Calderón Monroy Milly Danahé HISTORIA MUNDIAL II
HISTORIA DEL SIGLO XX. CUARTO CAPÍTULO. La caída del liberalismo .
La civil civiliz izaci ación ón liber liberal al impl implica icaba ba el recha rechazo zo a la dict dictad adur uraa y del del gobi gobier erno no autoritario, el constitucionalismo, el respeto a los derechos y libertades del ciud ciudad adan ano. o. En el Esta Estado do debí debían an impe impera rarl rlaa razó razón, n, el deba debate te públ públic ico, o, la educación y la ciencia. Hasta 191, estos valores sólo eran rechazados por los tradicionalistas como la !glesia católica y algunos intelectuales rebeldes. Los movimientos de masas democr"ticos entra#aban un peligro inmediato, sobre todo el movimiento obrero socialista$ %ue de&endía los valores de la razón, la ciencia, el progreso, la educación y la libertad individual. Lo %ue rechazaban era el sistema económico, no el gobierno constitucional y los principios de convivencia. Las instituc institucion iones es de la democr democraci aciaa libera liberall habían habían progre progresad sado o en la es&era es&era política y la primera guerra mundial parecía ayudar a acelerar ese progreso. E'cepto en la ()** todos los regímenes de la posguerra, vie+os o nuevos, eran regímenes parlamentarios representativos, sin embargo, en los veinte a#os %ue van desde la marcha sobre )oma- de ussolini, hasta el apogeo de las potencias potencias del E+e, las instituciones instituciones políticas liberales liberales su&rieron su&rieron un retroceso, retroceso, el cual se aceleró cuando Hitler tomó el poder en /lemania. En esto estoss ve vein inte te a#os a#os del del retr retroc oces eso o del del libe libera ralilism smo o ni un solo solo r0gi r0gime men n democr democr"ti "tico colib libera erall &ue desalo+ desalo+ado ado del poder poder desde desde la iz%uier iz%uierda, da, sino por movimientos de derecha, %ue amenazaban al gobierno constitucional, por su conteni contenido do ideológ ideológico ico de alcanc alcancee mundia mundial. l. Estos Estos movimi movimiento entoss son llamad llamados os &ascistas, aun%ue no todas las &uerzas %ue derrocaron regímenes liberales lo eran. El &ascismo inspiró a otras &uerzas antiliberales, las apoyó y dio a la derecha internacional una con&ianza histórica. 2ichas &uerzas se caracterizaban por%ue eran contrarias a la revolución social, autoritarias y hostiles a las instituciones políticas liberales, tendían a &avorecer al e+0rcito y a la policía por representar la &uerza inmediata contra la subversión, y tendían a ser nacionalistas. Había, sin embargo, di&erencias entre ellas. Los autoritarios o conservadores de vie+o cu#o carecían de una ideología concreta, m"s all" del anticomunismo y de los los pre+u pre+uic icios ios trad tradic icion ional ales es de su clase. clase. *i apoy apoyar aron on a Hitl Hitler er y a los movimientos &ascistas &ue por%ue en la coyuntura del periodo de entreguerras la alianza natural era la de todos los sectores de la derecha. 3or otra parte estaban los llamados estados org"nicos-, regímenes conservadores %ue m"s %ue de&ender el orden tradicional, recreaban sus principios como una &orma de resistencia al individualismo liberal y al desa&ío %ue planteaba el movimiento obrero y el socialismo.
