HISTORIA DEL PERIODISMO ACOSTA MONTORO. PERIODISMO Y LITERATURA. Periodismo Regular Para que el periodismo naciera plenamente era necesario que las publicaciones impresas con fines informativos se convirtieran en regulares. Necesitaban periocidad y continuidad. El primer periódico regular es el “Nieuwe Tijdingen”, en Amberes en el año 1605. Los países bajos estaban bajo la corona española, y eran tiempos de rebelión; Nassau sitió Amberes, residencia de los príncipes. príncipes. La situación militar y política era grave. Un impresor, Verhoeven, tuvo la idea de imprimir una hoja de noticias que contrarrestara la campaña agitadora. Se le concedió al impresor el privilegio para imprimir sobre las conquistas, y triunfos de los príncipes. El primer suceso favorable, fue el 17 de mayo de 1605, cuando Espínola derrotó a Nassau. A finales de mayo, salió el titulado “ Últimas noticias”, que tuvo apariciones irregulares hasta 1617, cuando se convirtió en se manario. En este periódico se publicó la primera caricatura política del mundo: Un dibujo de un pastor protestante pronunciando un sermón mientras que el demonio le insuflaba con un fuelle las ideas. Esto comprueba que la aparición del periodismo regular está relacionada con el manejo de la opinión pública; se trataba de informar, pero sobre todo de influir en el lector. Desde el principio, el periódico fue un arma de combate en función de las manos que lo controlaban. Teophraste Renaudot Sucesivamente fueron apareciendo los periódicos regulares en los demás países. Renaudot fue el responsable de la “Gazette”; su creación marca los cauces definitivos de la evolución de la comunicabilidad informativa hacia el periodismo. Alcanzó fama de hombre emprendedor, de grandes ideas sociales, siempre cerca del éxito. Por todas sus actividades se convirtió en uno de los hombres más informado de parís. Junto a Richelie fundó la “Gazette”. El 30 de mayo de 1631 se dio a la publicidad una ordenanza de Luis XIII otorgando a Renaudot el privilegio para hacer imprimir y vender por quién y por donde le pareciera las gacetas, noticias y relaciones de todo lo que pasaba dentro y fuera del reino. Al periódico se unieron selecciones mensuales con resúmenes de noticias y artículos de fondo, muchas veces escritos por el propio Richelieu y hasta por el rey. El éxito de la “Gazette” fue tal que en todas las capitales nació una: Lisbos, Madris, Londres, Barcelona, Estocolmo. Nace el periodismo moderno La aparición de las gacetas significo la llegada del periodismo moderno. Con el nacimiento del siglo XVIII llegaba la época de la libertad de prensa y del periodismo doctrinario. El periodismo iba a incorporarse a la gran tarea de formar una nueva opinión pública. En Inglaterra el triunfo del Parlamento Largo contra Carlos I y la disolución de la Cámara Estrellada, supuso la incorporación de al periodismo de los hombres políticos formados en las universidades, y la llegada de los escritores. La revolución inglesa señalo el triunfo del parlamento y el de las clases ricas. Nacieron dos partidos: Whigs y Tories. 1
La influencia inglesa en el resto del continente fue enorme. Se elogió la prudencia de su revolución, y sus pensadores empezaron a propagar sus ideas; Hobbes que describía al hombre en su estado natural como peligroso que necesitaba de un estado fuerte, el Leviatán. Y Locke que considera que el hombre respeta, aun en su estado natural, las leyes morales, y que el contrato que une a los soberanos y súbditos se formula libremente. Las ideas de Locke triunfan, y de ellas salen el Contrato Social de Rousseau, Los derechos del hombre y del ciudadano y la independencia americana. Los escritores ingleses, se dan cuenta de que hay un medio de comunicación, el libro, permanente y sólido, pero al que es preciso elaborar lentamente y que se difunde limitadamente. Aproximándose a su producción librera, está el periodismo, donde sus ideas se comunican con rapidez y llegan a muchas personas. Como ejemplo la anécdota de Montesquieu que, un día subido a un andamio, ve a un albañil leyendo una gaceta; esto demostró la accesibilidad del periódico a todas las clases. A principios del siglo se publicaban publicaban en Londres dieciocho periódicos. periódicos. El periodismo informativo estaba en auge gracias a la guerra de Sucesión Española, donde estaban en juego los intereses de los borbones, borbones, enemigos de Inglaterra. Inglaterra. El pueblo seguía con interés interés los contenidos de las gacetas, pero aquel periodismo vivía a expensas de los sucesos exteriores. Faltaba un periodismo que estuviera de acuerdo con las maneras de la nueva sociedad inglesa. Buckley fue el primero en imprimir y redactar el primer periódico diario en Inglaterra, el “Daily Courant”. Percibió la existencia de un público suficiente. El número de lectores crece y la lectura se va convirtiendo en una necesidad vital. En los libros se mantiene el gusto clasicista, y en la prensa imperan el ingenio, la sutileza. Después de la revolución, el papel de los círculos cortesanos como productores de la literatura es asumido por los dos partidos políticos, y por los gobiernos que saben cuánto dependen de la opinión pública. Whigs y Tories mantienen una continua lucha en la que el arma fundamental es la propaganda a través de la comunicación literaria. Por primera vez surge el fenómeno social de que los escritores hagan arma de la pluma y la alquilen al mejor postor. Uno de los grandes periodistas de la época fue Daniel Defoe. Propugnaba el optimismo, como corresponde al Whig. Proclamaba una filosofía puritano-burguesa basada en la fe en Dios y en el mundo. El sentido optimista encuentra expresión a través del periodistaescritor; en su novela Robinson Crusoe, que es la moderna epopeya del hombre que, solo y abandonado en medio de la naturaleza salvaje, la domina y se impone a ella a fuerza de inteligencia y energía. Es un himno continuado a la diligencia, perseverancia, al ingenio, al saludable buen sentido que vence todas las dificultades. Otro gran periodista fue Jonathan Swift. Lógico en el partido tory, propugnaba el pesimismo. Se mostraba siempre sarcástico, misantrópico y despectivo. Swift, a diferencia de Defoe, es un desilusionado. No hay libro más cruel en el siglo que su novela Los viajes de Gulliver , donde se persigue a la humanidad con un odio atroz y un desprecio insultante. Defoe nació en Londres en 1661. Defendió a Guillermo de Orange en su folleto “El camino mas corto a los disidentes” disidentes” que le valió en 1702 la condena a la picota y una multa de 200 marcos. En la cárcel empezó a publicar una Rewiev que salió hasta 1717 y llego a tener 2
5.000 páginas. Puesto en libertad se puso en contacto con Harley, presidente de la Cámara de los comunes, que le proporcionó los medios suficientes para que siguiera publicando su Review , de la que fue casi su único redactor. Ésta empezó a publicarse semanalmente para salir después tres veces por semanada (martes, jueves y sábados), compuesta de cuatro páginas, de las cuales tres eran ocupadas por al artículo de Defoe. La cuarta estaba compuesta de noticias. Creó la sección “El club de los escándalos” en la que no quedo asunto por tratar. Era un periodista esencialmente; escribía para el día y para el mayor número de lectores dentro del día. No había rincón del país donde no se leyeran sus noticias y artículos y donde estos no instalaran polémica. Aunque era whig por convicción, cambió de chaqueta más de una vez; un mecenas tory le permitió crear “The Mercator” cuando la Review se vino abajo. En este periódico tory se publicaron varios capítulos de Robinson Crusoe, máxima obra de la literatura del pensamiento whig. Swift nació en 1667. Era de procedencia Irlandesa. Su carácter junto al talento y a la originalidad, lo convirtieron en el más terrible de los libelistas, modelo de tal estilo periodístico por su vigor, fuerza e ingenio. Sus polémicas periodísticas gozaron de gran fama y fueron causa de escándalos. Los grandes periodistas-escritores fueron muchos. Entre ellos Steele, socio durante un ”, fundado el 8 de abril de 1707. Aquella tiempo de Swift en la publicación de “ The Tatler ”, unión no duro mucho porque los dos pertenecían a diferentes partidos políticos. Ayudado por Addison, dirigió “The Guardian” y “The Englishman” . Tanto Steele como Addison estuvieron de acuerdo en que su misión debería consistir en orientar la opinión pública, ”, en folio creando un clima de equilibrio equi librio y ponderación. Juntos publicaron “ The Observer ” único, pero que alcanzo gran éxito. Éste es el principal antecesor de “The Spectator” de Addison, Addison, “Le Spectateu Francais” de Marivaux y de “El espectador” de