DOCUMENTOS, PROPUESTAS, ANEXOS
DE LA III SEMANA LATINOAMERICANA DE CATEQUESIS
Sección de Catequesis del del CELAM - Bogotá 01-06 Mayo 2006 Texto Texto en elaboración. elabora ción. Versión no oficial, oficial , sin revisión. revisión . Aquí se presenta únicamente únicament e como Instrumento de Trabajo para los alumnos de ITEPA ! "ctubre #$$%.
CAPITULO I INICIACIÓN CRISTIANA CRISTI ANA Y EL PROCESO DE FORMACIÓN AL DISCIPULADO DISCIPULAD O 1. Primacía de la Palabra de Dios
1.1 La Palabra de Dios tiene una primacía insustituible en la vida de la Iglesia y del discipulado cristiano ( DV ( DV ). ). Es la fuente primordial de su identidad. En el contacto asiduo y permanente con ella el discípulo confronta su vida y se va descubriendo como Hio de Dios! "ermano de los otros y #e$or del universo. 1.% La Pala Palabr braa de Dio Dios &ue se "i'o i'o carne rne en ess de *a *a'a 'are ret" t"!! se e+pre +pressa normativamente en la #agrada Escritura! es vivenciada y transmitida en la ,radici-n se "ace presente! se comparte comparte y se celebra celebra en comunidad de discípulos. discípulos. La cercanía cercanía y trato con la Palabra Palabra de Dios provoca en el creyente las mismas actitudes y sentimientos de /risto ess0 escuc"a! disponibilidad! compasi-n! compasi-n! "umildad... "umildad... Ella lo "ace autntico autntico discípulo ( l %!11). %!11). En muc"os lugares lugares del continente continente la Lectura 2rante 2rante de la 3iblia (Lectio (Lectio Divina) "a ayudado ayudado a cono conocer cer!! vivir! orar y entrar en comuni-n con Dios. 1.4 La Palabra de Dios es criterio criterio supremo del encuentro encuentro e+istencial con la persona de esucristo vivo! cuyo 5isterio Pascual interpela la vida del discípulo en su ser! en su relaci-n! en su actuar y en su desempe$o en los diversos 6mbitos de la vida. 1.7 La Palabra Palabra inspirada inspirada invita a vivir una actitud actitud contemplativa contemplativa en la "istoria! "istoria! en los signos de la presencia de /risto 8esucitado! en los sacramentos y en la vida de las personas! especialmente en los pobres ( Mt ( Mt .%9). .%9). Ella se "ace presente en la dimensi-n celebrativa &ue el discípulo reali'a en comunidad. 1.9 Esto nos nos llevar6 a asumir asumir la Palabra como criterio criterio de lectura y de interpretaci-n interpretaci-n de la realidad realidad latinoame latinoamerican ricana! a! dond dondee los conflictos conflictos!! las contradic contradiccione ciones! s! la problem6t problem6tica! ica! los an"elos! y los desafíos e+igen del discípulo una actitud de sabiduría para descubrir el proyecto de Dios en la realidad &ue lo niega de muc"as formas. 5irar la realidad a la lu' de la Palabra es para el discípulo discípulo un imperativo &ue brota del seguimiento seguimiento de ess. 1.: Por eso la Palabra de Dios lo impulsa no s-lo a ser l mismo discípulo! sino a formar "ombre "ombress y muer mueres es nue nuevos vos con config figura urados dos a esuc esucris risto! to! obe obedie diente ntess al Espíri Espíritu! tu! testig testigos os y constructores de una nueva sociedad m6s usta y solidaria. 2. Testimonio y kerigma
%.1 La Iglesia tiene la urgente tarea de priori'ar el di6logo y el testimonio para acercarse a la gran cantidad de bauti'ados no convertidos y no cristianos &ue e+isten en el actual conte+to sociocultural. %.% La Iglesia e+iste para evangeli'ar! pero dado el nuevo conte+to cultural marcado fuertemente por el pluralismo religioso! donde e+isten muc"os valores pero tambin disvalores como el agnosticismo y la evasi-n a las grandes preguntas e+istenciales! la Iglesia debe acentuar su ser dialogante! alegre y propositivo. De este modo! &uienes se sienten aleados de su mensae! podr6n descubrir &ue la Iglesia (pastores! fieles e instituciones) les despierta preguntas olvidadas
% acerca del sentido de la vida! les abre a nuevos "ori'ontes! y les da un testimonio convincente de fraternidad y solidaridad. %.4 /on ello la Iglesia demuestra demuestra &ue efectivamente efectivamente todo lo "umano "umano le interesa! de &ue los cat-licos se preocupan de verdad de &ue sus "ermanos sean felices. En el fondo! es la e+igencia por el testimonio co"erente &ue dan los discípulos ya maduros! con acento en la diaconía. De otro modo! no "abr6 posibilidad de &ue las personas aleadas se interesen si&uiera en escuc"ar sobre ess y su Evangelio. 3. El Kerigma: Anuncio de Jesucristo al mundo de oy
4.1 La inici iniciaci aci-n -n cristi cristiana ana &ue &ue "oy "oy la Igles Iglesia ia dese deseaa instau instaurar rar tiene tiene como como fund fundam ament entoo y punto de partida una instancia oficial! con recursos "umanos y materiales específicos0 es el ;erigma! el anuncio alegre! directo e incisivo de /risto vivo. 4.% Esta Esta premisa premisa &ue &ue parec parecee repetir repetirse se trilla trillada damen mente te en los te+to te+toss actuale actuales! s! cierta ciertamen mente te no lo es tanto! ya &ue no significa simplemente una opci-n pastoral novedosa! sino lo central de la evangeli'aci-n. El anuncio de /risto vivo es lo &ue da posibilidad de una iniciaci-n cristiana verdadera! pues las personas no profundi'ar6n a&uello &ue nunca les motiv-. 4.4 4.4 Por eso! eso! la Igles Iglesia ia "a "a de tene tenerr presen presente te el el ;erigm ;erigmaa en toda todass sus accio acciones nes (liturg (liturgia! ia! cate&ues cate&uesis! is! etc...)! etc...)! pero especialm especialmente ente a a&uellos a&uellos para &uienes &uienes la invitaci-n invitaci-n es oficial oficial por&ue deben iniciarse o reiniciarse en la fe cristiana. *o es desconocido para nadie &ue &uiera iniciar un proyecto pastoral serio! la gran masa de bauti'ados no iniciados! &ue sustancialmente desconocen la persona y el anuncio de esucristo y fundamentalmente lo &ue 0 o anunciamos nuevamente nuevamente a esucristo o el mundo ya no ser6 m6s cristiano. !. El Kerigma es un elemento medular
7.1 El ?erigma ?erigma es medular medular en el ser y &ue"acer &ue"acer de la Iglesia. Iglesia. *ada de lo &ue "aga "aga la Iglesia puede obviar el anuncio siempre nuevo de esucristo muerto y resucitado (cfr. 1@. /or 1!%%A%7). 7.% La preocupacipreocupaci-nn ampliame ampliamente nte e+presada e+presada por los distintos distintos agentes agentes de pastoral pastoral por volver a revivir esta dimensi-n ;erigm6tica del ser y del &ue"acer de la Iglesia! es por&ue efecti efectivam vament entee "ay "ay vacío vacíoss insond insondabl ables es de ;erigm ;erigmaa &ue se traduc traducen en en una gran gran masa masa de bauti'ados no convertidos. 7.4 Por eso emergen "oy en las distintas Iglesias serias preocupaciones por llenar este vacío! elaborando subsidios y preparando s-lidos y graduales itinerarios &ue garanticen una consciente valoraci-n del 3autismo tanto en &uienes no lo "an recibido cuando ni$os! como igualmente para a&uellos &ue despus de muc"o tiempo de "aber abandonado la Iglesia! &uieren redescubrir el valor de su fe. 7.7 Bdem6s! Bdem6s! an cuando pastoralmente estamos conscientes del paulatino crecimiento del neopaganismo! neopaganismo! e+iste sin embargo la serena intuici-n de orientarse "acia comunidades cristianas numric numricam ament entee m6s m6s pe& pe&ue$ ue$as as pero pero m6s m6s autnt autntica icas. s. Lo &ue importa importa no es la cantid cantidad ad de bautismos sino la calidad de los cristianos cristianos aun&ue sin descuidar descuidar a los aleados ( Santo Do!ingo). Do!ingo ). #
4 7.9 Crge en todos los agentes de pastoral una formaci-n específica de tal manera &ue el ?erigma no sea un =enigma>! &ue muc"os no saben &u es ni c-mo se "ace. alta una e+igente formaci-n pedag-gica &ue contribuya a dar all anuncio de /risto un lenguae significativo con unas =nuevas e+presiones> de modo &ue lo esencial del ?erigma llegue con la misma fuer'a salvadora al cora'-n del "ombre de "oy. 7.: El ?erigma no es s-lo una etapa sino el "ilo conductor de un proceso &ue culmina en la madure' del discípulo de /risto (cfr. E" 7!14). #in l! otras etapas de la evangeli'aci-n estarían condenadas a la esterilidad! sin cora'ones verdaderamente convertidos al #e$or. 7. Es necesario &ue las Iglesias particulares tomen el ?erigma como línea program6tica de sus planes pastorales! en orden a una autntica renovaci-n de toda la pastoral! especialmente de la cate&uesis! e igualmente &ue se preocupen por garanti'ar esta dimensi-n ;erigm6tica en los subsidios para la cate&uesis. ". #niciaci$n cristiana
#$1 La iniciación c%istiana y el disc&'ulo a. Entendemos por Iniciaci-n /ristiana al proceso e+tendido en el tiempo! en el cual el convertido recibe la instrucci-n evanglica y se eercita en un modo de vida al estilo del Evangelio! en fidelidad a la iniciativa divina y se introduce en la vida nueva del #e$or 8esucitado! vivida! confesada! celebrada y testificada en la comunidad eclesial y tambin el mundo. b. Para iniciar el itinerario de formaci-n del discípulo! muc"as veces se "ace necesario un nuevo anuncio &ue permita al bauti'ado e+perimentar a ess vivo como #e$or y salvador de toda la vida y dador del Espíritu #anto! e iniciar mediante la cate&uesis y los sacramentos de iniciaci-n! un camino de crecimiento en la fe! &ue pone en comuni-n con /risto e introduce al creyente a la comunidad eclesial. #in este proceso se cae en la simple transmisi-n de una sana y ortodo+a doctrina! &ue no penetra verdaderamente en el cora'-n del creyente. c. Este proceso plantea! adem6s! la necesidad de una formaci-n integral y procesual del discípulo! &ue responda a los tiempos &ue nos toca vivir! desde una e+presi-n de fe adulta y comprometida! a partir de una e+periencia cristiana nueva &ue lleva a resignificar el sentido festivo de la liturgia con oportunas celebraciones de la Palabra y la utili'aci-n y adaptaci-n de los ritos del catecumenado! integra progresivamente en la comunidad de la Iglesia como lugar de acogida! crecimiento y maduraci-n de la vida y de la fe! e+presada en una vida cristiana al servicio de la evangeli'aci-n. #$2 (%oceso de la iniciación c%istiana de ins'i%ación catecu!enal a. La iniciaci-n cristiana tiene en el catecumenado antiguo un principio de inspiraci-n aun vigente sobre todo por su car6cter procesual e integrador. En el presente pastoral de la Iglesia tenemos numerosas acciones valiosas en si mismas! pero &ue no logran articularse en un proceso claro! &ue desembo&ue en un profunda ad"esi-n al #e$or por medio de la conversi-n y en una autntica inserci-n a la comunidad cristiana. B menudo tenemos m6s bien =miembros de la Iglesia> &ue =discípulos del #e$or>. De a"í &ue! "ay &ue optar mas decididamente por la creaci-n de procesos para formar discípulos! algo no suficientemente eercitado en nuestra pastoral. b. El 5agisterio actual nos "a invitado reiteradas veces a retomar el proceso en el camino del catecumenado y la iniciaci-n cristiana! adapt6ndolo a las diferentes edades! ambientes! realidades socioAreligiosas o culturales! para responder a los desafíos de un nuevo discipulado "oy. c. Pero! aun&ue tengan rasgos específicos los distintos procesos adaptados! algo deben tener en comn todos ellos0 se reali'an cumpliendo ciertas etapas &ue llevan a las personas a una &
