Introducción a los cuatro evangelios ¿Por qué cuatro evangelios? Antes de introducirnos en el objeto de nuestro estudio – estudio –el el evangelio de Mateo – Mateo – intentaremos intentaremos dilucidar un asunto que es extremadamente enigmático e interesante. Se trata de la pluralidad de relatos (en este caso, cuatro) acerca de la vida, palabras y hechos de nuestro Señor Jesucristo. Al respecto, hemos hallado algunas explicaciones que pueden ayudarnos a aclarar este enigma.
1. UN BIÓGRAFO ERA INSUFICIENTE Un carácter tan rico y multifacético como el de Jesucristo, el Hijo de Dios, sólo podía expresarse a través de varios biógrafos. (Es de notar, en todo caso, que estas "biografías" no son exhaustivas, sino selectivas). La visión particular de uno solo era absolutamente insuficiente. insuficiente. Dos o tres de ellos tampoco bastaba. De hecho, en el Antiguo Testamento hay algunos relatos duplicados. Ernesto Trenchard ha dicho que, para conocer fielmente la fisonomía de un desconocido, son mejores cuatro fotos de distintos ángulos que una gran toma de frente (1). Así también, los cuatro evangelios con sus respectivos puntos de vista, nos muestran una mayor riqueza de Cristo que si hubiera habido un solo relato amplio.
2. LA SEMEJANZA DE LOS QUERUBINES Y LOS CUATRO SERES VIVIENTES
a) Los querubines del arca y el templo
Numerosos autores cristianos han asociado los cuatro evangelios con los querubines. Por ejemplo, A.B. Simpson dice: "En el antiguo tabernáculo y en el templo se hallaba la figura de los querubines. Tenían cuatro rostros: el primero, el de un león; el segundo, de un buey; el tercero, de un hombre; y el cuarto, de un águila. El león representaba a Cristo como nuestro Rey; el buey lo representa como trabajando y sufriendo; el hombre, como el Cristo en forma humana; el águila, en su carácter divino. Con razón los patriarcas señalaban a estos símbolos como representantes de los cuatro evangelios. Mateo es el evangelio del reino, Marcos el evangelio del siervo, Lucas el evangelio del Hijo del Hombre, y Juan el evangelio del Hijo de Dios". (En Mateo).
b) Los seres vivientes
Al respecto, Christian Chen plantea lo siguiente: "Ezequiel tuvo una visión de los querubines. Eran cuatro en número. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. En Apocalipsis los mismos cuatro querubines son llamados "seres vivientes" (Ap.4). El primer ser viviente era como un león; el segundo, como un becerro; el tercero, como un hombre, y el cuarto, como águila volando... Cristo es presentado a todos los hombres como el Rey en Mateo; en Marcos como el siervo de Dios; en Lucas, como el Hijo del hombre; en Juan, como el Hijo de Dios. La naturaleza del evangelio puede, por tanto, compararse al querubín de la visión de Ezequiel y al de Apocalipsis 4; en Mateo al león, en Marcos al becerro, en Lucas al hombre; en Juan al águila volando." (En Transformados a la imagen de Cristo).
La reducción de dos antípodas
Es interesante ver en esta visión cuádruple de Cristo dos pares de antípodas, las cuales se resuelven en él. Por un lado, está la antípoda del Rey y el Siervo, y por la otra la de Dios y el Hombre. En Cristo se reduce o concilia la imagen del Rey y la del Siervo, como también la de Dios y el Hombre.
3. LA IMAGEN DEL HIJO SEGÚN PABLO Christian Chen, en la obra citada más arriba, plantea que el apóstol Pablo nos entrega también en Filipenses capítulo 2 una visión cuádruple del Señor Jesucristo, que es afín a la que se basa en los querubines o seres vivientes.
Sin embargo, esta explicación parte de la base de que en Romanos 8:28-29 se nos dice que nosotros fuimos llamados según el propósito de Dios de ser conformados a la imagen de su Hijo. Ahora bien, ¿cuál es la imagen de su Hijo? Si leemos cuidadosamente Filipenses 2:5-11, seremos capaces de entender cuál es la imagen del Hijo. Según Chen, en ese pasaje Cristo es mostrado en forma cuádruple. Y sólo en esta forma cuádruple tenemos la imagen completa del Señor Jesucristo. "En los versículos 5 al 11 de Filipenses 2 encontramos la imagen del Hijo a semejanza de rey, a semejanza de siervo, a semejanza de hombre y a semejanza de, o en forma de Dios. La imagen del Hijo a semejanza de rey nos es mostrada en el evangelio de Mateo; en el evangelio de Marcos, el Señor nos es mostrado a semejanza de siervo; en el evangelio de Lucas nos revela al Señor a semejanza de hombre; y la imagen de Su Hijo en forma de Dios nos es mostrada en el evangelio de Juan. De esa forma, si queremos saber cuál es la imagen del Hijo y lo que significa ser
conformados a esa imagen, tenemos la respuesta correcta a través de los cuatro Evangelios, o sea, necesitamos de los cuatro evangelios para darnos esa respuesta." (Op. cit.)