Ortega y Gasset. En “The Observer” aparecieron las principales figuras de la vida inglesa, tratadas con la ironía de Steele y la elegancia de Addison. Era una publicación moralista; llego a satirar a las mujeres que no resistían las tentaciones y ataco el uso de vestidos escotados. Addison fue uno de los periodistas que mejor rendimiento económico saco de sus publicaciones. “The Spectator” empezó por tirar 3.000 ejemplares para alcanzar con el tiempo los 30.000. El periodismo cambio la situación económica y social de los escritores ingleses. Les proporciono beneficios; a través del periódico se fomentó la lectura y se logró que el pueblo ingles sea consumidor de libros. Y además, los escritores fueron recompensados con altos cargos exclusivamente por sus servicios políticos, no por sus cualidades literarias. Bajo el rey Sol Luis XIV no podía sentir la prensa sino como monopolio. Concedió permiso solo a tres privilegios solo a tres periódicos: “La Gazette de France” dedicada a información general y noticias políticas, “El journal de Savants” de ciencias, artes y críticas, y el “Mercure de France” que podía comunicar noticias literarias y mundanas. Los tres fueron grandes órganos monárquicos constitucionales. Luis XIV se preocupó de detener el florecimiento del periodismo privado, y decidió que la prensa sirviera al sostenimiento de la monarquía no existiendo. Sus sucesores hubieran mantenido esto, pero lo que vino después demostró la debilidad de los gobiernos que no 3
pueden contener el deseo de comunicación informativa del pueblo. Empezó tolerándose la aparición de nuevo periódicos y se autorizó la entrada de gacetas extranjeras. Francia se fijó en las buenas publicaciones británicas y aparecieron las imitaciones. En 1725, Marivaux empezó a editar “Le Spectateur Francais”. En su Spectateur hay ingeniosa parodia del humor inglés. Redactaba sus artículos en forma de cartas donde reflejaba las costumbres, vicios y virtudes cortesanas. Hacia crítica literaria y moral a la vez, pero critica decente. Marivaux era exquisito en todo, no solo en sus comedias; hasta el punto que por mucho tiempo se denominó marivaudage a la manera de escribir con refinamiento las ideas y expresiones. Antoine Prévost editó “Le Pour et le Contre” donde recogía ideas y costumbres extranjeras. Además intervino en la fundación del “Journal Etranger”, “Variétés Littéraires” y “Gazatte Littéraire de l’Europe”. Llegó un momento en que el periodismo estuvo en Francia mal visto por el gobierno, las autoridades académicas y los enciclopedistas. Los ataques al periodismo tuvieron abundantes plumas a su servicio. Montesquieu en su CVII Carta persa arremetió contra periódicos y periodistas con dureza, como también lo hizo Diderot en su Enciclopedia donde puede leerse “Todos estos papeles son el pasto de los ignorantes, el asilo de los que quieren saber y opinan sin leer ”. ”. La Revolución Francesa De la revolución el periodismo salió fortalecido. Mirabeau comprendió en seguida el formidable poder del arma que es la prensa y aconsejó a la Asamblea general que la primera de las leyes que se debía consagrar era la de la libertad de prensa. Le hicieron caso, y en el artículo 11 de La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano se enuncia que “todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente”. Francia se llena de periódicos revolucionarios. Cuando la revolución triunfa, las voces enemigas son acalladas. La Comuna de Paris dispone que “los envenenadores de la opinión pública, como los autores de diversos periódicos contrarrevolucionarios, sean detenidos y que sus prensas, tipos e instrumentos repartidos entre los impresores patriotas”. Brissot fue el más decidido luchados del periodismo revolucionario. En 1789 fundó “Le Patriote France”, el primer periódico de la revolución. A partir de Brissot, más de 1.300 periódicos vieron la luz en Paris durante cinco años. Nacían y morían rápidamente. Mirbeau fundó los “ Etats Générals” bajo el lema “ Constitución, Patria, Libertad y Verdad: he aquí nuestros dioses ”, periódico de ataque, violento, que fue prohibido en seguida por la Dirección de Librerias. Luego publica otro titulado “ Las Cartas del Conde Mirabeau a sus Lectores, Así Comentadas ”, que solo dura diecinueve números. Luego edita el “Courrier de Provence ”, el más importante de sus periódicos, pues es el fiel reflejo de la Asamblea Constituyente, Constituyente, que él dominaba. dominaba. Entre los periódicos de todo tipo que salieron en el Paris revolucionario destacó “Les Revolutions de France et du Brabant” tanto por ser el más leído como por la calidad de su prosa ardiente y violenta. Éste fue obra de Desmoulins, condiscípulo de Robespierre. Marat publicó en 1789 “L’Ami du Peuple” , periódico violento. En el se hacía eco de sus actividades en el Municipio de París. Su figura ha sido una de las peor tratadas de la historia. 4
España después de los Austrias Luego de la muerte del rey Carlos Hechizado, quien dejo su reino al segundo dijo del Delfín de Francia, se desato la guerra de sucesión de la corona española. Ganaron los Borbones, y la España analfabeta que habían dejado los Austria iba a afrancesarse. A través de Francia llegó a España el periodismo moralista inglés. Existía Existía un periodismo oficial, consentido de privilegios, que puede representar “La Gaceta de Madrid”. Había un periodismo literario. Y había una censura, que iría tomando cuerpo legal hasta quedar sintetizada en la real orden de Carlos III. La prensa oficial, perfectamente controlada y con noticias interesantes para la corona, permitió periódicos como “El Diario de Madrid” y “El Diario de Barcelona”, pero rechazó peticiones para publicar diarios informativos, como la de los literatos Juan Melendez Valdez, Diego Clemencin y otros que pretendían crear un semanario con el título “El Académico” . El afrancesamiento si permitió el periódico dedicado a mostrar a los lectores las novedades de la republica de las letras. El primer periódico de tal clase fue el “Diario Histórico, Politico-Economico y Moral”, de fray Álvarez de la Fuente, único autor, y que alcanzo doce números, los correspondientes a los meses de 1732. Cada uno de los números se componía de 600 páginas, en que se trataba todo lo referente al pasado y a la actualidad, como el origen de cada mes, sus antecedentes egipcios, hebreos, etc., los acontecimientos antiguos y modernos producidos cada mes, historias de santos, biografías de sabios, sucesos sangrientos, efemérides de todo tipo. Se trataba de una especie de calendario en que se presentaban las cosas que su autor consideraba necesarias para los fieles respecto a las determinaciones de la Iglesia. En 1763, Martinez de Salafranca intentó la primer copia del “Journal de Savants” , un periódico literario-científico que titulo “Memorias Eruditas para la Crítica de Artes y Ciencias” que pasa a la historia por ser al antecedente directo de “El diario de los Literatos de España” . “El Diario de los Literatos de España ” apareció el 1 de enero de 1737 por el empuje de Martinez de Salafranca, Manuel de Huerta y Vega y Leopoldo Puig. Fue una revista trimestral donde se publicaban largos extractos, análisis y juicios “mesurados y severos” de todas las obras dignas de atención que aparecían. Huerta y Vega se separó del grupo y se fue a la redacción de “ El Mercurio Literario”, del mismo tipo y rival del del “Diario”. En 1783 apareció el “Mercurio Histórico y político” que a partir de 1784 paso a llamarse “Mercurio de España”. Lo fundo Salvador José Mañer. Estaba abierto al comentario sobre política internacional. Éste, otra copia más de modelos extranjerizantes, solo alcanzo vida por ocho meses sin dejar huella apreciable. Nipho fue, según Sempere, el principal autor de periódicos porque gano más de un millón de pesetas con su profesión. Fue fecundo, estudioso, divulgador de la cultura, opuesto al enciclopedismo. Publico más de noventa obras y mostro siempre ingenio y gracia. Fue el creador de “El Diario de Madrid”, primer diario de España. En sus muchos periódicos y en su actividad realmente periodística, por todos los conceptos, fue manifestando su teoría de periodismo. Fue un ejemplo de profesional activo, emprendedor, abierto a las ideas posteriores de un medio comunicativo llamado a ser el más directo e influyente sobre la actitud humana. 5