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*e reconocía la e'istencia de clases o grupos económicos, pero se con+uraba el peligro de la lucha de clases mediante la aceptación de la +erar%uía social, y el reconocimiento de %ue cada grupo social desempe#aba una &unción en la sociedad org"nica. El ne'o de unión entre la !glesia, los vie+os reaccionarios y los &ascistas era el odio común a la !lustración, a la revolución &rancesa y a la democracia, al liberalismo y al comunismo ateo. El anti&ascismo legitimó por primera vez al catolicismo democr"tico en el seno de la !glesia. 4omenzaron a aparecer partidos políticos %ue aglutinaban el voto católico cuyo inter0s era de&ender los intereses de la !glesia &rente a los estados laicos. El primer movimiento &ascista &ue el italiano, %ue dio nombre al movimiento, creación de ussolini, seguido de la versión alemana creada por Hitler, %uien reconocía su deuda con 0ste último. *alvo el italiano, todos los movimientos &ascistas se establecieron despu0s de la subida de Hitler al poder. La teoría no era el punto &uerte de estos movimientos %ue predicaban la insu&iciencia de la razón y del racionalismo, y la superioridad del instinto y de la voluntad. 2e hecho, el racismo estaba ausente al principio del &ascismo italiano, adem"s, el &ascismo compartía el nacionalismo, el anticomunismo y el antiliberalismo, con otros movimientos no &ascistas de derecha. La di&erencia entre derecha &ascista y no &ascistas era %ue la primera movilizaba a las masas desde aba+o. El &ascismo denunciaba la emancipación liberal 5la mu+er debía permanecer en el hogar y dar a luz a muchos hi+os y descon&iaba de la in&luencia de la cultura moderna y del arte de vanguardia. Los principales movimientos &ascistas 6italiano y alem"n7 no recurrieron a la !glesia y a la monar%uía, all contrario, intentaron suplantarlos por un principio de liderazgo encarnado en el hombre hecho a sí mismo y legitimado por el apoyo de las masas y por unas ideologías de car"cter laico. Hostil a la revolución &rancesa y a la !lustración, el &ascismo no creía &ormalmente en la modernidad y en el progreso, pero no tenía di&icultad en llevar a la pr"ctica la modernización tecnológica. El &ascismo triun&ó sobre el liberalismo al demostrar %ue los hombres pueden con+urar sus creencias absurdas sobre el mundo con un dominio e&icaz de la alta tecnología contempor"nea. Esos movimientos de la derecha radical %ue combinaban valores conservadores con t0cnicas de la democracia de masas, habían surgido en los países europeos a &inales del siglo 8!8 como reacción contra el liberalismo y contra la corriente de e'tran+eros %ue se desplazaban de uno otro lado del planeta en el mayor movimiento migratorio %ue la historia había registrado. Esto anticipó lo %ue
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ocurriría en el siglo 88, iniciando la 'eno&obia masiva, de la %ue el racismo pasó a ser la e'presión habitual. Estos encontraron su e'presión m"s característica en el antisemitismo, %ue a &inales del 8!8 comenzó a animar en diversos países, movimientos políticos especí&icos basados en la hostilidad hacia los +udíos, %ue eran el símbolo del odiado capitalista &inanciero, agitador revolucionario, competencia in+usta- a los puestos de determinadas pro&esiones, etc. En los países como ran :reta#a, ;rancia y Estados (nidos, la hegemonía de la tradición revolucionaria impidió la aparición de movimientos racistas importantes. Las clases medias y medias ba+as &ueron el sustento de esos movimientos durante todo el período del &ascismo, %ue e+erció un &uerte atractivo entre los +óvenes de clase media, especialmente entre los universitarios de la Europa continental %ue, durante el periodo de entreguerras, daban apoyo a la ultraderecha. El ascenso de la derecha radical despu0s de la primera guerra mundial &ue una respuesta a la revolución social y al &ortalecimiento de la clase obrera, o en particular a la revolución de octubre y al leninismo. *in ellos no habría e'istido el &ascismo, aun%ue esta tesis necesita ser matizada en dos aspectos. En primer lugar, subestima el impacto de la primera guerra mundial tuvo sobre un importante segmento de las clases menos &avorecidas. 