANSFORMACIONES
DE LA EXPRESION PICfOGRA.FICA
Si los pintores indlgenas 10graJon transmitir la reaIidad colonial que descubrlan y responder ala demanda de los espanoles permaneciendo fieles a su arte, es porque supieron modificaJ su instrumento y desaJrollaJ sus potencialidades. Favorecida por el interes que pusieron los conquisradores en el modo de exptesion pictografico, producto de una interaccion constante entre Ia tradicion y el apoete exotico, entre ellibre albedrl0 y 10imperativo, aquella plasticidad devela en eI campo de la expresion algunos de los procesos que senalaJon de manera mas general eI surgimiento de una cultura hibrida a mediados del siglo XVI. EI glifo, como hemos senalado, no es ningiin signo eSlereotipado. Ya hemos dicho que los nabuas se habian ViSlOobligados a transcribir palabras extranjeras, por ejemplo, en ocasion de las conquistas que los Ilevaron hasta los mixtecas y los zapotecas de la region de Oaxaca. Esta necesidad pudo daJ principio a un esbo-
zo de fonetismo precipitado por la Conquista espanola. Pues (como expresaJ la pleyade de palabras desconocidas que imrodujeron los invasores? Los trabajos de Joaquin GalaJza" llamaJon la atencion hacia eI problema planteado por la expresion pictogrffica de los nombres de santos y de las fiestas cristianas. Aquellos vocablos muy pronto se habian constituido en referencias esenciales puesto que rodos los indios estaban obligados a observaJ eI calendaJio cristiano -aunque, en la clandestinidad, conservaran otros computosy, en e1 momento del bautismo, habian feci. bido un nombre que obligatoriamente debia designaJlos en sus re!aciones con la Iglesia 0 con la administracion colonial. Se detivaJon soluciones de las que eI C6dzce 37 Gruzinski (1982). 38 Galarza, Estudios de escn'tura indfgena.
op. cit.
42
LA PINTURA Y LA ESCRITURA LA PINTURA
Sierra nos
ofrecio algunas ideas. Fue as! como cierros pimores eligieron descompoaislados de ese modo
ner foneticamenre el vocablo exotica vinculando los elementos
a palabras nahuas doradas de un equivalente picrografico: por ejemplo, el signo que represenraba un "rnuro de ladrillo", un parapero, sirvi6 para pinrar la palabra sanro (0 san) puesro que su valor fonerico era xan y xante. Otro paso consisti6 en enriquecer el reperrorio rradicional procediendo a una reducci6n y a una estilizacion graficas de los atributos y de los simbolos crisrianos. La lIave designaba a San Pedro,
la parrilla a San Lorenzo, la espada a San Pablo,
etc.
Lejos de ser una innovaci6n, la
selecci6n de un rasgo para indicae el todo retomaba el usa ancestral de figurar a las divinidades indlgenas usando una prenda 0 un ornamento. Tambien solia suceder que un signa fuese producro de una crcacico original, como aguel cadaver prepadebra indicar rado para la incineraci6n y remarado por un cicio que supucstamente
la celebraci6n de muertos del 2 de noviembre, Ninguno de los dos procedimienros, eI foneuco y el meronimico, implicaba Ia exclusi6n del otto. Por ejemplo, para San Francisco, poc encima del dibujo del sayal 0 de la soga con rres nudos que cara~tef1z~ban ~ santo, a veces se preferla una solucion fonetica. Tercera via por conslderar: eI pInror exploraba eI valor fonerico y simb61ico de un gIno rradicional. a .poslble CO~St1rulf un glifo compuesto que arriculara un simbolo y un ~n fin, er... Slgno foneuco y, por C)emplo, expresar el nombre Miguel agregando alas de angel al slgno mlquetl (cadaver). La
diversidad de las combinaciones no podria disimular los Iimires pronto aleanzados de. esros proce.dJmJe~tos. las transcripciones de los nombres cristianos can frecuencI~ eran parCIales tanto como las equivaleocias foneticas tomadas. De ese modo, CIIeO sup~esrarnenre ha~ia de expresar Francisco, en ranto que Xo (de xochlt/, flor) debla remlttr a Jose , Tocaba allecror indigena adivinar y complerar este pr... InC1plOm~emon~cnico. Por 10 demas, el simbolismo cristiano 00 siempre se perclbla con c1arldad, Para representar a Sanjuan, los pintores figuraban una copa ~e l.a que surgia un dragon que a veces tomaba eI aspecto de un cisne 0 de un
ag~Jla. jEs que n.o resultaba facil representar el besriario fantastico de Occidente! estar umformadas, las rranscripciones derivaban de iniciativas multiples y Jspersas. CU~do menos eXlStlan dos transcripciones foneticas para Esteban y por tanto, dos ghfos enterarnente distintos En fin en eI m'sm d ' 1'£ 0 ocumento un g HO 1 . . • 00... '. nuevo se p Ia d,buJar de varlas maneras' en eI C6dice Aubz'n IdS e an A ... d I . . e convento gusrlO e ~ C.uevas esra figurado par un corazon ardiente traspasado or una flec~a cuyo dlbuJo obedece sucesivarnente los canones occidentales 0 la t~dici6n I ' au[ocrona. Por enwna de esras preferencias mis all- d I 'I' . de un modo de expresion maclOoes que b b a e as' vaCl aClones y as aproXld d" d' se USca a, se preslenten las preocupaciones e me. lOS~n 19~~~ c onfromados directamente con las insriruciones coJoniales y con ~xIgenClaspo ltlcas y cuJrurales nuevas: era preciso poder rran 'b' b depl "'" SCfluunnomre pmtura para que fuera recibida por los tribunales espanoles era 1 a en una menesrer: encomrar los medios de pintar e1 al d' '. . .' , d' 'd d ' , c en arlO cnsuano para aslmI1ar la perlO ICI a de las fesrlVldades car61icas y par £ 'I' . . a lam1 lanzarse COD e1 tlempo de ~eJos de
1
los vencedores. oporrunisra
Y LA ESCRlTURA
43
Por 10 dernas, en ello no s610 ha de verse Ia adapraci6n
del mundo
antiguo
al mundo
forzada y
nuevo. Entre los indios de la segunda
generacion sin duda hubo ram bien un esfuerzo considerable' para reencontrar u.n orden perdido tanto como para deterrninar e inventarse nuevos puntos de referencia con ayuda de un conocimiento preciso de la iconografla cristiana de la que estaban Aunque sea cierto que solo indios poseed~res ?e. este visiblernente empapados. saber se hallaban en posibilidad de descifrar las invenciones de los t/acuz/o cnsnanos
y de hacerlas circular... ','" Esre esfuerzo s610 se explica en sociedades donde la expresion picrografica seguia y ordenaba siendo preponderanre "haeer pasar" un acervo es~ncial en una ~orma. a pesar de rodo, rradicional. Empero, se adivina ya la presenCia del adversano que
habria de imponerse. EI recurtir al slmbohsmo cnsnano por pane del pI~tor y d. sus "Iecrores" no se apoyaba de un modo exclusivo en la contemplaclOn de las figuras y .]osfrescos con que se adornaban las iglesias y los conventos, en su mayoria en proceso de consltUcci6n. En ello habra de recono~erse eI efecto del hbro europeo, ·unico que en sus viiietas podia ofrecer un reperrono preClSO y abundan~e 0 en s~ rexto incluso ayudar a identificar los clibujos y a encontrar las palabras lannas -Vt sitatio, Expectatio, etc.que los nuevos glifos se empeiiaban en representar. No es imposible que la influencia del Iibro haya sido tod~via mis pro~nda y que, cautivados por eJ sistema de notacion enteramente fonettco que te~lan a la VIsta, pimores indigenas hayan rratado de explorar este fi16n en su proplO campo. ~o esta descanado que la pracrica de la lecrura mcluso haya esumulado la mvenClOn de procedimientos
picrogrificos
mis complejos,
Es sabido, entre ottas cosas, q~e
para expresar el plural santos, algunos pintores die~on en ut1h~ar la termJOaClon nihuatl del plural (-me), expresada de manera fonenca por eI gino del agavemetl.
iQuiere esto dccir que la expresi6n pictogrifica se dirigia haci: una lenta pero mexorable fonetizaci6n? Desde mediados del S1gloXVI, la evoluclOn pareee emprendlda de manera clara. De ella se da fe, antes de 1550, en eI C6dice Mendozo. EI C6d"e Kingsborough (hacia 1555) multiplica los elec.lentos que ~o?,ponen el ~hfo (hasra cinco en vez de uno 0 dos), atribuyendoles un valor fonenco y ordenandolos de acuerdo con la sucesi6n de las sllabas-" EI paso de la sGaba a la lerra mcluso se esboza -por ejemplo, para la vocal a- sin que por ello haya nunca,la constiruci6n de un alfabeto. Las cosas pararon alii, iAcabaron los pmtores mdlgenas por rendirse ante las comodidades del alfabeto latino? iConsideraron superfluo prosegulr la creaci6n de una notaci6n alfabi'tica y silabica? iO aprovechando eI refuerzo y la esrabilizaci6n de la presencia colonial, habra adquirido la escrirura occidental, en la segunda mirad del siglo XVI, una supremacia definiti¥a que habria causado el sofocamiento y luego el abandono progresivo del sistema pictografico? DeJemos estas preguntas en suspenso limitandonos a recordar que tal vez sea exceslvo, SIno
39 Dibble,
"Writing
in Central Mexico",
cionan·o de elementos foneticos
op. cit., p. 33.1; Roben Barlow y Byron MacAfee, Dic-
en escntura jeroglifica,
MeXICO,
UNAM,
1949.
44
LA PINTURA Y LA ESCRJTURA
es que err~~eo, asignar por fuerza un destine sihl.bico
LA PINTURA
incluso alfaberico a un modo
0
de expresron que es. rnucho mas que una forma de escritura en cierne. consumado del tlact/ilo del C6dice Mexicano 23-24 (1 '70) quien p. , .
plctogr
afi'
.J,
rca del calendano cristiano,
0
Into
EI arte .,
una verSIOn
el del auror del C6dice Santa Anita Zaca-
tlolmanco ,(1600- 1604), quren todavfa muy a principios del siglo XVil rnezclo los sl~nos :onetlcoS, I~s g~lfos cnstranos y los glifos tradicionales, invitan a interrogar aun mas a ~: espeC1fic~dad de esc lenguaje y esos convencionalismos. fu La :tenclOn
concedtda aI signo, a la originalidad
de las creaciones de las que
Ai:l~d~e~~1 n~s pone en peligro de perder de vista el conjunto en que se inserta. d £ ~ an~ en que se articula con orros signos en sus relaciones de sentido e ormas y e co ores, el glifo ya no es cabalmente 10 que era. Abora bien ocurr~ que muy pronto esta estructura global sufre cieno numero de" d·fi . ' U vez ' 1 infI . d rna 1 lcaClOoes na . mas, a uenCia el hbro occidental no es en eUoa £ .. de un formato cuya ado ., . . lena, pues 0 rece el eJemplo espacio pict6rico.
~na reo~ganizaci6ni~idiosa ~~~:~~~O;:l~tores
Redu~~:~~
del
porciones mas modestas 0 redistribucion e C:S~ e los henzos somcndos a pICAsi es como, en el Tonolamatl' por pagma en el caso de los screenfolds. tablero !lega a ocu ar dos a in Rtos y en el Tellerrano Remensis (1562-1563), un
dias y las divinida':Ies pro;ec~o as, de suene que la disposicion de los glifos de los transformaciones todavia mas pr~~ s~ ve ~f'eclablemente modificada. Pero hubo n -y todavia en el Cadice Borb6nt·co as. temade lineas, de marcos que antafio - servia de esttuctura d I I . to d e la s repre se nta cione s se desplo 'S" I ' e esque eto a c on) und . mo. e tleae asensa '.. d saturado de faImas minuciosament e pasar e un espaCio CIOn d · . b.d d ·b . e Istn UI as -el scatt ere attn utespace- a una ho]a vada en que flotaran fi' "paisaje sin espacio" una figur I~ras SIr;. sudstento: 10 que Robertson lIamo un . ,aClon SIn IOn 0 que d· menslon, una 11nea de horizonte [; d _ pareee pc lCuna tcecera dide Sahagun en el Cadiee de FI. ' un tras on 0 cualquiera.40 Otro tonolamatl el b .. orenew, muestra eI de,' I d ., ' oSqueJ3 un p3..lsaje, se instala la terce r d" ....0ace e esta mutacIOn: se .... ..£. a ImenSlOn pero y I . ., a a Imagen plctografica . se tran.:>IOcma en ilustraci6n de un t ' d exto en caracteres latmos EI· . un d 13 el calendario_ en 10 deslgna coneJD '.-que sucesi' e (para nosotros) familiares de un .vo pmta en este tonolamatl con los rasgos Hasta aqui 5610 hemos tomad anlmaro que salta en un paisaje. se destacaria entre los mixtecas uOncJcmPlos.~ trayectorias nahuas. Pero con facilidad '. Zacatepec I (1540-1560) solo II· a eva llClOn anal oga.. mlentras que eI Lienzo de eIe '7__ eva slgnos de lug d . ~atepec I I - er ea do h ac ia 1 58 0- 160 0 a re s y e p er so na )e s, e l Lienzo puebla con profusion de anl1l1· al I' se 0 sea una 0 dos generaciones despuesd .. es y p antas cuya pr . 1 ecoranva que slgnificativa Piot d eseOCl3 probablemente sea mas . I R I. ., a 0 e n 5 79 y a eI m d T . a a e acton geogriifica de este bl ' . apa e e Jupan que acompana d el p ai sa je o rna me nta l. " pu e 0 tam bien da testimonio de Ia irrupcion
!lS
t
:~ RO~rtson (1959), pp. 60-62, 111.113. Smuh (1973), pp. 89,121.