El periodismo ya empieza a manifestarse como oficio donde caben todos, desde el más serio, preparado y consciente hasta el más ligero, taimado e inconsecuente mixtificador. América, América El gobernador de Massachusetts y su consejo encontraron en las tres páginas del periódico de Harris ciertas consideraciones de naturaleza muy elevada; por lo que el primer periódico salió solo una vez en 1690. Catorce años después apareció otro periódico “Boston News Letter” editado por Campbell. Harris creó un prototipo de periodista norteamericano activo, agresivo e independiente, y Campbell creó otro firme, ciudadano, ligeramente preocupado con un sentido de responsabilidad. Desde 1719 a 1783 se cuentan más de sesenta publicaciones informativas y más de treinta periódicos. Unos fomentaban la revolución y otros intentaban contenerla. Había un comercio maduro, amplios intereses, pensamientos nuevos y un intercambio social fácil. El periódico de Campbell se hizo famoso. El lector pagada dos peniques por ejemplar semanal y tenía derecho a que lo llevaran por correo. Durante quince años no tuvo competencia. En 1719, Franklin publica la “Boston Gazette”. Dos años después perdió el apoyo oficial, y publico su propio periódico “The New England Courrant” donde ofrecía un material más literario e irreverente. En él trabajaba su hermano menor, Benjamín Franklin, que además de aprendiz de impresor hacia sus inicios como escritor y revolucionario. Los principales periódicos se localizaron en los principales puertos o capitales de provincias: Boston, New Port, New York, Filadelfia, Annapolis, Charleston y Williamsburg. Tenían por objetivo la conveniencia de los gobernantes y los traficantes en diversos productos, y si los publicistas decidían llenar sus cuartos de páginas con anuncios, eran extras marginales para atraer la clientela. Los colonos de América del Norte le dieron mucha importancia a la imprenta. Para ellos su salvación estaba tanto en la tinta como en el agua, y desde el primer momento buscaron el impresor que diera origen a una prospera industria. Lograron que Daye se estableciera en la colonia no solo patrocinando su imprenta sino enseñando el oficio a otros hombres. Fue el origen del intercambio comunicativo que llevaría a la revolución y a la independencia. En América del Norte los primeros que se ocupan del periodismo son diferentes a los europeos. No se trata de escritores propiamente dichos, sino de ciudadanos que se comunican sin tener ambición literaria. Son periodistas en el sentido de noticieristas, y van a abrir camino a nuevas formas de la profesión que llevarían en todas partes a la distinción entre escritor y periodista. El periodismo literario fue introducido en la colonia por Benjamin Franklin, inspirado en su lectura de los ensayos de Steele y Addison publicados en “The Tatler” y “The Spectator”. Franklin escribía igual del estado de viudez como de la borrachera, de las debilidades que los lectores podían observar fácilmente en la vida cotidiana. En 1760, los periodistas norteamericanos ya tenía un aspecto uniforme, con sus columnas de historia de la época, un ensayo sobre cualquier tema científico general, los anuncios, la creación literaria casi siempre en poesía, las comunicaciones de los lectores. Los periódicos tuvieron un papel fundamental en la Independencia de América del Norte; fueron los vehículos transportadores de ideas y consignas. En 1789, el Congreso de los 6
Estados Unidos aprobó diez enmiendas a la Constitución primitiva donde se destacaba que “El congreso no promulgara ley alguna que cercene la libertad de palabra o prensa”. El periodista dejo de ser impresor para quedarse en redactor. De 1789 a 1816 los diarios más conocidos eran órganos de partido y por algún tiempo sus redactores dieron a los Estados Unidos lo que más se aproximaba a un periodismo de debates políticos. No todos los periódicos abandonaron el aspecto puramente literario. Russel fue un periodista en síntesis necesaria, y en sus propios artículos, ensayos, poemas y cartas políticas, donde defendía las actuaciones de Washington y Adams contra los partidos de Jefferson se expresó en un lenguaje adecuado al medio. Noah Webster en 1793 se hizo cargo de la dirección de un nuevo diario federalista de Nueva York, el “American Minerva” . El mismo Webster declaró que los periódicos merecían un rango eminente en el catálogo de publicaciones útiles y que deberían del mismo modo que las escuelas considerarse como auxiliares del gobierno. La retirada de Webster dejo un vacío en el periodismo federalista, cubierto después por William Coleman, director del “New York Evening Post ”. ”. Comenzaba a crease una clase culta en un país que se había hecho a sí mismo, más preocupado por hacer su nueva nación que por poner en pie su propia literatura. Este es una de las razones por la que en su origen el periodismo norteamericano estuvo en manos de gente que empleaba la escritura como simple medio de comunicación. Fue en Filadelfia, cuna de un grupo de hombres de talento y sede de inmigrantes eruditos, donde se demostró con más eficacia el periodismo educado y de polémica. Filadelfia estaba madura para un periodismo manejado por poetas, filósofos y narradores. La política era arma fundamental de cualquier periódico. Los políticos importantes procuraban manejar los medios de comunicación. Jefferson, desde su puesto de secretario de estado, se dio cuenta de la necesidad de tener un portavoz y fundo la “National Gazette” dirigida por Freneau. El primer número de la “National Gazette ” contenía un ensayo de Thomas Payne, las últimas actas del Congreso, una carta de Jefferson a la Asamblea Nacional francesa, un poema anónimo y entre las noticias, una carta del gobernador español de Florida sobre la política de inmigración. Frenaeu fue un periodista combativo y polémico. Desato iras en Washington y tuvo que abandonar la dirección del periódico. El periodismo republicano tuvo su ejemplo de periodista culto en Benjamín Franklin Bache, nieto del famoso Franklin. El programa especial del joven autor estaba muy de acuerdo con el de futuros periodistas: arte, literatura, música, filosofía, vino y amor. Bache inició en 1790 la edición de un periódico, llamado a pa rtir de 1794 “Aurora”. El Periodismo de Napoleón Napoleón supo cuánto significaba el control de la prensa para su gobierno. Le teme a la prensa y al mismo tiempo la admira. Mientras subsistió el estado de guerra no se podían imprimir, publicar y distribuir en aquel departamento más que trece periódicos, entre ellos “Le Moniteur Universel ” que había sido convertido en diciembre en órgano oficial. Los propietarios y redactores de los que siguieran publicándose tenían que presentarse al ministro de policía para justificar su condición de ciudadanos franceses, si domicilio y su firma, y debían prometer fidelidad a
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la Constitución. Los periódicos que salvaron su vida tenían una misión: publicar lo que Napoleón dictase a través de Fouche. Ni la imposición de censor ni otras medidas satisfacían plenamente a Napoleón. Y las medidas contra la prensa fueron cada vez más radicales. El 4 de febrero de 1811 solo cuatro periódicos fueron autorizados a publicarse en París: “Le Moniteur”, “Le Journal L’Empire”, L’Empire”, “Le Journal de Paris” y “La Gazette de France ” pero confiscada la propiedad de los cuatro. La España afrancesada Durante la invasión de Napoleón en España se produce un afrancesamiento de los periódicos. La “Gaceta de Madrid” incautada como otros periódicos, queda en manos fieles al gobierno francés, las del escritor José Luis Marchena y Ruiz de Cueto. Los principales escritores de la época tuvieron participación en los periódicos. En la obra periódica titulada “Variedades de Ciencias, Literatura y Artes” fundada por Quintana, trabajaron Gallego, Antillón y Moratin. Esta revista apareció regularmente entre 1803 y 1805. Cuando Quintana rompió con el neoclasicismo que había encabezado Moratin, creo una tertulia en su domicilio de Madrid; allí se comentaban periódicos franceses, que llegaban pese a la prohibición gubernamental, y se gestaban reformas políticas. Casi todos los escritores que formaron parte de la tertulia, integraron después el “Semanario Patriótico”. Evacuadas las tropas francesas de Madrid por primera vez el 1 de septiembre de 1808, Quintana publico el primer número de su “Semanario Patriótico”. El periódico fue trasladado de Madrid a Sevilla cuando las tropas francesas volvieron a la capital. El semanario se despidió del público el 32 de agosto de 1809. Quince meses después, Quintana resucito su periódico en Cadiz. Había sido promulgada la libertad de prensa, a cuyo amparo salía de nuevo el periódico. White, exiliado en Inglaterra, comenzó a publicar el 30 de abril un periódico titulado “El Español”. Llevo en su periódico una intensa campaña a favor de las independencias de las colonias españolas en América. Otro español Manuel Cortés, también en Londres, publicó “El Colombiano”, con las mismas ideas. Alberto Lista fundó fundó en 1809 en su ciudad ciudad natal “El Espectador Sevillano ”, para difundir las ideas liberales y constitucionalistas. Hizo un periodismo moderado y convincente, con los que consiguió que muchos de sus lectores se convirtieran a las nuevas ideas. Cuando las tropas napoleónicas entraron a Sevilla desapareció su periódico, pero Lista siguió en la ciudad dirigiendo la “ Gaceta de Sevilla ”, órgano de la autoridad impuesta por los franceses. Además, Lista unido a Miñano y Hermosilla y favorecido con colaboraciones colaboraciones ilustradas, publicó “El Censor ”, ”, un semanario que aparecía cada sábado en Madrid. Éste defendió las ideas liberales más puras y exaltadas en la intención y en el fondo. Lista escribió para “El Censor” artículos de política y crítica literaria, siempre teniendo en cuenta el objetivo político del periódico. Destacan sus críticas teatrales. Gallardo ejerció la crítica y fue investigador literario, poeta y bibliófilo. En 1820 regresó a Madrid y formo parte de la sociedad secreta de Los Comuneros. En 1835 fundó la revista literaria “El Criticón”. Fue un escritor -periodista -periodist a de su tiempo y en su haber hay de todo; llegó a la máxima impopularidad entre sus enemigos al publicar su antirreligioso 8