7 creciente ad"esi-n al #e$or ess en la Iglesia es decir! debe respetar las etapas del proceso evangeli'ador. Los documentos magisteriales "an ido precisando tales etapas. Hoy pueden se$alarse estas0 )esti!onio * +e%ig!a * Catequesis * Vida co!unita%ia * Misión d. De este proceso puede decirse estas tres cosas0 #on etapas &ue deben cumplirse en ese orden! para &ue "aya l-gica en la madure' de la fe &ue promueve la Iglesia con sus "ios. Fue estas etapas no necesariamente se despliegan de un modo lineal y acotado en un tiempo preciso. Fue ellas permiten la creatividad de numerosos mtodos para llevarlas a cabo. #$, C%ite%ios de la catequesis de iniciación c%istiana a. La cate&uesis de iniciaci-n cristiana entendida como formadora de discípulos busca ser un itinerario pedag-gico &ue permita conocer y aprender a vivir conforme a la fe cristiana. Esta cate&uesis procesual busca integrar todas las dimensiones del "ombre! atender sus bs&uedas y necesidades! avan'ando a travs de sucesivas etapas &ue marcar6n el recorrido espiritual. 8ecorrido siempre singular! segn las personas y los grupos! pero &ue cabe de algn modo! dise$ar y establecer. b. Para reali'ar esta cate&uesis se deben tener en cuenta lo siguientes criterios b6sicos0 Privilegia la #agrada Escritura #ituada en conte+to comunitario undamentada en el ;erigma Empe$ada en un itinerario de conversi-n en forma de proceso por etapas Galori'a la relaci-n entre cate&uesis y celebraci-n privilegiando los sacramentos de la iniciaci-n En busca del sentido de la vida y atenta a la situaci-n sociocultural. Bsumiendo una clara dimensi-n diaconal! misionera y vocacional ,odo lo cual e+ige un nuevo modelo de cate&uista. #$$ .ue/os !odelos de catequesis a. En las condiciones actuales del continente y de la Iglesia latinoamericana y del /aribe urgen nuevos modelos de cate&uesis &ue sepan incorporar dimensiones esenciales olvidadas por muc"o tiempo. b. *o obstante la reciente renovaci-n propuesta por el Gaticano II y las /onferencias Latinoamericanas los antiguos modelos no "an sido suficientes! por centrar e+clusivamente su atenci-n en lo doctrinal! lo sacramental! lo moral y lo infantil. c. Los modelos &ue "oy re&uerimos est6n llamados a asumir la Palabra leída en comunidad como principio fundante de toda cate&uesis la lectura contina de los signos de Dios en la "istoria la opci-n clara a favor de procesos de iniciaci-n para &uien lo necesite la atenci-n a la cate&uesis de adultos como modelo de toda cate&uesis los lenguaes &ue entienda nuestra generaci-n la prioridad del anuncio del ;erigma y la celebraci-n go'osa de la fe unida al testimonio. d. Ello propiciar6 la presencia de personas y comunidades marcadas por la conversi-n! como ee central del itinerario cristiano. En palabras de Puebla se trata de desencadenar un proceso para formar "ombres y mueres =comprometidos personalmente con /risto! capaces de comuni-n y participaci-n y entregados al servicio salvífico del mundo> ( (uela 1). %. &os discí'ulos del (eino
:.1 La tarea primordial del discípulo consiste en asumir el 8eino como proyecto central del ministerio de ess. Ello crear6 en l una identidad y un conunto de convicciones &ue lo llevar6n a ver en los pobres y dbiles un signo privilegiado del rostro de ess en la Iglesia! un sacramento &ue e+iste para servirlo y en el mundo un conunto de epifanías &ue lo "acen '
9 presente (la creaci-n! las ciencias "umanas! cultura! la religiosidad popular! la "istoria! la sociedad!...). :.% El 8eino es al mismo tiempo personal y social! "ist-rico y escatol-gico! estructural y espiritual. Estas dimensiones "an de asumirse en forma plena! para no empobrecer la naturale'a Evanglica del 8eino de Dios. Desde la Iglesia sacramento y servidora del 8eino el discípulo lo escudri$a en las grandes causas de nuestros contempor6neos! en sus constructores an-nimos y en las e+presiones eclesiales de la teología! la espiritualidad! y la pastoral latinoamericanas. Discipulado y 8eino de Dios no pueden subsistir el uno sin el otro. ). &a cultura en el itinerario del discí'ulo
.1 La cultura se contempla "oy como lugar privilegiado del reino y matri' principal de la e+istencia "umana. #u naturale'a reside en el conunto de relaciones vitales! de cosmovisiones! de valores! de lenguaes y de comportamientos de diversa índole. El discípulo est6 convencido de las ocultas semillas del 8eino allí presentes. Para l la cultura no es algo opcional. .% El discípulo est6 llamado a e+presarse siempre en relaci-n a su propia cultura y a la cultura de sus interlocutores. Este es el camino privilegiado de encuentro con el Evangelio en vistas a la reali'aci-n de procesos nuevos de iniciaci-n cristiana inculturada. .4 En la situaci-n multicultural de Bmrica Latina! al discípulo se le pide aprender los lenguaes verbales y no verbales de las culturas antiguas y actuales &ue pretende evangeli'ar. Esto le permitir6 responder a las verdaderas preguntas de sus contempor6neos y "acer una propuesta ;erigm6tica! &ue es al mismo tiempo 3uena *ueva de Dios y 3uena *ueva de la persona "umana. *. +'ci$n urgente 'or la Pastoral +rg,nica
.1 La tarea de articular J,estimonioA?erigmaAIniciaci-n cristianaJ compete a la comunidad cristiana con sus diferentes agentes de pastoral donde los cate&uistas tienen un papel fundamental. La Iglesia reali'a su tarea de evangeli'ar en diversos momentos concatenados! tal como fue propuesto por Pablo GI. Cno de a&uellos momentos es la /ate&uesis! donde los cate&uistas est6n encargados preferentemente del proceso de la iniciaci-n cristiana! tarea ardua! complea y acotada. .% Por ello! la Iglesia "a de cuidar la convergencia de esfuer'os no s-lo de los cate&uistas! sino tambin de misioneros y agentes de pastorales especiali'adas (Pastoral amiliar! uvenil! con discapacitados...)! para &ue con su testimonio! actitudes y anuncio de /risto motiven a las personas a iniciar un camino de iniciaci-n. Es la opci-n urgente &ue la Iglesia debe tener por la Pastoral 2rg6nica. Dear todo esto s-lo a los cate&uistas es &uemarlos y recargarlos! con la consiguiente frustraci-n y abandono como resultado.
/BPK,CL2 II EL /B,EFCI#,B DI#/KPCL2 5I#I2*E82 nt%oducción0 el cate&uista un don del Espíritu El Espíritu #anto "a suscitado y suscita! con abundancia! cate&uistas para la Iglesia en BL y el /aribe. Mran cantidad de ellos "an sido martiri'ados. Es inmensa "oy la cantidad de -venes y adultos &ue generosamente se dedican por un tiempo o toda la vida! en ambientes tradicionales y de ciudad! al ministerio de la cate&uesis. 5uc"os de ellos y ellas viven y actan profticamente en conte+tos muy adversos a la fe. #in duda! la Iglesia! debe muc"o de su vida y su misi-n a los cate&uistas. 1. El conte-to de cambio y la ormaci$n del cate/uista (
: 1.1. El conte+to "ist-rico! sociocultural de nuestros pueblos! con los rostros de la globalli'aci-n! del secularismo! del sincretismo religioso y del relativismo entre otros est6 incidiendo fuertemente en la vivencia cristiana por una parte brinda la oportunidad de vivir la catolicidad! propicia una mayor profundidad en los principios fundamentales y en las convicciones pero! por otra! influye en un debilitamiento &ue se manifiesta en el relativismo moral! en la prdida de referencias a la comunidad eclesial concreta! en el abandono de la Iglesia cat-lica! en la increencia! en la prdida de sentido y de compromiso 1. %. El conte+to eclesial ubica la formaci-n del cate&uista! ya &ue antes &ue nada es miembro de la Iglesia! testigo de la fe y enviado por ella para anunciar el mensae evangeli'ador! acompa$a en el camino de la fe y de su celebraci-n e integra al cristiano en la comunidad eclesial. 1.4. Este conte+to nos desafía y e+ige una revisi-n profunda de la manera de educar en la fe y! por lo mismo! de la formaci-n del cate&uista. Crge dise$ar una educaci-n en la fe &ue fore una identidad cristiana s-lida! con una conciencia lcida de ser discípulos de esucristo. 2. #ns'iraci$n catecumenal de toda cate/uesis
%.1 Para formar discípulos y misioneros la cate&uesis necesita de un proceso &ue verdaderamente inicie las personas en los misterios de Dios! o sea! necesita del modelo catecumenal. Esto significa un cambio de paradigmas! &ue influencia tanto a la cate&uesis! como a toda la acci-n da la Iglesia particular. %.% Este modelo implica una educaci-n de la fe &ue lleve a un encuentro vivo con esucristo resucitado! a travs0 del testimonio del cate&uista y de la comunidad! de la lectura orante de la Palabra de Dios! de la e+periencia litrgica y de la profundi'aci-n en la doctrina evanglica! teniendo la 3iblia como te+to por e+celencia de la educaci-n de la fe. Ello! sin duda! ayuda a superar la cate&uesis tradicional como mera ense$an'a! y ella se trasforma en !istagogia &ue condu'ca a la interiori'aci-n del misterio! valindose del lenguae de los símbolos! de los ritos! de las celebraciones. %.4 La misma formaci-n de los cate&uistas debe ser conducida adentro de este modelo catecumenal! para &ue! una ve' convertidos e evangeli'ados! sean ellos! en primer lugar! discípulos e misioneros. 3. #dentidad del cate/uista como discí'ulo
4.1. El cate&uista es un bauti'ado maduro "umana y cristianamente! consciente de "aber sido llamado por la gracia del Padre al seguimiento de ess en el discipulado! unto a otros "ermanos en la comunidad de la Iglesia! enri&uecido por el Espíritu para una misi-n específica0 ser servidor de la palabra! al servicio del 8eino y para la vida del mundo. 4.%. Para cultivar dic"a identidad es necesario &ue el cate&uista0 /re'ca constantemente en la e+periencia del encuentro con el #e$or! especialmente con la escuc"a y acogida de su palabra Profundice la amistad con el #e$or a travs de la liturgia! vivenciando su bautismo y confirmaci-n! en la celebraci-n de la eucaristía! la oraci-n personal y el proceso de conversi-n continua #e inserte siempre m6s en la comunidad de la Iglesia y en su pastoral org6nica! sintindose parte de su vida y de su misi-n #e eercite en el servicio solidario al mundo! sabiendo dar ra'-n de la propia fe! siendo sal y levadura de su transformaci-n y abierto para acoger las semillas del verbo presente en l. !. 0entralidad de la Palabra en la ormaci$n del cate/uista
%
