Ketchup in Love
ÍNDICE
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Prólogo El comienzo de las doce pruebas Prueba I - Retrato Art Attack Prueba II – Un pato y dos cajas de Donettes Prueba III - Un día Indie Rock and Roll para ella Prueba IV - Niños! Niños! Futuro! Futuro! Prueba V – Improvisemos una vida Prueba VI – Si encuentras la sonrisa, tú ganas! Los chicos sin Ketchup Prueba VII – Pineda de Laia Prueba VIII – Stairway to heaven Prueba IX – Dorothy es sonrrisa al revés Prueba X – Ahora tú! Pruebas XI y XII – Los chicos no lloran
Prólogo Un colega ha llenado el buzón de la tía que le mola con paquetillos de Ketchup... ...y le ha dejado una nota que pone "KETCHUPI SERIA ESTAR JUNTOS, NO?" Me he descojonado cuando le he visto con 40 paquetes de Ketchup del Mcdonalds, y los ha empezado a meter de uno en uno en el buzón, mientras uno de los vecinos le miraba pensando:
"Que cojones hace este anormal?"... Además está convencido que después de algo tan "ORIGINAL" cae fijo.... La verdad es que el chaval le pone imaginación, aún recuerdo cuando le pillamos pelándosela y lo primero que dijo fue "Es una manualidad Art Attack"...
Esta tarde va a ir a esperarla a la salida del Gym, yo no me lo pierdo... He apostado 20€ con dos colegas más a que le manda a tomar pro culo en los primeros 5 minutos...
El comienzo de las doce pruebas
Hacía ya cerca de 3 semanas que no sabía nada de el. Concretamente desde que dijo que tenía algo en mente, y que tenía que trabajar en ello. No cogía el teléfono, no respondia a los mails, ni siquiera al timbre cuando ibamos a picarle. Empezaba a preocuparnos. Pese a que es un genial locuelo, siempre cabía la posiblidad de que hubiese perdido el control del todo. Hace unos días dió señales de vida. Respondió a una de nuestras llamadas, y quedamos esa misma tarde con el. "Donde has estado todo este tiempo?" "He estado ocupado en algo que debe salir bien.." " Y se s upone que es...?" "Ya lo veréis a partir de mañana..." A la mañana siguiente quedamos y nos estuvo contando en que consistía todo. Había visto hace unos días la película "Asterix y las 12 pruebas",no sé si la recordáis... Parece ser que encontró en la película la idea que necesitaba. El seguía convencido de que la chica no le había cerrado las puertas por completo. Al contrario, creía firmemente que todo saldría bien, porque ella le deseaba. "En que consiste todo esto?..." "Vale, os lo explicaré. Hace unos días me puse Asterix y las 12 pruebas y voilá!, dí con la idea perfecta para conquistarla, bueno, en realidad, para acabar de conquistarla" "A sterix y las 12 pruebas?, Recuerdo la película. Y recuerdo que me gustaba bastante, pero realmente piensas que conseg uiras sacar algo de ella? No tendrás pensado retarla a comer o p ropon erle una carrera de cuadrigas, no?" "Para nada, me inspiro sólo en la idea, ellos en 12 pruebas debían demostrar que eran dioses, yo le demostraré que debe dejarse llevar por los impulsos que ahora mismo frena..." Cuando acostumbra a tener una idea, al principio piensas"Está como una puta cabra" o "Le van a partir las piernas",en este caso lo pensamos igual, pero después y como ocurre siempre, nos convencemos de que sea lo que sea, será divertido, y quieras que no, ya nos va bien pasar un buen rato. Hemos mantenido el contacto estos días, el nos ha pedido ayuda, y nosotros no se la hemos negado. Aún no tiene 12 pruebas pensadas, llamémosle "pruebas" por ponerle un nombre, pero si que sabe, según el, que irán aumentando la complejidad, y la intensidad. Por lo que cuenta, la chica sigue contestándole vía internet, o sms, e incluso le sigue saludando cuando se cruzan en alguna calle. Parece ser que no perdió, como pensabamos, el contacto con ella. Esta mañana hemos estado con el. Esta tarde-noche quiere llevar a cabo la primera de las "pruebas". Según nos ha dicho, será algo muy sencillo, pero tan sólo es el primer paso, a medida que esto avanze, aumentará a dificultad, y la magnitud del hecho en si. Quiere que sea progresivo, para mantenerla enganchada, y así conseguir que llegue al climax con la prueba final. Si no he entendido muy mal, lo que hoy pretende hacer es una manualidad "Art Attack". La chica vive en una especie de barrio un poco apartado, son edificios altos, con una especie de patio o jardín bajo ellos, frente a la puerta de entrada. Vaya que no están en una calle principal ni mucho menos.
La chica vive en un segundo y su piso no da al exterior, tiene un pequeño patio que queda encerrado. No sé si recordáis un tipo que salía en art attack, que hacía dibujos a lo grande, con ropa, accesorios y demás... Pues la idea es esa, hacer un dibujo en grande con el rostro de la chica, y unas letras debajo que pongan: "Comienzan las 12 pruebas!" Como os dije, la chica vive sola, y acostumbra a llegar bastante tarde del curro, así que tiene tiempo para montarlo, nosotros le ayudaremos. La puerta de entrada al edificio queda en la parte opuesta al jardín, así que no lo vería al entrar. El pretende pasarle una nota por debajo de la puerta en la que ponga "Sube al terrado, y asómate al jardín". No sé si saldrá bien, lo dudo bastante, pero nos entretendremos, y si queréis os lo cuento.
Prueba I - Retrato Art Attack
Bueno ya estoy aquí. Lo celebramos, como prometí hacerlo... Para empezar, os diré que no tengo fotos, os lo escribo al principio para los que ya no queráis seguir leyendo. Os entiendo, por eso lo hago. Pero la situación, no nos lo permitió. De todos modos, los que queráis reportar, podéis hacerlo ahora. Si no lo habéis hecho ya, claro. Y a los que les siga interesando la historia, que continuen bajando. A lo que iba, la cosa no salió muy bien a nivel artístico, pero la noche en general fue mejor de lo que esperabamos. Estuvimos media tarde en el párking de su padre, probando una y otra vez que el puto dibujo se pareciese mínimamente a la foto. Las letras eran lo de menos, las hicimos con calcetines tennís, que son bastante largos y siempre se puede jugar bastante con ellos. También hay que decir, que la foto que trajo, era de una calidad pésima, sacada de un tuenti, pixeladísima, una jodida mierda, nos dijo que no tenía otra mejor. Ni Mcgyveer podría haber hecho algo decente con semejante cagada de imagen. El caso es que mientras probabamos el dibujo en el suelo del garaje, ibamos probando un orujo que trajo su padre del pueblo, el chaval del ketchup se bajo como unas 5 o 6 botellas, y mientras trabajabamos en ello, nos pusimos bastante a tono. A eso de las nueve, y con un xispazo importante, nos dirijimos hacía la primera de las pruebas. El viaje en coche fué cargadito. Al chaval le pegó un bajón, producto del alcohol, y empezó a llorar diciendo quea lo mejor lo del batido era suficiente motivo como para no seguir, que quizás todo estaba perdido. Después de hablar con el y con la euforia que nos dió el orujo, conseguimos convencerle, y recapacitó. Después de eso, nos abrazó, y como es típico en estos caso de embriaguez, nos empezó a decir que "Éramos los putos amos, y que nos quería un montón" , y bueno, que si tenía hijos con ella, les pondría nuestros nombres... Al final llegamos allí, estaba todo bastante oscuro, pero afortunadamente no había nadie por los alrededores. Llevabamos una bolsa de sport, y dabamos la sensación de ser una banda de atracadores bastante amateur y bastante penosa, para que negarlo... Nos dirijimos hacía el patio de la chica, y tratamos de no armar mucho escándalo, pero nos resulto imposible, el pedo que nos dió el orujo hizo mucha mella en nosotros, no podíamos parar de partirnos el culo, y de tirarnos al suelo a descojonarnos,eso sin olvidar que aprovechamos la ropa que trajo un colega de su hermana, para transvestirnos... "Eh, chavales, centraos. Vamos a ponernos con el dibujo" "Buff tío, yo creo que voy a potar..." "Y si nos olvidamos del dibujo y te pagamos una puta tío, que yo voy muy mal..." El más afectado sin duda era el del ketchup, llevaba un pedal de cojones, no sé que llevaba ese puto orujo, pero pegaba un patadón importante. Mientras nosotros montabamos más o menos el dibujo, basándonos en la mierda de foto impresa que teníamos, que la verdad es que estaba ya arrugadísima, y manchada de orujo, el fue hacía el edificio para dejar la nota por debajo de la puerta. Hay que decir, que a media mañana el chaval se acercó hasta allí, y haciéndose pasar por cartero consiguió
que le abriesen la puerta de abajo, una vez abierta bajo el seguro que hay, para que así la puerta no se cerrase nunca del todo. La verdad es que lo tenía bastante controlado todo, el psicópata del ketchup. Bueno, hasta ese momento claro. Nos pusimos a intentar montar el dibujo, mientras el iba hacía allí, uno de los que estaba con nostros, un chaval muy tirillas y que acostumbra a ponerse pedo con solo destapar el kas, se empezó a encontrar jodidamente mal, y a informarnos de la posibilidad de que acabase echando la pota... Tratamos de decirle que aguantase, que si le venía que se lo tragase, pero no surgió mucho efecto, toda la potada en el césped, menos mal que no cayó encima del dibujo, eso si, se quedo a la altura de la oreja... En eso que nos empezó a entrar descojone monumental, y el chaval del ketchup regresó. "Buuff, ros me ha costado un "Nosot ya estamos. .." huevo subir..., pero ya está" "Joder, no se parece una mierda..." "Pero las letras se parecen" "Eso es verdad, las letras se parecen..." Una vez montado el dibujo, nos fuimos a esconder por allí cerca, para ver llegar a la chica. "Si tío, yo he dejado la nota allí y todo..." "Creo que tengo que potar otra vez..." "Puto pesado..." En eso que la chica apareció, nos entró por un momento una exitación monumental, todo iba mas o menos, salvo algunos pequeños detalles(potada, pedal, el dibujo no se parecia ni a su puta madre), sobre ruedas... Vimos a la chica subir, y nos volvimos para el jardín. No sentamos en un sitio en el que podíamos verlo todo, y evitar que nos viesen. Y allí estuvimos esperando. 10 minutos después de escondernos, no mucho más, aprecieron unas sombras en el terrado, nos empezamos a emocionar pensando que todo estaba saliendo de puta madre, hasta que nos dimos cuenta, que habían dos putas sombras... "Coño, ahí hay dos personas, no?" "A lo mejor vive con alguien..." "Que va, vive sóla, es muy independiente..." "Además no estaba tan gorda cuando ha entrado por la porteria, no?" "Ho stia es verd ad, quien es esa cría... " Aquí empezó a joderse bastante la historia. No era ella, la que estaba en el terrado, sino una chavalita con un hombre, que intuimos que sería su padre, la chavalilla estaba asomada, y el padre parecía vigilar por si veía a alguien. "Que cojones hacen esos ahí..." "Donde coño has metido la nota, "Hostia,...pues ahora no lo sé..." anormal..." "Joder, y este potando otra vez..." Llegamos a la conclusión de que el capullo del ketchup se había equivocado de puerta, cosa normal con el pedal que llevaba, así que tratamos de encontrar uan solución, no podía ser que la primera prueba fuese uan pedazo de mierda a nivel artistico, y también a nivel de ejecución... "Tiene s su mov il, no?" "Si, tengo el número..." "Pues envíale un sms..." "Ahora, para que?" "Para felici tarle las fi estas, para que va a a ser pedazo de cenutr io" "Ahhh! Claro, para que se asome, no?" "Muy b ien chico , un pin para ti, venga va, envíaselo" "Pero, si le envia el sms, sabrá que todo esto viene de su parte, y no quería mantener el anonimato hasta el final?" "Es verdad, vale, pues envíalo desde el mío..."
La niña y su padre seguían allí arriba, y el mensje había sido enviado, ahora sólo nos quedaba esperar a que la chica le viniese la inspiración, y subiese arriba. Esperamos como 45 minutos, parte del alcohol desapareció de nuestro cuerpo, no así la hija y su padre, que no se cojones esperaban allí arriba, si el dibujo ese de mierda se veía en 30 segundos, estarían hipnotizados por lo siniestro de la imagen... Y cuando ya empezabamos a bostezar, apreció una sombra más por el tejado, intuimos que era ella, lo confirmamos cuando la luz de las farolas que hay en el jardín, le iluminó el rostro. En ese momento se nos paso el poco pedo que quedaba, el sueño, y las ganas de matar al capullo del ketchup. No estuvo mucho rato, pero lo vió. LO VIÓ! EUFORIA! Esa era la palabra. Nos abrazamos como locos, comenzamos a saltar por allí, nos importaba ya una mierda que nos pudiesen ver, el chaval del ketchup se emociono un poco, y el de la potada se puso a llorar y a gritar "Viva España" "Viva Guiza" No sé porque le dió, y tampoco lo había visto nunca así... Al final bajo ese ambiente de emoción y llantos, nos fuímos hacía el coche. Había que celebrarlo. Que pese aque no salió como planeabamos, la primera de las pruebas consiguió su objetivo. No sabemos cuando se hará la segunda, no sabemos si aún sabe como será, pero de todos modos, yo sé que anoche me lo pase de puta madre. Y que si la tía no acaba cayendo, caeremos nosotros con el.
http://www.youtube.com/watch?v=22xXk4F21Mo
Prueba II – Una pato y dos cajas de Donettes Estoy vivo! Estoy vivo! Necesitaba gritarlo! Y la verdad, es no ha sido fácil sobrevivir. Nada fácil. Esperemos al menos que la chica lo cuide. Que con la tontería le pillamos cariño al señor del pico. Bueno, os cuento. Fue bastante caótico todo en general. Quedamos a eso de las 18h cerca del carmelo, al lado de un pequeño recinto llamado Martí Codolar. No sé si alguien de Bcn lo conoce. Pero allí hay como una pequeña granja, que no parece estar vigilada por nadie. Aunque supongo que tendrá un dueño o alguien que se encargue. El plan consistía en entrar dentro del terreno y mangar un pato. No era fácil porque la única manera de entrar allí era por una pequeña rendija por la que prácticamente no pasaba nadie. Al final nos metimos 3. Otros dos esperaban fuera. Aquello es una especie de terreno descontrolado, ni siquiera los animales están puestos de manera ordenada. Hay patos, Gallos, gallinas, conejos, palomas, e incluso alguna tortuga, todo revuelto, una cosa extraña... Pero nos servía, porque nos susministraba el pato. Y nosotros queríamos un puto pato. Si alguien piensa que fue fácil. Es que nunca ha ido corriendo tras un ave loco y acojonado. No hay ser más inaccesible que un pato. La parcela no era muy grande, y estaba cerrada por unas altas vallas. Así que los animales no tenían escapatoria. Eso era lo único bueno. Una vez dentro, nos miramos y analizamos la situación. "Tu crees son agresivos?" "Supongo que si le tocas los cojones si" "Deberíamos haberlo comprado" "Y cuanto vale un pato?" "Yo tengo una agaporni, tal vez hubiese valido" "No s van a m atar..." "Muerto por un pato..." "Que asco de vi da..." Una vez asimilado el motivo por el que estabamos ahí dentro, nos pusimos manos a la obra. Aquello parecía como si freddy krugger y eduardo manos tijeras se dieran de hostias en la fabrica de pikolin. Plumas por todos los lados, todos las animalicos gritando, nosotros también. Parecía una puta prueba del gran prix. Encima los dos colegas que se quedaron fuera iban dando órdenes como si se hubiesen pasado la puta
vida cogiendo patos en fincas ajenas. Nos hemos tirado como 40 minutos detrás de los bichos, sin conseguir nada. Lo único que conseguiamos es que la gente se amontonase en la valla, para ver lo que estaba pasando. Cosa que no era muy buena, así que nos metimos prisa, antes de que se liara. No sin antes darnos cuenta de que uno de los presentes no se había leido Teo y la Granja. Y además era idiota. "Ya lo tengo, ya lo tengo" "L o has pillado?" "Ostia, eres el puto amo" "Déjanoslo "Eso es unaver..." gallina gilipollas!!" "Ah coño, entonces llevo 40 minutos detrás de una puta gallina?" "Tío...(facepalm)" "A ver si explicamos mejor los planes..." Después de ese pequeño percance mental. Nos la jugamos y acorralamos a un pato adulto en una de las esquinas del recinto. Tres contra uno, victoria asegurada. Nos pillamos el pato, salimos, y fuímos directos para el coche, lo metimos en una caja que habíamos traído y nos lo llevamos a casa. Me acordé del rollo de las fotos y le saqué una con el móvil. La única que no salió borrosa, porque el animalillo quieto no estaba. También es normal, estaría en estado de shock.
Como no sabíamos que hacer hasta la hora marcada. Llenamos el bidé y metimos al pato allí, pero el cabrón no estaba por la labor. Así que pensamos que tal vez con algo de comida lo calmaríamos.
El chaval del ketchup vive sólo. Y por lo que parece no ha hecho la compra en su puta vida. Porque teníamos dos paquetes de donnetes nevados y una lata de atún. Descartamos la lata de atún. Así que le ofrecimos los donettes y funcionó. Vaya que si funcionó como que se trajinó todo el paquete de donettes nevados el solito. Después de eso se acurrucó en la alfombra del baño y no se movió de allí en todo el rato. Teníamos el pato, pero venía la segunda parte, llevarlo y dejárselo en la puerta. Y como era de esperar, se volvió a liar. Y se pudo liar antes, pero acabo en nada. Ya que unos gitanos que pasaron por allí, mientras esperabamos a que la chica llegase, nos dijeron muy amablemente que si les podiamos dar el pato. Menos mal que evitamos que el chaval que lo llevaba se lo diese, porque estuvo a punto. Una vez pasado el primer susto, seguimos esperando, la chica no venía hasta las 21:30. Pero a eso de las 21:00 decidimos ir a tomar algo a un bar que había no muy lejos,decidimos que un se quedaria esperando con la caja, lo echamos a suerte, y se quedó el perseguidor de gallinas. Volvimos antes de la hora y nos temimos lo peor cuando le vimos rodeado de gente y agachado frente a un coche. Si, se le habia escapado. Y el puto pato iba pasando de coche a coche. Nos pusimos a ayudarle, entre cuatro tratabamos de encerrar al pato para que no nos siguiese vacilando. El otro, digamos que mediaba un poco con la gente para que no se amontonase ante el show. "Es que eres gilipollas tío..." " 5 minutos con el puto pato y lo pierdes" "Estaba hablando por el movil y se ha escapado. Es que es muy listo , tío, es muy listo" "Muy listo?...anormal..." Lo peor fue que estuvimos a punto de echarlo todo a perder, cuando la chica llegó a casa, porque paso a escasos metros de donde estabamos, y fue de un pelo que no pillara al del ketchup mediando con los fans del pato. Al final cogimos al puñetero pato tirándole la caja encima, la caja seguía corriendo con el pato debajo, pero conseguimos pararle cuando se estampo contra el coche. La verdad es que eso fue curioso... Pato en mano, o más bien, en caja. Nos cargamos de valor y nos dirijimos hacía la puerta. El seguro seguía bajado, así que teníamos y tenemos vía libre... Junto con el pato escribimos una nota que ponía: "El o tro d ía fuí algo p atoso. Está vez el patoso es el" Colocamos la nota, colocamos al pato. Y nos escondimos tras la escaleras. Pero teníamos un problema con el coleguita, y es que no quería estarse quieto, todo el rato se venía para las escaleras donde estabamos nosotros. Así que lo dejabamos una y otra vez, una y otra vez. Hasta que el chaval que casi acaba jodiendo todo, tuvo una genial idea. Recordó que había pillado el paquete de donettes que quedaba, y que lo tenía en el coche. Así que le dimos las llaves y fue corriendo a buscarlo. Era la última esperanza, pero debia salir bien. Y salió bien. Le empezamos a dar donettes, empezó a tragar. Y se acabó zampando practicamente todos. Menos dos. Que se los dejamos en la alfombra, y allí que se quedó comiéndoselos. Ese era nuestro momento. Así que aprovechamos y le enviamos un sms diciéndole que saliese a la puerta.