Diccionario critico-burlesco, en el que se admitían conceptos inadmisibles para los españoles tradicionales. Después publicó un periódico “La Abeja Española”, aparecida en 1812 y que arremetía contra los diputados antirreformistas. Después de Waterloo En 1815, Waterloo no solo significaba el fin de Napoleón y su imperio sino también el comienzo de la época más poderosa de Europa. Entre 1815 y 1914, para los pueblos de Europa fue una era de progresos notables. En cada década se producían nuevos avances técnicos, que aceleraban la mecanización de la industria, y los índices demográficos eran prueba de la mejor salubridad. La vida es política y es lógico que se politice la literatura. Entre 1830 y 1848 no hay una obra de arte políticamente indiferente. Los jóvenes de talento con falta de medios se dedican al periodismo; como periodistas no solo se construyen un puente hacia la política y la literatura, sino que con frecuencia se aseguraban por medio de su actividad una influencia considerable e ingresos importantes. La actividad literaria se convierte en negocio. Se crea una industria con todo lo que está relacionado con ella; se trata de conseguir anunciantes y suscriptores. La industrialización de la literatura representa un síntoma más de la general evolución intelectual. Emile de Girardin funda en 1836 el periódico “ La Presse”. Su innovación está en que fija el precio de suscripción en cuarenta francos anuales, la mitad del precio de los demás, y se propone cubrir las pérdidas con anuncios. Ese mismo año, Dutacq funda con las mismas características “ La Siécle”. Diez años después los 70.000 suscriptores existentes en 1836 se han convertido en 200.000. Los periódicos empiezan a incluir colaboraciones de especialistas, relatos de viaje, historias de escándalos, informaciones judiciales, noticias de cuanto sucede y alcanza interés general. Empieza a interesar lo ficticio f icticio como entretenimiento, entretenimiento, formación, diversión y complemento de la educación sentimental: las novelas por entrega. “ La Presse” publica de 1837 a 1847 diez novelas de Balzac. “ Le Siecle” en plena competencia, ficha a Alejandro Dumas Dumas y consigue consigue con con Los tres mosqueteros un éxito resonante. La novela de folletín, que requiere unas dotes especiales para darle el final a cada capítulo el interés del lector, significa la democratización de la literatura. Convirtió el género narrativo en un medio de comunicación y formación de masas semejante a lo que había sido la comedia española. Aparece “The Times”
En Inglaterra también se produce el abaratamiento de la prensa. A mediados del siglo XIX la prensa británica era tenida por auténticamente libre, el problema estaba en que era muy cara. Y lo que es caro no es libre, porque no puede llegar a la mayoría. El gobierno había sustituido la falta de censura con la “ley de timbre”. En 1815 el impuesto al sello ingles se elevaba a cuatro peniques por ejemplar periódico. Entonces, los anuncios irrumpieron en los periódicos produciendo indignación en los lectores. John Walter fundó en 1785 “The Times”, un periódico que no estaba ligado a ninguno de los partidos políticos, ni dirigido a una clase social determinada. Quería un periódico para todos. Walter buscaba la noticia y no regateaba medios para lograrla; fue el primer periódico que estableció corresponsales y envió redactores a otros países. Aquella forma
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de periodismo se ganó al lector. Y como consecuencia abundaron los anuncios que permitían el bajo costo del periódico. En 1789 Perry compra el “Morning Chronicle” para convertirlo en órgano de los whig. Y, Stuart compra en 1795 el “ Morning post” y lo transforma en órgano de expresión de los tories, alcanzo lo diez mil ejemplares diarios en la época de Waterloo. Estos tres periódicos salían seis veces por semana y descasaban los domingos. Para llenar ese vacío de noticias, tres hombres de apellido Bell fundaron los “ Sunday papers”, donde discutían los políticos y donde escribían Scott y Wordsworth. La prensa inglesa tenía una fuerza enorme; avanzaba en la técnica de impresión, sobre todo desde que el 28 de noviembre de 1814 el vapor sustituyó en las máquinas de impresión al trabajo manual. Al mismo tiempo, el servicio de diligencia, y la invención del ferrocarril abrían por completo los mercados de difusión. Se empiezan a vivir los años fundamentales en que la prensa se abarata y llega a todas las manos. En 1818 Lorilleux inventa la tinta de imprimir para prensa, en 1848 se instala la primera rotativa de rodillos, en 1885 funciona la primera plegadora automática. El ferrocarril revoluciona la comunicación personal, y llega el invento del telégrafo eléctrico. En 1847 el discurso de la reina Victoria ante el Parlamento fue transmitido integro por todo el mundo. “The Times” fue el primero que utilizo estos adelantos tecnológicos. Y cuando estalla la guerra de Crimea envía al primer corresponsal de guerra, William Russel, que escribía sobre lo que veía de cerca y daba categoría al reportaje. Al terminar la guerra, “ The Times” tiraba 60.000 ejemplares diarios, mientras que los demás periódicos ingleses juntos no pasaban los 20.000. 20.000. La prensa inglesa se convirtió en la primera prensa de masas de Europa. Lytton pidió a la cámara de los comunes la disminución de los impuestos que agravaban a los periódicos. Decía que si tuviera que transmitir a las edades futuras una muestra de la civilización inglesa, le bastaría para dar una prueba, un nú mero de “The Times” . En 1853 se suprimió el impuesto sobre los anuncios de los periódicos, en 1885 el impuesto del timbre, y en 1861 el impuesto sobre el papel. E l r e s u r g i m i e n t o I t a l i an an o
La ilustración propicio el periodo de resurgimiento italiano. La ilustración entro a Italia por el norte y engendró una nueva literatura. En Italia se imitó el patrón inglés . Gozzi se convirtió en periodista y fundó la “ Gazetta Veneta”, “Il Mondo Morale” y el “Osservatore Veneto”. Su Osservatore es una no muy afortunada imitación del Spectator de Addison, pero tuvo una gran importancia en aquella época, porque propago un amplio círculo de lectores. Baretti fundó bajo el seudónimo de Scannabue la revista “ Frusta Letteraria” desde la que lanzo violentas críticas, aunque muchas veces personales y superficiales. Las publicaciones periódicas, aunque modestas imitaciones de la prensa británica, lograron reavivar el afán del pueblo por la literatura, propiciando la labor de poetas y dramaturgos. En Genova se publicaba “El indicador Génoves”. Mazzini y otros compañeros le solicitan al propietario que insértese anuncios de libros nuevos y artículos bibliográficos. Obtenido el permiso, los estudiantes empezaron a publicar breves anuncios y sobrios. Luego, estos 10
empezaron a ser de mayor tamaño, intervino la policía y el diario fue suprimido. Tiempo después, Mazzini fundó “El Indicador Libornes” al estilo del suprimido periódico. Además, expuso sus teorías y combatió por ellas en las páginas de “ La Giovane Italia”, impresa en Marcella e introducida clandestinamente en Italia. Acaso por las dificultades dificultades políticas, la prensa italiana tuvo escaso desarrollo durante el siglo XIX. Pero los principales periódicos del siglo XX fueron fundados a fines del XIX: “Il Secolo”, “Il Corriente de la Sera”, “Il Popolo Romano”, “L’Osservatore Romano”.
