Descripción: Cuentos de Terror elaborado bajo la direccion de la Profesora FLORENCIA TERESA GARCIA MENDOZA
Cuentos de Terror 2Descripción completa
La Bruja de Abril y Otros CuentosDescripción completa
LecturaDescription complète
Descripción: E. R.
Leo Masliah, Autor Uruguayo CuentoDescripción completa
fDescripción completa
E. R.
evaluacionDescripción completa
Descripción: prueba 8° año
Descripción completa
Descripción completa
Descripción completa
prueba de contenidoDescripción completa
Cuentos, Fabulas y Otros Para Terapias LúdicasDescripción completa
Descripción: Título: Cotufas en el cielo y otros cuentos Autor: Aracelis Reyes Casa Editora: Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello Género: Cuentos Depósito legal: lf60 ISBN: 978-980-214- 315-3...
La Habitación Habitac ión Cerrada Y Otros Cuentos De Terror
H. P. Lovecraft & A. Derleth
El Superviviente
Algunas casas, al igual ue ciertas !ersonas, delatan a !ri"era vista su !redilección !or lo "aligno. #ui$% sea el efluvio de hechos !erversos ocurridos bao deter"inado techo, ue !er"anece "ucho tie"!o des!u's de ue sus reali$adores reali$adores se ha(an ido, lo ue hace ue se le !ongan a uno la carne de gallina ( los !elos de !unta. Algo de la !asión del eecutor del acto, ( del horror sentido !or su v)cti"a, entra entra en el cora$ón del inocente es!ectador, uien re!entina"ente se vuelve consciente de un hor"igueo nervioso, de un escalofr)o en la !iel ( en la sangre... Algernon *lac+ood
Me había propuesto no volver a hablar o escribir sobre la casa Charriere tras mi huida de Providence en la noche del horrible descubrimiento —hay recuerdos que todo el mundo desea suprimir, creer que no son ciertos, borrarlos de su existencia— pero me veo obligado a transcribir ahora mi breve estancia en la casa de la calle Beneit, y mi precipitada huida de ella! "o hago por si alg#n inocente uese sometido a presiones in$ustas por parte de la policía, deseosa de hallar alguna explicaci%n a su horr ho rribl iblee desc descubr ubrimi imien ento to!! Ese Ese horro horrorr lo expe experim rimen ent& t&,, an ante tess que que cualq cualqui uier er otro otro humano, ante la vista de algo ciertamente mucho m's terrible que cuanto haya podido verse despu&s, al cabo de tantos a(os, tras pasar la casa a ser propiedad municipal, como sabía que ocurriría alg#n día! Ciertamente, no cabe esperar de un anticuario que est& tan instruido en lo que resp respec ecta ta a ciert ciertas as antig antigua uass send sendas as del del cono conocim cimie ient nto o huma humano no como como en lo que que conc concie iern rnee a casa casass an anttigu iguas! as! Sin Sin embar mbarg go, cabe cabe pens ensar que que, inme inmerrso en la invest investiga igaci%n ci%n del del h'bitat h'bitat humano humano,, tropie tropiece ce en ocasion ocasiones es con cierto ciertoss misteri misterios os considerablemente m's comple$os que la echa de un pabell%n o la procedencia de un techo techo esti estilo lo ho hola land nd&s &s,, y logr logree sacar sacar de ello elloss dete determ rmina inada dass conc conclu lusi sion ones es,, por por increíbles, horribles, espantosas o aun condenables —)sí, condenables*— que sean! En los lugares recuentados por los anticuarios es bien conocido el nombre de +li$ah +tood- no digo m's por modestia, pero cualquier persona que tenga inter&s en buscar reerencias encontrar', en esos directorios dedicados a la inormaci%n para anticuarios, m's de un p'rrao que trata de mí! .ine .ine a Provi Provide denc nce, e, /h /hod odee 0slan 0sland, d, en 123 1234, 4, con con la inte intenc nci% i%n n de visit visitar arla la brevemente y seguir luego hacia 5ueva 6rleans! Pero vi la casa Charriere C harriere en la calle ca lle
La Habitación Habitac ión Cerrada Y Otros Cuentos De Terror
H. P. Lovecraft & A. Derleth
Beneit, y me atra$o como s%lo un anticuario puede ser atraído por una casa extra(a y solitaria en una calle de 5ueva 0nglaterra, que no era de la misma &poca, una casa de cierta antig7edad, con un aura indescriptible que atraía y repelía al mismo tiempo! Se decía de la casa Charriere que estaba embru$ada, pero eso suele decirse de cualquier casa vie$a y abandonada del nuevo o del vie$o mundo, e incluso —si he de iarme de los solemnes artículos del -ournal del -ournal of A"erican ol+lore— ol+lore— de las viviendas de los indios americanos, australianos, polinesios y muchos otros! 