Esperamos en las escaleras cerca del piso de abajo, y escuchamos como se abría la puerta, lo siguiente fue un: "Eeeh! que haces tu ahí?" Nos fuimos poco a poco, y esperamos a que pasase un tiempo prudencial. Volvimos a subir, y vimos que no había nada. Los sms los enviamos siempre desde números diferentes, menos desde el del chico del ketchup. El que esta vez le envió el mensaje recibió cuando ya regresabamos uno que ponía: "Seas quien seas, sigue haciéndolo" Todos sonreimos como capullos. CHAVALES, LO habíamos logrado!
http://www.youtube.com/watch?v=DZPKrUhu4NI
Prueba III - Un día Indie Rock and Roll para ella
Prueba Conseguida! Y ya van 3! Cada vez me sorprende más que consigamos sacarlas adelante. Porque pese a que esta vez no nos la jugamos excesivamente. Estamos condenados a que algo siempre falle. Como os conté, la prueba consistía en hacerle llegar de mil maneras diferentes que aquella canción estaba presente a lo largo de su dia. Os lo anticipo, lo conseguimos. Ayer estuvimos planificando como hacerlo, como empezarlo. Y se nos ocurrió que sería una buena idea, enviarle un sms como avance de todo lo que debía esperar. "Espero que este sea un día Indie Rock and Roll para ti" Quedamos todos muy pronto. Realmente pronto. Creo que alguno directamente no durmió. Desayunamos algo en el Bar que hay cerca de su casa y repasamos que todo estuviese en orden. "Veamos, primero sms, luego llamada con la canción, queda claro?" "Claro tío, ni que tuviesemos que invadir Mérida" "Has visto lo de Raúl?" "Que Raúl?" "El del Madrid, lo ha fichado el Schalke" "Y tenemos que esperarle o algo?" "Gilipollas..." Llegamos pronto, lo necesario para asegurarnos que la chica todavía seguía en casa. La intención era seguirla a lo largo del día. Aunque sabíamos más o menos lo que tenía pensado hacer. Una vez llegó el sms de confirmación. Dejamos pasar un tiempo, hasta que pusimos en marcha la segunda parte. Llamaríamos a su móvil, presumiblemente cuando aún estuviese desayunando y le haríamos escuchar la canción que tendríamos puesta en CD del coche. Y eso fue lo que hicimos. "Si?" "Indie rock'n'roll is what I want It's in my soul, it's what I need Indie rock'n'roll, it's time..." 4 minutos enteros de canción. 4! Después un breve silencio, una pequeña risa y un "Todo esto por mi?",de nuevo aquella pequeña risa y como final un " No dejes de hacerlo, por favor..." Apoteosis! Exitación máxima! Tengo grabado el momento después de colgar, parecía que habíamos ganado otro Mundial, nos pusimos a gritar dentro del coche, la gente se paraba a mirar, todo un espectáculo, y realmente aún no habíamos hecho una mierda. "Toma!Toma! Me cago en la puta que buenos somos, joder" "Buah, estoy emocionadísimo, en serio" "Que mira Señora? Que lo hemos conseguido joder, que lo hemos conseguido!" "Cállate, que a ún no s detendrán" "Desayunamos otra vez?"
Una vez asimilado el éxito de la primera parte. Esperamos a que la chica saliera. Y salió. Hay que reconocer que el psicópata del Ketchup no tiene mal gusto. Para nada. La chica es muy guapa. Y la verdad es que al ver como se tomaba todo, estaba ganando mucho puntos. Después de que saliese, la seguimos con el coche, a lo perturbados mentales, y la vimos entrar en el metro. Si todo seguía el plan establecido, iba camino de su trabajo. Pero necesitabamos asegurarnos, teníamos una dirección, aunque llamamos a nuestro contacto para confirmarlo. "Ei, oye somos nosot ros" "Ah, como va todo terroristas del amor?" "Terr..bien, bi en, nada te llamaba mos p ara confir mar un a cosa... ." "Pues si, es esa la dirección, vais a venir para aquí?" "Si , oye en que piso estaba ella, e n el segund o, verdad?" "Planta si"es que había n ventanas a la calle, no?" "Y me dij2,ist "Si, su mesa queda al final de todo, en la otra parte, pero en el extremo contrario hay ventanas que dan a la calle" "Pues cuando lleve hora y media en la oficina, me haces una perdida, pondremos la canción y seguimos lo h ablado" "Ok, perdida, y le digo "Ei, esa canción no es la que te gusta tanto?" "Eso es, nosotro s estaremos escondidos en un p unto en el que pueda lle gar la música, pero podamos evitar que nos vea" "Vale, pues todo perfecto señores" "Que salga todo muy bien, Ojalá me hiciesen algo así a mi" "Bueno, cuando acabemos con ella, te mandamos un pato" "Jajaja, Hasta luego!" Una vez habíamos hablado con nuestro contacto. Nos pusimos en marcha. Teníamos la dirección. Teníamos el sitio. Era una calle bastante amplia y transitada, estaba atravesada por varios callejones, que la recorrían. Localizamos la oficina y las ventanas, básicamente había un cartel enorme encima, no podíamos fallar, así que nos metimos en uno de los callejones que quedaba practicamente debajo. Era perfecto, estabamos bajo las oficinas, pero ella no nos vería. Así que esperamos a que nuestro compinche, nos hiciese una señal. Y la hizo. Volumen al máximo, ventanas abiertas y... "Llegó el momento, caen las murallas Va a comenzar la unica justa de las batallas No duele el golpe, no existe el miedo Quitate el polvo, ponte de pie y vuelves al ruedo Y la presión, se siente Espera en ti tu gente Ahora vamos por todo Y te acompaña la suerte Tsamina mina sangalewa Porqué esto es África" .., "Pero qu e es esta mierda tío?" "Ostia Waka Waka..." "Joder, es que es la canción que venía después" "Jojojo escuchas eso?" "Que pasa está bien..." "Está bien, dice el cabrón..." "B ueno, ya discu tir emos esto d espués... , Madre de Dios, y l a gente mir ando..., pon la canció n anda..." "Voy!" ... "Glamorous indie rock and roll Is what I want It's in my soul It's what I need Indie rock and roll
It's time" En ese momento la cabezas cercanas miraron hacía nuestro coche, y el resto parecía buscarlo desesperadamente. Dos de nosotros salimos y fuímos hacía la acera que quedaba frente a las oficinas. Era un buen punto para tenerlo todo controlado, y para dar la señal de que la chica estaba en la ventana. Esperamos sentados un momento y finalmente acabó apareciendo. Corazón a mil, y señal de Ok hacía el coche. Ellos nos devolvieron un "Todo perfecto"con las luces y nos pusimos en pie. Pero cuando volvimos a mirar hacía arriba, vimos como la chica salía corriendo hacía dentro. En ese instante, nos quedamos quietos. Al momento se asomó un chico que parecía buscar a alguien. Miramos hacía el coche y vimos como se marcharon .La chica había bajado hasta abajo, pero les había dando tiempo a huir. La putada era que nos habían dejado allí tirados. Estuvo mirando un rato, y al no ver nada, se volvió a meter dentro. "Porque os habéis ido?" "Nos ha llamado el chaval diciéndonos que había bajado a buscarnos" "Si,la vimos metié ndose para de ntro" "Pues venía hacía nosotros" "Donde estáis que os pasamos a buscar..." Una vez lista esta parte de la prueba. Dejámos morir la mañana y nos fuímos a comer. Teníamos que esperar hasta las 18:30, hora a la que solía entrar al gym. Al que supusimos que debía ir hoy también. Una vez acabados de comer, dejamos el coche cerca del gimnasio. Y esperamos a que entrara. Esta era la parte más complicada con diferencia. Y la verdad, estabamos bastante acojonados. El chaval del ketchup había pensado grabar la canción en un viejo mp3 que tenía, meterlo en una caja, y dejárselo en su taquilla. La única putada, una tontería de nada, es que claro, teníamos que meternos en el vestuario de tías, colarnos el en gymnasio, y encontrar su taquilla. Detalles tontos, la verdad. " Vamos a ver , como lo h acemos?" "Dos de nosotros tienen que entrar y hacerlo" " Vale, tres de nosotros entretiene n a la chica del mostr ador, y los otros d os o s coláis jun to a la gente que entra" "Y como encontraremos la taquilla?" "Preguntándole a alguien?..." "Claro, te metes en el vestuario de tías, y les dices -Ei que pasa, oye que estoy haciendo unas pruebas para conquistar a una tía, el otro día le lleve un pato, bueno da igual, a lo que iba, sabéis cual es su taquilla?-" "Yo lo veo bien..." "Tu eres idiota..." "Ya ire yo, creo que puedo hacerlo, además, todo esto es por mi,no? Yo me las apaño" " Vale, yo te acompaño." Nos pusimos manos a la obra, y nos pudimos colar detrás de unos ciclados que nos hacían de pantalla protectora. Mientras, veíamos como los otros 3 trataban de distraer a la recepcionista subiéndose la manga y enseñándole unos supuestos bíceps que no habían visto ni en el 3d de Avatar. Una vez dentro, nos colamos entre pasillos y demás, hasta llegar cerca de los vestuarios, cantabamos un poco la verdad, había muchísima gente, pero nadie iba vestido de calle y menos con una camiseta de michelangelo de las tortugas ninja. "Quien entra de los dos?" "Entraré yo, creo que tal vez puedo averiguar cuál es la suya" "Déjalo, si t e pillan, ella sa bra qui en eres, y perderás toda posi bili dad. Me encargo y o" "Seguro?" "No t e preocupe s tío, soy una tortuga ninja, que no lo ves?" Así que me metí yo en el vestuario. La verdad, estaba cagadísimo. Aquello podía acabar fatal. Llevaba unas
pintas para que me encerraran ya sin hacer nada. Pero si a eso le añadimos que me había metido en el vestuario de las tías, para dejar un regalo a alguien que no conocia de nada, empeoraba muchísimo la situacion. Al entrar ví dos cosas a mi favor. No había nadie, y las taquillas estaban abiertas. Parece que se fían mucho entre ellas. O bien estaban jodidos los cierres. Eso me calmo, así que me puse a buscar entre las bolsas. No es un gimnasio excesivamente grande. Habrían 50 taquillas, y llenas como mucho 20. Así que me puse a ello. Era demasiado bueno para ir bien. Por lo que era evidente lo que iba a pasar. "Eh o ye tu, qui en eres? Que haces aquí? Este es e l v estuario de tías..." Sudoración, salivación, No palabras. "A h...ya , se que es el de una tí as,sopr pero esa, no estoy ro bando, soy ununloregalo co, estaba de mi novyaia, quería hacerle y se me ocur riónidejarle en labuscando,...la taquil la..." taquil la " Ya, pero es qu e aquí no pu edes entr ar" "Si , lo sé, por eso he e ntr ado cuando no había nadie, no quería a rmar un esc ándalo" "Seguro? Seguro que sorpr esa no te la estás llevan do t u?" " Yo? No, en serio , mira, mira el regalo, puedes a bri rlo si quieres..." "No, da igu al,me fiaré, aunque con esa camiseta no d as mucha con fianza jaja jja..." " Jajaja, es de mi hermano, la verdad es que no he elegido la mejor rop a para col arme en el vestuario , pero bueno, cua ntos locos l levan unif orme, no?" " Jaja, eso si , bueno te ayudaré antes de que esto se llene en 1 0 minuto s..." "Gracias, en serio" "No te preocupes m ich elangelo, veamos, esta taquil la es la mía , y estas 2 de unas compañeras..." "Como s e llama la chica?" ... " Vale, pue s bu squemos, pero l o dejas y te vas..." "Si, no te pr eocupes " Realmente no sé aún como salve la situación, pero hasta el momento, y con diferencia, era el mayor follón que habíamos tenido. Al principio pensé en decirle que era transexual, pero que aún no estaba operado, y que también era ese mi vestuario, pero estaba demasiado nervioso como para seguir ese rollo. La encontramos en 5 minutos, dejé el regalo y salí de allí corriendo. "Que lo hicistes?" "Que si lo hice?" "Vámono s de aquí anda, antes de que acabe saliendo
en Gente..."
Bien, todo estaba prácticamente listo. Faltaba el toque final. Sabíamos donde iba a cenar. Así que sólo debíamos ir hasta allí, y como es costumbre, esperar. A eso de las 21:20 la chica entró con los demás compañeros. Entre ellos estaba nuestro compinche. Realmente estaba guapísima. Y parecía muy contenta. Así que el incidente del vestuario no había jodido nada. "Tengo una idea" "Qué?" "Y si llamamos al chaval, y le decimos que le de una nota con la letra de la canción?" "Luego, cuando veamos que la está leyendo, ponemos la canción en el coche..." "Ost ia, pues es buena idea, pero de dond e sacamos la letra ahora?" "Ahí al lado hay un ciber, puedo copiarla en un momento" " Vale, pue s ves y h azlo" No tardó ni diez minutos en volver al coche con la letra, Así que llamamos al chaval, le pedimos que saliese, y le contamos la situación. "En serio, sois adorables..." "Crees que saldrá bien?" "Claro que saldrá bien, no te preocupes..." "Por cierto, quien es el del asiento de atrás?" "L uego te lo presento, a hora haz nos el f avor si no te importa" "Voy a ello. Nos veís dentro?"
"Si, si, desde donde es tamos lo t enemos todo controlado" "Ok, pues hasta luego" Nuestro compinche volvió a la cena. Y nosotros nos pusimos en posición. Todo estaba listo. Esperabamos una señal, y se produjo. Vimos como le entregaba la nota, y vimos como la leía. Miraba hacía todos los lados, buscando el sitio desde el que venía la música. Estabamos lo suficientemente cerca y a la vez lo suficientemente lejos, para que escuchase, pero no fuese capaz de vernos. La pudimos ver sonreir, sonreir todo el rato. Mientras duró la canción. Esto estaba a punto de acabar. Habíamos llegado a su despertar, habiamos llegado a su trabajo, habíamos estado en su gimnasio, habíamos estado en esa cena. Decidimos volver donde comenzamos. Ella dejaba el restaurante cuando nos marchamos. Y nosotros llegábamos a su calle antes de que entrase por la puerta. Sólo nos quedaba un pequeño detalle. Y no lo olviamos. Después de verla entrar en casa, y esperar el tiempo justo a que subiese. Le enviamos un nuevo sms. "Has tenido un día Indie Rock and Roll hoy?" Y decidimos acabar esto como lo empezamos. "Si?" "Indie rock'n'roll is what I want It's in my soul, it's what I need Indie rock'n'roll, it's time..." "Gracias. Gracias por este día. Gracias por estos días. No sé si quiero saber quien eres, o seguir alargando esto eternamente. En serio, porfavor, no dejes de hacerlo" Sonrisas como capullos, y regreso a casa. Llevábamos las ventanillas bajadas. Y la música a todo trapo. La canción no nos había cansado, al revés. Llevábamos las cabezas fuera, y no dejábamos de cantarla a gritos.
http://www.youtube.com/watch?v=4oaOQ1cQwt4
Prueba IV – Niños! Niños! Futuro! Futuro Pillo sitio! Definitivamente, y hasta el momento, ha sido la prueba más complicada y a la vez más extraña que hemos tenido… Ha sido realmente, una cosa de niños. Hace dos días hablamos con todos los chavales que teníamos cerca, para intentar que colaborasen con nosotros. Los requisitos eran básicos. Primero, que fuesen niños. No valían hombres disfrazados de niños. Y lo segundo, que no pasasen de 12 años. Así que no valían hombres disfrazados de niños con más de 12 años. Esta mañana hemos ido a recogerlos. No se que habrán dicho ellos, pero yo a mi tía le he convencido de que me llevaba a su hijo a la Warner. Como veis mi tía no se entera ni de la mitad, ya que yo vivo en Barcelona. “Vigi la que se pong a la gorra. Y ponle cr ema, que a ún s e quemará” “Si, no te preocup es, está en buenas manos” “Bueno mama, me voy, que vamos a ir a desayunar” “A desayunar? Pero si tu ya has desayun ado?” “Ah si, es v erdad…” No gustó recolectados, nada aquello. pero Como Ni sucon cara, ni como me sonrío. Mi primo era el más pequeño de los me chavales el sonaba. más cabrón diferencia. Yo ya no quería quedármelo, pero necesitábamos más gente, y mi hermana no pasaba ya por niña, pero para nada… “Ahor a don de vamo s?” “Ahor a nos reunir emos con mis ami go s, y co n el resto de ch avales” “Cuantos niño s son?” “Creo que contigo 5” “Y niñas?” “Pues creo que venía una” “Está bien” “Está bien? Te la vas a ligar o q ue? Jaja” “Yo paso de ligar, prefiero ser gormiti” “Que coño es eso?” “Buah, no sabes n ada de la vid a…” No hay nada más imprevisible que un niño. Salvo el Windows Movie Maker, que nunca sabes cuando se va a calar. A lo que iba. Cuando llegamos allí, todos llevábamos a nuestros chavales. Y por lo que pude ver, también compartíamos la preocupación por ellos. “Bueno, vamos a empezar esto. Necesitamos organización. Tened en cuenta que debemos tener controlados a los chavales. A ver si aún les pasará algo.” “Eh, que n osotro s ya somos mayores” “Mayores? Cuantos años tienes tu?” “11” “Aún te puede pasar algo…” “Cuantos años tienes tu?” “21” “Aún te puede pasar algo…”
“Centrémonos. Judith, tu serás la primera. Te dejaremos en su puerta, sentada en la escalera, mirando hacía la puerta, y cuando salga, le dices: “Vaya, ahora se porque le gustas tanto” “Lo tienes claro?” “Si” “Si te pregunta cualquier cosa, limítate a sonreír. Y esto va por todos. No le digáis nada, y si debéis salir corriendo, lo hacéis” “El que haga la prueba llevará uno de nuestros móviles, sabéis utilizarlos no?” “Pues claro,…y tu?” Picamos al timbre para ver si seguía en casa, y contestó. Así que situamos a Judith en su sitio, y seguimos con el plan. 20 minutos tardó en salir a escena. Al principio no se percato de la niña, pero después se detuvo y vimos como hablaban. Luego se fue sin más. “Que te ha dicho? Como ha ido?” “Bien, al principio no escuchó la frase, pero se la repetí otra vez” “Y entonces? Que te dijo?…” “Sonrío, y me dijo que quien era” “Quien era quien?” “Yo” “Y le dijiste algo?” “No, como habéis dicho que no diga nada” “Bien, Bien” “Y que? Parecía contenta?” “Si, sonrío y me miro un rato, luego se fue”
Pero aquello sólo fue un espejismo. Todo se fue complicando después. “De momento todo nos ha salido genial, ahora debemos pensar en la segunda parte” “En que consist e?” “Ella suele desayunar y comer en un bar que hay cerca de su trabajo. Lo que debemos hacer, es que uno de los chavales se acerque antes de que entre, la detenga, le ofrezca unos croissants que habremos comprado previamente, y le diga “Le encantaría desayunar contigo” “Perfecto!” “Quien se ofrece?” “Yo!” “Tu? Seguro?” “Si, yo lo hago, yo ha go lo de los c roiss ants” “Así me gusta, implicación, joder…” “Vale, compremos antescalos croissants, y luego vamos para allí, que todavía tenemos tiempo” “Joder, a nosotros nun nos compras croi ssants” “Venga cabrones, que si esto sale bien, ya sabéis que os recompensaré” Llegamos a su trabajo a eso de las 10h. Sabíamos que hasta y media no tenían una pausa para el desayuno. Según nos dijo nuestro contacto, la mayoría desayuna en la misma oficina, pero ella prefiere hacerlo fuera. Coche situado, Croissants preparados. Chaval esperando. Todo estaba listo. Si hoy también decidía desayunar fuera, lo tendríamos todo controlado. Y lo hizo. La vimos salir, y le dimos la señal al chaval. Había distancia hasta el bar, pero no podíamos perder tiempo. “Vamos, ahora!” “Siii!” Y lo que parecía estar controladísimo. Se complico hasta límites insospechados. El alegre jovenzuelo, cabronazo inigualable. Cambió el guión del la historia a su antojo. Y toma la decisión de irse con los