Por consiguienre
es posible,
Y LA ESCRlTURA
con Robertson,
reconstituir
45
en pocas palabras
las
principales etapas de esta evoluci6n: paso de un flujo continuo de imagenes a una paginaci6n europea, a una division mas limitativa y luego a una desestructuracion
de un espacio bidimensional en beneficio de una tridimensionalidad. Huelga dew que nosotros esquematizamos una evoluci6n mucho mas compleja de la que en otra parte se encontraran analisis detallados. Bastenos insisrir en que la transformacion de los glifos en el plano formal y fonerico es conrernporanea e inseparable de una reorganizacion de Ia totalidad del espacio piruado. Otros elementos permiren apreciar los cam bios de la expresion antigua. Por ejernplo, la linea. La I1nea tradicional marcaba con un trazo grueso, preciso y continuo los contornas de las formas representadas que aislaba del espacio cotidiano. Tras la Conquista pierde consistencia, su grosor varIa sin que se sepa bien a bien si esa evaluci6n corresponde a la perdida de la antigua maestria 0 a la voluntad de dar la expresividad de la linea de contorno occidental, imitando sus efectos visuales y su forma plastica. Sin embargo, en esta ocasion ya no es aI libro espanol al que se acusaba sino al grabado. EI trazo de la figura humana constituye un caso particular pero no menos instructivo de estas evoluciones. En una generacion, desde los anos 1540 hasta los anos 1560, algunos pintores abandonan una figuracion que respetaba las proporciones. tradicionales para optar por una I1neacursiva, mas expresiva, que sustituye las cabezas toscas por IOStroSde contornos mas delicados, trazando craneos mas breves, cuerpos mas espigados como los que se descubren en el "Plano de papel maguey". Al parecer, es gradualmente como las "pinturas" mixtecas tienden a apartarse de una representacion del cuerpo hecha de un ensamble, de un collage
de piezas autonomas para dibujar una silueta homogenea, concebida de una sola pieza. Sea como fuere, se trata de una tendencia aniiloga. Cabe preguntarse sobre eI sentido de esta ultima evoluci6n pict6rica y solo descubrir en ella la influencia estetica de los modelos occidentales. Sin embargo, aventurare otra hipotesis. (Habra algun nexo entre la rransformacion de la representacion corporal y de la persona humana y Ia introduccion, mediante el rodeo de la evangelizacion, de una concepcion enteramente distinta del ser? Los antiguos nahuas hac1an del hombre la conjuncion de tees entidades vitales aut6nomas situadas en la cabeza, el coraz6n y el higado. Cada una de estas guardaba estrecha correspondencia con los tres ruveles superpuestos del mundo y podia en cieeras condiciones abandonar la parte del cuerpo que Ie servia de receptaculo. En cambio, la dicoromia cristiana del alma y del cuerpo no solo ponia en tela de juicio la unidad de la persona sino que tam bien procedia de un discurso que favorecia la singularidad y la autonomia de cada ser ante la divinidad. (Sera preciso creer que, cuando esbozaba personajes menos estereotipados y exentos del hieratismo antiguo, el tlacuilo colonial expresaba una relacion distinta con el cuerpo y con la persona, donde se conjugaban la predicacion de los misioneros y la iconografla del Renacimitnto? Seiialemos para teIminar, en otIOregistIo y sin detenernos mas en ella, la evolucion de la linea narrativa cuya ejemplificacion
precisa nos ofrecen las pinturas
mix-
46
LA PINTURA Y LA ESCRITURA
teeas: aun tradicianal en eI Lienzo de Zacatepec I (pintado entre 1540 y 1560) forma de meandro (meander pattern),
en el mapa de Teozacoalco (1580) si~~:
un movimrenro de abajo arnba a todo 10largo de las columnas, como si tendiera a aproximarse al modele europeo y, por tanto, a Ia escritura. a Fuer::;\ eu~lts dfuese~ las variantes locales, en la segunda mitad del siglo xvi se ~lste, e va e e MexICOa las regrones mixtecas, al nacimiento de un enfo ue diferenre del campo pictorico y de las formas. No solo eseI glifo el frna, smo tam bien el marco el ue ca bi que se trans ordeeisivas No se podrt h bl ~ m ra y sufre, al parecer, las alteraciones mas de inflexiones de Ia 13 a at e muraciones SInO mas bien de una acumulaci6n zacion adopcion m~u: surgen algun~ g~andes tendencias: desarrollo de Ia fonetide la figura humana d~;nos avanza. a e Ia.tercera dimension, occidentalizaci6n indigenas, formadas\ras I:~· Estas mnovaClOnesfueron obra de generaciones de de 1550 y que, par consiguien~nqulSta, que aleanzaron la edad adulta despues cionales para adoptar y fi)·ar moed'erdancapac~s,de deshgarse de los canones tradi. os e expreslOn mas p ,. d 1 roXlffiOS. e as espanoles y d e l os c ua le s s e e nc ue ntr an a va ta re s h I' I comoOaxa~~,G~errero0 el vallede P:t~I:. Slg 0 XVIII en reglOoes tan disrintas La expreslOo plCtografica no s610 sobrevivi6 en las " . " a li i d on de s ie mp re s e la h ab ia vi st I. p mt ur as . l ag ro m an te ne rs e 0 la de los invasores. Interesados :ncorr:. len a arquitectura monumental, asi fuera sustituir los templos destruidos p sednafi~ esp:ctacul~mente su presencia y en fi· '. or e I lC10Saun mas I d omlOlCOS y agustinos Janzaron po d 1'" mponentes, ranciscanos, r to a e pais campad ., maeStros de obras fueron eHos nas e conStrucclOO cuyos . d· ,peroquecontaronco I lb·' I n IS pe ns ab ie d e l as p ob la ci on es 1 1 A l n a c o a o ra cl On c on st an te e construccianes de piedra levant d oca esI· pUnto flocecreron glifos en las grandes a as por os rehglOso I tos, 1as fachadas de las iglesias I ·11 . s, en as paredes de los conven· N E ' as capl as ablenas y 1 ,. ueva spaiia en el transcur so d 1 . I os porticos que cubrier on la . e S1g0 xv, Algun ' santuarlOS como muchos mater' 1 d '. os provenlan de los antiguos la es usa os, ffilemras ... J.' . ex P TOjCSSO. Glifos de lugar en Tultitlan Tlalne que otros se hablan ,scuJpido en la capdla abiena de Tlalm I y pantla, glifos de fecha en Cuilapan . ana co en Huaqu hI· ' s Ig no s d esc onc ie rt an ma s p oc l ' e c u a , e tc . Sm e mb ar go a lg uno s 0 que evocan de la a . , oal< 0·0 . c piedra pre e,· d I ntlgua cosmogonia : e l aguila e l C! ultl -una osa e co or verd 1Q . ' o ma n nu me ro so s s am ua ri os c ri sti an o E I . e -, e ~m to S ol Nahui O/Iin de resumen de Ia Cosmogania nah s. p conJunto de estos ghfos brinda una especie Sol, ina habia aCasa que aJimentU~. ara retardar la muene del quinto y ultimo que era la sangre de los eautivos de 0 c~n agua preciosa (chalcoiuhatl), un agua entrelaza el agua y el fuego) d I· gu rra sagrada (atl-tlac.binolli) cuyo glifo (que se es lza ta mbie b f . ., La m se rr lO n de e st as g lif as se . n s o r e a ch ad as d e i gle sia ? d I '. presta a m terpret . . e SIOtomadlscrero de Ja reaprop' .... aClOnescontradlctorias. ;Se tcatara t ., d laClOn pagana d d·fi··· ' auraClOn e una cominuidad subrepticia alii d de un e .1.letO cnstlano, de la insru?rura? Cabe pensar en ello por 10 ue toca Ion 0. los ffilSloneros solo toleraban la Clon y verlo COmadesquite silencio~ dalasI pumeras decadas de la evangelizae aque os cuyas" . " pmturas se quemaban.
%
LA PINTURA Y LA ESCRITURA
47
('Se tratara mas bien de una interpretacion, de una transcripci6n indigcna de ternas cristianos? Indiscuriblernenre eso es cuando en los blasones franciscanos el glifo del agua preciosa se asocia a la sangre de Cristo en vez de serlo a la de las victirnas sacrificiales. iO bien habra que ver en eUo simples busquedas decorativas que vincularian, por ejemplo en Apasco, el aguila bicefala de los Habsburgo con la de los indios 0 que de los glifos s610 conservarian un gcornerrismo y una estilizacion propias para fundirse con facilidad en grandes conjuntos decorativos? Segun los casos y los escultares, la continuidad pudo ser simb6lica 0 mas sencillamente ornamental. Tarnbien segun los casas, varia el modo de insercion: puede adoptar la forma de una incrustaci6n -en una pila de agua bendita, en un muro ... -, de una yuxtaposicion -un glifo al pie de la estatua de un santo- 0 de una explotaci6n decorativa que desmultiplique el glifo y 10alterne con motivos de inspiraci6n europea, por ejemplo, a la manera de ese roseton de piedra de San Miguel Chapultepec, hecho con los cuateo drculos del signa de calor solar repetidos once vecesY La escultura y la arquitectura colonia1es y cristianas brindaron entonees su apoyo inesperado a cienDs glifos antiguos. Permitiecon a los actesanos indlgenas conservar a la vista de rodos signos oficialmente eliminados sin que los religiosos pereibieran 10que estos padian ocultar de incompatible con Ia nueva fe. Pero eI malentendido que podian aprovechar estos glifos podIa volverse en su contra: rolerados a tItulo decorativo, y par tanto sin referente simb6lico, sacados de sus contextos tradieionales, desvinculados de las estelas, de los bajorrdieves de antai'io, entraban en composieiones de dominante euwpea que los empleaba como motivos ornameotales. A diferencia de los glifos de manuscritos pictogriificos, eran panes de un todo que habia dejado de ser indigena. Por consiguiente, no podemos dejar de preguntarnos en que medida este sometimiento sistematico al c6digo iconografico occidental desviaba los glifos de su sentido y de su uso origin ales, pervirriendo y agotando a mediano plaza la inspiracion de los escultores. EI interrogante se plantea por igual en cuanto a la pintura colonial indigena, donde glifos antiguos Began a perderse en medio de composiciones europeas. La asociaci6n podIa producir efecros sorprendentes, seme jantes a las que manifiestan los frescos de Ia iglesia agustina de IxmiquiJpan donde, en medio de un derroche de grutescos y de hojas de acanto, centauros griegos se enfrentan a los caballeros tigres de los ejercitos precorresianos. Mas, por 10comlin, la presencia de las picrograf1as es mucho mas discreta, como ocuere con los frescos del Apocalipsis de Tecamachalco, sin embargo debidos por entero a la mano de Juan Gerson, un pintor indigena. La via puramente ornamental adoptada por la expresion pict6rica se agrega a las transformaeiones y a las tendencias cuya lista ya he esbozado. Esa via corrobora la vitalidad y la omnipresencia de este lenguaje indigena, y tambien anuncia su crisis y su estancamiento, que ahara queda por explorar. Perc esto no es nada facil, a causa de la dispersion. del caracter numericamente reducido
42
y de la incertidumbre
contexrual
y cronologica
Reyes Valerio (1978). pp. 288, 286. 278, 272, 246-266,276,265,262.
que rodean
Ia mayor
48
LA PINTURA Y LA ESCRITURA
~:~e -:sl~e~~:t~~:~:e~~~s~~ados su sustancia y su razon de
LA PINTURA Y LA ESCRITURA
~as~. nuesrros tiempos. Escrutar su degradar~u~e~e °t J~to se mod~fica a tal grado que pierde
sec
c~ntara con una fuenre excepciona1men~e a:~~~~rconsiguienre un.a ilusi6n si no se La comodo vocable de mapas pictografi ant: a la que designaremos con el nahuas se halla muy lejos de I ICOS, , cartografta que pracllcaban los antiguos , , as que nos son conoCldas Al pnnClpalmente en una representaci6n del esoaci '. ~ar~cer estuvo basada pacio que elistnbuIa los nombres de Iugares de una manera regular g ". un poco a la d r '. • ccmetrtca . manera e nuestros mapas rerrovranos, El conjunto constitu"la e p .' d di ecres e lagramas'd . s I c Ia h"oJa que ocupaban y no por Ia to 0 rafla H . regl os por a rorrna de ~ g recta el orden de sucesion d I . uelga decir que esre enfoque favoe os topommos a expe dId' . " nsas los separaban. Ademas de este mod I "r e as lStanClas reales que 0 I d e lCrlOVIarIO"( . d ma pa e C ua uh ri nc ha n e n e l v al l d P bl _ un eJ emp 0 e l e ua l s er ia el 5J) h b " " e e ue a [LAMINA '. .' toupo conslderablememe distinto q ue habt' a C1a ~...xlstldo un proEste segundo modelo habria t d Ia apareCldo en la regIOn de Texcoco. . " aIDa 0 en cuenta elenDS 'd pO SI cI Onr es pe ct iva . En o tr as p l b' a CC l en te s r op ogr mc os y s u a a ra s. va no s e nf oq ue s h b" . res antes d e la Conquista: a nan gutado a los pinto-una representaci6n estilizada y en extrem '. -Ia replOduccion aunque se . 0 ~onvenclOnallzada del primer tipo' . ." ' . a aplOxImada d I entre los lugares (tipo texcocano)' • e a onentaclOn y de las distancias -un tipo mino .• " en que se conJugan los dos . t,:'na el deseo de respetar la distribuci6n to "!'tenores y cuya parte central denonan una mformacion organizada ... ~og:afica en tanto que las oeillas rceogesegun crttenos mu h" . - fima Imente una cartograf" b comas convenclOoales' 43 ' E " la ur ana sta llpologia no deja de ser menos ,... . que. SI eJ estilo "ferroviario" h' apreClablemente hlpotetica en la medl'da en . es pre ISpani . eli" . ~reguntarse 51el "!Jfototipo texcocano" nCo sm SCUslO~~ se nene toda raz6n para SIano de un trazo ya aculturado L . 0 es la pcoyecclOn en eJ pasado preconee xis te nc ia se i nd uc e d e d ". 0 mls~o ocurre Con los mapas de ci d d I h'" . ocUmentos exdusl I . u a cuya as tP.otesls aceptadas 0 descartadas se iivamente co onla1es. Cieero es que, segiin .proronp? texcocano con "realismo'; g n.... que se .... acepte.o no la existencia de un Imroducldas baJ'o la I·nf]· geografico mas perSlstente las ,'n n . uenCla espaii I d . ,ovaClOnes por ello deja de ser eiecto que. a ee 0 qUle~~n un relieve muy distimo. No
t~
~~~;er~n teansformaeiones sorpren~e~;e~ d~s~~ t~n.~.ras" :meriores. los mapas a ruz. Y ello Con tanra mas ra " e 0 lee Xli/ot/hasta eI Mapa de ese~cla1;n u?a sociedad colonial uez~n cua?to que de~empefiaron una funci6n ~n mteres pnncipal y obligaba a ~d' oncedta _ala propledad privada de la tierra nos. Ahora bien. aI parecer lOSy espanoles a delimitar derecho oumeros I . . en este tercena a falta d.... s y terruas, a admllllStraci60 espanola n fu' ~ cartografos sufieientemente o e InsensIble a la habilidad y aI saber
fic;3
~ob~ns~o~(1959), pp. 179-180;Keiko Yoneda P elmpolllca, M €xico, AGN 1981 ,LoJ mapllf de Cuauhtinchan ,
.
I. h"
_
a y lJtona conogra-
49
indigenas, incluso al complejo sistema de convencionalisrnos que proponian los glifos. Por consiguienre, la adrninisrracion recurri6 norrnalrnenre a los pintores indigenas y 10hizo sobre codo en las decadas que correspondieron a las encuestas de las Relaciones geogrdficas, a la politica de concentraci6n de las poblaciones indias 0 al otorgamiento maximo de tierras a espanoles, 0 seagrosso modo de 1570 a 1600." Como las pineuras hist6ricas 0 econornicas, eI mapa indigena colonial supo abrirse a las nuevas realidades. Junto a un simbolismo tradicional, ernpenado en senalar los rfos, las fuentes, las montafias, los eaminos, el habitat, dio cabida a signos nuevos hechos indispensables por la penetracion colonial: la iglesia con su arrio y su campana, eJ traw retieulado del pueblo, la estancia y la hacienda. eI corral. 6 Y 7) ... los molinos de agua. las carretas con coldo. tiradas por bueyes (LAMINAS Aunque nuevos, esos signos observan los canones de la iconografia Lindigena. La estancia (por 10 general una granja para erial es un desarroHo del glifo "casa" aI que se agrega un techo en punta mientras que la iglesia se representa de un modo simplificado, bidimensional y retomando de ser necesario elementos deeorativos aut6etonos. 4~ Sin embargo, el enriquecimiento de los repercoeios no podria ocuhar la lenta degradacion de las formas. Si codavia a fines del siglo XVIse eneuentran glifos de dibujo chisico pimados con seguridad. la mayorla de las veces e! rasgo se desnaturaliza. En las dos ultimas decadas de! siglo eJ glifo "rio" se reduce ados lineas onduJadas. a una espirar eshazada burdameme. e induso a una simple linea (LAMINA 10); el signa "montana" se transforma en una eminencia de contornos imprecisos, privada de su base estilizada; dibujadas someramente. las hueBas de pasos -que indican las vias de comunieaci6nson todas manchas irreconocibles. El glifo "casa" con freeuencia es s610un graffitto apenas identificable. Hasta los signos mas comunes acaban por perder su identidad, EI abandono del coloe es contempoeaneo de la degradacion de los glifos. Cuando IOdavla se puede apreciar. la gama cromatica tal vez reuna una decena de IOnalidades distintas. En los mapas de los anos 1570 se alternan el azul verdoso 0 el azul grisaceo de los rlOSy las fuentes. eI ocre amaril1ento de las colinas y las tierras ineultas. eI malva. eI marr6n yel rosa del habitat y de las iglesias, el veede de las estancias espafiolas, eI macr6n de los caminos (LAMINA8) ... Sabido es que el cromatismo indigena consrituy6 un dato esencial de la expresion pictograf"ica. aun ruando a menudo se nos escapen su sentido y su funcion. Es probable que ese ccomatismo indicara la calidad 0 el destino de las tierras representadas, pew tambien que situara cada espacio en una e5cala sensible y sacra, marcando oposiciones, umbrales 0 continu·idades, senalando presencias perfectamente exuanas a Ia mirada espanola. Por ejemplo. eI color y eI
°
44Nuestro analisis uata del periodo 1530-1619, sean 858 mapas de los cuales 39 son anteriores a 1570; los mapas de origen (probablememe) indigena represeman poco mas de la tertera parte de la producci6n total (306). Todos estan enlistados en los Ca/i/ogoJ de ilus/raeiones, vols. II, III·, IV, V, Mexico. AGN. 1979. 4~ Nums. 1822, 1088. 1679, 1678, 2133. 2018. 867.
