Interpretación Bandeja de Arena Por: Paula Sangüesa
La construcción de mundos en la arena, es una estrategia de intervención clínica utilizada frecuentemente con niños y adolescentes, que permite ir conociendo la percepción que tiene el que construye de su mundo a través del lenguaje metafórico. Es importante, tomar conciencia y explorar, desde el punto de vista del paciente los significados de su mundo. Es decir, además de considerar los simbolismos, poder poner atención a la narrativa del juego. En cuanto a los simbolismos, la construcción de mundos puede reflejar diferentes temáticas del mundo interno del paciente: desafíos del desarrollo evolutivo, autobiografías, temáticas espirituales, culturales, afectivas, situaciones del vida real, preocupaciones, etc. Durante el proceso de construcción y al finalizar la sesión es importante ir notando y analizando: 1. Grupos de Miniaturas que se utilizan 2. Opuestos-Polaridades que pueden ponerse en las diagonales 3. Lo que ocupa el Centro de la bandeja (que puede denotar el problema, que frecuentemente se asocia además a la representación más cercana del si mismo que realiza la persona que construye la bandeja) 4. Uso de la arena, marcas, cercas o delimitaciones. 5. Puentes entre espacios (conexiones, transiciones, cruces, etc.) 6. Ego Observador (figuras que se posicionan sobre la bandeja, como mirando lo que ocurre) 7. Signos de resiliencia: recursos, agua, plantas, vegetación. 8. Narrativa del mundo, lugares con mayores conflictos, lugares seguros/recursos, etc.
La autora Susan Cockle (1987)1 describe diferentes ejes de interpretación de la bandeja de arena: 1. Características del juego: ¿Cómo es el juego del niño en el tiempo que se demora, utilización de la caja y arena, coherencia de temas, capacidad de centrarse en la tarea, etc.?
La dificultad para respetar el límite de la bandeja y un tiempo excesivo de ejecución, podría indicar dificultades para respetar límites. Podría dar cuenta del desborde de elementos emocionales del mundo interno del paciente, que se ligan a los resultados de Bowyer (1970) sobre que los niños “normales” desde los 3 años tienden a respetar los límites de la bandeja (no poner
elementos sobre o fuera de la caja). Juegos muy activos activos o bandejas muy cambiantes, podrían hablar hablar de las representaciones de mundos internos más turbulentos y la necesidad de liberar estas emociones y sensaciones a través 1
En su tesis “ Sandplay : a comparative study”
de la bandeja. Lo mismo ocurre con la tendencia a cambiar rápidamente de temas, que podrían hablar de: a.
numerosos temas que emergen y luchan por acaparar la atención del paciente
b. mecanismos de defensa de evitación y negación, para evitar contactarse con contenidos que generan demasiada angustia. En lo niños hay una mayor tendencia a encontrar objetos enterrados, y que pueden dar cuenta de contenidos inconscientes que pulsan por surgir. Bowyer en este sentido, encontró que después de los cinco años, éste era un indicador clínico importante de conflictos emocionales (antes es normativo para la edad). La tendencia a hablar al terapeuta, podría ser un indicador de inseguridad en el vínculo, es decir, un indicador de apego inseguro. 2. Uso de objetos: Cantidad y tipo de miniaturas utilizadas
Cockle (1987), refiere que encontró en el grupo de niños con conflictos una tendencia a utilizar pocos elementos de escenificación, lo que podría dar cuenta de la visión de contar con un mundo interno y externo que carece de vida y de posibilidades de crecimiento. El uso restringido de elementos de transporte o vitales, podría dar cuenta de un déficit en la impresión de movimiento y progresión. Cuando hay una tendencia a usar más animales que personas, esto podría hablar de una cierta tendencia de inmadurez emocional, considerando que esto tiende a ser frecuente en los niños de 2-4 años de edad, que usas animales como substitutos de personas. En el grupo de niños con conflictos emocionales tienden a utilizarse más figuras agresivas y feroces. Mientras que esta autora identificó, que en el grupo de niños sin conflictos emocionales solía hacerse más referencia a elementos de casa-familiares, lo que podría hablar de que en ellos no existe tanta angustia al contactarse con estas temáticas. En cuanto a los aspectos evolutivos de las bandejas, cabe señalar que Dora Kalff postuló que entre los 6-7 años los niños tienden a prioriza plantas y animales, siendo el principal tema la naturaleza. Los niños de 11-12 años comienzan a expresarse más a través de humanos y temáticas de peleas y conflictos. Los niños de 12-13 años comienzan a realizar escenas que reflejan la vida real, sueños del futuro e imágenes abstractas.
