HENRY JAMES EL SITIO DE LONDRES (The Siege of London, 1883) Prier! P!r"e I
La solemne cortina de terciopelo que constituía el telón de la Comédie Française había caído tras el primer acto de la obra y nuestros dos americanos habían aprovechado el intervalo para salir del enorme y caldeado teatro en compañía del resto de los ocupantes de las butacas. No obstante, ueron de los primeros en volver y de!aron correr el tiempo que les quedaba del entreacto observando la sala que había sido recientemente recientemente depurada de sus añe!as telarañas y decorada con rescos ilustrativos del drama cl"sico. #urante el mes de septiembre, en el $hé%tre de la Comédie Française, la aluencia de p&blico es relativamente escasa y, en esta ocasión, el drama, L'Aventur L'Aventurière ière de 'mile (u)ier, no tenía precisamente pretensión de novedad. *uchos de los palcos estaban vacíos, otros ocupados por personas de aspecto provinciano o trashumante. #ichos palcos estaban situados al)o le!os de la escena, m"s bien a la altura de donde se hallaban nuestros espectadores, pero, incluso a cierta distancia, +upert aterville podía apreciar ciertos detalles. -e complacía en de)ustar los detalles y, siempre que iba al teatro, hacía uso de unos delicados pero potentes anteo!os. -abía que era un acto impropio de un hombre hombre verdad verdadera erame mente nte distin distin)ui )uido do y que era una alta alta de con consid sidera eració ciónn apu apunta ntarr hacia hacia una dama dama un instrumento que era tan sólo al)o menos in!urioso en sus eectos que una pistola de dos cañones pero siempre le vencía la curiosidad. (dem"s, estaba se)uro de que, en aquel momento y en la representación de aquella anti)ualla, así le placía caliicar caliicar la obra maestra de un académico, no podía ser visto por nadie que le conociera. (sí pues, de pie, de espaldas al escenario, su mirada recorrió los palcos, mientras mientras varias personas, no le!os de él, reali/aban la misma operación, con a&n mayor desparpa!o. 0Ni una sola mu!er bonita 0comentó inalmente a su ami)o. 1bservación que Littlemore, sentado en su butaca y con los o!os i!os en el telón aparentemente nuevo, recibió en perecto silencio. 'l rara ve/ se permitía esa clase de e2cursiones ópticas llevaba ya mucho tiempo en 3arís y todo aquello había de!ado de interesarle interesarle o, por lo menos, de importarle mucho estaba convencido de que la capital rancesa ya no podía reservarle muchas sorpresas, aunque le había orecido unas cuantas en tiempos anteriores. aterville se encontraba a&n en esa etapa de las sorpresas. #e repente, e2presó una de ellas. 043or 5&piter6 0e2clamó0. Lo siento, lo siento por ella, pero inalmente he encontrado una mu!er a la que se puede caliica caliicarr 0se detuvo detuvo un momen momento, to, inspeccio inspeccion"ndo n"ndola0, la0, de de al)una al)una manera, manera, como una belle belle/a. /a. 07#e 0 7#e qué manera8 0pre)untó Littlemore distraídamente. distraídamente. 0#e 0 #e una manera poco habitual... una manera indescriptible... Littlemore ya no le escuchaba, pero un momento m"s tarde se dio cuenta de que su ami)o continuaba habl"ndole. 0No quisiera abusar de tu amabilidad, pero te a)radecería mucho que me hicieras un avor. 0$e hice un avor avor viniendo viniendo al teatro 0respondi 0respondióó Littlemo Littlemore0. re0. (quí hace un calor insoportabl insoportablee y la obra est" resultando como una cena sa/onada por un ayudante. $odos los actores son doublures. 0-ólo pido que me contestes a esto9 7-e trata de una dama respetable, esta ve/8 0replicó aterville sin reparar en el sarcasmo de su ami)o. Littlemore )ruñó quedamente y sin volver la cabe/a9 04-iempre quieres saber si son respetables6 7:ué diablos importa eso8 eso8 0;e cometido cometido tantos tantos errores que ya desconí desconíoo de entemano entemano 0se que!ó el pobre pobre aterville aterville para quien la civili/ación europea a&n no había de!ado de ser una novedad y que durante los <imos seis meses se había encontrado con problemas para él absolutamente insospechables. insospechables. Cada ve/ que se encontraba con una mu!er de noble apariencia, acababa por descubrir que pertenecía a la clase representada por la heroína del drama de <. (u)ier. 3ero si su atención se centraba en una persona de estilo e2a)eradamente lorido, e2istían )randes
probabili probabilidade dadess de que se tratara de una condesa. condesa. La condesa parecía parecía tan rívola y las otras tan reservad reservadas.. as.... Littlemore, sin embar)o, las distin)uía a simple vista, y nunca se equivocaba. 0-i se trata sólo de mirarlas, supon)o que no importa mucho 0di!o aterville in)enuamente, in)enuamente, respondiendo a la pre)unta pre)unta un tanto tanto cínica cínica de de su ami)o. ami)o. 0( todas todas las miras de la misma manera 0prosi)uió 0prosi)uió Littlemo Littlemore, re, todavía sin moverse0. <2cepto, <2cepto, claro est", cuando te di)o que no son respetables. 4 se de!ó caer en su asiento otra ve/. Como aterville continuaba continuaba de pie, añadió09 -iéntate, por avor, creo que me ha visto. 07No quieres que te vea8 0pre)untó 0p re)untó aterville, aterville, interro)ador, tomando asiento. Littlemore dudaba. 0No quiero estropearle su diversión. cómo la solías ver8 0di!o aterville olvid"ndose de su discreción. 0
acompañante, pero el hecho de que no llevara puesta su capa evidenciaba que no iban a salir del teatro. $ampoco el deseo de aire resco de Littlemore le llevó a la calle. -e había co)ido del bra/o de aterville y, cuando lle)aron a la noble y )élida escalera que conduce al vestíbulo, empe/aron a ascender por ella en silencio. (unque Littlemore sentía aversión por los placeres activos, su ami)o observó que esta ve/ se había puesto puesto en movimien movimiento9 to9 iba en busca de la dama a la cual parecía haber clasiic clasiicado ado con una sola palabra. palabra. lo di!o tan alto que todo el mundo en la sala pareció sentirse aludido. aterville estaba sorprendido. No se hallaba preparado, incluso tras la mención del porche de detr"s de la casa, para descubrir que era americana. *ientras *ientras ella hablaba, hablaba, su acompaña acompañante nte se dio vuelta vuelta era un !oven del)ado del)ado pero de buen color, color, en tra!e tra!e de etiqueta se mantuvo distante, las manos en los bolsillos, y aterville pensó que, evidentemente, no era americano. -u actitud era muy seria para un !oven de aspecto atractivo y !ovial y, a pesar de que su altura no superaba la de los dos ami)os, observó a aterville y a Littlemore con una mirada estrecha y vertical. #espués se volvió hacia la estatua de Aoltaire, como dando a entender que, al in y al cabo, no entraba dentro de sus prevision previsiones es que que la dama a la que atendía atendía se se encontr encontrara ara con con person personas as que que él no conocí conocía, a, o que incluso, incluso, qui/"s, qui/"s, no no quería conocer.
0( usted también le sienta bien or, pero sí en las ciudades del 1este. 3orque... es usted americano, 7no8 @ien, somos todos compatriotas, menos sir (rthur #emesne. #é!eme que le presente a sir (rthur9 sir (rthur #emesne, el señor aterville, señor aterville, sir (rthur #emesne. -ir (rthur #emesne es diputado 7no le parece parece muy muy !oven8 !oven8 bien, señor Littlemore, Littlemore, 7en qué est" pensando8 Littlemore estaba pensando que realmente debía de haber olvidado el nombre de la dama, puesto que el que ella ella hab había ía pronun pronuncia ciado do no le desper despertab tabaa nin)&n nin)&n recuer recuerdo. do. 3ero, 3ero, eviden evidentem tement ente, e, no pod podía ía respo responde nderle rle sinceramente. 0a no vive allí. Creo que ya nadie vive allí. -ir (rthur (rthur #emesne #emesne sacó sacó su relo! relo! con el aire de quien no pue puede de partic participa iparr en una con conver versac sación ión de remembran/as domésticas. 3arecía combinar una serenidad hereditaria con un punto de timide/ personal. Comentó brevemente que era hora de volver a sus asientos. 3ero la señora ;eadBay hi/o caso omiso del comentario. aterville aterville deseaba que no se moviera de allí. *ir"ndola sentía el mismo placer que contemplando una pintura encantadora. -u densa cabellera, con suaves y delicadas ondas, era de un ne)ro intenso que en aquel momento resultaba poco com&n su te/ tenía la lo/anía de una lor blanca su peril, al volver la cabe/a, resultaba puro y ino como el contorno de un camaeo. 07-abe que éste es el principal teatro de la ciudad8 0le di!o a aterville como si quisiera ser sociable0, 7y que este señor es Aoltaire, el célebre escritor8 0-oy un devoto de la Comédie Française 0contestó aterville, sonriendo. 0La sala es neasta, no hemos oído ni una palabra 0intervino sir (rthur. 04(h, sí, los palcos6 0murmuró aterville.