croissants por donde le dio la real gana. “Pero a donde coño va el niño?” “Puto Álv aro, sabia que me la iba a liar” “Yo y a sabía que cuando ha pedido h acer la pru eba, era porqu e tramaba algo” “Joder, y a hor a enci ma tenemo s que saber donde cojon es se ha m etido” “Y se ha lleva do l os cr oissant el cabronazo” “Ves a por el and a, que es tu hermano” “Si lo se, me traigo a mi padre que lo tengo enganchado a T eledeport e” Era la primera vez que se nos complicaba tanto la historia. Además no sabíamos donde estaba el niño, y no cogía el teléfono. “Que hacemosunahora?” “Necesitamos plan B” “Y si alguno de estos entra y se lo di ce?” “Pero sin cro issants?” “Claro tío, de donde sa camos ahora los crois sants” “Yo!” “Pero tu Judith, ya has participado antes, ya te conoce” “Yo qu iero, yo quiero” “Seguro Miguel?” “Si!!!” “ Estás seguro? Venga que si lo haces bien te hago lo que quieras para cenar” “Mejor que lo haga mamá… " “Puto crío,…bueno, pues que lo haga la mamá” El hermano Ketchup se había ofrecido. Era nuestra única bala. O confiábamos, o no teníamos otra. “Tienes claro lo que debes decir?” “Si,” “Que es?” “Me encantaría de sayunar con tig o” “No a ti, no, a mi, a mi…” “Te encantaría desa yunar c onmi go” “No, a ver si lo entendemos…debes decir…”Le encantaría desayunar contigo” “Le encantaría desayunar contigo” “Eso es!” “Una vez más” “Le encantaría desayunar contigo” “De puta madre, vamos para allí” Estaba claro que los niños son impulsivos. Es su esencia. Y ni nuestras promesas podían controlarlos. Vimos como entraba en el bar. Vimos como se acercaba. Y vimos como le hablaba. Lo que realmente no sabemos, es lo que le acabo diciendo. Aunque estoy casi seguro que le soltó lo de “Te encantaría desayunar conmigo”, y después se marchó tranquilamente. “Que como ha ido?” “Bien” “Que le has dicho?” “Lo que me has dicho” “Ya, pero dímelo otra vez” “Le encantaría desayunar contigo” “Seguro?” “Si…” No sabíamos si era cierto, pero necesitábamos creerlo. En ese mismo instante regresaron el niño de los croissants y su hermano. “El cabrón estaba sentado en una portería zampándose los croissants” “Pero tío…” “Tenía h ambr e…” “Pero no t e prometimos que después os daría mos tod o lo q ue pudiese is comer?” “Yo qu ería los cr oissants”
“Oye siento que la haya liado, ya ha pillado un p ar de collejones” “Bueno, tampoco es eso hombre, al final ha ido Miguel” “Si?, Y salió bien?” “Queremos creer que si” El chaval del Ketchup estaba bastante tocado. Tenía la mirada perdida, y sabía que las cosas no estaban saliendo hoy como el quería. De todos modos, sabía que no perdía la esperanza, de reconducir la situación. “Bien, hagamos una cosa, llevemos a los niños que ya han participado a sus casas. No vaya a ser que pase algo” “Yo no qui ero ir a casa!” “No, a casa no!” “Pero no os podemos llevar todo el rato” “A casa no, por favor!!!” “Nos quedamos con vosotros” “Y que hacemos?” “Mira, llevaos a los ch avales a l parqu e, a dar una vuelt a por la playa, o dond e tengan gana s de ir, yo me quedo con uno , y hacemos lo que tengas pensado hacer” “Vale, me parece una buena idea” “Cual es el pl an?” “Que suba hasta la segunda planta. Haciéndose pasar por el sobrino, hermano, hijo de la chica, la saque al rellano y le diga “Oye no habrás visto un pato por aquí, no? “ “Jajaja, vale , quien s e queda pues?” “Yo, yo qui ero hacer lo del pato!” “Como te llamas?” “Edgar!” “Es mi primo” “Vale, pues llevaos a los c havales, y yo me quedo con el, luego os ll amo, os cuento, y segui mos co n la sigui ente prueba, vale?” “Gracias tío, nos vamos entonces, que salga todo de puta madre” “No te preocupes” Ellos se marcharon, y yo me quede con el chaval. A priori no era sencillo, y menos teniendo cuenta como había salido antes. “Que, como lo ves? Lo ti enes claro?” “Si, le tengo qu e decir l o del pato” “No estás nervioso ni nada, no?” “No, pero tengo sed” “Jaja, yo también, vamos tom ar algo anda” Nos tomamos un refresco. Nos conocimos un poco más. Y repasamos el plan antes de dejarle justo en la puerta, y recordarle que una vez más lo que debía hacer. “Que todo salga bien, pequeñajo” “Si!” “Te espero aquí!” Estaba confiado en que saldría bien. Pensé que el chico lo había entendido todo. Supongo que el hecho de que nos lleváramos bien, me hizo pensar aquello. Pero cuando vi que tardaba demasiado, me empecé a preocupar, y cuando vi que bajaba corriendo, me temí lo peor. “Lo he hecho, lo he hecho” “Si, ha sa lido todo bien?” “Si, pero la chic a está bajando” “Como que esta ba jando? ” “Se lo he dich o, y me ha preguntado qui en era, yo me he ido corr iendo, pero venía detrás. Lo que pasa es que yo corro un montón” “Pero que dices?” “Mírala, Mírala, está ahí” “Pero que co…” “Si esa no es tío…” “Si es esa”
“Que va, si lo úni co que tienen en común , es que son mo renas” “Se lo has d icho a esa?” “Si” “Mierda…” “Hola! Conoces a este niño?” “Bueno, si…” “Es que me ha ido a buscar, y me ha dicho no se que de un pato jaja” “Un pato?” “Ni idea, ya sabes como son los críos, tienen mucha imaginación jaja” “Y porque me ha pedido que saliese?” “Pues eso tampoco l o se, hemos venid o a dar una sorp resa a nuestra hermana, que trabaja en la tercera planta” “En la tercera? Pues ha venido a la segunda” “Ah,un a la segund a, pues “Es poco desastre jaja”será eso ento nces” “Que mono…jeje” “Senti mos h aberte molestado, pídele perdón a la señorit a” “No, hombre no hace falta, así me da el aire un poco jaja” “Me subo a currar otra vez, que vaya bien la sorpresa” “Gracias, y lo siento de nuevo” “Nada. Adiós majo” “Adió s” “Joder, como l a has liado jajaja…” “Me compras un helado?” “Un helado?” “Bueno, vamos a por un par, que yo también lo necesi
to…”
Preferí no decirle nada al psicópata del Ketchup. Le dije que todo había salido bien, y que el chaval lo había hecho perfecto. Al niño le dije que era nuestro secreto, y que debíamos mantenerlo. Aunque no confiaba mucho en eso. Visto lo visto. Una vez finalizada esta parte, nos fuimos todos a comer. A diferencia de las otras veces, estábamos un poco decepcionados. Sabíamos lo que queríamos hacer, pero no nos estaba saliendo. “Que tienes pensado?” “Pues esperar a que salga, no nos queda otra” “Debemos seguirla. Si coge el metro, cogerlo también, si se va para casa, ir hasta su casa. En realidad dependemos de lo que decida” “Que queréis com er chavales?” “Carne con patatas!!” “Tu no deberías comer, que ya te has zampado una caja entera de croi ssants” “Pero ya hace un montón de eso…” Una vez comidos. Alargamos lo que pudimos la sobremesa. salía relativamente pronto. Notodo podíamos perder mucho tiempo. Luego regresamos a los coches. La chica “Eh, ya sale, ya sale!” “Creo que le esta esperando una amiga, no? ” “Vale, ahora atentos, dependemos de lo que hagan” “Bien, parece que no va n al metro! ” “Creo que se van para el paseo, tenemos que hacer algo rápido” “Uno de los chavales tiene que ir corriendo con uno de nosotros” “Yo quiero!” “Tu, seguro? ” “Claro, yo aún no he hecho nada” “Pero seguro? Mira que tu te cansas rápido” “Que si. Que me aburro ya en el coc he. Además huele a coco ” “Ah, eso es el ambi entador ” “Vale, pues quien l e acompaña?” “Venga rápido, que las estamos perdiendo” “Yo sólo voy con mi p rimo” “Conmigo ? Pero yo ya he e stado en la últim a, tiene que ir ot ro ahora”
“No, yo solo voy co ntigo” “Joder…” “Ves anda, que las estamos perdiendo de vista!!…” “Vale, vale, pe ro q ue le di go, o que hago…” “Improvisa tío, corre, que se va!…” “Puto día de mierda, vamos anda!…” De nuevo me toco a mi todo el follón, y encima esta vez con mi primo. En el que no confiaba para nada. Me agobio bastante la situación, para que negarlo. Nos pusimos a correr hasta que llegamos a una distancia prudencial. Las seguíamos, pero ellas no sabían que lo hacíamos. Sólo necesitábamos un momento para atacar. Pasamos casi una media hora detrás de ellas, iban lentísimas, mi primo estaba cansadísimo, y yo estaba hasta los cojones. Hasta que se nos abrieron las puertas de la posibilidad, cuando decidieron entrar en un Zara. “Perfecto Nico, tenemos una oportunidad, no puedes fallarme, eh?” “Que no!” “Vale, pues tu ahor a entr arás, te acercarás a e ll a,…sabes quien es no ?” “Claro, ya la he vist o tr es vece s” “Bien, pues te ace rcas y l e dices – “ Seguro que estás guapa con cualqui er vestido . A el le gustarás de todos modos-“ “Lo ti enes claro? O a lo mejor es muy larg a” “Joder primo, que no soy idiota” “Vale, vale, pues ten mi mó vil . Por si acaso. Sa les tr anquil amente de allí, y nos v emos en la esquina, si sale corriendo, corr e todo lo qu e puedas y despístala , yo os seguiré como pueda, y sobretodo no pierdas e l móv il, eh?” “Sabes como v a, no?” “Que si, pesado…” “Bueno chico, pu es cuando quieras” Estaba nervioso. Muy nervioso. Aquello podía enterrar el día por completo. O ser el milagro que buscábamos. Mi primo era como una moneda. Pero hoy me temía la cruz. Y aún mas cuando pasaron 10 minutos y no salía. Le estaba viendo, estaba hablando con ella, pero lo que debía decirle no pasaba de los 10 segundos. 10 minutos más, y empezaba a plantearme el entrar a por el. Cuando entonces vi como le daba dos besos, y caminaba hacía la salida. En ese momento me aparte del ángulo de visión, y me escondí en la puerta que había cerca del zara. Cuando vi que la chica no salía, y ya no nos veía. Fui a por mi primo. “Que se supone que le has dicho durante 20 minutos c abezón?” “Ah, hemos estado hablando de nu estras co sas” “Que cosas? estás “Bueno, comoDeheque vistme o qu e lahablando…” frase e ra poco, le he empeza do a hacer pregunt as. Que si estaba pasando un buen vera no, que tipo de mú sica escuchaba , que si le gustan los gormiti, po rque le he dicho que yo iba a ser un gormiti …” “Hostia put a, hoy me matan entre todo s…” “Tranqui lo, que ha quedado todo genial…” “Que más le has dicho ?” “Antes de irm e, le he r ecordado lo que le di je al p rincip io, y que aún tenía much as co sas por ver” “En serio?” “Si, y le he dado un par de besos…” “Ya, ya te he visto…” Cuando se me paso el shock y asimile la situación, regresamos con todos. “Que como ha ido?” “Genial, tod o genial…” “Si, que le habéis dicho?” “Bueno han entrado en una tienda de ropa y…” “Y les he dicho q ue para ti todo lo q ue quedaba bien. Y que aún t enía much as cosas po r ver”
“En serio?” “Si, si, en serio …” Una vez salvada la situación, nos los llevamos a una especie de recreativos, para que se entretuviesen un rato, luego merendamos todos juntos, y ya encaramos la noche pensando en lo último que podíamos hacer. Necesitábamos una despedida, y realmente el cabezón de mi primo tuvo una genial idea. “No se me ocurre nada. Necesitamos algo para rematar el día" “Un gran final al menos” “Podría mos ir a su casa todos los niños, y d ecirle a lgo” “Ostia put a, es una buena idea…” “Es más, podrían subir hasta arriba, y picarle…” “De puta “Eh, no temadre pa ses,cabezón…” tengo la cabez a grande porque soy u n gorm iti ” “Ah si, un Gormiti…” “Es que no s abes nada de la vida…” Teníamos la idea, sólo quedaba llevarla a cabo. Así que una vez más nos plantamos en su casa. Pero en este caso, nosotros no éramos los protagonistas. Dejaríamos a los chavales arriba, y ellos se encargarían de lo hablado. La puerta de abajo continuaba sin seguro. La verdad es que la vigilancia del edificio es una puta mierda. Pero eso es cosa suya, y beneficio nuestro. Llegamos y volvimos a picar. Contesto de nuevo. Ya estaba en casa. Ahora nos quedaba saber que era lo que le podían decir. “Vale, la idea es coj onuda, pero qu e le decimos” “Que si ha tenido u n día Indie Rock and Roll?” “Eso es lo del otro d ía tío…” “Vale, creo que ya lo tengo. Le podrían decir algo así: “Hola! Tu sabes que lo niños y los borrachos no mienten nunca, no? Pues debes hacernos caso cuando te decimos que le encantas, y que aún le quedan 8 maneras de demostrártelo” “Ostia, me parece de puta madre tío!” “Vosotr os os veis capaces ?” “Claro! Si!” Teníamos la idea. Así que nos pusimos en marcha. Colamos a los niños dentro del edificio, y seguimos la misma táctica que con el pato, pero en este caso sin donetes. Nos esperamos en el rellano de abajo, y les vigilábamos a través de la rendija de la escalera. Todo estaba listo. Así que picaron, y abrió… “Vosotros…” “Hola! Tu sabes que lo niños y los borrachos no mienten nunca, no? Pues debes hacernos caso cuando te decimos que le encantas, y que aún le quedan 8 maneras de demostrártelo” “Pero ahora nos vamos…” “Eh, esperad, un momento, decidle una cosa de mi parte. Decidle que esperare cada una de las 8 pruebas con la misma ilusión que he recibido las otras” En ese momento desaparecimos del rellano, y nos fuimos hacía abajo, los chavales bajaron, ella se volvió a meter en casa, y sin creérnoslo habíamos conseguido darle la vuelta a la situación. “Geniales ch avales, geniales, maña na vamos t odos a ver Toy Stor y 3, 4, y lo qu e queráis…!” “Y com er, y comer !” “Joder, tío tu te pasas e l put o día comiendo…y co mida también” Nos marchamos. Dejamos a cada niño en su casa. Y como era costumbre, cuando nos quedamos solos, enviamos un sms a la chica.
“Dejaste que los niños se acercaran a ti?” Y recibimos su respuesta: “Les deje que me acercaran a ti”
http://www.youtube.com/watch?v=y19ns16FX5M
Prueba V – Improvisemos una vida Estoy orgulloso de formar parte de todo esto. Orgulloso de formar parte de cada uno de ellos. Orgulloso de donde estoy y de estar haciendo algo único por no renunciar a ser diferentes. Todo esto comenzó, como un simple favor de amigos. Ahora somos responsables de una historia que no queremos dejar morir. Lleguemos o no, ahora ya nos pertenece el camino. Se que es extraño que empiece así. Pero esta vez es necesario. Después de todo lo vivido ayer. Fue uno de esos días en los que conoces realmente a alguien. En los que te conoces un poco más. Y en los que te das cuenta que para avanzar hacía cualquier sitio, sólo debes convertirte en el motivo. Como os expliqué, la chica iba a asistir a un pequeño espectáculo de improvisación, que se hacía en una modesta sala de no más de 50 personas. Uno de los nuestros conocía al encargado del show, y le explicó lo que llevábamos haciendo todo este tiempo. "Estáis locos jaja" "En serio habéis hecho todo eso?" "Hasta el momento, Si" "Y lo que me estáis pidiendo es que uno de vosotros, salga al escenario, e improvise un monologo para la chica?" "Si, algo así" "Jajaja,...dejadme pensarlo" "Venga va, tu quieres improvisación, que mayor improvisación que esta?" "..." "...estáis locos jaja..." "Quizás, pero acaso no es lo que buscas?" "..." "Espero no arrepentirme" "La obra es a las 21h, a las 19:30 todos aquí." "No te preocupes, aquí estaremos. Y oye,...gracias por todo" "Nada, espero que al menos salga bien" Estábamos dentro del espectáculo. La oportunidad era nuestra. Ahora debíamos organizarnos, y decidir a quien convertiríamos en nuestro protagonista. "Bien, quien se encarga de esto?" "Tu no deberías, conoce tu voz, y sería descubrirte antes de tiempo" "Es cierto, quien lo hace entonces?" " Yo lo haré" "Tu?" "..." "Que di ces anda... " "No es por nada Jaime, pero no se si serás capaz de hacerlo..." "Realmente no he hecho nada desde que estoy en todo est o. Estoy aquí, pero no me siento út il , quiero hacerlo, quiero hacer algo así, necesito hacerlo" "No sé, deja que lo piense, el Viernes antes de la función lo decidimos" “…” Os hablaré de Jaime. Si la vida fuese una partida de Ajedrez, el sería el mejor peón que conozco. Pero Jaimeletiene ha lo sido capaz de convertirse en protagonista. La historia pasaundeproblema. largo, y elJamás deja que haga. Nunca ha decidido romper las reglas, y poner en jaque a la reina.
Le conozco desde hace unos 5 años, y no ha cambiado nada en todo este tiempo. Cuando te pase algo, será el primero en llamar. Cuando necesites a alguien, será el primero en llegar. Pero cuando debe confiar en el, es el último en hacerlo. Creo que tal vez yo lo hice más veces, que el mismo en toda su vida. Siempre he visto algo. Algo que le hace distinto. A veces sin explicación aparente, la intuición te grita que lo apuestes todo por ese algo o por ese alguien. Y debes hacerlo. El viernes por la mañana recibí una llamada del chico del Ketchup. "Ei! Soy yo, que pasa?" "Te llamaba para preguntarte una cosa sobre lo de esta noche..." "Dime" "Como ves lo de Jaime?" "..." “Bueno,…” "Se que es difícil que lo entiendas, pero cr eo que no hay nadie me jor para hace rlo…” "Ya,...si por eso te llamo" "Creo que si, que debe ser el..." "En serio?" "Si, se que esto tal vez sea una ida de olla, pero no lo ha sido todo ya?" "Tal vez tiene que ser así..." "Eres muy grande chico,...creo que no te arrepentirás" "Eso espero. Sino, siempre podemos salir por ahí, y olvidarlo todo...jaja" "No t e preocupes, que pase lo qu e pase, nos quedamos con tig o..."
19:30 Llegamos a la hora que nos pidieron estar. Y llegamos bastante nerviosos. Hasta que no estás metido en la situación, realmente es imposible imaginar lo que puede pasar. Fuimos a buscar al encargado de la obra. Y nos dijo que nos quedásemos detrás del escenario. Nos explico como iba a ir todo. Y en que momento debería salir Jaime. Tenía reservado el final. Con el acabaría todo. Hasta ese momento. Vimos como el teatro se iba llenando. Como ella llegaba con un par de amigas. Como se sentaban en primera fila. Y como todo era perfecto entonces. Nos convencimos un poco de lo que iba a pasar, y tratamos de darle sentido a la espera. "Pero t u estás segur o que puede hacerlo?...No sé, joder. .., es arriesgarse demasiado" "En serio, yo confío en el, y se que sacaremos esto adelante...” "Pues cl aro que lo h ará, el lo ha dich o, y así será, no l e des más vueltas…" “No hay nadie mejor, nadie mejor…” La obra comenzó. Nosotros veíamos todo escondidos tras una especie de telón. Veíamos como los actores iban entrando y saliendo. Y como nuestro momento cada vez quedaba mas cerca. "Necesitamos encontrar algo para ponerle en la cara!" "Ost ia, es verdad! El antifaz…" "Mira en el cuarto del material, tiene que haber algo..." "Pelucas, vestidos,...pa...eh!, esto puede servir!" "Una mascara veneciana?" "Si, no creo que tengamos otra alternativa..." "Servirá..."
Teníamos el protector. Y teníamos al tiempo casi encima. Jaime no habló en ningún momento. Estaba serio. Pero parecía confiado. Más de lo que le vi nunca. Fijaba la mirada en la escena. Y parecía simplemente esperar su momento. Y su momento llegó. "..." Y a ese primer silencio, le siguió todo aquello... "..." " A veces lo que creemos se devora a si mismo . A veces lo más evid ente se convi erte en lo más extrañ o. Es entonces cuando todo es posible. Es entonces cuando comprendemos que lo habíamos olvidado. Nacemos únicos. Diferentes al resto. Pero poco a poco lo vamos enterrando. Nos condenamos cuando deja mos que elijan por no sotros. Cuando nos converti mos en responsables de lo que no soñamos. Cuando escon demos un NO e ntr e los dientes. Cuando perdemos un SI bajo los zapatos. Yo pu edo hacerlo to do... ...al igual qu e TU! (La señaló a ella) Alguna vez im aginast e, que uno s niño s, te convencerían de que no m ienten? Alguna vez pensast e, qu e tu d ía se converti ría en una canc ión que ho y aún sientes? Alguna vez soñaste, que te dibujaban en el césp ed? Dime... Alguna vez im aginast e qu e un p ato, podía com er donettes? Si te mantienes. Si te proteges. Si te limit as a caminar, sin pensar que lo estás haci endo. Entonces todo es posibl e. Entonces todo lo t ienes . "..." Nunca escuché un silencio como ese. La cara de la chica no recordaba como moverse. Pasó un tiempo hasta que rompieron a aplaudir, y el volvió a meterse. Todo aquello nos había superado. La obra acabó como nadie pensaba que podía hacerlo. No sabíamos que decir. Ni que decirle. Pero el se encargó también de eso. "Que tíos, como h e estado?" No dijimos nada. Simplemente le abrazamos. Ya nos podéis imaginar a los 5, unidos por ese abrazo. Es cierto que cuando comenzamos con todo esto, no esperábamos que se convirtiese en algo así. En algo tan emotivo. Éramos un grupo de amigos, haciendo el favor que nos habían pedido. Simplemente. Como a nosotros nos hubiese gustado que nos ayudasen. Nada más. Nunca pensamos que nos implicaríamos tanto. "Eh, tíos, la chica está viniendo!!" “Aquí!!? "No me jodas,… rápido escóndete, escóndete!" "Donde..!!!?" "Métete en el cuarto del material, rápido, joder!"