4. CUATRO DESTINATARIOS INMEDIATOS
Según es de opinión común, los cuatro evangelistas tuvieron en mente cuatro tipos de destinatario diferentes, para los cuales habrían escrito su respectivo evangelio.
Mateo se habría dirigido principalmente a los judíos, pues pone énfasis en que Jesús es el Mesías predicho por los profetas del Antiguo Testamento. Para ello, cita reiteradamente el Antiguo Testamento (2).
Marcos se habría dirigido a los romanos. Los romanos eran un pueblo guerrero, muy pragmático, amante del poder. Consecuentemente, el evangelio se destaca por su brevedad, por la agilidad del relato, gracias al énfasis puesto en los hechos de Jesús -especialmente sus milagros-, más que en sus palabras.
Lucas habría tenido en mente a los griegos, por lo que destaca primordialmente la humanidad de Jesús, su simpatía por los débiles y desechados de la sociedad. El relato es muy completo, ordenado y hermoso, y en él se presenta "la gloriosa belleza y perfección de la vida de Jesús, el Hombre ideal y universal" (Henry H. Halley, en Compendio Manual de la Biblia).
Juan, por último, habría dirigido su atención a la Iglesia. En los tiempos en que Juan escribió su evangelio habían comenzado a infiltrarse herejías, atacando la divinidad de Jesús. Y es eso precisamente lo que Juan se propone en su evangelio, reivindicar la deidad de Jesús, y sus profundas enseñanzas como Hijo de Dios.
5. CUATRO DESTINATARIOS MEDIATOS Christian Chen, en otro de sus libros (Los números en la Biblia), da una explicación de por qué cuatro evangelios, asociándolos con los cuatro cuadrantes de la tierra. "En este moderno lenguaje científico, nosotros estamos viviendo en un mundo de cuatro dimensiones. Lo mismo que en el lenguaje del día a día, tenemos en la Biblia expresiones tales como "los cuatro confines de la
tierra" (Is.11:12). En hebraico eso significa literalmente los "cuatro cuadrantes de la tierra". Es un hecho aceptado que cualquier objeto redondo puede ser dividido en cuadrantes. Nuestro mundo es redondo. Cuando Abraham se separó de Lot. Dios le dijo: "Alza ahora tus ojos, y mira ... hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente". (Gén.13:14). Ese fue el mundo que Dios prometió dar a Abraham. En Ezequiel 37:9 nosotros tenemos la afirmación: "Ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos ..." Esto es, los cuatro puntos de la brújula. La ciudad de Dios (Ap. 21), en el norte, sur, este y oeste, da frente a las cuatro direcciones... Justamente como el río que salía de Edén para regar el Jardín de Dios, y que fue dividido en cuatro (Gén.2:10-14), el Evangelio, o las buenas nuevas de Cristo, proceden del corazón de Dios para alcanzar el mundo y decir a los hombres: "De tal manera amó Dios al mundo". Tenemos las cuatro presentaciones de esto, pero un Evangelio en cuatro evangelios. ¿Por qué cuatro? Porque debe ser enviado a los cuatro confines o a las cuatro partes del mundo."
6. REIVINDICACIÓN DEL PROPÓSITO DE DIOS Roberto Sáez plantea que cuando Dios creó al primer hombre, lo diseñó con algunos propósitos, que se frustraron momentáneamente con la caída. Pero en Cristo, tal como es mostrado en los evangelios, estos propósitos han hallado cumplimiento. Lo primero, Dios quería tener un hombre perfecto (Lucas, el hijo del Hombre), lo segundo, que este hombre se enseñorease (Mateo, el rey), lo tercero, que el hombre labrara el huerto (Marcos, el siervo), y en cuarto lugar, que el hombre tuviese la imagen y semejanza de Dios (Juan, el Hijo de Dios). Al perderse el primer hombre, se perdieron estos cuatro propósitos: se perdió la perfección del hombre, el hombre como imagen de Dios, el hombre tampoco reinó y se distorsionó el sentido del trabajo. En Cristo, el segundo Hombre, se recuperó todo lo que se perdió en el primer hombre, y los cuatro evangelios dan cuenta de ello. Lo que dicen los cuatro evangelios acerca de Cristo, lo dice el libro de los Hechos acerca de la Iglesia.
7. LOS CUATRO EVANGELIOS Y LOS MINISTERIOS. (EF.4:11) Según Rubén Chacón, los 5 ministerios de Efesios 4:11, están representados en los cuatro evangelios. El ministerio apostólico y el profético están representados en el evangelio de Juan (Juan presenta la revelación del misterio de Jesucristo (Ef. 3:5) como Hijo de Dios, como vida, como Verbo; no son los hechos de Cristo, sino más bien la exaltación de la persona de Cristo); el ministerio evangelístico está representado en el evangelio de Lucas (el énfasis de Lucas es la salvación de los perdidos: "El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido", prueba de ello son las tres parábolas del capítulo 15); el ministerio pastoral estaría representado en Marcos (el énfasis de Marcos es el servicio); y el ministerio de los maestros está representado en el evangelio de Mateo (porque destaca las enseñanza del Rey a sus súbditos; contiene los 3 grandes discursos de enseñanzas: el Sermón de la montaña, las parábolas del reino y las parábolas de mayordomía).