0La obra me ha de!ado al)o decepcionada 0continuó la señora ;eadBay0 pero me )ustaría saber qué ser" de esa mu!er. 07#oña Clorinde8 3ues... ima)ino que la matar"n de un tiro suelen disparar a las mu!eres, en las obras rancesas 0terció Littlemore. Littlemore. 04*e recordar" -an #ie)o6 0e2clamó la señora ;eadBay. 0 le lan/ó el nombre de su hotel al tiempo que se ale!aba del bra/o de su in)lés. aterville si)uió a éste con la vista con cierto interés. ;abía oído hablar de él en Londres y había visto su retrato en el Vanity Fair . $odavía no era hora de ba!ar, a pesar de que aquel caballero hubiera dicho que lo era, y Littlemore y su ami)o salieron al balcón del vestíbulo. 0;eadBay. 0;eadBay. 7;eadBay8 7;eadBay8 7#e dónde demonios demonios habr" sacado sacado ese nombre8 0pre)untó 0pre)untó Littlemore Littlemore mientras mientras miraban hacia aba!o, donde transcurría un animado crep&sculo. 0#e su marido, supon)o 0su)irió aterville. 07#e su marido8 7#e cu"l8
había casado6 or. -in embar)o, en los <imos seis años las cosas podían haber cambiado. -in duda ella había Eprosperado. or9 ya en aquellos días pensaba en 3arís y hablaba de 3arís, ciudad que no tenía nin)una perspectiva de conocer, pero de esa manera había podido salir adelante en Nuevo *é2ico. *é2ico. ;abía tenido sus ambicion ambiciones es y sus presentimi presentimientos entos había había sabido sabido que estaba predestina predestinada da a cosas me!ores. Dncluso en -an #ie)o había podido ima)inar anticipadamente a su pequeño sir (rthur. #e ve/ en cuando, al)&n in)lés errante se ponía a su alcance. No todos eran barones o diputados, pero sí que normalmente representaban representaban un cambio en relación a los directores de periódico. Littlemore tenía curiosidad por saber cu"les eran las intenciones de la señora ;eadBay con respecto a su <ima adquisición. 3robablemente ella le hacía sentirse eli/, si es que sir (rthur era capa/ de sentir tal estado de "nimo, lo cual no era muy evidente. 3arecía muy espléndida, probablemente ;eadBay se había hecho rico, lo)ro que no podía ser imputado a nin)uno de los otros, pero ella no aceptaba dinero, estaba se)uro de que nunca había aceptado dinero. #e re)reso hacia sus butacas, Littlemore, cuyo tono !ocoso, aunque con ese ras)o pensativo inseparable de todo lo retrospectivo, de repente soltó una carca!ada. 04
La dama, con la espalda reclinada en su butaca, se abanicaba lentamente observando sin recato a Littlemore, como si hubiera estado esperando para verle entrar. -ir (rthur #emesne estaba sentado a su lado apoyando la barbilla barbilla,, redonda redonda y rosada, rosada, sobre sobre el cuello cuello duro duro y alto, alto, con con una cierta cierta e2pres e2presión ión de aburri aburrimien miento. to. Nin)uno Nin)uno de los dos parecía hablar. 07 ahora quiere casarse con el baronet8 0pre)untó aterville, como si su compañero uera omnisciente. 3or el momento, a Littlemore le divertía parecerlo. parecerlo. 0-upon)o que él quiere casarse con ella. 073ara ser repudiado como todos los dem"s8 0No creo. *e parece parece que esta ve/ ha encontra encontrado do lo que buscaba 0di!o Littlemo Littlemore, re, mientras mientras se levantab levantabaa el telón. Littlemore de!ó transcurrir tres días antes de llamar al ;otel *eurice que ella había mencionado. 3odemos aprovehar éste intervalo para añadir unas cuantas palabras a la historia que hemos oído de sus labios. La estancia de ?eor)e Littlemore en el le!ano 1este había sido de un tipo provisional bastante corriente por aquel entonces. ;abía ido allí con la intención de volver a proveer sus bolsillos, bastante vacíos a causa de las e2trava)ancias cometidas cometidas en la !uventud. -us primeras tentativas habían racasado. Los tiempos en que se podía amasar una ortuna estaban ya acabando, incluso para un !oven del que se podía suponer que había heredado de un padre honorable, recién allecido, al)unas nobles habilidades, especialmente las dedicadas a la importación de té, a las cuales cuales el vie!o señor Littlem Littlemore ore debía la posibilidad posibilidad de haber de!ado a su hi!o en una situación situación acomodada. Littlemore había disipado su patrimonio y no parecía ser muy r"pido en descubrir sus posibilidades para orientarse hacia nin)una de las proesiones llamadas liberales ya que su actividad consistía principalmente en umar de orma ilimitada y en domar caballos. Le habían mandado a ;arvard a cultivar sus aptitudes pero por la orma que tomaron allí, resultó m"s eectiva la represión que el estímulo. +epresión que consistía en al)unas estancias ocasionales en uno de los bellos pueblos pueblos del del valle valle de Connectic Connecticut. ut. La La suspensi suspensión ón tempor temporal al de la univer universida sidadd le había había salvado, salvado, puesto puesto que que la vida vida en el campo le había permitido distanciarse de sus absurdas aiciones. ( la edad de treinta años, no dominaba nin)una de las artes &tiles, a menos que incluyamos entre ellas la indierencia. > si salió de su indierencia ue )racias )racias a un )olpe de suerte. suerte. 3ara complacer complacer a un ami)o que estaba estaba necesitado necesitado de dinero dinero de orma orma a&n m"s apremiante que él, había comprado por una suma moderada Glas )anancias de una partida de poer en la que la suerte le había acompañadoH una participación en una mina de plata que el vendedor, con una ranque/a inusual, había admitido que estaba desprovista de metal. Littlemore hi/o investi)ar la mina y conirmó la veracidad de la aseveración. 3ero sería rebatida unos dos años m"s tarde )racias a que a otro de los accionistas se le reanimó la curiosidad. #icho caballero, caballero, convencido de que una mina sin plata es al)o tan raro como un eecto sin causa, descubrió el centelleo del precioso elemento en la proundidad de la ra/ón ser de las cosas. 3ara Littlemore, el descubrimiento ue bienvenido y resultó ser el principio de una ortuna cuya consecución, durante unos cuantos años poco brillantes y en muchos lu)ares incultos, le había acercado a la desesperación repetidas veces, lo cual, aquel hombre cuya decisión no era nunca muy ime, qui/" no merecía del todo. Fue antes de que la ortuna le sonriera, cuando conoció a la dama que ahora se hospedaba en el hotel *eurice. (hora era propietario de la mayor parte de la mina que se mantenía tercamente productiva y que le había permitid permitidoo comprar, comprar, entre otras otras cosas, cosas, un rancho de )anado )anado en *ontana, *ontana, de proporcio proporciones nes bastante bastante m"s nobles nobles que aquellos acres secos cerca de -an #ie)o. ;aciendas y minas son cosas que a uno le hacen sentirse se)uro y el hecho de saber que no tenía que controlar con demasiada ansiedad las uentes de sus in)resos Gobli)ación que a un hombre con su car"cter le amar)a la vidaH aumentó su calma natural. No era que esa imperturbabilidad no hubiera sido puesta a prueba considerablemente. Como muestra, un solo e!emplo9 había perdido a su esposa al cabo de tan sólo un año de matrimonio, unos tres años ante de la echa en que nosotros le hemos conocido. $enía ya m"s de cuarenta años cuando conoció y corte!ó a una señorita de veintitrés que, como él, parecía tener todas las probabilidades de esperar una sucesión de años elices. (l morir le de!ó una hi!a de pocos meses que ahora se hallaba al cuidado de su &nica hermana, esposa de un hacendado in)lés y dueña de una aburrida propiedad en ;ampshire.
#olphin, había enamorado a su terrateniente in)lés en un via!e que el señor #olphin se había prometido a sí mismo mismo para para con conoce ocerr las las insti instituc tucion iones es de los or para casarse con la señorita Littlemore, quien, al contario de su hermano, no había desperdiciado su patrimomo. La esposa de su hermano, casado varios años m"s tade en ocasión de un via!e a
-u tardan/a en ir a visitarla ue, sin embar)o, al)o calculado tenía para ello ra/ones que no es necesario mencionar. #e todos modos, cuando ue, la señora ;eadBay estaba en casa y Littlemore no se sorprendió de encontrar a sir (rthur #emesne en su saloncito. (l)una cosa en el aire parecía evidenciar que dicho caballero llevaba allí bastante tiempo. Littlemore pensó que, en aquel momento, dadas las circunstancias, probablemente probablemente daría por terminada su visita tenía que saber por su anitriona que Littlemore era un vie!o y bien conocido ami)o.
era solamente una orma m"s de cortesía. ( la lu/ del día parecía al)o apa)ada pero su e2presión no podría apa)arse nunca. $enía $enía las me!ores me!ores habitaci habitaciones ones del hotel y un aire de e2trema opulencia opulencia y prosperi prosperidad dad un mensa!er mensa!eroo permanecí permanecíaa uera, uera, en la la antec" antec"mara mara,, y era era eviden evidente te que que la dama sabía sabía vivir. vivir. $rató de incluir a sir (rthur en la conversación, pero el !oven, a pesar de mantenerse en su sitio, rehusaba ser incluido. -onreía en silencio, pero era evidente que no se sentía cómodo. La conversación por lo tanto, se mantenía supericial cualidad que, antaño, nunca se podría haber atribuido a las entrevistas de la señora ;eadBay con sus ami)os. Littlem Littlemore ore se calló calló con una intencio intencionali nalidad dad de la que ella no pareció pareció enterarse. 0*e reiero al señor ;eadBay 0repuso ella con di)nidad0, he pasado por no poco desde que me vio por <ima ve/9 matrimonio, muerte, problemas y toda suerte de cosas. 0;abr" pasado por no pocos matrimonios antes de entonces 0se atrevió a observar Littlemore. Littlemore.
La dama posó su mirada sobre él con un brillo de compasión y sin cambiar de color. 0No tantos, no tantos... 0No tantos como se podría haber pensado. 0No tantos como se comentaba. ;e olvidado si estaba casada la <ima ve/ que le vi. 0or. 3ero Nueva >or no me )usta. 0La anitriona de Littlemore pronunció esta <ima rase en un tono que la convertía en el résumé de todo un episodio social0. $en)o la intención de vivir en o8 43or nada del mundo6 7#e dónde ha sacado esa idea8 ( mí la alta sociedad me importa menos que esa edición del Fi#aro Fi#aro.