Por poco. Por muy poco salvamos la situacion. Afortunadamente, aunque aquello no fuese muy grande y ella estuviese en primera fila. Había mucha gente por medio. Y eso nos dio el tiempo necesario para esconderlo. Los demás disimulamos como actores de medio pelo. Evitamos que nos viese demasiado. Y tratamos de darle la mayor naturalidad posible. Cuando la chica dejo de buscar. Aprovechamos para marcharnos. Decidimos que hoy cenábamos en honor a Jaime. Y nos fuimos a un Frankfurt que había al lado del teatro. "Sabía que te nía que confiar en ti! " L o sabía!" "Como c oño has pensado todo eso?.." "No sé, lo he impro visado supongo... " "..." "Que queré is tomar?" "5 Frankfurts" "Y para beber?" " A mi ponme un Aquarius... " " Yo un a cerveza " "Si, yo ot ra" " A mi ponm e un Nestea ..." "Y tu David? ...David? Donde coño esta?" “Donde esta?” "Ostia puta! Nos lo h emos deja do en el cu arto del material!" "Me cago en la puta!" “Corre anda, que a ún se no s mor irá!...” Volvimos al teatro, a por el chico del Ketchup. Tanto rollo, y se nos iba a morir entre pelucas y palos. "Hijos de puta" "Donde estabais?" "Que quieres de beber?" Estaban recogiendo y nadie se había enterado de que estaba allí metido. Una vez fuera, regresamos al Bar. Cenamos, y estuvimos hablando de todo lo pasado. "Oye, y si no s vamos de fiesta?" "Eh, si, nos l o merece mos!" "Como al principio?" "Como empezamos!" Así que lo celebramos. Y esta vez no necesitamos enviar un Sms, para obtener una respuesta. "Improvisar una vida, esa es la idea, He estado buscándote después de lano? función,
Subidón. Excitación. Exaltación. Se volvió a escuchar eso de "Viva Guiza!!" "Cele brémoslo, chavale s!" Sólo os diré una cosa. No sé si fue por todo lo ocurrido. No sé si eso le dio confianza. Pero el amigo Jaime, se convirtió en el Rey Lagarto. "Yo parto, y Reparto"
http://www.youtube.com/watch?v=lgx_zLhPJiI
Prueba VI - Si encuentras la Sonrisa, tu ganas! “Jugamos?” Así comenzó la sexta prueba. Con un simple y sencillo mensaje. Esta vez queríamos convertirla en protagonista. Aunque realmente siempre lo había sido. Ella se encargaría de mover la historia hoy. Nos pusimos en contacto, y la convencimos para que nos reservase la tarde del martes. En realidad no hubo problemas, ella estaba encantada de participar. Y nosotros de que lo hiciese. Sabíamos lo que queríamos hacer, así nos lo había explicado el loco del Ketchup, pero debíamos encontrar la manera de hacerlo. Por eso quedamos para comer hoy, y organizamos la situación. El estar todos juntos, siempre nos ayuda a pensar. En realidad, muy pocas veces sabemos lo que queremos hacer, hasta que no nos juntamos todos una última vez. “Que haces con to do eso?” “Bien, esto forma parte de la primera pista…” “Un sombr ero de paja?” “Eso es, eres un tipo muy listo…” “Que te cobren mis cervezas!!” “Venga en seri o, explícanos d e que va todo esto…” “Bien, como os dije, hoy jugaremos con ella, o más bien ella jugará con nosotros…” “Lo primero que vamos a hacer, es llevarla hasta el laberinto de Horta” “El laberinto de Horta? Que tienes pensado hacer allí?” “Allí dejaremos la primera de las pistas, que si sois un poco listos intuiréis cual es… …venga decidlo…” “El sombrero de paja?…” “Oh, de verdad, eres un puto genio, que te cobren también mi comida!!!” “Pero si dejamos all í el so mbr ero, cualqui era se lo pu ede llevar , además que va a saber e ll a, viendo solo un sombr ero…” “Obviamente estaremos en cada una de las pruebas…no la podemos dejar sola, sino seria difícil saber lo que esta haciendo…no crees?” “La verdad es que suena lógico , si,…va a hora en serio explícame que tienes pensado hacer…” “Le enviaremos un sms citándola en el laberinto de Horta, ella sabe que esto empieza a las 17:30, de todos modos se lo recordaremos. Una vez llegue allí, dejaremos el sombrero con una nota dentro... – Si encuentras la sonrisa, tu ganas…-“ “La sonrisa?...” “Ese es el objetivo de la prueba de hoy, todas las pistas, la conducirán hasta la sonrisa…” “O sea, que no estará en el laberin to, no?” “Estoy enamorado de ti, en serio…” “Va, no me jodas…” “Pues claro que no tío, la sonrisa estará tras la última pista…” “El laberinto sólo es el comienzo” Una vez entendimos lo que pretendía hacer. Nos pusimos a ello. Mensaje enviado, y coche dirección Horta. Dos de nosotros llegamos allí a eso de las 17h. Teníamos el sombrero, y teníamos la nota que engancharíamos dentro. Ahora sólo nos quedaba esperar. Una vez ella llegase. Le enviaríamos un mensaje, explicándole lo que debía encontrar. E informándole que una vez tuviese el sombrero, debía dirigirse hacía Sagrada Familia. Y llegó. Puntual, como parecía ser costumbre en ella. “Deberías protegerte, no llevas paraguas, y está a punto de llover”
Vimos como lo recibía. Y como lo leía. Es inteligente. Lo primero que hizo al levantar la cabeza, es ponerse a buscar por los alrededores. Vimos como caminaba, y como se metía en el laberinto. Nosotros disimulamos, nos sentíamos naturales, nos sirvió la experiencia del teatro. Entramos en el laberinto, y nos separamos. Aquí cometimos un error. Uno de los dos llevaba el sombrero, y era realmente el que mejor se movía en todo aquello. Debo reconocer que me encontraba un poco desubicado. “Donde estás?” “Donde e star tu tdo ambién…” “Es que deberías nunca había esta aquí dentr o, creo qu e la he liado…” “La ves?” “Si, no te preocupes, que no la pierdo” “Encárgate tu…” “Nos vemos fuera entonces…” “Eso espero…” Afortunadamente uno de los dos era lo suficientemente hábil, como para llevar a cabo todo aquello, dejo el sombrero sobre la cabeza de la escultura central, y volvió a desaparecer entre las paredes del laberinto. “Eh, todo ha salid o perfecto , tiene el sombr ero, y ha leído la nota, e nvíale el mensaje” “Lo t iene? Vale, se lo envío…” La siguiente pista se encontraba en Sagrada Familia, y así se lo hice saber. Me preocupaba que todos aquellos cambios de ubicación le pudiesen agobiar, pero realmente no parecía muy molesta. “Perfecto! Sabes que te queda muy bien? Que tal si os venís hasta Sagrada Familia?” Todo había salido como esperábamos. Bueno, realmente todo no, tuvimos un pequeño problema. Vaya, que lo tuve yo. “Oye, que tal si me vienes a busca r t ío, llevo como 20 minutos dando vueltas por el laberinto, y no quepo entre medio…” “Joder, mira que eres inút il, no t e muevas anda… ” Una vez fuera de aquella cárcel de ramas y vegetación, informamos a los otros dos que debían ir hacía Sagrada familia, que ella ya había salido para allí. En este caso serían el psicópata del Ketchup y Jaime los encargados de guiarla. Os contaré lo que me contaron a mí. Que imagino que más o menos fue lo que sucedió. David, como se llama el chico del Ketchup, se había encargado de todo. Pretendía dejarle una estampita de la Sagrada Familia, dentro de una camisa de cuadros, que apoyaría en una de los bancos cercanos al templo. Más concretamente en uno de los bancos que quedan en el parque que hay junto a la entrada. Donde normalmente se amontonan interminables colas de guiris locos por subir. “Vale Jaime, yo te esperaré en uno de los bares que hay por aquí cerca, encárgate tu de dejar la camisa en el banco, y de que llegue hasta ella” “No te preocupes, yo me ocupo , pilla mi mó vil , yo me quedo e l tuy o, y así le envías el mensaje, cuando yo te avise de que ya está a quí” “Perfecto tío. Hasta el momento entonces” La chica llegó. Con el sombrero de paja en la mano. Rápidamente echo un vistazo a la zona para tratar de entender algo. O tratar de localizar a alguien. Es entonces cuando Jaime se puso en marcha. Se acercó al banco y dejo la camisa encima. Ella estaba en la salida de la línea azul, justo en la calle donde quedaba todo. A unos pasos del banco.
“Me encanta como te queda el sombrero. En serio. Que tal si te pones mi camisa de cuadros? Te la dejo en el parque. Frente al templo” Al principio no tomo el camino que debía. Y se perdió entre la marabunta de guiris, que esperaba para entrar. Dio un rodeo enorme, y encaró el sentido contrario. Jaime recogió la camisa, y se fue a seguirla. Estaba en el parque, pero justo en el del otro lado. No vio nada. No había nada que ver. Es entonces cuando tomo la dirección correcta. Podía haber empezado por allí, pero imagino que si es fácil, no es divertido. Jaime volvió a dejar la camisa sobre el banco. Según nos contó más de uno pensó en llevársela antes de que la chica lo hiciese. Pero afortunadamente fue ella quien se la llevó. Recogió la camisa, y leyó la parte de atrás de la estampita. “Se te escapó la sonrisa. Pero no está muy lejos. Diría que la he visto en los baños del Viena. Cerca de Universidad. Si, diría que está allí!” El Viena es un bar de bocadillos. Tal vez más que un bar. Es buen sitio para cenar, cuando no buscas grandes lujos. Hasta el momento todo había salido bien. Las pistas le habían llegado sin muchas complicaciones. Aunque esta vez sería algo más difícil. Volvía a hacerme responsable yo. Con la ayuda de otro compañero esta vez. Quedamos en la parada de metro que hay frente al Lefties. Y recibimos una llamada de David. “Bien, estáis allí? “Si” “Vale, debéis dejarle la nota bajo el lavamanos que hay en el baño de mujeres” “Bajo el lavamanos?” “Si, una vez llegue, le enviaremos un mensaje con las indicaciones” “Lo envías tu?” “Encárgate tu” “Parecemos una put a mafia…” “Parecemos?” Esperamos un buen rato al otro lado de la calle. Hasta que finalmente apareció. Cuando estaba a la altura de los cines, le enviamos un nuevo mensaje. “Creo que la he visto en el baño de mujeres, pero yo no puedo entrar!!” Entro rápidamente. Sin perder el tiempo. Tiene las ideas claras. Actúa, no piensa más de lo necesario. Esperamos un rato desde la distancia, hasta que volvió a salir. Parecía buscar, parecía nerviosa. Parecía pedir algún tipo de ayuda. O eso fue lo que intuimos. Así que le echamos una mano. “Es difícil atraparla? Yo la vi agachada bajo el espejo” Creo que aquello fue lo que necesitaba. Esta vez no salió sin la nota. Nos encantó la expresión que tenía. Durante unos segundos se detuvo frente al bar. Parecía esperarnos. Lo habíamos vuelto a conseguir. Todo iba encarrilado. Demasiado tal vez. Nos decepcionaba que estuviese siendo tan sencillo. Ahora ya no dependía de mí. David volvía a entrar en escena. Esta vez acompañado de Andrés. Mi compañero en el laberinto.
La historia la llevaba hasta el Maremágnum. Concretamente al paseo que hay frente al acuario. “Donde crees que se puede esconder una sonrisa? En el interior de una boca? Yo conozco una cerca del acuario” Llevaba la camisa puesta, y el sombrero en la mano, no había perdido el dibujo que tenía su cara desde el primer momento. Cerca del acuario, al lado de un puesto de refrescos, hay una boca de la verdad, seguro que los que hayáis ido a Roma sabéis de lo que hablo. No es más que un trasto inútil para engañar a jóvenes desorientados. Llegó tarde, pero el cielo aún la esperaba. Al principio parecía bastante pérdida, miro en la atracción para niños que hay. Y fue directa a la puerta del acuario. No parecía muy convencida. Caminó por el paseo, junto a todas aquellas parejas que tomaban algo bajo una ficticia tranquilidad. Andrés fue el que nos lo contó. El fue el encargado de observarla. Y de ver como tras un rato, se decepcionaba. Se sentó en un banco y se puso el sombrero en la cabeza. Nos empezaba a enamorar esa chica. Estaba claro que no había tirado la toalla. Para nada. Levantó la mirada, y fue entonces cuando entendió lo que quería decir aquel mensaje. Decidida fue hasta allí. Y metió la mano en la fría boca de aquella entupida maquina recreativa. Una vez más lo consiguió. Cuando digo que nos empieza a enamorar esa chica. Es que realmente nos encanta de verdad. Cada gesto. Cada detalle, Cada momento. Empezamos a pensar, que al final nos quedaremos todos con ella. Nos esperaban dos más. Pero esta vez todo quedaba mucho más cerca. Nosotros nos íbamos enterando de todo, prácticamente al mismo tiempo que la chica. David nos indicaba lo que debíamos hacer, y nos guiaba a través de su compleja cabeza. La quinta pista, estaba escondida en la trompa de un Mamut que hay en el parque de la Ciutadella. La idea principal era dejarlo en la oreja. Pero la altura a la que quedaba, no nos lo permitía. Esta vez era cosa de Jaime encargarse. Yo me reservaba la prueba final. Ella ya estaba de camino. Tras la nota del acuario, explicábamos hacia donde debía ir. Y hacía allí también fue el. El chico del teatro. Ha cambiado muchísimo desde aquello. Bueno, realmente ahora comienza a pacerse, al que siempre debió ser. Siguió el camino marcado. Y llegó cerca de las fuentes del parque. No hay mucha gente cuando anochece. O por lo menos no se muestran lo suficiente. Sabía perfectamente donde debía ir. Es astuta. El mamut es una figura enorme que hay en el parque. Realmente no se que pinta allí, imagino que debe tener algún tipo de significado, pero jamás se lo he encontrado. La noche tenía un pie dentro. Aquello no está muy bien iluminado. Y no quedaba mucho tiempo. “Escuchas al Mamut?” Esa era la frase que acompañaba a las indicaciones, de la nota del acuario. Y tanto que lo escuchó. Se dirigió hacía el, y cogió la última señal que habíamos dejado.
Se hizo con aquella pista, como se había hecho con todas las anteriores. Todo muy rápido. Demasiado rápido. Nos encantaba que todo saliese bien, pero no que fuese tan breve. Hasta el momento todo era perfecto. Y lo perfecto es siempre aburrido. Bajo la nota del Mamut, la última pista. “Te espero cerca del mar. A la altura del Hospital” Ese era el último paso. Y de nuevo me tocaba a mí. El hospital del mar, junto al paseo. Frente a toda aquella libertad. Ella llevaba toda la tarde buscando una sonrisa, y al final merecía encontrarla, no se lo pondríamos difícil. Aunque visto lo visto, no iba a tenerlo. “Estoy esperando a que llegue, tu crees que tardará?” “Jaime vio como salía, no creo que más de 25 minutos” “Entonces, en que consiste esto?…” “Debes hacer que vaya hasta el mar...” “Hasta el mar? ” “Que baje a la playa vamos, una vez allí, deberías tener dibujada una sonrisa, justo en la arena” “O sea tengo qu e dibujar un a sonri sa en la arena, y esperar a que la encuentre?” “La encontrará…no has visto el ritmo que lleva? A este paso nos descubre antes de llegar a la próxima prueba…” “Bueno, lo int entaré… ” “De todos modos, nosotros vamos hacía allí…” Llegó, como llega siempre. Y cruzó hasta la barandilla que hay en el paseo, se asomó y miró hacía la poca gente que quedaba en la playa en aquel momento. Esta vez no parecía muy segura, miraba a los que pasaban corriendo, a los que iban en bici, a los que todavía paseaban. Camino un poco. Pero nos parecía esperar. Y llegamos. “No te quieres ensuciar los pies? Te estoy esperando donde la arena está más húmeda…” Miro el móvil. Y lo guardó. Volvía a estar decidida. Es algo que me gusta de ella. No pierde el tiempo, ni trata de convencerle de nada. Pasa por encima de el. Tiene muy claro, que el acabará pasando por encima de ella, pero jamás le permitirá que la entierre, si aún puede seguir caminado. Se descalzó. Zapatos en mano. Sombrero en la otra, Todavía llevaba la camisa puesta. El pelo le molestaba. Pero seguía avanzando. Me dirigí hacía ella, lo dibujé justo antes de que bajara, nos cruzamos en la escalera, pero no me conoce de nada. Me esperé apoyado en la baranda. Y vi como llegaban todos. Jaime, David, Guille, Andrés. “Creéis q ue lo verá?” “Está claro” “Sabes si ti ene algu na hermana gemela?” “Ella? Ella no tiene a nadie que se le parezca” Vimos como caminaba por el pequeño camino, que queda entre la arena y el mar. Buscaba y buscaba, estaba decidida a encontrar. Y se detuvo. Se detuvo cuando lo encontró. Vimos como lo miraba. Y como levantaba la cabeza después. Justo antes de volverse a poner el sombrero.
Estoy seguro que era una manera de decir“Lo con seguí, yo gané ” Y tenía razón. Nos había ganado. Pero no sabía cuanto. Recibió un último mensaje. Mientras marchábamos y la dejábamos atrás. “Tu ganas, mi sonrisa es tuya”.