50
LA PINTURA Y LA ESCRITURA LA PINTURA Y LA ESCRITURA
dibujo del agua son tarnbien , ames que nada, eI simbolo y el a[tibuto de ChalchlUht!Jcue',la diosa acuarica, la Sefiora de las aguas cortientes, Aun asi, eI crornaoinrados deja de ce~er rerreno, En lasseries que se conservan raros son los mapas prnta as en su totalJdad C db' I .' , "uan a su srste, e color se tefugJa en cienos glifos a menos q ue yhanbosirva SIOO para paisaje tal como percibimos como'si sugerir el 10 I
os prntores
U
resen rcocado su p
,- d I
'
Iizada A eteepclOn e entomo pot una mirada occidenraI' , que flo que en 1599 es ya eI list6n azul '_ despues corte entre dos butdas " d por nosotros conocido, 30 anos lis , margenes e un cafe terr .. b d ' duda nene varias causas L 'd'd b t e a a n a na s m 050. , apet I a tuscaopro ' d b memorias mueftas 0 desinregradas' la im '" greSl~a e u? sa er de los ealares. los colorantes en una socl'ed d ' PoslbJlldad a solo la dificultad de procurarse a y una economia d 'd ' " en fin, y sabre todo un ansI' d'd esorganrza as por la colonlzaclOn; , a e rapI ez y de d " " que no riene re1aci6nC Onu na - al ' a ecuaClon a una cXJgencI3 europea ' ,. d sen lzaClOn ccom'" . fides trazados en esas circunst' . atJca, como an fe los mapas espa. anClas tiempos, estos faetores tuvieron ,,' "dEse~ldente que, segun los lugares y los una lOCI enCJa d' . En su esttuctllra global eI map , d' Ist/ma, ' de nt al d ,I a 10 I ge na s e a d a pto' a 1 a V",ISI Ono CCI e sp aC,IO , S al vo a lg uno s e )' ,emp l ' " as que recuerdan I d' , h pre !SpanICa,POt10 comun la d' , '_ as mapas. la gr ama de la epoea ISPOSIClon de I I fl ' ?S ~ ementos topognificos sude reclar de manera mas 0 menos ' d aproXlma a su dl t b " puede VetseeI tesultado colo ' I d's n UClOnsobre eI terteno, En ella 'fl " fila e un hlp -' , m uenCla vICtotiosa de la DC ' d I' " ot et /c o p ro toa po p re his pa nic o a I, ". (1 cora lzaClOn d I aSlmlsmo la Imperiosa necesidad dye as modelos espanoles, 0 bien y mentos legibles donde pudieta e presemar ante los ojos de los espanoles docu' n ot/emarse Sln d 'd ' que prece d entes precorresianos d I ,emasJa as dlficuJrades, lis posible Classe hayan conjugado a expe~s:od e ~s oCCldentaies y concursos de circunstan, En esa organizaci6n espacial' e. a estI1I2aci6n y del geometrismo. ac . VInoa locorporar . emu.aron su ocCidentaIi2aci6n A se una sene de adaptaciones que troduClda par doquiera para rep'res~tes que nada, la orientaci6n del espacio, Inc , , , tIana que dirig I ' mar e l pueblo e e coco haCia eJ a . . ' ConlOrme a la uadlC16n e ns9) C c, , oeste (LAMINA ' neme, la Iglesia . . . omo slempre se I fi can Hecuencla se abre haCIa d su p~opla onentaci6n., Can menor f;ec~eura.de frente, tiende a imprimir al mapa Aonente, En otras partes, distancias l'ndnClad'Un sol en 10 alto de la hoja senala (eLI MINA10) esbo ' ICa as sob I tamb" 'd zan un rummento de escal 0' te e mapa en pasos 0 Ieguas len se ml e La m d'd a, nentado I' , , e 1 a y la orientacl'o" . ,e espaclO por conslgUlente tl't u conserva d'or en I d'b 0 no son l' .. U}O,Si bien es ' ncompatlbles con cierro espl' d e leI as pumas card' al Cleno que I'd' , In es corresponden gen al astn IcaclOnes de la distancia y ~p:ay~tosrl' espanol, eUono impide que esta~tntmente,:n eI mapa a 1aintervenci6n de , una mana IOd' ervenclOn h b' " , , I L ", d Igena no la hUbie u Iese sldo ImpoSlble sIC sos ap:a~arta'dclond el,Paisaje -Ia mayorla d:;asPreparado47 (LAMINA11), as e arhole veces en ~ d s que extra na m ,orma e pe tfiles monta no, 46N; eotc SUgl urns, 1626,2131 2133 215 eren aguadas de Ourero (LAMI, 47 Nums.
1 68 5.5 66
' 10 88 '
'
22 , 177, 16 11 ,2 20 6
, 1 54 0, 18 22
'
1 829 17 ,05
20
' 15 ,1 24 0, 1 44 8 14 49 1867 " , , 1868, 1882,2064,2091.
51
NA8)- 0 induso la sugerencia de horizontes lejanos azulados y degradados, delatan la influencia del grabado yde la pintura europeos y aun mas de los numerosos frescos que adornaban las iglesias y los conventos. Esta innovacion, que ya hablamos norado en otros documemos pictograficos realizados tam bier. hacia los afios 1570, tampoco es incompatible con la conservacion del cromatismo y de los canvencionaIismos antiguos. Incluso se tiene la sensacion de que, mas que una apreciaci6n . "forogrmca" de los alrededores, con frecuencia constituye un signa suplementario para sefialar confines. iConversion al paisaje 0 adopcion de un neoglifo? En mas de una ocasi6n nos haremas esta pregunta. En cambia se define aua tendencia que disgrega mucha mas la manera antigua. Algunos mapas indlgenas abandonan eI color, descanan todo diseno del ttazo, todD acabado de los contornos y de las cuevas, para reducirse a un dibujo tasca, en extremo ahortativo, que a veces linda en 1a torpeza (LAMINA10), Sin embargo, estos mapas no son esbo2os de "pimuras" mas elaboradas. Son la version indlgena de mapas espanoles trazados en la misma epoca y que tienen eI aspeclD indefinible de esbo20S mas 0 menas garabateados: un vago aborregamiento ·senala en ellos eI relieve, el zigzag rapido de la pluma indica un rIO, un sombreado hecho de prisa senala la existencia de un pueblo, EI rasgo entero, eI esquematismo elemental y, cuando aparece el color, el embadurnamienro nos arrastIan a mil leguas de l~ complejidad caligrafiada de las "pinturas", al rerreno inasible del croquis, Mas personal, mas subjetivo, porradar de una informacion sumaria y unlvoca, trazado con pluma y ya no con pined, eI croquis espanol constituye una forma de absrracci6n de la realidad que recuree a un juego de convencionalisrhos menos normalizados y mucho menos fiicilmente identificab1es que el del mapa indlgena, La e1ecci6n de elementos pertinentes es variable, desde las amplias configuraciones hasta los fnfirrfos segmentos. EI croquis espano] asocia datos inmediatamente legibles can variantes facultativas que dependen del contexto a derivan del estilo personal del autor, Tratase de un "c6digo debil" que da Iibertades ala imervenci6n individual al grado de que en ocasiones uno se perderla en eJ, a no ser par la leyenda que comenta el rrazo. Pues el croquis espanol y la escritura alfabetica son de toda evidencia inseparables, como si s610 fuesen las dos modulaciones de un mismo rra20 de pluma, A veees, la leyenda se confunde con eI dibujo hasta producir eI "mapa escrito" en que leyendas pintadas en cartel as colocadas en el lugar geografico que Ies corresponde invaden la rotaJidad del documenro y dererminan su composicion. En cienos casas, Ia escrimra incluso sustituye del todo al dibujo, Encuemro parad6jica, tan imprevisto como involuntario: ino acaso ofcecera el mapa escrito -variante extrema del croquisla pareja europea del mapa indlgena mas tradicional? En vez de disponer glifos sabre eI perlmetro de un rectangulo, disrribuye inscripciones alfabeticas sabre ejes y cuadrilateros, En igualdad de circunstaneias, eI grado de absrracci6n es comparable, aunque no serla cosa de hacer del glifo el equiva1ente de la escritura latina, Vale decir sobre rodo que, en este como en orros casos, seela inutiJ asociar de manera sistematica la occidenrali2acion y la vision "realista" del
LA PINTuRA Y LA ESCRITIJRA
52
entorno. Por una y otra partes, rodo es formalizaci6n y convencionalismo. Lo que, por 10 dernas, no implica que el paso de uno a otro sistema haya constiruido una empresa ficil. Y ello por multiples razones.
Tecnicamente, fa practica del croquis a la espanola supone el dominic consumado de la escritura alfabetica y fa asimilaci6n de convencionalismos picroricos que no existen sino en estado empirico e impliciro , mezc1ados con una dosis nada despreeiable de irnprovisacion y subjetividad. EI croquis es creacion de una sociedad y de . una cultura que toleran hasta cierto punto el juego del individuo con los codigos, cuando la tradiei6n indigena pareee irnponer de una manera mas r1gida la uniformidad de sus convencionalismos. Segun esta hipotesis, el paso de los pintores indios al croquis corresponderla a una transformacion profunda de la relacion consigo y con la sociedad. Mas, ,no habiamos notado ya Ia eventualidad de esta mutacion en el terrene de la represenracion de Ia figura hurnana? Habia sin embargo otro obstaculo principal, mas insalvable, EI paso al croquis
Dunease planteo en funci6n de la sustituci6n de un sistema de convencionalismos por orro que mas 0 menDs seria su equivalente. Por el lado espanal cuando se bosqueja, cuando se escribe, es que se trata de captar en exclusiva 10 esencial a costa de anotaciones perifericas, religiosas, mlticas, eco16gicasy fuera de toda consideracion esthica. En cambio, la expresion pictogriftca es polisemica: por ejemplo, los glifos Coatepee (LAMINA 6) -una serpiente sobre un cerro- 0 Cit/altepee (LA. MINA10) -una estrella sobre eI mismo cerro- no solo identifican lugares sino que actualizan un saber de los otigenes y toda una cosmolog1a. En cambio, eI sol espanol -un circulo rodeado de rayos- que senala la orientacion del mapa (LAMINA 9) es un convencionalismo de valor debil, en esencia geogriftco y decorativo. Por 10 demas, asl como el glifo es autonomo, es decir de suyo portador de sentido, asl tambien eI dibujo espanol exige eI comemario de la escritura so pena de ser ambiguo 0 ilegible. Un trazo ligerameme curvo .solo senala una momana si se Ie agrega Ia mencion 'errania, miemras que eI glifo "cerro" es de una inteligibilidad absoluta,
asf sea para
un
espanol. En 10 sucesivo tal vez se capte mejor la distancia que
LA PINTIJRA Y LA ESCRITURA
53
riendo una mayor rapidez de ejecucion tanto como el abandono de todo 10 que pareda superfluo --el color- 0 demasiado complejo: los glifos ..Se tienela sensacion de que, mucho mas que la inclusion del paisaje, la adopcion 0 mejor dicho Ia evolucion hacia el croquis conuibuyeron profundamente a disgregar el estilo indlgena quitandole 10 que aiin Ie q ue dab a d e e sp ec if ic id ad .: " . Cuidernonos de imaginar una evolucion lineal de los modos de expresion que permit ida fechar con precision el abandono de un procedirniento 0 la difusion de una tecnica nueva. Cuando mucho se pueden deducir rendencias globales. La causa no es solo Ia relativa debilidad de nuestra base documental, Fuerza es darse cuenta de que las modificaciones de Ia cornposicion espaciaI, del juego de los convencionalismos, de los elementos considerados pertinentes observan ntrnos muy diversos de acuerdo con los Iugares y los pintores, Por el rigor de su trazo, el empleo del
color y de los convencionalismos "clasicos", por la ~useneiade paisaj~,~n. mapa hecho en 1601 en Tepeji del Rio, actual estado de HIdalgo, da fe, a pnncrpios del
siglo
XVII,
de la persistencia relativa de un estilo tradicional. Tres aiiosd~spues,.en
la region de Puebla, el mapa en cambio toma el aspecto de una burda ImprovlSa-
cion en que los signos antiguos se hallan practlcamente ausentes y dond.e trlUnfa un paisaje de bosquecillos y montanas. Pero 20 anos antes, cerca de Maltnalco: eI mapa ya estaba bosquejado y las colinas sembradas de arboles ..:Stas varlantes It;' piden cualquier cronologla preClSa y mas bien lIam~n Ia arenClOn hacla la ~oexl~-
teocia de modos distintos de representaci6n carcogrmea de los que uno sefla mas tradicional
y otro mas occidentalizado.
Ambos modos pueden coincidir en una
misma eomarea, en dos pueblos veeinos, pero tambien se~neuentran en el ~lS~O mapa cuando los glifos se mezclan con las I1o~asde coronaclon
0
se representan tanto de frente, y por consigulente a la anngua,
cuando las IgleSIas
°
de tees euartos en
.' un bosquejo de perspectiva49 Sin embargo, estos dos modos disran mucho de rener eI mlSmo peso:.la oCClden-
talizaci6n del espacio es una experieneia pnicticamente defiOltlVa ffilenteas que
ptntados. Vale dem q~e,eI pin.tor indlgena que habla adoptado eI croquis debla haber adq':'Indo una VISIondlsClma de sl y de su comarca aI mismo tiempo que un
la lengua antigua tiende a desnaturalizarse y las pictograflas desaparecen de Ia mayoda de los mapas levamados despues de 1~20 -cu,,:,do menos, de: los que fueron hechos a solicitud de las autondades espanolas-, stntoma de la perdlda de una tecoica y de un saber, que es preciso apreciar sin dc:jar sin embargo de, mauzarlo. Este agotamiento no debe dlSlmular Ia conservaclOn de una canografia pro piamente indlgena hasta fines de Ia epoca colonIal, hecha de c~mpromIS?S, de adopciones, de arreglos concebidos y puestos en priema en las ultlmas decadas del siglo XVI. Un repertorio pictogrifico mermado, de facrura a menudo burda e . I d los gI'ros ahogados en un paisaje, una perspeCtlva esbozada a veces, 11' . r'" . Iffeguar, e pero tambien eI deseo conservado del geomemsmo y de Ia wrmallzaclOn, en ~asIO-
cabal domlOlO de Ia escntura a1fabetica. Elementos todos que no era ficil reunir y
nes incluso el retorno
separa.ambas diligencias cartogriftcas. Distancia que es a un mismo tiempo de orden lOrelecrual, tecnico y prictico. Si el croquis espanol es ahorrativo de medios, trazado ri~idamente y sin f1?ritura a1guna, es porque solo persigue una meta Iirni-
tada: locahz~ u~a explot~~6q, una donaci6n de tierras en un espacio, mientras que el mapa lOdIgen: tradIClonal. trata, de manera antithica y complementaria, de Ia totaltdad del tertuno. TransmIte por tanto un numero mucho mas considerable de informaciones y con frecuencia expresa un conocimiemo profundo de los lugares
-lO
el mantenimiento?-
de una estructurao6n autoctona
qu: suponl~ un.aaculturaci6n ~v~za?a. Mas es facil imaginar que el croquis es pano~ haya eJ~rc,do sobre eI esulo Indlgena una influencia mas superficial y mas deleterea lOsplfando Slmplememe una modificacion del trazo y de la I1oea, sugi-
48 Mapas indrgenas
"escriws": "Nums.
y espafioles
"bosquejados":
2l59·1, 2110. 20[6, 2019, 2126; cf 589 y 590; 2049.
nums.
1692-1, 2l26,
201'), 1682, 1758; mapas
54
LA PINTURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
Y LA ESCRlTURA
55
obedece a que son
Obsraculo vencido al cabo de varios alios de esfuerzos, pues los alumnos "salieron tan buenos larinos que hacian y campanian versos rnuy medidos y largas y congruas
, EI usa conjunro de dos codigos iconogriificos a carrogriificos enrre los pintores mdlgenas de la segun~a mirad del siglo XVI es solo un aspecro de una prodigiosa capacidad de asirnilacion y de adaptacion cuyos ejemplos se han rrarado de multiplicar. Pero hay un rerreno, ya tocado en reperidas ocasiones, donde esta facultad abandona el campo en resumidas cuenras familiar de la expresion picrogriifica
oraciones". No rratarernos. a rraves de esras cuantas anotaciones, de reconsrruir una
del ,espacio salpican estos mapas cuyo inmovilismo aparenre copiados meticulosarnenre por sus poseedores sucesivos.
para mtentar una nueva ave~tur~. Reab~~mos,.el C6dice Sierra. Unas pictografias se af~an poc represenrar en ella mnovacion grafica introducida por 105 vencedores: la escntura y el aero de escribir. Pinran uno rras otro el papel el libro virgen el
hbro_encuademado, eI breviario, eIlibro de rnusica, el acro oftcial y al escrib';"o espanol en eI mome . d a penetrante de este tlacuilo mixteca . nta de escn'b'If. La rona ~ chocho a Ja escmura alfabet~ca expresa de manera e10cuenre eI grado en que la I ISfOBacolonIal ,de la expreslOn pICtogriifica es inseparable de la asimilacion de escmura alfabeuca, A dem de los religiosos, parece ser que eI aprendizaje de la ecru,fa y la escntura no.rop6 con ninguna dificultad importante. La experiencia empleza en T,~xcocohaCla1523, donde eI franciscano Pedro de Gante ensena aJ' 0venes nobles a leer y escnblf t -' . y y doctcina
t
. . cnstlana" La empre
' can ar taner tnstrumentos musIcales
'd
.