El Romanticismo Español En España el movimiento llega tarde en relación con los demás países. Cuatro meses después de la muerte del rey aparece en la “Gaceta” un decreto aprobado el reglamento que ha de observarse para la censura de los periódicos. Los que esperaban aires nuevos, ven que se reedita la vieja licencia real. Lo periódicos seguirían sujetos a censura en todos sus artículos y no podían, bajo multa, publicarse en ninguna de sus partes columnas en blanco. La entrada de Martinez de la Rosa al poder significo cierta tolerancia respecto al periodismo político. Los liberales fundaron dos diarios, “El Mensajero de las Cortes” (1834) dirigido por el duque Rivas, y “El Observador” (1834) dirigido por Galiano. Ninguno llegó a cumplir un año. “El Observador” fue el primero en utilizar el servicio de las palomas mensajeras de la francesa Agencia Havas. El primer periódico romántico fue “La Abeja” (1834 -1836) dirigido por Pacheco. Se proclamó reformista equilibrado y defensor de la libertad y el orden. Nacieron periódicos carlistas, meramente informativos de sus problemas, periódicos políticos como “ El Diario de la Administración ” de Pacheco y Olozaga, y “ El Siglo” de Nuñez Arena. Eran periódicos más políticos que de empresa y no interesaban al público al menos que no se estuviera metido en la lucha política. El primer periódico informativo con carácter independiente fue “La Correspondencia Autografa de España”. Otro periódico informativo informativo fue “La Época” , fundado en 1849, de tono aristocrático, leídos en los salones del gran mundo. El gran acontecimiento periodístico fue Larra con sus dos revistas satíricas “ El Duende Satírico” y “El Pobrecito Hablador” , publicadas en vida de Fernando VII. Pudo imponer un periodismo de ironía, espíritu crítico y sentido de libertad en una época de tiranía. En 1836, Mesonero Romano fundó el “ Semanario Pintoresco Español”, revista literaria, popular y pintoresca a semejanza de las que había visto en Londres y Paris. El propósito era generalizar la afición a la lectura y el conocimiento de las cosas del país. La revista tuvo mucho éxito, y se hizo familiar; Cada número estaba compuesto de doce páginas, impresas a dos columnas y la suscripción mensual valía tres reales. Un año antes había salido “El Artista”, primera revista española, también con grabados. En ella colaboraron los principales escritores de la época. Dicen que la cálida de esta revista estaba por encima del público medio de España, y quizá por ello vivió solo tres meses. El periodismo español de esta época se caracteriza por el nacimiento y desaparición de infinitos periódicos. En la segunda mitad del siglo aparecen los grandes periodistas españoles.
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En 1867 Eduardo Gasset y Artime fundó “El Imparcial”. Éste representa un intermedio entre el periodismo político y el informativo. La Agencia Fabra, primera agencia de noticias española, aparece en 1870. A finales del siglo XIX fueron apareciendo nuevos periódicos como “ El Heraldo de Madrid ” bajo la dirección de Suarez de Figueroa, “El Debate”, “El Tiempo”, “El Universo” , etc. Todos ellos políticos y a lo sumo literarios. Cada uno defendía su ideología y atacaba a los de enfrente, e hicieron famosa la frase que el periodismo era el cuarto poder. En 1890 la prensa de Madrid alcanzaba la modesta tirada de 100.0000 ejemplares, En 1892 se publicaban en España 236 periódicos monárquicos, 137 republicanos y ocho de política definida. Estados Unidos abre el sensacionalismo El periodismo norteamericano progreso muy lentamente desde 1815 a 1835. A partir de 1835 las fuerzas del cambio industrial propulsaron al periódico hasta darle su forma moderna. “The Sun” fue creado por Benjamin Day. Empezó cobrando solo un centavo por ejemplar, vendido no por suscripción, sino por medio de muchos voceadores. El Sun prometió llevar al público, a un precio que estuviera al alcance de todos, todas las noticias del día. En la primera página se publicaba un bosquejo humorístico y un artículo festivo, en la segunda aparecían noticias de suicidios, incendios y robos. Las últimas dos páginas contenían anuncios. El tono de todo lo escrito era rápido; se apoderaba del lector. New York El padre del periodismo moderno norteamericano fue Bennet, fundador del “ New Herald ” en 1835. Ofrecía al público noticias locales, trivialidades, sensacionalismo y en ocasiones vulgaridades. Publicó también ensayos políticos, noticias extranjeras e información especializada. Escribía sus editoriales en primera persona e invitaba al lector a compartir sus actitudes y triunfos. Su éxito se debió a que supo dar a la masa la morbosidad a través de las noticias extraídas del mundo del vicio, de las cárceles, del ambiente del boxeo. Pero nunca desatendió lo demás. En 1860 tiraba 70.000 ejemplares. Desde 1841, el rival más fuerte que tuvo Bennet fue el “New York Tribune” de Greeley. Un matutino de política, literatura, e información general. El “ Tribune” trabajaría para promover los intereses del pueblo y fomentar su bienestar moral, social y político. La circulación diaria del “Tribune” era inferior a la del “Herald”, pero siempre estuvo en cabeza de un periodismo rectamente dirigido según las exigencias del tiempo u dentro de los cauces que imponían la sociedad de masas y los anunciantes. Supo Greeley rodearse de excelentes periodistas y escritores. En su redacción tuvo al poeta Bayard Taylor y entre sus colaboradores había intelectuales como Karl Marx y Margaret Fuller. Uno de los más ilustres periodistas fue Stanlet, que trabajaba para Bennet hijo. Cuando no había ninguna guerra, el joven Bennet financiaba expediciones exploradoras y arqueológicas. La más celebre fue la búsqueda del perdido misionero Livingstone por Stanley, reportero del Herald, que terminó con su dramático encuentro en Tanganika. Era época de dar noticias y si no las había, se creaban mediante cualquier truco. En 1833 Pulitzer creó el “ New York World ”, ”, una amalgama de los estilos de los mejores periodistas habidos en el país. Pulitzer decía que el diario tenía que ser escrupulosamente exacto, tiene que ser prolijo, tiene que evitar todo lo que sea ambiguo o tendencioso, todo 12