7.1.En la formaci-n del cate&uista la Palabra revelada! contenida en la #agrada Escritura y en la tradici-n! tiene car6cter de centralidad! &ue debe conformar toda su vida siendo el sustento y vigor de su espiritualidad. En su ministerio evangeli'ador la #agrada escritura ser6 siempre y en todas partes el libro fundamental. Es indispensable &ue el cate&uista tenga una formaci-n bíblica b6sica! &ue cono'ca no s-lo la "istoria de la formaci-n de 3iblia! sino los criterios eclesiales de su interpretaci-n y ! sobre todo! &ue aprenda a leerla en actitud orante! vivenciarla en la celebraci-n litrgica y asumir &ue la palabra de Dios es el alma de la cate&uesis. B semean'a de 5aria el cate&uista es el discípulo fiel &ue escuc"a y acorre la Palabra desde el cora'-n de la Iglesia. 7.% Bl estilo de los profetas sabe iluminar con ella la vida propia y los signos de los tiempos a su ve'! descubre esta vo' de Dios en el acontecer de cada dia. El cate&uista es ministro y servidor de la Palabra0 la anuncia a los "ermanos! compartiendo con ellos sus ri&ue'as acontecidas primero en su cora'-n. ". &a liturgia en la ida y ormaci$n del cate/uista
9.1 JLa Liturgia es la cumbre a la &ue tiende la acci-n de la Iglesia y! al mismo tiempo! la fuente de donde mana toda su fuer'aJ ( SC 1). Por tanto! es el lugar privilegiado de la cate&uesis del pueblo de Dios y especialmente de la formaci-n del cate&uista. La liturgia por sí misma es una escuela de cate&uesis en la &ue el cate&uista se encuentra con el #e$or &ue llama! educa y envía. B&uí se fortalece su identidad y misi-n en medio del mundo y este debe ser uno de los pilares de su ser y &ue"acer como cate&uista. 9.% #er6 necesario! por tanto &ue el cate&uista profundice la e+periencia sacramental de la iniciaci-n cristiana. Desde la novedad de vida &ue tal e+periencia proporcion- untamente con la cate&uesis &ue "a recibido deber6 crecer siempre m6s en la participaci-n litrgica! especialmente en las celebraciones dominicales! aprendiendo a ofrecer su vida unida al sacrificio de la Iglesia! como ofrenda perfecta al #e$or. 9.4 Por el bautismo! "a pasado por una muerte semeante a la de /risto y se cambi- en una sola cosa con
:.1 Es un "ec"o la poca formaci-n de la mayoría de los cate&uistas por falta de oportunidades formativas como escuelas! cursos y formadores. Por lo tanto! la formaci-n de cate&uistas y de formadores de cate&uistas es una urgencia para la Iglesia! especialmente para las iglesias particulares. :.%. La formaci-n de los cate&uistas como discípulos de esucristo re&uiere profundi'ar su conciencia vocacional! adem6s de un aprendi'ae laborioso! e+igente y permanente! pues el cate&uista =no nace! sino se "ace>. La finalidad de acci-n formativa se orientar6 a &ue llegue a ser educador en la fe al estilo de la pedagogía de esucristo. )
:.4. Esta formaci-n atender6 a la dimensiones fundamentales de su ser! saber y saber "acer! privilegiando el aspecto procesual! la capacitaci-n para vivir y celebrar la fe en las acciones litrgicas! con el aporte! siempre necesario de las ciencias "umanas. :.7. De esta manera los cate&uistas! despus de un aprendi'ae de discipulado! deber6n estar capacitados para responder a las necesidades y demandas del mundo en &ue vivimos como autnticos testigos dando ra'-n de su esperan'a ( 1(e 4! 19). El cate&uista se convierte así en misionero "acindose presente en todas las etapas del proceso evangeli'ador! particularmente el conte+to de "oy pide una formaci-n específica para la acci-n misionera! es decir! del primer anuncio. ). ormaci$n de cate/uistas 'ara dierentes situaciones y realidades
.1. La /ate&uesis en Bmrica Latina debe desarrollar procesos catecumenales &ue inspirados en el CA estn al servicio de la iniciaci-n cristiana en las diferentes edades de la vida0 adultos! ancianos! -venes! adolescentes! ni$os e infantes. Por eso se "ace necesario &ue en la formaci-n! adem6s del aprendi'ae y la construcci-n de itinerarios catecumenales! se capacite para acompa$ar los procesos educativos en las distintas etapas de la vida. .%. El ser "umano en su desarrollo pasa por diversas etapas! y en cada una tiene diferentes e+igencias vitales &ue deben ser satisfec"as. Por tanto! es necesario &ue el cate&uista en formaci-n cono'ca en profundidad0 A las características diferenciales en cada una de las etapas. A las actitudes y destre'as para meor relacionarse con el ser "umano en cada una de esas etapas. A las necesidades interiores de cada etapa para respetarlas y ayudar a potenciali'arlas. A las distintas situaciones de las personas a las &ue se ofrece la cate&uesis! especialmente a&uellas &ue son propias de nuestra cultura latinoamericana como son0 campesinos! indígenas! afrodescendientesN .4. 8especto a las características anteriores es necesario &ue al cate&uista en su proceso de formaci-n! se le posibilite el conocimiento y la refle+i-n sobre el misterio de Dios! revelados en la Palabra y celebrados en la Liturgia! &ue satisfagan las características de cada una de las etapas del ser "umano desde la mas tierna edad! siempre teniendo en la mira! la calidad de adulto cristiano &ue se &uiere formar. *. 4todo iencial y 'rocesual
.1 Inspir6ndose en la pedagogía de Dios! el mtodo para la formaci-n de los cate&uistas debe ser vivencial y procesual! permeado de e+periencias &ue ayuden profundi'ar e interiori'ar los contenidos de la revelaci-n. *o puede permanecer a penas en el nivel intelectual! en la transmisi-n de informaciones! con fec"a límite para encerrarse! pero conducir al verdadero encuentro con el #e$or de la Gida! &ue comprometa por toda la vida. Ese mtodo vivencial y procesual! reali'ado mediante una inmersi-n vital en la e+periencia comunitaria! conduce a la escuc"a de la Palabra! a la Liturgia bien celebrada y al compromiso social. Galoramos el mtodo ver! u'gar! actuar y celebrar! empleado en la acci-n cate&utica de Bmrica Latina! desde &ue conlleve esta dimensi-n vivencial y procesual. .% Es una formaci-n &ue no se fia en el lenguae te-rico y dogm6tico! pero con originalidad y dando espacios para la actuaci-n de la gracia de Dios! busca el seguimiento y el discipulado. De ese modo! el mtodo tornase contenido mismo y estrategia efica' &ue conduce el cate&uista a mirar! ver! oír! escuc"ar! contemplar e actuar conforme a la voluntad de Dios. Por consiguiente esta formaci-n culminar6 en la escuela de la ciudadanía evanglica! por la cual el cate&uista se transforma su misma vida y se compromete en la construcci-n del 8eino de Dios. 5. El ormador de cate/uistas6 ormado en un es/uema de itinerario catecumenal
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O O.1 En la acci-n cate&utica no solamente es necesario formar cate&uistas sino promover con e+celencia apost-lica y acadmica formadores de cate&uistas. O.% La formaci-n de estos cate&uistas! discípulos al servicio de procesos para la formaci-n de discípulos misioneros! necesita asumir el modo de itinerario catecumenal0 implica introducirlos cada ve' m6s profundamente en el misterio cristiano &ue est6n invitados a compartir. ormar desde un itinerario catecumenal es permitirles impregnarse total y vitalmente del misterio cristiano desde un e+periencia &ue conuga lo comunitario! lo litrgico! la escuc"a de la Palabra! el compromiso y el servicio al pr-imo. O.4. *o basta &ue "aya =aprendido> los contenidos de la fe! es necesario &ue la vida del cate&uista! convertido realmente a esucristo! est cambiando y caminando continuamente "acia la santidad. Cn cate&uista &ue viva un verdadero proceso de tipo catecumenal podr6 luego acompa$ar a otros a recorrer este camino. =Lo &ue "emos visto y oído... esto les anunciamos> 17. &a ormaci$n cate/u4tica en seminaristas y 'resbíteros
1.1. En la formaci-n y la misi-n eclesial el cate&uista re&uiere de la animaci-n y acompa$amiento de los presbíteros. 1.%. #eguimos constatando serias carencias en este campo! por&ue en la actualidad muc"os presbíteros no se involucran en la formaci-n de los cate&uistas y en los seminarios no se "an implementado programas adecuados en este campo. 1.4 Por lo &ue volvemos a insistir en la necesidad de &ue los presbíteros estn activamente presentes en la formaci-n de los cate&uistas de base y &ue los seminarios diocesanos y religiosos incluyan procesos de formaci-n en pastoral cate&utica! lo &ue les permitir6 estar m6s cercanos a a&uellos &ue eercen la misi-n de formadores en sus parro&uias. /onvendría dise$ar el a$o propedutico del seminario desde el modelo catecumenalQ
III /BPI,CL2 I*,I5B 8ELB/IR* E*,8E /25C*IDBD /8I#,IB*B E I*I/IB/IR* 1. &a iniciaci$n cristiana en la iglesia 'articular
/ompete a la comunidad cristiana la Iniciaci-n en la vida cristiana. La comunidad cristiana se concreti'a en la di-cesis y sus parro&uias! sus comunidades! /E3! grupos! asociaciones y movimientos y sus familias. La misi-n de la Iglesia particular es "acer presente el 8eino. Ella reali'a su misi-n mediante las diversas tareas eclesiales organi'adas org6nicamente en una pastoral integradora. La comunidad eclesial es el espacio privilegiado para la iniciaci-n cristiana. Por lo tanto la comunidad es fuente! lugar y meta de la educaci-n de la fe. En la comunidad eclesial se da el proceso cate&utico de iniciaci-n cristiana de adultos! -venes! adolescentes y ni$os en edad propia. Esta preparaci-n tiene como meta la incorporaci-n de estas personas como miembros activos del /uerpo de /risto &ue es la Iglesia. Este proceso de introducci-n en la vida cristiana se "ace a travs de tres dimensiones0 la ense$an'a (dimensi-n proftica)! la celebraci-n (dimensi-n litrgica) y la vivencia (testimonio de caridad). Esto proceso culmina en la celebraci-n de los sacramentos de iniciaci-n0 3autismo! /onfirmaci-n y Eucaristía. La comunidad eclesial es el espacio para integrar la fe y la vida. Es el lugar donde procuramos vivenciar y profundi'ar la Palabra de Dios! la celebraci-n eucarística y la pr6ctica de la solidaridad. La comunidad es donde e+perimentamos el verdadero proceso de educaci-n de la fe y de la e+periencia eclesial. Por tanto! el papel b6sico de la comunidad eclesial es providenciar espacios y medios necesarios para ofrecer una formaci-n para cristianos concientes! responsables! comunitarios! profticos! misioneros. Personas comprometida con su contribuci-n +
1 en la construcci-n del 8eino! a travs de un testimonio transformador de la realidad. En este testimonio transformador es importante saber acoger la pluralidad! vivida a la lu' del Espíritu! factor de enri&uecimiento de la vida eclesial. La cate&uesis es un proceso donde una comunidad ayuda a las personas a leer su propia vida y a discernir el rumbo &ue el Espíritu #anto les indica. Este camino en la fuer'a del Espíritu es siempre nuevo. Esa novedad se manifiesta en una vida eucarística! vida de usticia! de fraternidad! de alegría! en el pan compartido! y en una acci-n a favor de una vida "umana digna para todos. El proceso cate&utico ayuda a discernir la propia vocaci-n. Cna cate&uesis de iniciaci-n cristiana "oy necesita profundi'ar los gestos y los pasos del camino de ess.