Ja
d M" sa se exuen e progreSivamenre a los vasragos de la nobleza . He .eXI~O(1524-1525) y de los alrededores, a las regiones de Tlaxcala (1527) y de .~
I
enzmpuerorum IStorum bene legere scrib
.
[
]
.
"
ben leer y escribir bien]. Hacia 1537 ei f ere .. , .~clunt !algunos ninos saPablo III un cuadeo igual d .' ranClScanoJuhan Garces describe al papa e entuSlasta En ener d 1536 . Santa Ccuz de Tlat~lolco, que ofrece a las elit se erea el ColeglO de excepcional calidad ba)'a la d'r " d I < e~ md.Igenas una educaclon de una 1 ecetan e os t Ca nCl sc an os . .. . d e l os Jo ve ne s i nd io s so n t al es q h m as mS lgn es. L os a de la nto s ue pronro ay colo I que leer y escribir, muy danoso como el diabl:~s,;ue se ~ arman y recuerdan
0:
o
":1
Segun los testImoOJos, los indios ad uier
gtiifico, siendo "muy grand
.,
.
'b q d en con faClhdad la maestrla del signo es esen a nos e todas I h' das y goticas"· Mbiles para" I eteas, c ICasy grandes, quebraah . ' conte ace! a mat' 1 d . Cleero es que el aprendizaJ'e dellat'm I" , ena que es an sus maestros". . - a gramallca" d I ' h aCla 1533 bajo la fecula del frances Arnalda de B .e aepoca~, que comienza m ed ld a en qu e e l n ih ua tl n o po ,. a sa cc lo , p re se nt a pr ob le ma e n la see termInOS que exptesen Ias reglas gramaricales. ~oM
d" ~n
leta,
H' . IJtona ee/esiistjea indiana
op
hisroria de la educacion indigena, de la que orros han rratado profusamente, sino tan solo de desracar hasta que grado, desde fines de la decada de 1530, el alfabeto latina penetra en las elites indias a medida que comienza a fijar las diversas lenguas autoctonas empezando, como ya 10hemos recordado, por eI nahuatl. No es tarea facil esbozar el menor balanee cuantitativo de esra empresa de alfabetizaci6n. Cuando mucho recordarernos que se halla lejos de ser insignificante, puesro que cada fundaci6n franciscana se duplica entonces con una escuela donde los indios, segun su jerarquia, aprenden el cateeismo a algo mas. La instrucei6n de las elites indlgenas avanza asl al ri11Dode la expansion de laorden. Agreguemos que los agustinos siguen una polltica analoga. Al iniciar la decada de 1530, tal vez lIeguen a
seiscientas los j6venes indios que se inieian ya en la escritura. Allado de los religiosos aprenden indios, e incluso algunas indias, a leer y escribir. En manos de sus maestros 0 en las bibliotecas aun modestas de los conventos descubren ese objeto exrrano que es ellibro. Conremplan las imagenes grabadas que adornan las paginas de los volumenes. Tal vez se pregunten ya par una tecoica, por la imprenta, en la que algunos de elias se ilusrraron con posterioridadH Can roda seguridad serla falso imaginar que la escrieura latina suplanto
nobles dominaban
la lectura y la escrieura. Ni inmediaro ni ineluctable,
el paso del
glifo a la escritura tampoco adopto la forma de una sustituci6n sino mas bien la de un encuentro en el espacio indlgena de la "pintura". A este respecto es significativo que en el siglo XVI las palabras cutloa, tlacuilo, tlacuzlolli y muchas arras que en nahuatl se vineulaban al pintor, al acto de pintar y a la pintura, se hayan aplicado t~bien al mundo de la' escritura. Pero veamos primero el caso mixteeo.
Las "pinturas" mixtecas de la region de Oaxaca fueron eonservadas en numero suficiente para sacar de elias algunas indicaciones preciosas. Aunque de origen prehispanico, elCadlee Colombino -que presenta la biografla de un personaje' lIamado 8 Venadofue anorado en dos ocasiones entre 1522 y 1541. Pero sus
duenas, los senores de Tututepec. no se preocuparon par mandar transcribir ni glosar su contenido. Se valieron de el para consignar en lerras latinas los Ilmites de su rerritorio. Esta finalidad del rodo pragmatica favoreda la autenticidad y la antigiiedad del apoyo a expensas del conrenido, modificaba la funcion y el sentido del Cadzee que de tal suerte era equivalente a un tItulo de propiedad. EILienzo de jicayan, pintado en 1550, ya muestca, en cambio, una diligencia enteramente dis-
t II
Me~on"aleJ... , op. cit., pp. 236. 238; Joa~ur~~a'r~fa'I~~~2; III, pp. 62-65; IV, p. H; Motolinia, .. al~eta, D. Fray Juan de Zumirraga ... MexICO, Porrua, 1947, II, p. 3 07 . S ob I b'br re a I IOgrafia, veale Lino Gomez Canedo (1982). .
de, in-
mediaeo la expresion picrogriifica. Los tlacuilo pintaron glifos durante los rres siglos de la dominacion colonial y la expresion pictogcafica rodavla se hallaba casi indemne de roda influencia cuando ya en las decadas de 1530 y 1540 algunos
51
Jose Maria Kobayashi,
1974, pp. 248,281-283;
UJ edt/cxion
franciscamz como. conquista,
Motolinia, Memoria/es .. " op.
Clt ..
p. 137.
Mexico. EI Colegio de Mexico.
56
LA PINllJR
.
tInta: al mar en d b' . g e las pictog
eucas ~ue consriruyen u
A Y LA ESCRlllJRA
fl
ra las rradicionales,
LA PINTURA
Ileva :
'.
por vanas decadas a J nlaglosa parcial de los gl·c a InSCClpclones mixtecas alfa Lrenz d. a rea llaClO d I rros Pero I . o. e Oeotepee ( 1580) n e a pintura E .. esra g osa es posterior reah~:c16n, aunque (acas - que fue comentado ~n Sf: Intervalo desaparece en el daCC/on del Codiee Sierr~)no ~staba ya abolido 25 a nmuatl desde la epoca de su comparte tam bien su . Mas tardia, Ia "Ge ~os anees, COnmorivo de la re!Contemporanea 0 POst~~~~IOlentre la eSctitura ~;:bopa de TJazultepec" (1597) a glosa alfabetica se in . a a PIntuta, discreta d enca y los slgnos an riguos " muy d· v mlScuyo e I 0 esbatd . ,ante, pertinence 0 no, ~ I ersascuyo ~quivaJen n e espacio pino' se co ~~I de toponimos (Mapa d.tes ~escubte en las sografidl S1guiendo modalidades 1Jotzzn) 0 d J. e rguenz M Cle ades nah Codiee Me e con}unto de Ja infot a,., apa QUinatzin) d uas. La g!osa trata f re cu e . ndoz a ). De una maner maclon PlCtografica persona}es (Mapa
nCIaa una mana eUt
(M ~
a general, es un
atrzculade Tnoutos
para los espanoles y que n~Ptea, concebido a fin d:hgregado POsterior debido co: . espaclO de 1 J rastorna I acer el d ' !a incJu ., al osa haya sido reservad ~ organlzacion de Ja .ocumento imeligibJe :U~~~{tHr~~~;s;;~:::.~:~~::::uH~:h~:~:~e~c~~;pd~'~t~~:: ~~ne%~;~~~ , emre 1547 1 . ec a e C comentar· relaciones posibles y 560," esta obr. d n uauhtinchan en J ~' como 10 una escritura.glosa eq~~eSeI gllifo y la escritur:scuCobreampJjame~re J:sg.:.ededdolres eI p. leap Ica a I d . mo ant ~"a e as
tar
~r::~~~
:::~ritu~aprecede. sigue :s ro~:~7ent?s Pictog~c:~ ella se e~cuentIa
la informacion. e~:r~~e ~n equivalente, crea~~ICt?grafias que s:~f~~;uc'dos por n o h a r epr od u · d g o sa r amb le n pue d a sl u na v er da d d a .a c ome n-
En consecuenc~;r~~roque el escritorha exreriores ala obra h to
de toda figuracion
7 da eI paso que
exp~:;~ltlC
a "Pintur~~' upltcacion de
a Hevad ~ Comofuentes de qu;. eI pinror
asta a composici6n de una es ~ eJcomentariod
10
ormaClon.
frana en coneinuid~ ~: ~i~;dr:f~rencia Pictogr~~~nr;;a ~utonoma, ~~~i~:l~~: ~gmentos dispersos, aisJadas d marena! pictografico ~ e la e~crirura alfab' .
a ase~Jgenciasdel coment . e su contexto originaJ pulvenzaci6n h ana tanto como a J .' vineras decor;tiv:t~1~e
e ya solo subsisren islor~ ;~~Clcciones del for:::a: ~liegan
:~r~ne paisaje, a meno,'~ :~ proln~~
E.
euca 1 n C?nsJstencia.R Otasen as PICtograf~
l!d;;t~:7.adas,
~n jJ~~~:~i~~;~~~Cidos al°pa;~aJ:-
LalflJtoril1 tolteea.ehiehimee~uncl~n,
ornamental
de I: ~ue se.desli.
sion, pero· ta:~i~ se descubren los multiple:~~~Ja un analisis infin~~onrJsPicio en a veces vacilaciones eoes ent re dos COt emas
q~e eI autor no era insensible a la Perd./ ~repeneimientos que modos de expre. rm J a e sentJdo que irnpJicab mJento de Un tablero picrografico Hen sUPon"r . aeJ desme b . m ca· '2 Smiili (1973) .
Y
• pp. l), 1;,
170 147
B. HUlona toiteca-chic!Jimeca M~·. ,161, l70-171. LuiS Reyes Garda]. , exICO,INAH_SEP, 1976 [comps
.
P
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au Klfchhoff
L.
, I na Oden
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uernes
Y LA
ESCRITURA
57
Las etapas sucesivas de la obra del franciscano Bernardino de Sahagun trazan itineraries analogos, Si en los Primeros Memoriales reunidos entre 1558 y 1560 las picrografias dominan eI comeneario escrito, en ello sin duda hay que apreciar la marca de informanres ya adultos en eI momeneo de la Conquisra y rodavia familia-
rizados a la perfecci6n can la expcesi6n pictografica. En cambia. en la suma mucho mas e1aborada que consriruye eI Codice de Plorencia (1578-1579), eI texro escrito (en nahuatl)
relega a segundo
terrnino no solo eI resumen
espanol que de el se
h;ce, sino tam bien las imagenes. Bras han dejado de sec verdaderas pictografias para constituirse en ilustraciones coloreadas 0 monocromas, subocdinadas a la escritura. Sin dificulrad se veraen elias la mana de una nueva genecaci6n de informanres formados por los religiosos, que escriben un nmuad alfabetizado, asiduos dellibro y de la imagen grabada. Textos propiamenre indigenas redactados en los ulrimos 25 anos del siglo corroboran esta mutacion decisiva: eI Diario de Juan Baurista, un indio de la ciudad de Mexico, alguacil y recaudador del tributo de Su Majestad, ya solo despliega un texto escueto y 10 mismo puede decirse de las cronicas y las
relaciones indigenas posteriores. A veces se olvida que eI descubrimiento y la conquisra de America son contem· poraneos no solo de la difusion dellibro impre50 sino rambien dellibro iJusrrado. Por tanto no se puede separar la penetracion de la escritura de la influencia de· cisiva que ejercio la imagen grabada." Por 10 demas, ambos campos se hallan esrrechamente imbricados. Los libros que abrian los religiosos y muy pronro sus dis· dpulos indigenas renian sus lerras decoradas, dispuestas sobre fondos de follaje, de personajes y de sirnbolos. La lerra se fundia en una imagen un poco a la manera del glifo, pero el nexo que la unia a su decorado seguia siendo en general arbitra· rio, al imponerse el ornamenro, el efecto al senrido por dar. Su equivalenre se encuentra en los anagramas esculpidos que adornan las fachadas de las iglesias consrruidas por las ordenes mendicanees. EI grabado propiamenre dicho ofred a a
los indios, supieran leer
0
no, imagenes ran exrrafias como las que los espafioles
observaban en los manuscritos pictograficos. Cubriendo un repertorio principal. menre religioso, les presenraban escenas de la vida de Crisro y, mas alIa, un simbo· lismo de la divinidad desconcerrante para eI ojo indigena. Los grabados abrian las puerras de la imaginacion occidental exuayendo de sus bestiarios monstruos fabu· 1050S.Alineaban una profusion de morivos decorativos, de frisos y de mascarones
cuya replica encontraban los indios en los muros reden pintados de los claustros y de las iglesias. Cabe inrerrogarse sobre el senrido que podian dar a estos ornamen· tos los indios que los contemplaban 0 que incluso los pinraban. iCon que mirada percibian las quimeras y las criaturas fantasricas? iCOmo separaban 10 "demo· 14 Sabre ellibro en la Nueva Espana, veanIe Joaquin Garda Icazbaketa, Bibliografia mexicano del siglo Xft1,Mexico, FCE, 19H;Jose Toribio Medina, Laimprenta en MiXlCO, 1539-1821, I, Santiago de Chile, 1907; Francisco Fernandez del Castillo, ubros y libreros en el Xft1, Mexico, AGN [1914] 1982; Y la ilustra·
ci6n: Jesiis Yhmoff Cabrera, "Los capitulares y los grabados en los impresos de Antonio
&lletin del Insfituto de Investigaciones Bibliograficas, Mexico,
UNAM,
10, 1973,
de Espinosa.
pp. l7-11l.
58
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
LA PINTURA
'" niaco" I "d tambie~ ~endl:~ratlvo rIo (ue Ies:ugeria su propia rradici6n? Pero los grabados un espejo a os vencidos cuando los mosrraban orando .. d c ~ o cooresandose: as!era la vision que el arte es _ . casan ose imagen que pretendia inculcarles. Con las te~~~~1 y fl,;",enco nUtafri,ade. ellos y la I ," , . cas y as lConogr las circulaban los elementos fund occidenrales del Renacimien1~~:dlg0~ to, Iarepresemaci6~~~:a
~;:r:
l~on~cos
perspectiva. E incluso excepcionalme~~ade ~.: I~man, ~e I~ profundidad y de la rruento que ponian en ,'ma'g I grcas, e as modes de razonae ne s os e sq ue ma s g ra b d M' . agustino Alonso de Ia Vera Cruz Co O' a os e n e XlC Oo br as d el teologo ido en I ccidenre en la rrusma epoca, eI grabado fij6 la idea que uno se hacia del . a este acto de dominic visual prime 0, Y as tndlOS,como los demas. no escaparon b de nuestras ' nmer es OlD d I . , Corno tampoco a la curiosidad gu db" guerras e as irnagenes.