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Los chicos sin Ketchup No tenía ganas de ir. No me apetecía estar allí. Os lo comenté el mismo día. Mi cabeza estaba fuera de todo aquello por primera vez. Pero nos habíamos metido en esto. Y ahora no podíamos dejarlo morir. La oportunidad nació cuando recibí un mensaje. En el me decían que a la fiesta a la que nos habían invitado, también iría ella. De hecho fue su compañero de trabajo quien nos aviso. El mismo que nos había ayudado ya antes. “Tu conoces a Edgar ******, verdad? Iréis a la fiesta? Lo digo porque nosotros vamos. Creo que ya me entiendes.” No sé que les relaciona. Ni si quiera se si se conocen. Podría ser, vivían en el mismo barrio. Me importaba muy poco la fiesta, realmente. Pero se lo comenté a David. “Hola, soy yo” “Acabo de recibir un mens aje…sabes l a fies ta que te comen té, pues me han dich o q ue también ir a ella…que te apetece hacer?” “Ella? Y que pinta ella allí?” “No lo s é…” “…” “No sé si es buena idea que vaya…” “A mi sinceramen te no me apetece muc ho, pero lo h aré de todos modos si es lo que quieres…” “El problema soy yo” “Tu?” “No quiero que me vea, quiero esconderme hasta el final, no me interesa aparecer,…tal vez sea estúpido, pero prefiero aparecer cuando acabe todo, tal vez sea una manera de mantener la esperanza…” “Como tu veas, simp lemente te lo comento para que lo sepas…” “…” “Me haríais un favor?” “Un favor? Te parece poco lo q ue estamos haciendo? Jaja” “Jajaja, en serio, quiero pedirte una cosa…” “Dime…” “Podríais ir vosotros?” “Nosotros? Sin ti?” “Si, quiero saber que es lo que piensa, quiero saber que hay en su cabeza, no sé si me entiendes…” “Creo que si…” “No sé, lo haríais?” “Te he dic ho antes que aunque no me apeteciese nada, haría lo que fuese…” “Gracias, en serio,…” “Nada, estamos c ontig o en esto, ahora no nos quedaremos atrás…” Decidimos ir. Se lo comente a ellos. No tenían ningún problema. De hecho ya tenían ganas cuando ni siquiera sabíamos que ella también iría. Quedamos a las 21:45 en casa de Jaime. El sería el que conduciría hoy. La fiesta no empezaba hasta las 23h. O por lo menos era la hora a la que nos habían citado. Recuerdo que salí de casa con la música a todo trapo, sonabaSeven Nation Army de White Stripes,mientras llegaba. A medio camino pensé en volver, supongo que la música me borro aquello, porque al final llegué. “Ei! Ya estamos todos ” “Bueno, sabes donde es, no?” “Si, si, yo me con ozco el camino” “Estás bien?” “Bueno, estoy aquí, que e s suf iciente” “Oye tía?” muy selecta, no creo que sólo s irvan nabo” “Clarohabrá tío, emucha s una fiesta “Pon el CD”
My Back Pages – versionada por Bob Dylan y amigos , esa fue la primera canción que sonó. “No te pre ocup es, nos los pasaremos bien” “Si tío, y a lo mejor pillamos y todo…” “Tu que vas a pillar c apullo, si la últ ima vez que te com iste algo, fue cuando te querían hace r el boca a boca, porq ue pensaban que te estabas ahogando en la pis cina…jajajaja ” “Te acuerdas? Que bueno fue aquello jaja…” “Que te pires anda, que se guro que hoy es diferente…” Llegamos. Dejamos el coche cerca de la casa. En un pequeño descampado que había debajo. El resto había hecho lo mismo. “Contro laos un poco ahora, no quiero que nos echen antes de e ntrar” “Tranquilo t ío, nosotros nos sabemos comportar…” Picamos y nos abrió el. Edgar, el dueño de la casa, y de la fiesta. "Ehhh! John , como estás?” “Bien, Bien, y tu?” “Genial!! Eh, com o estáis tod os? B ien? Pasad, Pasad!” “Coged lo que queráis, allí hay bebidas, com ida, estáis en vuestra casa” “Gracias” Rápidamente lo dejamos atrás y nos metimos dentro. El ambiente era bueno. La casa tiene dos pisos. Y cerca de unas 25 personas ya. Sonaba Run through the Jungle de Creedence Clearwater Revival. No llevábamos nada. Parece ser que todo el mundo llevó algo. Era lo de menos. Rápidamente nos dispersamos. Cada uno tomo su camino ahí dentro. Yo me fui a beber algo. Ella no había llegado, pero la casa seguía llenándose. Jaime encontró a un grupo de amigos de la facultad. Y se quedó hablando con ellos. Los otros seguían a la suya. Demasiado a la suya tal vez. Siempre me he sentido extraño en esas fiestas. La gente te mira como si tuviese un porque. Yo siempre me siento perdido. Trato de beber, pero tampoco soluciono nada. Ni calmo mi sed. Estuve mirando un rato los discos. Nos estaban mal. No eran los típicos modernos que se centran sólo en encontrar grupos que no conoce nadie, aunque no suenen bien. Al menos no había ni ganchitos, ni cortezas, ni demás tonterías. Había una mesa con canapés, y con cosas que realmente no había visto nunca. Escuchamos como cayó un marco. Había sido Guille. Rápidamente recogió la foto, y los pedazos de cristal que cayeron. Edgar se acercó a ayudarle, y le dijo que todo estaba bien. Empezaba a descontrolarse demasiado. No llevábamos ni 20 minutos allí, y el no acostumbra a beber. “Que como estás?” “Bueno, voy asimi lando que estoy aquí dentro…” “Que te pasa?” “No tengo un gran día… ” “Por algo en pa rtic ular?…” “Tal vez…” “Quienes son?” “Compañeros de la facultad, estudían conmig o, a ellas no las con ozco” “De momento…” “Jajaja… Al menos me dist raigo, ya sabe s yo tampo co me encuentro muc ho por aquí” “Pues vuelve para allí, que t e están esperando” “Jajaja… Búsc ame si necesitas algo…” “Te encontraré…”
Llegaron. Al final llegaron. Eran 6. Sólo dos chicos. Entre ellos, su compañero de trabajo. Empezaba a sonarSympathy for the Devil – de los Rolling.El me vió, y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa, y alcé el vaso del que estaba bebiendo. No era a ella a quien conocía Edgar, era a una de las chicas. Se presentaron. Y les acompañó dentro. Aquello se seguía llenado, Seríamos cerca de 50 personas. Me fijé en ella. Llevaba una camiseta blanca de rallas azules. Y unos tejanos. Simple, pero le sentaba bien. “Eh, ya está aquí” “Ya, ya lo sé, donde está Guill e?” “Pues no lo s é…” “Vigílalo, está dema siado desc ontro lado” “Yo bus caré la oportun idad de hablar con ella” Llevábamos cerca de 1 hora allí. No sé si llegaría más gente. Debía encontrar el momento para acercarme. Pero tampoco había que volverse loco. El acabaría viniendo a mi. Me di una vuelta por la casa, y salí al balcón. Buscaba un sitio tranquilo. La situación no me preocupaba en exceso. M había comprometido a hacerlo. Y aunque mi cabeza estuviese lejos, lo acabaría haciendo. Vi pasar a Guille. Llevaba el polo empapado. Iba medianamente despeinado. Y con el cuello abierto. Cruzó sonriendo. Intuía que no acabaría bien. Fui a por algo de comer. Tenía hambre, y estaba harto de beber. Justo acababa Gimme Shelter, y comenzaba History de The rifles. Me apoyé en la mesa mientras me comía algo parecido a un sándwich. Se acercó una chica a hablarme. “Eh, que haces a quí tan só lo?” “Te estaba esperando” “jaja…a mi?” “Si,…tal vez, si…” “jajaja” “Que te has cogido ?” “Diría que es un Sándwi ch...” “Tienes que pro bar estos…” “Por? Que tienen de especial esos…? “Que los t raje yo…jeje” “Entonces no m e fío…” “Jeje…por?” “Está bastante claro que les has metido algo,…ahora has venido aquí para agonizo…" “jajaja…ahora que lo sabes, ya no p uedo matarte…jejeje” “Peor, ahora sé que querías hacerlo…” “jejeje…” “Me llamo Georgina…bueno Geo, si q uieres jeje…” “Me llamo John,…pero puedes llamarme Janis si q uieres…” “Jejeje… en serio ?” “…No…” “…” “Oye, y de que conoces a Edgar?” “Íbamos juntos al instituto” “Os lleváis bien?” “Bueno,…o necesitaba gente, o no le debo caer m uy mal” “jajaja” “Me gusta su casa, aunque la mía e s m ucho m ás grande…jeje” “Si? la mía es como t odo el lavabo...” “jajaja” “…”
que los pr uebe, y ver co mo
“Days alone they roll into a week…. ….And I'm happy with sweet memories….. …and make more history…” “Es genial esta canción…” “…” “Oye, y a que te dedicas? Est ás estudiando, o t rabajas?” “Estudio” “Y que estás estudiando? ” “A ti , pero ya te con ozco,…me d isculp as?” Había visto como Guille cruzaba el salón corriendo, Andrés no alcanzó a darle un golpe en la cabeza. Se giró para mirarle, y siguió corriendo. Fuí tras el, encaré el pasillo, y lo estuve buscando. Llegué a la cocina, y lo vi comiéndose el queso rallado. Tenía fuera un par de botellas de cava, y el chocolate tirado por el suelo. “Quieres? j ajaja” “Quieres dejar de ha cer el gilip ollas?” “ Hay más cosas, que qui eres? jaja” “Deja eso ahí anda, y céntrate de una puta vez” “jajaja” “…” “Quieres que nos echen pedazo de anormal?” “Que cojones haces así, si tu no bebes nunca” “No sé…jajaja, me apetecía…jjaja…quería que fuese diferente” “…” “Además….mir a lo que t engo ,…jajaj aja” “Que hace s c on eso? De donde lo has sacado?” “De la habitación de la h ermana…jajajajjaa ” “Trae anda…” “No, no, déjame lo, lo enco ntré yo…” “Ve para el puto s alón, y c éntrate” “Vale, pero dame el sujetador…” “Que te vayas para allí, joder!” “Quieres que nos la foll emos?…jajajaja ” “Que te vayas!!!! ” Dejé el sujetador encima de la primera cama que encontré, y regresé al salón. “No te he dicho q ue le vigi laras?” “Ya, pero… es que estaba habla ndo con ella…y m e he despistado un momento …” “Un moment o?...Deja de pensar co n la p uta polla, joder…” No debía estar allí. O por lo menos cada vez me convencía más de ello. No saldría bien. No podía salir bien. “Que pasa?” “Que esto es una p uta mierda, tío…” “Guille está fatal, y este pasa de to do…” “Yo estoy aquí aún, te puedo ayudar” “Dejaré pasar un r ato, e iré a hablar con ella” “Como veas, de todos modos , ya sabes…” “No te preocupes…” Me pille una cerveza y me senté en un pequeño sillón que había apartado. No sabía lo que hacer, ni lo que pensar, realmente estaba bastante saturado. Y mis ojos no sabían donde apoyarse. Desde el primer momento supe que aquella fiesta no tenía sentido, sin embargo estábamos allí. Debía encontrar una solución, o al menos que me encontrase ella a mi. Se acercó el amigo de la chica. “Ei, no bailas? jaja” “Ahor a me subi ré al s ofá…” “Jajaja que te pasa? Un mal día?” “Que va, el día no tiene la culpa de nada… sim plemente todo es un a gran mierda…sin más” “Va, cuént ame que te pasa…” “Cuando encuentre el momento , iré a hablar con ella…”
“Si? Que piensas decirle?” “Quiero saber si nos guarda un siti o en su cabeza …” “Pero se lo vas a preguntar directamente?” “No,…simp lemente veré lo que puedo encon trar…” “Si dentro de un rato no v a a por un cubata, ya le ma ndaré yo a por uno p ara mi…” “…” Quizás esa era la oportunidad. O no quien sabe. Guille se cayó encima de una de las chicas que tenía cerca. Jaime y yo fuimos a levantarle. No dejaba de reírse. Fuí un momento al baño a mojarme la cara. Me quede un rato parado frente al espejo. Todo se hizo lento, muy lento. Una vez fuera regrese al salón. Ella estaba cogiendo algo para comer. Sonaba Pumping on de Supergrass. Me acerqué. Me puse junto a ella. Empezaba a sonarDon’t look back into the sun de The Libertines. “Buena canción…” “Si, la músic a esta bastante bien” “Salmón o Queso? “A mi me gust an más los de salm ón, aunq ue vo y combinand o…” “Cogeré uno de c ada, entonces…” “Oye nos cono cemos de algo? Me suena mucho tu c ara…” “Bueno,…conozco a Ricardo,…tal vez nos hemos cruzado alguna vez” “Puede ser…” “Me llamo Laia…” “John,… yo me llamo J ohn” “Y de que conoces a Ricardo?” “Éramos vecinos…” “Vecinos?...” “Si…” “Es un gr an tío…” “Es uno de mis mejores amigos… ” “Sólo amigos?” “Claro,… sería imposi ble que se enamorase de mi…” “Imposi ble? Que estupidez…” “Es gay” “Ah , gay…no lo habría dic ho nun ca…” “No es una loca…” “Ya, no lo parece…” “…” “Y ento nces, es imposi ble enamorarse de ti?” “Pues no lo s é, eso es algo q ue no depende de mi…” “Nadie lo ha hecho aún?” “ ” si” “Eso es un claro, “Es que realmente es difícil de expl icar,…porq ue no le conozc o…” “No entiendo nada…” “Ni yo a veces…jaja ” “Como que no le conoces? Estás con Casper?” “Jajaja, …no…más bien lleva másc ara…” “Si, a mi también m e gustó V de Vendetta… ” “Jajaja, …es igual, es dif ícil de entender…” Hablamos 10 minutos más. Antes de que ella regresase con su grupo de amigas. Y yo me fuese en busca de Guille, al que hacía tiempo que no veía pasar. Di una vuelta por abajo. Comenzaba a sonarShadowplay de Joy División. Me pararon en el pasillo para ofrecerme algo, o tal vez para pedirme, no me interesó saberlo. Subí al piso de arriba, y busqué Hasta que lo encontré. Justo en la de el. Estaba completamente desnudo meandohabitación encima depor la habitación. cama.
“Pero que cojones estás haciendo!!” “Jajajajaja….” “Baja de ahí …gilipo llas” “Espera, espera que acabo…jajajaja” “Que bajes de una puta vez!!” “No te he dicho que te comportases…eh!!!!??” “Como cojones has podido liarla tanto…” “Estoy un poco mareado tío…” “Va, vist ete joder!!…” Lo acosté en una habitación que había cerca. Traté de arreglarlo un poco todo. Pero olía demasiado como para disimularlo. Volví al piso de abajo. Y hablé con Jaime. “Que dices!!!?” “Donde está ahora…” “Acostado, ten emos que p irarnos de aquí…” “Has hablado con ella?” “Si” “Vamos a buscarle y nos pi ramos…” Sonaba Evening Mornig de Bombay Bicycle Clubmientras cruzábamos todo el salón. Vimos como una chica bajaba corriendo desde arriba. Nos paramos un momento, para ver lo que pasaba. “Quien cojon es se ha me ado encima de la puta cama!!!??” “Qué?” “Esta toda la co lcha empapada, que a sc o, joder…” Tarde. Ya era tarde. En manada subieron al piso de arriba. Nosotros entre ellos. Fuimos a la habitación donde le había dejado acostado. Y tratamos de sacarlo entre los dos. “Bah jo der, apóyate… ” “Estoy m uy mareado, e n serio…” “Tenemos q ue salir de aquí…” “Ac uést ame ot ra vez,…mañana ya no s vamos…” Y fue entonces cuando nos dimos cuenta, que no acabaríamos la fiesta con un abrazo. “Seguro que ha sido el estúpid o ese!!…” “Lleva toda la puta fiesta dando por el cul o!!!…” “Que se vaya n a la mierda todo s!” “Eh, John ha sido el? Eh! Eh!” “Eh, tranquilízate gilipol las…el e staba durm iendo…” “Mira piraos to dos de aquí ya…. !!! ” “Vamos!” “Que te foll en!” “Vámonos anda…” “Les meo tío?... Les m eo otr a vez?... jaja” Salimos de allí como pudimos. Recuerdo que lo llevamos apoyado hasta fuera. Sonaba Time is Running Out de Muse. Fue lo último que escuchamos. “Metedlo en el coc he?” “Joder, que llevas aquí?” “jajaja tienes los p utos bolsil los llenos de cacahuet es…” “Cogí unos cuantos…” “Unos cuanto s? Y con cáscara y tod o… jajaja ” “Joder si h asta lle vas un cd…” “De los sex Pistols …jaja” “jajaja…que se jodan , por list os” “Tu deberí as callarte, que has pasado d e todo, to da la puta noc he…” “…” “Ya lo sé,… pero es pensaba que aquella tía valía la pena…lo siento, t ío…” “La pena? Gilipollas…” “Bueno, olvid émoslo to do, y salgamos de aquí… ” “…” “Ostia puta, esta meando ot ra vez jajaja ” “Que? No me jodas…Guille, Guille…me cago en tu put a madre, que el coche es De mi padre joder!!…”
“Me cago en su p uta madre…” “Sal del coch e anormal…sal del coche ahora mismo !!” “Ostia puta como lo h as puesto todo…” “Iba a avisarte, pero no he pod ido…” “Mira no te doy una host ia, porque aún te harí a un favor…” “…” “Joder, creo que tengo una toalla en el maletero…” “Ponla ahí anda, ponla ahí…” “…” “Que puto asco…” “A to mar por el culo los c acahuetes jajaja” “Tu cállate, …dios co mo está todo…” “Vámonos anda, vámonos…” “Como huele…jaja ja pon la mú sic a al menos …” Aquello había sido un puto desastre. No debimos aceptarlo. Seguir con lo establecido. Nació muerto y no podíamos reanimarlo. Sin embargo, fuimos. Guille se durmió. Nos mantuvimos en silencio prácticamente todo el viaje. Sonaba Like a Rolling Stone- Bob Dylan.
http://www.youtube.com/watch?v=03hC_Ml8aAM
Prueba VII – Pineda de Laia Me pasaron a recoger en coche. Y nos pusimos en camino. No tardamos más de 45 minutos. Aunque tardamos mucho menos en darnos cuenta, de que aquello era una locura. “Bueno, pero sabemos don de están e xactamente?” “Pues, no…” “Como que no?” “Porque no lo sabemos…” “Y se puede sa ber qu e es lo que sabemos? ” “Que están en pineda…” “Genial…” “No te preocupes, se que coche llevan, y la matrícula…” “O sea que tenemos que ir bu scando un co che para sa ber dond e están…” “Si…” “Perfecto, yo me bajo aquí…” Llegamos. No había mucha gente, tampoco el día acompañaba a ello. Nos fijábamos en los grupos de chicas que encontrábamos por las calles. Y en los Opel Astra negros que aparecían en nuestro camino. No tuvimos mucho éxito. Era complicado. El pueblo no era muy grande, pero de todos modos lo era demasiado. Decidimos irnos a comer algo. Bajo amenaza del chico del Ketchup, decidimos comer en el coche, ya que según el, era posible que nos viesen. No sabíamos ni siquiera si estaban allí, pero era posible que nos viesen. Le dejamos hacer. Nos compramos unos bocadillos y nos quedamos en una calle bastante perdida. Sonaba Summer Holiday de Wild Nothi ng .. “Bueno, y ahora que hacemos?” “Pues dar vueltas hasta que demos con el coche, no nos queda otra…” “Planazo chicos!” “No os preocupéis, lo encontraremos, que debe tener esto…? 2000 habitantes?” “Si,…o 10” “Diríamos que somo s la mitad, fíjate… ” “Tranquilos, en serio, saldrá bien…” Acabados de comer, nos pusimos a buscar de nuevo. Intuimos que tal vez estarían en el apartamento. Era hora de siesta o TV. Sólo los valientes decidirían perderse en ese pueblo, a esas horas. “Y si están en la pl aya?” “A estas horas?” “Porque no? Son casi l as 16:30…” “Tal vez están por aquí cerca y han decidi do bajar un rato…” “Bueno, podemos bajar, pero dejamos el coche…” “Si, claro, no nos v amos a mete r con el…” “Cada vez que bajemos a “tierra” tenemos que protegernos, ahora saben quienes somos, y puede ser que nos reconozcan…” “Vale, y que ti enes pensado…?” “Gorra y gafas de Sol” “Buff, bru tal, e h?” “Creo que el ejercito americano utiliza la misma indumentaria para camuflarse…” “Que os follen” “Nos dividimos?” “Si, será más fácil…” Nos pusimos a ellos. Había gente, pero no en exceso. Me metí por una especie de pasillo que daba a la playa. Y comencé a buscar. Aquello no parecía tener mucho éxito, pero lo tuvo. Las cosas que
aparentemente no tienen sentido, son las que acaban dándole sentido a todo. Y así fue. Recibí una llamada de Guille. Las había localizado jugando a cartas. Dos de ellas estaban en el agua. Así que fuimos hacía allí. “Si, son ellas” “Bien hecho tío…” “Y ahor a que hacemos?” “Bueno, ahora tenemos que esperar hasta que se vayan, para seguirlas hasta el apartamento…” “Como?” “Y si empeza mos la prueba?” “Quelotienes en podríamos mente?” aprovechar la situación…” “No sé, pero Pensamos en algo. Y algo se nos ocurrió. Localizamos a una china que parecía ofrecer el típico masaje de playa. Y le hicimos señas. Al principio paso de nosotros olímpicamente. Luego paso un poco más todavía. Hasta que finalmente, por insistencia, vino. La idea era pedirle que le ofreciese a la chica un masaje peculiar. Con final feliz. Pero no tan feliz. “Hola!” “Hola, Hola!” “Te queríamos pedir un favor …” “Favor, No, Favor, no” “Si, si, escucha, escucha un momento” “Nosotros te pagamos un masaje…no te preocupes, pero necesitamos que nos ayudes” “Pagar masaje?” “Si, paga r m asaje, no t e preocupes…” “Pero tienes que ayudarnos…” “El masaje no es para nosotr os, es para aquella chica de allí…” “Esa chica?” “Esa, Esa, pero no l e puedes decir que vas d e nuestra parte…” “No, no…” “Tu ofrécele e l masaje, y si te dice que NO , que es lo más no rmal, le dices, “ Y fi nal feliz con el ch ico de las doce pruebas?” “Como?” “Joder,… veamos, le ofreces el masaje , si qui ere bien, y sino pues no se lo d as, pero de tod os mod os le preguntas “ Y final feliz con el chico d e las doce prueba s?” “Final felis?” “Final feliz con el chi co de las doce pru ebas…” “Final felis con chico de dose prueba…” “Si, mas o menos…” “Yo digo, Final felis con chico de dose puebas?” “Eso es, dil e eso…” “Y masaje…” “Bueno, eso ya depende de si quiere o no …” “Vale, Vale…” “Correcto?” “Ok” “Pero tu paga masaje….” “David págale el masaje…” “Yo? Que le pague...el masa…? Cabrón…” No sabemos si salió bien. Nosotros vimos como hablaba con ella, pero por el momento no sabremos lo que le dijo. Tal vez le dijo“Dose pruebas de masaje! Dose pruebas de pasaje!” O le dijo que había un chico que quería probarla. Quien sabe. Una vez habíamos puesto realmente la séptima prueba en marcha, nos mantuvimos a la espera. Ellas debían decidir regresar al apartamento. Y nosotros teníamos que estar atentos para seguirlas. Pero
tampoco hacia falta estar totalmente pendientes. Así que organizamos un torneo de palas en el paseo, con unas raquetas que había en el coche. Estuvimos casi tres horas en la playa. Desde que decidimos empezar a buscar. Finalmente recogieron y encaminaron el paseo hacia el apartamento. Lo tenían en la calle más cercana a la playa. Justo por donde habíamos pasado unas 20 veces antes. Vimos como entraban en la portería. Y descubrimos al fin, algo más de todo aquello. Dejamos el coche aparcado en la misma calle. Lo que necesitábamos era saber en que piso estaban. Así que decidimos picar a alguno de los timbre, e inventarnos algo para entrar. “Vale, voy yo, dejadme, yo me apaño…” “…” “Que? Lo has conseguido?” “Tu crees que si lo hubiese conseguido, estaría aquí?” “Que ha s di cho?” “Que era correo comercial…” “Corre o comercial?” “Que correo com ercial v a a llegar aquí, a tont ado…” “Cartero, tío, Cartero…” “Pues, ves tu…” “Voy…” “…” “Que? nada?” “Que va tío, tampoco ha servid o…” “Joder, mira que sois id iotas…déjame a mi…” “…” “Ostia puta, le han abierto!” “Que cojones has dicho?” “Nada,…un sim ple…YO!” Estábamos dentro, buscamos el nombre de la dueña del apartamento. Y lo encontramos. Los apellidos coincidían con los que debían ser sus padres. Vivían en el primer piso. Salimos fuera a ver si lo localizamos, si tenían balcón exterior. Y lo tenían, reconocimos las toallas que una de ellas colgaba. Lo teníamos, después de más de 5 horas en aquel pueblo, al fin teníamos algo que hacer. Volvimos a cenar algo en el coche. Ya sabéis. No fuese que nos reconociesen. El chico del Ketchup había traído un globo de Bob Esponja que llevamos todo el rato en el maletero. La chica tiene debilidad por esa esponja con pantalones. Yo personalmente, prefiero a Patricio. Obviamente el globo era para ella. Y así se lo hicimos saber. “Creo que Bob Esponja te espera en el Balcón” Dos de los nuestros estaban escondidos tras un coche que había en la calle de enfrente. Yo vestido para la ocasión. Sudadera, capucha y gafas de Sol. Espere a una señal justo debajo. Ella no me veía. Cuando la recibí solté el globo. Y desaparecí pegado a la calle, para que no me pudiese ver. Recibió el globo, y estuvo un rato asomándose. Yo había logrado dejar el edificio atrás. Y esperaba la oportunidad para volver al coche. Allí nos encontramos todos, un rato después. “Lo cogió?” “Si” “Y qué?” “Nada, se estuv o asomando, a ver si veía a lgo, y d espués entro co rri endo para dentro” “Al final salieron todas”
“Genial, no ?” “Perfecto” Nos quedamos tranquilamente en el coche. Vigilando. Custodiando la zona. Estábamos en alerta. E intuíamos que saldrían. Era sábado. No me las imaginaba en casa. Y salieron. A eso de las 00h. Nosotros nos escondimos dentro del coche. Aunque nos íbamos asomando como podíamos. No encontramos su coche, porque lo tenían en el parking que había justo al lado del apartamento. Como buena mafia que somos, nos pusimos tras ellas, y las seguimos. Fueron hasta Calella. Nos bajamos y vimos hacía donde iban. Estuvieron un buen rato en uno de los bares que hay en el paseo. Y luego fueron a una discoteca que se llamaba Menfis o algo así. Obviamente la seguimos. Las seguimos porque se nos ocurrió que sería una gran idea dedicarle una canción. Si convencíamos al DJ, claro. “Buhhh , Fiesta…. ” “Tu qui eto, no te descontro les…” “Tu crees que pondr án aquí Indie Rock and Roll?” “Y porque no? Sobornamos al Dj, y listo…” “Sobornarl e? Amenaz arle!” “Dejadme a mi…” “Que cojones vas a hacer?” “Tranqui los, s e lo que me hago…” “…” “Lo va a matar…” “Y nos detendrán a todos…” “Nos pill ará, e iremo s a comis aría, planazo de finde…” “…” “Ya está” “Ya está…Sin sangre ni nada?” “Si, me ha dicho qu e si qu eréis alguna dedicatori a…” “Si, vale…” “Que le de cim os?…” “Ves tu y díselo…” “Que le digo? ” “No se improvisa algo…” Vimos como Jaime le escribía algo en un papel. Ambos compartían un Si con la cabeza, y el regresaba con nosotros. “Todo perfecto?” “Todo perfecto…” Paso un buen rato hasta que decidió poner la canción, pero lo hizo después de dejar toda la discoteca en silencio. “Tengo un a canció n para una de voso tras, alguien la olvi do en la cabina, y no pone nomb re algun o, de todos os modo s, yo te la doy” Empezó a sonar Indie Rock And Roll. “No podía dejarte sola. No puedo hacerlo ya. Vienes conmigo a casa sitio que voy. Y espero estar contigo en cada uno de los que estés. Cada vez que sonrías. Como ahora” Parece que aquello animó a toda la discoteca. A nosotros entre todos ellos. No acabamos la noche allí. Pasábamos más tiempo vigilando que no nos viesen, que disfrutando de la noche.