lo que sea capaz de ofender el buen gusto o rebajar el tono moral de sus lectores, pero dentro de esos límites el diario debe publicar noticias. El World tuvo un éxito sorprendente; en un año vendía 100.000 ejemplares diarios. La edición dominical ascendía a los 250.000 ejemplares. En 1892 llego a los 374.000 ejemplares. William Heart compró el “New York Journal” y se llevó con él, a toda la redacción dominical de Pullitzer, incluso a los más veteranos redactores del World. Sumó también a Davis como corresponsal de guerra y a Mark Twain para que cubriera ciertos acontecimientos. Hearst hizo demostrar su Journal y de demostró hasta donde podía llegar el periodismo amarillo. La prensa norteamericana había conquistado el “mercado de masas”. Los genios de la prensa británica Disminuye la exportación y baja el nivel de vida de los trabajadores, aumenta el paro y comienzan las huelgas. Se produce el fin del aislacionismo, el que siempre habían defendido con uñas y dientes, y se prepara el terreno para las influencias intelectuales extranjeras. En 1880 están de moda en la prensa inglesa el reportaje y la entrevista, los géneros-rey del periodismo. El periódico inglés que se había convertido en una fuente de riquezas a partir de la explosión de “ The Times”, encuentra a su genio, un hombre que además de buscar en el periódico los grandes ingresos económicos, siente por él una auténtica pasión. Harsmworth fundó en 1896 el “Daily Mail ” donde realiza sus aspiraciones. En él se publican noticias de todas clases y de todo tipo. Cada día se reserva el sitio de honor al tema de máxima actualidad. Los titulares se agrandan y buscan al lector. Una página entera, con su folletín abajo, se ocupa de la literatura. Lord Northcliffe considera que hay que abaratar el periódico; los anuncios pagarían la diferencia entro el coste y además darían beneficios. Esta es la nueva teoría del periodismo que se desarrolla en el siglo XX. Además, una de sus tareas era conseguir el prestigio que sostenía “The Times”, cuyos corresponsales en el extranjero tenían más categoría que muchos embajadores. Finalmente el Times fue vendido a Northcliffe. En Inglaterra casi todos los escritores pasaron por los periódicos, aunque la mas de las veces como colaboradores literarios, bastantes alejados de las puras tareas que el nuevo periodismo imponía. El periodismo de medio siglo tuvo grandes representantes como Dickens o Benjamin Disraeli. El Periodismo popular francés Francia se debate en frecuentes y contradictorios movimientos intelectuales. El idioma se hace más rico, más directo. Resulta fácil entenderse en lo popular, mientras que la poesía se complica. No puede extrañar que sean muchos los periodistas franceses que se alejan del periodismo. El escritor no se queda al margen sino que participa del periodismo pero desde otro aspecto, desde el lugar de quien colabora en funciones críticas, de formación de opiniones. Hay muchos periódicos influyentes “ Le Figaro” , dedicado a la vida literaria y mundana, origen del periódico burgués actual, “Le Gaulois” realista, “Le Journal des Débats ” prestigioso como periodista académico, etc. 13
También nacía el periodismo popular. “ Le Patit Journal ” y “Le Petit Parisien” cuestan cinco centimos el ejemplar desde 1865 a 1914. Son los representantes franceses del sensacionalismo. En ellos se publican sobre todo crímenes y sucesos, además de cultivarse el folletín. La política no les importaba. En 1894, Edwar ds ds fundó “Le Matin” con una novedad: alternaba en la redacción de sus editoriales a dos periodistas de derecha y dos de izquierda para demostrar su imparcialidad. Junto con “ Le Patit Journal ”, ”, “Le Petit Parisien ”, “Journal des Débats” y “L’Echo de Paris” , el periódico de Edwards formó un consorcio que mantenía las tarifas publicitarias y un mismo precio de venta, como freno para nuevas publicaciones. Los escritores no abandonaron el periodismo. Intervienen activamente aunque sea a su manera, pero suelen dedicarse más a las revistas literarias. También colaboran en la prensa diaria.
DE MARCO.HISTORIA DEL PERIODISMO ARGENTINO. EPOCA COLONIAL La Imprenta en el Río de la Plata La primera imprenta que hubo se construyó, a fines del siglo XVII, en las reducciones guaraniticas. La segunda vino de Italia, comprada por los jesuitas en 1758 para la Universidad de Córdoba. Instalada en el Convictorio de Monserrat, allí quedó arrumbada tras la expulsión de aquellos hasta 1780, en que se la trajo a Buenos Aires por decisión del virrey Vértiz para dar vida a la denominada Imprenta de Niños Expósitos. De su prensa pronto comenzaron a salir diversos impresos, entre ellos varios noticieros o gacetas, en casi todos los casos de única y efímera edición, sucesores de los noticieros manuscritos, que también aquí los hubo. El Frustrado proyecto de Liniers El conde Santiago de Liniers se presentó ante el virrey Arredondo para proponerle la publicación de un semanario de aparición dominical que llevaría el nombre de “Gazeta de Buenos Ayres” , señalando que esta era la única de los virreinatos de América que no tenía gaceta particular. Se comprometía a destinar las ganancias que produjera a la casa de los niños expósitos, con lo cual renunciaba a cualquier sueldo. Prometía abarcar temas de gobierno, comercio, teatro, literatura, arte, gacetas políticas y cartas particulares de América y Europa. Europa. Tan valiosa iniciativa quedo sumergida entre los papeles del archivo y que debió pasar una década hasta que una solicitud parecida tuviera mejor suerte.
El Telégrafo Mercantil A finales del siglo XVIII, Belgrano alentó al abogado y coronel extremeño Francisco Antonio Cabello y Mesa –quien –quien permanecía en Buenos Aires porque los amenazantes buques ingleses le impedían marchar a España- para que editara aquí un periódico como ya lo había realizado en Lima. Cabello y Mesa presento ante el virrey una solicitud para Mesa para crear una Sociedad Telégrafo Patriótica y Literaria, a la que se le anexaría la publicación del periódico “ Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de la Plata ”. El virrey Gabriel de Avilés concedió a Cabello y Mesa privilegio exclusivo de editar el periódico.