0o también tenía un carrua!e que, cuando no estaba !unto a la ventana, me llevaba a todas partes. o sé de qué manera quiero que me miren 4> me propon)o conse)uirlo6 0e2clamó la señora ;eadBay. -í, realmente, era muy clara. Littlemore se mantenía sentado, cara a cara con la dama y, durante un rato, no di!o nada. <2perimentaba una me/cla de emociones y le invadía el recuerdo de otros lu)ares, otros momentos. ;abía e2istido anti)uamente una considerable ausencia de barreras entre ellos dos. 'l la había conocido como sólo se conoce a la )ente en el )ran -uroeste. Le había )ustado enormemente, en un pueblo donde habría resultado ridículo mostrarse diícil de complacer. 3ero su conciencia de este hecho estaba vinculada, de al)una manera, a las condiciones de vida del )ran -uroeste su simpatía por Nancy @ec era una emoción cuyo marco correcto era el porche de atr"s. > ahora ella se presentaba partiendo de una nueva base, parecía desear que la clasiicara de manera distinta. Littlemore se decía a sí mismo que ello podría resultar demasiado molesto. La había conocido como era en aquel tiempo no podía, a estas alturas, ima)inarla de otra manera. -e pre)untaba si iba a resultar un incordio. No era "cil "cil creerla creerla capa/ capa/ de de tal actitud, actitud, pero podía podía lle)ar lle)ar a result resultar ar incómoda incómoda si de verdad verdad estaba estaba resue resuelta lta a ser ser dierente. Le asustaba un poco cuando se ponía a hablar de la alta sociedad europea, de su hermana, de lo que resultaba vul)ar... Littlemore era una buena persona y sentía, por lo menos, el normal amor del hombre por la !usticia, !usticia, pero e2istía e2istía en él un un compone componente nte de de indolen indolencia, cia, de escept escepticis icismo, mo, qui/" qui/" incluso incluso de de brutali brutalidad, dad, que hacía hacía que deseara preservar la simplicidad de sus relaciones anteriores. No tenía nin)&n especial interés por ver renacer a una mu!er, como se denominaba a tal proceso místico. No creía en el renacimiento de las mu!eres. Creía en su no hundimiento lo veía como perectamente posible y eminentemente deseable, pero sostenía que era me!or para la sociedad sociedad que no procuraran, procuraran, como dicen dicen los ranceses, ranceses, m$ler les #enres.
0@ueno, si quiere al)o, se)uro que lo conse)uir" 0di!o, en respuesta al <imo comentario comentario de la dama0. -iempre ha obtenido lo que deseaba. 03ues esta ve/ quiero al)o nuevo. 7+eside su hermana en Londres8 0*i querida señora, 7qué sabe, usted, de mi hermana8 0pre)untó Littlemore0. No creo que le )ustara. La señora ;eadBay )uardó silencio un momento. 04No me respeta6 0e2clamó de repente, en un tono de vo/ bastante alto, casi ale)re. -i Littlemore quería, quería, como he dicho, preservar la simplicidad de sus relaciones, ella estaba aparentemente dispuesta a complacerle. 04(h, mi querida señora @ec...6 0e2clamó con un li)ero tono de protesta y usando su anti)uo apellido por casualidad. la anitrio anitriona na de Littlemore soltó una risa despiadada0. No temo en lo m"s mínimo que me resulte aburrida. -er aburrido es muy distin)uido. >o soy, de lar)o, demasiado animada. 04 lue)o, para apartar la atención de un asunto tan delicado, pre)untó de repente09 7-e va a casar con sir (rthur8 07No cree que ya me he casado bastantes veces8 veces8 03osiblemente, pero esta línea es nueva, sería dierente. =n in)lés. o tampoco. -ólo que debe de estar enamorado de usted. 0
a)itada. 3ero los sentimientos de su !oven in)lés parecen otor)arle el derecho de sentarse ahí, cuando ha venido al)uien, con una e2presión de inortunio y aburrimiento que podría lle)ar a resultar muy molesto. 0 de repente, se dio vuelta y se volvió a su salón, arrastrando lentamente la lar)a cola de su alda. III
rien& , se di!o Littlemore mientras se ale!aba del hotel y repitió la rase al hablar con E %lle ne se doute de rien& aterville sobre la señora ;eadBay. 0:uiere ser correcta 0añadió0. 3ero nunca lo conse)uir" del todo ha empe/ado demasiado tarde, tarde, ya nunca ser" m"s que medianamente correcta. #e todas maneras, tampoco sabr" cu"ndo est" equivocada, así que 4tanto da6 Lue)o procedió a airmar que, respecto a al)unas cosas, se mantendría incorre)ible9 no tenía nin)&n tacto nin)una discreción nin)&n mati/ era una mu!er que, de repente, te podía decir9 E4No me respetas6. 4Como si uera propio de una mu!er decir al)o así6 0#epende de lo que haya querido decir con ello. 0( aterville le )ustaba encontrarles diversos sentidos a las cosas. 04Cuanto 0 4Cuanto m"s quisiera decir con ello, menos debiera decirlo6 0declaró Littlemore. -in embar)o, volvió al ;otel *eurice, y en la si)uiente ocasión llevó a aterville con él.
torpe/a por parte de ella desear escalar las alturas debería saber cu"nto me!or estaba en su lu)ar, m"s ba!o. 3arecía que la actitud de la señora ;eadBay le irritaba va)amente. Dncluso en sus a)itados intentos de autoeducarse, se había convertido en una )ran crítica, y mane!aba muchas de las maneras de la época con un toque toque libre libre y atrevi atrevido, do, de modo modo que con consti stituí tuían an una va) va)aa invoca invocació ción, n, una petic petición ión de avenen avenencia cia que que,, naturalmente, resultaba incómoda para un hombre a quien dis)ustaba la molestia de revisar vie!as decisiones, consa)radas por una cierta cantidad de reminiscencias que se podrían caliicar como tiernas.
)ustarle como capítulo de la del caballero. ( él le parecía que la dama se aerraba a él, convencida de que le podía ayudar y que a la lar)a lo haría. 3arecía que, poco a poco, se había ido acomodando a la idea de conse)uirlo a lar)o pla/o. 3or otra parte, había conse)uido mantener una perecta armonía entre sir (rthur #emesne y sus visitantes americanos, que pasaban mucho menos tiempo en su salón. Le había convencido "cilmente de que no había nin)&n motivo para estar celoso y que ellos no tenían nin)una intención, como ella decía, de e2cluirle también que era ridículo estar celoso de dos personas a la ve/, y que +upert aterville, una ve/ aprendido el camino de su hospitalario apartamento, se personaba allí tan a menudo como su ami)o Littlemore. Los dos, en eecto, normalmente venían !untos, y terminaron por librar a su competidor de cierto sentido de la responsabilidad.
por una lar)a lar)a línea de antepas antepasados ados no no sabía qué pensar pensarían ían de la la señora señora ;eadBay ;eadBay,, apenas apenas sabía sabía lo que pensa pensaba ba él mismo la &nica cosa que tenía absolutamente clara era que ella hacía que el tiempo pasara como no pasaba en nin)una otra ocupación.
+upert aterville, en medio de aquellas relaciones, a propósito de las cuales qui/"s todos tenían ciertas reservas mentales, nunca olvidó que se hallaba en una posición representativa, que tenía una responsabilidad oicial y se pre)untó m"s de una ve/ hasta qué punto se podía permitir tolerar las pretensiones de la señora ;eadBay de presentarse como una dama americana, representativa, representativa, incluso, del m"s nuevo estilo. ( su manera, se encontraba tan perple!o como el pobre sir (rthur, y, de hecho, se ale)raba de ser tan quisquilloso como pudiera pudiera ser cualquie cualquierr in)lés. in)lés. E-upón E-upón que tras esta relación relación sin compromi compromiso, so, la señora señora ;eadBay ;eadBay viniera viniera a Londres y di!era, en la Le)ación, que quería ser presentada a la reina. -ería tan diícil ne)"rselo, Gera evidente que tendrían que ne)"rseloH, que ponía mucho cuidado en no comprometerse t"citamente. La señora ;eadBay podría podría entender entender cualquier cualquier cosa como una promesa promesa t"cita, t"cita, él sabía sabía muy bien que el m"s mínimo mínimo )esto de los diplom"ticos era estudiado e interpretado. Dntentaba, por lo tanto, ser realmente diplom"tico en sus relaciones con aquella atractiva pero peli)rosa mu!er. -olían cenar !untos los cuatro, sir (rthur hacía )ala de su conian/a hasta este punto, y en estas ocasiones la señora ;eadBay, valiéndose de uno de los privile)ios de las damas, incluso en el restaurante m"s caro, solía limpiar su vaso con la servilleta. =na noche, cuando, tras haber pulido una copa, la inspeccionaba ba!o la lu/, con la cabe/a ladeada, provocando el leve indicio de un )uiño, se di!o a sí mismo mientras la miraba que parecía una bacante moderna.
momento, Littlemore era el &nico que no estaba observando a la señora ;eadBay nunca parecía observarla, aunque la dama sí le observaba a él a menudo. aterville se pre)untaba, pre)untaba, entre otras cosas por qué sir (rthur no había traído otros ami)os a visitarla. >a que 3arís, durante las varias semanas que ya habían transcurrido, abundaba en visitantes in)leses. -e pre)untaba si realmente la señora ;eadBay se lo había pedido y él se había ne)ado le habría )ustado mucho saber si se lo había pedido. <2puso su curiosidad a Littlemore, quien, sin embar)o, mostró muy poco interés por el tema. #i!o, no obstante, que no dudaba de que se lo hubiera pedido ella nunca se había desalentado por una alsa delicade/a. 03ues conti)o ha estado muy delicada 0replicó aterville0. No te ha pedido nada <imamente. 0-olamente me ha de!ado por in&til. *e tiene por un bruto. 0*e pre)unto qué debe pensar de mí 0di!o aterville, pensativamente. pensativamente. 0(h, cuenta conti)o para que le presentes al ministro. $ienes suerte de que nuestro representante no esté aquí. 0@ueno 0replicó aterville0, el ministro ha resuelto dos o tres asuntos diíciles, y supon)o que podría resolver éste. No haré nada sino es por orden de mi !ee. 0Le 0 Le )ustaba mucho hablar de su !ee. 0*e hace una in!usticia 0añadió Littlemore después de un momento0, he hablado con varias personas sobre ella. 0-í, 7pero qué les has dicho8 0:ue vive en el ;otel *eurice y que quiere conocer )ente a)radable. 0-upon)o que se sentir"n hala)ados por el hecho de que t& les consideres )ente a)radable, pero no van a verla 0di!o aterville. aterville. 0;ablé de ella con la señora @a)shaB, y la señora @a)shaB ha prometido que ir". 0Aaya 0murmuró aterville0 7> considera a)radable a la señora @a)shaB8 La señora ;eadBay no n o la recibir". 0o no puedo permitir permitirme me el lu!o de esperar, ya he esperado bastante. (sí ue como se e2presó la señora ;eadBay en ocasión de concertar un día para visitar el Lu2embur)o !unto a +upert aterville. (ludió al in)lés como si uera su marido o su hermano, su protector y compañero natural. E*e pre)unto si se dar" cuenta del eecto que causa lo que dice 0consideraba 0 consideraba aterville0. aterville0. No creo que lo di!era si supiera como suena en realidad. 0> si)uió añadiendo mentalmente09 3arece ser que cuando se lle)a de -an #ie)o hay un sinín de cosas que uno tiene que aprender. ;acen alta muchas cosas para que una mu!er resulte correcta. Dnteli)ente como era, la señora ;eadBay tenía ra/ón en decir que no podía permitirse el lu!o de esperar. $enía que aprender de prisa. 3or ello, ue ella quien escribió a aterville un día, para proponerle visitar el museo al día si)uiente la madre de sir (rthur estaba en 3arís, camino de Cannes, donde iba a pasar el invierno.