5o es mi intenci%n escr escribi ibirr sobr sobree an anta tasm smas as-- me bast bastar ar'' decir decir que que ha ha habid bido, o, en el 'mbit 'mbito o de mi experie experiencia ncia,, cierta ciertass revelac revelacion iones es sin explica explicaci%n ci%n cientí cientíica ica alguna alguna,, aunque aunque soy lo suicientemente racional como para pensar que dicha explicaci%n puede llegar a enco encont ntra rars rsee algun algunaa ve8, ve8, cuand cuando o el ho homb mbre re utili utilice ce para para su inte interp rpre reta taci% ci%n n un procedimiento cientíico correcto! En este sentido, estoy seguro de que la casa Charriere no estaba embru$ada! 5ing#n 5ing#n an antas tasma ma transi transitab tabaa por por sus habitaci habitacione oness hacien haciendo do sonar sonar sus cadena cadenas, s, ninguna vo8 exhalaba lamentos a la medianoche, ninguna igura sepulcral aparecía a la hora de las bru$as para anunciar una muerte pr%xima! Pero nadie podía negar que la casa estaba rodeada por un halo no s& si de terror, de perversi%n o de horribles misteriosmisterios- si llego a ser un hombre hombre menos insensible, insensible, esa casa, sin duda, me hubiese hecho perder la ra8%n! El halo resultaba menos corp%reo que en otras casas que he conocid conocido, o, pero pero sugerí sugeríaa la existe existencia ncia de secret secretos os incone inconesab sables les no percib percibido idoss en much mucho o tiem tiempo po por por ning ning#n #n ser ser human humano! o! Sobr Sobree todo todo,, tran transm smit itía ía una una pode podero rosa sa sensaci%n del paso de los siglos, pero de siglos muy anteriores a la propia edad de la casa- sugería edades remotas, cuando el mundo era $oven! 9 era curioso, porque la casa, aunque vie$a, tenía menos de tres siglos! "a observ& primero como anticuario, encantado de descubrir una casa, entre otras características características de 5ueva 0nglaterra, 0nglaterra, perteneciente perteneciente al estilo estilo de :uebec del siglo ;.00! Era, por tanto, tan dierente de las vecinas que habría llamado la atenci%n de cualqu cualquier ier viandan viandante! te! e todos modos, puede que no lo hubiese hecho de no haberme incitado la peculiar aversi%n de mi amigo a hablar de la casa y el hecho de mostrarse reacio a que yo me acercase a aquel lugar! :ui8' sea in$usto con &l, ahora que miro hacia atr's y recuerdo que el pobre hombre, sin saberlo ninguno de los dos, estaba ya en su lecho de muerte! muerte! Sea como sea, habl& con &l en su habitaci%n, habitaci%n, sentado sentado al borde de la cama, en lugar de hacerlo en su despacho! =ue allí donde le pregunt& acerca de la casa, describi&ndo describi&ndosela sela para que no hubiese dudas respecto respecto a cu'l me reería, reería, ya que por entonces yo no sabía el nombre ni nada acerca de ella!
La Habitación Habitac ión Cerrada Y Otros Cuentos De Terror
H. P. Lovecraft & A. Derleth
?n hombre llamado Charriere, un ciru$ano ranc&s venido de :uebec, había sido su due(o! Pero mi amigo @amell no sabía qui&n la había construido! + Charriere sí le había conocido! A?n hombre alto, de piel 'spera! "e vi poco, pero nadie lo vio mucho m's! Se había retirado de la medicina di$o @amell! Cuando &ste conoci% la casa, el doctor Charriere ya vivía en ella, como debieron hacerlo sus antepasados, aunque esto @amell no podía asegurarlo! El doctor Charriere había llevado una vida recluida y había muerto hacía tres a(os, en 12D, seg#n la noticia oicial oicial apareci aparecida da en su día en el -ournal -ournal de Providence! "a echa de la muerte del doct doctor or Charr Charrie iere re ue ue la #nica #nica que que @ame @amell ll pudo pudo indi indicar carme me-- todo todo lo dem's dem's se mantenía a oscuras! "a casa s%lo había sido alquilada una ve8 la había ocupado durante un corto período de tiempo un proesional y su amilia, pero la de$aron despu&s de un mes, que$'ndose de la humedad y de los malos olores del vetusto ediicio! >esde entonces se encontraba vacía, pero no podía ser destruida, ya que el doctor Charriere había de$ado en su testamento una considerable suma de dinero para pagar los impuestos durante muchos a(os —algunos decían que veinte— y garanti8ar que la casa estaría allí en el caso de que los herederos del ciru$ano la reclamasen! El doctor Charriere, en una carta, había hecho vagas reerencias a un sobrino que hacía su servicio militar en 0ndochina! Fodos los intentos para encontrar al sobrino habían sido in#tiles, y ahora se de$aba que la casa siguiese en pie hasta que expi expira rase se el perío período do de tiem tiempo po que que el doct doctor or Ch Char arri rier eree ha habí bíaa esti estipu pulad lado o en su testamento! —.oy a alquilarla —le di$e a @amell! Ene Enerm rmo o como como esta estaba, ba, mi cole colega ga an anti ticu cuar ario io se apoy apoy% % sobr sobree un codo codo para para incorporarse en el lecho y expresar su disconormidad! —?n capricho pasa$ero, +tood! 6lvídelo! espu&s de haber solicitado una entrevista con ellos y vencido el escaso entusiasmo con que acogieron mi proposici%n, me convertí en el amo de la vie$a casa Charriere por un período de no m's de seis meses, que podían ser menos, si así lo decidía!