Y LA ESCRITURA
59
iniciar , que esas mutaciones hayan sido impuestas desde el exterior y no experimentadas y vividas espontanearnente es 10 que planrea el viejo problema de la dependencia cultural. intelectual e incluso sensible entre Occidente y los mundos que domina. Nos habria gustado contar con el tiernpo y el espacio para conftontar la experiencia f1amenca, la italiana y, desde luego, la espanola con los procesos que se presicnten en la obra de los artistas indigenas, comparar las etapas de una reconstruccion de la realidad y del espacio, hurgar en eI trocar ca6tico de un espacio plano, sin sombras (en su concepcion plotiniana 0 rnixteca) a Ia profundidad, al relieve .. ' Pero habria sido un rodeo demasiado
largo, por implicar un conocimiento existen,
del
aete espanal que no tenemos y trabajos que difkilmente
por la Inquisici6n confesaron q e . ~spe~taa: tndlOSque robaron libros incaurados cieci! verdad para contero lar las~e ..no os querlan p~ra leer sino para vedos",
a unagenes que COntenIan de los santos. La difusion i£i' . , 0 menos tees ImpllCacl Impuso una visi6n monocroma a dl'f . d I ~nes espec lCaspnnclpales: eren cta e as "pI nt '" d' ga ban con eI color' propuso eI eJ'empl d ". uras In 'genas que ju. 0 e una SmtaxlS yd' ,,,,' reIaCIon con la linea de cont e una trama Imeales sm . orno que encerraba las' f' ' escnrura una relaci6n espec1fica b d I pl~t?~ra las; manrenfa can la de ~n c6digo alfabetico, mientras asauea yuxta~oslclOn de un codigo visual y fuslOnaban ambos modos d . q " p crografjas confundian 0 antes bien '" e 101OrmaClOn En t " podIa aproximarse al modo de rep '., 0 ros aspectos el grabado al parecer . resenraClOn lOdlg d' . n:enre: en el pnmer caso, organizaba 1adis 0 . ' ", ena 0 lst~nclarse de el radicalCIOde Ia hoja un poco a la man diP SlClOnde los obJetos en todo el espa· " era e scaffered ff 'b -a ': ute space de la tradici6n ~reh lSpantca; en el segundo actuaba sob 1 slOnalidad, componiendo u na "" , re a perspectlva, el paisaje y]a tridimenVISIOnque no pod' d' d mente al obse rvador indigena. la qar e c onf undir prof unda ,
EL (JLTIMO RENACIMIENTO
del grabado europeo tuv:cuand
C
l:~~
Aunque en apariencia mas accesible u absttaccion total del signo, la imag q : ~I alfabeto que se apoyaba en una IndIos un aprendizaje acerca del cu len gra a a no par ella exigi6 menos de los I . I . a estamos por 10 d ,. a copIa, a Imitaci6n. Muy pronto alg emas tnlormados. Favoreci6 . d' r'" r unos 10 lOS S e p I Ca ss or pr en de nt es d e g ra ba do d d e mo st ta ro n c ap a ce s d e h ac er 'bl . syetoaespe'dd ,cle e Ocu~enros que iban de a ~ a ala. parumra musical. Esta a titud .",exp~lcaque el slmbolismo pudlera desllzarse tan f,kilmente e I p cristiano dna expreslOn pI t «c'"s~nros 0 de fiestas liturgicas, 0 ue rno . c ogral~ca para expresar nombres Codlce de Tlafe/o/co. Mas poc fiel q tlvos renacenustas viniesen a invadir eI C
'aorganizacion global ni de los prin~~pe/ea, Ia coPdlano implica la comprension de o s q ue or e na n Ia d ' ", . d e la Imagen La .' copla autoriza la extraccion de .] l~poslclOn de conjunto o q ue p err nn e la c on ce pc io n d e i ' " e em en to s a ls Ia do s m uc ho mas de rrucrura y esta facilidad para repmragdenes Inuevas. Esta dificultad para separar una 0 um d . as partes p . t d arecen reglC ]a cronologia de ':l opClOnes que los pinrores indlgenas om~on tres generaciones hayan vivido lr el repenorio occidental. Que AS mUtaclOnes que a Europa Ie lIevo siglos
Se podria pensar que las imagenes y las Ietras no sirvieron sino para duplicar y penurbar modos de expresi6n que todavla lograban justificar su existencia. Se podria sostener muy por eI conrrario que por eI camino de Ia fonetizacion y del enriquecimiento de los repertorios iconograficos contribuyeron a su mantenimiento, confiriendoles al mismo tiempo dimensiones inesperadas y orientaciones ins6spechadas. Pero una vez mas equivaldria a restringir de modo considerable Ia permea bilidad del mundoindigena a Ia sociedad colonial. Sin Ia obra inmensa empezada desde 1533 por algunos misioneros y sus informanres, poco se sabria de las culturas prehispiinicas. Describir las "antigiiedades" sobre eI papel ayudo a salvaguardar del olvido cuadros enteros de esas culturas. Seria demasiado largo eI catiilogo de esa ptoducci6n que entre los espanoles dominan los trabajos de Andres de Olmos, de Toribio de Benavente Hamado Motolinia, de Bernardino de Sahagun, de Diego Duran, de Juan de Tovar, de Mendiera, de Torquemada, de Alonso de Zorita, sin olvidar en cuanto a Oaxaca las obras de Francisco de Burgoa 0 respecro a Michoacan Ia Relaci6n de las ceremonias y nloi.. A ellos se agregaran los escritos de historiadores mestizos ran afamados como Alva Ixtlilx6chitl 0 Munoz Camargo. Pero recordemos que los propios indios salieron de su papel de informantes para tomar la pluma, interpretar las "pinturas" y "escribir" los discursos y los relatos de antano, como 10 hicieron los autores de los Ana/es de Cuaufifliin hacia 15601570, inspitiindose en los antiguos "Iibtos de anos" 0 xiuhamatl, 0 eI ted actor del C6dice Aubin. Un tenochca, Alvarado Tezozomoc, incluso Hego a escribir dos cronicas, una en espanol y otra en nahuatl, IaCr6nica meXlcana (1559) y Ia Cr6nica meXlcayofl (1607). La historia cercana de Ia Conquista inspiro escritos tal vez desde 1528, en Tiareiolco.En 1548 eI rlaxcalteca Thadeo de Niza escribia su histotia de Ia conquista de Tlaxcala incluso antes de que se pintara el famoso Lienzo, y cinco anos despues sin duda apareda una primera version india de Ia H'Jfona de la conquista de Tenochfitliin, que ulteriormenre Sahagun integro a su anonimo
60
LA PINTURAY
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
LA ESCRITURA
obra. Tanto como las "pint "I . Co nq ui st a. n ~ u ra s , a e sc rr tu ra n ue va f ija ba la s p er ipe cia s
d e Ja
m~aqs~:t~t~~:~S: ~:u:;';~t~~~~aPdicto~raficdaPOt la escrirura alfabetica fue mucho U CC lO n 0 e transcripci6n M" 1 f tares y los huehuehtlahto/li se podf-'I . renrras que os canI' Ian ijar act mente en car jts q ue a c ost a de un a c ri st al iz ac i6 n ' . .. ... a cr er es a nn os -- oe cto ,. y una. cnsnaruzacrdn de la tradici6n oral- ~6 el .proceso de poner las "pi nturas PO! escrrro nos p , ma s d ec isi vo , a un qu e a p ri me ra v is ! . advei que tuvo un aleanee mucho "pinturas" poseen una di~en '; a P,asficrna verrido. Recordemos que las d . sron especr lea en cuanro d percepuvo como de 10 conceptu I'N epen en tanto de 10 I . a . ( 0 eta e tlacullo " d co 1or es, un colorista, un dibujanre d b un posee o r de rnuchos ") H . e som ras un hacedot de' h d ' caras. aciendo inrervenir relacion d f pres, un ace or de res ofreciendo modos de lecrur e otflla,. de colores, valiendose del espacio " . ' . . a y enroques mulnples I ". una espcClf icldad intuir iva e in d' ' as ptnturas mamfie stan me taramente petcept'bl za bl e , su "iconicidad" para II . 1 e, peto en parte verbali'-1 , usar e engua}e d I Ib son tanto imagenes como textos I e os semw ogos. Las "pinturas" Y as p a a ta s n o po dti . f l' ~xacto d e una Imagen, En otr aJ b ~ an a eeeee e eqUIvalente 10£ ._. 1 '. as paras, parecetla que! or ma Cl On p le tog ra fic a i mp li eo b l" a e xp o ta cw n e sc cu a d e la d'd 19atonamente una p- d'd d 0 mas preocupante euanto ue r . e r, I a e susta ne ia, perI a ta nto zable. Esa petdida rebasaba I qd esultaba Ittemedtable y no era verbali. e campo e las categ - . I d envat del de los fundamentos i Otlas lnte ectuales 0 estericas para . r' d Concernia a los principios de sele m~ 'CItdOSe toda teptesentacion de Ia tealidad CClony e COdlfica'd I . tes d e I entorno. Es ptobable que II ClOn e os ele mentos pe rtinenm I en ease toquen los d' ,enos exp orados de una eultura ' I se Imentos mas profundos y m p , mc uso aquellos que h h u .~St os n une a en t el a d e j uic io f un d ' ,no e c os n unc a e xp l1c it os guraclOn cultural. EI mantenimien;o de I:mentan ~a smgularidad de una confi ptobablemente se haya debido al . d expreslOn Plctogtafica en el sigloXVI represemaci6n, mucho mas u arr~go, e esta relaci6n en la realidad en su culturales (la "inercia de la ~a~i~i~~~;v:: l~eologicos (las "idolattias"), ;seudodommat la esctitura. Peto eI aband d lamcapacldad intelectual 0 tecnica de afs 'fi b ono e a pi t IgnJ lea a la renuncia a un mod c ogr Ia por la escrituea no s610 "1' tam bien . b 0 ptlVl eglado de to sanclOna a Otfas emancipacione . I mar en cuenta la realidad; o st en . a r up tu ta cr on eI uso titual ' p-bl' U lCO, _ to. so _ de l a " pi nt ut a" yd eI papeI de samat
mas Imagenes para veT dioses oi antep d e que se oaecia en los sacrificios No mente s· h' asa os no mas pl' ape para consumir ritual, J ~O , O }a s cubiertas de escritura para ,,' las transcnpclOnes 0, mejor dicho las . eer. Hechas poe indios cristianizados resonan~~a sagrada -de una sacraiidadv;;~I~~~ a~fabeti~as, aun conservando un~ conv~ncl os-, romp"ian de un modo rad' a emolliaca'para los oe6fitos mas do e mstauraban una telacion ptobable lcal Con la materialidad del objeto pintamente mucho mas neutra con I "Baudol (1977) e apoyo. Se
Tra d·· ltJOn",HMItI
16John Bierhos;
,pp. 119·1l7, 39H29' Ch I G'b 1975 I ' ares . I son, "ProseS C ' vo . 15,.pp. 311·400; Garibay (1971) II ources 1O the Native Historical , on/orer mCXlConos.Son .r h ' , pp. 267-313. gs OJ t e Aztecs, Stanford Sr. , tanrord UOlversity Press, 1985.
61
objetara que los espanoles tambien poseian rextos sagrados -las Sagradas Escrituras, pot ejemploa los que los indios los veian rodear del mayor respeto, y que esos mismos indios primero habian observado con esrupefaccion la magia del "papel que habla". No obstante, ese asornbro solo fue de un mornenro y la relacion ordinaria de los espafioles con la materialidad de la escritura, aunque tratara de textos religiosos 0 rnagicos, era mas disranre 0 mas episodica. Vale decir que, cuando en 1558, un indio mexica asento por escrito la Leyenda de los Sales, al rnismo tiempo que protegfa del olvido un relate esencial de la cosmogonia nahua, 10 rccreaba extrayendolo de "pinturas" que tenia ante sus ojos y de poemas que lIevaba en la memoria. Mas rodavia , Ie conferta una condici6n nueva favoreciendo su valor documental a expensas de su aleance hermeneutico y de sus funciones rituales, Dicho de otro modo, poner las pinturas por escrito implie6 no s610 la se1ecei6n, la censura y la slntesis de tradiciones plutales --ejercicio al cual se dedicaban ya los antiguos tlacuilo- sino tambien una secularizaci6n y una desmaterializaci6n de la informa· ci6n que no dejaba de ser mostrada. La distancia tomada poe los indios cristianos ante su pasado no habr'ia podido encontrar ejemplo mas concreto. Mas esta distancia es tambien una recompos.ici6n en la medida en que la escrituea alfabetica imprim"ia al relato su continuidad lineal, su sentido tinico de lectura, marcado de manera imperativa par un principia y un fin en tanto que, a este res pecto, las "pintutas" paredan mostrar mayot flexibilidad. Yel efecto sin duda era mas fuene alin en la medida en que la escritura romp"ia la antigua distinci6n entre 10 dicho y 10 pintado, sustituyendola pot un modo de exptesion comun y unico: eI texto alfabetico. Para los nuevos esetitotes quedaba eI cuidado de otdenar, de con jugar y encadenar, sin ptecedente ni guia alguna, la interpretacion de la pintura, el fragmento oral, la anecdota curiosa, el detalle soeprendente, el testimonio vivido. A menudo 10 hicieron con asombrosa maestda. iConcluiremos de ello que eI efecto de la escrituta trastorno por completo las memorias ind"igenas y su visi6n de las cosas? Como 10 heroos vista con claridad, durante todo eI siglo XVI coexistieton la esctituta alfabetica y las "pintutas", a veces en el mismo espacio y sin que las tradiciones orales se perdieean siempre, Por otra parte, no todos los manuscritos respondlan a encargos espanoles que orientatan su redaccion. Algunos trataban de petpetuar usos prehispanicos como, pot ejemplo, la conservacion de anales locales. En ese caso la ruptura era menor, e1 objetivo analogo, eI uso invatiable, solo eI sosten eta distinto. Mas, ise puede decit 10 mismo de esas noras breves que un autor dedica a su carrera, a los hechos insig. nificantes de su existencia? ~Favoreci6 la escritura la mirada introspectiva? ,Conui. buy6 el cristianismo a conceder a la existencia y la vivencia individuales un interes que dificilmente se les teconoda? Rorr.piendo las jerarquias ttadicionaJes 0 poniendolas en tela de juic.io, imengu6 paralelamente la colonizacion las antiguas solidatidades al gtado de favotecer la exptesion personal mediante la insercion en eI grupo domestico y la comunidad? Es muy posible que eI conjunto de estos factotes sociales, ideologicos y tecnicos pueda explicar la aparicion de textos del tenor de-
esc Diario de juan Bautista en que este recaudador del rriburo de los indios' 'vaga bundos" de Mexico cuenta sus padecimienros, habla de los que 10 rodean, describe las corridas de toros y las fiestas, recoge fragrnenros de sermones, aneta e1 precio del papel de Castilla y de las gallinas. No es improbable que los canrares cristianizados tan atentos a la inuospecci6n y al destine personal hayan sufrido la d.obl.einfluencia de fa nueva religion y de la nueva escritura. H Por consiguiente, ni siquiera cuanda no favorec1a la aparicion de estas formas nuevas sino que se limira ba a fijar patrimonies anriguos, la escritura nada tenia de ejercicio inocenre. Alreraba el conrenido de la herencia y la naturaleza de la relaci6n que los indios habian renido con el. Plegandola a un modo de expresi6n exotica practicado por indios acul,turados., y por consiguienre somerida a una educacion cristiana y occidental, la escnrura launa asumla una funcion ambigua y subrepticia: aseguraba el salvamento de las "antigii~dades" a cosra de una muracion imperceptible que.fue tam bien una colonIzaclOn de la expresi6n. :i~ emb~go, la uansformacion de la expresion no se puede disociar de inte;eses mas IOmedla~os: La escrirura fue el insuumento de una asimilacion 0 mejor dicho d.e un somet~mle~to. menos. sutil y mas generalizado ante las exigencias de la so. cledad colonJ~1. 51~len .esCleno que las autoridades espanolas concedlan un valor legal alas _tesurnomos p~ctograficos, todavla era necesario que esros fuesen glosados o acom~an.~dos de una Interpretacion en nahuatl 0 en espana!. A decir verdad, la comUnJcaClOncon ~a bur.acracia del vineinato necesiraba la praetica de la escrirura tanto como rec~rnr al 1O((~r~rete. En mixteco, en zapoteco, en matlatzinca y sobre todo en nahuatl aparecleron ordenanzas, listas de barrios cada vez mas nu. merosas durance la segunda micad de I slg . IE· . d'1genas e IOterpretes .0 XVI. I scntores 10 ~ as nahua~/atos- redactaron solicitudes, restamentos, aetas de venra y de dona~ Clon A los u l·'· I· f . . . J. eces ec eSlastiCOS,a viney, al corregidor 0 a un visirador cualquiera ::::~~n dmgldas quereU,:, legales, denuncias." Captamos eI alcance igualmenre guo ~~ esta adopclOn. Los mdlOS se pliegan a farmas que Ies son extranas pe;o camblen aprenden a valerse de eUas en beneficio propio Adquieren asi un; I~ ormac16~ S10 precedeme.y los medias para intercambiarla, 'al grado de que' 20 1 <4 anos despues de la Con I ' . d" qUlsta, en 1, a gunos espanoles se inquieran' "(Los tan buenos y tan numerosos que no podria decir su In...lOS] tlenen amanuenses nu~~ro, y que cedaccan carras que les revel an muy a la ligera todas las cosas del pa JS e u n m ar a o tr o, co sa q ue an te s l es e ra im pos ibl e " Id '· . d d e 1<4<; . eotlca actltu cuan a n > > se procuran e! texro de las Ie elf · Y s que a s avorecen a cada vez que redacran O m an d an red actar I as que)as d . I ·r· que enunCian a suene que les afeeta. La mas ilusrre d e e sta s ma nI .l est ac lO oe s p ro b b l I ~spana los nobles indigenas d: M~:::tye :~: a;r~:e~ que Ldicigenebn1)5~ al rey de ores. os nom res mas encum· J
~7
Blerhosl. op. C;I.