%.1 Es ella para muc"os de los cristianos cat-licos la nica forma de conocer y vivir la Iglesia0 la e+periencia positiva o negativa &ue se tenga! depende de ella. Es la Iglesia cercana. En la comunidad parro&uial la vida cristiana se inicia! se alimenta y fructifica por la predicaci-n de la palabra! la celebraci-n de los sacramentos y la vida de caridad &ue se manifiesta en una multitud de carismas y servicios. El "ec"o de &ue "aya muc"os bauti'ados y pocos cristianos verdaderamente evangeli'ados y comprometidos con la comunidad y con el mundo! muestra &ue la comunidad parro&uial no est6 cumpliendo con esta tarea. Hoy la tarea de la iniciaci-n cristiana se presenta a la comunidad parro&uial en una triple vertiente0 Iniciar a los adultos bauti'ados y no suficientemente evangeli'ados! &ue es la gran mayoría. /reemos &ue en el momento actual la comunidad parro&uial "a de potenciar la cate&uesis de adultos! como modelo de toda cate&uesis en los adultos descansa la responsabilidad de transmitir la fe por la predicaci-n y el testimonio. El lugar de la iniciaci-n cristiana de adultos bauti'ados pero no evangeli'ados puede ser0 la pe&ue$a comunidad (/E3)! grupos y movimientos. La parro&uia es una red de comunidades de grupos y movimientos. Es frecuente &ue ciertos grupos y movimientos predican el ;erigma! pero luego no desarrollan la fe inicial a travs de la cate&uesis y la inserci-n en la comunidad. Hay muc"os grupos parro&uiales &ue cate&ui'an sin "aber anunciado el ;erigma. Es tarea de la parro&uia coordinar las comunidades! los grupos y los movimientos para esta iniciaci-n cristiana. La Iniciaci-n a los ni$os recin bauti'ados en un proceso &ue acompa$e su crecimiento. En la iniciaci-n cristiana de los ni$os recin bauti'ados uegan un papel central los padres de familia y los padrinos. En el mundo actual muc"as familias est6n incompletas! divididas o no tienen la capacidad de educar al no "aber sido evangeli'adas suficientemente. En este caso la comunidad parro&uial! a travs de cate&uistas bien formados y procesos bien delineados! pueden ayudar a superar esa deficiencia. ,ambin se puede recurrir a la familia ampliada (abuelos! tíos! padrinos). Iniciar a los &ue "abiendo escuc"ado el ;erigma &uieran abra'ar la fe. La comunidad parro&uial "a de organi'ar una acci-n verdaderamente misionera yendo a los no bauti'ados y organi'ando un catecumenado tal como lo pide el CA.
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11 Cna parro&uia renovada "a de serlo en vista a formar cristianos capaces de celebrar! vivir y anunciar la fe como anuncio y presencia del 8eino. Esta renovaci-n parro&uial supone una verdadera conversi-n pastoral de 2bispos! presbíteros! religiosos! religiosas y laicos. 3. &a amilia en la #niciaci$n cristiana
Bbundan diversos modelos o ncleos familiares. La familia "oy! por lo general se encuentra sumergida en una crisis difícil de superar. /onstatamos la debilitaci-n de los vínculos conyugales y fraternos! la ausencia del padre o la madre! la sobrecarga de tareas de la muer! la consiguiente desorientaci-n de los "ios. #on muy diversos los factores &ue influyen0 la movilidad "umana &ue crea distancias entre sus miembros agravando su desintegraci-n! filosofías y culturas &ue despersonali'an! medios de comunicaci-n consumistas y "edonistas &ue manipulan! sistemas políticos y econ-micos corruptos &ue crean espeismos! la inform6tica &ue es riesgo y oportunidad ante los valores! la ruptura de tradiciones valiosas! nuevas corrientes ticas &ue crean comportamientos dispares! pragmatismo &ue ofende a la persona...Los programas de cate&uesis de inspiraci-n catecumental deben asumir estos problemas como contenido en ve' de ignorarlos. /onviene recuperar la capacidad educadora del ncleo familiar y adem6s de algunos familiares significativos0 abuelos! tíos! etc. En los conte+tos actuales se "ace importante potenciar el papel del padrino y la madrina en el proceso catecumenal de la iniciaci-n cristiana. En todo caso! la comunidad referencial ofrecer6 el acompa$amiento a lo largo de todo el proceso de crecimiento en la fe. La familia vive "oy un conte+to plurireligioso y pluricultural. #e "ace necesario &ue la cate&uesis capacite a la familia para dar un testimonio proftico contracultural ante la corrupci-n de valores y la descristiani'aci-n de una sociedad globali'ada. Por lo &ue se "ace urgente &ue todo proceso de cate&uesis familiar fortale'ca la conciencia de la vida comunitaria. 5uc"as familias cristianas "oy no inician a sus "ios en la fe la iniciaci-n es vista nicamente como preparaci-n a la recepci-n de los sacramentos con poca conciencia de compromiso y co"erencia de vida. Esta forma incorrecta de entender la iniciaci-n provoca el aleamiento de la Iglesia! la superficialidad en la formaci-n! el individualismo religioso. En los procesos cate&uticos para las familias es necesaria la íntima interacci-n entre ambiente social! espacio familiar y comunidad cristiana. rente a un ambiente descristiani'ado! la familia "a perdido su poderStarea de transmitir la fe entre sus miembros. La parro&uia debe devolver a la familia su rol de primera cate&uista en una relaci-n de complementariedad ofrecindole procesosSitinerarios fle+ibles y enri&uecidos con =e+periencias fuertes> de formaci-n y de fe! incorporando los avances de la comunicaci-n! de la psicología (formar personas) y la metodología educativa. E+isten en Bmrica Latina e+periencias de /ate&uesis amiliar de inspiraci-n catecumenal &ue favorecen la conversi-n a esucristo! la lectura orante y comprometida de la Palabra de Dios! el sentido de iglesia! el compromiso misionero! la vida sacramental! multiplican los cate&uistas de adultos! forman comunidades interfamiliares! pe&ue$as comunidades eclesiales! al mismo tiempo &ue meoran las relaciones conyugales y con los "ios y motivan el servicio solidario. Es preciso conocerlas! adaptarlas y difundirlas. La familia como lugar cate&utico! testimonial! celebrativoAlitrgico! misional! ofrecer6 a sus miembros! especialmente a los -venes un sentido cristiano de la vida! acompa$6ndoles en la elaboraci-n de su proyecto de vida como discípulosAmisioneros de esucristo al servicio del mundo. !. &a escuela en la iniciaci$n cristiana
7.1. La escuela cat-lica tiene por nota distintiva =crear un ambiente de la comunidad escolar animado por el espíritu evanglico de libertad y de caridad! ayudar a los adolescentes para &ue en el desarrollo de la propia persona cre'can a un tiempo segn la nueva criatura &ue
1% "an sido "ec"os por el bautismo y ordenar ltimamente toda la cultura "umana segn el mensae de la salvaci-n! de suerte &ue &uede iluminado por la fe el conocimiento &ue los alumnos van ad&uiriendo del mundo! de la vida y del "ombre> ( 3%a/issi!u! Educationis ). 7.%. En la actual situaci-n latinoamericana! la escuela cat-lica acoge alumnos no cat-licos si los padres de familia aceptan su proyecto educativo evangeli'ador. Por tanto! es lugar de misi-n y de iniciaci-n cristiana. Donde el 2rdinario del lugar lo aprueba! tambin en la escuela se reali'a fuera de clase la cate&uesis de iniciaci-n. 7.4. La escuela cat-lica es siempre misionera mediante la ense$an'a religiosa cat-lica! mediante un currículo &ue manifiesta la armonía entre los saberes "umanos y la verdad cristiana! y mediante actividades educativas &ue capacitan a los alumnos para la =difusi-n del reino de Dios> y el =bien de la ciudad terrestre> ( 3E ). La contribuci-n de la escuela cat-lica a la iniciaci-n cristiana e+ige la colaboraci-n con la parro&uia! lo cual "a de e+plicitarse en el plan diocesano de evangeli'aci-n y cate&uesis. 7.7. La Iglesia particular =ayuda a los muc"ísimos &ue se educan en escuelas no cat-licas! ya por medio del testimonio de la vida de los maestros y formadores! ya por la acci-n apost-lica de los condiscípulos! ya por el ministerio de los sacerdotes y seglares &ue les ense$an la doctrina de la salvaci-n> (3E ). 7.9 Bllí donde la legislaci-n permite la ense$an'a religiosa cat-lica en escuelas pblicas o privadas no confesionales! eventualmente en paralelo con la ense$an'a religiosa de otras confesiones! urge &ue la di-cesis desarrolle una pastoral educativa multiforme para la animaci-n cristiana de los profesores de toda asignatura! de los padres de familia y de los alumnos de toda clase de escuelas en forma creativa segn las circunstancias. La actual necesidad de formar discípulos misioneros e+ige una renovada acci-n eclesial para atender el mundo escolar. 7.: Entre las tareas para renovar la pastoral educativa sobresale la formaci-n inicial y permanente de los profesores de religi-n cat-lica. El profesor de religi-n cat-lica tiene una doble misi-n encomendada por la Iglesia. Cna es la ense$an'a religiosa en el aula! donde e+plica sistem6ticamente el misterio cristiano y "ace presente el fermento dinami'ador del Evangelio en el proceso personal de asimilaci-n de los saberes y valores de la cultura ( D3C 4). 2tra es la cate&uesis! la animaci-n de actividades litrgicas! caritativas y apost-licas. Pero actualmente las universidades cat-licas y los institutos superiores no lo preparan para estas tareas. Los 2rdinarios de lugar "an de velar ( CC ! cc. ! O! 1.%! %1) para &ue dic"as instituciones &ue lo forman incluyan la teología pastoral y la teología cate&utica &ue le d conciencia de ministro de la Palabra! y las disciplinas filos-ficas de gnoseología! epistemología y a+iología &ue le den competencia para el di6logo interdisciplinario y la formaci-n de valores. La escuela y la Iglesia misma se encuentran "oy ante el desafío de los are-pagos modernos tales como los canales de comunicaci-n social! los centros de creaci-n y crítica artística (de cine! literatura! teatro! msica! dan'a! artes pl6sticas)! los movimientos sociales a favor de los derec"os "umanos! de la muer! de los indígenas y afroamericanos! de los trabaadores! de la ecología! de mltiples asociaciones y movimientos sociales y políticos! las c6maras legislativas! las universidades! donde se forma opini-n y sensibilidad cultural. Los centros de cate&uesis y de formaci-n de cate&uistas "an de fomentar la creatividad en los discípulos misioneros &ue forman! para participar en dic"os are-pagos con iniciativas inspiradas en el Evangelio y para eercer la crítica cristiana frente a sus producciones y acciones.