Así que decidimos ir hasta la playa. Y allí estuvimos. Toda la noche en vela, charlando sin importarnos a que hora se despertaría el Sol. Pasaríamos el fin de semana en Pineda. Es algo que decidimos cuando ya estábamos a medio desayuno. Lo siguiente que haríamos, sería colarnos en la piscina comunitaria. Y dejarle una pulsera que tenía David. Y que siempre había llevado. La ataríamos en el fondo de una de las escaleras. Ya sabíamos como entrar en el edificio. Así que lo hicimos. La puerta a la piscina estaba abierta. Fue un gran alivio. “Vale, quien entra?” “Entro yo si queréis, al que menos debe haber visto…” “En principio no debesoy verte…” “Ya pero,… por s i acaso…” “Ponte el bañador anda…” “Ostia es feísimo tío…” “Que más dará eso…” “Hombre hay que reconocer que es horrible…” “Es de tu padre?” “Es del tuyo…” Era prácticamente la 13:30 cuando le enviamos un mensaje, informándole de que debía bajar hasta la piscina. Mientras Jaime, dejaría la pulsera. Nosotros estábamos en el coche. Suponíamos que tardaría en bajar. Que tal vez aún desayunaba o que todavía dormía. Pero aquello fue solo lo que pensamos. No lo que ocurrió. Jaime tardaba mucho, demasiado. O bien estaba disfrutando de la piscina. O bien había habido algún tipo de problema. No podíamos entrar. Era arriesgarse demasiado. Así que acabó saliendo el. “La que se ha liado…” “Que? No jodas…” “Estaba e ncerr ado allí dentro…” “Y eso?” “Pues porque la puerta solo se abre por f uera, por dentro v a con llave…” “jajaja” “Si, ríete , pero no sabía que hacer ya,… no t enia móvil ni nada, esperaba que el fondo de la pisci na conectase con la calle, era la única esperanza… ” “jajaja” hasdeja dejado?” “La he do, y l a ha cogido…” “Que?” “Pues que ha ba jado poc o después d e dejarla, y claro yo no podía salir,…” “Y que cojones has hecho?” “Pues disimu lar como u n capullo…” “Estaba allí solo…” “Así qu e me he meti do en la piscin a y me he flipado a hacer largos…” “jajaja” “Y ella?” “Ella no...” “Ya, pero que ha hecho?” “Ella se ha puesto a buscar l a pulsera…” “No te ha dicho nada?” “Más bi en se ha quedado mirando u n buen rato…” “No se si habrá pensado qu e era yo el que había de jado aquello all í, ten en cuenta que era la únic a persona en la piscin a…” “Y luego?” “Luego se ha ido…”
“Que follón…” Después de todo aquello, nos fuimos a comer a un pequeño restaurante que había dentro del coche. Y decidimos que ya había sido suficiente. La chica también merecía un poco de tranquilidad. Y necesitaba su espacio. Antes de irnos, dejamos una nota en el ascensor. “Este Ascensor ha sido Reparado por Bob Esponja”
http://www.youtube.com/watch?v=mycNvDcyjEA
Prueba VIII - Stairway to heaven! Pues ya estoy aquí! Y aún llevo esa extraña sensación encima. Esa sensación de haber estado arriba de todo, y de todos. Como si hubiese estado sentado, en el escalón más alto, de una escalera que conduce al cielo. Creo que estéticamente es lo más bonito que hemos hecho. Y seguramente será de lo más bonito que lleguemos a ver. La música, ella, la situación, el regreso a casa. Todo ha sido intenso. Nunca esa intensidad se vino abajo. Ni desapareció por un momento. Me dejaré llevar por lo que siento, para explicar todo lo ocurrido. La prueba comenzó hace unos días, cuando decidimos hacerlo. Al principio dudamos de si seríamos capaces. Necesitábamos que muchos factores coincidiesen. Y no tenían porque hacerlo. Compenetración, control, y que la historia estuviese de nuestro favor. Visualizábamos un camino. Un camino en llamas, donde la luz iluminase cada uno de sus pasos. Donde la música sería la encargada de darle un tono todavía más eterno a todo aquello. Era difícil, pero el intentarlo era nuestro. Ayer por la mañana recibí una llamada de David. Tenía todo el material listo. Tal vez demasiado, seguramente demasiado. “Ya tengo las velas, las compré en el Ikea, como me dijiste…” “Cuantas?” “Unas 1000…” “1000?!! Estás loc o?!! ” “Ya sabes que si…” Necesitábamos altavoces. Andrés nos los había pedido. Tenía una idea para hacer que la música sonase por todo el camino. Los del Ipod, los de la mini cadena, los del antiguo ordenador. Todos servían. El se encargaría de hacerlos funcionar. En sus manos estaba que el sonido llegase. Y el sonido llegó. Comprobamos que todo tenía sentido, mucho antes de llevarlo. Elegimos el viernes como día. Cuando escogemos, lo hacemos en función de lo que sabemos. O de lo que conseguimos saber. En este caso, teníamos constancia, de que pasaría la tarde tomando algo con unos compañeros. Ricardo entre ellos. Nuestro amigo en común. “Donde estaréis?” “Pues iremos al c entro, tal vez un café, no sé…” “Pero, llegaréis muy tarde?” “No creo, tal ve z cenemos algo allí, pero lo dudo m ucho, yo s i quieres te doy un toque cuando s alga camino d e casa, vale ?” “En serio? Perfecto entonces…” “No te preocup es Corasao…” “Cora...qué?” “Nada, nada,…jajaja”
Realmente no teníamos nada bajo control. No lo tenemos nunca. Cualquier detalle puede destrozarlo todo. Aunque también puede darle sentido a cualquier cosa. Quedamos a las 20:30 Y comenzamos a prepararlo. Andrés se ocupo de la distribución de los altavoces. Los escondió todo lo que pudo. No queríamos que le quitase fuerza a la imagen que queríamos conseguir. El resto colocamos las velas a lo largo de todo el recorrido. No podíamos dejar que ninguna rompiese la armonía. Decidimos no encenderlas hasta que la estructura no estuviese montada. Tal vez nos centramos demasiado en ella. Al poco de empezar recibimos una llamada. Era Ricardo. Era la señal de que teníamos unos 25 minutos para tratar de no incendiar todo aquello. Por el momento todo había salido bien. Nadie había decidió aparecer en escena. Por la hora pensamos que tal vez cenaban. Nos preocupaba el momento en el que encendiésemos la música. Andrés esperaba en el tercero, justo uno por encima de ella. Desde allí pondría en funcionamiento todo. Velas encendidas. Última comprobación. Y cada uno en sus puestos. El momento estaba cerca, y el momento llegó. Apareció en escena. Y todo se puso en marcha. Pero algo falló. No sonaba Seven Nation Army. Sonaban los Doors. Concretamente Love me two times. La versión que empieza con el poema Texas Radio & The Big Beat. “And opening your door…” La jodimos. O eso pensamos en el momento. La estúpida manía de no marcar los CDS. La manera más idiota de estropearlo todo. Ya no podíamos hacer nada. No podíamos cambiar de canción. Hubiese empeorado aún más la situación. La imagen que teníamos en mente, se había desmoronado. Y había nacido una nueva. Y en ese instante, dependíamos de ella. “La cagamos tío…” “Cállate, joder…” “Veamos que pasa…” Laia se detuvo justo al comienzo. Donde acababa la calle, y comenzaba el camino. Miraba hacía todos los lados. Parecía buscarle. Se giro antes de entrar definitivamente. Dentro avanzaba muy poco a poco. Sin miedo. Sorprendida. Y sin perder la sonrisa en ningún momento. Parecía disfrutar con todo aquello, como nosotros. Tal vez el error, fue la mejor de las soluciones. A veces la vida se ríe de nosotros así. Realmente nos enamoramos del misticismo que envolvía todo. Quizás debió ser así. Seguramente por eso lo recuerdo tan intensamente. Comenzó a subir los escalones, y encaró el final de todo ese momento. Le dejamos un sobre encima de la alfombra. Dentro una nota escrita por Jaime pocos minutos antes. Hace tiempo que empezó todo esto. Ni demasiado, ni suficiente. He querido hacerte sentir especial. He querido hacerme sentir especial. Las historias únicas están hechas sólo de detalles. Y creo que la nuestra está escrita sobre miles de ellos.
Siempre he pensado que la vida es como una gran representación, sin pausa, y sin bises, llena de improvisación. Cuando acaba la función, se baja el telón, y todos desaparecen bajo un mar de silenciosos aplausos. Y como en toda obra, hay protagonistas, hay figurantes, hay secundarios, y hay gente sin guión. Cada uno representa su papel a la perfección. Tienen claro lo que son. Y tú debes tenerlo claro también. Pero para eso primero tienes que saber, que papel te tocó. Una vez ahí, sólo tienes que seguirlo. Somos el principal actor de nuestra historia. El protagonista máximo. Pero debemos encontrar al resto del reparto. Y la mejor forma es no buscarlos. Los conocerás porque ellos te harán aprender, avanzar, sentir, vivir, conocerte mejor. Sea junto a ellos, o en ti. Olvídate del resto. Sólo forman parte del decorado, o simplemente le dan movimiento a la obra. Por eso no les des importancia. Juega con ellos. Pero no pierdas tu tiempo. Sólo los protagonistas tienen nombre y canción. Y a ti no te busque, te encontré simplemente. Y ahora que te conozco, no pienso dejar de leer el capitulo en el que apareces. En la esquina inferior de la cara ponía Hay una sonrisa en el tejado. Laia cogió el sobre, estuvo tentada a abrirlo allí mismo, pero prefirió entrar dentro. Ahora debíamos encargarnos de la segunda parte de la prueba. Y eso hicimos. Tal vez nos habíamos centrado demasiado en la primera. Seguramente. Ya que ni siquiera sabíamos el mensaje que íbamos a dejar. Una vez ella entró. Nos reunimos todos abajo. Todos menos Andrés. Que no apareció en ningún momento. “Vale, ahora q ue se supon e que vamos a hacer?” “Dejar un mensaje, no?” “Premio!” Pero c ual?” “No tengo ni idea, en serio” “Tampoco tenemos tiempo, algo rápid o…” “Ponemos octava prueba?” “Eso es una mierda tío…” “No hay nada más f río que eso…” “Pues no sé…” “…” “Y si le hacemos una cara sonriendo?” “Una cara?” “Pero como, su cara?” “No hombre, una en plan e mot icono , ya sabes un ig ual y un paréntesis” “…” “Hombre estaría bien, y es rápido” “Tu crees?” “Sinceramente, no creo que tengamos mejor opción” “…” “Vale, hagamos una cara, pero rápido” Y a ello nos pusimos. Al final decidimos hacer una cara sonriente. Era rápido, sencillo, simple, pero eficaz, y seguramente quedaría precioso desde arriba. Vigilábamos que no apareciese por terrado. Nos dimos mucha prisa, esta vez combinábamos el colocar, con el encender. Parecía una prueba del Gran Prix. Ramón García estaría orgulloso. Rápidamente retomamos nuestras posiciones. Y esperamos a que apareciese. Andrés seguía sin dar señales de vida, cosa que nos preocupaba bastante, pero debíamos centrarnos en que todo acabase bien. Unos quince minutos después, apareció.
Se asomó, y estuvo un rato mirando todo aquello. Pocas velas quedaban encendidas en el camino. Pero la intensidad de la sonrisa era suficiente como para iluimarlo todo. Sonrisa contra sonrisa. Realmente único. Estuvo un buen rato, pero a nadie parecía importarle. Sinceramente creo que en aquel momento, el tiempo se había ido a dormir. Cuando se metió dentro. Nos abrazamos como antaño. David estaba emocionado Últimamente lo estaba pasando mal. No por esto. Sino por problemas que últimamente le seguían demasiado cerca. Necesitaba algo así. Dejamos pasar un tiempo. No queríamos que apareciese por sorpresa, o que nos pudiese encontrar de algún modo. Paso un buen rato y fuimos hacía las escaleras. Guille subió a por Andrés, o por lo menos a tratar de localizarlo. Los demás le esperamos abajo. Y fue entonces cuando la noche decidió salirse del guión. Mientras esperábamos, apareció un chaval, venía de la calle y llevaba algunas velas en la mano, además de un pedo como una catedral. Supusimos que vivía allí, o por lo menos lo intuimos por lo que decía. “Uh y estás velitas? Ha s vist o lo que me he encontr ado?” “Vives aquí?” “Diría que si…quieres algunas?...la calle esta llena, tu crees que han sido los c azafantasmas?” “Los cazafa..? Si, segur amente, …estaba por aquí antes el moc o verd e aquél… ” “Siiiii iiii iiii ii!! ? Yo era más de Ca sper…que se follaba a la chati…” “Casper molaba mucho si …” “Oye que hacéis aquí, que réis s ubir a casa?” “No, si ahora nos vamos de fi esta, estamos esp erando a un colega…” “De fiesta!!? Me apunto, me apuntooooooooooooooooooooo” “Pero es que no sabemos n i dond e vamos, y mírate como vas…jajaja” “Que si, que se unos garitos guapos, guapos, con t ías con tr es tetas!” “Joder t res tetas, yo es que ha ce tiempo q ue no veo ni dos …” “Oye que se venga, puede ser divertido…” “jajaja” “Voy a cambiarme las bambas y bajo…que bajooooo ooo!” “Vale, aquí te esperamo s…” En ese mismo instante bajaban guille y Andrés. “Quien es este?” “Un colega que se viene con nosot ros de fiesta?” “Con nosotros?” “De puta madre…” “Donde cojones estabas?” “Ahor a recogiend o est o, per o si te cuent o flipas…” “Pues cuenta, cuenta, que quiero flipar…” “Al poco d e poner la canción, ha salido un yayo de la puerta de al lado de la chica,.. el vecino, vaya….y a empezado a mirar para todos los l ados cagandos e en nose quien…” “No jodas?…” “Jodo , jodo…al ver la situación, he reaccionado in sti ntiv amente, me he leva ntado de las escaleras, le he cogido y le he metido d entro de casa, mientras no se lo que realmente decía …dentro le he empezado a hablar de que si era un cum pleaños, de que en 5 minutos recogíamos, de que era una sorp resa, que cuando la canción acabase lo q uitábamos, y le he empeza do a calmar, …en eso ha aparecid o la mujer, hemos hil ado un tema con o tro,…total que he aca bado cenando tres tr ozos de lomo, un plátano, y viendo las fot os de sus vacacio nes en Calpe, que por cierto , tenemos que ir a Calpe…” “Pero que dices?” “Lo que ha pasado tío, ha sido rarísimo, pero h e cenado de put a madre, la verdad es que Merche cocin a de diez…”
“No puede ser…” “Pues es, e s, ya verás cuando pase todo esto y me venga a cenar aquí a lgún finde…” Mientras hablábamos en la puerta, bajo el chaval al que realmente no esperábamos. “Ya estoy aquí, vámonos a liarla! Que tengo ganas y la noch e es muy putaaa” “Nos vamos a llevar a e ste?” “Tenia la espera nza de que a l sub ir s e sobase en la puerta, o como m uy tarde en el sof a…pero ha bajado…” “Llevémonoslo, en serio…jajaja” “Te vienes fi gura?” “Para que cree s que me he puesto esta camiseta? Para quemar Ma drid !” “Madrid?” “Perfecto, vámonos…” Andrés llevaba los altavoces encima, nosotros le ayudamos a dejarlos en el coche. Preferimos dejarlo allí. La noche nos pillaría lejos, y el metro todavía estaba abierto. Fuimos con nuestro nuevo amigo a Gracia. Allí empezamos la noche, aunque realmente no sé donde la acabamos. Fue una gran idea. Le dio un toque diferente a todo aquello. Si alguna noche os encontráis a un borracho pesado, que ni siquiera sabe de lo que os está hablando. No le hagáis caso, simplemente llevároslo de fiesta. Esta mañana le acompañamos hasta casa, y aprovechamos para ver como había quedado todo, después de que la noche pasase por encima. Ya no quedaban velas. Tal vez los servicios de limpieza, o quizás algún vecino. Lo que era cierto es que no quedaba ninguna. Acabo siendo una noche diferente. Emotiva y especial a momentos, y extrañas y caótica a otros. Sencillamente, lo que acaba siendo la vida.
http://www.youtube.com/watch?v=Gh_bTkyJV5s
Prueba IX - Dorothy es sonrisa al revés! Pues se acabó esto! Novena y última prueba! Aunque aún quedan tres partes, y camino por recorrer, hoy culminaba de alguna manera el ascenso, ahora ya es sólo dejarse caer. Como os expliqué, queríamos convertirla en Dorothy, queríamos llevarla a Oz, y eso fue lo que intentamos. Porque? Pues sencillamente, porque siempre ha tenido un sentimiento especial por aquella película. Y supusimos que alguna vez imaginó como sus pies recorrían ese camino de baldosas amarillas. Nosotros, desde hace tiempo, conocemos las intenciones que tiene David, pero no lo que tiene pensando hacer en cada una de las pruebas. Tenemos una pincelada, pero jamás vemos el cuadro completo, hasta que no empieza todo. Y ayer todo empezó poco antes de la 13:30. Nos citó frente al edificio donde ella trabajaba. Pero esta vez, no comimos antes de comenzar, esta vez empezamos directamente. No parecía tener tiempo que perder. Al revés, estaba ansioso, nervioso, deseaba comenzar. Todo fue rápido, intenso, sin tiempo para pensar. Suele ser mejor así. "Bien, no podemos quedarnos parados, tengo algunas cosas preparadas en el coche, y debemos encargarnos ya" "Ella acaba su turno a eso de las dos, así que en diez minutos estará saliendo por la puerta camino del bar" "Vale, que hacemos?" "Uno tiene que subir hasta la segunda planta para controlar exactamente cuando sale" "Cuando lo sepa, nos lo comunica, y desaparecemos antes de que nos vea" "Y los que nos q uedamos aquí, que hacemos?" "Tenemos que colocar estas piezas desde la puerta hasta el mismo bar" "Que se supone que es esto?" "No has visto mago de Oz?" "Si, pero no me acuerdo del to do...es la de aquel tío que tenía tijeras en las manos , no?" "Que dices, tío?" "Eso es Eduardo Manos tijeras..." "Cuanto hace que nos pisas un cine?" "Creo que la últ ima que vi fue el libr o de la selva.. .y me quede sobado... " "En 3d?" "Bueno, dejaos de rollos, esto se supone que son baldosas, como las del camino que aparece en la película, lo que tenemos que hacer es engancharlas, y que el seguirlo la lleve hasta el bar” "Ost ia, si tiene un adhesivo y to do..." "Como has hecho esto?" "Da igual eso ahora, no hay mucho tiempo..." "Quien sube?" "Que s uba Andrés que es al que menos c onoce... " "Vale, pues sube tu Andrés, nosotros vamos colocando esto..." "Voy p ara arri ba entonces..." Una vez lo tuvimos claro, nos pusimos a ello. La verdad es que a momentos pasaba de ser emocionante, a estresante, no podíamos fallar, y no teníamos tiempo para reaccionar en caso de que lo hiciésemos. "Y si a alguien le da por quitarl as o chutarlas?" "No te preocupes, será todo muy rápido son casi las 14, tiene que estar cerca, no creo que alguien quite todas en 5 minutos..." "A demás ahora tampoco hay mu cha gente por aquí.. ." Colocamos el camino de baldosas amarillas. Y recibimos la señal de Andrés. La gente miraba todo aquello. Se extrañaba. Trataba de entenderlo. Buscaba un motivo. Tenían interés. Reaccionaban. Así que todo iba bien.