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I
Pedro Carrasro yJesus Monjaras RUlz Col -~ M' C· I e~:lOn de documenloJ Jobre Coyoacan. MeI . I . .... 0 a rl ln ez a eCClon de eli acumen/OJ co oma eJ de Tepeaco. . Mr-xlco. INAH. 1984: Anderson (1976). .
LA PINTURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
62
or eJ em p
Y LA ESCRITURA
63
brados de la arisrocracia indigena no vacilan en suscribir ese panorama bastante sombrio de la condici6n indigena ni en solicitar que el dominico Bartolome de Las Casas -de quien conocen manifiestamenre la actuaci6n y probablemente los escritossea su protector titular. Por otra pane, una bibliografia re!igiosa en espafiol 0 traducida a una lengua aut6ctona -el nahuatl y de manera mas excepcional eI huasteco , el toronaca, el tarasco, el mixteco , etc.- ernpieza a circular en la decada de 1530 en ciertos medios indigenas: en ella sc reunen textos biblicos ~las Eplsrolas. los Evangelios, el Eclesiastes, los Proverbios, el Libro deJob, el de Tobias-, carecismos, serrnones, manuales de confesi6n, devocionarios -Corona de Nuestro Redentor; Horas de Nuestro Senora, Espejo divino-, vidas de santos. Primero se nato de obras manuscritas y Iuego de textos impresos que reparren los religiosos y que esros destinan expresa· meme a un publico indigena, como explica al respecro eI franciscano Alonso de Molina en la introducci6n de su Confesionorio mayor (1564), que et quiso lIenar de "marerias litiles y necesarias a los penitenres para saberse confesac y declarar sus pecados", Todavia en 1607, Joan de Mijangos expone que redact6 suEspejo divino en forma de coloquios ' 'porque sea mas fiicil de emender a los narurales que la Ieyeren". Pero los indios no permanecieron en absoluto como lecrores pasivos. Copian de unos a otros rodo 10 que pasa por sus manos. Tamo que, en 1555, eI Primer Concilio mexicano se inquieta par ello, considerando "muy grandes incon· venientes' hallamos que se siguen de dar sermones en la lengua de los indios, asl por no los emender como por los errores y faIras que hacen cuando los trasladan" ." El CondEo no s610 orden a incautar todD los sermones en posesi6n d~ los indios sino que insta a cuidar muy de cerca los textos que se les entreguen en el futuro, "para que no puedan ni falsearlos ni corromperlos". Incluso lIega a prohibir especialmente la venta a los indios de un "Iibro de las suerres" que circula en casrellano. En 1)65, e! Segundo Concilio mexicano se preocupa de nuevo por las obcas manuscritas en poder de los indios, pretendiendo cerirarles rodos los Iibros de sermones y los texros sacados de las Escrituras para solo dejarles el catecismo aprobado por las auroridades eclesiasticas. Esras medidas no s610revelan la difusi6n de la lecrura entre los indios, sino tambien la existenda de medias que reproducen textos sin rendir cuenta alguna a Ia Iglesia. Asl como la transmisi6n de las antiguas "pinturas" riruales apenas nos sorprende, asl esas copias "salvajes" poco mas de 30 anos despues de la Conquisra desconcienan. iQue no dariamos por descubrir ejem plares de esos rrabajos y par determinar si las "corrupciones" y los "errores" coo' que se los rellenaba no eran fruro de una primera interpretacion indlgena de los rexros crisrianos, y por ende una primera herejia de la que al parecer la Iglesia desconfi6 igual 0 mas que de las "supervivencias idolatricas"! Por 10 demas, (no se aprecia acaso un reflejo de ella en las versiones cristianizadas de los famosos cantares
mexicanos?
0
XJCO.INAH. 19i6-1 978. 2 vols.· Hildeb-rt
~9
d o . ..
Fernandez del Castillo, LIbras y libreros, op. c;I., p. 36; Conci/;oJ prov;ncialeJ Pn'mero y Segun, Mexico, Superior Gobierno,
1769, pp~ 143-144.
l 64
LA PINTURA
Y LA ESCRlTURA LA PINTURA
Fueran cuales fuesen los adelanros de la escrirura, esra no podia ahogar la expte. sion oral; pero es probable que haya modificado considerablemente su estatuto, Algunos indios siguieron entonando los (antares antlguos e.o~~shogares 0 en las casas sefioriales' durante todo el siglo XVI, a pesar de las prohibicicnes lanzadas. por la Iglesia y los concilios provinciales. A decir verdad solo se rrataba de una act1VJd~d cJandestina 0 cuanda rnenos sospechosa. Lejos de fosilizarse de pronto, la tradicion oral se pudo mamener viva, quizas a1 grado de expresar un revival ritual .... cent~ado en la exalracion de la etica guerrera y de los soberanos de antano. Pero habfa dejado de ocupar entre la nobleza el lugar excepcional que habia sido el suyo antes de la
Conquista. Por 10demis -como
toda rransmision oral-:- dif1cilmente era separable
de una "escenificaci6o" publica en que se cimenraba. jUnto con otros elementos hldicros 0 dramaticos. Privacies con frecuencia del complemenro y del sosteo de "pinturas" ocultas, extraviadas 0 quemadas, aislados de las instituciones que aseguraban su difusi6n, so regulacion y su expresividad, los cantos y los discursosdel pasado hubieron de coexistir con otras composiciones inspiradas por los evangelizadores. visuaJes, scnoros,
Comprendiendo
eI
partido que podian sacar del gusto de los indios por el canto
y la expresi6n oral, algunos religiosos ensenaron el camo llano y el canto gregoriano al mismo tiempo y con el mismo exito que la escritura. Cantores y maestros de capilla proliferaron en los pueblos en tan gran numero que se pensaba
que la
aldea mas infima comaba can tres 0 cuatro indios que cantaban todos los dlas en su iglesia las Horas de Nuestra Senora. Pero la Iglesia tam bien pense en expJotar las
formas tradicionaJes, en recuperar los antiguos cantares para loar la fe cristiana, "la vida de Cristo y de los santos" vaciando un conrenido nuevo en una forma conocida y aptobada. Algunos religiosos 10 inrenraron y, 10que es adn mas interesante, algunos indios compusieron poem as que se cantaban en ocasion de las grandes fiesras religiosas. Obras producidas a 10 largo de todo el siglo hablaron de la Creacion del mundo, de la Anunciacion, la Natividad, 1a Redencion; retomaron las imagenes y los convencionalismos esrilisticos usados antes de la Conquista -las flores, las mariposas, las plumas de quetzal_
y volvieron a recurrir a temas paga'
nos confiriendoles un matiz cristiano. Sin embargo, es impensable que esa continuidad formal haya ocultado una ruptura decisiva en la composicion. Sin hacer de ello una regia sisremarica, parece ser que esos cantos reeibieron una forma escrita desde su concepcion; dicho de orro modo, que el proceso de creacion ya no se confio solo a la memoria sino que dio lugar a un trabajo de escritura que delara el enlace infinitarnente complejo y nuevo de los remas antiguos y las adopciones cris. tlanas. En ellos se descubre de nuevo 1a penetracion de Otra tecnica de expresion y de organizacion del pensarniento, cierro es que sin poder captai su aleance exacto. EI reatro de evangelizacion, cuyo extraordinario exito en eI medio indigena conoce. mos, est1m~16 un proceso analogo: fue la escriturafcanciscanala que sirvio de trama a la expreSlon oral de los actores indigenas tanto como a sus intentos de composi.
Y LA ESCRITURA
6\
" Tanto el teatro como el canto. colonial se basaban en la primac1a 0 cuando oon. 60
menos en la anterioridad de la escntura. tr n arras ejernplos de este retron ralizar aunque se encuen e . , ide d did Ia escrirura Las circunstancias mas CUI emonos e ge e , r I'd d ti ua y deJos a e antos e. ceso de la ora
a an Ig
1
II
Pr eoc u a d os p or ve ri fi ca r eI contenido,
los re
1-
enconrradas se presraban a. e o. I p anraban los indios en tanto que, par su giosos recababan rranscripciones de 0 que c r serite adornandolos can pala. di d nservaban esos cantos po e , parte, otros 10 igenas co L gulaciones de los extirpadores e
. . b rlar las censuras. as re . " bl' bras crisnanas para u dI uardianes del pasado, la inrnersion 0 1"idolatrias", los esfuerzos secterlo~ :1 oSo~er temporal y espiritual con la escrirura, gada en una sociedad que v~ncu a a p d urria para priva r a 10 oral de la .
.
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por esra rec .' d los cuicatl y de los tlahtoll,. Como h bia gozado en t1empos e b
la cutloSlda 'd d d
auron a e que a b d d e lo s estratos dirigentes que trata an coo es evidente, esro se pres~n~a a eotro en menor medida entre los macehuales. En los empleados
y los admImstradores
~.,
no ser ya entre los nobles del siglo XVII
su deeadencia progreslva, 10 or~1 ~en 1~ a · to'rica y se identifieD mas eada dla can . d na remlO1scenoa hIS . S p'uede decic can mayor exact!sino e1lOsrrumemo e u . . d' d I I . ampesmas y ctta mas. e 'd l a c ul tu ra
e a s ma sa s c
I 'd d
. t cr ati ca
li ga da a l a " le ctu ra
e a s p m.
tud, que fue la agonla de ~n.aora 1 ab ansfio. tal ~ez de formas mas modestas y turas" y a dirigentes prest!glados en ene lew, , menos regula da s..
.
. "
d
d l os medios en que se elaboraron
e sa s
Es difkil delimttar con la pre~lslO~ esea ad Por 10 general, eI anonimato IDlS0Ssm prece ente. formas nuevas, esos compro. dId eondenado tanto como a los observa~ eubre a los pinrores. a lo~ test1~~~u~a~~:s ~readores y a los escultores de glifos, a dores del presente colomal. Om d I b dos y los croquis. iCuamos d I'b los a mantes e os gra a dd
los leetores e
eran los
b mundos a vaeilar entre rna os e der puentes entre am os , . d q ue se d e ! Ca a n a t en _ 'P d p ar ec er p ar ado jic o e stu dla r eI pro uetO, I d I .,. orCIon eomun. ue e expreslOn SIOprop I es que la propia natura eza e as eosas ' . d . terrogar a autor, pero .. d la practlca antes e In 'bI hacer intervemr varlOSpumos e . d·
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cos,
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es pOSI e d' " " 510 embargo casi no deja otra 0pclOn. 'd 1536 se abrio, bajo la rreCClOn H d cordar que en eneco e . _ referencia. emos e re. 5 C d TJareiolco. Oesde eI pnmet ano . I oleglO de anta ruz e . ,,' d e lo s f ra nC lS ca no s, e c I 'd d I n obl ez a n ah ua d el p ai s, qU le ne s V I. 60 hachos sa 1 os e a h bl I ' acogio a unos mue . d I te de la gramatica y a a a r atm y d odas las matenas e ar 20 nieron a enten e r t ~ h eer versos heroicos". Durante unos d I 'b'r en lann y aun a a I" . I 1 .. d~ as formadas por los re IglOS0SInC usa enten er 0 y escn<6< los esrudlantes _ 10 Igen 46 1 hI' . a nos de 15 a, "n y una parte de las ensenanzas. ' I direccion de a msuruclO . d
tuvieron a suocarg~ ~
Co n f re cu en oa d
s e mSI st e e n .
la mala administraeion que durante este peno a estuI 'd
do pr eg um ar se
ar la empresa 0 VI an vo a punto e arrum . 'a l de la que disfr ur aron auronomla temporal pero excepclOn 60Fernando Horcasitas, E/lealro UNAM. 1974.
na~huaII. Epoul1 not'ohispana
y
s ob re eI aleance de la d'
S'
estos in lOS.
moderna.
In
em.
Primera Parte, Mexico.
66
LA PINTURA Y LA ESCRITURA LA PINTURA Y LA ESCRITIJRA
bargo, fue en esa misma epoca cuando aparecieron muchas de las formas que hemos descrito. Am se ensenaban la grarnatica, la ret6rica, la poerica, la filosoft, y la medicina. Se Ieia a Plinio, Marcial, Salustio, Juvena!, Tiro Livio, Ciceron, Boecio, los Pad:es de la,lglesia, Neb:ija, Erasmo, Luis Vives, etc. Del colegio de Santa Cruz saho una pleyade de Indlgenas que se iniciaron con brio en la culrura lerrada de los europeos. AlIi se encuentran indios de Mexico, de Tlarelolco, de Azcapotzalco, de Xochimilco, de Texcoco e induso de Huejoczingo en el valle de Puebla. "Sabios" ~ue tambien supieron ser hombres de poder, puesro que vanes de eHos desemgenaron funclOnes de gobernador y que el mas insigne, don AntonIo Valenano, buen latlnlsta, 16gico y fil6sofo", incJuso dirigi6 a los indIOSde la capnal par espaclOde 30 anos. Entre eHoscon frecuencia se redutaron los Informaores y los colaboradores que guiaron las invesrigaciones de los religioses r y sabre todo las de Bernardino de Sahagun· Mart'" Jacob·t del . .. . u, I a, prOIesor y rector Es coleglO; AmODIOBejarano, ptofesor tam bien· Pedro de S B an uenavenrura, .. . . , d s or pr en eme q ue e st os i nd IO Squ e h ab la n r ec l·b l· d d ·' ·d al . '. 0 una e ucaclOO OCCl e m pa rucularmeore comple)a hayan sldo tam bien los . b d I . que continua an poseyen a os I·' saberes anuguo •. iNa fue Pedro de San Buena . S h ' -. , I d I . .. venrura qUlen exp lCO a a a guo eI calcu 0 e pnnClplO del ana prehlSpanico y. ., . I . -' I . qUlen COPIO0 puso por escnto os Htmnos ue lOS dzoses, uno de los textos mas' d r d b . easos y menos relorma os so re I C I ft· los cultos amlgoos? Pero tambien fueron eHosm· . . una vetSlOn ., d e los unlcos ,. ISmos qUlenes IJaron en os. 010quzos grand db. . esb es e ates I que opuS/eron a los franClScanos a Ios sacerd·otes tn d'Igenas 0 que Historia de /a Conquista
I ozaron ~ telaro de la conquista espanola, I, ···1 - dos . tlene a ImpteslOn de logtaron dominar, emte 1550 1 que estos testlgos pnvl egla .. '-, Y 580, los dos espaClos culturales eI indlgena y eI cnsuano, y, aun mas, expcesar eJ cncuent ... a! 6 ' Se'
.
....
co 1 IlI Cl
I
Tamblen fueron traducrotes notables ~ ., ' huatl de los textos latinos a _ I que correglan 0 estableclan la verSIOnnaespana es que les pre b I r· E 110 les aportaron una ayuda incalculable As fu sema an os Hana5CanOS. n e en 1597- particip6 en la tedacci6n . e I e ~~mo Hernando de Ribas _mueno alma d e Ju an d e Ga on a c om d d los. Dialogos de /a paz y tranqutlidad del On FtanCIS( B . d ., n , 0 eI ftanciscano Juan Bautista en la vets·' ,0 autlsta e Conrreras naba)o co libro de Lasvanidades del m -' N Ion nahuatl del Contemptus mundi y en eI unuo. a s610 ban I d un nwuatl de una excepcional r· _' a elemp a e Esteban Bravo, usa Iqueza, Sino que ·b' b a los lectotes espanoles De A· esUl Ian un latin que asom raba . oronlO Valet" . -, h b sldo gobemador de los indios de M'· d lano, qUlen muno en 1605 tras a. d duso en los ultimos anos de su vid ~~c~1 Utante mucho tiempo, se decla que 10anos ~e su vejez con tanta propied:d :l:ba [latin] ex tem!'ore a~n e~ los ujtim~ Itano . De don Ftancisco Bautist d Yeo ganCla que pareCla un CleetOn a QuIOU compuestas" que redactaba en a ell ottetas se.admiraban las cartas "tan bIen caste ano Tarnb-' h·· d· del
.
61
M'
Sahagun, HU10riu... ,op. cit I1I L6 0'" -, - pp. 165-167-J -
eX/co,
pez
le n se
J Clc ron ua UC ClO oe s
B aUt/sea Sermotll1no en lenUufl ' uan b o go e n G 'b' a n a y It971J, II, pp. 218-256).
aViLloS, 16(16-1607 ("Pe61"
_
mext C (lflI1,
nahuarl
al latin.