/BPI,CL2 IG #
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I*#PI8B/IR* /B,E/C5E*BL DE LB /B,EFCE#I# 1. 0omunidad misionera e #niciaci$n 0ristiana
El proceso de la Iniciaci-n /ristiana! dirigido tanto a las personas no bauti'adas como a las ya bauti'adas &ue no recibieron en su momento el primer anuncio misionero! tiene como destinatarios a los adultos! -venes y ni$os. El lugar propio de la Iniciaci-n /ristiana es la comunidad cristiana. Para &ue sta sea verdaderamente eclesial! "a de ser misionera y debe ocuparse de los "ombres y mueres en sus circunstancias "ist-ricoAsociales y religiosas! y llegar a ellos con un anuncio &ue sea una buena noticia por&ue les presenta a esucristo y su mensae como fuente de vida y liberaci-n de todos los males. En esta tarea evangeli'adora la comunidad cristiana como sueto evangeli'ador no debe presuponer la fe en sus interlocutores y! en consecuencia! antes de reali'ar la cate&uesis debe implementar de manera permanente el primer anuncio misionero. 2. 9nidad de los tres sacramentos en el 'roceso de la #niciaci$n 0ristiana
Los sacramentos de la Iniciaci-n /ristiana imprimen en conunto la identidad del discípulo de /risto! celebran la realidad nueva &ue la cate&uesis anuncia y llaman a la conversi-n! para &ue la gracia del Espíritu pueda encontrar correspondencia y significatividad en la vida de los fieles. ( CA! (%aenotanda 3ene%alia 1!%) Esta unidad est6 bien e+presada en la celebraci-n del 3autismo de adultos cuando los tres sacramentos son celebrados en la Gigilia Pascual ( CA! I). /uando un bauti'ado adulto recorre el camino catecumenal! si no lo "i'o antes! "a de celebrar unidos los sacramentos de la /onfirmaci-n y de la Eucaristía ( CA! IG) Por los sacramentos de la Iniciaci-n /ristiana participamos en el misterio pascual! fuente de la vida cristiana. Esta crecer6 por la obediencia a la Palabra y al Espíritu! y la frecuente participaci-n en la liturgia! especialmente en la Eucaristía dominical. La celebraci-n de los tres sacramentos recibidos en diversos momentos! a los &ue se une la celebraci-n del sacramento de la Penitencia! deber6 ser asumida integralmente! conservando la unidad interna de los sacramentos y del proceso catecumenal. Cna pra+is litrgicoAcate&utica &ue respete la unidad de los sacramentos! ayudar6 a superar una pra+is pastoral fragmentada y desarticulada! y a construir verdaderos procesos de Iniciaci-n /ristiana. Por otra parte! la pra+is pastoral &ue respete la unidad de la Iniciaci-n /ristiana! ayudar6 a los fieles a forar su identidad! y a la comunidad eclesial a descubrirse como comunidad de discípulos y misioneros. rente a la pra+is pastoral de la Iniciaci-n por edades! concebir la unidad de los tres sacramentos de la Iniciaci-n /ristiana en un proceso de fe! comporta un cambio de paradigma &ue compromete a la Iglesia en el acompa$amiento de todo cristiano! para &ue recorra el camino completo de su Iniciaci-n. En la formaci-n de los pastores y de los agentes de pastoral! tngase en cuenta esta visi-n unitaria &ue respeta la nueva identidad del discípulo de ess! misionero del 8eino. 3. #niciaci$n de adultos no bauti8ados
Proponer la fe cristiana a los no creyentes es parte esencial de la misi-n misma de la Iglesia desde el mandato misionero de ess segn Mt %!1:A%. B pesar de la matri' cristiana de la cultura latinoamericana y caribe$a! va creciendo el nmero de personas para &uienes el cristianismo no es significativo. Ellos buscan respuestas a sus in&uietudes en el pluralismo de las mltiples ofertas religiosas del mundo de "oy.
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17 El acercamiento a estas personas! a partir del testimonio en vistas a su evangeli'aci-n! re&uiere de algunas condiciones entre ellas0 /omunidad atractiva &ue suscita en el cora'-n del otro &ue no cree el interrogante por las causas de esta comuni-n0 =miren como se aman>. Dinamismo misionero &ue impulsa al contacto personal fraterno con los no creyentes para testimoniar acogida y amor desinteresado! por&ue a la persona se llega primeramente por el cora'-n. El testimonio de solidaridad con los empobrecidos y dem6s sufrientes! crea un impacto en los no creyentes! &ue ven &ue no nos mueve el "umanitarismo ni el proselitismo! sino la eemplaridad de ess y de los primeros cristianos. El momento del anuncio e+plícito del ;erigma! preparado por el encuentro! la capacidad de escuc"a! el testimonio personal y solidario! y el abrirse a los interrogantes profundos de la persona! es ocasi-n de dar un nuevo sentido a la vida. Este proceso suscita y lleva a la conversi-n y primer despertar de la fe! &ue se e+presa en el pedido a la comunidad eclesial de comen'ar el camino de iniciaci-n con el ingreso al catecumenado! con todos los signos &ue pide el 8itual de la Iniciaci-n /ristiana ( CA) y a&uellos &ue sean significativos para la persona. ,odo este proceso se reali'a en la comunidad cristiana y re&uiere tiempo suficiente! cate&uistas bien formados! espacios físicos propios y adecuados! comunidad &ue acoge! y pastores &ue acompa$an. Es necesario tomar en cuenta el proceso personal del catecmenoSa &ue tiene &ue e+perimentar en su vida un cambio profundo! en el &ue la ad"esi-n a ess! a la Iglesia y al 8eino! y la renuncia a los ídolos son signos importantes dentro de todo el itinerario. El paso a la etapa de los sacramentos e+ige "aber e+perimentado &u significa ser discípulosSas de ess y a &u nos compromete. Esta etapa ad&uiere particular sentido cuando se reali'a durante la /uaresma y se culmina en la Gigilia Pascual! con la solemne celebraci-n de los sacramentos de la iniciaci-n. Este proceso iniciatorio termina con la mistagogía &ue introduce al ne-fito plenamente en la celebraci-n litrgica y en la comunidad eclesial. En tal sentido! la Iglesia Particular! teniendo en cuenta el CA y adapt6ndolo segn las mismas posibilidades &ue ofrece este ritual! y segn la cultura de sus fieles y las necesidades pastorales propias! implementar6 cate&uesis e itinerarios &ue desarrollen el proceso antes descrito. !. uea eangeli8aci$n 1 de adultos bauti8ados no conertidos
Los cristianos &ue fueron bauti'ados en su infancia y &ue posteriormente no tuvieron una adecuada evangeli'aci-n! para poder alcan'ar la madure' de la fe! a la &ue Dios los llam- y les concedi- por el bautismo! necesitan una nueva evangeli'aci-n en orden a su conversi-n a esucristo y una cate&uesis de Iniciaci-n /ristiana &ue d solide' (cf. Lc 1! 1A7) a su opci-n vital de fe. B tal efecto! la Iglesia Particular "ar6 de la *ueva Evangeli'aci-n su primer plan org6nico de pastoral. La comunidad cristiana eerce en esta acci-n evangeli'adora una funci-n maternal y pedag-gica mediante una c6lida acogida a los bauti'ados &ue buscan integrarse a ella! y un 1
#e prefiere el título .4EVA EVA.3EL5AC. a %e-iniciación por&ue creemos &ue el trmino %e-iniciación puede ser mal entendido. Bsí sucede con el trmino %e-e/angeli7ación. La Iglesia prefiri- .ue/a E/angeli7ación$ Por otra parte! en la mente del Papa uan Pablo II la *ueva Evangeli'aci-n es el programa para evangeli'ar a los bauti'ados &ue se "an aleado de la comunidad cristiana e incluso llegan a vivir como si no "ubieran sido bauti'ados. Pero! dado &ue fueron iniciados en el 3autismo! ya no deben ni pueden ser reAiniciados (cfr. DSD O! %:! 141 D3C :%). '
19 acompa$amiento especial tanto en el anuncio misionero como en las celebraciones litrgicas! y en su vida familiar y social. Pero sobre todo! la comunidad "ace sentir a estos "ermanos su alegría por&ue! "abiendo escuc"ado a Dios en su cora'-n! "an decidido seguir fielmente a esucristo. /elebra con ellos este paso decisivo. Esta cate&uesis! &ue "a de reali'arse por grados continuos y progresivos! segn lo se$ala el CA! adaptada a la cultura de los cate&ui'andos! destinada a completar la Iniciaci-n /ristiana por la recepci-n de los sacramentos de la /onfirmaci-n y de la Eucaristía! los incorpora a la Pascua de /risto y los inserta como piedras vivas ( 1(e %!9 ) a la comunidad cristiana! y los lleva a descubrir su lugar dentro de la Iglesia y a descubrir su propia vocaci-n. Crge &ue las Iglesias Particulares asuman el catecumenado como camino ordinario de evangeli'aci-n de estos adultos aleados de la fe y de la comunidad. De la misma manera! establecer criterios! líneas de acci-n y formas de catecumenado &ue respondan adecuadamente a tal necesidad (/fr. CA! IG). La *ueva Evangeli'aci-n deber6 llevar a los bauti'ados no convertidos a una autntica reconciliaci-n con Dios. Es fundamental &ue! previamente! el cate&uista o evangeli'ador vaya "acia ellos como el 3uen Pastor &ue va en bs&ueda de la ovea perdida ( Lc 19)! en una actitud e comprensi-n! escuc"a y amor. ". #niciar al 0om'romiso y a la isi$n
9.1 La cate&uesis! no obstante los intentos permanentes de renovaci-n! encuentra an muc"as dificultades para favorecer la integraci-n feAvida y de una fe comprometida en la transformaci-n de la sociedad. Es una cate&uesis &ue inicia! sobre todo! en lo litrgico! en lo sacramental y en lo doctrinal! descuidando la iniciaci-n a otras dimensiones de la fe cristiana! particularmente lo relacionado con la comunidad y con la misi-n. 9.% *o se puede olvidar &ue la cate&uesis debe iniciar en todas las dimensiones de la fe0 el conocimiento! la oraci-n! la liturgia! los sacramentos! la dimensi-n comunitaria! la moral del 8eino! la misi-n y el compromiso social. #-lo así cumplir6 su tarea de iniciar al discípulo misionero de modo integral. Bl olvidar la iniciaci-n a la misi-n se corre el riesgo de formar laicos nicamente comprometidos en actividades intraeclesiales! &ue aun&ue no es e&uivocado! es reducir la vocaci-n y misi-n del laico a su corresponsabilidad con la IglesiaAcomuni-n! deando de lado su dimensi-n de participar en la IglesiaAmisi-n! colocando su vida al servicio de la persona y de la sociedad. (C8$L) La inmensa mayoría de nuestro pueblo LB vive en situaciones de pobre'a y e+clusi-n! &ue afectan particularmente a las mueres! a los -venes! a los ni$os! a los indígenas! afrodescendientes y campesinos. Bdem6s! la sociedad actual se caracteri'a por ser plural en lo tnico! en lo cultural y en lo religioso. Estas situaciones pertenecen al contenido de la cate&uesis y deben ser interpretadas a la lu' de la fe al interior de los procesos catecumenales de I/ y de la *ueva Evangeli'aci-n para todas las edades. De esta manera se podr6 superar la fragmentaci-n feAvida. El proceso catecumenal debe favorecer el di6logo de la e+periencia con la fe! provocando la e+igencia de comunicarla a los dem6s. ormar discípulos y misioneros en Bmrica Latina significa animar a "ombres y mueres a comprometerse con su realidad social! política y cultural abiertos al di6logo con el mundo! defensores de la vida! de los derec"os "umanos y de la naturale'a! conforme a la Doctrina #ocia de la Iglesia. Pues no se puede olvidar &ue! adem6s de los elementos litrgicos! sacramentales! comunitarios y cate&uticos! son parte integrante de los procesos catecumenales y tareas de la cate&uesis de iniciaci-n0 el servicio a los pobres! el compromiso transformador de la realidad y el di6logo ecumnico e interreligioso. 8a'-n por la cual! toda comunidad cristiana autnticamente misionera! "a de iniciar y formar al compromiso! al di6logo y a la misi-n. (
1: Es finalidad de los procesos catecumenales! en todas las edades y circunstancias0 favorecer la integraci-n feAvida! una fe comprometida con la sociedad! el di6logo y la formaci-n de una clara identidad. Bl momento de organi'ar los procesos de Iniciaci-n /ristiana para todas las edades! "a de cuidarse la educaci-n de la fe de modo integral &ue contemple todas sus dimensiones! en la &ue! en este conte+to misionero! la vida cristiana "a de caracteri'arse por su servicio transformador de la sociedad. %. #niciaci$n 0ristiana y Disci'ulado Juenil