en 3arís en una época en que los caballeros in)leses se hallaban normalmente normalmente atareados ca/ando perdices. 0-e alo!a en el ;ótel du +hin, y le he hecho notar que no debería de!arla mientras se encuentre en 3arís 0di!o la señora ;eadBay, a medida que iban si)uiendo la estrecha +ue de -eine0. -u nombre es lady #emesne, pero su título completo es el de honorable lady #emesne, porque es hi!a de un barón. -u padre era banquero, pero hi/o no sé qué por el ?obierno, los conservadores, ya sabe, y ue elevado a la noble/a. 4Ae como sí que se puede ascender6 Aia!a acompañada de otra dama. La acompañente de aterville impartió esta inormación con tal seriedad que le hi/o sonreír. -e pre)untaba si la señora ;eadBay creía que él no sabía cómo hay que diri)irse a la hi!a de un barón.
Fueron pasando por las salas del Lu2embur)o. >, aparte que lo miró todo una ve/ y nada el tiempo suiciente, que hablaba, como siempre, un poco demasiado alto, y que dedicó demasiado tiempo a las malas copias que se estaban haciendo de al)unos cuadros sin relevancia, la señora ;eadBay ue una compañera muy a)radable y una a)radecida receptora de conocimientos. Lo captaba todo r"pidamente, y aterville estaba se)uro de que antes de salir del museo ya había aprendido al)o sobre la escuela rancesa.
e2plicaciones. Continuaba, Continuaba, sin m"s, su conversación saltando de un tema a otro sin transición. 0Lo mínimo que puede hacer es venir a verme. ;e sido muy amable con su hi!o. > eso no es ra/ón para que yo la visite, sino para que ella me visite a mí. (dem"s, si no le )usta lo que he hecho, me puede de!ar en pa/. :uiero entrar en la alta sociedad europea, pero quiero entrar a mi manera. No quiero correr detr"s de la )ente quiero que ellos corran detr"s de mí. -upon)o que lo har"n... 4al)&n día6 aterville la escuchaba con los o!os i!os en el suelo9 sintió que se rubori/aba un poco. ;abía al)o en la señora ;eadBay que le escandali/aba y le mortiicaba realmente, Littlemore tenía ra/ón cuando había dicho que la dama tenía una deiciencia de matices. ahora, de repente, se mostraba vehemente. 0-i inalmente viene a verme, entonces, seré absolutamente correcta con ella 4No pienso perderla6 3ero ella tiene que dar el primer paso. Conieso que espero que sea a)radable. 0:ui/" no lo sea 0di!o 0 di!o aterville perversamente. perversamente. 03ues, 03ues, si no lo es, tanto da. -u hi!o no me ha contado nada sobre ella ella ni una palabra palabra sobre nin)una nin)una de sus pertenenc pertenencias. ias. -e diría diría que se aver)I aver)Ien/a en/a de ellas ellas.. 0No creo que sea eso. 0>a sé que no lo es. > sé lo que es, en realidad. or apenas me concedieron de mala )ana la cortesía m"s elemental6 7(l)una ve/ ha oído cómo me trataron, cuando de!é ver que era del 1este8 aterville se quedó mirando i!amente a la señora ;eadBay este episodio le era totalmente nuevo. -u compañera se había )irado hacia él con su linda cabe/a echada hacia atr"s como una lor al viento había rubor en sus me!ilas y una lu/ m"s a)uda en su mirada. 04*is queridos neoyorquinos, son incapaces de ser descorteses6 0e2clamó el !oven. 0>a veo que es uno de ellos. 3ero no me reería a los hombres. Los hombres no se portaron mal, aunque lo admitieron. 07(dmitiero 0 7(dmitieronn qué, señora ;eadBay8 0aterville estaba totalmente in albis. La dama no contestó de inmediato sus o!os centellearon levemente, centrados en im")enes ausentes. 07:ué oyó sobre mí por allí8 7No me dir" que no oyó nada8 No había oído absolutamente nada no se había mencionado ni una sola palabra sobre la señora ;eadBay, en Nueva >or. >or. No podía podía in)ir in)ir y se vio obli)ado obli)ado a decírsel decírselo. o. 0#e todas maneras yo he estado uera 0añadió0, y en (mérica no salía mucho. No hay muchas ra/ones para salir en Nueva >or, sólo niñitos y niñitas. 04;ay muchas vie!as6 or decidieron que yo no daba la talla. 4No daba la talla para Nueva >or6 >or6 7:ué 7:ué le parece8 parece8 0> soltó una una dulce dulce risita. risita. -i había había luchado luchado con con su or)ullo or)ullo antes antes de llevar llevar a cabo seme!ante conesión, aterville aterville nunca lo supo. La crude/a de la conesión parecía indicar que la dama no tenía or)ullo, y, sin embar)o, había un lu)ar en su cora/ón que, como ahora percibió aterville, estaba intensamente dolorido y que de repente había empe/ado a estremecerse0. (rrendé una casa para el invierno, una de las m"s bellas bellas del lu)ar, lu)ar, pero pero estuve estuve allí completam completamente ente sola. sola. No me consid considerab eraban an apropi apropiada. ada. 4$al como me ve ve aquí, aquí, no tuve é2ito6 Le di)o la verdad, me cueste lo que me cueste. 4Ni una mu!er decente vino a visitarme6 aterville estaba desconcertado diplom"tico diplom"tico por naturale/a, casi no sabía qué actitud adoptar. No acababa de entender por qué la señora ;eadBay había sentido la necesidad de contarle la verdad, aunque el incidente parecía parecía ser bastante bastante curioso, curioso, y se ale)raba ale)raba de haber haber cono conocido cido los hechos hechos de primera primera mano.
tuvo una inspiración. No trató de e2plicar, de minimi/ar, ni de disculparse se aventuró sencillamente a poner su mano por un instante encima de la de ella y e2plicar, lo m"s tiernamente posible9 041!al" yo hubiera sabido que estaba allí6 0;abía bastantes hombres, pero los hombres no cuentan. -i no son una ayuda positiva, son un estorbo, y cuantos m"s tienes, peor pareces. Las mu!eres, sencillamente, sencillamente, te dan la espalda. 0$enían miedo de usted, estaban celosas 0di!o aterville. 0or, por avor, avor, racasé6 04$anto 04$anto peor para Nueva >or6 0e2clamó 0e2clamó aterville aterville,, quien, quien, como conesó conesó después después a Littlem Littlemore, ore, se había e2citado bastante. 07or, se di!o aterville con un )rato sentimiento de or)ullo cívico, era perectamente capa/ de poner, respecto a tal asunto, un listón m"s alto que Londres. Caminaron un cierto trecho sin hablar inalmente aterville di!o, e2presando honestamente honestamente lo que ocupaba el primer primer lu)ar lu)ar en su su pensam pensamient iento9 o9 01dio la rase Eentrar en la alta sociedad. Creo que uno no debiera atribuirse ese tipo de ambición. =no debería dar por sentado que orma parte de la alta sociedad, que pertenece a la alta sociedad, y mantener que, si tiene buenos modales, tiene, desde el punto de vista social, lo)rado el ob!etivo primordial9 la mayor aprobación por parte parte de los los dem"s. dem"s. 3or un momento ella pareció no entender, lue)o irrumpió9 04@ueno, supon)o que no ten)o buenos modales por lo menos no estoy satisecha6 a veo que lo aprendió aprendió66 0replicó 0replicó la señora señora ;eadBay, riendo amistosame amistosamente nte mientras mientras subía subía al vehículo adonde aterville la si)uió. No le sorprendió darse cuenta de que la dama trataba con amiliaridad a su savoir aire empie/a en mensa!ero, por naturale/a tenía que tratar con amiliaridad a su mensa!ero. E3ero el savoir casa, se di!o aterville, y el incidente echó una lu/ irónica sobre el deseo de la dama de entrar en la alta sociedad. No consi)uió, sin embar)o, desviar sus pensamientos del tema del que estaba hablando con aterville, porque mientras *a2 subía al pescante y el carrua!e se)uía su camino, lan/ó otra pequeña nota de desaío9 0-i lle)o a hacerme un lu)ar aquí, 4me reiré de Nueva >or6 4>a ver" la cara que pondr"n esas mu!eres6 aterville estaba se)uro de que su madre y sus hermanas no pondrían nin)una cara pero mientras el carrua!e rodaba camino de vuelta al ;otel *eurice volvió a sentir que ahora podía entender a la señora ;eadBay.