No creíamos que ella supiese de entrada lo que significaba todo aquello. Pero nuestra intención era que al finalizar el día se sintiese Dorothy. Y aquello sólo era el comienzo. El camino era mucho más largo. Esperamos en la calle de enfrente, sentados tras unos coches que nos escondían un poco. Laia salió a eso de las 14:15. Lo hizo junto a otra chica. Compañera de trabajo que ya habíamos visto alguna vez. Se detuvo justo al camino, y comenzó a mirarlo. Las dos parecían sorprendidas. Parecían no entender nada. Pero sonreían. Y una sonrisa lo explica todo. Caminaban muy lentamente. Parecían no saber de que iba aquello, pero de todos modos parecían encantadas por seguirlo. En poco tiempo, se amontonó demasiada gente cerca del camino. Algunos hacía incluso hacían fotos. Ellas siguieron el camino. Y les llevó, donde debía dejarlas. Andrés regresó con nosotros. Y preparamos la segunda parte. No perdimos el ritmo que cogimos desde un principio. Todo rápido. No pararse. No pensar. David parecía más metido que nunca. Pendiente de cada detalle. De cada cambio. De cada momento. Supongo que sabía que todo aquello representaba el final. O tal vez el principio. Imagino que su cabeza le gritaba demasiado fuerte. "Donde vamos ahora?" "Crucemos rápido, tenemos que dejarle esto al conserje..." “Que es esa caja?” “Digamos que es el hombre de hojalata…” “Y ya te cabe en una caja…” “Claro, mira…” “…” Jajajaja…u n m uñeco d e Bender…. ” “Vale, pues que hacemos?…” “Bien, uno de vosotros entrará ahí, y le entregará la caja al conserje, lo que debéis decirle, es que tiene que entregárselo a una determinada chica, le diremos su nombre, nos aseguraremos que la conoce, y le diremos entonces que es el cumpleaños de su sobrino, o de su hermano pequeño…lo que queráis, y que es importante que se lo de cuando llegue…” “Queda claro?” "Si, comandante" Así que nos pusimos a ello. Esta vez me encargué yo. Entre dentro del edificio y comencé mi trabajo. Esperaba que se lo tomase bien. Que no fuese el típico conserje cascarrabias. Que fuese receptivo. Y que no acabase deseando doblarme a mí el tubo. "Perdona" "Hola" "Hola mir a, soy un c ompañero de una chic a que trabaja a quí...y quería pedirte un favor... " "Dime" "Pues bien, es que es el cumpleaños de su sob rino , y le traigo el regalo que me pidió...creo que la he vist o salir hace un mo mento con un a compañera, pero no se donde se han metido... ni si era ella" “Como se llama?” "Se llama Laia ***** *" “Laia…en que pis o está?” “En el segundo” "Iba con ot ra chica morena también? Y e ran así, …muy mon as las dos? "Si,… me pareció verlas, pero las perd í de vista, y tampoc o sabía si eran ellas.. ." "A h, si, si, no te preocup es, déjam elo, que cuando vuelvan yo s e lo doy... ” “Gracias, porque yo tengo que ir a trabajar, y llego tarde... " "No te preocupes chico..." "Pues t ome, es esta caja... " "..."
"No pesa muc ho..." "Ya..." “…” "Ost ia, que bicho es este?" "Es el del Arma letal, no?" "Ah,...si, si...ese" "B uena peli... " "Muy buena..." "Pues me marcho...gracias por todo!" "De nada, yo se lo doy..." Una vez le entregué el muñeco. Regresé con ellos, y les expliqué lo sucedido. Ahora nos quedaba esperar a que llegase, para ver si cumplía la parte del trato. Como no era buena idea que David y alguno de nosotros estuviese merodeando la zona. Sólo se quedó Andrés. Disimulaba por los alrededores. Esperando a que regresarán. Hasta que al final salieron. El camino prácticamente se conservaba intacto. Salvo dos o tres baldosas que habían sido desplazadas. Nosotros seguimos la escena desde la otra calle. Vimos como llegaban, y como entraban dentro. Aún seguían sorprendidas por aquel paseo amarillo. Andrés estaba en las escaleras que hay junto a la puerta de entrada. Disimulaba con el móvil. Aunque no parecía muy pendiente de la llamada. Pasaron quince minutos, hasta que decidió colgar, y regresar con nosotros. "Creo que ha habido un problemilla tonto..." "Como de tonto?" "Como este..." "Gilipollas" "En serio, que ha pasado...?" "Para que me entendáis…e l hom bre se ha hecho el tubo un lío…” “Como?” “Que le ha dado el regalo a la otra c hica vaya…” "No me jodas..." "Si, y p or la cara que ha puesto, no parece haber entendido m ucho..." "Y ella que hacía?” “Pues ha comenzado a reírse,… bueno al fi nal han acabado las dos riendo…” "De puta madre..." “Bueno, no te preocupes…” “Que no me preocupe?” “No me jodas…” En cualquier otro momento, aquel pequeño error, hubiese sido menos sentido, de lo esta vez lo fue para David. Le aterraba que por aquella tontería todo se hubiese echado a perder. Supongo que cuando te implicas del todo y con todo en algo, o en alguien. La reacción, la respuesta, la situación, las consecuencias, te envuelven. A veces te devoran, y a veces eres tu simplemente quien engorda. "No te preocupes" "A ún tenemos tiempo , el día es largo, y el momento si gue siendo nuestro … " "Eso es, estamos junto s, tienes ideas, tene mos i deas, no le des más vueltas..." "Ya, no sé, supongo que hoy quería que quedase todo perfecto..." "Pero lo p erfecto no q ueda bie n..." Necesitábamos comer juntos. Y eso fue lo que hicimos. El estómago nos pedía un poco de piedad. Y nuestra cabeza estaba de acuerdo. Así que comimos tranquilamente, y después seguimos dándole vueltas a la situación. "Necesito ideas, estoy bloqueado..." "No se me ocurre nada, no se como sacaremos esto adelante..." "No t enias nada mas e n mente?" "No, se me acabo con esto,… pero muchas veces improvisamos en el momento, y pensé que podría hacerlo hoy igual..."
"Somo s 5 cabezas, alguna funcio nará, no te preocupes... " "..." "Habéis visto la peli?" "Si" "No" "Creo q ue si..." "No, si no es la de las ti jeras, no.. ." "..." Empezamos a buscar. Hasta que dimos con algo bueno. El problema es que necesitábamos la ayuda de un par de colegas. A los que hace tiempo les habíamos comentado la situación. Y siempre habían dicho estar por la labor de colaborar. Y este era el momento de hacerlo. "Entonces les avisamos, no?" "Si, y les explicamos lo que tienen que hacer" "Crees que lo harán bien?" "Quiero que lo hagan bien...." La idea consistía en citarla después del trabajo en Plaza Cataluña. Porque allí? Bien, porque en principio, es un sitio bastante frecuentado por palomas, y demás aves extrañas. Además de ser un espacio abierto. Diferente. No tanto como antes. Pero al menos único en Barcelona. Y perfecto para utilizarlo como escenario. La idea en si, consistía en que estos dos chavales, se hiciesen pasar por el León y por el Espantapájaros. Sin disfrazarse. Adaptando la historia a la situación Y a la época. Como tuvimos la idea? Uno de los dos se llama Leo. De leo a León. Si, estúpido. Pero es que a veces lo estúpido es lo que más sentido tiene. Ella tenía que acercarse hasta allí. En principio utilizaríamos como reclamo que necesitábamos ayuda urgente. La verdad es que dependíamos completamente de si podía o no estar en el momento y en la situación. Una vez allí. Ellos se encargarían de volver a convertirla en Dorothy. Nos pusimos a ello. Conseguimos localizarlos. No tenían ningún problema. Es lo que tiene el verano. Que los días tienen 48 horas. Sólo nos quedaba ella. Su horario finalizaba cerca de las cinco. Si no tenían ningún problema, la esperaríamos allí. Con ellos. Como tantas otras veces, nos comunicamos con por mensaje. "Necesito que me ayudes. Es importante. Por favor" "Que pasa? Todo bien? Dime que quieres que haga..." "Ven urgentemente a Plaza Cataluña. Por favor!" "Bueno, cojo el metro y en un momento estoy allí!" Esta vez si que salió bien. El reclamo funcionó. Ella venía de camino. La situación estaba en el punto en el que queríamos que estuviese. Pero ahora el camino ya no dependía de nosotros. Sino de dos nuevos personajes, que ni siquiera sabíamos si conseguirían hacerlo. Quizás la responsabilidad es mayor, cuando tu trabajo no depende de ti. Llegamos allí. Ellos ya estaban. Pero ella todavía no había llegado. Rápidamente les explicamos lo que queríamos Y parecieron entenderlo. Pese a que no forman parte de los 5, son dos chavales que siempre han
estado cerca de nosotros. Pero sin estar dentro. Digamos que por eso son colegas. Se quedaron en el círculo central. Donde la gente se sienta por la noche. Nosotros esperamos en el semicírculo de árboles y bancos que queda alrededor. Medio escondidos. Alejados del primer plano. La esperábamos. Todos. Yo creo que toda la plaza lo hacía. Y llegó. Finalmente lo hizo. El calor era inhumano. La verdad es que en ese momento hubiésemos deseado que la película fuese Tiburón. Comenzó a recorrer la plaza. Pero sin alejarse nunca del centro. Realmente no sabía a quien estaba buscando. Aún así no dejaba de mirar. Fue entonces cuando nuestra esperanza entró en escena. El León y el espantapájaros se acercaron a Dorothy. En todo el tiempo que duró la situación, imaginamos mil conversas. Mil finales. Pensamos una y otra vez en como acabaría todo. Como sería el fin. Pensamos que aquello había sido una gilipollez. Tal vez la mayor que habíamos hecho. Confiar en alguien todo nuestro camino. Quizás no estaban preparados. Quizás era absurdo. "Ahora estará flipando, y se irá cabreada..." "Esto es todo amigos..." "..." Pero no. No fue así. Después de unos quince minutos con ellos. Comenzó a reír. Parecía no entender nada. Incluso, a momentos, parecía pensar que le estaban tomando el pelo. Sin embargo, no se marchaba. Uno de ellos le dio la mano, y empezó a reír todavía más. Acabaron saliendo los tres de la plaza. Bajaron las escaleras. Y se dieron un abrazo. Después aquellos dos personajes se marcharon dando saltos, y mostrando una felicidad desmedida. No entendíamos nada. Sin embargo, ella se detuvo allí un momento. Después se dio media vuelta y repitió el camino, esta vez en sentido contrario. Movía la cabeza de un lado a otro. Era un claro No “ se lo que acaba de pasar”. Pero no perdía la sonrisa en ningún momento. Cuando llegó de nuevo al centro de la plaza, se detuvo un momento, y se giró por última vez. Dio una vuelta completa mirando hacía todos los lados. Después se volvió a perder camino a casa. "Estamos muertos ya?" "Espérate un poc o..." Dejamos pasar el tiempo un rato. Hasta que paso el suficiente como para encontrarnos con aquellos dos tarados en portal del Ángel. "Que se supone que habé is hecho ?" "No os preocupéis, ha salido perfe cto" "Perfectísim o, tío... " "Est o está hecho..."
Les pedimos que nos explicaran lo que habían hecho. Y lo hicieron. Esto fue lo que nos contaron. "Dorothy!!? Dorothy!!?
"Eres tu?" "Perdona?" "Eres tu Dorothy!!?" "Creo que te equivocas..." "No, no me equivoc o, eres t u Dorothy... " "Tienes que ayudarnos ..." "Creo que os equivocáis..." "No, te han dich o que nos tenias que ayudar, por eso estás aquí Doroth y..." "Si, por eso estás aquí... " "jajaja...no puede ser..." "Tienes que ayudarnos a salir de la pl aza..." "Las p alomas nos t ienen apresa dos, y necesitamos a alguien que nos lleve fuera.. ." "Leo l o ha intentado, pero le da dem asiado miedo to do..." "Si f uesen peque ños ratones aún... " "Yo es que no p uedo con l os p ájaros,… me devoran Dorothy,… me devoran!!... " "Jajaja...claro...baldosas amarillas..." "Por f avor sácanos de aquí ?" "Ya me han robado el somb rero... " "Y ahora necesitas un cerebro, no? jajaa" "A hora tenemos el tuy o, y queremos que nos saques de aquí , por favor..." "Si po r favor,…yo si f uesen ratones... ." "jajaja vale...que tengo que hacer exactamente?" "Cógenos la mano, y sácanos de aquí, por favor Dorothy..." Y eso fue lo que vimos, y no entendimos. Hasta que nos lo explicaron. Si todo había sido realmente así. La historia había recuperado el rumbo. David lo sabía. Y por primera vez le vi sonreír en todo el día. Les agradecimos lo que habían hecho. Y nos pidieron si podían quedarse con nosotros hasta que acabase la prueba. Necesitábamos un nuevo descanso. Así que nos fuimos a comprar unos helados. Realmente este no es un hecho trascendental en la historia. Pero es que nos sentaron de puta madre. "Bueno, que hacemos ahora?" Recibimos un mensaje. "Somewhere over the rainbow?" Los 7 lo leímos atontados. "Toallas!" "Toallas?" “Que dices?” "A m i no me apetece playa ahora… ” "No capullo, toallas...toallas de colores..." "Un arcoiris...." “Un arcoiris?” “Con toallas?” "Eso es..." "Y que hacemos?" "Pues conseguir toallas..." Y eso fue lo que hicimos. La tarde estaba a punto de agonizar un día más. El calor ya no era tan poderoso. Y nosotros necesitábamos toallas. Fuimos casa por casa. Reclutando toda toalla dispuesta a colaborar. Al final reunimos unas 30. Y no fue lo único que nos llevamos. También decidimos coger unos zapatos rojos. De la hermana de Guille
concretamente. Tuvimos una inspiración al verlos. Fuimos hasta su casa. Pensábamos que ya estaba allí. Pero necesitábamos asegurarnos. El viejo truco del timbre no falla. Estaba. Conseguimos montar una imagen. En nuestra cabeza se repetía un pequeño corto de lo que queríamos hacer. Eran cerca de las 20:30. Estábamos todos juntos. Algunos llegamos en el coche de David. Y fue el mismo quien recordó que todavía quedaban velas en el maletero. Todavía podíamos darle un uso. Lo que teníamos en mente, era colocar los zapatos en las escaleras. Uno en cada escalón. Como si hubiesen estado caminando hasta detenerse en su piso. Los zapatos rojos eran otra referencia a la película. Frente a ellos, y hasta el jardín que tiene como patio comunitario. Una hilera de velas. Esta vez una tras otra. Sin caminos. Como una larga flecha indicándole hacía donde debía ir.
No queríamos incendiar aquello. Así que sólo llegaba hasta el comienzo del pequeño jardín. Una vez allí. Un enorme arcoiris hecho con toallas Y en frente. Una última baldosa en la que escribiríamos. “Somewhere over the Rainbow” Eso fue lo que pensamos. Y eso fue lo que hicimos. De alguna manera, aquel dibujo en el jardín, nos llevaba de nuevo al principio. Nos llevaba a la noche en que empezamos. Era una bonito manera de cerrar el círculo. Le enviamos un mensaje pidiéndole que bajase. Y nos escondimos por última vez. Como habíamos hecho tantas veces antes. Esta vez éramos 7. Aunque realmente éramos muchos más. Éramos todos y cada uno de los que alguna vez colaboraron. Éramos todos los que confiaron. Todos los que nos apoyaron. Todos los que nos imaginaron. Todos los que nos eliminaron. Todos los que rieron. Todos los que nos olvidaron. Todos los que pasaron. Todos los que nos leyeron. Todos los que nos esperaron. Todos. Absolutamente todos. Y todos vimos con ella estaba en el patio. Y como nos sonreía. Salio bien. Quizás no como imaginamos. Ni como pensamos que debía ser. Pero salió. Y lo perfecto siempre es aburrido. Después de aquello, nos fuimos a cenar. Y como aquello era un principio. Decidimos enviarle un mensaje. “Has visto que un arcoiris al revés, es como una sonrisa?” Y como al principio, ella nos contestó. “Entonces, tu eres mi arcoiris”
http://www.youtube.com/watch?v=ACyWliYFsXg
Prueba X - Ahora tu! Todo lo que empieza, acaba. Es una ley Universal. Todo comienzo tiene un final. Normalmente las historias siempre nacen de uno de ellos. Esta empezó donde parecía que debía terminar. Y hasta dentro de unos días, seguirá con vida. Aunque quien sabe. Quizás será mucho más. Hoy no nos preocupaba que algo pudiese fallar. Nos habíamos liberado de eso. No creíamos que pudiese acabar mal. Hoy sólo era el comienzo del final. No veáis esto como una prueba. La anterior fue la última. Mantendremos el nombre, por mantener el sentido. Pero las pruebas acabaron en Oz. Pese a todo, no pretendíamos cambiar nuestra manera de actuar. Lo que nos había llevado hasta aquí, había sido no renunciar a ser nosotros mismos. Y no íbamos a hacerlo hoy. Las historias únicas están hechas sólo de detalles. Y las personas únicas son las que logran conservar su diferencia. Quedamos a media tarde con David. Teníamos una ligera idea de lo que caminaba por su mente, pero como siempre, necesitábamos darle sentido al plan. "Tienes miedo?" "Siempre tengo" "Hoy en prin cipi o no tenemos que hacer nada, no?" "No, simplemente ayudarme a montarlo, del resto se encarga ella..." "En que cons iste esto, e ntonces?" "Bueno, lo que haremos será prepararle un mural de fotos en casa de los vecinos, llenaremos una de las paredes del salón con cada una de las fotos de las pruebas que hicimos en todo este tiempo, luego ellos le entregarán un sobre en el que habrá una nota- He llegado hasta aquí conmigo, contigo, por ti, por mi. Pero ahora eres tu la que debe hacerme seguir. Necesito sólo un si." "Un SI?" "Y como contestará ?" "Eso es cosa suya..." "No es por nada, tal vez soy un t ipo raro po r pregunt arme esto, pero.. .como entraremos en casa de los vecinos?" "Por la puerta, tío...por donde entras tu a los sitios?" "Como les convenceremos capullo..." "Ya está hecho..." "Y eso?" "Que te lo explique Andrés..." "Te acuerdas del día de las velas?" "No m e jodas..." "Pues si , he hablado con ellos, les he explicado la sit uación y lo que pretendía mos hac er,… me dijeron estar encantados de echarnos una mano,…y ademá s, me quedé a cenar un p ar de noc hes más… “ "Estás intentando que te adopten?" "Estoy pensando en adoptarlos yo..."