3or otra parte, la reacción derechista no &ue una respuesta al bolchevismo como tal, sino a todos los movimientos %ue amenazaban el orden vigente de la sociedad. La amenaza no residía en los partidos socialistas obreros, sino en el &ortalecimiento del poder, la con&ianza y el radicalismo de la clase obrera, %ue daba a los vie+os partidos socialistas una nueva &uerza política y %ue los convirtió en el sost0n indispensable de los estados liberales. Lo %ue le dio a la reacción de la derecha la oportunidad de triun&ar despu0s de la primera guerra mundial, &ue el hundimiento de los vie+os regímenes y, con ellos su in&luencia y hegemonía. En los países en los %ue esos regímenes se conservaron en buen estado no &ue necesario el &ascismo$ en cambio, las condiciones óptimas para el triun&o de la derecha e'trema eran un estado caduco inoperante, una masa de ciudadanos descontentos y descon&iados, movimientos socialistas &uertes %ue amenazaran con la revolución social pero sin tener los medios para lograrlo. (na vez tomado el poder en /lemania e !talia, el &ascismo se negó a respetar las vie+as &ormas políticas e impuso su autoridad absoluta. (na vez conseguida la eliminación de sus adversarios, no hubo ya límites políticos internos para lo %ue pasó a ser la dictadura ilimitada de un líder- populista supremo 6duce o ;
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La tesis &ascista de %ue hubo una revolución &ascista- y la tesis mar'ista de %ue el &ascismo representó la e'presión del capitalismo monopolista- han sido rechazadas. El nazismo tenía un programa social para las masas, sin embargo, su principal logro &ue haber superado la ran 2epresión con mayor 0'ito %ue ningún otro gobierno, gracias a %ue su antiliberalismo le permitía no comprometerse a aceptar el libre mercado. El &ascismo italiano era un r0gimen %ue de&endía los intereses de las vie+as clases dirigentes, pues surgió como una de&ensa &rente a la agitación revolucionaria posterior a 191=, m"s %ue como una reacción a los traumas de la ran 2epresión. 4on respecto a la tesis del capitalismo monopolista de estado-, lo cierto es %ue el capital se puede entender con cual%uier r0gimen %ue no pretende e'propiarlo y %ue cual%uier r0gimen debe alcanzar un entendimiento con 0l. /un%ue el &ascismo no representa la e'presión de los intereses del capital monopolista-, presenta algunas venta+as para el capital %ue no tenían otros regímenes, por e+emplo$ eliminó o venció a la revolución social iz%uierdista y pareció convertirse en el principal bastión contra ella, y suprimió los sindicatos obreros y otros elementos %ue limitaban los derechos de la patronal. 3robablemente el &ascismo no habría alcanzado importancia de no haberse producido la ran 2epresión, por%ue &ue +ustamente lo %ue trans&ormó a Hitler en el dominador de /lemania. La con%uista del poder en /lemania por Hitler pareció con&irmar el 0'ito de la !talia de ussolini e hizo del &ascismo un poderoso movimiento político de alcance mundial. /sí %ue una serie de países se sintieron atraídos e in&luidos por el &ascismo, buscaron apoyo de /lemania e !talia. /un%ue en los treinta el &ascismo in&luyó a escala mundial por ser impulsado por estas dos potencias, &uera de Europa no e'istían condiciones &avorables para la aparición de grupos &ascistas. / di&erencia del comunismo, el &ascismo no se arraigó en /sia y >&rica por%ue no respondía a las situaciones políticas locales. 3or otra parte, a pesar de las similitudes con el nacionalsocialismo alem"n 6y a&inidades menores con !talia7, ?apón no era &ascista. 3ara los estados y movimientos %ue buscaron el apoyo de /lemania e !talia, las razones ideológicas no eran el motivo &undamental de ello. /lgunos de ellos negociaron el apoyo alem"n, bas"ndose en el principio de %ue el enemigo de mi enemigo es mi amigo-. ;ue en /m0rica Latina donde la in&luencia del &ascismo europeo resultó abierta y reconocida, en 4olombia con Eli0cer ait"n, /rgentina con 3erón, y :rasil con etulio @argas. / pesar de los in&undados temores de Estados (nidos de verse asediado por el nazismo desde el sur, la principal repercusión del &ascismo en /m0rica latina &ue de car"cter interno, por%ue Estados (nidos no aparecía ya, desde 191, como un aliado de las &uerzas progresistas y un contrapeso al imperialismo, y 4