vehículo. -ir (rthur percibió a la señora ;eadBay e inst"neamente oreció su mano a una dama sentada dentro del coué, y que emer)ió con impresionante parsimonia, y se mantuvo de pie ante la puerta del hotel. or, >or, inormadas inormadas por al)una al)una onda ma)nétic ma)nética, a, se les estaría estaría deormando deormando el rostro. La señora ;eadBay, haciéndose car)o inmediatamente de la importancia del momento, no ue ni demasiado pronta en apropiarse de la visita, ni demasiado lenta en reconocerla. $an sólo se paró, sonriendo a sir (rthur. 0*e )ustaría )ustaría presentarle presentarle a mi madre, madre, tiene muchas )anas )anas de conocerla. conocerla. 0-ir (rthur se acercó a la señora ;eadBay, la dama le había tomado el bra/o. +esultaba a la ve/ sencilla y circunspecta tenía todos los recursos de una matrona in)lesa. La señora ;eadBay, sin adelantarse un paso, e2tendió sus manos como para atraer a su visitante m"s de prisa. 04Aaya6 a se )iraba, puesto que su cometido había terminado terminado pero el !oven in)lés, quién había entre)ado a su madre a lo que ahora podría caliicarse caliicarse como abra/o de su anitriona, le detuvo con un )esto amistoso. 0-in duda, no volveremos a vernos. *e voy. 0(diós, entonces 0di!o 0 di!o aterville.0 7Auelve a Dn)laterra8 0No. Aoy a Cannes con mi madre. 07-e quedar" en Cannes8 0;asta 0 ;asta Navidad, se)uramente. Las damas, acompañadas por el señor *a2, habían pasado al hotel, y aterville se despidió de su interlocutor al cabo de poco. -onrió mientras se ale!aba rele2ionando que si sir (rthur había obtenido una concesión por parte parte de su madre madre había había sido sido sólo sólo a cambio cambio de de otra otra conce concesión. sión. ( la mañana si)uiente si)uiente ue a ver a Littlemo Littlemore, re, de quien tenía tenía una invitaci invitación ón permanente permanente para desayunar, desayunar, y quien, como siempre, estaba umando un ci)arrillo y ho!eando una docena de periódicos. Littlemore tenía un apartamento )rande y un cocinero e2perto. -e levantaba tarde y se paseaba por su habitación durante toda la mañana deteniéndose de ve/ en cuando para mirar por las ventanas que se asomaban a la 3lace de la *adeleine. No llevaban muchos minutos sentados ante el desayuno cuando aterville le anunció que sir (rthur estaba a punto de marchar a Cannes de!ando abandonada a la señora ;eadBay. 0No me anuncias nada nuevo 0di!o Littlemore.0 Aino ayer por la noche para despedirse de mí. 07#espedirse de ti8 #e pronto se ha vuelto muy cortés. 0No vino por cortesía, vino por curiosidad. qué quería saber8 0-i yo sabía al)o en contra de Nancy @ec. aterville se quedó asombrado. 07La llamó Nancy @ec8 0Ni la mencionamos pero me di cuenta de lo que esperaba y lo que esperaba era que yo condu!era la conversación hacia ella, sólo que yo me ne)ué a hacerlo. 04(h, pobre hombre6 0murmuró aterville. 0No veo nin)&n motivo para compadecerle 0di!o Littlemore0. Los admiradores de la señora @ec nunca han necesitado que se les compade/ca. 0@ueno, es evidente que quiere casarse con ella. 03ues de!a que lo ha)a. >o no ten)o nada que decir al respecto. 0:ui/"s él tema que haya al)o en su pasado que sea diícil de pasar por alto. 0
0*i querido querido ami)o, ami)o, va a tener tener que solucio solucionar narlo lo él solo. solo. #e todos todos modos, modos, no tiene tiene nin)&n nin)&n derech derechoo a pre)untar pre)untarme me seme!an seme!ante te cosa cosa a mí. ;ubo ;ubo un momen momento, to, !usto !usto cuando cuando se disponía disponía a marc marcharse harse,, en que lo lo tuvo en en el e2tremo de la len)ua. -e quedó de pie !unto a la puerta, no podía marcharse, lo iba a soltar. *e miró muy seriamente, y yo le miré muy seriamente a él nos mantuvimos así durante casi un minuto. Lue)o decidió morderse la len)ua y se marchó. aterville escuchó esta pequeña disertación con un intenso interés. 07> si te hubiera pre)untado, qué le habrías dicho8 07:ué crees t&8 0@ueno, supon)o que q ue habrías dicho que su pre)unta no era !usta. 0 si un hombre te lo pre)untas pre)untase, e, le le podría podríass derrumb derrumbar ar de un )olpe )olpe,, pero pero eso no sería sería una respue respuesta. sta. 0$endría que servir 0di!o Littlemore. (ñadió al momento09 <2isten ciertos momentos en que el deber de un hombre es per!urar. aterville tenía un aspecto )rave. 07Ciertos momentos8 0(quellos en que el honor de una mu!er est" en !ue)o. 0>a veo lo que quieres decir. 3ero eso sería si él mismo se hallaba involucrado. 0
Las vacaciones de -emana -anta de aquel año ueron inusualmente a)radables un sol al)o tibio y a)uado colaboró al pro)reso de la primavera. Los altos y densos setos de arBicshire eran como muros de arce empotrados en los maci/os de primaveras, y los "rboles m"s nobles de Dn)laterra que emer)ían de ellos con una re)ularidad que su)ería la e2istencia de unos principios conservadores, empe/aron a cubrirse de una especie de pelusilla pelusilla verde. verde. +upert +upert atervil aterville, le, siempre siempre atento atento a sus deberes deberes y asistien asistiendo do ielment ielmentee a la Le)ación, Le)ación, había había tenido poco tiempo para disrutar de esa hospitalidad rural que es la )ran invención del pueblo in)lés y la m"s perecta perecta e2presión e2presión de su car"cter car"cter.. Le habían habían invitado invitado de cuando cuando en cuando, cuando, porque porque en Londres Londres había sido recomendado a mucha )ente como un !oven muy sensato, pero no tuvo m"s remedio que declinar m"s invitaciones de las que pudo aceptar. 3or ese motivo, le resultaba a&n bastante novedoso hospedarse en una de esas nobles y anti)uas casas, rodeadas de acres hereditarios y en las que había pensado con tanta curiosidad y envidia desde el primer momento en que lle)ó a Dn)laterra. -e propuso a sí mismo visitar tantas de ellas como le uera posible, pero no le )ustaba hacer las cosas con prisas, o cuando tenía la mente ocupada, tanto como la pudiera pudiera tener, tener, con lo que creía creía que eran eran asuntos de import importanci ancia. a. *antenía *antenía las las casas del campo campo en reserva reserva les dedicaría su tiempo y en su debido momento, tras haberse acostumbrado un poco m"s a Londres. -in nin)&n
)énero de duda, sin embar)o, había aceptado la invitación para ir a Lon)lands. Le había lle)ado en una nota sencilla y amiliar, de lady #emesne, a quien a&n no había sido presentado. -abía de su re)reso de Cannes, donde había pasado todo el invierno, porque lo había leído en un periódico dominical sin embar)o le causó cierta sorpresa recibir una carta suya e2presada en términos tan inormales. E:uerido -r. aterville 0había escrito la dama0 he sabido por mi hi!o que qui/"s Ad. podría venir a visitarnos el día JK para pasar dos o tres días. -i puede, nos complacería mucho. Le podemos prometer la compañía de su encantadora compatriota, la -ra. ;eadBay. ;abía visto a la señora ;eadBay le había escrito una semana antes desde un hotel de la calle Cor, para decirle que había lle)ado a Londres para la temporada y que estaría muy contenta de verle. aterville había ido a verla al)o vacilante ya que temía que ella sacara a relucir el tema de su presentación pero le sorprendió a)radablemente observar que no tocaba ese tema. ;abía pasado el invierno en +oma, via!ando directamente desde esta ciudad a Londres, con sólo una pequeña parada en 3arís, para comprar al)o de ropa. +oma, ciudad en la que había hecho muchos ami)os, le había )ustado mucho. Le ase)uraba que conocía a la mitad de la noble/a romana. 0-on una )ente encantadora sólo tienen un deecto, se quedan demasiado tiempo 0di!o ella. >, en respuesta a su mirada inquisitiva, continuó09 *e reiero a cuando vienen a verte. -olían venir todas las tardes, y querían quedarse hasta el día si)uiente. o les solía orecer puros, etc. Conocí a tanta )ente como quise 0añadió, en un momento dado, descubriendo qui/"s en los o!os de aterville al)&n rastro de la compasión con la cual seis meses antes había escuchado el relato de su desconcierto en Nueva >or0 ;abía muchos in)leses conocí a todos los in)leses y ten)o la intención de visitarles aquí. Los americanos americanos esperaron a ver qué hacían los in)leses para lue)o hacer lo contrario. ?racias a eso me libré de al)unos e!emplares increíbles. ;ay al)unos, 7sabe8, que son horrendos. (dem"s, en +oma, pertenecer a la alta sociedad no es tan importante, si se es capa/ de apreciar las ruinas y la Campa)na yo apreciaba muchísimo la Campa)na. -iempre estaba paseando alrededor de al)&n h&medo templo anti)uo medio transida de romanticismo. ( e2cepción de los templos me recordaba bastante el paisa!e de los alrededores de -an #ie)o. *e )ustaba repasarlo todo, cuando iba conduciendo por allí andaba siempre meditando tristemente sobre el pasado. no me importa6 0añadió r"pidamente Littlemore. (ntes de marcharse de Londres le había e2plicado a aterville que la señora ;eadBay, en ocasión de su visita para despedirse de ella en 3arís, había lan/ado otro y bastante inesperado ataque0. -obre el tema de la alta sociedad. *e di!o que yo realmente debía hacer al)o, que ella no podía continuar de aquella manera. > me ro)ó en nombre de... creo que no sé muy bien cómo decirlo.
0$e a)redecería mucho que lo intentases 0di!o aterville, quien se recordaba constantemente a sí mismo que los americanos que se hallaban en Littlemore se calló sin acabar de deinir el resultado de tal obli)ación. aterville intentó ima)inar cu"l sería mientras, su ami)o embarcó para Nueva >or sin contarle como, a in de cuentas, había resistido el ataque de la señora ;eadBay.