:.1 La uventud es la gran ri&ue'a de nuestros pueblos y de la Iglesia en Bmrica Latina0 es la edad privilegiada de las opciones! de las bs&uedas! de proyectar su vida. Pero la mayoría de nuestros adolescentes y -venes no "an tenido oportunidad de descubrir las e+igencias del 3autismo recibido eercen su influencia negativa la sociedad laicista y el ambiente consumista! vacío de valores adem6s la pobre'a y la violencia de nuestros pueblos! intensifican la inseguridad propia de esta edad. Es particularmente urgente e importante presentarles a esucristo! como modelo en su bs&ueda de identidad y participaci-n. :.% La Iniciaci-n /ristiana lan'a a los -venes "acia la madure' del discípulo &ue se convierte en misionero. Para los -venes es preciso presentar a ess como don de Dios y modelo logrado de "umanidad! &ue suscita la fe y a conversi-n continua! la admiraci-n y el seguimiento! de modo &ue su proyecto de vida se plantee como discipulado. Por ello! al oven discípuloSa debemos proponer las diversas formas de vocaci-n cristiana0 el servicio laical! la vida consagrada y el ministerio sacerdotal! acompa$6ndolo para &ue descubra y asuma su vocaci-n con co"erencia y fidelidad. :.4 Es importante proponer a los adolescentes y -venes modelos de discípulos tanto del evangelio! de la "istoria! como de la actualidad! y ofrecer e+periencias de acercamiento! servicio y solidaridad en ambientes de pobre'a y marginaci-n. ,odo desde modalidades creativas! en clima propositivo de alegría y fiesta. :.7 Es necesario insertar a los -venes en grupos o comunidades uveniles &ue acompa$en su maduraci-n cristiana y servicio misionero de esta manera se van integrando a la comunidad eclesial. Los cate&uistas y asesores de -venes re&uieren una formaci-n especial para comprender su mundo y encau'ar su protagonismo! desde /risto! en la transformaci-n cristiana de la sociedad. ). #niciaci$n 0ristiana de ni;os
El proceso m6s comn entre nosotros es el &ue tiene &ue ver con la Iniciaci-n /ristiana de los ni$os! adolescentes y -venes despus de celebrado el 3autismo en la infancia. Pero este proceso "oy día presenta cantidad de dificultades &ue "an de tenerse en cuenta para evitar reducir la cate&uesis de esas edades a la ense$an'a o a su tarea presacramental. Bnte todo se trata de no dar por supuesta la fe y la conversi-n en los ni$os. #e "ace necesario tomar conciencia &ue "oy día los bauti'ados de toda edad son destinatarios del primer anuncio! incluyendo a los ni$os bauti'ados. Por eso! "a asumirse el despertar religioso de los ni$os y el primer anuncio a ellos! a sus familias y adultos responsables de su educaci-n! como primer paso previo a cual&uier forma de cate&uesis. Esto pide &ue! celebrado el 3autismo! la comunidad cristiana no dee abandonada ni a la familia ni al ni$o. #e "ace necesario comprender &ue la Iniciaci-n /ristiana del ni$o no es una acci-n puntual y separada de la familia y de la comunidad cristiana. *o se cierra con la cate&uesis preA sacramental a la Eucaristía! sino &ue se abre a la uventud y a la vida comunitaria. Hay &ue tener claro &ue el fin de la Iniciaci-n /ristiana de los ni$os no es la =Primera /omuni-n>! sino la vida comunitaria y la Eucaristía de la comunidad adulta (/fr. Di%ecto%io de Misas con .i9os). %
1 Dadas las dificultades &ue se encuentran "oy para &ue la familia cumpla su tarea de evangeli'aci-n! la comunidad cristiana debe suplir estos vacíos favoreciendo espacios comunitarios a los ni$os! de modo tal &ue ellos puedan crecer permanente y continuamente en la fe! y así se "agan tambin ellos discípulos y misioneros de /risto en la familia! en la Iglesia y en el mundo. En muc"os de nuestros países e+iste la costumbre y la posibilidad de preparar ni$os a la Primera /omuni-n en los colegios! especialmente cat-licos y de inspiraci-n cristiana. 8econocemos el servicio de la Escuela /at-lica! pero si la iniciaci-n al sacramento se "ace bao una mentalidad reducida! se olvida &ue muc"os de estos ni$os y sus familias no tienen! o no tendr6n un vínculo estable con la comunidad parro&uial! y se corre el riesgo de alimentar la realidad de bauti'ados sociol-gicos. Ha de prestarse especial atenci-n a este tipo de situaciones! para &ue la Iniciaci-n /ristiana de los ni$os cumpla su tarea de educaci-n a una fe madura y consciente. Es preciso no preparar a los sacramentos mientras no e+ista la garantía de generar vínculos comunitarios y eclesiales. P-"PE/TA/ E0 1"-2A 3E P-"P"/I4I"0E/ A A V 4"01E-E04IA 5E0E-A 4EA2 ! APA-E4I3A 6 2A7" #$$) <(9P+ 1
8edefinir la identidad católica de cara a la pluralidad cultural! cultura del debate y cambio de paradigmas. Fueremos redefinir la identidad cat-lica ante la cultura emergente0 pluralidad cultural! cultura del debate y cambios de paradigmas ella a conducido a las personas a e+perimentar una profunda transformaci-n en la manera de ser y de comportarse ante el mundo! la "istoria! Dios! ante si mismo! los dem6s y el medio ambiente. Por lo &ue se re&uieren las siguientes actitudes0 Escuca asidua de la Palabra de Dios . Bctitud de dialogo! tolerancia! apertura! escuc"a! discernimiento entre lo esencial y lo cambiante! libre de grupos cerrados! fle+ible en lo &ue es circunstancial y seguro en lo esencial! con sentido crítico ante la realidad y capa' de insertarse en ella. Igualmente capa' de autocuestionarse! dearse cuestionar y saber cuestionar. /onsciente de su condici-n de no tener respuestas para todos. 8espetuoso de la conciencia del otro y capa' de acompa$arlo en su camino de "umani'aci-n y de encuentro con esucristo. Por lo tanto el cate&uista A discípulo como todos los cristianos no debe tener miedo de ser signo creíble del misterio revelado en ess. Proclama y testimonia con claridad e integridad el misterio pascual. El discípulo supera los preuicios personales y sociales! de tal manera &ue asume al "ombre tal como es y lo acompa$a en sus realidades concretas segn la pedagogía de ess. El conte+to donde est6 ubicada la persona es oportunidad para proclamar a ess. Por eso respeta al otro! sus diferencias! su identidad propia y situaciones. /on paciencia acompa$a el caminar de cada uno! escuc"6ndolo y profundi'ando la buena nueva de la propuesta del 8eino. Kerigma e iniciaci$n cristiana
El anuncio de esucristo vivo! vida! pasi-n! muerte y resurrecci-n! del cual somos testigos y la iniciaci-n cristiana para el discipulado! son elementos medulares en el ser y el &ue"acer de la Iglesia. *ada de lo &ue Ella "aga puede obviar el anuncio siempre nuevo de esucristo muerto y resucitado. Por lo tanto0 ?erigma e iniciaci-n cristiana no son una opci-n pastoral m6s! sino un imperativo de toda la acci-n pastoral de la Iglesia.
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1 Esto significa &ue todos los agentes de la pastoral! desde sus distintos ministerios! "an de asumir esta concepci-n de la evangeli'aci-n y de la pastoral en particular! trabaando! formando los agentes de pastoral y elaborando subsidios en esta clave. La Iglesia! en el actual conte+to sociocultural tiene la urgente tarea de anunciar a /risto Givo a una gran cantidad de bauti'ados no convertidos y no cristianos. En consecuencia! por este dato tiene tambin la urgencia de volver a estos elementos medulares de su identidad. <(9P+ 2: &a 'ersona del 0ate/uista: =ocaci$n6 ormaci$n y (econocimiento inisterial .
En el conte+to de cambio cultural de nuestros pueblos! a los cuales la Iglesia "a sido enviada a evangeli'ar! la persona del /ate&uista aparece como figura protag-nica e insustituible como llamado al ministerio de la Palabra. El /ate&uista es un bauti'ado! "umana y cristianamente maduro! llamado por Dios! a ser discípulo de esucristo. Escuc"ando su Palabra y siguiendo su camino en la comunidad! a travs de un proceso de formaci-n catecumenal! inicial y permanente! llega a convertirse en un testigo y misionero proclama la fe! al estilo de la pedagogía de esucristo! en interacci-n contina de fe y vida! para la vida del mundo. Esto implica! una profundi'aci-n teol-gica y oficiali'aci-n de su ministerialidad y apoyar su formaci-n con el dise$o y creaci-n de centros formativos a distintos niveles. En Latinoamrica! es urgente la creaci-n de un Instituto #uperior de formaci-n e investigaci-n /ate&utica. <(9P+ 3: &a comunidad misionera /ue acoge6 eangeli8a6 orma y enía.
Hacer de la comunidad en sus diversos niveles (Di-cesis! parro&uia! pe&ue$a comunidad! grupos! movimientos y familia) el sueto de la evangeli'aci-n. Ella es principio! lugar y meta de la cate&uesis acoge! evangeli'a! forma y envía centra todo su proyecto pastoral en "acer discípulos misioneros de esucristo. Bbierta al di6logo con la persona y el mundo! "ace de la predicaci-n de la palabra! de la vida sacramental! y del eercicio de la caridad el camino de formaci-n de los discípulos. Para lograr esto la comunidad actual necesita una radical transformaci-n &ue se tradu'ca en pasar de una pastoral de mantenimiento a una pastoral de procesos de iniciaci-n segn las distintas realidades0 bauti'ados no evangeli'ados! bauti'ados pe&ue$os y &uienes no conocen a esucristo. Esto e+ige una verdadera conversi-n pastoral para &ue sea misionera! iniciatica! comunitaria y liberadora. <(9P+ !:
Inspiración kerigm!ica " ca!ec#mena$ %e !&%a $a ca!e'#esis La preocupaci-n de la Iglesia latinoamericana y caribe$a es suscitar autnticos discípulos y misioneros de ess! /amino! Gerdad y Gida. Esta situaci-n desafiante impulsa a la Iglesia a potenciar su identidad misionera por ello es urgente y fundamental asumir una pastoral profundamente ;erigm6tica y estructuralmente catecumenal.
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1O Crge anunciar a esucristo vivo a todos nuestros "ermanos! "ombres y mueres! a los no bauti'ados y a los bauti'ados no convertidos. Para ello! la /ate&uesis ser6 concebida y dise$ada en todas sus etapas como un proceso continuado "acia la madure' de la fe y con inspiraci-n catecumenal! tanto para los adultos no bauti'ados! como para los ni$os! desde su m6s tierna edad! y -venes &ue deben completar su Iniciaci-n /ristiana! así como para todo a&uel &ue &uiera renovar su vivencia bautismal Esta cate&uesis e+ige &ue la comunidad cristiana enfo&ue todo su &ue"acer desde los adultos y las familias. La comunidad deber6 acompa$ar a personas y grupos en el camino "acia la madure' cristiana! en la comuni-n. Esto supone recorrer un proceso de educaci-n del cristiano como discípulo de esucristo y misionero del 8eino
ANE(O I +b>etios de la ### ?emana &atinoamericana de 0ate/uesis +b>etio
desde la catequesis: a la V Con"e%encia 3ene%al del E'isco'ado Latinoa!e%icano: '%o'oniendo ca!inos que ayuden a "o%!a% aut;nticos disc&'ulos!isione%os: 'a%a que la educación en la "e en nuest%o continente sea !as e/ang;lica y e"ica7$ +b>etios Es'ecíicos
1. Proponer el ;erigma y la iniciaci-n cristiana como acciones urgentes e indispensables para la formaci-n de discípulos misioneros. %. Dar nuevas luces para la formaci-n de cate&uistas como animadores cualificados de procesos para la formaci-n de discípulos misioneros. 4. Bportar criterios claros para &ue las estructuras y lugares tradicionales y nuevos de la cate&uesis respondan con eficacia a la formaci-n de discípulos misioneros. 7. Proponer estrategias de iniciaci-n cristiana en diferentes edades y circunstancias para la formaci-n de discípulos misioneros.