EI ejemplo
mas espectacular
67
sigue siendo la obra de rnedicina
indigena debida a Martin de la Cruz, uaducida al latin hacia 1552 por el indio Juan Badiano de Xochimilco con el rltulo de Libel/us de medlcina/tbus ]ndorum
herbis.62 Este dominic de las lenguas estuvo acompafiado del desarrollo de una reflexidn linguisrica que en 10 sucesivo hacla posible la alfabetizacion del nahuatl. Permitiendo aislar, descontextualizar y escribir todas las paJabras, el a!fabeto facu1t6 10 que quedaba toralmenre fuera del alcance de la expresion pictogrifica: la compiJaci6n de gtamaticas y de "vocabularios" indlgenas, de los que el mas acabado sigue siendo sin objecion eI Voeabu/ano delfranciscano Alonso de Molina en eI que, por oUa parte, colaboto el indio Hernando de Ribas_ Don Antonio Valetiano apott6 su contribuci6n en los campos de la etimologfa y Ia semantica. Sin dificultad adivi. namos las pacientes investigaciones hechas sobre la adopcion y la tIaducci6n de las categotlas occidentales, sobte "las sutilezas de los conceptos y del lenguaje", de las cuales mas de una termino en la creaci6n de neologismos a los que por 10demas eI nahuatl se prestaba facilmente. Depuraci6n de terminos demasiado cargados de resonancias paganas, interpretaciones cIistianizadas de ideas tradicionales, desvaIorizacion de vocablos que evocaban conduetas ya inaeeptables dentra del nuevo otden de cosas, pero tam bien busqueda de elegancia y deseo de exactitud. Rara vez colaboracion intelectual alguna se lIev6 tan lejos. Yen efecto, gracias al uabajo de estos lingiiistas y de estos inform antes indfgenas pudieron los religiosos daboIar eI nahuatl de iglesia que debla tegir las telaciones de los indios con el clero y con los dogmas durante toda la epoca colonial. Estudiante y luego tectot del colegio de Santa Cruz, don Pablo Nazareo confiaba que se habia propuesto, infatigablemente noche y dla, "traducir del latin a nuestra lengua todo 10 que en el transcurso del ano se lee en las iglesias de la tietra: los Evangelios y las Epistolas de los domingos, de los santos, de la Cuaresma y de las fiestas .. _". Ni siquieta la tipografia hacia retroceder la inteligencia y el tacto de los indios del colegio _Originatio de Tlateloleo, Diego Adtiano "componia en la imptema en cualquier lengua tan bien y tan expeditamente como 10pudiera haeeI cualquier maestro par diesrro .que fue:a en este acre". Lo mismo podrfa decirse de Agustin de la Fuente, qUIeo mun6 hacia 1610 y a quien se deben numerosas iJustraciones del Codiee de F/oreneia61 Estas actividades de uaductor, de expetto del lenguaje e induso de impresor pusieroo a este grupo de indios en estIecho contaeto no solo con textos destinados ala predicaci6n, al catecismo, a la confesion, sino tambien con obras cuya traducci6n al nahuatl basta para dar fe de la lenta pero seguta asimiJaci6n de la culrura de los sabios europeos: citemos, entre otros, eI Contemptus mundi, es decir, lalmitl1ci6n de jesucn"sto de Tomis de Kempis, el De Como/atione las Fibu/as de Esopo ... 62 Gaeibay
6Jlbrd.,
(1971),
Ph,losophtae
II. pp. 180,221-224.
p. 231; Epistolan"o de
Nuev4
Espana, 1564-1569(1940),
X, pp. 89-108.
de Boecio
0
68
LA PINTURA Y LA ESCRITIJRA
LA PINTIJRA Y LA ESCRlTIJRA
69
lerrada profundamente cristianizada cuya caracteristica principal fue la de estar intimamente ligada a las 6rdenes mendicantes y en particular a los franciscanos. Es sabido que la finalidad inicial -pero pronto abandonadadel colegio de Sanra Cruz habia sido la de formar indios para el sacerdocio. EI proyecro fracaso anre la
informantes que coleccionaban los manuscritos pictograficos, los conservaban, los anotaban, los hadan circular, redactaban relaeiones en nahuatl y lefan en espafiol. En la Mixreca Alta, don Gabriel de Guzman, cacique de Yanhuitlan de 1558 a 1591, dominaba perfectamente el espafiol. Y Michoaciin, como hemos visto, no quedaba a la zaga con don Antonio Huirzirnengari 0 esos indios de Taximaroa
hostilidad de una parte de la Iglesia e incluso la de sus promotores, decepcionados por las flaquezas de. algunos de sus estudiantes. No por ello es menos cierto que los indios delcolegio proporcionaron a la Iglesia los medics .intelectuales y linguisticos para penetrar mejor en el mundo indigena, aportando el conocimiento
quienes, en 1560, recibian del franciscano frances Mathurin Gilbert la promesa de que se les devolverian las obras incautadas por la Inquisicicn.» Bajo aquellas tentativas multiples se adivina el d~seo tenaz de reconquistar una identidad maltrecha, de colmar el abismo abierto, la "red" rota por la Conquisra,
que de el tenian y apoyando en rodas las formas posibles la evangelizacion
de adaptarse a las nuevas reglas del juego -asf fuesen religiosas, pohricas, sociales o econ6micastratando de salvar 10 eseneial: el estatuto, los bienes y los privilegios de los antiguos grupos dorninantes. La nobleza indigena aprendio a conocer
En ello se descubre indiscutiblemenre
la aparicion y la constitucion
p:o~~aclOnes. A titulo inforrnarivo s610 mencionaremos
de una elite
de las
el colegio agustino de Ti-
npmo, donde la nobleza rarasca pudo aprender el latin, el griego e incluso el hebreo repitiendo -Clerro es que en menor escala- el ejemplo de Tlatelolco. Su
alumna~:is ilu:tre, do~ ..Antonio Huitzimengari Caltzontzin
mejor a su vencedor y a conformarse al modelo que Ie ofrec1a la Corona espanola, eI del hidalgo iberico de quien adopro la vestirnenta, los emblemas -las armas, el blason, el caballo-, Ia piedad ostentosa sin romper por ello con un pasado que ocultaba "el comienzo, el asiento y la raiz del tlahtorayotl". De ahi ese celoso euidado por reunir las "pintmas", por guardarlas denrro dellinaje, por sacar copias
-quieo fue goberna-
dor de Michoacan ymuno en 1562-, tenia numerosas obras en latin y la amistad del cronlSta C~rvantes de Salazar. Muy lejos de alIi, en la region de Oaxaca, el cacique ffilXtecamas poderoso s610 mencionaba des libros en su testamento de 1591, aun cuando se rratara del FloJ Sanetorum y del ContemptuJ mundi. La culrura lerrada oCCIdentaldesbordaba asi las tierras nahuas para penettar en comarcas mas distan. res, para alcanzac orras etnias.64 Per?,los indios lerrados del colegio de Tlatelolco su acclOn a
0
y transcripciones para aportar las pruebas de una legitimidad que los trastornos traldos por la Conquista a veces pon1an a dura prueba. De ahf tambien esa solicitud para ocupar las funciones de escribanos y de imerpretes -0 nahuatlatos- que aseguraban la union entre ambas sociedades. Sobrevivir socialmente coneiliando 10 que ya no era sino un pasado en parte prohibido y la inevitable realidad colonial, tal fue, al parecet, la constante diligencia que matetializan los manejos de la
de orras partes no limitaron
apoYa: l.a e~presa de la cristianizaci6n. Se dedicaron con igual energla
a defender sus pnvtleglOs y su jerarquia. Muchos de ellos estaban ligados a las famIhas pnnclpescas de Texcoco, de Mexico 0 de Tlaxcala. £.ste era el caso de don AnroOlo PImentel Ixtlilx6chitl y de su padre don Fernando; de los mestizos Juan de Pomar yFernando de Alva Ixtlilxochitl; de don Alfonso Izhuezcatocatzin Axayacar.zm, hlJo del rey Cultlahuac, quien fue gobernador de Texcoco y escribio en espanol y en nahuatlla historia de su pasado. Don Pablo Nazareo, eI infatigable traducror, era es~oso de una sobrina de Motecuhzoma, de quien descendia tam bien eI aut?r de la Cromeo Mexieayotl, Fernando de Alvarado Tezozomoc. Pedro Ponce
pintura y la esceitura entre esos nobles veneidos, perc eso sl, muy conscientes . de ser todavia enlaces indispensables entre los conquistadores y las poblaciones
d e Leon -autor de una Breve relaci6n de los diOJe>y n"toJde la gentilidadtenia al zo s c on e l lt na Je d e lo s se iio re s de T la xc ala An to ni o V al . I ' I eflano resu ta aqul a '.. a1 . ~cepclOn pues' parecer no pertenecia a la nobleza, 10 cual no impidio a su hijo lego casarse con una dama noble de Azcapotzalco S · . . bl d .. . 10 perrenecer a estas arlStocta:~ab~:ac~o'nPrdovmCla0 de senl0rIos mas madestas, principaJes, parriciparon ~~asia I h erenCla. CJ . ercwindose . e esa nueva eu tuea conservand en 0 a I" a esccttura, conslgnando la historia que se hacia ante sus ajos. Francisco Acaxidi,
aut6ctonas.66 La extensa digresi6n de Ia "pintuea" y de la escritura tenia como fin escrutar el surgimiento de una cultura radicalmente nueva, a panie de los anos 1540, en el seno de los antiguos medios dirigentes. EI estudio de Ia coexistencia de modos de expresion y de codigos distintos, el analisis del paso de uno a otro, de las transformaciones de las foemas antiguas y de su conservaci6n, la derivaci6n con frecuencia tentativa de soluciones originales son imagen de las transformaciones, las preferencias y los compromisos a los que se entrego la nobleza indigena de las tierras nahuas, de Michoacan 0 de la region de Oaxaca. Cuando el Quattroeento italiano hace mala bares con los modos de representaci6n, valiendose de sistemas antiguos o nuevas segiin los objetos que pinta, abreva en un mismo acervo cultural, en una misma sociedad. se inspira en regist~os distintos perc a pesar de todo emparenta-
gobet~d~ dedTlaimanalco, redacto hacia 1550 un libro sobre la expedicion del I d VI ne y e en aza contra los chichimecas. De Te ea Texcoco, de la region de Chalco de Am p . pu co y eHuexotla, cetca de ecameca archlVlStas, Y saheron compiladores.
libreros ... , op. eil., pp. 14-16. 66 Carrasco, Coleeci6n de documenlos ...
•
6~Garibay
(1971),
escribano indigena, 64 Lopez SarrelllJlgu~ (1965), pp. 173-175;
Spore,
(1967), p. 242.
II, pp. 228-230,
299; Spores·(1967),
p. 179; Fernandez del Castillo,
Libros
y
, op. cil., II, pp. 15-16 Y passim; sobre las obligaciones del
vease Alonso de Molina, Conjesionatio
Mexico, Antonio de Espinosa, 1569, fols. ;8r<'-58vO.
mayor en lengua mexicana y cmlellana,
dos. EI inreres excepcional de la experiencia mexicana obedece a la conjuncion de pracricas que podrian considerarse irreducribles, a la relaci6n de tradiciones desa-
rrolladas fuera de todo contacto previo. Pluralidad de los apoyos de la expresion: los glifos se junran con el alfabero y la notacion musical; la imagen pintada se encuentra con el grabado:
la transrnision
oral oscila entre forrnas prehispanicas
o cristianizadas; el canto llano, la polifonia suceden a las danzas ancestrales... Pluralidad tarnbien de las Ienguas: el latin, el espanol, se agtegan a las lenguas indlgenas dominadas por el nahuatl que sirve en todas partes de lingua franca. Pluralidad de loscalendariosen losanales que consignan al mismo tiempo el afio indigena y el afiocristiano. 0 en esas"pinturas" -el Codice de Tlatelolco, el Codice que ?iscretamente, en eI secreta de las memorias, bajo las irnamexican.us.23-24geoe~ cnst1~as o.la reutilizacion de los sfmbolos de antafio , rnarcan las correspon?en,CIa5. 0 bIen,. incluso en esos "repertories de los riempos" que inician a algunos
indios en el zodiacoeuropeo. Pluralidad de los espacios que alian en las construc~lOnes monasticas el recinto ccreado y cubierto de las iglesias con fa extension vac1a, mmensa d,elosat~iosque se inspiran en las grandes explanadas prehispanicas. Pluralldad mas prosalcadel vesudo del que ofrece muy buenos ejemplos el Codiee de Tlatelolc~. Plurahdad en fin de las priieticas economicas que saben agregar a la exploracIOn de. los rceursos tradlClonaies -el tributo en hombres y en especie. los regalosobhgados de los subalternos- los ingresos de la crla 0 los productos de la senclcultura ..
~No se trata'sin embargo de definir un conjunto estable en
que cada rasgo vendna a ocupar un lugar determinado, sino, por el contrario, el eJemplo se ha tenldo repefldas veces, de configuraciones multiples en embrion, donde 10 anflguo se modifica' se des . .., . ...~omponepara mtegrarse a creaclOoes tmprovl· sadas 0 para mtegrar elementos. eXQtlcos. Lasrelaciones se invierten at capricho de loscontextos, de las convergenetasy de los lugares: la iconografia occidental domise im~one hacia la misma epoca en ;: ~,n.Ios con,~entos, su eq~lvalente md'ig~~~ pmturas . En acercamlCnto, yuxtapoSIClon 0 aftlculaci6n coexisten dos modos de represemacion yde imeligibilidad de 10 real, es decir tambien dos sistemas disflOtoS. de expectat1v~y de ~onve~cionalizaci6n que no s610 rigen la imagen que . uno .. . Uene de la .realIdad, sma.' aSlmismo de manera mas"lOme d'lata, Ios prop lOS 51 aquellos indios hubieran puesto en las casas una doble mlfad~,tan sensible a la estetica, a los canones de antafio como abieno a nuevas re!aclOnes. a p.asadosdistintos: "Han venido a saber tod~ el principio de ?uestra VIdapor los hbros que leen y de donde procedemos y como fuimos so}uzgados de los romanos e convertidos a la fe y todo 10 de ' 'b" este caso. "67 mas que se escCl 10 en
codlgos ~erceptlvos. ~mo
I
LA PINTURA
LA PINTURA Y LA ESCRITURA
70
Queda por determinar siesa duplicacion de los esquemas de It' d . d' . . ' asca egonasy e la repercutlr tntelectualmente en la instauraci6n de un nuevo IdlOlecto ,de una estructuracion de con)'Unto. homog e'nea y d ura dera cuya aso~
•~ ~erspec,t,lVas po
67 Epistoll1rio ...
(1939), IV, pp. 168-169.
Y
71
LA ESCRITURA
ciacion, en algunas "pinruras", del paisaje y de la cartografla indigena (prefiguracion inesperada de 10 que Holanda llevo a la perfeccion en el siglo XVII) 0 la dimension pictografica de las laminas boranicas del libel/us de medicinalibus ... aportaria ejemplos notables. 0 si no rebaso el orden de la sintesis individual y de la iniciativa local, de la experiencia parcelaria, vacilanre, de la coleccion de muestras que en ocasiones evoca la arquitectura rnonastica cuando agrega las adopciones tomadas de los esrilos mas diversos. Mas, iacaso el Quattroeento no balbuceaba rambien en sus principiosr" experiencia cultural, socialy politica de la que hemos seguido a1gunasmanifestsciones no pudo instaurar una dinamica capaz de dominar la irrupcion de Occidente, de asimilarla y de conjugarla con la herencia autoctona. El "milagro" aborto. 0, mas exacramente, la experiencia fue desviada del curso que habla tornado, hacia medios mas modestos donde prosiguio' bajo otras formas condenadas a una existencia marginal ya un estatuto culturalmente minoritario en el universo colonial. Lasrazones son multiples. Las filas de la nobleza indlgena hablan sido diezmadas por las guerras de la Conquista, las expediciones lejanas. las matanzas y las ejecuciones. Cuando sobrevivio y pudo negociar su reunion tras la humillacion de la derrota, Ie fue preciso aprender a peipetuarse en un medio colonial hostil e imprevisto, que sometia Ia costumbre india a la ley del rey y de Dios. Losprimeros afectados y condenados al eclipsamiento fuewn loshijos de las madres repudiadas por esposos a los que la Iglesia instaba a abandonar Ia poligamia. Mujeres y bastardos fueron apartados brutalmente de la jerarqula que les pertenec1a. EI sustrato de las alianzas se vio asl desquiciado. Cierto es que la Corona tuvO cuidado de proteger el estatuto de los nobles, de concederles privilegios, favoresy bienes. Lohizo tanto por respeto al orden establecido -fuera cual fuese su origen- como porque no podia privarse de esosintermediarios demasiado preciosos de los que dependlan la recaudacion del tributo y la obediencia de las poblaciones. A los descendientes de los senores prehispiinicos y a los que se hallaban inmiscuidos en sus filas, la Corona les concedio el titulo de cacique y Ies abrio las funeiones de gobernador. 69 Con frecuencia, la innovacion produjo la mayor de las confusiones dado que las condiciones de ingreso dependlan menos de la tradicion local que de la buena voluntad de las autoridades coloniales, cuando no estaban sometidas a la incenidumbre de la intriga y la corrupcion. El favor de los espanoles, de un encomendero o de un eclesiastico era una preeiosa carta y la acusaei6n de idolatr'ia un arma segura para neutralizar 0 apartar a un rival al que la costumbre hubiera retenido. Para macehuales ambiciosos, hiibiles y enriquecidos en el comercio habla ahl la posibili' dad de apoderarse de rienas destinadas a los templos 0 al soberano mexica, de escapar del tributo y de ser principales. Aunadas a las presiones de los espanoles. esas usurpaciones numerosas y cotidianas alimentaron un sentimiento de inseguridad La
68 Elisa Vargas Lugo, Las porll1das religiosl1s, Mc·:ico, UN....M, 1969. 69 Gibson (1967), pp. 168·174, Up" Sarrd.ngue (196l), PP' 83·108,
123·124.