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sus con%uistas imperialistas hicieron surgir un rechazo anti yan%ui- en la política latinoamericana. Lo %ue tomaron del &ascismo los dirigentes latinoamericanos &ue la divinización de líderes populistas valorados por su activismo. 3ero las masas %ue movilizaron no eran las %ue tenían temor por lo %ue pudieran perder, sino las %ue no tenían nada %ue perder, y sus enemigos no &ueron los e'tran+eros o los grupos marginales, sino la oligar%uía, los ricos y la clase dirigente local. ientras %ue los regímenes &ascistas europeos ani%uilaron los movimientos obreros, los dirigentes latinoamericanos inspirados por 0l &ueron sus creadores. *e suele identi&icar erróneamente al &ascismo con el nacionalismo. Es innegable %ue los movimientos &ascistas tendían a estimular las pasiones y pre+uicios nacionalistas, pero es evidente tambi0n %ue no todos los nacionalismos simpatizaban con el &ascismo, pues las ambiciones de Hitler y ussolini suponían una amenaza para algunos de ellos. La movilización contra el &ascismo impulsó en algunos países un patriotismo de iz%uierda, sobre todo durante la guerra, en la %ue la resistencia al E+e se encarnó en &rentes nacionales. El alineamiento de un nacionalismo local +unto al &ascismo dependía de si el avance de las potencias del E+e podía reportarle m"s bene&icios %ue inconvenientes y de si su odio hacia el comunismo, o hacia algún otro estado o etnia, era m"s &uerte %ue el rechazo %ue le inspiraban los alemanes e italianos. En el periodo de entreguerras donde el liberalismo retrocedió, se consideraba la era de la crisis mundial como el &inal del sistema capitalista. La burguesía en&rentada a problemas económicos y a una clase obrera cada vez m"s revolucionaria, se veía obligada a recurrir a la &uerza y a la coerción, esto es, a algo similar al &ascismo. Los sistemas democr"ticos no pueden &uncionar si no e'iste un consenso b"sico entre la gran mayoría de los ciudadanos acerca de la aceptación de su estado y de su sistema social. / la inversa, es innegable %ue la estabilidad de los regímenes democr"ticos tras la segunda guerra mundial, se cimentó en el milagro económico de esos a#os. En los inicios del siglo 88, la política liberal demostró su debilidad para dirigir de &orma convincente los estados, pues las condiciones no eran &avorables para una democracia representativa, comoA 17 ozar del consenso y aceptación generales 6en el período de entreguerras muy pocas democracias eran sólidas7 B7 4ierto grado de compatibilidad entre los di&erentes componentes del pueblo 5la democracia era viable donde el voto iba m"s all" de las divisiones de la población nacional, sin embargo, en una era de revoluciones, la norma era la lucha de clases trasladada a la política y no la paz entre las diversas clases 5
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C7 Due los gobiernos democr"ticos no tuvieran %ue desempe#ar una labor intensa de gobierno, los parlamentos se habían constituido no tanto para gobernar como para controlar el poder de los %ue lo hacían, pero en el siglo 88 &ue cada vez m"s necesaria intervención del gobierno, el estado %ue se limitaba a dar las normas b"sicas para regir la economía y la sociedad había %uedado obsoleto. 7 (na condición de ri%ueza y prosperidad$ las democracias de los veinte se %uebraron ba+o la tensión de la revolución y la contrarrevolución y en los treinta su&rieron los e&ectos de las tensiones de la crisis mundial. En estas circunstancias, la democracia parlamentaria era d0bil, y &uncionaba m"s bien como un mecanismo para &ormalizar las divisiones entre grupos irreconciliables. adie esperó %ue la democracia se revitalizara despu0s de la guerra y menos %ue al principio de los noventa sería la &orma predominante de gobierno en el planeta. La caía de los sistemas políticos liberales en el período de entreguerras es una breve interrupción en su con%uista secular del planeta.
BIBLIOGRAÍA.
HF:*:/G, Eric. Historia del siglo XX 61997. :uenos /ires, ri+albo ondadori, 1999, 11 pp. I@ersión electrónicaJ.
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