Eran prácticamente las 20:00 cuando entramos en el piso de sus vecinos. Nos estaban esperando con una mesa preparada para unos cien. Tal vez más. Habían liberado una de las paredes del salón. No quedaba nada que pudiese molestar. Personalmente me choco mucho todo aquello. Tenían cerca de setenta años, sin embargo colaboraban con nosotros. Nos dejaron su piso cuando apenas nos conocían de nada. Nos echaron una mano en todo esto. Y no tenían porqué. Sigo sorprendiéndome. Y lo seguiré haciendo siempre. "Oh, cuantos sois!... Pensaba que erais dos o tres!..." "Ya nos ha hablado Andrés de vosotros..." "Si, a nosotr os tambi én nos habló de Ustedes... " "Y de Calpe..." "Calpe? Tenéis que ir, es un sitio perfecto..." "Iremos, ya los tengo medio convencidos..." "Si,...es posi ble que cuando acabemos aquí ya vayamos tir ando... " "..." "La chica está en casa..." "Está?" "Si, la hemos estado vigilando todo el día” “Si entraba,… si salía..." "Jajaja...en serio?" "Si, ha vuelto a media tarde y no ha vuelto a irse…" "Donde habéis estado todo este tiempo!!..." "Es que es muy bonito hijo...muy bonito..." "Yo a Merche la conquiste con elegancia..." "Con elegancia? No me hagas hablar..." "Hable, hable...está en su casa..." "Pues hijo,…organizó en el pueblo una carrera de burros con otro muchacho que iba detrás mío, y apostaron que quien ganase, se iba a cenar conmigo..." "Y ganó Ernesto, no?" "Que va hijo,...a media carrera los burros empezaron ha darse de golpes,… ellos también, y al final el otro muchacho dijo que no quería saber nada más..." "B ueno, ga nó por abandono... " "Ganó por bruto..." "Pero ya le he cogido cariño y todo..." "Jajaja" Colocamos las fotos en la pared que nos habían dejado libre. En cada una de ellas, había reflejado un momento de cada una de las pruebas. En ninguna salíamos nosotros. Ni nada que nos pudiese delatar. Tardamos poco en prepararlo. Hoy no tocaba correr. Ni esconderse. Nos invitaron a cenar. Y no rechazamos la proposición. Una vez acabamos, estuvimos hablando de lo que haríamos, y del papel que le tocaba a cada uno. "Bien, uno de ustedes ira a buscar a Laia, y la traerá hasta aquí,...bajaremos las luces, quedará mejor con poca luz, le dará un toque más íntimo,...entonces, una vez aquí, el otro la llevará hasta la pared de los recuerdos...y una vez los vea, le entregará el sobre..." "Y que le decimos a Laia, hijo?" "Mientras no le digan quien soy, ni quienes somos, pueden decirle lo que quieran..." "Vale, pues que vaya Ernesto a buscarla..." "Yo le daré el sobre..." Bajamos las luces. Colocamos todo en su sitio. Había un gran pasillo que conducía hasta el salón. Una vez allí, a la izquierda. Una enorme pared blanca llena de todos aquellos momentos. Conseguimos darle la imagen que queríamos. Una vez listo, nos pusimos a ello. Nosotros esperamos dentro de una de las habitaciones.
Y ellos fueron los que decidieron cuando comenzar a jugar. A partir de aquí, os relato lo que nos contaron después, y lo que pudimos escuchar. "Hola Ernesto...dígame..." "Puedes venir un momento conmigo hija?..." "Con usted?" "Si, quiero enseñarte algo...me han dicho que es importante para ti..." "Para mi?" "Vamos..." Los dos entraron dentro del piso. Y se situaron frente a la pared del salón. "No puede ser..." "..." "No puede ser,. ..quien ha estado aquí?…” "El mismo que nos ha dado este sobre..." "…” “Cuando estuvo aquí? Dijo algo más?” "No, sólo nos dejo esto para ti..." "..." "No saben nada más, no?" "Nos contó la historia, pero después se fue..." “…” "Puedo pedirle s un favor?" "Si, claro hija..." "Vengo en un mom ento... " "..." "Ya estoy aquí, pueden darle esto cuando lo v uelvan a ver?" "Una foto?" "Si eres tu!..." "Si, pueden dársela?" "Y si no viene más por aquí?" "Vendrá..." "Como tu digas hija..." "Se la daremos, no te preocupes..." "Muchas gracias por todo..." “Oye Laia una cosa…” “Dime?” “ Sigues teniendo el pato?” “Si,…me lo quedé…” “Son auténticas máquinas de cagar…” “Jaja…si” “Me marcho…” "Que les vaya muy bien..." "Adiós hija, cuídate..." "Que vaya bien" "Cuídate!", me gustan esas maneras de finalizar los momentos. De alguna forma siempre pienso en quien lo dirá de verdad. Hay muchos que dudo que quieran que te vaya bien, y aún mucho menos que te cuides. De todos modos, en este caso. Creo que todos fueron sinceros. Laia se marchó. Y nosotros regresamos al salón. Les había dado una foto. Una foto suya. En la parte de atrás había un Enorme Si, hecho con rotulador negro. Ser diferente. Ser único. Volvemos al primer punto. Sólo podía responder así. Nos quedamos un rato más allí. Hasta que creímos que era el momento perfecto para marcharnos. Era tarde. Ya no había riesgo. Antes de marchar, les agradecimos todo lo que habían hecho por nosotros. Andrés les prometió volver. No
dudo que lo hará. El resto también. También hablamos de irnos todos a Calpe. Los 7. O los 8, quien sabe. Una vez salimos, cogimos el coche y nos perdimos por Barcelona. No necesitábamos sitio al que ir. Ni motivo que nos llevase. No pensábamos detenernos. Sólo necesitábamos dejarnos llevar por la situación. Sonaba Burning de The Whitest Boy Alive. Disfrutábamos del momento. Ni siquiera necesitábamos hablar. Sabíamos que sólo nos quedaba un paso. Y ese era el final. Quedan dos partes. Aunque realmente forman una sola. En todo este tiempo hemos aprendido mucho. Y hemos olvidado mucho otro. Pero sobretodo hemos entendido algo. El amor viaja aparte. Se separa de la vida al nacer. Y durante toda la existencia, sólo les unirá un verbo, del que necesitarán beber. Sentir. No hay sentido sin sentir.
http://www.youtube.com/watch?v=lv4JNADE2VY
Pruebas XI y XII - Los chicos no lloran Escribo esto, sabiendo que será la última vez que lo haga. O por lo menos así. No recuerdo cuanto hace que empezó todo. Tampoco me importa lo más mínimo. He tratado de contarlo, de la única manera que se. Siempre he intentado haceros formar parte de la historia. Se que muchos habéis estado con nosotros, en cada una de las pruebas. No en cuerpo, pero si cada vez que nos imaginabais, o cada vez que reíais. En todo este tiempo, incluso os habréis sentido más cerca de unos que de otros. Os habréis identificado con algún momento, con alguna situación, con alguna canción. Todo nació la mañana, en la que decidimos llenar un buzón de Ketchup. Una idea estúpida tal vez. Pero acaso la vida no es una estupidez? Hoy puedo decir que somos unos estúpidos entonces. Por formar parte de esta historia hasta el final. Por creer firmemente en ella. Por no permitir que muriese atrapada en algún error. Por sentirla. Por sentir hasta el último detalle. Siempre he pensado, que lo que nos ha llevado hasta aquí, ha sido no renunciar a nuestra diferencia. No nos importaba el camino. Ni lo que habíamos caminado. Lo que nos mantenía era el sentir de cada paso al andar. Y la vida es eso. Estés donde estés. Hagas lo que hagas. Arriba o abajo. No importa nada. La oportunidad existe siempre. Reside en ti. En cogerte la mano y avanzar. Sin preguntarte porque, ni donde vas. Hoy puedo mirar atrás, y ver todo lo que ha quedado grabado en el tiempo. La historia es nuestra. Formamos parte de ella. Y vosotros también. Supongo que ahora querréis saber como acabó… Os lo contaré. Como he hecho todo este tiempo. Nos quedaban todavía dos pruebas, cuando dejamos a Ernesto y a Merche. Pero sabíamos que en realidad, era una sola. La segunda dependía totalmente de la primera. O eso al menos, era lo que nos había dicho David. Necesitábamos encontrar el momento justo. El momento perfecto. Un agujero en el tiempo, donde quedarnos. Una oportunidad. El resto. Lo que queríamos hacer. Llevaba tiempo en la cabeza de David. Tal vez desde el principio. Siempre lo he creído así. Siempre he creído, que si llegábamos hasta aquí, tenía muy claro como acabarlo. Hablamos con el, el Jueves. Y nos contó algo más de lo que tenía pensado hacer. "Como estás?" "Bien,...un poco descolocado tal vez..." "Se te está haciendo dif ícil?" "Extraño más bien,...estoy frente al final, y me asusta..." "Lo ves grande, verdad?" "Muy grande..." "B ueno q ue vamos a hacer?" "..." "Bueno,... tengo algo en mente desde hace tiempo..."
"Creo que sería lo justo,...volver al principio" "Al principi o?" "No os lo imagináis?" "..." "Ketchup" "Jaja...premio" "Sabes? Siempre i maginé q ue querías acabar así.. ." "Si?...Creo que la historia lo merece..." "Quieres que le llenemos el piso de Ketchup?" "La cara te vamos a ll enar a ti... " "No, es algo más sencillo..." "El domingo ha quedado con una compañera del trabajo, para ir a la playa..." "Lo que quiero hacer, es intentar llenarle de paquetes la mochila, la bolsa, el cesto, lo que lleve en ese momento..." "Descubrirme así..." "Como lo hice la primera vez..." "Me parece genial t io..." "Y seguro que así sabrá que ere s tu? " "Hombre...no creo que mucha gente le vaya llenando la vida de Ketchup..." Nos pareció perfecta la idea que tuvo. Era lo que necesitaba la historia. Un final estúpido. Como sólo nosotros sabíamos hacerlo. El viernes por la noche, David me llamó. Necesitaba hablar. Quedamos un rato, y nos fuimos a dar una vuelta. "Estoy muy nervioso por todo esto..." "Es normal, empezamos para acabar aquí... " "Ya, pero cuando lo tienes cerca, ves realmente el tamaño que tiene..." "Ahora todo me viene a la cabeza,...recuerdo lo que me dijo en el Gimnasio...no sé, me da miedo lo que pueda pasar..." "Mir a, si algo h e aprendido en esta vida, es que al final de todo, sólo n os arrepentiremos de lo que no hicimos..." "Y tu has hecho tod o lo pos ible..." "Si no h ubieses llegado h asta aquí, te ha brías arrepentido eternamente. .." "Comprendo tu m iedo, pe ro siempre lo hemos t enido, no?" "Si..." "Y nunc a nos ha im pedido hacer nada... " "Pues no..." "Pues ya está, olv ídate..." "Deja que grit e todo l o q ue quiera en tu c abeza..." "..." "Tío, quiero agradecerte todo lo que has hecho..." "En serio, desde el principio...siempre me has echado una mano...te has tomado esto, como si para ti fuese” "No tienes que darme las gracias por ser tu amigo…” "A demás, si todo s ale bien, nos dejarás un tiemp o, y te irás a tomar por c ulo, que no te aguantamos... " "Jajaja Desde el momento en que supimos cuando acabaría, y como lo haría, dependíamos totalmente del tiempo. Y de ella. Necesitábamos que todo se mantuviese. Y se mantuvo. Esta mañana el plan seguía en marcha. Como seguía siempre. Pero esta vez iba a ser diferente. “Estás preparada, para saber quien soy?” “Llevo preparada desde el princ ipio…” “Hoy he dejado la máscara en casa” “Quieres decir que podré verte a l fin? ” “Sólo si tu quieres…”
Se lo hicimos saber. Le hicimos saber que hoy acabaría todo. Que el final tenía fecha. Y que hoy se cumplía el plazo. Nervios. Creo que era lo que nos unía todos en ese momento. Incluso a ella.
Quedamos a las 9h en el bar que tantas veces nos había visto esperar. No sabíamos a que hora saldría, pero sabíamos que no lo había hecho aún. Cerca de las 10h, un coche se detuvo frente al camino que lleva a la entrada. Dentro había una chica. La chica con la que iría a la playa. Venía a recogerla. Las estuvimos siguiendo, pensamos que tal vez saldrían de Barcelona. Quizás a alguna de las playas cercanas. Pero no. Finalmente fueron a la última de las playas que hay antes de llegar al Forum. Nunca recuerdo el nombre. Dejamos los coches en el parking que hay justo encima. Y esperamos a que saliesen. Mantuvimos la distancia en todo momento. No parecieron darse cuenta. Somos una mafia amateur. Sabemos lo que hacemos. Decidimos no bajar del coche hasta que se alejasen. Y cuando lo hicieron, enviamos a Jaime para que las siguiese. Necesitábamos saber donde estarían. Donde encontrarlas. "Las tienes localizadas?" "Si, están cont roladas... " "Como lo ves?" "B ueno hay ba stante gente, pero es cuestión de hacerlo si n pensarlo muc ho..." "Tenemos que encontrar el moment o perfecto..." "Hay que jug ársela, sin darle vueltas..." "Lo mejor es que vaya uno solo..." "Yo iré..." "Seguro?" "Si, no hay prob lema, me encargo d e esto..." "En c uanto estén en el agua, aprovechamos ...bajaré a la arena, y estaré por allí hasta que vea la oportunidad, llevaré los paquetes en los bolsillos del bañador..." "Y los dejaré en el cest o..." "Genial..." Y así lo hicimos. Ellos me esperaban arriba. Apoyados en el muro de hormigón que queda en lo alto. Parecía un simple bañista más. Ellas quedaban lejos, y estaban de espaldas. Las controlaba, y ellas no me veían hacerlo. Me senté en la madera del pequeño paseo que queda frente a la pared. No parecían estar muy interesadas en bañarse. Tal vez el motivo estaba en el frío. Reconozco que después de un rato, me comencé a desesperar. "Se me está haci endo eterno..." “Y empieza a hacer calor…” "Como siga aquí me tendréis que recoger con un a pala" "Métete en la ducha..." "Claro, y hago unos largo s dentro ..."
Se me acercaron unos niños para preguntarme si quería jugar a fútbol con ellos. Les dije que no podía. Que estaba en una misión de incógnito. Me mandaron a la mierda. Pero fue entonces cuando nació la oportunidad. Llevaba el Ketchup en los bolsillos. Y ni siquiera sabía si seguía con vida. Lo intuía, porque por el momento, no lo notaba en mis piernas. Me levanté y fui hacia ellas. Directo hacía donde se encontraban. Estaban jugando en el agua, parecían hablar y no enterarse de nada. Supongo que no daba muy buena sensación que alguien se pasease entre las toallas. Pero si quería hacerlo, no me podía importar aquello. Las vigilaba esperando el momento justo. De vez en cuando se acordaban de sus cosas. Y yo disimulaba. Parecía natural. Cambiaba de dirección, o me alejaba un poco más. No estaba encima aún. Mantenía la distancia. Hasta que pude dejar de hacerlo. Se dieron la vuelta. Llegó el momento. No me lo pensé. Aumenté el ritmo. Y fui directo hacía allí. Deje todos los paquetes de Ketchup que llevaba encima, dentro del cesto. No parecían muertos. Me di la vuelta sin pensarlo. Sin mirar atrás. Estaba hecho. Ahora lo importante era salir de allí. Encaré el camino de madera, y subí la rampa. La pared nos tapaba. Así que ellos bajaron hasta mí. "Que?" "Hecho..." "A hora so lo q ueda esperar. ..." "Pero te han visto?" "Diría, que no..." "Asómate Guille..." "..." "Siguen en el agua?” "Si, todavía están allí..." "Todo perfecto entonces..." "Vayámonos..." Salimos de allí y fuimos hasta el coche. Dejamos la playa atrás. Arrancamos y nos largamos. Subimos la música todo lo que pudimos. Sonaba Twenty Years de Placebo. Estábamos nerviosos. Más que ninguna otra vez. David estaba apoyando en la ventana. Mirando hacía la nada. Sabía que todo estaba hecho. Que ahora mismo vivía encima de su momento. Durante un rato, no hablamos. Nos limitamos a escuchar como las canciones pasaban. En un instante, todo se me pasó por la cabeza. No sabía exactamente lo que esperaba, pero lo esperaba como si para mi fuese. Recordé risas. Recordé errores. Recordé abrazos. Recordé palabras. Todo rápido, pero intenso, como sólo los recuerdos pueden hacerlo. Y entonces… Entonces sonó el teléfono.
Laia. Fue lo que pudimos ver en la pantalla del móvil de David. Nos miramos todos en aquel momento. Bajamos la música. Y descolgó. "Si?" "Tuuuuuuuuuuu!!!" "Todo este tiempo!" Todo este tiempo has sido t u!..." "L o pensé durante un momento, no sé porque, pero lo hice!... " "Fue un in stante, un segund o, pero pasaste por m i cabeza ...y nunc a entendí e l por qué!..." "Todo este tiempo ...todo este t iempo!..." "Ahora ya sabes quien hay detrás de la mascara..." "Solamente yo..." "Tu..." "No se,…no se que decir.. .he visto el Ketch up y...joder has si do tu to do este tiempo!..." "Como h as podido hacer to do esto? Todo este tie mpo...Por mi!..." "No lo hice solo. Tengo muy buenos amigos. Y porque lo hice? Creo que queda claro después de todo esto, no?" "Si,...tengo u nas enormes ganas de abraza rte, en serio ..." "Me daba miedo este momento, mucho miedo..." "Ya sabes, yo tendría que estar abatido..." "J ajaja...no lo est és..." "Mir a, aquello no fue un No, fue un No s é, se lo hub iese dicho a cualquiera... " "Me cono ces, sabes que durante este tiempo he estado bastante aleja da de todo esto, del estar co n alguien me refiero... " "No le veo sentido a estar c on alguien, solo p orque me pueda atrae r su f ísico, no s e,… no le veo sentido, necesit o que haya algo detrás..." "He tenido dos r elaciones, nunca he sid o de líos, ni de noches loc as, quizás soy extr aña, no lo sé...necesito estar co nvencida,... no me fue m uy bien en ni nguna de las dos ..." "Pero t u...quiero besarte.. .quiero h acerlo... ." "Me has hecho s entir tan especial...e n cada detalle, cada gesto, joder... si t engo un pato v iviendo conmigo jajaja" "Jajaja, que nombre le has puesto?" "Peck...jaja" "Jajaja...Peck..." "..." "En s erio...gracias p or hacerme sentir así...hacerme sentir única en cada momento ..." "Te dije que empezaban las 12 pruebas...y tenía que llevarlas hasta el final...” "12 pr uebas....en serio…no sé que palabras u tili zar, no s é que decir... " "Estás diciendo mucho más de lo que crees... "Todo esto po r mi..." "Y aún falta una prueba..." "Una?" "Si..." "Entonces?" "Entonces quieres cenar conmigo?" "David..." "..." "Creo que no necesitas resp uesta...." "Te puedo pasar a buscar, se donde vives..." "Jaja..." "Quieres que cenemos en casa?" "No, mejor te llevo fuera...." "Te estaré esperando a eso de las 21h..." "Te estaré e sperando,... como suena eso... llevo esperándot e desde hace tanto tiempo ...y ahora se que será a eso de l as 21h..." "Pero hoy sin mascara..." "Hoy s in mascara... " "Disfruta de la playa...te veo luego..." "Un beso David, un beso enrome... y gr acias... " "Gracias p or hacerme so nreír..." "No me agradezcas algo que voy a seguir haciendo..." "Me encantas David.. ." "Un beso Laia...a eso de las 21h, recuérdalo... "Te estaré esperando co mo el p rimer día...." No creo que podáis imaginar la intensidad de ese momento. El momento después de colgar.
Estábamos parados en una calle donde apenas pasaba nadie. 10 ojos a punto de sumergirse. Y nos abrazamos. Salimos fuera del coche. Y nos unimos los cinco en un abrazo. Toda aquella conversa. Las palabras sobraban. Como sobran siempre cuando sientes algo intensamente. No sabes explicarlo. No puedes hacerlo. Te impregnas del momento. Y dejas que te lleve dentro. Lo habíamos logrado. Pero no nos importaba. No lo veíamos como un éxito. Ni como la culminación de un camino. Para nosotros no era conseguir un objetivo. Lo que sentíamos iba mucho más allá. Era como si no viniésemos de ningún sitio. Como si sólo hubiese existido aquello. Aquel abrazo. Hacía tiempo que no lloraba. Siempre he pensado que las lágrimas son recuerdos que escapan a través de la piel. No podré olvidar esto. "Gracias, en serio, gracias por todo...sin vosotros, no estaría donde estoy..." "No se como acabará esto, ni donde nos llevará..." "Pero si estoy seguro de algo, es de lo que me habéis demostrado..." "Nadie a nacido para estar solo, y yo os tengo a vosotros..." "Y se que eso será mío siempre..." "Ahora disfruta de todo esto,...nosotros lo haremos..." "Y cuenta con los cuatro..." "Est aremos detrás tuy o, cada vez que te gires..." "A sí que no tengas miedo..." Cuando empezó esto. No imaginaba que me llevaría hasta aquí. Pero soy feliz, viendo donde estoy ahora. Todo lo que he recorrido. Todo lo que he sentido. Miro al principio, y nos veo convencidos. Aquel genial locuelo. Aquel buzón lleno. Aquel retrato en el suelo. Aquel pato comiendo. Aquella canción que duró un día entero. Aquellos niños sinceros. Aquel "Improvisemos!" Aquella sonrisa con sombrero. Aquellos días de apartamento Aquel camino eterno Aquella película que vivimos desde dentro Aquel mural de recuerdos Aquella historia que viví con vosotros. Y que viví con ellos.
Después de todo esto. Hay algo que se repite en mi cabeza. Mañana seremos lo que queramos ser. Si hoy somos lo que somos.
http://www.youtube.com/watch?v=P9hOFOgqOds
- Relato escrito por “Chico Sun” de Forocoches - Ilustración realizada por “el_claudillo” de Forocoches