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El primero y el último número del Telégrafo Mercantil –título –título abreviado con el que pasó a la historia-, tuvieron por fechas, respectivamente, las del 1º de abril de 1801 y del 17 de octubre de 1802. Inicialmente, fue bisemanario, circulando miércoles y sábados, para pasar desde el 4 de octubre de 1801 a semanario dominical, formado por cuadernillos de 8 a 16 páginas. (Cada una de éstas medía 10 cm. de ancho y 14,5 de alto). Su colección comprende 110 números, dos suplementos y trece ejemplares extraordinarios, todos impresos, obviamente, en Niños Expósitos. Tuvo como colaboradores a Belgrano y Azcuenaga. Azcuenaga. El editor fue autor de unas letrillas satíricas cargadas de groserías y prosaísmos, una de las cuales dio pie al viejo virrey Joaquín del Pino para clausurar el periódico al cerrarle las puertas de la imprenta, drástica medida que liberó al extremeño del acoso financiero que tenía por obra de las muchas deudas y los pocos suscriptores. El Semanario de Agricultura, Agricultura, Industria y Comercio En agosto de 1802 se dio permiso, a su pedido, a Hipólito Vieytes, publicar un periódico con carácter exclusivo . “Semanario de Agricultura, Industria y Comercio ” tuvo en este criollo a su editor y redactor principal. Similar en su presentación al agonizante Telégrafo, aparecía los miércoles con cuadernillos de ocho páginas, impresos en Niños Expósitos. Su primer número nació el 1º de diciembre de 1802, interrumpió sus ediciones en junio de 1806 al ser invadida la ciudad por los ingleses, reapareció tras la Reconquista el 24 de septiembre siguiente y cesó definitivamente el 11 de febrero de 1807, cuando Vieytes defiende el país de los invasores ingleses. Su colección comprende 218 números y un suplemento. Vieytes y su colaborador Pedro Antonio Cerviño escribieron el Semanario con estilo didáctico y prosa concisa, con buenas ideas y propuestas más teóricas que prácticas. The Southern Star Durante las invasiones, los ingleses publicaron en Montevideo, desde el 23 de mayo hasta el 4 de julio de 1807, la gaceta bilingüe “La Estrella del Sur ” con las características características propias del periodismo británico de la época, más ágil y menos uniforme que el hispano. El Correo de Comercio Si se descarta la “Gaceta de Gobierno de Buenos Aires ” que por disposición del virrey Cisneros se publicó entre Octubre de 1809 y enero de 1810 sólo con documentos oficiales, el ultimo periódico de la etapa colonial fue “ El Correo de Comercio ” redactado con colaboración de Vieytes por Belgrano. El 3 de marzo de 1810 se editó el primer número. Este semanario de ocho páginas sumó 58 números y 41 suplementos, todos impresos en Niños Expósitos, llevando el último de aquéllos la fecha del 6 de abril de 1811, cuando Belgrano, de retorno del Paraguay, se hallaba en tierra entrerriana y Vieytes, su director colaborador, era depuesto del cargo de secretario de Gobierno y Guerra de la llamada Junta Grande y desterrado a Luján. LOS ORGANOS DE LA REVOLUCIÓN Mayo de 1810 señala el momento inaugural de la prensa argentina. Fue a partir de esa fecha cuando, al amparo de la libertad de expresión, se multiplicaron los periódicos para llevar a la opinión publica un fecundo debate sobre los medios de afianzar la causa revolucionaria. Gazeta de Buenos Aires
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Una de las principales necesidades de la junta formada el 25 de Mayo era contar con un órgano de prensa para garantizar no solo la posibilidad de expresar ideas, sino adoctrinar e informar a cuantos tuvieran a su alcance el periódico que el gobierno se disponía a promover. El 2 de Junio de 1810 el órgano colegiado que presidia Saavedra dictó una orden para la creación del nuevo periódico, que “sin tocar los objetos que tan dignamente se desempeñan en el Semanario de Comercio, anuncie al público las noticias exteriores e interiores que deben mirarse con algún interés”. interés” . Moreno asume la redacción de los comentarios de fondo y la publicación de las noticias que se refiriesen a los acontecimientos político-militares. La Orden de la Junta disponía, además, que la Secretaría entregaría las noticias oficiales para su publicación que se considerasen de interés y que “cualesquiera “cualesq uiera que pueda contribuir con sus luces a la seguridad del acierto” debería hacer llegar sus escritos al vocal Manuel Alberti. Fue el vocero oficial del primer gobierno patrio. Se publicó los jueves a partir del 7 de junio de 1810, subsistiendo hasta el 12 de septiembre de 1821. En 1811 falleció Moreno, y la redacción fue asumida por Gregorio Funes, diputado por Córdoba incorporado en ese mes, al que tres meses después sucedió Pedro José Agrelo hasta octubre de ese año. Ya creado el primer triunvirato, Tras Agrelo, fue redactor Vicente Pazos Silva y poco después se incorporó como corredactor Bernardo Monteagudo, ya liberado de su prisión en Tucumán por orden del Triunvirato, confiándose al primero la edición de los martes y al segundo, la de los viernes, de una Gazeta que había pasado a ser bisemanal. La intervención de Pazos Silva terminó abruptamente el 31 de Diciembre cuando un oficial de bastante graduación del ejército quemo en público el último número del periódico que por él fue redactado. Monteaguado continuo en la Gazeta, y Silva creo su propio periódico. Como esto provocó rivalidad competitiva y fogosas polémicas entre ambos periodistas, el gobierno les comunicó el 3 de abril de 1812 que “ha determinado con fecha de hoy suspender la edición de los periódicos semanales que corrían a cargo de Uds., y que, por cuenta del Estado, sólo se imprimirá una cada día, que se titule Ministerial…”. Del periódico con nuevo nombre fueron sucesivamente redactores Nicolás Herrera y Manuel José García. En octubre de 1812, con el segundo triunvirato, retornó Monteagudo como redactor, quien se mantuvo hasta la caída en 1815 del director supremo Carlos de Alvear. Sus postreras Gazeta del Gobierno”. ediciones se hicieron con el título de “ Gazeta El 29 de abril de ese año, tal como lo disponía el flamante Estatuto Provisional, comenzó a publicarse “Gazeta de Buenos-Ayres”, periódico semanal, con el primitivo nombre, considerado continuador de los anteriores. Se pensó confiar su redacción a Funes, pero como éste declinó el cargo se le dio al exiliado chileno fray Camilo José Henríquez, quien lo desempeñó hasta octubre. Algunas de sus ediciones se hicieron en la flamante imprenta de J. M. Gandarillas y Socios, aunque pronto se volvió a Niños Expósitos, recurriéndose más adelante a otros nuevos talleres, como Independencia, Álvarez, Sol y Phoción. A Henríquez lo reemplazaron sucesivamente Julián Álvarez –quien –quien lo hizo hasta abril de 1820-, Bernardo Vélez, por seis meses, y Manuel Antonio de Castro.
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Fue suprimida por el gobierno de Martín Rodríguez el 12 de septiembre 1821, su colección está constituida por 590 números, 185 extraordinarios y 53 suplementos. El Censor Apenas desaparecida desaparecida la Gazeta de los martes, surgió un semanario fundado por el redactor de aquélla, Vicente Pazos Silva. El 7 de enero de 1812 publicó “ El Censor ” compuesto con características gráficas y tipográficas similar a las de la Gazeta y un verso de Virgilio por lema. . Como el enfrentamiento con Monteagudo prosiguió, cada uno atrincherado en su periódico, el gobierno –quizá –quizá en vista de la próxima reunión de los diputados de los pueblos- le puso fin el 3 de abril de 1812 al disponer por decreto la suspensión (en realidad, supresión) de Gazeta y de El Censor , cesando ambos periodistas en la percepción de sus respectivos sueldos, “sin perjuicio de continuar, si gustan, ilustrando al público”. El Censor consto de 12 números, 5 suplementos y 2 bandos. Mártir o Libre Luego de quedarse fuera de la Gazeta, Monteagudo publicó su propio diario, el lunes 29 de marzo. Apenas duro nueve numero porque no pudo solventarse económicamente. Desde las páginas de su periódico prosiguió su prédica e intento una crítica mirada en retrospectiva en su “Ensayo sobre la revolución del Rio de la Plata, desde el 25 de Mayo de 1810”. El Grito del Sud Comenzó a aparecer el 14 de julio de 1812 con redacción anónima. Era un periódico de la Sociedad Patriótica Literaria de Buenos Aires. Según unos, su director habría sido Francisco José Planes, quien presidía la Sociedad al editarse el primer número; según otros, Monteagudo, que lo sucedió en el cargo. Apareció dos veces por semana y se caracterizó por una activa militancia en favor de la libertad y en contra de la esclavitud. Reclamo la sanción de una constitución, recordó que la única vez que el pueblo voto libremente había sido el 25 de Mayo de 1810 y que desde entonces no había dado ningún paso en pos de la libertad. En uno de sus últimos números subrayó enfá ticamente “Es necesaria la independencia absoluta, para que no se renueven los malos actos cometidos por España”. El Grito no lograría acompañar el desarrollo de la Asamblea. El 2 de febrero publicó su último número. Su desaparición quedo explicada en la memoria que ese dia publicó la Sociedad Patriótica. El Redactor de la Asamblea La Asamblea general constituyente inició sus deliberaciones el 31 de enero de 1813. Ésta quiso contar con su propio órgano y le encomendó la tarea de redactar al diputado fray Cayetano Rodriguez. Empezó a publicarse el 27 de febrero de 1813. La imprenta que lo publicaba era la de Niños Expositos. Entre las medidas más importantes que registro el periódico se mencionan la eliminación de toda referencia del rey cautivo, la acuñación de moneda propia, el establecimiento del escudo e himno de las Provincias Unidas, la supresión de los mayorazgos y títulos de nobleza, la abolición de la inquisición y las torturas judiciales de mismo modo que los castigos en las escuelas, y la libertad de vientre que beneficiaba a los hijos de esclavos. 17