La Habitación Habitac ión Cerrada Y Otros Cuentos De Terror
H. P. Lovecraft & A. Derleth
Fom& posesi%n de la casa en seguida, aunque me de$% algo perple$o comprobar que se había instalado agua corriente, pero en cambio carecía de corriente el&ctrica! Entre el mobiliario de la casa, que permanecía tal como qued% a la muerte del doctor Charriere, encontr& para alumbrado una docena de l'mparas de varias ormas y &pocas, &pocas, algunas aparentemen aparentemente te con m's de un siglo de antig7edad! antig7edad! Esperaba Esperaba hallar la casa casa llena llena de telar telara( a(as as y de polvo polvo,, pero pero cu'l cu'l no serí seríaa mi sorp sorpre resa sa cuan cuando do comprob& comprob& que no era así! 9 eso que, seg#n tenía entendido, entendido, los abogados —la irma BaIer BaIer J @reenbaugh— @reenbaugh— no estaban estaban encargados de la limpie8a limpie8a de la casa durante ese medio siglo que —seg#n lo estipulado en el testamento del doctor Charriere— podía transcurrir hasta que se presentara a tomar posesi%n su #nico heredero! "a casa correspondía exactamente a la imagen que me había hecho de ella! +bun +bunda daba ba la ma made dera ra!! En algu alguna nass ha habi bita taci cion ones es cuya cuyass pare parede dess ha habí bían an sido sido empapeladas el papel se había despegado, y en otras, el yeso había ido adquiriendo, con el paso de los a(os, un tono amarillento! "as habitaciones eran irregulares y daban la impresi%n de ser o muy grandes o demasiado peque(as! e todas maneras, s& que no ue esa primera o$eada y la curiosidad que despert% en mí lo que me impuls% a proundi8ar proundi8ar mi estudio estudio de la extra(a extra(a investigaci%n investigaci%n del doctor doctor Charriere! Charriere! "o que me
La Habitación Habitac ión Cerrada Y Otros Cuentos De Terror
H. P. Lovecraft & A. Derleth
arrastr% realmente ue ese halo de misterio —perceptible para un anticuario— que se desprendía de toda la casa! "a casa Charriere me impresion% desde el primer momento, pues era una casa tota totalm lmen ente te de su &poc &poca, a, salvo salvo en el hech hecho o de la post poster erior ior inst instala alaci ci%n %n de agua agua corriente! Fenía la impresi%n de que había sido el doctor Charriere quien la había constr construid uido! o! @amell @amell,, en el curso curso de la conver conversaci saci%n %n curios curiosame amente nte elíptic elípticaa que habíamos mantenido, no me había dado a entender lo contrario! Pero tampoco había mencionado la edad que tenía el ciru$ano el día de su muerte! Suponiendo que hubiera muerto a los ochenta a(os, no podía haber sido &l quien había ediicado la casa, ya que &sta había sido construida alrededor de 1D44, )dos siglos antes de la muerte del doctor Charriere* Pens&, por lo tanto, que el nombre que llevaba la casa era el del #ltimo propietario y no el del constructor! Buscando una explicaci%n racio raciona nall resp respec ecto to a este este punt punto, o, desc descubr ubríí algun algunos os hecho hechoss desa desagr grad adab ablem lemen ente te inverosímiles! Por un lado, la echa del nacimiento del doctor Charriere no aparecía en ning#n sitio! sitio! Busqu& Busqu& su tumba curiosamente curiosamente,, se hallaba en la propia inca! os semanas despu&s tenía ante mí los resultados de dichas investigaciones! Pero le$os de quedar satisecho, me hallaba m's perple$o que nunca!
La Habitación Habitac ión Cerrada Y Otros Cuentos De Terror