#emesne se )iró hacia él otra ve/, con su sonrisa dulce y va)a, que parecía ser invariable. 0 en estas sencillas palabras aterville encontró la conirmación a su teoría de que lady #emesne estaba representando un papel con se)undas intenciones. -e pre)untó si debería sentarse !unto a la señora ;eadBay en la cena y deseó, con la debida deerencia hacia los encantos de dicha dama, encontrar una compañía al)o m"s ori)inal. Los resultados del atavío que ella había prolon)ado durante dos horas se hicieron visibles pocos minutos m"s tarde. (pareció en lo alto de la escalera que descendía hacia la sala, lo cual, durante los tres minutos que duró su lento descenso de cara a la )ente que esperaba aba!o, la puso considerablemente de relieve. aterville, mir"ndola, sintió que aquél era un )ran momento para ella9 ésta era virtualmente su entrada en la alta sociedad in)lesa. La señora ;eadBay entraba en la alta sociedad in)lesa realmente bien, con su sonrisa encantadora en los labios y con los troeos adquiridos en la +ue de la 3ai2 arrastrando tras de sí. 3rovocaba un portentoso ru0r& al moverse. La )ente volvió sus o!os hacia ella hubo un perceptible descenso del volumen de la conversación, a pesar de que no había sido especialmente audible. 3arecía estar muy sola y era bastante pretencioso por su parte el hecho de ba!ar ba!ar la <ima, aunque aunque era posible posible que el retraso retraso se debiera debiera sencillame sencillamente nte a que, una ve/ ante su espe!o, espe!o, le hubiera resultado muy diícil encontrarse a )usto. 3orque evidentemente era consciente de la importancia de la ocasión, y aterville estaba se)uro de que el cora/ón de la señora ;eadBay latía emocionado. -in embar)o, era muy valiente sonrió m"s intensamente y avan/ó con el aire de una dama acostumbrada a que la miren. $enía, de todos modos, el apoyo de saber que era bonita porque nada, en esta ocasión, altaba a su belle/a, y la resolución de triunar, que podría haberla endurecido, quedaba velada por la virtuosa conciencia de no haber ne)li)ido nada. Lady #emesne se adelantó para saludarla sir (rthur no le hi/o caso, y a los pocos momentos aterville se encontró procediendo a cenar !unto a la esposa de un eclesi"stico que lady #emesne le había presenta presentado do con este este in cuando cuando la sala sala estaba estaba casi casi vacía. vacía. #el ran)o ran)o de dicho ecles eclesi"st i"stico ico se enteró enteró a la mañana mañana si)uiente, pero entretanto le pareció e2traño, de al)una manera, que en Dn)laterra los eclesi"sticos tuvieran esposa. La vida in)lesa, incluso al cabo de un año de residencia se)uía present"ndole estas sorpresas. No le dame que no era, result resultóó diíc diícil il sin embar embar)o, )o, recono reconocer cer a qué tipo tipo perte pertenec necía ía la dame era, en nin)& nin)&nn sentid sentido, o, especialmente e2cepcional, sin que hubiera sido necesaria la +eorma para producir tal tipo de dama. -u nombre era señora (pril la envolvía un )ran chal de enca!e para tomar la cena se quitó tan sólo un )uante, y el otro provocó en aterville, en al)unos momentos, la curiosa impresión de que el convite entero, a pesar de ser muy completo, era al)o parecido a un picnic. La señora ;eadBay estaba al otro lado de la mesa, a cierta distancia había entrado, se)&n le inormó a aterville su vecina, con un )eneral, un caballero de cara en!uta, nari/ a)uileña y bi)otes bien cuidados, y tenía a su otro lado a un ele)ante !oven de identidad menos deinida.
y sin adornos pareciendo no mirar nada en especial, soportando el silencio como si uera tan avorecedor como la lu/ de las velas mostrando sin embar)o, en las escasas ocasiones en que hablaban, unas voces ricas y rescas. -e hallaban todos envueltos por una comunidad de ideas, de tradiciones.
-i la señora ;eadBay era e2traña, aterville a&n no había descubierto hasta qué punto.
0$iene que reservarme una o dos horas de su tiempo antes de marcharse, ya sabe. Creo sinceramente que hay al)unas cosas que le )ustar"n. 0-ir (rthur habló como si aterville uera muy e2i)ente parecía querer darle una importancia indeinida. con este comentario saludó al al)o desconcertado !oven. 04;ola6, 7ya ha vuelto de la i)lesia8 0di!o sir (rthur sacando su relo!. atervil aterville le quedó impresio impresionado nado por su impertur imperturbabi babilida lidad. d. La admiró admiró porque, después de todo, se di!o a sí mismo, debía de haber sido desa)radable que le interrumpieran. -e sintió un poco como un bobalicón y deseó haberse mantenido en compañía de la señora (pril, para dar la impresión de haber venido con ella. La señora ;eadBay tenía una apariencia adorablemente resca en un atavío que aterville, que tenía sus ideas sobre tales asuntos, estaba se)uro que no sería visto con buenos o!os para un domin)o por la mañana en una inca in)lesa9 un né#li#é de runces y volantes blancos, entreme/clados con cintas amarillas una prenda que podría haber llevado la señora de 3ompadour para recibir a Luis A, pero que probablemente no se habría puesto para salir a la calle. La vista de tal indumentaria acabó de reairmar la impresión que tenía aterville de que la señora ;eadBay, )eneralmente sabía lo que se hacía. $omaría una línea de acción propia no sería demasiado complaciente. complaciente. No ba!aría a tomar el desayuno no iría a la i)lesia los domin)os por la mañana llevaría vestidos primorosa primorosament mentee inorma inormales, les, y parecerí pareceríaa terriblem terriblemente ente no0brit"nica no0brit"nica y no0protest no0protestante ante.. :ui/"s :ui/"s a in de cuentas, cuentas, esto uera me!or.
actitud que había mostrado la noche anterior. -in embar)o, aterville estaba decidido a no de!ar que la )ente le tratara de esa manera, no estaba dispuesto a olvidarlo. 07(caso cree que siempre estoy pensando en usted8 0pre)untó0. #e ve/ en cuando no la ten)o en mente. Aine aquí para ver los !ardines, y, si no me hubiera hablado, habría continuado haciéndolo. La señora ;eadBay permaneció perectamente imperturbable imperturbable pareció no haber ni tan siquiera oído su deensa. 0$iene otras dos incas 0replicó sencillamente0. o nunca habría pensado nada si no hubiera sido por él. 'l lo empe/ó todo el verano pasado en ;ambur)o quería saber por qué no había venido a Dn)laterra me di!o que tendría mucho é2ito aquí. No sabe mucho del asunto, de todos modos no tiene mucho sentido com&n. 3ero, de todas maneras es un hombre muy amable es muy a)radable verle rodeado de su... 0> la señora ;eadBay se detuvo un momento, mirando con admiración a su alrededor0, rodeado de sus vie!as reliquias de amilia. *e )usta este vie!o lu)ar 0continuó0
07Nin)una delicade/a8 0repitió ella. 0#ebería )uardar estas cosas para usted sola. 0@ueno, sé lo que quiere decir yo hablo de todo. Cuando me e2cito ten)o que hablar. 3ero ten)o que hacer las cosas a mi manera. $en)o bastante delicade/a, cuando la )ente me es a)radable. 3re)&ntele a (rthur #emesne si soy o no delicada, pre)&nteselo a ?eor)e Littlemore. Littlemore. No se quede ahí parado todo el día, 4entre a comer6 0> la señora ;eadBay reanudó su paseo, mientras +upert aterville, levantando sus o!os por un momento, la ue alcan/ando )radualmente0. volvió volvió las relucientes tapas del libro hacia ella. 0*e temo que hace bastante bastante tiempo tiempo que no me i!o en ellos ellos 0murmuró 0murmuró la dama, dama, acerc"ndose acerc"ndose a la ventana, ventana, desde la que se quedó mirando hacia uera. *"s all" del límpido cristal se e2tendía el parque, donde el color )ris del atardecer empe/aba a col)arse de las )randes ramas de los robles.