ANE(O II @uadro distributio de los +b>etios Es'ecíicos6 cleos Tem,ticos6 ?ubBTemas
O)*e!i+&s Espec,-ic&s
Nc$e&s Tem!ic&s
0. Proponer el ;erigma 0. 8elaci-n entre la y la iniciaci-n cristiana iniciaci-n cristiana y como acciones urgentes la formaci-n del e indispensables para la discípulo formaci-n del discípulo misioneros.
1r#p& 0
S#) / Temas 0.0 El fen-meno =bauti'ados no iniciados>0 Desafío a la pastoral. 0.2 /ate&uesis como consecuencia del anuncio misionero. 0.3 /atecumenado y cate&uesis de inspiraci-n catecumenal0 elementos indispensables del ;erigma como fundamento y de la iniciaci-n cristiana como proceso! &ue conforman la personalidad del discípulo. 0.4 /riterios y sugerencias pastorales para la implementaci-n urgente de itinerarios &ue ayuden a la formaci-n de discípulos y de
+
% autnticas comunidades misioneras.
2. Dar nuevas luces
2. El cate&uista
para la formaci-n de cate&uistas como agentes cualificados al servicio de procesos para la formaci-n de discípulos misioneros.
discípulo y Educador de la fe.
1r#p& 2
2.0 El cate&uista como discípulo0 la persona del cate&uista (madure' "umana! espiritualidad! encuentro vivo con esucristo! ad"esi-n! oyente de la Palabra! vida de comuni-n como "ermano y discípulo! sentido de usticia social! mística misionera). 2.2 La formaci-n del cate&uista como discípulo misionero0 inspirado en /risto 5aestro! pedagogía del testimonio! contenidos bíblicos! teol-gicos y pedag-gicos! formaci-n para la dimensi-n catecumenal0 formaci-n litrgica y estudioA uso del CA. 2.3 ormaci-n específica para las diversas edades y situaciones. 2.4 Los formadores de los cate&uistas. /riterios para &ue las escuelas cate&uísticas formen cate&uistas discípulos.
criterios 3. 8elaci-n 3.0 La intima relaci-n &ue debe e+istir entre claros para &ue las comunidad cristiana la comunidad cristiana y la iniciaci-n cristiana en la cate&uesis. estructuras y lugares y cate&uesis tradicionales y nuevos 3.2 /riterios operativos para ayudar a la de la cate&uesis familia a recuperar su vocaci-n de respondan con eficacia formadora de discípulos misioneros de a la formaci-n de esucristo. discípulos misioneros.
3. Bportar
1r#p& 3
3.4 /riterios para asegurar una verdadera iniciaci-n cristiana &ue forme discípulos misioneros de esucristo en las diversas formas de cate&uesis en la parro&uia y pe&ue$as comunidades. 3.5 /riterios pastorales y can-nicos para orientar la educaci-n religiosa en la escuela cat-lica a la formaci-n de discípulos y misioneros de esucristo. 3.6 /riterios para impulsar el discipulado en los are-pagos modernos.
estrategias de 4. Inspiraci-n 4.0 Iniciaci-n y reiniciaci-n cristiana de iniciaci-n cristiana en catecumenal de la adultos0 criterios y estrategias. El creyente diferentes edades y cate&uesis0 palabra! adulto en la fe! discípulo misionero.
4. Dar
#$
%1 circunstancias para la liturgia! sacramento! 4.2 8ecuperar la unidad de la iniciaci-n formaci-n de vida! discipulado. cristiana en los procesos de cate&uesis de discípulos misioneros. ni$osAadolescentesA-venes0 &u! c-mo! d-nde. /ambio de paradigma y procesos nuevos. /riterios y estrategias. 2rientaci-n vocacional y compromiso misionero. 1r#p& 4 Mrupos uveniles como comunidad eclesial de los -venes0 el discipulado uvenil.
ANE(O III &ista de 'artici'antes de la ### ?emana &atinoamericana de 0ate/uesis:
1. 5ons. Bntonio /argnello! 3uenos Bires! Brgentina! 2bispo Presidente del Depto. 5isi-nA Espiritualidad del /ELB5. %. Hna. #iomara Marro! /-rdoba! Brgentina! /oodinadora nacional Trea de la ormaci-n de los cate&uistas. 4. #ra. 8egina /"eli Merlo! Paran6! Brgentina. 7. 5s. Eugenio 8i+en! 3rasil! 2bispo de Moias y Presidente de la /omisi-n Episcopal para la animaci-n 3íblicoA/ate&uística. 9. Pbro. Lui' Blves de Lima! 3rasil! Director de la =8evista de /ate&uese>! del E&uipo de E+pertos /ELB5. :. Pbro. anison de #a #antos! 3rasil . Pbro. Bntonio rancisco Lelo! #an Pablo! 3rasil! editor de cate&uesis Ediciones Paulinas. . Hno. Isarel *ery! fsc.! 3rasil! O. Hna Bdair Bparecida #berga! #an Pablo! 3rasil! Profesora y coordinadora Instituto Pio UII. 1. #r. rancisco 2rofino! *il-polis! 3rasil! 11. 5ons. 8icardo E''ati Bndrello! 2bispo Bu+iliar de #antiago de /"ile! 8esponsable del Proyecto de ormaci-n de Laicos. 1%. Hno. Enri&ue Marcía B"umada! #antiago de /"ile! Director del /atec"eticum y del Mrupo de E+pertos del /ELB5. 14. Hna. olanda Fuilodr6n! ,alca! /"ile! Directora Diocesana de /ate&uesis. 17. #r. avier Días ,eo! #antiago de /"ile! del Depto. de cate&uesis de la /ongregaci-n #alesiana y 5iembro de la /omisi-n *acional de /ate&uesis. 19. 5ons. 5isael Gacca 8amíre'! 2bispo de opal! /olombia. 1:. 5ons. Gíctor 5anuel L-pe'! 2bispo de 3ucaramanga! de la /omisi-n Episcopal de /ate&.. 1. Pbro. Efraín 5artíne' Delgado! 3ogot6! #ecretario Eecutivo #ecci-n de /ate&. del /ELB5. 1. Pbro. 5anuel imne'! 3ogot6! /olombia! 5iembro del Mrupo de E+pertos del /ELB5. 1O. Pbro. rancisco 5eía 5.! 3ogot6! /olombia! Director Depto. de /ate&. de la /onferencia Episc. %. #ra. *ora 5aría París! 3ogot6! /olombia Instituto de Investigaci-n 3uen Pastor.
%1. Pbro. 2vidio 3urgos! #an os! /osta CA! #ecretario Eecutivo /omisi-n *acional de /ate&uesis y del Mrupo de E+pertos del /ELB5. %%. #ra. Mladis /armita /oronado! Fuito! Ecuador! /oordinadora *acional de la /ate&uesis. %4. #ra. Valdina 5onday W$iga! Honduras! del E&uipo Diocesano de ormaci-n de /ate&uistas. %7. 5ons. os Luis /"6ve' 3otello! 2bispo Presidente de la #ecci-n de /ate&uesis del /ELB5. %9. 5ons. 3enamín /astillo P.! 5+ico! 2bispo Presidente de la /omisi-n Episcopal de /ate&uesis. %:. Pbro. rancisco 5erlos! 5+ico! Profesor de ,eología Pastoral y /ate&utica Cniv. Pontificia. %. Pbro. Hermilio /6rdenas! Muadalaara! 5+ico! #ecretario Eecutivo de la /omisi-n Episcopal. %. Hna. 5aricru' /6rdenas M.! Muadalaara! 5+ico! 8esponsable Trea Bpostolado /ongreg.. %O. Hna. /elia *oemí 3a&uedano! 5+ico! 5iembro de la Gicaría Episcopal Br&. De 5+ico. 4. #ra. 5aría Elena 2cegueda! Muadalaara! 5+ico! #ecretaria de Evangeli'aci-n y /ate&uesis. 41. #r. Gíctor Hugo Escalante! Muadalaara! 5+ico! 5iembro del Mrupo de E+pertos del /ELB5. 4%. Pbro. #ergio #oler Lorio! 5anagua! *icaragua! #ecretario de la /omisi-n *acional de /ate&uesis. 44. Pbro. avier /astillo! Huancayo! Per! Investigador de la "istoria de la cate&uesis en Per. 47. Hna. Eleana #alas /6ceres! Lima! Per! #ecretaria /omisi-n Episcopal de /ate&. Pastoral 3íblica e indígena. 49. 5ons. 8am-n de la 8osa! Br'. de #antiago de los /aballeros! 8epblica Dominicana. 4:. Pbro. Bngel Bntonio #6nc"e'! 3ara"ona! 8epblica Dominicana! Director Diocesano de /ate&. 4. 5ons. 2rlando 8omero /abrera! 2bispo de /anelones! Cruguay. 4. #ra. Mra'iella Bdami! ,acuaremb-! Cruguay! Directora Diocesana de /ate&uesis. 4O. 5ons. Diego Padr-n #.! Br'. de /uman6! Gene'uela. 7. Pbro. avier ,ello! /aracas! Gene'uela! Bsesor de la /onf. Episc. y Prof. de /ate&utica en el I,E8 . 71. Hna. 5aría Irene *esi! /aracas! Gene'uela! 5iembro del Mrupo de E+pertos del /ELB5.
ANE(O III #
%% (ese;a del Eento Día 1C de mayo 277%.