3. Temáticas del Juego:
Basándose en Allan & Berry (1987) se puede observar que en las bandejas, tienden a emerger temáticas relacionadas con la resolución de conflictos en diferentes etapas, desde la más a la menos primitiva: a.
Muerte/Destrucción
b. Peligro/Amenaza c.
Lucha por la sobrevivencia
d. Restauración, solución del conflicto, que permiten que emerjan
temáticas
relacionadas con sensación de seguridad, dependencia emocional de otro que acoge, empoderamiento y fantasía.
4. Características del mundo:
Los niños más sanos, tienden a hacer bandejas balanceadas, vitales, y organizadas en contraposición a bandejas más bien áridas, vacías, sin muchas personas. Charlotte Bühler (1951, citado en Rogers & Harriet, 1994) 2 realizó un estudio observando lo que ella refirió como símbolos emocionales de conflictos emocionales y comparándolos en un grupo de niños con problemas y otros sin problemas emocionales, buscando diferencias para: A. Agresión (accidentes, incendios, violencia, peleas, tormentas, etc.): Son normales en los niños, aunque hay una tendencia a que se intensifiquen en las segundas creaciones. Esto es relevante en la medida en que, si aparecen en la primera bandeja, puede aumentar en posteriores creaciones. Referencias a Accidentes eran retratados con mayor frecuencia en niños con algún tipo de conflicto emocional. La interpretación normal de la presencia de agresión en los niños, es la necesidad de defensa y de protección, así como de destrucción. B. Vacío (sin personas, menos de 50 figuras, o menos de 5 tipos de elementos diferentes). Relevante en niños mayores de 8 años. Podría indicar trastornos cognitivos o un mundo interno árido. Sentimiento de vacío, soledad, o deseos de estar solo. O también resistencia a la tarea, creatividad bloqueada o fijación a ciertos objetos. C. Distorsiones: Generalmente los niños con problemas emocionales tendían a mostrar más de un tipo de estas distorsiones. Más que los otros indicadores, este un signo muy importante de malestar emocional. Pueden ser de tres tipos: 1. Cerrados: casi completamente rodeados de rejas. Puede interpretarse como la necesidad de definirse, o de encerrar lo angustioso. De seguridad. Sobre todo, cuando las rejas son puestas antes que otros personajes. 2. Rígidos: filas de personas o animales organizados de manera poco realista. Puede ser indicador de mecanismos obsesivos, tendencia al perfeccionismo, miedos. 3. Desorganizados: arreglos caóticos o poco prolijos. Hablan de una organización de mundo interno caótica, de confusión y de disolución de personalidad. En su estudio, la primera bandeja diferenciaba entre los grupos de niños más y menos ajustados emocionalmente, la segunda ya no era significativa. Por lo tanto, el análisis de la primera bandeja tiene un gran potencial diagnóstico.
2
Rie Rogers Mitchell and Harriet S. Friedman (1994). Sandplay: Past, Present and Future.
5. Narrativa:
Contraposición entre temáticas relacionadas con esperanza, capacidad de superar obstáculos, optimismos respecto al futuro y confianza en otros que pueden ayudar o satisfacer las necesidades emocionales de los niños sin problemas, con narrativas de desesperanza, pesimismo, desesperación, y falta de creencia en un futuro mejor de los niños con problemas emocionales.