controlaba muchas cosas. Dncluso su simplicidad era de conveniencia. (unque de una conveniencia bastante noble. =no podría haber sentido l"stima por ella, si hubiera visto que vivía en una constante, tensa comunión con ciertos rí)idos ideales. se detuvo detuvo un momento. momento. Lue)o añadió, sencillame sencillamente09 nte09 :uisiera :uisiera pre)untarle pre)untarle al)o sobre sobre la señora ;eadBay. E4(h, lle)ó el momento6 0e2clamó aterville para sus adentros. 3ero e2ternamente, sonrió de la manera m"s a)radable que le ue posible, y di!o9 0-í, claro. 07Le molesta que se lo pre)unte8 es verdad, es ascinante 0di!o la dama con una sequedad inimitable. 0o esperaba que usted me lo aclararía. aterville )uardó silencio durante un momento. 0*e temo que no puedo e2plicarle nada sobre la -eñora ;eadBay ; eadBay 0comentó inalmente. 0Aeo que admite que es al)uien muy sin)ular. aterville volvió a dudar. 0
-intió que había sido muy poco considerado sabía e2actamente lo que lady #emesne quería que di!era. No estaba dispuesto a empañar la reputación de la señora ;eadBay para complacer a lady #emesne sin embar)o, con su activa ima)inación pudo comprender los sentimientos de aquella tierna, ormal y seria mu!er, la cual, era "cil de ver, había buscado su propia elicidad en el cultivo del deber y en la idelidad e2trema hacia sus dos o tres ob!etos de devoción ele)idos una ve/ por todas. no ha oído nada8 aterville recordó la aseveración de Littlemore sobre los casos en que el honor no permite a un hombre decir toda la verdad y se pre)untó si éste sería uno de esos casos. Lady #emesne se impuso, le había convencido de la realidad de su a)ravio, y vio el abismo que le separaba de la mu!ercita ambiciosa que había convivido con directores de periódico del 1este. $enía motivos para no querer que la asociaran con la señora ;eadBay. #espués de todo, no había habido nada en su relación con esa dama que le indu!era a mentir en su avor. 'l no había buscado su amistad, ella había buscado la suya ella le había pedido que la visitara. > sin embar)o, no podía desenten desentenderse derse totalmen totalmente te de de ella. ella. Como decían decían en en Nueva Nueva >or, >or, la idea idea se se le atra)ant atra)antó. ó. 0*e temo que, realmente, no voy a poder decir nada. > tampoco importaría. -u hi!o no la abandonaría por el
hecho de que a mí no me a)radase. 0-i pudiera creer que ella ha obrado mal, la de!aría. 03ero yo no ten)o derecho a decir que sea así 0di!o aterville. Lady #emesne se volvió se sentía muy decepcionada. aterville temió que e2clamara al)o como E73or qué cree entonces que le invité a venir8. #e!ó su sitio cerca de la ventana y parecía que se disponía a salir de la sala. 3ero se detuvo. 0=sted sabe al)o en contra de ella, pero no lo quiere decir. aterville aerró el libro contra sí y se sintió incómodo. 0=sted me atribuye cosas que no he dicho. >o nunca diré nada. 0#esde lue)o, es usted totalmente libre. <2iste al)uien m"s que la conoce, creo. 1tro americano, un caballero que estaba en 3arís cuando estuvo mi hi!o. -e me ha olvidado su nombre. 07=n ami)o de la señora ;eadBay8 -upon)o que se reiere a ?eor)e Littlemore. 0<2acto, el señor Littlemore. $iene una hermana a la que cono/co no sabía que era su hermana hasta hoy. La señora ;eadBay me habló de ella pero parece que no la conoce. con un estilo ma!estuoso que resultó m"s impresionante incluso que su ló)ica, lady #emesne se acercó a la puerta. aterville se adelantó para abrírsela y en el momento en que ella salía di!o9 0;ay al)o que sí puede hacer usted9 4intentar que le )uste6 Lady #emesne # emesne le lan/ó una mirada terrible. 04
?eor)e Littlemore lle)ó a Londres el día veinte de mayo y una de las primeras cosas que hi/o ue ir a ver a aterville en la Le)ación, donde le hi/o saber que para el resto de temporada había arrendado una casa en el barrio barrio de :ueen :ueen (nneMs (nneMs ?ate, ?ate, para para que su su herman hermanaa y su su marido marido 0quiene 0quienes, s, amena/a amena/ados dos por por la disminuci disminución ón de las rentas, habían alquilado su propia residencia en la ciudad0, pudieran ir y pasar un par de meses con él. 0=na de las consecuencias de tener una casa ser" que tendr"s que recibir a la señora ;eadBay 0di!o aterville. Littlemore continuó sentado con las manos cru/adas sobre su bastón miraba a aterville con una e2presión que no se alteró en absoluto al ser mencionado el nombre de la dama. 07;a lo)rado introducirse introducirse en la alta sociedad europea8 0pre)untó al)o l"n)uidamente. l"n)uidamente. 0*ucho, diría yo. $iene una casa y un carrua!e y diamantes y todo en orden. 3arece que ya conoce a muchas "ornin# (ost . ;a ascendido muy r"pidamente ya es casi amosa. $odo el personas personas salió su nombre nombre en el "ornin# mundo hace pre)untas sobre ella. $e van a coser a pre)untas. Littlemore escuchaba muy serio. 07Cómo lo)ró introducirse8 introducirse8 0Conoció a bastante )ente en Lon)lands y consi)uió que todos la encontrasen muy divertida.
auparon, ella sólo tuvo que empe/ar. Littlemo Littlemore re pareció, pareció, de repente, repente, estar impresiona impresionado do con lo )rotesco )rotesco de esta noticia, noticia, ante la cual su primera primera reacción ue un r"pido estallido de risa. 04Aaya con Nancy @ec6 La )ente de aquí es e2traña. -e entusiasman con todo el mundo. or no se le acercarían. acercarían. 0@ueno 0@ueno,, Nue Nueva va >or >or est" est" anticu anticuado ado 0di!o 0di!o ater atervil ville le y adv advirt irtió ió a su ami)o ami)o que lady #emesn #emesnee estaba estaba impaciente por verle lle)ar y que quería pedirle ayuda para evitar que su hi!o introdu!era seme!ante persona en la amilia. (parentemente, Littlemore no se alarmó ante los proyectos de la dama, e indicó, dando a entender que los consideraba al)o impertinentes, impertinentes, que sabría mantenerse uera de su alcance. 0#e todas maneras, no es un matrimonio apropiado 0declaró aterville. 073or qué no, si él la ama8 0@ueno, si eso es todo lo que quieres... 0e2clamó aterville con un )rado de cinismo que sorprendió bastante bastante a su compañero. 07$& te casarías con ella8 0#esde lue)o, si estuviera enamorado de ella. 0Cuidaste bien de que ello no sucediera. 04-í, lo hice6 > #emesne debería haber hecho lo mismo. 3ero ya que ha mordido el an/uelo... 0> Littlemore terminó su rase con un boste/o reprimido. ( los pocos minutos, aterville le pre)untó cómo se las arre)laría, en vista de la lle)ada de su hermana, sobre el tema de invitar a la señora ;eadBay a su casa, y él contestó que se las arre)laría sencillamente no invit"ndola. 1yendo esto, aterville le acusó de ser muy inconsecuente, a lo cual Littlemore replicó que ello era muy posible. 3ero pre)untó si no iba a ser posible hablar de otra cosa que no uera la señora ;eadBay. No podía entender entender el inter interés és del del !oven !oven hacia hacia ella, ella, y estaba estaba se)uro se)uro de que se hartar hartaría ía de ella m"s tarde. tarde. aterville habría lamentado dar una idea alsa de su interés por la señora ;eadBay ya que se sentía or)ulloso de haber puesto límites deinidos a sus sentimientos. ;abía ido a verla dos o tres veces, pero era un alivio pensar pensar que ahora ahora la dama dama era era complet completamen amente te indepen independien diente te de él. él. No había había habido habido nin)&n nin)&n restab restableci lecimien miento to de aquel trato íntimo que se había dado durante la visita a Lon)lands. 3odía prescindir de su ayuda, ahora. o no les importo vienen sólo para poder repetir Elo <imo de la señora ;eadBay. $odos quieren tenerlo primero primero es una una verdad verdadera era carre carrera. ra. Cuando tuvo conocimiento de lo que se esperaba de ella y se comprometió a suministrar lo deseado en abundancia, la pobre mu!ercita traba!ó realmente duro con sus americanismos. -i el )usto de Londres discurría por ese camino, camino, haría haría todo todo lo que pudiera pudiera por por complace complacerlo. rlo.
suicientes para tener )ustos m"s notables que aquellos por los que se le conocía9 corte!ar a una dama al)unos años mayor que él, cuya provisión de ar)ot caliorniano era a&n mayor que su provisión de dólares. La señora ;eadBay se había hecho con una buena cantidad de ideas nuevas desde su lle)ada a Londres, pero también había retenido retenido unas cuantas cuantas de las anti)uas. anti)uas. La principal principal de ellas ellas 0que tenía ya un año0 era que sir (rthur #emesne era el !oven m"s irreprochable del mundo. ;abía, claro est", una buena cantidad de cosas que él no era. No era divertido, no era insinuante, no era de un ardor absolutamente irreprimible. o a eso lo llamaría m"s bien caerme mal0 di!o Littlemore. Littlemore. 0-í, ya veo. entonces, qué le dir"8 0:ue es la mu!er con m"s é2ito de toda
vestirse. 0(ntes de que se vaya quiero que me prometa al)o 0di!o de improviso, pero con una mirada que él había visto antes y que quería decir que se trataba de al)o importante0. 3uede estar se)uro de que le pre)untar"n sobre mí. 0> lue)o se calló. 07Cómo sabe la )ente que la cono/co8 7No se habr" !actado de ello8 7 yo quiero casarme con él, eso es lo que yo quiero hacer. 07> él espera mi opinión para decidirse8 0o le he inluenciado, se lo he e2plicado todo cincuenta veces. 3ero al)unas cosas son bastante complicadas, 7sabe8, y si)ue volviendo a ellas. :uiere que le e2plique cada manchita. 'l mismo no vendr", pero su madre sí que lo har", o mandar" a al)una persona de su parte. parte. *e ima)in ima)inoo que mandar" mandar" a su su abo)ado, abo)ado, el abo) abo)ado ado de la amil amilia, ia, como como le llama llaman. n. se lo rue)o solemnemente. =sted me puede salva salvar, r, al i)ual i)ual que me me puede puede perder. perder. -i me pierde pierde,, ser" un cobar cobarde. de. > si dice dice una palabra palabra en en mi contra, contra, estaré perdida. 0Aaya a vestirse para la cena, ésa es su salvación 0contestó Littlemore separ"ndose de ella en el rellano de la escalera. I&
reunión multitudinaria multitudinaria en al)una parte y ella había vuelto sin demorarse, pues tenía que hablar con su hermano. or. La he visto tres veces, aparentemente va a todas partes. No hablé con ella, estaba deseando ver qué harías t&. Ai que no tenías intención de hacer nada, lue)o esta carta me hi/o decidirme.
comunicarle los hechos tal y como son. =na mu!er no tiene derecho a hacer tales cosas y lue)o venir aquí pidiendo pidiendo que todo todo el mundo la acept acepte. e. 3uede hacer hacer las paces paces con su concie conciencia ncia pero pero no puede hacerla hacerlass con la sociedad. sociedad. (noche en casa de lady #ovedale, #ovedale, temí que ella se enterara enterara de quién era yo y viniera viniera a hablarme hablarme..