La III #emana Latinoamericana de /ate&uesis "a tenido lugar en la /asa De Espiritualidad =Pedro Legaria>! vecina cercanísima de la #ede del /ELB5. /omen'amos este día los trabaos con la reuni-n del E&uipo de E+pertos de la #ecci-n de /ate&uesis del /ELB5! presidida por 5ons. os Luis /"6ve' 32,ELL2 2bispo Presidente de la misma y su #ecretario Eecutivo! Padre Efraín 5artíne'. Este primer encuentro "a sido con el fin de coordinar ltimos detalles pr6cticos de la #emana! específicamente en lo &ue se refiere a los encargados de los distintos servicios a desempe$ar0 la liturgia! la ambientaci-n visual de la /asa! la animaci-n festiva durante las noc"es y la organi'aci-n de la secretaría. B las 904 p.m. "abiendo llegado ya la gran mayoría de los participantes invitados nos reunimos en oraci-n para invocar al Espíritu #anto acompa$ados de la Palabra de Dios y el /irio Pascual. Bcto seguido! iniciamos con la primera sesi-n de trabao &ue consisti- en el discurso inaugural de 5ons. /"6ve' 3otello con &uien comparti- la mesa principal 5ons. 5ario Bntonio /argnello! 2bispo Presidente del Departamento de 5isi-nAEspiritualidad y el P. Efraín 5artíne'. 5ons. /"6ve' destac- la labor cate&uística de todos los presentes! ra'-n fundamental de su presencia en los trabaos de esta #emana! igualmente &ue "i'o el recuerdo de santos latinoamericanos &ue nos precedieron connotadamente en este ministerio de la cate&uesis. Bdem6s! se$al- &ue el obetivo central de este encuentro es dar aportes significativos a la celebraci-n de la G /onferencia Meneral del Episcopado Latinoamericano! aportes &ue deber6n significar una especie de guía pastoral para la formaci-n de verdaderos discípulos en las distintas Iglesias e+tendidas por el /ontinente. En este sentido se$al- &ue esta III #emana es distinta de las anteriores! ya &ue a&uellas se celebraron despus de reali'adas las /onferencia Menerales y sirvieron para impulsar a las mismas. Esta se reali'a antes con el fin de dar aportes y al mismo tiempo potenciar con un documento &ue sea instrumento guía &ue articule y fortale'ca el trabao &ue se "a reali'ado en los Encuentros 8egionales de los países del /ono #ur! 3olivarianos y 5+icoA/entro Bmrica y Las Bntillas. En el conte+to de sus palabras iniciales! 5ons. /"6ve' aprovec"- tambin para presentar al plenario al Mrupo de E+pertos de la #ecci-n de /ate&uesis del /ELB50 P. Lui' Blves de Lima (3rasil) Hno. Enri&ue Marcía B"umada (/"ile) Hna. Irene *esi (Gene'uela) P. 5anuel imne' (/olombia) P. 2vidio 3urgos (/osta CA) y #r. Gíctor Escalante (5+ico). Bcto seguido! el P. Lui' Blves dirigi- la din6mica de presentaci-n de los presentes! actividad &ue no se pudo terminar por&ue se nos agot- el tiempo destinado para tal fin! por lo &ue se sugiri- &ue al día siguiente y en los pe&ue$os grupos de trabao se pudiera "acer la presentaci-n personal de los &ue no "abían tenido esta oportunidad. Durante estos días siguientes de trabao y por iniciativa del mismo 5ons. /"ave'! estar6 e+puesto el #antísimo en las "oras de recreo con el fin de &ue la adoraci-n eucarística! sirva de fuer'a espiritual &ue garantice el +ito del trabao de estos días. 2rgani'ados por grupos! estos fueron pasando en el momento &ue les correspondiera en cada día de trabao. Día 2 de mayo de 277%.
B las 0 a.m. comen'amos la ornada con la celebraci-n de la Eucaristía presidida por 5ons. Diego Padr-n! Br'obispo de /uman6! Gene'uela. /ompartido el desayuno! a las O0 a.m. en el #al-n principal 5ons /"ave' 3otello present- a los "ermanos del 3rasil &ue no "abían llegado! igualmente &ue el Hno. Enri&ue Marcía. Bdem6s! aprovec"- unos minutos para recordar a todos la din6mica espiritual &ye tendr6 la semana! "aciendo tambin recuerdo de tantos laicos cate&uistas de toda Bmrica Latina! a &uienes nos debemos y &uienes antes &ue los presbíteros y el obispo! son los primeros en llegar con la fe a cada una de las comunidades a las &ue est6n destinados. Hec"o esto se pas- de inmediato a la presentaci-n del panel con los tremas principales &ue dar6n lu' a las refle+iones siguientes de estos días. El mismo estuvo a cargo del P. Lui' Blves! P. 5anuel imne'! Hno. Enri&ue Marcía y como sinteti'ador de todo el P. rancisco 5erlos de 5+ico. ##
%4 La segunda sesi-n de trabao consisti- en el primer encuentro de los pe&ue$os grupos! en los &ue terminamos de presentarnos Xpersonalmente los &ue no "abíamos podido "acerlo en la primera ocasi-n. Luego pasamos a la elaboraci-n de un diagn-stico en base al sistema licor a base de ca$a de a'car &ue si no =embriaga> es por&ue no sirve.... Día 3 de mayo de 277%
/omo todos los días! comen'amos nuestra ornada de trabao con la celebraci-n eucarística! iesta de la #anta /ru'! presidida por 5ons. 8am-n 3enito de la 8osa! Br'obispo de #antiago de los /aballeros. El trabao acadmico comen'- con algunas orientaciones metodol-gicas para la construcci-n de los documentos tem6ticos asignados a cada uno de los cuatro grupos previamente constituidos. Estas estuvieron a cargo del P. rancisco 5erlos! &uien sugiri- &ue los mismos se "icieran con la metodología de las =proposiciones> utili'ada en los sínodos. La primera parte de la ma$ana estuvo dedicada a &ue cada uno de los grupos terminara su propio documento segn la metodología sugerida. Durante el almuer'o tuvimos la visita del P #ydney ones #ecretario Bdunto del /ELB5 y uno de los &ue se "a entregado con alma! vida y cora'-n a los trabaos preparativos de la G /onferencia del Episcopado Latinoamericano. Entregado el documento de los grupos en las primeras "oras de la tarde fue enviado a la primera ronda de revisi-n por parte de los otros grupos. terminado este trabao! recibimos consecutivamente los aportes del segundo grupo para ser revisado en las primeras "oras del día siguiente. Gale decir &ue en este día estaba propuesta como actividad recreativa un paseo a pie al /entro /omercial La Hacienda. #in embargo! estos días "an estado particularmente fríos y lluviosos y "oy precisamente a la "ora en &ue se pensaba salir! por lo cual se suspendi- la actividad. En todo caso! los participantes a coro manifestaron su deseo de &uedarse en la casa! ya &ue el día "a sido significativamente agotador. Día ! de mayo de 277%
B primera "ora de la ma$ana el grupo de los brasile$os nos anim- la celebraci-n de la Eucaristía en lengua aportuguesa e+cepto la salmodia del re'o de las laudes. *os presidi- la celebraci-n 5ons. Eugene 8i+en! 2bispo de Moi6s y Presidente de la /omisi-n Episcopal de 3iblia y /ate&uesis del 3rasil. *uestro trabao acadmico comen'- directamente en los grupos de refle+i-n en la revisi-n rotativa de los temas de cada grupo y puestos en comn para la elaboraci-n de la segunda redacci-n del trabao grupal! cosa &ue se e+tendi- durante las sesiones de la tarde. B las :0 p.m. nos reunimos en el #al-n Principal para la lectura =oficial> de los temas ya reelaborados en segunda redacci-n y para lo &ue se pidi- &ue las sugerencias y correcciones se "icieran por escrito y de manera personal! segn los numerales específicos de cada documento. Bcabada la lectura de los documentos se abri- el espacio para resonancias del plenario! en las &ue se valor- no solo el documento mismo en sus contenidos! sino la =e+periencia sinodal> con &ue se elabor-. En esta diversidad eclesial! el documento e+presa el valor de un trabao "ec"o en comn! an con sus diversas teologías y mentalidades! propias de un documento de autoría colegiada. Para la lectura de cada uno de los documentos "ubo aplausos de reconocimiento! igual &ue para los secretarios y facilitadotes &ue dirigieron el trabao de los grupos en particular. Esta sesi-n termin- con las palabras de 5ons. /"6ve' 3otello &uien indic- &ue an con los errores y vacíos &ue pueda presentar el documento! el trabao suscita actitudes como lo es el deseo de seguir creciendo! entre otras. #&
%7 #e$al- &ue a partir de este momento! el documento pasar6 a manos de un grupo de especialistas en distintas 6reas &uienes le dar6n la fundamentaci-n bíblicoAteol-gica! cate&utica! etc. en vistas a la tercera redacci-n &ue se espera tener ma$ana en trminos de la ma$ana. El ideal es &ue este trabao se constituya en un documento de apoyo para la G /onferencia y &ue una ve' entregado oficialmente al /ELB5! pueda llegar a las /onferencias Episcopales como una lu' al servicio de las Iglesias particulares de cada país. Para nosotros! en el conte+to de este Encuentro! este trabao servir6 tambin como base para "acer propuestas específicas a la preparaci-n de la G /onferencia del Episcopado Latinoamericano. La ornada de este día termin- con una breve presentaci-n de un video sobre el #antuario de Bparecida en 3rasil! "ec"a por los representantes de este país! "oy! &ue tuvieron a su cargo! los momentos de oraci-n. el cierre de todo! fue la animada fiesta! "ec"a por todos! despus de la cena. Hubo de todo... carismas! por supuestoY Día " de mayo de 277%
El día comen'- con el re'o de las Laudes! ya &ue para la tarde estaba prevista la celebraci-n eucarística conclusiva de la #emana. El trabao del día comen'- con la reuni-n de todos en el sal-n principal! donde 5ons. /"ave' nos invita tomar el trabao de este ltimo día con el mismo entusiasmo de los días anteriores! sobre todo por los cate&uistas! a &uienes nos debemos. Deline- las actividades del día &ue consistir6n en primer lugar en preparar los aportes de la #emana para la G /onferencia del Episcopado Latinoamericano! tomando lo m6s significativo del documento elaborado por la asamblea. En segundo lugar! parte de la tarde la ocuparemos en una especie de lluvia de ideas para aprovec"ar el documento en cada uno de nuestros países. en tercer lugar! la evaluaci-n de todo lo "ec"o durante estos días. ,erminada la intervenci-n de 5ons. /"ave'! el Hno *ery dio las orientaciones generales para &ue los grupos pudiesen elaborar las proposiciones &ue se "ar6n para la G /onferencia. De "ec"o! este trabao fue reali'ado por cada uno de los grupos con bastante acierto y con esto termin- el trabao de la ma$ana. /omo un elemento digno de tomar en cuenta! la asamblea aprovec"- para pedir a los obispos presentes en esta #emana y &ue seguramente estar6n participando como miembros de la G /! interponer sus buenos oficios para &ue! de veras! la cate&uesis sea tratada con la importancia debida &ue el tema mismo &ue la pr-+ima /onferencia sugiere. En la tarde nos dedicamos a la evaluaci-n. En síntesis! la #emana fue positiva y un6nimemente alabada por todos! en sus contenidos! en la participaci-n de los presentes y en la organi'aci-n. Esta secci-n fue cerrada con las apreciaciones del P. 5erlos! &uien resumi- la #emana con los siguientes elementos0 1. Bnte la pregunta &ue est6 rondando en el ambiente en el sentido de si la cate&uesis tiene futuro! dice l &ue todo lo bueno &ue "ay en Bmrica Latina se debe a la cate&uesis! siempre tan antigua y necesaria. %. Esta tercera #emana "a sido como el peregrinae de la Iglesia! delineado en la #emana como acontecimiento! en el te+to escrito &ue sali- como resultado de los trabaos y en el proyecto de futuro &ue se plantea como posibilidad de renovar la cate&uesis. 4. *osotros no podríamos "acer estos aportes sin el =magisterio> de los cate&uistas! &uienes son los &ue evanglicamente nos ense$an de &u manera se puede ser discípulo. *uestro agradecimiento a ellos y tambin por su testimonio! construyendo el 8eino! d6ndolo todo sin esperar nada. 7. Durante esta #emana no se perdi- en ningn momento la -ptica cate&utca. 9. La cate&uesis tiene una serena audacia0 mira de frente y se plantea muc"as cosas para reconstruir la esperan'a. Ella es espacio para el autocuestionamiento y al mismo tiempo poder "acer ella misma cuestionamientos certeros y oportunos.
,erminado el tiempo de la evaluaci-n! tuvimos un espacio de descanso para luego pasar a nuestra Eucaristía /onclusiva! sencilla en sus elementos propios! pero emotiva en sus gestos. /ada país ofreci- un signo propio! al &ue le dio sentido oblativo con la palabra de alguno de los representantes presentes estos días. *o faltaron las gratitudes a 5ons. /"ave' 3otello! al P. Efraín y al E&uipo de E+pertos.
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,e+to preparado por Pe. Lui' Blves de Lima! sdb! como nst%u!ento de )%aa=o para la materia niciación C%istiana del curso de cate&uesis de I,EPBL #anta e de 3ogot6! %4 a % de 2ctubre de %:
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