El fin del cautiverio de Fernando VII, auguraba la posibilidad de acciones tendientes a reconquistar los dominios americanos en rebeldía. En ese contexto , El Redactor cesó el 26 de enero de 1815. La colección comprende 24 números, publicados hasta el número 19 los sábados y después, los domingos, lunes o martes. Otros Periódicos Hay que señalar otros dos periódicos de escasa duración aparecidos en 1814. Aunque no se conoce ningún ejemplar, según Zinny “El Diarista del Ejercito ” es una publicación que se hacía en el sitio de Montevideo, de las órdenes del día, proclamas y demás ocurrencias que tenían lugar durante esa campaña. Uno de sus números, el del 10 de marzo, fue reproducido por la Gazeta. El Sol de las Provincias Unidas ”, con el subtítulo de Gazeta de Montevideo, fue “ El naturalmente, argentino. Lo redacto Manuel Moreno y en sus 16 números publicó documentación oficial e información vinculada con los sucesos en Europa. Apareció el 2 de julio de 1814 y el último que se conserva es del 11 de septiembre del mismo año. El Independiente Alvear asumió en 1815 el Directorio, y quería contar con un periódico adicto. Para ello se El valio de Manuel Moreno, quien el 10 de enero de 1815 comenzó a publicar “ El Independiente” , en forma sucesiva por las imprentas de los Niños Expositos y del Estado. Tema constante de este periódico fue criticar la política de Fernando VII para con los americanos y comentar los peligros que provocaría la llegada de la expedición realista (o española) que se proyectaba enviar desde la Península. De carácter eminentemente político, también reproducía noticias de diarios extranjeros y documentos oficiales. Éste ceso con la caída de Alvear el 11 de abril de 1815. El Censor Fue creado por el Estatuto Provisional. Apareció el 15 de Agosto de 1815 y cesó el 6 de febrero de 1819, después de tirar 117 números por las imprentas de Gandarillas, El Sol y Niños Expósitos. Su redactor era el cubano Antonio Valdés. Como la hoja era financiada por el Cabildo, respondía plenamente a sus autoridades y expresaba con marcado servilismo las opiniones que sostenían. Declarada la Independencia, se mostró partidario de sentar en el trono a un descendiente de los Incas. La prensa argentina La Prensa Argentina”. Adopto una Valdés publicó a partir del 5 de septiembre de 1815 “ La postura aristocratizante, antipática para muchos en Buenos Aires. En sus primeros números se mostró partidario de recurrir a los ejemplos de Europa pero también al modelo de los Estados Unidos. El Cambio de redacción, asumida por Fray Henriquez, le otorgó un tono más conservador. Los Amigos de la Patria y de la Juventud Fue publicado por el valenciano Felipe Senillosa el 18 de noviembre de 1815. Tuvo escasa vida; solo salieron seis números, aunque con un contenido rico y variado. Toco temas económicos, mercantiles y relacionados con las cuestiones útiles, sin descuidar los literarios ni las informaciones vinculadas con la salud pública. El Redactor del Congreso Nacional
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Sus responsables fueron en la primera época el diputado Fray Cayetano Rodriguez y doctor Jose Agustin Molina, era escrito en San Miguel de Tucuman e impreso en Buenos Aires. Comenzó Comenzó el 1 de mayo de 1816, 1816, y aparte aparte de reproducir reproducir las decisiones decisiones del Congreso Congreso los redactores intercalaban sus opiniones sobre ellos o acerca de las noticias. Concluyó el 28 de enero de 1820, cuando estaban por librarse la batalla de Cepeda y extinguirse casi juntos la asamblea y el régimen directorial. Su colección se compone de 52 números, un extraordinario y dos suplementos, editados, según los tiempos, en las imprentas de Niños Expósitos, Gandarillas y Socios, Benavente y Cía., y de la Independencia. El Observador Americano El Observador Americano” se Redactado por el salteño Manuel Antonio de Castro, “ El publicaba los lunes por la Imprenta del Sol. Su primer número apareció el 19 de agosto de 1816, ostentando por lema una frase de Lucrecio, y el último, el 4 de noviembre siguiente. La colección comprende un prospecto y doce números. Fue un periódico dedicado a la política, la jurisprudencia y la educación de la mujer, siendo el conjunto acompañado por noticias generales. La Crónica Argentina El Censor ”, volvió de Europa en 1816 con Vicente Pazos Silva, antiguo responsable de “ El una imprenta y tipos propios. Publicó La Crónica Argentina, periódico que Mitre destaco como indiscutible paladin de la idea republicana. Fue un periódico político y noticioso, con artículos interesantes como los dedicados a la jura de la Independencia, hecha en la Plaza de la Victoria, y a la libertad de imprenta. Cesó al ser desterrados Pazos, Moreno y Pedro José Agrelo por el director supremo Pueyrredón. Su colección consta de 27 números. Tuvo conjuntamente dos lemas, ambos en latín. El Independiente El Independiente”, el 15 de septiembre de 1816 apareció otro Extinguido el primer “ El periódico de igual título que tuvo por redactor a Pedro José Agrelo. Su vida fue apenas un poco más extensa que la de su predecesor, ya que su colección abarca 17 números, publicados los domingos por la Imprenta de la Independencia. Circuló por primera vez el 15 de septiembre de 1816 y por última, el 5 de enero de 1817. Casi todos sus artículos estuvieron destinados a criticar los actos gubernativos. El Americano Fue publicado por Sáenz de Cavia el 2 de abril de 1819 y concluyo el 11 de febrero de 1820. Fue de aparición semanal. Impreso en la imprenta Álvarez Fue éste el último periódico aparecido en el lapso en que hubo un gobierno nacional o que se consideraba tal. Inmediatamente, se inició la etapa de la prensa propia de la Provincia de Buenos Aires, que tuvo entre sus primeros y más recordados periodistas a Francisco de Paula Castañeda, el fraile de la santa furia. La Gaceta Federal Apareció en la ciudad de Santa Fe y publicado por la imprenta volante adquirida de Estados Unidos. No ha podido hallarse un solo número del periódico. LIBERTAD DE PRENSA Constituido el nuevo gobierno en mayo de 1810, desde un primer momento manifestó su respeto por la libertad de pensamiento, pero prohibió la difusión de doctrinas u opiniones 19
contrarias a la nueva situación política. Cabe recordar que el 20 de abril de 1811 publicó un decreto, redactado por Funes, para fijar normas sobre el periodismo. Quedó así reconocido que todas las sociedades o personas individuales tenían libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas sin que debieran someterse previamente a licencia, revisión y aprobación alguna. Para establecer la responsabilidad por posibles abusos que se cometiesen por la prensa, se creaba una Junta Suprema de Censura integrada por dos eclesiásticos y tres laicos, con sede en la Capital. Si bien se mantenía la censura para lo religioso, el decreto mostraba una gran amplitud, aunque cabe señalar que esa libertad proclamada estaba condicionada por el hecho de que la única imprenta existente en el Virreinato –la –la de Niños Expósitos-era de propiedad estatal. En medio de la crisis provocada por el enfrentamiento existente entre la Junta ya denominada Conservadora y el Poder Ejecutivo triunviro, éste derogó el decreto dado por aquélla el 20 de abril y el 26 de octubre de 1811 lo reemplazó por otro muy parecido, muy probablemente a instancias de su secretario Rivadavia. El nuevo instrumento, que en muy poco difería del anterior, afirmaba que el gobierno deseaba devolver a los pueblos americanos, mediante la libertad política de la imprenta, la facultad de difundir sus ideas “que le había quitado un envejecido abuso de poder”. El artículo 1º decía: “Todo hombre puede publicar sus ideas libremente, y sin previa censura”, mientras que el 2º afirmaba que “el abuso de esta libertad es un crimen”. Para juzgarlo, se cre aba la Junta Protectora de la Libertad de Imprenta – Imprenta –nombre nombre que impresionaba mejor que el fijado en el decreto de abril-, abril-, formada por nueve miembros. Señalemos que el artículo 8º disponía que “las obras que tratan de Religión no pueden imprimirse sin previa censura del Eclesiástico”, agregándose esta restricción realmente singular “En caso de reclamación, se reverá la obra por el mismo diocesano, asociado de cuatro individuos de la Junta Protectora y la pluralidad de votos hará sentencia irrevocable”. Este decreto fue incluido en el Estatuto Provisional dado por la Junta de Observación en 1815 y aprobado en noviembre de 1816 por el Congreso todavía reunido en San Miguel de Tucumán.
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