0*i hermana me leyó una carta suya muy sin)ular 0le di!o. 07:ué clase de carta8 0La carta de una mu!er tan asustada que haría cualquier cosa. :ui/" yo sea un auéntico bruto pero su espanto me divierte. 0o no puedo, no soy 1livier. 3ero o!al" viniera. No deberíamos permitir permitir que la señor señoraa ;eadBay ;eadBay si)a adelante adelante.. 043or #ios6 41!al" me de!aran en pa/6 0murmuró Littlemore con triste/a, mirando i!amente, durante unos momentos, por la ventana. 07$odavía 07$odavía mantienes mantienes la teoría teoría que propusiste propusiste en 3arís8 3arís8 7a te di!e que ello equivaldría a una condena. 03uede equivaler a lo que se quiera. Creo que me iré. 0
( la mañana si)uiente Littlemore recibió una nota de la señora ;eadBay, una nota corta y sencilla, que consistía meramente en estas palabras9 E Littlemore sonrió aunque le aburría la perspect perspectiva iva que que se le venía venía encima. encima. #ecid #ecididam idamente ente,, la señora señora ;eadBay ;eadBay era una una autén auténtica tica molestia molestia.. 4No 4No merecía merecía que la deendieran6 Como respuesta, ella le dedicó una mirada ero/ su rostro ya no era un rostro sonriente. 3arecía ailado y violento, casi vie!o el cambio era total. 3ero soltó una irónica risita. 0-í, ya sé. Los hombres son así de tontos, no saben nada de las mu!eres que las mu!eres no se lo hayamos dicho. > las mu!eres les contamos cosas a propósito para comprobar lo tontos que pueden ser. >o misma le he contado cosas así, sólo por divertirme, cuando estaba aburrida. aburrida. -i se las creyó, ue culpa suya. 3ero ahora hablo en serio. +ealmente quiero que sepa al)unas cosas. 0No quiero saber nada. >a sé bastante.
07:ué quiere decir con que ya sabe bastante8 0e2clamó ella con la cara encendida0 7:uién se cree que es para saber al)o8 0La pobre mu!ercita, en su vehemencia, no era or/osamente consecuente y la sonora carca!ada con la que Littlemore recibió esta interpelación interpelación le debió de parecer uera de toda medida0. No obstante, sabr" lo que quiero quiero que sepa. sepa. =sted cree que soy una mala mu!er, no me respeta respeta ya se lo di!e en 3arís. 3arís. (dmito que hice cosas que hoy día yo misma no entiendo. 3ero he cambiado completamente y quiero cambiarlo todo. =sted debería apoyarme en ello debería entender qué es lo que quiero. 1dio todo lo que me ha pasado antes de esto lo detesto, lo aborre/co. Fuí por ese camino intentando una y otra cosa. 3ero ahora ten)o lo que quiero. 7:ué quiere, que me arrodille ante usted8 -i ten)o que hacerlo, lo haré. -ólo usted puede ayudarme, nadie m"s puede hacer nada, est"n todos esperando para ver si lo hace. Le di!e en 3arís que podía ayudarme, y si)ue siendo verdad adora. #i)a una palabra en mi avor 4por el amor de #ios6 No ha movido ni el dedo meñique, o lo sabría ya. Lo cambiaría todo. 1 bien si su hermana viniese a verme, también lo cambiaría todo. Las mu!eres no tienen piedad, piedad, ni pi/ca pi/ca de piedad, piedad, y usted tampoco tampoco tiene tiene piedad piedad.. No es que ella sea nada nada especial especial,, la mayoría mayoría de mis ami)os son me!ores, pero es la &nica mu!er que sabe, y la )ente sabe que ella sabe. 'l sabe que ella sabe, y sabe que ella no viene a verme. > así me mata, 4me mata6 sus o!os lan/ar lan/aron on un tier tierno no y conmovedor destello hacia el baronet0. ;e deseado esto durante mucho tiempo, qui/" se haya dado cuenta de que lo deseaba. o no puedo puedo es una )ran )ran l"stima, l"stima, pero pero no es culpa culpa mía, es mi inort inortunio unio.. No ten)o a nin)uno de los míos y estoy terriblemente sola en el mundo. 3ero el señor Littlemore se lo contar" le contar"
que me conoce desde hace años. Le contar" si conoce al)una ra/ón..., si conoce al)o en contra mía. 'l deseaba esta oportunidad pero no podía tomar la iniciativa. >a ve, querido señor Littlemore, le trato como a un vie!o ami)o. Le de!aré con sir (rthur. Les pido a ambos que me disculpen. *ientras pronunciaba esta sin)ular proposición, la e2presión de su rostro, vuelto hacia Littlemore era como la de un ma)o a punto de pronunciar las palabras de un con!uro. #iri)ió otra sonrisa a sir (rthur y salió de la sala con andar ma!estuoso. Los dos hombres se quedaron en la e2traordinaria situación que ella les había creado. Nin)uno de los dos se movió para abrirle la puerta. La cerró tras de sí y por un momento reinó un proundo y portentoso silencio. -ir (rthur #emesne, con el semblante muy p"lido, miraba insistentemente insistentemente la alombra. 0*e ha colocado en una situación muy diícil 0di!o Littlemore inalmente0. > supon)o que para usted no es m"s aceptable que para mí.
Littlemore metió violentamente la epístola en su bolsillo y salió con ella a paso militar. ;abía salido para llevar a cabo varias cosas, pero se olvidó de sus asuntos durante un tiempo, y antes de darse cuenta había entrado en ;yde 3ar. #e!ó a un lado los carrua!es y los !inetes y bordeó el la)o -erpentine hasta los !ardines de Oensin)ton, por los que reali/ó el circuito entero. -e sentía molesto y m"s decepcionado de lo que podía comprender, de lo que habría comprendido si lo hubiera intentado. (hora que Nancy @ec había tenido é2ito, su é2ito parecía oensivo, y casi lamentaba no haberle dicho a sir (rthur9 E@ueno, era bastante mala mu!er, 7sabe8. No obstante, ahora que la cosa estaba decidida, por lo menos le de!arían en pa/. Caminó hasta que su irritación desapareció y antes de dedicarse a los asuntos para los que había salido, había de!ado de pensar en la señora ;eadBay. Aolvió a casa a las seis y el sirviente que le abrió le hi/o saber que la señora #olphin había pedido pedido que que cuando cuando volviera volviera se le le inorm inormara ara de de que deseaba deseaba verle verle en el el salón. salón. E4
encontraban !untas, de pie, en el centro de la habitación. 0*e ale)ro mucho de que hayas vuelto 0di!o la señora #olphin, sin mirarle a los o!os0, deseaba muchísimo presenta presentarte rte a lady #emesn #emesnee y esperaba esperaba que entrara entraras. s. 7$iene 7$iene realment realmentee que irse8 irse8 7No podría podría quedarse quedarse un rato8 rato8 0añadió volviéndose hacia su compañera y sin esperar respuesta, prosi)uió r"pidamente09 $en)o que de!arles un momento, perdónenme. (hora vuelvo. (ntes de poder darse cuenta, Littlemore se encontró a solas con lady #emesne y comprendió que, como él no había estado dispuesto a visitarla, ella había asumido la responsabilidad de dar el primer paso. 4$uvo un eecto muy peculiar, de todas maneras, ver a su hermana haciendo las mismas trampas que Nancy @ec6 E4#ebe de estar realmente inquieta6 0se di!o a sí mismo mientras permanecía ante lady #emesne. 3arecía delicada y modesta, incluso tímida, en la medida en que una alta y serena mu!er que llevaba bien alta su cabe/a podría podría parecerlo parecerlo y era un tipo de persona tan distinta distinta a la señora ;eadBay, ;eadBay, que desde el punto punto de vista de Littlemore, el triuno de Nancy conería a lady #emesne, por contraste, al)o de la di)nidad de los vencidos. ;acía que sintiera l"stima por ella. o creo que sí. #eseaba #eseaba oírlo de sus propios propios labios. le oreció su mano después de lo cual él la acompañó en silencio a la puerta. Littlemore no sentía nin)una incomodidad, nin)&n remordimiento, por lo que acababa de decir sólo sentía alivio. :ui/"s era porque creía que no cambiaría nada. Le importaba solamente en relación con aquello que para Little Littlemore more estaba estaba en el ondo ondo de todas todas las cosas, cosas, su propio propio sentido sentido de lo lo que era apropi apropiado. ado. -ólo -ólo deseaba deseaba haber comentado a lady #emesne que la señora ;eadBay sería probablemente una esposa e2celente para su hi!o. 3ero eso, al in y a cabo, sí que no cambiaría nada. 3idió a su hermana, a quien le había maravillado mucho la brevedad de la entrevista con lady #emesne, que le ahorrara todas las pre)untas al respecto y la señora #olphin anduvo durante al)unos días en la eli/ conian/a de que no iba a introducirse nin)&n terrible americano en la alta sociedad in)lesa comprometiendo comprometiendo su tierra nativa. -u conian/a, sin embar)o, duró poco. La inormación no había surtido eecto había lle)ado qui/"s demasiado tarde. (l mundo londinense le lle)ó en los primeros días de !ulio, no la noticia de que sir (rthur #emesne iba a casarse con la señora ;eadBay, sino que la pare!a había sido privadamente, y era de esperarse en cuanto a la señora ;eadBay en esta ocasión, indisolublemente unida. Lady #emesne no dio señales de vida. -ólo se retiró al campo. 0Creo que podrías haber obrado de manera distinta 0di!o la señora #olphin, muy p"lida, a su hermano0 pero
supon)o que todo se pondr" de maniiesto. 04-í, para que se pon)a m"s de moda que nunca6 0contestó 0contestó Littlemor Littlemore, e, riendo cínicamente cínicamente.. $ras su breve breve entrevista con la mayor de las señoras #emesne, no se sintió en libertad para volver a visitar a la m"s !oven y nunca se enteró, ni tan sólo quiso nunca enterarse, de si en la cumbre de su é2ito le había perdonado. (unque resultara muy e2traño, aterville estaba verdaderamente verdaderamente escandali/ado por dicho é2ito. -ostenía que nunca debería haberse permitido que la señora ;eadBay se casara con un caballero coniado y usó, en conversación con Littlemore, las mismas palabras que la señora #olphin. Creía que Littlemore podía haber obrado de manera distinta. -e e2presó con tal vehemencia que Littlemore le diri)ió una mirada penetrante, penetrante, tan penetrante como para hacer que se rubori/ara. rubori/ara. 07(caso querías casarte t& con ella8 0pre)untó su ami)o0. *i querido ami)o, 4est"s enamorado de ella6 or de que la )ente empe/aba a pre)untarse quién demonios era la señora ;eadBay.