72
LA PINTURA Y LA ESCRITURA
LA PINTURA Y LA ESCRlTURA
73
Y
de incerridumbre q ue no perd no - I' . 1545, en el testamento de don °A a .3 apr~stocracla. Su ceo se encuentra, desde rmenrel ca . mama d T '. co~respondencia que la arisrocracia de la ca .j crque e excoco, y en la .. dPtal cruzo con la Corona en la segundo mltad del siglo. A partir de 1570 I I' d ' , a CtISIS emografica cob - aJ bl ro t no es perdleron a numerosos m h I amp ltU que los 1.0 . ace ua es que les eran fie! b " 5 SO revrvienres pre fimemo alquilar sus brazos a I _ I' es. . as espana es rruentras c J Co d I' . par re ucir a la categorla de rrib que a rona se esforzaba . d utanosa ama - d . di e sangre noble, al mismo tiem 0 YOCla limi e In lOS posible, as! fuesen que los plebeyos. Para recurrir ala; r_ Imltaba los derechos de los pipit/in sobre dieron par resultado "una perd'd edmllnosde Charles Gibson, esras dificultades . . . I a e mgresos de pod d . . _ . .' a caciques y pnnClpaJes" 7010 er y e presuglO que afwo 5 matnmoolOS con - I d b' . . . . ~spano es, el meStlZ3JC. la vema e lenes patnmoniales I' el COOst ' b d I ante IOrta eClmlent d e I . 0 'd . so re to 0 as estragos de las a presencia cuwpea y .- d epl emlas acumular r r eg re slO n e u na n obl ez a a la q d d o n s us e ,e er os pa ra a ce mua r Ia .. ue, es e est moment I . P or que (ratat con miramientos A 11 0, as autondades ya no tenlan de dependeneia que dominab e bOIse agrego el desmoronamiemo de las redes Id " d a a no eza mdlgen AI' . e omlmo e la reparticion del ' b a. mlsmo tJempo que perdia ttl Uta la nobl co '. nJumos Jerarquizados donde cad I' _ eZa autoctona dejaba de formar la desmultiplicacion de nexos indo adcua deb" tener su rango. Yes probable que l acelerar eI p A IVI ua es COnla socied d .., r
i
fOeeso.
este respecioes sig ifi'
a espanola no hlC1eraS100
pesar de todo cantor apasionado de Ian :catIvo que eI historiador ChimaJpahin, a Amecameca, haya optado por agreg g andeza de los seoorios de Chalco y de protectores espaooles, don Sancho S~ a ~u apeJhdo mdigena el patronirnico de sus zoblSpado, y don Diego de Munon ~nc :zde Munon, maestro de escuela del arqhube:stadnfioblezase acercaba a los ~ur:p~octIcad era de 10 mas comun. Asl, a medida a la e I Icado su d s, esaraba los I .
"
po er, aun cuando
azas gracias a los cuaks
recuerdo precioso de su origen. consetvara, a ejemplo de Chimalpahin, eI Deseosa de lJegar a Jas T la I gJ es ia s e p _ e I te s y c ar en te d e me di d . 1 reacupo sabre todo POtIi os, utante las primeras decadas slg a se mosuo pr j' d ormar a la noblez E I e st ra tl 'f i ' - d o c I ve a e sa te nd er t od a d' . . a . n a se gu nd a mi ta d de l ICaClOne la so . d d . Isttnclon so 'aJ I CI, num N Cle a mdigena se h' _ en parte porque a erosas. abIes y pI b IZOmas vaga y 1 bl' .untos" I e eyos can frecuencl' as po aClOnes menoS J , y os segundos J a aptenden p I 'b' el seno de Ia c om u' o gr an p rog re siv ame nr e lJe u es a e er y a e se tl It dares Per h nldad SJendo alcaJdes regid gar a funclones Importantes en conve~tos ~ ~y;tras brechas, tambien 'abiert Otes, escribanos e incluso gobernaor gravita una ~u;· las ordenes mendicante~ Pd ~a Iglesia. Altededot de Jos s to y en realidad r~tu e setvldores indigenas qu y e. e fines del decenio de 1530 una jurisdiccion e~enden eXclusivarneme de Jo~;:~an exentos deJ pago del tribuy na autotIdad dlscrecional 19losos que eJercen sabre elIas es que toda d'
oSl~r
VIana Ie les discute. La
70
Gibson (1967), p. 1\9' I.6 , 71
Torquemada M ,
'~P z SarreJangue(1965)
144. anarquta tndiana 0"" ' p. , /". ell., V, p. 172.
rnayoria no posee ninguna calificaci6n, son porteros, jardineros, cocineros pero aun asi descubren y aprenden practicas nuevas, desde cl cultivo de los arboles fru-
tales hasra los rudirnenros
de la cocina monasrica,
72
Algunos adquieren una farni-
liaridad mas cercana con las casas de la Iglesia. A ejemplo de esos sacrisranes que acompanan a los sacerdotes y tienen a su cargo los objetos del culro, de esos ropiles y aJguaciles que se encargan de la seguridad de las familias y reunen a los fieles para
Ia misa; al de los rmisicos y de los canrores que parricipan en los oficios. Cantores y musicos, organisras, flautistas, trompetisras, tocadores de caramillo, de sacabuche y de gaita incluso lJegan a ser tan numerosos que eI Concilio de 1555 se alarma por ello. En general, se cuenta cerca de una docena par puebJo y los hay hasra en Jas aldeas mas modesras. Esta inflacion es ejemplo de un proceso que afecta a la totalidad de los indios de iglesia. Pues aJ lado de los cantores y los fiscaJes surgidos de la
nobleza se deslizan sin cesar recien llegados felices de sustraerse al tributo y de adquirir un estatuto al que no se habr1an auevido a aspirar antes de la Conquista. Lo que se juega es importante pues concierne a la responsabiJidad espiritual en eI senti do mas ampJio de la comunidad. Los cantores y los fiscales preparan a los agonizantes para la confesi6n 0 para la muerte; les ayudan a redactarsu testamento; administran el bautismo en ausencia del cura. Ensefian el carecismo y anuncian eI tiempo de las fiestas. L1evan e1tegisrro de las limosnas y las ofrend as y cuidan los objetos del culto y los ornarnentos de la iglesia con un esmero tan celoso como el que orros han puesto
0
ponen aun en conservat los "idolos".
Es muy probable que
entre ellos se reduten los indios que motu proprio copian los manuscritos de los religiosos a componen cantares sobre temas que esbozan un cristianismo que parcialmente corre ya e1 peligro de escapar de sus propagadores.
Ouo medio, proximo at anterior, mantiene contactos cercanos can las formas occidemales. Son los a1barules, los escultores y los pintores quienes, bajo la direccion de los re1igiosos, edifican en mas de 300 10caJidades conventos e iglesias, escuJpen fachadas y capite1es, y pintan miles de metros cuadrados de ftescos. Son
ellos los que, insensibles -y con razon- a la sucesi6n cronologica de los estilos europeos, inventan el estilo tequtjqut 73 y dan a sus obras apariencias sucesivamente romanicas, g6ticas, manuelinas, mozirabes, renacentistas 0 platerescas. Entre ellos sin duda se descubre la misma distincion que opone a los aristocratas de las ciuda-
des y a los notables segundones de provincia: formados en el monton, los arresan'os que laboran en los vil1orrios aislados no podrian ser eonfundidos con los de los .tal1eres de San]ose de los Naturales en Mexico, de Samiago Tlatelo1co a de Tlaxcala, quienes teciben pedidos de todo eI valle de Mexico, del de Puebla, de Michoac:in
y de la region de Oaxaca y se inspiran cercanamente en los estilos occidentaJes. Oesde Juego es dificil conoeer la proporcion de los pintotes y los esculrores, los indios de iglesia y las auroridades civiles de los nobJes y de los macehuales. Sin 72DeJcnpci6n C6dicejrannscano,
del rnzoblspado
de Mexico hecha en 1570, Mexico.
Sigla XVI. Mexico. Chavez Hayhoe.
73Reyes Valerio (1978), pp. 133-165.
1941, p. 57.
J. ). Terrazas. 1897, pp. 53·66;
74
LA PINTURA Y LA ESCRITURA LA PINTURA
e mb ar go se p ue de con sid er ar qu e, e n l a s e u nda mi . . a los empleos subalternos algunos pI b g . a mitad del siglo, Iejos de limitarse rar ' ' e eyos mvaden todos I Id . rquia, son cantores, fiscales a gobernad os pe anos de la jeores Michoaran y en Oaxaca la corm " d . De e110resulta, en el altiplano en . • II d ' acron e un coni no ue ne r ai z pt eh is pa ni ca qu e y . on jun ro e n ot ab le s c u yo po de t a no se vinculan ad' . b ' so re t~do. cuyo horizonte se Jiffiita a la tierra de I omu~lOs 0 a casas seiioriales y. progresrvas del cuerpo social vu I a comumdad. Esas modificaciones h' even a poner en dud I
Y LA ESCRITURA
75
no deblan nada ni a la "sangre" . I "ranto que prohferaban principales que 01 a a las . . antlgU d d" p . cartas sOClales0 meJor dicho su confu " ea. ero la redlstribucion de exphca: es~~callej6n sin salida. 74 SIan en e1 muncio indlgena no bastan para
ciones sorneridas y los conquistadores, habian rrarado de difundir las tecnicas de Occidente al mismo tiernpo que conservaban 10que podia recibirse de las antiguas cultutas. Como hemos visro, inspicaron muchas de las acrividades, de las tenrativas, de los compromisos que rodearon la definicion de una cultura indocristiana. Sin dejar de consrituir una fuerza econornica considerable y de gozar de los privilegios extendidos, Ia Iglesia regular hubo de aprender a contar can orros poderes concurrentes: la administracicn del virrey, la audiencia, el dero secular. los obispos; hubo de medirse con una sociedad colonial en que el peso de los espanoles, los mestizos, los negros y los mulatos ctecia a medida que Ia poblacion india disminuia en proporciones considerables y a un rirmo acelerado, Mas que iltiles, irremplazables auxiliares de la Conquista y la colonizacion, las 6rdenes mendicantes (como los indios nobles), en Ia segunda mitad del siglo fueron companeros que se imponian mucho menos. EI abandono progresivo del colegio de Tlatelolco, fuerza es recordarlo. fue contemporaneo del cese de las grandes construceiones monasticas. de la renuncia a los inf!lensos atrios cuyo espacio iniltil ya solo acogla poblacio-
La dlfuslOn de la escritUla y de 10 e . . las c,ulturas indigenas Supan ian p~r pS;;;°ci ellestudlo y la conservacion parcial de
nes escasas. La decadencia
,emos recorndo.
La
compleja formacion
.a
os
procesos culrurales que
tido y eficacia en la medida en que I ode se destmaba a la nobleza perdia senial mengu b d e po er y la influ . a an e manera irresistible La '" enCla SOCI de este grupo p n~ de los conocimientos que ant~no;ru clOo de nuevas notables rompia la cadeahaoza entre la tradicion nobiliaria ~tentaban lospip,I'i". EI proyecto de una
condeo... ado a plaza mas
0
menos bre~e:naponaC16n cristi.ana y occidental se vela
~que11a dependia estrechamente por med' ~: IgleSIa y de Ja Corona (de la que e ~~f1os1dadque manifiestamente Sf e 1 0 . .e patron~to) un clima de aperrura caClOnde, Carlos V (1556) Ya la clausur:~;;'o en lo~ anos que siguieron ala abdl constltuyo en defensora d I C ConctllO de Tr ento (1563) E m' . e a ontrarreforina E IN' spana se lenta se maOlfest6 eo eI establecimiento . n. a ueva Espana, este endureei;n una mayor regulacion de la impresion IdeITnbunal del Santo Oficio (1571) y ero, e~ particular, de los que estaban y amculaClon de los Iibros y los escritos nante aun, Ja Iglesia cerraba a los indios ~n lengua IOdigena." Decision determi: glOsas y los sustraia a la incumb . d e IOgreso al sacerdocio y a 1 o'rd I' d"~ encia e laIn ,..... ...., e 1 enesreI~ dna IeiOnde eremos neofiros y de qUISlelO~:.los indlgenas se instalaban . espues .algunos llegaron a1 sacerdocio menores esplfltuales, aun cuando mucho la expenenCla del colegio de Tlat 1 I . Estas medldas condenaban a la d . " mentores d·... eo co que poco esaparIClOO • ~er 10 as~sestudiantes eo I~e' ~j J . a poco redujo e1 numero de sus g se :e;lJ~ SIOOuna escuela donde se enseiiatl:~~las para ya.no ser, a principios del , aro Contra la ensenan ." . eer y escnbu. En 1585 J b' 10sofia nj orca cieneia alguna ~.a'Mno convle.ne que sepan latinidad ; a:~o 1nos no podemos de' d ,as por eocuna de estas ,etoflea, d"' me particular de 10 c Jar e recordar el retroceso de las ' d ldas y estos abandos J.rancIscanos par or eOes mendi realizadas en el tran d'. a compr ender mejor est d cante s, y en . Nueva Espana en seu:so el sIglo XVI. Los franciscan e ees: e las experiencias tiandad," se hab' que S~lo los indios y ellos pusieran I osbhablan sonado con. una Ian es orzado par seevir de panraU as ases de una nueva cris74 L6~z Sarr I a protectora entre las pobJa-
lSr
F
~
a medida
que surgia:
Vemos en la era de ahara {iiltimos anos del siglo] que en las ciudades y pueblos de mayor nombradia de esta Nueva Espana no haya par maravilla quedado indio principa:l ni de lustre. los palacios de los anciguos senores par tiecta a amenazando caida. las casas de los plebeyos par la mayor parte sin genre y desportilladas.
los caminos y calles desiertas,
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demografica que afectaba a lOdos los indios y eI trastocamiemo de la relacion de fuerzas que deriv6 de eJ contribuyeron pues a detener el pleno desarrollo de una culmra original que Iograba integrar la aportacion cristiana y europea a un acervo y una tradici6n aut6ctonos. Pues era una cultura que marla
~
angu~(1965), pp 9596'
.
ernandez del Castillo lib,., . .- . Epmolan·o ... 76 P hel an (197 2) . os y /zbreroj .. '. op. eli . pp. 69·88.
(1940) VII
" p. 297. ., pp. 1-47,247,81,513.
las iglesias vadas en las festividades.
77
No fue entonces Ia irreductibilidad de las culturas en presencia 10que provocoeI fracaso de las slntesis empezadas. Por el contrario, pese a los "traumatismos" de Ia Conquista y a la prueba de la colonizacion quedamos sorprendidos de Ia precocidad del aprendizaje de Ia escritura 0 de 1a capacidad para captar mediante el pincel Ia nueva sociedad. Estas teacciones, esta permeabilidad dan fe de que la comunicaei6n y el intercambio no solo eran posibles sino que fructificaron a costa de ajustes a veces sutiles. tHasta que punta eran viables. hasta que limite se podia obrar sobre dos modos de enfocar Ia reaJidad y la persona que parecen irreconciliables y mantener un equilibria entre dos lenguajes para obtener una sintesis original? Lapregunta iovita a escrutar otras contextos que igualmenre pusieron a elites autoctonas ante un trastorno de sus modos de expresion bajo la imposici6n 0 la influencia de una religi6n monoteista acompanada de una dominaeion exterior. Pensemos en las reacciones de las culturas locales en los pueblos de Africa 77
Gerhard (1972), pp. 181-182; Mendieta, Hi.rtona. , .. op. cit .. III, pp. 223-224.